16. Adaptación de determinados actos al procedimiento de reglamentación con control (Parte I) - Adaptación de determinados actos al procedimiento de reglamentación con control (Parte III) (debate)
Presidente. − El punto siguiente se refiere al debate conjunto sobre:
- el informe (A6-0088/2008) de József Szájer, en nombre de la Comisión de Asuntos Jurídicos, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se adaptan a la Decisión 1999/468/CE del Consejo, en su versión modificada por la Decisión 2006/512/CE, determinados actos sujetos al procedimiento contemplado en el artículo 251 del Tratado, en lo que se refiere al procedimiento de reglamentación con control - Parte I (COM(2007)0741 – C6-0432/2007 – 2007/0262(COD)); y
- el informe (A6-0086/2008) de József Szájer, en nombre de la Comisión de Asuntos Jurídicos, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se adaptan a la Decisión 1999/468/CE del Consejo, en su versión modificada por la Decisión 2006/512/CE, determinados actos sujetos al procedimiento contemplado en el artículo 251 del Tratado, en lo que se refiere al procedimiento de reglamentación con control - Tercera Parte COM(2007)0822 – C6-0474/2007 – 2007/0282 (COD)).
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señor Presidente, el «expediente sobre comitología» tiene dos características principales. Por una parte, es sumamente técnico y, probablemente, será difícil que el ciudadano de a pie lo comprenda. Por otra parte, es muy importante, ya que versa sobre cómo el Parlamento ejerce su control sobre los actos de ejecución. La modificación de 2006 de la Decisión en materia de comitología introdujo el denominado «procedimiento de reglamentación con control», que otorgaba al Parlamento Europeo un derecho de veto en relación con medidas de alcance general que modifican un acto legislativo adoptado mediante el procedimiento de codecisión.
A finales de 2006, 26 actos identificados como particularmente urgentes se habían adecuado ya al nuevo procedimiento, que otorga al Parlamento una función más importante, y me complace ver que hoy nos hemos reunido para aplaudir los nuevos avances logrados.
Entre noviembre de 2007 y febrero de 2008, la Comisión propuso adecuar más de 220 actos al nuevo procedimiento de reglamentación con control. Para facilitar el examen de tales expedientes por parte del Parlamento y del Consejo, optamos por agrupar las propuestas mediante un planteamiento denominado «ómnibus». Se adoptaron cuatro propuestas ómnibus.
La Comisión se complace de que resulte posible llegar a un acuerdo en primera lectura a propósito de las propuestas ómnibus primera y tercera y de que se hayan podido alcanzar soluciones de transacción adecuadas y justas entre las tres instituciones. Desearía dar las gracias, en particular, al ponente y a las comisiones parlamentarias, que han trabajado con gran denuedo y celeridad.
La Comisión desearía formular la siguiente declaración. En el marco de la revisión de la Directiva 2005/36/CE, tal como se establece en el artículo 60 de la misma, la Comisión evaluará, en concreto, la ejecución de sus competencias delegadas con arreglo a la cláusula de excepción establecida en el artículo 61 de la Directiva.
La Comisión apoya con firmeza la voluntad política de avanzar en relación con este tema, así como la voluntad del Parlamento de avanzar lo más rápidamente posible. Esperamos que el Consejo también manifieste un compromiso firme. Trataré este tema con la Presidencia francesa y confío en que ésta tome la iniciativa en relación con el mismo. Seguiremos cooperando estrechamente con las dos instituciones para lograr un acuerdo sobre las dos propuestas ómnibus pendientes.
József Szájer, ponente. − (HU) Señor Presidente, señora Vicepresidenta de la Comisión, desearía comenzar repitiendo lo que la Vicepresidenta de la Comisión acaba de decir, a saber, que el asunto que estamos tratando tiene dos facetas. Por una parte, se trata de un asunto muy técnico, aunque he de añadir que es nuestro cometido el solucionar los problemas técnicos y llevar a cabo todas las tareas aparejadas, de modo que debemos entender estas cuestiones. Por otra parte, simultáneamente, ofrece una nueva oportunidad a los ciudadanos, ya que el nuevo procedimiento, el procedimiento con control, otorga por vez primera a los ciudadanos la oportunidad de ejercer control, a través de sus representantes elegidos libre y directamente, sobre las medidas de ejecución y las medidas normativas de la Comisión Europea.
Habrán oído multitud de historias, divulgadas fundamentalmente por los círculos euroescépticos, sobre cómo la Comisión Europea y la burocracia europea desean reglamentar una completa plétora de minucias. Estamos familiarizados con algunas de ellas: desde el tamaño de los huevos hasta el color de los pimientos, abundan los relatos de terror. Por supuesto, no sabemos cuán verdaderas tales historias son pero, sea como fuere, los mitos que rodean la burocracia bruselense han resultado ser persistentes. Una de las razones por las que tales mitos persisten se debe a que, hasta ahora, el Parlamento Europeo no gozaba de unas verdaderas competencias de control eficaces en lo tocante a las medidas normativas delegadas a la Comisión.
El presente proceso, que concluirá con las dos votaciones de mañana, permitirá que el Parlamento ejerza, al menos en parte, este tipo de control; en adelante, tales medidas normativas estarán sujetas a control político. En relación con lo que se denomina habitualmente el problema del déficit democrático, he de decir que el presente representa un avance importante. Se trata asimismo de un paso significativo en pos de eliminar el déficit democrático sin que ello entrañe la modificación del Tratado. He tratado en todo momento de hacer lo posible por lograr este objetivo, al igual que el Parlamento; el acuerdo alcanzado en 2006 entre la Comisión y el Parlamento ha servido de base para las modificaciones que debatimos hoy. Siempre he apoyado la idea de que no deberíamos esperar a que el Tratado de Lisboa amplíe tales competencias del Parlamento. No hay necesidad de esperar, ya que el acuerdo entre las dos instituciones y las propuestas que tenemos delante resuelven en gran medida tales problemas. Además, dudo que nadie pueda afirmar con seguridad, a día de hoy, en qué fecha entrará en vigor realmente el Tratado de Lisboa.
El Parlamento necesita estas competencias. Sin embargo, conviene advertir de lo siguiente: se trata de una ingente tarea que el Consejo lleva muchos años desarrollando a través de los comités de comitología. Para el Parlamento, se trata de una función completamente nueva y será necesario llevar a cabo una gran cantidad de trabajo para garantizar que seamos verdaderamente capaces de ejercer las nuevas competencias que se nos han atribuido. Además, no se trata simplemente de poder ejercer tales competencias en nuestra calidad de Parlamento Europeo: en adelante, se tratará en verdad de una obligación, ya que los ciudadanos europeos podrán pedirnos responsabilidades, como representantes elegidos que somos, sobre el modo en que gestionamos tales asuntos. Desearía expresar mi más sincero agradecimiento a la Comisión por haber presentado estas propuestas y desearía llamar la atención sobre el hecho de que únicamente se hayan presentado doce de los treinta o, más bien, de los cuarenta y seis actos incluidos en la «tercera lista», y pedirles, pues, que presentes los treinta y cuatro restantes cuanto antes, de modo que podamos tratarlos. Las negociaciones con el Consejo sobre los paquetes ómnibus primero y tercero han concluido satisfactoriamente.
Confío plenamente en que el Consejo continúe este proceso —de hecho, se ha comprometido a ello— y, si es posible, resuelva los problemas y ponga fin al proceso a finales del presente año. Para que ello suceda, todas las instituciones tendrán que seguir cooperando mutuamente. Otra razón por la que este asunto es importante se refiere a que, en este caso, tanto la Comisión como el Consejo están cediendo importantes competencias constitucionales al Parlamento. Podría, pues, expresar cuán encomiable es este hecho y cuán agradecidos estamos de que se nos hayan otorgado estas competencias. Sin embargo, creo sinceramente que las instituciones han adoptado esta medida en interés de la democracia en la Unión Europea y en aras de eliminar procedimientos excesivamente burocráticos y garantizar una Unión Europea más eficaz, más transparente y más democrática. Doy las gracias a las instituciones por su cooperación y expreso asimismo mi gratitud a las comisiones por haber actuado con celeridad para permitir al Parlamento resolver este asunto, al menos en lo que respecta a las propuestas ómnibus primera y tercera. Gracias por su atención.
Oldřich Vlasák, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (CS) Señor Presidente, Comisaria Wallström, Señorías, la Comisión Europea desempeña una función irremplazable en la aplicación de la legislación europea. Su tarea consiste en aplicar la legislación europea a nivel comunitario y en garantizar que dicha legislación se cumpla en los Estados miembros. La comitología es uno de los instrumentos fundamentales para gestionar este proceso. La comitología es justificable y desempeña asimismo una función irremplazable en los procesos político y legislativo. Se creó como respuesta a la necesidad práctica de modificar y enmendar la reglamentación comunitaria, a menudo muy técnica, de modo que se adecuara a la realidad y a la situación sobre el terreno. Sin embargo, ello no significa que el sistema en vigor sea ideal. En el marco de la comitología, hemos de buscar ante todo el equilibrio entre la Comisión, el Consejo y/o los Estados miembros y el Parlamento Europeo.
La importancia del Parlamento Europeo y su función en la adopción de la legislación europea es irremplazable. Dicho lo cual, hemos de recordar que la posibilidad de supervisar la aplicación de los instrumentos comunitarios está limitada por los plazos, los aspectos técnicos y el conocimiento. En mi opinión, la participación del Parlamento en el proceso es excesiva, lo que añade más burocracia y pone en peligro todo el proceso. Nuestro objetivo debería ser exactamente el contrario: reducir la burocracia. Cientos de comités de comitología y miles de reuniones y actos de ejecución contribuyen a duras penas a la transparencia de la comitología. A mi juicio, debería existir un mayor grado de formalización del sistema de comitología. No hay duda de que el proceso en su conjunto debe racionalizarse y simplificarse. Señorías, la comitología, al igual que Tratado de Lisboa, es algo que los ciudadanos no comprenden. A los efectos de nuestro debate sobre comitología, deberíamos, pues, contemplar el «no» irlandés como una advertencia.
Manuel Medina Ortega, en nombre del Grupo del PSE. – (ES) Señor Presidente, esta noche el Parlamento está haciendo algo nuevo. Yo creo que todos los intervinientes, empezando por la señora Comisaria, han puesto de relieve el carácter algo abstruso de la comitología. La prueba es que no tenemos a nadie en el público esta noche siguiendo este debate y, si yo tuviera que explicar a mis electores lo que estoy haciendo aquí esta noche a las once, me costaría mucho trabajo.
Yo creo que los diferentes intervinientes han hecho referencia a esta dificultad y yo creo que, en la preocupación por hacer un poco más atractivas las instituciones de la Unión Europea, tendremos que buscar algún procedimiento con el que podamos explicarles a los ciudadanos lo que estamos realmente discutiendo.
Desde luego, el paquete de medidas que estamos considerando es bastante amplio. Como ha dicho la Comisaria, se trata de cuatro paquetes ómnibus. Estamos viendo nada más que el primero y el tercero, y estamos viendo artículo por artículo las dificultades que plantean desde el punto de vista de la ejecución. Como señalaban el ponente y los demás, este ejercicio es un ejercicio necesario pero, evidentemente, deberíamos tratar de aclararlo.
Quizás valga la pena hacer referencia a algunos de los temas. Por ejemplo, la Directiva 76/160/CEE del Consejo, relativa a la calidad de las aguas de baño o la Directiva 91/271/CE del Consejo, sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas. El procedimiento que se adopte va a tener consecuencias prácticas para los ciudadanos, pero la cuestión es cómo hacérlo llegar a ellos.
Yo creo que el señor Szájer ha hecho un buen trabajo, que nosotros hemos tratado en este Parlamento de actuar con sentido de la responsabilidad, que vamos a seguir haciéndolo y lo único que nos va a quedar es esta parte, que es transmitir a los ciudadanos lo que realmente estamos haciendo aquí, y esto es bastante difícil. Creo que será el reto que tengamos y, continuando con lo que hemos conseguido hacer, con lo que estamos haciendo esta noche, creo que esa segunda parte tendríamos que desarrollarla en el futuro para que ese debate parlamentario no sea tan desolador como el que tenemos esta noche.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). – (PL) Señor Presidente, la inclusión del Parlamento Europeo en los procedimientos de comitología es necesaria, a la vista del desarrollo de sus competencias y, especialmente, como parte del procedimiento de codecisión establecido en el artículo 251 del Tratado. Tal es la dirección que siguen la Decisión del Consejo de 17 de julio de 2006 y el artículo 5 bis, que introduce el nuevo procedimiento con arreglo al que el Parlamento codecidirá con el Consejo los fundamentos de la propuesta de determinadas competencias de ejecución. El nuevo «procedimiento de reglamentación con control» se relacionará con medidas de alcance general cuyo objeto sea modificar elementos no esenciales de un acto de base adoptado con arreglo al procedimiento de codecisión.
La Decisión del Consejo reviste una importancia revolucionaria para el desarrollo de proceso legislativo, toda vez que permite que el Parlamento vete una propuesta de la Comisión relativa a las competencias de ejecución. De este modo, será posible modificar una propuesta o regresar a la vía legislativa. Es muy importante que el paquete de actualización se adopte cuanto antes, con objeto de que el nuevo procedimiento se aplique directamente al acervo en vigor. Por ello, les pido que, en la próxima votación, aprueben la propuesta de la Comisión referida a la lista de instrumentos legislativos que habrán de adecuarse al nuevo procedimiento, al igual que las enmiendas presentadas por las comisiones parlamentarias competentes.
Al mismo tiempo, desearía señalar que un aspecto de importancia crucial para el éxito de la actual reforma del procedimiento de comitología será el modo en que el Parlamento haga uso de las posibilidades que se le han ofrecido. El requisito de una mayoría absoluta de votos para rechazar la propuesta de la Comisión sobre las competencias de ejecución y la demora del procedimiento causada, por ejemplo, por la necesidad de traducir documentos a las 23 lenguas oficiales de la Unión Europea pueden tener repercusiones negativas en el avance de dicho procedimiento. Deberíamos tener en cuenta asimismo que el Parlamento puede ser objeto de una mayor presión procedente de los diversos círculos interesados en influir en la forma que adopten finalmente las competencias de ejecución. Un desafío adicional, por motivos tanto de índole general como de organización, lo constituirá el considerar el enorme número de instrumentos de ejecución que se presentarán al Parlamento en el futuro.
József Szájer, ponente. − (HU) Señor Presidente, Señora Vicepresidenta de la Comisión, Señorías, no me queda mucho que añadir, aparte de dar las gracias a su Señorías de la Comisión de Asuntos Jurídicos y a las demás comisiones por su estrecha cooperación. También doy las gracias a todos los que han colaborado con la comisión y me han prestado ayuda en este muy complicado asunto. Me complace mucho que hayamos logrado alcanzar un acuerdo con el Consejo al respecto y espero que podamos concluir el procedimiento en primera lectura. Desearía asimismo expresar mi esperanza en que este proceso siga avanzando al mismo ritmo en relación con las propuestas ómnibus segunda y cuarta: la cuarta es, acaso, algo más complicada y peliaguda. Las negociaciones al respecto han comenzado ya y confío plenamente en la posibilidad de que el proceso concluya a finales de año o, incluso antes, y en que el proceso oficial pueda seguir su curso.
El Tratado de Lisboa instaurará este sistema en el contexto de la legislación secundaria, pero no habría sido adecuado desperdiciar dos años sin contar con el procedimiento de comitología. Estoy convencido de que el Parlamento necesita este proceso de aprendizaje; necesita saber cómo gestionar estos asuntos. Un orador se ha referido a que es crucial que seamos capaces de distinguir entre asuntos importantes y asuntos que no lo son; la función del poder legislativo consiste, en verdad, en centrarse en asuntos vitales y por tal razón tiene que delegar ciertas competencias en el ejecutivo, es decir, en la Comisión, aunque debemos conservar la posibilidad y el derecho de ejercer control sobre las medidas de ejecución elaboradas por aquélla. Las observaciones formuladas se han incorporado a las propuestas. Les agradezco mucho su atención y deseo lo mejor al Parlamento, a la Comisión y al Consejo en el desempeño de las tareas pendientes, dado que este acto legislativo es el número sesenta y tantos y el grueso de los actos habrá de tratarse aún. Espero que el asunto pueda resolverse durante la segunda mitad del año. Muchas gracias por su atención. Gracias por haberme escuchado.
Presidente. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará el miércoles 18 de junio de 2008.