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Procedimiento : 2008/0018(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A6-0441/2008

Textos presentados :

A6-0441/2008

Debates :

PV 15/12/2008 - 16
CRE 15/12/2008 - 16

Votaciones :

PV 18/12/2008 - 6.11
CRE 18/12/2008 - 6.11
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto
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Textos aprobados :

P6_TA(2008)0626

Acta literal de los debates
Lunes 15 de diciembre de 2008 - Estrasburgo Edición DO

16. Seguridad de los juguetes (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente – El siguiente punto del orden del día es el informe (A6-0441/2008) de la señora Thyssen, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la seguridad de los juguetes(COM(2008)0009 – C6-0039/2008 – 2008/0018(COD)).

 
  
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  Marianne Thyssen, ponente. – (NL) Señor Presidente, Comisario, Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, hemos demostrado en varias ocasiones que optamos de forma manifiesta por un elevado nivel de protección del consumidor dentro del mercado interior. Tanto en el programa plurianual sobre protección del consumidor como en el debate en relación con la retirada del mercado de juguetes no seguros, principalmente juguetes chinos, hemos suplicado que la protección de los consumidores más pequeños y vulnerables, es decir, la protección de los niños, tenga la más alta prioridad en la agenda.

Como ponente de la ley sobre seguridad de los juguetes, estoy, por tanto, encantada de poder anunciar que es probable que podamos conseguir que se apruebe una nueva y estricta Directiva sobre seguridad de juguetes en los próximos años, es decir, si todo se desarrolla de acuerdo con lo planeado.

Me gustaría dar las gracias a la Comisión por responder a nuestra petición de proponer una nueva directiva. También me gustaría dar las gracias a los ponentes de opinión, a los ponentes alternativos, al Presidente y a los miembros de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor por la excelente cooperación que hizo posible que se aprobara mi informe unánimemente el 6 de noviembre. Además, estoy en deuda con el Consejo, la Comisión y todos los miembros del personal por su dedicación inquebrantable y su actitud constructiva, que nos ha permitido finalizar este importante proyecto de ley en materia de consumidores en un periodo de diez meses.

Señorías, tenemos varias razones para estar orgullosos de nuestro trabajo. Los requisitos de seguridad de los juguetes sin lugar a dudas han mejorado y se han vuelto más estrictas, que es lo que el público espera de nosotros. En principio, se prohibirá el empleo de sustancias consideradas carcinógenas, mutágenas y tóxicas en los componentes permitidos para los juguetes. Además, se introducirán normas más estrictas para los restos inevitables de los metales pesados. Esto se conseguirá no sólo introduciendo una calidad máxima en más tipos de sustancias, sino también estableciendo valores límite más estrictos para los restos inevitables de plomo, cadmio, mercurio, cromo 6 y estaño orgánico.

Otro aspecto totalmente nuevo son las disposiciones que cubren las fragancias alergénicas, a las que, seguramente, no deseamos que los niños se encuentren expuestos. Este aspecto se volverá más estricto que en la propuesta de la Comisión. Finalmente, quedarán prohibidas no menos de 55 fragancias y únicamente se permitirá el empleo de otras once si van acompañadas de etiquetas de advertencia. Al estar limitados por el etiquetado y para ser consistentes con otra legislación relevante, hemos sido en cierto modo indulgentes en el caso de los juegos educativos aromáticos y de sabores.

Un aspecto aún más importante es el de mejorar las normas para impedir una posible asfixia, hacer que los requisitos esenciales de seguridad sean más claros y, algo totalmente nuevo, crear normas para los juguetes que vienen en los dulces. El sistema de advertencias también se ampliará y se reforzará, y estas advertencias no solo deberán mostrarse con claridad en un idioma que el consumidor pueda entender, sino que también deben estar visibles en su lugar de venta. Finalmente, estamos otorgando al principio de precaución su legítimo lugar en el derecho.

Las normas no tienen valor, naturalmente, a menos que se cumplan. La forma de garantizar esto es mediante la integración la nueva política en el nuevo paquete sobre mercancías y la introducción de requisitos más estrictos para los expedientes y requisitos en el ámbito de la trazabilidad. Aún así, debería hacer un seguimiento de ello. Por eso, Comisario, querría pedirle en nombre del Parlamento que cuando se vigile el cumplimiento de la Directiva se preste mucha atención a la forma en que los Estados miembros llevan a cabo su labor de supervisión, tanto dentro como fuera de las frontera del país. Para quedarnos completamente tranquilos, me gustaría oír cómo confirma que se desarrollarán nuevas normas armonizadas más estrictas en términos de reglamentación del ruido producido por los juguetes, tanto el ruido muy fuerte como el prolongado, y pediríamos lo mismo para los libros elaborados solo con papel y cartón, para los que no existe seguridad jurídica por el momento.

Finalmente, hemos decidido rechazar abiertamente un sistema de certificación independiente en lo que respecta a los juguetes que cumplen las normas. Hemos mantenido largos debates acerca de este tema, pero había mayoría en contra. En este asunto también nos gustaría oír al Comisario confirmar que, durante el periodo de seguimiento, se prestará una atención específica a este aspecto. Por tanto, es de esperar que los procedimientos de evaluación de conformidad lleguen hasta las mesas de nuestros despachos en algún momento.

 
  
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  Valérie Létard, Presidenta en ejercicio del Consejo. (FR) Señor Presidente, Comisario, la Presidencia valora positivamente la importancia concedida por el Parlamento Europeo al tema de la seguridad de los juguetes, especialmente durante este periodo festivo. Necesitamos poder confiar en la seguridad de los juguetes, puesto que se trata de productos diseñados para niños.

Por esta razón, el Consejo ha concedido una prioridad especial a la propuesta de la Comisión, que se presentó a finales de enero de 2008. El objetivo de la propuesta es aumentar la seguridad de los juguetes al tiempo que se conserva su libertad de movimiento dentro del mercado interior. El mercado de los juguetes, al margen de su tendencia al alza, su capacidad para la innovación y su estructura, es especialmente delicado y complejo y los colegisladores debemos encontrar un enfoque equilibrado que garantice la seguridad de los juguetes sin aumentar sus precios y evitando que se impongan obligaciones excesivamente duras a los fabricantes y importadores de juguetes acreditados.

Recientemente, aparte de los precios y la innovación, han aparecido nuevos elementos cruciales a los ojos de los consumidores. El respeto por el medio ambiente y la ausencia de sustancias que sean tóxicas de alguna manera o que presenten un riesgo alergénico, han sido temas principales de debate público. Esto se ha vuelto evidente desde que determinadas compañías han decidido sacar del mercado o retirar productos que pueden no haber sido totalmente seguros.

Como consecuencia, desde la década de los 80 la Unión Europea ha venido adoptando un enfoque de armonización técnica orientado a salvaguardar el libre movimiento de mercancías dentro del mercado interior y al mismo tiempo ha estado estableciendo exigentes niveles de seguridad para garantizar que únicamente los productos que cumplan las normas puedan circular dentro del mercado. La etiqueta CE garantiza este cumplimiento.

Como el 80 % de los productos que circulan dentro de la Unión, los juguetes está sometido a este enfoque de armonización técnica, que se organiza de acuerdo con una arquitectura bien conocida: la legislación europea —en este caso la propuesta de nuevas directivas— establece los requisitos esenciales de seguridad, que se traducen y se refinan técnicamente para convertirse en normas. La Comisión, con los Estados miembros, también establece documentos que proporcionan orientación para la implementación de la legislación comunitaria.

Toda esta arquitectura se vería mejorada con la adopción de la propuesta según ha sido modificada por los colegisladores. La reevaluación de la seguridad de los juguetes, de acuerdo con estos nuevos criterios legislativos, simboliza el compromiso de los colegisladores de considerar este ámbito una prioridad, ya que se trata de la primera aplicación sectorial de estas disposiciones horizontales.

De hecho, en el texto negociado por las instituciones —que ha sido aprobado por una gran mayoría de los Estados miembros y por tanto, es aceptable para el Consejo— se han mejorado no solamente la supervisión del mercado, sino también una serie de requisitos esenciales de seguridad, incluyendo las propuestas destinadas a limitar los potenciales riesgos químicos en los juguetes.

Las disposiciones relativas a sustancias cancerígenas y sustancias tóxicas aumentaron aún más durante las negociaciones entre los colegisladores para minimizar o eliminar totalmente esta sustancias, en especial de todas las partes accesibles del juguete y también para aumentar las precauciones relacionadas con posibles reacciones de los juguetes cuando son introducidos en la boca, algo que inevitablemente hacen los consumidores de estos productos.

Además, se han aclarado y mejorado las disposiciones destinadas a eliminar el riesgo de que los juguetes y sus partes causen asfixia por estrangulación o ahogamiento.

De la misma manera, para garantizar que los padres de los consumidores sean capaces de tomar las decisiones que sean pertinentes, las advertencias acerca de los riesgos potenciales de los juguetes y los límites mínimos y máximos de edad de los usuarios también se han mejorado y deben estar disponibles, antes de la compra, para todos aquellos que intervienen en el proceso de compra, incluyendo la compra a través de Internet.

En cuanto al tema de la capacidad de los productos para cumplir los requisitos esenciales de seguridad, se mantiene la arquitectura del sistema comunitario, según la cual existe un estándar europeo y los fabricantes pueden por sí mismos declarar que sus juguetes cumplen la norma y pegan la etiqueta CE. Evidentemente, si esto se hace equivocadamente, todos los operadores económicos tienen obligación de cumplir a sus respectivos niveles con la cadena de suministro y las autoridades responsables de supervisar los mercados de los Estados miembros estarán ahí para obligar al cumplimiento o para castigar su incumplimiento.

En ausencia de normas europeas, se mantiene la certificación independiente y como resultado se puede garantizar un elevado nivel de seguridad. Esta arquitectura nuestra no está exenta de riesgos en lo que respecta al abuso de la etiqueta CE, pero, gracias a la vigilancia de las autoridades responsables de la supervisión del mercado y a su creciente cooperación a nivel europeo, el riesgo se verá reducido.

Por último, en esta Directiva se mantiene el principio de precaución y la capacidad de adaptarse a nuevos riesgos, si se identifican como tales. La Presidencia francesa está por tanto encantada con la constructiva cooperación mantenida con el Parlamento Europeo a lo largo de las negociaciones acerca de este importante asunto y también está agradecida, en nombre del Consejo, a todos aquellos hombres y mujeres de las tres instituciones que han contribuido a este resultado positivo, que debería permitirnos alcanzar un acuerdo en primera lectura.

 
  
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  Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Señorías, durante la segunda mitad del año 2007 nos hemos enfrentado con llamadas a revisión por parte de un gran número de fabricantes de juguetes que habían retirado voluntariamente productos defectuosos del mercado. Sin embargo, esto ha creado incertidumbre.

Aunque todos somos conscientes de que nadie puede garantizar de forma absoluta la seguridad de productos que manejamos a diario, los ciudadanos esperan con razón no solamente que sus hijos puedan jugar en paz sino que también sus juguetes sean seguros.

En esta resolución del 26 de septiembre de 2007 relativa a la seguridad de los juguetes, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión que pusiera en marcha la revisión de la Directiva de juguetes inmediatamente, y que estuviera compuesta por requisitos para la seguridad de los productos que fueran eficientes, eficaces y detallados.

En enero de 2008, la Comisión presentó su propuesta y estoy muy contento de que hoy —tan sólo once meses después y de hecho en un buen momento antes de la Navidad— dispongamos de una nueva ley de la UE que aporte amplias mejoras a la seguridad de los juguetes. Me gustaría dar mis más sinceras gracias a la ponente, la señora Thyssen, por su satisfactorio trabajo. También me gustaría dar las gracias a la señora McCarthy por la enorme dedicación que ha demostrado en las consultas con la Presidencia y la Comisión. Doy las gracias a la Presidencia francesa por su gran energía a la hora de hacer llegar este expediente hasta el Consejo.

La nueva Directiva de juguetes europea hace más seguros los juguetes en Europea. Está basada en la idea de que la seguridad de los juguetes en la responsabilidad conjunta de todas las partes involucradas, pero con distintos puntos de enfoque.

En primer lugar y ante todo, los operadores económicos, es decir, los fabricantes, importadores y comerciantes, están obligados. Sin embargo, al mismo tiempo, la propuesta contiene normas exhaustivas para las autoridades responsables de la supervisión, tanto en las fronteras exteriores de la UE como en los mercados de los Estados miembros. Naturalmente, la Directiva tampoco libera a los tutores de los niños. Ellos también tienen la responsabilidad de asegurarse de que los niños jueguen sin peligro.

Las nuevas normas para los requisitos de seguridad de los juguetes son estrictas. Se aplican en especial al empleo de sustancias químicas en los juguetes, aspecto sobre el cual la Directiva establece criterios completamente nuevos. La presente Directiva es la única ley en el mundo que contiene una prohibición específica de sustancias cancerígenas o sustancias que puedan afectar a la reproducción o causar cambios genéticos. Estas sustancias únicamente podrían utilizarse si se hubiera demostrado su seguridad de forma inequívoca por medio de métodos científicos.

La nueva Directiva establece asimismo los valores límite más bajos aplicados en todo el mundo para sustancias tóxicas como el plomo y el mercurio. Las fragancias alergénicas también están esencialmente prohibidas. En este sentido, la Directiva va aún más allá que las normas para los cosméticos.

Además del capítulo de los químicos, la Directiva también contiene una serie adicional de requisitos de seguridad más rigurosos para el diseño y la producción. Esto está relacionado en concreto con normas para evitar el riesgo de atragantamiento con partes pequeñas, un riesgo muy grave para los niños y que ahora se pondrá contrarrestar de forma más efectiva. Por primera vez también hemos incluido en la Directiva normas sobre los productos comestibles que vienen en los juguetes.

En el futuro, los fabricantes de juguetes tendrán una mayor responsabilidad en relación con la evaluación de conformidad. Tendrán que llevar a cabo una evaluación exhaustiva de cualquier tipo de riesgo que pueda entrañar un juguete, independientemente del sitio en el que se produzca. Este análisis debe estar minuciosamente documentado y debe estar disponible a petición de las autoridades de supervisión del mercado. Las obligaciones de los importadores del juguete se han vuelto más rigurosas. Esto es especialmente importante, porque un gran porcentaje de juguetes se importan a la Unión Europea. Los importadores deben comprobar que los productores hayan realizado la evaluación de conformidad correctamente y si fuera pertinente, llevar a cabo ensayos aleatorios por sí mismos. En esta Directiva se establece un ensayo obligatorio realizado por un organismo independiente únicamente en los casos en que no existan criterios europeos armonizados. Hemos debatido la certificación independiente con detalle, sopesando los pros y los contras.

No es factible probar todos los juguetes que se encuentran en el mercado en Europa. Realizar ensayos aleatorios desde luego es posible, pero caro. La Comisión es de la opinión de que la evaluación de los juguetes a través de un organismo de certificación privado incurriría en costes que no estarían justificados por el nivel de seguridad adquirido. Eso se aplica en concreto a las pequeñas y medianas empresas. Cuando se revise la aplicación de la Directiva, la Comisión prestará una especial atención a las normas de evaluación de conformidad. En este aspecto, valorará las experiencias de los Estados miembros en relación con la vigilancia del mercado y presentará el informe al Parlamento. También le dará una correspondiente declaración al Consejo para sus registros.

Además de aumentar las obligaciones para los operadores económicos, la Directiva también contiene normas muy detalladas acerca de cómo han de llevar a cabo los Estados miembros la vigilancia del mercado de conformidad con el paquete de mercado interior de julio de este año. Esto implica tanto los controles de aduanas pertinentes en las fronteras exteriores como las inspecciones dentro de los Estados miembros. El funcionamiento eficaz de la vigilancia del mercado es un elemento muy importante en la Directiva. El concepto general de seguridad del juguete europeo solo se hará realidad si se controlan adecuadamente los rigurosos requisitos de diseño y producción por parte de organismos públicos independientes.

El presente texto constituye un ejemplo de cómo las instituciones europeas son capaces de lograr a corto plazo que despegue una buena legislación europea, exhaustiva y globalmente única. Considero que, con esta Directiva, hemos creado una buena base para conseguir juguetes seguros en Europa.

 
  
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  Anne Ferreira, ponente de opinión de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. – (FR) Señor Presidente, Comisario, Ministro, son dos los elementos cruciales que han llevado al Parlamento Europeo a revisar su legislación en materia de seguridad de los juguetes: la importante cantidad de juguetes que ha presentado problemas de seguridad y que fueron llamados a revisión hace un año y los estudios que demuestran el impacto de sustancias químicas sobre la salud de los niños.

Por desgracia, la legislación que se nos pide aprobar hoy no se ajusta a los asuntos que están en juego y yo no comparto el entusiasmo de los anteriores oradores.

De hecho, lamento que hayamos renunciado a ser más exigentes en varios puntos y, sobre todo, en cuanto a la presencia de sustancias químicas y fragancias alergénicas. Repito: los niños se hallan entre la población más vulnerable de la sociedad y sus organismos de rápido desarrollo son frágiles.

Los distintos criterios sobre sustancias químicas no toman esto en cuenta. ¿Por qué se han prohibido solo parcialmente las sustancias CMR? ¿Por qué no se han prohibido los perturbadores endocrinos? ¿Por qué se han aceptado tantas derogaciones?

También lamento la reintroducción de los metales pesados. No entiendo cómo se pueden prohibir el cadmio y el plomo en determinados productos y se permite en juguetes, cuando sabemos cómo los usan los niños.

Mi segundo punto tiene que ver con el control del mercado. El principio de precaución tal y como se ha introducido en la Directiva se aplica a los Estados miembros, pero ¿cuál es el verdadero alcance para los fabricantes?

Otro problema adicional es que la información dirigida a los consumidores deba estar en un idioma o idiomas que puedan entender con facilidad, pero desconocemos si podrán recibir información en su lengua materna o en el idioma de su país. ¿Por qué seguir siendo tan imprecisos en lo que respecta a las medidas públicas de retirada o revisión de los productos con disposiciones que no son realmente adecuadas para situaciones de urgencia? ¿Por qué rechazar la idea de un organismo independiente que certifique a los fabricantes?

La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria votó a favor de las enmiendas que tienen más en cuenta la salud y seguridad de los niños. Lamento que no haya recibido más apoyo.

 
  
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  David Hammerstein, ponente de opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. − Es cierto que se han dado unos pasos hacia la seguridad de los juguetes. Sin embargo, consideramos que estos pasos podían haber sido mucho más grandes. No entendemos cómo sustancias como el plomo, el mercurio o el cadmio pueden seguir dentro de los juguetes. Hemos perdido una oportunidad para prohibir esas sustancias, que van a seguir acumulándose en los pequeños cuerpos de las niñas y de los niños de Europa, con los muchos problemas de salud que causan.

Al mismo tiempo, quisiéramos señalar otro problema con esta Directiva, que no establece valores límite en decibelios para el ruido de los juguetes. El ruido es una contaminación importante que afecta a los niños y a los mayores, y muchos juguetes hacen demasiado ruido.

Pido a la Comisión que se pronuncie sobre esta cuestión —al Consejo también— y que asuma el compromiso de presentar cuanto antes al Parlamento unos valores límite para el ruido, que también afecta a los cuerpos de nuestras niñas y de nuestros niños.

 
  
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  Andreas Schwab, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (DE) Señor Presidente, señora Presidenta en ejercicio del Consejo, Comisario Verheugen, Señorías, antes de nada, me gustaría dar unas enormes y sinceras gracias a nuestra ponente del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y de los Demócratas Europeos, la señora Thyssen. Durante los últimos meses se ha dedicado con enorme energía a un expediente sumamente difícil y también políticamente polémico y ha defendido con gran éxito la posición del Parlamento Europeo en las negociaciones con la Comisión y el Consejo

Comisario Vergheugen, solamente podemos subrayar lo que usted acaba de describir como la esencia de la Directiva de juguetes —al igual que los comentarios de la señora Thyssen—. Como resultado de la nueva Directiva de juguetes, los juguetes en la Unión Europea serán más seguros. Sin embargo, ninguna directiva podrá nunca llegar a ser tan segura como para excluir cualquier posibilidad de abuso. Debemos percatarnos de que los juguetes representan tan solo el 14 % de los objetos con los que los niños juegan hoy en día, el 86 % restante consiste en cosas que los niños emplean de la misma forma, pero que no están cubiertas por las disposiciones de la Directiva de juguetes. Por esta razón, debemos advertir contra un falso sentido de seguridad y considerar muy cuidadosamente si, por ejemplo, los juguetes deberían dejar de contener pilas en un futuro, o si, en última instancia, realmente sirve al propósito educativo de los juguetes tener solo artículos que cumplan requisitos concretos. No hay dudas. La seguridad de los juguetes es también de capital importancia para el Grupo del PPE-DE.

Como ya se han mencionado varios puntos, me gustaría responder a uno de ellos en particular. Existen una serie de Estados miembros en la Unión Europea en los que los libros proporcionan una considerable contribución a la educación de los niños. Estos libros, especialmente los libros para niños pequeños, se enfrentarán a enormes dificultades si esta Directiva entra en vigor en su forma actual; no como resultado de la propia Directiva, sino por los criterios técnicos sobre los que se basa la Directiva. Por esta razón, Comisario, le estaría agradecido si usted pudiera pedirle al CEN o a la industria en cuestión, tan pronto como sea posible, que busque maneras de formular las normas para los diversos ensayos a realizar sobre los libros para niños y la resistencia del cartón de estos libros, de modo que las existencias de libros para niños puedan conservarse también en el futuro.

Me gustaría dar las gracias al ponente y espero con impaciencia los próximos debates.

 
  
  

PRESIDE: Gérard  ONESTA
Vicepresidente

 
  
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  Anna Hedh, en nombre del Grupo del PSE.(SV) Me gustaría dar las gracias a la señora Thyssen, a mis colegas, al Consejo y a la Comisión por su cooperación, sumamente constructiva. Tal y como la señora Thyssen y otros han señalado en esta Cámara, hemos mejorado la Directiva en una serie de aspectos. Para nosotros, los socialdemócratas, el objetivo primordial era un nivel de seguridad elevado a conciencia. Nos hubiera gustado, desde luego, haber llegado más lejos en algunas áreas pero considero que el compromiso ha dado como resultado un texto constructivo en su mayor parte.

Nuestro grupo quería una certificación independiente para algunos juguetes, pero no recibimos ningún respaldo en este sentido, ni por parte de otros grupos de partido ni en comisión ni por parte del Consejo ni la Comisión. Naturalmente esto nos decepciona, pero como nos parece que la nueva Directiva, por lo demás, representa una mejora de la actual, la apoyaremos en el plenario. Estoy especialmente contento por el hecho de que vamos a disponer de normas más estrictas para el empleo de agentes carcinógenos, mutágenos y sustancias consideradas tóxicas para la reproducción, algo sobre lo que el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo no estaba preparado a comprometerse.

Comparada con la propuesta del Consejo, ahora disponemos de una mucha mejor base para el análisis y hemos eliminado excepciones al principio de sustitución, lo que dará como resultado un empleo limitado de estas sustancias. En lo que concierne a los metales pesados más peligrosos, hemos reducido a la mitad los límites de migración y hemos prohibido su utilización en cualquiera de las partes con las que puedan entrar en contacto los niños.

El principio de precaución/cautela también ha constituido una de las mejoras más significativas. Este principio se ha expuesto en el artículo, lo que significa que las autoridades responsables de la supervisión del mercado ahora pueden referirse a él si hubiera razón para creer que un juguete es peligroso pero no existen pruebas científicas de ello.

Hemos elaborado una mejor definición de cómo los juguetes deberían diseñarse para no causar asfixia. La asfixia constituye una de las causas más comunes de la muerte producida por juguetes y consideramos que el hecho de que la nueva Directiva exija que los juguetes no perjudiquen la audición representa un enorme progreso .La Comisión ha prometido elaborar un nuevo criterio y espero que mantenga su palabra. Queríamos ver una reglamentación más rigurosa sobre fragancias alergénicas en la que se prohibieran todos los alergénicos excepto en casos muy específicos. No obstante, el Parlamento ha restringido bastante más su empleo que la propuesta de la Comisión y esperamos que la lista se mantenga actualizada si se empiezan a utilizar otras fragancias alergénicas en los juguetes.

También acogemos favorablemente el hecho de que se hayan aclarado las normas para las advertencias y que se establezca que más clases de juguetes lleven la etiqueta de advertencia en el propio juguete, pues de lo contrario es fácil que la advertencia se olvide una vez se haya tirado el embalaje. Las advertencias, que son importantes a la hora de decidir si comprar o no el juguete, también deben de ser visibles para el consumidor independientemente de si el juguete se ha comprado en una tienda o por Internet.

Espero que después de la votación de esta semana podamos dejar las cosas atadas y podamos tener la certeza de que haya juguetes más seguros bajo el árbol de Navidad en el futuro. Gracias.

 
  
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  Karin Riis-Jørgensen, en nombre del Grupo ALDE. (DA) Señor Presidente, en primer lugar me gustaría dar las gracias a nuestra ponente por la Directiva de juguetes, la señora Thyssen. Ha realizado usted un gran trabajo, eficiente, profesional y eficaz. También me gustaría dar las gracias al Consejo y a nuestra chica de la Presidencia francesa: ¡bien hecho! También dirijo mis agradecimientos a la Comisión por su flexibilidad a la hora de encontrar rápidamente un terreno de interés común para el texto que tenemos hoy ante nosotros.

Todo el proceso de preparación de la Directiva de juguetes ha sido instructivo, tanto para mí como también para mis colegas presentes esta noche aquí. A pesar de estar en una postura a favor de prohibir todas las sustancias químicas y todas las fragancias, seguramente todos hemos aprendido que nada es blanco o negro. Cada vez soy más consciente de lo que es posible y de lo que, al contrario, hace imposible la producción de juguetes. Por tanto, mi punto de partida para el trabajo realizado en esta Directiva fue que deberíamos ser estrictos al tiempo que justos, naturalmente. Considero que la propuesta que tenemos ante nosotros es sumamente razonable. Contiene importantes mejoras de las actuales normas para juguetes, aunque esas normas se remontan a 1988. Opino que hemos alcanzado compromisos con el Consejo y con la Comisión, lo que significa que podemos estar satisfechos y lo que es más importante, que los niños pueden seguir jugando y los fabricantes pueden seguir haciendo juguetes, solo que más juguetes más seguros.

De entre las importantes mejoras contenidas en la nueva propuesta me gustaría destacar el hecho de que ahora disponemos de normas claras para el empleo de sustancias químicas y fragancias. Es importante que hayamos puntualizado qué sustancias pueden emplearse, ya que podrían crear trastornos endocrinos, carcinógenos o alergénicos. Sin embargo, no debemos prohibir todas las sustancias si no es necesario desde el punto de vista de la salud, ya que al hacerlo impediríamos la producción de bicicletas para niños, por ejemplo. Sí, ¡escuchan ustedes bien! Si prohibiéramos todas las sustancias químicas ya no podríamos ponerles llantas a las bicicletas de los niños, y seguramente no queremos eso, a pesar de todo. Así pues, repito: debemos ser estrictos, pero justos.

También me gustaría hacer mención de nuestras negociaciones a tres bandas, por medio de las cuales fuimos incapaces de llegar a un acuerdo sobre la base jurídica con respecto al ruido, los libros y la certificación independiente. Por consiguiente, espero de verdad, Comisario, que se lleven a cabo las clarísimas declaraciones de la Comisión en lo que respecta a estos tres asuntos, y nosotros desde el Parlamento así lo comprobaremos. Espero que consigamos una amplia mayoría en la Cámara el jueves, realmente lo espero.

 
  
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  Heide Rühle, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, yo también querría dar las gracias al ponente y a mis colegas. Sin embargo, como grupo lamentamos que tuviéramos que realizar este trabajo sometidos a una enorme presión en cuanto al plazo. En especial, lamentamos el hecho de que no hubiera una adecuada primera lectura en el Parlamento en la que las otras comisiones que han colaborado en la Directiva, como la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria o la Comisión de Industria, Investigación y Energía, hubieran tenido también la oportunidad de intervenir. En estas condiciones, han quedado prácticamente excluidos de la decisión. Considero que esto representa un déficit democrático que debe abordar este Parlamento. Necesitamos pautas más claras que las que tenemos en la actualidad en lo que respecta al acuerdo en primera lectura.

Cuando miro las cosas positivas que hemos logrado he de decir que en general hemos conseguido una mejora considerable. Hemos mejorado nuevamente el informe de la Comisión y los resultados que buscábamos en la primera lectura son buenos en muchos de los casos. No obstante, también por este motivo, se podría haber llevado a cabo un procedimiento apropiado.

Existen déficit en tres ámbitos en particular y me gustaría explicarlos. El primer déficit reside en el asunto de la certificación por parte de una autoridad certificadora independiente. Hubiéramos estado perfectamente dispuestos a comprometernos más en este aspecto, por ejemplo, para requerir a las empresas que hayan sido denunciadas en varias ocasiones en RAPEX que se sometan a una certificación especial. En este sentido, hubiéramos estado preparados para investigar más, considerar más cosas y comprometernos a ellas, pero no se ha producido ningún debate con la Comisión y el Consejo. Considero que esto es sumamente lamentable ya que creo que, si hubiésemos conseguido esta certificación independiente, la seguridad de los juguetes se habría beneficiado de ello, al menos la de algunos juguetes.

Otro problema —que el señor Schwab ya ha planteado— reside en que en otras áreas, en contraste, estamos siendo demasiado cautelosos. No tengo noticia de ningún caso en el que un niño se haya ahogado o sufrido algún otro tipo de daño como resultado de un libro ilustrado hecho de cartón. Por tanto, no puedo entender por qué se consideran juguetes los libros ilustrados de cartón y por qué existen procedimientos especiales para ellos en el CEN. Es incomprensible. Hubiera sido bueno que hubiéramos decidido excluir los libros ilustrados de cartón de la presente Directiva, algo que, por cierto, toda la comisión estaba a favor de hacer. Esa hubiera sido la decisión correcta.

Creo que, como consecuencia de la presión del límite de tiempo, en el ámbito de las sustancias CMR que incluye las sustancias carcinógenas la formulación no queda suficientemente clara en algunos puntos. En este caso, también, presentaremos una enmienda para dejar claro una vez más qué dirección debemos tomar.

Me reitero: podríamos haber realizado un mejor trabajo si hubiéramos dispuesto de más tiempo y si hubieran podido participar las otras comisiones.

 
  
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  Seán Ó Neachtain, en nombre del Grupo UEN. – (GA) Señor Presidente, las Navidades son la época de más trabajo para el comercio de los juguetes y para sus fabricantes. Es extraño que sean nuestros niños, los miembros más vulnerables de nuestra comunidad, los que a menudo corran riesgos a causa de productos que no cumplen las normas. Estos productos vienen de muy lejos y con frecuencia desconocemos cómo se fabricaron y qué contienen.

Durante los últimos cinco años se devolvieron alrededor de 22 millones de juguetes en todo el mundo. En mi propio país, Irlanda, durante ese periodo fueron devueltos 120 000 juguetes.

El hecho de que los juguetes que se están vendiendo en Irlanda vengan de muy lejos y de que no exista una seguridad en cuanto a su calidad constituye una fuente de preocupación. Se debe detener esta situación. Esta Directiva representa una mejora pero se trata solo del comienzo. Debemos seguir adelante y garantizar que estos productos sean seguros.

 
  
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  Eva-Britt Svensson, en nombre del Grupo GUE/NGL.(SV) Una y otra vez oímos que se han retirado productos porque son peligrosos para nuestros niños. Para averiguar cuál es la situación en el mercado de juguetes sueco, mi colega del partido de izquierdas sueco y yo compramos diecisiete juguetes diferentes al azar en Estocolmo y luego pedimos a un laboratorio que los sometiera a ensayos. Uno de ellos contenía cantidades ilegales de plomo y otros cinco juguetes contenían retardadores de llama bromados. Esto es, por supuesto, totalmente inaceptable. Demuestra no sólo que es preciso mejorar la legislación sino que también hay que mejorar los sistemas de control. Los nuevos juguetes deberían someterse a ensayos obligatorios independientes.

Los niños, como sabemos, son imaginativos e ingeniosos, y no utilizan los juguetes solamente como el fabricante ha previsto. Es difícil, si no imposible, predecir cómo los niños van a utilizar un juguete concreto. Por tanto, la legislación también se debe aplicar a los juguetes rotos, ya que entonces se liberan muchas sustancias peligrosas. La seguridad y la protección de los niños no son negociables. El compromiso no es la opción. Acojo positivamente esta Directiva, pero al Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica le hubiera gustado haber ido más allá, en concreto, introduciendo una completa prohibición de las sustancias que provocan alergias, carcinógenos, mutágenos y sustancias tóxicas para la reproducción. La seguridad de los niños es más importante que las ganancias económicas a corto plazo. Gracias.

 
  
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  Hélène Goudin, en nombre del Grupo IND/DEM.(SV) Para mí y para muchos otros aquí esta noche, resulta evidente que los juguetes deberían ser seguros, ya que los niños no pueden leer los textos de advertencia por sí solos o valorar los riesgos que puedan surgir. Los productos no deberían tampoco contener productos químicos que fueran perjudiciales para la salud. La Lista de Junio es por tanto, de la opinión de que la actualización de la actual legislación es algo favorable pero al mismo tiempo me gustaría prevenir contra un proteccionismo mal disimulado. Debe ser posible que los juguetes que cumplan los requisitos de seguridad sean comprados e importados en la UE, independientemente de si se han fabricado en la UE o en Asia. Gracias.

 
  
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  Zita Pleštinská (PPE-DE). – (SK) Señorías, este debate se está produciendo en época prenavideña, cuando los juguetes ocupan un lugar destacado entre los regalos de fiestas.

Tanto los padres como los educadores necesitan asegurarse de que los juguetes de venta en el mercado europeo cumplen estrictos requisitos de seguridad, y que los niños, los consumidores más indefensos, deben ser los mejor protegidos. Los problemas del mayor fabricante de juguetes, MATTEL, han logrado centrar la atención pública sobre la importancia de la agenda de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. Ha pasado más de un año desde que el Parlamento Europeo adoptó una declaración sobre la seguridad de productos, especialmente juguetes, que inició el trabajo realizado en el paquete sobre seguridad de productos que se aprobó en marzo de 2008.

Estoy agradecida de que la ponente haya respetado el compromiso alcanzado en este paquete en cuanto a la introducción de productos en el mercado, en el que colaboré como uno de los ponentes del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y de los Demócratas Europeos. La Directiva refleja los avances científicos de los últimos veinte años y prohíbe el empleo de materiales peligrosos en los juguetes. Los fabricantes también deberán identificar con claridad los alérgenos que pudieran ser perjudiciales para los niños menores de tres años. Tendrán que colocar etiquetas a los juguetes de forma visible y apropiada y en un idioma que el consumidor pueda entender. La Directiva contiene normas sobre la colocación del distintivo CE, lo que representa, en el más amplio sentido de la palabra, una visible resultado de todo el proceso de incorporación de las evaluaciones de conformidad.

Al colocar el distintivo CE en un juguete, el fabricante está declarando que se trata de un producto que cumple todos los requisitos válidos y que asume toda la responsabilidad por ello. La misma responsabilidad se aplica también en toda la cadena de suministro, en la que las autoridades responsables de la supervisión del mercado realizarán comprobaciones de calidad y garantizarán que los productos en venta respetan por completo los elevados requisitos de seguridad.

Me gustaría destacar la labor de la señora Thyssen, quien ha logrado garantizar un acuerdo en primera lectura. Creo firmemente que el compromiso que hemos alcanzado garantizará niveles aún más altos de seguridad para los juguetes y al mismo tiempo tampoco se restringirán las actividades de los que principalmente son pequeños y medianos fabricantes de juguetes.

 
  
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  Evelyne Gebhardt (PSE).(DE) Señor Presidente, ¿sustancias químicas carcinógenas en los sonajeros de los niños? ¿Plomo en los coches de juguete? ¿Peluches que causan alergias? Los padres tienen algún que otro motivo de preocupación en lo que respecta a la seguridad de los juguetes de sus hijos.

Era fundamental, por consiguiente, que se sustituyera la anterior directiva, que tenía más de veinte años, por una ley actualizada que reflejara los descubrimientos más recientes. Era necesario por la salud y la seguridad de nuestros niños. Hemos conseguido avanzar un poco y estoy contenta con ello, ya que hemos conseguido una mayor protección. Así hay más normas estrictas para sustancias que podrían ser carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción. Se indica a los padres cuáles son las circunstancias en las que un juguete podría ser peligroso mediante advertencias claramente visibles y redactadas sin ambigüedades. Además, hemos tenido éxito en el reto de prohibir el empleo de muchas fragancias responsables de la propagación de alergias en los juguetes. Todas estas historias constituyen éxitos que nosotros, como Parlamento Europeo hemos logrado conseguir junto con otras instituciones: el Consejo y la Comisión.

Sin embargo, aún queda algo en el tintero: queríamos que la certificación de los juguetes la realizaran institutos certificadores independientes, de manera que nosotros pudiéramos estar también auténticamente seguros. No basta con que el juguete permanezca en la tienda y de vez en cuando le hagan ensayos allí al azar. No, sería necesario actuar de un modo mucho más consistente en este aspecto. De hecho, tendríamos que hacer lo que hacemos con los coches. Nosotros no nos expedimos un certificado a nosotros mismos indicando que nuestro coche está en condiciones de circular. Necesitamos una ITV para juguetes, y eso debe resultar tan evidente como la que tenemos para los coches.

La Comisión europea no lo quería, el Consejo de Ministros no lo querían, la mayoría de conservadores y liberales no lo querían. Encuentro sumamente lamentable que hasta ahora no hayamos tenido éxito a la hora de implementar esto, pero existe una enmienda propuesta para votación el jueves. Quizá, después de todo, aún podamos conseguir algo aquí.

 
  
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  Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) En septiembre del año pasado, ya previne a través de YouTube y otros medios en contra de la creciente incidencia de juguetes peligrosos y prometí que adoptaríamos medidas aquí para garantizar que el mercado fuera un lugar más seguro cuando llegara Navidad. Muchos periodistas ridiculizaron esto, pero otros comprendieron la cuestión. Se lanzó una ola de inspecciones de tal magnitud que para Navidad millones de juguetes peligrosos se habían retirado del mercado. Incluso antes de Navidad. Aprecio la rapidez con que ha respondido a nuestra petición la Comisión Europea y que haya presentado una nueva directiva más rigurosa. También aprecio enormemente la eficiente labor de la señora Thyssen. Sin olvidar mencionar, desde luego, la flexibilidad de la Presidencia francesa.

La Directiva responde a nuevos avances en materiales elaborados por el hombre y también obedece a descubrimientos realizados en relación con el daño físico ocasionado en los niños, etc. Por tanto, es más estricta con los fabricantes al mismo tiempo que coloca un relevo de mayor responsabilidad en los organismos de supervisión. Considero muy importante que la Directiva también aumente o más bien transfiera responsabilidad jurídica a los importadores. Después de todo, el problema principal no está relacionado con los productores europeos sino con las importaciones. El 80 % de los casos afectan a juguetes de China. También creo firmemente que para el próximo año, es decir, incluso antes de que la Directiva entre en vigor, los importadores empezarán a seleccionar con mucho cuidado las fábricas —chinas o de otros lugares— desde las que importan juguetes para Europa. Y seleccionarán únicamente a aquellos productores que cumplan los estándares europeos. Ojalá se pudiera conseguir lo mismo también con otros productos.

Esta tarde tuve otra reunión con fabricantes de juguetes de la República Checa y debo decirles que han acogido muy positivamente esta Directiva y la armonización de estándares. Naturalmente, les gustaría que aumentáramos la responsabilidad jurídica de los organismos de control autorizados, porque a veces, a pesar de haber pagado por los ensayos, los inspectores más pronto o más tarde identifican defectos específicos. Para los pequeños productores, estos costes bastante considerables pueden suponer una pérdida enorme de dinero.

También me gustaría llamar su atención sobre cómo se puede sortear la Directiva, no sólo la ya existente sino probablemente también la nueva que estamos a punto de aprobar esta semana. Aunque efectivamente no será posible declarar que «esto no es un juguete» en productos que parecen juguetes, desgraciadamente los fabricantes etiquetarán sus juguetes como «adornos». Esta Directiva constituye, por consiguiente, solo un primer paso y aún queda mucho trabajo por hacer.

 
  
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  Arlene McCarthy (PSE). - Señor Presidente, resulta claro que, después de las alarmas por la seguridad de los juguetes y las retiradas del año pasado durante el periodo previo a las navidades, nuestra ley sobre seguridad de juguetes, cuyo borrador se redactó en 1988, no puede hacer frente a los nuevos riesgos y amenazas a la seguridad de los niños. Veinte años después, el 80 % de los juguetes en la UE y el 95 % en mi propio país son importados desde terceros países, predominantemente desde China. Veinte años después, el diseño de los juguetes ha cambiado, con juguetes que contienen potentes imanes y más componentes electrónicos, que emplean rayos láser y emiten más ruido. Por ese motivo las alarmas en la seguridad de los juguetes y las retiradas del año pasado supusieron una llamada de atención para que Europa revise, actualice y refuerce radicalmente los criterios de nuestra ley de seguridad de juguetes.

Nuestra nueva ley hará más por garantizar a los padres que los juguetes que se comercializan en nuestras estanterías son más seguros: no seguros, sino más seguros. Los importadores, no tan sólo los fabricantes, ser responsabilizarán de garantizar que los juguetes que traen a Europa cumplen nuestros rigurosos nuevos estándares. El hecho es que se prohíbe a los fabricantes utilizar en los juguetes sustancias perjudiciales como el plomo, las CMR y las fragancias que puedan provocar o desencadenar alergias en los niños.

Hemos endurecido las normas en lo concerniente a los riesgos de ahogamiento y asfixia. Hemos introducido advertencias claras y más efectivas en los juguetes. Aún así, la ley funcionará únicamente si se hace cumplir y por eso es bueno que en esta ley concedamos más poder a los veintisiete organismos responsables de la aplicación de los Estados miembros, para que exijan toda la información necesaria que precisen sobre cualquier operador de la cadena de suministro y, si fuera necesario, para llevar a cabo incursiones en los establecimientos. Además, todos los organismos de aplicación de la UE están legalmente obligados a cooperar y compartir información para hacer frente al riesgo de los juguetes no seguros.

Mis felicitaciones, por tanto, a la señora Thyssen. Gracias a la buena cooperación con la Comisión y la Presidencia francesa hemos logrado tres cosas. Hemos cumplido el plazo establecido en la resolución del PE del año pasado de votar una nueva ley sobre seguridad de juguetes antes de la Navidad de 2008. Creo que si hubiéramos esperado más la legislación no sería mucho mejor. Podemos proporcionar a los padres la confianza de que los juguetes a la venta en la UE serán más seguros en el futuro, y también estamos enviando un importante mensaje a los fabricantes, propietarios de marcas e importadores: que deben cumplir nuestros elevados estándares de seguridad o no habrá sitio para sus productos en nuestras estanterías.

Al votar a favor de esta ley, manifestamos claramente que no estamos preparados para tolerar juguetes tóxicos ni peligrosos en Europa.

 
  
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  Emmanouil Angelakas (PPE-DE). - (EL) Señor Presidente, Comisario, me gustaría, antes de nada, felicitar a la ponente por su excepcional labor en un asunto tan difícil y sensible como la seguridad de los juguetes. La señora Thyssen ha trabajado de manera muy metódica en los debates con el Consejo y la Presidencia francesa y en nuestra Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. Ha aceptado numerosos compromisos con el fin de obtener un texto final que promoviera la seguridad de los juguetes, al mismo tiempo que equilibrara la balanza entre la protección del consumidor y la viabilidad de los fabricantes de juguetes. Durante veinte años la Directiva de 1988 ha cumplido con las expectativas y ha garantizado un elevado grado de seguridad en los juguetes, pero necesita urgentemente una revisión y actualización, puesto que ahora existen nuevos tipos de artículos, nuevos materiales en el mercado y fábricas establecidas en países fuera de la Unión Europea.

El objetivo fundamental era proporcionar la mejor protección posible para los niños, ofrecer mejores garantías a los padres de que los juguetes que compran a sus hijos cumplen los elevados estándares de seguridad y establecer sanciones más estrictas para los fabricantes que no cumplieran las exigencias en cuestión. Considero que hemos realizado progresos en varias cuestiones, tales como la prohibición de las sustancias químicas carcinógenas empleadas en los juguetes, lo que constituye un importante motivo de preocupación en lo que respecta a la salud de los niños, una reducción gradual de los metales pesados empleados en la fabricación de los juguetes, como el cadmio y el plomo, una reducción en la lista de sustancias aromáticas y alergénicas, distintos etiquetados para los juguetes contenidos en alimentos y requisitos de seguridad más estrictos para todos los fabricantes de juguetes.

Para concluir, me gustaría señalar que la responsabilidad adquiere muchas formas en el sector de la seguridad de los juguetes, y por ese motivo los importadores y distribuidores deberían garantizar que se cumplan las especificaciones. Creo que todas las partes interesadas, especialmente las asociaciones de consumidores, harán uso de los mecanismos de control a su disposición para vigilar estrechamente la aplicación de la nueva Directiva. Estamos dando un gran paso hacia adelante hoy y estoy segura de que le seguirán otros en el futuro.

 
  
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  Christel Schaldemose (PSE). - (DA) Señor Presidente, en su forma actual, la propuesta sobre los juguetes implicará, en un periodo de dos a cuatro años, que los niños europeos podrán jugar con juguetes mucho más seguros que los actuales. Eso es algo bueno, pero se trata también de una necesidad y por tanto, apoyo absolutamente la propuesta. Es necesario y positivo que hayamos mejorado la seguridad en comparación con los niveles actuales. Dicho esto, también considero que, en realidad, estamos perdiendo una oportunidad de, no sólo hacer las cosas bien, sino de hacer las cosas realmente para nuestros niños. Muchos han mencionado ya los problemas con la propuesta, así que me concentraré únicamente en un punto, el de las fragancias.

Los perfumes y las fragancias constituyen, en mi opinión, un problema. Soy muy consciente de que el trabajo realizado ha dado como resultado que ampliemos la lista de fragancias prohibidas, pero no pienso que sea suficiente con ampliar la lista. Creo que deberíamos instaurar una prohibición rotunda. Si uno es alérgico a las nueces, puede evitar comer nueces. Si se es alérgico al níquel, uno puede evitar utilizar productos que contengan níquel, pero si uno se vuelve alérgico a los perfumes o a las fragancias, estar en lugares públicos ya se convierte en un problema, porque no puedes impedir que otras personas los usen. Por consiguiente, considero que deberíamos haber sido más estrictos en esto y haber impuesto una prohibición rotunda sobre las fragancias en consideración a nuestros niños. Las fragancias no aportan nada al niño o al juguete. Para aprender cómo huelen las flores o las frutas es mejor comprar el artículo natural.

Una vez dicho esto, la propuesta representa, desde luego, una notable mejora en la situación actual y es muy bueno que también hayamos hecho más estrictas las normas relativas a la supervisión del mercado y la responsabilidad de los Estados miembros. Así pues, creo que la señal que enviamos hoy a los Estados miembros es muy clara. Nunca se puede recalcar lo bastante que son ellos los responsables y que deben controlar el mercado mejor de lo que lo están haciendo ahora. Debemos insistir en que empleen más dinero y recursos con el fin de garantizar que el mercado esté controlado, lo que permitirá también que las nuevas normas más estrictas funcionen plenamente.

 
  
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  Colm Burke (PPE-DE). - Señor Presidente, acojo positivamente el resultado de las negociaciones a tres bandas y considero que el texto que vamos a votar constituye un resultado equilibrado y positivo para todos.

La seguridad de los juguetes tiene suma importancia ahora y en todas las épocas del año, ya que la salud de nuestros niños está en juego. Aplaudo el rigor de las nuevas medidas en la actual propuesta, tales como la prohibición de las CMR y las fragancias alergénicas.

También valoro positivamente la naturaleza equilibrada de la propuesta. Existen más de 2 000 fabricantes de juguetes en la UE. La enorme mayoría pone sumo cuidado en que el producto que pone en el mercado sea seguro. No deberían verse afectados por los bajos estándares que adopta una minoría y por los bajos estándares que aplican algunos importadores y distribuidores.

Las recientes historias de alarmas en la seguridad de juguetes nos han enseñado no a reaccionar de forma desproporcionada y prohibir algunos juguetes totalmente, sino más bien a garantizar que aumentamos la aplicación de nuestras reglas ya en vigor. Creo que este texto representa este equilibrio y, por tanto, me gustaría elogiar a mi colega, la señora Thyssen y a todos los que han trabajado para conseguir que esta sea una Directiva de éxito.

 
  
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  Hiltrud Breyer (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, los juguetes tóxicos no tienen cabida en las manos de los niños y ninguno de nosotros desea ponerlos bajo el árbol de Navidad. Sin embargo, la Comisión no ha hecho más que dar un comienzo poco entusiasta en relación con la Directiva de juguetes de la UE, y desafortunadamente no se ha visto mejorada con este compromiso.

No se trata de engañarnos en lo que concierne a la seguridad de sustancias químicas peligrosas, pues aún quedan enormes lagunas en este compromiso, en primer lugar porque no hay una prohibición clara de los metales pesados tóxicos. Es inexplicable por qué todavía están permitidos el cadmio y el plomo en los juguetes de los niños. Lo mismo vale para el cromo, mercurio y el cinc orgánico. No tienen cabida en las manos de los niños, ni siquiera en las cantidades más minúsculas. Así que, señor Verheugen, ha enmascarado usted la realidad cuando durante la última retirada de productos usted afirmaba que el plomo está prohibido en los juguetes de los niños.

El compromiso permite valores límite adicionales para sustancias de alto riesgo, aunque estos límites suponen solamente la mitad de lo que pretendía la Comisión. Únicamente se generará seguridad mediante una prohibición clara. Desgraciadamente, la UE ha eludido su responsabilidad en esta clara protección de los niños.

Lo mismo se aplica a las fragancias alergénicas. En este caso, no hemos llegado a prohibir todas las fragancias alergénicas como propusimos en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. Los límites para el ruido también son decepcionantes, ya que no se ha llegado a acordar ningún objetivo claro en cuanto a esto.

 
  
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  Jacques Toubon (PPE-DE). (FR) Señor Presidente, Señorías, me gustaría simplemente resaltar en esta cuestión cómo las instituciones comunitarias son capaces de reaccionar para resolver de modo efectivo los problemas de nuestros conciudadanos.

Fue en el verano de 2007 cuando ocurrieron una serie de escándalos. El Parlamento pidió que se adoptaran medidas. La Comisión hizo una serie de esfuerzos y hoy estamos en posición de adoptar la presente Directiva sobre seguridad de juguetes, que marca un considerable paso adelante.

Naturalmente, se lo debemos ante todo —y se debería hacer hincapié en ello— a nuestra ponente y al trabajo que ha realizado para reconciliar lo que al principio eran posiciones opuestas. Hoy tenemos un texto equilibrado y efectivo que, por ejemplo, hará posible —y la Comisión se acaba de comprometer a esto— reexaminar el criterio que se aplica a los libros para niños y que trata de forma muy equilibrada sobre las fragancias presentes en una serie de juguetes.

Éste es el ejemplo perfecto de legislación europea para los europeos y debe decirse que esta Cámara ha desempeñado un papel crucial en ello.

 
  
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  Günter Verheugen, Vicepresidente de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, Señorías, me gustaría repasar algunos de los problemas que han sido relevantes en este debate.

En primer lugar, en el tema de las sustancias químicas, las normas establecidas aquí no se pueden hacer más estrictas de lo que ya lo son. No es posible prohibir por completo las sustancias químicas, porque existen en cantidades ínfimas en la naturaleza. Señora Breyer, no puedo impedir que ignore las reglas de la naturaleza, pero lo que ha hecho es de un alarmismo irresponsable. Debo dejar eso muy claro. Está dando la impresión de que los legisladores europeos están dando a los niños juguetes envenenados, cuando la situación es precisamente la contraria. Rechazo enérgicamente la insinuación que se esconde tras sus palabras.

Lo que hemos hecho aquí no se ha hecho nunca antes. Normalmente, la norma, en este Parlamento como en todas partes, es que se prohíbe una sustancia si se ha demostrado que es perjudicial. En este caso sucede al contrario, quedan prohibidas las sustancias y después se autorizan sólo si se puede demostrar indudablemente que son seguras. Me gustaría saber qué más se puede esperar que hagamos. No podemos hacer más de lo que se está haciendo y cualquiera que quiera dar la impresión de que lo que hemos hecho aquí no proporciona una adecuada protección a los niños está —y siento decirlo— engañando al público europeo. No puedo imaginar por qué alguien puede hacer eso.

Sus observaciones en lo que concierne al ruido —que los juguetes deben, desde luego, no ocasionar daños auditivos— son bastante acertadas: por este motivo la Directiva contiene reglas al respecto. Los límites, o mejor dicho, los niveles de decibelios, se establecen como de costumbre en la legislación europea: la Directiva de juguetes no resulta especial en este aspecto. Se establece una reglamentación de carácter técnico como parte del proceso de estandarización, y lo mismo ocurre aquí. Los niveles de decibelios, por tanto, se quedarán establecidos durante el proceso de estandarización, y la Directiva proporciona la base jurídica para que esto ocurra.

En cuanto al asunto de los libros, me he quedado muy sorprendido cuando han surgido como tema en los últimos días. La palabra «libros» no aparece ni una vez en el presente texto. Nada va a cambiar con respecto a la posición actual. Al parecer uno de los fabricantes alemanes ha lanzado una campaña de prensa sobre esta cuestión y ha estado ejerciendo presión en el Parlamento Europeo. Ni una sola palabra de ello es verdad: nada en absoluto va a cambiar con respecto a la posición actual. La Comisión está, no obstante, bastante dispuesta a garantizar —porque es lo correcto, ya que así lo desea el Parlamento— que se mejoren y se modernicen los estándares aplicables. La Comisión va a proporcionar instrucciones a este respecto.

En lo que respecta a la certificación independiente —y digo esto para el Grupo ITV de esta Cámara— la creencia de que un juego o cualquier producto será más seguro en Europa porque ha sido certificado por un organismo independiente es, desgraciadamente, una creencia infundada. Realmente es ahora cuando la Comisión ha obtenido resultados durante muchos años con respecto a la seguridad de productos. No hay nada —absolutamente nada— que sugiera que la certificación independiente haga que los productos sean más seguros. Necesitamos esta certificación independiente para los casos en los que —y éste es un principio de la legislación europea que esta Cámara ha venido cumpliendo durante muchos años— el producto en cuestión sea un producto sumamente complejo.

Mi querida señora Gebhardt, diré esto de nuevo: existe una determinada diferencia de complejidad entre un producto de alta tecnología como un coche moderno y un oso de peluche. Creo que es un poco exagerado tratar de comparar cosas semejantes.

Esta Directiva también, como es habitual, requiere certificación independiente en casos en los que no existen estándares. Querría pedirles encarecidamente que dejen de creer que todo lo que necesitan hacer para tener un juguete seguro es encargar la certificación a un organismo independiente. Los riesgos que se plantean en la práctica no se pueden combatir para nada mediante la certificación. Fíjense simplemente en los casos que se mencionaron aquí: los problemas no surgieron con el prototipo del producto que se presentó al organismo de certificación independiente, sino en la cadena de suministro; los fabricantes eran poco fiables. Únicamente el fabricante del producto está en posición de garantizar la completa fiabilidad y seguridad de su cadena de distribución. Me gustaría rogarles encarecidamente que abandonen este principio y hagan recaer toda la responsabilidad en los fabricantes de la seguridad de sus productos. No es cierto que los fabricantes solamente tengan que decir «mi producto es seguro» o «mi juguete es seguro», deben ser capaces de, a petición de los organismos de supervisión del mercado, justificar mediante documentación ese hecho en cualquier momento, completamente y sin fisuras. Todo debe estar y ser comprobado, y lo mismo se aplica a los importadores.

Estas normas, en mi opinión, no pueden hacerse más estrictas porque ya garantizan el máximo nivel posible de efectividad. Sin embargo, estoy de acuerdo con todos aquellos que manifestaron que depende de los Estados miembros tomarse estas comprobaciones realmente en serio y ampliar las oportunidades para la supervisión del mercado.

Sobre el tema de las fragancias, en este aspecto tampoco sigo completamente la lógica del argumento. Realmente me pregunto cuál sería el propósito de prohibir la utilización en juguetes de fragancias cuyo uso está permitido en cosméticos infantiles que se aplican directamente en la piel del niño. Simplemente no tiene sentido permitir las fragancias en esos productos y prohibirlas en los juguetes para que no huelan tan mal. No obstante, esta Directiva en realidad va más allá que la Directiva de cosméticos, puesto que prohíbe fragancias que tan solo están sometidas a requisitos de etiquetado en la Directiva de cosméticos. Por tanto, aquí tampoco veo qué más podríamos hacer.

Permítanme concluir diciendo lo siguiente: las enmiendas se han propuesto aquí y el Parlamento Europeo es, naturalmente, libre de adoptarlas, pero debo señalarles que este documento representa un compromiso total con el Consejo, el Parlamento y la Comisión y que, por ejemplo, la enmienda propuesta por las señora Gebhardt sobre la certificación independiente impedirá ese compromiso. En otras palabras, si el Parlamento Europeo adopta esta enmienda, la Directiva fracasará y no la tendremos.

No siempre se puede obtener lo que uno quiere. Se trata —lo diré de nuevo— de un compromiso total. Se trata de un compromiso equilibrado y crea un nivel de seguridad para los juguetes que es alcanzable y necesario. Querría pedirles encarecidamente que expresen su conformidad con este compromiso total.

Vicepresidente de la Comisión. −

Declaraciones de la Comisión Europea para la adopción de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la seguridad de los juguetes (informe Thyssen)

Declaración de la Comisión Europea sobre el seguimiento de los aspectos de seguridad (artículo 47)

Tras la entrada en vigor de la Directiva sobre la seguridad de los juguetes revisada, la Comisión seguirá de cerca toda evolución relacionada con su aplicación para comprobar que se mantiene un nivel adecuado de seguridad de los juguetes, especialmente en lo que concierne a los procedimientos de evaluación de la conformidad establecidos en el capítulo IV.

La Directiva sobre la seguridad de los juguetes revisada impone a los Estados miembros una obligación de información sobre la situación en lo que concierne a la seguridad de los juguetes, la efectividad de la Directiva y la vigilancia del mercado por parte de los Estados miembros.

La evaluación de la Comisión se basará, entre otras cosas, en los informes que los Estados miembros deberán presentar tres años después de la fecha de aplicación de la Directiva y dedicará especial atención a la vigilancia del mercado en la Unión Europea y sus fronteras exteriores.

La Comisión informará al Parlamento Europeo a más tardar un año después de la presentación de los informes de los Estados miembros.

Declaración de la Comisión Europea sobre los requisitos relativos a los juguetes diseñados para emitir un sonido (anexo II. I. 10)

Sobre la base del nuevo requisito esencial de seguridad de los juguetes diseñados para emitir un sonido con arreglo a la Directiva sobre la seguridad de los juguetes, la Comisión dará un mandato al CEN para que establezca una norma revisada que limite los valores máximos del ruido de impulso y del ruido continuo de los juguetes para proteger adecuadamente a los niños del riesgo de daño auditivo.

Declaración de la Comisión Europea sobre la clasificación de los libros (anexo I. 17)

Dadas las dificultades que entrañan los ensayos exigidos en la norma armonizada EN 71-1 sobre los juguetes para los libros de cartón y de papel, la Comisión dará un mandato al CEN para que elabore una norma revisada que establezca ensayos adecuados de los libros infantiles.

 
  
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  Marianne Thyssen, ponente. − (NL) Señor Presidente, señor Presidente de la Comisión, Presidenta en ejercicio de la Comisión, Señorías, quisiera darles las gracias a todos por sus contribuciones y me gustaría expresar mi satisfacción por la forma en que se han comportado otras instituciones políticas.

A pesar de ello me gustaría señalar que esto no trata simplemente de un compromiso en el que el Parlamento Europeo tenga que ceder mucho terreno; más bien al contrario, de hecho. Hemos hecho prácticamente un barrido de todos los elementos centrales. Hemos logrado pactar buenos acuerdos con la Comisión y el Consejo. Hemos logrado convencer a otras instituciones de muchos ámbitos para que acepten nuestras estrictas propuestas y para dar un paso más hacia adelante en lo que originalmente se había establecido en la propuesta de la Comisión. Soy, por tanto, una ponente feliz sabiendo que hemos llegado a este acuerdo.

También he estado escuchando sus declaraciones, Comisario. Le he oído decir que ustedes han concedido mucho valor a la supervisión del mercado y asumo que durante el proceso de seguimiento la Comisión prestará una atención extraordinaria a la forma en que se desenvuelven los Estados miembros en su labor de supervisión del mercado. También he escuchado de nuevo su postura sobre los procedimientos de evaluación de conformidad. Huelga decir que podemos incluir en al proceso de seguimiento lo que sea necesario incluir. Se da el caso, no obstante, de que la certificación independiente no ofrece en absoluto mucha más seguridad y que los problemas no residen en el tipo de modelo en el que se basa la posterior cadena de producción, sino en otro sitio.

También le he escuchado decir, Comisario, que usted desea generar más regulación en materia de normas para el ruido y perfeccionarlas por medio de estandarización —lo mismo se aplica a los libros, que también están regulados por normas— y que deberíamos estudiar la forma de proporcionar más seguridad jurídica en ese ámbito. Pienso que nosotros, como Parlamento, deberíamos sentirnos afortunados de haber tenido contactos tan buenos con otras instituciones y esto dará probablemente como resultado un maravilloso regalo de Navidad para las familias europeas, es decir, juguetes seguros, o mejor dicho juguetes aún más seguros, de ahora en adelante.

 
  
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  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el jueves 18 de diciembre de 2008.

Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)

 
  
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  Adam Bielan (UEN), por escrito. – (PL) Señor Presidente, todos nosotros queremos garantizar que los juguetes disponibles en el mercado no amenacen la seguridad de nuestros niños. Estoy totalmente de acuerdo en que los padres necesitan tener la seguridad de que cuando comprar un juguete, este no va a poner en riesgo la salud de sus hijos. No obstante, considero que la imposición de requisitos de certificación adicionales por parte de un tercer organismo totalmente independiente del fabricante no mejorará de modo significativo las garantías de seguridad de los juguetes que se producen. Seguramente sí que aumentará el coste de su producción, sin embargo, y eso impactará negativamente en el sector de la fabricación de juguetes de muchos Estados miembros.

En Polonia, por ejemplo, existen muchas empresas que producen juguetes de muy buena calidad hechos de madera o de sustancias sintéticas. La inmensa mayoría de estas empresas son PYME que emplean menos de diez trabajadores. Unas disposiciones más estrictas conducirían a un aumento importante del precio de los juguetes que están cubiertos por certificados de esta naturaleza. Esto daría como resultado el cierre de muchas PYME y la pérdida de miles de trabajos.

El requisito de obtener una evaluación independiente de un producto no garantizaría que nuestros niños vayan todos a jugar con productos más seguros porque, en cualquier caso, los consumidores optarían por los productos más baratos. Por tanto opino que el compromiso alcanzado con el Consejo es un compromiso muy bueno y merece nuestro apoyo según lo presentado por la ponente

 
  
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  Šarūnas Birutis (ALDE), por escrito. – (LT) En esencia, esta Directiva no cambiar el sistema de reglamentación actual, pero lo mejora y lo hace más estricto. Estoy completamente de acuerdo con la ponente en cuanto a que en el debate de esta acta legal la mayoría de la atención se concentró en:

la cuestión del empleo de sustancias carcinógenas, químicas y aromáticas en los juguetes;

los procedimientos sobre la seguridad de los juguetes, los requisitos para las advertencias especiales;

el ámbito de aplicación de la Directiva, su flexibilidad y relación con otras actas comunitarias.

La prohibición completa de sustancias carcinógenas, químicas y aromáticas debería evaluarse desde la perspectiva de la aplicación práctica de la Directiva. Quizá sea difícil o muy caro retirar los residuos naturales de determinadas sustancias perjudiciales encontradas en otros materiales, por tanto, es difícil implementar de forma práctica. Por otro lado, será difícil implementar algún tipo de norma categórica que prohíba todas las sustancias carcinógenas, alergénicas, etc.; por la sencilla razón de que no existe ni puede existir una lista finita de dichas sustancias. Es muy difícil trazar una línea clara entre las sustancias que son nocivas y las que no lo son.

Una prohibición total de todas las sustancias aromáticas sería una medida desproporcionada y tendría un impacto negativo para algunos fabricantes de juguetes.

Estoy encantado de que durante la votación la Comisión de Industria, Investigación y Energía mostrara comprensión y no aplicara demasiado mano dura a la hora de hacer los requisitos de la Directiva más estrictos, ya que ni los negocios ni los propios consumidores se hubieran beneficiado de esto. Cuando se establecen requisitos excesivamente estrictos, aumenta la tentación de no cumplirlos y si se respetan, entonces hay repercusiones negativas. No olvidemos que el que paga por todo al final normalmente es el consumidor.

 
  
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  Małgorzata Handzlik (PPE-DE), por escrito. – (PL) El debate de hoy es especialmente relevante en el contexto del periodo previo a la Navidad. Con las prisas de las compras navideñas no siempre nos paramos a pensar en las normas de seguridad de los juguetes que compramos para nuestros familiares y amigos más pequeños. Lamentablemente, aún siguen disponibles en el mercado europeo juguetes que no son del todo seguros para los niños.

Los cambios propuestos en la Directiva están destinados a mejorar la situación. Con ellos se pretende incrementar la seguridad de los juguetes en el mercado y, lo que es más importante, eliminar el riesgo innecesario que pueden representar para los niños que juegan con ellos. Estoy especialmente contenta de acoger favorablemente las disposiciones pactadas con respecto a las sustancias químicas y el periodo transicional.

La Directiva introduce estándares considerablemente más elevados que los que están actualmente en vigor, sobre todo en relación con el contenido químico de los juguetes, incluyendo las CMR, las fragancias y los alérgenos. Considero que el acuerdo alcanzado por la ponente en esta cuestión es el mejor posible. Garantizará que los juguetes con los que los niños finalmente jueguen sean totalmente seguros.

Además, la Directiva no introduce obstáculos ni costes excesivos, especialmente en lo que respecta a las PYME. Las PYME representan una mayoría importante en el sector de los juguetes. En el transcurso de sus debates con nosotros, han hecho hincapié repetidamente en las dificultades a las que podrían enfrentarse sus empresas. Uno de los problemas mencionado fue el breve periodo de tiempo previsto para la adaptación a los nuevos requisitos. Ahora se ha ampliado este periodo para permitir a las empresas introducir los cambios necesarios.

 
  
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  Katrin Saks (PSE), por escrito. – (ET) Estoy realmente contenta de que hayamos tenido éxito a la hora de aprobar la Directiva sobre la seguridad de los juguetes. Existe una urgente necesidad de que se actualicen las normas de seguridad existentes. La antigua directiva, en efecto, se ha quedado atrás ante las cambiantes circunstancias y no garantiza la suficiente protección. Me gustaría dar las gracias a la ponente y a sus colegas del grupo Social Democrático por su dura labor para garantizar un entorno seguro para nuestros niños.

Es de suma importancia que los comestibles y los juguetes se mantengan suficientemente bien separados como para impedir el riesgo de que los niños puedan inadvertidamente ponerse algo en la boca y correr riesgo de atragantamiento. Debemos hacer todos los esfuerzos posibles para impedir los accidentes evitables de los que aún tenemos noticias de vez en cuando.

Es, por supuesto, esencial que los juguetes no contengan sustancias carcinógenas. Se trata de algo evidente. Y creo que hemos trabajado efectivamente para eliminar esta amenaza.

Dado que no siempre es responsable el diseño del producto y los juguetes pueden convertirse en peligrosos en el proceso de una producción defectuosa, es importante que la supervisión se lleve a cabo en las fábricas, mediante operaciones de inspecciones en los mercados y también en las aduanas de la Unión Europea a las que llegan los juguetes procedentes de los socios comerciales. Personalmente, espero que las inspecciones se intensifiquen desde ya mismo, antes de Navidad.

Dado que la mayoría de los juguetes en los mercados de la UE son de procedencia china, es crucial la cooperación con terceros países. Aquí me gustaría valorar positivamente los recientes esfuerzos realizados en este ámbito y el memorándum de entendimiento mutuo entre la Comisión Europea y los dirigentes chinos. Podemos lograr que los juguetes en venta en nuestras tiendas sean más seguros mejorando el intercambio de información y la cooperación.

 
  
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  Richard Seeber (PPE-DE), por escrito. – (DE) La creciente interrelación existente entre los mercados globales ha dado como resultado rápidas innovaciones y cambios en los productos, y los juguetes de los niños constituyen ninguna excepción. La Directiva sobre la seguridad de los juguete (88/378/CEE), sin embargo, se remonta a 1988 y por tanto, ya no puede enfrentarse a lo retos de hoy. La revisión de estas disposiciones representa, pues, un paso adelante muy bien recibido. En concreto, es preciso evaluar los constituyentes de los juguetes de los niños con arreglo a los últimos conocimientos y necesitan estar contemplados por la actual legislación de la UE en materia de sustancias químicas. Esto también significa, desde luego, que las sustancias CMR 1 y CMR 2 deben prohibirse en los juguetes de los niños. El texto que tenemos delante también toma en cuenta de forma bastante apropiada los problemas cada vez más numerosos de alergias en los niños, haciendo más estrictas las disposiciones relativas a las fragancias que puedan ser utilizadas en los juguetes. Un aspecto vital para la supervisión serán las advertencias claras y el etiquetado: es especialmente importante para los juguetes suministrados junto a comestibles que proporcionen información inequívoca. Por esa razón, son de preferir las advertencias comprensibles y fácilmente legibles a un excedente de información secundaria.

 
  
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  Marian Zlotea (PPE-DE), por escrito.(RO) La legislación que tenemos delante ha estado vigente desde 1988 y ya no está actualizada, ya que los juguetes de hoy incluyen componentes electrónicos y emiten sonidos. La seguridad de nuestros niños es la prioridad más importante. Esta nueva Directiva respaldará esta noción y representa una mejora significativa con respecto a la anterior. Necesitamos prohibir las sustancias peligrosas para impedir la exposición de nuestros niños a riesgos innecesarios. Ellos no pueden leer las etiquetas y no son conscientes de los riegos a los que se exponen.

Creo que las mejoras que se han realizado a la Directiva como consecuencia de las negociaciones tampoco representan unas exigencias excesivas para el sector. Los importadores necesitan garantizar que los juguetes importados de terceros países sean seguros y no pongan en riesgo la seguridad de nuestros niños. Únicamente deben elegir juguetes que cumplan las normas europeas. Las autoridades tienen que aplicar controles estrictos sobre el mercado. Necesitamos legislación actualizada para proteger el bienestar de nuestros niños.

 
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