Presidenta. − El próximo punto versa sobre las declaraciones del Consejo y la Comisión sobre la catástrofe natural en China.
Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. − (SL) Todos seguimos con gran preocupación el desarrollo de los acontecimientos en China tras el desastroso terremoto que afectó a una amplia parte del país, especialmente la provincia de Sichuan.
Se estima que el terremoto ha afectado a alrededor de 10 millones de personas. El número de víctimas mortales aumenta por momentos, mientras que las esperanzas de rescatar con vida a los supervivientes de debajo de los escombros se desvanecen. Las estimaciones actuales hablan de cerca de 50 000 víctimas mortales. Se trata de un auténtico desastre. Tal vez sería posible salvar más vidas si los equipos de rescate pudiesen alcanzar las zonas afectadas, pero existen dificultades objetivas que les impiden hacerlo, también debido a la escasez de un equipamiento adecuado.
Otra dificultad reside en el daño que el terremoto ha ocasionado a una serie de diques. Debido a ello, los supervivientes de la provincia de Sichuan corren un grave peligro de inundaciones. El Gobierno chino ha pedido el envío de los equipos básicos que necesitan para llevar a cabo las operaciones de rescate.
El Ministro de Salud chino también prevé una gran necesidad de medicamentos y equipos médicos modernos para tratar de forma adecuada a los heridos.
El ámbito de aplicación de las actividades de ayuda actualmente en curso es excepcionalmente amplio. Doce toneladas de material ya se han lanzado en paracaídas para mitigar las dificultades en la zona afectada. Numerosos helicópteros transportan equipos de rescate y ayuda. Los representantes de las autoridades locales manifestaron que en este momento necesitan urgentemente mantas, tiendas, alimentos y teléfonos vía satélite.
Como saben, y como ya se ha mencionado hoy, el pasado martes el Consejo celebró una reunión extraordinaria. Hemos transmitido nuestras condolencias al pueblo chino por el enorme número de víctimas y destrucción ocasionadas por el terremoto. En nuestro mensaje también manifestamos nuestra solidaridad con los que han perdido a sus familiares en el desastre, los que han resultado heridos y los que han sufrido graves daños materiales.
La comunidad internacional ha respondido rápidamente y ha ofrecido ayuda a China. China ha acogido con satisfacción el envío de ayuda en una serie de notas oficiales remitidas por el Ministerio de Comercio Exterior. Numerosos equipos extranjeros, procedentes, entre otros, de Japón, Taiwán, Corea y Australia, ya se encuentran en el país o están a punto de viajar allí.
La Unión Europea desea enviar ayuda a la población afectada. La Comisión Europea, así como la mayoría de los Estados miembros, han respondido generosamente a las necesidades de la población siniestrada y están dispuestos a ofrecer ayuda también en el futuro.
Gracias.
Louis Michel, Miembro de la Comisión. − (FR) Señora Presidenta, me gustaría agradecerle la inclusión en el orden del día de un debate sobre la situación humanitaria en la provincia de Sichuan en China tras el terremoto que se produjo el pasado 12 de mayo. El Presidente Barroso, la señora Ferrero-Waldner y yo mismo hemos transmitido nuestras condolencias y subrayado la voluntad del pueblo europeo de ayudar al pueblo chino.
La movilización de las autoridades chinas y, especialmente, del ejército ha sido rápida y masiva. Hay que decir que la gestión de la crisis ha sido eficiente y que debemos felicitar a las autoridades por ello. Frente a la magnitud de los destrozos y las necesidades existentes, el 13 de mayo el Gobierno chino pidió el envío de ayuda internacional y la UE reaccionó muy rápidamente a esta petición. La Comisión envió un experto en ayuda humanitaria ECHO para una misión de una semana en la zona afectada. Sobre la base de la información de este experto, el 16 de mayo la Comisión adoptó una decisión de emergencia en relación con el desembolso de dos millones de euros. Ello permitirá a la Cruz Roja suministrar tiendas, mantas, agua potable y productos de primera necesidad.
El equipo de coordinación y evaluación del mecanismo de protección civil de la Comisión también se encuentra desplegado en Chengdu. Tal equipo está en contacto con las autoridades locales para que la ayuda europea llegue rápidamente a las personas que la necesitan. Los Estados miembros también han respondido rápidamente contribuyendo al llamamiento de emergencia realizado por la Federación de la Cruz Roja y enviando material de emergencia y ofreciendo la ayuda de equipos de búsqueda y rescate. La contribución total de la Unión Europea supera ya los diez millones de euros. La Comisión Europea, el Centro de Control e Información (CCI) y la Plataforma de Crisis RELEX están colaborando entre sí y mantienen a los Estados miembros y a China al corriente de la ayuda de la Unión Europea. Cabe destacar que las autoridades chinas controlan estrictamente las autorizaciones de acceso sobre el terreo a los equipos internacionales.
Sobre la base de nuestras evaluaciones, las principales necesidades conciernen al agua y el saneamiento, los refugios temporales, los productos de primera necesidad, los medicamentos y el equipamiento médico. Desgraciadamente, las numerosas y fuertes réplicas sísmicas impiden que las operaciones de rescate se desarrollen adecuadamente. La principal preocupación se refiere al colapso de infraestructuras esenciales, como las presas, los diques o las centrales eléctricas, lo que crearía una segunda catástrofe humanitaria.
Georg Jarzembowski, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señor Comisario, Señorías, mi grupo apoya las expresiones de condolencias y solidaridad transmitidas al pueblo chino por el Consejo y la Comisión tras el terrible terremoto del 12 de mayo. Nuestras más sinceras condolencias a todos los que han sufrido material o físicamente las consecuencias del terremoto.
También acogemos con satisfacción el hecho de que las autoridades chinas hayan emprendido rápidamente medidas de rescate, así como la voluntad del Gobierno chino de aceptar la ayuda extranjera. Permítanme también manifestar mi esperanza de que continúe haciéndolo en el futuro, permitiendo una distribución efectiva de la ayuda en las zonas siniestradas.
Además, nos complace que en este caso el Gobierno chino haya permitido el acceso de los medios de comunicación extranjeros a las zonas afectadas por el terremoto y esperamos que también permita a los periodistas extranjeros informar de los esfuerzos de reconstrucción de las zonas siniestradas.
Lamentamos especialmente el hecho de que hayan perecido tantos niños enterrados bajo los escombros de las escuelas estatales en las que se encontraban y apoyamos la intención manifestada por las autoridades chinas de investigar los motivos por los que las escuelas no se construyeron a prueba de terremotos y de perseguir judicialmente a los responsables.
Sobre todo, estamos dispuestos a ofrecer a los chinos la ayuda que necesitan. No necesitan grandes sumas de dinero, ya que poseen las reservas de divisas más cuantiosas del mundo. Lo que necesitan es ayuda práctica, y nosotros los europeos y nuestros Estados miembros podemos ofrecer este tipo de ayuda, y de hecho agradecemos al Comisario las medidas que ya ha emprendido en este sentido.
Apoyaremos todas las acciones dirigidas a ayudar a la población en las zonas siniestradas y en la reconstrucción de sus poblaciones. Algunas personas deberán ser realojadas en otras zonas. Ofreceremos la ayuda necesaria a tal efecto. Se trata ciertamente de una enorme tragedia humana y reiteramos nuestra solidaridad con la población de las zonas afectadas y con toda la nación china.
Libor Rouček, en nombre del Grupo del PSE. – (CS) Señora Presidenta, señor Comisario, señor Lenarčič, Señorías, en primer lugar, y en nombre del Grupo Socialista, me gustaría añadirme a todos los que han manifestado sus más sinceras condolencias con las familias de las decenas de miles de víctimas del terrible terremoto que asoló la provincia de Sichuan. También deseo manifestar toda mi solidaridad con los cientos de miles de personas que han perdido sus hogares o que se han visto forzados a abandonarlos como resultado de la catástrofe.
Hace unos momentos debatíamos acerca de la situación en Birmania y criticábamos el comportamiento completamente inaceptable de la Junta birmana. China, al contrario que Birmania, de ser elogiada. Las autoridades chinas pidieron inmediatamente la ayuda de la comunidad internacional y abrieron sus fronteras a la ayuda exterior. Al igual que el señor Jarzembowski, celebro la apertura de las autoridades chinas, tanto a escala nacional como en la provincia de Sichuan. También acojo con satisfacción el modo en que han organizado las labores de rescate e informado al público, tanto dentro como fuera del país, sobre los destrozos ocasionados por la catástrofe. Por ejemplo, la abierta información ofrecida incluyó también la confesión de que, aparte de las decenas de miles de víctimas, treinta y dos fuentes de emisiones radioactivas también quedaron enterradas bajo los escombros.
Tanto el Comisario como el señor Lenarčič nos han informado de la magnitud de la ayuda humanitaria que la Unión Europea ha ofrecido y enviado a China. Les agradezco a ambos la celeridad con la que han actuado la Comisión y el Consejo y también les pido que se aseguren de que la Unión Europea está preparada para responder rápidamente a las posibles peticiones de ayuda que puedan realizar nuestros socios chinos, no sólo en relación con la ayuda humanitaria, sino también en lo que se refiere a la reconstrucción de las zonas afectadas, en su caso.
Dirk Sterckx, en nombre del Grupo ALDE. – (NL) En primer lugar, me gustaría manifestar mi solidaridad con todas las víctimas en nombre del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa. También apruebo el periodo de luto decretado por el Gobierno chino. El lunes, antes de venir a Estrasburgo, acudí a firmar el libro de condolencias en la Representación ante la UE en Bruselas, en nombre de la Delegación para las Relaciones con China, y doy por supuesto que también en nombre del Parlamento en su conjunto. La semana pasada la mesa de la Delegación se entrevistó con el embajador chino, quien me transmitió lo mucho que apreciaba el apoyo del Parlamento Europeo.
Estamos frente a una enorme y grave catástrofe. Decenas de miles de personas han muerto o se encuentran desaparecidas, millones han perdido sus hogares y los daños materiales ni siquiera se pueden calcular en este momento. Sin embargo, no hemos visto en China aquello de lo que hemos sido testigos en Birmania, tal como se ha dicho en el debate anterior. En este caso vemos un país en el que todos, a todos los niveles, están haciendo todo lo posible para ayudar y velar por salvar todo lo que aún puede ser salvado. También veo un país que ha comunicado de forma muy abierta, y sigue haciéndolo, el sufrimiento y la desesperación de la población de Sichuan y los problemas a los que se enfrentan los equipos de rescate, entre los que se han producido también un par de bajas. Veo un país abierto incluso a las críticas procedentes de las víctimas de la catástrofe en relación con los esfuerzos de ayuda, una imagen a la que estamos acostumbrados aquí cuando ocurre algo similar.
Señora Presidenta, debemos mirar hacia el futuro. Creo que China nos ha pedido un tipo de ayuda muy específica. Compruebo que damos muestras de nuestra solidaridad y agradezco a la Comisión y al Consejo los esfuerzos realizados. Les invito también a seguir ofreciendo ayuda a China en caso de que vuelvan a solicitarla.
Cuando las operaciones de rescate hayan finalizado comenzarán las labores de reconstrucción y en este ámbito también deberemos ayudar en la mayor medida posible. A largo plazo, pediría que se examinase el modo de ofrecer ayuda técnica, en términos de normativa y técnicas de construcción que hagan los edificios más resistentes a este tipo de catástrofes. También pediría a la comunidad internacional que considere lo que se puede hacer para establecer algún tipo de sistema de alerta temprana, un sistema que advierta a la población antes de que se produzcan las catástrofes. Al menos debemos intentarlo. Creo que existen muchas regiones en el mundo que se beneficiarían de esta iniciativa. En cualquier caso, creo que es importante que en el Parlamento Europeo hayamos manifestado nuestra solidaridad con los chinos en este debate.
Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, con ocasión de este terrible terremoto, que ha sumido en el luto a China y a todo el mundo, las autoridades han dado muestras por primera vez de transparencia y han respondido al drama con un despliegue a gran escala de ayuda de emergencia que la Unión Europea y toda la comunidad internacional se esfuerzan por apoyar en la mayor medida posible.
Sin embargo, todos conocemos las duras críticas que se escuchan en China en relación con la mala calidad de los edificios, sobre todo los más recientes y los edificios públicos, como las escuelas, que ha ocasionado la desaparición de miles de niños —muy pocos de ellos rescatados—. Esta catástrofe pone de manifiesto la mala calidad de las construcciones, una cuestión extremadamente sensible en China, donde millones de personas han sido expropiadas en las grandes ciudades en la recta final hacia el comienzo de acontecimientos decisivos como los Juegos Olímpicos.
Otras cuestiones preocupantes —ya se han mencionado aquí— planean alrededor de este drama: la escasa solidez de las obras hidráulicas, especialmente la presa de hormigón Zipingpu, nos hace temer lo peor para las 600 000 personas que viven diez kilómetros río abajo. El seísmo también habría ocasionado daños a 391 embalses. Las instalaciones de enriquecimiento de plutonio situadas al noreste de la provincia de Sichuan, y en relación con las cuales circula poca información por el momento a pesar de su proximidad al epicentro del terremoto, suscitan también una gran preocupación.
En relación con estas cuestiones fundamentales, ¿acaso no sería oportuno enviar a expertos internacionales independientes para que realizasen una evaluación objetiva, dado que las autoridades chinas mantienen una cierta opacidad y se limitan a realizar declaraciones oficiales tranquilizadoras?
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Europa debería ofrecer a China la mayor cantidad de ayuda posible, tanto por motivos humanitarios como políticos. Me cuento entre los numerosos diputados de esta Cámara que se oponen firmemente a la política bárbara que China aplica en el Tíbet y contra los cristianos. Creo también que deberíamos reaccionar de forma firme ante cualquier agresión hacia Taiwán.
Por otra parte, no obstante, debemos aprovechar cualquier oportunidad de mostrar al pueblo chino que las demandas dirigidas a sus líderes no están motivadas por ningún sentimiento de enemistad hacia su país o sus tradiciones. Debamos demostrar que es posible establecer una asociación cordial, y ha surgido una excelente oportunidad de hacerlo. Deberíamos ofrecer una cuantiosa ayuda a las víctimas y comprometernos de forma sincera a contribuir a las labores de reconstrucción tras la reciente catástrofe. Sería un gran error no aprovechar esta oportunidad de fortalecer la confianza entre Europa y China.
Patrick Louis, en nombre del Grupo IND/DEM. – (FR) Señora Presidenta, Señorías, las catástrofes naturales nos entristecen sobre todo cuando se producen tantas víctimas, como ha sido el caso recientemente en China o en Birmania. Asimismo, nos recuerdan, por una parte, el valor de la vida humana y, por otra, que no podemos controlar la naturaleza. Deseamos transmitir un mensaje de solidaridad a todos los que sufren las consecuencias de las catástrofes naturales o políticas.
Una de las labores de los políticos es impedir que la población sufra las consecuencias de las tragedias públicas. Así, aunque no pueden evitar las catástrofes naturales, pueden al menos intentar preverlas y advertir a la población y, sobre todo, reducir al mínimo los riesgos a través de políticas preventivas responsables. A modo de ejemplo, las infraestructuras prometéicas de China como las enormes presas hidroeléctricas y las centrales nucleares han logrado resistir, pero, ¿durante cuánto tiempo aún? ¿Acaso no resulta preferible multiplicar las obras de menor envergadura para reducir el riesgo y ofrecer mayor información a la población sobre los riesgos existentes?
La situación más trágica para el pueblo chino, no obstante, se asocia a los desastres políticos. Aunque reconocemos el carácter admirable de este pueblo trabajador y hábil y la sensibilidad de su cultura, sin inmiscuirnos en la política interior del país podemos, sin embargo, juzgar sus actos políticos. La desastrosa política del hijo único es una catástrofe de enormes proporciones. Afecta a los niños, numerosas familias campesinas se ven obligadas a deshacerse de las hijas, fuente inferior de ingresos que no garantiza la continuidad de las explotaciones agrícolas ni la jubilación de los padres, o del segundo hijo, que no tiene derecho a existir por orden de Creón. ¡Qué desprecio de los derechos humanos supone que un orden político prohíba a los padres tener el número de hijos que desean! De nuevo, vemos cómo la vida humana no se considera en su justa medida, sino meramente en su función utilitarista. Pero, en este caso, la catástrofe natural y la catástrofe política confluyen, cuando el tejado de una escuela aplasta al hijo único y deja a los padres desamparados.
Cuando los 30 000 periodistas que se esperan en Pekín con ocasión de los Juegos Olímpicos lleguen a esa ciudad, esperamos que se tomen la molestia de ver, más allá de las apariencias, la realidad de este país que, a fuerza de voluntad, de potencia y de eficacia, corre el riesgo de perder todo respeto por la vida humana, auténtico fundamento del orden político.
Karsten Friedrich Hoppenstedt (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, durante los minutos de silencio decretados por las autoridades chinas las personas permanecieron calladas —en las calles, autobuses y tiendas— y sus expresiones no dejaban duda de la sinceridad de sus sentimientos. Estas escenas fueron bastante diferentes de las manifestaciones colectivas y obligatorias de solidaridad. ¿Por qué? Porque la televisión estatal pudo informar las 24 horas del día y despertó un profundo sentimiento de conmoción ante el inimaginable sufrimiento de las personas afectadas. Ello ha inspirado un nuevo sentimiento de solidaridad en China. El respeto por las personas ha vuelto ha surgir, incluso entre los líderes políticos.
Los únicos grandes objetivos nacionales habían sido hasta ese momento el crecimiento económico del país y, más recientemente, los Juegos Olímpicos, pero tales objetivos palidecieron en comparación con la catástrofe natural en el corazón de muchas personas. ¿Qué debería hacer la comunidad internacional? Esta pregunta ya se ha respondido en alguna medida. Además de mandar ayuda material, elaborar planes de gestión de las operaciones y, por supuesto, equipamiento técnico, es necesario reunir la experiencia acumulada tras los terremotos que asolaron Armenia, a consecuencia de los cuales se perdieron más de 100 000 vidas y se ocasionaron daños a una central nuclear, o Turquía, donde decenas de miles de personas perdieron la vida, o en China en 1976, donde murieron varios cientos de miles de personas, y utilizar esta experiencia colectiva para desarrollar principios de buenas prácticas para toda la comunidad internacional y aplicarlas en beneficio de China.
Sé que se ha mencionado que la posibilidad de que se vengan abajo especialmente las grandes obras hidráulicas debería hacer examinar la resistencia de las construcciones públicas, hospitales y escuelas. Hay mucho por hacer en este sentido y se pueden ofrecer orientaciones en relación con las normas que deberían aplicarse a la construcción de estructuras a prueba de terremotos.
Como miembro de la Delegación para las Relaciones con China, naturalmente suscribo los mensajes de solidaridad transmitidos por los oradores anteriores.
Edite Estrela (PSE). – (PT) Señora Presidenta, señor Comisario, todos lamentamos la catástrofe que ha devastado el sur de China. Mas de 50 000 personas han muerto y 4,8 millones han perdido sus hogares. Todos somos solidarios con las familias afectadas.
La Unión Europea ha actuado como debía: activó el mecanismo de protección civil y apoyó a las autoridades chinas. La comunidad internacional, en general, también ha ofrecido su apoyo. Nunca recibió China tantas manifestaciones de solidaridad y apoyo material, porque, en esta ocasión, las autoridades chinas no han intentado esconder la dimensión de la tragedia. Han transmitido la información necesaria, han permitido el acceso a los medios de comunicación internacionales y, en definitiva, han actuado con transparencia y eficacia, al contrario de lo que ha ocurrido en la antigua Birmania.
El cambio climático se encuentra en el origen del aumento de las catástrofes naturales. Evitar el calentamiento del planeta es una responsabilidad que todos nosotros compartimos. Por ello, es necesario que China también siga contribuyendo a reducir las emisiones de CO2 y apoyando los esfuerzos de la Unión Europea para que se llegue a un acuerdo internacional hasta la Conferencia de Copenhague de diciembre de 2009.
Bastiaan Belder (IND/DEM). – (NL) Con una apertura sin precedentes, los medios de comunicación chinos han informado de las terribles consecuencias del grave terremoto que asoló la provincia de Sichuan hace más de una semana. En el país, esta apertura por parte de las autoridades ha conducido a una solidaridad sin precedentes con las víctimas. Hemos sido testigos de la contribución de una sociedad en armonía. Se presentaron decenas de miles de voluntarios. Los equipos de rescate se multiplicaron en las zonas siniestradas procedentes de todas las provincias. Una ayuda de tipo práctico ha alcanzado unos máximos históricos en China. En definitiva, la apertura de las autoridades ha sido una estrategia positiva.
Las instituciones europeas, por consiguiente, deben lograr que las autoridades chinas mantengan esta apertura sin precedentes en el futuro. Éste ha sido el caso ciertamente en relación con la cuestión, bastante crítica, suscitada en China en relación con el gran número de escuelas que se han venido abajo. China también se ha abierto al resto del mundo. Por ejemplo, el Gobierno chino aceptó la oferta japonesa del envío de un equipo de rescate. Mientras tanto, Taiwán ha prometido el envío de 42 millones de euros de ayuda para las víctimas del terremoto. Sinceramente espero que esta solidaridad conduzca a la normalización necesaria en las relaciones necesarias entre China y Taiwán.
También suscribo todo lo manifestado por sus Señorías en relación con la profunda solidaridad por el inefable sufrimiento del pueblo chino y aprecio especialmente la firma del señor Sterckx en el libro de condolencias expuesto en la Representación china en Bruselas en nombre de todos nosotros. Apruebo plenamente el gesto.
Cornelis Visser (PPE-DE). – (NL) En primer lugar, me gustaría manifestar mi solidaridad con las familias de las numerosas víctimas de la catástrofe natural que se abatió sobre la provincia de Sichuan el 12 de mayo. Afortunadamente, las autoridades chinas actuaron prontamente tras el desastre. También acojo con satisfacción la respuesta de la Unión Europea. Por consiguiente, deseo manifestar mi apoyo a las instituciones europeas, la Comisión y el Consejo, en relación con el enfoque que han adoptado hasta el momento. Tras rechazar inicialmente la ayuda exterior, China ha abierto sus fronteras. Las propias autoridades chinas han dicho que cualquier ayuda sería bien recibida para mitigar los efectos de esta enorme catástrofe. Equipos japoneses, surcoreanos y rusos se encuentran ya en la zona siniestrada. Creo que el hecho de que países vecinos como Singapur y Taiwán estén ofreciendo ayuda resulta bastante alentador. Las relaciones políticas con los países vecinos no siempre son buenas y la ayuda podría mejorarlas.
También se ha prestado mucha atención al desastre en los medios de comunicación nacionales e internacionales. Me complace que se haya permitido a la prensa acceder a la zona afectada y escribir libremente e informar al resto del país y del mundo. La transparencia es importante para obtener una imagen nítida de la catástrofe y también para garantizar que se ofrece la ayuda necesaria sobre el terreno. Ello permite una mayor participación del resto de la población. La libertad de prensa y el buen gobierno normalmente van de la mano. La libertad de prensa permite informar sobre unos fracasos políticos que pueden intentar corregirse de forma oportuna.
También se debería examinar la política en materia de obras de construcción y la supervisión del gobierno en este ámbito. Se podrían extraer las conclusiones necesarias para futuros proyectos de construcción y se podrían realizar recomendaciones para una mejor gestión y organización oficial.
La prevención y la preparación ante las catástrofes naturales constituyen una de las principales responsabilidades del gobierno. En muchos países europeos se ha llevado a cabo una política organizada en este ámbito sólo recientemente. Por último, me gustaría pedir a la Comisión Europea y al Consejo que ofrezcan a China la ayuda necesaria para formar a las autoridades y los servicios civiles en la elaboración de planes de gestión de crisis y catástrofes.
Alexandra Dobolyi (PSE). - (HU) Muchas gracias, señora Presidenta. La catástrofe natural que se abatió la semana pasada sobre el Lejano Oriente no ha dejado de conmocionar a nadie. Es natural que esa zona llame la atención del mundo.
Últimamente China se encuentra en el centro de la atención pública: los Juegos Olímpicos de este verano, la visita del Primer Ministro chino a Taiwán, los acontecimientos en el Tíbet, la visita del Dalai Lama por toda Europa y el modo en que se le ha recibido, la visita a China de la Comisión Europea, todo ello ha contribuido a llamar la atención sobre China. Ahora no es el momento de hablar acerca de boicots o del Tíbet.
El terremoto, de 8 grados en la escala Richter, ha devastado la meseta de Sichuan, ocasionado la muerte a 50 000 personas y dejado a millones de supervivientes sin hogar, por no mencionar los daños económicos ocasionados. Éste es el motivo por el que pido a las instituciones de la Unión Europea que se aseguren de ofrecer toda la ayuda humanitaria que podamos ofrecer y hacer que tal ayuda llegue a los afectados por el desastre durante el tiempo necesario.
Debemos dar las gracias a los equipos de rescate y las organizaciones humanitarias por su ayuda, pues han trabajado las 24 horas del día para mejorar la situación de las personas que viven en la región, y transmitir al pueblo chino nuestra incondicional solidaridad. Muchas gracias.
Glyn Ford (PSE). - Señora Presidenta, el 12 de mayo un seísmo de 7,8 grados en la escala Richter cuyo epicentro se encontraba cerca de Chengdu en Sichuan acabó con la vida de 100 000 personas. No podemos dejar de ofrecer nuestras condolencias a todos los que han perdido a miembros de sus familias, especialmente a los padres que han perdido a sus hijos. No obstante, al contrario que en la tragedia similar que ha afectado a Birmania, respecto de la cual algunos han sugerido que el deber de protección debería conducir a la intervención internacional directa, los chinos han empleado recursos de emergencia excepcionales, junto a soldados y personal médico. China ha acogido con satisfacción la ayuda extranjera, incluido el personal de rescate japonés que actualmente trabaja en la zona, y ha permitido a los medios de comunicación chinos y extranjeros que informen sobre las repercusiones de la catástrofe.
La Unión Europea ya ha contribuido con 10 millones de euros de ayuda, como ha dicho el Comisario Michel. Instamos al Consejo y la Comisión a ofrecer más ayuda de emergencia y asistencia técnica y de reconstrucción a la región afectada en los próximos meses y años.
Józef Pinior (PSE). - Señora Presidenta, ha llegado el momento de transmitir nuestra solidaridad y nuestras condolencias a China. En estos trágicos días hemos visto a las víctimas y hemos sido testigos de la gran tragedia social que ha tenido lugar en China.
Me ha impresionado el modo en que las autoridades chinas han reaccionado —autoridades centrales, administrativas, provinciales y líderes de partido—; el comportamiento de los chinos ha sido racional, algo positivo en estos momentos.
Pero al mismo tiempo, como miembro de la Subcomisión de Derechos Humanos, debo informar al Parlamento que, según el Centro tibetano para los derechos humanos y la democracia, el 14 de mayo se arrestó a 55 monjas. Esto también forma parte de la realidad de China en estos días. El seísmo no puede convertirse en un pretexto para los abusos de los derechos humanos.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE). - (HU) Señora Presidenta, la terrible tragedia del terremoto en China y el ciclón que lo precedió en Birmania han conmocionado al público de todo el mundo. La respuesta de todos los países del mundo ha sido ejemplar: desde Japón a los Estados Unidos y desde Rusia a Jordania, se ha ofrecido ayuda por valor de más de dos mil millones de dólares.
La Unión Europea y sus Estados miembros reaccionaron inmediatamente y la Comisión emprendió medidas decisivas, enviando dos millones de euros en forma de ayuda de emergencia a China y contribuyendo a la mitigación de las repercusiones del terremoto mediante el envío de unidades hospitalarias móviles, medicamentos, equipos de rescate y maquinaria para levantar los escombros. El hecho de que el Gobierno tibetano en el exilio en la India pidiera a sus seguidores que interrumpieran sus manifestaciones contra China temporalmente y realizaran donaciones para ayudar a las víctimas del terremoto constituye un gesto especialmente encomiable.
La ayuda húngara originalmente destinada a Birmania se redirigió hacia China debido a la actitud aislacionista de la dictadura militar birmana. Las autoridades chinas, contrariamente a las birmanas, han tenido la sensatez de aceptar la ayuda extranjera. La forma responsable en que China ha gestionado la publicidad también ha sido muy positiva, ya que muestra que se han realizado progresos significativos en términos de desarrollo democrático. Gracias por su atención.
Genowefa Grabowska (PSE). – (PL) La naturaleza ha vuelto a demostrar lo indefensa que se encuentra la humanidad frente a las catástrofes naturales. China es el país más poblado del planeta, su economía está floreciendo y se está preparando de forma entusiasta para los próximos Juegos Olímpicos. Sin embargo, un reciente y trágico seísmo ha devastado el país.
La población de China asocia el desastre a otros cataclismos anteriores acompañados de importantes cambios históricos en el país. No estoy segura de que éste sea el modo adecuado de interpretar este terrible acontecimiento. No obstante, estoy segura de que en este momento debemos manifestar nuestra solidaridad con las decenas de miles de hombres, mujeres y niños que afrontan heroicamente esta tragedia personal y nacional. Éste es el motivo por el cual el Parlamento Europeo hace lo correcto al mandar un mensaje claro al pueblo chino, indicando que los diputados de este Parlamento les apoyan y comprenden su sufrimiento y su necesidad de ayuda. Después de todo, el principio de solidaridad es uno de los principales valores fundamentales de la Unión Europea.
Colm Burke (PPE-DE). - Señora Presidenta, debemos congratularnos con China por el modo en que ha reaccionado al desastre. También me gustaría dar las gracias a la Comisión Europea y al Consejo por el modo en que han actuado frente a esta tragedia. Se debe acoger con satisfacción el hecho de que China haya hecho accesible la zona a todos los que pueden llevar ayuda a la población; esperemos que lo sigan haciendo en el futuro en relación con otras zonas. Permitir a los medios de comunicación informar al mundo es la medida más adecuada. También me gustaría felicitar a los medios de comunicación por haber puesto de manifiesto la magnitud de la tragedia y la ayuda necesaria.
Que sirva también de lección a China para que entienda cómo puede utilizar su poder para ejercer presión sobre otros regímenes, especialmente Birmania, e intentar convencer a sus autoridades de que también ellos necesitan la ayuda de la comunidad internacional. Salvar vidas es la prioridad de China; esperemos que otros Gobiernos, como la Junta birmana, aprendan de esta experiencia.
Bogdan Golik (PSE). – (PL) Señora Presidenta, me gustaría transmitir mis más sinceras condolencias a todos los que han sufrido y perdido a sus seres queridos en China. Deseo manifestar mi solidaridad con todos los que han perdido a hijos, esposas o maridos. Yo mismo me encontraba en China la semana pasada cuando se desató esta terrible catástrofe. Estuve en Pekín y luego en Shangai, donde representaba al Parlamento Europeo en la inauguración del Salón Alimentario de Shangai. El desastre se desencadenó el lunes, justo a mi llegada. Inmediatamente envié cartas de condolencia a los embajadores chinos en Polonia y Bruselas. También pude ver reportajes de la tragedia en la televisión y comprendí la magnitud del sufrimiento humano ocasionado. También observé la ayuda urgente a gran escala enviada a las víctimas y procedente de los ciudadanos, el Gobierno y el ejército. La magnitud de los esfuerzos no tenía precedentes.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a la Unión Europea y todos los Estados miembros por la ayuda prestada. También me gustaría agradecer a la Cámara su gesto de solidaridad al celebrar este debate hoy. Estoy seguro de que se seguirá necesitando ayuda.
Zbigniew Zaleski (PPE-DE). – (PL) Creo que se pueden adoptar dos enfoques en relación con China. Uno de ellos es ofrecer ayuda al país para que pueda superar la tragedia que recientemente se ha abatido sobre él. No podemos responder de otra manera. Es nuestro deber moral ayudar a China. El hecho de que gocemos de una mejor situación financiera y económica es otro motivo más para ofrecer ayuda. Simplemente debemos hacerlo.
El segundo enfoque se refiere a una permanente conciencia de la necesidad de ayudar a China también en circunstancias normales. Con ello quiero decir que, aunque no se haya abatido ninguna catástrofe sobre el país, debemos ayudar a la población de China recordando a sus líderes los derechos de sus ciudadanos. Lo debemos hacer con mayor denuedo. Debemos responder adecuadamente a ambas situaciones. Ello aclarará las cosas. Creo que el pueblo de China reconocerá nuestros esfuerzos y nos dará las gracias por ello.
Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. − (SL) Creo que es muy importante que el Parlamento Europeo haya decidido dedicar el debate de hoy a la catástrofe natural en China. En primer lugar para transmitir a China un mensaje, por una parte de condolencias de la Unión Europea, y, por otra, como la señora Grabowska ha dicho, de solidaridad de la Unión Europea con China y su pueblo.
Existe una diferencia evidente en el tono de los debates celebrados sobre este punto y el inmediatamente anterior. Y, ciertamente, parte de la razón de ser de tal diferencia reside en el modo en que los líderes chinos han actuado. Podemos afirmar que su respuesta a esta terrible catástrofe fue rápida y eficiente y que las autoridades han utilizado unos recursos nacionales considerables y han nombrado o designado al Primer Ministro personalmente coordinador de la ayuda. Para superar con éxito las dificultades que plantea una catástrofe de esta índole debe haber una buena coordinación, algo que, a todas luces, se ha logrado.
Los medios de comunicación también mantienen al público regularmente informado de los acontecimientos, tanto a escala nacional como internacional. Según la información de que disponemos, se ha permitido a los periodistas acceder a las zonas siniestradas, así como a algunos expertos extranjeros, entre otros de Japón.
Por consiguiente, creo que podemos estar satisfechos de las actuaciones de las autoridades chinas en relación con la gestión y la buena organización demostradas en relación con esta enorme catástrofe y la ayuda ofrecida a su población y, sobre todo, de su voluntad de aceptar ayuda extranjera, incluida la nuestra. Estoy seguro de que el Consejo seguirá estando dispuesto a ofrecer más ayuda.
Louis Michel, Miembro de la Comisión. – (FR) Muy brevemente, señora Presidenta, tomo en la debida consideración todas las observaciones de sus Señorías y me gustaría responder diciendo que seguimos estando dispuestos a ofrecer más ayuda de la que ya nos hemos comprometido a aportar y que se basa en realidad sobre un análisis de las necesidades existentes.
Además, creo que todo el mundo acoge con satisfacción la reacción de China y el modo en que las autoridades han permitido el acceso y la transparencia. Estoy pensando especialmente en el acceso de la prensa.
También me gustaría tomar en consideración una idea avanzada por la señora Flautre, a saber, la sugerencia de ofrecer un grupo de expertos internacionales para evaluar los daños y los riesgos que aún subsisten, especialmente en relación con las infraestructuras nucleares. Creo que sería interesante transmitir este mensaje. Evidentemente no existe ninguna obligación, pero creo que sería útil entablar, en todo caso, un debate a este respecto con las autoridades chinas.
Presidenta. − He recibido seis propuestas de resolución(1) presentadas con arreglo al artículo 103, apartado 2, del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana jueves a las 12.00 horas.