Presidente. − Continuando con el debate del Informe sobre el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, pasamos al turno de oradores en nombre de los Grupos.
Thomas Mann, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, con toda esta atención exclusiva al crecimiento de las exportaciones y a los beneficios de la globalización, parece que hay un grupo que ha sido pasado por alto. Me refiero a las personas que viven en la pobreza, y que son 78 millones en la UE, entre ellas 19 millones de niños. ¿Tendremos que acostumbrarnos a convivir con esta situación? ¡Por supuesto que no!
Los jóvenes que no son capaces de completar su educación y la abandonan forman parte también de este grupo, así como las personas de más edad que, a pesar de haber trabajado durante decenios, reciben unas pensiones insignificantes que apenas cubren sus necesidades básicas. Se sienten marginados, y la verdad es que por regla general se las tienen que arreglar por su cuenta. El resultado es que su vida diaria les impone graves tensiones mentales y físicas, como son la inseguridad en el disfrute de su vivienda, las fincas problemáticas, el riesgo de endeudamiento excesivo, el alcohol y las drogas, una vida sin dignidad ni autoestima. Los informes anuales de pobreza de nuestros Estados miembros deberían hacer sonar todas las alarmas.
El año pasado asistí a un debate desde la galería de visitantes del Parlamento alemán. El tema del mismo eran las clases más bajas. Dio lugar a semanas de acaloradas polémicas públicas. Esto es lo que necesitan las víctimas de la pobreza: que la gente sepa que existen, que les tomen en serio, que les digan cómo pueden salir de la trampa de la pobreza. Marie Panayotopoulos-Cassiotou ha preparado un buen informe —puedo decirlo en nombre del Grupo del PPE-DE y también a nivel muy personal, Marie— que abre el camino a la designación del año 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.
Si este Año Europeo no se limita meramente a ofrecer un análisis de la situación, sino que hace que los colectivos amenazados se impliquen activamente, sirviendo de foro para hacer oír su voz, si las instituciones obtienen éxitos tangibles en lugar de declarar solamente sus buenas intenciones, si los expertos en educación diseñan métodos de enseñanza motivadores que conducen a un mayor número de estudiantes que completan su formación, y si se definen sistemas de asistencia social que reducen el riesgo de pobreza de forma demostrable y sostenible, muchas personas que hoy se sienten aún marginadas adquirirán conciencia de sus derechos como actores implicados dentro de nuestra sociedad.
Richard Falbr, en nombre del Grupo del PSE. – (CS) Antes que nada deseo felicitar a mi colega diputada, la señora Panayotopoulos-Cassiotou, por su excelente informe y grata colaboración. Quisiera mencionar dos aspectos:
Muchos de nuestros documentos emplean las expresiones «trabajo digno» y «puestos de trabajo dignos». Lo cierto es, sin embargo, que cada vez son más los trabajos que encajan con la descripción del trabajo servil, con otras palabras trabajos no cualificados y mal pagados. El número de personas que viven en la pobreza o que padecen pobreza a pesar de trabajar no disminuye, lo que demuestra que son cada vez más los empresarios que emplean trabajadores de forma ilegal. La Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo recientemente aprobada, con la que se introduce la posibilidad de trabajar de la misma forma que en determinadas zonas industriales chinas, es un nuevo golpe que sin duda traerá consigo un incremento del número de personas pobres.
El otro tema que quisiera mencionar se refiere a la necesidad de que tengamos por fin en cuenta que la tendencia hacia la privatización de los servicios públicos y sociales ha pasado inadvertida en algunos países de la Unión. La privatización de los servicios públicos y sociales conduce asimismo al aumento del número de personas que viven en la pobreza. Debo decir que mis enmiendas destinadas a poner de relieve este hecho vienen siendo rechazadas con regularidad. Me gustaría que de verdad empezásemos a hacer algo, en vez de limitarnos a producir más y más páginas y a establecer plazos.
Sepp Kusstatscher, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, permítame comenzar resaltando que apruebo con entusiasmo la idea de que durante el año 2010 los esfuerzos políticos para luchar contra la pobreza y la exclusión social reciban una atención particular en toda Europa.
No obstante, permítame algunos comentarios críticos. Me ha disgustado mucho la forma en que se han ignorado las propuestas de mejora, generalmente por presiones del Consejo, con la finalidad de lograr el acuerdo en primera lectura. He pedido que se asignen más fondos del presupuesto de 2010 para esta importante iniciativa, puesto que la lucha contra la pobreza y la exclusión social es un objetivo inequívoco de la Agenda de Lisboa, objetivo que por desgracia está lejos de haber sido alcanzado.
También he pretendido obtener seguridades de que los amplios recursos financieros aportados por la Comisión Europea estén sujetos a un escrutinio más estrecho, especialmente en el contexto del Año Europeo en 2010, con el fin de poder determinar si sirven como instrumento para una distribución más equitativa o si por el contrario podrían estar contribuyendo en realidad a que los ricos se hagan más ricos, sin que apenas lleguen nunca hasta quienes se encuentran por debajo de la línea de pobreza.
Soy otro de los que hubieran agradecido un debate dentro de las instituciones europeas sobre la introducción de una renta básica no sujeta a condiciones, y especialmente sobre la cuestión de los instrumentos apropiados para luchar contra la pobreza y la exclusión social. Lamento profundamente que estas propuestas hayan sido eliminadas sin contemplaciones. Apoyo la iniciativa del Año Europeo, pero me parece todo demasiado evasivo y carente de implicación en el terreno de la política social.
Jan Tadeusz Masiel, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, el anuncio de que 2010 será el Año Europeo de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social es una magnífica iniciativa del Consejo. Debemos recordar a nuestros ciudadanos que la eliminación de la pobreza es una de las principales prioridades de la Unión Europea. Esto servirá sin duda para aumentar la confianza del público en nuestras instituciones europeas, y con ello me refiero especialmente a los nuevos Estados miembros.
Desgraciadamente, en mi propio país, Polonia, en la mente de muchas personas la adhesión a la UE en 2004 se asocia aún con el aumento de la pobreza, en particular de la gente que vive en el campo y en las aldeas. Ésta ha sido la causa de la escasa participación en las elecciones al Parlamento Europeo y de los consiguientes resultados. El Año Europeo de Lucha contra la Pobreza supondrá una oportunidad de cambiar la situación a este respecto y movilizar a Estados miembros con el fin de que emprendan acciones concretas dirigidas a combatir la pobreza y la exclusión social. Una observación superficial de la sociedad podría hacer creer que la calidad de vida de muchos individuos y familias, tanto de la antigua UE como de la nueva, ha experimentado últimamente cambios considerables, pero lamentablemente cambios para mal. Por ejemplo, encontrar vivienda se ha vuelto aún más difícil. Necesitamos datos estadísticos nuevos y actualizados sobre esta materia.
En un mundo que tiene un carácter cada vez más globalizado y más difícil de controlar, la responsabilidad del Estado frente al ciudadano debería incrementarse. El Estado debería garantizar que los ciudadanos se sientan seguros, al menos en el nivel más básico. Creo que el beneficio principal de este Año Europeo sería dar a conocer a todos la existencia del problema, aumentar la sensibilización y la solidaridad, incluyendo la solidaridad económica, en relación con los pobres y los excluidos.
Gabriele Zimmer, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, el Grupo de Izquierda del Parlamento Europeo aprueba el informe presentado por nuestra estimada colega y por lo tanto se solidariza con los objetivos del Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. El informe describe muy claramente las extensas implicaciones de la pobreza y de la exclusión social, no sólo como problema social sino también, y más específicamente, como problema personal de quienes se encuentran atrapados en la trampa de la pobreza. Se han mencionado ya en varias ocasiones los 78 millones de personas de la Unión Europea que viven en la pobreza, cifra que incluye a 19 millones de niños.
Sin embargo, para poder realizar esfuerzos eficaces contra la pobreza y erradicarla como problema social son fundamentales unas estrategias políticas vinculantes. Los objetivos políticos y la garantía del derecho individual a estar libre de pobreza y de exclusión social forman ya parte del programa. No obstante, éstas son precisamente las cosas que la Unión Europea no tiene en cuenta. Las principales estrategias políticas de la Unión Europea no está relacionadas con la lucha contra la pobreza. El crecimiento económico y del empleo no reducen la pobreza. Incluso los Estados miembros más ricos de la Unión registran cifras cada vez mayores de personas que viven por debajo del límite de pobreza o del umbral de riesgo de pobreza. Especialmente en Alemania se ha asistido durante estos últimos años a una disminución en el nivel de las rentas más bajas y a un aumento del número de personas con ingresos de este tipo.
Con otras palabras, en la UE el empleo no conduce automáticamente a la eliminación de la pobreza, y siento tener que decir que el conocimiento de esta situacion por parte de la Comisión Europea y de los Estados miembros no ha servido para generar paquetes de medidas específicas conteniendo objetivos como la introducción de un salario mínimo superior al umbral de riesgo o la solución al problema de la seguridad social básica al que se ha referido el señor Kusstatscher.
Kathy Sinnott, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, mi aplauso para la señora Panayotopoulos-Cassiotou. Considero que es necesario abordar urgentemente el problema de la pobreza infantil.
Teniendo en cuenta las estadísticas relativas al número de niños que están en riesgo de pobreza – 19 millones en Europa – es preciso hacer un mayor hincapié en sancionar la importancia fundamental de la familia y, como consecuencia de ello, defender la vida familiar. La institución familiar merece respeto y protección incondicionales. Es el entorno natural para los niños. En los países desarrollados el fenómeno de la pobreza tiene un carácter familiar antes que regional. La situación económica del niño está estrechamente unida a la de sus padres. El desempleo de los padres es la causa de la pobreza infantil.
En Irlanda, aunque las familias suelen obtener unos ingresos razonables, la hipoteca, la sanidad y los pagos del coche pueden absorber la mayoría de los mismos y dejar poco para la educación de los niños. También otros problemas, como la drogodependencia de los padres, pueden llevar a la falta de recursos que permitan una infancia segura. La separación y el divorcio pueden igualmente perturbar la economía familiar y perjudicar a los niños. Es perentorio apoyar eficazmente a las familias, tanto en el aspecto económico como social, con el fin de atenuar el vergonzoso problema de la pobreza infantil en la Europa actual.
José Albino Silva Peneda (PPE-DE). - (PT) Señor Presidente, Comisario, he observado que el informe que debatimos hoy se refiere expresamente a la erradicación de la pobreza, y no meramente a luchar contra la pobreza como se había propuesto. Me complace por lo tanto que mi observación haya dado sus frutos, y quisiera agradecérselo a la ponente señora Panayotopoulos-Cassiotou.
La Unión Europea acostumbra, por ejemplo, a reaccionar con mucha rapidez y solidaridad cuando se trata de ayudar a las víctimas de las catástrofes naturales en todo el mundo, pero se traiciona a sí misma a la hora de ayudar a las víctimas de las catástrofes económicas y sociales dentro de la propia UE.
Digo esto porque no acierto a comprender por qué motivo un informe que trata del tema de la pobreza no menciona para nada el aumento de los precios de los alimentos. Esto es algo que me asombra, porque todos sabemos que cuanto más pobre es una familia, mayor es el porcentaje de su presupuesto que gasta en alimentación. Por consiguiente, creo que sería conveniente hacer alguna referencia, por ejemplo, a la reciente Comunicación de la Comisión relativa al aumento de los precios de los alimentos.
Creo igualmente, por otra parte, que no debemos restringir la erradicación de la pobreza exclusivamente al territorio de la UE. Esta batalla no conoce fronteras: estamos hablando de valores esenciales para la dignidad humana.
A lo largo de su historia, Europa siempre se ha definido más por su expansión por todo el mundo que por su propia identidad. En el siglo XXI, entre todas las tareas que la UE puede realizar por el bien de la humanidad, quizás la erradicación de la pobreza sea la más noble de todas. Por eso espero que estas cuestiones sean promocionadas enérgicamente en 2010.
Jan Andersson (PSE). – (SV) Muchas gracias, señor Presidente, Comisario. Permítanme comenzar agradeciendo a la señora Panayotopoulos-Cassiotou su magnífico trabajo. Permítanme decir también que creo que la iniciativa de hacer de 2010 el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social es excelente.
En palabras de Vladimir Špidla, esta celebración servirá para aumentar la sensibilización y el conocimiento de las estructuras actuales, pero esto no basta. Como algunos diputados han señalado antes, debe ir seguida de la acción. Por lo general la situación en la UE es bastante buena, pero al mismo tiempo la pobreza no termina de desaparecer. Antes al contrario está en aumento, y como han dicho otros, muchos de los afectados son mujeres y niños. La estrategia es el método abierto de coordinación, pero se requieren medidas en gran número de ámbitos, no solamente en unos pocos. Naturalmente el empleo es importante, pero también lo es la educación, los sistemas de seguridad social y una política regional que preste atención a las regiones abandonadas. Se necesitan acciones dirigidas a grupos especiales como las personas con discapacidades funcionales y las procedentes de otras partes del mundo más pobres. Confío en que este Año, además de aumentar el conocimiento y la sensibilización, pueda ser también el punto de partida de las medidas concretas para la reducción de la pobreza en la UE.
Ewa Tomaszewska (UEN). - (PL) Señor Presidente, el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social marcará el momento culminante de la agenda social 2005-2010. La Comisión de Asuntos Sociales ha aprobado una serie de indicadores comunes para medir el proceso de protección e integración social, con los que se garantizará la comparabilidad de los datos.
A pesar de que la Unión Europea es consciente del problema de la pobreza, así como de la importancia de las medidas encaminadas a aumentar la cohesión social, las desigualdades en los ingresos siguen acompañando al crecimiento económico en los países de la UE. El resultado es que los pobres se benefician poco de este crecimiento. En realidad, esto significa que desciende el nivel de cohesión social. Esta situación viene acompañada de otros factores que también tienen consecuencias negativas: casi una quinta parte de los niños europeos corren riesgo de caer en la pobreza. En una época de declive demográfico, debemos cuidar sobre todo a los niños y especialmente a las familias numerosas, que son las que atraviesan por mayores dificultades. Sin embargo, son precisamente estas familias las que están siendo discriminadas como consecuencia de los tipos de IVA sobre los productos infantiles.
Quisiera felicitar a la ponente, en particular, por llamar la atención sobre el problema de la lucha contra la pobreza.
Edit Bauer (PPE-DE). - (SK) Señor Presidente, Comisario, acojo con satisfacción en informe de la señora Panayotopoulos-Cassiotou, al igual que el empeño de la Comisión en seguir luchando contra la pobreza.
La gran extensión de la pobreza es probablemente una de las contradicciones más evidentes de la próspera Europa. No es casualidad que todos los otros diputados hayan mencionado las elevadas cifras, los millones de personas que viven en el límite de la pobreza, pero lo más chocante es el gran número de niños que nacen y viven en riesgo de caer en la pobreza. No resulta sorprendente, por lo tanto, que estos niños abandonen prematuramente la escuela, que el porcentaje de abandono escolar sea enormemente elevado. Otra estadística dramática el elevado número de niños, del orden de cientos de miles, que carecen de hogar o que viven acogidos en instituciones.
El problema es que la pobreza y la exclusión social son hereditarios. Por consiguiente, para las personas socialmente excluidas, la oportunidad de adquirir una educación y de participar en el aprendizaje permanente sigue siendo una meta inalcanzable.
Esperemos que el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza ofrezca incentivos suficientes para fortalecer el principio de solidaridad en las políticas nacionales. Cuando examinamos los futuros cambios en la estructura de la población, la aplicación de este principio será sin duda más complicada. Los análisis de algunos sistemas de gasto público y de seguridad social muestran que en algunos Estados miembros estos sistemas comportan riesgos financieros e incluso sociales, lo que podría hacer que la pobreza se extendiese más aún.
No cabe dada alguna de que el actual incremento acelerado de los precios del petróleo y de los alimentos supondrá una carga para los presupuestos de las personas en los segmentos de rentas más bajas. Esto significa que hay razones más que suficientes para que el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza no sólo atraiga la atención sobre la pobreza, sino que contribuya a crear organismos nacionales con competencias específicas que faciliten la coordinación de las distintas políticas aplicadas para combatir la pobreza y la exclusión social.
Alejandro Cercas (PSE). - Señor Presidente, yo también querría felicitar a la Comisión y, por supuesto, a la ponente, que nos dan la oportunidad de suscitar este debate, de dar los primeros pasos para que el año 2010 efectivamente sea un año significativo en esta batalla contra la pobreza.
Es verdad que se dijo en Lisboa que era uno de los objetivos de la Unión Europea y hemos dicho muchas veces y en muchos Consejos que en el año 2010 debería ser perceptible que se había disminuido, cosa que, lamentablemente, no es verdad. Debemos, por tanto, hacer esfuerzos adicionales a los ya hechos y aprovechar la oportunidad para saber, una vez más, que el crecimiento y la creación de riqueza no llegan a todos por igual.
Hay categorías de la población, hay capas de la población, especialmente fragilizadas que necesitan protección y que necesitan sobre todo prevenir que aparezca la pobreza, porque luego es muy difícil luchar contra ella.
Por tanto, debe ser una política horizontal que debe llevar a un empleo decente, a oportunidades en la educación, no sólo en el marco de este programa, sino en el conjunto de las políticas de la Unión Europea, para que la solidaridad siga siendo el corazón de la Unión y no solamente las políticas económicas.
Ryszard Czarnecki (UEN). - (PL) Señor Presidente, puede decirse que los datos que hemos recogido en realidad infravaloran el alcance del problema. Ello se debe a que miden la pobreza en la Unión Europea en la época previa a la adhesión de Bulgaria y Rumanía. Tras la entrada de estos dos países, relativamente muy pobres, el nivel de pobreza de la UE aumentó significativamente. No debemos ocultar este hecho. Por otra parte, no está por debajo de la línea de pobreza una de cada siete personas de la UE, sino que el porcentaje real es considerablemente superior al 16 %, y de hecho superior al 20 %.
A este respecto desearía hacer un llamamiento urgente para que la financiación de la Unión Europea a todos los proyectos que hemos debatido sea superior al 50 %. Esto es especialmente importante desde el punto de vista de los países más pobres. Limitar el porcentaje al 50 % equivale en realidad a una decisión de limitar la auténtica lucha contra la pobreza.
(Aplausos)
Joel Hasse Ferreira (PSE). - (PT) Señor Presidente, Comisario Špidla, Señorías, parece absolutamente esencial que reconozcamos los derechos inalienables de los grupos sociales más vulnerables, y el reconocimiento práctico de tales derechos debe incluir el firme compromiso de los actores implicados, públicos y privados.
Las distintas dimensiones de la cohesión social deben ser protegidas a través del compromiso de la UE y de los Estados miembros con la pobreza y la lucha contra la exclusión social, promoviendo acciones concretas a los niveles más variados.
Comisario, también se requiere una vigilancia completa y realista de la pobreza y de la exclusión social, lo que significa que es esencial contar con indicadores fiables y comparables que midan el desarrollo de las distintas dimensiones sociales, económicas y culturales de estos fenómenos.
Señorías, las mujeres y las familias monoparentales son especialmente vulnerables a la pobreza y la exclusión, y por lo tanto deben recibir una atención especial y la ayuda correspondiente.
Para terminar, señor Presidente, después de dar las gracias a la ponente, quisiera decir que el año 2010 será especialmente positivo en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, una lucha a la que es preciso otorgar un papel más relevante.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). - (PL) Señor Presidente, quisiera llamar la atención sobre tres puntos del presente debate. En primer lugar, de acuerdo con el último informe de la Comisión Europea, en 2004 había unos 100 millones de ciudadanos europeos, el 20 % de la población total, que vivían con menos del 60 % de los ingresos medios de la UE, es decir, que vivían con menos de 15 euros diarios. En los nuevos Estados miembros como Polonia, Lituania, Letonia y Eslovaquia, esto se aplica a casi el 80 % de la población.
En segundo lugar, las soluciones que suelen plantear los economistas liberales en el sentido de que las diferencias significativas de renta son importantes para el crecimiento económico no deberían encontrar eco en las prácticas económicas y sociales de los países de la UE. En 2006 los países con las menores desigualdades de renta eran Dinamarca, Suecia, Finlandia, Eslovenia y la República Checa, países que durante muchos años han disfrutado de un crecimiento estable del PIB anual, algo muy distinto de los países que tienen las mayores desigualdades, como Letonia, Lituania, Portugal y Grecia, así como, por desgracia, mi propio país Polonia.
En tercer lugar, quisiera expresar mi confianza en que el año 2010, como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, hará que nuestros responsables políticos sean conscientes de que la pobreza y la exclusión social pueden ejercer un efecto destructivo sobre el crecimiento económico y el desarrollo social.
(Aplausos)
Gabriela Creţu (PSE). – (RO) Estimado Comisario, estimados colegas, las cosas que la Comisión nos ha recordado las conocemos bien: existe un gran número de europeos que viven en la pobreza, incluso en la pobreza extrema. Quienes no lo sepan deberán aceptar su responsabilidad por el hecho de que una sociedad rica, basada como la nuestra en los principios de justicia y solidaridad, funcione de tal modo que un país compuesto por los europeos pobres tendría más escaños en este Parlamento que Alemania. La pobreza no es ninguna abstracción; es una forma de vida que afecta en particular a las mujeres y a los niños. Las mujeres, incluso las que tienen empleo, cada vez corren mayores riesgos a causa de la desigualdad salarial estructural, de su concentración en sectores de bajos salarios con débil penetración sindical y en la economía informal, de su predominio en el grupo de las familias monoparentales. La pobreza se hereda. La penuria económica de los padres favorece la pobreza cultural de los hijos a través de un menor acceso a la educación, la pobreza política a través de una baja participación o exclusión de la toma de decisiones, y la pobreza social a través de una escasa implicación en las actividades cívicas y del aislamiento. Crea unas desigualdades más profundas que las derivadas de las diferencias de poder adquisitivo. Un mínimo de coherencia entre nuestras declaraciones y nuestras acciones nos obligaría a hacer algo más que mentalizar a los ciudadanos. Se necesitan decisiones políticas para poner remedio a esta situación. En la Unión no podemos hablar de falta de recursos, pero sí de una distribución que en ocasiones no es justa, de normas que perpetúan la exclusión. Se trata de una responsabilidad compartida también por las empresas, las cuales, por su propio interés, deberían superar la etapa en que su única manifestación de responsabilidad social consiste en la financiación de una fundación para la protección de los perros callejeros.
Zdzisław Zbigniew Podkański (UEN). - (PL) Señor Presidente, la designación de 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social no solucionará los problemas que padecen 80 millones de personas de la Unión Europea que viven por debajo del umbral de pobreza. Tampoco el nombramiento de comités, el aumento de la burocracia, reuniones y sesiones les dará de comer.
Para combatir la pobreza tenemos que enfocar de otra forma el problema de la creación y distribución de la riqueza. Es preciso afirmar claramente que la globalización estimula la creación de riqueza excesiva para algunos y el rápido empobrecimiento de otros. Por desgracia, estos últimos son cada día más. El problema de la pobreza en la UE irá en aumento, y esto obedece a distintas causas, incluyendo el injusto reparto de la riqueza, los problemas relacionados con la distribución de alimentos y los costes crecientes de éstos, el aumento general del coste de vida para las familias, la situación demográfica de Europa y del mundo, el mantenimiento de las desigualdades, el retraso de determinadas regiones por motivos históricos y el fracaso en adoptar un modelo apropiado de ayuda a los necesitados.
Por último, puesto que no somos capaces de solucionar el problema de la pobreza en su conjunto, al menos proporcionemos a los niños y a los jóvenes educación gratuita y las comidas extra que se necesiten.
Zbigniew Zaleski (PPE-DE). - Señor Presidente, señor Comisario, quiero subrayar solamente un aspecto y lo digo en polaco:
(PL) Señor Presidente, estamos tratando de ayudar a los países pobres de África y de América Latina con escasos resultados, pero no existe ninguna justificación para que no seamos capaces de ayudar a los pobres de la Unión Europea. Existen regiones donde la población y especialmente los niños son muy pobres. Quisiera poner de manifiesto un problema que tendrá graves consecuencias en el futuro, el fenómeno de los «eurohuérfanos». Son éstos los hijos de los inmigrantes que viajan de un país a otro de la UE y que muchas veces dejan a sus hijos abandonados a su suerte. Creo que en el futuro pagaremos caro las secuelas psicológicas de este problema. Por este motivo creo que deberíamos hacer todo lo posible por eliminar este problema ahora.
Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE). – (RO) Señor Presidente, la erradicación de la pobreza y de la exclusión social es uno de los principales objetivos de la Unión Europea. Por este motivo, el año 2010 debería ser decisivo para llevar a la práctica la estrategia europea en este ámbito. De los 78 millones de ciudadanos que viven en riesgo de pobreza, 19 millones son niños. Lamentablemente no existen aún programas ni fondos europeos destinados a mejorar la situación de los niños. Es cierto que la Unión Europea proporciona financiación para las frutas y productos lácteos en las escuelas, y recursos para la educación de los alumnos, pero creo que necesitamos una estrategia coherente y programas diseñados de verdad para los niños pertenecientes a familias pobres. Al mismo tiempo deberíamos prestar atención a las restantes categorías de personas desfavorecidas, y en particular de los jóvenes, para quienes tenemos que crear políticas y asignar una proporción importante de los fondos estructurales. Además de esto, es importante hacer hincapié en el hecho de que no seremos capaces de crear hoy las premisas para un desarrollo social sostenible si no disponemos de los recursos financieros necesarios. Creo que el importe previsto de 17 millones de euros es insuficiente en comparación con las necesidades actuales de Europa en materia de pobreza e inclusión social. Por último, aunque no menos importante, la lucha contra la pobreza y la exclusión social debería enlazarse con los programas existentes. Tanto el Fondo Social Europeo como el Programa para el Progreso Europeo deberían utilizarse para financiar las prioridades del Año Europeo de Lucha contra la Pobreza.
Anna Záborská (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, Comisario, Señorías, les felicito por esta magnífica propuesta. Agradezco también a la señora Panayotopoulos-Cassiotou su excelente informe. Estoy convencida de que la votación será unánime.
Pero, con todo, tengo algunas dudas. Aquí tenemos otro Año Europeo, esta vez contra la pobreza extrema. Hace ahora 20 años, el 17 de octubre, la comunidad internacional celebró el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Volviendo la vista al momento de la conmemoración del 17 de octubre frente al Parlamento Europeo en Bruselas, me veo en compañía de mi colega Íñigo Méndez de Vigo, que dirige la delegación de este Parlamento para el Cuarto Mundo.
Al subir hoy al estrado, les pido que anoten esta fecha en su agenda. Espero que el 17 de octubre las instituciones europeas den prueba de su firme solidaridad con el lema de la jornada: «Siempre que se condena a hombres y mujeres a vivir en la pobreza extrema se están violando los derechos humanos. Es nuestro sagrado deber unirnos para conseguir que estos derechos humanos sean respetados.»
Vladimír Maňka (PSE). - (SK) En total, 78 millones de personas viven en riesgo de pobreza en la Unión Europea. Los crecientes precios de los productos básicos, de la energía y de los alimentos multiplican este riesgo para los grupos más vulnerables.
El empleo de calidad reduce significativamente el riesgo de pobreza. Sin embargo, muchas veces incluso quienes tienen empleo corren el riesgo de caer en la pobreza.
La estrategia de Lisboa revisada promueve la igualdad de oportunidades y constituye un vector de solidaridad social e intergeneracional para la creación de una sociedad libre de pobreza. Por consiguiente, me satisface la iniciativa de dar mayor visibilidad al problema de la pobreza y de hacer un esfuerzo para definir una única política coordinada.
La campaña para luchar contra la pobreza debería aumentar la sensibilización del público y tener efectos a largo plazo en la lucha contra el fenómeno de la pobreza. En este sentido tenemos mucho que aprender de los países escandinavos. Han demostrado que uno de los medios más eficaces para reducir la pobreza consiste en una política activa del mercado de trabajo, combinada con la creación de condiciones laborales dignas y una fuerte protección social.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Recibo con satisfacción la propuesta de la Comisión de designar el año 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. La pobreza es un problema en la UE y en todo el mundo.
Quisiera destacar algunos de los aspectos más graves de la pobreza y exclusión social a los que deberíamos dedicar mucha más atención de lo que solemos hacer.
En primer lugar, eliminando simplemente la pobreza infantil podríamos escapar del círculo vicioso de generaciones enteras condenadas a una vida de pobreza y exclusión social.
En segundo lugar, cerca del 10 % de los trabajadores padecen pobreza por causa de los bajos salarios, del empleo a tiempo parcial y de la falta de cualificaciones. Es fundamental promover el empleo de calidad basado en la formación de los trabajadores.
En tercer lugar, resulta esencial promover la solidaridad dentro de la sociedad, haciendo que todos sus miembros sean conscientes de los problemas relacionados con la pobreza y la exclusión social.
Quisiera invitar a todas las instituciones de la UE y a los Estados miembros a que faciliten al público información más detallada sobre la lucha contra la pobreza y la exclusión social, con el fin de fortalecer el sentido de responsabilidad común y de eliminar el prejuicio de que sus víctimas son una carga económica para la sociedad.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Señor Presidente, la pobreza es un problema muy complejo y puede adoptar diversas formas. Es distinto según el país. En Europa no estamos hablando de gente que muere de hambre, sino que los mayores problemas son, en general, ingresos bajos, viviendas en malas condiciones, problemas de salud y a menudo alcoholismo, sentimientos de alienación y falta de perspectivas.
La pobreza es un fenómeno peligroso particularmente para los niños, porque en muchos casos es hereditaria. Los niños atrapados en la pobreza tienen una trayectoria de desarrollo más difícil y, sin ayuda externa, están condenados al fracaso y a compartir idéntico destino que sus padres.
Por este motivo es importante adoptar todas las medidas posibles para romper el círculo de la pobreza que se transmite de una generación a otra. El fortalecimiento de la integración social, la reducción de la pobreza y la lucha contra la exclusión social son algunos de los desafíos que debe afrontar la UE, especialmente si tenemos en cuenta los cambios demográficos, con lo cual me estoy refiriendo al envejecimiento de la población y a la afluencia de inmigrantes.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). - (PT) No basta con designar un Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, cuando aproximadamente el 20 % de la población de la Unión Europea está amenazada por la pobreza. Lo que está sucediendo – y resulta exacerbado por las desigualdades sociales y las cifras crecientes de trabajadores con salarios escasos y empleos precarios, lo que contribuye a aumentar el número de pobres, y por los precios al alza de los combustibles y de los alimentos – requiere otras políticas capaces de garantizar que los niños, las mujeres y las familias están incluidos socialmente.
Se necesitan medidas que hagan más atractivo el trabajo, que creen más empleos dotados de derechos y que garanticen unos servicios públicos de calidad, una vivienda digna y una seguridad social universal.
Por consiguiente, es preciso aprobar con carácter de urgencia una estrategia europea de solidaridad y progreso social que sustituya a las políticas neoliberales de la Estrategia de Lisboa, y suscribir el Pacto de Solidaridad, para evitar que en 2010 tengamos aún más pobreza de la que tenemos ahora.
Juan Andrés Naranjo Escobar (PPE-DE). - Señor Presidente, en primer lugar, quiero felicitar a nuestra ponente y al Comisario por esta iniciativa.
La exclusión social y la pobreza son dos caras de una misma realidad, la de una sociedad con carencias graves, una sociedad con déficit de cohesión social. El progreso, en última instancia, Señorías, es una cuestión ética.
El año 2010 será el de la lucha contra la pobreza. Ya sabemos que erradicar la exclusión social y la pobreza es tarea compleja y duradera, pero, si somos capaces de poner a rendir cada euro destinado a este programa, si somos capaces de acertar con los colectivos que más atención requieren, si somos capaces de despertar la conciencia de la opinión pública y de los ciudadanos, habremos trabajado por la construcción de la ciudadanía europea. Y ésta es la gran cuestión.
La semana pasada, los ciudadanos de Irlanda rechazaron el Tratado de Lisboa. En la sociedad irlandesa han hecho estragos una propaganda y discursos demagógicos de muy diverso signo, temores infundados a la globalización y cierto desconcierto por la construcción de nuestra casa común.
Por eso debemos hacer también del año 2010 de la lucha contra la pobreza el año de la ciudadanía europea.
Vladimír Špidla, Miembro de la Comisión. − (CS) Señorías, gracias por un debate a fondo que ha abordado muchos de los aspectos de la pobreza. Creo que la misma propuesta pone de manifiesto que la Comisión no pasa por alto el problema de la pobreza y que aspira a crear progresivamente el entorno político que haga posible combatir la pobreza de una forma más eficaz. También quisiera decir que la Comisión se está enfrentando con el problema de la pobreza en toda su complejidad. Aunque algunos de los textos, particularmente nuestra reciente comunicación relativa a la inclusión activa que trata de la pobreza per se, destacan la importancia de los empleos de calidad, teniendo presente que el objetivo de la Estrategia de Lisboa es más y mejor empleo, la Comisión entiende que el complejo problema de la pobreza no puede resolverse exclusivamente mediante medidas del mercado de trabajo. Baste con señalar la pobreza infantil, que está también claramente relacionada con la calidad del sistema educativo. Tenemos igualmente el problema de la pobreza de los pensionistas, que evidentemente tampoco puede ser resuelta mediante medidas de tipo laboral.
Permítanme mencionar algunas otras cuestiones que considero importantes. La Comisión propone asignar una financiación de 17 millones de euros, y en el transcurso del debate he escuchado la opinión de que se debería aumentar la financiación de los proyectos nacionales, especialmente en algunos países. La Comisión no está de acuerdo con esta opinión, por la sencilla razón de que nuestro propósito es facilitar el máximo de ayuda financiera para que nuestras actuaciones sean lo más eficaces posible. El Año Europeo de Lucha contra la Pobreza es un clásico ejemplo de procedimiento habitual de una política democrática. Con el fin de conseguir un avance radical, con el fin cambiar el ambiente político, necesitamos un debate detenido y específico sobre este tema, y éste es el objetivo del Año Europeo.
Si me lo permiten mencionará ahora algunas de las enmiendas. Estoy de acuerdo con las enmiendas relativas a la revisión de los encabezamientos de los objetivos en el artículo 2 y a la lista de prioridades del Año Europeo, y también me parecen bien las enmiendas relacionadas con el problema de la igualdad de género. Por otra parte, como se han presentado gran cantidad de enmiendas, permítanme que facilite al Parlamento una relación exacta de las mismas, en vez de tener que citarlas literalmente.
Mencionaré únicamente dos artículos, el 37 y el 52, que quiero destacar en mi intervención. Con su permiso voy a leer el texto relativo a estos dos artículos.
La Comisión atribuye la máxima importancia al fomento y al apoyo de una amplia participación a todos los niveles en las actividades relacionadas con la celebración en 2010 del Año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social, como fórmula práctica para lograr efectos positivos y duraderos.
De acuerdo con la Decisión sobre el Año Europeo, la Comisión elaborará directrices comunes en un Documento Marco Estratégico (DME) donde se definirán las prioridades para la realización de las actividades relacionadas con el Año Europeo, incluidas normas mínimas acerca de la participación en los organismos y actividades nacionales.
El DME estará destinado a los Organismos Nacionales de Ejecución (ONE) responsables de la definición de los programas nacionales del Año Europeo y de la selección de las actividades concretas susceptibles de recibir financiación comunitaria, y a las demás partes interesadas.
En este contexto, la Comisión desea destacar la importancia de facilitar el acceso a todas las ONG, incluyendo a las organizaciones pequeñas y medianas. Con el fin de permitir el acceso más amplio posible, los ONE podrán decidir no solicitar cofinanciación y financiar en su totalidad determinadas acciones.
Este era el texto literal. Señorías, permítanme mencionar otra intervención, la del señor Falbr, quien sacó a relucir el tema de la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo, y lo hizo de forma muy alejada de la realidad. Para dejarlo completamente claro, la forma más sencilla de resumir el compromiso alcanzado por el Consejo es la siguiente: «La semana de 48 horas se mantiene, y la posibilidad de utilizar la cláusula de exclusión se ha reducido desde 78 a 60 ó 65 horas semanales». Este es uno de los aspectos esenciales del compromiso, y dado que se mencionó en este debate pensé que sería conveniente dar una respuesta.
Señorías, permítanme que concluya expresándoles mi agradecimiento por el debate, que ha tratado muchos aspectos de la pobreza y que, en mi opinión, ha sido muy esclarecedor. Por desgracia no creo que sea posible responder ahora a todas sus intervenciones, aparte del hecho de que la mayor parte de las mismas han sido incorporadas al informe de la ponente, a quien deseo expresar nuevamente mi agradecimiento.
miembro de la Comisión. − (FR)
Posición de la Comisión sobre las enmiendas presentadas por el Parlamento
La Comisión acepta en su totalidad las enmiendas 6, 7, 12, 13, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23, 27, 28, 29, 31, 33, 34, 35, 36, 38, 39, 41, 42, 46, 47, 48, 49, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62 y 63.
La Comisión sólo puede aceptar en lo esencial, de forma parcial y sujeta a nueva redacción las enmiendas siguientes: 1, 2, 3, 4, 5, 8, 9, 10, 11, 14, 15, 18, 24, 25, 26, 30, 32, 37, 43, 44, 45, 50, 51, 52, 64 y 66.
Finalmente, la Comisión rechaza las enmiendas 40 y 65. Más específicamente, respecto a las enmiendas 37 y 52, que se refieren a la participación de las organizaciones pequeñas y medianas y a la posibilidad de cofinanciación hasta el coste total de determinados proyectos, la Comisión propone, como solución de compromiso, hacer una declaración en este sentido, que les leeré a ustedes, en la que se compromete a incorporar el espíritu de ambas enmiendas al documento marco estratégico que la Comisión elaborará para definir las principales prioridades de las actividades del Año Europeo.
Marie Panayotopoulos-Cassiotou, ponente. − (EL) Señor Presidente, agradezco al Comisario su opinión. Confío en que las directrices comunes del documento estratégico sirvan de verdad para dirigir a los comités nacionales en la planificación de acciones eficaces. Como ha puesto de relieve el propio Comisario, el objetivo fundamental debe ser la inclusión de todos los afectados por la pobreza, ahora y en el futuro.
Personalmente creo que la pobreza no podrá ser erradicada para siempre, porque volverá a aparecer después de una catástrofe natural. Hemos hablado de las catástrofes en Grecia u otros países, de las inundaciones o los incendios: la pobreza puede reaparecer, o puede ser provocada de nuevo por la situación internacional. Por consiguiente, debemos estar siempre preparados. Éste es el motivo por el que hacemos un hincapié especial en la prevención; esto explica nuestro Día para la Erradicación de la Pobreza el 17 de octubre, como ha señalado la señora Záborská. En nuestro informe hemos incluido esta fecha.
Así pues, estas no son unas medidas con escasa o nula fuerza vinculante; queremos que se ajusten a las distintas situaciones nacionales, y creemos que solucionar el problema de la pobreza equivale a derrotar al principal enemigo de la paz y prosperidad que tiene cualquier sociedad. El Comisario es, en cualquier caso, un buen conocedor de la historia, y sabe que el emperador de Bizancio, un imperio europeo que subsistió durante 1 000 años, apoyaba la lucha contra la pobreza en todos sus discursos. Consideraba que, después de los varios adversarios con los que combatió en las fronteras del imperio, la pobreza era el enemigo más importante.
También nosotros en la UE tenemos que combatir la pobreza interna y externamente. Tenemos que alcanzar estos famosos Objetivos del Milenio, de forma que podamos abordar también el problema de la inmigración por motivos económicos, y el de los inmigrantes ilegales que acuden aquí porque comparan su situación con la nuestra.
Estoy convencida, por lo tanto, de que una nueva planificación nos permitirá lograr buenos resultados, y agradezco a todos ustedes sus excelentes intervenciones.
(Aplausos)
Presidente. − Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana a las 12.00 horas.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Adam Bielan (UEN), por escrito. — (PL) Señor Presidente, quisiera agradecer a la señora Panayotopoulos-Cassiotou su excelente informe y en particular que haya atraído nuestra atención sobre el tema de la prevención de la pobreza. Estoy a favor de la designación de 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Al examinar el informe anterior quisiera poner de relieve la importancia de que encontremos una vía para salir de la pobreza a través de medidas concretas, y no sólo con discursos sobre el tema. En Europa viven en la pobreza 78 millones de personas, entre ellas 19 millones de niños. Tenemos que tener presente la importancia de la familia, que debe ser protegida y recibir apoyo económico y social, con el fin de poder eliminar la enorme pobreza que padecen los niños europeos.
En este punto vale la pena señalar la causa de la pobreza. La pobreza se debe al importante aumento de los precios de los alimentos y de la energía, que afecta principalmente a las familias con muchos hijos, así como a las personas de más edad. De acuerdo con la Comisión Europea, aproximadamente el 14 % de los polacos, griegos y portugueses con empleo permanente viven en la pobreza.
Corina Creţu (PSE). – (RO) Agradezco a la ponente su espíritu de colaboración en la redacción de este informe. En Europa una de cada seis personas vive por debajo del umbral de la pobreza, proporción que no incluye las estadísticas de Rumanía y Bulgaria.
Aunque en la mayor parte de los Estados miembros están disminuyendo progresivamente las desigualdades entre hombres y mujeres en lo referente a la pobreza, siendo del 2 % por lo que se refiere a la pobreza ordinaria y a la pobreza pertinaz, quisiera llamar su atención sobre la realidad de los nuevos Estados miembros. En Rumanía y Bulgaria el número de mujeres que corren el riesgo de convertirse en víctimas de la pobreza sobrepasa en más del 10 % al de los hombres. Las mujeres también se encuentran mucho más expuestas a la exclusión social.
No debemos olvidar el hecho de que las ideas de solidaridad, justicia social y erradicación de la pobreza constituyen desafíos que afectan no sólo a los países de la Unión Europea, sino también a su participación en la escena económica y política global.
Por consiguiente, quiero manifestar mi satisfacción por la inclusión en el texto definitivo de la cuestión relativa a las desigualdades entre hombres y mujeres dentro de un artículo de carácter más general. También considero importante la correlación entre el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y, en particular, con el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Zita Gurmai (PSE), por escrito. – (HU) La pobreza es un problema complejo, relativo y con múltiples dimensiones: plantea cuestiones económicas, sociales y culturales. Sin embargo, debemos emprender acciones para luchar contra la pobreza, porque en el año 2006 al menos el 16 % (78 millones) de la población total de los Estados miembros de la Unión Europea vivían por debajo del umbral de la pobreza. Cuando se puso en marcha la Estrategia de Lisboa en marzo de 2000, el Consejo de la Unión Europea hizo un llamamiento a los Estados miembros y a la Comisión para que adoptasen medidas «que produzcan efectos decisivos sobre la erradicación de la pobreza» antes de 2010. El que ahora dispongamos de una medida de la pobreza es un paso importante, porque para solucionar un problema debemos conocer su naturaleza exacta. Celebro que hayamos designado el año 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Estoy convencida de que este Año Europeo servirá para promover el intercambio de buenas prácticas y la puesta en marcha de nuevas iniciativas en todos los ámbitos, especialmente las relacionadas con la prevención de la pobreza, con su supervisión y con los mecanismos financieros correspondientes, así como con la lucha contra la pobreza infantil.
Es preciso señalar, en particular, que los datos empíricos apuntan a que las mujeres son mucho más vulnerables a la amenaza de pobreza que los hombres, y esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres con múltiples desventajas. Es fundamental que el principio de igualdad de trato se aplique también a la lucha contra la pobreza, y por consiguiente al Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. La auténtica igualdad entre hombres y mujeres es una condición previa esencial para reducir el riesgo de pobreza, porque las mujeres no suelen ser víctimas de la pobreza cuando disponen de trabajos apropiados y adecuadamente remunerados que puedan conciliar con sus obligaciones familiares.
Rovana Plumb (PSE), por escrito. – (RO) La Constitución de la Organización Internacional del Trabajo estipula lo siguiente: «La pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos» Por este motivo hago hincapié en la importancia de la enmienda relativa a la prevención y lucha contra la pobreza mediante el desarrollo de políticas multidimensionales en las esferas nacional, regional y local, con lo que se lograría la participación activa de los ciudadanos en la sociedad y en el mercado laboral.
Las reformas en el ámbito de la protección social y las políticas de inclusión activa han contribuido decisivamente a acelerar el crecimiento económico y a la creación de más puestos de trabajo en Europa. En el primer trimestre del año 2008, Rumanía registró una de las mayores tasas de crecimiento económico de Europa, un 8,2 % (mientras que la media europea fue del 2,5 % según Eurostat), y sin embargo las personas con bajos niveles educativos y sin cualificaciones, especialmente en las regiones rurales, los niños, jóvenes, discapacitados y romaníes corrían un riesgo importante de caer en la pobreza.
Felicito a la ponente por su trabajo y considero necesario que las políticas desarrolladas por los Estados miembros para dar seguimiento a las recomendaciones europeas se dirijan a una positiva reconciliación entre la competitividad económica y el bienestar social de los ciudadanos.