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Procedimiento : 2008/2051(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0134/2008

Textos presentados :

A6-0134/2008

Debates :

PV 19/05/2008 - 22
CRE 19/05/2008 - 22

Votaciones :

PV 20/05/2008 - 8.10
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0209

Acta literal de los debates
Lunes 19 de mayo de 2008 - Estrasburgo Edición DO

22. Comercio de materias primas y productos básicos (debate)
Acta
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  Presidente. − El siguiente punto es el informe (A6-0134/2008) del señor Holm, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre el comercio de materias primas y productos básicos (2008/2051(INI)).

 
  
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  Jens Holm, ponente. − (SV) Señoras y señores, en primer lugar, quisiera expresar mi profundo agradecimiento a todos los ponentes alternativos por su estrecha cooperación.

Todos hemos visto las escenas que ha ocasionado la reciente escasez de alimentos. Los precios agrícolas, especialmente de los productos alimenticios, se han disparado en muy poco tiempo, lo que ha asestado un golpe mortal a muchos países en desarrollo que dependen en gran medida de las importaciones de dichos productos y que se encontraban ya en una situación límite. Esperemos que el presente informe sobre el comercio internacional de materias primas y productos básicos contribuya a remediar algunos de esos problemas; después de todo, nos hemos comprometido a erradicar el hambre y la pobreza al suscribir los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio. Recientemente, el Secretario General de la Naciones Unidas, Ban Ki-moon, alertó de que el incremento en los precios de los alimentos estaba poniendo en peligro el objetivo más importante de los Objetivos de Desarrollo del Milenio; esto es, reducir a la mitad la pobreza en el mundo. Así pues, es el momento de adoptar medidas urgentes.

En particular, la reciente crisis alimentaria ha mostrado que los alimentos no constituyen una materia prima cualquiera. Si no puede satisfacerse un requisito tan elemental como asegurar que las personas puedan alimentarse, la retórica sobre el desarrollo no sirve de mucho; por tanto, deberíamos proceder con cautela al dar a los alimentos el mismo tratamiento que a cualquier otro producto básico del comercio internacional. Los países en desarrollo se han visto incluso forzados a liberalizar su política alimentaria y a pasar de una producción para cubrir las necesidades nacionales a una producción destinada a la exportación. Tal es la política del FMI, el Banco Mundial, los Estados Unidos y la UE, que han impuesto estas exigencias. Al suprimir la protección de los aranceles y las subvenciones, muchos países en desarrollo se han tornado sumamente vulnerables a las violentas fluctuaciones de los precios de los alimentos y de las materias primas. Por ejemplo, Haití era autosuficiente en la producción de arroz pero, en 1995, el Fondo Monetario Internacional obligó al país a reducir sus aranceles sobre dicho producto. Como resultado, el arroz subvencionado por el Estado procedente de los Estados Unidos inundó el país, y la producción local se vino abajo; en la actualidad, tres cuartas partes de todo el arroz consumido en Haití se importa de los Estados Unidos.

Espero que este informe nos proporcione las herramientas necesarias para abordar los problemas y los desafíos que plantea la incertidumbre del comercio de las materias primas. Las cuestiones sobre las que nos centramos en el informe incluyen el apoyo a los países en desarrollo para diversificar sus economías, de manera que puedan liberarse de una situación en la que exportan únicamente una o dos materias primas, y puedan avanzar hacia patrones de producción que impliquen un mayor procesamiento de los productos. Asimismo, hacemos hincapié en la importancia de la flexibilidad en la política de desarrollo; debe dejar margen de actuación suficiente para que estos países desarrollen sus posibilidades e instrumentos de política económica; por ejemplo, para apoyar el desarrollo de su agricultura interna. Exigimos también que la Comisión Europea revise el esquema financiero FLEX, cuyo propósito es estabilizar los precios de las materias primas. Asimismo, abordamos la dimensión de la igualdad en el comercio de materias primas, o más bien, su ausencia; es sumamente importante que tengamos siempre en cuenta la cuestión de género en la negociación de los acuerdos de comercio internacional.

El presente informe tiene en cuenta también el comercio justo, que puede utilizarse como herramienta para apoyar a los productores a pequeña escala de los países en desarrollo, así como para ejercer mayor presión para elevar las normas sociales y medioambientales en estos países. Hacemos un llamamiento a todas las instituciones de la UE para que apliquen el principio del comercio justo en sus licitaciones públicas y políticas de adquisición.

Igualmente, discrepamos del consumo creciente de productos animales; es decir, de la demanda creciente de carne y de productos lácteos que, a su vez, está disparando la demanda de cereal para alimentar a los animales, en lugar de a los seres humanos.

Asimismo, se abordan muchas otras materias. Finalmente, tengo que decir que este trabajo ha puesto de manifiesto la verdadera cara de la UE. Mientras que, por nuestra parte, hemos procurado abordar las necesidades y las circunstancias de los países en desarrollo, la industria europea, con la ayuda de sus representantes en el Parlamento Europeo, se ha ocupado de trasladar el enfoque hacia los intereses comerciales a corto plazo de las organizaciones empresariales por contar con un acceso estable a materias primas más baratas.

Insto a todos los presentes a que aprueben las enmiendas presentadas por los grupos de la Izquierda, el Socialista y el de los Verdes en el Parlamento Europeo. Las enmiendas 20 y 21 son de especial importancia. De ese modo, podemos equilibrar el informe para obtener una dimensión de desarrollo más sólida.

 
  
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  Janez Potočnik, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, quisiera agradecer al Parlamento el darnos la oportunidad de debatir el acceso a las materias primas, cuestión que ocupa un lugar prioritario en la agenda de la Unión Europea, especialmente a la luz de nuestro programa de competitividad. En primer lugar, permítame expresar mi agradecimiento al ponente y a los ponentes alternativos por el presente informe, que abarca numerosos ámbitos, como el cambio climático, la paliación de la pobreza, y el desarrollo.

De hecho, el desarrollo es materia clave en este contexto; por lo tanto, abordaré brevemente las cuestiones relativas al mismo, antes de abordar nuestras inquietudes y acciones respecto a la proliferación de medidas restrictivas del acceso a las materias primas.

La lucha por la erradicación de la pobreza y por el desarrollo, así como por la seguridad alimentaria, ocupa un lugar prioritario en el programa de la Comisión. Ustedes son plenamente conscientes de que la Unión Europea es el principal donante mundial de fondos destinados al desarrollo; asimismo, en el ámbito concreto de las materias primas, la Comisión ha llevado a cabo diversos programas orientados al desarrollo: por ejemplo, mediante el sistema FLEX, apoya los presupuestos nacionales de los países en desarrollo, donde se ha producido un descenso de los ingresos fiscales relacionados con las exportaciones.

La Comisión promueve también la gestión transparente de los ingresos fiscales generados por la explotación de materias primas y de recursos naturales, mediante diversas iniciativas como ITIE, el Proceso de Kimberley y el programa FLEGT. Permítanme también hace referencia a nuestro programa «Todo menos armas», que garantiza el acceso libre de impuestos a las importaciones de todos los productos procedentes de los países menos desarrollados (excepto de las armas), lo que les permite diversificar sus exportaciones.

Permítame ahora a abordar nuestra principal preocupación desde la perspectiva del comercio. Hacen falta dos para establecer un comercio. Tenemos que importar, y tenemos que exportar; así pues, es esencial asegurar que el acceso a las materias primas en terceros países se encuentre libre de distorsiones injustificadas como pueden ser cuotas, derechos de exportación y prohibiciones de exportación.

Desafortunadamente, no es el caso hoy por hoy; al contrario, aumenta el deseo de los terceros países de imponer restricciones a las exportaciones. Nuestras inquietudes concretas son las impuestas por algunas de las principales economías emergentes como parte de sus agresivos objetivos en materia de política industrial. Permítanme subrayar que, ahora mismo, no estamos centrándonos en las economías en desarrollo más pobres sino, más bien, en grandes economías emergentes.

Las medidas impuestas por estos países dan como resultado una competición distorsionada a escala global que perjudica a la industria europea. Desafortunadamente, la magnitud del problema está en aumento. Son ya al menos veinte los países que han establecido medidas que afectan a exportaciones de importancia para la Unión Europea, y hemos contabilizado más de cuatrocientas cincuenta restricciones en relación con diversas materias primas. La mayoría, si no todos, de los sectores industriales europeos se encuentran afectados, ya sea directa o indirectamente.

¿Qué podemos hacer? El trabajo llevado a cabo hasta ahora muestra que no existe una solución de «arreglo rápido», aun cuando la eliminación de las restricciones a la exportación ocupe un lugar prioritario en nuestra agenda, ya sea en los acuerdos bilaterales de libre comercio o en la Organización Mundial del Comercio, pero haremos más.

Primero, será importante desarrollar una estrategia global para el acceso a las materias primas. A este respecto, la Comisión está trabajando en una Comunicación que incluirá un componente comercial importante. Evidentemente, cualquier estrategia de estas características debería abarcar completa y coherentemente todos los ámbitos políticos, incluyendo cuestiones tan críticas como la seguridad alimentaria, el desarrollo y el medio ambiente.

Deberá hacerse pleno uso de todos los medios disponibles. Por lo tanto, una política sostenible y coherente sobre el acceso a las materias primas combinaría: en primer lugar, negociaciones que establezcan compromisos internacionales en la OMC y en un contexto bilateral; en segundo lugar, la aplicación de las normas y los acuerdos existentes de la OMC; y, en tercer lugar, otras medidas menos estrictas, como el diálogo y el desarrollo de alianzas. Si bien ninguno de estos elementos es nuevo, es su combinación y su uso coherente lo que determinará su fortaleza, y ello se debatirá en una conferencia con las partes interesadas que se celebrará más adelante durante este año.

Teniendo en cuenta la importancia del acceso a las materias primas, la Comisión recibe con satisfacción los debates celebrados al respecto en el Parlamento, y especialmente las enmiendas al primer proyecto de informe, pues ahora destaca más claramente la importancia de esta cuestión. Propone modos de abordarla de manera constructiva, como la aplicación de los acuerdos y las negociaciones con los países socios. Estamos dispuestos a cooperar plenamente con el Parlamento en el desarrollo y la puesta en práctica de la totalidad de nuestra estrategia.

 
  
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  Daniel Caspary, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, Comisario, me complace que haya dispuesto su presencia hoy aquí, señor Potočnik. Observamos que el Comisario Mandelson, una vez más, ha optado por viajar a alguna importante conferencia en otra parte del mundo, en lugar de debatir con nosotros en el Parlamento cuestiones clave para la política industrial europea. Así pues, imagínese mi alegría al escucharle presentar la cuestión mucho mejor y con mucha mayor claridad y visión que lo hubiera hecho nuestro Comisario de Comercio.

Me satisface profundamente el resultado de nuestras deliberaciones en comisión, ya que me temo que el ponente, en su proyecto original, y aun con todas las buenas observaciones que ha realizado sobre los países en desarrollo, ha perdido de vista por completo los intereses de la industria europea. En la Comisión de Comercio Internacional hemos insertado una nueva primera parte del informe que aborda los intereses de nuestra política industrial; de hecho, la naturaleza de dichos intereses ha quedado ahora totalmente clara. Debemos centrarnos específicamente en garantizar el suministro de materias primas a la industria europea pues, como el Comisario ha manifestado acertadamente, estamos experimentando grandes dificultades al respecto.

En el marco de la OMC, necesitamos con urgencia mejores normas diseñadas para prohibir, en la medida de lo posible, medidas que distorsionen el comercio, como son los derechos sobre las exportaciones. Necesitamos libre acceso a las materias primas en el mercado mundial. Es intolerable que países como China hagan mal uso de las materias primas, al utilizarlas como herramienta política.

Debemos hacer todo lo posible, no únicamente en las negociaciones multilaterales, sino también en nuestras negociaciones bilaterales, para salvaguardar el verdadero acceso abierto a los mercados de las materias primas. El hecho de que la Comisión haya dejado el paso libre en las negociaciones sobre la adhesión de Ucrania a la OMC y haya aceptado cierta libertad de acción para la imposición de derechos de exportación, es intolerable y sienta un mal precedente. Igualmente intolerable ha sido nuestra aceptación del régimen de precios dobles con respecto a la adhesión de Arabia Saudí a la OMC, un acuerdo que ha ocasionado grandes dificultades para nuestra industria petroquímica europea. Tampoco me siento demasiado optimista cuando veo lo que está ocurriendo actualmente con la adhesión de Rusia a la OMC, y me gustaría que la Comisión procediera muy cuidadosamente para asegurar que no se introduzcan nuevas medidas que distorsionen el mercado.

Permítanme reiterar mi sincero agradecimiento a todos mis colegas de la comisión por el presente informe. Espero que no lo alteremos demasiado en la votación en el Pleno de mañana.

 
  
  

PRESIDE: LUISA MORGANTINI
Vicepresidenta

 
  
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  Francisco Assis, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) quisiera comenzar expresando mis felicitaciones al ponente. Los problemas que están surgiendo actualmente en el acceso a las materias primas se deben, en gran parte, a un cambio estructural en sus respectivos mercados, que guarda relación con los cambios en la economía internacional.

El mercado de las materias primas solía desarrollarse de una manera cíclica, pasando por períodos de carencia extrema a períodos de escasez, y en ocasiones alcanzando un equilibrio. Ahora, parece que nos enfrentamos a una nueva situación de carencia estructural que es resultado, en gran medida, del incremento repentino de la demanda, motivado por el rápido progreso de la industrialización y la urbanización en algunos países emergentes.

Obviamente, deben realizarse esfuerzos en los foros oportunos, concretamente en la Organización Mundial del Comercio, por alcanzar un consenso con vistas a facilitar el acceso a las materias primas. Sin embargo, ello no debe dejar que perdamos de vista otra cuestión fundamental: tenemos ahora una nueva situación en estos mercados, que se presenta tanto en los alimentos como en la energía. Por lo tanto, en la Unión Europea, como principales importadores de materias primas, debemos considerar esta cuestión con especial preocupación. Por una parte, debemos considerar el impacto que ello puede tener en todo el mundo, ya que podría conducir a una presión excesiva sobre el consumo de materias primas, con consecuencias muy negativas para el medio ambiente, la economía y la organización social de los países en desarrollo, mientras que, por otra parte, debemos considerar igualmente nuestra propia situación y comprender nuestras propias dificultades.

Esto plantea dos cuestiones, al parecer fundamentales: una, guarda relación con la necesidad de que revisemos nuestro propio modelo de desarrollo económico, puesto que es incompatible con una situación en la que las materias primas se encuentran sobreexplotadas; la otra, sugiere que deberíamos hacer mayor hincapié en la investigación científica aplicada para garantizar una mayor innovación, promover el reciclado de las materias primas y hallar nuevas respuestas a los nuevos problemas que nos plantea esta carencia estructural.

 
  
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  Zbigniew Zaleski (PPE-DE). – (PL) La naturaleza ha distribuido sus riquezas —las materias primas bajo el suelo, los alimentos y los árboles sobre su superficie, y la pesca en las aguas— de manera desigual a lo largo del globo. Las necesidades humanas son las mismas, pero satisfacerlas requiere solidaridad en la explotación de los recursos y en su distribución mediante el comercio internacional. El informe Holm tiene mucho que decir sobre esta materia. Tras lo manifestado por el señor Caspary, deseo hacer hincapié en algunos puntos.

En primer lugar, la explotación racional de recursos limitados. Repito: recursos limitados.

En segundo lugar, la protección de las materias primas frente a la confiscación y la expropiación neocolonial de los países pobres, especialmente de África. No tenemos transparencia respecto al comercio de tales materias que practican China y determinados países.

En tercer lugar, el propósito del comercio de dichas materias primas debería ser el desarrollo de los países pobres; es nuestro principal objetivo. Los beneficios deben destinarse a sus habitantes, no únicamente a los representantes de las autoridades o a las grandes compañías internacionales.

En cuarto lugar, la política de materias primas de la UE debe garantizar que la Unión no se convierta en rehén, por ejemplo, de Rusia en el caso del gas y quizá, en un futuro, de Brasil, en el caso del azúcar.

En quinto lugar, todos los socios comparten la responsabilidad absoluta sobre la explotación de los recursos marítimos. Como sabemos, algunas especies pesqueras se encuentran amenazadas de extinción, al igual que los bosques de Asia y de la Amazonia.

En conclusión, señora Presidenta, el lema para un comercio libre y justo debe ser la responsabilidad en la explotación de los recursos naturales limitados, para que las generaciones futuras puedan tener acceso a las materias primas necesarias para la existencia humana. De manera similar, los países pobres deben recibir ayuda para desarrollar la tecnología necesaria para la producción de alimentos básicos, y a ese respecto es mucho lo que Europa puede hacer.

 
  
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  Marusya Ivanova Lyubcheva (PSE). – (BG) Señora Presidenta, Comisario, teniendo en cuenta el papel desempeñado por el comercio en nuestro mundo globalizado, debemos apoyar los esfuerzos por promover el comercio justo y todas las iniciativas que contribuyen a un desarrollo económico sostenible.

Los precios de las materias primas afectan al desarrollo del mercado y, en ciertos casos, perjudican el desarrollo económico, particularmente en aquellos países donde escasean los yacimientos de materias primas, lo que afecta a la situación global del mercado y a la disponibilidad de dichas materias primas.

El incremento previsto en el precio del petróleo y de la electricidad puede y debe abordarse mediante tecnologías eficaces de extracción y procesamiento de materias primas; esta eficacia, y la puesta en práctica de innovaciones, así como el mantenimiento de un sector investigador sólido, determinan el nivel de éxito en la mejora de la situación del mercado y su fortaleza, pues potencia la diversificación y la seguridad energética.

Por lo que se refiere al comercio agrícola, la atención debería centrarse en relajar la presión sobre los productores, ocasionada por el desequilibrio entre los precios directos de compra del producto agrícola y sus niveles de precios al por menor. Ello distorsiona el mercado, pero indica también que dicho mercado tiene su coste social.

 
  
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  Glyn Ford (PSE). – Señora Presidenta, es un placer intervenir acerca del informe del señor Holm sobre el comercio de materias primas y productos básicos. El mes pasado tuve el privilegio de asistir, en nombre del Parlamento, a la Conferencia Internacional UNCTAD XII, celebrada en Accra, de la cual surgió un grito de ayuda para los pobres del mundo.

La escalada en los precios de los alimentos está conduciendo con mayor frecuencia a disturbios callejeros, y tenemos que aplicar un nuevo enfoque si queremos abordar esta situación. La nueva crisis amenaza con matar a más personas en un día que las que han muerto debido al terrorismo en los seis años transcurridos desde el 11 de septiembre. Los políticos y los Gobiernos quizá no lo hayan observado todavía, pero los pobres del mundo están viendo cómo sus hijos pasan cada vez más hambre. El impacto será especialmente acusado en África, donde los precios de los productos básicos han aumentado en más del doble en los últimos doce meses y continúan al alza debido a la especulación, las carencias y los patrones cambiantes de la producción. El origen de esta situación es la creciente demanda por parte de Asia Oriental y las consecuencias que tiene sobre el suministro la falta de inversiones en agricultura. El cambio climático, expresado en el lenguaje de las inundaciones, las sequías y las temperaturas que baten récords, tan sólo sirve para empeorar la situación, concretamente para los más pobres del mundo. Por lo tanto, espero que adoptemos la presente Resolución.

 
  
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  Georgios Papastamkos (PPE-DE).(EL) Señora Presidenta, el acceso a las materias primas es de importancia sumamente vital para la economía y la competitividad europeas, especialmente porque la UE depende en gran medida de las importaciones de materias primas procedentes de terceros países.

Derribar las barreras que los terceros países han alzado en el camino de acceso de la UE a las materias primas debe constituir una prioridad, lo que es aplicable a las actuales negociaciones de la OMC y a las que se encuentran en curso para los acuerdos bilaterales de libre comercio.

Por último, señora Presidenta, señoras y señores, creo que los mecanismos de apoyo y la transferencia de la experiencia a los países en desarrollo son necesarios para permitir una gestión viable y transparente del uso de las materias primas y de los recursos naturales.

 
  
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  Stavros Arnaoutakis (PSE).(EL) Señora Presidenta, Comisario, no hace falta decir que la competitividad de nuestras empresas europeas depende, en gran medida, del suministro de materias primas; por lo tanto, necesitamos una estrategia integrada para asegurar el acceso a los mercados mundiales, lo que contribuirá a garantizar la cooperación internacional, legitimar la competitividad, el comercio justo y el respeto por las restricciones basadas en verdaderos incentivos al desarrollo de los países menos desarrollados, así como a favorecer la inversión en la investigación y el desarrollo de tecnología respetuosa con el medio ambiente y en el reciclado de materiales.

Nuestro objetivo debe ser el desarrollo sostenible de la UE, así como la solidaridad con los países más pobres del mundo.

 
  
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  Brian Crowley (UEN). – Señora Presidenta, quisiera expresar mi agradecimiento al ponente por el trabajo que ha realizado en el presente informe, en el que observo tres elementos clave.

En primer lugar, el de la competencia global por las materias primas y los productos básicos. Si deseamos poder acceder con éxito a dichos productos, debemos ser conscientes de que tenemos que mejorar nuestra situación a escala europea para celebrar acuerdos y tratados bilaterales.

Obviamente, la cuestión de las negociaciones sobre el comercio mundial es muy importante respecto a los avances a largo plazo, pero puede adquirirse mayor ventaja mediante nuestras asociaciones económicas con los países en desarrollo. Asimismo, quisiera también advertir que la renuncia a ciertos derechos en virtud de las negociaciones del comercio mundial para el acceso a corto plazo a las materias primas y a los productos básicos puede actuar en detrimento de gran parte de nuestra industria en la Unión Europea y, en particular, de nuestra agricultura.

Finalmente, como ha manifestado nuestro anterior colega, la equidad es la consideración más importante. Debemos invertir ahora en los países en desarrollo para permitirles progresar con éxito —no solamente este año y el próximo año, debido a los altos precios del petróleo y del gas, sino en un plazo de veinte años—, y ello debería relacionarse con la inversión en dichos países en educación y en sanidad para su población, para que no surjan nuevos problemas en el proceso.

 
  
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  Janez Potočnik, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, quisiera agradecer a sus Señorías todas sus intervenciones, que han expresado muy claramente los retos a los que nos enfrentamos. Por una parte, es bastante evidente que tenemos que asegurar un desarrollo equilibrado de nuestro trabajo y centrarnos, especialmente, en los países más pobres, estableciendo la equidad a la que ha hecho referencia el señor Crowley; por otra parte, deseamos asegurar las normas del comercio justo para el acceso de nuestra industria a las materias primas. Es un hecho que la Unión Europea es un importador nato de materias primas, y que continuará siéndolo.

Actualmente, nos enfrentamos a una competencia más dura en nuestros mercados de suministro, así como a precios más elevados debido a la intensificación de la competencia de las economías emergentes; al mismo tiempo, dichas economías están levantando barreras al acceso a sus materias primas, distorsionando de esa manera la competencia. El acceso justo a las materias primas en condiciones transparentes es, por lo tanto, parte esencial de la ecuación de nuestra estrategia de competitividad global.

La intención de la Comisión en los próximos años es hacer uso de todos los instrumentos disponibles para mantener un suministro sostenible de materias primas para nuestras industrias, y al hacerlo así, perseguirá una estrategia exhaustiva y equilibrada. Como hace hincapié acertadamente el Parlamento, dicha estrategia debe tener en cuenta no solamente los intereses de nuestras industrias y de nuestra competitividad, sino también de los países más pobres.

Por lo que respecta a la perspectiva del desarrollo, por una parte debemos distinguir, y así lo haremos, las medidas justificadas que mantienen los países en desarrollo más pobres, tales como gravámenes a la exportación, indispensables para sus propios presupuestos y, por otra parte, las medidas impuestas por las economías emergentes como parte de su política industrial y que distorsionan la competencia en los mercados mundiales.

Valoro positivamente el comentario del señor Assis sobre los compromisos en I+D que, igualmente, deben incrementarse en relación con el tema que nos ocupa. Quisiera agradecer al Parlamento el apoyo que nos presta en esta política; les mantendremos informados sobre la puesta en práctica de nuestra estrategia.

 
  
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  Jens Holm, ponente. − (SV) Comisario Potočnik, esperamos con interés la comunicación de la Comisión y la conferencia. Es positivo que intenten abordar las cuestiones de la seguridad alimentaria, el desarrollo y el medio ambiente.

Señor Francisco Assis, estoy completamente de acuerdo con usted en que necesitamos revisar nuestro modelo de desarrollo económico.

Señor Zbigniew Zaleski, coincido con usted en que el comercio no debe equivaler a una especie de robo neocolonial de las materias primas de los países en desarrollo. Por lo tanto, le hago un llamamiento, así como al resto de los presentes, para que se aseguren de dar su respaldo a las enmiendas 20 y 21. Les ruego que las estudien cuidadosamente.

Revisen también la enmienda 26, relativa a los biocombustibles. En ella, solicitamos la imposición de normas medioambientales y sociales respecto de los biocombustibles. Es un serio problema el hecho de que cada vez se destine mayor cantidad de cereal a la producción de carne; en otras palabras, con él estamos alimentando a los animales, pero al mismo tiempo se utiliza cada vez más cereal para producir el combustible de nuestros vehículos.

Ésta es una llamada a la Comisión: ¡deseamos medidas que reduzcan el uso del transporte privado y el consumo de carne, para disponer de más cereales con los que alimentar a la población!

En el informe solicitamos medidas urgentes para abordar el cambio climático. El comercio debe también cargar con su responsabilidad. Deseamos reducir todas las emisiones innecesarias, así como el transporte. Una parte considerable del comercio concierne a productos que podrían ser producidos localmente con facilidad. Tenemos que facilitar el comercio de «productos verdes» y la tecnología medioambiental inteligente. Si no lo hacemos así y el comercio no asume su responsabilidad, pronto no tendremos materias primas con las que comerciar ni tendremos tampoco alimentos que comer. ¡Es sumamente importante que asumamos nuestra responsabilidad sobre el clima con seriedad!

 
  
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  Presidenta. − Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el martes 20 de mayo de 2008.

 
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