Philip Claeys (NI). – (NL) Señor Presidente, no puedo identificarme con el informe de la Sra. Riera Madurell y no es debido a que me oponga al principio de igualdad de género. Más bien al contrario, de hecho. Pero el problema con este informe y realmente con todos los informes similares en esta Cámara políticamente correcta, es el tono condescendiente. ¿Cómo podría alguien aplaudir la inversión de la responsabilidad de presentar pruebas, por ejemplo, aunque es un principio clave de la ley que las personas deben ser demostradas culpables en vez de inocentes?
¿Por qué se carga a las empresas con la obligación anual de presentar un esquema de negocio para la igualdad de género? Eso es muy condescendiente, cargar a las empresas como se hace con tonterías burocráticas simplemente para machacar una serie de principios que son universalmente aceptados pero que no siempre son fáciles de implementar en la práctica. ¿Cómo podemos obligar a las empresas a contratar el mismo número de hombres y mujeres en lugar de elegir simplemente a aquella persona más capacitada para el puesto?