Carl Schlyter (Verts/ALE). - (SV) Señor Presidente, si se hubiera paseado por los pasillos del Parlamento ayer, hubiera visto muchísimas pegatinas de la organización de los grupos de presión de la industria química europea por el suelo; algunas siguen ahí hoy. Me pregunto si los cuestores, cuando decidieron permitir la exposición, autorizaron a la organización a llenar el suelo de pegatinas. Si fue así, opino que la decisión fue inapropiada. Si los cuestores no dieron dicho permiso, opino que Cefic habría incumplido su responsabilidad como grupo de presión y que se le debería retirar su pase de acceso o, por lo menos, se le debería reprender. Espero que se examine lo que ocurrió realmente y se ordene la retirada inmediata de todas las pegatinas.
Presidente. − De acuerdo, señor Schlyter. Examinaremos la cuestión.
2. Presentación de documentos: véase el Acta
3. Debates sobre casos de violaciones de los derechos humanos, de la democracia y del Estado de Derecho (anuncio de las propuestas de resolución presentadas): véase el Acta
4. Impacto medioambiental del proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico (debate)
Presidente. − El próximo tema es el informe (A6-0225/2008) del señor Libicki, en nombre de la Comisión de Peticiones, sobre el impacto medioambiental del proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico para unir Rusia y Alemania (peticiones 0614/2007 y 0952/2007) [2007/2118(INI)].
Marcin Libicki, ponente. − (PL) Señor Presidente, el debate de hoy es muy especial, ya que se basa en una petición de ciudadanos corrientes de la Unión Europea. Me gustaría dar la bienvenida a las personas presentes en la tribuna, que son los autores de la petición que constituye la base del debate de hoy. El señor Krzysztof Mączkowski, que representa a muchas organizaciones ecologistas está ahí, y creo que también está la señora Morkunaite de Lituania. La petición ha sido firmada por casi 30 000 personas. Siguen llegando firmas a la Comisión de Peticiones. El debate, sin lugar a dudas, está siendo seguido por muchos millones de personas y por la opinión pública de todos los países del mar Báltico.
En el marco de la historia de esta petición en el Parlamento Europeo, en primer lugar mantuvimos varias discusiones sobre este tema en la Comisión de Peticiones. Las discusiones se basaron en presentaciones muy sólidas elaboradas por los autores de la petición. En total, celebramos cinco debates sobre el tema. También organizamos una audiencia pública. En la audiencia pública participaron especialistas de renombre internacional, que respaldaron los argumentos de la petición: la amenaza al medio natural del mar Báltico es enorme y cabe cuestionar la utilidad de arriesgarse con una inversión de tal magnitud. Durante el curso de las discusiones en la Comisión de Peticiones, y cuando el Parlamento Europeo acordó que la cuestión se debatiera públicamente, que es lo que se está haciendo hoy, se celebraron debates adicionales en el seno de la Comisión de Industria, Investigación y Energía y la Comisión de Asuntos Exteriores. Los textos presentados para su aprobación obtuvieron el 90 % de apoyo en la Comisión de Peticiones y en las otras dos comisiones.
Sólo en ese momento, de repente, se produjo una importante actividad entre los oponentes y los críticos de este informe y los argumentos contenidos en él. De repente, se transmitieron 180 enmiendas a la Comisión de Peticiones. Casi todas se rechazaron. Los comités asesores vivieron una experiencia similar. Se podría decir que es una gran ofensiva —no hay otra forma de describirlo— por parte de Nord Stream. Recibimos instrucciones de voto preparadas por Nord Stream en la Comisión de Peticiones. Llevo cuatro años trabajando en el Parlamento Europeo y ésta fue la primera vez que presencié cómo alguien relacionado con los grupos de presión dictaba a los diputados en qué sentido debían votar para cada una de las enmiendas: absténgase en ésta, vote a favor de ésta, vote en contra de la otra.
El debate de hoy se basa en 40 opiniones e informes de expertos diferentes. Señoras y señores, en relación con esta cuestión hay tres partes interesadas: los ciudadanos corrientes de la Unión, el gran capital político y económico y el Parlamento Europeo. El Parlamento Europeo debería ser la voz de los ciudadanos corrientes de la Unión Europea. Deberíamos haber aprendido la lección de lo que ocurrió en los referendos de Francia, los Países Bajos e Irlanda. Queremos obtener la confianza de los ciudadanos corrientes de la UE y espero que ésta sea la actitud de todos los diputados de esta Cámara.
Me gustaría dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado a poder celebrar el debate de hoy. Quiero dar las gracias a la señora Foltyn-Kubicka, que ha preparado una exposición fantástica sobre el mar Báltico aquí en el Parlamento Europeo, al señor Cashman, Vicepresidente primero de la Comisión de Peticiones, y al señor Beazley, Presidente del Intergrupo Báltico del Parlamento Europeo. También me gustaría dar las gracias a la Secretaría de la Comisión de Peticiones, especialmente a David Lowe, Karen Chioti y Silvia Cannalire, así como a todas las personas que me han prestado sus consejos, ayuda y colaboración: Szymon Szynkowski, Norbert Napierajów, Wojciech Danecki, Witold Ziobrze y Michał Krupiński. Son las personas que más aportaciones han brindado a este trabajo.
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. – (EL) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias al señor Libicki, Presidente de la Comisión de Peticiones, por su informe, que nos permite debatir acerca de las repercusiones medioambientales de este gran proyecto: la construcción de un gasoducto de gas natural de 1 200 km de longitud que cruzará las aguas poco profundas del mar Báltico. Estamos debatiendo no sólo porque se trate de un proyecto importante que suscita muchas preocupaciones sobre la protección medioambiental en el área del Báltico, sino porque también parece ser el primero de muchos proyectos similares planificados para el futuro.
El proyecto ya ha atraído la atención de los medios de comunicación y los políticos de toda la región del Báltico en los últimos meses. Ha sido debatido en muchos foros y en la mayor parte de los países afectados.
Como ha dicho el señor Libicki, también se debatió en el Parlamento Europeo en enero, en el marco de la audiencia pública organizada por la Comisión de Peticiones, en la que participé junto con el señor Piebalgs, mi colega Comisario, responsable de la cartera de energía. El Comisario Piebalgs esbozó las perspectivas de la Unión Europea en relación con el gas natural e hizo hincapié en que las necesidades de gas de la Unión Europea están aumentando rápidamente, mientras que la producción de gas en la UE disminuye drásticamente y las existencias se agotan.
Nuestra política energética para Europa subraya la necesidad urgente de promover la mejora de la eficiencia energética y las fuentes renovables de energía. Estamos trabajando en esa dirección.
Sin embargo, la importación de gas natural deberá incrementarse para cubrir las necesidades energéticas de Europa en las próximas décadas. Serán necesarias infraestructuras adicionales, como gasoductos de gas natural y terminales de gas natural licuado, para cubrir las necesidades de los consumidores europeos y garantizar un suministro constante. El gasoducto Nord Stream permitirá incrementar el suministro de gas natural procedente de Rusia.
Como saben, la necesidad de construir una nueva infraestructura para el transporte del gas ruso a la Unión Europea fue reconocida por el Parlamento Europeo y el Consejo en las directrices para las redes transeuropeas de energía, adoptadas en septiembre de 2006. Me refiero en concreto a la Decisión nº 1364/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo. En las directrices se especificaban varios proyectos prioritarios, y este proyecto se clasificó como proyecto de interés europeo y, por lo tanto, como una prioridad máxima. Si la evaluación de impacto medioambiental es positiva, el gasoducto Nord Stream será un proyecto de interés europeo.
Mi idea principal en la audiencia de enero del Parlamento Europeo consistía en que el proyecto, al igual que cualquier otro proyecto, debe respetar todas las normas medioambientales del Derecho internacional y comunitario en sus fases de construcción, funcionamiento y supervisión. Hoy quiero volver a dejarlo claro.
De conformidad con el Derecho internacional y comunitario, el propietario del proyecto (Nord Stream AG) debe solicitar un permiso de ejecución o un permiso de construcción a los países que tienen jurisdicción en relación con las obras que se realizarán: Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suecia. No obstante, la concesión de un permiso de ejecución para un proyecto de tales características está sujeta al procedimiento de la evaluación del impacto medioambiental. También esto está estipulado en las directrices para las redes transeuropeas de energía, como señalé antes. Los procedimientos de evaluación del impacto medioambiental están estipulados en el Derecho comunitario y en el Derecho internacional. Existe una directiva pertinente de la UE, así como el Convenio de Espoo para el ámbito transfronterizo.
El Convenio de Espoo forma parte del acervo comunitario, ya que tanto la Comunidad como los Estados miembros son partes del Convenio. En este caso, son de aplicación tanto las leyes comunitarias como las nacionales. La naturaleza transfronteriza del proyecto implica que se debe respetar el Convenio de Espoo, y los Estados miembros deben hacer cumplir adecuadamente las disposiciones de la directiva sobre las evaluaciones del impacto medioambiental antes de conceder un permiso de ejecución.
El procedimiento de evaluación del impacto medioambiental con arreglo al Convenio de Espoo comenzó a finales de 2006, cuando se dio a conocer el proyecto. Según la información de que dispone la Comisión, se ha debatido acerca de muchos estudios, informes y cuestiones en diversos foros y reuniones, tanto con el público como con las autoridades competentes de los Estados miembros.
Como se dispone en el Convenio de Espoo, el contratista o el propietario del proyecto debe proporcionar la documentación adecuada en relación con el impacto medioambiental. Al mismo tiempo, el país que deba conceder el permiso de ejecución, el país de origen, la parte originante, a la que se hace referencia en el Convenio de Espoo, tiene las dos obligaciones siguientes.
En primer lugar, debe entablar el diálogo con las autoridades en materia medioambiental y con el público afectado y, en segundo lugar, debe debatir con la parte o las partes afectadas, es decir, con los países vecinos, que podrían verse afectados por los efectos transfronterizos del proyecto. En este caso, las partes afectadas son los tres Estados bálticos y Polonia.
Por lo tanto, el cumplimiento del procedimiento de evaluación del impacto medioambiental requiere que se evalúen y se debatan, tanto por parte de las autoridades competentes como del público, todas las preocupaciones, cuestiones y temas importantes, como los que se mencionan en el informe sobre el que debatimos hoy.
En la fase actual, es prematuro señalar la posibilidad de que haya impactos medioambientales negativos irreducibles o inevitables, como se dispone en la legislación sobre el impacto medioambiental. De hecho, aún no se ha redactado el informe final de evaluación del impacto medioambiental. Por lo tanto, las autoridades competentes en el área medioambiental aún no han tenido la ocasión de analizar y evaluar todos los datos técnicos necesarios para dar respuesta a todas las cuestiones legítimas.
Los países de origen tienen el derecho de solicitar toda la información complementaria que juzguen necesario para conceder, si así lo deciden, un permiso de ejecución. Por ejemplo, Suecia ya lo ha hecho: el propietario del proyecto cursó una solicitud formal para cumplir los requisitos legales nacionales.
Por otra parte, las partes afectadas también tienen el derecho legal a asegurarse de que disponen de toda la información que necesitan. Se me ha informado de que todas las partes involucradas, es decir, tanto las partes originantes como las partes afectadas, celebran reuniones y debates con regularidad sobre los avances del procedimiento de evaluación del impacto medioambiental con arreglo al Convenio de Espoo.
El informe final sobre el impacto medioambiental estará listo a finales del año. Una vez se haya presentado, se celebrarán los debates formales, en los que se determinará la decisión final sobre si se concede o no el permiso de ejecución.
Espero que las autoridades competentes de todos los Estados miembros, que han suscrito el Convenio de Espoo, realizarán sus tareas y asumirán sus responsabilidades como deben.
Rusia, que ha firmado el Convenio de Espoo pero no lo ha ratificado, ha decidido acatar sus normas.
Para concluir, me gustaría hacer hincapié en que estamos supervisando los progresos y que estamos en contacto con las partes responsables del Convenio de Espoo, con las partes afectadas y con el contratista. En lo que respecta al contratista, las autoridades de la Comisión han dejado claro que se deben respetar todas las obligaciones relacionadas con los requisitos de información y transparencia.
(Aplausos)
Christopher Beazley, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores. – (DE) Señor Presidente, Comisario, señor Libicki, señoras y señores, comprenderán que este informe es muy importante no sólo para esta Cámara, sino también para el público en general, como ya ha señalado el señor Libicki.
ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores. Las 30 000 firmas ponen de manifiesto la preocupación existente en las costas del mar Báltico, que ha sido descrito como un mar que agoniza a causa de la contaminación. El Báltico es muy poco profundo. En su fondo sigue habiendo barcos militares de la Segunda Guerra Mundial. La pregunta es: ¿es realmente lo más sensato hacer pasar un gasoducto por el fondo de esta región tan particular de la Unión Europea?
Tengo el honor de ser el ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Exteriores y, al igual que por las cuestiones medioambientales que ha revisado la Comisión de Peticiones, también estábamos preocupados por el carácter de la evaluación medioambiental a la que acaba de referirse la Comisión.
Comisario, en su respuesta, ¿podría confirmar que aceptará el párrafo 20 del informe Libicki del Parlamento, en el que se solicita a la Comisión que realice una evaluación medioambiental independiente? Suscita cierta preocupación el hecho de que, si son los promotores los que encargan la evaluación medioambiental, ésta podría carecer de objetividad.
También pedimos que se consulte a todos los Estados litorales del mar Báltico —los nueve, incluida Rusia— y que todos ellos participen plenamente en el mantenimiento y la seguridad del gasoducto, en el caso de que construyera. La Comisión ya ha subrayado la importancia del reconocimiento del Derecho internacional y europeo y nos gustaría añadir que también es necesaria la responsabilidad de la empresa. Se debería contratar un seguro apropiado que cubriera todos los riesgos o daños potenciales causados por el proyecto, tanto durante su construcción como posteriormente.
Por último, insistimos en el principio de reciprocidad. El intento fallido de ayer de los socios rusos de destituir al consejero delegado de BP-TNK es una mala señal para el entendimiento mutuo entre las empresas de la UE y las empresas rusas. Buscamos que este ejercicio se haga en armonía, pero también queremos que la Comisión supervise este proyecto con mucha atención y, como ha señalado el ponente, al igual que dos Comisarios en la audiencia, la propuesta actual presentada por Nord Stream no es satisfactoria.
Me gustaría concluir diciendo que mi Grupo votará a favor del informe Libicki.
Andres Tarand, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − (ET) El único argumento que merece ser señalado en relación con la construcción del gasoducto en el Báltico que sigue sin resolución es el relacionado con la protección medioambiental. La empresa suiza Nord Stream no presentó una evaluación del impacto medioambiental dentro del plazo permitido, lo que obligó al Parlamento Europeo a votar a ciegas.
También ha quedado claro que sólo se incorporaron los nuevos problemas medioambientales a la evaluación del impacto medioambiental encargada por Nord Stream después de que el Parlamento Europeo hubiera señalado los principales errores de sus planes de investigación. El principal problema de la evaluación del impacto medioambiental son los restos y la munición de decenas de barcos de guerra que naufragaron en las batallas en el golfo de Finlandia en agosto de 1941. Este hecho fue reconocido por el miembro de la Duma Andrei Klimov hace tan sólo diez días.
Sin embargo, el año pasado se informó de que la ruta estaba completamente despejada. Se debe prestar especial atención al fósforo que se libera cuando se remueven los sedimentos del fondo: aunque en la evaluación del impacto medioambiental se indique que no guarda relación alguna con la eutrofización, otras escuelas de pensamiento disienten. También debemos saber que se liberarán dioxinas y metales pesados. Los metales pesados, tóxicos para los humanos, están presentes en el pescado que se destina a la alimentación humana. Ya sabemos que los niveles de estas sustancias y de la radioactividad son altísimos en el mar Báltico tal como está.
Rihards Pīks, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (LV) Gracias, señor Presidente. En lo que respecta a este proyecto y al informe del señor Libicki, me gustaría decir que, en términos generales, se deberían examinar tres aspectos. El primero es el económico. Está claro que los recursos energéticos son necesarios tanto para Alemania como para Europa y, desde esta perspectiva, es necesario el gasoducto desde Rusia, ya que este país posee los recursos de gas. El segundo aspecto es el político. Me refiero al modo en que se preparó el proyecto. Todos sabemos que se hizo moviendo hilos políticos, antes de las elecciones, sin mediar consultas con los Estados que podían verse afectados desde el punto de vista económico o medioambiental.
En segundo lugar, como sabemos, de conformidad con la estrategia de la UE en el área energética, se ha dispuesto la compatibilidad de los canales energéticos. En este caso, no se ha previsto nada en este sentido, por lo que, de hecho, este proyecto no cumple con la estrategia de la UE para la solidaridad de la energía y la seguridad energética que hemos aceptado.
En tercer lugar, cabe señalar el aspecto medioambiental, que es de lo que trata específicamente el informe Libicki. Como sabemos, según el informe del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, siete de cada 10 ubicaciones contaminadas de los océanos del mundo se encuentran en el mar Báltico. Desde esta perspectiva, me parece que se ha debatido poco —reconozco, por supuesto, que las compañías que ejecutan el proyecto han realizado cálculos y han celebrado debates— pero no se ha debatido de ninguna otra alternativa en público, como, por ejemplo, construir el gasoducto por tierra. Si se construyera por tierra, sería mucho más fácil lograr la compatibilidad y se resolverían dos aspectos: el medioambiental y el estratégico y político. Gracias.
Lasse Lehtinen, en nombre del Grupo del PSE. – (FI) Señor Presidente, la petición que aborda el informe está relacionada con el medio ambiente, aunque hemos observado en las discusiones que se han producido que el proyecto de gasoducto tiene dimensiones no relacionadas con la medioambiental.
De conformidad con la autoridad de este Parlamento, nos ceñimos a los hechos de las resoluciones. El hecho es que la UE necesita el gas ruso y Rusia necesita incluso más a los clientes europeos.
El segundo hecho es que el proyecto que se está negociando ha sido aprobado por la UE como parte del programa de las redes transeuropeas. Se trata de un proyecto de construcción a gran escala y su ejecución podría ser perjudicial para el ecosistema del Báltico.
Por este motivo, es importante que se elaboren informes medioambientales imparciales, para que se puedan determinar los riesgos y se sopesen frente a los beneficios. No existen proyectos sin riesgos.
Las enmiendas que propone nuestro Grupo se basan en el principio de que no se pueden realizar concesiones en lo tocante al medio ambiente, pero tampoco se pueden crear barreras artificiales.
También es un hecho que el mayor problema medioambiental que afronta actualmente el Báltico es la agricultura de los países circundantes, y que el transporte de petróleo por barco, que es cada vez más corriente, constituye un riesgo real. No obstante, no se abordan estos problemas en el informe.
También es un hecho que las negociaciones sobre el gasoducto se han politizado tanto que existe el peligro de que la cuestión en sí misma quede de lado. La observación del ex Presidente Putin en el sentido de que la marina rusa tiene la obligación de proteger los intereses financieros no ayuda a crear un clima de confianza. La instrumentalización de la energía para presionar políticamente no es una manera civilizada de mantener un diálogo internacional.
Finlandia se ha visto presionada por Rusia mediante la imposición de derechos a la exportación de madera aunque, al menos por el momento, el Gobierno finlandés no ha vinculado esta cuestión con el proyecto de gasoducto.
Rusia no ha ratificado el Convenio de Espoo sobre el Báltico. Se debería exigir a Rusia que lo hiciera antes de que comenzara la construcción del gasoducto.
Diana Wallis, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, este informe tiene diversas facetas muy importantes y abarca un conjunto muy complejo de cuestiones europeas, no sólo de índole medioambiental. Cabe señalar que nos llega a través de la Comisión de Peticiones, cuyo mérito consiste en reunir opiniones diferentes de esta Cámara, a través de audiencias y de este informe, para intentar formar una opinión sintética.
El principio director de mi Grupo para abordar este informe ha sido intentar adoptar un conjunto de respuestas europeas para los problemas europeos. Fundamentalmente, el gasoducto pone de manifiesto la necesidad —si es que era necesario ponerla de manifiesto— de adoptar un enfoque europeo del suministro de energía.
No es apropiado que diferentes países hagan cosas diferentes con socios diferentes. Necesitamos una respuesta europea vertebrada por el principio de solidaridad.
Se ha hablado mucho del medio ambiente y el Comisario ha dado algunas respuestas adecuadas relacionadas con el Derecho europeo en materia medioambiental y las obligaciones jurídicas internacionales, pero tenemos que fomentar la confianza; tenemos que garantizar, en la medida de lo posible, el respeto de las normas europeas y la existencia de un enfoque coordinado y coherente de las cuestiones medioambientales.
Por supuesto, tenemos que abordar el difícil tema de las relaciones entre la UE y Rusia. Ésta es una buena oportunidad: en la zona del mar Báltico existe la Asociación Medioambiental de la Dimensión Septentrional. Utilicemos ese vehículo, que representa uno de los éxitos de las relaciones entre la UE y Rusia, para esta situación.
Para acabar, les quiero dejar con un pensamiento positivo. En mi comarca, Yorkshire, hay un pueblo que ahora está conectado con otro pueblo de Noruega a través del gasoducto submarino más ancho que existe en el mar del Norte. Esto ha permitido que se creen relaciones interpersonales que durarán mucho tiempo. Eso es positivo.
David Hammerstein, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, quiero dar las gracias al ponente, señor Libicki, Presidente de la Comisión de Peticiones. Es cierto que estamos tratando una petición ciudadana, que representa a miles de personas preocupadas por la construcción de un gasoducto de Rusia a Alemania.
Sobre todo, hay que cuestionar la naturaleza bilateral del acuerdo ruso-alemán, que implica a empresas como Gazprom y E.ON, para construir uno de los gasoductos más largos del mundo. Se pretende construirlo en medio del mar Báltico, para evitar su paso por territorio polaco y de los países bálticos.
Sí, este proyecto es un bypass político; sí, un bypass que no sólo esquiva los posibles problemas políticos que traería aparejados su construcción por tierra sino que desprecia olímpicamente una política energética común de la Unión Europea y debilita la posición de la Unión Europea en sus relaciones con Rusia. Los distintos acuerdos energéticos bilaterales con Rusia sin apenas coordinación con la Unión Europea también son malas noticias para una política exterior europea fuerte que hable con una sola voz.
El proyecto propuesto atraviesa un mar frágil, contaminado por productos tóxicos y con una renovación natural muy limitada. Las consecuencias de cualquier accidente serían catastróficas para todos los países ribereños. Ante todo, debemos exigir la aplicación decidida del principio de cautela, con una evaluación ambiental exhaustiva que estudie también todas las alternativas y el cumplimiento estricto de todas las normas internacionales.
La mejor forma de garantizar nuestra seguridad energética es contar con una política europea coordinada con altas exigencias ambientales.
Eva-Britt Svensson, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (SV) Señor Presidente, un gasoducto en el fondo del mar Báltico incrementará las emisiones que causan el cambio climático e impondrá graves riesgos medioambientales al delicado ecosistema del Báltico. Existe el peligro de perturbar el equilibrio biológico. ¿Qué podría pasar con todas las minas esparcidas en el fondo del mar? El proyecto de gasoducto —si se realiza según lo planeado— se aparta mucho del compromiso que tanto se apoya de boquilla en el marco de los debates sobre el clima. Todas esas discusiones sobre las cuestiones climáticas deben tomarse en serio y traducirse en acciones y medidas concretas.
Cada promesa de reservar miles de millones para inversiones relacionadas con el gas natural retrasa las tan necesarias inversiones que se deben dirigir a las energías alternativas renovables, y contradice todas las buenas intenciones declaradas de replantear la política medioambiental y detener el cambio climático. El mar Báltico y la cuestión climática deben pasar a ser objetos de atención. Por este motivo, exigimos que Nord Stream estudie una ruta alternativa por tierra antes de que se tome una decisión sobre un posible futuro gasoducto, lo que es totalmente coherente con la decisión del Gobierno sueco de febrero de este año.
Sylwester Chruszcz (NI). - (PL) Señor Presidente, lo que están haciendo los rusos no es sorprendente, ya que no forman parte de la Unión Europea y tienen intereses económicos propios en construir el gasoducto por el fondo del mar Báltico y mantenerlo independiente de intermediarios. Sin embargo, lo que está haciendo el Gobierno alemán en Berlín es escandaloso y va contra la solidaridad europea. Los alemanes, que están a favor del proyecto de la Unión Europea y, recientemente, de la Constitución Europea, parecen emplear la palabra «Unión» de manera muy selectiva. No podemos estar de acuerdo. Tampoco usted, Presidente Pöttering, en cuanto ciudadano alemán más importante de la Unión Europea, ha hecho nada al respecto. En vez de viajar a las reuniones de sus compatriotas, ¿podría usted pensar en actividades que no enemistaran a las naciones de Europa?
András Gyürk (PPE-DE). - (HU) Gracias por permitirme hacer uso de la palabra, señor Presidente. Señoras y señores, la cuestión del gasoducto del mar Báltico es una de las cuestiones más polémicas de la política energética común que se está elaborando. A muchas personas les preocupa que la construcción del gasoducto no incremente la seguridad del suministro del continente, sino nuestra indefensión frente a Rusia.
Desconocemos si los precios serán más asequibles para los consumidores o si, por el contrario, se dispararán a causa de las enormes inversiones. Y, por último, no hay una respuesta clara para las preguntas que suscita el programa actual: ¿cuáles serán las consecuencias medioambientales del proyecto Nord Stream?
En mi opinión, es esencial que se realice una evaluación apropiada del impacto medioambiental antes de que se construyan los gasoductos planificados bajo el mar, que determinarán el suministro energético de Europa en las décadas venideras, incluido el Nord Stream. Naturalmente, la evaluación de impacto medioambiental debe abarcar todas las cuestiones. En nuestro caso, desgraciadamente, no se ha realizado una evaluación completa e imparcial que tome en consideración la perspectiva medioambiental.
Sin embargo, el informe sobre el que estamos debatiendo aclara en gran medida las preocupaciones medioambientales suscitadas por el gasoducto del mar Báltico. Me parece equivocado que no se haya analizado detalladamente el impacto medioambiental exacto que tendrá el drenaje de 1 200 km de fondo marino. Los peligros que entraña la munición de la Segunda Guerra Mundial que no ha explotado, y que se encuentra en la zona en cuestión, tampoco se han aclarado. Una preocupación adicional la constituyen las sustancias químicas peligrosas que contaminarían el mar durante la construcción del gasoducto.
Estas cuestiones son tan importantes que me parece inconcebible ejecutar el proyecto de manera responsable sin haber respondido primero a ellas de manera clara y tranquilizadora. Opino que la protección del medio ambiente y la seguridad del suministro energético no se excluyen mutuamente. Si el Parlamento Europeo realmente quiere ser una institución cercana a sus ciudadanos, debe tomar en consideración las 30 000 firmas contenidas en las diversas peticiones en las que se llama la atención sobre los riesgos medioambientales relacionados con el gasoducto del mar Báltico y debe proporcionar una respuesta real a las cuestiones que se han planteado. Gracias.
Proinsias De Rossa (PSE). - Señor Presidente, este informe ha sido elaborado por petición de 30 000 ciudadanos europeos. La Comisión de Peticiones ya ha desempeñado una función muy valiosa al colocar esta cuestión en el programa de la UE. Es esencial para la confianza de los ciudadanos que Europa actúe con ellos y en su nombre. Por lo tanto, es esencial que se siga percibiendo que Europa está comprometida con el impacto medioambiental de esta propuesta; el Comisario Dimas tiene una gran responsabilidad al respecto.
Debemos demostrar que somos capaces de proteger la salud de los ciudadanos y la sostenibilidad de nuestro medio ambiente. La necesidad absoluta de desarrollar recursos energéticos y su adquisición deben basarse en los principios de la sostenibilidad. Las enmiendas de mi Grupo a este informe tienen la finalidad de orientar, o más bien de reorientar, el informe hacia dichos principios. Pido al Parlamento que las respalde.
Como ha señalado el Comisario Dimas, para conceder los permisos con respeto a la legalidad vigente, es necesario y obligatorio que se realice una evaluación del impacto medioambiental. La manera en que gestionemos esta cuestión determinará el futuro, y tenemos que hacerlo bien.
Henrik Lax (ALDE). - (SV) Señor Presidente, el hecho de que el Parlamento Europeo debata sobre el caso Nord Stream tiene, al menos, dos aspectos positivos. Gracias a la investigación pública de la Comisión de Peticiones realizada en enero, podemos esperar que Nord Stream realice una evaluación del impacto medioambiental imparcial y amplia.
El segundo aspecto positivo es que el debate debería dejar claro a los propietarios de Nord Stream y al Estado ruso que sólo se concederá el permiso para construir el gasoducto si Rusia ratifica el Convenio de Espoo. Debe ser un requisito previo que se establezca a quién corresponde la responsabilidad en caso de que se produzcan perjuicios. No obstante, como hemos escuchado, serán necesarias otras medidas de fomento de la confianza si se desea que este proyecto constituya el fuerte lazo de unión entre la UE y Rusia que deseamos. Entre otras cuestiones, Gazprom también tiene que demostrar públicamente y en la práctica que es capaz de respetar sus compromisos de suministro en el futuro.
Helmuth Markov (GUE/NGL). - (DE) Señor Presidente, por supuesto, la construcción de conductos —sean de gas o de petróleo— tiene un impacto en el medio ambiente, independientemente del recorrido del conducto, sea a través del mar del Norte, de Ekofisk a Emden, existente en la actualidad, o de Rusia a Alemania a través de Polonia, conducto que también existe.
Se deben realizar auditorías del impacto medioambiental y evaluaciones tras la aprobación de la nueva planificación energética. Todos estos asuntos están reglamentados en el ámbito internacional. Existe el Convenio de Espoo, en virtud del cual los países por los que discurre el gasoducto tienen la responsabilidad de comprobar si se pueden llevar a cabo las obras de construcción en ese lugar o no. Confío en esos países, y confío en que se respetará el Convenio, porque sólo así podremos debatir sobre si existe una alternativa para ir por este camino o por otro.
Lo que estamos haciendo ahora a veces me parece prácticamente un caso de partidismo político. Debido a nuestra influencia política, estamos determinados a hacer pasar el gasoducto por allí, aunque haga falta evitar la evaluación del impacto medioambiental. Dejemos que sean los países y sus autoridades quienes decidan si se cumplen las obligaciones medioambientales o no. Nuestro deber como europeos es afirmar que confiamos en los Estados miembros afectados.
Ria Oomen-Ruijten (PPE-DE). - (NL) Señor Presidente, estamos debatiendo hoy porque los ciudadanos y los gobiernos están preocupados por la construcción de este gasoducto. Están preocupados por el riesgo que corre el medio ambiente del ya de por sí delicado mar Báltico.
No obstante, el debate se ha politizado mucho. Todos estamos de acuerdo en que tenemos que respetar todos los convenios internacionales y medioambientales, especialmente en el caso de la delicada área del mar Báltico Señor Presidente, la politización que estamos presenciando no tiene nada que ver con eso. Tenemos que admitir que necesitamos la energía, que la producción nacional, en los países Bajos y en otras partes, sigue disminuyendo y, por lo tanto, necesitamos gas de otras fuentes. Ese gas viene de Rusia. Hubiera sido mucho mejor transportar el gas por tierra, pero se ha demostrado imposible, así que tendremos que atravesar esa área delicada. Por lo tanto, mi primer punto es que se deben respetar todos los convenios internacionales y medioambientales.
Mi segundo punto —y espero que nadie haga oídos sordos— es que un informe de impacto medioambiental satisfactorio debe preceder a la concesión de los permisos. Dichos permisos tienen que ser concedidos por Alemania, Dinamarca, Suecia y también Finlandia. Juzgaremos esto más tarde o en otra ocasión, a final de este año.
También cabe señalar que necesitamos un cierto grado de reciprocidad. Dependemos del gas ruso y los rusos dependen de nuestra disposición a comprarlo. Espero que esta reciprocidad se regule adecuadamente pronto en el acuerdo de asociación, que deberá estar desprovisto de todas las emociones políticas suscitadas por este proyecto. Entonces podremos resolver muchos problemas.
Victor Boştinaru (PSE) - (RO) Este informe hace referencia a las cuestiones medioambientales, aunque no es posible que se refiera únicamente a ellas.
En primer lugar, me gustaría hacer hincapié en que apoyaremos este proyecto, que podría mejorar el suministro energético de Europa. Por este motivo, me parece lamentable que la Unión Europea no haya elaborado todavía una política energética común.
La Unión Europea necesita normas medioambientales comunes, no sólo cuando se trata de proyectos del tamaño de Nord Stream. Hay planificados otros proyectos similares en otras partes de Europa, y las normas que se acuerden se deben respetar en todas partes.
Nord Stream representará un precedente importante y debemos asegurarnos de que avanzamos en la dirección correcta. Este informe es la respuesta del Parlamento Europeo a una petición respaldada por más de 30 000 firmas; no tenemos el derecho a ignorar la opinión de los ciudadanos europeos.
La historia del desarrollo humano, especialmente en la era industrial, contiene enormes catástrofes medioambientales. El Parlamento Europeo, en la Europa de 2008, no tiene el derecho de repetir la misma historia.
Johannes Lebech (ALDE). – (DA) Señor Presidente, el mar Báltico es muy vulnerable y el gasoducto Nord Stream tendrá repercusiones sobre el fondo marino y la biodiversidad de esta área. Por lo tanto, creo que todos los Estados costeros deberían supervisar conjuntamente la seguridad medioambiental, y que Nord Stream debe pagar compensaciones por cualquier perjuicio que se pudiera producir durante la construcción del gasoducto. Sin embargo, el problema medioambiental no es el único de los relacionados con Nord Stream. También hay una falta de confianza entre Rusia y los países de la región del mar Báltico. Se sabe que Rusia ha utilizado más de una vez la política energética como una herramienta política. Además, muchos de los países de la región del mar Báltico ven en Nord Stream un claro intento de Rusia de evitarlos y acceder al mercado de Europa occidental directamente. Asimismo, Nord Stream se puede considerar como un ejemplo de un acuerdo bilateral entre Rusia y un Estado miembro de la UE. Por lo tanto, Europa tiene un interés muy especial en Nord Stream, ya que, al tratarse del suministro de energía, es importante que la UE esté unida en torno a una política energética común y que los Estados miembros no lleguen a acuerdos bilaterales a título individual. Al ser éste el caso, es importante que Rusia demuestre su buena voluntad y ratifique todos los acuerdos internacionales.
Urszula Gacek (PPE-DE). - Señor Presidente, el gasoducto Nord Stream que atravesará el Báltico ha sido un proyecto polémico desde el día en que el ex Canciller alemán asumió un puesto directivo de alto nivel en la empresa que gestiona la operación. Este hecho ha suscitado preocupaciones justificadas sobre la seguridad energética en varios países de la región del mar Báltico. Se ha convertido en un ejemplo clásico de fallo del principio europeo de solidaridad. No puede haber dudas acerca de la importancia geopolítica que el proyecto Nord Stream tiene para Rusia.
No obstante, hoy no estamos debatiendo sobre eso. Hoy debatimos acerca de otro aspecto muy importante del gasoducto Nord Stream: su impacto medioambiental. Por lo tanto, me ha sorprendido mucho que el Comisario Dimas haya hecho hincapié en primer lugar en la importancia del suministro energético y en los aspectos comerciales del proyecto, y que sólo se haya referido más tarde al impacto medioambiental. Esperaba que las prioridades del Comisario de Medio Ambiente fueran otras.
Estamos todos de acuerdo en que el mar Báltico es un medio único y frágil. Numerosos expertos comparten las preocupaciones de las personas que ha suscrito la petición y sospechan con razón que el informe del impacto medioambiental pueda ser escrito por expertos de Nord Stream. Por favor, tengan en cuenta que los propios países costeros del mar Báltico, que sienten las amenazas no medioambientales del gasoducto, serán probablemente los que sufrirán directamente cualquier daño medioambiental que se produzca. Si se aprueban las enmiendas que restan importancia a las amenazas medioambientales, lo que se hará será, para hablar claramente, sumar una injuria a un insulto.
Vural Öger (PSE). - (DE) Señor Presidente, por supuesto, va en el interés de todos los ciudadanos de la UE, especialmente los de los países costeros del mar Báltico, que no se ponga en peligro el medio ambiente. No obstante, una vez disipadas las preocupaciones medioambientales, nada debería impedir la construcción del gasoducto del Báltico, ya que la UE depende tanto de la diversificación de las fuentes energía como de la diversificación de las rutas por las que se transporta la energía.
La UE tendrá que importar 200 000 millones de metros cúbicos más de gas todos los años a partir de 2012. Si queremos asegurar nuestro suministro de energía en el futuro, todos los gasoductos son importantes para la UE: el gasoducto del mar Báltico constituye una ruta energética complementaria y, por lo tanto, no se debería contemplar como competencia en relación con los otros proyectos. Los argumentos con base política no deberían perturbar los intereses económicos de la UE.
Todas las diferencias entre los Estados miembros orientales y occidentales de la UE se deberían haber resuelto con antelación. En el futuro, esta tarea se podría dejar en las manos de un «Mister Energía para Europa». Los equívocos y los desacuerdos se podrían evitar antes de los acontecimientos gracias a la coordinación, la transparencia y el intercambio de información. Una vez más, el debate pone de manifiesto la necesidad de que dispongamos de una política exterior común y coordinada de la UE.
Grażyna Staniszewska (ALDE). - (PL) Señor Presidente, para mí, el gasoducto del Báltico y el enfoque que ha adoptado el Parlamento Europeo hacia dicho gasoducto constituyen una prueba del valor real de la UE, una prueba de si la UE actúa realmente sobre la base de la solidaridad. También es una prueba de nuestro compromiso con la protección medioambiental. Si en los proyectos de mucho menor tamaño que conllevan riesgos menores para los seres humanos y el medio ambiente es obligatorio presentar varias propuestas alternativas para que se pueda elegir la más oportuna, también debería serlo en el caso de este proyecto de gran envergadura que, potencialmente, podría amenazar seriamente no sólo el medio ambiente, sino también a los seres humanos; debería ser obligatorio que los promotores presentaran varias propuestas alternativas. En ese momento se podría elegir la propuesta más beneficiosa, que debe ser la menos perjudicial para los seres humanos y el medio ambiente. Resulta muy extraño que se haya hecho caso omiso de este enfoque en este caso tan importante.
Vytautas Landsbergis (PPE-DE). - Señor Presidente, espero que ninguno de los líderes de la UE se alegrara en Janty-Mansiisk cuando el nuevo Presidente ruso se mofó de la solidaridad europea.
Ahora estamos enfrentados al reto actual: ¿se están respetando o se está haciendo caso omiso de las preocupaciones existenciales legítimas de los Estados costeros más pequeños? Si no se respeta a dichas tribus «limítrofes» y su destino sigue siendo marginal, nos estaremos adentrando en un pantano de neocolonialismo en la nueva Europa. Si el Parlamento vota contra la realización de una evaluación de impacto medioambiental verdaderamente independiente y desdeña la prevención de los peligros reales, debido a que el gran capital dice que «no hay riesgo de catástrofe» después de que un equipo nacional haya propuesto dicha postura de manera urgente, la propia UE y la idea de Europa pueden verse perjudicadas.
Me gustaría instar a los colegas que me están escuchando a que vayan a las tumbas de Adenauer, Schuman y De Gasperi y les pregunten en qué sentido deben votar, especialmente en lo que respecta a las cinco primeras enmiendas sobre Gazprom. En lo que a mí respecta, estrecharé la mano de los estimados diputados alemanes que voten en esta Cámara contra las enmiendas presentadas por los 41 diputados.
Los que se hayan sido llevados a error, pueden poner remedio absteniéndose. Europa debe seguir siendo nuestra prioridad.
(Aplausos)
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE). - (PL) Señor Presidente, el gasoducto planificado que unirá Rusia y Alemania será el gasoducto doble más largo que discurre bajo el mar de todo el mundo, y también el menos profundo, lo que lo hará especialmente susceptible a posibles daños. No cabe duda de que la magnitud de las obras que se deberán realizar en una amplia zona del mar Báltico constituye un peligro serio para el medio natural, la biodiversidad y los hábitats, la seguridad y el transporte y, en caso de que llegara a producirse una catástrofe ecológica, también para la salud de las poblaciones de los países costeros del mar Báltico.
En virtud del Convenio de Espoo, debido al grave riesgo impuesto al medio natural, la primera medida debería ser examinar rutas alternativas para la instalación del gasoducto, de manera que no se perturbe el medio marino. Por lo tanto, se deberían proponer rutas por tierra. La construcción del gasoducto en el fondo marino del Báltico no es una cuestión bilateral entre Alemania y Rusia ya que, si se produjera una catástrofe ecológica, la sufrirían todos los países del mar Báltico. Un proyecto de tal importancia únicamente se debería llevar a cabo con el espíritu de solidaridad europea y con el acuerdo de todos los Estados costeros del mar Báltico, una vez realizada una evaluación del impacto medioambiental completa e independiente.
Adam Bielan (UEN). - (PL) Señor Presidente, me gustaría comenzar dando las gracias al autor del informe, el Presidente Marcin Libicki, que ha preparado este informe en condiciones excepcionalmente difíciles, ya que ha tenido que hacer frente a la potente presión de los representantes del consorcio responsable de la construcción de este polémico proyecto. Espero que en la versión final del informe se demuestre que la época en la que los grupos de presión tenían una gran influencia sobre las leyes aprobadas por la Unión Europea es cosa del pasado.
En vista de la importancia del caso, me gustaría hacer hincapié en que, en el marco del examen de proyectos que afectan directamente a sus miembros, la Unión Europea debería aplicar normas objetivas de protección medioambiental. El informe de hoy pone a prueba dicha objetividad. El proyecto Nord Stream, como bien sabemos, tendrá un efecto desastroso para el medio ambiente natural del mar Báltico. No podemos permitir que se realice tan peligrosa inversión en la Unión Europea sin el acuerdo de una cuarta parte de sus habitantes. Nuestro objetivo debería ser llegar a un consenso, no aprobar un proyecto peligroso para el medio ambiente y cuestionable desde el punto de vista económico debido a la imposición de un gigante de la energía.
El gasoducto que atravesará el Báltico no es positivo desde el punto de vista económico: es 30 veces más caro que si se construyera por tierra. Según las últimas estimaciones, el proyecto tendrá un coste de entre 10 000 millones y 20 000 millones de euros. Un gasoducto alternativo por tierra costaría alrededor de 3 000 millones de euros. Este hecho implica que el gas transportado costará mucho más, lo que hará aumentar de manera inmediata el coste de las importaciones de gas para toda la Unión Europea.
Una segunda cuestión de este proyecto inusitadamente polémico es la seguridad energética de la Unión Europea. El proyecto de construcción de Nord Stream tendrá un efecto drástico sobre dicha seguridad. En respuesta a las acciones de Rusia, la Unión Europea debería ampliar el acceso de los Estados miembros a los recursos de gas y petróleo de Asia Central, en vez de hacernos cada vez más dependientes del suministro de gas de Gazprom, como ocurre actualmente. Las actividades del Kremlin tienen por objeto evitar la diversificación del suministro de gas en Europa, y Nord Stream es la manera perfecta de alcanzar dicho objetivo. Como dije antes, este proyecto carece de justificación económica.
El proyecto Nord Stream demuestra la capacidad del kremlin de monopolizar el mercado del gas en Europa. Al mismo tiempo, los problemas relacionados con el proyecto europeo Nabucco representan un ejemplo del fracaso de la Unión en el intento de asegurarse su propia seguridad energética. En este punto, cabe preguntarse: ¿por qué Alemania, un país que hasta hace poco apoyaba con fervor la libertad y la seguridad de los países del antiguo bloque oriental, empuja a esos países al riesgo de perder otra vez su soberanía? Al apoyar los planes del Kremlin, que busca imponer su dominio energético general en Europa occidental, Alemania pone a estos países en riesgo de sufrir un chantaje político por parte de Rusia.
Pido a todos los grupos parlamentarios que apoyen el informe de hoy con la finalidad de impedir una enorme catástrofe medioambiental y de que se respete el derecho de todos los países costeros del mar Báltico a dar o negar su acuerdo a este tipo de inversión. Lo que necesita la Unión Europea ahora es solidaridad en todos los aspectos, en lo que respecta tanto a la seguridad energética como a la protección medioambiental.
PRESIDE: MIGUEL ANGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Tunne Kelam (PPE-DE). - Señor Presidente, creo que este informe será una prueba de si el Parlamento Europeo debe atender en primer lugar los intereses de los ciudadanos —los ciudadanos están realmente preocupados— o si, por el contrario, debe ceder a la presión de las grandes empresas, una presión que causa vergüenza.
Lamento que la cuestión se haya politizado tanto. Es el resultado de los tratos bilaterales iniciales, en los que se hizo caso omiso de las demás partes interesadas.
Pienso que necesitamos —y concuerdo plenamente con la señora Wallis— un enfoque coordinado y coherente de la UE y un cumplimiento estricto de la legislación de la UE. Los requisitos previos para construir el gasoducto deberían ser la realización de un estudio del impacto medioambiental verdaderamente independiente bajo la supervisión de la Comisión, en el que se establezcan las responsabilidades por los posibles daños, y la ratificación del Convenio de Espoo por parte de Rusia.
(El Presidente interrumpe al ponente.)
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) Los Estados de la UE siguen ejecutando proyectos que pueden tener consecuencias catastróficas y, al mismo tiempo, debaten acerca del impacto de las actividades humanas en el medio ambiente.
Hasta ayer, el gasoducto Nord Stream era un proyecto comercial entre dos países, Alemania y Rusia. Hoy ha pasado a ser una prioridad de la UE.
El gasoducto Nord Stream se construirá bajo un mar poco profundo que, además, es el más contaminado del mundo. Sobre su fondo hay armas químicas de la Segunda Guerra Mundial y sustancias contaminantes de las bases militares rusas. Se pretende que atraviese territorio de la red Natura 2000. Es obligatorio que realicemos una investigación independiente de las posibles consecuencias medioambientales.
En el caso de que se produjera una catástrofe, las personas que viven alrededor del mar sufrirían los daños directamente e, igualmente, las economías de los países y el medio ambiente en general también padecerían las consecuencias. ¿Quién será el responsable?
Los ciudadanos de 10 Estados viven alrededor del mar Báltico; no se trata únicamente de Alemania y Rusia, países acostumbrados a decidir el futuro de otras naciones.
Pido a Europa que sea unánime en la búsqueda de otras alternativas, como la construcción de gasoductos por tierra, y que estudie la energía nuclear, no el gas, como una alternativa respetuosa del medio ambiente que podría proporcionar seguridad energética a la UE.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk (UEN). - (PL) Señor Presidente, durante los últimos meses he transmitido varias preguntas a la Comisión acerca de esta cuestión y siempre he recibido respuestas poco claras y muy generales. Me gustaría llamar su atención sobre tres cuestiones del debate. En la práctica, todos los países costeros del mar Báltico recelan acerca de este proyecto y creen que el impacto sobre el medio natural del mar Báltico será negativo. La segunda cuestión es el coste del proyecto que, incluso según el inversor, está aumentando drásticamente: inicialmente se estimó en 4 500 millones de euros. Actualmente, se estima en entre 8 000 y 12 000 millones de euros. Se podría decir que esto únicamente afecta al capital principal, pero la cuestión es que, al final, el coste se transmitirá a los consumidores. La situación es aún más sorprendente porque existen rutas alternativas para el gasoducto dos o tres veces más baratas. En tercer lugar, por último, este proyecto ataca el corazón del ideal de la política energética común de la unión Europea. Es difícil imaginar que este ideal se materialice en el futuro, cuando el proyecto de gasoducto (…)
(El Presidente interrumpe al ponente.)
Carl Schlyter (Verts/ALE). - (SV) Señor Presidente, el proyecto de gasoducto se basa en tres errores fundamentales. Un error medioambiental: se invierten miles de millones en combustibles fósiles en vez de en energía renovable, lo que será destructivo para el medio ambiente y creará enormes cantidades de lodo. Cuando se construyó el puente de Öresund, de 10 km de longitud, se tuvo que retirar mucho más lodo tóxico de lo que se esperaba. El gasoducto tiene más de 1 000 km de longitud. Será una catástrofe medioambiental que dejará PCB, DDT y plaguicidas químicos en el fondo del mar.
El proyecto se basa en el egoísmo en vez de en la solidaridad. Alemania y Rusia actúan a espaldas de otros países, a los que no se ofrecerá gas, lo que también es terrible. Incluso peor: es antidemocrático. Se desea construir en el mar para evitar que los propietarios de las tierras puedan bloquear el suministro. Se quiere construir en el mar porque, tal vez, sólo unos pocos gobiernos puedan decir «no» a que pase por sus aguas territoriales. Es usted, Comisario, quien tiene el derecho, según el Convenio de Espoo, de defender la parte no territorial del Báltico. Es usted, únicamente usted, quien puede defender los derechos de los propietarios de las tierras, en virtud del Convenio de Espoo, y exigir rutas alternativas.
Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE). - (LT) Hoy se ha mencionado el Convenio de Espoo en varias ocasiones, especialmente en relación con la necesidad de que todos los países interesados respeten las normas internacionales de protección medioambiental. Señoras y señores, el hecho es que el Convenio de Espoo no ha sido ratificado por Rusia. Las promesas de respetar las normas expuestas en el documento sin ratificarlo no son creíbles; ya tenemos cierta experiencia al respecto en relación con la Carta de la Energía.
Un grupo de colegas diputados propone enmiendas al documento de hoy. En los cuatro años en que he trabajado en este Parlamento, nunca he presenciado una presión tal por parte de una empresa. Somos perfectamente conscientes de la necesidad de que se realice una evaluación del impacto medioambiental, y es totalmente inaceptable el punto de vista mencionado por algunos consistente en que la evaluación debería ser realizada por una única empresa, lo que es totalmente imposible.
Apoyo el informe Libicki y pido a mis colegas diputados que se unan a mí.
Marios Matsakis (ALDE). - Señor Presidente, hablamos de este proyecto como si se tratara de la primera vez en la historia que se construye un gasoducto bajo el mar. Existen docenas de gasoductos que atraviesan nuestros mares y que no causan problemas. Disponemos actualmente de la tecnología necesaria para transportar gas y energía a las zonas que los necesitan, y millones de ciudadanos alemanes necesitan este gas urgentemente.
Debemos ser lo suficientemente honestos para darnos cuenta de que el propósito de este informe no es evitar la introducción de gas en Alemania o en la UE, sino evitar que atraviese el mar Báltico y, en vez de ello, traerlo por tierra. Se manifiesta claramente en el párrafo 25 que es posible transportarlo por tierra, de manera que pase por Polonia por razones meramente políticas y económicas. Debemos ser honestos y admitirlo. Es poco ético emplear las preocupaciones medioambientales con la finalidad de lograr objetivos políticos, por lo que votaré en contra.
Konrad Szymański (UEN). - (PL) Señor Presidente, me gustaría responder al Comisario Dimas, que se ha centrado en las cuestiones políticas y económicas y ha evitado de algún modo las cuestiones medioambientales. Todos sabemos que Rusia no tiene la intención de cumplir con el principio de mutualidad en lo que respecta a las inversiones en el mercado de la energía. En el mejor de los casos, Rusia reglamentará el acceso a su mercado y expulsará, en cualquier momento, a los inversores europeos. Por este motivo, el proyecto Nord Stream refuerza la posición económica de Rusia y es perjudicial para Europa. Todos sabemos que Rusia no tiene la menor intención de dejar de usar la energía como una herramienta de presión política. Hoy lo hace principalmente con Ucrania. La ejecución del proyecto Nord Stream hará que todos los países de la Unión Europea estén igualmente expuestos a este tipo de presión y que puedan ser chantajeados. Esperaremos a que se tomen en consideración las evaluaciones negativas de los países bálticos. El Comisario Dimas puede hacer caso omiso de estas opiniones. Incluso podríamos financiar el proyecto con fondos europeos. En tal caso, por favor no se sorprendan si cada vez más grupos de ciudadanos dan la espalda al proceso de integración. Algunos dirán que este proyecto no les interesa, otros, que es perjudicial.
Árpád Duka-Zólyomi (PPE-DE). - (HU) Gracias, señor Presidente. Nord Stream es uno de los planes dirigidos a satisfacer la demanda de energía de la UE. Existen, sin embargo, muchas dudas. Los riesgos medioambientales existentes exigen la realización de estudios profesionales sobre el impacto en los que participen los ocho países afectados. Éste es un prerrequisito para que pueda comenzar la planificación.
El plan, que ha tenido un carácter bilateral hasta la fecha, tiene también una dimensión más amplia que afecta la seguridad de la energía europea. La UE no puede hacer caso omiso de esta dimensión. Considerando la posición común de 2006 sobre la política energética común, la participación de la Comisión en el proyecto es esencial para dar lugar a los criterios de solidaridad energética en la Unión.
No es correcto que el proyecto se haya preparado sin el consentimiento previo de los Estados costeros. Este plan conlleva riesgos medioambientales que afectan a un tercio de los Estados miembros de la Unión y existe también una alternativa por tierra más sensata... (El Presidente interrumpe al ponente.)
Olle Schmidt (ALDE). - Señor Presidente, diría a mi colega, el señor Matsakis, que yo vivo cerca del Báltico; él, no. En nombre de la solidaridad medioambiental, le rogaría que mostrara cierta preocupación también por el Báltico.
(SV) Señor Presidente, a veces, en esta Cámara, escuchamos con mucha atención ciertas intervenciones; por ejemplo, las contribuciones de Vytautas Landsbergis. Debido a la experiencia que tiene el señor Landsbergis en relación con las condiciones políticas necesarias para la creación de una región y su conformación en un clima de seguridad, creo que debemos escucharle con atención cuando habla.
Me gustaría decir al Comisario Dimas y a la Comisión en su conjunto que me parece incomprensible que ni la UE ni usted, señor Comisario, ni el resto de la Comisión, hayan reaccionado ante este enorme proyecto en lo que respecta a la política de seguridad, la política energética o la política medioambiental. He planteado la cuestión en varias ocasiones y siempre he recibido respuestas muy evasivas. No comprendo por qué les llevó tanto tiempo interesarse en esta cuestión que afecta al conjunto de Europa, no sólo a Rusia o a Alemania.
Ville Itälä (PPE-DE). - (FI) Señor Presidente, el Báltico es una mancha medioambiental de la Unión Europea. De verdad que lo es, y mucho. Pedimos y necesitamos la adopción de muchas medidas dirigidas a mejorar la situación del Báltico, aunque no será posible sin el compromiso de Rusia con la cuestión.
Sabemos lo importante que es la construcción de este gasoducto para Rusia, y ahora tenemos la oportunidad de exigir a Rusia, antes de que concedamos el permiso de construcción, que se comprometa con algunos otros proyectos medioambientales dirigidos a reducir las emisiones en el Báltico. Si se concede el permiso, debemos asegurarnos de que Rusia se comprometa realmente con la cuestión y adopte las medidas necesarias.
Se trata de una oportunidad y, al mismo tiempo, de una cuestión de credibilidad para el conjunto de la Unión Europea. Debemos actuar unidos y con una sola voz en nuestras relaciones con Rusia si es que queremos salvar el Báltico. Ahora tenemos una oportunidad de hacerlo y debemos aprovecharla.
Presidente. − Señorías, hemos dado la palabra a diez oradores, excepcionalmente, porque normalmente la damos como máximo a cinco. Quedan unos cuantos diputados que habían pedido también la palabra. Quiero recordarles que pueden entregar su contribución por escrito, que se incluiría, naturalmente, en el Acta de la sesión.
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. – (EL) Señor Presidente, en primer lugar me gustaría dar las gracias a los participantes del debate de hoy por sus interesantes puntos de vista. Es cierto que me he referido a la audiencia pública solicitada por la Comisión de Peticiones en enero, en la que intervenimos mi colega, el señor Piebalgs, responsable de la cartera de energía, y yo, y he repetido lo que dijo mi colega, el señor Piebalgs, en relación con la necesidad de importar gas natural. También me he referido a la Decisión nº 1364/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, en virtud de la cual en las directrices se especificaron ciertos proyectos prioritarios como proyectos de interés europeo, incluido este proyecto. ¡Ésa fue su decisión, no la mía! Por lo tanto, ¡no me critiquen por poner demasiado énfasis en las cuestiones económicas! Me he referido precisamente a las cuestiones que decidieron ustedes. Además de en esta cuestión, mi intervención se ha centrado en las cuestiones medioambientales. Son éstas las cuestiones que me preocupan. Por lo tanto, les pido que presten un poco más atención, no sólo durante una sexta parte de mi intervención, sino también durante las otras cinco sextas partes.
Las preocupaciones relacionadas con el impacto medioambiental de proyectos de tan grandes dimensiones, de gran importancia y que contienen aspectos técnicos muy complejos son, por supuesto, totalmente legítimas. Las preocupaciones ponen de manifiesto que el público en general está cada vez más interesado en los debates sobre el desarrollo sostenible y sobre la protección medioambiental en relación con los grandes proyectos de infraestructuras.
No obstante, en la evaluación del impacto medioambiental se incluyen tanto los impactos medioambientales como las opiniones del público y de las autoridades encargadas de los asuntos medioambientales. La obligación de realizar una evaluación del impacto medioambiental se dispone en la legislación pertinente sobre las evaluaciones de impacto medioambiental, en la directiva de la UE y en el Convenio de Espoo que, como dije antes, Rusia ha firmado pero no ha ratificado, si bien ha manifestado que lo aplicará. Espero que lo ratifique. Siempre alentamos a los países terceros a que ratifiquen los acuerdos de interés medioambiental.
Las conclusiones de los procedimientos de impacto medioambiental deben ser evaluadas con cautela por las autoridades encargadas de la concesión de permisos de ejecución o de construcción para todos los tipos de proyectos de infraestructuras. Sólo así pueden dichas autoridades comprender claramente las cuestiones medioambientales incluidas en el informe elaborado meticulosamente por el señor Libicki.
Por ejemplo, en el informe se menciona la amenaza de una contaminación a gran escala debida al vertido en el mar Báltico de miles de toneladas sustancias químicas necesarias para limpiar el gasoducto antes de que entre en servicio; en el informe se habla de «sustancias químicas específicas».
No obstante, parece ser que, en febrero de 2008, el contratista confirmó que no tenía la intención de utilizar dichas sustancias químicas en las pruebas de presión del gasoducto antes de que éste entrara en servicio. Esto no quiere decir que el problema no vaya a existir. Es muy probable que se utilicen otras sustancias químicas. Sin embargo, quiere decir que debemos esperar hasta que se haya concluido el procedimiento de evaluación del impacto medioambiental, como exige la ley, para poder debatir acerca del cumplimiento de la legislación y las políticas de la UE, el impacto, los riesgos y las medidas, y también para decidir las condiciones que se deben imponer al propietario del proyecto.
Las condiciones de transparencia dispuestas para el procedimiento de evaluación del impacto medioambiental garantizan que todas las partes, incluido el Parlamento Europeo, podrán acceder a toda la información pertinente.
Es interesante señalar que varias partes han manifestado hoy la opinión de que la Comisión debería tener una mayor jurisdicción, bien para realizar estudios del impacto medioambiental, bien para imponer diversas políticas. La jurisdicción de la Comisión es específica. En lo que respecta a los estudios y los estudios del impacto medioambiental, no tiene los medios ni la jurisdicción. Esta última corresponde a los Estados miembros. La función de la Comisión, como se señala en el Tratado, es garantizar que los Estados miembros apliquen debidamente y respeten plenamente todas las normas del Derecho comunitario, incluidos los acuerdos internacionales ratificados por la Comunidad.
La Comisión sólo puede intervenir si existen razones de peso que permitan sospechar que se han producido omisiones en el cumplimiento de las obligaciones jurídicas pertinentes dispuestas en el Derecho comunitario, con inclusión de las leyes medioambientales de la Unión Europea.
No ha habido indicaciones de ello hasta ahora, ya que el estudio del impacto medioambiental sigue en curso. Les aseguro que la Comisión no dudará en intervenir en el momento preciso, de ser necesario.
Por último, quiero simplemente repetir que la Comisión espera que los Estados miembros cumplan plenamente las obligaciones derivadas del Derecho comunitario. Es una condición fundamental para cualquier decisión final de aprobación que se tome.
Deseo darles las gracias una vez más, especialmente al señor Libicki, por su informe y por la oportunidad que nos ha brindado de debatir la importante cuestión del gasoducto y de su posible impacto medioambiental.
(Aplausos)
Marcin Libicki, ponente. − (PL) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a todas las personas que han intervenido en el debate. Debo decir que me siento orgulloso de ser diputado de esta Cámara. Hoy, este Parlamento ha hablado con la voz de los ciudadanos, lo que no siempre es el caso: la voz del pueblo, como en las mejores tradiciones de los Parlamentos europeos, creados para que las opiniones de los ciudadanos pudieran llegar a la elite de este mundo.
Comisario Dimas, usted forma hoy parte de es elite. Por favor, escuche la voz de los ciudadanos que han hablado hoy a través de los diputados. Prácticamente todo el mundo ha convenido en que este gasoducto no constituye únicamente una amenaza para el medio ambiente, sino que también será perjudicial para el medio ambiente, en primer lugar debido a su construcción y, más tarde, Dios no lo quiera, en el caso de que se produjera una catástrofe.
Se han presentado muchas opiniones sobre esta cuestión, pero el señor Dimas no las ha debatido. ¿Por qué no construir el gasoducto por tierra, si costaría tres veces menos y se realizaría con mayor seguridad? La Comisión Europea no tiene nada que decir al respecto, aunque esta cuestión se debatió. Se ha mencionado otra cuestión: el hecho de que Nord Stream sea una empresa pública responde a un plan político. Se ha comentado que todo esto es política. Sí, es todo política: la política de Nord Stream y de su dueño, el Kremlin.
También se ha hablado en la Cámara de que hace falta solidaridad europea. No comprendo por qué se ha presentado una enmienda dirigida a eliminar la cláusula que trata de la solidaridad. Es precisamente esta cuestión la que constituye una prueba de la solidaridad europea, como se ha mencionado hace un momento. ¿Por qué no ha hablado de los costes que se transmitirán a los consumidores? Ese aspecto se ha mencionado en el debate. Ahora nos enfrentamos a esta prueba: ¿escuchará al pueblo la elite de este mundo, la elite de la Unión, a la que usted pertenece, Comisario, de la misma manera que la elite escuchó la voz del Parlamento en un pasado remoto? Cuando la elite no escuchó, las cosas acabaron mal. Hemos visto el resultado en los referendos de Francia, los Países Bajos e Irlanda. Por favor, entienda esto como una advertencia. La elite de la Unión Europea debería acordarse de al servicio de quién está para que el resultado sea positivo.
Presidente. − Queda cerrado el debate. La votación tendrá lugar a las doce.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Cristian Silviu Buşoi (ALDE), por escrito. – El impulso del debate sobre Nord Stream representa un punto de partida muy adecuado para que por fin Europa hable con una sola voz sobre las cuestiones de la seguridad energética y se oriente hacia una política energética común eficaz.
La seguridad energética es un elemento esencial en el contexto de la seguridad general de la UE y, por lo tanto, se debería tratar con el mayor cuidado, especialmente frente a la creciente dependencia de la energía importada, que se espera que alcance el 65 % en 2030. La dependencia del gas se espera que alcance el 84 % del suministro en 2030. Se debería prestar atención a la relación particular de la UE con Rusia: se debería hacer hincapié en la creación y el cumplimiento de condiciones de acceso equitativas y el trato justo tanto de los inversores rusos en la UE como de los inversores europeos en Rusia. Desgraciadamente, el último caso aún no se cumple y por lo tanto se debería intentar avanzar en esa dirección.
Además, deseo reconocer la importancia de la posible ratificación por parte de Rusia del Tratado sobre la Carta de la Energía y el Protocolo sobre tránsito para evitar los posibles desacuerdos relacionados con Nord Stream.
Una vez más, me gustaría que se debatiera acerca de las posibles consecuencias catastróficas para el medio ambiente que podría tener el proyecto Nord Stream, en vista de su escala y la ruta propuesta. Manifiesto mi apoyo a una ruta alternativa por tierra.
Titus Corlăţean (PSE), por escrito. – (RO) Acojo con satisfacción la posición que ha adoptado el Parlamento Europeo en relación con la construcción del gasoducto que conectará Rusia con Alemania.
La Unión Europea necesita una política energética integrada, común y coherente, así como una estrategia a largo plazo que garantice la independencia energética de los Estados miembros.
La Unión Europea debería abordar las cuestiones medioambientales y geopolíticas relacionadas con la seguridad energética mediante un esfuerzo concertado de todos los Estados miembros, y no mediante acuerdos bilaterales entre algunos Estados miembros y Rusia. Ésta es la única manera en que la Unión Europea podrá tener una posición sólida en sus negociaciones con Rusia, evitar que los recursos energéticos se conviertan en un factor de presión política y ser socio de Rusia en pie de igualdad.
Así, también podremos dar respuesta a las frustraciones justificadas de los ciudadanos rumanos en relación con los continuos incrementos de los precios del gas y la electricidad, que tienen repercusiones negativas importantes de índole socioeconómica para los rumanos y su calidad de vida.
A la vez, la solución de una política energética común europea podría contrarrestar la incapacidad de la derecha que gobierna en Bucarest de defender los intereses energéticos de Rumanía en su relación con Rusia.
Mieczysław Edmund Janowski (UEN), por escrito. – (PL) Me gustaría dar las gracias al señor Marcin Libicki, Presidente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, por haber tratado una cuestión que genera mucha ansiedad. Más de 30 000 ciudadanos preocupados de la UE han pedido asistencia en relación con la propuesta de construcción de un gasoducto en el fondo del mar Báltico. Es una lástima que las personas que pretenden llevar a cabo esta inversión aún no hayan transmitido una evaluación del impacto medioambiental. A fin de cuentas, éste es el proyecto de construcción más largo bajo el mar de todo el mundo: 1 200 kilómetros. La cuestión sobre la que estamos debatiendo hoy tiene una dimensión ecológica y una dimensión económica. Por supuesto, no podemos hacer caso omiso del trasfondo político de la cuestión. El trazado del gasoducto atravesará áreas de la red Natura 2000 así como depósitos de municiones y gas venenoso bajo el agua procedentes de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, debemos llevar a cabo investigaciones fiables que permitan evaluar los riesgos en cuatro hipótesis: durante la construcción del gasoducto, durante su funcionamiento normal, en caso de que se produzcan situaciones críticas (catástrofes) y cuando se desmantele el gasoducto después de su uso o si se pone fin al contrato de suministro. No disponemos de ningún análisis fiable de este proyecto, en un momento en el que, según la legalidad vigente, prácticamente cualquier proyecto de construcción requiere que se realice una evaluación del impacto medioambiental. Ésta no es una cuestión que afecte únicamente a dos países: Alemania y Rusia. Hoy, este asunto representa también un ejemplo de la falta de solidaridad europea en el área de la energía. Por lo tanto, escuchemos las voces de los ciudadanos afectados. Ellos nos pueden decir que hay algo que no funciona.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE), por escrito. – (FI) La decisión de construir el gasoducto del Báltico es un trato entre dos partes: Rusia y Alemania. Debería ser un asunto en la que participaran todos los Estados costeros del mar Báltico. Alemania y Rusia no son los únicos Estados del mar Báltico. Se necesita una decisión conjunta acerca de la cuestión, ya que el gasoducto del Báltico tendrá un impacto medioambiental negativo en la región.
Se debe investigar el impacto medioambiental del gasoducto del Báltico y se deben adoptar las medidas necesarias. Se debería exigir a Rusia que se comprometiera a cumplir el Convenio de Espoo como prerrequisito para conceder el permiso de construcción.
La situación del medio ambiente del Báltico sólo se podrá mejorar si Rusia se interesa y se compromete. Ahora tenemos una oportunidad de lograr que Rusia se comprometa.
El bienestar económico de Rusia depende de la exportación de energía. Por otra parte, la UE depende de la energía rusa. Hace falta una cooperación justa y estratégica de la UE y Rusia que respete el medio ambiente.
Se ha criticado mucho al Kremlin en esta Cámara. De todas maneras, siempre hacen falta dos partes para llegar a un acuerdo.
Ahora es hora de que la UE se mire a sí misma. ¡Hay buenas razones para transformar la cooperación y las preocupaciones de la UE acerca de la situación del Báltico en acciones!
Siiri Oviir (ALDE), por escrito. – (ET) En el artículo 194 del futuro Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (el Tratado de Lisboa) se dispone claramente que la política energética de la UE debería tomar en consideración la necesidad de conservar y mejorar el medio ambiente, en un espíritu de solidaridad entre los Estados miembros. No puedo estar de acuerdo de ninguna manera en que el medio ambiente natural de la UE se convierta en un esclavo de la política energética exterior de la UE cuando, además, en los últimos años, Europa ha defendido decididamente la protección medioambiental. Dado que el mar Báltico es ya una de las zonas marinas más contaminadas, es inaceptable que se lo someta a más factores de riesgo que podrían llevar a la zona al borde la catástrofe natural y económica en el futuro. Insto al Parlamento Europeo a que apoye las ideas presentadas por los países del mar Báltico, el ponente y las organizaciones medioambientales consistentes en que el gasoducto se debería construir por tierra y, por lo tanto, insto a la Comisión Europea y al Consejo a que empleen todos los medios jurídicos que tengan a su alcance para modificar el plan del constructor de construir el gasoducto bajo el mar Báltico.
Sirpa Pietikäinen (PPE-DE), por escrito. – (FI) Señor Presidente, ponente, señoras y señores, me gustaría felicitar al ponente por su trabajo bien llevado a fin. El informe aborda de manera encomiable las preocupaciones de los ciudadanos de la Unión, especialmente los ciudadanos de los Estados costeros del Báltico, acerca del impacto medioambiental del gasoducto planificado. La construcción del gasoducto del Báltico es, principalmente, una cuestión medioambiental, y el proyecto y su viabilidad deberían ser examinados con arreglo a ello.
El Báltico es uno de los mares más contaminados del mundo. Su especial situación lo hace muy vulnerable: es uno de los mares menos profundos del mundo y la renovación de sus aguas es lenta. El Báltico es una masa única de agua salobre y, por este motivo, algunas de las plantas y animales que viven en el mar no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Un daño medioambiental a gran escala sería catastrófico para el mar.
Apoyo decididamente la exigencia del informe de que una tercera parte independiente realice un análisis del impacto medioambiental. El análisis debería basarse en factores científicos y medioambientales amplios.
También es posible, incluso, conseguir que Rusia se comprometa a aplicar todas las decisiones negativas que se deriven de las evaluaciones medioambientales a través de los convenios acordados internacionalmente. Todos los convenios que se mencionan en el informe son importantes. Cabe señalar que ésta sería la primera vez en que se aplicaría en la práctica el Tratado de Helsinki, que data de 1974.
Las obras de construcción no pueden comenzar antes de que se hayan evaluado todos los posibles efectos medioambientales relacionados con el ciclo de vida del gasoducto. También se debería examinar con atención la posibilidad de hacer pasar el gasoducto por una ruta por tierra. No se cuestionan las necesidades energéticas de la Unión. No obstante, hay muchas maneras diferentes de satisfacer las necesidades de energía; los mares de la Unión no se deberían poner en peligro únicamente porque las otras alternativas parezcan ser más costosas.
Zdzisław Zbigniew Podkański (UEN), por escrito. – (PL) El gasoducto del Báltico tiene muchos aspectos: aspectos económicos, ecológicos, energéticos y políticos. Aparte del energético, ninguno de los otros se aguanta de pie.
Desde el punto de vista económico, es mucho mejor y tres veces más barato construir el gasoducto por tierra en vez de sobre el fondo marino. Desde el punto de vista ecológico, la construcción de un gasoducto en el fondo marino representa una amenaza de catástrofe para toda la cuenca del mar Báltico, y no sólo para esta cuenca. Nadie ha analizado completamente el alcance del riesgo y nadie puede prever sus consecuencias. Desde el punto de vista político, es ventajoso para Rusia, pone en conflicto a la Unión Europea y hace que Alemania infrinja los principios europeos de asociación y solidaridad.
En estas circunstancias, el informe del señor Marcin Libicki, que contiene información convincente y específica, se debería aprobar y tomar en consideración cuando se tome una decisión.
Zuzana Roithová (PPE-DE), por escrito. – (CS) A mí también me importan las preocupaciones de las decenas de miles de ciudadanos que destacan en su petición los riesgos asociados a la construcción del mayor gasoducto del mundo en el fondo del poco profundo mar Báltico.
Su petición dio lugar a una audiencia pública y a un informe del Parlamento Europeo, en el que se destaca la necesidad de incluir a otros países, y especialmente a la UE, en el proceso de toma de decisiones. Los problemas se deben a los riesgos ecológicos relacionados con el gran cementerio de buques de guerra y munición que hay en el fondo del mar y con el método químico muy arriesgado que se empleará para limpiar el gasoducto antes de que entre en servicio.
No daré mi opinión acerca de la ruta alternativa por tierra, pero creo firmemente que la Comisión Europea y el Consejo deben asumir sus responsabilidades como coordinadores y exigir —por el interés de los países bálticos y los demás— que los inversores asuman la responsabilidad total de los posibles daños ecológicos que se produzcan. La Comisión y el Consejo también deben exigir que se realicen una evaluación del impacto independiente y una evaluación de la ruta alternativa por tierra.
La ruta de suministro de gas desde Rusia por el norte es importante. Por lo tanto, es esencial que la UE firme un acuerdo con Rusia en el que se establezcan las condiciones de supervisión de la construcción del gasoducto y de su funcionamiento seguro. A fin de cuentas, Rusia no ha ratificado aún el Convenio de Espoo. Desgraciadamente, no disponemos aún de una política energética común de la UE ni de normas comunes. Podemos ver claramente que, en vez de un acuerdo bilateral entre Alemania y Rusia, los europeos necesitan un acuerdo de la UE y el consentimiento de los países bálticos a la construcción del gasoducto. El Parlamento está enviando un claro mensaje político a este respecto.
Wojciech Roszkowski (UEN), por escrito. – (PL) El debate sobre el informe del señor Libicki muestra una unanimidad casi total acerca de la evaluación del proyecto Nord Stream. Es incoherente económicamente, provocará un incremento enorme de los costes del gas que se suministre en el futuro, representará una amenaza ecológica para los países bálticos y hará aumentar la dependencia de algunos Estados miembros del suministro procedente de Rusia. La cuestión, por lo tanto, es la siguiente: ¿quién se beneficiará?
La opinión del señor Matsakis que, en este contexto, ha hablado de oponerse al informe y ha exigido que seamos «honestos» no se puede tomar en serio. Es difícil comprender lo que el señor Matsakis entiende por honestidad.
La votación sobre este texto será una prueba de en qué grado el Parlamento Europeo está verdaderamente orientado por las opiniones de economistas, ecologistas y ciudadanos corrientes de la UE, y en qué medida por la presión del grupo ruso-alemán, cuya intención es reducir la seguridad energética y la seguridad ecológica en algunos Estados miembros y destruir la solidaridad europea.
Esko Seppänen (GUE/NGL), por escrito. – (FI) Señor Presidente, la construcción del gasoducto por tierra sería una alternativa más barata y segura que su construcción por mar. El gasoducto planificado en el Báltico tendrá, sin lugar a dudas, un impacto en el medio ambiente, y se debe investigar este hecho para reducir los riesgos al mínimo.
No obstante, Nord Stream no es competencia de la UE. De hecho, el Parlamento está debatiendo la cuestión sobre la base de un informe de la Comisión de Peticiones. Es la política interior de Polonia la que se trae ante una institución comunitaria de manera indirecta como si se tratara de una cuestión medioambiental, sin referencia alguna a los motivos políticos de Polonia y los Estados bálticos.
Si fuera un vendedor de gas ruso o un comprador alemán, no podría confiar en la seguridad del suministro, especialmente en el caso de que el gasoducto atravesara el territorio polaco. En Europa hemos tenido malas experiencias con la mediación de Ucrania, que almacenó reservas o no pagó el gas y, posteriormente, cuando se encontró en una situación de crisis, guardó para su uso propio en el país el gas que había sido enviado de Rusia a Europa central. Ese mismo riesgo no se ha descartado en relación con Polonia. Por lo tanto, va en contra del desarrollo del comercio y las relaciones económicas entre Rusia y la UE. Todos los países del Báltico lo apoyan.
Desgraciadamente, no se puede sustituir el gasoducto bajo el mar por una alternativa por tierra, pero es obligatorio que se proteja el medio marino.
5. Estabilización de Afganistán: retos para la UE y para la comunidad internacional (debate)
Presidente. − El punto siguiente del orden del día es el debate del informe de André Brie, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre la estabilización de Afganistán: retos para la UE y para la comunidad internacional [2007/2208(INI)] (A6-0269/2008).
André Brie, ponente. – (DE) Señor Presidente, Comisaria, señor Jouyet, señoras y señores, ayer se produjo en Kabul el ataque terrorista más sangriento desde 2001, que se saldó con la muerte de más de 40 ciudadanos afganos e indios y 140 heridos. Queremos manifestar nuestro apoyo a las víctimas y nuestra indignación a los asesinos responsables.
Las personas que siguen los medios de comunicación europeos y los que, por ejemplo, hayan leído la edición de hoy de Daily Outlook Afghanistan sabrán que la violencia en Afganistán se ha extendido mucho y es mucho más común. Prácticamente cada día se dispara a profesores, lo que representa uno de los aspectos más cínicos de la estrategia de los talibanes. Las escuelas, especialmente las escuelas femeninas, se queman o se obligan a cerrar, se destruyen puentes y carreteras. De lo que no se informó en Europa fue del ataque de las fuerzas de la coalición dirigido por los EE.UU. en una boda en la provincia de Nangarhar un domingo, que dejó 23 muertos, incluida la novia. Un incidente similar ocurrió en la provincia vecina de Urusgan. El Presidente Karsai ha ordenado que se lleve a cabo una investigación.
Está claro que la situación de la seguridad en Afganistán se ha deteriorado en los últimos tres años. Sin embargo, también hay muchos avances positivos que se deben tener en cuenta: los avances de la política de educación y sanidad, los éxitos regionales del programa de reconstrucción y erradicación de drogas, la creación de medios de comunicación críticos e independientes, gracias a algunos periodistas muy valientes, y la aparición de una sociedad civil activa en muchas áreas y de organizaciones de mujeres activas.
Sin embargo, el informe también contiene elementos negativos, como el hecho de que el cultivo de opio ha alcanzado actualmente niveles récord en todo el país y que este cultivo está cada vez más asociado con la economía en general, así como con los crecientes niveles de delincuencia y corrupción y con las actividades de los grupos de insurgentes.
La crisis internacional de los alimentos ha tenido consecuencias dramáticas para millones de afganos. La corrupción está generalizada en los círculos gubernamentales y, de hecho, tiene su origen en ellos. El Estado de derecho no está adecuadamente asentado y se puede comparar con Guantánamo o con la prisión estadounidense de Bagram. Asimismo, los gobiernos de todo el mundo lo cuestionan.
Las ideologías fundamentalistas han venido ganando terreno en los últimos años, incluso en las áreas principales del Gobierno y el Parlamento, lo que amenaza la libertad de prensa y de los medios de comunicación y, más particularmente, las esperanzas de las mujeres y niñas afganas de lograr un trato igualitario en la sociedad.
La terrible violencia que se comete cada día contra las mujeres y las niñas en el ámbito doméstico, familiar o local sigue siendo para mí el problema más grave y deslumbrante, y es un problema al que no prestan atención nuestros medios de comunicación. Lamento no poder entrar más en detalle por falta de tiempo. Afganistán y su pueblo merecen nuestro compromiso más decidido. Tras 30 años de guerra y más de un millón y medio de muertos, la comunidad internacional tiene la obligación de mostrar su solidaridad plena con Afganistán.
El país y su sociedad han sido destruidos por las políticas y la guerra de ocupación de la Unión Soviética, por la guerra interna de los grupos mujaidines armados por los EE.UU., Pakistán, Irán y otros países, y por el gobierno siniestro de los talibanes.
En nuestro informe se muestra una situación realista y exigente. Se reconocen los importantes éxitos del pueblo afgano y se identifican las deficiencias políticas del Gobierno afgano y de otros gobiernos del mundo. En el informe manifestamos nuestro apoyo pleno y aclaramos que estamos completamente comprometidos con el establecimiento de la democracia y los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y los niños afganos. No se trata sólo de una cuestión de principio general, sino también un requisito específico en lo que respecta a Malalai Dschoja, Pervez Kambasch y Latif Petram.
A través de este informe, el Parlamento Europeo pide a la comunidad internacional y al Gobierno afgano una nueva estrategia que se centre en la reconstrucción de la sociedad civil. Ésta es la política que promueve el Representante Especial de las Naciones Unidas para Afganistán, el señor Kai Eide. Éste es un avance importante y me complace que hayamos transmitido este mensaje en la Cámara.
Me gustaría dar las gracias a mis colegas de los demás grupos políticos, a la Comisión —Comisaria, el equipo de Kabul y de Bruselas que se ocupa del problema afgano es fantástico— y al Representante Especial del Consejo, así como a muchas ONG afganas e internacionales que han participado.
Debo decir que todo esto hace que me sea muy difícil tener que retirar mi nombre del informe. No he podido convencer a una mayoría de que los problemas de Afganistán no se pueden resolver por medios militares. Si una mayoría del Parlamento pidiera que se reforzaran las tropas y, al hacerlo, se ignoraran las reservas nacionales de los Estados miembros, se dejarían de lado las cuestiones reales que se tratan en el informe, lo que iría contra mi opinión personal. Que el deseo mayoritario de los ciudadanos de Europa se ignore no es aceptable para Afganistán —los acontecimientos de los últimos días lo ponen de manifiesto— y representa una política de todo punto equivocada.
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, es para mí un honor y un privilegio dirigirme al Parlamento Europeo por primera vez. Antes de empezar, como el señor Brie, yo también quiero condenar, en nombre de la Presidencia, el ataque de ayer contra la Embajada de la India en Kabul, en el que murieron más de 40 civiles, incluidos algunos trabajadores de la Embajada, y resultaron heridas cientos de personas. El ataque tenía el objetivo de desestabilizar el proceso de consolidación y reconstrucción que avanza en Afganistán. La Unión Europea está totalmente determinada a prestar su apoyo al Gobierno y al pueblo afgano en sus esfuerzos por construir un Estado estable y democrático. Los trágicos acontecimientos de ayer ponen de relieve la importancia y la urgencia de nuestro debate de esta mañana.
Al igual que el Parlamento, el Consejo está convencido de la necesidad de establecer un compromiso a largo plazo en Afganistán. Nuestro objetivo debe ser ayudar al Gobierno a desarrollar las estructuras necesarias para permitir el funcionamiento adecuado de un Estado moderno y democrático, para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, el respeto del Estado de derecho y la promoción del desarrollo económico y social.
Me gustaría destacar que el esfuerzo conjunto de las autoridades afganas y la comunidad internacional ha producido algunos resultados impresionantes que cabe subrayar: un descenso del 25 % de la tasa de mortalidad infantil y la asistencia a la escuela de 6 millones de niños, de los cuales un tercio son niñas. A este respecto, quiero elogiar el trabajo realizado por la Comisaria Ferrero-Waldner y por la Comisión en general en esta área y en todos los aspectos relacionados con la restauración del Estado de derecho.
Debemos basarnos en estos éxitos, y también tenemos que ser conscientes del alcance de los retos que tenemos ante nosotros, especialmente los destacados por el señor Brie: la gobernanza, la inseguridad, la corrupción y las drogas, que van mano a mano y que tienen repercusiones negativas en el funcionamiento de las instituciones y el desarrollo sostenible del país.
Por lo tanto, debemos colaborar con nuestros demás socios en el área de las drogas para asegurar la aplicación de la Resolución 1817 del Consejo de Seguridad, adoptada el 11 de junio, que debería permitir que la comunidad internacional incremente la lucha contra el tráfico de los productos químicos precursores que se emplean para producir heroína.
Al igual que el Parlamento, el Consejo concede la mayor importancia al proceso democrático en Afganistán. Durante las elecciones de 2004 y 2005, el pueblo afgano eligió muy claramente y de manera muy decidida la democracia y la estabilidad, y debemos ayudarle a crear las mejores condiciones posibles para las próximas elecciones presidenciales de 2009 y las elecciones generales de 2010.
El Consejo está muy interesado por el informe sobre Afganistán presentado por el Parlamento y resumido por el señor Brie, y desea destacar tres aspectos específicos. El primero es que el Consejo espera que el Gobierno afgano asuma una mayor parte de la responsabilidad del proceso de reconstrucción y desarrollo de Afganistán. Además, en todas las áreas se debería hacer hincapié en que el pueblo afgano debe asumir sus responsabilidades y en que es necesario que se den garantías de la buena gobernanza y, por lo tanto, en la obligación de las autoridades afganas de cumplir sus compromisos a este respecto.
En segundo lugar, el Consejo subraya la importancia de avanzar en estrecha colaboración con el Gobierno afgano hacia una única visión por parte de la comunidad internacional sobre cómo lograr los objetivos comunes, garantizando en particular que la dimensión militar y la dimensión civil de las acciones realizadas sean coherentes. Ése es el mandato que se ha dado al nuevo Representante Especial de las Naciones Unidas, el señor Kai Eide, y el Consejo desea manifestar su apoyo pleno al señor Eide y a su misión. En el mismo contexto, el Consejo opina que es necesario reforzar las capacidades de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el Afganistán (UNAMA) con la finalidad de extender su presencia a todo el territorio, especialmente en el sur y el oeste del país.
Nuestra tercera y última observación sobre el informe del señor Brie es que es esencial mejorar la cooperación y las relaciones entre Afganistán y sus vecinos con la finalidad de garantizar la estabilidad permanente del país, en vista especialmente del carácter multidimensional de algunos de los problemas identificados claramente por el señor Brie, principalmente la producción y el tráfico de drogas.
En cualquier caso, estos comentarios breves sobre el informe presentado en el Parlamento son independientes del hecho de que el Consejo y el Parlamento tienen opiniones muy similares acerca de la política que debe ser aplicada en Afganistán. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para manifestar mi satisfacción y elogiar la iniciativa presentada en el informe del señor Brie dirigida a reforzar la cooperación entre el Parlamento Europeo y el Parlamento afgano.
Por todas estas razones, la Unión seguirá desempeñando una función prominente en la movilización de la comunidad internacional con objeto de prestar asistencia a Afganistán. Ese objetivo formó la base de las conclusiones del Consejo del 26 de mayo, inspiradas en gran medida por el trabajo realizado en la Conferencia internacional de ayuda a Afganistán que se celebró en París el 12 de junio. La Conferencia fue un gran éxito para Afganistán, al igual que para la Unión Europea, que consiguió comunicar sus posiciones acerca de los aspectos clave del desarrollo del país.
Me gustaría destacar que unos meses antes, en la cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest del 2 al 4 de abril, el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común, junto con el Presidente Karzai y el Secretario General de las Naciones Unidas, asistieron a la reunión que celebraron los jefes de Estado y de Gobierno sobre la cuestión de Afganistán. Los países que contribuyeron a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (FIAS), para la que los Estados miembros de la UE proporcionaron casi la mitad del personal, adoptaron en Bucarest una nueva estrategia para su compromiso común, orientada por cuatro principios que voy a mencionar a continuación: un compromiso firme y compartido a largo plazo; el apoyo a la mejora del liderazgo en Afganistán y la responsabilidad hacia las cuestiones de la seguridad; un enfoque amplio de la reconstrucción por parte de la comunidad internacional; una estrategia política compartida en la que participen los vecinos de Afganistán, especialmente Pakistán.
Como conclusión, quisiera destacar algunas áreas en las que la Unión Europea aporta una contribución importante y en las que es necesario tomar medidas para reforzar las capacidades del Estado y consolidar el Estado de derecho en Afganistán. En primer lugar, como saben, la Unión ha tenido un Representante Especial desde 2002. El puesto lo desempeña actualmente el señor Francesc Vendrell. Las dificultades encontradas inicialmente cuando se estableció la misión de EUPOL, de carácter logístico, se han resuelto. EUPOL participa de manera especial en la reforma del Ministerio del interior y en la elaboración de una estrategia para la policía afgana.
Por último, quiero resaltar que la Unión Europea, mediante su decisión tomada en el último Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores el 26 de mayo consistente en doblar los efectivos de personal que trabajan en su misión relacionada con la policía afgana, transmitió un mensaje claro a sus socios afganos y a la comunidad internacional acerca de su mayor compromiso con Afganistán. El incremento del tamaño de la misión de EUPOL debería mejorar la visibilidad y la eficacia de nuestras acciones en los sectores clave relacionados con la reforma de la policía, a pesar de los actos violentos que se han producido en los últimos días.
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio del Consejo, distinguidos diputados al Parlamento Europeo, señor Brie, me gustaría comenzar hablando en alemán para felicitarles por este importante y excelente informe, y por la manera sobresaliente en que han cooperado con mi equipo tanto en Kabul como en Bruselas. También respaldo sus palabras y las del Presidente en ejercicio del Consejo. Es ciertamente trágico que ayer tuviéramos que volver a presenciar la calamidad de un ataque terrorista. Por un lado, manifestamos nuestra más clara condena y, por el otro, nuestro apoyo a las víctimas. Éste es el contexto en el que, lamentablemente, se debe celebrar este debate.
Miembro de la Comisión. Permítanme decirles que pienso que este completo informe es muy importante en el actual contexto de dificultad y precariedad de la seguridad y que no podemos permitir —y no permitiremos— que los que quieren hacer retroceder a Afganistán triunfen.
Durante los últimos meses, y especialmente durante la preparación del informe, hemos colaborado muy estrechamente con el ponente. Quiero darles las gracias por su interés, que queda de manifiesto, en primer lugar, por las dos visitas del Parlamento Europeo y, en segundo lugar, por la recepción en noviembre de 2007 de los diputados de la Wolesi Jirga (Cámara del Pueblo) en Bruselas, lo que ellos percibieron como un mensaje importante. Hemos trabajado con la Delegación para las Relaciones con Afganistán, que se dedica especialmente a la cuestión. Ustedes están supervisando la situación en el terreno muy de cerca, y nosotros intentamos ayudar siempre que podemos.
Por fin, en su informe se aborda la cuestión fundamental: ¿cómo se puede estabilizar Afganistán? ¿Cuáles son los retos que debe abordar la comunidad internacional y cómo superarlos? Con el mismo espíritu, en la importante Conferencia de París, dijimos claramente que queremos superar la amenaza del terrorismo pero que, al mismo tiempo, tenemos un reto en nuestras opiniones públicas en todas partes, porque la opinión pública no siempre comprende los retos y no siempre aprecia todas las medidas que se deben adoptar para combatir dicha amenaza.
Creo que la Conferencia de París supuso una ocasión adecuada e importante para revisar nuestra estrategia, para orientarla con mayor claridad. La Comisión ha comprometido 1 200 millones de euros en el período 2002-2007. Hemos trabajado especialmente en lo siguiente: en primer lugar, dotar a Afganistán de una mejor seguridad mediante la financiación de los salarios de la policía y la vinculación estrecha con el apoyo a la policía de Afganistán y su reforma; en segundo lugar, proporcionar medios de vida alternativos al opio, con la consiguiente contribución a la erradicación de las drogas; en tercer lugar, mejorar la vida de los afganos; nos hemos centrado especialmente en la sanidad, a cuyo éxito innegable hemos contribuido en los últimos años, y también diría que hemos trabajado en las infraestructuras y la integración regional mediante los enlaces de transporte, como la importante carretera de Jalalabad a Kabul.
No obstante, la Conferencia de París también dejó un claro mensaje político acerca de la necesidad extrema de que se produzcan cambios. Los cambios son indispensables si queremos transformar las obligaciones mutuas en el marco de las acciones internacionales realizadas en Afganistán —todos nuestros esfuerzos— en historias de éxito en el terreno. Por lo tanto, todos sabemos que hace falta más y mejor coordinación entre todos los actores. También deseo elogiar al señor Kai Eide, a quien conozco desde hace muchos años y es una excelente persona. El señor Eide desempeñará una función esencial y puedo asegurarles que colaboraremos muy estrechamente con él.
No obstante, constatamos también la necesidad de que nuestros socios afganos se comprometan. Tienen que aspirar a lograr una mayor propiedad de su proceso de creación de un Estado, que va de la mano de su propia responsabilidad y su visión de un Estado estable en el futuro. Nos acercamos a las elecciones de 2009 y 2010. Sin lugar a dudas, será importante para el Gobierno recuperar la legitimidad, que se ha visto menoscabada por la corrupción y la mala gobernanza, especialmente en las provincias. Estamos examinando las maneras de prestar apoyo al proceso electoral.
Afganistán se encuentra en una encrucijada. Muchos de los primeros logros de la creación de un Estado democrático —principalmente los derechos humanos y la libertad de expresión y de prensa— están amenazados. Será difícil que emerja una sociedad civil en tales circunstancias. En este contexto, el compromiso del Parlamento —doy de nuevo las gracias al ponente— y su colaboración con el Parlamento afgano, la Wolesi Jirga, son de gran valor. Creo que ustedes pueden contribuir al fomento de un proceso democrático.
La UE —concluyo con esto— tiene la responsabilidad de apoyar a Afganistán por el interés no sólo de los ciudadanos del país y de la estabilidad de la región, sino de la propia Europa. Debemos explicárselo claramente a los contribuyentes.
Carlo Fatuzzo, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, sabía que me quedaban dos minutos, pero no insistiré en ello. Deseo dar las gracias al señor Brie por la dedicación y entusiasmo que ha puesto en este informe, y le ruego que no retire su nombre del mismo, porque el trabajo que realizó ha sido muy bueno, habiendo colaborado en él los otros ponentes alternativos y yo mismo. ¿Para decir qué? ¿Para hacer qué, en un momento tan crucial para Afganistán? Lo ocurrido ayer demuestra que el compromiso de la Europa y de los demás países con Afganistán tiene la máxima importancia.
Lo que exigimos en este informe es, en primer lugar, un compromiso mayor en el aspecto de la presencia militar, porque sin él no iremos a ninguna parte; en segundo lugar, un reforzamiento del acuerdo para mejorar las estructuras democráticas en la nueva República de Afganistán, que está hundida en una situación de anarquía total desde hace 30 años o más y que, y esto es lo peor de todo, está en la raíz del terrorismo internacional.
Cuando después del 11 de septiembre comenzamos a prestar atención al fenómeno del terrorismo internacional, fuimos primero a Afganistán y a continuación a Iraq y descubrimos que habíamos entrado en un nido de víboras. Afganistán es en estos momentos el último refugio – como Hitler en su búnker de Berlín, por así decirlo – de los terroristas en el mundo. Están tratando de reagruparse allí, vengándose de la derrota que han sufrido y que siguen sufriendo en Iraq.
En el Parlamento Europeo podremos transmitir un mensaje en este sentido si la mayor parte de nosotros votamos a favor del presente informe.
Ana Maria Gomes, en nombre del Grupo PSE. – (PT) Felicito al ponente André Brie por su meticuloso análisis de los serios problemas que afrontamos en Afganistán y, en particular, por sus esfuerzos para elaborar un texto que permita a todos los grupos políticos votar favorablemente las enmiendas de compromiso.
Lamentablemente, durante la votación en la Comisión se suprimieron dos conceptos importantes por culpa de los prejuicios políticos de algunos colegas, que prefieren ignorar los problemas con que se enfrenta la comunidad internacional en Afganistán, y que fueron ilustrados de modo atroz con el atentado suicida de ayer contra la embajada india en Kabul. De este modo se eliminó la referencia a la necesidad de que la comunidad internacional revise su estrategia civil y militar, así como el pasaje que destacaba el creciente descontento popular por la corrupción rampante en las instituciones gubernamentales.
A este respecto, pido a mis colegas diputados que apoyen las enmiendas que el Grupo del PSE ha vuelto a introducir con el fin de reequilibrar el informe. ¿Cómo puede un informe de esta Cámara sobre Afganistán dejar de mencionar el papel de Pakistán y del régimen militar que durante tantos años ha gobernado este país de forma desastrosa? ¿Cómo podemos, en cuanto diputados al Parlamento Europeo, ignorar las cárceles secretas de nuestros aliados estadounidenses en Kabul, y no solamente eso? ¿Por qué rechazan algunos diputados las críticas legítimas al sistema judicial afgano? La posición del Grupo del PSE es clara: es posible apoyar el incremento de la presencia de tropas internacionales en Afganistán defendiendo al mismo tiempo la necesidad de reevaluar la estrategia militar de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad). Es posible estar a favor de una estrecha cooperación entre Europa y los Estados Unidos en Afganistán sin cerrar los ojos a los crímenes cometidos por la Administración Bush en nombre de la lucha contra el terrorismo.
Por último, es posible apoyar a las instituciones afganas y al mismo tiempo llamar la atención sobre sus grandes limitaciones. Europa estará en condiciones de asumir un papel estratégico en Afganistán sólo cuando deje de tener miedo de plantear su propia visión respecto al futuro del país. ¿Por qué no empezar aquí y ahora con este informe?
Samuli Pohjamo , en nombre del Grupo ALDE. – (FI) Señor Presidente, yo también quisiera felicitar al señor Brie por un gran informe. Ha tratado este difícil asunto exhaustivamente y desde distintos ángulos.
Los principales desafíos que tenemos en Afganistán son recuperar la confianza y establecer un Estado capaz de funcionar. Se trata de una tarea difícil, porque la situación de la seguridad en Afganistán se ha deteriorado, en lugar de mejorar. La mejora de la situación de seguridad es una condición esencial para cualquier progreso, pero una solución exclusivamente militar no resolverá los complejos problemas del país, como ha dicho el ponente.
La reconstrucción de toda la sociedad, la aplicación del Estado de derecho, el perfeccionamiento de la democracia y de los derechos humanos, la promoción de la igualdad y el establecimiento de la administración, de las instituciones educativas y de la sanidad en todo el país son tareas enormes. Afganistán necesita también un programa dirigido al desarrollo global de sus zonas rurales y capaz de crear alternativas para los cultivadores de opio.
Todo esto requiere una mayor contribución de la Unión Europea a la ayuda y reconstrucción de Afganistán. La UE debe tratar además de mejorar, a través de la coordinación, la eficacia de las actividades de la comunidad internacional.
Quisiera hacer hincapié en la importancia de la sociedad civil que se está desarrollando en Afganistán para el fortalecimiento del Estado de derecho y de la democracia, y para derrotar la cultura de la violencia. El desarrollo y libertad de acción de unos medios de comunicación independientes y plurales es de la mayor importancia a estos efectos. En Afganistán queda aún mucho por hacer en este terreno.
Konrad Szymański, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, los últimos 30 años de la historia de Afganistán han sido testigos de la ocupación soviética, de la guerra civil y de los talibanes en el poder. Por este motivo, la operación Libertad Duradera, iniciada por los Estados Unidos, el Reino Unido, la República Checa, Francia y Rumanía, junto con la actual misión de la ISAF, que reúne una coalición de casi todos los Estados miembros de la Unión Europea, debe ser considerada un éxito. El sistema educativo está funcionando mejor, la asistencia sanitaria también funciona mejor y el Gobierno del señor Hamid Karzai mantiene el control de una parte importante del país, en circunstancias muy difíciles. El resurgimiento terrorista de 2007 para nosotros sólo puede significar una cosa: lo que Afganistán necesita de la Unión Europea y de la OTAN es mayor apoyo financiero, político y militar. Una estrategia distinta, como la que percibimos en las enmiendas presentadas por la izquierda, sería una demostración de egoísmo, hipocresía y cortedad de miras.
Angelika Beer , en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, nos encontramos en una situación paradójica. Mi Grupo recomienda a todos que lean el informe original elaborado por el señor Brie, para que comprendan la naturaleza de los desafíos que tenemos que afrontar en Afganistán. Lo que ocurrió a continuación fue sencillamente que una mayoría en la Comisión de Asuntos Exteriores modificó y eliminó las medidas que se necesitaban con tanta urgencia. No podemos limitarnos a decir: más tropas y todo seguirá como siempre, todo marchará bien. ¡Nada marcha bien! El atentado de ayer lo demuestra. Tenemos que revisar la estrategia miliar; tenemos que unificar las distintas iniciativas. Esto era realmente lo que tratábamos de conseguir juntos.
Mi grupo presentó las enmiendas, en unión del Grupo Socialista, con el fin de dar ahora la batalla y de lograr este importante objetivo, señor Brie. Digo esto con todo el respeto que me merece el trabajo que ha realizado durante los últimos años: Estamos hablando aquí de la postura que debemos adoptar, y es una cobardía por su parte – sólo porque su Grupo le ha apuñalado por la espalda, y a causa de una sutil diferencia en la afirmación de que necesitamos tropas, pero que además tenemos que hacerlo bien – ocultarse y decir que retira su firma. Esto no ayuda al pueblo afgano ni ayuda a este Parlamento a desarrollar una estrategia coherente para Afganistán.
Pediría a todos que voten a favor de las enmiendas, que cumplamos de este modo con nuestras responsabilidades: nuestras responsabilidades en relación con todos aquellos que estamos enviando allí, policías y soldados, y en relación con aquellos a quienes deseamos ayudar, es decir, al pueblo de Afganistán.
Vittorio Agnoletto, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, estoy profundamente agradecido a André Brie por el trabajo que ha realizado y apoyo plenamente su decisión de retirar su firma. La resolución ha sido modificada y ahora describe un país donde la participación en las elecciones es masiva, olvidando que la población vota bajo la amenaza continua de grupos armados.
No se hace ninguna mención de la presencia de los señores de la guerra en el Gobierno de Karzai; no hay una condena sin paliativos de la operación Libertad Duradera, que se está cobrando víctimas civiles en todo el país. Se respaldan las acciones de la OTAN, olvidando el hecho de que su presencia en Afganistán en la causa principal de la completa falta de seguridad que padece este país actualmente. Por otra parte, frente al continuo crecimiento de la producción de opio, no se hace alusión alguna a la posibilidad de poner en marcha proyectos piloto sobre el uso del opio para la producción de morfina, a pesar de que el Parlamento Europeo ha adoptado una resolución a este respecto.
Un aspecto positivo es indudablemente la preocupación expresada acerca de la suerte de Malalai Joya y otros activistas, pero únicamente esto no es suficiente para evitar que mi delegación vote en contra del informe.
Bastiaan Belder , en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Los ciudadanos de las Estados miembros de la Unión Europea y de fuera de nuestras fronteras están contribuyendo con sus vidas a la pacificación y reconstrucción de Afganistán. Todos ellos merecen el mayor respeto y el pleno apoyo del Parlamento, y especialmente nuestras plegarias invocando la protección divina, porque su misión sigue siendo extraordinariamente peligrosa. El sangriento atentado de ayer por la mañana en Kabul nos ofrece nuevas pruebas de ello.
Ruego al Consejo y a la Comisión que aborde dos problemas específicos de la compleja situación de Afganistán. Sin una estrategia eficaz contra la «talibanización» del norte de Pakistán, la estabilización de Afganistán es poco más que un piadoso deseo de Occidente. De hecho, las fuerzas de la OTAN están trabajando con las manos atadas por este motivo.
El segundo problema de Afganistán es la necesidad de modernizar su agricultura. El mayor obstáculo para ello es la persistente inseguridad que reina en grandes zonas del país. Las estadísticas de la ONU lo dejan muy claro: cuanto más insegura es una región, más abundante es la cosecha anual de los campos de amapolas. Deseo al Consejo y a la Comisión toda la sabiduría y perseverancia necesarias para conseguir la estabilización activa de Afganistán.
Koenraad Dillen (NI). – (NL) Todos estamos de acuerdo en que la situación en el cuarto país menos desarrollado del mundo sigue siendo trágica, a pesar del gran número de señales prometedoras recibidas desde el comienzo de la reconstrucción del país. Naturalmente, los problemas no son sólo de índole militar y estratégica, pero una victoria total sobre los talibanes continúa siendo claramente la conditio sine qua non para la construcción de un Estado viable, con un poder judicial independiente y medios de comunicación críticos. Por cuanto se refiere a este último punto, aplaudo que el informe señale que la Constitución afgana aún no garantiza la libertad religiosa, porque la apostasía del Islam sigue siendo delito. Este régimen apoyado por Occidente deberá, por consiguiente, hacer mayores esfuerzos.
Lo que echo de menos en este informe en la afirmación de que la victoria sobre los talibanes requiere una estrategia con respecto a Pakistán, cuyo territorio sigue siendo un santuario terrorista: todo el mundo sabe que allí reciben apoyo logístico, como se ha puesto de manifiesto nuevamente ayer con el atentado contra la embajada india en Kabul. Por consiguiente, una política para Afganistán debería ser una política global para toda la región; en caso contrario estará condenada al fracaso.
Nickolay Mladenov (PPE-DE). - Señor Presidente, permítame que comience adhiriéndome a la condena contra el atentado contra la embajada india y expresando mis condolencias, especialmente al general de brigada Mehta y al señor Rao de la embajada india y a sus familias. Confío en que este atentado no haga desistir a la India, un aliado importante para la reconstrucción de Afganistán, de seguir prestando su ayuda.
En Afganistán tiene lugar una tragedia aún mayor que la destrucción de sus edificios, que es la destrucción de las vidas humanas y la ruina de las personas que se ha estado produciendo durante los últimos 35 años. Reconstruir estas vidas en un país tan destrozado va a requerir esfuerzos mucho mayores de lo que podemos imaginar.
Sin embargo, lo primero que el país necesita es más seguridad, y no menos seguridad. Me satisface que el informe refleje la convicción generalizada, que existe también sobre el terreno en Afganistán, de que sólo es posible una solución política si mantenemos la presión militar sobre los talibanes y la insurgencia. Tenemos que mantener esta presión si queremos lograr una solución política de la situación. Tenemos que apoyar la política del Gobierno de Afganistán de que las conversaciones con los grupos talibanes sólo serán posibles con quienes acepten la Constitución y depongan las armas. Entonces se podrá volver al proceso político.
Tenemos que apoyar al señor Karzai y al Gobierno afgano para que recuperen el control de su país y la iniciativa política en su propio país. Por consiguiente, me complace mucho lo que ha dicho la Comisaria Ferrero-Waldner sobre concentrarnos en las elecciones del próximo año. Afganistán necesita un gobierno fuerte y comprometido que mire hacia adelante, y no hacia atrás, a su pasado.
Por último, permítanme decir que considero que la Comisión está haciendo un trabajo excelente con la organización de nuestros programas de asistencia en Afganistán. El particular, el Embajador señor Kretschmer, y naturalmente el Representante Especial señor Vendrell, están realizando una labor magnífica representando a la Unión Europea. Lo que necesitamos hoy es transmitir un fuerte mensaje de apoyo a nuestra gente en Afganistán, a nuestros servicios y al Consejo para que prosigan su trabajo.
Libor Rouček (PSE). - (CS) Señorías, para poder resolver adecuadamente los problemas políticos, económicos, sociales y de seguridad que padece Afganistán se necesita más que una simple solución militar. La presión militar sobre los insurgentes debe ir acompañada de un intenso proceso político y de un diálogo con todos aquellos sectores de la población que aceptan la Constitución y están dispuestos a deponer las armas. Soy de la opinión que la Unión Europea debería desempeñar un papel más destacado a la hora de ayudar a Afganistán a construir su propio Estado, con unas sólidas instituciones democráticas capaces de garantizar la integridad territorial, la unidad del país y el desarrollo económico y social. Actualmente se necesita ayuda urgente, especialmente en el sur del país. No obstante, el fortalecimiento de las instituciones administrativas y la asunción gradual de responsabilidades para gobernar el país por parte de las autoridades afganas deberán ir acompañados de una protección eficaz de los derechos humanos de todos, en el marco del Estado de derecho. Sin esta protección es imposible garantizar un triunfo permanente y sostenible.
Gerard Batten (IND/DEM). - Señor Presidente, todos recordamos por qué se invadió Afganistán inicialmente: fue a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre, organizados por al-Qaeda desde sus bases en Afganistán con la protección de los talibanes. Los EE.UU. junto con sus aliados, muy especialmente el Reino Unido, lanzaron con éxito un ataque para desalojar a al-Qaeda de su refugio. Las fuerzas militares occidentales hicieron lo que había que hacer para combatir el terrorismo.
Este informe afirma que la presencia de la OTAN es fundamental para garantizar el futuro del país. Es cierto que solamente las fuerzas militares combinadas del mundo libre y democrático, reunido en la OTAN, podrán defender nuestras libertados democráticas de los ataques, pero tengo muchas dudas sobre la posibilidad de introducir la democracia en un país que carece de historial democrático, especialmente cuando una ideología religiosa monopolística se opone frontalmente a la visión occidental de la democracia liberal.
Slavi Binev (NI). - (BG) Estimados colegas, Afganistán ha sido teatro de operaciones militares desde hace ahora casi siete años. En junio de 2008, la Unión Europea mantiene un contingente de más de 23 000 militares. La comunidad internacional proporciona a Afganistán una ayuda económica considerable, y se realizan esfuerzos constantes para reconstruir las infraestructuras de este país. Como resultado de estos esfuerzos, el Gobierno controla únicamente una tercera parte del territorio afgano.
A la vista de estos resultados, no acierto a comprender que se pretenda incrementar la ayuda financiera de la Unión Europea a Afganistán. ¿Por qué se debería gastar el dinero de los contribuyentes europeos en iniciativas que han demostrado ser ineficaces? Su finalidad consiste en garantizar el imperio de la ley y la mejora del sistema judicial, pero ¿será capaz de conseguirlo el actual Gobierno, teniendo en cuenta que ni siquiera puede garantizar su propio dominio del país? Estamos contribuyendo a reorganizar las fuerzas policiales de Afganistán, pero ¿por qué el resultado consiste en unos funcionarios de policía que no respetan los derechos humanos y que abusan de su cargo oficial?
Evidentemente, si queremos que Afganistán deje de ser algún día una fuente de tensión y ocupe el lugar que le corresponde en la comunidad internacional, quienes formamos parte de las instituciones europeas deberíamos reconsiderar seriamente nuestras actuales políticas y las estrategias que estamos aplicando.
Robert Evans (PSE). - Señor Presidente, vuelvo a referirme al apartado 16 de la resolución donde se dice que «los problemas de seguridad de Afganistán son más complejos que una simple guerra contra el terror, y por consiguiente requieren algo más que una solución militar». Éste es, según creo, el aspecto que mis colegas el señor Rouček y el señor Pohjamo destacaron antes. Conocemos muchos ejemplos en la historia que demuestran que el poder militar puede servir en muchos ocasiones para poner fin a un conflicto y forzar una solución más o menos pacífica, pero también hemos aprendido la lección histórica de que únicamente las instituciones democráticas, con el apoyo del pueblo de los países afectados, puede garantizar una solución duradera.
En Afganistán estábamos haciendo progresos en este ámbito, y la Comisaria Ferrero-Waldner tiene razón cuando dice que para restablecer la democracia el Gobierno afgano debe demostrar ahora un respeto claro por los derechos humanos y la libertad de expresión. En las últimas elecciones hemos visto a mujeres votando en Afganistán, lo que es un gran paso hacia adelante. Éste es el tipo de cosas que tenemos que desarrollar, y hay que colaborar con Pakistán para restablecer la paz en esta región.
Emilio Menéndez del Valle (PSE). - Señor Presidente, en junio han muerto en Afganistán más soldados internacionales que en Iraq. En junio, era cada vez más patente la presencia y el poder de los talibanes en la ciudad paquistaní de Peshawar, clave en este conflicto.
En Pakistán se afirma que sus fuerzas armadas han llegado a acuerdos de paz secretos con el liderazgo talibán afgano y paquistaní y que el ejército paquistaní parece estar más preocupado de la frontera india que de la afgana. Y ayer, como varios oradores han comentado ya, en pleno centro de Kabul se registraron cuarenta muertos ante la Embajada india.
Me pregunto: ¿acaso no ha llegado ya el momento de contemplar algún tipo de estrategia diferente?
PRESIDE: Luisa MORGANTINI Vicepresidenta
Vural Öger (PSE). – (DE) Señora Presidenta, el mes de junio fue el más sangriento para las tropas extranjeras desde el final del régimen talibán en 2001. Han muerto más de 48 soldados de la coalición, más de los que perdieron la vida en Iraq durante el mismo período. Desde el comienzo del año la violencia ha costado la vida a más de 2 200 personas en Afganistán. Lo que tenemos en Afganistán no es un conflicto aislado, sino una guerra regional que podría extenderse aún más. La situación es más grave ahora que en 2001.
A la vista de estas alarmantes circunstancias, Afganistán debe seguir siendo una prioridad absoluta para Europa. La presencia de tropas europeas y las operaciones civiles de la UE en el país desempeñan un papel fundamental. Después de largas negociaciones en la Comisión, apoyo la versión final de nuestra propuesta de resolución, la cual incluye muchos aspectos clave, como la formación sistemática de las fuerzas de seguridad afganas, una mayor atención a la reconstrucción de la sociedad civil y una mejor coordinación entre los organismos internacionales.
Anna Ibrisagic (PPE-DE). - (SV) Señor Presidenta, después de haber escuchado el debate de hoy y de estudiar todas las enmiendas, tengo la impresión de que algunas personas creen que únicamente el diálogo es bueno y útil y que toda presencia militar es mala y contraproducente. No sé cuántos diputados de este Parlamento son refugiados de guerra, pero yo sí lo soy. Por eso sé que se necesitan tanto la cooperación civil como la presencia militar. Mi experiencia de la guerra es que quienes están más dispuestos al diálogo carecen de poder, y en cambio los violentos, los traficantes y los señores de la guerra que tienen poder no suelen estar dispuestos al diálogo. Lo que se necesita es, por lo tanto, una combinación de despliegue militar y civil si queremos de verdad romper el círculo vicioso de la violencia y la pobreza en Afganistán.
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). - (SK) Estamos siendo testigos de un fuerte aumento de las acciones terroristas y de la insurgencia violenta en Afganistán. La comunidad internacional no debe tolerar las organizaciones terroristas financiadas mediante el tráfico de drogas ni ceder ante ellas.
El principal objetivo de estas organizaciones terroristas consiste en sembrar la discordia entre los aliados de la OTAN, creando así la impresión de que es imposible llevar la paz a Afganistán. Con ello están amenazando la seguridad no sólo de la región, sino del mundo entero. Por consiguiente, la política de seguridad de la UE en relación con Afganistán necesita ser más dinámica y flexible, incluyendo acciones concretas a corto y largo plazo encaminadas a reconstruir la sociedad afgana, sus instituciones y el Estado de derecho, y a apoyar al Presidente Karzai. La Comunidad Europea debería seguir apoyando las medidas que han contribuido hasta ahora al progreso del país, especialmente las dirigidas a atender las necesidades básicas de la población y a ampliar la asistencia sanitaria.
Dragoş Florin David (PPE-DE). - (RO) Afganistán sigue siendo el principal desafío para la comunidad internacional como consecuencia de las actividades terroristas, el incremento de la producción de drogas y el número de acciones violentas.
En este contexto, solicito a la Comisión y al Consejo, así como a las organizaciones internacionales, que incorporen tres principales acciones como prioritarias en el próximo plan de acción a corto plazo: identificar y aislar los canales de distribución de droga en Afganistán, una mayor implicación de los países en la región a la hora de poner en práctica las estrategias internacionales, teniendo presente las afinidades culturales y religiosas, y una mayor financiación y participación en la reconstrucción y en los aspectos humanos y administrativos de la ayuda alimentaria.
Creo asimismo que la intensificación del diálogo político, cultural y religioso con Afganistán es una solución viable para alcanzar los objetivos de estabilidad de la región.
Felicito al señor André Brie por el informe que ha elaborado.
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). - Señora Presidenta, acabo de regresar de Helmand y Kandahar. Estoy de acuerdo en que no habrá progreso sin estabilidad; y estabilidad significa buena gobernanza, tropas y policía.
Creo que algunos de nuestros aliados europeos se limitan a hacer declaraciones respecto a su tarea en Afganistán. Allí se necesitan más fuerzas de combate, mayor flexibilidad y mayor apoyo para la misión de la ISAF. Por lo que se refiera a la misión de policía, la UE está haciendo allí un buen trabajo, pero no es nada en comparación con la envergadura del esfuerzo estadounidense. Debería haber una adecuada coordinación entre las actividades de los europeos y de los norteamericanos en la formación de la policía.
Quisiera por último rechazar los comentarios hechos por el señor Brie al hablar indiscriminadamente de los talibanes y de los norteamericanos: creo que ha sido algo deplorable. Los talibanes están matando a su propia gente, los aliados están allí para ayudar a la población local.
Vytautas Landsbergis (PPE-DE). - Señora Presidenta, el apartado 11 de la propuesta de resolución señala que el Parlamento Europeo «apoya los esfuerzos de las fuerzas de la OTAN para mejorar la seguridad en el país y combatir el terrorismo local e internacional, y considera que la presencia de dichas fuerzas es esencial para garantizar el futuro del país».
La enmienda 9 presentada por el ponente es contraria a esta posición y sugiere que se suprima el párrafo. Sería mucho mejor que en vez de ello el ponente dijese claramente que el Parlamento apoya el terrorismo local e internacional y que considera que la presencia de las fuerzas de la OTAN constituye un obstáculo para el futuro talibán del país. Esta enmienda 9 sería una burla contra los afganos y contra la OTAN.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Señora Presidenta, uno de los mayores desafíos con que se enfrenta actualmente la Unión Europea es la creación de un mecanismo eficaz para la coordinación de proyectos y el intercambio de información entre los aliados en Afganistán. Este mecanismo es vital para que los proyectos emprendidos por los organismos que trabajan en Afganistán se completen mutuamente. Es preciso combatir el terrorismo local e internacional con el fin de mejorar la seguridad en el país y favorecer de este modo su desarrollo. Por esta razón, deberíamos actuar conjuntamente a fin de apoyar la sociedad afgana y los proyectos de reconciliación. Además de esto, deberíamos trabajar para estabilizar la situación en Afganistán mediante el fortalecimiento de las instituciones locales y la satisfacción de las necesidades básicas de la población. Un paso importante hacia la reconstrucción democrática del país sería lograr la independencia y libertad de los medios de comunicación. Esto es algo que deberíamos apoyar.
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señora Presidenta, señor Brie, Comisaria, amiga Benita, Señorías, quisiera expresar una vez más mi respaldo al informe del señor Brie y mi satisfacción por el consenso tan amplio acerca de la necesidad que tiene Afganistán de más seguridad en sentido amplio, y de una mejor gobernanza en unos tiempos que, como todos ustedes han señalado, son especialmente difíciles.
Nuestro debate ha puesto de manifiesto que nos enfrentamos con un problema muy complejo, que requiere algo más que una solución militar; que la situación es extraordinariamente difícil; que la comunidad internacional tiene que comprometerse a largo plazo, algo que, que como han dicho, constituye un aspecto necesario y crítico para la Unión Europea; que se tardará tiempo en infundir confianza en la gente; y que cuando se trata en particular de la gobernanza, como ha señalado la Comisión, debemos concentrarnos en la preparación de las próximas elecciones. Por su parte, el Consejo seguirá vigilando con toda atención, como es lógico, los preparativos electorales.
Por cuanto se refiere a los aspectos relacionados con la gobernanza, el respeto de la ley y todo lo relacionado con nuestras tradiciones no serán un factor de división; deberíamos decírselo también a las autoridades afganas.
En relación con las normas de seguridad y la presencia sobre el terreno, debo señalar que el personal de la UE representa más del 50 % de la IFAS y que el Consejo va a concentrarse en cuatro áreas prioritarias durante los próximos meses. La primera prioridad será completar el aumento sustancial del personal de la EUPOL decidido en el Consejo del 26 de mayo. Evidentemente, todos los aspectos relacionados con la eficacia policial son importantes, y el Parlamento hace muy bien en preocuparse por ello.
El segundo lugar, el Consejo se esforzará por vigilar la aplicación de las conclusiones de la Conferencia Internacional para el apoyo a Afganistán: la Unión Europea tiene que desempeñar un papel destacado, teniendo presente su contribución financiera.
En tercer lugar, la Unión Europea tiene que insistir en la necesidad de mejorar las relaciones entre Afganistán y Pakistán, – como han mencionado algunos de ustedes – y de estimular a ambos países para que sigan trabajando activamente en el fortalecimiento de su cooperación, especialmente en la lucha contra el desafío común planteado por el terrorismo y en los temas relacionados con el tráfico de drogas.
En conclusión, es importante para el Consejo y la Comisión contar con el pleno apoyo del Parlamento Europeo en esta materia, que es crítica para la comunidad internacional y – como también han puesto de relieve algunos de ustedes – para el futuro de Europa.
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, intentaré ser breve. Haré únicamente tres comentarios. El primero se refiere a Pakistán. Está perfectamente claro que es muy importante trabajar también en la zona fronteriza, y explotar además la oportunidad que se presenta a raíz de la formación del nuevo gobierno de Pakistán.
Pero al mismo tiempo vemos que ya están surgiendo tensiones, y esperemos que no pongan en peligro los intercambios bilaterales al nivel de las necesidades básicas, que habían experimentado alguna mejora.
Por consiguiente, estamos trabajando también en las zonas fronterizas porque creemos que es importante la cooperación regional, incluyendo el funcionamiento de las fronteras y del comercio regional, y apoyamos asimismo la iniciativa de diálogo del G-8 puesta en marcha por Alemania junto con Afganistán y Pakistán. Este es mi primer comentario.
El segundo se refiere a la justicia. Creemos ciertamente que es importante la buena gobernanza y que va de la mano con la policía y la justicia. Cuando existe impunidad la policía puede hacer su voluntad. Tiene que haber un buen sistema judicial. Por consiguiente, en unión del Consejo, que ha estado trabajando en la mejora de la policía, en la Comisión hemos realizado grandes esfuerzos en materia judicial y hemos contribuido de forma sustancial a articular una estrategia y un programa para el sistema judicial nacional de Afganistán, el cual tiene que ser un programa sostenible, esto es, a largo plazo.
Existe una oportunidad específica, que es el Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán (ARTF) para el sector de la justicia, al que tenemos intención de contribuir también con fondos del programa bilateral para Afganistán, y hemos cumplido con los procesos y promesas de la Conferencia de Roma, aunque naturalmente son muchas las reformas que se necesitan.
Mi tercer y último comentario tiene que ver con el desarrollo rural. La Conferencia de París ha puesto de manifiesto que debemos concentrarnos activamente en el desarrollo rural. Debo decir que desde el principio lo hemos considerado uno de los sectores importantes y hemos trabajado en ello. Estamos muy comprometidos con la búsqueda de alternativas económicas a la producción de opio.
También hemos mejorado las infraestructuras rurales —y éstas son, digamos, las últimas noticias— mediante la gestión de las cuencas de los ríos, proyectos de regadío y la mejora de los cultivos locales y de la alimentación animal. Creo personalmente que el enfoque regional tiene un gran interés, por ejemplo en el norte, a través de la cooperación con Tayikistán en obras hidráulicas para la producción de electricidad y regadío, mejorando de este modo la producción de alimentos para la población afgana y apartándola de las drogas.
Así pues, aspiramos a seguir colaborando con el Parlamento de forma estrecha y provechosa, porque estamos allí pensando en el largo plazo, y espero que podamos contar también con su apoyo para esta política, para la estrategia y también para su ejecución. Sabemos que se trata del dinero de los contribuyentes, pero tenemos que estar allí y trabajar junto con ustedes en la estabilización de Afganistán.
André Brie, ponente. – (DE) Señora Presidenta, permítame hacer tres comentarios adicionales. Primeramente quisiera decir a la señora Beer que no temo a mi propio grupo y que estoy perfectamente preparado para el debate. Una de las enmiendas más duras a mi informe en la Comisión provenía de mi grupo: afirmaba que en Afganistán no se había producido ningún cambio positivo. La arrogancia de esta afirmación me indigna realmente. Creo que todos necesitamos adoptar una actitud más realista y diferenciadora respecto a Afganistán. Esto país tiene una estructura social no solamente rica, sino contradictoria y polifacética, y los problemas con que nos enfrentamos lo son más aún.
En segundo lugar, muchos compañeros y colegas diputados me han comentado que tenemos que asumir nuestras responsabilidades con Afganistán a la hora de combatir el terrorismo, el cultivo de opio, la corrupción, etc. Muchos de mis compañeros de la izquierda dirán posiblemente que esto también se aplica a la ocupación. Mi punto de vista personal, que he tratado de dejar claro, trata de respetar los intereses de un pueblo que ha vivido 30 años de guerra. Creo que mucho de esto queda reflejado en el informe, y por ello quisiera dar nuevamente las gracias a todas las personas y grupos que han participado.
En tercer lugar, aunque discrepo con algunos pasajes importantes del texto, estoy satisfecho de poder seguir trabajando en el informe, como parte integral de mi compromiso permanente con Afganistán. Sobre esto no cabe ninguna duda.
Presidenta . − Se cierra el debate.
La votación se celebrará hoy.
Declaraciones por escrito (Artículo 142)
Bogusław Rogalski (UEN), por escrito. – (PL) Afganistán es un país que se enfrenta con muchos problemas. Es un país que ha sufrido muchos atentados terroristas, donde la seguridad interna empeora, y donde no se respetan los derechos humanos.
El país produce enormes cantidades de opio, lo que también tiene repercusiones negativas en materia de seguridad y de política, ya que una economía basada en la producción de opio es una fuente de corrupción y debilita las instituciones públicas, en especial el sistema judicial.
Más de la mitad de la población afgana vive por debajo del umbral de pobreza, con un desempleo que llega al 40 %, y apostatar del Islam sigue siendo un delito punible. A pesar de que este país está embarcado en un complicado y laborioso proceso de reconstrucción, necesita atender mucho mejor las necesidades de su población en aspectos como educación, sanidad, vivienda, alimentación y seguridad pública.
Las ayudas prestadas a Afganistán deberían incluir medidas tanto a corto como a largo plazo, las cuales serán posibles si se introducen medidas de gran alcance en sus mecanismos de gobierno. El apoyo de la Unión Europea debería basarse en las experiencias y conocimientos de las misiones de los Estados miembros que están presentes en el territorio afgano, utilizando como intermediarios a las organizaciones civiles o a las fuerzas militares. Las presencia de las fuerzas de la OTAN también resulta esencial para combatir al terrorismo. La participación a gran escala de la población en las elecciones debería ejercer efectos positivos para el futuro del país, ya que demuestra sus deseos de crear un Estado democrático. También es extremadamente importante continuar presentando batalla a la corrupción y estimular la creación de nuevas estructuras en las instituciones afganas. La reconstrucción y los esfuerzos conjuntos internacionales pueden tener unos efectos enormemente positivos a la hora de sacar a Afganistán de la difícil situación en la que se encuentra, provocada por un conflicto interno que dura ya demasiado tiempo.
6. Modificación de la Directiva 2003/87/CE con el fin de incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero (debate)
Presidenta . − El punto siguiente es la recomendación para la segunda lectura (A6-0220/2008), en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, sobre la posición común del Consejo con vistas a la adopción de una Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2003/87/CE con el fin de incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero (05058/3/2008 - C6-0177/2008 - 2006/0304) (Ponente: Peter Liese).
Nathalie Kosciusko-Morizet, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señora Presidenta, antes que nada quisiera expresar mi agradecimiento a la Presidencia eslovena, al ponente del Parlamento y a la Comisión por haber realizado conjuntamente esfuerzos para lograr un acuerdo sobre la inclusión de la aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión, y me consta que ha sido difícil.
Este acuerdo supone una señal política muy importante y un instrumento para alcanzar los ambiciosos objetivos que nos hemos propuesto en la lucha contra el cambio climático. Se trata asimismo de una empresa ambiciosa, que forma parte de un contexto político más amplio, es decir, de las actuales negociaciones sobre el paquete de medidas en materia de energía y de clima en Europa y de las negociaciones que se están celebrando en todo el mundo en el marco de la lucha contra el cambio climático.
El contexto económico y político internacional es difícil, lo que ha hecho que la negociación de este texto haya sido especialmente complicada. Se han debido tener en cuenta varios factores: ante todo el precio creciente del petróleo, e igualmente la necesidad de mantener la competitividad global de las compañías aéreas europeas, el deseo y compromiso de la Unión de combatir el cambio climático, y la conclusión en 2009 del acuerdo internacional de Copenhague. Ha sido fundamental tener en cuenta los intereses de cada una de las partes, así como los intereses de las regiones que, como consecuencia de su situación geográfica, dependen en gran medida de la aviación para su desarrollo o para sus conexiones con las zonas centrales del país.
Hemos tenido también en cuenta las compañías aéreas de los nuevos Estados miembros, donde la tasa de movilidad es baja por el momento pero está creciendo rápidamente. Por último, se contempla también la situación específica de las pequeñas y medianas empresas, con el resultado de que el compromiso sometido hoy a su consideración es un paquete de medidas equilibrado pero ambicioso. Este compromiso reconoce que el sector aéreo deberá contribuir a los esfuerzos para reducir as emisiones de CO2, y al mismo tiempo permite que dicho sector, cuya importancia es evidente, se prepare y se adapte a los nuevos requisitos medioambientales.
El porcentaje de permisos de emisión que se subastan es moderado, muy moderado, y el umbral utilizado para calcular los permisos asignados a los distintos operadores es realista. Este acuerdo tiene una finalidad global: afecta a las compañías europeas, pero también a las de terceros países. Por un lado deberá tener en cuenta las medidas equivalentes que puedan aplicar estos terceros países y, por otro, tendrá que ser visto ante todo como precursor de un acuerdo futuro global sobre la participación de las actividades de aviación internacionales en el mercado del carbono. Esa es nuestra ambición.
Los Estados miembros y la Comisión desean con ello proseguir el diálogo con los distintos organismos internacionales para crear las condiciones conducentes a dicho acuerdo global o a pactos bilaterales, con vistas a establecer futuros vínculos entre el sistema europeo y el de otros países o regiones.
Nos hemos preocupado finalmente de enviar un mensaje específico a los países en desarrollo, muchas de cuyas compañías aéreas podrían quedan excluidas del régimen como consecuencia de la cláusula de minimis incluida en el texto del acuerdo.
Para concluir, el texto indica, en ese mismo espíritu, que los ingresos de las subastas deberán ser aplicados a contrarrestar los efectos del cambio climático en Europa y fuera de Europa, mediante una serie de medidas que se definen en el mismo documento. Se hace un hincapié particular en las medidas destinadas a facilitar la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo, a la investigación en materia aeronáutica y a las modalidades de transporte con bajas emisiones.
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. – (EL) Señora Presidente, ante todo deseo dar las gracias y felicitar al ponente doctor Liese por su excelente trabajo en la propuesta relativa a la inclusión del transporte aéreo en el régimen de comercio de permisos de emisión de la UE, y también al Parlamento Europeo por su contribución positiva y constructiva.
Estoy satisfecho de que se haya podido alcanzar un acuerdo en la segunda lectura. Los diputados al Parlamento han desempeñado un papel decisivo, manteniendo la integridad de la propuesta de la Comisión y definiendo objetivos más elevados en relación con el medio ambiente en algunos puntos importantes.
Al alcanzar un acuerdo sobre la Directiva, las instituciones comunitarias han demostrado que la Unión Europea es capaz de adoptar medidas específicas encaminadas a lograr sus ambiciosos objetivos sobre el cambio climático.
Esta Directiva es la primera de una serie de medidas que permitan alcanzar en 2020 los objetivos europeos en materia de gases de invernadero. Su aprobación transmite un mensaje positivo respecto a las inminentes negociaciones sobre el paquete de medidas relacionadas con el clima y la energía.
Todos los sectores de la economía tienen el deber de contribuir al logro de los objetivos de la UE en el ámbito del cambio climático. La inclusión del sector del transporte aéreo en el régimen del comercio de permisos de emisión es un elemento indispensable de la estrategia global de la Unión Europea para hacer frente a los efectos del transporte aéreo sobre el cambio climático.
Las emisiones del transporte aéreo están aumentando rápidamente; desde 1990 casi se han duplicado, y se espera que vuelvan a duplicarse hasta 2020. Por consiguiente, es necesario adoptar medidas decisivas, algo que sólo será viable a nivel de la Unión Europea, y no a nivel de Estados miembros.
Haber logrado un acuerdo en la segunda lectura sirve asimismo para confirmar la solidez del régimen de comercio de emisiones de la UE, el mayor del mundo. Mediante las negociaciones internacionales dirigidas a establecer un acuerdo internacional sobre el clima para después de 2012, el régimen de comercio de emisiones podría servir de base para construir un mercado mundial de dióxido de carbono.
La participación en el comercio de permisos de emisión de la UE permitirá a las compañías aéreas adquirir la experiencia que necesitan para la futura limitación de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global.
Además de aprobar y poner en práctica la Directiva, la Comisión proseguirá sus esfuerzos dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en colaboración con la Organización Internacional de Aviación Civil, para lograr un acuerdo global eficaz destinado a regular las emisiones del transporte aéreo.
Seguiremos presionando para incluir el transporte aéreo en un sistema de control internacional del cambio climático posterior a 2012, cuando expiren los objetivos de Kyoto.
Sin embargo, no se podrá alcanzar ningún acuerdo global si no hay nadie dispuesto a liderar este esfuerzo mundial. Al incluir el transporte aéreo en el régimen de comercio de permisos de emisión de la UE, estamos asumiendo esta función de liderazgo, pero poniendo al mismo tiempo de manifiesto que estamos abiertos al diálogo con nuestros socios, lo que esperamos que lleva a un sistema de carácter mundial.
El Parlamento Europeo ha tenido éxito en sus negociaciones de determinados puntos esenciales y, en consecuencia, el instrumento legislativo final va más allá de la propuesta inicial de la Comisión, especialmente en relación con el límite máximo y con el porcentaje de permisos subastados.
Estoy particularmente satisfecho de que el Parlamento Europeo haya insistido a lo largo de todo el proceso de negociación en la necesidad de lograr una Directiva ambiciosa, con el fin de paliar los efectos el transporte aéreo sobre el cambio climático. El acuerdo de esta Directiva es un importante paso hacia adelante en la lucha contra el cambio climático. Por consiguiente, la Comisión está dispuesta a aceptar este paquete de compromiso con el objeto de lograr un acuerdo en la segunda lectura.
Peter Liese, ponente. – (DE) Señora Presidenta, Comisario, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, efectivamente las emisiones de gases de invernadero procedentes de la aviación se han multiplicado por dos desde 1990, y hasta es posible que se hayan multiplicado por más de dos, porque los datos más recientes aún no están disponibles. Esto no se corresponde en absoluto con el objetivo de la Unión Europea de un 20 % de reducción de los gases de invernadero antes de 2020, porcentaje que deberá ser del 30 % si otros países se adhieren. Por consiguiente, la decisión de incluir a la aviación en el comercio de permisos de emisión hace tiempo que debería haberse tomado, y es satisfactorio comprobar que hemos alcanzado ahora un compromiso en la segunda lectura.
Este acuerdo es una señal importante para el paquete general sobre el clima y la energía que esperamos concluir si es posible este mismo año. Quisiera expresar mi reconocimiento a todos los que han contribuido a este resultado satisfactorio, es decir, a los ponentes alternativos, a los representantes de las otras Comisiones, como el señor Jarzembowski de la Comisión de Transporte y Turismo, a los miembros del personal, a los representantes de la Comisión y del Consejo, y especialmente a la Presidencia eslovena, que en mi opinión dio un golpe maestro a la vista de las difíciles negociaciones que se estaban llevando a cabo a nivel del Consejo.
Hemos tenido que discutir y forcejear en muchos temas importantes, pero a fin de cuentas hemos conseguido un compromiso aceptable, con muchos aspectos que en general pueden calificarse de positivos. El comercio de permisos de emisión para el sector de la aviación ahora podrá funcionar sin problemas desde el primer momento, lo que no ha sido el caso de la generación eléctrica o de las industrias intensivas en energía. No habrá planes de asignación nacionales, ni por lo tanto los problemas asociados con ellos, como por ejemplo sobreasignación, distorsiones de la competencia y problemas similares. Pondremos en marcha un sistema normalizado europeo de distribución basado en valores de referencia y en subastas, lo que significa que las empresas que ya hayan invertido en tecnologías limpias se verán beneficiadas, y no perjudicadas como ocurría en el pasado.
Es importante que convenzamos al Consejo de Ministros para que acepte una fórmula que incluya un destino específico para los ingresos, lo que va más allá de lo que el Consejo ha estado dispuesto a aceptar hasta ahora en otros casos. Todo esto tiene que ver con la protección del clima: no queremos introducir para ello nuevos impuestos, sino más bien conseguir que se dediquen a este fin los ingresos obtenidos. En particular, me satisface personalmente que hayamos podido conseguir ayudas para quienes utilizan medios de transporte respetuosos con el medio ambiente, como trenes y autobuses, porque también ellos soportan los altos precios del petróleo y, en comparación con las compañías aéreas, a veces tienen que pagar impuestos de distintas clases, lo que en mi país significa pagar también la ecotasa. Realmente debemos pensar en hacer algunos cambios a este respecto, y ahora tenemos la posibilidad de hacerlo.
El contenido más revolucionario es que se incluye a los vuelos y a las aerolíneas de terceros países. Esto es necesario por motivos medioambientales, ya que las dos terceras partes de las emisiones incluidas en nuestro sistema están provocadas, no por el transporte aéreo interno de Europa, sino por los vuelos intercontinentales. También queremos incorporar a los terceros países por motivos de competencia. Estamos convencidos de que nuestros reglamentos son compatibles con la legislación internacional, por ejemplo con el Convenio de Chicago, y tenemos muchos dictámenes jurídicos que así lo confirman.
Tendremos que convivir con el hecho de que la actual Administración de los Estados Unidos ve todo esto de forma distinta. No soy uno de esos que critican al Presidente Bush haga lo que haga – suelo matizar más – pero en este caso me parece realmente intolerable que el Gobierno de los Estados Unidos nos dicte lo que tenemos que negociar a nivel internacional, es decir, a nivel de la OACI. La OACI ha tenido a su cargo desde 1997 la reducción de las emisiones en el sector de la aviación, con otras palabras desde Kyoto, y hasta la fecha no ha conseguido nada, absolutamente nada, y una de las principales razones para ello es la resistencia que ha opuesto la actual Administración norteamericana.
Por este motivo me gustaría decirlo una vez más con toda claridad: aunque queremos alcanzar un acuerdo internacional, siendo realistas tenemos que decir que únicamente lo alcanzaremos cuando otro ocupe la Casa Blanca, ya sea John McCain o Barack Obama, que se tome en serio la defensa del clima. Entonces podremos hacer algún progreso también en este ámbito. Creo, en cualquier caso, que todos tendremos que hacer concesiones, pero se trata de un buen compromiso, y me llenaría de satisfacción que esta Cámara lo aprobase ahora por una gran mayoría.
Georg Jarzembowski, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, en nombre del Grupo de del Partido Popular Europeo y de los Demócratas Europeos quisiera dar las gracias muy sinceramente al señor Liese por lo que ha conseguido. Existen dos aspectos en todo esto: tenemos en primer lugar el resultado equilibrado y positivo de las negociaciones entre el Parlamento y el Consejo, pero en segundo lugar tenemos además unos resultados proporcionados por cuanto se refiere a los intereses de las organizaciones medioambientales y del sector aéreo y comercial, y como podemos ver se trata de un conjunto de problemas muy complejo.
Me siento especialmente satisfecho de que hayamos convenido que el nuevo régimen se introducirá en 2012. Ello nos permitirá progresar en nuestras negociaciones con terceros países. En este punto quisiera pedirle una cosa, Comisario: no podemos limitarnos a adoptar la postura de que tenemos razón y de que todo el mundo debe seguir nuestro ejemplo, porque en tal caso los demás países tomarán medidas de represalia contra nuestras compañías aéreas. No es lo correcto. No deberíamos penalizar a las compañías aéreas, ni tampoco a los aeropuertos europeos por el efecto de deslocalización, a causa de una política medioambiental unilateral.
También quisiera pedirle que se tome en serio la tarea definida por el Consejo y el Parlamento y promueva activamente las negociaciones durante los próximos años. Estoy de acuerdo en que los Estados Unidos pueden esperar hasta 2010, pero en el caso de los demás países – como Rusia y China – tenemos que dialogar para que nuestra solución no integrada no cause perjuicios a nuestras compañías aéreas ni a nuestros aeropuertos, con sus muchos miles o millones de trabajadores.
También me satisface que el resultado haya sido equilibrado, porque de hecho volvemos a los años 2004 a 2006 como fecha de referencia para la concesión de certificados, pero hemos sido muy razonables al fijar el límite máximo en el 97 % y en el 95 % y al asignar sin cargo inicialmente el 85 % de los certificados, subastando tan sólo el 15 %. Con ello esperamos lograr el efecto deseado de reducir la carga medioambiental impuesta por el sector de la aviación. Al mismo tiempo habremos logrado mantener los costes de las aerolíneas y los precios para los pasajeros dentro de unos límites razonables.
Teniendo presente el espectacular incremento del precios del combustible de aviación, tenemos que garantizar los intereses de nuestros ciudadanos consiguiendo un equilibrio entre el medio ambiente, por un lado, y sus necesidades de transporte y de movilidad por otro. Por este motivo felicito de nuevo al ponente por lo que ha conseguido.
Matthias Groote, en nombre del Grupo PSE. – (DE) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Comisario, Señorías, permítanme primeramente dar las gracias al ponente señor Liese por su afable y constructiva colaboración. Esto me permite abrigar grandes esperanzas respecto al futuro paquete de medidas sobre la energía que elaboraremos en esta Cámara en asociación con el Consejo, todo ello durante la legislatura actual.
El presente compromiso demuestra que Europa se está enfrentando seriamente al cambio climático. Este compromiso, que transciende las fronteras nacionales, representa además una indicación de que estamos haciendo progresos no sólo en el ámbito de la protección del clima, sino también en el de la eficiencia energética. Estoy especialmente satisfecho de que se incluyan en las medidas todas las aeronaves de más de 5,7 toneladas, y de que no se excluyan determinadas aeronaves, como los reactores de empresa. Si hubiéramos contemplado excepciones para grupos privilegiados, el público no lo hubiera entendido.
Hemos tenido muchas comparecencias en esta Cámara durante las últimas semanas y meses sobre el tema del cambio climático. Todos los expertos han dicho que es preciso detener la tendencia de los niveles de emisiones y que hay que hacerlo durante el próximo decenio. Con este compromiso hemos conseguido detener la tendencia en el sector de la aviación. En 2012 introduciremos un límite máximo del 97 % en la asignación de certificados, que se reducirán al 95 % a partir de 2013. Con esto se detendrá la tendencia en este sector específico, donde los niveles de las emisiones han estado creciendo con mucha rapidez, incrementándose en un 73 % entre 1990 y 2003. Entonces podremos tratar de invertir la tendencia.
Algunos de los colegas diputados ya lo han mencionado: el 85 % de los certificados se asignarán gratuitamente, mientras que el 15 % se subastarán. En este punto yo hubiese preferido un enfoque más ambicioso. Sin embargo, se trata de un compromiso aceptable para todo el mundo, y es mejor que ir a la tercera lectura.
Los ingresos se dedicarán a combatir el cambio climático y a financiar las medidas de adaptación. Esto está definido explícitamente en la Directiva. Yo pediría una vez más a los Estados miembros que utilicen realmente el dinero para este fin, y no para tapar los agujeros de algún presupuesto. Los ingresos deberán ser aplicados del modo adecuado, ya que de otro modo se percibirán como un impuesto adicional.
Acojo como algo especialmente positivo el hecho de que se deba revisar la Directiva en 2014, lo que nos permitirá decidir si basta simplemente con introducir algunos reajustes o si podremos adoptar una estrategia más ambiciosa.
Durante el proceso legislativo para las emisiones de NOx apoyé la introducción de un sistema de multiplicadores. Ésta es ahora mi pregunta para el Comisario: ¿cuándo presentará la Comisión una propuesta legislativa a este respecto?
Holger Krahmer, en nombre del Grupo ALDE. – (DE) Señora Presidenta, estoy sorprendido, complacido y preocupado, todo al mismo tiempo. Mi sorpresa obedece a la rapidez con que el ponente del Parlamento, en una reunión secreta con la Presidencia del Consejo, ha conseguido eliminar prácticamente todo lo que el Parlamento había considerado importante en este expediente durante los dos últimos años. Esto no debería servir de ejemplo para el debate sobre el paquete de la energía que tenemos pendiente, porque esta política de reuniones secretas no se compadece con una democracia transparente.
Sin embargo, me complace que hayamos seguido manteniendo los pies en el suelo. Con la inclusión de las compañías aéreas es especialmente importante conseguir que los costes del sistema sean moderados, porque cualquier línea aérea que no gestione hoy de forma eficiente su consumo de combustible lo pagará con su propia supervivencia.
Por último, me preocupa la ofuscación que parece afectar a muchos de nosotros respecto a la situación internacional. Señor Liese, el comercio de emisiones no fue rechazado en los Estados Unidos por el Presidente, sino por el Senado, donde el partido que ostenta la mayoría podría ser el mismo de donde salga el próximo Presidente. Es verdaderamente necesario que seamos realistas en nuestra valoración de la situación, porque incluso si conseguimos convencer a los norteamericanos para que se adhieran al régimen de comercio de emisiones seguirá habiendo una larga lista de otros países de todo el mundo, y personalmente ignoro cómo vamos a hacer para hablar con ellos. Estoy pensando por ejemplo en el Emirato de Dubai.
Desde el punto de vista comercial, esta región supone para nosotros un desafío mayor, y especialmente su competencia es mucho más dura que la causada por algunas – si me perdonan la expresión – aerolíneas estadounidenses en bancarrota. Esto es algo que hemos pasado completamente por alto. Es muy importante mantener el sentido de la proporción, el sentido de la perspectiva, cuando decimos que está claro que tenemos que avanzar, pero no tan aprisa que los demás no puedan seguir nuestra marcha. Estamos provocando aquí una guerra comercial. Señor Liese, esto es algo que le deben haber contado personalmente durante sus audiencias en el Congreso de los Estados Unidos, aunque curiosamente es algo que aquí nunca nos dirá con claridad.
Por este motivo tenemos ahora un compromiso bastante realista, esperamos que efectivamente lo sea, pero que en cuanto al procedimiento no ...
(El Presidente interrumpe al orador)
Roberts Zīle, en nombre del Grupo UEN. – (LV) Señora Presidenta, Presidenta en ejercicio del Consejo, Comisario, desearía comenzar agradeciendo al señor Liese, al ponente, su buena colaboración con el Consejo con objeto de alcanzar este compromiso. Mencionaré solamente dos puntos. El primero es, naturalmente, destacar un éxito – el hecho de que a partir de 2012 dará comienzo el comercio de emisiones en todo el sector, y también en las tres compañías estatales que realizan vuelos dentro de la Unión Europea. En segundo lugar, quisiera resaltar el porcentaje especial del 3 %, que ofrece nuevas posibilidades para las compañías jóvenes y ascendentes de la UE, las cuales han crecido por encima del 18 % en cuatro años. Creo que con ello tendrán la posibilidad de competir en estos mercados, estableciendo al mismo tiempo un límite superior de un millón para las empresas de este tipo. Por consiguiente, se trata de un gran logro y de un excelente compromiso. Gracias.
Caroline Lucas, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señora Presidenta, quisiera comenzar agradeciendo al señor Liese su excelente trabajo en este expediente. Lamento solamente que, a pesar de sus esfuerzos, el acuerdo que hoy tenemos sobre la mesa sea de tal naturaleza que mi grupo lo deba apoyar muy a pesar suyo. Ésta es una consecuencia directa de la gran decepción provocada por la falta de ambición del Consejo.
Hace ya años que los gobiernos han estado hablando con entusiasmo del RCCDE como la gran respuesta que permitirá a la aviación contribuir de forma efectiva a la reducción de las emisiones. El comercio de emisiones tiene ciertamente el potencial necesario para desempeñar un papel importante, pero todo depende de la forma en que esté diseñado. Debido a la intransigencia del Consejo, el acuerdo que hoy tenemos está muy lejos de lo que realmente necesitamos, y refleja claramente el enorme desfase que existe entre la retórica de nuestros gobiernos sobre el cambio climático y el grado de voluntad política que están dispuestos a exhibir.
Este acuerdo es deficiente en aspectos esenciales, como la ausencia de una fórmula para evitar que la aviación siga funcionando como hasta ahora, comprando derechos de emisión a otros sectores. No existe una subasta completa de los derechos de emisión, a pesar de que se cumple el criterio de la Comisión de poder transferir la totalidad de los costes, y no tiene un límite superior tan estricto como el que se exige a otros sectores.
El Parlamento ha hecho todo lo que ha podido, y el presente acuerdo supone al menos algunos avances con respecto a la posición común. Se trata de un pequeño paso en la dirección correcta, pero también es una auténtica oportunidad perdida en comparación con lo podría haber sido. Para que sea tenga eficacia, y para luchar de verdad contra las emisiones de la aviación, tenemos que conseguir aumentar rápidamente la escala de las medidas con el fin de darles la integridad medioambiental que se necesita urgentemente.
Jens Holm, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (SV) Señora Presidente, este verano puede ser el primero en que no haya hielo en el Ártico. Algunos de los glaciares de Groenlandia, los mayores del mundo, desembocan ahora no en tierra adentro, sino en el Atlántico Norte. Nunca antes se había fundido tanto hielo y nieve como en los últimos años. Lo he visto con mis propios ojos durante una visita a Groenlandia el año pasado. Todo el mundo, incluyendo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, están sorprendidos de la forma en que el hielo está desapareciendo.
Esta evolución alarmante está relacionada naturalmente con nuestras emisiones y con el calentamiento global. Somos nosotros, los países ricos – los Estados Unidos, Australia, Japón y naturalmente la UE – los culpables de esta situación. Por esta razón debemos analizar críticamente todos los sectores que contribuyen a las emisiones de dióxido de carbono y de gases de invernadero.
El sector del transporte aéreo ha incrementado sus emisiones en cerca de un 100 % desde 1990, y hasta ahora ha salido bien librado. El combustible de aviación está exento de impuestos, y a menudo las autoridades locales y regionales subvencionan a los aeropuertos europeos. En la UE volamos como nunca se había hecho antes.
Por desgracia, el compromiso sobre el que tenemos que votar ahora no está a la altura de las acciones que en el Grupo GUE/NGL considerábamos necesarias. Los objetivos de reducción para el sector aéreo deberían ser superiores; deberían haberse incluido otras emisiones además de las de CO2; los derechos de emisión no se deberían repartir gratuitamente. En cualquier caso, el acuerdo representa un pequeño paso en la dirección correcta. La aviación se verá obligada a reducir sus emisiones, y una pequeña proporción de los derecho de emisión se subastará. El proceso de subasta servirá también para generar ingresos que puedan invertirse en las medidas medioambientales de Europa y de los países en desarrollo.
Por último, quisiera formular una pregunta a la Comisión: ¿pueden darnos garantías de que los países que quieran adoptar medidas paralelas para reducir las emisiones causadas por el sector aéreo, como por ejemplo las tasas a los pasajeros aéreos en el Reino Unido, podrán seguir haciéndolo?
Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Tenemos ante nosotros el acuerdo para la inclusión del sector aéreo en el régimen de comercio de emisiones para su aprobación en la segunda lectura. Quisiera agradecer cordialmente al ponente Peter Liese la forma en que ha llevado las negociaciones con el Consejo y sus esfuerzos para lograr este resultado.
Es cierto que lo que aquí tenemos no es tan ambicioso como lo que propuso el Parlamento. El límite superior de emisiones, por ejemplo, está por encima de lo que propuso el Parlamento, y los porcentajes subastados con menores. De cualquier modo, este acuerdo refleja mayor ambición que la propuesta original de la Comisión, y creo que esto es bueno.
El sector de la aviación tiene que ser más limpio y reducir sus emisiones de gases de invernadero. Este acuerdo es un paso importante en la buena dirección, en nuestra lucha contra la contaminación ambiental y el cambio climático, dentro de la lógica de progreso correspondiente al paquete de medidas sobre el medio ambiente que ocupa actualmente la atención del Parlamento.
Françoise Grossetête (PPE-DE). - (FR) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Comisario, Señorías, estamos debatiendo hoy un compromiso negociado que incluye a las actividades aéreas en el régimen de comercio de emisiones. Se trata de una medida positiva, porque todos respaldamos el compromiso europeo con el cambio climático y coincidimos en la necesidad de reducir las emisiones de CO2, aunque no a cualquier precio. Por eso necesitamos un acuerdo internacional, y sin duda la OACI deberá desempeñar su papel. También la Unión Europea deberá desempeñar un papel decisivo en los debates dentro del marco de la OACI, con el fin de adoptar una estrategia realista.
Seguimos aspirando a una Europa más competitiva; por ese motivo no debemos ir en contra de nuestros propios intereses, y tenemos que actuar resueltamente con el fin de incluir a las aerolíneas de terceros países. Debemos obrar con cautela para no perjudicar a nuestras aerolíneas de bajo coste, y tampoco a nuestras aerolíneas grandes, que podrían decidir dejar de servir determinados mercados si les resultan demasiado costosos. En última instancia, serán los consumidores en el extremo de la cadena los que resultarán perjudicados y los que empezarán a ver los viajes aéreos como un lujo. Así pues, tenemos un compromiso que será fundamental de cara a las conversaciones de Poznań a finales de 2009, y naturalmente también para nuestro compromiso de Copenhague de 2009.
Sin embargo, hay un punto muy importante: los ingresos generados por las subastas. El Parlamento Europeo deberá estar muy alerta respecto a la utilización de estos recursos, que deben ser invertidos en transporte limpio y en investigación y desarrollo en el sector de la aviación, pero que, sobre todo, no deberán ser empleados para fines distintos; en caso contrario, los efectos pueden ser especialmente negativos, llegando a impedir la conclusión de un acuerdo internacional. Por eso es importante intensificar la lucha contra las emisiones de CO2 al tiempo que se garantiza la aplicación de los restantes elementos de esta política: la tecnología y el «cielo único».
Linda McAvan (PSE). - Señora Presidente, muchas gracias a Peter Liese, a Matthias Groote y a los demás ponentes alternativos por conseguir lo que me parece un buen acuerdo. Podría haber sido mejor, pero al menos establece algunos principios muy importantes sobre el sistema de subastas y sobre el uso de los recursos. También pone de manifiesto que Europa se toma en serio la cuestión del cambio climático. Señora Ministra, ha dicho usted que queremos demostrar al mundo que somos capaces de luchar contra el cambio climático, que en las cumbres europeas no nos limitamos a hablar, sino que en la legislación de la UE practicamos con el ejemplo. Creo que el acuerdo de hoy es una buena demostración de que, si nos lo proponemos, podremos concluir el paquete sobre el cambio climático antes de finales de año.
Pero habrá usted escuchado, como también lo ha escuchado el Comisario, a algunas personas de esta Cámara diciendo que no están contentas con el acuerdo alcanzado por el señor Liese. Yo les preguntaría: ¿cuál es la alternativa? Si no creen que Europa deba tomar la iniciativa en el ámbito de la aviación, ¿qué otra cosa sugieren que hagamos? ¿qué podemos hacer para conseguir alguna ventaja? ¿qué vamos a hacer con el régimen del comercio de emisiones? ¿vamos a esperar a que algo cambie en la Casa Blanca? Señora Ministra, Comisario, confío en que ambos se mantendrán en sus trece y que podamos trabajar junto con la señora Doyle en el régimen del comercio de emisiones. Éste es un acuerdo para el sector de la aviación. También queremos trabajar en el sector del transporte marítimo. Si estamos pidiendo a los ciudadanos que asuman su parte de responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, tendremos que hacer lo propio aquí en la Unión Europea en el terreno legislativo. Por eso les pido a quienes se sientan al otro lado de la Cámara y que ahora no están presentes, pero que han manifestado algunas dudas, que planteen sus alternativas si creen que son mejores.
Urszula Krupa (IND/DEM). - (PL) Señora Presidenta, numerosos estudios han mostrado que el impacto climático de los aviones actuales es muy reducido, debido a los bajos niveles de dióxido de carbono y de óxidos de nitrógeno antropogénicos de sus emisiones, así como a un efecto de tan sólo el 0,1 % en la formación de nubes por las estelas de condensación, o cirros. El aumento en los precios del petróleo ha reducido significativamente el margen al que las compañías aéreas pueden aumentar los precios de los servicios de transporte, lo que unido al requisito adicional de cubrir los costes de las adquisiciones, como establece el régimen de comercio de derechos de emisión, pondrá freno al crecimiento de este sector, además de que retrasará o incluso imposibilitará la introducción de soluciones ecológicas. Por esa razón, sería sensato evitar medidas precipitadas y arriesgadas en el sector del transporte aéreo, especialmente en los nuevos Estados miembros, que no están más que comenzando a equipararse con el resto. No hay motivos para restringir el transporte aéreo sin proporcionar una alternativa práctica o el tiempo necesario para una adaptación sistemática.
Aldis Kušķis (PPE-DE). – (LV) Gracias, señora Presidenta. La inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero es una medida lógica. Se distribuirá libremente el 85 % de los permisos, pero al final quien contamina, paga. Ello nos da la oportunidad de controlar el cambio climático y tendremos mayores oportunidades para mantener nuestra calidad de vida en Europa. Estoy muy agradecido al señor Liese, el ponente; trabajando conjuntamente hemos hallado una solución excelente para la reserva especial, que se ha dispuesto para las compañías aéreas en rápido crecimiento. La adhesión de Letonia a la Unión Europea lo ha convertido en uno de los Estados de más rápido crecimiento, y me siento igualmente orgulloso de nuestra compañía aérea nacional, airBaltic, cuyo crecimiento en los últimos años ha llegado hasta el 50 %. El Parlamento Europeo está desarrollando una política medioambiental de gran calidad, junto con una política de transporte responsable que, ciertamente, también repercutirá sobre la industria europea del turismo. Estoy convencido de que un turismo responsable puede conducir a una mejor calidad de vida; el turismo responsable y de calidad forma la base de la política europea en materia de turismo, es una fuerza motriz para la economía y resulta mucho menos perjudicial para el medio ambiente, la infraestructura y la cultura. La adopción de la Directiva sobre la inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión ciertamente socava el estatuto de la industria de la aviación y la mayor parte del estatuto de «vacas sagradas» de las compañías aéreas nacionales, aunque quizá ya era hora de que se adoptase. Una vez más, quisiera expresar mi agradecimiento al señor Liese, y les insto a que apoyen este informe, el primer conjunto de enmiendas de transacción y la reserva especial del 3 % para las compañías aéreas de reciente creación y las que están en rápido crecimiento; en nombre de estas últimas, les doy las gracias.
Paulo Casaca (PSE). – (PT) Señora Presidenta, estamos debatiendo una cuestión de suma importancia para las regiones ultraperiféricas. En dichas regiones, en esas islas remotas, el precio de un billete de avión es el precio de la distancia a la libertad, y eso es algo que debemos entender.
Quiero agradecer a nuestro ponente, Peter Liese, su evidente y profunda comprensión de la posición de las regiones ultraperiféricas; sin embargo, lamento la falta de sensibilidad de la Comisión hacia la situación de nuestras regiones y debo decir que, a pesar de haber alcanzado un compromiso que es positivo y que, de hecho, ha emprendido algunos pasos en la dirección correcta, de ningún modo consideramos que la cuestión haya quedado zanjada. Por consiguiente, deseo hacer un llamamiento, en especial a Avril Doyle, responsable del informe que pasaremos a considerar en breve, para que tengamos en cuenta la posición de las regiones ultraperiféricas y para que no olvidemos que estar en una región completamente aislada del continente es muy diferente a estar aquí, en el centro de Europa. Si no logramos comprender eso, creo que no alcanzaremos una legislación óptima, por lo que deseo apelar a la señora Doyle para que encuentre inspiración en el mismo espíritu que el informe de Peter Liese y que podamos enviar un mensaje positivo para esas regiones.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE). - (FI) Señora Presidenta, es casi una norma de protocolo agradecer al ponente el trabajo que ha realizado, pero también le expreso mi agradecimiento, no porque lo exijan las buenas maneras, sino por sus propios méritos. El señor Liese es un colega que ha comprendido cuál es el deber de un ponente: no es obligar al grupo a escuchar sus propias ideas, sino conseguir que se deseen escuchar y descubrir las propias ideas del grupo, y hacerles justicia. El señor Liese lo ha hecho muy bien, así que gracias.
Hemos trabajado juntos en materia de tráfico aéreo durante años y podemos sentirnos relativamente satisfechos con el resultado final, teniendo en cuenta el hecho de que el régimen de comercio de derechos de emisión como actividad unilateral nunca puede ser un método de trabajo deseable. Una decisión unilateral puede ocasionar disputas en materia de comercio y, además, en el peor de los casos, en materia de espacio aéreo. La fuga de carbono representa un peligro, puesto que tiene un impacto directo sobre el medio ambiente, pero especialmente sobre la economía europea y el empleo.
Esa amenaza es real, porque las compañías aéreas están recibiendo ahora mismo el castigo del aumento en los precios del petróleo; se han producido numerosas quiebras y se ha paralizado el tráfico. Deseamos que esta decisión se tome rápido y no esperar a los resultados de Copenhague en esta materia, así como alcanzar un acuerdo internacional en el sector. Por el contrario, el Cielo Único Europeo, que generaría reducciones inmediatas de dióxido de carbono —un 12 % al año— ha estado esperando la ratificación durante más de diez años, lo que demuestra que el régimen de comercio de derechos de emisión no siempre es cuestión de proteger el medio ambiente, sino más bien de política.
Espero que se acepte el régimen de comercio de derechos de emisión a escala mundial para el tráfico aéreo tan pronto como sea posible, y que ello no ocasione ninguna fuga de carbono, sino la verdadera recompensa de una reducción de emisiones y la racionalización de todo tipo de actividades, teniendo en cuenta los objetivos medioambientales. Ahora, el comercio de derechos de emisión penaliza principalmente a las empresas europeas, que en su conjunto operan con flotas muy modernas; siendo así, ha sido sensato renunciar al uso del factor de multiplicación en esta fase, pues habría conducido a posibles fraudes y las ventajas para el medio ambiente hubieran sido muy escasas.
En particular, me complace que se haya adoptado en el compromiso final mi opinión acerca de invertir el beneficio procedente del comercio de emisiones en la investigación sobre la reducción de emisiones del tráfico aéreo en concreto. Hubiera sido un grave error mantener el tráfico aéreo al margen e invertir los fondos en otras formas de transporte que compiten con él, como se propuso en principio. Si realmente... (La Presidenta interrumpe a la oradora.)
Avril Doyle (PPE-DE). - Señora Presidenta, en primer lugar, quisiera agradecer a mi colega Peter Liese el tremendo trabajo que ha realizado en este informe. Ha logrado alcanzar un compromiso con los Estados miembros en el Consejo, que aunque pueda no ser tan ambicioso como algunos podrían haber esperado (quizá sea eso lo que distingue a un buen compromiso), proporciona el marco para incluir el sector del transporte en más rápido crecimiento en el RCCDE a partir de 2012. Como ponente en la revisión de la propuesta del RCCDE, comprendo las complejidades de esta cuestión y las dificultades en negociar un compromiso óptimo y equilibrado. Peter Liese ha demostrado que puede conseguirse, y mi reto será reproducir su éxito en mi informe.
Desde la liberalización del sector, auspiciada por la UE, sus ciudadanos han desembolsado alrededor de 80 000 millones de euros al año en billetes de avión, y esa cifra ni siquiera incluye a las aerolíneas de bajo coste. No puede caber duda de que el acceso a tarifas más baratas, incluso a tarifas gratuitas en los últimos tiempos, ha hecho que viajar sea más accesible.
Sin embargo, debido a los problemas que afrontamos a la luz del cambio climático y del objetivo de reducción de 2° C, parecería irresponsable excluir al sector de la aviación, y de hecho al sector marítimo, de contribuir a la solución urgente del problema global que a mayor ritmo está creciendo.
Necesitamos el cambio hacia una economía próspera que sea baja en carbono, y el modo más rentable de alcanzar ese objetivo es potenciar la innovación, las nuevas tecnologías y el comercio de derechos de emisión.
Puesto que el sector de la aviación es capaz de transmitir el coste al consumidor, es razonable que los derechos se asignen mediante subasta, incluso en el actual estado de precios del combustible, que torna cualquier negociación sobre transmisión de costes en algo especialmente delicado.
El nuevo sistema se aplicará tanto a los vuelos intracomunitarios como internacionales e incluirá a las compañías aéreas de terceros países, garantizando que la competitividad de las aerolíneas de la UE esté a salvo. La gestión de los aeropuertos, el control del tráfico aéreo y un cielo único europeo, todo ello contribuye en gran medida a disminuir el consumo de combustible y, por consiguiente, a reducir sus costes y los créditos de carbono para las aerolíneas.
John Purvis (PPE-DE). - Señora Presidenta, el RCCDE con límite máximo y subasta debería reemplazar a todas las tasas de aviación, a las tasas a los pasajeros y a cualquier tasa potencial que pueda suponer una amenaza sobre el combustible de la aviación. El RCCDE es mucho más eficaz que las tasas en alcanzar verdaderamente nuestros objetivos de emisión. El coste para los pasajeros, los agentes transitarios y las compañías aéreas estará directamente relacionado con las emisiones que ocasionen, y los Gobiernos no podrán justificar que sus déficits de tesorería se cubran con falsas tasas ecológicas impuestas a la aviación y a los viajeros.
El RCCDE es el modo honesto de alcanzar nuestros objetivos de emisión, y el RCCDE de la aviación es el modo honesto para la aviación y sus clientes de desempeñar el papel que les corresponde, y sólo ése, en este importante propósito.
Saïd El Khadraoui (PSE). – (NL) ¿Estamos ante un acuerdo perfecto? No. ¿Es un paso en la dirección correcta? Desde luego. Por ello, quisiera expresar mi agradecimiento a quienes lo han negociado. El hecho es que queremos que la industria de la aviación contribuya a alcanzar nuestros ambiciosos objetivos climáticos, y el régimen de comercio de derechos de emisión incentivará a las compañías aéreas a mejorar su organización y a introducir aviones más económicos y modernos para evitar costes adicionales.
Ciertamente, el proyecto no viene solo, pues debe considerarse en combinación con una serie de medidas adicionales, como las propuestas iniciadas el mes pasado para organizar el espacio aéreo europeo de manera más eficaz, y muchas otras.
Finalmente, quisiera añadir que es obvio que a partir de ahora también debemos realizar esfuerzos para conseguir la participación de terceros países y para que introduzcan regímenes similares al nuestro, dándonos así un sistema de emisiones para la aviación a escala mundial; sólo entonces alcanzaremos verdaderos resultados.
Mieczysław Edmund Janowski (UEN). - (PL) Señora Presidenta, gracias por este informe y por las negociaciones que se han llevado a cabo, aunque debo decir que no me siento del todo satisfecho. Las medidas adoptadas tienen que ser consideradas cuidadosamente y debe tenerse en cuenta tanto la protección medioambiental como el coste del transporte aéreo. No sería justo que todo se reduzca a discriminar a las compañías aéreas europeas y a los pasajeros europeos, en particular en los nuevos Estados miembros. Asimismo, recordemos que el espacio aéreo engloba a todo el planeta, por lo que nuestras acciones deben coordinarse con las de otros países; de lo contrario, experimentaremos pérdidas y el resto de compañías aéreas, sencillamente, se reirán de nosotros. Esperemos que esto anime también a emprender acciones para la construcción de nuevos motores para los aviones, una nueva generación de motores, así como a la búsqueda de otras fuentes de propulsión. Deberíamos proceder con prudencia en estas cuestiones.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) Señora Presidenta, debe tenerse en cuenta que la inclusión de las actividades de la aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión ocasiona problemas para los países en dificultades económicas, y en concreto para los que tienen regiones ultraperiféricas, como es el caso de Portugal, que incluye las islas Azores y Madeira. No debemos olvidar la importancia del transporte aéreo en proporcionar un vínculo con el continente y entre estas islas para que sus poblaciones no se sientan aisladas. Por lo tanto, es esencial garantizar, como mínimo, que exista un régimen de exención para las regiones ultraperiféricas, y por consiguiente insistimos en que los enlaces aéreos con dichas regiones, no sólo entre ellas, sino también con el continente, se excluyan de la aplicación de este régimen.
Marian-Jean Marinescu (PPE-DE). - (RO) El documento de compromiso que ha elaborado Peter Liese representa un paso adelante para alcanzar el programa de cambio climático de la Unión Europea.
En primer lugar, hago hincapié en el acuerdo para establecer una reserva de derechos de emisión libres para las aerolíneas en rápido crecimiento, medida dirigida a consolidar a este sector en los nuevos Estados miembros; esto es, exactamente allí donde la expansión y el desarrollo son más necesarios.
Asimismo, hago hincapié en la posibilidad de utilizar parte de los ingresos obtenidos mediante subasta en el desarrollo del sector del transporte aéreo. Para tener un cielo único, limpio y seguro, tenemos que desarrollar y poner en práctica medidas cooperativas técnicas y operacionales, que asegurarían la eficacia de los costes.
La rápida reunificación del espacio aéreo europeo determinará el acortamiento de las rutas, lo que implica una reducción del consumo de carburante y, en consecuencia, la reducción de emisiones, que da lugar a costes menores en el RCCDE y, por lo tanto, a precios más baratos.
Nathalie Kosciusko-Morizet, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señora Presidenta, Señorías, como varios de ustedes han señalado, ningún compromiso es perfecto; sin embargo, este compromiso representa un equilibrio entre las necesidades medioambientales y las limitaciones económicas relativas a la calidad, y si ustedes lo aprueban, estarán dando un paso importante para la Unión Europea. El primer lugar, estarán demostrando que Europa es capaz de desarrollar su propia legislación para combatir el cambio climático, lo que ciertamente es un buen augurio para las negociaciones sobre el paquete clima/energía;
asimismo, estarán reforzando el papel de Europa, líder en la política global contra las emisiones de carbono antropogénico, lo que es también un buen augurio para las negociaciones internacionales de Poznań en diciembre de 2008 y las de Copenhague en diciembre de 2009; finalmente, alentarán a las figuras y a las fuerzas políticas de nuestros socios internacionales que desean dar un ímpetu renovado a los esfuerzos por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Me refiero, claro está, a las negociaciones bilaterales que podríamos mantener con países que desean poner en práctica el mismo tipo de régimen, pero también a las negociaciones multilaterales en el marco de la OACI. Por todas estas razones, solicito su apoyo a este acuerdo.
(Aplausos)
Stavros Dimas , Miembro de la Comisión. − Señora Presidenta, quiero dar las gracias a todos los oradores por la postura que han expresado, sumamente positiva. Al alcanzar un acuerdo sobre esta Directiva, las instituciones comunitarias están demostrando su determinación para adoptar medidas concretas, necesarias para poner en práctica los ambiciosos objetivos de la Unión Europea sobre el cambio climático.
Esta Directiva es la primera de una serie de medidas diseñadas para cumplir con el objetivo de la Unión Europea de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020. Su adopción es una señal positiva para las próximas negociaciones del paquete de medidas sobre clima y energía, así como para las negociaciones internacionales de Poznań y de Copenhague. Acaban de informarme de que el G8 ha acordado un objetivo de reducción a largo plazo del 50 % en 2050. Aunque es algo que recibimos con satisfacción, representa un paso adelante sólo parcial, puesto que no se ha conseguido un acuerdo sobre el objetivo a medio plazo, a pesar de que los Estados miembros de la Unión Europea y la Comisión han insistido en la necesidad de fijarlo.
Hoy, sobre la base del texto acordado, todos los vuelos que operen desde y hasta los aeropuertos de la Unión Europea pasarán a ser incluidos totalmente en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión a partir de 2012, lo que significa que a partir de ese año los operadores aéreos necesitarán derechos de emisión para cubrir los vuelos desde y hasta la Unión Europea. En el año 2012, la cifra de derechos de emisión asignados al sector de la aviación será un 3 % menor que la media de emisiones anuales del sector para los años 2004-2006, y a partir de 2013 será un 5 % menor. Al igual que otras industrias incluidas en el régimen, se podrán vender los derechos que no se necesiten en el mercado, pero si sus emisiones son mayores tendrán que adquirirse más derechos o créditos de emisión procedentes de proyectos de energía limpia en terceros países.
Así es como el régimen de comercio de derechos de emisión incentiva que los participantes reduzcan sus emisiones. La mayoría de derechos de emisión para las compañías aéreas serán libres, pero el 15 % se subastará. Los ingresos procedentes de la subasta deberían emplearse en abordar el cambio climático en la Unión Europea y en terceros países, especialmente en los países en desarrollo. Este nivel podría incrementarse a partir del año 2013 como parte de las negociaciones en curso para revisar la Directiva de comercio de derechos de emisión.
En enero de este año la Comisión propuso que en 2013 deberían subastarse el 20 % de los derechos de emisión para la aviación, incrementándose al 100 % en 2020. Aunque apoya el presente acuerdo, la posición de la Comisión en el contexto de la revisada Directiva de comercio de derechos de emisión continúa siendo que el nivel de subasta en el sector de la aviación debería situarse en el 20 % en 2013 e incrementarse en línea con otros sectores, además del energético; para dichos sectores, se propone subastar el 20 % de los derechos de emisión en 2013, incrementándose al 100 % en 2020.
Por lo que respecta a la cuestión de las emisiones de óxido de nitrógeno, la Comisión indicó en su propuesta original que se propondría una medida aparte para abordarlas, y puede declarar lo siguiente:
«La Comisión recuerda que pretende emitir una propuesta legislativa en diciembre de 2008 para introducir medidas que limiten las emisiones de óxido de nitrógeno de la aviación, y en particular para abordar eficazmente el impacto del cambio climático y para evitar cualquier incentivo negativo a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a expensas de las del óxido de nitrógeno».
En conclusión, la Comisión está muy satisfecha; en particular, quisiera expresar mi agradecimiento al señor Liese por su excelente trabajo y por los resultados obtenidos. Estamos muy satisfechos con el resultado de las negociaciones. La Comisión puede aceptar en su totalidad las enmiendas de transacción propuestas.
(Aplausos)
Peter Liese, ponente. – (DE) Señora Presidenta, Comisario, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, quisiera agradecerles sus elogios y, a mi vez, transmitirlos a cuantos han contribuido a este proyecto; asimismo, quisiera agradecerles las críticas expresadas en ciertos sectores.
Permítame de nuevo aclarar algunas cosas: uno de los oradores ha dicho que habíamos incurrido en hacer política a puerta cerrada. No creo que haya sido así. El proceso en su totalidad ha sido muy abierto y el propio orador estuvo presente en todas las etapas, se mantuvo informado al ponente alternativo de todos los detalles y en mi Grupo también debatimos las materias entre nosotros. Desconozco si ello es así en el Grupo del orador, pero en todo caso para nosotros todo fue muy abierto y en toda regla, incluso a nivel interno.
Conseguimos que el Consejo de Ministros aceptara muchas de nuestras propuestas. El Comisario ha afirmado que la nuestra era más ambiciosa que la propuesta original de la Comisión y que sólo el número de enmiendas que hemos conseguido introducir —unas treinta en total— muestra que fuimos capaces de modificar la posición común, en algunos casos en gran medida.
El señor Lucas, el señor Holm y otras de sus Señorías han afirmado que todo esto no satisface las expectativas de los grupos para la protección del medio ambiente. Es cierto, pero tampoco hubiera sido un buen compromiso que hubiéramos incorporado todo lo que los defensores del medio ambiente y los Verdes han venido solicitando.
En dos ámbitos —a los que el Comisario también ha hecho referencia— queda todavía un margen de ajuste. Con el informe presentado por Avril Doyle volvemos a tener la oportunidad de ajustar el límite máximo y el nivel de las subastas para que sean justas para otros participantes en el régimen de comercio de derechos de emisión, cuestión que debemos examinar muy cuidadosamente en la segunda mitad del año.
En conclusión, quisiera volver a hacer hincapié en que lo que pretendemos es igualdad de competencia. Deseamos un acuerdo global, así como incluir en él los vuelos procedentes de terceros países. Sin embargo, ya va siendo hora de que las aerolíneas nos ayuden a ello. En una carta de la ACAE —la Asociación de Compañías Aéreas Europeas— se afirma que aun cuando se haya alcanzado el compromiso, otros Gobiernos lo rechazarán, comprensiblemente. Tenemos que considerar si deberíamos seguir contando con la participación de estos grupos, tratándose de grupos de presión de tan poco provecho.
Ahora adoptaremos este acuerdo con una amplísima mayoría y aunaremos fuerzas para respaldar nuestro argumento ante terceros países; es entonces cuando todos trabajaremos en común. Sin embargo, si no se acepta la decisión democrática del Parlamento, tendremos que explicar a las compañías aéreas que lo único que están ocasionándose es un perjuicio. Solicito que ustedes aprueben la recomendación, y quisiera expresarles mi agradecimiento por el amplio apoyo que he recibido.
Presidenta. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará hoy.
Declaraciones por escrito (Artículo 142)
Bairbre de Brún (GUE/NGL) , por escrito – (GA) Desde 1990, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la aviación internacional de la UE se han más que duplicado, y ahora representan del 5 % al 12 % del total de las emisiones de CO2 de la UE. Aunque la medida de compromiso está lejos de ser perfecta, nos permite establecer límites a las emisiones de la industria de la aviación a partir de 2012.
Al incluir a la aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero (RCCDE), estamos emitiendo el mensaje de que consideramos las causas del cambio climático con seriedad. Los próximos diez años serán cruciales para combatir el cambio climático y evitar un daño irreversible. Es importante que la revisión general incluya una estricta exigencia sobre el sector de la aviación, así como objetivos de reducción de emisiones más estrictos a partir de 2013.
En virtud de los nuevos Reglamentos, los Estados miembros pueden emplear los ingresos procedentes de la subasta de derechos de emisión en mitigar el cambio climático y adaptarse a la UE y a los países en desarrollo, y en promover la investigación y el desarrollo en transportes respetuosos con el clima. Dicha inversión es necesaria si queremos cosechar plenamente los beneficios de la inclusión de las actividades de aviación en el RCCDE.
Zita Gurmai (PSE), por escrito. – (HU) Abordar los principales retos del cambio climático, aumentar la exigencia de las medidas incluidas en ese ámbito y acelerar su instauración son tareas cruciales, al igual que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del tráfico aéreo y establecer el límite máximo concreto para las emisiones después de 2012. Sólo puede conseguirse un resultado visible en la reducción de gases de efecto invernadero si entraña el cumplimiento estricto del sistema de comercio de derechos de emisión.
Los ingresos procedentes de la subasta tienen que ser utilizados de modo pragmático (por ejemplo, para el desarrollo y uso de tecnología respetuosa con el medio ambiente), principalmente en sectores financiados por la Unión Europea, y en relación con ello vale la pena investigar la creación de un fondo monetario exclusivo. La compleja puesta en práctica lo antes posible de los programas Galileo, Cielo Único Europeo y RCCDE también favorecería el uso eficaz de los combustibles.
El cambio climático es un fenómeno global. Deben emplearse todos los instrumentos políticos y métodos de negociación posibles para que consigamos la participación de los principales emisores mundiales de gases de efecto invernadero en la reducción de los niveles de contaminación a escala mundial.
Daciana Octavia Sârbu (PSE), por escrito. – (RO) La presente Directiva representa una iniciativa ambiciosa, por la que el sector de la aviación podría desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
Las negociaciones para este compromiso han sido difíciles porque debían tener en cuenta el precio del petróleo, la competitividad de las compañías aéreas europeas y la protección medioambiental, tratando de crear un sistema modelo en el escenario internacional para incluir las actividades de aviación en el RCCDE. No obstante, el sistema no debería suponer un peligro precisamente para las aerolíneas europeas, que podrían perder competitividad en relación con el sector de la aviación que compite en los Estados Unidos o en Dubai. Penalizar la industria interior de la aviación ocasionará el fenómeno de la «fuga de carbono»; esto es, la orientación hacia mercados con normas menos estrictas que las impuestas por la UE, provocando así una guerra comercial. Si queremos que el espacio aéreo europeo sea más eficaz, tenemos que hallar un equilibrio entre la protección medioambiental, la protección al consumidor y el sector de la aviación.
Además, los ingresos procedentes de la subasta de derechos de emisión tendrán que utilizarse para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ajustarse al cambio climático, sin que los Estados miembros tengan posibilidad de destinar ese dinero para otros fines.
Si conseguimos emplear correctamente los ingresos de las subastas, y sólo como instrumento medioambiental, evitaremos sanciones en virtud de un acuerdo internacional.
PRESIDE: ALEJO VIDAL-QUADRAS Vicepresidente
7. Calendario presupuestario: véase el Acta.
8. Turno de votaciones
Presidente. − Pasamos ahora al turno de votaciones.
(Para los resultados y otros detalles de la votación: véase el Acta)
8.1. Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación (A6-0271/2008, Jacek Saryusz-Wolski) (votación)
8.2. Regímenes de ayuda directa en el marco de la política agrícola común (A6-0270/2008, Neil Parish) (votación)
8.3. Disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la utilización de los equipos de trabajo (Segunda Directiva específica con arreglo al apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE) (Versión codificada) (A6-0290/2008, Lidia Joanna Geringer de Oedenberg) (votación)
8.4. Conservación de las aves silvestres (Adaptación al procedimiento de reglamentación con control) (A6-0259/2008, Miroslav Ouzký) (votación)
8.5. Sistema común del impuesto sobre el valor añadido (A6-0232/2008, Dariusz Rosati) (votación)
8.6. Protocolo sobre evaluación estratégica del medio ambiente de la Convención de Espoo (A6-0221/2008, Bogusław Sonik) (votación)
8.7. Asociación de Liechtenstein a la ejecución, aplicación y desarrollo del acervo de Schengen (A6-0246/2008, Ewa Klamt) (votación)
8.8. Determinación del Estado responsable del examen de una solicitud de asilo presentada en un Estado miembro, en Suiza o en Liechtenstein (A6-0247/2008, Ewa Klamt) (votación)
8.9. Protocolo entre la CE, Suiza y Liechtenstein al Acuerdo CE/Suiza sobre la determinación del Estado responsable del examen de una solicitud de asilo presentada en un Estado miembro, en Suiza o en Liechtenstein (A6-0261/2008, Ewa Klamt) (votación)
8.10. Numeración de los visados (A6-0268/2008, Gérard Deprez) (votación)
8.11. Renovación del Acuerdo de cooperación científica y tecnológica entre la CE y la India (A6-0254/2008, Christian Ehler) (votación)
8.12. Suplicatorio de suspensión de la inmunidad de Witold Tomczak (A6-0277/2008, Diana Wallis) (votación)
8.13. Defensa de las prerrogativas del Parlamento Europeo ante los tribunales nacionales (A6-0222/2008, Giuseppe Gargani) (votación)
8.14. Aprobación de la Comisión (modificación del Reglamento del Parlamento) (A6-0198/2008, Andrew Duff) (votación)
- Antes de la votación:
Stavros Dimas , Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, la Comisión agradece al señor Duff su informe.
Apoyamos la decisión del Parlamento para la modificación del procedimiento de audiencia, de modo que se incrementará aún más la transparencia y la legitimidad democrática del proceso de nombramiento al establecer procedimientos claros, transparentes y uniformes, así como criterios de evaluación.
Sin embargo, la Comisión considera que para reflejar las diferencias jurídicas e institucionales que existen entre ellos, los procedimientos aplicables en los diferentes casos que abarca el informe deben respetar plenamente las disposiciones correspondientes de los Tratados, especialmente el artículo 215, así como el Acuerdo Marco.
Concretamente, los procedimientos aplicados a la remodelación de cartera deberían ser más sencillos que los aplicados para la aprobación de la totalidad de la Comisión, y deberían respetar las prerrogativas del Presidente de la Comisión Europea para la asignación de carteras.
Creemos que ello redunda en interés de ambas instituciones. Aún más, los Tratados y el Acuerdo Marco vinculan jurídicamente a la Comisión y, por consiguiente, se reserva el derecho de acordar que se apliquen los procedimientos correspondientes en cada uno de los diferentes escenarios, caso por caso y en un espíritu constructivo de cooperación, como ha sido hasta ahora; este enfoque ha demostrado ser fructífero para ambas instituciones.
8.15. Procedimiento de autorización común para los aditivos, las enzimas y los aromas alimentarios (A6-0179/2008, Åsa Westlund) (votación)
8.17. Aromas e ingredientes alimentarios con propiedades aromatizantes (A6-0177/2008, Mojca Drčar Murko) (votación)
8.18. Enzimas alimentarias (A6-0176/2008, Avril Doyle) (votación)
- Antes de la votación:
Avril Doyle, ponente. − Señor Presidente, debido a las dificultades de transporte para llegar a Estrasburgo, anoche no pude agradecer a mis colegas, en concreto a las ponentes Åsa Westlund y Mojca Drčar Murko, ni de hecho a mi colega, Pilar Ayuso, quien me sustituyó en el debate, así como a todo el personal y a los ayudantes respectivos, su cooperación durante los últimos doce meses para alcanzar un acuerdo en segunda lectura muy satisfactorio sobre este importante paquete de medidas relativas a la alimentación. Les expreso a todos ellos mi agradecimiento.
8.19. Modificación de la Directiva 2003/87/CE con el fin de incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero (A6-0220/2008, Peter Liese) (votación)
8.20. Trabajo en el Pleno y los informes de iniciativa (modificación del Reglamento del Parlamento) (A6-0197/2008, Richard Corbett) (votación)
8.21. Presupuesto 2009: primeras reflexiones sobre el APP 2009 y mandato para la concertación (A6-0262/2008, Jutta Haug) (votación)
8.22. Impacto medioambiental del proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico (A6-0225/2008, Marcin Libicki) (votación)
- Antes de la votación de la enmienda 23:
Dirk Sterckx (ALDE). – (NL) Señor Presidente, hay un problema con su pantalla; sólo nos muestra un cero para el resultado de la votación, por lo que no podemos ver cuántos votos han sido a favor o en contra.
Presidente. − De acuerdo, gracias, señor Sterckx. Yo es que no lo veo porque lo tengo a la espalda, ¿comprende?
Vamos a ver, me dicen los servicios que tenemos un problema, efectivamente, con el recuento electrónico y, por tanto, tengan paciencia durante unos segundos hasta que se solucione.
- Antes de la votación de la enmienda 50.
Justas Vincas Paleckis (PSE). - Señor Presidente, confiamos plenamente en usted, pero le estaría muy agradecido si pudiera anunciar las cifras exactas de los votos a favor y en contra, así como de las abstenciones.
Presidente. − Vamos a ver, mientras la pantalla grande no funcione, yo leeré los números, ¿de acuerdo? Así estarán ustedes tranquilos.
(Se interrumpe la votación durante unos minutos para reparar las pantallas en las que aparecen los resultados de las votaciones)
Graham Booth (IND/DEM). - Señor Presidente, estaba tratando de llamar su atención hace un momento, pero no me ha visto. Cuando hemos comprobado la votación sobre la enmienda 49, había 474 votos a favor, 181 en contra, y usted dijo: «Aprobada, como había dicho». Sin embargo, usted no había dicho «aprobada», sino «rechazada».
Presidente. − No lo recuerdo, pero si usted lo dice, así debe ser.
- Después de la votación de la enmienda 51:
Marcin Libicki, ponente. − (PL) Señor Presidente, creo que estaremos de acuerdo, a nuestro pesar, en que las pantallas no funcionan. Es escandaloso no poder ver los resultados del Parlamento Europeo. En estas circunstancias, quisiera pedirle que cuando los compruebe, nos proporcione la cifra exacta de cuántos votos fueron a favor, cuántos en contra, y cuántas abstenciones hubo. En caso de que no se muestre en las pantallas, le pediría que los leyera en voz alta y que su personal lo anotara.
Werner Langen (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, permítame señalar que el sistema indicador funciona adecuadamente en el asiento de cada diputado al PE, que hace exactamente un año introdujimos estas misteriosas pantallas, que todo funcionaba bien con anterioridad y que, en cualquier caso, nuestra confianza en el Presidente es un requisito previo para el correcto despacho de los asuntos.
(Aplausos)
- Antes de la votación de la enmienda 30:
Christopher Beazley (PPE-DE). – Señor Presidente, es muy sencillo. Simplemente, solicitamos una votación por partes en el punto y coma; dicho de otro modo, justo después de las palabras: «es de la mayor importancia que Rusia demuestre buena voluntad en la cooperación con la política energética europea;». Quisiéramos una votación por partes en este punto. En este sector se la Cámara, consideramos que resulta innecesario y que la primera parte de la enmienda podría malinterpretarse, aunque quisiéramos apoyar la segunda parte, que hace hincapié en la importancia de que Rusia ratifique la Carta de la Energía.
(El Parlamento aprueba la propuesta)
- Antes de la votación de la enmienda 37:
Andres Tarand (PSE). - Señor Presidente, el considerando Q hace referencia a la población de algas, cuya proliferación plantea un riesgo en particular para Finlandia, Suecia y Alemania. Supongo que las algas no hacen distinción entre Suecia, Letonia u otras naciones, ya que las dirige el viento.
Por consiguiente, el texto de la enmienda oral reza así: «considerando que la realización de obras en las condiciones específicas que se dan en el Mar Báltico podría dar lugar a un aumento repentino de la población de algas, lo que podría plantear riesgos concretos para Finlandia, Suecia, Alemania y los Estados bálticos,». Ahí termina. Lamento que Polonia haya sido excluida, pero fue debido a razones técnicas.
(El Parlamento admite la enmienda oral)
- Después de la votación final:
Marcin Libicki, ponente. − (PL) Quisiera expresar mi profundo agradecimiento a todos los que han apoyado el informe. Espero que el Comisario Dimas, la Comisión, el Consejo y todos los grandes e ilustres de la Unión Europea tengan en cuenta la opinión del Parlamento Europeo que se ha expresado aquí de forma clara y transparente. Las cuestiones de solidaridad en materia de energía, la solidaridad en un contexto político más amplio, así como la protección del medio ambiente, son todas ellas de extrema importancia para el Parlamento Europeo. Este informe y esta votación, en la que el 90 % de los votos ha sido a favor, deberían emitir una señal clara a las autoridades de la Unión Europea para que no ignoren las opiniones del Parlamento Europeo y para que esta Resolución, aunque no sea vinculante formalmente, se considere como tal.
8.23. Estabilización de Afganistán: retos para la UE y para la comunidad internacional (A6-0269/2008, André Brie) (votación)
- Después de la votación de la enmienda 11:
André Brie, ponente. – (DE) Señor Presidente, a la vista del espantoso atentado terrorista perpetrado ayer en Kabul, y sobre la base del debate de hoy, quisiera proponer una enmienda oral para la inserción de una nueva sección 3.a) que rece así: «condena vigorosamente el ataque terrorista contra la Embajada de la India en Kabul perpetrado el día 7 de julio de 2008 y que ocasionó más de 40 muertos, entre los que se encuentran cuatro miembros del personal de la Embajada; expresa su más sincero pésame a los familiares de las víctimas, a los heridos y a los Gobiernos de Afganistán y la India».
Hiltrud Breyer, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, me decepciona profundamente que en la recomendación para la segunda lectura de la señora Westlund no fuera posible imponer la prohibición de los colorantes azoicos; de hecho, es muy decepcionante, ya que el etiquetado no garantiza la seguridad. El Parlamento acaba de perder el control en este ámbito; sencillamente, ha claudicado y no ha aplicado el enfoque preventivo, lo que es verdaderamente lamentable.
De igual modo, nos decepciona profundamente que no fuéramos capaces de incluir y regular los aditivos genéticamente modificados, que en realidad hubiera resaltado la seriedad con la que abordamos la protección al consumidor. Sin embargo, lo más lamentable de todo es que no hemos conseguido proteger a lo niños de los colorantes azoicos. Las alarmantes conclusiones del estudio de la Universidad de Southampton han dejado bien claro que debemos y necesitamos establecer su prohibición.
De hecho, ¿qué manifiesta el principio de precaución si no es que debemos aceptar las conclusiones cuando existe una indicación de riesgo? En este caso, las conclusiones apuntan claramente a la prohibición. Además, aunque finalmente haya fracasado la prohibición general, considero realmente lamentable que todavía no hayamos conseguido una prohibición sobre los productos destinados principalmente a los niños.
Recomendacíon para la segunda lectura Åsa Westlund (A6-0180/2008)
Neena Gill (PSE). - Señor Presidente, he votado a favor de este informe porque apruebo el enfoque que se ha adoptado.
Recibo con satisfacción la armonización en el conjunto de la UE del uso de los aditivos alimentarios empleados en los aromatizantes, pues una reglamentación única sobre los aditivos alimentarios ayudará a controlar, actualizar y modificar la legislación existente en este ámbito y contribuirá a una mayor seguridad alimentaria.
Me preocupa muy seriamente el riesgo que tales aditivos y aromatizantes suponen para la salud, así como su efecto para los niños, pues algunas de las «sustancias E» afectan a su inteligencia y pueden también producir alergias y otras enfermedades.
Sin embargo, aunque necesitamos una mayor transparencia y un mejor etiquetado de los alimentos, debemos ser conscientes de los diversos pueblos que habitan en Europa y que acostumbran a emplear ingredientes, como hierbas y especias, procedentes de todo el mundo, y en los que podrían no estar disponibles los contenidos totales fácilmente. Por lo tanto, debemos garantizar que no restringimos la elección del consumidor y que permitimos que pueda continuar empleando hierbas y especias como se ha hecho durante siglos.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Señor Presidente, este informe es de la mayor importancia para nuestra vida cotidiana. La gente desea alimentos sanos y seguros. Por esa razón, es importante la transparencia de los procedimientos de emisión de autorizaciones para el uso de los aditivos, las enzimas y los aromas alimentarios. Para potenciar la protección al consumidor, en particular la de aquellas personas que padecen intolerancia a ciertas sustancias alimenticias, los consumidores deben estar totalmente informados sobre los alimentos que las incluyen; por ello, es importante que la información que consta en las etiquetas sea fácilmente comprensible para el consumidor medio, incluido el consumidor alérgico. Las autoridades acreditadas y competentes deben decidir si permiten o no el uso de sustancias que potencian el sabor, la apariencia o las propiedades nutritivas de los productos sobre la base del conocimiento científico y de la evaluación del riesgo. La conformidad con estos requisitos y directrices debería controlarse y estar sujeta a controles continuos por el bien de los consumidores de nuestro mercado único.
Recomendacíon para la segunda lectura Mojca Drčar Murko (A6-0177/2008)
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). - (SK) Apoyo la propuesta en cuestión destinada a garantizar el correcto y claro etiquetado de los productos alimenticios, entre los que se hallan los aditivos aromáticos.
Asimismo, doy mi pleno apoyo al objetivo de proteger la salud del consumidor y, con el fin de alcanzarlo, es evidente que debe impedirse la introducción en el mercado de productos que tengan efectos toxicológicos peligrosos. Igualmente, es importante proteger al público, en especial a los grupos vulnerables, de las consecuencias negativas que provoca el uso excesivo de ciertos ingredientes aromáticos, como son la obesidad o la distorsión de las preferencias gustativas en los niños.
Creo que estas propuestas potencian la calidad de la reglamentación, su lógica interna y la viabilidad de la solución, lo que se aplica en particular a la posición de la comisión de que los niveles máximos de ciertos ingredientes no serán aplicables cuando un compuesto alimenticio contenga únicamente hierbas y especias en las que estos ingredientes se encuentran presentes de manera natural y no como aromas añadidos.
Recomendacíon para la segunda lectura Avril Doyle (A6-0176/2008)
Miroslav Mikolášik (PPE-DE). - (SK) La armonización de la legislación que rige el uso de enzimas en el procesado de los alimentos es de interés para el conjunto de la Comunidad Europea.
Nuestro principal objetivo es garantizar un nivel elevado de seguridad alimentaria con el fin de proteger la salud humana. Al mismo tiempo, es necesario asegurar la igualdad de condiciones para todos los productores, y apoyar así el comercio justo en el ámbito de los aditivos alimentarios.
Apoyo plenamente las disposiciones sobre protección al consumidor. El uso de enzimas alimentarias no debe inducir a error a los consumidores respecto a la calidad, la naturaleza, la frescura o las cualidades nutricionales de los productos. Los consumidores deben mantenerse informados sobre las características físicas de los alimentos o del procesamiento concreto al que han sido sometidos. La información relativa a las enzimas y a los aditivos alimentarios debe incluir una descripción adecuada y ser claramente legible y de fácil comprensión para los consumidores.
Recomendacíon para la segunda lectura Peter Liese (A6-0220/2008)
Péter Olajos (PPE-DE). - (HU) Gracias, señor Presidente. El Consejo Europeo y el Parlamento Europeo han decidido conjuntamente reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 20 % para el año 2020, y de hecho sus acuerdos internacionales estipulan una reducción del 30 %, y del 60 % o el 80 % para el año 2050.
Con el fin de alcanzar estos objetivos, todos los emisores, todas las industrias e incluso los seres humanos, como responsables de nuestros hogares, debemos realizar grandes esfuerzos. Si viviéramos en un mundo perfecto, donde tuviéramos disponibilidad ilimitada de combustibles baratos y donde no existieran problemas medioambientales en constante aumento, no hubiera votado a favor de esta legislación.
No lo hubiera hecho porque es claramente restrictiva y desfavorable para los nuevos Estados miembros y para la compañía aérea húngara. Sin embargo, no vivimos en un mundo perfecto, la cantidad de combustible está disminuyendo y su precio aumentando, pero tenemos que hacer algo hoy para detener el cambio climático.
Por ello, aun sabiendo que esta legislación pondrá a las compañías aéreas de los nuevos Estados miembros en una situación difícil, he votado a favor de la misma porque creo, para el bien del futuro, que deben alcanzarse los objetivos que hemos adoptado conjuntamente. Debemos detener el cambio climático.
Zuzana Roithová (PPE-DE). - (CS) Señor Presidente, elogio el trabajo del ponente, el señor Peter Liese, quien al negociar con el Consejo consiguió que se aceptara la mayoría de las propuestas que presentó el Parlamento en primera lectura en noviembre del año pasado. El resultado es un texto conceptual e integrado, perfectamente válido para la inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, dando fin así a finales de 2012 al sistema actual, que favorece al tráfico aéreo frente al tráfico terrestre. Además, la propuesta de resolución es favorable para las nuevas empresas, gracias al 15 % de subasta de derechos, y amplía el régimen respecto a los vuelos con origen o destino en Europa. Siguiendo mi línea de pensamiento del pasado mes de noviembre, quisiera hacer hincapié en que, con el fin de reducir las emisiones a la atmósfera, debemos persuadir al resto del mundo de la necesidad de regularlas. Creo que pronto conseguiremos firmar un acuerdo con los Estados Unidos y con otros países, y recibo con satisfacción el límite sobre las exenciones; personalmente, no puedo entender por qué los vuelos de los monarcas o de los Jefes de Estado (en contraste con los vuelos de salvamento) no deben estar sujetos a las mismas reglas sobre protección medioambiental.
Christoph Konrad (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, estoy en contra de la posición común de incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, y ello por todo tipo de razones.
La aviación representa menos del 5 % de las emisiones totales del sector del transporte, y a ese respecto estamos llevando a cabo, hasta cierto punto, una política simbólica. Además, no hemos sido capaces, como europeos, de hallar un enfoque global para este problema, lo que significa que nuestras medidas pondrán a las compañías aéreas y a los aeropuertos europeos en una desventaja injusta; aún más, hemos fracasado fundamentalmente —como se habrá hecho obvio— en llevar a cabo un análisis coste-beneficio adecuado.
Ello significa que las medidas que hemos acordado hoy no son ni sensatas ni necesarias, y que hemos creado una situación que no es conveniente y que, básicamente, va contra la Estrategia de Lisboa. De hecho, no hemos fortalecido la posición de Europa; la hemos puesto en desventaja y lo hemos hecho unilateralmente, razón por la que estoy en contra de la posición común. Habría sido mejor que hubiéramos puesto más empeño en nuestra infraestructura y en crear un espacio aéreo europeo común, lo que podría haber ahorrado costes y resultar mucho más beneficioso que las medidas que hemos puesto en acción hoy aquí.
David Sumberg (PPE-DE). - Señor Presidente, junto con la mayoría de los conservadores, mantengo la opinión de que existe una necesidad urgente de reforma en este Parlamento.
En mi trayectoria, he tenido el gran privilegio de servir no sólo a esta Cámara, sino también a la Cámara de los Comunes y a las autoridades locales del Reino Unido. Debo decir que en dichas entidades —las autoridades locales y el Parlamento nacional— existe más democracia y más participación que en este Parlamento.
Lo que necesitamos es el compromiso de los diputados a este Parlamento en los procedimientos de los debates. Aquí no existe debate, ni argumento, ni pasión, ni entusiasmo, y el problema con el informe del señor Corbett —bien intencionado, no me cabe duda— es que dará a la Presidencia de este Parlamento poderes incluso mayores. ¡Es un error! Lo que deberíamos hacer, si somos lo bastante sensatos en los años venideros, es dar mayores poderes a los diputados al PE y reducir los de la Presidencia. Por esa razón he votado como lo he hecho.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, al igual que los lemmings, la mayoría de los diputados a este Parlamento se precipitan de una reforma Corbett a la siguiente, y cada una de ellas les resta democracia y derechos, aunque se afirme lo contrario. Se afirma que la gente desea más debates, mientras que al mismo tiempo se impiden los debates sobre los informes de propia iniciativa y se reemplazan por declaraciones escritas; sin embargo, la palabra Parlamento procede de parlare y no de «respetar el minuto»: eso es para los burócratas. Se habla de tener más tiempo para el trabajo legislativo: podríamos tenerlo los jueves y los viernes, el problema es que no lo empleamos; ésa es la razón por la que no tenemos suficiente tiempo para el trabajo legislativo.
La verdadera reforma parlamentaria —y aquí doy la razón al señor Sumberg— consistiría en algo totalmente diferente. Estamos eliminando nuestros propios derechos, estamos reduciendo la cantidad de tiempo de uso de la palabra, ya no podemos presentar enmiendas, lo que significa que estamos renunciando a nuestra propia capacidad de transacción. De ahora en adelante, sólo habrá argumentos ideológicos sobre textos inflexibles.
Considero que éste es, sin duda, un día negro en la historia de este Parlamento, donde he trabajado durante veintinueve años: quince como miembro del personal y como periodista, y catorce como diputado al PE. Creo que este proceso de autocastración parlamentaria ha llegado demasiado lejos; incluso la Comisión de Asuntos Exteriores ha perdido ya gran parte de sus poderes y de su potencial, algo que lamento profundamente.
Philip Claeys (NI). – (NL) Bajo la apariencia de reformas para hacer que el funcionamiento del Parlamento sea más eficaz, el informe Corbett introduce una serie de medidas que no tienen nada que ver con ello; antes al contrario, se trata de modificaciones al Reglamento que, sencillamente, impondrán limitaciones a las actividades parlamentarias habituales. El ejemplo más patente es la modificación del apartado 4 del artículo 110, que restringiría la cantidad de preguntas escritas habituales a tres al mes. En su explicación, el ponente argumenta que este límite se introduce para impedir el denominado «abuso» del derecho de los diputados al PE a formular preguntas.
La presentación de preguntas escritas es uno de los medios más importantes para llevar a cabo nuestro papel supervisor en calidad de diputados al PE. Sugerir que ello puede conducir a abuso es, de hecho, un insulto a cada uno de los diputados al PE que considera sus obligaciones con seriedad. Este ejemplo típico de detracción socialista es, en todo caso, indigno de este Parlamento; ¡de hecho, de cualquier parlamento!
Frank Vanhecke (NI). – (NL) Este Parlamento realmente hace todo lo posible por reforzar la imagen de la eurocracia como una especie de doctrina totalitaria que no tolera ya ninguna oposición. Esta vez se trata del drástico recorte del derecho de los diputados al PE a dirigir preguntas a la Comisión.
Al parecer se comenta que la Comisión, ese gigante con sus 10 000 funcionarios que interfieren en todo tipo de cosas, en demasiadas, pone el grito en el cielo sobre la carga de trabajo que conllevan las preguntas parlamentarias. Por el amor de Dios, qué arrogancia por parte de una institución como la Comisión, que está poniendo de manifiesto su evidente desdén hacia cualquier forma de control democrático al apenas contestar a las preguntas parlamentarias, con frecuencia de manera totalmente inadecuada, y siempre soslayando la cuestión. ¡El hecho de que el Parlamento se arrastre ante los potentados de la eurocracia es, sencillamente, vergonzoso!
Christopher Heaton-Harris (PPE-DE). - Señor Presidente, usted podría estar preguntándose perfectamente por qué me pongo en pie para dar explicaciones de voto sobre la mayoría de las cuestiones en esta Cámara: es, simplemente, por cosas como las reformas Corbett. Como individuo cuyos puntos de vista difieren ligeramente de los del gran Grupo en el que ocupo mi lugar, se me suele excluir de intervenir en el curso del debate principal, y ello seguramente es una razón por la que deberíamos potenciar en esta Cámara mayor democracia, mayor presencia de grupos más reducidos, y dar facultades a los diputados al PE de forma individual.
Cada vez que veo un informe Corbett pienso para mí mismo que, en realidad, Richard Corbett es para el Parlamento Europeo lo que era Lengua de serpiente para el rey Théoden en El señor de los anillos. Cada vez que dice que estamos ganando en democracia, damos un paso atrás. Está ocurriendo algo seriamente grave en este Parlamento; algo siniestro, antidemocrático y totalmente erróneo: ése es el motivo por el que he votado contra este informe.
Syed Kamall (PPE-DE). - Señor Presidente, hace unos meses un grupo de diputados al PE, entre los que me incluyo, pensamos en emplear el procedimiento parlamentario vigente para retrasar el voto sobre la Constitución presentada bajo la apariencia del Tratado de Lisboa. En aquel momento, el Presidente ignoró el Reglamento para abreviar las explicaciones de voto; con posterioridad, se concedió a sí mismo facultades arbitrarias a través de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Ahora, el informe Corbett pretende ampliar las restricciones a los derechos democráticos de los diputados al PE para formular preguntas a la Comisión y al Consejo. ¿Cómo puede esta Cámara alegar que cubre el denominado déficit democrático, cuando los derechos de los diputados se ven mermados por fuerzas antidemocráticas? Sin duda, la prueba que debe superar cualquier democracia es la tolerancia hacia las opiniones discrepantes o minoritarias. ¿Qué pasos, nos preguntamos, serán los siguientes? ¿Quién impedirá nuestro descenso por esta pendiente resbaladiza en nombre de la denominada eficacia? Quizá la dictadura enmascarada se antepone a la democracia. Por favor, abran los ojos: luchemos por la democracia.
David Sumberg (PPE-DE). - Señor Presidente, quizá sea sorprendente que los conservadores y yo tengamos directrices distintas sobre esta cuestión y que, finalmente, aunque todos estemos a favor de un control presupuestario firme de la Unión Europea —de hecho, hemos sufrido durante demasiado tiempo la negativa de los auditores a dar el visto bueno a las cuentas de la Unión Europea—, hayamos adoptado una opinión diferente sobre este informe. ¿Por qué? Porque hace referencia reiteradamente al Tratado de Lisboa.
Debe emitirse el mensaje a quienes tienen influencia en estas cuestiones: el Tratado de Lisboa ha muerto. El pueblo irlandés, en su gran juicio, lo ha rechazado mediante el voto democrático, y aunque habrá gente en Bruselas y aquí, en Estrasburgo, que se afanará, convencerá, sobornará e intrigará para tratar de persuadir a los irlandeses a cambiar su actitud, debería prevalecer la decisión del pueblo, y en este caso Irlanda se ha posicionado por el pueblo de Europa. Que su voz se oiga.
Christopher Heaton-Harris (PPE-DE). - Señor Presidente, como le dirán los colegas que están a su lado, siempre trato de tomar la palabra en las cuestiones presupuestarias.
Para mí ha sido un verdadero placer trabajar este año con Jutta Haug, ponente de la Comisión de Presupuestos. Fue cuando se encargó del presupuesto por última vez, cuando conseguí presentar algo menos de quinientas enmiendas a su presupuesto para debatir en comisión, y varias de ellas llegaron a presentarse al Pleno. Es una persona agradable con la que trabajar y comprende muchos de los problemas que tengo con aquellos elementos del Tratado de Lisboa que ya están siendo presupuestados, teóricamente en virtud del fundamento jurídico de las perspectivas financieras acordadas en el Consejo —aunque estoy bastante seguro de que no es correcto—. Comprende también que tengo un gran problema con numerosas ONG a las que financia el presupuesto de la Comisión para presionarla a hacer más cosas, en una extraña relación simbiótica que no debería continuar, y sabe que mantengo una relación muy especial con el movimiento de los Juegos Olímpicos Especiales, que debería beneficiarse del presupuesto europeo en algún momento futuro.
En todas esas cuestiones tengo un gran respeto por la ponente, pero me pregunto si alguien más en esta Cámara presta atención alguna al presupuesto, aparte del pequeño número de extraños forofos del presupuesto que hay en sólo un par de comisiones de esta Cámara.
Laima Liucija Andrikienė (PPE-DE). – (LT) Como ustedes saben, hace más de medio año, unos cientos de miles de ciudadanos de la UE presentaron una petición a nuestro Parlamento sobre el impacto medioambiental del gasoducto Nordstream y hoy, más de medio año después, han recibido la respuesta del Parlamento Europeo y han conocido nuestra posición sobre esta importante cuestión.
Expreso mi agradecimiento a quienes han votado a favor de este documento, especialmente al señor Libicki y al señor Beazley, así como al resto de mis colegas por haber contribuido a su preparación. Me siento verdaderamente agradecida a todos los diputados al PE que, con sus votos, han dejado claro que, en primer lugar, la Unión Europea necesita gas y, en segundo lugar, que los ciudadanos de la UE que viven en las cercanías del Mar Báltico tienen la responsabilidad de preservarlo para las generaciones futuras.
Victor Boştinaru (PSE). - (RO) En primer lugar, permítanme expresar mi agradecimiento a todos los colegas que han votado hoy a favor del informe Libicki. Este informe no hace referencia a la fobia a Rusia o a la fobia al gas; se refiere al hecho de que el Parlamento Europeo no puede negar ni dar la espalda a las quejas de los peticionarios relativas a una delicada cuestión política.
La cuestión de la política energética común debería solventarse aproximándola a la escala de la Comunidad Europea; no obstante, hasta ese momento los acuerdos bilaterales deberían integrarse en una auténtica política interior en el ámbito de la energía con el fin de asegurar el logro de dos objetivos esenciales:
1. el resultado de todas las negociaciones debería ser provechoso para cada Estado miembro;
2. así, podría evitarse la vulnerabilidad de los Estados miembros participantes en los acuerdos bilaterales con terceros países.
En mi opinión, éstos son los requisitos para cualquier estrategia de la Unión Europea en materia de energía, y éste es el gran reto que el Parlamento Europeo abordará en la próxima legislatura.
Zuzana Roithová (PPE-DE), por escrito. – (CS) Yo también me siento aturdida por la inquietud de decenas de miles de ciudadanos que, en su petición, subrayan los riesgos inherentes a la construcción del mayor gasoducto en el fondo del Mar Báltico, de escasa profundidad.
Su petición ha resultado en una audiencia pública y en un informe del Parlamento Europeo que ha destacado la necesidad de incluir a otros países, y a la UE en particular, en el proceso de toma de decisiones. Los problemas se deben a los riesgos ecológicos que existen como resultado de grandes «cementerios» de buques de guerra y de municiones en el fondo marino, así como a un método químico arriesgado, necesario para limpiar el gasoducto antes de que entre en servicio.
No expresaré una opinión sobre el trazado terrestre alternativo, pero creo firmemente que la Comisión Europea y el Consejo deben asumir su papel como coordinadores de obligaciones y exigir sistemáticamente —en interés de los países bálticos y de otros— que los inversores asuman su plena responsabilidad por el perjuicio ecológico potencial. Asimismo, la Comisión y el Consejo deben solicitar una evaluación de impacto independiente y una evaluación del trazado terrestre alternativo.
La ruta de abastecimiento del norte, a partir de Rusia, es importante. Por lo tanto, es imperativo que la UE firme un acuerdo con Rusia sobre las condiciones para controlar la construcción del gasoducto y para su funcionamiento seguro. Después de todo, Rusia todavía no ha ratificado el Convenio de Espoo. Lamentablemente, aún no tenemos unas normas o una política energética de la UE común. Podemos ver claramente que, en lugar de un acuerdo bilateral entre Alemania y Rusia, los europeos necesitan el acuerdo de la UE y el consentimiento de los países bálticos para la construcción, y a ese respecto el Parlamento está emitiendo una señal política definida.
Leopold Józef Rutowicz (UEN). - (PL) Señor Presidente, apoyo plenamente el informe del señor Libicki. Las enmiendas no lo mejoran, pues sólo debilitan las conclusiones. El gasoducto es peligroso para el medio ambiente, para el mar y para los países bálticos. Un problema adicional es el coste de la construcción, que multiplica lo que costaría que Nordstream construyera el gasoducto en tierra. Sería la población de Alemania y de Europa quien tuviera que pagar esos costes adicionales, pues los costes de la construcción se añadirían al precio de cada metro cúbico de gas que se vendiera. ¿Quién saldría ganando con ello? Los grupos de presión, la empresa constructora y los políticos rusos. Con ese dinero se podrían construir varias plantas nucleares, lo que reduciría el uso del gas y las emisiones de CO2.
Tenemos la responsabilidad de velar por la seguridad y los fondos públicos de la Unión Europea. Es nuestra responsabilidad moral, y manifiesto al señor Matsakis que me opongo a la construcción del gasoducto a través del Mar Báltico.
Bogusław Rogalski (UEN). - (PL) Señor Presidente, quisiera expresar mi profunda satisfacción ante la aprobación casi unánime por parte de esta Cámara del informe sobre el impacto medioambiental del proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico para unir Rusia y Alemania.
El Mar Báltico es un mar interior típico de escasa profundidad y un ciclo de intercambio de aguas con el océano limitado. Además, hay una gran cantidad de armas químicas depositadas en su fondo marino, lo que podría llevar a un desastre ecológico durante la construcción en esta cuenca, de gran importancia desde el punto de vista europeo.
Sin embargo, existe otra cuestión más importante que se plantea en este informe. Las inversiones en materia de energía que implican a los Estados miembros de la UE deberían ser objeto de vigilancia y atención conjuntas de Europa y de toda la UE y sus ciudadanos; no sólo de un país, Alemania, en este caso. Ante todo, debemos pensar en la solidaridad europea y garantizar la seguridad energética para el conjunto de Europa, cosa que no ocurre hoy por hoy.
Espero que este informe emita una señal clara del Parlamento Europeo al Consejo y a la Comisión pero, especialmente, al Gobierno alemán, de que no deberían ser únicamente dos países los que tomen decisiones sobre el gasoducto del Mar Báltico, sino que ello debería realizarse con el convencimiento y el acuerdo de esta Cámara y de todos los Estados miembros.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Señor Presidente, he votado a favor de este importante informe elaborado por el señor Libicki, pues el gasoducto europeo del norte es un proyecto que podría tener repercusiones hasta en ocho Estados miembros de la Unión Europea; por lo que creo que la Unión debería preparar su propia postura sobre esta materia. Para ello, lo esencial y fehaciente es la investigación independiente y los análisis que presentan los riesgos ecológicos y establecen mecanismos adecuados para realizar un seguimiento de las actividades en este ámbito. Lo que necesitamos hoy es una política energética conjunta y unificada, sin caer en culparnos unos a otros por tratar de salvaguardar nuestros propios intereses nacionales a costa del conjunto de la Comunidad. Debemos preparar una posición común sobre esta cuestión, que tenga en cuenta tanto el ámbito energético y medioambiental como el relacionado con la seguridad de cada uno de los Estados miembros. Particularmente en esta cuestión, Europa debería mostrar un frente común.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, el anterior Canciller alemán, Gerhard Schröder, a quien se le paga ahora por presidir el Consejo de Supervisión del gasoducto en el Mar Báltico, presionaba ya a favor de este proyecto cuando fue Jefe de Gobierno. Con total frialdad, acordó los detalles de la operación con Moscú prescindiendo de sus vecinos europeos y, al hacerlo así, no sólo suscitó temores históricos, sino que planteó también cuestiones ecológicas y económicas bastante justificables para las cuales no hay una respuesta satisfactoria.
Por consiguiente, diría muy claramente que este proyecto sólo puede realizarse si se consideran con seriedad los temores y las preocupaciones de los países europeos vecinos y de los socios de la UE, y si éstos lo acuerdan así. Tomar decisiones de esta índole prescindiendo de los Estados vecinos no es una actitud europea y, por tanto, a mi modo de ver, es inaceptable. Aún más, y sus Señorías de nacionalidad polaca y checa podrán confirmar lo que digo, lo mismo puede decirse sobre otras cuestiones como el emplazamiento de misiles y la emisión de visados.
Todas las partes deben examinarse con detenimiento y reconocer que cuando se trata de asuntos exteriores, en Europa necesitamos mantener la solidaridad en estos ámbitos políticos fundamentales, pues sólo entonces nuestros socios internacionales nos considerarán seriamente. En consecuencia, como diputado alemán a este Parlamento, he votado a favor del informe Libicki y contra la irreflexiva construcción del gasoducto del Mar Báltico.
Rainer Wieland (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, creo que por fin hemos hallado un texto que podemos aceptar razonablemente. Sin embargo, lamento que continúen existiendo algunos problemas de coherencia. Lo que más lamento en particular son las acciones de quienes se han quejado hoy de que no funcionara la pantalla de resultados.
Hace cuatro semanas vimos en comisión cómo la votación prosiguió inexorablemente a pesar del hecho de que veintidós lenguas no estaban representadas. Por lo tanto, me opongo particularmente al procedimiento al que hemos llegado. Todo esto tiene que ver con cuestiones económicas e históricas y, ciertamente, también con la energía, y es probable que con el medio ambiente. Sin embargo, el medio ambiente se exhibe como si fuera el relicario y, de hecho, sorprende que la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, que en realidad debería haber sido la primera en pasar a la acción, rechazara presentar una opinión en absoluto.
El procedimiento por el que hemos optado no ha sido el correcto; deberíamos haber sido capaces de elaborar un texto mejor. Por esa razón —y más especialmente por motivos procedimentales y por las diversas diligencias de la Comisión de Peticiones— finalmente no he votado a favor del informe.
David Sumberg (PPE-DE). - Señor Presidente, quería dar una explicación de voto sobre esta cuestión simplemente para precisar un punto. En Afganistán, actualmente son los Estados Unidos, el Reino Unido y uno o dos países más los que están oponiendo resistencia; están oponiendo resistencia contra lo que creo que es la mayor amenaza a Europa desde la Segunda Guerra Mundial: la amenaza del terrorismo internacional.
El problema es que existen algunos países europeos que no están oponiendo la misma resistencia. Sí, están en Afganistán; sí, algunas de sus fuerzas están allí, pero el grueso de la acción de ataque lo soportan —tengo que ser franco— las tropas británicas y estadounidenses, y rindo tributo a la valentía en particular de las tropas británicas y a los jóvenes que han sacrificado sus vidas en esa causa.
En Europa deberíamos haber aprendido la lección de que no se puede apaciguar a quienes desean destruirnos, una lección que debería haberse aprendido en los años treinta, en relación con el comunismo soviético —pero me temo que no ha sido aprendida todavía, y es importante que lo sea—.
Eoin Ryan, en nombre del Grupo UEN. – Señor Presidente, creo que muchos de nosotros somos conscientes de los problemas que el abuso de la heroína produce en las personas, sus familias y sus comunidades a escala global, pero también en Europa, que ha empleado numerosas políticas inteligentes a escala comunitaria para abordar su consumo, y que en muchos aspectos es líder mundial al abordar el problema mediante su tratamiento y otros programas similares.
Sin embargo, por el momento el 90 % de la heroína que llega a las calles de Europa procede de Afganistán. Creo que las políticas que estamos emprendiendo en la actualidad no son verdaderamente eficaces. La economía abierta de Afganistán y la insurgencia se refuerzan mutuamente. La droga financia a los talibán, mientras que el desorden y la violencia resultantes favorecen el cultivo del opio. Se han realizado numerosos intentos por tratar de persuadir a los cultivadores de opio a que produzcan otros cultivos, pero desafortunadamente han fracasado.
No es sorprendente que todavía existan campos de opio en Afganistán, y en particular en las provincias de Helmand y Kandahar, puesto que este lucrativo negocio genera alrededor de 500 millones de dólares al año para los cultivadores, y alrededor de 3 500 millones de dólares para las actividades de refinería y contrabando. Al no atajar eficazmente este problema de raíz y al no proporcionar alternativas sostenibles a los cultivadores de opio, estamos fracasando no sólo ante los ciudadanos de Afganistán, sino también de Europa. Lamentablemente, lo que ocurre es que Afganistán se está convirtiendo en otro narcoestado, y he ahí todos los problemas que surgieron en Colombia cuando se permitió esa situación.
Reconozco que no es sencillo; reconozco que tratar de abordar el problema de Afganistán es sumamente complejo para todas las personas que están tratando de hacerlo, pero creo que las políticas que estamos emprendiendo no están funcionando verdaderamente. Desconozco cuál es la solución. He leído mucho sobre ello y sé que existen personas sobre el terreno que están poniendo sus vidas en peligro por tratar de abordar el problema.
Creo que el problema de la heroína en Europa está comenzando a incrementarse. Este año, las autoridades irlandesas se han incautado de una cantidad récord de heroína e informes recientes han mostrado el gran problema de las jóvenes consumidoras de heroína en el país. Como antiguo ministro responsable en materia de drogas, creo que se necesita una mayor coordinación para combatir eficazmente su tráfico ilegal entre todos los Estados miembros de la UE, así como con otros Estados vecinos de Afganistán.
Carlo Fatuzzo (PPE-DE). - (IT) Señor Presidente, he votado a favor de este informe porque habría que estar ciego para no ver el nido de víboras de oposición al mundo democrático que existe en Afganistán. El mundo democrático está tratando de defenderse contra los atentados terroristas, que han tenido lugar en diversos grandes Estados de todo el mundo, y tras algunas victorias contra los terroristas, ahora se encuentra luchando contra la venenosa secuela de una organización que debe ser borrada de la faz de la Tierra y que está tratando de reagruparse en Afganistán tras la contundente derrota sufrida en Iraq. Por ello, Europa debe permanecer codo con codo los Estados Unidos en esta empresa.
Bernd Posselt (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, el excelente estratega en política exterior Franz Josef Strauss, cuya muerte, hace exactamente veinte años, conmemoraremos el 3 de octubre de este año, dijo siempre que una chaqueta mal abrochada debe desabrocharse para volverla a abrochar correctamente. Ésa es exactamente la situación que tenemos ahora en Afganistán, pues hemos estado utilizando la estrategia política equivocada. Hemos construido nuestros esfuerzos en torno a los grupos minoritarios de la Alianza del Norte, y hemos ignorado a los poderes representativos de la mayoría de la población; esto es, a los pashtun. Ésa es la razón por la que la política y la democracia, sencillamente, no funcionan allí.
Si no nos ganamos la simpatía de la mayoría de la comunidad representativa pashtun hacia Occidente, hacia la democracia y el compromiso a nuestra causa, entonces habremos fracasado estrepitosamente en Afganistán, como parece muy claramente que es lo que puede ocurrir. Por lo tanto, sencillamente apelaría a todas las partes a adoptar un enfoque político renovado en Afganistán y a no conducir a los pashtun a los brazos de lo que queda de los talibán, englobándolos a todos en el mismo conjunto. Sería un gran error. Necesitamos una nueva estrategia política, más diferenciadora.
Como europeos, todos conocemos los problemas de la nacionalidad, posiblemente incluso mejor que otros. Deberíamos aplicar esa experiencia de forma juiciosa y competente en Afganistán.
Christopher Heaton-Harris (PPE-DE). - Señor Presidente, quisiera expresar mi agradecimiento, una vez más, al personal de los servicios de interpretación por quedarse aquí durante tanto tiempo, comiendo en los descansos y escuchando nuestras explicaciones de voto. Si no hubiéramos tenido el informe Corbett y todas esas cosas que nos hacen dar explicaciones de voto a estas horas, podríamos haber ido a comer mucho más pronto.
En primer lugar, quisiera secundar las palabras del señor Eoin Ryan, pues creo que ha expuesto elocuentemente uno de los mayores problemas que tenemos con Afganistán. También iba a señalar los mismos puntos que mi acertado colega, el señor David Sumberg. No puedo creer la desfachatez general de esta Cámara incluso al hablar de este tema, teniendo en cuenta cuántos de nuestros Estados miembros han puesto sus tropas en primera línea de acción en Afganistán. Tengo muchos electores, dos de los cuales han regresado recientemente en bolsas de plástico desde Afganistán, y les prometo que nadie desea poner tropas en peligro, pero ésta es verdaderamente una causa vital para todos nosotros.
Detesto el sentimiento general antiestadounidense que se respira aquí. No puedo entender de ningún modo el sentimiento antimilitar de esta Cámara, y aquí hay algunas personas que son bastante cobardes en sus acciones, que lanzan piedras desde la seguridad de su puesto, mientras que otros están poniendo verdaderamente sus vidas en peligro por mejorar una situación para beneficio de todos.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe realizado por mi estimado colega polaco Jacek Saryusz-Wolski, que propone la aprobación en primera lectura del proceso de codecisión sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 1638/2006 por el que se establecen las disposiciones generales relativas a la creación de un Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación. Dadas las necesidades de financiación, era importante elucidar las disposiciones existentes sobre los fondos comunitarios gestionados por intermediarios financieros, ya que el texto actual es ambiguo respecto a la posibilidad de continuar reinvirtiéndolos. Además, parece lógico autorizar al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a reinvertir dentro del Mecanismo Euromediterráneo de Inversión y Cooperación (FEMIP) el reflujo de fondos de operaciones anteriores. Puesto que los anteriores Reglamentos no estipulan la posibilidad de reinvertir los fondos, los «reflujos» retornan al presupuesto de la Comunidad, mientras que con la enmienda propuesta el BEI puede reinvertirlos en el contexto del FEMIP hasta que la Comisión decida cerrar la operación.
Titus Corlăţean (PSE), por escrito. − (RO) He dado mi apoyo a la adopción de las disposiciones generales relativas a la creación de un Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación.
Considero que dicho instrumento debería evolucionar y que las prioridades financieras y presupuestarias de la Unión Europea tendrían que avanzar hacia la dimensión oriental de la Política de Vecindad, que debería incluir también a la República de Moldova y a Ucrania.
He apoyado la adopción del informe con el fin de hablar más acerca de una solución relativa a la vocación europea y a la integración en la UE de la República de Moldova, en relación, obviamente, con los avances democráticos en los ámbitos de la libertad de prensa, las reformas jurídicas, la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos y la garantía de los derechos de los partidos de la oposición en las elecciones de 2009.
John Attard-Montalto (PSE), por escrito. − Expreso mi posición respecto a la creación de criterios comunes definidos en relación con los regímenes de ayudas creados directamente en virtud de la PAC. Asimismo, quisiera hacer referencia al establecimiento de la ayuda, y a los derechos y obligaciones de los agricultores y granjeros.
La propuesta se presenta para materializar criterios por los que se autorice a los Estados miembros a transferir ayudas a los granjeros que producen carne de vaca y de ternera.
Este sistema se conoce técnicamente como «acoplado», y puesto que Malta ha optado por la puesta en práctica de pagos totalmente desacoplados, he votado a favor sobre la base de una cuestión de interés nacional.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) La población muestra su preocupación hacia la seguridad de los alimentos, motivada por la EEB, los escándalos relativos a la carne, y otros en los que la UE no siempre ha dejado una buena impresión. Que las autoridades bávaras se mantuvieran realmente en la ignorancia durante años sobre una operación policial en la que estuvieron implicados delincuentes italianos que comerciaban con queso podrido, y que se deteriorara la cooperación sobre el reciente escándalo del vino, todo ello subraya la grave debilidad del sistema europeo de información, que debe subsanarse inmediatamente.
Asimismo, la actual crisis del sector alimentario muestra claramente lo importante que es la autosuficiencia agrícola para cualquier país. Por lo tanto, deberíamos proporcionar mayor apoyo a nuestros agricultores a pequeña escala, y de manera más específica a nuestros agricultores de productos orgánicos. Ciertamente, la necesidad de potenciar la producción agrícola no debería emplearse como pretexto para aprobar por la trastienda, y de manera general a escala de la UE, la tecnología de modificación genética. Si el público rechaza los alimentos genéticamente modificados, en consecuencia la UE debe acatar esa decisión y no ceder a los intereses de unas cuantas grandes empresas.
Informe: Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (A6-0290/2008)
John Attard-Montalto (PSE), por escrito. − La industria histórica de Malta ha sido la reparación de buques. El trabajo en los astilleros es peligroso. Junto con la industria de la construcción, son las dos principales actividades más propensas a los accidentes, pero mientras que la industria de la construcción ha tardado en incorporar el uso de equipos de seguridad en el trabajo, los astilleros prestan gran atención a la protección y seguridad laboral.
En la actualidad, los astilleros de Malta están afrontando su prueba más dura. El Gobierno del Partido Nacionalista pretende privatizarlos a toda costa y parece que no va a considerarse ninguna otra alternativa. La diversificación, los segmentos industriales o ámbitos de especialización como la restauración de barcos de crucero no parecen estar incluidos en la agenda para su debate.
Ello es así a pesar de que el Partido Laborista y la Unión General de Trabajadores de Malta han comunicado al Gobierno que están dispuestos a tomar parte para salvar los astilleros, los cuales han venido aportando desde siempre especialistas con gran conocimiento práctico, no solamente para sí, sino también para la industria maltesa. Su excelencia es insuperable.
He podido valorar dicha excelencia personalmente cuando, hacia el final del período del último Gobierno laborista, el Primer Ministro me otorgó la responsabilidad de los astilleros, por los que puedo añadir que siento un especial afecto, pues mi padre fue empleado de astilleros durante los años cincuenta.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) Sobre la base del informe elaborado por mi colega polaco, Dariusz Rosati, he votado a favor de la resolución legislativa por la que se modifica, de acuerdo con el procedimiento de consulta, la propuesta de Directiva del Consejo por la que se modifican diversas disposiciones de la Directiva 2006/112/CE, de 28 de noviembre de 2006, relativa al sistema común del impuesto sobre el valor añadido. En virtud del artículo 171 del Tratado CE, la Comunidad puede establecer empresas comunes o cualquier otra estructura necesaria para la puesta en práctica eficaz de los programas comunitarios de investigación, desarrollo tecnológico y demostración, y será muy probable que lo haga así con mayor frecuencia en el futuro. Por consiguiente, era lógico definir un marco fiscal adecuado para estos tipos de empresas, dispensándoles el mismo tratamiento que a los organismos internacionales. Además, en el contexto de su adhesión, Bulgaria y Rumanía, al igual que otros nuevos Estados miembros, han sido autorizados a aplicar excepciones relativas a la exención fiscal concedida a las pequeñas y medianas empresas y al régimen de IVA aplicable al transporte internacional de pasajeros. A los fines de transparencia y coherencia, dichas exenciones deberían incorporarse a la Directiva sobre el IVA.
Astrid Lulling (PPE-DE), por escrito. – (FR) Al igual que el ponente alternativo de mi Grupo, he votado a favor del informe Rosati sobre la modificación de diversas disposiciones relativas al sistema común del impuesto sobre el valor añadido. En mi opinión, las modificaciones de la Directiva sobre el IVA que propone la Comisión constituyen simplificaciones y mejoras importantes.
La aclaración del ámbito de aplicación del régimen de IVA aplicable al suministro de gas natural, calefacción y refrigeración permitirá a los Estados miembros aplicar tipos reducidos de IVA al suministro de dichos bienes, como concibe la Directiva. En el clima actual, en el que los precios de la energía se están disparando, creo que es fundamental que los Estados miembros puedan contrarrestar los incrementos excesivos en el precio con la reducción de los impuestos indirectos; esta medida contribuye a aliviar la presión inflacionaria, que tiene un impacto negativo sobre la situación económica y el poder adquisitivo del consumidor.
Igualmente, debo señalar que los Estados miembros que desean reducir su tipo de IVA sobre el suministro energético son libres para hacerlo así en virtud de las Directivas existentes, en particular respecto a los tipos mínimos. No necesitamos nueva legislación europea en ese ámbito; los Gobiernos europeos que deseen actuar con rapidez tienen a su disposición todos los medios necesarios.
David Martin (PSE), por escrito. − Doy mi apoyo a las recomendaciones incluidas en el informe Rosati. Una mayor dilucidación de los elementos de la Directiva sobre el IVA, como el derecho a la deducción, beneficiará a las PYME, que podrían haber afrontado una burocracia innecesaria de acuerdo con disposiciones anteriores; por tanto, he votado a favor de los cambios que propone el informe.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) El informe pretende promover el Protocolo adoptado en 2003 sobre evaluación estratégica del medio ambiente de la Convención de Espoo de 1991 de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas sobre la evaluación del impacto ambiental en un contexto transfronterizo (Protocolo EAE). La Comisión firmó el Protocolo EAE en nombre de la Comunidad Europea el 21 de mayo de 2003 en la V Conferencia Ministerial «Medio ambiente para Europa», celebrada en Kiev, Ucrania, en mayo de 2003.
Los objetivos del Protocolo EAE consisten en garantizar un alto nivel de protección del medio ambiente, incluida la salud, y velar por que esas preocupaciones se integren en las medidas e instrumentos destinados a promover el desarrollo sostenible.
En este contexto, la Comunidad Europea se propone aplicar el artículo 13 del Protocolo EAE de la Convención de Espoo mediante los procedimientos de evaluación de impacto establecidos en la Comunicación sobre la evaluación del impacto, que aborda de forma equilibrada los componentes económico, social y medioambiental del desarrollo sostenible.
David Martin (PSE), por escrito. − Debe respaldarse el informe de Boguslaw Sonik «Protocolo sobre evaluación estratégica del medio ambiente de la Convención de Espoo de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas sobre la evaluación del impacto ambiental en un contexto transfronterizo», pues las cuestiones medioambientales y sanitarias han de tenerse en cuenta al promover el desarrollo sostenible. He votado a favor de las recomendaciones del informe.
Carlos Coelho (PPE-DE), por escrito. − (PT) Cuando se firmó el Acuerdo sobre la asociación de la Confederación Suiza al acervo de Schengen en octubre de 2004, no fue posible incluir a Liechtenstein debido a la falta de un acuerdo sobre la fiscalidad del ahorro (que no se alcanzó hasta un año después).
Teniendo en cuenta que durante varias décadas ha existido una política de libre circulación de personas entre Suiza y Liechtenstein, era fundamental asociar Liechtenstein a ese Acuerdo.
Por consiguiente, apoyo esta iniciativa que, mediante un Protocolo anexo al presente Acuerdo, asocia este país a Schengen. Liechtenstein tendrá que aceptar y aplicar la totalidad del acervo, excepto las disposiciones de nuevos actos o medidas relativas a la ejecución de peticiones de registro y embargo respecto de investigaciones o procesos por infracciones en el campo de la imposición directa (que no son punibles de acuerdo con la legislación de Liechtenstein con penas privativas de libertad).
Apoyo la posición de la ponente, Ewa Klamt, en el sentido de que el Parlamento Europeo debe dar su conformidad, como ha ocurrido en relación con el Acuerdo con el que se asocia este Protocolo; sin embargo, el Parlamento Europeo debería tener acceso a mayor información sobre cualquier negociación internacional en curso con el fin de poder ejercitar adecuada y uniformemente sus competencias.
Glyn Ford (PSE), por escrito. − He votado contra este informe como gesto de protesta contra el fracaso de la Comisión y el Consejo para hacer algo por abordar los problemas de los paraísos fiscales en Europa. Ciertamente, Liechtenstein no es el único paraíso fiscal de Europa, pero el único modo en que puede persuadirse a estos microestados a actuar es ejerciendo presión política sobre ellos. Sin embargo, continuamos tratando a estos Estados y a sus ciudadanos con guantes de seda, aun cuando sus reglas bancarias y su secretismo privan a los Estados miembros de miles de millones de euros cada año.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Hasta el momento, Suiza y Liechtenstein han mantenido una asociación privilegiada con la UE mediante diversos acuerdos bilaterales, algo que podría elogiar, ciertamente, cualquier Estado que desee preservar su soberanía e identidad, pero no dice mucho precisamente a favor de la UE que la participación de Liechtenstein en el programa Schengen estuviera condicionada a los acuerdos relacionados con la fiscalidad del ahorro; guarda semejanza con la amenaza Schengen-Dublín, cuya finalidad era que los suizos entraran en razón.
No puede ser correcto emplear millones en ayuda y diversas promesas ilusorias con el fin de atraer a nuevos miembros o vincular a los países más estrechamente a la UE para privarles de la oportunidad de seguir su propio camino fuera de la Comunidad.
Carlos Coelho (PPE-DE), por escrito. − (PT) El Reglamento actual establece un formato uniforme para los visados, pero no ha conducido a una numeración única de visados para todos los Estados miembros.
El número se incluye para identificar el visado individual emitido a un nacional de un tercer país por uno de los Estados miembros, y aunque existen ciertas diferencias entre ellos, hasta ahora no han sido tan importantes, pues el visado se comprueba sólo visualmente en la frontera, o por la lectura de la zona legible mecánicamente.
Sin embargo, una vez que el Sistema de Información de Visados (VIS) se encuentre operativo, la verificación en los puntos fronterizos de las fronteras exteriores debe llevarse a cabo utilizando el número de etiqueta adhesiva del visado en combinación con las huellas dactilares de su titular.
Por lo tanto, la numeración de los visados debe modificarse para obtener un número único de etiqueta adhesiva del visado que garantice, durante el proceso de verificación, que sólo se extraerá el expediente de solicitud correspondiente, en el que se verificarán las huellas dactilares de la persona que presenta el visado en la frontera.
Por lo tanto, apoyo esta propuesta para asegurar la numeración coherente y única de las etiquetas adhesivas de los visados empleados en el VIS, garantizando así que, cuando el sistema de intercambio de datos de visados entre en vigor pueda operar lo más correctamente posible, reduciéndose los riesgos de acceso indebido a los datos personales.
Neena Gill (PSE), por escrito. − Presidente, he votado a favor de este informe, y espero que la renovación del Acuerdo sobre cooperación científica y tecnológica entre la Comunidad Europea y el Gobierno de la República de la India sea más significativo, pues hasta la fecha la cooperación científica no ha alcanzado su pleno potencial y el acuerdo ha existido únicamente sobre el papel, por lo que confío en que el nuevo acuerdo se traduzca realmente en acciones concretas por ambas partes.
La ciencia y la tecnología son un componente clave de la asociación estratégica UE-India y una de las áreas de cooperación más prometedoras, donde ambas partes se disponen a beneficiarse mutuamente de la colaboración.
Aunque fortalecer el acuerdo existente es algo positivo, su renovación debería centrarse en los retos clave que afrontamos, en particular el cambio climático, la seguridad energética y la epidemiología, pues existe verdadera oportunidad de aunar recursos en la investigación y el desarrollo para alcanzar soluciones comunes.
Finalmente, quisiera subrayar también que este acuerdo ofrece una oportunidad, no sólo para colaborar en las cuestiones globales más importantes, sino también para marcar una diferencia significativa en la vida de la población de la India que todavía no tiene acceso a la tecnología básica. Al transferir parte de su tecnología, Europa puede contribuir al desarrollo económico y social del país.
Ewa Tomaszewska (UEN), por escrito. − (PL) A la luz de la confusión que se ha producido durante la votación, quisiera aclarar que mi intención fue apoyar el mantenimiento de la inmunidad del señor Witold Tomczak, y así es como debería contabilizarse mi voto; es decir, en contra, no a favor del informe.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Esta propuesta es contradictoria, razón por la que nos hemos abstenido. A decir verdad, ciertos aspectos son positivos, en concreto la posible modificación del Estatuto del Tribunal de Justicia para asegurar al Parlamento Europeo el derecho de presentar sus observaciones ante el Tribunal en todos los casos en que, directa o indirectamente, se pongan en entredicho sus prerrogativas, de manera que la intervención del Parlamento Europeo, cuando éste no sea formalmente parte del proceso, no se deje a la discreción del Tribunal de Justicia. Sin embargo, el hecho es que otros aspectos pueden reforzar, sencillamente, el federalismo, razón por la que discrepamos de esta propuesta.
Aún más, consideramos fundamental que el Parlamento Europeo guarde el principio de respeto de la soberanía de los Estados miembros, y por lo tanto de los tribunales nacionales. Aunque aceptamos que una política de cooperación entre el Parlamento Europeo y los tribunales nacionales puede ser de interés, debemos insistir en que dicha cooperación no puede emplearse para cuestionar los derechos nacionales, incluida la soberanía de los tribunales nacionales, ni el principio de subsidiariedad.
David Martin (PSE), por escrito. − El informe del señor Gargani investiga las posibilidades de que el Parlamento Europeo defienda sus prerrogativas ante los tribunales nacionales. Actualmente, el Parlamento no es capaz de defender sus decisiones ante un Tribunal de Justicia nacional. Recibo con satisfacción este informe de propia iniciativa que pretende hallar modos de mejorar la coherencia en la puesta en práctica de la política entre los Estados miembros.
Recomendacíon para la segunda lectura Åsa Westlund (A6-0179/2008)
Liam Aylward (UEN), por escrito. − Hoy, el Parlamento ha votado a favor de la protección de la salud de los consumidores de la UE. La protección al consumidor y la salud de los ciudadanos están en el centro de este paquete legislativo en materia alimentaria relativo a la reglamentación de los aditivos, las enzimas y los aromas alimentarios, que este Parlamento ha aprobado por una gran mayoría.
Los aditivos, las enzimas y los aromas alimentarios deberán autorizarse antes de añadirlos a los alimentos, lo que es también positivo para la industria, pues guarda mayor coherencia en términos de armonización y claridad entre los Estados miembros de la UE. Los colorantes alimentarios se especificarán claramente en las etiquetas de los productos. Dos cuestiones importantes para los consumidores incluyen la intolerancia a ciertas sustancias (como los colorantes azoicos) y las etiquetas que pueden inducir a error respecto a la naturaleza del producto, su frescura, la calidad de sus ingredientes, su carácter natural y su calidad nutricional. Respecto a los aromas alimentarios, el propósito es que los alimentos sean lo más naturales posibles. El Parlamento ha votado para proteger cualquier limitación sobre las hierbas y las especias, pues se han empleado durante siglos sin ningún efecto adverso manifiesto.
Respecto a la nueva información científica de la Universidad de Southampton que confirma el carácter perjudicial de ciertos aditivos alimentarios para los niños, considero seriamente este estudio y sus implicaciones, y espero que la Comisión le dé su respaldo.
David Martin (PSE), por escrito. − Recibo con satisfacción la propuesta de Åsa Westlund con vistas a la adopción de un Reglamento por el que se establece un procedimiento de autorización común para los aditivos, las enzimas y los aromas alimentarios. La mejora de la transparencia en el procedimiento de autorización de tales ingredientes reforzaría aún más la protección del consumidor en toda Europa, al que debiera equiparse con todas las herramientas necesarias para realizar una elección informada sobre los alimentos disponibles en los estantes de nuestros supermercados. He votado a favor de las recomendaciones del informe.
Recomendacíon para la segunda lectura Åsa Westlund (A6-0180/2008)
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. − (SV) Hemos decidido votar contra las enmiendas 14 a 19. Se trata de una decisión en segunda lectura. Los Estados miembros del Consejo de Ministros se han opuesto al etiquetado y a la prohibición de los colorantes azoicos, pero finalmente han tenido que aceptar un compromiso sobre el etiquetado. Se trata de una importante victoria que no deseamos poner en peligro votando a favor de enmiendas populistas que no ofrecen ninguna perspectiva de mejora real.
Los socialdemócratas suecos hemos presionado a favor de la prohibición de los colorantes azoicos y continuaremos haciéndolo, pero no tenemos intención de secundar un voto o iniciativas populistas por los que podemos terminar poniendo en peligro innecesariamente la salud de los niños.
Adam Bielan (UEN), por escrito. — (PL) Señor Presidente, he apoyado el informe de la señora Westlund, pues coincido con la ponente en que debe consolidarse la legislación sobre los aditivos alimentarios artificiales. Creo que deberíamos hacer mayor hincapié en que los consumidores reciban información clara sobre los conservantes que contienen los productos alimenticios que adquieren.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Debemos esforzarnos por alcanzar mayor transparencia en el proceso de autorización de los aditivos alimentarios, así como reforzar la protección al consumidor y, en particular, la de los consumidores que presentan intolerancia a ciertas sustancias. Igualmente, la protección medioambiental debe ser uno de los diversos factores a tener en cuenta al autorizar el uso de un aditivo.
Como se ha acordado en primera lectura, es esencial esclarecer las consecuencias de inducir al consumidor a error, así como incluir la protección medioambiental como un factor a tener en cuenta cuando se autorice el uso de un aditivo.
Las enmiendas que se han adoptado en segunda lectura pretenden básicamente reforzar dichos aspectos en el texto final, fortalecer aún más la protección medioambiental y al consumidor, así como definir las condiciones para la autorización de los aditivos.
Son requisitos que los aditivos alimentarios tendrán que reunir tras la entrada en vigor de este Reglamento.
David Martin (PSE), por escrito. − He votado a favor del informe de la señora Westlund sobre aditivos alimentarios. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Southampton ha alertado a esta Cámara del peligro potencial de los colorantes azoicos, que se emplean como colorantes para ciertos dulces y bebidas. Incluir mención de estos riesgos en el etiquetado es un paso importante para proteger a los consumidores de los efectos adversos que pueden causar estos aditivos, como hiperactividad en los niños. La Reglamentación a escala de la UE sobre dichos aditivos es esencial, y elogio a la ponente por su informe.
Zita Pleštinská (PPE-DE), por escrito. − (SK) Los colorantes azoicos se añaden a los productos alimenticios y bebidas para alterar su apariencia. Sin embargo, representan un riesgo innecesario para la salud pública. Un estudio de la Universidad de Southampton ha mostrado que son peligrosos para la salud infantil porque pueden causar hiperactividad e incrementar el riesgo de desarrollar dificultades de aprendizaje. Apoyo la iniciativa de los fabricantes europeos de Dinamarca, Suecia y el Reino Unido para prescindir de manera gradual y voluntaria del uso de los colorantes azoicos en los productos alimenticios.
La protección al consumidor, y en particular de los niños, que son el grupo más vulnerable, es una prioridad para el Parlamento Europeo. Tal es la razón por la que recibo con satisfacción y respaldo con mi voto el informe de la ponente, la señora Åsa Westlund, que ofrece un nuevo enfoque a la política europea para la protección de la salud humana y la prevención de enfermedades, especialmente en los niños.
Peter Skinner (PSE), por escrito. − Doy mi total apoyo a los intentos que se están realizando mediante este informe para etiquetar los productos con aditivos que contienen colorantes azoicos. Creo que si se les da a los consumidores la capacidad de optar por no emplear ni consumir dichos aditivos en sus propias familias, entonces el proceso de etiquetado es un compromiso justo.
Se está haciendo evidente la relación entre los colorantes azoicos y el desarrollo de una peor condición de salud y posibles problemas de conducta, así que es correcto actuar ahora para promover normas tan idóneas como podamos.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. − La necesidad de un correcto etiquetado de los aditivos alimentarios y la retirada paulatina de algunos de ellos es esencial para proteger la salud de los niños en particular. Recibo con satisfacción los informes realizados por Åsa Westlund, y los encomiendo a la Cámara.
Recomendacíon para la segunda lectura Mojca Drčar Murko (A6-0177/2008)
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Este informe otorga particular importancia a aquellos aspectos que pretenden garantizar la seguridad alimentaria, teniendo en cuenta los intereses del consumidor, y entre ellos destaca el deseo de que los alimentos sean lo más naturales posible.
Es bien sabido que no todos los aromatizantes que son seguros desde el punto de vista toxicológico son realmente beneficiosos para los consumidores; de ahí la necesidad de garantizar el derecho del consumidor a escoger.
En el proceso de autorización de los aromatizantes, la «necesidad tecnológica razonable» se combina con otras estrategias de la UE, como es la lucha contra la obesidad, pues la adición de aromatizantes excesivamente potentes puede enmascarar la calidad deficiente de los alimentos preparados.
El Consejo y el Parlamento adoptan una postura diferente sobre la cuestión de ciertos ingredientes alimenticios con propiedades aromatizantes para su uso en los alimentos o en su superficie, y sobre los niveles máximos de dichos ingredientes, establecidos en el anexo III.
Sabemos que el principio de que los productores de hierbas y especias tengan que rebatir la presunción jurídica de nocividad de cada producto por separado resulta polémico. Sería más lógico invertir el procedimiento, cuestión que continuará siendo controvertida.
David Martin (PSE), por escrito. − Recibo con satisfacción el informe de Mojca Drčar Murko sobre los aromas y determinados ingredientes alimentarios con propiedades aromatizantes utilizados en los alimentos o en su superficie. Creo que el informe salvaguarda los conceptos de seguridad alimentaria y protección al consumidor. Es importante que en toda Europa no se induzca a error a los consumidores en cuanto a la naturaleza del aroma presente en el alimento que consumen. El término «aroma natural» debería significar exactamente eso, y apoyo las recomendaciones del informe para asegurar que así sea. He votado a favor del informe.
Recomendacíon para la segunda lectura Avril Doyle (A6-0176/2008)
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) El presente informe es relativo a un Reglamento que pretende establecer normas y procedimientos para autorizar las enzimas alimentarias, excepto las consideradas aditivos alimentarios. La Comisión Europea afirma que ha habido presiones de la industria para que se adopte una legislación armonizada con un procedimiento comunitario de autorización de enzimas alimentarias, ya que la ausencia de legislación comunitaria en este ámbito ha dado lugar a prácticas comerciales desleales.
El Parlamento insiste en incluir diversas e importantes enmiendas que ha presentado en primera lectura al proyecto de Reglamento propuesto por la Comisión. Por esa razón, reitera su opinión de que el principio de cautela debe ser el núcleo de la evaluación del riesgo, razón por la cual se le ha de otorgar más importancia en la presente propuesta. Asimismo, previamente había reforzado las disposiciones en materia de protección de los consumidores para garantizar que el uso de enzimas alimentarias no indujera a error al consumidor en cuanto a la naturaleza, calidad y contenido del producto, razón por la que se ha reintroducido este aspecto.
Además, las enzimas alimentarias no son y no pueden ser microorganismos modificados genéticamente (OMG). Debemos evitar también que éstas puedan derivarse de OMG, aunque si ello ocurre, debe identificarse claramente para no confundir a los consumidores. Es fundamental garantizar un nivel elevado de seguridad alimentaria.
David Martin (PSE), por escrito. − El informe de la señora Doyle pretende armonizar el control del uso de las enzimas alimentarias. Obligar a la industria y a los Estados miembros a informar a la Comisión de cualquier posible problema de seguridad respecto a las enzimas es una medida positiva para garantizar las normas más elevadas posibles de seguridad alimentaria en toda la Unión; por tanto, he votado a favor del informe.
John Attard-Montalto (PSE), por escrito. − Me he abstenido para llamar la atención sobre el hecho de que este informe no tiene en cuenta la diferencia que existe entre los Estados isleños y la tierra firme.
Malta no se encuentra conectada por ferrocarril al continente, y su única conexión es por mar o por aire. Además, la economía de Malta depende en gran medida del turismo, que atrae a más de un millón de personas al año por transporte aéreo, y a cerca de medio millón por transporte marítimo. Se ha calculado que el efecto sobre las familias del Reino Unido, por ejemplo, supondrá un incremento de 160 libras como resultado de la entrada en vigor de la legislación.
Es importante controlar las emisiones, pero también lo es distinguir entre las diferentes aspiraciones y realidades de los países que componen la UE. El principio de una medida única para todos es discriminatorio cuando concurren circunstancias especiales.
Christine De Veyrac (PPE-DE), por escrito. – (FR) Doy mi apoyo al informe de Peter Liese sobre la inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero porque creo que el compromiso alcanzado entre el Parlamento y el Consejo es equilibrado y realista.
Ya no se pone en duda la necesidad de actuar rápida y eficazmente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y en particular el impacto del transporte sobre el calentamiento global.
Sin embargo, para que esta legislación fuera un éxito era fundamental reconciliar las necesidades medioambientales con la movilidad de los ciudadanos.
Los esfuerzos necesarios para el sector de la aviación deben ser lo suficientemente importantes para no comprometer las reducciones llevadas a cabo por otros sectores, pero lo suficientemente equilibrados para no impedir el crecimiento de la industria.
Recibo con satisfacción la legislación que hemos adoptado respecto a estos imperativos.
Edite Estrela (PSE), por escrito. − (PT) He votado a favor del informe de Peter Liese sobre la recomendación para la segunda lectura de la propuesta para incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, porque creo que es esencial y urgente limitar el aumento global de la temperatura a 2° C por encima de los niveles previos a la industrialización.
El sector de la aviación se encuentra en expansión. Las emisiones de dióxido de carbono de los aviones han aumentado en un 87 % desde 1990 y se calcula que se doblarán para el año 2020. Por lo tanto, se necesitan medidas para emitir una señal inequívoca a escala internacional de que la UE se compromete a luchar contra el cambio climático, teniendo presente la conclusión de un acuerdo internacional antes de la Conferencia de Copenhague de 2009.
El compromiso alcanzado incluye muchos aspectos positivos, como el régimen de exención introducido para las regiones ultraperiféricas, el uso de los ingresos generados por la subasta de derechos de emisión en la lucha contra el cambio climático, y las medidas para combatir la deforestación.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) La propuesta que ha votado el Parlamento constituye ya un compromiso, aunque insatisfactorio, sobre la propuesta original de la Comisión, y no tiene en cuenta los problemas de los países en dificultades económicas, en particular de las regiones ultraperiféricas. Sabemos que debe reducirse la contaminación, pero debemos igualmente tener en cuenta las dificultades que afrontan países con economías más frágiles.
El compromiso que se ha votado hoy no impide todas las consecuencias negativas de este régimen de comercio de derechos de emisión, pero sí minimiza una serie de ellos, al aplazar la fecha de entrada en vigor respecto a la propuesta original del Parlamento y reducir el alcance de la subasta y la presión sobre las empresas más débiles.
La negociación de una exención para las regiones ultraperiféricas se ha convertido en una cuestión de gran importancia en esta Cámara, pues como ustedes saben la propuesta original de la Comisión no proporcionaba ninguna exención para dichas regiones, lo que significaba que todos los vuelos con origen o destino en ellas quedarían englobados en el régimen general.
En el texto que se ha adoptado finalmente se ha mantenido la posibilidad de una exención, pero su alcance no es tan amplio como debería haber sido. Por lo tanto, insistimos en que deberían quedar excluidos de este régimen de comercio de derechos de emisión no únicamente los vuelos entre las islas, sino también entre las islas y el continente.
Petru Filip (PPE-DE), por escrito. − (RO) Es evidente que, para cada período de compromiso del programa de la Unión en el que se incluye la aviación, se requiere que los objetivos asignados a este sector se establezcan en convergencia y de acuerdo con los esfuerzos generales atribuidos al resto de sectores de fuentes fijas de todos los Estados miembros. La no participación del sector de la aviación en este sistema podría ocasionar importantes costes compensatorios a largo plazo.
He votado a favor de este informe con la convicción de que en la Comunidad se requiere un enfoque integrado del régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Puesto que la aviación contribuye al impacto global de las actividades humanas sobre el cambio climático, es lógico que este sector se beneficie de un trato equitativo y de normas y disposiciones armonizadas a escala comunitaria.
(RO) Es evidente que, para cada período de compromiso del programa de la Unión en el que se incluye la aviación, se requiere que los objetivos asignados a este sector se establezcan en convergencia y de acuerdo con los esfuerzos generales atribuidos al resto de sectores de fuentes fijas de todos los Estados miembros. La no participación del sector de la aviación en este sistema podría ocasionar importantes costes compensatorios a largo plazo.
Robert Goebbels (PSE), por escrito. – (FR) Me he abstenido en la votación final sobre el informe Liese. Creo que la Unión Europea está dando un paso unilateral fuera de los límites del Protocolo de Kyoto, que excluye a los sectores de la aviación y al marítimo. Aun cuando existan una serie de razones para considerar el impacto climático de los dos sectores más importantes para el comercio internacional, la Unión Europea no puede alterar de forma unilateral un acuerdo multilateral mientras exige, por ejemplo, que los Estados Unidos ratifiquen el Protocolo de Kyoto. Las propuestas de la UE relativas a la aviación podrían, como mucho, orientarse al período posterior a Kyoto; esto es, al año 2013, y sólo como resultado de un acuerdo internacional en Copenhague.
David Martin (PSE), por escrito. − Recibo con satisfacción el informe del señor Liese sobre la inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. El Parlamento tiene que dejar claro su compromiso por combatir el cambio climático e introducir una legislación medioambiental ambiciosa. Las decisiones alcanzadas en las negociaciones con el Consejo parecen avanzar en la dirección correcta y la subasta del 15 % de las emisiones de la aviación, con vistas a incrementar esta cifra en 2013, parece un compromiso satisfactorio.
Aunque apoyo las recomendaciones del informe, el Parlamento debe continuar mostrándose ambicioso en el establecimiento de objetivos para las emisiones de las actividades de la aviación en el RCCDE y seguir avanzando para fortalecer las propuestas del señor Liese por una revisión general del régimen de comercio de derechos. He votado a favor del informe.
Zita Pleštinská (PPE-DE), por escrito. − (SK) Las emisiones de gases de los aviones se han doblado desde 1990 y continúa en aumento. Si la UE aborda el cambio climático con seriedad debe llegar a ser líder global en ese ámbito. No basta sólo con hablar sobre ello; debemos también adoptar medidas legislativas. Considero que la Directiva destinada a incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de derechos de emisión de gases de efecto invernadero es un paso positivo.
El informe del ponente, el señor Peter Liese, es una solución equilibrada y realista, un compromiso entre la protección del medio ambiente, por una parte, y la garantía de la competitividad de la industria de la aviación europea, por otra. No debemos discriminar a las compañías aéreas europeas, en particular a las de los nuevos Estados miembros de la UE, que están tratando de equipararse al ritmo general. En consecuencia, las normas de competencia económica saludable deben aplicarse en idéntica medida a las compañías aéreas de terceros países. Es necesario concluir un acuerdo internacional, y por esa razón la UE debe negociar con los Estados Unidos, Rusia y China.
Asimismo, tenemos que recordar que, en ocasiones, la aviación es el único medio de transporte posible para enlazar a la UE con regiones remotas, y que contribuye significativamente al desarrollo del turismo; por lo tanto, no es algo que deba considerarse como un lujo.
Creo que la posición común del Parlamento Europeo y del Consejo contribuirá a introducir aeronaves limpias y nuevas tecnologías en la industria de la aviación, razón por la que he votado a favor del informe.
Frédérique Ries (ALDE), por escrito. – (FR) Al adoptar hoy una Directiva cuyo objetivo es incluir las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, la Unión Europea continúa anotándose puntos en la lucha contra el cambio climático.
Sería imposible no recibir con satisfacción este acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo, que proporcionará una reducción gradual y efectiva de los gases del efecto invernadero a partir de 2012 para todos los vuelos que despeguen o aterricen en suelo europeo.
En concreto, recibo con satisfacción la adopción de dos medidas específicas que demuestran, afortunadamente, que Europa todavía suele adoptar legislación muy equilibrada que tiene en cuenta incluso a las partes menos representativas: los vuelos chárter, las aeronaves empleadas con fines de investigación y las pequeñas compañías aéreas podrán continuar volando sin tener que preocuparse sobre las disposiciones vinculantes de la Directiva; la recaudación generada por la subasta del 15 % de los derechos de emisión de CO2 se empleará para la investigación y el desarrollo en el sector de la aviación.
Todo ello es de la mayor importancia porque, si como parece, la UE debe depositar sus esperanzas en la innovación, los ingenieros tendrán que mostrar una gran capacidad de ingenio para reducir la contaminación ocasionada por los aviones en un momento en que el tráfico aéreo crece a un ritmo del 5 % anual.
Brian Simpson (PSE), por escrito. − Voy a dar hoy mi apoyo al informe Liese porque es equilibrado y práctico, aunque también resulta algo complejo.
La aviación civil debe reconocer que tiene que participar en el régimen de comercio de derechos de emisión, y los defensores del medio ambiente deben reconocer que las personas desean volar y que la industria de la aviación contribuye en gran medida al bienestar económico de muchas de nuestras regiones, así como de las economías nacionales.
Aún así, considero que este acuerdo entraña algunos problemas, pues creo que disponer la subasta del 100 % de derechos para el año 2020 podría ocasionar graves problemas a las compañías aéreas regionales y a las de pequeño tamaño.
Sin embargo, lo que tenemos aquí es una solución de compromiso. Sigo pensando que este Reglamento afrontará problemas, jurídicos y de otro tipo, por parte de países no pertenecientes a la UE, en particular de los Estados Unidos y de Rusia, lo que dificultará alcanzar un acuerdo mundial; pero éste es un comienzo, y por ello debemos felicitar a la Comisión por su valentía y previsión.
Principalmente, la industria de la aviación lidia en la actualidad con los elevados precios del combustible, razón por la que era esencial alcanzar un compromiso respecto al régimen de comercio de derechos de emisión. Sé que las compañías aéreas no están del todo satisfechas; sé que tampoco lo están los defensores del medio ambiente, y por eso, quizá, ¡nuestros ponentes han hecho bien las cosas!
Bart Staes (Verts/ALE), por escrito. – (NL) Si la UE desea alcanzar su objetivo climático de una reducción del 20 % en las emisiones de CO2 para el año 2020, en tal caso debe incluirse también al sector de la aviación en el régimen de comercio de derechos de emisión de gases efecto invernadero, ya que las emisiones procedentes de la industria de la aviación se han incrementado en casi un 90 % durante los últimos años.
Al mismo tiempo, la aviación se libra de pagar impuestos especiales sobre el combustible para aviación y el IVA de los billetes de avión; por lo tanto, es preciso adoptar medidas legislativas. El informe pretende iniciar el régimen de comercio de derechos a partir de 2011 para todos los vuelos con destino o partida en los aeropuertos europeos. A partir de 2012, el sector tendrá que emitir un 1,5 % menos de gases del efecto invernadero al año. El nivel propuesto de derechos libres de subasta es demasiado elevado, y creo que el sector de la aviación debería comenzar a subastar al menos el 25 %. El objetivo último no es el comercio en sí mismo, sino la reducción de emisiones.
El Parlamento ha expresado también su opinión sobre el uso de los ingresos generados por la subasta: desea que el dinero se destine a reducir los impuestos sobre las formas de transporte respetuosas con el medio ambiente y a invertir en investigación tecnológica para desarrollar aviones menos contaminantes. El compromiso que tenemos ante nosotros está lejos de ser ideal, pero constituye un paso adelante, por lo que los Verdes también podemos apoyar el acuerdo alcanzado.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. − Debe recibirse con satisfacción la inclusión de las actividades de aviación en el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
Margie Sudre (PPE-DE), por escrito. – (FR) Lamento que las regiones ultraperiféricas (RUP) no hayan estado totalmente exentas de la inclusión de la aviación civil en el régimen de comercio de derechos emisión, aun cuando su lejanía del continente europeo lo hubiera justificado en gran medida.
Sin embargo, me complace que se hayan realizado algunos avances gracias a determinados esfuerzos.
Como resultado, el acuerdo negociado otorga especial consideración a los medios de reducir o incluso eliminar los problemas de acceso y de competitividad que afrontan las RUP; además, como resultado de acalorados debates, los vuelos entre regiones periféricas serán objeto de excepción y no se verán perjudicados. Me complace que las RUP estén incluidas en la cláusula de revisión relativa a la evaluación de impacto del régimen de comercio de derechos en el transporte aéreo.
Especialmente, quisiera expresar mi agradecimiento al Parlamento Europeo, que desde el principio escuchó mi súplica por dispensar un tratamiento especial a las RUP, posición finalmente adoptada por los Estados miembros. Quisiera también rendir mis respetos a Jacques Barrot, anterior Comisario europeo responsable de Transportes, por su constante apoyo.
Por último, lamento que el acuerdo final no incluya ninguna propuesta para favorecer a las RUP, lo que hubiera posibilitado en concreto que los ingresos generados por la subasta de derechos de emisión se emplearan en eliminar las dificultades inherentes a dichas regiones.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor del informe realizado por mi colega británico Richard Corbett sobre la modificación del Reglamento del Parlamento en lo referente al trabajo en el Pleno y a los informes de iniciativa, y comparto la inquietud expresada en el mismo, en el sentido de que el trabajo del Parlamento debe simplificarse, dinamizarse y acelerarse. No obstante, los diputados al PE deberían tener libertad para presentar preguntas escritas a la Comisión y el Consejo, aunque estoy de acuerdo en que es importante prevenir el abuso del sistema. Recibo con satisfacción el hecho de que se dé a los diputados al PE asistentes a una sesión mayor oportunidad de intervenir. La idea de que cuarenta diputados al PE puedan presentar una resolución alternativa, al igual que los grupos políticos, constituye también, en mi opinión, un paso adelante hacia la democracia.
Charlotte Cederschiöld (PPE-DE), por escrito. − (SV) Hemos votado hoy contra el informe sobre la modificación del Reglamento del Parlamento Europeo.
Hemos decidido hacerlo así porque los informes de propia iniciativa que guardan relación con la actividad legislativa pueden tener un efecto apreciable sobre el trabajo continuo. Por lo tanto, los diputados al Parlamento Europeo deberían tener la oportunidad de influir sobe dichos informes en el Pleno, en línea con el procedimiento aplicable a los informes legislativos.
Aunque es necesaria la revisión de los procedimientos para las preguntas escritas, consideramos que es de la mayor importancia salvaguardar la independencia de los diputados al PE y el derecho a presentar preguntas a las otras instituciones relativas a sus decisiones y a su responsabilidad.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. − (PT) Hemos votado contra este informe porque su objetivo central es debilitar el funcionamiento democrático y pluralista del Parlamento Europeo. Partiendo de un principio que ni siquiera es cierto —la existencia del Tratado de Reforma— una mayoría de esta Cámara desea realmente reducir los derechos de los diputados al PE e impedirles actuar por propia iniciativa, incrementar las facultades del Presidente y, como resultado, reducir el pluralismo del debate parlamentario.
Ese deseo de debilitar la democracia y la capacidad de acción de los diputados al PE se evidencia también en el establecimiento de directrices sobre el procedimiento para las preguntas escritas presentadas al Consejo y a la Comisión.
Sin embargo, esta decisión es sólo un elemento en la línea antidemocrática más general adoptada por una mayoría de esta Cámara, en particular entre los grupos políticos más numerosos (PPE y PSE). Otro elemento fundamental es la petición de nuevos y más restrictivos criterios para la formación de grupos políticos, lo que igualmente merece nuestro rechazo y nuestra enérgica protesta.
David Martin (PSE), por escrito. − Las propuestas del señor Corbett para modificar el Reglamento del Parlamento en lo referente al trabajo en el Pleno y a los informes de iniciativa permiten que el Parlamento trabaje más eficaz y eficientemente. He votado a favor de las recomendaciones del señor Corbett.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Como demócrata, me sorprenden particularmente dos enmiendas relacionadas con el informe Corbett, puesto que no creo que hayan sido concebidas con seriedad.
Forma parte de los derechos democráticos de un diputado al Parlamento de prácticamente cualquier país de naturaleza democrática poder pedir cuentas a los dirigentes electos sobre su jurisdicción y responsabilidades.
Restringir el número y contenido de estas preguntas es más propio de los procedimientos de una vista ante un tribunal que de las normas de una institución legitimada democráticamente y, en consecuencia, la propuesta debería ser totalmente rechazada, razón por la cual sólo puedo votar en contra del informe.
Jean-Pierre Audy (PPE-DE), por escrito. – (FR) He votado a favor de informe realizado por mi colega alemana Jutta Haug acerca de las primeras reflexiones sobre el anteproyecto de presupuesto y mandato para la concertación, que proporciona un marco para la reflexión sobre la estructura del futuro presupuesto de la UE. El anteproyecto de presupuesto (AP) asciende a 134 395 millones de euros en créditos de compromiso, que corresponde al 1,04 % de la RNB, un incremento del 3,1 % en comparación con 2008, y a 116 700 millones de euros en créditos de pago, lo que deja un margen de 2 600 millones de euros por debajo del límite máximo para compromisos y de 7 400 millones de euros para pagos. Dada la necesidad de una Europa de resultados, no puedo entender el bajo nivel de créditos de pago. Además de las prioridades, será importante asegurar que los fondos adecuados se destinen a la política de cohesión, la financiación de la política europea para las pequeñas y medianas empresas (PYME) y la acción exterior. Por último, será decisivo no olvidarse de las principales infraestructuras europeas (redes de transporte, energía, espacio, agua, nuevas tecnologías, sanidad, etc.), que normalmente no reciben suficiente financiación a pesar del hecho de que forman la columna vertebral de la competitividad de Europa en el marco de la economía global y de la competitividad social.
Lidia Joanna Geringer de Oedenberg (PSE), por escrito. − (PL) Según el calendario previsto para la ratificación del Tratado de Lisboa, en 2009 el Parlamento y el Consejo tendrían igualdad de derechos respecto a la creación de leyes, así como en materia presupuestaria, encaminada a dar a la Unión Europea nuevos poderes y a realizar cambios fundamentales en el procedimiento presupuestario empleado hasta la fecha.
Por esa razón, es incluso más importante para la Unión Europea disponer de los recursos financieros necesarios para poner en práctica las políticas y las actividades actuales en diferentes ámbitos, al mismo tiempo que contar con la suficiente flexibilidad para abordar los nuevos retos políticos. Por ello, es muy sorprendente el nivel inusualmente bajo de fondos propuestos para los pagos en el proyecto de presupuesto inicial (116 736 millones de euros), que es del 0,90 % del PNB, una reducción del 3,3 % respecto a 2008. Igualmente preocupante son las reducciones presupuestarias propuestas por la Comisión Europea para las campañas de información previstas hace tiempo en 2009 para las elecciones al Parlamento Europeo o la posible entrada en vigor del Tratado de Lisboa.
La prioridad para la reunión de concertación de julio sobre el presupuesto debería ser asegurar un nivel adecuado de fondos para los pagos y para la política de información de la Unión. Es igualmente esencial aportar a la Comisión propuestas de financiación para proyectos piloto y trabajos preparatorios con el fin de evitar financiarlos con las reservas de marcos financieros plurianuales. Además, deberíamos asegurar que existan suficientes recursos financieros para que la Unión Europea sea capaz de reaccionar a los nuevos retos en el ámbito de la «competitividad para el crecimiento y el empleo», sin reducir los fondos existentes para los importantes programas que se están llevando a la práctica actualmente.
Roger Knapman (NI), por escrito. − Creo que mi país no debería financiar ningún programa presupuestario de la UE en ninguna circunstancia real o potencial. El Servicio Europeo de Acción Exterior y todos los demás aspectos del Tratado de Lisboa son un completo anatema para mí. Por consiguiente, mientras que toda demora a la financiación de tales programas es bien recibida, no puedo apoyar una enmienda que acepta en principio que el SEAE, junto con otros nuevos programas presupuestarios incluidos en el Tratado, debería efectivamente financiarse en «el momento en que se ratifique el Tratado por la totalidad de los veintisiete Estados miembros». Sea probable o no la ratificación por parte de todos los Estados, es una posibilidad, y no puedo aprobar una enmienda que establece ciertas circunstancias bajo las cuales los que la proponen reconocerán como legítima, en principio, la financiación del SEAE y de otros nuevos programas presupuestarios incluidos en el Tratado de Lisboa.
Mairead McGuinness (PPE-DE), por escrito. − He votado a favor del informe Haug sobre el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio 2009 y mandato para la concertación, que establece las prioridades del Parlamento para el próximo año. Recibo con especial satisfacción la solicitud de una respuesta adecuada a la ayuda alimentaria y a las necesidades de seguridad alimentaria, dado el incremento especialmente acusado en los precios de los alimentos y los costes de producción agrícola.
Espero que dicha respuesta se considere adecuada y que incluya un programa serio de inversión en el sector agrícola, tanto en el mundo en desarrollo como en el seno de la UE.
Igualmente, he votado a favor de la enmienda 15, relativa al margen de la rúbrica 2.
Sin embargo, no pueden secundarse los esfuerzos por incluir mecanismos que destinen los fondos no empleados de la PAC a otras rúbricas presupuestarias.
En 2007, el dinero no empleado de la PAC se desvió a la financiación del proyecto Galileo, algo que no puede convertirse en norma.
Thomas Wise (NI), por escrito. − No podría apoyar esta enmienda, puesto que me opongo totalmente a la creación y financiación del SEAE y otros programas similares dependientes de la ratificación del Tratado de Lisboa. De hecho, cabe destacar que los programas que debe establecer el denominado Tratado de Lisboa carecen de fundamento jurídico hasta que sea ratificado por la totalidad de los veintisiete Estados miembros: sin embargo, me opongo a la totalidad de tales programas y no creo que deban crearse o financiarse en modo alguno.
Lars Wohlin (PPE-DE), por escrito. − (SV) El informe de la señora Haug solicita un mandato amplio para las negociaciones presupuestarias con el Consejo. El razonamiento es que existe necesidad de garantizar fondos suficientes para las partidas de gastos propuestas por la Comisión. Parece no haber límite para las cantidades que el Parlamento Europeo está dispuesto a gastar. En mi opinión, es el enfoque equivocado: el punto de partida debería ser el marco general que se ha decidido; es entonces cuando deberían establecerse las prioridades necesarias entre las diversas partidas de gastos.
Se necesita mayor flexibilidad en el marco financiero plurianual existente. Por consiguiente, apoyo la idea de que las cuantías que han surgido en la partida agrícola deberían emplearse para otros fines.
Roberta Alma Anastase (PPE-DE), por escrito. − (RO) Como ponente sobre la sinergia del Mar Negro, quisiera expresar mi apoyo al informe Libicki por la sencilla razón de que aborda un tema de naturaleza estratégica, que excede el ámbito del Mar Báltico y el de la protección medioambiental. De hecho, hemos debatido una cuestión común tanto para la región del Mar Báltico como para la del Mar Negro y que afecta a toda Europa: la cuestión de la seguridad energética y la política europea al respecto.
Teniendo en cuenta la dependencia de la UE de un número limitado de fuentes, proveedores y rutas de transporte, es vital que su diversificación represente el principio fundamental del concepto europeo de seguridad energética, y no lo es menos desarrollar una política europea coherente en materia de energía basada en la solidaridad y la coordinación para evitar la conclusión de un acuerdo bilateral que podría perjudicar los intereses de otros Estados miembros y que podría socavar en concreto proyectos de importancia, como el proyecto Nabucco, reconocido a escala europea.
En consecuencia, reitero e insisto en el llamamiento a la Comisión y al Consejo por redoblar los esfuerzos para la puesta en práctica con éxito del proyecto Nabucco, así como para la articulación definida de una política energética común. Tanto la situación en la región del Mar Báltico como en la del Mar Negro señalan la urgencia de comenzar a emprender acciones firmes y concretas.
Jan Andersson, Göran Färm, Anna Hedh, Inger Segelström y Åsa Westlund (PSE), por escrito. − (SV) Los socialdemócratas suecos hemos decidido votar a favor del informe de Marcin Libicki sobre el proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico, aunque deseábamos un llamamiento más claro para la búsqueda de una ruta terrestre alternativa. Sin embargo, creemos que el Parlamento ha trazado una línea definida respecto a la evaluación de impacto medioambiental, que apoyamos y recibimos con satisfacción, y esperamos que otras decisiones estén condicionadas a una investigación independiente y exhaustiva. El Mar Báltico es un entorno delicado que ya se encuentra sometido a una gran presión medioambiental; por consiguiente, es de la mayor importancia que el impacto medioambiental pueda mantenerse en el mínimo estricto si finalmente se autoriza la construcción del gasoducto.
Adam Bielan (UEN), por escrito. — (PL) Señor Presidente, la construcción del gasoducto Nordstream podría dar como resultado el contacto con armas depositadas desde la Segunda Guerra Mundial. En el Mar Báltico hay alrededor de 40 000-60 000 toneladas métricas de armas químicas cuya localización exacta se desconoce, y el contacto con dichos depósitos podría resultar en un desastre ecológico de dimensiones colosales.
He apoyado este informe porque estoy de acuerdo con el ponente en que es escandaloso que un proyecto transfronterizo cuya naturaleza es de tan gran alcance se trate como una cuestión bilateral entre Rusia y Alemania. La protección del Mar Báltico y de los países ribereños debería ser una de las principales prioridades de la UE.
Titus Corlăţean (PSE) , por escrito. − (RO) Recibo con satisfacción la posición que ha adoptado el Parlamento Europeo respecto a la construcción de un gasoducto que enlace Rusia y Alemania.
La Unión Europea necesita una política energética integrada, común y coherente, así como una estrategia a largo plazo para garantizar la independencia energética de los Estados miembros.
La Unión Europea debería tratar las cuestiones medioambientales y geopolíticas relativas a la seguridad energética mediante el esfuerzo coordinado de todos los Estados miembros, y no mediante tratados bilaterales concluidos por ciertos Estados miembros con Rusia; es el único modo en que puede consolidar su posición en las negociaciones con dicho país, evitando así la transformación de los recursos energéticos en un factor de presión política y posibilitando una posición de igualdad en la asociación con Rusia.
De ese modo, podemos proporcionar también respuestas a las frustraciones justificadas de los ciudadanos rumanos respecto a los constantes incrementos del precio del gas y la electricidad, con importantes consecuencias socioeconómicas negativas para su nivel de vida.
Al mismo tiempo, la solución de una política energética común para Europa podría suplir la incapacidad de los dirigentes de derechas de Bucarest por promover los intereses energéticos de Rumanía en la relación con Rusia.
Filip Kaczmarek (PPE-DE), por escrito. − (PL) He votado a favor del informe de Marcin Libicki, un informe importante. Sin embargo, quisiera recordarles que no es correcto afirmar que esta cuestión ha llegado hasta el Parlamento Europeo como resultado de las peticiones de los ciudadanos. Mi colega el señor Bogusław Sonik propuso mantener un debate sobre el gasoducto del norte de Europa muchos meses antes de que se recibieran las peticiones.
Me sorprende la oposición a este informe. Con frecuencia hablamos sobre cuestiones ecológicas sin que ello suscite ninguna oposición. No obstante, en este ejemplo concreto, algunas de sus Señorías no deseaban que se realizara ninguna investigación acerca del impacto que tendría el proyecto sobre el medio ambiente. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: para algunos países y políticos, este proyecto concreto es más importante que el medio ambiente. Quizá por esa misma razón, deberíamos considerar el contexto político y económico de la inversión prevista. Soy consciente del argumento de que se trata de un proyecto privado, pero no deberíamos olvidar que antiguos cargos políticos figuran en la directiva de la empresa que debe construir el gasoducto. Para Rusia, emplear proyectos privados para otros objetivos políticos no representa ningún problema en absoluto.
Tunne Kelam (PPE-DE), por escrito. − He votado contra esta enmienda puesto que, básicamente, modifica la idea del texto original, que hace un llamamiento a considerar alternativas al proyecto del gasoducto existente —alternativas que serían, al menos tres veces menos costosas y que no impondrían riesgos medioambientales elevados—. No puedo estar de acuerdo con una enmienda que da prioridad a la demanda de gas a costa de desestimar la legislación medioambiental de la UE y las inquietudes de los ciudadanos. Quisiera señalar también que el gasoducto en cuestión, originariamente debía evitar pasar por los otros siete países bálticos, proporcionando suministro a sólo uno o dos de los Estados miembros de la UE, y por lo tanto el argumento de satisfacer una demanda creciente de gas no puede considerarse pertinente.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE) , por escrito. − (FI) Apoyo plenamente la evaluación de impacto medioambiental para el gasoducto Nordstream propuesto en el informe de la comisión. Sin embargo, eso no es todo: tampoco deben olvidarse sus aspectos relativos a la política energética. No podemos pretender una política energética independiente de la política climática, pues ambas están intrínsecamente unidas, como la fiscalidad y el presupuesto, o el Derecho y la justicia.
Ya no puede existir una política energética sin instrumentos financieros o similares que hagan viables sus componentes. Los Libros Blancos sobre las cuestiones en materia de energía de la Unión y sus Estados miembros han exigido reiteradamente formas de energía limpias, independientes y competitivas —pero sólo existe un mecanismo de mercado funcional para el último criterio, la competitividad—.
Todavía no veo mecanismos de mercado que reducirían nuestra dependencia energética —y especialmente del gas de Rusia—. Esta semana, el Foro europeo de la energía mantendrá negociaciones con la OPEP, para la que no es ninguna debilidad constituir un cartel indispensable con una influencia excesiva sobre nuestra economía.
Se ha permitido que la dependencia energética resultante de los errores de generaciones anteriores vaya en aumento y florezca a nuestras expensas, factor que deberíamos recordar cuando tomemos decisiones sobre soluciones futuras, incluso en caso de gasoductos y de otras formas de dependencia económica. ¿Es un desarrollo sostenible, y va en la dirección correcta, cuando estamos luchando por una economía baja en carbono?
El cambio climático es una realidad, y los costes de la energía están aumentando también. La dependencia del gas va en aumento y está dando al vecino de la UE el poder que había perdido hace veinte años.
Ciertamente, no deseamos repetir los errores de nuestros antecesores políticos. Tenemos mucho que hacer en un breve espacio de tiempo.
Bogusław Liberadzki (PSE), por escrito. − (PL) Estoy totalmente de acuerdo con la opinión del ponente, el señor Marcin Libicki, de que la ejecución del proyecto comúnmente conocido como el «gasoducto del Báltico» podría suponer un riesgo ecológico para ocho países de la Unión Europea: Alemania, Suecia, Finlandia, Letonia, Lituania, Estonia, Dinamarca y Polonia, así como repercutir negativamente sobre los consumidores al incrementarse los precios para cubrir el coste de su construcción.
Es importante que, como alternativa, el gasoducto del norte de Europa pudiera construirse en tierra atravesando países de la Unión Europea, lo que satisfaría todos los requisitos estratégicos y económicos incluidos en la Decisión 1364/2006/CE. La propuesta alternativa es más segura desde el punto de vista del medio ambiente, y además es más barata.
Particularmente, estoy a favor de llevar a cabo informes independientes e investigaciones sobre el impacto medioambiental de la construcción del gasoducto.
David Martin (PSE), por escrito. − Un proyecto de la magnitud del gasoducto de Nordstream precisa un análisis completo y exhaustivo de sus consecuencias medioambientales. Antes de permitir la puesta en marcha del proyecto, debemos asegurarnos de que cumpla estrictos criterios medioambientales. Mi voto sobre el informe de Marcin Libicki sobre el impacto medioambiental del proyecto de construcción del gasoducto en el Mar Báltico para unir Rusia y Alemania refleja estas opiniones.
Bogusław Sonik (PPE-DE), por escrito. − (PL) Hoy vamos a votar sobre un informe muy importante, relativo al impacto de la construcción prevista del llamado gasoducto del Báltico, que unirá a Rusia y Alemania, en el medio ambiente natural del Mar Báltico. El proyecto previsto es uno de los muchos proyectos de infraestructuras de gas que se necesitan para satisfacer la creciente demanda de gas de la UE. No obstante, es preciso prestar especial atención a varios factores relativos a su construcción.
Este gasoducto, uno de los más largos y profundos del mundo, supone una grave amenaza para la biodiversidad y los hábitats naturales, así como para la seguridad y la circulación del transporte marítimo en esta región, por no hablar de las aproximadamente 80 000 toneladas de municiones que se hundieron en esa zona durante la II Guerra Mundial. Como miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, así como en calidad de ponente sobre el Convenio de Espoo, quisiera subrayar que toda inversión de este tipo, que tiene una dimensión internacional, debe ser el resultado de un amplio proceso previo de consulta con todas las partes interesadas. Debemos prestar atención a las evaluaciones de cualquier solución alternativa, como las rutas terrestres, que deben tener en cuenta tanto los costes de construcción como la seguridad ecológica.
Dada la creciente dependencia de la UE de un reducido número de fuentes de energía y de sus suministradores, es importante apoyar iniciativas encaminadas a la diversificación, por lo que convendría que nos parásemos a pensar si la empresa rusa Gazprom, que posee el 51% de las acciones del consorcio Nordstream, es la mejor solución en este caso.
Catherine Stihler (PSE), por escrito. − Me complace que la Comisión de Peticiones tomara la iniciativa de someter a votación este informe sobre el impacto medioambiental del gasoducto que se prevé construir en el Mar Báltico. Los diputados al Parlamento Europeo deben informarse sobre las consecuencias de esta propuesta.
Ewa Tomaszewska (UEN), por escrito. − (PL) Apoyo el informe de Marcin Libicki por la grave amenaza para el medio ambiente del Mar Báltico que supone el gasoducto, así como por el intento de incumplir la obligación de obtener la aprobación de todos los países costeros y la ausencia de una evaluación independiente y positiva del impacto medioambiental del gasoducto. En este caso es especialmente importante mantener el principio de solidaridad en la política energética de la Unión Europea.
El gasoducto se ha planificado de forma que los países de la Unión dependan políticamente de Rusia, que utilizará sus recursos naturales para presionar a los compradores. Quiero llamar su atención sobre el hecho de que la elección de la ruta marítima para el gasoducto incrementa el precio del gas, ya que esta ruta tiene un coste muy superior al de la construcción terrestre.
Richard Howitt (PSE), por escrito. − El Partido Laborista del Parlamento Europeo acoge con agrado este informe del Parlamento. Cuando el régimen talibán cayó en 2001, tan solo 900 000 niños estaban escolarizados. En estos momentos, esa cifra asciende a 6 millones y no deja de aumentar. Cinco millones de refugiados han vuelto a sus hogares y el 82 % de la población tiene acceso a atención sanitaria, nueve veces más que en 2002. Sin embargo, compartimos la profunda preocupación del Parlamento sobre los incesantes problemas de seguridad, puesto que sin seguridad no es posible retomar la vida normal.
No obstante, nos hemos abstenido en la votación del informe, ya que varios puntos del mismo no reflejan la realidad de la situación en Afganistán. El considerando D contiene un error, ya que el despliegue de nuevas tropas de la ONU en Afganistán no se ha suspendido: tanto el Reino Unido como Alemania anunciaron recientemente un aumento de sus tropas en la zona. Tampoco estamos de acuerdo con la descripción del apartado 32 sobre la situación de la producción de opio. El informe parece ignorar el arduo trabajo que está llevando a cabo el Gobierno afgano mediante su Estrategia Nacional de Control de Drogas a largo plazo, que ha permitido avanzar en la reducción del número de provincias que cosechan amapolas.
Por último, deseamos apoyar la continua cooperación con las fuerzas y cuerpos de seguridad afganos en el marco de la ayuda permanente de la UE a la reforma de transición del sector de la seguridad y la justicia en este país.
Ramona Nicole Mănescu (ALDE), por escrito – (RO) Estabilizar Afganistán constituye un reto esencial en materia de política de seguridad para la comunidad internacional y la lucha contra el terrorismo. Si se salda con un fracaso, es posible que los países occidentales se muestren reticentes a participar en futuras intervenciones de prevención y resolución de conflictos y en operaciones de mantenimiento de la paz. Por otra parte, los afganos, que se encuentran inmersos en la tercera década consecutiva de conflicto y cuyo país ha sido siempre un instrumento utilizado por actores externos para sus propios fines, podrían también beneficiarse de una paz duradera.
Las operaciones militares son necesarias, pero no son suficientes para estabilizar Afganistán. También es preciso tratar de encontrar una solución importante en este proceso en el ámbito diplomático, y la cooperación con Irán, la India y el Pakistán es esencial, sobre todo en regiones fronterizas en las que están activos grupos insurgentes. Para ello es de vital importancia reforzar las estructuras democráticas y la comunidad internacional debe luchar contra la marginación del Gobierno afgano incrementando la importancia del sistema político y los actores democráticos en el ámbito local y regional.
En Afganistán, la Unión Europea tiene una imagen de organización humanitaria, pero, para poder desempeñar un papel más importante, los europeos deben tener en cuenta que la solución de la pobreza y la inestabilidad no se encuentra en las armas y la violencia, sino en acciones que lleven el bienestar a la población afgana. Con esta esperanza, he votado a favor del informe del señor Brie.
David Martin (PSE), por escrito. − Me he abstenido en esta votación. El informe del señor Brie sobre la estabilización de Afganistán simplifica en exceso una situación que sobre el terreno es muy compleja. Aunque el Parlamento Europeo debe supervisar la evolución en Afganistán, creo que sus contribuciones deben ser constructivas y tener como objetivo un Estado afgano estable. No estoy convencido de que en el informe se propongan soluciones factibles para lo que es un conflicto complicado en el que nuestras tropas están logrando avances continuos y reales.
Véronique Mathieu (PPE-DE), por escrito. – (FR) Los positivos resultados de la reciente conferencia de donantes de París demuestran que la UE y la comunidad internacional tienen la vista puesta en Afganistán.
Este informe, que se ha elaborado en un momento crucial para el futuro del país, destaca los retos que la Unión Europea debe afrontar para realizar una aportación eficaz a la estabilización del país. Asimismo, subraya la labor de reconstrucción que ya se ha llevado a cabo para reforzar las instituciones y mejorar las condiciones de vida. A este respecto, la significativa reducción de la mortalidad infantil y la mejora de las cifras de escolarización son indicios alentadores.
Para tener éxito en Afganistán será precisa una mejor coordinación de los donantes de las distintas estrategias. Sin duda, la seguridad debe continuar siendo prioritaria, pero también es vital que el pueblo afgano vea de qué forma les beneficia específicamente la ayuda. Es esencial construir más infraestructuras básicas, como carreteras, centros escolares, hospitales, etc.
El éxito del proceso dependerá también de la «afganización» del proceso de estabilización: es preciso dotar al pueblo afgano de las herramientas necesarias para hacerse cargo de su futuro. A este respecto, hay puestas muchas esperanzas en la Estrategia Nacional de Desarrollo de Afganistán, que debe contar con el apoyo de la comunidad internacional y de la Unión Europea.
Daniel Strož (GUE/NGL), por escrito. − (CS) A mi juicio, el informe sobre la situación en Afganistán y sobre las propuestas en materia de estabilización de la situación en ese país no es coherente y hace excesivo hincapié en la importancia de las acciones militares y del papel de la OTAN en la región. Por una parte, en el informe se afirma que las actividades militares de los talibán no representan una amenaza directa para la soberanía de Afganistán, mientras que, por otra, se advierte de que Afganistán se encuentra en estos momentos en una importante encrucijada.
Yo lo veo de otra forma. El propio Presidente Karzai ha dejado claro que las fuerzas de la coalición no están ganando la batalla contra los talibán y ha añadido –muy apropiadamente, en mi opinión– que ganar la guerra contra el terrorismo sólo será posible si algunos de los socios del Gobierno afgano dejan de trabajar para la consecución de sus propios (y divergentes) intereses. La guerra librada en el pasado en Afganistán por la antigua Unión Soviética demostró que este país no puede estabilizarse, y mucho menos gobernarse, por medios militares. La única forma eficaz de lograr la estabilización es poner en práctica medidas políticas, económicas y sociales, que afecten no sólo a Afganistán, sino también a sus países vecinos. Permítanme añadir que los intereses hegemónicos de los Estados Unidos en la región son probablemente un aspecto esencial de este grave problema.
Athanasios Pafilis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) El informe es un desafío abiertamente imperialista. Como en él se dice, «apoya los esfuerzos realizados por las fuerzas de la OTAN para […] la lucha contra el terrorismo local e internacional, y considera la presencia de estas fuerzas un elemento indispensable para garantizar el futuro del país». Aboga por el refuerzo de las fuerzas de ocupación de los Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN con «nuevas tropas de combate» y, con todo cinismo, exige que se desplieguen «sin restricciones de reservas de carácter nacional», lo que quiere decir que deben actuar como fuerzas de ocupación abiertamente y sin ningún pretexto. Recalca que la UE «debería utilizar la experiencia y los conocimientos de sus misiones y de los Estados miembros que ya cuentan con presencia militar o civil en territorio afgano». En otras palabras, debe utilizar los actos homicidas de sus fuerzas militares en el país como una oportunidad para adquirir experiencia operativa para sus intervenciones imperialistas en otros países. La preocupación de los representantes políticos del capital europeo es lograr una cuota mayor en la distribución del botín logrado en el saqueo imperialista de la región; por lo tanto, hacen hincapié en que «UE debería alentar y ayudar a los inversores europeos a participar en la reconstrucción de Afganistán».
Las cínicas confesiones del informe revelan el papel y las intenciones imperialistas de la UE y confirman una vez más que «la UE y la OTAN son parte del mismo sindicato homicida». El pueblo debe estar unido en su lucha contra el sistema imperialista en su conjunto.
Dimitrios Papadimoulis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) He votado en contra del informe sobre Afganistán, como el resto del Grupo de la Izquierda, porque el informe insiste en la invasión y la presencia militar en ese país, que sufre el azote de la guerra desde hace más de 30 años, durante los cuales se ha producido más de un millón y medio de víctimas. Los problemas de Afganistán no pueden solucionarse por medios militares. El pueblo de ese país necesita la solidaridad de Europa. El mantenimiento y el refuerzo de la presencia militar europea es una de las principales causas de la inestabilidad y la inseguridad de la región.
Luís Queiró (PPE-DE), por escrito. − (PT) En estos momentos, Afganistán es el escenario de una batalla por la seguridad, la estabilidad, la paz y la democracia y, al mismo tiempo, contra el yihadismo islámico, que trata de lograr una victoria que le permita repetir, en su propaganda, la afirmación de que el imperio comienza a caer. Por eso es tan importante el esfuerzo internacional, sobre todo el de la Unión Europea. El reto al que se enfrenta la coalición, especialmente todos aquellos que creen en la necesidad de fortalecer la OTAN, es superar las extremas dificultades y contribuir con tropas activas sobre el terreno –lo que conlleva una necesaria reducción de las reservas– porque la victoria es esencial.
El futuro de nuestras alianzas está en juego, en gran medida, en Afganistán, junto con el futuro de la paz y la seguridad de que disfrutamos. Aunque quienes apoyan la estrategia del compromiso y la concesión defiendan con uñas y dientes esta ruta, no podemos ignorar una amenaza dirigida a nosotros fingiendo que no lo es. Tenemos que reforzar urgentemente la capacidad militar efectiva en Afganistán, así como el resto de medidas, sobre todo la ayuda al desarrollo y la promoción del Estado de derecho democrático. Si fracasamos en Afganistán, probablemente tendremos que volver a luchar más adelante, pero en esta ocasión más cerca de casa.
Olle Schmidt (ALDE), por escrito. − (SV) En el informe se pone de relieve que, pese a determinados avances, todavía queda mucho por hacer para lograr la seguridad y la estabilidad en Afganistán. El Parlamento Europeo propone una serie de medidas positivas para mejorar la situación. Por desgracia, el Parlamento optó también por apoyar una propuesta, en virtud de la cual dejarán de fumigarse los cultivos de opio que ocupan gran parte del país. Por supuesto, es preciso apoyar a la población agrícola, pero el cultivo del opio no puede ser una alternativa a largo plazo para el crecimiento, la democracia y la estabilidad política de Afganistán. Deteriora tanto las posibilidades de Afganistán como la salud de otras personas.
Presidente. − Se cierra el turno de explicaciones de voto.
10. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
(La sesión, suspendida a las 13.55 horas, se reanuda a las 15.05 horas)
PRESIDE: Edward McMILLAN-SCOTT Vicepresidente
11. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
12. Condiciones de acceso a las redes de transporte de gas natural - Mercado interior del gas natural - Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (debate)
Presidente. − El punto siguiente es el debate conjunto sobre:
– el informe de Atanas Paparizov, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 1775/2005 sobre las condiciones de acceso a las redes de transporte de gas natural (COM(2007)0532 – C6-0319/2007 – 2007/0199(COD)) (A6-0253/2008),
– el informe de Romano Maria La Russa, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2003/55/CE sobre normas comunes para el mercado interior del gas natural (COM(2007)0529 – C6-0317/2007 – 2007/0196(COD)) (A6-0257/2008), y
– el informe de Jerzy Buzek, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, sobre el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (2008/2005(INI)) (A6-0255/2008).
Nathalie Kosciusko-Morizet, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, señor Comisario, señores ponentes, Señorías, el futuro energético de Europa se enfrenta a dos retos. El primero es garantizar un suministro seguro, sostenible y competitivo a través de una red eficaz, operativa e interconectada. El segundo, la transformación necesaria para luchar contra las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático.
Con respecto al primero en particular, y en este área en general, quisiera resaltar los avances realizados por la Presidencia eslovena, que permitieron la aprobación de un marco general para el paquete del «mercado interior de la energía» en su conjunto en el Consejo de junio. El elemento más importante del compromiso alcanzado se refiere a la separación efectiva –y hago hincapié en la palabra «efectiva»– de las actividades de generación y suministro, por una parte, y las actividades de transporte mediante redes, por la otra. Quiero hacer mención aquí de la fórmula que adoptó el Consejo como solución, mutatis mutandis, para los sectores del gas y la electricidad.
Pese a que varios Estados miembros y la Comisión prefieren la separación total de la propiedad, los Estados miembros deseaban conservar cierta flexibilidad, por lo que el Consejo aceptó una opción que establecía la figura de los gestores de redes de transporte independientes. Esta opción estará disponible para los Estados miembros cuyas redes de transporte pertenezcan a una empresa integrada verticalmente en la fecha en la que entre en vigor la Directiva. Esta opción obliga a realizar ajustes significativos para garantizar la independencia de los gestores de redes de transporte, por supuesto en el proceso de toma de decisiones, pero también en relación con la financiación.
Parece que el mecanismo aprobado permite evitar conflictos de intereses entre los diversos órganos de una empresa integrada, así como lograr un equilibrio entre la independencia del gestor de la red de transporte, su plan de desarrollo y sus necesidades de inversión, por una parte, y los intereses financieros de su sociedad matriz, por otra.
A este respecto se prestó especial interés al desarrollo de la red y a la consecución de un compromiso que no discrimine a unos gestores de redes con respecto a otros. La actuación de estos gestores será supervisada por las autoridades reguladoras. La función y la actuación de las autoridades reguladoras contarán con el apoyo de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, un organismo cuya muy esperada creación fue aprobada por el Parlamento Europeo el pasado mes.
Este paquete de «liberalización del mercado interior» tiene otros aspectos importantes, algunos de los cuales me gustaría destacar: en primer lugar, la crucial cuestión de las infraestructuras y el acento puesto en el plan de inversión a diez años paneuropeo. Se trata de un nuevo elemento vital que debe favorecer la integración y la modernización.
Otro aspecto clave, sin embargo, es la inversión de terceros países en las redes de transporte, que está estrechamente relacionado con cuestiones de seguridad energética. Debemos encontrar una solución práctica adaptada a cada caso. En estos momentos continúa el debate al respecto en el Consejo y estoy segura de que de allí saldrá un compromiso aceptable para todos los Estados miembros.
La próxima fase, Señorías, será la confirmación de estos elementos generales mediante la aprobación de un acuerdo político en el Consejo de Energía del 10 de octubre, tras lo cual se deberá transmitir la posición común en noviembre o diciembre. A continuación podrá comenzar el debate entre nuestras instituciones en el marco de la segunda lectura.
Permítanme ahora pasar a la segunda cuestión. A mi juicio, es esencial establecer una economía que genere pocas emisiones de CO2, en la que cada Estado miembro tenga, por supuesto, libertad para escoger qué fuentes de energía prefiere usar. Los objetivos de esta transformación general de la economía, y las inversiones necesarias para lograrla, deben centrarse en el largo plazo y generan numerosos retos tecnológicos que tendremos que afrontar durante la próxima década.
Voy a mencionar algunos de ellos: el uso comercial de la captura y el almacenamiento del CO2, la duplicación de la capacidad de producción de los mayores parques eólicos, la madurez comercial de la energía solar fotovoltaica o termodinámica, los biocombustibles de segunda generación de producción sostenible, la salida al mercado público de mecanismos que permitan un uso final más eficiente de la energía en la construcción, el transporte y la industria, los cruciales avances en la eficiencia energética de los materiales, las biociencias y las tecnologías de la información.
En febrero, el Consejo aprobó, partiendo de las directrices de la Comisión, señor Comisario, una serie de conclusiones que incluían varios elementos operativos, que voy a mencionar. El primero es la introducción y puesta en práctica de las seis iniciativas industriales propuestas por la Comisión: energía eólica y solar, bioenergía, captura, transporte y almacenamiento de CO2, redes eléctricas y, por último, fisión nuclear sostenible. Las medidas también tienen por objeto apoyar y fomentar la investigación, sobre todo en el ámbito de la eficiencia energética, y el establecimiento de acuerdos entre autoridades públicas, industria e investigadores con el fin de apoyar los objetivos fijados en el Plan Estratégico.
Para finalizar quiero dar las gracias a la Comisión y al ponente por el trabajo realizado hasta la fecha y espero que nuestras posiciones sobre el mercado interior de la energía converjan en la segunda lectura.
Andris Piebalgs, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, me complace estar hoy aquí para debatir la segunda parte del paquete del mercado interior de la energía: el gas.
El mes pasado, esta Cámara debatió sobre la electricidad y la Agencia. Muchas de las enmiendas propuestas ahora en el caso del gas son muy similares y no voy a comentar todas las cuestiones que ya se debatieron cuando se trató el tema de la electricidad.
Permítanme empezar por felicitar a los ponentes, los señores La Russa y Paparizov, por sus excelentes informes, así como a los ponentes alternativos y a todos los miembros de las comisiones participantes. Han logrado celebrar un debate de gran calidad, teniendo en cuenta los reducidos plazos disponibles para elaborar normas legislativas bastante complicadas.
Permítanme explicarles por qué la liberalización del mercado del gas es tan importante como la del mercado de la electricidad para que la Unión Europea tenga un suministro energético competitivo, sostenible y seguro. También voy a destacar que ambos precisan idénticas medidas legislativas.
El gas es una de las principales fuentes de energía en la UE, tanto para uso doméstico como industrial. Los precios de la energía se están disparando: ahora más que nunca, los consumidores europeos necesitan un mercado del gas competitivo en el que sólo paguen el coste de un suministro eficiente.
Además, el mercado de la electricidad no funcionará correctamente si el mercado del gas no lo hace. Cito las palabras de la Agencia Internacional de la Energía: «En muchas regiones, son las centrales cuyo combustible es el gas las que fijan el precio de la electricidad la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, un precio elevado del gas se traduce en un precio elevado de la electricidad. ... Los encargados de la formulación de políticas públicas deben ser conscientes de la creciente interrelación de las industrias del gas y la electricidad, y tenerla en cuenta a la hora de diseñar los mercados y sistemas reguladores».
Esto es aún más cierto en una época en la que necesitamos más energías renovables. Dado que la energía eólica y la solar no siempre funcionan como desearíamos, la producción de electricidad resulta difícil de predecir. Necesita el apoyo de una fuente de producción de electricidad que sea predecible y muy flexible: el gas.
El gas es también el más limpio de los combustibles fósiles. Si queremos reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático, nos proporciona uno de los medios más eficaces, pero tenemos que asegurarnos de que nuestro suministro de gas sea competitivo.
La seguridad del suministro también es importante. La mejor forma de garantizar un suministro de gas seguro a la UE es disponer de un mercado interior para 500 millones de consumidores. La UE logra hacerse oír con claridad cuando habla con una sola voz. Es lógico, dado que se trata de 27 países hablando al unísono. En un mercado común tenemos que trabajar juntos porque tenemos un interés común.
Todos estos argumentos subrayan la importancia de las medidas sobre las que vamos a posicionarnos hoy. Me alegra decir que la mayoría de sus enmiendas tienen apoyo.
Necesitamos la independencia efectiva de los gestores de redes para garantizar las inversiones y un uso óptimo de las redes.
Para la Comisión, la separación de la propiedad es la forma más eficaz de lograr esa independencia. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo y, como saben, el Consejo ha llegado a un acuerdo por el que se crea la figura del gestor de redes de transporte independiente. Creo que es buena idea dar una oportunidad a una alternativa a la mera separación de la propiedad, igual que para la construcción de Europa optamos por ir paso a paso.
Ustedes han pedido una Agencia con más atribuciones. Estoy de acuerdo con ustedes en el fondo de la cuestión, pero tenemos que mantenernos dentro de los límites del Tratado. Estamos obligados a respetar tanto el Tratado como la llamada jurisprudencia Meroni del Tribunal de Justicia. En concreto, necesitamos comitología para que la normativa sea vinculante. Luego la Agencia puede controlar el procedimiento y la implantación. Una Agencia fuerte no entra en conflicto con la comitología. Al contrario, la Agencia necesita directrices que establezcan un marco para sus facultades, de tal forma que pueda tomar decisiones individuales vinculantes sobre actores del mercado.
El acceso al almacenamiento y al GNL es tan importante como el acceso a las redes. Agradezco sus esfuerzos para mejorar el acceso al almacenamiento en la Directiva. Para asegurarnos de que estas normas de acceso sean eficaces, necesitamos la separación jurídica de los gestores del almacenamiento.
La transparencia es también la parte esencial de nuestras propuestas que sus Señorías han subrayado en las votaciones anteriores. La transparencia debe ser la regla y la confidencialidad, la excepción, no sólo para el uso de las redes, sino también en el caso de la compensación, el almacenamiento y el GNL.
Me complace ver que muchas de las preocupaciones horizontales, en lo que respecta a la protección de clientes vulnerables y la lucha contra la pobreza energética, también se han incluido en el informe sobre el gas. Estos elementos son esenciales en la aplicación de la liberalización del mercado y deben reforzarse. La Comisión estudiará con cuidado la redacción del texto con el fin de respetar el principio de subsidiariedad. Es importante volver a confirmar que nuestra política no debe interferir con las señales adecuadas para atraer la inversión ni con la entrada en el mercado.
Creo que el Consejo ha dejado claro su deseo de intentar encontrar una solución en segunda lectura. Les puedo asegurar que la Comisión actuará de una forma muy constructiva para alcanzar una solución que beneficie a todos los ciudadanos de la UE y para desarrollar el que es nuestro punto fuerte: el mercado interior de la energía.
En cuanto al segundo informe, quiero felicitar al señor Buzek por su excelente informe y expresar mi gratitud a la Comisión de Industria, Investigación y Energía por su apoyo a la iniciativa del Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (EETE).
Parece que ya he sobrepasado mi límite de tiempo. Hemos trabajado en estrecha colaboración con mi colega Janez Potoènik y, por lo tanto, voy a sumarme a sus opiniones sobre esta importante propuesta, no sólo porque aprecio mucho el trabajo realizado por el señor Buzek, sino también porque realmente hemos trabajado juntos en la Comisión para sacar adelante este informe.
Janez Potoènik, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, quisiera decir unas palabras sobre nuestro proyecto conjunto –el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (Plan EETE).
Todos sabemos que, en el ámbito de la energía y del cambio climático, nos enfrentamos a un enorme reto, probablemente el reto que define al siglo XXI. No debemos creer que va a ser fácil. Los objetivos que hemos fijado para Europa para 2020 son un hito importante, pero sólo eso. A largo plazo es preciso un cambio mucho más profundo: una transformación completa de los sistemas energéticos que nos han permitido alcanzar la riqueza y la prosperidad de que disfrutamos actualmente.
Para cumplir nuestras promesas necesitamos nuevos conocimientos y nuevas herramientas. Para desarrollarlos, serán precisas la investigación y la innovación en tecnologías energéticas. Por eso el Plan EETE es tan importante para Europa. Tenemos que despertar del letargo que ha caracterizado la innovación energética en las últimas décadas. Debemos invertir más y mejor. Necesitamos una nueva mentalidad con la que abordar el trabajo conjunto de los europeos para desarrollar y aplicar esas tecnologías.
Acojo con sumo agrado el informe del Parlamento sobre el Plan EETE. Este informe demuestra que en la Unión existe un sólido consenso para llevar a cabo acciones eficaces en este ámbito. Como es lógico, no todos estamos de acuerdo sobre qué tecnologías necesitamos, pero, como sabemos, corresponde a cada Estado miembro decidir cuáles son sus preferencias en función de la combinación de fuentes de energía que prefiere, sus recursos propios y su potencial de explotación.
Sin embargo, más que aquello en lo que no estamos de acuerdo, lo importante para mí es aquello en lo que sí estamos de acuerdo. Estamos de acuerdo sobre la importancia crucial del ahorro energético y de la eficiencia energética.
Estamos de acuerdo en que es preciso ampliar la capacidad de la base de investigación de la UE, que también debe reforzarse y dotarse de una mayor libertad para trabajar de una forma mucho más dinámica y transnacional. Estamos de acuerdo sobre la necesidad de contar con más recursos, tanto públicos como privados. Y estamos de acuerdo sobre la necesidad de mejorar la cooperación internacional para poder hacer frente a un reto mundial.
Ya conocen mis ambiciones para la política de investigación de la UE y el desarrollo de un Espacio Europeo de Investigación.
El Plan EETE y el desarrollo de nuestra política de investigación han de ir de la mano. Lo veo como un plan pionero en muchos aspectos, incluidas iniciativas ERA como la programación conjunta. Creo que el Plan EETE pondrá en marcha un proceso que será un modelo para la organización de actividades de investigación e innovación en Europa, un proceso que cambiará la forma en que investigamos en Europa y que, en última instancia, cambiará también a Europa.
La semana pasada asistí a la reunión anual del DFG – el Consejo de Investigación Alemán. Su Presidente, Matthias Kleiner, dijo algo memorable: «una visión sin acción es soñar despierto; la acción sin una visión es una pesadilla». Probablemente no hay mejor ejemplo de cuán cierta es esa frase que el Plan EETE que estamos debatiendo hoy. Necesitamos una visión clara y tenemos que actuar con urgencia.
Atanas Paparizov, ponente. – (BG) Señor Presidente, el debate del tercer paquete energético se completará con el debate y la votación del Reglamento relativo al acceso a las redes de transporte en la sesión plenaria de julio, junto con el informe del señor La Russa.
Por lo tanto, creo que sobre todo debo expresar mi gratitud a todos los ponentes alternativos con los que he trabajado en la elaboración del informe, así como a los ponentes de los otros dos reglamentos, con los que acordé un enfoque común para la resolución de los problemas del tercer paquete energético. Quisiera recalcar especialmente que, en el marco de nuestra actuación, hemos confirmado las propuestas de la Comisión relativas a la creación de una red de gestores de redes de transporte, pero hemos limitado sus funciones precisamente con respecto a sus obligaciones de realizar tareas técnicas y desarrollar la red, no de establecer normas comerciales.
En nuestras propuestas asignamos una función de gran calado a la futura Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía. A nuestro juicio, esta Agencia es precisamente el importante organismo que debe, con la orientación de la Comisión, fijar las principales tendencias y directrices para el desarrollo del mercado energético, incluido el mercado del gas. En este sentido, la Agencia no sólo tendrá funciones relacionadas con la aprobación de los códigos, que son voluntarios en esta fase, sino que, de conformidad con las últimas propuestas que hemos realizado, también podrá, a través de la Comisión, proponer mediante comitología que algunos de los códigos sean obligatorios.
Creo que los textos relativos a las iniciativas regionales tienen una enorme importancia para el desarrollo del mercado. El plan regional de inversiones, que debe desarrollarse sobre la base del plan de inversión a diez años, ayudará realmente a los Estados miembros a cooperar en el ámbito regional como preparación para un futuro mercado común de la energía. En el informe se han resuelto también muchos otros asuntos importantes relacionados con la transparencia y el fomento de la interacción entre los participantes en el mercado.
Me han animado mucho las palabras del Comisario Piebalgs sobre su actitud ante nuestras propuestas relativas a la Agencia y creo que podemos crear, dentro de los límites fijados por la jurisprudencia Meroni y por las propuestas del Parlamento, una Agencia que sea viable, una Agencia que avance en paralelo a la labor de la Comisión en el desarrollo del mercado.
Asimismo, estoy muy satisfecho por lo ocurrido el día 6 de junio en el Consejo y creo que se ha establecido un fundamento sólido para lograr un compromiso. Me alegro de que el Comisario Piebalgs haya hecho hoy mención a ese posible compromiso, a diferencia de lo ocurrido en la última reunión en la que hablamos de la electricidad. Creo que, con el apoyo de la Comisión y, por supuesto, en el diálogo a tres bandas que se celebrará, será posible encontrar una solución para finales de año.
Me han decepcionado un poco los retrasos propuestos por la Presidencia francesa. Creo que podríamos trabajar con mayor urgencia para cumplir el deseo expresado en el anterior Consejo Europeo de que este trabajo concluya para finales de este año, y no para finales de esta legislatura, lo que significaría mediados del año que viene.
Romano Maria La Russa, ponente. − (IT) Señor Presidente, Señorías, por fin estamos en la recta final tras muchos meses de trabajo. Desde luego, no ha sido fácil. A pesar de algunos recelos, creo que las propuestas de la comisión contribuyen a la ardua tarea de desmantelar monopolios establecidos, que, además de evitar la entrada de nuevos competidores al mercado, llevan mucho tiempo restringiendo la inversión y la capacidad de interconexión de las redes.
Cualquiera que haya escuchado mis intervenciones en la comisión sabe que desde el principio he considerado prioritaria la separación de la propiedad, con el fin de garantizar que las empresas que transporten el gas sean plenamente independientes de las empresas que lo generan, aunque, evidentemente, la separación de la propiedad no es un remedio milagro para todos los males. Huelga decir que, una vez que se permite a una empresa integrada verticalmente –aunque sea sólo con carácter temporal– conservar la propiedad de las redes de transporte, es necesario establecer mecanismos eficaces de control regulador que no sean ni excesivamente onerosos ni demasiado invasivos.
Obviamente, como todos sabemos, las medidas de ejecución de la Directiva del gas seguirán un calendario distinto de las de la Directiva de la electricidad. Esta diferencia se apreció con claridad en la Comisión de Industria, que optó por la figura del gestor de redes de transporte independiente (ITO en sus siglas en inglés) como alternativa a la separación de la propiedad. Es una propuesta de compromiso, desde luego no la que yo prefiero, pero una propuesta que avanza hacia una mayor liberalización. Es cierto que, a diferencia del gestor de red independiente (ISO), el gestor de redes de transporte independiente responderá ante un órgano independiente con facultades de supervisión reales. Espero que el Consejo acepte la propuesta ITO tal y como fue aprobada por la Comisión de Industria. Es preciso destacar el fundamental papel que el próximo marco legislativo otorgará a la Agencia: no debe tratarse de un papel meramente consultivo –como temo que podría ser la intención del Consejo– sino un papel que permita que la Agencia tenga un mandato más amplio en el futuro.
Si queremos conseguir reducir nuestra dependencia energética, necesitamos un mercado único de la energía y una única red integrada. Por lo tanto, insto a sus Señorías a apoyar las enmiendas que he presentado, así como las presentadas por otros colegas de varios grupos políticos, en relación con la posibilidad de unificar los diversos gestores de transporte en una única entidad europea de redes de transporte, con el fin de garantizar la existencia de un único marco legislativo y el acceso al mercado para todos los operadores, superando así el obstáculo del «sí a la separación, pero no a la separación de la propiedad».
Otro aspecto muy importante de mi informe es el papel destacado de los consumidores. Voy a ser muy breve. Debe haber un sistema transparente y comprensible de fijación de tarifas, que permita a los consumidores tener acceso a sus datos de consumo en todo momento, así como cambiar de suministrador si lo desean. Respecto al procedimiento de comitología, me complace que la Comisión haya aceptado mi posición: creo que fijar las directrices corresponde a los Estados miembros, y no a un comité que represente tan solo a la Comisión.
Por ultimo, quisiera hacer mención al acuerdo alcanzado entre los grupos políticos, y reflejado en mi informe, sobre las facultades y el papel de las autoridades reguladoras nacionales: considero que se trata de un acuerdo importante, sobre todo en lo relativo a la posibilidad de imponer sanciones. Nos corresponde a nosotros, Señorías, decidir si queremos que el día de mañana se recuerde como un momento clave en la creación de un mercado único integrado de la energía, que Europa necesita para afrontar los retos del próximo milenio, o si, por el contrario, mañana será el día que marcará el enésimo compromiso a la baja, resultado de una reforma tímida y cobarde que en la práctica se pospondrá hasta la próxima legislatura. Espero, además, que el Consejo tenga debidamente en cuenta las decisiones del Parlamento, lo que no siempre ocurre.
Jerzy Buzek, ponente. − Señor Presidente, me sorprendió bastante leer que el Plan EETE y nuestro paquete energético iban a constituir un bloque en el mismo orden del día. Es como si fuéramos a debatir sobre derechos humanos y sobre enfermedades humanas en un mismo bloque sólo porque ambos son «humanos», lo que no parece muy buena idea. De forma similar, el hecho de que ambos traten sobre «energía» no es suficiente para vincular la tecnología energética y el paquete energético, ya que se trata de temas muy distintos.
Sin embargo, ahora que veo a ambos Comisarios en esta Cámara, me alegro de que se tomara esa decisión, porque el Plan EETE es muy importante para la Unión Europea y precisa del apoyo entusiasta de varios Comisarios y de la Comisión en su conjunto. Como han podido comprobar en la votación de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, cuentan con el apoyo del Parlamento Europeo.
A continuación voy a analizar el contenido del Plan EETE. Sin embargo, probablemente sería más fácil si pasara a hablar en mi lengua materna, así que voy a hacerlo.
(PL) La Unión Europea ha decidido imponer un precio a las emisiones de dióxido de carbono. Se trata de una decisión clave, con la que demostramos que vamos a luchar contra el cambio climático. También demostramos que vamos a liderar esa batalla. Por otra parte, debemos recordar que la imposición de precios para las emisiones de dióxido de carbono genera dificultades para la economía y dará lugar a un aumento de los costes de producción en prácticamente todos los sectores. Deseo recalcar que el propio sector energético saldrá muy perjudicado, sobre todo en los países en los que la electricidad o el calor se generan utilizando carbón.
La propuesta presentada por la Comisión Europea sobre un programa estratégico de tecnología energética es, en mi opinión, una respuesta excelente a las amenazas que se ciernen sobre la economía europea. Se trata de reducir los costes energéticos. La Comisión Europea ha introducido el apoyo a las tecnologías con bajas o nulas emisiones de CO2 en la producción y transformación de la energía. Por primera vez, todos los métodos para luchar contra el cambio climático y para lograr la seguridad energética se presentan en un mismo documento. Eso significa que la energía nuclear también está incluida. De hecho, se contempla lo que tanto sigue preocupando a nuestros colegas, sobre todo a los miembros del Partido de los Verdes, todos los riesgos relacionados con la generación de energía nuclear. Sin embargo, en la actualidad la tercera generación de centrales nucleares es totalmente distinta de la de Chernóbil.
Parece que existe pleno acuerdo sobre otro gran reto y problema: la captura y el almacenamiento de dióxido de carbono. Esta es una nueva tecnología, por lo que los incentivos son esenciales, como ocurre con cualquier tecnología nueva y prometedora. El apoyo a las tecnologías disponibles en el sector de la generación de energía nunca se ha puesto en duda en esta Cámara. El Parlamento considera que la eficiencia energética y el ahorro energético constituyen el tema más importante. Posiblemente como consecuencia de ello, será posible evitar construir una o dos centrales nucleares, ya que mejoraremos la eficiencia y el ahorro energético.
Me gustaría acabar haciendo dos observaciones. La organización de la investigación a escala europea es una idea excelente que apoyamos. Este podría ser el primer sector en el que la Unión Europea logre este objetivo. Es el comienzo de un mercado común de la energía, también en esta área, así como la libre circulación del conocimiento. En este informe he propuesto importes concretos de financiación para apoyar las nuevas tecnologías. Esto es esencial si queremos ayudar a nuestra industria, al sector energético, y si queremos lograr el éxito de la Estrategia de Lisboa.
Christian Ehler, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (DE) Señor Presidente, señores Comisarios, el debate sobre el mercado del gas y las redes de suministro de gas que se celebró en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios no estuvo marcado hasta ese punto por las diferentes ideologías. En la Comisión ECON tomamos nuestra decisión de una forma muy coherente y por una amplia mayoría. Está claro que el compromiso sobre la separación de la propiedad y la gestión de las redes no debe analizarse en esos términos ideológicos.
Nuestro informe hace mucho más hincapié en la cuestión de hasta qué punto son adecuados realmente los procedimientos nacionales de aprobación, siendo realistas, cuando se trata de garantizar el progreso futuro en el ámbito de las redes transfronterizas, el desarrollo de las redes y la inversión en las mismas. Creemos que todavía hay que recuperar mucho terreno perdido en este campo y lamentamos, por ejemplo, que en la posición aprobada en sesión plenaria se haya hecho escaso hincapié en la necesidad de acelerar el proceso de aprobación en el ámbito nacional.
Un segundo aspecto que nos parece importante es la cuestión del regulador. Los Estados estarían mucho más dispuestos a aceptar un regulador si estos fueran realmente independientes. A este respecto se han expresado dudas sobre los contratos. Sin embargo, si analizamos todo en términos de la regulación, sólo es posible abogar por la figura del regulador si ese órgano cuenta también con facultades de intervención apropiadas.
Siguiendo con este asunto concreto, quiero volver a expresar mi más sincero agradecimiento a mi colega el señor Buzek. Hemos celebrado un debate integrado sobre el tema de la política energética y el señor Buzek ha realizado algunas propuestas muy constructivas como parte del Plan EETE. Como ponente de la demostración de la tecnología CCS, yo también contribuiré con firmes propuestas de financiación.
Tras un debate tan acalorado e ideológico, creo que ahora debemos dar prioridad a la cuestión de cuáles son exactamente los pasos concretos que debemos dar. Eso significa que ahora tenemos un periodo de transición en el que también tenemos que analizar si las medidas propuestas funcionan en la práctica. En mi opinión, eso es mucho más importante que cualquier debate ideológico sobre la propiedad de las redes.
Inés Ayala Sender, Ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − Señor Presidente, señor Comisario, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, acogemos, en principio, con satisfacción, desde la Comisión de Medio Ambiente, el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética por lo que contribuye a la configuración de un mercado común de la energía, a la configuración también de apoyo a la Estrategia de Lisboa y, sobre todo, a la lucha contra el cambio climático.
También nos parece muy positivo el proceso de consulta que se llevó a cabo y que creemos que debe seguir manteniéndose posteriormente.
Lamentamos, sin embargo, que se concentre más en medidas hacia la oferta que hacia la reducción de la demanda, a través, sobre todo, del ahorro y la eficiencia energética y solicitamos que se refuercen esos aspectos de ahorro y eficiencia energética. Para ello, solicitamos una jerarquización de las iniciativas industriales europeas donde se concentren los esfuerzos en aquellas con mayor potencial de reducción de emisiones a corto plazo, el 20 % para 2020, sin menoscabo, por supuesto, de las de largo plazo, para conseguir el objetivo de 2050.
En esas prioridades, también pensamos que es preciso tener en cuenta el ciclo de vida de cada tecnología y su impacto ambiental en su producción y es necesario, también, considerar la transferencia a economías en desarrollo para reducir la brecha tecnológica. Nos parece asimismo necesario ampliar las iniciativas industriales a otros sectores con potencial de reducción de emisiones como la cogeneración, el hidrógeno, el sector de la construcción de la vivienda, los sistemas de calefacción y refrigeración y también la mejora de las infraestructuras de almacenamiento y distribución de las energías.
Finalmente, queremos decir que consideramos que los fondos destinados a estas tecnologías deberían formar parte de la discusión sobre el futuro de la financiación de las políticas europeas y, para ello, habría que exigir a los Estados miembros que aumenten su esfuerzo al menos en la misma medida en que lo hicieron en respuesta a la crisis energética de los años ochenta.
Bernhard Rapkay, ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. – (DE) Señor Presidente, dentro de un momento voy a presentar las decisiones de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, un compromiso algo absurdo, igual de absurdo que la forma en que se organizaron algunos de nuestros debates, con el resultado que todos conocemos. Por eso sólo voy a hacer un comentario, ya que no hay tiempo para más.
El Comisario ha vuelto a señalar que, a juicio de la Comisión, la separación de la propiedad es, de una forma u otra –según sus propias palabras– la solución más eficaz. Nosotros tenemos nuestras dudas sobre eso, porque no se puede comprobar ni empírica ni teóricamente; desde luego, no empíricamente, ya que hay un buen número de ejemplos que demuestran que, incluso tras implantar la separación de la propiedad, las empresas no funcionan tan bien. Tampoco es posible verificarlo en términos teóricos. Es y sigue siendo un monopolio, un monopolio natural, y los monopolios no tienen mucho que ver con la libre competencia.
Por lo tanto, lo que importa no es tanto la cuestión de la propiedad, sino más bien la regulación. El sector debe estar sujeto a una regulación estricta, aplicable a los gestores de redes con separación de la propiedad y la gestión al igual que a los gestores de redes sin esa separación. En la Comisión ECON hemos presentado varias propuestas con este fin y esperamos que sean aceptadas.
Emmanouil Angelakas, ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. – (EL) Señor Presidente, quisiera hacer algunas observaciones sobre este tema, en calidad de ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, sobre las condiciones de acceso a las redes de transporte de gas natural, así como felicitar al señor Paparizov por su sobresaliente trabajo en el estudio del paquete de propuestas debatido en nuestra comisión.
Nuestro criterio ha sido proteger a los consumidores y aprobar medidas transparentes y apropiadas desde el punto de vista social para protegerles.
Deseo añadir que este informe no se ha visto afectado por antagonismos ni por reacciones negativas y que fue aprobado por las comisiones parlamentarias en las que se examinó, al contrario que el resto del paquete energético, cuyo debate se centró en la separación de la propiedad.
Atendiendo más específicamente a los consumidores, nuestra comisión se centró en asuntos relacionados con la protección del consumidor y en propuestas destinadas a promover y salvaguardar un verdadero mercado interior europeo del gas natural.
Nuestra posición sobre el fomento de una cooperación regional eficaz entre los Estados miembros es un aspecto muy significativo para garantizar un verdadero mercado interior transfronterizo. Por lo tanto, es necesario crear una red europea de administradores de redes de transporte, cuya colaboración se base en garantizar un mercado europeo del gas natural eficiente, representativo y transparente.
En este punto quisiera destacar que la cooperación sobre redes de transporte no exige una separación de las actividades de transporte de las actividades de producción y suministro. La red de transporte puede llegar a funcionar con eficacia fácilmente sin ninguna separación de la propiedad en todos los Estados miembros participantes.
Hemos afirmado que es importante que la red europea de gestores de redes de transporte celebre conversaciones con los órganos implicados y, sobre todo, con consumidores y asociaciones de consumidores, ya que se trata de importantes actores implicados en la medida en que son también los usuarios domésticos finales.
Hemos apoyado la transparencia de la información y de los sistemas de almacenamiento de gas natural, de forma que se mantengan precios justos y un mercado verdaderamente abierto en su beneficio.
Toine Manders, ponente de opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. – (NL) Yo también creo que un minuto es muy poco tiempo, pero quiero dar las gracias al Comisario, a la señora Presidenta en ejercicio del Consejo, a sus Señorías y también al señor La Russa por su trabajo de preparación.
Voy a ser breve. El mercado de la energía debe ser capaz de operar en el ámbito europeo principalmente con el fin de garantizar el suministro de energía a los usuarios finales a precios de mercado. Ese es nuestro objetivo. La separación de la propiedad no es un fin en sí mismo, pero creemos que puede ser el medio para lograr un mercado que funcione. Si la llamada tercera o cuarta opción, propuesta por el Consejo, puede dar lugar a un mercado que funcione, por supuesto también nos parece bien.
Sin embargo, si esa tercera o cuarta opción no funciona, ya hemos presentado una propuesta para tener preparada una posible solución alternativa, que espero que se apruebe mañana, de un «gestor europeo de redes de transporte», dirigido y controlado por la Unión Europea. Espero que tanto la Comisión como el Consejo puedan apoyar esa propuesta, ya que, con ella, por lo menos tendremos preparada una alternativa para dentro de unos años. Señor Presidente, nos gustaría organizar en octubre una mesa redonda de debate en la que estén presentes todas las partes interesadas, y esperamos que esta idea cuente también con un amplio apoyo.
Herbert Reul, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, en el futuro recordaré este debate sobre el paquete energético como un debate que no se llevó a cabo correctamente en todos sus aspectos, ya que nos hemos visto obligados a realizarlo a toda prisa. No siempre hemos tenido el tiempo que precisaba. Deseo decir esto aquí y ahora en este debate y en este momento concreto. Espero que todo eso no nos pase factura en el futuro.
He vuelto a ver que en política existe el riesgo real de apostarlo todo a una carta y aprobar medidas a toda prisa sin pararse a reflexionar, al tiempo que se promete a la gente que así se solucionarán todos sus problemas. Espero que al final encontremos realmente una solución para los problemas que tenemos, como por ejemplo cómo vamos a lograr más inversiones y a obtener precios más razonables y cómo vamos a garantizar la seguridad del suministro en el sector energético europeo. A todas horas leemos en los periódicos y escuchamos hablar en la televisión sobre los problemas que todo esto está creando en todo el mundo. ¿Es esa la solución para la que hemos estado trabajando todo este tiempo en estos debates? Lo dudo.
Por lo tanto, agradezco que hayamos hecho algunos progresos en el tema de la Directiva del gas, que hayamos avanzado hacia la consecución de un compromiso, que hayamos actuado con más criterio y nos hayamos dado cuenta de que la electricidad y el gas son distintos, de que ya no hay una solución única válida para todos los problemas. Es bueno que ya estemos pensando en la tercera opción y hayamos dejado de ver la separación de la propiedad como la opción número uno, y que hayamos conseguido presentar algunas enmiendas a buena parte de las propuestas de la Comisión. Si es suficiente, el tiempo lo dirá.
Me alegro de que el Consejo demostrase en junio, mediante su nueva propuesta, que incluso en situaciones tan complicadas como la actual, somos capaces de superar fronteras nacionales y diferencias de opinión para acordar soluciones. Espero que lo que hemos acordado ahora sobre el gas se revise ligeramente mañana y que nos acerquemos un poco más al compromiso que ya se ha alcanzado en el Consejo. Para lograr una solución rápida, tenemos que alcanzar un compromiso entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento. Creo que lo que nos ha presentado el Consejo se aproxima mucho a lo que hemos acordado ahora en el caso del gas. Quizás deberíamos utilizar esto como referencia también para el mercado de la electricidad.
Hannes Swoboda, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar quiero felicitar muy sinceramente a los tres ponentes por su excelente trabajo. Espero que me perdonen por centrarme principalmente en el informe de mi colega el señor La Russa sobre la Directiva del gas. La colaboración entre el ponente, el señor La Russa, y los diversos ponentes alternativos ha sido muy buena.
Ya hemos hablado sobre la cuestión de la separación de la propiedad, la separación de las redes y el suministro de gas. Esa no es una de las cuestiones más importantes o cruciales. Estoy satisfecho con el compromiso al que hemos llegado, a pesar de que es muy estricto, porque, por una parte, prevé exenciones a la obligación de aplicar una separación plena, aunque con arreglo a condiciones muy estrictas, mientras que, por otra, la Comisión puede hacer uso en cualquier momento de una cláusula de revisión para ejercer mucha presión a fin de garantizar la existencia de competencia y que se mantengan realmente condiciones competitivas.
Por supuesto también tenemos que ver las cosas un poco más a largo plazo. A este respecto, estaríamos plenamente de acuerdo con las observaciones básicas expresadas por nuestro colega, el señor Manders, en el sentido de que tenemos que estudiar si quizá sería posible establecer de forma satisfactoria una infraestructura europea común. Sin embargo, esa es una posible alternativa para el futuro y todavía no podemos entrar en detalles sobre ella.
Es importante que también haya excepciones, como las que son de aplicación a cualquier inversión sustancial en la que se trata de una gran cantidad de capital y todavía no es posible aventurar si realmente dará lugar a una solución, como es el caso del proyecto Nabucco. En ese caso también tenemos que ser suficientemente flexibles. Las inversiones de este tipo se realizan a largo plazo y no sabemos exactamente cuándo se celebrará finalmente el contrato. Esto es especialmente importante.
Espero que una mayoría de esta Casa apoye nuestras enmiendas mañana. En caso contrario, aprobaremos el informe tal y como se someta a votación en lo referente a la transparencia, la protección de los consumidores y la pobreza energética. Cuando analizo lo que dijeron la última vez la Comisión y el Presidente de la Comisión sobre este tema, creo que sería importante que tuviéramos una declaración clara sobre este ámbito, en primer lugar sobre la necesidad de que la información para los consumidores sea transparente, que no siempre es el caso, en segundo lugar sobre la creación de servicios de atención telefónica para los usuarios de la red, para que también puedan solicitar información, en tercer lugar, sobre un canal de recepción independiente de reclamaciones, ya que siempre hay reclamaciones –y todos conocemos esos casos, incluso si no nos hemos visto afectados personalmente, lo que también es bastante importante– y, en cuarto lugar, la protección de clientes vulnerables, especialmente los pensionistas, los discapacitados y otros colectivos.
Esas son preocupaciones reales, sobre todo en vista del ascenso de los precios de la energía. No entiendo que, por una parte, la comisión no tuviera desgraciadamente esto en cuenta, sobre todo en el sector del gas y, por otra, los conservadores y al final el propio Presidente Barroso hayan dicho en repetidas ocasiones que tenemos que trabajar para ayudar a los consumidores y, en concreto, a los consumidores más vulnerables. No deseo especular sobre si eso significa tarifas subvencionadas u otras opciones. Eso quedará al arbitrio de los distintos países. Los Estados miembros no deben pasar siempre la responsabilidad a la Comisión, sino que deben estar dispuestos a tomar sus propias decisiones. Sin embargo, la Comisión Europea y el Parlamento deben liderarles demostrando que esa opción es posible y probablemente también beneficiosa si queremos proteger también los intereses sociales de los consumidores en una época caracterizada por unos precios de la energía tan altos.
Danutė Budreikaitė, en nombre del Grupo ALDE. – (LT) La UE no tiene un mercado común del gas, su mercado está muy fragmentado y es fundamentalmente regional. Sin embargo, algunas zonas de la UE ni siquiera tienen un mercado regional del gas. Se trata de los Estados Bálticos –Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia– que en general no están integrados y no tienen conexiones con la red de gas de la UE.
La dependencia de un único suministrador que tiene tendencia a utilizar el suministro energético con fines políticos es bastante peligrosa tanto para la seguridad energética como para la seguridad general de la UE.
Eliminar las islas energéticas y establecer conexiones entre Estados y regiones debe ser la principal prioridad de la política energética de la UE, apoyada por la financiación y por la voluntad política de la Unión.
El tercer paquete energético para el mercado del gas sólo podrá ponerse en práctica con el apoyo de la UE y es el instrumento que permitiría a la Unión Europea gozar de una mayor seguridad.
La tercera opción: es el periodo de cinco años en el que los Estados miembros deben encontrar la voluntad política y los recursos financieros para acabar con las islas energéticas en el mercado del gas.
Roberts Zīle, en nombre del Grupo UEN. – (LV) Gracias, señor Presidente. En primer lugar, quiero felicitar tanto al Comisario Piebalgs como al señor La Russa, el ponente, por dar un significativo paso para la liberalización del mercado del gas, aunque desde luego no es perfecto. Para mí, el problema es el mismo que ya se ha mencionado en la intervención anterior con respecto a las «islas» en el mercado europeo del gas: los Estados Bálticos y Finlandia. No me convence mucho el acuerdo alcanzado en el Consejo el 6 de julio, en tanto en cuanto los actuales propietarios, sobre todo Gazprom y las empresas asociadas con ella, no tendrán que vender sus derechos de propiedad hasta que se creen otras conexiones en estos países. Es como la cuestión de si fue primero el huevo o la gallina, ya que es muy poco probable que surjan nuevas conexiones si no es posible llegar a un acuerdo previo y tener información totalmente clara sobre el acceso a las redes ya existentes. Por lo tanto, es posible que tengamos que establecer algún plazo concreto en este caso, con la introducción de un gestor de redes de transporte independiente en esas situaciones monopolísticas.
Claude Turmes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, lo que está en juego hoy es el mercado del gas. Cuando se trata del gas tenemos que distinguir entre dos mercados. En primer lugar, tenemos que traer gas a Europa. Para hacerlo, necesitamos una política de inversión estable que también tenga en cuenta a los países suministradores de gas. A tal fin necesitamos contratos a largo plazo y debemos dar a las empresas europeas la oportunidad de invertir en gasoductos para transportar ese gas a Europa. Lo que necesitamos –con un esfuerzo más de todos, y sobre todo de los gobiernos nacionales– es una política europea unificada en materia de gas que permita que las 27 voces de la UE hablen de forma unívoca en el ámbito internacional. Esa es probablemente una definición mejor de lo que necesitamos.
Si se construye el proyecto de Nord Stream, tendremos gas en el cruce de Greifswald y, claro está, en el resto de Europa. También tenemos el mercado de GNL, lo que significa el mercado de gas europeo. La duda que surge, por lo tanto, es si vamos a elaborar políticas para el consumidor o para las empresas que participen en este mercado europeo del gas.
¿Qué necesita una empresa para crear un cártel? Lo primero es controlar los gasoductos de tal forma que sus competidores no tengan acceso a su mercado interno. Lo segundo es controlar las instalaciones de almacenamiento del gas, de tal forma que, al tiempo que puede absorber fácilmente la oferta, la empresa no tenga problemas a la hora de la entrega. En tercer lugar está el dominio del mercado: E.ON controla actualmente el 60-70 % del mercado alemán, mientras que Gaz de France tiene una cuota del 70-80 % del mercado francés y no existe ningún mecanismo para cambiar esto. En cuarto lugar, tenemos un sistema europeo de regulación débil, lo que significa empresas multinacionales y autoridades reguladoras nacionales de segunda fila. En último y quinto lugar, no hay suficiente transparencia.
¿Qué proponen el señor Reul y otros? ¡Exactamente eso mismo! En otras palabras, estamos diseñando políticas para las empresas y no para los consumidores. Por eso, los miembros del Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea abogamos por dos planteamientos básicos. Tenemos que traer gas a Europa, pero, una vez en Europa, en el mercado único europeo debe haber competencia: separación de las redes, un mejor acceso a las instalaciones de almacenamiento y un programa de liberación de gas.
Mis queridos colegas conservadores y liberales, no pueden seguir permitiendo una situación en la que tenemos empresas que dominan el 70 %, el 80 % o el 90 % del mercado nacional y la única arma para luchar contra eso es la liberación de gas. Hemos presentado una enmienda para volver a introducir el programa de liberación de gas y la necesitamos. En cuanto al cuarto punto, por supuesto exigimos una autoridad reguladora europea. Eso significa que, para los diputados del FDP y de la CDU/CSU, al igual que para los liberales y los conservadores, mañana es el día en que deben reconocer sus intenciones: o hacemos una política para los consumidores o hacemos una política para las empresas.
Esko Seppänen , en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FI) Señor Presidente, señores Comisarios, el objetivo del informe que estamos debatiendo es la liberalización de los mercados energéticos, en este caso del gas.
La mayoría de esta Cámara aboga por la separación de la producción y la propiedad de las redes en relación con la liberalización de los mercados de la electricidad. Sin embargo, el Consejo ha hecho caso omiso del Parlamento, y es bueno que lo haya hecho.
La separación de la propiedad no garantiza en absoluto una reducción de los precios para los consumidores. Pase lo que pase con el gas, los Estados miembros seguirán teniendo la opción de separar la propiedad o de continuar más o menos como hasta ahora.
La construcción y el mantenimiento de redes no son actividades empresariales rentables, algo que debe entenderse si los actuales propietarios están dispuestos a dejar de ocuparse de ellas. Las empresas logran sus beneficios mediante la fijación de precios de la electricidad y del gas y la propuesta de la Comisión no protege contra eso, ni tampoco protege a los consumidores de la pobreza energética.
En cuanto a la liberalización de los mercados, quisiera volver a recordarles la situación en los Estados Unidos. Según los cálculos de la ONG Public Citizen, el precio de la electricidad es un 52 % más elevado en los 14 estados en los que no está regulado que en los 36 estados en los que sí está regulado. La liberalización, la competencia y la separación de la propiedad no dan lugar de forma automática a una rebaja de los precios.
Derek Roland Clark, en nombre del Grupo IND/DEM. – Señor Presidente, en este debate estamos dando por supuesto que la UE debe depender del gas natural para disponer de energía. Yo lo pongo en duda, sobre todo porque la práctica totalidad del gas natural debe importarse. Eso nos pone en manos de terceros, por cierto no todos ellos precisamente amistosos. ¿Tengo que recordarles la suspensión del suministro de gas a Ucrania que Rusia llevó a cabo en la Navidad de hace dos años?
¿Qué pasa con los recursos autóctonos alternativos? Europa Occidental es rica en carbón, que tiene que recorrer distancias cortas hasta una central eléctrica. El carbón tiene mala fama, en parte por la contaminación y en parte por el dióxido de carbono adicional que produce por kilovatio en comparación con el gas.
Pero quienes piensan así se han quedado trasnochados. En la actualidad el carbón puede quemarse mediante métodos mucho más eficaces, liberando mucho menos CO2 que con los métodos anteriores. Personalmente yo prefiero que no se queme, sino que se coquice. Convertir el carbón en coque produce dos fuentes sin humo: gas y coque, que, cuando se queman correctamente juntos, producen más energía que el carbón del que proceden, en un ratio de 5 a 4. Además, limpiando bien el gas se eliminan lo que en caso contrario serían contaminantes. De hecho son los mismos subproductos que obtenemos del petróleo. Y todo eso está bajo nuestros pies.
Además, tenemos la energía nuclear para la generación de electricidad. La energía nuclear también tiene mala fama, como consecuencia del accidente de Chernóbil, que sin duda fue grave, pero se trataba de una vieja instalación soviética mal diseñada en manos de operadores que intentaron realizar un cierre no supervisado que salió mal.
¿Por qué hay dudas sobre la energía nuclear, sobre todo aquí en Francia, donde las centrales nucleares producen el 70% de nuestra electricidad? Sepan que Finlandia, un país muy respetuoso con el medio ambiente, acaba de aprobar la creación de una tercera central nuclear.
Más recientemente, hemos tenido el espectáculo de la promoción por parte de la UE de los biocombustibles, que ahora están poniéndose seriamente en duda. Los biocombustibles se producen, bien en nuevas tierras generadas mediante la destrucción de selvas, o bien en tierras agrícolas convertidas. En el primer caso se produce más CO2 que el que ahorran los biocombustibles y el segundo método está provocando escasez de alimentos, sobre todo en los países menos desarrollados.
Obviamente necesitamos gas natural, especialmente para uso doméstico, pero la idea central de estos informes es que el suministro de gas a la UE esté controlado por la propia UE mediante la regulación del sector. Bueno, si se parece algo a la política pesquera común, en la que la regulación destinada a conservar la pesca ha provocado su casi total destrucción, ¡qué Dios nos ayude! Sin duda, la regulación del gas natural será una pesadilla burocrática, justamente cuando la Comisión ha dicho que quiere reducir toda esa burocracia. ¿De qué otra forma se puede llegar a una situación en la que el suministro del gas se divida en dos: transporte y almacenamiento? Seguramente el sistema más eficaz es que el encargado del almacenamiento se encargue también del suministro, pero no, ustedes quieren establecer divisiones e incrementar así la burocracia.
El informe sugiere que se pueden crear licencias para los gestores de gasoductos, instalando en el otro extremo contadores inteligentes para poder vigilar estrechamente a los consumidores. Pero, ¿quién haría eso exactamente? De esta forma se incrementa la vigilancia estatal, mientras que las interrupciones del suministro se convierten en un asunto de orden público, en el que la policía está facultada para intervenir.
Aparte de poner al consumidor en las inseguras manos de regímenes poco fiables, estos informes amplían el poder del Estado sobre las personas. En resumen, todo esto está relacionado con el control.
Por otra parte, conviene destacar que hoy mismo el Parlamento ha aprobado en votación la investigación del impacto medioambiental del gasoducto cuya construcción se prevé realizar bajo el Mar Báltico. Eso equivale a aprobar un proyecto para traer el gas natural ruso directamente a Alemania, pasando por Polonia, preservando así el suministro a esos países y olvidándose del resto de nosotros. ¿A eso se refieren cuando hablan de solidaridad?
Luca Romagnoli (NI). - (IT) Señor Presidente, Señorías, apoyo plenamente la forma y el fondo de la propuesta del señor La Russa. Por fin nos hemos decidido a separar la propiedad de las actividades de generación de gas natural de la propiedad de las actividades de transporte del mismo, o por lo menos vamos a confiar la redistribución a un gestor independiente. Esa es, muy acertadamente, la idea central de la enmienda parlamentaria que introduce el concepto del gestor de redes de transporte independientes.
Este es un necesario intento de desmantelar peligrosos monopolios –como acaba de decir el señor Zîle– y, por lo tanto, de solucionar conflictos de intereses de la forma más eficaz: es vital que lo hagamos para garantizar la seguridad del suministro. Además, se está realizando un loable esfuerzo para poner freno a la interferencia geoeconómica y geopolítica al prohibir a gestores de terceros países –aunque con exenciones que espero que duren poco tiempo– controlar la red de gasoductos, que tiene una importancia estratégica para la Unión.
Quisiera destacar uno de los méritos del informe La Russa: si es cierto, y lo es, que el objetivo del mercado interior de gas comunitario es permitir a todos los consumidores de la UE elegir libremente a su suministrador y, al mismo tiempo, generar nuevas oportunidades comerciales, debemos esperar que se preste un servicio más eficaz, que se refleje en precios competitivos. La contribución a la seguridad del suministro también parece obvia. Por último, otro aspecto que merece destacarse en vista de su enorme importancia social es el refuerzo de la protección a los usuarios en el ámbito nacional: los usuarios más vulnerables y los que viven en zonas o regiones desfavorecidas o remotas. Esa protección debe materializarse en tarifas de suministro preferentes.
Felicito a mi colega y espero que su informe reciba el amplio apoyo que merece.
PRESIDE: ADAM BIELAN Vicepresidente
Alejo Vidal-Quadras (PPE-DE). - Señor Presidente, mañana votaremos la segunda y última parte del tercer paquete legislativo de la liberalización del mercado energético, es decir, la parte correspondiente al sector del gas.
Este Parlamento ha defendido siempre que el mercado del gas responde a una realidad distinta al de la electricidad, ya que no es lo mismo un sector que controla todas sus áreas de actividad, desde la generación hasta la distribución final, que uno que está sometido a fuertes presiones geopolíticas en la fase de extracción y producción y que sólo controla el transporte y la venta final.
Por eso, una gran mayoría en esta Casa opinaba y opina que debemos plantear una solución alternativa y adicional a la separación de propiedad para el gas. En esta línea, la Comisión de Industria aprobó una enmienda de transacción al informe La Russa que representa una posición aceptable para una gran mayoría de diputados, que ven en ella una alternativa creíble a la separación de propiedad; una alternativa que garantiza una independencia efectiva del operador del sistema, ya que sólo eso puede asegurar que haya más inversiones para ampliar capacidad, lo que, a su vez, elimina la principal barrera para nuevos entrantes y da lugar a una mejor y mayor competencia.
Los que estamos a favor de la separación de propiedad siempre hemos dicho que podríamos aceptar una alternativa que fuera creíble y que garantizara los mismos resultados. Pienso que, con este compromiso para el gas, hemos logrado formularlo de manera apropiada.
Ahora bien, sabemos que hay partidarios de la vía alternativa propuesta por el Consejo que se oponen a la figura del trustee y que van a proponer una votación por separado. Permítanme que les diga que, sin esta figura, la alternativa en cuestión no será una verdadera alternativa a la separación de propiedad, sino una fórmula legal para permitir que algunos Estados miembros sean más iguales que otros a la hora de abrir sus mercados. Esta posibilidad, como es natural, no parece demasiado coherente.
Por último, quisiera dar todo mi apoyo al informe Paparizov sobre el reglamento del gas y expresar mi agradecimiento al señor Paparizov por la excelente colaboración que hemos tenido durante la primera lectura.
Teresa Riera Madurell (PSE). - Señor Presidente, señores Comisarios, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, comenzaré por el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética, felicitando al señor Buzek y agradeciéndole la incorporación de enmiendas de mi Grupo que nos parecen fundamentales. Queremos manifestar nuestra satisfacción por la manera como hemos abordado conjuntamente la financiación, una preocupación compartida en un plan de tanta trascendencia. Y también la cuestión de los recursos humanos, no sólo porque hay que incrementarlos, sino porque en dicho Plan entran en juego otros aspectos como el de la formación, la movilidad y la coordinación.
Se ha logrado, y es muy importante, dar un mayor protagonismo a las tecnologías que permitan incrementar la eficiencia energética y a la investigación en su conjunto, utilizando todo el potencial que ofrece el espacio europeo de investigación. El informe refuerza la investigación y las ciencias básicas imprescindibles para avanzar en las tecnologías energéticas e insta al sector privado a invertir más en investigación y a asumir más riesgos que permitan situar a la Unión Europea a la vanguardia de este sector.
Asimismo, debe mejorar la transferencia de tecnología, compromiso que debe asumir el nuevo Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, y establecerse una mayor coordinación con los Estados miembros y con otros instrumentos comunitarios para reforzar la capacidad de investigación, desarrollo e innovación en estas materias. Coordinación que debe extenderse a todos los campos que intervienen en la I+D de las tecnologías energéticas, por su carácter multidisciplinar, especialmente a las tecnologías de la información y las comunicaciones.
En relación con el gas, sólo destacar que las instalaciones de gas natural licuado y sus infraestructuras de almacenamiento, siempre y cuando estén interconectadas con las redes de transporte, son instalaciones complementarias que desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar el acceso de nuevos operadores y de acelerar la creación de un verdadero mercado interior europeo. Parece lógico, pues, dispensar a todo ello el mismo tratamiento.
En este contexto, y basándonos en el principio de la «ventanilla única» que defendemos en esta Cámara, un operador combinado de infraestructuras independientes resulta la opción más eficaz. Tratar con un solo operador facilita a los usuarios el acceso a las infraestructuras de gas, puesto que van a encontrarse con códigos y contratos similares, el mismo nivel de transparencia y la posibilidad de agrupar servicios.
Éste es el sentido de las tres enmiendas que mantenemos en el Pleno, para las que pido a mis colegas su voto afirmativo.
Adina-Ioana Vălean (ALDE). - Señor Presidente, en mi calidad de ponente alternativa sobre el Plan EETE, acojo con sumo agrado esta iniciativa. Estamos fijando una nueva agenda de investigación energética para Europa, algo muy necesario en vista de los retos a los que tendremos que enfrentarnos durante la próxima década.
La Comisión cree que Europa debe rebajar los costes de la energía limpia y situar a la industria a la cabeza del sector de las tecnologías con emisiones bajas de CO2. Aunque estoy de acuerdo con esos objetivos, también quiero decir que las mejores intenciones nunca se convierten en realidad sin una financiación adecuada. Por eso lamento que la Comisión no publicara la comunicación sobre la financiación de nuevas tecnologías con emisiones bajas de CO2. ¿Cómo tiene previsto la Comisión financiar esas acciones? En cualquier caso, permítanme que les asegure que el Parlamento no aceptará la reasignación de fondos del Séptimo Programa Marco ni de la PAC.
Esta cuestión de la financiación también se suscita en el caso de los 12 proyectos de tecnologías CCS. Pese a que creo que esta tecnología podría ayudar a la industria a reducir las emisiones de CO2, no puedo aceptar que el dinero de los contribuyentes europeos se utilice para financiar el desarrollo de una infraestructura CCS que, al final, será el negocio de alguien. Como liberal, creo que tenemos que permitir que el mercado actúe, desarrollando, si es necesario, una relación justa de colaboración con la industria.
Dariusz Maciej Grabowski (UEN). - (PL) Señor Presidente, el planteamiento de la Unión Europea en materia energética está lleno de incoherencias. Oímos cada vez más llamadas a una estrategia amistosa, unida y de cooperación a largo plazo, mientras que, al mismo tiempo, nos encontramos con ejemplos de acciones descoordinadas, propuestas parciales e inversiones que sirven a los intereses de una parte en detrimento de otras.
Los informes que se han presentado constituyen un intento de abordar este problema o, por lo menos, de llamar la atención sobre cuestiones y dilemas que no han recibido suficiente atención. El ponente merece nuestras alabanzas por ello. Nunca en la Historia se ha visto un ejemplo de otra materia prima cuyo precio haya subido tanto en tan breve periodo de tiempo, como ha ocurrido con los precios del petróleo y del gas. Por eso podemos afirmar claramente que en las previsiones de futuro se han cometido errores.
No hay duda de que este dilema económico debe solucionarse avanzando en dos direcciones: en primer lugar, incrementando el suministro de fuentes de energía, incluidas fuentes más recientes y más eficientes, y, en segundo lugar, ralentizando el crecimiento de la demanda mediante la utilización de tecnologías nuevas y más económicas. La Unión Europea debe ser más eficaz a este respecto y no puede permitir que el privilegio del acceso monopolístico a las materias primas o una participación accionarial mayoritaria decidan la situación en el mercado. Por eso son útiles las sugerencias sobre el acceso a las redes de distribución de gas, la investigación de nuevas tecnologías y la creación de nuevas agencias.
Estamos en un momento en que son necesarias acciones y medidas de aplicación urgentes. Por lo tanto, los científicos deben volver a analizar la amenaza que las emisiones de CO2 suponen para la estabilidad del clima, con el fin de comprobar si es real, para que en el futuro no nos encontremos con que las reducciones de las emisiones sólo sirven para beneficiar a unos pocos, principalmente las grandes empresas y no los consumidores, además de para destruir al sector del carbón.
Rebecca Harms (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, recientemente nos han llegado de Japón noticias que, sin duda alguna, habrán encantado al ponente, el señor Buzek. Lo que se dijo es que mi país, Alemania, estaba completamente aislado en el tema del uso de la energía nuclear. A veces me pregunto cómo es posible que se elaboren informes como ese y si la gente no sabe cuán reducido es el número de países de todo el mundo que utilizan en realidad la energía nuclear.
Si se analiza realmente, se ve que tres cuartos de la energía nuclear del planeta se produce en tan solo seis países y hay uno o dos más que tienen una cuota marginal del mercado de energía nuclear. Eso significa que, a escala mundial, la energía nuclear ha hecho una escasa o nula contribución hasta la fecha. Sólo tiene cierta importancia en parte de Europa y en América del Norte, donde se utiliza en su mayor parte.
Hay muchos factores de los que depende que esta situación cambie o no, uno de los cuales es cuánto dinero público se va a volver a inyectar en esta industria moribunda. Los Estados Unidos, como quedó claramente patente en Hokkaido, han asignado –gracias al saliente Presidente Bush– 18 millones de dólares para promover la construcción de dos o tres reactores. Durante los últimos 20 años no se ha construido nada de este tipo en los Estados Unidos y la industria nuclear precisa mucho dinero público para crear un mercado artificialmente.
En el Reino Unido se ha anunciado la asignación de cerca de 6 000 millones de euros. Eso es lo que se dice que cuesta un reactor si lo construye allí la alemana E.ON. Si miramos en otros países, vemos que la central de Belene se va a construir por menos dinero, aunque Bulgaria quiere 600 millones de euros de Bruselas para poner los planes en práctica.
Realmente tenemos que decidir si, en los próximos años, vamos a invertir dinero público en tecnologías del futuro y nuevos mercados o si queremos mantener tecnologías del siglo pasado que suponen enormes riesgos. Yo abogo por el futuro y contra la energía nuclear porque estoy segura de que los riesgos que genera esta tecnología no pueden superarse. Las noticias que hoy hemos conocido sobre otro accidente más en la central nuclear de Paks, en Hungría, sólo sirven para confirmar mi opinión. Gracias a todos por su atención.
Miloslav Ransdorf (GUE/NGL). - (CS) Señorías, señores Comisarios, señores representantes del Consejo, quiero decir que hoy nos encontramos en la misma situación que las personas del libro El progreso del peregrino de John Bunyan, a las que se pregunta «¿Practicasteis?». Creo que es tiempo de acción y que los votantes europeos quieren que aprobemos medidas que propicien precios justos en los mercados energéticos. En la actualidad entre el 30 % y el 40 % del precio final se debe a la especulación y sería bueno introducir una moratoria de precios energéticos cuando el incremento interanual supere el 30 %, como es el caso. Me parece que los ciudadanos esperan que lo hagamos. Es evidente que los mercados solos no nos van a proporcionar la salvación y se confirma el viejo dicho que viene a decir que el mundo financiero da soporte al Estado de la misma forma que una cuerda sujeta a un colgado. A mi juicio, la liberalización no va a ayudarnos en la situación actual. Lo que nos ayudará es crear nuevas capacidades (incluida la denostada energía nuclear) e inversiones, enormes inversiones en nuevas tecnologías. En este ámbito tenemos un reto real: establecer los cimientos para una nueva era tecnológica a largo plazo en el sector energético. Las crisis, incluidas las energéticas, se superan mediante la innovación.
Jana Bobošíková (NI). - (CS) Señorías, me temo que hoy estamos de nuevo resolviendo los problemas parciales de los mercados energéticos, en lugar de pararnos a pensar, de una forma más compleja, sobre los problemas estratégicos. ¿Sabemos realmente cuáles serán las necesidades energéticas de los países de la Unión Europea durante las próximas décadas? ¿Se refleja este conocimiento en nuestros reglamentos y directivas? ¿Sabemos realmente cómo debe ser, en su conjunto, una situación energética estable en Europa? ¿Podemos identificar claramente los países que buscan activamente soluciones a sus necesidades energéticas y, al mismo tiempo, señalar con el dedo a quienes son sólo importadores de energía, pero se dedican a criticar sin vergüenza alguna a los productores y exportadores de energía? ¿Somos por lo menos algo más realistas, en vista del último estudio del Banco Mundial, sobre los absurdos objetivos de la Unión en el ámbito de los biocombustibles?
Señorías, ningún mercado funciona si la demanda es mayor que la oferta. Eso puede ocurrirle a la Unión en breve en el ámbito energético. Por lo tanto, tenemos que empezar a apoyar la investigación y el desarrollo y, lo que es aún más importante, tenemos que empezar a solucionar todos los eslabones de la cadena energética, como la producción, el transporte, la distribución y el consumo. En lo que respecta a los recursos, nos guste o no es necesario comenzar a construir nuevas instalaciones para sustituir a las actuales, que se acercan al fin de su vida útil, con el fin de cubrir la creciente demanda de energía. Creo que tenemos que empezar a hablar de una combinación de fuentes de energía que no discrimine ninguna fuente, tampoco la nuclear, que respete los mapas geográficos y políticos de los propietarios de materias primas y que se base en conocimientos científicos modernos que puedan usarse en la práctica, y no en sueños verdes.
Señorías, por supuesto apoyo la llamada tercera opción, con arreglo a la cual los Estados miembros conservarán el derecho a definir libremente las relaciones de propiedad entre productores de energía y redes de transporte. También me complace el impulso dado a la independencia de las competencias y obligaciones de los potenciales gestores de las redes de transporte. Creo que, de esta forma, conseguiremos evitar la creciente dependencia unilateral del suministro de gas procedente de Rusia y, al mismo tiempo, invertir en la distribución y la seguridad del suministro de gas natural.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Comisario, Señorías, la energía es el recurso del futuro y, por eso, es importante que adoptemos un planteamiento a largo plazo al tratar la cuestión del suministro energético de Europa. También es especialmente importante no excluir los contratos a largo plazo, sino garantizar que se tengan en cuenta cuando se planifiquen suministros estables de energía a Europa.
También debemos pensar sobre las condiciones de producción y suministro que regirán las redes transeuropeas. Proporcionando apoyo e incentivos por una parte podríamos, por otra, exigir que la separación, incluida la separación de la propiedad, se utilice como base para establecer las condiciones de producción y suministro. Hay incontables modelos que podrían usarse para proteger los futuros mercados.
Una cuestión clave, que ya se ha debatido hoy, es la de la explotación de centrales nucleares. Ya es hora de que la Unión Europea tenga un papel activo en este ámbito creando una agencia o un regulador que se encargue de la seguridad de las instalaciones de energía nuclear. Este regulador debe estar también facultado para sacar de la red a las centrales nucleares inseguras.
La agencia francesa podría ser un modelo a seguir. Francia nos ha proporcionado un excelente ejemplo de cómo establecer un regulador independiente. Sería útil que este regulador francés pudiera opinar sobre las actividades de los reguladores de los otros 26 países. Esto reforzaría a los reguladores nacionales y serviría para abordar cuestiones de seguridad y salud en Europa, algo cuya responsabilidad nos corresponde a todos. Debemos reflexionar sobre una estrategia a largo plazo para proteger a los europeos en los años venideros.
Reino Paasilinna (PSE). - (FI) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, señores ponentes y ponentes alternativos, el compromiso logrado en la Directiva del gas es bueno y estamos en condiciones de apoyarlo
No obstante, no se ha prestado suficiente atención a los consumidores ni a los consumidores que están en una posición de debilidad, como son los pobres y los que viven en zonas remotas. Por lo tanto, les pido que apoyen las enmiendas que hemos propuesto. En segundo lugar, es bueno que se haya alcanzado un compromiso con el Consejo, que garantiza que los Estados no conectados por un gasoducto al resto de Estados miembros de la UE no acaben aplicando todas las normas del mercado interior, dado que no participan en los mercados interiores.
Un programa estratégico de tecnología energética es realmente necesario y quisiera felicitar al ponente por haber incluido la eficiencia energética. La tecnología energética ha estado recibiendo una financiación insuficiente. Como consecuencia, la oferta y la demanda no coinciden. La crisis que se ha producido en todos los sectores de la industria energética ha hecho que la industria, que por fin ha tomado conciencia del cambio climático, no haya dispuesto de la tecnología que necesita lo suficientemente rápido. Sencillamente, no hay suficientes proveedores de componentes.
El despertar a la realidad del cambio climático ha demostrado cuán poco preparados estamos para él. Sin embargo, el cambio en la actitud de los ciudadanos es evidente y ahora necesitamos la cooperación de la Comunidad, de la Unión, de sus Estados miembros y de la industria, ya que tenemos que evitar que las economías en desarrollo estropeen nuestras condiciones de vida contaminándolas.
Debemos mejorar la colaboración con los Estados Unidos en el ámbito del medio ambiente y, al mismo tiempo, tenemos que celebrar un acuerdo de cooperación en materia energética con Rusia. Por lo tanto, es importante tener en cuenta a los consumidores, el desarrollo industrial y la cooperación con los Estados Unidos y con Rusia.
Anne Laperrouze (ALDE). - (FR) Señor Presidente, quiero destacar dos elementos en lo tocante al mercado del gas. El primero se refiere a los contratos a largo plazo. Este tipo de contrato es una herramienta importante para los consumidores, ya sean domésticos o industriales. Nos permite analizar el mercado a largo plazo, garantizando así que opera de una forma más estable y eficiente.
El segundo se refiere a la seguridad de los sistemas y, sobre todo, la seguridad del suministro de gas. Las redes de transporte de gas tienen la misma importancia estratégica que las redes de electricidad. La cuestión de la propiedad es vital por la configuración del modelo europeo, caracterizado por una elevada dependencia de los países productores, que se encuentran fuera de las fronteras de la Unión.
Por estas razones apoyo la enmienda que aboga por la tercera opción, que garantiza el acceso no discriminatorio a las redes. Además, como hicimos en el caso de la electricidad, mi Grupo propuso la creación de un único gestor europeo de redes de transporte, que protegería nuestros intereses estratégicos. Quisiera tranquilizar a mi colega, el señor Claude Turmes, a este respecto. Esta Directiva sobre el mercado del gas no pretende proteger a los operadores nacionales históricos, sino darles la oportunidad de convertirse en grandes campeones de la energía en Europa.
Liam Aylward (UEN). – (GA) Señor Presidente, invertir en nuevas tecnologías más limpias debe ser un elemento central de las estrategias de la UE para garantizar que podamos alcanzar el objetivo del 25 % del suministro energético procedente de energías renovables fijado por la Unión. Igualmente importante es que otros bloques comerciales del mundo firmen compromisos similares en un futuro próximo. Sin embargo, en estos momentos los precios de los combustibles constituyen la mayor preocupación de los ciudadanos de los países europeos. La Unión Europea debe aplicar políticas innovadoras para contribuir a frenar el ascenso de los precios del petróleo. Incrementar la producción de crudo es un elemento clave de este proceso.
Señor Presidente, en estos momentos los mercados financieros internacionales sufren una clara incertidumbre. Muchos especulares han redirigido sus estrategias de inversión al mercado de materias primas y esta especulación ha contribuido a la creciente presión que ha impulsado a los precios del petróleo en una espiral alcista. La subida de los precios del crudo es lo último que las empresas y los consumidores europeos necesitan en este momento de crecientes dificultades económicas. La Unión Europea tiene que contar con una política de vecindad progresiva que garantice que podamos proteger y garantizar nuestras necesidades energéticas en el futuro.
Jacky Hénin (GUE/NGL). - (FR) Señor Presidente, en el ámbito del gas y de la energía en general, encontramos dos planteamientos radicalmente opuestos. El enfoque liberal consiste en tratar el gas y su suministro como un bien y un servicio como cualquier otro, lo que da lugar a una competencia incontrolada y al desmantelamiento excesivo de empresas públicas integradas de servicios.
Inevitablemente, los precios suben, los servicios prestados se deterioran y el gasto comercial y de marketing se dispara en detrimento de la investigación y el desarrollo, así como en detrimento de la seguridad. Aún peor, se genera una competencia perjudicial entre las diversas formas de energía, fomentando así elecciones a corto plazo basadas en el único criterio del máximo beneficio en el plazo más corto.
Ese planteamiento es el fundamento de los informes que estamos debatiendo. Sin embargo, existe otro enfoque, según el cual la energía, el gas y su suministro son servicios públicos que deben prestarse a todos con arreglo a criterios de igualdad y territoriales. Ese planteamiento daría lugar a una Europa de la energía real basada en la cooperación y el interés general. Se construiría alrededor de una agencia europea de la energía que coordinaría y pondría en común toda la labor de investigación de los Estados miembros y garantizaría el acceso en igualdad de condiciones a la energía para todos los ciudadanos. Estaría basada en una agrupación europea de interés económico (AEIE) que integraría a las empresas energéticas europeas, tanto públicas como privadas. Esta AEIE llevaría a cabo, en un marco de cooperación, importantes proyectos industriales en el ámbito de la UE y permitiría la puesta en común de nuestros recursos.
Romana Jordan Cizelj (PPE-DE). - (SL) En el ámbito de la energía nos enfrentamos como mínimo a tres retos: el reto medioambiental, el reto de garantizar la competitividad de la economía europea y el reto de garantizar un suministro energético regular.
La condición esencial y un requisito indispensable para responder a estos desafíos es que los actores operen en un mercado interior transparente y con normas uniformes.
Desde luego, existe una diferencia entre el sector eléctrico y el sector del gas. En el sector del gas nuestra dependencia de las importaciones asciende a un elevado 60 % y, según algunas estimaciones, para 2030 llegará al 80 %. Sólo de Rusia importamos el 40 del total de las importaciones de gas, y algunos Estados miembros importan todo el gas que consumen, lo que significa que su dependencia de las importaciones asciende al 100 %. Por esta misma razón es extremadamente importante que nos esforcemos por garantizar que la Europa integrada sea un socio competente y en igualdad de condiciones con Rusia.
Con la liberalización del sector energético, estamos introduciendo varios protagonistas independientes. Dado que, en estos momentos, en Europa resulta bastante complicado alcanzar una masa crítica de mano de obra bien formada, con la nueva liberalización en el futuro será incluso más difícil conseguir expertos. Esto es especialmente cierto en el caso de los Estados miembros de menor tamaño, que tienen empresas de generación de energía relativamente irrelevantes. Otro reto a este respecto es mantener la responsabilidad política del bienestar en un país a pesar de los cambios de los mercados energéticos europeos.
Para aprovechar las oportunidades disponibles dentro del programa EETE se precisa también una mano de obra bien formada. Sólo durante los cuatro últimos años, hemos aprobado una serie de mecanismos para la promoción de la investigación y el desarrollo en el sector energético. Por lo tanto, espero que la Comisión dedique especial atención a la armonización de los diversos contratos.
Señorías, la Presidencia eslovena ha realizado considerables esfuerzos para promover el tercer paquete de liberalización de mercado. Espero que la Presidencia francesa continúe ese trabajo con la misma convicción.
Šarūnas Birutis (ALDE). – (LT) La única forma de lograr un mercado del gas seguro y que funcione correctamente es optar por la separación vertical de la propiedad de los monopolios. Sin duda, existe una diferencia entre los mercados del gas y de la electricidad, y debemos distinguir entre ambos en nuestros documentos, como ha hecho muy acertadamente la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Desgraciadamente, sólo tenemos unos pocos suministradores de gas y, si no hacemos algo para lograr la máxima reducción posible de la dependencia, tendremos una dependencia vital de ellos, tanto ahora como, con toda probabilidad, en el futuro. Reducir nuestra dependencia tiene una enorme importancia y los documentos que estamos debatiendo tendrán un papel protagonista en ese proceso.
Adoptemos un punto de vista realista y escojamos la tercera opción. Es necesario tener en cuenta la situación real de los mercados del gas de los Estados miembros. Por ejemplo, el suministro de gas de Lituania, al igual que el del resto de los Estados Bálticos, depende de un único suministrador, Grazprom. No hay duda de que el Kremlin está dispuesto a mantener e incrementar su autoridad en el sector del suministro de gas de la UE. No está ahorrando ningún recurso financiero. Todos hemos visto el nivel de presión de sus grupos de interés en relación con el proyecto de Nord Stream y otros proyectos. Esto no es economía, es política, y bastante agresiva por cierto.
La única forma en que podemos resistirnos a esta dictadura es actuando con solidaridad y creando un sistema energético común de la UE, además de apoyar y poner en práctica proyectos de energías alternativas y, por supuesto, de energía nuclear. Para eso necesitamos voluntad política y financiación común.
Guntars Krasts (UEN). – (LV) Gracias, señor Presidente. Este es un momento en que la Unión Europea debe responder a las subidas de los precios del gas mediante la liberalización de los mercados, que son el único instrumento que refleja con exactitud la relación entre la oferta y la demanda. Por desgracia, todavía puede verse que el sector energético está en manos de empresas energéticas europeas integradas verticalmente y supeditado a la política estatal. Por lo tanto, quisiera expresar la gratitud del Parlamento a la comisión por sus esfuerzos para dirigir la reforma en la dirección de la liberalización del mercado. No obstante, el señor Piebalgs tiene razón al decir que debemos dar una oportunidad a la distribución de los derechos de propiedad. Los argumentos a favor de esta opinión cuentan con el refuerzo del hecho de que siete Estados miembros de la UE hayan optado por ella. El Consejo ha aprobado exenciones de la Directiva para mercados de gas pequeños y aislados. En cualquier caso, en el caso del Estado al que represento en el Parlamento Europeo, Letonia, no podemos hablar de un completo aislamiento, ya que tiene un mercado común del gas compartido con otros dos Estados miembros, así como una instalación de almacenamiento de gas que suministra a la región. Hay suficientes condiciones previas para crear los elementos de un mercado en la región. Por lo tanto les pido que no apoyen las propuestas del Consejo en esa dirección, al menos no en el caso de los tres Estados Bálticos, sino que se les conceda una excepción a lo previsto en la Directiva. Necesitan prepararse para la integración del mercado europeo del gas.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) Señor Presidente, la cuestión fundamental que estamos debatiendo aquí es la liberalización del mercado del gas natural presionando a los Estados miembros para que aceleren el proceso de privatización de lo que sigue siendo público. Para conseguir esto más rápidamente, quienes apoyan la propuesta insisten en la separación de la propiedad de las redes, sin preocuparse en absoluto por la seguridad energética.
El hecho es que los resultados reconocidos de la liberalización del mercado de la electricidad han demostrado que ni los trabajadores ni los consumidores se benefician de la liberalización. Más bien al contrario, la liberalización ha reducido los puestos de trabajo con derechos y ha incrementado los precios pagados por los consumidores. Es evidente que los beneficios de los grupos económicos del sector energético han aumentado, pero también ha aumentado la pobreza energética, es decir, que cada vez más personas y familias tienen problemas para acceder a la energía. Por lo tanto, lamentamos que con el gas natural se esté siguiendo la misma ruta. Aunque son sectores distintos, las consecuencias económicas y sociales serán idénticas; de ahí que nos opongamos.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). - Señor Presidente, hablemos de lo que hablemos, ya se trate de cuestiones medioambientales o de seguridad, del cambio climático o de la competitividad europea, los mercados energéticos y su funcionamiento futuro son cruciales. También es esencial el debate sobre la próxima fase de nuestra legislación sobre emisiones de dióxido de carbono: cómo compartimos las cargas y cómo diseñamos un sistema de comercio europeo de emisiones.
Por eso quisiera dirigirme a la Presidencia y recalcar que, cuando hayamos debatido hoy y votado mañana sobre la segunda parte del paquete energético, es vital que la Presidencia inicie las conversaciones entre el Parlamento y el Consejo. No debe haber retrasos, porque necesitamos tener estos mercados funcionando con una nueva legislación aprobada. Podemos preguntarnos si los mercados europeos de la energía están funcionando tan bien como debieran. la respuesta es muy sencilla: no lo están haciendo.
Hay una diferencia entre el mercado de la electricidad y el mercado del gas. La electricidad depende de varias fuentes de energía distintas y de distintos productores, mientras que el gas suele depender más de los distribuidores. Por eso es aceptable la diferencia en la legislación que estamos debatiendo –es decir, que tengamos plena separación de la propiedad en el caso de la electricidad y este sistema que decidió la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Pero lo que es importante es garantizar que esto se debata y negocie tan pronto como sea posible. Es importante garantizar que la legislación sobre el gas permita una separación entre producción y distribución que también otorgue fuerza real a la cláusula sobre terceros países del paquete energético.
De nuevo quisiera recalcar a la Presidencia que las negociaciones deben empezar en cuanto sea posible. No lo retrasen hasta octubre. Tenemos que empezar ya.
Catherine Trautmann (PSE). - (FR) Señor Presidente, aunque intervengo después de mi colega, el señor Hökmark, no comparto la opinión que acaba de expresar. Creo que ahora que estamos a punto de aprobar este paquete energético, debemos tener en cuenta tres retos.
El primero es el desafío energético o el desafío climático, que nos alerta sobre hasta qué punto debemos ser conscientes de que el gas es un recurso y tratarlo de una forma muy concreta. El segundo reto es uno sobre el que nuestros conciudadanos nos llaman la atención: el precio. En estos momentos su poder adquisitivo se ve afectado por el precio del petróleo; quieren tener acceso a una fuente constante, fiable y de alta calidad, así que como que se protejan sus intereses al respecto. Luego, por supuesto, está el desafío de las empresas y de sus trabajadores. Actualmente hay muchos temores: entre los consumidores respecto de su acceso a la energía, y entre los trabajadores, por el posible desmantelamiento de las empresas dedicadas al gas. Por eso, señor Presidente, creo que debemos prestar mucha atención a todas las soluciones que se han sugerido.
Dado que es importante hablar sobre ello, voy a mencionar la cuestión de la tercera opción. En primer lugar, quiero dar las gracias a mis colegas de la Comisión ITRE, que muy sabiamente aprobaron el compromiso Vidal-Quadras/Laperrouze el mes pasado. Estoy convencida de que este planteamiento consensuado que permite a cada Estado miembro realizar las mejoras necesarias en sus mercados de gas, con arreglo a sus tradiciones, será un punto de partida útil para el debate con el Consejo, y quisiera pedir a mis colegas que confirmen ese punto de partida.
Por supuesto, cuando los precios son más altos, aumenta la conciencia sobre la delicada naturaleza del cambio climático. Sin embargo, debemos responder a estos tres retos, la dimensión ecológica y la dimensión de la seguridad del suministro, y por lo tanto debemos escoger la mejor opción, que es la tercera.
Vladko Todorov Panayotov (ALDE). - (BG) Insto a la Comisión a tener en cuenta el potencial de los nuevos Estados miembros, incluida Bulgaria, en el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías energéticas. A mi juicio, la Comisión debe poner en práctica mecanismos de apoyo a la investigación que permitan que se cumplan los objetivos para 2020 y los gases de efecto invernadero se reduzcan entre el 60 % y el 80 % para 2050. Las tecnologías con emisiones bajas de CO2 y las tecnologías de descarbonización para la producción de electricidad y calor deben salir al mercado.
Estos objetivos, así como las fuentes renovables, únicamente pueden lograrse mediante la utilización coordinada de todo el potencial de innovación de la Unión Europea. Hago un llamamiento a una mejor interacción entre los Estados miembros en el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas. La disparidad de las normativas y especificaciones técnicas nacionales divide el mercado y frena la inversión industrial en tecnologías arriesgadas. Por lo tanto, vuelvo a instar a la Comisión a tener en cuenta el potencial de los nuevos Estados miembros, incluida Bulgaria, en el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías energéticas.
Nathalie Kosciusko-Morizet, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, quiero darle las gracias por permitirme intervenir porque tengo una agenda muy apretada, que me obliga a dejarles para coger un tren, y ruego a la Cámara que me disculpe por ello.
En primer lugar, deseo dar las gracias a la Comisión Europea y a sus Señorías por este interesante debate y por todo el trabajo realizado en este paquete del «mercado interior de la energía».
Como varios de ustedes han señalado, la aprobación de este paquete tendrá consecuencias directas para las vidas de nuestros conciudadanos. Estamos tratando un tema que refleja las expectativas de los ciudadanos europeos. En mi opinión, las mejoras que ellos esperan se refieren a dos aspectos. El primero es la necesidad de normas y mecanismos coherentes en toda la Unión Europea, algo a lo que contribuirá este paquete.
El segundo es la necesidad de claridad y visibilidad para los actores del mercado y para los consumidores. En lo que respecta a los consumidores, los Anexos A de las Directivas, en particular, que deben incorporarse a los respectivos ordenamientos jurídicos de los Estados miembros; prevén una mejora de la información, una mayor atención a las preocupaciones de los ciudadanos y, como es lógico, una mayor atención a la situación de los clientes vulnerables.
Sin embargo, el trabajo no ha concluido. Todavía hay que consensuar varias cuestiones, una de las más importantes, la aplicación de la separación efectiva no sólo con respecto al gas, ámbito en el que nuestras posiciones ya son bastante similares, sino también con respecto a la electricidad. La Presidencia francesa reforzará el marco general aprobado el 6 de junio en el Consejo de la Energía el próximo 10 de octubre. Hasta esa fecha no tendremos una posición consolidada en el Consejo. En concreto, tenemos que trabajar en la cláusula sobre terceros países para tener en cuenta las inquietudes de los Estados miembros.
Luego la Presidencia enviará su posición común al Parlamento Europeo para que el llamado paquete del «mercado interior» pueda finalizarse antes de que concluya la legislatura; al menos esa es nuestra intención. Espero que nuestros esfuerzos conjuntos se vean recompensados con un espíritu constructivo y el deseo de llegar a un compromiso entre todas nuestras instituciones.
Jan Březina (PPE-DE). - (CS) Señor Presidente, señores Comisarios, en primer lugar quisiera dar las gracias a todos los ponentes que han participado en nuestro debate por su trabajo. Dos informes relativos al mercado de gas natural están a favor de liberalizar este mercado en Europa. La legislación ofrece una alternativa a la separación total de la propiedad, utilizando el modelo ISO. Entre sus aspectos positivos cabe citar, en particular, las obligaciones de las autoridades nacionales de incluir las fuentes de energía renovables en las redes de transporte, las directrices sobre el acceso de terceros, el establecimiento de tarifas de acceso a las redes y la imposición de sanciones en caso de comportamiento discriminatorio. La creación de la red europea de gestores de redes de transporte de gas, es decir, un órgano dedicado a la cooperación, así como de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía también me parece una aportación valiosa. Estas instituciones son una condición previa para la creación de un mercado integrado del gas natural.
Sin embargo, debemos añadir que las ventajas de la liberalización del mercado sólo pueden disfrutarse si en la actualidad existe ya un mercado de suministradores diversificado, como ocurre en la mayoría de los países de Europa Occidental. Por el contrario, en la mayoría de los nuevos Estados miembros los suministradores de gas natural tienen un cuasi monopolio. Paradójicamente, estos países pueden verse perjudicados por el paquete de liberalización, ya que la legislación propuesta debilitará la posición de los gestores de redes de transporte que tienen contratos con productores monopolísticos. La llamada tercera opción es más adecuada para este modelo de relaciones económicas. Apoyo la liberalización del mercado, pero, en el caso del gas natural, en la mayor parte de los nuevos Estados miembros debemos acabar primero con los monopolios del mercado e introducir más suministradores; sólo entonces podremos aplicar (por ejemplo) la separación de la propiedad sin correr riesgos.
Para terminar, permítanme hacer algunas observaciones sobre el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética. Está estrechamente relacionado con el consumo de energía en la Unión, con la reducción de emisiones de CO2 y con la dependencia energética de Europa. Sin embargo, como ha señalado el ponente, se presta poca atención a la producción económica, a la cogeneración o la poligeneración, al ahorro por parte de los usuarios finales y a la eficiencia energética en la industria, y el presupuesto para los objetivos fijados es muy pequeño. También son escasos los fondos para la demostración tecnológica, por ejemplo en el caso de la tecnología de la captura y el almacenamiento de carbono (CCS). Estaría bien que los dramáticos gestos y las tajantes declaraciones europeas sobre la investigación energética estuvieran acompañadas de los correspondientes recursos presupuestarios.
Adam Gierek (PSE). - (PL) Señor Presidente, todo plan debe incluir decisiones sobre su situación tanto en el tiempo como en el espacio, pero las actuales decisiones de la Comisión están ralentizando la puesta en práctica de planes anteriores; por ejemplo, los planes de inversiones en cogeneración se están viendo frenados por el mercado, ya que no merece la pena convertir las centrales de generación de calor en centrales de calor y energía eficientes si deben hacer frente a los precios de las emisiones y a problemas con las redes. Además, la Comisión ha dividido a los Estados miembros de la UE en Estados buenos, que pueden incrementar sus emisiones, y Estados malos, que tienen que reducirlas. Estos últimos son, por supuesto, principalmente los países de Europa Central y Oriental. Según el Protocolo de Kyoto, el año de referencia para el cálculo de las emisiones en virtud del sistema de comercio de emisiones debe ser 1990, y no 2005 como ha impuesto la Comisión. Esto sería más honesto y mostraría una mayor solidaridad. El liderazgo en el ámbito de la cuestionable incidencia de las emisiones en el cambio climático no debe alcanzarse a expensas de las poblaciones más pobres. La eficiencia y la reducción del consumo de energía deberían ser prioritarias, mientras que la energía renovable debería ser un complemento en lugar de una alternativa. A medio plazo, el futuro es de la energía limpia de carbón y, a largo plazo, como ya ha quedado claro, de la energía nuclear.
Lena Ek (ALDE). - (SV) Señor Presidente, el mercado energético europeo tiene problemas muy graves. Tenemos una dependencia de las importaciones que se incrementará hasta el 65 % en 2030. Tenemos consumidores que no pueden escoger qué tipo de energía desean tener y que se ven perjudicados por el ascenso de los precios energéticos y los efectos de los gases con efecto invernadero y el cambio climático.
El informe Paparizov, que estamos debatiendo hoy, concluye que es necesaria una mayor cooperación entre gestores de sistemas, así como un incremento de la inversión en el mercado del gas. Eso está bien, pero no es suficiente. El informe Buzek sobre investigación e innovación afirma que nuestras inversiones son insuficientes. Les recuerdo que el Parlamento también quería incrementar la inversión en investigación y que pronto nos embarcaremos en las negociaciones del nuevo presupuesto. El informe La Russa aborda la separación de la propiedad en los monopolios y la mejora del funcionamiento del mercado del gas. Quienes están en contra de esto piensan que la disolución de los monopolios de propiedad y distribución daría lugar a precios energéticos más elevados. Así que tengo que hacer la siguiente pregunta: cuando tengamos precios energéticos más elevados y el efecto del cambio climático, ¿vamos a solucionar el problema con más monopolios? ¡Desde luego que no! Del resultado de las votaciones en comisión ha salido parte de lo que necesitamos, pero todavía tenemos que avanzar mucho para lograr un mercado energético eficiente desde el punto de vista de su funcionamiento y respetuoso con el medio ambiente en Europa.
Roberta Alma Anastase (PPE-DE) - (RO) Quiero dar las gracias a los ponentes por el planteamiento estratégico a largo plazo aplicado a la cuestión del gas natural en la Unión Europa y la investigación en el ámbito de la energía.
En 2006, el gas importado a la Unión Europea ascendía al 62 % y su demanda y dependencia de las importaciones de gas se incrementará hasta el 80 % en 2030. Por lo tanto, es importante hallar soluciones concretas para garantizar la seguridad energética de la Unión Europea y lograr el funcionamiento eficiente del mercado energético.
Creo que tres aspectos de las propuestas de los ponentes son esenciales. En primer lugar, en mi calidad de ponente sobre la sinergia del Mar Negro, quisiera hacer hincapié sobre la importancia del correcto desarrollo de la cooperación regional y la interconexión transfronteriza. La dimensión regional es el marco apropiado para establecer normas y principios comunes, así como para garantizar la coordinación y la transparencia del sector del gas.
En segundo lugar, es esencial extender la puesta en práctica de esas normas a empresas de terceros países con actividad en el ámbito de la energía en la Unión Europea.
Por ultimo, apoyo plenamente la idea de la consolidación del sector de la investigación científica en el campo energético, como elemento clave de la política a largo plazo fijada.
Giovanna Corda (PSE). - (FR) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, nuestro objetivo debe ser establecer normas no discriminatorias para fijar las condiciones de acceso a las redes de transporte de gas, las instalaciones de licuefacción y las instalaciones de almacenamiento.
Por lo tanto, las normas deben tener por objeto una mayor transparencia de las relaciones entre empresas mediante la armonización de las tarifas, los métodos de cálculo de las mismas y la explotación de las redes de transporte de gas. Además, todos los gestores de redes de transporte deben unirse en una red europea que pueda garantizar la inversión para mantener un transporte de gas óptimo en toda Europa.
Los elementos de esta nueva legislación europea son fundamentales para los ciudadanos en un momento en que estamos experimentando una explosión de los precios energéticos. Como ponente alternativa, concedo especial importancia a los derechos de los consumidores. La competencia debe beneficiar realmente a los consumidores; necesitamos medidas para regular el mercado y controlar los precios, sobre todo los que deben pagar las personas más vulnerables.
Anni Podimata (PSE). – (EL) Señor Presidente, señor Comisario, pese a que el debate de hoy se centra, como es lógico, en el mercado interior de la energía, quisiera, en aras del equilibrio, hacer mención a la gran importancia del Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética en lo relativo a la capacidad de Europa para superar los enormes retos a que se enfrenta en los ámbitos de la energía y el medio ambiente.
Tenemos que revisar nuestras prioridades, pero también debemos redefinir nuestro actual modelo de desarrollo, con el fin de seguir un rumbo caracterizado por emisiones bajas o nulas de CO2 y, al mismo tiempo, crear oportunidades de desarrollo para la industria europea, que tiene la capacidad necesaria para liderar el sector, en rápido crecimiento, de la tecnología de emisiones bajas o nulas de CO2.
Incrementar el presupuesto comunitario para la investigación en el sector energético y fomentar la investigación en sectores como los de las fuentes de energía renovables y las redes inteligentes son medidas absolutamente necesarias para hacer frente a los retos actuales.
(Aplausos)
Pierre Pribetich (PSE). – (NL) Señor Presidente, Comisario, Señorías, me gustaría empezar dando las gracias a todos mis colegas, sobre todo al señor Jersy Buzek por su informe.
Como dijo Aristóteles, «empezar bien es tener la mitad hecha». Por lo tanto, ponerse manos a la obra, en lugar de fomentar un conjunto de objetivos saludables, será un paso fundamental para establecer los cimientos del vital compromiso de lucha contra el cambio climático.
Este acuciante reto precisa una nueva definición del Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética en función de dos pilares redefinidos: lograr una producción mejor y más limpia en lo relativo a las emisiones de CO2 mediante tecnologías innovadoras, y consumir menos, reduciendo el uso de energía en todas sus formas y mediante la promoción de todas las soluciones. Por desgracia, estas medidas básicas de sentido común no tienen un reconocimiento suficiente en nuestras principales políticas y las medidas de reducción del consumo energético no reciben suficiente apoyo ni en el Plan EETE ni en las principales políticas estructurales de la UE.
Otro aspecto crucial es la necesidad urgente de incrementar los recursos tanto humanos como financieros necesarios para cumplir realmente los objetivos europeos. ¿Cuándo vamos a dar por fin una respuesta concreta a nuestra principal necesidad, el enorme reto que representa el cambio climático? Nos estamos quedando rezagados en lo relativo a la financiación de la investigación sobre tecnologías con bajas emisiones de CO2. Volviendo a usar palabras de Aristóteles, señor Presidente, si comenzamos a proporcionar una generosa financiación para la investigación de estas tecnologías, ya habremos ganado la mitad de la batalla en este nuevo mundo. Tendremos una eficiencia energética completa y, en poco tiempo, una eficiencia energética excepcional.
Silvia-Adriana Ţicău (PSE). - (RO) La Unión necesita una política energética común.
Proyectos prioritarios, como Nabucco, reconocidos también por el Consejo Europeo, diversificarán las fuentes de suministro de gas natural de la Unión Europea, por lo que es preciso ponerlos en práctica.
La cooperación regional es esencial para garantizar el suministro energético de la Unión. Por eso considero, y he solicitado mediante enmienda, que el área geográfica cubierta por cada estructura de cooperación regional sea definida por la Comisión tras haber celebrado consultas con los Estados miembros de esa zona geográfica.
Por esa razón, he solicitado mediante enmienda que, para cualquier proyecto de construcción de un gasoducto de gas natural que cruce los mares con los que linda la Unión, la Comisión y los Estados miembros afectados realicen un estudio de impacto ambiental.
Considero esencial que las obligaciones de servicio público y las normas mínimas comunes derivadas de las mismas estén mejor consolidadas, con el fin de garantizar que los servicios de gas sean accesibles para la población y las pequeñas y medianas empresas.
Dragoş Florin David (PPE-DE). - (RO) Hoy debatimos tres informes importantes para la política energética de la Unión Europea, informes que se refieren a la tecnología energética, la seguridad energética y la lucha contra la pobreza energética como factores esenciales para lograr los objetivos fijados en materia de energía y cambio climático.
El informe del señor Paparizov define un nuevo concepto de acceso a las redes de transporte de gas natural; el informe del señor La Russa hace una importante aportación a la definición de la estrategia a medio y largo plazo del mercado interior de gas natural y el informe del señor Buzek subraya la necesidad de desarrollar las tecnologías energéticas estratégicas.
La rápida aplicación de estos informes dará lugar a un mercado interior más eficiente y transparente, con varios efectos directos: el incremento de la competitividad, la transparencia de los precios para el usuario final y la protección de los derechos de los consumidores.
Ha llegado la hora de que la Comisión y el Consejo fomenten de forma explícita y concreta la diversificación de las fuentes de energía y el desarrollo de nuevas instalaciones de almacenamiento de gas para garantizar la independencia y seguridad energéticas de la Unión.
Para acabar, quisiera felicitar a nuestros tres colegas por la forma en que han gestionado la elaboración de los informes.
Andrzej Jan Szejna (PSE). - (PL) Señor Presidente, el objetivo de la normativa que estamos debatiendo hoy es facilitar la integración de los mercados de gas de los distintos países e incrementar la supervisión ejecutiva en el ámbito europeo. El mercado del gas debe analizarse de forma independiente del mercado de la electricidad como consecuencia de la considerable dependencia de las importaciones de la Unión Europea. La separación de la propiedad podría ser un instrumento muy útil para garantizar la creación de un mercado unificado del gas en la Unión Europea y para la creación de competencia real en el mercado energético comunitario y, en la práctica, podría dar lugar a una reducción de los precios energéticos, o al menos a la estabilización de los mismos.
Sin embargo, también tenemos que ser prudentes. El proceso de liberalización precisa cambios estructurales concretos, para los que no están preparados todos los países de la Unión Europea. La liberalización del mercado y la separación de la propiedad en Polonia exclusivamente, sin que estas dos medidas se apliquen en todos los principales productores de energía de la UE, podrían dar una ventaja a las empresas de Europa Occidental con respecto a Polonia. Europa necesita un modelo energético que no sólo garantice la existencia de competencia en mercados regionales y en el mercado común europeo, sino también la protección del usuario final y, ante todo, la seguridad energética.
Ioan Mircea Paşcu (PSE). - Señor Presidente, permítame abordar la cuestión que estamos tratando desde un punto de vista político más amplio. En la actualidad, energía es casi sinónimo de política exterior y suele relegar a una posición secundaria incluso al cambio climático. Es evidente que la actual situación ha cogido desprevenida a Europa. Nuestros sistemas energéticos nacionales son limitados, monopolísticos, complicados y oscuros. Como consecuencia, la tendencia a intentar abordar los actuales retos de forma individual es irresistible. Por eso los esfuerzos para crear un mercado único integrado de la energía encuentran resistencia cada vez mayor y el objetivo de Europa de reducir su dependencia del suministro exterior es casi inalcanzable. Además, intentar integrar nuevas soluciones en marcos antiguos sólo hace más difícil nuestra tarea. Por lo tanto, Europa necesita urgentemente cambiar radicalmente los sistemas actuales, avanzar con decisión hacia un mercado único de la energía y comenzar a invertir masivamente en investigación en fuentes alternativas de energía. Para Europa se trata, sencillamente, de una cuestión de supervivencia.
Theodor Dumitru Stolojan (PPE-DE). - (RO) Quiero felicitar a los tres ponentes, así como decir que Rumanía ha cumplido plenamente los requisitos del mercado único del gas natural, separando totalmente, también desde el punto de vista de la propiedad, la actividad del transporte de la actividad de producción y distribución del gas natural.
Por desgracia, en la Unión Europea todavía no tenemos un mercado único del gas natural competitivo y algunos Estados miembros se muestran muy reticentes a separar la actividad de producción de la actividad de distribución.
La ausencia de un mercado único del gas natural permite que importantes suministradores de gas natural den un tratamiento distinto a cada Estado miembro en la negociación de contratos de suministro, en ocasiones imponiendo decisiones políticas o tratando de influir en las mismas.
Por eso creo que estas directivas deben aprobarse cuanto antes y ponerse en práctica en su totalidad.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Señor Presidente, una de las cuestiones fundamentales que debemos considerar es la garantía de la seguridad del suministro. La política en materia de energía debe tomar en consideración el hecho de que existen diferencias significativas entre países en relación con las posibilidades de diversificación de las fuentes de gas importado. Existen diferentes capacidades para la obtención y la adquisición de esta materia prima. A menudo he señalado la importancia extrema de la elaboración de una política energética armonizada que garantice la seguridad del suministro energético a todos los Estados miembros. Las medidas dirigidas a lograr la separación de la propiedad en el mercado del gas natural mejorarán sin duda la competencia y la calidad de los servicios prestados. No obstante, debido a las considerables diferencias existentes entre los mercados del gas y la energía, apoyo la propuesta del ponente de que tales sectores se regulen por separado. El mercado del gas únicamente será competitivo cuando los clientes tengan un acceso completo a la información sobre la cantidad de gas natural que consumen y la posibilidad de cambiar de proveedor.
Inés Ayala Sender, Ponente de opinión de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. − Señor Presidente, por falta de tiempo, antes no he podido dar las gracias al ponente, señor Buzek, por su generosidad a la hora de incluir propuestas que se habían formulado desde la Comisión de Medio Ambiente, sobre todo los aspectos relacionados también con la eficiencia energética, con el ciclo de vida de las distintas energías y, especialmente, con los aspectos relacionados con los recursos humanos y la formación y la cooperación con los países en desarrollo.
Por lo tanto, un expresivo agradecimiento al señor Buzek, que no he podido formular antes por la premura de tiempo.
Paul Rübig (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, es extremadamente importante, en lo que se refiere al suministro de gas, garantizar que estas operaciones se incluyan en un marco de competitividad adecuado. Por una parte, las energías renovables deben desempeñar un papel importante, mientras que, por otra, el gas natural debe, ciertamente, competir con este tipo de energías. Creo que esta competencia nos ofrece la oportunidad de que los precios evolucionen en la dirección adecuada y si apoyamos este proceso con una serie de medidas en materia de eficiencia, también lograremos la reducción de precios correspondiente.
La distribución adecuada de la energía en Europa desempeñará un papel aún más importante en los años venideros y nuestras PYME en concreto deberán contribuir cada vez en mayor medida al logro de la eficiencia energética, ya que el acondicionamiento de edificios y la rehabilitación de inmuebles antiguos desempeña ciertamente un papel significativo en este contexto y se generará una competencia importante en relación con el suministro de gas al mercado residencial.
Andris Piebalgs, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, es evidente que existe una fuerte convergencia de puntos de vista en relación con estos tres informes. Me gustaría volver a dar las gracias a los ponentes, señor Buzek, señor La Russa y señor Paparizov, por haber logrado esta clase de consenso. Sabemos que estamos buscando un suministro energético seguro, sostenible y asequible y, al mismo tiempo, nos damos cuenta de que el cambio en el sector energético ha llegado un poco antes de lo previsto. Ello nos obliga a emprender acciones mucho más rápidamente y más determinadas.
Cabe destacar una sinergia especial de la que he sido testigo y que resulta muy significativa. Ayer visité el Instituto de Termodinámica Técnica, no muy lejos de Estrasburgo, en Stuttgart, donde han desarrollado un proyecto de investigación sobre el modo de aumentar la eficiencia del suministro energético, combinando el ciclo de las turbinas de gas y las pilas de combustible, y tratando de algún modo de utilizar las fuentes de energía existentes y aumentar su eficiencia con nuevas tecnologías. Están realizando avances razonables, pero también existen muchos problemas técnicos. Para progresar necesitamos más apoyo para este tipo de proyectos. Pero, al mismo tiempo, también comprendemos que, si no existe competencia en el mercado, tales proyectos no saldrán nunca de los laboratorios. De modo que debemos actuar de ambos modos para avanzar.
En lo que se refiere al paquete del mercado interior, creo que tras la votación sería muy necesario que las tres instituciones avanzasen rápidamente para finalizarlo y pasar a la fase de aplicación.
La Comisión tiene intención de hacer todo lo posible para alcanzar un acuerdo rápido en segunda lectura y aprobar el paquete.
En lo que se refiere a la revisión estratégica del sector de la energía, debo decir que se encuentra en su fase inicial. El plan de tecnología es sólo el punto de partida. Aún necesitamos muchas medidas para poder avanzar realmente. Una de las medidas que he prometido a mis colegas, y también aquí en el Parlamento, es una comunicación sobre la financiación de fuentes energéticas de bajas emisiones de carbono, pero no es la única. Creemos que deben existir muchas más medidas si realmente queremos avanzar. Durante la primera crisis del petróleo se pronunciaron unas sabias palabras. No tenemos mucho petróleo, pero tenemos ideas.
Creo —al menos es mi opinión y también se ha dicho en el debate— que realmente necesitamos poner en práctica las ideas que tenemos. No tenemos mucho más petróleo en el territorio de la Unión Europea.
Posición de la Comisión sobre las enmiendas del Parlamento
Atanas Paparizov, ponente. − Señora Presidenta, el debate me ha tranquilizado en gran medida, así como las palabras de sus Señorías en apoyo de las normas y de requisitos estrictos de obligado cumplimiento, a favor de una Agencia fuerte. Es evidente que el gas no es un mercado que se caracterice por la libre competencia; el 90 % de los contratos son a largo plazo, de modo que resulta extremadamente importante contar con normas estrictas y no resolver los problemas aplicando un único modelo de desagregación. Hemos escuchado esto en esta Cámara y creo que se trata de un buen mensaje para la próxima fase de las negociaciones.
También cabe destacar la importancia del apoyo a mis propuestas sobre un plan decenal, sobre el desarrollo de iniciativas regionales que se conviertan en la base de un mercado común: no deberíamos detenernos en la ideología; como muchas de sus Señorías han dicho, deberíamos ser pragmáticos y desarrollar un mercado transparente con un conjunto claro de normas.
Lo que se ha dicho en el debate acerca del papel de los diferentes participantes en los mercados también es muy importante. Ciertamente, la nueva red ENTSOG puede desarrollar un montón de códigos técnicos, pero también es cierto que la Agencia, sobre la base de las iniciativas de las autoridades reguladoras nacionales y su experiencia, podría desarrollar principios muy importantes para el desarrollo de tales códigos, y junto con la Comisión garantizar que este mercado esté regulado por unas normas que se apliquen de forma universal.
No me convence demasiado el desarrollo excesivo de mecanismos de control en el seno de las empresas, de modo que creo que el acuerdo alcanzado en el Consejo podría sentar las bases de las normas aplicables tanto al gas como a la electricidad y podría también conducir a una resolución más rápida del tercer paquete sobre energía, ya que contiene muchas nuevas mejoras tanto para los consumidores como en materia de transparencia. Sería una pena aplazar sólo por motivos ideológicos este paquete, tan importante y necesario para el desarrollo de nuestra independencia energética.
Romano Maria La Russa, ponente. − (IT) Señora Presidenta, Señorías, sabía desde el principio que éste habría sido un debate en absoluto fácil ni fácilmente comprensible: una Directiva seguramente difícil de llevar a buen puerto, pero creo que después del debate de hoy —que ha sido muy intenso y de alto nivel— albergamos todos la esperanza de poder alcanzar más tranquilamente una solución positiva.
Han sido muchas las intervenciones y responder a todas llevaría al menos otra jornada de trabajo. Nuestro calendario no nos lo permite. También se me han hecho muchos cumplidos —demasiados—: no querría que los halagos se me hubiesen subido demasiado a la cabeza y espero que no sea así. Creo que los cumplidos dirigidos a mi persona deberían hacerse extensivos a toda la Comisión de Industria, que ha trabajado muy concienzudamente en estos numerosos y largos meses.
Así, me gustaría expresar un agradecimiento especial a todos los que han colaborado, el señor Manders, el señor Swoboda y el señor Reul, el Comisario Piebalgs y también el señor Vidal-Quadras. Gracias a todos. Creo que el trabajo de estos meses se ha desarrollado de forma absolutamente transparente y en un marco extraordinario de colaboración, intentando prestar oídos a todos y hacer que todos fuesen partícipes. Creo que hemos logrado claridad y transparencia. En alguna ocasión he pedido a algún colega que se despojase un poco de su manto de parlamentario nacional y que abandonase, por tanto, cualquier partidismo, para ser un poco más un parlamentario europeo al servicio de todos los ciudadanos de la UE.
Me gustaría terminar tranquilizando al señor Zīle, que ha suscitado el problema de Gazprom y de Rusia. Ciertamente, todos sabemos que este problema es extremadamente grave y que debemos afrontarlo, examinarlo con detalle y resolverlo de forma muy cuidadosa y sobre todo con mucho rigor.
En lo que se refiere a los consumidores, creo que en todas mis intervenciones de estos meses, y también en mi informe, siempre he hablado a favor de la transparencia y la ayuda al consumidor, sin olvidar naturalmente a los operadores, que también tienen su mérito. Por ello, no podemos ceder ante los grandes poderes o monopolios europeos y no europeos.
Jerzy Buzek, ponente. − Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias a todas sus Señorías por el debate —muy positivo y muy detallado—, especialmente a los ponentes alternativos y todos los que han elaborado opiniones en otras comisiones. También desearía felicitar a los ponentes señor Paparizov y señor La Russa. Apoyo completamente sus informes —y, naturalmente, también el mío, aunque probablemente no sea muy objetivo a este último respecto—.
Como se desprende del debate, el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética no resulta muy controvertido, pero hay algo sobre lo que me gustaría recibir una respuesta. Adina-Ioana Vălean no está a favor de las instalaciones de captura y almacenamiento del carbono (CAC) —los proyectos de demostración CAC—, porque las empresas a las que querríamos ayudar están haciendo negocio.
Me gustaría poner un ejemplo. Esas mismas empresas reciben enormes incentivos procedentes de los impuestos de los ciudadanos en relación con las energías renovables. También existen instalaciones comerciales de energía renovable y las empresas están haciendo negocio —y no otra cosa— y yo personalmente apoyo tales incentivos para las energías renovables. Si se quiere resolver el problema del cambio climático de nuestro planeta debemos resolver la cuestión de la CAC, porque no conocemos la respuesta exacta. Así que, desde este punto de vista, como en el caso de las energías renovables, también deberíamos incentivar a aquellos que tomen la iniciativa en relación con las tecnologías de CAC.
Mi agradecimiento y mis felicitaciones también a ambos Comisarios. Están haciendo un gran trabajo en relación con la cuestión de la energía, así como en I+D e innovación.
Presidenta. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará el miércoles 9 de julio de 2008.
Declaraciones por escrito (artículo 142)
Adam Bielan (UEN), por escrito. — (PL) La debilidad de la posición de Europa en sus relaciones con Rusia se deriva de la ausencia de un mercado energético libre y unificado. Actualmente Europa cuenta con diferentes centros energéticos gestionados por sus respectivos reguladores nacionales. Es natural que los gobiernos nacionales deseen garantizar un suministro energético barato en su propio territorio, así como los puestos de trabajo de un sector que recibe la máxima prioridad. No obstante, de este modo, divididos por una serie de intereses nacionales, estamos perdiendo terreno en la ofensiva energética que Gazprom lleva a cabo en Europa. Un mercado europeo integrado y unido frente a los proveedores fuera de la UE garantizaría la seguridad de nuestro suministro antes de que logremos diversificar el abastecimiento energético.
Por el momento, el fracaso de la UE en lo que se refiere a la creación de un mercado de la energía liberalizado y competitivo está siendo sin duda explotado por Rusia. La apertura del mercado interior del gas europeo a la competencia conducirá a una mayor eficiencia y al refuerzo de los derechos de los consumidores, así como de los reguladores nacionales. La creación de un sistema de depósitos interconectados facilitará la respuesta en caso de crisis del suministro energético de los Estados miembros y hará menos probable que se materialice el riesgo de chantaje energético.
Debemos detener la expansión de las empresas rusas en Europa y forzar a Rusia a respetar la reciprocidad del tratamiento de las inversiones en el sector energético.
Estoy totalmente de acuerdo con el ponente cuando afirma que los Estados miembros deberían apoyar la integración de los mercados nacionales y la cooperación de los operadores de red a escala europea y regional.
András Gyürk (PPE-DE), por escrito. – (HU) El súbito aumento de los precios de la energía llama nuestra atención más que nunca hacia la ausencia de una reglamentación efectiva del mercado de la energía. La situación no es diferente en el sector del gas. Justamente por este motivo, se debería considerar un avance importante la adopción en breve del informe sobre el mercado del gas por parte del Parlamento Europeo. Creo que el documento preparado por la Comisión Europea constituye un primer paso adecuado en la dirección de una reglamentación más efectiva.
El nuevo paquete legislativo podría contribuir a la creación de una competencia real en el mercado europeo. Cabe destacar la urgencia de lo anterior, ya que los Estados miembros se encuentran en gran medida a merced de sus proveedores externos. En lo que se refiere a las importaciones de gas natural, Europa depende de ellas en un 50 % y este porcentaje podría aumentar en los decenios venideros. Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que la indefensión de algunos Estados miembros incluso supera esta significativa proporción. Por ejemplo, Hungría depende de un único proveedor, Rusia, en un 80 %. El nuevo Reglamento no eliminará esta dependencia de la noche a la mañana, pero creará unas relaciones más transparentes. Promoverá una competencia más enérgica y reducirá la carga que soportan los consumidores.
Creemos que se trata de un paso importante, ya que la legislación propuesta reforzará las medidas de protección del consumidor ya en vigor. Ello reviste una importancia especial si recordamos que el aumento de los precios de la energía se ha convertido en una de las causas más significativas de la pobreza. Esperamos que el nuevo Reglamento haga posible que los consumidores no deban enfrentarse a precios inasequibles en el futuro.
Małgorzata Handzlik (PPE-DE), por escrito. – (PL) La liberalización del mercado del gas natural constituye una iniciativa especialmente importante en relación con el intento que se está realizando de crear un mercado interior de la energía. Actualmente el mercado del gas natural se encuentra dominado por grandes empresas, que a menudo controlan tanto la producción como la distribución del gas.
Un mercado interior de la energía eficiente reviste gran importancia para el logro de los objetivos de la Estrategia de Lisboa y para garantizar unos precios asequibles de la energía a los consumidores. Durante este debate, no obstante, no deberíamos olvidar la seguridad energética, que debe garantizarse a través de la diversificación del suministro de materias primas importadas para la producción de energía.
Ello no significa que el mercado de la energía sea el mismo en todos los sectores. El mercado del gas natural difiere significativamente del mercado de la electricidad y, por ello, no es posible trasladar al sector del gas natural la reglamentación que se aplica al sector de la electricidad.
Una auténtica liberalización del mercado del gas natural debería basarse en la separación de la propiedad de los operadores de los sistemas de transmisión. Sólo de este modo podemos evitar conflictos de interés innecesarios y lograr un acceso justo y no discriminatorio a la red. Para conseguir una competencia justa en el mercado común de la energía, deberíamos hacer especial hincapié sobre el hecho de que los inversores de terceros países deberían estar sujetos al cumplimiento de los mismos criterios en lo que se refiere a la separación de la propiedad y la independencia que las empresas de los Estados miembros.
Espero que el mercado europeo se convierta pronto en un mercado abierto con una separación efectiva de las actividades relativas a la producción y el suministro energético, por una parte, y la operación de redes, por otra, con vistas a garantizar una mayor transparencia del mercado.
Dominique Vlasto (PPE-DE), por escrito. – (FR) El mercado del gas tiene unas características específicas que es necesario tomar en consideración. Tales características se refieren a unas limitaciones del suministro tan significativas que hacen necesario garantizar contratos a largo plazo con los países proveedores, así como a los costes especialmente elevados que soportan los inversores en las redes de transporte y distribución, que deben ofrecer un elevado nivel de seguridad a los consumidores. Por consiguiente, el desafío político reside aquí de forma evidente en el fomento de la inversión y la innovación, la promoción de nuestros conocimientos y capacidades y la garantía de nuestro suministro.
Con su propuesta sobre la separación de la propiedad, la Comisión Europea, obsesionada con la competencia, no responde de ninguna manera a los desafíos existentes. Su texto desestabiliza un mercado estratégico especial, ya que dependemos en gran medida de importaciones y empresas extranjeras, con las que deberíamos poder negociar desde una posición fuerte, y no debilitados por unas perspectivas de desmantelamiento industrial.
Si se aprueba la enmienda sobre una separación efectiva y eficaz de las actividades, como alternativa posible a la separación de la propiedad, podríamos llegar a un texto más equilibrado y, sobre todo, proporcionado. Por consiguiente, debemos apoyar esta posición, que reforzará el excelente trabajo llevado a cabo sobre las inversiones, el acceso a las redes y su gestión. De este modo, la seguridad y la competencia podrán ir de la mano.
13. Respuesta de la UE al reto de los fondos soberanos (debate)
Presidenta. − El siguiente punto es el debate conjunto de las siguientes preguntas orales:
– pregunta oral con debate de Pervenche Berès, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios al Consejo, sobre la respuesta de la UE al reto de los fondos soberanos (O-0067/2008 – B6-0164/2008) y
– pregunta oral con debate de Pervenche Berès, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios a la Comisión, sobre la respuesta de la UE al reto de los fondos soberanos (O-0068/2008 – B6-0165/2008).
Pervenche Berès, autora. − (FR) Señora Presidenta, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, señor Vicepresidente de la Comisión, gracias por habernos dado la oportunidad de celebrar este debate con las dos instituciones concernidas. Espero, señor Verheugen, que tenga ocasión de informar al Comisario Charlie McCreevy de la naturaleza de nuestro debate.
Hemos tenido durante mucho tiempo fondos soberanos activos en Europa, especialmente el fondo noruego, y, sin embargo, hasta ahora ninguna de las actividades de este fondo nos suponía ningún problema. Sin embargo, se han producido dos acontecimientos que han desequilibrado la situación actual. El primero se refiere a la constitución de reservas importantes por parte de las monarquías productoras de petróleo y de países que han sabido acumular excedentes comerciales que han alimentado a tales fondos soberanos. El segundo acontecimiento se refiere, naturalmente, a la crisis de las hipotecas de alto riesgo, que ha puesto de manifiesto el papel estratégico que podía desempeñar este tipo de fondos.
Anteriormente, cuando estos fondos se utilizaban para invertir aquí o allá, especialmente en los Estados Unidos, se ponía en tela de juicio su carácter estratégico. Ahora, cuando consideramos la función que los fondos soberanos han arrebatado a los bancos de inversión, en términos de inyección de liquidez y de fondos propios, nos damos cuenta de que se han convertido realmente en inversores de último recurso.
En esta situación afloran las emociones y éste es el motivo por el cual hemos querido formular esta pregunta. También es el motivo por el cual, sin duda, contrariamente a lo que piensa el Comisario responsable del mercado interior, el propio Presidente de la Comisión consideró útil y necesario publicar el pasado 27 de febrero un documento que constituye la base de nuestro debate de hoy.
Nos enfrentamos al riesgo de ver cómo se aplica una estrategia en cada uno de los Estados miembros que, a fin de cuentas, no contribuiría a resolver una situación muy concreta, a saber, el hecho de que los fondos soberanos han adquirido hoy una responsabilidad y desempeñan un papel activo en el mercado de capitales. Como resultado de ello, esta nueva situación hace que contraigan y que contraigamos ciertas obligaciones en el diálogo que deseamos entablar con las entidades encargadas de la gestión de estos fondos.
Por consiguiente, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, desearíamos formular cinco preguntas hoy.
En primer lugar, tenemos la impresión de que la respuesta de la Comisión hasta ahora ha sido decir: «dejemos que cada Estado miembro ponga en práctica su propia estrategia, tanto desde el punto de vista de la transparencia como de la gobernanza en relación con estos fondos y, a escala comunitaria nos contentaremos con comprobar si estas exigencias definidas en el marco de cada Estado miembro no son contrarias a lo dispuesto en el Tratado y a las normas de funcionamiento del mercado interior».
Ésta no nos parece la estrategia más adecuada. En nuestra opinión, en un caso como éste deberíamos más bien adoptar un enfoque anticipatorio e iniciar a escala comunitaria una labor coordinada para, por una parte, impedir la competencia desleal entre Estados miembros —pues es evidente que los Estados miembros compiten de alguna manera para beneficiarse los primeros en la mayor medida posible de las capacidades de inversión a largo plazo seguras que ofrecen los fondos soberanos— y, por otra parte, para definir y trabajar juntos sobre una serie de sectores estratégicos o sensibles que deberían protegerse.
La segunda pregunta se refiere al problema del registro de estos fondos. ¿Podríamos considerar, a escala comunitaria, la posibilidad de registrar tales fondos, del mismo modo que estamos considerando hacer para las agencias de calificación crediticia?
La tercera pregunta se refiere a la interpretación del artículo 58, que establece restricciones en materia de movimientos de capitales por razones de orden público o de seguridad pública. ¿Acaso existe alguna interpretación que, desde el punto de vista del Consejo y de la Comisión, deba prevalecer en este ámbito? Desearíamos saber cuál es.
Cuarta pregunta: ¿acaso no nos enfrentamos a un debate que tiene una dimensión internacional? En nuestra opinión, la Unión Europea estaría mucho mejor equipada y preparada para abordar la dimensión internacional de este debate si hubiésemos definido de alguna manera la posición de nuestro campamento base, la posición de la Unión Europea, en lugar de la posición de tal o tal Estado miembro que se han lanzado a esta carrera, atraídos por sus posibilidades financieras.
La última pregunta se refiere al tipo de cambio. ¿Cuál es su opinión sobre el hecho de que las monarquías productoras de petróleo inviertan hoy en valores en euros unos fondos acumulados gracias a las ventas de petróleo en USD, lo que contribuye a agravar la situación de tensión que todos conocemos en relación con los tipos de cambio, con todas las repercusiones derivadas de ello sobre nuestras balanzas comerciales?
Señora Presidenta, señor Vicepresidente, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios desearía formular estas preguntas, en relación con las cuales esperamos la respuesta del Consejo y la Comisión.
Anne-Marie Idrac, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señora Presidenta, Señor Vicepresidente de la Comisión, las cuestiones relativas a los fondos soberanos han sido resumidas perfectamente por la señora Berès. Me gustaría añadir algunas otras razones por las que los fondos soberanos alimentan el debate. Ciertamente, cabe mencionar el protagonismo que han adquirido estos últimos años: según el FMI, los fondos soberanos estarían gestionando hoy entre 2,2 y 300 billones de euros. Sin embargo, cabría preguntarse igualmente sobre sus estrategias de inversión y la transparencia y la claridad de tales estrategias, así como, posiblemente, el surgimiento de nuevos fondos.
En octubre de 2007, los ministros de finanzas de los países del G7 pidieron al FMI y la OCDE que examinasen estas cuestiones. En respuesta a esta invitación, ambas instituciones se pusieron a trabajar: el FMI se centró en los países propietarios de los fondos soberanos, mientras que la OCDE lo hizo en los países receptores. El FMI examinó las prácticas actuales que caracterizan a estos fondos, organizó una mesa redonda para abordar principalmente estas cuestiones y creó un grupo de trabajo internacional compuesto por 25 países que disponían de tales fondos, con vistas a redactar un informe que debería publicarse antes de finales de octubre de este año. El objetivo perseguido es elaborar una serie de buenas prácticas que los fondos soberanos podrían adoptar de forma voluntaria, especialmente en materia de transparencia, estrategias de inversión y gobernanza. Cabe destacar a este respecto que el Fondo de pensiones del Gobierno noruego ha sido designado por muchos como el punto de referencia en este ámbito.
En lo que se refiere a la OCDE, se hizo hincapié sobre las mejores prácticas para los países receptores, y hace algunas semanas los ministros de la OCDE adoptaron una declaración. El trabajo seguirá ahora en el Comité de inversión, que abordará especialmente el seguimiento paritario de la evolución de las políticas y se entregará a una reflexión más amplia sobre las inversiones controladas por gobiernos extranjeros.
Hablaré ahora de la escala comunitaria. Como saben, en febrero de 2008 la Comisión presentó una Comunicación titulada «Un enfoque común en materia de fondos soberanos», en la que observa que no son necesarias nuevas medidas legislativas de la Comunidad, y defiende un enfoque común basado en la cooperación entre los países receptores y los fondos soberanos y sus países propietarios para establecer, y cito, «una serie de principios que garanticen la transparencia, previsibilidad y responsabilidad de las inversiones de los fondos soberanos».
El enfoque común recomendado por la Comisión debería descansar en cinco principios: el compromiso con la creación de un entorno de inversión abierto, el apoyo de las acciones multilaterales, la utilización de los instrumentos existentes, el respeto de las obligaciones vinculadas a los Tratados europeos y los compromisos internacionales y, por último, la proporcionalidad y la transparencia. Cabe destacar que la Comunicación de la Comisión hace del enfoque común un complemento de las prerrogativas de las que gozan los Estados miembros en relación con la aplicación de sus respectivas legislaciones nacionales.
El 4 de marzo el Consejo Europeo examinó esta Comunicación y presentó un informe en su reunión de primavera. El Consejo de primavera hizo suyo el conjunto de las ideas expuestas por la Comisión, aunque aclaró dos principios, a saber, por una parte, en lugar de expresar su apoyo al enfoque multilateral en general, prefirió manifestar su posición específicamente sobre los trabajos en curso en el seno del FMI y la OCDE que acabo de mencionar y, por otra, en lugar de referirse a la utilización de los instrumentos existentes, y de nuevo de forma un poco general, el Consejo consideró más apropiado adoptar el recurso a los instrumentos nacionales y, en su caso, a los de la Unión Europea como principio básico.
Para no dejarme nada en el tintero, cabe precisar también que la cuestión de los fondos soberanos se debatió en la reunión del Consejo Económico Transatlántico, que conoce bien el Comisario Verheugen, celebrado en Washington el 9 de noviembre de 2007.
En lo que se refiere a las iniciativas nacionales, en efecto, ciertos Estados miembros han emprendido algunas o prevén hacerlo. También cabe decir lo mismo de otros grandes países receptores de fondos soberanos fuera de la Unión Europea. Ciertamente, estas medidas nacionales no deberían ser contrarias al enfoque europeo común defendido por la Comisión sobre la base de los principios que acabo de mencionar y apoyado por el Consejo Europeo. Las medidas nacionales deben considerarse en el contexto de un enfoque europeo común, al que deberían servir de complemento. Creo que esto se corresponde con las preocupaciones manifestadas por la señora Berès.
La coordinación de las medidas nacionales constituye ciertamente una de las piedras angulares del enfoque europeo común propuesto por la Comisión. Como sugiere, probablemente sea necesario realizar un análisis de las iniciativas existentes en los Estados miembros para poder establecer de forma eficaz este tipo de coordinación y garantizar que no menoscaban las prerrogativas y las competencias nacionales en materia de protección. Este análisis de las prácticas europeas podría inspirarse en los resultados del seguimiento paritario que llevará a cabo, como he indicado anteriormente, el Comité de inversión de la OCDE.
En lo que se refiere al artículo 58, señora Berès, sobre el que preguntaba, tal artículo establece que los Estados miembros tienen derecho a emprender medidas justificadas por razones de orden público o de seguridad pública. No obstante, que el Consejo sepa, este artículo nunca se ha invocado en el contexto de las inversiones de los fondos soberanos. En cuanto a la posible necesidad de aclarar esta disposición, señalaré simplemente que el Tratado de Lisboa no la ha modificado.
Para concluir, el Consejo desea abordar el papel de la Unión Europea en los foros internacionales. De la Comunicación de la Comisión mencionada se desprende claramente que participamos y participaremos activamente en los trabajos del FMI, la OCDE y otros órganos. Los fondos soberanos son de naturaleza internacional, por lo que es evidentemente importante que Europa coopere con los otros países receptores, por una parte, y con los fondos soberanos y sus países propietarios, por otra. La Unión debería, por tanto, desempeñar un papel activo para hacer avanzar la labor que desempeñan las organizaciones multilaterales que he mencionado, y no limitarse a seguir los debates como un observador mudo. Éste es el motivo por el que el Consejo Europeo de primavera apoyó las ideas manifestadas por la Comisión. Concretamente, prestó explícitamente su apoyo a los trabajos en curso dirigidos a lograr un acuerdo internacional sobre un código deontológico que los fondos soberanos podrían aplicar de forma voluntaria y que establecería los principios de aplicación a los países receptores a escala internacional. El Consejo Europeo también añadió que la Unión debería intentar contribuir a este debate en curso de forma coordinada, e invitó a la Comisión y al Consejo a continuar trabajando en este sentido. El Consejo tiene intención de seguir por este camino.
En relación con la pregunta final formulada sobre la relación con las cuestiones financieras vinculadas al petróleo, como se ha dicho hoy en el G8, somos conscientes de la importancia de las cuestiones relativas a la reducción de los desequilibrios mundiales. Ciertos países emergentes, especialmente exportadores de petróleo, tienen enormes excedentes. Es fundamental que se produzcan ajustes, sobre todo a través de una apreciación de las divisas adecuada. Naturalmente, en el G7-G8 se siguen todas estas cuestiones con la mayor atención, y también en el FMI con la participación, evidentemente, de los Estados miembros de la Unión Europea.
Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. – (DE) Señora Presidenta, Señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, los fondos soberanos se han convertido en importantes piezas del tablero del sistema de finanzas mundial y, más recientemente, han atraído, y con razón, la atención, cada vez mayor, del público. En la Comunicación de febrero mencionada, la Comisión Europea estableció en modo en que, en nuestra opinión, Europa debería responder a esta cuestión.
En su reunión de primavera, el Consejo Europeo apoyó sin reservas el enfoque propuesto por la Comisión. La situación es sencilla: la Unión Europea es el mayor exportador del mundo de inversión directa y, al mismo tiempo, atrae una enorme cantidad de capital de inversión en el sentido contrario. Todo esto es muy positivo. La inversión y la apertura son dos de los principales motores del crecimiento y el empleo en Europa. No podemos dejar de cumplir el compromiso contraído en relación con la creación de un entorno abierto a la inversión.
Los fondos soberanos no son algo nuevo en el panorama inversor, ya que se han estado invirtiendo en Europa desde hace alrededor de 50 años. Los inversores responsables y fiables han aplicado una estrategia estable y a largo plazo que, además, ha demostrado su solidez durante la reciente agitación vivida por los mercados financieros. Estos fondos han ofrecido capital justamente cuando se necesitaba más desesperadamente.
Tampoco nosotros en este momento tenemos ningún motivo para pensar que los fondos soberanos estén teniendo repercusiones negativas sobre los tipos de cambio. No existen indicios reales de que tales fondos cambien dólares estadounidenses por euros y, por otra parte, aún no han adquirido el peso específico necesario para producir un efecto significativo sobre los acontecimientos que viven los mercados financieros internacionales.
El número y cuantía de estos fondos aumenta en la actualidad rápidamente. Los patrones de inversión están cambiando. Incluso el mapa geopolítico de los países que establecen tales fondos está cambiando. El ámbito de aplicación y la calidad de la información que los fondos facilitan al mercado dependen en gran medida del fondo de que se trate y, de ahí, el temor de que la inversión de estos fondos podría hacer adquirir a los gobiernos extranjeros en cuestión una influencia política excesiva, una preocupación que debemos abordar seriamente.
Si los fondos son transparentes y cumplen unas normas claras en materia de responsabilidad, el hecho de que se trate de instrumentos de inversión propiedad de los Estados no debería ser motivo de preocupación. Lo que necesitamos es confianza en la naturaleza meramente comercial de sus objetivos, lo que significa que la transparencia y la gobernanza empresarial son factores fundamentales.
La Comunicación de la Comisión recoge algunas de las opciones posibles. La reglamentación no es la mejor respuesta. Todos los inversores del mercado único deberían respetar la misma reglamentación que se aplica a la competencia, el mercado interior y la legislación en materia de empleo. Los diferentes instrumentos sobre inversión extranjera que los Estados miembros adoptan para proteger la seguridad y el orden públicos deben atenerse a las orientaciones comunitarias existentes.
No obstante, señora Berès, me gustaría señalar que los Estados miembros tienen derecho a adoptar estas medidas y, en efecto, la mayoría de ellos lo han estado haciendo desde hace algún tiempo. La Comisión realizará un estrecho seguimiento de lo anterior, aunque aún no se prevé ningún tipo de control detallado. Cualquier revisión de las inversiones en sectores sensibles a escala comunitaria debe examinar todas las fuentes de inversión, y no sólo los fondos soberanos. Ciertamente convenimos en que existen otros tipos de fondos que resultan más preocupantes que los fondos soberanos, y no es tan fácil hablar de transparencia y gobernanza empresarial en esos casos.
Naturalmente, es cierto que no podemos abordar una cuestión mundial adoptando un enfoque estrictamente europeo, sino que necesitamos encontrar una solución internacional y global. La Comisión considera que el mejor modo de resolver estos problemas sería el desarrollo de un código de conducta a escala mundial de forma conjunta entre los países propietarios y los propios fondos. Un código de conducta voluntario que establezca una serie de normas básicas en materia de gobernanza y transparencia dotaría de mayor claridad al funcionamiento de los fondos.
Desde que el Consejo Europeo de marzo manifestó su apoyo a este enfoque, la Comisión Europea ha participado activamente en el trabajo del FMI y la OCDE sobre la definición de mejores prácticas. Se están realizando progresos en ambas organizaciones. Puedo afirmar que ahora está empezando a adquirir forma una solución y que disponemos de un enfoque europeo bien definido e integrado que estamos adoptando.
No deberíamos olvidar que se trata de un proceso bilateral. La claridad redundará en el interés de todos. Para los propios fondos, ello significará el logro de estabilidad y la reducción del riesgo de contratiempos. En las economías nacionales en las que invierten los fondos, un marco estable, predecible y no discriminatorio eliminará el riesgo de que estos importantes inversores se esfumen o, en otras palabras, abandonen Europa e inviertan en otros lugares.
Tenemos intención de seguir con el trabajo del FMI y la OCDE. Hemos logrado un sólido consenso en el seno de la Unión, lo que significa que disponemos de un enfoque común. Los Estados miembros no han optado por actuar de forma aislada. De hecho, ningún Estado miembro desea jugar sus bazas en solitario. Ello refuerza nuestro razonamiento y es importante que nos mantengamos firmes suceda lo que suceda. Con este tipo de apoyo podemos esperar que nuestras políticas tengan un peso considerable y la Comisión confía en que para finales de este año obtengamos resultados concretos de naturaleza positiva sobre los que podamos informar al Parlamento.
Piia-Noora Kauppi, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señora Presidenta, estoy completamente de acuerdo con la valoración que la Comisión y el Consejo hacen de los fondos soberanos. El siglo XXI va por ese camino y la celebración de este debate resulta muy positiva.
Estos fondos se han vuelto a hacer más visibles en el marco de la crisis financiera que afecta ahora a muchos bancos y entidades de inversión, ya que han intervenido para aportar las tan necesarias inyecciones de capital.
Se prevé que los fondos soberanos crezcan aún más rápidamente en un futuro inmediato, pero ello no debería asustarnos. Se trata de un proceso natural en el marco de la evolución de los mercados. El capital que los fondos soberanos aportan al mercado mundial es necesario para que las inversiones sigan fluyendo. Pueden ofrecer liquidez al mercado financiero y las empresas, algo a veces fundamental para su supervivencia.
Debido a su cuantía y sus recursos, los fondos soberanos pueden invertir en lugares en que se necesitan desesperadamente fondos pero donde otros no pueden o no desean invertir.
En teoría, como cualquier otro fondo de inversión, también los fondos soberanos buscan un buen rendimiento de una sólida inversión que, por otra parte, tiende a ser a largo plazo. A priori no sólo no suponen ninguna amenaza para los mercados financieros mundiales o la economía europea, sino que, por el contrario, resultan muy beneficiosos.
Aunque actualmente existen algunas preocupaciones en relación con el auge del poder económico de algunos países productores de petróleo, así como de países como China, y las implicaciones que ello tiene, la respuesta a esta inquietud no debería ser la exclusión de estos países de los mercados financieros y de inversión mundiales. Por el contrario, Europa debería acoger positivamente el flujo de fondos procedente de estos Estados y sus fondos de inversión.
Naturalmente, el hecho de que algunos de estos países no cumplan los mismos principios políticos básicos por los que nosotros nos regimos es motivo de preocupación. Aunque las estrategias de inversión de tales países hubiesen seguido orientaciones políticas —no obstante, éste no ha sido nunca el caso—, no existen pruebas de que los fondos soberanos habrían ocasionado una crisis importante. Los fondos soberanos se han comportado bien y sin interferencias políticas. La discriminación de este tipo de fondos debido a sus orígenes resulta contraproducente y contraviene los principios de una buena reglamentación.
Dispensar el mismo tratamiento a todos los que participan en actividades similares debería ser un principio básico de los mercados financieros y las normas en materia de gobernanza empresarial. Ciertamente, el código de conducta sería bienvenido, pero debería basarse en la no discriminación por motivos de origen de los fondos.
Elisa Ferreira, en nombre del Grupo del PSE. – (PT) La apertura al comercio y la inversión es uno de los distintivos de la construcción europea. Los fondos soberanos son una realidad antigua. En el contexto actual reciente de graves desequilibrios financieros, como se ha dicho, su captación y el interés por tal captación han aumentado. La apertura de sectores estratégicos y la puesta de bienes públicos esenciales a disposición de la iniciativa privada es otra de las características que distinguen a la Unión Europea. No obstante, cabe destacar la importancia de garantizar que todos los operadores, y los fondos soberanos concretamente, se guíen por normas claras y transparentes y que sus objetivos sean compatibles con el buen funcionamiento de los mercados, con prácticas de competencia leal entre operadores y con la protección a corto y también a largo plazo de los derechos de los ciudadanos europeos.
Acogemos positivamente el compromiso de la Comisión en relación con un código de conducta multilateral, bajo la égida del Fondo Monetario Internacional. No obstante, a semejanza de lo que sucede con los fondos de cobertura y el capital riesgo, un código de buenas prácticas no es suficiente. Pediríamos a la Comisión una garantía independiente y bastante más firme para que los principios de la transparencia y la gobernanza sean respetados debidamente por todos los actores financieros en el mercado interior, incluidos estos fondos, sobre la base de criterios europeos y no sólo nacionales o internacionales.
Wolf Klinz, en nombre del Grupo ALDE. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, los fondos soberanos se han convertido cada vez más en el centro de las conversaciones de estos últimos meses porque han estado actuando en el sector bancario europeo y estadounidense. Muchos consideran que esta participación es sólo el primer paso y que los fondos soberanos se preparan ahora para una gran campaña de compras que hará que muchas empresas en Europa y posiblemente fuera de ella caigan bajo su influencia e incluso bajo su control. En este sentido, el miedo a la influencia política se une a la ansiedad de que como mínimo se haga un intento por acceder a tecnologías que de otro modo no serían accesibles, especialmente desde que hemos empezado a tratar con socios y operadores de mercado que antes no actuaban a escala internacional, a saber, los fondos soberanos de Rusia y China.
El dinero se encuentra ciertamente ahí. Con más de 3 000 millones de USD disponibles, estas operaciones duplican ahora en cuantía a los fondos de cobertura internacionales. No obstante, desde un punto de vista histórico, cabe mencionar que no existen pruebas que apoyen esta hipótesis. Los fondos —como ya se ha señalado— siempre se han comportado bien. Les interesa la inversión a largo plazo y el desarrollo positivo de sus negocios y, por tanto, obtener una buena rentabilidad a largo plazo.
No obstante, no deberíamos sorprendernos ingenuamente por el desarrollo de los acontecimientos. Necesitamos un conjunto de normas, pero no queremos aislacionismo ni proteccionismo, porque los fondos soberanos son, después de todo, un ejemplo del hecho de que el mercado de capitales funciona y el mantenimiento de esta situación redunda en nuestro interés.
Nosotros los Liberales apoyamos, por tanto, el enfoque de la Comisión y su propuesta de elaboración de un código de conducta, y esperamos que dicho código aporte verdaderamente transparencia, que los motivos principales para la inversión de estos fondos soberanos se aclaren y que los propios fondos apliquen normas de gobernanza empresarial adecuadas y las respeten.
No obstante, necesitamos una solución común para toda la UE, y no 27 soluciones diferentes, y también necesitamos una solución internacional. Por consiguiente, acojo positivamente lo que el Comisario ha dicho, a saber, que actualmente se están celebrando intensas conversaciones con la OCDE y el Fondo Monetario Internacional.
A lo largo de los años, la libertad de circulación del capital ha contribuido al crecimiento de Europa y del mundo en general. No debemos poner en peligro tal crecimiento a través de una reglamentación excesiva y unas normas proteccionistas, sino atenernos a nuestros principios de libre mercado.
Cornelis Visser (PPE-DE). – (NL) Los fondos soberanos han estado activos en los mercados financieros durante más de cincuenta años. La cuantía de estos fondos ha aumentado enormemente estos últimos años, por ejemplo, en China, Rusia y los Estados árabes.
El objeto de los fondos soberanos es invertir los excedentes estatales para obtener beneficios. Creo que estos países tienen derecho a intentar invertir del mejor modo posible sus reservas en divisa extranjera, así que la contribución de tales fondos me parece positiva. Los fondos mejoran la liquidez de los mercados financieros y generan crecimiento y empleo. También contribuyen a la inversión a más largo plazo. Por otra parte, crean estabilidad para las empresas en las que invierten, por lo que deberíamos favorecer su inversión. Sin embargo, estos fondos también pueden traer consigo una serie de amenazas. Deberemos considerar el tipo de inversiones que realizan y comprobar si cumplen los principios de transparencia.
La relación política de los fondos soberanos aún no resulta del todo clara. La preocupación por nuestra parte que puede generar esta falta de transparencia es una de las desventajas de los fondos soberanos. Por consiguiente, la Comisión debería emprender acciones y eso es algo positivo. En caso contrario, los países tratarán los fondos soberanos a escala nacional. Estoy en contra de una política excesivamente nacional a este respecto. Europa es el nivel adecuado para dar respuesta a este reto y deberíamos ofrecer una respuesta común.
Es importante contar con una posición coordinada a escala europea. Así, me complace la respuesta del Consejo y de la Comisión y su estrecha colaboración en el ámbito del FMI y la OCDE. Estoy impaciente por ver qué tipo de orientaciones desarrollan el FMI, el Banco Mundial y la OCDE y espero que incluyan cuestiones como la transparencia, la buena gobernanza y la reciprocidad.
Cuando se trata de reciprocidad, considero, sin embargo, que deberíamos limitarnos a los fondos soberanos. Queremos inversores privados, pero podemos exigir reciprocidad de los fondos soberanos.
Antolín Sánchez Presedo (PSE). - Señora Presidenta, desde hace medio siglo más de treinta países han establecido fondos soberanos. Su crecimiento en los últimos años se nutre de las divisas del petróleo y del superávit comercial y, en la actualidad, algún país evalúa su papel en el fortalecimiento de los sistemas públicos de pensiones.
Los fondos soberanos pueden contribuir globalmente a la estabilidad financiera, como hemos podido comprobar, y a un crecimiento económico que asegure la solidaridad intergeneracional.
También pueden plantear problemas y distorsiones. Por ello, necesitamos una orientación europea común y un funcionamiento transparente, predecible y con buena gobernanza. Hay que evitar conflictos de intereses y la paradoja de que aquellos sectores europeos cuya eficiencia se ha confiado a la lógica del mercado retornen nuevamente a la discreción pública, pero esta vez, de Estados terceros. Además de asegurar la coherencia y la reciprocidad, será necesario reflexionar y avanzar en el establecimiento de reglas internacionales al respecto.
Olle Schmidt (ALDE). - (SV) Señora Presidenta, señor Comisario, soy un ferviente defensor del libre comercio y alérgico al proteccionismo, pero ello no significa que sea ingenuo. Uno de los problemas de los fondos soberanos es su enorme crecimiento. Sólo desde febrero de este año sus activos han aumentado de 600 mil millones de USD a alrededor de 4 billones de USD. ¡Qué despliegue! Todo esto, combinado con el hecho de que muchos de estos fondos no son lo suficientemente transparentes, algo que ya se ha mencionado, en lo que se refiere a sus prácticas de inversión y al hecho de que algunos de ellos proceden de países no democráticos, indica que esta cuestión debería suscitar nuestro interés.
Los fondos son necesarios y también lo es la inversión, pero necesitamos reglas de juego y sistemas reguladores aplicables de forma universal, en virtud de los cuales la transparencia debería ser ejemplar. Creo que el Fondo petrolero noruego constituye un ejemplo que ya se ha mencionado en este debate. Debería servir también como modelo cuando se elabore su código de conducta. Señora Presidenta, cuando brilla el sol no necesitamos paraguas, pero cuando llueve son muy necesarios.
José Manuel García-Margallo y Marfil (PPE-DE). - Señora Presidenta, voy a procurar no repetir algunas de las cosas que se han dicho. Sí, puntualizar que mi primer contacto con los fondos soberanos fue con ocasión de lo que se llamó el «escándalo KIO», en el año 1993, en España, que, al decir de las autoridades kuwaitíes de la época, provocó un daño mayor a sus finanzas que la invasión de Sadam Husein en el año 1991.
A partir de entonces, se han sucedido los nombres. Hemos hablado de Gazprom, hemos hablado de las actuaciones chinas en África, hemos hablado de las actuaciones de Venezuela en la exportación de la revolución bolivariana a través de estos fondos, y hoy hablamos más, como consecuencia de la crisis financiera. Muchas entidades están siendo adquiridas o ayudadas financieramente por estos fondos.
Es verdad, y lo ha dicho la señora Kauppi, en nombre de mi Grupo, que estos fondos tienen ventajas indudables: mejoran la asignación de los recursos, suponen una inyección de liquidez y reducen la volatibilidad, cosas todas ellas muy de agradecer en los tiempos que corren.
También se han señalado aquí algunas de las preocupaciones que estos fondos suscitan: mayor participación de los Gobiernos en la economía, una intervención que puede estar dictada, en ocasiones, más que por razones económicas, por objetivos políticos —lo que se puede traducir en distorsiones en el mercado y amenazas a la seguridad nacional— y, en tercer lugar, la reacción nacional de cada uno de los Gobiernos, lo que podría contribuir a la fragmentación del mercado interior.
¿Qué hacer?, parafraseando a Lenin. Es obvio que hay que seguir investigando cómo operan estos fondos, hay que llegar a un diagnóstico correcto de cuál es su actuación, hay que revisar el marco comunitario (es verdad que están sujetos a normas de competencia y protección de inversores, pero ¿son suficientes?) y hay que asegurar un código de buena conducta voluntario que asegure la transparencia, la previsibilidad y la rendición de cuentas. En último lugar, habría que exportar este código de buena conducta hacia el marco internacional.
Por eso, bienvenidas la colaboración transatlántica y la colaboración con organismos como la OCDE y el Fondo Monetario Internacional. Hay que actuar y hay que actuar pronto.
Ieke van den Burg (PSE). - Señora Presidenta, comparto las preocupaciones expresadas aquí por muchos de los que han intervenido acerca de los fondos soberanos, pero me gustaría subrayar también que los fondos privados, como los fondos de cobertura y los fondos de capital riesgo, resultan aún más preocupantes. Ello es debido a que a menudo no aplican estrategias a largo plazo, mientras que los fondos soberanos, junto con los fondos de pensiones, a menudo tienen esta orientación a largo plazo y pueden respaldar las decisiones de los accionistas minoritarios y desempeñar un papel positivo para ofrecer liquidez al mercado.
La cuestión es que a menudo no son lo suficientemente transparentes en su estrategia e intenciones de inversión, y espero que la Comisión examine con especial atención este asunto. La Comisión de Asuntos Jurídicos adoptó recientemente un informe en este Parlamento sobre la transparencia de los inversores institucionales en el que se pedía a la Comisión que presentase una directiva para garantizar una serie de normas comunes en materia de transparencia. Espero que la Comisión responda a esta petición.
Por último, me gustaría preguntar si el código de conducta y el principio «cumplir o explicar» (comply or explain) constituyen elementos que la Comisión ha tomado en consideración.
Harald Ettl (PSE). – (DE) Señora Presidenta, los fondos soberanos han atraído todas las miradas, especialmente desde que el año pasado China declaró su intención de invertir 3 mil millones de USD, sólo 3 mil millones, de sus reservas en empresas privadas. El capital que contienen los fondos soberanos en la actualidad se eleva a más de 3 billones de USD, el doble de lo que contienen los fondos de cobertura: ello debería ser suficiente para ponernos a examinar toda la cuestión. Por el momento, sólo tenemos conocimiento de un sistema noruego transparente que aplica las normas del buen gobierno. No obstante, al igual que el capital riesgo, los fondos soberanos pueden ocultar quién es el empresario.
Los fondos soberanos pueden invertir estratégicamente y crecer con rapidez. Por consiguiente, la transparencia es urgentemente necesaria. Los derechos de los trabajadores pueden limitarse y las condiciones de empleo modificarse como resultado de las transmisiones de empresas influidas por los fondos soberanos. La transparencia y la debida notificación son, por consiguiente, necesarias en este ámbito. También cabe destacar el hecho de que el FMI, el Departamento del Tesoro estadounidense y la Canciller alemana están pidiendo que se refuercen los controles y la reglamentación. Ciertamente parece que debemos hacer algo.
John Purvis (PPE-DE). - Señora Presidenta, advertiría a sus Señorías del peligro de demonizar los fondos soberanos, por no hablar, señora van den Burg, de los inversores de capital riesgo. El reciclado de los excedentes es muy deseable, tanto a través del gasto como a través de la inversión. La Gran Depresión del decenio de 1930 se produjo porque los países no gastaban ni invertían sus excedentes. Tales excedentes estarían mejor empleados si se reciclasen en forma de inversiones en los ámbitos necesarios: nuestros bancos con sus déficits de capital, nuestras infraestructuras que precisan una modernización, nuestro sector inmobiliario con las dificultades por las que atraviesan y nuestras empresas e industrias en general y la creación y la protección de empleo que ello supone.
En efecto, necesitamos reciprocidad, pero de todas formas la UE es el mayor inversor a escala internacional. Ello no debe ser una excusa para el proteccionismo y para mantener alejados a otros inversores. Ciertamente, contamos con una política sobre competencia para resolver el problema de los cárteles y los monopolios. También tenemos normas sobre empleo y sobre salud y seguridad para proteger a nuestros trabajadores y, como último recurso, tenemos nuestro derecho soberano de legislar en contra de injerencias políticas inaceptables. ¡A caballo regalado no le mires el dentado!
Zsolt László Becsey (PPE-DE). - (HU) Seré breve. Somos un grupo heterogéneo: yo, por ejemplo, procedo de uno de los nuevos Estados miembros —y soy el primer orador de uno de estos Estados en este debate— con escaso capital, un sector público indefenso y un pasado desafortunado, que amenaza con volver a hacerse realidad a través del imperialismo. Deberíamos tomarnos esta cuestión en serio.
Lo segundo que se ha debatido aquí se refiere al hecho de que estos fondos soberanos a menudo sirven intereses imperialistas, y no sólo en inversiones a medio plazo, sino también en relación con los recursos energéticos mundiales, como por ejemplo China cuando va de compras a África. Por consiguiente, resulta incierto que este acuerdo o código de conducta internacional por sí solo sea suficiente.
Tras examinar la cuestión debemos reflexionar largo y tendido acerca de si algunos Estados miembros están tomando de modo uniforme unas medidas de seguridad nacional que impidan la inversión exterior sin escrúpulos en sectores estratégicos y no actúen en contra de la liberalización del flujo de capitales, pero supongan en cualquier caso cierta seguridad. Gracias.
Margarita Starkevičiūtė (ALDE). – (LT) Me gustaría señalar a sus Señorías que tal vez no deberíamos detenernos tanto tiempo en los fondos soberanos y centrar nuestra atención más bien en nuestros propios fondos, como el señor Purvis ha dicho —estamos invirtiendo demasiado en terceros países y estamos perdiendo dinero—; por consiguiente, necesitamos inversiones de fondos soberanos. Tal vez deberíamos organizar nuestra propia política económica de modo que los ahorros de nuestros ciudadanos puedan invertirse de forma segura en Europa para no tener que preocuparnos por fondos soberanos de terceros países.
Me gustaría terminar dando las gracias a la Presidencia francesa por haber venido por fin a escuchar nuestros debates. Eslovenia es un país mucho más pequeño, pero no puedo evitar señalar que sus representantes siempre han participado en los debates parlamentarios. Sin embargo, los representantes de Francia, un Estado mucho mayor, por el momento no se han mostrado demasiado activos, y espero que estos debates les alienten a participar más activamente en nuestras reuniones.
Ieke van den Burg (PSE). - Señora Presidenta, gracias por cederme de nuevo la palabra. He querido volver a intervenir por lo que ha dicho el señor Purvis, a saber, que estaríamos demonizando los fondos soberanos, los fondos de cobertura y los fondos de capital riesgo, y no creo que ése sea el caso.
También elegimos un enfoque muy equilibrado en la pregunta oral presentada y en la resolución y considero sensato no ignorar o negar que es importante para el Parlamento tomar en consideración lo que está sucediendo en este ámbito. Creo que es nuestro deber y nuestro derecho, y no me gustaría ver cómo se califica de mera demonización.
Anne-Marie Idrac, Presidenta en ejercicio del Consejo. − (FR) Señora Presidenta, señor Vicepresidente de la Comisión, Señorías, me ha impresionado mucho el consenso que ha surgido de sus intervenciones, que podría resumir del modo siguiente: ni demonización, ni ingenuidad.
Todos nosotros hemos escuchado los comentarios de sus Señorías en el sentido de que no debemos evidentemente disuadir a los fondos soberanos de aportar su utilidad, y se han descrito diferentes formas de utilidad para la prosperidad europea. No obstante, todos se han mostrado aquí de acuerdo con una serie de principios políticos que nos impidan ser demasiado ingenuos.
El principio de la transparencia, el principio de la lealtad, el principio de la previsibilidad y el principio de la reciprocidad. Esta contribución de sus Señorías ciertamente nos ayudará a seguir con nuestros trabajos en el Consejo y la Comisión con vistas a la elaboración de un código de conducta. Es muy alentador e importante que sus Señorías hayan subrayado la necesidad de un trabajo coordinado entre los Estados miembros y, desde este punto de vista, desearía manifestar la satisfacción derivada de escuchar a los países de la zona euro expresarse con una sola voz, algo que da fe de su capacidad de lograr una coordinación previa, así como con el BCE.
Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. – (DE) Señora Presidenta, Señorías, realmente deseo volver a darles las gracias por su amplio apoyo al enfoque de la Comisión en el transcurso de este debate. Ciertamente he percibido algunas diferencias en relación con las prioridades, pero no en la posición política, algo que les agradezco especialmente.
Alguien ha preguntado cómo se están desarrollando los acontecimientos a escala internacional. Permítanme decirles que, aunque las actividades en el FMI y la OCDE están desarrollándose en paralelo, no están abordando exactamente los mismos temas. Su labor podría describirse como complementaria. El Grupo de trabajo en el Fondo Monetario Internacional, que se reúne mensualmente, está intentando determinar cómo puede influirse sobre la conducta de los propios fondos soberanos del modo que hemos estado examinando aquí. Por otra parte, el Grupo de trabajo de la OCDE está intentando determinar cómo deberíamos comportarnos nosotros en respuesta a la influencia ejercida por los fondos soberanos.
Esta cuestión se está abordando desde ambas partes y nuevamente me gustaría decir que los avances realizados hasta la fecha han sido satisfactorios. Confiamos bastante en poder lograr algo y que —para utilizar la metáfora del señor Schmidt— en efecto podremos abrir un paraguas en caso de que llueva.
Presidenta. – Comunico que he recibido una propuesta de resolución con arreglo al artículo 108, apartado 5, del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación se celebrará el miércoles 9 de julio de 2008.
PRESIDE: Manuel António DOS SANTOS Vicepresidente
14. Turno de preguntas (preguntas al Consejo)
Presidente. − El siguiente punto es el turno de preguntas al Consejo (B6-0156/2008).
Presidente. −
Pregunta nº 1 de Claude Moraes (H-0426/08)
Asunto: Directiva horizontal en contra de la discriminación
¿Puede explicar el Consejo qué medidas pretende tomar en relación con la lucha por una mayor igualdad de oportunidades en toda la UE?
¿Cuál es el programa de la Presidencia en lo que a igualdad de oportunidades se refiere? ¿Cómo garantizará el Consejo la aplicación efectiva por parte de los Estados miembros de la legislación en contra de la discriminación?
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, el Consejo es plenamente consciente de la importancia de las medidas horizontales de lucha contra la discriminación y, por ello, ya ha adoptado una serie de actos legislativos en este ámbito.
Estoy pensando en la Directiva 2000/43/CE del Consejo, que prohíbe la discriminación por motivos de origen racial o étnico en una serie de contextos, y en la Directiva 2000/78/CE, que prohíbe la discriminación por motivos de religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual en el ámbito del empleo y la ocupación.
La Comisión se encarga de garantizar el seguimiento de la transposición de los actos legislativos adoptados por la Unión Europea y está facultada para incoar procedimientos de infracción. La Comisión también sigue de cerca la aplicación efectiva de las Directivas en vigor y el 2 de julio adoptó una propuesta de Directiva para garantizar la protección contra la discriminación por motivos de edad, discapacidad, orientación sexual y religión o convicciones fuera del lugar de trabajo.
Esta nueva Directiva tiene por objeto garantizar la igualdad de trato en los ámbitos siguientes: la protección social, la educación, la accesibilidad y el suministro de bienes y la prestación de servicios comercialmente disponibles al público, incluida, ciertamente, la vivienda.
El Consejo examinará, por consiguiente, esta iniciativa de forma muy detallada en el transcurso de los próximos meses.
Claude Moraes (PSE). - Me gustaría dar las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo. Acojo con satisfacción el hecho de que el Consejo adopte un punto de vista positivo en relación con la legislación en materia de lucha contra la discriminación. No obstante, también es usted consciente, señor Presidente en ejercicio del Consejo —o, si no lo es pronto lo será— de que ha heredado un legado de inaplicación de las Directivas contra la discriminación, tanto la Directiva sobre la igualdad racial como la Directiva sobre el empleo.
Ahora disponemos de un nuevo paquete que acogemos con mucha mayor satisfacción, una nueva Directiva horizontal sobre bienes y servicios.
Pediría al Consejo, en primer lugar, que garantizase que este legado de inaplicación por parte del Consejo no se perpetúe. Por ejemplo, existe un legado de inaplicación en relación con la decisión marco del Consejo sobre crímenes racistas. El Consejo debe apoyar este paquete, porque es importante para los ciudadanos de Europa, y pedimos que se adopte una visión positiva al respecto.
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, sabemos que no será fácil, pero puedo decir al señor Moraes que, desde un punto de vista jurídico, estamos trabajando diligentemente para garantizar la aplicación y que la Presidencia, por su parte, hará todo lo que esté en su mano para que este paquete de la Comisión pueda aplicarse.
Sabemos ya, dados la trayectoria de unos y otros y el alcance de las propuestas de la Comisión, que no será algo en absoluto fácil.
Elizabeth Lynne (ALDE). - Me complace que se haya presentado una directiva horizontal en los ámbitos mencionados.
¿Podría decirme hasta qué punto cree que lograremos el apoyo de los demás miembros del Consejo para esta Directiva? ¿Se va a comprometer la Presidencia francesa hoy a hacer campaña para garantizar el apoyo del Consejo?
Es muy importante que se apruebe esta legislación contra la discriminación para completar el conjunto de disposiciones del artículo 13 y, como Claude Moraes dice, la aplicación también es una cuestión fundamental.
Jörg Leichtfried (PSE). – (DE) Me gustaría analizar esta cuestión un poco más. Parece ser que ahora en el seno de la Unión Europea se producen casos típicos de discriminación por motivos étnicos, y eso está ocurriendo en Italia, donde se criminaliza a algunas personas por su origen étnico. ¿Cómo valora la Comisión esta práctica? ¿Considera adecuado que se emprendan medidas en contra del Gobierno italiano?
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, creo que ambas preguntas resumen bien las contradicciones que pueden existir en el seno de los Estados miembros. Aún no se han celebrado conversaciones en el Consejo, así que no puedo responder en nombre de la Unión Europea.
Me gustaría decir que, para la Presidencia, estas orientaciones son importantes. Este asunto entra dentro del marco para el refuerzo de la dimensión social de la Unión Europea, una de las cuestiones en las que hace especial hincapié. Haremos todo lo posible para lograr el consenso y seremos pragmáticos y abordaremos los resultados que podamos lograr lo antes posible.
He prestado especial atención a lo que se ha dicho sobre la discriminación étnica y es evidente que se trata de una fuente de preocupación importante para la Presidencia.
Presidente. −
Pregunta nº 2 de Marian Harkin (H-0428/08)
Asunto: Prioridades de la Presidencia francesa
En vista de las prioridades de la Presidencia francesa en relación con la movilidad en el ámbito de la educación y con el aprendizaje permanente, ¿está de acuerdo el Consejo con que sería una buena idea aprovechar el Año Europeo del Voluntariado (2011) para fomentar la movilidad por la UE de personas de todas las edades mediante actividades de voluntariado?
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, como sabe, aunque el Consejo no puede adoptar una posición oficial sobre las diferentes propuestas de temas para los futuros Años Europeos, acoge con gran interés la sugerencia de la señora Harkin.
Las propuestas sobre los temas de los Años Europeos pueden proceder de personas, grupos o instituciones, pero primero deben haber sido aprobadas y seleccionadas por la Comisión Europea, que elabora entonces una propuesta legislativa. Tal propuesta es examinada por el Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento de codecisión. Por consiguiente, el Consejo sugiere a la señora Harkin que presente su propuesta a la Comisión Europea, que es la única institución que goza del derecho de iniciativa para presentar propuestas de este tipo.
En lo que respecta al año 2008, como saben, el Año Europeo está dedicado al diálogo intercultural y tenemos intención de mantener esta cuestión en el punto de mira de la Presidencia francesa.
Marian Harkin (ALDE). - Gracias por su respuesta. Creo que la razón que me impulsó a proponer 2011 como Año Europeo del Voluntariado guarda relación con la presentación, junto con otros cuatro diputados al PE, de una declaración a tal efecto, y hoy hemos alcanzado el número necesario. Por lo menos éste será el punto de vista del Parlamento. Si la Presidencia francesa puede ejercer algún tipo de influencia al respecto, le pediría que nos apoyase.
Como he dicho, hemos logrado el número necesario hoy y ello nos permite poner en práctica planes y políticas que tengan repercusiones reales para 2011 si la Comisión también nos presta su apoyo.
Mientras tanto, pediría a la Presidencia francesa que garantizase el desarrollo de las actividades de los jóvenes voluntarios, con vistas a contribuir a la movilidad y empleabilidad de los jóvenes.
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, ciertamente comparto las preocupaciones de la señora Harkin. Señalaría que la Presidencia en general y la Presidencia francesa en concreto, son muy sensibles a las cuestiones suscitadas por su Señoría, especialmente en lo que respecta a la movilidad y la empleabilidad de los jóvenes, y la Presidencia francesa tiene intención de garantizar que esta cuestión sea objeto de especial atención.
También velaremos por que estas preocupaciones puedan ser tomadas en consideración por la Comisión, ya que incumbe a esta institución presentar tales propuestas. Por nuestra parte, trataremos de realizar los progresos necesarios durante nuestra Presidencia en relación con las preocupaciones mencionadas por la señora Harkin.
Presidente. − Se retiraron las preguntas nº 3 y nº 4.
Presidente. −
Pregunta nº 5 de Brian Crowley (H-0432/08)
Asunto: Abandono del objetivo de la UE del 10 % de consumo de biocarburantes
Un informe (PE 405.949) que se está debatiendo en estos momentos en el Parlamento solicita que se rebaje o se abandone completamente el objetivo de la UE de alcanzar una cuota del 10 % en el consumo de biocarburantes, debido a las consecuencias sobre los seres humanos, la flora, la fauna y el suministro mundial de alimentos. ¿Puede explicar el Consejo si el objetivo del 10 % acordado en marzo de 2007 está en peligro y si es falsa la relación entre el aumento de los precios y el incremento de la producción de biocarburantes?
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, ciertamente el Consejo Europeo aprobó en marzo de 2007 el objetivo de alcanzar de aquí a 2020 una proporción mínima del 10 % de biocarburantes en el consumo total de gasolina y gasóleo destinados al transporte.
Sin embargo, al mismo tiempo el Consejo impuso también algunas condiciones previas, a saber, en primer lugar, el objetivo debía poder lograrse con un coste razonable, la producción de biocarburantes debía tener un carácter sostenible, se debían comercializar biocarburantes de segunda generación y la Directiva sobre la calidad de los carburantes debía modificarse consiguientemente para prever niveles de combinación adecuados. Sin embargo, aún no sabemos si estas condiciones se van a cumplir.
Para responder al señor Crowley, el Consejo invitó a la Comisión a presentar lo antes posible las necesarias propuestas. En enero de 2008, la Comisión adoptó una propuesta de Directiva relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables. Ello obligará a los Estados miembros a garantizar que al menos el 10 % de todos los carburantes utilizados en el sector del transporte se produzcan a partir de fuentes renovables para 2020 y, como saben, esta obligación no sólo se refería a los biocarburantes.
Aún se debate la propuesta de la Comisión en las instancias preparatorias del Consejo y en las comisiones competentes del Parlamento. El objetivo del 10 % es, ciertamente, una cuestión importante en el marco de estos debates, pero no podemos sacar conclusiones, aparte de decir que parece que el objetivo actual será difícil de alcanzar.
En lo que se refiere al aumento de los precios de los productos alimentarios, se trata de un fenómeno complejo que tiene causas profundas y muchas consecuencias. El Consejo Europeo de los días 19 y 20 de junio subrayaba la importancia de garantizar la sostenibilidad de las políticas en materia de biocarburantes, por ejemplo a través de la mejora de la producción de biocarburantes de primera generación y el fomento del desarrollo de biocarburantes de segunda generación producidos a partir de subproductos.
También subrayó la necesidad de evaluar lo antes posible las posibles repercusiones de estas políticas sobre los productos agrícolas destinados a la alimentación y de tomar medidas, en su caso, para abordar los posibles problemas. Además, el Consejo Europeo convino en seguir con la evaluación de las consecuencias medioambientales, sociales, productivas y de consumo de los biocarburantes, tanto dentro como fuera de la Unión Europea, en el marco del contacto que habremos de establecer con nuestros socios internacionales. Por consiguiente, examinaremos las propuestas de la Comisión muy atentamente desde el punto de vista tanto de la sostenibilidad como del régimen de seguimiento y evaluación. Sabemos que el Parlamento es muy sensible a estas cuestiones y creemos que podremos ponernos de acuerdo sobre las normas que nos permitirán beneficiarnos de los aspectos positivos de los biocarburantes al tiempo que reducimos al mínimo los efectos negativos indirectos.
Brian Crowley (UEN). - Querría dar las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo por su respuesta y también desearle lo mejor para los próximos seis meses. Sé que será una tarea muy difícil, pero puede contar con nuestro apoyo.
En cualquier caso, en relación con la cuestión de los biocarburantes —y el Presidente en ejercicio del Consejo ha mencionado los carburantes de primera y de segunda generación—, la realidad es que los problemas a los que nos enfrentamos ahora derivados de la vinculación de la producción de biocarburantes y la producción alimentaria, son el resultado de la utilización de biocarburantes únicamente de primera generación. Ahora deberíamos centrarnos en la tercera generación —más allá de la cuestión de los biocarburantes, para abordar la cuestión de la biomasa, la bioenergía y los subproductos de todo el sector de la energía—, lo que podría ayudarnos a lograr la reducción de nuestra dependencia de los carburantes fósiles y proteger el medio ambiente. No obstante, dos cuestiones resultan esenciales para ello. En primer lugar, la coordinación de la investigación y el desarrollo tecnológico y, en segundo lugar, la flexibilidad de las orientaciones, tal como el Consejo determinó en su reunión de enero de 2008.
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, el método de cálculo de las reducciones de las emisiones de gas de efecto invernadero y, especialmente, las decisiones que subyacen a este método, tomarán en consideración el consumo de carburante. En cualquier caso, el señor Crowley tiene razón. Debemos también tener en cuenta la biomasa y los otros elementos en relación con la bioenergía e intentar evitar las consecuencias más nefastas de la producción alimentaria.
Para ello, debemos hacer mayores esfuerzos en materia de coordinación de la investigación y el desarrollo y, tal vez, ajustar los objetivos en función de la coordinación de la investigación. El Consejo está empezando a trabajar en ello. Ya hemos mantenido conversaciones sobre esta cuestión y hemos vuelto a comprobar que habremos de tomar en consideración los diferentes elementos indicados en la intervención del señor Crowley.
Josu Ortuondo Larrea (ALDE). - Señor Presidente en ejercicio del Consejo, sé que usted ya conoce lo que en los mercados financieros y en las bolsas de comercio se denominan «operaciones de futuro». Y mucho se habla de la incidencia de la desviación de la producción agrícola a la producción de biocarburantes como uno de los principales motivos del encarecimiento de los alimentos.
Le querría preguntar si, en la Presidencia y en el Consejo, han realizado algún estudio sobre los volúmenes de las operaciones de mercados de futuro que se dedican, precisamente, a los mercados de la alimentación y a los mercados de hidrocarburos, y en qué medida esto puede estar contribuyendo al aumento indiscriminado de los precios.
Mairead McGuinness (PPE-DE). - También yo desearía desear todo lo mejor a la Presidencia francesa.
¿Acaso el problema no reside ahora en el hecho de que los biocarburantes tienen una mala reputación no por lo que ha hecho Europa, sino por lo que están haciendo los EE.UU., que alimentan con enormes cantidades de maíz a los coches en lugar de a las vacas?
Y, en lo que se refiere a Europa y el mundo, ¿acaso la cuestión principal no reside en el desarrollo de una política de uso del suelo sostenible capaz de proporcionarnos alimentos, piensos, energía y bienes ecológicos? Sin embargo, no deberíamos demonizar ninguno de estos elementos en concreto, al tiempo que hacemos de la producción de alimentos nuestra máxima prioridad.
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, Señoría, no tengo conocimiento de ningún estudio en el sentido que ha indicado. Iba a añadir «desgraciadamente», porque considero que sería útil examinar detalladamente el papel de los mercados y la función que las operaciones de futuros pueden tener en este ámbito. También me parece que sería oportuno que realizásemos estudios más detallados en este sentido porque, como ocurre en otros mercados, podrían producirse fenómenos de anticipación y especulación, dependiendo de las connotaciones que se den a estos términos.
En lo que se refiere a los comentarios de la señora McGuinness, creo que tiene usted razón —y tal es también la intención de la Presidencia—, debemos actuar para tender en mayor medida hacia una producción agrícola más sostenible para evitar los excesos que han podido tener lugar en cierto número de ámbitos; ha mencionado usted especialmente el ejemplo estadounidense, y no anda desencaminada.
Por nuestra parte, deseamos que nuestra Presidencia desarrolle iniciativas que faciliten un método de producción agrícola más sostenible.
Presidente. −
Pregunta nº 6 de Liam Aylward (H-0434/08)
Asunto: ODM 2 y convenios de la OIT sobre el trabajo infantil
Nos congratulamos de las Conclusiones del Consejo de mayo de este año sobre el trabajo infantil y la aceleración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No obstante, visto que el Consejo reconoce la extrema vulnerabilidad de los niños explotados en el contexto del trabajo infantil, ¿piensa adoptar medidas para salvar la distancia que existe entre los ODM 2 y los convenios de la OIT sobre este trabajo? En el marco de los ODM 2 sólo se pide a los Estados que proporcionen educación primaria universal, mientras que según los convenios de la OIT la edad mínima para empezar a trabajar es de 15 años, o incluso de 14 en algunos países en desarrollo. Ello deja desprotegidos y sin sustento a los niños de edades comprendidas entre los 11 o 12 años y los 14 o 15, especialmente en muchos países en desarrollo en los que no existen recursos y quizá tampoco la voluntad de ir más allá de los ODM 2 y en los que los niños corren mayor riesgo de explotación laboral.
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, señor Aylward, existe, en efecto, un desfase de edad entre la protección contra el trabajo infantil que ofrecen los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, la OIT, y, por otra parte, el contenido de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No obstante, los convenios internacionales y los ODM corresponden a dos enfoques que son ciertamente diferentes, aunque complementarios.
Les recuerdo que los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se adoptaron en 2000 tienen el propósito de mejorar las condiciones de vida de aquí a 2015 a través de los objetivos precisos y concretos que ustedes conocen; garantizar la educación primaria universal es el segundo de los objetivos.
A través de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la comunidad internacional ha reconocido la educación como un derecho fundamental y como in importante factor de desarrollo económico. El reconocimiento del derecho a la educación constituye, ciertamente, un medio de lucha contra el trabajo infantil, pero no es el único. También existe el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, a saber, la eliminación de la pobreza en general, que constituye un factor decisivo de la lucha contra el trabajo infantil y a favor de la escolarización de los jóvenes. Por su parte, los convenios de la Organización Internacional del Trabajo establecen el marco jurídico de la lucha contra el trabajo infantil, y se puede ver claramente tanto en los ODM como en los convenios de la OIT que se complementan, del mismo modo que se complementan la legislación y la acción o el marco general y el Derecho aplicado.
También existe un desfase de edad entre lo previsto en el marco de los ODM y las normas jurídicas vinculantes de la OIT. El hecho de que exista este desfase, como ha señalado el señor Aylward, no afecta de ninguna manera a la determinación del Consejo de apoyar la lucha contra toda forma de trabajo infantil y la aplicación de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo.
Las conclusiones adoptadas por el Consejo en el mes de mayo pasado lo demuestran y la Unión Europea se esforzará por utilizar los instrumentos a su alcance para actuar y utilizar el diálogo político entre la Unión Europea, los Estados miembros y los países terceros, pasando por las negociaciones comerciales, la cooperación al desarrollo y la acción en los foros internacionales, para garantizar que tales convenios se aplican en todas partes.
En sus conclusiones, el Consejo insistió sobre la necesidad de que las negociaciones entabladas por la Comunidad Europea y los acuerdos celebrados por la Unión Europea con terceros países promuevan la ratificación y el respeto de los convenios de la OIT sobre el trabajo infantil y contribuyan a la eliminación de toda forma de trabajo infantil.
La Unión Europea intentará sacar el máximo provecho de los esfuerzos en el ámbito del desarrollo para reforzar los sistemas y las capacidades utilizadas por los propios países socios para prestar servicios básicos sin discriminación; las conclusiones del Consejo mencionan explícitamente la protección contra la violencia y la explotación. Mencionan también la necesidad de programas adecuados en materia de formación profesional y desarrollo de competencias, así como oportunidades de empleo productivo y trabajo digno tras alcanzar la edad mínima para trabajar.
Liam Aylward (UEN). - ¿Podría el Presidente en ejercicio del Consejo comprometerse a que la lucha contra el trabajo infantil en el mundo se convierta en una prioridad para el Consejo durante los próximos seis meses? ¿Podemos esperar una mayor coordinación de la acción internacional en el ámbito de la ayuda al desarrollo y las cuestiones de asuntos exteriores?
Por último, ¿podría manifestar su opinión sobre un reciente programa de la BBC (Panorama) sobre el trabajo infantil en la cadena de suministro de una conocida marca de ropa europea? ¿Consideraría el Consejo la posibilidad de crear un sistema por el que los países europeos serían responsables de la información sobre todos los eslabones de la cadena de suministro?
Jean-Pierre Jouyet. − (FR) Señor Presidente, voy a responder a las preguntas en orden inverso. Desconozco esa información, Señoría, pero creo que, de confirmarse, la cuestión se debería analizar ciertamente con mayor detalle, ya que debemos examinar los hechos en la cadena de importación. Sepa, en todo caso, que la Presidencia está muy atenta a este aspecto y también está determinada a luchar contra ello, especialmente a través de la aplicación de los principios de reciprocidad en este ámbito y velando por el respeto de las normas sociales internacionales.
En segundo lugar, en lo que se refiere al desarrollo, tiene toda la razón. Es una tarea que exige esfuerzos incansables y seguiremos garantizando que exista una mejor coordinación en materia de desarrollo. Por último, como todos los demás aspectos dirigidos a conferir una mejor dimensión social a la Unión Europea, la lucha contra el trabajo infantil y la vía que la Unión Europea debe seguir en este ámbito forman parte de las principales preocupaciones de la Presidencia.
Presidente. −
Pregunta nº 7 de Seán Ó Neachtain (H-0436/08)
Asunto: Establecimiento de oficinas de recuperación de patrimonio
¿Podría realizar el Consejo alguna declaración sobre los avances logrados en el establecimiento de oficinas de recuperación de patrimonio en cada Estado miembro, con objeto de confiscar los haberes de los delincuentes?
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. − (FR) Señor Presidente, señor Ó Neachtain, la Decisión 2007/845 del Consejo, adoptada por el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, sobre cooperación entre los organismos de recuperación de activos de los Estados miembros en el ámbito del seguimiento y la identificación de productos del delito o de otros bienes relacionados con el delito, data, como saben, del 6 de diciembre de 2007.
El artículo 8 de tal Decisión establece que los Estados miembros transmitirán a la Secretaría General del Consejo y a la Comisión el texto de cualesquiera disposiciones de su Derecho nacional que les permitan cumplir con las obligaciones que les impone esta Decisión a más tardar el 18 de diciembre de 2008. Hasta la fecha, la Secretaría General del Consejo sólo puede constatar que, desgraciadamente, no ha recibido ninguna comunicación al respecto.
Seán Ó Neachtain (UEN). – (GA) Señora Presidenta, me gustaría preguntar al Presidente en ejercicio del Consejo si la Presidencia apoya la recomendación de que tales organismos, una vez establecidos, estén facultados para incautarse de los productos de actividades delictivas, haciendo de esta colaboración europea un instrumento efectivo para reducir la delincuencia y lograr la incautación de activos, como se hace en algunos países, pero que ahora no resulta posible a escala europea, con vistas a la prevención de la delincuencia.