Presidente. − Hoy hace una semana, el 26 de noviembre, se produjeron una serie de dramáticos atentados terroristas coordinados en Bombay, la India. Según el Ministerio del Interior indio, perdieron la vida casi 190 personas, 22 de las cuales eran extranjeros, como consecuencia de los terribles atentados. Un total de 200 personas resultaron heridas en los atentados y todavía no se sabe si muchas de ellas sobrevivirán.
En nombre del Parlamento Europeo, me gustaría expresar mi indignación frente a estos monstruosos atentados sobre personas inocentes y expresar nuestro más sincero pésame a las familias de los fallecidos.
También me gustaría garantizar nuestro apoyo a los heridos en los atentados y a sus familias y nuestra más sincera solidaridad.
El Parlamento Europeo condena totalmente estos atentados terroristas y le gustaría manifestar su solidaridad con la India, con sus gentes y sus autoridades en este tiempo de luto. Hoy todos nos sentimos indios.
El terrorismo es un atentado directo a la libertad, a los derechos humanos y a la democracia. El terrorismo es un intento de destruir nuestros valores con medios de violencia indiscriminada; valores que nos unen en la Unión Europea y en nuestros Estados miembros.
Señorías, ustedes saben que había una delegación de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo en Bombay en el preciso momento de los atentados.
En medio del luto por estos trágicos atentados, nos gustaría, no obstante, expresar nuestra alegría y descanso ya que todos los participantes de esta delegación parlamentaria están con nosotros sanos y salvos, porque algunos de los miembros de la delegación del Parlamento Europeo estaban en los hoteles afectados en el momento de los atentados y estaban en peligro de muerte inminente.
Bienvenidos de nuevo a Bruselas.
Señorías, en especial me gustaría saludar a los siguientes miembros que están entre nosotros: Ignasi Guardans, quien dirigía la delegación, Daniel Caspary, Béla Glattfelder, Syed Kamall, Sajjad Karim, Erika Mann, Jan Tadeusz Masiel y Mia De Vits. Es maravilloso volver a tenerles aquí.
(Aplausos)
También estoy encantado de que los siguientes miembros del Parlamento Europeo estén aquí con nosotros de nuevo y saludarles afectuosamente: Alberto Rodas, Christopher Ford, Levente Csaszi y Vladymyr Dedobbeleer, y los miembros de los grupos políticos Arielle Rouby y Barbara Melis, así como los intérpretes Vicent Capet del Parlamento Europeo y los dos intérpretes autónomos Karen Twidle y Michael Hill.
(Aplausos)
Todos nos sentimos aliviados de que estéis bien y esperamos que os podáis recuperar rápidamente también de esta terrible experiencia psicológica.
Mi especial agradecimiento y mi reconocimiento van a la gente de la India, a los que les ofrecieron su protección y ayuda a pesar de la situación local de incertidumbre.
Mi agradecimiento también a los cónsules de los Estados miembros de la Unión Europea que todos, de conformidad con la letra y el espíritu del Tratado europeo mostraron su solidaridad ofreciéndoles ayuda en una situación de emergencia.
Me gustaría recordar a todo el mundo que aquellos ciudadanos de la Unión Europea cuyo país de origen no tenga representación, como es el caso de Bombay, pueden contactar con el consulado de cualquier otro Estado miembro de la UE. Esta situación representa una expresión genuina de la solidaridad concretada entre las personas de la Unión Europea.
(Aplausos)
Queridos parlamentarios, hoy, sin embargo, nuestro pensamiento se dirige sobre todo a las víctimas de los atentados en la India y a sus familiares. Sus muertes y las consecuencias que acarrearon son crímenes inaceptables en cualquier circunstancia.
El terrorismo, sea quien sea su autor y el lugar de comisión, se debe combatir con medidas concretas y solidarias. La Unión Europea está llamada a combatir cualquier forma de terrorismo junto con la comunidad internacional.
En esto nos guiamos por nuestros principios del Estado de Derecho. La lucha contra el terrorismo solo se puede llevar a cabo de conformidad con los valores que defendemos.
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Acabo de escuchar la terrible noticia de que hace menos de una hora, un empresario de 70 años, el señor Ignacio Uría Mendizábal, ha sido asesinado, se cree que por ETA, pero aún no está confirmado, en el pueblo de Azpeitia, en el País Vasco.
Quiero condenar este atentado terrorista y expresar mi profunda tristeza y mi más sincero pésame a la familia y amigos del señor Uría. También quiero expresar mi solidaridad con los españoles, sus autoridades e instituciones democráticas.
Me gustaría pedirles que se levanten de sus escaños en recuerdo a las víctimas de Bombay y a los ciudadanos de la Unión Europea asesinados en España y recordar su muerte.
(La Cámara se pone en pie y guarda un minuto de silencio)
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Señorías, muchos de ustedes llevan un pequeño lazo rojo en este momento. El pasado lunes 1 de diciembre de 2008 se celebró el 20º aniversario del Día Mundial de Lucha contra el SIDA.
El SIDA-VIH es una enfermedad terrible de la que se infectan aproximadamente unas 7 000 personas en el mundo cada 24 horas, sin saberlo. África es el continente más afectado, con 33 millones de personas infectadas con VIH.
Pero en Europa la gente también se infecta con el virus a diario. Según las cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 1999 y 2006 se han confirmado en Europa más de 800 000 nuevas infecciones, de las cuales un poco menos de 270 000 en los Estados miembros de la Unión Europea.
Al menos uno de cada diez nuevos infectados tiene menos de 25 años, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de reforzar las campañas de información y prevención, así como el suministro de tests voluntarios y anónimos.
Debemos adoptar un compromiso político a fin de aumentar los recursos para luchar contra la enfermedad y adoptar medidas para detectar fácilmente y, por tanto, facilitar el tratamiento lo más rápido posible.
En nombre del Parlamento Europeo, me gustaría solicitar expresamente a los Estados miembros que adopten medidas para prevenir la discriminación y la estigmatización de los infectados.