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Procedimiento : 2004/0156(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0144/2008

Textos presentados :

A6-0144/2008

Debates :

PV 22/04/2008 - 12
CRE 22/04/2008 - 12

Votaciones :

PV 23/04/2008 - 4.4
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0167

Acta literal de los debates
Martes 22 de abril de 2008 - Estrasburgo Edición DO

12. Programas europeos de radionavegación por satélite (EGNOS y Galileo) (debate)
Acta
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  Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0144/2008) de la señora Barsi-Pataky, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta modificada de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la continuidad de los programas europeos de radionavegación por satélite (EGNOS y Galileo) (COM(2007)0535 – C6-0345/2007 – 2004/0156(COD)).

 
  
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  Radovan Žerjav, Presidente en ejercicio del Consejo. (SL) Me complace estar hoy aquí con ustedes en la sesión plenaria dedicada al debate sobre el Reglamento de aplicación del programa Galileo.

Todos somos plenamente conscientes de la importancia geoestratégica y económica que el programa Galileo y el EGNOS tienen para la Unión Europea. Sin embargo, antes de abordar el texto que se ha presentado, permítanme comentar brevemente los decisivos acontecimientos a los que se han enfrentado estos programas a lo largo del año pasado.

Durante la Presidencia alemana, en junio de 2007, el Consejo aprobó una valiente decisión para suspender las infructuosas negociaciones sobre las concesiones. A esta iniciativa le siguió una resolución del Parlamento Europeo expresando su total apoyo a la continuidad de los dos programas bajos los auspicios de la Unión Europea y solicitando rotundamente que se garantizara la totalidad de la financiación mediante el presupuesto de la Unión Europea.

Posteriormente, en septiembre de 2007, la Comisión presentó un paquete de propuestas destinadas a dirigir los proyectos hacia una financiación 100 % pública y entre esas propuestas se encontraba un reglamento sobre la aplicación. Gracias al acuerdo logrado en noviembre del año pasado entre el Consejo ECOFIN y el Parlamento Europeo sobre una resolución y a una decisión general que el Consejo TTE aprobó hace una semana mediante las conclusiones con respecto al futuro desarrollo de Galileo, hemos conseguido sacar estos dos programas del callejón sin salida en el que se encontraban y volver a colocarlos en la escena pública.

Me resulta muy satisfactorio que las tres instituciones adoptaran una postura de cooperación constructiva durante el proceso de búsqueda de un compromiso relativo a una base jurídica que permitiera la total materialización del proyecto Galileo. Me gustaría darles las gracias especialmente a la ponente, la señora Barsi-Pataky, y a la Presidenta de la Comisión ITRE, la señora Angelika Niebler. La Presidencia eslovena se siente orgullosa de haber hecho todos los esfuerzos necesarios para lograr un acuerdo durante la primera lectura.

Creo que el resultado de nuestras negociaciones es un texto equilibrado. El texto que tenemos ante nosotros especifica la cantidad presupuestada necesaria para los programas durante el periodo 2007-2013, además de la gestión y la aplicación de los programas GNSS y los principios y la estructura de contratación pública. Todos hemos aceptado la responsabilidad que el Parlamento Europeo tiene frente a los ciudadanos en calidad de autoridad presupuestaria.

Para facilitar el cumplimiento de cada una de las tareas relativas a los programas, hemos creado un comité interinstitucional para el proyecto Galileo. Este comité supervisará los progresos realizados en la aplicación de estos programas, los acuerdos internacionales asociados a los mismos, la preparación de los mercados, la eficacia de la estructura de gestión y la revisión del programa anual.

Señor Presidente, Señorías, creo que no es necesario enfatizar especialmente la importancia de los programas de navegación por satélite europeos para la creación de nuevos puestos de trabajo y para la competitividad de Europa. Los dos programas están totalmente en línea con la estrategia de Lisboa y con otras políticas comunitarias y nos proporcionarán la posibilidad de desarrollar y proteger el conocimiento europeo, especialmente en el ámbito de las aplicaciones, lo que beneficiará directamente a nuestros ciudadanos.

Deseo darles las gracias por su atención y, en especial, por su constructiva cooperación en este importante proyecto europeo.

 
  
  

PRESIDE: Marek SIWIEC
Vicepresidente

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. – (FR) Señor Presidente, Ministro, Señorías, obviamente este periodo parcial de sesiones reviste suma importancia. Considero que todos podemos felicitarnos porque por fin Galileo se ha convertido en un importante proyecto europeo que podrá hacerse realidad.

A finales de noviembre de 2007 se tomaron dos importantes decisiones políticas a favor de este programa esencial para Europa. Desde entonces, el Parlamento Europeo y el Consejo, conscientes de la necesidad de aprobar rápidamente reglamentos relativos a la continuidad de los programas EGNOS y Galileo, examinaron el texto de la propuesta de la Comisión con el objetivo de aprobarlo en la primera lectura.

Me gustaría expresar mi agradecimiento por el constructivo trabajo de las tres instituciones, especialmente del Parlamento. Gracias a los esfuerzos de todos y cada uno de ellos, hemos conseguido enormes progresos en los distintos debates a tres bandas y hoy estamos ante un proyecto de reglamento que satisface al Parlamento, al Consejo y a la Comisión. El Consejo, bajo su presidencia, señor Ministro, se declaró totalmente a favor en su reunión del 7 de abril de 2008. Por lo tanto es esencial, Señorías, que el Parlamento también exprese hoy su apoyo.

Puedo confirmar que la propuesta incluye una financiación para los programas que respeta totalmente el acuerdo presupuestario logrado en noviembre de 2007 por el Parlamento Europeo y el Consejo. De nuevo deseo mostrarle mi más sentido agradecimiento al Parlamento Europeo por el importante papel que ha desempeñado en la consecución de este resultado. El texto también dispone un sistema de gestión satisfactorio para los programas. Propone una estricta división de tareas entre la Comisión, la autoridad supervisora y la Agencia Espacial Europea y dispone que la Comisión ejerza la función de propietaria y la Agencia Espacial Europea la de gestora.

La futura normativa también aborda el aspecto de la seguridad y los sistemas de seguridad, una cuestión que, a pesar de ser esencial, no se había tratado con anterioridad de un modo tan claro y satisfactorio. A partir de ahora la Comisión asegurará la gestión del programa con el permanente y valioso apoyo de los Estados miembros, que poseen en la experiencia necesaria en este campo.

A este respecto, puedo confirmar que la infraestructura Galileo está diseñada para proporcionar las cinco funciones descritas en el anexo del futuro reglamento. Las disposiciones en materia de seguridad no afectan en modo alguno al alcance de dicho anexo. Cualquier modificación que pudiera suponer un debilitamiento del carácter civil del programa Galileo implicará una revisión de la normativa. Además, también hemos tenido presente la política de contratación. Es necesario valorar las competencias de los actores industriales de todos los Estados miembros y, al mismo tiempo, y obviamente mediante una competencia justa, limitar los riesgos de excesos y retrasos.

En cuanto a la cuestión de la propiedad fundamental, el reglamento estipula, para las tres instituciones comunitarias, que la Comunidad Europea deberá ser la propietaria única de todos los activos tangibles e intangibles desarrollados al amparo de los programas Galileo y EGNOS.

Finalmente, las disposiciones referentes a la comitología y el marco específico determinado junto con el reglamento satisfacen los deseos del Parlamento de estar constantemente informado sobre los progresos efectuados por los programas. Naturalmente, dado el papel que el Parlamento ha desempeñado hasta ahora, es claramente preferible e incluso esencial que el Parlamento, como autoridad presupuestaria, se implique estrechamente en el futuro de este programa. La rápida adopción del texto propuesta representará el primer paso de la reforma en la gestión de los programas. La Comisión presentará una propuesta de modificación del reglamento en lo referido a las estructuras de gestión de los programas GNSS europeos. Adaptaremos el reglamento a las nuevas funciones de autoridad y supervisión en base al texto que han negociado con el Consejo. Me encargaré personalmente de que el Parlamento se implique estrechamente en esta segunda fase de reforma de la gestión pública.

Ministro, Señorías, contamos con ustedes para que apoyen el proyecto Galileo y abran las puertas a una eficaz y rápida aplicación de este ingente programa comunitario. Durante los próximos meses, tendremos la oportunidad de abordar las múltiples solicitudes que Galileo pudiera tener y, a este respecto, la Comisión dará a conocer un plan de acción. Sin embargo, para que esas solicitudes se conviertan en una realidad, está claro que Galileo debe materializarse. Señor Presidente, gracias al Parlamento Europeo y gracias a las Presidencias portuguesa y eslovena, Galileo tiene ahora todas las posibilidades para ser un éxito.

 
  
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  Etelka Barsi-Pataky, ponente. − (HU) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo Žerjav, Vicepresidente Barrot, Señorías. El Parlamento Europeo le ha brindado un continuo y positivo apoyo al programa Galileo desde su creación. En noviembre del año pasado, 2007, el Parlamento Europeo dio un paso valiente sacando el programa del estancamiento en el que estaba y en diciembre aprobó la financiación para el desarrollo de los programas GNSS a partir de un presupuesto revisado de la Comunidad.

Ahora estamos debatiendo un reglamento sobre la aplicación de los programas GNSS Galileo y EGNOS tras un exitoso diálogo informal a tres bandas en la primera lectura. La financiación, que procederá en su totalidad del presupuesto comunitario, requiere asumir una responsabilidad especial frente a los contribuyentes europeos, además del cuidadoso reglamento que la acompaña. Este hecho se aplica particularmente a la financiación, la gestión del programa, los procedimientos de contratación pública y la seguridad. Durante los últimos años hemos adquirido una gran experiencia al tener que enfrentarnos con múltiples problemas. En el ámbito de los reglamentos también estamos recorriendo una senda totalmente nueva, se puede decir que estamos abriendo camino, ya que ésta es la primera infraestructura común europea que se construye conjuntamente y es propiedad comunitaria.

En cuanto a la financiación, el Parlamento Europeo reconoce que el coste de desarrollo del programa es de 3 400 millones de euros, garantizados por las autoridades presupuestarias. También se solicitará a la Comisión que presente en 2010 una propuesta para la financiación posterior al año 2013, en concreto para los compromisos de propiedad comunes. Tengan en cuenta que cumplir el calendario y evitar nuevos retrasos resulta esencial para conseguir el éxito financiero de los programas.

La política de precios se determinará después de un análisis detallado del estado de utilización, teniendo en cuenta que los consumidores estarán obteniendo un servicio de buena calidad. La gestión del programa estará diseñada con el objetivo de poseer una clara autoridad compartida. La Comisión es la responsable de la aplicación y la gestión del programa y el Comité del Programa le brindará ayuda en su trabajo en materia de procedimientos de comité. La Agencia Espacial Europea (AEE) es la contratista principal y el acuerdo contractual entre la Comisión y la AEE constituirá una garantía del éxito del programa. Tras un largo debate, la GSA (Autoridad de Supervisión del GNSS Europeo) supervisará la seguridad del programa.

El Parlamento Europeo, el Consejo y la comisión reconocen que deben encontrarse nuevas formas de cooperación para que el programa pueda tener éxito. En un futuro y de acuerdo con la declaración del anexo, efectuaremos un seguimiento conjunto trimestral de la aplicación del programa, en el Panel Interinstitucional, y se revisará el programa de trabajo anualmente. Los reglamentos sobre los procedimientos de contratación pública constituyeron una parte importante del informe de noviembre de la ponente y los elementos clave se han incorporado en la propuesta de la Comisión. Estamos totalmente de acuerdo con este último. El programa Galileo es sinónimo de esperanzas de nuevas tecnologías, desarrollo, nuevas oportunidades de negocio y trabajo y además nos gustaría destacar especialmente las oportunidades para las pequeñas y medianas empresas de los 27 Estados miembros. Los reglamentos proporcionan la base para ello.

La delegación de negociación del Parlamento, bajo la dirección de Angelika Niebler, Presidenta de la ITRE (Comisión de Industria, Investigación y Energía), y con la participación de ponentes alternativos y de representantes de las comisiones de opinión, presentó a la Comisión ITRE el texto aprobado en primera lectura como parte del diálogo informal tripartito. La Comisión ITRE lo aprobó por unanimidad. En esta sesión plenaria presentamos estos reglamentos al Parlamento Europeo. Finalmente, he de decir que le estoy agradecido a la Presidencia eslovena por su compromiso con el programa, a la Comisión por su experto trabajo y a mis colegas por su apoyo, ya que gracias a ellos ha sido posible lograr este acuerdo. Gracias.

 
  
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  Margaritis Schinas , ponente de opinión de la Comisión de Presupuestos. − (EL) Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Presupuestos, permítame, por mi parte, expresar mi satisfacción por los resultados que hemos alcanzado que, por supuesto, prometen ser una anomalía: normalmente se llama a la Comisión de Presupuestos con el objetivo de que encuentre fondos para un programa concreto, pero en este caso ha sucedido lo contrario. Ya habíamos encontrado el dinero y estábamos intentando determinar la estructura del programa. Tras negociar durante unos cuarenta días con el Consejo, finalmente lo conseguimos.

La aprobación definitiva de Galileo, a mi parecer, demuestra tres hechos importantes. En primer lugar, justamente cuando se acusa a Europa de no tener intención alguna de complicarse la vida, nuestra voluntad de encontrar los recursos para un plan tan ambicioso desde el punto de vista tecnológico demuestra que la UE puede responder perfectamente a sus críticos a la hora de beneficiar a los ciudadanos y las empresas.

En segundo lugar, como ha señalado el Comisario Barrot, sin el Parlamento Europeo no habría existido el proyecto Galileo. Esta institución ha desempeñado un papel fundamental en las negociaciones con el Consejo sobre la localización de los recursos, especialmente habida cuenta de la incapacidad del sector privado para aportar fondos, contrariamente a lo prometido.

Por último, en tercer lugar, ahora contamos con un programa financiado íntegramente por la Comunidad. Al tratarse de un programa respaldado exclusiva y únicamente por el contribuyente europeo, impone obligaciones especiales al Parlamento Europeo y a los gestores del programa, que son la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea (AEE) y la Autoridad de Supervisión de Galileo.

Cumpliremos nuestra responsabilidad. Hasta 2013 estaremos realizando un seguimiento muy estrecho de la gestión del programa. Estamos hablando de una cantidad de dinero muy elevada, por lo que nuestras responsabilidades son especialmente onerosas.

Muchas gracias, y felicito a todos los que han trabajado para lograr este resultado tan satisfactorio.

 
  
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  Anne E. Jensen , ponente de opinión de la Comisión de Transportes y Turismo. (DA) Señor Presidente, como ponente de la opinión de la Comisión de Transportes y Turismo, me gustaría asimismo expresar mi considerable satisfacción por el resultado que hemos alcanzado hoy. En el futuro, Galileo garantizará un transporte más eficaz, seguro y positivo para el medio ambiente. Este sistema contribuirá a perfeccionar la gestión y el control de todas las modalidades de transporte por carretera, ferrocarril y mar beneficiando a las empresas privadas, las administraciones y mejorando la información que recibimos como ciudadanos.

Muchos han preguntado por qué necesitamos el sistema Galileo si ya tenemos el GPS. Sin embargo, no tenemos el GPS más que como préstamo. La UE no tiene control sobre la tecnología. Ya que la navegación por satélite está adquiriendo una importancia capital para nuestra sociedad, la UE debería tener una infraestructura y amplios conocimientos y habilidades técnicas propios. Puesto que ahora estamos enviando al espacio estos 3 500 millones de euros de los contribuyentes de la UE para Galileo, debemos asegurarnos de que cumpla los resultados deseados. Por tanto, es importante que el Parlamento tenga influencia en procesos futuros.

Me gustaría expresar mi agradecimiento a la señora Barsi-Pataky por su excelente cooperación en este informe. Asimismo, me gustaría agradecer al señor Schinas y a la presidenta de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, la señora Niebler, su buena colaboración y el hecho de que hayamos formado un equipo durante las negociaciones. Además, desearía agradecer al Comisario Barrot su contribución la fijación definitiva de los detalles del programa. Por último, desearía felicitar a la Presidencia eslovena por el excelente resultado que hemos obtenido.

 
  
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  Angelika Niebler, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, Presidente en ejercicio del Consejo, Comisario, Señorías, hoy es un buen día para Europa. Estamos dando luz verde a uno de los proyectos más importantes de la UE: el sistema de navegación por satélite Galileo. Como el orador anterior, también me gustaría comenzar expresando mi sincero agradecimiento a nuestra ponente, la señora Barsi-Pataky, y a los miembros de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión de Transportes y Turismo por su excelente cooperación. Creo que como Parlamento hemos colaborado muy bien en este expediente y, conjuntamente con el Consejo y la Comisión, hemos alcanzado un resultado muy bueno.

Hemos debatido en muchas ocasiones si necesitamos un sistema de navegación por satélite. La señora Jensen ha abordado esta cuestión. Todavía tenemos el GPS estadounidense, los rusos tienen GLONASS y los chinos están creando otro sistema. Esto muestra, por tanto, que tenemos que invertir en nuestro propio sistema europeo de navegación por satélite. Debemos disponer de esta tecnología en Europa.

Necesitamos los conocimientos técnicos necesarios para construir en Europa sistemas como éstos de forma independiente y también tenemos que hacer algo por los propietarios de empresas de tamaño medio, por las pequeñas y medianas empresas que, si se crea la infraestructura, se beneficiarán de ella desarrollando aplicaciones en muchos sectores a los que quizás hoy no le prestemos demasiada atención: en el sector logístico, en el sector del transporte por carretera, marítimo, ferroviario y aéreo, y en el ámbito de la seguridad. Hay muchísimas aplicaciones y espero que hoy hayamos realizado una buena labor de preparación en nombre de nuestros empresarios de tamaño medio.

La historia de Galileo es larga. No deseo repetirlo, me limitaré a destacar que el Parlamento siempre ha apoyado el proyecto Galileo. El año pasado garantizamos la financiación a través de la recaudación tributaria europea, y con la votación de mañana realizaremos una importante contribución a que la gestión del proyecto transcurra sin inconvenientes, a que el proceso de gestión sea transparente y a que, como Parlamento, como colegisladores europeos, nos impliquemos en el desarrollo y la gestión futuros de este proyecto.

 
  
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  Norbert Glante, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Comisario, Galileo también podría subtitularse: «La historia interminable». Espero que este subtítulo desaparezca después del debate de hoy y de la votación de mañana. La historia interminable se está convirtiendo en realidad.

Me gustaría expresar mi particular agradecimiento a la señora Barsi-Pataky por su eficaz colaboración en las negociaciones a tres bandas y también en los últimos años. Siempre ha sido una justa interlocutora y hemos llegado a compromisos razonables y sólidos. Gracias también, por supuesto, a la Presidencia y, concretamente, a la representante de la Presidencia, que ha venido manteniendo las cinco negociaciones a tres bandas con nosotros. Es una mujer muy competente y comprometida que, seguramente, sospecho, no lo habrá tenido fácil para alcanzar este compromiso en el Consejo.

Mi grupo, el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, siempre ha respaldado el proyecto Galileo, al igual que respalda ahora el resultado conseguido. Les aseguro que mañana no habrá votos discrepantes por parte de nuestro Grupo, y que todos votaremos a favor. Además, debemos reseñar el hecho —y les pediría que se registre de manera informal, tampoco es necesario que conste en el acta— que algunos de los representantes alemanes han tenido que bregar con sus gobiernos para conseguir que esto funcione. La señora Niebler sonríe porque sabe de qué hablo.

Con esta norma hemos conseguido definir bien las estructuras, encontrar una responsabilidad clara entre la Comisión, la Autoridad de Supervisión y la AEE. Contamos con la Comisión Interinstitucional, en la cual el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión han observado el progreso del proyecto. Nos reuniremos cuatro veces al año hasta 2013 y todos asumimos que se trata de una fecha que igualmente mantendremos, y que también nos ajustaremos al presupuesto de 3 400 millones, porque de lo contrario resultará difícil debatir.

Galileo no sólo es —como ha mencionado la señora Niebler— un sistema de navegación por satélite con el que algunos ciudadanos tal vez puedan llegar más rápido a su destino. Galileo constituye un significativo avance tecnológico para los europeos, y debemos mantener nuestros conocimientos técnicos en los ámbitos de la astronáutica, la tecnología de navegación y la electrónica. Por tanto, es importante que llevemos a cabo este proyecto aquí.

Ahora resulta especialmente fundamental que la Comisión finalice la licitación antes del verano. La tarea no será sencilla. Habrá una reglamentación decisiva. Debemos darle otra oportunidad a la industria y ésta debe aprovecharla. Espero que sus representantes sepan lo que les espera. No podemos permitirnos volver a fracasar a causa de dificultades con la industria. Estoy impaciente por conocer la propuesta, el plan de acción de la Comisión y, sobre todo, las perspectivas financieras a partir de 2014.

En conclusión, afirmemos una vez más de que la asociación público-privada (APP) no ha fracasado definitivamente. A partir de 2013-2014, podremos volver a aplicar la APP a la hora de utilizar el modelo. Ahora no quisiera dar la APP por perdida completamente.

 
  
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  Anne Laperrouze, en nombre del Grupo ALDE. − (FR) Ministro, Comisario, ponente, Señorías, a los expertos del sector aeroespacial el nombre de Galileo podría recordarles no sólo a un astrónomo italiano, sino a una sonda espacial estadounidense creada por la NASA para estudiar Júpiter y sus dunas, lanzada el 18 de octubre de 1989 desde el transbordador espacial Atlantis. Dicho lanzamiento se retrasó considerablemente debido a la congelación de los vuelos de la nave después del accidente del Challenger.

En última instancia, el éxito de la misión Galileo en el sistema de Júpiter fue espectacular. Hay similitudes con el programa europeo Galileo. El programa ha sufrido contratiempos pero espero que se confirmen también las similitudes en materia de éxitos. Lo que espero por encima de todo es que, a partir de ahora, el nombre de Galileo se asocie al éxito del programa europeo.

Recordando los momentos difíciles vinculados al fracaso de la asociación público-privada, necesitamos unir nuestras fuerzas para hacer despegar el proyecto. El Parlamento Europeo deseaba aprender de los errores del pasado y asumir sus responsabilidades en su calidad de autoridad presupuestaria conjunta. Me parece importante que el Parlamento Europeo haya aceptado finalmente conservar una autoridad de supervisión. En efecto, el control por parte de los expertos es necesario, especialmente porque el programa Galileo es prioritario para la Unión Europea.

Es la primera vez que la Unión Europea ha invertido en infraestructuras propias. La Comisión Europea será la propietaria y la Agencia Espacial Europea, gestora. Estas responsabilidades deben definirse y asignarse de forma clara y someterse a un control adecuado. Al estar el Parlamento muy implicado en el proyecto, parece legítimo que se le asocie a la supervisión del programa. Por tanto, me congratula la creación de esta Comisión Interinstitucional de Galileo, que estará compuesta por representantes del Parlamento, el Consejo y la Comisión, y permitirá a cada institución, y especialmente a la nuestra, asumir sus responsabilidades. El proyecto debe llegar a buen puerto. De ello depende la credibilidad de la Unión Europea a nivel internacional y, lo que es más importante, ante sus ciudadanos.

Para ello, creo que la AEE debe basarse en la red de expertos europeos, rodearse de los conocimientos especializados necesarios. Se tratará de coordinar las industrias las empresas que construyen los diversos componentes con el fin de garantizar la seguridad del sistema y controlar los costes.

Me gustaría mencionar un punto de vista personal en relación con el uso militar de Galileo. El Parlamento Europeo se ha visto obligado a restringir en gran medida las posibilidades del uso militar. Es una pena, aunque es posible que, una vez el programa haya madurado, se vea que hay espacio para un uso militar cuidadoso de esta herramienta. Galileo ha hecho progresar a la ciencia, pero también, indirectamente, a la filosofía y otras áreas de pensamiento. Tendrá repercusiones considerables en términos de aplicación, de la independencia de nuestro continente y también del compromiso de la Unión.

 
  
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  David Hammerstein, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, quiero dar las gracias a la señora Barsi-Pataky por esta actitud tan abierta e integradora de todos los que hemos participado en el proceso.

Porque el anterior proyecto de Galileo, con participación privada, fracasó y ahora estamos ante un proyecto que cuenta únicamente con financiación comunitaria. Esto implica una mayor responsabilidad social del proyecto.

En este sentido podemos alegrarnos de que Galileo se comprometa a ofrecer un servicio de alta calidad a unos precios justos; unos precios justos, para asegurar que la inversión pública revierta en la ciudadanía sin que tenga que pagar dos veces por los futuros servicios.

También es muy positivo el hecho de que Galileo será necesariamente interoperable con el actual sistema GPS de los Estados Unidos; que tome ejemplo con esta línea de servicios interoperables.

Además, es importante la integración técnica en Galileo de la protección de datos personales y el derecho a la privacidad. En suma, Galileo tiene una segunda vida. Esperemos aprovechar esta oportunidad para ofrecer servicios útiles e innovadores a todos los europeos.

 
  
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  Vladimír Remek, en nombre del Grupo GUE/NGL. (CS) Comisario, Señorías, como ponente alternativo me congratulo de que hayamos resuelto los principales problemas que estaban obstaculizando la puesta en práctica del sistema Galileo. Deseo subrayar la importancia de la contribución realizada por la señora Barsi-Pataky, cuyos conocimientos técnicos y diplomacia ayudaron a negociar la nueva consulta. Lo afirmo también como participante en el diálogo a tres bandas con el Consejo y la Comisión dirigido, a mi parecer con excelentes resultados, por la señora Niebler en nombre del Parlamento.

Ésta no es la primera vez que hablo aquí sobre Galileo. Como antes, no niego que se trata de un proyecto que no sólo es ambicioso y costoso, sino también —o exactamente por ese motivo— controvertido para varios de mis compañeros de grupo. Por mi experiencia con la cosmonáutica, sigo convencido de que en Europa vamos en la dirección correcta. Sin embargo, el mejor argumento a favor será a todas luces que Galileo funcione lo más rápida y satisfactoriamente posible. Tras el fracaso del consorcio de empresas privadas, finalmente se llegó a una solución prudente. ¿Se esperaba que los europeos nos privásemos de la oportunidad de estar a la vanguardia de la tecnología? ¿Habríamos de prescindir de la posibilidad de incrementar la productividad de la fabricación, de mejorar la seguridad de todos los tipos de transporte, de ahorrar combustible, de acelerar la gestión de las catástrofes industriales y de otra clase, y de las demás ventajas que ofrece Galileo? Estoy convencido de que la respuesta es no.

El texto en cuestión también proporciona respuestas a preguntas frecuentes, por ejemplo, sobre la protección de los datos personales y la privacidad, o sobre la garantía de la competencia económica leal. Asimismo, se refiere a las pequeñas y medianas empresas, a las que debe asignarse al menos el 40  % de los trabajos subcontratados. El proyecto Galileo no es barato pero, por otro lado, se prevé que cree unos 140 000 puestos de trabajo en los Estados miembros de la UE. Estoy convencido de que, cuando Galileo esté en marcha, el sector privado volverá y también deseará beneficiarse del proyecto. Para concluir, ya he invitado a la autoridad que gestiona Galileo a que nos visite en Praga. Seguimos interesados y la invitación sigue vigente. La República Checa, uno de los países más pequeños de la Unión, considera el proyecto Galileo como una oportunidad de futuro.

 
  
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  Jeffrey Titford, en nombre del Grupo IND/DEM. Señor Presidente, seamos sinceros. Los programas europeos de radionavegación por satélite son un rotundo desastre. El sector privado ha descubierto enseguida que le estaban dando gato por liebre y ha puesto pies en polvorosa. Pero, ¿está la UE preparada para aceptar lo evidente y abandonar el proyecto? No, ni mucho menos. En lugar de ello, nos encontramos con este informe, que aboga no sólo por que el proyecto siga adelante, sino por que el contribuyente europeo corra con todos los gastos. En este caso, pide un enorme aumento de presupuesto, de 120 millones a 715 millones de libras esterlinas. En otras palabras, somos testigos del comienzo de una situación de recontrol del gasto destinado a este vergonzoso proyecto.

Los Estados Unidos tienen su propio sistema por satélite, el GPS, y por tanto, la UE también tiene que tener el suyo, éste es el principio rector de Galileo. Es una política infantil que atenta contra el sentido común, carece de justificación económica creíble y está corrupta desde el punto de vista moral y medioambiental.

Esta institución consume una gran cantidad de tiempo debatiendo cuestiones medioambientales y presentando medidas autoflagelantes concebidas para obligar a las personas que viven en Europa a tener una especie de sentimiento de culpa permanente por su huella de carbono. Y, sin embargo, estamos dando el visto bueno a un proyecto cuyas repercusiones en el medio ambiente serán casi incalculables. ¿Se ha parado alguien a pensar la huella de carbono que provocará la puesta en órbita de los treinta satélites que necesita el sistema Galileo, que requerirá la combustión de considerables cantidades de carburante de cohetes? La reputación medioambiental de la UE ya es bastante cuestionable debido a los estragos de la PPC y la PAC, por no mencionar la innecesaria disposición de los dos edificios del Parlamento, aquí y en Bruselas.

Hoy, hago un llamamiento a todos los diputados, especialmente a los que se consideran luchadores medioambientales, para que hagan un examen de conciencia y se opongan a este colosal elefante blanco. No necesitamos duplicar servicios de los que ya disponemos con el GPS estadounidense, y ciertamente no debemos expulsar tanto carbono contaminante innecesario a nuestro medio ambiente.

 
  
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  Ján Hudacký (PPE-DE). – (SK) Para comenzar, permítanme expresar mi agradecimiento a la ponente, la señora Barsi-Pataky, que lleva mucho tiempo trabajando activamente en este ámbito y ha realizado una considerable contribución a las decisiones y acuerdos conjuntos sobre el éxito de la ejecución del programa Galileo.

En mi discurso, desearía destacar dos importantes aspectos que resultan vitales para el éxito de la ejecución de los programas europeos de radionavegación por satélite. Acojo con gran satisfacción el acuerdo conjunto, la decisión sobre el presupuesto de estos programas, y el que se hayan encontrado más fondos después del abandono del modelo de asociación público-privada del programa Galileo. Creo que las instituciones europeas han tomado una decisión muy responsable y racional que consideramos un signo muy positivo en nuestra Comisión de Industria, Investigación y Energía y en el Pleno.

A mi parecer, la Unión Europea debe utilizar sus recursos públicos para participar en estos programas y en el desarrollo de este sector, que tiene un potencial considerable para el progreso de nuevos servicios con elevado valor añadido, necesarios en casi todos los ámbitos de la sociedad.

El segundo aspecto de la ejecución de los programas es el proceso de contratación durante la fase de desarrollo de Galileo. También en este caso deseo expresar mi satisfacción con las propuestas de participación equilibrada a todos los niveles, incluida la participación de pequeñas y medianas empresas de todos los Estados miembros.

De igual modo, la división de la contratación de infraestructuras en seis paquetes de trabajo principales, así como otros paquetes de trabajo adicionales, dará a más proveedores la oportunidad de participar en la contratación pública, lo que no hará sino mejorar todo el proceso de ejecución.

Deseo aprovechar esta oportunidad para instar a todas las instituciones pertinentes, tanto a escala europea como nacional, a que pongan en marcha una gran campaña promocional que garantice que todas las partes interesadas participen en la etapa de desarrollo y también una vez que el sistema Galileo esté operativo.

 
  
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  Gilles Savary (PSE). (FR) Señor Presidente, soy una de las personas que estaban presentes al comienzo del proyecto Galileo y, por tanto, estoy quizá algo mejor situado para valorar la magnitud del retraso. Creo que este proyecto presenta dos defectos inherentes.

En primer lugar, es el primer proyecto comunitario importante de intervencionismo industrial. No ha resultado fácil convencer a la gente de que la UE podía tener un sistema de navegación por satélite y, por tanto, ha sido necesario mucho tiempo para obtener un consenso político. En segundo lugar, el plan de operaciones no podía ser como se había imaginado en un principio, simplemente porque el GPS, nuestro principal rival, es gratuito y está financiado íntegramente por los fondos públicos estadounidenses.

Necesitábamos superar estas dos dificultades iniciales y evaluar atentamente la situación, con el impulso de la Presidencia eslovena y del señor Barrot, antes de establecer un notable consenso entre las tres instituciones. Este diálogo a tres bandas nos ha llevado a un punto en el que ya tenemos un documento y un texto. Mañana veremos la puesta en marcha de Galileo, antes de que el sábado se lance el segundo satélite desde Baikonur.

 
  
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  Tobias Pflüger (GUE/NGL). – (DE) Señor Presidente, hay una gran euforia en relación con Galileo. Sin embargo existen dos enormes inconvenientes.

En primer lugar, los elevados costes que, entretanto, están sufragando casi exclusivamente los contribuyentes. Se habla de al menos 3 400 millones de euros, pero seguro que serán más.

En segundo lugar, el uso militar previsto de Galileo. Siempre se ha promocionado a Galileo como la alternativa civil al GPS. El uso exclusivamente civil se ha acordado por contrato. La financiación que se prevé en el presupuesto de la UE no permite el uso militar de conformidad con los contratos en vigor. Por consiguiente, algunos esperan al Tratado de Lisboa, que lo permitirá, aunque probablemente Irlanda lo rechace en referéndum. Sin embargo, el uso militar estaba previsto desde hace mucho tiempo. Aquí estamos esperando que el sector armamentístico ponga fondos a disposición de Galileo. La cuarta función de Galileo, ofrecer un servicio público regulado, está previsto obviamente como uso dual para operaciones militares, como para la Policía, la guardia costera y los servicios de inteligencia. Por favor, ¡diga algo al respecto!

Nadie necesita un segundo programa militar de satélites a menos que se use para los intereses geoestratégicos y militares de la UE. Por tanto, Galileo debería ser simplemente un proyecto civil.

 
  
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  Romana Jordan Cizelj (PPE-DE). – (SL) Sería difícil encontrar un programa europeo que persiga tan bien los objetivos de la estrategia de Lisboa como lo hacen las actividades incluidas en el Sistema Mundial de Navegación por Satélite europeo y que incluyen labores de investigación y desarrollo en el ámbito de las tecnologías muy avanzadas, la creación de nuevas posibilidades para los jóvenes, empleos nuevos y mejores, desarrollo de empresas, etc., etc.

La ejecución del sistema es tan exigente que ningún Estado miembro podría realizarla en solitario. Es justamente aquí donde se hace patente el valor añadido de la integración europea. Además, la ejecución del sistema proporciona a Europa mayor independencia y una ventaja competitiva.

Hasta hace poco, el proyecto estaba prácticamente olvidado debido a las dificultades de financiación. Por tanto, felicito a Etelka Barsi-Pataky, la ponente, y a la jefa del equipo negociador del Parlamento Europeo, Angelika Niebler, que han realizado una labor excelente. Asimismo, me gustaría congratular a la Presidencia eslovena del Consejo Europeo por el acuerdo de este último con el Parlamento.

Sin embargo, la ejecución lleva un retraso de varios años. Desearía que las próximas etapas, en las que se realizarán actividades concretas, finalizasen lo antes posible, e insto a que así sea. La finalidad del sistema es la realización de las aplicaciones más exigentes y diversas. Sé que en algunos Estados miembros las aplicaciones viables ya forman parte de las estrategias políticas existentes. En Eslovenia, por ejemplo, se ha adoptado un plan de acción para el peaje de flujo libre y espero que utilicemos los satélites europeos en lugar de los de los demás países a tal fin.

Por último, también deseamos crear una autoridad de supervisión y su sede. Los Estados miembros deberían recordar la decisión del Consejo de 2003 y deberían conceder la sede de la autoridad a uno de los nuevos Estados miembros que todavía no tienen instituciones europeas. Una de esas candidaturas es la de Liubliana, capital de Eslovenia, que cuenta con considerable apoyo y, esperando que obtenga resultados positivos, se ha preparado de forma cuidadosa y exhaustiva.

 
  
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  Inés Ayala Sender (PSE). – Señor Presidente, la verdad es que hoy debemos felicitarnos como europeos, pues estamos de enhorabuena por haber llevado a buen término un proyecto tan emblemático como Galileo, que visibiliza la voluntad de superación europea en todos los ámbitos, en el espacial, en el del transporte y las comunicaciones, y también como plataforma para múltiples servicios de futuro que hoy sólo podemos adivinar.

Felicitar y agradecer a la señora Barsi-Pataky, a la ponente, su voluntad de ayudarlo a nacer y de asegurar su continuación a través del seguimiento, a través de ese grupo interinstitucional que yo creo que es una novedad muy positiva y que podrá, a lo mejor, adoptarse para otros dossieres.

Felicitar especialmente a la Comisión, a su Vicepresidente, señor Barrot, por su tenacidad y sus estallidos de cólera oportuna, que han ayudado sin duda a conseguir superar obstáculos financieros muy importantes y reservas y egoísmos nacionales.

Finalmente, reconocerle a la Presidencia eslovena, y a través de ella al Consejo, que haya ayudado también a lograrlo, a ponerse de acuerdo, y también mi país, a los españoles, que tenemos una gran fe y voluntad de poder participar con todas nuestras fuerzas y capacidades en este proyecto.

Sólo queda asegurar y garantizar que lo acordado, y lo que mañana votará el Parlamento, será aplicado, y ahí vuelvo otra vez a pensar en ese grupo que la señora Barsi-Pataky ha puesto en marcha.

 
  
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  Presidente. − El representante del Consejo, el señor Žerjav, me ha dicho que debe marcharse antes de las 6 de la tarde y por ello ha solicitado intervenir. No sé muy bien qué tipo de discurso pronunciará, ya que normalmente un Comisario y el Consejo tendrían el privilegio de resumir el debate, pero todavía no ha concluido. No obstante, estoy obligado a permitir la intervención del representante del Consejo, lo que, por tanto, hago.

 
  
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  Radovan Žerjav, Presidente en ejercicio del Consejo. (SL) Permítanme expresar mi sincera gratitud por su constructivo debate y mis disculpas por abandonar la sesión antes de tiempo, ya que regreso a casa.

En conclusión, con su permiso, debo recordarles que el proyecto Galileo está sometido a control público. El éxito de los sistemas europeos de GNSS no sólo compete a Europa; los resultados también serán patentes a nivel internacional.

Estoy de acuerdo con sus Señorías en que se trata de la primera estructura europea conjunta, por lo que no debemos perder un tiempo precioso y tenemos que dar luz verde a la ejecución urgente de estos programas. Sabemos que la adopción del Reglamento de aplicación constituye un paso importante hacia la realización del proyecto Galileo. Por este motivo tenemos mucho trabajo que hacer, y creemos que en el futuro cosecharemos tantos éxitos como lo hemos hecho en el pasado.

 
  
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  Ulrich Stockmann (PSE). – (DE) Señor Presidente, deseo seguir poniendo el dedo en la llaga. Tras la gran crisis, ahora tenemos una propuesta de reglamento buena y equilibrada que, en mi opinión, asegurará la etapa de construcción. Sin embargo, para ello no debemos saltarnos el programa. El proyecto se ha retrasado cinco años, y el comienzo de la fase operativa está previsto para 2013. Por tanto, nuestra estrategia de política industrial está fallando en cuanto a estar por delante de GPS 3 en el mercado con Galileo y establecer los estándares en todo el mundo. Por tanto, creo que seguimos necesitando un análisis detallado de la crisis que ha creado la propia Comisión, porque tenemos que aprender de la crisis del modelo de APP, ya que hay otro modelo de APP con Caesar.

Ahora ya no tenemos ninguna vertiente competitiva con Galileo, por lo que comercializar el sistema está resultando claramente más difícil. Por ello, debemos mantener un debate con tiempo suficiente sobre los costes públicos de la fase operativa posterior a 2013 y hemos de concentrarnos en cómo podemos crear sistemas financiados con fondos públicos para Galileo como los peajes, eCall y Caesar. Por último, ya necesitamos un programa para el uso combinado de Galileo y señales GPS. Tenemos que concentrarnos en ello porque ahí está el valor añadido.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Teresa Riera Madurell (PSE). – Señor Presidente, yo estoy entre las que creo que hoy debemos congratularnos por la determinación con que las instituciones comunitarias han superado los altibajos del proyecto; finalmente estamos en condiciones de empezar a planear con garantías la fase de despliegue de Galileo.

Nos congratulamos también por los esfuerzos realizados para que la participación en el programa sea lo más amplia posible. Dicho esto, quisiera destacar algo esencial: la naturaleza civil del proyecto, condición indispensable para asegurar la transparencia en las operaciones.

La independencia del sistema permitirá la certificación de los servicios ofrecidos a los usuarios y proporcionará garantías de su calidad, condiciones necesarias para el desarrollo de un amplio abanico de nuevas aplicaciones comerciales que ofrecen una gran oportunidad a nuestras pequeñas y medianas empresas y que, además, tienen un gran potencial medioambiental y social: la navegación para invidentes, la planificación de la ruta más accesible para las personas en silla de ruedas, etc. etc.

 
  
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  Christine De Veyrac (PPE-DE). (FR) Señor Presidente, como EGNOS, el programa Galileo simboliza el espíritu de Europa: unir fuerzas para que podamos avanzar juntos.

Más que ningún otro proyecto, Galileo refleja el espíritu de la Comunidad más que los egos nacionales. La idea de que la financiación se base en contribuciones nacionales, aunque sea de forma parcial, no era buena. Afortunadamente, hoy este argumento se ha abandonado a favor de la financiación completa a partir del presupuesto comunitario.

Me gustaría agradecer a la Comisión Europea el que haya encontrado una solución alternativa para paliar la ausencia de acuerdo entre empresas, y por trabajar en una propuesta para atribuir contratos de una forma que federe a los Estados miembros y el Parlamento Europeo.

Hoy, por fin tenemos transparencia financiera. Resulta positivo que nuestra institución y el Consejo estén dispuestos a ponerse de acuerdo sin demora. La comunidad científica y los trabajadores de la industria aeroespacial —y he conocido muchos en mi región de Toulouse— esperan grandes cosas de nosotros. No los decepcionemos.

 
  
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  Pierre Pribetich (PSE). (FR) Señor Presidente, (inaudible) Galileo, la primera infraestructura comunitaria, requiere que todos los interesados compartan el mismo objetivo: el éxito.

Este reto confirma, si es que todavía hubiese que confirmarla, la necesidad de este apoyo. En comparación con su rival GPS, desgraciadamente los sucesivos retrasos han impedido el progreso hasta ahora. Con este informe modificado, contaremos con los medios que nos permitirán triunfar sobre la base de esta decisión común. Nuestro nuevo objetivo a la hora de construir este sistema de navegación global debe ser ir más allá de la complejidad de las normas, la nueva arquitectura, responsabilidades aclaradas y nueva gobernanza.

Esto podría evitar el añadir otro retraso a los cinco años de demora que llevamos. Tenemos la responsabilidad colectiva de controlar su aplicación concreta, de poner en marcha e impulsar la conquista de los mercados ayudando a su desarrollo. La industria electrónica y de software se beneficiarán del triunfo del sistema de radionavegación. Implantar este sistema frente al existente es, y será, una batalla difícil.

 
  
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  Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) Señorías, permítanme concentrarme en la cuestión de la ubicación de la sede de la Autoridad de Supervisión del GNSS Europeo Galileo. Mi respuesta es que la República Checa es el país mejor preparado y, además, es un Estado miembro que todavía no alberga la sede de ninguna agencia europea. Praga está estratégicamente situada en el corazón de Europa y el edificio propuesto para la nueva sede acoge actualmente el Ministerio de Informática en la antigua zona militar de Klecany. Asimismo, la República Checa es un país con un elevado nivel de seguridad y cuya ciencia e investigación son, cuando menos, comparables a los de los países desarrollados de la Unión Europea. Desde 2001 está activo en el país un proyecto que investiga cuatro aplicaciones del sistema a vías férreas, carreteras, aeropuertos y el transporte de mercancías peligrosas. La Universidad Técnica Checa de Praga está coordinando un proyecto sobre un receptor terrestre que sería compatible con los sistemas de navegación estadounidense y ruso. Además, Praga es un destino europeo de congresos de gran belleza y tradición.

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE). – (PL) Señor Presidente, finalmente el programa Galileo está listo. Es una herramienta estratégica para el futuro de la Unión Europea habida cuenta de su contribución a aspectos tan importantes de la integración como la investigación y la innovación, la política espacial europea y la política exterior y de seguridad común. Representa una poderosa herramienta con la que la UE podrá desempeñar un papel importante a escala internacional.

En relación con el proyecto presentado hoy, cabe recordar que el Parlamento ha introducido una división de funciones muy clara y ha establecido la distribución de responsabilidad entre la Comisión Europea, la Autoridad de Supervisión del GNSS Europeo (GSA) y la Agencia Espacial Europea (AEE). En teoría, la Comisión se encarga únicamente de la gestión del proyecto, mientras que todas las acciones emprendidas por la GSA y la AEE han de ejecutarse fuera del ámbito de competencias de la Comisión.

Además, el Parlamento ha señalado muy claramente que en el futuro no tolerará retrasos y la constitución de la Comisión Interinstitucional de Galileo contribuirá a ello. A la hora de estudiar si apoyar o no la propuesta, el Parlamento debe tener en cuenta que crear una infraestructura de radionavegación por satélite superará el potencial financiero y técnico de los Estados miembros, motivo por el cual constituye una acción comunitaria.

 
  
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  Reinhard Rack (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, me gustaría sumarme a las Señorías que han elogiado específicamente al Comisario Barrot y a nuestras ponentes, la señora Barsi-Pataky y la señora Niebler, por su resistencia.

Necesitamos lo antes posible un sistema Galileo que funcione y, lo que es más, nuestro propio sistema europeo. Tenemos muchísimas tareas que queremos realizar con este sistema. Queremos controlar nuestros flujos de tráfico de forma más efectiva, tanto por vía terrestre como acuática, y también queremos ordenar nuestro tráfico aéreo de tal modo que ahorremos la mayor cantidad de energía posible mejorando la organización y, así, haciendo algo sensato para frenar el cambio climático.

En este contexto, cada mes que aceleremos es una ventaja para todos. Por tanto, debemos seguir por este camino de forma más intensa.

 
  
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  Jörg Leichtfried (PSE). – (DE) Señor Presidente, creo que con este sistema la Unión Europea sigue el camino correcto. No obstante, también debemos considerar de forma muy crítica los asuntos que ha citado, por ejemplo, el señor Pflüger. Como cuestión de principios, tenemos que descubrir la extraordinaria gama de sistemas de navegación por satélite en funcionamiento actualmente y la gran dependencia de los Estados Unidos que ya hemos desarrollado en este ámbito. Por tanto, será bueno poder compararlo con algo.

Resulta especialmente positivo e importante que este sistema se adopte a gran escala a la hora de imponer peajes a los vehículos pesados y de transferir los flujos de tráfico de la carretera al ferrocarril porque hay numerosas posibilidades asociadas a él. Se pueden imponer peajes en función del número de kilómetros realizados o de la clase de vehículos, o se puede hacer el peaje uniforme para toda Europa. Creo que es importante para el transporte en Europa y para todos nosotros.

 
  
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  Jacques Barrot, Vicepresidente de la Comisión. – (FR) Señor Presidente, evidentemente, el texto que ustedes adopten permitirá a la Unión Europea afrontar el reto de desarrollar una de las principales tecnologías de este siglo.

Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a todos los que han contribuido a este éxito especialmente aquí en el Parlamento. En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento a la señora Barsi-Pataky que, en la comisión presidida por la señora Niebler —y aprovecho para agradecer asimismo a la señora Niebler su decisivo papel en la conclusión del diálogo a tres bandas—, nunca dejó de creer en Galileo y continuó siendo, con razón, exigente.

También me gustaría expresar mi agradecimiento a la Comisión de Presupuestos y al señor Böge, que hoy está ausente. No obstante, el señor Schinas era el ponente, puesto que en aquel momento necesitábamos el apoyo del Parlamento para asegurar la financiación.

Señora Jensen, gracias por haber sido una defensora tan ardiente de Galileo en la Comisión de Transportes y Turismo. Como ha dicho la señora Niebler, hoy es un buen día para Europa.

Señor Presidente, no puedo responder a todos los oradores. Los he escuchado con atención, he tomado notas. Lo que me gustaría decir es que desde ahora debemos abordar a nuestras pequeñas y medianas empresas de todos los Estados miembros para que estos preparativos puedan efectuarse a partir de ahora y podamos finalizar las aplicaciones de Galileo. Tendré la ocasión de volver a dirigirme a sus Señorías para describirles todas estas aplicaciones, que incluyen el transporte y la protección civil. En cualquier caso, Galileo será mucho más efectivo que el GPS actual.

Asimismo, me gustaría confirmar mi intención de insuflar vida a la Comisión Interinstitucional de Galileo, que es otro medio de reunir a nuestras instituciones en torno a este proyecto.

Ahora me gustaría decir algunas palabras sobre la labor que nos espera. Gracias a la votación del Parlamento Europeo, tenemos un presupuesto, una base jurídica, una gobernanza clara y un plan de aprovisionamiento, que no ha resultado fácil, puesto que el objetivo era dividir el trabajo entre las principales empresas aeroespaciales de nuestros Estados miembros y, al mismo tiempo, organizar la subcontratación que muchos de ustedes tenían razón en demandar. Nuestras PYME también deben participar en el proceso de construcción. Por ello, hemos reservado un 40  % del plan de aprovisionamiento para la subcontratación.

La Comisión va a firmar un acuerdo con la Agencia Espacial Europea. Esperamos que tenga lugar antes del verano y que podamos iniciar una licitación para los seis paquetes de trabajo principales que se han determinado. Nos gustaría poder firmar los contratos a finales de año de modo que pueda comenzarse a construir los satélites y el sistema de satélites lo antes posible a partir de principios de año. La construcción de los veintiséis satélites restantes tardará entre dos y tres años. Por tanto, transcurrirán todavía uno o dos años antes del lanzamiento. En consecuencia, la hoja de ruta de Galileo debe seguirse con mucha atención.

Debo decir que los ingenieros y los técnicos están trabajando con ahínco. Como ha indicado el señor Savary, me complace anunciar que el segundo satélite de Galileo, Giove-B, se pondrá en órbita desde un vehículo lanzador Soyuz en Baikonur, Kazajstán, a las 0.15 horas (4.15 hora local) de este domingo, 27 de abril de 2008. Giove-B ya está en Baikonur, donde se someterá a las últimas pruebas antes del día de su lanzamiento. El satélite se pondrá en su órbita definitiva alrededor de siete horas después del lanzamiento y se controlará directamente desde el centro de control de Fucino, Italia. Debemos esperar que Giove-B obtenga resultados tan positivos como los de Giove-A, sobre todo porque Giove-B cuenta con todas las tecnologías.

Señor Remek, permítame agradecer su presencia en el Parlamento porque su Señoría sabe qué es estar en el espacio.

He expresado ampliamente mi agradecimiento al Parlamento, pero no se trata sólo de gestos vacíos, créanme. Ciertamente, siento que, si este proyecto europeo ve la luz, el Parlamento habrá realizado una contribución muy eficaz. Por tanto, les doy nuevamente las gracias. Juntos, haremos de Galileo un triunfo.

 
  
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  Etelka Barsi-Pataky (PPE-DE). – (HU) Señor Presidente, no puedo dejar de destacar que los ingenieros y promotores europeos han desempeñado una labor extraordinaria y, como ha anunciado el Vicepresidente, estamos esperando el lanzamiento de Giove-B. La Comisión Europea en la persona del vicepresidente Barrot ha presentado a debate una nueva propuesta de programa anual intensivo, y la Comunidad Europea ha creado una nueva estructura y ha prometido la financiación necesaria. El programa Galileo está listo para su START, en otras palabras, el proyecto ha alcanzado un fin. Más concretamente, seguimos teniendo muchas dificultades que afrontar. Desearía destacar que el programa GNSS made in Europe no se ha llevado a cabo simplemente por interés de este o aquel Estado miembro ni de esta o aquella empresa industrial. Siempre debemos tener esto en mente a la hora de ejecutar este programa. Por último, señor Presidente, si me permite un comentario personal: cuando el programa Galileo se puso en marcha, Hungría, país en el que fui elegida en 2004, todavía no formaba parte de la UE, como tampoco Eslovenia. Por tanto, me siento especialmente satisfecha de ver que estamos colaborando en el nuevo lanzamiento del día 27. Galileo constituye un paso muy importante en la creación de una Europa fuerte. Gracias.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Janusz Lewandowski (PPE-DE), por escrito. – (PL) Como testigo y participante en el largo proceso de acuerdo sobre una base financiera para el programa Galileo, sigo con interés los pasos que está dando la Unión Europea para ejecutar este programa. El método de financiación, que constituye una importante divergencia en relación con los principios originales, incrementa nuestra responsabilidad conjunta en el éxito del programa. La iniciativa público-privada acabó siendo un fracaso. Somos responsables de la utilización razonable del dinero de los contribuyentes europeos sin compartir riesgos con el sector privado.

Es por ello por lo que el sistema de gestión del proyecto adquiere tal importancia. Conviene tener una declaración clara, como la que se incluye en el proyecto de informe, de que la Comunidad Europea es la única propietaria de todos los activos materiales e inmateriales creados bajo los auspicios de EGNOS y Galileo. Desgraciadamente, el ritmo de desarrollo es lento: han transcurrido once años desde que la Comisión Europea presentó su primera comunicación sobre un sistema europeo de navegación por satélite. Ciertamente, los retrasos han multiplicado el coste del programa y aumentado el riesgo para su competitividad a través de la aparición de otras iniciativas a escala mundial. ¡El mundo no está parado!

El carácter puramente comunitario y público del programa justifica las demandas del Parlamento Europeo, debido al mandato democrático que ostenta, de que se refuerce su influencia en el control y el funcionamiento de la etapa preparatoria y de ejecución del sistema Galileo.

 
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