11. Mercado interior de la electricidad - Condiciones de acceso a la red de intercambios transfronterizos de electricidad - Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía - Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía (debate)
Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate conjunto de:
– el informe (A6-0191/2008) de Eluned Morgan, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2003/54/CE sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad (COM(2007)0528 – C6-0316/2007 – 2007/0195(COD));
– el informe (A6-0228/2008) de Alejo Vidal-Quadras, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se modifica el Reglamento (CE) n° 1228/2003 relativo a las condiciones de acceso a la red para el comercio transfronterizo de electricidad (COM(2007)0531 – C6-0320/2007 – 2007/0198(COD));
– el informe (A6-0226/2008) de Giles Chichester, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se crea la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (COM(2007)0530 – C6-0318/2007 – 2007/0197(COD)); y
– el informe (A6-0202/2008) de Mia De Vits, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, sobre una Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía (2008/2006(INI)).
Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. − (SL) Las cuestiones de energía han ocupado un lugar destacado en el programa de la Presidencia eslovena del Consejo. No cabe duda de que la fiabilidad del suministro, el funcionamiento de los mercados de la energía y la gestión sostenible del medio ambiente son cuestiones que revisten una importancia estratégica para la Unión Europea y sus ciudadanos.
Cada vez resulta más evidente que la energía es un ámbito en que se precisan nuevos conocimientos y nuevos servicios si deseamos que la economía europea continúe siendo competitiva en el mundo. Hace más de un año, los representantes de los Gobiernos y los Estados miembros se comprometieron a cumplir unos objetivos sostenibles y a reforzar la eficacia de los mercados de la energía. De igual modo, el Parlamento Europeo apoyó los objetivos que se fijaron entonces y presentó unas propuestas que el Consejo estudió con sumo interés.
El tercer paquete sobre los mercados del gas natural y la electricidad era un informe legislativo muy importante para la Presidencia eslovena. El objetivo principal, el objetivo principal de ese paquete, es la continuación del proceso de liberalización de los mercados de la energía y la potenciación de su eficacia y su transparencia. En consonancia con la propuesta de la Comisión, al estudiar el informe, el Consejo consideró las cinco propuestas legislativas como un paquete completo y, por lo tanto, en todos los casos en que resultaba lógico hacerlo, optó por las mismas soluciones en lo concerniente a los documentos relativos a los mercados de la electricidad y el gas natural.
En la reunión del Consejo de Energía del 6 de junio, la Presidencia eslovena logró un amplio apoyo en relación con los aspectos fundamentales de las cinco propuestas legislativas. El aspecto más importante de ese amplio consenso es, claro está, la tercera opción de la organización de las empresas energéticas. En este sentido, se aprobaron, al mismo tiempo, las dos propuestas originales de la Comisión. En esas propuestas se presentan la separación efectiva de la propiedad y el gestor de red independiente, mientras que los Estados miembros también acordaron una tercera opción, que permite el establecimiento de un gestor independiente de la red de transporte.
Permítanme resumir brevemente los aspectos más importantes, y tal vez más delicados, de ese acuerdo, que ustedes también abordarán en esta distinguida Cámara. Los países en los que, al entrar en vigor la nueva directiva, la red de transporte corresponda a una empresa integrada verticalmente podrán elegir la opción del gestor independiente de la red de transporte. Se trata de una opción aplicable tanto al sector del gas natural como al de la electricidad. Esa opción permite que las empresas mantengan la propiedad de la red de transporte a condición de que la gestione un gestor independiente.
En cuanto a la organización del sistema de transporte y el gestor de sistemas, en el contexto de una empresa integrada verticalmente, se han establecido una serie de requisitos que determinan la independencia del gestor de sistemas, una explotación equilibrada e imparcial, la seguridad de llevar a cabo las inversiones necesarias y la protección de los intereses de la propia empresa integrada verticalmente.
De ese modo se garantizará lo siguiente:
1. la independencia del gestor, de los directores y de las autoridades de vigilancia,
2. la ausencia de conflictos de intereses,
3. un acceso justo y no discriminatorio a la red,
4. una estimulación considerable de las inversiones, incluso en el ámbito de las conexiones internacionales y
5. un acceso independiente a los medios y a los recursos destinados a la actividad de los gestores de redes de transporte; algo que, a la larga, garantizará a las autoridades reguladoras nacionales más competencias en relación con los gestores de redes de transporte independientes.
Otro aspecto importante del acuerdo alcanzado en el Consejo es el relativo a las inversiones en la Unión Europea por parte de terceros países. El Consejo cree que en el texto debe garantizarse un planteamiento que no sea proteccionista con respecto a los terceros países que controlen las redes. Al mismo tiempo, ha de garantizarse que las empresas de terceros países cumplan las mismas normas que las empresas de la Unión Europea. En este sentido, tenemos que tener en cuenta los intereses de los terceros países y de sus empresas y tratar de lograr unas relaciones de cooperación favorables con las empresas energéticas de los Estados miembros. Por otro lado, también tendremos que analizar una serie de inversiones en energía que ya han llevado a cabo ambas partes.
Otro aspecto muy importante es el de las inversiones y la planificación del desarrollo de redes, especialmente la elaboración del plan decenal de desarrollo de redes de la Unión Europea. Se garantiza un planteamiento coherente y eficaz a todos los niveles, especialmente en lo que se refiere a los gestores de redes de transporte, en el marco de un proceso de consulta abierto y transparente, que también engloba a los principales operadores y a la Agencia.
En lo que concierne a ésta, a la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, la Presidencia opina que hemos conseguido crear una agencia realmente independiente que goza de una gestión eficaz. Su función se centra en el ámbito de la cooperación internacional y regional, y se ocupará, en particular, de la cuestión de las conexiones transfronterizas.
Otros aspectos importantes del acuerdo son los relativos a la propiedad pública, el tratamiento de los casos transfronterizos, la intensificación de la cooperación regional, el funcionamiento del mercado, la protección de los consumidores y las directrices que las comisiones de la Comisión habrán de adoptar mediante procedimientos de comitología.
Espero haberles brindado con este resumen una perspectiva general de los principales aspectos del consenso alcanzado en el Consejo. Estoy convencido de que el texto de compromiso también es un buen punto de partida para el próximo trío presidencial y para la cooperación con esta distinguida Cámara.
Andris Piebalgs, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, en primer lugar, quisiera felicitar a todos los ponentes, la señora Morgan, el señor Chichester, el señor Vidal-Quadras y la señora De Vits, por sus magníficos informes, así como también a los ponentes alternativos y a todos los miembros de las comisiones que han participado. Los plazos han sido muy ajustados, y el paquete es complicado y supone todo un reto. Agradezco mucho el trabajo realizado estos meses y el altísimo grado de participación de los diputados al Parlamento Europeo.
Permítanme volver a señalar los principales retos a los que nos enfrentamos. Sé que son de especial interés para esta Cámara.
Con este ambicioso paquete, la Comisión tiene un objetivo en mente: los intereses de los ciudadanos de la Unión Europea.
Lógicamente, la apertura del mercado no puede de por sí detener la escalada de los precios del petróleo. No obstante, cuando los precios se disparan es precisamente el momento en que debemos garantizar una competencia realmente efectiva en nuestros mercados de la energía a fin de que esos precios afecten lo menos posible a nuestros ciudadanos. De hecho, algunos ciudadanos europeos ya disfrutan de una oferta más amplia y de una mayor competencia, que mantiene los precios al nivel más bajo posible, así como de unos niveles de servicio y de seguridad cada vez más elevados.
Sin embargo, a la mayoría de los ciudadanos europeos aún les queda mucho para que el proceso de desarrollo de unos mercados realmente competitivos toque a su fin y no están en condiciones de hacer una verdadera elección con respecto a su suministrador.
No es sólo cuestión de mejorar los precios y ampliar la oferta. Si se desea garantizar la seguridad del suministro, será necesario invertir fuertemente en nuevas redes en los próximos veinte años. Si permitimos que continúe el statu quo, esas inversiones no serán suficientes.
Por otro lado, uno de los aspectos fundamentales de la lucha de la UE contra el cambio climático es contar con un mercado interior operativo. Sin unos mercados de la electricidad y el gas competitivos, ningún régimen de comercio de derechos de emisión podrá funcionar adecuadamente, y se truncarán nuestros objetivos en materia de energía renovable.
Todos coincidimos en que las reformas legislativas son necesarias para subsanar las numerosas deficiencias del marco legislativo y reglamentario actual. De hecho, en el informe del señor Vidal-Quadras del 10 de julio de 2007, el Parlamento Europeo se muestra decidido a lograr semejante política ambiciosa en materia de energía.
Permítanme abordar algunas cuestiones del informe en mayor detalle. Evidentemente, los informes son muy enjundiosos, de modo que sólo me centraré en algunos aspectos.
La Comisión puede apoyar muchas de las enmiendas propuestas. La mayoría de las enmiendas relativas al refuerzo de los derechos de los consumidores que figuran en el informe de la señora Morgan son bien recibidas y están en consonancia con la intención del informe de la señora De Vits. También se acepta el énfasis en una mayor cooperación regional de los gestores de redes. De igual modo, hay una serie de enmiendas que resultan útiles, pues aclaran o complementan la propuesta de la Comisión, concretamente las relativas a la función del gestor de redes, las competencias de las autoridades reguladoras nacionales y la creación de un mercado interior de la energía que funcione eficazmente y sea seguro.
En lo que concierne a otra serie de cuestiones, la Comisión también apoya el objetivo general de la comisión, aunque podría tener ciertas reservas sobre la redacción exacta de las propuestas.
Quisiera insistir en que la protección de los clientes vulnerables y la lucha contra la pobreza energética son imprescindibles para llevar a cabo la apertura del mercado, y no hay duda de que deberían reforzarse. La Comisión estudiará detenidamente la redacción a fin de que se respete el principio de subsidiariedad. La regulación de los precios tampoco ha de impedir la emisión de las señales de inversión adecuadas ni el acceso al mercado.
Por otro lado, en lo que respecta al informe de la señora De Vits sobre la Carta de los consumidores, el informe en cuestión y la mayoría de las enmiendas presentadas me parecen muy oportunos. Gran parte de esas ideas también figuran en el informe de la señora Morgan, y la Comisión puede aceptar muchas de ellas, especialmente las relativas a la necesidad de que se facilite rápidamente más información a los consumidores. Como bien saben, la Comisión propondrá en breve a los Estados miembros una lista de comprobación de los consumidores de energía, que tiene por objeto ayudar a recopilar información relativa a los mercados de la energía y a facilitársela a los consumidores.
Estoy de acuerdo en que los posibles nuevos derechos de los consumidores han de incluirse en el proceso legislativo en curso y en que el propósito de la Carta es informar mejor sobre los derechos de los consumidores de energía y hacer que los consumidores estén más familiarizados con ellos.
Será difícil tratar de armonizar todas las obligaciones de servicio público a escala de la UE. No obstante, la Comisión controlará la correcta aplicación de las directivas, sobre todo a fin de garantizar la distinción de los consumidores vulnerables a escala nacional y un acceso transparente y eficaz a las iniciativas de apoyo nacionales.
Además, el Foro Ciudadano de la Energía será el impulsor de la creación de unos mercados minoristas competitivos en la UE y, al mismo tiempo, garantizará la protección de los consumidores vulnerables. Después de la Conferencia sobre los derechos de los consumidores de energía del 6 de mayo, la Comisión inició un proceso de consulta con todas las partes interesadas.
En lo que se refiere a la eficiencia energética y al fomento de las energías renovables, la Comisión comparte plenamente las preocupaciones de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, pero no creemos que sea oportuno debatirlas en el marco de la Directiva sobre el mercado interior. En nuestra opinión, los objetivos de la comisión pueden tratar de alcanzarse en el contexto de la nueva Directiva sobre las energías renovables, que se está debatiendo en este momento.
En lo que concierne a la lucha contra la concentración del mercado, si bien coincidimos con la comisión en que se trata de algo esencial, creemos que en la propuesta de la Comisión ya se otorgan a las autoridades reguladoras los derechos y las competencias necesarias para que tomen medidas a fin de garantizar el correcto funcionamiento del mercado.
Sin embargo, no estamos totalmente de acuerdo con las conclusiones a las que ha llegado la comisión en relación con dos cuestiones importantes: el uso de la comitología y algunos aspectos de la función de la Agencia.
En cuanto al uso de la comitología, la supresión general de ese procedimiento haría que el proceso de desarrollo rápido y eficaz de unos códigos comerciales nuevos y muy detallados resultase ineficaz. Esos códigos serán imprescindibles para avanzar hacia unos mercados energéticos realmente integrados, no en unas décadas, sino en unos años. Lo más importante es poder hacer que los códigos técnicos adoptados bajo la supervisión de la Agencia sean de obligado cumplimiento para todos los gestores de redes. Por consiguiente, la Comisión necesita poder adoptarlos rápida y eficazmente mediante el procedimiento de comitología. De lo contrario, no podrán ser preceptivos en un plazo razonable.
En términos más generales y de acuerdo con la posición planteada en los informes del señor Chichester y el señor Vidal-Quadras, se precisan unas directrices, precisamente para poder contar con una Agencia fuerte. Sin unas directrices en las que se enmarquen sus competencias, la Agencia sencillamente no podrá adoptar decisiones individuales de carácter preceptivo sobre los operadores del mercado.
No obstante, con el propósito de atender a las preocupaciones de la comisión, la Comisión podría aceptar la supresión de algunos procedimientos de comitología que, a nuestro parecer, fueran menos esenciales, siempre y cuando se respetaran los aspectos esenciales.
En lo que respecta a la Agencia, la Comisión desea establecer una Agencia con unas competencias amplias. La Comisión puede aceptar las enmiendas en que se asignan funciones generales a la Agencia y garantiza asimismo una consulta más abierta y transparente con las partes interesadas. Sin embargo, no se puede ir más allá de lo dispuesto en el Tratado CE.
Algunas de las enmiendas presentadas por la comisión en relación con las competencias para la toma de decisiones de la Agencia son incompatibles con el principio sentado por la sentencia Meroni, que atañe, en particular, al margen de discrecionalidad conferido a la Agencia. Estoy totalmente de acuerdo en que hace falta una Agencia fuerte y eficaz y creo que puede conseguirse aplicando el planteamiento propuesto por la Comisión, que consiste en que la Agencia elabore una serie de códigos que implican una discrecionalidad verdaderamente sustancial y, a continuación, éstos sean adoptados mediante la comitología.
No quiero terminar sin mencionar la cuestión de la separación efectiva entre la explotación de la red y la producción y el suministro. Las normas actuales permiten que un gran número de gestores de redes discriminen a los nuevos competidores, y eso ahoga en gran medida las inversiones en la red y la implantación de nuevas capacidades.
Por consiguiente, nuestro objetivo es dar con un planteamiento que ponga fin de una vez por todas al conflicto de intereses intrínseco de los gestores de redes verticalmente integrados y ofrecerles, al mismo tiempo, unos incentivos adecuados a fin de que inviertan en la red y la gestionen de un modo que no resulte discriminatorio.
Durante la celebración del Consejo de Energía del 6 de junio, el Consejo logró un amplio consenso en relación con todos los aspectos fundamentales del paquete. El objetivo es que el resultado de la votación nos permita adoptar el paquete en segunda lectura a finales de este año. Si el proceso se retrasara, se correría el riesgo de que el paquete no pudiera adoptarse antes de las elecciones de 2009. Confío en que el Parlamento y la próxima Presidencia francesa harán todo lo posible por alcanzar un acuerdo global en los próximos meses.
Permítanme recalcar que el Consejo de Energía del 6 de junio se reservó formalmente su posición con respecto al paquete, sobre todo para tener en cuenta el resultado de la votación de mañana.
Señorías, su contribución a este proceso ha sido muy importante desde el principio. En lo que concierne a estas propuestas, espero con interés poder seguir cooperando con ustedes en los próximos meses en beneficio de los consumidores.
Eluned Morgan, ponente. − Señor Presidente, si el Parlamento aprueba mañana el informe sobre la electricidad, espero que las empresas energéticas de toda Europa entiendan que queremos que el consumidor vuelva a ser quien mande.
Antes de abordar el aspecto más polémico de esta directiva, quisiera centrarme en algunos de los ámbitos en los que hasta ahora hemos conseguido llegar a un consenso en el Parlamento.
No puede haber nadie en la Unión Europea que no haya reparado en la espectacular escalada de los precios de la energía que se ha producido en los últimos meses. En toda la Unión Europea hay personas que tienen problemas para pagar las facturas de la electricidad, de modo que, en nuestra opinión, la cuestión de la «pobreza energética» debe ocupar un lugar destacado en el programa de la UE. Al fin y al cabo, el régimen de comercio de derechos de emisión y los objetivos en materia de energías renovables son europeos y repercuten en los precios de la energía.
Comisario, nuestra petición de que sean los propios Estados miembros los que definan la pobreza energética y elaboren un plan para resolver ese problema está en consonancia con el principio de subsidiariedad. Por lo tanto, si el Consejo desea llegar a un acuerdo sobre este paquete, debe entender que ésa es una condición primordial del Parlamento.
Los consumidores ya tienen numerosos derechos en el ámbito de la energía, pero no se hacen valer. Por lo tanto, hemos pedido a las autoridades reguladoras nacionales que empleen incentivos y sanciones para garantizar la protección de los consumidores.
Además, hemos hecho constar otros derechos que debería disfrutar el consumidor, como, por ejemplo, unos precios asequibles para las familias con bajos ingresos, una mayor facilidad para cambiar de suministrador, un mayor grado de representación de los consumidores, sobre todo cuando tienen reclamaciones, y una oferta justa para la población rural y la residente en zonas apartadas.
Creemos que los contadores inteligentes deberían implantarse en un plazo de diez años a fin de impulsar la eficiencia energética, y las empresas han de ser resolutivas en cuanto a la forma de cobrar la energía y dejar de recompensar a los mayores consumidores, como sucede ahora. Las energías renovables han de tener un acceso prioritario a la red a fin de que podamos alcanzar el objetivo del 20 %.
Tenemos que entender que, al hablar de redes de transporte, hablamos de monopolios, de modo que se impone claramente la necesidad de una reglamentación sumamente estricta.
Nos gustaría que la cooperación entre las autoridades reguladoras nacionales y las autoridades responsables de la competencia fuera mucho mayor. De ese modo, tal vez podríamos llegar a evitar que prácticamente en la mitad de los países de la UE sea una sola empresa la que controle el 70 % del mercado.
A continuación, me centraré en la parte más polémica del informe, la cuestión de la separación. Lo que está claro es que el sistema actual no ha funcionado. Se sospecha que no todo el mundo está jugando limpio. Hay quienes están priorizando el acceso de sus propias empresas y poniendo obstáculos que podrían ahogar la competencia. Por consiguiente, como ponente, opino que la separación total del suministro energético y los gestores de red de transporte o la separación efectiva de la propiedad —tal como propuso la Comisión en un principio— ha de ser la única opción para las empresas eléctricas.
Es la única manera de poner fin al conflicto de intereses. Pueden construir cuantas «murallas chinas» deseen, pero las empresas no tendrán ningún incentivo para promover la competencia en el mercado si también cuentan con sus propios gestores de red de transporte.
La igualdad de condiciones es un factor necesario. Necesitamos una mayor facilidad de acceso para las energías renovables y las PYME, pero, ante todo, necesitamos un marco reglamentario sólido para el billón que hace falta invertir en el mercado de la UE. Si eludimos este asunto ahora, no estaremos enviando un mensaje claro a los inversores, y las luces podrían apagarse en Europa. Este problema no va a desaparecer, y si se apagan las luces, puede que los Gobiernos caigan.
De modo que, ¿quién se resiste a esto? Alemania, Francia, Austria, Luxemburgo, Grecia y Bulgaria. Esos países creen que bastará con reforzar las barreras. Se sospecha asimismo que hay una tendencia a proteger a las empresas nacionales que están dispuestas a invertir en otros mercados, pero que se resisten a permitir que otras empresas accedan a los suyos. No obstante, no deberíamos alabar en exceso el modelo; lo más probable es que los precios no bajen con ningún modelo.
Sabemos que el Consejo ha llegado a un acuerdo informal en relación con este asunto. Ha propuesto que se refuercen las barreras. Sin embargo, muchos de nosotros opinamos que eso no será suficiente para los consumidores europeos y hemos propuesto que nos ciñamos a una posición firme.
Quisiera dar las gracias a los ponentes alternativos, en particular, y a todas las personas que han participado en este paquete por su cooperación en este informe tan complejo.
Alejo Vidal-Quadras, Ponente. – (ES) Señor Presidente, la energía sigue siendo, por muchas razones, uno de los talones de Aquiles de la Unión, principalmente por la resistencia de ciertas elites gobernantes o empresariales a reconocer que la consecución de una política energética común pasa obligatoriamente por un mercado interior integrado, abierto a la competencia, donde los consumidores puedan elegir libremente su suministrador y donde la energía fluya desde Estocolmo hasta Atenas y de Lisboa a Viena sin obstáculos mayores. Para alcanzar este objetivo, todavía lejano, nos queda mucho camino por recorrer y muchas barreras por eliminar.
En el informe sobre el Reglamento del que soy ponente, que se ha aprobado en comisión prácticamente por unanimidad, hemos puesto de relieve la importancia de aumentar las interconexiones entre Estados miembros, la necesidad de armonizar las normas técnicas a nivel europeo, la conveniencia de otorgar mayor poder a la agencia de reguladores, de asignar mejor las responsabilidades de los operadores de sistema, para que se encarguen de redactar los códigos de red y de consultar a las partes interesadas, durante la elaboración de los códigos, dándoles también la posibilidad de proponer códigos por sí mismos, siempre que no contradigan las directrices marco.
Estas propuestas derivan del deseo, que expresó ya el Parlamento, de contar con un organismo europeo de coordinación para reguladores nacionales, con capacidad de decidir sobre temas de ámbito europeo, evitando solapamientos con las decisiones tomadas a nivel nacional, así como de poner en marcha una red europea de operadores de sistema que desarrollen las normas técnicas necesarias para asegurar la fluidez del mercado europeo. En este sentido, mi informe es plenamente consistente con los informes Chichester y Paparizov.
Para alcanzar un mercado interior de la electricidad debemos conseguir normas y reglamentaciones armonizadas, asegurar que todos los actores jueguen con las mismas reglas, fomentar las interconexiones y disponer de reguladores independientes y con poderes suficientes para asegurar las inversiones.
El informe de mi buena amiga, la señora Morgan, contiene en gran medida las respuestas adecuadas para afrontar estos problemas. El tema de la separación de propiedad ha dado pie a muchos debates, por momentos bastante intensos, entre nosotros. Sin embargo, seguimos siendo amigos, lo cual demuestra que Europa tiene futuro.
Yo entiendo que estamos hablando de un tema en el que el interés nacional juega un papel principal, en el que se contraponen diferentes modelos de mercado, en el que hay situaciones consolidadas que hemos de tener en cuenta. Pero son precisamente estas asimetrías las que impiden en gran parte que progresemos y no creo que elaborar una lista variada —a la carta— de modelos sea la solución.
La separación de propiedad no es una panacea, pero es una condición necesaria —aunque seguramente no suficiente— para alcanzar un mercado único integrado.
Algunas de las ideas de la señora Morgan son más discutibles, como las tarifas sociales para afrontar el problema de la pobreza energética, porque haciendo esto correríamos el riesgo de interferir con los mercados.
El Consejo alcanzó un acuerdo general sobre el paquete hace más de una semana. Nosotros finalizaremos nuestra primera lectura antes del verano. Pero, para terminar, quisiera transmitir al representante del Consejo, nuestro querido y respetado amigo, señor Lenarčič, la voluntad del Parlamento de negociar un acuerdo en segunda lectura satisfactorio para la Unión Europea en su conjunto.
Se acaba la legislatura y los planteamientos de «lo tomas» o «lo dejas» serían equivocados, porque este Parlamento, señor Presidente del Consejo, reacciona muy mal cuando no se le respeta o se siente excesivamente presionado.
No es el momento para dividirnos en blandos y duros o para actuar bajo el prisma exclusivo del interés nacional. Es el momento de planteamientos sensatos, equilibrados y, en el mejor sentido de la palabra, europeos.
Giles Chichester, ponente. − Señor Presidente, en primer lugar, quisiera agradecer la gran contribución de mi antecesor inmediato y, por así decirlo, coponente, el señor Brunetta, quien tuvo que abandonar el Parlamento para ocupar otro puesto en su país. Quisiera dar las gracias a los ponentes alternativos por su planteamiento cooperativo y constructivo, que nos ha permitido lograr un amplio consenso.
Es un reto interesante el de encontrar un término medio entre dejar que las autoridades reguladoras nacionales desempeñen su función por sí solas y crear un regulador de la UE. La función del regulador es de crucial importancia para el correcto funcionamiento de los mercados. Esa agencia complementaría a escala europea las tareas reguladoras desempeñadas por las autoridades reguladoras nacionales y lo haría proporcionándoles un marco de cooperación, mediante la supervisión reglamentaria de la cooperación entre los gestores de redes de transporte, facultando a la Agencia para adoptar decisiones individuales y asignándole una función consultiva general. La Agencia desempeñará un papel consultivo con respecto a la Comisión en relación con las cuestiones de regulación del mercado, y esa es una función importante.
Durante el debate sobre el presente Reglamento, nos hemos convencido más de la necesidad de ir más allá de las propuestas de la Comisión sobre la Agencia y crear una agencia con mayor independencia y mayores competencias decisorias. Si la Agencia ha de contribuir de forma eficaz al desarrollo de un mercado de la energía competitivo e integrado para la Unión Europea, la Agencia necesitará competencias más amplias y ser independiente de la Comisión para gestionar situaciones transfronterizas y hacer más eficaz la cooperación entre los GRT y las ANR (las autoridades nacionales de reglamentación).
Por lo tanto, hemos propuesto nuevas competencias para la Agencia en materia de toma de decisiones, en particular, sobre la elaboración de los códigos técnicos que acaban de mencionar mis colegas, y de planes de inversión de los GRT, así como una mayor independencia reguladora y financiera. Sin embargo, unas mayores competencias y una mayor independencia deben implicar una mayor rendición de cuentas no sólo al Parlamento sino también a las partes interesadas. Por lo tanto, hemos propuesto reforzar la obligación de la Agencia de efectuar consultas y aumentar su transparencia y su rendición de cuentas ante el Parlamento.
Cabe destacar que hemos tratado de garantizar la coherencia y la cohesión entre el informe y el Reglamento y el resto del paquete. Estamos al tanto de las cuestiones planteadas por la sentencia Meroni; así y todo, creemos que nuestras propuestas son adecuadas.
Los cambios propuestos a la estructura están destinados a garantizar un equilibrio más efectivo entre las necesidades de independencia reguladora y el control político apropiado. Uno de los principios esenciales para mí y para nosotros es el de que la independencia de la Agencia es fundamental no solo para garantizar su eficacia, sino también su credibilidad. Por consiguiente, proponemos el reforzamiento del papel del consejo de reguladores, un límite temporal para garantizar que las decisiones se tomen de forma rápida y un aumento de la independencia financiera de la Agencia.
El futuro del mercado europeo de la energía y su desarrollo tras la aplicación del tercer paquete energético requerirá que la Agencia de Cooperación de los Reguladores Energéticos desarrolle una función importante. Por consiguiente, es necesario fortalecer sus competencias y su independencia más allá del nivel propuesto por la Comisión.
Mia De Vits, ponente. – (NL) Señor Presidente, señoras y señores, creo que el informe de la señora Morgan y mi informe sobre una Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía han de estudiarse juntos. En la actualidad, la separación estructural del sector de la energía es más necesaria que nunca, pero no puede ser un fin en sí misma. La cuestión es si redundará en beneficio de los consumidores. No está claro. En este sentido, me doy cuenta de que en mi país, Bélgica, las facturas de los consumidores de energía subirán una media de 300 euros en 2008 con respecto a 2007. Soy consciente de que los precios del petróleo tienen mucho que ver, pero no son los únicos responsables.
Las cifras del Comisario Kuneva ponen de manifiesto, por ejemplo, que entre el 20 % y el 32 % de los ciudadanos británicos que han cambiado de suministrador desde la apertura del mercado están peor ahora que antes. Por eso, es fundamental que los consumidores sepan cuáles son sus derechos con respecto al sector de la energía; algo que no sucede ahora, desde luego. No hay ningún tipo de información comprensible sobre esos derechos, de ahí la necesidad de un documento firme, claro y comprensible en el que se enumeren los derechos vigentes: una Carta.
La señora Morgan ya se ha referido a lo que debe figurar en ella. Me gustaría añadir un par de aspectos más. Por supuesto que los consumidores han de poder cambiar de suministrador; gratuitamente y en el plazo de un mes, naturalmente. Sin embargo, eso quiere decir que han de poder comparar las ofertas, y, por eso, es importante que se normalicen los contratos y las facturas. Si desean hacer comparaciones, los consumidores necesitarán información sobre su consumo actual de energía y tendrán que recibir información al respecto al menos cuatro veces al año. Como bien ha señalado la señora Morgan —y yo comparto esas ideas, que también figuran en mi informe—, el «contador inteligente», la lucha contra la pobreza energética y los planes nacionales de acción en materia de energía que han de elaborarse a tal efecto constituyen un gran paso adelante.
En cuanto a las tarifas sociales, quisiera decirle al señor Vidal-Quadras que, a nuestro parecer, su aplicación ha de ser posible, han de constituir un instrumento eficaz para los Estados miembros. Eso es lo único que tenemos que decir acerca de las tarifas sociales, señor Vidal-Quadras. Por consiguiente, no creo que sea imposible que las apoyemos.
Por otro lado, parece importante que haya puntos de contacto físicos en los que se pueda obtener información. Al fin y al cabo, aunque parezca mentira, la brecha digital continúa existiendo hoy en día.
Quisiera terminar con un aspecto que bien podría ser el más importante. A nuestro modo de ver, si los consumidores desean saber cuáles son sus derechos y, por tanto, estar bien informados, al firmar los contratos, se les tiene que enviar una copia de una Carta en la que figuren clara y comprensiblemente sus derechos vigentes. Eso es, ni más ni menos, lo que pide nuestro Grupo, que se recopilen los derechos vigentes y les sean transmitidos a los consumidores en un documento legible. Por lo tanto, no puedo entender la postura de la Comisión, el Comisario Piebalgs y los demás Grupos. Hace unos meses, la Comisión anunció una Carta; ahora, unos meses más tarde, todo lo que hemos conseguido es una sencilla lista de comprobación informativa. Creemos que es necesario seguir avanzando. Por eso, insto a los demás Grupos a que apoyen la enmienda presentada por el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo. No se trata de volver a inventar la rueda; simplemente estamos pidiendo que se informe a los consumidores de sus derechos vigentes enviándoles una copia al firmar un contrato. Si el problema más grave en la actualidad —como bien ha señalado la Comisión Europea— es la claridad de la información o más bien la falta de ella, creo que nuestra propuesta brinda una solución.
Ján Hudacký, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. − (SK) La situación de la energía en Europa y en todo el mundo nos obliga a buscar nuevas soluciones eficaces para un suministro seguro en los Estados miembros a precios razonables, sujetas a una mayor liberalización de los mercados energéticos, una mayor transparencia del mercado y la no discriminación.
Aplaudo los esfuerzos de la Comisión Europea para realizar progresos, crear un espacio de normas y relaciones nítidamente definidas entre las partes relevantes dentro de los mercados energéticos. Por una parte, esto debería conducir a la creación de un mejor entorno competitivo, y por otra, debería crear un mecanismo de regulación eficaz, capaz de prevenir situaciones de crisis.
No obstante, las intenciones y la realidad son dos cosas muy distintas. Aunque ha sido objeto de numerosos debates y propuestas de compromiso, el paquete energético continúa suscitando multitud de interrogantes e incertidumbres. Todos sabemos de sobra que el mayor obstáculo es la propuesta de la Comisión relativa a la separación de la propiedad de la producción respecto del transporte dentro del marco de las empresas integradas verticalmente.
¿Es éste realmente el modelo más eficaz para garantizar mayor competencia, menor discriminación, precios más bajos y mayor inversión? Los cuantiosos análisis que parecen confirmar estos beneficios se ven contrarrestados por una serie de argumentos contrarios, que arrojan dudas objetivas acerca de tales beneficios.
Mi opinión es bastante sencilla, pero está respaldada por debates tanto con los partidarios como con los opositores a la separación de la propiedad. Los Estados miembros que tengan implantados otros modelos ciertamente tienen que tener la oportunidad de poder elegir. Ocho de ellos han planteado la denominada tercera opción, que yo he sugerido como ponente de opinión de la Comisión ECON, como una alternativa al modelo de separación de la propiedad.
De hecho, la citada comisión ya ha aprobado esta propuesta. Antes de llegar a las conclusiones definitivas, deberíamos verificar si cada uno de los modelos propuestos es operativo, si proporciona un suministro continuo de energía, si es transparente y no discriminatorio, y si su transparencia y su carácter no discriminatorio puede lograrse o no por medio de una reglamentación más eficaz.
Además, tenemos que establecer claramente si la solución propuesta representa o no una infracción del derecho a la propiedad privada. En este contexto, pienso que la enmienda de compromiso 166, presentada por 40 diputados, que permite la aplicación de la denominada tercera vía, representa una solución óptima en las circunstancias concretas y respeta las demandas de un número significativo de Estados miembros.
Mariela Velichkova Baeva, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. − (BG) La propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y el Consejo por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 1228/2003 relativo a las condiciones de acceso a la red para el comercio transfronterizo de electricidad tiene como objeto la creación del mercado energético comunitario. La opinión de la Comisión de Asuntos Económicos hace hincapié en la mejora del entorno competitivo, superando las barreras existentes para los nuevos operadores del mercado a la hora de acceder a la red y fomentar la inversión, que es esencial para las economías nacionales y los consumidores individuales. La cooperación e interacción regional entre los operadores de la red contribuyen a canalizar los recursos hacia la interconexión y la diversificación de los suministros. Para mi país, Bulgaria, al ser frontera de la Unión Europea, esto constituye una oportunidad de integrarse activamente en la red eléctrica europea. El sector energético se guía por la demanda, por la oferta y el impacto medioambiental. Cualquier decisión deberá tener en cuenta la inercia adquirida en el sector energético, así como su importancia estratégica para el desarrollo de las economías modernas.
Alain Lipietz, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios acudió a Paris para examinar todas estas Directivas. Además nos reunimos con los sindicatos y los gestores de redes de transporte de electricidad.
Todo el mundo ha abogado por una agencia más sólida que la propuesta por la Comisión. Conocemos la jurisdicción del Tribunal de Justicia y somos plenamente conscientes del hecho de que la Comisión proponía no modificar el Tratado a fin de evitar crear problemas.
Es por eso que la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios recomienda en su opinión reforzar todo lo relacionado con el control, las recomendaciones y el poder de suspensión, si bien alerta contra conceder a la agencia el poder de crear políticas administrativa que incluso llegue hasta la imposición de multas.
Únicamente la Comisión tiene este poder de dictar la política administrativa. Creo que a este respecto, podemos asumir los Tratados en su estado actual, así como las necesidades de reglamentación del mercado.
András Gyürk, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (HU) Muchas gracias por la oportunidad de hablar, señor Presidente. Señor Comisario, Señorías, el descontento entre los consumidores de energía ha aumentado notablemente en los últimos años a consecuencia del alza de los precios y de la falta de transparencia reguladora. Es precisamente por esta razón por lo que es tan importante que el Parlamento Europeo conceda en breve su bendición a un paquete legislativo que contribuirá a garantizar que el mercado eléctrico funcione con mayor eficacia. Estoy convencido de que el marcado incremento de los precios y el creciente desamparo de los consumidores se han debido en gran medida al funcionamiento inadecuado del mercado. En muchos Estados miembros sigue dándose el caso de que son los consumidores los que persiguen a los proveedores, y no al contrario.
En Hungría, por ejemplo, la liberalización del mercado actualmente se traduce en unos precios más altos y un deterioro de los niveles de servicio, merced a la forma caótica con que se está realizando la liberalización del mercado por culpa de los errores del Gobierno. La aprobación del paquete de informes que estamos debatiendo hoy podría poner fin a esta situación. La nueva legislación puede permitir, al menos, que exista una auténtica competencia en el mercado energético, y los proveedores podrán encontrarse por fin en la situación de tener realmente que competir por los consumidores.
Además, el paquete energético crea asimismo unas condiciones mejores para el tipo de inversión que resulta absolutamente vital para el futuro del suministro energético de Europa. Proporcionará un estímulo a la eficacia energética y pienso que también facilitará la difusión de las energías renovables. Otra característica positiva de las propuestas es que refuerzan las disposiciones sobre protección del consumidor, cuyo cumplimiento a menudo brilla por su ausencia en la actualidad. Una de las razones por las que esto resulta especialmente importante ahora es porque los galopantes precios energéticos constituyen una causa notable de pobreza. En mi opinión, los esfuerzos en el ámbito de la política energética siempre deben evaluarse a la luz de la satisfacción de los clientes. Estamos dando un paso importante hacia una reglamentación más eficaz. El paquete de propuestas va a fomentar la competencia, al tiempo que vendrá a mejorar la seguridad de suministro. Esperamos que la aprobación de este paquete garantice que, en el futuro, los consumidores de energía en Europa no se enfrenten a precios excesivos a consecuencia de deficiencias reguladoras. Muchas gracias, señor Presidente.
Gabriela Creţu, ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. − (RO) Señorías, el proyecto inicial de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía ofrecía dos posibilidades al Parlamento: rechazar una institución inútil o crear una más eficaz.
Ha optado por la segunda solución, no a despecho de la cláusula Meroni, sino dentro de los límites de las disposiciones del Tratado. Las enmiendas aprobadas en las comisiones, por lo general convergentes, han alterado notablemente las prerrogativas iniciales. Consecuentemente, en este momento, esperamos que, a través de su actividad, la Agencia refuerce el papel de los reguladores nacionales y apoye su funcionamiento, que permita la armonización técnica de las redes europeas, como condición para un mercado interior real, y que haga posible el suministro mutuo de energía entre los Estados miembros, que tenga en cuenta los intereses de los consumidores y que controle atentamente las evoluciones en el mercado energético.
Esperamos que la Agencia sea un instrumento útil de la política energética común. No esperamos ni que la existencia de estas prerrogativas reduzcan las posibilidades de la Comisión Europea en comparación con el Parlamento y a la hora de cumplir la política energética, ni que las decisiones de naturaleza técnica reemplacen a las políticas. Nuestro objetivo final sigue siendo el suministro de energía suficiente a un precio accesible para todo el mundo.
Leopold Józef Rutowicz, ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. − (PL) Señor Presidente, la obtención de beneficios del paquete energético que ha sido aprobado va a depender en gran medida de decisiones políticas. Únicamente los dirigentes de Francia han independizado en gran medida la energía y la economía respecto de las importaciones de gas y de crudo. A los dirigentes de los demás países les ha faltado imaginación.
El enorme e imprevisto alza de los precios del gas y el petróleo nos está obligando a decidir qué alcance damos al desarrollo de la energía atómica y a otras fuentes. ¿Cómo debemos explotar la red para evitar una crisis? Los Reglamentos propuestos sobre el acceso a la red en el intercambio transfronterizo de electricidad y los principios comunes sobre el mercado interior de la energía deberán promover la plena sincronización de las redes de los países de la vieja Europa y los nuevos países. Eso garantizará una mayor seguridad de suministros energéticos y podrá producir una limitación de los precios energéticos mediante el aumento de la competencia.
La Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía que se ha creado deberá garantizar, en colaboración con las entidades que actúan en el mercado, que el mercado funcione adecuadamente. Hay que incrementar el poder de la Agencia para cubrir las necesidades del mercado.
Apoyo el Reglamento que fomenta la competencia y la ampliación de la generación de electricidad.
Gunnar Hökmark, en nombre del Grupo PPE-DE. – Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar a la señora Morgan por su eficaz labor en el informe.
Sólo quiero decir una cosa en respuesta a su intervención de antes: no permitan que los Estados miembros eludan su responsabilidad en cuanto a combatir la penuria energética y garantizar el bienestar de sus ciudadanos; no permitan que ningún Gobierno haga caso omiso de esa responsabilidad.
Dicho esto, quiero resaltar lo que considero es la cuestión más fundamental en este debate, a saber: ¿son suficientemente buenos los mercados energéticos europeos? ¿Están funcionando suficientemente bien? ¿Es suficientemente buena la legislación en lo tocante al bienestar de los consumidores, los precios bajos, la industria y la competitividad, y las oportunidades para sacar el mayor provecho de todas las fuentes energéticas, cuanto menos las renovables?
Pienso que es justo afirmar que la respuesta es «no» si pretendemos responder a los retos del cambio climático, reducir la dependencia energética y conectar entre sí los mercados energéticos europeos.
Es por eso que necesitamos una reforma y por lo que es importante conseguir la existencia de idénticas reglas de juego para los nuevos operadores, garantizando que contemos con una competencia abierta y justa. Es con estos ojos con los que tenemos que contemplar el debate acerca de la separación de la propiedad. Pienso que el Consejo tiene la responsabilidad de conseguir un compromiso entre sus miembros. El Parlamento también tiene la responsabilidad de intentar contribuir a la mejor solución posible y tenemos una responsabilidad común.
Pido tanto a la Presidencia actual como a la entrante que se tomen esta cuestión en serio. Los mercados energéticos de hoy no son suficientemente buenos. Tenemos la responsabilidad conjunta de lograr la solución mejor posible y esa es la razón por la que espero que escuche al Parlamento y nosotros le escucharemos a usted.
Reino Paasilinna, en nombre del Grupo PSE. – (FI) Señor Presidente, quiero dar las gracias a los ponentes y a todos los demás, pero especialmente a la señora Morgan, que ha llevado a buen fin lo que era una tarea ardua. Nosotros estamos proponiendo, entre otras cosas, que los consumidores tengan derecho a indemnización si no se presta un servicio con la calidad acordada. Los consumidores deben tener derecho a cambiar con facilidad de proveedor y a tener acceso a la información sobre el historial energético de un producto: por ejemplo, sus efectos sobre el medio ambiente.
Tanto mi Grupo como la mayoría de la comisión han respaldado a la Comisión en el asunto de la separación de la propiedad. Debe existir un sistema de separación para los productores de energía, independizándoles de los operadores del sistema respecto de los propietarios de las redes de energía. En otras palabras, no tenemos ninguna fe en el modelo «grande». Perdió por escaso margen en la votación.
En algunos países funciona la competencia y para los consumidores resulta fácil elegir. Pero en otros, eso todavía resulta virtualmente imposible. La mayoría de los países han liberalizado sus mercados, pero algunos continúan con su ancestral política proteccionista, al tiempo que copan los mercados de otros.
En muchos países, a las nuevas compañías de energía les resulta imposible en la práctica competir lealmente en el mercado. Queremos hacer algo a este respecto. La situación ha desembocado en una distorsión de la competencia, un escaso nivel de inversiones y unos precios excesivos para los consumidores.
Hasta el 77 % de la energía en la Unión Europea se obtiene a partir de combustibles fósiles. Los actuales hábitos de despilfarro en cuanto al uso de la energía han tocado a su fin, ya que las reservas fósiles son exiguas y cada vez son más escasas, encontrándose bajo control de un número cada vez menor de personas. Únicamente dentro de un mercado viable y próspero resulta posible desarrollar un sistema eficaz de comercio de derechos de emisiones, una industria basada en fuentes de energía carentes de emisiones, y una Unión Europea que sea autosuficiente en materia de energía.
El acuerdo alcanzado el pasado viernes en Luxemburgo podría ser algo que se aproximara a lo que desea ver el Parlamento, aunque con algunos rasgos adicionales. Por ejemplo, es necesario reforzar la protección de los consumidores. Se trata de un deseo del Parlamento. La Comisión todavía conserva demasiados poderes según la propuesta que tenemos delante. El procedimiento de comitología no debe convertirse en un principio básico a la hora de legislar. No se trata de un principio básico.
Necesitamos normas independientes sobre sanciones en conexión con la ejecución de las nuevas Directivas. Los procedimientos de infracción de la Unión son ineficaces, excesivamente lentos y demasiado políticos. Nuestro objetivo consiste en alcanzar la armonía durante la Presidencia francesa, y espero que la próxima Presidencia asuma sus obligaciones de manera satisfactoria, a fin de que el presente asunto quede liquidado antes de finales de año.
Šarūnas Birutis, en nombre del Grupo ALDE. – (LT) Quiero felicitar a la ponente, señora Morgan, y expresar mi agradecimiento a mis compañeros ponentes alternativos por su labor constructiva. Este documento constituye un paso importante en dirección a la creación de un mercado energético unido y competitivo de la UE. Tenemos que dar ese paso, ya que constituye una condición esencial para garantizar la competencia dentro del mercado y los intereses de los consumidores.
A mi juicio, el acuerdo modificado es conforme, en su mayor parte, con los objetivos estratégicos de la política energética de la mayoría de los Estados miembros, esto es, la creación de un mercado interior eficaz e integrado de la UE.
Hay un par de cosas que me gustaría señalar. Primero, dentro del contexto de la Directiva, el asunto de la seguridad energética continúa siendo de gran importancia. Cara a los proyectos energéticos destinados a eliminar las islas energéticas, como Lituania y otros Estados bálticos, así como algunas otras regiones, es de vital importancia la fuerza de voluntad política, junto con la política general de la UE sobre la base de una economía común.
Es esencial que se ponga en práctica la idea de la cooperación entre los operadores de los sistemas de transporte con vistas a desarrollar un mercado energético europeo integrado, y que no siga siendo exclusivamente un tema de discusión. Por tanto, quiero pedir a mis compañeros diputados que apoyen la enmienda 168. Eso nos ayudaría a alcanzar una decisión sobre la cuestión de las conexiones.
Segundo, no existe ninguna duda de que el principio de reciprocidad continúa siendo esencial en las relaciones con los interlocutores de terceros países.
Tercero, la creación de una Agencia Europeo facilitaría enormemente la cooperación entre los reguladores nacionales y la consolidación del mercado interior. Habría que concederle a la Agencia suficientes poderes para la toma de decisiones.
Cuarto, el asunto de la independencia de los reguladores nacionales es de gran importancia. Su designación tiene que ser transparente y abierta y sus actividades tienen que estar exentos de cualquier influencia por parte de políticos o del poder ejecutivo. La autoridad de todas las instituciones reguladoras de los Estados miembros debe estar coordinada.
Paso a paso, se desarrollarían entonces tanto el mercado energético común como la política energética común, que garantizarían la seguridad de suministro junto con el máximo precio aceptable para todos los consumidores. Cuando antes se haga, mejor.
Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, deseo adherirme a mis compañeros diputados para expresar mi agradecimiento por la excelente cooperación entre los ponentes de este paquete y quiero ser la primera en responder a una acusación que ha jugado un papel notable en el debate alemán sobre el paquete energético y, en concreto, sobre la separación de la producción y las redes de transporte.
A los europeos se nos acusa constantemente de querer hacerle la vida imposible a las empresas grandes y prósperas. No he detectado tal actitud negativa en los debates celebrados en las comisiones, en absoluto. A mi juicio, se trata de una lista blanca que debe ser defendida por Bruselas con todas las fuerzas. Queremos precios justos para la energía, sobre todo para la electricidad. Queremos una tarifación transparente, unas condiciones justas de mercado, incluso para las empresas de producción nuevas y más pequeñas. Además queremos mejores condiciones para la descentralización, una importante condición previa para que la organización de las redes de transporte sea capaz de tener debidamente en cuenta las energías renovables y la eficiencia. Lo que además nos importa mucho es poner fin al despilfarro que se está produciendo en todas partes de las estructuras de redes existentes. Si eso no es una lista blanca de objetivos para este paquete energético, entonces no sé cómo se podría mejorar.
Muchos compañeros diputados que no están de acuerdo con la decisión mayoritaria de la Comisión de Industria, Investigación y Energía sostienen que el mercado, si funciona y no se interfiere en él políticamente, es capaz de alcanzar todos estos objetivos por sí solo. Sin embargo, hasta ahora, el denominado mercado energético en Europa ha elevado los precios hasta el nivel más alto posible, y continúan subiendo. En algunos países, no existe absolutamente ninguna transparencia en cuanto a la formación de los precios. Existe una concentración continuada en el mercado energético y los objetivos climáticos, los objetivos medioambientales, se cumplen de manera insuficiente o, en el mejor de los casos, de modo mediocre.
La separación de las redes de producción y transporte constituye un paso importante para acercarnos a los objetivos positivos en esta política energética. A la luz del voto irlandés del pasado fin de semana, resulta poco deseable que un cartel alemán-francés actúe en contra de las sugerencias del Parlamento y contra las sugerencias originales de la Comisión, ya que se trata de un clásico asunto de compensaciones. Los alemanes y los franceses, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, están apoyando actualmente las empresas nacionales.
Lo que queremos que se tengan en cuenta son los intereses de los consumidores y la cuestión de si realmente estamos poniendo a prueba cara al futuro nuestro sector energético o no. La mayoría de los ciudadanos no optarían por una Europa de empresas sino que, en estos momentos, se decantarían por una Europa de protección al consumidor y de equidad. Gracias por su atención.
Romano Maria La Russa, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señor Presidente, Señorías, a pesar de las magníficas propuestas aprobadas por la Comisión de Industria, Investigación y Energía, que ha acogido con gran satisfacción la posición defendida en el informe Morgan —y aprovecho para felicitar a la ponente por el excelente trabajo que ha realizado— lamento tener que decir que últimamente han surgido posiciones que, a mi juicio, tienen el propósito de modificar los estupendos logros de la comisión.
Me refiero a las conclusiones del Consejo, que apenas dejan espacio para un cambio de enfoque concreto a fin de crear un mercado energético competitivo y basado en la competencia. El Consejo está proponiendo el modelo de gestores de redes de transporte independientes, que de hecho es muy parecido a la tercera opción. Esta postura no me parece en absoluto coherente con la labor realizada por la comisión, que ha respaldado, por una mayoría notable, la plena separación de la propiedad y la oposición total al establecimiento de sistemas alternativos, por no hablar del papel marginal de la Agencia. Por tanto, me pregunto cuál es la finalidad de crear una Agencia si se supone que sólo va a desempeñar un papel meramente de asesoramiento.
Si intentáremos superar la actual diversidad de marcos jurídicos, según el Consejo agravaríamos la situación y crearíamos una distorsión aún mayor. Por tanto, espero que el Parlamento emita su voto de manera consciente y se atenga al planteamiento expuesto por la señora Morgan.
PRESIDE: LUISA MORGANTINI Vicepresidenta
Miloslav Ransdorf, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Quiero decir que el Comisario Piebalgs se encuentra en un aprieto y se ha convertido básicamente en víctima de los burócratas, que nos están obligando a emprender una acción de forma precipitada, sin haberla estudiado con detenimiento. También es cierto que los datos de que disponemos no son fiables. Los datos que nos han sido proporcionados proceden de 2003/2004, mientras que los mercados energéticos no se liberalizaron plenamente hasta junio de 2007, y la información práctica relativa a las diferencias entre los antiguos y los nuevos Estados miembros todavía no ha sido evaluada. También conviene decir que la información práctica obtenida de los dos primeros paquetes energéticos no ha sido analizada. Creo que además de esta crítica, que también es válida para la subestimación de los riesgos por lo que respecta a la seguridad energética de los Estados miembros —unos riesgos que son demasiados elevados porque se ha enterrado una auténtica fortuna en el mercado sin ningún mecanismo de seguridad que garantizara que no acabaría en las manos equivocadas—, también es necesario aportar algunas soluciones positivas.
Pienso que la Agencia debe tener las competencias que le permitan evitar apagones de electricidad, y que la Comisión debe tener la facultad para imponer una moratoria para los precios en el caso de que los precios medios interanuales de la energía aumenten más del 30 % en todos los Estados miembros. Si el crecimiento medio en los Estados miembros alcanza el 30 %, el Comisario Piebalgs y sus compañeros deberían poder imponer una moratoria para los precios, tal como muestra en la actualidad la experiencia de algunos ciudadanos de la Unión Europea, a saber, los pescadores y los transportistas por carretera. Creo que esta medida tendría una acogida positiva entre los Estados miembros de la UE y aumentaría el prestigio de nuestra Comunidad.
John Whittaker, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señora Presidenta, estos informes contienen la típica carta a los Reyes Magos de objetivos incompatibles: seguridad del suministro energético, un mercado eficaz de la energía, reducción del CO2, normas armonizadas para todos los países y energía barata para los pensionistas. Bueno, energía barata para algunos significa que el resto tendremos que pagarla.
Quizá pensemos que vamos a hacer amigos obligando a los Gobiernos a suministrar energía subvencionada a quienes padecen la denominada «pobreza energética». ¿Es que no existe ningún ámbito de actividad en el que la UE confíe en que los Gobiernos nacionales hagan lo que consideren mejor para sus ciudadanos? Una cosa que estos informes deberían poner de relieve, pero no lo hacen, es lo absurdo de los objetivos para el carbono y la energía renovable. El precio del crudo es elevado y es probable que lo siga siendo, pero el coste de la energía para los consumidores todavía lo va a ser más al fin de subvencionar las energías renovables.
Paradójicamente, unos precios constantemente elevados del crudo es lo que se necesita para reducir las emisiones de CO2. Servirán para reducir el consumo y estimular el desarrollo de fuentes alternativas de una manera bastante más eficaz que cualquier otro conjunto de objetivos y directivas. ¿Quién sabe? Tal vez descubramos alguna vez que la energía eólica puede llegar a ser viable.
Al final, va a resultar muy difícil imponer normas armonizadas sobre separación en todos los 27 Estados miembros, al margen de los beneficios que esto pueda o no aportar. De hecho, los países serían tontos si dependieran en exceso de sus vecinos en cuanto a los suministros energéticos. Cuando se apaguen las luces, cuando los hospitales no dispongan de electricidad, prevalecerán los intereses nacionales con independencia de las órdenes impartidas por el regulador propuesto de la UE. Así es como son las cosas.
Jana Bobošíková (NI). - (CS) Estoy bastante de acuerdo en que los Estados miembros deben conservar su facultad para establecer libremente las relaciones de propiedad entre los productores de la energía y la redes de transporte. Aplaudo asimismo el fortalecimiento de la independencia de los derechos y las obligaciones de las autoridades de regulación nacionales. Por lo que respecta a las redes transeuropeas, considero una buena solución las subastas explícitas. Desde luego, los ingresos de las subastas deberán invertirse en las tarifas. Comparto asimismo que la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía debe operar conforme al principio de un país, un voto.
Sin embargo, Señorías, debo decir que no estoy de acuerdo en que la separación de la propiedad, las subastas y la creación de una nueva Agencia constituyan la mejor forma de conseguir unos mejores mercados de la electricidad. Nos enfrentamos al hecho de un aumento de los precios de la energía y del consumo de la misma, y eso, a mi juicio, exige la construcción de más centrales eléctricas y, en concreto, un refuerzo masivo de las redes de transporte. También resulta necesario apoyar y promover la opción nuclear como una fuente de energía limpia y segura. Debemos dejar de temer a la energía nuclear.
Nickolay Mladenov (PPE-DE). - Señora Presidenta, pienso que esta Cámara, junto con el Consejo y la Comisión, cree firmemente que es necesario plantear claramente y proteger como es debido los derechos de los consumidores en el sector energético en Europa. Todos estamos convencidos de que los mecanismos deben resolver las deficiencias que existen ahora en nuestros sistemas en toda la Unión Europea.
Todos coincidimos asimismo en que necesitamos una herramienta con la que clarificar y consolidar los derechos energéticos que existen en la legislación europea y nacional. Estamos de acuerdo en que esta herramienta debe formar parte de una estrategia de comunicación más amplia, de la que la lista de comprobación de la Comisión constituye igualmente un elemento importante.
El informe que ha elaborado la señora De Vits —y quiero felicitarle por su trabajo, junto con la labor de los demás ponentes alternativos— representa una contribución importante a este debate. Responde algunas de las preguntas clave que nos están planteando los ciudadanos europeos y me gustaría centrarme muy brevemente en algunas de estas cuestiones.
Los ciudadanos europeos quieren pagar por lo que consumen y quieren saber qué es lo que están pagando. Así que, en primer lugar, el informe habla muy seriamente de la necesidad de disponer de precios transparentes e insiste en que estos precios deben estar basados solamente en el consumo, de que las facturas deben confeccionarse conforme a las buenas prácticas existentes en la Unión Europea, de que deben ser comparables y de que deben existir simuladores de tarifas, de manera que los consumidores puedan ver qué compañía les ofrece una mejor opción.
Los consumidores quieren poder elegir y quieren estar protegidos ante el temor de quedar desconectados de la red, y esa es la razón por la que el informe presta especial atención a este tema. Habla de la necesidad de ofrecer salvaguardas contra la desconexión y de utilizarla sólo como último recurso en los Estados miembros.
Por último, aborda la cuestión de los consumidores vulnerables. Coincido plenamente con Gunnar Hökmark, que ha manifestado anteriormente que no debemos dejar que los Estados miembros eludan su responsabilidad. La responsabilidad de proteger a los consumidores vulnerables corresponde a los Estados miembros: para eso es para lo que pagamos nuestros impuestos.
Señorías, les pido que mañana voten a favor del informe tal como ha sido presentado al Pleno.
Anne Laperrouze (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, mi intervención va a estar centrada en el tema de la separación de la propiedad, aunque no creo que se trate del tema más importante. En realidad, pienso que hemos perdido demasiado tiempo en este asunto.
Separar o no separar, esa no es la cuestión. La gestión de una red exige conocimientos industriales. La electricidad no se puede almacenar; la frecuencia y el voltaje de la red deben mantenerse de acuerdo con la demanda del mercado. Con la separación de la propiedad, la Comisión sigue corriendo el riesgo de una explotación del sistema de carácter especulativo o político. La cuestión de la propiedad, la gestión industrial y la seguridad de la red no ha sido suficientemente analizada, a mi entender.
Aparte de ese asunto, hemos logrado promover el papel de uno de los interlocutores principales en el funcionamiento del mercado interior: los reguladores. Es necesario concederles poderes reales para que puedan ejercer sus derechos y responsabilidades. A través de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, los reguladores tendrán un papel central cuando se trate de asuntos transfronterizos y de la armonización de los códigos técnicos para garantizar que nuestras redes funcionen mejor y sean más seguras.
El Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa ha presentado tres enmiendas: la primera consiste en subrayar que el funcionamiento del mercado interior debe girar en torno a los intereses del consumidor particular e industrial. Es algo evidente, pero merece la pena recalcarlo. La segunda se refiere a los contratos de larga duración que están supeditados al cumplimiento de determinados principios. No deben contemplarse como una barrera a la competencia, sino como un factor de estabilización. Conviene subrayar que es algo que exigen los consumidores industriales. Por último, la tercera se ha incluido para provocar el debate. Es una pregunta de la Comisión, previa consulta con todos los agentes del mercado, que contempla el avance hacia un operador europeo del sistema de transporte. Tal vez esté aún muy lejano, pero se trata de un aspecto interesante a estudiar. El futuro del mercado interior de electricidad podría quedar garantizado mediante una red europea de transporte eléctrico.
Claude Turmes (Verts/ALE). - Señora Presidenta, este mercado no es un mercado, sino un atraco: un atraco que les cuesta a los consumidores de la UE algo así como 70 000 millones de euros al año en injustificados beneficios gratuitos que van a parar a 10 o 12 grandes oligopolios energéticos en Europa. Puedo entender perfectamente que estas empresas quieran que se mantenga esta situación. ¿Cómo conservar esos injustificados beneficios gratuitos? En primer lugar, se impide la separación de la propiedad. Lo siento, pero Francia y Alemania no son pequeños Estados miembros periféricos de la UE. Si no aplican la separación, jamás tendremos una red auténticamente integrada y jamás solucionaremos el conflicto entre producir electricidad, comercializarla y facilitar la competencia a través de la red.
El segundo asunto —y eso es lo que está ocurriendo ahora— es que están intentando eludir la reglamentación, tanto de las autoridades reguladoras como de los organismos del cartel. En consecuencia, quieren crear mercados regionales. Sin embargo, si no contamos con una fuerte Agencia de la UE, estos mercados regionales se convertirán en tierra de nadie en cuanto a regulación. E.ON, RWE y EDF son demasiado grandes para un mercado regional: Francia, Alemania y los países del Benelux. Por tanto, sin una sólida Agencia de la UE y una mejor interrelación entre las agencias reguladoras y los organismos del cartel, persistirá este atraco de 70 000 millones de euros.
Eugenijus Maldeikis (UEN). – (LT) Quiero comenzar dando las gracias a los ponentes por su equilibrado trabajo y su excelente cooperación. Han tenido que afrontar un reto ciertamente difícil, ya que la Comisión había propuesto un enfoque novedoso y muy complejo respecto del documento, del paquete de documentos. El mercado europeo de la electricidad (el modelo establecido a lo largo de décadas) estaba basado en empresas nacionales de integración vertical, que operaban dentro de sus mercados, protegiéndolos.
A mi juicio, tenemos tres grandes planteamientos y tres ideas principales: el desarrollo del proceso de concentración a escala europea, la supresión de las restricciones nacionales a través de la puesta en práctica del principio de la separación de actividades; considero el segundo principio una mejora del proceso de centralización mediante la creación de una Agencia europea, con el fin de conseguir una mejor coordinación con los reguladores nacionales, lo cual es muy positivo, y la mayoría de nosotros estamos a favor de ello.
El tercer principio, que no ha sido aclarado y que, a mi entender, continúa bastante oscuro y suscita bastantes interrogantes, es el principio de aislamiento respecto de inversiones de terceras partes en los sistemas de transporte europeos, que posiblemente podría… La Comisión no ha proporcionado respuestas claras en cuanto a su visión del futuro y qué peligros políticos, financieros y económicos podría entrañar, así como de qué forma las consecuencias de poner en práctica este principio podrían afectar la política energética o la política general de la UE.
Hay una cosa más que me gustaría mencionar: los impulsos del mercado a los que se ha hecho referencia y el principio de la separación de las actividades no son suficientemente enérgicas para convertir el carácter del monopolio natural en un mercado energético, ya que seguirá habiendo mercados aislados, así como mercados regionales; por consiguiente, habría que alcanzar acuerdos políticos a gran escala en tales circunstancias…
(La Presidenta interrumpe al orador.)
Esko Seppänen (GUE/NGL). - (FI) Señora Presidenta, señor Comisario, el resultado final más cierto de la liberalización y la armonización de los mercados energéticos de la Unión Europea es un aumento del precio de la electricidad. Eso se debe al mecanismo de determinación del precio, tal como ha expuesto el señor Turmes.
El precio de mercado queda determinado en los intercambios de electricidad al por mayor. Allí, el precio de toda la energía eléctrica queda fijado por el coste de producción más caro del producto más caro. Si la forma de energía más cara está basada en el carbón, el intercambio es una máquina de beneficios para los productores de energía hidroeléctrica y atómica. Las mismas compañías se beneficiarán igualmente del sistema de comercio de derechos de emisión de la UE. Los derechos de emisión durante los intercambios se sumarán al precio de la electricidad para cuya producción no se precisen.
Tenemos que aprender una lección de las experiencias de los Estados Unidos de América. La ONG de nombre Public Citizen (Ciudadano público) ha estimado que en los 14 Estados norteamericanos en los que el precio de la electricidad no está regulado, éste es un 52 % más alto que en los 36 Estados donde sí lo está. El problema del mecanismo de fijación del precio de la electricidad ha sido ignorado en el informe de la señora Morgan.
Nils Lundgren (IND/DEM). - (SV) El mercado de la electricidad está más o menos monopolizado en todos los países industriales. Los estudios económicos han demostrado que las economías nacionales esperan obtener grandes ganancias de la introducción de la competencia en el mercado de la electricidad, pero en ese caso es importante desmontar las estructuras de integración vertical. Los productores de electricidad no deberían manejar al mismo tiempo la distribución de la misma a los clientes; es necesario realizar la separación del sector. Un reducido número de países de la UE está emprendiendo tales reformas. Se trata de los países nórdicos, el Reino Unido, los Países Bajos y España. No han hecho falta las instituciones de la UE. Los países lo están haciendo por su propio interés. Existe una notable oposición en muchos países grandes, por ejemplo, Francia y Alemania, que están más interesados en un Estado propio de la UE que en la prosperidad que ofrece un mercado interior libre.
Existen razones sólidas para que la UE fuerce el paso. La eficiencia y la prosperidad aumentarán para todos los europeos en el caso de que la competencia en el sector eléctrico abarque a la totalidad del enorme mercado de la UE. Hay que presionar políticamente a los Estados miembros que no desean la competencia.
Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Señora Presidenta, nos guste o no, Irlanda ha votado. Ahora hay que respetar su decisión. Europa tiene la oportunidad de su vida, y me refiero a que Europa tiene que convertirse por fin en democrática y eficaz. En el caso del mercado de la energía, esto significa que no debe retraerse. Que se atreva con las grandes fieras, RWE, EDF; que se meta en harina, allá donde esté el problema, que realice la separación y aplique la subsidiariedad. Es posible, sería visionario, pero no tiene nada que ver con la UE de hoy, controlada como lo está por los intereses de los lobby y sus centros de poder. Por otra parte, si no cambiamos nada en este ámbito, y si no se tiene en cuenta la votación en Irlanda y se certifica la defunción del Tratado de la Reforma, entonces la oportunidad del siglo para convertirnos en una Europa democrática y contar con un mercado energético justo se convertirá en un mundo en el que los extremistas, tanto de la izquierda como de la derecha, sean quienes lleven la voz cantante.
Herbert Reul (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, Señorías, todos habíamos acordado que de lo que se trataba aquí era de mejores precios, mayor inversión en las redes de transporte y conexiones transfronterizas para crear más competencia y un mercado que no esté tan controlado por una empresa o un puñado de ellas.
Luego, a la hora de sopesar los hechos, descubrimos que los facilitados por la Comisión no encajan en absoluto. No existe ninguna prueba, ningún hecho que demuestre que la separación de la propiedad origine mejores precios y mayor inversión. No es verdad o ¿me pueden decir por que los precios son más elevados en el Reino Unido? ¿Existe mayor inversión en España? ¿Hay allí menos o más competencia que en otros países? Los hechos demuestran de forma concluyente que no existe una solución que sirva para todos.
Lo sensato, por tanto, sería buscar un compromiso por el cual, los Estados miembros que deseen alcanzar este objetivo —que hay que alcanzar— siguiendo un camino diferente, tengan la libertad para hacerlo. Esos son los antecedentes del intento de una tercera opción, una tercera vía. Por cierto, es interesante que nosotros, en la Comisión de Industria, Investigación y Energía, hemos avanzado un cierto trecho en este tema a lo largo de los últimos meses. Hay otras comisiones que han votado en contra de la separación de la propiedad. En nuestra comisión, existe un nuevo compromiso sobre el gas, elaborado por la señora Laperrouze y el señor Vidal-Quadras. También existe un nuevo compromiso dentro del Consejo. Hablamos en serio en cuanto a votar mañana sobre la electricidad para restablecer la situación que existía hace muchos meses. No obstante, eso ha quedado superado; ese no va a ser el resultado.
Un Parlamento que pretenda que se le tome en serio tiene que estar abierto a estas nuevas condiciones y cambios. Se nos ha metido prisa durante todo el proceso y se nos ha dicho constantemente que teníamos que trabajar rápido, que teníamos que apresurarnos, que todavía podíamos intentar el experimento de buscar soluciones inteligentes que fueran en la dirección de la decisión del Parlamento. Por tanto, les insto a que se olviden de las directrices de partido y voten a favor de las propuestas que hemos presentado aquí, para encontrar compromisos en la línea de lo que hemos votado en lo tocante al gas y de lo que ha apoyado el Consejo.
Edit Herczog (PSE). - (HU) Señora Presidenta, señor Comisario, este último año hemos dado un paso enorme, ya que el establecimiento de una política energética común representa un avance tremendo para toda la Unión Europea. Estamos hablando del tipo de política energética que promueve al mismo tiempo los intereses estratégicos de los Estados miembros de la UE, los derechos y la protección de los residentes en Europa, la competitividad y el crecimiento de la economía europea, y la conservación de nuestro medio ambiente. Estas cinco propuestas plantean la perspectiva de alcanzar el tipo de integración de mercado que no sólo transforme la forma en que funcionan las empresas en el sector energético, y que separen y aumenten la transparencia de las funciones de la generación de energía, el transporte y el suministro, sino que también conceda más prioridad que nunca a los derechos fundamentales y a la protección de los consumidores de energía. Dentro del contexto de la coordinación europea, la tarea de controlar la competencia leal del mercado, estimular el intercambio transfronterizo de energía y garantizar que se cumplan unos estándares elevados en respuesta a las peticiones de los consumidores, debe asignarse a un organismo investido de mayores poderes que hasta ahora, y que sea independiente tanto de los Gobiernos como del sector energético. Esa es la razón por la que el legislativo europeo ha avanzado decididamente hacia el establecimiento de una Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía. Ese es el propósito del proyecto de informe elaborado por mi compañero, señor Brunetta, y asumido posteriormente por el señor Chichester. He tenido el gusto de poder trabajar con ellos como ponente alternativa en representación del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo (PSE). Considero un gran éxito que, mediante el establecimiento de una agencia europea responsable, independiente y sólida, esta propuesta de Reglamento de elaboración conjunta no sólo fomentará la cooperación entre los reguladores en los Estados miembros, sino que también contribuirá a conseguir el objetivo primordial de promover los mercados regionales y desarrollar las redes. Como socialistas, hemos insistido en la creación de una autoridad fuerte e independiente, ya que sabemos que en un mercado europeo liberalizado, todo el mundo quiere comprar donde sea más barato, y vender donde sea más caro. Por tanto, necesitamos realmente el tipo de autoridad reguladora que actúe para combatir cualquier distorsión del mercado que pudiera producirse. Redunda en beneficio de Hungría y todos los demás pequeños Estados miembros crear una autoridad fuerte, contribuyendo con ello a garantizar su independencia, establecer la cooperación, mejorar la transparencia del mercado y asegurar la inversión para el desarrollo.
Señora Presidenta, quiero recordar a todo el mundo que el suministro energético europeo no es una cuestión ideológica. El mundo ha cambiado definitivamente. Continentes enteros están empezando a competir en el sector energético, y seamos sinceros al respecto: nadie puede permanecer aislado de la electricidad o la motorización. El objetivo de la política energética consiste en garantizar la seguridad de suministro y la competitividad de Europa. De todas maneras, me gustaría finalizar diciendo que el Grupo del PSE cree que los consumidores deben ser considerados el componente central de la política energética europea. Lamentamos profundamente que nuestros compañeros conservadores no respalden el hacer obligatoria la Carta de los Consumidores. Gracias por su atención.
Wolf Klinz (ALDE). – (DE) Señora Presidenta, durante los últimos minutos hemos hablado profusamente de la industria. Me complace que la señora De Vits se ocupe muy directamente en su informe de los derechos de los consumidores de energía. De hecho, resulta vital garantizar que los consumidores sean conscientes de sus derechos y que también tengan la certeza de que sus derechos serán respetados.
Sin embargo, a diferencia de la señora De Vits, yo no creo que necesitemos unas leyes totalmente nuevas, desde luego no a escala europea. Se trata más bien de un asunto de aplicar, de manera correcta y apropiada, la legislación existente en la jurisdicción nacional. Por consiguiente, necesitamos unas firmes autoridades de supervisión que se ocupen de esto y tenemos que asegurar que dispongamos de suficiente transparencia, de forma que los consumidores conozcan realmente sus derechos. La Carta puede proporcionar un suplemento válido a esto, no en el sentido de convertirse en un documento legal vinculante, sino simplemente en el sentido de proporcionar un punto de referencia para la política y la economía, compendiando la legislación sobre protección de los consumidores en lo relativo a la energía.
Todos sabemos —es obvio— que nuestros ciudadanos pueden desempeñar un papel útil en la sociedad y la economía únicamente si tienen acceso al adecuado suministro de energía. A tal extremo, es ciertamente importante que garanticemos que todo el mundo, incluso los pobres y los más pobres entre los pobres, reciba aquello a lo que tiene derecho. No obstante, no creo que corresponda a Bruselas prescribir tarifas sociales. Eso deberíamos dejárselo a los Estados miembros y a la industria. De lo contrario no estaremos introduciendo más que un mecanismo de redistribución. El mejor escenario sería vincular la protección de los pobres con las medidas de eficacia que se necesitan para alcanzar nuestros objetivos de protección climática. A este respecto pueden resultar muy útiles las soluciones inteligentes, como los contadores digitales. En ese sentido no tengo nada en contra de alentar a la industria a introducirlos en un plazo de 10 años. Entonces, los consumidores sabrán exactamente qué cantidad están gastando y podrán planificar de acuerdo con ello y economizar.
Alyn Smith (Verts/ALE). - Señora Presidenta, me hago eco de las felicitaciones a nuestros ponentes, expresadas por los anteriores oradores. Pienso que el Parlamento ha hecho hoy un buen trabajo en favor de los consumidores de Europa, pero me voy a centrar concretamente en un asunto y en una enmienda. Se trata de la enmienda 161 del informe Morgan, que propugna un mejor acceso a la red para los productores de energía renovable. Espero que la enmienda salga adelante cuando la sometamos mañana a votación. Hago ahora un llamamiento en favor de una mayor acción por parte de la Comisión en casos en que las autoridades nacionales sean realmente parte del problema, en lugar de parte de la solución.
A título de ejemplo, en el Reino Unido tenemos Ofgem, nuestra autoridad nacional, que dispone de un mecanismo de fijación de precios en función de la localidad para el acceso a la red del Reino Unido, lo que supone una discriminación real contra los operadores de energía renovable dentro de Escocia, mi país. Me gustaría ver un mayor grado de coordinación europea y de acción contra los operadores de los distintos Estados miembros cuando sean parte del problema. Pienso que hoy hemos dado un buen primer paso en ese sentido y espero que se den otros.
Konrad Szymański (UEN). – (PL) Mi enhorabuena por los informes, que abordan los problemas más importantes de los consumidores y de carácter político con que se enfrenta nuestro continente. La separación de la distribución respecto de la generación y el comercio de la energía tiene una importancia clave tanto para los clientes particulares como los industriales. Cuando se implanta la separación, bajan los precios de la energía, o aumentan más despacio. En los países donde se ha implantado la separación, la subida media de los precios de la energía para usuarios domésticos fue el 3 % durante 1998-2006. En los sitios donde no se ha hecho, dichos precios aumentaron un 28 %. Tendencias similares pueden detectarse en el mercado de los clientes industriales.
Pero la energía hoy día también implica seguridad de suministro, o en otras palabras, una cuestión política. El monopolio estatal ruso posee inversiones crecientes en 16 países de la UE. En Alemania, Francia e Italia, Gazprom incluso tiene acceso a clientes particulares. Todo ello constituye razón suficiente para ejecutar el principio de reciprocidad en las relaciones comerciales con terceros países. De otra forma estaremos indefensos y lo pagaremos con nuestra seguridad.
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). – (EL) Señora Presidenta, el tema común de las propuestas para el mercado de la electricidad es su reestructuración a favor de las empresas particulares, al tiempo que se debilitan los proveedores públicos de electricidad, a pesar de tener que soportar los costes subyacentes.
En mi país, donde el mercado de la electricidad está controlado por proveedores públicos por el bien general, algo como esto tendrá consecuencias muy desfavorables. La UE está pidiendo que la base de la pirámide se confíe a la empresa de capital para que se puedan fijar los precios de otros bienes. Eso se debe a que la energía, en gran medida, determina el coste del proceso de producción, que se trasfiere de forma incrementada al consumidor.
En tiempos de una demanda de energía en constante aumento y de alzas continuadas de los precios del crudo, dejar el mercado a merced de los gigantes privados de la energía sería desastroso y es probable que se formen cárteles. La teoría de la regulación del precio por medio de la competencia es simplemente un mito: en la práctica, ha conducido a la creación de poderosos monopolios en una serie de sectores de la economía, con efectos devastadores para el mercado y los consumidores.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señora Presidenta, ciertamente, dado el precio record del petróleo, la independencia energética de Europa tiene que convertirse de una vez en un asunto prioritario. La UE tiene que reducir su dependencia actual respecto de los Estados del Golfo. Tenemos que mejorar nuestra relación con otros países además de Rusia sin convertirnos en excesivamente dependientes. También hemos de contemplar qué hacer con Irán a largo plazo. Si algún estudio llega a la conclusión de que estamos confiando demasiado en las vagas promesas de los dictadores de Asia Central y en los informes no confirmados de bolsas de petróleo en relación con el proyecto del oleoducto Nabucco, tendremos de elaborar una relación constructiva con Irán que, a la postre, posee las segundas mayores reservas de petróleo en el mundo.
No conviene olvidar que los beneficios incesantes de los Estados del Golfo, gracias al vertiginoso aumento de los precios del crudo, también se están utilizando para fomentar el fundamentalismo islámico en todo el mundo. Esa es otra razón por la que, a mi juicio, nosotros en la UE debemos invertir más en proveedores alternativos de electricidad.
Jerzy Buzek (PPE-DE). – Señora Presidenta, felicito al señor Comisario, así como a los ponentes por sus excelentes informes y su magnífica labor a la hora de elaborar las Directivas que pueden unificar el mercado europeo de la energía. La inversión a largo plazo, el principio de solidaridad, el acceso al mercado, la regulación del flujo transfronterizo: los importantes objetivos de estos Reglamentos versan sobre todos estos asuntos. No olvidemos que al final, el consumidor constituye el elemento principal, y eso es de lo que tratan todos estos Reglamentos: proteger al consumidor, los intereses de los usuarios y la energía en la Unión Europea. Tengamos también presente que nuestros Reglamentos no van a proporcionar solución a cada uno de los problemas, como el alza de los precios del crudo, ni tampoco van a evitar un incremento de los precios de la electricidad vinculados con la implantación de los costes de derechos de emisión de CO2, pero vendrán a simplificar notablemente y a apoyar nuestras actuaciones por el bien de los usuarios de la electricidad.
Digámonos que, sí, que sabemos que la solución propuesta en el informe de la señora Morgan probablemente no es definitiva. Lo que tenemos delante es una base muy válida para debatir con el Consejo sobre el tema de una solución final. Esta solución definitiva, por lo que atañe a la corriente eléctrica, tienen que estar moderadamente distanciadas de las soluciones en el segundo paquete, pues de lo contrario, la implantación del tercer paquete carecería de sentido. Al mismo tiempo, las soluciones para el gas tienen que ser similares a las de la electricidad, pero ciertamente no tienen que ser idénticas. Hoy estamos viendo claramente que la división de la propiedad para el mercado de la electricidad será mayor y de más alcance que para el gas. Hemos de aceptarlo y respetarlo.
Este punto también es muy importante: el acceso de terceras partes al mercado, el acceso a las partes de terceros países. Esa es la razón por la que también es un asunto clave, a fin de no conceder privilegios a los inversores de fuera de la Unión Europea.
Para finalizar, me gustaría decir que este es unos de los debates más difíciles que hemos celebrado, y ha sido dirigido de forma muy satisfactoria y respetuosa con todas las partes.
Evelyne Gebhardt (PSE). – (DE) Señora Presidenta, me alegra mucho que, con el informe De Vits, tengamos un informe muy válido y me complace que todos nuestros compañeros diputados se muestren unánimes respecto de la solidaridad, la transparencia y la protección de los consumidores. Pienso que es maravilloso.
No obstante, he de decir una cosa: considero que quienes se sientan a la derecha de la Cámara son cínicos y resultan difícilmente creíbles. Resultan poco creíbles porque no están a favor del carácter vinculante de una Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía, algo que es increíblemente importante para que los ciudadanos conozcan los derechos que tienen. Encuentro que son cínicos porque todo el mundo en esta Cámara se mostró unánime a la hora de respaldar la idea de que los pasajeros aéreos debían conocer estos derechos, y los pasajeros aéreos no son precisamente las personas más pobres en nuestra sociedad. Sin embargo, a los más pobres, que realmente necesitan conocer sus derechos, no se les va a conceder eso.
Por tanto, les pido muy seriamente que lo reconsideren. Por favor, aseguremos que esta Carta sea obligatoria.
Patrizia Toia (ALDE). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, este paquete llega al Parlamento justo en medio del gran desafío que la energía plantea cara al futuro de nuestra sociedad.
Lo que el insostenible e imparable alza de los precios del crudo, los perversos efectos del uso de los biocombustibles sobre la disponibilidad de alimentos y las grandes demandas energéticas de los países en desarrollo nos están diciendo es que la actuación por parte de la Unión Europea ha dejado de ser una necesidad para convertirse en absolutamente vital. Sobre todo, necesitamos un marco legislativo que cree definitivamente un mercado europeo de electricidad y gas, un mercado que sea capaz de regularse a si mismo de manera equilibrada, que tenga reguladores nacionales y europeos, que garantice la competitividad, la apertura, la transparencia y la eficacia también para los consumidores, que permita a las grandes empresas seguir siendo fuertes y, al mismo tiempo, permita la creación y el crecimiento de nuevas entidades, que realice progresos, en lugar de retroceder. En este sentido, esperamos que, para la electricidad, la separación no suponga un paso hacia atrás, es decir, que no se pierda terreno en lo tocante a las buenas prácticas ya implantadas en muchos países en términos de separación de la red. Lo que necesitamos es un mercado que ofrezca seguridad a los inversores y los operadores, pero también oportunidades reales a los consumidores, ya sean corporativos o individuales. Quiero terminar, señora Presidenta, diciendo que tenemos que reforzar verdaderamente el peso de los consumidores ofreciendo certeza, garantías y precios justos.
Roberts Zīle (UEN). – (LV) En primer lugar quiero dar las gracias al señor Comisario y a la mayoría de sus Señorías por el acceso auténticamente liberal al mercado de la electricidad, que junto con las medidas sobre eficiencia energética nos van a permitir de verdad reducir los precios en el futuro. Dos planteamientos —la separación de la propiedad y el transporte— son y continuarán siendo el modelo básico de producción auténticamente descentralizada y de seguridad para redes que proporcionen acceso a la electricidad producida a partir de recursos renovables. Tengo una aspiración más que me gustaría satisficiera este paquete: que se cree, por fin, una red de electricidad europea unificada y que los Estados bálticos se cuenten asimismo entre los miembros de esta asociación de red de suministro de electricidad, respecto a la cual hemos tenido un número incontable de obstáculos, tanto dentro de la Unión Europea como fuera de ella. Gracias.
Luca Romagnoli (NI). – (IT) Señora Presidenta, Señorías, pienso que en una Europa que día a día viene padeciendo una inflación cada vez mayor y unos precios disparados debido, en gran medida, al coste de la energía, hablar de una Carta europea de derechos de los consumidores constituye nuestra obligación inmediata y, por tanto, respaldo el informe y doy las gracias a mis compañeros diputados y, desde luego, a la Comisión.
Conviene subrayar que el suministro energético constituye un requisito previo vital para participar en la vida económica y social. No obstante, hay que apuntar que ya existe en vigor una cierta legislación, aunque con frecuencia los derechos de los ciudadanos no se respeten en lo tocante a precios, tarifas o transparencia de las mismas, con unas reglas discriminatorias que a menudo impiden la comparación de tarifas.
Por tanto, sólo espero que la actuación conjunta por parte de la UE y de los Estados miembros, siempre ateniéndose al principio vital de la subsidiariedad —como asimismo subraya el excelente informe de la señora De Vits— resulte crucial. La aprobación del tercer paquete, a mi juicio, también servirá para garantizar una mejor protección para los consumidores, así como para los pequeños y medianos usuarios profesionales.
Nikolaos Vakalis (PPE-DE). – (EL) Señora Presidenta, Señorías, lo cierto es que el tercer paquete energético ha dividido a los grupos políticos, sobre todo en cuanto al asunto de la separación de la propiedad.
Claramente, esta escisión no se debe a la ideología, sino a las diferentes situaciones internas y puntos de partida de los distintos Estados miembros; surge de las correspondientes divisiones entre los Estados miembros en el Consejo. Estas situaciones internas deben respetarse si queremos evitar convulsiones sociales internas.
Personalmente, respaldo plenamente la idea de la separación de la propiedad, pero soy bien consciente de que en mi país no se podría imponer la separación bajo ninguna circunstancia en estos momentos. Tiene que existir un período interino para permitir a todas las partes implicadas adaptarse a las nuevas circunstancias.
Tras unas negociaciones prolongadas y laboriosas, el Consejo ha logrado la conciliación sobre la «tercera vía». Por tanto, pienso que tenemos la obligación en este asunto dificultoso de apoyar la conciliación, mejorándola en lo posible en determinados puntos sobre la base de la experiencia.
Señorías, es importante que todos salgamos de la conciliación con la cabeza bien alta. Eso únicamente se puede conseguir si no se ponen en riesgo los intereses vitales de determinados Estados miembros. No debemos aceptar ningún compromiso sobre los principios básicos de la independencia y la efectividad que han de gobernar la actividad de los operadores del sistema de transporte de electricidad y los reguladores energéticos.
Teresa Riera Madurell (PSE). - (ES) Señora Presidenta, yo quisiera felicitar a todos los ponentes por su buen trabajo y, de una manera especial, declarar mi apoyo a la posición de la señora Morgan, en lo que se refiere a la separación efectiva de la propiedad entre las actividades de generación y suministro por una parte y, por otra, las de propiedad y explotación de la red.
Es obvio que las grandes empresas integradas verticalmente dificultan la llegada de nuevos competidores al mercado y, en particular, el desarrollo e instalación de fuentes de energía renovables. Todo ello nos aleja de los objetivos de competitividad y de lucha contra el cambio climático que nos hemos marcado como europeos.
Por ello, quiero invitar a la minoría contraria a la separación a dejar de lado los intereses nacionales, perecederos a corto plazo, y a dar pasos para avanzar en la línea que nos va a llevar a construir una Europa energéticamente fuerte y segura.
Y, para terminar, quiero destacar que, si bien el acceso a la red de las energías renovables es fundamental para conseguir nuestros objetivos, no lo es menos el potenciar la capacidad de interconexión eléctrica, sobre todo para aquellos países más aislados en nuestro mercado energético.
Agradezco también a la ponente que haya considerado esta cuestión.
Adina-Ioana Vălean (ALDE). - Señora Presidenta, el mercado energético europeo hoy continúa reflejando, a mi parecer, una estructura de mercado anticuada, dominada por monopolios nacionales o regionales, y eso a pesar de los evidentes beneficios que la liberalización aporta a los clientes europeos en materia de precio, reducción de costes y eficiencia. Lo que equivale a decir que la liberalización de los mercados de gas y electricidad es una tarea en curso. Por ejemplo, necesitamos avanzar en los países de Europa Oriental para poner fin al dominio estatal de la producción de electricidad y liberalizarla, como hemos hecho en el sector de la distribución. Aplaudo asimismo los pasos que estamos dando para garantizar la separación de la propiedad como medida necesaria para completar finalmente nuestra liberalización del mercado energético.
Además de la liberalización, Europa tiene que respaldar también el desarrollo de terminales y tecnologías GLP y GLN. Tenemos que favorecer la creación de un mercado comercial mundial para GLP y GLN a fin de aliviar la dependencia de Europa respecto de una única fuente de gas natural. La diversificación y la seguridad de suministro energético tienen que ocupar un lugar tan prioritario en nuestra agenda como la liberalización.
Romana Jordan Cizelj (PPE-DE). - (SL) En primer lugar quiero felicitar a los ponentes y ponentes alternativos por la estupenda labor que han realizado. Europa comenzó a liberalizar el mercado de la electricidad y el gas hace una década, y ahora mismo nos encontramos muy próximos a esos verdaderos resultados, tan largamente anhelados. Las medidas propuestas colocan en primera línea al consumidor, que en un mercado energético de funcionamiento correcto será capaz de elegir entre los proveedores y seleccionar al mejor sobre la base de su propio criterio. Espero que un mercado interior abierto y transparente también garantice el acceso al mercado para las empresas pequeñas y, de esa forma, aumente la competitividad, mejore las condiciones de inversión en centrales eléctricas y redes de transporte, incremente la seguridad de suministro y fomente el desarrollo sostenible.
La principal condición previa para un mercado interior de funcionamiento correcto es una normativa estándar y clara que sea aplicable a todos los participantes en el mercado. Modelos diferentes en los distintos Estados miembros ciertamente no conducirán al objetivo que ha sido fijado.
Permítanme aprovechar esta oportunidad para felicitar a la Presidencia eslovena. De hecho, la Presidencia ha estado plenamente centrada en la coordinación y la búsqueda de un compromiso, y a pesar de los intensos intereses nacionales de los Estados miembros, logró un acuerdo en el Consejo.
En el Parlamento Europeo, el camino hacia el compromiso tampoco resulta fácil. Las presiones, incluidas las de los Estados miembros, son grandes. Confío en que el Parlamento confirme el compromiso que hemos alcanzado en la Comisión ITRE. A pesar de las diferencias de posición del Consejo y el Parlamento, creo que el compromiso propuesto por este último constituye una base válida para nuevas negociaciones y coordinación entre las instituciones europeas.
Por último, quiero expresar asimismo mi deseo de que, cara a la consecución de los objetivos del tercer paquete de liberalización, la Presidencia francesa dedique el máximo esfuerzo para coordinar los trabajos, buscando un compromiso y dejando totalmente de lado los intereses privados. Asimismo espero un compromiso similar para encontrar oportunamente soluciones comunes por parte de la Comisión. En este contexto quiero dar las gracias al Comisario Piebalgs, que ha afirmado al principio que tenemos que alcanzar un acuerdo común antes de final de año.
(Aplausos).
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señora Presidenta, lo que me sorprende especialmente de este debate es que, aun cuando algunos de nuestros compañeros diputados desean recetar en detalle cómo debe producirse la competencia —y existen varias formas posibles de hacerlo— no están dispuestos a hablar sobre una mayor transparencia, unos mayores incentivos para ahorrar energía, oportunidades para que los consumidores de energía presenten quejas o sobre la lucha contra la pobreza energética. Esos son precisamente los puntos que considero son esenciales en el informe Morgan y, naturalmente, también en el informe De Vits. Esa es la señal que tenemos que enviar mañana a los ciudadanos de Europa: hemos de proclamar que la gente no tiene que resultar afectada por el pleno impacto de las alzas de los precios, sino que tiene que haber oportunidades de eludirlas aumentando la cantidad de energía ahorrada y, en especial, disponiendo de una mayor transparencia a fin de poder elegir otros proveedores de energía. Creo que es crucial otorgar a los ciudadanos esta libertad de elección, así como darles la oportunidad de quejarse cuando se produzcan actuaciones irregulares. Estoy especialmente agradecido a la señora Morgan por esta parte del informe.
Françoise Grossetête (PPE-DE). – (FR) Señora Presidenta, al escuchar a todos mis compañeros esta tarde, me sorprende bastante que todos coincidamos en la necesidad de un único mercado energético europeo, aunque considero que hemos de trabajar en la eficacia energética a fin de que los consumidores paguen lo menos posible. Así pues, todos estamos de acuerdo en el objetivo que hay que alcanzar, pero no sobre la forma de proceder para conseguirlo.
No he escuchado hablar mucho o mencionar el acuerdo alcanzado por el Consejo el 6 de junio, que no exige necesariamente la separación de propiedad, producción y distribución. Ahora, si la separación y el mercado único hubieran provocado una caída de los precios de la energía, resultaría evidente. No es el caso en España o en el Reino Unido y la Comisión jamás ha podido demostrarlo.
Por tanto, dejemos de satanizar a ciertas empresas que realmente cuentan con los conocimientos industriales y han demostrado que pueden operar de forma eficaz. Si buscamos interconexión, si queremos solidaridad, resulta indudablemente preferible para los Estados miembros tener libertad para elegir entre distintos modelos.
Acabemos con esa pensamiento único que rechaza la tercera vía, que profiere acusaciones acerca de un «cartel franco-germano». Sabemos que el mercado por sí solo no puede resolver la cuestión de los monopolios, que de todas formas existen en todas partes. Los Estados miembros han dado un paso adelante hacia un paquete aceptable que puede ser perfeccionado. Si no lo aceptamos, nos arriesgamos a no tener ningún texto, mientras nuestros ciudadanos siguen a la espera. Lo que es más importante, no me gustaría ver a los buenos en un lado de esta Cámara y a los malos —es decir, quienes aún desean alcanzar un acuerdo con el Consejo,— en la otra.
Angelika Niebler (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, creo que todos pensamos lo mismo sobre la situación en el mercado interior europeo. Todavía no contamos con un mercado interior europeo; tenemos mercados nacionales y tenemos monopolios o pequeños grupos que ejercen control sobre los mercados nacionales. Tenemos una situación en la que los precios de la energía suben todos los días y dependemos de energía importada. Todos vemos la situación desde la misma óptica y estamos además de acuerdo en cuanto al objetivo.
Muchas Señorías han hablado de este tema. Queremos más competencia, precios en descenso y más inversión en redes de transporte. Queremos que se amplíen las interconexiones para permitir el intercambio transfronterizo. No queremos que el mercado se concentre en torno a sólo unos pocos grandes proveedores. El gran interrogante es cómo queremos lograrlo y ahí es donde nos topamos con una bifurcación de los caminos. Muchas Señorías, incluidas algunas que han intervenido hoy, opinan que la separación de la propiedad constituye la panacea universal. Proclamo que si sólo exploramos esta vía, no estaremos viendo toda la panorámica. ¡Ese no es el camino a recorrer!
Permítanme referirme a ciertos países; la señora Grossetête también ha mencionado la situación allí. En España, dos empresas, Endesa e Iberdrola, producen el 48,3 % y el 28 % de la electricidad, respectivamente. En Suecia, Vattenfall es el amo, produciendo también casi el 48 % de la electricidad generada; mientras que en Italia, el mercado se concentra en torno a ENEL, que posee una cuota de mercado del 43,9 %. Nadie podrá decirme que la separación de la propiedad va a conseguir lo que queremos, que es parcelar el mercado y crear competencia.
Por tanto, quiero pedir a mis compañeros que mañana apoyen las enmiendas 165 y 168, en lugar de continuar viendo sólo la mitad de la realidad. En cuanto a todo lo demás en el informe Morgan, lo encuentro muy satisfactorio. Mi enhorabuena a la señora Morgan; ha demostrado una gran dosis de energía y compromiso. Sin embargo, en cuanto a ese tema concreto, pienso que deberíamos habilitar una segunda vía para los países que han realizado la separación de una forma diferente. A los países en los que el Estado continúa teniendo el 100 % de los sistemas de producción y transporte —como Suecia, por ejemplo— no debería exigírseles que cambien esta situación. Sin embargo, nadie podrá decir que mañana vayamos a aprobar un paquete que incluya igualdad de condiciones de competencia. Eso es una falacia.
Norbert Glante (PSE). – (DE) Señora Presidenta, pido disculpas por llegar tarde. En este edificio hay que recorrer distancias muy grandes y los ascensores a veces pueden ser muy lentos. El asunto que estamos debatiendo hoy y que vamos a someter a votación mañana no es necesariamente una cuestión de izquierdas o derechas —aunque es cierto que también tenemos ese tipo de debate en esta Cámara—, sino una cuestión controvertida sobre qué instrumentos permitirán alcanzar nuestros objetivos. Estamos de acuerdo en el objetivo, y la señora Niebler lo acaba de resaltar: queremos más competencia en el mercado europeo; queremos que los precios sean más transparentes; queremos una fijación de precios que resulte sencilla de comprender. No obstante, los instrumentos para alcanzar esto varían enormemente.
Me encuentro entre quienes parten de la base de que la opción de encontrar una tercera vía también puede constituir un instrumento. Hemos incluido estas sugerencias aquí y hemos resaltado en repetidas ocasiones que esto no sólo ha iniciado la tercera vía, la sugerencia original del Consejo, sino que también hemos introducido componentes reguladores adicionales, ya que la tercera vía que nos llegó desde el Consejo no resultaba suficiente para nosotros.
Desde este punto de vista, debemos volver a hablar de ello, recapitular y permitir esta segunda y tercera vía como opción adicional. Lo que es más importante es que en Europa consigamos reglamentos uniformes y que a las autoridades reguladoras en los Estados miembros se les concedan competencias coherentes e independencia para llevar a la práctica lo que decidamos aquí, ya que a la postre, ellas son quienes tienen que responder sobre el terreno.
Las últimas semanas nos han proporcionado dos ejemplos concretos de la función de la Comisión para supervisar los cárteles y la competencia, aunque el calendario no deja respiro para pensar. Sin embargo, una empresa que viole la legislación antitrust merece ser castigada; la cosa es así de sencilla. No permito ninguna concesión al respecto. Sin embargo, deberíamos debatir si la separación de la propiedad es realmente el instrumento con el que deberíamos equiparnos nosotros y a los reguladores, o si deberíamos ofrecer mayor flexibilidad.
Espero que la votación de mañana sea tal que alcancemos un compromiso. De lo contrario, definitivamente tendremos que trabajar con el Consejo para buscar y encontrar un compromiso. Muchas gracias y de nuevo pido disculpas por llegar tarde.
Ieke van den Burg (PSE). – (NL) Señora Presidenta, hablando en nombre de la delegación neerlandesa del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, quiero felicitar muy sinceramente a la ponente, señora Morgan, por la forma en que ha confeccionado esta opinión. Estamos a favor de la separación. De hecho, es algo que ya se llevado a la práctica en los Países Bajos con resultados satisfactorios, incluso por lo que respecta a la inversión y el buen funcionamiento del mercado tanto en el sector del gas como de la electricidad. Considero muy importante realizarlo también a escala europea. Quiero mencionar a este respecto que la señora Kroes, la Comisaria de Competencia, ha contribuido a este desarrollo, incluso a través de lo que está realizando actualmente con RWE y E.ON. Por tanto, pienso que se trata de un desarrollo importante.
El otro aspecto es la pobreza energética y esa es la razón por la que consideramos que es un excelente informe del Parlamento y esperamos que salga adelante.
Arlene McCarthy (PSE). - Señora Presidenta, quiero ofrecer un ejemplo de dónde puede resultar diferencial realmente la Carta de los Derechos Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía. Una pequeña organización municipal en Manchester ha solicitado mi ayuda para resolver una queja relativa a su proveedor de energía. Durante cinco años, la compañía estuvo leyendo los contadores pero no envió ninguna factura. En marzo de 2008, el grupo recibió una factura por el consumo de electricidad de cinco años, por un importe de 7 540,37 libras esterlinas, convirtiéndoles en deudores.
Garantizar que los consumidores conozcan sus derechos —en este caso, el simple derecho a recibir una factura periódica— resulta fundamental para que controlen su consumo energético. En unos momentos en que cualquier consumidor de cualquier país de Europa tiene que afrontar unas facturas de electricidad desbocadas, hemos de proporcionar a los consumidores la información y las herramientas para gestionar sus facturas, recortar el uso y los costes y, al mismo tiempo, contribuir a reducir las emisiones de CO2.
Insto a la Comisión a que sea valiente para impulsar una Carta de los derechos, que trabaje con los reguladores, los Estados miembros y las empresas para promover y publicar activamente dichos derechos, y a que abandone la idea de una lista de comprobación atenuada, que no ofrezca un trato justo a los consumidores enfrentados a los complejos retos y precios energéticos de hoy día. Si podemos tener una Carta de derechos para los pasajeros aéreos, ¿por que no podemos contar con otra para los consumidores de electricidad? Señor Comisario, me gustaría que respondiera esa pregunta.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, la Agencia Internacional de la Energía en París ha dictaminado que vamos a padecer déficit de energía en 2012. Por tanto, es vital que prestemos urgentemente atención a la creación de incentivos y a invertir más en redes de transporte y en producción. La actual Directiva sobre electricidad proporciona un buen incentivo para acortar además los períodos de aprobación, de forma que no se produzca un apagón en 2012.
También resulta importante fortalecer a los reguladores nacionales para que, en consonancia, podamos velar por los intereses de nuestra propia industria en los países vecinos. También sería bueno que contáramos con una Agencia reguladora en asuntos nucleares, que pudiera pronunciarse en temas de certeza y seguridad conforme al modelo francés. Es algo que también se debe discutir esta semana en el Consejo.
Silvia-Adriana Ţicău (PSE). - (RO) Felicito a la ponente, señora Morgan. La certeza del suministro energético para la Unión exige ingentes inversiones y los inversores necesitan un entono previsible, que favorezca las inversiones a medio y largo plazo.
Dentro del contexto del cambio climático, la Unión pretende que para 2020, al menos el 20 % de su energía proceda de fuentes renovables. Es esencial el acceso a la red de transporte de electricidad. En los últimos años, hemos vivido un rápido aumento de los precios de la electricidad y los ciudadanos europeos esperan una respuesta a sus problemas por parte de las instituciones europeas. La capacidad de acceso y la disponibilidad de la energía resultan esenciales para la vida económica y social.
La creación de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía garantizará una mejor protección de los intereses de los clientes de electricidad. Considero que la enmienda 18 del informe Chichester cae dentro de las competencias del Consejo.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Quiero felicitar a la Comisión por el paquete de documentos propuesto para la creación de un mercado energético realista de la UE, así como a la señora Morgan, que, en su informe, nos ha proporcionado una valoración experta de la situación del mercado junto con posibles soluciones.
Me congratula que se haya llamado la atención sobre la existencia de «islas en materia de electricidad». Lituania forma parte de una de esas «islas» en materia de electricidad y, de hecho, de suministro de gas. La situación de este país tras el cierre de la central nuclear de Ignalina en 2009 será impredecible debido a su total dependencia de Rusia. Por tanto, es vital la integración en un sistema de transporte común de la UE.
La implantación propuesta de la propiedad como único medio de garantizar la independencia de los operadores de transporte, junto con la exclusión de terceros países del control de los sistemas de transporte y los operadores de los sistemas de transporte, la prioridad de la protección de los intereses de los consumidores, he ahí los medios que garantizarán la seguridad energética en la UE y el bienestar de su gente.
Vladimír Remek (GUE/NGL). - (CS) Señorías, como ponente alternativo del informe de mi compañero diputado, señor Chichester, he sido uno de los defensores de la propuesta de que en el caso de que se someta a votación la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, permanezca inalterado el plan original de la Comisión de un país, un voto. Poner en práctica el denominado procedimiento de votación «ponderada» concedería ventaja a los Estados miembros más grandes, en detrimento de los menores. La mayoría en la Comisión ITRE ha respaldado el principio más justo y creo que ocurrirá otro tanto durante la votación en el Pleno. La mayoría de los reguladores de los mercados energéticos nacionales también ha apoyado la creación de una Agencia que sea algo más que otro club de debate burocrático carente de poderes. La aplicación de condiciones desiguales a los diferentes países devaluaría básicamente el esfuerzo de crear una Agencia respetada y operativa. Los diversos mercados nacionales de la electricidad han surgido en circunstancias dispares y aún no han sido enlazados de manera eficaz. La Agencia tiene la oportunidad de contribuir a conseguir una interconexión real.
Jim Allister (NI). - Señora Presidenta, apoyo decididamente la separación de la generación y el transporte, pero me gustaría decir que tiene que ser a fondo y me pregunto si eso puede encajar pacíficamente con cualquier otra propiedad estatal en cualquiera de los dos sectores. Digo esto en parte basándome en la experiencia en mi propia circunscripción, Irlanda del Norte, donde recientemente hemos instituido un mercado único de electricidad en la isla de Irlanda, con grandes promesas acerca de lo que eso podría suponer para la estabilidad de los precios.
La experiencia ha sido bastante distinta. Hace una par de semanas visité a uno de los mayores consumidores en mi circunscripción. Hace tres años estaban pagando ligeramente más que el precio medio del Reino Unido. Hoy, dentro del régimen de mercado único de electricidad en Irlanda, están pagando un 76 % por encima del precio medio del Reino Unido. De hecho, han sido desvinculados sin obtener ninguna ventaja, y la razón primordial radica, creo yo, en que el mercado único se creó sin atender adecuadamente al asunto del monopolio estatal de la ESB.
Lambert van Nistelrooij (PPE-DE). – (NL) Señora Presidenta, para ser breve, en los últimos años se ha producido una disminución real de la inversión en el mercado de la electricidad, sobre todo en redes transfronterizas. En consecuencia, ahora resulta necesario un nuevo paquete legislativo, y el Comisario Piebalgs sabe, lo mismo que mis compañeros diputados, lo importante que son para mí unas reglas de juego justas. Así pues, la mejor opción es la separación de la propiedad. Por fortuna, el Consejo de Energía se ha percatado de que estas reglas de juego justas no existen en la actualidad.
Así pues, la prohibición de absorciones por parte de empresas horizontales no segregadas en los próximos años está justificada; no se va a producir una recolecta de empresas más pequeñas por parte de organizaciones no divididas. Eso confiere a organizaciones en los Países Bajos, productores como Nuon y Essent, la oportunidad de desarrollar una proyección europea. Crea espacio de crecimiento para los años futuros. Desde este punto de vista, apoyo decididamente la separación de la propiedad propuesta ahora en el informe de la señora Morgan.
Neena Gill (PSE). - Señora Presidenta, felicito a la ponente por su excelente trabajo y respaldo su posición a favor de conseguir un trato más justo para los consumidores.
La señora Morgan ha señalado acertadamente que como mejor se consigue esto es por medio de la separación de la propiedad y eso significa que tenemos que reducir la concentración de poder de las grandes compañías y permitir un mejor acceso a las pequeñas y medianas empresas.
Para garantizar una competencia leal y precios mejores para los consumidores resulta crítica una mejor legislación de los mercados de la electricidad y el gas y me preocupa enormemente que los galopantes precios de la energía pongan cada vez en mayor peligro a los europeos de caer en la pobreza energética, sobre todo a los mayores, que son los más vulnerables.
Dadas las condiciones actuales de seguridad energética, necesitamos a toda costa un mercado de gas y electricidad que funcione correctamente en Europa. Recientemente hemos sufrido problemas con el suministro de energía y este informe intenta oportunamente resolver algunos de ellos.
He recibido una serie de cartas de mis electores en apoyo de la enmienda 159, que prohibiría a los Estados miembros autorizar la construcción de nuevas centrales eléctricas que emitan más de 350 g de dióxido de carbono por kilovatio producido.
Joel Hasse Ferreira (PSE). – (PT) Señora Presidenta, Señorías, la integración regional de los mercados transfronterizos de electricidad debe contemplarse no sólo a la luz de lo que se está debatiendo hoy, sino también en términos de creación de un mercado europeo único para la electricidad.
Además, la gama de asuntos energéticos en el marco europeo merece un planteamiento más amplio y con mayor visión de futuro. De ahí la iniciativa que hemos adoptado en el grupo STOA del Parlamento, diseñando escenarios de energía para las próximas décadas, utilizando 2003 como referencia base. El Parlamento y algunos Grupos parlamentarios se muestran divididos en cuanto a la cuestión de la separación de las redes de transporte de electricidad y las compañías de energía. Esto entraña a veces mayor importancia para las circunstancias nacionales que para las opciones políticas y estratégicas.
Sin embargo, quiero expresarme con total claridad sobre el asunto, Señorías. Personalmente estoy a favor de una separación nítida entre las redes/empresas que operan en la red eléctrica y la compañía u organismo que gestiona las redes. Creo que esa es la solución más favorable para los consumidores y la que garantiza la posibilidad de crear un mercado auténticamente interior para la electricidad, que debería ser unos de nuestros objetivos como diputados al Parlamento Europeo y como ciudadanos europeos.
Zita Pleštinská (PPE-DE). - (SK) Los consumidores europeos de electricidad y de gas tienen el derecho a un servicio universal, es decir, el derecho a ser servidos con una determinada calidad, a unos precios razonables que se pueden comparar con facilidad y claridad y que sean transparentes.
Aplaudo el hecho de que el informe de mi compañera diputada, señora De Vits, sobre la propuesta de una Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía, también esté incluido en el debate sobre el tercer paquete energético. Actualmente, los derechos de los consumidores de energía están recogidos en diferentes documentos de la UE, pero a menudo no han sido transpuestos a la legislación nacional. Aplaudo el esfuerzo de la ponente para hacer más transparentes los derechos de los consumidores. Los consumidores tienen que tener libertad de elección y la posibilidad de cambiar de proveedor sin cargo alguno. Tienen que entender cuáles son los conceptos por los que están pagando. Quiero dar las gracias a la ponente por incorporar a su informe mi enmiendas, en las que solicitaba a los Estados miembros que proporcionaran apoyo financiero a las organizaciones de consumidores en el ámbito de los servicios de consultoría. Las organizaciones de consumidores realizan una gran labor en nombre de los consumidores de energía, sobre todo los consumidores vulnerables.
Anni Podimata (PSE). – (EL) Señora Presidenta, permítame en primer lugar respaldar lo que la ponente, señora Morgan, ha dicho acerca de la necesidad de proteger a los consumidores más vulnerables, concretamente contra el alza de los precios del crudo. Coincido asimismo con la necesidad de combatir la pobreza energética y de promocionar activamente la inversión en fuentes de energía renovable.
Sin embargo, por lo que ser refiere a la cuestión central de crear un único mercado energético interior, la consecución de este objetivo no sólo depende de diseñar y aplicar una sola estrategia, sino también de captar las características específicas de cada participante.
La separación completa de la propiedad no constituye una condición previa esencial ineludible para las inversiones en la mejora de la red. Los retrasos en la modernización pueden deberse a una política energética desencaminada que contempla la energía como un producto que se distribuye primordialmente con el objetivo de aumentar los beneficios, más que de mejorar el sistema.
Janez Lenarčič, Presidente en ejercicio del Consejo. − (SL) Permítanme en primer lugar una reflexión de carácter general. El hecho es que, en el Consejo, estamos ciertamente de acuerdo con la conclusión de que la situación en el mercado energético interior no es ni buena ni satisfactoria. Por esa misma razón, hemos pasado muchos años intentando alcanzar un acuerdo para establecer un mercado interior adecuado para el gas y la electricidad, a fin de crear una verdadera competencia y condiciones idénticas para todos los interlocutores en este mercado.
El 6 de junio, como ya he dicho, se consiguió un avance importante en el Consejo. Hoy, varios oradores, incluida la señora Morgan y otras muchas personas, han señalado que la separación completa de la propiedad representa el método más eficaz de establecer un mercado interior apropiado para el gas y la electricidad. Ese es también el parecer de la Comisión, y también es la opinión de la mayoría de los Estados miembros. Sin embargo, ha sido necesario un compromiso para lograr un acuerdo. Este compromiso no ha resultado sencillo, pero hemos sido capaces de afianzarlo.
El compromiso significa que existen tres opciones y la evaluación de la Presidencia consiste en que la aplicación de estas opciones, en línea con las normas diseñadas, nos puede conducir a una situación donde queden establecidas unas condiciones iguales para todos los interlocutores en el mercado interior del gas y la electricidad, una vez haya quedado establecida una auténtica competencia.
Permítanme exponer algunas otras apreciaciones. Se ha mencionado varias veces el asunto de la pobreza, o más bien, la pobreza energética. Se trata un asunto muy importante, sobre todo en circunstancias en las que los precios de la energía están aumentando a pasos agigantados. No obstante, el hecho es que eso es responsabilidad y obligación de los distintos Estados miembros en virtud del principio de subsidiariedad, tal como ha quedado expuesto por el señor Hökmark y algunas personas más; los Estados miembros están obligados a garantizar el acceso a la energía a los pobres.
La cuestión de la protección de los consumidores ha salido varias veces a colación. De hecho, un número considerable de intervenciones se ha ocupado de ella. Permítanme subrayar que el texto de la Presidencia, o el compromiso de ésta, contiene una disposición sumamente importante en el ámbito de la protección de los consumidores. Exige que se informe adecuadamente a los consumidores acerca de su consumo de energía, acerca de los costes que se derivan de ello, y que se les informe con suficiente frecuencia para poder atender sus obligaciones de pago. Además, se contempla desde luego la posibilidad de cambiar de proveedor en cualquier momento, así como de ser informados, de manera inmediata y regular, sobre los precios fijados por los proveedores.
Varias intervenciones, incluida la del señor Turmes, han hecho mención a los poderes de la Agencia. La Agencia no va a ser un tigre de papel. Sobre todo por lo que respecta a los asuntos que afectan a dos o más Estados miembros, la Agencia tendrá la posibilidad de adoptar decisiones vinculantes, lo cual constituye una innovación importante.
Varias intervenciones, en concreto las del señor Biruti, el señor Zile y otros, han aludido al problema de los sistemas pequeños y aislados. Quiero señalar que el texto del acuerdo alcanzado en el Consejo contempla derogaciones o exenciones para tales países o mercados, hasta que quede subsanado su aislamiento.
Un par de palabras acerca de las fuentes renovables. Nuestro paquete, el paquete del Consejo, prevé el acceso prioritario a las redes de energía generada a partir de fuentes renovables.
Voy a finalizar con lo siguiente: quiero aplaudir la determinación mostrada por el señor Vidal-Quadras para garantizar que el Parlamento y el Consejo alcancen un acuerdo en segunda lectura. Ese es también el deseo del Consejo. La Presidencia coincide en que el acuerdo alcanzado el 6 de junio ha creado la posibilidad de que se logre tal acuerdo antes de final de año. Eso es especialmente importante a la vista de nuestro anhelo de alcanzar un acuerdo sobre el paquete climático y energético incluso en 2009.
He constatado a partir de este debate que las posiciones del Consejo y del Parlamento no son tan distantes. Quiero dar las gracias a los ponentes y a cuantos han participado en el debate. Pienso que este debate va a resultar de la máxima utilidad para el Consejo en su labor ulterior y para alcanzar nuestro acuerdo común dentro del plazo deseado.
Andris Piebalgs, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, el debate de hoy ha estado centrado en gran parte en los hogares, y la propuesta de la Comisión va más allá de los mismos: ciertamente también se refiere a la industria. Con el debido respeto a los consumidores vulnerables, lo que estamos intentando conseguir es un mercado que funcione correctamente. No es posible subvencionar todo siempre, por lo que significa de quitarle algo a una persona para dárselo a otra; sé que habrá consumidores vulnerables a los que deberíamos prestar atención, pero básicamente lo que estamos intentando lograr es un mercado europeo interconectado, que funcione correctamente, basado en los valores y las experiencias que tenemos de otros ámbitos.
El mercado energético no ha hecho sino empezar a desarrollarse y va a llevar algún tiempo ponerlo en funcionamiento, pero creo que el debate de hoy demuestra realmente que la propuesta de la Comisión se ocupa acertadamente de los principales entornos.
Se han expresado algunas dudas acerca de la necesidad del cambio. Creo que el cambio es necesario: es algo que no sólo han demostrado los informes anuales de la Comisión, sino también la encuesta sectorial de la competencia. El informe Vidal-Quadras del Parlamento afirma que necesitamos un cambio y que precisamos propuestas.
En la realidad también hemos contado recientemente con algunos desarrollos en la legislación sobre la competencia. La dificultad estriba en que, si se descubre alguna conducta contraria a la competencia, siempre es a posteriori: se imponen sanciones, pero el consumidor ya ha pagado el pato. Así que es un cambio estructural lo que se necesita y pienso que las propuestas que hemos realizado constituyen una respuesta al mismo.
Hay una par de asuntos en los que considero que estamos yendo más allá de una mera propuesta sobre el mercado energético. Comencemos por la Agencia. Estoy totalmente de acuerdo en que es fundamental una Agencia independiente. La dificultad que encuentro es que también tenemos jurisprudencia que establece ciertos límites, y la Comisión se convierte en lo más poderosa posible, dentro de los límites legales, si contamos con una Agencia.
En cuanto a la comitología, entiendo los interrogantes del Parlamento acerca de la misma, pero ese es el procedimiento que tenemos y deberíamos utilizar dicho procedimiento para conseguir el resultado.
Respecto a la infracción, ha sido el señor Paasilinna quien ha afirmado que éste es el procedimiento con que contamos, y deberíamos utilizarlo porque no tenemos ningún otro.
Se ha formulado una pregunta sobre los derechos de los consumidores. Existe la subsidiariedad, pero la aviación más bien es una cuestión transfronteriza. Creo que la Carta sobre energía está más estrechamente relacionada con la subsidiariedad. Hemos dado un buen ejemplo, pero ¿debemos realmente incluir en esto la legislación europea? Tengo mis dudas. No estoy necesariamente en contra de ello, pero existe una frontera entre el punto donde se necesita legislación europea y el punto donde comienza la legislación nacional a este respecto. En cualquier caso, creo que hasta aquí llegan los temas, y el Parlamento seguro que encuentra el planteamiento adecuado.
Voy a finalizar dando las gracias a la señora Morgan, a la señora De Vits, al señor Chichester y al señor Vidal-Quadras una vez más por sus excelentes informes. Pienso que el debate ha puesto de manifiesto claramente que existe un importante debate interno y espero con impaciencia la votación de mañana, ya que el informe Vidal-Quadras nos ha allanado el camino para que presentemos la propuesta. Sé que el Consejo y el Parlamento van a tener que trabajar para dar con una solución equilibrada. Ambas partes están dispuestas. En la votación de mañana, todo depende de dónde se encuentre el Parlamento, pero percibo claramente que existe voluntad política para alcanzar un acuerdo y que conseguiremos aprobar la propuesta dentro de esta legislatura por el bien de nuestros consumidores, y pienso que eso es estupendo.
Posición de la Comisión sobre las enmiendas presentadas por el Parlamento
Eluned Morgan, ponente. − Señora Presidenta, deseo dar las gracias a cuantos han contribuido a un debate muy interesante.
Quiero hacer una pequeña reflexión sobre lo que ha dicho el señor Hökmark acerca de desarrollar el sistema mejor posible para garantizar la seguridad de suministro, la sostenibilidad y la competitividad. Debo decir que la posición que ha planteado el Consejo va demasiado lejos. Me decepciona el acuerdo informal en el Consejo, ya que se ha doblegado en exceso ante la voluntad de la minoría. Comprendo, desde luego, que existe un momento y un lugar y una necesidad de compromiso, pero pienso que ha ido demasiado lejos.
Me desilusiona igualmente que la Comisión no muestre mayor firmeza en la defensa de su propia posición; no conviene olvidar que es su propia posición la que estamos defendiendo ahora. Sólo quiero recordarle que usted se ha echado atrás y nosotros, no; nosotros estamos defendiendo su posición.
Lo que tenemos en estos momentos no es suficientemente bueno. Resulta que grandes usuarios de energía industriales acuden a nosotros y nos piden en privado que realicemos la separación, pero cuando les decimos que vamos a intentar hacerlo y les pedimos que vengan a decírnoslo en público, alegan que no pueden hacerlo porque son vulnerables. Eso significa que el consumidor no se hace cargo —el consumidor no es quien controla el mercado— y eso es problemático.
Pienso que ha habido un mal entendido sobre el asunto de las tarifas especiales para clientes vulnerables. Sigo defendiendo este asunto. Quiero ver tarifas especiales para clientes vulnerables. Sin embargo, no estamos pidiendo que lo haga la UE: estamos pidiendo que lo hagan los Estados miembros y que se tomen enserio este asunto. Nosotros, los socialistas, en concreto, hemos escuchado lo que nos dicen los electores: que los altos precios constituyen un perjuicio y que realmente están sufriendo en estos momentos, y nosotros queremos que el asunto de la pobreza energética se incluya en la agenda de los Estados miembros. De momento ni siquiera figura en ella. Solamente hay un país en Europa que cuenta con una definición para la pobreza energética. ¡Inclúyanla en la agenda de sus Estados miembros, porque ahora no está en ella!
Alejo Vidal-Quadras, Ponente. – (ES) Sean mis primeras palabras para agradecer la excelente colaboración y el estupendo clima que ha habido en el trabajo de preparación de estos informes, sobre todo con la señora Morgan, con el señor Chichester y con todos los ponentes alternativos.
Vamos a ver, queridos colegas, de lo que se trata aquí es saber qué es lo que queremos y si todos queremos lo mismo, porque lo que no se puede decir, en buena lógica, es que la separación de propiedad es una especie de llave mágica universal que abre todas las puertas y nos va a traer la solución a todos los problemas. Nadie ha dicho eso.
La separación de propiedad de la red de transporte y la generación es una condición necesaria que ayuda, que facilita, que posibilita que el mercado funcione correctamente, que terceras partes puedan entrar en el mercado y que las inversiones queden garantizadas. Pero por supuesto que no soluciona todos los problemas. ¿Quién ha dicho eso? Nadie lo ha dicho.
En mi país, por ejemplo, donde hay separación de propiedad, hay muchos problemas. La agencia de reguladores no es bastante independiente. Hay déficit tarifario, hay tarifas reguladas que distorsionan el mercado. Somos una isla energética que necesita más interconexiones. ¿Quiere eso decir que, si tenemos separación de propiedad, todo eso se va a solucionar? No, porque eso obedece a otras causas que nada tienen que ver con la separación de propiedad. Vamos a ver si usamos la lógica, aparte de la política y los intereses nacionales.
Por consiguiente, señor Presidente del Consejo, yo no puedo hablar en nombre de este Parlamento, porque soy un diputado entre 785, pero le puedo dar una impresión, fruto de nueve años en esta Casa, y le digo una cosa: hay voluntad de llegar a un acuerdo, hay voluntad de negociar, hay buena voluntad, señor Presidente del Consejo, pero transmítale al Consejo que esa buena voluntad ha de ser recíproca. Y si es recíproca, podemos llegar, como ha pasado en el caso del mercado del gas, a fórmulas que cumplan nuestro objetivo.
Giles Chichester, ponente. − Señora Presidenta, ha sido un debate fascinante, la Cámara está dividida conforme a un planteamiento distinto a nuestro habitual antagonismo de izquierda/derecha, o incluso norte/sur, y me ha parecido especialmente curioso, sobre todo como conservador británico, cómo mis compañeros de determinados Estados miembros se han contorsionado y retorcido y revuelto en un intento desesperado por impedir el cambio. Nunca pensé que mis compañeros alemanes podían ser mucho más conservadores (con «c» minúscula, como en «resistente al cambio») que yo mismo.
Cuando llegué por primera vez a este Parlamento, yo era un decidido partidario y defensor de una cosa llamada privatización —el señor Allister lo ha mencionado hace un rato—, es decir, quitarle la propiedad de estas empresas al Estado y permitir a la iniciativa privadas gestionarlas con mayor eficacia que la conseguida por un monopolio estatal. Ahora me doy cuenta de que se trata de un concepto que causa alarma en Europa, pero puede suceder que la dirección definitiva en que deberíamos avanzar es más allá de la separación de la propiedad hacia la privatización.
Permítanme afirmar que personalmente estoy convencido de la importancia de abordar la pobreza de combustible. Pienso que la reforma de tarifas en bloque podría representar una forma de proceder. Parece bastante extraordinario que marquemos el precio marginal de la energía por debajo del precio inicial, fomentando con ello el consumo, cuando ciertamente vivimos en una época en la que deseamos alentar la conservación y la eficacia y hacerla más cara para quien consume más.
Parece como si las fuerzas del mercado fueran a hacer el trabajo para nosotros: el precio del crudo está obligando a la gente de mi país a modificar sus hábitos y constato —y disfruto recordándoles esto a mis compañeros alemanes— que E.ON ha descubierto el beneficio de las fuerzas del mercado en su decisión de separar su servicio de distribución.
Tal vez necesitemos un cuarto paquete en el futuro, pero felicito a la señora Morgan por lo que ha logrado de momento. Recuerden: esperamos una amplia mayoría mañana, ya que, en algún momento, quienes son consumidores en mercados que no cuentan con la separación, dirigirán la vista hacia los otros mercados que sí la tienen y dirán: «por favor, queremos eso».
Mia De Vits, ponente. – (NL) Señora Presidenta, me complace que los oradores de hoy hayan debatido no sólo la separación de la propiedad, sino también los derechos de los consumidores. Con la vista puesta en la votación del jueves, quiero pedir el apoyo a las tres enmiendas que pretenden mejorar más estos derechos de los consumidores e informarles regularmente acerca de su consumo. No creo que sea excesivo pedir que eso se haga cuatro veces al año. También está la idea de los contadores inteligentes y el establecimiento de una fecha límite para su implantación, a saber, 10 años a partir de la entrada en vigor de la Directiva.
Por último, en cuanto al tema de los planes de acción nacionales para resolver la pobreza energética, quiero decirle al señor Vidal-Quadras que sólo estamos mencionando las tarifas sociales a título de ejemplo de un posible instrumento para los Estados miembros. Estas son tres enmiendas para las que pedimos apoyo a fin de mejorar los derechos de los consumidores.
Para finalizar, señora Presidenta, me siento decepcionada con la respuesta del señor Comisario, en la que cede a los Estados miembros los ámbitos de los derechos de los consumidores en nombre de la subsidiariedad. Quiero decirle que estamos avanzando hacia un mercado europeo de la energía y, por eso, los ciudadanos británicos tendrán que vérselas con un proveedor alemán. A mi juicio, este mercado energético europeo significa que también tenemos que ser capaces de proporcionar a los consumidores una respuesta europea.
Presidenta. − Se cierra el debate.
La votación sobre los informes Morgan, Vidal-Quadras y Chichester se celebrará mañana.
La votación sobre el informe De Vits se celebrará el jueves, 19 de junio de 2008.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Cristian Silviu Buşoi (ALDE), por escrito. – (RO) Por lo que respecta al informe «Chichester» acerca de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, respaldo la creación de esta Agencia y su dotación con mayores competencias.
En cuanto a la enmienda para establecer la sede central de esta institución en Bruselas, ante todo, quiero solicitar el dictamen de los servicios jurídicos en cuanto a nuestra competencia, la del Parlamento Europeo, para tomar una decisión con respecto a este asunto, ya que, personalmente, tengo la sensación de que esta cuestión cae dentro de la competencia del Consejo.
En cuanto a la ciudad de Bruselas, confieso que no tengo nada en contra de la ciudad en sí misma... incluso me gusta.
No obstante, creo que la votación celebrada por los irlandeses la semana pasada constituye una señal política de enorme importancia en relación a la opinión que los ciudadanos tienen de los burócratas de Bruselas y la forma en que se adoptan las decisiones en el círculo «cerrado» en Bruselas.
Todos los ciudadanos europeos tienen que sentirse parte y próximos al proceso europeo de toma de decisiones. Es importante que todos los ciudadanos europeos sientan que están representados y las instituciones deberían tener emplazamientos por toda la Unión.
Acerquemos las instituciones a los ciudadanos y hagamos que los ciudadanos participen en el debate europeo. Si centralizamos todo en Bruselas, pondremos en peligro la construcción europea.
Rechazo decididamente la idea de establecer la sede central de esta nueva institución en Bruselas.
Desislav Chukolov (NI), por escrito. – (BG) Señor Presidente, Señorías, la idea de la «mafia de la energía» existe en bastantes países del mundo. Se trata de un término genérico que utilizamos habitualmente para referirnos a cosas en el sector de la energía que están poco claras. Sin embargo, a diferencia de otros países, la mafia de la energía en Bulgaria está dando muestras claras de que está a punto de entrar en política, y no por medio de unas elecciones limpias y transparentes, sino en la forma en que siempre ha actuado, comprando su entrada.
El partido LIDER (Iniciativa Liberal para el Desarrollo Europeo Democrático) de reciente creación va a irrumpir en la escena política en mi país de una manera excepcionalmente agresiva, aproximándose ocasionalmente al estilo del Movimiento por los Derechos y las Libertades en cuanto a rudeza y crueldad. Ambos partidos están comprando votos, pero mientras que el MRL opera exclusivamente en favor de Turquía, el partido LIDER y su dirigente, Hristo Kovachki, funciona sólo en beneficio propio.
Durante las últimas elecciones en mi país, los ciudadanos fueron notificados por correo de que sus facturas de servicios públicos serían condonadas siempre que votaran a favor del partido.
Señor Presidente, haga uso de su influencia sobre los políticos búlgaros para evitar una solución que, tras las elecciones de 2009, podría enviar diputados a esta Cámara que habrían sido elegidos de esta manera tan injusta y horrenda.
Glyn Ford (PSE), por escrito. – Apoyo plenamente el informe de mi compañero y lo habría hecho en persona si me hubiera sido posible. Sin embargo, no creo que esto signifique que no podamos construir nuevas centrales eléctricas a base de carbón.
La industria del carbón se encuentra una vez más en primera línea de una revolución, acercándose rápidamente el 25º aniversario de la huelga de los mineros. Esta revolución está basada en tecnologías limpias de captura y almacenamiento de carbón y carbono (CCS) que se están desarrollando en la mina de carbón de Hatfield, cerca de Doncaster. Las tecnologías CCS significan que el 90 % de las emisiones de CO2 de una central eléctrica es capturado y luego transferido para el almacenamiento geológico. Tal tecnología podría revolucionar la forma de cubrir el Reino Unido sus necesidades energéticas.
Además de los beneficios de utilizar un recurso natural que poseemos en abundancia, los puestos de trabajo creados dentro de una naciente agencia de carbón limpio podrían constituir un salvavidas para los municipios mineros que han sido testigos de un cuarto de siglo de declive económico y social.
Urszula Gacek (PPE-DE), por escrito. – (PL) Me complace mucho aceptar la posición del Parlamento acerca de la Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía, sobre todo la propuesta de que se facture a los consumidores sobre la base del consumo real de energía.
Espero que esto dé lugar a que las facturas para todos los consumidores individuales de gas se especifiquen en kWh, y no, como en Polonia, por ejemplo, en metros cúbicos.
La facturación conforme al valor de la energía y no al volumen del gas consumido contaría definitivamente con el consentimiento de los consumidores, que sospechan, de forma justificada o no, que están pagando por «aire».
Tunne Kelam (PPE-DE), por escrito. – Estoy de acuerdo con el Comisario en que, si aceptamos continuar con el actual status quo, protegiendo los intereses nacionales en lugar de defender los intereses y valores europeos comunes, entonces la UE será incapaz de abordar los dramáticos desafíos a que nos enfrentamos.
Esa es la razón por la que la UE necesita una reforma real.
Abogo firmemente por un regulador nacional, una Agencia eficaz que cuente con autoridad suficiente para supervisar el correcto funcionamiento del mercado común de la electricidad.
Sin embargo, mi pensamiento clave es este: ya que la UE está basada en el principio de la libre competencia, estamos obligados a garantizar, no sólo en teoría sino también en la vida real, que en cada Estado miembro el consumidor sea capaz de elegir libremente y sin trabas entre distintos productores y distribuidores de electricidad y decidir cuál es la mejor oferta. Así pues, el reto real para los Estados miembros consiste en decidir entre los intereses de los consumidores y los de las grandes compañías. Las vacilaciones a la hora de colocar al individuo, al consumidor, en el centro de nuestras actividades conducen lógicamente a acontecimietos como el voto negativo irlandés y la creciente indiferencia de nuestros ciudadanos respecto a la UE.
La plena separación de la propiedad constituye una condición clave para la reforma. La «tercera vía» no es una solución creíble.
Janusz Lewandowski (PPE-DE), por escrito. – (PL) Señora Presidenta, la forma en que las cosas están evolucionando, las prioridades de la UE en materia de energía —protección medioambiental, seguridad y liberalización del mercado— continúan siendo importantes, pero hay que volver a analizar su jerarquía. Los galopantes precios de los portadores de energía, con tensiones y preocupaciones sociales, más la ofensiva de Gazprom, todo eso requiere reacciones rápidas y plantea la necesidad de seguridad y economía de los suministros. Entre tanto, los ambiciosos objetivos fijados para la protección medioambiental y la batalla contra el calentamiento global tienen un carácter a más largo plazo y conllevan retos que podrían reducir la competitividad de la economía europea y multiplicar las tensiones sociales.
Cabe lamentar que en nuestro círculo de 27 países no exista voluntad para crear un mercado energético común y competitivo. La supresión de los monopolios está encontrando resistencia en varios países que, de otra forma, son considerados líderes de la integración europea. Existe asimismo una falta de solidaridad en los contactos con los proveedores externos de petróleo y gas. Las negociaciones bilaterales, como las entabladas a uno y otro lado de la Unión Europea con Gazprom, están debilitando nuestra posición negociadora. Están facilitando la práctica del chantaje energético a los Estados miembros que históricamente han estado ligados a un proveedor monopolista.
Las diferencias de intereses nacionales se dejan sentir a la hora de la construcción de un mercado energético único. La Unión Europea necesita pruebas de que será capaz de alcanzar compromisos satisfactorios a pesar de las diferencias. No existe entorno más importante que la energía, en el que hay que demostrar la capacidad de lograr la unidad más allá de cualquier división.
Bogusław Rogalski (UEN), por escrito. – (PL) Señora Presidenta, el acceso a la energía a precios razonables es uno de los elementos que aceleran la integración social y el acceso al conocimiento y la educación. Los suministros energéticos tienen un impacto significativo sobre la forma en que funcionan los ciudadanos en la vida social y económica. Por desgracia, a menudo ocurre que los consumidores, en concreto los individuos particulares y las pequeñas y medianas empresas, tienen un potencial limitado para que sus intereses sean reconocidos eficazmente en lo tocante al acceso a la energía.
Según los datos disponibles, los Estados miembros no han cumplido satisfactoriamente su obligación de proporcionar servicios públicos puntuales que lleguen a los grupos sociales menos privilegiados. La Carta Europea de los Derechos de los Consumidores de Energía debería resolver algunos de los problemas que existen en este ámbito. Esta Carta está aparentemente basada en la idea de cooperación entre Estados miembros con plena aplicación del principio de subsidiariedad, teniendo presente que determinadas prácticas en el ámbito de la protección del consumidor pueden desembocar en diferentes resultados en distintos Estados miembros.
Los proveedores de energía y los operadores de redes deben imponerse la obligación de funcionar con respeto hacia el medio ambiente y restringiendo los residuos radioactivos en la medida de lo posible. Asimismo habría que convertir en cuestión prioritaria las fuentes de energía renovables y la garantía a los consumidores del derecho a realizar una elección consciente de la fuente de energía.
Asimismo habría que imponer límites a las formalidades que origina un cambio de proveedor; los consumidores deben estar protegidos contra prácticas comerciales fraudulentas y hay que crear organizaciones de consumidores. Pero, sobre todo, hay que encontrar una solución al problema de la pobreza energética a fin de permitir a todos los ciudadanos participar en muchos ámbitos importantes de la vida.