Presidente. − El siguiente punto es el informe (A6-0133/2008) de Bairbre de Brún, en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional, sobre la evaluación del Programa PEACE y las estrategias para el futuro (2007/2150(INI)).
Bairbre de Brún, ponente. - Señor Presidente, el Programa Especial de apoyo para la paz y la reconciliación en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos de Irlanda ha contribuido en gran medida al proceso de paz y reconciliación en el país.
Para el primer programa, PEACE I, se asignaron 750 millones de euros entre los años 1995 y 1999, y 994 millones de euros a partir del segundo programa, PEACE II, entre los años 2000 y 2007. Para el tercer programa, PEACE III, van a asignarse 333 millones de euros, desde este año al año 2013.
El dinero asignado se ha empleado óptimamente en apoyo de quienes deseaban renunciar al conflicto y participar en el proceso de reconciliación. Tales sumas de dinero han sido una buena inversión, como podemos comprobar ahora, cuando está emergiendo una economía empresarial en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos.
El proceso de reconciliación y consolidación de la paz se encuentra en curso. Un ejecutivo con competencias compartidas, en Belfast, se ocupa ahora de las cuestiones locales para los lugareños. Hace diez días, se celebró una importante conferencia sobre inversión en Belfast, en la que los inversores estudiaron con sumo interés las oportunidades de inversión. Estos pasos señalan una nueva confianza en nuestro futuro político y económico. La aportación del Programa PEACE y la del Fondo Internacional para Irlanda, del que la Unión Europea es el principal contribuidor, desempeñó un gran papel para inspirar dicha confianza.
Mientras los participantes comienzan la puesta en práctica del tercer programa, PEACE III,
me complace dar la opinión del Parlamento sobre este trabajo y una serie de revisiones del papel de PEACE en el futuro. Quisiera expresar mi agradecimiento a los miembros de la Comisión de Desarrollo Regional por su apoyo, así como a los ponentes alternativos por todas sus aportaciones.
La participación, el reconocimiento de la independencia, la promoción de la diversidad y el éxito en la eliminación de la desigualdad son todos ellos elementos importantes para lograr la paz y reconstruir una sociedad, al igual que la protección y la promoción de los derechos humanos.
En los programas PEACE, las personas más afectadas por el conflicto ganaron confianza para ayudar activamente a la consolidación de la paz. La capacitación de la población local es central para el Programa PEACE, y quisiera hacer uso de esta oportunidad para rendir tributo a las organizaciones de voluntarios, a las empresas, a los grupos de la comunidad, a los concejales locales y a quienes trabajan con ex presidiarios y con las víctimas y los supervivientes, por su tremendo compromiso hacia la comunidad y el proceso de reconciliación.
La cooperación entre los participantes en los programas financiados por PEACE no debería terminar cuando estos programas finalicen. Solicitamos a los departamentos gubernamentales que favorezcan este trabajo, que comenzó de manera tan eficaz, y que aseguren la continuidad de la financiación para esta meritoria labor. Debería hallarse algún modo de permitir que los grupos de apoyo a las víctimas y a los supervivientes tengan acceso a apoyo financiero cuando finalice el Programa PEACE.
Ciertamente, también puede devolverse algo a cambio y, así, pueden compartirse las experiencias sobre los elementos de las iniciativas financiadas por PEACE I y el Fondo Internacional para Irlanda que han surtido éxito. Dichas experiencias a partir de estas iniciativas deberían compartirse con quienes llevan a cabo un trabajo de consolidación de la paz a escala internacional, posibilidad que está siendo objeto de debate ahora mismo.
Este informe pretende presentarles las lecciones que pueden aprenderse, y recibo con satisfacción el debate de esta noche.
Danuta Hübner, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, Señorías, señora De Brún, permítanme comenzar agradeciéndoles profundamente el excelente trabajo sobre la evaluación del Programa PEACE y de las estrategias para el futuro. La Comisión comparte con ustedes la opinión de que la intervención de la Unión Europea para apoyar el proceso de paz en Irlanda del Norte ha contribuido a aproximar a las dos comunidades y a desarrollar vínculos transfronterizos y transcomunitarios.
La Comisión reconoce también que la consolidación de la paz es un proceso multidimensional y a largo plazo, y que debemos reconocer igualmente que dicha consolidación requiere un enfoque flexible y la disposición para permitir la experimentación y la adopción de medidas innovadoras. Pero, quizá, la lección más importante que podemos aprender del Programa PEACE es la eficacia del enfoque ascendente, que ha permitido a las personas y a las organizaciones que trabajan sobre el terreno abordar los problemas y las cuestiones a las que se enfrentan las comunidades a escala local; ha aproximado a la población de ambas comunidades y les ha dado, lo que es de gran importancia, un sentido de pertenencia y de responsabilidad hacia el proceso de paz.
Dirigirse hacia los más afectados por el conflicto es importante, pero los proyectos destinados a los jóvenes, nuestro futuro, han sido igualmente trascendentes para cambiar las actitudes y las percepciones. Por último lugar, pero no por ello menos importante, hemos aprendido que los proyectos de apoyo a la mujer son esenciales, ya que el papel de la mujer en la consolidación de la paz y en la promoción de la reconciliación es un factor clave para aportar estabilidad y permanencia al proceso.
Asimismo, la Comisión considera que la experiencia de la intervención de la UE en Irlanda del Norte y de las iniciativas de consolidación de la paz debería, de hecho, quedar registrada con el objetivo de transmitir buenas prácticas a otras zonas del mundo que estén superando el conflicto o afrontando problemas similares de integración social. Sé que Irlanda del Norte está trabajando activamente en el establecimiento de un centro para la resolución del conflicto, y cuenta con todo mi apoyo para su consecución.
Permítanme mencionar también el éxito del seminario sobre Irlanda del Norte llevado a cabo durante las jornadas de puertas abiertas en octubre del año pasado. Efectivamente, no sólo recibió una plena asistencia, sino que generó una red que está estableciéndose actualmente para compartir experiencias sobre la paz y la reconciliación; además, se seguirá de otro seminario durante las jornadas de puertas abiertas a principios de octubre de este año.
Finalizaré aquí. Les agradezco su excelente informe y, ahora, me dispongo a escuchar el debate del Parlamento.
Lambert van Nistelrooij, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (NL) Cuando se producen circunstancias verdaderamente inusuales en Europa, debemos aplicar medidas igualmente inusuales, y aquí tenemos un ejemplo del hallazgo de una solución verdaderamente innovadora y desarrollada a medida gracias a los recursos del Fondo de Desarrollo Regional.
Con dicha solución hemos llegado realmente a motivar al público, hemos llegado hasta sus hogares y hemos sido capaces de trabajar en las organizaciones sociales donde tan importante es la confianza: confianza de las personas en su entorno, que debido a las graves tensiones que han existido en Irlanda del Norte se necesitaba con urgencia. En relación con ello, estoy totalmente de acuerdo con la Comisaria Hübner en que éste es un perfecto ejemplo de los casos en que tienen que utilizarse instrumentos y recursos similares a los empleados en este programa en situaciones igualmente similares, como la que se vive en Chipre.
El señor Nicholson, ponente alternativo del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos ha perdido su avión, por lo que intervengo en primer lugar. Quisiera decir que, como coordinador, apoyo plenamente el Programa PEACE III, y especialmente el papel de las personas y —como he dicho ya— de los aspectos transfronterizos. Asimismo, es muy importante el hecho de que repercuta también en la población del resto de Irlanda, así como en su infraestructura.
Catherine Stihler, en nombre del Grupo del PSE. – Señor Presidente, no se puede poner precio a la paz, pero la serie de programas PEACE llevados a cabo en Irlanda del Norte desde el año 1995 ha apoyado el proceso de paz en Irlanda con el objetivo de reforzar una sociedad pacífica y estable y promover la reconciliación en la región. Felicito a Bairbre de Brún por su informe de propia iniciativa, que describe los resultados positivos y las mejores prácticas alcanzadas por este programa de la UE. El aspecto de consolidación de la paz del programa es crucial para el futuro de Irlanda del Norte, y ofrece lecciones para otros Estados miembros de la UE con un historial de conflicto.
El Programa PEACE II ha permitido el intercambio de valiosas experiencias entre diversas zonas —incluidas Albania, Belarús, Moldova, Serbia, Ucrania y Bosnia—. Recibo con satisfacción el debate actual sobre las posibilidades de creación de una red a escala europea de regiones y ciudades que están superando el conflicto, que cuentan con experiencia en ello o que viven con el conflicto y la exclusión. La reconciliación es un proceso a largo plazo, y apoyo la continuidad del Programa PEACE. En este proceso, es importante conseguir la participación de las comunidades locales, y el informe de la señora De Brún destaca la amplia gama de proyectos, que incluyen los proyectos de asistencia infantil y de actividades extraescolares, parques empresariales y pequeñas empresas tanto en las zonas urbanas como rurales. Muchos de los proyectos financiados por el Programa PEACE se han establecido para dar servicio a las necesidades locales; igualmente, han atraído a un amplio abanico de participantes para perseguir un objetivo común, o para favorecer y contribuir al desarrollo de modelos para el compromiso público en el desarrollo de las políticas. Los grupos de mujeres desempeñaron un papel muy positivo en el proceso de consolidación de la paz. Expreso mi agradecimiento a la señora De Brún, y espero que este informe constructivo reciba el apoyo general.
Marian Harkin, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, en primer lugar, deseo felicitar a la ponente, Bairbre de Brún, por su excelente informe, que destaca la considerable contribución del Programa PEACE al fomento de la paz y la reconciliación en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos, así como la posibilidad de compartir las mejores prácticas adquiridas y las lecciones aprendidas con quienes participan en otros trabajos de consolidación de la paz en el ámbito internacional.
Me complace que la ponente haya aceptado mi enmienda, en la que se manifiesta que es fundamental que los programas de consolidación de la paz, y en particular los que implican a la comunidad y a los grupos de voluntarios, continúen recibiendo apoyo financiero cuando los fondos del Programa PEACE lleguen a su fin. De hecho, el informe establece muy claramente que los departamentos gubernamentales de ambos lados de la frontera deberían garantizar la continuidad de la fuente de financiación para esta labor inestimable una vez que finalice la financiación de la UE. Es decisivo que mantengamos el flujo de la ayuda para la comunidad y los grupos de voluntarios que participan en esta valiosa labor, pues de lo contrario la confianza con las comunidades se vería afectada y se reduciría gran parte del trabajo que se está realizando. Las organizaciones comunitarias y de voluntarios tienen que ser capaces de trabajar según un plan estratégico, y no con vistas a corto plazo, en el que no pueden hacer proyectos para el futuro.
En ese contexto, también es importante que dichos grupos no se vean atrapados por la falta de financiación en el intervalo transcurrido entre la finalización del Programa PEACE II y el comienzo del Programa PEACE III. He escrito a la Comisión, y he recibido una respuesta al respecto. Antes de reunirme con ustedes en la Cámara esta noche, he vuelto a revisar la larga lista de grupos de la comunidad a ambos lados de la frontera que han recibido fondos del Programa PEACE y que han participado activamente en la consolidación de la paz, en la reconciliación y en los proyectos de regeneración. La UE puede tener la seguridad de que el dinero procedente del Programa PEACE se ha utilizado óptimamente, y que el valor añadido del trabajo y el tiempo voluntarios han hecho del mismo un modelo de optimización de costes.
A menudo hablamos en esta Cámara de aproximar Europa a los ciudadanos. El Programa PEACE ha sido, y sigue siendo, un mecanismo tangible para conectar a Europa con los ciudadanos. Como ha manifestado la Comisaria Hübner esta noche, muestra el valor del enfoque ascendente y destaca el importante papel de la mujer en la consolidación de la paz; se trata de un ejemplo del alcance de la UE a sus ciudadanos, actuando como catalizador para el cambio y, en este caso, recibiendo una respuesta ciudadana total e incondicional.
Seán Ó Neachtain, en nombre del Grupo UEN. - Señor Presidente, en primer lugar quisiera decir que recibo con satisfacción este informe. Cuando Irlanda del Norte quedó dividida por el conflicto y las disputas, los dirigentes y las instituciones de la Unión Europea apoyaron y favorecieron especialmente a la población norteña en su camino hacia la paz. Como ha manifestado la ponente, Bairbre de Brún, dicho apoyo costó 1 650 millones de euros, y todavía deben recibirse otros 333 millones de euros.
Quisiera felicitar a la ponente, Bairbre de Brún. Sin embargo, resulta extraño que entre los que han recibido las mayores ventajas y el mayor apoyo de la campaña para ayudar a proveer apoyo financiero, se encuentre el partido Sinn Féin, que se manifiesta en contra del Tratado de Lisboa y del proceso europeo. El líder de Sinn Féin, Gerry Adams, raramente hace referencia a esos 1 650 millones de euros. Si le escucháramos, Irlanda no estaría en la Unión Europea. No estaríamos dentro del sistema para recibir dinero para el proceso de paz en Europa. Y debo decir que es precisamente este hecho lo que más me decepciona esta noche en el Parlamento.
Jim Allister (NI). – Señor Presidente, el presente es un informe de palabrería, no de hechos concretos, de la misma manera que la mayor parte de la financiación del Programa PEACE se ha gastado en saliva.
Sin duda, la ironía de que una diputada al PE perteneciente al IRA/Sinn Féin sea ponente de un informe sobre la paz no pasará desapercibida para miles de personas de Irlanda del Norte, a quienes su perversa organización convirtió en víctimas mediante su perniciosa campaña terrorista.
No me sorprende que pueda elaborar un informe sobre la paz sin una sola muestra de rubor, sin un vislumbre de remordimiento sobre el modo en que llegamos a necesitar la paz: porque fue debido, no nos confundamos, a las décadas de terror de su IRA.
Tampoco me sorprende que no haga mención alguna a las grandes deficiencias del Programa PEACE; principalmente, la desigual distribución entre las dos comunidades de Irlanda del Norte, por la que la comunidad unionista protestante no recibe la justa parte de la financiación que le corresponde. No es algo que, ciertamente, pueda preocupar a la señorita De Brún.
Finalmente, permítanme dejar constancia de que la paz relativa que mantenemos actualmente en Irlanda del Norte se debe, principalmente, no a ningún programa de paz de la UE, sino a la notable tenacidad, coraje y sacrificio de nuestras maravillosas fuerzas de seguridad, que han sometido al IRA que nos privó de la paz durante tanto tiempo.
Ioannis Kasoulides (PPE-DE). – Señor Presidente, el Programa PEACE ha contribuido al proceso de paz en Irlanda del Norte, no sólo al proporcionar ayuda financiera, sino también al contribuir al acercamiento entre las dos comunidades. Su enfoque ha sido el de trabajar con la sociedad civil y las ONG para promover la ciudadanía activa, y ello ha permitido que los ciudadanos pudieran participar en la búsqueda de soluciones para sus propios problemas. Es un ejemplo de la contribución de la Comisión a la consolidación de la paz y la reconciliación, y debería felicitársele por ello.
El informe hace referencia a que se comparta la experiencia adquirida por el Programa PEACE con otras regiones que afrontan problemas similares. Como diputado al PE por Chipre, creo que sería sumamente interesante llevar a la práctica esta experiencia en mi país, por lo que hago un llamamiento al Gobierno de Chipre y a la Comisión para que examinen esa posibilidad como parte integrante de las disposiciones de cualquier acuerdo político.
Stavros Arnaoutakis (PSE). – (EL) Señor Presidente, el Programa PEACE ha mostrado la contribución que puede realizar a la coexistencia pacífica y la conciliación entre las diferentes comunidades de Irlanda del Norte. Puesto que hemos garantizado nuestro apoyo a la continuidad de este programa en Irlanda, permítame subrayar lo siguiente.
El programa constituye un ejemplo brillante de las buenas prácticas que pueden y deben aplicarse en otras regiones de la UE, como Chipre; la manera en que se lleva a la práctica el Programa PEACE y, especialmente, en que se gestiona por las asociaciones y las ONG locales; el desarrollo de esquemas intracomunitarios; la mayor facilidad de acceso a la financiación para esquemas o grupos que no pueden recibir financiación por parte de otras fuentes comunitarias o nacionales: todo ello proporciona una valiosa experiencia; señala formas y medios que pueden adaptarse más ampliamente en los programas dirigidos por los Fondos Estructurales. Tal enfoque se desarrolla de manera ascendente partiendo desde la base, particularmente en programas centrados en el desarrollo local y en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Jean Marie Beaupuy (ALDE). – (FR) Señor Presidente, Comisaria, señoras y señores, debo comenzar por subrayar los excelentes resultados alcanzados mediante los programas PEACE I y PEACE II, y más concretamente para los beneficiarios de dichos programas en Irlanda —Irlanda del Norte— a quienes se les ha devuelto la dignidad y la esperanza. Dicho esto, quisiera hacer dos puntualizaciones respecto a las que espero pueda obtener resultados verdaderamente satisfactorios, Comisaria.
En primer lugar, como ha instado la señora De Brún en su informe, es verdaderamente necesario que los Gobiernos británico e irlandés respalden las decisiones adoptadas por el Parlamento, la Comisión y el Consejo, para que puedan llevarse a la práctica acuerdos complementarios mediante sus esfuerzos conjuntos.
En segundo lugar, Comisaria, puesto que usted es responsable del grupo de trabajo, no le sorprenderá que le inste a que asegure el mantenimiento de un enfoque integrado, en aras de la coherencia entre las diversas agencias participantes, entre los diversos programas y los fondos, y entre las diferentes zonas geográficas.
En último lugar, pero no por ello menos importante, espero que el ejemplo irlandés proporcione una valiosa lección para otros países de todo el mundo.
Daniel Hannan (NI). – Señor Presidente, ¿por qué estamos aprobando esta Resolución? ¿Es un remedio específico para un problema identificado, o estamos aprobándola, más bien, para sentirnos mejor con nosotros mismos, para sentir que hemos hecho nuestra pequeña aportación al proceso de paz?
Planteo dicha pregunta con cierto pesar. Soy tan partidario del proceso de paz en Irlanda del Norte como cualquiera de sus Señorías en esta Cámara y, de hecho, posiblemente mucho más que algunas de ellas. Siendo, por una parte, católico del Ulster, y por la otra presbiteriano escocés, siempre he sentido como algo personal la cuestión de compartir el poder.
Pero el proceso de paz no queda garantizado por las subvenciones externas; por el contrario, existe el peligro de que este flujo de dinero convierta lo que era una zona del mundo emprendedora y austera en adicta del subsidio, dependiente de las dádivas recibidas de cualquier otro lugar.
Pregúntense —lo digo con total seriedad— cuando firman esos cheques por valor de cientos de millones de euros, si realmente creen que están comprando la estabilidad y la paz en esa parte del mundo, o si simplemente no estarán permitiéndose sentirse algo mejor con ustedes mismos durante unos minutos.
La idea de que la violencia política está ocasionada por la pobreza, sencillamente no se confirma en la práctica; es una de las numerosas ideas derivadas de Karl Marx y, como muchas de sus ideas, suena verosímil sobre el papel, pero no se sostiene en la realidad.
El territorio que recibe la mayor subvención per cápita del mundo, más que cualquier otro de África, es Palestina, que es también uno de los más violentos.
La verdad es que, si deseamos apoyar el proceso de paz en Irlanda del Norte, debemos crear allí una verdadera democracia, en la que exista una verdadera oposición y capacidad de cambio del Gobierno. Si lo consiguen, no nos hará falta el dinero.
Colm Burke (PPE-DE). – Señor Presidente, recibo con satisfacción el presente informe de Bairbre de Brún, y quisiera felicitar a todas las personas que han contribuido al mismo, y en particular al ponente alternativo, Jim Nicholson, a Marian Harkin y a todos los que han participado en él.
El Programa Peace III está en marcha y funcionando, con 333 millones de euros destinados a la zona, que contribuyen a la infraestructura total y al desarrollo comunitario en Irlanda del Norte y en los condados fronterizos. Creo que los tres programas PEACE han realizado una enorme contribución para aportar paz a dicha zona. Quisiera felicitar a todas las personas que han participado en su organización, pero también a todos los partidos políticos de Irlanda del Norte y a los grupos de la comunidad que han trabajado para asegurar que el programa por la paz continúe su labor.
Asimismo, recibo con satisfacción el establecimiento del grupo de trabajo en Irlanda del Norte, pero creo que también se necesita un grupo de trabajo en los seis condados fronterizos de la República de Irlanda para abordar el desarrollo de la infraestructura en dicha zona, y resulta desafortunado que el Gobierno irlandés no haya hecho lo mismo en relación con ellos. Es algo que debería examinarse, porque dichos condados también han sufrido durante un período de entre treinta y treinta y cinco años, por lo que necesitan ese tipo de iniciativa, y recibiría con satisfacción que el Gobierno irlandés lo pusiera en práctica.
De nuevo, mi agradecimiento a todos los que han participado.
Rolf Berend (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, seguramente apenas haya alguien en este Parlamento que albergue serias dudas sobre el éxito del Programa PEACE en cuanto a su contribución tangible a la cohesión económica y social, y a potenciar la participación local mediante la ciudadanía activa y la participación de la sociedad civil en la consolidación de la paz.
El informe, elaborado a iniciativa de la Comisión de Desarrollo Regional, hace hincapié acertadamente en la valiosa experiencia adquirida mediante este programa estructural único y realmente innovador, así como en subrayar los conceptos que podrían mejorarse en el futuro, los retos que continúan existiendo y las conclusiones que pueden extraerse.
Como alguien que participa estrechamente en la política regional de la UE, soy perfectamente consciente de la necesidad de desarrollar actividades transfronterizas y de dar pleno apoyo a la cooperación entre las cámaras locales de comercio, las instituciones públicas y las organizaciones de voluntarios a ambos lados de las fronteras nacionales. De más está decir que mi Grupo y yo respaldamos sin reservas el presente informe.
Marian Harkin (ALDE). – Señor Presidente, ya que nadie más solicita hacer uso de la palabra, quisiera realiza un pequeño comentario. Supongo que no estoy verdaderamente sorprendida, sino quizá algo decepcionada al escuchar los comentarios que el señor Jim Allister ha realizado esta noche. Estamos debatiendo el Programa PEACE, no el conflicto. Como todos los conflictos, las raíces de éste en particular son profundas y no se han originado en los últimos tiempos, y al igual que todos los conflictos, son mucho más complejas que lo indicado por el señor Allister. Pero, con independencia de quienes ponen en tela de juicio la eficacia del Programa PEACE y manifiestan su disconformidad con la financiación de la UE, no cabe duda que los fondos de dicho Programa han actuado como un catalizador y, como he dicho antes, mediante el esfuerzo y el tiempo voluntarios se ha optimizado muy bien ese dinero. Quizá, lo mejor que puede decirse es que se ha puesto fin al conflicto y que la financiación PEACE ha desempeñado un gran papel para ayudar a alcanzar ese resultado tan positivo.
Jim Allister (NI). – Señor Presidente, es muy fácil y está muy bien que la señorita Harkin venga a esta Cámara y hable como ha hablado.
¿A cuántos electores ha enterrado, asesinados por los terroristas? ¿Cuánta gente ha muerto en su circunscripción porque la organización a la que la señorita De Brún representa decidió que morirían a los fines de una campaña política?
El IRA ha asesinado a 2 000 de mis electores, así que nadie va a sermonearme en esta Cámara sobre los sentimientos arraigados en mí, y nadie va a contradecirme justificadamente por señalar que las mismas personas que mandaron a tantos de mis electores a la tumba son el IRA, a quienes la señorita De Brún representa en esta Cámara.
El hecho de verlos ahora en el Gobierno de mi país revuelve el estómago, y saber que están ahí porque asesinaron, como soborno para no volver a asesinar de nuevo, es todavía peor.
Danuta Hübner, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, quisiera decir que este debate ha confirmado, claramente, la importancia del proceso de paz en Irlanda del Norte, durante el cual se han aprendido importantes lecciones. La Comisión continuará con su contribución para consolidar el proceso de reconciliación y facilitará el intercambio de las lecciones aprendidas por la experiencia de consolidación de la paz con el resto de zonas que afrontan problemas similares. En dichos esfuerzos, el apoyo del Parlamento Europeo será, ciertamente, de gran ayuda.
Me gustaría hacer otras dos observaciones.
Indicar a Jean Marie Beaupuy que el grupo de trabajo para Irlanda del Norte se ha establecido para potenciar y facilitar la participación del pueblo de Irlanda del Norte en todas las políticas de la Unión Europea, y para robustecer y coordinar mejor la coherencia entre los diferentes procesos que contribuyen a la consolidación de la paz y al proceso de reconciliación.
El segundo comentario es que, en estos esfuerzos, la Comisión quisiera también ayudar al pueblo de Irlanda del Norte a reducir su actual dependencia del sector público, de la ayuda estatal y del apoyo en forma de subvenciones. Del mismo modo, la Conferencia que ha mencionado Bairbre de Brún se dirigía, exactamente, a contribuir a este proceso para atraer una mayor inversión privada —potenciar un sector privado más vibrante— a la vida de esta parte de la isla. Una vez más, muchas gracias por todos sus comentarios.
Bairbre de Brún, ponente. -Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a quienes han intervenido en el debate de esta noche; les he escuchado atentamente, así como las cuestiones que han planteado. No obstante, me decepciona lo manifestado por el señor Allister, con cuyas acusaciones no puedo estar de acuerdo. Quisiera elogiar el trabajo que el Parlamento Europeo y la Comisión han realizado durante años en relación con el Programa PEACE.
Quisiera expresar mi agradecimiento, especialmente, a la Comisaria Hübner por el compromiso personal que ha mostrado desde el primer día en su puesto y por sus visitas regulares a Irlanda del Norte. La Comisaria Hübner y los Comisarios que le precedieron han sido verdaderos aliados para el proceso de paz en Irlanda, y es reconfortante ver la continuidad del papel que la Comisión va a desempeñar mediante el grupo de trabajo que ha establecido el Presidente Barroso.
PEACE permitió la unión de una comunidad fronteriza, dividida desde los tiempos de la partición; aproximó a los jóvenes nacionalistas y unionistas para que aprendieran recíprocamente de sus culturas. Reconocemos especialmente el importante papel de las mujeres en la consolidación de la paz y el importante y valioso trabajo transfronterizo y transcomunitario que se ha llevado a cabo.
Mi informe destaca el hecho de que son las personas más marginadas de la sociedad las que se han beneficiado en mayor medida del Programa PEACE y así es, precisamente, como debe ser; no obstante, si existen grupos que todavía no han hecho uso de esta oportunidad para realizar alguna petición en virtud de los programas PEACE I y PEACE II, debería animárseles a participar. El siguiente paso es asegurar que el excelente trabajo que PEACE ha realizado no se detenga, y que las generaciones futuras se beneficien de la valiosa labor iniciada por los programas PEACE y por el maravilloso apoyo que han proporcionado las instituciones europeas.
Presidente. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará el martes 20 de mayo de 2008.
Declaraciones por escrito (Artículo 142) <BRK>
Ramona Nicole Mănescu (ALDE ), por escrito. – (RO) El Programa PEACE representa no únicamente un medio de mantener la paz, sino también un instrumento que favorece el desarrollo económico y la cohesión territorial. Su puesta en práctica por los Gobiernos regionales y por las organizaciones no gubernamentales conduce a que un amplio espectro de comunidades, organizaciones locales y grupos marginados participe en el proceso de gobernanza y desarrollo. Además, la financiación de proyectos regionales mediante el Programa PEACE contribuye a facilitar el diálogo, la reconciliación y los acuerdos cuyo objetivo es satisfacer el interés común y, consecuentemente, evitar cualquier tipo de conflicto.
Irlanda del Norte es un ejemplo de buena práctica para el resto de los Estados miembros que han experimentado conflictos o que abordan problemas que ponen en riesgo la paz de sus territorios.
Por ello, apoyo la creación de una red de regiones y de ciudades europeas que presentan un riesgo potencial de conflicto, y creo que la promoción de las asociaciones locales, el intercambio de las mejores prácticas y la cooperación eficaz entre las regiones y los órganos intermediarios de financiación son factores esenciales para determinar que las comunidades locales cooperen y trabajen para el mantenimiento de la paz.
Igualmente, insto a la puesta en práctica de programas similares a PEACE en Europa Sudoriental, especialmente en los Balcanes y dado que los acontecimientos de los últimos años han actuado como una señal de alarma.