El Presidente. – (FR) De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de Michael Cashman, en nombre de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, sobre la propuesta de Decisión del Consejo para la aplicación del Reglamento (CE) n° 168/2007 sobre la adopción de un marco plurianual de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea para el período 2007-2012 (COM(2007)0515 - C6-0322/2007 - 2007/0189(CNS)) (A6-0514/2007).
Una cuestión de orden, Señoría. ¿Puede decirme a qué artículo del Reglamento se remite?
Roger Knapman (IND/DEM). – Señor Presidente, sobre una cuestión reglamentaria de conformidad con el artículo 171. Acaba de decir a la Cámara que 19 diputados habían solicitado intervenir. Antes del almuerzo, nos dijeron que eran 14 diputados. Sé que cuando se trata de estadísticas, y particularmente cuando la votación no es nominal, las cosas no son muy exactas, y por eso le pido que explique la diferencia de cifras.
El Presidente. – (FR) Me resulta difícil darle una explicación de inmediato, en tiempo real, pero puedo aventurar una, Señoría.
Recibimos la solicitudes en tiempo real — y he presidido con frecuencia las explicaciones de voto. Es cierto que, cuando mi colega Vidal-Quadras hizo el anuncio, tenía ante él 14 nombres y que en los segundos o minutos que siguieron, otros colegas se acercaron hasta la Presidencia para indicar que querían intervenir. Por esta razón, la cifra aumentó de 14 a 19 desde el anuncio que hizo el Vicepresidente Vidal-Quadras hasta el anuncio que yo les hice hace un momento. Pero es una cuestión muy interesante y ya comprobaremos el Reglamento pertinente.
Ahora, si tienen a bien, pasamos al informe Cashman, y cedo sin más la palabra a la Comisión.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. − Señor Presidente, en primer lugar, me gustaría dar las gracias al Parlamento por su cooperación constructiva y su apoyo para la rápida adopción del marco plurianual de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea para el período 2007-2012.
En particular, me gustaría dar las gracias al ponente, señor Cashman, por su compromiso personal con este informe. El marco plurianual para el periodo 2007-2012, como propuso la Comisión y se discutió en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, permitirá a la Agencia trabajar en la mejor de sus capacidades. Me gustaría decir que entiendo plenamente el razonamiento de cada una de las enmiendas propuestas por el ponente. Me complace decir que puedo aceptar la enmienda 1; la enmienda 2 relativa a la noción de minorías étnicas; las enmiendas 3, 4, 5, 8 y 13 (en parte) en relación con la noción de discriminación múltiple; la enmienda 15 sobre la idea de exclusión social y la enmienda 16, en particular dado que todas estas enmiendas reflejan los acuerdos alcanzados en las negociaciones entre la Presidencia, la Comisión y el ponente.
En cuanto al resto de enmiendas, no puedo aceptarlas por varios motivos jurídicos y técnicos que explicaré muy rápidamente. Algunas de las enmiendas no cumplen el Reglamento básico, en concreto las enmiendas 10, 11 y 18. En algunos casos, las enmiendas van más allá del Reglamento, en particular la enmienda 17. En otros casos contradicen lo dispuesto en el Reglamento, desde mi punto de vista por supuesto, como la enmienda 10. Otras no se corresponden con lo previsto en la iniciativa «legislar mejor», en particular las enmiendas 2, 7 y 13, en lo que respecta a la adición de las «minorías tradicionales nacionales y las lingüísticas», que ya están incluidas en el Reglamento.
Algunas enmiendas están fuera del ámbito de competencias de la Comunidad o del de la Agencia, en concreto las enmiendas 14 y 15 (en parte). Por último, la enmienda 12 limitará de manera considerable los ámbitos en los que trabajará la Agencia, como se establece en el artículo 2 de nuestra propuesta.
En cuanto a la enmienda 6, no estoy en contra de la sustancia de la disposición. Sin embargo, la propuesta de marco plurianual no es, desde mi punto de vista, el mejor lugar para introducir declaraciones generales sobre la naturaleza y la definición de los derechos humanos.
El lugar más adecuado para hacerlo son los convenios internacionales pertinentes y la Carta. Sin embargo, no me opondré a esta enmienda, si el Consejo y el Parlamento están dispuestos a aceptarla.
Por último, no puedo aceptar las enmiendas 7 y 9. En cuanto a la enmienda 7, el marco plurianual está diseñado para regular las obligaciones de las instituciones europeas y/o de los Estados miembros en relación con el control del cumplimiento de todos los convenios internacionales sobre derechos humanos de los que los Estados miembros son Parte.
En cuanto a la enmienda 9, no es necesario introducir una referencia a una revisión del marco plurianual antes del periodo de cinco años, dado que la Comisión, el Consejo y el Parlamento siempre pueden pedir ir más allá del ámbito de aplicación del artículo 2 del marco.
En general, el plazo de cinco años fue fijado para evitar poner en peligro la eficacia del trabajo de la Agencia, que necesita tiempo para planificar su trabajo y llevarlo a cabo. La introducción de revisiones sistemáticas podría socavar la labor de la Agencia.
Por último, en mi opinión, la creación de la Agencia ha sido un gran éxito para el fomento del respeto de los derechos fundamentales en la Unión Europea. También ha sido un éxito en términos de cooperación interinstitucional. Ahora tenemos que fijar las condiciones adecuadas para que la Agencia funcione con éxito y demuestre su valía en los próximos años.
Michael Cashman, ponente. − Señor Presidente, quiero dar las gracias al Vicepresidente Frattinti por sus palabras.
Si el Parlamento estuviera facultado para codecidir en este asunto, estaríamos en una posición mucho más fuerte. Tengo que decir a mis colegas presentes hoy aquí que desde el principio me reuní con ONG y miembros de la sociedad civil, como hicieron otros ponentes alternativos, para ver qué podíamos hacer. Me quedó bastante claro desde el principio que, si lo hacía a mi manera, tendría una lista interminable, porque los derechos humanos son muy importantes: Son fundamentales y son el motivo por el que las instituciones fueron creadas, para no volver nunca a la situación que desembocó en la Segunda Guerra Mundial y la sombra funesta que planeó sobre tanta gente y tantas minorías diferentes.
Sin embargo, la realidad es que solo se nos consulta, motivo por el cual tuve que asumir una posición muy complicada. Me resulta muy difícil, como homosexual, no querer incluir específicamente la homofobia. Sin embargo, si quiero ser coherente en la aplicación del principio de que tenemos que incluir lo que no está contemplado, entonces tengo que prescindir de aquello que mi corazón desea. Por eso ha sido difícil.
Me complace decir que este informe fue aprobado por 48 votos a favor, ninguno en contra y ocho abstenciones. Esto indica que lo que tenemos ante nosotros —aunque, de hecho, hay algunas enmiendas que no apoyo personalmente— son los deseos de la comisión. Quiero elogiar a la Presidencia portuguesa y a mis colegas presentes en la Cámara, que trabajaron en estrecha colaboración conmigo, que apoyaron al Parlamento para intentar alcanzar una posición que tanto el Consejo como la Comisión pudieran apoyar.
Me complace que el Comisario haya enumerado nueve de las 18 enmiendas. Estamos consiguiendo la mitad del apoyo, pero por supuesto quiero todo el apoyo, aunque soy realista en cuanto al mundo de la política. Quiero que la Agencia, por encima de todo, sea un éxito. Los orígenes de la Agencia son la Carta de los Derechos Fundamentales y todos los convenios internacionales en materia de derechos humanos que tenemos en común entre los Estados miembros.
Sin embargo, hay algunas delegaciones, algunos políticos y algunos Estados miembros que quieren que la Agencia sea un fracaso. No quieren que sea eficaz y, por ese motivo, he sido absolutamente específico en las exigencias que imponemos a esta Agencia. Quiero que sea un éxito. Creo que las enmiendas que aprobamos en comisión contribuirán a su éxito, al tiempo que no imponen a la Agencia exigencias indebidas que irían más allá de los recursos humanos y financieros disponibles.
También ha habido sugerencias entre algunos grupos de mujeres que indican que no se ha avanzado lo suficiente, pero hemos introducido la perspectiva de género y hemos tenido en cuenta al Instituto Europeo de la Igualdad de Género. Por supuesto, debe haber complementariedad, pero no debemos duplicar nuestros esfuerzos, porque, de nuevo, estaríamos desperdiciando los recursos.
Déjenme que termine y déjenme que escuche; supuestamente lo más importante y una de las cosas más difíciles en política. Permítanme que escuche el debate, pero no puedo apoyar las enmiendas se presentarán mañana en el Pleno por un principio muy sencillo: dije al principio que no podría aceptar toda una serie de enmiendas y cambiar esta actitud ahora sería dar marcha atrás en el acuerdo alcanzado con los ponentes alternativos. Por supuesto, los idiomas minoritarios son importantes, por supuesto hay otras áreas importantes, pero no hay nada más importante que una Agencia de los Derechos Fundamentales que desempeñe con éxito las tareas que le encarguemos.
Libor Rouček, ponente de la Comisión de Asuntos Exteriores. – (CS) Señorías, la creación, a principios del año pasado, de la Agencia de los Derechos Fundamentales es un paso muy importante y necesario para la protección y la defensa de los derechos humanos fundamentales, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Lamentablemente, no se ha aceptado todavía el marco a largo plazo y algunas de las cuestiones relacionadas con el personal tampoco se han resuelto aún. La Comisión de Asuntos Exteriores está pidiendo, por ello, que se rectifique esta situación lo antes posible. En cuanto a la actividad de la Agencia fuera de la Unión Europea, la Comisión de Asuntos Exteriores apoya las medidas adoptadas para evitar la duplicación del trabajo y asegurar la necesaria coordinación de las actividades con las organizaciones internacionales que trabajan en este ámbito: principalmente el Consejo de Europa, las Naciones Unidas y la OSCE. Pensamos también que el diálogo sobre derechos humanos es crucial para la relación entre la Unión y los países en desarrollo. Celebramos, por tanto, que la Agencia esté abierta a la participación de países candidatos. Por último, suponemos que, tan pronto como entre en vigor el Tratado de Reforma y se cree el puesto de Alto Representante de la Unión para la Política Exterior y de Seguridad, la Agencia le prestará toda la ayuda que pueda necesitar en sus actividades.
Kinga Gál, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (HU) Gracias por darme la palabra, señor Presidente. Celebro que hayamos conseguido aprobar el programa marco para la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, y quiero dar las gracias al ponente por su trabajo y la voluntad de cooperación que ha demostrado durante una tarea formidable.
Ahora es igualmente importante para las instituciones, los Estados miembros y los ciudadanos de la UE que la Agencia inicie su trabajo lo antes posible, ya que se creó oficialmente en Viena el 1 de marzo del año pasado, pero sigue sin tener una estructura, un mandato y un liderazgo adecuado para el fin pretendido.
Por ello es muy importante que se apruebe ahora el programa marco. Hemos afrontado aquí un problema complejo, ya que por una parte tenemos que plantearnos numerosas cuestiones relacionadas con los derechos humanos y aspectos jurídicos fundamentales, pero por otra tenemos que considerar la manera de conseguir que la Agencia sirva para el fin pretendido.
Tal como yo lo veo, mi colega, señor Cashman, ha tratado de plantear esta alternativa para cumplir los dos criterios al mismo tiempo: que pueda hacer frente con flexibilidad a los problemas relacionados con los derechos humanos que nos afectan a todos de forma considerable y que, al mismo tiempo, la Agencia pueda servir para el fin pretendido.
Creo que el Parlamento apoya plenamente estas propuestas y —a pesar de haber escuchado con atención al señor Frattini cuando ha dicho que le parece inaceptable, y a la Comisión— creo sinceramente que el Consejo entiende que hagamos tantas preguntas, puesto que podrían ser la clave de cómo la Agencia debe desarrollar su trabajo para centrarse en los problemas reales.
La cuestión de las minorías lingüísticas y las minorías nacionales se ha omitido de la lista original, pero se incluye en la propuesta. Esto me parece muy importante, porque estamos siendo testigos de cómo esos problemas son cada vez mayores y la Unión tendrá en algún momento que afrontarlos; tiene que implicarse. Por eso, espero que la Agencia pueda prestar atención a esos problemas. No tendremos un «tigre de papel», sino una institución real plenamente operativa. Gracias por su atención.
Stavros Lambrinidis, en nombre del Grupo del PSE. – Señor Presidente, la Agencia de los Derechos Fundamentales tiene que empezar de una vez por todas a realizar su importante tarea. Por eso el ponente, al que felicito, se ha visto tentado a limitar las enmiendas al programa propuesto, con el fin de favorecer un rápido acuerdo interinstitucional sobre esta importante cuestión. Hubiera sido preferible, por supuesto, que se hubiera tocado el asunto de los derechos sociales y que se hiciera referencia expresa a cuestiones relacionadas con el tráfico de seres humanos y la protección de la esfera privada y de la dignidad humana en el marco de las medidas adoptadas contra del terrorismo. Pero la puerta sigue abierta.
Hoy me centraré especialmente en una enmienda importante que yo y algunos de mis colegas hemos presentado, una enmienda que se ha aprobado y que menciona expresamente la administración eficaz e independiente de justicia, incluidos los derechos de los acusados y los sospechosos.
Señor Presidente, cuando se debilita la confianza de los ciudadanos en la independencia y la imparcialidad de los jueces, se debilitan también los cimientos de nuestras sociedades democráticas y por eso, con toda razón, las responsabilidades de la Agencia incluyeron desde el principio esta dimensión. Pero, al mismo tiempo, solemos olvidarnos de que una persona es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad. Los ataques de los medios de comunicación contra los acusados para aumentar sus niveles de audiencia, o incluso de los gobiernos y los funcionarios para obtener algún beneficio político de corta duración, violan de manera flagrante este principio. Y los sospechosos, señor Presidente —especialmente en este día y en este momento, cuando resulta que tantos principios fundamentales se pueden ver traicionados en nombre de la lucha antiterrorista— no pueden ser secuestrados, maltratados y privados de sus derechos fundamentales sin consecuencias. Si algo nos puede enseñar eso, seguro que es Guantánamo, que acaba de cumplir su sexto aniversario sin que casi nadie, lamentablemente, se haya dado cuenta.
Sophia in 't Veld, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, antes de nada permítanme decirles que siento un gran respeto por el ponente, señor Cashman. Siempre le he considerado un gran aliado en la lucha a favor de los derechos fundamentales. Por tanto, discrepo con el ponente no en el espíritu, ni en el contenido, pero sí en la estrategia. Puede que su estrategia sea renunciar a un par de prioridades para obtener el apoyo del Consejo, ¿pero lo que nos ofrece el Consejo es suficiente como para que renunciemos a lo que queremos? Yo creo que no, y por eso prefiero simplemente dejar clara mi postura.
Las enmiendas de ALDE proponen otras cuatro prioridades que son la homofobia, la intimidad, la política antiterrorista y los derechos fundamentales, y la discriminación contra los romaníes, que justamente ahora son los cuatro ámbitos principales en donde los Estados miembros violan continuamente los derechos humanos. La Agencia de los Derechos Fundamentales tendría que haber empezado a vigilar ya a los Estados miembros para que se mantengan en el camino correcto, pero lamentablemente no lo ha hecho. En cualquier caso, ya se ha convertido en un tigre sin dientes. En mi opinión, sobre todo después de haber escuchado lo que el Comisario Frattini acaba de decir, el Parlamento Europeo, siendo el aliado más importante de la Agencia de los Derechos Fundamentales, debe dejar claras cuáles son sus prioridades.
Sinceramente, si es cierto que contamos con el apoyo o el acuerdo del Consejo, me pregunto dónde está hoy el Consejo. Así pues, me temo que estoy muy de acuerdo con el ponente en el contenido —tengo que consultar a mi Grupo— pero lamento decir que no puedo apoyar la estrategia.
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, la Agencia de los Derechos Fundamentales se creó sobre la base del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. Este cambio podría haber sido el precursor de una mejora. El Observatorio, con sede en Viena, era famoso por su falta de fiabilidad y por la facilitad con que se abusaba de las quejas por racismo y antisemitismo; ese fue el caso, por ejemplo, en 2001 y 2005, de Radio Maryja, la Liga República y mi propio país, Polonia.
Si la nueva institución sigue las recomendaciones del ponente, en poco tiempo estará cometiendo los mismos errores. La propuesta de ir más allá de los ámbitos temáticos, la flexibilidad o las llamadas medidas anticipatorias —que se mencionan en la exposición de motivos de este informe— no son más que otra luz verde para que la Agencia actúe de manera descontrolada, dictada por ideologías extremas y al margen del Derecho internacional. Nada de eso importaría realmente; al fin y al cabo, éste no sería el único caso de despilfarro de fondos europeos, pero un sistema para la protección de los derechos humanos que no tiene como marco el Derecho internacional y que se deja en manos de antirracistas profesionales pierde su activo más importante: la credibilidad.
Cem Özdemir, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, hemos votado a favor del informe en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Volveremos a aprobarlo aquí, aunque suscribimos gran parte de las críticas expresadas en la Cámara e incluso por el propio ponente. El ponente ha planteado ya una de mis observaciones. Aunque la Agencia de los Derechos Fundamentales seguirá ocupándose de la discriminación sexual, cuestiones como la homofobia no forman parte, lamentablemente, de su mandato. Considerando los debates que hemos celebrado en Europa y el estado actual de las negociaciones, es lamentable que no hayamos podido llegar a un compromiso con el Consejo y la Comisión.
Hay otras observaciones que quiero hacer. Nosotros presentamos algunas enmiendas en comisión, pero lamentablemente todas ellas fueron rechazadas. Sólo quiero mencionar algunas. La discriminación contra el pueblo romaní habría sido un problema importante de abordar, al igual que la protección de la intimidad personal. La protección de datos habría sido otra cuestión importante. Aquí en Europa hemos conseguido un cierto nivel, que tenemos que mantener dentro de la Unión en aras de nuestra credibilidad. Pero es importante, sobre todo después de nuestra experiencia en la lucha antiterrorista, que examinemos hasta qué punto la lucha antiterrorista puede conciliarse con los derechos fundamentales. Esta es otra cuestión que tendría que incluirse en el mandato de la Agencia de los Derechos Fundamentales.
Todos están de acuerdo en que la Agencia de los Derechos Fundamentales debe empezar a funcionar lo antes posible, pero ni siquiera hemos conseguido ponernos de acuerdo para nombrar a un director. Existen, por tanto, razones para dudar de si la Agencia será realmente capaz de realizar sus funciones. La buena noticia es que no habrá muchos más procedimientos como estos. Cuando el Tratado UE modificado entre en vigor en 2009, tendremos otros procesos a través de los cuales se canalizará la participación del Parlamento Europeo en estos debates.
Bairbre de Brún, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (GA) Señor Presidente, acojo con satisfacción el informe del señor Cashman sobre la Agencia de los Derechos Humanos de la Unión Europea. Los miembros de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior han llevado a cabo un trabajo excelente sobre este importante asunto. Les felicito a ellos, y también al ponente.
Pero, sobre todo, celebro las mejoras que han permitido que la discriminación relacionada con las lenguas tradicionales y las minorías pase a ser una de las responsabilidades específicas de la Agencia. Pido a sus Señorías que apoyen estas reformas mañana.
Las Naciones Unidas han declarado este año, 2008, el Año Internacional de las Lenguas. La Unión Europea tiene que participar en esta iniciativa, y nosotros también.
Personalmente, tengo un especial interés en este asunto. Seguiré trabajando en la UE para conseguir los recursos que hacen falta para que el irlandés sea una lengua de trabajo de la UE, y en mi circunscripción, para apoyar la campaña a favor de la Ley de la lengua irlandesa, un instrumento legislativo muy necesario en Irlanda del Norte para proteger los derechos de los que hablan irlandés.
Esos derechos no se pueden ejercer en la actualidad. Pero sí se podrán ejercer si se consagran en legislación vinculante y si un órgano como la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea es capaz de desafiar a mis compatriotas y a otros en la cuestión de la discriminación basada en la lengua.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Señor Presidente, Señorías, voy a votar plenamente convencido en contra del informe, porque creo que la Agencia debe servir para vigilar la corrección política en Europa, la cual tiene cada vez más influencia en nuestro continente. Aunque la Agencia dice que va a proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos, en realidad representa una amenaza para algunos de nuestros derechos y libertades más fundamentales y para el principio de subsidiariedad.
El espíritu de la corrección política que domina Europa significa que la libertad de expresión se ve supeditada a las exigencias de una determinada religión, concretamente el Islam, que no acepta ninguna crítica.
El Observatorio Europeo del Racismo, al que esta Agencia pretende suceder, equiparó de forma totalmente deliberada la expresión legítima de opiniones contrarias a la inmigración y los aspectos negativos del Islam con el racismo. El Observatorio decía también que la islamofobia es una nueva forma de discriminación y que, después del conflicto de las caricaturas danesas, debían adoptarse leyes contra la blasfemia. Cuando un estudio encargado por el Observatorio concluyó que la violencia contra los judíos en Europa había sido perpetrada sobre todo por jóvenes musulmanes, el director del Observatorio lo tiró rápidamente a la papelera.
Muy pocas personas en esta Cámara parecen darse cuenta de que la libertad de expresión es el derecho fundamental supremo y de que el progreso a lo largo de la Historia ha tenido siempre como motor el progreso en la libertad de pensamiento. Europa no habría sido nunca el centro del mundo en su momento si no hubiera tenido libertad para poder decir la verdad con claridad y sin inhibiciones, por mucho que ésta pueda ofender. Este informe y esta Agencia han hecho que dicho principio se precipite por una pendiente resbaladiza.
Íñigo Méndez de Vigo (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, el establecimiento de un marco plurianual de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea es un tema extraordinariamente importante para quienes pensamos que los derechos fundamentales están en el ADN de los europeos. Y, por tanto, yo me uno a quienes, empezando por el ponente y el resto de los oradores, han dicho que adelante con este marco plurianual, adelante con el funcionamiento de esa Agencia.
Y yo creo también que este informe, como ha dicho la señora Gál, a quien sigo como portavoz de mi grupo, es un informe equilibrado, en el cual se ha hecho un esfuerzo para ser útil sin pedir demasiado.
Ser realista, creo que es la expresión que ha utilizado el ponente. Siendo realista el informe, quiero pedirle al Comisario Frattini, a mi buen amigo Franco Frattini, un poco más de complicidad. Que a la Comisión Europea, de las 18 enmiendas que vamos a presentar, sólo le parezcan bien 9 me parece poco, y hay que hacer un esfuerzo, señor Vicepresidente de la Comisión, en un tema tan importante como éste.
Yo tuve la suerte y el honor de ser presidente de la delegación del Parlamento en la Convención que hizo la Carta, y presido también con idéntico honor el Intergrupo ATD Cuarto Mundo, y hemos conseguido pasar una enmienda, la enmienda 15: incluir dentro de los objetivos de la Agencia la lucha contra la exclusión social y la pobreza. ¿Por qué? Porque quien está excluido socialmente, quien está en la más absoluta miseria, al final no goza de ningún derecho fundamental, y por eso nos parece que sería una señal política importante a nuestros conciudadanos que esa enmienda 15, señor Vicepresidente de la Comisión, la viera con más simpatía que con la que la ha visto. Porque me parece que al final los diputados representamos a la gente, y la gente nos pide que nos ocupemos también de quienes menos tienen.
Por tanto, señor Comisario, yo espero que este debate le haga a usted comprender la importancia de pasar de 9 a más y de apoyar la posición del Parlamento Europeo en esta cuestión.
Magda Kósáné Kovács (PSE). – (HU) Muchas gracias, Señor Presidente. Nueve meses después de la ceremonia de inauguración de la Agencia de los Derechos Humanos, no me resulta grato decir que la institución ha sido incapaz de iniciar su trabajo y sigue sin tener un director.
Al menos esta semana, el programa marco multianual será aprobado por el Parlamento, algo por lo que quiero dar las gracias al ponente, señor Cashman. El programa marco multianual es crucial para el trabajo de la Agencia y para que su labor de vigilancia de los derechos fundamentales y de formulación de las acciones necesarias sea eficaz. El proceso de acuerdo trilateral para la creación de la Carta constitutiva ha dejado algunas vías abiertas que debemos continuar.
Por ejemplo, la declaración del Consejo pretendía hacer uso de la fuerza política para que la Agencia pudiera investigar la aplicación de los derechos humanos en el ámbito de la cooperación policial y judicial a petición de ésta. Es importante que los Estados miembros y la Unión aprovechen las oportunidades que se les presenten antes de que esta responsabilidad se transfiera claramente a la Agencia cuando entre en vigor el Tratado de Reforma.
Es también nuestra responsabilidad conjunta que los derechos individuales y colectivos de las minorías nacionales y étnicas se hagan incuestionables, no sólo prohibiendo la discriminación, sino estableciendo el requisito de una aplicación positiva de la legislación. En principio, el reconocimiento de los derechos sociales como derechos humanos tampoco puede cuestionarse, puesto que no hay dignidad humana sin seguridad básica.
Es un cliché, pero no por ello menos cierto, que una decisión vale según su grado de aplicación. Las palabras del Vicepresidente, señor Frattini, han suscitado algunas dudas, pero aún así espero que la Agencia sea coherente en la protección de los derechos humanos.
Hubert Pirker (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señor Comisario, quiero aprovechar esta oportunidad para hacer dos observaciones básicas. La primera es que espero fervientemente y solicito con urgencia una acción inmediata para nombrar al director de esta Agencia de los Derechos Humanos tan pronto como se apruebe su programa de trabajo, porque todo el propósito de crear una agencia es que empiece a funcionar lo antes posible.
Mi segunda observación es que quiero utilizar este debate para pedir una vez más que se evalúen los resultados y la utilidad de todas las agencias. De hecho, no estoy convencido de que todas las agencias trabajen de la forma que nosotros queremos que trabajen, o que tengan que existir por toda la eternidad; por el contrario, creo firmemente que existen algunas estructuras paralelas y que, desde luego, podríamos prescindir de algunas agencias sin que nadie notara su ausencia o sin que las cosas empeoraran. Quiero preguntarle cuando piensa la Comisión realizar una evaluación así.
Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) Señor Presidente, aunque felicito al ponente, señor Cashman, quiero hacer un comentario, y es el siguiente: durante las sesiones de la comisión LIBE, hemos debatido en profundidad si la Agencia de los Derechos Fundamentales haría o no el mismo trabajo que el Consejo de Europa. Llegamos a la conclusión de que no, pero yo tengo la impresión de que envidiamos del Consejo de Europa el peso que tiene, que le permite aplicar un ordenamiento jurídico específico.
Yo pienso que la Agencia de los Derechos Fundamentales, a pesar de las condiciones y las competencias que posee, debe basarse más en la Carta de los Derechos Fundamentales. Eso debería hacerle entender claramente que ella también es la guardiana de la Carta de los Derechos Fundamentales, también para los ciudadanos y los Estados miembros que no han aceptado la Carta de los Derechos Fundamentales en su totalidad. Creo que esto es muy importante, y creo asimismo que la Agencia de los Derechos Humanos debe avanzar en esta dirección con nuestra ayuda, con el apoyo del Parlamento Europeo.
Franco Frattini, Vicepresidente de la Comisión. − Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a todos los que han intervenido por sus sugerencias y contribuciones.
En primer lugar, la Unión Europea debería ser, y así la deberían ver sus ciudadanos, no solo el principal defensor, sino también el mejor promotor de los derechos fundamentales. Con esto, me refiero a los derechos de grupos y comunidades, así como a los derechos de las personas. Éste es un enfoque muy importante.
También pienso que, tras la proclamación de la Carta y la firma del Tratado de Lisboa, la Agencia debería llegar a ser el instrumento europeo más eficaz en este ámbito. Para ello, me gustaría que el Parlamento organizara la audiencia de los candidatos preseleccionados para el puesto de director lo antes posible, de modo que la Agencia pueda empezar a trabajar en la mejor de sus capacidades.
Estoy plenamente de acuerdo con el ponente, señor Cashman, en que tenemos que dejar que la Agencia empiece a trabajar ahora. Si la sobrecargamos con demasiadas tareas correríamos el riesgo de hacer de la Agencia un órgano en apariencia fuerte, pero que, en la práctica, sería incapaz de actuar con la celeridad necesaria.
Por último, soy consciente de las preocupaciones expresadas por muchas de sus Señorías y puedo prometerles que, antes de que finalice el periodo de cinco años, estaré dispuesto a hacer pleno uso de las facultades de la Comisión para pedir a la Agencia que vaya más allá del ámbito de aplicación del artículo 2, en concreto en el ámbito de la cooperación en materia de justicia y seguridad.
Una última palabra: Comprendo lo que mi amigo, el señor Méndez de Vigo, ha dicho y examinaré detenidamente sus sugerencias, en particular en lo que se refiere a la enmienda 15, para intentar satisfacer las expectativas manifestadas en relación con una estrategia europea contra la pobreza.
También quiero repetir que estoy dispuesto a aceptar la enmienda 6, aunque no estoy de acuerdo con ella en principio. Espero que mis esfuerzos por satisfacer sus expectativas complazcan al señor Cashman.
El Presidente. – (FR) Parece que el Parlamento lo aprecia, señor Comisario.
Michael Cashman, ponente. − Señor Presidente, quiero dar las gracias al Comisario por ceder en la cuestión tan importante de la enmienda 6, que dice que «[t]odas las personas nacen iguales y, por tanto, los derechos humanos son indivisibles e inviolables». Quiero dar las gracias a los colegas por sus contribuciones y solo puedo decirles que, cuando uno de los diputados no inscritos dice que va a votar en contra mía, cuando esos extremistas del Parlamento votan en mi contra y contra mi informe, mi corazón se llena de júbilo y mi razón me dice que lo hemos hecho muy bien. Porque no debe haber extremismos cuando hablamos de la defensa de los derechos humanos, excepto para llegar hasta el extremo en la defensa de los derechos humanos.
Quiero decir a mi buena amiga Sophia in ’t Veld que, por supuesto, estoy de acuerdo con ella, pero que creo que la cuestión de la población romaní, la intimidad y la homofobia ya están incluidas. De hecho, la población romaní estaría incluida en el principio relativo a la discriminación por motivos de origen étnico y de raza. Quiero decir a mi colega, señor Lambrinidis, que la Carta de los Derechos Fundamentales y el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos nos ofrecen un marco en el que podemos actuar sobre la base de la intimidad, la prevención del tráfico de seres humanos y la lucha contra la exclusión social. La señora Gál ha dicho que sería del todo cierto que se trata de la viabilidad de la Agencia y que es eso lo que tenemos que abordar.
Por ese motivo, he incluido la discriminación múltiple. Debemos recordar que no estamos abordando únicamente los ámbitos que se pueden incluir. Se trata de ámbitos temáticos fundamentados en la base objetiva que constituyen la Carta de los Derechos Fundamentales y los convenios internacionales, que todos los Estados miembros tienen en común.
A mi gran amigo el señor Cem Özdemir le quiero decir —¡çok tesekkür ederim!— que, en efecto, la protección de datos está incluida. Asimismo, tenemos al supervisor de la protección de datos y tenemos las directivas sobre protección de datos y lo que no queremos es duplicar nuestros esfuerzos.
Es interesante y deberíamos celebrarlo. Lo próximo será el informe Angelilli. Se trata de un informe de propia iniciativa, aunque a este respecto tenemos un compromiso absoluto —no una iniciativa propia ni una petición— en relación con el hecho de que los derechos de la infancia queden cubiertos por la Agencia que protege los derechos fundamentales. Por tanto, felicito a la Cámara. Les pido que voten conmigo. No introduzcamos más cosas, no nos dispersemos, centrémonos, hagamos lo que tenemos que hacer; y señor Presidente, ¡guárdese el mazo para la próxima vez!
Irena Belohorská (NI). – (SK) Quiero protestar enérgicamente contra lo que el señor Cashman acaba de decir. Yo pertenezco al Grupo de diputados no inscritos y quiero decir que anteriormente, cuando era miembro del Consejo de Europa, elaboré un informe sobre la prohibición del trabajo infantil y participé también en la elaboración de otro informe sobre los derechos de la infancia. Por eso protesto enérgicamente contra los comentarios del ponente, quien ha dicho que no le importa que alguien del Grupo de diputados no inscritos vaya a votar en su contra.
El Presidente. – (FR) Señor Cashman, réplica personal a un ataque concebido como tal.
Michael Cashman, ponente. − Señor Presidente, obviamente, no me estaba refiriendo a su Señoría cuando hice el comentario.
Me refería en general a los diputados no inscritos, pero en concreto a los comentarios hechos por el señor Drillen, que creo que son extremistas. Pero de ningún modo he querido ofender a su Señoría, cuyas palabras hablan por sí solas.
El Presidente. – (FR) Puedo testimoniar en efecto que en la traducción francesa no se hablaba de no inscritos, sino de extremistas. Por tanto, hay una clara distinción en las palabras del ponente.
El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el jueves 17 de enero de 2008.