El Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe de Csaba Sándor Tabajdi, en nombre de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, sobre la agricultura sostenible y el biogás: necesidad de revisión de la legislación de la UE (2007/2107(INI)) (A6-0034/2008).
Csaba Sándor Tabajdi, ponente. − (HU) Señor Presidente, Comisaria Fischer Boel, Señorías, en un mundo de cambio climático, creciente demanda energética y precios disparados, es una prioridad absoluta y una cuestión de vital interés para la Unión Europea que se reduzca la dependencia y el consumo energéticos y que se diversifiquen las fuentes de energía. El creciente uso de energías renovables forma parte integral de esto. Tenemos que diversificarnos, también en el ámbito de las energías renovables.
En cuanto a las fuentes de energía renovables, diferentes países disponen de diferentes recursos naturales, que tenemos que explotar al máximo. El biogás ofrece un potencial enorme como fuente de energía renovable y está destinado a un gran futuro por toda una serie de razones que se explican en el informe que hoy debatimos.
La primera y más importante de esas razones, Señorías, es que la materia prima principal para la producción de biogás es el estiércol, y que podemos combinar la producción de energía con el tratamiento del estiércol para fines de protección medioambiental. Esta es una de las principales ventajas de la producción de biogás, aunque el biogás puede producirse, por supuesto, a partir de otras materias como lodos municipales, residuos de mataderos y cultivos energéticos.
El biogás es una fuente de energía multifuncional: puede utilizarse para generar electricidad, o para calefacción, refrigeración o secado. El biogás presurizado es adecuado como combustible de coches de carreras y vehículos de transporte público y, una vez purificado, puede introducirse en la red de gas natural. La producción de biogás representa, por tanto, una gran oportunidad para la producción energética europea. Entre otras cosas, si consideramos que el biogás puede producirse a partir de estiércol, podríamos producir 14 veces más de lo que producimos en la actualidad. El potencial que eso representa es considerable, puesto que sabemos desde un punto de vista medioambiental que el estiércol tiene que tratarse antes de poder aplicarlo al suelo; de lo contrario, puede ser muy perjudicial para el medio ambiente.
Se ha discutido mucho en nuestra comisión sobre si la producción de biogás a partir de materiales vegetales competiría con la producción de alimentos. La Comisión Europea ha demostrado que esa situación no se ha producido todavía en Europa y esperamos que no lo haga tampoco en el futuro, puesto que ahora tenemos la segunda generación de cultivos energéticos. Puede que eso sea un problema en el contexto mundial, en Brasil y en los Estados Unidos, pero en Europa no lo es todavía y esperamos que no llegue a serlo nunca.
La otra cuestión debatida en este contexto es cómo debe regularse el sector del biogás. La legislación actual, tanto a escala nacional como comunitaria, es excepcionalmente complicada y burocrática, y por eso en mi informe propongo que se apruebe una directiva europea sobre el biogás. Pero al mismo tiempo, representantes de la Comisión Europea me han convencido en las consultas con el Partido Popular Europeo que no hace falta una directiva especial sobre el biogás, ya que se está preparando una directiva sobre fuentes de energía renovables y la cuestión del biogás podría plantearse en ese contexto. En este sentido, pido a la Comisión que preste especial atención al biogás en la Directiva sobre las fuentes de energía renovables y que apruebe las sugerencias que se hacen en mi informe.
Señorías, en mi respuesta no quiero dejar de dar las gracias al instituto danés que me ha ayudado a elaborar este informe y a todos los que han contribuido al mismo. Gracias por su atención.
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, antes de nada quiero dar las gracias a la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural y al ponente, señor Tabajdi, por un informe tan interesante e importante como el suyo.
El informe presentado al Parlamento explica claramente las ventajas de la producción de biogás para el sector agrícola, pero también para la sociedad. Estoy totalmente de acuerdo con el hincapié que se hace en aumentar la producción de biogás. El biogás tiene ventajas medioambientales, ya que reduce la emisión de gases con gran capacidad de alterar el clima, como el metano y los óxidos nitrosos. Por eso, la producción de biogás contribuye también a la sostenibilidad medioambiental de la agricultura – desde 1990 se ha conseguido ya una reducción del 20 % en las emisiones de gases de efecto invernadero – y tiene además ventajas económicas obvias como alternativa útil al gas natural en una situación en la que ahora vemos que los precios del petróleo han sobrepasado los 100 dólares por barril.
La producción de biogás a partir de materias primas agrícolas se ha multiplicado por más de dos en el período que va de 2004 a 2006. La producción total de biogás está aumentando, pero yo creo que podemos hacer claramente más. La producción de biogás en la Unión Europea ofrece un gran potencial que todavía no se ha explotado. En la Comisión somos plenamente conscientes de ello y hemos creado una serie de instrumentos importantes para promover la producción de biogás. Nuestra actual Directiva relativa a la electricidad verde, con legislación ya aplicada en algunos Estados miembros, es un ejemplo de una importante fuerza motriz.
La política de desarrollo rural favorece también el aumento de la producción de biogás. Los Estados miembros tienen la posibilidad de apoyar inversiones, asistencia técnica y cooperativas, así como otras actividades orientadas a aumentar la producción y utilización del biogás.
La ejecución de los programas de desarrollo rural correspondientes al período 2007-2013 acaba de iniciarse, pero considero que la primera programación de los Estados miembros es muy prometedora y estoy segura de que las medidas relacionadas con el biogás serán algunas de las que más aceptación tengan en este ámbito de la bioenergía.
Las medidas contempladas en el reciente paquete de la Comisión sobre energía y clima darán un empuje renovado a la producción de biogás en los próximos años. Es especialmente importante el objetivo del 20 % para las energías renovables. Se espera que el biogás contribuya de manera importante al logro de ese objetivo. El biogás realizará también una contribución importante para alcanzar el objetivo de un 20 % de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores no acogidos al régimen de comercio de derechos de emisión. Por consiguiente, estamos en una situación muy favorable para matar dos pájaros de un tiro. Estoy convencida de que la producción de biogás será un elemento fundamental en la estrategia de la Unión Europea para combatir el cambio climático y para permitirnos cumplir los objetivos de Kyoto.
Estoy de acuerdo con ustedes en la importancia de una política coherente en materia de biogás. Las iniciativas de la UE son, en mi opinión, coherentes y van todas ellas en la misma dirección. No obstante, creo que esta política podría desarrollarse y aplicarse con más eficacia a escala regional o nacional sobre la base de recursos, necesidades y realidades económicas locales.
En este sentido, acojo favorablemente las recomendaciones relativas a la simplificación del marco legislativo actual. Están en la misma línea que nuestros debates sobre la simplificación y la mejora de la regulación, que representa una estrategia muy prioritaria de la Comisión en su programa de trabajo.
Por último, tengo que reconocer mis dudas sobre objetivos concretos para el biogás, y he escuchado un comentario del ponente. Creo que el objetivo del 20 % para las energías renovables ya incluye el biogás. El biogás puede contribuir también al logro del objetivo del 10 % de biocombustibles. Si establecemos un objetivo concreto para el biogás, corremos el riesgo de que no sea suficientemente específico. La inclusión de un objetivo específico para el biogás impondría nuevas cargas administrativas a los operadores privados y a las autoridades públicas. En mi opinión, ocasionaría también una presión política excesiva a favor de un tipo particular de energía renovable, algo que sería poco afortunado si las circunstancias económicas no son, en el futuro, demasiado favorables para la producción de biogás.
El informe sobre el biogás que ustedes han solicitado a la Comisión es ciertamente útil. Pero me parece que el plazo de 2008 que han fijado es demasiado corto si pensamos en todas las otras iniciativas que están teniendo lugar. No obstante, la Comisión informará sobre la aplicación del Plan de acción sobre la biomasa de la UE antes de finales de 2008, por lo que estoy casi segura de que encontraremos puntos en común respecto a esta cuestión. Este informe es muy importante y también muy interesante. Estoy convencida de que proporcionará una muy buena base para futuros debates.
PRESIDE: RODI KRATSA-TSAGAROPOULOU Vicepresidenta
Jens Holm, ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. − (SV) Señora Presidenta, el biogás puede realizar una contribución importante a la lucha contra el cambio climático, no sólo en la producción de calor y electricidad, sino también como combustible para vehículos. El biogás puede obtenerse, por ejemplo, a partir de estiércol y residuos domésticos. Actualmente existe un gran potencial para aumentar la producción de biogás de manera importante. En la Comisión de Medio Ambiente queremos responder positivamente a esta posibilidad y conseguir en el futuro una producción mucho mayor de biogás. Pero ese aumento de la producción de biogás no tiene que ser un fin en sí mismo. En lo que se refiere a los residuos, la gran prioridad tiene que seguir siendo reducir la cantidad total de residuos. Si queremos reducir los residuos, tenemos que reducir nuestro consumo, y decir esto es como jurarlo en una iglesia.
Quiero aprovechar la oportunidad para formular un par de preguntas a la Comisaria Fischer Boel, que está aquí con nosotros esta noche: ¿Tiene pensada la Comisión alguna estrategia para reducir la montaña cada vez mayor de residuos en la UE? ¿Tiene pensada quizá también la Comisión una estrategia para ayudarnos a reducir el consumo de tantos productos que realmente no necesitamos?
En la Comisión de Medio Ambiente somos también partidarios de la certificación del biogás sostenible. Ese sistema de certificación debe abarcar la totalidad de la cadena; es decir, del campo al vehículo y basarse en consideraciones sociales y medioambientales. Celebro la propuesta de la Comisión de una nueva Directiva sobre combustibles renovables, pero hay que hacer más para potenciar el papel del biogás. Otra pregunta para la señora Fischer Boel: ¿cuál es su opinión sobre un sistema de certificación así?
Ésta y otras cuestiones relacionadas con el medio ambiente recalcan la importancia de la responsabilidad pública. La mayoría de los que estamos aquí coincidimos en que debemos potenciar el papel del biogás. El biogás debe utilizarse como combustible en un mayor número de turismos y camiones. El biogás reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de los turismos en hasta un 90 %. Reduce también las emisiones de partículas y el ruido que hacen los turismos. Ahora bien, si somos realmente serios con nuestros compromisos medioambientales, no podemos delegar la responsabilidad en el mercado.
Por ejemplo, para permitir que un mayor número de turismos funcionen con biogás, tiene que haber estaciones de servicios donde se pueda repostar biogás. El Estado tiene que asegurar que las estaciones de servicios asuman su responsabilidad por medio de legislación y financiación temporal. En mi país natal, Suecia, la última estación de servicio que uno se encuentra cuando conduce hacia el norte está en Uppsala, una población situada en mitad del país. En otras palabras, los conductores que quieran rellenar sus tanques tienen que recorrer más de 1 000 km sin ninguna posibilidad de repostar con biogás. Eso es, desde luego, inadmisible. Así que todos tenemos la responsabilidad de promover el biogás: la UE elaborando directrices, los Estados miembros fomentando la producción nacional y, no menos importantes, las autoridades locales construyendo más instalaciones de biogás.
Werner Langen, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (DE) Señora Presidenta, soy ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, responsable de la política energética. No tengo ninguna opinión personal sobre esto, pero la comisión ha aprobado mi proyecto de opinión por 45 votos a favor y 0 en contra, con 0 abstenciones. La Comisión de Industria es consciente de la contribución positiva del biogás no sólo obtenido a partir de estiércol − como piensa el ponente − sino también de todo tipo de residuos orgánicos.
Hemos explicado que la competencia con los alimentos se está haciendo cada vez más problemática, que tiene que haber un debate sobre la necesidad de no discriminar el biogás incorporado a la red de gas natural y que tienen que proponerse nuevos procesos para el biogás técnico de segunda generación. Hemos discutido el papel de la ingeniería genética verde en relación con el biogás y nuestra opinión es que este sector joven e innovador del biogás necesita financiación para su puesta en marcha, pero no una subvención permanente.
Además, queremos instrumentos de apoyo uniforme en toda la UE y eso se dice expresamente en nuestros 13 puntos: queremos un procedimiento de autorización simplificado para la construcción de instalaciones de biogás. La Comisión de Industria no ha exigido que se propongan cuatro nuevas directivas, como ha hecho mi colega parlamentario en su informe. Comparto la opinión de la Comisaria de que no necesitamos directivas nuevas, sino que debemos dar al biogás el papel que le corresponde en las directivas existentes sobre energías renovables.
A este respecto, la Comisión de Industria ha emitido una opinión algo distinta a la de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, que es la responsable del informe.
Albert Deß, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, como ponente alternativo para el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y los Demócratas Europeos, puedo apoyar este informe en su mayor parte. El ponente ha realizado un muy buen trabajo.
Asiento con lo que ya se ha dicho: el biogás puede realizar una importante contribución para el logro de nuestros objetivos en materia de fuentes de energía renovables, utilizando menos energías fósiles y reduciendo así también las emisiones de CO2. El requisito previo, por supuesto, es explotar el potencial del biogás. En Alemania hay muchas plantas de biogás, en las que sólo se produce electricidad. Sólo cerca del 38 % de la energía disponible se está utilizando aquí; más del 60 % de la energía se desaprovecha en forma de calor perdido y se libera al medio ambiente. ¡Ese no puede ser el fin de la producción de biogás! Por tanto, creo que este informe debe exigir que la red de gas natural se alimente también de biogás. Tenemos que seguir esas dos direcciones: o bien utilizar la pérdida de calor cuando se produce electricidad, o bien alimentar la red directamente con biogás. Así podremos conseguir un alto grado de eficiencia en esos dos procesos.
Opino también que el cultivo de plantas puede mejorar con los sistemas de producción modernos. Pero no creo para nada que la ingeniería genética sea necesaria para eso. Los agricultores me dicen que la producción de plantas utilizadas en la obtención de biogás puede duplicarse, si la superficie es buena, con los métodos tradicionales de cultivo. Podemos cosechar el equivalente de aproximadamente 5 000 litros de gasóleo por hectárea para obtener biogás. Si en el futuro se utilizan técnicas de cultivo para obtener buenas plantas, podremos producir hasta 10 000 litros por hectárea. Esa es una buena forma de que el biogás contribuya a la lucha contra el cambio climático.
Bogdan Golik, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señora Presidenta, me ha interesado mucho leer las propuestas presentadas por mi colega, señor Tabajdi. Quiero felicitarle por su excelente informe.
En la situación internacional actual, con el precio del petróleo y de otras fuentes de energía – el gas, por ejemplo – disparado, pero sujeto también a fluctuaciones imprevisibles que hacen difícil planificar con prudencia y estimar costes de inversión, y con unas demandas energéticas de los países europeos también en aumento, un informe sobre el tema del biogás no podría llegar en un momento más oportuno. Este informe, en efecto, nos enseña lo mucho que podemos hacer todavía para desarrollar esta esfera de la generación de energía. La producción energética a partir de esas fuentes puede incrementarse muchas veces sin la consiguiente degradación del medio natural.
Una consecuencia positiva de eso sería apoyar a los beneficiarios con fondos destinados al desarrollo regional y al desarrollo de las zonas rurales. La Comisión y los gobiernos de los respectivos países necesitan también prestar especial atención a los generadores de este tipo de energía y apoyar su desarrollo por medio de mecanismos basados en incentivos económicos específicos. Por consiguiente, estoy totalmente de acuerdo con la opinión del ponente de que la Comisión Europea debe intensificar sus esfuerzos para producir energía a partir de este tipo de fuentes e incorporarla a la estrategia energética de Europa.
Es muy importante para nosotros, los europeos, que la Unión Europea se haga independiente lo antes posible de las exportaciones de energía, para lo cual tendrá que aumentar la diversificación.
Willem Schuth, en nombre del Grupo ALDE. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, quiero dar las gracias al señor Tabajdi por su equilibrado informe. Creo que ha conseguido demostrar la importancia del biogás en la futura combinación de fuentes de energía sostenible.
Como diputado al Parlamento Europeo en representación de Alemania Septentrional, soy consciente del potencial que ofrece el biogás como una forma importante y versátil de energía obtenida de biomasa producida por la agricultura. Alemania – y especialmente la Baja Sajonia, de donde yo procedo – es líder en lo que se refiere a plantas de biogás. No debemos perder la oportunidad de formular criterios claros y estrictos para la tecnología del biogás cuando introduzcamos un sistema europeo de certificación de combustibles producidos a partir de biomasa. Ese sistema debe aplicarse expresamente también a las importaciones.
Pero no debemos imponer cargas administrativas adicionales a nuestros productores. Sólo así podrán disiparse eficazmente las dudas que existen ante la utilización de cereales y alimentos para la producción de biogás, porque la producción de alimentos tiene que seguir siendo la responsabilidad primordial de la agricultura. Sólo así podrán hacer y harán las tecnologías del biogás una contribución efectiva para garantizar el suministro energético, reducir nuestra dependencia de las importaciones extranjeras, luchar contra el cambio climático y promover el desarrollo rural. Los programas europeos de investigación y desarrollo podrán hacerse también así más eficientes.
Wiesław Stefan Kuc, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, la puesta en práctica de las ideas expuestas en el informe de mi colega, señor Tabajdi, nos permitiría ciertamente dar un paso de gigante para aumentar la producción de biogás. Al mismo tiempo, sería un avance para el logro de una agricultura sostenible, al reducir considerablemente la cantidad de residuos vegetales y animales, estiércol y lodos municipales y aumentar la cuota de energías renovables.
Pero la producción de biogás tiene también sus desventajas. Con el nivel actual de producción y precios de venta, no cubriría los costes y al final seguiríamos teniendo residuos, aunque más concentrados. Tenemos que sopesar las ventajas y los inconvenientes con frialdad. Mi grupo político ya lo ha hecho, y creemos que incluso con las tecnologías actualmente disponibles, debemos apoyar el informe del señor Tabajdi. Puede que otras tecnologías permitan en el futuro mejorar el proceso de producción y que los precios cada vez más altos de la energía aumenten su eficacia económica. Pero nadie duda de los avances conseguidos en cuanto a la protección del medio ambiente y eso es lo más importante.
Friedrich-Wilhelm Graefe zu Baringdorf, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, el ponente ha elaborado un buen informe y lo remitido a la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural para que emita una opinión, que ha sido favorable. Acabamos de escuchar al señor Langen decir que la Comisión de Industria, Investigación y Energía está aparentemente compitiendo con nosotros aquí. Eso es así siempre: cuando algo tiene éxito, la Comisión de Industria intenta atribuirse el mérito, lo cual no siempre es bueno.
Recuerdo que los pioneros de la producción de biogás fueron agricultores de los que se mofaron hace 10, 15, 20 años cuando quisieron producir energía a partir de estiércol. Su idea es, por decirlo gráficamente una vez, convertir excrementos en oro. Se trata de producir energía a partir de estiércol sin entrar en competencia con los alimentos destinados al consumo humano. Lo que quede del estiércol será un fertilizador mejor y más versátil que otros fertilizantes agresivos.
Eso significa que el biogás es una energía renovable, como el viento, el agua, el sol y la madera, y es ciertamente una energía renovable si nos limitamos a producirlo a partir de residuos orgánicos. En una situación como la que se planteó el año pasado y el año antepasado en el sector lácteo, cuando se pagaron 23,5 céntimos por la leche, la excelencia comparativa era mucho mayor cuando el maíz se utilizaba directamente en las instalaciones de biogás, que cuando simplemente se utilizaba para alimentar a las vacas y producir leche.
Eso significa que los precios de los alimentos y los precios de la energía están siempre vinculados y eso es algo que tiene que ver con el hecho de tener una Ley sobre suministro eléctrico – en Alemania desde luego, pero también en otros países – por la cual se puede conseguir un mejor reciclado de los productos vegetales en el sector de la energía que en el sector de la alimentación. Aquí tenemos que vigilar que no lleguemos a una situación competitiva. Si lo hacemos mal, existirá competencia entre el tanque y la mesa. Pero si encontramos un equilibrio en la cuestión del combustible producido a partir de biomasa, ese equilibrio será negativo, mientras que con el biogás será positivo, incluso con el biogás para turismos.
Por tanto, de nosotros depende que favorezcamos claramente a las plantas más pequeñas en la política de subvenciones y en la política retributiva, para evitar la migración a la producción industrial.
Derek Roland Clark, en nombre del Grupo IND/DEM. - Señora Presidenta, seamos claros: todo esto de la biomasa está motivado por el supuesto efecto de calentamiento del planeta que tienen las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre.
Olvídense de las huellas del carbono. El CO2 es un constituyente natural de la atmósfera; no es ninguna pócima del diablo, como se hace creer erróneamente cuando se describe la situación como una «verdad incómoda». Esta película hiperactiva no demuestra nada; ni siquiera es verdad. Es una teoría que está muy lejos de haber sido demostrada. Sabe usted, como profesor de química sé – y apuesto a que algunos de los presentes en está Asamblea también lo saben – lo que cuesta pasar de la hipótesis a la teoría y a una ley química. No voy a decir sandeces teatrales o didácticas propias de un político de los Estados Unidos.
Por fortuna, ahora tenemos la Declaración de Manhattan, ratificada por 500 científicos la semana pasada, en la que se dice que no existen pruebas convincentes de que el CO2 procedente de la industria moderna sea el causante del cambio climático. Eso nos recuerda que el clima mundial ha cambiado siempre y que seguirá cambiando. ¿Nadie comprende aquí que la Tierra que conocemos no se encuentra en su estado final, sino en un proceso de desarrollo constante y dinámico.
Obligarnos a conseguir lo imposible e innecesario es avaricia política. Dedicar las tierras de labor a la producción de biocombustibles cuando cada vez hay más población y más escasez de cereales en todo el mundo es una locura. Cultivar biocombustibles reduciendo la superficie total de bosques tropicales, quemar la madera talada para obtener nitratos durante unos años y seguir avanzando con la tala de esos preciosos bosques, es un delito.
¿Qué está causando, por tanto, el grado mínimo actual de calentamiento mundial? Parafraseando al ex-Presidente Clinton: ¡es el sol, estúpido!
Jim Allister, en nombre del Grupo NI. – Señora Presidenta, celebro que se reconozca la posibilidad de un aumento considerable de la producción de biogás. Contribuirá a que los agricultores y ganaderos puedan obtener una fuente alternativa de ingresos y, al mismo tiempo, hará una valiosa contribución al medio ambiente, resolviendo los diferentes problemas que plantea la eliminación de residuos agrícolas.
Una tercera gran ventaja del biogás es que, al contrario que los biocombustibles, no tiene por qué interferir con la seguridad alimentaria, sino más bien al contrario, ayudarla. Y ahí radica una ventaja fundamental del biogás: utilizando residuos en lugar de cultivos, no se interfiere con la producción de materias primas básicas, ni con la producción de alimentos.
El pujante sector del biogás necesita apoyo para su puesta en marcha, con un instrumento de ayuda armonizado en toda la UE, en lugar del parche esporádico de ayudas que tenemos ahora. Una necesidad que se prevé en el futuro es más ayudas a la investigación para explotar el biogás de segunda generación como biocombustible. Así pues, se puede y se debe hacer mucho todavía para promover el biogás y, al mismo tiempo, contribuir a una agricultura más sostenible.
Creo que en la UE cometimos un error general de cálculo al ser demasiado indulgentes con los biocombustibles. No sumemos a ese error la infravaloración del biogás.
Mairead McGuinness (PPE-DE). – Señora Presidenta, yo también acojo favorablemente este informe. Nos explica cuál es el potencial que existe para el biogás y sé que hay diferentes experiencias según el Estado miembro. Debemos preguntarnos por qué existen esas diferencias en la producción y utilización del biogás en algunos países y no en otros. La Comisaria ha dicho que existe un enorme potencial sin explotar ahí y que tenemos que hacer algo al respecto, pero no creo que necesitemos otra directiva, porque ya tenemos muchas y otra más sólo serviría para confundir, en lugar de ayudar al progreso en este ámbito.
Permítanme llamar su atención sobre el apartado 37 del informe, que pide un procedimiento de autorización simplificado para la construcción de instalaciones de biogás. Posiblemente sea la única mención al aspecto más importante en todas las deliberaciones sobre el uso de residuos y el reciclado. En mi país y por experiencia propia, cada vez que se establece un procedimiento de autorización para la construcción de instalaciones de reciclado verde o para la utilización de harina de carne y huesos en la producción de energía, existen objeciones, porque la gente recela de esas cosas y teme por su salud. Tenemos que aunar los esfuerzos de investigación y decir muy claramente la verdad, porque los ciudadanos recelan. Por consiguiente, tenemos que educar a los ciudadanos sobre la necesidad de reciclar los residuos de la agricultura y de los lodos municipales, pero ser también conscientes de las desventajas de estas tecnologías y de que la producción de energía deja unos residuos que tienen que manipularse y tratarse con mucho cuidado.
Me gustaría recibir algunos comentarios sobre este aspecto del debate, porque en esta Cámara tendemos a pensar que las energías renovables son estupendas, pero sabemos también que los ciudadanos se oponen a instalar turbinas en sus huertos. Por tanto, tenemos que conseguir el apoyo de los ciudadanos, pero reconocer también que hay problemas para la salud que tienen que resolverse.
Por último, permítanme decir que apoyo plenamente la enmienda 1 del señor Mulder, una enmienda muy sensata e importante que les sugiero que lean, porque vuelve a hacer hincapié en la necesidad de reclasificar el estiércol para que sea debidamente utilizado en las explotaciones, y la Directiva sobre nitratos tiene que considerarse en este contexto.
Gábor Harangozó (PSE). – (HU) Muchas gracias, señora Presidenta. Señorías, el actual mundo globalizado nos plantea toda una serie de retos. Entre ellos están, por ejemplo, el cambio climático, la creciente pobreza, los problemas de eficiencia y seguridad energéticas y la cuestión del uso de fuentes de energía renovables. En aras de la sostenibilidad de la agricultura tenemos, por tanto, no sólo que responder a los retos que afectan a la Unión Europea, sino instituir también medidas políticas coordinadas sobre la base de una estrategia común para tratar de abordar las dificultades a las que se enfrentan los 27 Estados miembros.
Desde esta perspectiva, celebro especialmente la iniciativa de mi colega, señor Tabajdi, sobre el biogás y la agricultura sostenible, y aprovecho esta oportunidad para felicitarle por su excelente informe. Me parece importante que se aprueba una Directiva europea sobre las fuentes de energía renovables que coordine la regulación europea y las políticas nacionales, que coordine la regulación a escala de la UE y de cada uno de los Estados miembros.
El biogás producido en plantas agrícolas integradas es una de las fuentes más importantes de bioenergía. Pero la construcción de plantas de biogás es costosa. Para poder explotar el potencial del biogás, tenemos que coordinar la política de cohesión, las oportunidades ofrecidas por los programas marco, de agricultura y desarrollo rural, y promover la inversión y el sostenimiento de las plantas de biogás. El reparto de ayudas financieras tiene que basarse primero y sobre todo en la eficiencia; si la eficiencia es el criterio principal, la generación de electricidad es prácticamente lo único que merece la pena apoyar.
Pero hay muchos otros usos potenciales para el biogás y, por tanto, debemos centrar nuestros esfuerzos en la investigación y el desarrollo, así como en la innovación, para ampliar el número de formas eficientes de utilizar este recurso. Además de las ayudas de la Unión Europea, tenemos que crear unas condiciones favorables en los Estados miembros para facilitar la construcción y el funcionamiento de las plantas de biogás. En este contexto, sería conveniente que los Estados miembros proporcionasen subvenciones a los precios y otras medidas para promover el uso de esta novedosa fuente de energía.
Otra ventaja del biogás como fuente de energía es su importante capacidad de crear valor añadido, tanto en las explotaciones agrícolas como en las regiones rurales, ayudando a esas regiones a aumentar su viabilidad económica. Por tanto, es también importante asegurarnos de que las regiones más desfavorecidas puedan aprovechar también esas oportunidades. Gracias.
Anne Laperrouze (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, acojo favorablemente este informe del señor Tabajdi. Las fuentes de energía son diversas, pero no todas tienen el mismo potencial, ni el mismo impacto en el medio ambiente. En cuanto a la lucha contra el cambio climático y el despilfarro de recursos naturales, es muy importante que no descuidemos nada de eso. El biogás es una forma de energía que debe promoverse.
Es importante no crear competencia entre la producción de biogás y la producción de alimentos. Para ello, la producción de biogás a partir de estiércol, lodos y residuos municipales, y materiales orgánicos y animales, debe promoverse como una prioridad. En cuanto a la producción de biogás a partir de residuos, quiero insistir en que eso sería, en realidad, sacar un beneficio de los residuos, o de la contaminación, en otras palabras. Pero no nos equivoquemos. Sobre todo, tenemos que reducir el volumen de residuos.
Además, me parece importante que el biogás se utilice no sólo para producir electricidad, sino también y sobre todo a escala local, en unas condiciones sanitarias garantizadas, para alimentar las redes de gas natural. Para ello se deben eliminar las restricciones técnicas y permitir su acceso a la red. La investigación y el desarrollo tienen también que promoverse en todos los aspectos del sector: fuentes, instalaciones, distribución y uso. Se necesita, por tanto, una revisión de la legislación que tenga en cuenta la realidad y las ventajas del biogás.
Leopold Józef Rutowicz (UEN). – (PL) Señora Presidenta, el informe del señor Tabajdi plantea una cuestión que es de gran importancia para los agricultores, la economía y el medio ambiente. El biogás limita el coste de importación de gas natural, reduce la cantidad de metano liberado a la atmósfera y es un combustible que puede utilizarse directamente en la producción agrícola y para fines de utilidad pública. El reciclado de estiércol, residuos y lodos municipales para obtener biogás es beneficioso para la protección del medio ambiente. Pero el nivel de producción de biogás en los Estados miembros de la UE varía mucho.
En este ámbito, las instituciones de la UE deben tomar medidas para mejorar la aplicación de las disposiciones legales y económicas con el fin de promover el aumento de la producción de biocombustible; acelerar los programas de investigación vinculados al desarrollo de tecnologías de producción de biocombustibles, incluidos los combustibles producidos a partir de biomasa, residuos orgánicos, lodos municipales y estiércol; e introducir programas de divulgación para informar y dar a conocer las buenas experiencias, como las de los agricultores alemanes, belgas y daneses.
Nils Lundgren (IND/DEM). – (SV) Señora Presidenta, el Panel de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático dice que el hombre está emitiendo gases de efecto invernadero a un nivel que está cambiando el clima mundial. La UE ha aceptado que la humanidad debe, por tanto, reducir esas emisiones drásticamente en las próximas décadas y ha dicho que Europa debe encabezar esta iniciativa mundial. ¿Qué vamos a hacer a este respecto? Me horroriza ver cómo la intromisión política y el afán de poder político de las instituciones comunitarias amenazan ahora con descontrolarse.
Nosotros, los diputados europeos, no deberíamos estar pidiendo subvenciones para aumentar la producción de biogás. No tenemos ni idea de cómo deben aplicarse los incentivos fiscales para favorecer al biogás frente a otras alternativas. Tenemos que permitir que se establezcan objetivos de emisión en cada uno de los países de la UE, algo que ya hemos hecho, y luego dejar que sean los propios países quienes propongan medios eficaces para lograr esos objetivos. La solución europea clásica es la competencia institucional – no el control central.
Neil Parish (PPE-DE). – Señora Presidenta, quiero agradecer muy sinceramente al señor Tabajdi su informe. Yo, como muchos otros oradores, acogemos con satisfacción este informe sobre el biogás porque puede realizar una contribución muy importante. Sobre todo en la agricultura, se producen multitud de residuos que pueden convertirse muy eficazmente en biogás. Los residuos de alimentos y plantas pueden también combinarse con el biogás para generar electricidad. Por consiguiente, es probable que el proceso sea muy eficiente. De hecho, se considera que la producción de biogás es una de las formas más eficientes de generar electricidad por «bio»-medios.
Una cosa que le diría al señor Tabajdi es que no necesitamos una directiva específica sobre la bioenergía: ésta puede incluirse en una directiva sobre energías renovables. Le pido que no siga adelante con eso.
Le digo también que, en lo que se refiere a los agricultores, están ahora muy comprometidos con la Directiva sobre nitratos. Necesitan también una gran capacidad de almacenamiento de residuos en sus explotaciones. Los lodos podrían almacenarse en las explotaciones y convertirse en biogás, y los residuos obtenidos podrían, seguidamente, esparcirse sobre el suelo. Como ha dicho la señora Comisaria, así se matarían dos pájaros de un tiro.
La señora McGuinness ha dicho que una de las cosas que tenemos que abordar – probablemente no a escala europea, pero sí a escala de los Estados miembros – es que las plantas de biogás son estupendas siempre que estén en otro lugar y no justo al lado de donde nosotros vivimos. Eso es algo que nos pasa mucho en Europa: siempre queremos que las cosas pasen en otro sitio.
Por último, quiero contestar al señor Clark – aunque creo que ya no está con nosotros –, que ha preguntado si hay o no calentamiento mundial. Un eminente científico israelí me dijo en este sentido que puede que haya o no calentamiento mundial, ¿pero podemos esperar 20 años para saber si teníamos o no la razón?
Cristian Silviu Buşoi (ALDE). – (RO) Considerando el precio actual del petróleo, el biogás es un recurso energético que debe tenerse en cuenta, sobre todo en la situación de dependencia cada vez mayor que tiene la Unión Europea de las importaciones de hidrocarburos.
Todos conocemos el objetivo de conseguir que las energías renovables representen el 20 % del consumo energético total europeo de aquí a 2020. Sin embargo, en las circunstancias actuales es evidente que el empleo del biogás como recurso energético debe promoverse también, especialmente mediante la utilización de herramientas financieras.
El biogás y otros biocombustibles, junto con la energía solar y eólica, pueden reducir significativamente la dependencia en fuentes de energía convencionales. Además, en comparación con otros tipos de energías renovables, el biogás tiene la ventaja de que puede utilizarse en la producción de electricidad, energía térmica y transporte.
Posiblemente una nueva directiva específica sobre el biogás sea pedir demasiado, pero celebro que se haya pedido a la Comisión que presente un informe especial sobre el biogás en la Unión Europea, que debería incluir también recomendaciones sobre la legislación europea y nacional en esta materia.
Samuli Pohjamo (ALDE). – (FI) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, quiero dar las gracias al ponente, señor Tabajdi, por su excelente trabajo. Ha realizado un trabajo muy completo. El biogás es un importante recurso energético renovable que contribuye a un desarrollo agrícola sostenible y mejora la situación del medio ambiente. El biogás puede utilizarse también para ayudar a que las explotaciones y las regiones sean más autosuficientes en energía, y en la actualidad sólo se está aprovechando una pequeña parte de este recurso.
Pero todavía nos queda mucho por hacer en cuanto al desarrollo de productos. Necesitamos innovaciones, intercambio de buenas experiencias y financiación adicional. El estiércol y los subproductos de alimentos no deben clasificarse como residuos, sino como materias primas utilizables en la producción de biogás y fertilizantes. Además, tenemos que establecer una normativa armonizada en toda la Unión Europea para promover el uso de biogás y eliminar las barreras nacionales y las restricciones relacionadas con el biogás.
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). – (SK) La UE depende de países extracomunitarios para su suministro energético. Además, Europa no está lejos de una crisis energética.
Por ello es fundamental que intervengamos y apoyemos el uso de las energías renovables. En mi opinión, el biogás ofrece una buena alternativa, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental. Contribuye a un desarrollo económico y agrícola sostenible, al desarrollo de las zonas rurales y a la protección del medio ambiente. Cuando se produce a partir de estiércol, lodos y residuos municipales y restos orgánicos animales, constituye una fuente de ingresos adicional para las comunidades agrícolas.
Pero es también fundamental que prestemos mucha atención a las medidas de seguridad. Algunos componentes activos y bacterias contenidas en los residuos agrícolas y municipales, de propagarse, pueden poner en peligro tanto la salud pública como el medio natural. Quiero oponerme también con firmeza al uso de maíz, cereales y otros productos agrícolas básicos para la alimentación humana en la producción de energía. Su combustión origina una subida del precio de los piensos y los alimentos en general.
Avril Doyle (PPE-DE). – Señora Presidenta, la generación de energías renovables a partir de biogás es un avance positivo desde el punto de vista del suministro de energía. Sin embargo, la contribución del biogás obtenido del estiércol a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero requiere una investigación más profunda.
El informe presentado no aborda en realidad la cuestión de las emisiones no intencionadas o fugitivas; es decir, las emisiones de gases que se escapan durante el proceso de producción. Algunos estudios indican que las pérdidas de metano durante la producción, y las emisiones de óxido nitroso cuando se aplica digestato al suelo, pueden contrarrestar todo su potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Se necesita urgentemente más investigación.
Cualquier revisión de la legislación para apoyar la producción de biogás debe basarse en un análisis riguroso del ciclo de vida para evaluar definitivamente el proceso en el contexto de la producción de energías renovables y como estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
James Nicholson (PPE-DE). – Señora Presidenta, quiero empezar felicitando al ponente por un informe tan oportuno.
La seguridad del suministro energético, los crecientes costes de la energía y el cambio climático son quizá los principales retos a los que se enfrenta Europa en el siglo XXI. Una cosa está clara: Europa tiene que hacerse más autosuficiente en sus necesidades energéticas y garantizar la seguridad de su suministro energético. Para ello hará falta una mayor diversificación en fuentes de energía alternativas y una mayor dependencia de tecnologías nuevas y energías renovables. En mi propia circunscripción, se estima que importamos un asombroso 96 % de nuestra energía.
Muchos de ustedes estarán de acuerdo conmigo en que el mercado emergente de la biomasa y los biocombustibles ofrece muchas oportunidades nuevas a los agricultores. Es un mercado cada vez más competitivo. Los agricultores de mi circunscripción de Irlanda del Norte podrían encontrar muchas ventajas en otros usos alternativos de sus tierras para crear nuevas oportunidades de negocio relacionadas con la producción de biocombustibles.
Aunque no me hago ilusiones de que la energía producida a partir de biocombustibles y biomasa sea la única respuesta a los crecientes problemas energéticos de Europa, estoy convencido de que pueden contribuir de manera importante a su resolución.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, el papel del gas es importante; primero, para diversificar los suministros de gas; segundo, para combatir el cambio climático; y tercero, para mejorar la situación del medio ambiente; en otras palabras, para protegerlo. Tengamos también en cuenta que el biogás se produce a partir de residuos domésticos, residuos orgánicos, lodos y estiércol.
El biogás es una fuente muy importante de energía renovable. Puede utilizarse para producir energía, es una buena fuente de calor y puede emplearse también como combustible para vehículos. El biogás podría utilizarse en muchos más vehículos, pero para ello tiene que estar disponible y ser rentable. Ahora bien, también es necesario aplicar tecnologías nuevas de segunda generación en su producción. Lo que tenemos que crear, pues, son unas condiciones estables para el desarrollo del biogás y unos instrumentos adecuados de apoyo financiero.
Claude Turmes (Verts/ALE). – Señora Presidenta, como ponente para la Directiva sobre energías renovables que dentro de poco votaremos en este Parlamento, acojo con verdadera satisfacción el informe del señor Tabajdi. Estoy también de acuerdo en general con que el biogás es una de las mejores formas de procesar la biomasa en Europa. En mi informe, trataré de insistir en el potencial del biogás. Es una forma almacenable de energía, de manera que complementa a otras fuentes intermitentes de energía renovable. Insistiré también en que se reduzcan los procedimientos administrativos. Me parece que tenemos un verdadero problema en Europa relacionado con las autorizaciones, especialmente cuando se trata de la producción de energía no peligrosa, y el biogás no es peligroso.
Sólo quiero mencionar otra cuestión. En la actualidad estamos debatiendo la Directiva sobre el gas en el mercado interior. Tenemos que facilitar también el acceso del biogás a la red de gas natural. Si alguno de ustedes está interesado en este tema, le sugiero que lea las enmiendas que he presentado sobre la Directiva sobre el gas.
Mariann Fischer Boel, miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, muchas gracias a todos los que han contribuido a este debate. Como siempre sucede, es muy difícil concentrarnos sólo en el biogás; siempre empezamos a hablar de todas las energías renovables.
El debate de hoy se basa en el informe sobre energía publicado por la Comisión el pasado mes de enero, porque de pronto constatamos nuestra gran dependencia de las importaciones de energía, sobre todo de nuestros vecinos orientales, y después pensamos en cómo podíamos contribuir a reducir las emisiones de CO2 o gases de efecto invernadero. De pronto, se pusieron sobre la mesa muchas ideas diferentes.
Cuando hablamos del sector del transporte, de aquí a 2020 las energías renovables tendrán que representar el 10 %, y aquí el sector agrícola ha sido el primer proveedor y sigue siendo el único proveedor. Pero todos sabemos − y lo hemos escuchado hoy también − la competencia que existe entre alimentos, piensos y combustibles. La polémica irá para largo mientras sigamos utilizando la primera generación de biocombustibles. Estoy totalmente de acuerdo con los que han insistido en la necesidad de invertir fuertemente en investigación y desarrollo, para que podamos pasar de la primera a la segunda generación.
Es crucial que las energías renovables sean económicamente viables en el futuro, cosa que no son hoy. Tenemos que ser capaces de encontrar la «solución de oro» para su viabilidad económica.
Otro aspecto es la sostenibilidad; la sostenibilidad medioambiental. Aquí nuestra postura es muy clara. No aceptaremos energías renovables que no se produzcan de una manera sostenible, y eso tiene que ver tanto con la producción en la Unión Europea, como con las energías renovables que se importarán de fuera. Tendremos que importar. No tratemos de convencer a nadie de que podemos depender exclusivamente de la producción europea. Eso simplemente no es posible; tendremos que importar.
Me parece una idea espléndida seguir trabajando con el biogás. En su proceso de producción podemos utilizar residuos – lodos – y restos de los mataderos. Desde el punto de vista agroambiental, el biogás puede resolver algunos de los problemas que tienen ciertos Estados miembros, ciertas regiones, para cumplir la Directiva sobre nitratos, como se ha dicho aquí esta noche. Puede ayudar también a resolver esos problemas.
Yo creo que el sector de las energías renovables ofrece multitud de posibilidades, pero tenemos que insistir en nuevas inversiones que permitan encontrar una solución viable en el futuro. Una vez más, doy las gracias al ponente. Ha sido un informe muy bueno.
Csaba Sándor Tabajdi, ponente. − (HU) Señora Comisaria, señora Presidenta, gracias por este debate. Está claro, como se ha demostrado también hoy, que ni el biogás, ni la bioenergía, ni las fuentes de energía renovables son panaceas en sí mismas, pero todos ellos tienen una importancia crucial para la diversificación energética.
Segundo: el biogás sigue siendo caro, como han dicho mi colega parlamentario, señor Kuc, y muchos otros. El desarrollo tecnológico es, por tanto, necesario. Al principio, como ha mencionado la Comisaria Fischer Boel, hará falta ayuda pública con cargo al fondo de desarrollo rural.
El tercer punto tiene una especial importancia. Evidentemente no me expliqué bien, y me dirijo ahora al señor Parish: mañana presentaré una enmienda oral para retirar mi propuesta de Directiva sobre el biogás y los bioresiduos y recomendaré su inclusión en la Directiva unificada sobre energías renovables. Ese fue el acuerdo al que llegamos yo mismo, la señora Fischer Boel y sus colegas y el Partido Popular Europeo.
La cuarta cuestión es la del plazo: por supuesto que seremos flexibles en esto. Quiero decir a la señora McGuinness que el procedimiento actual es excesivamente burocrático; en Dinamarca, el país que ha sido más ambicioso en este sentido – y no porque la Comisaria sea danesa – se tarda cinco años desde que se concibe la idea hasta que se hace entrega de la planta, y hay países donde se tarda diez años.
Por último, quiero referirme a la cuestión planteada por Avril Doyle. Aquí tengo en mis manos un excelente estudio danés – y esto tampoco tiene nada que ver con el hecho de que la Comisaria sea danesa – publicado por el Centro Nacional del Servicio Danés de Asesoramiento Agrícola. Escribir este informe fue fácil. Enviaré a la señora Doyle la sección que contiene cálculos muy precisos sobre los «posibles problemas medioambientales»; en otras palabras, sobre cuestiones como los gases fugitivos; y esto, desde luego, me tranquiliza, aunque yo no sea un experto en medio ambiente.
Para terminar, quiero expresar mi agradecimiento – y disculparme ante la Comisaria de antemano por mi mala pronunciación del danés − a Thorkild Birkmose, Henning Lyngsø Foged y Jørgen Hinge, del Servicio Danés de Asesoramiento Agrícola, autores de este excelente estudio. Quiero dar también las gracias a Nicolas Nevez, que ha trabajado conjuntamente con la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, y a mis colegas Dávid Korányi y Tamás Bíró; doy también las gracias a los dos ponentes, Werner Langen y Jens Holm por la opinión de las dos comisiones asociadas, y les agradezco a todos ustedes sus críticas constructivas. Sigamos adelante con el biogás, aunque no sea la panacea para todo. Gracias por su atención.
La Presidenta. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.