Presidenta . − Pasamos al turno de preguntas (B6-0013/2008).
Lo siento por los colegas que han tenido que esperar a que comience este punto; es evidente que tendremos que estudiar por qué hemos empezado hoy tan tarde.
Marian Harkin (ALDE). − Señora Presidenta, por una cuestión reglamentaria, en la página Web Preguntas Orales del sitio del Parlamento, mi pregunta era la número 3 de la lista. La pregunta iba dirigida al Comisario Mandelson, porque su título indicaba claramente «negociaciones de la OMC» y el señor Mandelson interviene en ellas en nuestro nombre. Sin embargo, ahora veo que mi pregunta se ha colocado en la sección 3, lo que significa que el Comisario Mandelson no responderá a ella oralmente. Me pregunto si no está negándose a rendir cuentas a la Cámara sobre las negociaciones de la OMC.
¿Qué sentido tiene presentar una pregunta a un comisario que está presente ese día si éste se niega a responderla?
Presidenta . − Es la Comisión la que decide quién contesta a qué preguntas.
Marian Harkin (ALDE). − Señora Presidenta, he ahí el problema, porque la pregunta sobre las negociaciones de la OMC iba claramente dirigida al Comisario Mandelson. Es el Comisario que ha intervenido en esas negociaciones, está hoy presente y, además, se niega a responder a la pregunta.
Presidenta. − Señora Harkin, tomamos nota de su observación y haremos lo que esté en nuestras manos.
Las siguientes preguntas van dirigidas a la Comisión.
I Parte
Presidenta. − Pregunta nº 32 formulada por Stavros Arnaoutakis (H-0075/08).
Asunto: Repercusiones negativas de la crisis crediticia internacional en el sector del comercio
La actual crisis financiera internacional que ha conducido a la economía de los Estados Unidos a la recesión desacelera el ritmo de desarrollo a escala mundial. Las repercusiones en la economía y el comercio europeos son importantes. Las empresas griegas, como otras empresas europeas, ya empiezan a reconocer importantes presiones debido al ritmo del crecimiento de las importaciones de países no comunitarios, cuyos productos, más baratos, no dejan de ganar terreno en el mercado. Además, se prevé una reducción de las exportaciones europeas a lo largo del año.
¿Qué medidas piensa tomar la Comisión para apoyar de forma sustancial a las empresas europeas para que superen esta crisis y sean comercialmente más competitivas a escala internacional? ¿Qué sectores comerciales y qué productos europeos considera más frágiles? ¿Cuáles merecen una protección prioritaria, y cómo podría hacerse?
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) Señora Presidenta, en respuesta a la pregunta del señor Arnaoutakis, debo decir primero que la economía mundial está en un proceso de desaceleración, se está enfriando, por hablar en términos climatológicos.
Las turbulencias financieras continúan; la economía de los Estados Unidos está en un proceso de acusada desaceleración —algunos opinan que está ya en el borde de la recesión—; los precios de las materias primas, el petróleo y otras materias primas, aumentan; y todo ello produce un impacto negativo sobre el crecimiento, aunque el crecimiento de la economía mundial sigue siendo apreciable.
La economía europea está sorteando estas dificultades relativamente bien. En nuestras recientes previsiones, presentadas el 21 de febrero, hemos hablado de un crecimiento para la Unión Europea este año del 2 %, —un 1,8 % para la zona euro—. Por lo tanto, hay un impacto sobre la economía europea, pero conviene no exagerar la dimensión de ese impacto.
En cuanto al comercio exterior, las últimas cifras publicadas por Eurostat revelan que, para 2007, la primera estimación habla de un déficit comercial en la Unión Europea de 27 de 185 000 millones de euros —un déficit comercial apreciable, pero, en todo caso, menor que el de muchos del resto de las zonas de países industrializados—, y la zona euro tiene un excedente comercial de 28 300 millones de euros.
Por lo tanto, en una economía global caracterizada por grandes desequilibrios, nuestro sector exterior está equilibrado en general. Y no sólo nuestro sector exterior, nuestras cuentas públicas también lo están básicamente.
Tercer punto: la mejor manera de hacer frente a la crisis de la economía mundial es mantener las reformas estructurales y las políticas macroeconómicas que nos han permitido sanear nuestras cuentas públicas, mejorar la estabilidad de nuestras economías, mejorar nuestra capacidad de crecimiento y hacer frente, en mejores condiciones que en ocasiones anteriores, a las turbulencias financieras.
En cuarto lugar, hay problemas concretos a los que hacer frente como consecuencia de estas turbulencias. Nos hemos referido a ellos en el debate anterior: no voy a repetirlas. Pero sí les recuerdo al señor diputado y a la Cámara que hay esas hojas de ruta, aprobadas por el Consejo Ecofin en octubre, que fijan la manera de reaccionar ante estas turbulencias financieras.
Y, en quinto lugar, debo recordar también al señor diputado y al Parlamento que en octubre de 2006 aprobamos una estrategia para la acción económica exterior de la Unión Europea, el programa «Europa Global» (Global Europe), donde se fija una nueva política comercial europea para mejorar nuestra competitividad de cara al exterior, con estrategias relacionadas con el acceso a los mercados, la protección de los derechos de propiedad intelectual, una contratación pública abierta en el extranjero, instrumentos de defensa del comercio, una política de acuerdos no sólo multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio, sino también una nueva generación de acuerdos comerciales bilaterales que complementen ese esfuerzo de avanzar en la negociación multilateral en la Ronda de Doha.
Para acabar esta respuesta, recordar que los hechos demuestran, y en particular para las economías europeas, que la integración de los mercados, que la globalización, que la liberalización comercial son beneficiosas para nuestras economías y comportan muchos más beneficios que inconvenientes o dificultades. La mundialización y, en el ámbito europeo, el mercado único son herramientas esenciales para que podamos mejorar nuestra competitividad y —como sabemos muy bien los europeos probablemente mejor que nadie en el mundo— el proteccionismo no es la solución.
Stavros Arnaoutakis (PSE). — (EL) Señora Presidenta, Comisario, me gustaría preguntarle si la Comisión ha realizado alguna evaluación de cómo esta crisis crediticia internacional afectará a sectores como el turismo y la navegación, que, en el caso de mi país, Grecia, representan un 21 % del PIB. ¿Qué medidas tiene intención de adoptar la Comisión?
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) No, no puedo darle cálculos tan particularizados ni tan detallados como me pide su Señoría. Es muy posible que las autoridades griegas hayan hecho esas estimaciones. Nosotros hemos estimado en nuestras previsiones actualizadas del mes de febrero el impacto de las turbulencias financieras y del entorno internacional económicamente más difícil en las economías europeas y hemos estimado que va a haber algo menos crecimiento, cinco décimas menos de crecimiento en la Unión Europea, cuatro décimas menos de crecimiento en la zona euro, con respecto a las previsiones que habíamos presentado en noviembre del año 2007. Y también medio punto más de inflación como consecuencia básicamente del shock del aumento de los precios del petróleo, de las materias primas y, muy en particular, de las materias primas alimenticias.
Hasta ahora, el impacto sobre las exportaciones es muy reducido, por no decir que no se aprecia hasta ahora, pero como estamos diciendo en repetidas ocasiones, sobre todo en estos últimos días en que los mercados de cambios manifiestan una gran volatilidad, tenemos la sensación de que la evolución, la volatilidad de los tipos de cambio en lo que nos afecta como europeos está llegando a unos límites que nos causan gran preocupación y debemos recordar a todos los demás agentes en la economía global que la excesiva volatilidad en los mercados de cambios es indeseable porque provoca consecuencias negativas en términos de crecimiento, de actividad económica, para todos.
Danutė Budreikaitė (ALDE). — (LT) Las empresas acusan las repercusiones no sólo de las crisis internacionales, sino también, como se acaba de mencionar, de los tipos de cambio. Un país con una moneda fuerte puede luchar por los intereses de competencia en los mercados internacionales. En la actualidad, el euro es tan fuerte que las empresas han empezado a quejarse de que las exportaciones ya no son rentables.
¿Puede adoptarse alguna medida para paliar este problema? A veces los países intentan devaluar su moneda para obtener beneficios de las ventas en el extranjero.
Joaquín Almunia, Miembro de la Comisión. − (ES) Como sabe su Señoría, los mercados de cambio, en la inmensa mayoría de los países, y muy en particular entre las economías industrializadas más avanzadas, son mercados regidos por unos tipos de cambio flexibles. Es la ley de la oferta y la demanda la que fija en cada momento los tipos de cambio.
Lo que hay que desear es que todos los actores, todos los agentes en la economía global y, en particular, en los mercados de cambio, se atengan a las orientaciones que hemos acordado en el marco del G7, en el marco del Fondo Monetario Internacional, en las consultas multilaterales, que tuvieron lugar hace ahora un año, para tratar de afrontar los desequilibrios globales de la economía. Y una de las conclusiones de esas consultas multilaterales tenía que ver con la necesidad de dejar libremente que los mercados de cambio reflejen los fundamentos de cada economía, y es la mejor manera de que esos tipos de cambio no perjudiquen colectivamente a los actores, a los participantes en los mercados internacionales.
Hasta ahora, para la zona euro, si nos fijamos en las cifras que ha publicado Eurostat correspondientes al año 2007 —las primera cifras de Eurostat del año 2007, publicadas el pasado 15 de febrero—, a lo largo del año pasado las exportaciones de los países de la zona euro —entonces trece países— crecieron un 8 % el año anterior, mientras que las importaciones crecieron un 6 %. Pero es verdad, a la vez, que la evolución de los tipos de cambio nos preocupa; y, en particular, nos preocupa la evolución de las últimas semanas.
Y eso ha sido dicho a raíz de la última reunión del Eurogrupo, la semana pasada, tanto por el Presidente del Eurogrupo, el Presidente del Banco Central Europeo y yo mismo como Comisario de Asuntos Económicos.
Y tomamos buena nota de la voluntad, por un lado, de las autoridades estadounidenses, que siguen repitiendo públicamente que están interesados en mantener una moneda fuerte. Tomamos buena nota de los anuncios, de las declaraciones de intención de las autoridades de países como China y otras economías emergentes asiáticas, que dicen que son conscientes de la necesidad de ir introduciendo cada vez más flexibilidad en la gestión de esos tipos de cambio.
Presidenta. − Mientras que cambiamos al Comisario Figel’ para la próxima pregunta, aprovecho para retomar la cuestión de orden planteada con anterioridad por la señora Harbin. He ordenado que se realizaran algunas averiguaciones y mi primera observación es que estamos en el turno de preguntas a la Comisión en general y no a un Comisario en particular.
La Comisión ha estudiado el punto que usted planteó y ha consultado a la DG Comercio y a la DG Agricultura, y, a su juicio, me temo que su pregunta es competencia de la Comisaria Fischer Boel. No puedo entrar en debate, pero le transmito la información para que conozca los motivos.
Presidenta. − Pregunta nº 33 formulada por Manolis Mavrommatis (H-0086/08).
Asunto: Descargas legales de música en Internet
El 28 de enero de 2008 se firmó un acuerdo entre las tres empresas discográficas más importantes (EMI, Universal Music y Warner Music) para la colocación de 25 millones de títulos en la página Qtrax, desde la que los usuarios los podrán descargar gratuitamente. Mientras la descarga está en marcha, los usuarios están obligados a ver la publicidad que aparece en la página. Este sitio Web es accesible a los habitantes de Europa y los Estados Unidos, y se calcula que sus creadores no tardarán en rentabilizar su inversión.
Teniendo en cuenta que en la UE no existe un marco jurídico relativo a los servicios musicales en línea, ya que la Comisión, tras su reciente recomendación, no está dispuesta a proponer un marco jurídico obligatorio y que este acuerdo se ha producido sobre todo para proteger los derechos y los beneficios de las empresas discográficas víctimas de las descargas ilegales, ¿de qué forma se protegen los derechos de los autores a través de este acuerdo.
Teniendo en cuenta que este sitio Web se dirige también a los ciudadanos europeos, ¿piensa la Comisión que afectará a la competencia en el ámbito de los servicios musicales, ya que este acuerdo afecta sólo a tres empresas discográficas que ofrecen gratuitamente sus títulos musicales en Internet y que recogen los beneficios de la publicidad de esta página?
Ján Figeľ, Miembro de la Comisión. − Estoy convencido de que el señor Mavrommatis recuerda que Qtrax anunció recientemente un nuevo acuerdo con algunos sellos discográficos importantes para ofrecer el primer servicio legal gratuito P2P mantenido con publicidad en su sitio Web. Esto ocurrió en la Conferencia del MIDEM, celebrada en enero en Cannes.
Sin embargo, parece que no hay ningún acuerdo que permita descargas gratuitas de sus catálogos de música. De hecho, en respuesta al anuncio de Qtrax, las cuatro compañías discográficas importantes han declarado públicamente que aún no se ha concluido ningún acuerdo, aunque las negociaciones están en curso. En este momento, todavía hay dudas con respecto a cuántos acuerdos firmará finalmente Qtrax con los sellos discográficos importantes y al contenido y alcance de los mismos.
Por consiguiente, es demasiado pronto para realizar valoraciones del impacto en la competencia de la industria de la música en línea. A pesar de ello, está claro que no sólo los sellos discográficos tendrán que autorizar dicho servicio, sino que los autores que escribieron y compusieron la música, evidentemente, tendrán también que formar parte del acuerdo.
Manolis Mavrommatis (PPE-DE). — (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, como he declarado en mi pregunta, hay tres empresas que obtienen beneficio. Le pregunto de nuevo, señor Comisario: ¿se verán obligadas otras empresas sin protección a cerrar, dejando desprotegidos los derechos de miles de artistas, justo cuando los servicios de música en línea están constantemente ganando fuerza? ¿O he de creer al señor McCreevy, que nos dijo que se presentaría una directiva al respecto ante el Parlamento Europeo en 2010?
Ján Figeľ, Miembro de la Comisión. − En primer lugar, me gustaría asegurarle de nuevo que la política sobre competencia de la Unión y esta Comisión constituyen un proceso continuo. Verificamos y probamos, y, en caso necesario, actuamos o reaccionamos.
En segundo lugar, he de decir que esta adaptación gradual comprende la adecuación de normas o marcos importantes para los contenidos de Internet o de normas transfronterizas para la provisión de servicios, incluidos ahora los derechos de autor o incluso las condiciones de protección. Algunos de ellos se adaptarán probablemente este año. Desde el otoño pasado se han puesto sobre la mesa algunas propuestas. Por lo tanto, considero que representa un proceso importante, en el que estamos trabajando juntos, tiene debidamente en cuenta un impacto o contexto cultural y se protege y fomenta la diversidad cultural.
No estamos diciendo lo que las compañías deberían hacer por lo que se refiere al comportamiento de otros, pero es importante que se preserven y promuevan la transparencia y las condiciones favorables para la creatividad y la expansión de la cultura. En mi opinión, ésta es nuestra causa y preocupación comunes. Estoy seguro de que es lo que ocurre en la Comisión de Cultura y Educación, de la que usted es vicepresidente, señor Mavrommatis.
Josu Ortuondo Larrea (ALDE). – (ES) Señor Comisario, supongo que usted sabrá que existe en algunos Estados un método para pagar los derechos de autor que consiste en establecer un canon, que deben pagar todos aquellos que compren aparatos grabadores, reproductores, que compren CD o que compren DVD. Yo le querría preguntar si a usted le parece que este método es aceptable, cuando hay muchísima gente que compra esos aparatos y que compra esos DVD y no los utilizan ni para descargarse música ni para reproducir ninguna cuestión que afecte a derechos de autor. Y a mí me parece que es un método que está castigando precisamente a los ciudadanos honestos. Yo quisiera conocer su opinión al respecto.
Ján Figeľ, Miembro de la Comisión. − Es cierto que en algunos países estos impuestos sobre los derechos de propiedad intelectual son realmente muy elevados o que las diferencias son sorprendentes.
Éste es uno de los temas que estamos abordando. Lo hicimos el año pasado y estoy seguro de que la Comisión retomará dichos asuntos. Mi colega, el Comisario McCreevy, es responsable de este expediente, y yo lo trato en relación con otros ámbitos en los que los derechos de propiedad intelectual, las condiciones de protección o los derechos de autor se mencionan o se ven afectados.
Por consiguiente, conozco los asuntos, pero, gracias por el mensaje, que repiten algunos países e industrias. Estoy convencido de que formará parte de revisiones en un futuro próximo.
Presidenta. − Pregunta nº 34 formulada por Avril Doyle (H-0090/08)
Asunto: ¿Aranceles aduaneros basados en el carbono sobre las importaciones?
El 23 de enero de 2008, la Comisión presentó un amplio paquete de propuestas (COM(2008)0016) para responder a los ambiciosos compromisos de la Unión Europea en materia de lucha contra el cambio climático y de fomento de las energías renovables hasta 2020 y después.
Uno de los elementos centrales de esa estrategia es el refuerzo y la expansión del régimen de comercio de derechos de emisión, la herramienta clave de la UE para reducir las emisiones de manera rentable. Las emisiones de los sectores cubiertos por el sistema se reducirán en un 21 % para 2020, en comparación con los niveles de 2005. Se establecerá un único límite máximo a escala de la UE para las emisiones cubiertas por el régimen de comercio de derechos de emisión y la asignación libre de permisos de emisión se sustituirá progresivamente por la subasta de permisos hasta 2020.
Cualquier acuerdo internacional que asegure que los competidores de otras partes del mundo soportan un coste comparable haría que el riesgo de que se produjeran fugas de carbono resultara insignificante. Sin embargo, todavía no se dispone de tal acuerdo.
A la luz de lo anterior, ¿puede la Comisión explicar por qué quedaron excluidos del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE los aranceles aduaneros basados en el carbono sobre las importaciones en la UE?
En segundo lugar, ¿puede la Comisión indicar además el grado de apoyo con el que cuenta en el seno del Colegio de Comisarios la cuestión de los aranceles aduaneros basados en el carbono sobre los productos de países que no disponen de ninguna legislación en materia de reducción del CO2?
¿Tiene la OMC una opinión sobre esta cuestión?
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señora Presidenta, para la Comisión es una prioridad máxima concluir un acuerdo internacional de gran alcance sobre el cambio climático que cubra el periodo a partir de 2012. La Conferencia de Bali representó un paso significativo en los esfuerzos por hacer frente al cambio climático a escala mundial. Todas las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, incluidos los Estados Unidos, China y la India, acordaron emprender las negociaciones formales.
Lo que ahora necesitamos —porque es una prioridad clave para la UE y, en particular, para la Comisión— es un acuerdo para finales de 2009 sobre un futuro marco jurídico internacional relativo al clima. Este marco ha de ser de aplicación general, debe garantizar que todas las partes participen activamente y debe ser eficaz. Para conseguir el resultado deseado —como hemos dicho, un acuerdo internacional—, la UE debe seguir desempeñando un papel de liderazgo, como efectivamente hizo hasta y, por supuesto, durante la Conferencia de Bali.
Éste es precisamente el significado del paquete de propuestas sobre el clima y las fuentes renovables de energía, que presentó la Comisión el 23 de enero. La UE debe mantener su papel de liderazgo y mostrar una clara determinación para actuar.
El régimen de comercio de derechos de emisión es nuestro medio básico para canalizar las inversiones hacia tecnologías más ecológicas. El sistema garantiza que los objetivos con respecto a los gases de efecto invernadero fijados por la UE puedan alcanzarse al menor precio posible.
La propuesta de la UE de una Directiva revisada sobre el régimen de comercio de emisiones prevé subastas, como método principal para distribuir los permisos de emisión. Las subastas no sólo proporcionan incentivos a las inversiones en tecnologías que produzcan bajas emisiones de carbono, sino que también evitan las consecuencias indeseables de la asignación injusta y los beneficios injustificados. Por esta razón, la Comisión propone que, desde el principio del tercer periodo de comercio, los permisos ya no se asignen gratuitamente a las compañías energéticas, y, en el sector industrial, la asignación libre se reduzca progresivamente con el objetivo de abolición completa en 2020.
Algunos sectores o industrias que utilizan grandes cantidades de energía operan en un mercado internacional ferozmente competitivo. Como resultado, no pueden transmitir los costes al consumidor sin peligro de perder una gran parte de mercado. Sin acuerdo internacional, corren el riesgo de deslocalizarse fuera de Europa y, en consecuencia, se incrementarán las emisiones de gas de efecto invernadero (fugas de carbono). Los sectores en los que haya riesgo de fuga de carbono han de ser especificados objetivamente. Por lo tanto, la Comisión propone que este asunto se examine minuciosamente y que para 2010 se confeccione una lista de los sectores o industrias vulnerables.
En junio de 2011 la Comisión evaluará la situación en estas industrias que utilizan grandes cantidades de energía. Basará su evaluación en el resultado de las negociaciones para el acuerdo internacional sobre el cambio climático o cualquier acuerdo sectorial que pueda haberse concluido. Sobre la base de dicha evaluación, la Comisión presentará un informe al Parlamento Europeo y el Consejo en 2011 y, si lo estima necesario, propondrá más medidas. Entre estas medidas se encontrará la asignación libre, de hasta un 100 %, de permisos de emisiones de gases de efecto invernadero a los sectores que utilizan grandes cantidades de energía. La propuesta de la Comisión incluye, como medida complementaria, el establecimiento de un mecanismo eficaz de equiparación o compensación de carbono. La finalidad es que las instalaciones industriales de la UE que corren un riesgo significativo de fuga de carbono estén en condiciones comparables de igualdad con respecto a las de terceros países. Con ese sistema de equiparación, podría crearse una disposición para imponer condiciones a los importadores comparables a las aplicadas a las instalaciones dentro de la UE, por ejemplo, la obligación de devolver permisos de emisiones de CO2.
Sea cual sea el método acordado y la acción emprendida, debe ser plenamente conforme con los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, En particular, el principio de capacidades y responsabilidades comunes pero diferenciadas en el caso especial de los países menos desarrollados. También ha de respetar las obligaciones internacionales de la UE, incluidas las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Para concluir, la Comisión Europea en su conjunto ha aprobado la propuesta sobre el clima y la energía; por tanto, todos sus miembros la respaldan.
Avril Doyle (PPE-DE). — Gracias, Comisario, por una respuesta tan substancial a mi pregunta, que, por cierto, presenté mucho antes de que supiera que tendría la responsabilidad de ejercer de ponente para la revisión de la situación del régimen de comercio de los derechos de emisión.
Mi pregunta sobre nuestra situación —y con «nuestra» me refiero al Colegio de Comisarios en esta fase— se refería concretamente a la posible introducción de la adaptación arancelaria del carbono, o de los derechos de emisión de carbono, en caso de que logremos un acuerdo internacional. Estoy en gran medida de acuerdo con usted en que necesitamos una situación de igualdad para la industria de la UE y la producción de terceros países en este ámbito.
Sólo quiero saber si la opción —y no estoy siendo proteccionista, ya que realmente respaldo el mundo globalizado en el que vivimos hoy— de una posible adaptación arancelaria del carbono aún se está contemplando. Porque considero que no debería desdeñarse. Por eso le pregunto si es esa la posición del Colegio de Comisarios al respecto, para señalar la seriedad con la que abordamos toda la necesidad de reducir las emisiones de CO2 y el conjunto del debate sobre el cambio climático. No necesitamos actuar con agresividad en este sentido, sino ser decididos.
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. − Estoy totalmente de acuerdo con usted y su posición es muy responsable. Me alegro mucho de que vaya a ser usted ponente para este importante instrumento legislativo.
Por supuesto que lo hemos debatido todo. Recuerdo que en Nairobi tuvimos un debate específicamente sobre esta cuestión. Lo hemos debatido en mis servicios, con otros servicios y con otros Comisarios, y hemos concluido que la posición sensata y equilibrada es incluir en la propuesta una disposición que tenga en cuenta los problemas que pueden encontrarse los sectores intensivos en energía en el caso de que no logremos un acuerdo internacional o de que éste no imponga límites de carbono a otros países tan ambiciosos como los de la Unión Europea. Hemos decidido que, de aquí a 2010, tenemos que identificar con criterios objetivos cuáles son esos sectores, y antes de junio de 2011 tenemos que evaluar la situación en el caso de que tengamos un acuerdo internacional o incluso acuerdos sectoriales internacionales. En consecuencia, espero y creo sinceramente que a finales de 2009 habremos alcanzado un acuerdo, con el que poder afrontar eficazmente los problemas asociados al cambio climático.
Pero si no logramos un acuerdo o éste no es suficientemente ambicioso, nuestra propuesta contiene disposiciones que nos permitirán evaluar la situación y, en consecuencia, conceder permisos de emisión correspondientes al 100 % de las asignaciones a estos sectores intensivos en energía; o nos permitirán incluir a los importadores en nuestro régimen de comercio de derechos de emisión y, por supuesto, imponerles la obligación de pagar por los permisos las mismas cantidades que pagarán los productores nacionales, para equiparar su situación. Puede incluso que haga falta una combinación de estas medidas.
Así pues, estamos dando a nuestras industrias las garantías necesarias de que nos ocuparemos de los problemas. Al mismo tiempo, estamos advirtiendo a otros países: más vale que acepten un acuerdo internacional. Por tanto, con esta posición tan equilibrada, estamos consiguiendo todos los objetivos, y espero que el Parlamento y el Consejo voten a favor y aprueben la legislación lo antes posible, a finales de este año o a principios de la próxima primavera.
Lambert van Nistelrooij (PPE-DE). – (NL) Celebro la posición de la Comisión y del Comisario, y el enfoque equilibrado. No obstante, hay otra cosa muy importante que me preocupa, y es que seguimos exportando tecnología antigua a los países en desarrollo que es ineficiente y que además genera emisiones. Quiero preguntarle al Comisario si podemos poner en práctica una política complementaria en este sentido y en la misma línea. ¿Podemos esperar alguna iniciativa de ese tipo a corto plazo?
Marian Harkin (ALDE). – En uno de los debates celebrados esta tarde sobre la PAC, hemos hablado de importaciones a la UE y hemos pedido a la Comisión que elabore, con carácter urgente, un plan para defender los intereses europeos no comerciales en las negociaciones de la OMC.
Ciertamente, la cuestión del cambio climático tiene que ocupar uno de los primeros lugares en nuestra lista de prioridades y los aranceles aduaneros basados en el carbono sobre las importaciones a la UE son, desde luego, importantes en este sentido.
Así que sólo quiero preguntar al Comisario, como ya hizo la señora Doyle en su primera pregunta, si la OMC tiene alguna opinión sobre esto y cuál es.
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. − Estoy totalmente de acuerdo en que no debemos exportar tecnologías contaminantes a otros países. En realidad, nuestra principal preocupación será no permitir la reubicación de sectores o industrias fuera de la Unión Europea, no sólo porque perderíamos puestos de trabajo y crearíamos problemas de empleo, sino porque tampoco queremos seguir produciendo emisiones y contaminando en países que no tienen las mismas restricciones que nosotros sobre el carbono.
Así que debemos tener mucho cuidado y prestar la máxima atención para no permitir que ocurra ese fenómeno. Por supuesto, cuando predicamos que la principal forma de que los países en desarrollo luchen contra el cambio climático es mejorando la eficiencia energética, debemos tener mucho cuidado en lo que exportamos a esos países.
En cuanto a la posición de la Organización Mundial del Comercio frente a los aranceles aduaneros basados en el carbono, no la conocemos, porque esa cuestión no se ha planteado, pero después del examen realizado en la Unión Europea, creo que no hay ningún problema, porque lo que hemos tratado de hacer con su inclusión en el régimen de comercio de derechos de emisión, que es algo diferente a los aranceles aduaneros, es equiparar la situación. Nosotros no favorecemos a nuestras industrias; las ponemos en la misma situación que otras industrias y sectores similares en países sin restricciones sobre el carbono.
Por cierto, en los Estados Unidos se está teniendo esta misma discusión, porque la Ley Liebermann-Warner para la introducción de un régimen de comercio de derechos de emisión en los Estados Unidos contiene una disposición parecida. Esta discusión ha tenido lugar también en los Estados Unidos, y allí se piensa que es compatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Parte dos
La Presidenta. − Pregunta nº 35 de Colm Burke (H-0092/08)
Asunto: Diálogo intercultural en la UE
La Comisión ha planificado muchos actos para este Año del diálogo intercultural en la Unión Europea. Hay que hacer un esfuerzo por implicar a los jóvenes en los actos de este año a fin de que se beneficien de la rica diversidad cultural de la Unión Europea.
¿Qué medidas concretas prevé la Comisión para hacer que los jóvenes participen en el Año europeo del diálogo intercultural?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − (SK) Gracias, señora Presidenta, y gracias también al señor Burke por su pregunta.
Quiero decir que el objetivo para este año, que es el Año Europeo del Diálogo Intercultural, es promover el diálogo entre culturas como un proceso a través del cual todos los que vivan en la Unión Europea puedan mejorar su capacidad de implicarse más intensamente y más abiertamente en sus vidas cotidianas con un entorno cultural complejo. La atención se centra sobre todo en concienciar especialmente a los jóvenes y en formarles en una ciudadanía europea activa que esté abierta al mundo, respete la diversidad cultural y se base en unos valores compartidos. En este contexto, la juventud y la educación son dos ámbitos fundamentales para el diálogo, junto con la migración, las minorías, el multilingüismo, el empleo, los medios de comunicación, la religión, el arte y la cultura.
La UE cofinancia siete proyectos emblemáticos a escala paneuropea, dirigidos principalmente a los jóvenes, para promover el diálogo cultural entre ellos por medio de proyectos artísticos conjuntos, conocimiento de la historia, proyectos de comunicación, campañas publicitarias, cultura urbana, intercambios entre zonas o comunidades desfavorecidas y diálogo sobre arte, inmigrantes, inmigración y temas similares.
Este año, la UE está también cofinanciando un proyecto para o en cada Estado miembro. Se sigue haciendo especial hincapié en la juventud y la educación. Asimismo, estamos en contacto permanente con el grupo que dirige la Plataforma de la Sociedad Civil para el Diálogo Intercultural, integrado, entre otros, por representantes del Foro Europeo de la Juventud y la EFIL, la Federación Europea de Aprendizaje Intercultural.
Para terminar, la campaña de concienciación sobre la importancia de este año y el diálogo cultural abarca actividades muy diversas dirigidas a los jóvenes y basadas en propuestas de asociaciones civiles e iniciativas de la UE. Toda la información pertinente está disponible en la dirección de Internet http://www.interculturaldialog2008EU" .
La campaña se basa especialmente en la comunicación para promover proyectos de colaboración y ayudar a que se conozcan proyectos y experiencias de alta calidad. Estoy convencido de que se reforzará el diálogo cultural, entendiéndolo más como un proceso que como un acto aislado.
Colm Burke (PPE-DE). – Muchas gracias, señor Comisario, por su detallada respuesta, y celebro los progresos a los que se ha referido. Sé que usted, como Comisario, y también la Comisión están trabajando mucho en este programa.
En relación con los 27 Gobiernos nacionales, ¿en qué programa les ha pedido usted que participen para apoyar el trabajo de la Comisión? En otras palabras, aunque está muy bien que hayamos puesto en marcha siete proyectos emblemáticos, ¿van a emprender también por su cuenta los Gobiernos nacionales un proyecto emblemático en sus respectivos países?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − Ya he dicho que esto es una causa común, una empresa común, y que hay muchas ideas buenas e iniciativas en marcha a escala europea y nacional, así como muchas otras a escala regional y municipal. Celebro que exista este gran interés, incluso a escala internacional, en buscar oportunidades y tratar de promover un enfoque intercultural, en lugar de comentarios y lamentos «multi-culti». Creo que eso es lo que necesitamos.
No pretendo leer en voz alta los proyectos; son una gran fuente de inspiración – sobre todo a escala comunitaria – porque han sido seleccionados de entre muchos otros proyectos europeos y son muy diferentes de los proyectos nacionales. De hecho, tenemos 28 proyectos, porque en Bélgica hay dos grandes comunidades y la consiguiente financiación.
Creemos que los Estados miembros que consigan implicar a los jóvenes, que estén realmente abiertos al futuro, serán probablemente los mejores ejemplos de cómo afrontar los retos de una vida en diversidad y de cómo promover también la unidad. Tenemos proyectos como Diversidad, dirigido por la Oficina Europea de la Música, que combina actividades muy populares: música, interpretación musical, audición musical, aprendizaje a través de la música y diálogo con la cultura urbana; la Fundación Internacional Yehudi Menuhin; Ton monde est le mien, que refleja la necesidad que tenemos de los demás para entendernos a nosotros mismos; A Unique Brussels, que es una red de institutos europeos de la cultura; o Alter Ego, una contribución de los jóvenes al diálogo intercultural, al entendimiento entre culturas y a la ciudadanía europea, por medio de proyectos artísticos conjuntos que les permiten salir de sus círculos sociales normales.
Otro proyecto es el de la Fundación Europea de la Cultura: Stranger. Se trata de una iniciativa de algunos jóvenes que buscaban un medio de expresión personal y que crearon una plataforma donde poder vincular su experiencia a un contexto europeo más amplio.
Por último, me parece muy importante que el Parlamento se implique lo más posible, a título individual o colectivo. Es muy frecuente – en actos organizados en Bruselas, por ejemplo – que se planteen temas diferentes relacionados con el diálogo intercultural. Nosotros, como Comisión, invitaremos a la Comisión de Cultura como órgano (eso significa también a sus miembros) a todos los actos en los que participemos o que ayudemos a organizar. Tendremos, por ejemplo, una Semana Europea de la Juventud en noviembre, a la que creo que deberían acudir ustedes. Algunos de los actos tendrían que organizarse en las instalaciones del Parlamento Europeo en Bruselas, con la participación de diputados y, por supuesto, de jóvenes de todos los países, también extracomunitarios.
Hay muchas ocasiones en las que uno tiene algo que decir y, sobre todo, en las que puede dar ejemplo y demostrar su compromiso. Creo que esta iniciativa no debe durar sólo un año. Tiene que ser un objetivo a largo plazo y un proceso en el que aprendamos, participemos y maduremos para conseguir que este siglo sea mejor que el siglo XX, un siglo de muchas divisiones, conflictos e ideologías opuestas a la dignidad humana. Por eso creo que es un buen momento para que aumenten su participación.
Avril Doyle (PPE-DE). – Me preguntaba si, en todo esto del diálogo intercultural y la participación de los jóvenes, la Comisión ha considerado el excelente trabajo que se está realizando en Irlanda del Norte en este ámbito en particular: en el norte, entre dos comunidades diferentes que han estado enfrentadas durante mucho tiempo, y sobre una base transfronteriza. Creo que de ahí se puede extraer alguna conclusión específica, y quiero preguntarle a la Comisión si ha considerado ese caso y, de no haberlo hecho, si podría hacerlo.
Marian Harkin (ALDE). – Voy a ser muy breve. Sólo quiero preguntar al Comisario si se ha propuesto alguna medida en el terreno del voluntariado.
Ésta es, seguramente, una oportunidad ideal para que personas con distintas trayectorias trabajen juntas por decisión propia en, por ejemplo, el ámbito del voluntariado juvenil, con programas orientados a conseguir que personas que normalmente no hacen voluntariado se impliquen más − porque a veces el voluntariado tiende a ser una actividad propia de blancos de clase media − y en el ámbito del voluntariado intergeneracional. ¿Se han adoptado medidas en estos terrenos para promover el diálogo intercultural?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, respecto a Irlanda del Norte, quiero felicitarles primero por el nuevo clima y por lo que yo describiría como unas expectativas muy positivas de reconciliación gradual y sincera y de compromiso con los valores compartidos. Tengo incluso previsto viajar allí, lo que puede ser la mejor respuesta. Creo que la mayor participación de estudiantes, maestros y profesores de Irlanda del Norte en intercambios europeos y la cooperación con el programa ERASMUS ayudará también a acercar a la comunidad europea ampliada a los ciudadanos. Por eso tengo previsto viajar a esa parte de la Unión Europea.
Segundo, en cuanto al voluntariado, se trata de un tema muy importante, porque es una expresión de solidaridad, humanidad y compañerismo. Por otra parte, es también un proceso informal de educación o aprendizaje. Lo necesitamos para promover el empleo, nuevas capacidades, nuevos conocimientos y destrezas sociales, y también para promover la ciudadanía y los valores que nos unen. Ahora estamos haciendo más que antes. Por ejemplo, en el nuevo programa, Juventud en Acción, disponemos de un volumen mucho mayor de fondos y se está dando mucha más importancia que antes al voluntariado europeo. Ahora está más abierto al compromiso internacional. Tenemos números mayores y creo que esa es una de las respuestas.
Este año queremos proponer una iniciativa relacionada con el voluntariado que consiga un mayor reconocimiento y mejores condiciones para el trabajo voluntario. Por supuesto, necesitamos que los Estados miembros se impliquen y me complace que Francia, en particular, esté dispuesta a tratar el tema del voluntariado y la juventud. Esta mañana me he reunido con el Ministro responsable de las políticas de salud, juventud y deporte y hemos establecido una serie de prioridades. Ésta será una de las tres prioridades en el ámbito de la juventud durante la Presidencia francesa, así que haremos algunos progresos.
La Presidenta. − La siguiente pregunta la había formulado el señor Higgins. Lamento decir que no puedo aceptarla, por no estar él presente en la Cámara. Sé que querían ustedes formular sus preguntas conjuntamente. Lamentablemente, el cambio no se nos ha notificado con antelación y, por tanto, de acuerdo con nuestro Reglamento, no puedo aceptar la pregunta. Lo lamento mucho, pero tengo que dar prioridad a los diputados que están presentes en la Cámara.
La Presidenta. − Pregunta nº 37 de Bernd Posselt (H-0100/08)
Asunto: Colaboración cultural austriaco-checo-alemana
¿Qué proyectos de colaboración cultural transfronteriza, bilateral o trilateral, entre la República Checa, Alemania y Austria, ha impulsado la Comisión durante el año pasado? ¿Contempla la Comisión la posibilidad de prestar un apoyo notable a dichos proyectos en el año 2008?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − (SK) Señora Presidenta, permítanme darle las gracias al señor Bernd Posselt por su pregunta. Quiero decir que la cultura y su financiación a escala nacional son responsabilidad de los Estados miembros. Ese es el principio de subsidiariedad, que nosotros respetamos y valoramos mucho. La tarea de la Unión Europea consiste en apoyar y complementar las actividades realizadas en los Estados miembros, no asumir responsabilidades que a ellos les corresponden.
En segundo lugar, es importante recordar que el Programa de Cultura (de 2007 a 2013) promueve el diálogo intercultural, la movilidad transnacional de los agentes y las obras culturales, así como los productos culturales y artísticos. En estos proyectos tienen que participar al menos tres agentes culturales de tres países distintos, lo que responde en parte la pregunta del señor Bernd Posselt. La cooperación entre agentes culturales de la República Checa, Austria y Alemania puede, por tanto, facilitarse si esos socios se escogen por la calidad de los proyectos presentados en respuesta a la convocatoria de la Comisión Europea.
En cuanto a los proyectos concretos de esos tres Estados miembros financiados el año pasado, quiero decir que el Programa de Cultura (2007 a 2013) existe y funciona desde hace poco más de un año. Tendremos que esperar algún tiempo para saber cuál es el tipo de proyectos financiados durante ese corto espacio de tiempo. En resumen, los resultados relacionados con los proyectos del año pasado no se conocen todavía. Ahora bien, si nos fijamos en el período 2000-2006, se prestó apoyo a 116 proyectos de colaboración y a 39 proyectos cofinanciados, plurianuales y con colaboración bilateral o trilateral entre Austria, Alemania y la República Checa. Veintiocho de esos proyectos se financiaron con cargo al presupuesto de 2006. Eso, ciertamente, allanó el camino a las actividades del año pasado (2007).
La lista completa de todos los proyectos aprobados y financiados se publica en el sitio web de la Comisión Europea. Creo que con esto queda respondida la pregunta.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Muchas gracias, señor Comisario, por su respuesta. Hace un rato ha hablado usted largo y tendido sobre los actos organizados en Bruselas. Sin embargo, los actos organizados en las regiones son también muy importantes y por eso quiero hacer dos breves preguntas complementarias.
Primero, usted ha hablado únicamente de programas bilaterales. ¿Se permiten sólo programas bilaterales de Alemania y la República Checa, o deben participar tres países? Junto con Austria, podría estar también Eslovaquia o Polonia, por ejemplo.
La segunda pregunta complementaria es: ¿se incluyen también las Euroregiones?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − (SK) Como ya dije antes, en el nuevo Programa de Cultura tiene que haber tres socios de tres países distintos implicados en programas cortos de un año de duración; en el caso de programas plurianuales, hacen falta más socios. El alcance o la cantidad de esas actividades están, por tanto, adaptados en cierta forma a la Unión Europea ampliada.
No podemos complementar o sustituir, con un presupuesto pequeño, lo que realmente necesita un apoyo mucho mayor por parte de los Gobiernos nacionales o las autoridades regionales en los grandes estados federales. En cuanto a lo que he dicho sobre las relaciones bilaterales, de los tres países mencionados en la pregunta del señor Bernd Posselt, dos se aliaron en algunos casos con otro país, pero la pregunta sobre la participación se responde en parte con esto.
Quiero tranquilizar no sólo al señor Posselt, sino también a los socios potenciales, en el sentido de que la colaboración entre regiones o Euroregiones, entre ciudades o entre agentes culturales en sentido general es hoy posible y se ve apoyada no sólo por el Programa de Cultura (2007 a 2013), sino también por el Programa Europa para los Ciudadanos 2007 – 2013. Este programa promueve la participación de la sociedad civil, y su fundamento jurídico, entre otros, es el artículo 151 del Tratado CE, que promueve una ciudadanía definida en términos culturales o con una dimensión cultural. Hoy existen miles de ejemplos de colaboraciones perfectamente establecidas entre autoridades locales, organizaciones no gubernamentales o asociaciones diversas que funcionan sobre la base del diálogo entre miembros de la sociedad civil.
Tercero, quiero añadir que los Fondos Estructurales son una fuente aún más importante de apoyo para promover los aspectos culturales y el patrimonio cultural en general, así como la colaboración entre países para salvaguardar y potenciar su patrimonio cultural. Quiero pedir a los ministros o socios que recuerden, en sus debates sobre cultura, que Europa se caracteriza más por la cultura que por la economía o por la geografía. Por eso la inversión en cultura contribuye a aumentar nuestro potencial, fortalecer la identidad europea y hacer a los europeos más atractivos. Y eso debe hacerse en el ámbito local, donde viven las personas. No se trata sólo de Bruselas y de otras capitales: se trata de nuestras regiones, ciudades y pueblos.
Justas Vincas Paleckis (PSE). – (LT) Señor Comisario, tengo una pregunta. Como usted ha dicho, son los propios Estados miembros los que ponen en práctica la política cultural. Bruselas no está en posición de hacer nada al respecto. Sin embargo, en los nuevos Estados miembros sobre todo, los artistas y las personas dedicadas a actividades culturales se han sentido abandonados en los últimos 10 ó 15 años.
¿Qué está haciendo la Comisión, o qué está dispuesta a hacer, para compartir la experiencia positiva de cómo se está apoyando a los artistas en los nuevos Estados miembros, así como a las nuevas ideas y proyectos relacionados con ellos? ¿Podría ponerme, por favor, algunos ejemplos?
Reinhard Rack (PPE-DE). – (DE) Existen también numerosas presiones históricas en las relaciones entre la República Checa, Alemania y Austria. ¿Hay programas específicos, o más bien está pensando la Comisión en centrar sus esfuerzos principalmente aquí para incluir las asociaciones de personas desplazadas en estos programas europeos de trabajo, por ejemplo, lo que sería muy importante en este sentido para un entendimiento más general?
Ján Figeľ, miembro de la Comisión. − (SK) Gracias por sus preguntas complementarias. Demuestran que la cultura, la identidad y la memoria son importantes, como también lo es la mirada al futuro y el desarrollo cultural. Nosotros apoyamos estos aspectos. Tengo que reiterar que la subsidiariedad se refiere a responsabilidad y no es un pretexto para poder decir que nos quedamos al margen porque el asunto es competencia de los Estados miembros. La Comisión hace verdaderamente todo el esfuerzo posible para crear las condiciones más favorables al diálogo cultural, al intercambio y a la cooperación, y creo que el fruto de ese esfuerzo es muy evidente.
He mencionado antes el Programa de Cultura (2007 a 2013). Comparemos las cifras: siete años en el pasado, siete años ahora. Sin embargo, un ejemplo muy importante es el hecho de que el programa de trabajo europeo para cultura en un mundo globalizado se haya propuesto y aprobado por primera vez el año pasado, para satisfacción no sólo de la Comisión, sino también del conjunto de la UE. Las propuestas se presentaron en mayo y los Estados miembros las aprobaron en noviembre. En segundo lugar, hemos conseguido ponernos de acuerdo para, en lo que se refiere a cultura, a un programa de trabajo para la cultura, utilizar un nuevo método de colaboración, un método abierto de coordinación. Antes de eso, la mayoría lo habría considerado improbable, pensando en que no seríamos capaces de ponernos de acuerdo por diferencias de opinión.
Ahora bien, lo importante es el contenido; lo importante es asegurar que esa colaboración se centre en necesidades culturales prácticas en el sentido más amplio, en las necesidades de los sectores culturales y artísticos, en simplemente difundir la cultura. El Consejo de Lisboa consiguió algo importante en la primavera del año pasado: los sectores culturales o la llamada industria cultural aparecen mencionados por primera vez en la Estrategia de Lisboa, reconociéndose su importante contribución al crecimiento económico y al empleo. Con eso se ayuda a superar la dicotomía clásica de que la cultura cuesta dinero, mientras que las empresas aportan dinero. La cultura se acompaña de valores, con las nuevas dimensiones del desarrollo económico sostenible. La ausencia de cultura origina problemas económicos, así como problemas políticos y de otro tipo. Con esto quiero decir que la cultura debe ser percibida como un agente importante que debe promocionarse de distintas formas para que prospere. Por consiguiente, celebro que incluso en la Comisión estemos teniendo éxito con este enfoque más horizontal, gracias, también, a la decisión tomada el año pasado.
No quiero que mi respuesta sea demasiado larga. Los nuevos Estados miembros contribuyen con su cultura, su extenso patrimonio, su memoria fresca de una Europa dividida o de un pasado que fue mucho más dramático que en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, en muchos aspectos pueden aprender de los Estados miembros más antiguos que, por ejemplo, tienen métodos mucho más dinámicos de financiar la cultura, desarrollar la educación cultural y ocuparse de tantas cuestiones que han de promover también los nuevos Estados miembros. Las políticas y los gobiernos no pueden tratar la cultura como una cuestión residual: «si sobra dinero, por supuesto que daremos algo al sector de la cultura, pero no es ni una prioridad ni un tema básico».
Segundo, quiero responder a lo que ha dicho el señor Reinhard sobre la carga del pasado. Hace un momento he mencionado brevemente la cuestión de la memoria, que juega un papel importante en materia de identidad; nos enseña a no repetir las tragedias del pasado. En mi respuesta al señor Bernd Posselt, me he referido al Programa Europa para los Ciudadanos 2007-2013. Este programa permite a la Unión Europea, en el plazo de siete años, cofinanciar proyectos dirigidos a mantener viva la memoria de los períodos de dictadura, así como de las víctimas del nazismo y el estalinismo. Creo que éste es un reto muy importante, porque nos ayuda a recordar que todo lo que tenemos – libertad, democracia, una Europa unida – no ha sucedido por casualidad o por defecto y que siempre existe una cierta tentación, grande o pequeña, a ver las cosas globalmente y a simplificarlas. Recuerden que tenemos que inculcar valores en cada generación: las tecnologías y los edificios son fáciles de transmitir, pero los valores tienen que inculcarse en las mentes y en los corazones desde la infancia.
Quiero, por tanto, animarles a utilizar estos instrumentos de cooperación cultural o civil, utilizarlos para preservar nuestros recuerdos, por el bien de nuestros corazones y nuestras mentes. En mi opinión, esa es precisamente la tarea que les corresponde a los que sobrevivieron a esos tiempos, a los que recuerdan lo sucedido, a los que proceden de países que fueron en un tiempo una especie de zona gris o que estuvieron al otro lado del Telón de Acero. En cualquier caso, la Unión actual debe proporcionar un espacio para el recuerdo y para el desarrollo de la Comunidad.
La Presidenta. − En vista de nuestras limitaciones de tiempo, pasaremos ahora a las preguntas formuladas al Comisario Mandelson. Las preguntas 38 a 40, por tanto, se responderán por escrito.
Jim Higgins (PPE-DE). – Se ha permitido que el debate sobre el Proceso Lamfalussy se alargara 30 minutos de más, retrasando el turno de preguntas. Como resultado, yo no he podido estar presente. Había entendido que el turno de preguntas se iniciaría a las 18.00 horas, que se dedicarían 30 minutos al primer Comisario y que yo sería el segundo en formularle una pregunta al siguiente Comisario.
Los procedimientos de esta Cámara son una locura absoluta. Se supone que debemos ser un modelo de organización. El tipo de organización y el tipo de procedimientos que tenemos aquí no se tolerarían ni en el ayuntamiento o municipio más desorganizado de la Unión Europea. Esto es una locura absoluta.
El turno de preguntas debería ser sagrado y en ningún caso tendría que retrasarse. Discrimina a los diputados que formulan preguntas con mucha antelación y no hay absolutamente ninguna excusa para eso.
La Presidenta. − Ya dije al principio del turno de preguntas que íbamos con retraso y que eso era muy lamentable. Trataré de averiguar cuáles han sido las causas de que hayamos tenido tantos debates antes y de que hayan causado ese retraso. Como responsable del turno de preguntas, es un asunto que me parece muy serio.
Ahora, en lo que respecta a la pregunta que usted ha formulado, he visto que otros diputados en esta Cámara esperaban pacientemente a que se respondieran sus preguntas, sin abandonar el Pleno para atender otros compromisos. Sé que todos tenemos calendarios y agendas difíciles, pero he tenido, por ello, que seguir estrictamente el Reglamento y dar prioridad a los diputados que han permanecido en la Cámara. Lo siento, pero el Reglamento es muy claro.
La Presidenta. − Pregunta nº 41 de Georgios Papastamkos (H-0076/08)
Asunto: Resolución del conflicto UE-EE.UU. sobre los OMG en la Organización Mundial del Comercio.
El 11 de enero de 2008 expiró el plazo razonable (reasonable period of time - RPT) para que la UE cumpliese la resolución del órgano jurisdiccional de la OMC sobre las medidas de autorización y utilización de los organismos modificados genéticamente (OMG). De acuerdo con las declaraciones de su Gobierno, los Estados Unidos han llegado a un acuerdo con la UE de suspender provisionalmente el procedimiento de sanciones comerciales siempre y cuando se dé la oportunidad a la UE de mostrar avances sustanciales en la cuestión de la aprobación de los productos biotecnológicos. Además, expresaron su descontento por la intención del Gobierno francés de aplicar el principio de prevención para prohibir el cultivo de una variedad de maíz modificado genéticamente, como ya han hecho otros Estados miembros de la UE.
¿Cuáles son los términos de las negociaciones de la Comisión para llegar a un arreglo «amistoso» del caso sin que la solución implique represalias contra la UE, asegurando a la vez la posibilidad de que la UE conserve un estricto marco normativo en relación con los OMG?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − La resolución del conflicto al que hace referencia su Señoría sería más fácil si la Unión Europea pudiera demostrar al demandante que su procedimiento reglamentario funcionaba de manera correcta y no retrasaba injustificadamente las aprobaciones, siempre que no se identificaran riesgos para la salud o para el medio ambiente o que dichos riesgos fueran manejables.
Además, hay que encontrar una solución para las medidas nacionales de salvaguarda sujetas a los procedimientos de la OMC que resulten no tener una base científica y que, por tanto, no sean compatibles con las normas de la OMC.
En ambos casos, la Comisión tiene que contar con la cooperación de los Estados miembros. Por tanto, nuestras obligaciones están claras y no podemos eludir nuestras responsabilidades.
Entre tanto, los Estados Unidos han decidido no optar por represalias inmediatas. Ahora bien, puede suceder que se reanuden los procedimientos respectivos si un grupo de expertos en cumplimiento decide que la Unión Europea no ha aplicado las normas del grupo de expertos de la OMC. El funcionamiento eficaz del sistema europeo de regulación de los organismos modificados genéticamente no sólo interesa a los demandantes de la OMC, sino también a la propia Unión Europea.
La mayoría de nuestros proveedores actuales de piensos son países que desarrollan productos biotecnológicos. Por consiguiente, para garantizar la competitividad del sector de la ganadería en la UE, es necesario que autoricemos en el plazo debido los productos OMG seguros para su utilización en piensos. Por ejemplo, la industria porcina de la UE se enfrenta a dificultades cada vez mayores para obtener piensos a unos precios razonables, mientras que el precio de la carne de cerdo está bajando. En otras palabras, cuanto más se retrasen nuestras autorizaciones, mayor será el riesgo para las necesidades de las explotaciones en Europa.
Georgios Papastamkos (PPE-DE). – (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, en el caso de una guerra comercial entre la UE y los Estados Unidos por el tema de los organismos modificados genéticamente, ¿qué cuantía se está considerando para las posibles sanciones y cómo se aplicarán éstas?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − La cuantía de las sanciones tendrá que decidirla el grupo de expertos en cumplimiento de la OMC. Pero podría ser importante. De hecho, podría ascender a cientos de millones de dólares. Y es posible que se aplicaran a productos de la UE procedentes de diferentes Estados miembros, y no sólo de los que hubieran adoptado medidas nacionales de salvaguarda frente a los OMG.
Así que los Estados miembros responsables no sólo estarían poniendo en situación de riesgo directo de represalias a sus propios productores y exportadores. Con sus acciones, estarían poniendo en peligro a los exportadores de muchos otros Estados miembros, además del suyo propio.
Espero que tengan en cuenta estas implicaciones y sus consecuencias cuando consideren su actuación.
Mairead McGuinness (PPE-DE). – Quiero dar las gracias al Comisario por su claridad, porque es una cuestión de enorme importancia para el sector de los piensos. ¿Pero ve él – como yo veo – una falta de voluntad cada vez mayor en los consumidores de aceptar la realidad del mercado de los piensos de la UE? Ha explicado usted muy claramente los efectos en la competitividad de nuestro sector avícola y porcino. Posiblemente más adelante podamos debatir la cuestión más general de las normas de la OMC con relación a intereses no comerciales y las negociaciones actualmente en marcha sobre la competitividad de la agricultura en general.
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Creo que lo que estamos viendo es mucha desinformación, distorsión y alarmismo, que están influyendo en algunos sectores de la opinión pública. Creo que si hubiera un conjunto más representativo de fuentes de información, se diera información más objetiva a nuestros ciudadanos y se tuvieran en cuenta ciertas ramificaciones y consecuencias de algunas de esas acciones, es más que posible que se llegaran a otras conclusiones.
Por supuesto, los consumidores deben saber lo que están consumiendo. Los consumidores deben tener también la posibilidad de elegir entre OMG y no OMG. En la actualidad, se les está negando esa posibilidad por los prejuicios que existen contra los OMG.
La Presidenta. − Pregunta nº 42 de Bart Staes (H-0079/08)
Asunto: Evaluación exhaustiva de los Acuerdos de Asociación Económica
Los gobiernos de los países ACP que han dado su acuerdo a la liberalización del comercio de mercancías no disponen de un poder comercial suficiente con respecto a cuestiones que les interesan de cerca. Mientras que estos países deben hacer importantes concesiones en los acuerdos, Europa no asume compromisos vinculantes en relación con cuestiones importantes como la mejora de las normas de origen, el reparto de las subvenciones o la ampliación de la ayuda al desarrollo.
¿Conviene la Comisión en que estos países deben disponer de más tiempo para llegar a Acuerdos de Asociación Económica bien negociados y recibir un mayor apoyo para el refuerzo de su capacidad de negociación, por lo que es necesario llevar a cabo una evaluación y una revisión exhaustivas de los acuerdos existentes que, por cierto, están muy lejos de ser los «instrumentos de desarrollo» que se supone que deben ser?
Pregunta nº 43 de Thijs Berman (H-0080/08)
Asunto: Acuerdos de Asociación Económica
La expiración del plazo del 1 de enero de 2008 para los Acuerdos de Asociación Económica celebrados con los países de África, el Caribe y el Pacífico plantea no pocas inseguridades a estos países. Los acuerdos alcanzados en materia de cláusulas de excepción para la exportación, medidas de salvaguardia, mejora de las normas de origen, reparto de las subvenciones o ampliación de la ayuda al desarrollo son con frecuencia insuficientes y cuentan, por tanto, con poco respaldo en los países en cuestión. ¿Está dispuesta la Comisión a proceder a una evaluación y una revisión exhaustivas de los acuerdos existentes? ¿Qué medidas concretas va a adoptar a este fin y en qué plazo?
Pregunta nº 44 de Claude Moraes (H-0085/08)
Asunto: Evaluación del impacto de los Acuerdos de Asociación Económica
La Comisión ha celebrado recientemente un acuerdo genuino de asociación económica con la región del Caribe, además de varios acuerdos provisionales en previsión de posibles acuerdos genuinos de asociación económica con otros países o regiones. En enero del presente año, el Comisario competente expuso con toda claridad ante la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo los progresos alcanzados hasta entonces, y no podemos por menos de reconocer la ardua labor realizada por el Comisario.
También mencionó las tareas pendientes y, entre otras cosas, afirmó que era imprescindible encontrar la manera de llevar un seguimiento de la aplicación y del impacto de los nuevos acuerdos.
¿Dispone actualmente la Comisión de datos aproximados sobre el impacto positivo de los acuerdos más recientes sobre las rentas de los agricultores africanos y los precios finales para los consumidores europeos? ¿Cómo ha previsto la Comisión proceder al desarrollo de técnicas de control y evaluación de la aplicación y del impacto de los acuerdos?
Pregunta nº 45 de David Martin (H-0122/08)
Asunto: Acuerdos de Asociación Económica
¿Puede facilitar la Comisión información actualizada sobre los Acuerdos de Asociación Económica?
Pregunta nº 46 de Sarah Ludford (H-0124/08)
Asunto: Acuerdos de Asociación Económica
¿Por qué no ha logrado la Comisión convencer a los críticos de que los Acuerdos de Asociación Económica son justos para los países en desarrollo?
Pregunta nº 47 de Hélène Goudin (H-0153/08)
Asunto: Acuerdos de asociación con países en desarrollo
La mayor parte de los países ACP han firmado Acuerdos de Asociación Económica (AAE) con la Unión Europea. Un elevado número de organizaciones de voluntariado considera que estos acuerdos no servirán para alcanzar los objetivos fijados, consistentes en fomentar el desarrollo económico de los países firmantes. El portavoz de la Comisión ha afirmado que en el futuro los AAE podrían someterse a debate y, en consecuencia, renegociarse. Por otra parte, el Comisario responsable de Comercio se ha distanciado de la posibilidad de renegociar los actuales acuerdos.
¿Puede la Comisión aclarar la situación a este respecto? Los países en desarrollo que han firmado acuerdos de cooperación con la UE, ¿podrán renegociarlos?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Las cosas han cambiado desde que la Comisión presentó información actualizada a la Comisión de Desarrollo en enero de este año. Se han revisado conjuntamente los textos jurídicos para el acuerdo de asociación económica con el Caribe y estamos iniciando el proceso que llevará a su firma y ratificación. En otras regiones hemos preparado acuerdos provisionales para su firma y pensado en la manera de sustituirlos con AAE genuinos.
Acabo de regresar de una visita al África Meridional y Oriental que me ha llevado a Lesotho, Sudáfrica, Botswana y Zambia. He celebrado reuniones ministeriales con las regiones de la SADC y la ESA, y he mantenido largos debates con el Presidente Mbeki sobre los dos AAE y el DDA, por cierto. En todas las reuniones con la ESA y la SADC me ha sorprendido el compromiso de las regiones para seguir adelante con las negociaciones, no mirar hacia atrás ni deshacer lo andado, con todas las desastrosas consecuencias para la seguridad comercial que eso tendría. En declaraciones conjuntas dejamos claro nuestro común compromiso de firmar AAE genuinos antes de que finalice el año.
Estos últimos días hemos mantenido también reuniones con funcionarios de alto nivel en África Central y Occidental. África Central desea un AAE genuino para julio, y África Oriental pretende firmar un AAE genuino a mediados de 2009. Por último, la región del Pacífico está realizando consultas internas, pero el objetivo acordado sigue siendo la firma de un AAE genuino en 2008.
Mi impresión es que la mayoría de las regiones está ahora saliendo de un período de evaluación y reflexión sobre los acontecimientos del pasado mes de diciembre y reafirmando claramente el compromiso de avanzar hacia AAE genuinos. Esa es una prueba importante de su compromiso de integrar las estrategias de comercio y desarrollo de una forma progresista y orientada al futuro, un compromiso que acojo con satisfacción.
Nuestros objetivos con la firma de AAE genuinos con regiones enteras, que abarquen todo tipo de cuestiones relacionadas con el mercado, el comercio y el desarrollo, siguen siendo los mismos. Mientras tanto, países algo más desarrollados como Kenia, Costa de Marfil y otros dicen que han protegido miles de puestos de trabajo en la agricultura con los acuerdos provisionales, y países menos desarrollados, como Tanzania y Lesotho, elogian las mejoras en las normas de origen. Los sectores agrícolas más sensibles están protegidos, y los países ACP tienen ahora tiempo y espacio para encontrar la manera de firmar acuerdos regionales genuinos.
Los AAE tienen que ser vigilados de cerca en aspectos como las ayudas y el comercio. Por eso el AAE con el Caribe establece unos mecanismos estrictos de control, con la creación de comisiones parlamentarias y otros comités consultivos. Los acuerdos provisionales serán sustituidos por AAE genuinos que incluirán disposiciones similares antes de que puedan aplicarse compromisos de liberación importantes a los países ACP.
Bart Staes (Verts/ALE). – (NL) Señor Comisario, tomo nota de su respuesta. Examinaremos esta cuestión más a fondo. Pero no puede negar que muchos de los países ACP tienen una capacidad negociadora muy insuficiente y que a veces no tienen posibilidad de elegir, porque se les presentan las cosas hechas. Justamente la semana pasada – y esto es algo que no tiene nada que ver con los países ACP – me reuní con un dirigente sindical de Guatemala, señor Pinzón, quien me contó su difícil situación como líder sindical cuando tuvieron lugar las negociaciones entre la Unión Europea y América Central. Esta situación es habitual en países donde algunas comunidades y posiciones son relativamente débiles.
Mi pregunta es la siguiente: ¿puede el Comisario asegurar que determinados derechos, como por ejemplo los derechos sindicales y los derechos internacionales de los trabajadores, se hagan vinculantes en ese tipo de acuerdos comerciales, sean Acuerdos de Asociación Económica (AAE) o acuerdos con otros bloques mundiales, como América Central, para que se respeten esos derechos? No soy especialista en el tema, pero tengo la impresión de que los acuerdos contienen lagunas importantes en este sentido.
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Guatemala, cuando miré por última vez la lista de países ACP, no estaba incluida entre ellos. No tenemos ninguno en América Central.
Así que le recomiendo a su Señoría que encuentre otras fuentes de información entre los que de verdad vivan y trabajen en países ACP.
Glenis Willmott (PSE). – Los Acuerdos de Asociación Económica (AAE) se concibieron inicialmente como acuerdos de comercio y desarrollo que iban más allá del mero acceso al mercado.
¿Puede el Comisario comentar algo sobre la creciente preocupación que existe ante la posibilidad de que los acuerdos de asociación provisionales estén creando cada vez más enemistad comercial entre las naciones africanas, siendo Kenia un ejemplo? El apoyo de Kenia a estos acuerdos ha sido considerado por sus vecinos como un ataque contra la decisión de todo el continente de adoptar una posición más radical frente a los AAE.
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Lo siento mucho, no sé qué vecinos de Kenia han adoptado esa posición. Hasta donde yo sé, salvo que su Señoría pueda decirme de qué país está hablando, aparentemente todos ellos han suscrito los mismos acuerdos provisionales que Kenia.
Todo lo que digo es que los acuerdos provisionales se refieren a la comercialización de productos. Son acuerdos provisionales que se firmaron antes de que la OMC estableciera como plazo finales de diciembre para que países como Kenia, que no son de los menos desarrollados y que, por tanto, no están cubiertos por «Todo menos armas», tengan aseguradas sus preferencias comerciales y el acceso al mercado europeo, de manera que no haya distorsiones del mercado después del 1 de enero. Por eso nuestros homólogos en Kenia y en otros países vecinos han manifestado su satisfacción con las distancias que recorrimos y la flexibilidad que demostramos para conseguir que cruzaran la línea de meta antes de finales de año.
David Martin (PSE). – ¿Reconoce usted que, aparte de hacer que la relación ACP-UE sea compatible con la OMC, uno de los objetivos principales de los acuerdos de asociación económica es aumentar el comercio Sur-Sur?
En este contexto, ¿consideraría usted la posibilidad de aumentar y repartir mejor nuestra ayuda al comercio para asegurar que los beneficios del comercio Sur-Sur se obtengan a través de esos AAE?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Apoyo plenamente ese punto y quiero aprovechar la oportunidad para pedir a nuestros Estados miembros que cumplan lo que yo considero que es su parte del trato, asumiendo los compromisos adquiridos de conceder ayuda para el comercio, en línea con el compromiso adquirido por la Comisión.
Es un compromiso muy importante que nosotros contrajimos y que los Estados miembros dijeron en su momento que también contraerían. Espero que así lo hagan ahora en la práctica y que satisfagan las expectativas de nuestros colegas en los países ACP.
Sarah Ludford (ALDE). – Sin ser especialista en este ámbito – al contrario que, probablemente, muchos de los otros diputados que han formulado preguntas – estoy simplemente interesada en saber cómo, y bastante intrigada en el por qué, los detractores de los AAE han hecho tanto ruido en los medios de comunicación. ¿Por qué no se han podido explicar mejor las ventajas de los AAE? ¿Es simplemente que sus detractores no han aceptado los beneficios de la liberalización del comercio, que yo sí acepto, y sólo quieren mantener el proteccionismo?
¿Por qué la Comisión y otros no han sabido quizá hacer oír sus voces suficientemente en los medios de comunicación?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Nuestra voz se ha escuchado allí donde importa: entre los responsables políticos, los ministros y los que toman las decisiones. Yo no tengo muy en cuenta a la prensa; hace mucho que dejé de interesarme en lo que se escribe en la prensa.
Muchos de nuestros interlocutores en las negociaciones con los países ACP han entendido muy bien los argumentos. Habiendo aplicado ya acuerdos provisionales, en la mayoría de los casos tienen ahora un gran interés no sólo en firmar acuerdos genuinos, sino en proceder a negociar un acuerdo de asociación económica genuino, en pasar de productos a servicios, inversiones y otras normas relacionadas con el comercio, porque saben que ahí es donde esos acuerdos más pueden contribuir a su desarrollo.
Evidentemente, se ha orquestado una especie de cacofonía sobre los AAE, sobre todo, aunque no totalmente, por parte de personas que recelan del comercio, que se muestran contrarias a la mundialización (cualquiera que sea el significado de este término) y que están convencidas de que a los países ACP les convendría más seguir aislados de la economía internacional, aunque − tengo que decir − atrapados en el pasado. No creo que nada de eso sea recomendable para ellos, pero tiene el atractivo de proporcionar eslóganes simplistas que se pueden asimilar bien y sobre los que se puede escribir fácilmente, mientras que el fundamento político real y el contenido de todo ello es más complejo. Ahora bien, los que se toman la molestia de entenderlo, perciben su valor y sus beneficios potenciales. Por eso hay muchos países ACP que están tratando de obtener esos beneficios.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Señor Comisario, quiero saber si se están concibiendo estrategias para los acuerdos de asociación con los países en desarrollo en el ámbito de las energías renovables, porque es importante para nosotros, por supuesto, que los costes se reduzcan a un mínimo cuando la producción tenga lugar de una manera ejemplar, gravándose en cambio el consumo de productos peligrosos. ¿Puede prever su incorporación a ese tipo de acuerdo?
Peter Mandelson, miembro de la Comisión. − Todos los acuerdos comerciales tienen una dimensión de sostenibilidad que estamos tratando de incorporar por la vía de la negociación y los acuerdos de asociación económica no son una excepción.
Ahora bien, tenemos que dejarnos guiar por los intereses de los países ACP y sus negociadores, y por la percepción que tienen de sus intereses. Así que, aunque pondremos sin timidez este tipo de cuestiones sobre la mesa, no puedo garantizar la acogida que tendrán por la otra parte negociadora.
La Presidenta. − Las preguntas que, por falta de tiempo, no han recibido respuesta oral, la recibirán por escrito (Véase el Anexo).
La Presidenta. − Con esto concluye el turno de preguntas.
(Se suspende la sesión a las 19.55 horas y se reanuda a las 21.00 horas)