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Procedimiento : 2008/2607(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

O-0040/2008 (B6-0166/2008)

Debates :

PV 09/07/2008 - 15
CRE 09/07/2008 - 15
PV 04/09/2008 - 3

Votaciones :

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 9 de julio de 2008 - Estrasburgo Edición DO

15. Prisioneros palestinos en cárceles israelíes (debate)
Acta
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  Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate de:

- la pregunta oral formulada al Consejo sobre los prisioneros palestinos en cárceles israelíes (O-0040/2008-B6-0166/2008);

- la pregunta oral formulada a la Comisión sobre los prisioneros palestinos en cárceles israelíes (O-0041/2008-B6-0167/2008);

 
  
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  Luisa Morgantini, autora. (IT) Señor Presidente, Señorías, formulamos una pregunta sencilla a 47 diputados de diferentes grupos políticos: ¿Qué pretenden hacer el Consejo y la Comisión ante las violaciones de las convenciones internacionales por parte de las autoridades israelíes en lo que respecta a los prisioneros palestinos? La gran mayoría de los prisioneros están en cárceles en territorio israelí, violando el artículo 76 de la Convención de Ginebra: arrestos arbitrarios, registros domiciliarios, detención administrativa, torturas y abusos durante los interrogatorios en los centros de detención. Hombres, mujeres, adolescentes, estudiantes, parlamentarios y alcaldes, cerca de 10 000 personas encarceladas con una población de tres millones y medio de habitantes; prohibidas las visitas para los prisioneros de entre 16 y 35 años de edad, de forma que durante años se les impide ver a sus hermanos, hermanos, padres y madres.

Esta situación ha sido documentada por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Naciones Unidas, así como por organizaciones israelíes admirables como B’Tselem y Hamoked, y por organizaciones palestinas como Addameer y Defence for Children International. A pesar de todo, no se está ejerciendo presión alguna sobre las autoridades israelíes para que respeten las convenciones y las reglas que ellos mismos están ratificando y que nosotros también estamos ratificando.

Quiero leer un testimonio, la súplica de una madre: «Soy la madre del prisionero Said Al Atabeh, de Nablus. Mi hijo está en la cárcel desde 1977; yo tengo 78 años y sufro hipertensión y diabetes; estoy perdiendo la vista y ya ni siquiera puedo caminar dentro de mi propia casa. Puede que les sorprenda, pero mi único deseo en esta vida es ver a mi hijo y darle un cálido abrazo antes de morir. Todos mis hijos e hijas son ya mayores, se han casado y no viven conmigo. Said lo ha perdido todo y yo no puedo verle, porque soy vieja y estoy enferma, pero también porque las autoridades israelíes me niegan el permiso para visitarle, por motivos de seguridad, dicen. Sólo he podido visitar a Said una vez, trasladada por una ambulancia israelí en cooperación con la Cruz Roja, y eso fue ocho años después de que mi hijo fuera condenado a 29 años de prisión. Fue la primera y última vez que abracé a mi amado hijo. Él me estrechó entre sus brazos y me dijo: «Madre, es como si hubiera vuelto a nacer». Esos minutos fueron los más bellos para mí y para él, pero el momento de la separación fue también el más difícil y el más doloroso». Esa madre suplica: «Me gustaría verle una vez más.»

¿Podemos permitir algo así? ¿Puede un hombre llevar 32 años en la cárcel sin que se le permita ver a su madre? ¿Dónde está la legislación internacional? ¿Dónde está la humanidad, me pregunto? Creo que como Consejo, como Comisión y como Parlamento, tenemos que alzar la voz con toda la fuerza que podamos para exigir que se respete la legislación internacional, que los prisioneros palestinos —como ya he dicho, hay más de 10 000— sean liberados y se allane el camino hacia la paz entre palestinos e israelíes.

 
  
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  Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, señora Vicepresidenta, señora Morgantini, Señorías, han planteado ustedes la cuestión del encarcelamiento y la detención administrativa de palestinos, entre ellos menores, por parte de Israel, así como del trato que reciben en los territorios ocupados y en Israel.

El Consejo cree que las políticas y prácticas penales tienen que respetar, en todas las circunstancias, los principios fundamentales de los derechos humanos reconocidos en el ordenamiento jurídico internacional, en especial la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Debe proscribirse toda detención que pueda calificarse de arbitraria, sobre todo cuando la persona detenida no es informada de los cargos que pesan contra ella. El principio del derecho a un juicio justo y público ante un tribunal imparcial e independiente es fundamental en un Estado de derecho, y recordamos que no pueden crearse tribunales especiales salvo en casos bien precisos y muy limitados.

Es también esencial que se respete la obligación de tratar correctamente a los prisioneros y es evidente que deben prevenirse y prohibirse estrictamente las torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes de las personas encarceladas.

El Consejo reconoce que la situación de los derechos humanos en Oriente Próximo es preocupante. No obstante, el Consejo celebra que en el diálogo entre la Unión Europea e Israel se estén tratando todos estos temas, incluida la situación en los territorios palestinos. La cuestión de los derechos humanos sigue teniéndose en cuenta a todos los niveles, de manera permanente, en los contactos políticos entre la UE e Israel.

En su declaración del 16 de junio del 2008, publicada al término del Consejo de Asociación con Israel, la Unión Europea ha exigido también la transformación del grupo informal que se ha ocupado hasta ahora de los derechos humanos en una subcomisión permanente.

El Consejo conoce los hechos expuestos por sus Señorías, especialmente por el Vicepresidente, y planteados expresamente en el último informe del señor John Dugard, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en territorios palestinos, así como por diversas organizaciones no gubernamentales.

El Consejo ha tenido la ocasión de manifestar su preocupación y ha pedido en repetidas ocasiones la liberación de prisioneros palestinos en grandes números. Reafirma además su posición de que el proceso político iniciado en Anápolis en noviembre de 2007, que debe ir acompañado de medidas que restablezcan la confianza sobre el terreno, constituye el único medio de alcanzar una solución negociada entre las partes, basada en la coexistencia de dos Estados: un Estado palestino independiente democrático y viable, viviendo en paz junto a un Israel con fronteras seguras y reconocidas.

En este contexto, y de cara a reestablecer la confianza entre las partes y de implicar a la población civil en el proceso político en curso, el Consejo invita a Israel a hacer gestos significativos, en particular con la liberación, con carácter prioritario, de los menores, las mujeres y los palestinos encarcelados o detenidos por motivos administrativos.

(Aplausos)

En cuanto a la invocación de los instrumentos del Derecho internacional, mencionados por la señora Morgantini, el Consejo mantiene su posición de defender y desarrollar el Derecho internacional, como se estipula en la estrategia europea de seguridad aprobada por el Consejo en diciembre de 2003.

Quiero insistir en que la Presidencia, en nombre de la Unión Europea, acoge con gran satisfacción la firma del acuerdo de intercambio entre Israel y Hezbolá, anunciada el lunes. Dicho acuerdo prevé la entrega de los cuerpos de combatientes de Hezbolá y la liberación de prisioneros palestinos, a cambio de la entrega de los cuerpos de los soldados israelíes Ehud Goldwasser y Eldad Regev, capturados en 2006.

Esperamos que el intercambio se efectúe según lo convenido, pero se constata también, de cara al futuro, lo compleja que es la cuestión de los «prisioneros» en Oriente Próximo y lo importante que es resolverla.

El Consejo advierte que el proceso político, según se define en la hoja de ruta, representa el único medio de encontrar una solución negociada entre las partes y, como ya he dicho antes y en los términos que ya he indicado, la coexistencia de dos Estados.

 
  
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  Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. Señor Presidente, antes de nada quiero decir a la señora Morgantini que me interesa mucho la pregunta que nos han formulado hoy. El pasado mes de febrero, yo también me reuní con el Ministro palestino de Asuntos relacionados con los Prisioneros en compañía de la señora Fadwa Barghouti, la esposa de Marwan Barghouti, que está encarcelado. Les escuché muy atentamente. Su descripción de la situación de los prisioneros coincide con la de los informes que sus Señorías, y usted personalmente, citan en su pregunta.

Quiero insistir, por tanto, en mi preocupación por las violaciones de los derechos humanos y mi solidaridad con el sufrimiento de los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.

La Comisión es muy consciente de la responsabilidad de Israel como fuerza ocupante, y de los conflictos con la legislación internacional que esas situaciones generan. Por eso, cada cierto tiempo planteamos, por ejemplo, el tema de las detenciones administrativas a nuestros homólogos israelíes, en contextos tanto formales como informales. El caso que se ha mencionado hoy aquí me ha conmovido mucho y si pudiera tener acceso a la documentación, trataría de hacer personalmente todo lo que esté en mi mano. Quizá haya alguna posibilidad de conseguir que esa madre pueda ver otra vez a su hijo.

La Unión Europea ha hecho numerosos llamamientos para la liberación inmediata de los legisladores palestinos detenidos por Israel. La Comisión está también al tanto de los menores palestinos retenidos en cárceles y centros de detención israelíes. Eso contraviene la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que fija en 18 años la mayoría de edad, así como la Cuarta Convención de Ginebra, que exige que los prisioneros se mantengan dentro del territorio ocupado. Sabemos que los prisioneros menores de edad son especialmente vulnerables y deben recibir un trato conforme a la legislación internacional.

Tenemos que prestar mayor atención a la situación de los menores afectados por este conflicto. Por eso la Unión Europea ha añadido a Israel y al Territorio Palestino Ocupado a la lista de países prioritarios para la aplicación de las Directrices de la UE sobre los menores y los conflictos armados.

En línea con estas directrices, la Unión Europea incorpora también todos los aspectos de los derechos y el bienestar de los niños afectados por el conflicto al diálogo político con Israel. Además, la Unión Europea colabora estrechamente con organismos de las Naciones Unidas, así como con ONG israelíes y palestinas dedicadas activamente a la vigilancia, la elaboración de informes y la defensa de los derechos del menor.

El respeto de los derechos humanos y el cumplimiento de la legislación internacional es uno de los valores fundamentales de la Unión Europea. Es un elemento esencial de nuestra política exterior. En consecuencia, la protección de los derechos humanos es de gran importancia en nuestras relaciones con Israel. Así lo atestigua nuestro diálogo sobre derechos humanos con las autoridades israelíes a diferentes niveles.

La Comisión, en sus reuniones con las autoridades israelíes, y yo personalmente en mis reuniones con los responsables de la toma de decisiones israelíes, no dejaremos de insistir a Israel para que cumpla plenamente la legislación y las convenciones internacionales. La Unión Europea manifestó, en el último Consejo de Asociación con Israel celebrado muy recientemente, su deseo de crear una subcomisión formal de derechos humanos. Ese sería, desde luego, un paso importante para seguir formalizando el diálogo en torno a estas cuestiones.

El artículo 2 del Acuerdo de Asociación UE-Israel seguirá recordando tanto a la Unión Europea como a Israel que el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos constituye la base de nuestras relaciones bilaterales. Creemos que el diálogo es la mejor forma de ejercer una influencia positiva sobre Israel. No eludimos plantear cuestiones difíciles, como la que ha planteado uno de ustedes.

Estoy totalmente de acuerdo con la Presidencia cuando dice que todo esto tiene que situarse en el contexto del conflicto de Oriente Próximo y, por consiguiente, creo que una solución a ese conflicto terminaría también mitigando o resolviendo el problema de los prisioneros.

 
  
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  Charles Tannock, en nombre del Grupo del PPE-DE. – Señor Presidente, una vez más las fuerzas contrarias a Israel en este Parlamento están tratando de aprovechar la más mínima oportunidad para atacar al Estado judío y una vez más, aquellos de nosotros que deseamos un debate equilibrado y una paz verdadera en Oriente Próximo, nos vemos obligados a salir en defensa de Israel. Al fin y al cabo, Israel es un país democrático, que se enfrenta a la amenaza existencial de los terroristas de la Yihad y de quienes les jalean, que son las mismas personas actualmente objeto de una detención administrativa por parte de Israel.

En cuanto a la cuestión de los menores, es muy triste tener que decir que algunos niños se han visto arrastrados y reclutados por la Intifada e incluso por grupos terroristas que los usan como terroristas suicidas.

Cuestiono sobre todo la necesidad de esta propuesta de Resolución en un momento de tregua con Hamás, que acaba de dejar de disparar sus cohetes desde Gaza contra la población civil, y cuando está teniendo lugar un intercambio de prisioneros entre Israel y Hezbolá, mediante el cual cinco prisioneros terroristas han regresado a sus hogares y a sus familias, mientras que dos soldados israelíes serán devueltos en bolsas para cadáveres. Uno de esos terroristas —Samir Kuntar— asesinó a un joven israelí ahogándole y luego cogió a su hija, la golpeó contra unas rocas y la rompió el cráneo con la culata de su rifle. Mató también a un policía. Los terroristas palestinos que secuestraron el Achille Lauro y asesinaron a un anciano judío, arrojando su cuerpo por la borda, exigían la liberación de Kuntar.

Cuando una democracia negocia con terroristas, siempre termina pagando un precio elevado, pero ese precio es el doble en el caso de Israel. Samir Kuntar ha jurado reanudar la Yihad contra Israel ahora que va a ser liberado.

Apruebo, por tanto, la valerosa decisión de Israel. Espero que al final se consigan resultados positivos, aunque me temo que no será así, porque resulta muy evidente que los que desean destruir a Israel como Estado están adquiriendo fuerzas gracias a políticos como la señora Morgantini, que presentan resoluciones como ésta en un momento como éste.

Al tiempo que se ocupa de este asunto, puede que quiera examinar también la información publicada por la prensa británica, en la que se acusa de torturas sistemáticas en las cárceles palestinas contra su propio pueblo tanto a Hamás en Gaza como, quizás más sorprendente, a la propia Autoridad Palestina.

 
  
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  Véronique De Keyser, en nombre del Grupo del PSE. (FR) Señor Presidente, he asistido recientemente a la Conferencia de Berlín, donde el tema principal ha sido el restablecimiento del Estado de derecho en los territorios ocupados. Lo que vale para Palestina, un Estado en constante evolución, vale también con mucha más razón para Israel. Y en este momento, el destino de los prisioneros palestinos es un verdadero paradigma, porque estamos hablando del destino de 8 500 prisioneros palestinos, y de los motivos y las condiciones de su detención.

Quiero recordar que 48 miembros electos del Consejo Legislativo Palestino están actualmente en la cárcel. Eso es inaceptable. Es inaceptable que la gran mayoría de los detenidos haya sido trasladada a cárceles israelíes, contraviniendo la Convención de Ginebra, que prohíbe el traslado de prisioneros de territorios ocupados a territorios del ocupante. Es inadmisible que el código penal aplicado en los territorios ocupados no se aplique más que a los palestinos, y no a los colonos. Por decirlo claramente, lo que se considera un delito para un grupo, ya no lo es para el otro. Es inadmisible que alrededor de 100 mujeres hayan sido encarceladas, y que las mujeres embarazadas o en período de lactancia no estén recibiendo la atención que precisa su estado. Es inadmisible que 310 menores estén encarcelados en las mismas condiciones que los adultos, a pesar de ser Israel un signatario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Y que nadie trate de decirme lo que ya he escuchado: que a los 15 años, esos pequeños árabes son ya adultos, y capaces de todo.

¿Quién tiene la culpa de eso, señor Tannock, si no es la ocupación que les ha privado de su infancia? Y la lista se alarga: torturas, malos tratos, derechos de defensa inexistentes, ausencia de juicio, etc. Quiero recordarles que todos estos hechos han sido documentados por fuentes tanto israelíes como internacionales. Desde luego, el Parlamento Europeo no tiene una varita mágica para poner fin a este conflicto, pero les aseguro que pondrá los derechos humanos en el centro de la revisión del estatuto de Israel que será objeto de debate a lo largo de este año. El artículo 2 de ese Acuerdo lo dice claramente: «Las relaciones entre las partes, así como los requisitos del Acuerdo en sí, estarán basados en el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos, que guiarán su política interna y constituirán un elemento esencial de este Acuerdo.»

Lógicamente, el intercambio es necesario. El intercambio y la liberación de prisioneros, como Gilad Shalit por un lado, y Salah Hamouri por otro, tienen que negociarse. Y celebro, desde luego, que se haya firmado un acuerdo de intercambio con Hezbolá. No obstante, quiero recordar a nuestros socios israelíes que, para el Parlamento Europeo, los derechos humanos no son negociables. Y por eso celebro, y les felicito por ello a usted, señor Ministro, como representante del Consejo, y a usted, señora Comisaria, la firmeza de sus palabras, que nos tranquilizan al demostrar que nuestras tres instituciones constituyen, de verdad, una Unión Europea.

 
  
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  Marios Matsakis, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, en esta cuestión hablo desde un punto de vista personal.

Los sucesivos gobiernos de Israel siguen la política de intentar suprimir el deseo del pueblo palestino de vivir libremente en su tierra; para ello usan el puño de hierro y la bala y detienen arbitrariamente, encarcelan, torturan y asesinan a la población civil, incluidas mujeres y niños. Al hacerlo demuestran ser muy imprudentes, porque no se dan cuenta de que los verdaderos problemas de la seguridad, a los que Israel sin duda se enfrenta, no se pueden resolver con este tipo de respuesta inhumana. Al contrario, tal brutalidad sólo puede generar más violencia y sólo puede erosionar lentamente cualquier apoyo internacional del que puedan haber gozado en el pasado.

Hace ya mucho tiempo que los líderes de la UE deberían haber advertido con firmeza a los políticos judíos en el gobierno de que, si siguen actuando como comandantes militares al estilo nazi y siguen pensando que el apoyo de los líderes de los EE.UU. y de quienes están bajo la influencia de los EE.UU. en Europa —sin excluir a los diputados al PE— estará ahí para siempre, triste pero inevitablemente y con precisión matemática conducirán a su Estado a la desaparición.

 
  
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  Hélène Flautre, en nombre del Grupo Verts/ALE. (FR) Señor Presidente, Obeida Assida es un estudiante palestino. Fue detenido en 2003 a la edad de 17 años y sigue retenido en detención administrativa en Israel, sin cargos y sin juicio. Saed Yassine es un palestino defensor de los derechos humanos. Tiene 34 años. Lleva retenido en detención administrativa en Israel desde 2006. No se han presentado cargos contra él ni se tiene conocimiento de nada en su contra, y su esposa e hijos sólo han podido visitarle tres veces. Noura al Hashlamoun es un ama de casa de 36 años y madre de seis hijos. Lleva retenida en detención administrativa en Israel desde septiembre de 2006, sin cargos y sin juicio. Marwan Barguti, instigador y autor del documento de los prisioneros, lleva retenido en Israel desde abril de 2002. Además, quiero llamar la atención de mis colegas diputados al hecho de que sigue circulando una apelación para su liberación, y están invitados a firmarla en cualquier momento.

Todos saben que, si tuviera que enumerar la larga lista de miles de prisioneros palestinos actualmente retenidos en prisiones israelíes, en total violación del Derecho internacional y de los derechos humanos, necesitaría mucho tiempo para mi intervención. Y sin embargo cada uno de ellos, cada una de sus familias, merece un discurso extenso. Porque no se ha tenido con ellos la más mínima clemencia: interrogatorios brutales que pueden durar hasta 188 días y que se sabe que incluyen tortura, confesiones y juicios que tienen que firmar en hebreo, detención injustificada en Israel —fuera de su propio territorio— renovable arbitrariamente cada seis meses, presentación ante una jurisdicción militar ad hoc y discriminatoria que carece por completo de justificación legal, ausencia de asistencia legal en los primeros 90 días de su detención y derechos de visita prácticamente inexistentes.

La señora De Keyser tiene razón al decir que es precisamente esto lo que la UE no puede aceptar. Todo esto es totalmente inadmisible. Y usted nos dice que va a emplear este nuevo diálogo. ¿Qué razón tenemos para creer que mañana la Unión Europea, usted, la Comisión y el Consejo serán más capaces de imponer respeto por las cláusulas ya incluidas en el acuerdo que tenemos, mañana, con el ...

(El Presidente interrumpe a la oradora.)

 
  
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  Kyriacos Triantaphyllides, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (EL) Señor Presidente, durante nuestra sesión plenaria anterior del 16 de junio en Estrasburgo, usted hizo una declaración con respecto a la situación en Palestina. Esta declaración reflejaba los resultados decepcionantes de la comisión ad hoc que, por iniciativa suya, visitó los territorios palestinos a principios de junio y observó las miserables condiciones de vida de los palestinos impuestas por la ocupación israelí.

Ha llegado el momento de que el Consejo y la Comisión den respuestas con respecto a las medidas que piensan adoptar para conseguir que las fuerzas de ocupación, el Estado de Israel, observen el Derecho internacional con respecto a la situación de los palestinos detenidos en prisiones israelíes.

Hoy, los miembros del Parlamento Europeo exigimos al Consejo y a la Comisión que expliquen por qué el 16 de junio se han mejorado las relaciones entre la Unión Europea e Israel, en un momento en el que 11 000 personas —que incluyen 376 menores, 118 mujeres y 44 miembros del Consejo Legislativo Palestino, así como 800 detenidos administrativos— se encuentran retenidas en las prisiones israelíes, incumpliendo el Derecho internacional.

Volveremos a visitar Palestina dentro de dos meses. Entretanto, les pedimos que exijan a las autoridades israelíes, en nombre de todo el Parlamento, que liberen de inmediato a todos los niños retenidos en prisiones israelíes y a todos aquéllos con quienes no se han observado los procedimientos legales ordinarios...

(El Presidente interrumpe al orador.)

 
  
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  Nickolay Mladenov (PPE-DE). - Señor Presidente, creo que esta Cámara, junto con la Comisión y el Consejo y todos los políticos de Europa, está convencida de que la protección de los derechos humanos de un individuo es mucho más un deber fundamental en épocas de guerra y terrorismo que en épocas de paz y seguridad. Creo que compartimos este entendimiento.

Un entendimiento que también comparte el Tribunal Supremo israelí. En varias decisiones, el Tribunal Supremo israelí ha defendido los derechos tanto de los prisioneros palestinos como de los peticionarios contra las acciones de las fuerzas de defensa o del Gobierno israelíes.

Permítanme recordarles que en 1991, cuando Israel esperaba un ataque con armas químicas y biológicas, su Tribunal Supremo apoyó una petición que decía literalmente que el poder de la sociedad para hacer frente a sus enemigos se basa en su reconocimiento de que está luchando por valores que merecen ser protegidos. El mejor socio en la defensa de los derechos de los prisioneros palestinos en Israel es el Tribunal Supremo israelí. Creo que deberíamos dirigir todas las inquietudes de nuestros diputados a este sistema legal de un país democrático como Israel.

Pero pregunto a los diputados de esta Cámara: ¿qué convenio protege los derechos de quienes han sido secuestrados o aterrorizados o asesinados en los últimos años? ¿Ante qué tribunal se permitió a Alan Johnson apelar contra su secuestro? ¿Qué derechos de visita se concedieron a Guilad Shalit? ¿Qué derechos tuvo Ophir Rakhum, de 16 años de edad? ¿Qué protección legal se le concedió?

Insto a los diputados de esta Cámara, con toda honradez y de todo corazón, a mantenerse firmes y apoyar a la Comisión y al Consejo en su manera equilibrada de enfocar este conflicto y la protección de los derechos de aquellos cuyos derechos se han violado. No debemos tomar partido de forma que se socave la capacidad de la Unión Europea para apoyar con firmeza el proceso de paz en Oriente Próximo como está haciendo.

 
  
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  Richard Howitt (PSE). - Señor Presidente, deseo empezar diciendo al Presidente en ejercicio que, según Amnistía Internacional, 8 500 palestinos de los Territorios palestinos ocupados, detenidos en las prisiones israelíes, lo están en contra del artículo 76 del Convenio de Ginebra, y para muchos de estos presos las visitas de familiares son imposibles debido a la restricción de permisos para viajar. Para las visitas que sí se permiten, aunque las normas internacionales de derechos humanos determinan que Israel es responsable de garantizárselas a los detenidos palestinos, es la comunidad internacional, por medio del Comité Internacional de la Cruz Roja, la que viene asumiendo el coste. Por eso es pertinente que quienes formamos el Parlamento Europeo pidamos al Consejo Europeo que actúe.

Al igual que la Comisaria Ferrero-Waldner, me he reunido con la señora Barguti y agradezco también a la Comisaria su referencia específica a nuestros colegas parlamentarios del Consejo legislativo palestino que se encuentran entre los detenidos.

Aunque estoy de acuerdo con el señor Mladenov y el señor Tannock en que secuestrar ciudadanos israelíes y no autorizar que los visiten sus familiares supone el mismo incumplimiento del Derecho internacional, lamento que el señor Tannock haya querido presentar a mi coautora, la señora Morgantini, como persona entregada a la destrucción de Israel, cuando tanto ella como yo apoyamos los derechos humanos y la defensa del Derecho humanitario internacional.

 
  
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  Frédérique Ries (ALDE). - (FR) Señor Presidente, lo que realmente promueve nuestro debate de hoy es la dificilísima cuestión de mantener nuestros valores democráticos en la lucha contra el terrorismo. Lamentablemente, no tengo tiempo para abordar los puntos planteados en los textos presentados por nuestros colegas diputados, ni siquiera los que se han planteado por escrito, y no voy a repetir las observaciones formuladas por mi colega, el señor Mladenov, sobre el Tribunal Supremo israelí.

Pero hablaré del tema de los menores. Sí, hay menores en prisión, en su mayoría adolescentes a los que Hamás manipula y envía a la muerte, armados con granadas o cinturones llenos de explosivos. Usted y mis colegas diputados han mencionado el Derecho internacional. Éste también condena el reclutamiento de niños soldados. Cada joven en prisión constituye un fracaso para cualquier sociedad. Israel está obligado a afrontar este reto de conformidad con el derecho internacional, pero la verdadera tragedia es la pérdida de toda una generación de palestinos para la paz.

Sólo una palabra acerca de Guilad Shalit. Creo tener razón al decir que este preso es ciudadano israelí y francés al mismo tiempo. Merece algo más que el descuido culpable al que está condenado por la indignación inconsecuente de algunos de mis colegas diputados. Por no hablar del contexto político mundial citado por el Secretario de Estado y por la Comisaria.

Señor Presidente, concluiré con las treguas, muy frágiles, pero reales, que se están afianzando en varios frentes. Sólo quiero decir, en términos más generales, que lo que yo criticaría es el hecho de que aquí algunas personas estén obsesionadas con hablar en cada reunión acerca de cómo debe organizarse un estado democrático.

 
  
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  Caroline Lucas (Verts/ALE). - Señor Presidente, he perdido la cuenta del número de veces que nos manifestamos en esta Cámara para condenar a las autoridades israelíes por su abuso sistemático de los derechos humanos del pueblo palestino.

La ocupación, el muro de separación, el sitio de Gaza… y la lista continúa. Hoy nos centramos en la terrible situación de los prisioneros palestinos, incluidos 44 miembros del Consejo Legislativo. Éstos son nuestros homólogos, nuestros socios, que todavía languidecen en prisión sin cargos y sin juicio.

Mi pregunta es: ¿cuándo va a actuar el Consejo Europeo? ¿Cuántas nuevas violaciones del Derecho internacional hacen falta? ¿Cuántos más palestinos tienen que ser detenidos, encarcelados y torturados para que la UE deje de limitarse a hablar de los derechos humanos y empiece a adoptar medidas para defenderlos?

El hecho de considerar la posibilidad de mejorar las relaciones entre la UE e Israel en un momento como éste demuestra el desprecio más asombroso a nuestra responsabilidad hacia el pueblo palestino. La no invocación del artículo 2 del Acuerdo de asociación demuestra la cobardía política más deplorable.

Nuestro conflicto no es con los ciudadanos israelíes, muchos de los cuales se unen a nosotros en nuestra condena de sus autoridades. Mi conflicto ahora mismo ni siquiera es con Israel. Es con el Consejo Europeo y con su grotesco fracaso de liderazgo político.

 
  
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  Chris Davies (ALDE). - Señor Presidente, estoy de acuerdo completamente con Caroline Lucas. Es irónico que nuestro próximo debate sea sobre Zimbabue. A Mugabe no le gustó el resultado de una elección y lo ha arreglado; ahora detiene a los parlamentarios para tratar de lograr un nuevo equilibrio y hace cosas peores. Lo vamos a condenar sin paliativos.

La comparación, sin duda, es odiosa, pero hace dos años y medio pagamos las elecciones en Palestina. A Israel no le gustó el resultado, así que nos negamos a reconocer el nuevo gobierno. Desde entonces, Israel ha detenido a más de 40 parlamentarios, a personas que pertenecen al partido equivocado, a personas que no habían recurrido a las balas, sino a las urnas.

No vamos a imponer sanciones. En lugar de eso, procuramos estrechar los lazos de asociación con Israel. Por tanto, señora Comisaria y señor Ministro, las contradicciones son evidentes. Usted dice que tiene un enfoque equilibrado, pero ¿dónde están las pruebas de que nuestro enfoque está logrando algo?

 
  
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  Sarah Ludford (ALDE). - Señor Presidente, no exculpo a Israel, pero es extremadamente estéril que el Parlamento Europeo se centre en una sola parte, Israel, en un conflicto complejo en el que las violaciones de los derechos humanos exigen un enfoque equilibrado. Un debate en el que se hable únicamente de las acciones israelíes es también muy inoportuno.

¿Olvidamos que nuestro objetivo principal es alentar a las partes para que logren una solución pacífica de dos Estados? Sólo si nuestra crítica es exacta, constructiva e imparcial seremos escuchados por ambas partes y tendremos mejores posibilidades de influir.

Pienso que Human Rights Watch y el Relator Especial de las Naciones Unidas Martin Scheinin han alcanzado este nivel. Éste último señala la importancia de las decisiones del Tribunal Supremo israelí, totalmente ausentes de las preguntas orales. Incluso el informe de John Dugard decía que estaba profundamente preocupado y que condenaba las violaciones de los derechos humanos cometidas por los palestinos sobre los propios palestinos y sobre los israelíes. Esto no se menciona.

Lamento que Israel siga utilizando las medidas de excepción de 1945, heredadas del poder colonial británico, pero es oportuno observar que éstas no sólo se han aplicado a los palestinos, sino también a los terroristas judíos en Hebrón.

 
  
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  John Bowis (PPE-DE). - Señor Presidente, no es cuestión de terroristas detenidos, juzgados, condenados y encarcelados; es cuestión, sencillamente, de personas arrestadas y retenidas. Y es cuestión, sobre todo, de niños, no de niños soldados; es cierto que algunos niños han tirado piedras y cosas así, pero son niños.

Imagine esta Cámara llena de niños. Tome a la mitad de ellos, póngales bolsas sobre la cabeza, áteles las manos a la espalda, lléveselos sin decir a sus padres adónde los lleva, métalos en cárceles, métalos en habitaciones de 1,5 m2 sin ventanas, encienda la luz, manténgalos sin atención médica, manténgalos alejados de cualquier visita del exterior, etc., no les permita cambiarse de ropa. De eso es de lo que estamos hablando. De eso debería tratar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Mi interpelación a Israel es: por el amor de Dios, haciendo esto no estáis ganando amigos. Por favor, Israel, escuchad mi grito: ¡liberad a los niños!

 
  
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  Ignasi Guardans Cambó (ALDE). - Señor Presidente, es precisamente porque algunos de nosotros creemos que Israel es una democracia —un Estado democrático— y porque la Unión Europea lo trata como tal, que consideramos que debe rendir cuentas ante el Estado de derecho. Si no fuera un estado democrático, no estaríamos tratando de hacer que rinda cuentas ante el Estado de derecho.

No existe ningún tribunal supremo para quienes están fuera de todo el sistema judicial. Sabemos lo que dice el Tribunal Supremo, pero esto sólo es aplicable a quienes tienen acceso a él. A quien está en detención administrativa y no tiene acceso a tribunal alguno, ningún fallo del Tribunal Supremo le va a proteger.

No se puede usar el conflicto como argumento en apoyo de tales violaciones. No es un enfoque equilibrado permanecer neutral y tratar a estas personas como si no existieran. Estas personas están bajo arresto sin ninguna garantía, sin ningún procedimiento; sus familias están desesperadas, y en muchos casos se está destruyendo y castigando a sus casas y a sus familias por lo que han hecho o por aquello de que son acusados, y eso merece una reacción por parte de la Unión Europea.

 
  
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  Frieda Brepoels (PPE-DE). - (NL) Quiero recordar al señor Tannock que esta pregunta no la ha presentado sólo la señora Morgantini, sino también dos vicepresidentes del Grupo del PPE-DE en el Parlamento —el señor McMillan-Scott y la señora Kratsa-Tsagaropoulou—, el señor Bowis, el señor Kasoulides y yo mismo. Sólo quiero aclarar esto para empezar. Como miembro de la delegación del Parlamento para las relaciones con el Consejo legislativo palestino, en varias ocasiones he tenido experiencia de primera mano de lo que significa no poder reunirse con tus colegas elegidos democráticamente porque están en prisión.

¿Qué se puede decir de las muchas mujeres y niños dispersos por diversas prisiones fuera de los Territorios palestinos, algo que hace prácticamente imposible que sus abogados y sus familias puedan visitarlos? Todos han hablado de las condiciones de vida cotidianas y de la falta de atención médica. ¿Por cuánto tiempo continuarán tolerándolo la comunidad internacional y la Unión Europea? Insto a la Comisión y al Consejo a que hagan lo necesario para controlar esta situación inadmisible.

 
  
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  Bernard Lehideux (ALDE) . (FR) Señor Presidente, quisiera hacer dos observaciones.

La primera es que, en este Parlamento, ciertos problemas se entienden de manera harto curiosa; siempre se condena a los mismos y siempre se habla de los mismos. Intente condenar aquí a Cuba por tener prisioneros políticos en sus cárceles, y hablaremos de la manera en que se tratan los derechos humanos en el Parlamento Europeo.

Mi segundo punto es que hay una solución para conseguir que Israel libere por fin a quienes debe liberar: detener los ataques, dejar de bombardear los pueblos israelíes, dejar de matar niños, detener los ataques con excavadoras mecánicas y dejar de enviar niños con los bolsillos llenos de dinamita. ¡Entonces Israel liberará a sus prisioneros!

 
  
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  Antonio López-Istúriz White (PPE-DE). - (ES) Señor Presidente, las palabras de la señora Morgantini nos conmueven y no podemos sino solidarizarnos con aquellos casos, debidamente documentados por ella, de presunta violación de los derechos humanos de prisioneros palestinos. Digo debidamente documentados, porque aquí se han lanzado, por parte de algunos colegas de la izquierda, acusaciones muy serias e intolerables al Estado de Israel. Se les ha acusado de asesinar a niños y mujeres y de tener actitudes nazis. ¿Se ayuda así al proceso de paz?

Señora Morgantini, sé que su iniciativa parte de un caso concreto y conmovedor y que tiene usted buena voluntad. Ahora bien, sus colegas de la izquierda, algunos de ellos, han utilizado esta oportunidad una vez más para intentar aplastar y humillar al pueblo de Israel.

Está claro que tenemos que seguir con la labor de erradicar el antisemitismo soviético que todavía está impregnando la mentalidad de algunos de sus colegas aquí en el Parlamento.

 
  
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  Jean-Pierre Jouyet, Presidente en ejercicio del Consejo. (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, seré breve, puesto que ya he planteado las cuestiones esenciales en mi discurso de apertura. Pero el debate que hemos mantenido ha sido muy emotivo en algunos aspectos, y quiero asegurarle que el Consejo es consciente de los hechos mencionados, y que seguirá dejando constancia de su preocupación e invocando los instrumentos del Derecho internacional.

La Presidencia seguirá planteando este tema en los contactos políticos que tengan lugar entre la Unión Europea e Israel durante nuestro mandato. Observamos también que el proceso político iniciado sólo se puede desarrollar si aumentan las medidas de confianza sobre el terreno. El empeño en el proceso de colonización, la persistencia del terrorismo y la violencia y la suerte de los detenidos palestinos son obstáculos a los esfuerzos por conseguir la paz, como lo es la situación de los rehenes israelíes retenidos por los grupos terroristas; estoy pensando concretamente en Guilad Shalit.

Para concluir en una nota de esperanza, lo que quería señalar al Parlamento es que la Unión Europea tiene un importantísimo papel que desempeñar en este proceso, debido a su posición como miembro del Cuarteto, su condición de principal fuente de financiación y sus acciones en apoyo de la Autoridad palestina, y también en su posición como uno de los principales socios de Israel. La Unión Europea siempre ha admitido que Israel tiene derecho a sentirse seguro dentro de sus fronteras reconocidas, coexistiendo con Palestina, como he dicho en mi introducción.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación se celebrará durante la próxima reunión en septiembre de 2008.

 
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