Presidenta. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de Bogdan Golik, en nombre de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, sobre la Propuesta del Consejo relativa a acciones de información y de promoción en favor de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países COM(2007)0268 - C6-0203/2007-2007/0095(CNS)) (A6-0461/2007).
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, quiero empezar dando las gracias al ponente, señor Golik, por su excelente informe sobre la propuesta de la Comisión para un Reglamento único del Consejo relativo a la promoción de los productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países.
La finalidad de esta propuesta es fusionar dos reglamentos del Consejo ya existentes relativos a la promoción interna y externa en un único reglamento. El objetivo general de esta iniciativa está totalmente en línea con nuestro afán de simplificación y tiene como finalidad aumentar la transparencia del régimen de promoción de productos agrícolas en la Unión Europea. El objetivo no es cambiar en profundidad las políticas de información y promoción.
Las enmiendas presentadas por el señor Golik y sus colegas abordan algunos aspectos importantes del régimen de promoción de la UE, como, primero, una mayor importancia y un mayor presupuesto para los programas de promoción en terceros países; segundo, una mayor aportación de la Comunidad a las medidas de promoción y, tercero, una menor aportación económica de las organizaciones que hagan las propuestas.
En cuanto al reparto de la contribución entre las diferentes partes implicadas, sabrán ustedes que la contribución comunitaria normal es del 50 %, y el otro 50 % se reparte entre los Estados miembros y las organizaciones que hagan las propuestas, pagando estas últimas por lo menos el 20 %.
Este reparto de la carga financiera entre las diferentes partes implicadas se basa en una experiencia muy larga con los programas de promoción. Si todas las partes contribuyen y participan económicamente, la probabilidad de un programa eficiente y bien enfocado aumenta claramente. En casos excepcionales, como en el reciente caso de las frutas y hortalizadas para escolares, se puede aumentar la contribución de la Comunidad al 60 %.
En cuanto a su idea de ampliar otros programas de promoción en terceros países, a mí, en principio, me gusta la idea, pero tiene que situarse en el contexto adecuado. Esta propuesta trata simplemente de fusionar dos reglamentos; no plantea debates políticos ni más financiación, así que el momento oportuno para celebrar este debate será cuando se considere el futuro de nuestra política agrícola común, cuando nuestras prioridades deban quedar debidamente reflejadas en nuestra dotación presupuestaria.
Ahora bien, eso no significa que yo vaya a imponer la promoción. Como posiblemente sepan, en nuestras dos recientes reformas – la primera en el sector de las frutas y hortalizas, y la otra que esperamos finalizar a principios de la semana que viene, esto es, la reforma del vino, nos hemos centrado y hemos destacado la importancia de los programas de promoción. Por poner el ejemplo del vino, hemos asignado 120 millones de euros todos los años exclusivamente para promover nuestros excelentes vinos europeos en terceros países.
Creo que estamos en el camino correcto, pero de esto nos ocuparemos más adelante. Ahora se trata únicamente de fusionar los dos reglamentos.
Bogdan Golik, ponente. − (PL) Señora Presidenta, efectivamente, esta propuesta de Reglamento del Consejo sobre acciones de información y de promoción en favor de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países tiene como finalidad armonizar y conseguir la consolidación técnica de dos Reglamentos actualmente en vigor. Esto forma parte del proceso más general de simplificar la legislación de la Comunidad y hacerla más transparente.
Pero quiero recalcar que, en este caso, la simplificación se entiende exclusivamente como un proceso técnico. La Propuesta de Reglamento que hoy nos ocupa no se refiere, lamentablemente, a los principios básicos de la promoción y la información establecidos en las disposiciones de aplicación de la Comisión Europea.
A pesar de estas limitaciones, en mi informe he enfocado de forma mucho más general y estratégica la promoción de productos agrícolas en la Unión Europea. El Parlamento Europeo tiene que poder referirse a los aspectos básicos relacionados con un mecanismo tan importante como ese. Esto es particularmente pertinente si consideramos el progreso de las negociaciones multilaterales en el seno de la OMC, y también los cambios en las condiciones de funcionamiento de la política agrícola común.
En 2013 dejarán de darse todo tipo de subvenciones a la exportación. Aquí se incluyen también las restituciones a la exportación. Está previsto que se reduzcan los derechos arancelarios. En estas circunstancias, la única forma de mantener la competitividad de las exportaciones de productos agrícolas de la UE es intensificar las acciones en el ámbito de la promoción y la información. Esas acciones ayudarán también a abrir mercados nuevos en terceros países y concienciar más a los clientes de las ventajas de los productos europeos, estimulando así la demanda.
Al mismo tiempo, nada de ello afectará a las condiciones de la competencia en el mercado. Tampoco tendrá una repercusión negativa en el comercio internacional. Por eso no podemos permitir que las acciones de promoción e información se queden al margen. Por el contrario, debemos aceptarlas como una prioridad de la Unión Europea.
Con el sistema actual, la Comisión Europea prepara una lista de productos específicos de terceros países que puedan ser objeto de campañas. Esa lista se puede revisar cada dos años, mientras que los propios programas sólo se pueden presentar una vez al año. Además, la Comisión Europea es la que toma la decisión final sobre la aprobación de un determinado programa y sobre el grado de financiación que recibirá.
El presupuesto 2007 para actividades de promoción asciende sólo a 45 millones de euros, y cada año se va reduciendo. Esta es una tendencia particularmente sorprendente si consideramos que el número de países que integran la Unión Europea ha aumentado, y que se ha producido un marcado aumento de las acciones consideradas. Este tipo de política no puede ser eficaz para fortalecer la posición de la Comunidad y aumentar el conocimiento de las normas europeas de calidad, sobre todo en mercados de terceros países.
Si queremos lograr esos ambiciosos objetivos, necesitamos recursos financieros suficientes. Creo, por tanto, que el límite de la contribución económica de la Comunidad debe pasar de un 50 % del coste real de los programas, a un 60 %. Propongo también que la contribución mínima de las organizaciones sectoriales a la financiación de los programas se reduzca a un 10 %, precisamente para que las organizaciones más pequeñas puedan también implicarse. Además, la participación de la Comunidad podría alcanzar el 70 % en el caso de la agricultura orgánica y los programas relacionados con medidas adoptadas como resultado de situaciones de crisis, como la gripe aviar y la EEB, por ejemplo.
Los programas deben ser universalmente accesibles y más flexibles. La inclusión de todos los productos y todos los países, y también la posibilidad de que las organizaciones presenten programas al menos dos veces al año, permitirá dar una respuesta rápida a cualquier oportunidad que pueda surgir en los mercados, y a cualquier posibilidad que tengan los productores de expandirse en terceros países.
Volviendo a los aspectos reglamentarios relacionados con la simplificación, convendría incluir acciones de promoción en el Reglamento por el que se establece una organización común de mercados agrícolas. Eso mejoraría la transparencia legislativa. Debe insistirse en que se hace referencia al instrumento de promoción comunitaria en el Reglamento sobre el mercado de frutas y hortalizas y también en el proyecto de reforma del sector vinícola al que usted se ha referido, señora Presidenta. Se debe hacer todo el esfuerzo posible por evitar una situación de excesiva dispersión de las disposiciones relativas a los recursos promocionales.
Para terminar, quiero aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a los miembros de la Comisión de Agricultura, que han aprobado este informe por unanimidad, a los representantes de la Comisión Europea con los que me he reunido en repetidas ocasiones, a los 24 Ministros de Agricultura que me enviaron cartas sobre este tema, y también a las organizaciones sectoriales pertinentes de ámbito nacional y europeo. Quiero agradecerles su cooperación activa y sus acertados comentarios. Dichas consultas me permitieron evaluar el sistema existente y conocer también los deseos de esos países y organizaciones, para poder incorporarlos a mi informe.
Por último, creo que con un presupuesto suficientemente mayor, las acciones de promoción y de información permitirán a los productores y agricultores europeos introducirse en mercados nuevos. La etiqueta «Fabricado en Europa» se reconocerá mejor en todo el mundo, como debe ser.
PRESIDE: LUISA MORGANTINI Vicepresidenta
Pilar Ayuso, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señora Presidenta, señora Comisaria, lo primero que quiero hacer es felicitar al ponente, el Sr. Golik, por su buen trabajo y agradecerle la magnífica colaboración que nos ha brindado a los ponentes alternativos.
La Comisión nos propone hoy, como bien ha dicho usted, señora Comisaria, un marco jurídico único, agrupando en un Reglamento los dos Reglamentos vigentes para la promoción de productos agrícolas. Se pretende reducir y simplificar los procedimientos para la aplicación de esta política, pero mantiendo la peculiaridad de las acciones según el lugar donde se van a llevar a cabo.
Esta propuesta es muy importante, y así se reconoce en las dos OCM que se han aprobado y se van a aprobar sobre el vino. Considera importante la promoción de productos agrícolas y, además, esta propuesta no solamente hace la promoción dentro y fuera de la Unión Europea sino que produce un efecto multiplicador en las acciones nacionales y las acciones privadas de los sectores.
Desde el año 2000 se han venido desarrollando acciones para promover ante el consumidor las bondades de los alimentos europeos, la calidad de sus aspectos nutricionales, la seguridad alimentaria, los modos de producción, el bienestar animal, etc. No obstante, las reglas existentes que regulan actualmente la promoción –y lo digo así, porque he tenido la oportunidad de gestionar estos dos Reglamentos en el Ministerio de Agricultura de España– tienden a poner en peligro el sistema y hay que revisarlas para promover la simplificación que es necesaria para que sea más eficaz su funcionamiento en aras de un uso adecuado de los fondos.
La política de promoción tiene que ser un instrumento moderno, flexible y ambicioso, para poder cumplir las aspiraciones de los operadores. Yo creo que eso es lo que pretende la Comisión con su propuesta, y eso mismo es lo que pretenden las enmiendas que, por unanimidad, se han aprobado en la Comisión de Agricultura. Quisiera destacar la que se refiere al objeto y ámbito de aplicación, ya que sería beneficioso que la promoción pudiese hacerse a nivel de marcas y no sólo a nivel genérico.
Espero que el Consejo y la Comisión tomen en consideración este informe y les agradezco su atención.
Silvia-Adriana Ţicău, en nombre del Grupo del PSE. – (RO) Señora Presidenta, la simplificación del régimen comunitario para la información y promoción en favor de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países contribuye al objetivo del Parlamento Europeo de simplificar el marco jurídico.
Este documento es también extremadamente importante porque, durante esta legislatura, hemos considerado asimismo la reforma de la política agrícola común y, en dicho contexto, los mecanismos comunitarios de promoción de productos agrícolas deben realizar una importante contribución.
Las reformas en el sector de las frutas y hortalizas y en el sector vinícola tendrán éxito sólo si Europa consigue promocionar adecuadamente sus productos agrícolas.
El 5 % de la población activa de la Unión Europea trabaja directamente en el sector agropecuario y contribuye, por tanto, al 1,6 % del PIB de la Unión Europea.
Cuando entre en vigor el nuevo Tratado, el procedimiento de codecisión se aplicará también a la política agrícola común.
Como socialistas, somos partidarios de la apertura total y gradual del mercado, aunque con reglas correctas y sobre todo recíprocas. Nuestro modelo agrícola se basa en unas normas estrictas en el ámbito social y medioambiental, y en la calidad de los productos alimenticios. Esto implica también que algunos costes se repercuten en los agricultores, pero debemos recordar la necesidad de considerar también la protección del medio ambiente.
La calidad de nuestros productos debe ser el principal interés del comercio internacional. Como socialistas, creemos que la etiqueta «Fabricado en Europa» debe establecerse, identificarse y también relacionarse con la calidad de los productos conforme a las normas europeas; la promoción de productos agrícolas de la Unión Europea es también de una extrema importancia.
Mis felicitaciones al ponente.
Nils Lundgren, en nombre del Grupo IND/DEM. – (SV) Señora Presidenta, este informe me recuerda a Alicia en el País de las Maravillas y, señora Presidenta, no me puedo resistir a la tentación de desafiar a los intérpretes exclamando «“¡Curioso y requetecurioso!” gritó Alicia». ¿Qué está sucediendo? ¿Tiene realmente sentido que la UE utilice el dinero de los contribuyentes europeos para campañas publicitarias que tratan de convencer a esos mismos contribuyentes de que compren productos que ellos mismos han financiado ya por medio de subvenciones? Por supuesto que no. Uno de objetivos de la política agrícola común de la UE es garantizar a los consumidores unos precios razonables. Pero, cuando esto se hace con financiación procedente de los impuestos, en vez de con un aumento de la productividad, los consumidores pagan exactamente lo mismo por sus alimentos en cualquiera de los casos, aunque por medios diferentes. Además, se debilita el incentivo para aumentar la productividad. Así pues, esta política agrícola hace, a la larga, que los alimentos se encarezcan.
La comisión es partidaria de restringir la competencia. Cuando desaparezcan los aranceles, la producción en los Estados Miembros se verá amenazada por productos más baratos de terceros países. En el informe se propone aumentar el gasto en campañas dirigidas a fortalecer la marca de la Unión y a promover el consumo en la Unión. ¡La propuesta apesta a proteccionismo encubierto! Hemos visto ya antes muchos ejemplos de campañas publicitarias de la UE.
En 1997 se pusieron en marcha campañas publicitarias para promover la floricultura en la UE, cuando las importaciones se abarataron gracias a la supresión de aranceles. El ilustre columnista sueco, Johan Hakelius, escribió lo siguiente en un conocido periódico sueco: «Cuando los ciudadanos de la UE compran el mismo tipo de flores en toda Europa, por supuesto que aumenta la cohesión y la armonía europeas. Los tulipanes son de vital importancia para la paz». En esta Cámara, puede que sea necesario aclarar que lo que he dicho pretendía ser una ironía ...
En el año 2000 la UE tenía 450 000 toneladas de aceite de oliva almacenadas, y la UE decidió poner en marcha campañas publicitarias en los países septentrionales para informar a los ciudadanos de lo bueno y beneficioso que era el aceite de oliva.
En 2007, el Parlamento Europeo votó a favor de que se destinaran fondos para publicidad en el sector lácteo, con el fin de protegerlo frente a la creciente liberalización del mercado.
Es cierto que se está llevando a cabo una reforma de la política agraria común. Progresa lentamente, pero progresa. No obstante, las propuestas del ponente suponen retroceder varios pasos. Tratan de reemplazar las reformas por fin iniciadas con un aumento de las medidas de promoción de las ventas y las campañas de información. El ponente culpa a la OMC y quiere aumentar el número de productos que puedan recibir ese apoyo. Esto no es más que competencia desleal con los productores agrícolas de países extracomunitarios. La política agrícola común tendrá que desaparecer con el tiempo, y los precios y la producción tendrán que ser determinados por la oferta y la demanda, igual que sucede en todos los demás sectores.
Estamos teniendo que soportar un sistema poco razonable debido a las decisiones desafortunadas tomadas en el pasado. Por eso es muy importante que avancemos en la dirección correcta. Lamentablemente, la recomendación en este caso es que tomemos la dirección equivocada. Los fondos que ahora puedan liberarse en beneficio de los ciudadanos europeos mediante la reducción de aranceles, la eliminación de las restituciones a la exportación y la reducción de las ayudas nacionales, no deben malgastarse en aumentar los créditos destinados a medidas de promoción de las ventas y campañas de información. Las campañas de promoción y publicidad en favor de productos y servicios tienen que ser financiadas por los productores, no por los contribuyentes que ya soportan un gran presión.
Europa va por mal camino en este ámbito, como en tantos otros. La UE debe ser una Europa de libertad, donde las personas y las empresas compitan por el favor de los consumidores, y no por el de los proteccionistas. Por el bien de Europa, me gustaría ser optimista, pero lamentablemente no puedo serlo.
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, quiero dar las gracias a sus Señorías por su contribución a este importante debate. Espero que todos podamos estar de acuerdo en el hecho de que es importante que tengamos un presupuesto disponible para explicar a los consumidores la alta calidad de los productos europeos, tanto dentro de la Unión Europea como en terceros países.
Tengo que decir que me sorprende que esto se considere un enfoque proteccionista, porque estamos en una situación en la que todos los Estados miembros de la Unión Europea y todos los demás agentes en el mercado de productos agrícolas están promoviendo sus productos al consumidor.
Respecto a esto, nosotros en la Unión Europea tenemos una postura muy clara, porque nuestros productos son de alta calidad en lo que respecta al medio ambiente, el bienestar de los animales y el estricto cumplimiento de las normas veterinarias.
En cuanto a la infrautilización del presupuesto o el hecho de que el presupuesto se haya reducido, no se ha podido gastar el dinero por la falta de interés de las organizaciones productoras en los mercados de terceros países. Espero que este problema se resuelva al fusionar esos dos reglamentos diferentes, de manera que sea mucho más fácil y flexible de utilizar.
Estoy abierta a un debate, posiblemente como parte del chequeo, sobre cómo establecer objetivos para el futuro de nuestras campañas de promoción de nuestros productos agrícolas. Creo, sobre todo, que el momento oportuno para celebrar ese debate será cuando debatamos el presupuesto para el futuro, es decir, para después de 2013.
Ahora bien, creo también que debemos enviar algunas señales claras, tanto en el marco de la reforma del mercado de frutas y hortalizas como en el de la reforma del vino, sobre la importancia de promover nuestros productos.
Presidenta. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará el miércoles, 12 de diciembre de 2007.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Gábor Harangozó (PSE), por escrito. – Con las recientes reformas de la política agrícola común y los posibles acontecimientos futuros en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio, existe claramente una verdadera necesidad de mejorar los mecanismos comunitarios para promover productos agrícolas. Además, la puesta en práctica del Plan de acción para la simplificación propone, de hecho, el diseño de un marco jurídico único para la promoción de productos agrícolas tanto en el mercado interior como en terceros países. Los instrumentos y las campañas de promoción deben recibir la máxima importancia teniendo en cuenta los recortes previstos en las tarifas, la eliminación de las restituciones a la exportación y los recortes de las ayudas nacionales comunitarias. En este sentido, es evidente que tenemos que aumentar el alcance y el presupuesto para la promoción de nuestros productos agrícolas, de forma que garanticemos una competitividad viable para nuestros productos tanto en los mercados interiores como exteriores. De hecho, es fundamental que aumentemos la dotación presupuestaria para asegurar unos instrumentos de promoción de calidad y unas medidas transparentes en un marco jurídico único y simplificado. Más concretamente, el debate de esta mañana sobre la reforma de la organización del mercado común del vino es un ejemplo muy bueno de la necesidad urgente de invertir suficientemente en unos instrumentos de promoción eficientes y en medidas de comercialización dentro y fuera de la Unión.
Zdzisław Zbigniew Podkański (UEN), por escrito. – (PL) Señora Presidenta, todos estamos de acuerdo en que las acciones de información y promoción en favor de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países son esenciales. Coincidimos también en la necesidad de simplificar y armonizar las disposiciones y de limitar los procedimientos administrativos relacionados con la ejecución de la política de información. Somos conscientes, asimismo, de que unas acciones apropiadas de información y promoción pueden promover el comercio y ayudar a asegurar mercados para los productos. Todos estamos de acuerdo también en que la cantidad de 45 840 000 euros consignada como créditos para 2007 es demasiado pequeña.
¿Cómo debemos responder a esta situación? ¿En qué debemos centrarnos en particular? Creo que debemos centrarnos en promover productos agrícolas orgánicos saludables, libres de OMG. Debemos empezar por los jóvenes y los centros de enseñanza. Las promociones especiales para escolares deben incluir toda una serie de productos orgánicos saludables, además de la fruta.
Es fundamental que exista un sistema de etiquetado que proporcione información importante al consumidor; por ejemplo, sobre origen, calidad, método de producción, seguridad y valor nutritivo del producto. Esta información debe figurar en el envase en la lengua propia del consumidor. Se deben realizar los cambios oportunos en la presentación y el etiquetado de los productos en los supermercados, sobre todo en los nuevos Estados Miembros.
Las siguientes acciones son esenciales para conseguir los resultados deseados: investigación de nuevos mercados, mejora de todo el sistema de control y una buena cooperación entre todos los Estados miembros.
Andrzej Tomasz Zapałowski (UEN), por escrito. – (PL) Señora Presidenta, el informe que hoy estamos debatiendo sobre la promoción de productos agrícolas debería contener la palabra «orgánicos» en su título. Al fin y al cabo, la sociedad sólo puede consumir una cierta cantidad de alimentos, por lo que no nos preocupa tanto un aumento del consumo, como una alimentación sana y alimentos de buena calidad.
Muchos establecimientos de servicio de comidas para grupos numerosos en la Unión Europea sirven alimentos que contienen tantos productos químicos y fertilizantes que difícilmente puede sorprender que cada generación de europeos sea más obesa que la anterior. No deseo promover ese tipo de alimentación, que ha hecho que la sociedad europea sea más propensa a la enfermedad y a la obesidad. Si empezamos a proporcionar a nuestros ciudadanos alimentos saludables, nuestros productos se darán a conocer en todo el mundo. Tenemos que convencer al mundo de que Europa produce y vende alimentos de alta calidad.
Apoyo plenamente las partes del informe que defienden la autosuficiencia de las regiones en la producción de los alimentos tradicionales de cada región. Por último, quiero dar las gracias al señor Golik por su excelente informe.