Presidente. – El siguiente punto corresponde a las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en China después del terremoto y antes de los Juegos Olímpicos.
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio. – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, China es un socio estratégico de la Unión Europea. Nuestras relaciones políticas y comerciales son particularmente fuertes; quiero señalar que la Unión Europea es el mayor socio comercial de China.
La participación de China a nivel internacional, al igual que la resolución de importantes problemas regionales y mundiales, es de gran importancia para la Unión Europea. La Unión también tiene el objetivo de fomentar el desarrollo y las reformas en China en beneficio, no sólo del propio país, sino también, dado su tamaño, de todo el planeta, y en este contexto hemos seguido con gran preocupación las consecuencias del terremoto que afectó a la provincia de Sichuan en mayo y hemos evaluado la magnitud de esta catástrofe; con más de 70 000 muertos y 18 000 desaparecidos, el balance final será, por desgracia, de más de 80 000 víctimas; además, más de cinco millones de personas han perdido sus hogares. Durante varias semanas, el terremoto y sus grandes pérdidas humanas y materiales han llevado a China a movilizar todo su aparato estatal, y la comunidad internacional ha reconocido los esfuerzos realizados por ese país para responder rápida y eficazmente al desastre.
La Unión Europea respondió rápidamente con ayuda humanitaria; el Mecanismo Comunitario de Protección Civil se activó de inmediato el 13 de mayo para coordinar las contribuciones en especie de los Estados miembros; la Cruz Roja canalizó la ayuda de la Unión Europea, que ascendió a 25 millones de euros, incluida la de los Estados miembros, de los que la Comisión aportó 2,2 millones.
Hablando en términos generales, creemos que China ha desempeñado una función eficaz durante las operaciones de auxilio y que, con la asistencia de la comunidad internacional, está haciendo un esfuerzo considerable para mitigar las consecuencias de la catástrofe. Las autoridades chinas han estado muy abiertas a la ayuda exterior y a la cobertura de este suceso por parte de los medios de comunicación; por consiguiente, queremos reconocer su notable esfuerzo de auxilio y reconstrucción.
Por otro lado, como ustedes saben, hemos seguido muy de cerca y con cierta inquietud los sucesos que tuvieron lugar en el Tíbet, y seguimos atentos a lo que ocurra en la región. En la declaración hecha por la Presidencia eslovena el 17 de marzo en nombre de la Unión Europea, la UE expresó su profunda preocupación por los continuos informes de malestar en el Tíbet y transmitió su solidaridad más profunda y sus condolencias a las familias de las víctimas. Pidió moderación a todas las partes e instó a las autoridades chinas a que se abstuvieran de usar la fuerza, al tiempo que exhortó a los manifestantes a desistir de la violencia.
En nuestros mensajes a las autoridades chinas hemos pedido que se estableciera un diálogo con el Dalai Lama para tratar los puntos más importantes, como la conservación de las tradiciones culturales, religiosas y tibetanas. También hemos instado a que la información fuera transparente y a que los medios de comunicación, los diplomáticos, los turistas y los organismos de las Naciones Unidas tuviesen libre acceso al Tíbet. El Tíbet se volvió a abrir al turismo a mediados de junio.
También aplaudimos la reunión oficiosa celebrada el 4 de mayo entre las autoridades chinas y los enviados del Dalai Lama; creemos que esto es un paso en la dirección correcta y hemos expresado la esperanza de que esto conducirá a una nueva ronda de diálogo constructivo con el Dalai Lama. Las autoridades chinas y los representantes del Dalai Lama se reunieron nuevamente los días 1, 2 y 3 de julio en Beijing. Por supuesto, es demasiado pronto para hacer comentarios sobre esta reciente ronda de conversaciones, pero confiamos en que ambas partes procederán de manera constructiva.
Las autoridades chinas han confirmado que el Gobierno central de Beijing y el representante del Dalai Lama han acordado seguir sus contactos y consultas; también expresaron la confianza en que el Tíbet pudiera abrirse a los periodistas y otras personas en un futuro próximo, una vez restaurado el orden público en la provincia.
En cuanto a la asistencia a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, cada Estado miembro decidirá el nivel al que quiera estar representado. Permítanme señalar a este respecto que China ha dicho en varias ocasiones que daría una cordial bienvenida a todos los líderes de la Unión Europea.
Después de haber consultado con todos sus homólogos en el Consejo Europeo, el Presidente de la República ha anunciado su intención de asistir a la ceremonia inaugural en su doble calidad de Presidente de la República Francesa y de Presidente en ejercicio del Consejo.
Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, con esto termina la información que hoy quería poner en su conocimiento.
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, estoy convencida de que las relaciones estratégicas UE-China son vitales para la Unión Europea, y creo que también para China, así como para el resto del mundo.
Mirando hacia atrás, esta primavera ha sido una prueba para las relaciones UE-China. La inquietud en el Tíbet provocó protestas generalizadas en Europa y alteró el relevo de la antorcha olímpica en varias capitales europeas. A su vez, estos últimos sucesos estimularon el aumento en China del sentimiento nacionalista y de los sentimientos antieuropeos, que se materializaron en campañas de boicot de intereses europeos en China. Como resultado, aumentó la preocupación por el distanciamiento de las opiniones públicas china y europea y de su mutua percepción.
Por fortuna, esta situación duró poco tiempo. Dos sucesos contribuyeron a invertir la nueva tendencia. Uno fue la visita de la Comisión a Beijing los días 24-26 de abril, en la que participé con el Presidente Barroso. El otro fue consecuencia del terrible terremoto que afectó a la provincia de Sichuan en mayo.
Veamos cómo se desarrollaron estos acontecimientos. El primero, nuestra visita a fines de abril, se centró en el desarrollo sostenible y el cambio climático, pero también brindó la oportunidad de exponer directamente a los dirigentes chinos la preocupación de la UE por la situación en el Tíbet. Recordarán que, cuando hablé en esta Cámara el 26 de marzo, exhorté a la reanudación de las conversaciones entre los representantes del Dalai Lama y del Gobierno chino. Durante las conversaciones de abril, el Presidente Hu Jintao nos anunció que China reanudaría en breve las conversaciones con los representantes del Dalai Lama. Esta había sido una petición esencial de la Unión Europea.
Este resultado de nuestra visita a Beijing demostró que el enfoque coherente de la Comisión del compromiso constructivo con China aportaba resultados tangibles y era, por tanto, el enfoque correcto.
El otro acontecimiento que definió un punto de inflexión en las relaciones de China con el resto del mundo fue, como ya ha dicho el Presidente en ejercicio del Consejo, el terremoto de Sichuan. La magnitud de la catástrofe humana provocada por el terremoto y el sufrimiento de la población fueron enormes: según los informes murieron 70 000 personas y hubo hasta 10 millones de desplazados.
Esto dio lugar a un desbordamiento de simpatía internacional y de apoyo a las víctimas. Lo que es más importante, el Gobierno chino reaccionó ante el terremoto de forma muy ágil y bien coordinada, y desplegó a más de 130 000 soldados para el rescate y autorizó el libre acceso de la prensa a las zonas afectadas. Esta reacción proyectó una luz más positiva sobre la China moderna.
La Presidente en ejercicio del Consejo ya ha mencionado lo que donamos nosotros, el conjunto de la Unión Europea, y por consiguiente no necesito decir nada más sobre ello. Pasaré inmediatamente a la situación actual.
Tres acontecimientos entre este momento y el final del año tendrán una repercusión crucial sobre las relaciones UE-China desde el punto de vista chino, y pienso que también desde el nuestro: los Juegos Olímpicos de Beijing, la Cumbre ASEM que se celebrará en Beijing los días 24-25 de octubre y la Cumbre UE-China prevista para el 1 de diciembre en Francia. Durante este periodo, el liderazgo chino será particularmente sensible a los mensajes que vienen del exterior. Ahora más que nunca tenemos que evitar cualquier malentendido y continuar nuestra política de compromiso constructivo.
La situación en el Tíbet seguirá centrando la atención durante estos meses. Hoy podemos decir que hemos vuelto a la situación anterior al 14 de marzo, porque las conversaciones entre representantes del Gobierno chino y del Dalai Lama se reanudaron a principios de mayo, y la semana pasada se celebró una nueva ronda de conversaciones; pero estoy de acuerdo en que todavía no tenemos una evaluación completa. Seguiremos animando a las dos partes a seguir sus conversaciones de manera fructífera y orientada a la consecución de resultados.
El mes pasado, el 24 de junio, China también dio un paso positivo volviendo a autorizar el acceso al Tíbet de turistas extranjeros. Aunque desde marzo venían sucediéndose las visitas controladas de diplomáticos y periodistas extranjeros, seguimos insistiendo en el acceso total para los periodistas extranjeros.
En cuanto a los Juegos Olímpicos, todos confiamos en que será una oportunidad para que la China y el mundo se acerquen. Deseamos a China éxito en esta empresa.
La Cumbre ASEM de octubre, en la que participaré, será una buena oportunidad de fortalecer nuestras relaciones con China y, de este modo, plantear importantes problemas mundiales.
En conclusión, espero que, en particular en nuestra próxima Cumbre UE-China, logremos avances concretos en varios asuntos de importancia mutua, como el cambio climático, las negociaciones en curso para celebrar un acuerdo de asociación y cooperación UE-China, los derechos humanos y diversas cuestiones económicas y comerciales. Estos son nuestros objetivos entre ahora y el 1 de diciembre. Pienso que es vital que la alianza estratégica UE-China siga desarrollándose de una manera constante que también tenga en cuenta las preocupaciones que existen.
Georg Jarzembowski, en nombre del Grupo PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio, señora Comisaria, mi Grupo desea referirse en primer lugar a la resolución sobre la catástrofe natural en China y sobre la situación en el Tíbet que el Parlamento Europeo adoptó por una gran mayoría el 22 de mayo de este año.
El Grupo PPE-DE aplaude el firme compromiso del Gobierno chino con la reconstrucción de las regiones afectadas por el terremoto. Pero al mismo tiempo esperamos que el Gobierno chino se asegure de que las nuevas viviendas y otros edificios se construyan de forma que resistan los temblores de tierra, porque debemos recordar el triste hecho de que fueron las deficiencias estructurales las que provocaron el hundimiento de muchas escuelas y la muerte de muchos alumnos. Esperamos que este asunto se investigue y que se obligue a rendir cuentas a los responsables.
El Grupo PPE-DE observa con grave preocupación que el Gobierno chino todavía no ha aprovechado la oportunidad que le ofrece la organización de los Juegos Olímpicos para mejorar el respeto en China hacia los derechos humanos universales. Por el contrario, la intimidación de ciudadanos chinos y las restricciones a los representantes de los medios de comunicación son todavía más notables en la recta final que conduce al inicio de los Juegos.
Por este motivo exhortamos al Gobierno chino a que establezca derechos civiles universales, en particular libertad de prensa, a tiempo para los Juegos Olímpicos y que siga garantizándolos a partir de ese momento.
(Aplausos)
Por último, el Grupo PPE-DE insta al Gobierno chino a mostrar buena voluntad en las actuales conversaciones con el Dalai Lama y a conducirlas hacia una conclusión positiva, que debería incluir la autonomía cultural del Tíbet. Consideraríamos inadmisible que el Gobierno chino utilizase estas conversaciones para salir del paso durante el período de los Juegos Olímpicos y que luego las abandonase.
Esperamos un resultado que potencie la autonomía cultural y los derechos humanos en el Tíbet.
(Aplausos)
Libor Rouček, en nombre del Grupo PSE. – (CS) Señorías, ante todo quiero expresar mi admiración por la forma en que las autoridades chinas han tratado las consecuencias del destructor terremoto que conmocionó la provincia de Sichuan y afectó a casi 10 millones de personas. Acojo con satisfacción el hecho de que China abriese de inmediato sus fronteras a la ayuda extranjera y puedo prometer, en nombre del Grupo PSE, que seguiremos haciendo todo lo posible para que la ayuda europea se entregue de manera rápida y eficaz. En cuanto al Tíbet, aplaudo el restablecimiento de los contactos y las dos rondas de las conversaciones que han tenido lugar entre las autoridades chinas y los enviados del Dalai Lama. Me parece un buen comienzo, dado el cariz que tomaron los sucesos de marzo, y también creo que estos contactos y conversaciones continuarán hasta que se encuentre una solución aceptable para las dos partes. China reabrió recientemente el Tíbet a los turistas extranjeros y, según el New York Times, más de un millar de tibetanos detenidos después de las manifestaciones de marzo han sido liberados. Sin embargo, todavía quiero pedir a las autoridades chinas que proporcionen a las familias de los que aún están detenidos al menos información acerca de su paradero. En cuanto a los Juegos Olímpicos, deseo tanto a la China como al Comité Olímpico Internacional que los juegos se desarrollen satisfactoriamente y con éxito, porque estoy convencido de que estos juegos, si se organizan bien, pueden contribuir a mejorar la situación de los derechos humanos en China.
Marco Cappato, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, nadie cuestionaría aquí la importancia de las relaciones de todo tipo con el Gobierno chino, y aún menos la solidaridad suscitada por el terremoto. Sin embargo, la declaración del Presidente en ejercicio plantea un problema. Esa declaración no dice absolutamente nada acerca de la función que esta Unión puede y debe desempeñar en la defensa de los derechos civiles y políticos de todos los que viven en territorio chino, en el Tíbet y no sólo en el Tíbet.
(Aplausos)
Me gustaría decir una palabra sobre esto, porque lo contrario, congratularse de que se permita de nuevo la entrada a los turistas extranjeros sin decir ni una palabra sobre todo lo que ha sucedido, sobre las condenas, sobre los juicios públicos, sobre la militarización de Lhasa durante el paso de la antorcha olímpica, sobre las libertades que continúan negándose, sobre la tortura que sigue aplicándose, es una manera un tanto unilateral de abordar un problema. La reacción a ese enfoque unilateral bien puede tildarse de ingenua, idealista y sin sentido, porque hay personas que piensan en cosas serias, en unas buenas relaciones con China, y personas que piensan en cosas ingenuas e inconsistentes, es decir, nosotros.
Este es el resultado de una afirmación como la que usted ha hecho: ni siquiera ha mencionado al pueblo uigur, simplemente porque no cuenta con ningún dirigente internacional que defienda la no violencia, como el Dalai Lama, y creo que lo que hablamos de China es grave. Esa Europa es la Europa que dice, mientras todo esto continúa, «cada Jefe de Estado decidirá si va o no, y nosotros los franceses entretanto hemos consultado a nuestros socios e iremos como Presidencia de la Unión Europea». ¿Qué Presidencia es esa? ¿Qué Unión Europea es esa? Esa es la Europa de las naciones, y China considera con razón que la Europa de las naciones es incapaz de elaborar una política que pueda obligar a hacer nada en el terreno del respeto de los derechos humanos de los chinos y de otros ciudadanos.
(Aplausos)
Presidente. – Es muy difícil pedir a un orador que termine, especialmente cuando está lanzado, pero le ruego que procure respetar su turno de palabra.
Hanna Foltyn-Kubicka, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señor Presidente, una vez más quiero llamar su atención hacia la situación política indudablemente catastrófica del Tíbet. A medida que se acercan los Juegos Olímpicos, las autoridades de la República Popular China intensifican sus políticas para con esta provincia. Enviar el ejército a los monasterios tibetanos con el pretexto de buscar armas y terroristas se ha convertido en práctica habitual. El resultado de estas acciones es la requisición de obras de arte recogidas en esos lugares acompañada de la destrucción de objetos religiosos. La información de instituciones de investigación independientes y de organizaciones de derechos humanos nos habla de este último suceso, que tuvo lugar en el monasterio de Tsendrok, en la provincia de Amdo Maima. Falta menos de un mes para que empiecen los Juegos. Cada día que pasa demuestra que la confianza que teníamos en que hubiese cambios en la política interior china a consecuencia de los Juegos carecía de fundamento. Pero confío en que el interés de Europa por esta cuestión no se extinga en Beijing junto con la llama olímpica.
Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señor Presidente en ejercicio, mi enhorabuena por estas Olimpíadas de la hipocresía, las mentiras y las intrigas. ¡Ya está bien! Se están comportando igual que durante muchos años se han comportado los gobiernos frente al totalitarismo comunista soviético. Es siempre la misma y vieja historia, la misma historia que nos cuentan una y otra vez.
Hablan del estado de las negociaciones. Si preguntan a los tibetanos cómo han ido las negociaciones, les dirán que durante las negociaciones se han visto sometidos a humillaciones constantes y a chantajes; a este respecto, el Dalai Lama y sus representantes han recibido el mismo trato que Brezhnev daba a Dubcek: «si se mueven, disparamos contra todos». Esto es lo que se dijo durante las negociaciones, y ahora el Presidente en ejercicio, el Presidente de la República Francesa, dirá «¡Bien hecho, China! Ustedes nos enseñan lo que hay que hacer cuando alguien se mueve». Es la respuesta altisonante de China, igual que la idea de «limpiar los suburbios con una manguera de alta presión» fue la respuesta altisonante de Sarkozy.
Esta es la verdad; y luego dicen ustedes que esta es una Europa de valores. ¿Sobre qué base, cuándo y cómo? Bien, ahora que todos está presentes —y este es el miércoles negro de esta Cámara— me gustaría felicitar al Presidente del Grupo Socialista y al Presidente del Grupo del PPE; están todos aquí. ¿Para decir qué, exactamente? ¿Qué van a decir hoy aquí? Todos me dicen que las «cosas mejorarán gracias a los Juegos Olímpicos».
En 2001 dijimos eso, si les damos los Juegos Olímpicos a los chinos, las cosas mejorarán. Desde 2001 no ha pasado nada y las cosas van de mal en peor. ¿Entonces, qué nos están diciendo? ¿Que en cuatro semanas las cosas mejorarán? ¿Por qué deben mejorar? Los chinos están ganando. El Partido Comunista Chino está ganando. Cuanto más firmes se ponen ellos, tanto más se hincan ustedes de rodillas; y cuanto más se hincan ustedes de rodillas, tanto más ganan ellos.
¿Por qué piensan que esto debe cambiar? En los Juegos Olímpicos lo controlarán todo. Controlarán las emisoras de radio, controlarán las redes de televisión, pero no controlarán a Sarkozy, eso es verdad. Incluso le invitarán a cenar con palillos. Será bonito. Le harán carantoñas y la tratarán con cariño. Y luego Sarkozy dirá: «aquí hay tres centrales nucleares y 36 trenes de alta velocidad» y no sé qué más. Es repugnante. Es despreciable, y creo que, si Europa no despierta, si seguimos proyectando esta imagen de una Europa de comerciantes incapaz de defender los derechos más fundamentales ni en Europa o ni en ningún otro sitio del mundo, la construcción de Europa no merece la pena, y esto es lo que debemos decir al Presidente en ejercicio del Consejo.
(Grandes aplausos)
Jiří Maštálka, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Gracias, señor Presidente. Siempre es más difícil ver la viga en el propio ojo que la paja en ojo ajeno. En primer lugar, quiero manifestar mi solidaridad con las víctimas de esta enorme catástrofe y, como mi colega el Diputado señor Rouček, también mi admiración por la forma en que el Gobierno chino reaccionó para ayudar a las víctimas. También quiero dar las gracias a la Comisión, que fue excepcionalmente rápida al proporcionar ayuda financiera, y decir que estoy seguro de que no habrá ningún límite a esta ayuda. Creo que hablo en nombre de la mayoría de nosotros cuando digo que deseamos que los Juegos Olímpicos se desarrollen con seguridad y en el espíritu del juego limpio, y no sólo en los estadios. Por supuesto, respetamos los aspectos característicos de la historia y la cultura chinas. Pero estos dos sucesos nos dan más oportunidades de conducir un diálogo aún más intenso y de lograr resultados tangibles en las conversaciones con nuestros homólogos de la República Popular China, tanto en el ámbito de la ecología como en el de los derechos humanos.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) En la tarde del miércoles 18 de junio tenía una cita con tres respetables y apacibles ciudadanos chinos en un hotel en Beijing. Apenas una hora antes de esa cita supe que dos de ellos habían sido capturados por el servicio de seguridad y que al tercero se le había advertido oficialmente de que no hablase conmigo. Los dos detenidos fueron liberados unas 31 horas después. La línea oficial fue que no se les había liberado, porque no se les había detenido, sino sólo «entrevistado».
En cualquier caso, está claro que las autoridades chinas querían evitar cualquier contacto personal entre un Diputado del Parlamento Europeo y estos tres ciudadanos chinos. Pero entiendo perfectamente su comportamiento abominable. Sin duda, Beijing no podía esperar que tres destacados representantes de las florecientes iglesias protestantes particulares recitaran la buena propaganda sobre los Juegos Olímpicos. En vísperas de este grandioso espectáculo deportivo, los miembros de las iglesias protestantes no registradas oficialmente están sometidos a una persecución religiosa cada vez más severa.
Los dirigentes progresistas chinos prefieren mantener bajo la alfombra los detalles terribles de esta represión. Naturalmente. Al fin y al cabo, ¿qué hay de honorable en condenar a trabajos forzados a un simple ministro de una iglesia particular? Durante tres años ha tenido que pasar entre diez y doce horas diarias construyendo campos de fútbol para los próximos Juegos Olímpicos. Ya se ha hablado mucho de la línea china de trabajos forzados.
¿Y qué vamos a hacer con los funcionarios chinos que han arrestado a miembros de las iglesias particulares por correr a prestar ayuda, voluntariamente y movidos por un profundo sentimiento altruista, a las víctimas del terrible terremoto de la provincia de Sichuan? Esto es realmente inaceptable. Señor Presidente, mucho tiempo antes de que empiecen los Juegos Olímpicos en China, creo que Beijing ha apagado la llama olímpica por su indiferencia flagrante hacia los derechos fundamentales.
Edward McMillan-Scott (PPE-DE). – Señor Presidente, deseo empezar por expresar mis condolencias a los familiares de quienes han perdido la vida y de quienes han sufrido a consecuencia del terremoto.
Pero deseo en particular, si se me permite, dirigir mis comentarios al señor Jouyet para su declaración de hoy en el sentido de que el Presidente Sarkozy, que viene aquí mañana, asistirá a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
Me gustaría recordar el editorial de la edición de hoy del periódico local Les Dernières Nouvelles d'Alsace: «L'Europe a capitulé», Europa ha capitulado. El Presidente Sarkozy no sólo va a los Juegos Olímpicos, sino que además, el 16 de junio se suspendieron, con el permiso de las autoridades francesas, las emisiones de un grupo que emite en China por medio de Eutelsat. Esto ya se había hecho antes. En esta ocasión ruego al Gobierno Francés que permita a la NDTV reanudar sus transmisiones.
Hoy presento a los relatores de las Naciones Unidas sobre la tortura y la libertad religiosa un expediente sobre algunas de las personas con las que entré en contacto hace dos años cuando estuve en Beijing. El señor Cao Dong sigue sometido a torturas en una prisión del noreste de China. El señor Niu Jinping fue detenido el 20 de abril de 2008 y se le está torturando. Su esposa, la señora Zhang Lianying, ha sido torturada muchas veces y encarcelada cuatro. He colocado en mi página web un expediente con cincuenta tipos de tortura que ha sufrido. El señor Gao Zhinshen, defensor cristiano de los derechos humanos, ha sido víctima de muy malos tratos este mismo año. Sigue bajo arresto domiciliario. El señor Hu Jia fue detenido después de aportar pruebas a la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Es un régimen arbitrario, brutal y paranoico. Debemos mantener la política al margen del deporte; debemos mantener al señor Sarkozy lejos de Beijing.
(Aplausos)
Robert Evans (PSE). – Señor Presidente, como muchos de los presentes, hace siete años, cuando se concedieron los Juegos Olímpicos a China, tuve serias reservas. Pero se concedieron sólo después de que las autoridades pronunciasen un rosario de promesas sobre el respeto de los derechos de las minorías, sobre el final de la tortura y de los abusos y sobre los bien documentados incumplimientos de los derechos humanos.
El tiempo ha pasado deprisa, y hoy sabemos que nuestras preocupaciones son tan grandes como entonces, si no mayores. Otros han hablado de los abusos. El señor Cappato se ha mostrado elocuente al hablar del Tíbet, y el señor Cohn-Bendit y otros han hablado también. Sabemos de los atropellos de la justicia natural. China ejecuta a más personas cada año que todos los demás países del mundo juntos. Creo que será a una vergüenza para Europa que el próximo mes el Presidente Sarkozy y una ristra de Jefes de Gobierno y Presidentes y Príncipes de la UE estén allí y den la mano a los dirigentes chinos, y les concedan de ese modo una credibilidad que no merecen y les den luz verde para seguir en la misma línea. Los Juegos Olímpicos deberían girar en torno al ideal Olímpico, y, por el momento, lo que sucede en China va en contra de ese ideal.
Dirk Sterckx (ALDE). – (NL) Como presidente de la Delegación para las relaciones con China estoy de acuerdo con la Comisaria cuando afirma que tenemos vínculos estratégicos con China y que éstos son importantes para ambos. Nos referimos, naturalmente, a los vínculos económicos, pero hay más. Creo que tenemos que seguir insistiendo en esto.
Hay otras dos cosas que considero importantes: los derechos humanos individuales y la libertad de expresión. Planteamos estos asuntos cada vez que nos ponemos en contacto con la Delegación o con miembros de la Delegación o con nuestros colegas chinos. No estamos de acuerdo, pero discutimos y tratamos de intercambiar ideas y argumentos. Es difícil, a veces es un trabajo duro, pero es algo que el Parlamento debe seguir haciendo sin cesar.
¿Hemos hecho algún progreso? Demasiado pocos y demasiado despacio, quizás, pero creo que sí hemos hecho algún progreso. Instaría al Parlamento Europeo a que no olvidara que tenemos que mantener el contacto con los chinos y seguir planteando estas cuestiones, por difícil que sea, por cansado que sea y por frustrante que a veces resulte. Pero creo que es la única forma de avanzar. Porque el destino de los chinos no se decidirá en esta Cámara sino en China, y lo decidirán los propios chinos. Es a ellos a quienes tenemos que convencer, no a nosotros.
Thomas Mann (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, ha habido una oleada de solidaridad mundial para con las víctimas del devastador terremoto del 12 de mayo en China. El país ha recibido una considerable cantidad de ayuda internacional, pero una vez dentro de él se han establecido diferencias, y las medidas contra el separatismo han ido de la mano del esfuerzo de ayuda a los damnificados. Es irrelevante por completo que las personas pertenezcan a la mayoría o a una minoría, pues sin duda necesitaban recibir ayuda. No debe haber ninguna llamada más para celebrar las diferencias; esa es una noción impracticable. Hay que recomendar a China que se abra de una vez por todas. Esto incluiría el acceso libre a todas las partes de China para los observadores y periodistas extranjeros. Debe permitirse que la NDTV, la única emisora de televisión no censurada de China, reanude sus transmisiones sin dilación.
Muchos Jefes de Estado o de Gobierno todavía no han decidido nada sobre la recomendación formulada por nuestro Parlamento Europeo de no asistir a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. Apoyamos la posición adoptada por Angela Merkel en Alemania, por el Primer Ministro británico Gordon Brown, por nuestro propio Presidente Hans-Gert Pöttering y por otros destacados personajes públicos, quienes han decidido permanecer lejos de la ceremonia el 8 de agosto. El Presidente francés Nicolas Sarkozy ha dicho que su posición dependerá del resultado de las negociaciones entre China y los representantes del Dalai Lama. Las negociaciones han sido infructuosas y seguirán siéndolo; por tanto, tendrá que quedarse en París.
(Aplausos)
Permítanme recordarles la difícil situación de los tibetanos antes de que empiecen los Juegos. Hubo más de 200 muertos después de las protestas del 14 de marzo, y 5 000 tibetanos han sido encarcelados, casi todos sin juicio. Miles de ellos han sufrido lesiones como consecuencia de la violencia física utilizada en el proceso de reeducación patriótica. Eso, señor Presidente, tiene por objeto servir de recordatorio a los que todavía quieren separarse de Beijing.
(Aplausos del Grupo Verts/ALE)
Alexandra Dobolyi (PSE). – (HU) Gracias por permitirme hacer uso de la palabra, señor Presidente. La organización de los Juegos Olímpicos es un reto desde todos los puntos de vista, pero es también una oportunidad extraordinaria para que los ciudadanos chinos demuestren al mundo que han comprendido los valores universales y el espíritu de los Juegos Olímpicos. «Un mundo, un sueño»: el lema de los Juegos Olímpicos de Beijing subraya plenamente y representa fielmente los principios fundamentales de los Juegos. Confío en que los Juegos Olímpicos nos darán una excelente oportunidad para profundizar y ampliar nuestra cooperación y diálogo con China en muchas áreas.
Sin embargo, no debemos olvidarnos del terremoto de mayo y de la destrucción que ha dejado muchas decenas de miles de muertos y varios millones de personas sin hogar. Debemos garantizar al país nuestro apoyo en los momentos difíciles, pero debemos recordar siempre a los dirigentes la importancia de las reformas democráticas y hacer una crítica constructiva en muchos aspectos.
Estoy entre quienes creen que la Unión Europea debe seguir manteniendo con China un diálogo orientado a la consecución de resultados sobre los derechos humanos, pero debemos aceptar que los resultados se obtendrán poco a poco. Pero se obtienen: hace sólo unos pocos días, se estableció una conexión aérea directa entre China y Taiwán, después de muchos decenios de aislamiento. Las conversaciones con el Dalai Lama se han reanudado. Aquí también estamos interesados en un diálogo orientado a la consecución de resultados, pragmático que tenga en cuenta los valores tibetanos y chinos y que señale el camino hacia el futuro. Muchas gracias.
Cornelis Visser (PPE-DE). – (NL) Señor Presidente, los Juegos Olímpicos se inauguran en Beijing el octavo día del octavo mes de 2008. Ocho es un número de la suerte en la cultura china y se asocia con la buena fortuna y la prosperidad. Espero que esta fecha sea afortunada para el pueblo chino. En lo económico, China está funcionando realmente bien. «No importa que el gato sea negro o blanco, siempre que cace ratones», como solía decir Deng Xiaoping. Él abrió el país a la inversión capitalista extranjera. Poco a poco se está liberalizando la economía china. China es ahora un socio sólido para el desarrollo económico. Por ejemplo, ha aceptado con gusto que su moneda se vincule no sólo al dólar, sino también al euro y otras monedas. China desempeña un papel constructivo en la economía mundial.
En el ámbito de los derechos humanos las cosas, desgraciadamente, no van bien, sin duda tampoco para los derechos de la propia población china. Me parece decepcionante que con ocasión de un suceso festivo como son los Juegos Olímpicos se impongan restricciones a la emisora que transmite en chino desde occidente por satélite. Espero que las autoridades chinas aprovechen la oportunidad de los Juegos para demostrar a su pueblo que las reglas no sólo se aplican en el terreno deportivo, sino ante todo a los funcionarios responsables de respetar los derechos humanos y la libertad de expresión.
Bogdan Golik (PSE). – (PL) Señor Presidente, 69 000 personas han muerto como consecuencia del terremoto del 12 de mayo de 2008, más de 18 000 han desaparecido, y el número de heridos es de más de 37 000. Esto suceso no sólo ha agitado a la China, sino al mundo entero. Era probablemente la única persona presente hoy en esta Cámara que estaba en aquel momento en China: estuve en Beijing y en Shanghai y vi la solidaridad de esas personas, de los chinos, que se identificaban con las víctimas y con la tragedia.
Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi admiración por los miles de miembros del personal de ayuda y por los voluntarios del mundo entero, de Taiwán, de Japón, de Australia y sobre todo de China, cuya solidaridad y cuyo compromiso en estas trágicas circunstancias merecen un elogio especial. También deben reconocerse las medidas adoptadas por la Unión Europea. El Gobierno chino, con el apoyo de las autoridades locales, asignaron una suma de 10 000 millones de euros para ayudar a las víctimas del desastre. La ayuda exterior total recibida por Beijing ascendió a 5 000 millones de euros. Casi todos estos fondos procedían de la diáspora china asentada en diferentes partes del mundo.
Creo que las actividades de ayuda humanitaria específica son más útiles, y que el diálogo es más valioso que las consignas y las llamadas al boicot y a la protesta.
Nirj Deva (PPE-DE). – Señor Presidente, esta Cámara debe fomentar las actitudes de Estado, cosa que tristemente hoy no está haciendo.
Diez millones de personas sin hogar es una catástrofe enorme, la peor del mundo. Hemos visto un Gobierno y a unos dirigentes chinos interesados por las personas, centrados en las personas, actuando en una de las regiones más pobladas, que incluye más de un millón de tibetanos. A diferencia de lo que ocurrió en Birmania, donde los dirigentes no hicieron nada ni se preocuparon, el Gobierno Chino ha demostrado que se preocupa por sus ciudadanos. Esto ha sido evidente para cualquiera que haya visto el esfuerzo de ayuda.
Los derechos humanos en China no pueden ser decididos por otros países, poderes, organizaciones o personas en el resto del mundo. Sólo pueden decidirlos los 1 300 millones de habitantes de China. Sabemos que esta población puede ser inteligente, puede demostrar y mostrar su ira, y que la muestra cuando algo está equivocado.
La situación de los derechos humanos en China está mejorando y puede mejorar aún más. Los gritos del Parlamento y de mis colegas no van a cambiar las cosas lo más mínimo. Como de costumbre, nos estamos engañando con nuestra supuesta importancia. Será el pueblo chino el que, después de haber salido de la pobreza, exigirá por sí mismo una mayor expresión democrática. Cuatrocientos millones de personas han salido de la pobreza, un logro notable. Pero el pueblo chino tiene miedo. Si le damos la espalda como hemos hecho con la Antorcha Olímpica, sólo enfureceremos al pueblo chino, no a su Gobierno. Esta distinción es importante y debe entenderse.
Marianne Mikko (PSE). – (ET) Colegas, a lo largo de los tiempos, el movimiento Olímpico ha luchado por un mundo mejor. El gran acontecimiento que está a punto de empezar en Beijing ha ayudado a llamar la atención hacia el Tíbet y los derechos humanos. Sin duda, el diálogo entre Beijing y el Dalai Lama debe continuar. Al dar a China la oportunidad de acoger este acontecimiento deportivo mundial, el Comité Olímpico Internacional impuso la condición muy clara de que el año 2008 China debería respetar los derechos humanos. Sabemos que esto no ha sucedido.
Los Juegos Olímpicos nunca se han limitado al deporte. Los principios de la Carta Olímpica reflejan en buena medida los de la UE, me refiero a los derechos básicos de los ciudadanos y a los derechos humanos, un terreno en el que no se admite ningún compromiso. La Carta establece que el país anfitrión tiene que defender la dignidad humana y no que oprimir a los ciudadanos por razones de nacionalidad o de creencia religiosa. Por tanto, comparto la opinión de que el lugar del Presidente Sarkozy está en París delante de su televisor, no en el estadio olímpico en Beijing.
David Hammerstein (Verts/ALE). - (ES) Señor Presidente, con la experiencia de las Olimpiadas en China hemos aprendido una lección: si hay que violar los derechos humanos sistemáticamente, hay que ser un país grande y fuerte económicamente; no hay que ser Zimbabue ni Cuba. ¡No! Tampoco hay que ser Birmania. Hay que ser un país con centenares de empresas occidentales instaladas; hay que ser un país con millones de personas que trabajen en condiciones de esclavitud de mano de obra; hay que ser un país que actúa de forma grande y agresiva, y entonces se arrodilla Europa ante ese país.
José Ribeiro e Castro (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, ofrezco mis condolencias a los familiares de las víctimas del terremoto y deseo expresar mi tristeza sincera. Sin embargo, hay otros asuntos que debemos tratar y digo esto especialmente al Consejo, pues recuerdo las observaciones hechas por el Presidente Sarkozy hace unos pocos meses, en el momento de los incidentes en el Tíbet.
Lo que acabamos de oír es una propuesta para convertir los deportes en mala política y la política en un deporte ridículo, y esto es inadmisible. Es inadmisible que el Presidente Sarkozy vaya a representar a la Unión Europea en Beijing sin visitar a los prisioneros políticos que hay allí. Sería vergonzoso para nuestros dirigentes ir a Beijing sin decir una sola palabra acerca de la dura realidad de la situación. Eso sería vergonzoso, y esos dirigentes ya no podrían presentarse con dignidad ante las instituciones europeas. Es esencial que volvamos sobre este asunto en septiembre.
Manolis Mavrommatis (PPE-DE). – (EL) Señor Presidente, sólo un mes antes de los Juegos Olímpicos de Beijing, China está todavía experimentando las trágicas consecuencias del terremoto. Lamentablemente, ha hecho falta un terremoto y miles de víctimas y personas sin hogar para que el Gobierno de la República Popular China comprendiese que la solidaridad de las naciones que ofrecieron ayuda era esencial.
Sin embargo, esta obligó a China a abrir sus fronteras, lo que permitió a todos los medios de comunicación y a las organizaciones de ayuda humanitaria acceder a zonas en las que, hasta entonces, difícilmente se podía entrar como visitante.
Los sucesos que siguieron al terremoto en China condujeron a un relajamiento que hizo que el mundo entero esté ahora preocupado por la coexistencia pacífica de los pueblos. La bandera Olímpica y la sagrada llama de la antigua Olimpia ocuparán el lugar ideal entre las cosas que nos separan, pero también, sobre todo, entre las cosas que nos unen.
Eva Lichtenberger (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, cuando el Presidente Sarkozy habló después del malestar en el Tíbet, sentí la mayor admiración por Francia en su función de defensora de los derechos humanos. Desde entonces la situación ha empeorado mucho, y el número de detenidos alcanza valores nunca vistos.
La situación en el Tíbet jamás había sido tan tensa. La censura de los medios de comunicación nunca había sido tan rígida como ahora. Y en mi opinión, la reacción del Presidente es una bofetada en la cara de quienes hacen campaña a favor de los derechos humanos. Estamos destruyendo la esperanza de todas los que en China confiaban en que nuestra presión les ayudaría en su empeño por introducir la democracia en su país.
Colm Burke (PPE-DE). – Señor Presidente, el Comité Olímpico Internacional justificó su decisión de adjudicar los Juegos Olímpicos de 2008 a China afirmando que eso ayudaría a abrir el país a las mejoras en su situación con respecto a los derechos humanos.
Sin embargo, las autoridades chinas no han prestado atención a las llamadas internacionales para que dejen de perseguir a sus defensores en los disturbios del 14 de marzo de 2008 en el Tíbet. Todavía están siguiendo, deteniendo y arrestando arbitrariamente a los participantes en la protesta, sin dar a sus familias información sobre su paradero, pese a que la legislación china así lo exige.
Exhorto a China a que cumpla los compromisos públicos que ha contraído de respetar los derechos humanos, los derechos de las minorías, la democracia y el estado de derecho. Esto era el trato acordado con el COI cuando éste permitió a China por primera vez albergar los Juegos.
Esta es una oportunidad histórica y única para China de demostrar al mundo su voluntad de mejorar su trayectoria de respeto a los derechos humanos, pero en mi opinión no vemos un progreso suficiente en este terreno.
Ana Maria Gomes (PSE). – Señor Presidente, apoyo la celebración en Beijing de los Juegos Olímpicos, pero también insto a los gobiernos y a las instituciones europeas a exigir que China cumpla sus compromisos con respecto a los derechos humanos, en particular los contraídos a cambio de que los Juegos Olímpicos se celebrasen en Beijing.
Esto exige que los representantes europeos que acudirán —o que no acudirán— a los Juegos Olímpicos aprovechen esta oportunidad para llamar la atención hacia la situación de los derechos humanos en China. Es un asunto muy serio. Hay muchas personas en la cárcel, incluido Hu Jia, que fue detenido después de hablar con nosotros aquí en el Parlamento Europeo por videoconferencia. No podemos aceptar que las autoridades chinas mantengan a estas personas en la cárcel sin motivo.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). – (PL) Señor Presidente, muchos países y sus dirigentes, incluidos los de Europa, muestran el mayor interés por mantener buenos contactos con China para obtener contratos o acuerdos económicos lucrativos, y prestan poca atención a la falta de democracia y de respeto por los derechos humanos en ese país. La opinión mundial, los dirigentes mundiales y las instituciones mundiales deben actuar juntos y deben aplicar diversas formas de presión en defensa de valores como la libertad, los derechos humanos y la democracia. Si estamos divididos no podremos actuar juntos y causaremos poco efecto. Los Juegos Olímpicos son una buena oportunidad para adoptar tales medidas. La comunidad internacional debe actuar en ayuda de una población que ha sufrido como consecuencia del trágico terremoto.
Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio. – (FR) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, no fue la Unión Europea la que decidió, en 2001, que los Juegos Olímpicos se celebrasen en Beijing; fue el Comité Olímpico Internacional.
En segundo lugar, como ustedes han dicho, hay unos ideales olímpicos, pero no tratan de política, sino de deporte, como el Comité Olímpico Internacional está diciendo una y otra vez.
En tercer lugar, no sé si la mejor manera de luchar por los derechos humanos en China y de mantener un diálogo abierto es aliviar la propia conciencia diciendo «no pienso ir, pero veré la ceremonia inaugural por la televisión», como acaba de decir un Diputado. No creo que el problema gire realmente alrededor de este asunto. Observo, además, que varios Diputados de diversos grupos políticos y de variadas convicciones también han expresado sus puntos de vista en su Cámara sobre el diálogo que debemos mantener con las autoridades chinas.
Sean cuales sean las dificultades actuales, debemos seguir aprovechando al máximo las relaciones de la UE con China. Sólo una Unión fuerte permitirá a las dos partes mantener debates abiertos —que todos hemos defendido— sobre cualquier cosa, incluidos los asuntos más espinosos; la Unión Europea no esperó a que ocurriese nada en el Tíbet para iniciar un diálogo de esas características. Queremos establecer un diálogo con China sobre un número cada vez mayor de asuntos de carácter bilateral y mundial y no puramente comerciales, y es una burda tergiversación sugerir otra cosa. La señora Ferrero-Waldner también señaló este punto. Necesitamos un diálogo integral con China porque ese país tiene un papel importante que desempeñar en la comunidad internacional, y debemos hacer todo lo que podamos —los Juegos Olímpicos son también un medio para este fin— para que China se integre más eficazmente en la comunidad internacional.
Además, quiero señalar que tendremos que mantener un diálogo estratégico con China, en particular en la próxima Cumbre que va a celebrarse bajo la Presidencia Francesa. No fue la Presidencia Francesa la que eligió la fecha para esta Cumbre. La Cumbre tendrá lugar en la segunda mitad de 2008. Es responsabilidad nuestra que los preparativos se hagan en las mejores circunstancias posibles, y esta Cumbre debe brindar una oportunidad a la asociación entre China y la Unión Europea para abordar nuevas cuestiones, en particular las relacionadas con la acción contra el cambio climático y las normas medioambientales y sociales, como muchos de ustedes han dicho.
La determinación de China de desempeñar un papel más importante en el escenario internacional debe ir acompañada de nuevas responsabilidades en el campo de los derechos humanos, en la esfera social y en relación con la protección del medio ambiente. Somos conscientes de esto y estamos preparados para trabajar hacia ese objetivo, y la Unión Europea es indudablemente el socio más apropiado para ayudar a China a seguir ese camino.
A este respecto, después que haber consultado a sus colegas y homólogos y de haber recibido su consentimiento, el Presidente Sarkozy, en su calidad de Presidente de la Unión Europea, asume las responsabilidades de participar en un diálogo abierto entre la Unión Europea y China. Si China desea desempeñar una función más importante en el escenario mundial, debe asumir las responsabilidades correspondientes. Se han hecho muchas comparaciones, por ejemplo por el señor Cohn-Bendit. Me he fijado en la comparación con la URSS de Brezhnev. ¿Realmente queremos un conflicto entre dos bloques antagónicos? ¿No se ha hecho ningún progreso en el diálogo que también se ha mantenido con este gran país? Hemos desempeñado una función clave en ese progreso, y nuestros valores han prevalecido también mediante el diálogo y la evolución democrática, como siempre. Debemos mantener un diálogo desafiante con China donde ningún asunto sea tabú, y debemos animar al país a contraer compromisos en todas las esferas, en el campo político, en el de los derechos humanos y en el social.
En efecto, algunos Diputados han mencionado la pena de muerte. También debemos abordar este punto con China, pero también debemos abordarlo con todos los demás países, y espero que los mismos Diputados conservadores que acaban de hablar sobre este asunto sigan haciéndolo. Quiero recordarles que hay otros países donde la pena de muerte está en vigor y que tienen relaciones con la Unión Europea; sin embargo, sí tenemos que mantener este diálogo integral. También debemos avanzar con prudencia, y estoy totalmente de acuerdo con lo que la Comisión dijo con respecto al Consejo, en el sentido de que no debemos exacerbar los sentimientos nacionalistas en China en un momento en el que acoge un acontecimiento muy importante para el país entero, un país que está buscando su integración en el escenario internacional.
El Presidente Sarkozy, en su nueva función, visitará Beijing con este espíritu, asumiendo todas las responsabilidades asociadas con su función y actuando con plena conciencia de la naturaleza de los valores europeos, para transmitir este mensaje y también para demostrar que tenemos fe en el desarrollo positivo de ese gran país con respecto a su integración en el escenario internacional. Ya hemos visto signos tangibles de progreso en Birmania y en la resolución de los conflictos con Irán y con Corea del Norte; son todas ellas situaciones en las que también necesitamos la ayuda de China. Está claro que esto abarca mucho más que intereses meramente comerciales.
Por último, quiero decir al señor Cappato que, en todas nuestras relaciones, tanto dentro de la UE, con respecto a las minorías, como en las relaciones entre la Unión y algunos de sus socios, también debemos exigir los mismos requisitos y ser cuidadosos antes de dar lecciones de moral al mundo.
PRESIDE: MIGUEL ANGEL MARTÍNEZ MARTÍNEZ Vicepresidente
Benita Ferrero-Waldner, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, seré muy breve, porque ya se ha hablado mucho.
Sólo quiero repetir que la relación con China es muy polifacética. Esto significa que esta relación estratégica tiene un alcance enorme. Además del medio ambiente, el comercio, la cultura —todo lo que cubren las diversas conversaciones sectoriales y diálogos que mantenemos— también abarcamos las preocupaciones por los derechos humanos que hoy se han expresado aquí de forma especial con mucha seriedad. Nos lo tomamos en serio tanto si se trata de defensores de los derechos humanos o de demandantes que están en la cárcel o de la aplicación de la pena de muerte. Es cierto que se está ejecutando a mucha gente. Siempre hemos hablado de esto muy claramente, y también de los presuntos casos de tortura y malos tratos.
Mantenemos este diálogo sobre los derechos humanos. Es verdad que a veces no es satisfactorio, pero no tenemos otro instrumento. Tenemos que seguir manteniendo el diálogo con China. En Alemania tenemos un dicho: Steter Tropfen höhlt den Stein (gota a gota se desgasta la piedra). Esto es lo que estamos tratando de hacer.
(Aplausos)
El Presidente. − Para cerrar el debate se han presentado cinco propuestas de resolución(1) de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar mañana, excepcionalmente, a raíz de la presentación del programa de la Presidencia francesa, a las nueve de la mañana.
Declaraciones por escrito (articulo 142 del Reglamento)
Zita Pleštinská (PPE-DE), por escrito. – (SK) Los Juegos Olímpicos de Beijing se acercan pero, según mi información, la situación de los derechos humanos en China no ha mejorado. Por el contrario, el régimen chino sigue deteniendo cada vez a más personas para evitar el riesgo de manifestaciones durante los Juegos Olímpicos.
La libertad de Prensa es extremadamente importante porque los medios independientes son los que suministran información no censurada sobre la situación de los derechos humanos en China. Por consiguiente, es vital que también puedan transmitir las estaciones de televisión independientes, como la NTDTV. Esta estación de televisión transmite en chino e inglés vía satélite en Asia, Europa, Australia y América del Norte las 24 horas del día y los 7 días de la semana. La empresa francesa Eutelsat que transmite el canal NTDTV apagó repentinamente la señal de esta emisión para Asia el 16 de junio de 2008, al parecer a consecuencia de la presión ejercida por el Partido comunista Chino.
Comisaria Ferrero-Waldner, apelo a usted con la esperanza de que usará, en nombre de la Comisión, todos los medios posibles para restaurar las transmisiones de la NTDTV en Asia. También exhorto a la Presidencia Francesa a que impida, en nombre del Consejo, las restricciones de la libertad de expresión en China.
Exhorto a las autoridades chinas a que demuestren al mundo que la concesión a Beijin de los Juegos Olímpicos ha conducido a una mejora de la situación de los derechos humanos en China. Creo que la apertura del Tíbet a los turistas, a los periodistas y a todos los medios será real y permitirá la difusión de información no censurada sobre la situación en esa región.
Csaba Sándor Tabajdi (PSE), por escrito. – (HU) La ampliación es una de las políticas de más éxito de la UE y, al mismo tiempo, quizás uno de los instrumentos más eficaces de política exterior jamás conocido. Todas las ampliaciones que se han hecho hasta la fecha han fortalecido a la Unión y han estabilizado y alineado en términos generales a los países que se han incorporado. Los cuatro años que han pasado desde la ampliación de 2004 han puesto fin a todos los temores infundados y a la información engañosa que la precedió; la ampliación ha tenido un éxito abrumador, y tanto los antiguos miembros como los nuevos han ganado mucho. Lamentablemente, algunos políticos, ya sea conscientemente o por pura estupidez, niegan el éxito de la ampliación y confunden a los ciudadanos de los Estados miembros antiguos. Por tanto, es de importancia capital que familiaricemos a la sociedad con las ventajas y los beneficios de la ampliación.
El rechazo del Tratado de Lisboa por parte de Irlanda es realmente una barrera importante a la nueva ampliación de la Unión. Todavía confío en que la UE encontrará rápidamente una solución para salvar el Tratado de Lisboa. Sin embargo, la incorporación de Croacia no debe mantenerse como rehén; la incorporación de este país es legalmente posible, incluso sin que se recupere Lisboa. Por tanto, Croacia debería ser miembro a finales de 2009 o principios de 2010, dependiendo de la marcha de las negociaciones de adhesión.
La relación entre la estrategia de ampliación y la política europea de vecindad es una cuestión complicada. Estoy básicamente de acuerdo en que nuestros vecinos europeos que todavía no tienen la perspectiva de la integración deben pasar de una categoría a otra en función de los objetivos cuantificables que vayan alcanzando. Al mismo tiempo, es importante que la Unión pueda proteger su zona geopolítica de libre circulación y, con respecto a la capacidad de la integración, debe decidir por sí misma en algunos casos concretos qué perspectivas ofrece a sus socios.