Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Procedimiento : 2007/2101(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

A6-0510/2007

Debates :

PV 16/01/2008 - 15
CRE 16/01/2008 - 15

Votaciones :

PV 17/01/2008 - 6.4
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0017

Acta literal de los debates
Miércoles 16 de enero de 2008 - Estrasburgo Edición DO

15. Una política de la UE más eficaz respecto del Cáucaso Meridional: de las promesas a los hechos - Un planteamiento de política regional para el Mar Negro (debate)
PV
MPphoto
 
 

  Presidente. − El siguiente punto corresponde a un debate conjunto sobre los siguientes documentos:

– el informe de Lydie Polfer, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, «Una política de la UE más eficaz respecto del Cáucaso Meridional: de las promesas a los hechos» (2007/2076(INI)) (A6-0516/2007); y

– el informe de Roberta Alma Anastase, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre un planteamiento de política regional para el Mar Negro (2007/2101(INI)) (A6-0510/2007).

 
  
MPphoto
 
 

  Lydie Polfer, ponente. − (FR) Señor Presidente, quisiera dar las gracias a los miembros de la Comisión de Comercio Internacional y, sobre todo, a mis colegas de la Comisión de Asuntos Exteriores, que contribuyeron activamente a dar forma a este informe, que quisimos equilibrado y que finalmente fue aprobado por unanimidad.

Sí, es de gran interés para los tres países del Cáucaso. Armenia, Azerbaiyán y Georgia, los tres surgidos de la desmembración de la URSS, sufren aún hoy la herencia de aquella época, sobre todo por los conflictos no resueltos en Nagorno Karabaj, Abjazia y Osetia, que envenenan el clima entre ellos y con sus vecinos y han desencadenado una carrera de armamentos nefasta. Pero esos tres países eligieron adoptar los valores europeos al convertirse, en el decenio de 1980, en miembros del Consejo de Europa y firmar más tarde acuerdos de asociación y cooperación con la Unión Europea.

En su proximidad geográfica y su situación como zona de tránsito entre Irán, Turquía, Rusia, el mar Caspio y el mar Negro, reside nuestro interés en ayudar a estos países a reforzar la democracia y el Estado de Derecho en la región e instituir un marco viable para el desarrollo y cooperación regional que haga posible la estabilidad política. Lo anterior es tanto más importante cuanto que estos países, a pesar de haber registrado un gran crecimiento, siguen presentando elevadas tasas de pobreza y desempleo.

Hemos analizado las posibilidades de actuación en distintos capítulos, que les resumiré brevemente. En primer lugar, en el marco de la política europea de vecindad, insistimos en un enfoque diferenciado, basado en los méritos, al mismo tiempo que hacemos del capítulo de la cooperación regional un objetivo fundamental. Pedimos a la Comisión que amplíe los contactos con la sociedad civil y, sobre todo, apoyamos su iniciativa de efectuar un estudio de viabilidad para un acuerdo de libre comercio con Georgia y Armenia y de apoyar a Azerbaiyán en el proceso de adhesión a la OMC.

El capítulo «democracia, derechos humanos y Estado de Derecho» es evidentemente un elemento esencial. Celebramos los esfuerzos realizados por Armenia tras la reforma constitucional, pero la alentamos a proseguir en esta vía con la creación de un poder judicial y una función pública independientes. Por lo que respecta a Azerbaiyán, si bien nos preocupa el deterioro de los derechos humanos y de la libertad de los medios de comunicación, celebramos, en cambio, el indulto presidencial que ha hecho posible la liberación de varios periodistas y pedimos que se investiguen las denuncias de violencia policial. En cuanto a Georgia, que ha emprendido profundas reformas desde 2003 y ha padecido las turbulencias que conocemos, nos congratulamos del desarrollo pacífico de las elecciones presidenciales, pero la tensión en el ambiente y las denuncias de violaciones de los derechos nos llevan a pedir a las autoridades que tramiten sin demora las denuncias presentadas. Pedimos también a las fuerzas de la oposición que adopten un comportamiento responsable y respeten el escrutinio. En resumen, pedimos a los tres países que garanticen la libertad de expresión, de reunión y de los medios de comunicación, así como un acceso equilibrado y abierto de la oposición a los medios de comunicación. Les pedimos también que intensifiquen la lucha contra la corrupción e instauren un clima favorable a las inversiones. Por lo que se refiere a las negociaciones sobre los procedimientos de concesión de visados a Georgia, no podemos sino recomendar a la Comisión y al Consejo que las inicien, a la luz de lo que sucede en Abjazia y Osetia.

En cuanto a la solución pacífica de los conflictos, es evidentemente una condición sine qua non para una estabilidad duradera en la región. Creo que hemos abordado este tema de forma equilibrada. No volveré sobre él en detalle; simplemente recordaré —como hemos destacado— que la contradicción entre el principio de autodeterminación y la integridad territorial ha contribuido hasta ahora a la perpetuación de los conflictos en la región y que este problema sólo se superará mediante negociaciones basadas en los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Acta Final de Helsinki. Esperemos que las últimas propuestas del Grupo de Minsk contribuyan a superar las diferencias. Sería el mejor regalo para los cientos de miles de refugiados y desplazados internos que sufren duramente esta situación.

Por último, por lo que se refiere a la cooperación en los ámbitos de la energía y del transporte, si es evidente que las nuevas iniciativas incrementan las posibilidades de apertura, resulta cada vez más patente que el aislamiento de Armenia no hace sino agravarse.

En conclusión, quisiera subrayar que este informe no tiene otro objetivo que mostrar nuestro sincero interés por la región del Cáucaso Meridional, sus habitantes, su historia, sus objetivos y sus esperanzas, y que desearíamos conocerles más para poder ayudarles mejor a realizarlos.

 
  
  

PRESIDE: SEÑORA KRATSA-TSAGAROPOULOU
Vicepresidenta

 
  
MPphoto
 
 

  Roberta Alma Anastase, ponente. − (RO) Hace un año, en enero de 2007, en esta misma sala celebrábamos la adhesión de Rumanía y Bulgaria. Entonces reflexionamos sobre las nuevas oportunidades disponibles tanto para los dos nuevos Estados miembros como para Europa en su conjunto. Una intervención activa y coherente en la región del Mar Negro, junto con el desarrollo de una verdadera política de cooperación regional, comparable a las relativas a la dimensión mediterránea y septentrional, eran requisitos necesarios y evidentes.

Ahora, en enero de 2008, como ponente de la cooperación en la región del Mar Negro, tengo el privilegio de abrir este debate en el Pleno para tratar las recomendaciones del Parlamento sobre «La sinergia en el Mar Negro», propuesta en abril por la Comisión. Estas recomendaciones son el resultado de un amplio proceso de reflexión y consulta con todos los colegas interesados, además de los expertos independientes y los funcionarios.

El informe hace hincapié en la importancia estratégica del Mar Negro para la Unión Europea, al tiempo que define con extrema claridad el objetivo de la política de cooperación en esta zona: crear un espacio común de seguridad, democracia y prosperidad. El informe destaca, asimismo, la importancia de la cooperación regional en la movilización de diez países colindantes en aras del diálogo y la colaboración, reuniendo su diversidad y enorme potencial, que no podemos ignorar. Por consiguiente, una responsabilidad primordial de la UE consiste en liderar la promoción de la cooperación regional activa en la región del Mar Negro.

La pregunta clave que este informe trata de responder es la siguiente: ¿cómo podemos reforzar y aplicar eficazmente la política de cooperación regional Europea en la región del Mar Negro a fin de lograr el objetivo de crear un espacio común de seguridad, democracia y prosperidad?

Antes de nada, necesitamos una acción firme, coherente y orientada a los resultados por parte de la Unión Europea. En este sentido, el informe determina tres asuntos fundamentales: movilizar todos los instrumentos financieros pertinentes, una cooperación intensificada con otras instituciones y órganos en este ámbito, y la última, pero no por ello menos importante, acciones de supervisión para asegurar su continuidad y eficacia, así como la concepción de un plan de acción.

El informe recomienda igualmente que la Unión Europea se centre en cinco ámbitos prioritarios. Podría decirse que la región del Mar Negro reviste una importancia estratégica para la seguridad y la diversificación del abastecimiento energético en la Unión Europea y, por ello, requiere un enfoque global que lo tenga en cuenta. Sin embargo, es imprescindible que la Unión Europea no se ciña a la cooperación económica, sino que aspire a crear una región en la que prevalezcan la estabilidad, la democracia y la buena gobernanza. La política del Mar Negro de la UE únicamente estará completa cuando la Unión Europea se comprometa a resolver los conflictos actuales, y para ese fin son fundamentales el desarrollo de la sociedad civil, los contactos personales y las buenas relaciones entre los países vecinos.

Como también estamos debatiendo el informe de la señora Polfer sobre el Caúcaso Meridional y los países de esta región forman parte de una zona más amplia del Mar Negro, acojo satisfactoriamente la elaboración de este informe. Es importante que los dos informes coincidan en sus ideas principales y al destacar la importancia de la cooperación y el diálogo entre todos los Estados como premisa para el desarrollo y la prosperidad, así como al subrayar la necesidad de una intervención coherente por parte de la Unión Europea.

En conclusión, desearía dar las gracias a todos los que han colaborado en la elaboración del informe sobre «La sinergia del Mar Negro». Aprecio la cooperación y el apoyo unánime de mis colegas de todos los grupos y espero que el mismo ánimo guíe a la Unión Europea y a los países del Mar Negro en sus esfuerzos conjuntos por desarrollar la cooperación regional en esta zona.

 
  
MPphoto
 
 

  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, me voy a extender un poco más, puesto que me propongo responder a dos informes. Se trata de dos informes excelentes que aportan a nuestra agenda de hoy, por una parte, el complejo ámbito de la política de vecindad y, por otra, la cuestión de la región del Mar Negro. La lectura de los informes ha venido a reforzar mi convencimiento de que, si bien las relaciones bilaterales diferenciadas continúan siendo la piedra angular de la Política Europea de Vecindad (PEV), muchos de los desafíos y de las oportunidades con que nos enfrentamos exigen, pienso, una respuesta a nivel subregional o regional, como ya hemos manifestado.

Permítanme referirme en primer lugar a la región del Cáucaso Meridional. Coincidimos con la mayoría de las opiniones vertidas en el excelente informe sobre el Cáucaso Meridional. La inclusión de Armenia, Azerbaiyán y Georgia en nuestra política de vecindad acercará, paso a paso, a los tres países a la Unión Europea sobre la base de unos valores europeos compartidos.

La Comisión va a publicar en primavera sus informes de progreso sobre la ejecución de los tres planes de acción de la PEV, ofreciendo una actualización respecto del estado actual de cosas en nuestra empresa conjunta.

Sabemos que es mucho lo que queda por hacer. La observancia de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho continúa siendo frágil y necesita mejorar. Hoy, por ejemplo, he mantenido un intercambio de pareceres sobre estos países con el señor Hammarberg, Comisario de Derechos Humanos en el Consejo de Europa. Seguimos preocupados por los derechos humanos y la libertad de los medios de comunicación en Azerbaiyán. Los recientes sucesos políticos en Georgia demuestran que la libertad de expresión de opiniones políticas a través de los medios de comunicación resulta esencial para la estabilidad y, por ejemplo, a pesar de los progresos en Armenia, se precisan nuevos esfuerzos para combatir la corrupción y cumplir totalmente las normas sobre derechos humanos. Al margen del rápido crecimiento económico, la pobreza continúa estando generalizada en la región y seguimos promoviendo reformas económicas, medidas para mejorar el clima empresarial, pero también para fortalecer el Estado de Derecho. Estoy de acuerdo asimismo con la necesidad expresada en el informe de la señora Polfer de un mayor número de actividades de cooperación regional, sobre todo en los ámbitos de la energía, el transporte y el medio ambiente. Esperamos que la Unión Europea sea capaz de adoptar un enfoque más audaz y más activo a la hora de apoyar la resolución de conflictos en la región.

Tal como se expone en la reciente Comunicación sobre la PEV, la Unión Europea podría aportar una mayor ayuda abordando los temas de conflictos mediante la resolución de las causas subyacentes y, de hecho, promoviendo la confianza a ambos lados de las líneas fronterizas.

Las medidas concretas emprendidas por la Comisión para difundir la ayuda y la información al menos pueden contribuir a tales fines, según se subraya en el informe. La resolución de los desafíos que he descrito sucintamente continúa siendo, por tanto, una prioridad importante de mi Comisión para el Cáucaso Meridional durante los meses venideros.

Para ello vamos a seguir utilizando toda la gama de oportunos programas de ayuda financiera de la UE. La ampliación de nuestra delegación en Armenia y la apertura de otra en Azerbaiyán a principios de 2008 nos van a permitir, ciertamente, aumentar la visibilidad y funcionar con mayor eficacia.

Déjenme hacer un comentario especial sobre las actuales elecciones presidenciales en Georgia. Como saben, la Misión de Observación de Elecciones Internacionales, en la que ha contribuido el Parlamento Europeo, ha confirmado que las elecciones se han atenido, en conjunto, a las normas de la OSCE y el Consejo de Europa. No obstante, la Misión de Observación de Elecciones Internacionales ha denunciado varias irregularidades y deficiencias. Y la tarea más urgente ahora consiste en solucionar estos problemas: investigar todas las reclamaciones electorales y crear las condiciones adecuadas para las próximas elecciones parlamentarias. Estamos dispuestos a seguir apoyando a Georgia para que realice estos cometidos de manera diligente y exhaustiva.

Por lo que respecta al Mar Negro, también estoy de acuerdo con gran parte del informe sobre un planteamiento de política regional para el Mar Negro. Proporciona un valioso empuje político a nuestra Comunicación de abril sobre sinergia del Mar Negro y considero significativo que, tras las conclusiones del Consejo del pasado mes de mayo y el debate actual en el Parlamento Europeo, todas las instituciones clave de la UE hayan subrayado la necesidad de poner en práctica un planteamiento regional y de gran alcance para nuestras políticas aplicadas en la región del Mar Negro.

El momento del informe del Parlamento es muy atinado. Como resultado de nuestra iniciativa, los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE van a reunirse dentro de menos de un mes en Kiev con sus homólogos del Mar Negro en una reunión sobre la sinergia del Mar Negro. Yo asistiré, por supuesto, a esa reunión. También van a participar organizaciones internacionales y regionales del Mar Negro y esperamos con interés los debates que acojan con agrado y respalden un mayor apoyo de la UE a la cooperación regional en el Mar Negro y determinen los ámbitos prioritarios para una acción coordinada.

Permítanme mencionar sólo algunos de ellos. La Comisión respalda un diálogo en el Mar Negro sobre seguridad energética, haciendo uso de la estructura INOGATE Continuamos alentando la armonización jurídica y normativa a través del proceso de Bakú. Nuestra intención consiste en continuar trabajando estrechamente con nuestros socios en la construcción de nuevas infraestructuras energéticas, desarrollando un corredor energético trans Mar Negro. Y la cooperación en el Mar Negro vendrá a mejorar la coordinación entre TRACECA, el programa de acceso al transporte paneuropeo, y los programas de transporte para nuestros socios. Estamos asimismo a punto de iniciar un diálogo regional sobre políticas marítimas en el Mar Negro y el establecimiento de la coordinación regional en materia de pesca.

La Comisión está trabajando en el fortalecimiento de la conexión Mar Negro-Danubio y nos proponemos entrar a formar parte de la Comisión sobre el Mar Negro, que se ocupa de tareas medioambientales.

En este sentido, la Comisión ha estado desarrollando algunas propuestas para que los planteamientos regionales luchen contra el cambio climático y también hemos iniciado la puesta en práctica de nuestro programa de cooperación transfronteriza en el Mar Negro, centrado en la sociedad civil y en las autoridades locales.

Se están debatiendo algunas propuestas con nuestros socios en el Mar Negro en los ámbitos de la lucha contra el crimen organizado, el comercio y la cultura, y hemos entablado contactos con organizaciones regionales del Mar Negro, en especial con la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro.

Por lo que respecta a la subvención de la sinergia del Mar Negro, la regla general la constituirá la cofinanciación. El Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación formará ciertamente el núcleo de la contribución financiera de la UE, pero también se utilizarán otros instrumentos de la UE, incluidos los temáticos y el Instrumento para la ayuda previa a la adhesión, en el caso de Turquía.

La reunión ministerial de Kiev va a proporcionar un foro para debatir y plantear y coordinar las iniciativas de la UE con las ideas procedentes de nuestros socios. Y esperamos que el contexto regional del Mar Negro abra un nuevo espacio de cooperación sobre la base de una asociación igual con todos los países orientales de la PEV y los socios importantes, como Rusia y Turquía.

Nuestra implicación en la región del Mar Negro puede convertirse en una empresa duradera con una potencial claro para mejorar la estabilidad, el progreso y la estabilidad en toda la región, y el apoyo del Parlamento tiene una enorme importancia para tal éxito.

 
  
MPphoto
 
 

  Marusya Ivanova Lyubcheva, ponente para el dictamen de la INTA. − (BG) Señora Presidenta, señora Comisaria, colegas, la Comisión de Comercio Internacional felicita a la Comisión Europea y a la ponente por su oportunidad y su enfoque equilibrado del Mar Negro y su región.

El Mar Negro es una región fronteriza con la Unión Europea, un cruce de caminos estratégico por su situación geográfica y una zona de tránsito, comercio de cooperación, pesca, turismo y transporte marítimo, así como un área trascendental para la política energética europea.

La Comisión de Comercio Internacional insta a que se coordine mejor la cooperación a través de una estrategia independiente para el Mar Negro y llama la atención sobre la participación de la Unión en proyectos de infraestructuras relacionados con el transporte de recursos energéticos.

Es importante que se fomente la inversión en la protección medioambiental, la prevención de riesgos, la recuperación ante los desastres y las operaciones de rescate en caso de accidentes como los del Estrecho de Kerch y el naufragio del buque búlgaro Vanessa.

Con el fin de asegurar procedimientos abiertos y criterios exigentes en la zona, el Parlamento Europeo necesita añadir el oleoducto Bourgas-Alexandroupolis al resto de las redes de transporte de gas y petróleo, ya que incluye a Estados miembros de la Unión Europea. Felicito a la Unión Europea por la responsabilidad con la que aborda el reto del Mar Negro, al igual que su responsabilidad con respecto a las personas que viven en esta región.

 
  
MPphoto
 
 

  Eugenijus Maldeikis, ponente de opinión de la Comisión de Comercio Internacional. (LT) En primer lugar, quiero dar las gracias a la ponente, la señora Polfer, por realizar un análisis tan preciso de los problemas de una región tan delicada como el Cáucaso Meridional y por las propuestas y medidas presentadas que hoy están recibiendo nuestra consideración. Tradicionalmente, las políticas de la Unión Europea en la región del Cáucaso Meridional han evaluado mayoritariamente los ámbitos de la energía y del transporte en términos económicos. Quiero llamar su atención de manera especial sobre el significado de una política comercial eficaz de la Unión Europea en esta región, porque permite una reestructuración más rápida de la economía, el desarrollo empresarial y la reducción de la tasa de pobreza, puesto que los países no siempre consideran beneficiosos los proyectos energéticos. Sobre el tema de las políticas de la Unión Europea eficaces, que reviste una gran importancia para la región del Cáucaso Meridional, quiero subrayar dos cuestiones. En primer lugar, seguimos esperando el estudio de viabilidad de la Comisión para evaluar unos acuerdos de libre comercio con Armenia y Georgia lo más amplios posibles, y también animamos a la Comisión y al Consejo a que apliquen medidas que ayuden a los países del Cáucaso Meridional a beneficiarse al máximo del Sistema de Preferencias Generalizadas.

 
  
MPphoto
 
 

  Silvia-Adriana Ţicău, ponente de opinión, Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (RO) Con la adhesión de Rumanía y Bulgaria, la Unión se ha convertido en un importante interlocutor en el Mar Negro. La región posee una importancia geoestratégica para la diversificación del abastecimiento de energía y la seguridad de la Unión, debido a su cercanía al Mar Caspio, a Oriente Próximo y a Asia central.

Los principios de la Unión no pueden fomentarse únicamente basándose en valores políticos. Es necesario promover mercados abiertos y transparentes en la región.

La Comisión ITRE subraya la importancia del proyecto Nabucco para la diversificación del abastecimiento, e insta a los Estados miembros a que garanticen la aplicación del mismo junto a sus socios. Acogemos con satisfacción la designación de un coordinador para este proyecto prioritario de interés europeo.

Para garantizar el comercio internacional y el transporte de petróleo y gas a la zona, es esencial que se desarrolle una infraestructura de puertos comunitarios en la costa del Mar Negro y el Danubio. La Comisión ITRE condena la falta de coordinación de las inversiones en materia de energía, transporte y proyectos turísticos en la zona, y llama la atención sobre el riesgo de contaminación del Mar Negro.

A la vez que reconoce la importancia del Foro del Mar Negro y de la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro, la Comisión ITRE recomienda el establecimiento de una dimensión europea para el Mar Negro que esté basada en el modelo de la Dimensión Septentrional.

 
  
MPphoto
 
 

  Bernd Posselt, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, no podemos debatir la cuestión del Cáucaso Meridional sin pensar en nuestra antigua compañera diputada, Ursula Schleicher, que se preocupaba por esta región de manera especial y a quien debemos agradecerle la sustitución de la expresión colonialista «Transcáucaso» por el término «Cáucaso Meridional». La región comprende tres países muy distintos que poseen culturas antiguas, y que han sufrido el yugo del colonialismo y el neocolonialismo en el pasado reciente. Por este motivo, debemos acercarnos a esta región con una gran dosis de sensibilidad.

Los armenios de Armenia occidental fueron víctimas de un genocidio, lo cual implica que, incluso hoy en día, Turquía piensa en la Armenia actual –es decir, Armenia Oriental– en términos de un bloqueo inadmisible. Georgia fue una colonia especial de Rusia y la Unión Soviética, lo cual implica que hoy en día Moscú sigue utilizando y abusando de los poderes separatistas de Georgia con el fin de desestabilizar este país. Azerbaiyán se encuentra en una situación similar.

Por todos estos motivos, en la Unión Europea debemos desempeñar un importante papel en esta región, puesto que una vez fue una región en la que, por una vez, no fuimos los europeos los que liderábamos un desarrollo equivocado, sino otros. Por lo tanto, se nos presenta una oportunidad única para mediar, democratizar y estabilizar esta zona, y debemos reconciliar los intereses y principios que entran en conflicto. Entre éstos se incluyen, obviamente, unas fronteras estables, pero también el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

Tenemos que apoyar al máximo los derechos de las minorías, pero al mismo tiempo impedir el separatismo destructivo. Tenemos que conservar los intereses sobre las materias primas y los intereses geopolíticos, pero al mismo tiempo debemos tener en cuenta que no estamos tratando con colonias, sino con socios que poseen sus propios intereses y su propia dignidad y merecen que esta dignidad se les reconozca de una vez por todas.

Por lo tanto, el informe Polfer hace justicia a este complicado reto de forma notable, y del mismo modo quiero dar las gracias a la Comisaria por el enorme esfuerzo que está haciendo a favor de esta región.

 
  
MPphoto
 
 

  Adrian Severin, en nombre del Grupo PSE. – Señora Presidenta, el Cáucaso Meridional es una región de la máxima importancia, no sólo para la Unión Europea, sino para la mayoría de los actores globales. Creo que la Unión Europea debería definir sus intereses en la región. Básicamente, esos intereses consisten en contar con un lugar pacífico y estable en el Cáucaso Meridional, en disponer de un mercado libre e integrado suficientemente amplio, en contar con una zona abierta para el tránsito seguro de mercancías estratégicas, y en tener unas instituciones y una legislación que sean equiparables a las de la Unión Europea.

Con el fin de promover nuestros intereses, la Unión Europea debería desarrollar las pertinentes relaciones bilaterales matizadas y específicas con los Estados miembros de la región. El contenido de las relaciones bilaterales debe derivarse de nuestro planteamiento estratégico regional, y no a la inversa.

Como no podemos brindar a los países del Cáucaso Meridional la posibilidad de ser miembros de la Unión Europea, hemos de ofrecerles el modelo de ésta y ayudarles, de manera significativa, a mejorarlo. La Unión Europea no debería vacilar en utilizar todos sus medios al objeto de alcanzar sus objetivos regionales en el Cáucaso Meridional. Al mismo tiempo, hemos de reconocer que los demás operadores internacionales poseen un interés en la región y nos hemos percatado del hecho de que la Unión Europea no podría alterar posiblemente sus prioridades sin la cooperación de lo demás actores globales.

Algunos de los conflictos no resueltos en la zona forman parte, efectivamente, de un problema más amplio de coherencia, que está ligado a la situación postsoviética de Rusia. Por tanto, la Unión Europea debería abordar con decisión ese problema e intentar encontrar una solución negociada respecto a la forma en que Rusia, la Unión Europea y los demás actores globales deben compartir las responsabilidades cara a garantizar la estabilidad y la seguridad regionales y globales duraderas.

Por otro lado, hemos de admitir que los principios de la integridad territorial y la autodeterminación están chocando en el Cáucaso Meridional. Mi opinión es que se podría superar este choque de principios mediante la integración regional, siguiendo el modelo de comunicación de la Unión Europea, con un uso adecuado de la autodeterminación interna, la devolución y la autonomía. Eso exigiría unas negociaciones bien intencionadas, voluntad política, espíritu pragmático y respeto por las disposiciones legales internacionales. Es el momento adecuado para que la Unión Europea pase de las promesas a la acción en el Cáucaso Meridional. Espero que así ocurra efectivamente.

 
  
MPphoto
 
 

  Janusz Onyszkiewicz, en nombre del Grupo ALDE. – (PL) Señora Presidenta, quiero referirme a las concluyentes palabras del orador anterior. De lo que se trata es de hacer realidad las rutas para transportar el gas y el petróleo a través del Mar Negro.

En la Unión Europea todos consideramos que se trata de proyectos estratégicos, y el proyecto Nabucco es uno de estos proyectos estratégicos. Llevamos años realizando esta afirmación, y nunca se ha hecho nada al respecto. La pregunta es la siguiente: si hay tantas dificultades ¿no podemos utilizar unos u otros fondos, como se hizo con el proyecto Galileo, para hacer realidad este proyecto? Si no se toman medidas prácticas y visibles a este respecto, en breve los rusos construirán sus propios gasoductos a través del Mar Negro, y entonces nuestro amplio programa de diversificación de las rutas de transporte se vendrá abajo.

También hay otra cuestión implicada en este aspecto. Y esa otra cuestión es la posibilidad de que Europa obtenga el abastecimiento energético de la región del Mar Caspio. Azerbaiyán por sí solo puede abastecer a Europa durante cinco años con un tercio del gas que Europa obtiene actualmente de Rusia, pero también hay que tener en cuenta a Kazajstán y Turkmenistán. No obstante, para construir gasoductos desde estos territorios que no atraviesen territorio ruso, tendríamos que resolver el problema del estatuto del Mar Caspio; dicho de otro modo, tendríamos que tomar una decisión final de si debe recibir la consideración de lago o de mar. Parece que el camino más sensato y beneficioso es optar por el reconocimiento general de que el Mar Caspio es un mar, porque facilitaría mucho la construcción de gasoductos u oleoductos a través de sus aguas, ya sea desde Turkmenistán o desde Kazajstán.

A este respecto, permítanme instar a las autoridades de la Unión Europea a que dejen de reiterar continuamente que el problema de Nabucco y el problema del oleoducto Odessa-Brody-Gdańsk son problemas importantes para la Unión Europea. Tenemos que pasar a la acción, de lo contrario otros llegarán antes que nosotros.

 
  
MPphoto
 
 

  Adam Bielan, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, yo también quiero felicitar a la señora Polfer por la elaboración de este excelente informe.

El debate que nos ocupa hoy versa sobre una región de especial importancia para toda la Unión Europea, una región que posee un significado poco usual con respecto a la seguridad energética de la Unión Europea. El título del informe –Una política de la Unión Europea más eficaz respecto del Cáucaso Meridional: de las promesas a los hechos– es fiel testigo de que la Unión Europea ha adoptado una poco habitual actitud pasiva en los últimos años por lo que respecta a esta región. Sin embargo, se trata de una región que se disputan las principales potencias internacionales, a saber, la Unión Europea, Rusia, los Estados Unidos y China. Es una región que registra un rápido crecimiento económico poco habitual. Baste decir que el desarrollo económico de Azerbaiyán superó el 35 % en el año 2006.

No obstante, este año podría marcar un hito y 2008 podría ser un año de crisis. No nos engañemos: el ejemplo de Kosovo puede ser utilizado por el vecino septentrional de Georgia como pretexto para violar la integridad territorial de este país. Por ello espero que la Unión Europea no permita que Rusia apoye los esfuerzos separatistas en Abjazia y Osetia.

 
  
MPphoto
 
 

  Marie Anne Isler Béguin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, en primer lugar, felicitaciones a las dos ponentes. El informe de la señora Polfer llega en el momento justo; con los sucesos de Georgia, somos testigos directos de las dificultades de la construcción de la democracia.

Este informe es equilibrado y recoge los grandes retos geoestratégicos del Cáucaso Meridional. Es importante recordar que las políticas de vecindad nos comprometen a apoyar y acompañar a estos países. Tenemos una responsabilidad política y moral para con ellos, pero también ellos para con nosotros, en especial en materia de derechos humanos y libertad de expresión, como ha destacado usted, señora Comisaria.

También en el caso de estos tres países, nuestro apoyo debe centrarse en la resolución de los conflictos. Actualmente, la Unión sólo realiza una labor de intermediación. Sin un compromiso político entre Armenia y Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj, sin un plan de paz entre Georgia, por una parte, y Osetia del Sur y Abjazia, por otra, estos países no podrán volver a desarrollar unas relaciones de confianza y lograr una estabilidad duradera entre sí y con sus grandes vecinos.

En cuanto al apoyo a la democracia, la vivimos a diario. Por desgracia, los acontecimientos que agitaron Georgia la han hundido en una crisis política a la que todavía no ha encontrado salida, puesto que la oposición protesta en la calle por los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Cierto, al presentar su dimisión como Presidente, el señor Saakashvili cogió desprevenida a la oposición, a la que dejó poco tiempo para organizar las elecciones. Cierto, la campaña electoral no fue equitativa, puesto que dos candidatos pudieron desplegar considerables medios en comparación con los demás. Cierto, la campaña se ha visto manchada por las denuncias y revelaciones de orquestación de un golpe de Estado postelectoral por parte de un candidato de la oposición, pero de todos modos hay que señalar que el día de las elecciones —y estábamos presentes como observadores— los observadores no señalaron ningún incidente importante, y nunca ha habido tantos observadores en un país tan pequeño para observar unas elecciones.

Junto con la comunidad internacional y ONG nacionales e internacionales, hemos podido ser testigos de la libertad de expresión de los ciudadanos en general, aun cuando se apuntaron numerosas irregularidades e intimidaciones, pero nada sistemático.

En nuestra conclusión, insistimos en la obligación de seguir los procedimientos legales, tomar en consideración todas las denuncias y no considerar definitivos los resultados hasta que se hayan examinado todas las controversias, y se han anulado así decenas de colegios electorales.

Hoy, sin embargo, la situación no está resuelta en absoluto y debemos seguir instando a los responsables georgianos de todas las tendencias políticas a que reanuden el diálogo y lo prosigan; a las autoridades a que escuchen las reivindicaciones de la oposición, y a la oposición, que ha ganado credibilidad durante estas elecciones, a que asuma su responsabilidad y proponga compromisos, porque Georgia realmente necesita reencontrar su lugar, el que ocupó tras la Revolución de las Rosas, el de un país que ha pasado la página de la violencia y la inestabilidad. Es lo que pide el pueblo georgiano, quien también se lo pide, hoy, a la Unión Europea, y debemos estar a su lado.

 
  
MPphoto
 
 

  Athanasios Pafilis, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señora Presidenta, quisiera expresar nuestro profundo malestar en relación con los acontecimientos que se están produciendo en esta región, habitada por millones de trabajadores de docenas de nacionalidades distintas. Estos acontecimientos ponen en gran peligro a estos trabajadores, a causa de la intensificación de los choques imperialistas entre los Estados Unidos de América, Rusia y la Unión Europea en relación con las fuentes de energía y el control de los mercados y de las rutas de transporte para la energía. El resto es mera retórica.

Lamentablemente, la expansión de la OTAN para incluir países en la región –así como la inminente adhesión de Ucrania y Georgia– son factores adicionales que contribuyen a la desestabilización de la región. También contribuyen a la inestabilidad los ejércitos y las bases extranjeras emplazados en puntos estratégicos, como si se prepararan para nuevos conflictos militares graves.

Las últimas noticias sobre los 3 000 soldados de los Estados Unidos que está previsto que se establezcan en la región de Burgas, en Bulgaria, punto de partida del nuevo oleoducto Burgas-Alexandroupolis, confirma todas nuestras afirmaciones y es motivo de gran preocupación.

Igualmente preocupante es la información relativa a los preparativos para garantizar una presencia permanente de fuerzas navales extranjeras en el Mar Negro y el Mar Caspio, procedentes de países que no pertenecen a la región, como los Estados Unidos.

Señora Comisaria, la inminente independencia de Kosovo, que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos y la Unión Europea, abrirá la caja de Pandora en relación con toda una serie de cuestiones análogas en la región que estamos debatiendo: Abjazia, Osetia del Sur, Crimea, Transdniéster y Nagorno Karabaj, así como otras cuestiones de menor importancia que ya existen o vienen anunciadas por los conflictos.

La política del doble rasero que está adoptando arruinará la región y dará lugar a más derramamientos de sangre. Se está limitando a fingir que le interesa la integridad territorial de Georgia y Azerbaiyán. Puesto que lo único que le interesa a la Unión Europea es encontrar modos de infiltrarse en la región, propone la organización de una conferencia del tipo «tres más tres» sobre seguridad y cooperación en el Cáucaso Meridional, que implique la participación de ese doble trío de Estados: los tres países del Cáucaso Meridional más la Unión Europea, los Estados Unidos y Rusia. En realidad se trata de una propuesta para legalizar la presencia de los Estados Unidos.

Creemos que no tiene derecho a implicar a los pueblos de Europa en planes oportunistas que sirven los intereses de las multinacionales, que amasan sus fortunas en un intento de embolsarse mayores beneficios procedentes de la extracción de petróleo.

 
  
MPphoto
 
 

  Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señora Presidenta, la importancia del Cáucaso Meridional como pasillo energético para la Unión Europea no debe subestimarse. Si no, ¿en qué se convertirá nuestro objetivo de diversificación energética? Estamos totalmente de acuerdo con el enfoque del informe de la señora Polfer.

El analista Vladimir Socor expresó esta función de pasillo del Cáucaso Meridional de manera sucinta, afirmando que la línea ferroviaria Azerbaiyán–Georgia–Turquía pondrá fin al monopolio de Rusia sobre el transporte ferroviario desde Kazajstán y otros Estados de Asia central, del mismo modo que los gasoductos y oleoductos que atraviesan el Cáucaso Meridional eliminan el monopolio de Rusia sobre el transporte de petróleo y gas desde Asia central. A esta cuestión podemos añadir el abastecimiento de energía de Azerbaiyán, necesario para la ejecución del proyecto Nabucco.

Si la Unión Europea quiere sacarle el máximo partido al Cáucaso Meridional como pasillo energético, es esencial que la estabilidad política interna prevalezca en Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Lamentablemente, en estos países no existe un consenso social sobre este aspecto. Y esto plantea una tarea directa para la Unión Europea. La conveniencia de la estabilidad política también se aplica a nivel regional. Bruselas tiene el derecho y la obligación de lograr la participación de Turquía, un país candidato, en esta cuestión, puesto que la posibilidad de que se produzca una confrontación militar en el conflicto Nagorno Karabaj es muy real a largo plazo, dada la superioridad de la capacidad militar azerbaiyana (cuatro veces superior) y la creciente ayuda exterior que Bakú recibe actualmente a este respecto.

 
  
MPphoto
 
 

  Sylwester Chruszcz (NI). – (PL) Señora Presidenta, estamos siguiendo la situación del Cáucaso con gran preocupación e interés. Armenia y Georgia son países muy cercanos a Europa, no sólo geográficamente, sino en cuanto a civilización.

Quiero expresar mi apoyo a todas las fuerzas democráticas de estos países y a las iniciativas encaminadas a apoyar la democracia y el desarrollo económico de los pueblos del Cáucaso. La estabilización de esta región redunda en interés de todos los países de la región y en el de sus socios y vecinos, incluidos los países de la Unión Europea. Redunda en nuestro beneficio que apoyemos a todos los pueblos de la región, sobre todo en el ámbito de los derechos humanos y de la libertad de los medios de comunicación. Espero que las autoridades de Armenia, Azerbaiyán y Georgia garanticen la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación en el período previo a las elecciones que la región espera celebrar en 2008.

Recientemente, los ciudadanos de Georgia han podido expresar su voluntad democrática en las elecciones presidenciales. Aunque el Presidente Saakashvili ha resultado vencedor en este plebiscito, me preocupan las protestas a gran escala de la oposición, que intenta menoscabar el resultado de las elecciones, y también los recientes acontecimientos que se sucedieron en Georgia y que terminaron con la brutal supresión de las manifestaciones pacíficas, el cierre de las cadenas independientes de radiodifusión y la introducción de un estado de emergencia.

También quiero expresar mis dudas en torno a la situación en declive de los derechos humanos y la libertad de los medios de comunicación en Azerbaiyán. No olvidemos a los pequeños pueblos históricos del Cáucaso, los abjacios y los osetios, cuyo derecho a la autodeterminación debería tenerse en cuenta en el marco del diálogo multilateral con las autoridades de Georgia. El entendimiento y el diálogo mutuos también son necesarios en la situación de Nagorno Karabaj, donde las aspiraciones independentistas de la sección armenia de la sociedad deben tenerse en cuenta y deben reconciliarse con las expectativas del pueblo y la nacionalidad azerbaiyanos.

Todas las partes deben darse cuenta de que su futuro y su bienestar dependen de la posibilidad de lograr un entendimiento y establecer relaciones mutuas basadas en la paz y la confianza mutua.

 
  
MPphoto
 
 

  Árpád Duka-Zólyomi (PPE-DE). – (HU) Muchas gracias, señora Presidenta. Prestamos atención a la situación y al desarrollo de la región del Cáucaso Meridional de manera periódica. La aplicación gradual del documento sobre la cooperación interparlamentaria y el refuerzo de la PEV y de los planes de acción harán posible un desarrollo positivo.

Quiero mostrar toda mi gratitud a la señora Polfer, que ha realizado un trabajo satisfactorio al resumir y formular de manera concisa y resuelta estos complejos problemas. El informe que ha elaborado establece de manera inequívoca los objetivos que hay que cumplir: construir una economía de mercado, apoyar el desarrollo económico de manera eficaz y crear seguridad energética, además de la creación de la democracia, el Estado de Derecho, el bienestar y la seguridad.

El crecimiento económico avanza más rápido de un año para otro, pero es cierto que el efecto que debería tener sobre las condiciones económicas y sociales de la población todavía no es patente. Debemos contar con una política de la Unión Europea eficaz para reforzar la frágil democracia y garantizar una auténtica libertad de reunión, de los medios de comunicación y de expresión.

El ejemplo de Georgia pone de relieve la importancia del papel desempeñado por un diálogo frecuente entre las autoridades y la sociedad civil o con el enemigo. El problema fundamental consiste en la creación de estabilidad política en una región sumida en tres conflictos. Mientras tanto, tenemos que enfrentarnos a un factor que implica la inseguridad permanente, que son los esfuerzos subversivos de la política de superpotencia de Rusia. Estoy convencido de que la Unión Europea debe actuar de manera más resuelta frente a Rusia en este asunto.

El problema de Nagorno Karabaj es especialmente preocupante. El Grupo Minsk está realizando un trabajo coherente, pero a pesar de sus esfuerzos, seguimos en el mismo punto muerto en el que nos encontrábamos. Debe mantenerse el proceso de negociación, y a este respecto considero importantes dos principios fundamentales: la igualdad de trato de la integridad regional y el derecho a la autodeterminación. No obstante, el primer paso es, inevitablemente, la liberación de los territorios ocupados en las inmediaciones de Nagorno Karabaj, el retorno de los refugiados y la estabilización de la región. Sólo de esta forma se podrá decidir el estatuto futuro de Nagorno Karabaj. Gracias por su atención.

 
  
MPphoto
 
 

  Alexandra Dobolyi (PSE). – Señora Presidenta, ante todo quiero dar las gracias a la señora Polfer por su excelente trabajo y su magnífica cooperación. El Parlamento Europeo envía con este informe unos mensajes rotundos y claros: el mensaje de que la UE debería involucrarse fuertemente en el Cáucaso Meridional, el mensaje de que la UE puede desempeñar un papel decisivo en la región y el mensaje de que la UE debería incrementar la asistencia financiera y técnica para ayudar a Georgia, Armenia y Azerbaiyán en la reforma de su administración y el desarrollo de sus instituciones democráticas, para animar a la sociedad civil a interactuar y para fortalecer los compromisos de estas naciones con los valores europeos del respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho.

Estos son los principios fundamentales de la UE, pero, como ya he manifestado una y otra vez en esta Cámara, hemos de aceptar que las mejoras en esos ámbitos son procesos paso a paso, que llevan su tiempo. Mi conclusión en tal situación es que los tres países están avanzando en la dirección correcta, despacio y en ocasiones con retrocesos, pero me atengo al hecho de que la situación es mejor de lo que era hace un par de años.

Sobre las elecciones de Georgia, no tengo nada que añadir a lo que mis compañeros ya han dicho. La situación representa, como acabo de exponer, un paso adelante, pero queda mucho por hacer. Respecto a la respuesta a los conflictos enquistados, todo el mundo coincide en que encontrar una solución pacífica constituye la clave para alcanzar la estabilidad política. Sobre todo en lo referente al conflicto en Nagorno Karabaj, soy de las personas que apoyan una solución sobre la base de los principios de la integridad territorial y el derecho a la autodeterminación. También soy de quienes creen que se precisan nuevas disposiciones de seguridad para crear confianza entre las distintas partes y poner fin al proceso lento, pero constante y conflictivo de la desmilitarización de la región.

Como he afirmado anteriormente, es necesaria una implicación más intensiva por parte de la UE y la comunidad internacional. Una situación de «ni guerra, ni paz» constituye un foco de inestabilidad y, sobre todo, la UE puede y debe aportar su experiencia y sus éxitos en materia de construcción de la paz, de la prosperidad económica y de la democracia en la región.

 
  
MPphoto
 
 

  Samuli Pohjamo (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, en primer lugar quiero felicitar a la ponente, la señora Polfer, por un informe excelente que constituye un análisis exhaustivo de la situación del Cáucaso Meridional y de las oportunidades que proporciona la Política Europea de Vecindad en la región.

La ampliación de la Política Europea de Vecindad a Armenia, Azerbaiyán y Georgia representa un importante paso adelante en el compromiso de la Unión con la región. No obstante, ya el título del informe, «de las promesas a los hechos» es suficiente para fomentar una participación más activa de la Unión en esta región. Al mismo tiempo, la PEV ofrecerá a los países del Cáucaso Meridional la oportunidad de cooperar más estrechamente con la Unión.

Sin embargo, los numerosos retos de la región exigen medidas más eficaces por parte de la Unión, y también exigen una responsabilidad y un compromiso mayores por parte de los países del Cáucaso Meridional en esta asociación. Uno de los principales objetivos es una resolución pacífica de los numerosos conflictos locales. Dicha resolución proporcionaría estabilidad a la región y mejoraría sus oportunidades de desarrollo independiente.

Quiero subrayar la importancia del apoyo a la sociedad civil y del desarrollo de contactos personales en el establecimiento de la democracia y el Estado de Derecho. Por ejemplo, los proyectos transfronterizos financiados por la Unión Europea constituyen herramientas para reanudar el diálogo e incrementar la confianza entre las partes, pero ello requiere que los países implicados acuerden no perjudicar los programas y proyectos diseñados con este fin.

Además, las relaciones únicamente podrán estrecharse reduciendo las restricciones sobre el tráfico fronterizo, estableciendo programas de intercambio de estudiantes y favoreciendo la libre circulación de investigadores, artistas, empresarios y periodistas.

El desarrollo del régimen de visados entre los países del Cáucaso Meridional y la Unión Europea también reforzaría la cooperación económica y el comercio, como ha manifestado la Comisión de Comercio Internacional.

 
  
MPphoto
 
 

  Inese Vaidere (UEN). – (LV) Señoras y señores, en una situación en la que, en el Cáucaso Meridional, están en juego los intereses de varios participantes geopolíticos influyentes, es importante distinguir su verdadera influencia. El informe ha evitado en gran medida reconocer el verdadero papel de Rusia en esta región. Nuestra experiencia en los Estados bálticos nos ha demostrado que la causa de muchos problemas es la política exterior neoimperialista de Rusia y su deseo de recuperar la influencia en los territorios que ha perdido. No puedo estar de acuerdo con el punto de vista expresado en el informe al efecto de que la pertenencia a la OTAN podría fomentar un nuevo estallido del conflicto en Abjazia y Osetia del Sur. Debemos recordar que más del 70 % de los habitantes de Georgia votaron a favor de la pertenencia a la OTAN, pero en realidad Rusia ha complicado la situación fomentando cambios en la composición étnica de los ciudadanos. No debemos ignorar el deseo de los ciudadanos de acercarse a la democracia occidental. El progreso democrático de Georgia también queda patente en las elecciones presidenciales del 5 de enero, que se celebraron, en gran medida, de conformidad a los estándares internacionales. Es posible que hayamos sido demasiado críticos con Azerbaiyán, puesto que se ha demostrado el deseo de respetar los derechos humanos –119 prisioneros fueron liberados mediante el decreto presidencial de diciembre, incluidos varios periodistas–. La Unión Europea debe participar de manera más activa en la resolución de conflictos que se prolongan demasiado, lo cual es un requisito previo para la estabilidad y el desarrollo. El primer paso podría ser fomentar un intercambio de fuerzas militares rusas por fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz. Debemos hablar con Rusia en términos claros. Utilizar el lenguaje de las fábulas no es la manera de avanzar de las promesas a los hechos. Gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  Jiří Maštálka (GUE/NGL).(CS) Señora Presidenta, para empezar quiero agradecer a la Comisaria su respuesta a mi pregunta sobre la responsabilidad penal de las personas en Georgia. Se trata de una cuestión muy delicada, que también se abordó en los debates anteriores a las elecciones en Georgia. Quiero mencionar que la oradora anterior ha manifestado que Rusia posee intenciones imperialistas. Es posible. No obstante, debo decir que el Cáucaso no son los Alpes ni los Pirineos. El Cáucaso es, sencillamente, el Cáucaso, y es necesario que lo entendamos en su contexto geográfico. Había preparado un discurso más largo, pero voy a resumir mi misión como observador electoral en Georgia en siete puntos.

En primer lugar, como la inmensa mayoría de habitantes de la región del Cáucaso, en Europa occidental, central y oriental también queremos la estabilidad para esta región. Es posible que esta estabilidad se consiga con el apoyo de los Estados Unidos o de la Unión Europea. En segundo lugar, como diputados al Parlamento Europeo, es nuestro deber cuestionar la utilización de los recursos financieros asignados por la Unión Europea para programas relevantes. No deberían utilizarse para la elección del Presidente Saakashvili. En tercer lugar, es alentador que el antiguo-nuevo Presidente haya sugerido un diálogo con Rusia; no obstante, se aplica la regla de que, del mismo modo que ocurre en los bailes oficiales, ofrecerle el brazo a una dama no implica bailar como ella quiere. Lo que quiero decir es lo siguiente: si el Presidente Saakashvili ha sugerido un diálogo con Rusia, es necesario que la otra parte entienda que se trata de una auténtica invitación para bailar. En cuarto lugar, todos los países están interesados en el Cáucaso, incluidos los Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Lamentablemente, la Unión Europea apenas interviene en el Cáucaso. Comisaria, debo admitir que la preocupación de la Unión Europea por esta región no es obvia, y eso incluye su preocupación por la pobreza existente en esta región. En este sentido, tendremos que formular mejor nuestra política común europea; no debe constar únicamente de palabras, sino de hechos y de financiación.

 
  
MPphoto
 
 

  Derek Roland Clark (IND/DEM). – Señora Presidenta, no puedo apoyar una política del Mar Negro. Va a consumir enormes cantidades de dinero. Mi país es el segundo pagador más grande de la UE y nuestro Gobierno acaba de decidir reducir nuestro cheque procedente de la UE en 1 000 millones de libras esterlinas al año.

Inicialmente, uno de los logros de esta política será el de facilitar el suministro de gas y petróleo hacia Occidente. Hace dos años fuimos testigos del corte por Rusia del suministro de gas a Ucrania durante las fechas navideñas. Simplemente estaban enseñando músculo y después de que Rusia posea un porcentaje aún mayor de los suministros energéticos de Occidente, ¿quién se atreve a afirmar que no lo volverá a hacer, a todos nosotros? Europa tiene que convertirse en más autosuficiente en materia energética, no por medio de la inútil energía eólica, sino de los biocombustibles. Cuando existe una escasez mundial de cereales, resulta una locura sustituir una escasez de combustible por otra de alimentos. Mi Gobierno ha anunciado, casi demasiado tarde, un programa para construir una nueva generación de centrales eléctricas nucleares, que esperemos nos permita ponernos a la altura de Francia; es decir, el 70 % de la electricidad de naturaleza nuclear. Debemos y tenemos que hacer más y utilizar el poder de acceso para producir hidrógeno y desarrollar la tecnología para utilizarlo en lugar del petróleo.

Si la UE desea realmente marcar la diferencia, debe subvencionar la construcción de centrales nucleares en todo el continente, para reducir nuestra dependencia respecto de regímenes inestables e interminables líneas de suministro. Entonces, y sólo entonces, contaríamos con el dinero para ayudar a las regiones más pobres alrededor del Mar Negro. Insuflar dinero ahora sólo retardaría más la financiación prometida de los 10 nuevos miembros orientales de la UE, una promesa que aún está por cumplirse. Promesas: en Gran Bretaña se nos prometió un referéndum sobre la Constitución Europea, el Tratado de Lisboa, llámelo como quiera. En esta Cámara, yo exijo ahora que la UE celebre un referéndum sobre el Tratado en todos los Estados miembros, incluido el Reino Unido. Pregunten a la gente.

 
  
MPphoto
 
 

  Georgios Papastamkos (PPE-DE). – (EL) Señora Presidenta, señoras y señores, la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro es un organismo regional bastante establecido e implicado en una cooperación intensiva y extensiva constante. Además, constituye un foro de contacto entre Europa y Asia. Se trata de un foro de expresión creativa, culturas diferentes, religiones e identidades étnicas diferentes.

La Organización de Cooperación Económica del Mar Negro está llamada a desempeñar una función importante para garantizar la paz, la estabilidad y la prosperidad en las regiones que se enfrentan a retos considerables, como los Balcanes y el Cáucaso, al igual que en la creación de una zona económica euroasiática.

La importancia geoestratégica y económica de la región del Mar Negro, cuyo desarrollo avanza rápidamente, es innegable. Especialmente importante es el desarrollo de los enlaces marinos, el transporte por carretera y los diferentes corredores, al igual que la cooperación en el ámbito energético, junto con el fomento del desarrollo sostenible.

Las relaciones entre la Unión Europea y la región del Mar Negro han adoptado una nueva dinámica, gracias a la Comunicación de la Comisión sobre la cooperación con la región del Mar Negro. Esta Comunicación tiene el sello de la Comisaria Ferrero-Waldner. No obstante, considero necesaria una estrategia amplia y coherente para la zona. También apoyo la institucionalización de la cooperación interparlamentaria entre el Parlamento Europeo y la Asamblea Parlamentaria de la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro.

Por último, permítame señalar la función especialmente constructiva que se está realizando en mi país, Grecia, con su doble identidad como Estado miembro de la Unión Europea y de tal Organización, en el fortalecimiento de la cooperación en el seno de la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro y a nivel transregional en el seno de la Unión Europea.

Quiero concluir felicitando a las dos ponentes, especialmente a la señora Anastase, y a la Comisaria, por su productiva contribución al señalar las prioridades comunes de estas dos estructuras. Señora Comisaria, sigo pensando que deberíamos ser todavía más valientes y establecer una cooperación institucionalizada transregional entre la Unión Europea y la región del Mar negro.

 
  
MPphoto
 
 

  Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señora Presidenta, en primer lugar quiero dar las gracias a las dos ponentes por su excelente y cooperativo trabajo. También quiero dar las gracias a la Comisaria, porque me consta que está muy comprometida con este ámbito, y con razón, y porque creo que quiere hacer todavía más de lo que muchos Estados miembros podrían desear. Por ello le ofrecemos nuestro máximo apoyo. También quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento al señor Semneby, puesto que representa al Consejo, y también es un miembro muy activo en esta región.

Creo que debemos lograr algo que, al menos en su planteamiento, corresponde a lo que mis colegas y yo mismo denominamos constantemente la región del Mar Negro de la Unión Europea. El señor Sarkozy ha aplicado este mismo concepto en la región mediterránea, como línea divisoria en la Unión Europea. No. La totalidad de la Unión Europea y esta región que rodea al Mar Negro y al Cáucaso Meridional deben colaborar juntos en asociación –como otras de sus Señorías ya han afirmado– a fin de resolver los problemas comunes que existen: los problemas políticos, por ejemplo, en cuanto a estabilidad, inmigración, y también, sin duda, los problemas económicos, y aquí me limito a considerar el tránsito energético.

Por ejemplo, cualquiera que quiera depender en menor medida de Rusia debe asegurar otros canales de abastecimiento, y dichos canales cruzan esta región, especialmente Turquía. Cualquiera que sea su posición respecto de la pertenencia a la Unión –me consta que hay opiniones diferentes a este respecto– Turquía sigue siendo un socio importante para la Unión Europea en esta región, y por lo tanto debemos incluir a Turquía en este asunto. Acepto la afirmación de mi colega, el señor Severin, que ha afirmado que debemos intentar resolver estas cuestiones conjuntamente con el territorio ruso.

No obstante, esto no implica que dejemos a un lado la independencia, la autonomía y el poder de curación espontánea de los países de esta región y afirmemos que únicamente podemos resolver las cuestiones con Rusia. Rusia también debe saber que apoyamos a estos países en su aspiración a la independencia, y también en la resolución de conflictos. Europa debe ser un socio en este tema cuya posición se sitúe claramente al lado de estos países. Esto significa que la región del Mar Negro es muy importante para la Unión Europea, No debemos dejar escapar la oportunidad de desarrollar este ámbito de manera conjunta. Únicamente cuando nos enfrentemos juntos a Rusia podremos afirmar nuestros intereses conjuntamente.

 
  
MPphoto
 
 

  Henrik Lax (ALDE). – (SV) Señora Presidenta, quiero agradecer enormemente a la ponente, Lydie Polfer, un informe verdaderamente excelente. Ya es hora de dejar de hacer promesas vacías y tomar medidas para garantizar una mejor integración del Cáucaso Meridional con la Unión Europea. Como ponente del Parlamento sobre el Código comunitario sobre visados, quiero llamar la atención sobre la libertad de circulación e instar firmemente tanto a la Comisión como a los Estados miembros a que trabajen y hagan posible este aspecto.

Para que los países vecinos de la Unión Europea y los países del Cáucaso establezcan sociedades democráticas sujetas al Estado de Derecho y economías de mercado que funcionen, sus ciudadanos deben poder adaptarse sin problemas a la Unión Europea, con el fin de beneficiarse de nuestra experiencia en el campo. Esto no es así en la actualidad. Es de conocimiento general que los servicios consulares de los Estados miembros de la Unión Europea son deplorablemente inapropiados en muchos países del Cáucaso Meridional. Poseen deficiencias tanto en subsidiariedad como en eficacia. Por ello insto a los Estados miembros a que intensifiquen su cooperación. Veo dos posibilidades a este respecto. Una se menciona en el informe que estamos debatiendo, y es el llamamiento a la creación de centros comunes de solicitud de visados de la Unión Europea. Lamentablemente, el camino hacia esta posibilidad es largo. Por lo tanto, también propongo una solución alternativa, que es que los nacionales de los países afectados en el Cáucaso Meridional tengan derecho, independientemente del objeto de su viaje, a solicitar un visado en la Unión Europea o consulado del país del espacio Schengen que se encuentre más cerca de ellos.

 
  
MPphoto
 
 

  Ryszard Czarnecki (UEN). – (PL) Señora Presidenta, éste es un importante debate y un importante informe de la señora Polfer. Esta voz del Parlamento Europeo está esforzándose por compensar diez o veinte años de retraso. Durante este período de tiempo, la Unión no ha aplicado en la práctica una política auténtica con respecto a los países del Cáucaso Meridional.

Ahora, por fin hemos podido entender que Azerbaiyán, Armenia y Georgia no son una zona en la que resulta natural que Rusia ejerza sus influencias económicas y políticas. Digo esto precisamente once días después de la celebración de las elecciones en Georgia, donde fui uno de los seis observadores del Parlamento Europeo que realizaron el seguimiento de unas elecciones que una vez más volvió a ganar un representante de la opción pro-occidental, un defensor de la máxima convergencia con la Unión y de la entrada en la OTAN. También realizo esta afirmación en el contexto de un conflicto político que nos amenaza a todos –a toda Europa– y que podría incluso derivar en un conflicto militar entre Georgia y Rusia acerca de Osetia y Abjazia, pero Erevan, Bakú y Tiflis son igualmente importantes para la política energética de la Unión y para la diversificación de las fuentes de energía. Así que vamos a pasar de las palabras a los hechos, como dice el título del informe; realicemos la transición de las inútiles palabras a la acción.

 
  
MPphoto
 
 

  Nickolay Mladenov (PPE-DE). – (BG) Señora Presidenta, señora Comisaria, permítanme repetir la afirmación realizada por nuestro colega del Reino Unido hace un momento. Si, a expensas del «cheque británico», pudiéramos resolver los problemas con el tráfico de seres humanos, la independencia energética, la seguridad del Mar Negro, no creo que encontráramos un sólo Estado miembro nuevo que no quisiera emplear mil millones de euros de sus arcas para resolver estas cuestiones.

Señorías, el informe de la señora Anastase encierra un mensaje central, y este mensaje es que Europa necesita una política para el Mar Negro, del mismo modo que tiene su Dimensión Septentrional, y del mismo modo que tiene su política mediterránea. En 2007, la Comisión Europea publicó su Comunicación, y ahora también contamos con el informe del Parlamento Europeo. Permítanme recordar a mis distinguidos colegas que a finales del año pasado instamos a la Comisión a que ofreciera propuestas concretas de proyectos y programas para aplicar estas políticas en su programa anual para 2008. Por ese motivo, hagamos que 2008 sea el año de los hechos en el mar Negro.

En el debate de las cuestiones energéticas, quiero decir que este informe encierra un mensaje muy importante: el Mar Negro tiene una importancia estratégica para Europa, porque puede servir para incrementar su dependencia energética de una fuente, del mismo modo que puede servir para diversificar las fuentes...

fuentes e independencia energética. Nuestro informe pide esto último. Y hago un llamamiento a todos ustedes: no dejemos que Europa y ciertos países de la Unión Europea aumenten su dependencia energética con respecto a una u otra fuente.

El informe encierra un mensaje muy significativo para nuestros vecinos, y voy a tomarme la libertad de citarlo en inglés. Las relaciones en la región del Mar Negro deben basarse en el «mutual respect, territorial integrity, non-interference in each other's internal affairs and the prohibition of the use of force or threat of the use of force».

Éste es el mensaje de la Comisión Europea, y espero que la Presidencia pueda presentárselo con éxito a nuestros socios al otro lado del Mar Negro como base para la política que perseguiremos en la región, y como llamamiento para que persigan el mismo tipo de política en los países que han adquirido su independencia a lo largo de la costa del Mar Negro. Gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  Ioan Mircea Paşcu (PSE). – Señora Presidenta, después de más de siglo y medio de abandono, la zona del Mar Negro vuelve a estar en el pináculo de la economía y la política internacional.

Esta zona está intentando actualmente alcanzar un nuevo equilibrio a raíz de la entrada de nuevos actores, incluida la UE, tras haber sido considerado un mar cerrado a lo largo de tantos años durante la Guerra Fría.

Tras la Comunicación de la Comisión titulada «La Sinergia del Mar Negro – Una nueva iniciativa de cooperación regional», el primer informe actual en el Parlamento constituye una paso más en la dirección acertada.

Pero por desgracia, no basta con esos dos. La falta de identidad de la propia zona y las susceptibilidades tradicionales de ciertos países de la UE respecto de Rusia, tanto políticas (por ejemplo, Ucrania, Moldova, el Cáucaso Meridional y los conflictos enquistados) como económicas (la creciente dependencia europea del gas ruso y la delicada situación de las negociaciones UE-Turquía) se encuentran probablemente entre las razones por las que la UE se ha limitado a la sinergia en lugar de la estrategia.

Mientras que estrategia significa objetivos claros, medios concretos para alcanzarlos y, en su caso, un calendario detallado, todos ajustados a las características de la propia zona, sinergia sugiere simplemente conectar con las vecinas áreas de interés para la UE.

Se podría llegar a contar con una estrategia a través de medidas concretas sobre la forma de tratar de la UE con una multitud de organizaciones locales; sobre la conexión física de la zona con el resto del continente en la que el río Danubio es esencial; y sobre el fortalecimiento del instrumento de política de vecindad respecto del territorio del Mar Negro, tal como se sugiere en las enmiendas de mi Grupo.

Para terminar, unas palabras sobre Moldova, la última pieza de latinidad continental fuera de las fronteras de la UE. Aunque padeció la misma experiencia lamentable al principio de la Segunda Guerra Mundial, Moldova no pudo compartir el destino positivo de los tres países bálticos después de la Guerra Fría.

Creo que Europa tiene el deber de enmendar esa situación y continuar así alentando y respondiendo a los esfuerzos de Moldova para entrar a formar parte de la Unión. Espero que su caso sea juzgado finalmente sobre la base de sus propios méritos y que no siga siendo prisionera de facto de otras relaciones de la UE, por muy estratégica que ésa pudiera ser.

 
  
MPphoto
 
 

  Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Señora Presidenta, permítame darle las gracias a la ponente por un excelente informe sobre una región que merece nuestra atención. El Cáucaso Meridional ocupa una posición cada vez más estratégica desde el punto de vista económico y político. Todos podemos constatar el creciente interés en la región, sobre todo en esta asamblea.

Lamentablemente, hay muchos posibles asuntos candentes, y la interferencia de Rusia es considerable. Rusia quiere incrementar su influencia y señalar su interés en procesos de dominación y control como el abastecimiento de petróleo y gas a Europa. La Unión Europea debe constatar el peligro de la conducta de Rusia y fortalecer sus vínculos con el Cáucaso Meridional. De este modo también podríamos adquirir un complemento útil y necesario al petróleo y el gas rusos con rutas de distribución en Europa septentrional. La Unión Europea tiene mucho que ganar en relación con una mayor participación.

Soy miembro de una organización sueca –de hecho, ayudé a fundarla– cuyo objetivo es aumentar el contacto entre Suecia y Azerbaiyán. Por ello, digo esto como amigo. El conflicto de Nagorno Karabaj de 1991-1994 hizo huir a un millón de personas y el conflicto sigue sin resolver. Según los datos de Amnistía Internacional, 600 000 desplazados internos están viviendo en condiciones terribles en Azerbaiyán. Hace años visité un campo de refugiados en Azerbaiyán, cerca de la frontera con Irán. Nunca he presenciado una pobreza tan miserable. Es totalmente inadmisible que, después de todos estos años, cientos de miles de personas sigan viviendo en unas condiciones tan degradantes. A este respecto, los líderes de Azerbaiyán, con el Presidente Aliyev al frente, merecen graves críticas. La Unión Europea y la Comisión deben tomar más medidas en este ámbito. Estas personas no deben convertirse en los grandes olvidados.

También es importante que actuemos con energía para garantizar la defensa de un deseo básico como es la libertad de expresión. Los periodistas y los políticos de la oposición no deben ser objeto de amenazas, intimidación o encarcelamientos. Si Azerbaiyán quiere ser una nación respetada en Europa, debe defender los principios fundamentales de un Estado democrático sujeto al Estado de Derecho.

 
  
MPphoto
 
 

  Andrzej Tomasz Zapałowski (UEN) . – (PL) Señora Presidenta, los problemas que estamos debatiendo hoy –como han afirmado los que han intervenido anteriormente– tienen una importancia poco habitual. Marcan una dirección para la acción comunitaria que se ha ignorado y se ignora en gran medida.

Si no quiere perder su europeismo, la Unión Europea puede ampliarse naturalmente y extender su influencia únicamente hacia el este. No obstante, los debates que se prolongan hasta el infinito, en relación, por ejemplo, con las perspectivas de adhesión a la Unión Europea de ciertos países de esta región, no infunden optimismo. No es necesario analizar exhaustivamente documentos para poder afirmar que esta región, comparada con África, por ejemplo, se considera una provincia remota de nuestro continente.

Todos los mecanismos de cooperación, como parte de la Política Europea de Vecindad, por ejemplo, son importantes, pero éste no es el punto de vista que es necesario adoptar para esta región, puesto que no establece una verdadera asociación en las relaciones mutuas. Para la Unión, una intervención seria en esta región significa entrar en la esfera de influencia de Rusia, y esto, sin duda, implica el uso continuo de pseudo-medidas en la región. Sin embargo, lo que debemos recordar es que, a largo plazo, esta política no estabilizará la zona: hará lo contrario; quizás genere nuevas tensiones, y de momento ya tenemos bastantes.

 
  
MPphoto
 
 

  Urszula Gacek (PPE-DE). – Señora Presidenta, la ponente para la política regional para el Mar Negro nos recuerda que la Unión Europea apoya las nuevas infraestructuras energéticas y los corredores de transporte viables para diversificar tanto los proveedores como las rutas. El principal ejemplo de tal planteamiento es el gasoducto Nabucco, reconocido ya como un proyecto prioritario de interés europeo. Por tanto, resulta lamentable que este proyecto esté siendo bombardeado por un gasoducto ruso-italiano alternativo de nombre South Stream.

Como diputada de Polonia, detecto muchos paralelismos entre South Stream y el gasoducto báltico North Stream. Ambos son muchos más caros que las rutas terrestres. De hecho, South Stream puede acabar resultando 4 000 millones de dólares más caro que Nabucco. Ambos pueden perturbar el frágil equilibrio ecológico de delicados entornos marinos. Además, en ambos casos, los gasoductos pueden considerarse un arma política en manos de Rusia.

North Stream podría provocar el aislamiento de Polonia, los Estados bálticos y Ucrania; South Stream jugaría el mismo papel con respecto a Turquía, el Cáucaso Meridional y, posiblemente, Rumanía, que ahora podría evitarse en favor de Serbia. South Stream va en contra del principio de la seguridad energética en Europa, basado en diferentes fuentes y rutas. Por tanto, si South Stream sigue adelante, no debe recibir subvención de la UE en ningún tramo.

Si Rusia se propone impulsar proyectos inviables en el aspecto económico, y cuestionables en el terreno medioambiental, ya que se encuentran al servicio de sus objetivos de política exterior, no debería ser a costa nuestra.

 
  
MPphoto
 
 

  Jan Marinus Wiersma (PSE).(NL) Señora Presidenta, acojo con satisfacción el hecho de que esta tarde estemos debatiendo en contexto la situación del Cáucaso Meridional y nuestras ambiciones como Unión Europea y como Parlamento con respecto a la región del Mar Negro. Después de todo, estamos hablando de regiones con problemas regionales, para los que hay que encontrar soluciones que beneficien a todos los países que forman parte de esa región.

Hablamos de seguridad, energía, comercio, transporte –o, de manera más general, sobre la estabilidad y el desarrollo de las regiones que tienen frontera con la Unión Europea, regiones en las que tenemos intereses considerables. Son estos intereses los que, en mi opinión, deben reflejarse en una política más activa por parte de la Unión Europea y la Comisión Europea. Le estamos agradecidos a la Comisaria por las iniciativas que ha desarrollado bajo el paraguas de «Sinergia del Mar Negro».

Como ya han afirmado otros diputados, es importante subrayar que Rusia y Turquía también tienen una función en este tipo de cooperación. Estos países ya han asumido este papel, y es esencialmente importante que la Unión Europea se asegure de que lo mantienen. Después de todo, tenemos buenas relaciones con Turquía –estamos negociando con ella su pertenencia a la Unión Europea– aunque Turquía también tiene una función más amplia que cumplir en la región, al igual que una función tradicional. Rusia es importante en la región, pero las relaciones con ese país son bastante más complicadas. Creo que si la Unión Europea se presenta como socio en lugar de como líder de esta cooperación, Moscú sentirá que se está compartiendo la responsabilidad con respecto a esta región, que podemos cooperar como socios sin que la Unión Europea desempeñe el papel principal.

La sinergia es una buena idea –resume muy bien la asociación de las actividades políticas de la Unión Europea, de la Comisión—, pero para dotar a este aspecto de algo más de estructura, el señor Swoboda y yo hemos sugerido dotarle de una dimensión parlamentaria, con consultas ministeriales en la región del Mar Negro. Acogeríamos con satisfacción algo más de estructura. De hecho, incluso hemos hablado de una Comunidad UE-Mar Negro, aunque siguiendo las iniciativas del señor Sarkozy, puede que hayamos sido algo más modestos al utilizar ese tipo de terminología.

Es importante subrayar que, aunque nuestras sugerencias y su visión no sustituyen las relaciones bilaterales de la Unión Europea con todos estos países, podrían incentivar una mayor cooperación regional en nuestros vecinos orientales. Creo que éste es un aspecto de una importancia clave para la Unión Europea.

 
  
MPphoto
 
 

  Siiri Oviir (ALDE). – (ET) Señora Comisaria, señora Presidenta, señoras y señores.

El interés y el objetivo de la Unión Europea en el Cáucaso Meridional es apoyar y fomentar el desarrollo que se está produciendo actualmente en los tres países de la región, con vistas al establecimiento de países pacíficos y estables. La política de vecindad está en marcha, pero también es necesario redactar una política regional que funcione dentro de ella. Al mismo tiempo no debemos permanecer indiferentes ante las características distintivas de los tres países, de otro modo nuestras políticas carecerán de eficacia.

Debo subrayar, una vez más, que los países del Cáucaso Meridional –Armenia, Azerbaiyán y Georgia– son muy distintos en cuanto a cultura, costumbres, religión y geopolítica. Sin embargo, les une su trasfondo común –todos se han desvinculado de la influencia de la ideología soviética, una influencia que se prolongó durante casi cien años. Todavía no se han deshecho de la presencia militar del sucesor de la Unión Soviética: Rusia.

Estos países necesitan reformas democráticas, y sus ciudadanos las quieren; necesitan una auténtica ayuda específica de la Unión Europea. Se espera y se necesita que el trabajo comience de inmediato por parte de las Delegaciones de la Comisión en Yerevan y Bakú.

Al mismo tiempo, el trabajo del Representante Especial de la Unión Europea para el Cáucaso Meridional no es suficiente en su forma actual. No se ha ofrecido ninguna explicación sobre las razones que han motivado que los informes del representante especial durante los años no se hayan remitido al Parlamento Europeo. Esta situación debe cambiar. Todos nosotros estamos trabajando con vistas al mismo objetivo.

No debemos olvidar que la democracia no es una cosa, es una manera de pensar y no puede eliminarse un día por las buenas o desplazarse de un país a otro. La democracia plena no aparece de la noche a la mañana.

Nos inquieta todo lo que está pasando en Armenia, Azerbaiyán o Georgia, ya se trate de la lucha contra la corrupción, el poder judicial o la situación de los medios de comunicación en la región. Los propios países tampoco están satisfechos en este sentido. Está en nuestras manos ofrecerles un apoyo activo para sus instituciones y en forma de ayuda experta y financiera. Actualmente, la región acoge con satisfacción las verdaderas ayudas.

Por lo tanto, insto a la Comisión y al Parlamento Europeo a que hagan un mayor uso de la experiencia de los Estados miembros actuales de la Unión Europea que se encontraban hasta hace poco en la misma situación que atraviesa el Cáucaso Meridional. Sabemos cuáles son los problemas y condiciones locales, y nuestra experiencia en el desarrollo de Estados basados en el Estado de Derecho y en una economía de mercado serían una ayuda práctica para ellos.

 
  
MPphoto
 
 

  Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señora Presidenta, al intervenir en un debate dedicado a los países del Cáucaso Meridional y la política regional de la cuenca del Mar Negro, quiero llamar la atención sobre las siguientes cuestiones.

Para empezar, se trata de una extensa zona para la producción y el transporte de energía, una zona de una importancia excepcional desde el aspecto de la diversificación y la seguridad del abastecimiento de materias primas energéticas a la Unión. No obstante, hace falta apoyo para los proyectos que implican el transporte de materias primas energéticas desde esta zona, no sólo hacia la Europa meridional, como ha ocurrido hasta la fecha, sino también hacia el norte –a Ucrania y Polonia– y hacia el oeste.

En segundo lugar, sólo el apoyo de la Unión Europea a la estabilidad política y a los procesos de democratización de esta región, y también a la resolución pacífica de los conflictos entre vecinos, puede ofrecer la oportunidad de un desarrollo económico rápido en estos países, y un recorte auténtico del enorme índice de desempleo y la elevada proporción de pobreza.

En tercer lugar, el fuerte crecimiento económico de toda la región, que en algunos países se sitúa por encima del 30 % del PIB anual, se basa única y exclusivamente en la producción y exportación de petróleo crudo y gas natural. Por lo tanto, lo que se necesita en este ámbito es apoyo a las fuentes de ingresos alternativas, especialmente el desarrollo del turismo y la infraestructura asociada.

 
  
MPphoto
 
 

  Christopher Beazley (PPE-DE). – Señora Presidenta, el autor de la Comunicación de la Comisión sobre la Sinergia del Mar Negro, Janos Herman, merece ser felicitado por su excepcional trabajo. La ponente del Parlamento, la señora Anastase, también ha elaborado un informe de enorme importancia.

Señora Comisaria, usted ha dicho al principio de este debate que estaba de acuerdo con gran parte del informe de la señora Anastase. En su respuesta de recopilación de este debate, ¿podría hacer referencia específicamente a los apartado 29 y 36 del informe? El apartado 29 pide que siga promoviendo el diálogo intercultural en la región del Mar Negro, y el apartado 36, que se cree una plataforma de ONG para los intercambios entre las sociedades civiles. ¿Podría garantizarle al Parlamento que llevará a la práctica estas dos recomendaciones?

 
  
MPphoto
 
 

  Libor Rouček (PSE).(CS) Señoras y señores, señora Comisaria, permítanme en mi breve intervención concentrarme sólo en uno de los aspectos de los temas de hoy, que es la cooperación regional. Si consideramos dos zonas, el Cáucaso Meridional y la zona del Mar Negro, podemos ver que la relación mutua entre los países, ya sea bilateral o multilateral, normalmente no se desarrolla todo lo que sería deseable. A menudo falta un diálogo político más significativo, el nivel de comercio entre estos países es muy bajo, y no hay transportes modernos y eficaces o infraestructuras energéticas casi en ningún sitio. Por lo tanto, acogemos con satisfacción las invitaciones de ambas ponentes para fortalecer precisamente este aspecto: la cooperación regional mutua en estas regiones, además de las relaciones bilaterales con la Unión Europea. Es vital fortalecer la cooperación regional en el ámbito de los derechos humanos y de los ciudadanos, con el fin de desarrollar la democracia y los sistemas educativos; fortalecer la cooperación regional en los ámbitos de transporte, energía y medio ambiente; fortalecer la cooperación regional en los ámbitos de comercio, turismo e inversión. En otras palabras, es vital crear de manera gradual, paso a paso, un tejido sólido de relaciones humanas, culturales, económicas y políticas entre las naciones y los Estados del Cáucaso Meridional y la zona del Mar Negro. Si esto ocurre, estoy convencido de que incluso en esta zona geográfica los conflictos persistentes se arreglarán de manera gradual y se resolverán finalmente, creando una zona de estabilidad, democracia y prosperidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Anna Ibrisagic (PPE-DE). – (SV) Señora Presidenta, con su evidente posición geoestratégica, la región del Mar Negro es importante para la Unión Europea y para los países vecinos, no sólo por motivos de seguridad y políticos, sino también por su diversidad y riqueza cultural. No obstante, las regiones en las que confluyen muchas rutas y que albergan una variedad de intereses políticos y de otra índole corren a menudo el riesgo de entrar en conflictos de uno u otro tipo.

Yo misma nací en los Balcanes y sé lo que pueden significar los conflictos persistentes y sin resolver, no sólo para la situación de la seguridad en toda una región, sino también por su potencial económico y para la normalización de las vidas de las gentes que habitan allí. También sé que la Unión Europea tiene que desempeñar un papel importante. La Unión Europea puede y debe tener como objetivo, junto con los ciudadanos de los países del Mar Negro, desarrollar la región y convertirla en una región estable y segura en la que prevalezcan los principios democráticos y el Estado de Derecho. La intensificación de la cooperación en el ámbito energético también es un elemento importante de esa labor. Mediante la inversión en nuevas infraestructuras y el aumento del alcance de los proveedores, contribuiremos al desarrollo económico y comercial de la región, lo que a su vez mejorará las posibilidades de estabilidad y seguridad.

Fortalecer los vínculos entre la Unión Europea y la región del Mar Negro no es sólo algo satisfactorio, sino necesario. Por ello, es evidente que la región del Mar Negro necesita una política regional nueva y más clara. Debo subrayar que la política regional no debe utilizarse como alternativa a la pertenencia a la Unión Europea para aquellos países que puedan ser idóneos. Tampoco debe utilizarse como excusa para retrasar el proceso de integración de la región en Europa.

Por último, quiero dar las gracias a las dos ponentes por su excelente trabajo y expresar un agradecimiento especial a la señora Ferrero-Waldner por su interés personal y el compromiso personal demostrado en las cuestiones que afectan a esta región.

 
  
MPphoto
 
 

  Kristian Vigenin (PSE). – (BG) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, quiero expresar mi satisfacción por el hecho de que los dos informes, sobre el Mar Negro y sobre el Cáucaso Meridional, se han elaborado y se han debatido en la Comisión de Asuntos Exteriores en una atmósfera de acuerdo, y se han aprobado prácticamente por unanimidad.

Se trata de un indicio alentador que seamos conscientes de la importancia de construir una política más clara, más sistemática, más estructurada y unificada para la región del Mar Negro y los países adyacentes. No es una tarea fácil. La región del Mar Negro está formada por países con diversas tradiciones, culturas, prácticas políticas, expansiones territoriales y tamaño de su población.

Además, estos países se encuentran en fases diferentes de cooperación con la Unión Europea, desde Estados miembros y países candidatos hasta países de la Política Europea de Vecindad, y sin duda, Rusia, cuyo enfoque constructivo sería clave para el éxito de esta iniciativa. No obstante, esta mezcla ofrece una serie de oportunidades para combinar las distintas políticas con el fin de producir un efecto conjunto mucho mayor.

Quisiera hacer hincapié en tres aspectos. En primer lugar, la región posee una importancia estratégica extrema para la Unión Europea en cuestiones de seguridad, abastecimiento de energía, transporte y comercio, medio ambiente, etc. Por ese motivo, a la vez que apreciamos enormemente la iniciativa de la Comisión sobre la sinergia del Mar Negro, queremos ver un proyecto más ambicioso basado en los logros de la Dimensión Septentrional o la cooperación UE-Mediterráneo. En un momento de promoción de la idea de una Unión UE-Mediterráneo, no hay nada más natural que encontrar una fórmula más ambiciosa para la región del Mar Negro.

En segundo lugar, la totalidad de la región posee una infraestructura de transporte y transmisión de energía infradesarrollada. Por ese motivo considero apropiado apoyar todos los proyectos transnacionales previstos a ese respecto, porque se complementan mutuamente, en lugar de ser alternativas. Esto significa una mayor seguridad, el favorecimiento de intercambios económicos y la vinculación de los países de la región con la Unión Europea. Lo anterior diversificará no sólo las fuentes sino también las rutas a través de las que el petróleo y el gas natural llegarán a la Unión Europea.

En tercer lugar, la mayoría de países de la región sufren graves problemas sociales, y queremos garantizar que las cuestiones sociales no quedan relegadas a un segundo plano. Las perspectivas a largo plazo para los países del Mar Negro y el Cáucaso Meridional están ligadas al desarrollo del potencial humano, la inversión en educación, la garantía de unos servicios sanitarios adecuados y la atención a la infancia. Gracias.

 
  
MPphoto
 
 

  Tunne Kelam (PPE-DE). – Señora Presidenta, deseo informar a la señora Comisaria que, junto con varios compañeros, estoy convencido de que la UE tiene que demostrar una mayor implicación en el Cáucaso Meridional. Al fin ya l cabo, todos los Estados en esa región ya son miembros del Consejo de Europa y, como tales, forman parte de Europa.

Las políticas de vecindad ampliadas constituirán una herramienta valiosa para aplicar tal implicación en términos reales. Nuestro reto y nuestra oportunidad consisten en desempeñar el papel de estabilizador fiable, pero también el de mediador y defensor independiente del proceso democrático. Por tanto, tenemos que dejar de lado las dudas y la ambigüedad. Va siendo hora de perfilar las políticas de la UE con mayor claridad en este entorno.

El representante de la UE, Peter Semneby, ha realizado una labor excepcional, y me complace, señora Comisaria, que haya hablado de aumentar y ampliar nuestras representaciones en la región. La implicación duradera y activa de la UE vendrá a contribuir, sin duda alguna, a encontrar además una solución a los conflictos enquistados, que la Comisión de Asuntos Exteriores ha preferido denominar, con un sentido más realista, «conflictos postsoviéticos no resueltos».

Por tanto, es importante que el informe rechace los intentos por parte de cualquier potencia extranjera de crear zonas exclusivas de interés en la región y solicita a Rusia que no se oponga a la participación de la UE en la gestión de los conflictos y las operaciones de mantenimiento de la paz.

No obstante, igual de importante será el papel de la UE para promover la cultura del diálogo democrático en la región. El Parlamento Europeo tendrá una función importante a desempeñar en todo esto. Los diputados al Parlamento Europeo pueden mediar y alentar el diálogo político normal entre las partes enfrentadas.

Por último, es importante que el informe anime a la Comisión a estudiar posibles acuerdos de libre comercio con Armenia y Georgia, así como para entablar las negociaciones para un acuerdo de asociación en materia de movilidad entre la UE y Georgia.

El Cáucaso Meridional ha ido adquiriendo una progresiva proximidad e importancia para nosotros. Esta región se merece nuestro firme compromiso.

 
  
MPphoto
 
 

  Justas Vincas Paleckis (PSE). – Señora Presidenta, la UE tiene la capacidad y la voluntad para contribuir a fortalecer la estabilidad y la democracia y mejorar los niveles de vida en la región del Mar Negro y el Cáucaso Meridional. La implicación de grandes Estados como Turquía, Ucrania y Rusia es importante, aunque todos ellos tengan una situación diferente en cuanto a sus relaciones con la UE.

Polonia aporta su potencial y su experiencia a esta región, a pesar de no estar conectada directamente con ella, merced a su historia compartida con los Estados bálticos. Sin embargo, justo en el momento en que resulta tan necesario un diálogo y una cooperación mayores con nuestros vecinos, la UE ha vuelto a correr otra cortina ante determinados aspectos de la zona de Schengen ampliada.

Para muchos europeos orientales, el 1 de enero de 2008 supuso un aumento de cuatro veces el precio de los visados para viajar a los países vecinos, imponiendo la bajada de un telón financiero en Europa. Discrepo respecto de ciertas afirmaciones vertidas por funcionarios de la Comisión en el sentido de que nuestros vecinos meridionales y orientales deben ser tratados de igual manera a este aspecto. Nuestros vecinos orientales se encuentran en el mismo continente, y no hace mucho tiempo, algunos de nosotros vivíamos en un país con ellos, sin fronteras.

Solicito a mis compañeros su apoyo a la enmienda 10 del Grupo PSE al informe sobre la estrategia del Mar Negro. Pedimos al Consejo y a la Comisión que reduzcan las tasas de expedición de visados a un nivel más aceptable para los ciudadanos normales de los países que participen en la política de vecindad de la UE o que cuenten con una asociación estratégica con la UE.

 
  
MPphoto
 
 

  Maria Petre (PPE-DE). – (RO) En primer lugar, permítanme felicitar a la ponente, la señora Anastase, y a mis colegas de las distintas comisiones que han manifestado sus opiniones sobre el informe que estamos debatiendo, que es tan importante como los problemas implicados en el establecimiento de una política regional para el Mar Negro. También quiero dar las gracias a mis colegas de la Comisión de Desarrollo Regional por su apoyo a las enmiendas propuestas sobre la opinión de la comisión de la que soy miembro. Me refiero a la inclusión en el proyecto final del informe del Mar Negro de mi petición para el fortalecimiento de la misión de asistencia europea en la frontera con Moldova y Ucrania y la necesidad de mejorar la gestión de la inmigración ilegal en la zona.

Creo que necesitamos el fomento de la Comisión en forma de hechos en la región, tanto a nivel nacional como regional, para que esta zona se convierta en una zona verdaderamente democrática y estable. Una participación europea más activa significaría una verdadera oportunidad para esta zona, que tiene un potencial enorme por explotar, considerando los conflictos que se encuentran en punto muerto y las tensas relaciones entre algunos países de la zona.

Hablando en términos institucionales, estoy a favor de la idea de que los Estados miembros de la zona asuman el liderazgo (Rumanía, Bulgaria, Grecia), y creo que la Unión y los países de la región deben fortalecer y coordinar los mecanismos y actividades de cooperación regional. Sólo de este modo la duplicación de los fondos disponibles a través del Instrumento Europeo de Vecindad y los principios que rigen los Fondos Estructurales, como la asociación, la sostenibilidad, la efectividad, la no discriminación y la descentralización, arrojarán los efectos beneficiosos que todos esperamos.

 
  
MPphoto
 
 

  Zdzisław Kazimierz Chmielewski (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, las ponentes no pueden ocultar su satisfacción por haber presentado al Parlamento Europeo una iniciativa para fortalecer la sinergia del Mar Negro, una propuesta presentada por la Presidencia alemana y desarrollada por la Comisión Europea.

Esta idea también ha recibido el apoyo de los países de la parte meridional y oriental del Báltico que se ha integrado recientemente en la Unión Europea. Su posición también demuestra la convicción de que existe la necesidad de una estrecha asociación de la sinergia del Mar Negro a lo que se conoce como dimensión oriental de la Unión Europea. De este modo la cooperación local adquiere un significado más general, y un potencial de realización conforme al mensaje básico comunitario.

Dicho de otro modo, la sinergia del Mar Negro debería expresarse simplemente en la identificación y la síntesis de los compromisos multilaterales, identificándolos con los mejores intereses tanto de la región del Mar Negro como la totalidad de la parte oriental de una Europa integrada.

Un factor importante que fomenta el papel especial del Mar Negro es la situación particular geográfica, histórica y político-económica de esta masa de agua. Las influencias europeas y asiáticas han confluido en esa zona durante miles de años. Por lo tanto, la participación de la Unión Europea en la cuenca del Mar Negro debe desprenderse de la institucionalización y las influencias políticas superfluas, así como de las restricciones que amenazan con atenuar las condiciones de una cooperación racional, incluso la desestabilización de esta región, tanto en la esfera de la seguridad como en la esfera del funcionamiento de la red de comunicaciones, la protección del medio ambiente, etc. También debe crear unas condiciones adicionales favorables para un compromiso más firme por parte del Mar Negro en el proceso de diversificación de las rutas de abastecimiento de energía, quizás implicando nuevas fuentes, especialmente desde lo que se conoce como la dirección del Caspio. Se ha constatado el interés de numerosos países de la Unión Europea por este aspecto.

 
  
MPphoto
 
 

  Marian-Jean Marinescu (PPE-DE). – (RO) La esencia de la Política Europea de Vecindad es la cooperación basada en un conjunto de valores y preocupaciones comunes que la Unión comparte con los países que participan en esta política.

Es necesario fortalecer una zona estable de vecindad, que tendría una influencia positiva en la seguridad interior de la Unión y sería un requisito previo para el desarrollo y la prosperidad económica de los países interesados.

Los países del Cáucaso Meridional tienen ciertas características necesarias para el éxito de los proyectos europeos en ámbitos clave como la energía y el transporte. El significado geopolítico de estos países está ligado a su posición estratégica en relación con los recursos energéticos de Asia central. Se trata de una zona de tránsito esencial, puesto que es uno de los pocos corredores que puede permitir que la Unión diversifique su acceso a los recursos energéticos del Caspio. Las posibles rutas de tránsito alternativas para los gasoductos del Caspio y los proyectos de gasoducto que atraviesan el Mar Negro dependen en gran medida de la estabilidad del Cáucaso Meridional.

La Unión Europea no es el único interlocutor que posee un interés estratégico en la zona. Otros dos interlocutores importantes de la escena internacional han desarrollado iniciativas firmes, al igual que estrategias a largo plazo en la zona. Los Estados Unidos tienen un plan de acción sobre la seguridad energética que implica el inicio y el desarrollo de rutas alternativas para el transporte del petróleo y del gas. Rusia está financiando proyectos propios, y fortaleciendo su posición en el mercado de Asia central.

En el contexto actual, dada la obvia importancia de la cuestión energética y la dependencia de Rusia, el bajo grado de implicación de la Unión Europea puede tener consecuencias negativas para todos los Estados miembros. La Unión Europea debe desarrollar una política de seguridad energética única lo antes posible, y los Estados miembros deben renunciar a sus intereses individuales e implicar de manera necesaria a los países del Cáucaso Meridional.

 
  
MPphoto
 
 

  Rumiana Jeleva (PPE-DE). – (BG) Señora Presidenta, señora Comisaria, felicito a la Comisión Europea por iniciar, con su Comunicación, este debate sobre el fortalecimiento de la cooperación con la región del Mar Negro complementando las políticas bilaterales existentes con una nueva estrategia regional.

Quiero darle las gracias a la ponente, la señora Anastase, por su innovador y equilibrado informe. Comparto plenamente la idea de que con la adhesión de Bulgaria y Rumanía a la Unión Europea, el Mar Negro ha adquirido una nueva importancia estratégica –no sólo para los países de la región, sino para todos los Estados miembros, y para las políticas comunitarias y principios aplicados.

Hago un llamamiento a la Comisión e insisto en que debe invitar a los gobiernos nacionales, en relación con la ejecución de grandes proyectos de infraestructuras, energía y medio ambiente que afecten a las vidas, la salud y la calidad de vida de los ciudadanos en los lugares en que tales proyectos se vayan a poner en marcha, a que proporcionen a las comunidades locales, de manera obligatoria, información sobre los parámetros técnicos de dichos proyectos de conformidad con las normas más exigentes a nivel mundial aprobadas para los proyectos de esa índole.

Al tiempo que comparto la profunda preocupación manifestada en el informe por el estado medioambiental de la región del Mar Negro, y especialmente el estado del Mar Negro, que está siendo objeto de una contaminación incontrolada, agravada por numerosos desastres medioambientales, insisto en que deberían realizarse evaluaciones independientes del impacto que tendría el desarrollo de nuevas infraestructuras de petróleo y gas sobre el medio ambiente y la vida social de los ciudadanos, y que los gobiernos nacionales deberían elaborar informes sobre los posibles daños que podrían ocasionar tales proyectos, y someterlos a debates y referendos públicos. Un caso concreto es el proyecto para construir el oleoducto Burgas – Alexandroupolis en Bulgaria.

Me declaro totalmente de acuerdo con los principios que garantizan el desarrollo sostenible y la recuperación de las catástrofes medioambientales, tal como se afirma en el informe, y en el contexto de los dos trágicos accidentes ocurridos recientemente en la zona de Kerch el pasado mes de noviembre y en la primera semana del año en curso, y creo que es necesario establecer un mecanismo que considere el interés de las comunidades locales en las municipalidades costeras donde haya una amenaza para las limpias aguas del Mar negro y para las vidas y la calidad de vida de los ciudadanos en estos pueblos y ciudades. Gracias por su atención.

 
  
MPphoto
 
 

  Alessandro Battilocchio (PSE).(IT) Señora Presidenta, señoras y señores, quiero dar las gracias a los ponentes por sus exhaustivos y bien estructurados informes, y quiero mencionar un aspecto brevemente.

En Georgia se han celebrado elecciones, cuya regularidad fue confirmada por la OSCE pero cuestionada por Rusia, en las que el Presidente saliente Saakashvili fue reelegido. Entre innumerables dificultades, intentó introducir la democracia en el país, desmantelando la antigua diplomacia post-soviética y abriéndose a Occidente, la OTAN y la Unión Europea. Fue esta apertura la que ocasionó las represalias de la Rusia de Putin, que entre otras cosas, siempre ha favorecido los movimientos independentistas de Osetia del Sur y Abjazia.

No obstante, al margen de la situación geopolítica, otro motivo de fricción con Rusia es, objetivamente, los oleoductos y gasoductos de territorio georgiano, diseñados para transportar el petróleo y el gas de Azerbaiyán hacia el oeste. Creo que en la región del Cáucaso, que, como debemos tener en cuenta, está afectada por la infame guerra entre Armenia y Azerbaiyán, la cuestión chechena, el conflicto entre Turquía y Armenia y muchos otros problemas, contar con un país democrático que sea nuestro aliado, y sobre todo, que ofrece una fuente alternativa de energía a Moscú, es un factor de una importancia estratégica. Por lo tanto, debemos tomar medidas concretas para fortalecer esta sinergia.

 
  
MPphoto
 
 

  Silvia-Adriana Ţicău (PSE). – (RO) Los Estados miembros y la Comisión deben intensificar la aplicación de los proyectos prioritarios en el ámbito del transporte transeuropeo en los ejes 7, 18, 22 y 21 y su progresiva integración en TRACECA, así como con los 5 ejes definidos en la Comunicación de la Comisión 32/2007 sobre la ampliación de los principales ejes de transporte transeuropeos a los países vecinos.

La Dimensión Europea del Mar Negro debería ser similar a la Dimensión Septentrional y debería basarse en una asociación equitativa y una infraestructura adecuada para los proyectos prioritarios en los ámbitos de la energía nuclear, la investigación y la seguridad, el transporte, el turismo y la lucha contra el cambio climático.

Señoras y señores, creo que el desarrollo económico de los países del Mar Negro requiere autopistas y vías ferroviarias que unan las partes central y occidental de la Unión Europea con su costa del Mar Negro.

La Unión Europea debería promover la política marítima única en la región del Mar Negro. Esto garantizará una estrategia integrada para la protección medioambiental, el desarrollo de la zona costera, la investigación marítima y el turismo.

 
  
MPphoto
 
 

  Christopher Beazley (PPE-DE). – Señora Presidenta, voy a plantear dos preguntas a la señora Comisaria y cuando responda sobre la puesta en práctica del apartado 29, de la promoción del diálogo intercultural, y del apartado 36, sobre la creación de una plataforma de ONG para intercambios entre las sociedades civiles, tal vez pueda tener presente el precedente que tenemos en los Balcanes en virtud de una organización denominada CLIO. Es independiente de los gobiernos y abarca a profesores de historia de todos los países en los Balcanes, que se reúnen para debatir el pasado histórico y cultural común con el fin de redactar libros y documentos sobre la historia de su región que estén libre de conflictos nacionales.

Tal vez, de la región del Mar Negro pueda extraerse alguna enseñanza: que los historiadores y los investigadores de todos los países alrededor del Mar Negro se reúnan, al margen de cualquier presión gubernamental, para promover una visión común de la historia del Mar Negro, exenta de conflictos nacionales.

 
  
MPphoto
 
 

  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, debo decir que ha sido uno de los mejores debates en los que he participado, incluso a una hora tan tardía de la jornada.

Su tema ha sido la Política Europea de Vecindad, que ya es una realidad. Muchos de ustedes han dicho que es mucho lo que la Unión Europea tiene que hacer, pero la Unión Europea ha hecho muchas cosas, como han expresado otros oradores. Quiero dar las gracias a las dos ponentes, la señora Anastase y la señora Polfer, porque considero que han dado lugar a un debate muy interesante.

Pero, ¿cuál es el nuevo elemento de esta sinergia del Mar Negro? Es el elemento regional y, tal como han proclamado muy acertadamente algunos diputados que, desgraciadamente, ya no se encuentran aquí, fue durante la Presidencia alemana, a quien deseo rendir homenaje, cuando surgió la idea de contar con una dimensión regional. Esta es ahora la dimensión regional de la parte bilateral de la política de vecindad hacia el este. Eso significa que, para conseguir la sinergia, estamos intentando aproximar no sólo a los países de la política de vecindad, sino también a otros dos actores muy importantes: Turquía y Rusia.

En consecuencia, no se trata de una estrategia sino de una sinergia, ya que existen, por supuesto, diferentes estrategias. Si se dan cuenta: tenemos una política de vecindad, tenemos una estrategia concreta con relación a Rusia y, desde luego, tenemos un país candidato, Turquía. Pero, de todas maneras, creemos que una política para trabajar juntos resulta muy importante.

Dentro del contexto de la troika, voy a ir junto con otros dos compañeros a esa región dentro de muy poco –creo que dentro de dos semanas– y ciertamente voy a llevar conmigo muchas de las cosas que se han dicho aquí.

Voy a referirme ahora a unos pocos asuntos, ya que es tanto lo que tengo que decir que podría estar hablando durante otra media hora, pero no quiero hacerlo, ya que consideramos que hemos celebrado un debate muy interesante, y es mucho lo que habrá que decir en el futuro.

El comercio es una de las partes importantes. Ustedes han hablado de energía, de transporte, del cambio climático, al igual que lo he hecho yo. Hay otros aspectos, pero el comercio es uno muy importante, y ya hay en marcha un estudio de viabilidad sobre el comercio. Existe una iniciativa de la Comisión. ¿Cuál es el objetivo? El objetivo consiste en evaluar las perspectivas de nuevas aperturas comerciales, por ejemplo, en el caso de Georgia, en el caso de Armenia, pero desde luego tenemos que ver cómo van a evolucionar las cosas. Ésta es una de las cosas.

En segundo lugar, mi idea personal cuando presenté la política de vecindad en una de mis últimas comunicaciones –no en la última, sino en la anterior– fue expresar que necesitamos una zona de vecindad económica, un espacio económico, y eso es también lo que algunos diputados han mencionado aquí. Así pues, la idea consiste en contar con algún tipo de libre comercio en el futuro. Pero por supuesto tendremos que llegar a él paso a paso.

En el futuro también habrá un espacio de justicia, libertad y derechos, pero desde luego también se trata de un planteamiento paso a paso. Muchos oradores se han referido a una política en materia de visados. Puedo asegurarles que, como Comisión, hemos estado muy abiertos a la misma. Pero ustedes saben muy bien que ésa es una competencia de los Estados miembros, así que si hablan de tasas para los visados, saben que existe la posibilidad de que los Estados miembros concedan, en principio, libertad para los mismos, igual que existe la posibilidad de que los Estados miembros propongan que desean continuar con la expedición de visados. Pero evidentemente no es una competencia de la Comisión. He querido mencionarlo porque siempre se hace referencia a la Comisión en temas en que ha realizado alguna tentativa, pero no ha avanzado debido a los hechos reales.

Paso a hablar de la energía. Por supuesto, se trata de una región muy importante en cuestiones energéticas y se necesitan unas decisiones coordinadas entre muchas partes, tanto actores estatales como particulares, para las conducciones de larga distancia. Saben que la Comisión usa la cooperación regional del Cáucaso Meridional y del Mar Negro para facilitar las decisiones y para diversificar las fuentes y las rutas de suministro. Eso incluye contactos, por ejemplo, relativos al gasoducto trans Mar Caspio, Nabucco. Saben que ahora hay un coordinador, pero una vez más no es sólo una cuestión de la Comisión. Es un asunto de la Comisión y de los Estados miembros. Y una vez más, los Estados miembros ya han propuesto algunas ideas divergentes, que no siempre encajan dentro de nuestro planteamiento unificado.

Pienso que otro aspecto sumamente importante es el desarrollo de los puertos. Ocupa un lugar destacado en nuestra agenda dentro del contexto de nuestro programa Autopistas Marítimas. Así que eso también quedará reflejado en la fase siguiente del proyecto TRACECA.

Permítanme responder ahora al señor Beazley. Sí, efectivamente, también está el papel del diálogo intercultural a este respecto. Pero, por ejemplo, ayer estuve en Madrid, donde se puso en marcha la Alianza de las Civilizaciones, que ahora es un proyecto a escala global, dentro del marco de la Naciones Unidas. Ciertamente, uno de los aspectos locales y regionales será esta faceta, pero considero que deberíamos incluirlo en este nuevo marco global.

Luego, por otra parte, usted ha mencionado los intercambios de ONG. A este respecto, puedo decirle que el programa de cooperación transfronteriza del Mar Negro ya apoya el contacto entre las ONG. La Comisión está planeando algunas celebraciones de ONG durante este año referentes a la cooperación económica y la libertad de prensa, y estamos colaborando estrechamente en este entorno con el Foro del Mar Negro, una iniciativa de Rumanía.

Por último, creo que lo que el señor Beazley ha manifestado sobre los libros de historia es ciertamente un elemento interesante. Por cierto, para los muchos proyectos que se han mencionado se precisan fondos operativos. En consecuencia, hemos creado dentro de la política de vecindad el Fondo de Inversión en favor de la Política de Vecindad que, en principio, va dirigido al sur y al este. Pero dentro de la cooperación regional también existe la posibilidad de poner en marcha otros proyectos.

Creo que estos son los principales temas que quiero plantear a estas alturas, pero estoy segura de que podemos volver de nuevo sobre este asunto, tal vez después de que se hayan celebrado las reuniones. Y saben asimismo que estamos intentando, al menos como Comisión, dar respuesta a las cuestiones de cómo podemos contribuir a resolver los conflictos enquistados. Ése es, desde luego, un ámbito mucho más dificultoso, ya que todo el mundo es distinto, pero nosotros al menos estamos intentando, por medio de nuestros proyectos, ayudar y conseguir el entorno adecuado para promover su resolución. Esperamos, junto con los Estados miembros y el Consejo, llegar a una solución satisfactoria.

 
  
MPphoto
 
 

  Lydie Polfer, ponente. − (FR) Señora Presidenta, muy brevemente, quisiera dar las gracias a todos los colegas que han intervenido, así como a mis colaboradores. He observado con gran placer que existe una gran convergencia de puntos de vista sobre la necesidad de ahondar nuestras relaciones con los países del Cáucaso Meridional, compartir con ellos nuestra experiencia y acompañarlos en el camino de sus reformas, tanto políticas como económicas. Ante todo, quisiera dar las gracias a la señora Comisaria por su disponibilidad esta tarde, pero también por la disponibilidad que ha demostrado y nos ha comunicado para compartir con nosotros la información y el seguimiento de este asunto. Puedo asegurarle desde hoy que cuenta con nuestro interés, nuestra atención y nuestra amistad.

 
  
MPphoto
 
 

  Roberta Alma Anastase, ponente. − (RO) Yo también quiero dar las gracias a todos los oradores por sus significativas contribuciones en torno a los principales aspectos de la cooperación del Mar Negro. Estoy totalmente de acuerdo en que debe desarrollarse una política aparte, quizás incluso una estrategia, para la región del Mar Negro, y quiero subrayar una vez más su importancia.

Acojo con satisfacción la organización de una conferencia interministerial sobre la política del Mar Negro, y espero que uno de los resultados de esta conferencia sean medidas concretas firmes en todos los ámbitos de cooperación entre los países del Mar Negro y entre estos países y la Unión Europea.

No voy a detenerme en ninguna otra cuestión de momento; sin duda, el debate ha sido muy interesante, pero hay una idea principal que quiero reiterar: que esta sinergia y la política de cooperación en la región del Mar Negro no debe descartar nuevas perspectivas de adhesión.

El diálogo con las instituciones de la sociedad civil es muy importante, porque, de hecho, la realización de instituciones únicamente puede lograrse si los ciudadanos interesados quieren que se produzca un verdadero cambio.

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente . – El debate queda cerrado.

La votación tendrá lugar mañana jueves a las 12.00 horas.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
MPphoto
 
 

  András Gyürk (PPE-DE), por escrito. – (HU) El debate del informe sobre la sinergia del Mar Negro aclara con razón los ámbitos en los que el fortalecimiento del diálogo puede tener ventajas mutuas para la Unión Europea y los Estados de la región. Entre estas ventajas, la política energética desempeñará un papel primordial.

Profundizar sobre la cooperación entre los países del Mar Negro y la Unión podría conducir a valiosos avances en el ámbito de seguridad del abastecimiento comunitario. La construcción de gasoductos para reducir la enorme dependencia de Europa de la energía es inconcebible sin la cooperación activa de los Estados de la región. El desarrollo de un programa marco transparente y no discriminatorio para el transporte es crucial, no sólo para los Estados miembros de la Unión, sino también para el bienestar de los numerosos Estados de la región.

No podemos dejar de subrayar la importancia del gasoducto Nabucco, puesto que significaría una alternativa para Europa, tanto en cuanto a los recursos y socios como en relación con las rutas de transporte. A este respecto, es especialmente importante que los países correspondientes resistan el atractivo impulso de repartirse los beneficios a corto plazo. Puede que Nabucco no sólo sea un símbolo de la política energética común que está tomando forma, sino de la cooperación en el Mar Negro.

Al debatir este tema, merecería la pena que prestáramos atención al incremento de la actividad de Rusia en la región. La Unión Europea debe afirmar de manera inequívoca que considera inaceptables sus evidentes esfuerzos por monopolizar los recursos energéticos. Tal como la Comisión de Industria afirma en su opinión sobre el informe, el acceso a los recursos es un interés legítimo de la Comunidad. Los principios de la libre competencia deben prevalecer cuando la Unión prepare su política en torno a este asunto.

 
  
MPphoto
 
 

  Katrin Saks (PSE), por escrito. – (ET) El informe aborda la cuestión de manera regional, y aunque esta estrategia posee ventajas, no permite que las diferencias entre los países del Cáucaso Meridional salgan a la luz de manera suficiente. Insto a que las diferencias entre los países se señalen de manera más patente, porque de otro modo les estaríamos haciendo algo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros.

En segundo lugar, el texto del informe puede que dé la impresión de que Georgia es el país más problemático de la región; también he observado este fenómeno en debates en distintas comisiones parlamentarias y en grupos en los que los propios embajadores realizaban este tipo de afirmaciones. No obstante, a la luz de los recientes acontecimientos, lo anterior no es en absoluto cierto, y lo sabemos muy bien. Lamentablemente, la violencia de las manifestaciones de Tiflis ha recibido una atención mundial mucho mayor que las violaciones rutinarias de los derechos humanos, por ejemplo, en Azerbaiyán, sobre las que a menudo no se llama nuestra atención debido a los ingentes recursos energéticos que posee el país.

Al considerar la situación de la economía o los derechos humanos, el progreso de las instituciones democráticas y la libertad de los medios, la actuación de Georgia es la de un país que ha elegido claramente el camino de la democracia y está avanzando con más éxito que los demás. Y esto también merece un apoyo mayor por nuestra parte.

 
  
MPphoto
 
 

  Toomas Savi (ALDE), por escrito. – Como diputado al Parlamento Europeo por Estonia, me complace informarle que una quinta parte de los diputados parlamentarios estonios han participado en misiones de observaciones electorales en Georgia.

Según la misión de observadores electorales internacionales, las elecciones celebradas el 5 de enero fueron «en esencia, coherentes con la mayoría de las normas internacionales para las elecciones democráticas, pero se detectaron hechos notables que deben ser subsanados urgentemente».

Aunque se descubrieron y se denunciaron algunas irregularidades, constituye una gran irresponsabilidad promover nuevas fricciones en Georgia. Sobre todo poniendo en peligro la legitimidad de las elecciones a los ojos del pueblo de Georgia, sembrando la duda de que, en principio, las elecciones no se celebraron de manera libre y limpia.

Creo que los políticos en los países vecinos, e incluso en la UE, que han optado por mostrarse escépticos y extremadamente locuaces al tiempo, no han actuado a favor de un mayor desarrollo sostenible y la consolidación de la democracia en Georgia, cuya importancia resalta claramente este informe.

 
Aviso jurídico - Política de privacidad