Presidente. – El siguiente punto son las declaraciones del Consejo y de la Comisión sobre la situación en Oriente Próximo/Franja de Gaza.
Es un placer dar la bienvenida al Presidente en ejercicio del Consejo, el Ministro checo de Asuntos Exteriores, el señor Schwarzenberg, quien tiene que viajar a Sudáfrica hoy. Las Presidencias anteriores se organizaron de modo que un representante ocupase el lugar de su Ministro de Asuntos Exteriores y, por eso, agradecemos en particular su presencia hoy aquí, señor Schwarzenberg. Le doy una cálida bienvenida.
Por supuesto, también nos complace que la Comisaria competente, la señora Ferrero-Waldner, esté presente, ya que casi siempre lo está. Como ustedes saben, la Comisaria también está muy bien informada sobre los problemas del conflicto de Oriente Próximo y, al igual que el Señor Schwarzenberg, ha viajado a la región. Le doy una cálida bienvenida también, señora Comisaria.
Karel Schwarzenberg, Presidente en ejercicio del Consejo. − Señor Presidente, muchas gracias por darme la palabra en este debate oportuno sobre la dramática situación que se está viviendo en Oriente Próximo.
Desde el comienzo de la campaña militar de Israel en la Franja de Gaza el 27 de diciembre, hemos asistido a un fuerte deterioro de la situación a todos los niveles. Las consecuencias humanitarias de esta operación son dramáticas para la población de Gaza. Desde el comienzo de la operación, más de 900 palestinos han muerto, de los cuales aproximadamente el 30 % eran mujeres y niños. Estamos profundamente perturbados por la pérdida de vidas civiles, y el asunto se ha mencionado en repetidas ocasiones en nuestras declaraciones presidenciales. La Unión Europea deplora la continuación de las hostilidades que han llevado a un número tan elevado de víctimas civiles, y queremos expresar nuestro más sincero pésame a las familias de las víctimas.
Estamos particularmente preocupados por incidentes como el ataque a la escuela de las Naciones Unidas en Jebaliya y los disparos contra los convoyes de ayuda humanitaria que causaron la muerte de personal humanitario. Más de 4 200 palestinos han resultado heridos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios. Según dicho organismo de las Naciones Unidas, se estima que ya se ha expatriado a 28 000 personas desde el comienzo de las hostilidades. Gran cantidad de ellas están buscando refugio en los refugios, el resto de las personas internamente desplazadas permanecen con familiares.
Las mayores necesidades humanitarias están relacionadas con el gran número de heridos y con el desbordamiento de los servicios de salud, mientras que las personas desplazadas y las familias de acogida necesitan asistencia específica, como alimentos, alojamiento, agua y artículos no alimentarios. Dado que el sistema de agua fue gravemente dañado y necesita reparaciones urgentes, la población de Gaza apenas tiene acceso a agua potable. Por lo tanto, el suministro de agua potable es la principal prioridad.
También hay una gran escasez de alimentos en todos los sectores de la población. Desde el 4 de noviembre del año pasado, no se ha permitido al personal de las ONG extranjeras el acceso a Gaza para prestar ayuda humanitaria y supervisar su entrega adecuadamente. Además, ha aumentado el número de camiones que entran en Gaza desde que se iniciaron las operaciones militares. El actual promedio diario de 55 camiones sigue siendo lamentablemente insuficiente en comparación con la necesidad de al menos 300 camiones por día para cubrir las necesidades del 80 % de la población que se ha convertido en dependiente de la ayuda.
La Unión Europea ha seguido de cerca los trágicos acontecimientos desde el principio. Tres días después del comienzo de la operación, los ministros de Asuntos Exteriores se reunieron en una sesión extraordinaria en París para debatir la situación. Todos ellos convinieron en la necesidad de un cese inmediato y permanente de los bombardeos, y en la necesidad de acción humanitaria inmediata a fin de intensificar el proceso de paz. La cumbre principalmente tenía por objeto ayudar a poner fin a la violencia y aliviar la crisis humanitaria. La Presidencia encabezó una misión diplomática en Oriente Próximo. La Troika ministerial de la UE visitó la región entre el 4 y el 6 de enero, celebrando reuniones en Egipto, en Israel, con la Autoridad Palestina, y en Jordania. El Alto Representante también visitó Siria, Líbano y Turquía.
Han comenzado a proyectarse los contornos de una solución a la crisis. En primer lugar, debe haber un cese incondicional de los ataques con misiles de Hamás sobre Israel y debe ser el fin de la acción militar israelí, con objeto de posibilitar la entrega sostenida de ayuda humanitaria y el restablecimiento de los servicios públicos y el tratamiento médico para los necesitados. El alto el fuego de seis meses, que expiró el 19 de diciembre, estaba lejos de ser perfecto. Israel sufrió el ataque periódico de misiles y sabía que su enemigo estaba acumulando mayor cantidad de armas. Gaza soportó el castigo de un verdadero bloqueo económico, que minó totalmente su desarrollo económico.
Con el fin de lograr un alto el fuego sostenible, tenemos que buscar un compromiso razonable que implique el fin de los bombardeos y la reapertura de los pasos fronterizos. Debe encontrarse una solución viable que se ocupe de los túneles a través de las fronteras, especialmente a lo largo de la Ruta de Filadelfia, para impedir el contrabando de armas. Ésta también debe conducir a la apertura controlada y sistemática de todos los pasos fronterizos a fin de permitir el desarrollo de la economía de Gaza.
Creemos que puede resultar útil el despliegue de misiones internacionales que supervisen la aplicación del alto el fuego y que actúen como enlace entre las dos partes. En este sentido, la Unión Europea está dispuesta a volver a colocar a sus observadores en el paso fronterizo de Rafah y a ampliar el mandato de la misión de asistencia fronteriza de la Unión Europea en términos de alcance y contenido. Sabemos que Israel ha acordado una pausa diaria para permitir la entrega de productos tan necesitados en Gaza, como son los alimentos, el combustible y las medicinas. Sin embargo, sólo un alto el fuego inmediato y total permitiría la entrega y distribución de las grandes cantidades de ayuda humanitaria que tanto necesita Gaza y la reanudación de los servicios básicos. Israel debe garantizar el acceso seguro y sin trabas a la ayuda humanitaria y otros suministros esenciales, entre los que cabe mencionar alimentos, medicinas y combustible, de la población civil palestina de la Franja de Gaza, así como el paso seguro de los civiles y del personal humanitario para entrar y salir de la Franja de Gaza.
Pero ni siquiera una solución íntegra y duradera en Gaza será suficiente para instaurar la paz en la región. Tenemos que hacer frente a retos más amplio y más complicados. Necesitamos una nueva estrategia global que aborde la situación política interna palestina, así como la reanudación de las negociaciones de paz que se suspendieron a causa de la crisis de Gaza. La reconciliación palestina, y un representante gubernamental de las aspiraciones del pueblo palestino, son más necesarios que nunca. Por lo tanto, apoyamos el esfuerzo de mediación llevado a cabo por Egipto de conformidad con las resoluciones de la Liga Árabe, de 26 de noviembre de 2008.
Como se señaló en las conclusiones del CAGRE en diciembre de 2008, la Unión Europea está dispuesta a apoyar cualquier gobierno palestino estable que aplique políticas y medidas que reflejen los principios del Cuarteto. La Unión Europea subraya la necesidad de lograr una paz justa, duradera y total en Oriente Próximo, y pide la reanudación de las negociaciones palestino-israelíes y la solución de todas las cuestiones pendientes en el conflicto palestino-israelí, incluidas todas las cuestiones fundamentales.
Una solución íntegra y duradera, en última instancia, dependerá de los avances reales en el proceso de paz en Oriente Próximo. Será necesario que ambas partes realicen grandes esfuerzos con carácter urgente para alcanzar una paz global, basada en la visión de una región en la que dos Estados democráticos, Israel y Palestina, convivan en paz uno al lado del otro, con unas fronteras seguras y reconocidas.
El último brote de violencia en Oriente Próximo no sólo retrasó las perspectivas de una solución pacífica al conflicto entre Israel y Palestina. El daño político que están provocando los combates, tanto en términos de polarización y de radicalización regionales como en términos de un mayor descrédito de las fuerzas moderadas, tampoco debe descuidarse. Sólo un Estado palestino viable traerá seguridad a una región que ha sufrido durante demasiado tiempo. Y esto satisface especialmente los intereses de Israel y sus vecinos. Por tanto, deben tomarse inmediatamente medidas urgentes para revertir los daños causados por la acción militar con el fin de restablecer la posibilidad de un resultado negociado equitativo.
(Aplausos)
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, creo que todos hubiéramos deseado un mejor comienzo para el año 2009. Desgraciadamente, nos enfrentamos a un terrible y espantoso conflicto en Gaza, que se encuentra ahora en su tercera semana.
Es motivo de una gran preocupación. Ayer lo discutimos en una reunión con la Comisión de Asuntos Exteriores, la Comisión de Desarrollo y los miembros del Parlamento Europeo que estuvieron en Gaza durante el fin de semana.
El Presidente en ejercicio del Consejo ya ha mencionado las terribles estadísticas de los muertos y heridos, que empeoran cada día. Cada vez hay más pruebas de víctimas que sufren profundas quemaduras, y los organismos de ayuda informan de que la población está afectada por una aguda escasez de alimentos, combustible y medicamentos, por no mencionar la destrucción de viviendas e infraestructura.
Sin embargo, Israel también ha sufrido pérdidas y se ha enfrentado a cientos de misiles lanzados a su territorio por Hamás, dirigidos a civiles israelíes. La guerra, por desgracia, siempre produce un sufrimiento humano inmenso, y esta guerra no es una excepción. Por lo tanto, más allá de su inmediato efecto devastador, aleja mucho más la perspectiva de la paz, socava la Iniciativa de Paz Árabe y podría potencialmente tener una repercusión muy negativa en la estabilidad de toda la región.
Quisiera esbozar rápidamente la actividad diplomática que hemos acordado juntos para llevar este conflicto a su fin y, a continuación, para estudiar los desafíos a medio y largo plazo. Hemos estado activos desde el primer día, lo que creo que fue importante. Sabemos que no somos el actor principal en Oriente Próximo, pero fuimos y somos un actor importante. Por lo tanto, en respuesta al estallido de la crisis, la reunión de emergencia de los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE en París el 30 de diciembre de 2008 fue muy importante para el desarrollo de propuestas desde el principio –la Declaración de París– destinadas a poner fin a este conflicto, que después utilizamos en nuestra delegación y visita a Oriente Próximo.
He aquí tres elementos. En primer lugar, la Declaración de París exigió un alto el fuego humanitario inmediato, que incluyese tanto un cese incondicional de los ataques con misiles de Hamás contra Israel, como también el fin de la acción militar israelí. Hemos pedido que el alto el fuego vaya acompañado de una apertura permanente y normal de todos los pasos fronterizos, según lo dispuesto en el acuerdo sobre circulación y acceso de 2005. Hemos expresado la voluntad de volver a enviar la misión de asistencia fronteriza de la Unión Europea (BAM) al paso fronterizo de Rafah para permitir su reapertura, y también indicamos que estábamos dispuestos a contemplar la posibilidad de ampliar la ayuda a otros puntos fronterizos, a condición de que se cumplieran nuestras preocupaciones en materia de seguridad.
En segundo lugar, hicimos hincapié en las necesidades humanitarias urgentes, que dijimos que debían cumplirse. Aquí instamos a la inmediata apertura de los puntos fronterizos para que pueda suministrarse asistencia médica, combustible y alimentos a la Franja de Gaza, a fin de que los trabajadores humanitarios tengan acceso y que se pueda evacuar a los heridos.
En tercer lugar, reiteramos nuestra opinión de que no hay solución militar a este conflicto palestino-israelí, que el proceso de paz es la única manera de avanzar y que hay que redoblar los esfuerzos tan pronto como haya un alto el fuego duradero.
Como usted ha dicho, nuestra misión se llevó a cabo en conjunción con una visita del Presidente Sarkozy, que había planeado hacer un viaje a Siria y el Líbano, y que luego decidió realizar una visita a Egipto e Israel para secundar estos esfuerzos, siempre sobre la base de nuestra declaración del 30 de diciembre de 2008. Francia preside actualmente el Consejo de Seguridad, por lo que supuso una iniciativa importante.
Nos coordinamos estrechamente, incluyendo una reunión conjunta en Ramallah, donde el Presidente Sarkozy esbozó su plan de alto el fuego, por el que teníamos –la Troika– que allanar en cierta medida el terreno a través de nuestras conversaciones con las principales partes interesadas, concretamente Egipto y Jerusalén.
Estas actividades nos reforzaron mutuamente, proyectando un fuerte mensaje de unidad de la Unión Europea, y la Troika no sólo transmitió esta posición institucional de la UE, sino que también puso de manifiesto nuestra presencia. Creo que también fue importante que el Presidente Sarkozy fuese a Siria. Más tarde, el señor Solana lo acompañó a Siria y Líbano, y también mantuvieron conversaciones con Turquía. Considero que todo esto era necesario.
En particular, hice hincapié en la situación humanitaria, como ya se ha dicho, y exigí concretamente la apertura de los pasos fronterizos y también la posibilidad de al menos algunas horas de alto el fuego para permitir que las organizaciones internacionales llevasen a cabo su labor. Israel aceptó algunos de estos puntos y, en las negociaciones con el Gobierno israelí, también conseguí el coemplazamiento de un funcionario de ECHO en las instalaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel para coordinar la canalización de la ayuda humanitaria con las fuerzas armadas israelíes, tal como se había hecho en la guerra del Líbano, lo cual supuso una poderosa herramienta para una mejor coordinación.
Quisiera aprovechar esta oportunidad para expresar mi agradecimiento a todos los valientes colegas que siguen trabajando en Gaza, a los del OOPS/UNRWA y el CICR, con quienes estamos trabajando y quienes reciben una gran cantidad de nuestros fondos, pero también a muchos otros.
(Aplausos)
También quiero ofrecer mis más sinceras condolencias a las familias de los trabajadores que ya han sido víctimas de este trágico episodio.
La Comisión también ha asignado muchos fondos a ayuda humanitaria inmediata y estamos dispuestos a asignar más en el futuro.
¿Qué han conseguido estas negociaciones? Como ha dicho el Presidente en ejercicio, las negociaciones contenían los elementos principales para la última resolución del Consejo de Seguridad, que fue aprobada pocos días después de las negociaciones, con la abstención de los estadounidenses. Un alto el fuego inmediato, las garantías de Egipto para detener el contrabando a través de los túneles, la apertura de los pasos fronterizos para la ayuda humanitaria, incluido el despliegue de una fuerza –posiblemente con la participación internacional y/o de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina– que patrulle a lo largo de los 15 kilómetros del corredor de Filadelfia entre Gaza y Egipto.
Entendemos que la Autoridad Palestina ha aceptado esta propuesta y que ahora Israel y Hamás la están estudiando. Creemos que es muy importante para que muy pronto algo funcione. Mi última información es que todo el mundo está trabajando muy estrechamente en ella y tal vez en pocos días consigamos realmente un alto el fuego. Espero que así sea.
En las perspectivas a medio plazo, por desgracia tanto a Israel como Hamás han rechazado inicialmente esta resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero a partir de estos contactos diarios espero que se pueda alcanzar muy pronto un acuerdo. Es importante decir y reconocer que Egipto ha estado desempeñando un papel destacado en los contactos directos con Hamás, y también que en este sentido la visita del Presidente Sarkozy a Siria, así como los esfuerzos de Turquía, han sido muy importantes.
Asimismo entiendo que la cumbre de los países árabes podría tener lugar en Qatar a finales de esta semana. Tenemos por objeto, como muestra esta intensa actividad diplomática, respaldar a todos los actores pertinentes que ejercen el efecto de palanca con Hamás para ayudar a encontrar una solución sostenible tal como se establece en la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tan pronto como se pacte el alto el fuego, tendremos que pensar, probablemente organizando una conferencia, la manera de formular medidas más concretas para aliviar las necesidades humanitarias de la población palestina en Gaza. Sin embargo, tenemos que dejar claro que con independencia de lo que hagamos, esto no debe contribuir a un ciclo interminable de destrucción y reconstrucción sin alcanzar la paz.
En las condiciones adecuadas podría volver a recurrir a ustedes y pedirles su ayuda para contribuir de manera significativa a los esfuerzos constructivos, como ya hice en el pasado. Ya saben que el Secretario General Ki-moon está recorriendo la región, y es de esperar que también él contribuya a este éxito final que es absolutamente necesario para conseguir un alto el fuego duradero.
Como perspectiva a largo plazo, tenemos que decir que la actual ofensiva contribuye claramente a un debilitamiento de la confianza entre palestinos e israelíes. Las operaciones militares nunca traen una paz duradera, eso sólo puede conseguirlo un acuerdo político negociado. Por lo tanto, debe reanudarse el diálogo entre israelíes y palestinos, y entre los propios palestinos.
Una vez que hayan cesado las hostilidades, creo que será importante para reanudar las conversaciones encaminadas a alcanzar la paz total tan pronto como sea posible. Aquí tenemos que trabajar con el nuevo Gobierno de los EEUU para garantizar que es capaz de apoyar las negociaciones bilaterales desde el principio. En este sentido, acojo con agrado los compromisos adquiridos por la Secretaria de Estado designada, Hillary Clinton, en su audiencia de ayer en el Senado. Insistiremos en que las partes negocien la esencia, y no sólo el proceso, y que el proceso de Anápolis tenga una conclusión satisfactoria. Esta crisis demuestra que una conclusión exitosa es más urgente que nunca.
La cuestión de la reconciliación palestina también será fundamental. Es poco probable que Hamás desaparezca con esta operación. Posiblemente saldrá debilitado militarmente, pero fortalecido políticamente. La posición de Hamás de que la legislatura del Presidente Abbas finalizará el 9 de enero es otra cuestión que está estrechamente relacionada con la reforma de la OLP y de Al Fatah. Para lograr una paz duradera, es evidente que una Autoridad Palestina fuerte debe hablar por todos los palestinos y que ésta debe estar comprometida con una solución de dos Estados por medios pacíficos.
El conflicto en Gaza, por desgracia, también tiene repercusiones negativas potenciales en términos de apoyo regional al proceso de paz. La imagen de Israel con varios regímenes árabes a favor de la paz se ha visto mermada por el excesivo sufrimiento de la población civil de Gaza. Los dirigentes de Israel y la población israelí deben entender lo negativo que es esto para sus aspiraciones de ser un pueblo que vive en paz. Nosotros somos sus amigos y debemos decirles que lo estamos haciendo. Por consiguiente, Israel no puede permitirse el lujo de perder tiempo en alcanzar la paz.
Éste es mi primer breve, o no tan breve, análisis y tendremos que intentar trabajar para conseguir este alto el fuego duradero para luego ser capaces de continuar y conseguir las negociaciones de paz en curso con una nueva administración estadounidense.
José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (ES) Señor Presidente, diecisiete días de combate en Gaza han dejado, sencillamente, un balance desolador. Lo más grave, por irreparable, es la pérdida de vidas humanas: civiles inocentes, niños; destrucción, caos, odio, venganza; la causa Palestina dividida; fortalecimiento de los radicales frente a los moderados y un proceso de paz completamente descarrilado.
Porque, señor Presidente, como apuntaba el representante de la Presidencia en ejercicio, se pueden ganar todas las batallas de una guerra, pero se puede perder la batalla más importante que es la batalla de la paz.
Más allá, señor Presidente, del reparto de responsabilidades o de culpas a una, otra o ambas partes, lo más importante –lo acaba de decir la señora Comisaria– es conseguir un alto el fuego inmediato, como reza la Resolución 1860 de las Naciones Unidas y que, como nos acaba de recordar su Secretario General, es de obligado cumplimiento para ambas partes.
Señor Presidente, es preciso aliviar también la terrible situación humanitaria y económica que se vive en la Franja de Gaza, gobernada –lo digo entre comillas– por Hamás, una organización que está en la lista de las organizaciones terroristas de la Unión Europea y que debemos recordar que no sólo es una de las causas del conflicto, sino también una consecuencia de terribles circunstancias.
Mi grupo político, señor Presidente, apoya y quiere reconocer los esfuerzos de todos los grupos políticos de la Cámara en apoyo de la resolución que vamos a aprobar mañana y rendir homenaje a los diputados que han estado presentes en la negociación, muy particularmente al representante de mi grupo, el señor Brok, que tenía una tarea muy difícil.
Mi grupo apoya los esfuerzos de la Comisión y del Consejo, señor Presidente, para que, en colaboración con los países árabes, Egipto en particular, y los otros miembros del Cuarteto, puedan conseguir lo antes posible un alto el fuego.
Y, señor Presidente, estamos muy esperanzados con la declaración que hizo ayer ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado norteamericano la Secretaria de Estado designada, Hillary Clinton, en el sentido de ofrecer una diplomacia pragmática, dialogante y efectiva.
Por último, señor Presidente, lo más importante: la Unión Europea es una unión de valores y en la cúspide de esos valores se sitúa el valor de la paz. Creo, señor Presidente, que la Unión Europea tiene que movilizar todos sus esfuerzos y poner todo su peso político en aras de esta causa, eso sí, señor Presidente, sin dejar que nuestra mente se enturbie y que nuestro corazón se endurezca ante un conflicto de estas características.
(Aplausos)
Martin Schulz, en nombre del Grupo del PSE. – (DE) Señor Presidente, Señorías, debates como el que estamos celebrando hoy son muy complicados para todos nosotros. La razón por la que son difíciles es porque Israel es un amigo, es un país al muchos de nosotros –y esto es particularmente cierto en mi caso– nos sentimos vinculados por lazos de profunda amistad. Con los amigos lo más importante es discutir los temas controvertidos abiertamente.
Hasta ahora, este conflicto se ha cobrado 1 000 vidas en diecisiete días. Se trata de un conflicto sangriento, como consecuencia del cual están sufriendo especialmente las mujeres y los niños. Hay una resolución de las Naciones Unidas que constituye una base para declarar un alto el fuego inmediato y para el inicio de las negociaciones. Está muy claro que el conflicto sólo puede resolverse en virtud del derecho internacional, y el hecho de que tanto el derecho internacional como el derecho humanitario internacional hayan de respetarse debería ser evidente para un país democrático basado en el Estado de Derecho. Es realmente una vergüenza que tengamos que discutir esto. Por lo tanto, todo lo que podemos hacer para superar la crisis humanitaria es un llamamiento para un alto el fuego inmediato. Lo que decimos en nuestra resolución es algo fundamental para poner fin de forma inmediata y directa a la pérdida de vidas, el hambre y la miseria.
Es evidente que el Estado de Israel tiene derecho a defenderse. Tiene derecho a defenderse contra las personas cuyo objetivo es destruir el Estado. Sin embargo, un país democrático basado en el Estado de Derecho siempre debe preguntarse si los medios que utiliza para hacerlo son proporcionados. En mi opinión –y, creo, que en la de la mayoría de mis colegas de esta Cámara– los medios no son proporcionados.
(Aplausos de la izquierda)
Tenemos que decir a nuestros amigos de Israel, con independencia de su orientación política, que somos conscientes de que Hamás no es un movimiento de paz. Sabemos que está dirigido por personas que no comparten nuestros valores fundamentales y, por supuesto, cada misil que se dispara contra Israel es un ataque contra el que tiene derecho a defenderse; pero, a pesar de todo, es un error negarse a participar en el diálogo. Si el diálogo es la condición previa fundamental para un desarrollo pacífico, negarse a participar en dicho diálogo significa perpetuar el conflicto armado. Por tanto, se requiere un ajuste fundamental.
Tendrá que haber diálogo con Hamás. Si Israel no puede participar en él directamente –entiendo el punto de vista de los políticos israelíes que dicen que no podemos negociar con Hamás, aunque muchos de los ciudadanos del país crean que deberían– si los parlamentarios y miembros del gobierno dicen que no desean hacerlo, hay suficientes oportunidades para la mediación internacional. Por ejemplo, existe el Cuarteto, y una de las posibles tareas de la Unión Europea en el seno del Cuarteto es posibilitar dicha mediación en el diálogo.
Se trata de un error fundamental creer que en última instancia puede haber una solución militar a este conflicto de Oriente Próximo. Considero que se trata de un error fundamental, con independencia de la parte que lo crea. No puede encontrarse una solución a través de los actos terroristas ni tampoco a través de una acción militar convencional. La única solución que puede haber es el diálogo entre las partes del conflicto, con la ayuda de la mediación internacional.
Lo que se necesita es un alto el fuego inmediato. Éste debe garantizarse por medio del mecanismo previsto por la comunidad internacional, si es necesario, con la ayuda de una fuerza multinacional con la participación de los países árabes y, en particular, de los Estados musulmanes. Esto sería una forma de lograr ahora un alto el fuego y una mejora.
Cuando, siendo joven, comencé en la política, me dijeron que no se puede hablar con los terroristas. En aquel momento, el principal terrorista era Yasser Arafat. Un par de años más tarde vi en la televisión imágenes de este líder terrorista recibiendo el Premio Nobel de la Paz junto con los políticos israelíes. Lo que fue posible entonces puede ser posible también en el futuro. Por lo tanto, una cuestión es si se avanza en la medida en que los mecanismos disponibles producen el diálogo necesario. En nombre de mi grupo, me gustaría dar las gracias a todos quienes, también desde otros grupos, han trabajado en la resolución. Si esta resolución, que cuenta con el apoyo de todos los grupos de la Cámara –lo que considero una buena señal–, puede ayudar a mejorar la atmósfera, habremos hecho una contribución, por pequeña que sea, para poner fin a una pérdida de vidas que es intolerable para todos.
(Aplausos de la izquierda)
Annemie Neyts-Uyttebroeck, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, llegará el día en que tengamos que separar realmente lo bueno de lo malo, pero creo que, a día de hoy, resulta más urgente que hagamos nuestras peticiones, que son: una tregua inmediata, con el fin de los bombardeos a Israel y de las operaciones israelíes en Gaza; la entrega de ayuda humanitaria; un alto el fuego duradero, con el fin del tráfico de armas y municiones, con una vigilancia eficaz de la frontera entre Egipto y Gaza, con la retirada de las tropas israelíes y con la reapertura de los pasos fronterizos; y, por último, el levantamiento del embargo; y todo esto al mismo tiempo.
Ésta será una fase muy compleja que, sin duda, o con mucha probabilidad, requerirá la presencia de una fuerza internacional, y creo que la Unión debe prepararse para participar en ella. Me gustaría hacer dos observaciones adicionales.
Para tener éxito, la Unión Europea tendrá que hablar y actuar con claridad y no de una manera desorganizada. Es muy útil tener buenas intenciones, pero es más importante ser eficaces. Los Estados Unidos también tendrán que adquirir un compromiso, al igual que la Liga Árabe y sus países miembros.
Por último, quisiera añadir que, con el fin de ofrecer una alternativa real a la situación de Gaza, Israel tendrá que mejorar considerablemente la situación en Cisjordania: los 634 puestos de control, la división en dos de la red de carreteras, los muros de ocho metros de altura, así como los innumerables actos de humillación infligidos a los palestinos, no ofrecen una alternativa suficientemente atractiva para que los habitantes de Gaza den la espalda a Hamás.
Para concluir, quisiera decir que no cabe duda de que llegará el día en que todos tengan que hablar con todos.
(Aplausos)
Cristiana Muscardini, en nombre del Grupo UEN. – (IT) Señor Presidente, Señorías, como es el sentir generalizado, todos estamos, obviamente, implicados en y molestos por esta situación, pero creo que es un deber, al menos para mí, rechazar cualquier tipo de hipocresía.
El problema tiene raíces muy remotas: el legítimo y sacrosanto derecho de los palestinos a tener un Estado libre está asociado al igualmente sacrosanto derecho de Israel a ser reconocido, y sabemos que Israel ha sido borrado del mapa en muchos países. Sabemos que Francia, Italia, España y Alemania, sin duda, no habrían soportado que se les borrara del mapa, no habrían aceptado que se les considera inexistentes. Sabemos que no fue Israel el que inició esta enésima guerra y que el terrorismo sigue siendo uno de los principales problemas.
Por lo tanto, creo, señor Presidente, que, dejando a un lado la hipocresía, ahora tenemos el deber de empezar a pensar de otra forma. No podemos creer que el diálogo con los terroristas está justificado por el hecho de que muchos civiles hayan muerto, porque esto crearía una excusa para que cualquier terrorista en el futuro hiciera uso de la violencia, la fuerza y la muerte con el fin de obtener la legitimidad política.
Creo que nosotros, en tanto que Unión Europea, deberíamos empezar por comportarnos de forma más coherente y encontrar la capacidad para hacer frente al problema de las relaciones económicas con países que no reconocen a Israel, y para establecer corredores humanitarios que permitan a los civiles, tanto palestinos como israelíes, llegar a un lugar seguro. En este caso son los palestinos los que más están sufriendo. Dicho esto, señor Presidente, creo que también sería apropiado examinar la posición relativa a las ayudas que se han dado y que se están dando ahora, sobre cuyo uso no tenemos control.
Daniel Cohn-Bendit, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, la situación es, sin duda, lo suficiente trágica como para provocar lágrimas. La esperanza de la paz y la seguridad para los afectados desapareció en el humo de Gaza y bajo los cuerpos de los muertos, y de los niños, y de las mujeres, y de los hombres, y de los heridos. Ahora la más mínima esperanza de seguridad queda más lejos que nunca. Todos aquellos que piensan que esta guerra es, según la lógica del argumento de Israel, una guerra justificada por el hecho de que hubo un ataque con misiles sobre Israel, y que se les debe dar una lección a los palestinos, no han entendido nada. No han entendido una cosa: dar una lección a alguien es una triste forma de educarlos y es algo que nunca ha funcionado. Desde la época de Clausewitz hemos sabido que el que inicia una guerra debe saber cómo terminarla, debe saber cuál es el objetivo. El objetivo de esta guerra es más seguridad para Israel. Hoy podemos decir que el objetivo de esta guerra no se logrará nunca mediante esta guerra y la forma en que se está librando. Cuantas más muertes de civiles y más muertes de palestinos haya, menor será la seguridad en la región. Éste es el drama, la tragedia que está teniendo lugar actualmente en la región. Y por eso tenemos que ser muy claros en esto. El señor Schulz tiene razón: Israel necesita ser protegido de sí mismo. Hay que salvar a Israel de la tentación de buscar una solución que implica la guerra y la fuerza armada. Los palestinos necesitan ser protegidos de Hamás. Los civiles palestinos necesitan ser protegidos de Hamás. Ésa es nuestra tarea. No es fácil, pero debemos ser claros. Hago un llamamiento al Consejo para que dejemos de pensar en términos de mejora, aumento, mejora de las relaciones con Israel, mientras que la situación continúe como está. Es una mala solución, no es la solución correcta.
(Aplausos)
Hago un llamamiento a todos aquellos que abogan justamente por el diálogo, por un debate con Hamás, para que no sean ingenuos, para que se den cuenta el hecho de que debe celebrarse un debate con Hamás a fin de mejorar la situación en Gaza ya que ellos tienen el poder, pero, al mismo tiempo, para que se den cuenta de que la estrategia de Hamás exige que haya víctimas. Israel ha caído en la trampa de Hamás: cuantas más muertes haya en Gaza, mejor para Hamás. Ésa es una de las verdades que también debe decírsele a Hamás. Nos negamos a aceptar esta estrategia suicida de Hamás que busca víctimas y mártires a fin de iniciar actos de agresión contra Israel. También hay que decirle esto a Hamás.
Para concluir, voy a decirles algo: los únicos que pueden resolver el problema de Hamás son los palestinos. Mientras que Israel continúe ocupando Cisjordania, mientras que Israel no ofrezca una solución positiva a los palestinos de Cisjordania, cada vez más palestinos recurrirán a Hamás. Si ofrecemos a los palestinos de Cisjordania una esperanza de vida, se levantarán en contra de Hamás y nos liberarán de ellos. Libremos a los palestinos de la ocupación israelí de Cisjordania y los palestinos se liberarán ellos mismos de Hamás.
(Aplausos)
Luisa Morgantini, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, Rahed tiene 50 años, ha perdido su casa, a sus tres hijos, a su esposa y a dos cuñadas. Rahed está desesperado y se encuentra en el centro que visitamos. Con una profunda angustia, dijo: «Hamás dirá que ha ganado cuando este ataque haya concluido, e Israel dirá que ha ganado, pero en realidad somos los civiles los que estamos muertos». Me gustaría decir otra cosa: en realidad, con los cadáveres de las mujeres y los niños que hemos visto, y con más de 4 000 heridos en el hospital sin ningún tipo de tratamiento, lo que se está muriendo allí es la justicia; lo que se está muriendo es el sueño de una Europa que quiere que los derechos humanos sean universales, y esto es una tragedia.
Somos ineficaces. Señora Ferrero-Waldner, usted sabe que le tengo un gran respeto; me consta que está tomando medidas y trabajando con otros para lograr muchos objetivos. Creo que debemos entender, claramente y sin ambigüedades, que esta guerra militar, este militarismo por parte de Israel, no está llevando a la salvación de Israel, sino a su fin, incluido su fin moral. Esto es lo que dice David Grossmann, además, cuando conmemora el asesinato del señor Rabin por un judío fundamentalista, no por un islamista fundamentalista, porque quería alcanzar la paz. ¡Que pacten un alto el fuego! ¡Que pacten un alto el fuego! Eso es lo que me dijo un médico noruego, que opera todos los días y trabaja ininterrumpidamente (estamos enviando médicos a Gaza). ¡Lo que queremos es un alto el fuego!
El Consejo de Seguridad debe comenzar a convertir sus palabras en acciones concretas. Estamos de acuerdo con la diplomacia, pero no sólo tenemos que utilizar la diplomacia, sino que también debemos utilizar los instrumentos que tenemos. Uno de los instrumentos que tenemos en relación con Israel es, de hecho, la mejora, y me complace saber que hoy, por ejemplo, el representante de la Comisión Europea en Tel Aviv ha dicho que ahora no es momento para pensar en la mejora. Deberíamos descansar de esto, porque lo que tenemos que hacer es lograr un alto el fuego. Esto es extremadamente importante. Creo que es importante y que es un mensaje fuerte.
Han hablado de la protección y la protección internacional. Creo que es un error pensar sólo en Gaza y Rafah. La protección para la población civil viene desde el norte, desde Herez, que es donde se originan los ataques israelíes. El control de las fronteras es el control de las fronteras principales, Rafah y Herez, porque durante mucho tiempo, desde 1992, desde el acuerdo de Oslo, como muy bien saben, los palestinos no han podido salir a través de Herez, y ni siquiera las personas enfermas han podido salir por allí.
Por lo tanto, debemos pensar no sólo en términos de los túneles y de las armas con las que Hamás puede hacerse, sino también en términos de absolutamente todas las prohibiciones que existen para los palestinos. Necesitamos un alto el fuego y una apertura no sólo de corredores humanitarios, sino también de todos los pasos fronterizos, porque si la gente no tiene qué comer, si la gente no tiene acceso al comercio, ¿qué se puede hacer? Esto ejercerá verdaderamente una gran presión sobre Hamás para que detenga las acciones actuales y deje de llevar a cabo acciones que perjudiquen a la población israelí. Sin embargo, Israel debería saber que es Cisjordania la que está ocupada militarmente y debería buscar la paz realmente y no construir asentamientos.
(Aplausos)
Presidente. − Muchas gracias, señora Morgantini. Quiero expresar mi respeto hacia usted y hacia los demás diputados al Parlamento Europeo que tomaron la iniciativa de viajar a la Franja de Gaza en los últimos días.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, Palestina es territorio islámico, inalienablemente. Desde su creación en 1987, el movimiento islámico Hamás se ha apegado firmemente a este principio básico. En este sentido, recibe el pleno apoyo de la República Islámica de Irán. Este punto de vista ideológico no deja absolutamente ningún lugar para el estado judío de Israel en Oriente Próximo, y las nefastas consecuencias de este totalitarismo musulmán se hacen notar cruelmente en la Franja de Gaza.
Típico de la filosofía de Hamás es el uso militar de las mezquitas de Gaza, con todas las trágicas consecuencias que ello conlleva. En este sentido, quisiera hacer referencia al lúcido informe publicado el pasado lunes en el diario Frankfurter Allgemeine. Si Europa realmente valora la existencia continuada del Estado judío de Israel, se ve venir un enfrentamiento entre Hamás y su aliado Hezbolá en Irán. ¿Estamos preparados para esta perspectiva nefasta, pero realista? Después de todo, un alto el fuego o un armisticio temporal es para Hamás y compañía una mera pausa para coger aire en la Jihad contra Israel.
Luca Romagnoli (NI). – (IT) Señor Presidente, Señorías, debo decir que creo que la gran mayoría de esta Cámara comparte los deseos de paz y las preocupaciones que hasta ahora hemos expresado muchos de nosotros aquí. También creo que lo que ha dicho el Consejo puede ser aprobado, y yo diría que la Comisión ha seguido hasta ahora un curso que puede ser beneficioso para el diálogo: la apertura de corredores humanitarios y el alto el fuego bilateral podrían anunciar un compromiso posterior en la organización de una zona de seguridad internacional.
Aquí tal vez tenga razón la señora Morgantini, cuando pedía que esta zona no se refiriera sólo a Gaza, sino que se extendiera a todos los territorios palestinos. Básicamente, tengo la impresión de que los deseos y la actividad diplomática de la señora Ferrero-Waldner, al menos hasta cierto punto, pueden considerarse como adoptar el mismo enfoque que el Papa trató de adoptar sobre este tema. Yo humildemente deseo compartir el mismo tipo de enfoque: después de todos estos años, todavía tenemos que buscar una solución para dos pueblos y dos Estados –éste es un punto que no debemos olvidar– y, por último, tenemos que tratar de afirmar el derecho internacional. No hay y nunca habrá una solución militar –también lo dijo el señor Schultz y de vez en cuando tengo que referirme a él– y debo decir que, sin duda, nunca habrá una solución militar que resuelva el problema en Tierra Santa. Sobre este punto, creo que la Unión Europea dispone de las herramientas necesarias para respaldar cualquier recurso diplomático que pueda resultar útil aquí.
Presidente. − Estoy seguro de que al señor Schulz le complacerá oírle mencionar su nombre en relación con el Santo Padre.
Elmar Brok (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, señor Presidente en ejercicio del Consejo, me gustaría describir mi punto de partida. Hamás se opone a una solución de dos Estados, rechaza el derecho de existencia del Estado de Israel, ha tomado el poder por medio de un brutal golpe contra su propio pueblo, lanza misiles contra los civiles, y utiliza a los civiles, las escuelas y las mezquitas como escudos humanos. ¿Cómo es posible, cuando se trata de proteger a la población civil de tu país, reaccionar proporcionalmente si la otra parte está utilizando a sus propios civiles como escudos humanos? Por lo tanto, los conceptos de comparación y proporcionalidad numérica no son aplicables en una situación como ésta. En una situación de guerra no hay proporcionalidad; cada guerra y cada víctima es una de más, y no es posible poner en una balanza las cifras de cada una de las partes. Me parece que éste es un punto de partida razonable. Por lo tanto, no deberíamos incurrir en el tipo de acusación unilateral que hemos visto, sino más bien intentar lograr un alto el fuego y prestar ayuda a este respecto.
Creo que el Presidente en ejercicio Schwarzenberg y su delegación, así como la Comisaria Ferrero-Waldner, con la ayuda de otras delegaciones nacionales, han hecho más en este sentido que ninguna otra parte (no hay rastro de los Estados Unidos, apenas de las Naciones Unidas y ninguna señal de los demás miembros del Cuarteto), y me gustaría agradecérselo sinceramente. Tenemos que asegurarnos de que este alto el fuego tiene dos componentes: debe ser el fin de la agresión israelí y hay que impedir que Hamás traiga más misiles de Corea e Irán que dejarían Tel-Aviv a tiro. Por esta razón, se deberá garantizar no sólo que paren los bombardeos, sino también, por medio de acuerdos internacionales que incluyan al Cuarteto y la Liga Árabe, teniendo Egipto un papel fundamental, que los quince kilómetros de frontera estén patrullados en la medida en que no se puede cruzar más disparos en Gaza. Del mismo modo, debe detenerse el ataque de Israel.
Hay un último comentario me gustaría hacer. Es sólo un pequeño primer paso. Si Israel desea negociar con los palestinos moderados en el futuro –lo que significaría una solución de dos Estados–, entonces, una vez que todo esto haya terminado, se debe tener cuidado a largo plazo de que los palestinos moderados que apoyan al Presidente Abbas alcancen logros que mostrar a su propia población, lo que significa el fin de la política de reasentamiento y de varias otras cosas. Después de todo, si los moderados no consiguen éxitos para mostrar a su pueblo, triunfarán los radicales. Éste debe ser el punto de partida para una nueva política de Israel.
Pasqualina Napoletano (PSE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en vista de esta gran tragedia, nuestras palabras pueden ser insuficientes. Un ejército que mata a cientos de civiles, mujeres y niños, se coloca al mismo nivel que el terrorismo que pretende combatir. Por otra parte, cualquier persona que conozca Gaza, aunque sólo sea de verla en el mapa, sabe que no puede concebirse ninguna operación militar sin admitir la posibilidad de una matanza de civiles.
¿Puede decir Israel actualmente que es más segura, después de haber dado lugar a tanto odio y desesperación? Si no es con Hamás, directa o indirectamente, entonces ¿con quién debe buscarse una salida a la violencia ciega? Nuestra resolución refuerza la petición de un alto el fuego que ya expresó el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Instamos a las partes a que la respeten y hacemos un llamamiento a Europa para tomar medidas que la hagan posible.
El riesgo es que esta masacre, lejos de derrotar a Hamás, señor Brok, debilitará a la Autoridad Palestina aún más, así como a todos aquellos del mundo palestino que hayan apostado todo a las negociaciones con Israel. Deberíamos preguntarnos, honestamente, a nosotros mismos qué han ganado realmente hasta ahora. Nada. Ésa es la respuesta que debemos dar si realmente queremos empezar a erradicar el odio y la violencia.
Marielle De Sarnez (ALDE). – (FR) Señor Presidente, todos somos en parte responsables de lo que está sucediendo actualmente en Oriente Próximo. Nosotros, en Europa, y nosotros, en la comunidad internacional, hemos permitido que la situación empeore; no hicimos nada cuando la seguridad de Israel se vio amenazada y no hicimos nada cuando el bloqueo hizo que la vida en Gaza fuera absolutamente imposible.
Hoy es el decimonoveno día de la guerra; 995 personas han sido asesinadas, entre ellos 292 niños, y hay miles de heridos, algunos de los cuales aún están a la espera de ser evacuados. Hay decenas de miles de refugiados que ya no tienen un hogar y no saben adónde ir. La situación humanitaria es cada vez peor: 700 000 habitantes de Gaza ya no tienen electricidad, un tercio de ellos ya no tienen agua ni gas, y pronto se cumplirán tres semanas desde que comenzó esta situación, tres semanas en las que estas personas han vivido o, más bien, han hecho lo que han podido para sobrevivir. Hay demasiado sufrimiento, demasiadas dificultades, y esto debe terminar, esto debe detenerse ya.
Nuestra responsabilidad para con nosotros mismos, como europeos, es no forzar a nadie. Nuestra responsabilidad para con nosotros mismos, como europeos, es ejercer presión sobre las dos partes para que finalmente accedan a negociar. Es cuestión de días, quizás incluso de horas, que se alcance el punto crítico con una ofensiva terrestre, particularmente en la ciudad de Gaza. Debe garantizarse la seguridad de Israel y la población de Gaza ha de tener la garantía de que podrán vivir en paz en el futuro. Debe controlarse las fronteras y el bloqueo ha de ser levantado. Todos los que estamos aquí sabemos que, con el fin de obtener este acuerdo, tal vez sea necesario que Europa, Estados Unidos y los Estados árabes –que se reúnen pasado mañana– unan sus posturas y hablen con una única voz.
Me gustaría expresar mi firme convicción antes de concluir. No es la guerra lo que se debe ganar hoy, sino la paz.
(Aplausos)
Roberta Angelilli (UEN). – (IT) Señor Presidente, Señorías, acojo con mucho agrado los comentarios de la Comisaria y del señor Pöttering relativos a la denuncia, en términos muy claros, de la grave responsabilidad que tiene Hamás por haber puesto fin a la tregua, juzgando con la misma claridad la reacción israelí por ser totalmente desproporcionada. Más allá de las palabras, sin embargo, la crisis continúa y todavía hay miles de personas –la población civil y los niños– que necesitan desesperadamente ayuda humanitaria.
De veras, y sin hipocresía, tal vez deberíamos hacernos a nosotros mismos algunas preguntas. Mientras nuestros niños celebraban la Navidad, ¿cuántos niños murieron en Gaza? Doscientos o trescientos, y ¿cuántos civiles israelíes? ¿Podría haber hecho más la comunidad internacional? En mi opinión, la respuesta es sí. Debería haber hecho más. Debemos sentir todo el peso de nuestras responsabilidades. No es suficiente emitir opiniones sobre Hamás, sobre Israel, sobre la responsabilidad inicial, o sobre quién es más culpable. Lamentablemente, más allá de la emergencia, Europa sigue siendo insuficiente. En mi opinión, es una grave insuficiencia: una incapacidad para construir una política de paz auténtica, estratégica y duradera.
Hoy en día, claramente, tenemos que exigir el alto el fuego, pero no es suficiente. Debemos establecer condiciones estrictas para acompañar el proceso de desarrollo y paz en Oriente Próximo. Para terminar, también me gustaría referirme a las palabras del Papa, quien dijo que tenemos que dar respuestas concretas a las aspiraciones generales que tienen muchos habitantes de esas tierras de vivir en paz, con seguridad y con dignidad, como señaló también la señora Morgantini.
Señor Presidente, ya estoy terminando. La violencia, el odio y la desconfianza son formas de la pobreza; tal vez las más difíciles de combatir.
Hélène Flautre (Verts/ALE). – (FR) Señor Presidente, en Gaza, hemos visto la guerra y hemos visto la muerte, pero también hemos visto a la gente, gente viva, personas que tienen derecho a vivir y a quienes tenemos el deber de proteger. Proteger a la población civil, ésta es la verdadera emergencia. Nada puede disculpar que no se haya hecho todo lo posible para proteger a esta población, y me gustaría preguntarle, señor Presidente en ejercicio del Consejo, si cree usted, a día de hoy, que ha hecho todo cuanto estaba a su alcance para garantizar que las autoridades israelíes pusieran fin inmediatamente a esta operación militar indiscriminada y desproporcionada? La respuesta es sin duda «No».
Cuando los rumores de la operación circulaban en las embajadas, el Consejo, en contra de los deseos del Parlamento, reafirmó su determinación de intensificar sus relaciones. Esto fue un trágico error. Cuando las organizaciones no gubernamentales solicitaron al Consejo de Seguridad que la Corte Penal Internacional investigase los presuntos crímenes de guerra, el Consejo no pudo invocar la cláusula de los «derechos humanos» de su acuerdo con Israel. Estoy harta de oír que no podemos hacerlo mejor, que hemos hecho todo lo posible. Es, de hecho, el estancamiento de su política esencialmente humanitaria para paliar los daños causados por la ocupación militar y la guerra que es el mayor fracaso. ¿Hasta dónde tenemos que llegar en términos de violaciones del derecho internacional para que se aplique la cláusula de los «derechos humanos»? Si actualmente no somos capaces de hacernos a nosotros mismos preguntas sobre el alcance de los mecanismos eficaces para ejercer presión y para la aplicación, entonces en realidad no sé qué tipo de situación justificará la adopción de medidas en última instancia. Se lo digo directamente: si el enfoque de siempre continúa y sigue siendo una parte de nuestras relaciones con Israel, con los mil muertos de Gaza se enterrará el artículo 11 del Tratado, se enterrará la política de «derechos humanos» de la Unión y se enterrará el proyecto europeo.
(Aplausos)
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). - Señor Presidente, volviendo de la Franja de Gaza después de ver la masacre –principalmente de civiles– siento la necesidad de expresar mi sincera solidaridad con el pueblo palestino. Durante diecisiete días, se han enfrentado a la enorme maquinaria de guerra israelí que está violando flagrantemente el derecho internacional. También quiero expresar mi apoyo a las fuerzas de paz de Israel que piden que se ponga fin a esta guerra.
Después de un largo asedio y cierre que convirtió Gaza en la mayor prisión abierta del mundo, la construcción del vergonzoso muro alrededor de Cisjordania, la continua expansión de los asentamientos, y la efectiva división de la tierra palestina, las fuerzas de ocupación han pasado a la operación militar más feroz. A este respecto, los ataques con misiles contra el sur de Israel –y hago hincapié en que estoy en contra de cualquier ataque de cualquiera de las partes contra la población civil– sirvieron de pretexto. El fin del alto el fuego en el contexto de los juegos de poder, en vista de las elecciones israelíes, es un insulto a toda una nación.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una resolución. Israel es un estado, no una organización, es un miembro de las Naciones Unidas. Tiene una responsabilidad para con la comunidad internacional, y tiene que cumplir con ésta y con todas las demás resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas. Debe haber respeto por el derecho internacional. No se debe permitir la impunidad por más tiempo. Debe llevarse a cabo una completa investigación internacional.
La comunidad internacional exige un alto el fuego inmediato, la retirada inmediata de las fuerzas militares, el acceso a la ayuda humanitaria, y la libertad de circulación de la población. Dejemos que el OOPS lleve a cabo su misión.
La UE ha tomado medidas, pero sólo en un plano humanitario. Tiene que mostrar firmeza en el plano político. Utilizar las cláusulas de los acuerdos de asociación. Detener la mejora de las relaciones con Israel. Detener las exportaciones de armas a Israel.
Sólo puede haber una solución política a este conflicto. Debe haber una adhesión plena al derecho internacional, lo que significa poner fin a los 42 años de ocupación de Palestina y el establecimiento de un Estado palestino soberano y viable, construyendo así un futuro pacífico tanto para los niños palestinos como para los israelíes. Para salvar a las futuras generaciones, tenemos que detener la guerra ahora.
Patrick Louis (IND/DEM). – (FR) Señor Presidente, hace varios miles de años, David se enfrentó a Goliat para averiguar si la tierra estaba destinada a los moabitas, los filisteos o los hebreos.
En la actualidad, el mismo drama continúa en esta tierra, la fuente de uno de los tres pilares de nuestra civilización. En la actualidad es urgente, justo, legítimo y necesario garantizar la seguridad y el reconocimiento del Estado de Israel. Para ello, se requiere una solución única, que es garantizar el nacimiento de un verdadero Estado palestino soberano. Aquí, como en otros lugares, el multiculturalismo tiene sus límites. Si hay dos pueblos, debe haber dos Estados.
Si la ayuda de la Unión Europea es realmente efectiva, hay que centrarse en un objetivo: el de garantizar el crecimiento de este Estado constitucional de Palestina, donde el imperio de la ley protege a los débiles y ayuda a los fuertes. Hay una cierta sensación de urgencia, ya que, en esta tierra, los extremistas de todas las partes son poderosos y malvados, mientras que los niños son moderados y víctimas.
La solución para ir más allá de las demandas de «ojo por ojo» no es moral, ni militar, sino política. Por lo tanto, es hora de ponerse a trabajar.
Jim Allister (NI). - Señor Presidente, rechazo el terrorismo. Rechazo la propaganda del terrorismo. Tal vez el hecho de proceder de Irlanda del Norte aumente mi grado de concienciación, de modo que cuando oigo a Hamás lamentarse por la acción de represalia necesaria contra sus años de lanzamiento indiscriminado de misiles sobre los ciudadanos inocentes de Israel, no me impresiona porque sé que Hamás, como el IRA en mi país, son maestros del doble arte del terrorismo y la propaganda.
La situación es manifiestamente clara. Israel acepta una solución de dos Estados. Hamás no puede ni siquiera respetar el derecho de Israel a existir y, por tanto, desencadena un sinfín de ataques terroristas incesantes en su territorio. Y cuando, después de mucho aguantar, Israel les devuelve el golpe, se hacen las víctimas. Lo siento: ellos son los autores y si quieren la paz la respuesta está en sus manos. Que se detengan los bombardeos de Israel.
Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE). - (EL) Señor Presidente, todos somos conscientes de que la situación en Gaza es trágica. Raya en una catástrofe humanitaria y requiere una acción inmediata. Quiero felicitar a la Comisión Europea por haber intensificado sus esfuerzos, a la Presidencia por sus iniciativas y la coordinación de las medidas nacionales adoptadas en este sector, y a Egipto por el importante y delicado papel que está desempeñando.
Actualmente existe una necesidad urgente de un alto el fuego y del cese de las hostilidades por ambas partes, de que los corredores del territorio de Israel y Egipto aborden las necesidades humanitarias y de que los controles fronterizos detengan la circulación ilícita de armas y de personas. Como ha dicho el Comisario, la perspectiva de una tregua es alentadora y espero que sea aceptada de inmediato y que se respete en la práctica.
Entonces, ¿cuáles son nuestros próximos movimientos? Tanto el Comisionado como el Presidente en ejercicio del Consejo ya han dicho que tenemos que apoyar nuestros objetivos para alcanzar una paz viable y la creación de un Estado palestino que viva en paz y con respeto al lado de Israel. No es nada nuevo. Los hemos anunciado y los hemos apoyado sin resultado. El círculo vicioso de la violencia continúa teniendo consecuencias negativas no sólo para el pueblo de Israel y los palestinos, sino para todos los pueblos de la zona y para la seguridad de la comunidad internacional.
Ahora tenemos que hacer balance de nuestras acciones, nuestras decisiones políticas y nuestras prácticas, y tomar otras medidas más valientes. Existe una necesidad urgente de que participemos a nivel bilateral con Israel en un diálogo honesto y profundo y en la autocrítica en el marco de nuestras relaciones de amistad y colaboración, y de que identifiquemos los errores cometidos en el fomento de la confianza mutua entre estos dos pueblos. También tenemos que fortalecer este tipo de diálogo con todos los palestinos, para hacerles comprender la importancia de la paz, la cohesión, la vida humana y la unidad entre ellos.
Hannes Swoboda (PSE). – (DE) Señor Presidente, después de las bromas de hoy del Primer Ministro Topolánek, puedo decir que, como diputado austríaco al Parlamento Europeo, me complace que tanto la Comisión como la Presidencia checa del Consejo estén representadas por austríacos. Le doy una cálida bienvenida. Presidente en ejercicio, soy perfectamente consciente de que su lealtad está con la República Checa.
Señorías, cuando, poco antes de la retirada unilateral de Israel de la Franja de Gaza, viajé al país como parte de una delegación con el señor Schulz, en su calidad de Presidente de la delegación, el Viceprimer Ministro dijo en aquel momento: «No interfieran, esto va a salir bien». Otros –como el ex Ministro de Asuntos Exteriores Josip Elin– dijo: «Esto llevará al caos» y fue él quien tuvo y sigue teniendo razón. La retirada unilateral, sin negociaciones, sin tener un interlocutor, no tiene sentido.
Sin embargo, tampoco nosotros supimos aconsejarle muy bien animándole a que no entablase el diálogo ni siquiera con los representantes moderados de Hamás; que tal vez ni siquiera pertenecen a Hamás, sino que fueron nombrados por la organización para el Gobierno conjunto. Al adoptar esta postura, hemos contribuido a destruir este Gobierno conjunto. Sé que hubo quienes quisieron dialogar pero no se les permitió, lo cual también fue un error. ¡Necesitamos dialogar!
No me gusta Hamás, en primer lugar porque es una organización terrorista y, en segundo lugar, debido a sus puntos de vista fundamentalistas, pero esto no es una cuestión de gustos; se trata de buscar soluciones. Por lo tanto, debemos volver al diálogo y a las negociaciones, como ya han dicho hoy muchos de nuestros colegas. Asimismo, debe brindársele la oportunidad a la población de Gaza de vivir vidas medianamente decentes. ¿Por qué votan a favor de Hamás? La respuesta es porque los ven como la única posibilidad, la última oportunidad de sobrevivir, y esto debe cambiar. Asimismo, debemos darles a estas personas una base económica para la supervivencia, tenemos que poner fin al boicot y a su aislamiento. Ésa es la única exigencia.
El señor Brok, a quien tengo en muy alta estima, dijo que el principio de proporcionalidad no era aplicable, pero eso no es cierto. El principio de proporcionalidad se aplica al derecho privado del mismo modo que al internacional. Cualquiera que lo viole, viola también el derecho internacional, y esto es algo totalmente inaceptable para esta Cámara.
(Aplausos)
Chris Davies (ALDE). - Señor Presidente, una amiga que sabe que estuve en Gaza hace apenas tres días me desafía: «¿Nunca has visto imágenes de niños judíos de cinco años con los brazos por encima de la cabeza apuntados por fusiles nazis?», escribe. «Son desoladoras.» Y sus palabras ponen de relieve el motivo por el que a Israel se le hacen concesiones que no se le harían a ningún otro país.
No obstante, no explican por qué un pueblo que sufrió tanto en el siglo XX debe infligir ahora tanto sufrimiento a otro pueblo en este siglo. Israel ha convertido Gaza en un infierno: es una tierra sacudida por las explosiones, incluso durante el alto el fuego; hay carros tirados por burros en la calle y F-16 en el cielo, máquinas de matar del siglo XXI que no paran de lanzar bombas; ya han muerto trescientos niños y cientos más de ellos han sufrido mutilaciones.
Esto no es una respuesta proporcionada de una potencia civilizada. Es el demonio. Es el demonio. Sí, los misiles de Hamás deben parar. Se lo he dicho personalmente a los representantes de Hamás en Gaza con anterioridad, pero dejemos de tener conversaciones moralistas con los funcionarios israelíes sobre la necesidad de luchar contra el terrorismo, porque los palestinos que están siendo bombardeados podrían nombrar terroristas y nombrarían a Olmert, Livni y Barak.
Tenemos cierta responsabilidad por las acciones de Israel. La Unión Europea nunca, no se me ocurre ninguna ocasión en el pasado, ha apoyado su crítica del tratamiento que reciben los palestinos de los israelíes con ningún tipo de acción. Damos luz verde a Israel para que haga lo que quiera y hemos agravado ese error al hacer caso omiso de las lecciones de la historia. No se puede alcanzar la paz sin hablar con los enemigos, pero nos negamos a hablar con los representantes electos del pueblo palestino.
Ahora están finalizando las negociaciones con Israel sobre un acuerdo de cooperación reforzada. No pensamos condenar a Israel: tenemos la intención de recompensarlo. Los que quieren la paz en Oriente Próximo, los que quieren ver justicia para ambos lados, deben reconocer que es hora de volver a pensar.
Seán Ó Neachtain (UEN). – (GA) Señor Presidente, la guerra en Gaza es alarmante y escandalosa. Todo el mundo sabe que una solución militar no funcionará en Oriente Próximo. Una solución política es la única manera de restablecer la paz y lograr la reconciliación en la zona. Para ello, la violencia debe terminar inmediatamente.
Apoyo la creación de un Estado palestino independiente y sostenible, pero debe ponerse en marcha una economía razonablemente buena y una política adecuada. Nuestro objetivo debería ser garantizar que esos dos Estados convivan en la región y se respeten mutuamente.
Israel tiene derecho a protegerse a sí mismo, pero ha ido demasiado lejos con estos ataques. Los ataques son inmorales y la comunidad internacional no puede aceptarlos.
El proceso de paz en Oriente Próximo debe ponerse en práctica inmediatamente. Espero que el recién elegido presidente estadounidense, Barack Obama, trabaje en esto. Le deseamos todo el éxito posible en este importante deber y en el reto que tiene por delante.
David Hammerstein (Verts/ALE). – (ES) Señor Presidente, yo también estuve en Gaza hace unos días y vivimos una experiencia muy fuerte. Hemos estado también en Egipto. Y veo que estamos en un momento de final de época; se acaba una época, que es la época Bush, y los últimos coletazos de Bush son especialmente dolorosos y sangrientos.
Estamos en un punto de inflexión hacia otra política en relación con Oriente Próximo, que yo quiero que la Unión Europea lidere; una política que incluya el ejemplo de Obama, que dice que va a hablar con Irán. Sí, Obama va a hablar con Irán y nosotros tendremos que hablar con todos, incluido Hamás, en Oriente Próximo.
Se trata de una nueva política en Oriente Próximo que debe condicionar la política de cooperación. La política de cooperación tiene que seguir nuestros valores mínimamente; tiene que seguir, mínimamente, el Derecho internacional. Los centenares de niños que vimos en Gaza, que nos agarraban del brazo y que nos miraban con ojos llenos de esperanza, merecen tener una respuesta; igual que los niños en Israel.
Esto significa acciones concretas; esto significa acciones sobre el terreno, para dar esperanza a los moderados. Lo más lamentable es que hoy en día Fayad, Abbás, Mubarak y Abdalá están siendo acusados de traidores en las calles del mundo árabe. Cuando paré mi taxi en el desierto de Sinaí para tomar un café, en unas pantallas enormes sólo vimos a Jaled Mechal.
Ése es el resultado, el daño colateral de este ataque a Gaza. No traerá la paz a Israel ni la seguridad que queremos, y menos aún nos traerá nada bueno a nosotros. Si no lo paramos, esta apología de la catástrofe nos traerá el odio a las calles mismas de Europa.
Miguel Portas (GUE/NGL). – (PT) Mil es el número del día, mil muertes para enseñar una lección amarga. Disculpen mi franqueza: ¿cuántas vidas más serán el precio de elegir a Tzipi Livni y Ehud Barak en las elecciones de febrero?
Estamos hoy aquí para exigir un alto el fuego y el fin de la masacre de civiles. Sin embargo, la resolución también plantea cuestiones acerca de nuestra propia responsabilidad. Nos recuerda que el Consejo decidió mejorar las relaciones diplomáticas con Israel, en contra de la opinión de este Parlamento. Fue complicidad por anticipación. Hoy escucho: «Es necesario negociar con Hamás». Nos habríamos ahorrado varios años si hubiéramos respetado las elecciones en Palestina.
El papel de Europa no es apoyar a los políticos ni la destrucción impuesta por la parte más fuerte. Es escuchar el clamor que está llenando las calles y plazas de nuestras ciudades.
Exigimos un alto el fuego ahora, pero debemos darnos cuenta de que la paz depende del fin de la ocupación. Esta palabra ha caído en desuso, pero tiene que salir a la luz la lista de palabras prohibidas en la que la incluyeron los políticos en el poder.
Kathy Sinnott (IND/DEM). - Señor Presidente, lo que está sucediendo en Gaza es desgarrador. La devastación perpetuada por una nación supuestamente occidental es inconmensurable. Estoy totalmente de acuerdo en que los israelíes tienen derecho a vivir sin la amenaza de ataques con misiles. Pero lo que se está haciendo en Gaza no es justicia: es una masacre. No hay excusa, no hay justificación posible.
Lo más vergonzoso para nosotros en la UE es que la está llevando a cabo uno de nuestros socios comerciales preferidos. En 2007, el valor del comercio UE-Israel ascendió a 25 700 millones de euros. Dada la cantidad de dinero con la que contribuimos a la economía de Israel, tenemos una grave responsabilidad cuando ese dinero contribuye a la muerte de civiles y niños. Si no actuamos, la sangre de los habitantes de Gaza manchará también nuestras manos.
Pido a este Parlamento y todos los órganos de la UE que impongan sanciones comerciales a Israel inmediatamente y que las mantenga en vigor hasta que se acuerde un verdadero alto el fuego. Si no hacemos todo cuanto esté al alcance de nuestras posibilidades para detener esta matanza, nos convertimos en cómplices de la masacre.
Tokia Saïfi (PPE-DE). – (FR) Señor Presidente, una vez más, las armas han sustituido a las negociaciones en Oriente Próximo. Una vez más, las principales víctimas son mujeres y niños, de los cuales miles han resultado heridos y cientos asesinados. Una vez más, la historia se repite, con todo su horror, en la puerta de Europa. Sin embargo, observamos que, a pesar de sus iniciativas, Europa no está haciendo una contribución eficaz a este gran conflicto, a pesar de que se está desarrollando en su área inmediata de influencia. A una abrumadora mayoría de la opinión pública le está costando entenderlo, y son cada vez más quienes se niegan a aceptar esa impotencia.
Señora Comisaria, debemos asumir el liderazgo con firmeza y autoridad a fin de lograr la paz. La Unión por el Mediterráneo debe desempeñar un papel importante, al igual que debe hacerlo la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea. En esta línea, el Parlamento Europeo debe apoyar el plan de paz franco-egipcio en favor de un alto el fuego inmediato, la seguridad de las fronteras entre Israel y la Franja de Gaza, la reapertura de los pasos fronterizos y, sobre todo, el levantamiento del bloqueo de Gaza.
También debemos pedir la aplicación inmediata de la resolución de las Naciones Unidas. Una vez que esta primera fase haya terminado, debemos ir más lejos al proponer la aplicación de una fuerza militar, que no sea multinacional sino euromediterránea. Este gesto sería el acta fundacional de una voluntad política confirmada para lograr la «paz europea», algo por lo que todos los pueblos del Mediterráneo han estado esperando durante mucho tiempo.
También me gustaría llamar hoy su atención sobre una nueva situación. Con el conflicto de Oriente Próximo, estamos poco a poco entrando en un territorio muy peligroso: el del choque de civilizaciones. De hecho, desde el inicio del conflicto palestino-israelí, siempre ha habido una oleada de opinión pública árabe. Hoy en día, es la opinión pública musulmana, la que se extiende mucho más allá de la geografía de los estados árabes. Esto sugiere un cambio radical en la naturaleza del conflicto. Europa tiene una responsabilidad histórica, la de la intensificar con urgencia el diálogo entre civilizaciones.
Véronique De Keyser (PSE). – (FR) Señor Presidente, he hecho uso de la palabra muchas veces en esta Cámara para decir que deberíamos aprovechar cualquier oportunidad de paz, por insignificante que sea, y que, a pesar de todo, hay que hablar con Hamás, ya que ganó las elecciones, que ya no quiero volver a estos temas.
Estoy desbordada por la tristeza y la ira, y si bien hoy no quiero dar rienda suela al sentimiento que me produce esta masacre, la propaganda bélica que oigo a mi alrededor, la confusión, la ola de odio y antisemitismo que está comenzando a barrer nuestras calles, tengo unas palabras que decir: Europa debe volver a los puntos básicos, y para mí, éstos son datos evidentes, pero a veces es bueno señalarlos.
En primer lugar, la vida de un palestino es igual que la vida de un israelí, pero no sólo su vida, su futuro y su libertad, también lo son. En segundo lugar, el derecho internacional debe ser respetado, y el derecho internacional, por supuesto, significa un alto el fuego inmediato. No obstante, han de tenerse en cuenta también todas las resoluciones de las Naciones Unidas y los Convenios de Ginebra. El hecho es que esta región, en la actualidad, se ha convertido en una región sin ley donde todo parece estar permitido y donde la población está siendo retenida como rehén. En tercer lugar, la justicia tendrá que encargarse de todos estos crímenes, no importa cuáles sean ni dónde se hayan cometido. Nunca habrá seguridad sin paz, ni paz sin justicia. La justicia de transición no existe, se ha hecho para esto y, si no se aplica, el odio seguirá extendiéndose. En los últimos días hemos creado una capacidad de odio que será más peligrosa que las bombas. Europa debe hacer cumplir la aplicación de las condiciones de sus acuerdos de asociación, incluido el párrafo 2 de sus acuerdos de asociación sobre el respeto de los derechos humanos. Ésta es una obligación de estos tratados de los que no se puede excluir. Por último, Israel no es un caso especial. Tiene responsabilidades como Estado y no se puede poner en pie de igualdad con Hamás. En lo que se refiere al derecho internacional, no existe nada parecido a una tarjeta «quedas libre de la cárcel».
El domingo dejamos tras nosotros en Gaza una población que cayó en una trampa, que se vio encarcelada en un gueto debajo de las bombas, y a cientos de miles de niños cuyos futuros están hoy en nuestras manos, y nosotros salimos de Gaza simplemente porque somos europeos. Los únicos palestinos que abandonan Rafah son los que van con los pies por delante en ambulancias, porque están muertos o porque están heridos.
Europa dejará de ser Europa, y ningún ciudadano se reconocerá a sí mismo como europeo si nos olvidamos de estos puntos básicos.
(Aplausos)
Frédérique Ries (ALDE). – (FR) Señor Presidente, señora Comisaria, me gustaría comenzar haciéndome eco de las palabras del señor Cohn-Bendit. Es la desesperación lo que nos invade hoy, esta guerra es una tragedia. Las imágenes de sufrimiento y de muerte que llevan apareciendo en nuestras pantallas sin parar desde hace tres semanas ya son insoportables, como lo son, me apresuro a agregar, todas las imágenes de la guerra, todos los conflictos, incluidos aquellos de los que se habla mucho menos, si es que se mencionan, como los del Congo, Darfur, Zimbabue y, antes que éste, Chechenia, los horrores que tuvieron lugar en medio de una ensordecedora cobertura de los medios de comunicación y, quiero destacar, del silencio político.
Ya he hecho hincapié en varias ocasiones en esta Cámara sobre el hecho de que la indignación de algunos de mis colegas varía según las circunstancias. Sin embargo, como ha señalado la señora Morgantini en repetidas ocasiones, no hay cuentas que sacar cuando se trata de personas que mueren, no hay jerarquía en el sufrimiento; cada víctima, ya sea hombre, mujer o niño, de cualquier bando, son demasiadas víctimas.
Entonces, ¿qué debemos hacer ahora para asegurarnos de que nuestro debate de hoy no es lo que suele ser a menudo: un poco de sin sentido, una confrontación inútil? Continuar lanzándonos insultos unos a otros sobre las responsabilidades históricas de las distintas partes me parece un ejemplo perfecto de dicha inutilidad.
He tomado la palabra tarde en este debate, por lo que ya hemos escuchado los argumentos. Desde luego, pueden plantearse preguntas acerca de la magnitud de la crisis de Israel y del contraataque israelí, pero no, bajo ninguna circunstancia, sobre el derecho de Israel a la seguridad. ¿Cuál de nuestros gobiernos occidentales estaría de acuerdo en ver miles de misiles caer sobre sus ciudadanos sin reaccionar? La pregunta se responde sola.
Más allá de la petición de un alto el fuego esencial negociado, de una garantía, por supuesto, de la entrega de ayuda humanitaria, y del fin del suministro de armas a través de los túneles, la verdadera cuestión hoy es necesariamente mirar al futuro. Los fundamentos de la paz son bien conocidos: ya han sido identificados en Taba, Camp David y Anápolis. La señora Ferrero-Waldner ya lo ha señalado. La mayoría, aunque no todos, por supuesto, de los elementos están sobre la mesa, y esto implica que ambas partes realicen sacrificios. Y, cuando hablo de sacrificio, estoy de acuerdo con el señor Schulz, que no está en la Cámara en este momento. No se trata de saber si se dialogará Hamás, sino de saber cómo se desarrollarán las conversaciones y en qué condiciones.
La mayoría de mis colegas han superado su tiempo de palabra en cincuenta segundos, así que permítame terminar, señor Presidente.
La respuesta la dio Yasser Arafat, en mayo de 1989, cuando declaró nula y sin efecto su carta de constitución, terrible y destructora de la libertad. Esas palabras, además, han pasado a formar parte del vocabulario de los palestinos. La reconciliación entre los palestinos, sobre todo, tiene este precio, y nuestro papel como Unión Europea es conseguir que los protagonistas de Palestina e Israel, y también de sus vecinos árabes, Egipto y Jordania, se conviertan en socios de un acuerdo de paz duradero.
(Aplausos)
Feleknas Uca (GUE/NGL). – (DE) Señor Presidente, el domingo 11 de enero, visitamos la ciudad fronteriza de Rafah en la Franja de Gaza, que está completamente aislada. Esto significa que la población civil no tiene ninguna posibilidad de escapar de los bombardeos diarios del ejército israelí. Si no lo han visto con sus propios ojos no se pueden imaginar hasta qué punto está sufriendo la población de Gaza y lo urgente que es llegar a una solución pacífica y definitiva del conflicto. Estábamos todos muy afectados a nivel personal por la inmensidad del sufrimiento del pueblo palestino, y también por la devastación.
Por lo tanto, deseo reiterar, en los términos más enérgicos, que los bombardeos israelíes deben cesar de forma inmediata, al igual que debe cesar el lanzamiento de misiles por parte de Hamás contra Israel y el contrabando de armas en la Franja de Gaza desde Egipto. Además, las fronteras deben abrirse de inmediato para permitir que se entregue en la zona la ayuda que está preparada y esperando para abastecer a la población civil. Asimismo, vimos médicos en la frontera listos para viajar a la zona para proporcionar ayuda, pero que no podían hacerlo porque la frontera estaba cerrada. Por lo tanto, hago un llamamiento una vez más para que se abran las fronteras a fin de permitir que se preste asistencia.
Vladimír Železný (IND/DEM). – (CS) Señor Presidente, ¿quién no experimentaría angustia al ver niños muertos por un misil? Esta es una sensación terrible, pero no debe justificar la hipocresía. ¿Que países europeos se mostrarían tan moderados como Israel y, durante años, soportarían un ataque de más de 7 000 misiles, que en cada momento suponía una amenaza para la vida de más de un millón de civiles?
Sin embargo, los habitantes de Gaza no son víctimas tan inocentes. Con entusiasmo, a sabiendas y de forma libre y democrática eligieron a Hamás y su carta. Cuando hablaron de liberación, no se referían a la liberación de Gaza, que ya es libre, sino a la liberación de Tel Aviv y Haifa de los judíos y la destrucción del Estado de Israel. Cualquier persona que elige a los criminales, lógicamente, debe compartir su suerte. Especialmente cuando dichos criminales se esconden detrás de las faldas de las mujeres y los niños como se esconderían detrás de los rehenes, cuando lanzan misiles desde las escuelas y transforman las mezquitas en enormes depósitos de armas. Recuerdo el bombardeo de Dresde en 1944, cuando aviones británicos arrasaron la ciudad y mataron a 92 000 civiles, en su mayoría mujeres y niños. No hubo resentimiento hipócrita. Los alemanes libremente eligieron a Hitler y compartieron su destino. Los habitantes de Gaza también sabían a quién estaban eligiendo y por qué.
Por la misma razón, una parte significativa de los fondos de la UE para Gaza terminó en manos de Hamás. Tal vez fue para que los habitantes de Gaza, con ganas de guerra y bien provistos por la UE, pudieran dedicar toda su atención a la excavación de túneles para el contrabando de armas cada vez más letales que se utilizarían contra civiles israelíes. Efectivamente, proporcional.
Gunnar Hökmark (PPE-DE). - (SV) Señor Presidente, hay dos cosas importantes que caracterizan el debate de hoy. La primera es que una abrumadora mayoría de este Parlamento quiere lograr un rápido alto el fuego. La segunda es que hay un apoyo abrumador a la exigencia de que todas las partes implicadas acepten el derecho del Estado de Israel a existir dentro de fronteras pacíficas. Este es el punto de partida que es importante para la Unión Europea. Es importante porque lo que estamos presenciando en Gaza es una tragedia. Cada vida que se pierde es una tragedia, con independencia de en qué lado de la frontera se encuentre. No creo que esta tragedia pudiera ser menor si quienes matan a civiles deliberadamente consiguen llegar todavía más lejos entre los civiles por medio de misiles.
También es una tragedia porque pone obstáculos para la realización de un Estado palestino y, por tanto, una solución pacífica. Es una tragedia que también está ocurriendo en la comunidad internacional, porque lo que está sucediendo ahora no ha ocurrido de la noche a la mañana, sino que se ha desarrollado mediante el rearme, el contrabando de armas y el lanzamiento de misiles durante mucho tiempo.
Lo que es importante para nosotros es ver que ésta no es una tragedia que se base en el conflicto entre judíos y palestinos. Me opongo firmemente a cualquier persona que trate de demonizar una nación. Cuando he oído al señor Davies intentar culpar a una nación, he escuchado un tono que no creo que deba escucharse en este Parlamento. No es un conflicto entre palestinos y judíos, no es un conflicto entre Israel y la Autoridad Palestina, es un conflicto entre los extremistas y las fuerzas moderadas de la región. Apoyemos a las fuerzas moderadas dejándoles claro que no tendrán éxito a todos los que persiguen el odio y quieren eliminar el Estado de Israel. Si Europa envía este mensaje, también reforzaremos las fuerzas moderadas y estableceremos una base mejor para la paz.
Marek Siwiec (PSE). - (PL) Señor Presidente, quiero dirigirme a aquellos que han detonado sus acusaciones de engaño y demagogia en esta Cámara. Esta es una de una serie de guerras, cada una de las cuales tiene sus similitudes, pero también sus diferencias. El conflicto que estamos debatiendo hoy es un conflicto asimétrico.
Durante tres años, Israel fue bombardeado con misiles de fabricación casera, y no se pronunció ni una sola palabra de censura en esta Cámara en contra de quienes los lanzaron. Hoy estamos condenando a Israel. Es fácil condenar a Israel, porque es un miembro de las Naciones Unidas. Tiene algo que condenar, tiene autoridades. Hay un gobierno que puede ser condenado y censurado. En el otro bando está una organización terrorista, cuya verdadera identidad no se conoce. Una organización que juega con la vida de personas inocentes actuando a sus espaldas. Otro elemento asimétrico es que contamos a los palestinos que han sido asesinados de manera dramática mientras eran utilizados como escudos humanos, pero no contamos a los israelíes que han sido asesinados y los miles de ellos que viven bajo amenaza, porque el derramamiento de sangre no se puede compensar con un derramamiento de sangre mayor. Pero lo peor de esta Cámara es la asimetría entre las palabras y las acciones. Para nosotros es fácil hablar, pero muy difícil tomar medidas eficaces. Sin una presencia internacional, este conflicto no se resolverá nunca.
Finalmente me gustaría dirigirme a los que protestaban contra la acción desproporcionada de Israel. Señorías, ¿les gustaría que una organización terrorista lanzara 7 000 misiles desde Israel a Gaza? ¿Sería eso proporcionalidad? Dado que éste es un conflicto desproporcionado en el que la ley es ineficaz, tendremos que acostumbrarnos, de lo contrario lo único que haremos será caminar en círculos y utilizar palabras que no están respaldadas por la realidad. Las opiniones manifestadas en caliente delante de la televisión no son suficientes para esclarecer este conflicto.
Presidente. − Señorías, debo insistir ya en que respeten su tiempo de palabra. No he interrumpido nunca a los oradores, ni siquiera cuando han sobrepasado su tiempo de intervención, pero el señor Schwarzenberg ya nos está dando de su tiempo más de lo esperado. Me han dicho que tiene hasta las 17:20 horas, como mucho. Quisiera rogarles que tengan en cuenta el tiempo que solicitaron. Siendo como es general, el señor Morillon dará buen ejemplo.
Philippe Morillon (ALDE). – (FR) Señor Presidente, el logro de una calma duradera en Gaza sólo será posible si se despliega una fuerza de intervención multinacional bajo el control de las Naciones Unidas. Por primera vez, Israel parece resignarse a esta solución, que han exigido los palestinos una y otra vez. No sé si esta fuerza será capaz de intervenir, la intervención no será posible si no se llega a un acuerdo entre las partes en el conflicto, pero todos esperamos que sea lo más pronto posible. Sé, sin embargo, que esta misión requerirá que quienes la lleven a cabo sean totalmente imparciales. Creo que la Unión Europea, por tanto, se encontrará en la mejor posición para tomar medidas y –¿por qué no, señor Pöttering?– tomarlas en el marco de la Unión por el Mediterráneo.
Se encontrará en la mejor posición para tomar medidas, ya que, con razón o sin ella, se considera que los estadounidenses están de parte de los israelíes y los árabes de parte de los palestinos. ¿No cree usted, señor Presidente en ejercicio del Consejo, que tenemos que prepararnos para esto?
Zbigniew Zaleski (PPE-DE). - Señor Presidente, el conflicto y la ocupación prolongados dan lugar a la ira, la rabia y la decepción por la eficacia de las autoridades judiciales, generándose lo que llamamos el «efecto Hamás», un factor grave. La negación de Israel por los árabes, los islámicos y Hamás es inaceptable, como lo es la utilización de niños como escudos humanos. Tampoco debería permitirse la amenaza constante bajo la que viven los niños de Israel.
La cuestión es si, en este círculo vicioso de agresión, las autoridades israelíes actuales son capaces de aprender la lección de la larga historia de seis años en la zona, y de aplicar la estrategia de tipo bisturí para dos estados. Sé que tienen miedo de la amenaza de un vecino agresivo e impredecible que les bombardee con misiles, pero en este asunto la comunidad internacional, incluida la UE, podría acudir en su ayuda.
¿Es aceptable esta arriesgada solución actualmente para Israel? Pero, ¿hay otra solución? Si la hay, díganmela. Esperar a que Hamás desaparezca de forma natural o bombardeándoles, parece una esperanza ingenua, por lo que es necesario que Israel demuestre más valor. Las potencias occidentales no crearon dos Estados en 1948, pero deberían hacerlo ahora. La principal responsabilidad no se desvanece. Seamos más valientes en esta estrategia.
Jelko Kacin (ALDE). - (SL) El Estado israelí ha ordenado al ejército israelí que destruya a Hamás en Gaza. Sin embargo, el ejército israelí está erradicando a Hamás matando palestinos en Gaza. Un tercio de los muertos son niños y la mitad de los muertos son mujeres y niños, pero no son miembros de Hamás.
El alcance de la violencia militar es enorme y desproporcionado. Y ¿cómo se puede lograr un alto el fuego cuando ninguna de las partes reconoce la legitimidad de la otra? El enemigo debe percibirse, no como el objeto de ataque y destrucción, sino como un sujeto, un socio con el que un alto el fuego es posible y que será responsable de la preservación de la paz en el futuro. Israel tiene que reconocer a Hamás e iniciar el diálogo con ellos, y viceversa: Hamás tiene que reconocer a Israel. No hay otro modo. Cualquier tipo de paz es mejor que este conflicto sangriento.
La violencia militar debe dar paso de inmediato y de forma prioritaria a una solución política. Sin embargo, el señor Olmert, el Primer Ministro israelí, todavía está tratando de mejorar su manchada reputación por no permitir el alto el fuego.
Jana Hybášková (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, señor Comisario, permítanme que les felicite por los resultados de sus negociaciones conjuntas, las negociaciones de la Troika en Israel. A diferencia de la prensa, sabemos que su misión era conducir a la parte israelí al debate para la apertura de corredores humanitarios y un alto el fuego diario. Creo que esta es la primera vez que los israelíes han aceptado Europa como un socio importante y a la Presidencia de la República Checa como un importante representante.
A pesar de la enorme presión ejercida por la izquierda, el Parlamento Europeo acordó ayer una resolución bastante excepcional. Incluso en tales circunstancias extremas, se trata de una resolución equilibrada, una resolución que puede ser respaldada por la derecha, una resolución que no es únicamente un panfleto ni una victoria política para la izquierda. Hemos evitado la inserción de un signo de igualdad, ficticio no obstante, entre un Estado existente y un movimiento terrorista. Reconocer la existencia del Estado de Israel, renunciar a la violencia y la entrada de Hamás en los acuerdos de la OLP siguen siendo los principales objetivos, así como la exigencia de lograr un alto el fuego permanente lo antes posible.
Sin embargo, no hemos aportado ningún valor añadido. Los tres principales representantes de Israel, Barak, Livni y Olmert, se encuentran actualmente en desacuerdo sobre las condiciones y garantías en virtud de las cuales están dispuestos a aplicar un alto el fuego. La clave es claramente Egipto y consiste en una garantía de control de los túneles y el contrabando, que sería aceptable para Egipto. ¿Qué está haciendo el Consejo en este momento? ¿Cómo está procediendo en las negociaciones con la parte egipcia sobre la misión técnica, el control internacional, la vigilancia técnica y la apertura de la misión de asistencia fronteriza de la Unión Europea (BAM) al paso fronterizo de Rafah? ¿Qué pueden solicitar a Egipto los diputados al Parlamento Europeo que se reúnen esta noche con el embajador egipcio?, o viceversa, ¿cómo podemos contribuir a las negociaciones con Egipto?
Libor Rouček (PSE). – (CS) Señorías, quisiera hacer un llamamiento al Consejo y a la Comisión para que intensifiquen la presión ejercida sobre ambas partes del conflicto a fin de poner fin a la violencia actual. Tenemos aquí la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad y tenemos que cumplir con sus disposiciones. Es necesario adoptar salvaguardias que garanticen el alto el fuego a largo plazo y permitan la apertura de un corredor humanitario. Aquí se ha afirmado en repetidas ocasiones que no hay solución militar al conflicto palestino-israelí. El camino hacia la paz duradera sólo transcurre a través de las negociaciones políticas. Aquí es necesario que la Unión Europea, en cooperación con el nuevo gobierno de los Estados Unidos y la Liga de Estados Árabes, desempeñe un papel político mucho más prominente del que ha desempeñado hasta ahora. Ha de ponerse fin al largo conflicto a través de un acuerdo político basado en una solución de dos Estados, que permita a israelíes y palestinos vivir juntos en paz dentro de unas fronteras seguras reconocidas internacionalmente, y que se esfuerce por construir un sistema pacífico de seguridad regional en todo Oriente Próximo.
Ioannis Kasoulides (PPE-DE). - Señor Presidente, estamos debatiendo otra tragedia humanitaria en nuestra vecindad –al lado de mi país– entre dos de nuestros socios en el Mediterráneo. Por desgracia, los palestinos aún no han aceptado que las bombas suicidas o los cohetes kassam nunca desembocarán en la liberación de la ocupación de sus tierras. Israel no se da cuenta de que esa amplia respuesta militar alimenta posibles ataques de suicidas e invita a lanzar más kassams a la primera oportunidad.
¿Qué hay de los civiles inocentes, los no combatientes, las mujeres y los niños? Nadie se preocupa de ellos. Nadie se preocupa por los cientos de niños muertos, mutilados, quemados y traumatizados; niños de Israel y de Palestina. Nosotros, desde la comodidad de nuestros hogares, sentimos náuseas al verlos por televisión. ¿Qué hay de los que están sobre el terreno?
¿Qué podemos hacer? Entrar en el juego clásico de la culpa no ayuda a los civiles. Hacer llamadas y aprobar resoluciones no ayuda a los civiles. ¿Cómo podemos pasar de las palabras a los hechos? Es el momento de negociar con las partes interesadas la formación de una fuerza internacional –como han sugerido otros colegas– para entrar en Gaza con un gran despliegue policial integrado por los países árabes para que entrenen y ayuden a las fuerzas policiales de la Autoridad Palestina en un gran mandato de las Naciones Unidas con objeto de imponer la ley y el orden, así como por una fuerza militar europea para garantizar que se ponga fin a los lanzamientos de misiles y el contrabando de armas, y que existe la plena apertura de los pasos fronterizos. Ya no podemos dejar la suerte de los civiles en manos de los bandos oponentes.
Giulietto Chiesa (PSE). - (IT) Señor Presidente, Señorías, un destacado antifascista italiano, Piero Gobetti, afirmó que cuando la verdad se inclina completamente de un lado, adoptar una postura de tipo salomónico resulta algo totalmente parcial. Esto es lo que ocurre con Gaza en estos momentos; espero que el Parlamento pueda decir las palabras adecuadas para detener a Israel. De lo contrario, será considerado como algo vergonzoso por la historia, los palestinos, la opinión pública europea y la árabe.
Israel está bombardeando y diezmando un gueto. Los hijos de quienes fueron exterminados se han convertido en exterminadores. No hay excusa para esto y tampoco lo es el argumento de que Israel tiene derecho a su propia seguridad. Cualquiera que lo desee puede ver que actualmente nadie puede suponer una amenaza para la seguridad de Israel ni su existencia. Esto se pone de manifiesto por el desequilibrio de las fuerzas desplegadas sobre el terreno, por las cifras de muertos y heridos, por el apoyo que Occidente continúa prestando a Israel. El único fin de esta masacre es evitar la creación de un Estado palestino. De este modo se está destruyendo la paz y, por lo tanto, debemos detener a Israel.
Stefano Zappalà (PPE-DE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, quiero dar las gracias al Presidente en ejercicio del Consejo y al Ministro de Asuntos Exteriores checo por continuar aquí con nosotros. No estamos muy acostumbrados a una presencia sólida en esta Cámara como la que hoy está demostrando la Presidencia checa.
Creo que la señora Muscardini tiene razón; recomiendo a aquellos que desconocen cómo son las cosas en la zona y que tienen que expresar opiniones precisas que vayan allí, bien como turistas o con otros fines, para comprobarlo sobre el terreno. Algunos de nosotros hemos estado en Palestina en distintas circunstancias, como observadores para las elecciones de Abu Mazen u otras, y creo que uno solamente se puede hacer una idea precisa de la situación viendo cómo están las cosas.
Creo que durante todos estos acontecimientos, que se remontan décadas atrás y que no son en absoluto recientes, los únicos perdedores hemos sido nosotros mismos, el mundo occidental, porque nunca hemos abordado en serio este problema ni hemos intentado resolverlo; continuamos considerándolo un problema entre dos partes opuestas.
Yo he estado varias veces en Palestina y también en Israel, por lo que conozco la situación, no perfectamente, pero sí lo suficiente y creo que, en realidad, no hay dos partes implicadas sino tres. En este caso específico el problema reside entre los terroristas y el Estado de Israel, y el pueblo palestino son las víctimas atrapadas en medio. Hamás no representa al pueblo palestino; tal vez representa a una sección de éste, pero indudablemente no a todo.
Yo tengo una película, que creo que también tendrán muchos diputados, en la que se muestra a todas las víctimas israelíes, incluidos niños y personas de todas las edades, víctimas de todos los misiles que ha lanzado y continúa lanzando Hamás. No es casualidad que exista una gran diferencia entre la Franja de Gaza y Cisjordania.
Dirijo este comentario al Presidente en ejercicio del Consejo y a nuestra excelente Comisaria, en representación de Europa. Creo que debemos abordar la situación convenientemente. A mi juicio, lo más importante de todo es que hoy debería reforzarse la postura de Abu Mazen. Es la figura más débil de todas en esta situación, junto con los palestinos, que no cuentan para nada en este asunto. Creo que los verdaderos perdedores somos todos nosotros.
Maria-Eleni Koppa (PSE). - (EL) Señor Presidente, la opinión pública de toda Europa está pidiendo una cosa a la Unión: que ponga fin a la matanza del pueblo palestino. Debemos condenar la violencia ciega, sea cual sea su origen, pero hemos de ser coherentes reconociendo que Israel está respondiendo con terrorismo de Estado a escala masiva. No se puede tolerar la represalia asimétrica, el flagrante incumplimiento de cualquier concepto del Derecho internacional y humanitario por parte de Israel.
Es inaceptable que se utilicen bombas de fósforo blanco y armas experimentales contra civiles y es inhumano que las mujeres y niños inocentes sean los blancos. Si esto ocurriese en África o en cualquier otra parte del mundo, nuestra reacción sería inmediata y la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sería vinculante. Sin embargo, en el caso de Israel, nos limitamos a declaraciones y debates inútiles.
Creo que deberíamos hacer uso de todas las herramientas políticas, incluido el Acuerdo de Asociación, para convencer a Israel de que ponga fin a la violencia ilegal contra el pueblo palestino y que deje de prohibir el acceso a la ayuda humanitaria.
No podemos ser espectadores, puesto que eso nos convertiría en cómplices de la matanza. La única solución es un alto el fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios hasta Gaza, y el comienzo de un diálogo con todas las partes.
Struan Stevenson (PPE-DE). - Señor Presidente, los horribles acontecimientos que se han producido en Gaza durante las dos últimas semanas han producido la condena internacional de Israel. En el debate de hoy hemos sido testigos de cómo algunos colegas hacían cola para ver quién podía expresar la atrocidad más grande contra el Estado judío.
Sin embargo, este era precisamente el resultado que esperaba un país de Oriente Próximo: Irán ha suministrado misiles, municiones y otro armamento sofisticado a Hamás durante años. Ha facilitado dinero y adiestramiento a los combatientes de Hamás. Su objetivo era incitar a Israel a participar en una guerra terrestre y el sangriento resultado, con espantosas fotografías de niños muertos en las televisiones y periódicos de todo el mundo, es el mejor sargento de reclutamiento posible para el fundamentalismo islámico y para la visión de los mulás iraníes de un movimiento islamista mundial unido contra Occidente.
El régimen fascista de Teherán es el principal patrocinador de la guerra y el terror en Oriente Próximo, y el trágico resultado es precisamente lo que Teherán quería. Desvía la atención doméstica en Irán de la crisis económica provocada por el colapso del precio del petróleo y desvía la atención internacional de la prisa de los mulás por fabricar un arma nuclear. El objetivo de la política exterior de Irán es convertirse en la potencia regional dominante de Oriente Próximo. Desea unir al mundo islámico sometido a su propia visión austera e inquietante de una hermandad islámica totalitaria, en la que los derechos humanos, los derechos de la mujer y la libertad de expresión queden enterrados en el polvo y, vergonzosamente, Occidente no ha hecho nada para enfrentarse ni para desenmascarar la agresión iraní. Frente a las pruebas cada vez más evidentes del patrocinio del terror por parte de los mulás, Occidente se ha apartado de su camino para apaciguar a Teherán, aceptando incluso su principal demanda de inhabilitar al principal movimiento de oposición iraní, el Muyahidín del Pueblo iraní, incluyéndolo en la lista del terror de la Unión Europea. Esto debe acabar.
Richard Howitt (PSE). - Señor Presidente, en primer lugar, debemos dejar claro que este Parlamento apoyará hoy la Resolución 1860 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Debe ser aplicada sin demora. En mi calidad de diputado al Parlamento Europeo que ha estado en Gaza durante el bloqueo, creo que un alto el fuego y una retirada no son suficientes. Por supuesto que queremos que se acaben los bombardeos y que los terroristas abandonen sus actividades, pero debemos perseguir un alto el fuego y el fin del bloqueo para que el pueblo de Gaza pueda comenzar a vivir su vida.
Se trata de una cuestión de respeto del Derecho internacional en materia humanitaria. Human Rights Watch e Islamic Relief me han informado de que la pausa diaria de tres horas es sencilla y lamentablemente inadecuada para recibir y distribuir la ayuda. Se trata de una cuestión de proporcionalidad. Save the Children afirma que la matanza de 139 niños desde el comienzo del conflicto, con 1 271 heridos, no se puede justificar como autodefensa.
Acojo con satisfacción la declaración realizada hoy por el enviado de la Unión Europea en Israel, Ramiro Cibrian-Uzal, que ha afirmado que la Unión Europea e Israel han puesto las negociaciones sobre la mejora de las relaciones «en espera» en estos momentos por estas razones. Así debe ser.
Michael Gahler (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, en primer lugar necesitamos un alto el fuego inmediato y permanente de ambos bandos —existe un amplio consenso al respecto en esta Cámara—. Sin embargo, posteriormente, nosotros —la Unión Europea y la comunidad internacional— no podemos dejar el destino del pueblo de la Franja de Gaza en manos de Hamás e Israel solamente.
Hamás no tiene presentes los intereses de los habitantes de Gaza, dado que sabía perfectamente que Israel respondería a los constantes ataques con misiles —y no solamente durante las campañas electorales—. Durante el pasado año, los sondeos en Gaza han registrado un descenso del apoyo político para Hamás en favor de Al Fatah. Parece que Hamás cuenta cínicamente con que su apoyo político aumente de nuevo con el gran número de víctimas palestinas, por solidaridad con dichas víctimas.
A Israel, por otra parte, le preocupan casi exclusivamente los intereses de sus propios ciudadanos, por lo que la crítica internacional se refiere sobre todo al alcance de la operación militar de Israel y a la aceptación del país del gran número de víctimas civiles.
Así pues, los europeos no deberíamos dejar de negociar un nuevo alto el fuego y financiar la reparación de la infraestructura. Ya casi puedo ver la nota rectificativa de la señora Comisaria: no me cabe duda de que el proyecto ya está terminado y listo para su presentación a la Comisión de Presupuestos.
Tampoco basta con vigilar si Egipto cierra el sistema de túneles en la frontera con la Franja de Gaza al contrabando de armas. Pido a todo el Cuarteto, incluida una sólida presencia árabe, que alcance un compromiso conjunto para enviar tropas con un firme mandato de mantenimiento de la paz a la Franja de Gaza y a la zona circundante —por el bien del pueblo de Gaza, Israel y Egipto—. Al mismo tiempo, el propio proceso de paz debe ser impulsado rápidamente. De lo contrario, me temo que continuaremos presenciando cada vez con mayor frecuencia el tipo de incidentes que se ha venido produciendo en Gaza, y ni palestinos ni israelíes se merecen esto.
Miguel Angel Martínez Martínez (PSE). – (ES) Señor Presidente, los socialistas españoles vivimos la situación de Gaza con horror, dolor y vergüenza, pero también con el compromiso de defender la paz y a quienes más sufren y de mantener la dignidad y la esperanza.
Horror ante la escena repetida de niños asesinados y de mujeres desgarradas en su infinito sufrimiento tras los bombardeos del gueto en que se ha convertido Gaza. El mismo horror que pintó Picasso en su Guernica –nuestra Guernica arrasada por los Junkers de la Legión Cóndor hace siete décadas–.
Dolor solidario con tantas víctimas de tanto sufrimiento. Y vergüenza por la incapacidad de todos –de nuestros Estados, de la Unión Europea, y de la Comunidad Internacional–, primero, para prevenir y, luego, para poner fin a la agresión criminal que denunciamos.
Vergüenza e indignación por tanta mentira, por tanta ambigüedad y por tanta palabrería. Vergüenza, porque sabemos exactamente lo que está pasando y no actuamos con la contundencia y coherencia necesarias y exigibles. Por ello, la historia pedirá cuentas a muchos como cómplices del crimen, cuando menos por omisión.
Porque más vale tarde que nunca y porque es imprescindible mantener abierta una puerta a la esperanza, la Unión Europea deberá apoyar la tardía resolución del Consejo de Seguridad, pero habrá que hacer que se cumpla a rajatabla, como a rajatabla habrá que cumplir nuestro Tratado de Asociación con Israel, que prevé su suspensión ante conductas como la que se está produciendo.
Por cierto, ¿es Hamás también responsable del bloqueo mediático que no he escuchado a nadie denunciar hasta el momento?
Geoffrey Van Orden (PPE-DE). - Señor Presidente, quiero comenzar expresando mi más sentido pésame a todas las personas inocentes, tanto de Israel como de Gaza, que han sufrido en las últimas semanas y meses mientras el conflicto se propagaba con furia. Sin embargo, debemos tener cuidado de que nuestra humanidad natural, nuestras más que justificadas preocupaciones, no distorsionen nuestra visión de la verdadera naturaleza de la situación a la que nos enfrentamos.
En Gaza, Hamás ha creado un feudo terrorista: no tolera ninguna oposición a sus opiniones, ha asesinado a los palestinos que se opusieron a ellas, ha dividido a la Autoridad Palestina, se ha negado a poner fin a los ataques terroristas sobre la población civil israelí, se ha negado a reconocer el derecho de Israel a existir, se ha negado a reconocer los acuerdos de paz previamente negociados. Recuerdo las palabras pronunciadas por Hanan Ashrawi hace tres años, cuando yo estaba supervisando las elecciones en Palestina. Ella previó la imposición de las reglas por parte de las fuerzas del mal. ¡Qué razón tenía!
No debería sorprendernos el hecho de que un diputado de Hamás se enorgullezca de afirmar que la muerte era una «industria» para el pueblo palestino. Se refería al uso de terroristas suicidas y al uso deliberado de civiles como escudos humanos para proteger posibles objetivos militares. Por supuesto, este uso de los civiles supone una violación directa del Derecho internacional en materia humanitaria.
¿Qué esperamos que haga Israel frente a un enemigo tan intratable, despiadado y odioso, mientras sus ciudadanos son objeto de atentados terroristas constantemente? La comunidad internacional no hizo mucho caso. Cuando Israel emprendió acciones no violentas, como la imposición de bloqueos o cortes de electricidad, fue reprobado. Ahora que ha emprendido acciones militares en respuesta a la provocación de Hamás, siente el peso de la desaprobación internacional.
La triste realidad es que el pueblo palestino ha estado atrozmente y durante muchos años en manos de quienes mantienen el control sobre las zonas de la Autoridad Palestina, de la comunidad internacional, que ha tolerado el extremismo y la corrupción, y del mundo árabe, que no ha hecho nada práctico durante muchas décadas por mejorar sus vidas ni sus perspectivas.
Necesitamos un Plan Marshall para Oriente Próximo. No son solo fuerzas de mantenimiento de la paz lo que los palestinos necesitan, sino una Administración Civil decente, libre de corrupción. La Administración Civil deberá someterse al control internacional, pero antes de nada será necesario acabar con el sustento de los terroristas —armas, dinero e indulgencia política—.
PRESIDE: ALEJO VIDAL-QUADRAS Vicepresidente
Proinsias De Rossa (PSE). - Señor Presidente, podría estar de acuerdo con lo que dice el señor Van Orden acerca de Hamás, pero lo cierto es que nada de lo que dice justifica los bombardeos sobre la población civil por parte de Israel. Ese es el punto fundamental: tenemos que poner fin a los bombardeos, tanto por parte de Hamás como de Israel.
Espero que la resolución que acompaña a este debate obtenga un sólido apoyo en esta Cámara mañana y espero también que refuerce a la Comisión y al Consejo en su presión sobre Israel y Hamás para que pongan fin a la matanza. Desde que Israel se retiró de Gaza, la zona se ha convertido en la prisión más grande del mundo y, en las tres últimas semanas, en un matadero, que utiliza ilegalmente el terror contra el terror, que mata a civiles —hombres, mujeres y niños— y que acaba con la posibilidad de una solución de dos Estados viable.
No se puede producir una mejora de las relaciones de Europa con Israel mientras no mantenga unas negociaciones constructivas y fundamentales con sus vecinos y con todos los diputados electos palestinos, incluido Hamás. Europa debe dejar claro que cualquier intensificación de este ataque sobre Gaza conllevará una intensificación de nuestra reacción al respecto.
Kinga Gál (PPE-DE). – (HU) Señor Presidente, señores Comisarios, miembros del Consejo, Señorías, creo que las partes implicadas en el conflicto de Gaza mantienen una actitud cínica. Me parece cínico e inaceptable que Hamás utilice a la población civil —incluso niños— como escudo humano. Me parece cínica e inhumana la postura israelí, que, bajo el pretexto de la autodefensa, utiliza medios desproporcionados, disparando sobre la población de Gaza en masa y perjudicando gravemente a la población civil, incluidos los niños.
Me parece cínica y mendaz una diplomacia extranjera, que, salvo contadas excepciones, procura mantener las apariencias y a pesar de que ya han pasado muchos días todavía no es capaz de garantizar la protección de la población civil o de las organizaciones de ayuda ni tampoco, lamentablemente, de proteger a los niños.
Yo defiendo a los niños, porque ningún fin puede justificar los medios de acabar innecesariamente con vidas inocentes. Debemos considerar que la vida de todos los niños tiene el mismo valor, sea de un lado de la frontera o del otro. Este es el axioma fundamental al que cada una de las partes implicadas en el conflicto debe conceder importancia si queremos que algún día reine verdaderamente la paz en la región.
La aceptación de los valores del respeto por la vida humana, la protección de los civiles y la promoción de la ayuda humanitaria pueden sentar la base para alcanzar un alto el fuego duradero, conseguir la paz en Palestina y entre Palestina e Israel.
Gay Mitchell (PPE-DE). - Señor Presidente, Hamás ha desatado el terror entre los ciudadanos de Israel y ha provocado represalias. Visto desde la distancia, parece que algunos de ellos disfrutan con los nuevos mártires civiles —niños incluidos— y con la publicidad que esto supone para su causa, independientemente de lo horrible que le resulte a la gente honrada entender eso.
Nunca he defendido el terrorismo ni soy un crítico de Israel, que tiene derecho a una coexistencia pacífica en la región, pero tendríamos que ser témpanos de hielo para no emocionarnos y sentir vergüenza moral por lo que está ocurriendo en Gaza en la actualidad. La respuesta israelí es totalmente desproporcionada y las muertes de niños pequeños son particularmente vergonzosas.
No me he opuesto hasta la fecha al nuevo acuerdo entre la Unión Europea e Israel. Creo en el consejo que el Dalai Lama pronunció aquí en el Parlamento el mes pasado de que la mejor manera de influir en China con respecto al Tíbet consiste en mantener unas buenas relaciones con el país. En mi opinión, esto también resulta aplicable a las relaciones entre la Unión Europea e Israel, pero ¿cómo podemos captar su atención para expresar el nivel de repugnancia que sentimos aquí por la gravedad de lo que está ocurriendo?
Debo añadir que ayer se distribuyó una nota sobre las necesidades humanitarias de la región entre aquellos de nosotros que asistimos a la reunión conjunta de la Comisión de Asuntos Exteriores y la Comisión de Desarrollo. Quiero pedir a la Comisión y al Consejo que garanticen la preparación de un paquete de ayuda humanitaria completo para que podamos intervenir allí y ayudar a la población afectada lo antes posible.
Karel Schwarzenberg, Presidente en ejercicio del Consejo. − Señor Presidente, una cosa que se mencionó al principio era si deberíamos contactar con Hamás. Creo que todavía no es el momento de hacerlo. En los últimos meses, Hamás ha seguido comportándose claramente como una organización terrorista. Mientras mantenga esta actitud, los representantes de la Unión Europea no pueden contactar de forma oficial con ella.
Reconozco, dada mi avanzada edad, que en mi vida he visto a muchas organizaciones terroristas desarrollarse desde sus comienzos, volviéndose más o menos aceptables y siendo aceptadas por la comunidad internacional. Lo he visto en África. Lo he visto en Irlanda. Lo he visto en muchos lugares. Eso ocurre. Pero antes de nada tienen que dejar de actuar como una organización terrorista; entonces estaré dispuesto a hablar con Hamás o con quien sea, pero no antes de que hayan dejado de actuar como una organización terrorista.
Creo que es importante decir esto, porque la Unión Europea no puede renunciar a sus principios. Hay maneras de escuchar cuáles son sus ideas, hay contactos indirectos con políticos de la región que mantienen contacto con ellos, lo que es importante y positivo, pero todavía no es el momento de que la Unión Europea mantenga un contacto directo con Hamás. Creo que deberíamos ser inflexibles al respecto.
Por otra parte, deberíamos elogiar claramente a Egipto por el importante papel que ha desempeñado en las últimas semanas y días, por sus esfuerzos y por su gran trabajo para conseguir un alto el fuego y tal vez incluso un armisticio para, al final del proceso, alcanzar la paz en la región. Sé lo difícil que resulta esta cuestión. Estamos en contacto con los egipcios constantemente. Sabemos lo importante que es el trabajo que están realizando y me gustaría felicitarlos.
Se ha formulado una pregunta acerca de cómo podemos ayudar en la región. En primer lugar, quienes están sobre el terreno nos dirán claramente lo que necesitan. No nos corresponde a nosotros decidir lo que les deberíamos proporcionar. Son ellos los que tienen que pedirnos a nosotros y a la Unión Europea. Muchos Estados miembros de la Unión han afirmado estar dispuestos a ayudar de todas las maneras posibles —en aspectos técnicos, enviando asesores, preparando todos los medios necesarios—, pero para esto habrá que contar, antes de nada, con el consentimiento de los correspondientes países de la zona. Esa es la primera tarea que se debe acometer.
He oído una importante sugerencia, consistente en elaborar un Plan Marshall para Oriente Próximo. Creo que es una excelente idea y que deberíamos aplicarla. Esta región realmente necesita una verdadera concentración de las ideas que tanto ayudaron a Europa después de la guerra.
La señora Ferrero-Waldner, entre otros, ha mencionado lo que consiguió la misión. Creo que hemos conseguido muchas cosas y me gustaría felicitar, una vez más, a la señora Ferrero-Waldner, que fue la principal responsable del trabajo de nuestra delegación en materia humanitaria, donde lo que hemos conseguido sigue funcionando hoy en día. No obstante, seamos claros, incluso estas negociaciones tan difíciles de Oriente Próximo se basan en el diseño ya estructurado durante la visita de nuestra delegación a la zona. Este diseño recoge básicamente el modo de organizar la paz y qué se necesita. Nuestro plan se basa en lo que averiguamos entonces y en lo que debatimos con nuestros socios.
Se ha producido un debate acerca de la mejora de nuestras relaciones con Israel. Como saben, esa fue una decisión adoptada por el Consejo de Ministros de la Unión Europea en junio de 2008. Esta decisión solamente se puede modificar si los ministros de la Unión Europea así lo deciden. Ni siquiera las palabras de un representante muy respetable de la Unión Europea en Jerusalén pueden cambiarla. Reconozco que en la situación actual sería prematuro debatir acerca de la manera de mejorar nuestras relaciones con Israel y de si se debería celebrar una cumbre en un futuro previsible. Por el momento tenemos cosas mucho más urgentes e importantes que resolver. Quiero insistir de nuevo en que la decisión fue adoptada por el Consejo de Ministros y que es así.
¿Qué se puede hacer para detener a Israel? Seamos francos: muy poco. Israel actúa como actúa y, siendo amigo de Israel de toda la vida, lo que digo hoy y lo digo con toda sinceridad, no estoy muy satisfecho con lo que está haciendo en estos momentos. Creo que la política también está perjudicando a Israel. Eso es una cosa, pero la Unión Europea tiene muy pocas posibilidades, aparte de hablar de forma muy clara y honesta, y de pedir a nuestros socios que le pongan fin. Son nuestros socios —Israel, Egipto y los demás implicados— los que deben hallar la solución en Oriente Próximo. La Unión Europea puede ayudar en eso, ofreciendo todo tipo de ayuda si se acuerda un alto el fuego para conseguir los objetivos señalados: el cierre de los pasos de contrabando, el cierre de los túneles, la vigilancia de los mares, etc. Puede ayudar en Gaza de muchas maneras, como en la reconstrucción o con ayuda humanitaria. La Unión Europea puede hacer todo eso, pero, para ser sinceros, no tenemos la autoridad ni los medios para decir «alto». ¿Cree el Parlamento que podemos enviar una enorme fuerza armada a Oriente Próximo para detener a las partes en conflicto? No. No tenemos la posibilidad, y tanto Israel como Hamás dependen de autoridades que no son las europeas. Israel también tiene poderosos aliados fuera de Europa. Nuestra autoridad para conseguir algo es limitada. Podemos ayudar, podemos asistir, podemos ofrecer nuestros grandes servicios e implicarnos profundamente. En ese sentido, hemos conseguido mucho, pero no sobrestimemos nuestras posibilidades.
Sajjad Karim (PPE-DE). - Señor Presidente, Israel afirma que está ejerciendo su derecho a la autodefensa. En ese caso, se deben seguir los rudimentos de los principios de la guerra justa, incluida la proporcionalidad.
Es evidente que Israel está pasando esto por alto y para nosotros es obvio que esto es un error. El uso de bombas de fósforo blanco contra la población civil es incompatible con la afirmación de civilización.
Claramente, la Unión Europea no puede resolver esto por sí sola. Sin embargo, hay un elefante blanco en la sala. Necesitamos la resolución de los Estados Unidos. Su decepcionante respuesta ha sido desequilibrada e injusta. Los tiempos de estas acciones por parte de Israel han sido estratégicamente calculados, pero, señor Obama, el 20 de enero está cerca. ¡El mundo está esperando y la Unión Europea es un socio voluntarioso!
¿Restablecerá los valores que compartimos con ustedes o permitirán que esta injusticia prevalezca —una vez más—? ¿Trabajarán con nosotros para brindar protección a todos los afectados? Los palestinos les preguntan: ¿cómo puede ser que su país pida ayuda humanitaria sobre el terreno y que se mantenga en silencio cuando solamente caen bombas de los cielos?
Colegas que pretenden parar a Hamás exclusivamente con medios militares: visiten Gaza y Cisjordania. Despierten su humanidad básica y comprobarán por qué Hamás cobra fuerza.
Esta no es la manera de ayudar a Israel ni a los palestinos. El alto el fuego inmediato no es más que un comienzo necesario.
Colm Burke (PPE-DE). - Señor Presidente, está muy claro que las partes de este conflicto no están respetando el Derecho internacional en materia humanitaria y que, como consecuencia, la población civil de Gaza está pagando un precio muy alto. Debe existir responsabilidad en el Derecho internacional cuando no se respetan principios relacionados con la guerra como la proporcionalidad y la no discriminación. Una de las reglas de una guerra justa establece que la conducta se deberá regir por el principio de la proporcionalidad. La fuerza utilizada debe ser proporcional a la soportada. Lamentablemente hemos sido testigos de un alto grado de despreocupación por parte de los israelíes. A pesar de que reconozco el hecho de que Hamás comenzó los ataques con misiles contra Israel, en mi opinión la reacción israelí ha sido desproporcionada. Las cifras hablan por sí solas: han muerto más de 900 palestinos frente a una cifra mucho más reducida de israelíes. Israel debe aplicar su responsabilidad para medir su uso de la fuerza de conformidad con el Derecho internacional.
Por otra parte, no se puede ignorar que la Unión Europea continúa considerando a Hamás una organización terrorista y que se sigue negando a renunciar a la lucha armada. No solo eso, sino que Hamás también se ha negado constantemente a reconocer el derecho de Israel a existir. Hamás y otros grupos armados palestinos deben reconocer que el pueblo del sur de Israel tiene derecho a vivir sin bombardeos.
Nickolay Mladenov (PPE-DE). - Señor Presidente, todos aquellos que seguimos el conflicto entre israelíes y palestinos podríamos tener la tentación de levantar los brazos y gritar de desesperación en estos momentos. Sin embargo, no creo que debamos hacerlo, porque considero que la mayor prueba de nuestra humanidad hoy en día consiste en entender realmente las cuestiones que nos ocupan.
La primera cuestión es que no puede existir ninguna solución duradera para este conflicto si no se detienen los bombardeos de Israel. La segunda cuestión es que no puede existir ninguna solución duradera para este conflicto si no se abre Gaza a la ayuda humanitaria. En efecto, el Presidente Peres tenía toda la razón al decir que Gaza debería estar abierta para la ayuda y no cercada para los misiles.
A mi juicio, esto es absolutamente esencial y todos estamos de acuerdo. No se puede regresar a la situación anterior y creo que podríamos hacer algunas cosas al respecto. En primer lugar, el Parlamento puede reunir a ambas partes para dialogar; en segundo lugar, deberíamos respaldar a la Comisión y al Consejo y apoyar sus esfuerzos; y finalmente deberíamos apoyar con firmeza la vía de negociaciones de Egipto, porque esa es la única vía que puede llevar a una solución y al alto el fuego que todos esperamos en estos momentos.
Neena Gill (PSE). - Señor Presidente, no somos solamente los diputados de esta Cámara los que nos hemos escandalizado por los acontecimientos ocurridos en Gaza. El público europeo también se ha escandalizado por el sufrimiento del pueblo de Gaza y el bloqueo israelí hace mucho tiempo. A esto se suman los constantes ataques y los terribles asaltos militares israelíes sobre civiles inocentes, especialmente mujeres y niños. Las peticiones de la comunidad internacional de un alto el fuego inmediato están cayendo en saco roto.
Los palestinos necesitan un acceso urgente a alimentos, asistencia médica y seguridad. Israel debe, al menos, respetar los principios del Derecho internacional. De lo contrario, perdería todos los apoyos que mantiene de parte de la comunidad internacional.
Es una lástima que la resolución de las Naciones Unidas se haya dejado al margen. También es lamentable que la Unión Europea todavía tenga que encontrar un papel; tal vez pueda hacerlo si adopta medidas más rigurosas que hasta ahora. No basta con congelar la mejora de las relaciones. Tenemos influencia. Somos un importante socio comercial. Somos una importante fuente de financiación en esa región. Por lo tanto, podemos desempeñar ese papel.
Marios Matsakis (ALDE). - Señor Presidente, ¿es éticamente aceptable y disculpable en el Derecho internacional que, en su esfuerzo por neutralizar a los terroristas de Hamás, el Estado de Israel pueda iniciar una importante campaña militar de terror y flagrantes violaciones de las convenciones de las Naciones Unidas y los derechos humanos contra 1,5 millones de civiles inocentes y atrapados? ¿Son estas acciones coherentes con nuestros propios valores de justicia y democracia en la Unión Europea? ¿Es la presión israelí tan fuerte como para provocar que los Estados Unidos y la Unión Europea se mantengan —en efecto— inactivos y que se limiten a ser testigos de las atrocidades incalificables que se están cometiendo en nombre de la lucha contra el terror?
Si la respuesta a estas preguntas es sí, entonces todos deberíamos elogiar la valentía del Gobierno israelí por sus acciones en Gaza. En cambio, si la respuesta es no, deberíamos condenar de forma firme y clara a Israel y emprender acciones urgentes y efectivas contra el país, incluida la imposición de sanciones comerciales, al objeto de poner fin a la matanza de Gaza en la actualidad y en el futuro. Estoy en total desacuerdo con las palabras pronunciadas por el señor ministro en su intervención de que, en efecto, podemos hacer muy poco. Podemos y debemos hacer mucho.
Christopher Beazley (PPE-DE). - Señor Presidente, fui elegido diputado de esta Cámara hace 25 años. Este es probablemente el debate más importante en el que he participado. Señora Comisaria, espero que haya escuchado con mucha atención a la Comisión de Asuntos Exteriores la pasada noche y a este Parlamento hoy. Espero que pueda responder en su debate para decir, a diferencia del Presidente en ejercicio Schwarzenberg, que existe una competencia moral que la Unión Europea puede ejercer sobre el agresor en esta ocasión en particular.
El pueblo israelí es un pueblo justo y honorable que ha sufrido miserablemente a lo largo de los siglos en este continente. Entenderán ahora su recomendación al Consejo de Ministros de que la Unión Europea interrumpa cualquier contacto con las autoridades israelíes hasta que pongan fin a los bombardeos.
Antonio Masip Hidalgo (PSE). – (ES) Señor Presidente, hemos de decir con clara rotundidad a Israel que deje de matar y que permita sanar a los heridos y alimentar a los damnificados; y que su actitud contra el Derecho internacional tiene que tener consecuencias en sus relaciones con Europa.
Quiero saludar a los escasos jóvenes cooperantes europeos que sufren junto al pueblo de Gaza, en particular a Alberto Arce. Ellos representan lo mejor de los valores de solidaridad y libertad de esta Europa nuestra, que tiene que ser consecuente en este conflicto tan terrible.
Margrete Auken (Verts/ALE). - (DA) Señor Presidente, solamente quiero decir dos cosas. En primer lugar, quiero recordar a todos que nuestra decisión afirma expresamente, y reitera, que hemos paralizado nuestro apoyo a la mejora de las relaciones, y espero sinceramente que no nos limitemos a seguir adelante como si nada hubiera pasado solamente por que la Presidencia lo diga. Mi segundo comentario es que Israel no ha cumplido en ningún momento lo que prometió con respecto a las negociaciones. No se produjo ningún alto el fuego, porque Israel no levantó realmente su bloqueo durante ese período y creo que también debo mencionar Annapolis, donde Israel prometió congelar las actividades de asentamiento. ¿Qué ha ocurrido realmente? Simplemente aumentó el ritmo de las actividades de asentamiento. El ritmo de construcción en los asentamientos nunca había sido tan fuerte como desde la cumbre de Annapolis y creo que, mientras no se consiga ningún progreso sobre el terreno, nunca conseguiremos que Hamás actúe de acuerdo con las reglas que queremos que respete y que, por esa razón, debemos asegurarnos de que Israel cumpla su parte del trato.
Peter Šťastný (PPE-DE). - Señor Presidente, ayer celebramos una reunión conjunta de las Delegaciones para las Relaciones con Israel y con el CLP, y uno puede imaginar la intensidad, la emoción y las acusaciones —y las soluciones sugeridas— tras 18 días de guerra en Gaza y unas 1 000 muertes.
El hecho es que a Israel, tras ocho años de espera y después de haber soportado unos 8 000 misiles que aterrorizaron a un millón de ciudadanos a lo largo de las fronteras con Gaza, finalmente se le ha acabado la paciencia. Comenzaron a garantizar la seguridad de sus ciudadanos, para lo que tienen todo el derecho y la obligación. Hamás es una organización terrorista y es la clara culpable y una carga para el pueblo palestino en Gaza. La solución depende de un Cuarteto vigorizado y particularmente de que se redoblen los esfuerzos conjuntos entre la nueva Administración estadounidense y una Unión Europea más sólida e integrada.
Acojo con satisfacción la Presidencia checa, sus prioridades y su implicación inmediata y activa en la región.
Marian-Jean Marinescu (PPE-DE) . – (RO) Este conflicto, que ha durado mucho tiempo, se basa en problemas relacionados con el territorio, así como en diferencias culturales que en ocasiones se tratan de manera exagerada. La solución a largo plazo es un Estado israelí protegido y seguro, junto con un Estado palestino sostenible. Sin embargo, esta solución no se puede conseguir mediante ataques terroristas ni acciones armadas.
Para conseguir una forma de vida normal, el pueblo palestino necesita crearse un Estado basado en instituciones democráticas y en el Estado de Derecho, lo que garantizaría el desarrollo económico. Deben renunciar a los actos terroristas y concentrar sus preocupaciones en la creación de un clima político normal, en facilitar la elección de políticos que dirijan el Estado y que verdaderamente quieran resolver este conflicto a través de la negociación.
Bairbre de Brún (GUE/NGL). – (GA) Señor Presidente, quisiera mostrar mi apoyo a quienes condenan los ataques y demostrar mi solidaridad con el pueblo de Gaza.
El Ministro Schwarzenburg afirma que la Unión Europea no puede hacer mucho. La Unión Europea debería abandonar la mejora de las relaciones con Israel y los acuerdos actualmente vigentes deberían ser cancelados hasta que Israel cumpla sus obligaciones en virtud del Derecho internacional.
Incluso antes de los recientes ataques inmorales, presenciamos años de castigo colectivo del pueblo palestino. La escala y el tipo de los ataques perpetrados sobre Gaza por un ejército moderno contra un pueblo asediado, que ya está debilitado como resultado del aislamiento y del cerco, son absolutamente horribles. La culpa que se echó a ese mismo pueblo fue un error —debemos decir claramente que la mayor víctima aquí es el pueblo, el pueblo inocente de Gaza—.
Czesław Adam Siekierski (PPE-DE). - (PL) Observamos con gran dolor lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza. No apoyamos los métodos de lucha y provocación de Hamás, pero Israel ha elegido medios desproporcionados para resolver su conflicto con el pueblo palestino. Se ha producido una violación clara de los principios del Derecho internacional. Ninguna de las partes del conflicto está interesada en la paz para la otra parte. Ambas partes velan únicamente por sus propios intereses —eso es egocentrismo nacional—.
La opinión internacional está en contra de la continuación de esta guerra. La Unión Europea y las Naciones Unidas, apoyadas por muchos países, deberían intervenir de forma decisiva. Ya es hora de poner fin a esta desafortunada guerra. Las tropas israelíes deberían regresar a sus cuarteles. Hamás tiene que dejar de lanzar misiles a Israel. Debemos garantizar una ayuda humanitaria más urgente para la población civil y cuidar a los heridos, que se dice que son unos 3 000. Tenemos que levantar el país y ayudarle a recuperar la normalidad. Ese es el escenario que les pido a los actuales dirigentes de la Unión Europea y de la Comisión Europea.
Hannes Swoboda (PSE). - Señor Presidente, solamente me gustaría preguntar si todavía vamos a celebrar un debate sobre el gas hoy o si ha sido eliminado del orden del día. Estamos esperando aquí. En el orden del día no solamente hay un debate sobre Oriente Próximo, sino que también hay otro sobre el gas. ¿Ha sido eliminado del orden del día?
Presidente. – Ese punto sigue en el orden del día.
Aurelio Juri (PSE). - (SL) Me he sentido decepcionado por el último anuncio del Ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa, que preside ahora mismo el Consejo. Por supuesto, podemos depositar todas nuestras esperanzas en nuestra Comisaria, pero el peaje de muertes va en aumento. Si continuamos hablando de esta manera, probablemente en una semana habrán muerto 1 500 personas.
Hablar con Hamás es difícil. Se encuentra en la lista de organizaciones terroristas y es complicado emprender acciones contra ella. Israel, por otra parte, es nuestro amigo, nuestro socio y un miembro importante de la comunidad internacional. Israel tiene que cumplir las decisiones internacionales, las resoluciones de las Naciones Unidas y también las recomendaciones de sus amigos y socios. Si no lo hace, sus amigos y socios deben poder condenar sus acciones y amenazar al país con imponerle sanciones.
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, seré breve porque ha sido un debate muy largo. Permítanme decir en primer lugar que, como miembro del Cuarteto para Oriente Próximo desde hace ya cuatro años, la Unión Europea tiene un papel que desempeñar, aunque por supuesto no el más intenso. Eso es en ocasiones frustrante para todos nosotros, particularmente en un momento difícil en el que a uno le gustaría conseguir de inmediato un alto el fuego duradero y sostenible como hemos propuesto, pero que, lamentablemente, no se puede conseguir con tanta rapidez.
Quiero facilitarles, al menos provisionalmente, la última información de la que dispongo, que está en las noticias, que afirma que fuentes cercanas a las negociaciones en Egipto informan de que Hamás está reaccionando favorablemente a las últimas propuestas egipcias. Existe un cambio, en cualquier caso. Todavía no estoy segura de si esto está realmente confirmado, pero Hamás también dará un comunicado de prensa por la tarde, a las 20.00 horas. Cabe esperar que las cosas progresen. Al menos, eso es lo que todos esperamos.
En segundo lugar, a pesar de todas las frustraciones, no tenemos otra posibilidad que seguir trabajando por la paz. Eso es lo que haremos. Mantengo mi compromiso de hacerlo como miembro de este Cuarteto para Oriente Próximo. Solo podremos conseguirlo juntos y también tenemos que contribuir e intensificar los esfuerzos de reconciliación de Palestina, porque solamente de este modo será posible evitar totalmente la anomalía de Gaza.
En tercer lugar, tan pronto como se produzca un alto el fuego, intentaremos hacer todo lo posible para restablecer totalmente los servicios básicos a la población, que se han visto seriamente alterados. Creo que lo más importante ahora es poner fin a esta destrucción y pasar a la reconstrucción y a intentar conseguir la paz.
Hemos hablado largo y tendido sobre esto, así que no me extenderé, pero esta es mi opinión y espero una etapa próspera.
Presidente. − Para cerrar el debate se ha presentado una propuesta de resolución(1) de conformidad con el apartado 2 del artículo 103 del Reglamento. Se cierra el debate.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Pedro Guerreiro (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Dada la barbarie que ha azotado al pueblo palestino de la Franja de Gaza, que la reciente solución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas denuncia y condena, lo que se necesita y exige es lo siguiente:
- Una firme denuncia de las violaciones de derechos humanos y de los crímenes perpetrados por el ejército israelí, el terrorismo de Estado de Israel.
- Una condena clara del cruel ataque de Israel sobre el pueblo palestino, que nada puede justificar.
- El fin del ataque y del inhumano bloqueo impuesto sobre la población de la Franja de Gaza.
- Ayuda humanitaria urgente a la población palestina.
- La retirada de las tropas israelíes de todos los territorios palestinos ocupados.
- Respeto del Derecho internacional y de las resoluciones de las Naciones Unidas por parte de Israel, el fin de la ocupación, los asentamientos, el muro de separación, los asesinatos, las detenciones, la explotación y las innumerables humillaciones infligidas al pueblo palestino.
- Una paz justa, que solamente será posible respetando el derecho inalienable del pueblo palestino a un Estado independiente y soberano, con las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital.
En Palestina hay un colonizador y un colonizado, un agresor y una víctima, un opresor y un oprimido, un explotador y un explotado. ¡Israel no puede continuar con impunidad!
Tunne Kelam (PPE-DE), por escrito. – La reacción al conflicto de Gaza ha de ser más equilibrada que en la actualidad. No se puede justificar ninguna violencia excesiva, pero tenemos que analizar de forma más profunda los orígenes del conflicto.
Las negociaciones con Hamás en estas condiciones no resultan posibles. Un grupo terrorista que está utilizando cínicamente a su propio pueblo como escudo contra los ataques no está interesado en negociar una paz verdadera.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que Hamás ha asumido un importante papel en la cadena de actividades terroristas que llevaron a Hezbolá y al régimen terrorista de Teherán. Por lo tanto, Hamás ha de ser considerada parte de unos esfuerzos más generalizados por destruir la frágil estabilidad de Oriente Próximo y sustituirla por regímenes extremistas fundamentalistas que no permitan, en principio, ningún derecho a la existencia de Israel.
De hecho, tenemos que entender que la cuestión de la seguridad de Israel también está vinculada a la de la seguridad de la Unión Europea.
La Unión Europea debe ejercer su autoridad para atajar, primero y sobre todo, las raíces del conflicto. A fin de evitar nuevas matanzas de árabes e israelíes, los socios árabes tienen que reconocer incondicionalmente el derecho a existir de Israel y ayudar a detener la infiltración de movimientos extremistas y de armas todavía más mortíferas en esta región.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE), por escrito. – (FI) Señor Presidente, es un hecho innegable que la población civil de Gaza y del sur de Israel se ha visto privada del derecho a una existencia digna de seres humanos. Una agencia de noticias contó la historia de dos niños que iba a cruzar la carretera en Gaza. No miraron hacia la izquierda ni la derecha para ver si venía alguien —miraron hacia arriba porque tenían miedo de lo que pudiera caer desde el cielo—.
Por lo que respecta a la masiva crisis humanitaria de Gaza, hay claramente dos partes culpables. La acción irresponsable de Hamás en los territorios palestinos, la forma cobarde en que se esconde entre la población civil y la provocación que engendra con sus ataques con misiles son indicativas de la insostenibilidad del Gobierno palestino. El ataque desproporcionado de Israel sobre el ya frágil y desesperado enclave palestino es otra indicación de su indiferencia hacia las obligaciones humanitarias internacionales.
Debemos pedir que acabe esta locura mediante un alto el fuego inmediato y permanente. Como primer paso, Israel debería permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, donde una mejora de las condiciones de vida también constituiría uno de los caminos hacia la paz a largo plazo.
El Cuarteto para Oriente Medio necesita dar un paso en la dirección correcta, con la nueva Administración norteamericana señalando el camino. Egipto tiene una responsabilidad especial, debido a las cuestiones relacionadas con las fronteras, y su papel como mediador con la Unión nos ha dado esperanzas.
La historia mundial demuestra que la búsqueda de la paz al final merece la pena. No podemos rendirnos, adaptarnos ni acostumbrarnos al concepto de un conflicto sin resolver, porque no existe tal cosa. Según el Premio Nobel de la Paz, Winner Martti Ahtisaari, la paz es una cuestión de voluntad. La comunidad internacional puede intentar fomentar e impulsar esta voluntad, pero solamente las partes implicadas pueden implantar una paz duradera.
Señora Comisaria, lleve este mensaje de Europa: «Pueblo de la Tierra Santa, demostrad que queréis la paz».
Mairead McGuinness (PPE-DE), por escrito. – Hay algo inquietante en un mundo al que parece no importarle salvar a niños inocentes de ser liquidados en la guerra.
A pesar de todas las palabras, no se ha producido ninguna tregua en los bombardeos sobre Gaza, que hasta ahora han causado la muerte de 139 niños y heridas a otros 1 271. Lamentablemente, estas cifras sobrecogedoras aumentarán.
Los ataques con misiles de Hamás sobre Israel han provocado la respuesta deseada —contraataques y la pérdida de vidas humanas, y un mayor arraigamiento de las posiciones—.
Lamento que se utilice a civiles inocentes como escudos humanos. Eso tiene que acabar.
Yo no culpo a nadie —ambas partes tienen la culpa—, pero sí señalo la necesidad de un alto el fuego inmediato y efectivo.
Es fundamental permitir un acceso sin obstáculos para la asistencia y la ayuda humanitaria a Gaza de inmediato.
Ojalá que esa humanidad pudiese ver la inutilidad de estas guerras.
Cada imagen de los muertos de Gaza enciende a la población de todo el mundo árabe y me preocupa que el principio esencial del proceso de paz en Oriente Próximo se esté escapando: la denominada solución de los dos Estados, un Estado palestino independiente que coexista de forma pacífica con Israel. Corresponde a la comunidad internacional redoblar sus esfuerzos por encontrar una solución.
Esko Seppänen (GUE/NGL), por escrito. – (FI) Todo estamos siendo testigos de la matanza masiva de civiles por parte de los soldados israelíes en Gaza. Nosotros —o más concretamente muchos diputados de la derecha— estamos volviendo la cabeza ante lo que está ocurriendo. Esto no podría ocurrir sin la élite política de la derecha en los Estados Unidos de América o si la Unión Europea no volviese la cabeza. Aquellos que vuelven la cabeza son también los que dotan de armas a los asesinos de civiles.
Ya es hora de que planteemos la cuestión del endurecimiento de las relaciones diplomáticas con los autores del genocidio y de la limpieza étnica.
Csaba Sógor (PPE-DE), por escrito. – (HU) La situación en Oriente Próximo me llena de inquietud. ¿Cuándo llegará la paz? ¿Cuántas bajas de civiles se producirán hasta que se consiga un verdadero alto el fuego? En Bosnia y Herzegovina se produjeron al menos 10 000 hasta que comenzaron las negociaciones para la paz, hasta que las misiones de mantenimiento de la paz llegaron al país y hasta que comenzó el desarme.
Hace unos días conmemoramos la destrucción de Nagyenyed (Aiud). Hace 160 años, varios miles de civiles inocentes, incluidos mujeres y niños, fueron masacrados en esta ciudad de Transilvania y sus alrededores. Desde ese momento no ha sido posible recordar a esas víctimas junto con la población mayoritaria.
Puede que llegue un momento en el que los israelíes y los palestinos no solamente recuerden juntos las respectivas víctimas, sino que también unan fuerzas para crear un futuro y una paz duradera.
Hasta entonces, la tarea de la Unión Europea consiste en dar un ejemplo responsable. También tenemos mucho que hacer para construir la paz dentro de Europa. Necesitamos cooperación entre mayorías y minorías en igualdad de condiciones. Como mínimo, necesitamos unirnos para recordar a las víctimas. Todavía queda mucho por hacer en la Unión Europea en materia de respeto de los derechos individuales y de las minorías.
Andrzej Jan Szejna (PSE), por escrito. – (PL) Durante la sesión plenaria de enero, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre el conflicto de la Franja de Gaza. Se pedía a ambas partes del conflicto que aplicasen un alto el fuego inmediato y duradero, y que pusieran fin a las actividades militares (la acción militar israelí y los misiles de Hamás), que habían impedido durante algún tiempo que la asistencia y la ayuda humanitaria llegasen a los ciudadanos del territorio en el que se estaba desarrollando el conflicto.
Ya ha costado miles de víctimas, con civiles, incluidas mujeres y niños, que llevan sufriendo casi tres semanas. Existe una escasez de los productos que cubren las necesidades básicas, como agua potable y alimentos. Las instalaciones de las Naciones Unidas han sido atacadas.
La resolución pide que se cumpla el Derecho internacional, lo que resolvería el conflicto existente. Israel es nuestro amigo y tiene derecho a defenderse como Estado, pero hay que decir con firmeza y subrayar que, en este caso, los medios que ha empleado son sumamente desproporcionados. Israel necesita hablar con Hamás, negociar, porque los métodos anteriores no han funcionado.
La Unión Europea también se enfrenta a una tarea difícil: necesita encontrar mecanismos que conduzcan al diálogo y al entendimiento entre las partes, que acaben con el conflicto de forma permanente lo antes posible.