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Acta literal de los debates
Martes 13 de enero de 2009 - Estrasburgo Edición DO

8. Sesión formal - Letonia
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. − Sr. Presidente de la República de Letonia, Excmo. Sr. D. Valdis Zatlers, es un gran placer para todos nosotros el poder darle hoy la bienvenida en su primera visita al Parlamento Europeo. Quisiera empezar agradeciéndole, como Presidente de un país relativamente nuevo en la Unión Europea, que haya aceptado la invitación del Parlamento Europeo para dirigirse a nosotros hoy, el día en el que celebramos el décimo aniversario de nuestra moneda común, el euro. Hoy es un estreno en el sentido más amplio de la palabra, dado que ha sido la primera vez que se interpretaba el himno europeo para darle la bienvenida a un huésped de un pleno del Parlamento Europeo.

(Aplauso)

Quisiera aprovechar la oportunidad para volver a mencionar el significado histórico de la ampliación de la Unión Europea en el año 2004. Había costado más de sesenta años devolver su país al seno de una Europa libre y democrática y unificar nuestro continente.

Hoy vivimos en paz, libertad y democracia. Nuestros ciudadanos disfrutan de oportunidades con las que nuestros antepasados no hubieran ni siquiera soñado. Podemos y debemos congratularnos.

Es cierto que la Unión Europea se enfrenta hoy a nuevos y serios desafíos. Incluso el pueblo de Letonia ha llegado a sentirlos con claridad, como con la crisis financiera que también ha golpeado a su país con fuerza, señor Presidente. La crisis del gas entre Rusia y Ucrania también es una causa justificada de preocupación entre los ciudadanos de Letonia.

Precisamente es en tiempos de crisis cuando se nos muestra el valor de pertenecer a una Unión Europea basada en el principio de solidaridad entre los pueblos. Precisamente en estos tiempos de crisis todos sentimos la necesidad de la comunidad y la cooperación entre nuestros países y las instituciones europeas.

Juntos somos más fuertes, juntos podemos defender mejor por todo el mundo nuestros valores e intereses. Es por eso también por lo que el Parlamento Europeo espera que el Tratado de Lisboa, que le da a la Unión Europea una mayor capacidad de actuación para superar estos serios desafíos, entre pronto en vigor.

En ese sentido, las elecciones al Parlamento Europeo que deberán tener lugar en junio de este año son tan tremendamente importantes, dado que queremos seguir impulsando el historial de éxitos del proyecto de paz y unidad europea en una Unión Europea democrática con poderes de codecisión en casi todos los ámbitos.

Espero sinceramente que los ciudadanos de Letonia, y los de los demás Estados miembros de la Unión Europea, comprendan que su voto es importante, puesto que les da poder de codecisión a nivel europeo, y que así salga en masa a votar durante las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

Sr. Presidente, es para mí un gran placer invitarle ahora a dirigirse al Parlamento Europeo. Permita que le vuelva a dar la más cálida de las bienvenidas al Parlamento Europeo.

(Aplauso)

 
  
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  Valdis Zatlers, Presidente de Letonia.(LV) Sr. Presidente, Señorías, agradezco al Presidente sus amables palabras de presentación y su invitación a dirigirme a los representantes electos de las naciones de Europa. Me siento honrado por esta oportunidad. Es para mí un gran placer dirigirme al Parlamento Europeo en mi lengua materna, especialmente porque hace cinco años que el letón es uno de los idiomas oficiales de la Unión Europea. Me dirijo a ustedes cuando está llegando a su fin el periodo de mandato de los primeros Miembros del Parlamento Europeo elegidos por Letonia. Yo les agradezco el haber llevado a cabo su labor con distinción.

Queridos amigos, el 2009 es un año muy importante para Letonia. Hace cinco años que Letonia ingresó en la Unión Europea y en la OTAN. La pertenencia a estas organizaciones internacionales se había convertido en un objetivo estratégico para Letonia después de recobrar su independencia en 1991. Letonia expresó claramente su deseo de participar en las estructuras económicas y de seguridad europeas y transatlánticas. La ampliación de la familia de las naciones democráticas de Europa durante la primera década del siglo implicó los cambios más enérgicos en Europa desde la fundación de la Unión Europea. Fueron cambios significativos. A las estructuras europeas se unieron países que habían estado mucho tiempo aislados de ellas, a pesar de que los valores que encarna la Unión Europea habían estado históricamente arraigados en dichos países.

El 18 de noviembre del año pasado, Letonia celebró el noventa aniversario de su proclamación. Dicho aniversario fue enormemente significativo para nuestro pueblo. Afirmaba una vez más nuestra inalterable voluntad de vivir en un país independiente, libre y democrático. En el acta que declaró la República de Letonia en 1918 pone que: «Todos los ciudadanos, independientemente de su origen étnico, están llamados a participar, puesto que los derechos humanos deben garantizarse en Letonia. Deberá ser un país democrático y justo, en el que no haya lugar para la opresión y la injusticia...». Esas palabras me llenan de orgullo. Treinta años antes de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la República de Letonia declaró su lealtad a sus principales valores y principios.

Letonia siempre se ha sentido parte de Europa y sus valores, incluso mientras Letonia y otros países de Europa Central y Oriental se vieron atados a un Estado en el que muchos valores eran contemplados desde un prisma ideológico peculiar. La paz reinaba entre los países del bloque oriental, pero era la paz de las prisiones. Estaba impulsada por la presencia de tanques, amenazas y represión. Señorías, el año pasado, Sus Señorías y Europa entera pudieron recordar la inhumanidad de la ideología totalitaria gracias al documental de Edvīns Šnore The Soviet Story (La historia soviética). Tenemos una historia común, pero nuestros destinos han sido diversos. Deben mirar al pasado para comprenderse mutuamente y volver juntos la mirada al futuro. Es por eso por lo que me gustaría agradecerle al Parlamento Europeo la declaración adoptada el 22 de septiembre del año pasado para proclamar el 23 de agosto como el Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo. Dicha declaración recuerda al pueblo europeo aquellos trágicos acontecimientos en la historia de Letonia y de toda Europa.

Hoy quisiera volver la mirada a una historia mucho más reciente. Este año es el quinto desde que Letonia se convirtió en miembro de la Unión Europea y la OTAN. ¿Cómo ha sido este periodo para Letonia? ¿Qué ha obtenido nuestro país? ¿Cuáles han sido los logros de nuestro país y qué desafíos tenemos ante nosotros? En primer lugar, la espiración de formar parte de Europa estimuló la consolidación de la democracia en nuestra sociedad y contribuyó al desarrollo de las instituciones democráticas. Con nuestro acceso a la Unión Europea, Letonia mostró su determinación de tener un futuro, su determinación de basar su futuro en la identidad europea y en nuestros valores comunes: libertad y democracia, responsabilidad, respeto a la legalidad y a los derechos humanos, igualdad, tolerancia y prosperidad. En segundo lugar, la pertenencia a la Unión Europea ha mejorado el clima de inversiones en Letonia. El «dinero europeo», como solemos llamar a los fondos estructurales de la Unión Europea, ha contribuido notablemente al desarrollo de la economía letona. En tercer lugar, podemos disfrutar de los privilegios que permite la libre circulación de las personas. La libertad para viajar en la zona Schengen se ha convertido en algo cotidiano y evidente; estudiar, trabajar y adquirir experiencia en otros Estados miembros de la Unión Europea se ha convertido en algo natural. En cuarto lugar, la libertad de circulación de bienes y servicios ha abierto nuevas oportunidades de negocio. Todos los emprendedores y consumidores pueden operar en un entorno libre y sin fronteras ni impuestos aduaneros. Es algo especialmente importante en un país con un mercado interior tan pequeño como el nuestro. En quinto lugar, lo más importante: las voces letonas se oyen en Europa y las voces europeas, en el mundo. Podemos estar orgullosos de tener a nuestra disposición un mecanismo de colaboración tan incomparable. Nos permite a todos buscar juntos soluciones activas para desafíos globales, cambios climáticos y demográficos, el refuerzo de la seguridad energética, los problemas de la migración y, en el caso de la crisis financiera, hacerlo a escala mundial. Letonia tiene ahora a su disposición nuevas herramientas políticas y económicas, pero también hay que tener en cuenta que la responsabilidad de nuestro país para con el futuro común de Europa, ante todo el pueblo europeo, también ha aumentado notablemente.

Si miramos a nuestros logros, también debemos ser críticos y reconocer los errores cometidos. Después de su entrada en la Unión Europea, el Gobierno letón se sumió en una especie de autocomplacencia; había conseguido su objetivo. No nos dimos cuenta de que estábamos al principio, más que al final de un proceso. La Unión Europea ofrece grandes oportunidades, pero cada país y cada sociedad deben aprovecharlas por su cuenta. En Letonia no hemos aprovechado todas las oportunidades; no siempre hemos implementado con sabiduría las políticas de cohesión o hecho uso de las oportunidades financieras que se nos ofrecían. Nuestras instituciones estatales tuvieron que aprender a desenvolverse en la Unión Europea. No hemos mostrado la suficiente determinación para adoptar el euro; es uno de nuestros mayores errores en el proceso de integración al euro, algo que resulta dolorosamente evidente en las actuales circunstancias de crisis financiera.

Pero incluso los euroescépticos más feroces tienen que reconocer que el ingreso de Letonia en la Unión Europea ha sido positivo en su conjunto. ¿Acaso hay alguien en Letonia que quiera volver a una Europa en la que haya barreras aduaneras entre los países? ¡No! ¿Hay alguien que quiera guardar fila en una frontera para entrar en un país vecino? ¡No! ¿Hay alguien que quiera volver a un mundo en el que haya restricciones a la libertad de movimiento de los trabajadores, de la educación y de las posibilidades de adquirir experiencia? ¡Pues claro que no! Incluso los euroescépticos se adaptan a lo bueno y acaban convertidos en meros escépticos.

Señorías, el deterioro de la situación del sistema financiero y la economía durante los últimos meses ha cambiado irreversiblemente el papel y la importancia de los gobiernos nacionales en los procesos económicos. Hasta ahora, los mercados financieros se podían desenvolver con mucha libertad. Estábamos convencidos de que las leyes del mercado serían de por sí lo bastante eficientes como para impulsar el desarrollo económico. Creíamos que el mercado pondría por sí mismo todo en su lugar. De hecho, es lo que ocurre. El mercado se regula a sí mismo. No obstante, lo que podemos aprender de esta crisis local es que nuestros sistemas financieros y nuestras economías sufren por el mercado y que, lo que es más importante, la gente de carne y hueso sufre por la crisis. El curso de los acontecimientos a finales del año pasado nos ha demostrado que es esencial que los gobiernos nacionales jueguen un papel más activo en el proceso económico. La anterior política de dormitar al timón de la gestión económica era irresponsable. Desgraciadamente hemos despertado cuando ya era tarde. A tiempo para avistar los escollos financieros, pero demasiado tarde para evitarlos ya.

En esta situación, lo que necesitamos es un enfoque complejo a nivel nacional, europeo y global. A nivel global, es esencial una acción coordinada para reiniciar el crecimiento económico. Eso solo será posible diseñando una nueva arquitectura y nuevos mecanismos para el sistema financiero. Será vital supervisar rigurosamente el sistema, sin por ello limitar simultáneamente la iniciativa ni los procesos del mercado. El desafío más complejo será precisamente el lograr ese equilibrio. A nivel europeo, tenemos una ventaja importante, puesto que podemos implementar medidas coordinadas, emprender acciones unificadas y lograr una solución sostenible. Saludamos el Plan Europeo de Recuperación Económica de la Comisión. Es un paso importante para salir del atolladero en el que nos encontramos actualmente.

Quisiera explayarme un poco más sobre las soluciones a nivel nacional. La crisis financiera global también ha golpeado Letonia. Hay una escuela de pensamiento que sugiere que Letonia está siendo sometida actualmente a una de las operaciones de rescate de un sistema financiero más espectaculares de la moderna historia europea. Actualmente, Letonia está trabajando en medidas para estimular la economía con el fin de estabilizar la situación económica y financiera con rapidez y eficacia. Es una tarea difícil, pero solo lograremos superar la crisis si vemos una forma clara de salir de ella, sin confundir soluciones a corto plazo con una visión del desarrollo económico a largo plazo.

Al acabar el año pasado, seis partidos políticos con representación en el Parlamento de Letonia, tanto del Gobierno como de la oposición, acordaron una postura común de apoyo al plan de estabilización económica diseñado por el Gobierno letón. Ese acuerdo prevé que se preste especial atención al seguimiento del uso del préstamo concedido a Letonia. El plan define las prioridades de la economía letona a plazo medio: ayuda a las exportaciones, promoción de la competencia libre y en igualdad de condiciones, una reducción significativa del déficit de las cuentas corrientes en la balanza de pagos y la introducción del euro en el 2012. La entrada en la zona euro se ha convertido en uno de los objetivos estratégicos más importantes de nuestro país. Es importante que Letonia no se quede sola en esta situación. Para superar estos tiempos de dificultades estamos siendo ayudados no solo por las instituciones financieras internacionales, sino también por las instituciones de la Unión Europea y por los países europeos. Letonia se siente agradecida por esta expresión de solidaridad.

Señorías, cada nueva ampliación no solo ha traído nuevos Estados miembros a la Unión Europea, sino también nuevos acentos en su agenda, incluyendo la política exterior. La entrada de Letonia en la Unión Europea se produjo cuando todavía se estaban diseñando los objetivos, principios y mecanismos de implementación de la Política Europea de Vecindad. Desde entonces, ha habido un especial aumento de la actividad de la política exterior de la Unión Europea hacia sus vecinos del Este. Ello ha sido posible gracias al compromiso y la experiencia de los nuevos Estados miembros. Letonia siempre ha contemplado las relaciones de vecindad desde un punto de vista amplio. Letonia seguirá participando activamente en la determinación e implementación de la política de vecindad en el futuro.

Dicha política no se limita a las relaciones de la Unión Europea con una serie de Estados, en particular con los que comparte fronteras marítimas y terrestres. Se trata de establecer el lugar y el papel de la Unión Europea en el mundo. Letonia, junto con otros países de planteamientos similares, ha defendido activamente una mayor implicación de la Unión Europea en su zona de vecindad oriental. Ha llegado una nueva iniciativa política, la Asociación Oriental, cuya misión es reconfigurar la Política Europea de Vecindad y adaptarla a las características específicas de la región, con lo que el proceso se torna más activo, más valiente y más ambicioso. Letonia ve con satisfacción las propuestas de la Comisión Europea en este sentido. A efectos prácticos, la Asociación Oriental deberá fortalecer los lazos políticos y económicos entre la Unión Europea y los estados de la región, fortaleciendo también la cooperación entre dichos Estados. Al desarrollar la Asociación Oriental, hay que prestar atención al principio de diferenciación, la atención y la actitud individualizadas respecto a cada asociado. Cado uno de los Estados sigue su propia senda de desarrollo. Hay Estados que aspiran a ingresar en la Unión Europea, mientras que otros han decidido otras metas por su cuenta. Nuestra política solo tendrá éxito si somos capaces de trabajar conjuntamente con todos los Estados de la región, proporcionando ayuda y comprensión cuando sea necesario. Durante mi visita de octubre pasado a Kazajstán, Uzbekistán y Turkmenistán, también recibí señales positivas en favor de ampliar y profundizar la cooperación con Asia Central. Letonia seguirá siendo partidaria activa de la Política Europea de Vecindad y participará activamente en su implementación. Todos los países europeos tienen sus propias experiencias históricas y sus propias oportunidades de colaborar en nuestro proyecto común por el bien de la Unión Europea. La contribución particular de Letonia a la dimensión oriental es la confianza mutua demostrada en nuestras relaciones bilaterales, que se originan en un periodo compartido de la historia, y de la experiencia que nace con la confianza. El deber de Letonia es hacer uso de esa circunstancia especial, que podría desaparecer dentro de diez años. Después de varias décadas, a ojos orientales, Letonia dejará de ser la puerta a Europa para pasar a ser un Estado más de la Unión Europea. Si saca partido a sus circunstancias, Letonia podrá mantener un diálogo político activo con el fin de animar una mejor comprensión de la Unión Europea y sus valores en los Estados vecinos, y clarificar así los objetivos de la Política Europea de Vecindad y la Asociación Oriental. De ello solo puede resultar el beneficio mutuo, y nosotros tenemos la oportunidad de escuchar la percepción de los Estados vecinos sobre sus futuras relaciones con la Unión Europea. Estoy convencido de que los intereses de Europa se verían beneficiados por una pronta inauguración de la Asociación Oriental durante la Presidencia de la República Checa.

Señorías, la cuestión de la seguridad energética se ha convertido últimamente en un tema recurrente durante los primeros días de la Presidencia checa. La crisis económica y financiera es cíclica a su manera, pero las cuestiones relacionadas con la seguridad energética y las fuentes de energía sostenibles no dejan de estar siempre en la agenda política europea y mundial. Pero cada vez son más imperiosas. La seguridad energética tiene una acusada dimensión exterior. Eso significa que es una cuestión que no puede abstraerse de la situación mundial. Los recientes acontecimientos en Ucrania y el conflicto de Georgia son prueba de ello. Hasta hace bien poco, los Estados miembros de la Unión Europea consideraban la cuestión energética como algo que debía tratarse a nivel nacional y no a nivel comunitario. Los acontecimientos del sector energético en el último año, los cortes del suministro energético, la mengua de las fuentes de energía y la volatilidad de los precios han contribuido a crear en los Estados miembros de la Unión Europea el entendimiento común de la necesidad de una política energética común. Donde confluyen la energía y la política, nuestra principal tarea es asegurar un suministro de energía regular, suficiente, económico, sostenible y ecológico.

Sus Señorías tendrán que admitir que la Unión Europea solo ha logrado un éxito ambivalente a este respecto. En algunas cuestiones, de las que el desarrollo de una economía energética ecológica es un ejemplo, hemos asumido metas ambiciosas a nivel europeo que ahora debemos empezar a cumplir. En otras cuestiones —diversificación de las fuentes de energía a nivel europeo y creación de un mercado energético único— nos hallamos tan solo al principio. Los acontecimientos de los últimos días, con el corte del suministro de gas ruso, han abierto los ojos a la necesidad de encontrar la solución más rápida posible a nivel paneuropeo. Todos tenemos la responsabilidad de aplicar este común entendimiento a la creación de un mercado energético europeo verdaderamente integrado y diversificado. No debemos permitir que nuestra determinación se pierda como se derrite la nieve. La cuestión de la seguridad energética solo puede resolverse con éxito mediante el diálogo activo con los países proveedores y de tránsito de los recursos energéticos. La Unión Europea tiene las herramientas de política exterior necesarias para resolver este asunto. Es nuestra responsabilidad el utilizarlas.

Otra dirección hacia la que debemos encaminar serios esfuerzos es la integración del mercado energético del Báltico en los mercados energéticos escandinavo y centroeuropeo. La integración de la región báltica es desigual. El comercio y el transporte se están desarrollando a buen paso. Sin embargo, el mercado energético se está atascando. La Comisión Europea ha hecho una labor notable en este campo. Su iniciativa para mejorar la seguridad energética y la solidaridad incluye también el desarrollo del plan de interconexión del mercado energético en el Báltico. Ello permitirá la progresiva integración de los Estados bálticos en el mercado energético único europeo. Tengo en alta estima la implicación de Suecia en los debates estratégicos sobre la región del Báltico. Suecia tendrá pronto la oportunidad de ponerla en práctica durante su Presidencia en el segundo semestre. Estoy convencido de que la fortaleza de las regiones, del Mediterráneo al Báltico, son claves para una Unión Europea fuerte.

Señorías, la meta principal de la Unión Europea —la seguridad y el bienestar del pueblo europeo— no ha cambiado. Lo que ha cambiado es el entorno en el que debemos alcanzar dicha meta. La economía global está más estrechamente entrelazada de lo que estaba hace un siglo. Al mismo tiempo han aparecido en la escena mundial nuevos y poderosos actores. Solo mediante una acción coherente, con visión de futuro y, lo que es más importante, común, podrá la Unión Europea aspirar a no salir derrotada en esta lucha competitiva global. Solo juntos podremos cumplir las promesas de seguridad y bienestar para nuestros ciudadanos. Solo así podremos alcanzar la meta para la que el pueblo de nuestros países nos ha votado en apoyo a nuestra participación en la Unión Europea.

El Parlamento Europeo ya ha demostrado que tiene una visión amplia del futuro de la Unión Europea. Es algo que se comprueba especialmente en el enfoque equilibrado y uniforme de la política de ampliación de la Unión. El dinámico crecimiento de Europa le ha dado la oportunidad de competir a nivel global. En este crecimiento está el potencial de Europa, un potencial que debemos explotar de modo que la Unión Europea pueda ser, incluso dentro de varias décadas, un igual de las economías asiáticas y latinoamericanas en rápido crecimiento. Sus Señorías, como representantes democráticamente elegidos de las naciones europeas, tienen que ser especialmente conscientes de esta responsabilidad. Resulta imposible hacer justicia a la enorme importancia del Parlamento Europeo a la hora de acercar el proyecto europeo a nuestro pueblo y extender su legitimidad democrática. En el futuro, el papel del Parlamento Europeo será aún más importante.

Es importante que nos unamos en nuestra diversidad y multiformidad. Es importante seguir trabajando en la mejora de la Unión Europea. Es una tarea que todos los europeos debemos asumir juntos. Es nuestra responsabilidad común hacia Europa. Es esencial evitar la fragmentación de la Unión Europea. Los Estados miembros tienen que buscar soluciones y evitar el desarrollo de un enfoque del proyecto europeo a varias velocidades. Saludamos el acuerdo alcanzado el mes pasado por el Consejo para impulsar el Tratado de Lisboa. El Tratado de Lisboa es la condición legal previa para un futuro funcionamiento efectivo de la Unión Europea. Solo poniendo en práctica los principios del Tratado de Lisboa podremos ser capaces de hacer realidad el potencial positivo que ofrece la nueva Europa unida. La efectividad en la práctica del Tratado de Lisboa dependerá de la voluntad política de los Estados miembros y su capacidad de unirse para alcanzar las metas de Europa.

Señorías, hasta el 2004, el objetivo de Letonia era formar parte de la Unión Europea. Desde entonces, hemos adaptado las metas de Letonia en el contexto de las metas europeas. No podemos considerarnos ni sentirnos como algo separado de Europa. Solo podemos definir y alcanzar los objetivos de Letonia si coinciden con la visión común europea del futuro. En cuanto a los objetivos europeos, son alcanzables si corresponden a la visión de cada Estado miembro. La Unión Europea fue construida y debe ser fortalecida sobre una base de valores comunes. Solo el debate público puede hacer surgir los valores que nos sean comunes a todos. Solo al unísono podremos acordar qué valores vamos a situar junto a aquellos sobre los que se fundó la Unión Europea. La tarea de los políticos, especialmente de los líderes europeos, consiste en definir los valores europeos e iniciar el debate sobre ellos.

Miremos al futuro. ¿Cómo veo la Unión Europea y Letonia a largo plazo? Digamos en el 2015. Tras la crisis económica, el mundo habrá confluido en varios centros de poder económico. Uno de ellos será la Unión Europea. Europa tendrá la voluntad y la capacidad de estar unida, puesto que solo la unión nos permitirá la posibilidad de cumplir nuestros objetivos. Además, la Unión Europea no dejará de estar abierta a cuantos europeos acepten sus valores. Esta unidad en la diversidad será la clave para la creciente importancia de Europa en el mundo. La Unión Europea se habrá expandido, pero no perderá su capacidad de actuar con efectividad. La Unión Europea será capaz de hacerse cargo de su propia seguridad y proporcionar estabilidad a sus vecinos. La educación y la cultura serán el puente que una las distintas experiencias de los Estados miembros de la Unión Europea y que ayudará a Europa a recuperar su papel como líder mundial en el campo de la ciencia y la cultura. Ya no habrá naciones europeas viejas y nuevas, grandes y pequeñas. Las naciones europeas serán juzgadas por sus logros, no por criterios geográficos y geopolíticos. Europa estará unida, y su unidad estará garantizada por regiones poderosas que, al mismo tiempo que defienden sus propios intereses, trabajarán estrechamente con otras, creando así una red de bienestar y desarrollo por toda Europa. Todos los países contribuirán a este desarrollo según sus propias capacidades y sus conocimientos peculiares.

¿Cuál será el papel de Letonia en la Unión Europea del año 2015? Letonia habrá salido de la crisis. Riga, la capital de Letonia, será uno de los prósperos centros de la región económica del Báltico. La economía letona será más equilibrada, más competitiva y habrá sido estructuralmente transformada. En 2015, por primera vez en su historia como Estado independiente, se confiará a Letonia la resolución de cuestiones a escala europea y global como Estado miembro Presidente de la Unión Europea. Nuestra contribución a Europa consistirá en nuestras especiales relaciones con los países de la Asociación Oriental. Letonia y nuestra región serán el puente al Este, así como los Estados mediterráneos unirán ambas orillas de dicho mar. Nuestra visión de una Europa abierta y nuestra experiencia en la integración serán el acicate de la apertura europea.

Señorías, el año 2015 no está tan alejado; tan solo seis años nos separan de él. Hace un siglo, el poeta letón Rainis escribió: «Lo que cambia, permanece». Son palabras que siguen siendo sabias. Estoy convencido de que Europa cambiará en lo material. Aumentará su poder económico, bienestar y cooperación. Consolidará su sistema de valores. Los europeos estarán orgullosos de vivir en Europa y formar parte a un tiempo de su propia nación. La unidad en la diversidad, la conservación de los valores y de la responsabilidad de cada ciudadano hacia su nación y por la familia europea en su conjunto, todo eso es el futuro de Europa.

Señorías, el desarrollo y la prosperidad de Europa son la vara con la que medir nuestro éxito. Así es como se juzgará nuestro trabajo. Son nuestra responsabilidad. Como miembros del Parlamento Europeo, yo llamo a Sus Señorías a fortalecer la comprensión por parte de los europeos de nuestros objetivos comunes y de cómo afectarán la vida de cada europeo en su propia casa. El apoyo de la ciudadanía europea a la idea de Europa es la mejor garantía del futuro europeo. Quiero agradecer a Sus Señorías su trabajo en esta sesión. Les deseo éxito en su trabajo venidero y en las próximas elecciones al Parlamento Europeo.

 
  
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  Presidente. − Excmo. Sr. Presidente, quisiera darle las gracias en nombre del Parlamento Europeo por su alocución, por su coraje europeo y por su determinación europea. También nos ha complacido escuchar el valor que concede al Parlamento Europeo, además con razón.

Todavía recuerdo con mucha claridad cómo, durante las negociaciones para el ingreso en la segunda mitad de los años noventa, Letonia, Lituania y Eslovaquia fueron inicialmente excluidas. Fue el Parlamento Europeo el que llamó a los gobiernos a incluir a Letonia, Lituania y Eslovaquia en las negociaciones. Como resultado, Letonia, Lituania y Eslovaquia pudieron convertirse en miembros de la Unión Europea el 1 de mayo del año 2004.

Se ha referido usted a la cuestión energética y quisiera responder muy brevemente. Tenemos un Comisario muy competente, su compatriota Andris Piebalgs, que se ha portado admirablemente bien durante la disputa del gas con Rusia y Ucrania, aunque muy especialmente con Rusia. Quisiera agradecer su trabajo a D. Andris Piebalgs en presencia de su Presidente.

(Aplauso)

Sr. Presidente, quisiera acabar con una observación: ha hablado usted sobre cómo está aprendiendo y cómo aprende Letonia. Es cierto, sin duda alguna. Pero incluso quienes han formado parte desde el principio de la Comunidad Europea, la Unión Europea, están aprendiendo de ustedes y sus experiencias históricas. Si estamos dispuestos a escucharnos unos a otros y a aprender unos de otros, todos saldremos beneficiados. Sobre la base de nuestros valores comunes somos fuertes, democráticos y libres. Gracias, Presidente Zatlers, ha sido un placer darle hoy la bienvenida. Gracias.

(Aplauso)

 
  
  

PRESIDE: SRA. ROURE
Vicepresidenta

 
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