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Acta literal de los debates
Miércoles 9 de julio de 2008 - Estrasburgo Edición DO

14. Documento de estrategia de la Comisión sobre la ampliación (continuación del debate)
Acta
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  El Presidente. − Continuamos con el debate del informe de Elmar Brok sobre el Documento de estrategia de la Comisión de 2007 sobre la ampliación.

 
  
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  Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. (FR) Señor Presidente, quiero hacer tres observaciones antes de pasar a este debate, que ha sido extremadamente productivo y apasionante.

Primero, en nombre del Consejo quiero dar la bienvenida a la delegación sudafricana que está hoy aquí con nosotros, y decirles que nos veremos dentro de muy pronto con los dirigentes de su país, con motivo de la primera cumbre de la Unión Europea que se celebrará en Francia a finales de julio.

Segundo, quiero unirme al señor Rehn en la expresión de nuestra profunda condolencia por los turistas alemanes que, según un comunicado, han sido secuestrados por rebeldes kurdos en Turquía. En el Consejo esperamos que, de confirmarse la noticia, esas personas sean encontradas sanas y salvas lo antes posible, y queremos insistir en que nuestro pensamiento está con ellas.

Tercero, quiero dar la gracias al señor Duff por su buen conocimiento de la política francesa, y de las posiciones que yo personalmente defiendo. Estaría encantado, por supuesto, en tomarme un café y charlar más a fondo con él, pero lamentablemente mis responsabilidades hoy no me permiten hacer comentarios personales.

Pasando a nuestro debate, la ampliación forma claramente parte de la historia del desarrollo europeo, y hasta la fecha siempre nos hemos asegurado de que la ampliación y el fortalecimiento de la Unión fueran de la mano. Es importante que así siga siendo, como ha recalcado el señor Brok. Todos los debates son útiles para que nuestros ciudadanos conozcan las cuestiones relacionadas con la ampliación, por lo que prestamos especial atención a los debates y a las posiciones del Parlamento Europeo sobre este tema.

Después de escuchar lo que han dicho muchos de ustedes, quiero insistir en el papel estabilizador de la ampliación, evidente en el caso de los Balcanes. El rápido progreso de Croacia, que la Presidencia francesa quiere acelerar aún más si todos los Estados miembros están de acuerdo, demuestra que los países que sufrieron conflictos en el decenio de 1990 tienen perspectivas reales de adhesión. Éste es un mensaje importante sobre todo para Serbia, que acaba de elegir a un Gobierno que aspira también a estrechar sus vínculos con la Unión Europea.

Lo mismo puede decirse de Turquía y, en este sentido, quiero recordarles que la situación actual de las negociaciones depende no tanto de la posición de tal o cual Estado miembro de la UE, sino de la propia Turquía y del ritmo de las reformas en ese país. Pero sobre todo, tiene que ver con el cumplimiento, por parte de Turquía, de sus obligaciones con todos los Estados miembros de la UE y, en particular, con el cumplimiento del Protocolo de Ankara.

La política de ampliación no significa que estemos descuidando a los otros vecinos de la Unión Europea. El Consejo está actualmente discutiendo la manera de permitir a Ucrania alcanzar una nueva etapa en sus relaciones con la Unión Europea en la próxima cumbre UE-Ucrania, que se celebrará en Evian el 9 de septiembre. Deseamos impulsar también las relaciones entre la UE y Moldova, un país en el que el Consejo ha invertido ya mucho.

En tanto que Presidencia del Consejo, apoyamos asimismo los procesos regionales que se han descrito. Yo mismo asistí a la conferencia que puso en marcha la sinergia en el mar Negro, y a la cumbre de los países bálticos. Y, desde luego, no puedo dejar de mencionar la próxima cumbre sobre el Proceso de Barcelona y la Unión por el Mediterráneo, que tendrá lugar en París el 13 de julio.

Por último, como pueden ustedes ver, el proceso de ampliación no está en peligro. Sigue imponiendo numerosas demandas a los países candidatos, y también a los Estados miembros, que tienen que explicar este proceso a sus ciudadanos. El señor Rouček y la señora De Keyser tienen toda la razón al decir que hace falta un verdadero esfuerzo pedagógico, con o sin Magritte. No obstante, es cierto que, como se ha recalcado aquí, tenemos también que tranquilizar a los ciudadanos.

Precisamente para que pueda continuar este proceso, cuyo interés estratégico han mencionado algunos de ustedes, y el señor Brok en particular, es por lo que el Tratado de Lisboa prevé la reforma de nuestras instituciones, de forma que los nuevos Estados miembros —eso debemos dejarlo claro— puedan ser acogidos en las mejores condiciones, sin cuestionar la capacidad de acción de la Unión Europea.

 
  
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  Olli Rehn, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, me alegra particularmente concluir mi participación en este debate en presencia de una delegación parlamentaria de Sudáfrica, puesto que yo inicié mi actividad política hace algunos decenios en una campaña a favor de la liberación de Nelson Mandela. Tenemos suerte de que en esta Cámara los únicos prisioneros que al parecer quedamos seamos mi amigo Elmar Brok, y yo, como se ha anunciado públicamente en la mesa.

(Risas)

Quiero dar las gracias a sus Señorías por el debate tan importante y responsable de hoy. Deseo hacer sólo un comentario de naturaleza general.

Me alegro de que el informe de Brok y debate de hoy respalden en lo fundamental el consenso renovado sobre la ampliación de la UE, logrado en diciembre de 2006, en particular por los acontecimientos ocurridos en 2005. La gran virtud de esta estrategia es que logra un equilibrio cuidadosamente calibrado entre la importancia estratégica fundamental de la ampliación para extender el espacio de paz y prosperidad, libertad y democracia por un lado, y nuestra propia capacidad para integrar a nuevos miembros siempre que cumplan unas condiciones rigurosas y nuestra reforma interna por otro.

No puedo evitar acordarme —tengo memoria de elefante— de que, en el otoño de 2004, después de una audiencia parlamentaria, la Comisión de Relaciones Exteriores me criticó por mi falta de visión al no querer dar de inmediato perspectivas de adhesión a Ucrania. Yo sólo dije que no debíamos prejuzgar el futuro en lo concerniente a Ucrania. Un año después, se me criticó por insistir en la capacidad de absorción y por detener el proceso de ampliación. Desde esa perspectiva, celebro en particular el debate de hoy, que logra el equilibrio adecuado entre la importancia estratégica de la ampliación y nuestra propia capacidad de integración de nuevos miembros.

Este debate y el informe de Brok encuentran una tercera vía sólida para combinar la profundización de la integración política con la ampliación gradual de la Unión Europea. En mi opinión, se demuestra claramente una convergencia convincente de la labor del Parlamento Europeo y de la Comisión, así como de la Unión Europea en su conjunto, y desde luego que acojo con satisfacción este fenómeno y la dirección hacia el consenso renovado en materia de ampliación que ha existido desde 2006.

 
  
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  El Presidente. − Quiero señalar a los colegas presentes que esta misma noche, en la reunión de la Mesa del Parlamento, voy a trasladar mi preocupación acerca del procedimiento de solicitud incidental de uso de la palabra («catch the eye»), que carece de normas, está dejado exclusivamente al criterio y a la arbitrariedad de la vista del Presidente o del propio Presidente, y creo que es indispensable establecer una normativa, porque la verdad es que se está convirtiendo en un coladero.

Hoy hemos tenido hasta quince peticiones, es verdad, y se está alterando el procedimiento normal en cuanto al tiempo de que dispone cada Grupo para intervenir.

Por lo tanto, quiero dejar esto en la conciencia de los colegas y, en particular, de aquellos que puedan haber estado molestos, porque han sido mucho los que han pedido la palabra y pocos los que han podido intervenir.

 
  
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  Elmar Brok , ponente. (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señor Presidente en ejercicio del Consejo, antes de nada quiero dar las gracias a la Comisión y a la Presidencia del Consejo por la solidaridad que han expresado con los turistas alemanes en Turquía.

Estamos considerando una gran diversidad de temas y tenemos que encontrar un equilibrio entre ellos. Esos temas van desde la Unión por el Mediterráneo —que es un paso importante si cuenta con el respaldo del conjunto de la Comunidad, en lugar de ser una prioridad de algunos países de algunas regiones— basada en la propuesta sueca-polaca, hasta la propuesta de una Unión por el Mar Negro. Todas son ideas que tenemos que considerar conjuntamente como Comunidad, al tiempo que dejamos claro que algunas de ellas ofrecen perspectivas de adhesión, pero otras no. La declaración del Ministro de Relaciones Exteriores polaco, señor Sikorski, en el sentido de que algunos países son vecinos de Europa, mientras que otros son vecinos europeos, quizás sea una indicación de que los dos son igualmente importantes, pero hay diferencias en cuanto al método y al objetivo.

Ahora bien, si tenemos margen para hacerlo —relaciones bilaterales, soluciones multilaterales intermedias o incluso soluciones permanentes a medio camino entre la Política de Vecindad y la plena adhesión— y, por consiguiente, tenemos toda una serie de instrumentos a nuestra disposición, debemos de considerar a su vez la manera de proteger a largo plazo ese equilibrio al que se ha referido el Comisario desde el punto de vista político y administrativo; así se mantendría tanto el potencial de desarrollo de la Unión Europea, como las perspectivas de adhesión de esos países a Europa y su estabilidad.

Permítanme que haga una pregunta a algunos de los críticos con la UE que han intervenido hoy aquí: ¿a qué Unión Europea se refieren ustedes? ¡A la Unión Europea que tenemos ahora y que representa el mayor logro para la paz, la libertad y la prosperidad en la historia de este continente! Queremos seguir adelante con este proyecto y ampliarlo tanto como podamos para seguir logrando esa clase de éxitos y objetivos, y para incorporar a más países. ¡Esa es la cuestión!

Por tanto, cuando hablamos de los Balcanes occidentales, tenemos que decir: si ayer o esta semana el Gobierno serbio ha dicho que quiere mirar hacia Bruselas, hacia Europa, si queremos garantizar una paz duradera en una región que ha sido fuente de conflictos durante los últimos 150 años, deberíamos aceptar esa oferta y avanzar en esa perspectiva para continuar con el desarrollo pacífico de nuestro continente.

 
  
  

PRESIDE: MAREK SIWIEC
Vicepresidente

 
  
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  Proinsias De Rossa (PSE). - Señor Presidente, con relación a una cuestión de observancia del Reglamento, puesto que el debate sobre los prisioneros palestinos retenidos por las autoridades israelíes ha comenzado tan tarde —con casi una hora de retraso ya—, me temo que tendré que retirar mi nombre de la lista de oradores. Pero pido que el minuto que me había asignado el Grupo del PSE se sume al tiempo asignado a la señora De Keyser. Ella intervendrá en nombre del Grupo del PSE. Expreso mi profundo pesar por tener que hacerlo, pero lamentablemente me tengo que ir al aeropuerto.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves, 10 de julio de 2008.

Declaraciones por escrito (Artículo 142)

 
  
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  Titus Corlăţean (PSE), por escrito. (RO) La perspectiva de adhesión a la Unión Europea para los países de Europa sudoriental es el motor de las reformas orientadas a la transformación democrática de esos países. El documento de estrategia de la Comisión de 2007 sobre la ampliación debe enviar una señal clara sobre nuestro firme compromiso con los países con los que hemos iniciado negociaciones de adhesión o países con perspectivas de adhesión. Éste es el caso, entre otros, de Serbia y la República de Moldova. Para este último país, Rumania representa una ventana a través de la cual los ciudadanos moldavos pueden mantener su esperanza en un futuro europeo, más democrático y más próspero.

La futura adhesión a la Unión Europea es el motor que anima a la oposición democrática en la República de Moldova a seguir luchando para crear estructuras democráticas legislativas e institucionales, un proceso que la UE se ha comprometido a promover.

La necesidad de reformas institucionales internas en la UE, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, no puede ser de antemano una razón ni un pretexto para bloquear la ampliación de la Unión.

 
  
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  Dragoş Florin David (PPE-DE), por escrito. (RO) La ampliación de la UE ha sido siempre sólo una cuestión de tiempo y de hacer compatibles los sistemas políticos y económicos entre los Estados miembros. Una breve evaluación de los procesos de ampliación de 2004 y 2007 nos muestra una Unión más fuerte y más dinámica tanto en los asuntos interiores como exteriores, lo que nos indica que el proceso de ampliación ha sido beneficioso tanto para la Unión como para los nuevos Estados miembros, así como que, dentro de la Unión, sumamos sólo nuestros valores y no nuestros problemas. El contexto político y económico europeo y mundial no es probablemente el más favorable para una ampliación rápida, pero eso no debe impedirnos formular e incluso reformar las estrategias y los mecanismos para la ampliación.

Los países balcánicos occidentales, Moldova, Ucrania y Turquía, han manifestado su interés por entrar en la UE y se benefician de asociaciones privilegiadas con la UE, pero también tienen que resolver cuestiones internas relacionadas con el cumplimiento de las exigencias europeas en materia de democracia, estabilidad y prosperidad.

En este contexto, felicito al señor Brok por su sentido del equilibrio y el pragmatismo de su informe, y yo también espero que se encuentre una solución rápida para que el Tratado de Lisboa pueda ser ratificado por todos los Estados miembros.

 
  
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  Alexandra Dobolyi (PSE), por escrito. – El proceso de ampliación ha sido parte integrante del desarrollo de la UE en los últimos 50 años. De sus seis miembros fundadores, la UE se ha ampliado hasta 27 Estados miembros y representa a más de 450 millones de ciudadanos. La Unión Europea es más estable, es más segura y tiene más voz en la escena internacional que antes.

Con los años hemos visto que la ampliación es la clave del éxito y el desarrollo de la UE. La ampliación ha permitido la reunificación pacífica de Europa, poniendo fin a las divisiones de la Guerra Fría. Tenemos que reconocer que el desarrollo y la ampliación de la UE han ido de la mano.

¿Pero cuál es la actitud actual de nuestra sociedad hacia la ampliación? La actitud frente a una futura ampliación es de poco entusiasmo y se ve influida sobre todo por cuestiones no relacionadas con la propia ampliación, debido en parte a la falta de información sobre ésta.

Yo soy de las que están convencidas de que la perspectiva de una futura adhesión a la UE es indispensable para impulsar las reformas políticas y consolidar la democracia. El miedo es que si la perspectiva de adhesión a la UE se elimina de la agenda política, los Balcanes pueden volver a sumirse en la inestabilidad.

 
  
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  Kinga Gál (PPE-DE), por escrito. (HU) Señor Presidente, con respecto al debate de la estrategia de ampliación, quiero llamar su atención sobre los importantes criterios relacionados con nuestros vecinos inmediatos, los Balcanes occidentales y Ucrania.

La perspectiva de adhesión, y especialmente la obligación de cumplir los criterios de Copenhague, ha sido una fuente de motivación enorme para la modernización de los países candidatos y su transformación en Estados constitucionales.

Los Balcanes Occidentales y Ucrania necesitan esta fuerza motivadora. Si les quitamos la perspectiva de adhesión a nuestros vecinos inmediatos, con quienes compartimos las tradiciones y la historia de Europa, dejará de existir la fuerza motivadora que puede hacer realidad la condición de Estado constitucional de estos países.

Dentro de muy poco se aprobará legislación como los decretos sobre educación contrarios a las minorías y esto, conjuntamente con el cierre de las escuelas que enseñan en lengua materna y con la desaparición y la asimilación de las lenguas, está produciendo una enorme indignación en Ucrania. Cuando se baja el listón o se hace más distante el objetivo, la legislación se aleja de lo que llamamos un Estado constitucional.

Así que tenemos una gran responsabilidad. Ahora es importante que nos aseguremos de que los criterios se cumplan no solo sobre el papel, sino también en la realidad; hace falta que nuestros vecinos sean coherentes en sus preparativos, y hace falta que la Unión Europea sea coherente cuando hace promesas y pide cuentas. La coherencia de nuestro comportamiento inspirará confianza tanto a nuestros votantes como a nuestros vecinos.

 
  
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  Genowefa Grabowska (PSE), por escrito. (PL) Como representante de un país que entró en la UE en 2004, apoyo plenamente todas las partes del informe del señor Elmar Brok que insisten en la importancia de proseguir con la ampliación y en su contribución positiva a la creación de una Europa fuerte, cohesiva, cercana a los ciudadanos y próspera. Estoy de acuerdo con la afirmación de que la perspectiva de adhesión a la UE, una vez reconocida, tiene una influencia muy positiva en las políticas internas de los países candidatos, alentándoles a actuar más deprisa para reestructurar su administración, reformar sus sistemas educativos y sus instituciones de enseñanza superior, prestar más atención a los derechos humanos, incluidos los de las minorías, y combatir la corrupción en la vida pública; en un palabra, para adoptar los valores que han guiado a la Unión Europea durante muchos años. Pienso también que el informe debería hacer mucho más hincapié en el carácter abierto de la Unión Europea y en su disposición a aceptar nuevos Estados miembros.

Esto es especialmente importante para mi propio país, Polonia, sobre todo en el contexto de las expectativas y aspiraciones europeas de nuestros vecinos orientales, en particular Ucrania. Sería muy lamentable que nuestros vecinos vieran nuestra frontera oriental (la frontera Schengen para el conjunto de la UE) como un nuevo muro que nos separará permanentemente de ellos. Creo que los llamamientos que escuchamos a veces en este contexto, de que una futura ampliación de la Unión debe depender de su llamada «capacidad integradora», son algo irreflexivos y constituyen una amenaza para los objetivos que la UE se ha marcado a sí misma.

 
  
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  Tunne Kelam (PPE-DE), por escrito. Un buen punto de partida para acometer nuevas ampliaciones es la idea clara de que la UE se ha beneficiado enormemente de todas las ampliaciones anteriores. La última ha sido muy beneficiosa para todas las partes interesadas, lo cual nos proporciona una base sólida para creer que la UE podrá beneficiarse también de futuras ampliaciones.

Es comprensible la preocupación que existe por la capacidad integradora de la UE. Pero todavía no se explota plenamente el potencial más eficiente para mejorar la capacidad de integración. Eso significa hacer pleno uso de las cuatro libertades fundamentales de la UE liberalizando de los mercados, separando los grandes intereses empresariales, instaurando la transparencia. Para afrontar con éxito los desafíos mundiales, tenemos que contar, sin más vacilaciones, con los valores fundamentales y los principios de la Comunidad Europea, que ha sido y sigue siendo el mayor logro en toda la historia de Europa.

Hay que celebrar el hincapié que hace el ponente en los mecanismos regionales de cooperación. La reciente iniciativa polaco-sueca para establecer una Dimensión Oriental dirigida a la integración de todos los Estados de Europa oriental en un mecanismo de cooperación eficaz, parece especialmente valiosa. Ahora bien, los acuerdos de cooperación regional no pueden usarse como una excusa para privar a algunos Estados de esa región de la perspectiva de la plena adhesión.

 
  
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  Janusz Lewandowski (PPE-DE), por escrito. (PL) Señor Presidente, el Parlamento está considerando su resolución sobre la estrategia de ampliación de la UE en un momento en el que la ampliación se ha pasado de moda. Ha llegado incluso a convertirse en una pesadilla para los euroescépticos. Por eso mismo la declaración, cierta, de que «las anteriores ampliaciones han sido indudablemente un éxito» y han contribuido a la estabilidad, el crecimiento y la prosperidad en toda Europa, es muy importante. Sin embargo, eso es algo que se tiene que explicar a los ciudadanos de la Unión, para que los próximos pasos que haya que dar reciban un mayor apoyo social. Lamentablemente, las campañas de información lanzadas hasta la fecha no han tenido mucho éxito.

Como suele ocurrir cuando se debate sobre la ampliación, es interesante considerar la geografía de los candidatos potenciales a la adhesión. Cuando se lee la propuesta de Resolución, cabe pensar que las puertas están abiertas de par en par. Hay un apoyo inequívoco a las aspiraciones de las naciones balcánicas. Hay una declaración importante de que los socios orientales en la Política de Vecindad pueden considerarse también países europeos. Pero la definición clave de la «capacidad integradora» de la UE» (apartado 7) ensombrece todas las esperanzas y, además, la referencia a unos «valores compartidos» se dirige claramente a Turquía.

La Resolución en su forma actual se distancia algo de los puntos de vista de Polonia. Polonia, un país que también en su tiempo llamó a las puertas de la UE, pide ahora que se le ofrezca una oportunidad de adhesión a Turquía y a otros países que se formaron después del derrumbe de la URSS. ¡Por la estabilidad de todo el continente!

 
  
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  Ramona Nicole Mănescu (ALDE), por escrito. (RO) Antes de nada, quiero felicitar al ponente por la objetividad con que ha explicado la posición del Parlamento Europeo respecto al documento de estrategia de la Comisión de 2007 sobre la ampliación. Con cada sucesiva ampliación, la Comunidad Europea se ha hecho más fuerte y el propio proceso de ampliación representa un éxito que todos los Estados miembros han disfrutado.

La Unión Europea ha registrado una evolución sorprendente por medio de las instituciones y políticas que ha creado tanto interna como externamente, pero sobre todo favoreciendo la armonización en los ámbitos económico, social y jurídico. La Unión está también abordando una serie de problemas que demuestran la necesidad de que cada ampliación vaya seguida de una consolidación y reconsideración adecuadas de sus políticas, evitando con ello que los países del centro consigan una integración más profunda y otros queden relegados a la periferia.

Comparto la opinión del ponente con respecto al estímulo que para los países orientales supone la creación de un espacio basado en políticas comunes que se centrarían en ámbitos como la economía, el comercio, la energía, el transporte, el medio ambiente, el Estado de derecho, la justicia y la seguridad.

Alentando este tipo de proyectos, la región del mar Negro se convertiría en un polo de desarrollo y crecimiento económico, que favorecería no solo el bienestar de los países de la región, sino también la estabilidad y la paz en el extremo oriental de la Unión Europea.

 
  
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  Véronique Mathieu (PPE-DE), por escrito. (FR) Como se destaca en el informe, hace falta una reforma en profundidad de la estrategia de ampliación de la Unión Europea.

En primer lugar, es importante dotar a los países candidatos y candidatos potenciales de instrumentos de preadhesión adaptados a los desafíos que ahora se les presentan: consolidación del Estado, gobernanza, reformas socioeconómicas, etc.

En segundo lugar, el informe insiste en la necesidad de reconsiderar nuestra manera de enfocar la Política Europea de Vecindad, que tiene que dejar de ser considerada por países terceros como un sustituto de la adhesión o como una etapa en el camino hacia la adhesión.

Por ejemplo, la creación de espacios de libre comercio, según el modelo del Espacio económico europeo ampliado (EEA+), constituye un primer paso en el establecimiento de relaciones más estrechas con esos países. Esta estrategia favorecerá el estrechamiento de las relaciones económicas y comerciales con esos países y permitirá igualmente a la Unión Europea promover en esos países su ideales de democracia, Estado de derecho y derechos humanos.

En este sentido, el reciente relanzamiento del Proceso de Barcelona, que propone la creación de la Unión por el Mediterráneo, es un signo alentador y un avance prometedor hacia el establecimiento de asociaciones privilegiadas con nuestros vecinos del sur.

 
  
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  Marianne Mikko (PSE), por escrito. (ET) Señorías, no debemos cerrar la puerta de la adhesión a los países que la soliciten, ya que nuestros tratados fundadores estipulan que cualquier Estado europeo que lo desee podrá solicitar su ingreso en la Unión Europea.

Las adhesiones anteriores han sido un gran éxito, y esa es la dirección en la que debemos seguir avanzando. No debemos desmotivar a los candidatos a la adhesión. No nos corresponde a nosotros decidir si quieren convertirse en países plenamente democráticos, aunque sí deben cumplir en un 100 % los tres criterios de Copenhague.

Al haber nacido en la «nueva Europa», sé personalmente lo importante que fue para nosotros la oportunidad de ingresar en la Unión Europea, cómo fue para nosotros una fuente de inspiración para emprender reformas y redoblar nuestros esfuerzos. No debemos negar a las repúblicas de la antigua Unión Soviética la oportunidad de convertirse en Estados europeos de pleno derecho regidos por un Estado de derecho. Todo lo que he dicho puede aplicarse a nuestros vecinos más cercanos Ucrania y Moldova.

Están en juego la credibilidad de Europa y el futuro de esos países. Es importante mantenerlos en el camino hacia Europa. La Unión Europea debe cumplir sus promesas y continuar con su proceso natural de ampliación. La adhesión nos dará el empuje que necesitamos para no quedarnos parados. Todo lo que se ha dicho sobre la capacidad de absorción es mera hipocresía para engañar a los no iniciados.

 
  
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  Dumitru Oprea (PPE-DE), por escrito. (RO) Como diputado al Parlamento Europeo por Rumania, un país que ha ingresado recientemente en la Unión Europea, y como antiguo rector de una prestigiosa universidad de mi país, quiero insistir en la importancia de los intercambios culturales y educativos entre los países candidatos y los Estados miembros de la Unión.

En Rumania son muchos los jóvenes que se han beneficiado de alguno de los programas de movilidad de la Unión Europea (como Sócrates-Erasmus, Marie Curie para investigación, o Leonardo para prácticas), que han regresado a sus países y que han contribuido activamente a lo que podríamos llamar su «europeización». Gracias a su aprendizaje y experiencia vital, se han convertido en miembros activos de ONG, han participado en actividades de información o de voluntariado, o han utilizado sus conocimientos en estructuras relacionadas con la integración europea.

Éstas son las razones por las cuales quiero llamar la atención sobre la importancia de adoptar medidas que aumenten el atractivo y promuevan la participación en programas europeos de educación y cultura, como la creación de un sistema especial para visados de estudiantes, el aumento de los fondos destinados a la movilidad —que de verdad cubran el coste de vida en un país de la UE—, el mayor esfuerzo por promover los programas europeos, especialmente entre los jóvenes, y la divulgación de los resultados y las experiencias positivas tanto en los países europeos como en los países candidatos.

 
  
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  Pál Schmitt (PPE-DE), por escrito (HU) Señor Presidente, Señorías, como Presidente de la Comisión Parlamentaria Mixta UE-Croacia, creo que uno de los aspectos más positivos del informe es que confirma la continuación de las negociaciones de adhesión ya iniciadas y ofrece a los países balcánicos una perspectiva europea. En los tres últimos años de negociaciones de adhesión, Croacia ha demostrado su compromiso, y el Parlamento ha emitido opiniones favorables en sus informes sobre ese país tanto en 2006 como en 2007.

Me parece importante que en el documento que ahora van a leer cuatro millones y medio de croatas con gran expectación, se haga mención expresa a Croacia como el único país que mantiene negociaciones avanzadas para su adhesión. Estos mensajes positivos tienen una especial importancia después del referéndum irlandés.

Las primeras declaraciones de la Presidencia francesa del Consejo, que hablan de la continuación de las negociaciones de adhesión, me tranquilizan. Con soluciones rápidas y eficaces, podremos preservar la credibilidad de la UE; no podemos permitirnos otros tres años de «reflexión», puesto que dentro de once meses la totalidad de Europa tendrá que dar su opinión sobre la UE en las elecciones europeas. Gracias por su atención.

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE-DE), por escrito(PL) La perspectiva de adhesión a la UE actúa como un potente motor del cambio en los países interesados en la adhesión. Impulsa las reformas necesarias, tanto políticas como económicas, y promueve el cumplimiento de los criterios de Copenhague.

Para que puedan mantenerse las perspectivas de adhesión, el progreso de las negociaciones tiene que depender del ritmo y la escala de las reformas llevadas a cabo en los países candidatos, y la UE debe tener la capacidad de integrar a esos países. Necesitamos una Comunidad fuerte, cohesiva y, sobre todo, unida.

Es muy importante que los ciudadanos de nuestros países aprecien las ventajas de la incorporación de nuevos miembros. La ampliación comporta beneficios, comporta crecimiento económico y social tanto para los nuevos como para los antiguos Estados miembros.

Las ampliaciones sucesivas de la Unión Europea han sido un éxito tanto para los Estados miembros nuevos como para los antiguos, así como para el conjunto de Europa.

Celebro que en el informe se diga que el camino sigue abierto para que los países de Europa oriental puedan ingresar en la Unión Europea. Esto, conjuntamente con el Programa de Asociación Oriental aprobado recientemente, debe animar a esos países a esforzarse por adoptar reglas democráticas, económicas y administrativas europeas.

 
  
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  Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. (PL) Las anteriores ampliaciones de la Unión Europea han sido, indudablemente, beneficiosas tanto para la propia Unión como para los países que han ingresado en ella. Estas ampliaciones han estimulado el desarrollo económico y han conducido a una mayor estabilidad, crecimiento y prosperidad en Europa. Es muy importante que se creen las condiciones necesarias para garantizar el éxito de las futuras ampliaciones, y para mejorar la calidad de dichas ampliaciones, aprovechando la experiencia adquirida hasta ahora. La UE debe estar abierta a países nuevos, pero la estrategia de ampliación debe cumplir las condiciones del Tratado de la UE y reflejar las obligaciones de la UE hacia todos los países candidatos, así como hacia los países a los que se les ha ofrecido perspectivas de adhesión, pero aceptando que el cumplimiento pleno y riguroso de los criterios de Copenhague es una condición absoluta. Al mismo tiempo, debemos observar atentamente el progreso de esos países en lo que se refiere a la creación del Estado de derecho, un poder judicial independiente y el respeto de los derechos fundamentales.

La Unión debe adoptar medidas para aumentar su capacidad de integración de países nuevos. Es fundamental que se emprendan reformas internas encaminadas a mejorar la eficiencia, creando mayor cohesión social y responsabilidad democrática. El Tratado de Lisboa da respuesta a estos ideales y, sin él, sería mucho más difícil que la Unión pudiera seguir ampliándose. Pero al mismo tiempo, la UE sólo podrá tener éxito en su proceso de integración política si existe un respaldo social pleno y duradero a la adhesión a la UE en cada uno de los países candidatos, así como en la propia UE, como un proyecto político y económico.

 
  
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  Tadeusz Zwiefka (PPE-DE), por escrito. – (PL) Queremos decir que el Parlamento Europeo es el único foro adecuado para transmitir los puntos de vista y opiniones de los ciudadanos de la UE. Es una lástima, por tanto, que sólo en esta Cámara podamos convencernos mutuamente de que las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea han sido un enorme éxito. Todos somos culpables de que algunos ciudadanos de la UE no compartan esa opinión. A su vez, eso crea malentendidos acerca de la necesidad de reformar la Unión. Ahora bien, no puedo aceptar el argumento de que la inexistencia del Tratado de Lisboa sea la principal causa de que se frene el proceso de ampliación. En sí mismo, el Tratado no resuelve nada. Lo que hace falta es visión y estrategia. La Unión Europea no será una creación política y geográfica completa hasta que no englobe a todos los países europeos. No es cierto que los ciudadanos de los países interesados en incorporarse a la Unión Europea esperen su adhesión inmediata o a muy corto plazo. Pero lo que necesitan es una señal clara de que hay un lugar para ellos. Sin una declaración así, es difícil esperar que emprendan todas las difíciles y profundas reformas que son necesarias y que requieren muchos sacrificios y mucho trabajo.

En concreto, no podemos olvidarnos de los europeos en los países balcánicos y en Europa oriental. La Política Europea de Vecindad es un buen instrumento para regular la cooperación con países vecinos en nuestro continente. No obstante, nuestros vecinos europeos de la UE tienen derecho a una política de cooperación más clara y eficaz, una política que no dé lugar a una sucesión de pasillos y salas de espera. Si se está dedicando tanta energía a la creación de una Unión por el Mediterráneo, apoyada sobre todo por Francia, se debería dedicar cuanto lo menos la misma energía a la creación de Euronest.

 
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