Presidente. − El siguiente punto es el informe (A6-0278/2008) de Carmen Fraga Estévez, en nombre de la Comisión de Pesca, sobre la propuesta de Reglamento del Consejo relativo a la celebración del Protocolo por el que se fijan las posibilidades de pesca y la contrapartida financiera previstas en el Acuerdo de asociación en el sector pesquero entre la Comunidad Europea y la República Islámica de Mauritania para el período comprendido entre el 1 de agosto de 2008 y el 31 de julio de 2012 (COM(2008)0243 - C6-0199/2008-2008/0093(CNS)) .
Joe Borg, Comisario. − Señor Presidente, en primer lugar permítanme expresar mi gratitud a la Comisión de Pesca y, en especial, a su ponente, la señora Fraga, por su informe.
Este Protocolo revisado fija las posibilidades de pesca y la contrapartida financiera para el período comprendido entre el 1 de agosto de 2010 y el 31 de julio de 2012. Es resultado de un largo y complejo proceso de negociación entre la Comisión Europea y Mauritania que se inició en octubre de 2007, tras la grave infrautilización del Protocolo por los propietarios de los buques comunitarios, a saber, la infrautilización en relación con los cefalópodos y las pequeñas especies pelágicas.
Los principales cambios introducidos en el nuevo Protocolo se relacionan, en primer lugar, con la duración del mismo, que hemos ampliado de dos a cuatro años, y, en segundo lugar, con una reducción de las posibilidades pesqueras de cefalópodos, conforme al asesoramiento científico, y de pequeños pelágicos, a la vista del uso real y las previsiones relativas a la flota de la Unión Europea. En tercer lugar, se ha fijado una reducción general de la contribución financiera por un período de cuatro años, que pasará de un promedio de 86 millones de euros anuales a los 72,25 millones anuales de media, pero con un aumento de la partida destinada al apoyo de la política pesquera del país, que pasará de los 11 millones de euros anuales para el período 2008-2009 a los 20 millones de euros para 2011-2012. En cuarto lugar, se establece un procedimiento revisado para abordar las infracciones en aguas mauritanas.
En este sentido, se trata de un Protocolo equilibrado, que concilia los distintos intereses: la necesidad de ajustar la contribución financiera de la UE para reducir las posibilidades de pesca de la flota comunitaria, y la importancia de prestar un mayor apoyo al sector pesquero en Mauritania con el fin de promover su integración en la estrategia de desarrollo nacional mauritana.
El Acuerdo de asociación en el sector pesquero representa el 20 % de los ingresos presupuestarios del Estado mauritano, frente al 30-35 % aproximadamente del período 2004-2005. Además, representa el 80 % de los ingresos generales procedentes del sector de la pesca dentro del presupuesto estatal. El esfuerzo pesquero de la Comunidad Europea en la ZEE mauritana asciende al 20 % del esfuerzo general —teniendo en cuenta tanto la flota artesanal como la industrial—.
Durante las negociaciones, la parte mauritana pidió a la Comisión que hiciera todo lo posible por abonar la primera contrapartida financiera anual a finales de agosto de 2008. Esta contrapartida reviste una importancia crucial para el presupuesto nacional mauritano, dado que, como dije antes, los pagos anuales del Acuerdo de asociación representan entre un 15 y un 20 % del presupuesto del país. También es de vital importancia para los operadores de la UE presentes en la región, cuyas actividades se podrían resentir de no efectuar el pago antes de esa fecha, debido a la no ratificación por parte de la Comunidad.
Me gustaría abordar, asimismo, el tema de la estabilidad relativa, que también planteó uno de los Estados miembros en el Consejo de junio, y recordarles que la Comisión no está jurídicamente obligada a conceder las mismas posibilidades de pesca que anteriormente (es decir, a establecer una estabilidad relativa) en el marco del Acuerdo de asociación en el sector pesquero, una serie de acuerdos con una contrapartida económica como el que hoy nos ocupa. Ello se debe a que es necesario garantizar que la asignación refleja la mejor opción posible para asegurar la rentabilidad (es decir, un uso óptimo de la contribución financiera). En el marco de estos acuerdos, las posibilidades pesqueras deben asignarse atendiendo a otros criterios, como la tasa de utilización en el marco del Protocolo anterior, las solicitudes de los Estados miembros durante las negociaciones y el historial de posibilidades de pesca asignadas a los Estados miembros, así como la situación y la capacidad de la flota.
Carmen Fraga Estévez, Ponente. − (ES) Señor Presidente, quería decir que, una vez más, en la Comisión de Pesca hemos trabajado a toda velocidad con el fin de que la Comisión y la Unión Europea pudieran cumplir con sus compromisos.
De todas maneras, me gustaría decir que quizás la falta de interés inicial de la Comisión en las negociaciones sea lo que ha dado lugar a que haya habido ciertas críticas que hemos formulado en el informe sobre el procedimiento que se ha seguido, pese a que Mauritania sigue siendo uno de nuestros socios más importantes pesqueros de la Unión Europea, pese a que la contrapartida financiera sigue siendo también una de las más importantes y que, además, esta contrapartida contiene cada vez mayores compromisos para el desarrollo del sector pesquero comunitario.
Así, resulta difícil comprender que se haya negociado un texto en el que las posibilidades de pesca disminuyen a gran escala entre un 25 y un 50 % para la casi práctica totalidad de las categorías de pesca y, sobre todo, un texto en el que, además de las medidas técnicas, se hayan aceptado condiciones que, para nosotros, son difíciles de comprender.
Como hemos dicho aquí varias veces y como Europêche le ha escrito a usted en una carta, señor Comisario, de poco sirve negociar magníficas posibilidades de pesca —que tampoco es el caso en este Acuerdo— si se aceptan después condiciones técnicas que impidan su correcto aprovechamiento.
La talla mínima fijada para el pulpo, sin ninguna relación con la existente en las zonas próximas, o el paro biológico de dos meses adicionales negociado en el último minuto, prácticamente a escondidas del sector, fundamentado en un pobre informe científico, hecho a petición de partes y sin el paso previo obligado por el Comité científico conjunto, y que sólo se centre en los cefalópodos, pese a que el paro afecta a casi todas las categorías, son una muestra preocupante, a veces, de cómo se negocia por parte de la Comisión Europea.
Ello nos lleva a insistir de nuevo, señor Comisario y señor Presidente, en pedir una mayor vinculación del Parlamento Europeo, al menos como observador en las reuniones de las comisiones mixtas, como un requisito mínimo de transparencia interinstitucional, que debería haberse cumplimentado hace tiempo.
Y no estaría mal que, en vista de los nuevos poderes que el Parlamento Europea esperemos que adquiera una vez que definitivamente entre en vigor el Tratado de Lisboa —que ya estaba en puertas y que yo estoy convencida de que tiene que entrar en vigor pronto— el Consejo y la Comisión se vayan entrenando para asociar al Parlamento Europeo en un papel que, más tarde o más temprano le va a corresponder cumplir.
También hemos hecho alusiones en el informe considerando que deberíamos denunciar que la Comisión, señor Comisario, y siento no estar de acuerdo con usted en esto, no haya respetado la estabilidad relativa del Acuerdo, atribuyéndose capacidades para flexibilizar por su cuenta un criterio al que en otras ocasiones ustedes han atribuido un carácter casi sagrado, en una actitud que vamos a vigilar muy de cerca como nos corresponde.
Espero que en el caso concreto al que usted ha hecho alusión, el de los cefalópodos, se respeten las claves de reparto surgidas de la estabilidad relativa y de los derechos históricos en la pesquería en este caladero.
Estaremos también muy pendientes de las reuniones que en los distintos foros y en las comisiones mixtas están previstas para resolver algunas de las cuestiones técnicas a las que me he referido y que pueden dejar en tierra, al igual que continúa ocurriendo en Marruecos, a una flota que necesita desesperadamente acceder a unas posibilidades de pesca por las que se está pagando mucho dinero.
Pese a todo y con una duración, como usted ha dicho, aumentada a cuatro años, este Protocolo de pesca continúa siendo, junto con Marruecos, la más importante colaboración pesquera de la Unión con países en desarrollo, razón que nos lleva a pedir obviamente el voto en contra de las dos nuevas enmiendas presentadas y, en cambio, la rápida aprobación de la propuesta de la Comisión.
Cornelis Visser , en nombre del Grupo del PPE-DE. – (NL) El Acuerdo de pesca con Mauritania celebrado no hace mucho, el 1 de agosto de 2006, debía prorrogarse este año. El 14 de diciembre del pasado año, la Comisión propuso, de manera repentina, su extinción, puesto que la flota pesquera comunitaria no estaba aprovechando plenamente las posibilidades de pesca, en especial las relativas a las pequeñas especies pelágicas.
Esto fue una gran sorpresa para todos nosotros. Finalmente, y en parte debido a la insistencia del propio Parlamento, se mantuvieron conversaciones para renegociar el Protocolo de pesca. El nuevo Protocolo que ahora nos propone la Comisión presenta recortes muy importantes con respecto al anterior. No sólo se han recortado las posibilidades de pesca de aquellas especies que no se aprovecharon plenamente en los años anteriores, sino que se han hecho recortes muy considerables para todas las especies: un 25 % para los cefalópodos, de entre un 10 % y un 50 % para las especies demersales y un 43 % para las pelágicas, mientras que la contrapartida financiera que se prevé abonar en los próximos años a Mauritania se mantiene igual o sólo presenta una ligera reducción. Así pues, nos preguntamos si estos recortes eran realmente necesarios y cuál es el motivo, en especial dado que el sector de la pesca atraviesa actualmente por grandes dificultades debido a la crisis provocada por los precios del combustible y los recortes en las posibilidades de pesca. Por tanto, no parece haber una razón clara para limitar aún más las posibilidades de pesca, y menos cuando no hay ninguna necesidad biológica o científica para hacerlo.
El sector pesquero debe poder utilizar todas las posibilidades pesqueras que se encuentren actualmente a su alcance. Una posibilidad consistiría quizá en trasladar la pesca mediterránea de atún a Mauritania, por ejemplo. La flota de pesca pelágica neerlandesa también se ve afectada por las restricciones propuestas, especialmente la dedicada a la pesca de abadejo, arenque y caballas. Así como también Mauritania.
Desearía añadir brevemente unas últimas palabras sobre las propuestas de la Comisión. Normalmente me complacen sobremanera, pero no es el caso de las propuestas sobre Mauritania. Creo que disponemos de muchos indicios que apuntan a que cabe adaptar la flota para dar respuesta a la crisis del combustible, y espero que estas nuevas medidas sean suficientes para evitar la pérdida de puestos de empleo en el sector.
Rosa Miguélez Ramos, en nombre del Grupo PSE. – (ES) Señor Presidente, de este nuevo Protocolo destacaría el hecho de que, a pesar de que su duración se incrementa de dos a cuatro años, las posibilidades de pesca previstas en el mismo se recortan.
El reparto de licencias previsto en el protocolo para la categoría 5 (cefalópodos), que otorga 24 a España, va a representar un problema para la administración española, ya que el citado número de licencias es insuficiente para satisfacer las solicitudes del sector directamente afectado por esta categoría.
El Consejo puede establecer un nuevo reparto de licencias, teniendo en cuenta su utilización. Sin embargo, en este caso, ni siquiera se ha considerado la media sino el período de finales de 2007 a principios de 2008, en el que la situación provocada por las controversias abiertas con Mauritania, por la utilización de ciertas medidas técnicas, propició que gran parte de la flota europea no se atreviese a acudir a este Acuerdo, ante el temor al apresamiento, como ocurrió durante el primer trimestre de 2008.
Dado que el nuevo Protocolo ha solucionado los problemas técnicos y abierto un procedimiento más seguro para resolver diferencias técnicas entre las partes, ello provocará, a buen seguro, que un mayor número de buques quiera acudir a este caladero de una pesquería hoy por hoy considerada más segura, con más garantías, desde luego, que en el Protocolo anterior.
Marie Anne Isler Béguin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, por lo que respecta a los acuerdos de pesca, el Grupo de los Verdes interpretamos las cosas de manera ligeramente diferente a como lo hacen el resto de grupos. Consideramos que los acuerdos de pesca no sólo deben formar parte del conjunto de acuerdos estricta y meramente comerciales, sino que deben estar incluidos en el marco de las políticas comunitarias. Ésta es la razón por la que deseo referirme a la opinión de la Comisión de Desarrollo, que también subraya nuestros compromisos en materia de ayuda al desarrollo y de apoyo a la democracia y la buena gobernanza.
La pregunta que ya formulamos en los debates de la Comisión de Pesca es por qué razón la Comisión ha amenazado con extinguir el acuerdo pesquero con Mauritania apenas un año después de firmarlo.
En nuestra opinión, los acuerdos pesqueros no son simples acuerdos que nos permitan utilizar unos recursos a cambio de un pago que se deba reducir cuando el uso de los mismos es menor. No, y estamos reduciendo las posibilidades de pesca porque la flota pesquera comunitaria ha hecho un menor uso de las mismas en esta área. No obstante, ¿es acaso responsabilidad de Mauritania, es su culpa que la flota comunitaria se haya ido a otro sitio a pescar determinadas especies?
En otros acuerdos de pesca siempre hemos solicitado que se respetasen los recursos pesqueros, y siempre hemos dicho que se estaban explotando en exceso y que llegaría un momento en el que estos recursos se reducirían. Esto es exactamente lo que está sucediendo ahora. Estamos de acuerdo con la Comisión en que los recursos deben recuperarse hasta alcanzar un nivel que permita la pesca, y que algo así sería muy positivo. Sin embargo, hay otra cosa con la que también discrepamos. Durante los debates que tuvieron lugar preguntamos qué sucedería cuando la contrapartida se redujera de acuerdo con el nivel de pesca, de modo que pasara de los 86 millones de euros a 70 millones, lo que significaría para Mauritania una reducción de ingresos de 40 millones de euros en un período de tres años.
Y usted nos dijo: «No hay ningún problema. No podemos pasar de la cuota de pesca a otra cosa y decidir en su lugar trabajar en el desarrollo». Esto es algo que también comprendemos, y usted se comprometió, en nombre de la Comisión, a garantizar que se incluiría en la política de desarrollo una compensación por esos 40 millones. Sin embargo, hoy, en este acuerdo, no vemos el menor indicio de dicha compensación, excepto en una nota a pie de página en la que se afirma que cabe la posibilidad de una compensación. Así pues, no creemos que se vaya a conceder realmente, y pienso que, en cierta medida, ha engañado a Mauritania en este acuerdo, porque no se ha previsto la compensación acordada.
Si me lo permite, desearía recordarle que cuando fui jefa de la misión de la UE para supervisar las elecciones en Mauritania, la Unión Europea se comprometió a apoyar a esta joven democracia; sin embargo, nuestro primer acto político consiste en amenazar con extinguir los acuerdos pesqueros. Ésta no es, en mi opinión, una política de ayuda al desarrollo, y realmente me gustaría saber qué garantía puede darnos, como diputados, en relación con esta compensación por la reducción que se ha decidido.
Jean-Claude Martinez (NI). - (FR) Señor Presidente, el acuerdo pesquero entre Europa y Mauritania, sobre el que nuestra colega y amiga, la señora Fraga Estévez, ha escrito un informe, abarca una de las regiones más ricas del mundo en reservas pesqueras. Es por este motivo por el que, por ejemplo, en Dakhla, la antigua capital española Villa Cisneros, que se encuentra situada en esa parte del Sáhara Occidental, ahora bajo el control de Marruecos, hay una toma de mar de 40 km llamada el Río de Oro, debido al reflejo de la luz del sol sobre las escamas de los bancos de peces.
En el pasado, esta abundancia de peces nos trajo, de hecho, problemas con Marruecos. Ahora, tenemos que abordar un problema similar, pero uno relativo a la pesca en Mauritania desde 2008 a 2012. En esta región, las reservas de pulpos y cefalópodos, por ejemplo, podrían verse mermadas, motivo por el cual sería oportuno un período de recuperación biológica; por el contrario, la pesca de sardinas resulta esencial, puesto que la sardina es un depredador natural de los pulpos.
En términos prácticos, esto significa, en primer lugar, que cabe distribuir las cuotas pesqueras, las licencias, entre los cinco países comunitarios, como España y, naturalmente, Italia, pero también Portugal, señor Presidente, y entre otros buques, como quizás los arrastreros congeladores de los Estados Bálticos. Una vez hecho esto, sería conveniente reducir las capturas de las aproximadamente 400 000 toneladas a las 250 000 toneladas, puesto que extrañamente estas cuotas no se están utilizando, algo que también está sucediendo en el Sáhara Occidental controlado por Marruecos y que, general Morillon, nuestros pescadores mediterráneos de atún sólo pueden soñar.
En Mauritania, el uso medio de las posibilidades de pesca se sitúa entre un 90 % para los crustáceos y sólo un 22 % para los atunes. Como en todos estos acuerdos y protocolos, obviamente se abona una contrapartida financiera por los derechos pesqueros, que ronda los 300-305 millones de euros por período cuatrienal, a razón de 70 u 80 millones anuales. El señor Borg nos ha recalcado la importancia de esta contribución, ya que representa aproximadamente el 15 % del presupuesto anual de Mauritania. Esta operación también es beneficiosa para Mauritania, ya que la contribución se mantiene más o menos al mismo nivel, mientras que, por el contrario, se ha fijado una reducción de las capturas. No obstante, los mauritanos están provocando graves problemas, dado que están sometiendo a nuestros buques a acosos y abordajes sencillamente para cobrarles por estar allí, aunque a decir verdad la Comisión Europea, como nos acaba de recordar la señora Isler Béguin, no ha sido especialmente solidaria con ellos y ahora está presionando al Gobierno mauritano.
Aunque la pesca es obviamente muy importante en estas zonas, en el lado marroquí, por ejemplo en Dakhla, el pescado se exporta a Brasil y permite la subsistencia de todo un pueblo, de ahí que la FAO y los países ACP estén tan preocupados por establecer una industria pesquera sostenible y un código de buena conducta. Señor Presidente, quizás a pesar del comportamiento en estas negociaciones de la Comisión Europea para con la joven democracia de Mauritania, que no siempre ha sido demasiado «ejemplar», debamos acoger favorablemente este acuerdo, porque puede que sea uno de los últimos a los que lleguemos con esta región, ahora que Marruecos quiere conservar y retomar el control de sus recursos naturales.
Daniel Varela Suanzes-Carpegna (PPE-DE). - (ES) Señor Presidente, señor Comisario, queridos colegas, habíamos puesto grandes esperanzas en que la renegociación del Protocolo del Acuerdo con Mauritania pudiera paliar la mala negociación anterior; creíamos también que serviría para corregir el mal resultado de la negociación del Acuerdo con Marruecos para una flota tan importante, desde el punto de vista comercial, como es la cefalopodera, de gran incidencia económica y social en Galicia, que, desde entonces, sufre los efectos de esta doble mala negociación, que hay que sumar a la crisis general del sector pesquero.
Pero no, no ha sido así y, por ello, no podemos alabar ni felicitar a la Comisión por este resultado. En general, se produce una enorme reducción de las posibilidades de pesca y la contrapartida financiera no es proporcional a esa reducción. Se ha escuchado poco al sector afectado y las medidas técnicas que se han aceptado, además de ser ambiguas, son perjudiciales para la flota comunitaria. En el caso de los cefalópodos, la talla mínima del pulpo, como se ha dicho en la ponencia, es la mayor de toda la región, sin necesidad para ello, con lo que se da la puntilla a esta flota cefalopodera y, por si ello fuera poco, en esta categoría se hace un reparto de licencias que vulnera la estabilidad relativa, en perjuicio de la flota española.
Como comprenderá, señor Comisario, aunque lamentándolo mucho, todos estos argumentos nos llevan a no poder, en este caso, felicitarle por los resultados alcanzados, que creo que podrían y deberían haber sido mucho mejores.
Joe Borg, Comisario. − Señor Presidente, en primer lugar, quisiera darles las gracias por sus interesantes observaciones y por el debate que hemos mantenido. Quisiera retomar dos de los puntos que se han planteado.
En primer lugar, tienen razón en señalar que las posibilidades de pesca se han reducido en este Protocolo revisado. Éste fue precisamente el motivo por el que decidimos renegociarlo, dado que debíamos garantizar un uso máximo de las posibilidades de pesca, mientras que, en la situación anterior, se registró una infrautilización considerable de las posibilidades de pesca tanto para las pequeñas especies pelágicas como para los cefalópodos.
En lo relativo a los requisitos técnicos, por ejemplo, en relación con la draga, esperamos encontrar pronto una solución, y las autoridades mauritanas están dispuestas a hacer todo lo que esté en su mano para llegar a una solución que satisfaga a ambas partes. En cuanto a los períodos de descanso, se trata de una solicitud que surgió de la propia industria, puesto que mantiene que, tras estos períodos, las capturas resultan mucho más lucrativas.
Por lo que respecta a fijar el tamaño mínimo para el pulpo en 500 g, cabe señalar que estamos tratando con un tercer país, una nación soberana, Mauritania, y que su propia normativa fija el tamaño mínimo para el pulpo en 500 g. Ésta fue una de las líneas infranqueables de las negociaciones: y es que no se puede pedir a un tercer país que modifique su legislación porque a nuestros pescadores les interesa capturar cefalópodos de un tamaño inferior. No obstante, cabe admitir que no hay ninguna reglamentación armonizada a este respecto en la región. Otros países permiten las capturas de cefalópodos de tamaño inferior y, por consiguiente, debería tomarse una decisión al respecto en el marco de la COPACE.
En cuanto a las claves de reparto, es decir, lo que se conoce como «estabilidad relativa», como he dicho anteriormente, la Comisión no está obligada a transferir esta estabilidad de un acuerdo a otro o de un protocolo a otro.
Sin embargo, el Acuerdo y el Protocolo establecen que, en caso de que los Estados miembros necesitaran más oportunidades y solicitaran su ampliación teniendo en cuenta la opinión de los científicos y el estado de las reservas, sin lugar a dudas se contemplaría dicha posibilidad, y me encargaría de trasladar la petición a Mauritania para negociar el consiguiente aumento, por ejemplo, para los cefalópodos, en caso de que así se solicitara.
Desearía señalar que, con respecto a los cefalópodos, las licencias se utilizaron en veintidós ocasiones y que el nuevo Protocolo prevé veinticinco, por lo que, de hecho, ya hemos previsto un cierto margen para su utilización.
En caso de que un Estado miembro en particular nos informe de que tiene más de veinticinco solicitudes y nos aporte datos concretos, abordaremos la cuestión con Mauritania para fijar un aumento, siempre y cuando el estado de las reservas lo permita. Debo subrayar que, en el caso de los cefalópodos, existen de hecho problemas de sostenibilidad y relativos a la salud de las reservas.
Volviendo al tema de la estabilidad relativa, me gustaría señalar que no se puede nadar y guardar la ropa. Por una parte, cuando se trata de los cefalópodos, la cuota no parece complacer a un Estado miembro en concreto. Pero luego, cuando se trata de los atunes, donde se ha previsto un aumento significativo de la cuota para ese mismo Estado miembro, éste no duda en pronunciarse a favor sin queja alguna.
En lo relativo a la razón para replantear y renegociar el Protocolo, a saber, su infrautilización, quisiera destacar las palabras de la señora Isler Béguin, que afirmó que estos acuerdos no sólo contemplan la pesca, sino también la ayuda al desarrollo. De hecho, si bien hemos reducido el componente financiero de las posibilidades de pesca, existe un compromiso claro por nuestra parte de incrementar el componente de desarrollo, y estamos totalmente dispuestos a respetarlo.
Por consiguiente, y para resumir, la contribución financiera se ha mantenido para el período cuatrienal. El apoyo presupuestario en el marco del 10º FED compensará los 40 millones de euros para el período 2009/10-2012 a razón de 10 millones anuales, lo que significa que Mauritania estará recibiendo un paquete financiero que, si sumamos la contrapartida que recibirá por las posibilidades de pesca —que se han reducido sobre la base de lo que en realidad se estaba pescando en aguas mauritanas— y el aumento de la ayuda presupuestaria mediante la compensación ad hoc del 10º FED en el marco de este Protocolo, equivale al paquete de pesca que tenía con el Protocolo financiero anterior.
Por último, en relación con el tema de los abordajes quisiera decir que este fin de semana, el domingo concretamente, se celebrará una reunión del grupo de trabajo para abordar esta cuestión específica y convenir unas recomendaciones y directrices que puedan llevar a la resolución de este problema. Con respecto a la cuestión planteada al principio por la señora Fraga sobre la participación de los diputados al Parlamento Europeo, la Comisión considera que, por lo que respecta a los comités conjuntos, en los que ambas partes deben contar con representación oficial, debe adoptarse el mismo enfoque que se aplica a la participación de los diputados en las negociaciones bilaterales.
No obstante, la Comisión seguirá cooperando con el Parlamento sobre la base del acuerdo marco existente.
Carmen Fraga Estévez, Ponente. − (ES) Señor Presidente, intentaré ser sistemática. En primer lugar, en relación con la intervención de la señora Isler Beguin, quiero decirle que en lo que se refiere a la cooperación y al desarrollo en los cuatro años de duración del Protocolo, las cantidades se incrementan.
Es el cómputo total de la contrapartida financiera la que se reduce en un 19 %, pero las partidas relativas a la Cooperación al Desarrollo se incrementan de 11, 16, 18 y 20 millones de euros, o sea que, respecto a la Cooperación al Desarrollo, usted no tenga ningún cuidado, porque las cantidades van a ser incluso aumentadas.
Señor Comisario, en cuanto al tema de la talla mínima del pulpo, y me refiero a que las medidas técnicas son importantes para la utilización de las posibilidades de pesa, no es un tema que surja ahora. Usted sabe muy bien que es un tema que está pendiente.
Sigo insistiendo: es la más alta de la región; la COPACE, que es el Comité de Pesca del Atlántico Centro-Oriental, ha dicho este año en su reunión plenaria que debería unificarse la de toda la zona en una sola talla mínima y creo que ahí la Comisión debe hacer un esfuerzo para que este tema no se siga repitiendo.
El propio informe que ha elaborado el Comité científico mauritano dice que en el mes de noviembre, por ejemplo, la talla del pulpo en el caladero mauritanio entre 300 y 500 gramos representa un 50 %, o sea que hay un problema en la talla mínima del pulpo en el caladero de Mauritania y en el resto.
En cuanto al tema de la estabilidad relativa, no voy a entrar en una polémica con usted, pero es un tema que hemos discutido en el Parlamento, que está en el Reglamento de base que acabamos de discutir con el Reglamento de licencias con terceros países y otra cosa es el reparto al inicio.
El reparto al inicio debe respetar los derechos históricos, otra cosa es que, si en ese reparto no se utilizan las posibilidades de pesca, la Comisión, y yo estoy de acuerdo, puede dárselas a quien quiera y a quien las pida y las solicite, pero al inicio tienen que ser respetados los derechos históricos y, en el caso de la categoría cinco de Mauritania, no se han respetado, señor Comisario.
No quiero extenderme más. Podría contestar a más preguntas, pero creo que, aunque no veo bien sin gafas, se me ha pasado el tiempo.
Presidente. − Se cierra el debate.
La votación se celebrará mañana, 10 de julio de 2008.