Índice 
Acta literal de los debates
PDF 1381k
Miércoles 28 de noviembre de 2007 - Bruselas Edición DO
1. Reanudación del período de sesiones
 2. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
 3. Composición del Parlamento: véase el Acta
 4. Verificación de credenciales: véase el Acta
 5. Composición de las comisiones y delegaciones: véase el Acta
 6. Transmisión por el Consejo de textos de Acuerdos: véase el Acta
 7. Curso dado a las posiciones y resoluciones del Parlamento: véase el Acta
 8. Proclamación del consenso en materia de ayuda humanitaria (propuestas de resolución presentadas): véase el Acta
 9. Situación en Georgia (propuestas de resolución presentadas): véase el Acta
 10. Presentación de documentos: véase el Acta
 11. Declaraciones por escrito (presentación): véase el Acta
 12. Orden de los trabajos
 13. Bienvenida
 14. Aprobación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea por el Parlamento Europeo (debate)
 15. Principios comunes de la flexiguridad (debate)
 16. Debate sobre el futuro de Europa (debate)
 17. Acuerdos de partenariado económico (debate)
 18. Modificación de la Directiva 2004/49/CE sobre la seguridad de los ferrocarriles comunitarios - Interoperabilidad del sistema ferroviario comunitario - Modificación del Reglamento (CE) nº 881/2004 por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea (debate)
 19. Coordinación de determinadas disposiciones de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (debate)
 20. Intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política
 21. Control de la adquisición y tenencia de armas (debate)
 22. Una nueva política turística en la UE: hacia una mayor colaboración en el turismo europeo (debate)
 23. Ayuda macrofinanciera al Líbano (debate)
 24. Comercio y cambio climático (debate)
 25. Referéndum en Venezuela (debate)
 26. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta
 27. Cierre de la sesión


  

PRESIDE: RODI KRATSA-TSAGAROPOULOU
Vicepresidenta

 
1. Reanudación del período de sesiones
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Declaro reanudado el período parcial de sesiones del Parlamento Europeo, interrumpido el jueves, 15 de noviembre de 2007.

 

2. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta

3. Composición del Parlamento: véase el Acta

4. Verificación de credenciales: véase el Acta

5. Composición de las comisiones y delegaciones: véase el Acta

6. Transmisión por el Consejo de textos de Acuerdos: véase el Acta

7. Curso dado a las posiciones y resoluciones del Parlamento: véase el Acta

8. Proclamación del consenso en materia de ayuda humanitaria (propuestas de resolución presentadas): véase el Acta

9. Situación en Georgia (propuestas de resolución presentadas): véase el Acta

10. Presentación de documentos: véase el Acta

11. Declaraciones por escrito (presentación): véase el Acta

12. Orden de los trabajos
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Se ha repartido la versión final del proyecto de orden del día elaborado de conformidad con los artículos 130 y 131 del Reglamento. Se han propuesto las siguientes enmiendas:

 
  
MPphoto
 
 

  Martin Schulz , en nombre del Grupo del PSE.(DE) Señora Presidenta, en el orden del día de hoy tenemos la Declaración de la Comisión sobre los Acuerdos de Asociación Económica con los países ACP y está prevista una resolución para ese debate. En nuestro Grupo, esta mañana y en los últimos días, hemos mantenido debates muy intensos en torno a dicha resolución. Hemos tratado de pactar con otros grupos una resolución de compromiso. Lamentablemente, eso ha sido imposible. Pero no queremos renunciar a conseguirlo y seguimos tratando de alcanzar un compromiso antes de tener que recurrir a votaciones apretadas.

En nombre de mi Grupo, propongo por tanto que el debate y la votación de la resolución sobre la Declaración de la Comisión se aplacen hasta el período parcial de sesiones de diciembre. Agradeceré a sus Señorías que apoyen esta forma de proceder, dándonos así un cierto margen para la negociación de un compromiso.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Señor Schulz, nos referiremos a este tema a su debido tiempo, de conformidad con el orden del día.

Miércoles:

- El debate conjunto sobre los ferrocarriles comunitarios se celebrará antes del informe de la señora Hieronymi sobre las actividades de radiodifusión televisiva.

- El informe de Ortuondo Larrea sobre la interoperabilidad del sistema ferroviario comunitario se someterá a votación en el próximo período parcial de sesiones en Estrasburgo.

Jueves:

Les informo de que en el turno de votaciones:

- El informe del señor Leinen sobre la modificación del Reglamento financiero aplicable al presupuesto general de las Comunidades Europeas se aprueba de conformidad con el artículo 43 del Reglamento, apartado 1, se someterá a votación.

- El informe Blokland sobre productos químicos peligrosos se aplaza hasta el período parcial de sesiones de enero, para que pueda conseguirse la conciliación en primera lectura.

Ahora, respecto al tema que usted ha planteado, señor Schulz:

He recibido del Grupo Socialista la petición de aplazar la votación de las propuestas de resolución sobre los Acuerdos de Asociación Económica hasta el período de sesiones de diciembre, estableciéndose así nuevos plazos para la presentación de los textos.

 
  
MPphoto
 
 

  João de Deus Pinheiro, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PT) Señora Presidenta, tomo nota del espíritu de compromiso demostrado desde los escaños socialistas y, en nombre del Grupo del PPE-DE, tengo que decir que nosotros estamos también abiertos al compromiso y que, por tanto, no nos opondremos a esta sugerencia. Ahora bien, después del referéndum en Venezuela, nosotros también queremos una resolución, durante el período parcial de sesiones de diciembre, sobre la situación en ese país. Con ese espíritu de compromiso y con espíritu navideño, creo que podemos aceptar esas propuestas.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Señor Pinheiro, este tema no concierne a Venezuela, sino a la propuesta del Grupo Socialista relativa al aplazamiento de las propuestas de resolución sobre los Acuerdos de Asociación Económica hasta el período de sesiones de diciembre.

¿Desea intervenir alguna de sus Señorías para defender esta propuesta?

 
  
MPphoto
 
 

  João de Deus Pinheiro, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PT) Señora Presidenta, probablemente no ha escuchado lo que he dicho. Empecé diciendo que, con espíritu de compromiso, nosotros estaríamos dispuestos a aceptar esta sugerencia. Y con ese mismo espíritu de compromiso navideño, nos gustaría también que nuestros amigos socialistas aceptasen a su vez nuestra propuesta de resolución sobre la cuestión de Venezuela después de que se celebre allí el referéndum.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. – ¿Desea intervenir alguna de sus Señorías en contra de esta propuesta?

 
  
MPphoto
 
 

  Helmuth Markov, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señora Presidenta, me sorprende bastante esta propuesta del Grupo Socialista. La propuesta de resolución común presentada por los Socialistas, los Verdes y mi Grupo incorporaba la resolución aprobada en Kigali. En Kigali, los miembros del Grupo del PPE-DE aceptaron también este compromiso, por lo que simplemente no puedo entender por qué ahora debemos aplazar la cuestión hasta un futuro debate cuando todos los diputados de esta Cámara habíamos alcanzado ya un acuerdo. ¡El hecho es que todos estuvieron de acuerdo con este compromiso en Kigali! Me opongo, por tanto, a que se aplace, porque el documento en cuestión ha sido respaldado ya por un gran número de diputados y podría someterse a votación hoy.

 
  
MPphoto
 
 

  Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, sólo para que no haya malos entendidos: el problema no es el fondo; el problema es que quieren asegurarse una mayoría. Creo que eso es legítimo. Tiene usted toda la razón, señor Markov; la propuesta implica que el debate tendría que reanudarse, cosa que me resulta difícil de entender, pero la idea de los Socialistas —veamos— es asegurar una mayoría a favor de lo que todos quieren conseguir en cualquier caso. Esa es la cuestión y la razón por la que quieren un aplazamiento. Eso es todo.

 
  
  

(El Parlamento aprueba la propuesta.)

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. – La votación sobre las propuestas relativas a los Acuerdos de Asociación Económica se aplaza hasta diciembre y los plazos propuestos son los siguientes:

para presentar propuestas de resolución: miércoles, 5 de diciembre a las 12.00 horas;

para presentar enmiendas y propuestas de resolución comunes: lunes, 10 de diciembre a las 19.00 horas.

La votación tendrá lugar el miércoles 12 de diciembre.

He recibido una petición del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos para que se ponga fin al debate de la Declaración de la Comisión sobre el referéndum en Venezuela, con la presentación de propuestas de resolución.

¿Quiere intervenir alguna de sus Señorías en contra de esta petición?

 
  
MPphoto
 
 

  Martin Schulz , en nombre del Grupo del PSE.(DE) Señora Presidenta, el señor de Deus Pinheiro acaba de mencionar el espíritu navideño. Yo también estoy a favor del espíritu navideño, pero no debemos exagerarlo. Al fin y al cabo, con ese espíritu nos mostramos muy dispuestos a alcanzar un compromiso en Kigali.

En cuanto a Venezuela, siempre van a existir diferencias de opinión, o incluso controversia, en un debate sobre el señor Chávez. Nosotros creemos que ese debate es útil —de hecho, se está celebrando ahora— pero no estamos seguros de que vayamos a conseguir una resolución razonable en el poco tiempo de que disponemos hoy o mañana. Si seguimos adelante con la resolución en el período parcial de sesiones de diciembre, tendrá para entonces tres semanas de antigüedad. Es muy conveniente que celebremos el debate ahora, pero no queremos una resolución, porque habrá que redactarla o llegará demasiado tarde. Creo que debemos celebrar el debate hoy, y con eso será suficiente.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. − ¿Quiere intervenir alguna de sus Señorías para defender esta propuesta?

 
  
MPphoto
 
 

  João de Deus Pinheiro, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PT) Señora Presidenta, le agradezco esta oportunidad. Vamos a tener una nueva situación después del referéndum que está a punto de celebrarse en Venezuela. Es un referéndum muy importante y me parece esencial que en esta Cámara seamos capaces de mantener un debate racional sobre esta cuestión ahora, analizando los posibles resultados de dicho referéndum. Entonces podremos tratar de aprobar una resolución en diciembre. Creo que es posible y que debemos intentarlo. Hago esta sugerencia con espíritu navideño y de cooperación.

 
  
  

(El Parlamento rechaza la solicitud.)

(Se aprueba el orden del día modificado.)

 

13. Bienvenida
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Hoy tenemos el gran placer de dar la bienvenida a nuestro Parlamento a una delegación parlamentaria de la República Islámica de Afganistán. Esta delegación visitó nuestro Parlamento el pasado mes de diciembre en Estrasburgo, y nos complace darles la bienvenida también en Bruselas.

(Aplausos)

Señorías, quiero manifestar nuestro más sentido y profundo pésame a su Asamblea y al pueblo afgano por el atentado terrorista perpetrado el 6 de noviembre de 2007, en el que seis diputados de su Parlamento y unos 100 ciudadanos afganos perdieron la vida. Entre las víctimas estaba Sayed Mustafá Kazemi, que había sido miembro de la delegación afgana que visitó Estrasburgo el año pasado.

La finalidad de su visita es iniciar un diálogo continuo que nos permita llegar a conocer más deprisa y mejor la situación política y social en Afganistán, y que nos dé la oportunidad de hablar sobre la ayuda que necesita su país.

Estoy segura de que todos ustedes consideran esta visita como un símbolo de nuestro esfuerzo conjunto por defender los valores democráticos y el pleno respeto a los derechos humanos en todo el mundo.

Quiero manifestar nuestra satisfacción por su visita, y nuestro compromiso de estrechar la cooperación entre nuestros Gobiernos.

Tengo entendido que ustedes han mantenido ya contactos fructíferos con el Parlamento Europeo, y les deseo que prosigan con éxito su misión, que disfruten de su estancia y que tengan un feliz viaje de regreso a su país.

 
  
MPphoto
 
 

  Gyula Hegyi (PSE). – Señora Presidenta, la cuestión reglamentaria que deseo plantear, con arreglo al artículo 9, apartado 2, se refiere al buen desarrollo de las actividades parlamentarias.

Se nos ha informado de la presencia de amianto en los edificios Winston Churchill y SDM de Estrasburgo. El informe más reciente «ha confirmado una mayor presencia de amianto» de la que en un principio cabía esperar existiera en nuestros lugares de trabajo de dicha ciudad. El amianto es uno de los carcinógenos más peligrosos y supone un riesgo para la vida humana. Por consiguiente, debería solicitar se nos facilite información adecuada sobre la evaluación de riesgos e información detallada sobre la retirada del amianto de los edificios del Parlamento, incluidos el calendario y las medidas de seguridad correspondientes. La salud y la seguridad de los diputados al Parlamento, los empleados y los visitantes de la institución deberían constituir una prioridad absoluta.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. – Señor Hegyi, ésta no es, en el fondo, una cuestión de procedimiento, pero como usted ha planteado una cuestión tan importante, quiero decirle que el Secretario General ha hecho ya una declaración sobre la posible presencia de amianto en nuestros edificios.

 

14. Aprobación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea por el Parlamento Europeo (debate)
MPphoto
 
 

  Presidenta. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0445/2007) de Jo Leinen, en nombre de la Comisión de Asuntos Constitucionales, sobre la aprobación por el Parlamento Europeo de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2007/2218(ACI)).

 
  
MPphoto
 
 

  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señora Presidenta, señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, la proclamación solemne de la Carta de los Derechos Fundamentales el próximo 12 de diciembre en Estrasburgo por los Presidentes del Consejo, el Primer Ministro portugués José Sócrates, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea constituirá, sin lugar a dudas, uno de los momentos más significativos de la historia reciente de la Unión y de la Presidencia portuguesa de la Unión Europea.

Daremos un paso al frente y un paso con importantes implicaciones concretas para la consolidación de los valores universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad. Gracias al nuevo Tratado de Lisboa, la Carta tendrá el mismo valor que los Tratados; en otras palabras, será jurídicamente vinculante. Este hecho, por su importancia, debe ser debidamente destacado y es algo de lo que todos nosotros, el Parlamento, los Gobiernos nacionales y la Comisión, debemos estar orgullosos. Marca el fin de un largo camino.

El alcance de la decisión de dotar de valor jurídico a la Carta de los Derechos Fundamentales transciende los círculos políticos y diplomáticos habituales, adentrándose directamente en la esfera jurídica de nuestros conciudadanos. Es un resultado concreto de Europa. Es cierto que las reformas institucionales del Tratado de Lisboa son importantes y también es verdad que los cambios realizados en las políticas de la Unión, la Política Exterior y de Seguridad Común, la política de justicia y asuntos de interior y otros ámbitos, son importantes para que la Unión pueda acometer el futuro y abordar los desafíos que se nos presentan. Pero la existencia de un catálogo de derechos, vinculante para las instituciones europeas y para los Estados miembros cuando apliquen el Derecho europeo, tiene un significado que va mucho más allá de todo eso. A partir de este momento, colocamos a los ciudadanos en el centro del proyecto europeo.

Ya que hablamos de derechos fundamentales, quiero también, en nombre de la Presidencia y en nombre de mi propio país, manifestar mi satisfacción con el Protocolo del Tratado de Lisboa, que prevé la adhesión de la Unión al Convenio Europeo de Derechos Humanos. Y es que ese Protocolo representa el logro de una ambición largo tiempo albergada.

Por todo ello, no puedo más que felicitar a este Parlamento y al señor Leinen por la aprobación de este proyecto de informe el pasado 12 noviembre en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Se ha vuelto a demostrar el compromiso de esta Cámara con los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Sólo me queda expresar mi más sincero deseo de que la Cámara pueda emitir un voto favorable y permitir que el próximo día 12 de diciembre las tres instituciones proclamen solemnemente la Carta de los Derechos Fundamentales.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señora Presidenta, la Carta de los Derechos Fundamentales será un instrumento clave en nuestra Unión basada en el Estado de Derecho. Contiene un verdadero catálogo de derechos de los que todos los ciudadanos de Unión deberían gozar, desde los derechos individuales relativos a la dignidad, las libertades, la igualdad y la solidaridad a los derechos vinculados al estatuto de ciudadano y la justicia. La Carta no modificará las competencias de la Unión sino que ofrecerá una consolidación de los derechos y una mayor libertad para los ciudadanos.

Las instituciones, organismos, oficinas y agencias de la Unión habrán de respetar los derechos recogidos en la Carta y los Estados miembros habrán de someterse a las mismas obligaciones cuando apliquen la legislación de la Unión. Los ciudadanos podrán reivindicar ante los tribunales los derechos recogidos en la Carta y el control judicial del Tribunal de Justicia garantizará que la misma se aplique correctamente.

La Comisión se congratula de que se haya conservado el carácter vinculante de la Carta a lo largo de las negociaciones en la Conferencia Intergubernamental. Al igual que el Parlamento, habríamos preferido que la Carta se aplicara en los 27 Estados miembros, sin excepciones a las posibilidades de acogerse a la misma, pese a lo cual no debemos subestimar los resultados obtenidos. La validez jurídica constituye un importante avance en pos de construir una Unión legítima y responsable, en la que los intereses de los ciudadanos representen el centro de atención. Ello no era obvio en un inicio y, para alcanzar dicha meta, ha habido que recorrer un largo camino.

La Carta proclamada en 2000 no era jurídicamente vinculante. Durante la Convención Europea de los años 2002 y 2003 y en la CIG subsiguiente de 2003 y 2004, se modificó para hacerla jurídicamente vinculante, pero dicho proceso se detuvo debido al fracaso en la ratificación del Tratado Constitucional.

Durante el Consejo Europeo de junio de 2007, se acordó que el nuevo Tratado futuro contuviera una referencia cruzada a la Carta, en su versión modificada y, por último, aprobada en 2004, y que aquélla tendría el mismo valor jurídico que los Tratados, extremo que se refleja en el nuevo Tratado.

El ponente propone que el Parlamento apruebe la Carta, lo que representa un paso necesario antes de su proclamación solemne y, por supuesto, la Comisión apoya plenamente esta recomendación. La Comisión aprobará asimismo la Carta durante la próxima semana y autorizará al Presidente a que la proclame el 12 de diciembre junto a los Presidentes del Parlamento y del Consejo.

La proclamación de la Carta modificada facilitará la base para la inclusión de una referencia cruzada en el nuevo Tratado, el cual se firmará al día siguiente en Lisboa, lo que representará una ampliación del valor jurídico y de la posibilidad de reivindicar los derechos recogidos en aquélla

Con el nuevo Tratado y con la Carta de los Derechos Fundamentales, la Unión potenciará innegablemente su nivel de protección de los derechos humanos. La Unión Europea no es sólo un mercado sino asimismo un espacio común basado en valores y en derechos comunes.

 
  
MPphoto
 
 

  Jo Leinen, ponente. (DE) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Vicepresidenta, Señorías, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea es un elemento fundamental del Tratado de Lisboa; de hecho, podríamos incluso decir que es el alma del nuevo Tratado de Reforma. Celebro que las tres instituciones estén de acuerdo en que el Tratado de Lisboa no trata únicamente de instituciones o de políticas; trata de personas, de los 500 millones de personas que viven en la Unión Europea. Esta Carta es una expresión visible del hecho de que la Unión Europea se preocupa por la protección de nuestros ciudadanos en lo que respecta a todos los actos jurídicos que emanan de la Unión Europea.

La Carta de los Derechos Fundamentales constituye, por tanto, un hito. Estamos pasando de una Europa de los estados a una Europa de los ciudadanos, y en el Parlamento Europeo hemos acogido siempre con satisfacción ese cambio. Con esta Carta y con los 50 derechos y libertades en ella contenidos, la Unión Europea tendrá el catálogo más moderno y completo de derechos fundamentales del mundo. No existe nada parecido en el resto del mundo, así que debemos estar orgullosos de ese logro. Empezando por el artículo 1, que habla de la protección de la dignidad humana, y a lo largo de toda la Carta hasta el último artículo, que trata sobre el derecho a no ser castigado dos veces por el mismo delito penal, la Carta refuerza la protección de los derechos y menciona también derechos que no se encuentran necesariamente en todas las constituciones de los 27 Estados miembros. Quiero llamar simplemente su atención sobre la prohibición de la clonación reproductiva de seres humanos por medio de la tecnología genética moderna, el derecho a la protección de los datos personales, el derecho a la libertad de información y el derecho de acceso a documentos, pero también el derecho a una buena administración, a una «buena gobernanza», que es lo que predicamos nosotros al resto del mundo, pero que también nos lo tenemos que aplicar, lógicamente, a nosotros mismos.

Por primera vez, un catálogo de derechos fundamentales pone los derechos económicos y sociales en el mismo plano que los derechos políticos y las libertades civiles. En la era de la globalización, estoy seguro de que con esta Carta se proporcionará una protección adecuada a los ciudadanos. Como se ha dicho otras veces en este Parlamento, es lamentable que el nuevo Tratado no reproduzca el texto de la Carta en su totalidad, ya que no es tan visible como podría haberlo sido. No obstante, creo que debemos destacar, con satisfacción, el artículo 6 del Tratado de Lisboa, que dice: «La Unión reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, la cual tendrá el mismo valor jurídico que los Tratados.» Eso acaba con cualquier duda que pudieran tener los ciudadanos de la Unión Europea y les confirma que, con este Tratado, podrán reclamar sus derechos ante los tribunales nacionales y, en última instancia, ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo.

Todavía tenemos que volver a aprobar esta Carta en sesión plenaria, puesto que ha sido modificada y la nueva versión no es, lamentablemente, tan buena como la Carta de 2000. Me refiero sobre todo al artículo 52, que se ha suavizado, y a los posibles problemas de interpretación de las cláusulas muy poco precisas que contiene dicho artículo. No obstante, la Carta ha sido rescatada y va a formar parte de los Tratados. Creo que la Carta es un símbolo. Como ya se ha dicho en esta Cámara, la UE no es sólo un gran mercado con una unión monetaria asociada; la UE es una comunidad de valores y su cometido es la defensa de esos valores en sus políticas interiores y también en las políticas exteriores de Europa.

Es muy lamentable que dos Estados miembros, Reino Unido y Polonia, hayan optado por la exclusión voluntaria. Nos parece lamentable y quiero hacer un llamamiento a los Gobiernos y Parlamentos de esos dos países para que no escatimen esfuerzos en revocar esa exclusión lo antes posible, para que los 27 Estados miembros puedan funcionar sobre la misma base en lo que respecta a la defensa de los derechos y valores fundamentales de la Unión Europea. Apoyo, por tanto, la aprobación de la enmienda de los Verdes en este sentido, que votaremos mañana como un anexo a nuestro informe de la Comisión de Asuntos Constitucionales. Les pido, por tanto, que voten a favor de este importante informe.

 
  
MPphoto
 
 

  Íñigo Méndez de Vigo, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señora Presidenta, esta mañana mi Grupo político ha festejado, ha conmemorado, la aprobación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, y los miembros de mi Grupo llevamos hoy un badge que dice «Sí a la Europa de los valores».

En eso coincido con lo que han dicho los oradores precedentes -especialmente la señora Wallström- en que la Unión Europea no es solamente un mercado. La Unión Europea es un proyecto político, pero asentado sobre principios y valores que unen a los europeos.

Por tanto, señora Presidenta, hoy es un buen día, con una resolución que va a dar luz verde a que, en el Pleno de Estrasburgo, podamos festejar y proclamar solemnemente esa Carta de los Derechos Humanos.

Porque no creo desvelar ningún secreto si digo que a quienes tuvimos la dicha de participar en la redacción de esa Carta, en la primera Convención, nos quedó un regusto amargo, por dos razones. Primero, porque, aunque redactamos la Carta como si fuera a tener vinculación jurídica, al final no fue posible en Niza, porque hubo seis Gobiernos que se negaron a ello.

Pues bien, el tiempo dio la razón a quienes estábamos en esa tesitura y hoy la Carta, en el Tratado de Lisboa, será jurídicamente obligatoria. Por tanto, aquel regusto amargo se convierte hoy en una satisfacción.

Y, en segundo lugar, señora Presidenta, yo recuerdo como en Niza no hubo una proclamación solemne de la Carta. Se perdió una gran oportunidad para explicar a los europeos que los derechos y libertades proclamados en la Carta constituyen nuestras señas de identidad. Se hizo una firma de tapadillo.

Pues bien, gracias al empuje del Presidente del Parlamento Europeo y de nuestros tres representantes en esta Conferencia Intergubernamental, vamos a hacer el 12 de diciembre en el Parlamento de Estrasburgo lo que no se hizo en Niza. Vamos a proclamarla solemnemente y vamos a reafirmar, como hemos hecho los miembros del Partido Popular Europeo, nuestro compromiso con esos derechos y libertades que constan en esa Carta.

Votaremos, señora Presidenta, a favor del informe del señor Leinen.

 
  
MPphoto
 
 

  Richard Corbett, en nombre del Grupo del PSE. – Señora Presidenta, el Grupo del PSE apoya la nueva adopción de la Carta, en su nueva forma, de manera que, a través del Tratado de Reforma, pueda convertirse en un documento vinculante para las instituciones europeas. De este modo estaremos colmando una importante laguna. Las instituciones europeas, como tales, no están obligadas aún, de un modo sólido, a respetar los mismos derechos que todos nuestros Estados miembros respetan en virtud de sus respectivas constituciones o en virtud haberse adherido al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos o a otros instrumentos internacionales en la materia. Esta Carta será vinculante para las instituciones europeas y todo el ámbito del Derecho comunitario deberá respetar tales derechos; en caso contrario, la legislación europea podrá rechazarse en los tribunales.

Sorprende que algunos euroescépticos que, cabe pensar, deberían complacerse de que las instituciones europeas estén obligadas —limitadas— a obrar de este modo, se opongan a la Carta. Con todo, algunos lo hacen. Acaso quepa lamentar que, de resultas de ello, ciertos Estados miembros hayan considerado necesario aclarar, en un protocolo, el modo en que la Carta interactúa con su legislación nacional.

Ello, a su vez, ha generado confusión. Un colega acaba de llamarlo «cláusula de exclusión». No se trata, desde luego, de una cláusula de exclusión. La Carta sigue siendo vinculante para las instituciones europeas y para todo el ámbito del Derecho comunitario, sin perjuicio de cómo afecte al Derecho nacional en determinados países.

 
  
MPphoto
 
 

  Andrew Duff, en nombre del Grupo ALDE. – Señora Presidenta, la proclamación solemne de la Carta es el culmen de nuestro trabajo, que se remonta al año 1999, dedicado a la creación de un régimen de derechos superior para la Unión Europea.

Dado que el objetivo principal de la Carta consiste en proteger a los ciudadanos frente al abuso del gran poder del que se ha investido a la Unión, es extraño y lamentable que un Estado miembro trate de sortear sus efectos vinculantes. Estoy convencido de que se acabará determinando que el protocolo británico es jurídicamente deficiente, amén de que constituye un grave error político.

Los tribunales están obligados a desarrollar una jurisprudencia para todo el sistema de la Unión que no tenga en cuenta la nacionalidad y sea fiel al principio fundamental del Derecho de la Unión, que consiste en que extraemos nuestros derechos fundamentales de las tradiciones comunes a todos nuestros Estados miembros, por oposición a las que sólo pertenecen a uno de ellos. En mi opinión, y en la de mi Grupo, la cláusula de exclusión británica es una vergüenza y debería relegarse al olvido cuanto antes.

 
  
MPphoto
 
 

  Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN.(PL) Señora Presidenta, en el año 2000 se redactó la Carta de los Derechos Fundamentales como una declaración de los valores que debían orientar la política de la Unión. La propia Unión debía ratificar el Convenio Europeo de Derechos Humanos. En ese momento, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas dejaría de dictaminar sobre la base de principales jurídicos generales derivados de las constituciones de los Estados miembros.

Ahora estamos en 2007 y la Unión va a ratificar el Convenio Europeo, pero no para que se convierta en el único sistema europeo de protección de los derechos humanos. Estamos creando un sistema alternativo basado en una carta de derechos jurídicamente vinculante. En muchos aspectos, esto es fundamental. Los principios jurídicos generales seguirán siendo el tercer conjunto de criterios para dictaminar en asuntos relacionados con los derechos fundamentales.

Todo ello está complicando el sistema de protección de derechos fundamentales en Europa y haciéndolo más difícil de entender para los ciudadanos. A muchos europeos les preocupa la situación. Básicamente, estas son las razones por las que dos Estados miembros han optado por protocolos para protegerse frente a las consecuencias imprevistas de los efectos de la Carta.

 
  
MPphoto
 
 

  Johannes Voggenhuber , en nombre del Grupo Verts/ALE.(DE) Señora Presidenta, hoy me siento orgulloso de ser diputado en esta Cámara, que desde el primer día ha sido una ardiente defensora de los derechos fundamentales y civiles en general, y de esta Carta de los Derechos Fundamentales en particular. Han pasado nueve años desde que en la Cumbre de Colonia se emprendió la iniciativa de empezar a trabajar en una Carta jurídicamente vinculante, y este proceso no ha finalizado todavía.

Como alguien que ha tenido el privilegio de seguir ese proceso constitucional de principio a fin, quiero compartir con ustedes dos experiencias. Una es muy irónica: resulta extraño que, en esos nueve años, nada haya sido tan laborioso y controvertido, o tan difícil de conseguir, como esos documentos en donde se enuncian los principios que constituyen los cimientos de la Unión Europea y que tendríamos que dar por sentados: democracia, derechos parlamentarios, derechos sociales, economía de mercado, transparencia de legislación y derechos y libertades fundamentales. Es una situación muy extraña y seguramente tiene que ver con las verdaderas causas de la crisis de confianza que afecta a la Unión Europea.

La segunda experiencia que quiero compartir con ustedes es la siguiente: es importante que no desfallezcamos ni nos desilusionemos, y también es importante que no nos descorazonemos. Pienso desde hace mucho que Sísifo es el santo patrón de Europa, y toda esta experiencia así lo demuestra. Por eso creo que, hoy y siempre, debemos insistir y pedir al Reino Unido y a Polonia, en nombre de la indivisibilidad de los derechos fundamentales, en nombre de la indivisibilidad de los derechos humanos y los derechos y libertades fundamentales, que se sumen a este gran consenso europeo.

 
  
MPphoto
 
 

  Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL.(FR) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, en nuestra próxima sesión volveremos a aprobar la Carta de los Derechos Fundamentales.

Pero antes de eso, permítanme formular una pregunta que posiblemente no sea tan simple como aparenta. ¿Será ésta la Carta inicial proclamada en el año 2000 o, como deja entender el informe Leinen, será el refrito modificado que se ha integrado en el anterior proyecto de Tratado Constitucional? Por supuesto, los dos textos no son idénticos y me parece lamentable que no se expliquen claramente las diferencias entre ellos, aunque eso hubiese provocado cierta polémica legítima.

Por ejemplo, la comisión francesa de derechos humanos ha manifestado, y cito sus propias palabras, su seria preocupación por los cambios introducidos en los artículos consagrados a los derechos sociales – y sigo citando sus propias palabras – que amenazan con despojar a la Carta de su contenido social.

Uno de los principales autores de la Carta original, el abogado Guy Braibant, ha explicado a la prensa – y cito sus propias palabras – que las condiciones que rodean a la aplicación del texto han cambiado. En primer lugar, la palabra «poder» es sustituida en ocasiones por «deber». Además – y sigo citando sus propias palabras – existe una referencia oficial a las «explicaciones» del Presidium. Aunque tienen que ser pedagógicas y completamente neutrales, las explicaciones interpretan las leyes en un sentido bastante mínimo. Los derechos fundamentales se han debilitado, fin de la cita.

¿Qué texto vamos a aprobar en la próxima sesión? Otra pregunta: ¿será válida dicha aprobación en todos los países de la UE? Ese tipo de acción no puede dar lugar a ambigüedades. Por eso, agradecería una respuesta concreta a mis dos preguntas.

 
  
MPphoto
 
 

  Jens-Peter Bonde, en nombre del Grupo IND/DEM. – (DA) Señora Presidenta, he participado en la elaboración de la Carta, y en ambos convenios he propuesto una solución muy sencilla: permitir que la UE ratifique el Convenio Europeo de Derechos Humanos. De esta forma, las instituciones quedarían vinculadas de la misma forma que los países. Salvaríamos las distancias. Si hacemos que la Carta sea jurídicamente vinculante, no estaremos salvando ninguna distancia. Todo lo contrario, estaremos creando diferencias en la protección que disfrutamos como ciudadanos en virtud de nuestras constituciones nacionales y como parte de nuestros derechos humanos europeos comunes. La interpretación activista del Tribunal de Luxemburgo prevalecerá siempre sobre Estrasburgo y sobre nuestro propio Tribunal Supremo. La Carta no es fuente independiente adecuada de legislación. Es demasiado imprecisa. ¿Comienza el derecho a la vida en el momento de nacer? Si la respuesta es negativa, ¿cuántos meses antes? ¿Se aplica el derecho a convocar huelgas también a los trabajadores del sector público? La libertad de expresión para los funcionarios públicos está mucho mejor protegida en el Tribunal de Estrasburgo que en el Tribunal de Luxemburgo. Además, ayer vimos un ejemplo clarísimo de los conflictos que pueden surgir. El periodista alemán Hans-Martin Tillack obtuvo el apoyo del Tribunal de Estrasburgo, al dictaminar éste que la OLAF había actuado en contra de la ley cuando le detuvo y le requisó 16 cajas de documentos, ordenadores y teléfonos. Luxemburgo apoyó el robo de las fuentes del periodista. Estrasburgo condenó el robo y la detención porque dio prioridad a la libertad de prensa.

La Carta se presentará como una victoria para los derechos humanos. Posiblemente lo sea. Pero recuerda más a una papeleta de lotería amañada. En cierto sentido, estamos corriendo un gran riesgo en lo que respecta a unos derechos humanos que nos han costado mucho conquistar, como la libertad de expresión y la libertad de prensa. Los jueces deciden la forma de sacar los números de la lotería en Luxemburgo, fuera de todo control parlamentario, y sólo cuando se les condene habrá una enmienda unánime de los tratados para corregir toda posible reacción violenta. Es muy poco práctica y se parece más a una cárcel para nuestros derechos que a una carta.

 
  
MPphoto
 
 

  Jim Allister (NI). – Señora Presidenta, todos apoyamos los derechos humanos, y ya me están cansando ciertas personas —sobre todo aquéllas que proceden de Estados donde, desde el punto de vista histórico, los derechos humanos constituyen una novedad— que atacan al Reino Unido como si el país fuera una suerte de paria debido a su «remedo» de cláusula de exclusión con arreglo al Protocolo nº 7.

Permítanme recordarles que hace ya mucho tiempo, en 1688, la Ley de derechos fue el núcleo de la Revolución Gloriosa del Reino Unido. Desde entonces, el Reino Unido ha sido un faro de libertad. Así pues, no tenemos necesidad alguna de que nos señalen con dedo y nos den lecciones sobre derechos humanos.

Puede haber a quien le fastidie que les hayamos estropeado la fiesta al mantenernos al margen, de momento, de las trampas que tiende la «superestatalidad» de la UE, pero habré de señalarles que tal es nuestro derecho nacional y político. Tristemente, sin embargo, la cláusula de exclusión se irá desvaneciendo a medida que el Tribunal de Justicia vaya aplicando su agenda centralizadora. En último extremo, no obstante, tales personas se saldrán con la suya, si el Reino Unido es tan necio de ratificar este Tratado pese a la oposición de su pueblo.

 
  
MPphoto
 
 

  Elmar Brok (PPE-DE).(DE) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio, señora Vicepresidenta, éste es también uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos que no deben pasarse por alto. La Carta de los Derechos Fundamentales proporciona, en efecto, protección a los ciudadanos similar a la contemplada por el Estado constitucional clásico. Pero la Unión Europea no es un Estado. No es un Estado, pero sí que tiene competencias legislativas, y sólo esa capacidad legislativa de las instituciones de la Unión Europea queda bajo la protección y el control de la Carta de los Derechos Fundamentales con carácter vinculante. Relacionado con lo anterior está el hecho de que la legislación europea y las acciones de las instituciones europeas están supeditadas a unos valores y a unas decisiones basadas en valores, además de a la primera frase de esta Carta, que es también la más noble: la dignidad humana es inviolable.

Para mí, ese principio se deriva de una concepción cristiana de la humanidad. Pero se puede derivar también de otras fuentes. Nuestro compromiso vinculante con ese principio, y el compromiso vinculante de nuestras tres instituciones con el respeto a ese principio, supone un enorme avance. Esto se aplica a la Unión Europea en su conjunto. Polonia y el Reino Unido son Estados de derecho; eso es indudable. Pero lo cierto es que, si no ratifican la Carta y deciden excluirse voluntariamente, no se estarán protegiendo a sí mismos; estarán protegiendo algo que ya está protegido. Lo cierto es que esta Carta no es, en ningún caso, aplicable a la legislación nacional y a las instituciones nacionales. En otras palabras, están protegiendo algo que ya puede darse por sentado. En Polonia sobre todo – donde la mayoría parlamentaria y la mayoría de los ciudadanos tienen una opinión diferente, pero donde el Presidente hace uso de sus prerrogativas − espero que, con el tiempo, las cosas cambien.

La naturaleza jurídicamente vinculante de la Carta puede reforzarse aún más si adoptamos una estrategia armonizada. Señor Presidente en ejercicio, le agradezco que estemos aprovechando la oportunidad que ofrece una personalidad jurídica única y que vayamos a ratificar el Convenio de Estrasburgo. Si este Convenio tiene éxito, el espacio europeo de justicia se hará coherente, al aunar la protección de los derechos fundamentales tanto a escala nacional como europea. Espero que el resultado sea una Europa de ciudadanos orientada a los valores de la que podamos sentirnos orgullosos.

 
  
MPphoto
 
 

  Józef Pinior (PSE).(PL) Señora Presidenta, la Carta de los Derechos Fundamentales es el equivalente de principios del siglo XXI a las grandes declaraciones sobre derechos humanos y derechos de los ciudadanos realizadas en los siglos XVIII, XIX y XX. Fueron declaraciones famosas sobre la libertad y el Estado de Derecho que forjaron la democracia contemporánea. Nuestra Carta tiene sus raíces en los acontecimientos que contribuyeron al desarrollo de la democracia y al régimen contemporáneo de democracia liberal en los últimos 200 años.

No veo ninguna razón por la que algunos países europeos no deban aprobar esta Carta. Me dirijo al señor Szymañski: ¿cómo puede nadie declararse en serio contrario a la Carta en un país que ha sido el lugar de nacimiento de Solidarność, gracias a cuyo liderazgo Europa en su conjunto adquirió su actual concepción del derecho a la libertad, el Estado de Derecho y la democracia?

Apelo al Gobierno polaco en Varsovia y, en especial, al señor Tusk, el Primer Ministro. Señor Tusk, su grupo parlamentario ganó las elecciones hace un mes gracias a los votos de los polacos que quieren que se incluya la Carta en el Tratado de Reforma europeo. Confío en que no decepcionará a los votantes que le apoyaron hace poco más de un mes. Pido al Gobierno polaco que incluya la Carta de los Derechos Fundamentales en el Tratado de Reforma, para que sea vinculante también en mi patria. La Polonia de Solidarność, la Polonia europea, la Polonia de la tolerancia y la apertura, cree que la Carta de los Derechos Fundamentales es un elemento clave del Tratado de Reforma. No debemos permitir el chantaje del ala derecha conservadora, a la que le gustaría que decidiéramos no aplicar esta Carta en nuestra patria.

 
  
  

PRESIDE: MARIO MAURO
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Bronisław Geremek (ALDE).(PL) Señor Presidente, creo que la Carta de los Derechos Fundamentales es una condición sine qua non para cualquier comunidad que desee funcionar respetando el sistema de valores basado en el respeto a la dignidad humana. Eso da lugar a los principios de libertad, igualdad y solidaridad. No veo razón alguna para que países como el Reino Unido o Polonia, que quieren formar parte de la Comunidad, rechacen su participación en algo que constituye los cimientos de nuestra acción común.

Esta Carta defiende la referencia a unos valores sociales, al modelo social europeo. Establece claramente que, en lo que respecta a las costumbres y prácticas locales, se debe aplicar la legislación nacional interna. Eso significa que no hay ningún motivo para optar por la exclusión voluntaria en este ámbito. Confío en que tanto Polonia como el Reino Unido decidan participar.

 
  
MPphoto
 
 

  Bernard Wojciechowski (IND/DEM).(PL) Señor Presidente, el debate sobre este informe aborda muchos temas e, indirectamente también, la base para crear un nuevo marco jurídico. En agosto de 2007, el Presidente de este Parlamento hizo una declaración en este sentido ante una audiencia de personas desplazadas. Dijo que la fuente del derecho a una patria debe buscarse en el derecho a la dignidad, y que el derecho a una patria es, por tanto, un derecho humano fundamental.

El derecho a la dignidad se consagra en el primer artículo de la Carta. La opinión del Presidente ha sido criticada en el Parlamento polaco. La asociación alemana de personas desplazadas lamenta el destino de los ciudadanos polacos que han tenido que ser reasentados. ¿Qué sucedería si ese lamento alemán y su interpretación específica de la dignidad humana se aplicaran a Alsacia y Lorena? ¿Se crearía en este caso también un centro para los reasentados, o habría reconciliación? El intento de derivar el derecho a una patria del derecho a la dignidad es una mala interpretación de la axiología de los derechos humanos, como ha dicho el señor Karski, diputado en el Parlamento polaco. Se puede aceptar una interpretación que aclare la legislación primaria, pero no que la amplíe.

El Presidente del Parlamento Europeo ha hecho referencia al Papa Juan Pablo II. Quiero recordar a esta Cámara y a su Presidente que en 1965 el Arzobispo Karol Wojtyła publicó una declaración por escrito según la cual los obispos alemanes habían dicho claramente que los alemanes reasentados de Oriente quisieron entender, y de hecho entendieron, que allí estaba creciendo toda una nueva generación de polacos, y que esos polacos consideraban como su propia patria la tierra asignada a sus progenitores. En este tema no se necesitan disquisiciones morales ni portavoces sentimentales.

Pero creo que podemos conseguir la unanimidad de la Cámara en torno a la Carta, pese a la reciente sugerencia del Presidente Sarkozy de que la unanimidad contradice a la democracia. Vanas esperanzas, señor Sarkozy, puesto que usted mismo es incapaz de convencer siquiera a los trabajadores del metro de París.

 
  
MPphoto
 
 

  Koenraad Dillen (NI).(NL) Señor Presidente, nadie discute que los ciudadanos europeos tienen que armarse de derechos y libertades fundamentales, tanto en sus propios países como en la Unión Europea. Una Europa sin derechos ni libertades dejaría de ser Europa. Pero ese no es el problema hoy, porque los ciudadanos están ya suficientemente protegidos frente a sus Gobiernos nacionales tanto por sus respectivas constituciones nacionales como por el Convenio Europeo de Derechos Humanos. En cuanto a las instituciones europeas, los ciudadanos europeos pueden hacer valer también sus libertades y derechos fundamentales de acuerdo con la jurisdicción establecida por el Tribunal de Justicia. Lo cierto es que, con la proclamación de esta Carta, se ha dado un paso más hacia una Europa federal. Los ciudadanos quieren una Carta Europea de Derechos, igual que en los Estados Unidos federales. Pero la diferencia entre ellos es que esta Carta va mucho más allá de la simple enumeración de los derechos y las libertades tradicionales. En ocasiones parece una enumeración de todo tipo de promesas socioeconómicas. El manifiesto no se corresponde para nada con el contenido de la Carta.

 
  
MPphoto
 
 

  Charlotte Cederschiöld (PPE-DE). – (SV) Señor Presidente, señora Vicepresidenta, señor Presidente en ejercicio, Señorías y —por supuesto— ciudadanos de Europa, hoy es una ocasión festiva, un gran día, un día para alegrarse, un día inmensamente importante, mucho más importante de lo que muchos se creen hoy. Es importante para los que creen en los derechos fundamentales como un principio, y también para los que creen en el desarrollo y la integración de Europa.

Tendría que haber quedado claro hace mucho tiempo que las instituciones europeas tienen que respetar los valores que todos compartimos, pero no ha sido así. De hecho, el pueblo británico cree también en los principios del Derecho, con independencia de cómo los den forma. Pocos diputados se declararían contentos de contribuir a la supresión de los derechos humanos; de hecho, la gran mayoría tiene un punto de vista totalmente opuesto. Ha sido un placer y un honor participar en el desarrollo de esos valores, que estoy convencida de que significan mucho para nosotros.

Ahora todos sabemos qué es lo que defiende esta Unión, aunque no consigamos leer todo el Tratado. Son valores positivos, valores buenos, valores a los que todos tenemos que contribuir, y tenemos que asegurarnos de que la Unión contribuye a su correcta aplicación. Mi más sincero agradecimiento a Jo Leinen y a todos los que han contribuido a ese trabajo y —sobre todo— ¡mis más sinceras felicitaciones a los ciudadanos europeos!

 
  
MPphoto
 
 

  Libor Rouček (PSE).(CS) Señorías, el 12 de diciembre, el Presidente del Parlamento, conjuntamente con los Presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea, proclamarán solemnemente la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Estoy convencido de que, en la votación de mañana, la gran mayoría de los diputados manifestará su apoyo a este documento histórico y a este paso histórico.

La Carta de los Derechos Fundamentales refleja el patrimonio moral y espiritual de los pueblos de Europa en la Unión Europea. Refleja valores como dignidad humana, libertad, igualdad, solidaridad, los principios de la democracia y el Estado de Derecho. Centra la atención en el individuo porque, entre otras cosas, la Carta reconoce la ciudadanía de la Unión. Me alegro de que la proclamación de la Carta de los Derechos Fundamentales esté teniendo lugar después de la ampliación de la Unión Europea, para incluir a los nuevos Estados miembros. Esto significa que la Carta, es, en sí misma, una reflexión moral, jurídica y política sobre la unidad de la Unión Europea: Occidente y Oriente, Norte y Sur. Creo, asimismo, que tanto los Gobiernos como los Parlamentos de Polonia y del Reino Unido llegarán a comprender esto y que en un futuro próximo permitirán que sus ciudadanos compartan con nosotros este histórico momento.

 
  
MPphoto
 
 

  Irena Belohorská (NI).(SK) Celebro la aprobación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, ya que aumenta la visibilidad de los derechos que ya disfrutan los ciudadanos de la Unión Europea. No obstante, quiero pedir también una aclaración sobre los posibles conflictos de intereses entre la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, un documento de la Unión Europea, y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, un documento del Consejo de Europa que la Unión Europea se ha comprometido a respetar también. De ahí se deduce también que puede surgir un conflicto de intereses entre el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.

¿Cómo se posicionará el Tribunal de Estrasburgo frente al Tribunal de Luxemburgo? ¿Como tribunal supremo o como tribunal constitucional? ¿Podrá ser aceptado realmente este resultado por el Tribunal de Justicia europeo? ¿Tendrá la Unión Europea, que posee personalidad jurídica, un juez distinto en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos? Quiero insistir en la necesidad de resolver este problema jurídico para evitarnos un problema, porque cuando la Carta de los Derechos Humanos se haga jurídicamente vinculante, preveo un aumento de los contenciosos jurídicos en este ámbito de los derechos humanos.

 
  
MPphoto
 
 

  Reinhard Rack (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, como casi todos los oradores que me han precedido —sólo casi todos, lamentablemente— celebro que hoy, o mañana, vayamos a encomendar al Presidente de esta Cámara la ratificación de la Carta.

Los derechos humanos son nuestra seña de identidad europea, tanto dentro como fuera de Europa. No obstante, permítanme que recomiende precaución y que no nos dejemos llevar por las emociones y nos pongamos objetivos imposibles de alcanzar. Con la Carta y la necesaria ratificación del Tratado de Lisboa, estamos dando a los derechos fundamentales clásicos importantes y a los derechos sociales importantes una base jurídicamente vinculante, lo que significa que serán vinculantes para las instituciones europeas y en la aplicación del Derecho comunitario. Estamos haciendo también posible el recurso al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo en cuestiones relacionadas con estos derechos fundamentales, si bien en unas condiciones muy estrictamente definidas. Pero eso no significa que todos los ciudadanos puedan elevar un recurso al Tribunal de Justicia Europeo en Luxemburgo directamente o en cualquier momento, como algunas personas han afirmado a veces llevadas por sus emociones. Ese tipo de afirmación no sirve bien a nuestros intereses.

Dejemos de hacer esas afirmaciones, que son exageradas, y sintámonos satisfechos por todo lo que hemos conseguido. En la Unión Europea hemos dado un paso importante – no sólo en materia de los derechos clásicos, sino también de nuestra política social – del que podemos estar todos plenamente orgullosos. Hemos avanzado con la conciliación de la vida laboral y familiar, la prohibición del trabajo infantil, la protección de la salud para todos y un alto nivel de protección del medio ambiente y del consumidor. Debemos estar satisfechos de esos logros; esa es la verdad, y no hace falta que la embellezcamos.

 
  
MPphoto
 
 

  Carlos Carnero González (PSE). – (ES) Señor Presidente, me parece que estamos hablando de un sujeto extraordinariamente importante por lo que se refiere a la ciudadanía. Es evidente que tratar de explicar la reforma de la Unión Europea puede ser muy complicado, pero lo que es cierto es que es sencillo subrayar la importancia de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

¿Tendrá carácter jurídicamente vinculante? No estará en el Tratado explícitamente, pero nuestra obligación es darla a conocer. Por eso, me parece que la iniciativa que hemos tomado para que se suscriba antes de la firma del Tratado de Lisboa es muy positiva. A partir de ahí tendremos que decir también que las excepciones no deberían repetirse en el futuro y que no son buenas ni para los ciudadanos de los países concernidos ni para el conjunto de los ciudadanos de la Unión Europea.

Por eso creo que es clave que hagamos un esfuerzo, como propone el Sr. Leinen en su informe, para apoyar claramente la Carta de los Derechos Fundamentales y su carácter jurídicamente vinculante.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana.

Declaraciones por escrito (Artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Magda Kósáné Kovács (PSE), por escrito. – (HU) Los ciudadanos de los países europeos han luchado, tanto juntos como por separado, en defensa de todos y cada uno de los derechos contenidos en la Carta de los Derechos Fundamentales. Por eso mismo, es una alegría que, cuando la Carta de los Derechos Humanos se haga jurídicamente vinculante, se puedan proteger por fin mejor los derechos fundamentales, no sólo a escala de los Estados miembros, sino también a escala de la legislación europea y de su aplicación.

Los ciudadanos europeos disfrutarán de sus ventajas siempre que puedan recurrir a un remedio legal en el caso de que se violen sus derechos fundamentales a escala europea. Este tipo de garantías harán a la Unión Europea y a sus instituciones más democráticas, más asequibles y más verificables para 500 millones de ciudadanos europeos.

El carácter jurídicamente vinculante de la Carta de los Derechos Fundamentales, cerrará un capítulo en la historia de la lucha en defensa de los derechos fundamentales. Al mismo tiempo, creo que, de cara al futuro, la Carta de los Derechos Fundamentales tiene que convertirse en el ars poetica de Europa. Junto con los intereses económicos comunes, Europa tiene que liderar el camino en el ámbito de los derechos fundamentales, y forjar la unidad de todos sus ciudadanos, no sólo garantizando los derechos y las libertades clásicas, sino también los derechos sociales y culturales, la igualdad de trato y los derechos de las minorías.

Horacio dijo en su ars poetica, «Escritores, tomad a vuestras fuerzas materia igual; haced prueba primero de aquel peso que pueden o no pueden sustentar vuestros hombros». Espero que las instituciones de la Unión Europea sean suficientemente fuertes y valientes para poder garantizar los mismos derechos fundamentales a todos los ciudadanos europeos en todo el territorio de Europa.

 
  
MPphoto
 
 

  Alexander Stubb (PPE-DE) , por escrito. (FI) El 19 de octubre se firmó en Lisboa un tratado con el que se pretendía hacer a la Unión Europea más viable y más democrática. Se pretendía reforzar también los derechos civiles. La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea tiene que hacerse jurídicamente vinculante y la UE debe ratificar el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

La Carta de los Derechos Fundamentales constituyó la segunda parte de la Constitución no ratificada. En una conferencia intergubernamental, los diputados de este Parlamentó aprobaron una iniciativa por la que los Presidentes del Parlamento Europeo y de la Comisión, y el Presidente en ejercicio del Consejo, ratificarían la Carta de los Derechos Fundamentales en una ceremonia celebrada en sesión plenaria del Parlamento Europeo el 12 de diciembre y se publicaría en el Diario Oficial de la Unión Europea.

Eso está totalmente de acuerdo con los valores que representa la Carta de los Derechos Fundamentales. Una firma ceremoniosa aumentará también la visibilidad del documento. Ni que decir tiene, pues, que queremos encomendar su firma a nuestro Presidente, Hans-Gert Pöttering.

 

15. Principios comunes de la flexiguridad (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0446/2007) del señor Christensen, en nombre de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, sobre los principios comunes de la flexiguridad (2007/2209(INI)).

 
  
MPphoto
 
 

  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, creía que me estaba pidiendo que hiciera una última intervención en el debate sobre la Carta, una intervención que no tengo preparada, de ahí el motivo de mi confusión.

Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la cuestión de la flexiguridad es ahora un punto clave del programa de trabajo europeo, esencial para el futuro de los modelos económicos y sociales de Europa. Se trata de una cuestión compleja, que tiene que ver con la capacidad de gestionar el cambio y de promover el empleo y la reforma de la seguridad social en un contexto globalizado y sujeto a una rápida transformación que exige respuestas a los desafíos de la competencia mundial, la innovación tecnológica y el envejecimiento de la población. Necesitamos mercados más flexibles, pero eso implica también que seamos capaces de dar a nuestros ciudadanos mejores condiciones, mejores instrumentos y más seguridad para afrontar de forma positiva ese cambio. Ese es el desafío al que nos enfrentamos.

Por nuestra parte, la Presidencia portuguesa ha procurado contribuir activamente a la búsqueda de soluciones integradas y equilibradas en este dominio. Tras la Comunicación de la Comisión presentada en junio, somos responsables de conducir un proceso que dé seguimiento al mandato del Consejo Europeo y alcanzar un consenso en torno a los principios comunes de la flexiguridad. La Comunicación de la Comisión constituyó, naturalmente, un excelente punto de partida para este trabajo, ayudándonos a desarrollar el concepto y a profundizar en el debate sobre las soluciones que puedan servir de plataforma común para los diferentes caminos que cada Estado miembro tendrá que recorrer.

Teniendo en cuenta que los puntos de partida y las situaciones son distintos, las soluciones tendrán que ser también diferentes. Para crear las condiciones que permitan avanzar en esa dirección, hemos promovido diversas iniciativas con los principales actores en la escena europea, entre ellas una Conferencia sobre los desafíos de la flexiguridad, a la que asistieron numerosos políticos y en la que se debatió lo sucedido en este ámbito y también las perspectivas futuras. Hemos procurado asimismo analizar la experiencia adquirida en países donde se han aplicado modelos con buenos resultados e identificar qué elementos de esos modelos pueden utilizarse en otros contextos. Hemos obtenido las opiniones de dos comités especializados en empleo y bienestar social, y también del Comité de las Regiones. Además, hemos tratado de incentivar la participación de los agentes sociales en este ámbito, porque somos conscientes de que el nuevo modelo exige un firme compromiso de todos los implicados, pero exige también que los intereses de todos sean tenidos en cuenta.

En estas circunstancias, el entendimiento al que llegamos con los agentes sociales en la Cumbre Social Tripartita del 18 de de octubre en Lisboa ha dado un importante impulso a este debate. El diálogo social a distintos niveles y la implicación de los agentes sociales son decisivos para asegurar el éxito de una estrategia de reforma de los mercados de trabajo. La participación de todos en este proceso es clave para encontrar soluciones ganadoras, siendo necesario un clima de confianza entre los agentes sociales y las instituciones. Todos tenemos que estar preparados para asumir la responsabilidad del cambio. Quiero destacar la calidad del debate y las intervenciones en todas las fases, tanto desde el punto de vista técnico y académico, como desde el punto de vista del debate sobre el contenido político y sobre el proceso.

Como resultado de todo este trabajo que he referido aquí, durante el que hemos contado siempre, debo decirlo, con la colaboración de la Comisión, el Consejo está ahora en condiciones de suscribir un conjunto de principios comunes sobre la flexiguridad que esperamos adoptar formalmente en la reunión del 5 y 6 de diciembre. Esos principios comunes que todos suscribimos incluyen, en particular, la consideración de la diversidad de situaciones en los Estados miembros que exigirán diferentes enfoques y soluciones, la necesidad de corregir la segmentación del mercado de trabajo, las diferentes dimensiones de la flexiguridad —legislación laboral, educación, formación, protección social—, el reconocimiento de la importancia del diálogo social en este contexto, la promoción de la inclusión social, y la no discriminación, la igualdad y la conciliación del trabajo y la vida familiar, así como la defensa de la necesidad de asegurar la compatibilidad de las políticas con la solvencia y la sostenibilidad de las finanzas públicas. Quiero insistir en que, en lo esencial, existe un consenso general con esta Cámara. Tengo que destacar el excelente trabajo que hemos realizado y que esta Cámara ha desarrollado en este ámbito.

Una vez adoptados, los principios comunes deberán constituir un instrumento esencial para la implantación del nuevo ciclo de la Estrategia de Lisboa. Se instará a los Estados miembros a tener en cuenta esos principios en la definición y aplicación de sus políticas nacionales, desarrollando sus propios mecanismos y enfoques de acuerdo con cada situación específica, que será objeto de vigilancia en el marco de los programas nacionales de reforma. Se instará a los agentes sociales a todos los niveles para que contribuyan a la definición y aplicación de las medidas de flexiguridad, y para que utilicen los principios comunes como referencia. Consideramos necesario invertir en la movilización social de nuestros ciudadanos en apoyo de esta estrategia y, en este sentido, quiero destacar la importancia primordial de la intervención del Parlamento Europeo. Por lo que políticamente representa y por su proximidad a los ciudadanos, este Parlamento puede realizar una excelente contribución para que se entienda mejor el concepto de flexiguridad. El principio clave es que la flexibilidad y la seguridad tienen que ser vistos como elementos que se apoyan y refuerzan mutuamente, y eso es algo que nuestros ciudadanos tienen que entender perfectamente.

 
  
MPphoto
 
 

  Vladimír Špidla, Miembro de la Comisión. − (CS) Señor Presidente, la Comunicación de la Comisión sobre la flexiguridad ha provocado un debate importante y útil en toda la Unión. Doy las gracias al ponente, señor Christensen, y a los otros diputados que han participado activamente en el debate sobre la flexiguridad.

Gracias a nuestros esfuerzos y a la cooperación con las otras comisiones parlamentarias, el Parlamento Europeo podrá aprobar una resolución que contribuirá de manera importante al enfoque propuesto por la Comisión. En nuestra sociedad, la seguridad depende del cambio. Ahora tenemos que coordinar maneras de buscar nuevas formas de seguridad: mayores capacidades, aptitudes para encontrar nuevos trabajos, medidas de protección modernas adaptadas al nuevo mercado de trabajo.

En los últimos años, por cada puesto de trabajo que se ha perdido en Europa en el sector industrial, se han creado cuatro nuevos en otros sectores. La cuestión más importante es cómo adquirir control sobre esos cambios y cómo gestionarlos con éxito. Tenemos que preguntarnos también por los motivos de la segregación del mercado de trabajo en algunos Estados miembros.

Acojo con gran satisfacción el informe que están considerando hoy. En él se reconoce que la flexiguridad puede ser una estrategia para la reforma del mercado de trabajo. El texto apoya también la estructura política cuatripartita formulada para la flexiguridad por la Comisión. Apoyo plenamente la propuesta relativa a los principios comunes que se mencionan en el apartado 15 de este informe. Sus propuestas van más o menos en la misma dirección que las propuestas que la Comisión hace en su propia Comunicación. Entiendo su deseo de que algunas cuestiones, como las medidas para combatir la inseguridad, se expliquen con más detalle. Pero creo que los principios tienen que ser concisos y verse desde el punto de vista de toda la Comunicación.

Quiero manifestar mi satisfacción por el hecho de que los agentes sociales europeos hayan coincidido en su análisis de los problemas del mercado de trabajo, análisis que fue presentado en la reciente Cumbre Social Tripartita en Lisboa el 18 de octubre de 2007 y en el que se consideró, entre otras cosas, también la flexiguridad. Esa coincidencia indica que el diálogo social puede conseguir resultados concretos. De hecho, se han referido ustedes a dicho análisis conjunto en la propuesta de resolución.

Ahora quiero responder a algunas de las opiniones críticas vertidas en su informe. Sé que ustedes van diciendo que el debate sobre la flexiguridad debería ser más equilibrado. Antes de nada quiero recordarles que la Comunicación de la Comisión es el resultado de un intenso diálogo entre todas las partes interesadas y de una consulta detallada con especialistas destacados en este campo. Estoy convencido de que el enfoque de la Comisión es equilibrado, puesto que el objetivo es promover la flexibilidad y la seguridad simultáneamente y, como ya se ha dicho, entendiéndolos como dos elementos sinérgicos y en ningún caso incompatibles.

Es evidente que el debate sobre la flexiguridad no tiene que ser utilizado indebidamente para avanzar hacia la desregulación del mercado de trabajo. Por el contrario, la flexibilidad y la movilidad tienen que apuntar más alto: esto es, hacia mejores puestos de trabajo, hacia una mejor conciliación de la vida profesional y personal, hacia una economía más eficiente en su conjunto. Como saben ustedes, en las próximas semanas el Consejo tomará una decisión sobre los principios comunes de la flexiguridad. Después de eso, proseguirán los debates nacionales previstos por todas las partes interesadas y se hará posible la aplicación de las estrategias de flexiguridad a escala nacional, teniendo en cuenta las características singulares de cada Estado. Estoy convencido de que todas las partes interesadas contribuirán a que pueda conseguirse un enfoque equilibrado en el ámbito de la flexiguridad.

En lo que respecta a los costes, debe saberse que los costes asociados a una política de flexiguridad son mucho menores que los beneficios concretos que pueden derivarse de un mercado de trabajo más dinámico y con menor desempleo. Es más, en algunos casos no supondrá un incremento de los costes financieros, sino un uso más eficiente de los recursos disponibles.

Quiero responder también al apartado del informe en el que se dice que el contrato de duración indeterminada debe constituir la base de un sistema de seguridad social. La intención de la Comisión no es, en ningún caso, restarle importancia al contrato de duración indeterminada. Sin embargo, creo que debemos adoptar sistemas más generales de seguridad social, aplicables tanto a los contratos de duración indeterminada como al trabajo a tiempo parcial: en resumen, la intención es que todas estas formas de empleo puedan existir también con una cobertura adecuada de la seguridad social, sin que por ello tengan que debilitarse los contratos de duración indeterminada.

Señor Presidente, creo que, con la excepción de estas reservas, el informe es una contribución útil e interesante al debate sobre la flexiguridad, y una vez más quiero darle las gracias por ello al Parlamento Europeo.

 
  
MPphoto
 
 

  Ole Christensen, ponente. (DA) Señor Presidente, Señorías, es para mí un gran placer intervenir hoy aquí como ponente. Las negociaciones en el Parlamento han finalizado, y ya podemos presentar un informe equilibrado que refleja actitudes propias de todo el espectro político. El concepto mismo en el que se basan estas directrices sobre la flexiguridad es afrontar los retos que plantean los mercados de trabajo en Europa. Observen que he utilizado el plural «mercados de trabajo», porque en el informe se reconoce que, en lo que respecta a la flexiguridad, no existe una solución de «talla única». Aunque no exista un modelo común de flexiguridad, tenemos que reconocer que Europa se enfrenta a muchos retos comunes en sus mercados de trabajo que requieren una respuesta conjunta. Los retos demográficos significan que en 2050 habrá 1,5 trabajadores por cada pensionista. En la actualidad, la cifra es de 3 trabajadores por pensionista. En torno a 100 millones de europeos viven en o cerca del umbral de la pobreza. Los efectos de la desigualdad pueden verse perfectamente bien cuando se comparan países donde existen grandes diferencias, como los de Europa Oriental y Europa Occidental. No obstante, esas diferencias se pueden ver también internamente en países donde estamos siendo testigos de desigualdades cada vez mayores. El 6 % de los trabajadores en Europa pueden considerarse «trabajadores pobres» y un número cada vez mayor está viendo empeorar sus condiciones de trabajo, con unas circunstancias de empleo inciertas y unas condiciones de trabajo muy malas. Los contratos a corto plazo y el trabajo temporal son cada vez más frecuentes, y el contrato de duración indeterminada normal está amenazado. El empleo precario representa el 12 % en Europa. Además, el empleo no declarado e ilegal está aumentando. En algunos países, el empleo ilegal representa casi el 15 % de todo el empleo. Es necesario invertir esta tendencia, en parte porque resulta costosa para Europa y en parte porque estas circunstancias inciertas e inestables de empleo afectan con frecuencia a los grupos más débiles de la sociedad.

La educación es la materia prima más importante de Europa en el competitivo mercado mundial, y no se la está prestando la debida atención. De hecho, el 15 % de nuestros jóvenes está abandonando demasiado pronto el sistema educativo, en un momento en el que el mercado de trabajo impone grandes demandas al conocimiento. Los que no se suban al tren de la educación tendrán dificultades a largo plazo y nosotros, por tanto, tenemos la obligación de ayudar a esas personas.

Por lo tanto, los retos están claros para Europa. Nuestra responsabilidad es transmitir un mensaje y una visión de cómo afrontaremos esos retos. En este sentido, quiero dar las gracias a la Comisión por su excelente contribución. Hemos colaborado de manera satisfactoria durante la elaboración del informe, y mi papel ha sido, lógicamente, atar los cabos sueltos aquí en esta Cámara. Mi percepción como ponente es que se necesita prestar más atención a la Europa social, para conseguir que se respeten más los derechos de los trabajadores en toda la UE y que tengamos más y mejores puestos de trabajo. La mayor flexibilidad en el seno de las organizaciones no puede conseguirse a costa de las condiciones de trabajo de los trabajadores. ¿Cómo podemos asegurar eso? El informe hace específicamente hincapié en la necesidad de que el contrato laboral de duración indeterminada se convierta en el modelo de contrato habitual en Europa. Segundo, tenemos que conseguir una mayor participación de los agentes sociales. La idea de que las decisiones no pueden tomarse sin tener en cuenta a los trabajadores está en el centro mismo de un mercado de trabajo flexible y seguro. La participación de los trabajadores es absolutamente esencial, y no se puede insistir demasiado en esto a la hora de aplicar las estrategias de flexiguridad.

Por último, el informe se ocupa de lo que podríamos llamar el marco para la flexiguridad. En otras palabras, los términos y las condiciones nacionales para implantar la flexibilidad y la seguridad. La flexibilidad y la flexiguridad cuestan dinero. Pero no es dinero mal gastado; es, por el contrario, dinero que se invierte y produce un rédito. Por ejemplo, la inversión en personal puede ser un gasto a corto plazo, pero la experiencia ha demostrado que dará sus frutos a largo plazo. Por consiguiente, la flexiguridad, como nosotros entendemos este concepto en Europa Septentrional, requiere un Estado de bienestar de cierto calibre y magnitud. En este sentido, tenemos que ser sinceros y decir que los acontecimientos que venimos observando en algunos países, donde existe competencia para reducir cada vez más los impuestos, harán muy difícil que se pueda financiar el aspecto de seguridad de la flexiguridad. Por lo tanto, trataré de acallar, de una vez por todas, las voces que afirman que la flexiguridad es un concepto neoliberal cuyo objetivo es debilitar los derechos de los trabajadores. Eso no es así; sino todo lo contrario.

Para terminar, espero que, gracias a este debate aquí en el Parlamento y en toda Europa, podamos derribar algunos mitos que existen en torno a la flexiguridad. Como ponente, he podido, con ayuda considerable de mis colegas, elaborar un conjunto de directrices equilibradas en materia de flexiguridad, directrices que explican cómo Europa debe desarrollar su mercado de trabajo en el futuro para poder ser tanto competitiva como social. Con una estrategia así, descubriremos también la manera de abordar la incertidumbre que existe entre los trabajadores europeos. Muchos de ellos están actualmente preocupados por la posibilidad de que sus puestos de trabajo sean trasladados a otro lugar y ellos dejen de ser necesarios en el mercado de trabajo.

Por último, quiero dar las gracias al ponente alternativo, a los ponentes de las otras comisiones y a todos los que han contribuido a este informe. Termino manifestando mi esperanza en que los Jefes de Estado o de Gobierno incorporen las recomendaciones del Parlamento Europeo en su futuro trabajo para que se aprueben unas directrices comunes de flexiguridad cuando se reúnan en Portugal en diciembre.

 
  
MPphoto
 
 

  Olle Schmidt, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. (SV) Señor Presidente, doy la gracias al ponente por el excelente trabajo que ha realizado. Los cambios asociados a la globalización ofrecen nuevas y mejores oportunidades para los países de todo el mundo pero, por supuesto, plantean también retos. Europa se encuentra en una encrucijada. Podemos elegir entre dar la bienvenida a una economía nueva y flexible y a las posibilidades que ésta ofrece, o retroceder y adoptar el proteccionismo en todas sus formas.

La flexiguridad es una de las herramientas más importantes para la creación de un mercado de trabajo que, como dice el ponente, haga pleno uso del potencial que ofrece la mano de obra. La formación, la movilidad y la empleabilidad son palabras clave. Está claro que no hay ningún modelo de aplicación universal, pero nosotros podemos y debemos aprender los unos de los otros. En la opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios decimos que los sistemas de protección que son demasiado rígidos pueden proteger, en efecto, a los que están ya en el mercado, pero dificultar también la entrada de otros en el mercado de trabajo.

El crecimiento demográfico en Europa es un problema, que el ponente ha mencionado. Más personas necesitarán un puesto de trabajo. La flexiguridad, si se utiliza correctamente, es un buen modelo para que Europa siga desarrollándose de manera positiva en una economía globalizada. El ejemplo de Dinamarca, que el ponente no ha mencionado, creo que así lo demuestra.

Señor Presidente, hay por lo menos una cosa en la que debemos estar de acuerdo toda la Cámara, y es que el número de parados es excesivo. Europa tiene que seguir creciendo para poder crear nuevos puestos de trabajo.

 
  
MPphoto
 
 

  Giovanni Berlinguer, ponente de opinión de la Comisión de Cultura y Educación. − (IT) Señor Presidente, Señorías, el informe del señor Christensen ha sido esencial para sacar adelante el documento inicial.

Estos principios pueden tener un gran valor, pero sólo si al mismo tiempo existen salvaguardas para todos los grupos de riesgo – inmigrantes, mujeres, mayores y discapacitados –, así como para los adultos con un bajo nivel de educación, que son más vulnerables y están peor protegidos.

Por otra parte, las desigualdades en nuestra sociedad son cada vez mayores, como la ausencia de un salario mínimo – que tiene que implantarse en todos los países − y la necesidad de reconocer los derechos de los trabajadores. La base de conocimientos de los trabajadores tiene que acrecentarse. Y es también urgente que se asignen fondos a la aplicación de estos principios y que se identifiquen los recursos disponibles.

Por último, me parece que en los últimos años han aparecido muchas fuentes nuevas de desequilibrio en las relaciones entre capital y mano de obra: los beneficios y la especulación financiera han acabado dominando, mientras que los salarios han disminuido. Una de las tareas que tenemos que acometer conjuntamente para resolver estos problemas es la eliminación de ese desequilibrio.

 
  
MPphoto
 
 

  Tadeusz Zwiefka, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Jurídicos.(PL) Señor Presidente, es poco probable que el llamado modelo de flexiguridad sea eficaz en el mercado de trabajo europeo, salvo que se acompañe de otras acciones y propuestas dirigidas a promover la iniciativa empresarial y a favorecer la creación de empresas. Estoy pensando, por ejemplo, en el trabajo de elaboración de un estatuto para la empresa privada europea.

En cuanto a los principios comunes para implantar la flexiguridad, quiero insistir en que la introducción de soluciones legislativas complejas a escala europea en este ámbito contradice los principios de subsidiariedad y proporcionalidad. La política social y de empleo está dentro de las competencias de los Estados miembros, y cualquier acción de la Unión Europea en el ámbito de la flexiguridad tiene que cumplir el principio de subsidiariedad recogido en el artículo 5 del Tratado UE.

Además, la complejidad interna del modelo no favorece la transposición de la legislación comunitaria, ni lo que se conoce como soluciones «de talla única». El resultado de la evaluación de impacto indica que la coordinación abierta puede ser el método más apropiado. Esto es especialmente importante para los nuevos Estados miembros que posiblemente tengan que afrontar diferentes problemas estructurales en el ámbito del empleo como legado de su pasado. Se tienen que considerar también los elevados costes a corto plazo y, en consecuencia, la elevada carga presupuestaria, asociados a la introducción de medidas para la aplicación del modelo de flexiguridad.

 
  
MPphoto
 
 

  José Albino Silva Peneda, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (PT) Señor Presidente, Señor Comisario, Señor Presidente del Consejo en ejercicio, Señorías, las reformas que la Unión Europea tiene que realizar con el objetivo de conseguir una posición competitiva en la economía mundial no pueden ser vistas como iniciativas limitadas del sector público, sino también como cambios de comportamiento y de actitudes, tanto por parte de los trabajadores como de las empresas.

Estos cambios no pueden ser llevados a cabo con éxito si no existe un clima de confianza entre los agentes sociales, un clima que sólo puede crearse si se favorece el diálogo social. En lo que se refiere a la gestión del mercado de trabajo, tenemos que saber pasar de una mentalidad dominada por la cultura del conflicto a un nuevo enfoque basado en la cultura de la cooperación. A mí, personalmente, no me gusta el término «flexiguridad». Prefiero hablar de «cambio con seguridad», porque cualquier cambio implica riesgos. Lo importante es minimizar esos riesgos. No se puede pedir a alguien que sea flexible cuando esa persona no tiene confianza en sí misma ni en el mundo que la rodea. Por eso, nosotros insistimos continuamente en este informe en la necesidad de políticas activas de empleo y de sistemas de aprendizaje permanente.

El Grupo del PPE-DE ha presentado 120 enmiendas al informe inicial y, después de un proceso de negociación, hemos llegado a una versión final que me parece equilibrada y completa. Se ha conseguido un buen equilibrio entre los conceptos de flexibilidad y seguridad, y también entre los intereses de todas las partes implicadas en el proceso, sobre todo los agentes sociales y las autoridades públicas. El informe se refiere, de una forma clara, a la necesidad de aplicación de los principios de subsidiariedad y proporcionalidad en la aplicación y la gestión de la flexiguridad. Recomiendo, por tanto, que este informe sea aprobado por la Cámara.

 
  
MPphoto
 
 

  Stephen Hughes, en nombre del Grupo del PSE. – Señor Presidente, deseo felicitar al ponente.

Comentaré cuatro puntos, el primero de los cuales se refiere a la Comisión. Primero en su Libro Verde sobre el Derecho laboral y ahora en su Comunicación sobre flexiguridad, la Comisión hace hincapié en la seguridad del empleo en lugar de en la seguridad del puesto de trabajo. Nosotros hacemos hincapié en ambas y ello se debe a que reconocemos las necesidades de unas empresas flexibles. Una empresa flexible es aquélla que tiene que cambiar una línea de producción cada seis meses o su régimen en materia de TI cada cuatro y que precisa una mano de obra adaptable, adecuadamente cualificada y leal; no se obtiene tal cosa de una mano de obra fragmentada, segmentada y eventual.

En segundo lugar, la flexiguridad precisa una gama completa de factores para funcionar adecuadamente: un clima macroeconómico favorable y estable, inversión en políticas de mercado de trabajo adecuadas, un diálogo social bien desarrollado y políticas de protección social de calidad. Todos estos elementos son importantes y una cosa está clara: no son baratos. Por ende, la Comisión tiene que reconocer que la flexiguridad sólo puede aplicarse en determinados Estados miembros a lo largo de un periodo de tiempo considerable.

En tercer lugar, una forma equilibrada de flexiguridad debe fundamentarse en los principios incluidos en el apartado 15 de este informe, y tales principios deben incorporarse a un paquete de directrices modificado. Se les debe dar visibilidad y deben aplicarse. De otro modo, todo el buen trabajo incluido en este excelente informe habrá sido en vano.

Por último, tanto el Consejo como la Comisión se refieren sin cesar a la importancia de la flexiguridad, pero ¿cómo es posible tomar en serio al Consejo en tanto la Directiva relativa a las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal sigue bloqueada? ¿Cómo se puede tomar en serio a otras instituciones mientras sigan proliferando formas explotadoras de trabajo atípico en todos nuestros Estados miembros? Para muchos millones de nuestros trabajadores, el término flexiguridad se refiere enteramente a la flexibilidad y no tiene nada que ver con la seguridad. Este informe establece métodos para que dicha situación cambie.

 
  
MPphoto
 
 

  Bernard Lehideux, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, nosotros queremos apoyar a la Comisión en su apuesta por impulsar una reflexión colectiva sobre la flexiguridad. La UE tiene que estar detrás del diálogo entre todas las partes interesadas en este ámbito. Nuestro Grupo celebra también que, por primera vez en Europa, los agentes sociales se hayan puesto de acuerdo en torno a un documento común que pide a los Estados miembros la aplicación de políticas de flexiguridad. Esto es lo más importante, porque la flexiguridad tiene sentido únicamente si se instaura en un clima de confianza entre trabajadores y empresas.

En tanto que representantes electos de los ciudadanos de la Unión, tenemos una responsabilidad especial de crear condiciones que favorezcan esa confianza. Todo el mundo está interesado en participar en el juego y, sobre todo, no debemos caer en la tentación de oponernos a la flexibilidad, que beneficiaría a las empresas, ni a la seguridad, que sería una contrapartida para los trabajadores.

La aplicación de la flexiguridad significa garantizar la flexibilidad y la seguridad simultáneamente a los trabajadores y a las empresas. Los trabajadores necesitan flexibilidad para conciliar sus vidas profesionales y personales, o para reconducir sus vidas profesionales por nuevas sendas. Las empresas necesitan seguridad tanto como los trabajadores, sobre todo seguridad jurídica en sus relaciones contractuales con el personal.

El informe es un paso adelante en la buena dirección. Es equilibrado y propone un marco para que todos los Estados miembros adopten principios comunes. Deseo felicitar al ponente por su trabajo. Los Estados miembros no deben verse obligados a imponer una visión particular de la flexibilidad. Los mercados de trabajo en cada Estado miembro presentan obviamente algunas características muy diferentes. Nosotros apostamos por la coordinación de las políticas de empleo, no por su armonización prematura.

Pero nuestros conciudadanos desean una Europa que ofrezca soluciones a los desafíos de la globalización. Protegiendo las oportunidades profesionales, facilitando la adaptación de los trabajadores, aceptando y acompañando en los giros repentinos de la vida, la flexiguridad puede constituir una forma diferente de modernizar nuestros modelos sociales. No dejemos pasar la ocasión de ponernos de acuerdo para trabajar por el mismo fin.

 
  
MPphoto
 
 

  Ewa Tomaszewska, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el movimiento a favor de formas más flexibles de empleo surgió en un momento en el que la tasa de desempleo era muy elevada, cuando resultaba relativamente fácil obligar a un trabajador a aceptar peores condiciones de empleo si quería permanecer en su puesto de trabajo fuera como fuera. Cuando los trabajadores no tenían recursos suficientes para atender las necesidades básicas de su familia ni las suyas propias, estaban dispuestos incluso a tolerar que se les humillase en el puesto de trabajo. Estaban también dispuestos a trabajar sin la cobertura de un seguro de accidentes y a trabajar ilegalmente por unos salarios miserables.

Por fortuna, la situación en el mercado de trabajo está cambiando. La mayoría de las empresas polacas subestimaron la importancia del empleo permanente. Como resultado, ahora hay escasez de trabajadores, y Polonia ha sido testigo de la emigración de casi dos millones de jóvenes, muchos de ellos con un alto nivel de educación. El empleo flexible que no reconoce la importancia de la seguridad en el puesto de trabajo comporta beneficios a corto plazo para las empresas a costa de los trabajadores. Celebro que la propuesta de resolución del Parlamento Europeo otorgue más importancia a la necesidad de seguridad en el empleo que la Comisión Europea. Quiero decir que la investigación realizada por la Organización Internacional del Trabajo confirma que los trabajadores con contratos permanentes son más eficaces.

Felicito al ponente por su informe.

 
  
MPphoto
 
 

  Elisabeth Schroedter, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, el debate sobre la flexiguridad demuestra que no se puede extrapolar el modelo social de un Estado miembro directamente a la UE en su conjunto. Ni eso parece ser lo que quiere la Comisión. Su documento no trata de mejorar la seguridad social de los trabajadores ante los cambios radicales en las condiciones del mercado de trabajo; no, la Comisión quiere imponer flexibilidad a las relaciones laborales sin estar realmente en posición de mejorar la seguridad social para los trabajadores: ésta es una competencia de los Estados miembros, que tienen nociones muy diferentes de su importancia.

Es más, el papel clave y la función de control de los sindicatos —que en Dinamarca constituyen un elemento fundamental del modelo de flexiguridad— no pueden darse actualmente por sentados en otro Estado miembro, ni tampoco en un futuro próximo. En algunos Gobiernos, también, donde la flexiguridad se interpreta y defiende únicamente como flexibilidad, los derechos sindicales se están viendo recortados al mismo tiempo. Nosotros los Verdes somos críticos con las iniciativas emprendidas para utilizar la flexiguridad como un vehículo con el que introducir la desregulación del mercado de trabajo en toda la UE, consiguiendo así la competitividad mundial de la Unión Europea a costa de los derechos de los trabajadores. Lamentablemente, la coalición en esta Cámara está siguiendo la estela de la Comisión y está perdiendo la oportunidad de introducir un elemento fundamental —la seguridad social— como un componente igual de importante en el modelo de flexiguridad.

Me pregunto cómo pretenden explicar los Socialistas esto a los trabajadores. Mi preocupación es que vayamos a perder la oportunidad de un futuro debate sobre los beneficios claramente inherentes al modelo de flexiguridad. Necesitamos, por tanto, que el informe se modifique, o no podremos apoyarlo.

 
  
MPphoto
 
 

  Roberto Musacchio, en nombre del Grupo GUE/NGL. (IT) Señor Presidente, Señorías, la flexiguridad no es nada nuevo. Es un viejo modelo danés, que se remonta a finales del siglo XIX, según el cual el Estado garantiza la seguridad que no garantizan los contratos de trabajo, con un elevado coste.

Lo que es nuevo en esta Europa nuestra es la dramática precariedad que afecta a los jóvenes en el trabajo, pero que daña a toda la sociedad. Para combatirla, tenemos que cambiar de rumbo y prescindir de los métodos y las ideologías liberales que la han provocado. No es cierto que la inseguridad cree puestos de trabajo y crecimiento económico, sino todo lo contrario. Ahora, con la flexiguridad, estamos experimentando con una nueva ideología, pero que mantiene intacto el viejo modelo de la precariedad.

Por esta razón, mi Grupo ha defendido algunas ideas muy prácticas: contra la idea de un indicador de la rigidez del mercado de trabajo y a favor de un indicador del empleo de calidad, para insistir en que lo normal es un empleo estable y seguro; contra el despido injustificado, que es causa de discriminación; contra la acumulación recurrente de contratos atípicos, o de precariedad durante toda la vida, que es la forma moderna de esclavitud; a favor del derecho de los que no tienen empleo a unos ingresos, ya que no pueden vivir del aire; a favor de la reunificación de diferentes formas de asistencia; y en contra de la discriminación que afecta a la mujer en el trabajo.

El hecho de que no se hayan destinado recursos a garantizar la flexiguridad —se ha producido un recorte del 2 %— y, en consecuencia, que no sea posible una inversión fiable, demuestra claramente el riesgo de que esta iniciativa acabe siendo pura demagogia.

Los trabajadores y los jóvenes están pidiendo hechos concretos, no ideologías desfasadas. Estos son los puntos por los que nos hemos batido en esta Cámara y que nos gustaría someter a votación.

 
  
MPphoto
 
 

  Kartika Tamara Liotard, ponente de opinión de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. (NL) Señor Presidente, la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género ha estado a punto de ser ignorada en este debate, pero por fortuna en el último minuto se le ha permitido hacer uso de la palabra.

Más de la mitad de la población europea son mujeres y, por el momento, esas mujeres suelen representar una proporción excesiva de los contratos temporales y a tiempo parcial en el mercado de trabajo. Las mujeres, por tanto, tienen que hacer frente a una mayor incertidumbre, al cobro de pensiones más bajas y a unos gastos médicos insuficientes. Cuando algunos como la Comisión y el Gobierno neerlandés desean hacer aún más flexibles los derechos de protección en caso de despido injustificado, este colectivo se hundirá más todavía en la opresión y la falta de derechos. Por tanto, me complace extremadamente que la Comisión de Derechos de la Mujer haya aprobado por unanimidad una serie de propuestas para mejorar la propuesta de la Comisión en este sentido. Lamentablemente, el ponente ha decidido rechazar muchas de esas propuestas generales y elevadas. Con ello, ha desacreditado a la Comisión de Derechos de la Mujer y ha ignorado las desigualdades tan reales que existen. Pido, por tanto, a todas sus Señorías que apoyen en la votación de mañana las enmiendas que se han presentado para evitar esas desigualdades.

 
  
MPphoto
 
 

  Thomas Mann (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, cada vez son menos las personas que trabajan toda su vida en la misma empresa, por lo que tienen que ser capaces de adaptarse sin ningún problema a cambios en sus condiciones de vida y de trabajo. Al mismo tiempo, han de tener una seguridad adecuada de empleo. Comisario Spidla, sólo si se consigue un equilibrio entre flexibilidad y seguridad, el nuevo concepto de flexiguridad podrá disfrutar de un amplio apoyo. Por una parte, tiene que haber más flexibilidad para que las empresas puedan identificar nichos de mercado, hacerse más innovadoras y planificar activamente su desarrollo, sin limitarse a reaccionar ante los acontecimientos. Por otra parte, los trabajadores de los Estados miembros necesitan la seguridad que ofrecen los sistemas modernos de protección social y los acuerdos fiables entre agentes sociales responsables. Se tienen que dar también las condiciones marco adecuadas para unos puestos de trabajo más permanentes y unas transiciones más fáciles a puestos nuevos. Se tiene que evitar el abuso de nuevas formas de empleo, el autoempleo fingido y el trabajo no declarado.

Otra prioridad es el aprendizaje permanente, esencial para que nuestros trabajadores puedan afrontar la globalización. El consenso en torno al 2 % del PIB como valor de referencia con carácter vinculante me parece inaceptable, porque tenemos que dejar a los Estados miembros cierta libertad financiera en esto. No obstante, los Gobiernos y las empresas tienen que asegurar una inversión mucho mayor en nuestro recurso más importante, que es una mano de obra debidamente formada, con una elevada cualificación, motivación y capacidad de adaptación.

El Grupo del PPE-DE ha vuelto a presentar algunas enmiendas por iniciativa mía. En una de ellas decimos que las empresas tienen que poder decidir por sí mismas sobre la manera de enfocar la cuestión de la responsabilidad social corporativa. La RSC tiene que seguir basándose en un sistema voluntario, no en uno obligatorio.

Como último comentario, permítanme que diga que la propuesta de adelantar la fecha para levantar las medidas transitorias que obstruyen la libre circulación de los trabajadores de 2013 a 2009 envía una señal equivocada. En regiones donde se pagan salarios por hora mucho mayores y que tienen un alto nivel de seguridad social, la presión de la inmigración es intensa y difícil de manejar. Aquí tampoco se debe descuidar la seguridad, sin menoscabo de la flexibilidad, que es indudablemente necesaria.

 
  
MPphoto
 
 

  Jan Andersson (PSE). – (SV) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio, Comisario, permítanme que empiece dando las gracias al ponente por el buen trabajo que ha hecho y por un informe excelente. Al igual que José Albino Silva Peneda, yo prefiero hablar de «cambio con seguridad», cambio que encontramos en forma de globalización y en forma de crecimiento demográfico. Esa me parece que es la mejor forma de plantearlo.

Existe una diferencia entre la propuesta de la Comisión y la propuesta del Parlamento, sobre todo en lo que respecta a la manera de enfocar los cambios. En la propuesta del Parlamento hemos adoptado un enfoque diferente. La Comisión centra su atención en la seguridad del empleo, y no en la seguridad del puesto de trabajo. No debería hacerse esa distinción. Lo que hace falta es combinar la seguridad de poder conseguir un nuevo puesto de trabajo con un alto nivel de seguridad en el empleo. En el Parlamento, hacemos hincapié en la participación en el proceso, unos sindicatos fuertes y un diálogo social reforzado. Nos centramos en una política de empleo activa, en el aumento de las inversiones en formación y en el refuerzo de los sistemas de seguridad social.

Muchos han dicho que no hay un modelo único, sino que todos tienen que proceder sobre la base de sus propios conceptos. El proceso de Lisboa es aplicable. Ahora, cuando se tienen que establecer los principios, quiero apoyar lo que ha dicho Stephen Hughes: fíjense en el apartado 15; vean qué principios deben constituir las directrices.

Por último, le diría a Elisabeth Schroedter que no es cierto que el ponente no haya tenido contacto con el movimiento sindical europeo. Se han mantenido estrechos contactos todo el tiempo y ellos nos apoyan plenamente en nuestro afán por cambiar de enfoque. Si nos abstuviéramos de opinar antes de que lo hagan los ministros de trabajo, estaríamos delegando en ellos el derecho mismo a decidir. El Parlamento tiene que adoptar una línea ...

(El Presidente interrumpe al orador.)

 
  
MPphoto
 
 

  Siiri Oviir (ALDE). – (ET) Señor Presidente, Señorías.

La Unión Europea no necesita sólo reformar sus propias instituciones rápidamente, sino también proporcionar a sus ciudadanos y a sus empresas una política que mitigue los efectos secundarios de la intensa competencia y de la apertura del mercado.

Me parece igual de importante que se fomenten unas relaciones industriales estables en las que exista un alto nivel de confianza. Cualquier cambio en la legislación laboral tendrá más éxito si los trabajadores se sienten más seguros. Debemos tener también en cuenta que la sensación de seguridad suele depender de lo fácil que sea encontrar un nuevo puesto de trabajo.

Yo creo que los mayores problemas en la Unión Europea están relacionados con la existencia de una mano de obra flexible y cualificada y que, por tanto, esta cuestión debe ocupar el centro mismo de la estrategia de flexiguridad de Europa.

Lo más importante tiene que ser crear un mercado de trabajo flexible elevando el nivel de educación con programas de formación y reciclaje profesional.

 
  
MPphoto
 
 

  Roberta Angelilli (UEN).(IT) Señor Presidente, Señorías, la flexiguridad no es una panacea ni un tema tabú. Basta con que nos pongamos de acuerdo sobre las reglas de juego. Ni que decir tiene que Europa tiene que estar a la altura de los retos de la globalización y la competencia —no siempre leal— que nos impone la economía globalizada.

Todo ello requiere flexibilidad, pero eso no significa dar la espalda al modelo social europeo, a sus valores, a sus niveles de seguridad y, sobre todo, a su solidaridad. La flexibilidad, por tanto, puede aceptarse con la condición de que existan reglas estrictas, garantías y mecanismos de compensación.

Lo más importante es que Europa sepa guiar a los Estados miembros en una estrategia que consta de algunos ingredientes fundamentales: un nivel digno de formación continua, medidas adecuadas de bienestar, servicios de calidad empezando por los servicios para la infancia, y sistemas de seguridad social que ayuden a los trabajadores durante períodos de inactividad. Esa ayuda, de hecho, no tiene que ser necesariamente económica; puede consistir también en oportunidades de adquirir las capacidades necesarias para poder acceder a nuevas ofertas de empleo.

Por último, tiene que haber medidas para conciliar la vida profesional y familiar, que permitan a las mujeres disfrutar realmente de las mismas oportunidades en el mundo del trabajo.

Naturalmente, esos objetivos necesitan una cantidad considerable de financiación, pero sólo de esta forma podrá la flexiguridad ser una oportunidad, y no un obstáculo, para la desregulación del mundo del trabajo.

 
  
MPphoto
 
 

  Donata Gottardi (PSE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, yo también quiero darle las gracias al ponente por su trabajo, especialmente por haberlo finalizado en tan corto espacio de tiempo.

Yo también creo que una palabra es sólo una palabra. La flexiguridad, en sí misma, no es una política ni buena ni mala. Tampoco es sólo una política: es un conjunto de acciones combinadas y equilibradas. Todo depende de cómo se diseñen y pongan en práctica esas acciones.

La flexiguridad suele entenderse como una estrategia dirigida a hacer que el mercado de trabajo sea más flexible y a compensar con ayudas económicas y formación el cambio de un puesto de trabajo a otro. Eso supone una actitud defensiva, una limitación de los daños, cuando lo que necesitamos es un enfoque nuevo, innovación y calidad.

Si tratamos de ver la flexiguridad desde un punto de vista femenino, obtendremos una perspectiva útil de la cuestión. Podremos darnos cuenta de que las mujeres son las principales destinatarias de puestos de trabajo precarios e inestables. Pero al mismo tiempo podremos percibir el pleno potencial positivo de esa estrategia si entendemos la flexibilidad no como precariedad, sino como una organización flexible del empleo y de las jornadas de trabajo para atender las necesidades de los trabajadores.

Si entendemos la seguridad no sólo como ayudas para formación, sino también como ayuda con las diferentes actividades y decisiones que se presentan a lo largo de la vida de una persona, podremos adoptar una perspectiva nueva y hacer propuestas que miren hacia el futuro, en lugar de permanecer anclados en el pasado.

 
  
MPphoto
 
 

  Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. (PT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, muy brevemente. El trabajo de esta Cámara proseguirá después de este debate, así que tengo que decirles que esta Presidencia, nuestra Presidencia, considera que se trata, naturalmente, de un debate importante y necesario. Esto se demuestra por el nivel de participación y por el muy numeroso número de diputados que han querido participar y colaborar en este debate.

La flexibilidad significa, naturalmente, movilidad, y en un mundo globalizado, la palabra «movilidad» es necesaria y significa adaptación al cambio. Pero no estamos hablando sólo de movilidad; estamos hablando también de seguridad. Eso significa apostar por las personas, apostar por los trabajadores, por su cualificación y su formación, y también por la protección de la familia y la protección de la calidad del trabajo.

Confiamos, por supuesto, en que las directrices principales que hemos logrado consensuar con nuestros agentes sociales permitan en la práctica adoptar y aplicar las medidas necesarias para poder garantizar el cambio y la seguridad, de manera que Europa sea más capaz de afrontar con éxito los desafíos que nos plantea la globalización.

El Consejo, en su reunión de 5 y 6 de diciembre, aprobará, esperamos, estas directrices. Estoy convencido de que en el futuro se demostrará que son unas directrices acertadas y que constituyen una buena base para una política que hará a Europa más fuerte y más competitiva.

 
  
MPphoto
 
 

  Vladimír Špidla, Miembro de la Comisión. − (CS) Señor Presidente, Señorías, cuando miro a la pantalla, veo lo rápido que se pasa el tiempo, así que permítanme decir sólo dos cosas: primero, en el debate ha quedado claro, y me gustaría incidir en ello, que el objetivo de la flexiguridad no consiste para nada en imponer un modelo nacional único a toda la Unión Europea. Se reconoce la naturaleza singular de los distintos modelos. No obstante, quiero sugerir que los Estados que aplican los principios mencionados tienen un mercado de trabajo en mejor situación, y no me refiero sólo a los países escandinavos.

La otra cuestión que quiero mencionar es la de los costes. De nuevo, Dinamarca es el ejemplo típico mencionado con frecuencia, con unos gastos en protección social y asistencia sanitaria que no están por encima de la media europea. Esto debe destacarse siempre.

Señorías, gracias por un debate tan interesante que, aunque breve, ha ayudado a enriquecer el concepto de la flexiguridad. Permítanme que dé las gracias especialmente al ponente.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana.

Declaraciones por escrito (Artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Christian Ehler (PPE-DE), por escrito. – (DE) En una de las enmiendas presentadas sobre este informe, se intenta conseguir el apoyo del Parlamento Europeo a unos salarios mínimos europeos. En mi opinión, este enfoque es totalmente equivocado. Las condiciones y los parámetros establecidos en los distintos mercados de trabajo regionales son tan diferentes que un enfoque europeo no nos permitirá aumentar la prosperidad para los ciudadanos; todo lo contrario, estaríamos contribuyendo a la pobreza, al desempleo y al trabajo en el mercado negro.

Se pide también que los salarios mínimos se establezcan en no menos del 50-60 % del salario nacional medio. ¿Qué país en Europa tiene un salario mínimo tan alto? Antes de someter este tipo de enmienda a debate, sus promotores deberían hacer por lo menos el esfuerzo de ver cuál es la realidad en Europa. Se está tratando aquí de promover una política europea de fijación de salarios que aumentaría los salarios mínimos nacionales actuales una media del 20 %. ¡Eso es pura demagogia!

Espero que una clara mayoría de este Parlamento se muestre contraria a esas ideas peligrosamente utópicas, que lo único que conseguirían sería aumentar el paro y la pobreza y amenazar a la competitividad económica de Europa.

 
  
MPphoto
 
 

  Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Lamentamos que el informe no se oponga, con suficiente claridad, a la estrategia de flexiguridad defendida por la Comisión Europea. Se limita a proponer algunos cuidados paliativos para los principios enunciados en la Comunicación de la Comisión.

Por eso, hemos votado en contra del referido informe en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, e insistimos también en presentar propuestas que rechazan el concepto de flexiguridad adoptado en dicha Comunicación. Lo hemos hecho porque ese concepto trata de desregular los mercados de trabajo y la legislación laboral, lo que supondría, en la práctica, la destrucción de los vínculos contractuales actuales, la liberalización de los despidos injustificados y el aumento de la inseguridad de la generalidad de los trabajadores.

No hay cuidados paliativos que resistan al constante debilitamiento de la negociación colectiva, la depreciación de las organizaciones sindicales, la transformación de los contratos permanentes en contratos temporales con el pretexto de la globalización capitalista.

En la masiva manifestación que tuvo lugar el 18 de octubre en Lisboa, convocada por la CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses), los trabajadores portugueses dijeron no a estas propuestas. Lo que ellos quieren es más empleo con derechos que presupongan un compromiso con la producción, más inversión en servicios públicos de calidad y el respeto a la dignidad de los trabajadores.

Por eso, insistimos en las propuestas que hemos presentado. Si se siguen rechazando, votaremos en contra de este informe, puesto que rechazamos la flexiguridad.

 
  
MPphoto
 
 

  Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE), por escrito. – (RO) El informe somete a debate una cuestión europea esencial: las acciones de la Unión Europea orientadas a la integración en el mercado no pueden ignorar la restricción arbitraria de la libre circulación de trabajadores. Ocho de los países que entraron en la UE en 2004 – conjuntamente con Rumanía y Bulgaria – tienen períodos transitorios de al menos dos años, que pueden alcanzar los siete años.

Desde el segundo año de transición, las instituciones europeas se implicaron activamente en el proceso de autorizar los períodos transitorios impuestos por los Estados miembros. Por eso, solicito al Consejo Europeo que examine muy detenidamente, en diciembre, la cuestión de la restricción de la libre circulación en la Unión Europea para los nuevos Estados miembros y que adopte una posición común obligatoria para reducir al mínimo las barreras que se interponen a la libre circulación de trabajadores.

La cuestión de la restricción del acceso al mercado de trabajo está directamente relacionada con el primer principio sugerido por el ponente: «la acción europea contra las prácticas abusivas en distintos tipos de contratos atípicos». Como diputada al Parlamento Europeo, he recibido numerosas quejas de ciudadanos de origen romaní que se están viendo abusivamente privados de una retribución por su trabajo y de las condiciones más elementales de seguridad social y asistencia sanitaria en los países donde desarrollan su actividad. Las disposiciones que aprobemos basadas en el concepto de flexiguridad deben dirigirse principalmente a eliminar este tipo de situaciones.

 
  
  

(La sesión, suspendida a las 17.05 horas, se reanuda a las 17.10 horas)

 
  
  

PRESIDE: HANS-GERT PÖTTERING
Presidente

 

16. Debate sobre el futuro de Europa (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. − Señorías,

¡Bienvenido al Parlamento Europeo, señor Rodríguez Zapatero! Es un gran placer contar con su presencia.

Quiero manifestarle mi más sincero agradecimiento por haber aceptado la invitación del Parlamento Europeo a intervenir en este debate sobre el futuro de Europa, un debate que es muy importante para esta Cámara. Otros Primeros Ministros de toda la Unión Europea nos han visitado ya para debatir las cuestiones que son importantes para el futuro de la Unión, como Guy Verhofstadt, Romano Prodi y Jan Peter Balkenende. Tuvimos la oportunidad de escuchar sus opiniones y debatir temas con ellos, incluso en unos momentos de gran incertidumbre sobre el futuro curso de la Unión Europea. Hoy estamos aquí para escucharle a usted. En base a una decisión de la Conferencia de Presidentes —los presidentes de los grupos políticos— esta forma de debate finalizará con un discurso del Primer Ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

Señor Presidente del Gobierno, me parece importante mencionar que España fue el primer país, en 2005, que celebró un referéndum sobre lo que entonces era el proyecto de Tratado Constitucional y que el 77 % de los españoles votaron a favor del mismo.

(Aplausos)

Por eso es para mí un placer especial poder darle la bienvenida, Presidente, aquí hoy, poco después de haber firmado el Tratado de Lisboa, que llega después de un largo período de reflexión y, en efecto, de una crisis: un Tratado al que podría incorporarse la esencia del Tratado Constitucional.

España es un país importante dentro de la Unión Europea y lleva tiempo haciendo una valiosa contribución a la Unión Europea, no sólo desde su adhesión en 1986, sino desde mucho antes. España ha demostrado siempre —y esto se aplica a todos su principales partidos— que es un país con convicciones europeas profundamente arraigadas, un país que toma la iniciativa y que está dispuesto a demostrar un compromiso activo con el futuro común de nuestro continente.

De conformidad con el orden del día, se procede al debate sobre el futuro de Europa con la comparecencia del Primer Ministro español y miembro del Consejo Europeo.

 
  
MPphoto
 
 

  José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España. − (ES) Señor Presidente, señoras y señores Diputados,

Para un europeísta convencido y militante, presidente del Gobierno de un país profundamente europeísta, constituye un gran orgullo comparecer hoy ante este Parlamento, la casa más común de Europa.

Aquí se integra la rica pluralidad de nuestros pueblos. Aquí se manifiestan nuestras identidades, partiendo de la diversidad para alcanzar lo que nos une. Si alguna institución encarna más vivamente el alma de nuestro proyecto, es ésta, pues aquí habitan las voluntades directas de los ciudadanos europeos.

Hemos ido levantando poco a poco una casa cada vez más sólida y mejor provista. Hoy cobija cómodamente a la gran familia europea. Pero también la hemos hecho más fuerte y exigente. Porque, a la vez que crece su representatividad, crece también su capacidad para orientar primero, y controlar después, el conjunto de nuestras políticas y acciones.

Estamos, pues, Señoras y Señores Diputados, en el ámbito apropiado para debatir sobre la Europa que deseamos. La Europa que necesitamos. Por ello, quiero agradecerles la ocasión que me ofrecen para exponer mis reflexiones y propuestas sobre el presente y el futuro de la Unión.

La idea de Europa se asocia por los españoles a nuestra ansia de paz, libertad, democracia y prosperidad.

Nuestra mejor tradición enlaza con los valores con los que identificamos el espacio cultural y político europeo.

Durante una larga etapa mantuvimos viva la aspiración de incorporarnos al proceso puesto en marcha hace ya más de 50 años.

El éxito que acompaña a España en las dos últimas décadas se nutre en buena medida del dinamismo social que generó nuestra pertenencia a la Unión y del eficaz aprovechamiento de los medios que puso a nuestro alcance la solidaridad de los miembros que nos precedieron en este proyecto.

Debemos mucho a Europa como españoles, y los españoles nos aproximamos a ese proyecto, en primer lugar, con una profunda gratitud de la que quiero dejar constancia hoy ante el Parlamento Europeo.

A nadie debe sorprender, pues, que aprobáramos en referéndum el Tratado Constitucional. Tampoco a nadie puede extrañar que aportáramos nuestra predisposición y flexibilidad para superar la crisis institucional, al tiempo que nos manteníamos firmes, coherentes y tenaces en preservar sus contenidos esenciales, sin los cuales el proyecto mismo hubiera quedado desvirtuado.

Hemos superado el riesgo. Pero tenemos por delante el reto. El reto de construir la Europa que precisamos y que precisa el mundo en el siglo XXI.

Queremos una Europa de valores. La identidad europea ha sido forjada a lo largo de una larga historia marcada por momentos trágicos, pero iluminada también con las creaciones más nobles de la Humanidad, con la luz del pensamiento, el calor y la plasticidad de nuestros artistas, las convicciones profundas de nuestros estadistas, el aliento de nuestros ciudadanos.

Libertad, Estado de Derecho, derechos humanos, tolerancia, igualdad entre mujeres y hombres, solidaridad: ése es el código moral de Europa; ahí, en la adhesión a estos valores, y no en el ámbito geográfico, es donde reside la genuina esencia de nuestra Unión.

(Aplausos)

Nuestra Europa tiene que ser y tener una verdadera sustancia política. Sólo así podremos construir una Unión a la altura de nuestras ambiciones.

Si queremos esa Europa, tenemos que hacerla, por fuerza, una Europa eficaz. Una Unión capaz de salir al encuentro de los desafíos de nuestro tiempo.

Europa tiene como fuente de legitimidad y como destino último a sus ciudadanos. Los europeos somos los ciudadanos del mundo con más derechos y mejor protegidos. Pero no somos una isla y no podemos convivir cómodamente con la carencia o inobservancia de esos derechos en otras partes. Hay un deber ético de trabajar por su extensión. Y ese deber ético confiere a Europa una misión en el mundo.

Esta Europa de valores con sustancia política eficaz y patrimonio de los ciudadanos es también la Europa que necesitamos. En un mundo cambiante y crecientemente complejo, hay que avanzar con la integración. Desde el aislamiento, desde la óptica estrecha de las fronteras, desde el particularismo de los intereses nacionales, caeríamos inevitablemente en la impotencia y en la irrelevancia.

Es, pues, hora de sumar esfuerzos. Hora de renovar nuestro entusiasmo. Hemos oído con demasiada frecuencia que Europa estaba en crisis, que dudaba de sí misma, que los ciudadanos se sentían poco identificados con su proyecto, o que la ampliación iba a diluir el empuje de la Unión política.

No compartía esa percepción pesimista. Hemos vivido antes estas situaciones, y nos hemos fortalecido siempre a su salida. Señalaba Jean Monnet que los cambios se aceptan en la necesidad, y que la necesidad se impone durante las crisis. Impelidos por la necesidad hemos introducido cambios que serán muy productivos.

Valoro positivamente el proceso que nos ha llevado a la aprobación del nuevo Tratado. No ha sido fácil. Estamos desarrollando un modelo nuevo en la historia de la civilización política, que avanza a pasos de las realidades concretas de las que hablaba Schuman. Es lógico que en ocasiones necesitemos más tiempo para tomar decisiones. Pero ya tenemos el fruto de nuestro esfuerzo.

Y es justo que reconozca la extraordinaria contribución de este Parlamento. Para España, que ha luchado por mantener el impulso europeísta y el equilibrio del Tratado, el apoyo de esta Cámara ha resultado estimulante y decisivo.

Durante las negociaciones, Europa ha seguido avanzando. Ahora contaremos con los nuevos instrumentos previstos en el Tratado y con la importante ampliación de materias sobre las que podremos decidir por mayoría cualificada para buscar soluciones a las preocupaciones de nuestros ciudadanos.

Europa debe ser, más que nunca, una referencia de progreso y bienestar. No podemos retardarnos en la apertura y en la modernización de nuestras economías. Tenemos que esforzarnos en el cumplimiento de los objetivos de la Estrategia de Lisboa. Ese es nuestro referente principal e inmediato para afrontar las exigencias de la globalización en su doble dimensión, externa e interna.

Seamos ambiciosos. La experiencia nos dice que cuando lo somos nos va bien. El extraordinario impacto de la adopción del euro, que se está extendiendo a nuevos Estados miembros, nos muestra las posibilidades de seguir profundizando en nuestra integración. Culminemos el desarrollo del mercado interior de bienes, servicios y redes y potenciemos las instituciones de vigilancia de la competencia para garantizar su buen funcionamiento.

En su dimensión exterior, Europa está llamada a jugar un papel de liderazgo en la configuración de reglas justas de la globalización. Incrementemos la transparencia y apertura de nuestros mercados, y apoyemos las de nuestros socios no comunitarios en un contexto de competencia justa y leal. Avancemos en el impulso de la Ronda de Doha. Demos ejemplo en la promoción del comercio internacional.

El escenario globalizado exige de nosotros un especial esfuerzo en la innovación tecnológica y en la investigación, aprovechar al máximo el extraordinario potencial de nuestros científicos y de nuestras universidades, combinar la excelencia con la cohesión territorial. Nuestro modelo de integración eficaz requiere de un acceso equilibrado a las nuevas tecnologías por parte de todos los Estados miembros.

Queremos progresar para proporcionar bienestar. La nuestra es una Europa social. Una Europa de derechos sociales.

(Aplausos)

Nuestro modelo económico no se concibe sin la equidad. Y la equidad no se consigue sin la protección. Nuestro éxito ha de medirse por nuestra capacidad para seguir creciendo con solidaridad y con cohesión.

Promovamos empleo estable y digno, aseguremos la adaptación de nuestros trabajadores a los cambios del sistema productivo, seamos adalides de las políticas de inclusión social, igualdad de oportunidades, seguridad laboral y garantías para la salud de nuestros ciudadanos.

Esta nueva Europa, cada vez más amplia, sólo tendrá éxito si refuerza su solidaridad entre todos los Estados miembros. La cohesión es un principio básico, especialmente por la significación del compromiso establecido entre nosotros, por la creación de vínculos decisivos para la integración política de la Unión.

España, que se ha beneficiado mucho de la solidaridad comunitaria, apoya que los nuevos Estados Miembros puedan igualmente hacerlo, y está en disposición de compartir su experiencia para el aprovechamiento eficaz de la misma.

Europa está hoy inmersa en un proceso de gran contenido estratégico: la creación de un Espacio Común de Libertad, Seguridad y Justicia, el desarrollo del ámbito Schengen y del sistema de fronteras exteriores. Nada evidencia mejor la mutua confianza que la puesta en común de la seguridad, para la cual los Estados miembros con frontera exterior asumimos una especial responsabilidad. España siempre ha estado en la vanguardia de esas iniciativas y seguirá apoyándolas con la máxima determinación.

Quiero subrayar la importancia de fortalecer la política europea sobre inmigración. La inmigración es una realidad que marca, y marcará aún más, la agenda europea, que afecta a aspectos muy sensibles de nuestro proyecto.

Partamos del inequívoco reconocimiento del potencial positivo de la inmigración, que va desde la aportación demográfica hasta el dinamismo de la diversidad cultural, pasando por el impulso al crecimiento potencial de nuestras economías, lo que ha sido muy evidente en el caso de España.

Favorezcamos políticas de integración que respeten derechos y exijan obligaciones. Una Europa que asegure esta integración será más digna, más libre y más segura.

Actuemos al tiempo sobre las causas que empujan a emigrar. Hagámoslo a través del diálogo y la cooperación eficaz con los países de origen y tránsito.

Reforcemos la solidaridad entre los Estados miembros y dotémonos de medios adecuados para el eficaz control de las fronteras exteriores. España ha promovido medidas que se están aplicando con éxito, pero queda mucho por hacer. Fortalezcamos la Agencia Europea de Fronteras, mejoremos nuestra cooperación sobre el terreno y desactivemos las mafias que se aprovechan de la urgencia vital de esos hombres y mujeres por salir de su entorno de miseria y frustración.

(Aplausos)

Tenemos el gran reto de prevenir y combatir el terrorismo y el crimen organizado. Seamos más ambiciosos en nuestra cooperación policial y judicial. España, por nuestra dolorosa experiencia, sabe de la necesidad vital de la acción solidaria y siempre estará en la vanguardia de esta política.

Con nuevas iniciativas y con el ejemplo, Europa debe aspirar a conformar respuestas multilaterales a los problemas globales. Lo hacemos ya en la lucha contra el cambio climático, con nuestro compromiso de reducción en un 20 % de las emisiones de gases para 2020. Podemos y debemos marcar una tendencia, podemos constituirnos en referente y facilitar un nuevo consenso en las negociaciones que se iniciarán en Bali en diciembre próximo.

Tenemos mucho por hacer en el ámbito de la energía. España aboga por una verdadera política energética, con un mercado único transparente, garantía de suministros y menor coste medioambiental. Para nosotros no existirá una política europea de la energía creíble si no se promueve un sistema de interconexiones bien articulado entre todos los Estados miembros.

Señorías, señor Presidente,

Somos un actor global porque no somos solamente un proyecto para los europeos. No alcanzaremos nuestra plena realización si solo defendemos nuestros intereses. La conquistaremos si proyectamos nuestros valores en la escena internacional, si nos consolidamos como factor de paz, estabilidad y solidaridad.

El éxito de nuestra integración se mide en buena parte por lo que consigamos significar para los demás, por el sentido que tenga nuestra voz para el mundo entero. El futuro necesita de Europa más que nunca. No debemos aspirar a que el mundo actual se mire en nuestra gran historia, sino en nuestro abierto horizonte.

Con el nuevo Tratado, dispondremos de instrumentos eficaces para nuestra política exterior común. Las figuras del Presidente del Consejo y del Alto Representante para Asuntos Exteriores, y la reordenación de competencias y recursos, le darán mayor relieve y continuidad.

Contamos asimismo con la experiencia de estos últimos años, en los que nos hemos dotado de capacidades de gestión de crisis civiles y militares, y nos hemos desplegado con éxito en los enclaves más comprometidos, como el Congo o Bosnia.

Somos el primer donante de ayuda al desarrollo y de ayuda humanitaria. Nos obliga a ello nuestra concepción de la dignidad, nuestras raíces humanistas, nuestro sentido de la justicia. Pero también nuestro interés. Solo el desarrollo compartido y la equidad en el mundo garantizan la seguridad en un mundo tendencialmente convulsivo.

En estos momentos de profundos cambios en la realidad internacional, Europa debe acrecentar su legitimidad como espacio de integración y democracia, y desarrollar su capacidad para formar consensos a escala mundial.

La nueva Europa no puede entenderse aislada de sus vecinos del Este y del Sur. Nuestra prosperidad tiene que ser parte de la suya. Tenemos que hacerles llegar nuestra voz y escuchar la suya, para entablar juntos un diálogo fructífero.

Nos jugamos mucho en nuestras relaciones con los países de la orilla sur del Mediterráneo. En ellas debemos confirmar la auténtica dimensión de Europa, la Europa interesada por todo lo que aportan los demás, la que respeta la diferencia, la que ofrece sus valores sin imponerlos, la que desarrolla la asociación en el marco de la nueva política de vecindad.

Entre las riberas norte y sur del Mediterráneo se dan las mayores brechas de renta del planeta, y persisten en la región conflictos largamente enquistados. Pero también es cierto que las sociedades del norte de África son jóvenes y dinámicas, y que en sus sistemas políticos van abriéndose paso cuotas significativas de libertad. Las relaciones con el mundo islámico, en las que Europa debe trazar una vía de diálogo y de alianza, vendrán marcadas por la imagen que proyectemos en esta región.

Aprovechemos la próxima reunión Unión Europea-África para atender demandas justas e inaplazables de este continente dolorido, vecino y a la vez lejano, que llama angustiosamente a nuestras puertas. Actuemos para asentar a sus gentes en su propia tierra, para apoyarles en su aspiración de aprovechar allí su propia oportunidad vital.

Podemos ofrecer asimismo una aproximación europea a los principales desafíos de la escena internacional. Por ejemplo, en el proceso de paz en Oriente Medio y las relaciones con el mundo islámico, en la lucha contra el terrorismo internacional, en la no proliferación nuclear, en la relación estratégica con Rusia y los grandes países asiáticos, en el respeto de los derechos humanos y la extensión de la democracia, en la lucha contra el hambre y la pobreza, en la generalización de la educación y la salud, en la cohesión social.

Incrementemos nuestra presencia activa en todas las áreas geográficas del planeta favoreciendo otros procesos de integración. Permítanme que en este punto destaque como ejemplo la importancia de multiplicar nuestras relaciones con América Latina y de impulsar las negociaciones de acuerdos de asociación entre la Unión y los distintos grupos regionales latinoamericanos.

Debemos apostar decididamente por el multilateralismo y reforzar el papel central de Naciones Unidas en los esfuerzos de mediación e intervención en la solución de conflictos. Resulta asimismo fundamental que la Unión progrese en el diseño de una política de defensa común que le permita intervenir activa y autónomamente en la preservación de la paz y la seguridad internacionales bajo el mandato de Naciones Unidas.

El desarrollo de las capacidades civiles y militares necesarias, los Grupos de Combate Europeos, las iniciativas de fuerzas de respuesta rápida, y los programas de la Agencia Europea de Defensa constituyen avances importantes, pero todavía insuficientes.

Señor Presidente, Señorías,

He querido compartir con ustedes algunos rasgos fundamentales de mi visión de Europa y de los objetivos que, a mi juicio, tenemos que proponernos ahora y de cara al futuro. Les he tratado de hablar de Europa desde España. Permítanme que ahora, brevemente, les hable de España desde Europa.

La política que mi Gobierno ha llevado a cabo en estos años está marcada con el mismo sello que las prioridades europeas.

Estamos atravesando un periodo de crecimiento económico, abriéndonos cada día más, introduciendo reformas en la senda de Lisboa. Hemos alcanzado ya en 2007 uno de los dos objetivos principales de nuestro Programa Nacional de Reformas, conseguir una tasa de empleo del 66 %, y alcanzaremos el segundo, converger plenamente con la renta per cápita europea, antes de 2010, fecha inicialmente prevista.

Hemos apostado decididamente por la formación de recursos humanos, la dotación de infraestructuras y la expansión de las tecnologías de la comunicación. Con ello contribuimos a esa Europa basada en una economía del conocimiento, competitiva en la sociedad de la información.

Nuestro modelo social se ha enriquecido y fortalecido. Disponemos de cuentas públicas saneadas, con un superávit en torno al 2 % del producto interior bruto, deuda pública decreciente y seguridad social consolidada.

Nuestro empleo ha crecido espectacularmente -tres millones de nuevos empleos en los últimos cuatro años- y los puestos de trabajo han adquirido mayor estabilidad. Avanzamos por medio del acuerdo social y disfrutamos del periodo de mayor paz social desde el arranque de la democracia.

Hemos abierto una puerta a la política social instaurando el derecho a la atención para las personas en situación de dependencia y discapacidad, que, desde luego, conforma un nuevo pilar del Estado del bienestar.

La sostenibilidad se ha convertido en pieza sobre la que girará nuestro modelo de crecimiento. Logramos reducir en 2006, por primera vez, la emisión de gases aun con un crecimiento económico tan intenso. Y estamos comprometidos con Bali como lo estamos con Kyoto.

Los españoles disponen hoy de más derechos: el de mayor impacto social, el de la igualdad entre hombres y mujeres, desarrollado ampliamente y garantizado por Ley; el de gran significación, el matrimonio entre personas del mismo sexo, que les reconoce a ellos y a ellas la igualdad con los demás y que nos dignifica a todos como sociedad.

España ha apoyado el multilateralismo y lo seguirá apoyando. España ha apoyado a la Unión Europea y a las instituciones europeas y las seguirá apoyando.

Multiplicaremos, como hemos hecho en estos años, nuestra cooperación al desarrollo, para situarnos entre los diez primeros países del mundo por el porcentaje que dedicamos de nuestro producto interior bruto a la ayuda al desarrollo. Seguiremos creciendo al destinar en los próximos cuatro años el 0,7 % del producto interior bruto a la ayuda al desarrollo, a llevar solidaridad y dignidad a millones de personas en el mundo.

Señor Presidente,

Durante largo tiempo solo podíamos afirmar que, si avanzaba Europa, lo haría España. Creo poder decir hoy, con orgullo pero con humildad, que si avanza España, como lo ha hecho, ha avanzado también Europa.

Estoy plenamente convencido de que Europa superará nuestras expectativas. Contamos con la extraordinaria capacidad de todas sus instituciones. Y confiamos muy particularmente en este Parlamento. En los momentos más difíciles, Señorías, el Parlamento Europeo ha sido siempre un valladar para el pesimismo y un defensor correoso e incansable de la integración europea; hoy se lo quiero agradecer de forma muy especial. Sus propuestas y debates han marcado las grandes reformas de la Unión en todos estos años.

En esta sala, entre todos ustedes, se siente Europa con más fuerza que en ningún otro lugar, se vive Europa con más esperanza y con más confianza.

Quiero, por ello, que mis últimas palabras expresen el reconocimiento de España y el mío personal al prestigio y al trabajo de esta Cámara, y a la labor de los hombres y mujeres de todas las ideologías y de todos los países que en las diversas legislaturas han hecho posible, desde estos escaños, llegar a la Europa de hoy y preparar la Europa del mañana.

Hemos superado con éxito el riesgo del periodo más reciente. Ahora tenemos por delante muchos retos que nos esperan. Miremos muy alto en el horizonte y trabajemos juntos para acercarnos pronto a la Europa que necesitamos y, sobre todo, a la Europa que el mundo necesita.

Muchas gracias.

(La Asamblea, puesta en pie, aplaude al orador)

 
  
MPphoto
 
 

  Jaime Mayor Oreja, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, excelentísimo señor Presidente del Gobierno español, Señorías, en representación del Grupo del Partido Popular Europeo-Demócratas Europeos, quiero agradecer al Presidente del Gobierno de España sus reflexiones sobre el rumbo de la Unión Europea.

Es verdad que habríamos preferido que su intervención, sus aportaciones europeas, se hubiesen producido en otro momento, antes, y no después, de la Cumbre de Lisboa, y no precisamente setenta y dos horas después de su nominación como Presidente del Gobierno, porque estas circunstancias, Señorías, no favorecen nunca el auténtico objetivo de un encuentro de estas características. Pero, Señorías, al mismo tiempo, yo sería injusto -y nuestro Grupo no quiere serlo- si no le agradeciese ni le valorase en su justa medida, y en su nombre, las reflexiones que ha introducido el señor Rodríguez Zapatero que, sin duda, son útiles en la futura orientación europea.

No es fácil para mí intervenir en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo sobre la libertad y sobre la Unión Europea, fundamentalmente porque hay trayectorias personales en mi Grupo que son tan ejemplares en la defensa de la libertad y tan recientes en su sufrimiento, que no pueden salir de mi boca palabras ni adecuadas ni suficientes para explicar el profundo y auténtico sentido que tiene para nuestro Grupo la Unión Europea.

Nuestro Grupo se felicita del avance indudable en la Cumbre de Lisboa, pero, al mismo tiempo, no diríamos la verdad si no afirmáramos que nuestro Grupo político considera que todavía echamos en falta el impulso político y la ambición política adecuada para que la Unión Europea de hoy se transforme en la Unión Europea necesaria para el futuro de los europeos. Por eso, no alcanzaremos la Europa que necesitamos si no creemos en nosotros mismos; no culminaremos la Unión Europea con la inercia ni con las bellas palabras de unos o de otros, ni con lugares comunes. No son tanto las palabras como la coherencia y la autenticidad, por ejemplo a la hora de abordar las transposiciones de las directivas europeas o de cumplir el Protocolo de Kyoto.

Señor Presidente, este trecho que nos falta está, sin duda, fundamentado en la determinación en la defensa de nuestros valores y en el esfuerzo, que es lo que nos permitirá consolidar la fortaleza moral de la Unión y, en definitiva, una cultura propia, que es lo que significa esencialmente nuestro proyecto. Pero acostumbremos a los europeos a la dificultad de este trecho que nos falta, digámoslo y expliquémoslo con claridad; compartamos con ellos esta actitud política del esfuerzo y atrevámonos a decir la verdad a los europeos respecto de la dificultad que todavía nos falta. No se van a desanimar por ello, sino que, por el contrario, va a ser el camino de la esperanza, la ilusión y la proximidad europea que tanto necesitamos. Digamos con más claridad cuáles son esos problemas que nos faltan, seamos capaces de priorizarlos, de trabajar en esos capítulos urgentes en la búsqueda de un reparto de competencias entre la Unión Europea y las naciones europeas, sin ánimo de generalización, priorizando y concretando los problemas más urgentes que nos restan.

Señor Presidente, el acuerdo, el consenso y el caminar paso a paso ha sido el método tradicional europeo y, más que un valor, el consenso es un método. Ello significa que tenemos que saber acotarlo y ordenarlo y, al mismo tiempo, tenemos que potenciar, para ello, la dimensión de los grupos políticos europeos, porque no habrá Unión Europea sin partidos políticos europeos. Y ello exige también que no traigamos a esta Cámara los desacuerdos y los disensos nacionales (que son reales y profundos) como hace meses, lamentablemente, los trajimos de España a esta Cámara, como usted bien sabe.

Señor Presidente, hay problemas que exigen una dimensión europea. Eso, sin duda, fortalece a la Unión, pero, en opinión de nuestro Grupo, también fortalece a las naciones europeas; la Unión no se fortalece desde el debilitamiento de las naciones europeas, sino todo lo contrario: la Unión Europea, su culminación, necesita la fortaleza de sus miembros y se hace imposible con naciones debilitadas en las que se ponga en entredicho su integridad territorial.

Nos une el valor de la libertad, que constituye el valor de los valores, y esos valores se recogen en la Carta de los Derechos Fundamentales que vamos a suscribir el próximo día 12 de diciembre en Estrasburgo, pero no es una apariencia: es un renovado compromiso por la libertad, y no sólo en el territorio de nuestra Unión, sino especialmente en el territorio de nuestros amigos, con los que tradicionalmente hemos compartido nuestra cultura, en América Latina y también en algunas repúblicas del Este europeo. También en esos países hemos de tratar de consolidar nuestro esquema de principios y de valores.

Una vez más: coherencia, más que palabras. La historia demuestra el efecto benéfico de nuestra cultura en el mundo. Divulguémosla y, al mismo tiempo, seamos conscientes de que no podemos encerrar este valor en el seno de nuestra Unión Europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Martin Schulz , en nombre del Grupo del PSE. (DE) Señor Presidente, Señorías, es para nosotros un gran placer dar la bienvenida al Presidente Rodríguez Zapatero aquí al Parlamento Europeo. Celebramos también que comparezca después de la Cumbre de Lisboa, y que lo haga 72 horas después de su designación como candidato. Nos hubiera gustado todavía más que el Grupo del PPE-DE hubiera estado representado al menos por el presidente de su Grupo hoy aquí.

Les pudo decir una cosa: el señor Daul se ha perdido un buen discurso del Presidente español esta tarde. Se ha perdido también un discurso algo menos convincente del señor Mayor Oreja, así que probablemente haya sido una buena cosa para él no haber estado presente. Puesto que los escaños vacíos en el ala derecha de este Parlamento hablan por sí solos, permítanme añadir que cuando nos visite el Primer Ministro sueco Reinfeldt, que pertenece a su familia política, el Grupo Socialista asistirá en igual número que hoy, porque creo que la cortesía es una cualidad que se tiene o no se tiene, y ¡los de la derecha no la tienen!

(Aplausos)

España y los españoles, representados por el Presidente de su país, tienen el derecho a ser respetados, y eso significa el respeto de todas las familias políticas representadas en esta Cámara. Estamos en sintonía con los españoles que respetan. Señor Zapatero, ha dado usted las gracias a esa Cámara y ha dado usted las gracias a la Unión Europea. Esa ha sido una frase memorable viniendo del Jefe del Gobierno de España, un país que durante 40 años sufrió una dictadura implacable y brutal, y que conquistó su libertad y su diversidad democrática gracias a su integración en Europa. Que usted, el Presidente español, se levante y dé las gracias a la Unión Europea, es algo que le honra. Pero también nosotros estamos en deuda de gratitud con ustedes, porque España ha cumplido sus promesas. Debemos dar las gracias al pueblo español y a los demócratas españoles, hombres y mujeres. Su contribución a Europa es una contribución a la democracia, a la diversidad, al progreso cultural y a la estabilidad social. Tenemos, por tanto, que manifestar nuestro propio agradecimiento al Gobierno español.

(Aplausos)

España es un modelo para Europa, como lo es el conjunto de la región ibérica. Lo mismo puede decirse, por cierto, de Grecia y de todos los países que sufrieron dictaduras fascistas y que consiguieron integrarse en la Unión Europea a principios y mediados del decenio de 1980. Como europeos occidentales, nosotros tuvimos libertad para viajar a esos países en aquel momento y, por tanto, podemos comparar cómo eran entonces y cómo son ahora. España es un país con una economía floreciente. Es un país con un gran futuro, pleno de esperanza, un país cuyos ciudadanos han realizado una contribución inmensa a la paz en el mundo, un país que es económicamente próspero y que está llamando con mucha razón a la puerta de los países G8 por su fortaleza económica. ¿Quién habría pensado en que eso fuera posible hace 20 años? ¿Por qué digo, pues, que España es un modelo? Como usted mismo ha dicho, señor Presidente, si las políticas estructurales y regionales de la Unión Europea tuvieran los mismos efectos económicos en los países que ingresaron en la Unión Europea el 1 de mayo de 2004 que tuvieron en España, Europa en su conjunto podrá mirar al futuro con mucho optimismo, y por eso España es un modelo para Europa.

(Aplausos)

Señor Presidente, España —como usted ha explicado muy bien— ha salido ganando con su integración en Europa. Como muchos otros países de la Unión Europea, España tuvo que renunciar a una parte de su soberanía con la introducción del euro. Renunciar a la soberanía en materia monetaria significa renunciar a una parte de la soberanía nacional. Pero imaginemos por un momento lo que hubiera sucedido si España llega a seguir con la peseta, e imaginemos que el Gobierno de Zapatero, como primera medida, hubiera dicho «Vamos a retirar nuestras tropas de Irak». El dólar estadounidense habría jugado con la peseta, ¿y qué consecuencias habría tenido eso? La renuncia a este elemento monetario de la soberanía confirió a España, en realidad, un mayor grado de independencia y de soberanía. Ese es otro motivo por el que España es un buen modelo, ya que demuestra cómo la integración europea fortalece en lugar de debilitar.

(Aplausos)

El señor Zapatero ha hablado de muchos temas diferentes. En nombre de mi Grupo y en nombre de los hombres y sobre todo de las mujeres de mi Grupo, permítanme que diga unas palabras sobre la igualdad de género. Muy pocos Jefes de Gobierno en Europa han hecho tanto para promover los derechos de la mujer como usted, señor Zapatero, y el Parlamento Europeo tiene con usted una deuda de gratitud por sus iniciativas en este ámbito también.

(Aplausos)

(ES) Señor Rodríguez Zapatero, siga con su excelente política, moderna y progresista. Es buena para España y lo que es bueno para España es bueno para Europa. Adelante, Presidente.

(Los miembros de su Grupo, puestos en pie, aplauden al orador)

 
  
MPphoto
 
 

  Graham Watson (ALDE). – Señor Presidente, cuando los Estados miembros ratifiquen el Tratado de Reforma, como esperamos que suceda, podremos dirigir la mirada al frente, por fin, hacia una Unión Europea revitalizada, una Unión dotada de la capacidad de enfrentarse a nuevos desafíos con la humildad de escuchar a sus ciudadanos y con la voluntad política de actuar. La ratificación del Tratado no puede llegar en un momento más oportuno, y mi grupo le da las gracias, señor Zapatero, por sus esfuerzos encaminados a acelerar el proceso.

Mi Grupo no considera necesario crear un grupo de sabios que pondere el futuro de Europa. Ya nos hemos encontrado en dicha situación, hemos obrado de tal modo e, incluso, tenemos las camisetas que lo corroboran. Se llamó «periodo de reflexion» y ya ha concluido. Nos hallamos a mitad de camino de la Estrategia de Lisboa y por fin estamos logrando avances en materia de crecimiento y empleo. Estamos realizando el mercado único, liberando el potencial de los emprendedores europeos. Estamos habilitando cauces de migración legal que sean beneficiosos tanto para las economías en desarrollo como para las desarrolladas.

No es el momento de volver a sentarnos a una mesa de dibujo a la francesa ni de ceñirnos a un nuevo plan británico de crear una zona de libre comercio con ínfulas. Tales visiones son perspectivas marginales empaquetadas como si se tratara de una opinión mayoritaria. No es ahí donde se halla el consenso. La mayoría de nuestros ciudadanos desea que la Unión ofrezca una economía fuerte y creciente. Desean una mayor participación global de la UE, una mayor participación en la lucha contra el terrorismo, más cooperación en materia de seguridad y defensa y más acciones en materia de medio ambiente. Sólo entonces podrá Europa convertirse en un protagonista global que goce de la capacidad de introducir un cambio duradero.

Pues, ¿cómo podemos garantizar crecimiento y empleo si Europa regresa al proteccionismo? ¿Cómo podemos luchar contra el cambio climático si no somos capaces de actuar de manera concertada? ¿Cómo podemos difundir la paz, la prosperidad y la justicia en el mundo si Europa se enzarza en discusiones sobre asuntos marginales? Por ello, Europa necesita más políticos dispuestos a asumir el liderazgo y a adoptar un planteamiento paneuropeo.

Señor Zapatero, al unir a los 18 amigos de la Constitución en Madrid, demostró que su visión de una Europa abierta, integrada y competitiva la comparten muchos. Es tal visión de Europa la que los progresistas de todos los partidos de esta Cámara desean que medre y se difunda. El Grupo ALDE cooperará con todos los que compartan tal visión y actúen en consecuencia, sean de derechas, izquierdas o de centro, con el fin de que Europa avance. No toleraremos, en cambio, a quienes profesen tal visión pero no obren con arreglo a la misma.

Presidente, con frecuencia, y con justicia, se ha elogiado a España por la transformación social y económica que ha experimentado desde su adhesión a la Unión. Necesitamos que otros sigan su ejemplo y persigan su ambición de lograr una Europa próspera y abierta.

(Aplausos del centro y de la izquierda)

 
  
MPphoto
 
 

  Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – Señor Presidente, desearía adherirme a mis colegas y dar la bienvenida al Presidente español, aunque de un modo distinto. El Presidente ha venido preparado para un debate sobre el futuro de Europa pero, desgraciadamente, ha escuchado argumentos más referidos a su pasado que a la dirección en que todos deberíamos estar avanzando.

Creo que, cuando pensamos en las necesidades de Europa para el siglo XXI, todos nosotros sabemos cuáles son. Igualmente, todos nosotros sabemos que las ideologías del pasado fracasaron en su intento de satisfacer por sí mismas tales necesidades. Sólo a través de la combinación y de la coordinación de tales métodos e ideales diversos hemos podido avanzar. Sea en el ámbito de la igualdad, en el de la justicia, en el del desarrollo económico o en el de la salud y la seguridad, siempre ha sido necesario elegir entre diversas oportunidades y quedarse con los métodos del pasado que mayor éxito han cosechado.

En nombre de mi Grupo, desearía dar las gracias al Presidente por el respeto que ha mostrado a esta Cámara al dar las gracias a la Unión y, en concreto, al Parlamento, en su calidad de voz representativa del pueblo de la Unión Europea. Nos consideramos —a veces— la verdadera voz representativa del pueblo. En ocasiones puede que nos equivoquemos, pero nadie puede disputarnos nuestra responsabilidad democrática y nuestro mandato asimismo democrático para hablar en nombre del pueblo.

Con demasiada frecuencia, las perspectivas y opiniones del Parlamento Europeo quedan marginadas en los debates que se celebran a nivel intergubernamental. Me complació sobremanera, hace algún tiempo, que, durante del periodo de reflexión sobre el Tratado ahora extinto para nunca regresar, el Presidente español decidiera reunir a los «amigos del método comunitario», a los que denominó «amigos del método constitucional», para intentar crear un cuerpo de vanguardia en materia de posibles avances. Vio entonces que el éxito de dicho movimiento le abrió otras puertas y oportunidades en el gobierno cuando precisó apoyo en materia de inmigración y de otros asuntos.

Si hoy pudiera hacer un llamamiento al Presidente en lo que respecta al futuro, le pediría que siga ejerciendo su influencia, no sólo en la Unión Europea sino, asimismo, en América Latina, donde, ataviados con el disfraz de movimientos democráticos, se están poniendo de manifiesto ciertos problemas relativos a la libertad, la democracia y el respeto de los derechos humanos.

Por último, algunos de nosotros tenemos una perspectiva de Europa que aúna un brillante cielo estrellado, grandes oportunidades y, lo que es más importante, el respeto de las diferencias y de la dignidad fundamentales que existen en la Unión Europea. Deberíamos alcanzar un punto en el que dejemos de intentar homogeneizarlo todo en un único molde o tamaño y comprender que, dignificando dicha diferencia, podemos, en realidad, crear una Unión Europea mejor, más colorida y, sin duda, más vibrante de cara al futuro.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Monica Frassoni, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, el Grupo Verts/ALE ha apreciado las posiciones decididamente europeístas, el coraje de organizar un referéndum sobre el Tratado constitucional y la capacidad que su Gobierno tuvo de impulsar, de manera tranquila y sin guerra de religión, una legislación y una práctica sobre igualdad, derechos individuales y libertades que son un ejemplo para muchos países en Europa, aunque hoy no veo muchas mujeres entre sus acompañantes.

También hemos apreciado sus palabras sobre inmigración, aunque no siempre sus actos, y hemos apreciado el hecho de que hicieran hincapié sobre sus aspectos positivos y no solamente sobre la ilegalidad, como quizás hubiera hecho su predecesor.

Por eso mismo le diré, Presidente, que nosotros le echamos de menos en los últimos dos años y en los últimos meses, en la crisis institucional que vivimos, y que se concluyó, sin mucha gloria y sin mucha pasión, con el tratadito de Lisboa. La agenda de esa Conferencia Intergubernamental fue dictada por los enemigos de la Constitución Europea, mientras que sus amigos, como usted, fueron demasiado discretos después de esa famosa reunión de los dieciocho.

Hoy, en Europa se enfrentan varios enfoques: el directorio entre grandes o semigrandes de Sarkozy, el nacionalismo atlantista de Gordon Brown y el europeísmo un poco formal, pero muy sincero, de Romano Prodi. Y ¿cuál es su visión? ¿quiénes son sus aliados?

Presidente, usted habló poco de la cuestión del cambio climático, aunque es de ayer la noticia de la idea de su nuevo contrato del hombre -y de la mujer, imagino, también- con el planeta, y habló también mucho de gratitud por la ayuda europea. Tengo que decirle que hoy constatamos, y hace tiempo venimos constatando, que esos fondos europeos son aprovechados también para hacer de España el país con más kilómetros de autovía por habitante y donde el hormigón, también con dinero europeo, ha facilitado episodios graves de especulación y corrupción y ha contribuido a hacer que España, junto con mi país, Italia, y Dinamarca -aunque ustedes están un poquito peor- se encuentre muy lejos de cumplir los objetivos de Kyoto.

Entiendo que España no transpone la Directiva sobre la euroviñeta y apuesta todavía por una política de infraestructuras muy pesadas. Esperemos que con los compromisos electorales -no hay nada de malo en hacer un poco de campaña electoral aquí también- que usted ha hecho en materia de cambio climático España cambie decididamente el rumbo, y esperemos también que su fantástica Ministra de Medio Ambiente tenga muchísimo más espacio de maniobra en su Gobierno del que tiene hoy.

(Aplausos)

Presidente, para concluir, quiero decirle que nosotros aquí, en el Parlamento Europeo, apreciamos mucho y agradecemos sus palabras, pero necesitamos aliados en los Gobiernos de los Estados miembros. No podemos dormirnos, porque aquí necesitamos gente que quiera a Europa y tenga visión.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL.(FR) Señor Presidente, señor Presidente del Gobierno, ha pronunciado usted un bonito discurso. En muchos aspectos, ha sido un discurso humanista que estoy dispuesto a aceptar como un ideal para la Europa del futuro. Pero tenemos que admitir que, para que la realidad actual de los europeos se parezca a la visión que usted acaba de describir, habría que hacer muchos cambios en los procedimientos y en las estructuras de la Unión Europea.

Ha dicho usted que nuestra Europa es una Europa social. ¡Bravo! Pero no es pesimista decir que la Europa social, en lo esencial, está todavía por construirse. El marco actual de la política social europea es, de acuerdo con los Tratados, una economía de mercado abierto con libre competencia. Se trata de un marco que promueve, naturalmente, la competencia entre modelos sociales y que, naturalmente, tiende a recortar nuestros derechos en aras de la competitividad. Se trata de un marco que presiona a la baja, naturalmente, el coste de la mano de obra, que favorece la inseguridad en el puesto de trabajo y que recorta los derechos sociales.

La cuestión social es, sin lugar a dudas, la principal causa de la falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas. El propio Presidente del Banco Central Europeo, por ejemplo, lo pudo comprobar cuando intervino en el reciente congreso de la Confederación Europea de Sindicatos a favor de la moderación salarial en nombre de unos precios competitivos. Se encontró con una oposición unánime. Ya he dicho antes que el Ministro de Economía alemán mencionó el riesgo de una crisis de legitimidad en el modelo económico y social europeo. Examinemos, pues, estos aspectos, precisamente para dar cierta credibilidad a nuestra visión del futuro.

Ha mencionado usted también las relaciones con África y la necesidad de dar respuesta a sus demandas de justicia. Tiene usted razón. Pero en este caso, por ejemplo, tenemos que volver al proyecto de Acuerdo de Asociación Económica que ha sido rechazado por todos nuestros socios africanos porque están convencidos – y yo creo que con razón – de que el desarrollo de capacidades humanas y el libre comercio no son una buena mezcla.

Para terminar, señor Presidente, quiero darle las gracias por recordarnos lo que para mí son los objetivos últimos de Europa, y si seguimos siendo incapaces de ponernos de acuerdo sobre nuestra visión del presente, pongámonos de acuerdo al menos sobre las perspectivas futuras.

 
  
MPphoto
 
 

  Graham Booth, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, es un placer tener en Bruselas al Presidente español. Éste representa un ejemplo para otros jefes de gobierno europeos, ya que permitió que su pueblo decidiera si deseaba la Constitución. Ha de aplaudírsele por ello. Llegado el caso, el pueblo de España votó abrumadoramente a favor de tales planes.

Querría saber, pues, por qué no tiene intención de repetir el ejercicio. Después de todo, debería confiar en la obtención de un resultado similar. ¿Será acaso, como ha dicho el Presidente, porque el Tratado de Reforma no se aparta del Tratado constitucional en aspecto sustancial alguno? De ser así, sería razonable que piense que es innecesario plantear a su pueblo la misma pregunta en dos ocasiones. O acaso sucede, tal como se ha expuesto al pueblo británico, que el Tratado de Reforma es tan diferente que se ha convertido en algo completamente distinto y demasiado complicado como para que la gente lo entienda.

Se trata, desde luego, de una cuestión fundamental para el futuro de todos nosotros. Bien a la elite política no le importa lo que el pueblo desea, como sucede en el caso de los señores Sarkozy y Brown, o bien aquélla considera que el pueblo es demasiado estúpido como para adoptar cualquier decisión más importante que la de elegir la hamburguesa que compra en McDonald’s. Se me antoja que la Unión Europea está degenerando rápidamente en el primer Estado postdemocrático del mundo. Una cosa puedo decirle al Presidente: si la elite europea no permite hablar al pueblo, éste, al final, hallará otros cauces para hacer oír su voz.

 
  
MPphoto
 
 

  Frank Vanhecke (NI).(NL) Señor Presidente, Señorías, en mi opinión el principal desafío a que se enfrenta la Unión Europea actualmente consiste en la absoluta falta de participación democrática en el proceso de toma de decisiones. La desconfianza que despiertan las instituciones europeas es cada vez mayor —lo que, en mi opinión, está enteramente justificado, dicho sea de paso— entre nuestros ciudadanos, que no aceptan que numerosas decisiones de gran importancia que afectan directamente a sus vidas se adopten en torres de marfil que ya no controla persona o medio o persona alguno. Por otra parte, no existe una base democrática en la que se sustenten tales decisiones. Daré dos ejemplos.

En primer lugar: el texto de los nuevos tratados europeos se firmará en breve en Lisboa. Todo el mundo sabe que se trata de una versión levemente modificada de la Constitución Europea. El propio señor Zapatero ha afirmado que no se ha modificado componente sustancial alguno. Pues bien, dicho texto fue rechazado mediante referéndum democrático en Francia y en los Países Bajos, lo que ahora, no obstante, nos tomamos a risa. En el mejor de los casos, tal y como están las cosas, acaso se nos conceda alguna otra votación, de cuando en cuando, para mantener a los eurócratas contentos. Sin embargo, la expresión democrática real que se manifiesta a través de un referéndum se está tirando a la basura. De este modo, me temo que Europa se esté encaminando cada vez más hacia su transformación en un pequeño club tal que, si gobierna un súper Estado, acabará por no tolerar la participación y, por consiguiente, no podrá seguir recibiendo el nombre de democracia. Cabe aplicar el mismo razonamiento, de hecho, al modo en que se está gestionando la posible adhesión de Turquía a la Unión Europea. Nuestros ciudadanos no la desean, muy al contrario, ya que Turquía no es un país europeo —ni desde los puntos de vista cultural, geográfico o religioso ni desde cualquier otro—, pese a lo cual la Comisión y el Consejo no están teniendo en cuenta la opinión de la mayoría de nuestros ciudadanos al respecto. En lugar de entablar un debate sobre el futuro de la Unión, deberíamos entablar otro sobre la rehabilitación de la democracia en las instituciones de la Unión Europea.

 
  
MPphoto
 
 

  José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España. − (ES) Señor Presidente, quiero en primer lugar agradecer a todos los portavoces las intervenciones que han tenido en este acto y el tono de las mismas; además puedo decirles también que para mí ha sido una satisfacción ver el grado de animación que se produce en los debates en esta Cámara, lo cual esperaba, pero me alegro de haber podido contribuir a un momento de intensidad y de animación, sobre todo por algunas intervenciones, algunas de las cuales agradezco de corazón, muy especialmente.

Sí, España es un país agradecido, y agradecido a la Unión Europea, a los padres fundadores, a los grandes países como Francia, Alemania, Italia, que nos ayudaron a traer la democracia a nuestro país, que nos admitieron en Europa y que, luego, con sus recursos, contribuyeron a nuestro desarrollo. Agradecido a figuras públicas, a estadistas que no he citado aquí, como Helmut Kohl, como Mitterrand, como Palme, que contribuyeron tanto a la democracia de España y al futuro, y nos sentimos muy orgullosos de poder contribuir a esta causa común.

Ese agradecimiento tiene también una reflexión que acompaña lo que España ha sido capaz de hacer en estos 25 años; quizá no haya otra sociedad en el mundo que en 25 años haya visto tanta transformación política, económica, de avance en sus derechos, en las libertades y en la situación social de sus ciudadanos como España.

España ha estado siempre muy comprometida con Europa, ha sido siempre muy europeísta. Aquí han venido representantes de todos los partidos, y representantes de gran calidad política, a servir a las instituciones europeas, en la Comisión, en este Parlamento, donde hemos tenido tres Presidentes del Parlamento, y, además, de distintas culturas y distintas ideologías políticas. Todos ellos han servido muy bien; quiero, desde aquí, rendir homenaje a quienes han representado a España en las instituciones europeas. Han sido capaces de forjar una cultura común europeísta en una forma de organización política que, por hacer alguna consideración sobre las últimas intervenciones de los portavoces, no tiene precedentes en la historia.

La unión política, lo que llamamos Unión Europea, no tiene ni precedentes ni modelos en los que mirarse, porque no responde a ninguna de las categorías políticas conocidas. Ésa es la grandeza de la Unión Europea y también el carácter imprevisible de lo que es el proceso de formación de una voluntad política donde concurren 27 países, 27 banderas, 27 Estados, 27 naciones, 20 lenguas y una pluralidad ideológica que se ha visto y está aquí reflejada, en el Parlamento Europeo.

Por ello, cada avance que hemos tenido en el proceso europeo no tiene un color ni de un país ni de una ideología, no tiene un color único, ni tiene un color ideológico, ni tiene una bandera. Es la suma, que tiene una bandera propia y un color que es el de la convivencia y la unidad. Si algo representa el alma europea es una unión de demócratas. Eso es Europa: una unión de demócratas. Y una unión de demócratas es saber avanzar con una posición que pueda ser lo más consensuada posible y que respete e integre y dé las mismas oportunidades incluso a aquellos que están en profundo desacuerdo con lo que representa la Unión Europea. La grandeza de la Unión Europea es que es un club que da las mismas oportunidades a aquellos que están en favor de Europa que a aquellos que no quieren que Europa avance. Ésa es la grandeza del club europeo; es la grandeza, en definitiva, de una unión de demócratas.

«Tratadito», se ha dicho aquí. La perspectiva que podemos adoptar siempre nos puede dejar insatisfechos en cuanto a alcanzar los objetivos que todos tenemos, pero si este nuevo Tratado es un Tratado ratificado por todos y que funciona, será un gran Tratado, no será un tratadito. Ésa es al menos la posición que, en mi opinión, deberíamos adoptar hoy: darle tiempo al tiempo y ver la potencia, la fuerza que tiene a la hora de ponerse en marcha y si sirve para afrontar los retos que tenemos por delante.

Ha habido alguna alusión a la ratificación del Tratado. Tenía que ser así, porque España fue un país que hizo un referéndum consultivo para el Tratado constitucional que luego ha tenido un proceso de renegociación con una naturaleza de tratado, en sentido más clásico de lo que representa el concepto europeo.

Y se me ha preguntado -no quiero eludir ninguna pregunta- por qué no lo sometemos a referéndum. Por dos razones muy evidentes: la primera de ellas es porque el pueblo español se pronunció a favor de un Tratado constitucional; el Tratado que hemos aprobado ahora, pendiente de ratificación, el conocido ya como Tratado de Lisboa, contiene muchos de los aspectos que el Tratado Constitucional contenía anteriormente. Y, además, otro factor que es muy importante: hay un amplio consenso en nuestro país, a la hora de que el Tratado tenga una ratificación parlamentaria, entre los que estamos de acuerdo con ese Tratado e incluso entre las minorías que no están de acuerdo.

Pero hago una reflexión, porque me parece importante para el futuro. No sé si alguna vez lo podremos conseguir, pero es una evidente laguna que tiene la Unión Europea: tenemos un sistema de ratificación imperfecto sobre el que seguramente nunca se ha hecho un debate en profundidad. Desde mi punto de vista, la ratificación tendría que ser común, por todos los países, y, si pudiera ser, en un mismo acto y con un mismo instrumento. Seguramente esto es hoy difícil, pero muy deseable, y espero que, con el tiempo, podamos tener ese modelo de ratificación.

Algunos, en sus intervenciones, han puesto encima de la mesa ese debate -que está desde el origen, desde la fundación de la Unión en su primer modelo de la Comunidad del Carbón y del Acero, luego la Comunidad Económica Europea- entre Unión Europea y Estado nacional, que en muchas ocasiones es la vía para poner en cuestión toda la salud democrática de la Unión Europea, en tanto en cuanto muchas decisiones se toman lógicamente a través de un procedimiento intergubernamental.

Voy a exponer muy brevemente mis opiniones al respecto.

Primero, el Estado nacional es una forma de organización política que, en términos históricos, consigue unificar territorios y racionalizar la acción pública y, posteriormente, abre pasos a los sistemas democráticos. Y ha cumplido una gran tarea histórica.

La Unión Europea es una forma de organización política que se entiende sobre la experiencia del Estado nacional. Es una fase superior del Estado nacional. No resta al Estado nacional, sino que suma al Estado nacional, a su configuración clásica. Porque, como demuestra la historia de la convivencia política, de la civilización política, de la comunidad política, unir suele sumar. Unir y compartir, que es la Unión Europea, no resta, ni se debilita lo que representa el concepto tradicional del Estado-nación. Es más: cuanto más fuerte sea la Unión Europea, más fuertes son nuestros Estados. Ésa es mi opinión.

Y cuanta más capacidad tenga la Unión Europea, desde sus instituciones, que necesitan una legitimidad y una legitimación permanente por los actores políticos y por los Gobiernos de los países... Soy contrario a una cierta dialéctica que se da en el ámbito de la Unión Europea, a que en muchos problemas de los que existen en nuestros ámbitos económicos, particulares o sociales, la responsabilidad sea de Bruselas. Eso no es positivo para la integración en la Unión Europea, de cara a nuestros ciudadanos y, además, en la mayoría de las ocasiones no suele ser cierto.

Creo que la historia nos demuestra y el presente nos enseña que la tendencia a responsabilizar a otros de lo que nosotros no somos capaces de llevar adelante normalmente conduce a la melancolía y no genera ningún estímulo positivo en los ciudadanos, ninguno.

Objetivos concretos, se decía, y buenas palabras. Yo comparto esta reflexión: no hay hechos sin palabras, ni palabras sin hechos en la acción política. Y, desde luego, creo que todo lo que represente una opción de futuro tiene que tener prioridades, prioridades políticas que sean creíbles y que sean constatables en la acción y en las decisiones. Están en el discurso. Resumiré las tres que me parecen más importantes para el futuro de la Unión Europea.

Permítanme que les diga que no tienen que ver ni con Tratados, ni con reglas de funcionamiento, ni con estructuras, ni revisión de normativas, ni reducción de normativas de la Comisión, que, por otro lado, sería muy conveniente. Tienen que ver con objetivos políticos del tiempo en el que vivimos. Comparto la reflexión de quien aludía a que la Unión Europea es fruto de la interacción de muchas ideologías, de muchos valores, pero la Unión Europea será esa fuerza regional que lidere en el mundo valores y acciones si acierta en las prioridades del tiempo histórico que nos ha tocado vivir, que es el principio del siglo XXI.

La primera prioridad es afrontar lo que Europa sabe -porque la experiencia mejor de este continente es una lección impagable-: que la ciencia, la creatividad, la innovación es lo que ha hecho a las economías fuertes y a los países socialmente integrados. Hoy el reto que la ciencia nos pone encima de la mesa, como desafío y como oportunidad, es el cambio climático y las fuentes de energía. Quiero, por cierto, subrayar algunas de las intervenciones, porque seguramente no se conoce o no lo he expresado bien en mi discurso, que es verdad que España está alejada de las exigencias del Protocolo de Kyoto. Es verdad, pero no es menos cierto que es en 2006, es decir, un año después de la entrada del Gobierno que presido, cuando se han reducido -con un crecimiento del 4 % de la economía- en un 4 % las emisiones de gases con efecto invernadero. Por tanto, estamos en una acción intensa y que, desde luego, se va a prolongar en todo lo que tiene que ver, primero, con energías alternativas y renovables, y, segundo, con lo que representa ahorro y eficiencia energética.

Hace 20 años, el gran debate de cómo ganar el liderazgo de la innovación en Europa -seguro que en este Parlamento se tuvo en innumerables ocasiones- era afrontar la nueva economía, era la economía de las tecnologías de la información. Ahora, la nueva economía que lidere el futuro de la capacidad productiva y, por tanto, de su bienestar será la economía que sea capaz de llegar cuanto antes a una menor dependencia del carbón y a tener una fuerza energética alternativa cada vez más poderosa. Ése es, desde mi punto de vista, el primer desafío. Y, quiero insistir, no es sólo un reto, sino una gran oportunidad, porque ahí está buena parte del conocimiento que nos va a garantizar muchas cosas y ahí está buena parte de la potencialidad de yacimientos de empleo, de actividad con más valor añadido y, por tanto, con una buena capacidad social.

En segundo lugar, Europa debe avanzar socialmente. Es verdad que decir que Europa debe avanzar socialmente, cuando uno mira al continente africano, cuando uno vive y siente el continente latinoamericano o una parte del continente asiático, solamente se puede decir si a la vez avanzamos en la ayuda a la cooperación y al desarrollo de manera determinante y decisiva.

Porque -permítanme que lo exprese públicamente- no sé que pensarían los ciudadanos y los gobiernos de muchos países de África, cuando a veces ven que la Unión Europea está en un debate en el que se siente en una crisis profunda. No sé qué podrían pensar. Lo digo como lo siento; creo que, afortunadamente, gracias sobre todo al trabajo desde la democracia, a nuestra capacidad de innovación y al Estado de bienestar que nació en este continente, gracias a esos tres valores (el trabajo, la democracia y el Estado del bienestar) somos capaces de ser el continente y la Unión que tienen una mayor protección social y un mayor nivel de renta y de bienestar.

Y, para mí, incrementar el bienestar social sigue siendo un objetivo fundamental. No hay incompatibilidad entre una economía abierta y un Estado social con derechos sociales para los ciudadanos; es más, hay una complementariedad. Las políticas sociales no consumen riqueza. Las políticas sociales ayudan a crear riqueza, ayudan a crear condiciones para que todos los ciudadanos puedan participar, desde la educación con igualdad de oportunidades, hasta la conciliación de la vida familiar y laboral, que exige política social, y hasta la estabilidad en el empleo, que es el mejor incentivo para la productividad, en la tarea de ayudar a crear riqueza. Políticas sociales con objetivos de productividad y de ciudadanía: ése es un modelo posible y que funciona. Y, por supuesto, el más transformador es el de la plena incorporación y la plena igualdad de las mujeres en todos los ámbitos laborales y sociales.

España ha cambiado mucho por la democracia, en primer lugar, en estos 30 años, pero, en segundo lugar, lo que más ha hecho cambiar a España ha sido la incorporación de las mujeres a la vida laboral, a la vida social, a la vida cívica de un país. Eso es lo que más nos ha hecho cambiar y lo que mejor nos ha cambiado, por cierto, porque ha incorporado valores de solidaridad y de progreso. Y quiero recordar que tengo un gobierno de composición paritaria entre hombres y mujeres; ninguna de las personas que están aquí es del gobierno.

En definitiva, quiero señalar como el tercer objetivo que tenemos, junto al desafío por el cambio climático, la extensión del bienestar social y la afirmación de los derechos sociales, que deben crecer como una seña de identidad europea que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado y ser referentes en otros países. El tercer gran objetivo es asegurar, reforzar la convivencia, de manera muy singular, teniendo en cuenta que estamos en un continente que desde hace 20 o 30 años registra un cambio demográfico acelerado en muchos países.

Esa convivencia significa integración, significa beligerancia absoluta y total contra cualquier síntoma racismo y de xenofobia. Eso significa convivencia. Europa no puede traicionar ni uno solo de sus valores y, si hay algún valor esencial en la Europa democrática, es el respeto a la diversidad cultural, religiosa y, desde luego, el rechazo radical a cualquier síntoma de xenofobia o de racismo. Eso nos deja en la cuneta como europeos, si alguna vez hubiera esas tentaciones.

Una convivencia que tiene que ir acompañada de una gran tolerancia. Extender derechos individuales y ciudadanos no sólo es la mejor expresión de libertad -qué más libertad que respetar las orientaciones religiosas, culturales y políticas de todos, o las orientaciones a la hora de formar una pareja o de contraer un matrimonio, qué más expresión de libertad que eso-, sino también de otro valor con el que, desde luego, desde mi concepción, Europa se tiene que identificar.

Si Europa es la unión de los demócratas, como antes afirmé, Europa no puede ser sólo libertad, Europa tiene que ser libertad e igualdad.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. − Gracias, señor Presidente. No intervendrá de nuevo pero permanecerá en la Cámara para escuchar a quienes intervengan a continuación.

Está a punto de celebrarse la reunión de la Mesa, por lo que desearía darle las gracias, antes de ausentarme, por su visita y por su discurso. Desearía darle las gracias a usted y a España —a todos los gobiernos se han dedicado, en una España libre, a los asuntos europeos— por su aportación a Europa. Sobre la base de nuestra experiencia de las dos últimas décadas, confiamos en que, al margen de quién gobierne España en el futuro, este país permanecerá fiel a su vocación europea.

Me permito expresarle de nuevo mi más encarecido agradecimiento, en este espíritu, por su visita de hoy.

 
  
MPphoto
 
 

  Jacques Toubon (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente del Gobierno, limitaré mis observaciones al tema de la inmigración, un motivo de interés primordial para el futuro de Europa en relación con el que usted ha formulado ciertas propuestas de consenso.

Es cierto que nadie puede dar lecciones en un asunto de tal dificultad, pero también es cierto que nadie se puede considerar exento de la solidaridad necesaria en un espacio unificado. Las encuestas de opinión muestran que ciertos países aplican un planteamiento más económico, mientras que en otros dicho planteamiento es más cultural.

En los países que anteponen los intereses económicos, conviene, desde luego, garantizar la disponibilidad de una mano de obra esencial a través de la adaptación de las leyes, de aquí que ciertos gobiernos nacionales adopten ocasionalmente medidas de regularización masiva, sin preocuparse en demasía por el desasosiego que aquéllas generan, en tanto que otros Estados miembros tratan de controlar los flujos migratorios.

Podríamos referirnos, por ejemplo, a la operación emprendida por su Gobierno de regularizar a cientos de miles de inmigrantes ilegales. En su momento, Francia lamentó que se adoptara tal medida y expresó su rechazo por la misma. Nuestro Presidente fue bastante franco al respecto. Este tipo de operaciones no debe repetirse en el futuro. Tanto más cuanto que España recibe, legítimamente, fondos de la UE para gestionar la dramática situación que se vive en sus fronteras africanas.

El PPE preconiza políticas basadas en la tramitación individualizada de las solicitudes de regularización y, por ende, se niega a aceptar las regularizaciones masivas que no hacen sino incrementar la preocupación. En el mismo sentido, la Presidencia francesa propondrá un pacto europeo por la inmigración. Por otra parte, señor Presidente, en los años venideros, el Tratado de Lisboa facilitará los medios para actuar al unísono y abstenerse de aplicar políticas unilaterales. Ello redundará, a largo plazo, en interés de la Unión Europea, de España y de todos los Estados miembros.

 
  
  

PRESIDE: LUIGI COCILOVO
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Enrique Barón Crespo (PSE). – (ES) Señor Presidente, señor Presidente del Gobierno, señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, tomo la palabra en nombre de los socialistas españoles para agradecerle al Presidente del Gobierno su comparecencia de hoy.

Se ha dicho de su discurso que es un discurso ideal y se ha dicho también que es una agenda muy ambiciosa. Lo que quiero decirle al Presidente del Gobierno, en primer lugar, es que viene con un aprobado por curso, es decir, ha dado una serie de datos económicos, políticos y sociales que justifican no sólo el europeísmo genérico sino los hechos. Y permítanme hacer una breve referencia a algo que se ha dicho aquí. Se ha hablado de regularizaciones masivas; en este momento, Francia y Alemania están copiando el sistema de regularización

(Aplausos)

que ha seguido España a partir de la regularización individual y con participación de empresarios y sindicatos. Infórmese, señor Toubon, de lo que se está haciendo en su país.

En segundo lugar, señor Presidente, quiero expresar mi agradecimiento personal al Presidente del Gobierno por la referencia que ha hecho a algunos veteranos y a nuestro trabajo, que llevamos aquí muchos años. Quiero decir una cosa en este sentido: además de lo que hemos recibido -y es de bien nacidos ser agradecidos-, hemos aportado cosas. La Europa ciudadana y social, la cohesión y la Carta de los Derechos Fundamentales no tienen copyright español, pero tienen una gran influencia española, de la que nos podemos sentir legítimamente orgullosos.

En cuanto a la ratificación, estoy de acuerdo con lo que ha dicho el Presidente del Gobierno. Lo que llama la atención es que gente que no ha hecho nada en su país y que no ha dado un paso por ratificar la Constitución ni por aprobar el Tratado venga dando lecciones a los que han hecho su trabajo.

(Aplausos)

Y aquí quiero decir algo muy preciso. En ese proceso de ratificación hay que hacer una apelación a la solidaridad y a la lealtad recíproca; no vale que unos hagan su trabajo y que otros vengan a renegociar. Eso debe acabar en Europa de una vez para siempre.

Por último, señor Presidente, el señor Mayor Oreja ha tenido un lapsus expresivo porque ha reelegido como Presidente del Gobierno, unos meses antes de las próximas elecciones, al Presidente Zapatero, que es, en este momento, candidato al Gobierno de España. Lo que sí tendría interés es que, de cara a la elección del próximo presidente de la Comisión, los grupos políticos, empezando por el Grupo del PPE-DE, le pasaran una copia del discurso del Presidente Zapatero al que sea candidato.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Ignasi Guardans Cambó (ALDE). – (ES) Señor Presidente del Gobierno, bienvenido a esta casa.

En España, por fortuna, el compromiso con la construcción europea ha unido a la gran mayoría de las fuerzas políticas, también desde Cataluña. Esa unidad de fuerzas, que arrancó en 1986, siguió con el euro y se repitió en el debate de la Constitución europea ha dado fuerza a los Gobiernos que le han precedido, y también al suyo, para estar en la primera división de la Europa política y ambiciosa. Su discurso de hoy confirma ese mismo empeño, y le felicito por ello.

Sin embargo, señor Presidente, su responsabilidad no termina con los discursos entusiastas cargados de fe europeísta. Europa necesita líderes comprometidos con su proyecto en su acción política diaria y cotidiana y no sólo en las ocasiones solemnes e institucionales, como tampoco percibimos siempre ese compromiso día a día en algunas actuaciones de su Gobierno, con las que no evitan enfrentamientos estériles con la Comisión Europea, ni en quienes parecen esperar a que sean otros quienes tomen iniciativas antes de fijar su propia posición.

En todo caso, es tiempo de liderazgos políticos para construir una Europa que devuelva a los ciudadanos la ilusión por este proyecto colectivo. Porque Europa, señor Rodríguez Zapatero, es más que la simple suma del éxito interno de sus Gobiernos, incluidos aquellos que usted pueda haber tenido.

Tras la aprobación del Tratado de Lisboa se cerrará una etapa y el trabajo no habrá hecho más que comenzar. Será tiempo de seguir construyendo un espacio de libertad, seguridad y justicia; tiempo de construir una verdadera política europea de inmigración; tiempo de mejorar la competitividad de nuestras empresas y las oportunidades de bienestar de nuestros ciudadanos y tiempo, también, para alzar la voz de Europa en el mundo e incrementar las relaciones con nuestros vecinos, entre los que destaca el Mediterráneo, donde tanto se puede aportar desde España.

España, sin renegar ni dejar de reflejar su intensa diversidad nacional y lingüística, tiene, pues, mucho que ofrecer para hacer realidad este gran ideal común y usted, si las urnas le devuelven la confianza para gobernar, solo o en compañía de otros, tendrá que poner todo su empeño personal para lograr esos objetivos.

 
  
MPphoto
 
 

  Guntars Krasts (UEN). – (LV) Gracias, señor Presidente. Presidente del Gobierno, el Tratado de Lisboa que se adopte en diciembre no sólo establecerá las condiciones institucionales previas del futuro de Europa. En mi opinión, hay tres valoraciones relativas a los resultados de Lisboa en las que pueden coincidir todas las personas para las que es importante el futuro de Europa: tanto aquéllos que se congratulan de lo logrado en Lisboa como quienes lo rechazan. Desde el acuerdo de Lisboa han existido motivos para albergar cierto optimismo sobre el futuro de la Unión Europea, en primer lugar en lo que respecta a la capacidad de los Estados miembros de expresar su acuerdo. En segundo lugar, existe una actitud cautelosa frente a la valoración del acuerdo logrado, ya que no será posible evaluar el efecto real del Tratado en dicho ámbito hasta que no lleve en vigor varios años. La tercera es una valoración negativa del hecho de que, habida cuenta de los resultados de los referéndums celebrados en los Países Bajos y Francia, el Tratado Constitucional se haya convertido en un Tratado con la intención, en parte, de no tener que escuchar a la opinión pública. Paradójicamente, no obstante, una de las tareas básicas del Tratado Constitucional consistía en hacerse más comprensible y aceptable para la sociedad europea. Como miembro de la Convención Europea, rechazo el uso y el espíritu del término «Constitución» para el nuevo tratado. Los resultados de Lisboa se ciñen a un planteamiento que apruebo pero no creo que las razones que justifican los cambios presten un servicio al futuro de Europa. Gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  David Hammerstein (Verts/ALE). – (ES) Señor Rodríguez Zapatero, me alegro muchísimo de su presencia y de la importancia que usted da al reto del cambio climático. Y a la necesidad de actuar ya. Bienvenido al club.

Al mismo tiempo, las palabras tienen que estar acompañadas por decisiones políticas consecuentes y la verdad palpable es que España sigue siendo la oveja negra climática con las cifras sobre Kyoto en la mano. Eso exige una respuesta importante en cuanto a energías renovables; hace falta una política con fiscalidad. Me alegro mucho de la propuesta que se hizo, pero en falso, sobre el céntimo adicional sobre la gasolina y, al mismo tiempo, me gustaría que España liderara una propuesta de fiscalidad ecológica a escala europea frente a la avalancha de productos exteriores y de importaciones de productos contaminantes.

Nos encantaría que se eliminaran las subvenciones cuantiosas al carbón, tanto a nivel europeo como español, que se tomaran en serio medidas fiscales para reducir el disparado consumo energético español y que se orientaran las inversiones en infraestructuras hacia el tren, hacia otros medios de transporte público y no hacia las autovías.

En tono más positivo, me gustaría darle mi enhorabuena más sincera por el abandono por parte de España de la energía nuclear. Este abandono paulatino es muy importante y pido que otros líderes europeos tomen nota de este hecho, porque la energía nuclear es muy cara, muy peligrosa y muy lenta de construir, y no es una respuesta para el cambio climático.

 
  
MPphoto
 
 

  Willy Meyer Pleite (GUE/NGL). – (ES) Señor Presidente del Gobierno, bienvenido. Usted sabe que formo parte de esas minorías a las que les hubiese gustado que el Tratado de Lisboa también se sometiera a referéndum en España y en el conjunto de los países miembros.

Le he escuchado atentamente, y estamos a tiempo de que usted lidere esa posibilidad; todavía estamos a tiempo de que en Europa se produzca un referéndum, en el conjunto de los países miembros, en un mismo día, para contar con una cosa fundamental de la historia, que son los ciudadanos y las ciudadanas; porque nuestra posición no es estética, es una posición profundamente democrática, en el sentido de que no podremos construir un proyecto europeo, o terminar de construirlo, sin la participación directa de los ciudadanos y las ciudadanas.

Creo que usted es en exceso optimista al decir que tenemos la Europa social definitivamente construida. En esta Cámara tenemos que colegislar muchas veces con ataques directos al Estado social europeo, en materia de trabajo y de seguridad del empleo; ahora tenemos un debate abierto sobre la flexiseguridad. Por lo tanto, creo que tenemos un debate pendiente sobre la consolidación de ese Estado social.

Termino con una petición, señor Presidente. Tenemos, efectivamente, la Cumbre Unión Europea/África. No se olvide de los territorios ocupados del Sáhara Occidental. España y la Unión Europea tienen una responsabilidad fundamental. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha demandado un derecho de autodeterminación y nos corresponde a la Unión Europea que esa demanda se sustancie y, por tanto, se concrete y, si es posible, en la Cumbre Unión Europea/África.

 
  
MPphoto
 
 

  Irena Belohorská (NI). – (SK) Presidente del Gobierno, ha expresado su respeto al Parlamento, por lo que yo desearía expresar mi respeto a usted y, a través de usted, a España. El futuro de Europa representa una ingente labor para el Parlamento Europeo. En el contexto de la adopción de legislación, se va ampliar el sistema de codecisión para que comprenda 68 ámbitos. Se trata de la energía, el cambio climático, los Fondos Estructurales, la cooperación en materia de Derecho penal, la propiedad intelectual, etc. El Parlamento Europeo se convertirá en colegislador del 95 % de la legislación europea. Por ende, el Parlamento decidirá en relación con una cantidad de asuntos legislativos dos veces superior a la actual. Además, el Parlamento Europeo elegirá al Presidente de la Comisión Europea, quien tendrá que dar parte, ante el Parlamento Europeo, de todos los debates celebrados en el Consejo Europeo.

Así pues, el Parlamento Europeo será, a partir de 2009, el más fuerte que haya existido desde su primera sesión en 1968. Se situará en pie de igualdad con las demás instituciones europeas. Por ello, estamos obligados a lograr un incremento de la participación en las elecciones a esta fuerte institución que se celebrarán en 2009. La participación en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo fue la más baja que se ha registrado. Sólo participó en las mismas un 47 % del electorado, en tanto que en Eslovaquia, a la que represento, dicha cifra fue del 11 %. Tenemos ante nosotros una ingente cantidad de trabajo.

 
  
MPphoto
 
 

  Manfred Weber (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, Presidente del Gobierno, colegas, Señorías, desearía, en realidad, felicitar al señor Schulz, que ha logrado garantizar que sus amigos socialistas le den una palmadita en la espalda gracias a su cansina —por no decir tonta— polémica con el Grupo del PPE-DE Poco después de concluir su discurso había tantos escaños vacíos en el sector socialista como hay por aquí. Tienta afirmar que los socialistas se limitan a escuchar a sus grandes dirigentes pero que no están interesados en el debate, pero me abstendré de hacerlo ya que se supone que nos debemos tratar con respeto. Creo que procede que el señor Schulz presente una disculpa.

Permítanme que insufle un poco de vida al debate preguntándoles lo siguiente: ¿qué hemos aprendido hoy? Pues bien, hemos averiguado que España es una nación Europea. Creo que tengo razón al afirmar que era la misma nación cuando el Presidente Aznar se dirigió a nosotros. Sin embargo, también hemos escuchado un discurso sobre políticas interiores que tenía un ojo puesto en las elecciones.

No creo que sea misión del Parlamento Europeo el permitir tal conducta. Angela Merkel y el Presidente Sarkozy también visitaron esta Cámara y no expusieron su agenda nacional: hablaron sobre Europa. Tales debates sólo tienen algún valor si analizamos los pormenores. Al respecto, mi colega el señor Dupont tiene toda la razón, desde luego. El hecho de que España legalizara a 700 000 inmigrantes fue condenado, de manera inequívoca, por el Presidente Sarkozy la semana pasada, aquí, en el Parlamento Europeo. Habría sido interesante escuchar por qué se ha generado, obviamente, cierta polémica sobre este asunto en el Consejo Europeo. Habría sido interesante escuchar cómo estamos abordando el tema de la inmigración. Sabemos que se está produciendo una inmigración ilegal masiva y sabemos asimismo que se han planteado unas directrices europeas claras que establecen las normas y los procedimientos de devolución de los inmigrantes ilegales. Tales directrices están siendo objeto de bloqueo en el Consejo Europeo y no están avanzando.

No alcanzo a ver cómo podemos explicar a nuestros ciudadanos por qué estamos refiriéndonos, en esta Cámara, a los grandes y nobles valores de Europa mientras que, en el proceder cotidiano del Consejo Europeo —del que usted también es miembro, señor Presidente—, el avance, por desgracia, se ha estancado.

Mi mensaje es el que sigue: los discursos europeos son importantes y hablar de los valores fundamentales de Europa es asimismo importante, pero se debe dar prioridad a la actuación europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Bernard Poignant (PSE). – (FR) Presidente del Gobierno, cuando nos referimos al futuro de Europa, la historia no queda nunca muy lejos. La situación era bastante simple para nuestros conciudadanos cuando el Muro de Berlín estaba en pie. Sabíamos dónde se hallaba la amenaza, ya que ésta estaba localizada y tenía un rostro. Nos hallábamos a la vanguardia de la libertad, pese a tener a Franco al lado, y, en cualquier caso, no era necesario hablar de fronteras ya que éstas las delimitaba un telón de acero. Europa estaba dividida y eso era todo.

Hoy en día, considero que el futuro de Europa estriba en su geografía. Tenemos que mirar a nuestro alrededor. Nos hallamos próximos al campo de batalla del mundo, desde Gaza hasta Kabul. Es preciso insuflar allí el espíritu de reconciliación europeo. También nos hallamos próximos a la zona del hambre, la región mundial de las pandemias, África, a la que se ha referido. Tendremos que compartir allí, pues de tal modo será posible controlar los flujos migratorios.

Además, nos hallamos próximos a una región que, desde hace varios años, da muestras de fanatismo religioso. No incluyo, por supuesto, a todo el mundo. Allí, asimismo, hemos de abogar por un diálogo de culturas y no por un choque de civilizaciones. Nos hallamos próximos, por otra parte, a las reservas petrolíferas y gasíferas. Las necesitamos. Ello significa que, en nuestros horizontes, se incluyen la seguridad de abastecimiento y la independencia energética.

He aquí varias explicaciones que podríamos dar a nuestros conciudadanos, ya que están un poco perdidos. La Europa de hoy se halla en el centro de los países-continente. Ya no hay imperios. Ustedes tuvieron uno, al igual que nosotros. Quedan algunos restos de los mismos aquí y allá. Ya no hay bloques. Es preciso dotar a Europa de un nuevo sentido. Ello no podrá lograrse limitándose a añadir directivas. Deben delinearse nuevos horizontes amplios para reconstruir o tratar de reconstruir una suerte de nuevo sueño europeo. Tal es mi visión, parcial, del futuro de Europa.

Por último, le voy a rogar indulgencia, Presidente, ya que el año próximo se cumplirá el segundo centenario de la campaña de Napoleón I en España. Dado que le conozco y que el año próximo incluirá la Presidencia francesa, le ruego, pues, sea un poco indulgente con nosotros.

 
  
MPphoto
 
 

  Andrew Duff (ALDE). – Señor Presidente, desearía dar las gracias al Presidente español por su alentador discurso sobre la unión política. Le quedaría agradecido si pudiera hallar tiempo para viajar a Londres y repetírselo a Gordon Brown, su compañero socialdemócrata y Primer Ministro británico, incluidos los pasajes del mismo sobre la importancia de la dimensión social del mercado único y la importancia de la solidaridad y la cohesión de una Unión que se enfrenta a desafíos globales.

Dentro de dos semanas, el Presidente asistirá a la reunión del Consejo de diciembre y debatirá con el Presidente Sarkozy la propuesta de crear un comité de sabios. Le agradecería que comunicara al Presidente Sarkozy que no deberíamos alterar las perspectivas de ratificación del Tratado reabriendo discusiones sobre procedimiento y sobre el equilibrio de poder. Le rogaría que le transmitiera asimismo que no es sensato establecer las fronteras geográficas de Europa. El proceso de ampliación está firmemente establecido. Europa hallará su forma definitiva cuando los países europeos que no pertenecen aún a la Unión no deseen ya unirse a nosotros.

 
  
  

PRESIDE: MAREK SIWIEC
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Mirosław Mariusz Piotrowski (UEN).(PL) Señor Presidente, desde un punto de vista geográfico, Europa se ha definido claramente y se han establecido las fronteras de la misma. En un contexto político, sin embargo, el término «Europa» se ha convertido en sinónimo de la ampliación de la Unión Europea. Por una parte, no todos los países europeos pertenecen a esta organización mientras que, por la otra, la mayoría de los diputados del Parlamento Europeo están ejerciendo presión para que se admita a países no europeos como Turquía.

Cuando se debate el futuro de Europa es importante considerar sus raíces y sus valores fundamentales. Existen miles de documentos que se refieren a los valores europeos. Éstos no siempre se definen con claridad, sin embargo, ni siquiera en la Carta de los Derechos Fundamentales que se ha debatido hoy, por ejemplo. En último extremo, las raíces europeas son cristianas y los valores fundamentales correspondientes se definieron hace tiempo. Los constantes esfuerzos por definir lo obvio generan una distorsión de las proporciones. También repercuten en las posibilidades de dar respuesta a los problemas reales del viejo continente, tales como el preocupante envejecimiento de la población europea, la migración, la competencia agresiva de los países asiáticos, el terrorismo, las epidemias, las nuevas enfermedades y, asimismo, la seguridad energética.

 
  
MPphoto
 
 

  Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente del Gobierno, cierto es, y justo el reconocerlo, que, tras un preocupante período de incertidumbre, usted ha sido uno de los líderes que ha puesto nuevamente en marcha el transatlántico europeo, y por ello hay que felicitarle.

Sin embargo, para quienes nos consideramos profundamente europeístas, es triste constatar que dicho transatlántico sigue funcionando con dos de los lastres que, en su momento, le hicieron zozobrar: un exceso de mercantilismo y un exceso de intergubernamentalismo. Además, constatamos también que, si bien la nave va, el rumbo que tiene fijado -la derrota, en términos marinos- es el que marca la brújula de Merkel y Sarkozy, lo que hace que el barco escore claramente hacia la derecha conservadora.

La pregunta es: ¿qué margen tiene usted, señor Presidente, para enderezar el barco y corregir el rumbo? ¿Cómo piensa convencer a quienes, siendo europeístas, temen subirse al barco europeo porque no lo ven seguro, o porque no saben dónde va, o porque no perciben ni la Europa social ni la Europa sostenible ambientalmente, ni la Europa responsable internacionalmente ni la Europa transparente, democrática y de los pueblos, de la que tantas veces les hablamos? ¿Piensa usted liderar el salto de la Europa de mercado a la Europa política? ¿Cómo?

Y, ya que ha felicitado tanto a esta Cámara, ¿no cree que ya es hora de que este Parlamento sea el principal legislador europeo?

Por cierto, ya que estamos en ello, y a tenor de las nuevas informaciones sobre el uso de bases españolas en el transporte de presos a Guantánamo, ¿piensa el Gobierno, a través del Consejo también, revisar las relaciones con los Estados Unidos?

Porque, señor Presidente, todo esto es también hablar de Europa; es, sobre todo, hablar de la credibilidad europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Sylvia-Yvonne Kaufmann (GUE/NGL).(DE) Señor Presidente, Presidente del Gobierno, el Parlamento decidirá mañana si la Carta de los Derechos Fundamentales será jurídicamente vinculante en el futuro. Para mí, al haber sido miembro de la Convención creada para redactar el proyecto de Carta de los Derechos Fundamentales, dicha votación será muy importante, no sólo porque tuve el honor de trabajar en el documento más moderno de Europa en materia de derechos fundamentales y no sólo porque yo —junto a otros muchos— haya luchado durante siete años para garantizar que sea jurídicamente vinculante.

La Carta de los Derechos Fundamentales se basa en la indivisibilidad de los derechos civiles, políticos y sociales. Para mí, como diputada de izquierdas de esta Cámara procedente de Berlín y que vivió en la RDA hasta que se produjo la revolución pacífica de 1989, dicho extremo reviste una importancia fundamental. Para mí, un «sí» clamoroso a la Carta es la consecuencia lógica de la evaluación crítica de nuestra propia historia: un análisis que era necesario y que se centró en la masiva violación de los derechos fundamentales y los derechos humanos en el régimen del «socialismo real».

Su país, señor Presidente del Gobierno, desempeña un papel importante en la UE. Al votar «sí» en el referéndum relativo al Tratado Constitucional, los ciudadanos españoles contribuyeron de manera muy importante a que la Carta no se archivara. Puede y debe trabajar a partir de dicho logro. Todo el mundo alberga grandes expectativas con respecto a Europa. Se espera que Europa responda a sus necesidades y preocupaciones cotidianas. Se desea que Europa se fundamente en contenidos y no que se limite a tararear una melodía, como dijo Jean-Claude Juncker, con objeto de crear una Europa de los trabajadores, una Europa que se base verdaderamente en la solidaridad. Por ello es necesario que en la Unión Europea se organice una vigorosa campaña en contra del dumping social y salarial. Unos salarios mínimos para todos que garanticen el sustento de las personas: eso es lo que necesitamos. La cuestión social es, de hecho, crucial para el futuro de Europa.

 
  
MPphoto
 
 

  Roger Helmer (NI). – Señor Presidente, Presidente de España, el Tratado de Lisboa o, mejor dicho, la Constitución rebautizada, representa su visión del futuro de Europa. Se trata de la Constitución que fue resueltamente rechazada por los votantes franceses y neerlandeses en 2005 y que ahora estamos tratando de imponer sin el consentimiento del pueblo.

En los 27 Estados miembros, las encuestas de opinión revelan que la mayoría de ciudadanos desean un referéndum sobre el Tratado. En el Reino Unido, el 80 % de los encuestados desea la celebración de un referéndum y dos terceras partes votarían «no» al respecto, pese a lo cual nuestro Gobierno nos niega la votación con la que se comprometió solemnemente en su manifiesto electoral.

Señor Presidente, se refiere a una Europa de democracia pero Europa pisotea a la opinión pública. El desprecio que mostramos a la opinión pública se antoja una burla de nuestra afirmación de ser una «Unión de Valores». Una y otra vez, mis electores me repiten que, en 1975, votaron a favor de adherirse a una zona de libre comercio y no a una unión política. Ha llegado la hora de desmantelar las estructuras políticas supranacionales de la UE y regresar a la sencilla asociación comercial que se prometió a los británicos en 1972.

 
  
MPphoto
 
 

  Marianne Thyssen (PPE-DE).(NL) Señor Presidente, el que estemos dando la bienvenida al Presidente del Gobierno de España a nuestra sesión de hoy podría contribuir a que se dé la errónea sensación de que aún nos hallamos en el periodo de reflexión relativo a la Constitución, ya que esta serie de debates con jefes de gobierno se creó con tal fin. Felizmente, sin embargo, dicho periodo ha quedado atrás y, entretanto, hemos llegado a un acuerdo sobre un buen Tratado de Reforma. Por supuesto, le damos la bienvenida a esta Cámara, señor Presidente del Gobierno, ya que en la actualidad procede hablar sobre el futuro de Europa. Y ahora más que nunca, puesto que el Tratado no representa un final sino un nuevo comienzo.

No es un fin en sí mismo: se trata de un instrumento que debemos emplear con eficacia y que nos ofrece la perspectiva de una mejor administración, más democracia, de la realización de valores como la libertad, la seguridad, la prosperidad y de una mayor ampliación de nuestra economía social de mercado en un mundo abierto y globalizado. Pueden creerme, señor Presidente, Señorías, que tales son los mismos objetivos que persigue buena parte del pueblo belga en su deseo de que se reforme el Estado. Aunque ello sea puramente fortuito, dicha reforma se orienta asimismo a la consecución de los objetivos que compartimos aquí con tantas personas.

 
  
MPphoto
 
 

  Adrian Severin (PSE). – Señor Presidente, desearía transmitir mi saludo al Presidente español por ser uno de los escasos jefes de gobierno que hablan el mismo idioma en Bruselas que en sus respectivas capitales. Querría asimismo saludarle por ser uno de los escasísimos jefes de gobierno que no oculta a su propio pueblo lo que Europa es y lo que debería ser. Por ello, su pueblo lo apoya, de ahí que brindara un «sí» tan rotundo a la Constitución Europea.

Desearía aprovechar la oportunidad para felicitarle por haber recuperado para España el nivel de representación adecuado en esta Cámara, en este Parlamento, a partir de 2009.

Creo que el mensaje de España nos resulta claro y debemos compartirlo: Europa habrá de ser social o no será nada en absoluto; Europa habrá de ser un protagonista global o no será nada en absoluto; Europa habrá de ser capaz de combinar solidaridad con subsidiariedad o fracasará; Europa tendrá que ser capaz de ofrecer un modelo de crecimiento sostenible o desaparecerá; Europa tendrá que ser capaz de ofrecer una solución favorable a la inclusión social, la igualdad de género y la habilitación popular o se desintegrará; Europa tendrá que ser capaz de asociar el multiculturalismo a la cohesión cívica, la libre competencia a la generosidad, la eficacia a la justicia y la flexibilidad a la seguridad o acabará careciendo de sentido.

Comparto el punto de vista del Presidente español de que la seguridad es indivisible y que debería ser, para todos, individual, social, nacional e internacional. Comparto asimismo su punto de vista sobre la inmigración. Sí, la respuesta adecuada a los desafíos de la inmigración es la integración y no la expulsión, la integración y no la marginación. La respuesta adecuada debería orientarse al tratamiento de las causas y no al de los síntomas.

Comprendo muy bien por qué el Presidente no necesita un nuevo referéndum para el nuevo Tratado. Goza ya de un «maximandato», por lo que puede aprobar un «minitratado». Hemos de ratificar este Tratado con celeridad y reemprender después nuestro camino en pos de una Europa más integrada.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Bogdan Pęk (UEN).(PL) Señor Presidente, siguiendo este debate he adquirido la impresión de que todo va bien y de que va ir mejor, pese a que la situación es ya tan buena que difícilmente podría mejorar. Sin embargo, existe una serie de problemas sobre los que los grandes dirigentes de la Unión Europea hablan al unísono y con respecto a los cuales, no obstante, parecen equivocarse.

Tenemos ante nosotros lo que casi se antoja una religión, a saber, el denominado efecto invernadero. El efecto invernadero se presenta de tal modo que se induce a exigir una reducción máxima de las emisiones. Así, los países europeos se ven forzados a competir con otros países que no cuentan con planes de restricción de las emisiones tan estrictos. Entretanto, todos los científicos serios creen que el efecto invernadero es un fenómeno natural que se produce cíclicamente y que la suma de todos los esfuerzos de la humanidad no bastaría sino para alterarlo, a lo sumo, en unos pocos puntos porcentuales.

Señorías, les insto a que no se embarquen en conjeturas. En lugar de ello, comiencen a diseñar una política energética razonable, ya que el barril de crudo cuesta ya 100 dólares y hay quien piensa que pronto será incluso más caro. Las preguntas obvias son las siguientes: ¿Por qué la situación es tal y quién se está beneficiando de la misma?

 
  
MPphoto
 
 

  Gerardo Galeote (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente del Gobierno, me uno a las palabras de bienvenida que le han dedicado todos los compañeros de mi Grupo, en un acto de respeto y cortesía parlamentaria que siento mucho que desde el Grupo socialista no se haya sabido entender.

Además, señor Presidente, los eurodiputados españoles debemos estar halagados por que haya usted comparecido ante este Parlamento antes de dar cuenta en el Congreso de los Diputados de España del resultado del Consejo de Lisboa, cosa que, sin duda, piensa usted hacer antes de que se disuelvan las Cortes, porque estará de acuerdo en que los españoles se merecen una explicación por haber sido, como usted ha mencionado, los primeros en refrendar una Constitución que ya no existe.

Señor Presidente, la devoción europeísta de su discurso es plenamente compartida por la inmensa mayoría de esta Cámara; por eso imagino que ahora, desde Europa y hacia España, como usted ha dicho, compartirá nuestra preocupación por el hecho de que España se haya situado a la cola de Europa en la transposición al Derecho nacional de las Directivas comunitarias y hayamos pasado a la cabeza en procedimientos de infracción de las normas europeas. De igual manera tengo que decirle que contrastan sus compromisos de hoy y aquí con el medio ambiente -que no pueden merecer más que elogios- con la cruda realidad de los hechos, porque hoy mismo nos hemos desayunado con un informe de la Comisión Europea que señala a nuestro país como el que más se aleja de los objetivos fijados en el Protocolo de Kyoto.

Señor Presidente, yo no le puedo desear suerte en las próximas elecciones de marzo, y es verdad que este acto ha parecido más un acto electoral que otra cosa, pero sí le deseo, esté donde esté, que preste su valiosa contribución para restablecer el consenso entre las fuerzas políticas españolas en las instituciones europeas, que se ha roto, señor Presidente, no por iniciativas que hayan salido de este lado de la...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
MPphoto
 
 

  José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España. − (ES) Señor Presidente, con toda brevedad haré solamente dos consideraciones sobre los temas que se han planteado con más insistencia: política de inmigración y regularización de inmigrantes en España.

Soy partidario de una política de inmigración común de la Unión Europea en lo que afecta al control de fronteras, a la integración y a un estatuto para su regulación común; estamos lejos de ese camino, pero puedo asegurarles una cosa a los dos diputados que han planteado el tema; cuando llegué a presidente de Gobierno me encontré que en mi país había 700 000 trabajadores inmigrantes ilegales, explotados y sin contribuir ni cotizar, trabajando en la economía informal, en la economía ilegal.

Los valores europeos son derechos, legalidad, transparencia y Estado de Derecho; desde luego, siempre apostaré por que, en mi país, no haya nadie trabajando ilegalmente, explotado y sin derechos, y sin contribuir a las cargas de lo que representa un país democrático. Nunca.

(Aplausos)

No sé cuántos de esos 700 000 entraron por Francia. No lo sé; lo que sí sé es que ahora Francia y España, después de mucho diálogo, porque ha habido diferencias, ya compartimos una filosofía común y un planteamiento político común, y también con el Gobierno de Alemania. Porque las experiencias y las circunstancias que cada país ha tenido son muy diferentes, por falta de una política común en materia de inmigración. Y cuando hay una ausencia de política común en materia de inmigración, tendemos la tendencia a hacer que nuestros problemas sean los de Francia, o los de Francia sean los de España; o los de Alemania, los de Italia; o los de Italia, los de Alemania. Y eso no sirve para nada, además de que es contrario a la construcción europea.

Cuando tengamos una política con las fronteras exteriores compartidas, controlándolas todos a la vez, con una política de integración y una política de status común, no tendremos estas tentaciones de criticar a un país que afronta 700 000 personas trabajando en la ilegalidad para que estén en la legalidad.

Cambio climático. No insistiré más, pero ni quiero mirar hacia atrás a ningún Gobierno, porque ha habido Gobiernos en mi país de todos los colores... Sin duda alguna, en España ha habido un gran crecimiento económico; lo único que sé es que el gobierno que presido es el único que ha parado el crecimiento de la emisión de gases con efecto invernadero: lo ha hecho desde el año 2006; y el que ha empezado la reducción, con un crecimiento económico del 4 %; y que 2006 ha sido el primer año en que se ha reducido el consumo primario de energía eléctrica en España; y que tenemos una voluntad tan decidida como hemos tenido en otros campos de la acción política, donde no nos ha temblado la mano para hacer leyes avanzadas en derechos ni para tomar decisiones contundentes en materia de política exterior cuando hemos estado en contra de determinadas acciones, y que en el campo del orden internacional no nos va a faltar firmeza ni determinación para afrontar lo que he calificado como un gran desafío y como una gran oportunidad: que España no esté en los lugares de cola, y no lo va a estar de aquí a los próximos años, se lo puedo asegurar, porque vamos a hacer un gran esfuerzo nacional por reducir contundentemente las emisiones de gases de efecto invernadero, por apostar por las energías alternativas renovables y por hacer una política de ahorro y eficiencia energética.

Termino, por último, reiterando mi máximo agradecimiento al Parlamento Europeo. Me he sentido feliz, europeo, profundamente europeo y, cuando salga de esta casa común de los europeos, me sentiré aún más europeo. A mí también me hubiera gustado venir antes.

(Aplausos)

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. – Se cierra el debate.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Katalin Lévai (PSE), por escrito. – (HU) Señor Presidente, el desarrollo económico y la creación de empleo son los requisitos primordiales de la Europa de hoy. Deben lograrse avances en el ámbito de la creación de empleo a través del desarrollo económico, y ello precisará una planificación que vaya más allá del plazo de uno o dos años, y emplearse de modo más flexible los fondos de solidaridad.

Debemos enfrentarnos a la amenaza del cambio climático y debemos garantizar un suministro energético seguro y sostenible. La protección medioambiental y la introducción de tecnologías respetuosas del medio ambiente se han convertido ahora en cuestiones globales que afectan a toda la sociedad.

De conformidad con la Estrategia de Lisboa, y modificándola donde proceda, la Unión debe convertirse en una región de prosperidad, solidaridad, seguridad y libertad que trate de formar nuevas asociaciones con todo el mundo y, en particular, con sus vecinos inmediatos: Asia y África.

Europa debe desempeñar una función de liderazgo en lo tocante a la globalización. Al respecto es importante la creación de una sociedad basada en el conocimiento en la que los ciudadanos puedan adquirir, a través de la educación y la formación, conocimientos flexibles y transferibles que empleen en su vida cotidiana. El aprendizaje permanente es la base de la movilidad laboral. En el empleo, debemos lograr la plena igualdad de oportunidades, luchar contra la exclusión social y apoyar a quienes queden rezagados, a las personas que se hallen en situaciones de desventaja y a quienes se hayan visto empujados a los márgenes de la sociedad. En concreto, debe dedicarse gran atención a las pequeñas y medianas empresas, que pueden representar una muestra de la sociedad del bienestar y de un adecuado nivel de empleo.

La producción energética debe fundamentarse en unos cimientos firmes, ha de reducirse el consumo y se debe poner freno la generación de residuos mediante la introducción de tecnologías que ahorren energía. Se ha de incrementar la proporción de fuentes de energía alternativas al tiempo que se reduce el uso de combustibles fósiles.

 

17. Acuerdos de partenariado económico (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. – El siguiente punto se refiere a la Declaración de la Comisión sobre los acuerdos de asociación económica.

 
  
MPphoto
 
 

  Ján Figel’, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, me complace disponer de esta oportunidad de explicar en qué situación nos hallamos en cuanto a las negociaciones de los acuerdos de asociación económica (AAE). Me alegra señalar que la estrategia propuesta por la Comisión en su Comunicación de 23 de octubre fue aprobada por el Consejo la semana pasada. Como ya indicó el Comisario Mandelson a la Comisión de Comercio Internacional la semana pasada, hemos doblado un recodo en estas negociaciones.

Éstas avanzan ahora muy rápidamente. Permítanme que les facilite una idea de dónde nos hallamos actualmente. En África oriental, se ha rubricado un acuerdo «trampolín» con la Comunidad del África Oriental: Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania. Nos hallamos muy próximos a celebrar un acuerdo provisional con los países del Océano Índico, en el marco de las asociaciones de países del África oriental y austral.

En cuanto a la Comunidad para el Desarrollo del África Austral, hemos rubricado un acuerdo «trampolín» con Botsuana, Lesotho, Suazilandia y Mozambique. Angola se incorporará en cuanto pueda. Sudáfrica y Namibia adoptarán una decisión sobre su participación al día siguiente.

En cuanto a la región del Pacífico, estamos trabajando en paralelo para alcanzar un acuerdo general para toda la región y acuerdos específicos sobre acceso al mercado con objeto de salvaguardar los intereses inmediatos de los países que representan el comercio de la región con la Unión Europea. Espero que la consecución de tales acuerdos se anuncie en breve.

En el resto de regiones, la situación está menos clara. En cuanto al África occidental y central, se están celebrando reuniones con «subgrupos». Es posible que podamos celebrar acuerdos provisionales en materia de comercio de bienes con los países más afectados, los cuales podrían ampliarse hasta convertirse en AAE plenos con toda la región en 2008. Ello, por supuesto, dependerá de la voluntad de los afectados de emprender dicha ruta y de presentar acuerdos de acceso al mercado compatibles con las disposiciones de la OMC.

En la región del Caribe, contamos con un acuerdo sobre la práctica totalidad de los ámbitos pero no sobre el capítulo crucial del comercio de bienes, con respecto al que las propuestas de la región quedan muy por debajo de lo que cabe defender ante la OMC. Las negociaciones continúan pero, actualmente, precisamos de una decisión política clara de la región para desbloquearlas mediante la elaboración de un programa de acceso al mercado compatible con la OMC.

Estamos adoptando en todas las regiones un planteamiento pragmático y flexible para lograr lo que sigue siendo nuestro objetivo para estos acuerdos: AAE plenos con las cuatro regiones. Ello modernizaría nuestras relaciones comerciales y las pondría al servicio del desarrollo, por lo que lograr acuerdos con las cuatro regiones constituye nuestro objetivo.

Durante los últimos días hemos logrado importantes avances pero, a día de hoy, no podemos garantizar que se logrará un acuerdo que incluya convenios comerciales con todos los países ACP que sean compatibles con la OMC.

La compatibilidad con la OMC es el elemento fundamental de todos los acuerdos, sean éstos AAE plenos, acuerdos «trampolín» o acuerdos referidos únicamente al comercio de bienes. Sin el mismo, lo único que podemos ofrecer es el sistema de preferencias generalizadas.

La semana que viene, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores adoptará una decisión sobre el Reglamento comunitario por el que se regulará el acceso al mercado que se ha ofrecido a la ACP. Se trata de la mejor oferta jamás incluida en un acuerdo bilateral: pleno acceso, libre de derechos y cuotas, con periodos de transición para únicamente dos productos, el azúcar y el arroz.

Seguiremos haciendo lo posible para alcanzar acuerdos. Nuestra oferta está sobre la mesa y, en el momento en que cualquier país ACP presente una oferta compatible con la OMC con el fin de alcanzar un acuerdo, podremos actuar con celeridad y proponer al Consejo que dicho país se beneficie de la reglamentación de acceso al mercado con arreglo al AAE.

Hemos expresado nuestra voluntad de cooperar con las subregiones, si ello es lo que desean los países de la ACP. Hemos acordado seguir negociando, más allá del 1 de enero de 2008, acerca de otras cuestiones tales como servicios, inversión y otros ámbitos relacionados con el comercio, que constituyen una parte tan importante del elemento de desarrollo de tales acuerdos. Nos hemos comprometido a ofrecer unos arreglos comerciales equivalentes o mejores que el de Cotonú a cualquier país que alcance un acuerdo con nosotros. Hemos ofrecido abrir plenamente nuestros mercados y presentar generosas ofertas en materia de servicios que igualen las relativas al comercio de bienes.

Lo que no podemos hacer es ampliar el régimen comercial de Cotonú mientras seguimos negociando. A falta de un AAE, hemos dejado claro que no podemos proponer y no propondremos soluciones ilegales o inseguras.

Nuestros socios ACP precisarán de ayuda para aplicar los acuerdos y emprender los ajustes y las reformas necesarios. Por ello, la Comisión está tratando de garantizar que el Fondo Europeo de Desarrollo convierta en una prioridad la «ayuda al comercio» en el contexto de los AAE. Tal es la causa de que estemos cooperando estrechamente con los Estados miembros, de modo que éstos aporten fondos adicionales en el marco de la estrategia comunitaria de ayuda al comercio recién adoptada.

Sabemos que para concluir tales negociaciones habrá que adoptar decisiones políticas difíciles, aunque nos congratulamos del liderazgo que han asumido las regiones y los países ACP que han decidido unirse a nosotros y celebrar acuerdos de asociación económica. Seguiremos brindándoles apoyo en tanto aplican los compromisos contraídos y mientras seguimos trabajando para garantizar que la relación comercial entablada contribuya auténticamente a su desarrollo.

 
  
MPphoto
 
 

  Robert Sturdy, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, después de siete años de negociaciones, afirmar que no estamos donde deberíamos es, acaso, quedarse corto. No estoy seguro de que sea correcto decir que hemos doblado recodo alguno.

A lo largo de las últimas semanas, la intranquilidad de algunos países ACP ha ido aumentando ante la perspectiva del régimen arancelario SPG limitado —tal como el Comisario lo ha calificado— que les espera a partir del 1 de enero en caso de no firmar un AAE. La Comisión Europea afirma que ha culminado con éxito su propósito de elaborar un acuerdo provisional tanto con los países a título individual como con los grupos subregionales. Como ha indicado el Comisario, ayer se produjo la firma con el grupo del África oriental, en tanto que la CDAA firmó la semana anterior, si bien sin contar con Sudáfrica y Namibia. ¿Qué especie de acuerdo económico es ese que deja fuera ciertos países? Se ha informado de que la Comisión está presionando a los países del África occidental para que firmen un acuerdo sin Nigeria, que es uno de los mayores países de África y que mantiene unas negociaciones comerciales de enorme magnitud con la Unión Europea. ¿Cuál será el efecto a largo plazo de la firma de los denominados acuerdos marco? ¿Qué sucederá con la integración regional? Hasta donde se me alcanza, aquéllos están fragmentando las propias regiones descritas en mi informe, que son el núcleo sobre el que versan los AAE.

La Resolución del Parlamento, elaborada por un grupo político, establece claramente la necesidad de dirigir la mirada hacia delante, hacia estas negociaciones que ahora avanzan rápidamente. Acaso no nos agraden estos acuerdos, pero tenemos el plazo prácticamente encima y, por el momento, no existen alternativas. La Declaración de Kigali fue extremadamente dura y crítica. Nuestra Resolución de hoy en el Parlamento dirige la mirada hacia el futuro y espero que, en efecto, podamos mirar hacia el futuro.

Como su nombre sugiere, los AAE representan un trampolín hacia unas relaciones comerciales plenas y globales entre la UE y la ACP. Me decepciona que el Grupo del PSE haya decidido no votar a favor de ellos.

Transmito al Comisario un último pensamiento. En el Reino Unido se usa un dicho que afirma que en el mundo hay tres grandes mentiras: «el cheque está en el correo», «no ha sido culpa mía» y «soy de la Unión Europea y he venido para ayudar».

 
  
MPphoto
 
 

  Harlem Désir, en nombre de Grupo del PSE. – (FR) Señor Presidente, Comisario, no podemos por menos de señalar que el modo en que la Comisión ha llevado las negociaciones no ha logrado garantizar la firma de unos verdaderos AAE antes del vencimiento del plazo programado. En este punto estoy de acuerdo con el señor Sturdy: los acuerdos provisionales ponen en tela de juicio los grupos regionales que se habían creado y que forman la base de los debates para firmar tales AAE.

Lejos de fortalecer los vínculos y la confianza entre Europa y los Estados ACP, las negociaciones han despertado gran preocupación. Existe preocupación en relación con las pérdidas de recursos públicos: el Presidente senegalés declaró recientemente a la prensa que entre el 35 y el 70 % de los presupuestos africanos se componían de derechos de aduanas: Nigeria, por ejemplo, perderá 800 millones de euros.

Existe preocupación en relación con las consecuencias de la liberación para los sectores frágiles de las economías ACP, los cuales tendrán que enfrentarse a la competencia de las empresas europeas. Existe preocupación en relación con las peticiones de incluir una serie de temas en la segunda fase que no corresponden a las obligaciones de la OMC. Estoy pensando en este caso en servicios, inversiones, mercados públicos y en las normas de la competencia. Existe preocupación en relación con la amenaza de introducir unos derechos de aduana de mayor cuantía para los Estados ACP que no pertenezcan al grupo de los países menos avanzados como una suerte de extorsión que les fuerce a aceptar cualquier acuerdo.

Creo que tenemos que revivir las relaciones ACP-UE y devolver las negociaciones a la senda de los principios fundamentales de Cotonú. Los AAE son instrumentos de desarrollo. La liberalización no es un fin en sí misma. El objetivo de los AAE consiste en fortalecer las economías ACP y ayudarles a integrarse en la economía mundial.

Ningún país ACP debería hallarse, tras la firma de un AAE, en una situación peor a la que tuviera antes de la firma. Los signatarios deben beneficiarse de un sistema de preferencias al menos tan favorable como el que se aplicara antes de la firma de cualquier acuerdo AAE. Los acuerdos deben basarse en los intereses de los países ACP y en su diversificación económica.

Las normas de origen deben aclararse con objeto de determinar hasta qué punto tales países se beneficiarán de la aplicación de cualesquiera nuevas medidas de acceso al mercado que introduzcamos y deben aplicarse verdaderos mecanismos de compensación económica. Debe comprenderse el mensaje de la Declaración de Kigali transmitido por los diputados al Parlamento de los países ACP y europeos. La fecha del 31 de diciembre no supondría un golpe tan funesto como el que han propinado ustedes.

 
  
MPphoto
 
 

  Gianluca Susta, en nombre del Grupo ALDE.(IT) Señor Presidente, Señorías, en el Grupo ALDE respaldamos la petición del Presidente del Grupo Socialista de aplazar la votación, en un intento por lograr un acuerdo más amplio sobre el texto de la resolución.

Compartimos asimismo las preocupaciones y esperanzas resumidas en el documento de conclusiones de la reunión de Kigali. Los AAE son una importante herramienta de desarrollo, integración regional y reducción de la pobreza. La acción de la UE en este nuestro mundo globalizado debe perseguir tales objetivos. El libre comercio, las normas de la OMC e, incluso, los AAE no son fines en sí mismos sino herramientas al servicio del comercio mundial.

Sin embargo, también debemos reconocer que el vacío jurídico que se deriva de la expiración del Acuerdo de Cotonú sitúa a los propios países ACP en una situación de grave riesgo; hay mucho más en juego que el que tales acuerdos sean legítimos o no a la luz de las normas y decisiones de la OMC.

Esperamos asimismo que las negociaciones en curso en las seis regiones puedan concluir rápidamente y que la reanudación y conclusión satisfactoria de las negociaciones de Doha, más complicadas, sobre la reforma del comercio mundial puedan facilitar un marco claro en el que puedan satisfacerse mejor las necesidades en materia de desarrollo de los países más pobres, incluido lo que se refiere a las relaciones UE-ACP.

Somos conscientes, no obstante, de que las negociaciones ACP están avanzando lentamente y de que la reforma del comercio mundial, que tendría el mérito de revitalizar el multilateralismo de dicho comercio, está perdiendo vigor.

Deberían, pues, perseguirse soluciones viables de un modo pragmático. Con dicho fin, creemos que la estrategia elegida por la Comisión de aplicar un planteamiento de dos fases —a saber, en primer lugar acuerdos provisionales y, posteriormente, un acuerdo de índole más general— servirá para evitar una interrupción del flujo de bienes a unos tipos favorables, tal como se establece en Cotonú, la cual podría resultar muy perjudicial para los países ACP.

 
  
MPphoto
 
 

  Frithjof Schmidt, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, Comisario, me ha dejado estupefacto el oírles hablar de las negociaciones como si nada hubiera ido mal y todo hubiera salido a pedir de boca para la Comisión.

Durante los últimos meses —aquí en el Parlamento—, hemos señalado en diversas ocasiones que la Comisión ha sobrecargado las negociaciones con los países ACP. Hemos señalado asimismo que un acuerdo sobre comercio de bienes bastaría para cumplir las condiciones de la OMC y que no era fundamental alcanzar un acuerdo sobre las cuestiones de Singapur. Se ha criticado que la Comisión haya hecho oídos sordos; de hecho, la Comisión ha hecho caso omiso de nuestras críticas. Su brusco cambio de rumbo hacia los acuerdos provisionales «únicamente de bienes» llega demasiado tarde. El llegar a acuerdos únicamente de bienes a estas alturas constituye una confesión del fracaso ocasionado por su propia falta de introspección. Les habría traído más cuenta el haber admitido de manera crítica, por una vez, que su estrategia de negociación fue un error.

El segundo gran error fue el modo en que se llevaron a cabo las negociaciones. Obviamente, éstas se llevaron como si se tratara simplemente de un acuerdo de libre comercio corriente, no de un acuerdo marco de desarrollo. Los países ACP fueron unánimes en su denuncia de la presión que se estaba ejerciendo sobre ellos, lo que es testimonio del miserable ambiente reinante durante las negociaciones. Escuchamos este mensaje con gran claridad en Kigali y he de decir a la Comisión que el tono de las negociaciones, no sólo el fondo, también reviste gran importancia.

Es fundamental que evitemos cometer otro gran error. Necesitamos ahora una solución para los países no PMA que no se sienten dispuestos a firmar actualmente. Debemos evitar un fracaso de las relaciones comerciales, por lo que necesitamos una propuesta de acuerdo transitorio para 2008.

 
  
MPphoto
 
 

  Helmuth Markov, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, Comisario, la estrategia de negociación de la Comisión ha sido completamente errónea; de hecho, ha sido catastrófica. Se ha basado en la estrategia de una «Europa Global», que consiste en facilitar acceso al mercado a las principales multinacionales europeas.

Siempre me he preguntado qué tiene que ver este planteamiento con los acuerdos de asociación. La asociación es algo completamente distinto. La asociación significa respeto por el país que necesita lograr un desarrollo económico y social. Un acuerdo de asociación debe fomentar el respeto por que la facilitación de ayuda al desarrollo no se vincule a la celebración de un AAE. Los acuerdos de asociación económica deben tener en cuenta el desarrollo de los países débiles y de los más débiles. Ningún país, en caso de no firmar, debería hallarse en una situación peor que la actual. Ello es una asociación justa y tal es un planteamiento basado en la solidaridad, del que la Comisión está muy lejos. Creo que es positivo que, de resultas de la presión que muchos han empezado a ejercer, la Comisión haya empezado por fin a seguir otra estrategia, aunque la misma me causa gran escepticismo cuando contemplo cómo se está actuando con Mercosur, la ASEAN y los países andinos, donde se sigue aplicando la vieja mentalidad.

Parece que los europeos estuviéramos diciendo «esto es lo que va a suceder, así que, tomadlo o dejadlo». Repito, ello no tiene nada que ver con la asociación. Me ha irritado y me ha aterrado lo que ha sucedido hoy aquí: que no hayamos sido capaces de usar como base la decisión de Kigali, pese a que ésta la aprobaron todos los diputados que estuvieron presentes en dicha ciudad. El Parlamento debería haber apoyado a esta delegación aprobando dicha decisión.

(El Presidente interrumpe al orador.)

 
  
MPphoto
 
 

  Maria Martens (PPE-DE).(NL) Señor Presidente, los AAE constituyen un tema polémico en África y cada vez lo son más en Europa. Se trata de un tema que suscita desavenencias fundamentales de puntos de vista en cuanto a la posibilidad de combatir la pobreza mediante un crecimiento económico sostenible en los países ACP. Está claro que la mera ayuda económica no ha contribuido realmente a reducir la pobreza. Creemos que estos acuerdos comerciales pueden ofrecer una ventana por la que escapar de un largo historial de ayuda escasamente eficaz. El comercio mundial con los países ACP se ha reducido. Representa en la actualidad menos de un 1 % y los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se han logrado en África. La situación debe cambiar. Europa tiene la obligación moral de contribuir al crecimiento económico de los países ACP y de aumentar el comercio con éstos. Los AAE deben contribuir a ello.

Señor Presidente, las ventajas de la integración comercial y económica son obvias, máxime en un mundo cada vez más globalizado. La competencia, un buen ambiente para la inversión, el acceso al mercado y una industria que funcione son fundamentales para el crecimiento económico de los países ACP. Debemos ser flexibles y pragmáticos, si bien dentro del marco de la Organización Mundial del Comercio. La firma de unos acuerdos comerciales completos no se espera ya para el plazo previsto de 1 de enero de 2008. Ciertos países del África oriental y austral han celebrado, sin embargo, acuerdos provisionales. Se trata de acuerdos referidos exclusivamente al comercio de bienes, a los que no cabe considerar un avance en pos del desarrollo regional. Debemos empezar a facilitar ayuda técnica para que dichos países se consoliden, de modo que en último extremo sea posible celebrar un acuerdo completo que incluya, por ejemplo, los servicios.

 
  
MPphoto
 
 

  Glenys Kinnock (PSE). – Señor Presidente, mi Grupo recomienda, como otros han indicado, que, en interés de la credibilidad y la autenticidad, el Parlamento adopte una postura que refleje lo que acordó de manera unánime nuestra Asamblea Parlamentaria Paritaria y se reflejó en la Declaración de Kigali. Creo que se trata de un documento moderado y equilibrado que representa unas prolijas y satisfactorias negociaciones entre todos nuestros grupos políticos —incluido, por supuesto, el del señor Sturdy, tal como éste ha señalado— y la ACP.

Jamás había experimentado el tipo de presión al que se han enfrentado los países ACP durante estas negociaciones, sobre todo en vista de que se les ha amenazado con padecer graves desventajas resultantes de la aplicación del régimen arancelario, SPG, europeo. Dicha amenaza ha ocasionado el surgimiento de nuevos grupos regionales y, posiblemente, asistamos a la celebración de acuerdos bilaterales, por ejemplo con Costa de Marfil. Tales subgrupos, a los que se ha referido la Comisión, no pueden considerarse un gran logro sino, más bien, algo que supone una amenaza para la integración regional y que está ocasionando enormes tensiones regionales entre los países de la ACP.

Mauricio, Seychelles, Madagascar y las Comoras han acordado firmar un AAE subregional. África occidental y central no han presentado ofertas de acceso al mercado, por lo que habrán de someterse al SPG. Sudáfrica y Namibia, en la CDAA, parecen haber alcanzado una línea roja que no pueden trasponer y se les está pidiendo que incluyan cláusulas relativas al trato de la nación más favorecida que les obligarían a brindar a la UE el acceso al mercado que ofrezcan en el futuro a otros países. El Pacífico, por supuesto, tampoco está experimentando unas negociaciones óptimas y es improbable que algún país, aparte de Fiyi y Papúa Nueva Guinea, firme o rubrique acuerdo alguno.

A todas luces, la intransigencia y la falta de flexibilidad han ofendido a los países de la ACP, sobre todo al darse cuenta éstos de que la Comisión está presionando para que la ACP celebre acuerdos que no se han exigido a otras partes. Los colegas de la Comisión de Comercio Internacional confirmarán tal extremo. Técnica y políticamente, se ha demostrado imposible alcanzar un acuerdo relativo exclusivamente al comercio de bienes, ni siquiera para el Caribe. La capacidad del Caribe es mayor que la de ninguna otra región. La semana pasada, los países de dicha región afirmaron que lo que constaba en la oferta era, simple y llanamente, inaceptable para ellos.

A buen seguro, la Comisión tendrá ahora que retroceder, aliviar la presión y reevaluar el modo de garantizar que no hagamos lo impensable y arrojemos a los leones a los países que no forman parte del grupo de PMA. La voluntad de ambas partes de proseguir las negociaciones de buena fe debería comunicarse a la OMC con objeto de evitar el perjuicio que ocasionaría al comercio el que no llegue a firmarse un AAE dentro de plazo.

La UE debe introducir las modificaciones legislativas internas necesarias que permitan la continuación de los acuerdos comerciales en vigor. Posteriormente, la UE y la ACP podrían cooperar con el fin de garantizar que no se produzca oposición o impugnación de los acuerdos en la OMC.

Como diputados al Parlamento Europeo no podemos limitarnos a regresar a nuestras respectivas circunscripciones electorales, donde quiera que se hallen en Europa, y contar que los países ACP vulnerables van a recibir este trato, toda vez que aquéllos coinciden en que se les está pidiendo alcanzar acuerdos de asociación económica que consideran perjudiciales para sus intereses económicos.

 
  
MPphoto
 
 

  Margie Sudre (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, Comisario, deseo transmitirles las graves preocupaciones expresadas durante los últimos meses por las regiones ultraperiféricas en relación con los AAE.

Los AAE no pueden ser meros acuerdos de libre comercio auspiciados por la OMC ni tampoco pueden poner en peligro las de por sí frágiles economías de nuestras comunidades ultramarinas. Deben representar una auténtica asociación que cree un nuevo marco económico y comercial favorable al desarrollo en todos estos territorios. La ubicación geográfica de las comunidades ultramarinas, próximas a numerosos países ACP, les sitúa en el núcleo de los acuerdos preferenciales y recíprocos con tales países.

Soy consciente de que la cuestión de las regiones ultraperiféricas y los países y territorios de ultramar (PTU) que forman parte del territorio ultramarino de Europa sólo concierne a seis Estados miembros de la UE y que, obviamente, los problemas que afectan a estos territorios resultan desconocidos. Sin embargo, la situación particular de las regiones ultraperiféricas, que se reconoce, debe tenerse en cuenta de manera mucho más concreta en el marco de las negociaciones, sobre la base del artículo 299, apartado 2, del Tratado CE. Además, los PTU próximos a países ACP deben ser objeto de una atención especial en lo que atañe al respeto de los acuerdos de asociación que ya los vinculan a la UE en virtud del artículo citado.

Les agradezco que hayan apoyado la enmienda que voy a presentar, la cuál tendrá como objetivo hallar un equilibrio inteligente entre la integración regional de estos territorios de ultramar y sus vínculos con Europa. Aunque las negociaciones podrían ser difíciles, sobre todo en lo que respecta a la protección de los mercados locales y la lista de los productos sensibles, confío en que la Comisión hallará un compromiso respetuoso a un tiempo de los intereses específicos de las regiones ultraperiféricas y de los países ACP.

 
  
MPphoto
 
 

  Erika Mann (PSE).(DE) Señor Presidente, Comisario, Señorías, creo que será importante aprovechar las próximas semanas para conformar el acuerdo de manera que todos estén satisfechos con el mismo. Es un acuerdo de gran importancia que tiene una inmensa resonancia simbólica. No se trata únicamente de negociar un acuerdo de libre comercio para las regiones y países de África y de acercar a éstos más a Europa, sino, asimismo, de que dicho acuerdo se constituya en una verdadera ronda de desarrollo a través de la que se luche contra la pobreza y que muestre, de hecho, que la Unión Europea se halla en situación de negociar un acuerdo de un modo que permita que los países africanos se sientan cómodos y que contribuya a que se sientan asimismo vinculados a la Unión Europea.

Existen varios puntos importantes, tal como ustedes han indicado. Se han referido incluso a algunos de ellos. Debemos cerciorarnos de que los acuerdos regionales beneficien a los países afectados. Debemos garantizar que los países no PMA también consigan un acuerdo y que no queden excluidos y que todos los países puedan desarrollarse en la misma dirección. El acuerdo que han propuesto, en forma de estrategia de dos fases, debe asegurar asimismo que nadie quede excluido, de manera que, en último extremo, estemos avanzando en la dirección correcta, lo que a día de hoy no está aún garantizado.

Señor Markov, deberíamos aprovechar la oportunidad de que disponemos de no aprobar la resolución de mañana para lograr un consenso en el Parlamento. Creo que compartimos suficientes planteamientos como para que ello suceda.

 
  
MPphoto
 
 

  Ján Figel’, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, querría dar las gracias a todos los que han participado en este interesante debate. Estoy seguro de que lo consideramos un proceso en curso. No formo parte del mismo directa o personalmente pero, para llegar a un acuerdo, es precisa la buena voluntad de ambas partes, así como el concierto de los diversos socios.

Como dije en mi declaración introductoria, estamos trabajando de un modo pragmático y flexible. Quienes estén dispuestos a seguir el mismo planteamiento y desean hacerlo no persiguen el perjuicio de los otros sino la consecución gradual de objetivos, que es importante para todas las regiones y para el comercio internacional en su conjunto.

Se han planteado diversas preguntas o críticas sobre el tono de las negociaciones. Deseo garantizarles que el espíritu que las inspira es el de la asociación. Tenemos en cuenta, con arreglo a dicho espíritu de asociación, los objetivos de desarrollo y las limitaciones de nuestros socios.

Algunas preguntas se referían a los acuerdos relativos exclusivamente al comercio de bienes. Los acuerdos «trampolín» llevan a AAE globales y éstos sustentan el desarrollo y la integración regional de la ACP. Así pues, no estamos perdiendo de vista la situación general y las necesidades globales de nuestros países y regiones asociados.

No deseo repetir buena parte de los puntos que expuse al principio, pues el proceso continúa. En ocasiones, un plazo ejerce presión para que se halle una solución durante los últimos días o semanas y estamos logrando verdaderos avances. He citado numerosos nombres y países donde hemos rubricado recientemente acuerdos «trampolín» —y seguiremos haciéndolo— pero nuestro interés consiste verdaderamente en hallar soluciones.

Los procesos continuarán, dado que hay más de una fase en esta situación. Como dije, a partir del 1 de enero seguiremos trabajando en temas tales como los servicios, la inversión y otros ámbitos relacionados con el comercio.

Creo que, la semana que viene, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores apoyará la propuesta de Reglamento comunitario por el que se regulará el acceso al mercado que se ha ofrecido a la ACP. Como también he dicho, se trata de la mejor oferta jamás incluida en un acuerdo bilateral. No sólo estamos siendo francos sino, asimismo, muy constructivos. La estrategia que ha propuesto la Comisión, y que he tratado de describir, y que he tratado de describir, ha sido plenamente confirmada por el Consejo —por los 27 Estados miembros— y seguiremos trabajando en dicho espíritu de asociación y de tal manera constructiva.

El objetivo consiste en alcanzar un acuerdo de asociación económica pleno que obre como catalizador de la integración regional. Una vez se hayan celebrado los acuerdos de la primera fase, seguiremos avanzando en pos de la consecución de este objetivo. No se ha dejado fuera ni se ha olvidado a nadie en este proceso. No sólo tenemos en mente a los países menos avanzados, sino que los apoyamos muy activamente.

Creo que es todo cuanto puedo decir por ahora, bien en respuesta a las preguntas, o bien a modo de confirmación, y estoy seguro de que esta Cámara retomará este punto durante las semanas y los meses venideros, ya que aquél versa asimismo sobre el calendario de nuestros acuerdos.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. – He recibido cuatro propuestas de resolución(1) con arreglo al artículo 103, apartado 2, del Reglamento. Se cierra el debate.

La votación se celebrará el 12 de diciembre de 2007.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
MPphoto
 
 

  Gay Mitchell (PPE-DE), por escrito. – Hemos alcanzado una fase crucial para los acuerdos de asociación económica (AAE). Un acuerdo compatible con las disposiciones de la OMC es fundamental para los países ACP que no forman parte del grupo de países menos avanzados.

Cabe lamentar que no siempre haya sido evidente la existencia de una relación de confianza entre ambas partes. Ningún país debería sentirse presionado a firmar un acuerdo. La Comisión debería haber hecho más para que las negociaciones fueran más incluyentes.

La UE es el socio comercial más importante de la mayoría de los países ACP.

La UE importó de la ACP bienes por valor de 28 000 millones de euros en 2004. Ello representa el doble del importe de la ayuda al desarrollo canalizada a través del 9º FED a la región ACP entre 2000 y 2007.

El comercio, y no la ayuda, es la clave del crecimiento económico y del desarrollo sostenible. Aunque nadie puede negar que varios países ACP se enfrentan a dificultades considerables, si los AAE se encuadran adecuadamente deberían considerarse una oportunidad para esta región.

La Unión Europea debería brindar apoyo pleno a la agenda de desarrollo que acompañará cualquier acuerdo AAE.

Deberían alcanzarse acuerdos provisionales para garantizar que no se perjudique el comercio y que no se ponga en peligro el sustento de millones de personas.

 
  

(1)Véase el acta.


18. Modificación de la Directiva 2004/49/CE sobre la seguridad de los ferrocarriles comunitarios - Interoperabilidad del sistema ferroviario comunitario - Modificación del Reglamento (CE) nº 881/2004 por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. – El próximo punto se refiere al debate conjunto de los siguientes informes:

- A6-0346/2007 de Paolo Costa, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo sobre, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2004/49/CE sobre la seguridad de los ferrocarriles comunitarios [COM(2006)0784 – 6-0493/2006 – 2006/0272(COD)];

- A6-0346/2007 de Josu Ortuondo Larrea, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la interoperabilidad del sistema ferroviario comunitario [COM(2006)0783 – C6-0474/2006 – 2006/0273(COD)];

- A6-0346/2007 de Paolo Costa, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se modifica el Reglamento (CE) n° 881/2004 por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea [COM(2006)0785 – C6-0473/2006 – 2006/0274(COD)].

 
  
MPphoto
 
 

  Jacques Barrot, Miembro de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, Señorías, tras la adopción de los dos primeros paquetes ferroviarios en 2001 y 2004 y antes de la adopción del tercero, el 13 de diciembre de 2006, la Comisión propuso una nueva serie de medidas legislativas sobre la aceptación mutua del material rodante y, en concreto, de las locomotoras. El objetivo de tales medidas consiste en fomentar la revitalización del sector ferroviario, eliminando los obstáculos a la circulación de los trenes en la red ferroviaria europea.

La Comisión lanzó esta iniciativa por dos motivos principales: para facilitar la libre circulación de trenes en la UE, haciendo más transparente y eficaz el procedimiento de puesta en servicio de las locomotoras, y para simplificar el marco reglamentario, consolidándolo y fusionando en una sola las tres directivas sobre la interoperabilidad ferroviaria.

El paquete completo contiene una comunicación, tres propuestas legislativas y su evaluación de impacto: una comunicación que ilustra las dificultades actuales y propone soluciones para simplificar la certificación de los vehículos ferroviarios, una propuesta de refundición de las directivas sobre interoperabilidad en vigor, una modificación de la Directiva sobre la seguridad ferroviaria, una propuesta de modificación del Reglamento por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea y, por último, un informe sobre el análisis de impacto.

¿Cuál ha sido el hilo conductor de este conjunto de texto? Un aspecto crucial consiste en facilitar la libre circulación de trenes y ello concierne al procedimiento de homologación de las locomotoras. Con arreglo a las empresas ferroviarias, el procedimiento de homologación en cuestión es muy largo y costoso; ciertas exigencias de las autoridades competentes se antojan poco justificadas en el ámbito puramente técnico.

La Comisión comparte esta opinión y se propone resolver el problema a través de la modificación, por una parte, el marco legislativo y solicitando, por otra parte, a las autoridades competentes de los Estados miembros que alteren su actitud, de ahí la importancia de la comunicación que acompaña a las propuestas legislativas y que propone soluciones aplicables de inmediato, sin que haya que esperar a la modificación de la legislación. Esta comunicación no ha dejado de surtir efecto. Ya se ha celebrado un acuerdo de cooperación, firmado en mayo en relación con el corredor Rotterdam-Génova. Este acuerdo se atiene al pie de la letra a los conceptos propuestos en nuestra comunicación.

Cabe citar a continuación la propuesta de refundición de las directivas sobre interoperabilidad y seguridad. La Comisión tenía dos objetivos en mente al presentar estas propuestas. El primero consistía en simplificar el procedimiento de homologación de vehículos ferroviarios. Con tal fin, introdujimos el principio del reconocimiento mutuo de las autorizaciones de puesta en servicio ya expedidas por un Estado miembro. Dicho principio consiste en que el material rodante al que se haya concedido ya una autorización de puesta en servicio en un Estado miembro no necesitará una certificación complementaria en otro, aparte de la que se refiera a las exigencias nacionales adicionales derivadas, por ejemplo, de las características de la red local.

En segundo lugar, por mor de la claridad, hemos combinado en un único texto la Directiva sobre la interoperabilidad del sistema ferroviario europeo de alta velocidad y la Directiva sobre la interoperabilidad del sistema ferroviario convencional de 2001. Al respecto, se ha introducido el nuevo procedimiento de reglamentación con control en relación con ciertas competencias delegadas a la Comisión por el Consejo y el Parlamento Europeo.

La modificación de las directivas sobre interoperabilidad y seguridad nos dio ocasión de emprender otras dos acciones. Por una parte, presentamos una serie de modificaciones sobre cuestiones técnicas en la nueva Directiva sobre interoperabilidad, a la luz de la experiencia recabada durante los diez años de trabajos efectuados no sólo por la Comisión sino, asimismo, por los Estados miembros en el marco de la comitología, por la industria y por el sector y, desde 2005, por la Agencia Ferroviaria Europea.

Por otra parte, deseábamos responder a ciertos operadores aclarando, en la Directiva sobre seguridad, las relaciones entre la empresa ferroviaria y la entidad responsable del mantenimiento. Se trataba de traducir, a través de esta disposición, el nuevo marco reglamentario derivado de las nuevas directivas comunitarias sobre la apertura del mercado y del nuevo contrato de utilización de vagones establecido a escala internacional por el Convenio COTIF.

Por último, concluyo con la propuesta de modificación del Reglamento por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea. Dicho Reglamento versa sobre la ampliación de las competencias de la Agencia, de modo que ésta pueda recopilar los diversos procedimientos nacionales y las normas técnicas en vigor en materia de homologación de locomotoras y elaborar y, posteriormente, ampliar la lista de exigencias que pueden verificarse una sola vez, bien porque se reconozcan internacionalmente, o bien porque puedan considerarse equivalentes entre los Estados miembros. Esta labor se llevará a cabo en colaboración con la red de autoridades nacionales de seguridad bajo la supervisión de la Agencia. Ésta se encargará de emitir dictámenes técnicos a instancias de las autoridades de seguridad nacionales o de la Comisión.

Al elaborar estas modificaciones, también clarificamos una serie de puntos del Reglamento sobre la base de la experiencia adquirida, sobre todo en relación con la introducción del sistema ERTMS (European Rail Traffic Management System) y de los registros de material rodante.

Señor Presidente, excusándome por esta intervención algo técnica, deseo indicar que, si el primer, el segundo y, pronto, el tercer paquetes ferroviarios establecen el marco jurídico y económico para el buen funcionamiento de los servicios ferroviarios en el mercado único, la obra habrá de completarse abriendo los mercados nacionales desde el punto de vista técnico. Tal es el objetivo de estas propuestas tan anheladas por el sector ferroviario. Deseo dar las gracias al Parlamento por el trabajo rápido y de calidad llevado a cabo en relación con estos textos.

 
  
MPphoto
 
 

  Paolo Costa, ponente. − (IT) Señor Presidente, señor Vicepresidente de la Comisión, Señorías, aunque estemos obligados a celebrar un debate «técnico», como ha señalado el Vicepresidente de la Comisión, hoy estamos dando un importante paso adelante en el plano político.

Desde la redacción del primer Tratado a finales del decenio de 1950, la política de transportes europea ha tenido tres objetivos: crear un mercado único, conectar las redes separadas entre sí —con objeto de crear un mercado único de modos de transporte y entre éstos— y hacer tales redes interoperables durante su fase de construcción. La interoperabilidad no es, pues, una cuestión técnica, sino un requisito previo para la creación de unos mercados de dimensión europea que son absolutamente necesarios y que conforman el objetivo fijado en el Tratado.

Se han logrado importantes avances en casi todos los ámbitos, aunque el sector ferroviario ha quedado algo rezagado. Perseguimos en la actualidad los mismos objetivos que en los sesenta. Los motivos son distintos y no es éste el momento de analizarlos, pero se trata de un punto que hay que exponer para reforzar nuestra convicción de que estamos dando un importante paso adelante y que es fundamental que obtengamos estos resultados.

La interoperabilidad es, pues, una condición esencial para construir y para desplazarse por redes exentas de barreras técnicas que impidan la plena libertad de circulación de locomotoras y de vagones, por lo que se trata de un paso fundamental que tenía que darse y que había de darse lo más rápidamente posible.

La Comisión ha hecho bien en dejar de establecer distinciones entre la interoperabilidad de las redes de alta velocidad y la de las redes tradicionales y, por tanto, en avanzar cuanto sea posible en dicha dirección.

También hizo bien al poner sobre la mesa el problema de la seguridad al mismo tiempo, ya que, en ocasiones, la seguridad se presenta —y esta afirmación hay que formularla con cautela— como un motivo para condicionar la interoperabilidad. ¿Cómo es posible que se cruce una frontera con el mismo maquinista que, acaso, no comprende la lengua del país por el que se desplaza? ¿Cómo va a cruzar una frontera una locomotora que podría no estar perfectamente adaptada a la red del otro lado? Podría continuar.

La Comisión, pues, hizo bien en unir los dos elementos. Debemos garantizar por completo la seguridad, si bien dentro de los límites de un sistema que sea interoperable, ya que si la seguridad se sitúa en primer plano para evitar la interoperabilidad, algo hay que no funciona en este asunto. El hecho de que se haya decidido crear una Agencia Europea que trate tales asuntos y otros, como veremos, constituye seguramente un signo de que nos lo estamos tomando en serio.

¿Qué ha hecho el Parlamento? El Parlamento ha aprobado por amplía mayoría las propuestas de la Comisión, con algunas recomendaciones orientadas a potenciar la interoperabilidad del sistema. En el informe sobre la interoperabilidad, el Parlamento prevé la fijación de plazos para la concesión de autorizaciones en relación, por supuesto, con el material rodante en funcionamiento. También aboga por que la carga de la prueba acerca de la no operabilidad de determinado material, incluso por motivos de seguridad, debería transferirse a los Estados miembros: dicho de otro modo, se supondría a priori que, una vez certificado, cualquier material podría circular por cualquier país, a menos que alguien pueda explicar por qué ello no debería suceder así. En tercer lugar, el Parlamento tiene intención de que la retroadaptación de todo el material rodante existente pueda ser susceptible de recibir ayudas del Estado. Tal es, en mi opinión, la aportación de la Cámara en esta situación.

Lo mismo es válido para la seguridad. También en este ámbito se ha tratado de establecer una fecha límite para la obligatoriedad de la certificación: nuestra propuesta es 2010. Con ello se tranquilizaría a todos, sin excepciones, toda vez que todos recibirían el mismo trato y no se seguiría considerando a los monopolios que, de hecho, siguen gestionando los servicios ferroviarios como particularmente competentes y, por ende, están exentos de tales obligaciones.

El tercer punto se refiere a la puesta en funcionamiento de la Agencia. Al respecto, tengo en mente una pregunta clave que desearía transmitir a todos y, en concreto, a la Comisión. Nos pareció, con razón, completamente adecuado separar la seguridad del resto de consideraciones creando para ello 25 agencias europeas. Se trató de una decisión importante adoptada hace tiempo. Ahora me pregunto, en vista de que tales agencias no funcionan aún, si no convendría considerar la posibilidad de tener una única Agencia Europea que opere a través de las 25 delegaciones de los distintos países. Se trata de un tema fundamental que nos permitiría hallar una solución favorable a los problemas aparejados a la interoperabilidad y la seguridad a nivel europeo.

 
  
MPphoto
 
 

  Josu Ortuondo Larrea, Ponente. − (ES) Señor Presidente, señor Comisario, queridos colegas, hoy en día, con la globalización, nuestra economía, el progreso de la comunidad y el bienestar de nuestros ciudadanos precisan más que nunca el soporte de un sistema de transporte eficaz, eficiente, económico y, sobre todo, sostenible.

Todos los modos de transporte son necesarios. El ferrocarril tuvo épocas gloriosas en sus orígenes, pero luego fue arrinconado por los vehículos que circulaban por carreteras y autopistas, dada su mayor versatilidad, individualidad y capacidad de cercanía o proximidad. Ahora, con nuestras carreteras en riesgo de colapso y nuestro medio ambiente en situación crítica por la contaminación, volvemos la mirada hacia el ferrocarril como esperanza de futuro para satisfacer nuestras necesidades de movilidad interior.

La Comisión, consciente de ello, nos propuso un nuevo paquete legislativo para mejorar la parte técnica del marco regulador del transporte ferroviario que revisan las Directivas sobre interoperabilidad, sobre seguridad y sobre el Reglamento de la Agencia Ferroviaria Europea. Con una perspectiva de conjunto, hace años que las instituciones europeas abordamos la necesidad de consolidar el medio ferroviario a nivel comunitario. Ciñéndome a la interoperabilidad, todos sabemos que, ya en julio de 1996, hace once años, aprobamos la Directiva 96/48/CE del Consejo sobre los ferrocarriles de alta velocidad y, en marzo de 2001, la relativa al sistema de transporte europeo convencional.

Sin embargo, después de más de una década, los niveles de interoperabilidad de las redes europeas no alcanzan más allá del 7 %, y es que la exigencia de homologación de locomotoras y máquinas de tracción en cada uno de los Estados en los que pretendan circular es actualmente uno de los obstáculos más importantes para la creación de nuevas empresas ferroviarias que se dediquen al transporte de viajeros y de mercancías, así como un importante freno a la interoperabilidad de los ferrocarriles europeos. Y, dado que ningún Estado puede decidir por sí solo que sus autorizaciones de puesta en servicio sean válidas en el territorio de los demás Estados, hace falta una iniciativa comunitaria que simplifique y armonice los procedimientos estatales y fomente un uso más sistemático del principio de reconocimiento mutuo.

Las directivas actuales regulan únicamente la puesta en servicio del nuevo material rodante. Con la nueva Directiva se pretende la consolidación, refundición y fusión de las actuales. Por nuestra parte, y basándonos en informes técnicos breves que solicitamos de acuerdo con la normativa del Parlamento, hemos propuesto trasladar a nuestra Directiva sobre interoperabilidad el contenido del antiguo artículo 14 de la Directiva sobre seguridad; todo ello, precisamente para dar más garantía jurídica al sector ferroviario interesado y permitir simplificar la autorización para la puesta en servicio.

Apoyamos la condición de que haya al menos una autorización de un Estado miembro para cada vehículo, que partirá del cumplimiento de la declaración CE y de las especificaciones técnicas de interoperabilidad que les afecten. Los Estados miembros entenderán que los subsistemas de infraestructuras cuya puesta en servicio haya sido autorizada en cualquier otro Estado miembro ya cumplen los requisitos técnicos esenciales y no precisarán de ninguna otra autorización, excepto en lo que pudiera afectar a la compatibilidad con las especificidades o limitaciones de las infraestructuras propias.

En nuestro informe quisimos estructurar de una manera más fácilmente comprensible para los interesados los distintos aspectos y apartados de la Directiva, destinando un capítulo específico a los requisitos sobre la puesta en servicio de los vehículos, según se tratara de primeras o de segundas autorizaciones, o bien de vehículos que cumplan todas las ETI o solamente parte de las mismas.

En todos los aspectos mencionados y durante todo el procedimiento, hemos ido manteniendo periódicos contactos entre los ponentes alternativos de los distintos Grupos políticos, de la Comisión y también de la Presidencia del Consejo. Finalmente, hemos podido alcanzar un acuerdo común, habiendo superado un aspecto importante, que era el de los plazos máximos para decidir sobre una autorización y la erradicación del conocido y paralizante silencio administrativo por falta de decisión.

Tras muchos esfuerzos, hemos llegado al acuerdo de que la autorización será automática en caso de ausencia de decisión y también nos hemos puesto de acuerdo sobre el resto del articulado. Por parte parlamentaria, hemos presentado, pues, una enmienda conjunta, firmada por todos los Grupos parlamentarios, y que contiene el mismo texto que será presentado al Consejo de Ministros de Transporte. Espero que el haber logrado un acuerdo en primera lectura sea en beneficio de todo el sector.

Quisiera acabar agradeciendo a todos los ponentes alternativos la ayuda y la colaboración de las que hemos dispuesto para este objetivo.

 
  
MPphoto
 
 

  Georg Jarzembowski , en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Vicepresidente de la Comisión, Señorías, desearía expresar, en nombre de mi Grupo, un efusivo agradecimiento a los dos ponentes por su positiva y constructiva cooperación. Creo que hemos sido capaces de entendernos en toda ocasión en asuntos de importancia y que hemos alcanzado acuerdos con gran rapidez, por lo que he de felicitar a los dos ponentes por haber logrado un acuerdo con el Consejo con tanta celeridad. Pues, ¿qué nos habría deparado una larga disputa con el Consejo? Podríamos haber perdido un año entero. No, en mi opinión, y a pesar de todo, hemos logrado avanzar en primera lectura, lo que representa un gran éxito para el Parlamento, la Comisión y el Consejo.

Desearía tratar dos o tres puntos. Confío, señor Comisario, en que se los transmita a la Agencia Ferroviaria Europea. Estamos atribuyendo a la Agencia una mayor responsabilidad en la creación de normas seguridad y criterios de interoperabilidad. Espero que la Agencia aproveche tales oportunidades en beneficio de nuestra industria, que cree nuevas normas con rapidez y que funcione de un modo eficaz y práctico. A modo de comentario al margen, espero asimismo —y me dirijo aquí al señor Costa, si pudiera oírme, ya que está al teléfono y las llamadas son siempre más importantes— que cuantas más tareas asuma la Agencia Ferroviaria Europea, menos tengan que participar las agencias nacionales y que cuanto menos tengan que hacer las agencias nacionales, menos burocracia haya. Si la burocracia europea funciona adecuadamente, necesitaremos menos de 25 burocracias nacionales. Deseamos ahorrar a la industria ferroviaria europea la duplicación de trabajo y los solapamientos innecesarios.

Tengo un último comentario para el Comisario y los dos ponentes: es muy importante que nos hayamos puesto de acuerdo. Si los Estados miembros incumplen los plazos fijados para decidir a propósito del reconocimiento mutuo, se dará por supuesto que han dado su autorización. Únicamente a través de esta función de autorización podemos ejercer sobre las autoridades nacionales la presión necesaria para evitar las constantes demoras.

Procuremos, juntos, ahorrar costes gracias a la aceptación mutua de las locomotoras y el material rodante, de modo que aumente la disponibilidad y se dé un impulso adicional, en concreto, al transporte ferroviario de mercancías en Europa.

 
  
MPphoto
 
 

  Inés Ayala Sender, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, señor Vicepresidente Barrot, la verdad es que tengo que reconocer que hoy día tengo el corazón partido, porque mi Presidente Zapatero, después de haber estado aquí en el Pleno, tiene una recepción en el Consejo y yo he decidido, sin embargo, quedarme aquí para escucharle a usted y reforzar así -espero- un poquito la europeización del transporte ferroviario.

Me congratula, la verdad, la oportunidad que nos ha ofrecido la Comisión a los europeos, a través de un ejercicio que es realmente legislar mejor, a través de la refundición de una serie de directivas antiguas y procurando un texto único, de introducir avances sustanciales a favor del ferrocarril.

En este sentido, felicito al señor Ortuondo una vez más por su dedicación y tenacidad, casi puntillosa, en desarrollar un buen texto legislativo, y la verdad es que me congratulo también de la buena cooperación que hemos tenido todos los Grupos para hacer avanzar el tema importante de la interoperabilidad.

También quisiera decir que se ha logrado el mejor equilibrio posible entre seguridad y necesidad de avanzar con coraje en la interoperabilidad. La seguridad, por otra parte, queda absolutamente garantizada con los dos informes que ha desarrollado el señor Costa y también con toda su dedicación.

La Agencia queda realzada, se refuerza, y, por otro lado, se clarifican mejor sus tareas y sus necesidades, que esperamos hagamos crecer más armoniosamente en el futuro. Los ciudadanos europeos, pues, no deben temer, puesto que la seguridad ferroviaria se ha europeizado y así se refuerza.

En cuanto al trabajo sobre la interoperabilidad, era urgente conseguirlo, puesto que tenemos primero la europeización del transporte ferroviario y, por otro lado, lo que acabamos de hacer -digamos- en relación a apoyar la comodalidad, la logística y, ahora mismo, tenemos un nuevo texto de vías dedicadas que hará todavía más necesaria la interoperabilidad.

Como ha dicho el señor Costa era preciso avanzar en hacer real la voluntad del legislador, es decir, el Parlamento y el Consejo, para hacer circular libremente los ferrocarriles y hemos logrado -creo yo- establecer las condiciones para evitar al máximo la inseguridad jurídica eterna por la que todos los temas de reconocimiento mutuo de autorizaciones para el material rodante y las locomotoras venían tropezando con bloqueos y obstáculos continuos.

Creo que hemos dejado incluso claro quién, cómo y cuándo deben reconocerse. Hemos incluso dado un empujoncito, a través del avance del silencio administrativo...

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
MPphoto
 
 

  Nathalie Griesbeck, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, Comisario, Señorías, el debate de hoy puede parecer, en efecto, muy técnico a nuestros conciudadanos. Efectivamente, es técnico, aunque la armonización de la seguridad ferroviaria y la interoperabilidad constituyen, en el fondo, una importante preocupación para nuestros conciudadanos europeos en su vida cotidiana. Pienso, por ejemplo, en el terrible accidente acaecido hace algunos meses en Zoufftgen, entre Luxemburgo y Francia, que provocó la consternación de todos nosotros.

Si deseamos responder a los desafíos pendientes, en concreto en lo que atañe al cambio climático, si deseamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la transferencia modal, es decir, reducir el transporte de mercancías por carreteras en favor de otros modos de transporte menos contaminantes, tendremos que hacer desaparecer cierto número de barreras técnicas que siguen existiendo.

Para crear un verdadero espacio ferroviario europeo, tendremos que armonizar las especificaciones técnicas de interoperabilidad o establecer el reconocimiento mutuo de las normas. Actualmente, los procedimientos de homologación nacional del material rodante son demasiado largos y costosos. Debemos facilitar los procedimientos administrativos, reducir los plazos y hacer cuanto podamos para armonizar asimismo las normas nacionales de seguridad que en ocasiones entrañan, sin fundamento real, restricciones muy importantes de la circulación.

Deseo, por supuesto, expresar un efusivo agradecimiento a nuestros ponentes, Paolo Costa y Josu Ortuondo Larrea, por el brío con que han llevado a cabo su trabajo, máxime en vista de que el mismo parece haber satisfecho en general a nuestros grupos políticos y de que, espero, nos orientamos hacia la consecución de un acuerdo en primera lectura con el Consejo.

Desearía asimismo formular tres rápidas observaciones. En primer lugar, me congratulo de que, como han dicho mis colegas, se haya mejorado la legibilidad de los textos. Las disposiciones relativas a la autorización se agruparán en un solo acto legislativo, la Directiva sobre interoperabilidad, que se referirá tanto al sistema transeuropeo de alta velocidad como al sistema convencional.

Segunda observación: Me alegra sobremanera que se haya podido adoptar cierto número de principios, a priori muy técnicos pero no por ello menos importantes en este caso, relativos a la homologación y, en concreto, a la aceptación mutua del material rodante salvo en el caso de exigencias derivadas de las características concretas de la red local, la obligación de las autoridades nacionales demostrar los riesgos reales en materia de seguridad y la función de la Agencia en la recopilación y la clasificación de las normas nacionales en materia de clarificación. También me parece importante que, en relación con este punto, la Agencia pueda contar con el asesoramiento de los responsables de la gestión de las redes.

Me complace asimismo el principio de autorización implícita en caso de ausencia de decisión por parte de las autoridades nacionales dentro de un plazo de tres meses pero, en lo que respecta a los plazos relativos a la responsabilidad del propietario, deseo expresar una clara reserva, toda vez que temo que ello conduzca a exonerar a la empresa ferroviaria de su responsabilidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Bogusław Rogalski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, al proceder a la modificación la Directiva sobre la seguridad de los ferrocarriles comunitarios es importante apoyar los esfuerzos encaminados a la creación de un mercado común de servicios de transporte ferroviario. Por ello ha de crearse un marco común para la regulación de la seguridad ferroviaria.

Se debería autorizar a la Comisión a que ajustara y adoptara medidas y objetivos de seguridad comunes. También se debería autorizar la introducción de un único sistema de certificación. Con tal fin, deberían evaluarse en primer lugar los requisitos en vigor, junto a las condiciones de seguridad vigentes en los Estados miembros, con el fin de determinar si el nivel de seguridad actual del sistema ferroviario no se ha visto menoscabado en ningún Estado miembro. También deberían identificarse los ámbitos prioritarios donde se ha de mejorar la seguridad. Un certificado de seguridad debería constituir una garantía de que la empresa ferroviaria ha implantado un sistema de gestión de la seguridad que comprenda la prestación de los servicios de transporte en la red europea.

Los artículos del material rodante autorizado para su utilización en un Estado miembro deberían estar cubiertos por tal autorización en otro Estado miembro, en caso de que, de hecho, el último exija dicha autorización. La Directiva en cuestión establece que, cuando se otorgue autorización para la puesta en servicio del material rodante, se deberá designar una entidad jurídica responsable de su mantenimiento. Esto es muy importante. La entidad en cuestión podría ser una empresa ferroviaria, un subcontratista o el propietario del material rodante. Esta medida responde a las expectativas del mercado de servicios.

La iniciativa que tenemos ante nosotros garantizará que el transporte ferroviario sea más competitivo y permitirá la conservación de puestos de trabajo en el sector. La modificación de esta Directiva se aguardaba con impaciencia, sobre todo en los nuevos Estados miembros. Felicito, por ello, al ponente.

 
  
  

PRESIDE: LUIGI COCILOVO
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Michael Cramer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señor Vicepresidente, Señorías, estimados colegas, con estos tres informes la red ferroviaria europea dará un enorme paso adelante. La Agencia Ferroviaria Europea armonizará y controlará las normas de seguridad en el futuro. Se garantizará asimismo el reconocimiento mutuo de los vehículos ferroviarios en los Estados miembros de la UE, lo que tenía que haber sucedido hace tiempo. En vista de las circunstancias, desearía expresar un encarecido agradecimiento a los dos ponentes y a los ponentes alternativos, pues sin su buena cooperación no habríamos logrado este resultado.

Por fin han llegado a su fin los tiempos difíciles. Para poder utilizar una locomotora homologada en otro Estado miembro había que esperar a menudo tres años y el proceso podría entrañar unos costes de hasta diez millones de euros. Mucho antes de que la UE tuviera 27 Estados miembros, tal circunstancia constituía una provocación y un perjuicio para el transporte ferroviario respetuoso con el medio ambiente. En el futuro, la autorización de un vehículo ferroviario se aplicará en los 27 Estados miembros de la UE, a menos que, dentro de un plazo de tres meses, alguno de ellos interponga una objeción y justifique por qué la utilización del vehículo no es posible por motivos de seguridad. Su utilización no se podrá impedir por motivos banales como el color de los extintores o el tamaño de los espejos laterales. Así, se invertirá la carga de la prueba. En el pasado, los fabricantes debían llevar a cabo una ingente cantidad de oneroso trabajo para demostrar que no había motivos de preocupación, pero en el futuro, cualquier posible motivo de preocupación habrá de exponerse de manera clara y corresponderá a la Agencia Ferroviaria Europea —cuyas competencias se ampliarán— el decidir si tales preocupaciones están justificadas.

Si transcurre el plazo de tres meses sin que se hayan presentado objeciones, la autorización se aplicará a toda la red ferroviaria de la UE. Ello significa que los vehículos ferroviarios podrán fabricarse en mayores cantidades y que sus costes se reducirán. La Oficina Ferroviaria Federal de Alemania, en concreto, ha ofrecido resistencia hasta el final a la reducción de sus competencias. Gracias a la insistencia de todos los grupos de esta Cámara se ha logrado una transacción viable y, por fin, la Comisión, el Consejo y el Parlamento pueden aprobar por consenso el informe de Josu Ortuondo Larrea en primera lectura.

 
  
MPphoto
 
 

  Erik Meijer, en nombre del Grupo GUE/NGL.(NL) Señor Presidente, uniéndome al regocijo general por el apoyo unánime a estos tres informes de la Comisión de Transportes y Turismo, desearía cerrar el debate con dos observaciones críticas: la Agencia Ferroviaria Europea puede desempeñar la útil misión de seguir desarrollando y aplicando el nuevo Sistema Europeo de Gestión del Transporte Ferroviario (ERTMS) y de reducir su dependencia de los fabricantes. Sin embargo, esta Agencia resulta especialmente necesaria en otros ámbitos, debido a la magnitud cada vez mayor de las operaciones, la liberalización y la competencia en los raíles. Tal evolución precisa cada vez más burocracia para que todo pueda coordinarse adecuadamente.

Mucho antes de la creación de la Unión Europea, dicha coordinación se llevaba a cabo de un modo distinto. Existían buenos acuerdos entre las compañías ferroviarias nacionales, que organizaban conjuntamente las conexiones de trenes de larga distancia, junto a la Compagnie Internationale des Wagons Lits. Dudo que el nuevo modelo represente una mejora.

En adelante, cualquier vehículo ferroviario que se homologue, en principio, en un Estado miembro estará autorizado de manera automática en los demás. Dicha situación no se da ni siquiera a pequeña escala entre las empresas municipales de tranvías; ello se debe a que lo cerrado de las curvas, la ubicación de las paradas y, en ocasiones, la distancia entre las vías no permiten que los tranvías recorran todas las rutas. Espero que también las empresas ferroviarias soliciten con frecuencia la aplicación de posibles excepciones por motivos de seguridad. En la práctica, pues, poco cambiará.

 
  
MPphoto
 
 

  Michael Henry Nattrass, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, la Directiva de la Comisión sobre la interoperabilidad admite que su objetivo consiste en «permitir a los ciudadanos de la Unión beneficiarse plenamente de las ventajas derivadas de la creación de un espacio sin fronteras». Dicha perspectiva representa una carga para el Reino Unido, ya que buena parte de la población de la UE sólo adquiere billetes de ida.

Me complace que se exima de su cumplimiento a los ferrocarriles aislados, de vía estrecha e históricos. ¿Qué sucede, en cambio, con las rutas ferroviarias secundarias? Supuestamente, todo este papeleo adicional permitirá que luxemburgueses, letones y lituanos hagan frente común para gestionar los servicios que unen Long Eaton con Letchworth.

Sé que se trata fundamentalmente de trenes de mercancías, que, según se indica en el informe, puedan recorrer ininterrumpidamente el trayecto que separa Lisboa de Liverpool sin cambiar de locomotora o de personal. ¡Tal es la esperanza de algunos! ¿Qué dirá el personal a propósito de la Directiva relativa al tiempo de trabajo? Por otra parte, los trenes habrían de detenerse para someterlos a inspección, en busca de inmigrantes ilegales, al oeste de Folkestone. Las actuales locomotoras portuguesas se saldrían además de la vía antes de alcanzar el Túnel del Canal, dado que aquélla es, en Francia, demasiado estrecha.

Este tren acabará deteniéndose. El triunfo de la ideología ciega sobre el sentido común convierte este lugar en la fábrica de papel que el Reino Unido ha acabado por despreciar. Que tenga un buen día, señor Presidente, pero cúrese antes su visión de túnel.

 
  
MPphoto
 
 

  Luca Romagnoli (NI).(IT) Señor Presidente, señor Vicepresidente, Señorías, con vistas a lograr unas redes ferroviarias interoperables y a garantizar un elevado nivel de movilidad sostenible para nuestros ciudadanos, así como conexiones eficaces entre las regiones de la UE, sin duda deberíamos acoger con agrado la simplificación del marco reglamentario vigente que persiguen los informes Costa y Ortuondo. Desearía aprovechar esta ocasión para dar las gracias a los dos colegas por su excelente trabajo, máxime en vista de la importancia estratégica de la interoperabilidad, la indispensable necesidad de seguridad y la necesidad de contar con una Agencia Ferroviaria Europea que goce de unas competencias ampliadas.

Por los motivos expuestos, es indudablemente deseable mejorar la parte técnica del marco reglamentario y fomentar la aceptación mutua del material rodante. Así pues, el nuevo procedimiento se basará en el principio de la aceptación mutua de las autorizaciones ya otorgadas por un Estado miembro, en relación con la cual la necesaria certificación adicional constituirá poco más que una formalidad.

Todo esto está muy bien, pues, pero será indispensable que el material rodante esté en unas condiciones adecuadas: no sólo el material rodante que se desplace de un país a otro sino, asimismo, el que circule por las redes locales. Los usuarios del servicio ferroviario en Italia padecen una discriminación evidente, dado que el material rodante más obsoleto e, incluso, defectuoso, al menos con respecto a la normativa de otros muchos Estados miembros de la Unión, se emplea en la red local italiana.

Si la Comisión pudiera investigar esta situación, comprobaría la existencia de enormes diferencias en el servicio prestado. Como he señalado en ocasiones anteriores, los ferrocarriles italianos prestan un servicio completamente inadecuado, sobre todo en lo que se refiere al transporte local.

También por esta razón creo que las responsabilidades de las empresas ferroviarias y de los propietarios deberían definirse con mayor claridad en lo que atañe a la seguridad y, asimismo, en lo que respecta al respeto de las normas sociales y de las normas relativas al servicio a los usuarios.

 
  
MPphoto
 
 

  Luis de Grandes Pascual (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, señor Vicepresidente, Comisario Barrot, señorías, en primer lugar, vaya por delante mi felicitación a los ponentes por su trabajo en los distintos informes que constituyen un paso más en la integración del espacio ferroviario europeo.

Estamos ante el reto de conseguir un ferrocarril europeo competitivo, rentable, sostenible y seguro; en pocas palabras, una verdadera alternativa a otros modos de transporte efectuándose, de este modo, el cambio modal.

Sin embargo, el ferrocarril europeo de hoy en día sigue padeciendo muchos problemas que todavía no han sido superados. Podemos viajar en tren de Madrid a Berlín; desgraciadamente, este viaje, en una Europa en la que sí disponemos de una moneda única y de un mercado interior, sería una auténtica odisea, pues carecemos de un espacio ferroviario integrado.

Las diferencias en el ancho de vía entre algunos países, la falta de homogeneidad y armonización tecnológica del material rodante y de los sistemas de señalización, las disparidades en la formación y certificación de los conductores de locomotoras y la insuperable diferencia de voltajes que alimentan las vías, todo ello hace menos competitivo el transporte ferroviario y atenta contra el espíritu con el que se planificaron las redes transeuropeas de transporte, es decir, la consecución de un verdadero mercado interior de los transportes construyendo más Europa.

Permítanme, Señorías, aunque sea brevemente, hacerles llegar al Parlamento y al señor Comisario algo conocido, un serio problema que está poniendo en peligro la conexión de la Península Ibérica con la red ferroviaria europea, especialmente en su vertiente mediterránea. No es un tema sólo español o francés, sino europeo. Señor Comisario, de no agilizarse los trabajos en esta línea, no superaremos a medio plazo el obstáculo orográfico insalvable de los Pirineos.

Desde aquí quiero lanzar una llamada a la Comisión Europea y al señor Comisario para que inste a los Gobiernos español y francés a que solucionen este problema con miras a conseguir un verdadero espacio ferroviario europeo. Sé que en estos momentos en España es difícil, porque hay una ministra cuestionada y un Gobierno terminal, pero pronto habrá otro Gobierno y, con él, una nueva esperanza. Insto a que este problema, que no es español ni francés, sino europeo, pueda culminarse con éxito.

 
  
MPphoto
 
 

  Leopold Józef Rutowicz (UEN).(PL) Señor Presidente, las condiciones en que opera la economía cambian continuamente. De resultas de ello, se hacen necesarios cambios en multitud de sectores y hoy nos estamos ocupando de los cambios en el funcionamiento de los ferrocarriles y, en concreto, en la seguridad de su funcionamiento. En consonancia, las disposiciones correspondientes deben adecuarse sistemáticamente a la situación presente.

Últimamente se han producido muchos cambios. Entre ellos cabe incluir la ampliación del espacio Schengen para admitir a una serie de países cuyos sistemas ferroviarios difieren considerablemente en lo que respecta a las condiciones técnicas de los mismos. Además, los monopolios ferroviarios se han eliminado en multitud de países y han surgido empresas propietarias de la red junto a las empresas de transporte regionales e internacionales. Todo esto exige que se afinen las definiciones y los principios de procedimiento relativos a la garantía de la seguridad en el territorio de la Unión. La situación se resolverá fundamentalmente a través de la modificación de las disposiciones nacionales para que éstas tengan en cuenta la evolución de la situación.

Las propuestas contenidas en el informe del señor Costa representan un valor añadido al respecto. El señor Costa ha propuesto modificaciones orientadas a la simplificación, tal como la incorporación del artículo 14 del anexo VII a la Directiva sobre la interoperabilidad, la cual supondrá un considerable aumento de la legibilidad de dicha Directiva. Es fundamental establecer una responsabilidad más clara en materia de seguridad. Desearía dar las gracias al señor Costa por todo el trabajo realizado en la elaboración del informe.

 
  
MPphoto
 
 

  Jacky Hénin (GUE/NGL). – (FR) Señor Presidente, en relación con esta cuestión aparentemente técnica de la interoperabilidad del sistema ferroviario europeo y de la función de la Agencia Ferroviaria Europea en materia de seguridad, nos hallamos en el núcleo de una verdadera elección de modelo de civilización.

Bien la UE implanta un mercado ferroviario europeo basado en la competencia de «todos contra todos» y procede al desmantelamiento de las compañías ferroviarias nacionales con la vaga esperanza de que se mantenga un nivel de seguridad adecuado —tal es el sentido de las propuestas de la Comisión—, o bien organizamos una cooperación de todas las empresas ferroviarias de los Estados miembros para instaurar una red ferroviaria en todo el territorio de la Unión para el transporte de alta velocidad de viajeros y mercancías con la máxima seguridad. Esto último podría lograrse a través del desarrollo de la alianza Railteam, que agrupa a los principales operadores europeos de alta velocidad.

Hemos de señalar que la historia ferroviaria europea ya eligió entre los dos sistemas. En efecto, el Reino Unido aplicó a su propia red ferroviaria las opciones que la Comisión propone ahora hace diez años. El resultado: un deterioro general del servicio y un deterioro de la seguridad que ha entrañado accidentes mortales. Por otra parte, hace diez años se creó Thalys sobre la base de la cooperación entre la SNCF y la SNCB, pese a la oposición de la Comisión. El resultado: un servicio de calidad, eficaz y seguro que responde a las necesidades de los viajeros.

Sobre la base de esta experiencia histórica, solicito a la Comisión que abandone su opción de la competencia ferroviaria en favor de la cooperación.

 
  
MPphoto
 
 

  Reinhard Rack (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, señor Vicepresidente, señorías, Europa tiene mucho que ofrecer para mejorar nuestras vidas y nuestra economía. Por desgracia, casi todas estas buenas intenciones tienen nombres difíciles de pronunciar.

Ello se aplica especialmente a una de las prioridades del paquete ferroviario de hoy. La interoperabilidad es la palabra mágica que describe lo que queremos y lo que debemos lograr si en verdad deseamos tener un sistema ferroviario europeo que funcione. Las locomotoras y el resto del material rodante deben armonizarse pero, para ello, necesitamos procedimientos de autorización coordinados.

La Comisión ha presentado una propuesta pertinente, que hemos desarrollado en el Parlamento mediante un consenso entre todas las familias políticas. Esperamos que, junto a las especificaciones técnicas de interoperabilidad (ETI) y otras cuestiones, el resultado nos ayude a lograr un sistema ferroviario mejor coordinado en una Europa común. Nuestro sistema se basa en el concepto y en el principio del reconocimiento mutuo y en la armonización técnica, establece plazos y criterios claros para las autorizaciones y exige, lo que es muy importante, que, en caso de que una autoridad nacional rechace una solicitud, aquélla deba demostrar la existencia de un riesgo para la seguridad, no al contrario.

Lo que deseamos y lo que esperamos lograr es que, en este contexto, la Agencia Ferroviaria Europea desempeñe tan rápida y atinadamente como sea posible las múltiples las tareas que se le han encomendado. Tengo esperanza en que, como mi colega Georg Jarzembowski ha expresado, durante el proceso y al final del mismo tengamos menos burocracia que hasta la fecha. Confiamos en que nuestras propuestas puedan obtener un gran consenso en la Cámara durante la votación, de modo que, también en plano real, acabemos teniendo más interoperabilidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Jacques Barrot, Miembro de la Comisión. − (FR) Señor Presidente, Señorías, deseo felicitar a los ponentes, señores Ortuondo Larrea y Costa, por su excelente trabajo en tan breve plazo acerca de un asunto de naturaleza muy técnica.

A propósito de la propuesta de refundición de las directivas sobre interoperabilidad, constato que un acuerdo en primera lectura está a nuestro alcance. Tal resultado se ha logrado a través de varias sesiones de trabajo y deseo felicitar especialmente al señor Ortuondo Larrea, en concreto, por su dedicación personal, que ha permitido que el expediente llegue a buen puerto. Era importante establecer un procedimiento de certificación de las locomotoras y otros vehículos ferroviarios preciso y detallado en cuanto a la posible intervención de las autoridades de seguridad nacionales y, al mismo tiempo, imponer un límite a la duración máxima del procedimiento de certificación, como ha indicado el señor Jarzembowski.

El resultado de las negociaciones, a las que la Comisión ha hecho una contribución técnica, es una modificación que remodela completamente el texto de la Directiva y con la que la Comisión está completamente de acuerdo. Así, señor Presidente, de confirmarse este acuerdo, transmitiremos una señal política a la industria y a las autoridades de seguridad nacionales.

Corresponde a éstas, ahora, abaratar y abreviar los procedimientos de homologación de vehículos ferroviarios. Asimismo, habremos adoptado esta legislación en un tiempo récord, lo que demuestra que la legislación europea puede alcanzar la velocidad del TGV.

Deseo responder al Presidente Costa en relación con el tema de las autoridades de seguridad nacionales. Éstas se crearon con arreglo a las exigencias de la Directiva sobre seguridad ferroviaria adoptada en 2004. Para la mayoría de los Estados miembros, se trató de crear una nueva autoridad partiendo de cero, con todas las dificultades presupuestarias y de contratación aparejadas. Se antoja complicado, señor Presidente, despojar a estas autoridades de una función que se les acaba de atribuir, y ello pondría en tela de juicio asimismo la credibilidad de nuestra política ferroviaria. Estoy de acuerdo con usted, no obstante. A largo plazo, cabe imaginar que llegará un día en que se produzca una «europeización» más amplia de este dispositivo. Deseaba responderle en relación con este punto.

Me refiero ahora al tema de la seguridad, en relación con el que ha sido usted ponente. Conforme a sus deseos, una parte de estas directivas se ha transferido a la nueva Directiva sobre interoperabilidad. Con excepción de la conformidad con la nueva Decisión en materia de comitología a través de la introducción del procedimiento de reglamentación con control, en la propuesta no queda otro elemento de importancia que la cuestión del mantenimiento de los vehículos ferroviarios y de la función de los propietarios de los vehículos.

Más de la mitad de las enmiendas presentadas es aceptable para la Comisión, bien en principio o bien en parte. Sin embargo, he de referirme a la situación de la enmienda 21. Con respecto a esta cuestión bastante técnica, es preciso que las modificaciones previstas sean conformes a la legislación en vigor, en particular a la Directiva sobre seguridad y, asimismo, a la especificación técnica de interoperabilidad relativa a los vagones, que entró en vigor el 31 de enero de 2007, y a la decisión sobre el registro nacional de vehículos, que entró en vigor el 9 de noviembre de 2007.

Por otra parte, tales enmiendas deben adecuarse en la medida de lo posible a las diversas situaciones que pueden darse en la práctica. Deben, pues, aproximarse a las prácticas en vigor en los demás modos de transporte. No deben fijar en la legislación un modelo comercial contractual que pueda evolucionar junto a al reforma del sistema ferroviario. Por ello, la enmienda 21 no cuenta con la aprobación de la Comisión. Lo propio es aplicable, señor Presidente, a las enmiendas 3 a 7, 10, 14, 17 y 22, fundamentalmente por motivos puramente técnicos o jurídicos.

Deseo concluir mi intervención formulando ciertas observaciones sobre la propuesta de modificación del Reglamento por el que se crea una Agencia Ferroviaria Europea. Dado que las nuevas funciones asignadas a la Agencia Ferroviaria Europea dependen básicamente de las directivas sobre interoperabilidad y seguridad y de la Directiva sobre la certificación de los conductores, el texto no debería presentar dificultades especiales.

En relación con la enmienda 4, en la que solicita que la Agencia asuma la función de certificador de las autoridades nacionales, me complace que se haya alcanzado un compromiso razonable en relación con el informe del señor Ortuondo Larrea. A largo plazo, la Agencia podría asumir tal responsabilidad pero, a día de hoy, los expertos están de acuerdo en que una reorganización tal sería prematura. Deben estudiarse los diferentes modelos de cooperación entre la Agencia Ferroviaria Europea y las autoridades de seguridad nacionales. La Comisión se ha comprometido a evaluar el impacto de todas estas opciones con el fin de adoptar la mejor decisión posible en 2015.

Las demás enmiendas son aceptables tal cual, bien en parte o bien en principio, con excepción de tres de ellas. En primer lugar, la enmienda 5 atribuye a la Agencia una función de mediación en problemas relativos a la concesión de certificados sobre seguridad. No estamos de acuerdo con esta enmienda por los motivos expuestos. En segundo lugar, no aceptamos la enmienda 6 por motivos de coherencia con el artículo correspondiente a la Directiva sobre seguridad ferroviaria. Por último, no aceptamos la enmienda 8, dado que, con arreglo a la misma, la Agencia se constituiría en asesora en proyectos comerciales, tarea que rebasa las competencias de un organismo comunitario.

He prestado atención a las intervenciones de hoy. Creo que, en conjunto, el Parlamento Europeo ha calibrado adecuadamente el valor de estas disposiciones, que van a «europeizar» verdaderamente los ferrocarriles. No pretendo responder todas las preguntas formuladas. Simplemente deseo confirmar que hemos asignado un 85 % de los fondos destinados a proyectos ferroviarios a las redes transeuropeas. Deseo aclarar al señor Grandes Pascual que no hemos olvidado las rutas montañosas y, en particular, las de los Pirineos.

También deseo decir que, sea cual fuere el planteamiento que se adopte en relación con el sistema ferroviario, se puede admitir no obstante que si deseamos que el ferrocarril recupere su lugar en Europa, habrá que garantizar verdaderamente dicha «europeización» a través de la interoperabilidad técnica y de normas de seguridad armonizadas.

Señor Presidente, el año 2007 será clave para el transporte ferroviario. El 1 de enero se abrió a la competencia el transporte de mercancías nacional e internacional. Estamos observando que el proceso de revitalización de este sector está empezando a dar frutos. La cuota del mercado ferroviario, tras el declive experimentado desde 1970 en la mayoría de los Estados miembros, se ha estabilizado actualmente e, incluso, está aumentando.

Las propuestas legislativas que están debatiendo hoy contribuirán a que las empresas ferroviarias puedan competir con el transporte por carretera. Por ello, me complace sobremanera el acuerdo alcanzado en relación con la Directiva sobre interoperabilidad y la Comisión hará lo posible por lograr un acuerdo rápido a propósito de los otros dos aspectos de esta serie de medidas.

Señor Presidente, permítame expresar mi más sincera gratitud a todos los diputados que han hecho el esfuerzo de mantener su atención en un asunto de índole tan técnica. Creo que ello nos ha permitido avanzar con mucho mayor rapidez, ya que, si nos hubiéramos visto obligados a iniciar una segunda lectura, habríamos perdido un año precioso. Así, creo que 2007 será un buen año para el transporte ferroviario y, por consiguiente, para la lucha contra el calentamiento global, para la que, según sabemos, el ferrocarril es particularmente apropiado.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. − Se cierra el debate.

Ya que dos trenes no pueden llegar simultáneamente a la misma estación circulando por la misma vía, votaremos sobre el informe Costa mañana y sobre el informe Larrea el martes 11 de diciembre en Estrasburgo.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
MPphoto
 
 

  Marian-Jean Marinescu (PPE-DE), por escrito. – (RO) La propuesta de la Comisión de mejorar la legislación en el ámbito de la interoperabilidad ha de acogerse con satisfacción, habida cuenta de la necesidad de mejorar el sistema de transporte ferroviario de la Unión Europea.

Los procedimientos nacionales de certificación de locomotoras y material rodante, así como los de certificación de los ingenieros de locomotoras, difieren en gran medida, lo que en verdad evita la libre circulación de trenes en el territorio de la Unión.

Es sumamente importante que el ámbito de aplicación la reglamentación en materia de interoperabilidad se amplíe a toda la red ferroviaria de la Comunidad. Las RTE están concebidas sobre la base del principio de interoperabilidad y, por ende, las inversiones deberían centrarse en los ferrocarriles convencionales y en todas las categorías de material rodante, con objeto de éste se adecue a las normas comunes europeas en el futuro.

La interoperabilidad es un requisito, aunque también hay regiones del ámbito europeo donde no es posible construir líneas férreas compatibles con los trenes de alta velocidad: regiones montañosas, regiones aisladas en general, ferrocarriles que atraviesan túneles y viaductos.

Creo que el legislador debería establecer disposiciones específicas dado que, por una parte, no podemos privar a tales regiones de las ventajas del transporte ferroviario y, por otra parte, no podemos ignorar las condiciones de seguridad de los viajeros, los trenes y las propias infraestructuras.

 
  
MPphoto
 
 

  Silvia-Adriana Ţicău (PSE), por escrito. – (RO) Las normas de seguridad ferroviaria nacionales impuestas por los Estados miembros son fundamentales para que los sistemas ferroviarios se adecuen a los requisitos de seguridad y para su interoperabilidad.

Al poner en funcionamiento cualquier material rodante, se designará a una persona jurídica responsable de su mantenimiento. Creo que las especificaciones técnicas deberían indicar los parámetros básicos y las características necesarias para el mantenimiento de los componentes, subconjuntos o conjuntos de material incorporado o diseñado para su incorporación a un subsistema ferroviario.

Debido a la situación de las infraestructuras ferroviarias, un 66 % de los ferrocarriles rumanos circula sujeto a restricciones de velocidad, en tanto que un 77 % del material rodante ha sobrepasado su ciclo de vida. Rumanía debe invertir en el desarrollo del transporte ferroviario. Considero sumamente importante que Rumanía y Bulgaria se conecten rápidamente al sistema de transporte ferroviario de alta velocidad.

La seguridad del transporte ferroviario es fundamental. La Comisión adoptará la primera serie de proyectos relativos a los objetivos de seguridad común para los ferrocarriles, cuya finalidad consiste en la mejora del rendimiento en el ámbito de la seguridad del sistema ferroviario en los Estados miembros, el 30 de abril de 2009 y la segunda serie de proyectos el 30 de abril de 2011. Pido a la Comisión Europea que apoye a los nuevos Estados miembros en el acceso a los instrumentos comunitarios disponibles para el desarrollo de las infraestructuras de transporte.

 

19. Coordinación de determinadas disposiciones de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. − El siguiente punto se refiere a la recomendación para la segunda lectura (A6-0442/2007), en nombre de la Comisión de Cultura y Educación, sobre la coordinación de determinadas disposiciones de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (10076/6/2007 – C6-0352/2007 – 2005/0260(COD) (ponente: Ruth Hieronymi).

 
  
MPphoto
 
 

  Ruth Hieronymi, ponente. − (DE) Señor Presidente, Comisaria, Señorías, hoy vamos a debatir una posición común prenegociada del Parlamento y el Consejo sobre la revisión de la Directiva relativa al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva. Cabe considerarla un gran éxito para el Parlamento, el Consejo y la Comisión, por lo que desearía comenzar expresando mi más encarecido agradecimiento a mis colegas diputados de todos los grupos políticos y de todas las comisiones participantes, sobre todo a los ponentes alternativos de la Comisión de Cultura y Educación, Henri Weber, Ignasi Guardans Cambó y Helga Trüpel. Éstos han posibilitado que hoy podamos presentar un logro, un resultado común.

También doy las gracias a la Comisaria Reding —Comisaria del año 2007, ¡felicidades!— que presentó la propuesta de revisión de la Directiva con gran decisión y voluntad de cooperar y que ha trabajado junto a nosotros.

También querría dar las gracias al Consejo, concretamente a la Presidencia alemana, bajo cuyo liderazgo ha sido posible alcanzar la posición común, y a la Presidencia portuguesa, que ha defendido enérgicamente dicha posición y que nos ha permitido que hoy la debatamos y mañana la sometamos a votación.

La «Televisión sin fronteras» es fundamental para la libertad de información y el pluralismo de los medios de comunicación en Europa. Por ello, nos congratulamos de haber sido capaces de actualizar esta Directiva justo a tiempo. Sobre la base del principio de país de origen, hemos logrado objetivos comunes para la televisión tradicional y las nuevas formas de la misma, independientemente de la plataforma. En cuanto a la televisión tradicional, tales objetivos comprenden el derecho a utilizar extractos breves en toda Europa, las garantías relativas a la mejora del acceso de las personas con discapacidad, mejores controles sobre la publicidad destinada a los niños y una supervisión de los medios nacional e independiente.

Sin embargo, también hemos mejorado la base económica de las actividades de radiodifusión comercial sin incrementar la cantidad de publicidad —cuyo límite sigue fijado en 12 minutos por hora— sino introduciendo unas normas más flexibles. Hemos adoptado la complicada decisión de permitir la colocación de productos, de manera que las emisoras televisivas, en competencia con Google y con otros rivales, puedan seguir ofreciendo servicios televisivos gratuitos en el futuro. En este caso, el Parlamento ha tratado de que se establezcan unas directrices en materia de transparencia adecuadas.

En cuanto a la televisión moderna a través de Internet, el principio que se aplicará a partir de la adopción de la decisión de mañana y su subsiguiente aplicación nacional consiste en que la televisión es y seguirá siendo un producto económico y cultural sea cual fuere la tecnología empleada. Tal es el modelo europeo, cuya protección hemos garantizado con esta Directiva sobre los servicios de medios audiovisuales, como se denominará en adelante. En el futuro, la televisión por Internet y la televisión móvil deberán considerarse en Europa no sólo como productos económicos sino, asimismo, como garantes fundamentales de la libertad de información y del pluralismo de los medios.

Por ello es tan importante haber iniciado, justo a tiempo, la revisión de esta Directiva actualizada. Justo a tiempo quiere decir que las próximas negociaciones sobre el paquete de telecomunicaciones, que ya han comenzado, así como las deliberaciones sobre los contenidos en línea, podrán celebrarse en el contexto de un marco jurídico más claro para los servicios de medios audiovisuales tradicionales y para los nuevos.

Por tal motivo les pido encarecidamente su apoyo para la votación de mañana, de manera que se logre una amplia mayoría en favor del progreso de la política europea en materia de medios de comunicación.

 
  
MPphoto
 
 

  Viviane Reding, Miembro de la Comisión. (FR) Señor Presidente, procura siempre una gran satisfacción para una madre ver que el hijo que ha traído al mundo se ha convertido en un adolescente inteligente y rebosante de vida. Así es como me siento esta tarde en relación con nuestra Directiva relativa a los servicios de medios de comunicación «sin fronteras»; se trata de un sentimiento de satisfacción y orgullo que desearía compartir con la madrina de la criatura, nuestra excelente ponente Ruth Hieronymi.

Existen múltiples testimonios de la inteligencia del niño. La señora Hieronymi los acaba de enumerar: un ámbito de aplicación adaptado a los medios audiovisuales del futuro, ya que se ha ampliado a los medios audiovisuales a la carta tales como el VOD (video on demand), la reafirmación del principio de país de establecimiento y, con ello, la consolidación de la libertad de circulación de programas, a lo que se añade un procedimiento de diálogo y de cooperación inteligente para evitar o solventar cualquier posible conflicto, un equilibrio entre el respeto de los consumidores y la libertad adicional para nuestras empresas y el reforzamiento del derecho de información con las nuevas normas relativas al acceso a extractos breves de acontecimientos importantes. Todas estas novedades, y otras, son a mi juicio testimonio de un equilibrio inteligente entre la renovación y el respecto de los valores.

Como testimonio de la vitalidad de la criatura, citaré el fomento de la diversidad cultural en el ámbito digital, el reconocimiento de las nuevas técnicas publicitarias, el establecimiento, por fin, de un marco jurídico para la colocación de productos, la atención prestada, por fin, al acceso a los servicios de medios audiovisuales para nuestros conciudadanos con dificultades visuales o auditivas y la confianza depositada en la industria conforme a la previsión de que la Directiva se aplique mediante autorregulación o corregulación.

El Parlamento ha desempeñado una función muy importante para que el niño alcance la adolescencia, por lo que querría expresarle mi gratitud. Se trata de otro ejemplo de excelente colaboración entre las tres instituciones, que han logrado elaborar una legislación que constituirá un elemento básico de la industria y de la cultura del mañana.

Ha llegado la hora de que el niño se emancipe y se convierta en adulto. En lo que atañe a una Directiva comunitaria, ello se traduce en la transposición por los Estados miembros. En consonancia con la política de la UE, espero que esta fase no haga engordar al niño, lo que sería tanto más paradójico cuanto que, en la nueva Directiva, pedimos a la industria que elabore códigos de buena conducta sobre la publicidad destinada a los niños que fomente la obesidad. Por tanto, espero que, en la medida de lo posible, los Estados miembros se abstengan de añadir obligaciones nacionales que perjudiquen a su industria audiovisual.

Estoy completamente convencida de que el texto sometido para su aprobación el día de mañana aportará verdadera seguridad jurídica a la industria y fomentará asimismo nuestros valores de sociedad y cultura. Con este marco jurídico, la UE se sitúa por delante de la legislación de otros continentes. Creo que podemos estar orgullosos de ello. También ayudamos a nuestras industrias en lo que respecta a la creación. Estamos contribuyendo a la mejor financiación de nuestras películas y al acceso de los europeos a fórmulas de contenido «premium» en la televisión gratuita: así pues, esta tarde, junto a ustedes y gracias a ustedes, tengo la sensación de haber cumplido con mi deber.

 
  
MPphoto
 
 

  Gunnar Hökmark, en nombre del Grupo del PPE-DE. (SV) Señor Presidente, en primer lugar permítame que felicite a nuestra ponente por su trabajo, así como a la Comisaria. Se trata de una cuestión con respecto a la que existen múltiples opiniones diversas y firmes, pese a lo cual hemos elaborado un propuesta que estamos debatiendo aquí esta tarde y que indica el camino que habrá de seguir la televisión europea.

Es importante, a mi juicio, hacer hincapié en ciertos aspectos. Entre otras cuestiones, establecemos el principio de la legislación del país de origen, lo que significa una base mejor y más sólida para la diversidad pero, asimismo, para una televisión europea común y —lo que es importante— unas mejores condiciones para una industria cinematográfica europea, ya que se trata de una cuestión estrechamente vinculada. También significa un mejor marco para la existencia de medios de comunicación gratuitos más allá de las fronteras de los países europeos.

Por supuesto, ciertos aspectos podrían haber sido mejores. Personalmente, creo que habría sido positivo que hubiéramos logrado una mayor transparencia en materia de tiempos de publicidad, aunque en este ámbito se ha incrementado la flexibilidad. Creo que la propuesta que de nuevo vuelve a referirse al tema de la colocación de productos representa asimismo una mejora. Por ende, tenemos motivos para estar satisfechos con los avances logrados.

Permítanme que añada algo en relación con el futuro, toda vez que esta legislación se basa fundamentalmente en la diferencia entre los denominados servicios de medios lineales y los servicios de medios no lineales. Creo que esta diferencia tendrá cada vez menos importancia en el futuro. Hoy en día es obvio, ya, que esta diferencia no es tan grande ni tan relevante. Creo que será importante seguir la evolución en este ámbito, de modo que no acabemos hallándonos en una situación en la que los medios televisivos tradicionales europeos se encuentren en una situación menos favorable que los que emiten por cauces no lineales, a través de Internet o por otros medios, ya que a largo plazo ello puede perjudicar nuestras opciones en el contexto mundial. De nuevo, desearía dar las gracias a la ponente y señalar que hemos dado un paso adelante.

 
  
MPphoto
 
 

  Catherine Trautmann, en nombre del Grupo del PSE. (FR) Señor Presidente, Comisaria, Señorías, deseo comenzar citando a mi colega Henri Weber. El texto representa un compromiso aceptable para el Grupo Socialista y, durante las negociaciones, hemos logrado añadir ciertas disposiciones valiosas para conservar el modelo audiovisual europeo. Deseo dar las gracias a nuestra ponente, la señora Hieronymi, por su determinación y su paciencia y, asimismo, por su espíritu de conciliación particularmente abierto y positivo.

Ciertas cuestiones ligadas a la revolución digital en el contexto de la economía del conocimiento hacían necesaria esta revisión. Se han ampliado las normas, de un modo apropiado, a los nuevos servicios audiovisuales. Se garantiza la protección de los menores, así como la protección de los ciudadanos de la UE frente a la incitación a todas las formas de discriminación. Estos nuevos servicios contribuirán a la financiación del cine y de los medios audiovisuales europeos. Un porcentaje de su volumen de negocio se destinará a sufragar cuentas de apoyo y se garantizará una adecuada exposición de las producciones europeas en los catálogos en línea. El pluralismo en los medios de comunicación se ha convertido en una exigencia formal. Se potencia la función de las autoridades reguladores y se recomienda con firmeza la adopción de disposiciones relativas a la accesibilidad para todos y, particularmente, para las personas con discapacidad, por parte de los Estados miembros.

En lo que respecta a la publicidad, el Grupo Socialista deseaba que se mantuvieran la disposiciones de la Directiva en vigor. La publicidad se limita a un 20 % por hora pero la duración entre dos espacios publicitarios se sitúa ahora en 30 minutos, mientras que nosotros deseábamos que se mantuviera en 45 minutos entre espacios. No obstante, estamos satisfechos de que se prohíba la colocación de productos en los programas documentales, las emisiones informativas y los programas infantiles. Los Estados miembros podrán, sin embargo, decidir si permiten este tipo de publicidad en películas, programas de ficción televisivos y retransmisiones deportivas. En este caso, la colocación de productos está estrictamente reglamentada, con objeto de evitar abusos y efectos perversos.

Se ha logrado un equilibrio entre la libertad de expresión y circulación de la información y el acceso del público a nuevos servicios como el vídeo a la carta (VOD) y a contenidos de valor tanto cultural como económico. El hincapié que se ha hecho en la calidad permitirá que las producciones europeas consoliden su posición. Tal es uno de los principales efectos de la Directiva.

 
  
MPphoto
 
 

  Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, creo que hemos llegado a final de un largo camino, que nos ha llevado mucho tiempo y ha movilizado la energía de mucha gente, muchos diputados y muchos expertos, e incluso de las personas que, desde el exterior de esta Cámara, han seguido de cerca este debate porque era importante para ellas. Deberíamos congratularnos de que, mañana, si no se producen sorpresas, el texto resultante de todas estas negociaciones y de todos estos debates vaya a aprobarse por unanimidad, acaso sin que siquiera llegue a someterse a votación, lo que constituye un verdadero testimonio de que un texto semejante podría casi aprobarse por aclamación.

Es el momento, pues, de felicitar a la señora Hieronymi y a los demás ponentes alternativos, aunque sobre todo a la primera, y, también, debo decirlo, a la Comisaria. Ésta ha declarado que tiene la sensación de haber cumplido con su deber. Tiene razón. Hoy tiene verdaderos motivos para sentirse así.

Se aprobará, pues, un marco jurídico muy claro, con normas claras que potenciarán la seguridad y la certidumbre de las inversiones en el ámbito audiovisual y cuya aplicación se hará extensiva a los nuevos medios digitales y a los nuevos medios vinculados a los primeros, lo que era esencial en lo que concierne a la protección de los consumidores y de los menores, sin que ello suponga al mismo tiempo una duplicación o, simplemente, una ampliación de las disposiciones existentes, ya que se trata de nuevos medios y las respuestas jurídicas deben ser asimismo nuevas.

Se trata de normas que, en efecto, flexibilizan la publicidad. Somos conscientes de ellos. Las hemos debatido y apoyado. En conjunto, mi Grupo ha sido el que más se ha esforzado para que este texto vea por fin la luz, ya que no se ha desnaturalizado el modelo audiovisual europeo. Jamás habíamos llegado tan lejos, pero sabemos —hay que decirlo en voz alta, ya que también hemos apoyado la colocación de productos y lo hemos hecho de manera plenamente consciente— que si queremos televisión gratuita para los espectadores —ésta jamás es gratuita, aunque sí lo es para los espectadores— y si no deseamos que una televisión, que resulta así gratuita, se financie únicamente mediante los impuestos y las finanzas públicas, será necesario que aquélla disponga de los medios de financiarse en un entorno de competencia. Tal es el contexto en el que hemos autorizado la colocación de productos. La hemos hecho transparente y hemos dejado muy claro cómo y cuándo puede utilizarse.

Ha llegado el momento de pasar a la puesta en práctica. Al respecto, desearía pedir a la Comisión que asuma sus responsabilidades. Es cierto que el muchacho se ha emancipado, aunque no del todo. La aplicación debe supervisarse minuciosamente y, en concreto, Comisaria, debe hacerse algo en relación con un aspecto que me provoca inquietud. Diría que se tiene la impresión generalizada, en ciertos Estados miembros, de que no existe reglamentación para la televisión Europea entre el momento actual y el de la aplicación de la nueva legislación. Nos hallamos, podría decirse, en una situación sin ley. Esto no es cierto. La Directiva «Televisión sin fronteras», que sigue vigente, establece normas en materia de publicidad, normas que disponen lo que se puede y lo que no se puede hacer. Se tiene la impresión generalizada de que, hasta que no se aplique la nueva Directiva en los Estados miembros, las normas en vigor no serán de aplicación. Es su responsabilidad, y la de la Comisión, dejar claro que esta concepción es errónea y que tal no es el modo en que se debería contemplar la situación.

 
  
MPphoto
 
 

  Zdzisław Zbigniew Podkański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, la modificación de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva tienen como objetivo garantizar que los destinatarios de los servicios de medios audiovisuales en los Estados miembros puedan aprovechar plenamente las ventajas del mercado interior a través de la aplicación de los principios de la reglamentación conforme al país de origen.

La modificación de la Directiva adecuará las disposiciones de la Unión Europea a los más recientes avances tecnológicos. La propuesta de la Comisión Europea distingue entre los servicios lineales, a saber, la emisión a través de la televisión tradicional, Internet o la televisión móvil, que facilitan contenidos al espectador de manera constante, con arreglo a un programa continuo, y los servicios no lineales tales como los programas televisivos que se descargan de la red a la carta.

El mantener la Directiva denominada «Televisión sin fronteras» en su forma actual agravaría las injustificadas diferencias en el trato reglamentario que se dispensa a los diversos métodos de distribución de contenidos audiovisuales similares o idénticos. Las disposiciones en vigor en materia televisiva deberían seguir aplicándose a los servicios lineales. Para los servicios no lineales, sin embargo, deberían establecerse unas disposiciones mínimas básicas. Éstas podrían referirse, por ejemplo, a la protección de los menores, a la prohibición de la incitación al odio racial y a la prohibición de la publicidad subrepticia. Todo ello se contempla en las modificaciones propuestas. Así pues, Grupo Unión por la Europa de las Naciones votará a favor de la propuesta.

 
  
MPphoto
 
 

  Helga Trüpel, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, en la deliberación sobre la nueva versión de la Directiva sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva, que en adelante se conocerá como «Directiva sobre servicios de medios audiovisuales», hemos mantenido asimismo un continuo debate de índole política cultural referido a la diversidad cultural y al mantenimiento de la calidad de la televisión. Con la decisión final del Parlamento, el proceso legislativo no ha hecho sino comenzar, de modo que nuestra mirada se dirige ya hacia delante.

Insto a los Estados miembros a que recurran al principio de subsidiariedad contemplado en la Directiva y a que aprovechen plenamente el margen de maniobra relativo a la diversidad cultural y mediática. Ello concierne especialmente al refuerzo de los derechos de los productores independientes, a la contribución de los servicios no lineales, como los proveedores de vídeo a la carta, al fomento de las producciones europeas y a la limitación de las posibilidades de utilizar la colocación de productos. La radiodifusión pública en Europa, en concreto, debería renunciar a la colocación de productos.

En el marco de la redacción de la nueva versión de la Directiva, hemos mantenido una discusión de principios a propósito de cuánta liberalización mercantil deseamos y qué ámbitos concretos queremos reglamentar. Desde el punto de vista de los Verdes, dicha discusión se ha resuelto a favor de una liberalización orientada al mercado y, especialmente, a la publicidad. Nuestro Grupo, por tanto, no apoyará la nueva versión de la Directiva durante la votación de mañana. Las múltiples nuevas oportunidades para un aumento aún mayor de la cantidad de publicidad —sea en programas deportivos, series o películas— redundarán en detrimento de la calidad de los medios europeos. La radiodifusión pública desempeñará, pues, una función aún más importante en el futuro y los legisladores nacionales deberán permitir que cumpla su misión de informar y educar lo más ampliamente posible, también a través de los nuevos medios como la televisión móvil o por Internet. Por ello, al proceder a la redacción de la nueva versión de la Directiva relativa a las telecomunicaciones, tendremos que establecer un marco adecuado a nivel europeo, si es que, en el futuro, la radiodifusión se va a recibir en mayor medida a través de los teléfonos móviles o de Internet.

 
  
MPphoto
 
 

  Doris Pack (PPE-DE). (DE) Señor Presidente, apoyo sinceramente la transacción que Ruth Hieronymi —desde luego, con ayuda de sus colegas— ha logrado en relación con este asunto. Desearía transmitirle un encarecido agradecimiento, ya que se trataba de un asunto muy complicado con respecto al que ha realizado un trabajo fantástico. En mi opinión, la transacción comprende la mayoría de los objetivos que deseábamos lograr en primera lectura.

Como sabemos, la meteórica evolución del progreso tecnológico había dejado obsoleta la antigua Directiva. Yo misma trabajé en su redacción. Ahora tenemos algo nuevo: nuevas oportunidades de transmisión y nuevos servicios a la carta junto a la televisión tradicional, por lo que necesitamos esta nueva Directiva. Para mí ha sido importante que, en este contexto, se haya mantenido el principio de país de origen y el derecho de utilización de extractos breves. Se han flexibilizado las disposiciones en materia de publicidad pero creo que es adecuado que no se haya superado el límite de 12 minutos por hora. Como sucedía anteriormente, las películas y las noticias no se interrumpirán.

Un punto de conflicto, como sabe, Comisaria, ha sido la colocación de productos. Muchos de nosotros hemos aprobado la presente transacción con cierta pesadumbre. Es positivo, no obstante, que primero exista una prohibición a la que, posteriormente, se establezcan las excepciones que ya se han citado aquí. Creo que si éstas se aplican correctamente, no nos encontraremos en unas condiciones similares a las de los Estados Unidos. También me congratulo de la restricción de la publicidad en los programas infantiles. Esta transacción permite que el sector audiovisual se enfrente a los importantes cambios que se están produciendo y se adapta a las condiciones tecnológicas y mercantiles. También contribuirá a que el sector audiovisual sea más competitivo en el futuro. En la actualidad, representa un equilibrio óptimo entre el pluralismo de los medios y la diversidad cultural y ofrece la oportunidad de desarrollar una industria audiovisual europea más competitiva.

De nuevo, permítame que exprese un cordial agradecimiento a la Comisaria y, sobre todo, a nuestra colega Ruth Hieronymi.

 
  
MPphoto
 
 

  Viviane Reding, Miembro de la Comisión. (FR) Señor Presidente, no puedo por menos de estar de acuerdo con lo que se ha dicho: en efecto, gracias a la ayuda de las instituciones y a la dedicación de nuestra ponente y de sus colegas, hemos elaborado una Directiva que va a hacer entrar nuestra industria audiovisual en el futuro respetando nuestros valores y nuestras culturas. Se trata de un gran paso adelante para la industria audiovisual europea y no puedo sino congratularme de ello junto a todos los oradores que se han manifestado en este sentido.

Se ha planteado una pregunta: ¿qué sucederá entre el momento actual y la aplicación de la nueva Directiva? Puedo tranquilizar a su Señoría al respecto. Seguiremos aplicando las disposiciones de la Directiva «Televisión sin fronteras». De hecho, acabo de incoar un procedimiento de infracción contra España por superar los tiempos destinados a la publicidad. Tal será el caso de todos los Estados miembros que no se atengan a las normas: hasta que tengamos nuevas normas, las antiguas seguirán en vigor.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
MPphoto
 
 

  Claire Gibault (ALDE), por escrito. (FR) Deseo felicitara a la señora Hieronymi y al señor Guardans por su espléndido diálogo con los diputados y por la calidad de los informes que han redactado junto al Consejo, que han dado lugar a la presentación de este informe, muy consensuado, en segunda lectura.

El Consejo ha aceptado gran parte de las peticiones del Parlamento y todas las de mi grupo político. Me complace que dos cuestiones, a las que concedo especial importancia, se hayan incluido en el texto: el principio de país de origen y la protección de los menores frente a los mensajes publicitarios.

El Parlamento ha demostrado que es capaz de llevar las negociaciones con el Consejo y éstas han dado lugar a un texto mucho más rico que en un principio. No ha sido una tarea fácil pero hemos logrado nuestro objetivo. Ahora espero que la transposición al Derecho nacional se vea facilitada por la buena voluntad de los gobiernos.

 
  
MPphoto
 
 

  Gyula Hegyi (PSE), por escrito. (HU) La nueva normativa sobre la televisión sin fronteras constituye un éxito desigual. Es positivo que creemos el fundamento jurídico para las actividades de difusión televisiva lineal y no lineal. Habida cuenta de la rápida evolución de la tecnología, ya iba siendo hora. Creo que es muy importante que los canales televisivos públicos que difunden los valores de la Comunidad aprovechen las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías. Si los canales públicos no son capaces de competir con los comerciales en lo que respecta a la calidad tecnológica, cabrá temer que pierdan la audiencia de que han gozado hasta la fecha y que los programas dedicados a la cultura y a la vida pública, así como otras emisiones de calidad, no lleguen a las nuevas generaciones. La versión final del texto suaviza las normas en materia de publicidad. Resulta particularmente irritante que tampoco hayamos sido capaces de prohibir el importante aumento del volumen de publicidad, pese a que nuestro electorado de toda Europa rechaza esta práctica. Me entristece asimismo que incluso los programas infantiles puedan interrumpirse para emitir anuncios. La reglamentación sobre la colocación de productos constituye un compromiso equilibrado. La legislación no materializa muchos de los objetivos del Parlamento Europeo pero, de no haberse elaborado, la falta de reglamentación resultaría, posiblemente, incluso más problemática.

 
  
MPphoto
 
 

  Daciana Octavia Sârbu (PSE), por escrito. – (RO) Acojo con satisfacción la posición común del Consejo, que aporta ciertos cambios significativos en materia de protección de niños y menores, de acceso de las personas con discapacidad a los servicios audiovisuales y de colocación de productos publicitarios.

Los jóvenes perciben los anuncios publicitarios relativos a bebidas alcohólicas y al tabaco como un medio de aceptación social entre los adultos y tales vicios se relacionan con la atracción física, la diversión, la aventura y el ocio. Además, la publicidad intensiva, dirigida especialmente a los niños, de productos alimenticios y bebidas de alto contenido en grasas y azúcares socava las iniciativas positivas para la protección de la salud referidas, por ejemplo, a la educación nutricional y al correcto etiquetado de los productos. La Unión Europea se enfrenta a una crisis relacionada con la obesidad y la televisión agrava este problema. En España, el 48 % de la publicidad emitida durante la programación infantil se refiere a dulces, productos de comida rápida y aperitivos, mientras que en el Reino Unido, los productos alimenticios de alto contenido en grasas y azúcares representan entre el 80 y el 90 % de la publicidad televisiva.

El texto del Consejo hace hincapié en el desarrollo de códigos de conducta relativos a la publicidad de «comida basura» destinada a los niños, así como en la introducción de sistemas de filtrado y de códigos PIN que aumenten la protección de los menores frente a la influencia negativa de los servicios audiovisuales y desempeñen una función importante en la lucha contra la obesidad.

 

20. Intervenciones de un minuto sobre asuntos de importancia política
MPphoto
 
 

  Presidente. − El siguiente punto se refiere a las intervenciones de un minuto sobre cuestiones de importancia política.

 
  
MPphoto
 
 

  Vytautas Landsbergis (PPE-DE). – Señor Presidente, el Parlamento Europeo aprobó recientemente una sabia Resolución sobre las relaciones con uno de sus países vecinos. Desearía citarle alguno de sus pasajes. Le ruego escuche con atención y libre de todo temor: «Considerando que la opinión pública» rusa «no está suficientemente informada de la gravedad de los crímenes cometidos en» la Segunda Guerra Mundial, «especialmente en» Finlandia, los países del Báltico, Katyń y la región de Königsberg; el Parlamento «está convencido de que los ciudadanos de» Rusia «tienen derecho a conocer la verdad sobre las recientes políticas bélicas y de genocidio llevadas a cabo en su nombre y a saber quiénes perpetraron los crímenes de guerra»; el Parlamento «está convencido de que» Rusia «debe afrontar honestamente su pasado» soviético «para poder progresar y que saldar las cuentas con el pasado forma parte del proceso de reconciliación con los vecinos de este país».

Se trata, de hecho, de un documento dirigido por nuestro Parlamento… a Serbia, que valoró nuestras recomendaciones. No obstante, dado que esta Cámara no aplica un doble rasero, también se debería hacer uso de tales formas de ánimo en nuestros documentos relativos a Rusia.

 
  
MPphoto
 
 

  Lívia Járóka (PPE-DE). – (HU) Muchas gracias, señor Presidente. Señor Presidente, Señorías, desearía pronunciar unas palabras a propósito de la situación de los romaníes europeos en relación con la opinión aprobada durante la pasada sesión plenaria. Creo que es fundamental que la Comisión Europea y el Parlamento trabajen codo con codo y asuman su responsabilidad en relación con esta minoría, adoptando una función mucho más enérgica que hasta la fecha y preparando, ejecutando y supervisando programas destinados a la inclusión de grupos sociales excluidos y marginados. Como parte de esto, sería muy importante que los diputados al Parlamento Europeo cooperaran estrechamente con los Comisarios directa o indirectamente responsables de las minorías, de su integración y de su inclusión y que, en calidad de grupo especializado, elaboraran conjuntamente una estrategia transfronteriza global para los romaníes que incluyera un seguimiento eficaz y ofreciera una oportunidad a quienes viven en las zonas más pobres y a los grupos que se hallan en situaciones más desfavorecidas de acceder a los programas de desarrollo de la Unión. Para lograr este objetivo, debería trazarse un mapa europeo de crisis común gracias al que resultara más sencillo evaluar a qué zonas afecta la pobreza más deplorable. Hace dos años, el Partido Popular Europeo fue el primero de esta Cámara en adoptar una estrategia para el pueblo romaní. Me complacería que otros partidos se adhirieran a la misma. Creo que sería muy importante que compareciéramos juntos, mano a mano, en la audiencia sobre los romaníes que se celebrará el 14 de febrero y que actuáramos a favor de esta minoría. Es muy importante que algo suceda. Gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  Hans-Peter Martin (NI).(DE) Señor Presidente, según el testimonio de ciertos testigos presenciales, se han cometido unos excesos de velocidad difíciles de creer en los que se ha visto involucrado Harald Rømer, Secretario General del Parlamento Europeo. Según tales declaraciones, el pasado 14 de noviembre a las 15.00 horas, el señor Rømer se hallaba en un vehículo del cuerpo diplomático matriculado en Luxemburgo que recorría el centro de la ciudad de Luxemburgo. Los gorriones morían aplastados por los neumáticos en tanto el automóvil recorría a una velocidad endiablada la Allée de la Robertsau, adelantando como una exhalación a la caravana de vehículos que circulaba lentamente y obligando a los aterrorizados peatones que trataban de cruzar los pasos de cebra a precipitarse a las aceras. Parece ser que la velocidad a la que este automóvil circulaba por la ciudad de Estrasburgo era de más de 100 kilómetros por hora.

Tengo, pues, algunas preguntas para el señor Rømer: ¿Se hallaba usted entonces en el vehículo citado? ¿Quién iba al volante? ¿Qué instrucciones dio usted al conductor y cuáles dejó de darle? ¿Por qué se condujo el vehículo de un modo tan temerario? ¿Por qué se rebasó tan drásticamente el límite de velocidad? ¿Cree que está exento de cumplir normas de tráfico? ¿No cree que, como funcionario de más alto nivel del Parlamento Europeo, debería mostrar especial consideración hacia los demás y atenerse a las normas del código de circulación? ¿Es así como pretende comportarse en el futuro? ¿Tendrán que huir de usted, despavoridos, todos los usuarios de la vía pública?

 
  
MPphoto
 
 

  Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE). – (RO) El pasado domingo, los rumanos eligieron a sus representantes en el Parlamento Europeo por vez primera. Rumanía se incorpora a la tradición europea de celebrar elecciones directas, la cual se inició en 1979.

Las elecciones en Rumanía nos han demostrado que nos corresponde una gran responsabilidad frente a los ciudadanos rumanos, a quienes tenemos que hablar más de la Unión Europea y explicar los beneficios y los rigores relativos a la familia de la que formamos parte. Aunque Rumanía es el segundo país en lo que respecta al apoyo de su población a la Unión Europea, la participación en estas elecciones ha sido relativamente baja: un 29,4 %. Sin embargo, las elecciones han representado un éxito clamoroso para la tendencia popular europea. Los representantes del Partido Democrático de Rumanía son ahora casi tres veces más numerosos en este foro y, tras esta victoria, el peso del PPE-DE en el Parlamento Europeo se ha incrementado en casi un 4 %.

Agradezco a los rumanos la confianza que han depositado en nosotros y les agradezco a ustedes los mensajes positivos que han transmitido a los votantes rumanos.

 
  
MPphoto
 
 

  Pierre Pribetich (PSE). – (FR) Señor Presidente, Señorías, la arena de reloj kosovar cae inexorablemente y el 10 de diciembre se acerca. Por desgracia, sigue el diálogo de sordos entre quienes defienden la opción de un Kosovo que goce de gran independencia dentro de las fronteras serbias y quienes apoyan la de una independencia vigilada. Las elecciones legislativas del 18 de noviembre no hicieron sino incrementar las aspiraciones políticas, con la victoria de quienes apoyan la independencia, en unos comicios caracterizados por una abstención récord.

La UE debe, pues, proponer otra vía que la de la independencia, afirmando así la política exterior europea. El propio término independencia es una trampa, un sinónimo de caos para nuestra Europa. Al aceptar este proceso estamos abriendo la caja de Pandora, con todos los nacionalismos, regionalismos y localismos que ello implica en nuestro propio territorio.

En un mundo globalizado, la independencia es una ilusión. Ha de hacerse un llamamiento a todas las partes para que construyan una comunidad regional a través de intercambios pacíficos que respete los principios democráticos. Apoyar la división y la independencia no hará sino reforzar los nacionalismos. Recordemos las palabras dirigidas por el Presidente François Mitterrand al Parlamento: nacionalismo es guerra y la guerra no sólo es el pasado sino que puede ser nuestro futuro.

 
  
MPphoto
 
 

  Marian Harkin (ALDE). – Señor Presidente, es muy probable que Irlanda sea el único país europeo que celebre un referéndum sobre el Tratado de Lisboa. Personalmente, me considero favorable a la UE y he votado «sí» en todos los referéndums relativos a los tratados. Sin embargo, tengo un problema y solicito al Consejo que lo resuelva.

Necesitamos una versión consolidada del Tratado antes de pedir a nuestros ciudadanos una elección con conocimiento de causa. Para ilustrar mi argumento, les ruego consulten la página 51 del Tratado, una sección titulada «No discriminación y ciudadanía» que cualquier ciudadano podría desear leer y evaluar. En el apartado 32 se establece que «el artículo 17 se sustituye con el texto del artículo 12». El apartado 33 establece que «se inserta un artículo 17 bis con el texto del artículo 13; en el apartado 2 las palabras «... cuando el Consejo adopte ...” se sustituyen por “... el Parlamento Europeo y el Consejo podrán adoptar, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, los principios básicos de las ...” y al final del texto se suprimen las palabras «..., decidirá de conformidad con el procedimiento previsto en el artículo 251”».

Señor Presidente, no tengo que leer más: creo que mi argumento ha quedado bien expuesto.

 
  
MPphoto
 
 

  Roberta Alma Anastase (PPE-DE). – (RO) Señor Presidente, me alegro de verle hoy, tres días después de un momento de suma importancia para Rumanía.

De conformidad con el Tratado de adhesión a la Unión Europea, este domingo, seis meses después de la fecha fijada en un principio, Rumanía ha organizado las elecciones al Parlamento Europeo. Así, los ciudadanos de Rumanía, ciudadanos europeos, han podido elegir directamente a quienes les representarán en la institución más democrática de la Unión Europea. Aunque el nivel de participación se ha mantenido en la media europea, es decir, no muy alto, estoy convencida de que, gracias a la participación de nuestros nuevos colegas en Rumanía, los ciudadanos de este país conocerán cada vez mejor las repercusiones de la actividad del Parlamento Europeo en su vida diaria. El que los partidos extremistas no hayan obtenido la cifra de votos mínima para entrar en Parlamento Europeo es una prueba de la madurez y la responsabilidad europeas de los ciudadanos rumanos.

En esta ocasión, desearía felicitar a todos aquellos a quienes los ciudadanos de Rumanía han elegido para representarlos en el Parlamento Europeo y espero poder cooperar con ellos, en favor del bienestar de los rumanos, sea cual fuere su afiliación política.

 
  
MPphoto
 
 

  Bogusław Rogalski (UEN).(PL) Señor Presidente, los pescadores polacos se manifestaron ayer frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas. Protestaban por las medidas injustas y discriminatorias emprendidas por la Comisión contra la industria pesquera polaca.

El problema se relaciona con la prohibición de capturar bacalao en el Mar Báltico. El bacalao es la principal fuente de ingresos de los pescadores polacos. Esta prohibición de pescar la ha impuesto la Comisión como castigo por haberse superado la cuota anual de capturas de bacalao. Además, la Comisión ha amenazado a Polonia con no asignarle cuota alguna para 2008 o con reducir el nivel de la misma. Ello significaría, sin duda, la quiebra de la industria pesquera polaca. Las cuotas asignadas son muy restrictivas y se basan en datos incompletos y distorsionados sobre las poblaciones de bacalao del Báltico.

En este contexto, cabe preguntarse por qué Polonia ha sido el único país sometido a control, en vista de que este país ha pedido que se ejerza un control detallado sobre la pesca en todos los demás. Los pescadores alemanes, suecos y daneses también han superado sus cuotas. ¿Se convertirán los pescadores polacos en el cordero sacrificial del Comisario Borg? Si no, ¿se trata quizá de un esfuerzo por eliminar la competencia recurriendo a la Comisión Europea? A todas luces, la Unión ha sido incapaz de aplicar el concepto de igualdad, motivo por el que apoyo la protesta.

 
  
MPphoto
 
 

  Maciej Marian Giertych (NI).(PL) Señor Presidente, pido que apoyemos la causa de una mujer egipcia, Shadia Nagui Ibrahim. Esta mujer ha sido condenada a tres años de cárcel porque, cuando se casó, levantó el testimonio presuntamente falso de que era cristiana. De hecho, dijo la verdad, ya que es cristiana. Pertenece a la Iglesia copta y no sabía que su padre, asimismo cristiano copto, se había convertido al Islam durante un tiempo para luego regresar a la fe copta.

Con arreglo al Derecho egipcio, Shadia Nagui Ibrahim es musulmana dado que su padre lo fue durante un tiempo. La fe de una persona no puede determinarla la postura de las autoridades nacionales o judiciales. Se trata de una cuestión de convicción personal. Si Egipto pretende que se le trate como a un país civilizado, debe modificar esta intolerante legislación anticristiana.

 
  
MPphoto
 
 

  Antonio Tajani (PPE-DE).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, me dirijo al señor Comisario en relación con el uso indebido de los Fondos Estructurales, un fenómeno que desgraciadamente cada vez es más frecuente en la Unión Europea.

Lo que ha ocurrido en Hungría con el programa LEADER es una vergüenza. En efecto, los grupos de acción local (GAL) LEADER, que deben reunir a entidades locales y municipales para utilizar y desarrollar sobre el terreno el programa LEADER en Hungría se han organizado únicamente con administraciones pertenecientes a un partido político, es decir, el partido político del Gobierno nacional, excluyendo a las administraciones locales de los partidos de la oposición.

Esto es verdaderamente un escándalo y creo que la Comisión Europea debe emprender acciones contra el Gobierno húngaro, tal vez mediante la incoación de un procedimiento de infracción, porque no se utilizan de forma adecuada los Fondos Estructurales y se perjudica a las poblaciones locales simplemente porque sus administraciones no están en sintonía con el Gobierno.

 
  
  

PRESIDE: Adam BIELAN
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, la Conferencia de Annapolis sobre Oriente Próximo tuvo resultados desiguales para la Unión Europea. En los últimos meses, tanto la Comisaria Waldner como el Alto Representante señor Solana nos han asegurado en el Pleno que la Unión Europea está desempeñando un papel activo en la formulación política relativa a Oriente Próximo. Sin embargo, al leer el discurso del Presidente Bush hoy no veo signos de que ello sea así. Por el contrario, leo que las partes han acordado crear un mecanismo para aplicar la hoja de ruta que va a ser controlado por los Estados Unidos. El próximo acuerdo de paz también se va a poner en práctica sobre la base de la hoja de ruta, con los EE.UU. como árbitro final. Entonces, ¿dónde queda la Unión Europea? ¿Qué mensaje de esperanza podemos ofrecer al futuro cuando nos limitamos a ser meros espectadores?

 
  
MPphoto
 
 

  Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE).(LT) Señor Presidente, el pasado sábado en Rusia —en Moscú y en San Petersburgo— se reprimieron brutalmente los intentos pacíficos y completamente legítimos de los ciudadanos rusos de mostrar su desaprobación de la política que aplica actualmente el Gobierno ruso. El líder del grupo de la oposición La Otra Rusia, Gary Kasparov, los líderes de la Unión de Fuerzas de Derecha, Nikita Belych y Boris Nemtsov, y otros partidarios fueron tratados con violencia y detenidos por la milicia rusa. Gari Kasparov fue incluso condenado a cinco días de prisión.

Este incidente vuelve a demostrar el hecho de que en Rusia la población no tiene libertad de expresión y vive sometida a un constante peligro y los miembros de la oposición temen constantemente por la seguridad de sus familias.

Señor Presidente, estoy absolutamente segura de que en el Parlamento Europeo no podemos permanecer en silencio a la vista de estos acontecimientos. No podemos aplicar un doble rasero en términos de moralidad, democracia y derechos humanos a Myanmar y Pakistán, por una parte, y a Rusia, por otra. Señor Presidente, le invito a emprender las medidas necesarias para defender el derecho a la libertad de expresión y de reunión en Rusia. No importa en qué país lucha la gente por su libertad, porque también está luchando por la nuestra. Por consiguiente, allí donde una persona libre permanece encadenada…

(El Presidente interrumpe a la oradora)

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. - Muchas gracias, señora Andrikienë. Desgraciadamente, no podemos dedicar más tiempo a este punto del orden del día.

 
  
MPphoto
 
 

  Marios Matsakis (ALDE). – Señor Presidente, a propósito de una cuestión reglamentaria, algunos de nosotros llevamos esperando desde las 19.00 horas —y son las 21.40 horas— para tener ocasión de expresarnos en las intervenciones de un minuto. Ahora las reduce a menos de 15 minutos. No es justo para los diputados al Parlamento Europeo que llevan esperando toda la tarde. Acaso se nos debería haber advertido con antelación, de modo que no hubiéramos tenido que esperar tantas horas.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. – Puedo entender que esté usted molesto. Hace dos minutos que ocupo la presidencia. Sin embargo, se me ha informado de que, desgraciadamente, nos queda muy poco tiempo. Debemos concluir nuestros debates a medianoche, y todavía tenemos que tratar muchos puntos del orden del día. Lo siento mucho.

 

21. Control de la adquisición y tenencia de armas (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. – El siguiente punto es el informe (A6-0276/2007) de la señora Kallenbach, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 91/477/CEE del Consejo sobre el control de la adquisición y tenencia de armas [COM(2006)0093 – C6-0081/2006 – 2006/0031(COD)].

 
  
MPphoto
 
 

  Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. − (DE) Señor Presidente, Señorías, las armas de fuego no son un producto más como cualquier otro. Una serie de trágicos acontecimientos —en Erfurt, Amberes, Helsinki y otros lugares— han demostrado de forma elocuente el posible peligro que las armas de fuego suponen para la seguridad de nuestros ciudadanos, especialmente los niños. Por consiguiente, necesitamos normas muy estrictas que regulen la fabricación, venta y tenencia de armas.

Aunque el Derecho comunitario permite expresamente a los Estados miembros ir más allá del nivel común de protección contemplado en la legislación de la UE, agradezco sobremanera que el Parlamento haya intentado mejorar sustancialmente los niveles de seguridad aplicables en Europa en relación con las armas. Me gustaría dar las gracias especialmente a la ponente de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, la señora Kallenbach, así como a la presidenta de la comisión, la señora McCarthy. Mi agradecimiento expreso a ambas por su excelente cooperación.

Me gustaría empezar recordando los antecedentes de la decisión de hoy. El punto de partida fue la necesidad de realizar diversas modificaciones a nuestra legislación que nos permitiesen ratificar el Protocolo de las Naciones Unidas contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego. Hasta después de ese momento no se programó una revisión integral de la legislación europea en materia de armas de fuego. Gracias a sus Señorías, hemos logrado hacerlo en un solo paso, al primer intento, de hecho, ya que el Consejo también ha aprobado la propuesta unificada objeto del debate de hoy.

Se debían encontrar soluciones a una serie de difíciles cuestiones y hoy podemos ver los resultados obtenidos. No menoscabamos las diferentes peculiaridades y tradiciones culturales de nuestros Estados miembros, en los que conviven largas y muy diversas tradiciones en relación con la caza, el tiro deportivo y el coleccionismo de armas. Hemos respetado estas características específicas. Una tarjeta europea de armas de fuego facilitará los viajes transfronterizos y ofrecerá una base firme para las reuniones transnacionales de cazadores y tiradores deportivos en el futuro. También hemos optado por un sistema adecuado de marcado y registro de armas de fuego para permitir una transferencia y un transporte transfronterizos de armas de fuego en el mercado interior más transparentes y, por ende, más seguros.

Una innovación importante es el registro de todas las armas de propiedad privada. Necesitamos saber quién tiene qué. El registro nos permitirá reducir la propiedad o la transferencia de armas de fuego ilegales en mayor medida. El mantenimiento de los registros se prolongará hasta veinte años para permitir una localización adecuada de las armas de fuego. Lo anterior es ciertamente positivo. En este contexto, no obstante, la Comisión está considerando la posibilidad de aclarar en una declaración su interpretación del nuevo considerando 9 quinquies.

También hemos decidido prohibir la adquisición de armas de fuego por parte de los menores que no hayan cumplido los 18 años de edad en el futuro. De este modo, Europa transmite un mensaje claro en el sentido de que las armas de fuego no son algo a lo que los jóvenes deberían tener acceso. Por supuesto, seguiremos permitiendo a los tiradores deportivos juveniles y cazadores menores de 18 años que practiquen su actividad, pero sólo bajo la supervisión de los adultos, es decir, de los padres o de sus entrenadores, por ejemplo. Ya hemos tenido demasiadas tragedias con armas de fuego que han caído en manos de jóvenes. Espero que las nuevas normas contribuyan a evitar más tragedias de este tipo y a la sensibilización, especialmente entre los tiradores deportivos y los cazadores juveniles, de la necesidad de prestar especial atención al manejo de las armas.

Nos hemos tenido que enfrentar a un nuevo problema derivado de los avances tecnológicos y las actividades delictivas en Europa. Me refiero a la conversión de las réplicas de armas, que en sí mismas no son peligrosas, en armas totalmente funcionales. La señora McCarthy se encargó de llamar nuestra atención sobre este problema por primera vez. Lo anterior ha permitido eludir de hecho la ley. Ahora se pondrá fin a esta cuestión. Permítanme decir de pasada que debemos examinar más atentamente el problema de la conversión de las réplicas de armas durante los próximos dos años para colmar cualquier posible brecha en materia de seguridad. Lo mismo se aplica a la cuestión del modo en que podemos garantizar una desactivación efectiva de las armas de fuego.

Como saben, la Comisión estaba a favor de introducir sanciones en la legislación europea, ya que las sentencias el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas son inequívocas a este respecto. La Comisión reconoce, no obstante, que el considerando 8 incluye una referencia a tales sanciones con arreglo a la legislación penal y al Protocolo de las Naciones Unidas. Lo anterior es importante, ya que el cumplimiento del artículo 5 del Protocolo de las Naciones Unidas exige que se impongan sanciones a los Estados miembros. Confío en que los Estados miembros estén considerando la posibilidad de introducir ellos mismos tales sanciones en su legislación nacional. Se remitirá a la Secretaría del Parlamento Europeo una declaración de la Comisión sobre esta cuestión(1). Me gustaría dar las gracias especialmente al señor Alvaro por su apoyo en este sentido.

Europa contará, por tanto, con una legislación moderna en materia de armas de fuego que da prioridad a la seguridad de los ciudadanos y toma en consideración la necesidad de proteger a los niños y los jóvenes europeos. De este modo reforzamos la protección que garantiza el Derecho comunitario.

Ahora depende de los Estados miembros reconocer el signo de los tiempos y, sobre la base de las condiciones nacionales, desarrollar estas disposiciones en mayor medida a partir de sus necesidades. Ello significa que cualquier Estado miembro que considere la necesidad de aplicar disposiciones más estrictas contará con mi apoyo personal, y sólo me resta invitar a tales Estados miembros a emprender este tipo de medidas.

Confío en que sus homólogos en los parlamentos nacionales tomen una decisión inequívoca con respecto a la cuestión de las armas de fuego. La consigna será siempre «la seguridad es lo primero». La decisión de hoy allanará el camino para lograrlo, y me gustaría darles las gracias por su apoyo en este sentido.

1) Declaración sobre sanciones

«La Comisión se congratula de la rápida adopción de la Directiva del Consejo por la que se modifica la Directiva 91/477/CEE sobre el control de la adquisición y tenencia de armas pero lamenta que el Consejo haya rechazado su propuesta inicial sobre el artículo 16, relativo a las sanciones penales.

La Comisión señala que la Comunidad goza de competencia para establecer sanciones penales de conformidad con el artículo 5 del Protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, sus piezas y componentes y municiones, complementario de la propuesta de Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia transnacional organizada.

En consecuencia, la Comisión considera que toda decisión de ratificar el Protocolo debería complementarse con una declaración de competencia que refleje adecuadamente el ámbito de competencias de la Comunidad.

La Comisión se reserva sus derechos institucionales al respecto.»

2) Proyecto de declaración sobre protección de datos.

«La Comisión señala que el tratamiento de los datos personales con arreglo a esta Directiva está sujeto al cumplimiento de la Directiva 95/46/CE y no puede menoscabar el nivel de protección de las personas con respecto al tratamiento de datos personales de conformidad con las legislaciones comunitaria y nacional, y que, en concreto, no modifica las obligaciones y derechos establecidos en la Directiva 95/46/CE.

Al respecto, debería justificarse la necesidad de prolongar el plazo mínimo durante el que deben conservarse los registros que contengan información sobre los propietarios de armas de diez a veinte años. La Comisión está convencida de que dicho tratamiento de datos personales está justificado en vista tanto de la naturaleza peligrosa como de la longevidad de tales armas y de su posible mal uso con fines delictivos, lo que, por ende, exige el adecuado rastreo tanto de las armas de fuego como de sus propietarios.

La Comisión señala, además, que, habida cuenta de los fines de esta Directiva y, de conformidad con las exigencias de la Directiva 95/46/CE, el acceso al sistema de archivo de datos centralizado o al sistema que brinda acceso a los sistemas de archivo no centralizados sólo debería concederse a las autoridades policiales y judiciales responsables de la prevención, la investigación, la detección y la persecución de infracciones penales.»

 
  
MPphoto
 
 

  Gisela Kallenbach, ponente. − (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, un proceso muy largo se acerca a lo que espero sea una conclusión positiva. Permítanme empezar, por tanto, expresando mi más sentido agradecimiento a todos los que han realizado una valiosa contribución a tal proceso: los ponentes alternativos de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, el señor Podestà, el señor Lehtinen y la señora Riis-Jørgensen, la presidenta de la comisión Arlene McCarthy, y la secretaría competente, el ponente de opinión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, el señor Alvaro, y todos los demás que han apoyado este proceso, la Presidencia del Consejo, representada por António Delicado y sus colegas y, en último lugar, pero no por ello menos importante, la Comisión, representada por Michel Ayral y sus colegas, motivados por su Comisario, el señor Verheugen, para encontrar una solución común.

He aprendido mucho durante todo este proceso. Me he dado cuenta de la función que pueden desempeñar los miembros de los grupos de presión. Algunos de ellos han contribuido de forma constructiva a lograr soluciones comunes, mientras que otros se proponen deliberadamente obstaculizar el proceso con auténticas campañas de desinformación. Desde el principio fui consciente de la dificultad de lograr el equilibrio adecuado entre los requisitos de un mercado interior que funciona correctamente, las justificadas preocupaciones de los ciudadanos en materia de seguridad acerca del uso ilegal de las armas de fuego y el comprensible deseo de los cazadores y tiradores deportivos de continuar con su actividad sin trabas. Como el señor Verheugen ha dicho, queremos utilizar la experiencia adquirida con la aplicación de la Directiva 91/477/CEE, eliminar algunas de las deficiencias observadas y transponer al Derecho comunitario el Protocolo de las Naciones Unidas sobre las armas de fuego que la Comisión firmó en 2002. Por ello, nos hemos visto obligados a incluir artículos concretos para recoger el uso, comercio y adquisición ilegales de armas de fuego. Este texto toma en consideración estas exigencias. Admito que habría preferido unas disposiciones más definidas en algunos casos, por ejemplo, para ajustarlas a los principios de «legislar mejor», para simplificar las cosas, o para reducir a dos el número de categorías de armas de fuego a escala europea, como es el caso en dos tercios de los Estados miembros. Sin embargo, no fui capaz de lograr el apoyo de la mayoría a este respecto.

En términos generales, no obstante, estoy muy satisfecha con el texto conseguido. Consideremos por un momento el hecho de que de este modo podremos aplicar una legislación sobre armas de fuego parcialmente armonizada en 27 Estados miembros. Aún tenemos leyes muy dispares a escala nacional, pero esta armonización parcial facilitará el comercio legal y contribuirá a lograr una mayor seguridad. No se puede garantizar completamente que no se producirán abusos, pero como ya hemos oído, deberíamos reconocer que tenemos la obligación de intentarlo, en la medida de lo posible, para impedir tragedias como las ocurridas en Alemania, Finlandia o Bélgica.

No tengo intención de detenerme en los detalles de la nueva legislación ahora; todos ustedes ya los conocen y el señor Verheugen ha mencionado algunos de ellos. Acojo con satisfacción el hecho de que para 2014 contaremos con un registro de armas de fuego informatizado en los Estados miembros, que mejorará el intercambio de información y facilitará en buena medida la localización de las armas en caso de abuso e incluso, en primera instancia, posibilitará la localización de tales armas. También somos conscientes de la importancia de las TIC, ya que las disposiciones se aplicarán a la comercialización a través de Internet del mismo modo que a la venta tradicional.

Me gustaría terminar señalando una serie de cuestiones que deberían facilitar su decisión y contrarrestar los argumentos de aquéllos que se oponen a una mejor legislación europea en materia de armas de fuego. La Directiva no se aplicará a los coleccionistas de armas y munición, ni a los servicios públicos, ni a las instituciones culturales o históricas. Las disposiciones que contiene tampoco se aplicarán de forma retroactiva. Proponemos la creación de registros de armas nacionales y no la de un registro europeo. Aunque tenemos un registro de este tipo para el ganado vacuno, parece que resulta más difícil en relación con las armas de fuego. Tampoco estamos en contra, en principio, de los fabricantes, comerciantes, tiradores deportivos o cazadores que manejan responsablemente sus armas de fuego, plenamente conscientes de su naturaleza especial.

Se me ha dicho que, con ocasión del examen de la Directiva inicial en el decenio de 1990, se manifestaron graves preocupaciones y se produjeron acalorados debates. Sin embargo, más tarde esta Directiva se consideró muy útil, práctica y efectiva. En este sentido, confío en que el texto que nos ocupa también coseche numerosos éxitos, y cuento con su apoyo.

 
  
MPphoto
 
 

  Alexander Alvaro, ponente de opinión de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. (DE) Señor Presidente, creo que no se puede añadir demasiado a lo ya dicho por la señora Kallenbach aparte de que ha sido un placer para mí trabajar con la presidenta de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, Arlene McCarthy, y mi colega de esa comisión, Gisela Kallenbach, con la que he colaborado muy estrechamente y en un ambiente de gran confianza durante esta fase del proceso. Además, me gustaría dar las gracias a la Comisión, representada en este caso por el Comisario Verheugen. La estrecha cooperación entablada es un raro privilegio.

¿Qué puedo decir en un minuto cuando he estado expresando mi agradecimiento durante el primer tercio de ese tiempo?

Fundamentalmente, hemos logrado que la Unión Europea transmita claramente el mensaje de que, además de regular el comercio legal de armas de fuego, se preocupa igualmente por abordar la transferencia ilegal y los abusos cometidos en relación con las armas de fuego. Hemos dejado claro que la Unión Europea no tolerará los delitos relacionados con las armas de fuego en su territorio, que no toleraremos el uso de armas a manos de personas que no las hayan adquirido a través de un proceso legal, y que no dejaremos que se vulneren los derechos que amparan a las personas en virtud del Derecho comunitario en toda la UE.

Lo anterior se dirige especialmente a aquéllos que, como yo, hayan recibido una ingente cantidad de correos electrónicos de cazadores y tiradores deportivos que nos acusan de restringir sus libertades. Y a estos últimos les digo: lean la Directiva, pónganse en contacto con la Comisión y verán que la Unión Europea ha emprendido las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos, y no al contrario.

 
  
MPphoto
 
 

  Guido Podestà, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, agradezco a la ponente, la señora Kallenbach, y a los ponentes alternativos de los demás grupos, su disposición constante al diálogo, algo que nos ha permitido lograr un texto innovador a la vez que equilibrado.

La propuesta de modificación de la Directiva tiene por finalidad su adaptación al Protocolo de las Naciones Unidas para luchar contra la delincuencia organizada en lo que se refiere a la compra y el comercio legal de armas destinadas únicamente a un uso civil. La Directiva trata cuestiones sensibles para todos, como la seguridad de los ciudadanos, y también tradiciones deportivas y modos de vida para millones de europeos que practican la caza.

A través de un estrecho diálogo con el Consejo hemos logrado un texto bastante equilibrado entre el deseo de poder disponer de una normativa armonizada y el respeto de las particularidades culturales de los países, de conformidad con el principio de subsidiaridad.

En relación con el primer aspecto desearía subrayar el sistema de marcado de las armas y sus piezas y componentes, sobre todo a los efectos de su localización, la obligación de conservar los datos durante un mínimo de veinte años, una vigilancia más rigurosa de las transacciones efectuadas a través de Internet, dado el riesgo que sabemos que éstas comportan, la limitación del uso de las armas a menores y a personas que puedan considerarse peligrosas para la seguridad pública y la introducción de principios generales de neutralización de las armas.

Sobre el segundo aspecto, recuerdo que se ha mantenido la actual clasificación de hasta cuatro categorías, debido al respeto de las mencionadas particularidades culturales y tradicionales, aunque se prevé una nueva evaluación de las ventajas y desventajas derivadas de una reducción a dos categorías para 2012.

En cualquier caso, la escasa disponibilidad del Consejo ha impedido lograr que la tarjeta europea de armas de fuego sea el único documento necesario para el transporte de armas, y creo que ello constituye una oportunidad perdida.

 
  
MPphoto
 
 

  Lasse Lehtinen, en nombre del Grupo del PSE. – (FI) Señor Presidente, mi más sincero agradecimiento a la ponente, la señora Kallenbach, a los ponentes alternativos, y a la señora McCarthy, presidenta de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, por haber logrado un resultado positivo en relación con este complejo paquete legislativo. Cuando hace cerca de dos años comenzamos a trabajar, se nos aseguró que se trataría de una medida sobre todo técnica, cuyo único objeto sería la adaptación del Protocolo de las Naciones Unidas al Derecho comunitario. El proceso, sin embargo, ha estado lejos de ser técnico. Algunos deseaban prohibir completamente las armas y limitar su uso legítimo, mientras que otros no querían ningún tipo de control sobre la compra y el uso de armas.

Gracias al liderazgo de nuestra ponente, la señora Kallenbach, no obstante, logramos un texto equilibrado que aúna los deseos de los principales grupos y que toma en consideración la seguridad de las personas y la sociedad en su conjunto, así como las necesidades de los que utilizan las armas para la práctica de algún deporte y de los cazadores, por ejemplo. El registro de todas las armas en la UE es un elemento positivo para facilitar su localización y los Estados miembros deberán mantener una información detallada sobre las armas y sus propietarios durante un periodo no inferior a veinte años. También es importante que las réplicas de armas y la conversión de éstas se incluyan en las disposiciones de la Directiva. Los cazadores y los tiradores deportivos podrán practicar sus actividades más fácilmente cuando la tarjeta europea de armas de fuego sea el único documento que necesiten para viajar de un país a otro sin el pago de tasas adicionales.

En mi opinión, tanto el límite de edad de 18 años que se establece en la Directiva como las excepciones permitidas son bastante sensatos. Lo anterior significa, por ejemplo, que en mi país, Finlandia, miles de cazadores menores de edad podrán seguir con su actividad con el permiso de sus padres, igual que han hecho hasta ahora. Este tipo de directivas demuestran toda su utilidad a ojos del público. Las cuatro libertades de la UE también salen reforzadas si la Unión Europea se desarrolla como un espacio seguro de derechos.

 
  
MPphoto
 
 

  Samuli Pohjamo, en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señor Presidente, yo también desearía empezar dando las gracias a la ponente, la señora Kallenbach, por un informe muy bien redactado. Es importante para el futuro de todos impedir la fabricación y la comercialización ilegales de armas de fuego. Este informe contribuirá a lograr este objetivo.

Nosotros los finlandeses hemos estado preocupados por la posible interrupción de la actividad deportiva de los cazadores menores de edad. Este deporte se somete en Finlandia a un sistema de licencias y se controla estrictamente; por otra parte, algunos cazadores experimentados ofrecen diversas orientaciones en relación con el uso seguro y responsable de las armas. Creo que es importante que estas buenas prácticas y la larga tradición de la caza en Finlandia puedan continuar después de la adopción de la nueva Directiva. También cabe destacar la importancia de que mañana demos nuestra aprobación a un texto de transacción preparado cuidadosamente, que da cabida a las diferentes tradiciones de los Estados miembros y en virtud del cual los Estados miembros pueden permitir, en determinadas condiciones, la compra y la tenencia de armas de fuego a los cazadores menores de 18 años de edad.

 
  
MPphoto
 
 

  Andrzej Tomasz Zapałowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, es importante que se controle la tenencia de armas si queremos garantizar la seguridad de la población europea. Ciertamente, cualesquiera disposiciones pertinentes no deben restringir sin motivo el derecho de los ciudadanos a garantizar su propia seguridad o sus propiedades, ni tampoco su derecho a garantizar su seguridad personal en el desempeño de obligaciones públicas importantes o después de haber desempeñado tales funciones.

Por otra parte, los ciudadanos tienen derecho a la tenencia de las armas que constituyen una herencia familiar o que se utilizan para la caza o en la práctica de determinados deportes. Todo ello forma parte de la tradición europea. Cualquier tipo de restricción se debería referir a la situación psicológica de la persona y también debería aplicarse a los sospechosos de haber cometido delitos. Por otra parte, creo que tales restricciones deberían imponerse también a aquellos que hayan hecho apología del fascismo o el comunismo radical, así como a los defensores del islamismo extremista.

Actualmente contamos en Europa con la tecnología adecuada para que cualquier persona habilidosa pueda fabricar un arma casera de forma relativamente inmediata. La aplicación de restricciones indebidas, por consiguiente, no impedirá la tenencia de armas por parte de la delincuencia organizada y sólo limitará indebidamente los derechos de los ciudadanos, incluido el derecho a la defensa personal. Nuestros controles fronterizos se deben reforzar aún más, ya que los inmigrantes ilegales aún consiguen entrar en Europa y las armas pueden entrar clandestinamente con mayor facilidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Jens Holm, en nombre del Grupo GUE/NGL. (SV) Señor Presidente, las modificaciones propuestas a la Directiva comunitaria sobre armas tienen por objeto mejorar el control de éstas. Se mejorará el marcado y se establecerán requisitos más estrictos para la comercialización y la fabricación de armas. Lo anterior resulta positivo y especialmente el hecho de que la comisión desee reforzar estos requisitos aún más. Esta cuestión reviste especial importancia a la luz de los trágicos tiroteos que se produjeron en el instituto Jokela en Finlandia hace algunas semanas. La combinación de unos jóvenes sin rumbo, la difusión de una cultura de la violencia en Internet y el acceso a las armas es, desafortunadamente, una mezcla explosiva. Éste es el motivo que justifica la enorme importancia de las medidas más estrictas que ahora debemos adoptar.

También es positivo el hecho de que se trate de una Directiva que únicamente establece los requisitos mínimos, de modo que los Estados miembros pueden aprobar progresivamente otros actos legislativos. Me gustaría que todo el Derecho comunitario funcionase de este modo. Ello resolvería muchos problemas. Parece que podemos llegar a un acuerdo en primera lectura. Esto también es positivo, porque nos permite ahorrar tiempo y recursos que podemos dedicar a otras cuestiones, por ejemplo, el logro de una sociedad más pacífica que dispense un mejor trato a los niños.

 
  
MPphoto
 
 

  Hélène Goudin, en nombre del Grupo IND/DEM. (SV) Señor Presidente, la caza tiene una larga tradición en Europa. Cada Estado miembro cuenta con una tradición en este sentido que tiene que proteger. El debate de hoy, por consiguiente, supone la conclusión de un largo proceso. Muchas voluntades se han enfrentado, se han producido muchos debates y no se ha permitido a la ponente alternativa tomar parte en las reuniones tripartitas.

Muchas de las propuestas iniciales podrían haber amenazado las diferentes tradiciones de los Estados miembros en relación con la caza. Lamentablemente, la tarjeta europea de armas de fuego no será el único documento necesario para que los cazadores y tiradores deportivos puedan utilizar ocasionalmente sus armas en otro Estado miembro. La libertad de movimiento se ve obstaculizada por el hecho de que algunos Estados miembros pueden requerir documentos adicionales. Los trámites burocráticos por los que los cazadores y tiradores comunitarios deberán pasar serán más engorrosos que en el caso de personas procedentes de terceros países. Afortunadamente, se prohíbe el pago de tasas adicionales para tales documentos.

En el transcurso del proceso, como ponente alternativa, intenté influir sobre el informe final en las ocasiones en las que se me permitió participar en las reuniones. Mi labor se centró principalmente en dos cuestiones, a saber, impedir la prohibición de comprar armas a través de Internet e impedir que se modificasen las excepciones en relación con las escuelas que ofrecen formación sobre supervivencia en la naturaleza y tiro con armas de fuego. En las regiones más aisladas, una prohibición de la compra de armas a través de Internet impediría el acceso de los cazadores a las armas. En Suecia disponemos actualmente de una normativa estricta sobre las compras a través de Internet, aceptadas tanto por los cazadores como por las autoridades.

La segunda cuestión se refería al criterio de la edad mínima, que afectaría a diversos tipos de programas escolares de enseñanza secundaria superior. En Suecia la formación en materia de caza desempeña una función importante de enseñanza a las generaciones futuras acerca de la caza y la conservación de la fauna objeto de caza. Con esta Directiva nuestras tradiciones pervivirán. Lo que al principio era una rígida propuesta burocrática se ha convertido ahora en un texto aceptable, aunque no ideal.

 
  
MPphoto
 
 

  Andreas Mölzer (NI).(DE) Señor Presidente, Schengen y unos grupos de delincuentes cada vez más violentos hacen que sea fundamental adoptar un enfoque más estricto sobre la tenencia ilegal de armas y la delincuencia organizada. No obstante, todo se vuelve una farsa cuando se trata a ciudadanos inocentes, cazadores y tiradores deportivos como a delincuentes. En lugar de ello, la principal prioridad debería ser aumentar el número de nuestros agentes de policía, que en los últimos años se ha ido reduciendo.

En el Reino Unido las estadísticas en relación con la delincuencia han empeorado después de la prohibición total impuesta sobre la tenencia de pistolas y, en mi opinión, ello debería hacernos reflexionar. En una época en la que cada vez resulta más difícil mantener la disciplina y el Estado recorta cada vez más recursos en el ámbito de la seguridad, los ciudadanos inocentes y en plena posesión de sus facultades mentales deberían poder protegerse de la amenaza de un ataque contra sus vidas o su integridad en caso necesario. La mayoría de los delitos no se cometen con armas legalmente adquiridas.

La UE debería tal vez centrarse en mayor medida en una mejor protección de sus fronteras, por ejemplo, mediante el aumento de los recursos destinados a Frontex, o a través del refuerzo de la cooperación en el ámbito de la seguridad.

Los países de la UE tienen una legislación en materia de armas de fuego perfectamente adecuada y, si fuese necesario introducir unas disposiciones más estrictas, las decisiones correspondientes deberían tomarse en los países en cuestión.

 
  
MPphoto
 
 

  Andreas Schwab (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, si consideramos cuál es el punto de partida de este informe y lo lejos que hemos llegado, creo que es justo decir que hemos logrado volver a adoptar un enfoque objetivo sobre esta controvertida cuestión. En colaboración con la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, hemos encontrado una solución que permite un mejor control de las armas de fuego en toda la Unión Europea sin descuidar los justificados intereses de los tiradores deportivos y los cazadores preocupados por una excesiva burocracia y unos requisitos de registro desproporcionados. Me gustaría dar las gracias al Comisario Verheugen, así como a la presidenta de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, Arlene McCarthy, y, naturalmente, a nuestro ponente alternativo, que ha trabajado muy intensamente durante muchos meses con la ponente y los otros diputados concernidos. No era una cuestión sencilla para los diversos grupos que han abordado su examen, pero creo que hemos logrado un texto que, habida cuenta del punto de partida del Consejo, constituía la única vía posible.

En lo que se refiere a la parte sobre la comercialización, contemplada por el Protocolo de las Naciones Unidas y aún pendiente, la cuestión es hasta qué punto la Comisión es capaz de presentar una propuesta que satisfaga la aprobación general del Consejo y haga más sencilla la labor del Parlamento. No es una afirmación irónica, señor Comisario, estoy hablando en serio, y le deseo suerte en su tarea de convencer habilidosamente a sus colegas en el Consejo de que las obligaciones que han contraído con arreglo al Protocolo de las Naciones Unidas también deben aplicarse a la UE.

Por ello, desearía dar las gracias a todos los que han desempeñado algún papel activo en relación con esta controvertida cuestión. Creo que se ha llegado a una solución coherente y consensuada para todos los interesados y espero que mañana podamos aprobar este texto por una amplia mayoría.

 
  
MPphoto
 
 

  Arlene McCarthy (PSE). – Señor Presidente, intervengo en mi calidad de diputada al PE preocupada y no como presidenta de comisión. Creo que, con esta nueva legislación sobre armas, podemos demostrar a nuestros ciudadanos que Europa puede actuar con objeto de atajar el problema de las armas ilegales. En el Reino Unido dispone de una legislación rigurosa pero, sin esta ley comunitaria, las pistolas seguirán llegando a las calles de ciudades como Manchester y Liverpool.

Ésta, colegas, es una réplica de una Smith & Wesson de 9 mm: un arma convertible diseñada para detonar balas de fogueo o disparar balines de gas CS que, de procederse a su conversión, puede disparar munición real. Que no cunda el pánico: no está cargada y es convertible, pero no está convertida. Con una pistola como esta se acabó trágicamente con la vida de una niña de 12 años de edad, Kamilah Peniston, en Manchester. Mothers Against Violence, una asociación de madres que han perdido a sus hijos a causa de delitos perpetrados a punta de pistola, me ha preguntado de dónde vienen tales pistolas y qué estamos haciendo para detener el contrabando ilegal de tales armas mortíferas.

La policía de Gran Manchester me ha informado de que el 46 % de las armas aprehendidas el año pasado era convertible. Las armas convertidas representan ahora una opción barata y popular para los delincuentes, así como un creciente problema para Europa, no sólo para el Reino Unido.

Por ende, doy las gracias al Comisario Verheugen, a la señora Kallenbach, nuestra ponente, al señor Alvaro y a los 25 Estados miembros que han apoyado mis enmiendas encaminadas a que se emprendan medidas enérgicas y se intensifiquen los controles sobre tales armas convertibles. El incluirlas en el mismo sistema de control que las pistolas reales dificultará en gran medida que lleguen a manos de las organizaciones delictivas y reducirá el contrabando de estas armas, que están prohibidas en el Reino Unido.

La Association of Chief Police Officers del Reino Unido apoya plenamente esta ley y sus disposiciones en materia de armas convertibles y desactivadas en lo que respecta a la identificación, la rastreabilidad y el control de la venta de armas a distancia, incluida la venta por Internet.

Tras el reciente tiroteo acaecido en Finlandia, con trágicos resultados, y el tiroteo frustrado en una escuela alemana, queda claro que necesitamos unas normas comunitarias en materia de control de armas más estrictas. El presente es testimonio de una Europa que obra con pragmatismo y emprende medidas prácticas para proteger a nuestros ciudadanos.

Las trágicas y absurdas muertes por arma de fuego de varios niños de mi región —Jessie James, de 15 años, Rhys Jones, de 11 años, y Kamilah Peniston, de 12 años de edad— constituyen un problema muy delicado. Se les despojó de su vida y nosotros, en Europa, debemos a estos niños y a sus familias el compromiso de acabar con la presencia de esas pistolas en las calles.

 
  
MPphoto
 
 

  Siiri Oviir (ALDE). – (ET) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías.

En la sociedad de hoy, con todos sus peligros, todos los intentos por reforzar la seguridad de las personas son muy bien recibidos. La seguridad es una condición sine qua non de todas las libertades y una cualidad básica de una sociedad democrática.

Aún tenemos muy fresco el recuerdo de la masacre del instituto Jokela, aunque ésta no ha sido la primera tragedia ocasionada por las armas de fuego. Sin embargo, debemos asegurarnos de que sea la última.

Según la Organización Mundial de la Salud, la violencia física y el suicidio son la tercera y la cuarta causas de enfermedad y mortalidad prematura entre las personas de entre 15 y 44 años de edad en todo el mundo respectivamente.

Un gran porcentaje de estos incidentes ocurre como consecuencia del uso de armas de fuego. El fácil acceso a las armas de fuego se ha asociado con un aumento de los índices de mortalidad.

Por consiguiente, se debe acoger con satisfacción el hecho de que la Unión Europea entienda la necesidad de abordar las amenazas concretas.

Me gustaría examinar un aspecto más. Desde la transposición de la Directiva en 1993, Internet se ha desarrollado considerablemente hasta convertirse en un mercado electrónico.

El propósito de la Directiva de detener el comercio de armas de fuego únicamente puede lograrse si la comercialización a través de Internet se incluye en su ámbito de aplicación.

Por consiguiente, soy de la opinión de que los Estados miembros de la Unión Europea deben reaccionar de forma adecuada y coherente en relación con las armas de fuego. Para ello es necesario contar con medidas preventivas y punitivas armonizadas y necesitamos integrarlas en una política única.

Por último, me gustaría dar las gracias a la ponente y a las personas que han colaborado con ella.

 
  
MPphoto
 
 

  Paul Rübig (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, me gustaría señalar simplemente a la señora McCarthy que las armas de fuego están prohibidas en esta Cámara.

 
  
MPphoto
 
 

  Jim Allister (NI). – Señor Presidente, con tiempo para referirme únicamente a un punto, desearía llamar la atención sobre el modo desigual en que el documento europeo de armas de fuego funciona en la práctica, en concreto en la medida en que afecta a la comunidad de cazadores. Si el propietario de un arma de fuego registrada desea cazar en la mayoría de los Estados miembros de la UE, se limitará a presentar su documento europeo en el punto de entrada al país de que se trate; en cambio, si desea entrar en el Reino Unido, tendrá que facilitar su documento original por adelantado y esperar entre seis y ocho semanas a que la policía local tramite el asunto. Así pues, se le privará de dicho documento durante el periodo citado, por lo que, entretanto, no podrá cazar en un tercer país.

Tal burocracia es innecesaria y está ocasionando graves perjuicios al fomento de las vacaciones cinegéticas en el Reino Unido, incluida mi circunscripción electoral, Irlanda del Norte. A buen seguro, el envío por adelantado de una fotocopia del documento europeo serviría para los mismos fines. Confío, pues, en que dicha anomalía se resuelva a su debido tiempo.

 
  
MPphoto
 
 

  Michl Ebner (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la base de la modificación de esta Directiva ha sido el Protocolo de las Naciones Unidas y el modo de abordar el terrorismo de forma efectiva. Ésta también era la base de la propuesta de la Comisión. La propuesta de la ponente ha adoptado un enfoque bastante revolucionario en relación con la Directiva existente.

Si examinamos lo que estamos debatiendo hoy y lo que vamos a votar mañana, observamos que se trata de un texto de transacción que, como ocurre a menudo, no satisface completamente a todas las partes. El compromiso al que se ha llegado es el siguiente: por una parte, estamos tratando de abordar todos los aspectos ilegales —y, en este sentido, nunca se es lo suficientemente estricto—, y, por otra, no queremos complicar excesivamente el uso legal de las armas de fuego. Ciertamente, algunos aspectos, como las categorías de clasificación o el registro, habrían merecido normas más estrictas sobre la base de la subsidiaridad, y en este sentido no hemos logrado un éxito completo. No obstante, es un buen comienzo y ya veremos cómo funciona este ejercicio en la práctica y cómo van a abordar los Estados miembros esta cuestión.

Creo que es un compromiso viable y me consta que todos los que han intervenido en el proceso han trabajado mucho para lograrlo, así que yo también desearía manifestar mi agradecimiento.

En este contexto, no obstante, creo que no debemos olvidar nunca la diferencia existente entre armas legales e ilegales. Debemos abordar la cuestión de la ilegalidad de forma rigurosa y coherente, al tiempo que aplicamos un enfoque sensato y procuramos simplificar los trámites burocráticos para hacer de ello un punto de referencia en el ámbito jurídico.

 
  
MPphoto
 
 

  Véronique Mathieu (PPE-DE).(FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el texto que votaremos mañana es un texto de transacción que por fin satisface a casi todos los usuarios legales de armas. El texto inicial de la Comisión nos resultaba aceptable, y las posiciones del Consejo también. Desafortunadamente, la ponente había adoptado unas posiciones bastante inusuales y tuvimos que luchar con denuedo en contra de sus ideas iniciales. También quería dar las gracias al señor Podestà por su auténtico trabajo de hormiguita, por su paciencia, por la diplomacia que empleó en el seno del Grupo del PPE y en numerosas reuniones de trabajo.

El texto que hemos logrado acordar satisface a todos los usuarios legales de armas. Debo decir que los cazadores franceses están satisfechos por el mantenimiento de las cuatro categorías de armas de fuego: era una cuestión muy importante para Francia y yo misma estoy muy satisfecha hoy de poder decir que hemos podido conservar tales categorías. También me complace decir que el registro central me satisface, porque también resulta lógico poder asegurar la localización de las armas. Creo que, para la seguridad de los ciudadanos, se trata de una cuestión muy importante. Los armeros también están satisfechos por el marcado de la CIP. También estamos satisfechos con la venta a través de Internet. Estamos relativamente satisfechos con el texto en su conjunto.

Una vez dicho esto, creo que el año de trabajo transcurrido nos tiene que hacer reflexionar sobre la cuestión de las posiciones de partida de los ponentes y debo decir que deberíamos evitar adoptar posiciones demasiado inflexibles sobre ciertos aspectos iniciales. En efecto, si la Comisión, el Consejo y el Grupo del PPE no hubiesen defendido firmemente sus posiciones, creo que nos habríamos encaminado hacia un texto que habría resultado inaplicable y hacia posiciones e ideologías ecologistas que habrían perjudicado enormemente a los cazadores y los usuarios legales de armas.

 
  
MPphoto
 
 

  Paul Rübig (PPE-DE).(DE) Señor Presidente, me gustaría simplemente preguntar a la señora McCarthy si el arma que ha traído consigo está marcada y registrada y si tiene permiso para introducirla en esta Cámara.

 
  
MPphoto
 
 

  Arlene McCarthy (PSE). – Señor Presidente, tengo que contestar dicha pregunta, ya que la misma revela que el señor Rübig no comprende la legislación que tiene delante. Puesto que no se define como arma de fuego, no es necesario un permiso: cualquiera en la calle puede adquirirla; un delincuente puede comprarla. Así pues, el señor Rübig debería enterarse de cuál es la situación antes de intervenir.

Querría, además, plantear una cuestión reglamentaria relativa a una acusación vertida por la señora Goudin y desearía asimismo que se corrigiera el acta. No se ha excluido a ningún ponente alternativo de este diálogo. Se invitó al Grupo IND/DEM a participar y éste designó hace 18 meses a un ponente que no acudió a ninguna de las reuniones de la comisión ni a ninguna de las audiencias y que tampoco asistió a ninguno de los diálogos tripartitos. La señora Goudin sabe muy bien que fue designada hace escasamente dos semanas para sustituir al ponente alternativo que no había comparecido.

Defenderé el trabajo de nuestra ponente, de los ponentes alternativos y de la comisión, ya que nosotros nos tomamos nuestros asuntos en serio; nuestro trabajo es serio y el Grupo IND/DEM debería tomarse el suyo asimismo en serio.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana.

 
  

(1)Véanse las «Declaraciones de la Comisión adjuntas al debate».


22. Una nueva política turística en la UE: hacia una mayor colaboración en el turismo europeo (debate)
MPphoto
 
 

  Presidente. – El siguiente punto es el informe (A6-0399/2007) del señor Costa, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, sobre una nueva política turística en la UE: hacia una mayor colaboración en el turismo europeo [2006/2129(INI)].

 
  
MPphoto
 
 

  Paolo Costa, ponente. − (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, el informe que presento y que he tenido el placer de elaborar con la colaboración de muchos colegas, es la continuación práctica de un informe ya aprobado por este Parlamento —el informe del señor Queiró—, que pretendía ofrecer una contribución del Parlamento a la política europea en materia de turismo.

El criterio que sustenta este informe se basa en la definición de un enfoque diferente, y espero que más práctico, de la política de la Unión Europea en materia de turismo, que actualmente se limita a las disposiciones del Tratado.

Los Estados miembros no han conferido a las instituciones europeas demasiadas competencias en materia de turismo con arreglo al Tratado en vigor, y debo decir que tampoco el tratado que vamos a aprobar, y que espero que la Unión apruebe el próximo mes en Lisboa, ampliará en gran medida las competencias formales en materia de turismo en la Unión Europea.

Sin embargo, al mismo tiempo, los Tratados existentes permiten a la Unión aplicar una gran cantidad de políticas que tienen un efecto poderoso sobre el turismo y también sobre la posibilidad de crecimiento o de mantenimiento de la competitividad de Europa como líder mundial.

Por tanto, la idea de este informe se centra en indicar algunas posibilidades. La lista que hemos preparado en esta Cámara con la ayuda de todos es únicamente una lista indicativa, y espero que se pueda enriquecer posteriormente. Se trata de una lista de posibilidades para utilizar todas las competencias de las que dispone a día de hoy la Unión Europea en beneficio del turismo.

Permítanme poner dos ejemplos: el turista es un viajero y, por consiguiente, por definición, muchas de las políticas de transporte pueden considerarse, o releerse, en términos y a favor del turismo; el turista es un consumidor, por lo que muchas de las actividades de protección del consumidor en la Unión Europea se pueden también releer en términos de las necesidades de los turistas.

En un sentido más general, si queremos hablar de otras políticas, el turista, y sobre todo el turista de terceros países que llega a Europa, es una persona que atraviesa las fronteras, como otras personas atraviesan las fronteras por motivos diferentes. Se debería revisar cuidadosamente la política de visados y la política de inmigración de la Unión Europea para tener en cuenta la oportunidad de invitar al mayor número posible de turistas.

Muchos de los contratos que los turistas firman hoy de forma directa, utilizando la informática a través de Internet, no les ofrecen una protección total, por lo que, si protege este tipo de contratos o introduce tipos de contrato que protegen a los turistas, la Unión Europea puede hacer mucho por los turistas. Les podría ofrecer un largo etcétera, pero me detendré aquí.

En resumen, creo que podemos afirmar que, habida cuenta de que el turismo es una de las industrias de mayores perspectivas para Europa y que es útil sobre todo por los objetivos de cohesión que logra y para la valoración de recursos como los recursos culturales y medioambientales que puede obtener, el gran objetivo del crecimiento de la economía turística puede lograrse utilizando plenamente todas las competencias formales de las que dispone la Unión.

La idea, el sentido de este informe es invitar a la Comisión y al Consejo a imaginar un conjunto de iniciativas que formalmente pertenecerían a otras competencias —como la protección de los consumidores, la seguridad del transporte, las garantías de algunos contratos relativos al turismo, las políticas de inmigración, las políticas de promoción coordinadas fuera de Europa, etc.—, es decir, a reunir un conjunto de iniciativas, un paquete de iniciativas turísticas. Creo firmemente que éstas pueden constituir una auténtica contribución de las instituciones europeas, insisto, al mantenimiento y al crecimiento de un sector que sabemos que cuenta mucho y que contará cada vez más para el futuro de la Unión Europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Günter Verheugen, Miembro de la Comisión. − (DE) Señor Presidente, Señorías, me gustaría felicitar al señor Costa, presidente de la comisión, por este informe, que deja claro el enorme grado en que el turismo se ve influido por diferentes políticas comunitarias, pero, sobre todo, muestra hasta qué punto es importante este sector para Europa en su conjunto.

El turismo es una expresión del estilo de vida y la prosperidad de Europa, al tiempo que constituye un sector económico fundamental con un enorme potencial de crecimiento y empleo. En efecto, el turismo supone tanto directa como indirectamente, más del 10 % del producto interior bruto de la Unión Europea, y ofrece alrededor del 12 % de los puestos de trabajo.

No obstante, Europa no es la única que está intentando beneficiarse de las extraordinarias perspectivas económicas que ofrece el desarrollo del turismo. Debemos dotarnos de todas las capacidades que nos permitirán competir con otros mercados turísticos, tanto tradicionales como emergentes.

En este sentido, Europa cuenta con las ventajas competitivas que hacen de nuestro continente un destino muy atractivo. Contamos con un patrimonio sin parangón, una concentración geográfica única de lugares atractivos y culturalmente diversos, y gozamos de una merecida reputación en relación con el elevado nivel calidad de los servicios que podemos ofrecer.

Éstas son las cartas que debemos jugar para intentar convertir a Europa en un producto turístico en el futuro. Sencillamente, nuestros destinos turísticos deben ser los mejores y los más atractivos y deben conformar una oferta que haga que los europeos y los ciudadanos de terceros países deseen pasar sus vacaciones en nuestro continente una y otra vez.

Lo anterior significa que los criterios que deben cumplir otros sectores de nuestra economía también los debe cumplir el turismo. Necesitamos que el turismo europeo se convierta en un producto innovador y constituya una elección óptima para los consumidores y que cumpla las normas de calidad más elevadas y sea lo más respetuoso posible con el medio ambiente. En definitiva, debe tratarse de un producto que refleje nuestros valores y nuestros principios europeos.

Permítanme poner algunos ejemplos del modo en que estamos promoviendo la cooperación y manteniendo la competitividad del sector turístico. El mes pasado se celebró el Foro europeo del turismo en Portugal, que se organiza todos los años, reúne a todos los actores de este sector y constituye una oportunidad excelente para la cooperación y la difusión de la imagen de Europa. En esta ocasión, tuve el honor de otorgar el premio «Destino europeo de excelencia» a diez destinos europeos designados como «mejores destinos rurales europeos emergentes de excelencia». Este proyecto piloto está contribuyendo a aumentar la visibilidad de todos los destinos europeos fuera de Europa y a llamar la atención hacia la diversidad y la calidad del turismo en nuestro continente. Me gustaría recordar aquí que en el informe parlamentario anterior del señor Queiró se invitaba a la puesta en marcha de este tipo de proyectos. Me gustaría agradecer al Parlamento Europeo y especialmente al señor Costa el generoso apoyo ofrecido a esta positiva iniciativa. Me complace poder decir que ahora participan muchos más países en la segunda vuelta de la competición.

También les podemos decir en esta fase que el portal de Internet de «Destino Europa» ha sido todo un éxito y ofrece una base sólida para una futura ampliación. Actualmente estamos examinando otros modos de mejorar la imagen de Europa como destino turístico y esperamos contar con su apoyo en este sentido.

Para concluir, permítanme subrayar que el aumento de la sostenibilidad del turismo es un aspecto clave de nuestra política. Estoy convencido de que la integración de los aspectos de la sostenibilidad en todos los ámbitos de nuestra industria turística nos permitirá preservar las ventajas competitivas que ya hacen de Europa el destino turístico más atractivo el mundo.

El mes pasado la Comisión desvelaba su nueva «Agenda para un turismo europeo sostenible y competitivo». Los elementos de tal «Agenda» constituyen una respuesta a los llamamientos realizados en el presente informe y en el informe anterior del Parlamento. Creo que en este sentido también podemos esperar una cooperación positiva e ininterrumpida en el futuro.

Espero que la «Agenda» pueda recibir el respaldo de todas las partes interesadas de la industria del turismo, así como de los propios turistas, y dado que todos nosotros en esta Cámara viajamos con mucha frecuencia, lo anterior también nos incluye a nosotros.

 
  
  

PRESIDE: Diana WALLIS
Vicepresidenta

 
  
MPphoto
 
 

  Stavros Arnaoutakis, ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo Regional. (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, la importancia del sector turístico es especialmente significativa. El sector genera, directa e indirectamente, más del 10 % del PIB de la Unión Europea y emplea a alrededor del 12 % de su mano de obra. Aunque no entra dentro del ámbito de actividades de la Unión Europea, existen una serie de medidas y acciones que pueden contribuir a lograr una tendencia al alza del sector, así como su desarrollo sostenible. El informe recoge muchas de esas medidas y, en este momento, me gustaría felicitar también yo al ponente.

Los desafíos a los que se enfrenta el turismo exigen una respuesta política coherente por parte de la UE: un marco integral y competitivo, con una serie de objetivos cuantitativos y cualitativos específicos. En el nuevo periodo de planificación, y habida cuenta de los objetivos establecidos en el marco de la estrategia de Lisboa revisada, es necesaria la cooperación y la sinergia de todos los niveles —europeo, nacional, regional y local— para permitir al sector del turismo contribuir al logro de tales objetivos. También es necesario coordinar las políticas y las acciones que tengan repercusiones directas o indirectas en el sector del turismo.

Señorías, me gustaría subrayar que a la pregunta acerca del tipo de sector del turismo que deseamos en la Unión Europea ya hemos dado nuestra respuesta. Queremos un sector viable que pueda desarrollarse sobre la base de los principios de sostenibilidad, que ofrezca productos y servicios de alta calidad y que no excluya a nadie. Si todos actuamos juntos, a todos los niveles, tendremos éxito en el logro de este objetivo.

 
  
MPphoto
 
 

  Marie-Hélène Descamps, ponente de opinión de la Comisión de Cultura y Educación. − (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, el turismo reviste una importancia considerable para la Unión Europea. Contribuye en efecto en gran medida al crecimiento y a la creación de empleo en Europa. Más allá de estos aspectos, favorece también la integración, el diálogo entre los pueblos y el conocimiento de sus respectivas culturas e interviene, por tanto, en el desarrollo de una auténtica identidad europea. Por consiguiente, a falta de una política común en materia de turismo, este sector, que se extiende por muchos ámbitos e incluye una gran diversidad de servicios y profesiones, debe ser tomado en la debida consideración a escala europea.

El informe que hoy se nos presenta pone de manifiesto esta necesidad. En este sentido, felicito al ponente por su excelente trabajo y, especialmente, por haber apoyado ciertas prioridades señaladas por la Comisión de Cultura y Educación. Gracias a su diversidad y a sus riquezas, Europa sigue siendo hoy el principal destino turístico a escala mundial. Para permitir a nuestro continente conservar esta posición frente a una competencia cada vez mayor, debemos reflexionar sobre nuestras políticas y modernizarlas, tomando en consideración en mayor medida el aspecto cultural. Por tanto, a la luz de la necesidad de preservar el patrimonio cultural y natural europeo y de apoyar la cultura tradicional, especialmente la artesanía popular y los oficios y conocimientos que están desapareciendo, debemos fomentar las iniciativas que tienen por objeto valorar y promover este patrimonio.

En este contexto, debemos apoyar, entre otras cosas, la creación de la denominación «patrimonio cultural europeo», que estoy convencida de que reforzará el sentimiento de adhesión y de pertenencia de nuestros conciudadanos a una identidad y a un espacio cultural común. También es esencial favorecer el desarrollo de las nuevas tecnologías, que desempeñan un importante papel en la comercialización de los productos turísticos, en la promoción de los bienes y acontecimientos culturales y en la gestión y la conservación de diferentes lugares, y que seguirán desempeñándolo en el futuro.

Por último, es necesario promover, en colaboración con todos los actores y a todos los niveles, un turismo sostenible, de calidad, competitivo, respetuoso con el medio ambiente, responsable y, sobre todo, accesible a todos.

 
  
MPphoto
 
 

  Luís Queiró, en nombre del Grupo del PPE-DE.(PT) Señora Presidenta, señor Comisario, se dice, y con razón, en el informe que estamos debatiendo aquí hoy —y aprovecho para felicitar a su ponente— que el sector del turismo se encuentra en la encrucijada de numerosas políticas de la Unión Europea, algo que tiene unas repercusiones considerables en el crecimiento y el empleo, así como en la cohesión territorial y social. Por consiguiente, resulta esencial concretar algunos de los aspectos de la política en materia de turismo sobre la base de la definición de los principios orientadores recogidos en la Resolución del Parlamento, de 8 de septiembre, de cuyo informe fui ponente.

El primer aspecto guarda relación con la simplificación y armonización de los procedimientos de solicitud de visado turístico para la entrada en los Estados miembros, con vistas a reducir sus costes y facilitar el acceso a la Unión Europea de los turistas procedentes de terceros países. No obstante, aunque nos parece positivo, también creemos necesario salvaguardar las normas de seguridad que exigen la lucha contra el terrorismo, la delincuencia organizada y la inmigración ilegal. También consideramos necesario modernizar el sistema de recogida de información estadística, incluidas las cuentas satélite, ya que únicamente con unos datos actualizados y fiables resulta posible que las autoridades públicas y la industria puedan tomar las decisiones estratégicamente más adecuadas que permitan a Europa mantener su actual posición de liderazgo.

Me gustaría ahora hablar de la cuestión, más polémica, de una posible armonización de las normas de calidad de los alojamientos turísticos en Europa. La multiplicidad de sistemas de clasificación de los establecimientos hoteleros se suma a la cuestión de la protección de los derechos y las expectativas de los turistas que deben hacer su elección. ¿Será posible establecer en la Unión Europea normas mínimas en materia de seguridad y de calidad que garanticen la fiabilidad y la transparencia de las informaciones ofrecidas a los consumidores? Ello sería ciertamente deseable, pero creemos que sólo será posible de forma voluntaria y a través de la invitación de todos los interesados para tomar parte en esta labor. La Comisión podría desempeñar un papel dinamizador fundamental, si así lo desea.

No hay tiempo para mencionar otros aspectos igualmente importantes en este informe, entre otros, la cuestión del turismo accesible a los turistas con movilidad reducida, los derechos de los pasajeros o la promoción externa de los destinos europeos y el desarrollo de políticas sostenibles. Mientras tanto, queda lo suficientemente demostrado —y con esto concluyo— que el Parlamento Europeo ha hecho su trabajo y esperamos que las demás entidades públicas, en asociación con el sector privado, refuercen su espíritu de cooperación y respondan con eficacia a los desafíos del desarrollo de una política europea de turismo, renovada y sostenible.

 
  
MPphoto
 
 

  Emanuel Jardim Fernandes, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) Señor Comisario, Señorías, la nueva política europea de turismo, propuesta por la Comisión Europea y examinada en el informe del señor Costa, merece todo mi apoyo en virtud de los principales objetivos establecidos en el relanzamiento de la estrategia de Lisboa —mejora de la competitividad, creación de más y mejores empleos y desarrollo sostenible—, así como debido a los instrumentos propuestos por la Comisión para alcanzar tales objetivos, a saber, la coordinación en el seno de la Comisión y de las autoridades nacionales, la cooperación entre las diferentes partes interesadas y el establecimiento de acciones de apoyo específico.

El ponente, Paolo Costa, al que felicito por la calidad de su informe, así como por su disponibilidad para aceptar las modificaciones propuestas, llama la atención hacia aspectos y preocupaciones que omite la Comunicación de la Comisión y propone posibles oportunidades y soluciones para una futura y nueva política europea en materia de turismo, especialmente en relación con la concesión de visados, la armonización de las normas de calidad, la mejora de la visibilidad y el reconocimiento de los distintivos por parte de los turistas, la protección de los consumidores, la accesibilidad del turismo a los turistas con movilidad reducida, la garantía de los derechos de los pasajeros o la promoción de los destinos en el interior de la Unión Europea. La consideración de estos aspectos y las soluciones propuestas nos parecen muy pertinentes.

El proyecto de informe de Paolo Costa se ha enriquecido y mejorado gracias a un conjunto de enmiendas, muchas de las cuales han sido presentadas por miembros de mi grupo político. Yo mismo, con vistas a reforzar los términos de las propuestas de la Comisión y tomar en consideración las propuestas del ponente, presenté diversas propuestas de enmienda en la línea de las posiciones que previamente había defendido en relación con el informe Queiró, concretamente la necesidad de considerar debidamente el déficit de accesibilidad que afecta a las regiones con características naturales o geográficas específicas, como, por ejemplo, entre otras, las regiones ultraperiféricas, la necesidad de que la nueva política europea de turismo garantice la sostenibilidad económica, social, territorial, medioambiental y cultural del turismo europeo, la promoción de Europa como destino turístico o grupo de destinos turísticos atractivos, la necesidad de coordinar las políticas que tienen repercusiones directas o indirectas en el turismo, una mayor cooperación entre las partes interesadas en el sector —la Comisión Europea y los Estados miembros, las regiones, las autoridades locales y los servicios de turismo—, y la mejor utilización de los instrumentos financieros europeos existentes. Por ello, invito especialmente a mi grupo político a apoyar este informe e insto a la Comisión y al Consejo a tomar en la debida consideración las sugerencias y recomendaciones del Parlamento Europeo.

 
  
MPphoto
 
 

  Nathalie Griesbeck, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señora Presidenta, Señorías, ciertamente el turismo representa una parte importante de la economía de nuestras regiones, pero también representa, en cierto modo, el constante desarrollo de la identidad europea y de nuestra política de cohesión. El turismo contribuye a menudo, efectivamente, a mantener la actividad en las zonas más aisladas y frecuentemente constituye el principal recurso de las regiones ultraperiféricas.

Este completo informe pone de manifiesto los puntos esenciales sobre los que la Unión puede aportar un verdadero valor añadido hoy, con vistas a optimizar este recurso de forma inteligente para que resulte beneficioso para todos, los profesionales del turismo y los propios turistas, y, en definitivas cuentas, para los europeos, al tiempo que conserva a largo plazo la calidad de nuestros paisajes y nuestros ecosistemas.

Personalmente, como procedo de una región que tiene la suerte de tener tres vecinos europeos, soy especialmente sensible al turismo fronterizo y deseo que, a través de las asociaciones, este tipo de turismo permita la construcción de un auténtico espacio de vida tanto para los ciudadanos europeos como más allá de las fronteras interiores de la Unión.

Pero, para abrirnos en mayor medida al turismo no comunitario, debemos disponer hoy de una política coordinada de concesión de visados turísticos. También me gustaría que Europa adoptase instrumentos estadísticos, así como un enfoque transversal de la financiación comunitaria para permitir el logro del famoso efecto multiplicador sobre la innovación, el empleo, la mejora de la oferta y la calidad de los servicios. Espero que podamos crear etiquetas de calidad europeas que tomen en consideración los criterios ecológicos y sociales y que reforcemos simplemente la información y la protección de los consumidores europeos.

 
  
MPphoto
 
 

  Mieczysław Edmund Janowski, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, cuando Thomas Cook abrió su primera agencia de viajes en 1841, estoy seguro de que no podía sospechar que 166 años después el turismo supondría directamente alrededor del 5 % de los ingresos de los países europeos. Añadiría que, si se toman en consideración sus vínculos con otros sectores, el turismo genera actualmente más del 11 % del PIB y alrededor de 25 millones de puestos de trabajo.

Por consiguiente, me gustaría dar las gracias al señor Costa por su informe sobre un sector tan dinámico de la economía. Todos somos conscientes de que el turismo no entra en el ámbito de actividades de la Unión Europea. Sin embargo, el papel de coordinación y promoción de la Unión supone una contribución significativa para la presentación de Europa como un destino turístico muy atractivo y diverso. En este sentido, cabe destacar la importancia del turismo en la Unión Europea, tanto del turismo procedente de terceros países como del turismo interior.

Estas cuestiones son enormemente importantes para los nuevos Estados miembros, incluida Polonia. Sólo ahora muchas personas empiezan a descubrir el atractivo como destinos turísticos de lugares que anteriormente se encontraban detrás del Telón de Acero. En este contexto, las autoridades nacionales, regionales y locales tienen que desempeñar un importante papel en relación con el fomento del turismo. El turismo también comprende el agroturismo, el turismo en busca del patrimonio cultural europeo, el turismo terapéutico, los peregrinajes, y el turismo ecológico.

Me complace que se hayan tomado también en consideración los problemas de las personas con discapacidades y las personas mayores, aunque tal vez se les hubiera podido prestar una mayor atención. El Fondo de Cohesión se debería usar de forma adecuada para apoyar el desarrollo de infraestructuras, especialmente las infraestructuras de transporte. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional también se debería utilizar para respaldar el desarrollo de las TIC, incluida Internet, y promover la cooperación transfronteriza en beneficio del turismo en sentido amplio. Además, el Fondo Social Europeo se debería utilizar para financiar programas de formación en este sector.

Para concluir, me gustaría decir que la calidad es uno de los factores del éxito en este sector. La mediocridad no satisface a nadie. Un turista desencantado con el nivel de calidad del transporte o de un hotel o un turista que tiene una experiencia negativa en un restaurante nunca volverá al destino en cuestión. Cometerán el error una sola vez.

 
  
MPphoto
 
 

  Sepp Kusstatscher, en nombre del Grupo Verts/ALE.(DE) Señora Presidenta, me gustaría expresar mi agradecimiento a Paolo Costa. Acojo con especial satisfacción los aspectos del informe que subrayan la importancia de la sostenibilidad social y ecológica. Un paisaje natural y cultural cuidadosamente conservado es el mejor de los atractivos para los turistas.

Por otra parte, la aceptación del turismo por parte de los ciudadanos del país en cuestión —es decir, las personas que viven y trabajan allí— constituye una condición sine qua non para garantizar que los turistas se sienten huéspedes bien acogidos. Es necesario un elevado nivel de formación y de satisfacción en términos generales entre los empleados en el sector del turismo para garantizar la satisfacción de los turistas. La movilidad es también un requisito fundamental del turismo y las formas más respetuosas con el medio ambiente, como el transporte público o los desplazamientos en bicicleta o a pie, promoverán el crecimiento sin destruir la esencia de un sector turístico saludable y, naturalmente, sostenible.

Este completo informe contiene una serie de ideas que deberían ser algo más que deseos bienintencionados. Espero que estos principios ecológicos y sociales se incluyan en la Agenda 21 europea para el turismo, tal como se ha anunciado.

 
  
MPphoto
 
 

  Kyriacos Triantaphyllides, en nombre del Grupo GUE/NGL. (EL) Señora Presidenta, el sector del turismo, especialmente en países como Chipre, España, Grecia y otros, es un sector de enorme importancia económica y, sin embargo, la Comisión Europea no tiene nada que decir acerca de los que trabajan en él.

Se trata de un sector en el que el trabajo por turnos y los despidos estacionales se encuentran a la orden del día. También es un sector en el que el empleo de extranjeros suscita dos cuestiones principales, a saber, en primer lugar, su explotación y, en segundo lugar, su uso como un elemento de presión por parte de las grandes cadenas hoteleras para reducir los salarios o las prestaciones debidas a los trabajadores locales.

A pesar de ello, la Comisión Europea simplemente confirma el hecho, sin realizar ningún comentario significativo al respecto, de que el origen de la creación de empleo en este sector reside en el elevado nivel de contratos a tiempo parcial y en unas condiciones flexibles. El concepto de empleo a tiempo indefinido parece, por tanto, no tener visos de convertirse en realidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Etelka Barsi-Pataky (PPE-DE). – (HU) Señora Presidenta, me gustaría llamar la atención sobre las oportunidades que ofrece el turismo terapéutico. Es importante que utilicemos todos los programas disponibles para prestar apoyo a este tipo de turismo, incluido el segundo programa de acción comunitario en materia de salud. Me gustaría subrayar que debemos implicar en mayor medida al sector de los seguros en el apoyo al turismo terapéutico y que hemos de encontrar el modo de lograr una cooperación transfronteriza en relación con esta fuente de financiación.

La cuestión que debemos abordar es si seremos capaces de hacer de tales servicios parte del mercado común. Hablamos de servicios que no sólo contribuyen en alguna medida al crecimiento económico, sino que también posibilitan el que todos los ciudadanos europeos puedan beneficiarse de las oportunidades que ofrece el turismo terapéutico y, en este contexto, de las oportunidades que ofrece el mercado común. En efecto, para lograr lo anterior necesitaremos, o necesitaríamos, un sistema de calidad un poco mejor definido, por lo que apoyo la iniciativa del señor Costa, que innegablemente ha logrado delinear el modo en que podemos realizar progresos en esta dirección. El hecho de que los que llegan desde fuera, desde terceros países, sepan qué servicios se les ofrecen y cuánto cuestan sería positivo para nuestro turismo europeo. En resumen, brevemente, creo que cuando hablamos del sector del turismo debemos considerarlo de forma mucho más plurifacética y examinar qué pueden ofrecer estos servicios desde el punto de vista del mercado común. Muchas gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  Robert Evans (PSE). – Señora Presidenta, también yo deseo felicitar al ponente, señor Costa, que preside la Comisión de Transportes y Turismo y que comenzó indicando que los Tratados permiten formular políticas que repercutan en el turismo. Es, pues, muy adecuado que estemos examinando este tema. Igualmente, como el señor Arnaoutakis nos ha recordado hace unos instantes, al menos un 12 % de los puestos de trabajo de la UE dependen del turismo.

La UE es mucho más, hoy en día, que un mercado común de bienes y capitales. Es un mercado común de personas. Los ciudadanos de la UE, como sabemos, viajan más que nunca y no pocos lo hacen como turistas. Muchos, acaso la mayoría, gozan de buenas experiencias pero es la minoría —los pocos que sufren experiencias menos dichosas— la que da un mal nombre a ciertos aspectos de la industria turística.

Llamo la atención de mis colegas, en concreto, sobre los apartados 24 y 25, que piden una serie de orientaciones exhaustivas para los hoteles que sean sensibles a las necesidades de los consumidores. Tales orientaciones deberían tener en cuenta las necesidades de las familias con hijos. Puede que no todos los hoteles sean capaces de responder a las mismas, pero es verdaderamente necesario que la industria trate de ser cuan favorable a la familia como resulte posible.

Asimismo, un sistema de clasificación debe tener en cuenta las necesidades de las personas mayores y con discapacidad. La Comisión de Transportes ha defendido dicha postura en el caso de las compañías aéreas y es justo exigir asimismo a los hoteles que no discriminen a este grupo social. Éstos tampoco deberían arrogarse la posibilidad de efectuar juicios de valor sobre quiénes constituyen una pareja y quiénes no.

El informe señala asimismo de manera adecuada, en su apartado 48, que recomienda redactar una carta de los derechos y obligaciones de los turistas e indica que éstos deberían obrar correctamente y respetar los hoteles y el sector turístico.

Se trata de un buen informe y constituye una buena noticia que transmite el mensaje de que el Parlamento está obrando con sensatez en beneficio de los consumidores. Espero que el mensaje alcance a los ciudadanos europeos.

 
  
MPphoto
 
 

  Alfonso Andria (ALDE).(IT) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, el informe de Paolo Costa, absolutamente excelente, ofrece algunas ideas extremadamente interesantes.

Me gustaría realizar brevemente algunas observaciones, a partir de los profundos cambios de la demanda, debidos principalmente a la globalización, a la presencia cada vez mayor de turistas de terceros países en nuestro territorio y a la mayor esperanza de vida. Todo ello exige que reflexionemos sobre una política de la Unión Europea en materia de turismo que se ajuste a los tiempos que vivimos y pueda revisarse también en términos estratégicos.

El señor Queiró subrayó la necesidad de armonizar la clasificación de los hoteles, con la que estoy plenamente de acuerdo, y añadiría también la necesidad de definir niveles europeos de calidad y de seguridad de los productos turísticos.

Debemos responder a las nuevas exigencias de nuestros ciudadanos, como beneficiarios y consumidores de servicios turísticos. Desde este punto de vista, me gustaría citar sólo dos ejemplos, entre las muchas ideas innovadoras que contiene el informe Costa, a saber, un distintivo CE «acceso para todos» que garantice facilidades comunes de accesibilidad a los turistas con movilidad reducida, y la puesta en marcha de un programa europeo de turismo para la tercera edad.

Permítanme que realice una última observación sobre la formación: deberíamos pensar también en cualificaciones específicas e individuales de los trabajadores que se encargan de asistir y acoger a los turistas mayores y los discapacitados.

 
  
MPphoto
 
 

  Pedro Guerreiro (GUE/NGL).(PT) Aunque aceptamos y valoramos muchos de los aspectos recogidos en este informe, nos gustaría intervenir en este debate para subrayar, en primer lugar, que una actividad turística y un turismo de calidad exigen que las profesiones relacionadas con este sector se enmarquen en regímenes jurídicos que protejan los derechos laborales y promuevan el empleo de calidad y la cualificación de los trabajadores, algo que, en nuestra opinión, implica, entre otras cosas, una formación profesional adecuada, la mejora de las condiciones de trabajo, la promoción de vínculos contractuales estables y un nivel salarial equitativo y dignificante.

En segundo lugar, subrayamos que el turismo podrá contribuir a la cohesión territorial, el desarrollo económico y el empleo a nivel regional, por lo que debería promoverse un enfoque transversal de las políticas y los fondos comunitarios que atañen a este sector, especialmente a través de la creación de un programa comunitario específico que complemente las actuaciones de los Estados miembros. Éste es el contenido de algunas de las propuestas que presentamos y que esperamos que reciban el apoyo de este Parlamento.

 
  
MPphoto
 
 

  Bogusław Liberadzki (PSE).(PL) Señora Presidenta, no tratamos a menudo del turismo en esta Cámara y, por ello, me gustaría dar las gracias al señor Costa, ponente del informe que nos ocupa. Me gustaría felicitarle por un trabajo bien hecho.

Desde mi punto de vista, los rasgos más positivos de tal informe son el enfoque sostenible que se propone adoptar para el turismo, así como la necesidad de aumentar la cohesión y la calidad de vida en Europa. También acojo con satisfacción el hincapié que se hace sobre la importancia del acceso a los servicios turísticos.

También se menciona en el informe la política de visados, que considero una cuestión fundamental. Deberíamos prestar mayor atención al control de la cuestión de los visados y la gestión del flujo transfronterizo de viajeros en el territorio de los nuevos países del espacio Schengen. Rusia y Ucrania han manifestado su preocupación en relación con la cuestión de los visados que se conceden a los conductores, especialmente a los conductores de autobuses y a los de los servicios de mensajería. En efecto, ayer mismo el señor Barroso recibía al responsable de la Asociación de empresas de transporte internacional por carretera de Ucrania, que dio voz a tales preocupaciones. Conozco esta situación e informé de ella al señor Frattini hace un mes. Por el momento no he recibido ninguna respuesta. Sin embargo, creo que se trata de una cuestión importante. Es fundamental que el Parlamento y la Comisión examinen con atención el control de la aplicación de la política de visados.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves 29 de noviembre de 2007.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Alessandro Battilocchio (PSE), por escrito. – (IT) La parálisis que rodea al Tratado Constitucional también revierte en el sector del turismo que, según el enfoque objeto de debate, debería ser objeto de una política comunitaria. En estos años, los Estados miembros han desarrollado estrategias vinculadas a la oferta turística que han permitido, en general, potenciar el conjunto de este sector en el marco de las situaciones socioeconómicas de los 27 Estados miembros. Ha aumentado el número de turistas, se han realizado inversiones, ha aumentado la necesidad de personal, y todo ello ha tenido efectos evidentemente positivos en términos de empleo. Sin embargo, por el momento las instituciones comunitarias carecen de un plan claro y de conjunto. Está aumentando la competencia entre países y están surgiendo claramente nuevas e importantes ofertas en diferentes partes del mundo. En este contexto, Europa debe mostrarse a la altura de las circunstancias. En otras palabras, debe afrontar y superar con éxito los graves desafíos que se perfilan en el horizonte.

 
  
MPphoto
 
 

  Zita Gurmai (PSE), por escrito. – (HU) La globalización, los cambios demográficos y el aumento del transporte están contribuyendo rápidamente al aumento del turismo, que ofrece enormes oportunidades para el crecimiento y la creación de empleo. El turismo contribuye actualmente en aproximadamente un 4 % al PIB de la UE y de forma indirecta en más del 10 %, y ofrece alrededor del 12 % del empleo.

El turismo promueve el entendimiento mutuo y el desarrollo de una identidad europea y, a través de las relaciones entre grupos sociales, económicos y culturales, fomenta también el diálogo entre las culturas. El establecimiento de un modelo para el turismo europeo es fundamental para la Unión, ya que se debe basar en valores vinculados a la calidad y la sostenibilidad de los objetivos relativos al turismo, así como el acceso igualitario para todos.

Se debe promover activamente la simplificación de las normas, la armonización de las políticas que afectan al turismo y la ampliación del uso de los instrumentos financieros europeos existentes. El desarrollo del turismo debe ser sostenible y debe respetar las comunidades locales y la protección del medio ambiente. Para ello, necesitamos un marco de apoyo y una estructura efectiva que dé cabida a todas las partes interesadas, a escala regional y local, gracias a la cual se facilitará la asociación y un liderazgo efectivo. En relación con las medidas aplicadas para lograr los objetivos, debemos tomar en consideración los principios fundamentales de la subsidiaridad, que definen el reparto de las responsabilidades entre las partes interesadas.

 
  
MPphoto
 
 

  Zita Pleštinská (PPE-DE), por escrito. − (SK) Desde el punto de vista de un desarrollo sostenible e integrado a escala regional y local, el turismo tiene unas repercusiones considerables en la cohesión económica, social y territorial de la UE-27 y desempeña también in papel importante en la creación de empleo en las regiones europeas menos desarrolladas, lo que contribuye a eliminar las diferencias regionales. Por otra parte, aunque aún no ha sido posible desarrollar un enfoque transversal coherente en relación con el turismo a escala comunitaria, no podemos permitir que Europa pierda su cuota de mercado en este sector.

La Comisión, junto con los Estados miembros y las entidades regionales, deberían fomentar y apoyar financieramente nuevas formas de turismo, como el turismo ecológico, el agroturismo, el turismo social y el turismo terapéutico. Considero que éste es uno de los instrumentos para garantizar el desarrollo sostenible de las regiones, con especial hincapié sobre la protección del patrimonio natural y cultural y su conservación para las generaciones futuras.

El turismo debería recibir un mayor apoyo de las campañas informativas. Las PYME, en particular las que empiezan a trabajar en el sector del turismo, ofrecen nuevos productos turísticos o realizan actividades en nuevos lugares o sectores turísticos, deberían tener un mejor acceso a la información y ser capaces de beneficiarse de los programas de financiación europeos a través de los Fondos Estructurales.

También desearía destacar la necesidad de intercambiar la experiencia adquirida a través de los proyectos turísticos ya puestos en práctica, que ofrecen la oportunidad de aprender de los enfoques incorrectos adoptados en proyectos que no hayan tenido éxito y sirven para evitar cometer este tipo de errores en otras regiones europeas.

 
  
MPphoto
 
 

  Richard Seeber (PPE-DE), por escrito. – (DE) Los acontecimientos de los últimos años han puesto de manifiesto el hecho de que el turismo europeo, como cualquier otro sector económico, se encuentra muy influido por la situación mundial.

Para responder a este tipo de desafíos con éxito, es fundamental llevar a cabo una mayor coordinación de las políticas nacionales. Con arreglo al principio de subsidiaridad, los Estados miembros deben aprovechar las oportunidades existentes a escala comunitaria para reforzar sus políticas nacionales. De este modo, la UE puede realizar una contribución efectiva a la reducción de una burocracia cada vez mayor y la eliminación de los obstáculos existentes en el sector del turismo a través de la armonización. Nuestro propósito debe centrarse en hacer un uso eficiente de los recursos disponibles y utilizar todas las oportunidades a nuestro alcance para crear sinergias con vistas a promover la competitividad de la UE a escala mundial y crear más empleos.

En este contexto, cabe destacar la importancia de la simplificación de los procedimientos de visado y la reducción de los costes de los visados turísticos en todos los países de la UE.

También invito a la UE a adoptar unos niveles de calidad uniformes en lo que se refiere al alojamiento hotelero en Europa con vistas a mejorar la transparencia y, al mismo tiempo, reforzar los derechos de los consumidores. Lo anterior, sin embargo, no debe conducir a un empeoramiento de los niveles de calidad nacionales, sino que debería transmitir un mensaje importante a los consumidores. La UE debe utilizar las oportunidades a su alcance para ofrecer un apoyo activo a los Estados miembros en este contexto sin menoscabar las competencias nacionales existentes.

 

23. Ayuda macrofinanciera al Líbano (debate)
MPphoto
 
 

  Presidenta. − El siguiente punto es el informe de Kader Arif, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre la propuesta de Decisión del Consejo por la que se concede ayuda macrofinanciera de la Comunidad al Líbano (COM(2007)0476 – C6-0290/2007 – 2007/0172(CNS)) (A6-0452/2007).

 
  
MPphoto
 
 

  Günter Verheugen, Miembro de la Comisión. − (DE) Señora Presidenta, Señorías, me gustaría dar las gracias al Parlamento por el apoyo prestado a la propuesta de la Comisión del pasado mes de agosto. Tal como el ponente, el señor Arif, subraya en su informe, el Líbano se encuentra en una situación muy difícil tanto política como económicamente. Necesita ayuda financiera urgentemente. Con esta ayuda macrofinanciera, la Unión Europea cumple el compromiso contraído en la conferencia internacional de donantes el pasado mes de enero en París, en la que acordamos conceder ayuda financiera al Líbano.

Como saben, la puesta en marcha de la ayuda financiera se encuentra rodeada de incertidumbres considerables debido a una crisis política y constitucional aún no resuelta. No obstante, la Comisión mantiene su compromiso de completar todos los procedimientos internos necesarios de forma que las operaciones de ayuda puedan aplicarse tan pronto como las circunstancias lo permitan.

Nuestras conversaciones con las autoridades libanesas sobre las condiciones políticas que se han de asociar al programa están llegando a su fin y les puedo asegurar que tales condiciones se ajustarán plenamente al Plan de acción UE-Líbano establecido en el marco de la política europea de vecindad, así como al programa de reformas económicas a medio plazo de las autoridades libanesas. Naturalmente, utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para reducir al mínimo, en la medida de lo posible, el riesgo de fraude, corrupción y abusos financieros, tal como se pide en el proyecto de informe.

Cabe señalar al respecto que el ponente propone diferentes enmiendas a la propuesta de la Comisión. Examinaremos tales enmiendas cuidadosamente y transmitiremos nuestra opinión al Consejo. No obstante, les puedo decir que no formularemos ninguna objeción a la mayoría de las enmiendas sobre las disposiciones jurídicas en sí.

La Comisión es consciente de que, en el marco de las audiencias acerca de la nueva ayuda financiera, se pidió al Parlamento que respondiese en un plazo muy breve de tiempo. El calendario para todas las instituciones implicadas ha sido estrecho debido a la naturaleza específica de esta ayuda financiera como instrumento de crisis.

Sin embargo, con vistas a mejorar la situación y mejorar la cooperación con la Comisión de Comercio Internacional, la Comisión se compromete en el futuro a informar a la Secretaría de esta comisión de forma sistemática y con la debida antelación de cualesquiera nuevas transacciones de ayuda financiera a través de un memorándum informativo tan pronto como se prevea la concesión de una nueva ayuda financiera.

 
  
MPphoto
 
 

  Kader Arif, ponente. − (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, me complace poder presentarles hoy este informe en relación con la asignación de ayuda macrofinanciera al Líbano, testimonio del compromiso de la Unión Europea para ayudar a este país a recuperarse de las crisis sucesivas por las que ha atravesado.

El Líbano es hoy uno de los países más endeudados del mundo, con una deuda equivalente al 180 % de su PIB. Las repercusiones de la guerra civil entre 1975 y 1990, así como el conflicto del verano de 2006 con Israel, la inestabilidad política crónica y una política económica a la deriva han conducido al país a una grave crisis económica, financiera y social. La realidad de esta situación exige una acción urgente.

Sin embargo, los fondos vinculados a la adopción, en enero de 2007, del Plan de acción UE-Líbano en el marco de la política europea de vecindad no estarán disponibles hasta 2009. La ayuda macrofinanciera excepcional que nos disponemos a adoptar colmará esa laguna y tendrá repercusiones inmediatas sobre la hacienda pública y la balanza de pagos del Líbano, siempre que las operaciones de ayuda se apliquen sin demora. Tal ayuda adoptará la forma de una subvención de 30 millones de euros y un préstamo de 50 millones de euros para apoyar al Gobierno libanés en su reconstrucción posterior a la guerra y su continuación de la reactivación económica del país.

Mi informe aprueba completamente la necesidad de asignar esta ayuda financiera al Líbano. No obstante, recoge también una serie de enmiendas a la propuesta del Consejo en aras de la claridad y la transparencia.

Recordemos, sobre todo, que esta ayuda debe ser estrictamente complementaria de las financiaciones existentes concedidas por las instituciones de Bretton Woods, el Club de París, los donantes bilaterales y la Comunidad de conformidad con otros programas. Al mismo tiempo, esta ayuda debe ser coherente con relación a los distintos ámbitos de la acción exterior y garantizar el valor añadido del compromiso comunitario.

Por otra parte, el Consejo deberá también tomar en consideración explícita y públicamente las recomendaciones del Parlamento en relación con los criterios y condiciones vinculados a la concesión de la ayuda, a saber, la mejora de la transparencia y la viabilidad de la hacienda pública, la aplicación de prioridades macroeconómicas y presupuestarias, la aplicación de las disposiciones correspondientes con el fin de suprimir los riesgos de fraude, corrupción y utilización incorrecta de los fondos, el reparto de la ayuda con arreglo a un justo equilibrio entre los gastos de posguerra, la reconstrucción, la deuda excesiva y las necesidades sociales de la población y la plena conformidad con las normas internacionales en materia de democracia, respeto de los derechos humanos y los principios fundamentales del Estado de Derecho. La ayuda concedida al Líbano debe acompañarse de la realización de progresos concretos para la consecución de los objetivos mencionados, que se recogerán en un protocolo de acuerdo elaborado conjuntamente con las autoridades libanesas.

Además del trabajo de fondo realizado sobre el texto, me gustaría mencionar también las dificultades surgidas en relación con la elaboración práctica de este informe debido a la urgencia exigida. Por este motivo, en relación con cualquier otra decisión futura que se refiera a la concesión de ayuda macrofinanciera, será necesario que la Comisión y el Consejo nos concedan un plazo de respuesta mucho mayor. Para que el Parlamento realice su trabajo de forma satisfactoria es indispensable que pueda disponer de una mejor información en tiempo útil. En este sentido, la puesta en marcha de un sistema de alerta temprana por parte de la Comisión garantizaría un tratamiento más rápido de los asuntos en cuestión por la comisión parlamentaria competente y evitaría retrasos inútiles que podrían tener consecuencias negativas para el beneficiario final de la ayuda financiera. La calidad y la coherencia de nuestro trabajo, así como la calidad de nuestra cooperación con las otras instituciones dependen en gran medida de lo anterior.

En línea con las anteriores resoluciones del Parlamento, me gustaría insistir también sobre el hecho de que un instrumento tan importante no se puede considerar únicamente excepcional. Debe descansar sobre una base jurídica normal y no sólo sobre una decisión ad hoc del Consejo tomada caso por caso. Es necesario un reglamento marco sobre la ayuda macrofinanciera, establecido mediante el procedimiento de codecisión, para reforzar la transparencia, la responsabilidad, el control y los mecanismos de información.

Por consiguiente, debemos entablar rápidamente un diálogo interinstitucional acerca del fundamento jurídico más adecuado para este tipo de instrumento. En el caso de la ayuda macrofinanciera al Líbano, uno de los países incluidos en la política europea de vecindad y al que se considera país en desarrollo, estimamos que la base jurídica de esta medida debería ser el artículo 179 y no el 308 del Tratado CE.

Justamente porque el Líbano es un país en desarrollo, el Parlamento insiste sobre la necesidad de no descuidar el aspecto social de las reformas que el Gobierno libanés deberá emprender. Según el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cerca del 24 % de los libaneses vive en condiciones de extrema pobreza y un 52 % es «población desfavorecida». Además, el analfabetismo afecta a cerca de un 9 % de la población, menos de un tercio de la población acaba la enseñanza primaria y sólo un 13 % de los libaneses alcanza el nivel universitario.

A pesar de ello, cabe destacar que la cuestión social no está en el centro del debate político libanés, y el ámbito social de las reformas previstas es muy limitado en relación a los aspectos económicos y financieros. Así, encontrar un justo equilibrio entre los gastos, especialmente los dedicados a la educación y a la formación, redunda, como ya he mencionado, en interés del Líbano y sus socios. Asimismo, es necesario considerar que las desigualdades sociales persistentes pueden tener graves consecuencias económicas y políticas que prolongarían la inestabilidad del país.

 
  
MPphoto
 
 

  José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores. − (ES) Señora Presidenta, el Líbano está viviendo una situación de extrema gravedad y de enorme tensión, y es evidente que hay que encontrar salidas a la crisis institucional que está viviendo ese país. Con ese propósito, un grupo de trabajo de la Comisión de Asuntos Exteriores visitará la semana que viene el país, para hacer lo que ha hecho siempre este Parlamento: dar testimonio de la solidaridad de nuestra institución con la causa de la paz, de la comprensión, de la concordia, de la reconciliación y de la consolidación democrática en ese país.

Y precisamente en ese propósito se inscribe el informe del señor Arif sobre esta asistencia macrofinanciera para el Líbano. Quiero decirle que desde la Comisión de Asuntos Exteriores no hemos querido entrar en excesivas technicalities, habida cuenta de la situación, como he dicho, de extrema gravedad y de tensión que se está viviendo en el Líbano para la sucesión del Presidente Lahoud. En ese sentido, evidentemente, sí hemos querido que se respeten claramente las competencias del Parlamento como brazo de la autoridad presupuestaria, la máxima claridad y transparencia, como estaba proponiendo el ponente y, desde luego, un respeto a un destino correcto y eficaz, evitando toda fórmula de corrupción, como ha señalado el Comisario Verheugen en su intervención.

En este sentido, entendemos que esta ayuda macrofinanciera se sitúa en el espíritu del acuerdo de asociación, o de la asociación entre la Unión Europea y los países del Mediterráneo, en el futuro marco de la política de vecindad y, por supuesto, dentro de las obligaciones contraídas en el contexto de los acuerdos de la Conferencia para la Reconstrucción y Rehabilitación del Líbano de París III y en el espíritu de los acuerdos contraídos con las instituciones internacionales.

 
  
MPphoto
 
 

  Esko Seppänen, ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos. − (FI) Señora Presidenta, como ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos, observo con satisfacción que la comisión competente ha adoptado las enmiendas que presentamos. Cabe destacar la audacia de la propuesta de la Comisión sobre la introducción de un nuevo concepto denominado «periodo de puesta a disposición» de la ayuda, y su interpretación de que la vigencia de un acto jurídico podría prorrogarse simplemente mediante el procedimiento de comitología. La Comisión sólo es un órgano ejecutivo y no puede desempeñar una función legislativa. En efecto, esta institución se convertiría en legislador si pudiese adoptar decisiones acerca de la duración de la ayuda financiera.

En la Comisión de Presupuestos observamos con satisfacción que la comisión competente ha adoptado una posición positiva en relación con nuestra propuesta de modificación del fundamento jurídico, aunque tal modificación se llevará a cabo en relación con futuras propuestas de ayuda macrofinanciera. Consideramos que el artículo 179 del Tratado CE constituye un fundamento jurídico más adecuado, y no el artículo 308, más general, utilizado en este caso. Esperamos que la Comisión y el Consejo tomen en consideración en el futuro este mensaje del Parlamento.

 
  
MPphoto
 
 

  Tokia Saïfi, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (FR) Señora Presidenta, el actual vacío institucional en el Líbano constituye una grave amenaza para el país y para el conjunto de la región. Con un Parlamento que no funciona, sus diputados preocupados por su seguridad, un gobierno desestabilizado y una economía paralizada, el Líbano debe hoy encontrar los medios necesarios para salir de la crisis en la que se encuentra sumido. Por otra parte, la Unión Europea debe permanecer alerta ahora más que nunca para apoyar a su vecino y amigo.

La ayuda macrofinanciera propuesta hoy por la Unión Europea se acoge, pues, con mayor satisfacción que nunca. Esta ayuda excepcional y limitada en el tiempo, dirigida a mejorar la situación presupuestaria de un país cuyos esfuerzos para reducir la carga de la deuda fueron destruidos por el mortífero conflicto del verano de 2006, se inscribe plenamente en el marco de la política europea de vecindad y la asociación euro-mediterránea. No se trata, pues, de una forma tradicional de ayuda, ya que tal ayuda presupuestaria permitirá reforzar la soberanía y la independencia política y económica del Líbano. Naturalmente, la ayuda deberá someterse a un mecanismo de control contra el fraude a fin de garantizar una mayor transparencia en la gestión y el desembolso de los fondos.

Por otra parte, también deberemos mejorar la coordinación entre las instituciones que trabajan en la reconstrucción del país. Debemos aplicar el instrumento de vecindad, las medidas del FMI y las acciones del Mecanismo Euromediterráneo de Inversión y Cooperación (FEMIP) de forma coherente para garantizar una ayuda eficaz y sostenible. La Conferencia de Annapolis abre ahora una pequeña ventana de esperanza y el Líbano debe seguir siendo un elemento clave de la paz y la estabilidad de la región.

 
  
MPphoto
 
 

  David Martin, en nombre del Grupo del PSE. – Señora Presidenta, acojo con satisfacción el informe del señor Arif. Se trata, como cabría esperar del ponente, de un informe bien fundamentado y equilibrado.

Sin embargo, lamento que, de nuevo, la UE tenga que hacerse cargo de la factura resultante de la propensión de Israel, en Oriente Próximo, a arrojar bombas primero y preocuparse de las consecuencias después.

Es cierto que el Líbano atravesaba dificultades económicas antes de que estallara el conflicto con Israel durante el verano de 2006 pero dicho conflicto ha sido, acaso, la gota que ha colmado el vaso. El Líbano, como afirma el señor Arif, es en la actualidad uno de los países más endeudados del mundo y, según indica el PNUD, casi uno de cada cuatro libaneses vive en una situación de miseria absoluta.

Tenemos en el Líbano, pese a los problemas a los que se enfrenta, un gobierno resuelto a lograr la estabilidad económica. En dicha situación, es correcto que estemos dispuestos a facilitar ayuda macrofinanciera que contribuya a dicha recuperación. El señor Arif defiende acertadamente que se apliquen mecanismos de garantía que aseguren la formulación de políticas adecuadas para combatir la corrupción y excluyan la posibilidad de que se abuse de la financiación. El mecanismo adecuado para lograr dicho fin consiste en la absoluta transparencia en la concesión y el gasto de los fondos, el control adecuado de dicho gasto y la evaluación a posteriori de las medidas adoptadas.

El Líbano, como ha indicado la Comisión, se ha convertido en uno de los países asociados a la UE en el marco de la Política Europea de Vecindad. Los fondos procedentes de dicha política no estarán disponibles hasta 2009 o 2010, pero, cuando lo estén, espero que la UE contribuya a las reformas sociales y económicas del Líbano. Entretanto, la ayuda macrofinanciera puede resultar decisiva para ayudar al Líbano a superar su problema de endeudamiento y aportar estabilidad a su gobierno. Por consiguiente, le brindo mi apoyo.

 
  
MPphoto
 
 

  Bogusław Sonik (PPE-DE).(PL) Señora Presidenta, el debate de hoy versa sobre la ayuda macrofinanciera al Líbano. Este país se encuentra inmerso en la crisis económica y política más grave desde el final de la guerra en 1990. Esta Cámara ha escuchado cómo muchos expertos independientes sobre los problemas de Oriente Próximo afirmaban que la Unión Europea debería apoyar activamente a las autoridades democráticas del Líbano.

El Líbano se encuentra en un momento especialmente importante. Se encuentra en una fase en la que los últimos fantasmas de la guerra podrán por fin descansar en paz. Sin embargo, existe el riesgo de que vuelvan a estallar los antiguos conflictos. Por consiguiente, debemos utilizar los instrumentos con los que contamos y desempeñar un papel activo de mediación para contribuir a resolver los conflictos internos del Líbano. El conflicto entre Israel y el Líbano causó enormes daños en un país que acababa de lograr, con grandes dificultades, la reconstrucción de sus infraestructuras tras veinte años de guerra. El conflicto también tuvo unas repercusiones negativas sobre las relaciones sociales en el Líbano, ya que contribuyó al impulso de las fuerzas radicales, lo que volvió a sumir a las comunidades del Líbano en un conflicto interno.

El Líbano necesita tiempo para volverse a estabilizar. Necesita también la mediación de todas las partes. La asistencia financiera concedida por la Unión Europea y otros países e instituciones ofrecerá al país la oportunidad de volver a la vía de las reformas. Aunque la reforma es un proceso que lleva su tiempo, gracias a ella el Líbano se convertirá en un país política, social y económicamente estable.

Acojo con satisfacción la iniciativa de la Comisión y el hecho de que los diputados de esta Cámara hayan aceptado la cuestión de la ayuda macrofinanciera. Ello nos permitirá transmitir un mensaje a la población del Líbano que les garantizará que la Unión Europea se considera su socio. Por consiguiente, me gustaría dar las gracias al ponente por haberse esforzado tan hábilmente por lograr la participación del Parlamento en el proceso de toma de decisiones en relación con la concesión de ayuda al Líbano. Por último, debemos recordar que la reconstrucción del Líbano redunda tanto en el interés de la población del país como en el nuestro propio.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves 29 de noviembre de 2007.

 

24. Comercio y cambio climático (debate)
MPphoto
 
 

  Presidenta. − El próximo punto es el informe de Alain Lipietz, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre comercio y cambio climático (2007/2003(INI)) (A6-0409/2007).

 
  
MPphoto
 
 

  Alain Lipietz, ponente. (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, este informe, que se presenta justo antes de la Conferencia de Bali, es relativamente importante.

Como todos sabemos, el comercio internacional se desarrolla dos veces más rápidamente que el producto mundial bruto. Este desarrollo conduce al crecimiento del sector de los transportes, uno de los que más gases de efecto invernadero producen. Además, permite el traslado de la actividad productiva, que puede optimizar el uso de la mano de obra y los costes salariales, pero, como no internaliza los costes de los gases de efecto invernadero producidos por esta división del trabajo, puede acelerar la producción de este tipo de gases y el cambio climático.

Por poner un ejemplo con algunas cifras, consideremos el transporte por barco, capaz de transportar cuarenta veces más carga que el transporte por avión, pero que produce solamente el doble de gases de efecto invernadero, y, sin embargo, las mercancías se transportan por avión para optimizar el ciclo productivo. Por consiguiente, creo que después del informe Stern y los cuatro informes el grupo intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC), deberíamos ser conscientes de que es mejor esperar medio día o incluso tres días la llegada de las mercancías a su destino, en lugar de destruir el clima a un precio que el informe Stern estima en 5 billones de USD.

El informe que se presenta, además de reconocer lo anterior, intenta ofrecer alguna alternativa. Ciertamente, existen ciertas posibilidades en relación con el transporte. En este sentido, nos felicitamos por la reciente votación celebrada sobre la inclusión del sector de la aviación en el sistema europeo de cuotas. El informe invita a una reflexión sobre la organización industrial que reduzca la escala geográfica de los circuitos productivos —a favor de una producción más cerca del consumidor final— y realiza algunas propuestas sobre el comercio propiamente dicho de los bienes ambientales.

Proponemos, tanto en el marco de la OMC como en el contexto de los acuerdos bilaterales o birregionales —es decir, todos los acuerdos que negociamos en este momento— dar prioridad a la evaluación de los efectos sobre el cambio climático en las evaluaciones de los efectos medioambientales de tales acuerdos, así como a una reducción considerable de todas las barreras arancelarias y no arancelarias —y pensamos concretamente en los derechos de propiedad intelectual— que obstaculizan el comercio de bienes y servicios ecológicos, que son los que pueden reducir la producción de gases de efecto invernadero.

A falta de los acuerdos birregionales que actualmente negocia Europa, todo ello debe desarrollarse, naturalmente, en el marco más multilateral posible, preferentemente en la OMC. Pero no podemos excluir la posibilidad de que, después de 2012, en el primer periodo después de Kyoto, la humanidad haya alcanzado un acuerdo unánime en relación con la lucha contra el cambio climático. En ese caso, las decisiones adoptadas por Europa para liderar la lucha contra el cambio climático podrán perjudicar a algunos de sus sectores. Sin embargo, no a todos ellos. En muchos casos, el liderazgo en el sector de la lucha contra el cambio climático garantizará una ventaja competitiva. En algunos casos, y pienso concretamente en la industria cementera, ello puede acarrear enormes problemas e incluso conducir a la realización de transportes inútiles para evitar pagar impuestos ecológicos. En este caso, tras haber agotado todas las posibilidades de acuerdos multilaterales, proponemos la aplicación del artículo 20 del GATT, es decir, el establecimiento de tasas compensatorias en las fronteras para restablecer una competencia justa.

Éstas son las principales propuestas que quería presentar a sus Señorías.

 
  
MPphoto
 
 

  Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señora Presidenta, Señorías, agradecemos la iniciativa de la Comisión de Comercio Internacional en relación con el tratamiento de las cuestiones relativas al comercio y el cambio climático.

El informe de Alain Lipietz es una fuente útil de ideas y propuestas. Nos complace este informe porque reconoce la relación que existe entre los diversos aspectos de las negociaciones.

El cambio climático es una cuestión muy seria que, fundamentalmente, afecta a todos los sectores, incluido el del comercio. Debemos esforzarnos por definir una política coherente y de apoyo recíproco. La Unión Europea tiene por objeto facilitar el comercio, garantizar su viabilidad y también su contribución a otras políticas, como la política sobre cambio climático.

Acogemos con satisfacción el hecho de que el informe reconozca las perspectivas de negociación sobre bienes y servicios ambientales. Consideramos que ello constituye una contribución importante del comercio al logro de los objetivos en materia de cambio climático. Esperamos que se realicen progresos sobre esta cuestión durante la actual ronda de negociaciones comerciales multilaterales para el Programa de Doha para el Desarrollo. Nos complace el reconocimiento de la necesidad de conceder el estatuto de observador a las secretarías de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMUMA) en todas las reuniones de la OMC, algo que hemos intentado lograr para la actual ronda de negociaciones sobre el comercio. También nos complace el reconocimiento de la contribución que pueden realizar nuestros nuevos acuerdos de libre comercio a las cuestiones relativas al cambio climático a través de la inclusión de disposiciones especiales.

Los lazos existentes entre las oportunidades de acceso a los nuevos mercados, es decir, a un mayor volumen de flujos comerciales, y las políticas en materia de cambio climático son evidentes.

Las políticas medioambientales ofrecen un poderoso incentivo para la innovación tecnológica y promueven los resultados económicos. Los datos científicos y económicos muestran muy claramente que los beneficios de la contención del cambio climático superan el coste de las políticas de reducción.

La adopción de otras medidas para luchar contra el cambio climático podría resultar en ventajas competitivas significativas para los productores en países donde se limitan las emisiones de carbono, ya que —junto con otras políticas— tal limitación conducirá a un menor consumo de recursos valiosos y a la innovación tecnológica respetuosa con el medio ambiente, para la que las oportunidades de acceso a los mercados están aumentando. De este modo, llegaremos a una situación de la que todos se beneficiarán, tanto en términos competitivos como medioambientales. Debemos seguir buscando nuevas oportunidades para reforzar la contribución positiva realizada por la política comercial a la lucha contra el cambio climático.

Observo que el informe incluye en este contexto las cuestiones de los créditos a la exportación, la eliminación gradual de las subvenciones con repercusiones negativas sobre el clima y el refuerzo y la ampliación del acceso al mercado de la inversión directa extranjera. Todas ellas son cuestiones interesantes que podemos examinar con mayor detalle.

También debemos continuar con nuestros esfuerzos sobre los criterios de sostenibilidad en relación con los productos forestales, la deforestación y la tala ilegal de árboles.

Para terminar, permítanme volver a dar las gracias por esta valiosa contribución al debate sobre el cambio climático en un momento muy importante, cuando sólo faltan algunos días para el comienzo de la Conferencia de Bali sobre el cambio climático, que esperamos que ofrezca la motivación necesaria para negociar un acuerdo internacional para el periodo posterior a 2012.

 
  
MPphoto
 
 

  Jens Holm, ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. (SV) Señora Presidenta, ha llegado el momento de que el comercio mundial asuma su responsabilidad en relación con el clima. Desde 1990 el comercio mundial ha crecido exponencialmente. ¿Cuál es el resultado de tal crecimiento desde el punto de vista del clima? Naturalmente, el aumento del transporte y las emisiones. ¿Resulta razonable, por ejemplo, que los ganaderos de la UE importen millones de toneladas de soja de Brasil para la industria cárnica europea, o que el pescado capturado en Noruega se mande a China para su fileteado y de vuelta a Europa para su conservación? ¡Por supuesto que no!

Nuestra excelente opinión nos ofrece la oportunidad de emprender medidas concretas para abordar este problema. Pedimos la inclusión de los costes ambientales en el transporte. Queremos difundir las tecnologías ecológicas entre los países en desarrollo, por ejemplo, modificando sustancialmente las normas sobre patentes y derechos de propiedad intelectual. Queremos que se supriman las subvenciones a la producción de energía sucia. Deseamos que se establezca la certificación ambiental obligatoria de los biocarburantes y que todos los acuerdos comerciales se evalúen desde el punto de vista del clima. Todos éstos son sólo algunos ejemplos extraídos de este excelente informe. Si logramos todo lo anterior, podremos garantizar que el comercio mundial se convierte en parte de la solución y deja de ser parte del problema.

 
  
MPphoto
 
 

  András Gyürk, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (HU) Muchas gracias, señora Presidenta. Señor Comisario, Señorías, los lazos que unen a las dos cuestiones examinadas en el presente informe son muy evidentes y los vínculos entre ciertas formas de comercio y el cambio climático lo son todavía más. Es indiscutible que un intenso comercio internacional tiene muchas repercusiones negativas, entre ellas el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y la reducción de los hábitats de las plantas que absorben los gases de efecto invernadero. A pesar de todo ello, estoy convencido de que el libre comercio no tiene sólo consecuencias negativas sobre el medio ambiente. La difusión del comercio y la división internacional del trabajo aumentan la eficiencia de la producción por encima de sus efectos negativos. Ello puede conducir a un menor consumo total de fuentes de energía.

Permítanme, en calidad de ponente de la Comisión de Industria, destacar tres ideas en este sentido de la opinión preparada por nuestra comisión. En primer lugar, resulta fundamental eliminar lo antes posible las barreras comerciales para las tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Ello requerirá que la Unión Europea adopte un papel activo en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático.

En segundo lugar, debemos procurar que el precio de los productos en el futuro refleje las consecuencias negativas que no son del todo evidentes, como las consecuencias negativas para el medio ambiente.

En tercer y último lugar, creemos que un análisis debidamente detallado de la relación entre el comercio y el cambio climático redunda en el interés de la Unión Europea, sobre todo porque Europa puede liderar la exportación de productos y servicios ecológicos a todo el mundo.

Señorías, tal como se desprende de lo anterior, los miembros de la Comisión de Industria opinan de forma unánime que la supresión de las barreras administrativas al comercio y las medidas de lucha contra el cambio climático sólo pueden realizarse mediante la cooperación internacional más amplia posible. Los debates en comisión nos han convencido de que, en relación con el cambio climático, el comercio constituye un problema, pero también es parte de la solución. Muchas gracias, señora Presidenta.

 
  
MPphoto
 
 

  Georgios Papastamkos, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (EL) Señora Presidenta, Señorías, la Unión debe liderar —y en gran medida ya lo hace— la adopción de políticas respetuosas con el medio ambiente. En este sentido, su propia contribución, señor Dimas, ha sido significativa. La adaptación de todas las estrategias sectoriales a unos modelos de desarrollo sostenibles constituye, en cualquier caso, uno de los principales objetivos en materia de reglamentación.

Se considera que el aumento del comercio internacional contribuye al desarrollo económico mundial y beneficia tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo. El rápido crecimiento del volumen de los flujos comerciales transfronterizos, no obstante, resulta problemático para la política en materia de clima. El informe que debatimos hoy trata de los límites de la relación de cooperación o de oposición existente entre el sistema de comercio mundial y las políticas sobre cambio climático. Desafortunadamente, en el informe se observa un desequilibrio entre el componente comercial y el medioambiental. El rápido desarrollo del comercio internacional debería tratarse exclusivamente como un factor que tiene repercusiones negativas sobre el medio ambiente. Además, la adopción de las políticas sobre el clima no es, en sí misma, suficiente; es necesario contar con un plan general coherente que recoja las prioridades respetuosas con el medio ambiente en las políticas de transporte, comercio, industria, energía y agricultura. En cualquier caso, el esfuerzo únicamente de la Unión Europea no basta para luchar contra el cambio climático. La Unión debe seguir liderando el establecimiento de modelos de protección social y ambiental que, por otra parte, debe promover en sus relaciones comerciales con los países fuera de sus fronteras.

Señorías, la propuesta de resolución contiene algunas cuestiones fundamentales. El Grupo del Partido Popular Europeo (Democratacristianos) y los Demócratas Europeos ha establecido que el voto a favor de la propuesta debería depender del resultado de la votación sobre tales cuestiones.

 
  
MPphoto
 
 

  David Martin, en nombre del Grupo del PSE. – Señora Presidenta, cuando se trata la cuestión del cambio climático suele considerarse que el comercio forma parte del problema y es cierto que, simple y llanamente, no es posible justificar cierto tipo de comercio. Enviar gambas escocesas a Tailandia para que las pelen y las remitan de vuelta a Escocia constituye un absurdo y un despilfarro de energía. Sin embargo, tal como se demuestra en el bien fundamentado informe del señor Lipietz, el comercio puede ser asimismo una parte de la solución. Me limitaré a exponer tres breves ejemplos.

En primer lugar, el establecimiento de unas rigurosas normas de eficiencia energética en Europa para electrodomésticos tales como frigoríficos, lavavajillas, microondas, etc., no sólo puede deparar una reducción de las emisiones de CO2 aquí, sino que, asimismo, puede crear las condiciones para que se impongan unas normas más rigurosas en otros lugares. Por ejemplo, una única fábrica ubicada en China produce el 80 % de los microondas del mundo. Se antoja improbable que se desee producir con arreglo a una norma para Europa y de conformidad con otra para el resto del mundo o, incluso, en este caso, para su mercado doméstico.

Un segundo ejemplo citado por la Comisión de Industria lo constituyen los productos «verdes» o, haciendo uso de su nombre correcto, los bienes y servicios medioambientales. Si eliminamos los derechos de aduana relativos a los bienes y servicios medioambientales, podremos fomentar el comercio de productos que ayuden a que los terceros países atenúen su huella de carbono, tales como la exportación de generadores energéticamente eficientes, la tecnología asociada a la energía producida por las olas y los paneles solares. Tomemos de nuevo el ejemplo de China. Este país está aumentando anualmente su capacidad de generación de electricidad en una magnitud equivalente a la capacidad de generación total del Reino Unido. A todas luces, el animar a China a que emplee las tecnologías más modernas y eficientes podría revestir gran importancia para que el país pueda seguir creciendo sin que su huella de carbono aumente de manera proporcional.

Un tercer y último ámbito se referiría a facilitar que los consumidores elijan con conocimiento de causa los productos que compran a través de la transmisión de información clara sobre la huella de carbono de cada producto. Sin embargo, debemos ser cautelosos a la hora de garantizar que la información se calcule y se presente adecuadamente. Las etiquetas sobre el kilometraje recorrido por los productos («food miles») que se emplean en algunos supermercados británicos son insatisfactorias y pueden transmitir una información engañosa. La huella de carbono de las flores procedentes de Kenia, por ejemplo, es mucho menor que la de las cultivadas en los Países Bajos, pero una lectura rápida de la etiqueta podría dar lugar a una conclusión distinta.

 
  
MPphoto
 
 

  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk, en nombre del Grupo UEN.(PL) Señora Presidenta, tomo la palabra en nombre del Grupo de la Unión por la Europa de las Naciones en este debate sobre las repercusiones el comercio mundial sobre el cambio climático para llamar la atención sobre las siguientes cuestiones:

En primer lugar, como líder mundial de los esfuerzos para combatir el cambio climático, la Unión Europea pide una reducción de entre el 25 y el 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020. Cabe recordar, no obstante, que si la Comisión Europea logra esta reducción de las emisiones principalmente como resultado únicamente de su actuación, con una escasa contribución de los demás países, su desarrollo económico puede verse amenazado.

En segundo lugar, las empresas sometidas a diversas restricciones en Europa en el marco de sus esfuerzos por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no pueden seguir compitiendo con las empresas de otros países en los que no se aplican tales restricciones. Muchos sectores y tipos de producción han dejado de existir en Europa debido a la competencia desleal de algunos productores del Sudoeste asiático y América del Sur.

En tercer lugar, tras la introducción de restricciones excesivas a las emisiones de gases de efecto invernadero en el territorio de la Unión Europea, hemos sido testigos del traslado de muchas industrias fuera de Europa, donde no existen tales restricciones. Como resultado de lo anterior, muchos puestos de trabajo Europeo podrían perderse para siempre.

En cuarto lugar, si no se alcanza un acuerdo a escala mundial sobre la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero y la Unión Europea sigue adelante ella sola, se deberían establecer tasas compensatorias en las fronteras de la Unión. Lo anterior debería aplicarse especialmente a los sectores en los que la competencia se vea ya gravemente afectada porque los costes de fabricación no hayan tenido en consideración los costes ambientales. En la medida de lo posible, también se debería tener en cuenta el aspecto climático del comercio en los acuerdos comerciales bilaterales entre la Unión Europea y terceros países.

Además, se deberían aplicar las mismas disposiciones a las iniciativas empresariales que reciben el apoyo del Banco Europeo de Inversiones. En relación con la ayuda a diferentes tipos de empresas, las mismas directrices deberían también ser aplicadas por las agencias nacionales de cobertura del crédito a la exportación y las inversiones directas.

 
  
MPphoto
 
 

  Graham Booth, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señora Presidenta, Al Gore afirma que el debate sobre el calentamiento global ha concluido y que ha quedado demostrado, sin ningún género de duda, que la actividad humana es responsable del mismo.

Hace poco recomendé, en la comisión, que no se excluyera del debate la enorme influencia del Sol en el clima de la Tierra a lo largo de millones de años e indiqué que la sucesión de prolongadas eras glaciales, entre las que se intercalan breves periodos interglaciares, constituye la explicación más probable del fenómeno. Se me dispensó una acogida muy hostil.

Sin embargo, el presidente, señor Markov, insistió en la improcedencia de exigir la eliminación de una opinión que entra en conflicto con la ortodoxia vigente. Recordemos que, cuando Galileo declaró en el siglo XVII que la Tierra orbita alrededor del Sol, la Iglesia Católica amenazó con someterlo a tortura por haber osado contradecir el hecho aceptado de que la Tierra se halla en el centro del universo. Hubo que esperar hasta 1992 para que la Iglesia reconociera que Galileo tenía razón.

El único CO2 al que se refiere el debate sobre el calentamiento global es la cantidad insignificante que produce la combustión de carburantes fósiles. Dicha cantidad relativamente pequeña constituye la única aportación moderna y no habitual a las inmensas cantidades que producen todos los organismos vivos y toda la materia orgánica en descomposición, así como la actividad volcánica

Antes de arriesgarnos a arruinar las economías mundiales con la imposición de tasas sobre la emisión de carbono, les ruego reentablemos el debate y nos cercioremos con certeza absoluta de qué parte tiene la razón.

 
  
MPphoto
 
 

  Daniel Caspary (PPE-DE).(DE) Señora Presidenta, Señorías, en nuestro examen de este proyecto de informe nos deberíamos centrar en la cuestión principal, es decir, el comercio y el cambio climático.

Desafortunadamente, en su primer proyecto el ponente no ha logrado presentar propuestas positivas económica y socialmente compatibles en relación con el modo en que podemos abordar este problema. Desde mi punto de vista, la relación que propone el ponente en su informe entre la cuestión del comercio y la del transporte resulta demasiado confusa. El problema no reside en el comercio mundial ni en la división internacional del trabajo, ni tampoco en el hecho de que, gracias al comercio, las regiones que anteriormente eran pobres o que aún lo son estén experimentando un crecimiento económico. En absoluto. El problema, ciertamente, guarda relación con la falta de eficiencia del transporte, que no es respetuoso con el medio ambiente. El problema que debemos abordar se refiere al hecho de que, debido a la pobreza o el escaso nivel de prosperidad de algunas regiones del mundo, muchas personas y muchos países no pueden permitirse la protección climática necesaria y coherente en términos ecológicos y económicos.

Sólo podremos lograr que estas personas estén en disposición de adoptar medidas de protección del clima y el medio ambiente si integramos tales regiones en el comercio mundial. La lucha diaria por la supervivencia impide pensar en la protección climática o ambiental. Sólo a través de un comercio mundial que funcione bien podremos vender nuestras modernas tecnologías en todo el mundo y contribuir, por ende, a la protección del clima.

Éste es el motivo por el cual, desde mi punto de vista, necesitamos más comercio, no menos, para ofrecer una respuesta adecuada a los problemas del comercio y el cambio climático.

Por ello, doy las gracias a Georgios Papastamkos por haber introducido numerosas e importantes cuestiones en el debate en comisión, y también agradezco al Grupo ALDE que haya presentado diversas enmiendas que se dirigen en esta dirección para el Pleno de mañana.

Me gustaría concluir con una petición. Desafortunadamente, este informe incluye diversas cuestiones que desacreditan nuestra economía social de mercado. Deberíamos encontrar el modo de eliminar estas salidas de tono en contra de nuestro sistema económico, un sistema que ha llevado la prosperidad y la seguridad social a la vida de tanta gente. Agradecería que los grupos políticos pudiesen demostrar algo de creatividad en este sentido para que nuestro grupo pueda también votar a favor de este informe.

 
  
MPphoto
 
 

  Elisa Ferreira (PSE).(PT) Debo empezar felicitando al ponente por el exhaustivo trabajo realizado sobre una cuestión compleja, a saber, la relación entre el comercio y el cambio climático. Europa ha liderado a escala internacional la lucha contra el empeoramiento del cambio climático. Sin embargo, para resultar creíble y lograr los objetivos que se propone, debe reforzar la coherencia de sus diferentes políticas sobre esta cuestión. Concretamente, la política comercial europea, una de las políticas comunes más antiguas de la Unión, no debe ni puede olvidarse. La relación entre el medio ambiente y el comercio no es sencilla y no se ha examinado lo suficiente, especialmente en el seno de la Organización Mundial del Comercio.

En la Unión Europea, el cumplimiento de los objetivos en materia de cambio climático requiere un esfuerzo efectivo de reducción de las emisiones de carbono, que se refleja, a su vez, en las condiciones de producción y los respectivos costes de un número cada vez mayor de sectores productivos. Ha llegado el momento de preguntarnos si en un mundo de competencia global y ante el problema de la supervivencia del planeta tiene sentido que este esfuerzo de lucha contra el cambio climático se reduzca, por encima de todo, a un esfuerzo europeo. ¿Tendrá algún sentido que las emisiones de tantos sectores se trasladen del territorio europeo a otras zonas del mundo menos protegidas en términos ambientales? ¿La violación medioambiental puede ser una fuente legítima de competitividad? ¿Podemos aceptar que, en relación con los principales bienes objeto de comercio a escala mundial, existan normas diferentes de respeto medioambiental dependiendo de la zona del mundo en que se producen?

Creo que la respuesta a todas estas preguntas es que no. Es necesario encontrar un equilibrio entre el medio ambiente —incluido el clima— y el comercio que garantice un esfuerzo colectivo, proporcional y equitativo que no excluya a nadie, y mucho menos a los grandes socios comerciales mundiales. Se debe encontrar rápidamente un nuevo equilibrio entre el desarrollo de las amplias zonas empobrecidas del mundo y la supervivencia del planeta a través del diálogo, el respeto mutuo y la determinación frente a objetivos convergentes. Pero el esfuerzo debe ser global y, en este sentido, sólo cabe esperar que en diciembre en Bali este proceso dé comienzo de forma seria y comprometida.

 
  
MPphoto
 
 

  Stavros Arnaoutakis (PSE). – (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, ciertamente los intercambios comerciales a escala europea y mundial han aumentado de forma significativa en los últimos años. Aunque tal aumento promueve el desarrollo económico de las naciones, también tiene unas repercusiones significativas sobre el cambio climático. Permítanme por tanto que manifieste mi preocupación personal acerca de este problema. Debemos decidir el modo en que la política comercial puede contribuir positivamente a la solución del problema del cambio climático.

El objetivo fijado de una reducción del 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 es bastante ambicioso. Espero que podamos ganar esta apuesta, porque el coste si la perdemos será enorme. En este sentido, me gustaría subrayar la contribución del Comisario y darle las gracias por todas las iniciativas emprendidas y los esfuerzos realizados en esta dirección.

Debemos apoyar en mayor medida la transición a unos medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente, la promoción de una industria más respetuosa con el clima, el desarrollo de nuevas tecnologías y el establecimiento de medidas disuasorias en relación con las actividades que tengan repercusiones negativas sobre el clima, una cooperación efectiva entre las Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio y la Unión Europea, así como la consulta y la participación constantes de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el sector del medio ambiente. El Parlamento Europeo tiene que desempeñar un papel importante. Espero que los resultados de la Conferencia de Bali de diciembre transmitan los mensajes optimistas que todos deseamos.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves 29 de noviembre de 2007.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Eija-Riitta Korhola (PPE-DE), por escrito. – (FI) Para que la lucha contra el cambio climático sea efectiva, la integración de la política sobre el clima en todas las demás políticas resulta esencial. El informe que se examina constituye una aportación valiosa e inspira un debate muy necesario, a saber, la política comercial debe formar parte de la política climática debido al aumento de los gases de efecto invernadero a causa del crecimiento de la actividad comercial. Por un lado, la inclusión de la política comercial en la política climática resulta muy efectiva y, por consiguiente, puede ser parte de la solución.

En primer lugar, la política comercial desempeña un papel esencial en la promoción de tecnologías ecológicas. El comercio internacional es uno de los instrumentos más efectivos de la transferencia de tecnología. El papel de la Organización Mundial del Comercio es importante, ya que resulta fundamental eliminar las barreras arancelarias para los bienes ecológicos y mejorar las normas sobre la propiedad intelectual. Por otro lado, es intolerable que la OMC aún apoye la concesión de subvenciones a los carburantes fósiles que distorsionan la competencia, por ejemplo, dificultando la comercialización de las tecnologías ecológicas.

Sin embargo, creo que el informe concede demasiada importancia a los éxitos de Kyoto. Kyoto está lleno de deficiencias que, de hecho, agravan la situación. Las actuaciones unilaterales distorsionan la competencia y conducen a la fuga de carbono. Trasladar las emisiones de un lugar a otro no significa reducirlas. Por otra parte, la solidaridad con la población de los países en desarrollo debería impedir la contaminación de su entorno. Kyoto conduce a la explotación medioambiental. El cambio climático es un fenómeno absolutamente mundial y exige soluciones globales. El establecimiento de un régimen mundial de comercio de emisiones en el que participen obligatoriamente todos los países industrializados y economías emergentes es, por consiguiente, una medida completamente fundamental.

Comparto plenamente la preocupación expresada en el informe acerca del destino de los bosques al que conduce el aumento del comercio. La UE debe prestar especial atención al riesgo que presentan los biocarburantes para los sumideros de carbono. Por último, los objetivos fijados por la Comisión para las fuentes de energías renovables tampoco deben acelerar el cambio climático.

 

25. Referéndum en Venezuela (debate)
MPphoto
 
 

  Presidenta. − El siguiente punto se refiere a la Declaración de la Comisión sobre el referéndum en Venezuela.

 
  
MPphoto
 
 

  Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, el Consejo Electoral Nacional ha anunciado que el referéndum popular sobre la propuesta de reforma constitucional presentada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y por la Asamblea Nacional se celebrará el 2 de diciembre de 2007. En tal fecha, el pueblo de Venezuela tendrá la oportunidad de ejercer su derecho democrático de decisión a propósito de los cambios propuestos, los cuales afectarían a importantes aspectos de la vida política, institucional, económica y social de dicho país.

La Comisión está siguiendo de cerca la reforma constitucional en curso en Venezuela, así como en otros países de la región. Subraya la importancia que concede a que toda nueva constitución o reforma constitucional refuerce la democracia y el Estado de Derecho. Cree asimismo que toda constitución debería fundamentarse en un amplio consenso popular y que debería reflejar la pluralidad y diversidad de cada nación. Las constituciones deberían unir a los pueblos en lugar de separarlos.

La Comisión sigue con interés el intenso debate sobre la reforma constitucional en Venezuela. Ha observado que ciertos sectores de la sociedad venezolana están a favor de los cambios propuestos y toma nota asimismo de la vigorosa oposición a la reforma expresada por otros sectores. Estos últimos han expresado preocupaciones sobre determinados aspectos de la reforma que, a su juicio, entrañarían —de aprobarse ésta— una concentración de poderes en manos del Presidente, un debilitamiento de los mecanismos de control democrático y de las instituciones existentes y una amenaza al pluralismo democrático. Otros consideran que la propuesta va más allá de una mera reforma y entraña una modificación de la estructura fundamental del Estado.

La Comisión es consciente de la situación y le está prestando la debida atención. Aunque considera que corresponde al pueblo de Venezuela pronunciarse con respecto a la propuesta de reforma, destaca asimismo la importancia que concede a que la campaña sobre la reforma se esté llevando a cabo de un modo abierto y en un espíritu de respeto mutuo. Expresa igualmente la esperanza de que el referéndum se celebre en un ambiente pacífico y de un modo transparente.

En dicho contexto, conviene señalar que la misión de observación electoral enviada recientemente por la Unión Europea a las últimas elecciones presidenciales celebradas en Venezuela estimó que el proceso electoral, en general, cumplió las normas internacionales y la legislación nacional y subrayó el pacífico entorno en que se celebraron las elecciones.

 
  
MPphoto
 
 

  Francisco José Millán Mon, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señora Presidenta, el continente americano, en su integridad, es el más próximo a Europa en valores, ideales, visión del mundo y del individuo, de su dignidad y de sus derechos; lo que llamamos Occidente comprende, para mí claramente, América Latina.

En los últimos años, Iberoamérica en su conjunto experimenta unas tendencias positivas que la acercan todavía más a Europa: elecciones pluralistas y consolidación democrática, crecimiento con políticas económicas más equilibradas y abiertas, procesos de integración regional y acuerdos muy importantes con la Unión Europea.

Pero en este panorama positivo hay excepciones: además de la ya tradicional de Cuba, está emergiendo ahora la de Venezuela. Está en un proceso de creciente autoritarismo en el que se restringen las libertades, se hostiga a la oposición y se crea temor en el ciudadano, que hasta sospecha que su voto ya no es secreto. En este Parlamento lamentamos en mayo pasado el cierre de Radio Caracas Televisión.

El domingo se celebra precipitadamente un referéndum constitucional, que introduce un régimen autoritario y excluyente y que se propone instaurar lo que llama «el socialismo del siglo XXI». Un hasta hace poco estrechísimo colaborador de Chávez ha llegado a calificar el proceso de «golpe». Lamento, además, que no haya sido invitada oficialmente una misión de observación electoral de la Unión Europea.

Por otra parte, la consulta se convoca en un clima de violencia y crispación que ha costado incluso vidas de estudiantes, que también rechazan el proyecto. En estos años, además, han crecido la inseguridad física y jurídica, los secuestros y las ocupaciones de fincas. En este ambiente, por ejemplo, mis numerosos paisanos gallegos se están marchando al ritmo medio de unas mil personas por año desde la llegada de Chávez al poder.

Envalentonado por los altos precios del petróleo, Chávez busca seguidores y aliados en otros países, vocifera en los foros internacionales e interviene en asuntos soberanos de sus vecinos. Como ha dicho Uribe, Chávez quiere incendiar el continente. Su actitud es un problema para la estabilidad democrática de Venezuela y para la concordia y los procesos de integración en América Latina, y también un factor perturbador de las relaciones, crecientes en la última década, de los países del continente con la Unión Europea.

Teniendo en cuenta la próxima Cumbre de Lima, las posiciones de Chávez constituyen un serio desafío, que debería hacer reflexionar a la Unión Europea y a sus Estados miembros.

 
  
MPphoto
 
 

  Luis Yañez-Barnuevo García, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señora Presidenta, lo primero que tenemos que hacer en este Parlamento, y siguiendo su propia tradición de respeto y de no injerencia, es no contribuir con nuestras palabras a incendiar ni continentes, ni países terceros.

Es verdad lo que dice el señor Millán Mon de que América Latina ha evolucionado muy positivamente en los últimos años, tanto en el terreno político -la inmensa mayoría de los países son democráticos-, como en el terreno económico y también, aunque más modestamente, en el terreno social.

En esta evolución ha participado mucho Europa, a través de sus empresas, de sus inversiones y, sobre todo, de su ayuda al desarrollo, lo más importante que se produce en ese continente.

Es cierto que en ese cuadro general yo no diría que hay una excepción, pero hay una singularidad especial en Venezuela, por la personalidad, también muy singular, muy propia, del Presidente Chávez, que no hay que olvidar -y mucho menos en una institución democrática como es ésta- que ha sido reelegido tres veces con amplias mayorías y no con sospechas fundadas, en esos casos, de que hubiera trampas electorales.

De manera que en esas circunstancias -es decir, no estamos hablando de una dictadura- hay que andar con pies de plomo y tratar más de enfatizar el diálogo, la mano tendida, e invitar a ese país, fracturado y dividido -es verdad-, también al diálogo interno, al consenso, a la reconciliación y al convencimiento de que no se puede transformar un país con mayoría del 60 ó 40 %, que no se pueden alterar las reglas del juego sin que haya un amplio consenso que agrupe, al menos, al 70 o al 80 %, como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno y de nuestro viejo continente, en la Unión Europea.

Es cierto que nos preocupa seriamente la situación interna, por las razones que he dicho: la deriva o la sospecha de una deriva autoritaria, la concentración del poder, la pérdida sucesiva de la división de poderes, y también la disminución de la libertad de expresión, con un instrumento escasamente conocido en Europa, que es lo que llaman «en cadena», que permite que, en cualquier momento, el Presidente o uno de sus ministros ordene la desconexión de todas las cadenas de televisión y de todas las emisoras de radio para que se escuchen los mensajes del Presidente. Y no por un minuto o dos: en casos excepcionales, son varias horas diarias en las que ocurre esa circunstancia. En un país donde se leen pocos periódicos y se ve televisión y radio es una circunstancia difícil.

Pero, insisto -y termino-, de cara a este referéndum, hace falta prudencia, diálogo, mano tendida e intentar mediar entre ambos sectores enfrentados en Venezuela.

 
  
MPphoto
 
 

  Marios Matsakis, en nombre del Grupo ALDE. – Señora Presidenta, Venezuela es un país de excepcional belleza natural y muy rico en recursos naturales. Dispone de algunos de los yacimientos de petróleo, carbón, hierro y oro más ricos de mundo. Pese a su riqueza natural, la mayoría de los venezolanos sigue siendo muy pobre y demasiados de ellos subsisten en condiciones de tremenda pobreza. Sólo una pequeña mayoría, perteneciente a una elite rica, se beneficia de las riquezas del país.

En tales condiciones de gran desigualdad social, no sorprende que surjan políticos populistas como Hugo Chávez que se erijan en salvadores de los pobres. Tampoco ha de extrañar que la mayoría de los venezolanos dispense una buena acogida al programa de nacionalización del señor Chávez. Aquéllos ven en Hugo Chávez a una persona que los va sacar de la miseria y la privación.

Cabe aplicar el mismo razonamiento al próximo referéndum constitucional. Estoy seguro de que el referéndum obtendrá la aprobación popular necesaria y es ya demasiado tarde para que se modifique la opinión pública. Por ende, tras el 2 de diciembre asistiremos, básicamente, al surgimiento de otro Fidel Castro. Parece que, en el momento en que un dirigente totalitario está próximo a su ocaso en Cuba, ha nacido otro en Venezuela. Sin embargo, al diagnosticar dicha triste realidad, deberíamos, acaso, preguntarnos si en Occidente tenemos la culpa en alguna medida de cómo se están desarrollando los acontecimientos en Venezuela.

Debemos hacerlo no sólo para obrar de manera académicamente correcta desde los puntos de vista moral y político sino, asimismo, para que podamos, en la práctica, evitar acontecimientos similares en el futuro. Por desgracia, está claro que, en nuestras relaciones con Venezuela a lo largo de los últimos años, hemos cometido numerosos errores graves. Hugo Chávez ha llegado al lugar donde se halla hoy gracias, en parte, a la ayuda que le hemos prestado con nuestras acciones y omisiones en materia de política exterior. Por tanto, al evaluar nuestra estrategia sobre el modo de tratar con él en el futuro, comencemos por pedir perdón al pueblo venezolano.

 
  
MPphoto
 
 

  Alain Lipietz, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Tomo la palabra como presidente de la Delegación para las relaciones con los países de la Comunidad Andina y, como tal, he estado visitando Venezuela una o varias veces al año.

Desde que empecé a ir al país, es decir, desde la época del golpe de Estado contra el Presidente Chávez, siempre he escuchado a los medios de comunicación venezolanos alzar la voz contra el Presidente Chávez y contra la dictadura. En los hoteles a los que iba, y eran hoteles de tres, cuatro e incluso cinco estrellas, no se podía ver la televisión pública, y aún no se puede ver, ya que en general sus programas se ven con niebla. Los generales que dieron el golpe de Estado aún se pasean por la mayor plaza de Caracas sin que el Presidente Chávez, legalmente electo, reelecto y vuelto a reelegir, haya levantado nunca un dedo contra ellos.

Venezuela es uno de los países que tratan de abordar de la manera más pacífica posible los conflictos que son moneda corriente en toda América Latina. No soy totalmente partidario de todas las modificaciones propuestas por el Presidente Chávez a la Constitución bolivariana, sin embargo, como acaba de decir el señor Matsakis, el pueblo venezolano será quien decida.

Ciertamente, podemos pedir disculpas por el modo en que hemos dado la impresión de apoyar el golpe de Estado. En efecto, ello ha contribuido en gran medida a radicalizar el régimen en Venezuela. Pero creo que, sobre todo, debemos respetar la decisión del pueblo venezolano.

 
  
MPphoto
 
 

  Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (ES) Señora Presidenta, pediría a la derecha europea que deje de enredar en Venezuela.

A la derecha europea no le gusta Cuba porque dice que no hay elecciones, y no le gusta Venezuela porque las hay. Por cierto, es uno de los países de América Latina que más elecciones han tenido, todas supervisadas por la OEA, por la Unión Europea y por fundaciones tan prestigiosas como la de Carter.

Señores de la derecha, lo que no les gusta a ustedes es el sistema. Dejen de enredar y respeten a un pueblo soberano que ejerce libremente su voluntad y que va a volver a ejercerla, y no adelantemos acontecimientos. ¿No hemos quedado de acuerdo en la Unión Europea, como ha dicho el Comisario Dimas, en que las últimas elecciones presidenciales se celebraron con total limpieza?

Vamos a esperar, a ver y a respetar lo que dice el pueblo de Venezuela sin ningún tipo de injerencia, señores de la derecha.

 
  
MPphoto
 
 

  José Ribeiro e Castro (PPE-DE).(PT) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, en 1848 Karl Marx proclamó el socialismo del siglo XIX y fue un desastre. En 1917 Lenin, con la Revolución Rusa, proclamó el socialismo del siglo XX y fue un desastre. Varios de los diputados de esta Cámara salieron de ese desastre para unirse a nosotros en libertad. Y el problema con el socialismo del siglo XXI que el Presidente Chávez anuncia en Venezuela es que el siglo aún está en sus comienzos y no sabemos qué va a ocurrir. Sin embargo, podemos imaginar que, como el del siglo XIX y el del siglo XX, también será un desastre.

Por otra parte, lo vemos en la violencia. No son las elecciones las que nos preocupan, sino la violencia brutal del poder que se abate sobre los estudiantes que protestan en Venezuela porque no se les reconoce el derecho de manifestarse. Algunos de estos estudiantes han muerto en los últimos días en las calles de Caracas y de otras ciudades. Las amenazas a la libertad de expresión preocupan a los periodistas independientes y libres de toda América Latina y, específicamente, en Venezuela. Tales amenazas se materializaron en el cierre de RadioCaracas Televisión.

Es ésta la vía que nos preocupa, y con razón, porque la reforma constitucional propuesta por el Presidente Chávez hace desaparecer palabras como «descentralización», «iniciativa privada», «libre competencia» y «justicia social», y las sustituye por palabras como «socialismo», «socialista», «imposición del Estado socialista», «eliminación de la independencia del Banco Central» o «poder popular». Y todos sabemos, en todo el mundo, que cuando se utiliza la expresión «poder popular» se retira el poder al pueblo y se destruye la democracia. Ello ha ocurrido en todos los lugares en los que se ha utilizado la expresión «poder popular». «Fuerzas Armadas bolivarianas», «comunas», éste es el tipo de posición que debería preocuparnos, que ha sembrado la inestabilidad y la violencia durante meses, durante años, en las calles de Caracas, y que constituye también una amenaza para la propia estabilidad regional si tomamos en consideración lo ocurrido recientemente en las relaciones entre Venezuela y Colombia. Por ello, es indispensable que sigamos con atención los acontecimientos que se producen en Venezuela, de forma solidaria con los partidos democráticos y la sociedad civil, luchemos por la estabilidad regional y defendamos firmemente la democracia, al tiempo que mantenemos la cohesión de la diplomacia de la Unión Europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Alojz Peterle (PPE-DE). – (SL) Hoy hemos firmado la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, expresión de nuestro compromiso con el respeto de la dignidad humana, los valores democráticos y el Estado de derecho. Lo que ha sido la base del éxito del crecimiento interno de la Unión Europea también constituye nuestro punto de partida para desarrollar las relaciones con nuestros socios en todo el mundo.

La Unión Europea en su conjunto desea una cooperación más estrecha y estable con los países de América Latina y sus interconexiones regionales. A la luz de la naturaleza específica y los auténticos intereses de los países de América Latina, creemos que es posible entablar relaciones estratégicas a largo plazo sólo de este modo, y únicamente con los países con los que podemos compartir los mismos valores y principios fundamentales.

En los últimos tiempos el desarrollo político de Venezuela se ha desviado del curso mencionado más arriba y está minando la dinámica y el ámbito de aplicación de la futura cooperación entre América Latina y la Unión Europea, así como la dinámica de la integración de la propia América Latina. El referéndum sobre la constitución divide a Venezuela porque las nuevas propuestas se centran en el poder político y no conducen al desarrollo de una sociedad abierta, ideológica y democrática. Creemos en una sociedad social, y no en una sociedad socialista que desestima a los que piensan de forma diferente.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidenta. − Se cierra el debate.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito.(PT) ¡Inaudito! El Parlamento Europeo ha incluido en el orden del día una declaración de la Comisión Europea sobre el referéndum acerca de la reforma constitucional previsto para el 2 de diciembre en la República Bolivariana de Venezuela cuando lo que debía haber hecho es programar un debate sobre el intento actual de negar a la población de los Estados miembros de la UE el derecho a ser consultados, a través de un referéndum, sobre el tratado denominado «constitucional», «mini», «simplificado», «de reforma» o ahora «de Lisboa».

En el fondo, la inclusión de este debate intenta responder a los que alimentan y promueven un inaceptable y gravísimo proceso de injerencia y de intento de desestabilización de un Estado soberano, sobre todo en relación con un procedimiento sobre el que sólo puede decidir el pueblo venezolano, que debe pronunciarse a través de un referéndum (¡!) sobre la modificación de la Constitución de su país.

Sin duda el pueblo y el Gobierno venezolanos son un ejemplo que preocupa a los grandes intereses financieros y económicos establecidos en la Unión Europea. Un ejemplo de afirmación de la soberanía y la independencia nacionales. Un ejemplo de materialización de un proyecto de emancipación y desarrollo patrióticos. Un ejemplo de solidaridad internacionalista y antiimperialista. Un ejemplo de que merece la pena luchar y de que es posible un país y un mundo más justos, más democráticos y más pacíficos.

 

26. Orden del día de la próxima sesión: véase el Acta

27. Cierre de la sesión
  

(La reunión termina a las 00.05 horas.)

 
Aviso jurídico - Política de privacidad