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Procedimiento : 2007/0058(CNS)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0408/2007

Textos presentados :

A6-0408/2007

Debates :

PV 14/11/2007 - 14
CRE 14/11/2007 - 14

Votaciones :

PV 15/11/2007 - 5.4
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2007)0532

Acta literal de los debates
Miércoles 14 de noviembre de 2007 - Estrasburgo Edición DO

14. Recuperación del atún rojo del Atlántico oriental y el Mediterráneo (debate)
Acta
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  El Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de Iles Braghetto, en nombre de la Comisión de Pesca, sobre la propuesta de Reglamento del Consejo por el que se establece un plan de recuperación plurianual para el atún rojo del Atlántico Oriental y el Mediterráneo (COM(2007)0169 – C6-0110/2007 – 2007/0058(CNS)) (A6-0408/2007).

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, antes de nada quiero dar las gracias al ponente, señor Braghetto, y a la Comisión de Pesca por su informe, que trata sobre la cuestión del plan de recuperación para el atún rojo.

El atún rojo del Atlántico Oriental y el Mediterráneo es una población clave para la Comunidad. Como confirman los expertos científicos, esa población tiene ahora un alto riesgo de extinción. Todos los estados implicados en su pesca se han mostrado de acuerdo en la necesidad de adoptar medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad de la población de atún rojo y de su pesca.

Estoy convencido de que el plan de recuperación aprobado por la Comisión Internacional para la Conservación de los Atunes del Atlántico en 2006 ofrece una oportunidad real de recuperación gradual del atún rojo, si es que se respeta plenamente. Por consiguiente, se necesita ya mismo un plan de acción decisivo y eficaz a escala comunitaria. La aplicación inmediata del plan de recuperación de la CICAA es un imperativo absoluto, tanto por razones de conservación como para salvaguardar la credibilidad de la política pesquera común y la credibilidad de los propios pescadores de la UE. El objetivo es que se apruebe la propuesta en el Consejo de noviembre.

En los debates celebrados en el contexto de los preparativos del Consejo, se han introducido numerosos cambios en la propuesta original, algunos de los cuales van en la dirección de los cambios sugeridos por ustedes. Estoy convencido de que estamos de acuerdo con los objetivos de la adopción urgente de medidas para eliminar la sobrepesca y asegurar el estricto cumplimiento de las medidas de la CICAA, con el fin de alcanzar unos niveles sostenibles en la población de atún rojo. Eso, al mismo tiempo, mejorará la rentabilidad del sector pesquero a largo plazo. Aparte de las ventajas para la industria, existe también un compromiso político internacional que estamos obligados a respetar.

Volviendo al informe, aprecio y comparto la opinión de la Comisión de Pesca de que la Comunidad necesita resolver el exceso de actividad pesquera de su flota. La Comisión considera también que el plan anual de pesca es un instrumento eficaz para evitar la pesca excesiva por la sobrecapacidad de la flota comunitaria.

En este contexto, la Comisión puede aceptar las enmiendas 1, 2, 7 y 8 relativas a la elaboración de planes anuales de pesca para asegurar un equilibrio entre la actividad pesquera de la flota comunitaria y las cuotas. En el compromiso de la Presidencia se ha introducido una importante disposición relativa a esta cuestión.

Además, la Comisión pide a los Estados miembros afectados que incluyan en sus planes operativos una reducción de su capacidad pesquera, ya sea por cese temporal de actividad o desguace, asegurando así que las cuotas para 2008 y los años siguientes sean plenamente respetadas. Reconozco que estamos pidiendo al sector de la pesca que haga sacrificios considerables, pero esos sacrificios son necesarios para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las pesquerías, las flotas y las comunidades costeras afectadas. Hay que elegir entre el sacrificio a corto plazo o la extinción de la población.

Además, estoy totalmente de acuerdo con ustedes en que, para aliviar el efecto socioeconómico que causará la reducción de la actividad pesquera, es necesario ofrecer compensaciones económicas al sector. En el compromiso de la Presidencia se ha introducido también una disposición relativa a la medida de financiación relacionada, en línea con la enmienda 5. Soy consciente de que existen otros problemas. Comparto muchos de esos motivos de preocupación y sé que también habrá que abordarlos.

Con respecto a la enmienda 3, permítanme decir primero que sé muy bien que el número de jaulas para el engorde de atunes ha aumentado considerablemente desde 1990 y que su capacidad sobrepasa la suma total del TAC disponible.

La CICAA ha aprobado ahora legislación estricta para asegurar el desarrollo sostenible de las actividades de cría del atún rojo. El siguiente paso consistirá en regular el número de almadrabas. La Comisión apoya plenamente la aprobación de la recomendación sobre capacidad realizada por el Grupo de Trabajo de la CICAA en julio de 2007.

Esa recomendación propone la implantación de una capacidad de pesca con congelación en alta mar y una capacidad de cría para el atún rojo. Tenemos que esperar a conocer los resultados finales del debate de la CICAA que está teniendo lugar en Antalya esta semana. Esa es la razón por la que la Comisión no puede aceptar, en este momento, la modificación relativa a la limitación de la capacidad de cría.

En cuanto a las excepciones relativas a las zonas de pesca y la talla mínima, quiero recordarles el contexto en el que la CICAA aceptó esas excepciones. Todas las partes contratantes las aceptaron como parte del paquete de medidas del plan de recuperación. Se concedieron para flotas artesanales y para algunas flotas estacionales debido a que su efecto en las capturas es insignificante. Además, esas excepciones van acompañadas de una serie de condiciones estrictas, como un número limitado de buques, capturas limitadas y puertos designados. Una vez dicho eso, el plan de recuperación podrá revisarse en 2008 sobre la base de nuevas recomendaciones científicas o deficiencias detectadas en su aplicación.

Actualmente, la Comisión es responsable de asegurar que el plan de recuperación se incorpore a la legislación comunitaria para garantizar su plena aplicación. En este contexto, no puedo aceptar las enmiendas del Parlamento que proponen la eliminación de las excepciones, que son las enmiendas 4 y 6, o las enmiendas 12 y 13 sobre el cambio de nombre del plan, la modificación de las cuotas comunitarias y la introducción de un nuevo sistema de deducciones. Esas enmiendas no están en la misma línea que el plan de recuperación aprobado por la CICAA, ni las disposiciones de la CICAA sobre deducciones.

Tampoco puedo aceptar la enmienda 10 relativa a las almadrabas, ya que la propuesta no incluye medidas para abordar esta cuestión. Por primera vez, el plan de recuperación regula la actividad de las almadrabas y eso, en el futuro, permitirá evaluar el impacto de la actividad pesquera en la población.

En cuanto a las enmiendas 9 y 11 relativas a la armonización de sanciones y al posible cierre de la pesquería nacional de un Estado miembro por no respetar los requisitos de información establecidos, permítanme decirles que, aunque entiendo plenamente y comparto el espíritu que se esconde detrás de esta propuesta, no podemos aceptar la enmienda en ese contexto, ya que la propuesta no incluye medidas para resolver la cuestión, Se trata de una cuestión de política general y la Comisión la examinará en su próxima reforma en 2008 del marco de control de la política pesquera común.

Consideramos que la documentación y transmisión de información a la Comisión dentro de unos plazos determinados es un elemento crucial para el éxito del plan de recuperación del atún rojo, y es también un requisito previo si queremos vigilar el cumplimiento de la cuota comunitaria en tiempo real. Por tanto, la Comisión ha iniciado procedimientos de infracción contra los siete Estados miembros que participan en la pesca del atún rojo por deficiencias en la transmisión de datos.

Para terminar, permítanme decir que estamos profundamente preocupados por el hecho de que algunos Estados miembros hayan sobrepasado la cuota, lo cual perjudica a la credibilidad de la Comunidad en la escena internacional y pone en peligro el éxito del plan de recuperación del atún rojo.

En la reunión del Comité de Cumplimiento, que se celebró en Antalya los días 8 y 9 de noviembre, las partes contratantes – sobre todo los Estados Unidos y Canadá – criticaron la falta de cumplimiento de las normas de la CICAA. Como se esperaba, la Comunidad Europea fue objeto de serias críticas por haber sobrepasado el TCA en 2007.

Al mismo tiempo, las partes contratantes reconocieron las dificultades que tiene la flota de la Comunidad Europea para adaptarse a la realidad del plan de recuperación, que entró en vigor en 2007, y celebra la propuesta de la Comunidad Europea sobre un régimen específico de deducciones. El Comité de Cumplimiento ha aprobado una recomendación específica para implantar un sistema de deducciones por sobrepasar la cuota comunitaria en 2007, establecida en 4 440 toneladas, basándose en una propuesta de la CE.

Según esta recomendación, la superación de la cuota asignada a la Comunidad Europa en 2007 dará lugar a una deducción anual de 1 480 toneladas en su cuota anual para el período 2009-2011.

Además, el Comité de Cumplimiento acordó que la cuota asignada a la Comunidad Europea era provisional y que podría ser revisada y ajustada como resultado de las investigaciones en curso. Esa recomendación será aprobada por la CICAA en su sesión plenaria del 18 de noviembre.

No obstante, tenemos que asegurar a las partes de la CICAA que la Comunidad Europea hará todo lo posible para asegurar que los Estados miembros y la Comisión Europea vigilen escrupulosamente las cuotas asignadas a los buques de esos Estados miembros, para asegurar que se respete la cuota establecida para 2008 y los años siguientes.

Tras la aprobación de este Reglamento, la Comisión está decidida a trabajar estrechamente con los Estados miembros para garantizar y vigilar de cerca la plena aplicación del plan de recuperación del atún rojo. La Agencia Comunitaria de Control de la Pesca realizará también una importante contribución. La Agencia ha iniciado el trabajo preliminar para la coordinación de las actividades de control e inspección de los Estados miembros, con el fin de que todo esté preparado para la temporada del atún rojo en 2008.

 
  
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  Iles Braghetto (PPE-DE), ponente. – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el propósito del Plan de recuperación para el atún rojo de la Comisión Europea, puesto en marcha por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), consiste en responder a las preocupaciones de los científicos con respecto a la situación crítica de las poblaciones provocada por una pesca excesiva.

El plan ha sido criticado de diversas formas, ilustrando el hecho de que los expertos científicos y los pescadores mantienen puntos de vista diferentes con respecto a la necesidad de proteger a las poblaciones. No obstante, ofrece una respuesta apropiada para las necesidades que se han puesto de manifiesto, al establecer, como hace, una reducción progresiva de las capturas de hasta el 20 % entre 2006 y 2010, un aumento de la talla mínima hasta los 30 kg, la limitación de la veda de pesca y el incremento de las medidas de control para combatir la pesca ilegal.

En detalle, algunos elementos del plan fueron reforzados durante el trabajo de la comisión, con propuestas para:

– establecer y solicitar a los Estados miembros que presenten los planes de pesca en el marco de los acuerdos de pesca, incluso aunque se trate de poblaciones en buen estado biológico, dado que uno de los principales problemas es la sobrecapacidad de la flota respecto a las cuotas disponibles;

– establecer un equilibrio en cada Estado miembro entre sus cuotas y la capacidad de sus explotaciones de engorde;

– anular las excepciones relativas a las zonas de pesca y las tallas mínimas: estas contradicen las opiniones de todos los expertos científicos y la opinión de la mayoría de los Estados miembros. Por otra parte, estas excepciones no están justificadas desde un punto de vista biológico, dado que las poblaciones del Mediterráneo y del Atlántico forman una unidad y están obstaculizando gravemente la competencia, provocando una pesca más intensiva en las zonas afectadas, incluso por parte de la flota tradicionalmente no interesada en ellas, y reduciendo la efectividad de los controles;

– insta a los Estados miembros a que respeten sus requisitos de transmisión de datos e información a la Comisión, cesando las actividades de pesca nacionales de los Estados miembros que no faciliten los datos sobre las capturas;

– elaborar un plan de reactivación de las almadrabas en el Atlántico y de rehabilitación de las almadrabas que ya no están activas en el Mediterráneo, al objeto de preservar un arte de pesca del atún sostenible que resulta altamente selectivo;

– prever una compensación financiera con cargo al Fondo Europeo de Pesca que se concederá a los pescadores durante los períodos de veda, al objeto de salvaguardar y proteger el equilibrio socioeconómico de las empresas pesqueras y pescadores;

– armonizar las sanciones, al objeto de prevenir discrepancias en la forma en la que los Estados miembros aplican este reglamento.

Finalmente, los procedimientos de infracción iniciados en los últimos meses contra algunos Estados miembros por su incumplimiento de las cuotas de captura de 2007 son indudablemente acogidos con satisfacción y necesarios, pero también se debería tener en cuenta el breve plazo para la entrada en vigor de las disposiciones actuales durante este año.

Teniendo también en cuenta que la gestión de las poblaciones es particularmente compleja, especialmente en las zonas en las que existe una firme competencia con otras flotas no comunitarias, en particular en el Mediterráneo, existe la necesidad de un mayor respeto del principio de reciprocidad para garantizar que los objetivos establecidos por la CICAA sean firmemente perseguidos. Esas medidas serán efectivas solamente si sus principios y sus disposiciones son aplicados tanto por los Estados miembros como por los países no comunitarios.

Para terminar, señor Presidente, me gustaría dar especialmente las gracias a todos aquellos colegas que han participado en este trabajo.

 
  
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  Carmen Fraga Estévez, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, aunque comparto las opiniones de que este plan de recuperación no es tan ambicioso como debería, lo cierto es que ha sido el fruto de un difícil compromiso en la CICAA y aprobándolo creo que damos un gran paso y enviamos un mensaje, por primera vez, muy claro a los responsables de la sobrepesca de esta especie.

De cualquier forma, en lo que a la Unión Europea se refiere, la grave situación del atún rojo ha sido responsabilidad de ciertos Estados miembros que han permitido e incluso, alentado, un desmesurado crecimiento de sus flotas en el Mediterráneo y de la Comisión que, perfectamente conocedora de este abuso y de las infradeclaraciones continuas de capturas, no ha movido un dedo para corregir hasta ahora la situación.

Esta irresponsabilidad es la que ha abocado a que la pesquería haya tenido que cerrarse para todos los Estados miembros por el escándalo de que, en el mes de agosto, dos países ya habían pescado la cuota de toda la Unión Europea.

Por eso, creo que es importante que el Pleno respalde el informe del señor Braghetto, que incluye mi enmienda para que, de ahora en adelante, los Estados miembros tengan que presentar previamente un plan de pesca que garantice un número máximo de buques y un esfuerzo pesquero acorde con la cuota de cada país. La Comisión se ha mostrado favorable a incluir este plan de pesca y esperemos que el Consejo lo apoye igualmente.

Lamento, sin embargo, que el informe no haya salvado algunas excepciones para las flotas que pescan en el Atlántico desde tiempo inmemorial, que pescan una parte ínfima de la cuota comunitaria con artes de pesca mucho más selectivas. Los que participan en estas pesquerías tradicionales se ven así obligados a pagar las culpas de la avaricia desenfrenada de las flotas de cerco de los dos Estados miembros ya aludidos, sin comerlo ni beberlo. Una injusticia que, también, confío que repararán tanto este Parlamento como el Consejo.

Finalmente, sólo me queda pedir y exigir a la Comisión que tome todas las medidas necesarias para que en el reparto de la cuota comunitaria del próximo año los Estados miembros que se han visto obligados a dejar de pescar porque otros han consumido las cuotas a las que ellos tenían derecho sean debidamente compensados y que se detraigan de las cuotas de los culpables todas las toneladas necesarias, para que ésta sea una compensación real y efectiva.

 
  
  

PRESIDE: LUIGI COCILOVO
Vicepresidente

 
  
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  Rosa Miguélez Ramos, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, considero muy positiva la propuesta que nos formula la Comisión de transponer al ordenamiento comunitario el plan de recuperación para el atún rojo acordado en la CICAA, y coincido con el Comisario en que las medidas que contiene, de ser aplicadas correctamente, permitirán una recuperación progresiva de los stocks tanto del Atlántico como del Mediterráneo.

El plan —y esto es muy importante para mí— ha tenido en cuenta las características específicas de las pesquerías artesanales, concediéndoles condiciones para no penalizar su actividad y tratando de compaginar la conservación del recurso con los aspectos socioeconómicos.

Con respecto a este asunto, quisiera manifestarle al Comisario que mi país solicitó desde el primer momento cierta flexibilidad en la talla mínima a aplicar a la flota de tipo artesanal, por lo que pidió que se incluyese un porcentaje determinado de la cuota con una talla inferior a los 30 kg destinado a esta flota de anzuelo.

La Comisión entendió esta petición y entendió que en una situación provocada por las grandes flotas industriales no podían ser «los paganos» los pequeños pescadores artesanales, y aceptó incluir esta medida, aunque la rebajó al 2 % en el plan.

Pero, señor Comisario, el lugar en que la situó, el punto 6 del anexo I, suscita dudas sobre el ámbito geográfico de aplicación.

Limitar esta medida a las pesquerías atlánticas supondría condenar a la flota artesanal del Mediterráneo, que no tiene ni siquiera capacidad para desplazarse a los caladeros atlánticos, a la desaparición pura y dura. Y, precisamente, estamos hablando de una flota histórica que, durante siglos, ha venido operando sin provocar problemas en el stock y que si empezó a declinar fue justamente por culpa de la sobrecapacidad de la flota de cerco del Mediterráneo.

La medida, señor Comisario, debería aplicarse a las flotas de todos los países que participan en las pesquerías, no sólo a las que disponen de flotas atlánticas. Argelia, Túnez o Turquía tienen derecho también a usar una parte de su cuota para defender a sus flotas artesanales frente a la competencia de las flotas industriales y no creo que esta excepción —mínima, como usted bien sabe— vaya a suponer merma alguna en la efectividad del plan de recuperación.

Es por eso que le pido que la Comisión tenga en cuenta las dudas creadas por la inclusión de esta medida en el punto 6 del anexo I y que los representantes de la Comisión se esfuercen, durante la reunión de la CICAA que se está celebrando, en aclarar que ese 2 % de capturas pueden llevarlo a cabo las flotas artesanales tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

Respecto al informe que hoy debatimos, quisiera decirle al ponente que mi grupo se opone, una vez más, a que se supriman las excepciones a la talla mínima y a las zonas de veda, excepciones que, como ha dicho el Comisario, son las acordadas en la CICAA. Por la misma razón también, nos oponemos y nos opondremos mañana en la votación, a las enmiendas nuevas presentadas por el Grupo de los Verdes.

 
  
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  Alfonso Andria, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar quiero felicitar al ponente, el señor Braghetto, por su excelente trabajo en la Comisión de Pesca, haciendo posible que mañana vayamos a someter a votación un texto equilibrado, que, basándose en cierta medida en experiencias anteriores, modifica el reglamento relativo a la recuperación del atún rojo, mejorándolo claramente.

La anulación de las excepciones relativas a las cuotas fijas para las capturas de atún, algunas de las cuales se habían mantenido originalmente, y para las capturas en el Atlántico oriental y el Adriático, es, en mi opinión, uno de los principales logros de este procedimiento parlamentario. Estas excepciones no estaban adecuadamente justificadas desde el punto de vista biológico, dado que las poblaciones de atún del Mediterráneo y del Atlántico forman una unidad, por lo que podrían distorsionar gravemente la competencia al provocar una pesca más intensiva en aquellas zonas no sujetas a restricciones. Los controles también serían más difícil e indudablemente menos efectivos.

Estoy de acuerdo con el ponente en que es necesario pagar una compensación financiera a los pescadores durante los períodos de veda y también acojo con satisfacción el plan propuesto para reactivar las almadrabas.

También es necesario combatir vigorosamente la pesca ilegal, considerada uno de los peores azotes para la protección de las poblaciones de atún rojo. A pesar de que la propuesta de reglamento aborda el problema de los controles de forma más incisiva que en el pasado, las discrepancias existentes en la forma en la que los diversos Estados miembros aplican las disposiciones legislativas deberían, en mi opinión, ser eliminadas. En mi opinión, la mejora de la cooperación entre Estados es necesaria para armonizar la legislación nacional relativa a la aplicación de las medidas y esa es la dirección que adopta mi enmienda.

En mi opinión, también es necesario resolver otro problema: gestionar las poblaciones de atún rojo en el Mediterráneo exige una estrategia global acordada con los demás países que no son miembros de la CICAA que pescan en el Mediterráneo. Estoy pensando, por ejemplo, en la flota japonesa, dado que, de lo contrario, los objetivos perseguidos por el reglamento se quedarán en nada.

Por lo tanto, espero, a modo de conclusión, que aprobemos el texto acordado por la Comisión de Pesca.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, yo también quiero empezar por reconocer el trabajo del colega Braghetto en este informe. Sin embargo, tal y como ya mencioné en su momento, durante la discusión en la Comisión de Pesca, y basándome en los informes que numerosos científicos, organizaciones ambientales e incluso partes del sector están elaborando, creo que el título del informe debería modificarse.

En lugar de referirnos a una supuesta regulación del plan de recuperación del atún rojo, a este plan lo deberíamos llamar plan de no recuperación o, mejor aún, plan de aniquilación del atún. Porque seamos claros, cuando el mal llamado plan de recuperación fue adoptado en la CICAA, hace un año en Dubrovnik, ya entonces el Comité Científico alertó —y cito—: «En general, los resultados preliminares indican que no es probable que las medidas adoptadas, aunque son un paso en la dirección correcta, cumplan plenamente el objetivo del plan». Y añadía: «Si la implementación es perfecta y si el reclutamiento futuro se encuentra en aproximadamente el nivel de los 90 y no se ve afectado por el nivel reciente de biomasa reproductora, existe un 50 % de probabilidad de recuperación en 2023 con las regulaciones actuales».

Es decir, con estos supuestos, bien una implementación imperfecta o bien un reclutamiento que descienda respecto a los niveles recientes a medida que la biomasa reproductora desciende, o bien por ambos, los objetivos del plan de recuperación difícilmente se podrán cumplir.

E insisto en que me baso ni más ni menos que en los informes científicos. Y por si esto fuera poco, resulta que este plan, que, de forma provisional, ya ha sido puesto en práctica este 2007, ha funcionado tan mal que la Unión Europea ha superado la cuota que le correspondía en un 26 %, lo cual ha obligado, en una medida que no tiene precedentes, a iniciar procedimientos legales contra todos aquellos países que no han respetado las reglas, sobre todo, Francia e Italia.

Por cierto, que aprovecho también para interesarme sobre cómo es que otro país, España, ha exportado en 2006 casi 9 000 toneladas de atún cuando sólo declaró haber capturado 4 700, según han señalado organizaciones como Greenpeace o Adena.

Por último, también sería interesante saber qué medidas piensa tomar la Comisión, así como los Gobiernos, para controlar e incluso reducir el tamaño de la flota pesquera dado que parece cuando menos difícil pensar que es posible reducir las capturas si cada vez tenemos más y mejores barcos que, en la mayoría de los casos, viven precisamente de las subvenciones europeas. Quizás, en la reunión de la CICAA que está teniendo lugar estos días en Antalia, en Turquía, a la que asistirán mis colegas Marie-Hélène Aubert y Michael Earle se nos den algunas respuestas.

Pero para mí la conclusión inmediata es simple y alarmante a la vez: todos los indicios apuntan a que la situación del stock está muy por debajo de las previsiones más optimistas. Hay incluso quien afirma que ya hemos superado el punto de no retorno. Es decir, en estas condiciones se me hace difícil pensar que el actual plan se pueda llamar plan de recuperación y no de otro modo.

 
  
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  James Nicholson (PPE-DE). - Señor Presidente, quiero, antes de nada, sumarme a las felicitaciones que ha recibido el ponente por este informe. Conseguir la recuperación en cualquier plan de recuperación es siempre difícil. Éste no es diferente de muchos otros que establecen un plan de recuperación multianual, pero esta vez es para el atún rojo. Yo, como cualquiera, espero sinceramente que el programa tenga éxito.

Mi única experiencia ha sido con el plan de recuperación del bacalao en el mar de Irlanda. Durante esos años, los pescadores de la zona no recibieron ninguna compensación por la prohibición de pescar durante ese período. Yo creo que dos errores nunca suman un acierto: si se apuesta por la conservación, creo que hay que estar también dispuestos a pagar una compensación; pienso que no hay otra alternativa. Está muy bien que se pida un sacrificio, pero el sacrificio tiene también un precio.

Reconozco que este informe es extremadamente delicado para los pescadores del Mediterráneo y para los que pescan en el Atlántico. Así que, desde una perspectiva económica y social, va a ser extremadamente difícil para ellos. En tales circunstancias, será también un Reglamento muy doloroso para los pescadores que faenan en esa región. Ahora bien, la conservación y la protección de la especie del atún rojo son fundamentales.

 
  
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  Paulo Casaca (PSE). - (PT) Señor Presidente, señor Comisario, yo también quiero felicitar a nuestro ponente, el señor Braghetto por el excelente trabajo que ha presentado y me gustaría comenzar diciendo que el ejemplo más sorprendente de la incapacidad de la actual política pesquera común para garantizar la sostenibilidad de esta actividad es la situación a la que actualmente nos enfrentamos con el atún rojo en el Atlántico oriental y el Mediterráneo en particular. Esto se reconoció recientemente en un estudio muy interesante encargado por la Dirección General de Pesca, que el señor Borg se ha tomado la molestia de hacer público, un gesto que quiero agradecerle desde ahora.

El hecho es que las rígidas medidas a las que ahora asistimos en este ámbito, con el cierre total de la pesca antes de finales de año, un intento de desmantelar una parte importante de la flota y la perspectiva de una parálisis total de la actividad, aunque tal vez no logre sus objetivos, son una consecuencia directa de una concepción de la política pesquera común en la que las decisiones sobre la gestión están disociadas de su aplicación y control, y en la que las responsabilidades de las autoridades y las comunidades pesqueras han sido erosionadas por una competencia exclusiva europea que, no obstante, no ha sido ejercida por la parte que la reclama.

Las artes tradicionales como la pesca con caña, sostenibles desde el punto de vista medioambiental pero económicamente menos rentables, han tenido que competir con las tecnologías modernas y recursos extremadamente sofisticados que eran incomparablemente más rentables a corto plazo pero medioambientalmente insostenibles, y solamente ahora han surgido algunas medidas discriminatorias contra este último tipo de embarcaciones. Me gustaría recalcar y subrayar mi total apoyo a lo que mi colega, la señora Míguélez, ha dicho aquí, en el sentido de que es esencial favorecer los métodos pesqueros tradicionales.

La inminente amenaza de la extinción comercial de la pesca del atún rojo nos debería hacer reflexionar acerca de lo que hay que hacer urgentemente en relación con la política pesquera común en conjunto.

 
  
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  Ioannis Gklavakis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, señor Comisario, estoy de acuerdo con la mayoría de las opiniones del señor Braghetto sobre la recuperación de las poblaciones de atún. Creo que todos queremos unos mares con unas poblaciones de peces satisfactorias.

No obstante, permítanme expresar dos preocupaciones. En primer lugar, existen planes para establecer un sistema por el que las embarcaciones pesqueras presentarían un plan de pesca detallado para el atún, al objeto de garantizar un mayor control. Creo que la situación creada por este plan de pesca sería factible únicamente para las grandes embarcaciones de pesca de atún que capturan exclusivamente atún y no para las pequeñas embarcaciones que capturan atún y otras especies.

Todos queremos controlar la pesca del atún, pero no queremos excluir a los países con pequeñas embarcaciones. Por otra parte, en ellos existe una sólida tradición pesquera.

En segundo lugar, me refiero a la enmienda 3, que vincula la capacidad de las unidades de engorde con la cuota nacional. La cría de atún rojo en la Unión Europea se realiza en países diferentes a los que tienen unas grandes cuotas.

Mi país, por ejemplo, no es uno de los favorecidos en términos de cuotas. Por otra parte, tenemos ventajas comparativas en términos de cría del atún. ¿Por qué deberíamos reducir la capacidad de nuestras unidades al nivel de nuestra cuota?

Para terminar, permítanme mencionar el hecho inaceptable de que la pesca del atún se haya prohibido en septiembre, porque dos países de la Unión Europea estaban capturando cantidades que habrían bastado para todos los Estados miembros. Estos países deben ser objeto de las sanciones apropiadas. Por otra parte, los países privados de sus derechos pesqueros este año deberían ser los primeros, el próximo año, en recibir el porcentaje del que han sido privados. Por otra parte, deberíamos encontrar formas de comprobar las capturas pesqueras rápidamente.

 
  
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  Robert Navarro (PSE) . – (FR) Señor Presidente, permítame comenzar dando las gracias al ponente, el señor Braghetto, por el excelente trabajo que ha realizado. Dado que las negociaciones de la CICAA continúan en curso, todavía no sabemos lo que el destino les depara a nuestros pescadores para el próximo año. Lo que sabemos es que algo muy grave ha ocurrido este verano y que tendremos que realizar una revisión a fondo de los planes para el control de las capturas. La Comisión, me satisface decirlo, tiene esa tarea entre manos, aunque me temo que algunas de las medidas propuestas el pasado mes para eliminar la pesca ilegal no serán muy bien recibidas por el Consejo.

Espero que, ocurra lo que ocurra, la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca consiga introducir una coordinación apropiada de los esfuerzos europeos para realizar los controles necesarios, porque los sistemas de control nacionales no están funcionando. Está muy bien que nuestros amigos españoles, portugueses y griegos discurseen sobre el comportamiento de las flotas francesas e italiana y sobre el fracaso del control en estos dos países. ¡Todos saben lo que realmente ocurre! Todos sabemos que todos los países han ocultado las actividades ilegales de su propia flota pesquera durante demasiado tiempo. Esa es la razón por la que —nos guste o no— necesitamos un control más estricto en el plano europeo y por la que estoy convencido de que necesitamos un servicio de guardacostas europeo.

También necesitamos debatir las sanciones por una pesca excesiva. Es muy probable que la CICAA decida penalizar a la Comunidad y entonces nosotros, a nuestra vez, tendríamos que penalizar a los Estados miembros culpables. El Gobierno francés ha hecho mucho ruido con respecto a la negativa de compromiso y ha advertido de que podrían rodar cabezas. Personalmente espero que estas sanciones —que no habrían sido necesarias si los sistemas de control hubiesen sido efectivos— sean duras, aunque justas y equilibradas. También espero que los que participan en la pesca tradicional del atún —que tienen un menor impacto sobre las poblaciones— no sean castigados por culpa de los demás.

Finalmente, dado que los expertos han establecido claramente que las capacidades de la flota europea han sido desproporcionadas para las poblaciones de atún rojo, quiero aprovechar esta oportunidad para preguntar al señor Comisario qué recursos se van a asignar para el reciclaje profesional de aquellos pescadores que tendrán que abandonar el sector.

 
  
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  Joe Borg, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, antes de nada quiero dar las gracias a sus Señorías por los interesantes comentarios que han hecho.

En este debate se ha reconocido que compartimos un objetivo común, que es el de afrontar eficazmente la precaria situación del atún rojo. La mejor forma de abordar la mala situación de esa población es mediante el plan de recuperación de la CICAA. Por eso, agradezco al Parlamento su propuesta relativa a los planes nacionales de pesca, que es una eficaz herramienta para conseguir el cumplimiento en materia de sobrecapacidad.

En cuanto a las excepciones, la Comisión no puede modificar los contenidos del plan aprobado por la CICAA. Todas las partes contratantes han aceptado esas excepciones. Permítanme recordarles que esas excepciones se concedieron para flotas artesanales y para algunas flotas estacionales porque su efecto en las capturas es insignificante. Además, esas excepciones incluyen una serie de condiciones estrictas, como un número limitado de buques, capturas limitadas y puertos designados. Una vez dicho eso, el plan de recuperación podrá revisarse en 2010 sobre la base de las nuevas recomendaciones científicas o las deficiencias detectadas en su aplicación.

En cuanto al comentario realizado por la señora Miguélez Ramos, que desea extender la medida a dos casos específicos en el Atlántico y el Adriático, se trata de casos concretos, pequeños y sin consecuencias. Su extensión a otras zonas exigiría modificar el acuerdo relativo al plan de recuperación de la CICAA. Eso, desde luego, no podrá hacerse este año. No queremos reabrir el plan de la CICAA. Está prevista una revisión para 2008, pero dadas las críticas que han recibido las dos excepciones, creo que será extremadamente difícil que se extiendan más.

La sobrecapacidad se abordará por medio de planes nacionales que tendrán que presentar los Estados miembros, para tratar de equilibrar la capacidad con las capturas. Además, en nuestros debates en el seno del Consejo, hemos conseguido introducir medidas de control reforzadas para asegurar un mejor cumplimiento. Asimismo, en 2008 concentraremos nuestros esfuerzos en la mejora de los controles en general.

Insistimos también en que en el Fondo Europeo de Pesca se destinen fondos al desguace de buques en los Estados miembros con exceso de capacidad, sobre todo en lo que respecta a la pesca del atún rojo.

En cuanto a la cuestión de asegurar que otros buques de pesca cumplan las disposiciones de la CICAA, lo que significa buques de pesca pertenecientes a terceros países, esas disposiciones se aplican a todos los socios de la CICAA, y nosotros esperamos que todos ellos cumplan los términos y las condiciones del plan de recuperación del atún rojo. Si no lo hacen, se lo exigiremos en el marco de la CICAA y de nuestras relaciones bilaterales. Si se niegan a respetar sus compromisos, tendremos que considerar la adopción de otras medidas.

En cuanto a la pesca excesiva de dos países, ya he dicho que nosotros apoyamos los planes nacionales de pesca, y esto figura en el compromiso de la Presidencia, que espero que sea respaldado por todos los Estados miembros en el Consejo de noviembre.

Las cantidades pescadas de más tienen que restituirse y eso es lo que se decidió en Antalya. El resultado será una deducción anual de 1 480 toneladas para el período 2009-2011. La compensación para los estados que pesquen menos tendrá lugar a partir de 2008.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves a las 12.00 horas.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Francesco Musotto (PPE-DE), por escrito. – (IT) El informe Braghetto nos da mucho en qué pensar con respecto a la aplicación del plan de recuperación del atún rojo. Ese plan impone importantes restricciones sobre la pesca, en vista de la necesidad de proteger las poblaciones de una especie amenazada. No obstante, existe el riesgo de que la iniciativa no sea efectiva, si la Unión Europea no adopta medidas para contrarrestar su impacto socioeconómico. El informe merece que se le reconozca el mérito de poner de manifiesto esta laguna y proponer instrumentos apropiados para la aplicación efectiva de las recomendaciones de la Comisión y la CICAA.

Con respecto a los aspectos socioeconómicos, la pesca de atún es una actividad tradicional y la única fuente de ingresos para miles de familias: si se tuviese que interrumpir completamente, los pescadores tendrían que recibir una compensación financiera del Fondo Europeo de Pesca.

Los Estados miembros también deben aplicar sanciones por la pesca ilegal, que es la causa real del empobrecimiento de las poblaciones. No tiene mucho sentido castigar a los pescadores honestos, si no hay instrumentos para detener a los depredadores en el mar.

Finalmente, hay que exigir reciprocidad a los países no comunitarios: no tiene sentido que nuestros pescadores se sacrifiquen por proteger la especie, si los demás países, y me refiero a Libia y Turquía, así como a China y Japón, no aplican restricciones igualmente severas en sus mares. Además de que tendrían una ventaja competitiva con respecto a los pescadores europeos, no se resolvería el problema del empobrecimiento de las poblaciones de atún.

 
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