Presidenta. – El punto siguiente es el debate de seis propuestas de resolución sobre Egipto(1).
Raül Romeva i Rueda, autor. − (ES) Señora Presidenta, quisiera empezar por decir que este Parlamento cometería un gravísimo error si sucumbiera ante las presiones de quienes prefieren que no hablemos de temas que pueden suscitar incomodidad en algunos países, especialmente, cuando se trata de denunciar violaciones de derechos humanos.
Hay países con los que tenemos ciertas relaciones privilegiadas, como es el caso de aquellos que se enmarcan en la Política Europea de Vecindad, con quienes debemos ser especialmente claros y recordarles también que los negocios no pueden ni deben ir nunca disociados del respeto de los derechos humanos, aquí y allí.
La situación en Egipto merecía una reflexión y las relaciones entre ese país y la Unión Europea obligan, además, a ello. Así pues, resulta más que legítimo denunciar, como hacemos en esta Resolución, la persecución de ciertas organizaciones no gubernamentales, especialmente de derechos humanos, que está teniendo lugar en Egipto en estos momentos, así como apoyar la campaña en favor de la libertad de asociación que varios movimientos sociales impulsan en ese país.
Paulo Casaca (PSE), autor. − (PT) Señora Presidenta, también yo debo señalar que desde luego no existen fronteras o santuarios donde los derechos humanos no deban ser una preocupación fundamental. Sin embargo, debemos tener presente que pudimos comprobar la buena voluntad del Ministro de Exteriores de Egipto, quien acudió expresamente al Parlamento Europeo, a la Comisión de Asuntos Exteriores, prestándose a responder a todas las preguntas sobre violaciones de los derechos humanos que le fueron planteadas. Yo estuve presente e hice estas preguntas, recibiendo del Ministro algunas respuestas.
Además de algunos aspectos negativos, esta propuesta de resolución contiene también determinados aspectos positivos que considero importante resaltar, como el compromiso de levantar el estado de emergencia este mismo año, concretamente durante los próximos meses, y la cooperación en la lucha para prevenir el contrabando de armas en Gaza. Sin embargo, en mi opinión el punto fundamental es que deberíamos aprovechar la buena voluntad de las autoridades egipcias para pedirles que rectifiquen algunas vulneraciones graves. Debo resaltar a este respecto que sigue en prisión el excandidato a la presidencia de la República de Egipto. Reitero mi petición de que se ponga término a esta situación, lo cual sería consecuente con los principios fundamentales de un país defensor de los derechos humanos, que Egipto ha favorecido repetidamente y con los cuales se ha comprometido.
Erik Meijer (GUE/NGL), autor. – (NL) Señora Presidenta, Egipto carece de tradición democrática. Los jóvenes militares Nasser y Naguib, al derribar el funesto régimen del rey Faruk hace más de 50 años, trajeron consigo esperanzas de cambio y de progreso. Nasser infundió en su pueblo orgullo e inspiración para el futuro; con él dejaría de ser un país retrasado y humillado. Su sucesor Sadat les dio esperanzas de una paz duradera con la vecina Israel, después de una serie de terribles guerras.
El señor Mubarak, el actual Presidente, no les ofrece ninguna esperanza. Se ha convertido en símbolo del estancamiento. Su único mérito ha sido crear estabilidad a base de mano dura, para poder ser visto en el extranjero como una aliado contra el terrorismo y contra el fundamentalismo islamista. Sin embargo, no ofrece nada en términos de progreso y democratización. La oposición se tolera de forma selectiva, sin la libertad de acción que es normal en una democracia parlamentaria. En consecuencia, está cultivando un terreno abonado para el conflicto interno, tanto con los fundamentalistas como con los demócratas.
También va en aumento la intolerancia frente a las minorías religiosas, incluyendo la gran minoría de los cristianos coptos, presentes en Egipto desde hace siglos. No es posible construir la estabilidad a largo plazo sobre esta base, sin solucionar los problemas, sólo enmascarándolos con la violencia. Por lo tanto, existen buenas razones para aprobar esta resolución crítica.
El sabotaje de las organizaciones no gubernamentales, la intimidación de los opositores, la discriminación contra las minorías, las detenciones y torturas y todas las restantes infracciones registradas nos hacen temer lo peor respecto a lo que vendrá después del régimen de Mubarak. En muchos sentidos, Egipto parece haber vuelto al atraso del reinado del rey Faruk, hace 60 años. Las relaciones de Europa con Egipto deberían contribuir a poner fin a esta situación, en la medida de lo posible.
Ewa Tomaszewska, autora. − (PL) Señora Presidente, el deterioro progresivo de la situación relativa al respeto de los derechos humanos en Egipto es causa de una creciente inquietud.
Las enmiendas constitucionales han facilitado las violaciones de los derechos humanos. Con el pretexto de la necesidad de protegerse contra los ataques terroristas y en relación con el supuesto problema del contrabando de armas hacia la Franja de Gaza, los servicios secretos han recibido poderes adicionales. A estos últimos les resulta más fácil ahora eludir la responsabilidad por el empleo de la tortura. Se recurre cada vez con mayor frecuencia a la represión por motivo de las creencias religiosas, a las detenciones y a los encarcelamientos prolongados sin un juicio adecuado.
Organizaciones como Amnistía Internacional, que vigilan el respeto de los derechos humanos, han llamado la atención sobre la indiferencia de la comunidad internacional ante la situación. Pido a la Comisión Europea que estudie métodos eficaces para ejercer presión sobre las autoridades egipcias, con el fin de detener este proceso.
Jana Hybášková (PPE-DE) , autora. – (CS) Señora Comisaria, Señorías, Egipto es sin duda el más notable de todos los países árabes. Es cuna de una antigua civilización y el más importante de los Estados árabes. No hay nadie en la Unión Europea o en este Parlamento que ponga en duda que Egipto es no sólo un socio principal de la Unión Europea, sino además un socio dinámico, preparado y fuerte. Éstos son los motivos por los que consideramos que el diálogo con este país es muy importante y significativo. La próxima semana se inician las nuevas negociaciones para un plan de acción entre la Unión Europea y la República Árabe de Egipto. Es algo positivo que nuestro Parlamento haya manifestado de forma unánime y clara su apoyo a estas negociaciones, convirtiéndose con ello en un interlocutor en la política internacional. Hemos dicho claramente que un país que permita intromisiones graves en la independencia de una antigua institución democrática, es decir, en los tribunales, que consienta la tortura en las cárceles y el asesinato de inmigrantes, que vulnere la libertad de expresión, bloquee Internet y someta a diputados, como el sobrino del Presidente Sadat, a un consejo de guerra, no puede ser socio de la Unión Europea. Egipto es un aliado clave para combatir al terrorismo, y debe seguir siéndolo, especialmente en nuestra lucha contra las causas del terrorismo y del radicalismo islámico. Precisamente por esta razón, Egipto no puede actuar como lo ha hecho al prohibir la inscripción de organizaciones no gubernamentales, no puede suprimir la libertad de expresión y debe defender especialmente la larga tradición de Estado de Derecho que existe en Egipto. Creemos que Egipto puede tener éxito en esta tarea y creemos, en particular, que nuestra resolución ayudará a la Comisión Europea a formular un plan de acción de alta calidad con Egipto. Gracias por su apoyo.
Bernd Posselt, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, soy una de las pocas personas aquí, en esta Cámara, que estuvo presente cuando el Presidente Sadat pronunció su famoso discurso ante el Parlamento Europeo. Dicho discurso podría ser adoptado como documento programático para el Año del Diálogo Intercultural que acaba de empezar. Fue uno de los mejores discursos que se han pronunciado nunca en esta Cámara.
Durante los años siguientes, también el Presidente Mubarak ha sido un socio importante y digno de confianza para la Unión Europea, y esto es así a pesar de los muchos defectos y errores que hemos podido observar en Egipto. Por lo tanto, simplemente no consigo entender el discurso del Presidente del Parlamento Egipcio como reacción a esta propuesta. Decimos solamente, de manera razonable y maderada, que consideramos a Egipto uno de nuestros socios principales en la región mediterránea, pero criticamos una serie de puntos específicos, basados en hechos categóricos, y afirmamos que deberán cambiar algunas cosas a medida que Egipto avance hacia la democracia y el Estado de Derecho.
Se trata de un compromiso con nuestros propios ciudadanos y con el pueblo egipcio. Creo desde luego que la ruptura de relaciones con la que se amenaza ahora sería un gesto equivocado. Debemos continuar hablando entre nosotros, y por este motivo apoyo esta propuesta de resolución, que ha sido formulada en un lenguaje razonable, y pido a los egipcios que no lo vean como una ruptura del diálogo, sino como una señal clara para el inicio de un diálogo más intenso: es esto lo que estamos tratando de conseguir en relación con Egipto mediante esta propuesta.
Bogusław Sonik (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, me gustaría referirme a dos asuntos relacionados con nuestro debate de hoy sobre Egipto, y estoy seguro de que uno de ellos ya ha sido planteado en esta Cámara.
Aunque considero que es preciso mantener y desarrollar nuestras relaciones con Egipto, y que Egipto debe llegar a ser efectivamente nuestro socio principal en esta parte del mundo, quisiera señalar que los cristianos coptos son ciudadanos de segunda clase en ese país. Esto se refiere tanto a los que practican el rito ortodoxo como a los que siguen el rito católico, y debe ser tenido en cuenta en los contactos con Egipto. Por otro lado, como ya he dicho en repetidas ocasiones, deberíamos estudiar la situación de las minorías religiosas en esta parte del mundo y elaborar un informe sobre la materia.
En segundo lugar, no es posible hablar de una paz permanente, de democracia y de respeto de los derechos humanos en esa región mientras no se encuentre una solución al conflicto entre Israel y Palestina en el Oriente Próximo. Es ahí donde reside la raíz de toda la violencia, terrorismo y fanatismo que amenazan a Europa.
Marcin Libicki (UEN). – (PL) autor. – (PL) Señora Presidenta, desearía expresar una cierta satisfacción por el hecho de que al debatir hoy el caso de Egipto no tengamos que referirnos a crímenes continuados. Por lo general, durante los debates sobre derechos humanos de los jueves por la tarde, cuando hago uso de la palabra generalmente estamos hablando de casos extremadamente graves y peligrosos. Suele tratarse de casos de infracciones de los derechos humanos, asesinatos y violaciones. Hoy, sin embargo, podemos experimentar una cierta satisfacción porque, en comparación con tantos otros casos, nos estamos ocupando de Egipto en una fase en la que aún no se han cometido crímenes, aunque han existido vulneraciones de las libertades fundamentales. Cabe la posibilidad de que esta oportuna intervención sea por lo tanto más eficaz, y evite consecuencias de mayor gravedad. La pauta habitual suele consistir en una primera fase de restricciones a los medios de comunicación —nos estamos refiriendo con ello a la detención de periodistas— y en limitaciones a la libertad de asociación. También nos referimos a los sindicatos, y a la persecución de las minorías religiosas. La fase siguiente es la realización de acciones criminales. Afortunadamente, en nuestro caso no se ha llegado aún a esta fase.
Meglena Kuneva, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, la Comisión está prestando especial atención a la situación de los derechos humanos y democráticos en Egipto, que es uno de nuestros socios en la Política Europea de Vecindad. En colaboración con los Estados miembros y a través de nuestra delegación de El Cairo, estamos siguiendo de cerca los acontecimientos. Mantenemos contacto frecuente con las ONG locales e internacionales que tratan asuntos de derechos humanos y democracia
La Comisión comparte su preocupación por el aparente deterioro de la situación de los derechos humanos en Egipto, por el número de casos denunciados de violación de derechos humanos, concretamente en relación con la libertad de expresión, con la tortura y el maltrato, así como el respeto a las minorías religiosas.
Hemos pedido una mayor reforma política, y el respeto de los derechos humanos es fundamental en la colaboración de la UE con Egipto. Por tanto, la Comisión está haciendo uso de todos los medios de los que dispone para que las autoridades egipcias avancen en este ámbito.
Como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Egipto se ha comprometido a defender «las normas más estrictas sobre la promoción y protección de los derechos humanos». La UE plantea constantemente la importancia del respeto a los derechos humanos —especialmente con arreglo al artículo 2 del Acuerdo de Asociación— en sus contactos bilaterales con Egipto, incluidos los mantenidos a los más altos niveles.
Con la adopción del plan de acción conjunto UE-Egipto, en el marco de la Política Europea de Vecindad en marzo de 2007, disponemos ahora de otra herramienta política para el fomento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en Egipto, con arreglo a lo que entendemos deben ser valores compartidos. El plan de acción hace posible el desarrollo de un diálogo formal y regular sobre derechos humanos y democracia en el contexto del Subcomité Egipto-UE de asuntos políticos, derechos humanos y democracia, cuestiones internacionales y regionales. Dicho Subcomité tiene por objeto facilitar el diálogo dentro de un contexto de entendimiento mutuo y respeto a las posturas de ambas partes, en todos los aspectos de los derechos humanos y la democracia, en cuestiones internacionales y regionales, de manera integral y no exclusiva. Se reunirá por primera vez la próxima semana —los días 23 y 24 de enero de 2007— en El Cairo, y será una manera constructiva para que Egipto demuestre su compromiso con los valores compartidos.
La Comisión cree firmemente que el diálogo con Egipto en el marco de los acuerdos políticos establecidos en el Acuerdo de Asociación y en el plan de acción de la PEV, es la manera más efectiva de transmitir al Gobierno egipcio las preocupaciones de la UE relativas al respeto a los derechos humanos y el Derecho internacional.
La Comisión mantendrá su compromiso a contribuir con el proceso de reforma de Egipto a través de asistencia financiera y técnica, y el apoyo a la reforma política, a los derechos humanos y a la democracia sigue siendo una prioridad en el Programa indicativo nacional 2007-2010, y también en el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos.
Estoy segura de que el Parlamento Europeo apoyará firmemente estos esfuerzos.