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Acta literal de los debates
Lunes 21 de abril de 2008 - Estrasburgo Edición DO

21. Naufragio del buque 'New Flame' y vertido de fuel en la Bahía de Algeciras (debate)
Acta
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  Presidente. − El próximo punto es la declaración de la Comisión sobre el naufragio del buque New Flame y la contaminación en la Bahía de Algeciras.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, me complace estar hoy aquí para informarle de la declaración de la Comisión respecto a la resolución que van a adoptar ustedes sobre el naufragio del New Flame y sus consecuencias en la Bahía de Algeciras.

En dicha resolución se alude a dos asuntos de enorme importancia para los ciudadanos europeos: la seguridad marítima y la protección del medio ambiente marino, es decir, la protección de nuestras costas, nuestras bahías y nuestras playas. Europa ha tenido que afrontar catástrofes ecológicas causadas por accidentes en el maro, como los del Erika y del Prestige. El naufragio del New Flame ha tenido consecuencias graves, pero ha provocado una catástrofe de tal magnitud.

En cualquier caso, este naufragio nos recuerda que el transporte marítimo puede resultar peligroso, y que estos incidentes pueden seguir ocurriendo, a pesar de las numerosas medidas adoptadas por la Unión Europea en las últimas décadas. La Comisión Europea ha llevado a cabo un seguimiento muy estrecho del accidente; se ha mantenido vigilante respecto a la aplicación del Derecho comunitario, y ahora desea plantear varias propuestas prácticas encaminadas a lograr una mejora adicional de la seguridad marítima.

La Comisión ha llevado a cabo un seguimiento exhaustivo de este accidente, que se produjo en agosto de 2007. Los servicios de la Comisión, y en particular el Centro de Control e Información de la Dirección General de Medio Ambiente, responsable en materia de protección civil, se ha mantenido en contacto con las autoridades españolas, ASMAR, la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima, y las autoridades del Reino Unido.

En respuesta a las solicitudes de las autoridades españolas, hemos facilitado, a través de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (AESM), varias imágenes de satélite, con el fin de detectar toda posible contaminación por petróleo en la Bahía de Algeciras. Por otra parte, España decidió solicitar, a través del Centro de Control e Información, la movilización de uno de los buques de recuperación de petróleo contratados por la AESM. Este buque de lucha contra la contaminación, el Mistra Bay, permanece en la zona, preparado para asistir conforme a las instrucciones dadas por las autoridades españolas.

Estos dos servicios de la AESM, a saber, el sistema de vigilancia por satélite CleanSeaNet, y los buques de recuperación de petróleo, fueron creados por la legislación europea. Gracias al apoyo del Parlamento Europeo se han asignado 154 millones de euros a la lucha contra la contaminación en el período 2007-2013. Por otra parte, la AESM ha suscrito recientemente contratos con otros buques de recuperación de petróleo, con el fin de proporcionar a las costas europeas una protección aún mejor y, en un futuro muy cercano, dos nuevas embarcaciones, el Bahía Uno y el Bahía Tres, entrarán en funcionamiento frente a la Bahía de Algeciras.

En general, la Comisión es responsable de garantizar que el cuerpo de legislación de la UE vigente en el ámbito de la seguridad marítima y la protección del medio ambiente marino se aplica debidamente. La AESM se constituyó para asistir a la Comisión en la ejecución y la aplicación del cuerpo de legislación de la UE vigente. Las inspecciones llevadas a cabo por la Agencia permiten la evaluación de las medidas adoptadas por los Estados miembros para dar cumplimiento al Derecho comunitario. En su caso, la Comisión puede iniciar procedimientos de infracción contra cualquier Estado miembro que deje de transponer el Derecho comunitario correctamente.

En los ámbitos antes mencionados, existen varios asuntos pendientes, incluida la que se conoce comúnmente como la directiva de sanciones penales, así como la directiva de responsabilidad medioambiental. En cualquier caso, la aplicación práctica de las disposiciones del código penal, y el enjuiciamiento de los que contaminan, siguen siendo materias competencia de cada uno de los Estados miembros.

Me gustaría retomar el asunto del New Flame. La Comisión considera actualmente una reclamación recibida del Gobierno regional de Andalucía, relativa a un posible incumplimiento de la legislación comunitaria. Cabe recordar que con el tercer paquete marítimo, objeto de debate hoy, se pretende la consecución de nuevas mejoras en el área del seguimiento del tráfico de embarcaciones y la responsabilidad de los operadores de transporte marítimo.

En conclusión, la Comisión destacaría que la Unión Europea ha ejecutado políticas ambiciosas de seguridad marítima y protección del medio ambiente marino. En consecuencia, todo Estado miembro afectado por un accidente tiene a su disposición, si así lo desea, herramientas eficaces para luchar contra la contaminación y los responsables de ésta. La Comisión confía en que los restos del naufragio del New Flame se retiren en breve de la Bahía de Algeciras. La llegada de la embarcación especializada Big Foot 1 a finales de marzo indica que se planifican nuevos intentos.

Con esto concluye la información que deseaba proporcionar al Parlamento.

Señor Presidente, escucharé ahora con gran atención lo que los diputados tengan que decir sobre este tema.

 
  
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  Gerardo Galeote, en nombre del Grupo PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, han pasado ocho meses desde el hundimiento del New Flame, y persiste el riesgo de más vertidos de fuel y, sobre todo, el que se deriva de la carga que contiene el pecio.

A esa situación hemos llegado debido a factores que se repiten todos los días en la zona, el descontrol en el manejo de un tráfico de alta intensidad y operaciones masivas de trasvase de combustible entre buques en el mar. Pero en este caso concreto, además, se ha producido una cadena de errores y dejaciones de responsabilidad en el control sobre el buque tanto antes como después de la colisión.

Y por eso, señor Comisario, este Parlamento le agradecería que respondiera a estas cuatro preguntas que le voy a formular:

Primera, ¿tiene información sobre el origen y grado de toxicidad de las 42 500 toneladas de chatarra que no se han recuperado?

Segunda, ¿puede decirnos si después de la colisión, y a lo largo de estos ocho meses, se ha requerido, y en cuántas ocasiones, el mecanismo comunitario de intervención de ayuda en el ámbito de la protección civil?

Tercera, ¿conoce los planes y el calendario para reflotar el buque −como usted ha mencionado− y para vigilar el riesgo de contaminación que pudiera desprenderse de su carga?

Cuarta, la Comisión Europea ha abierto una investigación. Le pregunto, ¿para deducir si las autoridades competentes han quebrantado normativas comunitarias en vigor? Y, en tal caso, señor Comisario, comprométase, por favor, ante esta Cámara a trasladar, si es que hubiera quebranto del Derecho comunitario, tales infracciones al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas porque, al final, acaban siempre pagando los ciudadanos y el medio ambiente.

 
  
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  Luis Yañez-Barnuevo García, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, querría pensar que a todos nos preocupan la defensa del medio ambiente y la seguridad marítima, y ese es el único motivo de traer a debate el accidente del New Flame. No puedo creer, por tanto, que alguien sostenga que este es un caso, de lejos parecido, a la catástrofe del Prestige.

Con el New Flame ha habido 24 toneladas de vertidos, hasta ahora, frente a las más de 70 000 toneladas del Prestige. Sería como comparar un rasguño con un cáncer terminal, pero nunca un accidente de este tipo es un tema menor. Tenemos que redoblar los mecanismos de prevención y de actuación frente a riesgos ciertos en nuestros mares, especialmente en el Mediterráneo.

Es cierto que las autoridades españolas han actuado con serenidad, eficacia y competencia, quizá porque han aprendido de la grave cadena de errores y de barbaridades que cometió el Gobierno de la época cuando la catástrofe del Prestige. A esas gestiones del Gobierno español y de la Junta de Andalucía se deben la actuación de la Agencia Europea de Seguridad Marítima, los servicios de la Clean Sea Net, que entregaron a las autoridades españolas once escenas de satélite junto con dos informes de evaluación del accidente, o la reacción de la Comisión Europea al respecto, que ha citado el Comisario y que no voy a repetir.

Nueve meses después del accidente el asunto está bajo control y las autoridades británicas y españolas, junto con la Comisión, están actuando estrechamente en el marco del Foro de Diálogo sobre Gibraltar.

 
  
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  Graham Watson, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, la pregunta oral que subyace a este debate me hace pensar en un resentimiento atávico de naturaleza constitucional. Esta Cámara tocará fondo si permitimos que tales sentimientos tiñan nuestro planteamiento respecto a la política de la Unión Europea.

Pediría al Comisario que nos aclare tres cuestiones, y confío en que regrese al final del debate y se ocupe de las aclaraciones.

En primer lugar, que la colisión y el hundimiento del New Flame no se produjo en la Bahía de Gibraltar, a la que los españoles llaman la Bahía de Algeciras, sino al sureste del Peñón de Gibraltar, frente a Europa Point en el mar Mediterráneo.

En segundo lugar, que el incidente del New Flame no tiene nada que ver con el repostado de petróleo, ya que esta embarcación transportaba chatarra.

En tercer lugar, que no se han producido siete vertidos de petróleo, como se afirma en la pregunta oral, sino un vertido menor durante una tormenta el 9 y 10 de febrero. En el mes posterior al incidente se extrajeron del buque 780 metros cúbicos de combustible, ninguno de los cuales fue vertido. Agradecería que el Comisario confirmara este dato a la Cámara. Si hay petróleo en la costa, es más probable que proceda del Sierra Nava, cuya ancla se partió en una tormenta en una fecha anterior este mismo año, encalló y derramó combustible.

Quizá el Comisario comente asimismo la cooperación entre las autoridades gibraltareñas y españolas. Creo que fue ejemplar. Gibraltar cumple todas las obligaciones internacionales que le atañen, e invitaría a mis colegas españoles, y en particular a los del Partido Popular, a que me acompañaran a esa parte de mi circunscripción, conversaran con las autoridades, y examinarán los restos del naufragio.

Existen sin duda motivos de preocupación legítimos respecto a la seguridad marítima y el peligro de contaminación, no sólo en el mar, sino también del aire y de las aguas subterráneas, en el área industrial concurrida y densamente poblada en la que se encuentran Gibraltar y su hinterland español. Sin embargo, no permitamos que las estratagemas políticas de partido de una oposición frustrada influyan en nuestras consideraciones europeas.

 
  
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  Raül Romeva i Rueda, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (ES) Señor Presidente, creo que la mejor metáfora de la situación que estamos viviendo, en el caso del New Flame, la presentó Greenpeace cuando plantó una bandera en el pecio con el lema «vertido diplomático».

Y es que, efectivamente, estamos ante un problema con dos caras, la vertiente ecológica y la vertiente diplomática. Sin embargo, lo segundo no puede ni debe ser una excusa para no afrontar seriamente lo primero.

Es cierto, por ejemplo, que el caso del New Flame es un paradigma de la contaminación crónica por hidrocarburos que sufre la bahía de Algeciras por el incumplimiento en Gibraltar de la normativa europea, pero también por la excesiva permisividad de las autoridades españolas. Y aquí quiero, en todo caso, recordar, o agradecer quizás, el repentino interés ecológico de los colegas del PP. Me da la sensación, en todo caso, de que el interés por el New Flame no tiene tanto que ver con la necesidad de afrontar el problema ecológico como con hacer una oposición interna a la que tanto nos tienen acostumbrados.

Creo, insisto, que hay un problema diplomático, cierto, pero que el fundamental es el problema ecológico, que es el que hay que afrontar de forma inmediata.

 
  
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  Willy Meyer Pleite, en nombre del Grupo GUE/NGL. – Señor Presidente, señor Comisario, he tenido ocasión, desde el mes de agosto, de realizar distintas iniciativas parlamentarias e intervenciones en este Pleno. La cuestión de fondo es que −como todos sabemos− estamos hablando de una de las zonas de Europa con más tráfico marítimo, como es el Estrecho, con más de cien mil buques al año, y la zona entre la bahía de Algeciras y Gibraltar, con treinta mil buques fondeando al año.

El problema de fondo es que estos dos puertos no tienen ningún organismo de coordinación y de vigilancia del tráfico marítimo. Éste es el problema de fondo. Y nosotros planteamos una iniciativa clara, nítida, para que los dos Estados miembros implicados en este asunto resuelvan cuanto antes esta falta de coordinación. Estamos hablando de dos puertos con máximo tráfico marítimo y es inadmisible que, a la altura en que estamos, todavía no tengamos este organismo de control.

Porque no solamente es el New Flame, fue el Sierra Nava, el Samotraki, y estamos ante acontecimientos que ponen en riesgo, lógicamente, la seguridad marítima, la seguridad de las personas y la del medio natural.

Por lo tanto, yo creo que hace falta una energía desde Europa, una instrucción clara a los dos Estados miembros. Miren ustedes, no es de recibo que, en el siglo XXI, después de ocho meses, todavía el buque esté en las condiciones en que está. Tal vez el Estado español cometió un error al ceder las competencias del rescate del buque a Gibraltar, porque se tendría que haber hecho, tal vez, entre las dos Administraciones.

Y hay una cuestión de fondo que le quiero plantear al señor Comisario. Yo realicé una pregunta a la Comisión —y me contestó el señor Dimas en el mes de marzo—, insistiendo en un punto que todavía no está claro: ¿qué llevaba el buque en las bodegas?, ¿qué tipo de chatarra? La Comisión me contestó diciendo que llevaba 700 toneladas de combustible IFO-380, pero a día de hoy no sabemos qué tipo de chatarra lleva el buque. Yo creo que esto es inadmisible.

Yo emplazo a la Comisión para que de una vez por todas nos aclare qué tipo de chatarra llevaba el buque.

 
  
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  Luís Queiró (PPE-DE). – (PT) Señor Presidente, señorías, intervengo en este debate porque la situación del New Flame, naufragado en la Bahía de Algeciras y Gibraltar en agosto de 2007, sigue pendiente de resolverse. Como es bien sabido, se produjeron varios vertidos de combustible y petróleo del buque entre agosto de 2007 y febrero de 2008. Todos sabemos que las consecuencias de este tipo de accidente no respetan las fronteras de los Estados y dañan tanto el medio ambiente, como las poblaciones costeras.

Por tanto, uno mi voz a las de mis colegas españoles que reclaman una respuesta a las preguntas planteadas respecto al New Flame. Se trata de preguntas relevantes que exigen una respuesta urgente, porque este accidente no sólo atañe a las autoridades españolas y gibraltareñas. Es el tipo de accidente que tiene consecuencias para el medio ambiente, y la seguridad y la economía marítimas y, por tanto, nos afecta a todos.

No podemos pasar por alto el hecho de que la colisión y el hundimiento del buque tuvieron lugar en una de las rutas marítimas más concurridas del mundo, y que su cargamento todavía no se ha descargado. La pugna diplomática constituye en consecuencia la menor de nuestras preocupaciones. En cualquier caso, las cuestiones planteadas son tanto más pertinentes si consideramos que este Parlamento acaba de aprobar leyes sobre seguridad marítima en el marco de un paquete de medidas con el que se pretende reforzar la legislación europea y armonizar ésta con importantes instrumentos internacionales.

Por tanto, tiene sentido que preguntemos cómo se utilizarán los recursos pertinentes aprobados con arreglo a la legislación europea, al menos los que ya se encuentran disponibles, y cómo se coordinará la necesaria cooperación entre los Estados miembros y la Comisión, sobre todo en lo que se refiere al intercambio de información, la asignación de responsabilidades y las medidas prácticas requeridas para resolver la situación. Además, es en este contexto en el que evaluamos la declaración que realizó el Vicepresidente Barrot en esta Cámara y que, según entiendo, traslada la posición de la Comisión.

 
  
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  Francisca Pleguezuelos Aguilar (PSE). – (ES) Señor Presidente, sin duda este debate y las respuestas que ha dado el Comisario han dejado bien claro que la sensibilidad de las autoridades españolas y andaluzas frente a los vertidos por contaminantes y a la seguridad marítima son bastante importantes en este Gobierno, tanto por su capacidad de respuesta, que ha sido bastante inmediata en el tiempo y en la forma, como porque ha planteado un conjunto de actuaciones muy importantes para resolver el problema y evitar males mayores. Ya se ha dicho aquí.

No cabe duda de que el accidente del New Flame no es ni remotamente una catástrofe de las dimensiones del Prestige, pero sí que ha tenido consecuencias que han preocupado y ocupado al Gobierno español, al Gobierno de mi país.

En ningún caso se puede decir que el Gobierno de España haya pecado de inacción, todo lo contrario. Desde el primer momento del accidente, España ha estado en contacto con el Reino Unido, con Gibraltar, y ha estado pidiendo información sobre el buque y sobre el siniestro y se ha ofrecido a colaborar y a coordinarse en ese planteamiento que hacía el colega Meyer.

Desde agosto se han solicitado ayudas a la Unión Europea, como ha manifestado el propio Comisario. Se ha exigido al armador y a su compañía que cubran los gastos causados por los daños y, desde luego, se ha denunciado también, por parte de la Junta de Andalucía, a Gibraltar por un eventual incumplimiento de la legislación.

Entiendo que es vital que España ha hecho los deberes −y lo ha hecho bien, no ha pasado como pasó con el Prestige−, pero es verdad que hay que coordinarse, y esa coordinación es la que ha fallado aquí. Por eso, creo que lo que hace España reclamando el Foro de Diálogo sobre Gibraltar como una medida que de verdad nos va a permitir gestionar situaciones como ésta y prevenir otras que sin duda no son deseables, es lo que hoy nos puede servir a todos de conclusión. El resto no es más que la desidia que algunos tuvieron y que hoy quieren volver a traer al Parlamento.

 
  
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  David Hammerstein (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente, para los Verdes no se trata de buscar culpables, sino de buscar remedios eficaces para que no haya unas catástrofes, o unas crónicas de unas catástrofes anunciadas diarias en el estrecho de Gibraltar.

Este accidente ha sido un serio aviso y tenemos que tomar nota. Pedimos a la Comisión que tome medidas frente a la temeraria y peligrosa práctica de bunkering que convierte a las aguas de Gibraltar y de Gran Bretaña y España en una enorme gasolinera flotante sin ley, sin control y sin precaución.

Centenares de monocascos precarios circulan por esta zona. Seis mil trasvases se produjeron el año pasado, y más de diez mil en alta mar, sin las medidas de seguridad marcadas por el Convenio Marpol.

Le decimos a la Comisión Europea que no podemos seguir aprendiendo de la pedagogía de la catástrofe y le pedimos que presente ante esta Cámara un protocolo, un protocolo eficaz de colaboración en el transporte marítimo en el estrecho de Gibraltar, en defensa del medio ambiente y en defensa del sentido común. Porque no podemos seguir con esta catástrofe encima de nuestras cabezas cada día.

 
  
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  Luis de Grandes Pascual (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, gracias señor Vicepresidente y Comisario por sus respuestas. La bahía de Algeciras se ha convertido en el vertedero del estrecho de Gibraltar. Entre las malas prácticas de bunkering, los continuos vertidos de productos contaminantes, aunque lo sean en pequeña cuantía, y los siniestros convertidos de la carga amenazan con transformar una zona protegida en una cloaca.

El caso que nos ocupa no amenaza en modo alguno las relaciones entre España y el Reino Unido, que discuten con racionalidad sus viejos contenciosos. Pero lo cierto es que en el caso del naufragio del New Flame –si me permite la frase–, «unos por otros, la casa sin barrer».

Es escandaloso que durante siete largos meses ninguna autoridad competente haya sido capaz de tomar decisiones eficaces para evitar el hundimiento del buque y que no se hayan impedido los vertidos contaminantes resultantes del accidente.

Ahora el pecio está en el fondo del mar con 42 500 toneladas de chatarra de la que no se sabe su naturaleza ni el alcance de su contaminación.

Señor Comisario, en el paquete Erika III, en el que el Consejo está empleando poca diligencia en su culminación en los términos en que reclama el Parlamento Europeo, estamos trabajando intensamente para que en la lucha contra la contaminación marina exista una autoridad independiente, dotada de competencias para decidir tras una evaluación del alcance del siniestro.

Este caso del New Flame parece un traje a la medida para justificar la existencia de esa autoridad independiente que esté revestida de capacidad de decisión. De otro lado, es inexcusable instar a los Estados miembros de la Unión Europea a que transpongan las directivas pertinentes y a que ratifiquen los convenios internacionales aplicables al caso.

He escuchado con tristeza como se ningunea a Andalucía al resaltar la gran catástrofe del Prestige; es un juego maniqueo, triste y que denota poco respeto por Andalucía. Es una lástima que lo haya dicho gente de esa propia tierra.

Señor Comisario, lo que reclama Andalucía para la bahía de Algeciras es que sean compatibles las lícitas prácticas de bunkering y las actividades marítimas generadoras de riqueza y empleo para la zona, con un respeto inequívoco a la protección del medio ambiente.

 
  
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  Inés Ayala Sender (PSE). – (ES) Señor Presidente, creo que este accidente no es comparable, desde luego, a otros de los petroleros, o incluso de contenedores, como el caso del Napoli, que todavía espera que se dé una solución en la IMB.

Debemos, desde luego, alegrarnos, en cambio, porque se incorpore el señor Vicepresidente a este debate. De momento, estaba centrado esencialmente en los aspectos medioambientales. Yo creo que la capacidad que tiene el señor Vicepresidente para afrontar con nuevos instrumentos los aspectos relacionados con ambos, con medio ambiente y con el transporte, son importantes.

Hemos resuelto el problema diplomático con Gibraltar en la seguridad aérea. Señor Barrot, yo le pediría que intentásemos, también en este caso, mejorar, digamos también, esos aspectos diplomáticos con Gibraltar en los aspectos de la seguridad marítima. Pero aún así creo que hay ya cauces de diálogo que podrán ser muy útiles.

También creo que las autoridades españolas y andaluzas han hecho todo lo posible ante este tipo de accidentes en esta zona crítica del Mediterráneo y, desde luego, nos complace y nos satisface ver que han acudido inmediatamente a la Unión Europea a pedir, precisamente, hacer valer esos instrumentos que se han puesto en sus manos.

De ahí que, desde luego, creamos que es importante dar también un mensaje de esperanza a los ciudadanos frente a los aspectos más catastrofistas, y que le animemos, pues, a reforzar esos medios de la EMSA, que se han revelado útiles en la prevención y, de momento, en la protección de la costa, a hacer avanzar ese tercer paquete de seguridad marítima y, sobre todo, a mejorar la cooperación entre puertos que, aquí, tal vez, en algún momento, ha fallado y, desde luego, a presentar todos los aspectos relacionados con la mejora de la calidad del carburante marítimo que, desde luego, hace poco en el acuerdo en la OMI ha sido, digamos, un planteamiento definitivo y que, desde luego, mejorará los resultados o las consecuencias de este tipo de accidentes.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, trataré de responder a algunas de las preguntas. Me gustaría indicar al señor Galeote que a la Comisión no se le ha notificado ninguna toxicidad específica de la chatarra que transportaba el New Flame. No tenemos motivos para creer que el metal sea particularmente tóxico.

En cuanto a la asistencia prestada mediante el Mecanismo Comunitario de Protección Civil, tal ayuda fue solicitada por las autoridades españolas inmediatamente después de que ocurriera el incidente que afectó al New Flame, pero no se ha vuelto a solicitar desde entonces. Por último, en lo que atañe a la retirada de los restos del naufragio, me gustaría informar al Parlamento de que las operaciones de salvamento siguen su curso, y que las condiciones del mar permiten actualmente que se lleven a cabo con seguridad. Se prevé que tales operaciones de retirada llevarán unos tres meses.

Por otra parte, la Comisión considera actualmente la reclamación recibida del Gobierno de Andalucía. Se perseguirá toda infracción de la que se determine que ha tenido lugar. El señor Watson también me ha formulado algunas preguntas. Quiero decirle que los restos del naufragio del New Flame se encuentran situados de hecho en las aguas territoriales de Gibraltar. El incidente del New Flame no tiene nada que ver con el repostaje de petróleo; las autoridades británicas informaron a la Comisión de que las actividades de repostaje de petróleo se encuentran reguladas por la legislación vigente, y que no plantearon ningún problema en particular. Los buques de suministro son siempre petroleros de doble casco y cuentan con todos los certificados necesarios.

Señor Meyer, la directiva sobre seguimiento del tráfico de buques, y no me extenderé sobre este punto, promueve la cooperación en el ámbito de la vigilancia de dicho tráfico, mientras que el sistema de información SafeSeaNet permite el intercambio de información.

Señor Queiró, la Comisión cree que las disposiciones de la directiva sobre sanciones penales para la contaminación marítima pueden ser aplicables en el caso del New Flame, así como, en términos más generales, a las operaciones de repostaje que causen la contaminación del mar. Sin embargo, la directiva de 2005 no establece el marco legislativo para imponer sanciones penales a las personas responsables de la contaminación marítima.

La imposición práctica de sanciones en cada caso no se estipula en la directiva, sino en la legislación nacional aplicable en cada caso, por ejemplo, tras la presentación de una reclamación, o después de la incoación de una acción penal. Las sanciones deberán ser impuestas por los tribunales nacionales, tan pronto como se determine la comisión de un delito.

Señor Hammerstein, la transferencia de petróleo en mar abierto es una práctica muy común en el transporte marítimo. En principio, esta tarea no representa un problema siempre que se adopten todas las medidas de precaución. Los armadores han elaborado un cuerpo de buenas prácticas respecto a las operaciones de repostaje, es decir, durante el suministro de combustible a las embarcaciones. Por su parte, la Organización Marítima Internacional se prepara para adoptar diversas medidas encaminadas a prevenir la contaminación durante la transferencia de petróleo entre buques cisterna. Los Estados miembros y la Comisión han apoyado activamente este enfoque; en cualquier caso, nos mantendremos extremadamente vigilantes en esta área.

Señor de Grandes Pascual, en 2005, como parte del tercer paquete de medidas legislativas sobre seguridad marítima, la Comisión presentó una propuesta de directiva para el establecimiento de un conjunto mínimo de normas comunes sobre responsabilidad civil y seguros. Esta propuesta fue recibida favorablemente por el Parlamento Europeo, pero, por desgracia, no se han adoptado en el Consejo hasta la fecha las acciones pertinentes al respecto. La propuesta se formuló para proporcionar una respuesta provisional a las víctimas de la contaminación marítima, previa a la ejecución constantemente retrasada de los convenios internacionales pendientes. Tales convenios o entran en vigor únicamente después de grandes demoras, o no son aplicables en todos los Estados miembros. Tal circunstancia da lugar a situaciones de trato desigual a los operadores de transporte marítimo y a las víctimas de accidentes.

No he respondido a todas las preguntas, pero también me gustaría decirles que la Comisión es consciente de que existe un desacuerdo continuo respecto a las aguas territoriales de Gibraltar. No nos corresponde tomar partido en ese debate. Sólo podemos dirigir un llamamiento a las partes para que refuercen su cooperación y mejoren el intercambio de información. El Foro Tripartito debe centrar su actividad en la cuestión de la cooperación en el ámbito de la seguridad marítima.

Señorías, si me lo permiten, me gustaría aprovechar esta oportunidad para comentarles que, en lo que respecta al tercer paquete marítimo para prevenir la contaminación, el Parlamento ha hecho frente verdaderamente a sus responsabilidades. Su Comisión de Transporte ha aprobado las siete propuestas, y debo rendir tributo al Parlamento, que me ha proporcionado una gran ayuda en esta materia. En cualquier caso, es cierto que, en la última reunión del Consejo de Ministros de Transporte, observé ciertas reticencias por parte de varios Estados miembros, respecto a dos propuestas: por un lado, la propuesta sobre responsabilidad civil, la responsabilidad de los armadores, en relación a la cuál, en concreto, hemos tenido que adoptar un régimen de seguro obligatorio que, obviamente, reviste una importancia fundamental de cara al futuro. Por el otro, otra propuesta, que complementa a este régimen, relativa a la responsabilidad del Estado del pabellón. La responsabilidad del Estado del pabellón es esencial si queremos que todos los pabellones europeos figuren en la lista blanca del Memorándum de París, lo que demostraría que todos son pabellones de calidad. No obstante, no hemos llegado a esa situación aún. Me gustaría señalar que, para prevenir naufragios como el del New Flame, es imprescindible que dispongamos de leyes que, como hemos propuesto en el tercer paquete marítimo, sean exhaustivas y capaces de erradicar eficazmente, en cualquier etapa, el riesgo de accidentes en el mar y de contaminación.

En este caso, hemos progresado, no cabe duda al respecto. La Agencia de Seguridad Marítima, como he manifestado previamente, ha prestado asistencia. Recientemente ha reforzado su red de embarcaciones de lucha contra la contaminación; sin embargo, nada puede ocupar el lugar de este tercer paquete marítimo respecto al cuál sólo puedo confiar en que, con el respaldo pleno del Parlamento, los Estados miembros estén dispuestos a hacer frente a sus responsabilidades. Qué situación dramática tendríamos entre manos si, mañana, se produjera un vertido de petróleo en aguas tan frágiles y sensibles como las del mar Mediterráneo. Por este motivo, deseo agradecerles nuevamente su apoyo total para que este tercer paquete marítimo pueda ejecutarse eficazmente y podamos contar con un control efectivo de los Estados de pabellón, y con la asunción inequívoca de responsabilidades por parte de los armadores. Resulta absolutamente esencial si pretendemos evitar catástrofes de este tipo.

En cualquier caso, gracias por plantear esta cuestión, lo que nos brinda la oportunidad de subrayar nuevamente la absoluta necesidad de seguridad marítima.

 
  
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  Gerardo Galeote (PPE-DE). – (ES) Señor Presidente, una cuestión de orden. El señor Comisario se ha referido a las aguas de Gibraltar. No sé si ha sido un error de interpretación o un lapsus del señor Comisario. Quisiera que lo aclarase porque, como él sabe perfectamente, la titularidad de esas aguas está sujeta a un contencioso entre los Reinos de España y del Reino Unido.

Me gustaría que lo aclarase, por favor.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. (FR) Señor Presidente, no deseo adoptar una postura a este respecto. Me he limitado a señalar que la ubicación geográfica de los restos del naufragio es Algeciras, Gibraltar. Les ruego que no me malinterpreten: no deseo resolver un conflicto que, por otra parte, no estoy capacitado para solucionar.

 
  
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  Graham Watson (ALDE). – Señor Presidente, el Comisario está absolutamente en lo cierto. Se trata de las aguas territoriales de Gibraltar, y debe constar en acta que ni el incidente ni el hundimiento del New Flame se produjeron en la Bahía de Gibraltar o de Algeciras, como quieran denominarla. Tuvo lugar frente a la punta sudoriental del peñón en el mar Mediterráneo, y esta circunstancia debe quedar clara aquí y constar en acta.

 
  
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  Presidente. − He recibido seis propuestas de resolución(1) presentadas de acuerdo con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento del PE.

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el jueves 24 de abril de 2008.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Kartika Tamara Liotard (GUE/NGL), por escrito. (NL) La cuestión del naufragio del New Flame frente a las costas de Gibraltar parece centrarse fundamentalmente en el conflicto entre el Reino Unido y España respecto a Gibraltar. Es esencial que los alardes diplomáticos no lleven a pasar por alto la amenaza de una catástrofe medioambiental frente a la costa española. Tal es, después de todo, el verdadero problema. Siempre debe otorgarse prioridad a la salvaguarda del medio ambiente.

Además nos encontramos con el problema de la responsabilidad. Por enésima vez nos encontramos con una embarcación que navega bajo un pabellón de conveniencia, con el fin de evitar el cumplimiento de la ley y el pago de los importes que le corresponden, y que acaba teniendo problemas. La UE ha de ser capaz de actuar para prevenir este incumplimiento de las normas internacionales. Debe establecerse con suma claridad quién es responsable en el caso de accidentes como el que nos ocupa.

 
  

(1)Véase el Acta.

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