2. Preparación del Consejo Europeo (Bruselas, 13 y 14 de diciembre de 2007) (debate)
Presidente. − Como próximo punto figura las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre los preparativos para la reunión del Consejo Europeo en Bruselas los días 13 y 14 de diciembre de 2007.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señor Presidente, Comisario, señorías, el próximo Consejo Europeo tomará nota en primer lugar, con satisfacción, de la firma del Tratado de Lisboa, que tendrá lugar mañana en la capital portuguesa, y de la proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales, que se efectuará hoy aquí dentro de un rato. Asimismo, realizará un llamamiento a favor de que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa se concluya con rapidez, de manera que éste pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2009.
Como he señalado, el Tratado de Lisboa proporcionará a la Unión un marco institucional estable y duradero que le permitirá concentrarse plenamente en los retos políticos venideros, entre los que figuran la globalización y el cambio climático, como se subrayó claramente en la reunión informal de Jefes de Estado o de Gobierno del 19 de abril. En este contexto, el Consejo Europeo adoptará una Declaración sobre la globalización. En la misma se dejará claro que, a la vista de los retos de escala mundial que afrontamos, la Unión Europea tiene tanto la oportunidad, como la responsabilidad de actuar. Las políticas internas y externas de la Unión han de aprovecharse a tal efecto. Pienso en concreto en la consecución de los objetivos de la Estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo, el cumplimiento de los ambiciosos compromisos en materia de cambio climático y energía convenidos en el Consejo Europeo de primavera de 2007, la definición de una respuesta global a las recientes perturbaciones en los mercados financieros, la promoción del libre comercio y la apertura, la colaboración con nuestros socios en la aplicación de estrategias de desarrollo enérgicas y coherentes, la formulación de una política europea de migración exhaustiva, y el uso eficaz de los instrumentos y el desarrollo de capacidades de la Política Exterior y de Seguridad Común y la Política Europea de Seguridad y Defensa, para que la Unión pueda desempeñar un papel creciente en la construcción de un mundo más seguro.
Por último, la Unión Europea contribuirá a garantizar que la globalización constituya una fuente de oportunidades, y no una amenaza, y que redunde en beneficio de los ciudadanos. Confiamos asimismo en establecer en el próximo Consejo Europeo un Grupo de Reflexión, para ayudar a la Unión a prever y abordar los retos existentes con mayor eficacia en los próximos veinte o treinta años. El Consejo Europeo revisará los avances alcanzados en el ámbito de la libertad, la seguridad y la justicia. Debemos mencionar, en primer lugar, la supresión de controles en las fronteras interiores de los nuevos Estados miembros, una medida de enorme significación y gran importancia para la vida diaria de nuestros ciudadanos. La ejecución de la política sobre migración también se examinará y, en particular, los avances alcanzados en la aplicación del Enfoque Global de la Migración respecto a África y el Mediterráneo, así como el Enfoque Global respecto a las regiones vecinas orientales y sudorientales. En este contexto, se elaborará un informe sobre la organización de la primera Reunión ministerial euromediterránea sobre migración, que será tenido en cuenta en la preparación de la Estrategia conjunta y el Plan de acción para la segunda Cumbre África-UE, como se refirió aquí ayer.
Otros aspectos que se examinarán en el área de la libertad, la seguridad y la justicia serán la labor que ha de emprenderse para combatir el terrorismo, sobre todo en lo que atañe a la radicalización y el reclutamiento, y el progreso en el campo de la cooperación judicial. En lo que atañe a las cuestiones económicas, sociales y medioambientales, el Consejo Europeo revisará la labor que se llevado a cabo en las áreas pertinentes, con vistas a la preparación del siguiente ciclo de la Estrategia renovada de Lisboa para el crecimiento y el empleo, pendiente de aprobación en el Consejo Europeo de la primavera de 2008. En el debate en las reuniones informales de Jefes de Estado o de Gobierno en octubre se procuró fortalecer la dimensión exterior de la Estrategia de Lisboa, y se confirmó que la versión renovada de la misma sigue constituyendo el marco adecuado para abordar los principales retos que afrontamos, y en particular, el de la globalización. Se confirmó asimismo que Europa progresa, y que los objetivos establecidos siguen siendo apropiados, y, por tanto, la principal prioridad del nuevo ciclo consistirá en mantener la estabilidad necesaria para consolidar los avances y seguir adelante con las reformas.
El Consejo Europeo incidirá en la necesidad de reforzar la competitividad europea con las ventajas del mercado único, combinadas con una política industrial sostenible y el fomento de la innovación y las cualificaciones. También se hará hincapié en el desarrollo de la dimensión exterior y la mejora de las condiciones en que operan consumidores y empresas, y en particular, las de pequeña y mediana dimensión. En el ámbito de la política social y de empleo, el Consejo Europeo respaldará el acuerdo sobre los principios comunes de flexiguridad, subrayando el papel de los interlocutores sociales en la formulación, la ejecución y el seguimiento de las políticas pertinentes. El Consejo Europeo referirá asimismo los resultados del Año europeo de igualdad de oportunidades para todos, e invitará a los Estados miembros a redoblar los esfuerzos encaminados a prevenir y combatir la discriminación. Asimismo, debo subrayar la importancia de seguir adelante con la aplicación de la política energética para Europa, establecida por el Consejo Europeo de primavera. Se tomará nota asimismo de los avances alcanzados en los debates sobre el tercer paquete de medidas relativas al mercado interior en lo que se refiere al gas y la electricidad, y en el debate sobre el Plan estratégico de tecnología energética.
A continuación, el Consejo Europeo revisará la ejecución de la Estrategia de desarrollo sostenible, y se prevé que convendrá en que los objetivos y las prioridades establecidos con arreglo a los siete retos principales contenidos en dicha estrategia sigan siendo plenamente válidos. Además, acogerá favorablemente la Comunicación de la Comisión sobre política marítima integrada, e invitará a ésta a presentar las iniciativas y propuestas contenidas en el Plan de acción. Por lo que se refiere a las relaciones exteriores, se prevé que, con arreglo a los debates de los ministros en el último Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores celebrado el pasado lunes, el Consejo Europeo se concentrará en el proceso de definición del futuro estatus de Kosovo, en particular, en una evaluación del período de negociación. Dado que, como saben, Belgrado y Pristina no consiguieron llegar a un acuerdo, se confía en que el Consejo Europeo debata igualmente el papel que puede desempeñar la Unión Europea en el proceso en el futuro, así como el curso de acción que debe tomarse en este sentido, con vistas a la resolución del conflicto, el refuerzo de la estabilidad en la región, y la contribución al acercamiento de la misma a la Unión. El Consejo Europeo subrayará la importancia de las diversas cumbres celebradas en los últimos seis meses, y en particular, las mantenidas con Brasil y con África. La cumbre con Brasil constituyó, como saben, una iniciativa brillante y sin precedentes, y la cumbre UE-África logró algunos resultados muy alentadores, que tuve ocasión de mencionar en la Asamblea ayer. Por último, se llamará la atención respecto al progreso registrado en las relaciones con otras regiones, y en especial con la mediterránea, y en el ámbito de la cooperación al desarrollo.
Señor Presidente, señorías, las conclusiones del Consejo Europeo reflejan los resultados de la intensa labor efectuada en los últimos seis meses, y ponen de relieve que los principales objetivos de la Presidencia portuguesa se han alcanzado. La Unión Europea seguirá teniendo un temario de trabajo altamente ambicioso ante sí. Creemos que, bajo futuras presidencias, continuará avanzando en la dirección de una Europa de alto crecimiento, prosperidad social y desarrollo sostenible, reforzando su papel en el ámbito mundial y en sus relaciones con sus socios a escala bilateral y multilateral. Muchas gracias, señor Presidente.
(Aplausos)
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. − (PT) Señor Presidente, señorías, en el último Consejo Europeo de Lisboa, celebrado en octubre, pudimos no sólo alcanzar un acuerdo político respecto a un nuevo Tratado, sino también proponer un debate a escala de Jefes de Estado o de Gobierno sobre el interés de Europa y la mejora manera de promover tal interés en la era de la globalización.
El Tratado de Lisboa se firmará mañana, y el viernes, el Consejo Europeo iniciará su tarea de procurar resultados concretos para una Europa al servicio de los ciudadanos en la era de la globalización. Creo que es importante subrayar el vínculo entre estos dos hechos. Europa está resolviendo sus problemas institucionales, y lo está logrando, fundamentalmente, porque tiene en cuenta los intereses de sus ciudadanos, y también porque trata de proteger sus intereses y valores en el contexto mundial. Ambas vías conducen, en última instancia, a la consecución de los mismos objetivos.
La firma del Tratado de Lisboa no es una mera formalidad. Pone de relieve el acuerdo de 27 Estados respecto a un Tratado, y su aceptación de un compromiso común con Europa. Constituye, sin lugar a duda, un potente símbolo del largo camino que hemos recorrido desde los bloqueos de 2005.
Del mismo modo, la proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales por el Presidente del Consejo, el Presidente del Parlamento Europeo y el Presidente de la Comisión, que tendrá lugar en esta Cámara dentro de unas horas, representa una prueba positiva de que la Unión Europea se propone mantener los derechos de los ciudadanos como elemento esencial de sus actividades.
El viernes, el Consejo Europeo nos brindará una nueva oportunidad de mostrar una Unión Europea que busca definir su posición en el marco de la globalización. Este posicionamiento tiene que ver en parte con la Estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo. Lo cierto es que, lo que vamos a consolidar hoy consiste sencillamente en la dimensión exterior de la Estrategia de Lisboa, en esencia, la idea de que la respuesta de Europa a la globalización ha de ser proactiva y plena de confianza, no negativa ni pasiva. Ayer mismo la Comisión aprobó un importante paquete de comunicaciones y decisiones para la preparación de un nuevo ciclo de la Estrategia de cara al período 2008-2010.
Señor Presidente, la Estrategia de Lisboa funciona: está creando crecimiento y puestos de trabajo. Tenemos ahora las mejores cifras de creación de empleo desde los años ochenta. La Estrategia de Lisboa está ayudando a colocar a Europa y a los ciudadanos europeos en una posición que les permitirá alcanzar el éxito en la era de la globalización. La Estrategia de Lisboa ha aportado a Europa una agenda económica pragmática común que respeta plenamente las diferencias nacionales.
Pero caer en la autocomplacencia sería nefasto para las perspectivas que tiene Europa de moldear la globalización. Queda mucho más por hacer: los avances son desiguales entre los diferentes ámbitos políticos, y algunos Estados miembros se mueven a una velocidad mucho mayor que otros.
El paquete de ayer responde a la necesidad de que Europa actúe —de que se enfrente a las crecientes incertidumbres de la economía global— y a la necesidad de que se dé una prioridad aún mayor a la dimensión social, a la educación y a las cualificaciones, pero también a las tecnologías de la información y de la comunicación, a la flexiguridad, a la necesidad de contar con una política energética común y de luchar contra el cambio climático.
La declaración sobre la globalización que el Consejo Europeo está a punto de adoptar reconoce plenamente el papel de la Estrategia de Lisboa. La declaración debe recoger nuestra convicción de que la Unión tiene buenas razones para confiar en su futuro. La actual Unión Europea está poniendo de relieve la medida en que la salvaguarda de los valores políticos, económicos y sociales europeos y la defensa de los intereses europeos son plenamente compatibles con un planteamiento anticipatorio respecto a la globalización.
Hoy estamos bien situados para continuar las reformas internas, reforzar nuestra capacidad para competir a escala mundial y, al mismo tiempo, mantener nuestros valores de cohesión y solidaridad económicas y sociales. Hoy estamos bien situados para ofrecer la visión global que el mundo necesita de un orden multilateral, un sistema de seguridad colectiva, un comercio abierto y justo y un desarrollo sostenible, que respete el equilibrio medioambiental de nuestro planeta. Hoy estamos bien situados para defender los intereses europeos en las asociaciones y relaciones con nuestros aliados y con el resto de las grandes potencias mundiales.
Hace dos semanas, acompañado del Presidente del Consejo Europeo, estuve en China y en India para asistir a las cumbres entre la Unión Europea y estas dos potencias emergentes. Fue fascinante observar el ritmo del desarrollo económico en esa parte del mundo. Es necesario que estemos atentos a lo que está pasando en Asia. Es cierto que el desarrollo económico ha ayudado a salir de la pobreza a millones de seres humanos. No me cabe ninguna duda de que su progreso tendrá consecuencias directas sobre las futuras generaciones de europeos.
La pregunta crucial es: ¿qué vamos a hacer ante tal transformación estructural? No debiéramos hacernos ilusiones: la globalización también significa cambios profundos en el equilibrio de poder mundial. La verdad es que aquí, en Europa, no hace muchos años, cuando la gente hablaba de la globalización, pensaba sobre todo en la occidentalización o, a veces, en la americanización. Hoy, cuando hablamos de la globalización en Europa, mucha gente piensa, sobre todo, en las crecientes potencias económicas emergentes de Asia.
Así que el mundo está cambiando, y creo que esto también hace más evidente la necesidad de adaptar nuestro proyecto común europeo a los nuevos desafíos. Por eso hoy se dan las condiciones para aceptar la declaración sobre la globalización que los líderes de la Unión Europea van a adoptar esta semana. Está más claro que nunca que ni siquiera las mayores potencias europeas pueden abordar por sí solas los retos de la globalización. Está claro que, más que nunca, necesitamos una Unión Europea fuerte.
Creo que el auge de las potencias asiáticas por un lado y la conciencia del reto del cambio climático por otro son, de hecho, dos motores muy importantes para la Unión Europea, porque nos muestran que existe un reto llamado globalización y que existe asimismo una oportunidad que hay que aprovechar.
Por tanto, creo que el Consejo Europeo de esta semana tendrá un significado muy importante y una gran relevancia. Hace algunos años habría sido imposible que los dirigentes europeos se pusieran de acuerdo en la declaración sobre la globalización que están a punto de apoyar. Ahora está muy claro que los objetivos de la Unión Europea no son sólo internos: los objetivos de la Unión Europea también son globales. Necesitamos promover nuestros intereses y promover nuestros valores en el nuevo orden global que está emergiendo. Por eso creo que esta semana podemos adoptar decisiones muy importantes. Debemos hacerlo con plena confianza en nuestra capacidad, sobre todo en la capacidad de las sociedades europeas para estar a la altura de las circunstancias.
En particular, no debemos olvidar que, en Europa, tenemos unas aptitudes humanas impresionantes, grandes tradiciones de conocimiento y de saber crítico, capacidad de adaptación. Tenemos conocimientos científicos y tecnológicos avanzados. Y lo más importante es que tenemos sociedades libres organizadas según el Estado de Derecho, y esto nos da una gran ventaja en un mundo que cambia y que lo hace con rapidez.
Éste es el estilo de vida europeo. Preservarlo y mejorarlo es nuestra mejor inversión. Con la agenda política correcta, podemos enfrentarnos a la globalización con confianza. La globalización plantea retos concretos. Uno de ellos es el de las migraciones masivas, que en alguna medida representa un fenómeno nuevo en Europa, al menos en la dimensión que ha adquirido recientemente.
La semana pasada, la Comisión adoptó una Comunicación sobre migración, que se debatirá en el Consejo Europeo. Subraya la necesidad de analizar la cuestión desde una perspectiva general. Desde luego, es fundamental para nuestros controles fronterizos y nuestra seguridad, pero también tiene importantes implicaciones económicas y sociales, y exige ser un tema central de nuestras relaciones con los socios de todo el mundo. La migración es algo cercano a las preocupaciones e intereses de los ciudadanos. Ningún Estado miembro individual puede resolverla por sí solo. Como he dicho varias veces, y también en esta Cámara, es completamente absurdo, en una Unión Europea de 27 Estados miembros que admite la libre circulación de personas, tener 27 políticas de inmigración. Necesitamos tener un planteamiento común para la inmigración, y necesitamos reconocer que los problemas a los que se enfrentan algunos de nuestros Estados miembros también se deberían considerar problemas europeos.
(Aplausos)
Necesitamos una política integrada, una política que tenga sentido para los ciudadanos europeos, para los inmigrantes y para los socios internacionales. La finalidad del documento que hemos presentado ante este Consejo es la de estimular el debate —primero en el Consejo Europeo, pero también en las sociedades europeas y, naturalmente, en este Parlamento— e iniciar un proceso que conduzca a una política integral. Al abordar una cuestión que representa una de las principales preocupaciones de los ciudadanos europeos, justo un día después de la firma del Tratado de Lisboa, la Unión sigue aplicando su planteamiento, basado en resultados concretos para Europa y resultados concretos para nuestros ciudadanos. Ésta es la forma correcta de seguir adelante, y creo que la cumbre europea de esta semana puede lograr que avancemos un paso más en nuestros deseos y en nuestra voluntad de dar forma a la globalización y hacerlo con nuestros valores.
(Aplausos)
Joseph Daul, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, señor Presidente de la Comisión, señor Presidente en ejercicio del Consejo, Señorías, el Consejo Europeo de Lisboa señala el retorno a la Europa de los resultados, a la Europa del valor añadido. Para los ciudadanos europeos, este Consejo consagra más libertad de circulación y una mayor integración. Se han resuelto muchos problemas institucionales y tocan a su fin dos años de bloqueo e incertidumbre.
Mañana, en Lisboa, 27 firmas en el Tratado de reforma sellarán nuestro destino común: un siglo XXI europeo, basado en nuestros valores compartidos, en nuestra prosperidad, en nuestra seguridad y en nuestra solidaridad. Queremos poder aplicar, desde enero de 2009, nuestro nuevo modo de funcionamiento. Es importante, porque las disposiciones del Tratado de Lisboa repercutirán en las próximas elecciones europeas y, por consiguiente, en el nombramiento del Presidente de la Comisión.
Señorías, la Carta de los Derechos Fundamentales representa la innovación más significativa del Tratado de Lisboa, pues responde claramente a dos preguntas fundamentales : ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos juntos? La Carta ilustra nuestros valores compartidos y es también el resultado de un consenso sobre la unidad en la diversidad. Si descuidamos alguno de estos dos términos, nos encontraremos con la oposición y la reticencia de los pueblos. Deseo que el espíritu y la letra de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales se apliquen en un espacio europeo lo más amplio posible, pues esta Carta consagra la pertenencia de cada cual a la Unión Europea y su vinculación a una Comunidad Europea de valores compartidos.
El Tratado de reforma amplía también el ámbito de la democracia al otorgar al Parlamento Europeo un poder mayor, establecer un sistema de votación más equitativo en el Consejo, conceder un papel activo a los Parlamentos nacionales en su calidad de garantes de la subsidiariedad y acercarse a los ciudadanos, a los que se reconoce un derecho de iniciativa legislativa.
Esta Cámara tendrá más deberes y responsabilidades para con los ciudadanos, lo que requiere más rigor por su parte, y más visibilidad también. Mi Grupo está dispuesto a aportar su contribución como legislador y fuente de ideas. Suscribo asimismo la propuesta de reunir un grupo de reflexión. Su función de guía para los próximos 20 o 30 años es capital. Si queremos construir una Europa basada en la prosperidad y la seguridad, en valores también, y en una solidaridad compartida, debemos reflexionar sobre el futuro del modelo europeo de sociedad.
Una vez concluida la ratificación, podremos centrarnos en las demandas de más Europa de nuestros conciudadanos, y abordar a escala europea los problemas relacionados con el cambio climático, la energía, la inmigración y la seguridad.
Señorías, la segunda decisión que se espera de Lisboa es más que simbólica. Se trata de la ampliación del acervo de Schengen a los Estados que se adhirieron en 2004. La libertad de circulación es un tema delicado, sobre todo para los ciudadanos que han sufrido el yugo de la ocupación y se han visto privados de libertad. No es compatible vivir en una Comunidad de valores compartidos y hacer diferencias entre los ciudadanos que se desplazan por la Unión Europea. Dicho esto, la igualdad de trato significa también igualdad ante la ley. Si olvidamos estos principios, la cohesión social no será posible y nuestros pueblos se distanciarán de Europa.
Celebro también la ampliación de la cooperación policial y judicial entre los Estados miembros. En una Europa abierta, permite combatir eficazmente las plagas del tráfico de seres humanos y la inmigración ilegal. Señorías, el Consejo Europeo del jueves representa un paso adelante hacia una Europa más abierta, más democrática y capaz de actuar. Pero una Europa que garantiza la unidad en su diversidad es también un factor de estabilidad dentro de sus fronteras, y de paz en el mundo.
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, señorías, el Presidente de la Comisión se ha referido acertadamente a uno de los retos fundamentales del presente, a saber, la cuestión de cómo debemos organizar la política de asuntos de interior en Europa sobre la base del Tratado que se suscribirá mañana, y de las nuevas estructuras jurídicas de la Unión Europea. Ha citado el problema de la inmigración masiva a Europa como ejemplo de la manera en que puede organizarse un espacio interior europeo, término con el que me refiero a un espació jurídico que mantiene fronteras exteriores, pero que ha dejado de tener fronteras interiores. Abordamos esta cuestión a escala intergubernamental.
Nadie debe llamarse a engaño: el Convenio de Aplicación del Acuerdo de Schengen no forma parte del Derecho de la Unión Europea; no es una ley comunitaria, sino un instrumento intergubernamental. Tal hecho pone de relieve en si mismo que seguimos adoleciendo de un defecto estructural, puesto que los instrumentos intergubernamentales constituyen fundamentalmente un tipo de ley que se centra en la soberanía nacional, y no en la creación de un marco europeo efectivo. Tal distinción es fundamental. El hecho es que el derecho basado en la soberanía nacional posibilita todo forma de manifestación de las peculiaridades nacionales, y todas las reservas individuales para bloquear el progreso de la Unión. A la vista de los retos que afrontamos en el ámbito de la política de migración, no nos podemos permitir tal estado de cosas.
En ese sentido, el Presidente Barroso tiene toda la razón, porque es un error que algunos (por ejemplo, en el sur de Europa) se encuentren sometidos a una intensa presión migratoria, mientras que los situados en los otros extremos geográficos de Europa se laven las manos respecto al problema. Tal situación no puede mantenerse de manera indefinida. El paso que vamos a dar al relanzar el proceso de integración sobre la base de un nuevo Tratado constituye por tanto un primer avance al que deben seguir otros, y me refiero aquí a una integración más estrecha en otros ámbitos, incluidos los de la política común de asuntos de interior, la política de seguridad común, y la política común de justicia.
Y esto me lleva al segundo punto que quiero tratar, de especial relevancia para nosotros en el momento actual. Vamos a suscribir formalmente hoy la Carta de Derechos Fundamentales. ¡Espléndido! Una mesa exquisita, magníficas sillas, un ambiente agradable, como siempre.
(Interjección de Daniel Cohn-Bendit: ¡y magníficos diputados al Parlamento!)
Efectivamente, maravillosos diputados también. Algunos, en cualquier caso, más educados que otros, señor Cohn-Bendit.
(Risas)
El escenario será maravilloso, como de costumbre. Sin embargo, todo me recuerda a un buen amigo mío que se ha casado en varias ocasiones a lo largo de su vida, y también se ha divorciado varias veces. Y cada vez que asisto a su boda, y cuando estoy a punto de volver a casa después de la solemne ceremonia y la magnífica función representada, le digo, «una jornada estupenda, como siempre». Me siento un poco así hoy. Estuve en Roma, junto con usted, señor Pöttering, y otros diputados que se encuentran aquí hoy. Tuvimos esa sensación en Roma. Fue como una boda: celebraciones, buena comida, una ceremonia maravillosa, música estupenda,
(Interjección de Daniel Cohn-Bendit: ¡preciosa ciudad!)
una ciudad preciosa, un ambiente espléndido, ni rastro de Cohn-Bendit, ¡todo estupendo!
(Risas)
Después regresamos a casa, y experimentamos el divorcio. Y hoy acudimos a la siguiente boda, esta vez en Lisboa: espléndido ambiente, maravillosa ciudad, sin Cohn-Bendit; todo tal y como corresponde. Sólo espero que no siga otra demanda de divorcio en Irlanda. En resumen, señorías, no hay motivo para celebraciones hasta que el Tratado haya sido ratificado en la práctica en los 27 países.
Tiene sentido ratificar el Tratado. Los antieuropeístas que deseaban echar por tierra la constitución porque creían que podían detener el proceso de integración de ese modo han aprendido indudablemente una lección impartida por este Tratado. Es cierto que el Tratado de Lisboa no satisface todos nuestros deseos, pero es mejor que destruir Europa mediante una oposición constante a la integración.
(Aplausos)
Y los que rechazaron el proyecto de Tratado Constitucional porque creían que presentaba deficiencias en materia de política social y necesitaba un elemento social más sólido no encontrarán tal elemento adicional en este nuevo Tratado, pero la proclamación de la Carta de los Derechos Humanos y su integración en el Tratado ha hecho posible realizar varios derechos sociales fundamentales.
Indudablemente, hubo motivos para el rechazo del proyecto de constitución por los extremistas de ambos lados. Puedo comprender más a los que lo rechazaron por motivos sociales, que a los antieuropeístas, que rechazaron el Tratado por principio, porque no desean esta Unión.
En cualquier caso, hay una cosa clara: este Tratado sólo puede representar un trampolín. Es un paso adelante, pero no nos lleva lo suficientemente lejos. De todos modos, es un paso que debe darse ahora en cualquier caso. Confío en que este matrimonio sea para toda la vida, y que los abogados divorcistas se queden en casa, puesto que ninguno de los retos de los próximos años (y mi honorable colega, el señor Swoboda, hablará en breve de Kosovo) podrán superarse si no colocamos a Europa sobre unos cimientos institucionales sólidos.
(Aplausos)
Andrew Duff, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, el señor Schulz tiene toda la razón al decir que ésta es una semana de celebración, en la que se proclama solemnemente la Carta que protege a nuestros ciudadanos contra los abusos del enorme poder del que está investida la Unión, y se firma el Tratado de Lisboa que refuerza nuestra capacidad de actuar y que mejora decididamente la calidad de nuestra democracia. Me complace que el Primer Ministro Brown haya decidido finalmente hacer su aparición, aunque, lamentablemente, lo haya hecho tarde. Me temo que es lo que cabe esperar de la participación británica en la UE. ¡Cerciórense de que el señor Brown firma con pluma y no con lápiz!
(Risas)
El Consejo Europeo es nuestra primera oportunidad de dar un paso decisivo desde este periodo introspectivo de reflexión y empezar a hacer un poco de política seria. En primer lugar tenemos Kosovo, y aquí la Unión está a punto de supervisar la independencia de un país sin la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es esencial, para el futuro de Kosovo y del resto de nosotros, que quienes temen que un paso tan audaz pueda crear un precedente tengan la sensatez de optar por una abstención constructiva y no intenten bloquear la autodeterminación de los kosovares.
El Consejo Europeo también debería empezar a tomar decisiones firmes acerca del tamaño y la forma de la misión de la PESD en Kosovo, para dar a conocer sus intenciones. Además, deberíamos reiterar nuestra negativa a firmar un acuerdo de estabilización y asociación con Serbia en tanto no entreguen sus criminales de guerra a la CPI. Es en este contexto en el que el grupo de expertos inspirado por Sarkozy se podría aplicar a la seria labor de concebir escenarios alternativos para el futuro de los Balcanes, pero sin desbaratar nuestros compromisos actuales.
(Aplausos)
Brian Crowley, en nombre del Grupo UEN. – (GA) Señor Presidente, los líderes de la UE se dan cita en Bruselas para una reunión del Consejo Europeo el día posterior a la firma del nuevo Tratado de Reforma. Irlanda es uno de los países en los que las disposiciones del Tratado se someterán a referéndum; si la campaña en apoyo del Tratado con arreglo a criterios abiertamente profesionales, creo que dicha consulta resultará un gran éxito.
en nombre del Grupo UEN. – Y, respecto a lo que ha dicho el señor Schulz sobre los peligros de una negativa desde Europa, como representante de Irlanda que interviene en esta ronda del debate sobre el futuro de Lisboa, me incumbe señalar una serie de hechos locales.
En primer lugar, felicitar a todos los que han participado en la consecución del acuerdo definitivo sobre el Tratado de Lisboa. Pero eso es sólo el documento escrito, y nos preguntamos —y a menudo en este Parlamento nos preguntamos— qué es lo que Europa quiere ver, qué es lo que los ciudadanos europeos quieren saber.
Sí, los ciudadanos europeos quieren más Europa. Pero, para ellos, más Europa no quiere decir lo que muchos de los que estamos en esta sala pudiéramos pensar. No quiere decir nuevos reglamentos, nuevas leyes… nuevas restricciones, que es como ellos lo verían. Quiere decir una Europa más inteligente, una Europa que ofrezca respuestas a sus necesidades cotidianas. Por eso es tan importante la Estrategia de Lisboa —la continuación y la mejora de la Estrategia de Lisboa—en lo que respecta a lo que sucedería en la reunión del Consejo de Lisboa.
En segundo lugar, todo el tema de la migración, en el que han incidido muchos diputados, está sometiendo los recursos a una enorme presión, no sólo económica en lo que se refiere al coste para los países —especialmente los países meridionales del Mediterráneo, que se ven obligados a realizar formidables desembolsos para hacer frente a este problema—, sino también de cohesión social dentro de dichos países. Está creando problemas enormes y explotando la buena voluntad y los esfuerzos existentes.
En tercer lugar, lo más importante: toda la cuestión relativa al tipo de desarrollo de una visión Europea que queremos ver en todo el mundo tal como se está materializando en Bali en la Conferencia sobre el cambio climático, tal como se materializará en el futuro en otras conferencias en Nueva York en los próximos meses y, sobre todo, de la que tenemos que hablar a nuestros ciudadanos e informarles correctamente de lo que se avecina.
Por último, quisiera decir al Presidente Barroso y a la Vicepresidenta Wallström, puesto que vamos a celebrar un referéndum en Irlanda: nada de impuestos, nada de impuestos, nada de impuestos. Los Tratados no les dan el poder de hacer propuestas fiscales. La Comisión debería mantenerse al margen de ellas.
Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señorías, tenemos una reunión estupenda hoy aquí. El Presidente en ejercicio y el Consejo se han mostrado diligentes, y el resumen que nos han ofrecido ha sido maravilloso. Lo que resumían exactamente se me escapa, pero los titulares han sido indudablemente acertados.
El gerente principal de la Comisión nos ha insistido en que este órgano ha abordado los retos de la globalización. Ha dicho «globalización» 87 veces, y «retos», 82, así que debe ser cierto.
Y luego la boda que con tanto entusiasmo ha descrito Martin. Se trata sin duda de un interesante estado de cosas, puesto que el novio se dispone a casarse con la misma novia por segunda vez. Es poco habitual, incluso en las bodas que usted frecuenta, Martin. Lo único que, ahora, la novia es un poco más añeja, un poco más anticuada y menos sexy que en Roma. No obstante, esta boda es necesaria. Hoy estamos todos invitados. Puesto que yo asisto hoy, y no asistí la ocasión anterior, ésta irá bien. Ahí va a radicar la diferencia.
Antes de comentar dos importantes problemas, permítanme aludir a la actuación surrealista del Primer Ministro británico en Lisboa. Se enteró de que un subcomité de un comité de una subcomisión se iba a reunir en la Cámara de los Comunes y, por tanto, no pudo asistir a la firma de lo que no quería firmar, pero iba a firmar en cualquier caso, pero más tarde, en la comida, lo firmó después de todo. Fue surrealista, pero así es el Reino Unido en la actualidad. ¡Es su problema, no el mío!
A continuación, en cualquier caso, me gustaría abordar dos asuntos graves. El primero es Kosovo. Hay un viejo chiste judío que dice que, si tienes dos opciones, elige siempre la tercera. Tenemos dos opciones. Si no reconocemos la independencia de Kosovo, tendremos un conflicto en nuestras manos. Si la reconocemos, tendremos un conflicto en nuestras manos. Ambas opciones conducen al conflicto, ya sea con Kosovo, o con Serbia. En la Unión Europea, debemos conducirnos ahora con firmeza al mostrar el modo en que podemos actuar, y no sólo la manera en que podemos pronunciarnos. Debemos formular una Agenda 2020 con vistas a potenciar el Estado de Derecho en esa región, y este programa debe desarrollarse junto con Kosovo, Serbia y Bosnia Herzegovina.
Hemos de reforzar el Estado de Derecho en toda la región. Debemos elaborar un pacto por el medio ambiente y el clima. Debemos formular un plan de desarrollo regional con componentes como las redes de vías transbalcánicas, otorgando a la región la perspectiva de una convergencia acelerada con la Unión Europea, con el objetivo de una integración simultánea de todos estos países en la Unión. El único medio del que disponemos para evitar el conflicto consiste en garantizar aquí que a estos países no sólo se les ofrece el «aglutinante» europeo, sino que también se les ayuda a desarrollarlo. Entonces comprobaremos si los 27 son capaces, no sólo de casarse con sus novias, sino también de incorporar niños difíciles a la familia, de manera que la paz pueda avanzar por fin en esa región. Me estoy refiriendo en realidad ahora a la noche de bodas.
El segundo asunto es tan crítico como el primero, y es el que atañe a Irán. El Consejo también tendrá que tomar una decisión al respecto. En este caso, podemos decir que la amenaza de una bomba nuclear iraní, al parecer, se ha atenuado, si podemos creer al servicio de inteligencia de los Estados Unidos. Somos todos como niños pequeños, creyendo siempre lo que queremos creer. Si alguien nos dice algo que no nos conviene, le acusamos de mentir. Si lo que nos cuenta sí nos complace, aseguramos que está en lo cierto. Ignoro quién tiene razón, pero me convendría que estuvieran en lo cierto en esta ocasión.
En cualquier caso, en Irán, la posibilidad de una bomba nuclear no representa el único problema. También nos encontramos el problema de la libertad o, para ser más precisos, la supresión de la misma. En los últimos años se ha asistido a un increíble recrudecimiento de la opresión sobre la población en Irán. Creo que Europa también tiene una tarea que desempeñar a este respecto. No se trata tan sólo de evitar la amenaza de una bomba nuclear. Está en juego también la libertad del pueblo en Irán, y la manera en que ayudamos a la sociedad civil a conquistar tal libertad.
Hay jefes de gobierno que creen que son más listos porque dan consejos sabios y llevan a cabo acciones grandes e ingeniosas para Europa. Sin embargo, los que creen que pueden vender reactores nucleares en todas las regiones del mundo, ya sea a Libia (una dictadura terrorista), o a Túnez, Argelia o Marruecos, sólo para descubrir posteriormente que todas estas naciones quieren una bomba nuclear, están siendo hipócritas. En la edición del New York Times de ayer se decía algo que llevamos diciendo todos los últimos 30 años, a saber, que todo el que utiliza la energía nuclear con fines civiles, la empleará en última instancia a efectos militares también si no existe otra alternativa. Y nosotros vendemos reactores nucleares a todos los países africanos y americanos, y de otros continentes, y creemos que somos listos. Somos estúpidos al obrar así. Hay que decirlo.
(Aplausos)
Francis Wurtz, en nombre del Grupo GUE/NGL. – Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Presidente de la Comisión, el próximo Consejo Europeo se celebrará tras la firma del nuevo Tratado, al día siguiente de una Cumbre Unión Europa-África especialmente señalada y también, no lo olvidemos demasiado pronto, en la primera fase de aplicación del proceso de Annapolis.
Con respecto al Tratado, pienso que la Unión cometería un grave error de diagnóstico de creer que este acuerdo en la Cumbre marca la superación de la crisis de confianza entre sectores enteros de nuestra sociedad y las actuales orientaciones económicas y sociales de la Unión. El problema sigue estando ahí, más valdría reconocerlo y prepararse para responder a él.
La misma lucidez me parece necesaria por lo que respecta a nuestras relaciones con África. El Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Alpha Konaré, ha pedido a Europa que abandone el paternalismo y subrayado que África, y lo cito, «no puede ser ni un coto reservado ni un nuevo territorio que conquistar». Ha criticado severamente, y lo vuelvo a citar, «la lógica de los acuerdos de asociación económica, que tienen terribles costes para las poblaciones africanas».
De forma significativa, prácticamente el mismo día, siete países de América Latina creaban el Banco del Sur para emanciparse del Fondo Monetario Internacional y reducir las desigualdades en la región. Es necesario que la Unión tenga en cuenta esta exigencia creciente y generalizada de una asociación más justa y más digna, también en su forma de tratar a los migrantes.
Por último, Oriente Próximo, que aparentemente está ausente del orden del día del Consejo. ¿Cómo ha podido aceptar la Unión, en Annapolis, quedar completamente al margen de la estructura encargada de seguir la aplicación de la hoja de ruta? ¿Va a asistir pasivamente a las infracciones del Acuerdo, como sucedió la semana pasada con el asunto de la colonia de Jerusalén Este? De un modo general, ¿qué ambiciones tenemos de verdad para Europa y de qué medios nos dotamos para darle vida? Este es un tema de predilección para el próximo Consejo Europeo.
Jens-Peter Bonde, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, mañana, a las 11.30 horas, los Primeros Ministros firmarán un Tratado definitivo que ninguno de ellos ha leído. Firman un lote de enmiendas que ni siquiera entienden. Ayer, el Parlamento danés rechazó celebrar un referéndum sobre un Tratado que no han leído. Han infringido la Constitución danesa y pueden ser llevados a los tribunales para que podamos tener un referéndum.
Quizá algunos hayan leído un proyecto completo; lo dudo. La versión definitiva aún no se puede leer por una sencilla razón: no está consolidada. La CIG ha decidido que sólo se imprimirán versiones legibles una vez que el Tratado haya sido ratificado por los 27 Estados miembros. «No leáis, firmad» es una moral cínica. Todas las negociaciones en la CIG y en el grupo de abogados lingüistas se han mantenido absolutamente secretas por lo que atañe a muchos de los diputados a este Parlamento. El sistema de numeración se ha cambiado tres veces para hacer técnicamente imposible cualquier comparación antes de la firma. No existe ni siquiera una tabla para comparar con la versión publicada en octubre.
Primero deshacen dos referéndums que rechazan la Constitución. Luego negocian en secreto y conservan el contenido bajo un nuevo nombre. Sigo ofreciendo una botella de buen vino a cambio de un solo ejemplo de ley que se pueda aprobar conforme a la Constitución y no conforme al Tratado de Lisboa. Hasta el experto jurídico más experimentado del Ministerio de Asuntos Exteriores danés ha admitido que no existe ninguna.
En una audiencia de expertos en el Parlamento danés, solicité en tres ocasiones que me dieran ejemplos de aspectos de la legislación nacional que queden fuera del alcance del Tratado de Lisboa, con sus cláusulas horizontales y sus principios fundamentales. No obtuve ni un solo ejemplo válido. El Tratado de Lisboa disolverá la UE actual, establecerá un Estado nuevo con ciudadanía conjunta, personalidad jurídica y todos los instrumentos de los Estados nación. La mayoría de las leyes serán adoptadas por funcionarios en secreto. Crecerá el déficit democrático. Mi grupo propone que se cancele la firma hasta haber leído el texto definitivo.
(Aplausos)
Jim Allister (NI). - Señor Presidente, hoy, de nuevo, muchos hablan con grandilocuencia acerca de los valores de la democracia europea. Hoy tendremos una pretenciosa afirmación de fe en los derechos humanos pero, al mismo tiempo, la elite de la UE se está preparando para celebrar su mayor gesto de arrogancia hasta la fecha al disponerse a firmar la Constitución en su nuevo envoltorio, sin la más mínima consideración hacia sus pueblos y hacia lo que éstos quieren o piensan.
Los referéndums de 2005 pusieron de manifiesto que Europa había perdido contacto con la realidad, pero la lección aprendida no fue abandonar lo que la gente no quería, sino soslayar su oposición a base de no volverles a preguntar. De ahí el escándalo de que, en todo este continente, se eliminarán las competencias nacionales, se establecerán estructuras superestatales, se creará una nueva ciudadanía de la UE, se dotará a la UE de personalidad jurídica y sólo se consultará a un puñado de ciudadanos.
¿Por qué? Porque en la mayoría de los Estados, incluido el mío, los dirigentes temen el veredicto de su pueblo, con lo que a su arrogancia añaden cobardía. Por eso digo, en un día en el que tanto se habla de derechos humanos: den a la gente de Europa el derecho político y humano básico a decir «sí» o «no» a esta Constitución, el derecho a decir «sí» o «no» en un referéndum.
(Aplausos)
Carlos Coelho (PPE-DE). - (PT) Presidente en ejercicio, Presidente de la Comisión, señorías, la Presidencia portuguesa se acerca a su fin, y acumula varios éxitos notables en su haber. No soy de los que hace excesivo hincapié en las iniciativas diplomáticas relacionadas con las cumbres de Brasil y de África, entre otras: sólo el tiempo dirá si dan lugar a medidas concretas, o si constituyen únicamente grandes eventos con una elevada visibilidad en los medios de comunicación.
Sin embargo, sí subrayaría las medidas estructurales que se han adoptado, en beneficio de Europa, en estos seis meses. Me vienen tres a la mente: la conclusión de la crisis institucional, con la adopción del Tratado de Lisboa, que se suscribirá mañana, la proclamación de la Carta europea de Derechos Fundamentales, con carácter vinculante, la histórica ampliación del espacio Schengen, con la integración de nueve nuevos Estados miembros y casi cuatro millones de kilómetros cuadrados, el logro de la viabilidad estratégica y el importante programa GALILEO, del que algunos preferirían prescindir, optando por dejar todo ese tema a los Estados Unidos, Rusia y China.
Me gustaría subrayar además la útil labor legislativa en cooperación con el Parlamento Europeo, y el excelente entendimiento con la Comisión y su Presidente, el Dr. Durão Barroso. La cooperación interinstitucional funcionó y dio buenos resultados. Presidente en ejercicio, le deseo todo el éxito en la reunión del Consejo del 14 de diciembre. Esperamos otras importantes decisiones, tanto en el ámbito de la política exterior, con especial referencia a Kosovo, y en lo que atañe a la respuesta de Europa a los retos de la globalización.
Me gustaría felicitar especialmente a la Presidencia portuguesa por incluir la cuestión de la política europea de inmigración en el temario para el Consejo, en el que el Presidente Barroso podrá incidir en las oportunas iniciativas de la Comisión Europea a este respecto. Hay problemas y desafíos que escapan claramente al alcance de actuación de los Estados miembros por separado, y que exigen un planteamiento común, lo que resulta especialmente obvio, como se ha referido ya, en un espacio sin fronteras interiores.
Señor Presidente, permítame concluir con una referencia nacional. Portugal siempre ha hecho cuanto ha estado en su mano para servir al interés común cuando ha ocupado la Presidencia del Consejo. Así ocurrió en 1992 con el Primer Ministro Cavaco Silva, y con João de Deus Pinheiro, entonces ministro de Asuntos Exteriores, y ahora diputado al Parlamento Europeo. También fue el caso en 2000, con el Primer Ministro António Guterres, y sucede hoy en la tercera Presidencia portuguesa del Consejo de la Unión.
Permítame, Secretario de Estado, que llame la atención respecto a su compromiso personal, el compromiso del ministro Luís Amado, y el Primer Ministro Sócrates, así como de todos los que han intervenido activamente aquí, en Bruselas y en Lisboa, para garantizar el éxito de la Presidencia. Me gustaría llamar la atención asimismo respecto a la labor de REPER, para mencionar la competencia del Embajador Mendonça e Moura, y manifestar mi agradecimiento por la eficaz conexión con el Parlamento Europeo proporcionada por el Dr. Alexandre Leitão.
Hannes Swoboda (PSE). - (DE) Señor Presidente, Presidente en ejercicio, Presidente de la Comisión, representa el mayor logro de la Presidencia portuguesa que el Tratado de Lisboa se encuentre ya preparado para su firma, y muchos diputados a este Parlamento han desempeñado indudablemente un papel en esta labor también.
Una de las funciones del Tratado de Lisboa es reforzar la política exterior y de seguridad común de la UE, y establecer un fundamento institucional para la misma. No obstante, un tratado sólo puede generar las condiciones adecuadas, y la voluntad y la energía para llevar a cabo una política de esa índole son igualmente esenciales.
Es cierto, como han señalado algunos oradores, que en esta coyuntura concreta, cuando se va a suscribir el Tratado, Kosovo constituirá una prueba de la determinación de los Estados miembros para aplicar una política exterior y de seguridad común. Sea lo que fuere lo que decidamos respecto a Kosovo, la decisión planteará problemas en la región.
No hay una nueva tercera opción, como sugiere el señor Cohn-Bendit, porque una tercera opción, como dedicar una gran cantidad de dinero e iniciativa a dicha región, ya se ha aplicado durante algún tiempo. Sólo existe la opción de la independencia para Kosovo, lo que suscitará a continuación varios problemas en la región, o también podríamos optar por no reconocer un Kosovo independiente, lo que también plantearía varios problemas en la región.
Queda claro, en mi opinión, que debemos atenernos al principio de que todo paso que se dé en las próximas semanas y meses debe surgir de la región, y ha de adoptarse conjuntamente con la Unión Europea. En cualquier caso, eso no podrá suceder si la Unión Europea no adopta una posición común sobre esta cuestión.
Sobre la base de mi experiencia propia, y llevo ya diez años trabajando en esa región en nombre del Parlamento Europeo, sólo veo una opción viable, que consiste en avanzar en el futuro inmediato hacia una independencia limitada, restringida y supervisada. No obstante, creo firmemente que resultaría absolutamente intolerable e inaceptable que Kosovo declarara su independencia de manera unilateral y nosotros, más o menos, lo consintiéramos. Muchos políticos de Kosovo afirman igualmente que este proceso puede abordarse conjuntamente. Lo comprobé de primera mano en las recientes elecciones celebradas allí. El proceso puede dar resultado si la Unión Europea opta por un planteamiento conjunto.
En los últimos días de esta Presidencia, quisiera pedir asimismo al Consejo que garantice que existe una línea europea común, que la responsabilidad común respecto a dicha región es ejercida por todas las partes, y que todos los pasos que se den en las próximas semanas y meses se acompañan de la presencia de la UE en Kosovo. Ése es el principal requisito. El factor decisivo no será el reconocimiento de la independencia de Kosovo, sino la representación enérgica de la política de seguridad de la UE en Kosovo, y el Presidente portugués del Consejo debe contribuir a que tal representación sea una realidad.
(Aplausos)
Sophia in 't Veld (ALDE). - (NL) Señor Presidente, se va a suscribir por fin el nuevo Tratado después de años de una situación de punto muerto, pero las partes del mismo deben actuar, también por fin, como los responsables, los verdaderos líderes de Europa. Es hora ya de que dejen de limitarse a jactarse en su respectivo escenario nacional de lo que han logrado y comiencen a solicitar activamente el apoyo a este Tratado, y a abogar por su ratificación, de manera que pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2009.
El mayor cambio radica en la cooperación en el ámbito policial y de la justicia. Debemos tener claro, y en breve, la manera en que vamos a abordar las cuestiones relevantes en 2008, durante el período de transición. ¿Cuál es la postura del Consejo respecto a las sugerencias del Comisario Frattini acerca de la aplicación inmediata de los nuevos procedimientos, adelantándose a la adopción de las nuevas normas?
La Carta de los Derechos Fundamentales también se proclama formalmente hoy. Y es una lástima que los Estados miembros hayan debilitado la Carta al sacarla del Tratado y, sobre todo, al respaldar dos exclusiones voluntarias. Ahora deben demostrar en la práctica que hablan en serio en lo que atañe a los derechos fundamentales, y que no se limitan a hablar de boquilla al respecto.
Por último, señor Presidente, se hace de la Unión Europea una entidad un poco más democrática y eficaz. Sin embargo, una democracia madura no sólo ha de ser enérgica, debe supervisar además el ejercicio del poder, y ha de ser responsable. Es la hora de la democracia, la hora de demostrar responsabilidad (también en la lucha contra el terrorismo), por lo que, ¿podríamos recibir una explicación del Consejo acerca del papel que ha desempeñado Europa en las actividades ilícitas de la CIA?
Mirosław Mariusz Piotrowski (UEN). - (PL) Señor Presidente, la Historia tiende a repetirse. Hace tres años, se suscribió el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa. Los dirigentes de los Estados miembros de la UE se mostraban enormemente complacidos y seguros de que el documento entraría en vigor. Sin embargo, dos naciones manifestaron una oposición firme en sendos referendos.
Los Jefes de Gobierno van a suscribir ahora un texto casi idéntico, y cuentan con poder evitar los referendos en esta ocasión. Obviamente, subestiman este instrumento fundamental de la democracia. El plazo designado públicamente como período de reflexión se malgastó. En lugar de dedicarlo a la consulta, el diálogo social y el debate, se empleó en formular mecanismos para la manipulación.
Cabe subrayar que el denominado Tratado de Reforma es un documento de muy alto rango, puesto que da lugar en la práctica a restricciones de la soberanía de los Estados miembros. Transfiere muchas de las prerrogativas que hasta la fecha estaban reservadas para los Estados nación a las instituciones de la UE, que no se encuentran sometidas a un verdadero control democrático. Estoy convencido de que, si se diera voz a las naciones de Europa, el tratado que se firma mañana compartiría el destino de su predecesor.
Mikel Irujo Amezaga (Verts/ALE). - Señor Presidente, hace unos meses llamé al Defensor del Pueblo en mi país y mientras esperaba al teléfono pusieron «Let it be», lo cual no invitaba mucho al optimismo respecto a la queja que estaba tramitando, como así fue.
Ésta es la misma sensación que tenemos aquellos que seguimos sin ver que la Unión Europea haga nada para encajar el hecho regional o las naciones sin Estado en su estructura institucional y en sus políticas. Lo peor es que cada vez somos más los que creemos que ese día nunca llegará y la verdad es que no nos dejan muchas alternativas.
En cuanto a Kosovo: se oyen aquí los problemas, pero a nadie le he oído plantear la cuestión para mí más importante, que es qué quieren los kosovares.
Respecto a la Estrategia de Lisboa, consideramos que existe una excesiva autocomplacencia y esta autocomplacencia se debe, en gran medida, a que los indicadores para valorar esta estrategia están sobre todo basados en el crecimiento del PIB. ¿Cuándo tendremos unos indicadores que demuestren los avances en lo social y en lo medioambiental para valorar realmente los resultados de Lisboa?
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). - (PT) Asistimos a un nuevo ensayo de los principios básicos de la política neoliberal que se ha aplicado durante la Presidencia portuguesa. La firma mañana del Tratado de Lisboa, que contiene los elementos esenciales de la denominada «Constitución Europea», representa indudablemente el hito más significativo representativo del avance cualitativo en la integración neoliberal que agrava cada vez más los problemas y las desigualdades sociales.
En lugar de incluir respuestas concebidas para mejorar las condiciones de trabajo, se confía en la flexiguridad para dotar a la actividad laboral de aún más precariedad. En lugar de considerar respuestas formuladas para mejorar las condiciones de vida y abordar los problemas de la pobreza que afecta a más de 80 millones de personas, se opta por una versión aún más neoliberal de la Estrategia de Lisboa diseñada para llevar adelante la liberalización y la privatización de los servicios públicos. Así, como en los acontecimientos del 18 de octubre y la manifestación de Lisboa, los trabajadores y la población en general continuarán la batalla contra este Tratado y estas políticas, así como la campaña a favor de referendos vinculantes sobre el Tratado, después de debates pluralistas y debidamente conducidos.
Frank Vanhecke (NI). - (NL) Señor Presidente, cuando Venezuela acudió a las urnas recientemente con ocasión de un referéndum, rechazando los planes de Chávez relativos a la aplicación de un cambio radical de la Constitución por una estrechísima mayoría, el aspirante a dictador de Venezuela se atuvo a la voluntad del pueblo, como deben hacer los dirigentes en un país más o menos libre. Creo que aquí en Europa, podríamos aprender mucho de su ejemplo.
Vemos como se nos vuelve a ofrecer una «Constitución europea», rechazada democráticamente en dos Estados miembros por una amplia mayoría del Estado. Prácticamente inalterada, a excepción de unos pocos retoques cosméticos. No existe margen para más debates reales y, por supuesto, tampoco para un referéndum en los países que probablemente se muestren críticos al respecto o votarían a favor de su rechazo. La Constitución europea (perdón, el Tratado de Reforma) se suscribe en Lisboa con gran pompa y ceremonia y, posteriormente, se pasará apresuradamente por los distintos parlamentos que la apoyan con una precipitación indigna. La democracia en Europa es una farsa.
Y la manera en que los eurócratas tratan la voz del pueblo volvió a quedar patente en fecha muy reciente, cuando el Comisario Rehn nos habló de la posibilidad de la adhesión de Turquía. Hay constancia de que afirmó que ni acuerdos nacionales ni compromisos electorales deben cruzarse en el camino de la adhesión turca. A los mandarines europeos les importan bien poco las promesas electorales realizadas a los votantes respecto a la adhesión de Turquía. En Venezuela sigue habiendo democracia por el momento; en Europa, lamentablemente, el grado de democracia es mucho menor.
Giles Chichester (PPE-DE). - Señor Presidente, la agenda del próximo Consejo Europeo incluye algunas cuestiones importantes. Estoy deseando oír hablar de la mejora de la competitividad europea, de los avances en los ambiciosos objetivos europeos para abordar el cambio climático y del compromiso europeo de cooperar con las naciones en desarrollo para aliviar la pobreza. Pero, inevitablemente, esta semana la atención se centrará en la firma del Tratado de Reforma en Lisboa.
Como hemos manifestado los conservadores británicos en reiteradas ocasiones, este trascendente Tratado no era verdaderamente necesario y, esta misma semana, una de las principales expertas académicas europeas ha publicado un informe sobre los efectos de la ampliación de la UE. Ha expuesto claramente lo que nosotros llevamos tiempo diciendo: que la UE ha estado funcionando perfectamente sin este Tratado de Reforma. Dice, y cito textualmente, «La prueba de la práctica desde mayo de 2004 sugiere que los procesos y prácticas institucionales de la UE han aguantado bastante bien los efectos de la ampliación».
Esto es importante si tenemos en cuenta todo lo que se nos ha dicho: que la UE no puede hacer frente a la ampliación sin un profundo cambio, o incluso un atasco, institucional. Todo ello refuerza nuestra opinión de que este Tratado sólo tiene que ver con simbolismo político, no con ninguna valoración objetiva de lo que Europa necesita.
Además de cuestionar los principios que justifican este Tratado, hemos sido muy críticos con el proceso que nos ha traído hasta aquí. Pretender que este Tratado no es, en esencia, la mismísima Constitución Europea, tan enfáticamente rechazada cuando se sometió a votación en Francia y en los Países Bajos, es un insulto a nuestra inteligencia. El Primer Ministro británico es el único dirigente que persiste en perpetuar el mito de que el Tratado y la Constitución son diferentes. Los ciudadanos británicos no le creen, y la inmensa mayoría ha expresado repetidamente su opinión de que se debería celebrar un referéndum. El señor Brown ha hecho caso omiso de sus deseos y esto ha contribuido en gran medida a debilitar su Gobierno y la Unión Europea en general.
Robert Goebbels (PSE). - Señores Presidentes, en 1981, el 1 % de la población europea poseía el 8 % de la riqueza global de entonces. Veinticinco años después, el 1 % de los más ricos disponen del 17 % de las rentas en la Unión Europea. Una persona de cada seis, es decir, unos 74 millones de europeos, viven por debajo del umbral de pobreza, tal como se ha definido para cada país.
Sin transferencias sociales, unos 185 millones de europeos, es decir, cerca del 4 % de la población, se hundirían en la pobreza, lo que demuestra la necesidad de una política social activa, una política de redistribución de la riqueza. Ahora bien, en el ámbito social, la acción de la Unión es especialmente tenue. La visión de una Europa más social en el siglo XXI que la Comisión acaba de presentar es perfecta en su análisis, pero muda por lo que se refiere a iniciativas legislativas.
El Presidente Barroso acaba de decirnos que la Estrategia de Lisboa da frutos, y tiene razón. Pero, al mismo tiempo, la calma coyuntural de Europa se ve amenazada por la versión más perversa de la globalización: los mercados financieros sin fronteras. La denominada crisis de las subprimes surgió del frenesí consumista de los norteamericanos. El sector financiero global cargó con paquetes de títulos llenos de hipotecas podridas. La flor y nata de la banca, los seguros y los fondos de pensiones ha vuelto a demostrar que la codicia es mayor que la inteligencia.
De todos modos, el mundo de las finanzas no arriesga nada: too big to fail. Los Bancos centrales de los Estados y el contribuyente acudirán en auxilio de quienes disponen de paracaídas dorados. El precio que habrá que pagar será alto. En Europa ya se ha reducido la actividad económica. La recesión amenaza a los Estados Unidos. El dólar se hunde, los precios de las materias primas, incluso de los alimentos básicos, suben sin cesar. La limitación del crédito afecta ya a las PYME y a los ciudadanos que buscan vivienda.
Leyendo el proyecto de conclusión del Consejo de Lisboa, no se vislumbra ningún arranque de Europa, y lo lamento amargamente.
Marco Cappato (ALDE). - (IT) Señor Presidente, señorías, me gustaría comenzar con la victoria, aparentemente menor, que obtuvo el Presidente francés Sarkozy al suprimir el término adhesión de las negociaciones en curso con Turquía.
Obviamente, no cambia nada: las negociaciones continuarán; sin embargo, Sarkozy, que actualmente es el más fuerte y el más político de los Jefes de Estado europeos, como se vio confirmado por el discurso que pronunció ante esta Cámara, viene después a hablarnos de las fronteras de Europa y la Unión Mediterránea, y la gente dice con cierto desdén: «no sabe de lo que habla, qué es eso de la Unión Mediterránea, no sabe a lo que está jugando».
Desde mi punto de vista, el juego que se trae está muy claro y concierne a las fronteras europeas: la Unión Mediterránea es la estrategia de la Europa de las naciones. En la práctica, si el planteamiento se redujera a la relación entre naciones, una Unión Mediterránea podría constituir una manera razonable de resolver problemas económicos, comerciales y medioambientales. Sin embargo, no es razonable, y ha de encontrarse una alternativa si queremos otra cosa, si deseamos una Europa de la ley, y de los derechos individuales en particular, una Europa de los ciudadanos, más que una Europa de Estados.
Tal es la alternativa que los Jefes de Estado, la Comisión y la Unión Europea debe utilizar para contrarrestar la estrategia francesa de Sarkozy de una Europa de naciones. Tenemos que decidir si queremos que la Carta de Derechos Fundamentales, un día, en el futuro, se convierta en la Carta de Derechos de los Ciudadanos Turcos, la Carta de Derechos de los Ciudadanos Marroquíes, la Carta de Derechos de los Ciudadanos Israelíes y Palestinos; tenemos que decidir si queremos o no proporcionar a nuestra Europa tal futuro, ya que, de lo contrario, la Europa de las naciones y de los Estados prevalecerá.
Para concluir, algunos visten camisetas con la inscripción «referéndum sobre Europa»: sí a un referéndum europeo, no a los referendos nacionales, porque los referendos sacan a relucir todo el populismo, extremismo, nacionalismo y comunismo de nuestra Europa.
Mario Borghezio (UEN). - (IT) Señor Presidente, señorías, por suerte, sigue habiendo patriotas en Europa y, obviamente, nosotros abogaremos por que se celebren referendos nacionales. Seguiremos exigiendo que se celebren referendos, porque creemos en una Europa de los pueblos, no en una Europa de las altas finanzas que apoya y financia esa política totalmente tecnocrática, esa forma de gestionar el desaguisado que representan las instituciones europeas.
Tal es precisamente la visión que emerge del remozado de su Tratado: la confirmación de una institución dominada por una tecnoburocracia que sólo responde ante sí misma y que se limita a autoalimentarse. En esta nueva versión, ¿dónde hay algo que refleje, por ejemplo, el fuerte llamamiento en defensa del modelo social europeo que se derivó de los referendos populares; qué respuesta le han dado?
En lo que se refiere a las fronteras, ninguna respuesta y continua palabrería genérica acerca de la ampliación, sin plantear el problema geopolítico de las fronteras de Europa que, para nosotros, es la cuestión clave. Un edificio como el que constituye Europa, que hunde sus raíces históricas en el Derecho público del Sacro Imperio Romano Germánico, no se construye tomando el valor del euro frente al dólar como horizonte espiritual. Existen otros puntos de referencia, sobre todo, desde nuestro punto de vista, las raíces cristianas de Europa.
No resolverán ustedes los problemas cruciales con los que se enfrenta Europa mediante sus subterfugios legales ni dejándose guiar por las sentencias del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Los Estados no pueden regirse de ese modo, ni el futuro ni la Historia de Europa. ¡Viva la Europa de los pueblos, la Europa de las raíces cristianas!
Miguel Portas (GUE/NGL). - (PT) Mañana, los Primeros Ministros y Jefes de Estado suscribirán el Tratado de Lisboa en la capital portuguesa. Posteriormente, solicitarán su ratificación. La diferencia no radica en el texto, que constituye una réplica de la Constitución rechazada por los franceses y los neerlandeses. La diferencia se encuentra en el método. Ahora solicitan una ratificación rápida, sin referendos. Hace unos días, el señor Zapatero manifestó aquí, en esta Cámara, su deseo de que los ciudadanos de los diversos Estados miembros se pronuncien ese mismo día sobre el Tratado que determinará nuestro futuro común.
En la cumbre del viernes, los gobiernos tendrán la oportunidad de disipar la sospecha que se cierne sobre todos y cada uno de ellos, la sospecha de que desean que el nuevo Tratado se apruebe a espaldas de los ciudadanos. Que aprovechen en toda su extensión la sugerencia del señor Zapatero. Que fijen el día. Hoy por hoy, el Tratado de Lisboa no es realmente su Tratado. No será nunca el Tratado de los europeos mientras su viabilidad dependa de no celebrar referendos. Que tengan el valor de atender la exigencia de democracia, ¡porque Europa en sí misma depende de la democracia!
Jana Bobošíková (NI). - (CS) Señorías, a menudo debatimos la manera de acercar la UE a los ciudadanos, y de dotarle de un mayor carácter democrático sin actuar al respecto. Mañana, los Jefes de Estado o de Gobierno suscribirán el Tratado de Reforma, y ya han venido anunciando previamente su deseo de que no se celebren referendos. Es triste que este Parlamento, haya aplaudido tal decisión mayoritariamente. Representa una expresión de la mayor arrogancia e indiferencia respecto a la voz de los ciudadanos. Tengo la impresión de que los políticos o son demasiado vagos para explicar el nuevo Tratado o, lo que es peor aún, tienen miedo de los ciudadanos. Los políticos no desean verse obligados a explicar el modo en que el nuevo Tratado modificará la cuota de participación de los Estados miembros en la toma de decisiones en el seno de la UE. Los políticos no quieren verse obligados a explicar a los ciudadanos que éstos no tendrán su «propio» Comisario en la Comisión. Tampoco desean verse obligados a defender el hecho de que cuestiones como la migración, la energía o el transporte no se traten en cada uno de los Estados, sino en Bruselas. Señorías, si no convencemos a los ciudadanos de las normas que rigen la nueva configuración de la UE, si no les explicamos, por un lado, las ventajas de la integración y, por el otro, los problemas de la pérdida de soberanía nacional, que implica claramente el Tratado en ciertos ámbito, la brecha entre la élite política y los ciudadanos seguirá ampliándose, cada vez más. Por este motivo, considero que los referendos constituyen un aspecto esencial del proceso de ratificación del Tratado.
Jacek Saryusz-Wolski (PPE-DE). - Señor Presidente, el Tratado de Lisboa tendrá repercusiones importantes en la futura política exterior de la Unión Europea.
Nuestros debates en la Comisión de Asuntos Exteriores de esta Cámara me permiten manifestar una opinión muy positiva sobre el nuevo Tratado por varias razones. Un marco único aumenta notablemente la coherencia de las acciones exteriores de la UE: el nuevo Tratado supone un gran paso adelante respecto a los mecanismos actuales. Proporciona una base explícitamente legal para la Política de Vecindad, establece una única personalidad jurídica para el conjunto de la Unión y obliga a los Estados miembros a consultarse entre sí y a mostrar solidaridad mutua.
En el aspecto institucional, se consiguen importantes mejoras con el aumento de las competencias del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad —que al mismo tiempo es Vicepresidente de la Comisión Europea— y el establecimiento del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Lo más importante es que el nuevo Tratado aumenta las competencias presupuestarias del Parlamento en relación con el gasto en política exterior de la UE, y sitúa al Parlamento Europeo en pie de igualdad con el Consejo.
Se establece asimismo la nueva base legal de los instrumentos o políticas relacionados con la política exterior y de seguridad común (PESC), por ejemplo, las sanciones impuestas a las entidades no estatales, política espacial y seguridad energética, lucha contra el cambio climático, prevención del terrorismo internacional y protección de los datos personales.
De hecho, las mejoras más importantes afectan a la política europea de seguridad y defensa (PESD), ya que el Tratado de Lisboa contempla especialmente una cooperación estructurada permanente en defensa entre aquellos Estados miembros que cuentan con capacidad militar.
No obstante, desde nuestro punto de vista, el nuevo Tratado también adolece de algunas deficiencias: se debería consultar al Parlamento Europeo acerca del nombramiento del nuevo Alto Representante y Vicepresidente de la Comisión, no sólo en el caso de la primera persona que tome posesión del cargo el 1 de enero de 2009, sino también en el caso del subsiguiente nombramiento provisional y, por supuesto, al nombrar la Comisión entera, incluido su Vicepresidente de Asuntos Exteriores.
Quiero destacar también la necesidad de que el nuevo y recién elegido Alto Representante y Vicepresidente consulte de hecho con el Parlamento a priori en relación con los principales aspectos de las alternativas básicas de la PESC y la PESD.
Resumiendo: el Tratado de Lisboa constituye un hito en el desarrollo institucional de la Unión Europea en asuntos exteriores y, como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, deseo manifestar mi satisfacción por su inminente firma.
Genowefa Grabowska (PSE). - (PL) Señor Presidente, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que sigue constituyendo el texto de referencia en este ámbito. Casi 60 años después, la Unión Europea codificó los derechos humanos en su Carta de Derechos Fundamentales, un documento que satisface las necesidades y expectativas de los europeos en el umbral del siglo XXI.
¿Por qué entonces dos Estados, Polonia y el Reino Unido, tan comprometidos con la codificación de los derechos humanos a escala internacional, se han opuesto a la Carta? ¿Por qué no desean ofrecérsela a sus propios ciudadanos? Mi decepción como polaco es enorme, puesto que, tanto Polonia, como el Reino Unido, habían aceptado previamente la Carta. Sus Primeros Ministros y ministros de asuntos exteriores la suscribieron como segunda parte del Tratado Constitucional en Roma el 29 de octubre de 2004. Sus firmas no sólo les obligaban respecto a sus socios europeos, sino que también constituían una señal para los ciudadanos de sus propios Estados, y una promesa de que se someterían a lo dispuesto en la Carta.
El contenido de la Carta no ha cambiado desde 2004. Lo que ha cambiado es la actitud de Polonia y del Reino Unido. Mi pregunta es: ¿por qué los sucesores de Tony Blair y Marek Belka se oponen a la Carta y privan a sus conciudadanos de sus ventajas? También pediría al Presidente del Consejo de Europa que preguntara a los actuales Primeros Ministros de Polonia y del Reino Unido por qué no honran las firmas de sus predecesores. En política exterior, el principio de continuidad es fundamental, y nosotros, los ciudadanos (me refiero a los polacos en este caso) necesitamos los derechos plasmados en la Carta.
Alexander Lambsdorff (ALDE). - (DE) Señor Presidente, señorías, se ha hablado largo y tendido aquí sobre la esencia del Tratado. Nosotros, los liberales alemanes, siempre hemos atribuido una enorme importancia a ciertos aspectos clave. En primer lugar, el compromiso institucional tenía que preservarse. En segundo lugar, queríamos un ministro de asuntos exteriores de la UE, no como adorno, sino como auténtico portavoz de la Unión Europea. Estamos plenamente de acuerdo con lo que ha señalado Jacek Saryusz-Wolski hace unos momentos acerca de las mejoras institucionales. No obstante, seguimos creyendo que la Política Exterior y de Seguridad Común, en el futuro previsible, seguirá manteniéndose o cayendo en función de la voluntad política de los Estados miembros, y esto es lamentable. El tercer asunto al que otorgábamos especial importancia era la protección firme de los derechos fundamentales, y por este motivo, esperamos con gran entusiasmo la proclamación de la Carta.
En conjunto, debe decirse que el Tratado de Lisboa es un éxito para la cooperación germano-portuguesa, por el que ambas Presidencias merecen ser felicitadas.
Con todo, es un verdadero inconveniente la falta de avances en la aproximación de los procesos de toma de decisiones a los ciudadanos. La decisión del Consejo de no presentar un texto consolidado es lo que llamaríamos una Realsatire en alemán, en referencia a una situación de la vida real que resulta más absurda que cualquier otra cosa que un escritor satírico pueda imaginar. No obstante, tal decisión pronto se verá superada por los acontecimientos. Estoy seguro de que el público en general y los parlamentos obtendrán copias del texto consolidado para si, y podrán enterarse de lo que va realmente el Tratado.
Debemos iniciar una etapa ahora en la que la Unión Europea abandone la autocontemplación y retome la adopción de una perspectiva global. Debemos atender nuestra responsabilidad económica internacional. El estado general de la economía mundial despierta el espectro de un crecimiento ralentizado y de la pérdida de puestos de trabajo en Europa. En muchos Estados miembros, incluido el mío, observo un regreso a la complacencia, y un debilitamiento de la voluntad de promulgar reformas. Eso tiene que cambiar.
Mi segunda observación es que debemos desempeñar nuestro papel en el terreno de la política internacional de manera responsable. Los ciudadanos quieren que la Unión Europea ejerza un papel importante en el ámbito mundial. La responsabilidad es nuestra.
Bogdan Pęk (UEN). - (PL) Señor Presidente, Europa no sólo consiste en un acuerdo entre élites. No se trata sólo de las instituciones europeas. Europa constituye sobre todo una cuestión de confianza.
Ayer, sin embargo, Udo Voigt, presidente del Partido Nacional Democrático de Alemania, declaró en un canal de la televisión pública de este país que Polonia debe devolver de inmediato Silesia a los alemanes, y que Polonia ha de restituir de inmediato Pomerania, Gdańsk, Wroclaw y otras ciudades a los alemanes. Al mismo tiempo, puso en duda las cifras relativas al número de víctimas del Holocausto.
Y yo me pregunto hoy, cuando el espíritu de Europa se mueve sobre la superficie de las aguas, y sobre este Parlamento, por qué ha perdido el señor Schulz su sensibilidad revolucionaria. ¿Por qué no se ha pronunciado el Gobierno alemán firmemente al respecto? Este es el tipo de actuación que dio lugar al Tercer Reich.
Exigimos una severa reprimenda y la ilegalización del partido fascista en cuestión, cuya actuación puede infligir el mayor de los daños a Europa: destruye la confianza entre las naciones europeas que se afanan por lograr el bien común. Alemania, como Estado europeo líder, debe ser especialmente sensible respecto a este tipo de actividad, y emprender acciones de inmediato para el bien de las Comunidades Europeas.
Alain Lamassoure (PPE-DE). - Señor Presidente, también yo quiero felicitar a la Presidencia portuguesa. La firma del Tratado de Lisboa, así como la Cumbre UE-África, serán momentos importantes de la historia europea. Pero esos magníficos éxitos no deberían verse empañados por lo que viene a continuación. A este respecto, quiero expresar dos temas de preocupación.
El primero se refiere a la ratificación del futuro Tratado. El abandono del proyecto de Constitución y su sustitución por un Tratado ordinario significan que, salvo en Irlanda, ya nada se opone a una ratificación parlamentaria en todos los Estados miembros. Es un elemento esencial del acuerdo político alcanzado en los Consejos Europeos de junio y octubre. Si, entre tanto, algún gobierno ha cambiado de opinión, el mínimo de lealtad hacia sus socios sería informarles antes de la firma y no después. Estoy seguro, señor Presidente del Consejo, de que la Presidencia portuguesa velará por que se respete rigurosamente esta lealtad elemental.
El segundo tema de preocupación, del que han hablado muchos compañeros, es el relativo a la situación en los Balcanes occidentales. Hace ya ocho años que sabemos que la independencia de Kosovo es ineludible. Y hoy, a pesar de los considerables esfuerzos de Javier Solana y de la Comisión, estamos tan confusos como entonces.
No dejamos de decir que los Balcanes occidentales tienen vocación de entrar en la Unión. Pretendemos aplicar un comienzo de política exterior común. Sin embargo, los sucesivos Presidentes de la Unión no han hecho más que pasar la patata caliente a la Presidencia siguiente. Ya no estamos en 1991. Dieciséis años y 300 000 muertos después, los países de la Unión deben demostrar que han aprendido la lección de este pasado doloroso. El futuro de los Balcanes no se decidirá en Washington ni en Moscú, ni siquiera en Nueva York, sino aquí, en Europa, entre pueblos directamente afectados y entre vecinos, amigos y socios europeos.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). - Señor Presidente, empezaré por hablar de Kosovo. En los Balcanes y en el Cáucaso, observamos un conflicto entre los valores europeos y las tendencias nacionalistas, entre la integración europea y los movimientos e ideas apoyados por Rusia. Si en el futuro volvemos la vista atrás, estoy totalmente seguro de que nunca lamentaremos los esfuerzos que podamos hacer hoy para apoyar la integración europea con todos los medios de que disponemos; pero en cambio sí es muy probable que lamentemos, en el futuro, los esfuerzos que no hayamos hecho. Creo que es importante debatir esto en el Consejo Europeo al final de esta semana.
Deseo, en segundo lugar, hablar de la globalización. Creo que es importante recordar que es la globalización la que ha convertido a Europa en una de las principales economías mundiales y que la globalización es indispensable si queremos ser la primera economía del conocimiento del mundo, porque nunca seremos líderes mundiales si sólo somos los mejores en Europa. Con medidas proteccionistas nunca podremos conseguir resultados. A la larga reducirá las oportunidades de puestos de trabajo y prosperidad, pero no nos dará la oportunidad de ser una de las principales economías mundiales ni de defender los valores europeos.
Esto nos lleva a una conclusión: es importante que el Consejo Europeo subraye todos los esfuerzos necesarios en cuanto a la legislación en materia de energía y telecomunicaciones, el mercado interior, el comercio y la competencia. La competencia no es una lucha entre diferentes personalidades o identidades. Es una oportunidad para que todos participen e impulsen a Europa hacia adelante. Éste es el camino que deberíamos elegir, y así es como podemos hacer un uso óptimo del Tratado a fin de responder al desafío global. Esta oportunidad se nos ha dado esta semana y debiéramos aprovecharla.
Enrique Barón Crespo (PSE). - Señor Presidente, señor Presidente del Consejo, señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, creo que es de justicia comenzar reconociendo públicamente el trabajo de la Presidencia portuguesa en un día muy importante para el Parlamento Europeo, que se expresa precisamente en ese frontispicio que se ha puesto en el podio de la Presidencia y que consiste en —por fin— la proclamación solemne de la Carta de Derechos Fundamentales.
La Presidencia portuguesa recibió —y lo digo como representante del Parlamento Europeo ante la Conferencia Intergubernamental— un borrador en el que la Carta de los Derechos Fundamentales no pasaba de ser la declaración nº 11. Creo que también es de justicia decir —el Presidente del Consejo me lo dijo personalmente al principio— que era prácticamente imposible cambiar ese estatus, y creo que en el trabajo de la Conferencia Intergubernamental conjuntamente hemos conseguido que la Carta de los Derechos Fundamentales sea una carta jurídicamente vinculante. Los Estados no han querido incluirla en el Tratado, pero es una Carta y tiene un carácter constitucional.
Creo que hay que recordar el esfuerzo que han hecho muchas mujeres y hombres a lo largo de los años en el Parlamento Europeo para conseguir esa Carta. Creo que hay que recordar a esa mujer que expresa la tragedia de Europa en el siglo XX y su superación, Simone Weil, y también podemos recordar a Altiero Spinelli, a Fernand Herman y a muchos otros que durante muchos años trabajaron para que, por fin, tuviéramos una declaración de derechos que expresara nuestra identidad.
Señor Presidente, también creo que ya es hora de que, en un Parlamento que legisla sin discriminaciones sobre las vacas, las cabras, los pepinos, las finanzas, por fin nos ocupemos de las personas, de las ciudadanas y los ciudadanos. Creo que hay que lamentar que, desgraciadamente, todavía haya algunos Estados que introducen limitaciones a los derechos de sus ciudadanos como ciudadanos europeos, incluso en el día de hoy.
Finalmente, señor Presidente, añadiría otro elemento importante, y es que esta Carta y el Tratado de Lisboa fortalecen a la Unión como una democracia supranacional de Estados y de ciudadanos, que es la primera respuesta en la era de la globalización en el terreno político. Lo hacemos a nivel regional, pero creo que es un ejemplo que tenemos que seguir también para nuestro futuro y para el resto de la Humanidad.
Othmar Karas (PPE-DE). - (DE) Señor Presidente, señorías, estamos preparando la cumbre, y no preveo que surjan sorpresas en la misma. Sin embargo, sí preveo que en la cumbre se abran puertas al futuro, y que se posicione la Unión Europea respecto a numerosas cuestiones.
La primera puerta que debe abrirse es la que conduce a la ratificación del Tratado de Lisboa. Esperamos que tal ratificación se lleve a cabo con rapidez en todos los Estados miembros, y que el resultado de las elecciones de 2009 al Parlamento Europeo se tenga en cuenta en la designación de los encargados de ostentar cargos públicos con arreglo a lo dispuesto en el nuevo Tratado. En cualquier caso, también espero que el despeje del camino a la ratificación suponga asimismo que el Consejo y la Comisión comienzan por fin a comunicar y a proporcionar información sobre el contenidos del Tratado en los Estados miembros.
No nos mantengamos en silencio respecto a las razones por las que apoyamos este Tratado. Lo recibimos favorablemente porque refuerza a nuestros ciudadanos, nuestros parlamentos, la democracia y la Unión Europeo.
La segunda puerta que vamos a abrir es la que conduce a la libertad. Schengen será objeto de debate. Nos complace que haya aumentado el número de Estados miembros que satisfacen los criterios de Schengen, porque ello conlleva una mayor libertad en la Unión Europea, y más libertad para los ciudadanos de la misma.
En tercer lugar, confío en que se abra una puerta que permita a la Unión Europea asumir una mayor responsabilidad a escala mundial. En este sentido, permítanme señalar que el margen para lograr una solución negociada a la cuestión de Kosovo se ha agotado, y que la Unión Europea debe asumir responsabilidades conjuntamente en lo que atañe a Kosovo. Desde nuestra perspectiva, indudablemente, el futuro de Kosovo y Serbia radica en la Unión Europea, y hemos de hacer cuanto esté en nuestra mano para garantizar que se atienda el deseo de la población de ser libre y vivir en paz unos con otros.
Por último, quiero aludir a la puerta hacia la investigación y la tecnología. Lleven a la práctica la decisión Galileo, que sólo pudo tomarse porque la Unión Europea asumió su responsabilidad financiera.
Manuel António dos Santos (PSE). - (PT) Señor Presidente, Presidente del Consejo, la Presidencia portuguesa deja un legado altamente estimulante, pero también cargado de responsabilidades. En la cumbre de esta semana se efectuará un llamamiento a la consolidación y el desarrollo de dicho legado político. La firma del Tratado de Lisboa mañana, la ratificación solemne de la Carta de Derechos Fundamentales por las tres instituciones de la Unión Europea dentro de unos minutos, el establecimiento de una alianza estratégica con Brasil, sin perjuicio de las relaciones especiales de la Unión Europea con Mercosur, la reanudación de las cumbres estratégicas periódicas con África y, por último, el impulso dado a la Estrategia de Lisboa y muchas cuestiones de importancia decisiva para Europa: son todos logros notables, pero sólo resultarán útiles si dan lugar a que se formulen las políticas y se alcancen los objetivos que resultan esenciales para conseguir que Europea sea más fuerte, más cohesionada, más unida y más decisiva para la estabilidad mundial.
Tal es, en breve, la responsabilidad que los Estados miembros, el Consejo Europeo, la Comisión y el Parlamento heredan de la Presidencia portuguesa. Sin embargo, representa asimismo el incentivo que nos permitirá a todos emerger de la crisis institucional que ha retenido a Europa y ha impedido el proceso de integración europea en los dos últimos años. Para reiterar lo que he señalado ya en numerosas ocasiones, mi sincera felicitación a la Presidencia portuguesa, y confío en que la próxima Presidencia eslovena continúe en la misma línea y desarrolle lo que se ha realizado. El único objetivo de la próxima cumbre de Bruselas debe consistir en crear las condiciones políticas necesarias para que así suceda.
Francisco José Millán Mon (PPE-DE). - Señor Presidente, yo celebro que el Tratado de Lisboa se firme mañana. Se pondrá así fin a un período de cierto desconcierto en el que la percepción desde el exterior era la de una cierta parálisis de la Unión. Felicito, pues, a la Presidencia portuguesa.
Firmado el Tratado, espero que ya no haya motivos para el ensimismamiento. Es el momento de que la Unión y, desde luego, el Consejo Europeo miren hacia fuera, afronten decididamente los problemas de los ciudadanos. Mencionaré tres.
El crecimiento económico: el Consejo Europeo no debe caer en la autocomplacencia. Las señales no son buenas: el euro está demasiado fuerte, dificultando las exportaciones; la inflación está subiendo; el dólar, demasiado débil; el petróleo continúa siendo caro. Todos los estudios —el último, el de la OCDE— rebajan las previsiones de crecimiento económico en Europa para 2007 y 2008.
En segundo lugar, la inmigración ilegal: es un problema serio en el que han intentado trabajar durante este semestre, por ejemplo, con la Conferencia de Ministros Euromed. También he visto en el plan de acción aprobado en la Cumbre con África referencias a los acuerdos de readmisión y otros instrumentos, pero ¿se cumplirán luego los compromisos? ¿Cuántos años lleva la Unión negociando acuerdos de readmisión con algunos países mediterráneos?
Por otra parte, la inmigración ilegal no sólo depende de la cooperación con terceros países; nosotros mismos hemos de cumplir nuestros compromisos, por ejemplo con FRONTEX. Y, además, la ampliación efectiva de Schengen, que el Consejo Europeo confirmará el viernes, significa también una ampliación de las fronteras exteriores. Espero que las autoridades y los funcionarios responsables de estas nuevas fronteras exteriores estén a la altura del reto que supone la inmigración ilegal.
Finalmente, el terrorismo: la amenaza sigue. Ahí están las recientes amenazas de los líderes de Al Qaeda; ahí están los hechos sangrientos de ayer en Argel; y le recuerdo lo sucedido en Francia con ETA la semana pasada.
Celebro que, durante la Presidencia portuguesa, se hayan ocupado de cubrir el puesto de coordinador europeo para la lucha contra el terrorismo, inexplicablemente vacante durante más de seis meses. Si acaso era un problema de falta de competencias o de medios, la reforma del Tratado, por cierto, ha sido una ocasión perdida para fortalecer esta figura.
Finalmente, espero que el Consejo Europeo inste a que se tramite con rapidez la reciente propuesta de la Comisión de modificar la Decisión marco sobre el terrorismo para incluir la apología también como delito.
Paul Marie Coûteaux (IND/DEM). - Señor Presidente, este año 2007, marcado por la Presidencia alemana, y seguido de la Presidencia portuguesa, pasará a la historia de la construcción europea como el año del más gigantesco desprecio por los pueblos y la democracia.
En efecto, el Tratado que se firmará mañana en Lisboa ni se ha simplificado ni se ha consensuado. Se trata pura y simplemente del retorno del Tratado constitucional rechazado por el pueblo francés. Por lo demás, la mayoría de ustedes, y el señor Giscard d'Estaing, lo celebran ruidosamente.
Quiero hacer aquí a aquellos de mis colegas franceses que apoyan esta Constitución maquillada la más solemne advertencia. Estas disposiciones crean un nuevo Estado. Ese Estado se impone a nuestro pueblo en contra de su voluntad. Por tanto, no será legítimo, lo que entraña una consecuencia concreta pero terrible: los órganos de la Unión Europea y los actos que procedan de ellos deberán considerarse ilegítimos. Así, pronto, tendremos un deber imperativo, dictado por el derecho de los pueblos, que es el deber de desobediencia. No tengo nada más que decir.
Manuel Lobo Antunes, Presidente en ejercicio del Consejo. − (PT) Señor Presidente, Vicepresidente de la Comisión, señorías, me gustaría referirme siquiera brevemente, en mi declaración de cierre a una cuestión que se ha planteado varias veces y que reviste suma importancia, que figura lógicamente en la agenda exterior de la Unión Europea y que, muy probablemente, siga constituyendo una prioridad en las próximas semanas y meses. Me refiero a la cuestión de Kosovo. Me gustaría explicar brevemente la posición de la Presidencia portuguesa respecto a este asunto primordial.
En nuestra opinión, era sumamente importante que, después de la presentación del plan Ahtisaari al Consejo de Seguridad, la Unión Europea, Rusia y los Estados Unidos conformaran una troika con el fin de procurar, nuevamente en estrecho contacto con las partes, posibles soluciones en las que pudieran convenir las mismas. Había dos objetivos principales: por un lado, el de intentar examinar ciertos aspectos del plan Ahtisaari que pudieran y debieran analizarse. Por el otro, estamos seguros, tanto nosotros, como la Unión Europea, de que hemos realizado todo cuanto pudimos para hacer posible la consecución de una solución convenida respecto al futuro de Kosovo. Dispusimos de 120 días para tal tarea.
Ahora sabemos, y es una cuestión de público conocimiento de la que la troika también ha informado, que resultó imposible para las partes llegar a un acuerdo respecto al estatus futuro de Kosovo, pero no está todo perdido. En primer lugar, debemos dejar constancia del excelente clima, del magnífico ambiente entre las partes de la troika, así como en las relaciones entre la troika y las partes. En segundo lugar, como confiábamos y esperábamos, fue posible examinar algunos de los aspectos destacados en el informe Ahtisaari y, lógicamente, surgieron nuevos puntos de acuerdo sobre esa base. En tercer lugar, un aspecto de suma relevancia, que quizá no haya recibido la atención debida, es el hecho de que las partes convinieron en abstenerse de recurrir a soluciones violentes para resolver la cuestión del futuro estatus de Kosovo. Atribuimos una enorme importancia a este compromiso político, y sólo confiamos, naturalmente, en que se respete.
El proceso se ha vuelto a remitir a las Naciones Unidas, y se debatirá nuevamente en el Consejo de Seguridad. Las Naciones Unidas, no lo olvidemos, debe desempeñar un papel fundamental en este asunto. Sin embargo, si resulta imposible, en el ámbito de las Naciones Unidas, que los miembros del Consejo de Seguridad convengan una solución que determinará el estatus futuro de Kosovo, no nos cabe duda de que la comunidad internacional, y la Unión Europea en particular, tendrán que tomar decisiones por si mismas que, como todos sabemos, resultarán complejas y, quizá, difíciles.
Tres observaciones sobre este particular son motivo de interés fundamental para la Presidencia portuguesa, y lo serán para Portugal como Estado miembro de la Unión Europea después del 1 de enero. Lógicamente, el primer motivo de interés consiste en preservar la unidad de los Estados miembros. En nuestra opinión, es esencial que, cuando se nos inste a decidir, si adoptamos una decisión, ésta sea conjunta. Debemos presentar un frente unido. Desde nuestro punto de vista, esto es absolutamente esencial. Lo que no nos gustaría ni desearíamos ver, lo que haríamos todo lo posible para evitar, es que Europa se dividiera respecto a la cuestión de Kosovo, como ha sucedido en el pasado respecto a tantas situaciones internacionales, cuestiones difíciles de ámbito internacional que comportan grandes responsabilidades. Por tanto, la unidad ha de ser nuestro lema.
En segundo lugar, la Unión Europea ha de asumir sus responsabilidades, porque Kosovo constituye, por encima de todo, un problema europeo, nuestro problema, y aunque está claro que confiamos en todos nuestros socios internacionales para que busquen también una solución a esta cuestión, Europa no puede darle la espalda a Kosovo, debe asumir plenamente sus responsabilidades respecto a un problema europeo y, a la conclusión de la Presidencia, considero que la Unión Europea es perfectamente consciente de este hecho, y de que ha de desempeñar un papel protagonista en el tratamiento de este asunto.
En tercer lugar, no debemos precipitarnos, debemos considerar con detenimiento las consecuencias de cualquier decisión que podamos tomar, hemos de buscar lógicamente un consenso, si resulta posible, en todas las circunstancias y en todas las situaciones, y también debemos asumir una posición inequívoca respecto a esta cuestión, y transmitir tal postura de un modo muy transparente y claro a todos los interlocutores que también participan de algún modo en el tratamiento de la cuestión de Kosovo.
Por último, toda solución a la cuestión del estatus futuro de Kosovo debe respetar siempre, y en toda circunstancia, los valores y los principios que son fundamentales para la Unión Europea: paz y estabilidad regional, por supuesto, y también, como es obvio, el respeto de la ley, de la democracia y de los derechos humanos.
No existe otro marco de referencia para la solución al problema de Kosovo, y no debemos olvidar, bajo ninguna circunstancia, que la Unión Europea ofreció a los países de los Balcanes occidentales, y a Serbia en particular, perspectivas europeas firmes e inequívocas, y debemos colaborar con las partes también a tal efecto. Las partes deben saber que su vocación natural es la de formar parte de Europa. Confiemos en que la Unión Europea, en la resolución de la difícil cuestión de Kosovo (y no nos engañemos, se trata de un problema complejo y difícil); no tenemos alternativa, pero como digo, que la Unión Europea, en toda circunstancia y a pesar de cualquier diferencia que pueda plantearse respecto a determinados aspectos, mantenga su unidad. Se trata de un aspecto fundamental y esencial para la credibilidad de la Unión Europea y sus acciones exteriores. Eso es, en breve, lo que quería decirles acerca de Kosovo.
Para concluir, señor Presidente, confío en que me disculpe, y estoy seguro de que entenderá que termine con una nota personal: ésta es la última vez que asistiré a un debate en el Parlamento Europeo como representante de la Presidencia portuguesa. Se trata por tanto de una despedida, que no puede transcurrir sin una expresión de reconocimiento y gratitud por el apoyo que siempre he recibido en esta Cámara del Presidente y de todos los diputados. He aprendido con ustedes, y gracias a ustedes, lo importante que es este Parlamento en el fortalecimiento de la democracia en nuestra Unión, y también, lógicamente, en la consolidación de la legalidad de las decisiones que adoptamos aquí con vistas, obviamente, a la creación de una Unión más libre y próspera para los ciudadanos de Europa.
Por tanto, muchas gracias, señorías. Lógicamente, también me gustaría manifestar mi agradecimiento a los Comisarios y a los miembros de su personal, y al Presidente de la Comisión, que ha participado a menudo conmigo en estos debates, y con el que he podido establecer una gran base común en nuestro trabajo, nuestros objetivos y esfuerzos. Gracias, Comisión.
También me gustaría, y estoy seguro de que lo comprenderán, expresar mi agradecimiento a los funcionarios del Parlamento Europeo y, en especial, si me lo permiten, a mis compatriotas que trabajan aquí. Por último, y confío en no haber olvidado a nadie, me gustaría manifestar mi gratitud a mis intérpretes, los intérpretes portugueses, de los que estoy muy orgulloso. Concluiré con la expresión inglesa: «I will miss you all» o, en portugués: «Já sinto saudades». Muchas gracias.
Presidente. − Obrigado, señor Presidente en ejercicio. Nos volveremos a encontrar en Lisboa mañana, por supuesto, y la próxima semana, se encontrará usted aquí de nuevo para acompañar al Presidente del Consejo, José Sócrates, pero, puesto que éste ha sido su último discurso en un Pleno, me gustaría manifestar nuestro sincero agradecimiento, y reafirmar que nuestra cooperación con usted ha sido un inmenso placer y, sobre todo, un enorme éxito. Gracias, Manuel Lobo Antunes.
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señor Presidente, muchas gracias por este amplio debate, que creo que proporcionará valiosa información para la reunión de Lisboa y para la cumbre de Bruselas.
Quisiera centrarme en algunos de los temas que se han planteado esta mañana, empezando por el Tratado de Lisboa y la Carta. En primer lugar, creo que la Presidencia portuguesa, como antes la Presidencia alemana, merece ser felicitada por habernos traído hasta aquí. La firma de mañana en Lisboa subrayará el compromiso de todos los firmantes de lograr la ratificación del Tratado.
También me gustaría aprovechar la oportunidad para agradecer una vez más a los representantes del Parlamento el importante papel que han desempeñado al hacer posible que la Unión resuelva sus dificultades institucionales. Naturalmente, la Comisión también ha participado activamente en todo este largo procedimiento, especialmente a través de la Agenda para los ciudadanos y el «enfoque de dos vías», al que se ha referido anteriormente el Presidente Barroso. Quienes han dicho que, después de todo, la Unión funciona incluso sin estos cambios no deben olvidar que este Tratado de Reforma incluye una serie de elementos nuevos que nos ayudarán y que, concretamente, nos permitirán abordar de manera efectiva el cambio climático y el desafío energético en su conjunto, además de hacer posible una mayor apertura por medio de las reuniones públicas del Consejo y el mayor protagonismo de los Parlamentos nacionales. De modo que, en mi opinión, también nos ayudará a ser más transparentes, más abiertos y más democráticos.
Sea cual sea el procedimiento de ratificación que decidan los diferentes Estados miembros, todos tenemos la obligación de comunicarnos con los ciudadanos. Desde luego, para hacerlo tendremos que asociarnos y respetar las diferentes necesidades y deseos expresados por los Estados miembros acerca de este debate. Creo que la proclamación de la Carta en el día de hoy también simboliza otro logro importante de las negociaciones: el hecho de que —a excepción de las disposiciones especiales en dos de nuestros Estados miembros y suponiendo que el Tratado entre en vigor— la Carta será jurídicamente vinculante, lo que garantizará los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos.
El segundo punto que quisiera comentar es el del «Grupo de reflexión», porque creo que debemos asegurarnos de que se centre en los retos de las políticas del futuro y no principalmente en las instituciones. Debe centrarse en las expectativas de los europeos, y también espero que este grupo sea representativo de la diversidad de la Europa actual.
Mi tercer comentario se refiere a la migración. Creo que, en un planteamiento integrado sobre la migración, interviene una combinación de las políticas nacionales y de la Unión Europea. Requiere coherencia entre nuestras políticas en materia de migración legal e ilegal. Requiere medidas en las políticas de desarrollo, en la integración social, en la libertad de circulación, en la seguridad fronteriza y en los visados, por citar algunas. Es excelente que este Consejo también vaya a debatir estas cuestiones de forma global, pero creo que este Parlamento puede hacer una aportación significativa a dicho debate. La Estrategia de Lisboa, como ha dicho el Presidente, está dando resultados, y creo que esto debería ser motivo de celebración por parte de todos los componentes de esta Cámara. De igual modo, existe consenso en cuanto a la necesidad de medidas que aborden todos los aspectos del desarrollo sostenible como parte de la estrategia. Esto incluye la flexiguridad, la inclusión social y el cambio climático. Si logramos ponernos de acuerdo en la dirección de la política, podremos generar un compromiso político real para resolver los problemas reales que algunos de ustedes han mencionado.
Por último, acerca del tema de Kosovo que muchos han mencionado en esta Cámara, permítanme añadir que la Comisión comparte plenamente las preocupaciones expresadas por varios diputados sobre la situación en Kosovo y que la Unión Europea ha hecho todo lo posible por alcanzar una solución negociada, pero ahora está claro que el statu quo es insostenible y que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tendrá que abordarlo cuando lo analice el 19 de diciembre. El Consejo Europeo tendrá que hacer balance de la situación, y debería reafirmar el compromiso de la Unión Europea de resolver el estatuto de Kosovo y desempeñar un papel destacado en la aplicación de un acuerdo que, como muchos de ustedes han mencionado, entra en el marco de la perspectiva Europea para toda la región.
Por último, este Consejo, junto con la firma del Tratado y la proclamación de la Carta, quizá no traza una línea divisoria bajo los acontecimientos de 2005, pero sí marca el comienzo de una nueva fase del desarrollo de la Unión Europea. Hemos aprendido las lecciones de 2005 y espero que podamos iniciar los próximos cincuenta años de la Unión con una confianza mucho mayor.
Presidente. − Queda cerrado este punto del orden del día.
Declaraciones por escrito (Artículo 142)
Janusz Lewandowski (PPE-DE), por escrito. – (PL) Señor Presidente, los preparativos para la cumbre de diciembre de la UE en Bruselas tienen lugar en un ambiente mejor que el previsto. Ello se debe, obviamente, a la aprobación del Tratado de Reforma, y a la perspectiva de su aprobación exenta de problemas en Lisboa. El compromiso alcanzado en Polonia, que consistió en el mantenimiento de la línea del Gobierno anterior respecto a la Carta de Derechos Fundamentales, con el fin de no poner en peligro el tratado en su conjunto, ha surtido efecto.
No obstante, debe subrayarse que el clima generado en torno al nuevo tratado ha dado lugar a que se vincule exageradamente su aprobación o no aprobación con las probabilidades de supervivencia de la Unión Europea. Tras la ampliación de 2004 y la admisión de Bulgaria y Rumanía (es decir, con la extensión a 27 Estados miembros), la Unión ha funcionado sobre la base del Tratado de Niza. Que ha funcionado eficazmente quedó demostrado por la aprobación de la Perspectiva Financiera para 2007-2013. Hay que reconocer que se aprobó con ciertas dificultades, pero se alcanzó un acuerdo sobre el dinero, lo que parece constituir la cuestión más difícil y, por tanto, constituye una prueba de la utilidad de las normas institucionales vigentes.
A pesar de éste y de otros acuerdos, se creó artificialmente en la UE una impresión de crisis. Esto, a su vez, tuvo repercusiones en cuanto al descenso de la confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas y la conveniencia de una ulterior ampliación. Esta peligrosa espiral, detenida en cierta medida en el segundo semestre de 2007, debe servir como lección y aviso para el futuro.
Silvia-Adriana Ţicău (PSE), por escrito. – (RO) La firma del nuevo Tratado en el Consejo Europeo del 13 y el 14 de diciembre materializa una reforma de las instituciones europeas, pero, fundamentalmente, refuerza el poder de los ciudadanos europeos para manifestar su opinión respecto a la legislación europea.
Tras la ratificación del nuevo Tratado, los Parlamentos de los Estados miembros incluirán las propuestas legislativas de la Comisión en sus respectivos temarios de actuación, elevando así el grado de democracia en la Unión. Habríamos deseado que un capítulo de este tratado fuera la propia Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Por desgracia, constituye únicamente un apéndice del Tratado, pero, de este modo, se ha creado el fundamento jurídico para convertir sus disposiciones en obligatorias. Los seis capítulos de la Carta garantizan el derecho a la dignidad, la libertad, la solidaridad, la igualdad, la justicia y la ciudadanía. La aprobación de sus disposiciones imposibilitará toda futura discriminación de los ciudadanos europeos con arreglo a criterios de nacionalidad, etnicidad, religión, edad, género, etc.
El Tratado brinda asimismo a la Unión la posibilidad de promover la lucha contra los cambios climáticos a escala internacional, y garantiza una protección social adecuada para todos sus ciudadanos. La Unión no se basa únicamente en criterios económicos. Tenemos que construir una Europa Social, basada en la solidaridad y en la cohesión económica, social y territorial.
La aprobación del nuevo Tratado requiere unanimidad en el Consejo, y su ratificación por todos los Estados firmantes, a más tardar, en junio de 2009.
PRESIDE: Diana WALLIS Vicepresidenta
3. Turno de votaciones
3.1. Acuerdo euromediterráneo CE/Marruecos sobre los servicios aéreos (votación)
Reimer Böge, ponente. − (DE) Señora Presidenta, quisiera pedirle que se asegure de que los diputados se encuentran sentados para la votación, porque necesitamos las mayorías prescritas. Esto es muy importante para los tres próximos informes, de lo contrario, habrá un problema mañana con la votación sobre el presupuesto para 2008. Por tanto, le pido que solicite a mis colegas diputados que tengan la amabilidad de sentarse y participar en la votación; si no, tendremos un grave problema.
Presidenta. − Gracias, señor Böge, tiene usted toda la razón. Ruego a los colegas que aún no se han sentado que tomen asiento. Vamos a proceder a efectuar votaciones nominales que requieren una mayoría cualificada; son votaciones importantes. ¿Serían tan amables de dirigirse a sus asientos?
3.4. Movilización del Instrumento de Flexibilidad (votación)
3.5. Modificación del Acuerdo Interinstitucional sobre disciplina presupuestaria y buena gestión financiera en relación con el marco financiero plurianual (votación)
Pedro Guerreiro, ponente. − (PT) Me gustaría comenzar esta breve intervención celebrando la decisión de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo de elaborar un informe sobre la organización común de los mercados de la pesca y los productos de la acuicultura. Es sabido, y se ha reconocido, que esta COM no ha realizado aún los objetivos para los que fue creada, a saber, garantizar la estabilidad de los mercados de productos pesqueros y asegurar una renta justa para los productores. Así las cosas, valoramos la decisión de la Comisión Europea, aunque tardía, de emprender una evaluación en profundidad de la COM existente, y de apelar a ésta para que lleve a cabo su revisión urgente, con el fin de impulsar su contribución a la garantía de los ingresos en el sector, asegurando la estabilidad del mercado, mejorando la comercialización de los productos y elevando el valor añadido generado, sobre todo, mediante un incremento significativo de los recursos financieros.
A pesar de que algunas de nuestras propuestas iniciales no obtuvieron el consenso necesario en la Comisión de Pesca, consideramos que el informe sometido ahora a votación contiene medidas de valor, como las encaminadas a determinar si los mecanismos de intervención existentes son los más adecuados y si son suficientemente flexibles para atender las necesidades pertinentes en los distintos Estados miembros; a introducir un pago compensatorio respecto a las sardinas semejante al que existe para el atún; a atender la necesidad de que los Fondos Estructurales contribuyan a la modernización y la creación de infraestructuras de apoyo para los productores en el contexto de la producción y la comercialización; a prestar un apoyo real a la creación y la financiación de organizaciones de productores y, sobre todo, a las pesquerías tradicionales y costeras de pequeña escala; y a garantizar la aplicación a los productos pesqueros importados vendidos en el mercado interior las mismas normas y requisitos que se aplican a los productos pesqueros comunitarios. Son cuestiones éstas que, aunque puede que no signifiquen mucho para algunos diputados, revisten suma importancia para los pescadores.
3.8. Agencia Europea de Seguridad Aérea (votación)
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señora Presidenta, la Comisión hace la declaración siguiente. La Comisión, que comparte las opiniones expresadas por el Parlamento, reconoce la urgente necesidad de disponer de una evaluación científica de las declaraciones —presentes ya en el mercado— de propiedades saludables para los niños. Por tanto, dará prioridad al procedimiento necesario para permitir adoptar una decisión rápida respecto a las declaraciones de propiedades saludables que se refieran al desarrollo y la salud de los niños y pedirá asimismo a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que dé prioridad a la tramitación de la evaluación de tales declaraciones. Además, la Comisión confirma que —a la espera del establecimiento de perfiles nutricionales— el proceso de evaluación de dichas declaraciones se puede iniciar sin dilación.
3.10. Protección jurídica de los dibujos y modelos (votación)
Claudio Fava (PSE). - (IT) Señora Presidenta, señorías, la enmienda oral que nuestro Grupo propone conlleva la sustitución de la expresión «toda forma de glorificación», por el término «apología». Consideramos que el término apología refleja mejor el tipo de conducta que se pretende reprimir. Si el señor Díaz de Mera está de acuerdo, nuestro Grupo votará a favor.
(El Parlamento aprueba la enmienda oral.)
– Antes de la votación de la enmienda 27:
Cristiana Muscardini (UEN). - (IT) Señora Presidenta, señorías, de conformidad con el artículo 151, apartado (3), usted, como Presidenta, puede decidir respecto a la admisibilidad del párrafo 6, sobre el que estamos a punto de votar. En ese considerando se refiere que el terrorismo ya no puede ser erradicado. ¿Puede esta Cámara verdaderamente hacer oficial que el terrorismo no puede ser erradicado? Creo que debe existir o un error de traducción en algunos textos, o un juicio político erróneo muy grave, y por estos motivos, le pido, señora Presidenta, que decida respecto a la admisibilidad de tal párrafo.
Presidenta. − Señora Muscardini, los servicios han realizado todas las verificaciones de admisibilidad, y estaba abierto a enmiendas, de modo que me temo que ahora estamos donde estamos.
– Antes de la votación de la enmienda 33:
Claudio Fava (PSE). - (IT) Señora Presidenta, señorías, pregunto si el diputado que ha propuesto la enmienda convendría en eliminar las dos expresiones que rezan como sigue: «en algunos casos excepcionales», y «que puede no ser lícito», de la frase. Si estas dos expresiones se eliminan de la enmienda, estaríamos dispuestos a apoyarla.
(El Parlamento aprueba la enmienda oral.)
PRESIDE: HANS-GERT PÖTTERING Presidente
4. Proclamación y firma de la Carta de los Derechos Fundamentales
Presidente. − Señor Presidente del Consejo Europeo, José Sócrates, señor Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, señorías, constituye un inmenso placer darles la bienvenida hoy al corazón de la democracia europea, el Parlamento Europeo, con ocasión de la firma oficial de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Se trata sin duda de una jornada feliz, en especial, para los ciudadanos de la Unión Europea.
Cincuenta años después de que los padres fundadores crearan las Comunidades Europeas sobre la base de las ruinas de un continente destrozado, nuestra intención hoy es proclamar solemnemente los valores comunes que constituyen la esencia de nuestra identidad europea.
La Carta de Derechos Fundamentales que proclamamos hoy simboliza el trascendental recorrido hacia una Unión de los pueblos de Europa que venimos construyendo juntos a lo largo de los últimos cincuenta años.
Esta Carta es prueba de que, cuando sentamos los cimientos de la Unión Europea, habíamos aprendido la lección más importante de la Historia europea, y hoy seguimos considerando el respeto por la dignidad de todos y cada uno de los seres humanos, la conservación de la libertad conquistada, así como de la paz y de la democracia, y la aplicación del Estado de Derecho como las fuerzas motrices de la unificación europea.
La libertad no puede desarrollarse sin respeto por los derechos de los demás, y la paz no puede florecer sin una conciliación equitativa de los intereses de los demás. La libertad, la paz, la justicia y el bienestar social son alcanzables únicamente como un todo integrado; ninguno de estos objetivos puede obtenerse a costa de los demás.
Los padres fundadores comprendieron este hecho, y constituyeron Europa como una comunidad basada en el Estado de Derecho. La Unión Europea no se rige por el concepto del «might is right» (es correcto usar la fuerza), sino por el de que el poder, emana de la ley. Ahí subyace la verdadera modernidad y visión de nuestra Unión, una comunidad arraigada en valores compartidos. Sólo la verdadera justicia puede garantizar la paz para todos nosotros.
Esta visión de los padres fundadores se ha materializado. Mucho más que eso, en la lucha entre los dos sistemas, en la que la libertad y la democracia se enfrentaron a la dictadura y a la opresión del individuo, dicha visión resultó ser la más sólida, y la de mayor éxito.
El milagro de nuestra generación ha sido el final de la división de nuestro continente. La caída del telón de acero y la adhesión de doce países a la Unión Europea fueron posibles porque la voz de la libertad y la democracia, y el poder de la igualdad de derechos para todos, fueron más fuertes que los de las ideologías inhumanas en el siglo XX.
En la Declaración de Berlín, que se aprobó el 25 de marzo del presente año para conmemorar el 50ª aniversario de la firma de los Tratados de Roma, se refiere un hecho importante cuando se señala que «los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea, para fortuna nuestra, estamos unidos», puesto que es indudablemente para nuestra buena fortuna que la libertad, la democracia y los derechos humanos se hayan convertido en realidad para todos nosotros en la Unión Europea.
La solemne proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales que tiene lugar hoy supone para todos tanto una inmensa obligación, como una oportunidad, de trasladar la verdadera esencia de la unificación europea a la población de la Unión, cuya número se aproxima a los 500 millones, y a las generaciones futuras.
La esencia de la Unión Europea, señorías, trasciende los cálculos de costes y beneficios económicos. Aunque éstos son importantes y seguirán influyendo en nuestras vidas en la UE, somos, en primer lugar, una comunidad basada en valores compartidos, y la solidaridad, la libertad y la igualdad de derechos son parte integrante de nuestra existencia diaria. Estos valores comunes, esenciales para lo que constituye el respeto por la dignidad humana inviolable, como se consagra en el artículo 1 de la Carta de Derechos Fundamentales, conforman los cimientos de la unificación europea.
(Aplausos)
Por esta razón, el Parlamento Europeo ha considerado legalmente vinculante el reconocimiento de la Carta de Derechos Fundamentales, como componente vital de todo acuerdo sobre la reforma de los tratados europeos, y el Parlamento se ha salido con la suya a este respecto.
La referencia a la Carta de Derechos Fundamentales en el artículo 6 del Tratado de Lisboa, que los Jefes de Estado o de Gobierno suscribirán mañana, otorga a la Carta el mismo carácter legalmente vinculante que poseen los propios Tratados.
Que la Europa del siglo XXI posea un catálogo exhaustivo de derechos humanos y libertades fundamentales que sean igualmente vinculantes y legalmente ejecutables para todos los ciudadanos de la Unión es perfectamente natural; más que eso, constituye la propia esencia de nuestra percepción de la identidad europea.
(Aplausos)
Las personas y la dignidad humana figuran en el núcleo de nuestras políticas. De este modo, la Unión Europea constituye un marco que nos permite, como ciudadanos de la misma, construir nuestro futuro común en paz.
Sin los sólidos cimientos de nuestros valores compartidos, que siempre debemos tener presentes, la Unión Europea carecería de futuro. Y tampoco dispondríamos de fundamentos para insistir en el respeto por los derechos humanos en el resto del mundo, si dejáramos de reconocer nuestros propios valores como legalmente vinculantes en la Unión Europea.
(Aplausos)
Tampoco permitiremos que nadie, dentro o fuera de la Unión Europea, imponga límites a nuestra firme defensa de los derechos humanos. En el Parlamento Europeo, tenemos el deber moral y político de defender la dignidad humana en toda ocasión.
(Aplausos)
En el mundo actual, los europeos debemos proyectarnos como una comunidad unida por valores compartidos y defender la dignidad humana, además de procurar el diálogo intercultural. Podemos abordar tal tarea con confianza, debemos acometerla con un compromiso incesante, y nadie nos detendrá.
(Aplausos)
En la elaboración de la Carta de Derechos Fundamentales, se utilizó el nuevo método de la convención, abierto y democrático, por primera vez en la historia de la unificación europea. Resultó ser altamente eficaz, y la convención se convirtió en el modelo y el punto de partida del proceso de reforma en su conjunto.
El Parlamento Europeo ha desempeñado un papel particularmente activo en la elaboración de la Carta de Derechos Fundamentales, y ha ejercido una influencia decisiva en la determinación de la esencia del texto.
La Carta es el primer instrumento que consagra los derechos económicos y sociales con el mismo estatus que los derechos políticos y las libertades personales. Protege los derechos fundamentales en el ámbito de la actividad de la Unión, y en la aplicación del Derecho comunitario. Asimismo, otorga a todos los ciudadanos de la Unión Europea el derecho de recurso ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo. Confiamos en que llegue el día en que la Carta de Derechos Fundamentales sea legalmente vinculante para todos los Estados miembros.
(Aplausos)
Los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles. Por tanto, llamo a todos los Estados miembros de la Unión Europea sin excepción a que suscriban, en beneficio de todos los ciudadanos de la Unión, este consenso europeo.
La proclamación solemne de hoy debe constituir asimismo una ocasión para que todos los ciudadanos europeos que pueden hacer valer sus propios derechos de conformidad con la Carta reflexionen acerca de su deber con la comunidad de europeos, el resto del mundo y las generaciones futuras. No existen derechos sin responsabilidades. La solidaridad es lo que nos une.
(Aplausos)
Estamos creando una Europa de los ciudadanos, y proporcionamos a la Unión Europea una base sólida de derechos democráticos fundamentales comunes. La proclamación solemne de hoy pone de relieve que nuestra comunidad, basada en valores compartidos, está viva, y crece. Hoy, ese conjunto de valores comunes pasarán a formar parte de las vidas y el pensamiento de la población de la Unión. Es un día de gran triunfo para los ciudadanos de la Unión Europea, y todos podemos alegrarnos de ello de todo corazón.
(Grandes aplausos)
(Gritos en la Cámara.)
(Varios miembros manifiestan en voz alta su desacuerdo y despliegan pancartas y carteles.)
Presidente. − Por favor, retiren esos carteles de inmediato. Demuestren algo de educación con nuestro invitado aquí en el Parlamento Europeo.
Señor Presidente del Consejo Europeo, permítame que le invite ahora a dirigirse a la Cámara.
José Sócrates, Presidente en ejercicio del Consejo − (PT) Señor Presidente del Parlamento Europeo, Presidente de la Comisión Europea, señorías. Hoy, en una sesión solemne del Parlamento Europeo, proclamamos la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, y me gustaría declarar firmemente ante ustedes que este día, 12 de diciembre, pasará a ser una fecha fundamental en la historia de la integración europea. Una fecha fundamental en la Historia de Europa.
(Aplausos)
(Gritos en los bancos del NI y el IND/DEM.)
Presidente. − Tengan paciencia, por favor. Deberían tener al menos la decencia de dejar que nuestro orador pronuncie su discurso.
Señor Presidente, tiene la palabra.
José Sócrates, Presidente en ejercicio del Consejo − (PT) Por mucho que griten algunos para tratar que otros hablen, la de hoy es una fecha fundamental en la Historia de Europa. Y quiero decirles que esta fecha, esta ceremonia, es probablemente la más importante en la que he tenido el honor de participar. La ceremonia más importante de toda mi carrera política.
Me siento hondamente honrado como europeo por suscribir una Carta y proclamar una Carta de Derechos Fundamentales, y me honra en especial que dicha Carta se proclame durante la Presidencia portuguesa. Me siento honrado como europeo, y como ciudadano portugués, sobre todo porque fue durante nuestra Presidencia en 2000 cuando la Convención que dio lugar a esta Carta comenzó su labor. Por esta razón, deseo declarar ante el Parlamento Europeo que es un honor para mi país estar asociado de este modo a un paso importante en el proyecto de ciudadanía europea.
Esta Carta representa un compromiso con los valores que dieron origen a la civilización europea, valores anclados en la defensa de la dignidad humana, y estamos aquí para proclamar que somos fieles a esos valores, que tienen su fuente en la tradición constitucional común a los Estados miembros de la Unión, y en los instrumentos jurídicos internacionales, como en el caso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Y para hacer hincapié en esta compatibilidad, el propio Tratado de Lisboa dispone que la Unión se adhiera al Convenio del Consejo de Europa y, de este modo, reconoce lo que la protección de los derechos fundamentales representa ahora en las democracias modernas.
Por este motivo, hoy es un día tan excepcional, porque a partir de hoy, aunque a algunos no les guste, los derechos fundamentales quedarán formal e irreversiblemente establecidos como parte del legado común de la Unión, un legado moral, político, de la ciudadanía, y de los mejores aspectos de la civilización europea.
Sin embargo, esta Carta es también un instrumento para la acción política, un instrumento para las instituciones, porque la Carta conformará sus actividades. Estarán obligadas a respetar los derechos y los principios recogidos en la Carta, y a promover la aplicación de los mismos, pero la Carta representa también un instrumento para la acción de los ciudadanos, porque pone de relieve que el de la Unión es un proyecto de ciudadanía, y que la Unión está al servicio de sus ciudadanos, y protege y promueve sus derechos.
La Carta encarna, en el contexto europeo, la proyección de la dignidad humana y la prevalencia de los derechos sociales. Por este motivo cuenta asimismo con un componente social, porque proyecta la dignidad humana en los ámbitos del trabajo, del empleo, de la salud, en el campo de la seguridad social y el bienestar, y también en lo que respecta a la protección del medio ambiente. Es la Carta de la igualdad y la solidaridad, la Carta de la batalla contra la discriminación de todo tipo, y es una Carta para la equidad, porque consagra la especial atención que prestamos a los niños y a los jóvenes, a la igualdad entre hombres y mujeres, y al papel de las personas de edad avanzada, y a los aspectos sustanciales de la protección de los derechos y los datos personales.
Debo llamar la atención asimismo respecto a las libertades consagradas en la Carta, las libertades vinculadas a la ciudadanía europea y los derechos políticos asociados a la misma, y a las libertades económicas basadas en el Tratado de Roma, cuyo 50º aniversario celebramos el presente año. Por tanto, somos fieles a nuestra tradición y reiteramos la prohibición de la pena de muerte, y yo celebro especialmente la decisión adoptada por el Consejo la semana pasada de conmemorar el Día europeo contra la pena de muerte.
Por último, me gustaría destacar que la Carta comprende los derechos de los ciudadanos, y los derechos del pueblo, al dirigirse a una entidad que va más allá de la que conforman los ciudadanos reales de los Estados miembros, y no es éste un aspecto menos importante, porque representa, en la actualidad, un elemento fundamental en nuestra convicción de que un mundo mejor es aquél en el que los derechos y las libertades se respetan universalmente.
Esta Carta, a partir de hoy, estará al servicio de la política exterior de la Unión Europea, cuyo objetivo es establecer un mundo en el que todos estos derechos y libertades se respeten y garanticen universalmente. Por tanto, actuará como indicador, un indicador de la posición de la Unión Europea en el escenario internacional, y en toda acción que se proponga para asegurar el respeto de los derechos fundamentales en todo el mundo.
Por esta razón, los ciudadanos de Europa, de este modo, pueden reconocerse en una Unión que es la suya. Pueden reconocer los derechos que la Unión les garantiza, y tomar conciencia de que Europa es un proyecto de paz y democracia, en el que los derechos del individuo se respetan plenamente. Es nuestra autoridad moral, y el sentimiento de esta ceremonia, lo que une a las tres instituciones. Proclamamos esta Carta en vísperas de la firma del Tratado de Lisboa, una carta con la condición jurídica de ley fundamental, una condición equivalente a la de los Tratados, para beneficio de muchos, y disgusto de algunos. Esta Carta forma parte del Tratado.
(Aplausos prolongados)
(Nuevos gritos en los bancos del NI y el IND/DEM.)
Presidente. − Deberían tener al menos la decencia de dejar que nuestro invitado acabe de hablar.
Los gritos no son un argumento. ¡Abandonen la Cámara!
José Sócrates, Presidente en ejercicio del Consejo − (PT) En este mundo globalizado, en el que muchos afirman que las normas económicas y financieras son absolutas, el hecho de que 27 Estados europeos reiteren en el contexto de la Unión este firme compromiso con los valores y los objetivos diseñados para proteger y salvaguardar derechos fundamentales constituye una contribución de referencia a la regulación de la globalización en sí. Los derechos fundamentales son una tradición común de los Estados democráticos bajo el Estado de Derecho, vías de limitación del poder de las autoridades, e instrumentos fundamentales para la protección del individuo.
Al vincular a las instituciones y los Estados de la Unión, la Carta limita el poder de las autoridades en nombre de la protección de los intereses de los ciudadanos y de sus organizaciones. Y al formalizar esta limitación de las facultades de las autoridades, los límites a su aplicación se atendrán estrictamente al principio de subsidiaridad y reforzarán la naturaleza eminentemente democrática de la propia Unión. La defensa de los derechos fundamentales constituye claramente un valor esencial para la identidad europea, que forma parte de nuestro código genético; un elemento que estructura el proyecto europeo en su conjunto y que permite a Europa definirse como una Unión de valores, y la afirmación incondicional de los mismos es lo que el mundo espera de Europa.
Ésta es la Europa a la que deseo pertenecer, una Europa que defiende esos valores. Todos somos conscientes, todos los diputados y yo mismo, de que la batalla por los derechos fundamentales es una tarea diaria y, probablemente, interminable, una tarea para los Estados, para las sociedades civiles, para las empresas industriales y para los sindicatos, para todos y cada uno de los ciudadanos. Por este motivo, al proclamar la Carta, nos alegramos del acuerdo alcanzado respecto a la misma, en el reconocimiento de su valor jurídico en pie de igualdad con los propios Tratados constitutivos de la Unión.
Pero además de suponer una jornada para la alegría, la proclamación de esta Carta representa un acuerdo de las instituciones de la Unión que ha de respetarse y aplicarse diariamente en sus acciones. Únicamente de este modo estaremos a la altura de la Historia de Europa, sólo de este modo seremos dignos herederos de los mejores rasgos de nuestra identidad colectiva y nuestra tradición común: una identidad colectiva y una tradición común que hace honor a una Europa que luchar por los derechos, las libertades y las garantías de sus ciudadanos. Gracias a todos.
(Nuevos aplausos prolongados, con la excepción del GUE/NGL, el NI y el IND/DEM.)
Presidente. − Señorías, me gustaría trasladarles cierta información, y los pido que se comporten ahora con la calma necesaria. El Rey de Jordania se encuentra en el Parlamento Europeo, y se dirigirá a la Cámara de inmediato, tras la proclamación solemne de la Carta de Derechos Fundamentales. Por favor, procuren, también por consideración a nuestro invitado de Jordania, que no tengamos más interrupciones, de modo que podamos culminar esta proclamación de una manera digna.
José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión. − (PT) Señor Presidente del Parlamento Europeo, Primer Ministro de Portugal y Presidente del Consejo de la Unión Europea, señorías, en vísperas de la firma del Tratado de Lisboa, los Presidentes de las tres instituciones políticas de la Unión Europea (el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión) se disponen a suscribir aquí, en Estrasburgo, la Carta Europea de Derechos Fundamentales.
Para mí, representa un enorme honor personal participar en un acto de tan alta significación. La proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales consagra una cultura del Derecho en Europa. En la Unión Europea, que es, sobre todo, una comunidad sujeta al Estado de Derecho, los cambios institucionales requieren el refuerzo del respeto por los derechos fundamentales.
Señorías, hoy las tres instituciones Europeas reafirman su compromiso: el compromiso que asumieron en diciembre de 2000 cuando se proclamó la Carta por primera vez. Pero, siete años después, avanzamos un paso crucial.
La Carta de 2000 no era jurídicamente vinculante. Con la firma, mañana, del Tratado de Lisboa y su posterior ratificación, la Carta formará parte del Derecho primario de la Unión y tendrá el mismo valor jurídico que los propios Tratados. Este avance supondrá ventajas muy concretas para los ciudadanos europeos. Permítanme ilustrar este punto acudiendo brevemente al contenido de la Carta. Los 54 artículos cubren derechos que, hasta ahora, tenían que ser reconocidos por el Tribunal de Justicia caso por caso. Ahora se encuentran reunidos.
La Carta, al reconocer los principios básicos de la dignidad humana, incorpora ante todo las libertades civiles clásicas ya incluidas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos: libertad de expresión, libertad de reunión, libertad religiosa, igualdad ante la ley y el principio de no discriminación.
La Carta confirma asimismo los derechos económicos y sociales. Incluye el derecho a la propiedad y la libertad de empresa, pero, al mismo tiempo, los derechos de los trabajadores y de los interlocutores sociales, y consagra cuestiones como la seguridad social y la asistencia social.
La Carta trata asimismo los nuevos retos a los que se enfrenta hoy la sociedad. Incluye, por tanto, garantías en relación con la protección de datos, la bioética y la buena administración, conocidas como «derechos de tercera generación». Éstos serán muy relevantes en muchas de nuestras áreas de actividad, ya sea en la política de investigación, en el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia o en nuestra búsqueda permanente de buena gobernanza.
Señor Presidente, señoras y señores diputados, la Carta fomentará el anclaje de la Unión Europea en una auténtica cultura de los derechos fundamentales. Con la firma de la Carta de los Derechos Fundamentales hoy, nosotros, los Presidentes de las tres Instituciones políticas de la Unión Europea, nos comprometemos ante todo a respetar esos derechos en nuestra propia acción. A primera vista, podría parecer un compromiso fácil de mantener, pero, en realidad, garantizar del mejor modo el respeto de las libertades civiles en todas las políticas de la Unión Europea constituye un reto diario, ya sea legislando sobre el mercado interior, gestionando la inmigración o esforzándonos por luchar contra el terrorismo.
La Carta es el primer documento jurídicamente vinculante jamás elaborado a escala internacional que agrupa no sólo los derechos políticos y civiles, sino también los derechos económicos y sociales en un texto único, sujeto a los mismos mecanismos de control jurisdiccional. Se trata sin duda alguna de un éxito capital, del que la Unión Europea debe sentirse orgullosa. Me parece especialmente significativo que esto sea posible hoy, en la nueva Europa ampliada, la Europa que fue dividida por regímenes totalitarios y autoritarios que no respetaban los derechos humanos, pero que hoy es una Europa unida en torno a los valores de libertad y solidaridad.
(Aplausos)
Si conjugamos nuestros esfuerzos para alentar esta cultura de los derechos humanos, aportaremos una contribución esencial a una auténtica Europa de los valores, una Europa de los valores tangibles y creíbles a los ojos de sus ciudadanos. Respaldada por esta Carta, Europa está más decidida a promover sus valores a escala mundial. Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Europa siempre ha estado a la vanguardia de la lucha por los derechos fundamentales. A partir de hoy, Europa está aún mejor equipada para ganar con éxito el combate por la libertad, la paz y la democracia.
(La Asamblea, en pie, aplaude vivamente)
(Varios diputados manifiestan ruidosamente su oposición y despliegan banderolas, coreando: «¡Referéndum!»)
(El Presidente, José Sócrates y José Manuel Barroso proceden a la firma de la Carta de los Derechos Fundamentales)
5. Sesión solemne - Jordania
Presidente. − Señorías, Comisario Ferrero-Waldner, es un inmenso honor para el Parlamento Europeo dar la bienvenida a Estrasburgo hoy a Su Majestad Abdullah II, Rey del Reino Hashemita de Jordania. Sea usted, Majestad, cordialmente bienvenido al Parlamento Europeo.
(Aplausos)
También doy la bienvenida a la delegación de alto nivel que acompaña al Rey Abdullah, y en particular, a los Presidentes de ambas Cámaras del Parlamento jordano.
(Aplausos)
La visita de hoy del Rey de Jordania es la tercera desde 2002, cuando Su Majestad se dirigió por primera vez al Parlamento Europeo. En noviembre de 2004, el Rey visitó la Conferencia de Presidentes en Bruselas. Su visita y su discurso en el Parlamento Europeo hoy constituyen ambas una señal de la sólida alianza entre el Reino Hashemita de Jordania y el Parlamento Europeo, así como una señal alentadora de nuestro futuro común en la región mediterránea.
Su Majestad, había preparado un discurso mucho más largo, pero, puesto que hemos tenido que pedirle que esperara unos momentos, detendré mi discurso y me limitaré a decir que es estupendo tenerle aquí con nosotros y, a continuación, me complace enormemente invitarle a dirigirse a la Cámara.
(Aplausos)
Abdalá II, Rey del Reino Hachemí de Jordania. − Bismillah ar-Rahman ar-Rahim, señor Presidente, Señorías, señoras y señores, gracias por su cordial bienvenida y, en nombre del pueblo de Jordania, me siento honrado de presentarme de nuevo ante esta distinguida institución.
Amigos míos, hoy tenemos aquí una Europa cambiante y un Oriente Próximo cambiante. Una Europa de adhesión ampliada y una misión visionaria: la de cooperar salvando fronteras y crecer sin barreras. Un Oriente Próximo de nuevos horizontes y esperanza creciente: de paz entre vecinos, de oportunidades para nuestro pueblo y de futuro para nuestros jóvenes.
Estas tendencias no surgen del aislamiento. La satisfacción de las esperanzas de nuestras regiones promoverá la estabilidad y creará nuevas posibilidades de seguridad y prosperidad en todo el mundo. Es mucho nuestro interés por lograrlo. Y tenemos ante nosotros una oportunidad decisiva.
Hace dos semanas, con el apoyo de la Unión Europea y de países de ambas regiones, se produjo un encuentro en Annapolis entre israelíes y palestinos. Se comprometieron a celebrar negociaciones en toda regla para lograr un tratado de paz en 2008 y a adoptar medidas inmediatas para cumplir sus obligaciones conforme al programa de trabajo. Por primera vez en años, vemos movimientos encaminados hacia un acuerdo permanente y hacia un Estado palestino independiente, soberano y viable.
(Aplausos)
Este avance es fruto del trabajo de muchos amigos de la paz, como los dirigentes europeos y los Estados árabes. Hemos creído que, tras años de una crisis que iba de mal en peor, hacía falta un cambio de estrategia. Hemos impulsado un nuevo compromiso con el objetivo de los dos Estados y un proceso específico capaz de conseguirlo, con plazos ajustados, requisitos cuantificables y jalones de medidas adoptadas.
Las segundas oportunidades no son frecuentes, pero tengo la convicción de que estamos ante una de ellas. Quedan por delante dificultades muy reales, pero Annapolis ha generado una nueva brasa de esperanza. Podemos y debemos avivar esta brasa hasta convertirla en una llama de confianza, acción y resultados tangibles.
Como vecino cercano, Europa comparte nuestro interés por resolver esta crisis crucial de nuestra era. Todas las partes respetan el papel neutral de Europa y su modelo de progreso y paz en la región. Durante años, han sido ustedes nuestros socios en la búsqueda de soluciones. Y lo serán también para beneficiarse del éxito: una zona dinámica de paz y prosperidad en todo el hemisferio que compartimos.
Estas realidades otorgan a Europa un papel importante y destacado en el futuro de la paz. Hablo especialmente de la Unión Europea y de ustedes, las voces de Europa, aquí en el Parlamento Europeo. Y he venido hoy aquí para instarles a participar activamente, para recurrir a sus aptitudes prácticas concretas y a su inversión en el futuro, y para ofrecer el compromiso de la propia Jordania en los días de trabajo que tenemos por delante.
Amigos míos, hay aspectos importantes en los que es necesario tomar medidas ahora. El primero es apoyar las negociaciones y su objetivo: un acuerdo definitivo que ponga fin al conflicto, seguridad tanto para Palestina como para Israel y, por fin, un Estado palestino soberano, independiente y viable.
(Aplausos)
No debemos subestimar los días difíciles que nos esperan. Los problemas son complejos y se vienen arrastrando durante decenios. Existen agravios reales a los que hay que enfrentarse, para luego dejarlos atrás. En el aspecto positivo, los israelíes y los palestinos comprenden el interés profundo que comparten por poner fin al conflicto. Y hay una gran cantidad de trabajo que ya está hecha. Desde Oslo, con el Programa de trabajo, mediante los Acuerdos de Ginebra y otras iniciativas, los parámetros de las soluciones están enfocados. Creo que las partes pueden llegar a la final.
Pero, para que esto suceda, es vital que la comunidad internacional se implique. Europa tiene una experiencia única de los mecanismos y el proceso de recuperación y reconciliación tras un conflicto. Esto incluye la creación de un marco de seguridad que pueda ofrecer garantías a ambas partes. Las fuerzas europeas para el mantenimiento de la paz han desempeñado un papel constructivo en el Líbano. Su compromiso puede contribuir a inyectar una gran confianza en el acuerdo palestino-israelí.
Sobre el terreno existe la necesidad no sólo de recursos sino de cooperación, para impulsar las oportunidades económicas, crear confianza en el funcionamiento del proceso político y ayudar a crear las condiciones para una paz sostenida. Tanto los palestinos como los israelíes necesitan ver resultados tangibles, y verlos pronto. Esto quiere decir seguridad frente a la violencia y el final de la ocupación; pero también quiere decir mejores condiciones de vida. En los territorios ocupados, la situación humanitaria de los palestinos sigue siendo desesperada. La gente necesita tener acceso a puestos de trabajo y a la educación, servicios públicos eficaces y más cosas. Estas medidas supondrán una importante inyección de esperanza y un potente argumento contra las predicciones de los extremistas de que nada puede cambiar.
La próxima semana, los países e instituciones donantes se reunirán en París para asumir compromisos y planificar el camino a seguir. Los países europeos y la Unión Europea ya están prestando ayuda, un compromiso acogido con respeto por la gente de toda la región.
Una segunda necesidad apremiante relacionada es la de comprender y articular el potencial de paz. Debemos empezar ahora a imaginar el futuro con nuevos ojos: una región en la que el conflicto ha dejado paso a la cooperación, en la que la economía regional aúna las capacidades y recursos de 22 países —más de 300 millones de personas, desde el Océano Atlántico al Índico— y en la que las asociaciones transfronterizas favorecen el desarrollo, la salud, el medio ambiente, etc.
Es un futuro que faculta a las personas para participar plenamente en el progreso global. Y promoverá un nuevo ámbito de asociación con nuestros vecinos europeos, en ciencia, tecnología y comercio.
Este futuro prometedor es la razón por la que debemos proceder con rapidez a lograr un acuerdo completo, con medidas en las vías siria y libanesa. Ciertamente, todo el mundo árabe ha reconocido la importancia de avanzar. La iniciativa de paz árabe fue ratificada por unanimidad la primavera pasada. Y ha recibido el apoyo de los países musulmanes de fuera de la región. Por fin tenemos la oportunidad de conseguir un Estado palestino soberano, independiente y viable y plenas relaciones normalizadas entre Israel y 57 países árabes y musulmanes. Esto significa aceptación; aceptación por parte de los principales países, con miles de millones de ciudadanos que representan casi un tercio de los miembros de las Naciones Unidas. Y esto abre un futuro compartido de seguridad, paz y nuevas asociaciones.
La consecución de esta paz tendrá también efectos significativos en otras cuestiones. Dentro de la región, creará un nuevo espacio estratégico que permitirá resolver otros problemas graves, desde la pobreza hasta la proliferación. Las fuerzas agresivas perderán su capacidad de explotar la causa palestina para servir a sus propias ambiciones e intereses.
(Aplausos)
Se liberarán recursos y capacidad de atención para impulsar el potencial de la región mediante el desarrollo y las reformas.
En Jordania estamos preparados para recibir este futuro. Hemos seguido adelante con nuestro programa de reformas a pesar de la inestabilidad regional. En el último decenio, hemos logrado beneficios significativos: un fuerte crecimiento económico, aumento de la renta per cápita y un sistema educativo modelo. Y Europa ha sido un socio importante, mediante las inversiones del sector privado y la ayuda oficial. Permítanme expresar nuestro profundo agradecimiento por el apoyo y la amistad de este Parlamento y de la Unión Europea.
(Aplausos)
Y creemos que, en los días posteriores a la paz, nuestra asociación sólo puede hacerse más estrecha.
Amigos míos, hoy podemos concebir una vecindad más amplia, una vecindad que se extiende desde el norte del Mar Báltico hasta el sur del Mediterráneo, una vecindad compartida por Europa y Oriente Próximo. Constituye la base de la asociación Euromed, nuestra plataforma de cooperación y desarrollo entre regiones. Es una relación con grandes intereses compartidos y con un potencial ilimitado. Y depende de nosotros que nuestra asociación desarrolle todo su potencial.
Hoy llegan a la edad adulta jóvenes europeos que nunca han conocido una Europa dividida. Sus jóvenes homólogos palestinos e israelíes no tienen esta experiencia positiva. Han crecido en un mundo de división y conflicto. Ahora, juntos, tenemos la oportunidad de eliminar las barreras que bloquean su futuro y dejar atrás el pasado.
Hoy el Parlamento Europeo representa a un número significativamente mayor de Estados miembros que cuando hablé ante el Parlamento hace sólo cinco años. Éste es el resultado de un compromiso de toda la región por ampliar la zona de cooperación y progreso. Oriente Próximo está abordando la misma importante tarea. Ahora, juntos, podemos contribuir al éxito de estos esfuerzos.
Hoy se ha iniciado un proceso de paz renovado. En el pasado hemos asistido al fracaso de inicios parecidos. Pero, esta vez, una confluencia singular de circunstancias ha creado nuevas posibilidades de éxito. Ahora, juntos, podemos y debemos cumplir la promesa de la paz.
(Aplausos)
Amigos míos, en Jordania sabemos que, cuando un olivo cobra vida, plantarlo no es más que el primer paso. A partir de ahí se activan cien procesos para crear las células y estructuras de la vida. Emergen las raíces, se produce el crecimiento y un núcleo de fuerza garantiza la supervivencia. Desde fuera llega el agua y la ayuda que sostienen la vida y crean nuevos frutos.
En las arenas de Oriente Próximo se acaba de plantar una nueva rama de olivo. Ahora tiene que empezar el trabajo real. Está en nuestras manos crear el proceso y las estructuras que darán raíces a la paz, que la ayudarán a crecer y que la sostendrán en su marcha hacia el futuro.
Les pido que compartan este esfuerzo. Nuestra asociación puede crear una transformación histórica y una cosecha rica: años de paz y prosperidad que beneficiarán a nuestras gentes y a nuestro mundo.
(El Parlamento, puesto en pie, ofrece al orador una gran ovación.)
Presidente. − Gracias, Majestad, por su visita al Parlamento Europeo. Gracias por este magnífico discurso. A todos nos han conmovido profundamente sus convicciones, como demuestran los aplausos. Son pocas las personalidades, los dirigentes, que están tan comprometidos como usted con la paz en Oriente Próximo. Nos llama amigos, y yo le digo, en nombre del Parlamento Europeo, que estamos a su lado para crear un Estado palestino que pueda vivir en seguridad...
(Aplausos)
... y para tener un Estado de Israel que pueda vivir en seguridad. En el Parlamento Europeo creemos en la dignidad del ser humano, y esta dignidad pertenece a todo ser humano de este mundo.
(Aplausos)
Majestad, queremos una estrecha cooperación con su país y usted es uno de los poquísimos que han visitado el Parlamento Europeo más de una vez. En el Parlamento Europeo y en la Unión Europea queremos una sólida asociación, relación y, si es posible, amistad con todos los países de Oriente Próximo. Estamos de su lado. Trabajemos juntos.
Shukran jazilan. Gracias, Su Majestad.
PRESIDE: Diana WALLIS Vicepresidenta
Martin Schulz (PSE). - (DE) Señora Presidenta, señorías, en consideración de la sesión solemne con el Rey de Jordania, todos mis colegas presidentes de los grupos políticos no han podido, indudablemente, aprovechar la oportunidad para efectuar una declaración con arreglo al Reglamento acerca de los sucesos precedentes. Me gustaría realizar tal declaración ahora.
Creo que hablo en nombre de muchos diputados al expresar mi agradecimiento, en primer lugar, al Presidente de esta Cámara, al señor Barroso y al señor Sócrates, por la manera digna en que defendieron este acto solemne, la firma de la Carta de Derechos Fundamentales. Tuvieron a la abrumadora mayoría de esta Cámara respaldándoles.
(Aplausos)
No obstante, hay dos cosas que quiero decir a la Cámara, y las digo a título plenamente personal, y no en nombre de mi grupo. Hablo por mí mismo.
Me gustaría llamar la atención de la Cámara respecto a un asunto del que he tenido noticia como presidente de un grupo político. No es práctica habitual informar de las deliberaciones de la Conferencia de Presidentes, pero, indudablemente, deben saber, señorías, que el único presidente de grupo que pidió en la reunión de la Conferencia de Presidentes una invitación para asistir a la firma solemne del Tratado de Lisboa fue el señor Bonde. Creo que la Cámara debe saberlo. Ningún otro presidente de grupo efectuó tal solicitud. El señor Bonde, que arma tanto alboroto aquí, estaba decidido a asistir allí a la firma del Tratado. Éste el tipo de doble rasero con el que tenemos que convivir aquí.
Otro comentario que deseo realizar es que yo aprendí en el instituto en Alemania la manera en la que la táctica del alboroto colectivo se utilizaba para hacer callar a los oponentes políticos en el Reichstag de la República de Weimar. El grupo político que introdujo la práctica fue el liderado por Adolf Hitler. Los sucesos de hoy me han recordado ese dato histórico. Gracias.
(Grandes aplausos)
Joseph Daul (PPE-DE). - Simplemente quisiera decir unas palabras. También a mí también me ha desagradado lo de esta mañana. Estamos en una Cámara en la que reina la democracia y, para atraer las cámaras de televisión, no tenemos necesidad de hacer ruido como se ha hecho esta mañana. Aquí, la comunicación es para todos. Quisiera decir simplemente a las personas que provocaron el jaleo de esta mañana, en una Cámara en la que reinan la democracia y la libertad, que lo que han hecho no es digno. Volveremos a hablar de ello esta tarde, en la Conferencia de Presidentes, para que esto no se agrave.
(Vivos aplausos)
Francis Wurtz (GUE/NGL). - Señora Presidenta, Señorías, quisiera condenar absolutamente, en mi propio nombre, y, después de lo que ha pasado, supongo que en nombre de todo mi Grupo, la manifestación antieuropea, chauvinista e indigna que vivimos este mediodía.
(Aplausos)
Mi Grupo es favorable ciertamente a un referéndum sobre el nuevo Tratado y se plantea interrogantes y dudas sobre algunos artículos de la Carta. Pero lo que pasó esta mañana no tenía nada que ver con eso, y no debe haber confusiones. Por lo que a nosotros respecta, estamos a favor de una Comunidad de los valores, estamos a favor del fomento de los derechos fundamentales, estamos a favor de una Europa de la democracia ¡y en nuestro ideal no hay cabida ni para el chauvinismo ni para la indignidad!
(Vivos aplausos)
Graham Watson (ALDE). - Señora Presidenta, desearía plantear una cuestión de orden para pedir formalmente que se salvaguarde la dignidad de nuestra Cámara. El comportamiento de ciertos diputados de esta Cámara al acallar con sus gritos a los representantes del Parlamento, de la Comisión y del Consejo durante la ceremonia de la firma ha sido intolerable y no se debe permitir. Introduce en la más alta Cámara de Europa lo peor del estadio de fútbol y recuerda las actuaciones de los comunistas en la Dieta rusa y las de los nacionalsocialistas en el Reichstag alemán.
(Aplausos)
Mi petición formal, señora Presidenta, es ésta: mi grupo exige que en el futuro la Presidencia haga uso de los poderes que tiene otorgados conforme a nuestro Reglamento para desalojar de la Cámara a los diputados que exhiban este comportamiento.
(Grandes aplausos)
Daniel Cohn-Bendit (Verts/ALE). - Señorías, creo que es inútil añadir que, como a todos nosotros, nos ha chocado bastante lo sucedido. Pero quisiera decirles esto: «¡No dramaticen demasiado! Si hay 50 locos en una sala, hay 700 personas que están en contra de ellos. No hagan una cuestión de Estado de que 50 débiles mentales hayan perturbado lo que pasaba hace un momento». Calmémonos, calmémonos, y, Graham, no pidamos su salida física. Creo que un Parlamento libre es un Parlamento que soporta a los locos, aunque sean desagradables.
(Aplausos)
Brian Crowley (UEN). - Señora Presidenta, en nombre de mi propio Grupo deseo manifestar que, aunque a todos nos complace tener la oportunidad de intervenir de manera enérgica —algo que debería permitirse en cualquier asamblea parlamentaria—, lo que ha sucedido esta mañana ha ido más allá de lo tolerable en cualquier institución democrática. No obstante, en lugar de prolongar este argumento, sugiero que pasemos a la votación a fin de poder ir a comer lo antes posible.
Jens-Peter Bonde (IND/DEM). - Señora Presidenta, he sido atacado personalmente por el señor Schulz; por tanto, opino que deberíamos pasar a la votación. He participado en una manifestación pacífica contra la celebración de una Carta que forma parte de una Constitución de la que ni siquiera puedo obtener el texto consolidado para ver su relevancia y su significado, ni ustedes tampoco. Lo que van a firmar mañana es un Tratado que ninguno de ustedes ha leído, sencillamente porque no es posible leerlo. Ustedes se apoderan de nuestro turno de votaciones para celebrar una victoria sobre la democracia y, por tanto, no atacaré a mis colegas, pero debo decir al señor Schulz que no he participado en un delito.
Lo comprendo perfectamente, pero en Dinamarca tenemos una tradición diferente; por eso he estado allí con mi camiseta, pidiendo un referéndum, y creo que todos nosotros deberíamos pedir un referéndum. Esta es la norma democrática que ustedes están defendiendo.
Dimitar Stoyanov (NI). - (BG) Tomo la palabra en virtud de la disposición del reglamento que me otorga el derecho a la explicación personal porque el señor Cohn-Bendit insultó a determinadas personas en esta sala. Se trata de insultos personales respecto a los cuáles, señor Cohn-Bendit, usted carece de derecho a esconderse tras su inmunidad parlamentaria. Diga que renuncia a su inmunidad, e insulte después a los diputados a este Parlamento. En cuanto a lo que sucedió aquí, corresponde únicamente a la libertad de expresión de que dispone cada uno de los diputados a este Parlamento.
Me gustaría dirigirme al señor Daul. Señor Daul, si usted desea que se saque por la fuerza a diputados al Parlamento de esta sala, ¿no es usted como Hitler, que hizo exactamente lo mismo en el Reichstag alemán?
La mejor democracia es la directa. Y nosotros elevamos nuestra voz, ejercemos nuestro derecho a la libre expresión, a la democracia directa, en lugar de eludir a las naciones europeas como hizo usted. ¿Qué sucede aquí, es la dictadura del nuevo proletariado que toma forma en la nueva Unión que, esta vez, no es soviética, sino Europea?
Joseph Daul (PPE-DE). - Señora Presidenta, he sido citado en la solicitud de suspensión de la inmunidad y de expulsión del Parlamento. Señorías, aprendan primero el nombre de los diputados antes de tomar la palabra.
Presidenta. − Voy a proceder a la votación, pero antes deseo hacer un solo comentario.
El 29 de noviembre de 2007, esta Cámara aprobó la Carta de los Derechos Fundamentales por 534 votos a 85, con 21 abstenciones.
(Grandes aplausos)
6. Turno de votaciones (continuación)
6.1. Programa legislativo y de trabajo de la Comisión para 2008 (votación)
Renate Sommer (PPE-DE). - (DE) Señora Presidenta, hoy hemos asistido por fin a la adopción de un período de transición respecto a las reclamaciones nutricionales y de salud existentes en cuanto a las etiquetas de alimentos dirigidos a los niños. La Comisión lo había olvidado y trató de dejar al Parlamento cargando con el muerto. Hemos evitado que eso suceda. Hemos obligado a la Comisión a elaborar una declaración en la que reconoce la necesidad de introducir períodos de transición respecto a las reclamaciones relativas a la salud de los niños, y también a su desarrollo. En cualquier caso, el único problema es que la negativa permanente de la Comisión a presentar una propuesta a este efecto ha distorsionado la competencia. Ya se han retirado productos del mercado porque el Reglamento ha entrado en vigor entretanto. Ha sido una grave chapuza por parte de la Comisión.
Además, presenté una propuesta en nombre de mi grupo para la supresión del artículo 4. Fue una demostración política. Mantenemos nuestra opinión de que este Reglamento carece de sentido. No es posible producir perfiles de nutrientes para todos los alimentos. Casi la mitad de los diputados de esta Cámara comparten ese punto de vista. La EFSA, Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, ha declarado ya que no se ve capaz de proporcionar perfiles de nutrientes para todos los productos. Burocracia sin sentido; un instrumento legislativo superfluo.
Hannu Takkula (ALDE). - (FI) Señora Presidenta, considero muy importante que admitamos y comprobemos las indicaciones sobre aspectos sanitarios respecto a determinados productos, pero es lógico que debamos garantizar que son ciertas y que se basan en el conocimiento. No es apropiado que una empresa produzca el estudio y los «argumentos comerciales» por sí misma, como si eso fuera suficiente para que se consideren válidos los argumentos respecto a la salud. En otras palabras, debe establecerse que la investigación y los conocimientos son apropiados y correctos y, por tanto, fiables.
Es muy importante que se garantice que las indicaciones sobre aspectos sanitarios y nutrición son correctas, y que éstas también posibilitarán que ciertas personas pasen a adoptar una dieta más saludable. Esto reviste especial importancia en el caso de los niños y los jóvenes, porque sabemos de los graves problemas que existen actualmente en Europa con la obesidad, la diabetes de tipo II y otros trastornos afines. Hemos de asegurarnos de que el valor nutricional es adecuado, y de que las indicaciones sobre aspectos sanitarios son ciertas.
Zuzana Roithová (PPE-DE). - (CS) Señora Presidenta, he votado en contra del informe sobre la liberalización del mercado secundario de repuestos. Lo considero una estrategia incoherente.
Por una parte, insistimos en que la industria desarrolla automóviles cada vez más seguros, y combatimos la piratería industrial. Sin embargo, en contradicción con esta afirmación, este Parlamento ha legalizado hoy la producción de copias de repuestos, lo que supuestamente los hace más baratos. No obstante, a los consumidores no se les garantiza un estándar de seguridad exento de riesgo en el vehículo reparado. Los defensores de la liberalización, sobre todo del Reino Unido, afirman que las PYME se beneficiarán de esta política. Sin embargo, la mayoría de las copias baratas de repuestos sujetos a patente se producen actualmente en Asia, no en Europa. A pesar de ello, en los 10 Estados miembros en los que el diseño no se protege hasta la fecha, el coste de los repuestos es un 7 % superior que en los 17 restantes. Éstos siguen protegiendo el diseño, como Japón y otros grandes líderes de la industria automovilística. Me gustaría llamar la atención respecto al hecho de que, en el caso de accidente, tanto los usuarios de automóviles, como los peatones, correrán un mayor riesgo a causa del empleo de piezas de repuesto no originales de calidad inferior. Esta directiva constituye, por desgracia, un ejemplo de estrategia incoherente de la UE.
Jan Březina (PPE-DE). - (CS) Señora Presidenta, a mí también me gustaría expresar mi desacuerdo con la limitación de la protección jurídica del diseño industrial de las piezas de repuesto. Somos testigos de un nivel de injerencia sin precedentes en el ámbito de los derechos industriales. Si existen abusos de monopolios por parte de propietarios de derechos industriales, pueden aplicarse instrumentos jurídicos ordinarios como los requisitos de licencia. La creación de un diseño industrial genera costes significativos, razón por la que la protección jurídica es pertinente, también, desde un punto de vista económico. Su supresión no dará lugar a la liberalización del mercado de repuestos como prevé la Comisión, sino, con toda probabilidad, a un incremento del precio del producto final. La reacción previsible de los productores ante la presencia de productores independientes en el mercado de repuestos consistirá en compensar sus pérdidas mediante la elevación de los precios. También resulta preocupante que el coste inferior de los repuestos de los productores independientes dé lugar a niveles menores de seguridad y de calidad. Lo que me preocupa es que, en el análisis final, será el cliente el que será colocado en una situación de riesgo.
Michl Ebner (PPE-DE). - (DE) Señora Presidenta, quiero decir que he votado a favor del informe Castiglione, y que creo que se trata de un documento muy equilibrado, sobre todo si consideramos la manera en que comenzó, con 800 enmiendas presentadas en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural. Indudablemente, los esfuerzos tanto del ponente, como de otros muchos diputados, han rendido su fruto en un sector plagado de graves dificultades; resulta absolutamente esencial que brindemos a los viticultores la perspectiva de una mejor época futura.
Creo que este informe sienta las bases para el progreso, y confío en que la Comisión Europea, actuando en el espíritu de los nuevos Tratados, tome debida cuenta (en su totalidad, si es posible) de las decisiones del Parlamento Europeo.
Anja Weisgerber (PPE-DE). - (EN) Señora Presidenta, la votación de hoy sobre la reforma del mercado del vino constituye un resonante éxito para el Parlamento Europeo, así como para los diversas regiones vitícolas y los productores de vino. Por ejemplo, pudimos garantizar que seguirá siendo lícito enriquecer los vinos con sucrosa. El Parlamento rechazó asimismo los planes de la Comisión de promulgar disposiciones en esta etapa en las que se prescribe el levantamiento de la prohibición a nuevas plantaciones en 2014. En este caso, propusimos una solución viable con arreglo a la cuál, la decisión sobre la liberalización no se adoptaría hasta que se presentara un estudio al respecto en 2012. En lo que respecta al etiquetado de los vinos individuales, también alcanzamos un acuerdo en el que se tiene debida cuenta de los distintos sistemas de denominación utilizados en Europa. Por otra parte, tuvimos éxito en la incorporación de una salvaguarda en la regulación del mercado del vino que protege las Bocksbeutel, las botellas de forma especial utilizadas en mi región de origen de Franconia.
Señorías, hemos presentado hoy un marco muy equilibrado que constituirá una buena base para las próximas negociaciones en el Consejo. La pelota se encuentra ahora en el tejado del Consejo; nosotros, en el Parlamento, ya hemos completado nuestra labor, y lo hemos hecho muy bien.
Ryszard Czarnecki (UEN). - (PL) Señora Presidenta, me complace que el Parlamento Europeo haya apoyado la propuesta de la Comisión de Agricultura, y en especial, la enmienda de los diputados polacos por la que se autoriza el uso de denominaciones de venta como «vino de frutas», «vino de manzana», o «vino de grosella». Estos vinos se llevan produciendo en mi país desde el siglo XIII (casi 800 años), y me satisface que el Parlamento Europeo haya reconocido la realidad y el hecho.
En conclusión, felicito a la Presidenta por su excelente conducción de las deliberaciones, sobre todo en el ambiente cargado (y en ocasiones, sobrecargado) de hoy. Señora Presidenta, le rindo homenaje como genuina representante de la escuela británica de conducta parlamentaria.
Armando Veneto (PPE-DE). - (IT) Señora Presidenta, señorías, respecto a la votación sobre la organización común del mercado del vino, me gustaría destacar que voté a favor de la enmienda 294, presentada por el señor Lavarra, del PSE, y de la cuál soy cofirmante, porque considero que los consumidores tienen derecho a saber si se ha añadido sacarosa al vino que van a beber, y porque la trazabilidad del producto constituye actualmente un principio general por el que aboga la Unión, y no veo por qué no debería aplicarse en el sector vitícola.
Por el mismo motivo, voté a favor de la enmienda 310, presentada por el Grupo UEN; ninguna de ellas tiene repercusión en el compromiso para cuya consecución ha trabajo tan arduamente el señor Castiglione. Por último, en lo que atañe a la postura diferenciada que he adoptado en lo que se refiere a estas cuestiones respecto al Grupo al que pertenezco, la defensa de los intereses de los ciudadanos conlleva que la única postura política que creo que debo adoptar es la de aceptar toda propuesta que proteja tales intereses, con independencia del Grupo del que proceda.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) La postura de la Comisión respecto al reglamento del Consejo sobre la organización común del mercado del vino discrimina a ciertos países, y en especial, a los nuevos Estados miembros.
Con el proyecto de promover los vinos de la UE en terceros países se pretende impulsar el comercio, pero, por alguna razón, resulta estar vinculado a las áreas de viñedos previamente explotados y a los datos sobre producción vitícola media en los tres últimos años. La Comisión pretende apoyar las exportaciones de vino y ciertas marcas. Los productores y exportadores en los países receptores de las ayudas se beneficiarían de la ventaja competitiva. El hecho de que los productores de vino en Lituania y otros países sin viñedos no reciben ninguna ayuda es inaceptable.
He votado en contra del informe.
Zuzana Roithová (PPE-DE). - (CS) Apoyé la reforma del mercado del vino, que propiciará la mejora de la calidad y la competitividad de los vinos europeos. Esto atañe fundamentalmente a Italia, donde las vides ilegales deberán ser arrancadas y las subvenciones por sobreproducción de vinos de escasa calidad se interrumpirán. No obstante, la reforma no debe favorecer a los productores del sur respecto a los del norte. Estoy absolutamente en contra de que se arranquen vides en Moravia, donde todo lo que se produce se utiliza, y la producción vitícola tradicional reviste gran importancia, tanto desde el punto de vista cultural, como para el turismo en la zona. Me opongo a una prohibición del azucarado en Europa oriental, incluida Moravia, si no se prohíbe igualmente la acidificación del vino, practicada en los países meridionales. No comprendo por qué los viticultores moravios deben adquirir un mosto caro a los países del sur, únicamente para sustituir una tradición de azucarado de 200 años de antigüedad, modificando de ese modo el bouquet y el sabor tradicionales de sus vinos de calidad. Esto es contrario a los principios de la competencia en el mercado interior, y no puedo sino manifestar mi desacuerdo con tal medida. Agradezco a los colegas que, en la votación, nos respaldaron y, con ello, hicieron prevalecer el sentido común. La Comisión tendrá que atenerse ahora a lo decidido.
Jan Březina (PPE-DE). - (CS) Hemos visto que los Estados del sur de Europa que disponen de un fuerte sector vitícola defienden a brazo partido sus excedentes de vino. Entretanto, debido a unas subvenciones excesivas, los bajos precios del vino excedentario están expulsando del mercado a los vinos de calidad de otros Estados miembros. Me opongo al hecho de que, mientras que la Comisión trata a los líderes del sector vitícola europeo con guante de seda, países como la República Checa son tratados de un modo estricto, e incluso severo. ¿De qué otro modo podemos interpretar la propuesta de mantener el uso frecuente de mosto en las regiones meridionales de la UE, mientras se prohíbe la adición de sucrosa? Por tanto, me complace enormemente que el Parlamento aborde la reforma de manera responsable, e incorpore a la misma un elemento de tratamiento equitativo y justo. Mediante el apoyo a la adición de sucrosa, el Parlamento benefició a la República Checa, entre otros países, demostrando su imparcialidad y resistencia a las influencias basadas en los intereses nacionales en conflicto. Entiendo que una reforma del mercado del vino es necesaria. No pongo en duda los objetivos fundamentales, sino la manera en que se consiguen. Incido en la importancia de mantener el principio de igualdad de tratamiento y no discriminación.
Hynek Fajmon (PPE-DE). - (CS) Señora Presidenta, señorías, he votado en contra del informe del señor Castiglione, al igual que los demás diputados de la República Checa que pertenecen al Partido Democrático Cívico (ODS) checo. Una reforma planteada de este modo no beneficiará en modo alguno a la vinicultura checa, ni a la moravia ni, en realidad, a la europea. En lugar de procurar la liberalización y una reducción de la regulación y la carga administrativa, lo que constituiría una ayuda real para el sector del vino, existe una tendencia al incremento de la reglamentación, las restricciones y las órdenes. La planificación central nunca ha demostrado que genere resultados positivos; ni lo hará en el sector vinícola. Tal es el motivo por el que no he apoyado este informe.
Daniel Hannan (PPE-DE). - Señora Presidenta, mi circunscripción del sudeste de Inglaterra es la región productora de vino de mayor crecimiento de Europa. La consecuencia del cambio climático es que ahora se está dedicando a la viticultura una parte del suelo inglés mayor que en cualquier otra época desde el reinado de Enrique II, durante el último período de calentamiento en Europa.
Los viticultores de los Home Counties (condados de los alrededores de Londres) nunca han recurrido a los subsidios de la UE. En Kent y Surrey, en Sussex y Hampshire, en Oxfordshire, Buckinghamshire y Berkshire, se han plantado viñedos comercialmente viables que se mantienen o sucumben en función de la calidad de lo que producen. Pero su propio éxito amenaza ahora con volverse contra ellos a medida que se aproximan al límite del cultivo comercial permitido.
Tras haber permanecido fuera del régimen regulador europeo y haber rechazado las ayudas, ahora se encuentran con que de todos modos van a ser regulados.
Del mismo modo que no pedimos dinero a Bruselas, no queremos que Bruselas nos imponga restricciones. Lo único que piden los productores de vino ingleses es que se les deje libertad para competir.
Adriana Poli Bortone (UEN). - (IT) Señora Presidenta, señorías, he rechazado de plano un documento empeorado adicionalmente por la adopción de varias enmiendas, y en particular, debido a la introducción del azucarado, que habíamos conseguido evitar durante años, adoptando la perspectiva de que esta práctica no es más que una manera de compensar la naturaleza.
La mayoría de esta Cámara rechazó las ayudas al mosto, lo que, aunque se trata únicamente de una medida financiera, habría atenuado en cualquier caso los daños generados al permitir el azucarado. Se trata de una victoria para los países del norte, y de una derrota para los de la región mediterránea, que no han podido defender la naturaleza altamente profesional de sus territorios. Esta OCM es perjudicial para la calidad y la naturaleza típica y genuina de los productos, así como para los vinicultores, los productores, y los consumidores.
- Propuesta de resolución: La lucha contra el terrorismo (B6-0514/2007)
Antonio Masip Hidalgo (PSE). - Señora Presidenta, creo que hoy ha sido muy positivo el que hayamos dado carta de naturaleza a la alianza de civilizaciones que en su día defendió el Presidente Zapatero y el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan. Creo que ésta es la base.
Además, con la Carta de los Derechos Fundamentales que hemos firmado, yo creo que también ahí tenemos la naturaleza de nuestra civilización y no el integrismo de los que han venido hoy a combatirla, integrismo que es violento y lamentable. También lo es cuando los islamistas adoptan ese mismo integrismo. Esos dos integrismos, de un lado y de otro, son los que tenemos que erradicar también en favor de que haya paz y no terrorismo.
Mario Borghezio (UEN). - (IT) Señora Presidenta, señorías, me gustaría señalar que voté en contra, aunque por error voté a favor (he notificado oficialmente esta circunstancia), del informe sobre terrorismo.
Un informe hipócrita, un informe que pone de relieve la actitud cobarde de la Europa de las instituciones respecto al terrorismo. Ni siquiera tiene el valor de llamarlo por su nombre: terrorismo islámico. Después, esta Cámara votó en contra de una enmienda presentada por un servidor y otros diputados del UEN en la que llamábamos la atención de Europa respecto a la infiltración de Al-Qaeda en el Magreb. Obviamente, la presentamos hace unos días y, por desgracia, los acontecimientos de ayer demuestran que llevábamos razón, más allá de nuestras previsiones más pesimistas. La carnicería islámica perpetrada por Al-Qaeda ha golpeado a la población pobre de Argel, que probablemente sean también islámicos.
Es vergonzoso que esto suceda a las puertas de Europa, y que esta Cámara rechace una enmienda en la que se realiza un llamamiento a favor de una acción de represalia, porque Europa no puede cerrar sus ojos a la amenaza que aguarda en su umbral.
Dimitar Stoyanov (NI). - (BG) Me abstuve en la votación sobre la resolución en contra del terrorismo porque, lógicamente, no apoyo el desarrollo del terrorismo, pero no puedo respaldar tampoco un documento que, a mi parecer, se limita a propagar el pánico entre los ciudadanos europeos, y contribuye además a la consecución del objetivo último del terrorismo: el propio terror. Sin embargo, me complacieron las enmiendas propuestas por el Grupo Unión por la Europa de las Naciones, que fueron aprobadas, y en las que se señalaba que todo ha de tratarse a partir de la causa, como se refiere en el antiguo proverbio, que reza que toda enfermedad ha de tratarse a partir de la causa. Por tanto, si, por ejemplo, dejamos de ejercer presión sobre Israel para que suspenda su política segregacionista y la construcción del muro de separación de los árabes, que les privará de los derechos humanos básicos que les asisten, contribuiremos mucho más a la lucha contra el terrorismo que lo que podríamos mediante el pinchazo de teléfonos y la organización de la vigilancia de sitios web. En cualquier caso, las enmiendas propuestas en contra por el Grupo Unión por la Europa de las Naciones no deberían haber sido rechazadas, ya que en ellas se solicitaba atención respecto al desarrollo del terrorismo dentro de Europa, como en mi país, donde organizaciones terroristas prohibidas se desarrollan bajo la égida del partido MRF en el poder.
Hannu Takkula (ALDE). - (FI) Señora Presidenta, creo que esta resolución es adecuada, pero ligeramente incoherente, ya que se obtiene la impresión en algunos pasajes de que, en cierta forma, se claudica ante el terrorismo. En otras palabras, no parece aceptar la idea de que el terrorismo deba eliminarse por completo, de que deba erradicarse; y la señora Muscardini del Grupo UEN planteó este asunto en su enmienda oral. Para mí, es una de las cuestiones que, quizá, deberían haberse examinado con mayor detenimiento cuando se debatió dicho informe.
Creo que la postura de la Unión Europea debe ser absolutamente clara en lo que atañe al terrorismo. Promovemos la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión, y no podemos aprobar el terrorismo bajo ninguna circunstancia. Me habría gustado ver asimismo que se otorgaba un mayor peso a la importancia de la educación al abordar las causas del fenómeno. Por ejemplo, la lucha contra el terrorismo en los Territorios Palestinos Autónomos debe basarse fundamentalmente en la educación, de manera que las generaciones futuras puedan formarse y crecer libres de odio y, por tanto, aprendan a vivir en una coexistencia pacífica con sus vecinos.
Hubert Pirker (PPE-DE). - (DE) Señora Presidenta, en la lucha contra el terrorismo, debemos desplegar todos los medios efectivos, disponibles y compatibles con el Estado de Derecho. Si la Unión pretende ganar esa batalla, debe cooperar con sus socios.
Voté en contra de la resolución por su tono antiamericano. En lugar de tomar postura frente el terrorismo, el autor y muchos otros se posicionan contra la alianza con los Estados Unidos en la lucha contra este fenómeno. Otra razón por la que he votado en contra de la propuesta de resolución es que en ella se apela a la Comisión y al Consejo para que trasladen a detenidos de Guantánamo a Europa. Eso equivaldría a la importación de terrorismo a Europa. Sería una acción desacertada.
La tercera razón por la que voté en contra de la resolución consiste en que rechaza medidas que son manifiestamente utilizables en la lucha contra el terrorismo, a saber, la extensión de los registros de nombres de pasajeros a Europa, y un refuerzo de Europol.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) El Acuerdo de Aviación con Marruecos es el segundo relativo al denominado «espacio aéreo europeo común», y el primero celebrado, en este contexto, con un país no perteneciente al continente europeo.
Desde una perspectiva política de mayor relevancia, lamentamos el hecho de que en este acuerdo (como también sucedió inaceptablemente en el caso de la pesca) no se aclare de manera explícita que «por territorio bajo la jurisdicción del Reino de Marruecos se entiende el sometido a la soberanía marroquí de conformidad con el Derecho internacional», garantizando así el respeto del Derecho internacional y los derechos legítimos e inalienables del pueblo saharaui.
La soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental no se encuentra legalmente reconocida en el Derecho internacional, como subrayó el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en su dictamen emitido en octubre de 1975. En consecuencia, Marruecos, que ocupa el territorio del Sáhara Occidental ilegalmente, carece de soberanía y jurisdicción sobre dicho territorio.
Por otra parte, este acuerdo se basa casi exclusivamente en el apoyo a dos objetivo a los que nos oponemos: la apertura de mercados y la armonización de los reglamentos para promover la competencia en el transporte aéreo.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) En junio y julio del presente año, la Comisión recibió la tercera y la cuarta solicitudes de movilización de este Fondo. Las solicitudes se referían a dos empresas alemanas y una finlandesa, todas ellas activas en el sector de las telecomunicaciones; en concreto, en la fabricación de teléfonos móviles.
Ambas solicitudes están relacionadas con la reubicación de la producción en países terceros, dando lugar al despido de 4 211 trabajadores.
Hasta la fecha, además de estas dos solicitudes y las dos peticiones francesas que han sido aprobadas ya, la Comisión ha recibido otras solicitudes de Italia, Malta, España y Portugal. Tales solicitudes tendrán que aprobarse a comienzos del próximo ejercicio.
Como hemos mencionado, la existencia de este fondo no puede servir para «amortiguar» los inaceptables costes sociales y económicos de la reubicación de empresas y los despidos derivados de tales operaciones.
Por tanto, insistimos en que debe establecerse un marco reglamentario para prevenir y sancionar las reubicaciones de empresas. Consideramos que toda concesión de ayuda pública a empresas debe condicionarse a la adopción de compromisos a largo plazo por parte de las mismas en lo que atañe al desarrollo regional y el empleo, y no deberá otorgarse ninguna ayuda que pueda utilizarse para promover reubicaciones. Igualmente, es esencial reforzar el papel de los representantes de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas, así como en los ámbitos de toma de decisiones de gestión de naturaleza estructural.
Nina Škottová (PPE-DE), por escrito. − (CS) Los fondos totales detraídos del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización representan en torno al 3,6 % y atañen únicamente a tres países. Sin embargo, la globalización afecta a todas las actividades humanas, en mayor o menor medida. El bajo nivel de uso de estos fondos suscita, al menos, dos preguntas: en primer lugar, ¿son los efectos de la globalización tan limitados?, y, en segundo lugar, ¿sabemos cómo obtener los recursos del Fondo? En otras palabras, en primer lugar, podemos preguntarnos si necesitamos este Fondo. Si creemos que sí, entonces, en segundo lugar, hemos de establecer una mejor definición de los efectos potenciales de la globalización, y revisar las normas para la obtención de fondos, de manera que el Fondo devenga accesible e inteligible para otros países y sus regiones más problemáticas. La indicación de elementos económicos, sociales y de otra índole también resultaría de ayuda en este sentido. Justificaciones como la que alude a la «imprevisibilidad» por parte de la Comisión resultan difíciles de aceptar. A causa de las dudas referidas, voté en contra de la propuesta.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) La movilización del instrumento de flexibilidad, junto con la enmienda del Acuerdo interinstitucional, son parte integral del proyecto de presupuesto comunitario para 2008.
Así, además de la corrección de 1 600 millones en el marco financiero plurianual, con la movilización del instrumento de flexibilidad se propone asimismo complementar la financiación de los programas del sistema europeo global de satélites de navegación (EGNOS-GALILEO) en unos 200 millones de euros. Por otra parte, mediante la movilización del instrumento de flexibilidad, la Política exterior y de seguridad común (PESC) de la UE debe recibir asimismo otros 70 millones de euros de financiación.
Cabe señalar que el ponente subraya que «las acciones exteriores en general, y la PESC en particular, no se encuentran suficientemente dotadas a largo plazo en comparación con las demandas identificadas actualmente». Explica que las «demandas identificadas» incluyen el refuerzo de las misiones de la UE en Kosovo y Afganistán. De este modo, se otorga un nuevo impulso a la injerencia y la intervención militar crecientes de la UE en apoyo de las operaciones de la OTAN, tanto en los Balcanes (de los que son ejemplo los preparativos para apoyar la «declaración unilateral de independencia de Kosovo», contraviniendo el Derecho internacional), y en Asia central, sobre todo mediante la financiación de estas «misiones» al margen del presupuesto comunitario. Se trata de objetivos políticos y militares con los que discrepamos abiertamente.
Janusz Lewandowski (PPE-DE), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, la movilización del instrumento de flexibilidad, al igual que la revisión de la perspectiva financiera, constituyen el resultado natural del acuerdo de conciliación del 23 de noviembre respecto al presupuesto de 2008. Con dicho instrumento se pretende, en principio, salvaguardar el plan presupuestario en circunstancias excepcionales que resultan difíciles de prever. No obstante, con arreglo a mi modesta experiencia, el uso de este instrumento excepcional rara vez satisface los criterios establecidos en el acuerdo interinstitucional.
Tal es el caso con el proyecto de presupuesto de 2008. Tanto los 200 millones de euros para financiar el programa Galileo en 2008, como la suma de 70 millones de euros contemplados en la rúbrica IV para cubrir las necesidades crecientes en el área de la PESC, constituyen soluciones a problemas que eran previsibles. A pesar de las reservas de la delegación del Parlamento Europeo, que señaló una falta de financiación adecuada para la navegación por satélite, y una dotación de fondos insuficiente en relación con las ambiciones internacionales de la Unión Europea, dicha delegación no consiguió convencer al Consejo de la necesidad de elevar las asignaciones presupuestarias pertinentes.
En su forma definitiva, la perspectiva financiera presagiaba dificultades, que se manifestaron en la preparación del presupuesto para 2008. La verdad es que, en el curso del procedimiento de conciliación, el Parlamento resolvió los problemas creados por el Consejo. Dada la tergiversación de esta situación en los medios de comunicación, deberíamos extraer las conclusiones adecuadas para el futuro.
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh e Inger Segelström (PSE), por escrito. − (SV) No podemos respaldar un sistema en el que el dinero de los contribuyentes se utiliza para comercializar productos agrarios europeos en terceros países. Creemos que deben restringirse tales actividades, sobre todo en los países en desarrollo, puesto que corremos el riesgo de perjudicar a las empresas nacionales. Pensamos que la UE ha de promover la agricultura local en dichos países, sin minar la actividad de sus agricultores. Una producción local próspera puede significar una oportunidad para que estos países se desarrollen económicamente, así como una vía de avance en el terreno del desarrollo democrático.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. − (PT) La simplificación de la legislación europea en materia de acciones de información y promoción de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países es sumamente importante para el desarrollo de una PAC más sencilla y fácil de gestionar.
Apruebo la propuesta de la Comisión para mejorar el sistema, en particular, en lo que atañe a la consolidación reglamentaria que supone la fusión de los dos reglamentos relativos al mercado interior y los terceros países.
Voto a favor del informe Golik, y haría hincapié en la referencia que realiza a la necesidad de prestar más atención a las cuestiones de la información y la promoción en las negociaciones de la OMC.
Bogusław Liberadzki (PSE), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, voy a votar a favor de la aprobación del informe del señor Golik sobre la propuesta de reglamento del Consejo sobre acciones de información y de promoción de los productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países.
El ponente señala acertadamente que, para avanzar en la formulación de una política agraria sencilla y eficaz para Europa, el sistema comunitario de acciones de información y promoción de productos agrícolas en el mercado interior y en terceros países ha de simplificarse.
Convengo en que las campañas de información deben servir para que los consumidores tomen plena conciencia de la producción de la PAC sostenible, la elevada calidad de los productos agrarios de la UE, la agricultura biológica y los aspectos relacionados con la salud.
Diamanto Manolakou (GUE/NGL), por escrito. – (EL) En vista del hecho de que los debates en la OMC y los compromisos asumidos darán lugar a la abolición de las restituciones a la exportación, a recortes en las ayudas comunitarias por un importe de 20 100 millones de euros, y a reducciones de precios del 48 al 73 % en la mayoría de productos agrarios de la UE, habrá graves repercusiones en la renta agraria.
Con la propuesta de reglamento, la Comisión se propone contrarrestar las consecuencias negativas derivadas en el pasado del GATT y de las anteriores reformas de la PAC, que se intensificarán en un mayor grado con las reformas previstas de la PAC y la OMC. Las consecuencias se sentirán fundamentalmente en la distribución de productos agrarios, tanto a terceros países, como a Estados de la UE, puesto que los derechos de importación y las ayudas internas a la agricultura comunitaria se reducirán drásticamente al mismo tiempo.
Por tanto, se proponen programas de promoción e información. No obstante, los fondos asignados a tales programas no pueden hacer nada para contrarrestar las consecuencias. El resultado será un agravamiento de los problemas de la distribución de los productos agrarios comunitarios a terceros países, y también en la UE, una reducción de los precios abonados al productor, y una catástrofe absoluta para las pequeñas y medianas explotaciones agrarias, que ya percibían únicamente una renta agraria marginal. Por otra parte, los programas beneficiarán, fundamentalmente, a las grandes empresas agrarias con costes de producción competitivos.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. − (PT) La organización común del mercado (OCM) de la pesca y los productos de la acuicultura, uno de los cuatro pilares de la política pesquera común, debe someterse a una exhaustiva reestructuración.
Las prioridades consisten en la revisión de los aspectos relativos a la información del consumidor sobre los productos pesqueros, y a una distribución más equitativa del valor añadido a los productos a lo largo del proceso de comercialización en su conjunto (haciendo especial hincapié en el punto inicial de venta).
La UE debe encontrar asimismo soluciones para contrarrestar el «dumping social» que es actualmente práctica común en algunos terceros países, y que reduce la capacidad de nuestros productos pesqueros para competir.
Los intereses nacionales se protegen en este informe y, por tanto, merece mi voto.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Celebramos la aprobación del informe sobre la OCM de productos pesqueros, con el que se transmite una clara señal a la Comisión Europea de que se requiere urgentemente una ambiciosa revisión de esta OCM, con el fin de reforzar su contribución a la garantía de las rentas en el sector, la mejora de la comercialización de los productos pesqueros y el incremento del valor añadido de los mismos, sobre todo mediante un aumento sustancial de la financiación.
Dado que la OCM debe proporcionar una respuesta eficaz a los objetivos para los que se estableció, y que la inseguridad de los ingresos en el sector pesquero es atribuible en gran medida a la forma de comercialización en el mismo, la formación de precios en el punto inicial de venta, y la naturaleza irregular de la actividad pesquera, lamentamos que la Comisión de Pesca rechazara nuestras propuestas que van verdaderamente al meollo del asunto, y que incluyen, entre otras:
-la introducción de tasas de beneficio máximas;
- la necesidad de ayudas públicas y el establecimiento de mecanismos eficaces de intervención en el mercado;
- la consideración de los costes de producción en la definición de precios de orientación;
- la introducción de compensaciones financieras a cambio de reducciones temporales voluntarias de las capturas o del esfuerzo pesquero.
En cualquier caso, seguiremos defendiendo la pertinencia de estas medidas razonables.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. − La organización común del mercado de productos de la pesca tiene por objeto garantizar la estabilidad del mercado y la seguridad de los ingresos para quienes trabajan en el sector. Estos objetivos y, desde luego, los objetivos recogidos en el Tratado CE son loables y deberían haber generado prosperidad en las comunidades pesqueras de Europa.
Lamentablemente, los últimos dos decenios y medio de control centralizado por parte de Bruselas, bajo la forma de la PPC, han sido desastrosos para esas comunidades. En el contexto de la PPC es imposible conseguir un mercado próspero con seguridad laboral, y el control de la administración de la pesca debe devolverse a los países que dependen de ésta.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Como hemos señalado, las autoridades nacionales han cumplido durante mucho tiempo, y han hecho cumplir, los requisitos en vigor conforme a los acuerdos internacionales en el ámbito de la aviación civil. La cooperación entre los Estados miembros de la UE y entre éstos y otros países constituye ya una realidad, que puede promoverse y desarrollarse adicionalmente, pero que garantiza ya el respeto por la soberanía de cada país, por los trabajadores y sus derechos (garantizando la armonización social, en particular, mediante la aplicación de las condiciones más favorables), y por los derechos de los usuarios.
Con todo, las competencias de cada Estado miembro en el área de la aviación civil se transfieren gradualmente a la UE, un proceso que resulta especialmente negativo cuando se produce en un área en la que no existen límites claramente definidos.
En esencia, el establecimiento de la Agencia Europea de Seguridad Aérea constituye otro «paso» adelante en esa dirección. Debe subrayarse que esta agencia será responsable de ejercer competencias que, actualmente, son ejercidas por cada una de las autoridades nacionales. Básicamente, se trata de una medida diseñada para dar lugar a lo que se ha denominado el «cielo único europeo», así como la liberalización del transporte y la navegación aéreos a escala de la UE. Esta liberalización en nombre de la rentabilidad financiera pone en entredicho los derechos de los trabajadores, la calidad de los servicios y los niveles de seguridad.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. − El informe Leichtfried señala la culminación de complejas negociaciones en las que participan el Parlamento, el Consejo y la Comisión. La ampliación de las competencias de la EASA es un avance importante para la seguridad aérea en Europa, y mi grupo ha podido apoyar el compromiso definitivo.
Luca Romagnoli (NI), por escrito. − (IT) Señora Presidenta, señorías, confirmo mi voto previo a favor del informe Leichtfried. Las negociaciones entre el Parlamento y el Consejo, con la ayuda de la Comisión, han dado lugar a este texto que, aunque no satisface por completo algunas de las demandas que he respaldado, constituye una buena solución de compromiso. Me gustaría subrayar el importante papel que desempeñará la Agencia Europea de Seguridad Aérea en lo que se refiere al seguimiento, no sólo de la aviación, sino también de las prácticas de las compañías. La Agencia será responsable de la renovación y la expedición de certificados y licencias, así como del seguimiento de la aplicación de normas de seguridad uniformes.
Asimismo, podrá imponer multas si no se ejecutan debidamente las medidas de seguridad pertinentes. Por tanto, me complace el compromiso alcanzado con la enmienda 15, que convierte a la Agencia en una entidad plenamente independiente e imparcial, también en los asuntos relacionados con la revocación de licencias y la imposición de multas. Deseo subrayar además que el personal desempeñará un importante papel en el desarrollo y el funcionamiento de este órgano. Como consecuencia, comparto plenamente la inquietud del ponente respecto a la mejora de la condición de esta tarea, posiblemente aprovechando el potencial que brinda el Estatuto de los funcionarios de la Unión Europea.
Brian Simpson (PSE), por escrito. − Votaré a favor de este informe y debo felicitar al ponente por lo que constituye una cuestión técnica de gran importancia. Quisiera, no obstante, hacer hincapié en algunos aspectos.
En lo que respecta a las licencias del personal de cabina, está claro que esta cuestión provoca cierta inquietud en determinados Estados miembros y ha dado lugar a un esfuerzo decidido de presión por parte de los sindicatos del personal de cabina. Creo que el ponente ha hallado un compromiso que despeja los miedos de algunos Estados miembros, si bien reconoce la importancia del papel que desempeña el personal de cabina. Algunas compañías aéreas abusan francamente del personal de cabina, no sólo al tratarlos como meros «camareros del cielo» sino también al emplearlos con contratos que pagan salarios mínimos por el máximo de horas, después de que hayan tenido que pagar su propia formación.
En segundo lugar, es importante reconocer que EU-OPS, tal como se ha aprobado en este Parlamento, pasa ahora a depender de la EASA. Pero me gustaría aprovechar la oportunidad para recordar a la Comisión y a EASA que las horas de vuelo y de servicio contenidas en la subparte Q del Reglamento EU-OPS no se pueden cambiar en tanto no se haya encargado un estudio de fatiga y se haya consultado al sector en sentido amplio.
Por último, espero que ahora se puedan introducir en toda la UE otros aspectos de la seguridad aérea, incluida la vigilancia de la puerta de la cabina y de la bodega de equipajes.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Como ocurre en general con la normativa en este ámbito, los objetivos específicos del informe se basan en la armonización de la legislación, las normativas y las disposiciones administrativas de los Estados miembros, con el fin de promover el desarrollo del mercado interior europeo, en este caso, con respecto a la nutrición y a las indicaciones sobre aspectos sanitarios realizadas respecto a alimentos.
La propuesta consta de dos enmiendas al Reglamento (CE) nº 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos, y su objeto es disponer un período transitorio adecuado respecto a las declaraciones de propiedades saludables referentes al desarrollo y la salud de los niños.
Las declaraciones nutricionales utilizadas en un Estado miembro antes del 1 de enero de 2006 de conformidad con las disposiciones nacionales aplicables, que no estén incluidas en el Anexo al Reglamento (CE) nº 1924/2006 podrán seguir siendo utilizadas durante los tres años posteriores a la entrada en vigor del Reglamento. Las declaraciones de propiedades saludables distintas a las que se refieren al desarrollo y la salud de los niños también se benefician de las medidas transitorias que se detallan en el artículo 28, apartados (5) y (6) del Reglamento. Se han dispuesto ya medidas transitorias similares para las declaraciones relativas al desarrollo y la salud de los niños.
Peter Skinner (PSE), por escrito. − He votado a favor de la aprobación de este informe debido a los controles que hay que realizar para garantizar la validez de las declaraciones de propiedades nutricionales y saludables que se han hecho. Mientras que para muchos es esencial una alimentación saludable a fin de lograr una vida prolongada y activa, también es esencial proporcionar a los consumidores una información adecuada. Durante demasiado tiempo, las declaraciones hechas por algunos fabricantes de productos de consumo populares han provocado la confusión de los consumidores en cuanto a las propiedades nutricionales y saludables de dichos productos. Pido a la Comisión que dedique tanto tiempo como sea necesario a garantizar la claridad suficiente a los ciudadanos europeos.
Bert Doorn (PPE-DE), por escrito. − (NL) La liberalización del mercado de repuestos de automóviles ha sido objeto de un encendido debate desde 1993. Creo que la supresión de los derechos sobre los diseños respecto a las partes visibles del vehículo hace tiempo que debía haberse efectuado. Por tanto, apoyo incondicionalmente la propuesta de la Comisión, puesto que, actualmente, no existe un mercado único de estas piezas que funcione de manera apropiada.
Cuando artículos funcionales como los espejos laterales y los faros tengan que sustituirse, los repuestos necesarios para restaurar el coche a su condición anterior deberán encontrarse fácilmente disponibles. Estoy a favor de una liberalización tan rápida como sea posible, y por tanto, de un período transitorio tan breve como resulte viable: cinco años. Lógicamente, votaré en contra de las enmiendas que hagan posible que los Estados miembros den largas a la liberalización durante el período transitorio.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Este informe contiene algunas enmiendas a la propuesta de una directiva concebida para liberalizar el mercado secundario de repuestos, aplicable al sector de los vehículos de motor, la industria de la maquinaria y los sectores de los bienes de equipo y de consumo.
En la propuesta de la Comisión se aboga por los mercados desprotegidos, mientras que, en este informe, se propugna un período transitorio de cinco años para los países en los que existe protección del mercado, como en el caso de Portugal.
Sabemos que, por un lado, los mercados protegidos dan lugar a que las grandes empresas dispongan de un monopolio del comercio de repuestos, dado que, en tales mercados, el consumidor ha de adquirir el recambio de una pieza defectuosa o dañada del productor original. El argumento utilizado es que el diseño del producto no debe alterarse, siendo el ejemplo más conocido el de la industria de la automoción, aunque esta propuesta de directiva se aplica asimismo a otros sectores. De todos modos, existen casos prácticos en los que la sustitución de una sola pieza requiere toda una combinación de repuestos, con los costes asociados para el consumidor.
Entretanto, por otro lado, hay fábricas en Portugal vinculadas al sector de la automoción en particular, que siguen operando gracias a su producción de repuestos para marcas bien conocidas, y para las que la «liberalización» del mercado podría causar problemas graves.
Janelly Fourtou (ALDE), por escrito. – En el informe Lehne sobre la protección jurídica de los dibujos y modelos, he decidido apoyar y confirmar una enmienda que propone un período de 8 años de transición antes de la liberalización global de los derechos de propiedad intelectual sobre las piezas de recambio destinadas a restituir la apariencia de productos complejos, como los vehículos automóviles. Por el momento, los estudios de impacto no han demostrado que se produjera ningún descenso de precios significativo de esas piezas para los consumidores en los Estados miembros en que se ha llevado a cabo la liberalización.
Además, me parece que la Unión Europea va en contra de sus intereses en la materia. En otras partes del mundo se está protegiendo a la industria con derechos de propiedad industrial, y la Unión Europea, que por otra parte declara su voluntad de proteger a los consumidores y luchar contra la falsificación, no toma aquí la elección correcta.
En ello va el equilibrio económico del sector del automóvil y la seguridad de los ciudadanos europeos.
Bruno Gollnisch (NI), por escrito. – La Directiva que se nos presenta sobre la protección jurídica de los dibujos y modelos propone la plena liberalización del mercado de las piezas de recambio, en especial en el sector del automóvil.
El texto del ponente matiza ampliamente esta propuesta introduciendo, en particular, la posibilidad de que los Estados miembros mantengan su legislación de protección estricta de los dibujos y modelos durante cinco años. Lo que se pretende, con la preservación del el monopolio de los constructores sobre la fabricación de las piezas de recambio, es en especial evitar la deslocalización de puestos de trabajo comunitarios a países como Turquía, Brasil o Corea, en los que la producción se realiza a menor coste y con menor calidad.
Una liberalización demasiado rápida de este sector podría entrañar además grandes riesgos, en especial para la seguridad de las personas. En efecto, si las piezas de recambio se fabrican sin ninguna responsabilidad de los constructores de automóviles, nada garantiza a priori su conformidad ni su calidad. Antes de cualquier consideración económica y política, tengamos presente el objetivo principal de la protección y la seguridad de los usuarios.
Así, después de Correos, el ferrocarril, la energía y la electricidad, Bruselas ataca ahora el sector de la construcción de automóviles. La lógica ultra globalizadora y de liberalización forzosa por razones ideológicas no tiene límites.
(Explicación de voto acortada en aplicación del apartado 1 del artículo 163 del Reglamento)
Małgorzata Handzlik (PPE-DE), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, el mercado interior es una estructura altamente compleja que ha equilibrado los intereses de los diversos grupos que dependen del mismo durante muchos años consecutivos.
El fin de esta directiva es lograr la liberalización completa del mercado secundario de repuestos. Por tanto, por un lado, tenemos grupos amplios de fabricantes de repuestos que exigen que sus derechos en cuanto a la libre competencia y la prohibición de un monopolio de mercado se tengan en cuenta; y por el otro, tenemos a los fabricantes de automóviles (y aquí nos centramos obviamente en la industria de la automoción) que basan la defensa de su producción de repuestos en la protección jurídica de lo diseños.
En esta situación, que a primera vista parece irresoluble, apoyo el planteamiento del ponente, que propone un sistema con arreglo al cuál, los diseños quedarían protegidos durante un período limitado. En la práctica, el plazo de protección se basaría en gran medida en el ciclo vital del producto complejo.
Convengo asimismo con el ponente en que, tras la adopción de un nuevo diseño protegido, la protección de los repuestos incluidos en el antiguo diseño debe vencer. También debería darse tal vencimiento cuando un diseño que no tenga sustituto deje de fabricarse. Tal propuesta me parece la más adecuada y la que protege mejor los intereses de los grupos afectados.
Apoyo asimismo la propuesta de acuerdo transitorio con arreglo al cuál los Estados miembros cuya legislación contemple la protección de los diseños de componentes podrán mantener tal protección durante cinco años transcurridos desde la entrada en vigor de la directiva.
Ian Hudghton (Verts/ALE), por escrito. − He apoyado el paquete de compromiso y he rechazado las enmiendas que pretenden ampliar el período transitorio de la «cláusula de reparación».
Gary Titley (PSE), por escrito. − Apoyo un mercado europeo de repuestos competitivo. Ayudará a bajar los costes para los consumidores y a impulsar el negocio de las pequeñas y medianas empresas. En consecuencia, apoyo la propuesta de la Comisión, que abriría los mercados de repuestos a la competencia.
Así pues, no puedo apoyar las enmiendas que prolongan el plazo permitido para la liberalización del mercado hasta 8 años. Esto retrasaría el avance de conseguir nuestro objetivo de un mercado de repuestos competitivo.
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh e Inger Segelström (PSE), por escrito. − (SV) Votamos en contra del informe y la propuesta de la Comisión por las razones que siguen:
- habíamos confiado en que la reforma significaría un ahorro para los contribuyentes de la Unión, y que el sector vitícola sería excluido de la financiación a través de la política agraria común. A largo plazo, creemos que las subvenciones comunitarias para la producción de vino en Europa financiada con cargo a impuestos deben cesar.
- Creemos que es censurable utilizar el dinero de los contribuyentes en la comercialización de vinos europeos. Entra en conflicto con la estrategia del Parlamento en materia de alcohol, con la que se promueve una visión restrictiva de la comercialización de bebidas alcohólicas. En ese contexto, elevar el gasto en acciones de comercialización constituye un reflejo desafortunado de la aplicación de un doble rasero.
- Nos oponemos asimismo a las propuestas en las que se aboga por el uso de los fondos de los contribuyentes europeos para comercializar vinos en terceros países. Creemos que debe actuarse con prudencia en la comercialización de los vinos europeos, sobre todo en los países en desarrollo, puesto que plantea el riesgo de ejercer una excesiva presión sobre las empresas nacionales. La Unión no debe socavar la actividad de los productores locales en los países en desarrollo, sino, por el contrario, prestarle su apoyo.
Alessandro Battilocchio (PSE), por escrito. − (IT) Señora Presidenta, voto en contra de este informe, no por el planteamiento general del señor Castiglione, que tiene algunos puntos positivos, como la imposición de límites cuantitativos y la compatibilidad medioambiental del arranque, la prohibición del uso de mostos procedentes de fuera de la UE y la ampliación de las medidas que los Estados miembros pueden gestionar de manera autónoma. Pero en mi opinión, el apoyo a la práctica de la incorporación de azúcar y la disposición que permitiría no reflejar esta práctica en la etiqueta destinada al consumidor son aspectos críticos. El apartado dedicado a los llamados vinos de frutas es también cuestionable en su totalidad, al igual que el enfoque general del informe en relación con el mosto. Como italiano espero que el Ministro De Castro y sus colegas sean capaces de negociar un marco jurídico de referencia que sea más respetuoso con la calidad y con los derechos de los consumidores.
Adam Bielan (UEN), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, apoyo en su totalidad el informe del señor Castiglione sobre la propuesta de un reglamento del Consejo en materia de organización común del mercado del vino.
La creación de un mercado del vino regido por reglas sencillas y efectivas sobre la producción y los principios de la competencia leal en el mercado comunitario no hará sino mejorar la calidad de los productos europeos, y también elevar el nivel de vida de los productores de fruta.
También es importante que los consumidores conozcan el ciclo de producción de un producto determinado y su origen exacto.
Además, estas disposiciones serán decididamente beneficiosas para la producción de vinos de frutas en mi propio país, que es la principal razón por la que apoyo el informe.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Votamos en contra de este informe porque no modifica sustancialmente los aspectos más importantes de la mala propuesta de la Comisión Europea para el sector de viñedo y el vino.
Como siempre hemos dicho, disentimos de esta posición liberal, que avanza hacia el desmantelamiento de la organización común del mercado en el sector vitivinícola. El propio Parlamento Europeo ha llegado al extremo de permitir la adición de azúcar para aumentar la graduación con respecto a los valores actualmente en vigor.
Pero uno de los aspectos más graves es que deja abierta la cuestión de la liberación de los derechos de plantación a partir de 2013, pese a que el ponente reconoce que esto sólo servirá para concentrar la producción en manos de los mayores productores vinícolas, que ya disfrutan de los beneficios de ayudas públicas considerables y otros privilegios.
Asimismo, lamentamos que las propuestas que hemos hecho en el sentido de mantener los derechos de plantación y apoyar la reestructuración de las zonas vinícolas, especialmente las explotaciones familiares, las empresas vitivinícolas pequeñas y medianas y las cooperativas vinícolas, no se hayan adoptado, aunque observamos con satisfacción que sí se han aprobado algunas propuestas, en particular la que defiende la destilación de alcohol para beber.
Duarte Freitas (PPE-DE), por escrito. − (PT) Aunque coincido con la necesidad de reformar la OCM en el sector del vino y, en términos generales, apoyo la propuesta de la Comisión Europea, considero que el informe Castiglione ha hecho una importante contribución al proponer varias enmiendas que mejoran sustancialmente el documento de la Comisión.
Quiero señalar, entre otros aspectos positivos, la introducción de la posibilidad de mantener las ayudas a la destilación de alcohol de beber.
He votado a favor de las enmiendas 33 y 223 porque considero que la liberación del sector no debe ser brusca, y he rechazado las 314, 347, 293 y 217 porque no estoy de acuerdo con la introducción de la posibilidad de mantener el procedimiento de enriquecimiento con azúcar, una práctica que podría provocar desequilibrios entre productores; por tanto, en este punto, apoyo el texto original de la Comisión Europea.
Françoise Grossetête (PPE-DE), por escrito. – Celebro la orientación general del informe, pues revisa en profundidad la propuesta de la Comisión Europea que proponía, en particular, el arranque masivo de 400 000 hectáreas de vides. Esta posición no tenía en cuenta la realidad social de la profesión y habría provocado el aumento de los eriales y el deterioro de los paisajes. El informe considera el arranque una medida potencialmente interesante y se propondrá sobre una base voluntaria.
Otra propuesta positiva es la posibilidad de aplicar medidas de reestructuración del sector. El sector vitícola europeo debe disponer de operadores fuertes y con capacidad de conquista para afrontar la competencia internacional.
En cambio, la parte consagrada a la prevención de las crisis es necesaria, pero no suficiente. Habida cuenta de la variabilidad de la producción, las operaciones propuestas sólo permitirán atenuar las fluctuaciones. Falta un verdadero dispositivo de gestión de las crisis, renovado con respecto a las medidas actuales.
Por último, lamento que no se indique en la etiqueta el recurso al enriquecimiento mediante adición de sacarosa, lo que habría permitido una información clara y transparente para el consumidor.
Christa Klaß (PPE-DE), por escrito. − (DE) En la organización común del mercado del vino, la Comisión trata de tener en cuenta las características especiales de las regiones productoras de vino delegando más responsabilidades y ampliando el espacio abierto a la iniciativa.
Hoy, el Parlamento Europeo ha plasmado estos objetivos en un papel. Tenemos una confianza absoluta en nuestras propuestas, adoptadas por todos los diputados al Parlamento de todos los Estados miembros. En Europa, la vinicultura es parte de nuestro patrimonio. La cuna de la producción mundial de vino está aquí, en Europa. La vinicultura representa negocios, ingresos y empleos. No es labor de la Comisión buscar el equilibrio del mercado limitando nuestra producción o cambiando las reglas para hacer imposible la producción. Pero sí es tarea suya salvaguardar la cuota que detentamos en los mercados mundiales y garantizar que nuestros productos gocen del prestigio internacional que merecen. El objetivo no debe ser restringir el mercado, sino abrir mercados nuevos. ¿Por qué hemos de modificar los métodos de vinificación de vinos que se están vendiendo bien? Nuestros métodos de vinificación están arraigados en culturas y tradiciones antiguas.
Hoy, el Parlamento Europeo ha confirmado claramente su apoyo a favor de más medidas de mercado, de presupuestos nacionales y espacio para la iniciativa regional, a favor de la derogación sensible a la realidad social de las medidas intervencionistas y de la conservación de las prácticas enológicas vigentes; en otras palabras, de la adición de sacarosa y de mosto concentrado rectificado (MCR), aditivos que deben colocarse en pie de igualdad por medio de más subvenciones para el MCR.
Espero que nuestras propuestas se incorporen a la nueva organización común del mercado del vino.
Jörg Leichtfried (PSE), por escrito. − (DE) En los años en que las condiciones son desfavorables para el cultivo de la vid y en que la insolación es insuficiente, el contenido de fructosa de la uva no basta para producir el volumen de alcohol necesario para la fermentación. Por eso añadimos azúcar, que no altera el sabor del vino. Lo esencial es añadir el azúcar antes de la fermentación, no después, pues su función no es actuar como edulcorante del vino; además, la adición de azúcar sólo es admisible para vinos de mesa y vins de pays.
Esta situación debería mantenerse así en el futuro. Los planes de la Comisión para sustituir el azúcar de remolacha, que hasta ahora era el aditivo habitual, por mosto de uva procedente de las regiones meridionales con excedentes de producción no es aceptable. Además del apasionado debate de los expertos en lo relativo a las alteraciones del sabor, hay un argumento ambiental. A mi juicio, no tiene sentido transportar mosto de uva a través de toda Europa hasta zonas que ya disponen de azúcar de remolacha.
Nils Lundgren (IND/DEM), por escrito. − (SV) Las enmiendas al informe que hemos de examinar en la votación de hoy son bastante ridículas. Por ejemplo: la cantidad de azúcar que deben contener los distintos tipos de vino es asunto del consumidor que compra los productos y que, por tanto, decide. No debe determinarse en las instituciones de la UE mediante procesos de decisión.
En otras partes del mundo, los productores han sabido elaborar vinos que satisfacen el gusto de los consumidores europeos y que, al mismo tiempo, son más baratos que los vinos de Europa. En opinión mayoritaria del Parlamento Europeo hay que luchar contra esto inyectando más dinero en la política agrícola y lanzando diversas campañas.
Es indudable que en Europa se producen vinos excelentes. La cuestión de principio es si hay derecho a perjudicar a los países más pobres con el fin de favorecer la producción vinícola europea.
Cuando se habla de la producción de vino es importante adoptar una perspectiva que tenga en cuenta todos los factores, incluido el interés de la salud pública. El informe carece de esta visión.
Por ello he votado en el sentido de rechazar la propuesta de la Comisión y el informe del Parlamento Europeo sobre este particular. Los productores vinícolas deberían operar en un mercado libre y no recibir enormes subvenciones de la UE, como ocurre ahora.
Jean-Claude Martinez (NI), por escrito. – La Comisión quiere acabar con la población de viticultores de Languedoc-Roussillon, la tierra de la cruz occitana sobre fondo rojo, símbolo de un siglo de revueltas de 1907 a 1976, de Marcelin Albert a André Castéra, y que va del Ródano al Garona. Quiere acabar con ella para instalar en esas tierras a jubilados de la Europa anglosajona, a bebedores de té que pasarán a ocupar el lugar de la gente de la vendimia y del vino de Minervois, Corbières, Costières o las viñas de Picpoul.
¡Es un delito de civilización! Y todo esto ocultándose tras la mentira de una supuesta sobreproducción, porque hay que decir toda la verdad.
Hay 150 000 hectáreas de vides ilegales en España e Italia. Hay que arrancarlas;
la sobreproducción es de hecho una sobreimportación de 12 millones de hectolitros al año;
el Pacífico planta las vides que nosotros arrancamos.
Y, cuando China beba... al mundo le faltará vino.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. − (DE) Con su propuesta de reforma de la producción vinícola, la Comisión parece habernos preparado otro plato fuerte. Por una parte, trata de secar las fuentes de vino de Europa remunerando la reducción de la superficie total de viñedo al tiempo que, por otra, pretende permitir la plantación de viñas en cualquier parte a partir de 2013. Si se levantan las restricciones impuestas a la plantación, los viñedos de montaña, que exigen una mano de obra muy nutrida, serán inviables.
Como si no fuese suficiente para hacer que estos productores vinícolas teman por su supervivencia, la prohibición planificada del enriquecimiento con azúcar dejará a todo el norte de Europa sin cosecha de uva los años de poca insolación, al tiempo que la abolición de las ayudas para el mosto de uva concentrado imposibilitará también la producción de vino en la Europa meridional. Añádase la discutida prohibición a la denominación «vino de mesa», que inevitablemente desembocará en la superproducción de vinos varietales de categoría mínima, y será imposible no pensar que los planificadores de esta reforma carecen sencillamente de los conocimientos prácticos y de la sensibilidad necesarios. El informe Castiglione mejora estas propuestas, y por eso he votado a su favor.
Pierre Pribetich (PSE), por escrito. – Mis compañeros y yo aprobamos por una gran mayoría el informe de Giuseppe Castiglione sobre la OCM del vino.
He apoyado en particular cuatro enmiendas que considero fundamentales para preservar el sector vitivinícola europeo, y especialmente el de Borgoña y el Franco Condado, pero también para mejorar su competitividad.
He votado a favor de la enmienda 271, que se opone al proyecto de la Comisión Europea de poner fin a la chaptalización. En efecto, es primordial mantener las tradiciones vitícolas de chaptalización vigentes en muchas regiones de Europa, entre ellas Borgoña y el Franco Condado, de donde soy elegido.
He apoyado asimismo las enmiendas 33 y 223, que se oponen a la liberalización total de los derechos de plantación el 1 de enero de 2014: el interés de los viticultores exige que se espere a que finalice el régimen de arranque para ver su eficacia antes de prever una liberalización.
Por último, he votado a favor de la enmienda 107, que tiene por objeto mantener las prestaciones vínicas.
Por estar globalmente conforme con las enmiendas votadas por el Parlamento, he apoyado este informe y espero que pueda influir favorablemente en el Consejo de Agricultura de los días 17 a 19 de diciembre. En ello va el interés de nuestras regiones.
Luca Romagnoli (NI), por escrito. − (IT) Señora Presidenta, señorías, voto a favor del informe de nuestro estimado colega el señor Castiglione. Hace mucho tiempo que se deja sentir la necesidad de una reforma del sector del vino que restaure el perfil y la competitividad de los vinos comunitarios y que permita a los productores europeos recuperar antiguos mercados y abrir otros nuevos. Los productores europeos, y en especial los italianos, están sufriendo la competencia despiadada de nuevos productores.
La causa no está en la disminución del consumo interior, sino en los exagerados costes de producción, en unos reglamentos excesivamente rígidos y complicados que a menudo limitan la posibilidad de ajustar la producción a las variaciones de la demanda, y en unas políticas de promoción y marketing demasiado tímidas. Necesitamos sacar el máximo partido a la calidad de los vinos europeos e italianos. Para que la Unión Europea consolide su posición de liderazgo en el sector vinícola, la reforma de la OCM del vino debe centrarse en mejorar la calidad, y esto significa fomentar, salvaguardar y reforzar los vinos regionales, con denominación de origen y con indicación geográfica, que representan los productos europeos de calidad en el mercado mundial.
Karin Scheele (PSE), por escrito. − (DE) En los años en que las condiciones son desfavorables para el cultivo de la vid y en que la insolación es insuficiente, el contenido de fructosa de la uva no basta para producir el volumen de alcohol necesario para la fermentación. Por eso añadimos azúcar, que no altera el sabor del vino. Lo esencial es añadir el azúcar antes de la fermentación, no después, pues no su función no es actuar como edulcorante del vino; además, la adición de azúcar sólo es admisible para vinos de mesa y vins de pays. Esta situación debería mantenerse así en el futuro. Los planes de la Comisión para sustituir el azúcar de remolacha, que hasta ahora era el aditivo habitual, por mosto de uva procedente de las regiones meridionales con excedentes de producción no es aceptable.
Brian Simpson (PSE), por escrito. − He votado a favor de este informe, pero sigue habiendo muchos aspectos preocupantes que el Parlamento ha decidido no abordar, en especial el de hacer el sector más competitivo frente a las importaciones de terceros países, y el de mejorar la calidad del vino producido en el ámbito de la UE. Lamentablemente, las prioridades nacionales y regionales han obstaculizado un programa de reformas duraderas.
En Europa debemos proteger nuestro vino de calidad, y también debemos abordar la cuestión de producir vino de calidad a un precio asequible. No cabe duda de que las propuestas de la Comisión se han atenuado. Pero, afortunadamente, mi enmienda para suprimir los criterios de minimis y las enmiendas para permitir la chaptalización han sido aceptadas por el Parlamento. Estas enmiendas son cruciales para los países septentrionales y para mis propios productores de vino en el Reino Unido.
El sector europeo del vino todavía se enfrenta a muchas amenazas, y en la UE estamos viendo cómo nuestra propia cuota de mercado desaparece en favor de los países del Nuevo Mundo.
Pero, ¿por qué? Porque son capaces de producir vino de excelente calidad a un precio asequible y con una estrategia de marketing basada en lo que el consumidor quiere en el siglo XXI; no en lo que plantaron los romanos en el siglo III. Necesitamos calidad, no cantidad, y necesitamos producir un vino que ofrezca una buena relación calidad-precio.
Peter Skinner (PSE), por escrito. − El mercado del vino en la UE depende de la existencia de la mayor variedad posible de elección y de una producción local sostenible. Para muchos, la del vino es una cuestión cultural, tanto como pueda serlo el propio idioma. De ahí que mi voto de hoy haya sido tan argumentativo.
Las consecuencias del etiquetado del azúcar o de denegar a las bodegas el uso de azúcar añadido habrían sido prohibitivas para la producción de vino en la Europa septentrional. Actualmente, muchos vinos excelentes tienen su origen en el Reino Unido y especialmente en el sudeste de Inglaterra. Así ha sido desde que los romanos llevaron el vino por primera vez al Reino Unido.
He votado a favor de mantener esta tradición y a favor de un mercado abierto.
- Propuesta de resolución: La lucha contra el terrorismo (B6-0514/2007)
Philip Bradbourn (PPE-DE), por escrito. − Los conservadores hemos votado en contra de esta resolución porque, en primer lugar, la propuesta requiere una mayor implicación de la UE a través del Tratado de Reforma propuesto y, por tanto, ampliaría las competencias de la UE en el ámbito altamente sensible de la seguridad nacional. Los conservadores creemos en una asociación sólida a escala mundial con todos esos países que luchan contra el terrorismo y, especialmente, con nuestros aliados estadounidenses. Esta propuesta no reconoce la necesidad de cooperar, más que armonizar, en esta cuestión.
Michael Cashman (PSE), por escrito. − La delegación socialista británica (EPLP) ha acogido con satisfacción la resolución sobre terrorismo y ha votado a favor de la misma. Si bien la versión final de la resolución adoptada por el Parlamento europeo no es perfecta, reconocemos la importancia de enviar un mensaje claro e inequívoco a quienes amenazan nuestro estilo de vida, en el sentido de que no cederemos.
El EPLP está convencido de que la UE hará todo lo que pueda para vencer al terrorismo y de que, con la colaboración de los Estados miembros vecinos y de los aliados internacionales, tenemos más probabilidades de alcanzar este objetivo esencial que mediante políticas aislacionistas.
Asumimos la plena responsabilidad de nuestro papel de diputados y examinaremos de manera exhaustiva las propuestas de la Comisión en este ámbito, con el fin de asegurarnos de que cualquier legislación que se adopte es apropiada, proporcionada y respetuosa con los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos. Seguiremos siendo críticos con la política de los aliados cuando existan diferencias de política, pero reconocemos y acogemos con satisfacción la cooperación actual entre la UE y los estados democráticos, especialmente la importante relación existente entre la UE y los Estados Unidos, en el ámbito de la Justicia y Asuntos de Interior. Seguimos convencidos de que es la cooperación con nuestros aliados, y no al antagonismo o las represalias, lo que derrotará a quienes buscan destruir nuestros valores y principios con la violencia y el odio.
Sylwester Chruszcz (NI), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, los Estados miembros de la UE están obligados a combatir el terrorismo en todas sus formas, siempre dentro de los límites de la ley y del respeto de los derechos humanos y civiles y de las libertades. La lucha contra el terrorismo sobrepasa las fronteras nacionales, y la necesidad de cooperación internacional es obvia.
Es absolutamente necesario que todas las instituciones y autoridades con competencias especiales en la lucha contra el terrorismo estén sujetas a un control democrático completo ejercido por un poder judicial independiente.
La lucha contra el terrorismo no debe servir —como pretende la resolución adoptada hoy— para aumentar los poderes policiales y jurídicos de Bruselas a expensas de los estados nacionales. Por eso no apoyo la resolución de hoy sobre el terrorismo en la UE.
Patrick Gaubert (PPE-DE), por escrito. – El terrorismo constituye más que nunca una amenaza común para la seguridad de todos los ciudadanos de la UE. Por ello, el Grupo del PPE-DE ha hecho de la lucha contra el terrorismo una de sus prioridades de acción y ha pedido que se adopte una resolución en este sentido.
La resolución propuesta resalta el difícil pero necesario equilibrio entre seguridad y respeto de las libertades individuales. En efecto, en las democracias europeas, hay que velar por que los instrumentos creados en el marco de la lucha contra el terrorismo sean proporcionados, de forma que no se pongan en peligro las libertades individuales de cada ciudadano.
No obstante, no hay que perder de vista que la Unión Europea tiene por objetivo, en primer lugar, defender el derecho de cada ciudadano europeo a la vida y a la seguridad, previniendo y combatiendo el terrorismo.
Es lamentable que muchas disposiciones, especialmente desproporcionadas y a veces injustificadas, hayan roto el equilibrio de este texto. A pesar de las enmiendas introducidas por nuestro Grupo, el texto finalmente adoptado por el Pleno no es conforme ni al espíritu ni a la línea que defendemos en este ámbito; por esa razón, he votado en contra de esta resolución.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Aunque contiene aspectos que critican, si bien con tibieza, las violaciones de los derechos humanos cometidas en nombre de la llamada «lucha contra el terrorismo», violaciones que condenamos clara y firmemente desde el principio, esta resolución no se desmarca de tales actuaciones ni critica el incumplimiento del derecho internacional y el terrorismo de estado cuando se practican en nombre de esa lucha.
Es cierto que critica el incumplimiento del derecho a un juicio justo y a la protección de datos, la falta de transparencia y de control democrático y la negativa del Consejo a responder a las «a las acusaciones de abuso de poder con el pretexto de la lucha antiterrorista, en particular en el caso de las entregas extraordinarias y cárceles clandestinas de la CIA».
Sin embargo, no podemos aceptar que, con el disfraz de la llamada «lucha contra el terrorismo», el Parlamento «acoge con satisfacción el nuevo Tratado de Reforma» y pida a «los Estados miembros que lo ratifiquen»; que sea necesario subrayar una vez más que «Estados Unidos son un socio esencial en este ámbito» adoptando la política exterior estadounidense en su totalidad; o que haya que solicitar «reforzar de la función operativa de Europol» y concederle con este fin «capacidad para llevar a cabo investigaciones independientes».
Mary Lou McDonald (GUE/NGL), por escrito. − No puedo apoyar la propuesta de resolución de hoy sobre la lucha contra el terrorismo por varias razones.
En primer lugar, su acogida entusiasta del Tratado de Reforma (Tratado de Lisboa) no es algo que yo pueda compartir. Creo que el Tratado de Reforma no hará de Europa un lugar más seguro para los ciudadanos de los Estados miembros.
También me preocupan, en esta propuesta de resolución, los aspectos relativos a las libertades civiles. Esta propuesta de resolución, a pesar de contener algunos puntos excelentes, está desequilibrada, con un énfasis excesivo en la legislación y en la cooperación en materia de seguridad.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. − (DE) Europa se ha convertido en un blanco más apreciado por los terroristas porque se ha dejado reducir al papel de comparsa en el incumplimiento de la legislación internacional y de los derechos humanos cometidos en nombre de la política exterior de Estados Unidos y también porque no ha sabido actuar como intermediario honrado en el conflicto Palestino. Ya es hora de que la UE reconozca que la inmigración masiva desde el mundo islámico es un riesgo potencial para la seguridad, en particular desde que emigrar a Europa se ha convertido en un medio de adquirir el estatuto de mártir y desde que la infiltración en el occidente cristiano por parte de los inmigrantes musulmanes se ha declarado objetivo religioso.
En lugar de actuar en consecuencia y presionar a favor de la interrupción inmediata de la inmigración desde países islámicos y de actuar con firmeza en la repatriación de inmigrantes ilegales, la UE está adoptando un actitud cautelosa para no irritar a los musulmanes que ya viven aquí. Hoy he votado en contra sobre todo porque este informe parece ver en el Tratado de Reforma, con su menosprecio por la democracia, el remedio del terrorismo.
Cristiana Muscardini (UEN), por escrito. − (IT) Hemos pedido al Parlamento Europeo que aborde seriamente el problema del terrorismo en el periodo parcial de sesiones de julio. Pero alguna persona inteligente decidió debatir esta cuestión en septiembre y votar en diciembre. Otros cinco meses desperdiciados y todavía más palabras dirigidas más a defender el derecho a la libertad de expresión de los terroristas que aprovechan cada vez más las redes de información, que a proteger la seguridad de los ciudadanos europeos y de otros países atacados por el terrorismo.
Concedemos el premio Sajárov al señor Osman y dejamos que vaya solo a luchar para defender las vidas de millones de personas en Darfur, seguimos apartando la vista ante la violencia de los fundamentalistas islámicos en Somalia y vertemos lágrimas de cocodrilo por las 50 víctimas de Argelia.
¡Qué vergüenza!
Por eso no puedo apoyar su resolución y por eso votaré en contra.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL), por escrito. –(EL) La resolución del Parlamento Europeo iguala y en muchos aspectos sobrepasa la política reaccionaria y las medidas antidemocráticas de la UE, que, con el pretexto de combatir el terrorismo, restringe los derechos personales fundamentales y las libertades democráticas de los trabajadores. Solicita estrechar aún más la cooperación policial y judicial entre los mecanismos de aplicación de la ley y los servicios de seguridad secretos de los Estados miembros, Europol y Eurojust, y mejorar la eficacia de las bases de datos SIS II y VIS para ampliar y aumentar la eficacia de la vigilancia y la recogida de información sobre trabajadores en toda la UE. Esta resolución no sólo se alinea plenamente con la nueva dimensión que la UE está dando a su «estrategia de lucha contra el terrorismo», es decir, la persecución y prevención de la denominada «radicalización violenta», sino que además solicita que la estrategia se defienda y se dirija, entre otras cosas, contra la «incitación a la violencia». Esta estrategia contra la «radicalización» revela el objetivo real de esta denominada política de «lucha contra el terrorismo» de la UE y sus mecanismos de aplicación: todos los que se oponen a su política reaccionaria y la combaten. Pero por muchas resoluciones que aprueben los voceros políticos de los monopolios, no detendrán los movimientos de oposición y la corriente de opinión cada vez más caudalosa que se opone a la propia UE considerada como unión interestatal imperialista del capital europeo.
- Propuesta de resolución: programa legislativo y de trabajo de la Comisión para 2008 (B6-0500/2007)
Colm Burke, Avril Doyle, Jim Higgins, Mairead McGuinness y Gay Mitchell (PPE-DE), por escrito. − La delegación del Fine Gael en el Parlamento Europeo ha votado en contra del apartado 16 de la resolución sobre el Programa Legislativo y de Trabajo de la Comisión para 2008, ya que nos oponemos rotundamente a cualquier iniciativa de la UE para establecer una Base Imponible Consolidada Común del Impuesto sobre Sociedades (BICCIS). Celebramos que la Comisión no tenga intención de proponer una legislación sobre esta cuestión en su programa para el año próximo.
La competencia fiscal es vital para fomentar el crecimiento, atraer la inversión y capacitar a los Estados miembros, especialmente los de la zona euro, para que gestionen su economía. El BCE establece los tipos de interés y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento establece los requisitos de préstamos e inflación para la zona euro; por tanto, la política fiscal es uno de los instrumentos más importantes que les quedan a los Estados miembros de la zona euro según el Tratado, y se debe proteger.
Los diputados del Fine Gael creen que una BICCIS de la UE terminaría desembocando en el establecimiento de un tipo impositivo único en Europa y están decididamente en contra de ello.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Votamos contra esta resolución porque no se han aceptado las propuestas que expresan nuestra grave inquietud por la aceleración del proceso de liberalización y desregulación que está ocurriendo en muchos sectores y que supone una amenaza para el empleo, la calidad de los servicios prestados y el futuro de los servicios públicos en la UE. Lo que queda está sesgado por una postura contraria al Estado como proveedor de servicios de interés general, y se hace hincapié sólo en la liberalización.
La política monetaria y fiscal de la UE también ha sido restrictiva, centrada en el objetivo primordial de estabilizar los precios y consolidar el presupuesto en conformidad con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aunque sepamos que el proceso de convergencia nominal tiene un efecto adverso sobre el crecimiento económico y el empleo, la cohesión económica y social, la convergencia real entre los Estados miembros de la UE y la inversión pública.
También hace hincapié en la neoliberal Estrategia de Lisboa, que ha sido el principal instrumento usado en la UE para promover la liberalización y privatización de los servicios y las instalaciones públicas, la flexibilidad y adaptabilidad de los mercados laborales, las reducciones salariales y la apertura a los intereses privados de la mayoría de las prestaciones de la seguridad social, incluidas las pensiones y la salud.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE), por escrito. − (PL) Señora Presidenta, el programa de trabajo para 2008 adopta un enfoque complejo orientado hacia la implantación de una visión de Europa que satisfaga las expectativas futuras de sus ciudadanos. Las prioridades principales de la Comisión Europea para el próximo año son actividades de fomento del crecimiento económico y el empleo, el desarrollo sostenible y la gestión de los flujos migratorios. También se interesan por el cambio climático, la energía, la ampliación futura de la UE y la acción en el ámbito internacional.
Debe recalcarse que el plan de trabajo se ha elaborado a la luz de conversaciones detalladas celebradas con otras instituciones, incluidos los asuntos tratados recientemente en el debate sobre la globalización en la reunión informal del Consejo en Lisboa. El programa también incluye prioridades en el campo de las comunicaciones que representan un paso más por parte de la Comisión en su esfuerzo por mejorar la difusión de la información sobre la UE entre los ciudadanos de Europa.
Me ha complacido ver el anuncio de un nuevo método de aplicación del principio de subsidiariedad y la evaluación independiente de las consecuencias de la legislación propuesta para evitar errores en el futuro. Son también bienvenidas las propuestas de nueva legislación para mejorar la situación de las mujeres, especialmente mediante la conciliación de las necesidades de la vida familiar y laboral, un paso importante para combatir la disminución de la tasa de crecimiento natural de Europa.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Entre los muchos aspectos criticables de este asunto, quisiera centrarme en una de las prioridades para el 2008, descrita por el Presidente de la Comisión como una de las más importantes: la ratificación de la propuesta de un Tratado de la Unión Europea.
La mayoría del PE «Celebra el compromiso contraído por la Comisión de apoyar la ratificación del Tratado de Reforma», «insta a la Comisión … a intensificar su esfuerzo para desarrollar una política de comunicación más eficaz para lograr que los ciudadanos conozcan mejor la actividad de la UE … con vistas a preparar el camino a la ratificación del Tratado de Reforma y las elecciones europeas en 2009» y «pide a la Comisión que exponga claramente cómo piensa poner en práctica el contenido de sus prioridades … en particular en lo relativo al Tratado de Reforma».
En vista de la función inadmisible desempeñada por la Comisión durante los referendos de la denominada «Constitución Europea» celebrados en 2005, tales intenciones, por mucho tiempo proclamadas y ahora reafirmadas, supondrán, si se llevan a cabo, una verdadera interferencia en el proceso de ratificación, que es asunto de cada uno de los Estados miembros.
¡Qué contradicción por parte del Presidente de la Comisión que, cuándo se le preguntó por el proceso de ratificación, respondió que la decisión era competencia de cada uno de los Estados miembros, pero que una de sus prioridades era inmiscuirse en esa decisión!
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Ya que ha sido imposible lograr los fondos privados inicialmente previstos para complementar la financiación del proyecto Galileo, la Unión Europea «decidió» que debería financiarse íntegramente con capital público, en particular del presupuesto de la Comunidad.
Esto es la razón de la enmienda al Acuerdo Interinstitucional (AII) —que define el marco financiero para 2007-2013— para aumentar el tope para las autorizaciones concedidas en virtud del subapartado 1a (competitividad para el crecimiento) durante los años 2008 al 2013 hasta un total de 1 600 millones de euros a precios actuales a cambio de reducir el presupuesto y la aplicación de los capítulos recogidos bajo el punto número 2 («conservación y gestión de los recursos naturales», es decir, agricultura, pesca y medio ambiente) en 2007.
Con esta revisión del AII y la movilización del instrumento de flexibilidad, la UE está asegurando el futuro de su gran prioridad garantizando su financiación. Está por ver si, una vez completado el proyecto Galileo —completado, no se olvide, con financiación pública— no se «ofrece» al capital privado, por ejemplo, mediante una sociedad mixta de capital público y privado en la que la parte pública sufrague los costes y el capital privado realice los beneficios.
Marian Harkin (ALDE), por escrito. − No apoyo la creación de una Base Imponible Consolidada Común del Impuesto sobre Sociedades.
Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE), por escrito. − (RO) Estoy a favor de adoptar el programa legislativo de la Comisión Europea para el próximo año y creo que refleja muy bien las prioridades políticas de la Unión Europea. No obstante, las propuestas legislativas que la Comisión está preparando en relación con las empresas privadas y las pequeñas y medianas empresas no deberían afectar a las políticas de los Estados miembros que han contribuido sustancialmente al crecimiento económico durante los últimos años, como el tipo fiscal único.
Además, la comunicación reciente de la Comisión Europea con respecto al «chequeo médico» de la política agrícola común es una buena base para la negociación interinstitucional. Con este fin, la Comisión Europea debe suspender las propuestas legislativas que fundamentalmente enmiendan disposiciones de la política agrícola común hasta la conclusión de los debates celebrados entre las instituciones europeas y los Estados miembros.
En último término, pero no por ello menos importante, lamento la ausencia de iniciativas legislativas en el ámbito de la política común de visados en lo relativo a la reciprocidad de la libre circulación de personas entre la Unión Europea y terceros países. Recuerdo a la Comisión Europea que 12 Estados miembros que representan a más de 100 millones de ciudadanos de la Unión Europea están todavía excluidos del programa de exención de visados para los Estados Unidos de América.
- Propuesta de resolución: acuerdos de asociación económica (B6-0497/2007)
Genowefa Grabowska (PSE), por escrito. − (PL) Como miembro de la Asamblea Parlamentaria ACP-UE, deseo apoyar los resultados de la reunión de la cumbre de UE-África celebrada en Lisboa la semana pasada. En la última sesión de la Asamblea Parlamentaria en Kigali pedimos prudencia y la renuncia a una nueva regulación apresurada de las relaciones entre la UE y África. Claramente, la estrategia conjunta UE-África debe tener en cuenta los intereses de ambas partes, y la cooperación no debe tener lugar a expensas de ninguna de ellas.
Que la Unión Europea sea el socio económico más serio de los países africanos y que la mayor parte de la ayuda a África proceda de Europa son hechos que también obligan a la Unión a una responsabilidad especial. Eso se puso de manifiesto en la declaración conjunta de los parlamentos europeo y panafricano, que solicitaron acertadamente la mayor participación de ambos organismos en la configuración de las relaciones futuras entre los dos continentes. El Parlamento Europeo ha manifestado con claridad su apoyo a la declaración de Kigali de 22 de noviembre de 2007 en la que se pide la prolongación de la fecha límite para concluir las negociaciones sobre un nuevo acuerdo comercial UE-ACP con el fin de que éste sea prudente y en la que sugiere que las rigurosas exigencias de la OMC deben relajarse. Es bueno que las prioridades fijadas hasta la próxima cumbre de 2009 se refieran no sólo a la paz, la seguridad, los derechos humanos, la energía, el cambio climático y la migración, sino también a la lucha contra la pobreza mediante el empleo, la inversión en atención sanitaria y la educación.
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Si había alguna duda acerca de las intenciones reales de la UE con respecto a los acuerdos de libre comercio que propone establecer con el grupo de estados ACP (África, Caribe y Pacífico), acuerdos que se describen como «acuerdos de asociación económica» (AAE) y que tan presentes estuvieron en la reciente cumbre UE-África porque algunos países africanos se negaron a firmarlos, una lectura de la resolución que ahora se ha aprobado bastaría para explicarlas. Sin embargo, João Cravinho, Secretario de Estado de Portugal para asuntos exteriores y cooperación, en su calidad de Presidente del Consejo, había dejado las cosas muy claras en la Asamblea Parlamentaria Conjunta ACP-UE celebrada en Kigali el 21 de noviembre.
Aunque se ha visto obligaba a renunciar (por el momento), la UE quería contrarrestar la resistencia con una «propuesta para negociar» los AAE «en dos fases, empezando con el comercio de mercancías» para más tarde «incluir otras áreas, como servicios e inversión», prometiendo al mismo tiempo millones y millones de euros a cambio comprometer la soberanía y la independencia de los países ACP (económica y, con el tiempo, política). Eso es el objeto de la decisión del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores de 17 de noviembre de 2007.
La mayoría del PE aprueba y apoya la decisión. En cuanto a nosotros, denunciamos y nos oponemos a tales intenciones y políticas, por medio de las cuales la UE pretende una nueva colonización económica de los países ACP.
Karin Scheele (PSE), por escrito. − (DE) Me congratulo de que un amplio porcentaje del Parlamento Europeo apoye lo esencial de la declaración de Kigali sobre los acuerdos de asociación económica (AAE) formulada conjuntamente en Ruanda por diputados de los parlamentos de países de Europa, África, el Caribe y el Pacífico. Pero lamento que un texto negociado conjuntamente y aprobado por diputados al Parlamento Europeo y a los parlamentos de los países ACP en la reunión ACP-UE de Kigali haya sido súbitamente rechazado por los grupos EPP-ED y Liberales en Estrasburgo. Estoy firmemente convencida de que esto envía una señal equivocada en el contexto de las negociaciones sobre una cuestión de importancia de vital para los países ACP.
Margie Sudre (PPE-DE), por escrito. – Los AAE no pueden limitarse a ser meros acuerdos de libre cambio tal como se entienden en la OMC y, sobre todo, no deben crear dificultades a las economías, ya frágiles, de las entidades de ultramar.
Dichos acuerdos deben establecer una auténtica asociación que permita crear un nuevo marco económico y comercial, favorable al desarrollo de todos los territorios afectados.
Agradezco a los diputados al Parlamento Europeo que hayan adoptado mi enmienda destinada a recordar que las entidades de ultramar ocupan un lugar central en esos acuerdos preferenciales y recíprocos con los países ACP. En el marco de su negociación, es absolutamente necesario tener en cuenta de un modo más coherente la situación especial de las RUP, con arreglo al apartado 2 del artículo 299 del Tratado. También los países de ultramar vecinos de los países ACP deben ser objeto de una atención especial, dentro del respeto de los acuerdos de asociación que ya los vinculan a la Unión, con arreglo al apartado 3 del artículo 299 del Tratado.
Aunque los debates actuales son complicados, en especial por lo que se refiere a la protección de los mercados locales y la lista de productos sensibles, pido a la Comisión que busque compromisos respetuosos de los intereses específicos de las RUP y los PTUM afectados.
(Se suspende la reunión a las 13.50 horas y se reanuda a las 15.00 horas.)
8. Correcciones de voto: véase el Acta
PRESIDE: SRA. ROTHE Vicepresidenta
9. Aprobación del Acta: véase el Acta
10. Composición de los Grupos políticos: véase el Acta
11. Cumbre UE/China - Diálogo sobre derechos humanos UE/China (debate)
Presidenta. − El siguiente punto es la declaración de la Comisión sobre la cumbre de UE-China.
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, me complace el debate de hoy acerca del diálogo entre la UE y China sobre derechos humanos. Como sabe, la cuestión de los derechos humanos se planteó y debatió en la reciente cumbre de Pekín, y la declaración conjunta también se refiere a ella de forma explícita.
Pienso que es justo reconocer que, si bien persisten algunas inquietudes serias que hay que abordar, China también ha hecho notables progresos en el ámbito de los derechos humanos a lo largo del pasado año. Esto es especialmente cierto en el ámbito de los derechos sociales y económicos, pero también en algunos otros.
Se han puesto en marcha iniciativas para reformar el sistema de «reeducación por el trabajo». A este respecto, acogemos con satisfacción la nueva iniciativa legislativa que se está estudiando y también esperamos que pronto se pongan en práctica reformas concretas. Uno de los principios fundamentales de los derechos humanos consiste en no privar a una persona de su libertad sin la debida justicia y un juicio justo.
China también está trabajando para llevar a la práctica las recomendaciones del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la tortura. Por ejemplo, el Ministerio de Justicia ha dado instrucciones recientemente a los órganos judiciales para que no acepten las confesiones, por sí solas, como prueba suficiente de culpabilidad, ya que dichas confesiones a veces pueden ser el resultado de torturas por parte de la policía o del personal de detención. Análogamente, China está poniendo en marcha medidas de formación específicas orientadas a esos grupos de personal de orden público.
Nos complace asimismo observar los progresos conseguidos en relación con el Tribunal Popular Supremo que ahora ejerce plenos poderes de revisión de las sentencias a pena de muerte dictadas por los tribunales de rango inferior. Y entendemos que el resultado es una reducción del número de sentencias de muerte y ejecuciones efectivas. Esto es gratificante para la Unión Europea. Como sabe, hace tiempo que representa un asunto de intervención prioritaria.
No obstante —y ahora, naturalmente, tengo que decir algunas cosas negativas—, la Comisión sigue preocupada por la situación de los derechos humanos en China en general y, más concretamente, en el ámbito de los derechos civiles y políticos. Aquí pensamos especialmente en la libertad de expresión, religión y asociación y en la protección de los derechos de las minorías, por ejemplo en el Tíbet y en la provincia de Xinjiang.
En este contexto, la represión de los defensores de los derechos humanos sigue siendo un motivo importante de preocupación. Ejercer el derecho a hablar libremente a menudo acaba en palizas, en arresto domiciliario o incluso en penas de cárcel. El acceso a Internet —el derecho a la información— se vigila de cerca y se limita, y aquéllos que, por ejemplo, se manifiestan en favor de una mayor autonomía para el Tíbet son castigados con penas de cárcel desproporcionadas. El uso de la legislación sobre el secreto de Estado y de otras disposiciones penales mal precisadas facilita el procesamiento de quienes hablan o publican libremente.
Por tanto, la Comisión insta al Gobierno chino a permitir las expresiones de todas las formas de opinión. Éste también es, en nuestra opinión, un factor muy importante para la percepción que tiene de China el público internacional, especialmente el año que viene en el período previo a los Juegos Olímpicos, cuando todos los ojos se dirigirán hacia China. La historia nos dice que permitir la libertad de expresión conduce, a largo plazo, a una sociedad mucho más estable. Todos lo sabemos.
Todas estas cuestiones se abordan con regularidad en el diálogo entre la UE y China sobre derechos humanos. Por tanto, nos alegramos de que el diálogo más reciente, celebrado en octubre en Pekín, permitiera un intercambio de opiniones sincero y en profundidad sobre todos los asuntos que nos preocupan, y que varios de los debates dieran lugar a acciones de seguimiento. Es importante reconocer que este diálogo ofrece un foro importante en el que ambas partes pueden hablar abiertamente de sus verdaderas preocupaciones a la vez que contribuyen a una mejor comprensión de nuestras diferencias. Y nuestras diferencias siguen siendo notorias.
En este contexto lamentamos la decisión china de retirarse del Seminario sobre derechos humanos en Berlín alegando la participación de dos ONG y que, por motivos parecidos, el Seminario no se haya podido celebrar en Pekín recientemente. Consideramos que la sociedad civil debe desempeñar un papel muy importante y que el Seminario ofrece el foro apropiado para que las ONG hagan sus valiosas aportaciones. Confío en que seamos capaces de encontrar una solución de mutuo acuerdo para que este importante ejercicio continúe en el futuro su recorrido satisfactorio, como ha quedado subrayado en la cumbre UE-China.
Permítanme finalizar diciendo que hay otras dos cuestiones importantes de derechos humanos que planteamos regularmente con alta prioridad ante nuestros interlocutores chinos. Una es la ratificación por parte de China del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la otra es la liberación de las personas encarceladas con ocasión de las manifestaciones en la plaza de Tiananmen o de las que posteriormente conmemoraron los sucesos de 1989. La adopción de medidas decisivas por ambas partes enviaría un claro mensaje positivo que sería muy de agradecer.
Edward McMillan-Scott, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, quiero dar las gracias a la Comisaria Ferrero-Waldner por esta declaración.
Considero muy importante, tras la cumbre UE-China —y en particular el diálogo entre la UE y China sobre derechos humanos—, que los diputados de esta Cámara tengan la oportunidad de examinar los resultados. No quiero dedicar tiempo a la cumbre UE-China. Quiero hablar del diálogo sobre derechos humanos, porque esto fue lo que me llevó a Pekín en mayo pasado cuando, con la señora Flautre, estaba preparando un informe sobre la reforma de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos.
Esta tarde quiero hablar por aquéllos que no pueden hacerlo por sí mismos. Éstos, desde luego, representan la inmensa mayoría del pueblo chino, que desean cambios y reformas. Pero este movimiento está liderado, entre otros, por Gao Zhisheng, un abogado cristiano que ha desaparecido de su casa en Pekín, donde estaba sometido a arresto domiciliario a raíz de su condena por «subversión» el año pasado por estas fechas.
Aunque sé que su nombre figuraba entre los mencionados en el diálogo, creo que uno de los problemas que encontramos en esta Cámara es en relación con el diálogo. He escuchado a la Comisaria decir que se trató de un intercambio de opiniones sincero y en profundidad y estoy seguro de que fue así por parte de los europeos, pero no estoy convencido de que tal fuera el caso por parte de los chinos. En mi experiencia —desde que fui ponente UE-China en 1997, hace diez años, al inicio de este proceso—China no ha producido absolutamente nada en cuestión de derechos humanos, en el sentido de que la vida de la gente haya mejorado o que los prisioneros hayan sido liberados o que se haya puesto fin a la tortura o que haya terminado el encarcelamiento masivo del que informó Harry Wu desde la Fundación Laogai. Éste estima que actualmente hay 6,8 millones de personas detenidas de una u otra forma en China, muchas de ellas por convicciones religiosas, y en este sentido pensamos especialmente en los seguidores de Falun Gong, que no tienen culpa alguna pero son torturados, y en muchos casos mueren, por sus creencias.
También quisiera hacer una reflexión acerca de la inminencia de los Juegos Olímpicos. No debemos olvidar que el artículo 1 de la Carta Olímpica expone que los países deben imponer «el respeto por los principios éticos fundamentales universales». Esto sólo significa una cosa: que no se puede considerar a China como anfitrión apropiado para estos Juegos, sobre todo teniendo en cuenta que, fundamentalmente, no ha cambiado nada desde 2001. Espero que todos los Grupos apoyen la resolución conjunta, que solicita al COI que valore el grado de cumplimiento, por parte de China, de las condiciones acordadas en 2001. Me temo que encontrarán carencias. En mi opinión, los Juegos Olímpicos se deberían transferir a Atenas sin dilación y permanecer allí para siempre.
Hannes Swoboda, en nombre del Grupo PSE. –(DE) Señora Presidenta, para entrar directamente en materia, creo que los Juegos Olímpicos deben celebrarse en China porque tenemos una buena oportunidad para usar estos mismos juegos con el fin de acelerar nuestro diálogo con China. Esto figura también en la declaración conjunta, señor McMillan-Scott, y si usted sostiene la opinión que acaba de expresar, está en contra de la declaración conjunta.
Señora Ferrero-Waldner, una de sus anteriores homólogas, Madeleine Albright, observó siendo Secretaria de Estado de Estados Unidos que era naturalmente mucho más difícil plantear cuestiones de derechos humanos en China que en Birmania, porque en China los factores geopolíticos eran parte de la ecuación. Es un hecho que necesitamos a China como socio en la búsqueda de una solución a muchos problemas mundiales. Pero eso no debe impedirnos plantear la cuestión de los derechos humanos y tratarla con detalle, aunque no necesariamente en el tono pedante de quien lo sabe todo. Me complace mucho que se haya firmado hoy la Carta de los Derechos Fundamentales, porque muchos oradores han planteado la cuestión de que no tenemos derecho a hablar sobre derechos humanos a menos que nosotros mismos tengamos una trayectoria muy buena de respeto de tales derechos. Estamos firmemente convencidos de que va en interés de China no pisotear los derechos humanos, sino respetarlos adecuadamente.
China quiere estabilidad. ¿Cómo va a mantenerla si la cuestión de los derechos humanos no se plantea con más claridad? No deseamos que China se deshaga. No tiene ningún sentido fortalecer Europa mientras se busca la destrucción de China, pero no respetar los derechos humanos pone en peligro la estabilidad de China. Deseamos que China se gobierne de acuerdo con los principios de la justicia social. En el contexto de un proceso de crecimiento monumental, al cual también se ha referido el señor Barroso, la única manera de proteger la estabilidad es tener muy en cuenta los factores sociales. Pero es imposible luchar por la justicia social si no se respetan los derechos humanos, si las personas no pueden constituir sindicatos o lanzar iniciativas populares.
Queremos que China preste mucha más atención al medio ambiente porque éste es un importante recurso mundial común. Sabemos que en China están tomando forma muchas iniciativas para elevar una protesta masiva por el incumplimiento de las normas más elementales en materia de protección del medio ambiente. A China le convendría escuchar esas voces. Sería un paso adelante para el país.
Por estas razones creo que no se trata de arrogancia europea, sino de protección de nuestros intereses comunes. Debemos plantear la cuestión de los derechos humanos por el interés de China, y los representantes del sistema político chino más lúcidos harían bien en escucharnos y en prestar atención a esta resolución que va en beneficio de China y que le ayudaría a avanzar, cosa que no puede hacer si no respeta los derechos humanos.
Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – Señora Presidenta, siento gran admiración por la aportación de China al desarrollo de la civilización mundial. En términos de tecnología, en términos de sociedad y en términos de cultura, China probablemente ha contribuido más que ningún otro país al desarrollo de la humanidad.
Lamento que la creciente madurez económica de China no vaya acompañada de una creciente madurez política. Pero lamento igualmente que la Unión Europea no esté haciendo más por empujar a China en la dirección correcta.
Hace dos días, en el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Unión proclamó su compromiso con la «promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo como piedra angular de nuestra política de acción exterior».
Y sin embargo, hace dos semanas, los señores Barroso y Sócrates abandonaron la Cumbre anticipadamente, tras haber afianzado los intereses económicos de Europa, dejando a los funcionarios la tarea de negociar las conclusiones, unas conclusiones que, como cabía esperar, apenas mencionaban los derechos humanos, apoyaban el levantamiento del embargo de armas y se oponían a la propuesta de Taiwán de incorporarse a las Naciones Unidas. Hicieron mucho por estropear las palabras cuidadosamente elegidas por el señor Solana el mes anterior.
Me pregunto hacia dónde va el mundo cuando la Unión Europea, autoproclamada protectora de los derechos humanos universales, interdependientes e indivisibles, omite pronunciarse claramente contra uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo.
Sospecho que tanto los chinos como otros pueden llegar a lamentar la decisión de hacer de Pekín la sede de los Juegos Olímpicos. Las propias autoridades chinas prometieron auspiciar un mayor clima de libertad y apertura. Y, sin embargo, algunos personajes de Human Rights Watch sugieren que las violaciones han aumentado en los últimos siete años. China no sólo sigue ejecutando más gente que el conjunto del resto del mundo, sino que además ha reforzado drásticamente la represión de la disidencia interna y de la libertad de los medios de comunicación con antelación a los Juegos.
Estos hechos violan el espíritu de la Carta Olímpica. Contravienen directamente los compromisos asumidos por las propias autoridades de Pekín en el contrato de ciudad organizadora que firmaron con el Comité Olímpico Internacional.
Ese contrato no se ha hecho público. ¿Por qué? Porque, si el mundo viera la desconexión total y absoluta entre las promesas chinas y las prácticas chinas, no nos quedaría otra opción que boicotear Pekín de la misma forma que boicoteamos la Sudáfrica del apartheid.
No creo en boicots. También he sostenido que entablar relaciones con una China comprometida con las reformas y la apertura sería más fructífero que las amenazas vacías. Pero el Presidente Hu Jintao debe aceptar que un trato es un trato. El contrato de ciudad organizadora, la cláusula sobre derechos humanos en la Constitución china, la Declaración Universal de los Derechos Humanos son promesas hechas a los ciudadanos chinos. Si, con los Juegos Olímpicos, China quiere demostrar al mundo su legitimidad y credibilidad, a cambio tiene que demostrar que está dispuesta a cumplir sus compromisos con los derechos humanos: mejorar la libertad de los medios de comunicación conforme a las promesas olímpicas, suspender la pena de muerte conforme a las exigencias de las Naciones Unidas, cancelar su apoyo a los dictadores militares desde Birmania hasta Darfur y permitir que se celebren elecciones por sufragio universal en Hong Kong. Así es como China se puede ganar un sitio en el corazón de la comunidad internacional.
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. — (PL) Señora Presidenta, la República Popular China es un país que se encuentra en todas las listas de transgresiones de los derechos humanos, trátese de la libertad de expresión y asociación, del aborto obligatorio, de las desapariciones, de la tortura, de la libertad religiosa o de las amenazas de agresión a Taiwán.
China sigue persiguiendo a los seguidores de la Iglesia católica. Un informe de David Kilgour, el anterior Secretario de Estado del Gobierno canadiense para Asia, revela que uno de los grupos más perseguidos desde 1999 es Falun Gong, cuyos miembros tienen órganos necesariamente alejados en campos de trabajo chinos. Personas cuyo único delito ha sido reunirse con un vicepresidente de este Parlamento, el señor McMillan-Scott, han desaparecido recientemente sin dejar rastro.
Mientras tanto, nuestras relaciones comerciales prosperan. China está extendiendo su influencia en África, y pronto acogerá a millones de invitados a los Juegos Olímpicos. No puedo comprender la ausencia hasta el presente de la respuesta más obvia: el mundo libre debe boicotear los Juegos Olímpicos de 2008.
Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señora Presidenta, debatimos hoy con la señora Ferrero-Waldner, y lo celebro. Dicho esto, en la 10ª Cumbre UE-China, que se celebró en Beijing el 28 de noviembre, la Unión Europea estuvo representada por su Presidente, por el Comisario de Comercio Exterior y por el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios.
Es cierto que, desde el año 2000, los intercambios comerciales entre la Unión Europea y China han aumentado un 150 % y que, por desgracia, es mucho menos fácil elaborar estadísticas sobre el empeoramiento de la situación de los derechos humanos en China. No es ningún tabú hablar de temas relacionados con los derechos humanos al mismo tiempo que del comercio. Cualquiera puede ver claramente la relación que existe entre éste y, por ejemplo, la libertad sindical, la capacidad de movilización de los trabajadores en China, de reivindicación de unas condiciones de trabajo mejores. Esta actitud general es deplorable, desde el momento en que nos está haciendo perder una oportunidad, pues la decisión de 2001 prometía la apertura de China y progresos en el ámbito de los derechos humanos y la democracia. La población china espera que se realice esta promesa, y nos lo pide.
Sus esperanzas de apertura con motivo de la organización de los Juegos se han visto frustradas, y la frustración deja un profundo sabor amargo. Hasta el momento, los Juegos sólo han servido de ocasión de intensificar la política de represión y, lo que es peor aún, su propia organización conlleva efectos perversos y da pretexto para graves violaciones. Pienso en las expropiaciones forzosas o en la explotación de la mano de obra inmigrante. No debe sorprendernos si recordamos, como ha señalado el disidente Hu Jia, que el jefe de la Oficina de Seguridad de Beijing es también el encargado de la organización de los Juegos Olímpicos en esa ciudad.
Quizás encontremos por fin el modo de extrañarnos y denunciarlo cuando las medidas de intimidación y represión apunten aún más claramente a los periodistas extranjeros, algo que ha empezado ya, en cuanto que se les impide trabajar. Por ejemplo, la detención de dos periodistas de la Agencia France-Presse el 12 de septiembre demuestra que la normativa adoptada en enero de 2007 sólo se aplica ocasionalmente, y sólo en la medida en que los temas tratados no sean molestos para el régimen. Los compromisos contraídos por China se han quedado en letra muerta y su incumplimiento llega hasta la creación de listas negras. Hoy existe una lista negra que recoge 42 categorías de personas consideradas non gratas durante los Juegos Olímpicos, desde el Dalai Lama hasta Falun Gong, pasando por los disidentes del régimen.
Este año, en enero, se inició la negociación de un nuevo Acuerdo marco UE-China. Lo celebramos, puesto que un nuevo acuerdo quiere decir también una nueva cláusula de «derechos humanos y democracia». Quiere decir un nuevo espacio de intercambio sobre los derechos humanos con las autoridades chinas. Dicho esto, 2007 fue también el año de la cancelación del seminario jurídico preparatorio del diálogo «derechos humanos», porque las autoridades chinas denegaron la participación de dos ONG, entre ellas la muy conocida de la señora Sharon Hom, militante de los derechos humanos. La firmeza de la Unión en ese momento fue absolutamente saludable. Al mismo tiempo se plantea, obviamente, la cuestión de la continuación de este tipo de seminarios. Nuestra posición es que hay que hacer una cosa y la otra. Es muy importante seguir organizando seminarios jurídicos. Pero no podemos aceptar los diktats de las autoridades chinas sobre la participación en ellos.
Koenraad Dillen (NI). — (NL) Señorías, en los decenios pasados esta Cámara ha sido escenario de muchas declaraciones grandilocuentes sobre los derechos humanos. La proclamación de la Carta de los Derechos Fundamentales nos ha obligado una vez más a centrarnos en la verdadera esencia de Europa. Somos una comunidad de valores basada en la solidaridad, la tolerancia y el respeto de los derechos humanos.
Al menos, esa es la teoría, aunque la realidad es bastante distinta. Y la consigna de la Unión Europea en materia de derechos humanos debería ser otra. En las últimas semanas ha quedado bien claro que los que están hartos de oír hablar de derechos humanos son a menudo los mismos que aplican ese otro principio de Realpolitik que, en palabras de Bertolt Brecht, reza erst das Fressen, dann muere Moral: «primero la comida, luego la moral».
En París, Nicolas Sarkozy, a cambio de lucrativos contratos, está desplegando la alfombra roja para un asesino de masas que hace solo unos pocos días intentó legitimar el terrorismo jactándose de que no desperdiciaba palabras hablando de derechos humanos en su país. En Lisboa, un tirano sanguinario como Mugabe es recibido con plenos honores, porque también en África tenemos que cuidar nuestros intereses comerciales.
En China estamos siguiendo el mismo camino. El año pasado, Amnistía Internacional informó de que Beijing iba retrasado en cuestiones cruciales como la pena de muerte, los procedimientos judiciales, la libertad de la prensa y la libertad de movimiento para activistas a favor de los derechos humanos. Mientras tanto, la capital china está experimentando una elegante limpieza, afirma Amnistía Internacional. Se está recurriendo a la reeducación por medio de trabajos forzados y al encarcelamiento sin cargos para castigar delitos como la colocación no autorizada de carteles, la conducción de un taxi sin licencia o la mendicidad, por mencionar sólo unos pocos.
Señorías, el año que viene se habrá cerrado la boca a los luchadores por los derechos humanos, pero los estadios estarán resplandecientes. Muchos europeos acaudalados se pelearán por tener asientos de primera fila en la ceremonia inaugural de los Juegos. Y cuando vuelvan a casa, continuarán sin duda luchando contra el extremismo en Europa. Es nauseabundo.
Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE). — (LT) Es imposible negar que desde 1998, cuando empezaron las reuniones de la cumbre entre China y Europa, las relaciones entre la UE y China en los terrenos político, económico, comercial y de investigación científica se han desarrollado con fuerza y se han convertido en una alianza estratégica. Sin embargo, las asociaciones estratégicas, tal como las entendemos nosotros, se basan en valores comunes, en el respeto por la democracia y por los derechos humanos.
El respeto por los derechos humanos siempre ha sido, y sigue siendo, la base sobre la que se ha construido la UE. No es una declaración pasajera, como el más de medio siglo de historia de la UE ha demostrado sin la menor duda. Es hora que todo los países, los socios de la UE, entiendan que hay algunas cosas en las que la UE nunca cedería ni abandonaría. Por consiguiente, me gustaría señalar que hace algunas horas se firmó en esta misma sala un documento histórico: la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
Quisiera ahora mencionar que algunas problemas afectan negativamente a la evolución de las relaciones entre la UE y China, y que la clave para la resolución de estos problemas está en la mayoría de los casos en manos de las autoridades chinas.
Durante nuestras conversaciones con los representantes chinos, incluso durante las negociaciones sobre comercio y acuerdos de cooperación económica, siempre hemos recordado y nunca olvidaremos que en China sigue habiendo personas que sufren prisión por sus opiniones políticas, por su religión o por pertenecer a grupos étnicos minoritarios, y que delitos económicos como la evasión de impuestos se castigan con la muerte.
En años recientes, a medida que se acercan los Juegos Olímpicos de Beijing, hemos conocido otras «iniciativas», como la demolición de viviendas sin indemnizar a sus ocupantes para liberar espacio para la construcción de las estructuras olímpicas o la existencia de 42 categorías de personas que no pueden acudir a los Juegos, entre ellas el Dalai Lama, sus seguidores y los defensores de los derechos humanos.
Sólo puedo decir una cosa: esto está en completo desacuerdo con las tradiciones y el espíritu de los Juegos Olímpicos. Mi sugerencia, por consiguiente, sería cancelar estas listas, que en nada benefician a China, y conseguir que, en honor de los Juegos Olímpicos, se liberan todos los presos políticos y de conciencia y se declara una moratoria de la pena de muerte.
Lamento que la reunión de la cumbre de UE-China celebrada en Beijing no haya logrado convertirse en un acontecimiento histórico y que los participantes en ellas no hayan sido del tipo de políticos capaces de elevar las relaciones UE-China a un nuevo nivel. Solo les faltó hablar de una cosa: mayor consideración y respeto hacia las personas y sus derechos.
Glyn Ford (PSE). - Señora Presidenta, en este debate hablo de la cumbre UE-China y del diálogo entre la UE y China sobre derechos humanos, aunque algunas de las resoluciones presentadas por los grupos políticos en esta Cámara no permiten saber que la primera parte de este debate haya existido.
Es bien cierto que planteamos a los chinos la cuestión de los derechos humanos. La situación de los derechos humanos en China dista mucho de ser aceptable. China sigue recurriendo a la pena de muerte, como ha manifestado la Comisaria Ferrero-Waldner en su intervención inicial. Reprimen a las organizaciones que luchan en favor de la autonomía del Tíbet, a los grupos religiosos —salvo un número muy pequeño de grupos oficialmente permitidos—, y a otros que promueven sus regiones, promueven la libertad de prensa e intentan organizar sindicatos. También nos encontramos con la barrera infranqueable de los cientos de millones de trabajadores migrantes en China que intentan organizarse para poner fin a la explotación y para promover normas laborales decentes.
Pero en esta Cámara son muchos los que se niegan en redondo a reconocer los progresos que ha hecho China durante los dos últimos decenios. En mi opinión, la situación de los derechos humanos en China, aunque dista mucho de ser aceptable, es mucho mejor que en los días de la plaza de Tiananmen. Como ha expuesto la Comisaria, la pena de muerte, por ejemplo, requiere ahora la confirmación del Tribunal Supremo chino. Mi propia experiencia es que en China hay ahora un alto grado de libertad de pensamiento aunque no libertad para organizarse, porque esto sigue siendo la condición sine qua no en cuanto a lo que China y las autoridades chinas prohíben realmente.
Debemos seguir presionando a China sobre estas cuestiones, pero una negativa a reconocer todo avance desanimará decididamente a las fuerzas progresivas y liberales que desde dentro del régimen intentan seguir empujando, al no obtener el reconocimiento por lo que ya han hecho.
China es ahora una potencia económica, industrial y política mundial. La UE necesita tener unas relaciones críticas que censuren debidamente a China por lo que hace mal, por lo que debe mejorar, a la vez que participamos en un diálogo sobre cómo abordar el calentamiento global, los efectos negativos de la globalización, el desarrollo de África y la lucha contra el terrorismo.
Dirk Sterckx (ALDE). — (NL) Señora Presidenta, apruebo con satisfacción una asociación estratégica con China. Estoy encantado de saber que ahora tenemos algo más que simples vínculos económicos y que los intercambios culturales entre nosotros, por ejemplo, han crecido extraordinariamente en los últimos años. Me gusta la abundante atención que se presta a la dimensión política, y citaré un ejemplo.
África: debemos mantener nuestra relación con China sobre su política en África, y ahora disponemos de un foro para ello. Me complace que el señor Michel viaje en breve a Beijing para tratar este y otros asuntos. Y me parece estupendo que cada vez colaboremos más en asuntos económicos. Pero estoy muy preocupado por el desequilibrio de nuestra relación económica.
Por ejemplo no encuentro ningún indicio del hecho de que deberíamos hacer más para transmitir nuestra experiencia de nuestro Mercado Único a China, que de este modo podría mejorar considerablemente su propio mercado. Lo mismo vale para la política regional y para la eliminación de las diferencias regionales. Tenemos experiencia en estas áreas. Hemos aprendido unas pocas lecciones. Pero no creo que los chinos manifiesten mucho entusiasmo por este juego.
El señor Mandelson ha dicho que invertir en China provoca un poco de incertidumbre y que esto perjudica a nuestras exportaciones a China, así como al crecimiento económico de este país. Creo que tiene razón. No hay duda de que, para que la economía prospere, es imprescindible el imperio de la ley. Estoy hablando de asuntos como la propiedad intelectual, la seguridad de los productos o la gestión de capitales. Pero el imperio de la ley debe proteger también los derechos humanos individuales, por supuesto. Esto es igual de importante, si no mucho más.
Me alegro de que vayamos a tener un informe sobre el diálogo en torno a los derechos humanos. Pienso que deberíamos tenerlo en todas las ocasiones. Como usted, Comisario, veo varios signos esperanzadores, pero el Parlamento Europeo debe mantener el énfasis en un par de cosas que todavía no se han resuelto: la libertad de la expresión, la política sobre minorías, los trabajos forzados que lamentablemente todavía siguen, el abuso del poder que por desgracia abunda demasiado y la pena de muerte aún vigente. Como Parlamento Europeo debemos seguir insistiendo en estas cosas, y debemos hacerlo día tras día.
Helga Trüpel (Verts/ALE). — (DE) Señora Presidenta, señorías, creo que una y otra vez nos enfrentamos a la cuestión de la forma correcta de avanzar en nuestras relaciones políticas con China. El señor Sterckx ha vuelto a hablar de asociación estratégica, y con razón. Me parece un objetivo deseable sin restricciones. Pero debemos ser realistas y reconocer que todavía no hemos alcanzado ese nivel porque carecemos de valores compartidos —derechos humanos, tratamiento justo de las minorías, rechazo de la pena de muerte— en los que basar una asociación estratégica auténtica.
Creo Angela Merkel ha hecho lo correcto reuniéndose con el Dalai Lama —y digo esto con conocimiento de causa como diputado al PE por los Verdes alemanes— porque demuestra lo que queremos decir sobre el respeto por los derechos humanos.
Por otro lado, hay algo que en absoluto me parece correcto. El Presidente Sarkozy, cuando habló recientemente aquí, nos dijo que los derechos humanos deben ser el sello distintivo de la Unión Europea, mientras que en su viaje a China tres semanas después no hizo ninguna defensa de los derechos humanos. Esto es utilizar una doble norma europea, cosa que no debemos tolerar.
Creo fervientemente que nuestro diálogo con China, que apoyo y que debemos tener la voluntad política para proseguir, no puede limitarse a una conversación agradable y servil, sino que también debe incluir confrontación. Si tenemos en cuenta todo esto y negociamos con China seguros de nosotros mismos, también debemos manifestar abiertamente la crítica. En el contexto de los Juegos Olímpicos, China tiene que alcanzar los objetivos que se ha fijado, y los europeos hemos de ser claros y francos y plantear a China nuestras críticas cuando sea necesario.
Tunne Kelam (PPE-DE). - Señora Presidenta, hace unas horas el Presidente del Parlamento Europeo ha firmado la Carta de los Derechos Fundamentales y ha declarado que «tenemos la obligación moral y política de defender la dignidad humana. Esto es aplicable a todo ser humano de este mundo.» Y el Primer Ministro portugués ha dicho que «la Carta forma parte de la política exterior de la UE».
Permítame volver a China. Entendemos que, al convertirse en el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de Pekín, el Gobierno chino se comprometió a respetar plenamente tanto el ideal olímpico de dignidad humana como los derechos humanos internacionalmente garantizados.
Ahora el Parlamento Europeo tiene que llegar a la conclusión de que se ha producido un aumento reciente en las persecuciones políticas directamente relacionadas con los Juegos Olímpicos. Además, se está ejecutando a más gente en China que en la suma del resto del mundo, hasta 10 000 personas al año.
Los defensores de la dignidad humana están siendo arrestados, y hasta siete millones de personas están siendo torturadas en los notorios campos de Laogai.
¿Qué debemos hacer? Creo que la respuesta la dio aquí ayer Osman, el ganador del Premio Sájarov, quien nos dijo que presionáramos más a los Gobiernos respectivos: que hiciéramos algo concreto. Entendemos el pecado de omisión: la responsabilidad por lo que pudimos hacer y no hicimos. No basta con expresar nuestras inquietudes; ha llegado el momento de aplicar el principio de condicionalidad y declarar, como nos ha dicho nuestro colega el señor Watson: un trato es un trato.
La única forma de lograr que los dictadores comunistas de China respeten más a sus ciudadanos es enviarles el mensaje de que nos tomamos nuestros propios valores de solidaridad y dignidad humana lo suficientemente en serio como para hacer que los dictadores sufran de verdad por sus abusos y su arrogancia.
Józef Pinior (PSE). — (PL) Señora Presidenta, el Parlamento Europeo ha recalcado en muchas ocasiones el incumplimiento de los derechos humanos en China y la falta de democracia en ese país. Estas son cosas obvias. Sólo ayer, al discutir el informe sobre los derechos humanos de la Unión Europea para el pasado año, hablamos de la falta de derechos humanos, democracia y respeto a la ley en China.
Por otro lado, no me parece correcto pasar por alto las mejoras que se están produciendo en China. En particular, el año que viene, el año de los Juegos Olímpicos, debe ser usado por la Unión Europea para presionar a las autoridades chinas hacia la liberalización, la democratización, el respeto a la ley y la liberación de todos los presos políticos.
El 20 de noviembre, una delegación de la subcomisión del Parlamento Europeo sobre Derechos Humanos ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York se reunió con Liu Zhenmin, el representante de China ante las Naciones Unidas. Considero que ha sido una reunión constructiva. El representante chino mostró signos de franqueza y sensibilidad ante la presión a favor de los derechos humanos y la democracia, un hecho también recalcado por representantes de Human Rights Watch y Amnistía Internacional en conversaciones con la delegación de la subcomisión.
István Szent-Iványi (ALDE). — (HU) Señora Presidenta, Comisario, miles de millones de personas esperan con gran interés que llegue el 8 de agosto de 2008, fecha de la inauguración de los Juegos Olímpicos. No estarán atentos sólo los amantes de los deportes, sino también los que esperan el progreso de China en el área de los derechos humanos. Lamentablemente, no podemos estar satisfechos con los resultados vistos hasta la fecha. El Partido Comunista Chino puede felicitarse por el éxito logrado en la legitimación del poder. Pero también tenemos la oportunidad de aprovechar al máximo el tiempo que falta hasta los Juegos Olímpicos y exigir con seriedad una explicación por la deslealtad que se aprecia en el área de los derechos humanos. El diálogo Unión Europea-China sobre los derechos humanos se mantiene desde hace 24 años. Lamentablemente, su equilibrio no es nada favorable. Se ha avanzado algo, por ejemplo, en el área de la aplicación de la pena de muerte, pero en muchas otras, como la libertad de expresión, la libertad de prensa y libertad de Internet, se percibe una clara sensación de retroceso. Para que podamos provocar el cambio, también debemos cambiar el diálogo sobre los derechos humanos.
En primer lugar, debemos decir que el diálogo sobre los derechos humanos no es el único foro para plantear tales problemas. Cada Estado miembro está también obligado a actuar estricta y firmemente en estos asuntos en sus relaciones bilaterales.
En segundo lugar, hay que garantizar la presencia de organizaciones civiles y la transparencia de las negociaciones. La transparencia es muy importante para nosotros, para vigilar lo que está sucediendo allí. Ya que el diálogo no es una meta en sí, sólo tiene sentido si hace una buena contribución a la mejora de la situación de los derechos humanos en China.
Por último, quisiera hablar sobre la situación de la minoría Uyghur. Poco se dice de ellos, una minoría olvidada. No sólo están afligidos por la opresión general en China, sino que también son víctimas de discriminación étnica, religiosa y lingüística. Les insto a que actúen también en su beneficio. Gracias.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE). - Señor Presidente, yo quisiera aprovechar este espacio para hacer un par de recordatorios, pero un par de recordatorios a los Gobiernos europeos.
El primero tiene que ver con el periódicamente comentado levantamiento del embargo de armas a China, y quiero recordar que esta Cámara, en varias ocasiones, ha insistido en que este levantamiento sólo podrá tener lugar cuando haya verdaderos avances, significativos avances, en relación con la situación de los presos de Tiananmen de 1989, no en términos genéricos sino específicamente en relación con este tema, porque esto es lo que, en estos momentos, estamos esperando que haya por parte de las autoridades chinas: algún, insisto, significativo avance que permita tomar esa actitud.
Hasta entonces yo creo que no solamente es prematuro, sería un pésimo mensaje y una muy mala imagen para la Unión Europea levantar un embargo que, insisto, se puso en su momento por unos motivos muy concretos que no han sido en absoluto esclarecidos.
El segundo mensaje, también apoyando la opinión de mi colega Trüpel: es inaceptable que algunos países y Gobiernos europeos se sometan y de alguna forma sucumban a las presiones de las autoridades chinas para impedirles reunirse formalmente con personas significativas chinas, disidentes en algunos casos o representantes como el Dalai Lama, a cambio, precisamente, de no poner en riesgo las relaciones comerciales con China.
Yo creo que esto es, precisamente hoy, que hemos firmado la Carta de los Derechos Fundamentales, algo que es totalmente incoherente con la lógica fundamental que queremos imponer en la Unión Europea.
Ana Maria Gomes (PSE). — (PT) En la Cumbre, Europa habló claramente del modo en que China está pervirtiendo las reglas de la OMC no respetando los derechos de los trabajadores, exportando productos nocivos para la salud, pirateando tecnologías e impidiendo el acceso europeo al mercado chino. Los líderes chinos no están habituados a oír a la UE hablar con tanta franqueza y se desquitaron reteniendo la declaración conjunta durante unos pocos días, pero el liderazgo europeo fue lamentablemente incapaz de mantener la presión: no sólo hicieron concesiones inadmisibles en el referéndum en Taiwán, sino que no se opusieron al «principio de una China» ni se enfrentaron con Beijing en lo relativo a los graves problemas de derechos humanos. Dado que no había tiempo, el Presidente José Sócrates dijo a los periodistas portugueses que a veces estas cosas se tratan durante cena.
La pena de muerte y la liberación de los presos encarcelados desde la masacre de la plaza de Tiananmen son algunas de las razones por las que este Parlamento está a favor de mantener el embargo de armas a China. La detención y el enjuiciamiento arbitrarios, la corrupción y los desahucios forzados, la persecución y la represión de periodistas y usuarios de Internet, la represión de tibetanos y minorías, la responsabilidad por las tragedias de Darfur y Birmania: ninguno de estos problemas fundamentales estuvieron en el orden del día de la Cumbre. Sin duda, la UE no es la única obligada a pedir cuentas a Beijing antes de los Juegos Olímpicos de 2008. Si el Comité Olímpico Internacional se interesa por la calidad del aire, ¿por qué no juzga a Beijing en relación con el respeto del ideal olímpico en sus relaciones con sus propios ciudadanos y con los de otros países? Nadie, y menos el Consejo de la UE y la Comisión, puede seguir descuidando la lucha por las libertades y los derechos humanos en China. Es una maratón que sólo cobrará impulso en el contexto de los Juegos de 2008. No sólo afecta a millones y millones de chinos, sino que tendrá consecuencias para toda la humanidad.
Milan Horáček (Verts/ALE). — (DE) Señora Presidenta, el diálogo sobre los derechos humanos entre la UE y China se ha celebrado dos veces al año a puerta cerrada durante los once últimos años, y todavía no ha hecho nada para mejorar la situación de los derechos humanos en China. Los informes de ejecuciones, torturas en las prisiones y campos de trabajo y la opresión de los tibetanos muestran claramente que los europeos no estamos asumiendo nuestra responsabilidad.
Los Juegos Olímpicos se acercan y dan a China una buena ocasión para demostrar que su celo reformador es genuino. Al mismo tiempo, no debemos aplicar un doble rasero. Es muy gratificante que la Canciller Federal Angela Merkel haya recibido al Dalai Lama a pesar de las fuertes críticas. Sería lógico que los dirigentes de Bélgica, Francia y otros países hicieran lo mismo. La UE se acepta en todo el mundo como la voz de los derechos humanos, y ya es hora de que actuemos del mismo modo en todos los contextos, incluido el de nuestro diálogo con China.
Alexandra Dobolyi (PSE). - Señora Presidenta, hoy tenemos un debate sobre la cumbre UE-China, celebrada hace diez días, y sobre la vigésima cuarta ronda de diálogo entre la UE y China en materia de derechos humanos, celebrada hace dos meses.
Hoy especialmente, permítanme empezar por lo segundo. El respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales es un principio básico de la UE y de sus políticas, y es algo que a todos nosotros nos importa mucho y que todos apoyamos. Pero soy de los que creen que la UE debería seguir un enfoque orientado hacia los resultados en la promoción del respeto a los derechos humanos, en lugar de un enfoque puramente basado en los principios y, lo que es más importante, debemos aceptar que las mejoras se producirán paso a paso. Eso no quiere decir que la UE deba vacilar en manifestar sus críticas y en usar su poder para insistir en las reformas democráticas.
También soy de los que se preocupan por un alto nivel de seguridad de los productos que afectan a 550 millones de ciudadanos europeos; de los que se preocupan por el desequilibrio comercial, un acceso efectivo al mercado, los derechos de propiedad intelectual y las políticas de competencia internacional que afectan a miles de empresas europeas y a millones de empleados europeos; y de los que se preocupan por la cooperación en la protección del medio ambiente, por la gobernanza internacional del medio ambiente y por el cambio climático que afecta a toda la población de la Tierra.
Porque nos preocupa todo lo anterior, apoyamos firmemente a la Comisión y al Consejo y a su Presidencia por abordar, negociar y subrayar continuamente cada una de las cuestiones en el diálogo periódico con la parte china. Basta una simple lectura de las 18 páginas de la declaración conjunta de la última cumbre UE-China para comprender que la complejidad, sensibilidad e importancia de la cooperación entre la UE y China...
(El Presidente interrumpe a la oradora.)
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, este debate vuelve a demostrar que los cambios sociales llevan tiempo, y creo que nunca debemos perder de vista de dónde viene China. Creo que también debemos reconocer cierto progreso, como dije al principio. Pero, al mismo tiempo, es cierto que aún no estamos en el punto en el que nos gustaría ver a China.
Por tanto, opino que el diálogo sobre derechos humanos —acompañado asimismo por el seminario de las ONG— sigue siendo la piedra angular para abordar con China nuestras inquietudes por los derechos humanos.
No obstante, creo que debemos ser decididos pero también realistas. Decididos a convencer a China de que establecer el pleno respeto por los derechos humanos en todos los ámbitos va en su propio interés. Realistas porque debemos reconocer que sólo con el compromiso y con un esfuerzo a largo plazo podemos esperar conseguir verdaderas reformas en China. En este contexto, también quisiera decir que la celebración continuada del seminario de las ONG es de mutuo interés para China y la Unión Europea. Esto también lo acaba de confirmar la cumbre.
Creo, por tanto, que existe una buena probabilidad de que, a continuación del próximo diálogo sobre derechos humanos bajo la Presidencia eslovena, seamos capaces de reanudar este seminario de la sociedad civil.
Respecto a otras cuantas cuestiones, sólo diré que los derechos humanos también se mencionaron en la declaración conjunta que está ahí, y leeré solamente las primeras líneas. «Ambas partes subrayaron su compromiso de promover y proteger los derechos humanos y continuar poniendo un alto valor en el diálogo China-UE sobre los derechos humanos, incluido el seminario legal adjunto.» Ya lo ven: ahí está. Subrayan la importancia de dar pasos concretos en los ámbitos de los derechos humanos y se reafirman en su compromiso de seguir reforzando el diálogo, etc.
Quisiera decir también que hay algunos puntos concretos, resaltados en este debate, sobre los que deseamos ver avances, como es el caso del Falun Gong. La situación de los seguidores del Falun Gong, sometidos a represión a causa de sus creencias, nos sigue preocupando. Hemos planteado esta cuestión varias veces, especialmente con ocasión de las sesiones del diálogo sobre derechos humanos. Hemos pedido, y seguiremos pidiendo, a las autoridades chinas que pongan fin al duro tratamiento impuesto a los seguidores del Falun Gong.
En cuanto a la pena de muerte, ya he dicho antes que esta cuestión tiene alta prioridad en nuestra agenda, y dentro de este marco hemos instado a China —y seguiremos haciéndolo— a que reduzca el ámbito de aplicación de los delitos capitales, con vistas a terminar aboliendo la pena de muerte.
Un primer paso sería imponer una moratoria a la aplicación. Seguidamente, como dije en mis comentarios preliminares, vendría una revisión de las sentencias a pena de muerte por parte del Tribunal Supremo como primer paso que sería supervisado de forma continua.
Creo que el debate ha puesto de manifiesto que existe una situación mixta: hay progresos, pero queda mucho por hacer; y sólo puedo decir que seguiremos colaborando con China a fin de animar a este país a continuar avanzando. Creo que los Juegos Olímpicos supondrán una buena oportunidad para que China demuestre que ha hecho más progresos.
Presidenta. − He recibido seis propuestas de resolución presentadas de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación se celebrará el jueves 13 de diciembre de 2007.
12. Combatir el aumento del extremismo en Europa (debate)
Presidenta. − El siguiente punto es la declaración de la Comisión sobre la lucha contra el aumento del extremismo en Europa.
Franco Frattini, Miembro de la Comisión. − (IT) Señora Presidenta, señorías, ante todo permítanme expresar mi gran inquietud personal por el aumento en Europa de actividades que deben atribuirse a grupos y organizaciones extremistas.
En mi opinión, por consiguiente, el debate de hoy es extremadamente importante, porque es no sólo el extremismo lo que conduce a atentados terroristas —extremismo del que hemos hablado en muchas ocasiones en esta Cámara— sino también las actividades y episodios que deben considerarse más adecuadamente como racismo, antisemitismo, xenofobia, extremismo nacionalista, islamofobia, todas esas formas de intolerancia que, como ya he dicho, son preocupantemente comunes en Europa y que, en mi opinión, son totalmente incompatibles con los valores de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales que hemos proclamado esta mañana y se oponen frontalmente a ella. No puede haber ninguna duda de que el extremismo, por su propia naturaleza, divide y conduce a la violencia.
Por eso el primer objetivo, en mi opinión, es un objetivo político. Eso me conducirá obviamente a mencionar las medidas más relacionadas con la seguridad y la vigilancia policial; sin embargo, enfrentado con el problema del extremismo y sus orígenes, necesitamos una vez más promover una Unión Europea cada vez más cercana a los ciudadanos y, por tanto, más capaz de transmitir mensajes de tolerancia, solidaridad y respeto por la Carta que, desde hoy, es una de las piedras angulares que unen a los Estados miembros y a los ciudadanos.
Creo que el extremismo no puede tener nunca ninguna justificación; aunque hemos dicho esto muchas veces en relación con el terrorismo, también hemos de decirlo al hablar, por ejemplo, de racismo o de xenofobia. Sin embargo, también tenemos que explorar los orígenes profundamente arraigados del extremismo y la violencia. Estamos obligados a hacerlo, porque tenemos el deber de introducir medidas europeas que puedan ayudar no sólo a contrarrestar, sino también a prevenir y erradicar los episodios y actividades extremistas.
Quisiera mencionar unos pocos ejemplos que, en mi opinión, indican que una política europea puede ser genuinamente útil, más aún, si puedo decirlo así, que una política exclusivamente nacional. Desde el punto de vista de la participación de los ciudadanos en la vida política europea, es muy importante que ese programa contenga políticas y medidas que animen a los ciudadanos a participar más en la vida política, en la vida de las instituciones y, por tanto, en actos como las elecciones europeas, por ejemplo, y no sólo porque la Comisión Europea financie un programa de este tipo sobre derechos fundamentales y ciudadanía. El año 2009 nos ofrece una oportunidad de oro para fomentar un debate que culmine en un amplio cambio de voto que refleje la participación positiva en la vida de las instituciones.
No obstante, está claro que la otra medida política que estamos esperando de Europa y que Europa está deseosa de promover incluye la educación, especialmente para las generaciones más jóvenes. En mi opinión, una política para mantenga vivo el recuerdo de tragedias pasadas, también en las generaciones más jóvenes, en los estudiantes y los jóvenes, e incluso en los muy jóvenes, es también extremadamente importante. Por ejemplo todos los programas que apoyamos y que creo que deben alentarse aún más, programas que mantienen vivo el recuerdo de las víctimas de todas las dictaduras, de todos los regímenes totalitarios que han devastado Europa en el pasado, son, en mi opinión, herramientas que pueden utilizarse con ventaja para erradicar el extremismo y el racismo; de la historia de los campos de concentración, por ejemplo, podemos sacar una lección para los jóvenes de hoy, para que esa clase de tragedias nunca vuelvan a repetirse, no sólo en Europa, sino en ninguna parte del mundo.
Y hay otra medida que creo que podemos y debemos tener presente: las medidas que promueven en general la tolerancia y el diálogo entre distintas culturas y, obviamente, entre diferentes religiones. Este año tenemos dos grandes oportunidades de diálogo entre diferentes culturas y entre civilizaciones: el Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos —y pensamos examinar las iniciativas que hayan tenido lugar durante el año— y el Año Europeo del Diálogo Intercultural, que se celebrará el próximo 2008. En mi opinión, la revisión de 2007 y el programa de 2008 brindan una oportunidad sin igual para hacer que la gente y, insisto una vez más, los jóvenes, sea más consciente de un espíritu de diálogo que enriquece, de un diálogo mediante el cual todos puede crecer juntos.
Sin duda es importante mantener la conciencia pública de la importancia de fomentar los derechos y erradicar el extremismo, la violencia y la intolerancia. Aquí, la Agencia Europea de Derechos Fundamentales tiene una función que cumplir, que es lo que queremos y lo que esta Cámara ha apoyado con tanto ahínco; igual que el Observatorio del racismo, la xenofobia y el antisemitismo de Viena fue en el pasado un instrumento para un sector muy importante, la lucha contra el antisemitismo, la Agencia de Derechos Fundamentales también será un instrumento. La Agencia, como protagonista en esto campo, tendrá un papel muy importante que representar. Como saben, estamos preparando el marco plurianual que estamos discutiendo en estrecha cooperación con el señor Cashman, y somos de la opinión de que el marco de planificación plurianual de la Agencia nos proporcionará instrumentos útiles para nuestra acción común para prevenir el extremismo.
Por encima de todo, tenemos que reaccionar: aunque todas estas políticas de prevención son importantes, también tenemos que reaccionar. He luchado personalmente, también en el Consejo de Ministros, a favor de una ley europea —y hemos alcanzado un acuerdo este último abril— que permita penalizar los actos motivados por el racismo y la xenofobia y a quienes los cometen de la misma manera en cualquier país de la Unión Europea.
No es sólo el acto físico, sino también la incitación concreta, la difusión del odio, de esos mensajes que francamente no puede confundirse con la libertad de expresión, que es un derecho sagrado para todos nosotros. Aquí, estamos hablando de incitación concreta a actuar, a cometer actos de violencia. Este marco de decisión fue acordado por los Estados Miembros el pasado mes de abril. Piensen en esas horribles manifestaciones de racismo, en actos deportivos, durante partidos de fútbol donde algunos aprovechan la oportunidad para gritar lemas neonazis: éstos son los actos que castigará el marco de decisión que hemos deseado genuinamente y que acordamos con la Presidencia alemana. Digo castigará, en futuro, porque lamentablemente, y esto es una exhortación a su sensibilidad, entre abril y este momento las reservas de los parlamentos nacionales de algunos Estados miembros no se han retirado, con el resultado de que el procedimiento que debía culminar en la entrada en vigor de esta ley europea para castigar el racismo y la xenofobia está bloqueado.
Digo esto con respeto absoluto de los parlamentos nacionales; sin embargo, como el gobierno que mantiene la presidencia del Consejo de los Ministros ha dado su aprobación, creo que debe adoptar medidas con su propio parlamento para que su reserva se retire cuanto antes, y por fin podamos asegurarnos de que el marco de decisión entre en vigor después de tres años y medio de largo debate.
En conclusión, señorías, ya disponemos de legislación en otros sectores que castiga la discriminación por motivos de raza y grupo étnico, y esa legislación indudablemente se respetará con la supervisión, digámoslo así, de la Comisión Europea, que es responsable de garantizar el cumplimiento de la legislación europea. Señalaría, por ejemplo, la reciente directiva sobre los servicios audiovisuales llamados sin fronteras, que establece muy claramente, desde su entrada en vigor, que los servicios audiovisuales no deben contener ninguna incitación al odio por razones de orientación sexual, raza, religión o nacionalidad.
Precisamente para lograr todo esto no bastan las medidas de vigilancia policial, ni la legislación penal, ni el enjuiciamiento: lo que hace falta es una cultura profundamente arraigada de los derechos individuales, del valor del ser humano. Lo que hemos dichos esta mañana durante la celebración de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales. Creo que esta es uno de las políticas, en un momento en el que estamos preparando la ratificación del Tratado de Lisboa, mediante la cual Europa puede ofrecer al mundo una lección sobre el modo en que pueden erradicarse estos delitos odiosos contra el ser humano.
PRESIDE: MIGUEL ANGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Manfred Weber, en nombre del Grupo PPE-DE. — (DE) Señor Presidente, Comisario, señorías, es casi increíble. Hace cuatro o hace cinco semanas fui invitado a asistir a una manifestación en contra de otra organizada por partidos de la extrema derecha en mi región. La convocatoria había reunido a sólo 30 extremistas, frente a más de mil manifestándose en su contra. En esas circunstancias, cuando se está frente a esos activistas de extrema derecha, uno se dice que la situación es casi increíble. Después de ese siglo en Europa, ¿cómo puede alguien recurrir al extremismo, volver a vanagloriarse henchido de odio y arrogancia y promover la agitación en contra de otros?
El debate que estamos celebrando hoy es bienvenido e importante. El extremismo es un cáncer en nuestra sociedad. Una y otra vez los políticos hemos apelado al coraje moral del pueblo esperando que se alce y proteste contra este extremismo. Creo que es también hora de dar gracias por la abundancia de ese coraje moral que tantas personas esgrimen en señal de protesta. ¿Qué es el extremismo? Déjeme recalcar que, cuando hablamos de prohibir ciertos partidos políticos, de prohibir la expresión pública de ciertas opiniones y posiciones, huelga decir que tales medidas no deben basarse en juicios políticos. Deben basarse en un criterio objetivo. Hemos definido ese criterio objetivo hoy en la Carta de los Derechos Fundamentales, que define la esencia de nuestros valores básicos. Si los partidos o los políticos atacan esos valores, los tribunales deben decidir si sus acciones son ilegales y, en caso afirmativo, imponer una prohibición.
¿Qué debe hacerse si son elegidos los candidatos de partidos extremistas, si tales partidos consiguen escaños? En primer lugar, no debe haber ninguna cooperación con ellos, y estoy agradecido a los diputados Socialistas, que han expulsado de sus filas a un miembro eslovaco de su partido por cooperar con extremistas. En segundo lugar, no debemos pasar por alto que tales éxitos electorales provienen de la insatisfacción de los ciudadanos, y no debemos responder a ellos culpando a los votantes, sino atendiendo los problemas subyacentes. En tercer lugar, deseo recalcar que el extremismo empieza a menudo poco a poco en los propios partidos, y debemos ser conscientes de esto. Mi mensaje es, por consiguiente, evitar que arraigue.
Hay extremismo político en la izquierda y en la derecha, y ambos son igualmente perniciosos. Hay que insistir en esto. Europa ha experimentado el extremismo, y Europa ha sufrido a consecuencia del extremismo. Se ha avanzado en la lucha contra el extremismo. Es una lucha que vale la pena librar. Y es una lucha que a la larga ganaremos.
Kristian Vigenin (PSE) — (BG) Señor Presidente, Comisario Fratini, gracias por la comprensión y por la presentación de las intenciones de la Comisión. Me parece simbólico que precisamente hoy, cuando se ha firmado la Carta de los Derechos Fundamentales, estemos tratando un asunto directamente relacionado con ella. Pues el extremismo creciente, la influencia cada vez mayor de los partidos y organizaciones de extrema derecha es una amenaza directa para la existencia de la Unión Europea.
Quizá suene demasiado fuerte, pero nuestra Unión se basa en principios claros y su existencia es posible gracias a que la paz, la solidaridad, la tolerancia, el respeto mutuo entre comunidades étnicas y religiosas y la coexistencia pacífica de las naciones reinan en Europa desde hace 50 años. Hoy, la extrema derecha ataca precisamente estos principios sin los cuales no podría existir, ataca el verdadero corazón de la Unión Europea. Pero nuestra Unión no es una construcción abstracta; no es sólo otro nivel administrativo de gobernanza. Es una unión cuya misión es defender y proteger unos valores que son la base del mundo entero.
Queramos o no, estemos o no preparados, tenemos que entender que en todas las partes del mundo hay personas privadas de los derechos fundamentales, que sufren represalias políticas, oprimidas por regímenes no democráticos o discriminadas por su raza, su origen étnico y su religión. Y en todas las partes del mundo pervive la esperanza de que la Unión Europea les apoyará y de que el espíritu de la tolerancia, la garantía de los derechos civiles y la seguridad social puede llegar también a su país. ¿Podemos ser poderosos y convincentes en el mundo exterior si no logramos hacer frente a los problemas en nuestro propio territorio? ¿Cómo podemos explicar a quienes tienen en nosotros sus últimas esperanzas que los inmigrantes mueren sólo por su origen, que las minorías étnicas están sometidas a discriminación sistemática, que ciertas ideologías partidistas se oponen a la igualdad de las mujeres o definen la homosexualidad como una enfermedad? ¿Cómo podemos explicar que llevamos camino de olvidar las páginas más negras de nuestra historia, que los jóvenes elogian a Hitler y que el antisemitismo está convirtiéndose en la moda del día? Ni yo ni mis compañeros socialistas podemos aceptar esto.
Creo que no hay ningún grupo político en este Parlamento que permanezca indiferente ante el hecho de que el extremismo de derechas, el racismo y la xenofobia están ganando terreno. ¿No hemos sido hoy testigos del modo en que un hito histórico en el desarrollo de la Unión Europea ha sido deshonrado de una manera vulgar por una minoría ruidosa que podría volver más fuerte, más agresiva y mejor organizada en 2009? Amparada en la petición hipócrita de un referéndum, ha desafiado no sólo la Carta de los Derechos Fundamentales, sino los propios derechos. Es este comportamiento, que vemos también en muchos parlamentos nacionales, el que alienta a los extremistas que recurrirán a otra acción punitiva mañana, inspirada por este circo político. Debemos señalar los problemas muy claramente y buscar soluciones juntos. Por consiguiente, pondremos este punto en el orden del día del Parlamento una y otra vez. Pues el extremismo es un problema que afecta a toda Europa y que exige un esfuerzo concertado en los ámbitos europeo, nacional, regional y local.
Si la Comisión Europea es la custodia de los Tratados de la UE, el Parlamento Europeo es el custodio de los valores, y creo que juntos podremos resistir una onda ascendente del pasado con la que estamos familiarizados. Y que la detendremos, sin infringir los derechos fundamentales, como el derecho a la libertad de expresión, de asociación, y de prensa. Porque la democracia sólo se puede defender con las reglas de la democracia. Incumplir estas reglas equivale a dejar el campo libre el extremismo. Gracias.
Ignasi Guardans Cambó, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, hace pocas semanas fallecía apuñalado en el metro de Madrid un joven, Carlos Palomino —tenía nombre— en un choque con neofascistas. Poco antes, un energúmeno había golpeado ante las cámaras de vigilancia por televisión en el metro de Barcelona a una joven porque era inmigrante, por el color de su piel —según dijo— sin saber que estaba siendo filmado y sin saber que sus imágenes después darían la vuelta al mundo.
Casos iguales o similares se han ido reproduciendo en distintos rincones de Europa. Y, muchas veces, con un sentido de responsabilidad que en ocasiones es excesivo, cada uno de nosotros y cada uno de los responsables políticos, que estamos preocupados por todo ello, intentamos reducir la importancia de estos hechos: no alarmar; decir que, bueno, al fin y al cabo son hechos aislados, que los energúmenos son unos pocos, que no hay que exagerar, que no es un problema grave.
Y lo calificamos así como tema menor, porque nos da miedo reconocer que, efectivamente, a lo mejor no es un tema menor. Entre otras cosas, porque, como dice muy bien la resolución que mañana vamos a votar y que aquí se debate ahora, muchas de esas organizaciones neonazis, neofascistas están exacerbando sentimientos de miedo que están ahí, en nuestra sociedad, y que no podemos negar.
Por eso, no basta con condenar, hay que abrir los ojos y actuar con responsabilidad ante un hecho que no es aislado y que, sin alarmar a nadie, hay que reconocer en su propia dimensión y en su propia escala. El día en que se ha firmado la Carta de Derechos Fundamentales es un buen día para recordar que la Unión Europea tiene ahí su responsabilidad y su papel.
No hay subsidiariedad en la defensa de la dignidad de las personas ni en la denuncia contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia. Hay que actuar a nivel europeo, tiene que actuar la Comisión, tiene que actuar la Agencia de Derechos Fundamentales, primero, para examinar qué tipo de ramificaciones y de red hay detrás de todo ello —si las hay—, qué tipo de conexiones tienen estos distintos movimientos fascistas, para aplicar la legislación, para contribuir con políticas de educación y de apoyo a aquellos que educan en el respeto a la diversidad, y para denunciar con contundencia, cuando haya que denunciar, a aquellos responsables políticos, sociales, deportivos, etc., que, de forma pasiva o incluso activa, estén detrás de estas actuaciones.
Bogusław Rogalski, en nombre del Grupo UEN. — (PL) Señor Presidente, el extremismo creciente en Europa es un hecho y necesitamos hablar de ello. El Comisario ha dicho muchas cosas, pero ha hablado en términos generales y de asuntos de importancia secundaria, como el racismo en los partidos de fútbol. Necesitamos hablar de los hechos, del extremismo político que estamos viendo en este momento en la Unión Europea.
Ayer, señor Presidente, el dirigente del NPD, un partido neofascista, apareció en un canal público de la televisión alemana —ARD— y exigió que Polonia devolviera inmediatamente Pomerania y Silesia a Alemania. Declaró que Kaliningrado, Gdańsk y Wrocław son ciudades alemanas y exigió que volviesen a la jurisdicción alemana. También exigió que se devuelvan a Alemania de inmediato esas ciudades y territorios, que son parte de Polonia.
Estamos hablando de cosas ocurridas en Alemania, un destacado país de la Unión Europea. Hace algunos años, los fascistas alemanes del NPD pidieron la revisión de las fronteras y rechazaron los tratados internacionales que pusieron fin a la II Guerra Mundial y exigieron que las fronteras volviesen a su situación anterior. Comisario, no podemos permitir esto. Tiene que haber una reacción fuerte. No podemos permitir que el servicio público de televisión de un país, en este caso Alemania, se preste a difundir las opiniones revisionistas de neofascistas y nazis y convoque otra guerra.
No se trata de un problema marginal, señorías. Es muy real. El partido en cuestión tiene representantes en siete parlamentos regionales. Esto no puede tolerarse en la Europa de hoy, igual que no podemos tolerar que los principios democráticos, la libertad para disentir y la libertad de expresión sean socavados como lo han sido hoy por los señores Cohn-Bendit y Watson, que, en relación con diferencias de opinión sobre la Carta de los Derechos Fundamentales o, mejor dicho, no tanto sobre la Carta como sobre el Tratado de Reforma de la UE, han llamado idiotas a los diputados opuestos a sus puntos de vista. Esto no se puede permitir. Eso no es el método de la democracia ni la Unión Europea actual que debemos enseñar a nuestros jóvenes. Unámonos en la diversidad.
Jean Lambert, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, creo que parte de la cuestión que estamos analizando es: ¿cómo podemos combatir lo que todos vemos como extremismo, este miedo al otro, este deseo de proteger la cultura propia como si fuera la única, como si nunca hubiera cambiado, como si nunca hubiera habido nada que se hubiera movido en sus vidas? Sin embargo, sólo tenemos que retroceder 50 ó 60 años para ver los enormes cambios que se han producido, incluso en nuestro propio continente.
Creo que este deseo de proteger procede a menudo de un sentimiento de miedo de que, de una u otra forma, uno y su idea de sí mismo van a desaparecer y, por tanto, quiere proyectar su fuerza contra los demás y negarles su existencia.
Creo que todos los que estamos aquí sentimos orgullo por lo que somos, por el país del que venimos o por nuestra región o por nuestro patrimonio. Pero la mayoría de nosotros no espera que esto se transmita de alguna forma sólo por vía del linaje y por vía de una profunda conexión con el territorio, sino por vía de la ciudadanía, por vía de la ley y por vía de nuestros derechos.
Y, como han dicho otros, la firma de la Carta de los Derechos Fundamentales formalizada hoy aquí ha sido un símbolo extremadamente importante, en especial en relación con este debate.
Pero, cuando miramos la elección de los partidos extremistas que no tienen más que una única visión de lo que está bien —de lo que es suyo—, creo que lo que vemos es una legitimación de la violencia, de los insultos y amenazas, de las acciones dirigidas contra otros a los que ven diferentes.
Recuerdo la ocasión, hace varios años, en que oímos hablar de la elección de un único miembro del Partido Nacional Británico a una corporación local en Londres. El nivel de violencia racista subió en esta área.
(Grito de «¡Bravo!»)
Esto no es motivo para gritar «¡Bravo!». ¡Esto es vergonzoso! ¿Cómo pueden decir esto y asistir a una Cámara en la que dicen ser demócratas?
La violencia racista debe ser condenada. Y, cuando analizamos el extremismo, creo que debiéramos ser conscientes de que aún no hemos enterrado el sexismo ni la misoginia.
Pero la elección de esos partidos eleva el nivel de miedo y, por tanto, necesitamos reflexionar sobre nuestra reacción a este hecho. Reaccionamos a él asegurándonos también de que nuestras acciones defienden los derechos humanos y los valores que apreciamos. Debemos tener cuidado de no promulgar leyes que, al intentar resolver un ejemplo de extremismo, en realidad ayuden a esa gente o lleven el miedo a los corazones de otras comunidades.
Quiero elogiar la resolución conjunta de hoy ante la Cámara y dar las gracias a todos los colegas que tanto han trabajado en ella.
Giusto Catania, en nombre del Grupo GUE/NGL. — (IT) Señor Presidente, Señorías, quisiera dar las gracias al Vicepresidente Frattini y a todos los compañeros diputados que han colaborado conmigo, al igual que los promotores, en la elaboración de esta resolución.
Las manifestaciones de racismo y xenofobia han aumentado en los últimos años, como corroboran los informes del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. Este aumento está estrechamente vinculado con el crecimiento y proliferación de fuerzas políticas que, en Europa, han interpretado los problemas planteados por la inmigración de una manera aberrante, y con frecuencia han difundido eslóganes que defienden la raza y la identidad y han manipulado los sentimientos de autoprotección frente a los que entran en Europa describiéndolos como amenazas terroristas o delictivas, incluso etiquetándolos con denominaciones antropológicas inadmisibles y eslóganes xenófobos y racistas.
Están aumentando los partidos y movimientos que en los últimos años han manifestado fuertes inclinaciones nacionalistas antieuropeístas y que son muy racistas. Su propaganda política se aprovecha de la inseguridad social y procura añadir piezas al mosaico de la guerra de las civilizaciones. Esa propaganda es ahora una parte establecida del debate político e institucional, y en algunos casos parece que es un mensaje que surge de los gobiernos o de las actividades de éstos.
Mañana someteremos a votación una resolución sobre el extremismo, un título que es quizás un poco vago. Lenin dijo que el extremismo es la enfermedad infantil del comunismo; podríamos parafrasear a Lenin y afirmar que el extremismo es quizás una enfermedad infantil de todos los programas políticos, religiosos, económicos e ideológicos. El señor Weber tiene razón: hay extremismos de izquierdas y de derechas, pero no sólo, pues también hay extremismo neoliberal, extremismo católico, extremismo musulmán, extremismo ecológico y extremismo anárquico e insurreccional.
El problema de Europa, sin embargo, es el crecimiento del extremismo de derechas y los problemas que está provocando la proliferación del extremismo de derechas. En años recientes se han consolidado en Europa fuerzas y movimientos políticos neonazis y neofascistas y han convertido el trabajo contra la integración europea en su política, como hemos podido observar en Italia, Francia, Austria, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Suiza; reflejan la crisis que ha llevado a un intelectual como Alfio Mastropaolo a describir la ofensiva de la nueva derecha como las vacas locas de la democracia.
La legitimación democrática de ciertas fuerzas políticas ha favorecido la difusión de ideas peligrosas en el cuerpo social europeo y ha alimentado las inclinaciones reaccionarias. Una enfermedad peligrosa, y en algunos casos subestimada, que se nutre de inclinaciones etnocéntricas, a menudo oculta y escondida, en algunos casos enmascarada por actos aparentemente democráticos y legítimos. Por consiguiente, tenemos que cuestionar nuestras elecciones y nuestras iniciativas políticas.
Cada vez se hace más hincapié en la necesidad de establecer y consolidar una cultura y una identidad europeas compartidas. Creo que una identidad y una cultura europeas deben establecerse sobre la base del diálogo y el contacto con culturas diferentes de aquellas que en los últimos años han abierto y allanado el camino a la difusión y el crecimiento de una idea europea, de una cultura europea.
Hay que librar una gran batalla cultural, y esa es mi conclusión. No basta con la intervención de la policía y las fuerzas de seguridad pública; hay que hacer un muy importante esfuerzo cultural, y sólo de esa manera lograremos asegurar que 2008 sea de verdad el Año Europeo del Diálogo Intercultural, porque Europa debe fundarse en principios interculturales.
Ignasi Guardans Cambó (ALDE). - Señor Presidente, en uso de la autoridad que tiene usted presidiendo esta sesión, le agradecería que llamara al orden a un grupo de diputados que deben de creer que están en el circo en lugar de estar en un Parlamento y que, con sus bromitas y sus tonos y sus bravos, están despreciando la calidad de este debate.
Presidente. − Estamos en unas fechas próximas a final de año y suele haber comidas donde uno bebe un poco más de la cuenta o más que de costumbre. Lo mejor en esta situación es ir a dormir la siesta y no ir a alterar un debate donde debe prevalecer el respeto al orador en todo momento.
Le agradezco la advocación que hace usted, pero, como digo, a quien le sobra alguna copa con la comida, mejor es que vaya a dormir la siesta que perturbar el orden de nuestros debates con mala educación y falta de cultura parlamentaria.
Derek Roland Clark, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, detesto el extremismo como el que más. Los británicos lo detestamos: lo hemos estado combatiendo durante siglos.
Si quieren combatir el extremismo creciente en Europa, consideren sus causas antes de precipitarse a promulgar más leyes que lo único que hacen es restringir; esto engendra extremismo. Consideremos el momento álgido del extremismo europeo, el de los fascistas de los años treinta. En el Reino Unido, las marchas de Sir Oswald Mosley estaban protegidas por la ley, y las áridas y odiosas políticas así expuestas a la luz del día fueron rechazadas por el pueblo. En toda Europa, los dirigentes fascistas fueron vilipendiados y obstaculizados. El propio Hitler fue encarcelado, y así, al igual que los otros, ganó poder.
Esta mañana hemos asistido al ascenso del extremismo en esta Cámara con la firma de la Carta de los Derechos Fundamentales, parte de la Constitución para Europa que se va a firmar mañana y sobre la cual se ha prometido a siete países un referéndum nacional. Dos han dicho que sí, dos han dicho que no —pero no se les ha hecho caso— y los demás están esperando. En el Reino Unido, nuestro Gobierno dio una promesa por escrito, que ahora niega. ¡Para que luego hablen, en esta Cámara, de que hay que escuchar a la gente!
Porque la UE constituye el extremismo de hoy, buscando imponer su voluntad por medio de este documento distorsionado. Deliberadamente ha sido escrito de forma que nadie pueda leerlo salvo que sea un abogado con experiencia, con apartados numerados tomados de los Tratados original y actual, pero que no se corresponden entre uno y otro documento. La numeración se cambiará para la firma y se volverá a cambiar posteriormente para eliminar toda posibilidad de que los europeos puedan entenderla.
¡Y ésta es la distorsión seudodemocrática que van a endosar a los británicos! No, gracias; nosotros ya tenemos nuestros derechos, plasmados en la gran y maravillosa Magna Carta de 1215, complementados por la Declaración de Derechos de 1689. ¿Quiénes se creen que son para subvertir estas medidas democráticas establecidas para nosotros pero abiertas para que las puedan seguir todos?
La historia ignorada se convierte en historia repetida. ¡Durante siglos han ignorado nuestras pautas y lo han pagado caro! Ignoren ahora nuestro ejemplo y se encontrarán camino de la perdición.
(Aplausos de su grupo)
Bruno Gollnisch (NI). - Señor Presidente, he aquí, de nuevo, un enésimo informe sobre la supuesta escalada del extremismo en Europa. Consejo, Comisión y grupos políticos: todos han venido, todos están aquí. Como de costumbre, esta retórica es intelectualmente estéril, políticamente escandalosa y moralmente perversa.
Intelectualmente estéril, porque todas las ideas nuevas –en religión, el cristianismo, que algunos de ustedes se atreven a reivindicar; en política, el liberalismo o el socialismo; en ciencia, ideas hoy tan evidentes como que la Tierra es redonda o que gira alrededor del sol– fueron consideradas en su tiempo extremistas, heréticas, subversivas, inadmisibles. No basta con demonizar una opinión para desacreditarla, hay que decir por qué es falsa.
Ustedes son los que suscitan el escándalo político, porque están en el poder y, en vez de resolver los problemas, anuncian un programa de lucha contra la oposición. Así demuestran su incapacidad para resolver el problema de la inmigración-invasión, del que son, de forma deliberada o por dejadez, repugnantes colaboradores. Reconocen aquí su fracaso económico, su fracaso social, su fracaso cultural, su fracaso moral, su fracaso educativo y, en vez de cambiar su catastrófica política, sólo piensan en eliminar a los que protestan o les critican.
Pero su actitud es aún más repugnante moralmente. Asimilan de un modo fraudulento los actos violentos o terroristas con la legítima reacción de los pueblos de Europa contra la destrucción de su identidad. ¡Son ustedes unos Tartufos! ¡Quieren amordazar a esos pueblos y privarlos de representación política: son unos fariseos de la democracia! Como dicen las Escrituras: sepulcros blanqueados, ¡nada más que pintura blanca en el exterior! Hablan de los derechos humanos, de la libertad de expresión, de los valores de Europa, de la tolerancia, pero en el interior no hay más que muerte y podredumbre. Esos derechos que les llenan la boca, los niegan a quienes no piensan como ustedes. Todo esto sería odioso si no fuera grotesco. Las generaciones les juzgarán, como los bárbaros juzgaron a Roma: ¡que al menos los bárbaros les traten como merecen!
Roberta Alma Anastase (PPE-DE). — (RO) Señorías, la cuestión que estamos debatiendo esta tarde reviste la máxima importancia para el futuro de la Unión Europea y para la seguridad de los ciudadanos y nuestros valores.
Durante los últimos años, el extremismo ha sido un fenómeno cada vez más frecuente en la vida pública de los países europeos, un fenómeno que ha disparado muchas alarmas y muchas preguntas sobre el modo de combatirlo. Aunque distintas causas con diferentes orígenes han contribuido a la propagación de este fenómeno, quisiera insistir en un aspecto esencial del debate sobre el extremismo: la inmigración.
Los grupos extremistas consideran la inmigración como el mal supremo en los países europeos, porque es algo que pueden usar para explicar cambios no deseados en sus sociedades. Pero, como todos sabemos, la inmigración es un elemento vital para las economías de los países europeos y favorable para el crecimiento económico.
Sus efectos no deseados, que surgen de la inadaptación de los inmigrantes a las sociedades que los reciben, deben resolverse por métodos específicos de la Unión Europea. De otro modo corremos el riesgo de cambiar los valores esenciales de la construcción europea.
Por consiguiente, no podemos aceptar que los partidos extremistas cambien el programa de los partidos tradicionales.
Si usamos tal estrategia para reducir los riesgos que plantean esos grupos y para impedir que capten los votos de nuestros ciudadanos, lo único que haremos será dar legitimidad a sus ideas y métodos. No podemos permitir que mensajes de naturaleza extremista se adopten y promuevan como ley en los Estados miembros. Esto sería destruir la visión de una Europa multicultural y multiétnica.
La crisis generada por el asunto de los romanís y las manifestaciones extremistas de Italia no debe crear un precedente peligroso para los principios fundamentales de la Unión Europea con respecto a la libertad de movimiento de mercancías, servicios, capitales y personas. Debemos explicar a nuestros ciudadanos que tal actitud sería perjudicial para sus sociedades y para la Unión Europea en su conjunto.
Los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo en Rumanía podrían ser un ejemplo a este respecto. Ningún partido extremista ha alcanzado el umbral de votos necesario para enviar a sus representantes al Parlamento Europeo.
Bárbara Dührkop Dührkop (PSE). - Señor Presidente, pido medio minuto fuera del tiempo que se me ha asignado simplemente para decir a la bancada de allá arriba, a la derecha, un dicho castizo castellano: «A palabras necias, oídos sordos». Continuaré mi intervención en inglés.
Hoy, que hemos firmado con orgullo la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, hace más de medio siglo que Europa fue testigo del más atroz de los crímenes de xenofobia y racismo: el Holocausto.
Millones de personas fueron asesinadas a causa de su religión, su origen étnico y sus creencias políticas. Por tanto, es más necesario que nunca tener en cuenta la historia viviendo nuestro presente y preparando el futuro.
Debemos estar alerta y vigilantes; tener cuidado con los huevos de la serpiente, como nos enseñó Ingmar Bergman. Como ha confirmado hoy el Comisario Frattini, están resurgiendo los actos violentos de origen racista y xenófobo en nuestros Estados miembros.
Pero, para mí, lo más preocupante es que cada vez son más los jóvenes implicados. Por tanto, es absolutamente esencial que les enseñemos valores ciudadanos y en qué consiste el racismo.
Cada vez son más los partidos de extrema derecha —que basan su ideología y sus prácticas políticas en la intolerancia y en la exclusión— que obtienen votos suficientes para entrar a formar parte de los Parlamentos nacionales. Éstos les ofrecen una plataforma excelente para su mensaje político de odio. Debemos ser conscientes de ello e intentar hacer cosas que también luchen contra este mensaje.
El racismo y la xenofobia son las violaciones más directas de los principios de libertad y democracia y de nuestros derechos fundamentales. Por eso, las instituciones europeas y nosotros, los diputados al Parlamento, estamos obligados a reafirmar nuestra determinación de defender las libertades fundamentales y condenar y combatir cualquier manifestación de racismo y xenofobia con la ley en la mano.
Más que nunca, se necesita tolerancia cero para combatir el racismo y la xenofobia. Más que nunca tenemos que ser beligerantes en la defensa de nuestros valores, utilizando y reforzando los instrumentos que la Unión Europea y sus Estados miembros tienen a su disposición.
Ningún ciudadano debería sufrir jamás persecución a causa de su raza, religión, género, situación social, idioma, nacionalidad u orientación sexual. La erradicación del racismo y la xenofobia, el derecho a vivir en paz, es un desafío moral para todos los demócratas, y defender los derechos civiles es el deber de todo demócrata.
Viktória Mohácsi (ALDE). — (HU) Muchas gracias señor Presidente, señor Comisario, Señorías. Ayer hablamos durante casi dos horas sobre la lucha contra el ascenso del extremismo y el texto final de la resolución que se basa en iniciativas liberales, pero, naturalmente, hemos tenido muy en cuenta las ideas y solicitudes de todos los grupos. Soy optimista, y confío en que habrá una posición común en este asunto tan doloroso como importante.
Personalmente, me entristece que en 2007, el año de la igualdad de oportunidades, estemos todavía obligados a combatir las sombras de dictaduras caídas que se proyectan desde el siglo XX y que de vez en cuando reaparecen arrastrándose con sigilo. Sabemos que no hay ningún Estado miembro en que esto no se cumpla. Por mencionar sólo unos pocos grupos: Pospolitos en Eslovaquia, Jóvenes Nacionalistas en la República Checa, Nueva Derecha en Rumanía, Partido Democrático Nacional Alemán en Alemania y Alianza Nacional en Italia, aunque en lo esencial nos enfrentamos al mismo extremismo.
Por hablar de mi propio país, me resulta inadmisible que todos los días, partidos y organizaciones extremistas como el Movimiento para una Hungría Mejor o la Guardia Húngara difundan declaraciones en las que explican la criminalidad conceptualmente absurda de los gitanos con razones genéticas, y que en vez de pedir la integración de los romanís en la sociedad exigen su segregación en ghettos, mientras desfilan con uniformes negros en Tatárszentgyörgy, y el viernes en Kerepes. En este sentido, quisiera llamar la atención de mis compañeros diputados hacia el hecho de que muchos de los asentamientos gitanos de Europa siguen siendo objetivos de las fuerzas extremistas, todavía hoy.
Y ahora algunas noticias para terminar mi exposición. El defensor del pueblo húngaro, el Presidente de la República y el Gobierno de Hungría han condenado oficialmente la Guardia Húngara y el Movimiento para una Hungría Mejor. Nos gustaría que todos los gobiernos europeos responsables hicieran lo mismo con sus propios extremistas. En cualquier caso, para hacer esto es necesario que el mayor número posible de mis compañeros diputados voten sí mañana en la posición del Parlamento en relación con la lucha contra el aumento del extremismo. Gracias.
Eoin Ryan (UEN). - Señor Presidente, hoy hemos sido testigos de la proclamación de la Carta de los Derechos Fundamentales, y ahora estamos hablando del aumento del extremismo en Europa. En mi opinión, existe un vínculo muy claro entre las dos cosas. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea ha sido conocida, hasta hace poco, como el Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. No podemos combatir el extremismo sin abordar las cuestiones del racismo y la xenofobia, tan presentes hoy en Europa. El extremismo genera extremismo, y en Europa corremos el peligro de encontrarnos pillados en un círculo muy vicioso si no nos movemos con rapidez para abordarlo y eliminar algunas de estas causas originarias.
Antes he escuchado al señor Gollnisch llamar bárbaros a las personas de esta Cámara y a otros. No ha ofrecido ni una sola idea creíble, ni una sola idea positiva, de cómo podemos abordar este problema en Europa; sólo la diatriba habitual en él. Él y su líder, el señor Le Pen, quieren venir a Irlanda en relación con el Tratado. Puedo decirles algo con seguridad: esta clase de ideas extremas no serían y no serán toleradas en mi país, ¡faltaría más! De modo que vengan, por favor, y podemos tener la seguridad de que el Tratado se aprobará cuando oigan la clase de Europa continental que ustedes quieren desarrollar y su clase de ideas. Se ha demostrado que las actitudes que hacían receptivos a los trabajadores...
(Interrupción por parte del señor Gollnisch.)
Sabemos lo que usted representa, señor Gollnisch, y se lo hemos oído decir muchas veces, a usted y a su líder.
Está demostrado que, entre las actitudes que hacían a los trabajadores receptivos al populismo de derechas, se encuentran los prejuicios contra los inmigrantes, el nacionalismo, el autoritarismo, el predominio social y la debilidad política; de todos estos factores, el que emerge como más importante es el de los prejuicios contra los inmigrantes. En aquellos países que disponen de los recursos de denuncia necesarios, el motivo de discriminación más denunciado es a menudo el origen regional. Si abordamos la eliminación de tales prejuicios y discriminación, habremos dado un paso importante en la lucha contra el extremismo.
Por tanto, insto a todos los diputados a propiciar el debate y el intercambio de opiniones sobre cuestiones de desigualdad social, origen, raza, religión y las consecuencias de los cambios sociales y económicos en los ámbitos local, nacional y europeo a todos los niveles, y a abstenerse de recurrir al lenguaje de las emociones llamando bárbaros a las personas. A tal fin, celebro que, como parte de la labor en pro del Año Europeo del Diálogo Intercultural, el Parlamento Europeo haya invitado al Papa Benedicto, al Presidente de la Unión Africana, al Dalai Lama, al Secretario General de las Naciones Unidas, al Gran rabino del Reino Unido y al Gran muftí de Damasco a dirigirse al Parlamento Europeo durante el año 2008. Aplaudo este tipo de iniciativas.
(El Presidente interrumpe al orador.)
Koenraad Dillen (NI). — (NL) Con el debido respeto, señor Presidente, desearía que nos explicara por qué razón se concede más tiempo a los diputados de su propio grupo y a las personas con posturas manifiestamente más cercanas a la suya y se les interrumpe mucho menos durante su intervención, mientras que a quienes se muestran claramente en desacuerdo se les interrumpe después de sólo diez segundos. Está usted aplicando un doble rasero, y eso no es aceptable.
Presidente. − Me parece, en primer lugar, señor colega, que el Presidente dirige los debates con su criterio y no con los criterios de quien ocupa el escaño 777.
No tengo ninguna explicación que darle. A casi todos los oradores, incluido a quien ha hablado entre sus amigos, se le ha concedido más tiempo del que tenía para intervenir.
De todos modos, querría pedir a todos los colegas que se dirigieran al Presidente y a la Cámara, y no se dirigieran en sus intervenciones a otros colegas para no dar lugar a desagradables intervenciones e interrupciones.
Eva-Britt Svensson (GUE/NGL). — (SV) Señor Presidente, todos nos hemos dado cuenta de que el extremismo está creciendo en la UE. Y creo que debemos preguntarnos por la causa. ¿Por qué aumentan la xenofobia y otras actitudes extremistas? Estoy convencido de que la exclusión y la falta de participación en la sociedad son un criadero para el extremismo y la xenofobia. El valor igual de todos los seres humanos es un principio fundamental en una sociedad civilizada, por lo que todos debemos contribuir a combatir las fuerzas xenófobas que discriminan a las personas de origen étnico o preferencia sexual diferentes o por razones de sexo o de discapacidad funcional.
Estos grupos usan la violencia y las amenazas. En mi país hemos presenciado incluso el asesinato de personas que han defendido los derechos humanos. Vemos que se asesina a jóvenes de distinto origen étnico sólo por ese origen. Estas cosas jamás debe permitirse que vuelvan a ocurrir.
Los que defendemos el valor igual de todos los seres humanos nunca debemos callar. Pero sabemos que eso no basta. Los grupos xenófobos y extremistas utilizan a jóvenes expuestos a la exclusión económica y social para crear más temor, desasosiego y odio contra otros grupos. La lucha contra el extremismo debe, pues, combinarse con la construcción de una sociedad justa basado en la solidaridad.
Bernard Wojciechowski (IND/DEM). - Señor Presidente, la propuesta que tenemos ante nosotros es otro ejemplo de ignorancia e hipocresía. En ella leemos que, entre otras cosas, algunos partidos y movimientos políticos, incluidos los que están en el poder en una serie de países o están representados a nivel local, nacional o europeo, han colocado deliberadamente en el corazón de su agenda la intolerancia y la violencia basadas en la raza, en el origen étnico o en la nacionalidad.
También leemos que este Parlamento condena firmemente todos los ataques racistas y xenófobos e insta a todas las autoridades a hacer todo lo que esté en su mano por castigar a los responsables.
En la Cámara en la que adoptamos tales resoluciones, uno de nuestros colegas ha utilizado un lenguaje abusivo y ofensivo de propaganda falaz, el mismo que a menudo usan los extremistas, el mismo que se basa en calumnias y que se considera un ataque xenófobo. Ha dado a entender que yo podría repetir Dachau. Permítanme ilustrarle: en primer lugar, Dachau fue un campo de exterminio alemán; en segundo lugar, Dachau está en Alemania y yo no soy alemán. Incluso ha afirmado que, tras una visita de cuatro días a Polonia, conocía mi país mejor que yo mismo, y que yo no formo parte de Polonia, mientras que, aparentemente, Dachau sí.
Este tipo de discurso de la intolerancia se cita con excesiva frecuencia, se repite con excesiva frecuencia y emana de demasiados políticos. Los mismos políticos quieren darnos a todos lecciones de democracia, cuando ellos mismos sienten poco respeto por ella y poco respeto por la igualdad de trato ante la ley. Parece ser que hoy en Europa —tal como escribiera George Orwell hace años— algunos cerdos son más iguales que otros. Algunos pueden ocultarse bajo el privilegio de la inmunidad, algunos pueden eludir la justicia e incluso las órdenes de detención europeas. De alguna forma, los criminales comunistas reciben mejor tratamiento que los ciudadanos corrientes, y mientras nosotros hablamos aquí contra los grupos extremistas, algunos políticos alemanes apoyan abiertamente los movimientos políticos revisionistas. Estimados colegas, la Europa de nuestras resoluciones es muy diferente de la Europa de nuestra realidad.
Jana Bobošíková (NI). — (CS) Señorías, una vez más nos consolamos afirmando que el ascenso del extremismo refleja el deterioro de la situación económica y el desempleo. Me temo que semejante interpretación ya no es válida. Las economías de muchos Estados miembros de la UE han crecido y el desempleo ha disminuido, pero no ha disminuido el extremismo. Por el contrario, ha aumentado el número de delitos basados en la raza; se están formando guardias nacionales de inclinación nacionalista; los veteranos de las SS desfilan en algunos Estados miembros de la UE; y se glorifica a políticos que se refieren al pueblo judío y romaní como «úlceras» de la sociedad. Neonazis y racistas se están infiltrando entre políticos y militares. El Primer Ministro de la República Checa, mi país natal, ha incorporado la retórica neonazi a su vocabulario. En último término, pero no menos importante, la UE se ha convertido en destino migratorio para los más pobres, y nadie parece saber cómo afrontar este fenómeno, que también cuenta.
Señorías, ninguna resolución, ninguna palabra pueden borrar la esvástica recientemente grabada en la cadera de una chica de 17 años en Mittweida, Alemania. A plena luz del día, ante la indiferencia de los transeúntes, neonazis de Sajonia, Alemania, se la grabaron en el cuerpo porque defendió a una niña rusa. Creo firmemente que el extremismo sólo puede evitarse mediante la actuación diaria de los ciudadanos, la oposición declarada públicamente de la élite política, la interpretación abierta e integral en particular de la historia de siglo XX, y sobre todo la policía y los tribunales, que no deben cerrar los ojos ante racistas, xenófobos y neonazis, sino actuar sin dilación para castigar tales conductas.
Péter Olajos (PPE-DE). — (HU) Gracias, señor Presidente. Hablo ahora como uno de los autores de la declaración escrita n.º 93. La declaración, que presenté conjuntamente con mis compañeros diputados señor Tabajdi, señor Szent-Iványi, señor Vigenin y señor Amezaga, condena las actuaciones de grupos extremistas paramilitares en la Unión, que son uno de las formas más obvias de extremismo.
Según mi experiencia, aunque muchas personas sienten la obligación moral y política de evitar que tales ideas extremistas arraiguen, muchas no se deciden a condenarlas expresamente en una declaración escrita o de otra manera. Hay muchas razones para esto. Una de ellas, por ejemplo, es que cuando tratamos de divulgar estas ideas, la lista nunca está completa y nunca es exacta. Esto disuade a muchas personas de apoyarlas. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que la lista nunca estará completa, y de que los conceptos y definiciones nunca serán exactos. Precisamente por esto debemos arrancar el extremismo y las ideas extremistas desde la raíz.
Hoy es un día de celebración en esta Cámara, pero la Carta de Derechos Fundamentales no se ha firmado sin complicaciones. Esta Carta resume en 50 párrafos todos los valores y derechos que respetamos y deseamos proteger en la Unión. Esta Carta es la carta de la lucha contra la discriminación, la carta de la libertad de expresión, de religión y de reunión, la carta de la igualdad y la carta de la protección del individuo, de los datos, de los jóvenes y de los ancianos. No podemos elegir estos derechos a voluntad, poner a algunas personas antes de otras o usarlos para nuestros objetivos políticos internos a corto plazo. Todos deben respetarse y protegerse por igual, porque esto garantiza la dignidad humana, y nosotros, como miembros del Parlamento, hemos jurado hacerlo así. Quienes se oponen a la suma total de las ideas y los derechos aquí formulados son los que llamamos extremistas, independientemente de la edad, el sexo, la religión, o la nacionalidad de los afectados. En este espíritu quisiera pedir a mis compañeros diputados que apoyen la declaración escrita número 93. Gracias.
Martine Roure (PSE). - Señor Presidente, los actos y delitos racistas van en aumento en Europa. La comunidad romaní, los inmigrantes y todos aquellos que son diferentes siguen siendo objeto de múltiples discriminaciones en materia de empleo, educación y vivienda.
Queremos una Unión Europea basada en valores humanistas de tolerancia y protección de los derechos fundamentales: nunca es inútil recordarlo. En este contexto, la Decisión marco relativa a la lucha contra determinadas formas y manifestaciones de racismo y xenofobia mediante el Derecho penal, que este Parlamento votó ampliamente el pasado 29 de noviembre, es realmente necesaria. Así podremos combatir los discursos racistas del mismo modo en todas partes de la Unión Europea.
Los partidos extremistas explotan el miedo al otro, el temor al extranjero, para dar una respuesta fácil a los retos que plantea la globalización. Y los que pretenden imponer la preferencia nacional para dar respuesta a todo son unos irresponsables. La verdadera respuesta a los retos de la globalización es la consideración global de los retos de la humanidad hoy. Y el repliegue sobre uno mismo, no debe darnos miedo decirlo, es avanzar hacia el desastre.
Adina-Ioana Vălean (ALDE). - Señor Presidente, asistimos en Europa a un aumento constante de los movimientos extremistas, nacionalistas y populistas que ponen en peligro nuestro sistema democrático.
En un mundo ideal, la democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. En realidad, la democracia sigue siendo el sistema político «menos malo» siempre que cuente con los pesos y contrapesos adecuados. Sin embargo, la paradoja de la democracia es que contiene la posibilidad de su propia muerte, al permitir la expresión de opiniones populistas y extremistas que erosionan el propio sistema democrático.
En muchos países europeos, hay partidos que han logrado posicionarse en el corazón de la vida política a base de discursos populistas y demagógicos. La historia europea ha demostrado cómo los partidos extremistas, vestidos con ropas democráticas y usando propaganda populista y nacionalista, a menudo han conducido la democracia a dictaduras.
La mejor forma de combatir la intolerancia es mantenerse firmes, defender nuestros valores e instituciones democráticos, defender los derechos individuales, la justicia, la igualdad de oportunidades y la diversidad, pero también sancionar cualquier discurso que instigue al odio, a la segregación o a la discriminación.
Como dijo Robert Kennedy, «lo peligroso de los extremistas no son sus posiciones extremas, sino su intolerancia. Lo malo no es lo que dicen de su causa, sino lo que dicen de sus oponentes».
Las democracias saludables necesitan ciudadanos activos. La democracia sólo puede funcionar si los ciudadanos son conscientes y ejercen sus derechos y deberes cívicos. Necesitamos reinventar la ciudadanía. Necesitamos nuevas formas de aprender democracia. Necesitamos asegurarnos de que nuestros sistemas educativos promueven el desarrollo de una ciudadanía activa, crítica y participativa. En un mundo global, tenemos la necesidad imperiosa de una ciudadanía que celebre la diversidad y promueva la comprensión y la tolerancia.
Wojciech Roszkowski (UEN). — (PL) Señor Presidente, no sé si el extremismo político está o no aumentando. Pero sí sé que es preciso oponerse a él y condenarlo, tanto por su ideología como por sus métodos. Sin embargo, la Carta de Derechos Fundamentales, que hemos saludado hoy con tan gran ceremonia, no es la respuesta al problema, sino que puede por sí misma crear nuevos problemas.
El artículo 21 de la Carta prohíbe la discriminación por motivos políticos o de opinión, sea ésta cual sea, —repito, sea ésta cual sea— lo que, por tanto, incluye opiniones extremas como las expresadas recientemente en la televisión pública alemana por el líder del NPD, que exige que se cambie la frontera con Polonia.
Las perogrulladas tienden a rebotar dolorosamente en quienes las pronuncian. Por tanto, quiero preguntar a los promotores de la Carta de Derechos Fundamentales cómo tienen intención de luchar contra el extremismo político cuando al mismo tiempo lo están defendiendo.
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). — (EL) Señor Presidente, sería una omisión por mi parte no empezar por expresar mi inquietud por el uso general que se hace del término «extremismo» sin ninguna definición y sin la condena expresa de los actos extremistas; en otras palabras, de cualquier forma extrema de uso ilegal de la violencia. También sería un error no a mencionar los intentos de «abrir los ojos» a los ciudadanos a los peligros de la radicalización, y la creación simultánea de categorías flexibles para los posibles delincuentes.
Quisiera recordarles que en la historia moderna, durante los períodos en que las libertades y los derechos se limitaron en nombre de la seguridad, la vigilancia policial y el control estricto, y cuando se permitió que ganase terreno la persecución basada en estereotipos, la intolerancia ideológica, el racismo y la xenofobia se intensificaron y se cometieron crímenes inexpresables. Hoy, errores similares podrían conducir a la prohibición de partidos políticos y sindicatos, lo que sería un golpe real a la democracia, al imperio de la ley y a las libertades civiles. Por consiguiente, debemos asegurarnos de que la democracia no se convierta en mera pantalla de humo para la adopción de medidas punitivas; al mismo tiempo, debemos concentrar nuestros esfuerzos en mitigar las causas reales de los actos extremistas violentos, que degradan hasta el extremo la dignidad humana, ya que por definición transgreden los límites de la libertad de la expresión.
Es nuestra responsabilidad luchar contra la pobreza, el desempleo, la miseria, la explotación de los trabajadores y la marginación social y asegurar que las generaciones futuras, gracias a una enseñanza y una educación adecuadas, se mantienen al margen de organizaciones agresivamente nacionalistas y fascistas que fomentan los actos extremistas como medio de expresión.
Irena Belohorská (NI). — (SK) Gracias, señor Presidente, Señorías. En mi opinión, es esencial adoptar una resolución conjunta sobre la lucha contra el extremismo, que se ha hecho cada vez más evidente en los últimos tiempos. Hay un cierto simbolismo en el hecho de que este debate se celebre el día en que los Presidentes del Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo Europeo han confirmado con sus firmas el compromiso legal de la UE con la Carta de Derechos Fundamentales.
No podemos permitir que individuos u organizaciones extremistas ataquen a los ciudadanos, cuyos derechos deben garantizarse en una sociedad civilizada. La historia de Europa nos ha enseñado las formas que puede adoptar el extremismo, el nacionalismo militante y el radicalismo ideológico. Es nuestra responsabilidad vigilar sistemáticamente el territorio europeo para detectar cualquier actividad de estos grupos o individuos y adoptar medidas enérgicas contra ellos.
Debo añadir con pesar que el extremismo parece estar en aumento principalmente entre los jóvenes de Europa. Esto refleja un cierto fracaso por parte de los políticos. Es importante recordar que muchos políticos, carentes de virtudes positivas y profesionales, promueven sus antecedentes y su capital político provocando a los sectores menos experimentados y peor informados del público. Por eso adoptar una legislación más estricta y unas medidas más enérgicas mientras todavía hay tiempo es un asunto y una responsabilidad que todos debemos asumir.
PRESIDE: MARIO MAURO Vicepresidente
Pilar del Castillo Vera (PPE-DE). - Señor Presidente, señor Comisario, a estas alturas del debate ya se ha dicho buena parte de lo que se puede decir sobre el tema, pero yo quería referirme al llamamiento del Comisario sobre la necesidad de pensar en las raíces profundas del extremismo.
A mí me parece que el problema del extremismo no es que exista una serie de grupos que desarrollan acciones violentas. Es un problema, pero ese problema hay que atacarlo con la ley y hay que perseguirlo, etc., etc. El problema es cuando esas acciones violentas y las propuestas que están detrás tienen posibilidad de extenderse y de implantarse en una base amplia de los ciudadanos o determinados sectores de los ciudadanos. Es cuando, desde el punto de vista político y social, es preocupante. De cara a ver cómo eso se evita, me parece que hay tres razones, tres acciones que son fundamentales.
En primer lugar, el propio Comisario mencionaba el conocimiento de la Historia —yo, efectivamente, creo que eso es muy importante para conocer las tragedias, para conocer los éxitos y, en último término, para conocernos como Humanidad—, pero creo que hay que tener cuidado solamente en que la Historia no se convierta en un arma arrojadiza contra el otro para tener determinados réditos de coyuntura política inmediata, lo que en algunos países está produciendo ahora —en concreto, tengo que decir que en el mío, en España.
Pero, en segundo lugar, creo que hay otros dos aspectos fundamentales y que en este momento son muy débiles.
Primero la educación. Se han perdido, se están perdiendo o se han debilitado, al menos, valores como el valor del esfuerzo, el valor de la disciplina, el valor de la autorresponsabilidad, es decir, todos aquellos valores que son los que, de verdad, crean a un buen ciudadano cuando esas personas son adultas.
Finalmente, en el ámbito de la Unión Europea, lo que es importante es que la Unión Europea no fracase como ese ámbito donde todos podemos afrontar juntos, los europeos, los retos de la globalización. Porque lo que ahora hay, como había en otros momentos de la historia del siglo XX en Europa, es mucha incertidumbre, una cierta desesperanza, una cierta falta de horizonte, y hay que dar esas esperanzas, ese espíritu positivo y un gran liderazgo para que todo el mundo se sienta integrado en la Unión Europea.
Józef Pinior (PSE). — (PL) Señor Presidente, el continente europeo, los países de la Unión Europea, son ahora un territorio en el que nos encontramos casos de xenofobia, nacionalismo extremo, antisemitismo, racismo e islamofobia. Lo que falta en Europa hoy es el consenso liberal-democrático del período que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Los políticos de Europa carecen de voluntad política real para abordar estos problemas.
Afrontar los brotes de racismo, islamofobia, antisemitismo y xenofobia es una responsabilidad común que recae sobre la educación, los medios de comunicación, las iglesias, las actividades deportivas y, sobre todo, los políticos de Europa. A menudo nos encontramos indefensos frente a tales formas extremas de actividad política. Lo que es peor, muchos políticos y partidos políticos aprovechan los movimientos extremistas o populistas para sus propios fines.
No quiero usar este debate para marcar puntos políticos en el Parlamento Europeo, pero podría mencionar muchos de tales ejemplos. Lo que importa ahora es lograr una política común para toda la Unión Europea —sobre todo en el ámbito de la educación, pero también del deporte, la cultura y la política— para combatir el extremismo.
Sarah Ludford (ALDE). - Señor Presidente, hace ocho años el partido de Jörg Haider, que odia a los inmigrantes, entró en un gobierno de coalición en Austria. Los Gobiernos de la UE no tenían la más mínima idea de qué hacer. Como resultado de esta confusión, se introdujo el artículo 7 del Tratado de la Unión Europea. Nunca se ha utilizado y está claro que los Estados miembros tienen un problema cultural a la hora de criticarse entre sí. Pero necesitamos tener una política de revisión paritaria más proactiva cuando unos Estados miembros piden a otros que rindan cuentas, porque, si en el Gobierno de un país de la UE entran extremistas y partidos intolerantes, es algo que concierne a la UE.
El Derecho penal tiene un papel sólido en el castigo de la incitación al odio, además de disposiciones que ilegalizan la discriminación. La ley puede ayudar a cambiar las actitudes, así como el comportamiento. La sociedad marca los límites de lo aceptable en parte por lo que criminaliza o prohíbe. Por eso me ha decepcionado tanto que la Comisión, al parecer, haya decidido que las medidas de deportación del Gobierno italiano contra los rumanos —romaníes en gran medida— y la retórica que las acompaña, son conformes a las leyes de la UE en materia de libre circulación y contra el racismo. Personalmente, no estoy de acuerdo.
Pero la ley sólo puede y debe llegar hasta cierto punto. Por ejemplo, la cuestión de si se debe criminalizar la negación del Holocausto es controvertida en Europa. La nueva ley de la UE recientemente aprobada que prohíbe la incitación al odio racial y religioso hace bien, en mi opinión, en dejar esta opción a cada país individual. La tradición y preferencia de mi propio país es dejar que gente como David Irving se condenen a sí mismos por lo absurdo de sus opiniones contrarias a la historia y que sean refutados mediante un debate enérgico.
Los que pertenecemos a los principales partidos no debemos sentirnos intimidados por los matones y pendencieros de la extrema derecha, de la extrema izquierda o fundamentalistas de cualquier clase. Los demócratas liberales —y uso el término con «l» minúscula— de todos los partidos democráticos muestran tanta confianza y pasión respecto a nuestro compromiso con una visión europea generosa e integradora como la muestran con su mezquina intolerancia. No dejemos nunca de expresarlo.
Leopold Józef Rutowicz (UEN). — (PL) Señor Presidente, el extremismo es un fenómeno apoyado por políticos que explotan el racismo, el nacionalismo y la xenofobia para sus propios finales. El extremismo a menudo usa el terrorismo para alcanzar sus objetivos.
El extremismo no une a las personas y los grupos sociales, sino que los divide. Es el enemigo de una sociedad democrática. Se opone a los valores básicos de la Unión Europea, una comunidad de personas que rechazan el odio y la guerra provocados por los fascistas y los nacionalistas y que costó decenas de millones de vidas en Europa en el siglo XX.
La mayor organización terrorista, al-Qaeda, basada en el extremismo y el uso del terrorismo con fines políticos, es ahora capaz de destruir las democracias débiles y de lograr el poder político.
Apoyo la resolución, que procura movilizar las instituciones europeas para seguir actuando contra el terrorismo y el extremismo.
Diamanto Manolakou (GUE/NGL). — (EL) Señor Presidente, el ascenso de grupos y organizaciones racistas de extrema derecha en Europa no es ninguna casualidad. Es el resultado de la política reaccionaria, imperialista y antipopular de la Unión Europea. Esta política, cuyo único principio orientador es la maximización de la rentabilidad para los monopolios europeos y la acumulación de inmensas riquezas por medio de la explotación salvaje de la clase obrera, está distribuyendo pobreza, desigualdad y marginación y erosionando gravemente la posición de las familias de clase obrera y agravando los problemas de la clase obrera.
En estas condiciones, en los sectores marginados de la sociedad o en los estratos sociales con un bajo nivel de concienciación y experiencia política, pueden arraigar la extrema derecha y las ideas fascistas bajo un disfraz populista y demagógico. Hoy hay un terreno más fecundo para la creación y el crecimiento de tales grupos debido a la histeria anticomunista, al intento de escribir nuevamente la historia, al intento desvergonzado de borrar la enorme contribución de la URSS a la victoria sobre el fascismo y a la equiparación del comunismo con el nazismo y el fascismo. Vemos esto, por ejemplo, en el reconocimiento y la legitimidad concedida por los gobiernos de los países bálticos a los grupos fascistas locales, que colaboraron con la SS y los nazis, que se apoyaron en esos países durante la Segunda Guerra Mundial.
Fascismo, racismo y xenofobia son caras de la misma moneda. Nacidos del sistema capitalista, que crea, mantiene y alimenta estos grupos fascistas. Precisamente por esta razón consideramos hipócritas las supuestas inquietudes por el ascenso de la extrema derecha y las organizaciones paramilitares en Europa y rechazamos cualquier intento de equiparar la lucha de clases, las luchas de los trabajadores y el movimiento popular y la ideología comunista con ideologías extremistas como un intento inadmisible de instilar el miedo en el pueblo.
Nickolay Mladenov (PPE-DE). — (BG) Señor Presidente, Colegas, este día es un testimonio de que el Parlamento Europeo garantiza los derechos, no sólo de la mayoría, sino también de los que tienen diferente opinión. Porque si los nacionalistas de esta Cámara alcanzaran sus objetivos, ninguno de nosotros tendríamos el derecho a manifestar una opinión distinta, a diferencia de ellos, que han tenido hoy la oportunidad de manifestar la suya. Prevaleceremos sobre la intolerancia y el extremismo con argumentos en lugar de con emociones, con hechos en lugar de con ruido. Lamentablemente, cuando hablamos de hechos, no hay nadie para escucharlos. Es un hecho lamentable.
De todos modos, espero que nuestros defensores, nuestros votantes en los Estados miembros prestarán mucha atención a lo que también señaló el Comisario Fratini. En primer lugar, la intolerancia y el extremismo vienen del olvido del pasado. Debemos recordar el pasado y las dos graves dictaduras que sufrió Europa. Por consiguiente, apelo a la Comisión y a todos nosotros: recordemos la historia de Europa y demos más oportunidades a los programas de la Comisión Europea para financiar proyectos que conserven nuestra memoria. En segundo lugar, debemos recordar la participación de los ciudadanos en el proceso político.
Colegas, somos en parte culpables del nacionalismo y la xenofobia en Europa. Muchos de nosotros han empezado hablando como burócratas, no como políticos. Han olvidado el lenguaje que entienden los votantes para hablar el de las instituciones. Hagámonos fuertes en este debate para superar el problema, que afecta especialmente a los nuevos Estados miembros. Llamemos a los problemas por su nombre y afrontémoslos directamente cuando existan. Porque en general los partidos políticos ganan en las elecciones prometiendo una cosa y haciendo otra, y luego se sorprenden de que haya extremismos y gente disconforme. Es responsabilidad común de todos los diputados al Parlamento Europeo oponernos al extremismo y a la intolerancia que aumentan en el este de la Unión Europea, pues es peligroso para todos nosotros. Gracias.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). — (HU) Señor Presidente, no suele ser suficiente combatir el extremismo. Todos deben actuar contra las tendencias nacionalistas y extremistas que surgen en su propio país. En primer lugar, todos deben condenar a los nacionalistas extremistas y distanciarse de ellos de ellos en su propio país. Este es un requisito extremadamente importante, y este debate actual también demuestra que debe combatirse el extremismo con instrumentos directos e indirectos al mismo tiempo.
Los instrumentos directos deben usarse para castigar los discursos que incitan al odio. Hay algunos que se refieren a la libertad de expresión y afirman que no puede condenarse con los instrumentos del derecho penal, pero opino que todavía no hemos logrado el equilibrio adecuado. Las fuerzas democráticas deben dar ejemplo, especialmente el ala derecha, y el ala derecha democrática tiene la gran responsabilidad de distanciarse de los fenómenos de extrema derecha que están provocando insurrecciones en Europa.
Al mismo tiempo, algunos de mis compañeros diputados han hablado sobre el hecho de que también debemos reaccionar con instrumentos indirectos, pues el motivo de muchos incidentes extremistas es la incertidumbre social o la incertidumbre de la identidad nacional. Este debate actual es muy importante, y opino que el Comisario Frattini, la Agencia Europea de Derechos Fundamentales y el Parlamento Europeo deben vigilar de cerca todos los incidentes extremistas. Gracias por su atención.
Sophia in 't Veld (ALDE). — (NL) Señor Presidente, hay extremistas en todos los bandos, pero en los últimos años han estado dictando el tono y el contenido del programa político. Los partidos democráticos establecidos son demasiado lentos para distanciarse de los extremistas porque temen perder votos, y el resultado es una aceptación política soterrada del extremismo y la intolerancia.
Y hay algo más. Al racismo y el nacionalismo se suma también el extremismo contra las mujeres y los homosexuales, por ejemplo —algo de lo que no hemos hablado hoy— y esto a menudo se basa en creencias religiosas. Me horroriza ver partidos en el gobierno, con poder para gobernar, o partidos con representación parlamentaria —también en mi propio país— que promueven la discriminación contra las mujeres, los gays y las personas de otras religiones.
Por último, una palabra o dos que quizá sean controvertidas, señor Presidente. Con el debido respeto a lo que ha dicho señor Ryan, personalmente no soy muy partidaria de invitar aquí a los líderes de las principales religiones mundiales para que se dirijan a nuestra sesión plenaria, a menos que estén dispuestos a renunciar a sus criterios discriminatorios sobre mujeres y gays.
Jan Tadeusz Masiel (UEN). — (PL) Señor Presidente, una forma de combatir el extremismo y reducir el número de votantes de partidos extremistas es escuchar más atentamente a los ciudadanos en asuntos de importancia para ellos y analizar las causas que subyacen al extremismo.
Si los ciudadanos de Europa votan a partidos extremistas, significa, entre otras cosas, que una sección grande de la sociedad no cree que quienes detentan el poder les estén escuchando. No estoy defendiendo el extremismo, pero no viene de la nada. En Francia, Nicholas Sarkozy lo ha entendido. Al abordar cuestiones como la inmigración y la incorporación de Turquía sincera y valerosamente, ha logrado debilitar a los partidos extremistas. Alentaría a la Comisión Europea a que siguiera el ejemplo francés.
Adrian Severin (PSE). - Señor Presidente, un alcalde protesta contra los inmigrantes alegando que la inmigración es una fuente de inseguridad; otro alcalde declara su ciudad vetada a los extranjeros; un Jefe de Estado se refiere al Parlamento como una banda de forajidos, instiga a la gente a amotinarse contra los legisladores y glorifica una democracia sin oposición y sin partidos.
Hoy un grupo de diputados, con maneras de hooligans, ha hecho un llamamiento a la «democracia popular» directa que sustituiría las elecciones por referendos. Un prominente líder público expresa su apoyo a los grupos violentos que asaltaron el edificio del Parlamento de un Estado democrático pidiendo la revisión de los tratados de paz.
Muchos periodistas expresan a diario —aunque a veces con un vocabulario políticamente correcto— opiniones xenófobas, antiparlamentarias, antipluralistas, antigitanos, anti-islámicas, exclusivistas, intolerantes, discriminatorias y chauvinistas.
Un ministro pidió dinero a la Comisión Europea para concentrar una determinada comunidad étnica indeseable en los países más pobres de la Unión.
Todo eso son hechos que tienen lugar en la Unión Europea y que son cometidos por personas consideradas miembros democráticos de los partidos democráticos tradicionales. Hoy aquí condenamos a los partidos extremistas y a su organización. Esto sólo se debe a que son culpables de intolerancia y la intolerancia no se debe tolerar. Pero ¿qué hay de quienes la hacen posible? ¿Los populistas disfrazados de demócratas que, al debilitar las instituciones democráticas y relativizar el principio democrático, crean el entorno más favorable para los extremistas?
Si seguimos hablando solamente de los síntomas y de los culpables, permaneciendo pasivos o en silencio cuando se trata de las causas y de quienes las hacen posibles, pondremos en peligro nuestros valores. Esto no debe suceder.
Inger Segelström (PSE). — (SV) Señor Presidente, empezaré dando las gracias a todos los partidos por la resolución. Hoy ningún país de la UE está libre del extremismo de derechas, no siquiera mi país, Suecia. En las últimas elecciones locales de 2006, Sverigedemokraterna (Demócratas de Suecia) obtuvo escaños en dos tercios de los municipios. Cabe sospechar que sus siguientes objetivos son las elecciones al Parlamento Europeo de 2009 y las elecciones al Parlamento Sueco de 2010. Los parlamentarios suecos necesitamos ayuda para ponérselo más difícil, al igual que otros necesitan ayuda en sus países para frenar la difusión del extremismo de derechas, que está en aumento en toda Europa.
Europa necesita partidos democráticos cuyos programas lleguen a todos, no sólo a unos pocos. En las elecciones de 2006, el lema de los socialdemócratas suecos fue «Todos están incluidos», y adquiere aún más relevancia en este debate, ya que los partidos y grupos de los que estamos hablando tienen programas que no respetan valores fundamentales de la UE ni el valor igual de todos los seres humanos. Para mí, como miembro de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, el enfoque del asilo y la política de refugiados es totalmente decisivo. Los partidos de extrema derecha se oponen tanto a una Europa más abierta como al desarrollo de la UE.
En cambio preconizan naciones con fronteras cerradas. Es una amenaza que observo en Suecia y, como todos ustedes, en toda la UE. Quisiera un comentario más sobre la resolución. La propaganda que los grupos extremistas difunden entre los niños y los jóvenes adopta la forma de música del poder blanco. Los medios y las comunicaciones son la herramienta usada, y elude la escuela, la familia, la educación complementaria y nuestros valores políticos. Es importante que nosotros, como representantes electos, nos hagamos ahora cargo del debate. Debemos hacerlo desde ahora y seguir hasta las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Aplaudamos la resolución.
(Aplausos)
Kostas Botopoulos (PSE). — (EL) Señor Presidente, una amenaza pende sobre la democracia en Europa y dudo de que todos comprendan su importancia. Esta amenaza no es la propagación de ideas de extrema derecha, sino la transición de las ideas a los métodos de la extrema derecha. La aceptación, en otras palabras, de la fuerza bruta, como se ve en la actividad de las organizaciones paramilitares de extrema derecha.
Hay que hacer una importante distinción: por un lado, combatimos las ideas con las cuales no estamos de acuerdo. Las ideas que promueven el nacionalismo en Europa, y el racismo, la xenofobia, la opresión de las mujeres, la opresión de las minorías. Combatimos estas ideas con nuestras propias ideas y con nuestro esfuerzo para luchar contra las causas, las causas políticas, que pueden encontrarse sobre todo en el problema de la diversidad, en el hecho de que los ciudadanos europeos no aceptan la diversidad, no aceptan la política que la apoya y no aceptan la propia Europa.
Pero por otro lado estamos librando una batalla diferente, incluso con medios penales, contra la difusión de esas ideas mediante acciones que conducen a la violencia. Desde este punto de vista, creo que esta resolución conjunta muy bien equilibrada de todo los partidos democráticos del Parlamento es otro gran momento político para esta Cámara —especialmente después de lo que ha sucedido hoy— y estoy muy orgulloso de que esta resolución haya surgido de nuestro propio grupo, el Grupo Socialista.
Ana Maria Gomes (PSE). — (PT) El 6 de septiembre, unas veinte tumbas del cementerio judío de Lisboa fueron profanadas y marcadas con esvásticas pintadas en las lápidas. Los dos autores fueron detenidos. Son miembros del Frente Nacional, una organización de extrema derecha de cabezas rapadas portugueses abiertamente partidarios de la guerra racial y la acción violenta para asegurar la supremacía blanca. Este caso y otros, en particular la oleada de histeria antimusulmana en diversos países europeos y la violencia racista recientemente desencadenado contra la comunidad romaní en Italia, demuestran que la xenofobia y el racismo violento están entre nosotros, y no podemos permitirnos el lujo de minimizarlos.
En el caso portugués, las autoridades estuvieron inicialmente tentadas de quitar importancia al caso y declararon que el antisemitismo era contrario a la naturaleza supuestamente tolerante de la sociedad portuguesa. Pero la presencia de los Ministros de Justicia e Interior en el cementerio judío durante la ceremonia de purificación de los sepulcros y la publicidad que esta demostración de solidaridad obtuvo en los medios de comunicación portugueses son una lección para otros casos, en Portugal y en otros sitios. El extremismo en Europa sólo puede combatirse eficazmente si los representantes políticos y los medios de comunicación asumen sus responsabilidades difundiendo esta clase de delitos e identificándolos como ataques directos y básicos contra la esencia misma de la democracia, de Europa y de la humanidad.
Pierre Schapira (PSE). - Señor Presidente, Señorías, ante un tema tan preocupante como el aumento del extremismo en Europa, todas las instituciones europeas deben movilizarse, en efecto, para frenar el desarrollo de los movimientos de extrema derecha, tanto más peligrosos cuanto que los valores que transmiten van acompañados cada vez con más frecuencia de atentados a los derechos humanos respaldados por una ideología racista. ¡Una deriva como ésta en el seno mismo de la Unión es inaceptable!
En coherencia con el texto de la declaración escrita y la resolución del PSE presentados sobre este tema, la acción de la Comisión ha de ser, a mi entender, doble: una acción positiva, dirigida a buscar, en colaboración con los Estados miembros, las soluciones políticas y legales adecuadas, por un lado, para condenar las violaciones de los derechos humanos y, por otro, para llevar a cabo una acción preventiva, en especial dirigida a los jóvenes, a fin de sensibilizarlos en los valores fundamentales de la Unión. En segundo lugar, hay que comprometerse a garantizar que ningún fondo europeo pueda ser utilizado por ninguna institución u organismo que transmita valores o discursos que inciten a la violencia xenófoba y racista.
Quiero recordar, en concreto, el caso de Radio Maria en Polonia, que ha solicitado subvenciones europeas, a pesar de ser notoriamente conocido que sus posiciones no se ajustan a los principios de los derechos humanos. Aprovecho, pues, la presencia de la Comisión hoy para solicitar que no se conceda ningún crédito europeo a medios de comunicación que representen una plataforma para la difusión de ideas racistas, cuya repercusión sobre la población es grande y potencialmente muy peligrosa.
Franco Frattini, Miembro de la Comisión. − — (IT) Señor Presidente, Señorías, considero que el debate de hoy ha tenido un interés extraordinario —un interés extraordinario y también de un elevado nivel político— y, por consiguiente, quiero dar las gracias a todos los que han intervenido, incluidos los que han dicho cosas con las que no puedo estar de acuerdo. Algunos oradores han preguntado si es necesario o importante plantear este asunto ante esta Cámara; creo que ha sido muy importante.
Se ha planteado una cuestión de elevado contenido político: lograr un equilibrio entre el derecho a expresar libremente nuestro pensamiento, que es uno de los derechos que la Carta de Derechos Fundamentales reconoce, y otros derechos fundamentales como la dignidad de la persona humana, la igualdad y la no discriminación. Opino que quienes han planteado esta cuestión, adoptando el criterio de que la libertad de pensamiento autoriza a delinquir y a propagar valores contrarios a los derechos fundamentales de la persona, han distorsionado el verdadero significado de la libertad de pensamiento.
Siempre digo lo que pienso, aunque mis opiniones vayan en contra de quienes han intervenido antes de mí. Alguien ha afirmado que «si, en un referéndum, los ciudadanos votan en contra de la Carta de Derechos Fundamentales, esa será una manifestación de libertad». No estoy de acuerdo, porque convocar un referéndum contra la Carta de Derechos Fundamentales sería convocar un referéndum contra los ciudadanos, ya que esos ciudadanos son claramente los titulares y protagonistas de los derechos fundamentales que ahora debemos proteger. No es porque ese principio deba refutarse, sino porque quienes defienden los derechos fundamentales no son extremistas, mientras que quienes los infringen y refutan, los que desean afirmar el derecho a incitar a una muchedumbre o a un grupo de personas violentas a destruir sepulcros de judíos, son extremistas. Esa no es libertad de expresión, es violencia que debe erradicarse mediante políticas y debe ser castigado con los instrumentos de la ley. Estas son, en mi opinión, las dos medidas que Europa debe defender con insistencia inquebrantable.
No debemos quitarle importancia. No debemos pensar que un único suceso puede subestimarse porque sea un único suceso; si ese único suceso es un síntoma de racismo e intolerancia, de un escarnio profundo de los valores humanos, también debemos preocuparnos por ese único suceso, por ese único acto de violencia.
Muchos de ustedes han planteado otra cuestión muy importante: ¿puede tolerarse la difusión de mensajes racistas por parte de las fuerzas políticas en nombre de la libre expresión del pensamiento político? Dado que son elegidos por los ciudadanos, creo que los políticos tienen una responsabilidad especial y no deben incitar a las masas contra otros ciudadanos u otras personas por un sentido de la responsabilidad personal.
En mi opinión, es difícil, y lo digo francamente, usar los instrumentos de la ley, la policía o los servicios secretos para emprender una investigación de gran alcance de este o aquel partido. Pero, cuando este o aquel partido afirma públicamente que su intención es restaurar la supremacía racial, esto no es la libre expresión de un pensamiento, sino un ataque contra los cimientos profundamente arraigados de Europa. Estas razones justifican la acción represiva, y no se puede hablar de censura ni de ataque contra la libertad de expresión.
Defenderé el derecho de los que no están de acuerdo conmigo a decir lo que quieran decir, pero no puedo defender el derecho de los que no están de acuerdo conmigo a incitar a las masas o a otras personas a que ataquen, hieran y maten. Esto no es en absoluto libre expresión del pensamiento.
Por eso la publicación de hoy es clave, y utilizaré argumentos similares en el debate de la forma atroz de extremismo que representa el terrorismo, porque sin duda no podemos hacer una distinción entre el mensaje de odio racial y el mensaje de los que consideran que asesinar personas en ataques terroristas es una respuesta posible a los problemas de la sociedad. Son asuntos que —en mi opinión, mediante la educación y la prevención, el fomento de la tolerancia y el uso de los instrumentos de ley y la represión— deben afrontarse a escala europea. Sólo podremos estar satisfechos cuando tengamos la seguridad de que en Europa no hay lugar para racistas, intolerantes y terroristas.
Presidente. − He recibido cinco propuestas de resolución(1) de acuerdo con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento del PE.
Se cierra el debate.
La votación se celebrará el jueves 13 de diciembre de 2007.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Glyn Ford (PSE), por escrito. – Votaré en favor de esta resolución con un cierto grado de reticencia. Cubre un asunto importante en el que he estado trabajando en esta Cámara desde que fui elegido por primera vez en 1984, cuando tuve el honor de presidir la Comisión de investigación del Parlamento sobre el aumento del racismo y del fascismo en Europa.
Mi preocupación es que esta resolución es tan débil que hoy pueden votar en su favor, y firmarla, personas que en los ochenta eran miembros de partidos neofascistas como el Movimento Sociale Italiano. Sobre esta base, tiene que ser forzosamente deficiente.
Lívia Járóka (PPE-DE), por escrito. — (HU) Los movimientos extremistas que están cobrando fuerza en toda Europa nos preocupan gravemente, ya que sus actividades políticas se basan en incitar al odio contra los grupos más vulnerables de la sociedad y predican la intolerancia y la exclusión social. Tales ideas son incompatibles con los valores europeos, la dignidad humana, la igualdad de derechos y las libertades fundamentales contenidos en los tratados fundacionales de la Unión, y con los principios básicos formulados en la Carta de Derechos Fundamentales, proclamada este mismo día. Tales movimientos y las opiniones que expresan son capaces de generar temor entre las minorías y entre la mayoría democrática de los ciudadanos que respetan la ley. Debido al mayor interés de los medio de comunicación por los grupos extremistas, las falsas generalizaciones y las verdades a medias deformadas que se expresan más ampliamente que antes no sólo son inadmisibles, sino extremadamente peligrosas, ya que fortalecen incidentes de prejuicios y discriminación negativa y además impiden la resolución de problemas sociales.
Quisiera recordarles en especial los incidentes antigitanos, que también son cada vez más frecuentes. Hay más de diez millones de gitanos en Europa, y forman la minoría étnica mayor y al mismo tiempo más vulnerable e indefensa de Europa, y su situación no ha mejorado en los últimos años, sino que en muchas áreas se ha deteriorado claramente. Es responsabilidad conjunta de la Unión Europea y las organizaciones civiles encontrar una solución a los problemas de desempleo y pobreza abyecta y poner fin a la segregación residencial y educativa de los gitanos. Resolver estos problemas es ahora el problema de minorías más urgente para la Unión Europea.
Magda Kósáné Kovács (PSE), por escrito. — (HU) Los partidos extremistas que obtienen escaños en muchos Estados miembros de la Unión y temporalmente hasta en el PE no pueden llegar a ser aceptables en la política europea. Su supresión es asunto de toda la sociedad de la Comunidad Europea, aunque sepamos que ciudadanos que, por otra parte, exigen democracia y derechos humanos, ocultan día tras día el racismo y la xenofobia.
Jóvenes para quienes, no sólo el Holocausto, sino también la caída del Muro de Berlín son historia, están expuestos a un riesgo particularmente alto. La Europa sin fronteras sobreestima la conciencia de pertenecer a una nación, y es fácil instilar las peores ideas. Hasta el presente, la legislación europea ha seguido las medidas nacionales; no va más allá y no señala el camino. Pero el problema no sólo exige respuestas políticas o legales, y la acción no sólo debe aparecer en nuestros objetivos, sino también en las respuestas de las organizaciones civiles y las iglesias que profesan los valores europeos y que intervienen en la vida pública.
Así, el Papa Juan Pablo II habló claramente muchas veces contra el racismo y la xenofobia y consideró que la tarea de la religión era estar al servicio de la verdad, de la paz entre los hombres, del perdón, de la vida y del amor: en otras palabras, todos los valores que estos grupos radicales no representan, o que representan sólo en un sentido extremo.
Quisiera pedir al Presidente de PE y a los miembros de la Comisión, durante el diálogo que ha de mantenerse con las iglesias, que pida a éstas que actúen contra los extremistas y les retiren cualquier gesto de apoyo.
Katalin Lévai (PSE), por escrito. — (HU) Señor Presidente, Señorías, las ideas y organizaciones extremistas se han convertido en fenómenos alarmantes en nuestras vidas cotidianas, y podemos verlas en todas partes, casi sin excepción. La idea básica de los padres de la integración europea era la libertad de pensamiento y opinión. Hoy, estos son nuestros valores fundamentales. La auténtica democracia también garantiza la libertad de expresión, que no puede, sin embargo, conducir a cualquier alteración o poner en duda la paz, la vida y la existencia; pero, en efecto, hoy hemos llegado a eso. Ni podemos tolerar las ideas que antes incitaron a que el Holocausto y el odio entre las naciones y los pueblos tuviesen un foro y unas organizaciones. En muchos lugares la extrema derecha busca y encuentra uno de las fuentes para resolver los problemas sociales que tenemos ante nosotros en la segregación y la incitación al odio, en lugar de en la conciliación y la integración social. La Unión Europea, como garante genuino de los derechos humanos y la protección humanitaria, debe hacer todo lo posible para que estas ideas y organizaciones retrocedan e incluso desaparezcan de nuestras vidas cotidianas si su agresividad, que perturba la vida social saludable, así lo exige.
También recomiendo que la Unión dedique más espacio a la información en sus actividades de comunicación. Lamentablemente, importantes capas de la población, debido sobre todo a la ignorancia, son sensibles a las manifestaciones extremistas y populistas. La generación joven es la que corre un riesgo mayor, ya que no ha tenido los medios para obtener la experiencia histórica pertinente para encontrar la dirección correcta. Nuestra tarea es ayudarles en esta labor. Si nos rendimos, debilitaremos los cimientos de nuestro futuro.
Daciana Octavia Sârbu (PSE), por escrito. — (RO) La Unión Europea debe luchar contra cualquier tipo de extremismo, ya que esta actividad es contraria a los principios de libertad, democracia y respeto de los derechos humanos en los que se basa la Unión. Por este motivo, las acciones dirigidas contra el extremismo y el terrorismo no deben afectar a los derechos fundamentales de los ciudadanos en ningún lugar de Europa. Los movimientos extremistas de grupos paramilitares, el ultranacionalismo, la xenofobia, las llamadas a la violencia y los conflictos locales étnicos y religiosos amenazan la estabilidad de la Unión Europea, caracterizada por la rica diversidad cultural y tradicional de sus Estados miembros. Éstos deben aunar esfuerzos para luchar contra las acciones extremistas e identificar a los instigadores y organizadores de tales acciones. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea también desempeñará un papel importante en la prevención del racismo y la xenofobia para garantizar así un clima de seguridad en el territorio de la Unión.
El diálogo, la educación y la información pública sobre las cuestiones relacionadas con el fomento de la tolerancia y la lucha contra el racismo son elementos importantes que contribuyen a la difusión de los principios de la libertad y la democracia. Los Estados miembros también deben cooperar y desplegar esfuerzos para integrar a los marginados sociales y etnoculturales, para que la lucha contra la discriminación y la incitación a la violencia aseguren la armonía étnica y política dentro de la Unión Europea.
13. Montenegro - Acuerdo de Estabilización y Asociación CE/ Montenegro (debate)
Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate conjunto sobre lo siguiente:
– la declaración de la Comisión sobre Montenegro,
– la recomendación de Marcello Vernola en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores sobre la propuesta de Decisión del Consejo y de la Comisión relativa a la celebración del Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, por una parte, y la República de Montenegro, por otra (COM(2007)0350 – C6 0463/2007 – 2007/0123(AVC)) (A6-0498/2007)).
Olli Rehn, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, deseo dar las gracias al señor Vernola por este sólido informe, que se va a adoptar en una etapa muy crucial de nuestras relaciones con Montenegro.
Quiero empezar por comentar la perspectiva europea respecto a los Balcanes Occidentales. La reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE, el lunes, reafirmó que el futuro de los Balcanes Occidentales está en la Unión Europea. Prueba de ello es que, en los dos últimos meses, hemos firmado un Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA) con Montenegro y hemos suscrito sendos AEA con Serbia y con Bosnia y Herzegovina.
Quiero agradecer a la Presidencia portuguesa su importante contribución a estos pasos alentadores. Espero que pronto podamos firmar los dos últimos acuerdos, una vez que estos dos países hayan cumplido las condiciones.
Montenegro ha hecho buenos progresos desde su independencia, como el desarrollo de unas relaciones más fluidas y efectivas con Serbia. Naturalmente, se dio un paso decisivo en el viaje de Montenegro hacia Europa el 15 de octubre de este año, cuando firmamos con ellos el AEA. Celebro la ratificación unánime del AEA por parte del Parlamento montenegrino poco después. El AEA proporciona un marco estable para el desarrollo económico, político e institucional en Montenegro y supone un avance significativo en el camino hacia la integración del país en Europa, siempre que el Acuerdo se aplique adecuadamente.
En cuanto a otro acontecimiento positivo, celebro también la adopción de la Constitución de Montenegro pocos días después de la firma del AEA. La nueva Constitución que, a grandes rasgos, está en consonancia con las normas europeas, ayuda a reforzar las instituciones democráticas del país. Su plena aplicación requerirá nuevos esfuerzos y determinación.
El informe provisional periódico de la Comisión, adoptado el 6 de noviembre, resalta estos hechos positivos. Felicita a Montenegro por establecer el marco legal e institucional necesario tras la independencia. También subraya los progresos logrados por Montenegro en su preparación para la aplicación del AEA y el reforzamiento de su capacidad administrativa. Nuestro informe provisional también señala ciertos retos importantes a los que Montenegro se enfrentará en los próximos años. Por ejemplo, la capacidad administrativa de Montenegro sigue siendo bastante débil, por lo que habrá que continuar con las reformas administrativas a todos los niveles. En la lucha contra la corrupción, se requieren medidas urgentes para lograr resultados concretos y tangibles. El blanqueo de dinero y la delincuencia organizada siguen siendo aspectos preocupantes. También éstos aparecen resaltados, y con razón, en su informe.
La nueva Constitución aumenta la independencia del sistema judicial al crear un nuevo cuerpo constitucional, el Consejo Judicial, que tiene a su cargo el nombramiento y la destitución de los jueces. El Gobierno también ha adoptado una estrategia de reforma judicial para el período 2007-2012. Su aplicación será, desde luego, un reto importante, pero está claro que Montenegro necesita garantizar la independencia, la responsabilidad y la profesionalidad de sus jueces y fiscales.
Montenegro participa activamente en la cooperación regional. Tiene buenas relaciones con sus vecinos. La mayoría de las cuestiones con Serbia tras la independencia han sido resueltas. Montenegro también ha adoptado una actitud constructiva respecto al asunto del estatuto de Kosovo, sumándose a la postura de la UE.
Ahora hay que centrarse en la aplicación plena del acuerdo interino sobre preparativos para todo el AEA, así como en las recomendaciones de la asociación europea. Montenegro necesita construir un historial sólido de aplicación y de reformas. Ha empezado con muy buen pie en el proceso de estabilización y asociación y espero que el país aproveche esta inercia positiva.
Esperamos con mucho interés poder colaborar aún más estrechamente con el Gobierno de Montenegro, su Parlamento y demás instituciones, así como con la sociedad civil del país, en su agenda de reforma europea. Me complace informarles de que la nueva delegación de la Comisión ha estado en funcionamiento desde el 1 de noviembre y se está preparando para hacerse cargo del trabajo realizado por la Agencia Europea de Reconstrucción, a su debido tiempo según los planes. Está previsto que Montenegro reciba cerca de 100 millones de euros a través del instrumento de preadhesión durante el período de los próximos tres años, hasta 2009. Estos fondos ayudarán a Montenegro en áreas tales como el Estado de derecho, el fortalecimiento de la capacidad administrativa y la aplicación del AEA. El desarrollo económico y social y el desarrollo de la sociedad civil serán, sin duda, otra prioridad. Así que confío en poder contar con el apoyo firme del Parlamento Europeo que, como siempre, es crucial.
Bernd Posselt (PPE-DE). — (DE) Señor Presidente, esto se anunció como un debate o como declaraciones del Consejo y la Comisión. Sólo quería preguntar en qué posición se encuentra el Consejo y si al menos estará representado nuevamente en el turno de preguntas al Consejo o incluso en el curso de esto debate.
Presidente. − Los servicios me informan de que el debate se celebra así por decisión de la Conferencia de Presidentes, pues el Consejo está ocupado con los preparativos de la reunión del Consejo en Lisboa de mañana.
Marcello Vernola, ponente. − (IT) Señor Presidente, Señorías, ahora se acepta que el futuro de los países Balcánicos reside en Europa, postura confirmada por el Consejo Europeo de Salónica de 2003 y respaldada por nosotros en esta Cámara en varias ocasiones, lo que pone punto final a cualquier nuevo debate sobre el particular.
Montenegro está indudablemente en primera posición para la incorporación a la Unión Europea, como demuestran los hechos: después de la independencia de la unión con Serbia en 2006, declarada democráticamente después de un referéndum correcto y debidamente acordada con el Gobierno serbio, las negociaciones para el Acuerdo de Estabilización y Asociación del país se reabrieron y se concluyeron en el plazo de poco más de dos meses. Los acuerdos se iniciaron el 15 de marzo de 2007 pero, lamentablemente, algunos problemas técnicos que surgieron frenaron el progreso, aunque el final está ahora a la vista. El Comisario acaba de anunciar que ya se ha abierto una oficina en Podgorica —como habíamos recomendado— y que todo está listo para la ratificación del acuerdo.
El progreso de Montenegro durante el año pasado, los compromisos que ha adquirido ante la Comunidad Europea y el trabajo de reforma en curso, incluso en los últimos días, nos impulsan a respaldar sin vacilación la opinión favorable sobre la conclusión del acuerdo. Pero, por supuesto, esto no es la meta final, sino sólo un punto de partida.
Montenegro debe ahora centrarse en aplicar todas las medidas necesarias para completar el proceso de reforma que está que ya está en marcha y así cumplir los compromisos adquiridos en virtud del Acuerdo de Estabilización y Asociación. Desde este punto de vista, debemos señalar el buen clima de cooperación entre el Parlamento Europeo y el Parlamento de Montenegro, con el que nos hemos reunido en varias ocasiones y por el cual nos darán la bienvenida la próxima semana en Podgorica. Montenegro tiene todo lo que necesita para conducir velozmente este proceso hasta su conclusión a partir de su estatuto de candidato a la incorporación.
La economía de Montenegro ha seguido creciendo en los últimos años y eso ha contribuido a atraer una enorme inversión extranjera, en parte como resultado de políticas fiscales favorables a las empresas. Como resultado, el desempleo ha descendido bruscamente desde un 33 % hasta un 12 %.
Hace algunos meses, se adoptó la nueva Carta Constitucional, un signo claro de la medida en que el país está fortaleciendo las prerrogativas democráticas que lo señalan en la región balcánica. Las autoridades de Montenegro están trabajando rápidamente para adaptarse a las normas europeas. Las noticias más recientes nos han llevado a presentar cinco enmiendas para tener en cuenta estas últimas novedades.
En los últimos días se ha firmado un acuerdo de cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia para regular la asistencia técnica respecto a ese Tribunal. Debemos tener presente que la cooperación incondicional con el tribunal ad hoc de La Haya es de importancia crucial para todos los estados que surjan de la división de Yugoslavia. También debemos tener presente que Montenegro nunca ha eludido sus obligaciones internacionales y que en verdad siempre se le ha elogiado por su cooperación eficaz con las autoridades legales y extranjeras.
Montenegro tiene que realizar más esfuerzos para combatir y poner fin a la delincuencia organizada en el tráfico transfronterizo ilegal. El Parlamento Europeo también considera que la corrupción en la administración pública y el poder judicial debe ser combatida; el país está respondiendo positivamente a las autoridades europeas, y los indicios de esta actitud se aprecian en la nueva Constitución, que introduce mecanismos para proteger la autonomía y la independencia del poder judicial.
La capacidad de la clase dirigente también se desarrollará mediante la participación en los programas de hermanamiento de la Comunidad y los intercambios con los Estados miembros. Algunos de estos programas fomentarán el desarrollo de jóvenes e investigadores. La promoción de la libre circulación de personas, en particular de estudiantes e investigadores, es una meta que se está persiguiendo, entre otras formas, simplificando el procedimiento de emisión de visados de para estancias cortas, para lo cual se han firmado acuerdos especiales con la Unión Europea en el mes de septiembre pasado; la meta final es la liberalización completa de los visados para hacer efectiva la libertad de movimiento, otro punto importante del Acuerdo de Estabilización y Asociación, y para abrir canales que fomenten el crecimiento y la educación. Consideramos que debe favorecerse la proliferación de organismos culturales, por ejemplo fomentando el sector del voluntariado y protegiendo a los representantes de la sociedad civil. Debe garantizarse la libertad del pensamiento, al igual que el derecho a la información.
El medio ambiente merece una mención especial: la Constitución anterior definió Montenegro como una república ecológica, y es la primera del mundo en definirse de ese modo. La naturaleza ha sido generosa con el país, desde el hermoso litoral hasta la bahía natural de Kotor y el macizo montañoso de Durmitor, que forman parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Ese patrimonio debe ser protegido mediante una legislación específica que en muchos casos ya figura en su normativa, pero que no se aplica estrictamente, a menudo por falta de recursos financieros.
El país obtiene considerables ingresos del turismo, pero lamentablemente el propio turismo puede afectar adversamente al medio ambiente, pues las instalaciones disponibles no cuentan con sistemas apropiados para regular la gran afluencia de turistas desde un punto de vista ecológico. Por este motivo hemos pedido en otro foro al Comisario Rehn que dirija la atención de la Comisión hacia el fomento de políticas ambientales, especialmente en lo relativo a las fuentes de energía renovables, la gestión de los residuos y del agua y la protección costera. Montenegro es consciente del problema y sigue trabajando para la correcta gestión de los recursos naturales. Recientemente se ha aprobado el plan espacial que regula las obras de construcción para no degradar el paisaje costero.
Doris Pack, en nombre del Grupo PPE-DE. — (DE) Señor Presidente, en nombre del Grupo PPE-DE, recibo con la natural satisfacción el progreso que Montenegro ha hecho desde su declaración de independencia y que tan rápidamente ha conducido a la conclusión del Acuerdo de Estabilización y Asociación.
Los montenegrinos, desde luego, no deben quedarse sentados y relajarse ahora, sino aplicar en su totalidad el acuerdo que han firmado. Deben seguir las directrices que se han fijado a sí mismos y permitir que su administración aplique la legislación sancionada. Deben garantizar que el sistema judicial trabaje en buenas condiciones y que se adopten medidas para combatir la corrupción, especialmente en la administración y el poder judicial.
Soy muy consciente de que la situación particular que prevaleció en la región durante el decenio de 1990 permitió que la corrupción se afianzara, y hoy es muy difícil erradicarla, pero no favorece la reputación de Montenegro entre los países de la Unión Europea que su nombre siga asociado con el contrabando, la corrupción y el blanqueo de dinero. Los políticos montenegrinos deben hacer cuanto esté en su poder por cambiar esa imagen. Al fin y al cabo, se supone que en algún momento, el pueblo de la Unión Europea acogerá a Montenegro en su redil. Por ello es imperativo que el desarrollo de la democracia y la economía de mercado en Montenegro tenga lugar en un marco verdaderamente transparente.
No me propongo debatir todos los puntos que se han planteado hoy o que van a plantearse, ni hablaré de todo lo que contiene nuestra resolución. Pero sí quisiera recalcar que el paisaje de Montenegro es una joya y que hacen falta medidas especiales para conservar sus características únicas. Esto significa, como ha dicho Marcello Vernola, que la cláusula de la nueva Constitución por la que se declara que Montenegro es un Estado ecológico no debe quedarse en una promesa vacía. Hay que proteger el litoral y el interior e impedir los proyectos de inversión megalíticos. Deben conservarse las características naturales y los lugares de interés cultural e histórico para conseguir que Montenegro no destruya su atractivo turístico único. En Europa occidental hay ejemplos de tal destrucción suficientes para recomendar prudencia.
Hay que evitar el saldo de la costa y el interior y poner en el orden del día el desarrollo sensato del turismo y el uso prudente del suelo. Hay una necesidad urgente de evitar el desarrollo excesivo de la costa y de frenar la especulación del suelo y urbanística. Me complace señalar que parece que ya hay un plan de uso del suelo para la zona.. Aplaudo la colaboración con el TPIY, el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, y espero que en algún momento pueda conducir a la detención del señor Karadžić.
También deseo ardientemente ver que Montenegro crea por fin el organismo nacional necesario para que el país permita a sus estudiantes y aprendices participar en los programas educativos Erasmus y Leonardo.
La próxima semana nos reuniremos con una delegación de nuestros homólogos del Parlamento de Montenegro, y les alentaremos a que apoyen a su gobierno en su esfuerzo por seguir el camino de la convergencia con la Unión Europea y por combatir todo los abusos a los que nos hemos referido.
Vural Öger, en nombre del Grupo PSE. — (DE) Señor Presidente, en la cumbre de la UE en Salónica de junio de 2003, los jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron su apoyo al desarrollo de una perspectiva europea en los Balcanes occidentales, donde Montenegro es el más reciente Estado sucesor de la antigua Yugoslavia, que declaró su independencia de Serbia en 2006.
Desde entonces, sus relaciones con la Unión Europea se han hecho cada vez más cercanas, y Montenegro ha decidido claramente seguir la dirección europea. Me satisface en particular la conclusión del Acuerdo de Estabilización y Asociación el 18 de octubre, que marca un hito en las relaciones entre Montenegro y la UE. Aporta numerosos beneficios a ese pequeño país balcánico, en particular en negocios y comercio, pues crea una zona de libre comercio y facilita la inversión y la cooperación empresarial.
El 19 de octubre de 2007, poco más de un año después de la declaración de independencia, se alcanzó otro objetivo importante cuando el Parlamento de Montenegro adoptó la primera Constitución del país, que desempeñará un papel particularmente importante en la conformación de la identidad de esta joven nación. Establece Montenegro como Estado democrático, liberal y ecologista basado en el imperio de la ley. Esto es un gran éxito. Montenegro todavía tiene mucho camino por recorrer para lograr la incorporación a la UE, pero están desmantelándose poco a poco los obstáculos que quedan.
Hay todavía una necesidad especial de avanzar en la lucha contra la economía informal y la corrupción. El funcionamiento de un sistema judicial libre e independiente, la cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y, sobre todo, los procesos de reforma en las esferas de la democratización, los derechos humanos y la protección de las minorías son imprescindibles para Montenegro y para su futuro en la UE. La prioridad inicial debe ser la aplicación eficaz de las reformas prescritas en el Acuerdo de Estabilización y Asociación.
El 1 de enero de 2008, Eslovenia, otro de los estados surgidos de la antigua Yugoslavia, ocupará la Presidencia del Consejo de la UE. Es gratificante que una de las prioridades de la presidencia eslovena sean los Balcanes occidentales. La seguridad y estabilidad de los Balcanes occidentales tienen un interés primordial para la propia región y para toda Europa.
Un Montenegro democrático y estable puede y debe desempeñar un importante papel en la búsqueda de estos objetivos. Permítanme concluir recalcando que la expectativa de Montenegro de incorporarse a la UE algún día, aunque en un futuro distante, es el principal generador de nuevos procesos de reforma. Desde el Parlamento Europeo debemos apoyar a Montenegro en su camino hacia la UE.
Jelko Kacin, en nombre del Grupo ALDE. — (SL) Hace más de cien años Montenegro era un reino en el mapa político de Europa. Era reconocido y valorado cultural y políticamente.
Parte de la costa, la bahía de Kotor, formaba parte del Imperio Austrohúngaro, y en ese momento también proporcionaba acceso al mar junto con la actual Herzegovina. Montenegro fue parte de la Europa moderna, y ahora se está preparando para la cooperación total y la incorporación a la Unión Europea.
Desde mayo de 2006, cuando se convirtió en un nuevo país europeo, Montenegro ha logrado avances alentadores en la aplicación del programa europeo. Merece una sincera enhorabuena por la firma del Acuerdo de Estabilidad y Asociación y por las nuevas leyes adoptadas en octubre. Podgorica también merece reconocimiento por su cooperación con el Tribunal de La Haya y por su función positiva y su contribución a la estabilidad de la región a largo plazo.
Sin embargo, a partir de hoy, nuestra Unión Europea será diferente, ya que hace unas pocas horas hemos presenciado en esta misma Cámara un acontecimiento histórico de la máxima importancia: la firma de la Carta de Derechos Fundamentales. Los ciudadanos de Montenegro también merecen más democracia, más respeto, más diversidad y más seguridad jurídica. Las principales dificultades para este joven país están asociadas con la lucha contra la delincuencia organizada y la corrupción, que es donde más debe y puede hacerse. Quisiera pedir a las autoridades competentes que tomen más la iniciativa en la lucha contra corrupción, la delincuencia organizada y el tráfico de personas, armas y drogas.
En este contexto, recibo con satisfacción la firma del marco legislativo. Sin embargo, quisiera recalcar que la aplicación de la legislación en la práctica es un proceso que también requiere recursos administrativos y políticos suficientes. Estoy todavía muy preocupado por la falta de transparencia y de cultura política de las estructuras políticas y económicas. Esto está impidiendo a Montenegro el desarrollo de una sociedad democrática y de un mercado libre.
Montenegro debe hacer más en cuanto a la libertad, la pluralidad y la profesionalidad de los medios de comunicación. Debe llevar a cabo por completo las reformas adoptadas y asegurar la independencia de la radio y la televisión de Montenegro.
Lamento que todavía no haya arrojado ningún resultado la investigación del caso del periodista asesinado Duško Jovanović, que estaba publicando una serie de artículos sobre la delincuencia organizada en Montenegro.
Periodistas y sociedad civil desempeñan un papel importante en el desarrollo de la democracia, en particular cuando llaman la atención hacia problemas sociales delicados. Por consiguiente, pediría al Gobierno que sea más diligente en la solución de estos problemas y que incluya y consulte a la sociedad civil y le proporcione mejores condiciones para actuar.
Gisela Kallenbach, en nombre del Grupo Verts/ALE. — (DE) Señor Presidente, permítame expresar mi más sincero agradecimiento al señor Vernola por su informe y por la cooperación mostrada con la Comisión de Asuntos Exteriores. Pero quiero felicitar aún más efusivamente a nuestros homólogos montenegrinos y a la Comisión, que una vez más han demostrado que una perspectiva europea impulsa el desarrollo de la democracia, el imperio de la ley y la estabilidad.
Pero opino que el proceso está avanzando demasiado despacio. Por este motivo insto a ambas partes, empezando por nosotros, las instituciones europeas, a recordar que Montenegro, y en realidad todos los Balcanes occidentales, forman parte de Europa. Va en nuestro propio interés que prevalezcan allí una paz y una democracia duraderas. Debemos profundizar en nuestro compromiso con toda la región. Nuestra propuesta de un programa específico para una estrecha asociación económica y medioambiental con los Balcanes occidentales debe ser adoptada. Hemos de suprimir los requisitos de visado cuanto antes.
Pido a Montenegro que se asegure de que los informes sobre los progresos realizados no digan, como han dicho durante años, que el esfuerzo puesto en la lucha contra la corrupción, contra la delincuencia organizada y contra la incapacidad de las instituciones públicas es insuficiente. Debe redoblar sus esfuerzos para poner los valores europeos en práctica. Esto incluye una atmósfera de apertura en la que de verdad pueda prosperar la actividad de la sociedad civil y en la cual la libertad sin restricciones de los medios de comunicación sea cosa hecha.
Por último, debe adoptar una función más destacada como agente constructivo en toda la región y en el esfuerzo por resolver el problema del estatuto de Kosovo. Quizá también puede replantearse algunos de los pasos que han conducido a la dependencia de países de fuera de Europa en ciertas áreas. Tales pasos incluyen tanto la firma del acuerdo de inmunidad bilateral con Estados Unidos como la legislación que permite la especulación malsana del suelo y la propiedad inmobiliaria, que socava los esfuerzos de protección del medio ambiente e impide el desarrollo sostenible de la asombrosamente bella región litoral de Montenegro.
La adopción reciente de los objetivos de planificación del de uso del suelo es un paso importante. Una vez más, manifiesto mi enhorabuena y mi estímulo para que continúe el progreso hacia la incorporación a la Unión Europea.
Helmuth Markov, en nombre del Grupo GUE/NGL. — (DE) Señor Presidente, Comisario, en 1918, Montenegro, que era independiente, adoptó voluntariamente la decisión de unirse a los estados vecinos de Serbia, Croacia, Bosnia Herzegovina y Eslovenia. Después de la división de Yugoslavia, el electorado montenegrino decidió democráticamente en 2006 que no deseaba que Montenegro siguiese unido a Serbia. Montenegro se convirtió así en el 49º estado independiente de Europa, un estado cuya población es mayoritariamente eslava, excepto en las regiones que lindan con Albania y Kosovo, donde predominan los albaneses.
En cuanto a la política diaria, es importante que Montenegro no se convierta en un refugio para extranjeros que quieren pagar menos impuesto y lavar unas ganancias mal conseguidas. Montenegro debe encontrar soluciones al problema de la contaminación ambiental y a la difícil situación de los refugiados a largo plazo de Serbia y Kosovo.
Los ferrocarriles deben ponerse de nuevo en servicio, y el contrabando debe combatirse. Mi grupo aplaude que la Comisión de Asuntos Exteriores haya adoptado nuestras enmiendas sobre las condiciones de vida y de trabajo de los refugiados. Quienes no son actualmente ciudadanos de ningún país no deben seguir siendo apátridas indefinidamente, y Montenegro debe seguir la orientación sobre el particular definida por el Consejo de Europa.
También se ha adoptado nuestra propuesta sobre la reanudación del servicio ferroviario hasta Nikšić, en la frontera bosnia, y hasta Shkodër, en Albania. Hay que adoptar medidas urgentes para poner fin al descuido del enlace ferroviario norte-sur y para corregir el desajuste causado por la decisión de depender totalmente de automóviles, autobuses y camiones.
También saludamos con satisfacción que el ponente no haya repetido la petición que hizo en su informe anterior en el sentido de que Montenegro se incorpore rápidamente a la OTAN. La incorporación a la OTAN no debe imponerse como condición para la futura incorporación a la UE.
Es también una buena noticia que este informe no repita la exigencia de que Montenegro persiga un tipo de política económica neoliberal que iría aún más allá de lo que ya tenemos en la Unión Europea. Montenegro tiene la oportunidad de convertirse en Estado miembro de la UE. Esto no sólo es importante para Montenegro, sino también para los otros estados de la antigua Yugoslavia que aspiran a la incorporación.
Bastiaan Belder , en nombre del Grupo IND/DEM. — (NL) Señor Presidente, el ponente señor Vernola plantea correctamente que el futuro de Montenegro está en la Unión Europea. Pero el camino hacia la integración europea no es un camino de rosas. Hay motivo de alarma ante la forma en que está evolucionando el estado balcánico en ciernes. Montenegro puede en teoría ser espléndidamente «verde» y desarrollarse de una manera ideal, pero Podgorica tiene que mantener esto a largo plazo. Y las prácticas actuales parecen estar sólidamente arraigadas.
Un peligro, por ejemplo, es la explosión inestable de los precios de la vivienda en la «costa de oro» que rodea Kotor. Además, el rápido crecimiento de la construcción, a veces ilegal, está sometiendo a una presión excesiva el agua y los sistemas de alcantarillado del país. El señor Vernola menciona esto, pero no con la energía que exige un problema tan grave.
El enorme potencial de crecimiento del turismo en Montenegro tiene su lado oscuro. Mientras que la costa Adriática del diminuto Estado experimenta un desarrollo explosivo, el desempleo en el norte supera el 20 % y la pobreza está por encima de la media nacional.
Y la herencia de la guerra es todavía evidente. Las infraestructuras son mínimas, y en algunas localidades la población tiene que soportar la escasez de agua y electricidad. Los montenegrinos todavía no están invirtiendo de forma productiva en una economía con un futuro sólido. Con miras al desarrollo, con miras a la incorporación a Europa, Montenegro necesita una estrategia de crecimiento elaborada detenidamente para el conjunto del país. No debe haber ninguna acción descuidada para crear una nueva «costa de oro europea».
PRESIDE: EDWARD McMILLAN-SCOTT Vicepresidente
Alojz Peterle (PPE-DE). — (SL) Me complace apoyar el consentimiento dado a la conclusión del Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la Unión Europea y Montenegro, que es uno de los hechos importantes y positivos ocurridos en la Europa sudoriental en los últimos meses. Este Acuerdo es el reconocimiento del trabajo que Montenegro ha hecho, y al mismo tiempo una obligación contractual para seguir avanzando hacia la plena incorporación en el espíritu de la perspectiva de Salónica.
El Acuerdo establece claramente las prioridades clave en los campos político y económico y en otros. En este sentido, recibo con satisfacción la relación clara del acuerdo con las prioridades de desarrollo en el campo del turismo, la protección del medio ambiente, el transporte y la producción de energía. Todas estas prioridades están estrechamente entrelazadas, y por tanto es también importante que Montenegro lleve a cabo o provoque la reforma administrativa mediante la cual podrá garantizar el desarrollo rápido y el cumplimiento de las condiciones necesarias para adquirir el estatuto de candidato. Deseo sinceramente que Montenegro salga adelante, pues la aplicación, como han subrayado quienes han intervenido antes de mí, depende de ello.
Estoy convencido de que con la presidencia eslovena, la Unión Europea observará todos los progresos realizados por Montenegro en el cumplimiento de sus obligaciones contractuales. El progreso de Montenegro irá, por supuesto, en el beneficio particular de la Europa sudoriental y, por lo tanto, también en el de la Unión Europea en su conjunto.
Hannes Swoboda (PSE). — (DE) Señor Presidente, Comisario, señorías, hay mucho que admirar en Montenegro. El paisaje es admirable, al igual que el modo en que se ha llevado la separación de Serbia, en la que tanto Montenegro como Serbia han actuado con mucha responsabilidad. También debo expresar mi admiración por la política del país en relación con las minorías, con el resultado de que éstas, en términos generales, tienden a sentirse en Montenegro como en casa. Estas y muchas otras cosas merecen sin duda nuestra admiración.
Pero hay también aspectos oscuros que me parecen muy preocupantes y que otros oradores ya han mencionado. Uno de ellos es la actividad de los inversores extranjeros, en particular de los rusos. No tengo nada contra la inversión rusa en Montenegro ni en ningún otro país. Pero los montenegrinos deben tener cuidado para que no se produzca un desajuste que los haga dependientes de un único país, y esto lo digo en relación con cualquier país, no sólo con Rusia. Algunos de estos inversores ya están poniendo en peligro las bellezas naturales y los paisajes pintorescos de Montenegro.
Lo que sigue entristeciéndome de forma especial es la persistencia de la corrupción, a la que ya se han referido algunos diputados. Tenemos muchos informes de fuentes de medios de comunicación que ofrecen al menos la confianza de que tratan de informar de una manera bastante equilibrada. Los casos de corrupción masiva en el contrabando de cigarrillos y otros sobre los que hemos leído pensábamos que ya pertenecían a la historia. Pido a la Comisión que dé prioridad a estos fenómenos. Si la corrupción fuese el único criterio, no deberíamos aceptar el Acuerdo de Estabilización y Asociación, ni hoy ni en el futuro. Pero lo aprobaremos, e incluyo aquí al Grupo Socialista, porque queremos ayudar al país en su proceso de reforma.
Pero no hace falta decir que esperamos que la Comisión y el propio país hagan todo lo posible por eliminar la corrupción, que —y esto es lo triste— se extiende a los círculos políticos. Al menos ha habido imputaciones graves y generalizadas de corrupción por parte de los políticos. Como el señor Kacin, quisiera hacer hincapié en que el asesinato de Duško Jovanović todavía no se ha resuelto. Me pregunto si es simple coincidencia que él y sus colegas hayan escrito mucho sobre la delincuencia organizada. Espero que sea una coincidencia y que no haya ninguna conexión. Deseo fervientemente que las autoridades montenegrinas resuelvan este caso pronto y hagan mucho más para combatir la corrupción en su país.
Ewa Tomaszewska (UEN). — (PL) Señor Presidente, la recomendación sobre la celebración del Acuerdo de Estabilización y Asociación entre las Comunidades Europeas y la República de Montenegro aborda una situación especial. Por primera vez tenemos que tratar con un país que ha obtenido la independencia por medio de un referéndum.
Fui observadora en las primeras elecciones parlamentarias celebradas en Montenegro después del referéndum en calidad de representante de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Tanto la delegación del Consejo de Europa como la OCDE confirmaron la naturaleza democrática de las elecciones. Me llenó de satisfacción el grado de participación cívica en la observación del proceso electoral. En todas las comisiones electorales que visitamos había representantes de organizaciones no gubernamentales y encargados de escrutinio. El gran compromiso de los miembros de las comisiones electorales con la garantía del cumplimiento de todos los procedimientos estaba claro. También hay que señalar que Montenegro ha adoptado el euro como moneda de curso legal.
Visto el progreso logrado hacia la integración en la Unión Europea, apoyo la recomendación sobre la celebración del Acuerdo. Espero que el proceso de adaptación ayudará a Montenegro a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
(El Presidente interrumpe a la ponente.)
Jaromír Kohlíček (GUE/NGL). — (CS) Señorías, la relación entre la UE y los Balcanes es una cuestión delicada en parte porque los mayores Estados miembros de la UE, mediante su política que equivale a un planteamiento de «divide y vencerás», ha contribuido sustancialmente a la división de la antigua Yugoslavia, que desde la Primera Guerra Mundial había sido un factor estabilizador clave en el conjunto de la región. Con excepción de Eslovenia, todos estos Estados se caracterizan por la inestabilidad, las tensiones étnicas, los problemas de migración, los elevados niveles de corrupción y desempleo, un Estado débil y la influencia limitada de los parlamentos electos. Un medio de estas características es un caldo de cultivo para el comercio ilegal y el tráfico de armas, personas, drogas, alcohol y tabaco. En semejante ambiente es difícil planificar el desarrollo del transporte, la energía y la economía. Es también difícil proteger el medio ambiente. A nadie debe extrañar que consideramos estos fenómenos, que también dominan en Montenegro, como problemas globales apremiantes en todo el mundo. Una resolución es sólo un sustituto débil de lo que deberíamos hacer para redimirnos de la culpa que varios diputados tienen de la situación actual en la zona. ¿Es el Parlamento consciente de esto?
Georgios Georgiou (IND/DEM). — (EL) Señor Presidente, nuestro compañero Diputado señor Vernola ha dado una excelente —incluso vívida—imagen de Montenegro, que es el rincón más encantador de los Balcanes. En las leyendas Balcánicas siempre ha habido relatos de este antiguo reino que ha sabido vivir con cinco países vecinos. ¡Demasiados vecinos! Comparte fronteras con Bosnia, Croacia, Serbia, Albania y también Kosovo, que ahora quizás será el problema de Montenegro, porque, a juzgar por lo que vemos en los periódicos y lo que nos cuentan los compañeros diputados, Kosovo está a punto de declarar su independencia unilateralmente.
Esto podría ser un problema para Montenegro, donde ahora viven gran número de albaneses. En mi opinión, la firma del acuerdo de incorporación para iniciar las negociaciones es muy positivo, y contribuirá a la reforma de la administración pública y la autoridad judicial, pero sobre todo ayudará a combatir la corrupción, y espero que este mismo acuerdo refrenará las tendencias que pueden surgir entre la población albanesa.
Jacek Protasiewicz (PPE-DE). — (PL) Señor Presidente, la situación política en los Balcanes ha sido objeto de especial interés para este Parlamento durante muchos años. Estamos contentos de que, después de un período de conflictos sangrientos, la paz y la cooperación entre las naciones sean ahora la norma en la vida cotidiana de la región.
Aun las cuestiones más delicadas, como las declaraciones de independencia por parte de nuevos Estados, se producen, o pueden producirse, de una forma ajustada a las normas internacionales más exigentes. Esa es la tendencia real en la evolución política de los Balcanes, una tendencia que crea la posibilidad de alcanzar el objetivo estratégico de la mayoría de las naciones de la región: una cooperación más estrecha con la Unión Europea que incluye la integración plena.
Montenegro es un ejemplo excelente de esta tendencia. Después de declarar la independencia, ha mantenido buenas relaciones con sus vecinos más cercanos, incluida la República Serbia, con la cual se había unido anteriormente en una federación. Empezó de inmediato las negociaciones intensivas de un Acuerdo de Estabilización y Asociación que culminó con la firma del Acuerdo el 15 de octubre de este año. Paralelamente celebró un acuerdo de libre comercio con la UE que entrará en vigor en enero.
En el curso de esto breve período, apenas año y medio, Montenegro ha hecho progresos apreciables. Los cambios en la política fiscal y de impuestos y en el establecimiento de una economía de mercado basada en la competencia y la libre circulación de capitales deben verse como los logros positivos.
Hay todavía mucho por hacer, especialmente en los campos de la política social y el empleo, la energía y la protección del medio ambiente y la seguridad y los derechos civiles. La lucha eficaz contra la corrupción y la delincuencia organizada y la cooperación plena con el Tribunal Internacional de La Haya son tareas particularmente importantes que ha de afrontar el Gobierno de Montenegro.
Pero Montenegro no está solo para afrontar estos problemas. Todos los países balcánicos que aspiran a la integración en la Unión Europea se enfrentan a dificultades similares. Montenegro es uno de los líderes en este proceso, y me gustaría aquí expresar la esperanza de que seguirá siéndolo. La Unión está preparada para dar la bienvenida en la comunidad a los países balcánicos. Que esto ocurra, y el momento en que ocurra, depende ante todo de las élites de los Balcanes y de la sabiduría de los políticos de la región.
Libor Rouček (PSE). — (CS) Señor Comisario, señorías, Montenegro ha logrado avances visibles durante su corta existencia. Se han sentado las bases para un nuevo Estado y se ha adoptado una nueva constitución. La economía está experimentando un sólido crecimiento del 8 %, y la inversión en el país ha sido este año del orden de 700 millones de euros. Se ha firmado el Acuerdo de Estabilización y Asociación y Montenegro ha dado los primeros pasos en el camino hacia la plena integración en la UE. Pero para que este camino hacia la integración en la UE sea lo más corto y rápido posible, Podgorica debe adoptar algunas decisiones fundamentales. Es necesario reforzar la aplicación de la ley y garantizar, entre otras cosas, un poder judicial independiente. También es necesario —con más convicción que en el pasado— combatir la corrupción y aumentar la transparencia de la toma de decisiones en las estructuras políticas y económicas con miras a garantizar el funcionamiento democrático y equitativo de la economía de mercado. El turismo tiene una importancia fundamental para la economía de Montenegro. Su sostenibilidad debe garantizarse adoptando un marco legislativo unificado para la protección del medio ambiente natural y de la costa.
Señorías, el proceso de incorporación de Montenegro y sus vecinos favorece el desarrollo de una cooperación regional mucho más estrecha. Estoy convencido de que la cooperación regional en el contexto del CEFTA también ayudará a resolver muchos problemas políticos, económicos y sociales en el conjunto de la región. Quisiera concluir mi intervención invitando a la Comisión a ayudar a Montenegro y a otros Estados de los Balcanes occidentales a desarrollar la cooperación regional, principalmente en los ámbitos de la energía, el transporte y el medio ambiente.
Ryszard Czarnecki (UEN). — (PL) Señor Presidente, el señor Swoboda se ha referido correctamente hace un momento a la corrupción generalizada en Montenegro. Como apoyo, quisiera citar las cifras dadas por Transparency International, que revelan que, en una escala de 0 a 10 (donde 10 denota la ausencia de corrupción), la puntuación de Montenegro es 3,3. Está, por tanto, a la vanguardia de los países donde la corrupción es un problema de peso.
Añadiría que el contrabando es también un grave problema para Montenegro. A este respecto, el país realmente no tiene fronteras. Recientemente se propuso la prohibición de fumar en lugares públicos, mientras que, al mismo tiempo, en el centro de la capital se pueden comprar miles de paquetes de cigarrillos de contrabando. En ese sentido, está claro que a Montenegro le queda mucho camino por recorrer hasta integrarse en la Unión Europea.
Por otra parte, hay que estimular al país para que cumpla los criterios de la Unión cuanto antes. Recibo con satisfacción el hecho de que, en cuanto al poder judicial, por ejemplo, o el funcionamiento de la administración, se ha producido un progreso perceptible. Tenemos que apreciar lo que Montenegro ha hecho en este campo desde el momento en que, de forma bastante inesperada, declaró su independencia después de un referéndum.
Creo que la Unión Europea debe dar una señal clara de que, una vez que los criterios pertinentes se hayan cumplido, el camino hacia la Unión se acortará. Tenemos que adoptar una verdadera perspectiva de integración —obviamente no en dos, tres o cuatro años— que suponga un incentivo real para la sociedad montenegrina en su esfuerzo por adaptarse cada vez más a las normas europeas.
Bernd Posselt (PPE-DE). — (DE) Señor Presidente, Montenegro no es sólo uno de los países más bellos del mundo; es también el país balcánico con una tradición de independencia más antigua de la era moderna. Cuando se constituyó Bélgica, Montenegro ya llevaba siglos de independencia y ya poseía las características de un Estado. Subrayo esto porque Montenegro siempre se rechaza equivocadamente como ejemplo de territorio diminuto y superfluo que un buen día se hizo independiente por un capricho del destino.
Permítanme decir al señor Markov que Serbia, aliado de Montenegro, se anexionó este país después de la Primera Guerra Mundial. En aquel momento no se puso en tela de juicio la unión voluntaria. Todo se redujo a una votación parlamentaria pro forma. Surgió un gran movimiento de liberación de Montenegro que actuó durante los años veinte y treinta del siglo pasado. Tito restauró la independencia de Montenegro dentro de Yugoslavia, y la constitución yugoslava de Tito le concedía el derecho de secesión. Pero luego se obstaculizó el ejercicio de ese derecho. Hoy es un país independiente que ha iniciado el camino de la integración en la Unión Europea.
Debemos apoyar a las fuerzas democráticas del país. Como ya se ha dicho, su tratamiento de las minorías es un ejemplo para muchos otros países de la región, y por eso las minorías apoyaron la independencia. Pero lo que todavía necesita es un sistema más fuerte de educación independiente, como la impartida por el centro escolar franciscano de Tuzi, cerca de Podgorica. Hacen falta iniciativas de enseñanza privada para liberar al país de su rigidez.
Exhorto al Gobierno a que siga avanzando con energía hacia el pluralismo, no solo en la economía, sino también en la educación y en las estructuras constitucionales y democráticas del país.
(Aplausos)
Józef Pinior (PSE). — (PL) Señor Presidente, no hay ninguna duda de que Montenegro es un ejemplo de evolución positiva en los Balcanes con respecto a la estructura del Estado, la constitución, el imperio de la ley, la entrada en el mercado mundial y la creación de una economía de mercado. Por tanto, tampoco hay duda de que el Parlamento Europeo debe apoyar el Acuerdo de Estabilización y Asociación entre la Unión Europea y la República de Montenegro.
Pero al mismo tiempo, debemos recordar que Montenegro tiene muchas cosas que cambiar y que hacer, especialmente en los terrenos del imperio de la ley y la lucha contra la corrupción. Me gustaría señalar que en abril de 2007 Montenegro firmó un convenio bilateral con Estados Unidos sobre la exclusión de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional. Lamentablemente, ese acuerdo está en contradicción con la posición común y los principios básicos de la Unión Europea. La Corte Penal Internacional es una institución muy importante desde el punto de vista de la política de la UE. Por tanto, el acuerdo bilateral chirría desagradablemente ante la perspectiva de un acuerdo con la Unión.
No digo esto para que el Parlamento Europeo adopte una mala disposición hacia Montenegro. Por el contrario, creo que la Comisión Europea y todas las instituciones de la UE deben hacer mucho en este momento para ayudar a que el país se prepare adecuadamente para establecer relaciones más estrechas con la Unión Europea, especialmente en la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento del imperio de la ley, la construcción de una economía de mercado y la represión del mercado negro.
Paul Rübig (PPE-DE). — (DE) Señor Presidente, Comisario, señorías, el ejemplo de Montenegro muestra la importancia que puede adquirir un referéndum. Por consiguiente, comprendo por qué hay hoy tantos carteles en la Cámara solicitando una consulta de ese tipo, pues el propio Tratado de Lisboa nos da la opción de proponer tal referéndum al pueblo europeo. Creo que es importante que el público participe en el proceso de consulta y tenga la oportunidad de expresar sus deseos.
Creo que en Montenegro también es necesario mejorar las estructuras económicas del país; como ya ha señalado el señor Posselt, los centros y programas de enseñanza de la Unión Europea son particularmente importantes en ese sentido. La eficiencia energética y las fuentes renovables también plantean, en el ámbito de la energía, un enorme reto para Montenegro, al tiempo que ofrecen oportunidades nunca vistas.
También en el sector de las telecomunicaciones sería deseable que Montenegro transpusiese la Directiva sobre la itinerancia a su legislación nacional, pues ello contribuiría a mejorar las comunicaciones con nuestros países europeos a precios más razonables.
Huelga decir que el medio ambiente es uno de los retos clave y que la eliminación de desechos, las obras de alcantarillado y las aguas residuales plantean un problema especial. Si hablamos de bellezas naturales espléndidas e impolutas, tenemos motivos para aplicar allí las normas más avanzadas. La Unión Europea está ofreciendo marcos de apoyo medioambientales que deberían implantarse cuanto antes.
Justas Vincas Paleckis (PSE). — (LT) Muchas gracias al ponente, que en este informe ha tenido el honor de presentar el nuevo y al mismo tiempo antiguo país europeo. Después del «divorcio de terciopelo» de Serbia, Montenegro tiene la oportunidad de demostrar el potencial ilimitado de un país pequeño y orgulloso. Por otra parte, Montenegro debe continuar en la primera línea del desarrollo de la cooperación regional, seguir aumentando los derechos de las minorías y contribuir a transformar el barril de pólvora de los Balcanes en un jardín de naciones.
Como los otros países cuyos nombres llevan poco tiempo en el mapa, Montenegro afronta varios retos peligrosos: corrupción profundamente arraigada, negocios ilegales, economía sumergida, etc. Es lamentable que algunos inversionistas extranjeros, especialmente rusos, se sientan atraídos por este joven país principalmente porque ofrece medios fáciles de establecer acuerdos financieros ilegales. La decisión de no entregar a los trabajadores de Estados Unidos a la Corte Penal Internacional a cambio de asistencia militar mina la credibilidad de Montenegro en cuanto a su voluntad de cooperar pacíficamente con sus vecinos e incluso a su diligencia para alcanzar los objetivos europeos.
Hoy, desde las sombras del pasado, Montenegro, como algunos de sus países vecinos, se siente atraído por la perspectiva de llegar a ser miembro de la Unión Europea. Esta perspectiva de convertirse en Estado miembro estimula el desarrollo de la democracia, los derechos humanos y una vida mejor para los ciudadanos. La ejecución del Acuerdo de Estabilización y Asociación debe dirigir el viento de Europa hacia las velas de las reformas de Montenegro. El país puede aprovechar la experiencia acumulada en el camino hacia la incorporación a la UE de su vecina Eslovenia y de otros países que se han incorporado a la UE en el nuevo milenio.
La iniciativa de Montenegro de declararse una república ecológica es loable; sin embargo, el camino para lograr la implantación creíble de tal declaración puede ser largo.
Es bueno rasgar la cortina de aislamiento que rodea los visados para Montenegro y otros países balcánicos. La Comisión Europea y el Consejo no deben detenerse a mitad de camino, sino seguir combatiendo este obstáculo, junto con las barreras financieras y burocráticas, manteniendo al mismo tiempo una fuerte protección frente a delincuentes e infractores de la ley.
Olli Rehn, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, deseo empezar dando las gracias a sus Señorías por un debate muy enjundioso, y al señor Vernola por estimularlo.
La mayoría de los diputados han subrayado acertadamente la absoluta necesidad de combatir la corrupción y la delincuencia y garantizar que se refuerce el Estado de Derecho en Montenegro. No podría estar más de acuerdo: el Estado de Derecho tiene una importancia fundamental para todos los sectores de la sociedad, y sustenta el funcionamiento de la sociedad y la economía en su conjunto. Ésta es precisamente la razón de que la Comisión insista tanto en la reforma del sistema judicial desde el comienzo del proceso de preadhesión en Montenegro, así como en los demás países de los Balcanes Occidentales. Éste es uno de los criterios políticos más importantes de adhesión, que debe considerarse primordial.
El señor Vernola y muchos otros diputados han resaltado también la importancia de la ecología y el medio ambiente. La Comisión está ayudando a este antiguo reino a convertirse en la república ecológica en el jardín de las naciones, como ha dicho el señor Paleckis, mediante el fortalecimiento de la capacidad administrativa de Montenegro, que a su vez hará que el país aumente su capacidad para acercar sus leyes a las nuestras, por ejemplo en el ámbito de la gestión de residuos y del tratamiento de las aguas.
No obstante, esto también guarda relación con la corrupción, y quiero citar parte del informe provisional de la Comisión. «No ha habido mejoras en las actividades encaminadas a frenar la corrupción política. [...] La gestión de los activos públicos plantea serias reservas. Existe un considerable margen de corrupción, especialmente en los casos de la construcción y de la planificación del uso del suelo, privatización, concesiones y contratación pública.» Éste es un problema muy grave y el motivo por el que Montenegro debe hacer frente a la corrupción como una de sus primeras prioridades.
Quiero informar también a sus Señorías de que la Comisión piensa adoptar una Comunicación a principios del año próximo —probablemente en marzo— en la que haremos balance de los avances logrados a partir de Salónica, y de Salzburgo el año pasado, y ofreceremos sugerencias para el futuro. Una de estas cuestiones será la liberalización del régimen de visados, mencionada con razón por muchos de ustedes. La Comisión iniciará un diálogo sobre hojas de ruta hacia la exención de visados en los desplazamientos, lo que debería ayudar a los países de los Balcanes Occidentales a avanzar para cumplir los requisitos, a fin de que sus ciudadanos dejen de necesitar visados para viajar a la Unión Europea.
Pero quiero subrayar que esto no forma parte de las competencias de la Comisión, sino que está en manos de los Gobiernos nacionales de la Unión Europea, y que aquí los principales protagonistas son los Ministerios y los Ministros de Interior. Por tanto, unamos nuestras fuerzas y ejerzamos una presión eficaz sobre los Ministros de Interior y sobre los países afectados de los Balcanes Occidentales, porque tenemos que estar seguros de que todos los requisitos de seguridad —como la emisión de documentos y los controles fronterizos— están perfectamente en orden antes de poder dar el paso hacia la liberalización del régimen de visados.
Por último, me complace escuchar que existe una cooperación parlamentaria satisfactoria entre el Parlamento de Montenegro y el Parlamento Europeo. Sé que esto es muy importante —forma parte de una verdadera integración política— y que ayuda de forma muy encomiable al desarrollo de las instituciones de Montenegro. Confío en que podamos colaborar en el fortalecimiento de las instituciones democráticas y de la capacidad administrativa de Montenegro. Me alegro de que estemos de acuerdo respecto al futuro desarrollo de Montenegro en su camino hacia la Unión Europea.
(Aplausos)
Presidente. − He recibido una propuesta de resolución para clausurar el debate sobre la declaración de la Comisión(1).
Se cierra este debate conjunto.
Las votaciones para la propuesta de resolución y el informe Vernola se celebrarán el jueves, 13 de diciembre de 2007.
Declaraciones por escrito (artículo 142)
Bogdan Golik (PSE), por escrito. — (PL) Señor Presidente, como Diputado al Parlamento Europeo estoy encantado de manifestar mi apoyo a la celebración del Acuerdo de Estabilización y Asociación entre las Comunidades Europeas y sus Estados miembros y la República de Montenegro.
Creo que la cooperación entre la Unión Europea y la República de Montenegro será mutuamente beneficiosa en el futuro, especialmente mediante la creación gradual de un área bilateral de libre comercio. Estoy también muy satisfecho por el progreso realizado por la República de Montenegro en el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la Unión Europea.
Pero quisiera referirme brevemente a los aspectos en los que, como se expone en las recomendaciones de la Comisión, Montenegro debe seguir esforzándose si quiere acercarse a la Unión Europea. La tarea más importante es mejorar el imperio de la ley reformando la administración pública para fortalecer las instituciones a todos los niveles y combatir eficazmente su politización. Soy consciente del esfuerzo legislativo realizado por Montenegro en esta ámbito y lo aprecio, pero es de la mayor importancia que gradualmente se le dé mayor vigencia práctica. Las autoridades de Montenegro también deben aumentar la transparencia en los asuntos de control presupuestario, gestión de fondos públicos y procedimientos concursales.
Creo que la aplicación por la República de Montenegro de todas las recomendaciones de la Comisión Europea permitirá orientar rápidamente el país en el camino directo hacia la incorporación.
14. 1 de diciembre, Día mundial de lucha contra el sida (debate)
Presidente. − De conformidad con el orden del día, el siguiente punto es la declaración de la Comisión sobre el Día mundial de la Lucha contra el sida, celebrado el 1 de diciembre de 2007.
Markos Kyprianou, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, una vez más tenemos la oportunidad de debatir esta grave amenaza para la salud en el Parlamento Europeo. Hace tan sólo unos meses pudimos debatir el plan de acción comunitario en relación con esta amenaza. Nuestra preocupación, naturalmente, no se limita a la Comunidad Europea, sino que incluye el mundo entero.
Nos preocupa el aumento de las infecciones, el número de personas afectadas que viven con el VIH en todo el mundo; para nosotros, la cifra de 33 millones de personas es demasiado alta. Por tanto, queremos tomar medidas dentro de la Unión Europea, pero también coordinarnos con todos los demás agentes internacionales fuera de la UE para abordar este asunto de manera global. Esto coincide también con la nueva estrategia sobre la salud de la Comunidad Europea, que incluye un papel internacional para la Unión Europea en materia de sanidad.
Puntos en los que nos podemos concentrar: antes de nada, en evitar la infección; esto es muy importante. Al mismo tiempo, asegurarnos de que disponemos de pruebas diagnósticas y de tratamiento y atención cuando sean necesarios. Para conseguir todo esto, necesitamos elevar el grado de sensibilización, y éste es un factor muy importante; es algo en lo que vamos rezagados; volveré sobre el tema en un minuto. Pero también en el estigma social. Ésta es una de nuestras principales preocupaciones y, en cierto sentido, es un círculo vicioso, porque el estigma social hace que la gente no quiera hacerse las pruebas para averiguar si se han visto infectados y, por tanto, podrían infectar a otros. No recurren a tratamiento y no se hacen pruebas, con todos los efectos negativos que eso conlleva. Esto es más preocupante entre la gente joven, y es nuestra principal inquietud y objetivo.
Nuestros estudios y encuestas indican que, entre la gente joven, existe una verdadera falta de conocimiento; podría decirse que existe ignorancia en lo que se refiere a estas amenazas para la salud. De modo que es importante enseñarles de forma equilibrada —de una forma que presente la información y, por una parte, no les inspire pánico pero, por otra, no les conduzca a la autocomplacencia— que se trata de una enfermedad grave; no tiene cura, pero se pueden proteger —y se les puede enseñar a hacerlo— y al mismo tiempo no deben tener miedo de sus conciudadanos infectados, los que tienen la enfermedad.
Hemos observado dos extremos en el Eurobarómetro. Algunos jóvenes creen que no hay nada de que preocuparse: te tomas unos antibióticos y todo solucionado. Por otra parte, creen que para contagiarse basta con tocar a una persona infectada o incluso compartir un vaso con ella o darle un beso. Apreciamos dos visiones extremas en relación con esta amenaza para la salud, y ninguna de ellas afronta de forma eficaz nuestro objetivo, que es controlar la propagación y las nuevas infecciones.
El Día mundial de la Lucha contra el sida es un día importante y nos da la oportunidad de debatir y elevar el grado de sensibilización; pero no debemos limitarnos a este día, y por eso me alegro de que, por fin, en la Unión Europea vayamos a debatir estas cuestiones de manera continua. Pero, por lo que atañe a los jóvenes, recordemos que en los ochenta tuvimos campañas muy activas, muy efectivas, muy agresivas que lograron el objetivo de elevar el grado de sensibilización, pero luego las interrumpimos y nos olvidamos de que una generación joven, una nueva generación de gente joven, iniciaba su actividad sexual tras el final de dichas campañas. De hecho, algunos de ellos nacieron justo antes del final de esas campañas, y no se beneficiaron de esas iniciativas que tenían lugar entonces para elevar el grado de sensibilización; por eso nos encontramos con los resultados que acabo de mencionar. Sabemos que, por medio de mensajes sencillos, métodos sencillos, modelos, gente famosa, líderes de opinión que den buen ejemplo y expliquen la situación, podemos conseguir el grado de sensibilización que buscamos.
Este año, nuestra iniciativa ha consistido en proponer a los Ministros de sanidad de la Unión Europea que vayamos todos simultáneamente a las escuelas y hablemos de estos problemas con los jóvenes en el Día mundial de la Lucha contra el sida, para ver qué es lo que saben ellos, decirles lo que sabemos nosotros y mantener un intercambio de opiniones. Tuvimos una respuesta muy positiva: más de la mitad de los Ministros de los Estados miembros actuaron según esta idea.
Entramos en las escuelas —yo también— y fue una revelación: los debates y discusiones con los jóvenes, comprender, ante todo, lo que saben y lo que desconocen acerca de esta enfermedad, y también algunos problemas prácticos. Saben, por ejemplo, que usar preservativos es la mejor protección, pero al mismo tiempo no saben cómo obtenerlos. O les resulta demasiado embarazoso o les preocupa o son tímidos. De modo que vemos algunos efectos prácticos que nunca se nos ocurrió que fueran problemas, que nunca se nos ocurrió que tuviéramos que abordar en Europa. Pero siguen ahí.
Además, dado que queremos hablar a los jóvenes en un lenguaje que puedan comprender, este año la Comisión ha tomado la iniciativa de producir un nuevo spot televisivo sobre cómo prevenir la transmisión del VIH. Para ello se convocó un concurso entre gente joven, y la idea seleccionada como la mejor, la idea ganadora, fue la de un estudiante polaco. La produjimos y se emitió por varios canales de televisión además de utilizarse en las visitas a las escuelas. Ésta es una estrategia importante que debemos seguir: debemos hablar a los jóvenes en un lenguaje que puedan comprender.
Pero, como ya he dicho, los desafíos provocados por el VIH y el sida están presentes mucho más allá de las fronteras de la Unión Europea. Es cierto que, en todo el mundo, se han logrado buenos avances en cuanto al acceso a los servicios relacionados con el VIH, especialmente en los países con rentas bajas y medias. En la actualidad, aproximadamente el 95 % de las personas infectadas por el VIH viven en esos países.
Gracias a un aumento sin precedentes de la financiación internacional en esos países, el número de personas que reciben tratamiento ha aumentado considerablemente, de 100 000 personas en 2001 a 2,5 millones en 2007. Son cifras impresionantes; pero más del 70 % de las personas que necesitan tratamiento antirretroviral en esos países no lo reciben o no tienen acceso a él. Esto indica que todavía nos queda un largo camino por recorrer.
La acción europea se financia a través de un amplio abanico de instrumentos financieros de ámbito tanto nacional como internacional, como, por ejemplo, el Fondo Mundial. Existen también otros mecanismos de financiación a través de asociaciones entre los sectores público y privado. Se han logrado avances gracias a estos esfuerzos conjuntos con la comunidad internacional, pero todavía nos queda un largo camino por recorrer, y esto requiere una fuerte cooperación entre las instituciones europeas.
Como dije al principio, nuestro principal objetivo es reducir el número de nuevas infecciones por VIH y trabajar en busca de las mejores soluciones posibles en cuanto a apoyo, tratamiento y atención para quienes ya viven con el VIH/sida. Por eso quiero enfatizarlo una vez más: combatir el estigma —la exclusión social, la discriminación de la enfermedad y de la gente que la sufre o que se ve afectada por ella— es muy importante y, si no lo hacemos, nunca lograremos controlar la situación. Para hacerlo necesitamos organizar campañas de sensibilización y aumentar su número.
Es por eso que el lema de la Comisión Europea en esta acción contra el sida es «AIDS-remember me?» (¿Te acuerdas del sida?), porque se trata de una enfermedad olvidada a todos los niveles, o por lo menos se ha convertido en eso. Ahora volveremos a traerla al primer plano; pero no sólo para los ciudadanos —para recordarles la existencia de esta enfermedad—, sino también para los responsables de la toma de decisiones, para asegurarnos de que la vuelven a colocar entre las primeras prioridades de la agenda política y de que toman todas las medidas necesarias. A este respecto cuento —y sé que puedo hacerlo— con el apoyo del Parlamento Europeo.
John Bowis, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, es mucho lo que hay que hacer. Quiero empezar por lo que el Comisario ha resaltado realmente en su discurso, que es el efecto sobre los niños, porque una de las campañas que están en marcha este año es, naturalmente, Stop Aids in Children (Paremos el sida en los niños). Sabemos que cada minuto de cada día nace un niño con VIH; sabemos que en nuestro mundo viven 2,3 millones de niños con VIH; que sólo uno de cada diez de los que necesitan tratamiento antirretroviral lo recibe; ante la ausencia de tratamiento, y según las estimaciones, sabemos que un tercio de los niños mueren en su primer año y la mitad lo hacen antes de cumplir los dos; sabemos que 15,2 millones de niños menores de 18 han perdido a uno de sus progenitores, o a ambos, a causa del sida; y sabemos que para 2010, este año mágico, más de 20 millones de niños habrán quedado huérfanos a causa del sida.
Ésta es la historia de los niños, éste es el desafío en lo que a los niños se refiere, pero por supuesto se trata también de una historia de adultos. En nuestros diversos países conocemos las cifras de gente que está siendo diagnosticada, de gente que vive con el VIH, todas ellas en aumento, y la estadística tremenda de que una de cada tres personas no saben que están infectadas.
Éste es el desafío, pero hay desafíos específicos que creo que deberíamos resaltar este año, y el Comisario ha apuntado algunos de ellos. El nivel de conocimiento básico ha estado disminuyendo en los últimos cinco años: la gente está menos concienciada que antes. Los mitos y los malentendidos han estado creciendo. Una de cada cinco personas no sabe que el VIH se puede transmitir practicando el sexo sin preservativo. Menos de la mitad de todas las personas sexualmente activas usan siempre condón con una pareja nueva.
Sabemos que el número de personas a las que se les ha diagnosticado la enfermedad se ha triplicado desde 1997; sabemos que los comportamientos sexuales de riesgo van en aumento; sabemos que un cuarto de todas las muertes relacionadas con el VIH se deben a un diagnóstico tardío, y que un tercio se habría podido prevenir. Y, concretamente, sabemos que los solicitantes de asilo cuya solicitud haya sido denegada y que viven con el VIH a menudo no pueden optar al tratamiento gratuito para el mismo, por lo que no se pueden permitir los cuidados vitales y pueden infectar a otros. Sabemos también que el índice de VIH entre los presos varones es 15 veces superior al de la población general.
Todo esto sabemos, junto con el conocimiento que tenemos de los indicios esperanzadores, de la investigación. Recientemente, en Ruanda, vi con mis propios ojos la investigación, los ensayos clínicos en curso y la necesidad de ensayar en África vacunas para los africanos.
Pero todas estas cosas requieren esa urgencia, y 2010 es el año tope; 2010 ya está casi aquí. 2010, Comisario: usted y yo llegamos al final de nuestro mandato. Quiero que no nos ocultemos tras ese hecho y que no dejemos el problema a nuestros sucesores. Quiero que podamos decir, en 2009, cuando usted y yo quizá abandonemos el cargo, que al menos hemos cumplido esta promesa.
Jan Marinus Wiersma, en nombre del Grupo PSE. — (NL) Señor Presidente, mis felicitaciones a la Comisión por el esfuerzo que acaba de describir el Comisario. Subrayaría hoy la importancia del Día Mundial del SIDA y de nuestra responsabilidad conjunta en la lucha contra esta enfermedad. Porque que en el mundo se está incubando una catástrofe a la que no prestamos la atención que merece.
Por tanto, mi grupo recibe con satisfacción este debate que hoy celebramos en Estrasburgo. Las cifras hablan por sí solas. En todo el mundo hay 33 millones de personas con sida completamente desarrollado o seropositivos para el VIH, y un total de 25 millones de personas han muerto por la enfermedad.
Pero mucha gente actúa como si no existiese el sida. Como el sida se asocia con el sexo, muchas personas prefieren no hablar de ello. Y eso hace más difícil —como ha dicho el Comisario— informar a las personas sobre el sida. La generación más joven de hoy está pagando un precio muy alto por ese motivo. La mitad de todas las infecciones nuevas por el VIH afectan a personas de menos de 25 años. En el tiempo que me lleva decir esto, otros seis jóvenes habrán contraído la infección por el virus y tres niños habrán muerto de sida. Estamos hablando de una generación que no ha conocido un mundo sin sida.
La catástrofe no se limita a África. En los últimos años, el número de infecciones por el VIH en Europa y Asia central se ha duplicado, y ha pasado de 1,25 a 2,4 millones. Ya es hora de que la Unión Europea haga algo. Esta enfermedad terrible, que destruye las vidas de millones de familias en todo el mundo, es prevenible. El sida puede combatirse con información eficaz, mayor disponibilidad de preservativos y medicamentos asequibles.
El Comisario señala correctamente que hemos permitido que el sida se convierta en una enfermedad olvidada en nuestro continente. Los jóvenes de la Europa de hoy no asistieron a las grandes campañas de información pública del decenio de 1990. Debemos actuar con decisión si no queremos que las cosas se nos vayan de las manos.
Por tanto, en parte como acto simbólico y en parte porque pensamos que es una iniciativa realmente importante, mi grupo lanzó el mes pasado una campaña a favor de la reducción al 5 % del impuesto sobre los preservativos en toda la Unión Europea. La enorme variación del tipo del IVA para los preservativos —en algunos países es nada menos que del 25 %— revela que en Europa no tenemos un enfoque común de este problema común, o, al menos que no le estamos prestando suficiente atención.
La Presidencia portuguesa ha apoyado con decisión nuestra campaña y esperamos también el aval positivo del Comisario Kovács cuando inicie el debate sobre el sistema europeo de IVA a finales del próximo año.
Holger Krahmer, en nombre del grupo ALDE. — (DE) Señor Presidente, Comisario, señorías, «Suyo para siempre, sida» son las palabras que he leído en un cartel del Día Mundial del SIDA que se celebró hace casi dos semanas. El mensaje era que el sida se puede tratar, pero no curar. Mucha gente, en especial jóvenes, pierden de vista eso o deciden pasarlo por alto. Las tasas de infección, que han comentado anteriores oradores, hablan por sí mismas. La educación es la única manera de prevenir el VIH y el sida, y me complace que la Comisión suscriba este criterio.
Pero la educación no debe limitarse a las campañas de carteles o las visitas a escuelas por parte de los ministros del gobierno. Estas cosas llaman la atención durante poco tiempo y pueden captar también el interés de los medios de comunicación, pero no modifican las pautas de comportamiento, en especial de los jóvenes.
En otro tiempo, el sida y el VIH eran los protagonistas de historias de terror narradas por la prensa. Mucha gente se sentía insegura y tenía miedo, porque nadie sabía el verdadero grado de peligrosidad del virus. No tengo ningún deseo de volver a esos días, pero una vez que la infección por el VIH/sida se ha convertido en un hecho de la vida cotidiana y con tratamientos más seguros, el problema ya no capta automáticamente el mismo grado de atención pública.
Mucha gente se ha habituado a estos mensajes, e incluso están cansados de oírlos y verlos. Es irracional, pero es un hecho. Hay que adaptar la educación para tener en cuenta estas nuevas circunstancias. La educación debe diseñarse de modo que llegue a la gente y capte su atención; hay que adaptar los mensajes a los destinatarios y emitirlos en su propio lenguaje. Hay jóvenes que malinterpretan el VIH como un riesgo insignificante, y es particularmente importante que nos comprometamos con ellos en su propio terreno cognitivo y que les induzcamos a pensar en las consecuencias de la infección.
Todavía hay muchas personas que sí piensan en las consecuencias, pero por desgracia demasiado tarde, cuando un médico o un asistente social les dicen que son seropositivos. De repente, la enfermedad, que hasta ese momento había sido un concepto vago y distante, se convierte en algo muy real. Sólo avanzaremos si logramos que las personas piensen en el VIH antes de que sea demasiado tarde.
Para alcanzar ese objetivo debemos hacer un esfuerzo paciente y prolongado. Necesitamos instalaciones, servicios y proyectos diseñados para los grupos de destino, y cuanto más diferenciados y más cercanos a la experiencia personal estén, tanto mejor funcionarán. Las instituciones de beneficencia organizadas centradas en el sida, como la asociación alemana AIDS-Hilfe, pueden seguir desempeñando una función muy importante si son conscientes de este nuevo reto. Pero, por desgracia, no es esto lo que está ocurriendo en todas partes.
Quienes son seropositivos para el VIH tienen hoy muchas probabilidades de vivir largo tiempo, al menos en Europa occidental. En otras partes del mundo, como África, la situación es diferente. Pero esta confortable situación de que disfrutamos no debería alimentar la complacencia.
Vittorio Agnoletto, en nombre del Grupo GUE/NGL. — (IT) Señor Presidente, señorías, como médico que ha trabajado durante veinte años con el sida, debo decir que, francamente, esperaba unas propuestas mucho más detalladas y pragmáticas por parte de la Comisión. En la Unión Europea, las relaciones sexuales son el principal canal de transmisión. Para ser más concreto:
1) ¿Está instando la Comisión a todos los Estados miembros a que organicen clases de educación sexual en las escuelas?
2) ¿Está instando a los Estados miembros a que introduzcan controles del precio de los preservativos, que son actualmente la única manera de bloquear la transmisión sexual?
En Europa el segundo canal principal de transmisión es el intravenoso, especialmente entre los consumidores de drogas. ¿Qué está haciendo la Comisión para instar a los Estados miembros a que apliquen estrategias de limitación de daños, que son el único medio para reducir la transmisión por vía intravenosa entre quienes son incapaces, no pueden o no quieren abandonar las drogas?
En cuanto al resto del mundo, esperaba que la Comisión nos hubiese dicho: después de ocho meses de estancamiento con el Parlamento, hemos observado que éste ha votado la modificación del artículo 6 del Acuerdo de los ADPIC y, aunque ello no ha conducido a ninguna enmienda, la Comisión está comprometida a luchar para modificar el reglamento de la OMC. Actualmente, las normas de los ADPIC permiten a las multinacionales conservar las patentes durante veinte años, con el resultado de que los medicamentos no llegan a África. ¡No hemos oído absolutamente nada de esto! Si esas normas no cambian, lo que se diga de África será sólo humo.
Por último, ¿cómo es posible, cuando todo el mundo está hablando de la lucha contra el sida, que tengan ustedes al Comisario Mandelson escribiendo cartas al Gobierno tailandés para pedirle que no apruebe leyes que permitan la distribución de genéricos y promoviendo y citando en ellas a empresas como Sanofi-Avensis? En mi opinión, la Comisión está obligada a decir algo sobre esto.
Françoise Grossetête (PPE-DE). - Señor Presidente, sí, el sida causa demasiadas víctimas. Ha causado muchísimas, las causa aún y las seguirá causando. Por desgracia, muchos niños serán contaminados antes de su nacimiento. Las cifras son alarmantes, ya han sido citadas y no volveré sobre ellas.
Por desgracia, el sida no cesa de aumentar en los Estados miembros de la Unión Europea, pero también en terceros países y, para combatir esta nueva oleada de la epidemia, es indispensable reforzar la prevención, los tratamientos, la asistencia y la ayuda, a través de cooperaciones, que son absolutamente indispensables. Paralelamente a la prevención, hay que facilitar el acceso a la información, al asesoramiento, al tratamiento, a los servicios sociales. Hay que atenuar la connotación negativa de esta enfermedad, porque todavía es, por desgracia, una enfermedad tabú, de la que no se habla libremente. Para lograrlo, es importante movilizar los recursos y la investigación, coordinar los esfuerzos, financiar proyectos específicos. Sólo se podrá contribuir de forma significativa y duradera a frenar esta epidemia si todos los actores trabajan de común acuerdo en la implantación de una cooperación eficaz.
Lo chocante es que los jóvenes europeos de hoy no han seguido las eficaces campañas de prevención organizadas en el decenio de 1980. Las sociedades europeas deben asumir sus responsabilidades y proporcionar a los jóvenes la información indispensable sobre el virus y el sida. En efecto, las últimas encuestas de opinión indican un desconocimiento de la enfermedad entre los jóvenes que deja estupefacto. El 54 % de los jóvenes de los antiguos Estados miembros de la Unión Europea creen que se puede contraer el VIH bebiendo del mismo vaso que una persona contaminada. Esta situación resalta la necesidad de aumentar su sensibilización e invertir en prevención e información sobre el uso del preservativo. ¿Y a qué coste el preservativo? Esta situación demuestra asimismo que no debemos pararnos a medio camino y olvidar esta vieja enfermedad. Debemos transmitir los mensajes correctos de sensibilización, unos mensajes sin duda más adaptados. Actualmente, se realizan esfuerzos en este sentido. Debemos difundir mensajes más modernos, que de verdad lleguen a los jóvenes. Hasta hace poco aún, por razones esencialmente éticas, el asesoramiento y la detección del VIH tenían lugar, ante todo, por iniciativa del paciente. Con una cierta distancia, se observa hoy que este método tropezó, por una parte, con la escasez de servicios y, por otra, con el miedo a la estigmatización y la discriminación. En los países pobres, el carácter voluntario de la detección representa un serio obstáculo para la lucha contra la pandemia. ¿Cuál es la capacidad real de unos pacientes desfavorecidos y poco instruidos para dar su consentimiento informado? ¿Cómo una persona que no ha oído hablar jamás del virus podría otorgar dicho consentimiento?
Por último, ¿qué interés puede tener una persona en hacerse una prueba cuando vive en un país que no tiene protección social? Según encuestas recientes en el África subsahariana, sólo el 12 % de los hombres y el 10 % de las mujeres se han hecho una prueba de detección y han recibido los resultados. ¡No hay que bajar la guardia, porque el peligro sigue ahí!
Pierre Schapira (PSE). - Señor Presidente, Señorías, el sida sigue siendo una de las plagas del siglo XXI a pesar de la excepcional movilización de la comunidad internacional desde hace 20 años, por mucho que a veces se haya bajado la guardia.
Quiero recordar que, en la lista de los Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptada en septiembre de 2000 por la ONU, el número 6 consiste en frenar, en 2015, la propagación del sida y conseguir que, en esa fecha, empiece a invertirse la tendencia. La situación actual de los países en desarrollo, y en especial de África, donde el número de personas que mueren de sida ha seguido aumentando, nos exige redoblar los esfuerzos para alcanzar este objetivo.
A este respecto, la intervención europea puede orientarse en torno a varios ejes. En primer lugar, hay que reforzar las cooperaciones, en especial con las autoridades locales del Sur, que son las únicas capaces de proponer soluciones permanentes para la acogida de los enfermos, la prevención, el suministro de medicamentos, la aplicación de medidas de información y prevención y la gestión global de unos servicios sanitarios adaptados a las necesidades de la población local.
En segundo lugar, hay que proponer soluciones para abordar la escasez de personal sanitario en los países pobres. Europa debe intervenir a través de programas concretos dotados de los fondos necesarios para que estos profesionales puedan trabajar en su país, en unas condiciones y unas estructuras adecuadas, provistas del material y los medicamentos esenciales.
Por último, una acción a largo plazo contra el sida es indisociable del firme compromiso de facilitar el acceso a unos medicamentos asequibles en los países en desarrollo. En un momento en que muchos pacientes de los países del Sur han desarrollado ya resistencia a las primeras generaciones de tratamientos que han recibido, es indispensable prever mecanismos para que se disponga en ellos de los últimos tratamientos en forma de genéricos. Por esta razón, me permito pedir muy especialmente a la Comisión que, en las negociaciones en curso de acuerdos bilaterales y regionales, en especial AAE, no incluya en ellos ninguna disposición que pueda limitar la capacidad de los países del Sur para utilizar todas las flexibilidades previstas por el Acuerdo ADPIC y la Declaración de Doha de 2001, a fin de proteger a los enfermos.
Termino. La inaceptable situación de los millones de personas que mueren cada año de sida exige que la Unión Europea asuma sus responsabilidades. Debemos pasar de las palabras a los actos.
Markos Kyprianou, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, seré breve, porque me hago cargo de que el tiempo apremia.
Sólo quiero hacer tres o cuatro observaciones. En primer lugar, éste es un problema que afecta a toda la población y éste es el mensaje que intentamos transmitir. Ya no es una cuestión de grupos de riesgo y de que los demás no tengamos de qué preocuparnos: es un problema para la población en general, los jóvenes, las mujeres. Debemos elevar el grado de sensibilización sobre ello, y también el mensaje político debe trascender.
Concretamente —ya que se ha mencionado— en la cuestión de los inmigrantes tenemos un planteamiento específico. La Presidencia portuguesa tuvo como tema los asuntos de salud e inmigración, y el acceso al tratamiento, las pruebas y el tratamiento y la asistencia sanitaria de los inmigrantes —incluso de los que carecen de papeles— representan un aspecto importante. Esto es algo que estamos debatiendo no sólo por su protección y por su aspecto de derechos humanos, que por supuesto constituye una prioridad, sino también por la protección de la sociedad en su conjunto.
Las cuestiones que se han planteado, como la posibilidad de cambiar las agujas para los drogodependientes, promover los preservativos, la educación sexual en las escuelas, los problemas existentes en las prisiones, forman parte todas ellas de nuestros debates con los Estados miembros y con la sociedad civil. Tenemos un grupo de reflexión en el que participan todos: mantienen debates e intercambian buenas prácticas y experiencias. Pero, naturalmente, en la Unión Europea nos damos cuenta de que no tenemos las competencias: es responsabilidad de los Estados miembros aplicar estas políticas. Por tanto, elevamos la visibilidad al nivel político, mantenemos discusiones técnicas pero, al fin y a la postre, es responsabilidad de los Estados miembros tomar iniciativas concretas.
Respecto a las demás cuestiones planteadas por el señor Agnoletto, he tomado nota con gran interés de la referida a los ADPIC. He tomado nota de esto y también del efecto que tendría sobre el acceso a la medicina en los países en desarrollo y de todos los demás asuntos que ha planteado en relación con los países de fuera de Europa. Se las plantearé a aquéllos de mis colegas que tienen la responsabilidad de estas áreas concretas y les informaré sobre las cuestiones planteadas por su Señoría.
Por último, en lo que atañe al acceso al tratamiento antirretroviral dentro de la Unión Europea, inicialmente —y después esperamos poder extenderlo a otras áreas— estamos apoyando de manera muy activa la iniciativa de la Presidencia alemana a raíz de la Conferencia de Bremen para conseguir el acceso a un tratamiento antirretroviral económico y asequible para todos los pacientes y para quienes lo necesiten. Con Bulgaria tenemos ya un primer éxito, si se puede llamar así. Pero, desde luego, nos ocuparemos de ello en la Presidencia, con el apoyo de la Comisión, y esperamos que, una vez establecido el modelo, podamos llevarlo más allá de la Unión Europea. Siempre tenemos esto como objetivo.
Una vez más, quiero dar las gracias a los diputados por un debate muy interesante y decirles que he tomado nota de todas las cuestiones planteadas.
Presidente. − Se cierra el debate.
15. Contaminación causada por la marea negra en los mares Negro y de Azov como consecuencia del naufragio de varios barcos (debate)
Presidente. − El siguiente punto es el relativo a la declaración de la Comisión sobre la catástrofe marítima de los mares Negro y de Azov y la subsiguiente contaminación por hidrocarburos.
Markos Kyprianou, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, antes de nada, quisiera decir que mi colega el señor Dimas lamenta no poder estar aquí hoy para este debate pero, como sabe, se encuentra en la conferencia sobre el calentamiento global, donde tiene que representar a la Comunidad.
Éste es un asunto muy importante. Sabemos que en noviembre se produjeron fuertes tormentas en la región del Mar Negro que causaron la trágica pérdida de vidas y bienes y, por supuesto, daños al medio ambiente, con un escape de fueloil estimado en 1 300 toneladas y el hundimiento de barcos que transportaban azufre. Conforme a un acuerdo bilateral, la Comisión envió un equipo de cinco expertos de la UE, a quienes se sumaron representantes de la Comisión y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Los expertos de la UE se encontraron con que las operaciones ucranianas de limpieza estaban muy avanzadas. Se consideró que las tecnologías y recursos disponibles localmente eran suficientes, y Ucrania no expresó la necesidad de equipos de emergencia adicionales. Los principales resultados de la misión serán presentados a las autoridades ucranianas en Kiev el 14 de diciembre. Durante esa reunión, las conversaciones tratarán también sobre el fortalecimiento adicional de la cooperación en materia de mejoras a la vigilancia de la calidad medioambiental del Mar Negro.
Según las estadísticas internacionales de vertido de crudo, el vertido actual se puede considerar de volumen medio y no se prevé que se convierta en un grave desastre medioambiental. Por supuesto, esto no significa que estemos menos preocupados, especialmente porque siempre existe la posibilidad de una contaminación secundaria. La densidad de las presiones sobre el medio ambiente, la presencia de especies vulnerables en el estrecho, la sensibilidad política de la zona y el riesgo de otros accidentes similares en el futuro subrayan la necesidad de valorar la situación de una forma más integral. La Comisión Europea, por tanto, está considerando hacer un seguimiento mediante otros instrumentos, como las misiones de valoración de los daños, por lo que espero asistir al debate sobre esta cuestión.
Stanisław Jałowiecki, en nombre del Grupo PPE-DE. — (PL) Señor Presidente, la oportunidad que tenemos hoy de debatir la catástrofe ocurrida el mes pasado en el Mar Negro es muy de agradecer por al menos dos motivos.
El primero es que, ante muchos países, incluida Rusia, el Parlamento Europeo tiene un papel que desempeñar como sustituto de la opinión pública. Imaginen lo que ocurriría en los medios de comunicación europeos si ocurriese una catástrofe similar, por ejemplo en el Báltico. La televisión nos regalaría con imágenes del daño sufrido por la flora y la fauna durante días. Tendríamos que sufrir los ataques de expertos que explicarían las negras consecuencias de la catástrofe. En Rusia, sin embargo, los medios están mudos. Sólo con gran dificultad logré recoger unos pocos recortes de información, principalmente de fuentes ucranianas. Nuestra voz, por tanto, es excepcionalmente importante en este asunto.
La segunda razón es lo que llamaría ampliación de nuestra conciencia europea: la conciencia de que regiones a las cuales hasta ahora hemos prestado poca o ninguna atención, como el Mar Negro, son parte integrante de nuestro continente, no sólo en el sentido geográfico, sino en términos de naturaleza, ecología, economía y cultura; la conciencia de que somos partes de un todo común y de que esas partes dependen unas de otras.
Esta conciencia debería aumentar nuestro sentido de la responsabilidad, que también debe extenderse a la región del Mar Negro. Nuestra responsabilidad nos obliga a exigir que la cuenca del Mar Negro sea mucho más segura de lo que ha sido hasta ahora. Debe mencionarse de paso que en los últimos años se han producido varias catástrofes de menor magnitud.
A este respecto, las siguientes exigencias son particularmente importantes. Primero y ante todo, vigilar la situación en el Mar Negro, ahora, apenas un mes después de la catástrofe, y durante mucho tiempo.
La siguiente exigencia es conseguir que los países vecinos de la Unión Europea empiecen de una vez a modernizar sus flotas, en especial sus buques cisterna. El Mar Negro se está volviendo cada vez más negro, no por las causas naturales a las que debe su nombre, sino por el color del crudo. Podría convertirse en un enorme recipiente de petróleo. Hay que presionar a los países vecinos de la UE para que impongan una prohibición rápida al uso de petroleros obsoletos de casco sencillo.
Por consiguiente, pido a la Cámara que adopte la propuesta de resolución en la que instamos al Consejo y a la Comisión a que incrementen la cooperación con los Estados ribereños que no pertenezcan a la UE. Las fronteras terrestres pueden cerrarse con relativa facilidad, pero no las fronteras marítimas. Como no vamos a construir presas, la acción propuesta va también en nuestro propio beneficio.
Silvia-Adriana Ţicău, en nombre del Grupo PSE. — (RO) Señor Presidente, como consecuencia de las violentas tormentas que recientemente han afectado al Mar Negro, cuatro buques se hundieron y siete sufrieron daños, entre ellos dos petroleros.
Los accidentes ocurrieron en el estrecho de Kerch, que une el Mar Negro con el Mar de Azov y es la principal ruta de exportación del petróleo ruso a Europa.
Se vertieron al mar 2 000 toneladas de gasóleo, y los barcos que se hundieron transportaban más de 7 toneladas de azufre. El Mecanismo de Protección Civil de la Comunidad envió al lugar un equipo de 7 expertos para evaluar los efectos e identificar las acciones necesarias.
Como ponente de apoyo a la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo en relación con la comunicación de la Comisión sobre la Sinergia para el Mar Negro, pedí a la Unión que actuase como líder promoviendo los principios de la política marina común y desarrollando rutas de transporte marítimo en esta región.
El paquete legislativo sobre transporte marítimo es importante para la región del Mar Negro. La Directiva relativa al control portuario y la Directiva 65/2005 sobre seguridad portuaria aumentarán la seguridad del transporte marítimo en la región.
En el 2006, en virtud del Memorándum de Entendimiento del Mar Negro, se realizaron más de 4 650 inspecciones de buques de 83 banderas diferentes. El resultado de las inspecciones llevadas a cabo por las autoridades de Bulgaria, Georgia, Rumanía, la Federación Rusa, Turquía y Ucrania fue que el 69,39 % presentaban deficiencias, y alrededor del 6 % quedaron retenidos. Del total de buques retenidos, el 8,7 % eran cargueros, el 2,9 % eran barcos de pasajeros, el 2,7 % transportaban productos químicos y el 0,5 % eran petroleros. Estas retenciones se debieron a las deficiencias en los sistemas de seguridad de la navegación, a la ausencia de equipos de rescate y a deficiencias de los equipos y estructuras que proporcionan estabilidad a la embarcación.
Además, los países que rodean el Mar Negro, como Georgia, están en la lista negra del Memorando de Entendimiento de París, y los otros cinco están en la lista gris.
Creo que la Unión debería hacer más para aumentar la seguridad del transporte marítimo en la región.
La Agencia Europea de Seguridad Marítima, junto con la Secretaría del Memorando de Entendimiento de París y los Estados miembros, financiará estudios y programas para aumentar la seguridad del transporte marítimo. A partir de 2007, la agencia apoyará a los Estados miembros con asistencia con el fin de preparar capacidades para prevenir y combatir la contaminación del mar por sustancias tóxicas.
La Comisión ya ha creado, con el presupuesto RTE-T, proyectos para el desarrollo de rutas marítimas en las regiones del Báltico, Mediterráneo y los mares situados en Europa occidental. Solicito que la Comisión lleve a cabo un estudio similar para la región del Mar Negro, y solicito también el uso en la región del Mar Negro del servicio CleanSeaNet, desarrollado por la agencia, que permite la detección y el seguimiento de vertidos de crudo en aguas europeas.
Roberts Zīle, en nombre del Grupo UEN. — (LV) Gracias, señor Presidente, señor Comisario. En primer lugar quisiera dar las gracias al señor Costa, que presentó la propuesta de resolución sobre la cuestión que hoy debatimos en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo. Pero desde el punto de vista político me gustaría una reacción mucho más rápida que la mera insistencia en la necesidad de que el Consejo no tarde en adoptar una posición sobre las siete propuestas legislativas del tercer paquete de seguridad marina. En mi opinión, esto no resuelve nada en los mares interiores en peligro desde el punto de vista ecológico, como el Mar Negro y el mar Báltico, rodeados por Estados miembros de la UE y por Rusia. A la vista de los precios del crudo y de los beneficios consiguientes, las exportaciones de petróleo de Rusia transportadas por el mar crecerán muy deprisa en el futuro. Esto es propio de la política rusa de transportes: exportar el crudo desde los puertos de su país y, al mismo tiempo, mantener cerrados los terminales de los oleoductos de la UE de Ventspils y Būtingė. ¿Podemos esperar un aumento de la demanda de estos petroleros y recibirá la flota de petroleros rusos las inversiones necesarias para que no se sigan utilizando buques cisterna de un solo casco de 40 años de antigüedad y embarcaciones diseñadas para la navegación fluvial? Creo que no. La motivación básica para el transporte del petróleo por mar será que los naufragios resulten tan baratos como sea posible. Creo que si sólo se mantienen medidas de seguridad marítima estrictas en la Unión Europea, el medio ambiente de los mares próximos sólo se salvará, si se pueden aplicar las normas internacionales. Gracias.
Péter Olajos (PPE-DE). — (HU) En los últimos decenios hemos asistido al crecimiento explosivo en muchos ámbitos, pero nada es comparable con el crecimiento que ha experimentado el comercio mundial y, en relación con éste, el transporte de mercancías. El transporte marítimo ha desempeñado una función prominente en esta explosión, ya que el 90 % del comercio exterior de la Unión Europea se hace por este medio. Dado que se trata del método de transporte más común, creo que es justo esperar que ese medio de transporte de personas y mercancías sea también seguro y limpio con el fin de reducir el riesgo de accidentes en el mar y la contaminación que provocan los naufragios de buques.
El mes pasado se produjeron tres catástrofes graves con una magnitud total similar a la contaminación que provocó el Exxon Valdez en 1989, lo que debería ser motivo de reflexión. Hay que prestar atención a la importancia de la prevención y de la aplicación de medidas eficaces. El daño ambiental causado por accidentes de este tipo no se limita a las fronteras de un país o dos, o de un continente, sino que pone en peligro y, en último término, destruye sin remedio nuestros valores y nuestros tesoros naturales comunes. Por tanto, se necesita con urgencia un grado de coordinación internacional eficaz superior al actual, así como tomarse en serio la prevención activa y la aplicación de medidas de reparación después de los accidentes. Es también necesario revisar la legislación internacional sobre el particular para llenar lagunas, prohibir que los barcos diseñados para la navegación fluvial salgan al mar y aplicar de forma efectiva el principio de que «quien contamina, paga». La Unión Europea está obligada a presionar a favor de la aplicación de medidas orientadas a la seguridad de la navegación en el mar a escala internacional, como las que ya se han aplicado en la Unión. Gracias.
Daciana Octavia Sârbu (PSE). — (RO) Señor Presidente, el incidente de noviembre causó daños ecológicos en el Mar Negro y en el mar de Azov, y demostró que las aguas marinas no tienen fronteras y que los vertidos de petróleo debidos a accidentes ocurridos fuera del espacio europeo también pueden afectar a los ecosistemas costeros de los Estados miembros.
Los buques hundidos que provocaron la contaminación del Mar Negro estaban diseñados para la navegación fluvial, no marina, y esto ha sido la causa del vertido de toneladas de crudo al mar y de la consiguiente afectación de los hábitats marinos naturales. Más de 15.000 aves y delfines quedaron cubiertos de gasóleo y varias especies raras de flora y fauna, de las costas y el fondo del Mar Negro, fueron destruidas, y recuperar la integridad del ecosistema del Mar Negro exigirá un esfuerzo considerable.
La degradación de la vida acuática tiene muchas consecuencias negativas, ya que influye en la seguridad ecológica y en la calidad de vida y la salud de la población. La reducción aguda de la diversidad biológica en el Mar Negro es motivo de preocupación por el deterioro continuo del ecosistema, la pesca ilegal y la sobreexplotación de los recursos naturales, y los vertidos de petróleo contribuyen al empeoramiento de del estado del medio ambiente en esta región, que se considera la más contaminada del mundo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han aceptado el compromiso de frenar la reducción de la diversidad biológica para 2010, y este objetivo debe alcanzarse también en el sector del mar.
En la Unión Europea tenemos que asegurarnos de que el transporte marítimo se lleve a cabo en condiciones de seguridad y de que las fronteras marinas estén protegidas lo más eficazmente posible de las amenazas transfronterizas. Además, el nuevo Libro Verde sobre instrumentos de mercado para el medio ambiente y los fines políticos relacionados trata de aplicar mejor el principio de que «quien contamina, paga», y confío en que ejercerá una influencia positiva en los métodos de prevención de este tipo de desastres ecológicos.
Nickolay Mladenov (PPE-DE). — (BG) Señor Presidente, diputados, el Mar Negro no es sólo una frontera exterior de la Unión Europea después de la incorporación de Bulgaria y Rumanía, sino también un mar con un potencial económico enorme para el desarrollo de nuestra Unión. Si consideramos los mares Negro y Caspio como una única región, su mercado tiene un valor potencial para el comercio exterior de más de 200 millones de euros y una población de más de 350 millones de habitantes.
Recordaré brevemente el debate de septiembre tras las grandes inundaciones y los incendios de Europa. Debatimos entonces la necesidad de establecer fuerzas conjuntas para ayudar a los Estados miembros a hacer frente a catástrofes naturales como las que nos golpearon este año. Una necesidad similar podría señalarse ahora en la región del Mar Negro. Ante todo, insto a la Comisión Europea y, naturalmente, a los Estados miembros, especialmente Bulgaria y Rumanía, a que inicien un estudio prioritario sobre la necesidad de constituir un centro regional de rescate para la región del Mar Negro para ayudar a los países a afrontar situaciones graves como las que hemos visto hace unos pocos meses. En segundo lugar, debe hacerse un análisis meticuloso de las causas fundamentales de estos desastres y de todos los que afectan a la región del Mar Negro para extraer enseñanzas y dar recomendaciones para nuestra política en la región. En tercer lugar, es momento de establecer un centro regional de información sobre navegación para el Mar Negro, que contribuirá a la seguridad de las rutas de transporte y, en general, de la navegación en la región.
La tragedia del estrecho de Kerch es algo que tenemos que aceptar y afrontar en el menor tiempo posible, especialmente aquellos de nosotros que lindan con la región del Mar Negro. Pero aprovechemos esta tragedia para buscar razones y oportunidades para la cooperación entre los Estados miembros, la Comisión y los otros países que rodean el Mar Negro para mejorar la seguridad de esta importante ruta europea. Gracias.
Roberta Alma Anastase (PPE-DE). — (RO) Señorías, como ponente sobre la cooperación regional en el Mar Negro, recibo con satisfacción el inicio de este debate, aunque también debo lamentar profundamente que el tema de nuestra discusión sea, en realidad, el triste reconocimiento de que el Mar Negro todavía no recibe la necesaria atención de la Unión Europea ni disfruta de un nivel satisfactorio de ejecución de las acciones planificadas.
No obstante, quisiera recordarles que, desde la incorporación de Bulgaria y Rumanía a la Unión Europea, el Mar Negro se ha convertido en un mar parcialmente interior, y no podemos pasar por alto su importancia estratégica para todo el mundo.
La región del Mar Negro es de importancia capital desde el punto de vista de las políticas de energía y transportes de la Unión Europea. Por consiguiente, esto nos obliga a elaborar una estrategia mundial coherente para toda la región, una estrategia orientada a garantizar la seguridad, el desarrollo sostenible y la integración atenta de aspectos de protección del medio ambiente. Más que eso, para promover una auténtica política a escala regional, todos los países que limitan con el mar deben hacer un esfuerzo conjunto que excedería los marcos nacional y bilateral.
Por tanto, recibo con satisfacción el lanzamiento en 2007 de la iniciativa Sinergia para el Mar Negro, pero reitero un aspecto esencial de mi informe: la necesidad de dar pasos concretos y firmes para desarrollar y lograr esta iniciativa de cooperación, tanto dentro de la región como entre la región y la Unión Europea.
La tragedia de la marea negra del 11 noviembre de 2007 nos ha demostrado que en este campo necesitamos combinar nuestros esfuerzos. La Unión Europea tiene que desempeñar una función central aumentando su participación en el desarrollo de la Sinergia para el Mar Negro y alentando a sus vecinos y socios en esta dirección. Esta es la única manera que tenemos de responder eficientemente a las expectativas y exigencias de nuestros ciudadanos que hoy afrontan las consecuencias directas de la catástrofe del 11 de noviembre.
Rumiana Jeleva (PPE-DE). — (BG) Ante todo, quisiera expresar mi satisfacción por el hecho que la Comisión haya presentado esta opinión. Este debate revela que el Mar Negro es ahora el punto focal de la política europea y de los políticos europeos. Elogio este enfoque y creo que beneficiará a todos los ciudadanos de la Unión Europea. Como ya se ha dicho, hay que hacer mucho más para proteger la región del Mar Negro. Lo importante es cómo prevenir catástrofes como la ocurrida en el estrecho de Kerch. Las catástrofes nunca podrán evitarse por completo pero, sin duda, las causas que las originan sí pueden minimizarse.
Hay dos formas de garantizar una mejor protección para nuestros mares. La primera es seguir fomentando la cooperación regional. La segunda, paralela a la cooperación regional, consiste en mejorar las políticas de navegación. Las medidas sugeridas en el tercer paquete de la política marina van en la dirección correcta y deben ejecutarse de la mejor manera posible. Su ejecución es imprescindible para evitar sucesos como el del estrecho de Kerch en la región del Mar Negro. Ya que el Parlamento Europeo y la Comisión expresaron su apoyo al paquete de medidas hace algún tiempo, es hora de que el Consejo adopte una actitud más activa y dé los pasos necesarios para la introducción de este paquete. La aplicación eficaz de las medidas contempladas en el paquete se combina con el mayor nivel de la cooperación regional, con ejemplos como la Cooperación Económica del Mar Negro y la iniciativa de DABLAS para la protección del medio ambiente. Podría ser una contribución importante a la seguridad de nuestros mares y, al mismo tiempo, aumentar la competitividad de nuestro sector naval.
Creo que este desastre prueba una vez más la importancia de todo lo relacionado con nuestras cuencas y la necesidad de políticas apropiadas para evitar esta clase de accidentes y de proteger el medio ambiente. Por consiguiente, creo que realmente ha llegado la hora de que el tercer paquete de medidas en el marco de la política marina se convierta en realidad y entre en vigor. Gracias.
Gabriele Albertini (PPE-DE). — (IT) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo, Comisario, señorías, en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, me gustaría explicar la razón por la que presentamos esta propuesta de Resolución sobre los naufragios en el estrecho de Kerch, en el Mar Negro. Nuestra solidaridad está con las víctimas de la catástrofe.
Invitamos al Consejo y la Comisión a vigilar de cerca la situación en el Mar Negro y a adoptar medidas concretas para ayudar a reducir la repercusión ecológica del desastre. Europa todavía no tiene la panoplia de reglamentos necesaria para evitar por completo la repetición de accidentes muy graves similares al del Mar Negro; entre otras cosas, esos reglamentos deben hacer a los Estados responsables de la seguridad de los buques que enarbolan sus banderas y de llevar ante los tribunales a los causantes de tales catástrofes medioambientales para someterlos a un riguroso procedimiento civil.
Aunque el Parlamento Europeo adoptó el tercer paquete de seguridad marina en primera lectura en abril de 2007, todavía no ha sido plenamente aprobado por el Consejo, que lo tiene inexplicablemente bloqueado, a pesar de la seguridad que la Presidencia portuguesa dio a este respecto a la Comisión de Transportes y al Parlamento. El paquete, que consta de siete informes, es muy completo: hace más estrictas las normas de seguridad marítima, protege a los pasajeros, limita los daños al medio ambiente en caso de accidente y establece obligaciones y responsabilidades para los Estados, las empresas de transporte y los propietarios de buques. Disgregar el debate y dar prioridad a unos aspectos y no a otros demuestra que el Consejo no quiere afrontar seriamente la cuestión de la seguridad y sí quiere frenar el conjunto del paquete.
La seguridad marítima es demasiado importante como para hacerla objeto de movimientos tácticos, y demasiado grave, como demuestran los sucesos que ya se han producido: el Erika, el Prestige y, más recientemente, el Segesta Jet en el estrecho de Mesina, y el Sea Diamond en Santorini. Por los accidentes que ya se han producido y porque el aumento del tráfico marítimo en Europa y en el mundo bien podría aumentar los riesgos en el futuro.
Por eso el Parlamento Europeo considera que deben impulsarse cuanto antes, antes de que se produzca otra catástrofe medioambiental con pérdida de vidas humanas, las siete propuestas: armonizar los tipos de clasificación, instar a los Estados a supervisar los buques que enarbolan sus banderas, garantizar la inspección de los buques en los puertos y la vigilancia de sus movimientos, decidir las medidas que deben adoptarse en caso de accidente y seguir y gestionar las responsabilidades frente a terceros y frente a los pasajeros. Por consiguiente instamos al Consejo a que no cierre los ojos ante esta trágica advertencia del Mar Negro.
Markos Kyprianou, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, sólo deseo comentar un par de cuestiones. En primer lugar, en relación con Rusia, un asunto planteado por varios diputados. Me gustaría comenzar diciendo que el mecanismo de protección civil de la Comunidad sólo se puede activar si así lo solicita un país afectado. Se han enviado cartas oficiales con oferta de ayuda a Ucrania y a la Federación de Rusia y, mientras que Ucrania ha respondido positivamente, solicitando ayuda, Rusia ha rechazado la oferta.
Pero sobre la cuestión general de la seguridad marítima, mi colega el Vicepresidente Barrot escribió el 10 de diciembre a su colega el señor Levitin, el Ministro de Transportes ruso, para plantear estas inquietudes y recalcar la importancia de una cooperación reforzada entre la UE y Rusia en el Mar Negro y en el Mar Báltico, con el fin de mejorar la seguridad marítima.
Abordar los problemas del medio ambiente marino a nivel regional es una de las piedras angulares de la estrategia marina de la Unión Europea y de la Directiva propuesta sobre la estrategia marina, para la que se ha alcanzado un acuerdo para una segunda lectura entre el Consejo y el Parlamento. Creo que es un avance muy positivo.
La Comisión ha plasmado su visión de una estrategia para la región en su Comunicación «La sinergia del Mar Negro, una nueva iniciativa de cooperación regional». La propuesta presenta una iniciativa que centraría la atención política en el nivel regional. Los recientes accidentes del Mar Negro son notorios por haber intervenido en ellos una categoría especial de barcos, los llamados petroleros marítimos/fluviales, que sólo pueden navegar por mar abierto con ciertas limitaciones.
De manera más general, la Comisión está preocupada por la posibilidad de que los barcos de esta categoría viajen por otras zonas marítimas de la Unión Europea o de su vecindad, y especialmente por el Mar Báltico. En la UE tenemos reglas estrictas sobre la seguridad marítima y la condición de los barcos, pero también nos preocupa lo que pasa en aguas internacionales, porque podría afectar fácilmente a la Unión Europea y también porque nos importa el medio ambiente de todo el mundo. Por eso estos accidentes también demuestran la importancia de mantener la presión sobre las cuestiones de seguridad marítima tanto en el ámbito de la UE como a nivel internacional.
A este respecto, como ya han señalado el Parlamento y sus Señorías, es importante acelerar el análisis de las siete propuestas del tercer paquete de medidas legislativas para la seguridad marítima.
Por último, sobre la cuestión de la respuesta, la Comisión también se ha comprometido a reforzar continuamente sus instrumentos de respuesta, como el mecanismo de protección civil, para garantizar una respuesta rápida y eficaz en el caso de que tales desastres se vuelvan a producir en el futuro. Esto también implica cooperar con los vecinos de la UE, como los países del Mar Negro, y por supuesto otros terceros países.
Quiero dar las gracias a sus Señorías por el debate y, naturalmente, hablaré a mi colega sobre las interesantes cuestiones que han planteado.
Presidente. − He recibido una propuesta de resolución(1) de acuerdo con el artículo 103, apartado 2, y del artículo 108, apartado 5, del Reglamento del PE.
Se cierra el debate.
La votación se celebrará el 13 de diciembre de 2007.
(Se suspende la reunión a las 19.30 horas y se reanuda a las 21.00 horas.)
16. Composición de las comisiones y delegaciones : véase el Acta
17. Sistemas de garantía de depósitos (debate)
Presidenta. — El siguiente punto es el informe de Christian Ehler, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre los sistemas de garantía de depósitos (2007/2199(INI)) (A6-0448/2007).
Christian Ehler, ponente. — (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, señorías, tengo la satisfacción de presentar hoy ante ustedes un informe que fue adoptado por unanimidad por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Antes del voto en la comisión, el futuro de los sistemas de garantía de depósitos fue objeto de un intenso debate, en particular a la luz de los actuales problemas regionales específicos y de la crisis reciente en el mercado inmobiliario de Estados Unidos.
A fines de 2006, la Comisión presentó una comunicación para examinar la Directiva de 1994 sobre los sistemas de garantía de depósitos. Antes de la propuesta de comunicación, la Comisión llevó a cabo un proceso de consulta. Sobre la base de los resultados empíricos obtenidos, podemos llegar a la conclusión de que en lo esencial se han logrado los objetivos de la Directiva y de que no hay ninguna necesidad de intervención legislativa en este momento.
Pero la naturaleza cada vez más transfronteriza de las estructuras del mercado financiero en Europa nos exige concentrarnos más en el asunto de la cooperación entre los distintos sistemas de garantía de depósitos de Europa. En su comunicación, la Comisión identificó las áreas en las cuales las medidas de autorregulación o un tratamiento diferente de las bases jurídicas podrían aportar mayores mejoras para los consumidores.
A nuestro juicio, conviene profundizar en este enfoque. Creemos que el proceso de discusión dinámica en el que participan la Comisión, los Estados miembros y el EFDI, el Foro Europeo de Aseguradores de Depósitos, desempeña una función muy útil, pues nos ayuda a adaptarnos lo más rápido posible a circunstancias cambiantes.
El problema de Nordea no justifica que se inicie una nueva y costosa enmienda de la Directiva en este momento. Por tanto, agradezco a la Comisión que haya dejado bien claro que el problema de Nordea, que consiste esencialmente en el reembolso de contribuciones, debe ser resuelto por los Estados miembros.
Los gestores de sistemas de garantía de depósitos de los países escandinavos y las autoridades supervisoras correspondientes deben decidir por sí mismos si se reembolsarán las contribuciones o si las garantías de depósito deben tratarse en esos países como pólizas de seguro y no dan lugar a derechos de reembolso. Eso es un problema fundamental, pero es un problema fundamental de los Estados miembros.
El informe puede dividirse básicamente en tres partes. La primera parte es un debate del estudio emprendido por la Comisión y la adopción de una posición sobre sus resultados, como la cuantía de la garantía mínima. La segunda parte se centra en la cuestión de si los distintos sistemas de garantía de depósitos de Europa provocan distorsiones de la competencia inadmisibles. La tercera parte aborda la crisis futura y la gestión del riesgo.
En la primera parte de mi informe me propongo ser muy breve, ya que quedó ampliamente demostrado su carácter no contencioso y refleja los hallazgos del proceso de consulta sobre los sistemas de garantía de depósitos. Creo que nuestra afirmación sobre el nivel de cobertura mínima, que debería ajustarse a la inflación durante la próxima revisión de la Directiva, logra un equilibrio entre los intereses de los Estados miembros nuevos y de los más antiguos. Quisiera recalcar que cada Estado miembro y cada garante de depósitos ya tiene la opción de superar el mínimo europeo al garantizar depósitos.
Otro punto importante que se refleja en el informe es el examen de la cuestión de si los distintos sistemas de garantía de depósitos y los diversos métodos aplicados para financiarlos están distorsionando la competencia. La Comisión ha planteado sus puntos de vista y ha presentado un estudio tal que, si se pusieran en práctica sus recomendaciones, daría lugar a una armonización de la financiación de los Estados miembros individuales.
Si a los Estados miembros con sistemas ex post se les va a pedir ahora que lleven a cabo una completa y costosa reestructuración de sus sistemas de garantía de depósitos, sería necesario analizar si la diversidad de los sistemas y la consiguiente distorsión costosa e inadmisible del mercado están justificadas en el mercado interior. Esto no se ha analizado todavía, y tal análisis será una tarea importante en el futuro.
La tercera parte del informe examina el riesgo y la gestión de crisis. El mercado interior y el creciente grado de interdependencia transfronteriza nos exigen que examinemos si el riesgo transfronterizo y la gestión de crisis funcionan sin tropiezos. Es urgente celebrar discusiones exhaustivas con todos los interesados. En ese contexto hay que abordar cuestiones pendientes desde hace muchos años, como el problema de los beneficiarios que no han contribuido y el riesgo de incertidumbre moral.
Creo que los estudios empíricos que analizan las crisis y la gestión de riesgos son imperativos si queremos elaborar disposiciones viables para compartir las cargas en caso de crisis transfronterizas y métodos comunes para la detección temprana de riesgos o desarrollar un sistema para la introducción de contribuciones basadas en el riesgo. Estos estudios deben determinar el contenido de los debates ulteriores.
Ante esta situación, yo también rechazo de plano la enmienda del PSE, que postula que en el mercado hay distorsiones pero que actualmente no hay pruebas de ello. Creemos que el presente proceso es el enfoque correcto.
Charlie McCreevy, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, en primer lugar quisiera dar mis efusivas gracias a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y, en particular, al ponente, el señor Christian Ehler, por apoyar la política recogida en nuestra Comunicación.
Respaldo plenamente su opinión de que las propuestas legislativas no son apropiadas en este momento. Algunas cuestiones se pueden mejorar mediante la normativa establecida sin grandes consecuencias en los costes y mediante la colaboración con el Foro Europeo para los Fondos de Garantía de Depósitos (European Forum of Deposit Insurer: EFDI). La reciente convulsión financiera demuestra que mantener los depósitos o la confianza es crucial durante una crisis financiera. En cuanto a los sistemas de garantía de depósitos, parece que hay dos elementos clave: un nivel de cobertura apropiado y una demora mínima en el pago. Si los depositantes saben que sus depósitos estarán cubiertos y tienen confianza en que los depósitos asegurados serán reembolsados rápidamente, no tienen necesidad de sumarse a una cola delante del banco.
La directiva existente ha demostrado ser flexible y permite a los Estados miembros aumentar la cobertura en función de su propia situación económica. Los Estados miembros pueden adoptar medidas inmediatas si ven que su nivel de cobertura es insuficiente. Desde luego, el pago puntual de los depósitos de las aseguradoras se puede mejorar. Según la Directiva, normalmente los reembolsos no deberían tardar más de tres meses, pero esto refleja la tecnología de la que se disponía en 1994. Por esta razón hemos pedido al EFDI que identifique los obstáculos para un pago rápido.
Los depositantes también deben ser informados de la protección que tienen a su disposición. Las actuales obligaciones de información de la Directiva se aplican de manera diferente en los distintos países de Europa. Por tanto, hemos pedido al EFDI que identifique las buenas prácticas a fin de mejorar la difusión de dicha información a los depositantes. En relación con la crisis transfronteriza, comparto la opinión del Parlamento sobre la necesidad de claridad en cuanto al reparto de cargas y a las interacciones entre todas las partes afectadas antes de que se produzca tal crisis. Las conclusiones de ECOFIN del 9 de octubre son claras a este respecto. He tomado nota de la sugerencia de que el EFDI participe en los debates generales sobre reparto de cargas. Permítanme subrayar que son muy pocos los planes cuyas competencias van más allá del simple reembolso a los depositantes. Sus fondos también cubrirán sólo una fracción de las cantidades afectadas en una crisis transfronteriza importante. Por tanto, no puedo apoyar la sugerencia de incluir al EFDI en los debates generales sobre reparto de cargas.
El informe también hace hincapié en la importancia de eliminar las posibles distorsiones del mercado. Tal como se ha solicitado, estudiaremos este asunto. Sin embargo, en este momento no creemos que esté justificado el elevado coste de armonizar en su totalidad el marco reglamentario actual, estimado en una cifra comprendida entre 2 500 y 4 500 millones de euros. Se están tratando ya algunas cuestiones relacionadas con unas condiciones de competencia equitativas. Por ejemplo, necesitamos facilitar los acuerdos de cobertura complementaria (topping up), donde una sucursal debería poder ofrecer en un país anfitrión un nivel de protección superior al del país de origen. Sin embargo, a veces, los acuerdos entre planes de los diferentes Estados miembros no han funcionado en la práctica, y apoyamos los esfuerzos del EFDI por lograr un acuerdo modelo voluntario. Algunos Estados miembros ya ajustan las aportaciones por medio de sus planes conforme al riesgo individual de los bancos. Nos gustaría ayudar a los Estados miembros interesados, ya que ello contribuiría a unas condiciones de competencia equitativas para bancos con perfiles de riesgo similares.
En conclusión, Europa necesita sistemas de garantía de depósitos que garanticen la confianza de los depositarios en caso de crisis financiera. Con las mejoras contempladas, confío en que nos acercaremos a este objetivo.
Piia-Noora Kauppi, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, me gustaría empezar por dar las gracias a todos, porque se trata de una cuestión muy oportuna.
Todos sabemos que la convulsión financiera actual ha puesto de relieve la importancia de gestionar la crisis transfronteriza, y acogemos con especial satisfacción la decisión adoptada por ECOFIN en octubre de incrementar la coordinación a priori entre los Estados miembros y, especialmente, los regímenes de supervisión.
Los bancos ocupan un lugar central en el sistema de pagos y manejan los ahorros de los ciudadanos de a pie que no son profesionales de las finanzas. Por tanto, el funcionamiento correcto de los sistemas de pagos y del sistema de compensación y liquidación es especialmente delicado. Muchos de los bancos ya realizan actividades transfronterizas. Un marco reglamentario nacional disperso no es suficiente. Actualmente, ni siquiera los tipos de cuenta incluidos en los requisitos del sistema de garantía de déficit son los mismos en todos los Estados miembros.
No deberíamos permitir que esto se convierta en un problema de los depositarios. El ponente, señor Ehler, ha hecho un buen trabajo en el informe y ha mostrado mucha voluntad de transigir. En concreto, y con buen criterio, el informe hace hincapié en la importancia de eliminar las distorsiones de la competencia. Como ha dicho el Comisario, es muy importante garantizar unas condiciones equitativas.
Sin embargo, lamento que el informe finalmente no aborde la cuestión de los sistemas de garantía de depósitos a priori. Aunque los Estados miembros que tienen sistemas de garantía de depósitos a posteriori han aducido que se trata de un problema específico de los mercados escandinavo y nórdico, no lo es. En realidad es contrario a la competitividad para todo el mercado único a mayor escala. De hecho, la mayoría de los sistemas europeos son a priori. Si no se armonizan las reglas sobre la capacidad de transferir o devolver los importes abonados a estos planes, se distorsiona la posibilidad de optar entre modelos de sucursal y filial en el país de origen, y esto lleva a la distorsión de la competencia. Por tanto, nos complace comprobar que la Comisión está estudiando esta cuestión, analizando si existen distorsiones de la competencia y haciendo posibles futuras recomendaciones en esta área, especialmente en relación con la capacidad de devolver o transferir las garantías de depósitos a priori ya pagadas en efectivo.
De modo que aplaudo la iniciativa de la Comisión y el informe del señor Ehler, pero aún queda trabajo por hacer.
Pervenche Berès, en nombre del Grupo del PSE. – Señora Presidenta, señor Comisario, agradezco al ponente el texto que nos ha presentado. Por una vez, comparto muchas de las observaciones de la señora Kauppi. Iniciamos el examen de este texto antes del verano y creo que quienes pensaban que llegaba en el momento justo se han visto respaldados por lo sucedido este verano.
Lo sucedido este verano nos lleva a plantear la cuestión de los sistemas de garantía de depósitos. No podemos vivir en un sistema en el que muchos operadores actúen en países en los que haya mecanismos de garantía de depósitos que no estén, por lo menos, armonizados o, en todo caso, elaborados con arreglo a una misma base, debido a la competencia, pero también por razones de confianza en los propios mecanismos del mercado.
De hecho, me sorprendió mucho, durante mis desplazamientos de este verano, limitados a países nórdicos, que este tema del sistema de garantía de depósitos se me planteara sistemáticamente como una cuestión crucial. Por supuesto, conozco la respuesta de los servicios del Comisario, que consiste en decir: «A fin de cuentas, si se sumaran todos estos sistemas de garantía a escala europea, no se obtendría más que un importe ínfimo de las sumas necesarias para hacer frente a las crisis». No es argumento suficiente para superar las barreras que tenemos ante nosotros en términos de competencia y de confianza en los mecanismos del mercado, tanto más cuanto que generan efectos perversos en la estrategia de las empresas, que, como consecuencia, arbitran entre filiales y sucursales basándose en razones que no son las buenas.
Basándome en todos estos elementos, he pedido el apoyo de mi Grupo. Éste ha presentado una enmienda que solicita a la Comisión que acelere su trabajo y tenga en cuenta las expectativas de los ciudadanos, que, aun cuando no expresen una demanda prioritaria y enérgica, piden seguridades con respecto a los mecanismos de los mercados financieros europeos y a su modo de intervención. Un buen sistema de garantía de depósitos a escala europea contribuiría sin duda a ello.
Creo, señor Comisario, que es su responsabilidad valorar en qué medida se confía o no en el funcionamiento de los mercados financieros a escala europea. Me parece que, a este respecto, no podemos limitarnos a esperar nuevos estudios. Debe usted provocar las cosas para que vayan más deprisa y avancemos sobre una base más armonizada, con una lectura más transparente y más clara de los mecanismos de garantía de depósitos, tal como funcionan a escala de la Unión Europea.
Wolf Klinz, en nombre del Grupo ALDE. — (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, señorías, como ya se ha dicho, los sistemas de garantía de depósitos han vuelto a centrar la atención pública en las últimas semanas. El caso de Northern Rock, cuyas sucursales se vieron invadidas por cientos de clientes que querían retirar sus ahorros, y la cuestión de la compensación del inversor en caso de quiebra del banco están recientes en nuestro pensamiento.
Esto ilustra demasiado bien que la integración mundial de los mercados financieros plantea dificultades también para Europa. El aumento de la consolidación transfronteriza en el sector bancario plantea dudas acerca de la jurisdicción supervisora, del nivel apropiado de cobertura de los sistemas de garantía de depósitos y de la cooperación transfronteriza entre estos sistemas. Como sabemos, el nivel europeo de cobertura mínima es de 20 000 euros, pero en realidad es muy superior en muchos Estados miembros. Sin embargo, la financiación de los sistemas de garantía es asunto de los Estados miembros, y las estructuras de los sistemas son muy diversas.
Por este motivo es preciso aclarar, y deprisa, los puntos siguientes: la medida en que es necesario armonizar los sistemas de garantía de depósitos, su financiación y el uso proactivo ex ante de recursos para la prevención de daños.
En el caso de las instituciones transfronterizas, la atención se centra en la posibilidad de una crisis en la estructura supervisora, en particular en el caso de la supervisión de grupos, y en la distribución de cargas. Si una filial opera en un Estado miembro anfitrión y pertenece al sistema de garantía de depósitos de ese país pero está sujeta a la autoridad supervisora del Estado miembro de la casa matriz en virtud del principio de la supervisión de grupos, se abre un abismo entre el sistema de supervisión y el de garantía de depósitos, lo que sin duda es inadmisible y contrario a los intereses de los inversores.
No obstante, apoyo la línea adoptada por el ponente. Antes de recurrir a medidas legislativas, los Estados miembros deben eliminar las restantes debilidades de sus sistemas de garantía de depósitos. Al mismo tiempo, la Comisión, actuando lo más rápido posible, debe realizar estudios centrados en la gestión del riesgo transfronterizo y un análisis detallado de las forma en que se financian los distintos sistemas. Sobre la base de sus resultados, se puede pensar con seriedad en la conveniencia de adoptar más tarde medidas legislativas si se demuestra que son convenientes y necesarias.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). - Señora Presidenta, quisiera dar las gracias al ponente por subrayar la necesidad de estudios y análisis, pero también por llegar a la conclusión de que, si existen distorsiones en el mercado, habrá que hacer algo para conseguir unas condiciones equitativas. Creo que es importante sacar esta conclusión del debate.
Si hay distorsiones, podemos tener opiniones diferentes, en su caso. Pero, si las hay, tenemos que hacer algo. Tenemos que hacerlo porque creo que todos estamos de acuerdo en que queremos más competencia transfronteriza, y también queremos proteger los intereses de los consumidores.
Es pertinente debatir la diferencia entre los distintos sistemas porque, si en algunos Estados miembros tenemos sistemas a priori y en otros tenemos sistemas diferentes a posteriori —lo que en realidad supone que el Estado podría salir fiador de los bancos que no puedan pagar a sus clientes—, tenemos una distorsión.
Dadas nuestras diferencias de opinión, creo que ya existe una distorsión. La distorsión es aún más grave si también se basa en el supuesto de que el Estado debe ayudar a los bancos que no puedan pagar a sus clientes.
Creo que un buen logro de este informe del señor Ehler es que hayamos llegado a esta conclusión. Creo que es importante que la Comisión responda a esto en futuras acciones.
Quizá tengamos diferencias de opinión en cuanto a la situación actual. Pero sí estamos de acuerdo en la necesidad de tomar medidas si los estudios que se van a realizar demuestran la existencia de distorsiones.
Me gustaría dar las gracias al ponente por ello y pedir también al Comisario que responda a esto con medidas.
Antolín Sánchez Presedo (PSE). - Señor Presidente, queridos colegas, agradezco el trabajo realizado por el ponente Ehler cuando se cumplen diez años de la transposición de la Directiva sobre sistemas de garantía de depósitos de 1994, se atraviesa una etapa de turbulencias financieras y se discute la mejora del mercado europeo de servicios financieros.
Actualmente, hay una gran disparidad de soluciones entre los Estados miembros e importantes interrogantes por resolver. Aunque la mayoría de los Estados miembros aplican el sistema basado en un fondo ex-ante, persisten importantes divergencias en el nivel de garantías, el tamaño de los fondos y su provisión.
Dos ejemplos: el monto garantizado llega a ser casi ocho veces mayor en el Estado más protector que en el menos protector, y el fondo de garantía de un solo Estado representa casi un 40 % del total europeo. Esta situación distorsiona la competencia. El sistema ex-post proyecta, además, sombras sobre la estabilidad financiera nacional y europea en caso de crisis.
Los grupos bancarios transfronterizos también tienen problemas. La consolidación de fondos de distintos esquemas plantea dificultades prácticas. La concentración de garantías en un único esquema sólo puede hacerse multiplicando regulaciones y acuerdos entre Estados, lo que fragmenta el sistema y lo hace más vulnerable a una acumulación indebida de riesgos. Existen interrogantes sustanciales sobre los objetivos del esquema: la armonización de niveles de cobertura, las contribuciones basadas en el riesgo, la utilización de fondos para aportar liquidez, el reparto de costes, la gestión de crisis transfronterizas, la liquidación de entidades y la cooperación entre autoridades.
Los esquemas de garantía de depósitos deben formar una red de seguridad basada en el riesgo que proteja a los depositantes, asegure una competencia eficiente y justa, proporcione estabilidad a los mercados financieros y contribuya a un reparto equitativo de cargas en situaciones de crisis.
Por ello, extraer todas las posibilidades del marco actual no debe impedir que se aborde una reforma ambiciosa y profunda una vez se disponga de los estudios necesarios.
Mariela Velichkova Baeva (ALDE). — (BG) Compañeros diputados, observo que las crisis financieras no son un fenómeno nuevo; son indicadores de una asimetría entre el sector financiero y la economía real. La crisis de las hipotecas en Estados Unidos ha llevado recientemente a los expertos financieros a afirmar que las economías y los mercados financieros están interrelacionados y que hace falta un debate a gran escala para mejorar la gestión del riesgo.
La idea contenida en el proyecto de resolución de Ehler para evaluar y mejorar las medidas de alerta prudencial y temprana de la Unión Europea con miras a asegurar la estabilidad de los mercados financieros, y la cuestión de la garantía de los depósitos como forma tradicional de ahorro en Bulgaria, mi país, es realmente oportuna. En este contexto, deseo recalcar que la responsabilidad de los bancos de organizar cuidadosamente su cartera y de administrar eficazmente los recursos de sus depositantes es de importancia capital. Naturalmente, el mayor conocimiento de los ciudadanos de las formas de usar sistemas flexibles, la diversificación de las formas de depósito y los mecanismos como los fondos de garantía de depósitos, contribuyen a aumentar la confianza y favorecen la estabilidad financiera.
Charlie McCreevy, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, deseo agradecer las aportaciones de sus Señorías. Para terminar, me gustaría hacer dos observaciones importantes.
No creemos que en este momento sea apropiado introducir cambios en la legislación. La Directiva ha aguantado bien el paso del tiempo. Es capaz de adaptarse a las circunstancias cambiantes. A más largo plazo, será crucial, desde una perspectiva de estabilidad financiera, que los sistemas de garantías positivas contribuyan a una gestión fluida de la crisis en un entorno de banca cada vez más paneuropeo.
Por tanto, cualquier otro paso hacia unos planes más armonizados en la Unión Europea dependen ahora de los resultados de la labor, más amplia, que se está llevando a cabo en el contexto de la gestión de la crisis.
En relación con los problemas planteados por la señora Kauppi y el señor Hökmark, el reembolso de aportaciones a un banco que abandona el plan, por cualquier motivo, no está cubierto por la Directiva actual y, por tanto, es competencia de la legislación de los Estados miembros. La armonización a escala europea requeriría la plena armonización del método de financiación.
Quisiera dar las gracias al ponente, señor Ehler, y a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, por su planteamiento altamente constructivo.
Presidenta. - Se cierra el debate.
La votación se celebrará el jueves 13 de diciembre de 2007.
18. Gestión de activos II (debate)
Presidenta. — El siguiente punto es el informe de Wolf Klinz, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre Administración de Activos II (2007/2200(INI)) (A6-0460/2007).
Wolf Klinz, ponente. − (DE) Señora Presidenta, desde la adopción en 1985 de la Directiva relativa a los OICVM, los mercados de fondos europeos han experimentado un crecimiento meteórico. La Directiva se ha actualizado dos veces desde entonces para tener en cuenta las novedades del mercado, y en el programa para el año que viene ocupa un lugar prioritario una nueva modernización.
No es la menos importante de la fuentes del presente proyecto de reforma de la Comisión la primera resolución sobe administración de activos (Administración de Activos I), adoptada por el Parlamento Europeo en abril de 2006 y que estableció los elementos principales del paquete de reforma. Agradezco a la Comisión que haya adoptado estas recomendaciones y que tenga la intención de incorporarlas a un instrumento legislativo el año próximo.
El presente proyecto de resolución, llamado Administración de Activos II, se ha diseñado también para allanar el camino para iniciativas futuras por parte de la Comisión. Con este fin, el proyecto contiene numerosas medidas que van más allá del contenido del paquete de revisión previsto para el próximo año, pero que consideramos necesarias para que el sector europeo de los fondos sea más competitivo. Veamos a continuación los puntos principales:
En primer lugar, la Comisión debe considerar la ampliación de los activos adecuados para cubrir fondos inmobiliarios y de alto riesgo. Ambos productos ayudan a diversificar la exposición al riesgo de las carteras y ofrecen rendimientos de inversión atractivos. Además del margen para añadir estos productos a las carteras, también podría considerarse un pasaporte europeo de depósitos, que daría a los inversores privados acceso directo a estos productos. Recibimos con satisfacción el establecimiento por la Comisión de un grupo de expertos en fondos inmobiliarios abiertos (OREF) y su decisión de realizar un estudio sobre los fondos al por menor no armonizados.
En segundo lugar, las ventajas de un mercado único europeo no deberían beneficiar sólo a los inversores por cuenta propia, sino también a los proveedores profesionales y a las instituciones de inversión. Nunca se ha pensado en estos grupos, que pueden desenvolverse eficazmente sin los mecanismos tradicionales de protección de los consumidores para operar a través de las fronteras sin procedimientos de notificación públicos. Un régimen europeo privado de colocación puede remediar esa situación. Debe diseñarse de modo que no restrinja los esquemas existentes en los Estados miembros individuales, algunos de los cuales son muy liberales. Para garantizar esta flexibilidad, el Parlamento está proponiendo que el CERV, el Comité de responsables europeos de reglamentación de valores, formule recomendaciones para la organización de dicho régimen. El siguiente paso sería examinar si basta con esto o si hace falta una directiva universalmente vinculante.
En tercer lugar, la variedad de productos de inversión para los inversores por cuenta propia aumenta continuamente, mientras que la información disponible sobre ellos no permite la comparación de las ventajas relativas de los productos. Esto se debe en parte al marco jurídico sumamente fragmentado de Europa. Pero para que los inversionistas individuales tomen decisiones fundamentadas, los requisitos de información y las obligaciones de difusión deben establecer cierto grado de comparabilidad entre productos competidores. Los diversos sectores deben poder competir sobre una base equitativa y con las mismas reglas. Por este motivo exhortamos a la Comisión a que examine los marcos jurídicos actuales para las diversas categorías de productos y presente propuestas sobre la forma de mejorar la situación.
El objetivo no es hacer los productos plenamente comparables. Las pólizas de seguros de vida, los certificados y los fondos difieren intrínsecamente en su condición jurídica y estructura. El objetivo es, en cambio, establecer requisitos de información equivalentes. Pero ni siquiera la máxima transparencia servirá de nada si los inversores no poseen al menos un nivel mínimo de conocimientos sobre los diversos productos financieros y su funcionamiento. Por tanto, es responsabilidad de los Estados miembros promover iniciativas de educación en este ámbito.
En cuarto lugar, los inversores deben poder beneficiarse, no sólo de una gama amplia de productos, sino también de costes bajos. Pero en este momento el paisaje europeo de los fondos está extremadamente fragmentado, lo que favorece cierta ineficacia y hace que los costes sean excesivos, especialmente en comparación con países competidores. La Comisión está planificando la elaboración el año próximo de un marco jurídico para las fusiones de fondos. Es una buena noticia. Pero la Comisión no tiene en cuenta uno de los principales obstáculos a las fusiones transfronterizas: la tributación fiscal. Por consiguiente, pedimos que las fusiones transfronterizas se traten exactamente igual que las nacionales a efectos fiscales; en otras palabras, no deben crear ninguna obligación fiscal adicional para el inversor. No pedimos que se adopten medidas sobre los tipos fiscales ni nada por el estilo. Sólo pedimos que las fusiones transfronterizas no reciban un tratamiento distinto del que reciben las nacionales.
En quinto lugar, el Parlamento redactará otro informe para evaluar la utilidad potencial de un marco jurídico europeo para los fondos de alto riesgo y el capital de riesgo. La Comisión, sin embargo, debe prepararse para participar activamente en las discusiones internacionales sobre estos asuntos.
Por último, quisiera dar las gracias a los miembros de mi comisión, y en especial a los ponentes alternativos de los otros grupos, por su estrecha cooperación. Confío en que la Comisión, como hizo la primera vez, adopte nuevamente nuestras propuestas para que tanto los inversores como el sector de los fondos disfruten de las oportunidades del mercado único europeo.
Charlie McCreevy, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, quisiera elogiar a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y, en particular, al ponente, señor Klinz, por elaborar un informe por iniciativa propia y por el gran trabajo invertido en dicho informe. Quiero aprovechar también esta oportunidad para dar las gracias al Parlamento Europeo por su valiosa contribución al debate de la gestión de activos. El anterior informe del Parlamento sobre gestión de activos también fue una contribución excelente a nuestro trabajo sobre la Directiva OICVM.
Un largo proceso de análisis y consultas ha logrado, creemos, crear un sólido consenso respecto a lo que hay que hacer y cómo. No debemos sobrecargar nuestra agenda, pero no estamos ciegos a otras cuestiones y problemas. El informe de hoy es testimonio del amplio abanico de otras cuestiones a las que se enfrenta el sector de los fondos europeo. Ya hemos empezado a trabajar en muchas de las áreas resaltadas en el presente informe. El objetivo es crear un conjunto sólido de pruebas sobre el que se puedan basar las futuras decisiones. Nos alegra comprobar que un proceso prudente, basado en la evaluación de impacto, cuenta con el respaldo del Parlamento. En la Comisión creemos firmemente en este enfoque. Garantizaría que las iniciativas futuras respondieran a necesidades reales y aportaran soluciones efectivas. También estamos aplicando este enfoque en nuestro trabajo sobre colocación privada de valores. Para mayo de 2008, pensamos presentar una Comunicación de la Comisión que evalúe la necesidad y la viabilidad del régimen europeo de colocación privada de valores.
El informe que hoy tenemos delante requiere soluciones diligentes que faciliten la notificación transfronteriza de fondos de inversión minoristas no armonizados con pasaporte. También estamos analizando cuidadosamente esta importante cuestión, e informaremos al Consejo y al Parlamento en el otoño de 2008. Esperamos que este informe aporte alguna base empírica a este complejo debate.
A veces, al escuchar este debate, podríamos tener la impresión de que se identifican las soluciones antes de que se haya especificado adecuadamente el problema. Recomendamos no apresurarse a seguir ampliando el marco de fondos de inversión minoristas de la UE. OICVM 3 ya permite una amplia serie de estrategias innovadoras, que incluyen ciertos tipos de inversión alternativa. Debemos tener claro lo que es posible actualmente, y si los controles de gestión del riesgo en todo el sector están a la altura de las circunstancias, antes de plantearnos una ampliación adicional del marco de fondos de inversión minoristas. Comprendemos el deseo del sector de fondos europeo de explorar su liderazgo en innovación y en creatividad financiera, pero no a costa de la confianza de los inversores en la marca OICVM.
Reconocemos las inquietudes planteadas en el informe en relación con los requisitos legales divergentes aplicables a la distribución de productos de sustitución, y subrayamos que la Comisión tiene una actitud abierta respecto a si existe una cuestión enjundiosa que sea necesario abordar. Las respuestas a la solicitud de pruebas lanzada en octubre nos permitirán evaluar si la consecuencia del actual mosaico normativo será un riesgo real y significativo en detrimento de los inversores. A la luz de las respuestas y de las labores posteriores de seguimiento, la Comisión emitirá una Comunicación en otoño de 2008 sobre la necesidad de adoptar medidas a escala de la UE.
Acogemos con satisfacción el reconocimiento que se hace en el informe de la contribución positiva de los fondos de cobertura o de alto riesgo (hedge funds) al funcionamiento de los mercados y a la eficiencia de las empresas. Algunas iniciativas recientes impulsadas por el sector para desarrollar normas voluntarias de buenas prácticas representan una respuesta favorable y proporcionada a la demanda de mayor divulgación. Agradecemos que el Parlamento considere asimismo que se necesitan respuestas internacionales en estas empresas altamente globalizadas.
En resumen, se ha conseguido mucho en el ámbito de la gestión de activos. Queda mucho camino por recorrer. En este negocio, que se mueve con rapidez, aparecen constantemente nuevos desafíos. Pero no nos haremos ningún favor con lanzarnos de cabeza a unas respuestas apresuradas y mal preparadas. Nos alegra ver que la Comisión tiene, en el Parlamento, un valioso asociado que trabaja por conseguir el mismo objetivo: un mercado de fondos europeo integrado y eficiente que ofrezca resultados al sector y a los inversores por igual.
Astrid Lulling, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, en relación con este importante informe de iniciativa sobre el Libro Blanco de la Comisión sobre los fondos de inversiones, por lo que a nosotros concierne, hemos decidido de común acuerdo centrarnos en los elementos no legislativos, dado que la propuesta legislativa de revisión de la Directiva OICVM III nos llegará a principios de 2008. Dicho esto, los temas que hemos abordado son, con todo, de una importancia crucial para los organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios.
La ampliación del ámbito de aplicación de los activos que pueden formar parte de los fondos inmobiliarios abiertos y de los fondos alternativos puede perjudicar la excelente reputación mundial de los productos que gestionan los OICVM y tener efectos negativos sobre su distribución en la Unión Europea y en terceros países. A fin de evitar cualquier incidencia negativa sobre el sector de los fondos de inversión en Europa, el Parlamento ha pedido a la Comisión que haga un estudio detallado de las posibles consecuencias de la inclusión de esos fondos minoristas no armonizados entre los activos que pueden gestionar los OICVM.
Las inversiones en productos gestionados por OICVM suman billones de euros y representan en torno al 80 % del mercado de los fondos de inversión en Europa. El sector espera la revisión de la Directiva OICVM con impaciencia. A fin de evitar cualquier retraso inútil y contraproducente en esta revisión, el Parlamento ha dispuesto claramente que sólo se debería proceder a una ampliación de los activos correspondientes una vez finalizada la reforma legislativa de la Directiva OICVM. En nombre de mi Grupo, no he dejado de reivindicar esta forma de proceder y quiero celebrar el sentido del compromiso del ponente.
El informe reclama también la creación de un marco armonizado para las inversiones privadas en la Unión. Apoyo por completo sus recomendaciones a este respecto.
Por último, el régimen de colocación privada debe basarse en una definición clara del inversor cualificado, tal como prevé la Directiva MIFID. Los inversores experimentados y cualificados a los que se autorice la colocación privada no deben sufrir ninguna sobrecarga burocrática derivada de reglamentaciones tan superfluas como contraproducentes.
Me pronuncio en contra de la enmienda de los socialistas que pide, en lo que respecta al ámbito de aplicación del régimen de colocación privado, la equivalencia de los sistemas de reglamentación y supervisión entre los Estados, lo que implicaría un acceso recíproco a sus mercados. Dicha equivalencia es pura y simplemente irrealista a escala europea.
De todos modos, quiero señalar también un punto en el que mi Grupo y yo mismo no estamos de acuerdo con el ponente. Se trata del apartado 19, que aborda el tema de los denominados «fondos garantizados». Su propio concepto es controvertido y hemos intentado denunciar su errónea definición. Espero que podamos rechazar este apartado. Dicho esto, quiero felicitar al ponente por la calidad de su trabajo, que nos ha permitido preparar bien el terreno para la propuesta legislativa. Podemos abordar así los trabajos del año próximo con serenidad.
Harald Ettl, en nombre del Grupo PSE. — (DE) Señora Presidenta, permítame decirle a la señora Astrid que no siempre debe suponer que las propuestas socialistas son insostenibles. Déjeme empezar por agradecer cordialmente al ponente, señor Klinz, por su equilibrado informe. Debo decir al Comisario que no necesita siempre tener tanto cuidado para no sobrecargar el orden del día.
Si ahora estamos hablando de la administración de activos, lo hacemos ante el fondo de la crisis financiera e hipotecaria de Estados Unidos. Ni siquiera el Banco Central Europeo es capaz de evaluar en su totalidad la magnitud del daño que esta crisis ha causado al sistema financiero y a los bancos europeos. Y puede que aún queden más cosas por venir; seguro. El mercado financiero mundial está ya tan estrechamente entrelazado que no hay modo de proteger a la Unión de estos movimiento especulativos y al final todos nos vemos obligados a pagar el pato. Ejecutivos bancarios codiciosos cuyo único interés es el valor de las acciones siguen gozando de celebridad, y las agencias de clasificación de Estados Unidos siguen haciendo un gran negocio y llevándonos al huerto. Pero la legislación automática no está nunca garantizada. No obstante, hay mucho que hacer en este campo, y la Comisión no puede dejar que la situación se resuelva por sí misma y que el mercado siga su curso.
Un mensaje que yo deseo destacar del informe es que más información y transparencia conducen a más protección de los consumidores y mayor seguridad para el consumidor. Esto es un punto de partida muy sólido. Otra buena cosa es que el informe se refiere a los fondos de alto riesgo y al capital de riesgo, porque cada vez es mayor el número de administradores de activos que invierten en productos financieros alternativos. Así pues, la Directiva UCITS III debe incluir los fondos de alto riesgo, los fondos inmobiliarios abiertos y otros productos para inversores particulares, una tarea que todavía está pendiente.
A mi juicio, el concepto mismo de administración de activos implica el desarrollo constante, sea mediante certificados de inversión, fondos de pensiones, seguros de vida, bancos o administración de activos privada. Desde el 2003 teníamos una directiva sobre las operaciones basadas en información privilegiada y manipulación de mercados. Su ejecución ha sido totalmente insuficiente. El sector de los fondos en particular siempre está hablando de lo caro que resulta el exceso de regulación y se niega a ampliar las normas de transparencia y responsabilidad.
Lo que necesitamos aquí, señor Comisario, es un sistema claramente estructurado que proporcione seguridad jurídica. Me complace que se haya aceptado mi propuesta de una cláusula mejorada sobre gobernanza institucional, pero lamento el rechazo de mi propuesta sobre la supervisión de los mercados financieros en la UE. Podríamos, y probablemente deberíamos, pensar un poco más en esta dirección, señor Comisario.
Sin embargo, es gratificante que se haya alcanzado un compromiso entre las partes sobre la cuestión de los fondos garantizados. Cuando todo está dicho y hecho, podemos y debemos hacer todo lo posible por conseguir que se limite la especulación por parte de los administradores de activos y que el Parlamento, la Comisión y el Consejo no se distingan por la inercia colectiva. Señor Comisario, esto iba por usted. ¡Manos a la obra y buen trabajo!
Margarita Starkevičiūtė , en nombre del Grupo ALDE. — (LT) Desearía señalar que este informe, aunque esté bien equilibrado y en líneas generales sea aceptable, no refleja, de hecho, la verdadera realidad. El problema es que la mayoría de las instituciones financieras, como parece ser el caso, a juzgar por los datos aportados, no están cumpliendo las reglas y los reglamentos que hemos recomendado.
El problema principal parece ser el abuso de las discrepancias que contienen estos reglamentos. Por este motivo debemos examinar el informe en el contexto de los otros informes y documentos, como la Directiva sobre los mercados de instrumentos financieros, con la intención de encontrar algún tipo de compatibilidad. Otro punto que quisiera destacar es que apoyo la opinión de la señora Lulling: OICVM es un buen nombre, y por consiguiente debemos ser muy cuidadosos en lo relativo a la inclusión de productos nuevos en la cartera.
¿Por qué? Porque no sabemos cómo son estos productos. Lo lamento, pero en este documento, como en la propuesta de la Comisión, las carteras y los intereses de un inversor particular y de otro institucional, profesional, están algo mezclados. Los inversores por cuenta propia deben tener definiciones y reglamentos claros. Sin embargo, cuando tenemos OICVM y fondos de inversiones alternativos, la realidad es que en mi país, por ejemplo, se mezclan todos y se presentan al inversor por cuenta propia, que luego no entiende en qué está invirtiendo.
Por eso debemos tener definiciones más claras y un documento estructurado sin equívocos. Espero que el próximo año la Comisión elabore un documento con una estructura más clara. Realmente debemos proteger a los inversores por cuenta propia. Por supuesto, los inversores particulares deben tener más derechos, pero estos deben definirse por separado. No debemos recomendar a las personas que inviertan en fondos alternativos que no aún se han definido. En mi país, actualmente todos los fondos son de carácter alternativo.
Piia-Noora Kauppi (PPE-DE). - Señora Presidenta, en primer lugar me gustaría dar las gracias al ponente, señor Klinz, por el informe que ha elaborado por iniciativa propia y también por tomar en consideración todas las propuestas y opiniones de los demás grupos.
Armonizar el entorno de la gestión de activos y de los productos del mercado de fondos puede aportar enormes beneficios a la economía europea, como lo prueba también la Directiva OICVM de 1985.
La Directiva OICVM se ha convertido en una importantísima marca global. Se vende bien en el extranjero. La OICVM representa la base de un mercado de fondos robusto en Europa y propicia el auge de la economía gracias a una mayor estabilidad y a la reinversión productiva de los ahorros.
Pero el tema de este informe no es la revisión de la OICVM, que es inminente y que acogemos con satisfacción. Lo que aborda el informe son los fondos de inversión minoristas no armonizados que se encuentran fuera del ámbito de aplicación de la OICVM, y que requieren una serie de medidas importantes.
Celebro, en concreto, el régimen de colocación privada de valores, también mencionado por el Comisario. La iniciativa contribuye mucho a conseguir el mercado europeo de fondos no armonizados.
En segundo lugar, la transparencia de las comisiones es algo largo tiempo esperado y subestimado para aumentar la cantidad de información para los inversores. Otras medidas del informe van también en la buena dirección, al eliminar las distorsiones del mercado.
No obstante —volviendo al éxito de la OICVM— debemos evitar caer en la codicia o mezclar las cosas precipitadamente. Me refiero, naturalmente, al debate sobre la ampliación del alcance de la OICVM a nuevas clases de activos, como fondos inmobiliarios abiertos o fondos de fondos de cobertura. No considero que sea el momento adecuado para debatir estas delicadas cuestiones. Podríamos acabar con un régimen más rígido, y probablemente nos encontraríamos en un entorno de mercado financiero diferente.
También creo que es muy importante hablar del papel de los fondos de garantía. Los fondos de garantía no existen. Nuestro grupo quería tener cierta flexibilidad. No creemos que el problema se resuelva con tener un régimen de adecuación de capital para los fondos. Los fondos de garantía no existen, y este tipo de definición se debería eliminar del régimen. Es por eso que ambos hemos presentado una propuesta del Grupo PPE-DE.
Pervenche Berès (PSE). - Señora Presidenta, señor Comisario, agradezco al ponente su texto. En este documento, abordamos temas recurrentes. Por ejemplo, ¿qué barreras debe haber entre los inversores institucionales, profesionales, y el inversor privado? Algunos creen que hay una especie de «Gran Muralla China» entre unos y otros. Yo no lo creo y los acontecimientos recientes nos demuestran cómo se propaga la innovación financiera de clase en clase y acaba por alcanzar al ahorrador final. Por tanto, la ficción de una legislación basada en la existencia de dos tipos de inversores –inversores experimentados y profesionales, por una parte, e inversores pequeños ahorradores, por otra– es a mi entender peligrosa. Se produce un deslizamiento progresivo de los productos, y lo sabemos bien. Estos conceptos pueden existir, pero debemos manejarlos con lucidez.
La segunda cuestión que quisiera plantear, y que encontramos también en otros textos relativos a los mercados financieros, es la relativa a la información a los inversores. Por supuesto que es esencial, y está todo por hacer en este campo, porque la complejidad de la innovación financiera es un elemento nuevo que, hasta ahora, no se ha tenido en cuenta y no se ha afrontado. Pero no es suficiente, no puede sustituir a la responsabilidad de los colocadores de productos, y creo que hay que recordarlo.
Tercera observación, señor Comisario, creo que ha fallado en la articulación entre la aplicación de la Directiva MIFID y la Directiva OICVM. ¿Es normal que se haya aplicado la Directiva MIFID en los Estados antes incluso de que se conozca cómo se articulará con la Directiva OICVM? Creo que tendríamos un equilibrio mejor si hubiera sido de otro modo.
Por lo que respecta a la fiscalidad, el ponente menciona los objetivos en términos de fusión de fondos. Creo que no hay que olvidar los objetivos en términos de colocación de productos, que puede verse dificultada por obstáculos de naturaleza puramente fiscal.
Llego, por último, a la enmienda socialista, ya que la realidad del mercado de estos productos difiere según se trate de un país productor de los mismos, de un país consumidor o de un país que sea a la vez productor y consumidor. Hemos introducido la idea de una reciprocidad aplicable no sólo a la apertura o el acceso a los mercados, sino también a la naturaleza de la regulación y la supervisión. Creo que es un elemento absolutamente esencial, pues la idea de que un país situado fuera de la Unión Europea y que sólo sea productor de dichos productos pueda acceder a nuestros mercados en cualesquiera condiciones por el simple motivo de que nosotros tengamos acceso a su mercado, aunque éste no interese a ningún consumidor europeo, no me parece realista, o me parece un argumento teórico que no es admisible.
El ponente nos ha dicho más de una vez que la reciprocidad es contraria a las normas de la OMC. Pero, señor Comisario, ¿qué hicimos cuando reconocimos normas de equivalencia con los Estados Unidos? Es exactamente lo que le pedimos que haga aquí. Se ha dicho también que eso no sería realista, puesto que no hay armonización en la Unión Europea. Pues bien, simplemente si la negociación de equivalencia con terceros países nos incitara a definir un nivel común de regulación y supervisión en la Unión Europea, creo que habríamos hecho un grandísimo progreso.
Zsolt László Becsey (PPE-DE). - (HU) Gracias, señora Presidenta. Procuraré ser breve. Como ciudadano de la Europa oriental, una región pobre en capitales, no me apasiona ver que ahora todo el mundo se está mordiendo las uñas para ver lo que ocurre con los fondos o las inversiones de alto riesgo cuando los OICVM se amplían porque esto no afecta en absoluto a nuestra región, o al menos, no la afectará durante unos cuantos años. Quizás entonces experimentaremos algo de este lado humano de los fondos inmobiliarios. Pero sí quisiera subrayar lo que como habitante de la Europa oriental espero de la auditoría. Una cosa es que los bancos, que muy a menudo operan como distribuidores dentro de este mecanismo y reciben sumas muy grandes, deben no obstante examinarse por una razón, ya que el coste de venta supone actualmente un 60 % de los costes totales, y observo que en mi región los bancos obtienen beneficios increíbles de este modo. Si logramos algo en esto, habremos dado un buen paso adelante.
El segundo punto es que el caso del aliciente de la Directiva sobre los mercados de instrumentos financieros tampoco ha significado mucho para la transparencia de los costes pues, por ejemplo, si un banco tiene el gestor del fondo y el vendedor, no sabemos lo que sucede en el acuerdo interno, y además en esos acuerdos internos ni siquiera se han podido desglosar los distintos precios de venta.
En tercer lugar, sin embargo, algunos Estados miembros están haciendo mucho o implantando disposiciones que prácticamente consiguen que el custodio, el administrador del fondo y su gestión tengan los pies en el suelo. En mi país, o en nuestros países, hay muchísimos jóvenes capacitados que pueden realizar las actividades de administración, por ejemplo, a un buen precio y con muy alta calidad, y opino que la reubicación va en interés de todos con vistas a que se incorporen al libre mercado.
Por último, la protección de los consumidores. Reconozco que la formación realmente es muy importante, pero al mismo tiempo debemos destacar los aspectos fiscales. No puede ser que si quiero obtener los OICVM en otro país acabe en una situación peor que si lo hubiese hecho en mi propio país. Muchas gracias.
Gay Mitchell (PPE-DE). - Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias al señor Klinz por este informe. El sector de fondos europeo ha dado grandes pasos en los últimos años, y la Directiva OICVM ha contribuido a ello. Pero, si bien el sector de fondos ha experimentado un rápido crecimiento, su potencial es mucho mayor. Este potencial se puede promover por medio de una mayor competencia y movilidad en el sector en toda la UE.
Quisiera hacer algunas observaciones acerca del informe. Puedo ver las ventajas de la recomendación de ampliar el alcance de la OICVM para invertir en fondos inmobiliarios abiertos y fondos de fondos de cobertura, pero, en mi opinión, esto se debería tratar en una directiva o instrumento legislativo diferente. También veo ventajas en las propuestas de mejorar el régimen de colocación privada de valores de la UE y estoy de acuerdo en que la definición de inversores seleccionables es crucial. Es importante observar que —si bien las definiciones contenidas en la Directiva sobre mercados de instrumentos financieros y en la Directiva sobre prospectos ofrecen un buen punto de partida— puede haber algunas cuestiones adicionales que quizá también haya que abordar.
En lo que respecta a la política de inversiones y a la gestión del riesgo, deseo recordar al Parlamento que —aunque el CRERV está revisando la forma en que se aplican los requisitos del proceso de gestión del riesgo de la Directiva OICVM en los distintos Estados miembros— el CRERV no tiene intención de armonizar dichos requisitos. Se podrían explorar ciertas áreas clave en las que existen prácticas divergentes con el fin de encontrar un enfoque más armonizado. Los fondos de garantía deben estar respaldados por los requisitos de defensa del capital y esto debe abordarse permitiendo que los fondos sólo se llamen garantizados si cuentan con el respaldo de un régimen de garantía adecuado. Me preocupa cualquier petición de un pasaporte de depositario cuyo resultado sería que el depositario se estableciera en un estado diferente del de la OICVM. Esto crearía una laguna en la legislación, porque un OICVM y su depositario estarían sujetos a regímenes reguladores diferentes, y se podrían plantear cuestiones legales complejas en caso de dificultades dentro de la OICVM.
Agradezco a mi colega este informe, que es muy útil, y espero que el Comisario pueda responder a las cuestiones que he planteado.
Charlie McCreevy, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, el informe del Parlamento indica que los enfoques de nuestras dos instituciones respecto al avance en el área de la gestión de activos tienen mucho en común. También necesitamos que las decisiones futuras se basen en un análisis exhaustivo de las consecuencias.
Ambos queremos mercados eficientes que respondan a las necesidades y expectativas del sector de fondos europeo y de los inversores europeos. Se han hecho esfuerzos importantes en esta dirección. Por delante nos quedan esfuerzos más importantes. Tenemos el compromiso de ofrecer resultados, pero debemos ser prudentes. Necesitamos preservar las reformas y la reputación de la marca OICVM. Necesitamos tomarnos el tiempo necesario para involucrar y consultar a todos los interesados, y necesitamos evitar una intervención innecesaria que podría distorsionar el mercado sin aportar beneficios significativos.
Sólo cuando se cumplan todas esas condiciones podremos tener la confianza de que nuestras decisiones han asumido el reto. Esperamos que nuestras instituciones sigan cooperando en esta área importante.
Presidenta. - Se cierra el debate.
La votación se celebrará el 13 de diciembre de 2007.
19. Cooperación entre la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa (debate)
Presidenta. — El siguiente punto es el informe de Adamos Adamou, en nombre de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, sobre la propuesta de Decisión del Consejo en relación con la celebración de un Acuerdo entre la Comunidad Europea y el Consejo de Europa en materia de cooperación entre la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa (COM(2007)0478 - C6-0311/2007-2007/0173(CNS)) (A6-0443/2007).
Franco Frattini, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, deseo dar las gracias al Parlamento y, en particular, al ponente, señor Adamou, por su cooperación continua y constructiva y por su apoyo para alcanzar este importante acuerdo de cooperación.
La creación de la Agencia de los Derechos Fundamentales fue un gran éxito para la promoción y el respeto de los derechos fundamentales en la Unión Europea. También es un éxito en términos de cooperación interinstitucional. Siempre he asumido el compromiso de garantizar que esta importante iniciativa goce del respaldo pleno de las tres instituciones. Una cooperación fluida entre la Unión Europea y el Consejo de Europa es crucial para garantizar el éxito de la Agencia.
El proyecto de decisión del Consejo refleja este objetivo. Representa la voluntad genuina de las dos organizaciones de trabajar juntas, y me complace ver que las negociaciones para el acuerdo han sido rápidas y se han hecho de forma muy constructiva por ambas partes.
Este importante acuerdo permitirá a la Agencia trabajar aprovechando al máximo su capacidad. De hecho, para que sea plenamente operativa, se han tomado ya una serie de medidas, y algunas de ellas todavía están en proyecto. Este acuerdo ayudará a fomentar un marco de cooperación integral. Ayudará a proporcionar una plataforma estructural para ambos organismos, haciendo más viable y más eficiente el diálogo mutuo y la acción común.
También ayudará a evitar la duplicación de trabajo entre ambos organismos. El acuerdo estipula contactos y reuniones periódicos entre funcionarios de la Agencia y el Consejo de Europa, así como el intercambio regular de información. El nombramiento de una persona independiente para formar parte de los consejos de administración y ejecutivo de la Agencia fomenta el intercambio de opiniones y la cooperación.
Por último, este acuerdo refuerza nuestro objetivo compartido de promover y proteger los derechos fundamentales en la Unión Europea.
Adamos Adamou, ponente. − (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, compañeros Diputados, quisiera empezar por expresar mi satisfacción por la cooperación, excelente hasta la fecha, entre la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa, especialmente al lograr un acuerdo con el que las dos partes han quedado satisfechas. Espero que su cooperación futura seguirá sin tropiezos sobre la misma base.
A pesar de los prolongados debates y consultas con los ponentes alternativos sobre el contenido sustancial del informe, la Oficina de Presentación de Documentos nos ha informado de que, según los artículos 83 (7) y 51 (2) del Reglamento, no se puede modificar el texto del Acuerdo y, en cuanto al informe propiamente dicho, sólo pueden admitirse modificaciones de procedimiento, una circunstancia que ha llevado a algunos de miembros de la comisión LIBE a dar su voto por el informe en señal de protesta. Por tanto, mi informe se limita a aprobar la celebración del Acuerdo entre el Consejo de Europa y la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
El sistema de la UE de principios para la protección de los derechos fundamentales se ha desarrollado principalmente por medio de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y ha sido confirmado por el reconocimiento expreso contenido en los tratados de la UE. Sin embargo, es particularmente importante asegurar que este sistema de protección de los derechos humanos se fortalece aún más al tiempo que protege principios básicos como la no discriminación, la no exclusión, el respeto a la libertad de expresión y religión, la libertad de conciencia y los derechos sociales y económicos.
La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea podría proporcionar a las instituciones, a los organismos, a las oficinas y a las agencias relevantes de la Comunidad y de sus Estados miembros estas medidas de protección durante la aplicación de la legislación comunitaria. Es importante reconocer que es el Consejo de Europa el que ha desarrollado, mediante su trabajo avanzado en este campo, un sistema integral de normas e instrumentos legales y judiciales para la protección y el fomento de los derechos humanos y el imperio de la ley y el que ha recopilado abundante experiencia. Por tanto, el objetivo común de la protección de los derechos fundamentales, compartido por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa, tiene que lograrse de una manera significativa y positiva, evitando la duplicación y cualquier riesgo de fragilidad en el bien establecido sistema judicial y no judicial implantado por el Consejo de Europa para la protección de los derechos humanos y los derechos individuales. Debemos tener cuidado para garantizar que nada se opone al precedente legal ni al contenido sustancial de la protección de los derechos humanos definida por el Consejo de Europa, una organización con 47 Estados miembros.
También me gustaría subrayar que deben contrarrestarse todos los riesgos de duplicación de poderes y procedimientos para evitar la confusión con relación a los objetivos y responsabilidades de los dos organismos para que podamos alcanzar una cooperación armoniosa entre ellos. Esto debe reflejarse, sobre todo, en el programa de trabajo anual de la Agencia y en el fortalecimiento de la cohesión y la complementariedad entre las dos instituciones.
En cuanto al intercambio de información entre el Consejo de Europa y la agencia de los Derechos Fundamentales, es de la mayor importancia que, en la medida de lo posible, tal intercambio tenga lugar en condiciones de confidencialidad absoluta observadas por las dos partes. La Agencia de los Derechos Fundamentales y el Consejo de Europa deben acordar reglas más precisas para la aplicación del artículo 15 del Acuerdo, que recoge las garantías que el Consejo de Europa debe recibir de la Agencia para lograr la transparencia total y evitar cualquier insinuación de interdependencia excesiva entre las dos instituciones.
Es también esencial aplicar el artículo 7 del Acuerdo de manera que las dos instituciones puedan intercambiar, de común acuerdo, tanta información como posible, con el respeto debido a su reglamento interno, en la medida en que esto sea posible según las normas vigentes sobre confidencialidad. Esta información no debe ser utilizada por instituciones diferentes de las que directamente intervengan en el examen de los asuntos en juego ni debe ponerse a disposición de instituciones o agencias de terceros países en ausencia de garantías y controles que regulen su uso.
Como he dicho, la cooperación entre la Comisión y el Consejo de Europa durante las negociaciones del Acuerdo ha resultado fructífera, y es de esperar que las dos instituciones seguirán en el futuro trabajando eficazmente juntas en el mismo espíritu de cooperación, transparencia y complementariedad. Sin embargo, es enormemente importante que el Parlamento Europeo participe en este proceso por medio de informes periódicos y que se convoque al Consejo de Europa para que exponga su opinión sobre todas las investigaciones y evaluaciones llevadas a cabo con vistas a la complementariedad, no a la duplicación del trabajo, y a la transparencia de las operaciones de las dos instituciones.
Kinga Gál, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, me complace hablar hoy, en calidad de ponente alternativa por el Grupo PPE-DE, acerca de este informe sobre la firma de un Acuerdo entre la Comunidad Europea y el Consejo de Europa en materia de cooperación entre la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa.
Ha habido largos debates y muchas preguntas sobre si es necesaria una Agencia; sobre si el Consejo de Europa la puede aceptar; sobre si habrá una cooperación real y útil entre ambos organismos.
En todo momento, tanto el Parlamento como la Comisión han dicho claramente: sí, necesitamos la Agencia, le vemos sentido a esta institución y prevemos una buena cooperación entre el Consejo de Europa y la Agencia.
Por tanto, me alegro de que, ahora que ya tenemos el Acuerdo, podamos hablar de una cooperación institucionalizada. Por otra parte, lamento que no hayamos podido mejorar realmente este texto modificando ciertos aspectos, porque yo habría subrayado la necesidad de tomar en consideración —siempre que la Agencia trate cuestiones concretas— toda la experiencia, todos los conocimientos acumulados por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, con su sistema de informes en sus diversas comisiones, por ejemplo en la Comisión de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos en la que existen excelentes conocimientos y experiencia en el tratamiento de estas cuestiones.
Pero de todos modos me alegro, porque la firma de este Acuerdo señala la necesidad de que este organismo, la Agencia, empiece a trabajar lo antes posible. La Agencia ha sido inaugurada oficialmente el 1 de marzo, pero todavía no ha implantado su estructura operativa y de gestión. Es perentorio seguir adelante y mejorar la situación para poder avanzar.
He estado siguiendo este expediente desde el primer momento de mi mandato, observando las extremas dificultades de diseñar su alcance, su ámbito de competencia y sus estructuras de toma de decisiones a satisfacción de todas las partes que intervienen.
Nos concierne a todos, ya que la Agencia reunirá y recopilará datos y preparará recomendaciones para las instituciones sobre el terreno, una competencia cuyos límites son difíciles de definir, que es horizontal y que afecta a todas las políticas comunitarias.
Sólo podemos estar satisfechos si creamos una Agencia creíble y responsable a la que se confíe un poder y un presupuesto suficientes para hacer frente a su tarea. Este Acuerdo puede ayudar a ello.
Nos aseguraremos de evitar cualquier solapamiento de esas tareas y cualquier duplicación de trabajo. Esperemos que la proclamación solemne hoy de la Carta de los Derechos Fundamentales represente una cara, y la Agencia la otra cara, de la misma moneda: un primer paso práctico hacia una futura política de la Unión sobre derechos humanos y libertades fundamentales.
Genowefa Grabowska, en nombre del Grupo PSE. — (PL) Señora Presidenta, lo que estamos tratando hoy es un procedimiento atípico, ya que el Parlamento Europeo se está pronunciando sobre la conveniencia de un acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y el Consejo de Europa. No tenemos ninguna oportunidad de intervenir en este acuerdo: sencillamente estamos evaluándolo y dando nuestra opinión.
El Consejo de Europa es la organización europea más antigua preocupada por los derechos humanos y la promoción de la democracia. Nadie necesita aquí que se recuerde que esa cooperación entre el Consejo de Europa y la Unión Europea —y anteriormente las Comunidades Europeas— ha existido desde el comienzo. La incorporación de un Estado que desea asociarse a la Unión Europea está condicionada al respeto de los valores que están inscritos en el Estatuto del Consejo de Europa: el imperio de la ley, la democracia y, sobre todo, el respeto por los derechos humanos.
Es por lo tanto bueno que estas dos instituciones, las Comunidades Europeas —ahora la Unión Europea— y el Consejo de Europa, deban cooperar, no sólo sentándose una al lado de la otra en Estrasburgo, sino participando en campos de acción comunes. El acuerdo que estamos examinando hoy no es ni sumamente original ni nuevo, como tampoco es la Agencia de los Derechos Fundamentales una institución totalmente nueva.
Según sabemos, La Agencia de los Derechos Fundamentales reemplazó al Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia, con sede en Viena, que mantuvo un acuerdo similar de cooperación con el Consejo de Europa. Ese acuerdo, celebrado en 1999, respetaba las dos partes y estuvo en vigor hasta el momento presente, es decir, hasta el momento en que el Observatorio fue reemplazado por la Agencia de los Derechos Fundamentales.
Sin embargo, ya que interviene un nuevo organismo de la UE, debemos examinar el nuevo acuerdo de cooperación con el Consejo de Europa para cerciorarnos de que lo que parecen ser dos instituciones similares no compitan entre sí, sino que cooperen.
Tengo que decir que el acuerdo se negoció rápidamente, pero bien. No tenemos grandes reservas en cuanto a su contenido, ni podríamos tenerlas. Establece un marco para la cooperación, dispone que haya contactos regulares y, lo que es más importante, establece vínculos personales, ya que contiene disposiciones para que el Consejo de Europa solicite a una persona externa —y a un delegado de esa persona— que se siente en los consejos de administración y ejecutivo de la Agencia. Todo ello me inclina a apoyar plenamente la propuesta y a aceptar el acuerdo, que prestará un buen servicio a las dos instituciones.
Irena Belohorská (NI). — (SK) Señorías, quiero agradecerles esta oportunidad de intervenir. El informe aborda los posibles conflictos de intereses entre la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa. En mi opinión, este aspecto es secundario. La dificultad real surge entre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de Luxemburgo.
Estos dos tribunales tienen autoridad para actuar en el ámbito de los incumplimientos de los derechos humanos, y hay algunas resoluciones en las que ambos organismos se contradicen. La mayoría de estos casos se relacionan con los artículos 6 y 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales y corresponden a actuaciones por infracción de las reglas de competencia, como los casos de Panasonic Nacional, Hoechst AG, Niemetz, etc.
Por último, la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, ratificados por la Unión Europea, son dos documentos similares, aunque distintos. Las competencias de la Agencia de los Derechos Fundamentales se centran en la vigilancia y el apoyo. El Acuerdo celebrado de conformidad con el artículo 300 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que aclarará las competencias individuales, debe, por tanto, saludarse con satisfacción. El hecho de que el Consejo de Europa vaya a tener un representante en el Consejo de Administración debe también ser bienvenido.
Como las competencias de la Agencia son limitadas, creo que sus actividades complementarán las del Consejo de Europa en lugar de competir con ellas. En cualquier caso, tendremos que seguir debatiendo este asunto a la luz de los cambios en el estatuto jurídico de la Carta de Derechos Fundamentales.
Panayiotis Demetriou (PPE-DE). — (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, en los últimos meses, la Unión Europea ha dado cuatro pasos decisivos para promover y proteger los derechos humanos. En primer lugar, ha constituido la Agencia especial de los Derechos Fundamentales. En segundo lugar, se ha introducido en el Tratado de Reforma una cláusula sobre la obligatoriedad vinculante de la Carta de Derechos Fundamentales y otra sobre la incorporación de la Unión Europea al Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos de 1950. En tercer lugar, hoy se ha firmado solemnemente la Carta de Derechos Fundamentales en el Parlamento; con su proclamación formal, se convierte en parte del acervo comunitario. Un código moderno de los derechos humanos. En cuarto lugar, la celebración —que estamos debatiendo hoy— del acuerdo entre la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el Consejo de Europa señala exactamente lo que defiende la Unión Europea —el fomento de los derechos humanos— y muestra que este elemento es fundamental para toda sociedad moderna, para todo Estado moderno.
No vemos ninguna subordinación, ni duplicación, ni sustitución de la función del Consejo de Europa, que está seguro en su puesto como guardián internacional de los derechos humanos. Por el contrario, se ha iniciado una nueva fase de cooperación, no de antagonismo. Por consiguiente, estoy de acuerdo con mi compatriota el ponente en todo lo que ha dicho sobre este particular, respaldo plenamente su informe y le felicito por ello.
Soy miembro honorario de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, y lo considero un honor; pero hoy también siento gran orgullo y alegría porque las dos instituciones, la Unión Europea y el Consejo de Europa, están inaugurando su cooperación en este ámbito y espero que este siglo sea conocido en la historia universal como el siglo de los derechos humanos.
Sylwester Chruszcz (NI). — (PL) Señora Presidenta, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea con sede en Viena es una nueva y costosa institución que, además, se arroga el derecho de vigilar y aleccionar a los Estados miembros sobre el cumplimiento de la Carta de Derechos Fundamentales y otros asuntos.
Es difícil sustraerse a la impresión de que el dinero de los contribuyentes europeos está entregándose a otro programa destinado a fortalecer a las autoridades de Bruselas y al emergente Euroestado. El Consejo de Europa y la OSCE son instituciones ya existentes que tratan las mismas cuestiones a escala internacional, no supranacional. Lo que estamos viendo es una duplicación de instituciones ya existentes que aumenta los poderes de la Unión Europea y la burocracia de la UE.
Los países de Europa —incluido el mío, Polonia— están obligados a proteger y promover los derechos humanos cumpliendo, entre otras cosas, el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. La Agencia de los Derechos Fundamentales, sin embargo, junto con otros organismos que se están constituyendo a un ritmo impresionante, no es sólo un derroche de dinero, sino una nueva iniciativa dudosa, por no decir dañina, por parte de Bruselas.
Roberta Alma Anastase (PPE-DE). — (RO) Señorías, esta sesión plenaria ha estado marcada por diversas acciones europeas en el campo de los derechos humanos, así como por la posibilidad de lograr su evaluación durante el año 2007.
Al mismo tiempo, con la creación de la Agencia de los Derechos Fundamentales y la proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales, la decisión de celebrar un acuerdo de cooperación entre la mencionada Agencia y el Consejo de Europa forma parte del esfuerzo de la Unión Europea por consolidar su actuación y su función de defensora de los derechos humanos, tanto interna como externamente. Quisiera señalar dos aspectos que considero importantes en este campo.
En primer lugar, acojo con satisfacción la intención de alcanzar un objetivo doble mediante este acuerdo: por un lado, la eficiencia y consolidación de la política europea en el campo de los derechos humanos, y la coherencia y la evitación de duplicaciones, por otro lado. Esta es la única manera en la cual podremos seguir promoviendo el respeto de los principios fundamentales establecidos por el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y complementados por la Carta de Derechos Fundamentales, incluida la consolidación de nuestros propios mecanismos para esta finalidad.
En segundo lugar, doy la bienvenida a la intención de consolidar la cooperación en proyectos específicos de protección de los derechos humanos lanzados por el Consejo de Europa. Este tipo de interacción nos permitirá contribuir aún más a mejorar la situación de los derechos humanos actuando en casos específicos, tanto interna como externamente. Quisiera llamar la atención hacia el hecho de que tal cooperación debe fomentarse especialmente en los países europeos limítrofes de la Unión Europea, para crear una auténtica zona de democracia en la frontera exterior de la Unión.
Como ponente en la cooperación regional en el Mar Negro, pido a las instituciones europeas que apoyen los proyectos regionales de cooperación. Considero la iniciativa de crear una Euroregión del Mar Negro para promover la democracia a escala regional que ha lanzado el Consejo de Europa un buen punto de partida en este sentido, e invito a la Comisión a manifestar todo su apoyo para que triunfe.
Presidenta. - Se cierra el debate.
La votación se celebrará el 13 de diciembre de 2007.
20. Competencia y cooperación en materia de obligaciones de alimentos (debate)
Presidenta. — El siguiente punto es el informe de Genowefa Grabowska, en nombre de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior sobre la propuesta de Reglamento del Consejo relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la ejecución de las resoluciones y la cooperación en materia de obligaciones de alimentos (COM(2005)0649 - C6-0079/2006-2005/0259(CNS)) (A6-0468/2007).
Franco Frattini, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, el instrumento propuesto para obligaciones de alimentos pretende mejorar la precaria situación de las personas que dependen de éstos para cubrir sus necesidades cotidianas.
En la Unión Europea, donde las personas cada vez tienen mayor movilidad, los acreedores de alimentos —especialmente los niños— no deben tener que enfrentarse a obstáculos para recuperar el dinero que se les debe, especialmente cuando el deudor, por ejemplo un progenitor, se va o se muda al extranjero.
Quisiera dar las gracias a la señora Grabowska, como ponente, por los esfuerzos que ha hecho por dar voz a las partes interesadas, como las organizaciones no gubernamentales que ayudan a los acreedores de alimentos, durante la importantísima audiencia pública del 11 de se