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Textos presentados :

RC-B6-0124/2008

Debates :

PV 13/03/2008 - 9.2
CRE 13/03/2008 - 9.2

Votaciones :

PV 13/03/2008 - 11.2
CRE 13/03/2008 - 11.2

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Jueves 13 de marzo de 2008 - Estrasburgo Edición DO

9.2. Detención de manifestantes después de las elecciones presidenciales en Rusia
Acta
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  Presidente. El punto siguiente es el debate sobre cinco propuestas de resolución relacionadas con la detención de manifestantes a raíz de las elecciones presidenciales de Rusia(1).

 
  
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  Bernd Posselt, autor. − (DE) Señor Presidente, durante el proceso de elaboración de esta resolución, algunos de nosotros hemos sido acusados de ser enemigos o adversarios de Rusia. ¡Justamente todo lo contrario! Somos amigos de Rusia, nos preocupa la democracia y el Estado de derecho en este importante país europeo. Protestamos enérgicamente contra el encarcelamiento de los partidarios de la oposición que no han hecho nada más que llamar la atención sobre un hecho que había sido observado por todas las instituciones internacionales, esto es, que las elecciones presidenciales rusas fueron extremadamente parciales.

Exigimos la inmediata liberación de estos partidarios de la oposición y de otros que llevan mucho tiempo en la cárcel y en los campos de trabajo, como son los denominados prisioneros de Yukos, Jodorkovsky y Lebedev, y apoyamos la petición de la Canciller Merkel para que ambos sean puestos en libertad.

Sin embargo, tenemos que tener clara una cosa. El Presidente de Rusia que acaba de ser elegido tiene una oportunidad única para empezar de nuevo, para marchar por la senda de la democracia y del Estado de derecho y para llevar a cabo una política exterior menos nacionalista y agresiva. Sin embargo, esto significa que tendrá que romper las ataduras de Gazprom y librarse del régimen Putin; por desgracia, no hay el menor atisbo de ello.

Por este motivo tenemos la obligación de expresar con sinceridad nuestras críticas. Los amigos de Rusia no son los que, a ejemplo del ex canciller alemán Schröder, cantan las alabanzas del régimen de Putin y se dejan utilizar para fines de propaganda en favor de sus intereses económicos y nacionalistas; no, los amigos de Rusia apoyan los derechos humanos y civiles del pueblo ruso, para que tenga la posibilidad de desarrollarse en democracia.

Si guardamos silencio, la pequeña semilla de democracia y de Estado de derecho sembrada por el Presidente Yeltsin, y que el Presidente Putin ha puesto en peligro, acabará por ser sofocada, y esto no puede ser beneficioso ni para Europa ni para el pueblo ruso.

(Aplausos)

 
  
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  Marios Matsakis, autor. Señor Presidente, en este asunto hablo a título personal.

En los últimos años han estado ocurriendo cambios significativos en Rusia, desde el comunismo estalinista hasta los inicios del capitalismo liberal, desde la amenaza nuclear de la guerra fría hasta las negociaciones sobre desarme voluntario y cooperación militar con Occidente. Al mismo tiempo, se han llevado a cabo nuevas reformas democráticas en el país y el nivel de vida del pueblo ruso ha mejorado de forma continua.

Nos satisfacen estos cambios y debemos apoyarlos. No siempre nos vemos precisados a criticar lo malo; a veces nos toca reconocer y aplaudir lo bueno. De esta forma no sólo seremos más objetivos, sino que contribuiremos además a que los cambios positivos se materialicen mejor y más rápidamente.

A la vista de estas reflexiones, y analizando las recientes elecciones presidenciales rusas, debemos decir que estas últimas se celebraron de modo más democrático que las precedentes, auque sigue existiendo el problema del acceso desigual de los candidatos a los medios de comunicación. Pero siendo sinceros, ¿no es éste un problema que también tenemos en los Estados miembros de la UE? Así es, por desgracia.

Después de las elecciones hubo protestas en la calle. Se ha informado que algunas de estas protestas fueron reprimidas con fuerza desproporcionada por la policía rusa. ¿Podemos decir sinceramente que nuestras propias fuerzas de policía en los Estados miembros de la UE o de los Estados candidatos son unos angelitos y que a veces – más veces de lo que nos gustaría – no hacen uso de una fuerza desproporcionada?

Sí, desde luego condenamos el trato discriminatorio que los candidatos han recibido de los medios de comunicación rusos controlados por el Gobierno; sí, condenamos el uso indebido de la fuerza contra los manifestantes por parte de la policía rusa, pero lo hacemos exactamente de la misma forma y con el mismo espíritu con que lo haríamos si se tratase de sucesos similares en otro país o conjunto de países, incluido el nuestro.

 
  
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  Alexandra Dobolyi. − Señor Presidente, me veo obligada a defraudarle. No soy yo la autora de esta resolución, y mi grupo no la suscribió. Y la razón por la que mi grupo no lo hizo fue para evitar que hoy nos enzarzáramos en una discusión. No es que creamos que no hace falta discutir estos temas, ni que creamos que en Rusia no hay problemas, ni que creamos que no debemos analizar las implicaciones de las elecciones presidenciales rusas, lo que sí creemos firmemente es que, cuando hablamos de Rusia – un protagonista mundial, un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y uno de los principales socios de la UE – lo que hace falta es un debate en el Pleno, amplio y bien preparado.

Rusia no es para nosotros solamente un vecino próximo, es también un socio estratégico. Queremos celebrar un amplio debate en torno a nuestras relaciones, en el que se aborden todos los temas importantes, desde el comercio hasta la inversión – que crece a ritmo acelerado –, pasando por la energía, la democracia y también los derechos humanos.

Sobre Rusia existen muchas opiniones distintas, pero creo que todo el mundo estará de acuerdo en que Rusia es para nosotros un socio clave para el tratamiento de los conflictos regionales y los desafíos globales, y que aún queda mucho por hacer en cuanto al desarrollo pleno del potencial que encierran nuestras relaciones. Tenemos que ser capaces de mantener un amplio intercambio de opiniones dentro de la Cámara, pero también con la Comisión y con el Consejo, sobre la formulación de una estrategia pragmática de cooperación en aquellos temas en que sea posible, disintiendo en los demás temas en que no podamos cooperar.

Es más que evidente que no es posible ni correcto tratar este tema tan importante en el estrecho límite temporal de 20 minutos un jueves por la tarde, y éste es el motivo por el que mi grupo no puede apoyar el proyecto de resolución y por el que nos abstendremos posteriormente en la votación.

 
  
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  Marcin Libicki, autor. − (PL) Señor Presidente, otra vez se han celebrado elecciones en Rusia, y otra vez numerosos candidatos han sido excluidos antes de la votación. Ora vez han sido dispersadas violentamente las protestas de los partidarios de la oposición contra los resultados de las elecciones. Y otra vez Occidente se muestra sorprendido respecto a tres cosas. En primer lugar, que en Rusia no se respeten los derechos humanos. En segundo lugar, ¿por qué se persigue a la oposición, siendo ésta tan débil? En tercer lugar, ¿para qué hacerlo, si por principio el público siempre está a favor de cualquier decisión del Gobierno?

Tenemos que darnos cuenta de que nadie que trate a Rusia y a los rusos como sociedad normal y como Estado civilizado normal de corte occidental podrá entender a este país. La mentalidad rusa es completamente distinta, como pueden atestiguar quienes han sido vecinos de Rusia desde siempre, como es el caso de muchas naciones de Europa central y oriental. Sabemos perfectamente que la sociedad rusa apoya permanentemente al gobierno y a las autoridades – con elecciones o sin ellas. Así ha sido siempre en Rusia, así es ahora y así seguirá siendo.

Por supuesto coincido completamente con el señor Posselt en que los verdaderos amigos de Rusia deben hacer todo lo posible por cambiar este estado de cosas. Pero a mi juicio no hay nada por lo que debamos sorprendernos.

 
  
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  Jana Hybášková, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, la Federación Rusa es un país con el que deseamos pactar a toda costa acuerdos estratégicos. Aquí el aspecto clave es la democracia, o al menos el Estado de derecho.

27 de febrero: un activista de la coalición La Otra Rusia abandona un hospital psiquiátrico de la ciudad rusa de Tver. Roman Nikolaychik ha sido una víctima más de la psiquiatría punitiva. La presión política ejercida sobre él se incrementó desde que fue designado candidato local en la lista electoral de la coalición La Otra Rusia. Larisa Arap estuvo detenida durante 46 días en la región de Murmansk después de publicar un artículo crítico. Artem Basyrov fue hospitalizado durante más de un mes en la república de Mari El .

1 de marzo: una carta abierta al Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB): «Nosotros, periodistas y colegas de Natalya Morar, corresponsal del periódico The New Times, exigimos que la dirección del FSB ponga fin a su retención anticonstitucional en la zona de aduana del aeropuerto Domodedovo y le permita cruzar la frontera rusa.»

4 de marzo: miles de personas desfilan por Moscú y por las calles de San Petersburgo. En Moscú, donde las autoridades les denegaron el permiso de reunión, docenas de ellos fueron detenidos cuando la policía hizo correr a la gente a golpes de porra. Nikita Belykh, presidente del partido Unión de Fuerzas de Derecha, fue secuestrado por agentes camuflados de las fuerzas especiales rusas (OMON). Lev Ponomarev, presidente del movimiento «Por los Derechos Humanos», y Denis Bulinov, director ejecutivo del Frente Civil Unido, también se encontraban entre los detenidos.

7 de marzo: se amordaza a los periodistas durante los comicios rusos. En Sajalin del Sur, un teniente del ejército atacó a un reportero del periódico de esta región Tvoya Gazeta. En Novosibirsk, el fotógrafo Yevgeny Ivanov fue acusado de «resistencia a la autoridad» y de «omisión del deber de registro». En San Petersburgo, una reportera de Grazhdansky Golos fue detenida por la milicia rusa por «encontrarse en un colegio electoral sin autorización». Su periódico pertenece a Golos, un grupo independiente de observación de las elecciones. Un reportero de Vpered («Adelante»), diario local de Khimki, en la región de Moscú, fue atacado por agentes de la milicia cuando intentaba depositar su voto.

¿Es éste un Estado de derecho?

 
  
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  Lidia Joanna Geringer de Oedenberg, en nombre del Grupo del PSE. – (PL) Señor Presidente, los acuerdos de la UE con Rusia no se refieren únicamente al incremento de la cooperación en los ámbitos de la economía, la seguridad y la energía, sino también al respeto del Estado de derecho, de la democracia y de los derechos humanos fundamentales.

A pesar de ello, durante la campaña electoral los grupos de la oposición y las organizaciones no gubernamentales fueron objeto de disposiciones que restringían el derecho de reunión y de manifestación pacífica. Y lo que es peor aún, los principales diarios y las emisoras de radio y televisión estuvieron sometidas a un estricto control gubernamental. La marcha organizada por los partidos de la oposición el 3 de mayo no obtuvo inicialmente la autorización de las autoridades de Moscú y concluyó con la detención de los participantes, incluidos los líderes de la oposición. Es de lamentar que las últimas elecciones hayan demostrado que la democracia y el Estado de derecho no están sólidamente afianzados en Rusia. Me refiero no sólo al uso desproporcionado de la fuerza por la policía durante las manifestaciones, sino también a la actitud hostil con la misión de observación de la OSCE.

La comunidad internacional tiene derecho a esperar del nuevo presidente ruso algo más que promesas de que el mayor país del mundo seguirá construyendo la democracia, por ejemplo medidas concretas, como sería la revisión de la situación de los activistas políticos que han estado en prisión durante años.

 
  
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  Ewa Tomaszewska, en nombre del Grupo UEN. (PL) Señor Presidente, ni la campaña previa a las elecciones presidenciales rusas ni las propias elecciones han respetado las reglas democráticas. Durante la presentación de las candidaturas ni siquiera se intentó mantener las apariencias. Los medios de comunicación fueron sometidos a constante presión para impedir la publicación de informaciones críticas hacia el candidato respaldado por el Presidente en funciones. Se bloqueó el acceso a los medios por parte de la oposición y se impidió que los observadores pudieran vigilar el desarrollo de los comicios.

Esto es difícilmente aceptable, especialmente teniendo en cuenta la pertenencia de Rusia al Consejo de Europa y la previa declaración de las autoridades rusas sobre el respeto a los derechos humanos. Debo admitir que este tipo de declaraciones sólo son creíbles para quienes no conozcan Rusia. La violación de los principios democráticos durante las elecciones provocó protestas, la represión brutal de una manifestación y la detención de los manifestantes. Rusia se ha alejado radicalmente de los principios democráticos. Reclamamos la rápida liberación de todos los presos de conciencia.

 
  
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  Jiří Maštálka , en nombre del Grupo GUE/NGL. (CS) Señor Presidente, Señorías, me alegro de ver que el tema de los acontecimientos en Rusia ha logrado tener cabida en los debates del Pleno.

No cabe duda de que las buenas relaciones mutuas con la Federación Rusa son una condición previa para que en el futuro pueda existir una Unión Europea fuerte. Lamento profundamente que las elecciones rusas no se hayan celebrado sin interferencias de las autoridades. Por otro lado, lo que hoy hace falta por nuestra parte, como tantas veces antes, es una sencilla demostración de respeto básico por la labor realizada y por la cultura nacional del país sobre el cual estamos debatiendo.

Sin la menor sombra de duda, Rusia está aún muy lejos de alcanzar el nivel de justicia social y de calidad de vida que nos gustaría ver en todo el mundo. Tiene dificultades para resolver su crisis demográfica. Por otra parte, es la primera vez en la historia rusa que el máximo representante del país abandona el Kremlin voluntariamente y su sucesor es elegido por el pueblo. Es indudable que las técnicas, herramientas y métodos de gestión en la esfera política han sido afinados hasta la perfección en Rusia. Pero se trata de técnicas importadas de Occidente.

Quisiera preguntar a quienes se afligen por la triste situación de la democracia en Rusia si no se sienten molestos también al ver que el Parlamento Europeo ha dado muestras de una cierta cobardía al negarse a investigar la aplicación del derecho internacional por parte del señor Solana.

 
  
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  Urszula Krupa, en nombre del Grupo IND/DEM. (PL) Señor Presidente, el asunto que hoy debatimos es la violación de los derechos humanos en Rusia en relación con las protestas populares contra la falta de democracia, especialmente durante las recientes elecciones presidenciales. No solamente se empleó la fuerza contra los manifestantes y se practicaron detenciones, sino que además la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa tuvo que retirar a sus observadores como consecuencia de las excesivas restricciones impuestas por el Gobierno ruso. Las autoridades rusas presionaron a los grupos de la oposición, toleraron el fraude electoral y sojuzgaron a los medios de comunicación. Se impidió el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y se dificultó la preparación de los mítines electorales.

Evidentemente no podemos aceptar esta falta de respeto por los derechos humanos y la democracia, la ausencia de libertad de expresión, la discriminación contra las minorías nacionales y las restricciones impuestas a las organizaciones independientes. Sin embargo, debemos tener presente que Rusia carece de tradiciones democráticas. El breve período de democratización iniciado en 1864 concluyó en 1917 con el establecimiento de la Rusia soviética, dirigida primero por Lenin y Stalin y después por sus discípulos, un régimen que era la negación misma de la democracia.

La situación de Rusia debería ser una advertencia a otros imperios y Estados totalitarios que ven en los procesos democráticos una amenaza, incluso cuando la oposición está en minoría y lo único que puede hacer es dar a conocer una verdad que pretende ocultarse a toda costa.

 
  
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  Koenraad Dillen (NI). – (NL) Solamente dos puntos. No tengo ningún problema para apoyar esta resolución. Pero todos sabemos, naturalmente, que Rusia es un proveedor de energía demasiado importante, por lo que los Jefes de Estado y de Gobierno europeos van a descartar este documento de forma discreta.

Sabemos por experiencia que cuando están en juego los intereses económicos, ya se trate de China, Rusia o Arabia Saudí, el entusiasmo por los derechos humanos de todos estos redactores de declaraciones de los derechos del hombre cede el paso a la Realpolitik. De modo que no nos hagamos ilusiones.

En segundo lugar, Señorías, en esta resolución sustituyan ustedes a «Rusia» por «Bélgica» y el texto seguirá siendo igual de relevante. Porque no hace mucho que también en Bélgica la policía molió a palos a unos manifestantes pacíficos, cumpliendo órdenes del alcalde de Bruselas. También en Bélgica se dificulta extraordinariamente el acceso de la oposición a los medios de comunicación. También en Bélgica jueces cuyo cargo es de designación política han ilegalizado a un partido de la oposición a instancias del Gobierno, y a instancias también del partido al que pertenece el Comisario que se encuentra hoy aquí con nosotros. Y a raíz de ello los jueces en cuestión fueron promocionados. Que Europa ponga primero orden en su casa y ajuste las cuentas a estos falsos demócratas.

 
  
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  Józef Pinior (PSE). – Señor Presidente, Rusia es un gran país, un protagonista mundial, un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y un socio estratégico de la Unión Europea.

En primer lugar, quisiera hacer un llamamiento para que mantengamos un debate serio, sosegado y objetivo en el Parlamento Europeo sobre la grave situación de la democracia y de los derechos humanos en ese país.

La verdad es que Rusia puso dificultades para que las organizaciones internacionales pudieran supervisar las recientes elecciones parlamentarias. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictado hasta la fecha 15 sentencias contrarias a Rusia en relación con Chechenia. La tortura y las detenciones ilegales por las fuerzas gubernamentales bajo la dirección del Presidente chechenio Ramzan Kadyrov se siguen practicando con carácter general y sistemático. En el período anterior a las elecciones, las autoridades rusas estrecharon aún más el férreo control sobre la libertad de expresión y emplearon una fuerza excesiva para disolver las manifestaciones pacíficas. La legislación rusa relacionada con las organizaciones no gubernamentales es especialmente restrictiva.

No es posible mantener esta tarde un debate apropiado sobre todos estos asuntos. Pido nuevamente que tengamos un debate serio en el Pleno sobre la preocupante situación de la democracia y de los derechos humanos en Rusia.

 
  
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  Zbigniew Zaleski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, es evidente que los cambios democráticos de Rusia no se han visto acompañados por una mejora de los derechos civiles fundamentales, y especialmente de los derechos de la oposición. Aunque el pueblo ruso está comenzando a sentirse orgulloso de sí mismo, lo cierto es que continúa viviendo en una sumisión abyecta. Las autoridades no nos van a prestar ninguna atención, digamos lo que digamos, pero el pueblo ruso debería tener conocimiento de la posición de Europa. Nos hallamos quizás inmersos en un proceso largo y pesado que servirá para comprender al fin que también en Rusia las cosas pueden ser distintas y más normales, que la gente puede ser más feliz, porque el país tiene capacidad para ello. Tenemos que apoyar este proceso de sensibilización.

 
  
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  Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) Estoy de acuerdo con los oradores que me han precedido en que las relaciones de buena vecindad entre la Unión Europea y Rusia son cruciales para la estabilidad, seguridad y prosperidad del conjunto de Europa.

Por un lado, la Unión Europea debe esforzase para aumentar la cooperación con Rusia, especialmente en los ámbitos de la política, la seguridad, la economía y sobre todo la energía. Por otro lado, no podemos permanecer callados ante las violaciones de los principios democráticos y de las libertades políticas en Rusia. Tenemos que manifestar nuestra insatisfacción en los casos en que tengamos conocimiento de estos incumplimientos de las reglas democráticas, como ocurre con la inhabilitación del candidato presidencial Mijail Kasyanov.

Confío en que el recientemente elegido Presidente ruso, Dmitry Medvédev, respetará el Estado de derecho y la democracia y creará las condiciones para comenzar cuanto antes las negociaciones sobre el nuevo Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la Unión Europea y Rusia.

 
  
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  Janusz Onyszkiewicz (ALDE). – (PL) Señor Presidente, quiero añadir una cosa más a la lista de abusos en estas elecciones, que realmente hicieron que dejaran de ser unas elecciones ya que no había nadie entre quien escoger. Me refiero al hecho de que un número de candidatos no consiguieron entrar a formar parte de las listas debido a las dificultades financieras que sufrían sus partidos.

¿Por qué dificultades financieras? Porque en las anteriores elecciones a la Duma, los espacios de carácter político emitidos en virtud del derecho a disponer de espacios gratuitos en la radio tenían que ser abonados en el caso de que el partido no lograra rebasar un determinado umbral de votos. En consecuencia, algunos partidos están endeudados y no pueden permitirse ninguna actividad política. Y lo que es peor aún, corren el riesgo de ser ilegalizados por estar en quiebra. Es preciso tener también presente esta extraña situación.

 
  
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  Louis Michel, miembro de la Comisión. (FR) Señor Presidente, quiero comenzar con un breve comentario de carácter personal. He oído la intervención del señor Dillen, que representa a un partido belga de extrema derecha, quien se ha permitido una comparación bastante vergonzosa entre las circunstancias en Bélgica y las existentes en Rusia. Evidentemente, me veo obligado a rebatir sus afirmaciones. Reconozco en ellas los métodos habituales a los que recurre por lo general su partido y que no son sino una forma de insulto. Permítame afirmar muy claramente que tales métodos no dicen nada en favor de quienes los emplean.

Señor Presidente, Señorías, la Comisión está haciendo un seguimiento estrecho de los acontecimientos subsiguientes a las manifestaciones en Moscú y en San Petersburgo el 3 de marzo: lo estamos haciendo no sólo a través de nuestra delegación en Moscú, sino de contactos directos con los Estados miembros. Además, tenemos vínculos regulares con ONG rusas e internacionales que trabajan en el campo de los derechos humanos. La Comisión comparte las inquietudes de ustedes sobre el visible deterioro de la situación de los derechos humanos en Rusia y la frecuencia de violaciones denunciadas de derechos humanos, sobre todo con respecto a la libertad de reunión y la libertad de expresión. Ha supuesto para nosotros una enorme decepción que la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE se viera obligada a llegar a la conclusión de que no resultaba factible enviar una misión de observación electoral. En sus contactos bilaterales con Rusia, incluidos los de máximo nivel, la Unión Europea subraya regularmente la importancia del respeto por los derechos humanos.

Dentro de un mes celebraremos una de nuestras dos consultas anuales con Rusia sobre el tema de los derechos humanos. Estas consultas nos proporcionan la oportunidad de explorar en mayor profundidad las tendencias generales en el ámbito de los recursos humanos, así como de escuchar el punto de vista ruso sobre casos individuales. En la próxima consulta plantearemos nuestras inquietudes, sobre todo en cuanto a los derechos a la libertad de expresión y la libertad de reunión, los problemas planteados por el auge del racismo y la xenofobia, y la cooperación con Rusia en organizaciones internacionales, tales como la OSCE y el Consejo de Europa. Las consultas nos permiten asimismo plantear los casos que afectan a los individuos. Antes y después de esta consulta, nos reuniremos con un grupo representante de las ONG rusas e internacionales, que trabajan en pro de los derechos humanos. Dichas reuniones exponen a la Unión Europea las inquietudes de los defensores de los derechos humanos y nos permiten el intercambio directo de pareceres.

Si miramos un poco más hacia adelante, pronto deberíamos estar en condiciones de iniciar negociaciones sobre un nuevo acuerdo entre la Unión Europeo y la Federación Rusa. Se tratará de un acuerdo amplio, que abarca el número creciente de ámbitos políticos en los que cooperamos. Tal como señalaba la declaración de la Unión Europea después de las elecciones presidenciales rusas, tenemos un interés común en fomentar nuestros lazos y esperamos que nuestra asociación se vea consolidada y desarrollada de forma constructiva bajo la presidencia de Dmitri Medvédev. A la hora de negociar el nuevo acuerdo, procuraremos asegurar que refleje los valores con los que ambas partes se han comprometido: una sociedad civil próspera y unos medios de comunicación independientes representan los aliados naturales y necesarios para el crecimiento y la estabilidad en Rusia. Es algo que hemos aprendido de nuestra propia experiencia en la Unión Europea y se trata de un mensaje que continuaremos transmitiendo tenazmente –como vecinos y como socios– a nuestros amigos rusos, tanto a nivel del día a día como en los debates sobre la forma de nuestras relaciones futuras. Sé de antemano que el Parlamento Europeo nos va a brindar su apoyo incondicional en estos esfuerzos.

 
  
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  El Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará al final del debate.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Filip Kaczmarek (PPE-DE), por escrito. (PL) Señor Presidente, siempre me sorprende la gente que plantea grandes exigencias a la democracia norteamericana, pero que a menudo esperan muy poco de Rusia. Eso resulta humillante para Rusia y para los rusos. De los grandes y los poderosos, uno debería espera más, nunca menos. Quienes condenan los métodos aplicados en Guantánamo y la lucha contra el terrorismo, quienes rastrean las huellas de la CIA y las conspiraciones de ésta en Europa, tal vez harían mejor en examinar a Rusia más a fondo. Pero esas personas, y los políticos que compartes su filosofía, no quieren saber nada de los derechos humanos y civiles en Rusia. Al contrario, encuentran todo tipo de razones y excusas para no debatir los problemas de la democracia rusa.

No podemos sentirnos satisfechos con los supuestos logros de Rusia, como el hecho de que el Presidente Putin no infringiera la Constitución rusa y abandonara su cargo por decisión propia. Eso no es un logro, es una regla mínima de conducta. Me estoy acordando de un chiste sobre la benevolencia de Stalin. Sale un niño del despacho de Stalin, sangrando pero sonriente. «¿Por qué sonríes?», le pregunta alguien. «Sonrío porque Stalin ha sido muy bueno conmigo». «¿Qué quieres decir con bueno?», responde el interlocutor. «Te ha golpeado, ¿no? » «Sí», contesta el niño, «pero me podría haber matado».

 
  
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  Katrin Saks (PSE), por escrito. (ET) Señor Presidente, sólo quiero decir que, lamentablemente, no apoyo la posición de mi Grupo de abstenerse en la votación de la resolución sobre Rusia.

Efectivamente vamos a necesitar una resolución cuando tome posesión de su cargo el Presidente electo, señor Medvédev; está por ver cuáles van a ser sus primeros pasos y el papel que Vladimir Putin se reserva a sí mismo con el nuevo Presidente.

Opino igualmente que, dada la situación actual, en la que a los candidatos de talante democrático no se les ha permitido participar en las elecciones o expresar sus opiniones sobre la situación en la calle con la gente tras las elecciones, resulta importante expresar mi propio parecer. De lo contrario, acabaremos en la misma situación que el Consejo de Europa, que ha vuelto a posponer su informe sobre Rusia hasta un momento más propicio.

Aunque voy a votar, y voy a hacerlo a favor de la resolución, el texto tal vez no sea exactamente como yo hubiera deseado. Creo que, como institución democrática, es nuestra obligación adoptar una postura de principios y valiente a la hora de expresar nuestras opiniones sobre un asunto importante, como éste referente a las elecciones libres.

 
  

(1)Véase el Acta

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