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Procedimiento : 2008/2041(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0252/2008

Textos presentados :

A6-0252/2008

Debates :

PV 08/07/2008 - 18
CRE 08/07/2008 - 18

Votaciones :

PV 09/07/2008 - 5.19
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2008)0356

Acta literal de los debates
Martes 8 de julio de 2008 - Estrasburgo Edición DO

18. Hacia una nueva cultura de la movilidad urbana (debate)
Acta
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  Presidenta. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate del informe (A6-0252/2008) de Reinhard Rack, en nombre de las Comisión de Transportes y Turismo, sobre «Hacia una nueva cultura de la movilidad urbana» (2008/2041(INI)).

 
  
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  Reinhard Rack, ponente. − (DE) Señora Presidenta, el otoño pasado, la Comisión presentó un Libro Verde titulado «Hacia una nueva cultura de movilidad urbana» y tiene previsto presentar un plan de acción con medidas específicas dentro de unos meses.

El Parlamento consideró que, en su calidad tanto de colegislador de futuras medidas como de autoridad presupuestaria, tenía el deber y la responsabilidad de pronunciarse sobre este Libro Verde en el momento oportuno. Abordamos el tema con confianza y con precaución: confianza en el sentido de que queremos decir a dónde piensa el Parlamento que nos debería llevar este camino, y con precaución porque no queremos cuestionar el derecho de iniciativa de la Comisión, sino que esperaremos sus propuestas detalladas.

Hubo un amplio consenso sobre este tema durante los debates de la Comisión de Transportes. Quiero tratar brevemente algunas cuestiones importantes.

Un tema clave que, con razón, preocupaba a muchos diputados era el de la subsidiariedad. Preguntaron quiénes debían intervenir a este respecto, y si correspondía a Europa en primer lugar, y manifestaron la opinión de que quizá no deberíamos exagerar a la hora de tomar decisiones, etc.

Nuestra respuesta sería la siguiente: estamos dando por sentado que la presentación de este Libro Verde, seguido del plan de acción, no afectará a la delimitación actual de las esferas de responsabilidad en Europa, sino que todas las partes que intervienen, la Unión Europea, los Estados miembros y las autoridades regionales y locales, harán uso de sus competencias y, sobretodo, las coordinarán con sensatez. En este sentido, quisiéramos que existiese un concepto general integrado y que se tomasen decisiones urbanas sobre lo que de hecho está bien y es importante para cada municipio.

Otra cuestión es la de garantizar que el transporte responda a las necesidades de la población. No debemos confundir a los ciudadanos europeos en el mercado europeo interno del transporte. Si hay una zona verde en una ciudad y otra en la ciudad siguiente, esto no debe significar que nos enfrentemos a un nuevo mundo simplemente por traspasar los límites municipales. Esperamos que haya una armonización europea en este contexto y que Europa muestre las mejores prácticas.

Una tercera cuestión es la de las medidas de acompañamiento. Celebramos una audiencia en la que los alcaldes se quejaron de que a menudo reciben instrucciones de Europa y después, a la hora de ponerlas en práctica, se encuentran con que los Estados miembros los han dejado solos o, para ser más precisos, los han dejado sin fondos para aplicar esas medidas europeas.

Queremos prestar una especial atención a los pasajeros con discapacidades. En mi opinión, y esto es algo que no ceso de repetir, esto también es aplicable a los hombres y mujeres con niños pequeños. No es que lo pasen precisamente bien en el transporte público o en el transporte en general.

Queremos enviar a tiempo mensajes en y al sector, instándole a que desarrolle una mejor logística y nuevas tecnologías. Lo que aún es más importante, queremos concienciar a los ciudadanos. Ellos mismos deben ayudar a que realmente podamos conseguir un entorno saludable a través del sistema de transporte.

El señor Cramer se moverá en bici, el señor Marinescu se irá a casa en un nuevo tren de alta velocidad, el señor Costa utilizará el vaporetto, el Vicepresidente Tajani se desplazará con un scooter en Roma y yo quisiera ir a pie en mi ciudad natal. Si hacemos todas esas cosas, sin duda obtendremos una mejora pequeña, pero no insignificante.

Finalizaré dando las gracias a los dos Comisarios que han tratado aquí esta cuestión en profundidad, el Vicepresidente Jacques Barrot y el Vicepresidente Antonio Tajani, quien es ahora el Comisario competente. Doy las gracias a los ponentes alternativos que también trabajaron en este informe y a los colegas que ayudaron a lograr un buen resultado en comisión. También deseo dar las gracias a mis compañeros de la comisión parlamentaria, de mi Grupo y de mi propia oficina por su trabajo. Espero que ello redunde en un resultado aún mejor.

 
  
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  Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. − (IT) Señora Presidenta, quisiera comenzar dando las gracias al señor Rack por el texto que ha elaborado con la ayuda del Parlamento. También le agradezco la viveza de su discurso. Iré a visitarlo para que la próxima vez, tal como él sugiere, podamos encontrar un medio intermodal de desplazarnos por nuestras ciudades.

El trabajo del Parlamento, aprovechando la iniciativa de la Comisión, sin duda ha sido positivo, al igual que lo ha sido el debate, que se ha centrado en tres puntos fundamentales: cómo mejorar de la mejor manera posible la movilidad urbana en Europa; el valor añadido de la intervención a nivel comunitario y la redistribución de las tareas entre los diversos niveles de gobierno. El Libro Verde de la Comisión puso en marcha el proceso para iniciar actividades de nivel europeo en el ámbito de la movilidad y el transporte urbanos. Sitúa la movilidad urbana en el centro del debate europeo sobre los mejores medios para garantizar la movilidad de una forma que sea sostenible para la sociedad de hoy y para las generaciones futuras.

Las principales razones para nuestro debate son las preocupaciones sobre el cambio climático, la congestión, los efectos para la salud, especialmente los debidos a la contaminación atmosférica, la seguridad del abastecimiento energético y la seguridad vial. Las numerosas enmiendas presentadas durante el examen del proyecto de informe por los miembros de la Comisión de Transportes y las útiles contribuciones de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y de la Comisión de Desarrollo Regional, muestran cuán en serio se toma el Parlamento Europeo la movilidad urbana, un tema que afecta a la mayoría de los ciudadanos de la UE.

Como ustedes saben, la consulta sobre el Libro Verde concluyó el 15 de marzo y hemos recibido más de 400 contribuciones. Los puntos de vista de todos los interesados y, por supuesto, las propuestas de las instituciones europeas, proporcionarán una valiosa aportación para el próximo plan de acción sobre la movilidad urbana, que me propongo presentar este próximo otoño.

Hablemos ahora del informe. Me ha gustado la invitación que contiene el texto para desarrollar una estrategia europea amplia de la movilidad urbana y el reconocimiento de que la acción comunitaria ofrece un claro valor añadido en algunas esferas. El informe señala las principales esferas de acción de forma estructurada, específica y también muy clara, y por ello felicito al profesor Rack una vez más. Analiza la función de la UE en diversos ámbitos: legislación, normalización y armonización, intercambio de mejores prácticas e investigación. Además, plantea la necesidad de coordinación entre las autoridades y de contar con un enfoque integrado, así como la responsabilidad de las personas y la cuestión de la financiación.

Acojo con satisfacción la mayoría de las ideas enunciadas en el texto, pero me gustaría detenerme en particular en algunos puntos específicos de los muchos tratados. Tomo nota, por ejemplo, de que el informe confirma la necesidad de disponer de datos comparables y la necesidad de tener en cuenta la movilidad urbana en otras esferas de actuación en las que la Unión Europea tiene poderes legislativos. A este respecto, sin duda merece más atención la plataforma europea propuesta para reunir datos, mejores prácticas e información sobre políticas, de manera que se evite la burocracia.

Estoy totalmente de acuerdo en lo que se refiere a la importancia de la orientación de la UE sobre la normalización y la armonización de los sistemas de transporte, especialmente para las zonas verdes y la tarificación de las carreteras, si queremos evitar soluciones fragmentarias, desarrolladas en distintas ciudades europeas. Mi apoyo también se extiende a las propuestas sobre la dimensión social, previstas para grupos específicos, así como a las propuestas para mejorar la educación, la formación y las campañas de sensibilización, que podrían contribuir a cambiar el comportamiento de los ciudadanos. En lo que a la financiación se refiere, estoy de acuerdo con el informe en que, aparte de hacer el mejor uso posible de los fondos comunitarios, se deben crear además nuevos instrumentos financieros.

En conclusión, Señor Presidente, Señorías, apoyo plenamente la observación recogida en el informe: existe una urgente necesidad de nuevas ideas y de conceptos innovadores sobre la movilidad en nuestras ciudades. Con el debido respeto a los principios y a la legislación de la UE, debemos promover y no obstaculizar la creatividad y la flexibilidad a nivel local, regional y nacional. En esto consiste la subsidiariedad. Su valioso informe hace una importante contribución a la formulación de la política europea en esta área: un área que toca la fibra de los ciudadanos, las empresas y los políticos en toda Europa, y muy en particular de los funcionarios locales.

Gracias una vez más por su atención y felicitaciones al ponente por su excelente trabajo.

 
  
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  Justas Vincas Paleckis, ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. – (LT) Me gustaría felicitar al ponente, señor Rack, por su informe. Si el 80 % de los habitantes de las ciudades adoptaran las medidas recomendadas sobre la cultura de la movilidad urbana, la vida sería mucho mejor y más saludable para todos. Este es un buen ejemplo de cómo cuida la UE de sus ciudadanos.

Debemos ampliar el transporte público y la red de rutas ciclistas y fomentar la utilización de unos medios de transporte más ecológicos. Sin embargo, la tarea más importante y difícil es la de cambiar los hábitos de la población. En Lituania, por ejemplo, en torno al 50 % de todos los viajes en automóvil son de menos de un kilómetro. Incluso las personas jóvenes y saludables olvidan que tienen piernas y que ya se ha inventado la bicicleta. Con la ayuda de la Comisión, deberíamos poder encontrar diferentes mecanismos de apalancamiento financieros para eliminar o reducir los embotellamientos que paralizan la vida de las ciudades y de sus habitantes. O es el movimiento, la movilidad, o es asfixiarse entre monstruos de hierro, escupiendo contaminantes.

 
  
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  Jan Olbrycht, ponente de la opinión de la Comisión de Desarrollo Regional. − (PL) Señora Presidenta, en primer lugar, quisiera felicitar al señor Rack por su informe y, como representante de la Comisión de Desarrollo Regional, me gustaría decir que hubo una excelente cooperación entre las comisiones: la Comisión de Transportes y la Comisión de Desarrollo Regional. Espero que esto sirva de ejemplo para futuros proyectos.

El informe del señor Rack examina conceptos importantes en muchas áreas diferentes. Éstas incluyen, por un lado, problemas técnicos y organizativos para el medio ambiente y, por otro, cuestiones relacionadas con asuntos sociales, así como temas de planificación territorial y urbanismo. En el informe también se examinó en profundidad la cuestión de la que ha hablado el señor Rack, esto es, el funcionamiento práctico del principio de subsidiariedad. El informe aborda una cuestión que, sin duda, forma parte de las competencias de las administraciones locales, pero que va más allá de su área de actividad. Según el principio de subsidiariedad, sin embargo, entidades de otro nivel deberían ayudar a las ciudades en este sentido: esto es lo que implica el principio de asistencia. Entidades de otro nivel deberían prestar asistencia a las ciudades y además, en primer lugar, ayudar a los Estados miembros y también a la Unión Europea mediante la creación de posibilidades organizativas y financieras, la financiación de estudios piloto y la investigación experimental.

Este informe toca algo que conocemos en teoría, pero aquí también podemos ver lo que significa un enfoque integrado en la práctica. Es un enfoque que exige la combinación de muchos tipos de factores diferentes. Esperamos que la Comisión Europea siga trabajando en este tema y estamos deseando ver el plan de acción.

 
  
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  Markus Ferber, en nombre del Grupo del PPE-DE.(DE) Señora Presidenta, Comisario, Señorías, si en algo es rica Europa, es en su variedad. Es algo que debemos recordar siempre al hablar del transporte urbano, para que preservemos y mantengamos esa riqueza de forma duradera.

Por lo tanto, me preocupa un poco, después de escuchar a los primeros oradores, que perdamos el equilibrio que definió nuestro ponente en su informe entre lo que se puede decidir localmente, con arreglo al principio de subsidiariedad, y lo poco que podemos contribuir aquí como Unión Europea. Si eso ocurriera, uniformizaríamos las ciudades europeas y perderíamos la riqueza de Europa.

Permítanme decirlo muy claramente: las administraciones locales y regionales que ya han abordado los problemas de organizar el transporte no necesitan el Libro Verde, mientras que, en el caso de las que hasta ahora han rechazado tratar esta cuestión, no hay más probabilidades de que lo hagan a resultas del Libro Verde o de nuestra resolución.

Debemos darnos cuenta, por mucho que nos encante entrar en detalles, de que Europa sólo triunfará si sus ciudadanos lo aceptan a nivel local. Y no lo aceptarán a nivel local si tiene la sensación de que interfiriere en todas las áreas de su vida local. Por ello yo expresé fuertes críticas, también en comisión. Lamento mucho que la Comisión de Transportes y Turismo no aceptara mis enmiendas en comisión porque temo que al final —empezando, por supuesto, por las mejores prácticas y por los incentivos de los Fondos Estructurales y del Fondo de Cohesión— estemos haciendo algo de lo que realmente deberíamos apartarnos.

Lo que pido, por lo tanto, es que consideremos que el compromiso ahora aceptado en comisión sea lo más lejos a lo que lleguemos. No vayamos más allá a causa de las numerosas enmiendas que se han presentado. Europa no triunfará si interfiere en todas las áreas de la vida de las personas.

 
  
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  Saïd El Khadraoui, en nombre del grupo del PSE. – (NL) Querría empezar dando las gracias al ponente, señor Rack, por la excelente cooperación. Creo que juntos hemos conseguido muchas cosas. Él sabe que queríamos ser más ambiciosos en algunos aspectos y que queríamos resumir en términos más concretos lo que debería ser la contribución de la Unión Europea. Tengo entendido que algunos miembros de su propio Grupo no están de acuerdo con eso.

Dicho esto, este informe contiene bastantes elementos buenos y por ello cuenta con el pleno apoyo de nuestro Grupo. Para empezar, reconoce que las ciudades de Europa afrontan los mismos desafíos. Hay congestión en todas partes, y este es un problema que produce mucho estrés y una gran pérdida de tiempo generalizada. También hay accidentes en todos lados. Creo que la mitad de los accidentes en la Unión Europea se producen en las zonas urbanas.

También todos deseamos alcanzar las ambiciosas metas sobre el clima que nos hemos fijado. Igualmente, la mayoría de las ciudades, grandes y pequeñas, se esfuerzan por financiar su infraestructura y la Unión Europea puede desempeñar un positivo papel de apoyo en todos estos ámbitos, aunque —lo admito— la situación varía de un lugar a otro. Sin embargo, podemos aprender unos de otros y por eso creo que se debería desarrollar la idea de un observatorio o plataforma de algún tipo para la movilidad urbana, en el que fuera posible intercambiar buenas ideas.

Habría que alentar o incluso exigir a las ciudades a que pusieran los planes de movilidad sobre el papel para reunir a todas las partes interesadas, lograr un consenso sobre un enfoque común y celebrar acuerdos positivos. Creemos que la Unión Europea debería asumir el papel de director en los campos de la armonización, la normalización, la interoperabilidad y la investigación y desarrollo para dar a los nuevos proyectos, entre ellos los de transporte público, mayores posibilidades de éxito y facilitar la difusión de soluciones sostenibles por toda Europa.

Señor Comisario, como conclusión, contamos con que ustedes presenten pronto un plan de acción lo más concreto posible con una clara división de responsabilidades entre diferentes niveles políticos, pero un plan que sin duda incluya un papel importante para la Unión Europea.

 
  
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  Jean Marie Beaupuy, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, me gustaría comenzar dando las gracias a Reinhard Rack por su excelente informe y a la Comisión por haber elaborado primero el Libro Verde, que ahora está siendo objeto de una amplia consulta y que se plasmará en un plan de acción a finales de 2008.

Con mis colegas del Intergrupo de política urbana y vivienda, especialmente Jan Olbrycht, quien acaba de hablar, invitamos al Comisario Barrot a que debatiera este tema con nosotros el año pasado. Aquel debate fue especialmente animado, en especial en lo que se refiere al enfoque integrado. Señor Comisario, en el poco tiempo del que dispongo, me gustaría resaltar los beneficios de observar ese aspecto concreto con mayor detenimiento. Hay un vínculo fundamental entre los conceptos de planificación urbana y de movilidad urbana. Cuando digo «conceptos de planificación urbana», me refiero de hecho a la ausencia de conceptos de planificación urbana. Mencionaré cuatro elementos para ilustrarlo.

En primer lugar, es evidente que nuestras zonas urbanas están en crecimiento, ya sean de pequeño, mediano o gran tamaño, y que van surgiendo sectores y zonas comerciales, industriales, residenciales y de ocio. Cada vez que se urbanizan nuevas zonas, se desarrolla la movilidad. ¿Necesito recordarles que nuestras zonas urbanas han aumentado un 11 % en tamaño, mientras que sus poblaciones han crecido sólo un 2,5 %? ¿Que en diez años, de 1990 a 2000, la expansión de las zonas urbanas fue equivalente a tres veces el tamaño de Luxemburgo? Estas cifras demuestran que cada vez que crece una zona urbana, nuestros viajes se prolongan, con independencia de a donde nos lleven. Por último, dentro de estas zonas urbanas, en diez años el número de desplazamientos diarios en automóviles privados aumentó un 70 %, y cada desplazamiento individual aumentó un 20 %.

Estas cifras, estos ejemplos, demuestran claramente que, sin un enfoque integrado que tome en consideración los diferentes parámetros urbanos, incluso con vehículos más eficaces, más seguros, más inteligentes, incluso con un transporte público más rápido y más cómodo, no resolveremos por completo el problema de la movilidad urbana ni resolveremos el problema al que se enfrentan nuestros conciudadanos, que siempre se verán obligados a efectuar un número creciente de desplazamientos más largos, costosos y desagradables.

Estos conceptos de planificación urbana, señor Comisario, Señorías, deben tener en cuenta el transporte urbano no sólo en lo que se refiere a las ciudades, el territorio urbano, sino también, como ha dicho mi colega el señor Rack, en un nivel suburbano. Tiene que haber una cierta coherencia para todos nuestros conciudadanos que trabajan, se distraen, aprenden, etc. en este perímetro urbano y suburbano. Sin embargo, el problema que se plantea, y esto lo acaban de mencionar, es cómo hacer que coexistan las diferentes estructuras administrativas, los diferentes distritos y los otros territorios. Por ello le pedimos, señor Comisario, que tenga especialmente en cuenta el enfoque integrado en sus futuros planes de acción.

 
  
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  Michael Cramer, en nombre del Grupo Verts/ALE.(DE) Señora Presidenta, Señorías, también yo quiero expresar mi más sincero agradecimiento al ponente. Sin embargo, me cuesta decir algo positivo sobre el resultado final de este informe. A las ciudades de Europa aún se las deja a su suerte; no se las está ayudando. En lugar de crear un marco concreto y útil para las zonas urbanas de los 27 Estados, la mayoría de los miembros de la Comisión optaron por un texto superficial: ¡las ciudades deben hacerse más ecológicas, habrá menos ruido y una mejor calidad de vida! El informe es tan impreciso acerca de cómo lograrlo como lo fue la Comisión de la UE en su Libro Verde sobre la movilidad urbana.

El señor Rack nos ofrece una selección de menús de un restaurante de sushi para solucionar los problemas de transporte. Pero, como mucho, el informe nos presenta una lista de ingredientes añadidos, sin ninguna receta real. Sin embargo, hay una necesidad urgente de actuar a escala de la UE. Ocho de cada diez ciudadanos de la Unión viven en ciudades y casi todos ellos padecen los mismos problemas: congestión, accidentes, ruido y contaminación. Nuestras ciudades desempeñan también un papel crucial en el contexto del cambio climático. El tráfico urbano es responsable de aproximadamente el 40 % de todas las emisiones de CO2 y del 70 % de los gases de efecto invernadero. La UE no alcanzará su propia meta de protección del clima a menos que haya menos tráfico y que la gente deje el coche para desplazarse en tren, en autobús, en bicicleta y a pie.

De hecho las emisiones procedentes del tráfico han aumentado un 30 % desde 1999, mientras que las emisiones de otras fuentes se han reducido un 10 %. Esto significa que prácticamente ha absorbido los logros obtenidos en otras áreas. Sin embargo, la mayoría de los diputados opina que incluso citar estas cifras en el informe como un indicador del vínculo existente entre tráfico urbano y el cambio climático es ir demasiado lejos.

En la votación de mañana, los Verdes presentaremos enmiendas en un intento por inyectar en el informe sobre la movilidad urbana la sustancia que tan urgentemente necesita. En primer lugar, queremos ajustar la cofinanciación de la UE para hacerla más respetuosa con el medio ambiente; en concreto, según nuestra enmienda, esto significa que deberíamos asignar el 40 % al ferrocarril y el 10 % a ampliar el cicloturismo. Hasta ahora, el 60 % de los fondos de transporte de la UE ha ido a parar a proyectos de carreteras, y sólo el 20 % se ha destinado al transporte público local y al transporte ferroviario. No es de extrañar, entonces, que estemos consiguiendo lo contrario de lo que constantemente decimos que queremos.

En segundo lugar, sólo queremos conceder fondos de la UE si las ciudades pueden presentar un plan de movilidad sostenible, que acabaría con un gran número de proyectos de carreteras sin sentido. En tercer lugar, queremos mejorar la seguridad del transporte estableciendo un límite de velocidad general de 30 km/h, permitiendo que las ciudades establezcan sus propias velocidades más elevadas en determinadas carreteras.

Si queremos hacer más por la protección del medio ambiente y del clima y garantizar un transporte seguro, las ciudades de Europa necesitarán una ayuda sustancial de la UE. Sólo la obtendrán si se aprueban nuestras enmiendas. Si son rechazadas, y se aprueba otro informe que no resuelva ni un solo problema, los Verdes no votaremos a favor.

 
  
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  Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) En primer lugar, me gustaría comenzar dando las gracias al señor Rack por lo mucho que ha trabajado. La movilidad urbana es una cuestión complicada para la preparación de política a nivel europeo. No es fácil delimitar las responsabilidades, lo cual puede comprobarse en el informe que debatimos aquí.

Por un lado, el informe afirma en varias lugares que la Unión Europea tiene un papel en la realización de los planes de movilidad urbana, pero en otras partes dice que la movilidad urbana es competencia de las ciudades y las administraciones locales europeas y que, conforme al principio de subsidiariedad, la Unión Europea sólo debería tener una función reguladora limitada. En resumen, es difícil sopesar las competencias en este ámbito. Creo, sin embargo, que el ponente, señor Rack, ha tratado adecuadamente este tema y ha redactado bien el texto en lo que respecta al principio de subsidiariedad.

Sin embargo, tengo un par de críticas que hacer. En primer lugar, creo que el informe se ha vuelto demasiado detallado. Esto crea la impresión de que es posible diseñar un marco europeo que podría utilizarse para resolver todos los problemas en todas las ciudades europeas. Entiendo la lista detallada de temas a ser tenidos en cuenta para la armonización y la lista de áreas de actuación, y son bien intencionadas, pero me pregunto si las podríamos ampliar mucho más. Creo que un enfoque general habría sido más práctico. Con ello se habría hecho más hincapié en el intercambio de las mejores prácticas y en la evolución tecnológica en el área de la movilidad urbana. Soy consciente de que este enfoque es menos ambicioso, pero creo que debemos recordar que la movilidad urbana compete a las ciudades europeas y a las administraciones locales.

Lo que es más, la lista de temas para la armonización también contiene algunas normas sociales. Esto no me parece una buena idea. Las normas sociales, tales como la movilidad de los viajeros desfavorecidos, mantienen una estrecha relación con cada Estado miembro y por ello es mejor no armonizarlas ni estandarizarlas.

A pesar de estas críticas, voy a votar a favor del informe. El hecho es que el señor Rack ha logrado recalcar claramente en el informe que una estructura de movilidad urbana segura, sostenible y eficaz es competencia de las ciudades y las administraciones locales europeas y creo que es aquí donde reside el gran mérito de este informe. La Unión Europea puede tender una mano para ayudar por medio de financiación dirigida y el intercambio de información pertinente, pero no se necesitan reglamentos de la UE en esta área, ni son deseables.

Me gustaría acabar diciendo que en todo esto no debemos perder de vista el hecho de que la responsabilidad sobre los sistemas de transporte urbano sigue siendo de las ciudades de Europa. Éstas tendrán que desarrollar sistemas y trabajar eficazmente con todas las autoridades competentes. Por último, quisiera señalar que el éxito de tales sistemas de transporte se mantiene o no según la participación de los ciudadanos. También éstos tienen la responsabilidad de contribuir a lograr las metas de los planes de movilidad urbana: un transporte sostenible, seguro y fiable en las zonas urbanas.

 
  
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  Marian-Jean Marinescu (PPE-DE). - (RO) La política urbana no entra dentro de las competencias de la Unión Europea, sino de las autoridades locales y regionales, de acuerdo con el principio de subsidiariedad. Sin embargo, el grado de urbanización en la Unión ha ido en constante aumento. Más de trescientos millones de ciudadanos viven en ciudades, y el porcentaje de población urbana superará el 80 % para el año 2020.

Urbanización y aglomeración se han convertido en un problema europeo ya que afectan al bienestar de todos los ciudadanos europeos. Nos enfrentamos de hecho a una demanda creciente de medios de transporte nuevos y diversificados, que hace aumentar el consumo de energía y el porcentaje de uso del suelo y produce una degradación progresiva de la calidad del suelo y de la atmósfera.

Aunque hay grandes diferencias entre las legislaciones nacionales en cuanto al transporte urbano y la planificación territorial, las instituciones de la Comunidad Europea podrían intervenir activamente en coordinar el desarrollo urbano duradero y, lo primero de todo, el desarrollo de los servicios de transporte urbano, así como para garantizar una difusión eficiente de las buenas prácticas.

Nuestro colega el señor Rack nos ofrece ejemplos elocuentes de soluciones aportadas tanto por las tecnologías modernas, tales como la movilidad virtual, como por la consiguiente aplicación de la multimodalidad, la optimización del uso de las infraestructuras y la utilización de medios alternativos de transporte.

La educación y la iniciativa privada desempeñan un papel esencial en una Europa de ciudades verdes y las políticas comunitarias generales deberían tomar en consideración todos los costes a largo plazo y presentar las sugerencias pertinentes, proporcionar mecanismos eficientes de cooperación interregional y transfronteriza y aportar los recursos de información necesarios.

Los fondos estructurales y de cohesión, mayormente la gran causa del desarrollo urbanístico, tendrían que convertirse, siempre que reciban un uso adecuado en el ámbito local y regional, en el recurso más eficiente y disponible para afrontar este desafío al que se enfrenta la Europa del siglo XXI.

 
  
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  Inés Ayala Sender (PSE). - Señora Presidenta, en primer lugar deseo manifestar mi reconocimiento a la Comisión por acercar las soluciones a los problemas de movilidad —como son la seguridad vial en las ciudades, la cogestión o el impacto ambiental— a los ciudadanos, que, en una abrumadora mayoría, los perciben y sufren en las ciudades.

Frente a las reservas y reticencias manifestadas sobre la necesidad de mantener este tipo de actuaciones en la subsidiaridad, creo que este tipo de propuestas no sólo provocan debates muy importantes y necesarios sino que también responden a graves y urgentes preguntas de los Gobiernos nacionales, regionales y —sobre todo— locales.

Mantenemos hoy este debate en el marco del fuerte debate sobre las medidas para luchar contra el cambio climático y en vísperas del gran debate sobre la internacionalización de costes en los diversos modos de transporte. Son debates esenciales, pero que necesitan una traducción concreta en la vida cotidiana de los ciudadanos en su hábitat natural, como es el caso de las ciudades.

De ahí que saludemos este primer acertado esfuerzo de nuestra Institución a través del informe del señor Rack, a quien felicito por sus aciertos y a quien agradezco su apertura para aceptar, incentivar y fortalecer —aceptando mis enmiendas— algunos temas fundamentales, como los modos alternativos y más sanos de movilidad urbana —por ejemplo, la marcha a pie, las bicicletas o también el transporte público— y la incentivación de la seguridad vial, que, como se ha dicho aquí, en los ámbitos urbanos presenta su situación más penosa y más agresiva. Debe tenerse en cuenta, además, no solamente a las personas con movilidad reducida sino también a las personas con cochecitos de niños a las que a menudo se olvida, como lo demuestran los obstáculos urbanos en las aceras.

Señalemos asimismo su fomento en la eficiencia de la logística urbana mediante la inclusión de instalaciones seguras de carga y descarga para facilitar precisamente la distribución en ese último kilómetro, reconociendo además la necesidad de facilitar la convivencia entre movilidad de personas y de mercancías.

Igualmente su aceptación en cuanto a mejorar la utilización de los sistemas inteligentes de transporte exigiendo su accesibilidad e interoperabilidad y todo ello mediante instrumentos flexibles y fomentando la participación activa en foros locales de movilidad.

 
  
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  Renate Sommer (PPE-DE).(DE) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, ¿qué estamos haciendo aquí realmente? Estamos tratando un tema sobre el que no tenemos competencias. Este Libro Verde sobre la movilidad urbana se basó en una competencia fabricada, tal como la Comisión ha admitido en privado. Me dijeron que, debido al debate sobre el clima y a que el 80 % de los europeos vive en ciudades, la Comisión ahora se ha declarado competente en este ámbito.

¡Vaya por Dios! Igual de justificado estaría decir que el 80 % de los europeos vive en una familia o ha vivido alguna vez en una. Así que asumamos ahora la política familiar. Eso sería una competencia igualmente fabricada e imposible de justificar. Con respecto a la movilidad urbana, lo único que se puede promover a nivel europeo es el intercambio de buenas prácticas, y nada más. Adoptar medidas legislativas aquí equivaldría a infringir el principio de subsidiariedad.

Podemos suponer que las propias autoridades locales están deseando ocuparse de sus problemas de transporte, ya que esos problemas se relacionan con el modo en que funciona la economía y con el comercio urbano interno. Al mismo tiempo, por supuesto, tiene que ver con la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, que, de lo contrario, podrían abandonar ésta. Quizá los problemas de nuestras ciudades puedan ser similares, pero no son idénticos. De ahí que necesitemos agentes locales que adopten decisiones adaptadas a su zona. La política de transporte urbano debe ser decidida y formulada localmente y las autoridades locales deben encargarse de la planificación.

Quiero prevenir a los diputados miembros contra la posibilidad de pedir medidas legislativas en este informe o de interpretar que el texto incluye tales medidas a posteriori. Prevengo también contra la creación de aún más montañas de datos y quizás incluso de una mayor burocracia. Esto es lo que sin duda haría el establecimiento de una plataforma europea para la movilidad urbana: sin duda acabaríamos con otra agencia europea más, que produciría aún más papel y que, por supuesto, también costaría bastante dinero.

Así es como se pone a los ciudadanos en contra de Europa. No podemos permitírnoslo. Les pido que hagan por que no acabemos en esa situación.

 
  
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  Zita Pleštinská (PPE-DE). - (SK) En mi calidad de arquitecta y urbanista, y también por mis muchos años de experiencia como política en el gobierno local y regional, desde luego puedo confirmar que la cuestión de la movilidad urbana es de gran actualidad y sumamente compleja y quiero agradecer al ponente el enfoque que ha adoptado.

A menudo muchas ciudades no se dan cuenta de que pueden evitar problemas relativos a la organización del transporte mediante una planificación exhaustiva de la infraestructura viaria local. Cuando deciden visitar ciudades europeas, los turistas también tener en cuenta su accesibilidad y cómo está organizado en ellas el transporte. Los atascos, sin duda, no hacen de ningún modo atractivas las ciudades ni sus centros.

No habrá éxito sin soluciones innovadoras, tales como aliviar la carga de tráfico, explotar medios de transporte alternativos como el ciclismo o el uso compartido del automóvil. Creo que la investigación y el desarrollo ofrecen un potencial considerable, aún no explotado, de lograr unos nuevos medios de transporte más seguros y ecológicos y unos sistemas de transporte sostenibles.

Todo el mundo debe ayudar a resolver nuestros problemas de transporte: la UE, las ciudades y sus habitantes, así como los turistas. Creo que también es importante dividir la responsabilidad entre la UE y las ciudades. En este sentido, la UE debería tener una función claramente definida.

 
  
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  Pierre Pribetich (PSE). - (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, en primer lugar quisiera elogiar el informe de mi colega Reinhard Rack. Esta nueva cultura de la movilidad urbana es una verdadera revolución en lo que se refiere a nuestra forma de pensar y de desplazarnos.

Parafraseando el famoso dicho de Sieyès sobre el tercer Estado: «¿Qué es la movilidad urbana en una ciudad? Todo. ¿Qué ha sido hasta ahora? Nada. ¿Qué desea? Convertirse en algo.» Empleando estas palabras, deseo expresar mi acuerdo absoluto con esta revolución de nuestro comportamiento, así como la urgente necesidad de un enfoque europeo integrado y general para esta nueva movilidad urbana, haciendo hincapié en la coherencia de los grandes principios de una planificación urbana lograda. También quiero expresar mi pleno apoyo a que, en su día, se prevea una base de soluciones estándar que permita elaborar un conjunto de soluciones a medida para cada nivel territorial.

Esto implica, señor Comisario, que la Comisión debe asumir sus responsabilidades financieras y poner en práctica su enfoque. Durante una de las intervenciones, nuestro colega mencionó este método usando la imagen de un «restaurante de sushi» donde Europa propusiera diferentes platos y las zonas urbanas pudieran tomarlos o dejarlos. Este enfoque flexible no se debe olvidar un plato: nuestras ciudades. Necesitamos todos los ingredientes para poder revolucionar la movilidad urbana e implantar esta nueva cultura.

 
  
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  Zuzana Roithová (PPE-DE). - (CS) Señora Presidenta, le ruego que acepte mis disculpas por intervenir demasiado pronto. Ahora me gustaría tomar parte en el debate sobre el informe del señor Rack acerca de una nueva cultura de movilidad urbana. Como he dicho antes, me gustar montar en bicicleta en Bruselas y en Estrasburgo, donde disfruto de la seguridad de las vías para ciclistas y, en particular, del respeto demostrado por los automovilistas, ya que no sólo los peatones sino también los ciclistas tienen aquí una prioridad absoluta. Paso mucho más miedo en mi ciudad, Praga, donde veo cómo los turistas apenas consiguen esquivar los coches, y prefiero no montar ya en bici allí. Una cultura diferente va unida a una tradición diferente de las normas de tráfico, en la que el más fuerte era el que ganaba. Creo que el aumento de la movilidad europea implica tanto una armonización de las normas de tráfico en los Estados miembros como una convergencia progresiva de las sanciones por infracción de las mismas. Unas normas diferentes sustentarán una cultura diferente. Por consiguiente, para los ciclistas y peatones extranjeros mimados (y me considero uno de ellos), las carreteras de los nuevos Estados miembros presentan un riesgo enorme.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (PSE). - (RO) Felicito al señor Rack por su informe.

La Unión necesita una nueva cultura de la movilidad urbana, en la que el transporte público y el uso de la bici adquieran una mayor importancia.

Para el desarrollo del transporte público, se necesitan políticas a nivel local, regional o nacional que permitan subvencionar parcial o totalmente los servicios de transporte público para ciertas categorías de personas, tales como estudiantes, jubilados y discapacitados.

Considero necesario que el desarrollo y la planificación urbanos se lleven a cabo de manera integrada, teniendo en cuenta, además, las necesidades presentes y futuras en materia de transporte urbano. La introducción de trenes rápidos que conecten los centros urbanos con las estaciones marítimas y de ferrocarril, con los aeropuertos y, sobre todo, con las regiones periféricas, debe ser una prioridad en el desarrollo y la modernización de las grandes ciudades.

Las localidades que tengan acceso a alguna vía navegable podrían desarrollar un transporte intermodal, que reduciría la contaminación causada por el tráfico por carretera en las grandes ciudades.

En la nueva política de movilidad urbana deberían integrarse los sistemas inteligentes de transporte y el desarrollo de zonas verdes.

 
  
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  Inés Ayala Sender (PSE). - Muchísimas gracias por su generosidad, Señora Presidenta. No es la primera vez que vuelvo a intervenir, precisamente por una falta de tiempo. Justamente quería decir que, con respecto al informe del señor Rack, me quedaban por mencionar dos temas y creo que el Comisario, además, es sensible a ellos.

Me refiero, en primer lugar, a la falta de fomento de nuevos perfiles profesionales vinculados a la movilidad urbana, que considero que, precisamente por su desarrollo, es importante preverlos y tenerlos en cuenta, y, en segundo lugar, a lo que habíamos planteado como una amplia consulta participativa para prever el impacto social de medidas como, por ejemplo, los peajes urbanos, cuyo impacto social es importante tener en cuenta.

 
  
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  Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. − (IT) Señora Presidenta, quiero recordar el verdadero significado de la palabra subsidium en la lengua de mis antepasados, el latín. «Subsidium» significa «ayudar», así que «subsidiariedad» implica ayuda. Digo esto para disipar los temores de los señores Ferber y Marinescu y de la señora Sommer: la Comisión no tiene la intención de ocupar el lugar de las administraciones locales, provinciales o regionales. No corresponde a Europa determinar las políticas administrativas locales, ni tampoco decidir qué se debe hacer en cada ciudad.

«Subsidium» significa ayudar; por lo tanto Europa, la Comisión Europea, las instituciones europeas en general, pueden contribuir a aportar soluciones; pueden contribuir a abrir un debate; pueden contribuir a que se produzca un intercambio de información entre ciudades, con miras a encontrar soluciones —comunes si es posible— que puedan ser de utilidad para los ciudadanos, para facilitarles la vida, sus viajes y su seguridad, ya sea en las carreteras o protegiendo su salud contra la contaminación.

Las contribuciones financieras son, desde luego, una posibilidad. Déjenme recordar el programa Civitas, que obtuvo buenos resultados y puede ser un ejemplo digno de ser seguido. En el plan de acción que me propongo presentar —con el fin de coordinar y proponer ideas de actuación— me inspiraré en todas las sugerencias que han salido a la luz durante el debate de hoy, en un intento por ofrecer ideas y sugerencias, siempre respetando el principio de subsidiariedad, porque soy muy consciente de los poderes que tiene la Unión. Creo, sin embargo, que, puesto que la mayoría de los ciudadanos de la UE vive en grandes ciudades, la Unión Europea tiene la obligación de ayudar.

Ayudar —insisto— no significa sustituir: también estoy convencido de que corresponde a las autoridades locales, elegidas por los ciudadanos, resolver los problemas de éstos. Sin embargo, la Unión Europea puede desempeñar sin duda un papel importante, aunque sólo sea prestando ayuda a algunas iniciativas, coordinando y desembolsando algunos fondos, de forma que nuestros ciudadanos puedan ser mejor gobernados por las administraciones locales y sus funcionarios.

 
  
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  Reinhard Rack, ponente. − (DE) Señora Presidenta, doy las gracias a todos mis colegas que han contribuido al debate tan animado como ha sido el de esta tarde, aunque no haya habido pelos en la lengua.

En ese sentido, los últimos 40 ó 50 minutos han reflejado lo que ocurrió en la Comisión de Transportes y Turismo durante los últimos meses. En ellas también observamos diferencias de opinión bastante amplias. Tuvimos que votar sobre más de 350 proyectos de enmienda. Conseguimos reducir esos 350 proyectos de enmienda a un texto relativamente coherente, que a continuación fue aprobado por una gran mayoría en comisión, esto es, 27 votos a favor y 2 en contra. Me alegraría que pudiéramos lograr un resultado similar en la votación de mañana y yo haré todo lo que esté en mi mano para conseguirlo.

Un grupo no estaba contento con el resultado de los debates en la Comisión de Transportes y lo ha vuelto a dejar muy claro hoy. También hemos escuchado el llamamiento para que los diputados cambien de idea para mañana. Estaría muy agradecido de que mis colegas mantuvieran la cooperación que vimos en la Comisión de Transportes y se concentraran en que el texto que redactamos en comisión supere el pleno mañana. En ese contexto, les pediría que echaran un vistazo a las recomendaciones que ha indicado el ponente en la lista de votación de mañana.

Por lo demás, confío en seguir trabajando en este tema y deseo a la Comisión y a su Vicepresidente mucho éxito con el plan de acción y con otras actividades que emprendan en este campo.

 
  
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  Presidenta. – Se cierra el debate.

La votación se celebrará mañana a las 12.00 horas.

Declaraciones por escrito (artículo 142)

 
  
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  Corina Creţu (PSE), por escrito. (RO) En mi opinión, en un ciudad moderna es esencial adoptar un nuevo enfoque sobre la movilidad urbana. En Europa, el crecimiento económico de los años 50 y 60 ha llevado a la expansión de la ciudad horizontal, cuya población ha dejado el centro en favor de la periferia. Este modelo, favorecido por la proliferación del uso del automóvil, ya no es sostenible hoy en día, ante el aumento sin precedentes del precio de los carburantes y ante las preocupaciones sobre el cambio climático a nivel mundial, un cambio determinado principalmente por la contaminación que causan los motores de combustión interna.

Habría que acoger con satisfacción las iniciativas que permitan a las ciudades europeas planificar unos sistemas de transporte público eficaces, que satisfagan los requisitos de protección del medio ambiente y sean accesibles a todo el mundo, así como la integración en la planificación urbana de medios de transporte alternativos válidos para distancias cortas o diferentes según el momento del día. Otro desafío es el transporte urbano de mercancías, que es esencial para el buen desarrollo económico de la ciudad. Por este motivo, , considero que es importante introducir prácticas tales como el intercambio de experiencias entre las administraciones de las ciudades europeas, la optimización de las bases de datos urbanas a nivel europeo, así como animar a los ciudadanos a cambiar la forma en la que enfocan el tema del transporte personal en el entorno urbano.

 
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