Presidenta. − El próximo punto del orden del día es el informe elaborado por Jutta Haug en nombre de la Comisión de Presupuestos en relación con el presupuesto 2009: primeras reflexiones sobre el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio 2009 y mandato para la concertación Sección III - Comisión (2008/2025) (A6-0262/2008).
Jutta Haug, ponente. − (DE) Señora Presidenta, señor Presidente en ejercicio del Consejo, señora Comisaria, ¿cómo debe ser el presupuesto de la Unión Europea para el año 2009, y cómo podría ser? Llevamos debatiéndolo desde principios de año, y ahora estamos a punto de embarcarnos en la segunda etapa del Parlamento Europeo en el procedimiento presupuestario de este año, que es un tanto distinto al de años anteriores. La razón es que queremos empezar a prepararnos un poco para el procedimiento modificado del Tratado de Reforma.
Tras la Resolución sobre las prioridades y el marco presupuestarios para 2009, adoptada en abril, viene la nuestra, titulada «Primeras reflexiones sobre el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio 2009 y mandato para la concertación». Dicha Resolución fue aprobada sin oposición por la Comisión de Presupuestos, y tengo grandes esperanzas en que la sesión plenaria también adopte una decisión unánime sobre ella, especialmente por cuanto se han incluido los comentarios y las sugerencias de las comisiones especializadas.
¿De qué se trata? El título lo dice todo. Se trata de evaluar el anteproyecto de presupuesto que la Comisión Europea nos ha presentado, en el que hemos encontrado mucho que criticar. No consideramos que el anteproyecto refleje la verdad y la claridad presupuestarias, que sea suficientemente transparente. Ya sabemos que la Comisión también tiene que apretarse el cinturón para adaptarse a la limitación de recursos del marco financiero a medio plazo. No obstante, eso no le da derecho a utilizar técnicas presupuestarias creativas para fabricar márgenes disponibles.
Sin embargo, se ha recurrido a estas técnicas: por ejemplo, la concentración de desembolsos de los programas plurianuales en el período final; el hecho de que no se tengan en cuenta necesidades de financiación conocidas y fácilmente perceptibles; y la no presupuestación del Fondo de Garantía estimado en 200 millones de euros al año. No vemos que la Comisión haya reflejado en las cifras las prioridades políticas que formuló en su estrategia política anual, prioridades que el Parlamento ha apoyado con rotundidad, a saber, la lucha contra el cambio climático y la promoción de la competitividad para el crecimiento y el empleo, vinculadas estrechamente a la promoción de una Europa sostenible y, por supuesto, a la materialización de una política de inmigración común.
Lo que es más importante, esperábamos mayor compromiso con la lucha contra el cambio climático. La Comisión asegura haber destinado casi 14 000 millones de euros del presupuesto al medio ambiente, aunque una inspección más atenta revela que, de esos 13 842 millones de euros, 13 000 millones están ya asignados al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, al Fondo de Cohesión y al Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Por tanto, esta cantidad tendrá que complementarse.
También necesitamos hacer más en materia de competitividad, principalmente para las pequeñas y medianas empresas, pero sobre todo para las pequeñas empresas. El primer paso fue la Small Business Act. El presupuesto de 2009 debe proporcionar un mecanismo especial de ayuda a las PYME que primero deban reclamar sus deudas en los tribunales. Está muy bien tener leyes que dicten que no debe superarse el plazo de los treinta días pero ¿cómo van a ejecutarlas las PYME? Sin embargo, la concesión de préstamos puente al amparo de dicho mecanismo puede impedir que ocurran quiebras y pérdidas de empleo, y eso también resulta positivo para nosotros.
No deseo ocuparme ahora de la presupuestación insuficiente para satisfacer las necesidades de la ayuda a la alimentación, la seguridad alimentaria, Kosovo, Palestina, Afganistán, de hecho, de toda la rúbrica 4. Mis compañeros diputados lo harán dentro de unos instantes.
Lo único que quiero es decirle al Consejo, cuyo representante, por desgracia, ya no está presente —no entiendo por qué está presente en los discursos de un minuto y no cuando empezamos a hablar del presupuesto—, que el Parlamento está absolutamente determinado a entablar un diálogo verdaderamente político con él. Queremos poner en práctica las prioridades europeas, y para ello es necesario un presupuesto adecuado. Al fin y al cabo, nuestro presupuesto europeo no es más que política en forma de cifras.
(Aplauso)
Dalia Grybauskaitė, Miembro de la Comisión. – (LT) Hoy tenemos una oportunidad única de familiarizarnos en esta etapa inicial con las principales prioridades del Parlamento Europeo para el año próximo y de saber qué preocupa a los diputados en relación con el proyecto presentado por la Comisión. Me gustaría dar las gracias a la persona que ha iniciado este debate tan temprano, la ponente, Jutta Haug.
Le aseguro que la Comisión Europea y yo estamos dedicando mucha atención a que la gestión financiera sea efectiva y la disciplina financiera, estricta. Apreciamos su constante atención e interés en estos ámbitos, Señorías.
Por tanto, aunque aprecio plenamente sus preocupaciones, quisiera destacar que el anteproyecto de presupuesto de 2009 ha sido elaborado por la Comisión dentro de los límites del período de programación financiera 2007-2013 tras una evaluación detallada de las previsiones de desarrollo económico y social y la creación de un margen adecuado y bien fundamentado que pueda utilizarse para retos imprevistos.
Al elaborar el presupuesto del año que viene, intentamos velar por que las prioridades políticas tuviesen una expresión financiera concreta y por que los objetivos tuviesen una base presupuestaria sustancial y sólida. Por tanto, esperamos obtener el mayor crecimiento financiero posible de los programas que impulsan el desarrollo económico y la competitividad, y de los que fomentan la libertad, la seguridad y la justicia, financiados con cargo a las categorías presupuestarias correspondientes.
Con el objetivo de contar con un presupuesto para 2009 que refleje los objetivos de política exterior de la Unión Europea así como la plena participación de la Unión en actividades internacionales, la Comisión presentará, en el futuro inmediato, una enmienda al proyecto con cálculos precisos de la financiación de Palestina y Kosovo. Incluso antes de que comiencen en el Parlamento los debates preliminares sobre el proyecto de presupuesto para 2009, la Comisión presentará propuestas en relación con la financiación complementaria de medidas a corto plazo en países en desarrollo que tienen dificultades para absorber el impacto del aumento de los precios de los alimentos; estamos preparados para crear un «fondo alimentario» destinado a los países en desarrollo.
He notado su preocupación por los gastos financieros, especialmente los que no se incluyen en la rúbrica 5. Tengan la seguridad de que el anteproyecto de presupuesto de 2009 proporciona suficientes detalles sobre ese aspecto y estamos dispuestos a proporcionar toda la información que sus Señorías necesiten en su resolución.
En conclusión, quiero agradecer a la ponente, la señora Haug, sus esfuerzos, gracias a los cuales tenemos, por primera vez, una lista de nuevos proyectos piloto y acciones preparatorias en esta primera etapa, que impulsará una evaluación oportuna de las posibilidades de su financiación y facilitará la ejecución eficiente de los proyectos aprobados por el Parlamento.
La semana que viene —más bien esta semana— celebraremos ya una reunión tripartita y, la semana que viene, la primera reunión de conciliación para preparar la primera lectura en el Consejo.
Estoy segura de que este año el ambiente de cooperación constructiva que llevamos disfrutando varios años permanecerá inalterado y de que lograremos llegar a un acuerdo cuando termine el año.
Véronique De Keyser, ponente de la opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores. − (FR) Señora Presidenta, en general, disto mucho de estar satisfecha con la rúbrica 4 del proyecto de presupuesto.
En primer lugar, constato una vez más la escasez de fondos asignados a dicha rúbrica, en total contradicción con las ambiciones declaradas por la Unión de desempeñar un papel de interlocutor global. La rúbrica 4 no sólo no aumenta más que un 1,8 % con respecto al presupuesto de 2008, sino que dicho incremento es inferior al alza media del presupuesto, del 3,1 %. Por tanto, puede decirse que la parte reservada a las relaciones exteriores y al desarrollo se ha reducido en el anteproyecto de presupuesto.
En segundo lugar, rechazo el enfoque elegido por la Comisión, que propone utilizar ya el instrumento de flexibilidad y la ayuda de urgencia para gastos que, en realidad, son previsibles y están programados. Así, se minusvalora claramente a Oriente Próximo, Kosovo, la ayuda alimentaria y la asistencia macrofinanciera.
Veamos el ejemplo de Palestina. El anteproyecto de presupuesto de este año proponía 171 millones de euros en créditos de compromiso y 100 millones de euros en créditos de pago. Sin embargo, en 2007 gastamos 500 millones en los territorios ocupados. En estos momentos, julio de 2008, ya llevamos gastados 365 millones de euros. ¿Qué vamos a hacer el año que viene? ¿Echar mano del instrumento de flexibilidad? ¿Reducir un margen que ya de por sí es escaso?
En tercer lugar, me preocupa la crisis alimentaria que está formándose y los efectos del cambio climático. Si hay una prioridad para la UE, es precisamente ésa. En el anteproyecto de presupuesto para 2009, los créditos destinados a la ayuda alimentaria han aumentado en sólo 6,8 millones de euros, el famoso 3 % aunque, a finales de abril de 2008, la Comisión pidió el pago de 60 millones de euros más y acaba de pedirnos 40 millones adicionales; eso no es serio. Acojo con satisfacción la puesta en marcha de una Alianza mundial para hacer frente al cambio climático y de un Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías renovables, pero tenemos que reforzar la financiación de esas iniciativas en el presupuesto de 2009 además de los compromisos adquiridos en el ámbito del desarrollo.
Por último, soy consciente de la importancia que tiene para el Consejo la política europea de vecindad y nuestra cooperación con los países del Mediterráneo, pero me niego, dado el estado actual de la financiación de la rúbrica 4, a apoyar cualquier coste adicional que entrañe la Unión para el Mediterráneo. La política exterior y de desarrollo de la Unión Europea se juzga a través de estos compromisos a largo plazo, en ámbitos en los que se hacen sentir las necesidades. Sin recursos suficientes, la estrategia de bricolaje presupuestario que se ha elegido en la rúbrica 4 dará una muy mala imagen de ella.
Maria Martens, ponente de opinión de la Comisión de Desarrollo. − (NL) Todo esto es de suma importancia, por supuesto, y es bueno saber que estamos en buenas manos con la señora Haug. Puedo decir que la cooperación con ella ha sido muy agradable. Hablo como ponente del presupuesto para la cooperación al desarrollo, y coincido con quienes dicen que se necesita con urgencia un aumento presupuestario de la rúbrica 4.
No obstante, quiero llamar la atención de sus Señorías en este sentido sobre dos cuestiones que son importantes desde el punto de vista de la cooperación para el desarrollo. La primera es la crisis alimentaria, y la segunda es una evaluación orientada a los resultados.
Como se ha mencionado, la crisis alimentaria constituye un problema crítico, por lo que debemos buscar soluciones a través del presupuesto, tanto a corto y medio como a largo plazo. A corto plazo, está la ayuda alimentaria. En este sentido, me congratulo de las iniciativas creadas por la Comisión Europea. A largo plazo tenemos, en principio, el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria dentro del Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo. No obstante, por desgracia el Programa acaba de ponerse en marcha y todavía no está totalmente operativo. El problema es mayor a medio plazo, por tanto.
Se presta demasiada poca atención, tanto en los propios países como en la UE, a la seguridad y a la producción alimentarias en los países en desarrollo. Es cierto que tenemos el desarrollo rural, pero no beneficia a ámbitos como la producción de alimentos, sino más bien a otros, como la construcción de carreteras.
Puedo entender la propuesta de la Comisión Europea de utilizar créditos infrautilizados de la agricultura para ello. Se trata de una cuestión muy espinosa no sólo en términos presupuestarios, sino también de otro tipo. Los países que cumplen su compromiso de reservar el 0,7 % del PIB para la ayuda al desarrollo dirán: hay que dejar que otros países hagan lo mismo, que también cumplan sus compromisos, quizá entonces podamos hacer aún más. Su argumento es bueno y ha de tenerse en cuenta. En cualquier caso, habrá que aclarar que el dinero debe destinarse a la seguridad alimentaria, al incremento de la producción y a la ayuda a los agricultores pobres en los países pobres.
La segunda cuestión se refiere a la evaluación orientada a resultados. En Europa, aumentan las críticas sobre el asunto de la cooperación para el desarrollo, incluso en países que siempre han sido generosos y han presentado una disposición favorable al desarrollo. Señora Presidenta, debemos ir más allá de las buenas intenciones y realizar una evaluación orientada a resultados. Mejores efectos, mejores resultados. Así es como se convence a la gente.
Göran Färm, ponente de la opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (SV) Señora Presidenta, en primer lugar, deseo manifestar mi enorme agradecimiento a Jutta Haug. Ha tenido en cuenta varios puntos de vista de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Por ejemplo, ha destacado algo que consideramos importante, a saber, que hay una cierta discrepancia entre la Estrategia política anual de la Comisión y lo que realmente se propone en el presupuesto, por ejemplo, en materia de política climática y energética.
Al fin y al cabo, el año pasado, los debates de la Comisión de Industria, Investigación y Energía sobre el presupuesto se refirieron sobre todo a dos ámbitos principales, Galileo y el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Ahora hemos constatado que la ejecución en esos ámbitos ha comenzado bien aunque, por supuesto, seguiremos atentos a ella. Por tanto, este año podemos concentrarnos en la política energética y climática.
En la Comisión de Industria, Investigación y Energía hay muchas opiniones sobre estos asuntos. En especial, nos preocupa que el margen es inadecuado, 82 millones en la rúbrica 1A. Dista mucho de ser suficiente para estas importantes prioridades. Entendemos que el Consejo, que ahora encabeza el presupuesto de 2009, está tratando de aumentar el margen, entre otras cosas, mediante varios recortes administrativos. Está bien —siempre que no cree dificultades para la ejecución del Séptimo Programa Marco— pero no parece que vaya a ser suficiente.
Simplemente para dar un ejemplo de la magnitud de lo que estamos hablando: el señor Buzek, en su informe sobre el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética, habla de 2 000 millones de euros al año a partir de 2009, inclusive, sólo para el plan EETF. No sé si ese dato es realista, pero incide en que la política energética y climática necesita una cantidad considerable de nueva financiación.
En el Séptimo Programa Marco y en el Programa marco para la innovación y la competitividad (PIC) se reserva bastante dinero para la política energética y climática, pero recuerden que esos niveles se fijaron en 2005, es decir, mucho antes de que tuviésemos idea de cómo sería la política de 2008 en materia de clima y energía.
Asimismo, estamos en proceso de iniciar varias empresas comunes, entre otras cosas, a fin de desarrollar pilas de combustible y tecnología de hidrógeno. La Comisión propone ahora 30 millones como primera asignación. Sin embargo, se propone que el dinero se extraiga del programa de cooperación del Séptimo Programa Marco y su sección de energía. En realidad, no representa dinero nuevo, sino que es simplemente un ejercicio de redistribución.
Queremos formarnos una imagen completa de toda la financiación de la política energética y climática, porque en estos momentos es casi imposible. Es necesario que empiece a recibir recursos nuevos importantes, ya en 2009. Además, estamos convencidos de que el ámbito de la energía y el clima constituye el argumento más convincente para una revisión intermedia apropiada del presupuesto a largo plazo, que comenzará el año próximo.
Eva Lichtenberger, ponente de opinión de la Comisión de Transportes y Turismo. − (DE) Señora Presidenta, Señorías, esencialmente, no puedo más que estar de acuerdo con lo que ha dicho la ponente, la señora Haug. A mi parecer, lo mismo se aplica al presupuesto disponible para el transporte. Sin duda, la proporción del presupuesto asignado al transporte ha crecido pero, por supuesto, se debe sobre todo a incrementos del programa Galileo. Los motivos de esos incrementos son una historia interminable, y tienen algo que ver con las políticas industriales en Europa.
No obstante, la crítica que tengo que hacer al presente anteproyecto de presupuesto es que necesitamos más dinero para los derechos de los pasajeros, puesto que este ámbito se ocupa de los derechos de ciudadanos europeos. Lo más importante, sin embargo, es que necesitamos más dinero para la investigación y para nuevas estrategias de transporte a fin de poder llegar por fin a una movilidad que no sea perjudicial para el clima. Además, las redes transeuropeas necesitan un control muy estricto, porque han de gastarse grandes cantidades de dinero en esta materia.
Kyösti Virrankoski, ponente de la opinión de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural. − (FI) Señor Presidente, en primer lugar, quiero manifestar mi agradecimiento a la señora Haug por su buen informe.
Las ayudas directas y las medidas de mercado son cruciales para el presupuesto agrícola y tienen su propio límite máximo en el marco de financiación. El gasto se mantiene en 2 027 000 000 euros por debajo del límite máximo de 42 800 millones de euros, lo que supone un aumento del 5 %.
La Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural espera que parte de este margen pueda utilizarse en un programa para distribuir fruta a niños en las escuelas, promocionando así hábitos de alimentación saludables, ya que la obesidad constituye un problema creciente entre los jóvenes.
La Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural también espera que se adopten medidas destinadas a crear un fondo de reestructuración para el sector lácteo. Considera preocupantes los planes de utilizar este plan para modernizar la agricultura en países en desarrollo. Los fondos que deben usarse han de proceder de la rúbrica 4 de medidas externas, no de la rúbrica 2.
La Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural tampoco aprueba las medidas de desarrollo rural. El año pasado quedaron sin gastar 2 800 millones de euros, por lo que el Parlamento vigilará de cerca la ejecución de los programas de desarrollo rural.
László Surján, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (HU) Gracias por permitirme intervenir. El informe de la señora Haug, por el cual deseo expresar mi aprecio y agradecimiento, resume de forma precisa las ideas del Parlamento sobre el anteproyecto de presupuesto. Cuando escuchaba a la Comisaria pensé que la ponente y la Comisaria son como dos piezas que encajan, lo que casi podría llenarnos de entusiasmo. Sólo tengo un pequeño problema: las frases de la señora Haug se formulaban con un punto crítico, y la Comisaria expresaba intenciones de tranquilizarla. Me parecen muy bien las intenciones, pero también quisiera ver las cifras en un formato que sea coherente con las intenciones.
A continuación, quiero destacar dos ideas de este complejo material. La Presidencia francesa, como nosotros, está interesada en una Europa fuerte pero, por desgracia, ahora mismo se ha ido a construirla. Para ello se necesita un presupuesto apropiado. Francia entiende a Europa y ha hecho mucho por ella. Esperamos que por fin se acabe con el recorte generalizado. La Presidencia debe ser consciente de que todo céntimo invertido en programas infrafinanciados es una pérdida de dinero.
El Partido Popular quiere que se genere valor a partir del gasto presupuestario, y está dispuesto a actuar en aras de una mayor eficiencia, en otras palabras, contra los programas de bajo rendimiento, la corrupción o el gasto orientado por política interna.
El superávit del presupuesto agrícola está cambiando debido al efecto de los mercados mundiales. Han surgido muchas ideas sobre los ámbitos en que debemos invertir los fondos. Me opongo a toda decisión súbita e injustificada, sea para el presupuesto de 2008 o de 2009. Además, la Unión tiene graves deudas en este ámbito. Los doce Estados miembros nuevos tendrán que esperar diez años antes de recibir la misma ayuda que los antiguos. Por tanto, la competencia estará distorsionada en el mercado interior único durante un decenio. Esta injusta situación se ha dado debido a una falta de dinero. Si ahora se descubre que todavía hay dinero en el presupuesto agrícola, tenemos la obligación moral de paliar esa desventaja competitiva.
Dirigir el dinero de la agricultura a otros ámbitos es una idea que también cuenta con el apoyo de algunos dirigentes de los nuevos Estados miembros, pero que nadie se engañe con la compulsión patológica de cumplir que tienen los dirigentes poscomunistas; ahora ya no esperan la palmadita en la espalda de Moscú, sino de Bruselas.
Entre otras cosas, tenemos que enfrentarnos a los problemas africanos, puesto que la ayuda en el marco del presupuesto de agricultura, en forma de semillas y fertilizantes, tiene un cariz muy real. La asistencia financiera apenas puede resolver la carencia de productos.
Mi grupo apoyará la enmienda tripartita sobre el cambio climático, y esperará con interés a descubrir qué se esconde detrás de la sorprendente reducción del nivel de pagos. Gracias por su amable atención.
Catherine Guy-Quint, en nombre del Grupo del PSE. – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, esta semana, el Parlamento está decidiendo las prioridades políticas del presupuesto en una situación difícil tanto a escala interna como externa. Hemos de hacer frente a numerosos desafíos, al tiempo que el marco de las perspectivas financieras es muy limitado. Por tanto, me congratulo especialmente del valiente trabajo político de nuestra ponente, Jutta Haug. Ha conseguido anticipar las etapas del procedimiento presupuestario para permitirnos determinar a dónde se dirige nuestra institución. Este nuevo procedimiento aporta mayor claridad al ciudadano, por tanto, mayor democracia. Así, ha sido posible entender y debatir las prioridades de las comisiones parlamentarias y de los grupos políticos.
Por desgracia, una vez más debo lamentar la falta de ambición del Consejo y el carácter sistemático de sus recortes al anteproyecto de presupuesto de la Comisión. Constatamos que su ambición es economizar el dinero en gastos administrativos. No se trata de identificar una prioridad política, sino de hacer ahorros técnicos que a menudo duplican el margen en determinadas rúbricas, como ha dicho Göran Färm a propósito de la subrúbrica 1a. Del mismo modo, no me explico los recortes lineales realizados en los pagos: 1 000 millones de euros menos que en el anteproyecto de presupuesto.
En relación con la rúbrica 2, las cosas están claras. En 2008, dejamos un margen sin utilizar de más de 3 000 millones de euros. Para el presupuesto de 2009, la Comisión propone un margen de más de 2 000 millones, y el Consejo va más allá y aumenta dicho margen hasta los 2 400 millones de euros. No obstante, abundan las necesidades en el desarrollo rural y en materia de energía, inmigración, cambio climático y solidaridad internacional.
En un momento en el que la cuestión de la soberanía alimentaria urge cada día más, y en el que parece que, si no hacemos nada, alimentarse llegará a ser un lujo en Europa, el Consejo ha decidido reducir el gasto agrícola. Aún cuando ustedes no hayan tocado las líneas presupuestarias que forman parte de nuestra prioridad tradicional, se han olvidado de aumentar todas aquellas para las que hacen promesas. Del mismo modo, tras el reciente fracaso del referéndum irlandés y de los referendos francés y neerlandés hace dos años, ¿no les parece que la comunicación y la información a los ciudadanos son actividades importantes que necesitan inversiones considerables? A fuerza de negar esta necesidad esencial de información, de comunicación y de escucha a los ciudadanos, cosechamos los resultados de este autismo a través de cada consulta y encuesta.
Por último, no entenderé jamás el comportamiento del Consejo en relación con la rúbrica 4. La observación es clara, constante. Dicha rúbrica sufre una infrafinanciación dramática y, por tanto, no debemos permitir que se hagan promesas que nunca se cumplirán. ¿Cómo podemos tener la ambición de resolver los problemas vinculados al desarrollo de las relaciones multilaterales, los problemas de hambre en el mundo o de consolidación de la democracia, y no proponer ningún aumento? Ustedes proponen recortes incluso en las políticas que funcionan.
Sólo queda una cosa que hacer dentro de pocas semanas: repasar el control y la escritura de todas las líneas presupuestarias, pero también estudiar todas las posibilidades de encontrar un marco presupuestario que permita a la Unión Europea dotarse de un presupuesto realista y solidario para 2009.
Anne E. Jensen, en nombre del Grupo ALDE. – (DA) Señora Presidenta, señora Comisaria, quiero comenzar manifestando mi agradecimiento a la señora Haug por su cooperación en este informe, que mi grupo apoya. También apoyamos algunas enmiendas presentadas por el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos y el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. El presupuesto de la Unión Europea es un importante instrumento político, por supuesto, aunque constituye un presupuesto modesto en relación con la economía total. Naturalmente, el presupuesto de 2009 también debe reflejar las prioridades políticas pero, ¿es eso lo que estamos viendo? Los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE han adoptado un programa ambicioso en materia de política energética, ¿hay espacio para esas ambiciones en el presupuesto? No. No hay nuevas prioridades claras de este tipo. Por ejemplo, los Jefes de Estado o de Gobierno han decidido que deben crearse doce proyectos piloto para centrales eléctricas de carbón que capturen y almacenen CO2, pero nadie sabe de dónde va a salir la financiación. ¿No deberían reflejarse esos proyectos piloto en el presupuesto de la Unión? Pregunto.
Los Jefes de Estado o de Gobierno quieren que se complete una ambiciosa política común en el ámbito de los refugiados con la adopción este otoño de un pacto en materia de inmigración. Pero ¿qué ocurre con las ambiciones relativas a la agencia de control de fronteras, Frontex, cuya labor es ayudar a países especialmente vulnerables a gestionar el flujo de refugiados que escapan de la pobreza? Por lo que hemos oído, no hay dinero suficiente para cumplir las ambiciones en relación con esta labor.
La política exterior sufre una infrafinanciación crónica. Esta situación se repite este año, en el que una vez más no hay nada parecido a un presupuesto realista de ayuda a Palestina y Kosovo. El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo ha propuesto que se transfieran los créditos infrautilizados del presupuesto agrícola a ámbitos en los que el marco presupuestario es demasiado ajustado. Es la solución que utilizamos para la financiación del sistema de navegación por satélite Galileo. La Comisión, por otro lado, ha propuesto financiar la ayuda al desarrollo con cargo al presupuesto de agricultura. No creo que eso sea en absoluto una buena idea. Es un caos formidable.
Mi grupo no puede aceptar, a priori, que estemos discutiendo ahora una revisión de las perspectivas financieras. En primera instancia son los ministros de Hacienda de los Estados miembros quienes deben demostrar cómo van a conciliar las ambiciones políticas de los Jefes de Estado y de Gobierno con los límites máximos impuestos en el marco presupuestario.
Gérard Onesta, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, la señora Haug tiene razón en alertar a la Comisión de posibles mejoras de su proyecto al hablar de la transparencia del gasto administrativo, especialmente para las agencias, de una mejor programación financiera o de una mejor evolución de los recursos humanos.
Voy a centrar mis comentarios en un párrafo del informe Haug que señala la falta de correlación entre las necesidades de la lucha contra el cambio climático y el presupuesto de la Unión Europea. Nuestro presupuesto constituye grosso modo el 1 % del PIB de Europa, que es una cantidad irrisoria en comparación con el 20 % del PIB que los Estados Unidos dedican a nivel federal.
La Comisión nos dice que toma el 10 % de ese pequeño porcentaje para el cambio climático, es decir, el 0,1 % del PIB. Ahora bien, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el informe Stern, el PNUD y el Banco Mundial nos dicen que, si realmente queremos combatir sus efectos, debemos movilizar entre el 0,6 % y el 1,6 % del PIB. El informe Stern llega incluso a mencionar el 2 % del PIB. Por tanto, la Comisión está entre un 500 % y un 2 000 % por debajo de lo que nos dicen todos estos informes internacionales.
Otra cifra interesante: para ayudar a los países en desarrollo, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático —la misma de antes— nos dice que se necesitarían unos 100 000 millones de dólares estadounidenses al año para financiar todos los proyectos. La Comisión nos dice que es interesante, que va a crear una Alianza mundial para hacer frente al cambio climático y que tendrá una dotación de 20 millones de euros durante 3 años. Por tanto, existe una enorme brecha entre las necesidades y los recursos aportados. Cuando digo brecha, quiero decir una fosa tan abisal que podríamos guardar allí todo el carbono de la atmósfera.
Soy consciente de que la Comisión tiene poco margen de maniobra: los gastos son fijos, las dotaciones para cada programa son fijas, las medidas a financiar para cada programa y las condiciones son fijas, además, el Consejo no quiere moverse y, lo que es peor, está recortando el gasto. Por suerte, la Comisión tiene el derecho de iniciativa, ¡que lo utilice! Estamos dentro de los límites máximos de las perspectivas financieras, como ha dicho la señora Guy-Quint. Tenemos un margen de, al menos, 2 000 millones de euros. El no utilizar dicho margen de 2 000 millones, no representa simplemente un perdonable error de técnica presupuestaria, representa la no asistencia a un proyecto europeo en peligro, la no asistencia a un planeta amenazado.
(Aplauso)
Wiesław Stefan Kuc, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, señora Comisaria, al comienzo de nuestro mandato todos nos esforzábamos por incrementar los fondos para la ejecución de las tareas de la UE. Es una pena que, al aceptar el marco presupuestario para 2007-2013, el Consejo no viese necesidad de elevar el nivel del presupuesto de la Unión. Ahora somos testigos de las fatales consecuencias de esa decisión.
Además de la ejecución de tareas surgidas de la Estrategia de Lisboa, en tiempos recientes hemos visto un incremento de otras acciones conjuntas. Citaré algunas: las redes transeuropeas de transporte, el Instituto Europeo de Tecnología, la lucha contra el cambio climático. Ya nos hemos topado con problemas en la financiación del programa Galileo, y ahora el siguiente conjunto de problemas está empezando a aparecer, a escala mucho mayor. ¿Por qué hablar de nobles metas cuando ya sabemos que no tenemos el dinero para financiarlas? Reducir fondos para aplicar la política agrícola común y transferirlos para financiar otras labores no nos llevará muy lejos y ¿qué pasará con los programas que ya se han puesto en marcha?
Mi compañera diputada, la señora Haug, se ha enfrentado a una tarea de extrema dificultad para poder cumplir nuestras expectativas siquiera en parte. Por tanto, la felicito sinceramente por haber llevado a cabo este duro encargo, y espero que no haya demasiadas enmiendas.
Esko Seppänen, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FI) Señora Presidenta, el presupuesto de la Comisión es muy austero.
El informe de la señora Haug llama la atención, con razón, sobre los limitados márgenes en muchas secciones. La de menor flexibilidad es la cuatro. Es obvio que las sumas que se destinan a Palestina y Kosovo en 2009 no entran en el marco presupuestario. En principio, resulta cuestionable que el instrumento de flexibilidad pueda usarse para estas necesidades conocidas que superan las cantidades presupuestadas para esa sección.
Nuestro grupo apoya la lucha contra el cambio climático y desearía que este objetivo apareciera de forma más clara en el presupuesto. En cambio, las cantidades asignadas a la política de seguridad y defensa que se destinan a la militarización de la UE no pertenecen al presupuesto común, aunque el Consejo lo proponga, especialmente ahora, durante la Presidencia francesa.
Se creó una situación nueva cuando Irlanda rechazó democráticamente el proyecto de Constitución de la UE, y ello está teniendo repercusiones sin precedentes en el proyecto de presupuesto para 2009.
(Aplauso)
Sergej Kozlík (NI). – (SK) Por tercer año consecutivo, se está abriendo gradualmente una brecha entre la previsión presupuestaria a largo plazo y la realidad presupuestaria.
Los Gobiernos de los Estados miembros no están haciendo uso de los recursos presupuestarios con el dinamismo suficiente y, en consecuencia, se los quitan por considerarlos recursos presupuestarios congelados. Los volúmenes aumentan de año en año.
Por otro lado, la tendencia al aumento semestral de los pagos se está reduciendo no sólo en relación con el producto nacional bruto, sino también en términos semestrales absolutos. Al aceptar este planteamiento, el Parlamento está creando un entorno más amable y menos exigente para los Gobiernos de los Estados miembros. En el futuro, esto se reflejará en un grado menor de aplicación de las políticas fundamentales de la Unión Europea. Esta situación es preocupante y la ponente Jutta Haug así lo indica, con razón, en varias ocasiones.
Quiero destacar la continua disminución relativa y absoluta del gasto dedicado a la política de competencia y cohesión, cuyo objetivo es apoyar el crecimiento económico y el empleo. Dicha evolución no contribuye a mejorar la confianza de los ciudadanos en las políticas de la Unión Europea. No es una buena noticia antes del año electoral de 2009.
Reimer Böge (PPE-DE). – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, el informe Haug presenta nuestras primeras reflexiones sobre el anteproyecto de presupuesto en una etapa muy inicial, y estamos combinándolas con un mandato plenario para la conciliación que se celebrará el 17 de julio.
Por supuesto, sin el Tratado de Reforma, faltan todavía algunos puntos fundamentales de política común orientada al futuro pero, incluso sin el Tratado, hay muchas cosas que apuntan a la necesidad de revisar el anteproyecto de presupuesto: los déficit apremiantes y notorios, especialmente en el ámbito de la política exterior y seguridad y la UE como interlocutor global de conformidad con la rúbrica 4; y también hay que considerar los resultados que se esperan de la cumbre del G8 y las conclusiones del Consejo Europeo de 19 y 20 de junio.
De hecho, en al menos trece párrafos, el Consejo Europeo ha presentado un intenso programa de revisión del programa financiero plurianual: la continuación del trabajo de Frontex; Europol; el reforzamiento de Eurojust; medidas para luchar contra las catástrofes naturales; proyectos piloto sobre biocombustibles de segunda generación y tecnología limpia de carbón; fondos para la agricultura en los países en desarrollo, asistencia a la seguridad alimentaria y estabilización; un aumento de la ayuda pública al desarrollo del 0,7 % del PIB para 2015; asistencia comercial a los países en desarrollo; política de inmigración; y nuevos recursos financieros para la lucha contra el cambio climático.
Estoy ansioso por saber cómo gestionarán los ministros de Hacienda, con los que tenemos que negociar, esta serie de innovaciones presentadas por los Jefes de Estado y de Gobierno y qué cifras y propuestas darán para acompañar las conclusiones políticas de dichos Jefes de Estado y de Gobierno.
Quiero concentrarme en dos elementos adicionales: apoyo expresamente las líneas generales que ha elaborado la ponente gracias a una intensa colaboración, también con las comisiones especializadas. Si la Comisión piensa ahora utilizar los ahorros del presupuesto de agricultura en un programa nuevo que beneficie a los agricultores de los países en desarrollo, entonces puede hablarse de la cuestión de la procedencia de esos fondos. No obstante, meter por la puerta de atrás un proyecto como ése en la rúbrica 2 creando un fundamento jurídico nuevo es inadmisible. Si la intención es financiarlo de esa manera, teniendo en cuenta los compromisos realizados, entonces constituye una revisión de las perspectivas financieras y corresponde a la rúbrica 4.
En segundo lugar, necesitamos seguir discutiendo bastante sobre si proceder simplemente cediendo esos fondos a las Naciones Unidas o al Banco Mundial sin tener acceso a las auditorías internas y sin determinadas garantías con respecto a las prioridades políticas correctas. Dada la experiencia que hemos tenido, ¡no es tan sencillo!
Por supuesto, sabemos, por ejemplo, que gastamos tres veces más en Palestina en 2008 de lo que aparece en el anteproyecto de presupuesto para 2009. Dados los nuevos retos, dadas las decisiones políticas, el viejo truco de financiar la política exterior y de seguridad común y las nuevas prioridades a costa de los países en desarrollo en la rúbrica 4 ha dejado de ser aceptable y no debemos tolerarlo.
Costas Botopoulos (PSE). - (EL) Señora Presidenta, señora Comisaria, el presupuesto es un instrumento político, no un instrumento de contabilidad, y este informe presenta la gran ventaja, creo, de superar los detalles técnicos y hacer algunas declaraciones políticas.
Las dos más importantes son, en primer lugar, que el presupuesto de la Unión Europea no es igual a las necesidades y las ambiciones de la Unión y, en segundo lugar, que este presupuesto no refleja las prioridades políticas de la UE de acuerdo con la planificación específica de sus otras agencias.
Sobre la primera cuestión, ¿qué podemos hacer? ¿Qué dice el informe? Pedimos un incremento del nivel de créditos de pago, que es muy bajo. Además —y esto es muy importante, se ha dicho, pero deseo repetirlo—, pedimos el mejor uso posible de los márgenes. En otras palabras, siempre que podamos, hemos de evitar despilfarros en determinadas políticas para que el dinero pueda utilizarse para otras políticas comunitarias; es muy importante que lo hagamos.
Sobre la segunda cuestión, es obvio que el presupuesto, como he dicho, no refleja las prioridades políticas. Me centraré en dos ejemplos. Los han mencionado ya otros diputados, pero los repetiré:
Durante el pasado ejercicio político, ¿cuál consideramos el problema más acuciante de la UE? La política energética, el cambio climático, el problema del suministro de alimentos. Las cantidades destinadas en el presupuesto a combatir este conjunto de problemas políticos son muy reducidas.
La segunda cuestión, como han dicho muchos, es la política exterior. Ahora que Europa se está abriendo y está extendiendo sus alas, una vez más reducimos los gastos.
En tercer lugar, y déjenme que insista en ello: la política de comunicación. Ven ustedes lo que está pasando, el problema al que se enfrenta la UE en términos de la crisis institucional que está atravesando. Necesitamos iniciativas políticas y, para ellas, necesitamos comunicación y dinero.
Jan Mulder (ALDE). – (NL) Para empezar, me sumo al agradecimiento a la señora Haug y a la Comisaria. También mencionaba a la Presidencia francesa en mis notas pero, lamentablemente, su representante ya ha desaparecido.
Un aspecto de este presupuesto que es atractivo a los Estados miembros es el bajo porcentaje de créditos de pago. Creo que el 0,9 % es uno de los porcentajes más bajos que hemos visto en los últimos años. Corresponde a nosotros considerar si es realista o no. No hay nada malo en mantener bajo el porcentaje, pero debe ser realista, y ya hemos oído que quizá nos enfrentemos a muchas prioridades nuevas.
Una de las cosas que tendremos que solucionar —como han dicho muchos— es la rúbrica 4. Si nos fijamos en ella, veremos que una de las principales organizaciones receptoras de fondos es la ONU. Acabo de regresar de una visita a Kosovo con la Comisión de Control Presupuestario. Las cosas que he oído allí sobre las Naciones Unidas no me inspiran gran optimismo. Creo que la Comisión necesita volver a repasar bien su política en relación con esta organización.
Otro aspecto es la rúbrica presupuestaria 5. Creo que el margen se sitúa actualmente en 121 o 123 millones. ¿Cómo se ve este margen a la luz del rápido crecimiento de la inflación? Del 4 % al 5 % anual. ¿Cuáles son sus consecuencias para el gasto de la Comisión en recursos humanos, edificios, etc., y qué conclusiones hemos de extraer?
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). – (PL) Señora Presidenta, hay cuatro asuntos en este debate que quiero destacar. La cantidad de fondos para compromisos en el presupuesto de 2009 es del 1,04 % de la renta nacional bruta (RNB) y sólo el 0,9 % de la RNB para pagos, lo que supone una notable disminución del 3,3 % en comparación con los pagos de 2008. Con un presupuesto tan pequeño, será difícil poner en práctica las prioridades elaboradas por la Comisión Europea y el Parlamento, sobre todo porque aumentan de forma patente con cada año que pasa. En tercer lugar, los fondos mencionados en la rúbrica 4, con su título característico, «La UE como interlocutor global» merece particular atención, ya que son sólo un 1,8 % superiores a 2008, a pesar de que se ha venido viendo durante años que es un ámbito permanentemente infrafinanciado. En cuarto lugar, un incremento tan modesto de los fondos de la rúbrica 4 resulta todavía más asombroso si tenemos en cuenta que es aquí donde, a buen seguro, encontramos los fondos para la ayuda alimentaria que la UE destina a los países en desarrollo, y los precios de las materias primas agrícolas básicas han aumentado en un porcentaje de varias docenas en los últimos 10-15 meses.
Para concluir, deseo felicitar a la ponente, la señora Haug, por su exhaustivo informe que, una vez más, demuestra la forma que, lamentablemente, tienen la Comisión y el Consejo de enfocar el proceso de elaboración del presupuesto ante todo desde un ángulo contable.
Margaritis Schinas (PPE-DE). - (EL) Señora Presidenta, señora Comisaria, estamos en proceso de establecer un mandato claro para las negociaciones sobre los debates que vamos a celebrar con el Consejo la semana que viene.
Entiendo por qué muchos diputados que han intervenido han abogado por redoblar los esfuerzos en asuntos relacionados con el ámbito de aplicación de sus competencias (relaciones exteriores, etc.), pero creo que, este año en particular, este mandato debe establecerse en relación con lo que los ciudadanos esperan del presupuesto, en lugar de lo que muchos de nosotros esperamos por intereses determinados u otras cuestiones.
Debemos concentrarnos en las cuatro cuestiones que, a mi parecer, son actualmente las más acuciantes para los ciudadanos de la Europa de hoy. Me refiero a: los altos precios, el cambio climático, la competitividad y el medio ambiente.
Son los cuatro pilares sobre los que hemos de edificar el mandato: creo que vamos por el buen camino, pero no debemos perder de vista este esquema.
Quiero decir unas palabras sobre la idea que el presidente Barroso se sacó ayer de la manga y va a presentar en la cumbre del G8 hoy o mañana, si no me equivoco, sobre seguridad alimentaria. Es una idea que debemos estudiar, pero desde la perspectiva habitual de la forma en que elaboramos el presupuesto de la Unión Europea: en otras palabras, debemos debatirla con el Consejo como principio presupuestario y decidir si ha de presentarse como propuesta de la UE en foros internacionales.
Para concluir, quisiera decir unas palabras sobre inmigración. Vengo de un Estado miembro sometido a enorme presión en sus fronteras externas, que son fronteras comunitarias, especialmente en sus fronteras marítimas. Creo que debemos realizar un esfuerzo especial este año con respecto a la cuestión de Frontex, especialmente su dimensión marítima, con iniciativas como la Operación Poseidón en el Egeo, que sólo en el último año, en los meses estivales, fue capaz de responder a una media de 700-800 casos de inmigración ilegal.
Necesitamos ese esfuerzo, igual que necesitamos dejar una impronta, al menos, en el presupuesto —estoy en contacto con otros diputados con el objetivo de lograrlo— a fin de garantizar que, por primera vez, exista un mecanismo de solidaridad entre Estados miembros a la hora de gestionar la carga y los costes administrativos de la recepción de inmigrantes.
Es un mecanismo que todavía no existe y que necesitamos. Esta situación pone una gran presión en algunos Estados miembros y creo que tenemos una responsabilidad especial en hacer que la iniciativa funcione.
Concluiré como comencé. Es imposible que el presupuesto sea satisfactorio si no responde a las expectativas de los ciudadanos en lugar de a las de determinados intereses y grupos de presión.
Vladimír Maňka (PSE). – (SK) Quiero expresar mi agradecimiento a la señora Haug por su excelente informe.
El proyecto de presupuesto para 2009, por un lado, tiene en cuenta la consolidación de los programas aprobados para el período financiero comprendido entre 2007 y 2013 y, por el otro, refuerza la noción de que es necesario resolver retos y asuntos urgentes. En la política regional, nos interesa mejorar la situación social y económica de los habitantes de las regiones menos desarrolladas. Nuestro objetivo es reducir la desigualdad entre las regiones europeas. En comparación con 2008, los pagos con cargo a la subrúbrica 1b han disminuido en casi un 14 %. Por supuesto, deseamos poder afrontar los desafíos presentes y futuros al tiempo que respetamos el principio de solidaridad con el conjunto de la Comunidad. Por tanto, debemos velar por que los recursos que necesitamos para la política de cohesión sigan estando garantizados en el futuro.
Para poder convencer a nuestros ciudadanos de que sus recursos financieros se están utilizando de forma responsable, hemos de garantizar la ejecución efectiva de los programas operativos y los grandes proyectos. Por consiguiente, los análisis y medidas posteriores presentadas por los Estados miembros tendrán una función esencial. Será importante evaluar los resultados de la política de cohesión durante el período comprendido entre 2000 y 2006.
Nathalie Griesbeck (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, en primer lugar quiero expresar mi gran estima por la señora Haug, que ha presentado con pasión un informe presupuestario completo, exigente y, al mismo tiempo, muy valiente, que ha merecido la aprobación unánime de la Comisión de Presupuestos y que tiene como objetivo determinar la necesidad de transparencia y de claridad de nuestro Parlamento para la elaboración del presupuesto de 2009.
Por supuesto, señala las principales exigencias del Parlamento, las políticas vinculadas a la competitividad, las políticas regionales, las políticas de investigación, de desarrollo, de apoyo a la agricultura, de seguridad alimentaria y, en menor medida, las exigencias referentes a la política exterior y de vecindad de la Unión, como se ha subrayado anteriormente.
No obstante, en el poco tiempo que me queda, quisiera insistir en la importancia, ahora mayor que nunca, de evitar que se sacrifiquen los créditos de la subrúbrica 3b. En el contexto actual de falta de confianza de los ciudadanos en la Unión, de dificultades para que Europa consiga hacer soñar a sus ciudadanos, me parece esencial que podamos forjar una verdadera ciudadanía europea a través de las políticas de cultura, juventud y sanidad. Me sumo al lamento de la señora Haug sobre el hecho de que sean precisamente esas actividades, que contribuyen a demostrar lo que Europa hace por sus ciudadanos, las que menos aumenten.
Por último, para concluir, deseo invitar al Consejo y a su Presidencia —sintiendo también que el representante del Consejo esté ausente en este punto crucial del debate— a evitar hacer recortes del anteproyecto de presupuesto en primera lectura, como han adquirido la costumbre de hacer en años anteriores. A tal fin, es necesario que nuestras instituciones cooperen estrechamente y que el Parlamento Europeo sea plenamente consultado en su papel, sí, de una de las autoridades decisorias en Europa pero, sobre todo, en su calidad de representante de los ciudadanos, a través del acto político fundamental que es la adopción del presupuesto.
Valdis Dombrovskis (PPE-DE). – (LV) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, al hablar del proyecto de presupuesto para 2009 elaborado por la Comisión Europea, primero deberíamos fijarnos en que la cantidad total de créditos de compromiso aumenta hasta los 134 400 millones de euros, lo que representa un incremento del 3,1 %. Al mismo tiempo, la cantidad de créditos de pago disminuye en un 3,3 %, y la cantidad de créditos de pago para la política comunitaria de cohesión es la que experimenta una caída más brusca, de un 14 %. Por supuesto, la reducción de los créditos de pago para la política comunitaria de cohesión tiene relación con los prolongados problemas de programación que impiden que los Estados miembros comiencen a aprovechar plenamente los fondos de la UE. No obstante, la Comisión Europea debería haberse centrado más en lograr que comience el aprovechamiento de recursos y que se reduzca la carga administrativa en lugar de perseguir una reducción mecánica de los créditos de pago. A mi parecer, tendremos que volver a estudiar seriamente este asunto en la reunión de conciliación. En relación con la rúbrica 4 del presupuesto de la UE, relativa a la UE como interlocutor global, es obvio que la cantidad de recursos propuesta por la Comisión Europea es insuficiente. Hay que reconsiderar el proyecto de rúbrica 4 del presupuesto teniendo en cuenta los compromisos de la UE en Kosovo, Palestina y otras partes del mundo y llegar a cifras realistas. En cuanto a las nuevas prioridades de la Unión —la política común en materia de energía y la lucha contra el cambio climático—, la cantidad actual de recursos presupuestarios destinados a estos objetivos es a todas luces insuficiente. Por supuesto, sólo es posible realizar cambios significativos a la estructura del presupuesto de la Unión Europea conjuntamente con la revisión intermedia sobre las perspectivas financieras de la UE, pero pueden introducirse modificaciones concretas antes, como permitir que los Estados miembros canalicen una parte más amplia de los fondos comunitarios hacia objetivos de eficiencia energética y programas de calefacción doméstica. Por último, sobre cuestiones institucionales, el procedimiento presupuestario de 2009 comenzó con la premisa de que el Tratado de Lisboa entraría en vigor el próximo año. La situación actual del Tratado de Lisboa no es muy clara y es importante ponerse de acuerdo en qué cambios procedimentales introducirá exactamente en el trabajo institucional en relación con el presupuesto de la UE. Gracias por su atención.
Gabriela Creţu (PSE). - (RO) El apoyo al mercado único está plenamente justificado si alcanzamos un grado elevado de satisfacción de los consumidores, con bienes y servicios que sean seguros y con métodos eficaces de resolver los problemas que puedan presentarse, todo en condiciones de garantizar una competencia leal.
Las propuestas presentadas por la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor para el presupuesto de 2009 siguen estas líneas. Pedimos más financiación para la red SOLVIT que, pese a las justificadas expectativas, no ha alcanzado el nivel esperado de eficiencia en la solución de los problemas jurídicos que afectan a los ciudadanos en el mercado interior.
También apoyamos que continúe la financiación de proyectos relacionados con el consumo, los estudios de mercado, incluidos los precios, y las medidas de control del mercado.
Tal vez los datos recogidos expliquen las posibles distorsiones y contribuyan a encontrar medidas adecuadas para corregir situaciones negativas. Hemos notado que, en la mayor parte de los capítulos que debatimos, la financiación es adecuada, pero insistimos en nuestra preocupación sobre un hecho concreto: la estructura actual de los gastos presupuestarios carece de toda transparencia.
Por tanto, se socava el control democrático sobre el destino del dinero público, hecho que el Parlamento rechaza con firmeza.
Monica Maria Iacob-Ridzi (PPE-DE). - (RO) El primer informe del Parlamento Europeo sobre el anteproyecto de presupuesto para 2009 debe indicar con meridiana claridad las prioridades políticas actuales del Parlamento Europeo.
Por tanto, considero que el informe ha destacado en gran medida las carencias presupuestarias en materia de lucha contra el calentamiento global, pero no ha insistido lo suficiente en el problema de la crisis alimentaria que afecta a los ciudadanos de la Unión. La crisis de precios y la inseguridad alimentaria que estamos atravesando por primera vez en más de treinta años tiene que formar parte de nuestras prioridades presupuestarias.
Creo que el único instrumento con el que podemos responder con eficacia a esta situación es la política agrícola común. Sólo ella puede garantizar una producción suficiente de alimentos en Europa.
Por ello, no estoy de acuerdo con que se usen los márgenes disponibles en título 2 del presupuesto europeo para otros ámbitos y no para la agricultura. En segundo lugar, llevamos varios años viendo que se están utilizando diversos medios para redirigir el dinero del primer pilar del pago directo a los agricultores a proyectos de desarrollo rural del segundo pilar.
Les recuerdo que los proyectos de desarrollo rural no conducirán a un incremento de la producción en Europa y, de forma implícita, a resolver la actual crisis alimentaria.
Aún cuando la tendencia a aplicar dichas transferencias mediante el instrumento de modulación ha durado varios años, ahora necesitamos las mejores medidas para los retos actuales, y esas medidas están en los instrumentos tradicionales de la política agrícola común.
PRESIDE: DIANA WALLIS Vicepresidenta
Szabolcs Fazakas (PSE). - (HU) Gracias por haberme dado el turno de palabra, señora Presidenta. Señora Comisaria, Señorías, en primer lugar quiero felicitar a la ponente, la señora Haug, por el excelente trabajo realizado hasta ahora, y por la exhaustiva posición que tenemos ante nosotros, como resultado de la cual está tratando de crear un presupuesto a partir del limitado margen disponible, lo que puede ayudarnos a materializar nuestras prioridades y, al mismo tiempo, a responder a los retos globales a los que nos enfrentamos.
En vista de la estanflación que se cierne sobre la Unión Europea, resulta importante y positivo que la mayor rúbrica del presupuesto sea ahora la dedicada al crecimiento, el empleo, la innovación y la cohesión. Asimismo, también podemos encontrar entre líneas las fuentes que persiguen los objetivos de cambio climático y abastecimiento energético seguro y competitivo. Sería aún mejor que hubiese rúbricas separadas para esos asuntos, es decir, la reducción de las emisiones de CO2, el ahorro energético y la energía renovable, ya que así se fomentaría el desarrollo de una política energética europea común y sostenible. Gracias.
Brigitte Douay (PSE). – (FR) Señora Presidenta, tras el referéndum irlandés ha aumentado la necesidad de que la UE preste más atención a sus ciudadanos y a mantenerlos informados de lo que les preocupa en su vida cotidiana, especialmente ahora, a menos de un año de las elecciones europeas, si queremos suscitar el interés de los votantes por los asuntos europeos y conseguir un mínimo de consenso sobre sus objetivos y sus políticas.
En este contexto difícil en el que se inscribe el presupuesto de 2009, la señora Haug ha realizado un trabajo sobresaliente con su nuevo enfoque sobre las principales cuestiones y su amplia consulta. De su informe recuerdo los artículos referidos a la ciudadanía y a la información, que deben responder a los numerosos desafíos de 2009 y que necesitan recursos considerables en una rúbrica en la que el margen es pequeño, lo que lamentamos.
La información constituye una herramienta esencial de la democracia. Independientemente de dónde vivan, en un Estado miembro antiguo o nuevo, los ciudadanos necesitan estar mejor informados sobre las realidades de la Unión y, especialmente, sobre su presupuesto. Para ello, hace falta que las principales instituciones transmitan mensajes claros, pertinentes y concertados. En este sentido, la solicitud de introducir una especia de marca «Unión Europea» que sea identificable en cualquier parte de Europa y que sea atractiva para todos me parece un elemento importante para que los ciudadanos participen más en el proyecto europeo.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señora Presidenta, los presupuestos anuales son una especie de compromiso entre la aplicación de los objetivos estratégicos fijados en marcos financieros plurianuales y la situación política y económica actual y, especialmente, la necesidad de actuar para dar respuesta a situaciones imprevistas que surgen en el mercado.
Ésta es la situación que tenemos hoy: existe un acusado incremento de los precios de la energía, incluidos los combustibles, y hay claros síntomas de una crisis alimentaria mundial al tiempo que se experimenta un aumento de los precios de las materias primas alimentarias. ¿Qué acciones prevé la Comisión y qué suma presupuestaria podemos asignar a contrarrestar esta difícil situación que tenemos, a fin de impedir un empeoramiento de la crisis?
Hemos invertido muchos años en un paquete de medidas sobre energía y cambio climático, que es muy importante. Pero, ¿es visible este objetivo en las prioridades financieras del presupuesto de 2009? Las elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán en 2009. Tendremos que dar cuentas del desembolso del dinero de los contribuyentes y de la medida en que dicho desembolso es coherente con los objetivos y las necesidades de Europa y de sus ciudadanos.
Jutta Haug, ponente. − (DE) Señora Presidenta, Señorías, muchas gracias por sus amables palabras, por el aprecio que han mostrado a mi trabajo y, por supuesto, por su apoyo. No obstante, ustedes saben como yo que el trabajo sólo puede hacerse, y hacerse bien, cuando todos los diputados trabajan al unísono. Sólo cuando tenemos la fuerza suficiente en relación con el Consejo podemos lograr las cosas que consideramos esenciales.
Me ha gustado sobre todo la forma en que el señor Surján ha hablado de la Comisaria y de mí diciendo que somos como dos piezas que encajan en un mismo engranaje. Creo que es una imagen especialmente buena porque, cuando esas dos piezas encajan, mueven algo, que es justamente lo que queremos. Queremos poner algo en movimiento, queremos evitar un presupuesto estático y, sobre todo, queremos que se mueva el Consejo. Como ha dicho el Presidente, los Jefes de Estado y de Gobierno pueden emitir comunicados sobre todo tipo de cosas maravillosas en sus cumbres pero, al final, son la Comisión y el Parlamento quienes tienen que ponerlo en movimiento. Por supuesto, el Consejo también es parte de ello como una de las ramas de la Autoridad Presupuestaria, pero en general tengo la impresión de que siempre tenemos la posibilidad de llevarnos al Consejo con nosotros en este movimiento porque el Consejo por sí mismo no toma la iniciativa proporcionando impulso.
Hemos vuelto a analizar el anteproyecto de presupuesto, intercambiado opiniones y extraído conclusiones claras sobre qué es lo que queremos del presupuesto de la Unión Europea del próximo año en una fase muy inicial, antes de la pausa de verano. Así tenemos una buena base sobre la cual comenzar los preparativos para nuestra primera lectura tras la interrupción estival.
Espero que todos los diputados lo apoyen con tanto entusiasmo como lo han hecho hoy.
Presidenta. − El debate queda cerrado.
La votación se celebrará el martes 8 de julio de 2008.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Cătălin-Ioan Nechifor (PSE), por escrito. – (RO) La Comisión de Presupuestos solicita apoyo real a las regiones pobres y pide que se amplíe el presupuesto como expresión del principio de solidaridad europea. El informe de Jutta Haug tiene en cuenta los detalles del presupuesto de 2009 y destaca las prioridades actuales a nivel comunitario, incluida la lucha contra el cambio climático y la solidaridad con las regiones más pobres.
Este nuevo enfoque debe implicar un mejor conocimiento de las dificultades y las necesidades de las regiones más pobres y ha de garantizar una mayor financiación que, utilizada por las instituciones europeas encargadas de vigilar los progresos en materia de desarrollo, permitirá reducir las disparidades y asegurar la cohesión económica y social.
Para Rumanía, esta modificación presupuestaria puede resultar positiva en relación con la financiación de regiones en desarrollo, puesto que seis de las ocho regiones en desarrollo con que cuenta el país forman parte de las quince regiones más pobres de la Unión Europea y la región nororiental sigue siendo la última de la lista, también este año. Por tanto, volvemos a tener una importante oportunidad en lo que debe ser nuestra lucha y preocupación permanente por reducir las considerables diferencias que nos separan de las regiones de los países de la Europa Occidental en términos económicos, sociales, culturales y de civilización.