Presidente. – El siguiente punto es el informe (A6-0489/2008) del señor Belder, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre relaciones económicas y comerciales con los Balcanes Occidentales (2008/2149(INI)).
Bastiaan Belder, ponente. − (NL) Señor Presidente, quiero aprovechar esta oportunidad para presentar mi informe sobre las relaciones económicas y comerciales con los Balcanes Occidentales.
No sin motivo, comencé el informe reiterando la perspectiva europea de estos países. La Unión no puede continuar repitiendo fielmente viejas promesas, como la que hizo en 2003 a los Estados de los Balcanes Occidentales durante el Consejo Europeo de Salónica, de que entrarían en la Unión Europea. No, se haría un mejor servicio a los Balcanes Occidentales adoptando medidas tangibles y procedimientos de adhesión hechos a medida en lugar de utilizar una retórica casi servicial.
Se preguntarán por qué tengo en tanta estima las perspectivas de adhesión estos países. En primer lugar, estoy totalmente convencido de que la Unión tiene una deuda de honor con ellos. Esto me recuerda el debate sobre Srebrenica que tendrá lugar en esta Cámara el próximo miércoles por la tarde. Además, esta región tiene una importancia estratégica fundamental para Europa. Las propuestas específicas de mi informe son las siguientes. Abogo por una mayor consolidación del Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio (CEFTA). Éste instrumento desempeña un importante cometido en la mayor integración de la región, lo que constituye, a su vez, un paso necesario si esos países quieren adherirse al mercado europeo y a la Unión en tres fases. La Unión Europea debe movilizar fondos de preadhesión a través de la asistencia en un amplio frente para impulsar los procesos de reforma en esos países. Los Estados miembros también pueden desempeñar un papel destacado, proporcionando una formación específica a los funcionarios locales. Con ello se concederá a esos países una mayor capacidad oficial para formular proyectos adecuados que permitan el uso de los fondos disponibles de la Unión Europea.
Señor Presidente, cuando comencé a trabajar en este informe, lo primero que hice fue visitar el Departamento de Asuntos Económicos de mi país en La Haya, donde me complació enterarme de que el Gobierno de los Países Bajos había propiciado un acercamiento entre gobiernos. Esto es algo que describo en mi informe como un ejemplo que merece la pena seguir, no porque se trate de un enfoque neerlandés, sino porque está hecho a medida de los propios Estados de los Balcanes Occidentales y de sus peticiones, para apoyar el proceso de adhesión de manera activa y apropiada.
Quiero mencionar un punto concreto de mi informe, el referido a la cooperación energética con los Balcanes Occidentales, que es, en mi opinión, un tema bastante recurrente. De resultas de su situación estratégica, esta región podría desempeñar un papel significativo en el tránsito de petróleo crudo y gas natural. La Unión debería esforzarse para establecer una política energética externa. También soy miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores. Hace unos años, aprobamos un sólido informe con vistas a adoptar una política europea externa en el ámbito de la energía. Bien, fíjense en la situación actual, que refuerza esa petición del Parlamento Europeo a la Comisión y al Consejo. Bruselas no debería dejar a sus propios Estados miembros en la intemperie, literalmente o en sentido figurado.
Quiero terminar diciendo que, como ex periodista, he viajado a los Balcanes en varias ocasiones. Por ello, siento gran empatía e implicación con esa región. Para la redacción de mi informe, utilicé mi presupuesto para viajes de investigación; con la Comisión de Comercio Internacional y su empleado Roberto Bendini, en particular, y con mi propio asistente Dick Jan Diepenbroek, he realizado valiosos viajes a Serbia y a Kosovo, y la semana próxima, espero desplazarme a Albania. En pocas palabras, puede que haya concluido mi informe esta tarde, pero el trabajo no ha terminado ni tan siquiera remotamente, no para mí ni tampoco para las instituciones europeas. Si verdaderamente queremos acercar esta región a Bruselas y, de hecho, demostramos este deseo con nuestro nivel de dedicación y con nuestro apoyo activo, estamos en nuestro derecho de pedir que el proceso de reforma, la adhesión, se lleve a cabo de manera responsable, y esto también debería resultar evidente. Para mí ha sido un auténtico placer trabajar en este informe, y espero que le sigan informes individuales sobre cada uno de los países de los Balcanes Occidentales.
Androulla Vassiliou, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar al señor Belder por su excelente informe. Este documento llega en un momento en el que los Balcanes Occidentales se aproximan más y más a la Unión Europea, y proporciona una visión general exhaustiva de las cuestiones que hay en juego en las relaciones económicas y comerciales entre la UE y los Balcanes Occidentales. Permítanme que me centre en algunos puntos destacados de su informe.
La región de los Balcanes Occidentales es un aliado clave y valioso para la Unión Europea. En la última Comunicación de la Comisión sobre los Balcanes Occidentales, de marzo de 2008, se reitera el firme compromiso de la Unión con la perspectiva europea de la región y confirma, entre otras cosas, la importancia del Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio (CEFTA) para el desarrollo económico de la región. La Comisión coincide con el ponente en que la perspectiva de convertirse en miembros de la UE puede actuar como catalizador del desarrollo económico sostenible y del mantenimiento de la paz y de la estabilidad en la región. La Comisión también está de acuerdo en que el cumplimiento de los criterios de Copenhague por parte de cada uno de los países de la región reviste la máxima importancia a la hora de decidir si dichos países están preparados para adherirse a la UE. La UE se ha convertido en el principal socio comercial de todos los países de los Balcanes Occidentales. Unos lazos económicos aún más estrechos entre esa región y la Unión son, por tanto, vitales para impulsar el crecimiento económico de la misma.
Como señalaba acertadamente en su informe, la liberalización del comercio y la integración es una piedra angular en el proceso de estabilización y de asociación, y en el caso de los Balcanes Occidentales, la UE ha perseguido ese objetivo en tres ámbitos.
En primer lugar, en el ámbito bilateral, desde el año 2000, la Unión Europea ha concedido preferencia comercial unilateral a los Balcanes Occidentales con el objeto de facilitar el acceso de sus exportaciones a los mercados de la UE. La Comisión ha negociado acuerdos de libre comercio como parte de los acuerdos de estabilización y de asociación, para crear condiciones que permitan realizar las reformas políticas y económicas necesarias, y para establecer las bases de la integración de los Balcanes Occidentales en la Unión, por ejemplo mediante el cumplimiento del acervo comunitario.
En segundo lugar, en el ámbito regional, la Comisión Europea ha actuado como facilitadora del Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio (CEFTA) y ha decidido proporcionar ayuda financiera y asistencia técnica a la Secretaría del CEFTA y a las partes para impulsar la aplicación del acuerdo. Al mismo tiempo, la Comisión Europea valora enormemente la asunción del acuerdo en la región y reconoce que el CEFTA es fundamental para una integración económica regional más profunda y para preparar el terreno ante la participación plena en el futuro de los Balcanes Occidentales en el mercado individual europeo. Además, el CEFTA ha creado todas las estructuras necesarias para tratar temas relacionados con el comercio en los ámbitos regional y bilateral. Ello resulta esencial para estimular la cooperación regional y las buenas relaciones de vecindad. La Comisión Europea continuará vigilando la aplicación del CEFTA y continuará informando acerca de este particular en su informe anual sobre el proceso de adhesión y de preadhesión.
En tercer lugar, en el ámbito multilateral, la Comisión ha apoyado la adhesión de los países de la región a la Organización Mundial del Comercio, ya que es una condición indispensable para su participación efectiva en la economía mundial. La UE ha utilizado todos los instrumentos políticos a su alcance para apoyar a los países de los Balcanes Occidentales en sus esfuerzos de reforma y cooperación internacional. El Instrumento de Preadhesión es fundamental para abordar las necesidades de desarrollo de la región a largo plazo. La financiación total para el actual marco financiero durante el periodo 2007-2013 asciende a 11 500 millones de euros. Por último, pero no por ello menos importante, la Comisión Europea ha iniciado conversaciones con todos los países implicados de la región con el fin de establecer hojas de ruta para retirar el régimen de visados.
A la luz de lo ya dicho, les aseguro que la Comisión está dando todos los pasos necesarios para mejorar las relaciones comerciales y para acercar lo más posible la economía de los Balcanes Occidentales a la UE. Para concluir, quiero felicitar de nuevo al ponente por su informe y me complace decir que la Comisión comparte los aspectos generales de su enfoque.
Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar el martes a las 12.00 horas.
Declaración por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Călin Cătălin Chiriţă (PPE-DE), por escrito. – (RO) Quiero expresar mi respaldo y mi reconocimiento al informe presentado por el señor Belder, puesto que recomienda la adopción de medidas concretas dirigidas a la perspectiva europea de los pueblos de los Balcanes occidentales. Me gustaría llamar su atención sobre tres aspectos:
1. Hemos de ser realistas y reconocer que Serbia desempeña un papel fundamental en el éxito del proceso de estabilización y asociación, y que la Unión Europea debe continuar trabajando para ganarse la confianza y la amistad duradera del pueblo serbio.
2. En el futuro, no deberían permitirse tendencias étnicas separatistas ni declaraciones unilaterales de independencia en territorios tales como Kosovo, Osetia del Sur, Abjazia, el Trans-Dniéster, Chipre del Norte, etc. El principio de integridad territorial de los Estados es sagrado y debe respetarse.
3. Al mismo tiempo, debemos mostrar nuestro firme respaldo al cumplimiento de las normas europeas referentes a los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales en los Estados de los Balcanes occidentales, incluidos los de las comunidades hablantes de la lengua rumana en Valea Timocului, Voivodina, Istria y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Estos derechos deben respetarse, excluyendo toda tendencia hacia la autonomía territorial por motivos étnicos y toda aspiración de lograr derechos étnicos de carácter colectivo, que ya han demostrado su elevado potencial para provocar conflictos y desencadenar sangrientas guerras.