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Procedimiento : 2007/2088(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0414/2007

Textos presentados :

A6-0414/2007

Debates :

PV 14/11/2007 - 10
CRE 14/11/2007 - 10

Votaciones :

PV 15/11/2007 - 5.10
CRE 15/11/2007 - 5.10
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0538

Acta literal de los debates
Miércoles 14 de noviembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

10. Consolidación de la Política Europea de Vecindad - Situación en Georgia (debate)
Acta
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  Presidenta. – El punto siguiente es el debate conjunto sobre:

– el informe de Raimon Obiols i Germà y Charles Tannock, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre la consolidación de la Política Europea de Vecindad (2007/2088(INI)); y

– las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la situación en Georgia.

 
  
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  Raimon Obiols i Germà (PSE), Ponente. – (ES) Señora Presidenta, heredé la coponencia de este informe de nuestro colega el señor Beglitis, que ahora está en el Parlamento griego, y lo hice con una cierta preocupación, pero tengo que señalar ahora que estoy muy satisfecho del resultado alcanzado. Primero, por la buena sintonía con el coponente señor Tannock, también porque he tenido la oportunidad de trabajar con un grupo de asistentes y funcionarios extremadamente competentes, y, finalmente, porque se ha alcanzado un elevado nivel de consenso en la elaboración de este informe.

Se han podido aceptar la mayor parte de las enmiendas que estaban presentadas también con un ánimo de acuerdo y el resultado me parece que ha sido satisfactorio.

El informe da apoyo al documento de la Comisión de diciembre de 2006 sobre evaluación y desarrollo futuro de la Política Europea de Vecindad y, teniendo en cuenta el consenso alcanzado, se puede decir en este momento que Parlamento y Comisión comparten una misma visión, la idea de que el continente europeo y el Mediterráneo son realidades interdependientes que no se pueden contemplar aisladamente y que la política de vecindad ofrece nuevos cauces de relación y de colaboración con sociedades que se enfrentan a retos y problemas comunes, pero también a grandes oportunidades para el progreso compartido.

El texto señala algunos elementos para dar la máxima fortaleza y ambición posible a la Política Europea de Vecindad. Enumeraré cinco muy rápidamente:

Primero, el principio de un diseño de política amplia, pero también en el marco de una diferenciación, de un principio de diferenciación, de tal manera que la Política Europea de Vecindad no sea vista como una rutina estandarizada y mecánica, sino como la forma para que la Unión Europea pueda organizar las relaciones con sus vecinos en función de una flexibilidad necesaria para poder responder con éxito a situaciones dispares.

Segundo, la idea de un equilibrio entre los países del Este y los países del Sur. No hay que dar prioridad a una perspectiva en detrimento de la otra, sino contar siempre con un enfoque plenamente equilibrado.

Tercero, reforzar, con la política de vecindad, el diseño de la política euromediterránea que es la que yo he trabajado más concretamente en este informe. No se trata de superponer políticas, de crear un entramado barroco y demasiado complicado, sino de crear sinergias de tal forma que la Política Europea de Vecindad pueda significar un reforzamiento del diseño general de la política de partenariado o de asociación euromediterránea.

Cuarto, la idea de pasar de la cooperación a la integración en todo aquello que sea posible. En aquellos sectores que estén preparados para ello, se trataría, en los años venideros, de compartir ámbitos de gestión política que puedan garantizar el desarrollo de acercamientos y de sinergias en sectores clave como la energía, las redes de transporte, el diálogo intercultural, el medio ambiente o la educación.

Y, finalmente, el criterio de involucrar, no únicamente la gestión de los gobiernos o de las instituciones parlamentarias, sino, en la medida de lo posible, a cuantos más sectores activos de las sociedades civiles involucradas sea posible, mejor.

En este sentido, la Política Europea de Vecindad debería plantearse también la cuestión básica de la comunicación y de la visibilidad. Yo diría, de la narrativa de conjunto de la política de Europa en relación a sus vecinos.

Quiero señalar, en último lugar, que esto tiene en este momento un primer reto de visibilidad, de narrativa, con la propuesta lanzada por el señor Sarkozy de Unión Mediterránea. Ayer escuchamos al Presidente francés, me parece que introdujo matizaciones muy positivas en el sentido de señalar que su propuesta de Unión Mediterránea no excluye a nadie, en primer lugar, en segundo lugar que debe sumarse al acquis de la política euromediterránea y, en tercer lugar, que debe tratar de ir más allá.

Yo no podría estar más de acuerdo con este planteamiento tratando de simplificar el cuadro general político institucional de la política de vecindad de Europa y, en particular, del área del Mediterráneo.

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE), ponente. – Señora Presidenta, yo también quiero dar las gracias tanto al señor Beglitis, que es ahora diputado griego en su Parlamento nacional, como a su sucesor, señor Obiols i Germà, por su excelente colaboración con todos los partidos y el consenso que han conseguido finalmente como ponentes alternativos de este informe clave.

Es de por sí evidente que todos tenemos que ser buenos vecinos. En un mundo incierto y siempre cambiante, la UE tiene que establecer relaciones buenas y más estrechas con los países de su periferia, basadas en la seguridad, la estabilidad y el beneficio mutuo para todos. Hasta la fecha, la Política Europea de Vecindad (PEV) ha demostrado ser una valiosa herramienta en este proceso, para crear un círculo de amigos orientado a mejorar el comercio, los desplazamientos y la cooperación política, sobre todo en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de seres humanos. Pero, por supuesto, los valores compartidos son de máxima importancia, como también lo es el refuerzo de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos como nuestra máxima prioridad.

Tengo que decirle a la Comisión que la política PEV se concibió de forma algo apresurada. Algunos dicen que un acuerdo global para todos los países meridionales de la asociación euromediterránea, los países de Europa Oriental y los países vecinos del Cáucaso Meridional no puede constituir una idea de política exterior perdurable en la Unión Europea. No obstante, en nuestro informe se acepta plenamente que, por el momento, esa política unitaria ha llegado para quedarse y que el Parlamento se comprometerá con ella en su versión actual.

Ahora bien, está claro que Moldova no es lo mismo que Marruecos. Los países de la dimensión meridional no son Europa y, por tanto, no tienen perspectivas reales de adhesión a la UE. Pero en Oriente, que es mi parte del informe, existen al menos dos países − Ucrania y Moldova − que, en mi opinión, pueden aspirar a la adhesión en virtud del artículo 49 del Tratado de Maastricht, puesto que su naturaleza es innegablemente europea.

Desde luego, las cuestiones relacionadas con la facilitación de visados, readmisión y, después de la adhesión de Ucrania a la OMC, que esperamos que se produzca el año que viene, un amplio acuerdo de libre comercio en la UE, están todas ellas progresando bien en un país como Ucrania, y espero que esos progresos se extiendan a Moldova y, con el tiempo, a otros países del Cáucaso Meridional.

En mi opinión, el objetivo final de la PEV hacia Oriente tiene que ser los viajes sin visado.

La PEV ayudará, en términos generales, a consolidar los deseos de estos países de anclarse firmemente en las instituciones de la UE. En el caso de Moldova, la PEV puede dar un empuje importante a la resolución de los conflictos enquistados del Trans-Dniéster. No obstante, el Consejo y la Comisión Europeos tienen que dejar claro a estos países acogidos a la PEV en Europa Oriental que la adhesión es una posibilidad real para ellos y que la PEV no es sólo una táctica dilatoria para frustrar las aspiraciones de adhesión de esos países.

El informe reconoce asimismo el sufrimiento del pueblo de Belarús y el valor de las fuerzas democráticas del país. Tenemos que estar preparados para que, cuando se tambalee el régimen de Lukashenko, acojamos a Belarús de nuevo en la PEV y le demos, también a ese país, una perspectiva europea.

En el informe se propone la creación de una asamblea parlamentaria conjunta del Parlamento Europeo y los países orientales de la PEV, provisionalmente llamada «EURO-NEST». Dicha propuesta se basa en el éxito de otras estructuras similares, como la Asamblea Parlamentaria de Euromed, que ya está creada y en funcionamiento y que básicamente es la dimensión meridional de la cooperación parlamentaria para la PEV, así como el Proceso de Barcelona, y la más famosa Asamblea ACP. Yo estoy personalmente convencido de que EURO-NEST reforzará las instituciones democráticas en los países orientales de la PEV. Precipitará el final del aislamiento de Belarús y permitirá, por ejemplo, que parlamentarios de Azerbaiyán y Armenia debatan el conflicto enquistado de Nagorno Karabaj, que puede estallar en cualquier momento y donde puede declararse de nuevo la guerra, dada la cantidad de petrodólares que están entrando en las arcas del Gobierno de Azerbaiyán y la retórica que se despliega a los dos lados de la división.

La UE se ha vuelto también excesivamente dependiente de los recursos energéticos de Rusia, así que todos estamos de acuerdo en que tenemos que desarrollar fuentes alternativas. Por eso en nuestro informe, cuando pasó por la Comisión de Asuntos Exteriores, se proponía como una posibilidad la idea de incorporar a Kazajstán algún día a la PEV. Pero ahora me temo que esa idea no cuenta ya con el apoyo de los grandes grupos políticos, por lo que posiblemente se quede fuera del informe mañana en la votación. Habríamos tenido acceso, gracias a ese informe, a los grandes recursos naturales de Kazajstán, y la UE habría impulsado nuevas reformas en este país laico, extenso − geográficamente hablando − y de gran importancia estratégica. Si en algún momento llega a acercarse más a Rusia y a China, que estoy seguro que es la intención de esas dos potencias, nos arrepentiremos de haber tomado la decisión precipitada de mantener a Kazajstán a una cierta distancia.

 
  
  

PRESIDE: Miguel Ángel MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Vicepresidente

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, deseo felicitar especialmente a la señora Comisaria por haberle dedicado tanto tiempo, trabajo, esfuerzo y entusiasmo al desarrollo y la aplicación de la Política Europea de Vecindad. Reconozco su compromiso, trabajo y esfuerzo y debo darle mi enhorabuena por ello.

Señorías, la Política Europea de Vecindad, a la que a partir de ahora me referiré simplemente como PEV, es una política esencial para la UE.

La PEV es un elemento fundamental de la estructura de las relaciones de la Unión con el cinturón de Estados que la rodean. La estabilidad, la seguridad y el desarrollo son procesos interrelacionados. Las relaciones entre la Unión y sus vecinos deben reforzarse, tanto en el Este como en el Sur, de modo que la PEV proporcione un marco político coherente, equilibrado, inclusivo, único y mundial. A pesar del carácter específico y la individualidad de cada país y de cada sociedad, existen intereses y retos comunes a los que debemos hacer frente de un modo conjunto.

El hecho de que estemos reforzando la PEV es, ante todo, una prueba de los méritos de esta política, ya que sólo nos preocupamos de consolidar y profundizar en las políticas que tienen éxito. Sin embargo, todos reconocemos que debemos seguir reforzando y consolidando la PEV. Desde que la Comisión presentó sus propuestas a finales del año pasado, los Estados miembros han llegado a un amplio consenso sobre la necesidad de reforzar la PEV y sobre las medidas necesarias para lograrlo. En este contexto, deseo darles las gracias en nombre del Consejo a los dos ponentes, el señor Tannock y el Señor Obiols i Germà, por su excelente y exhaustivo informe.

Las opiniones del Parlamento son especialmente importantes y valiosas, especialmente en lo que se refiere a la aplicación de la Política Europea de Vecindad consolidada, y se tendrán en cuenta a medida que vaya evolucionando el proceso. Como ya saben, la Presidencia alemana presentó un informe provisional sobre la consolidación de la PEV que el pasado junio recibió el apoyo del Consejo y el Consejo Europeo. El Consejo de junio también aprobó unas conclusiones que reiteran los principios esenciales de la PEV. En primer lugar, la PEV consolida una estrategia que se basa en la asociación y la cooperación. Nuestro objetivo es ayudar a nuestros vecinos a modernizarse y emprender reformas. Para ello y para garantizar que la consolidación de la PEV resulta eficaz, todos los Estados miembros deben hacer un seguimiento de la misma como parte de una asociación privilegiada con vistas a lograr las reformas necesarias. Resulta obvio que la imposición por parte de Bruselas de un calendario de reformas no es el mejor modo de lograr resultados, por eso hemos atendido las peticiones de los países socios con respecto a lo que desean de esta PEV reforzada.

En segundo lugar, se trata de un marco político coherente, equilibrado, inclusivo, único y mundial. Los Estados miembros aceptan que la oferta de reforzar las relaciones se aplica a todos los países socios, aunque siempre manteniendo un equilibrio global entre el Este y el Sur.

En tercer lugar, los elementos diferenciadores establecidos en virtud de la ejecución y la ayuda por medida siguen siendo esenciales en las relaciones de la UE con los Estados vecinos. Sin duda, el marco político de la PEV tiene que seguir siendo suficientemente flexible como para tener en cuenta las necesidades de cada socio y el grado en que estos efectúan y están preparados para efectuar progresos de un modo visible y eficaz siguiendo una senda reformista. Por lo tanto, el apoyo de la UE debe adaptarse aún más a las necesidades de los socios y a sus prioridades, tal y como aparecen establecidas en los planes de acción de la PEV.

Finalmente, la Política Europea de Vecindad sigue siendo un elemento separado del proceso de ampliación y no predetermina ninguna posible evolución futura de las relaciones de los países socios con la UE. La participación en la PEV permite reforzar los procesos de transformación nacional en beneficio de los ciudadanos de nuestros países socios, independientemente de cualquier perspectiva de adhesión a la UE. Por lo tanto, hemos de tener precaución y no mezclar dos elementos que son distintos.

El artículo 49 del Tratado de la Unión Europea establece que cualquier Estado europeo que respete los principios del Estado de derecho, la libertad, la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales puede solicitar su adhesión a la Unión. Todas las solicitudes de adhesión se examinarán de acuerdo con las disposiciones del Tratado.

Ahora me gustaría pasar al tema de la consolidación de la PEV. Como ya saben, uno de los aspectos clave de esta PEV reforzada consiste en hacer un mejor uso del peso financiero de la Unión. El incremento de la financiación para los socios en el marco del nuevo Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación constituye ya una prueba de la ampliación del compromiso de la Unión. Para fomentar aún más las reformas, se ha creado un mecanismo en favor de la gobernanza basado en criterios de asignación transparentes y objetivos. Por primera vez este otoño se asignará la financiación a través de este mecanismo. También está avanzando el trabajo para la creación de una entidad de inversión de la PEV, cuyo objetivo será mejorar la repercusión de las contribuciones presupuestarias de la Unión y contribuir a movilizar los recursos de donantes importantes. Este nuevo mecanismo será totalmente compatible con los instrumentos financieros existentes, especialmente con el Mecanismo Euromediterráneo de Inversión y Cooperación.

A fin de incentivar y apoyar aún más la reforma administrativa y normativa y el desarrollo institucional, pretendemos abrir las agencias y programas comunitarios a los países de la PEV de una forma gradual. Ya se han hecho algunos avances en este ámbito. La Comisión está negociando los protocolos necesarios sobre los principios generales de participación en estos nuevos programas comunitarios con el primer grupo de socios PEV. Israel, Marruecos y Ucrania serán probablemente los primeros países en beneficiarse de esta medida.

Deseo finalizar comentando varios puntos que desde mi punto de vista constituyen elementos esenciales de la PEV reforzada. Ante todo, uno de sus componentes clave es el aumento de la integración económica, que habrá de lograrse especialmente mediante la aprobación progresiva de acuerdos de libre comercio. Sin embargo, el inicio de las negociaciones referentes a dichos acuerdos tiene como requisito indispensable la adhesión previa de los países socios a la OMC.

También resulta vital facilitar la movilidad entre los países socios y la UE para determinadas categorías poblacionales. Como señal clara y tangible de la apertura de la Unión hacia sus vecinos y en línea con su perspectiva común sobre la facilitación de visados, hemos negociado acuerdos de facilitación de la expedición de visados y de readmisión con Ucrania y Moldova. También debatiremos la agilización de la tramitación de visados para algunos grupos poblacionales del Este de Europa de modo que puedan participar en acontecimientos relacionados con la PEV y lo haremos basándonos en medidas equivalentes que se aplican desde 2003 a grupos de ciudadanos de los países euromediterráneos.

Finalmente, me gustaría hacer referencia al compromiso que recientemente hemos asumido con respecto al Mar Negro y a los países de esta región. La iniciativa «Sinergia del Mar Negro» pretende reforzar la cooperación entre los países de la región e intensificar sus relaciones con la UE a todos los niveles. En general, la Política Europea de Vecindad beneficia tanto a la Unión como a los países socios. Ha llegado el momento de convertirla en una política más atractiva, eficaz y creíble que garantice seguridad y prosperidad para todos.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. (DE) Señor Presidente, Señorías, creo que la Política Europea de Vecindad, cuya consolidación estamos debatiendo hoy, constituye una política estratégica clave y deseo expresar mi más sincero agradecimiento a los dos ponentes de este informe, un instrumento realmente eficaz que también servirá como motor de la próxima etapa del viaje de la PEV.

Por supuesto, deseamos usar esta política de vecindad para proyectar nuestra estabilidad y potenciar reformas. Teniendo en cuenta los retos internacionales a los que se enfrenta Europa, el éxito de esta política resulta vital no sólo para nuestra prosperidad, sino también para la prosperidad, estabilidad y seguridad de la Unión y de nuestros vecinos. Ésa es la idea básica.

También les agradezco los elementos básicos que han desarrollado en el informe. Se trata de una política diferenciada, una política que debe tener un marco coherente. Es además una política diseñada para generar sinergias dentro de una estructura regional —la Sinergia del Mar Negro es una de ellas y otra es la Asociación Euromediterránea—. Es una política basada en el reconocimiento de la necesidad de apoyar a sectores concretos. Por lo tanto, la aplicación e intensificación de la política de vecindad es una prioridad absoluta. Ése es el motivo por el que me siento muy agradecida por el apoyo del Parlamento, que resulta esencial.

Los resultados de la importante Conferencia sobre la Política de Vecindad Europea del 3 de septiembre también demuestran que nuestros socios y nuestros Estados miembros están ahora totalmente de acuerdo con esta determinación de prioridades. La conferencia fue un verdadero éxito porque reunió por primera vez a todos nuestros socios de la PEV y a todos los Estados miembros, además de a representantes de distintas autoridades y de la sociedad civil. Se produjo un claro consenso sobre las prioridades esenciales de la política de vecindad, desde la integración económica a una mayor movilidad, pasando por la estrategia energética o la cooperación política.

El Parlamento puede desempeñar una importante y destacada función en el ámbito de la cooperación política y, por supuesto, ustedes también constituyen un catalizador para el desarrollo de la democracia, de los derechos humanos y de las reformas encaminadas a instituir el Estado de derecho, un elemento al que aquí le concedemos, obviamente, la máxima importancia y que funciona como brújula de esta política de vecindad. Además, esta política ya está teniendo resultados definitivos. Sólo tenemos que ver cuánto se ha intensificado nuestra cooperación con Ucrania en el marco de la PEV desde la Revolución Naranja. El hecho de que Ucrania haya celebrado elecciones justas y libres por segunda vez constituye sin duda un verdadero éxito. Espero que los responsables políticos de Kiev mantengan el impulso de las últimas semanas.

Seguiremos trabajando con ustedes en la aplicación de reformas importantes con la ayuda del plan de acción esencial de la PEV. Vemos cómo están avanzando las negociaciones para lograr un acuerdo mejorado que, como ya saben, pretende acercar Ucrania lo más posible a la Unión Europea.

Por supuesto, también continuaremos apoyando el ingreso de Ucrania en la OMC para de ese modo poder crear una zona amplia de libre comercio y, como seguramente también sabrán, hemos llegado a un acuerdo con Ucrania sobre la agilización de la tramitación de visados y esperamos poder hacer lo mismo pronto con la República de Moldova. Ambos acuerdos se complementan mediante un acuerdo de readmisión.

Marruecos es otro beneficiario entusiasta de esta política de vecindad y la está usando de un modo muy inteligente como motor de su modernización, que es precisamente lo que se pretendía. Hemos elogiado muy claramente los progresos de Marruecos sobre la base de su detallado programa interno de reformas. Asimismo, el nuevo acuerdo de aviación y la estrecha cooperación energética de Marruecos con la UE son buenos ejemplos de esta fructífera cooperación.

La semana pasada estuve en Marruecos en una ronda de conversaciones y en ella inicié un nuevo avance sobre el proceso de reflexión conjunta que comenzamos en julio con el objetivo de responder a la solicitud de Marruecos de disfrutar de un estatus avanzado en el marco de la PEV. Confío en que durante la segunda mitad del año podremos presentar propuestas adecuadas sobre una nueva y avanzada forma de asociación.

Por tanto, la política de vecindad está funcionando pero obviamente debemos continuar con nuestros esfuerzos para hacer que sea aún mejor, más eficaz e incluso más completa. En diciembre la Comisión publicó las recomendaciones sobre el modo de consolidar la PEV que el Presidente en ejercicio del Consejo ya ha presentado. Creo que hemos dado algunos pasos muy importantes. Por ejemplo, nuestros socios del Este carecían de una dimensión regional pero ahora hemos iniciado el programa Sinergia del Mar Negro que constituye un proceso hecho a medida para esa zona. Le aporta al Este lo que el Sur ya poseía desde hacía mucho tiempo gracias a la Asociación Euromediterránea y la primera reunión en el marco de la Sinergia del Mar Negro se celebrará en 2008.

También hemos avanzado en la apertura de las agencias y los programas comunitarios a nuestros vecinos. Este año concederemos las primeras asignaciones del mecanismo en favor de la gobernanza, a través del cual demostraremos que podemos ofrecer y ofreceremos más a aquellos socios que muestren un verdadero celo reformador.

Además, antes de que acabe el año habremos creado un Fondo de Inversión para la Política de Vecindad. Su objetivo es contribuir a movilizar fondos para la política de vecindad como complemento a nuestro presupuesto habitual, especialmente con el objetivo de financiar proyectos a gran escala en ámbitos como la energía y el transporte.

Creo que podemos estar orgullosos de nuestros éxitos pero necesitamos conservar su apoyo y el de los Estados miembros, lo que nos permitirá conseguir futuras mejoras y emprender nuevos pasos. Estoy pensando principalmente en una mayor integración económica y una intensificación del libre comercio con nuestros socios. Su integración en el mercado interior de la UE es, sin duda, un potente modo de impulsar reformas. Por este motivo, también debemos abrir gradualmente nuestro mercado, incluso en el caso de lo que denominamos productos agrícolas y servicios sensibles, en los que nuestros socios poseen ciertas ventajas competitivas. Eso significa que hemos de preguntarnos también si estamos preparados para hacerlo.

El segundo tema en el que estoy pensando es la ampliación de las medidas de agilización de la tramitación de visados que resultan muy necesarias para facilitar los contactos entre personas de distintos países. Estas medidas a menudo pueden adoptarse en el marco de la normativa existente, siempre y cuando exista la voluntad política de usar la legislación disponible, y debemos seguir desarrollando la dimensión política de la estrategia de vecindad. Este hecho está relacionado con los conflictos latentes que podemos ver en los países socios de nuestras fronteras del este, unos conflictos que dificultan seriamente el progreso reformista de nuestros vecinos y que, en algunos casos, amenazan nuestra propia seguridad.

Por ello la política de vecindad debe contribuir a crear un adecuado clima para resolver conflictos como el del sur del Cáucaso.

Como es natural, seguiré ejerciendo presión en la región mediterránea para conseguir que el Medio Oriente progrese, especialmente en el marco del Cuarteto, y tengo depositadas muchas esperanzas en que la reunión de Annapolis y la subsiguiente conferencia de donantes de París concretarán estas intenciones de modo que podamos lograr un verdadero avance en esta región.

Asimismo estamos preparados para ayudar a las partes implicadas en el problema del Sáhara Occidental en su búsqueda de una solución a largo plazo. Durante su próxima fase, nuestra política de vecindad se centrará principalmente en la aplicación práctica. Todos debemos presionar en la misma dirección para mantener e intensificar la dinámica de reforma que se ha desarrollado entre nuestros socios.

El próximo mes la Comisión aprobará una nueva comunicación sobre la política de vecindad en la que destacaremos los pasos que la UE ha de dar para lograr resultados tangibles en 2008, en otras palabras, nuestra propia contribución. En abril presentaremos informes de progresos país por país y en ellos analizaremos los ámbitos en los que nuestros vecinos pueden mejorar la aplicación de los planes de acción.

A principios de diciembre se plantearán algunas preguntas fundamentales, por ejemplo si la Comisión es completamente consciente de las diversas capacidades y objetivos de cada país vecino. Sin embargo, como ya he dicho antes, podemos hacer muchos avances sobre la base de esta perspectiva diferenciada.

Creo que también resulta importante el concepto de propiedad y el potencial local para llevar a la práctica dicho principio de propiedad, además de la mayor implicación de la sociedad civil, un ámbito en el que podríamos hacer más esfuerzos.

No debo olvidar añadir unas palabras sobre la situación de Georgia, que ha sido objeto de nuestros debates. Tan sólo quiero comentar que estamos muy preocupados por los últimos acontecimientos sucedidos en Georgia. Lamentamos el excesivo uso de la fuerza que las fuerzas de seguridad del Estado de Georgia han ejercido al disolver manifestaciones y clausurar emisoras independientes de televisión.

Considero que necesitamos una investigación independiente de estos incidentes. También seguimos preocupados por el continuo estado de excepción y las restricciones a la libertad de los medios de prensa, porque el recorte de los derechos constitucionales y el cierre de medios de comunicación son medidas draconianas incoherentes con los valores democráticos destacados en nuestras relaciones bilaterales con Georgia, unos valores que Georgia se había comprometido a mantener. Por lo tanto, esperamos que estas medidas se retiren inmediatamente.

Por otra parte, acojo con satisfacción la decisión que ha tomado el Presidente Saakashvili de celebrar elecciones presidenciales y un referéndum sobre la fecha de las elecciones al parlamento, dando respuesta de ese modo a las principales demandas de la oposición. Espero que esta demostración de voluntad ayude a relajar las tensiones y hago un llamamiento a todas las partes implicadas para que mantengan las disputas políticas dentro de los límites de un proceso democrático normal y para que abandonen las calles y vuelvan a la mesa de negociación. Hemos de tener las condiciones adecuadas para celebrar un proceso electoral imparcial y transparente.

Tan sólo quería añadir este comentario. Discúlpenme por haberme extendido más de lo habitual, pero dado que asumo una responsabilidad específica sobre la base del precepto de que la política trata sobre el pueblo, entenderán que estos temas me atañen especialmente.

 
  
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  Tunne Kelam (PPE-DE), ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo Regional. Señor Presidente, la Comisión de Desarrollo Regional considera que la consolidación de la Política Europea de Vecindad es una herramienta esencial sobre todo para acercar a nuestros vecinos al sistema europeo de valores. Una PEV eficiente y abierta puede proporcionar numerosos incentivos para favorecer las reformas económicas, legales y sociales en los países que comparten fronteras con la UE. Es cierto que la PEV no debe verse como una vía directa de adhesión a la UE. Por consiguiente, el principio de condicionalidad en el enfoque de la UE debe proporcionar mecanismos que funcionen debidamente para promover los cambios económicos y democráticos necesarios en nuestros países socios, dependiendo de su propia voluntad y de los progresos realizados.

La PEV sólo puede funcionar como una vía de dos direcciones. En el plano político, creo que la PEV debe ofrecernos la magnífica oportunidad de profundizar en un diálogo político continuo con países que están dispuestos a alinear sus posiciones en materia de política exterior con los de la UE, países como Ucrania, Moldova, Georgia, Armenia y otros.

La Comisión de Desarrollo Regional insiste en la importancia fundamental de los programas de cooperación transfronteriza e interregional en la aplicación de la PEV. Esos programas deben incluir aspectos económicos, medioambientales, sociales y culturales.

Quiero insistir en otro principio: la PEV no debe limitarse a la cooperación entre gobiernos e instituciones. Tiene que implicar a la sociedad civil y, sobre todo, promover intercambios básicos entre ciudadanos, ONG y autoridades locales. Por consiguiente, es importante facilitar la aplicación eficiente de los requisitos de visado en el tráfico fronterizo local y en determinados grupos de población. Pedimos también a la Comisión que formule directrices para las autoridades locales y regionales sobre su papel específico en la aplicación de los planes de acción de la PEV, para poder desarrollar esa política aún más.

Por último, en opinión de la Comisión de Desarrollo Regional, la PEV debe incluir también la cooperación en materia de prevención y una respuesta conjunta a las catástrofes naturales. Pedimos a los Estados miembros que incluyan este aspecto en los programas de cooperación transfronteriza.

 
  
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  Adina-Ioana Vălean (ALDE), ponente de opinión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Señor Presidente, en estos tiempos de mundialización e inseguridad ante el futuro, nuestros vecinos necesitan signos claros de la Unión Europea. Necesitan saber que les consideramos nuestros socios. Necesitan saber que les apoyamos en su transición hacia la democracia y hacia una vida mejor. Por consiguiente, celebro la propuesta de la Comisión de consolidar la PEV ofreciendo a nuestros socios nuevos incentivos para que emprendan reformas.

Como ponente de opinión para la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, quiero insistir en la importancia de la PEV como medio de consolidar el espacio de libertad, seguridad y justicia más allá de nuestras fronteras. No podemos dejar que nuestros vecinos se enfrenten solos a los problemas de seguridad, delincuencia organizada y migración ilegal. En el mundo actual, todos y cada uno de esos fenómenos tienen repercusiones mundiales y sus retos son nuestros retos. La PEV es, en efecto, una política beneficiosa para todos. La creación de un espacio de libertad, seguridad y justicia beneficia tanto a la UE como a nuestros vecinos, por el bien de todos nuestros ciudadanos.

 
  
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  Presidente. − Me señalan que a la Presidencia del Consejo no se le había aclarado que el debate era un debate conjunto sobre la Política Europea de Vecindad y la situación en Georgia.

Por lo tanto, vamos a dar al señor Lobo Antunes la ocasión de tocar el segundo tema en un turno de palabra.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Efectivamente no había entendido que en este debate tuviera que abordarse conjuntamente la política de vecindad y la situación en Georgia. No disponemos de mucho tiempo, por lo que me gustaría referirles muy brevemente que el pasado 18 de noviembre la Presidencia, como ya saben, publicó una declaración en la que expresaba su profunda preocupación por los recientes acontecimientos que han tenido lugar en Georgia y apeló al diálogo entre las partes y a una búsqueda de soluciones para la actual crisis que no infrinja los principios democráticos y los derechos fundamentales, especialmente la libertad de expresión. También nos gustaría destacar que resulta esencial que el Gobierno de Georgia restaure la confianza en la legitimidad de sus acciones y que haga todo lo que esté en su mano para garantizar el respeto a los principios democráticos.

Desde nuestro punto de vista, la actual situación sigue siendo motivo de preocupación, pero le damos la bienvenida al anuncio del Parlamento de Georgia de levantar el estado de excepción el próximo 16 de noviembre, es decir, pasado mañana. Esperamos que este anuncio llegue en realidad a buen término y no se quede en meras palabras.

Se trata de un paso importante para restaurar la normalidad democrática en Georgia, ya que se han anunciado elecciones presidenciales para un futuro próximo y que, obviamente, será necesario garantizar todas las condiciones democráticas necesarias para que las elecciones tengan lugar. También nos satisface que se haya entablado un diálogo entre las autoridades y la oposición.

Puedo informarles de que el Consejo está trabajando con Georgia con el objetivo de ejercer una presión política y democrática para asegurar una rápida vuelta a la normalidad. Nuestro Representante Especial para la región está activo y en estos momentos se encuentra en Georgia. También puedo decirles que la situación de Georgia estará en el orden del día del próximo Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores. Hace tres semanas tuve la oportunidad de presidir personalmente un Consejo de Asociación entre la Unión Europea y Georgia y pude destacar el progreso económico que el país estaba realizando y referirme con cierta esperanza a un desarrollo democrático que considerábamos positivo.

Sinceramente esperamos que lo que está sucediendo en estos momentos en Georgia no sea un retroceso, ya que obviamente supondría un serio detrimento de los aspectos positivos de la evolución en el ámbito tanto político como económico que considerábamos esperanzadores. Asumo que la población y las autoridades de Georgia son conscientes de ello. Un retroceso no es posible ni aceptable.

 
  
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  Jacek Saryusz-Wolski, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PL) Señor Presidente, Comisaria, Ministro, me gustaría referirme a uno de los aspectos del excelente informe preparado por nuestros colegas, el señor Tannock y el señor Raimon Obiols i Germà. Se trata de la idea de la Asamblea Parlamentaria UE-Países vecinos del Este (EURONEST).

El objetivo principal de la EURONEST, tal y como se propone en el informe, es llevar a la práctica la idea de crear un círculo de amigos de la UE a escala parlamentaria y fomentar sus relaciones de amistad. Se trata de complementar la política de vecindad seguida por los órganos ejecutivos de la UE. EURONEST será un foro parlamentario para el diálogo, el intercambio de experiencias y la cooperación internacional. No se trata tan sólo de reforzar los contactos entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales de Ucrania, Moldova, Azerbaiyán, Armenia y Georgia, además de con los representantes de las fuerzas democráticas de Belarús. Para nosotros, el aspecto más importante es que nuestros vecinos deben entablar una relación de diálogo y cooperación entre ellos, que deben conocerse mejor, desarrollar confianza entre sí y beneficiarse de los mejores ejemplos de democracia, libertad de expresión y respeto por los derechos humanos.

El concepto de EURONEST ha recibido el apoyo de la mayoría de los miembros de la Comisión de Asuntos Exteriores y de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Espero que también obtenga la aprobación de todo el Parlamento. Me gustaría dirigirme a mis colegas del Grupo Liberal, quienes han presentado la enmienda número 5 que propone sustituir la EURONEST por una organización ya existente, la Asamblea Parlamentaria de la Cooperación Económica en el Mar Negro (AP-CEMN). Deseo decir que la AP-CEMN desempeña un papel totalmente distinto. En primer lugar, en esa organización el Parlamento Europeo no tiene ninguna función. Agradezco a mis colegas del Grupo Socialista su comprensión. La fórmula de compromiso, que sustituye la enmienda 11 y destaca la necesidad de mejorar la cooperación intergubernamental, permitirá diseñar esta forma de cooperación de un modo adecuado.

Estoy seguro de que EURONEST le proporcionará un nuevo impulso al refuerzo de la asociación con nuestros vecinos del Este y completará nuestras relaciones con nuestros vecinos del Sur como parte del proceso de Barcelona. Será una demostración de que, en el Parlamento Europeo, tratamos a nuestros vecinos con seriedad y una prueba de que estamos reforzando nuestros vínculos con nuestros vecinos del Este, independientemente de divisiones partidistas.

 
  
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  Marek Siwiec, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señor Presidente, en el informe que estamos debatiendo hay algunas afirmaciones muy importantes que llegan en el momento adecuado. La situación en los países a los que se refiere el informe (me refiero especialmente a la zona del Este) es muy dinámica y aporta, como podría esperarse, muchas experiencias nuevas. Resulta muy positivo que las instituciones europeas —la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo— estén hablando con una sola voz, una voz que refleja la función para la que se crearon las instituciones. Y precisamente por esas declaraciones introductorias deseo darles las gracias a la Comisaria y al Ministro, además de a los ponentes.

El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo apoya el desarrollo de una Política Europea de Vecindad, una Política Europea de Vecindad consolidada, siempre y cuando sea prudente y eficaz. Durante el proceso de trabajo vinculado a este informe hemos evitado muchas desavenencias innecesarias. Evitamos una discusión bastante desaconsejable sobre si la vecindad con el Este es más importante o no que la buena vecindad con el Sur. Eso sería como preguntarle a un niño: «¿a quién quieres más, a papá o a mamá?». Hemos evitado todo debate innecesario sobre si la Política Europea de Vecindad asume la función de una política encaminada a la ampliación de la UE. También éstos son dilemas irreales, pero se han aclarado.

Una Política Europea de Vecindad puede ser eficaz si se materializa de forma conjunta. Y «conjunta» significa que en ella han de implicarse tanto la Unión Europea como los países interesados. No puede ser la misma para todos los países ya que estos Estados poseen distintos grados de democracia y están interesados en aplicar esta política de un modo diferente. Ya han podido comprobar lo delicado que es el tema mediante la observación de los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en Georgia y sobre los que hemos debatido. La satisfacción por la celebración de otras elecciones en Ucrania se ha visto empañada por el hecho de que eran las segundas elecciones del país en sólo dos años. Podríamos hablar de una satisfacción diluida. En lo que se refiere al Este, nuestra política está relacionada con un ámbito que se ve constantemente amenazado por las intrigas organizadas por la Federación de Rusia, ya sea de un modo explícito u oculto.

Finalmente, como ha dicho el Ministro, esta política sólo podrá tener éxito si se complementa con recursos, voluntad política, acciones eficaces y una total ausencia de ingenuidad, especialmente en lo que respecta a la creación de nuevas instituciones.

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki, en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señor Presidente, la política de vecindad es una de las prioridades de la política exterior de la UE. La Política Europea de Vecindad es parte de un objetivo más amplio: promover la paz, la estabilidad y la prosperidad económica. La aplicación de la PEV también requiere un importante esfuerzo por parte de la UE, ya que los objetivos estratégicos de los veintisiete Estados miembros han de ser compatibles. Es importante evitar confrontaciones Oriente-Occidente, aunque, obviamente, los Estados miembros de la UE tienen diferentes prioridades en materia de cooperación.

La cooperación es necesaria en todos los ámbitos. Dado que todos los Estados miembros de la UE están implicados junto con los dieciséis países socios, resulta también comprensible que haya habido serias dudas sobre el desarrollo de esta política en lo que se refiere a cómo pueden incluirse los países socios en la colaboración. Sin embargo, la fuerza de la PEV reside en el hecho de que proporciona a la UE más recursos para ayudar a los países socios de los que podría invertir si se gestionara la asistencia a cada país por separado y desde ángulos totalmente distintos. La perspectiva totalizadora de la PEV también garantiza que la política de la UE no depende de las preferencias regionales y nacionales de cada país que ocupa la presidencia.

Mi Grupo ofrece un apoyo sin ambigüedades al desarrollo de la PEV y de las áreas prioritarias destacadas por la Comisión, que son la integración económica, la movilidad de la población, la energía (a la que definitivamente nos gustaría añadir el cambio climático) y la asistencia financiera y técnica.

(Aplausos)

 
  
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  Adam Bielan, en nombre del Grupo UEN . – (PL) Señor Presidente, la Política Europea de Vecindad recibió un nuevo impulso durante la última ampliación de la UE. En estos momentos contribuye a animar a las regiones vecinas a avanzar hacia el sistema de valores europeo. Constituye una condición imprescindible para conseguir objetivos que benefician a ambas partes, es decir, es una garantía de seguridad, estabilidad y fomento de valores como el respeto por los derechos humanos y la democracia plena.

Al mismo tiempo, dentro del marco de la Política Europea de Vecindad, merece la pena destacar la especial importancia e identidad de países como, por ejemplo, Ucrania. Este país debe tener un estatus especial dentro del grupo de Estados incluidos en la PEV y debe recibir un trato prioritario debido, ante todo, a su función en el patrimonio cultural europeo y a sus vínculos históricos con los países vecinos. La concesión de una categoría privilegiada a Ucrania también reviste especial importancia porque este país tiene que desempeñar un papel vital a la hora de garantizar la estabilidad energética y la seguridad de toda la Unión Europea.

Por lo tanto, el tema de Ucrania y de la apertura del camino para su adhesión total a la UE debe estudiarse desde un punto de vista individual, teniendo en cuenta que Ucrania es el principal socio de la UE en Europa del Este.

 
  
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  Marie Anne Isler Béguin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, en primer lugar deseo decir que lamento que éste sea un debate conjunto porque la crisis de Georgia debería ser un tema único de debate por derecho propio. La semana pasada, el Presidente de esta Cámara me envió a Georgia. Acabo de regresar y me hubiera gustado presentarles un informe sobre los hechos que presencié y las diversas reuniones a las que asistí. Desgraciadamente, en dos minutos no tendría tiempo suficiente para hacerlo.

Sin embargo, antes de hablar de Georgia, me gustaría darle la bienvenida al último país que se ha unido a las filas de la Política Europea de Vecindad, Mauritania, una nación en la que he estado recientemente en calidad de directora de nuestra misión de observación electoral en el país.

Lo que hoy está claro es que la grave crisis de Georgia ha puesto a prueba nuestra Política Europa de Vecindad. ¿Puede ser realmente útil esta política de vecindad? En estos momentos y en vista de la situación en Georgia podemos contestar esta pregunta con legitimidad.

Lo que puedo decirles, estimados colegas, es que, cuatro años después de la pacífica Revolución Rosa, la comunidad de Georgia está realmente conmocionada por la violencia que podemos ver parcialmente a través de nuestros televisores: la violencia contra el pueblo de Georgia y la violencia que se ha ejercido para cerrar Imedi TV. Están conmocionados porque no entienden qué está pasando.

Por ello he de darle las gracias a la Comisión por haber solicitado a las autoridades georgianas el inicio de una investigación —una transparente e independiente— porque el pueblo desea saber qué está pasando y cómo.

Hemos visitado el país y, obviamente, hemos oído dos versiones de los hechos: la de la oposición y la de las autoridades. Ambas son admisibles. Está muy claro que existen dos versiones, pero la población pide verdadera transparencia. Por supuesto, hemos de recordar, como nos ha indicado un colega, que Georgia no sólo es vulnerable —y eso todos lo sabemos— sino que además también tiene un compromiso con un «gran hermano» que siempre está a la espera de sorprenderlo.

Cuando las autoridades de Georgia nos llaman la atención sobre la omnipresencia de Rusia, tenemos que tener en cuenta el tipo de cosas que pasan. Un ejemplo es nuestro acuerdo de agilización de la tramitación de visados con Rusia, que beneficia a la población de Abjasia y de Osetia del Sur. Los habitantes de estas regiones poseen pasaporte ruso a pesar de que la zona forma parte del territorio georgiano, lo que coloca a Georgia en una posición incómoda.

Nada de esto es nuevo para usted, señor Comisario. Lo que ahora debemos pedir —además, obviamente, del levantamiento del estado de excepción— es la inmediata restauración de la libertad de expresión y la libertad de los medios de prensa y, por supuesto, algo aún más importante, que se garantice que las elecciones se celebrarán de un modo libre y transparente. Hoy Georgia puede organizar unas elecciones de esas características. Lo demostró el año pasado cuando celebró unas elecciones locales democráticas y transparentes cumpliendo plenamente las normas internacionales. Ya ha llegado el momento —y ahora me estoy dirigiendo al Consejo, porque creo que su actuación con las autoridades de Georgia ha sido, en cierta medida, dura— de que demostremos que podemos resultar útiles mediante nuestra Política Europea de Vecindad. Tenemos que demostrar al pueblo de Georgia que la PEV tiene sentido. La Unión Europea no debe defraudarles. Ése es el mensaje que debemos enviar enérgicamente a las autoridades de Georgia.

 
  
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  Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (ES) Señor Presidente, señora Comisaria, señor Ministro, en primer lugar, agradecer a los señores Tannock y Obiols su presentación del informe y, rápidamente, anunciarles que mi grupo mantiene una posición crítica respecto al desarrollo y orientación de la política de vecindad.

Crítica porque, en 2004, veíamos con buenos ojos la posibilidad que se abría a la hora de establecer esta política de vecindad basada, fundamentalmente, en la promoción de los derechos humanos, el asesoramiento técnico especializado, un mayor equilibrio en la relación de mercancías y personas humanas en el flujo migratorio, pero, lo cierto y verdad es que, a partir de la aprobación del documento del instrumento financiero parece que damos la impresión de que tuviéramos interés fundamentalmente en establecer zonas de libre comercio, acuerdos de libre comercio y un control férreo sobre los flujos migratorios, dejando a un lado todo lo referente a la promoción y a la exigencia del respeto de los derechos humanos.

Hay dos ejemplos fundamentales, hacia el oeste y hacia el sur, y es el conflicto del Sáhara, del que la señora Ferrero-Waldner ha hecho mención, y el conflicto de Israel, o la responsabilidad, dicho de otra manera, de Marruecos y del Estado de Israel sobre dos conflictos: los territorios ocupados del Sáhara Occidental y en relación con el conflicto palestino.

Yo creo que ahí, sinceramente, la política de vecindad tendría que ser mucho más exigente con estos dos Estados para que, efectivamente, asuman la responsabilidad de una vez por todas en conflictos que son, uno ya casi centenario, y el otro lleva ya cuarenta o cincuenta años sin solución.

Por lo tanto, creemos que desde esa perspectiva, nos hubiese gustado que la Unión Europea tuviera una posición mucho más exigente a la hora de establecer esa política de vecindad.

 
  
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  Gerard Batten, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, este informe demuestra claramente cómo la elite política eurófila de este lugar está completamente alejada de la realidad y de los deseos de sus electores.

En el informe se pide una mejora urgente de la tramitación de los visados, para que sea mucho más fácil y menos complicado viajar desde algunos estados extracomunitarios. Esto no es lo que quiere la mayoría de los londinenses. No quieren que se facilite la entrada a Gran Bretaña: quieren que se dificulte. Quieren ser más selectivos en las personas que invitamos a nuestro país y no ampliar la actual política de puertas abiertas.

En el informe se anuncia la entrada de Ucrania a la UE. Ucrania tiene una población de 46 millones de habitantes y, como ciudadanos de la UE, todos ellos tendrán derecho a entrar en Gran Bretaña. La mayoría de mis electores no quiere la entrada a Gran Bretaña de millones de personas más. No quieren que prosiga la inmigración indiscriminada desde Europa Oriental. Ya tenemos suficientes inmigrantes que conducen por Londres sin impuestos ni seguros; ya tenemos suficientes criminales, narcotraficantes, estafadores, traficantes de seres humanos y esclavos sexuales.

Otra idea excéntrica en este informe es la propuesta de una Asamblea Parlamentaria de Vecindad de la UE, otro foro de debate para los políticos, sin contacto alguno con la realidad, para que sigan ideando nuevas formas de malgastar el dinero de los contribuyentes. Esos políticos tendrían, por supuesto, que ser generosamente recompensados por sus esfuerzos.

A nadie sorprende que uno de los autores de este informe sea miembro del Partido Conservador Británico, un partido que pretende ser euroescéptico en su país, pero que es un entusiasta eurófilo aquí. Con razón el señor Tannock es conocido en Londres como el diputado de Europa Oriental.

Me opongo totalmente a estas políticas; dañan los intereses de mis electores. Por eso yo seré reelegido en Londres en 2009, y el señor Tannock posiblemente no.

 
  
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  Philip Claeys (NI). - Señor Presidente, el considerando C del informe afirma que la Política Europea de Vecindad «tiene que desvincularse del proceso de ampliación; considerando que, para los países vecinos del Este que se identifican claramente como países europeos, la participación en la PEV no excluye perspectivas de una posible adhesión a largo plazo». Por alguna razón parece que esta regla no se aplica a Turquía. En este caso nos encontramos precisamente con la situación opuesta. Turquía puede identificarse claramente como un país no europeo, no forma parte de la Política Europea de Vecindad y sin embargo aspira a adherirse a la UE.

En realidad, nunca ha estado claro por qué Turquía no estaba dentro de la PEV. La Comisión dijo al principio que la inclusión de Turquía no era apropiada, al ser éste un país candidato. Resulta extraño, porque en otros casos se especifica concretamente que la política de vecindad y el proceso de ampliación son aspectos distintos. Parece obvio que para Turquía se aplican normas sui generis.

Me temo que todo esto se debe a la confusión ideológica. Incluso asumiendo un total compromiso en las negociaciones sobre la adhesión de Turquía, deberíamos haber incluido a este país en la Política Europea de Vecindad, aunque únicamente fuera por prudencia. Si fuera necesario suspender las negociaciones, como ocurrió hace años, entonces Turquía podría incluirse directamente en una estructura existente. Pero esto no ha ocurrido, por lo que la situación será más compleja en el futuro.

 
  
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  Marek Siwiec (PSE). - (PL) Señor Presidente, después de la votación de hoy he sabido —quizás sea el único que se ha dado cuenta— que el Grupo Identidad, Tradición y Soberanía se ha disuelto, según ha anunciado el Presidente del Parlamento. Sin embargo, según la lista de debates, este Grupo aún existe, así que no estoy seguro de quien ha cometido el error: ¿ha sido el señor McMillan-Scott cuando ha anunciado la disolución del Grupo o la persona que ha elaborado estas listas?

 
  
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  Presidente. − Señor Siwiec, el mecanismo electrónico todavía no está actualizado, pero el señor Claeys no ha hablado ya en nombre de un grupo que ha dejado de existir hace un par de horas, sino que lo ha hecho como diputado no inscrito.

 
  
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  Elmar Brok (PPE-DE). − (DE) Señor Presidente, Comisaria, señor Presidente en ejercicio, Señorías, realmente me han sorprendido las declaraciones del señor Batten, quien, a pesar de llegar desde el cosmopolitismo del Reino Unido está difundiendo aquí acusaciones falsas que no son sino propaganda xenófoba y estrecha de miras. Algo que no tiene nada que ver con la orgullosa tradición de su gran país.

Sin duda la política de vecindad se ha convertido en el principal instrumento de la política exterior de la Unión Europea ahora que estamos entrando en una fase de consolidación tras la adhesión simultánea de doce países. Por este motivo es importante que un instrumento como la PEV se utilice de un modo apropiado y centrado, algo que obviamente ya se está haciendo en algunos ámbitos.

La política de vecindad también nos proporciona un instrumento sólido para implicarnos activamente en temas relacionados con el conflicto de Oriente Medio, como ha mencionado la Comisaria Ferrero-Waldner. Creo que el hecho de que en Georgia hayan aparecido soluciones poco después del estallido de las tensiones y de que se vayan a celebrar nuevas elecciones está parcialmente relacionado con los efectos de la perspectiva europea y de la política de vecindad, y además demuestran que estamos en el buen camino. Esta política nos aporta los medios para vigilar nuestros intereses, forjar vínculos, dar respuesta a los intereses de nuestros socios y fomentar el desarrollo de los derechos humanos y de la democracia.

Señora Comisaria, creo que cuando en este contexto debatimos sobre Belarús resulta muy interesante el modo en que conseguimos encontrar una forma adecuada de vincular los instrumentos para la defensa de los derechos humanos y la democracia en una situación en la que la política de vecindad aún no puede tener la misma repercusión. Se trata de un ejercicio importante que debemos repetir el próximo año.

Tenemos ante nosotros una política de vecindad para el Este y otra para el Sur. Ambas son igualmente importantes pero el método necesario no siempre es el mismo, porque la política de vecindad para el Este cuenta también con la dimensión de la perspectiva europea, lo que significa que puede haber distintos puntos de partida y, en cierta medida, diferentes objetivos. Considero que una política relacionada con los acuerdos de asociación, con los de cooperación y colaboración y con objetivos como conseguir que un país como Ucrania entre en la OMC para poder crear una zona de libre comercio —con pasos encaminados a lograr ese tipo de desarrollo— constituye un instrumento de progreso muy importante.

Ésta es una política de responsabilidad conjunta. No se trata de que los Estados miembros de Europa Central miren hacia el Este y de que los estados europeos meridionales miren hacia el Sur, toda la Comunidad Europa es responsable de los dos ámbitos. Por este motivo, tengo que decir que no puedo aceptar propuestas como la de la Unión Mediterránea. Me gustaría mucho ver a los españoles y a los franceses preocupados por Ucrania y a los suecos y a los alemanes poniendo el mismo interés en Marruecos. Ésa debe ser nuestra política y no otra que implique una nueva división de la Unión Europea.

(Aplausos)

 
  
  

PRESIDE: Manuel ANTÓNIO DOS SANTOS
Vicepresidente

 
  
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  Jan Marinus Wiersma (PSE). - (NL) Señor Presidente, en primer lugar deseo apoyar incondicionalmente, en nombre de mi Grupo, la petición que Elmar Brok acaba de dirigirnos. Demuestra lo importante que es la política de vecindad para las actividades externas de la Unión Europea. Acogemos con satisfacción la idea de consolidar la PEV, pero eso no significa que la PEV esté totalmente finalizada. La UE debe seguir buscando formas de incrementar la efectividad de dicha política.

La diferenciación —como ya se ha comentado— es la clave para que la política de vecindad sea un éxito. La PEV se aplica a una zona inmensa, desde Marruecos a Ucrania. La influencia de Europa no es la misma en todos estos países y Europa no tiene el mismo atractivo para todos ellos. En el contexto de la PEV, la UE debe ofrecer a sus países socios el acuerdo de cooperación que mejor se amolde a sus expectativas. Éste es un hecho que creemos que debe reflejarse en las prioridades de la Comisión.

Las aspiraciones europeas de Georgia son diferentes a las de Azerbaján. Túnez tiene menos importancia para la UE que Ucrania y el Líbano no tiene el mismo peso que Marruecos. Por eso tenemos que estudiar la situación de cada país de un modo individualizado.

Debemos centrarnos en aquellos países en los que el objetivo clave de la PEV, el acercamiento de las naciones vecinas a Europa, parezca más probable de conseguir.

El informe también se refiere a los vecinos del Este de los países de la PEV. Creemos que, como parte de la estrategia para el Asia Central aprobada recientemente, resulta positivo trabajar para reforzar los vínculos con dichos países. Para ello la Unión Europea podría aprovechar la experiencia que ha obtenido gracias a su política de vecindad.

Sin embargo, no respaldamos la idea de conceder a los países que se encuentran fuera de la región la categoría de países de la PEV. Sería mejor que nos centráramos en un enfoque coherente para Asia Central en lugar de arrastrar a determinados países al seno de la PEV.

Finalmente, una cooperación reforzada del Parlamento con los países PEV del Este sólo resultará útil si se complementa con una cooperación multilateral de los gobiernos de la región. Si se va a crear una asamblea parlamentaria, también tendrá que haber una asamblea ministerial, como en otras regiones en las que hemos creado asambleas parlamentarias de este tipo. Desde nuestro punto de vista, sólo podrá haber un parlamento de este tipo si el Consejo y la Comisión también crean un homólogo intergubernamental.

 
  
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  Lydie Polfer (ALDE) . – (FR) Señor Presidente, como ponente para el Cáucaso Meridional, me gustaría aprovechar la oportunidad que me brinda el informe del señor Tannock y el señor Obiols i Germà —a quienes por cierto felicito por su trabajo— para referirles mis impresiones sobre la situación de Georgia tras la visita que realice el 5 de noviembre, en el momento más álgido de las manifestaciones.

Me di cuenta de que la situación es muy compleja. Por una parte, las principales reformas que se han emprendido son impresionantes, especialmente en lo que respecta a la economía y a combatir la corrupción, pero por otra, no podemos olvidar el difícil clima social, con un alto índice de desempleo y una tercera parte de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

El aspecto más impactante es la tensión, incluso agresividad, que se respira en el panorama político, con la oposición dirigiendo acusaciones extremadamente graves al presidente cuyo resultado son retractaciones públicas que únicamente dan lugar a nuevas preguntas. El gobierno responde con reiteradas acusaciones de injerencias extranjeras —es decir, de Rusia— y produce vídeos para respaldar sus quejas. Los hechos del 7 de noviembre —la declaración del estado de excepción, la violenta ofensiva policial contra los manifestantes y el cierre de una cadena de televisión— ponen de relieve el carácter extremadamente grave de la situación. Obviamente, este tipo de acciones no encajan en el marco tradicional europeo de valores basados en el Estado de derecho y en los derechos fundamentales y por tanto deben ser explicadas.

Debemos esperar que las elecciones presidenciales previstas para el 5 de enero devuelvan al debate democrático su papel preponderante. A los ciudadanos georgianos les corresponderá decidir cuáles son los rumores y cuáles los hechos y si desean centrarse en la decepción o en los retos que les esperan. No obstante, nosotros hemos de asumir la responsabilidad de animarlos y ayudarlos para que puedan organizar unas elecciones realmente democráticas que se lleven a cabo del modo adecuado y de acuerdo con las normas internacionales. Lo que está en juego es la credibilidad y la estabilidad de la democracia en Georgia.

 
  
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  Inese Vaidere (UEN). - (LV) Señorías, tras la Revolución Rosa, Georgia ha demostrado su deseo de adherirse a los valores europeos. Esperaba comprensión y sensibilidad por nuestra parte. Desafortunadamente, hemos ignorado totalmente su deseo. El año pasado solicite que las fuerzas de paz de la CEI fueran sustituidas por unas fuerzas de paz internacionales. Sugerí una revisión de la legalidad de la emisión pasaportes rusos en Abjasia y Osetia del Sur, un hecho que altera la estructura nacional de los ciudadanos de Georgia. Propuse que la Comisión y el Consejo aprobaran los mismos procedimientos de agilización de la tramitación de visados con Georgia que en estos momentos se usan con Rusia. Sin embargo, estas peticiones para una mayor implicación en la resolución de los problemas de Georgia cayeron en saco roto. Y esa indiferencia ha contribuido en gran medida a fomentar la situación actual. El camino hacia la democratización y las reformas a menudo implica crisis políticas internas, especialmente en esta situación, en la que son propiciadas por un gran Estado vecino. La Unión Europea debe escuchar a Georgia y demostrar su solidaridad mediante hechos además de palabras. Gracias.

 
  
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  Tobias Pflüger (GUE/NGL). - (DE) Señor Presidente, el objetivo oficial de la Política de Vecindad Europea es crear, y cito textualmente, «un cinturón de países estables y amistosos» alrededor de la UE. Para ello se ha gastado una gran cantidad de dinero, doce mil millones de euros para el periodo 2007-2013. ¿Con qué propósito? Se ha hablado mucho de derechos humanos, pero de lo único que se trata es de reafirmar los intereses de la UE. Por ejemplo, se habla de crear una zona de libre comercio. En beneficio de quién, me pregunto.

Tiene mucho que ver con la protección de fronteras y el control de la inmigración. El informe afirma concretamente, si se me permite citar algunos extractos, que el Parlamento «subraya la necesidad de mejorar la capacidad de estos países de gestionar los flujos migratorios, luchar eficazmente contra la inmigración ilegal (…) (de) que intensifiquen su cooperación en la lucha contra (…) el terrorismo (y) apoya la participación de los países vecinos en la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea (Frontex) y en la Oficina Europea de Policía (Europol)». Se trata de aspectos que no podemos defender y por lo tanto, como ha dicho mi colega Willy Meyer-Pleite, nuestro Grupo no votará a favor del informe.

 
  
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  Bastiaan Belder (IND/DEM). - (NL) Señor Presidente, el compromiso de la Comisión con el Estado de Israel en virtud de la Política Europea de Vecindad es una cuestión que me toca muy de cerca. Ayer mismo la Comisión lo demostró en esta Cámara, en la persona de su eminente portavoz, el doctor Andreas Eldina.

Siga así, señora Comisaria. Sé que cuento con el respaldo de nuestro coponente, el señor Tannock, y de la presidenta de nuestra Delegación para las Relaciones con Israel, la señora Hybášková.

Tengo una pregunta candente que hacer. ¿Qué nuevas posibilidades específicas prevé la señora Comisaria para reforzar la Política Europea de Vecindad con respecto a Israel, en vista de situación económica y política notablemente desarrollada del Estado judío? En definitiva, ¿no es totalmente apropiado establecer una diferencia aquí dentro de la Política Europea de Vecindad? Yo creo que sí. ¡Sin duda!

 
  
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  Francisco José Millán Mon (PPE-DE). - (ES) Señor Presidente, es muy importante que nuestros vecinos constituyan un círculo de países prósperos, estables, pacíficos y en los que el poder se base en fórmulas democráticas y en el pleno respeto de los derechos fundamentales.

Esta idea debe constituir un eje básico de la Política Europea de Vecindad, que debe impulsar y ayudar a nuestros vecinos a efectuar las reformas necesarias para hacer efectivos los valores que antes mencioné.

La cuestión de las reformas políticas, económicas y sociales es, para mí, un aspecto esencial del informe que mañana aprobaremos.

Una segunda reflexión: la política de vecindad debe tener en cuenta la especificidad de cada país. La diferenciación no debe hacerse en función del continente al que el país pertenece. Los vecinos son eso, vecinos. Y éste es el dato relevante. El que, además, algunos sean europeos puede tener consecuencias en el plano de la posible adhesión a la Unión, pero no a efectos de la política de vecindad. Ésta es la idea más generalizada con la que yo estoy de acuerdo, porque sería equivocado que discrimináramos a un grupo de países en beneficio de otro.

No puede haber una política de vecindad de primer nivel y otra de segundo. Los vecinos de la ribera sur del Mediterráneo han percibido con cierto temor que la ampliación a veintisiete puediera acarrear cierta marginación por parte de la Unión ampliada, y en modo alguno podemos alimentar este miedo mediante una política de vecindad que priorizara al este de Europa o al Cáucaso.

Los países del sur del Mediterráneo tienen vínculos muy antiguos con la Unión. Son imprescindibles para nosotros en materias esenciales como la seguridad, la inmigración, la energía. Con ellos, muchos Estados miembros tenemos, como es sabido, intensísimos vínculos históricos, políticos, humanos, culturales, económicos.

Éste es, pues, el segundo mensaje principal de mi intervención. No distingamos entre europeos y no europeos en la política de vecindad. Debe ser, como acaba de decir el señor Brok, una política de responsabilidad compartida.

Por todo cuante antecede, señor Presidente, yo no comparto las dudas que se expresan en el apartado 2 del informe sobre la pertinencia del ámbito geográfico de la Política Europea de Vecindad. Y, además, no habría dividido el informe en dos partes: una relativa a vecinos europeos y otra a mediterráneos. Era mejor un documento unitario.

Y, para finalizar, mi enhorabuena a los señores Tannock y Obiols.

 
  
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  Hannes Swoboda (PSE). - (DE) Señor Presidente, la cuestión es si los acontecimientos de Georgia demuestran que la política de vecindad ha fracasado. Yo creo que no es el caso. Demuestran que puede seguir existiendo la necesidad de elevar el perfil de esta política, dado que gran parte de lo que ha ocurrido allí era previsible. El hecho es que los triunfos y los aspectos positivos de la Revolución de las Rosas de Georgia se han visto empañados en los últimos meses y años por bastantes decisiones autoritarias que han usurpado las competencias del poder judicial.

Esto, agravado por la situación social, ha provocado el reciente malestar y espero que ahora seamos lo bastante fuertes como para garantizar, junto con el Presidente Saakashvili, el inicio de un diálogo y la celebración de unas elecciones transparentes y libres, con una verdadera libertad de expresión, que permita elegir de forma realmente democrática.

Sin duda, la segunda razón por la que es necesario reforzar la política de vecindad es todo este debate relativo a una nueva ampliación. Nuestra intención consiste ahora en debatir la ampliación hacia el sudeste, negociar con los países del sudeste de Europa y Turquía, y concluir el proceso. Este no es el momento de anticipar posteriores rondas de ampliación, sino de reforzar las relaciones con nuestros vecinos y algunos de esos países vecinos, en la medida en que se encuentran en Europa, tendrán la oportunidad de unirse a la Unión Europea en una fecha posterior, aunque otros no. No obstante, este sólido vínculo debe existir.

La tercera razón ya se ha mencionado. Creo que estas ideas abstrusas, si me permiten la expresión, como una Unión Mediterránea que dibujaría una línea a través de la Unión Europea, una Unión Mediterránea en la que, como sugirió ayer el Presidente Sarkozy en la Conferencia de Presidentes, los demás Estados miembros de la Unión Europea podrían tener el estatuto de observadores, deben ser evitadas, para lo que debemos tener una política de vecindad común y trabajar juntos para reforzar las relaciones.

Es legítimo prever una comunidad UE-Mar Negro y una comunidad UE-Mediterráneo, pero siempre será la misión de la Unión Europea en conjunto mantener y reforzar las relaciones con estos vecinos, una misión que también implica respaldar los esfuerzos de la Comisión.

 
  
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  István Szent-Iványi (ALDE). - (HU) Señor Presidente, el objetivo de la Unión consiste en crear un espacio de prosperidad, estabilidad y seguridad con sus vecinos. Ya se han obtenido algunos resultados serios y sólidos en este ámbito, aunque también se han producido graves errores. No se ha conseguido ningún progreso real por lo que respecta a los conflictos congelados y tampoco vemos que haya ninguna idea para resolver las crisis de la región de Transdniéster, Abjazia, Palestina o el Sáhara Occidental.

Los países de la política de vecindad no constituyen un todo, ni desde el punto de vista geográfico, cultural, económico ni político. Esta es la razón por la que es preciso un planteamiento diferenciado específico para cada país —no es seguro que lo que es positivo para Jordania lo vaya a ser también para Ucrania—.

Es necesario alcanzar lo antes posible un equilibrio político y presupuestario entre los países orientales y meridionales de la política de vecindad. No obstante, esto podría significar el refuerzo de los países orientales, dado que es una consecuencia obvia de la reciente ampliación de la Unión Europea, con la adhesión de nuevos Estados miembros. Hemos escuchado muchas promesas de la Comisión a este respecto, pero estamos esperando a que las cumpla. Gracias.

 
  
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  Hanna Foltyn-Kubicka (UEN). - (PL) Señor Presidente, para que la Política Europea de Vecindad sea efectiva, es necesario controlarla y adaptarla constantemente a la situación geopolítica. Solo así será capaz de cumplir realmente las funciones que la Unión Europea espera de ella.

La Política Europea de Vecindad continúa enfrentándose a importantes desafíos. Estos desafíos no solamente consisten en ofrecer ayuda efectiva para la creación de una cooperación económica o transfronteriza. En la actualidad también es fundamental tener una respuesta para la pregunta de cómo podemos ayudar a remediar la situación de aquellos países en los que la libertad se encuentra amenazada. Me refiero, en particular, a Rusia y Belarús.

La Política Europea de Vecindad debe ser una herramienta para influir sobre las autoridades de aquellos países en los que la libertad política y la democracia no son más que un teatro, en los que los periodistas de los medios independientes pierden la vida en circunstancias inexplicables y en los que la oposición es apartada de la vida pública, de forma sistemática y a menudo brutal. Los países que actúan de esta manera deben saber que estas prácticas serán puestas al descubierto y condenadas rotundamente por la Unión Europea.

 
  
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  Árpád Duka-Zólyomi (PPE-DE). - (HU) Gracias, señor Presidente. Los últimos tres años han demostrado que la Política Europea de Vecindad es un instrumento muy importante para mantener una cooperación cada vez más estrecha con los Estados afectados y para aumentar la estabilidad y seguridad de nuestra Comunidad. La política de vecindad también nos impone una obligación, principalmente si el frágil sistema construido hasta ahora en uno de esos países está en peligro.

Me gustaría llamar su atención sobre la situación de Georgia, donde la democracia, la constitucionalidad y el sólido desarrollo económico que se han construido conjuntamente se encuentran bajo amenaza. Las masivas manifestaciones y altercados han provocado una situación de incertidumbre. No me cabe duda de que las subversivas intenciones de la política de la superpotencia rusa se encuentran tras la situación que se ha generado.

Es necesario prestar máxima atención al reforzamiento del sistema de instituciones democráticas. Tras la declaración del estado de emergencia o las excesivas acciones de las fuerzas armadas contra los manifestantes, la anticipación de las elecciones presidenciales fue el paso correcto en esta dirección.

Georgia, presidida por Saakashvili, es un socio comprometido con la Unión Europea y, a pesar de sus numerosos problemas, está demostrando un notable progreso en materia de reforma y crecimiento económico. La Unión Europea, es decir la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo, en cooperación con la OSCE, ha demostrado su interés por resolver estas tensiones por medios pacíficos. Debemos prestar todo nuestro apoyo a esto.

La Unión Europea es una «potencia blanda», es decir que el método de persuasión mediante la implicación quedó demostrado por la situación en Georgia, cuando el Presidente Saakashvili hizo retroceder el proceso recrudecido a la piscina de la democracia. Creo que es particularmente importante contar con una revisión sistemática de la efectividad de la política de vecindad, en vista de los acontecimientos de Georgia. El poder de Georgia se está poniendo a prueba. En cualquier caso, el diálogo con la oposición dividida, que no se puede excluir de este proceso, es inevitable. A pesar de nuestro apoyo, Tbilisi deberá demostrar la solidez del sistema democrático del país en las elecciones de enero.

 
  
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  Josep Borrell Fontelles (PSE). - (ES) Señor Presidente, como enviado especial de la Presidencia española de la OSCE, he tenido ocasión de visitar una de nuestras zonas de vecindad más conflictivas: el Cáucaso y todos los conflictos llamados «congelados» que, a la vista de lo que ocurre en Georgia, lo mejor que les puede pasar es que sigan «congelados», porque no hemos conseguido ninguna mejora manifiesta en ninguno de ellos y los acontecimientos de Georgia bien descritos demuestran cuán difícil es el camino hacia la plena democracia.

El Cáucaso es hoy la línea frontera de la nueva guerra fría, la guerra fría localizada. Al llegar a Tbilisi le recibe a uno una gran imagen del Presidente Bush y, al llegar a la frontera con Osetia, una gran imagen del Presidente Putin, simbolizando ese nuevo enfrentamiento que creíamos superado.

Lo que ha ocurrido, ocurrido está, pero ahora tenemos la responsabilidad de utilizar esa política de vecindad para ayudar a que las elecciones de enero sean unas elecciones libres y justas. Será difícil. Es difícil que dentro de dos meses se pueda pasar de un estado de excepción, con manifestaciones violentamente reprimidas, con medios de comunicación cerrados brutalmente, a una atmósfera de libertad que permita una libre elección democrática; es difícil imaginar que podamos pasar de una situación en la que el Defensor del Pueblo es apaleado por la policía en las calles de la ciudad a otra en la que los ciudadanos pueden escoger libremente a su presidente. Pero éstos son los datos del problema.

Nosotros, Parlamento Europeo, tenemos que involucrarnos a fondo y participar en el control de estas elecciones con la OSCE y con los observadores que tengamos que enviar, porque allí se está jugando buena parte del progreso hacia la democracia de una de las zonas más conflictivas de nuestra vecindad.

 
  
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  Samuli Pohjamo (ALDE). - (FI) Señor Presidente, yo también quiero dar las gracias a los autores de este informe por el excelente trabajo que han realizado. Me gustaría señalar la importancia del papel de las autoridades locales y regionales, y de la autoridad civil para la aplicación de la Política Europea de Vecindad.

Cuando queremos promover valores europeos en los países vecinos, son particularmente importantes los intercambios culturales y de estudiantes, así como unos prósperos proyectos prácticos materializados conjuntamente. También se recuerda a la Comisión de Desarrollo Regional las excelentes experiencias del principio de asociación de la política de cohesión. Estas también deberían ser aprovechadas para la aplicación de la PEV.

También se conseguirá una verdadera sensación de acercamiento si se alivian los impedimentos relativos al tráfico transfronterizo y se facilita la circulación de estudiantes, investigadores, artistas, periodistas, empresarios y otros.

 
  
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  Bogusław Rogalski (UEN). - (PL) Señor Presidente, cuando hablamos de la Política Europea de Vecindad, debemos recordar, ante todo, prestar apoyo a los gobiernos que respetan las libertades básicas y los derechos humanos, y fomentar esos derechos en los países en los que no se respetan. Esto tiene una importancia fundamental para la estabilidad del continente europeo.

La lista de países incluidos en la PEV es larga. Me gustaría llamar su atención sobre dos países, Ucrania y Belarús, que pueden ser incluidos en la PEV.

Ucrania debe ser una prioridad para nosotros y las actuales negociaciones con ese país deberían desembocar en la conclusión de un acuerdo de asociación y, a continuación, posibilitar la adhesión de ese país a la Unión Europea. Una política así nos ofrecería una póliza de seguro contra las crecientes ambiciones de Rusia y frente a un nuevo intento de convertir a Ucrania en un Estado vasallo.

Finalmente, con respecto a Belarús, la iniciativa de la Comisión de invitar a este país como observador a la conferencia de la PEV podría ser prematura. Debemos tener en cuenta que este país continúa bajo la dictadura de Lukashenko, violando los derechos humanos y los derechos de las minorías étnicas. Sería mejor que la Unión Europea ofreciese ayuda más efectiva para el pueblo y la oposición de Belarús. Una reducción del coste del visado para los belarusos, y particularmente para los estudiantes, podría ser una señal positiva en esta dirección y la Comisión debería aplicarla de inmediato.

 
  
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  Jana Hybášková (PPE-DE). - Señor Presidente, quiero antes de nada felicitar a la Comisión por haber colaborado en un concepto tan original como es la PEV. Ahora, por fin, haremos una distinción clara entre el instrumento de ampliación y la PEV.

Europa está inmersa en un proceso muy pacífico. Por ahora, ha sido muy útil. La PEV aporta la dosis necesaria de ideas creativas que vigilarán y protegerán la paz y la estabilidad de nuestros hijos. La seguridad energética, la inmigración y el contraterrorismo son todas ellas cuestiones básicas. Cuanto más claros, precisos y analíticos seamos, y cuanto menos políticos seamos, mejor estaremos equipados para hacer frente a esas amenazas. Permítanme, pues, utilizar este contexto en particular y preguntar por el fundamento jurídico.

Algunos planes de acción expirarán en breve. Me refiero en concreto al plan de acción de la UE-Israel, que expirará en abril de 2008. La Presidencia alemana creó el grupo de reflexión. Su tarea principal es proponer un procedimiento claro de trabajo para el futuro. Mientras tanto, señora Comisaria, su trabajo, nuestro trabajo, se refleja muy positivamente en el propio Israel.

El Consejo y la Comisión han recibido un documento informal que pone de manifiesto el simple hecho de que Israel desea que mejoren nuestras relaciones bilaterales, que la UE e Israel se reúnan una vez al año, que se establezca una relación continua de cooperación al más alto nivel. Señora Comisaria, mi pregunta es cómo reflexionará la Comisión sobre el documento informal de Israel y, especialmente, cómo trabajará la Comisión en un nuevo plan de acción? ¿Cómo reflejará nuestro nuevo plan de acción, o el plan de acción reforzado, los problemas que nos preocupan − contraterrorismo, lucha contra los extremismos, xenofobia, seguridad energética y, por supuesto, cuestiones de derechos humanos, así como cuestiones internacionales, los Convenios de Ginebra? ¿Cómo se reflejará todo esto y cómo responderemos al grupo de reflexión y a la Presidencia alemana?

 
  
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  Alexandra Dobolyi (PSE). - Señor Presidente, a mí también me preocupa mucho la crisis en Georgia y tengo que reconocer que estoy negativamente sorprendida. Los recientes acontecimientos son muy desafortunados y lamentables para todos los que estamos a favor del proceso de democratización de Georgia. Los informes de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch y el informe del Defensor del Pueblo de Georgia son muy preocupantes.

Dada la situación actual en ese país, celebro que el orador del Parlamento georgiano haya anunciado que se levantará el estado de emergencia el viernes y que en un par de días los ciudadanos georgianos podrán reanudar su vida normal. La situación, en mi opinión, debilita el prestigio del Gobierno y también del señor Saakashvili, que subió al poder con protestas pacíficas en 2003, y cuestiona su papel como el líder más democrático del Cáucaso.

El anuncio del Presidente Saakashvili sobre la celebración de elecciones presidenciales el 5 de enero de 2008 es un paso positivo que ha contribuido ya a relajar las tensiones en ese país. Pero el Gobierno tiene que celebrar unas elecciones democráticas y libres respetando las normas internacionales para demostrar al mundo que el país está avanzando. Por lo tanto, el Gobierno tiene que garantizar que durante la campaña electoral se permita la libertad de expresión a todos los candidatos. Celebro el diálogo que está teniendo lugar entre las autoridades y la oposición; es un signo de progreso. Espero y pido también a todas las partes implicadas que actúen con responsabilidad durante toda la campaña electoral y que afronten constructivamente el reto de celebrar unas elecciones democráticas libres y seguras.

 
  
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  Grażyna Staniszewska (ALDE). - (PL) Señor Presidente, es sumamente importante que, conjuntamente con la política de vecindad, las puertas de la Unión Europea se mantengan abiertas para nuestros vecinos de Europa del Este. La adhesión puede ser una posibilidad a largo plazo, dado que depende del progreso de las reformas y del cumplimiento de los criterios de Copenhague, pero tiene una gran importancia política y simbólica. Soy consciente, basándome en el ejemplo de mi propio país, de que la posibilidad de la adhesión a la Unión Europea tiene por sí sola el poder de movilizar a la sociedad hacia el camino de la reforma económica y el cambio democrático.

Hoy en el Parlamento Europeo estamos enviando una señal clara y positiva a nuestros socios orientales y ahora tenemos que esperar su reacción, no solamente en declaraciones políticas, sino también, lo que es más importante, en términos de medidas sociales y económicas prácticas. Esperamos que tomen el camino de la reforma y la democracia, que reformen sus sistemas judiciales para que sean independientes de las influencias políticas, que luchen contra la corrupción y que creen un entorno favorable para el crecimiento económico.

No me cabe duda de que una Ucrania, una Moldova y —cabe esperar— algún día también una Belarús democráticas y con una economía saneada serán positivas no solamente para los habitantes de esos países, sino también para el conjunto de la Unión Europea.

 
  
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  Andrzej Tomasz Zapałowski (UEN). - (PL) Señor Presidente, la política de vecindad es uno de los mecanismos destinados a respaldar la creación de un espacio en la Unión Europea en el que sea posible la cooperación sin conflictos, así como para evitar la formación de una división cultural y económica en las fronteras de la Unión Europea. Coincido con las preocupaciones expresadas por los autores del informe de que sería un error incluir a los países mediterráneos en esta misma política. Sería mucho mejor crear una asociación UE-Mediterráneo con sus propios mecanismos adecuados.

Considero que solamente los países que limitan con la Unión Europea deberían estar incluidos en la política de vecindad. La participación en esta política debería ser un paso hacia la adhesión a la Unión Europea del país en cuestión, obviamente solo en caso de que así lo deseen los propios países y la Unión Europea. En el futuro, tendremos que pensar en la creación de una política separada UE-Asia, para la cooperación con países asiáticos que desean cooperar en materia económica y política con la Unión Europea, como Georgia y Armenia. Debemos separar nuestras actividades por regiones.

 
  
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  Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE).(LT) Somos conscientes del hecho de que el objetivo de la Política Europea de Vecindad consiste en crear un círculo consolidado de seguridad y estabilidad en toda la Unión Europea, desarrollar relaciones estrechas con los países vecinos, así como permitir que estos países apliquen reformas democráticas, basadas en el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho y el desarrollo económico y social. Mi pregunta sería la siguiente: ¿qué precio estamos dispuestos a pagar por conseguir estos objetivos?

Teniendo en cuenta las experiencias pasadas, me gustaría señalar que una financiación adecuada es fundamental para el desarrollo de la Política Europea de Vecindad. En mi opinión, 11 000 millones de euros para un período de siete años para 16 países no es mucho. Una coordinación más eficiente de las políticas y los instrumentos financieros es una parte esencial de la mejora de la financiación de la Política Europea de Vecindad y la reforma en curso del presupuesto comunitario representa una oportunidad excelente para establecer una base sólida para un desarrollo mucho más eficiente de la Política Europea de Vecindad en el futuro. En ningún caso puedo estar de acuerdo con el señor Pflünger en que esto no sería más que derrochar el dinero de los contribuyentes.

El segundo punto en el que quiero insistir se refiere a las relaciones entre los Estados vecinos de la Unión Europea. Es fundamental que mantengan unas buenas relaciones y que se apoyen unos a otros. Sin duda, serían capaces de resolver la mayor parte de sus problemas trabajando juntos. En vista de ello, el Parlamento Europeo debería expresar su total apoyo a EURO-NEST —la «PEV – Asamblea Parlamentaria del Este»—, además de demostrar determinación política y ofrecer apoyo financiero para la aplicación de este proyecto. EURO-NEST ofrecería un nuevo impulso para una aplicación más eficiente de la Política Europea de Vecindad, aumentando notablemente al mismo tiempo la dimensión parlamentaria de esta política, con la que el Parlamento Europeo sería capaz de cumplir su honorable misión.

 
  
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  Jamila Madeira (PSE). - (PT) El papel de la Unión Europea en el mundo es ahora absolutamente fundamental para alcanzar ciertos equilibrios esenciales en la búsqueda de la justicia y la paz mundial. Por lo tanto, la lógica de la asociación con algunos países a través de acuerdos bilaterales en particular no debe socavar el desarrollo de un planteamiento multilateral que una visión global nos exige.

La innegable influencia de los derechos humanos universales y la garantía de las libertades fundamentales en las relaciones de la Unión Europea con el mundo deben sustentar cualquier diálogo con cualquier socio del mundo, especialmente con respecto a la región mediterránea.

Dada la proximidad geográfica de esta región con Europa, su afinidad ancestral, su diversidad cultural y su constante inestabilidad política, la Unión Europea debe actuar con gran firmeza para garantizar esos principios fundamentales. Por lo tanto, felicito a los ponentes por la importancia que conceden a esta cuestión en su informe sobre la consolidación de la Política Europea de Vecindad.

Por otra parte, la propuesta presentada por el Presidente Sarkozy con respecto a la Unión Mediterránea está totalmente fuera de contexto. A pesar de ser extremadamente útil, porque revitaliza el debate sobre el Mediterráneo, propone, por una parte, la disolución de la asociación existente y, por otra, niega los principios fundamentales de la Unión Europea relativos a la supremacía de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales en particular, al considerarlas cuestiones secundarias mediante un pragmatismo con una metodología «caso por caso», que fomentaría una relación de varias velocidades.

No es nuestra misión fomentar la ralentización en la que se refugian nuestros socios ni fomentar las divisiones. Debemos fomentar el desarrollo y el progreso, especialmente en términos de derechos, asegurándonos siempre, al mismo tiempo, de utilizar nuestras inversiones para crear oportunidades de crecimiento y desarrollo económico en general para toda la región.

Así pues, garantizar la conclusión del espacio de libre comercio en la región en 2010, entre todos sus homólogos, es un objetivo alcanzable, pero no debemos abandonar nunca nuestro respeto de los derechos y valores democráticos y humanistas.

 
  
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  Marian-Jean Marinescu (PPE-DE). - (RO) Agradezco el informe del señor Tannock. Necesitamos vecinos que cumplan las normas de la Unión Europea, independientemente de que se adhieran o no a la Unión Europea y de la fecha de esta adhesión.

Por esta razón, considero que la Política Europea de Vecindad debería ser proactiva, concretamente no deberíamos limitarnos a controlar la evolución de la situación, sino también apoyar a los países en cuestión en sus esfuerzos por cumplir las normas necesarias.

Con respecto a la situación de Georgia, las decisiones del Presidente Saakashvili de celebrar unas elecciones presidenciales anticipadas, celebrar un referendo para establecer unas elecciones parlamentarias y levantar el estado de emergencia son positivas.

Todas estas acciones contribuirán a restablecer un clima democrático favorable para la reapertura de los debates y las negociaciones al objeto de encontrar una solución viable para la delicada situación de Georgia.

Apoyo la idea de la necesidad de restablecer los mecanismos del Estado de Derecho, la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación. Quiero pedir a todas las fuerzas políticas de Georgia que cooperen en la elaboración de una legislación que regule la actividad audiovisual, que evitaría situaciones como la que se ha producido recientemente.

El partido que gobierna en la actualidad es el que, ya desde 2003, ha iniciado y apoyado un sistema coherente de reformas en ámbitos fundamentales que, a su vez, han generado un desarrollo económico visible, impulsando a Georgia hacia una economía de mercado funcional y una auténtica democracia.

Bajo el mismo gobierno se ha respaldado la creación de mecanismos para aplicar de forma más eficiente el plan de acción con la Unión Europea y se ha intensificado la evolución hacia una dirección europea.

Al mismo tiempo, Georgia se ha convertido en un socio estratégico de la política de vecindad, que es indispensable para resolver los conflictos congelados de la región, un buen mediador, un importante socio dentro de la cooperación regional y un aliado estratégico en los proyectos de cooperación en materia de energía y transporte.

Las declaraciones y la actitud de la oposición deberían ser tenidas en cuenta, aunque evaluadas en el contexto de la situación económica y política en general, tanto internamente como en la región. Creo que deberíamos estar atentos a lo que ocurre en las zonas en conflicto de Georgia, así como a la actitud de la Federación de Rusia, especialmente teniendo en cuenta la proximidad del plazo límite para tomar una decisión acerca del estatuto de Kosovo.

 
  
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  Kader Arif (PSE) . – (FR) Señor Presidente, voy a hablar específicamente de la región mediterránea, que, como nos han recordado los ponentes —cosa que les agradezco— es muy importante para Europa en términos de política exterior. Mi apoyo de un significativo compromiso europeo en la región mediterránea es lo que me empuja a advertir frente a los riesgos de diluir la política mediterránea de Europa en su política de vecindad general.

No queremos que se genere una rivalidad entre los países europeos orientales y nuestros vecinos meridionales. La PEV debería complementar bilateralmente el proceso multilateral de Barcelona, que, les recuerdo, ha sido el marco de referencia para la estructuración de las relaciones en la región mediterránea desde 1995. Dicho esto, no se debería permitir que la PEV ni ningún otro proyecto dirigido a los países mediterráneos oscurezca o sustituya a los objetivos de Barcelona, basados en los tres pilares de la asociación para un desarrollo político, económico y social, que es la única forma de promover una integración regional efectiva.

Por lo tanto, debo señalar dos puntos. En primer lugar, debemos mantener un equilibrio por lo que respecta a la distribución de la financiación entre los países europeos orientales y los países mediterráneos. Nuestra capacidad para mantener una política europea sólida y ambiciosa para la región mediterránea depende de que se consiga ese equilibrio. En segundo lugar, con respecto al espacio de libre comercio euromediterráneo previsto —el tema del informe que elaboré este mismo año para la Cámara—, quiero insistir en la importancia de un planteamiento coordinado y gradual, que permita a los países afectados hacer frente al ritmo y a la intensidad de un sistema de comercio abierto, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, sus propias especificidades y, en particular, la fragilidad de algunos sectores de su economía. Nuestro objetivo debe seguir siendo un comercio al servicio del desarrollo.

En conclusión, me gustaría que estos aspectos se mencionasen en el informe, porque son necesarios para la definición de una política mediterránea clara, basada en una visión estratégica a largo plazo del desarrollo y la estabilización de esta región.

 
  
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  Ioannis Varvitsiotis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, permítame felicitar a los ponentes por su profundo análisis del tema. No obstante, debo señalar que si uno de nuestros objetivos básicos consiste en crear un espacio de paz, debemos prestar atención al futuro político de los países en cuestión.

Permítanme citar a Egipto como ejemplo. ¿Sabe alguno de nosotros que ocurrirá en la era posterior a Mubarak? Me temo que no. ¿No nos damos cuenta de que antes o después Egipto será dominado por los Hermanos Musulmanes, una importante organización extremista islámica? Por lo tanto, debemos entender que toda nuestra planificación en la zona se verá socavada por esta situación.

No quiero repetir aquí, una vez más, la propuesta que hice el año pasado durante el debate anterior sobre el informe. Sugerí la creación de una comunidad entre esos países, al objeto de reforzar las relaciones en el vecindario político.

Permítanme terminar señalando que el vecindario político europeo fue promovido conjuntamente con la adhesión de los Diez, al objeto de mitigar la formación de nuevas líneas de división con los países vecinos. Por esta razón, el vecindario político europeo debe permanecer unido, disfrutar de una cohesión geográfica y de un equilibrio entre sus países orientales y meridionales.

Por otra parte, dado que los países que componen el vecindario político europeo presentan diferencias políticas, económicas e incluso culturales, el principio de la diversidad tiene siempre una importancia crucial, aunque no se debe utilizar para acrecentar las diferencias entre estos países.

 
  
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  Evgeni Kirilov (PSE). - Señor Presidente, la Comisaria Ferrero-Waldner tiene razón al decir al principio que la PEV debe favorecer las reformas democráticas. El Gobierno georgiano tiene que restablecer plenamente el proceso de democratización normal en el país y regirse estrictamente por los principios del Estado de derecho en todas sus actuaciones. En concreto, debemos expresar nuestra preocupación por las graves violaciones del derecho a la libre expresión y del acceso a información. Lo necesario en esta situación es reanudar el diálogo político y encontrar un compromiso que beneficie a los ciudadanos y a la democracia en el país.

Me preocupa especialmente la violencia ejercida por las fuerzas policiales contra manifestantes pacíficos. Los acontecimientos de estos últimos días demuestran que el Gobierno no sabe soportar las críticas. La excusa de una supuesta trama para dar un golpe de estado, sugiriendo cierta influencia rusa, es muy polémica, por decirlo suavemente. Además, está claro que un buen político de la oposición que, de momento, no existe en la escena política, será muy improbablemente pro-ruso.

Acogemos con satisfacción la decisión del Presidente Saakashvili de convocar elecciones presidenciales. El anuncio hoy de que se levantará el estado de emergencia es también un signo positivo. A partir de ahora, esperemos que se cumplan todas las condiciones necesarias para unas elecciones libres y justas. Una de esas condiciones es la libertad de expresión, y eso significa que todos los medios de comunicación que se han visto obligados a cerrar en los últimos tiempos, como Imedi TV y Kafkasya TV, deben reanudar sus actividades normales. Debemos dejar esto muy claro.

Creo que el Presidente Saakashvili será suficientemente audaz para invertir las tendencias negativas establecidas en las últimas semanas. Después de su elección, inició una buena política de reforma en Georgia, que tenemos que respaldar. Creo también firmemente que el proceso de democratización del país debe ser vigilado de cerca y apoyado por el Parlamento Europeo.

 
  
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  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, dada la hora que es seré muy breve, lo que juega también a mi favor puesto que estaré presente en el turno de preguntas. Este debate ha sido largo e intenso, y creo que ha cubierto todos los aspectos esenciales de la política de vecindad.

También creo que se ha alcanzado un amplio consenso con respecto a cuestiones fundamentales, como la necesidad de que la política de vecindad sea una política integral y global orientada hacia el norte, pero también hacia el este y el sur. Por otra parte, debe tener en cuenta las características específicas de los países a los que está dirigida. Por supuesto, tenemos que tener en cuenta las necesidades y características específicas de nuestros socios, al igual que debemos utilizar los instrumentos necesarios adaptados a esas necesidades y características específicas. La Política Europea de Vecindad tiene un único objetivo que es válido para todos los socios y consiste en establecer una asociación que fomente su progreso económico y social, el refuerzo del Estado de Derecho y sus democracias.

No obstante, debo decir que, tanto en este como en otros foros, en ocasiones escucho la reflexión o incluso la sugerencia y la recomendación de que podríamos aumentar los recursos y los instrumentos. Son ideas generosas y las entiendo, pero también debemos saber que, en muchas ocasiones, el aumento de los instrumentos o de la financiación, es decir de los recursos, simplemente no funciona, porque la capacidad de absorción de nuestros socios es limitada. Por supuesto, a nosotros también nos gustaría que se produjese un aumento de los recursos, pero lo cierto es que, como ya he dicho, la capacidad de absorción de nuestros socios suele ser limitada, por lo que el hecho de ofrecerles más recursos financieros no provocará que los programas sean más efectivos o que los resultados sean más rápidos o más visibles.

Creo que la Comisión ha seleccionado bien los ámbitos en los que debemos establecer asociaciones con los países que están con nosotros en esas asociaciones. La Comisión actúa en muchos ámbitos diversos, incluyendo la capacitación administrativa, el refuerzo del sistema judicial, el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil, el apoyo a la enseñanza y formación —es decir, que esta política de vecindad afecta a multitud de ámbitos—. Como ya he dicho, el único y más importante objetivo es obviamente que estos socios puedan experimentar un desarrollo que beneficie también a la Unión Europea.

Naturalmente el Consejo continuará vigilando de cerca las propuestas que presente la Comisión para su aprobación en relación con la Política Europea de Vecindad y, por supuesto, siempre dispuesto a debatir ideas, sugerencias y propuestas con este Parlamento.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, yo también trataré de ser lo más breve posible. Sólo quiero decir que me parece que ha sido un debate muy fructífero y quiero volver a dar las gracias a los dos ponentes. Ha quedado verdaderamente claro que muchas de sus Señorías querían intervenir en este importante debate.

Haré simplemente algunos comentarios en respuesta a ciertas cuestiones. Primero, es cierto que Mauritania es ahora un país socio en el proceso de Euromed, pero no es un país acogido a la Política de Vecindad. Sólo quiero hacer esta aclaración; los fondos para Mauritania seguirán procediendo de la partida presupuestaria para los países ACP.

En mi segundo comentario quiero ser muy clara. Algunas de sus Señorías han criticado que los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho no hayan sido nuestros principales objetivos. Es todo lo contrario. Si examinan cualquiera de los planes de acción, uno de sus elementos principales es siempre una base para desarrollar al máximo los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho. Pero, por supuesto, eso lleva su tiempo y estamos trabajando especialmente con esos países en los ámbitos del poder judicial y el ordenamiento jurídico, que son, por supuesto, la base para poder cambiar las cosas sobre el terreno.

Uno de los diputados del Grupo Independencia/Democracia ha dicho que él no quiere más migración. Tengo que decirle que la facilitación de visados se acompaña siempre de acuerdos de readmisión, así que estamos tratando de combatir la inmigración ilegal, pero queremos tratar también de facilitar el contacto entre pueblos y, en ocasiones, aplicar algunas ideas que favorezcan la inmigración legal, necesaria también en muchos de nuestros países como consecuencia del envejecimiento de la población.

Cuarto, respecto a los conflictos enquistados, por supuesto que la Política de Vecindad no puede, por sí sola, resolverlos todos. Para eso tenemos también a representantes especiales del señor Solana, el Secretario General del Consejo. Pero con la Política de Vecindad estamos tratando de crear el entorno más propicio posible. Y eso es muy importante: en Israel y Palestina, cuando hablamos del Magreb y cuando hablamos de países de Europa Oriental.

Se ha formulado otra pregunta sobre el carácter especial de Israel. Les puedo decir, como le dije a la Ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, cuando me reuní con ella en Lisboa, que hemos creado un grupo de reflexión especial, que ya está trabajando en ello. Las ideas que se están barajando son muy ambiciosas, especialmente en la parte israelí. Tenemos que ver si encajan en el marco coherente general de la Política de Vecindad. Pero dentro de ese marco podemos hacer muchas cosas, desde luego. Y sobre eso estamos reflexionando y debatiendo ahora. Espero que, el año que viene, en el próximo Consejo de la Asociación, podamos presentar algunas propuestas. Así que no lo hemos olvidado; estamos trabajando en ello.

Un último comentario sobre Georgia: muchos colegas que han hablado sobre Georgia, entre ellos mi amiga Lydie Polfer, han dicho que la situación es muy compleja. Todos sabemos que, por un lado, existen muchas tensiones entre la oposición y el Gobierno, pero por otro, puede que haya también otras tendencias aquí en juego. Por eso me parece muy importante que el Presidente Saakashvili haya convocado elecciones presidenciales. Él ha dicho que consultará a la población sobre la fecha para convocar elecciones parlamentarias. Y yo espero que en el futuro se produzcan avances en el aspecto de las reformas que nosotros hemos tratado realmente de promover; de lo contrario, la confianza en el Gobierno georgiano se verá muy debilitada si la crisis actual no se resuelve de una manera democrática. Pero, por supuesto, trataremos de hacer todo lo posible por apoyar a Georgia.

Mi último comentario es sobre financiación. Muchos de ustedes han dicho que necesitamos más fondos. Pero deben saber que el Fondo de Inversión Europeo o el Mecanismo de Inversión que se menciona siempre ofrecen la posibilidad de destinar más fondos a los países que los necesiten para proyectos de infraestructuras, energía, transporte, etc. Por eso hemos dicho que posiblemente lo que tenemos no sea suficiente. Así pues, tengamos más.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

Les recuerdo que la votación del informe Raimon Obiols i Germà y Charles Tannock se celebrará mañana por la mañana y que los textos presentados para cerrar el debate sobre las declaraciones del Consejo y la Comisión se votarán en Bruselas, el 29 de noviembre de 2007.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Marianne Mikko (PSE), por escrito. Como Presidenta de la Delegación de Moldova, quiero dar las gracias al señor Tannock por haber dicho que Moldova cumple totalmente los criterios necesarios para poder aspirar a la adhesión en virtud del artículo 49 del Tratado de Maastricht. Gracias también al ponente alternativo, señor Obiols i Germà, por su informe equilibrado y completo.

Moldova no es vecina de Europa, sino que está geográficamente en Europa y debe tener derecho a entrar en la UE cuando cumpla los tres criterios de Copenhague.

Aunque el Plan de Acción UE-Moldova no está ni mucho menos completo, tenemos que preguntarnos cuál es el paso siguiente. Se necesitan más incentivos para animar a nuestros socios en Europa a realizar reformas dolorosas.

Para conseguir sus objetivos, los recursos financieros y de otra índole de la PEV tienen que ser mucho más generosos. Se necesitan misiones completas de la PESD para tener una oportunidad real de resolver los conflictos enquistados en Trans-Dniéster y el Cáucaso. En la actualidad, no disponemos de recursos para organizar esas misiones.

Por último, es difícil imaginar una política que pueda servir tanto a los países de la Europa geográfica como a los países mediterráneos no europeos. Está claro que el ámbito de aplicación de la PEV tiene que reconsiderarse en el futuro. En especial, se tiene que definir mejor su componente oriental.

 
  
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  José Ribeiro e Castro (PPE-DE), por escrito.(PT) Felicito a los ponentes por su excelente trabajo. La resolución que aprobemos consolidará la visión del Parlamento en este ámbito de la política de vecindad, desarrollando las líneas que definimos en enero de 2006.

Por esa misma razón, es importante aprobar las enmiendas 1 y 2, que agradezco al señor Tannock que haya presentado. Reafirman puntos que ya hemos aprobado y que no debemos ignorar ahora con respecto a nuestras relaciones de vecindad en la frontera del Atlántico Sur. Es importante recordar una vez más la situación particular de los Estados insulares vecinos de nuestras regiones ultraperiféricas —las Canarias, Madeira y las Azores— con las que mantenemos lazos históricos y vínculos especiales. Por lo tanto, también debemos recalcar nuestra petición a la Comisión para que proponga y desarrolle políticas específicas para expandir, en la medida de lo posible, la Política Europea de Vecindad, a nuestros vecinos insulares del Atlántico, próximos al continente europeo, en la medida en que ponen de manifiesto no solamente nuestra proximidad geográfica, sino también nuestra afinidad cultural e histórica, y el interés común de la seguridad mutua.

En esta misma línea, también quiero aprovechar esta oportunidad para aplaudir la reciente comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y la República de Cabo Verde.

 
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