6. Prevención y control integrados de la contaminación: emisiones industriales, industria del dióxido de nitrato, uso de disolventes orgánicos, incineración de residuos, grandes instalaciones de combustión (debate)
Presidenta. – El siguiente tema es el informe (A6-0046/2009) del señor Krahmer sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las emisiones industriales (prevención y control integrados de la contaminación) (versión refundida) (COM(2007)0844 - C6-0002/2008 - 2007/0286(COD)).
Holger Krahmer, ponente. – (DE) Señora Presidenta, señores Comisarios, Señorías, dentro de poco llevaremos a cabo la votación de la directiva sobre prevención de emisiones industriales. La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria aprobó una serie de compromisos por amplia mayoría. Espero que podamos mantener esa tendencia puesto que estas normas unificarán los requisitos medioambientales para las instalaciones industriales de toda la UE. Esto mejora la protección del medio ambiente mientras que, al mismo tiempo, asegura una competencia leal.
En la base de los compromisos está la red de seguridad europea. Este concepto introduce valores límite para las emisiones contaminantes de la industria en el ámbito comunitario. Estos valores definen los requisitos claros para la autorización de instalaciones industriales. Para obtener un permiso deben ser mejores que las especificaciones de la red de seguridad. Este enfoque ofrece suficiente margen de maniobra para establecer requisitos individuales. Lo que desde luego significa, sin embargo, es el fin de la oportunidad de abusar de ese espacio de maniobra y de hacer funcionar instalaciones con bajos niveles de emisiones por medio de derogaciones. Gracias a la red de seguridad, conseguiremos una mayor claridad y la flexibilidad necesaria. No habrá necesidad alguna de derogaciones prolongables que estén abiertas a interpretación.
Cuando realicé esta propuesta, se me acusó de ser un «activista verde». Algo que me parece –y lo diré con cierto cuidado– una exageración. Este tema se trata de mejorar la poner en marcha de normas de la UE que están en vigor desde hace años. La mejor técnica disponible –que es el objetivo de la red de seguridad europea– debería ser el estándar en todas las instalaciones industriales de la UE desde el pasado otoño, algo que está muy lejos de la realidad. Actualmente se observan usos juiciosos de las mejores técnicas disponibles en tres Estados miembros.
Los óxidos de nitrógeno y el sulfuro son algunas de las principales emisiones de la contaminación medioambiental de origen industrial. Existe potencial para conseguir una reducción de entre el 60 % y el 80 % si se aplican coherentemente las mejores técnicas disponibles. Ésas son las cifras de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Esta técnica no es ciencia ficción. No se trata de un tema de laboratorio, no se encuentra en una fase de experimentación sino que está disponible, es asequible y funciona. A pesar de todo esto, muchos Estados miembros se están ahorrando el esfuerzo porque se trata de una inversión importante incluso en instalaciones que generan mucha contaminación. Algunos Estados miembros han pasado simplemente por alto la necesidad de invertir en la modernización de sus plantas durante años. Esto distorsiona la competencia y daña el medio ambiente y, por esta razón, expongo un nuevo enfoque para conseguir una aplicación mejorada de las mejores técnicas disponibles.
Los paquetes de compromisos también reducirán los gastos en burocracia, que sólo acarrean costes y no hacen nada para ayudar al medio ambiente. Por tanto, estamos relacionando la gran cantidad de informes que los operadores de las plantas tienen que enviar a las autoridades, el riesgo que plantean sus plantas y el hecho de si los operadores cumplen con los requisitos impuestos por dichos informes. Se aplica lo mismo a las inspecciones realizadas por las autoridades. Se debe realizar una inspección más exhaustiva en aquellos casos en los que pueda existir peligro. En los casos en los que no ocurre nada no es necesario un control constante.
Para muchas personas de esta Cámara, la protección del suelo es un asunto delicado. Por desgracia, está claro que ya no es posible llevar a cabo un debate constructivo sobre este tema, a pesar de que ha sido posible alcanzar unos compromisos. Éstos reducen el informe sobre el estado del suelo a lo esencial; el informe del estado necesita no ser exhaustivo y necesita no ser llevado siempre a cabo. En cambio, nos estamos centrando en el riesgo real presentado por una determinada planta. Es necesario llevar a cabo una serie de análisis en aquellos casos en los que se manejen cantidades relevantes de sustancias peligrosas.
Además, la limpieza de las instalaciones hasta alcanzar su estado inicial es poco realista, por lo que el compromiso habla ahora de limpieza hasta alcanzar unas condiciones satisfactorias. Eso no cambia mi punto de vista personal y mi opinión de que la protección del suelo es un tema que no debería estar regulado en el ámbito comunitario. Sería mejor dejarlo para los Estados miembros.
La Prevención y Control Integrados de la Contaminación (PCIP) afecta prácticamente a todos los sectores de la industria. Por ello, durante los últimos días se ha registrado una intensa actividad de los grupos de presión. En algunos campos, las mejoras de los compromisos originales (por ejemplo, en relación con la agricultura) eran verdaderamente necesarias. El cálculo de los valores límite para las granjas avícolas es una tarea demasiado burocrática. En lugar de hacer una diferenciación por especies entre pavos, patos y pollos de engorde, deberíamos mantener el límite de 40 000 plazas para aves.
Además, la producción de estiércol, de abono líquido y de purines es algo que se recoge en el ámbito de esta directiva. El tema es importante, el reglamento cumple un objetivo, pero por favor, no en esta iniciativa legal. Un campo agrícola no es una instalación industrial. Los agricultores tienen muchos más asuntos en su lista de deseos, y la decisión sobre estos dos puntos es oportuna. Por lo tanto, hice lo posible por conseguir el acuerdo de los ponentes alternativos sobre este punto.
Lo mismo se aplica a la producción de energía a partir de gases residuales en la producción de acero. Este proceso es muy eficaz y produce energía de un subproducto que de otra forma no se aprovecharía. La reducción marginal en la emisión de contaminantes deseada sólo podría alcanzarse con un gran gasto financiero. Se trata de no exagerar las cosas.
Considero que la actitud del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, al retirarse del compromiso y al revisar el informe completo de nuevo, sembrando enmiendas por todas partes, es una actitud preocupante y lamentable. Un enfoque como ése no es constructivo. Alcanzar decisiones políticas exige al menos un nivel mínimo de confianza mutua y de trabajo conjunto. Puedo entender que algunos miembros del Grupo del PPE-DE no estén completamente satisfechos con los distintos compromisos. Todo lo que puedo decir al respecto es que me hubiese gustado mucho debatir sus propuestas, pero durante las negociaciones de los compromisos con los ponentes alternativos nunca se expusieron dichas propuestas. Sus acciones poco coordinadas de última hora significan que ahora hay riesgo de que se consiga exactamente lo contrario: las propuestas sensatas y correctas están en peligro.
Llegados a este punto, me gustaría hacer llegar mi más sincero agradecimiento al resto de ponentes alternativos y, en particular, al señor Turmes, al señor Hegyi y al señor Blokland, que fueron socios de confianza durante las negociaciones, a pesar de que existiesen diferencias fundamentales.
Hoy tenemos la oportunidad de enviar un mensaje a favor de una mayor protección medioambiental y de una competencia leal. Espero que utilicemos esa oportunidad para establecer un plan apoyado por los principales grupos económicos y medioambientales. Les ruego que apoyen estos compromisos. Gracias.
Stavros Dimas, Miembro de la Comisión. − (EL) Señora Presidenta, estoy encantado de estar debatiendo hoy la propuesta de reforma de la directiva sobre emisiones industriales y me gustaría agradecer de forma particular al ponente, señor Krahmer, y a la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria por el excelente trabajo que han realizado en este informe. También me gustaría dar las gracias a la Comisión de Asuntos Jurídicos por su contribución positiva.
Durante las últimas semanas, la Comisión ha recopilado pruebas fiables que muestran que la directiva actual sobre prevención y control integrados de la contaminación no se está aplicando de forma correcta y que las emisiones industriales continúan en niveles excesivamente altos. La situación ha provocado un grave impacto en el medio ambiente y en la salud de los ciudadanos europeos. Además, está distorsionando la competencia entre las industrias europeas.
Esta situación inaceptable debe acabar. El principal elemento del enfoque integrado sobre el que opera la directiva es el de las mejores técnicas disponibles. Estas técnicas ofrecen importantes ventajas a nivel medioambiental y económico.
En primer lugar, reducen las emisiones y limitan el uso de recursos, contribuyendo así a mejorar a largo plazo la seguridad del suministro energético en la Unión Europea. También ofrecen incentivos para la innovación ecológica, algo que es necesario para que la industria europea responda a la futura demanda mundial de tecnología medioambiental.
Con el fin de que podamos aprovechar de forma adecuada de las ventajas de las mejores técnicas disponibles, debe fortalecerse y mejorarse su marco de aplicación. Éste es el objetivo de la propuesta de la Comisión. Clarifica y mejora el papel de los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles en la aplicación de la legislación. Esto hace que los términos de la concesión de licencias de actividad en la Unión Europea estén más unificados y, por extensión, que se consiga una mayor convergencia en las condiciones de competencia.
Dichos documentos son redactados en borrador a través de un procedimiento transparente en el que participan los Estados miembros, la industria y otros organismos pertinentes. Se exige un esfuerzo considerable en la redacción y aprobación de los mismos. Debemos apoyar el procedimiento de aprobación y la institución de los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles en general. Esto permitirá que dichos documentos desempeñen un papel más importante en la definición de los términos sobre los que se conceden las licencias de actividad a las empresas industriales, lo que tendrá como resultado que las instalaciones industriales cumplan con los requisitos medioambientales más altos posibles establecidos en la legislación de la Unión Europea.
La propuesta de la Comisión ofrece la flexibilidad necesaria para que se realicen derogaciones a partir de dichos documentos, siempre que, por supuesto, estén garantizadas por la situación local en ese momento. No obstante, es necesario presentar un informe detallado de razones y una justificación para cada derogación, para evitar así cualquier posible abuso. Al mismo tiempo, para determinados sectores de la industria que tengan un impacto medioambiental especialmente grave, se debe establecer unos requisitos mínimos obligatorios en el ámbito de la Unión Europea. Además, ya se han aprobado niveles mínimos pertinentes para sectores como las grandes instalaciones de combustión o las instalaciones de incineración de residuos.
Como ya sabrán, este tema ha sido una causa concreta de preocupación para el ponente del Parlamento Europeo. Aunque los requisitos mínimos obligatorios pueden considerarse útiles con respecto a determinados sectores industriales, no es seguro que sea necesario o útil definir niveles mínimos para todos los sectores. Los niveles mínimos deberían aprobarse sólo cuando sean necesarios y siempre que estén garantizados desde el punto de vista medioambiental.
Un ejemplo típico son las grandes instalaciones de combustión, responsables en gran medida de la contaminación atmosférica. Las mejores técnicas disponibles no se aplican de forma correcta en este sector concreto. Por esta razón, la Comisión ha propuesto nuevos requisitos mínimos para las grandes instalaciones de combustión basándose en las conclusiones extraídas de los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles pertinentes. Se prevé su aplicación en 2016.
Estas medidas ayudarán considerablemente a conseguir los objetivos pertinentes de la estrategia temática sobre contaminación medioambiental de una forma viable a nivel económico. Además, el beneficio neto de los requisitos en cuestión, tanto a nivel de la Unión Europea como a nivel nacional, compensa los elevados costes.
Por último, además de mejorar la aplicación de la directiva, el objetivo básico de la reforma es simplificar la legislación y reducir los costes administrativos tanto para la industria como para las autoridades competentes; de acuerdo, como siempre, con los principios del programa «legislar mejor» de la Unión Europea.
Por esta razón, la propuesta reúne siete actos legislativos actuales en una sola directiva. Esto mejorará la claridad y la cohesión de la legislación, tanto para los Estados miembros como para las empresas. Los beneficios derivados de esta simplificación son numerosos.
La reducción de la contaminación generada por las instalaciones industriales es una prioridad básica por razones medioambientales y económicas. La propuesta presentada simplificará la legislación actual y, al mismo tiempo, reforzará el marco de aplicación de las mejores técnicas disponibles. Esto constituirá una mayor contribución a la mejora de la protección medioambiental y a la viabilidad de la industria europea. Por tanto, espero con interés sus opiniones sobre esta importante propuesta y el constructivo diálogo posterior.
Marcello Vernola, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, considero que, tal y como se ha dicho, esta directiva constituye la herramienta más importante para el control de la contaminación que el Parlamento ha debatido desde el paquete de medidas sobre cambio climático y energía.
Quizás no haya surgido en el mejor momento, debido a la situación de crisis financiera, ya que está forzando al sistema industrial y ha provocado, por lo tanto, mucha presión por parte de los grupos parlamentarios sobre estas empresas, que están preocupadas por las repercusiones financieras de esta directiva, al igual que con el paquete de medidas relativas al cambio climático y a la energía. Estamos animados por el hecho de que todavía nos encontramos en la primera lectura y, por lo tanto, quizás en una segunda lectura podamos ganar algo de terreno mediante correcciones y mejoras.
He de decirle al señor Krahmer, el ponente, que el camino no ha sido fácil. El señor Krahmer ha criticado la postura del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) y de los Demócratas Europeos, que cuestionó algunos de los compromisos. No obstante, me gustaría señalar que se presentaron más de sesenta enmiendas, al menos una tercera parte de las cuales procedían de los miembros del Grupo del PPE-DE. Por tanto, existe un deseo generalizado en el Parlamento de volver a analizar determinados puntos clave de esta directiva y, por desgracia, no ha habido reuniones entre el ponente y el ponente alternativo durante los últimos días para tratar el tema de las sesenta enmiendas. No debemos olvidar que esta directiva ha surgido debido al hecho de que directivas anteriores no han resultado, hasta ahora, fáciles de aplicar en los Estados miembros. El sistema de controles y pruebas se ha convertido en algo muy diverso. Como ha afirmado el señor Krahmer, es necesaria una modificación. Sin embargo, se exige también que la Comisión Europea realice un mayor esfuerzo.
Se tarda mucho tiempo en preparar los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles y, por lo tanto, no se puede garantizar que la directiva sea aplicada de forma transparente. Es cierto que existe un proceso de gran colaboración en el que están involucrados los empresarios industriales, pero si los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles se aplicasen normalmente de forma más rápida, observaríamos también una mejora en la protección de la salud pública. Me gustaría añadir también que los empresarios industriales han realizado efectivamente pocas inversiones en el pasado: es necesario un mayor compromiso y considero que, puesto que mucha gente en Europa enferma o fallece debido a la contaminación atmosférica provocada por las emisiones industriales, debemos introducir medidas adecuadas de limpieza y un sistema estricto de control y verificación.
PRESIDE: Luigi COCILOVO Vicepresidente
Guido Sacconi, en nombre del Grupo del PSE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, me gustaría aclarar que estoy interviniendo en lugar de nuestro ponente alternativo, que por desgracia no puede estar con nosotros hoy, aunque me encuentro en condiciones de transmitirles la postura conjunta de nuestro grupo. Apoyamos completamente el compromiso, que es el resultado de más de un año de trabajo. Nuestro agradecimiento por esto va dirigido al señor Krahmer, que ha desempeñado un papel muy importante, escuchando con atención e incluso revisando su postura inicial. Este compromiso nos conducirá a un nivel superior de protección y prestará apoyo a la industria europea, en parte introduciendo flexibilidad.
Como ya se ha comentado, el punto principal de este consenso, de este acuerdo, consolida y amplía la aplicación de las mejores técnicas disponibles o BAT, reforzando las normas y haciéndolas más transparentes. Los requisitos mínimos propuestos para las grandes instalaciones de combustión deben cumplirse para aplicar los criterios de las mejores técnicas disponibles y de calidad del aire a este sector. Por esta razón, afirmamos por nuestra parte que las enmiendas presentadas en el pleno no deben llevarse a cabo. Debilitan el compromiso, sobre todo los que tienen como objetivo reducir el ámbito de la Directiva IPPC (Protección y Control Integrados de la Contaminación), la aplicación de las BAT y los requisitos para las grandes instalaciones de combustión.
Debo hacer hincapié en que nuestro grupo, después de un animado debate interno, ha decidido no presentar enmiendas. Por lo tanto, invitamos a las demás fuerzas a hacer lo mismo y a no mostrar su apoyo a las enmiendas que han sido presentadas para enviar un mensaje claro y firme en la primera lectura.
Chris Davies, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, la idea que subyace detrás de la Directiva sobre prevención y control integrados de la contaminación (IPPC) era la de permitirnos alcanzar un máximo beneficio medioambiental a un coste mínimo, ofreciendo mucha flexibilidad a la industria y a los Estados miembros. Sin embargo, como ha indicado el Comisario, se está abusando de ese principio: muchos Estados miembros han interpretado las mejores técnicas disponibles de un modo que la Comisión no pensaba.
Por lo tanto, apoyo en gran medida la idea del ponente de establecer un nivel mínimo. El hecho de que nuestro ponente sea de origen alemán quizás tenga algo que ver con esto; Alemania tienen un buen historial en este caso. No veo por qué un Estado miembro que haya invertido para asegurar que su industria establece altos niveles medioambientales debería verse minado a nivel de competencia y a nivel medioambiental por aquellos Estados miembros que no están preparados para llevar a cabo inversiones similares.
Me gustaría volver a abordar también la oportunidad que nos ofrece esta directiva refundida de modificar la directiva sobre grandes instalaciones de combustión. Me agrada ver cómo se introducen niveles de rendimiento de la emisión en las grandes instalaciones de carbón o gas debido a la gran cantidad de CO2 que emiten. Sin embargo, existe un gran debate abierto como resultado de las preocupaciones que surgen alrededor del calentamiento global, preocupaciones que quizás no eran tan graves cuando aprobamos esta directiva. Hasta cierto punto, existe un equilibrio entre los antiguos contaminantes tradicionales y la nueva preocupación de los gases causantes del calentamiento mundial.
En mi propio país, es muy probable que suframos una importante escasez de electricidad a partir de finales del año 2015 debido al cierre de muchas centrales eléctricas de carbón que no se han modernizado de acuerdo con los requisitos de grandes instalaciones de combustión.
Personalmente, estoy preparado para ver una contraposición. Estoy preparado para negociar, en una segunda lectura, una derogación –una ampliación de los requisitos de las grandes instalaciones de combustión– para mantener en funcionamiento las viejas instalaciones mientras no finalicemos la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón, condenándonos a seguir con unas altas emisiones de CO2 durante las próximas décadas. Sin embargo, debe ser una auténtica contraposición. Debe existir un auténtico compromiso por parte de los Estados miembros para realizar los cambios necesarios para reducir sus emisiones de CO2 con el fin de permitir la contaminación duradera de las plantas existentes durante unos años más.
Claude Turmes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, en primer lugar me gustaría dar las gracias al señor Krahmer, que ha sido un ponente muy constructivo y bien organizado para esta directiva.
¿Qué estamos haciendo aquí? Estamos promocionando las mejores tecnologías disponibles en Europa por el bien de la salud, por el bien del medio ambiente, pero también por el bien de la competencia de la industria europea. Deberíamos ser conscientes de que, en gran parte de la producción industrial en Europa, los costes de mano de obra son menores hoy que los costes de material y los costes de electricidad, agua y otros recursos. Por lo tanto, ganaremos mucho con esta directiva que nos evita mirar sólo a las tecnologías para el tratamiento de los residuos finales para hacer aprobar los mejores documentos disponibles y la mejor tecnología que ya están siendo utilizadas por la industria. Ahí es exactamente donde tenemos que ir. Esto también fortalece a los suministradores de tecnología verde en Europa. Existe un gran mercado mundial de procesamiento verde y deberíamos poner a Europa en el mapa.
Como Verdes, estamos muy contentos con esta red de seguridad europea, que reducirá las posibilidades de dumping de determinados gobiernos, y con la que hemos mejorado el control y el acceso a los documentos para los ciudadanos.
Ha sido un buen proceso pero, por desgracia, no entiendo al señor Vermola. Usted ha negociado todos estos compromisos con nosotros de una forma positiva. La vida –al igual que la política– consiste en confiar, por lo que no entiendo el motivo por el que que, justo al final, usted que tanto conoce este expediente se lo cede a políticos como la señora Jackson o a otros políticos que no se preocupan por la salud o la competencia. Creo que es una lástima. Es una lástima que el grupo político más importante de esta Cámara ya no sea un socio de confianza con el que negociar. No podemos negociar durante semanas para que después nuestros compromisos se vean minados en el último momento. Considero que no es una forma serie de hacer política sobre un informe tan importante.
Roberto Musacchio, en nombre del grupo GUE/NGL. – (IT) Señor Presidente, Señorías, aunque se trata de una consolidación de varias directivas y, por lo tanto, existen posibilidades limitadas de modificar el texto legislativo, esta nueva Directiva IPPC es una herramienta necesaria y útil para promover no sólo una drástica reducción de las emisiones mediante el aprovechamiento de las mejores técnicas disponibles, sino también para precipitar un nueva tendencia en las inversiones industriales.
Con la minuciosidad y la aportación de todos los ponentes alternativos (en primer y destacado lugar el equipo y el ponente, el señor Krahmer, a quien agradezco su honestidad y pacienciak), hemos mantenido completa transparencia en la aprobación de las BAT, intercambiando información y publicando las conclusiones operativas de dichos documentos en Internet. Nos hemos asegurado de que el procedimiento de consulta participativa establecido con el Foro de Sevilla continuará. Es importante que no nos desviemos de este camino, y me gustaría pedir a todos los ponentes que mantengan la coherencia que hemos demostrado durante meses de debate abierto.
Yo personalmente trabajé en la Directiva relativa a la protección del suelo. Por desgracia, todavía estamos esperando la opinión del Consejo acerca de esta directiva que resulta primordial para mantener un equilibrio natural en la liberación de carbono a la atmósfera, tal y como ha afirmado recientemente el Comisario Dimas de forma acertada. Determinadas enmiendas, incluyendo en el borrador de la Directiva IPPC, tienen como objetivo minar los requisitos de reclamación obligatorios para el terreno industrial en desuso: no tienen la intención de vincular las disposiciones a los demás requisitos por introducir en la directiva del suelo. En mi opinión, todo esto es inaceptable, y no por razones medioambientales, sino para preservar la salud pública y prevenir el mal uso de los recursos públicos en el desarrollo de negocios y en la vida de los ciudadanos europeos. En el pasado, y también en Italia, se han dado demasiados casos de incumplimiento de los permisos determinados por la anterior Directiva IPPC, lo que ha provocado discrepancias tanto desde una perspectiva medioambiental como en términos de normas del mercado y de la industria. Mi país ya ha pagado un alto precio por el descontrolado desarrollo industrial de Seveso, Eternit y otros, con consecuencias para el paisaje y las personas.
Para finalizar, recibo con agrado la limitación y la inclusión de disposiciones sobre incineradoras. No debe suavizarse el reglamento en este ámbito, para que podamos prepararnos para dirigir esta práctica hacia una sociedad sin residuos. También están justificadas las enmiendas debatidas por todos los grupos para permitir controles más estrictos en emisiones de furano y dióxido. Considero que, en este aspecto, deberíamos consolidar este debate con una votación de la Cámara. Se trata de una directiva importante y espero que se apruebe.
Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Señor Presidente, nuestra industria es importante para nuestra economía, pero también con frecuencia provoca contaminación del aire, el agua y el suelo. La Unión Europea ha abordado este tipo de contaminación medioambiental durante décadas y recientemente toda la atención del campo medioambiental se ha centrado en el CO2 y en el cambio climático. En ocasiones, parece que éste es el único problema medioambiental. El señor Gore ha dejado una huella clara.
Sin embargo, existe el peligro de que todos los problemas medioambientales se reduzcan al cambio climático. En realidad, en política medioambiental nos enfrentamos a muchos más retos. La creación se ve también amenazada por la emisión de contaminantes atmosféricos, de los que entre un 40 % y un 80 % son generados por las grandes instalaciones industriales. Tenemos motivos, así, para buscar una protección medioambiental sólida por medio de la Directiva de prevención y control integrados de la contaminación (Directiva IPPC).
En la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria hemos tenido en cuenta las propuestas detalladas y hemos alcanzado un compromiso aceptable en muchos puntos. Creo que el informe se queda corto solamente en el apartado de los niveles de emisión para las grandes instalaciones de combustión. Ahí es precisamente donde deben conseguirse los principales beneficios medioambientales.
He presentado, por lo tanto, un par de enmiendas adicionales. Por ejemplo, los niveles de emisión para las estaciones eléctricas deben ser comparables a los de las instalaciones incineradoras en términos de rigurosidad, sobre todo si tenemos en cuenta que las estaciones eléctricas realizan tareas de coincineración de residuos. Además, propongo cubrir un vacío legal: la gasificación, que es comparable a la combustión normal, debe cumplir los mismos niveles de emisión. La jurisprudencia reciente ha demostrado que no es lo mismo. Por lo tanto, la legislación debe ser modificada.
Christa Klaß (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Comisario Dimas, Señorías, un claro objetivo de esta directiva es la simplificación de las disposiciones jurídicas actuales en el ámbito de las emisiones industriales, así como su unificación en una sola directiva, evitando de este modo un exceso de burocracia. Sin embargo, por lo que yo sé, no hay mucho de este tema en la propuesta específica de la Comisión.
Para mí, una reducción de la burocracia no significa la creación de nuevos informes obligatorios y procedimientos complicados sino, sobre todo, evitar que los reglamentos se dupliquen y que existan cargas innecesarias. En el caso concreto de la agricultura, la propuesta de la Comisión provocará una avalancha de burocracia nueva. Ampliar la aplicabilidad significaría incluir la cría de animales de granja y los negocios de cría que no son en modo alguno comparables a los de las instalaciones industriales a las que se dirige en realidad esta directiva.
Lo que es más, la Comisión propone reglamentos que ya están incluidos en una Directiva sobre nitratos, en la Directiva marco del agua o en la Directiva sobre las aguas subterráneas. Les pido su apoyo a nuestras enmiendas para que consigamos evitar dicha regulación duplicada. El cálculo de los límites superiores para la cría de animales de granja debe ser también razonable y comprensible en relación con las aves de corral. Les ruego voten conmigo contra la división entre pollos de engorde, gallinas ponedoras y pavos de engorde. En Alemania, a este tipo de actitud tan puntillosa la llamamos «contar guisantes». Tampoco debe existir un intento de utilizar esta directiva para volver a introducir el tema de la protección del suelo por la puerta de atrás. La protección del suelo es un tema importante. Y deben existir leyes nacionales eficaces que lo aborden.
Me gustaría decirle al ponente que tanto yo como el resto de miembros de mi grupo, recibimos con gran agrado el concepto de una red de seguridad europea. Representa un buen compromiso. Mediante el establecimiento de límites de emisiones que los Estados miembros deben mantener como un límite superior absoluto a la hora de conceder permisos a grandes instalaciones industriales, detendremos el uso inflacionista de derogaciones que ha tenido lugar en muchas ocasiones en determinados Estados miembros. En ese sentido, estaremos garantizando un alto nivel de seguridad uniforme. Los Estados miembros no serán capaces entonces de obtener una ventaja competitiva a expensas del medio ambiente.
Åsa Westlund (PSE). – (SV) Señor Presidente, estamos ante un texto legislativo muy importante. Entre otras cosas, ha conducido a la mejora de uno de los mayores problemas que tenemos en Suecia, los lagos acidulados. Sin embargo, resulta importante también no permitir derogaciones adicionales o límites de tiempo más amplios en esta directiva para que seamos capaces de continuar este desarrollo positivo de reducción de la lluvia acida de emisiones peligrosas sobre Europa. Por esta razón, deseamos eliminar estas opciones para una mayor ampliación de las derogaciones.
También nos gustaría observar claros límites en las emisiones de dióxido de carbono. El comercio de emisiones no es una herramienta adecuada para abordar la crisis climática a la que nos enfrentamos. Esto es algo que observaremos ahora que estamos entrando en recesión, cuando queden disponibles, de forma automática, un número considerable de derechos de emisión. Se venderán a precio muy bajo, lo que significa que perderemos varios años del cambio necesario para que podamos ser capaces de abordar este tema a largo plazo y, después de esta recesión, también estaremos menos equipados y tendremos menos capacidad para tratar este desarrollo si no establecemos dichas medidas adicionales como los requisitos de emisiones para grandes instalaciones de combustión. Por tanto, considero que es una gran lástima que se haya juzgado que estas enmiendas no son aceptables para la votación.
Fiona Hall (ALDE). – Señor Presidente, apoyo esta medida y su objetivo de promover las mejores técnicas disponibles para la protección medioambiental, pero tengo cierta preocupación acerca de la metodología utilizada por el Parlamento en este tema. Esencialmente se trata de una directiva para regular la industria pesada, pero existe una serie de párrafos escondidos en el texto y el anexo que afectan directamente a los agricultores.
No hubo oportunidad de que la Comisión de Agricultura diese su opinión y, desgraciadamente, algunas de las propuestas que afectan a los agricultores son bastante inadecuadas. En concreto, los requisitos sobre estiércol y abonos líquidos duplican la Directiva sobre nitratos y la Directiva Marco sobre el agua. Los bajos niveles para la producción de aves de corral arrastran a las granjas familiares hacia un marco regulatorio complejo diseñado para controlar a los gigantes industriales del mundo. Esta directiva no es el ámbito adecuado para regular a las pequeñas granjas.
Urszula Krupa (IND/DEM). – (PL) Señor Presidente, en el borrador de la resolución legislativa sobre emisiones industriales, está surgiendo una clara tendencia a limitar los aspectos medioambientales importantes de la actual directiva y, al mismo tiempo, a intentar priorizar referencias más extendidas sobre el efecto invernadero.
Las numerosas mociones de enmienda han aumentado de forma drástica los niveles de emisiones para las instalaciones de energía térmica que no son directamente tóxicas en su naturaleza, mientras que, al mismo tiempo, otros borradores de enmiendas más liberales sólo mejoran ligeramente las normas sobre la combustión o la incineración de residuos.
Las emisiones de dióxido de carbono no son tóxicas, mientras que las dioxinas, el furano, el ácido clorhídrico, el fluoruro de hidrógeno, los metales pesados y otros componentes altamente perjudiciales constituyen una amenaza directa para la salud humana y el medio ambiente.
Una importante condición para la seguridad del uso térmico de los residuos es el control exhaustivo, tanto de los tipos de residuos incinerados como de las sustancias perjudiciales que surjan de dicho proceso. La introducción de valores límite poco severos que exigen que se tomen medidas preventivas cuando las emisiones son superadas puede perjudicar el medio ambiente y la salud humana.
El enfoque propuesto muestra un tratamiento desigual para determinadas clases de instalaciones, con un planteamiento especialmente restrictivo para las instalaciones de energía térmica que utilicen combustibles convencionales.
Caroline Jackson (PPE-DE). – Señor Presidente, en la base de esta directiva se encuentra el problema del control y de los costes. ¿Cómo podemos asegurar que se aplican las leyes aprobadas por la UE en su conjunto? ¿Cómo podemos legislar sin saber cuál es el coste de lo que queremos? El ponente quiere introducir un sistema universal de límites de emisiones uniformes, que debería elaborarse dentro de un ejercicio burocrático que duraría al menos ocho años. Nadie sabe cuánto costaría; es lo que se denomina red de seguridad europea.
He presentado la Enmienda 134 sobre la no inclusión de industrias con altas emisiones con niveles basados en las mejores técnicas disponibles, dejando la implantación de dichas medidas a discreción de los Estados miembros. Eso es realista y asequible y cumple con el principio de subsidiariedad.
Si se aprueba la red de seguridad europea, espero que el Consejo y la Comisión presionen al Parlamento para que realice una evaluación del impacto de dicha idea. La cuestión es si tenemos la voluntad de crear un sistema uniforme para la Unión Europea: una red de seguridad europea. La respuesta es que, hasta ahora, todas las pruebas muestran una falta de voluntad por parte de los Estados Miembros. No apoyarán un comité de inspección medioambiental europeo: quieren quedarse con las agencias nacionales de aplicación. La respuesta correcta a nuestro dilema es que no hay que inventar una gran burocracia nueva que nunca surgirá, sino que debemos utilizar nuestro dinero para plantear los niveles de moral de las agencias nacionales de aplicación para que hagan su trabajo y colaborar así a la aplicación de la legislación europea.
Les recomiendo la Enmienda 129 que exime de controles de contaminación a los generadores de emergencia en las instalaciones médicas, controles que los tratarían como si estuviesen funcionando el 100 % del tiempo. Esta enmienda supondrá un ahorro de costes en un momento crítico para los presupuestos en sanidad. Les recomiendo las enmiendas sobre las grandes instalaciones de combustión: mi país se enfrentará a cortes de electricidad a menos que las incluyamos en la directiva. Los ciudadanos ya tienen suficientes motivos para culpar a la UE.
Mi último punto se ocupa de los compromisos y de los ataques que he recibido por parte del señor Turmes: la primera lectura no es un momento para compromisos, sino un momento para plantear nuestras enmiendas e ideas y debatirlas. No podemos llegar a compromisos para evitar el debate.
Por último, recomiendo al futuro Parlamento el actual artículo 55 del reglamento, que nos permitiría disponer de una primera lectura renovada de esta importante directiva. Parece erróneo realizar una primera lectura en el antiguo Parlamento y una segunda lectura en el nuevo, sin que se haya producido en él la primera lectura.
Dorette Corbey (PSE). – (NL) Señor Presidente, la nueva Directiva sobre prevención y control integrados de la contaminación (Directiva ICCP) asegurará que las empresas tengan que equipar todas las grandes instalaciones con las mejores tecnologías disponibles. Esto ya es obligatorio en algunos países, así que ha llegado el momento de marchar en la misma dirección y de igualar las condiciones. Hasta aquí, todo bien.
No obstante, Señorías, les pediría especialmente su apoyo para las enmiendas que pretenden establecer requisitos para las centrales eléctricas de carbón en el futuro. Se debe crear un techo de emisiones para estas centrales energéticas, y esto se puede realizar mediante el uso de la captación y almacenamiento de dióxido de carbono (CAC) o mediante la co-combustión conjunta de entre el 40 % y el 50 % de la biomasa sostenible. Un techo de emisión de CO2 es la única forma de poder seguir utilizando carbón a la vez que se cumplen los objetivos climáticos.
Algunos diputados del Parlamento Europeo sostienen que el sector eléctrico se sitúa dentro del nuevo régimen de comercio y que, por lo tanto, no son necesarios nuevos requisitos. Sin embargo, el razonamiento es erróneo puesto que dicho régimen no sólo permite excepciones con las centrales eléctricas de carbón, sino que permite que se compense la industria con mucha intensidad de energía por medio de un aumento de los costes de electricidad. Esto elimina el incentivo en los costes para la reducción de CO2.
Cualquiera que considere que el régimen de comercio de derechos de emisión (RCE) es la respuesta a todo no necesita establecer requisitos para los vehículos o prohibir las bombillas, y no necesita una Directiva de energía sostenible. Debemos ser coherentes. Si establecemos requisitos para los coches y la iluminación, debemos establecer, por supuesto, requisitos para las centrales eléctricas de carbón, ya que éstas son las verdaderas contaminantes. También es cierto que, si queremos disponer de una forma fácil de reducir el CO2, deberíamos dirigir nuestra mirada a las industrias del acero o del cemento, y no al sector energético.
Avril Doyle (PPE-DE). – Señor Presidente, si existen puntos débiles en la Directiva sobre nitratos y en la Directiva marco sobre el agua, considero que los asuntos relacionados con las actividades porcinas, avícolas y lácteas deben tratarse allí. Considero que los costes de cumplimiento superarían a los beneficios de su inclusión en este texto legislativo en concreto. Pero existen otros vehículos legislativos para abordar estos sectores determinados, por lo que deben ser considerados de acuerdo con ellos.
En el tema de las grandes instalaciones de combustión, el funcionamiento del régimen de comercio de derechos de emisión EU RCE de la UE no protege contra los bloqueos de diseño de la contaminación innecesaria en muchas de las nuevas y costosas instalaciones de de alta emisión, particularmente en las centrales de carbón que, cuando fueron construidas, se esperaba que funcionasen durante cuarenta años, haciendo, de este modo, que resulte más difícil y más caro cumplir con todos los objetivos climáticos.
Los niveles de rendimiento de emisiones de CO2 ayudarían a asegurar que el sector eléctrico queda «descarbonizado» en un plazo de tiempo coherente tanto con los incrementos limitados de las temperaturas medias mundiales en menos de 2º C como con la introducción de nuevas tecnologías más limpias. La industria necesita, sobre todo, seguridad legislativa para tomar decisiones sobre inversión en estos grandes proyectos caros y primordiales. Un límite de 350 gramos aseguraría que sólo se construyesen las centrales de gas más modernas y eficientes, por ejemplo. Los estándares de CO2 que se aplican a partir de, digamos, 2020 supondrían que las nuevas centrales de carbón sólo podrían construirse después de la entrada en vigor de esta propuesta, siempre que utilicen equipos de captura de CO2 del año 2020 en adelante, momento en el que esperamos que la captación y almacenamiento de dióxido de carbono esté disponible a nivel comercial. Las instalaciones existentes dispondrán de un mayor periodo para cumplir con el estándar, bien añadiendo tecnología de captura de CO2 o, de hecho, cerrando. Las instalaciones también podrían cumplir con el nivel de otras maneras, por ejemplo, mediante la co-combustión conjunta de biomasa o mediante el uso del calor proveniente de técnicas de cogeneración.
Como ponente de la reciente revisión del régimen de comercio de derechos de emisión RCE de la UE, estoy preocupada por el nivel de ambición general de todas nuestras políticas. Los últimos avances de la ciencia nos muestran que debemos disponer de límites de emisión más estrictos en un periodo de tiempo más reducido si queremos conseguir el objetivo de 2º C que, mediante nuestra votación sobre el paquete de clima y energía de diciembre, aceptamos, en calidad de Parlamento, como necesario para el futuro medioambiental, social y económico de la sociedad. El régimen de comercio de derechos de emisión solo no será suficiente para reducir las emisiones del sector eléctrico al nivel exigido.
Para finalizar, me gustaría añadir que existe consuelo en una red de seguridad europea, pero todavía estoy preocupada porque esto pueda ser un incentivo para el menor común denominador posible y una mínima reducción de las emisiones; en otras palabras, una carrera hacia el precipicio. Les pido que me convenzan de lo contrario.
Glenis Willmott (PSE). – Señor Presidente, a pesar de que apoyo los objetivos de las propuestas de simplificar y clarificar los requisitos de la legislación y asegurar una mejor y más constante implantación, hay tres aspectos que me preocupan. En primer lugar, la Comisión no sólo ha buscado simplificar y asegurar una mejor aplicación, sino que también ha conseguido aumentar, en gran medida, el alcance de determinadas áreas. Considero que hay que alcanzar un equilibrio entre la protección medioambiental, por una parte, y la burocracia y los costes para la industria y las pequeñas instalaciones, como los agricultores y las instalaciones sanitarias, por otra parte.
En segundo lugar, los requisitos mínimos para las grandes instalaciones de combustión presentan importantes problemas para determinadas partes del sector energético del Reino Unido. Según me han comentado, estas preocupaciones también las comparten Polonia, Francia, Italia, España y algunos Estados miembros del este y del sur. Los requisitos provocarían que, sin la existencia de una derogación limitada por tiempo, estuviese en peligro la posibilidad de una continuación a corto plazo de los planes nacionales para la reducción de emisiones o la seguridad energética.
Por último, muestro mi gran preocupación y mi oposición a la red de seguridad europea. No creo que sea una buena idea. Creo que los valores límite mínimos de emisiones se convertirían en valores por defecto en vez de centrarse en una aplicación completa de las mejores técnicas disponibles más ambiciosas, y que podrían reducir considerablemente el nivel de protección medioambiental mientras que, al mismo tiempo, se incrementarían en gran medida los costes de implantación. Rogaría a todos los miembros que considerasen estos puntos detenidamente antes de la votación.
Mairead McGuinness (PPE-DE). – Señor Presidente, como miembro del Comité de Agricultura, limitaré mis observaciones al impacto de esta propuesta en el sector agrícola de la Unión Europea. Apoyo los comentarios de mis colegas que se preocupan por la «ampliación de la red» y por el hecho de que los agricultores se vean arrastrados a este ámbito, como contaminadores industriales.
La agricultura debe estar controlada por sus emisiones, pero no acepto que se haga de esta forma. Me gustaría sugerir que la Directiva sobre nitratos en su forma actual se ocupa de mucho de lo que estamos hablando. Quizás debamos centrarnos en dicha directiva, que está causando problemas a muchos Estados miembros, en cómo está siendo aplicada y en si se está aplicando de forma efectiva.
Además de esto, existen preocupaciones por el hecho de que el sector avícola, en concreto, se vea arrastrado, ya que ese sector europeo se encuentra bajo una importante amenaza por parte de las importaciones de terceros países, donde no se aplican tales restricciones. Mostraría mi apoyo a enmiendas para que esto no sucediese en las propuestas actuales. Asimismo, la inclusión de granjas de productos lácteos es preocupante, y apoyo a los colegas de mi propio grupo y a otros que hayan presentado enmiendas para eliminar a estos sectores de la propuesta actual.
Repito mi sugerencia de que, cuando se trata de agricultura, existe un gran número de directivas que se encargan del control de las emisiones y de la contaminación en este sector y, por tanto, quizás sea hora de volver a reformularlas todas para que los agricultores a los que se les exige su implantación puedan entender completamente y darse cuenta de lo que deben hacer. Una cosa es elaborar leyes, como hacemos en esta Cámara, pero en ocasiones desconocemos la forma en que se ponen en práctica, quién las aplica y si su aplicación es eficaz.
Jutta Haug (PSE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la revisión de la directiva sobre emisiones industriales debería haberse adoptado mucho antes. Un texto legislativo en el que todas las medidas importantes para reducir la contaminación dependen de las mejores técnicas disponibles debería ser adaptado al menos cada cinco años, y no al cabo de trece. Después de tanto tiempo, las técnicas han avanzado mucho más rápido que nosotros.
Además, debemos tener en cuenta que, a pesar de la marcha de la tecnología, los objetivos asociados a nuestra directiva anterior no se han cumplido ni mucho menos. Por este motivo tengo tan buena opinión del compromiso alcanzado en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. Su puesta en marcha nos conducirá hacia donde tenemos que ir. Considero incomprensible la histeria que surge cuando tratamos temas como el de la protección de los suelos o el de los deseos de las asociaciones de agricultores.
El Grupo Socialista del Parlamento Europeo quiere conseguir objetivos medioambientales sin dificultar las actividades económicas. Esto supone una mirada hacia el futuro y no hacia el pasado, como sucede con las propuestas del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas Cristianos) y los Demócratas Europeos.
Eija-Riitta Korhola (PPE-DE). – (FI) Señor Presidente, se empleó un gran esfuerzo en la preparación de la Directiva IPPC (Prevención y Control Integrados de la Contaminación) durante el último año y, a pesar de que la directiva en su forma final es un texto de gran importancia para la industria europea y sus ciudadanos, ésta ha sido pisoteada por el paquete sobre el clima y la energía. Es una pena porque la directiva tendrá un impacto económico importante, en combinación con el paquete del clima, sobre medidas ya acordadas. Por esa razón, deberían estar en la proporción adecuada con respecto a los beneficios climáticos y medioambientales alcanzados por medio de la directiva.
Las medidas para mejorar propuestas en los objetivos de la directiva deben, sobre todo, ser rentables porque, de lo contrario, no merecería la pena asumir el reto de combinar siete directivas diferentes en una sola. Debemos ser capaces de recortar gastos de burocracia y de funcionamiento, aunque lamento decir que el informe de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria falla en este aspecto. Las autoridades encargadas de conceder licencias deben considerar libremente los reglamentos de emisiones para las instalaciones, teniendo en cuenta la antigüedad de una instalación y su nivel técnico, su impacto medioambiental y su estado, así como los costes que supondrían las medidas para su mejora. Ésta sería una forma de garantizar una flexibilidad suficiente a las plantas de producción energética existentes, las plantas energéticas de emergencia o que cubren picos de demanda, para que puedan funcionar hasta el final de su vida activa.
Del mismo modo, resultaría muy inoportuno, por varias razones, aprobar un régimen de Red de Seguridad Europea en la forma propuesta por el ponente. No sabemos dónde o cómo se puede establecer una red de ese tipo que, en sí misma, es una situación poco razonable. En segundo lugar, las autoridades locales que conceden permisos se encuentran claramente en una mejor situación para considerar las condiciones predominantes, tales como la antigüedad de la instalación, la situación y, por ejemplo, su consumo de agua, algo que constituye una garantía de flexibilidad, en contraposición con la inflexibilidad total que ofrece la red de seguridad europea. Las condiciones de permisos ya son generalmente muy estrictas. Unos controles aún más estrictos de los nuevos permisos acarrearán unos mayores costes sin que tengan ningún beneficio fundamental para el medio ambiente. En la práctica, esto podría afectar incluso a los niveles de protección medioambiental. Me alegro de que la enmienda presentada por mi grupo aclare este aspecto.
Llegados a este punto, me gustaría dar las gracias de forma especial a mi colega, la señora Jackson, por su Enmienda 134 que mi grupo ha decidido apoyar. Una vez más, nos encontramos ante la sabiduría práctica que ofrece la experiencia. La enmienda alcanza un compromiso en un gran número de cuestiones complicadas.
Anders Wijkman (PPE-DE). – Señor Presidente, puesto que dispongo de un tiempo limitado, y tras agradecer al señor Krahmer su gran labor, permítame centrarme en las Enmiendas 136-139, en las que alrededor de cuarenta colegas hemos sugerido que esta directiva debería incluir un nivel de rendimiento medioambiental para las grandes instalaciones de combustión, limitando las emisiones de CO2 en el futuro. En este momento, es difícil saber si se votarán estas cuatro enmiendas más adelante en esta sesión.
Una refundición incluye la disposición que establece que si existen nuevos progresos que merecen enmiendas y sugerencias, yendo más allá de la propuesta original, entonces deberían hacerse posibles. Considero que las recientes investigaciones científicas constituyen una prueba evidente de que para mitigar los efectos del cambio climático necesitamos ser más ambiciosos de lo que pensábamos justo hace uno o dos años.
En mi opinión, el Sistema de Comercio de Derechos de Emisión no es suficiente para alcanzar el objetivo de 2ºC que la UE ha acordado. Tal y como está diseñado actualmente, el Sistema de Comercio de Derechos de Emisión nos conducirá a un sector energético libre de carbono sólo dentro de 60 ó 65 años. Por esta razón, hemos presentado estas enmiendas en las que solicitamos que todas las centrales energéticas construidas en el futuro limiten sus emisiones de CO2 a 350 gramos a partir de 2020; mientras que aquellas plantas que ya existen deben modernizarse para el año 2025 o cerrar. La propuesta es neutral a nivel tecnológico y puede alcanzarse de diferentes formas. Urjo al Presidente para que se acuerde votar estas enmiendas, y animo a los miembros a que les brinden un apoyo completo.
Zuzana Roithová (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, observo constantemente que los costes excesivos provocados por los altos (más que nunca) estándares medioambientales impuestos a los fabricantes europeos reducen la competencia y afectan al empleo, y que estos mismos estándares no se aplican en China, Brasil, Estados Unidos y en otras economías. Lo que más me preocupa es que la Comisión no ha llevado a cabo un estudio del impacto económico en el empleo para que podamos tomar una decisión responsable y bien fundamentada con respecto a los nuevos requisitos que, por lo demás, constituyen una reducción muy deseable de las emisiones de óxido de nitrógeno. Y estoy a favor de ejercer presión para que las fábricas se modernicen. Hoy en día, teniendo en cuenta que los Estados miembros ponen en marcha medidas contra la crisis para reducir costes en las empresas y fábricas, debo señalar que las propuestas de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria pueden ser cumplidas únicamente por las empresas más competitivas, mientras que las pequeñas empresas tendrán que limitar o cerrar plantas y despedir temporalmente a trabajadores. Votaré en contra de la ampliación del alcance de esta directiva sobre la reducción de emisiones para incluir a hogares, pequeñas granjas e incluso a escuelas, iglesias y similares en tiempos de crisis. Se trata de algo desproporcionado y, por lo tanto, poco prudente. Me gustaría dar las gracias a la señora Jackson por su propuesta de enmienda.
Robert Sturdy (PPE-DE). – Señor Presidente, me voy a centrar, en concreto, en la agricultura. En primer lugar, debo admitir que soy agricultor pero que no tengo cerdos ni aves, aunque sí un invernadero en el jardín. Considero que es importante que el Comisario se percate de que, como ya se ha mencionado, esta propuesta está diseñada específicamente para la industria.
Señor Comisario, le ruego que se replantee la situación en lo relativo a las directivas sobre la agricultura. Ya sabemos que este sector experimenta una gran presión. Hemos escuchado en numerosas ocasiones en esta Cámara el tema de la seguridad alimentaria. Les ruego que reconsideren las enmiendas que la perjudican de forma concreta. Creo que muchas de las enmiendas que no están relacionadas con la agricultura son muy positivas y felicito al señor Vermola por su informe.
Señor Comisario, usted ha mencionado en su presentación el tema de la distorsión de la competencia. Le voy a plantear una cuestión muy sencilla y me gustaría que la respondiese hoy. ¿Aprobaría una legislación que impidiese la entrada en la Unión Europea de productos alimenticios que no estén criados con los mismos estándares de que disponemos en la Unión Europea?
Stavros Dimas, miembro de la Comisión. − Señor Presidente, me gustaría dar las gracias a todos los miembros que han participado en el debate de hoy. Han realizado una aportación constructiva. Me gustaría dar las gracias especialmente al ponente, el señor Krahmer, por el excelente trabajo realizado. Antes de cerrar el tema, me gustaría decir unas palabras sobre algunas enmiendas clave que se han debatido hoy.
En primer lugar, recibo con agrado el gran apoyo manifestado al empuje de la propuesta de la Comisión y, en concreto, al fortalecimiento de la aplicación de las mejores técnicas disponibles y el estado de los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles. Ésta es la piedra angular de la propuesta de la Comisión.
Existen muchas enmiendas que son aceptables para la Comisión, al menos en parte o en principio. En concreto, muchas de las enmiendas ayudan a clarificar el texto de la propuesta de la Comisión o a mejorar la transparencia en el desarrollo de los documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles y permiten y aplican prácticas de los Estados miembros. Recibimos con agrado una mejor información y participación del público en estas decisiones.
También comparto las muestras de preocupación expresadas sobre la necesidad de evitar un mal uso de la flexibilidad a la hora de establecer condiciones para los permisos. Como ya he mencionado anteriormente, unos requisitos mínimos pueden ser herramientas muy útiles y necesarias para enfrentarse a problemas específicos en aquellos puntos en los que determinados sectores no han tomado las medidas necesarias para aplicar las mejores técnicas disponibles. No obstante, el establecimiento sistemático de requisitos mínimos no es necesario y se corre el riesgo de generar cargas administrativas adicionales frente a escasos beneficios medioambientales. Por lo tanto, considero que los niveles mínimos sólo deberían establecerse cuando resulten necesarios para conseguir una mejor aplicación de las mejores técnicas disponibles.
Cuando se consideran los requisitos mínimos para las grandes instalaciones de combustión, es importante tener en cuenta el impacto significativo de dichas operaciones en el medio ambiente y en la salud de los ciudadanos de la Unión Europea. Las mejores técnicas disponibles para las grandes instalaciones de combustión se acordaron en 2006 y, desde el punto de vista de la Comisión, se debería aplicar criterios mínimos a partir de 2016. Debemos asegurarnos de que las medidas dispuestas para el sector estén de acuerdo con las mejores técnicas disponibles a la mayor brevedad y que faciliten la consecución de los objetivos establecidos en la Estrategia Temática sobre la Contaminación Atmosférica.
Otro elemento importante para asegurar que la legislación sea efectiva en sus objetivos es el de las disposiciones para el cumplimiento y aplicación de medidas. En otras ocasiones, hemos encontrado defectos a este respecto y, por lo tanto, es de suma importancia que la nueva legislación establezca disposiciones para asegurar que la ley se aplica de forma correcta. Por esta razón, la propuesta de la Comisión introduce disposiciones mínimas para el examen, revisión de condiciones de permiso e informes de cumplimiento. Estas modificaciones garantizarán la correcta aplicación de las mejores técnicas disponibles y reducirán las distorsiones en la competencia. La Comisión estará especialmente alerta sobre este tema.
Me gustaría decir algunas palabras sobre los límites para las granjas agrícolas intensivas, sobre todo avícolas. Se está aplicando actualmente el mismo estándar para todas las aves, sin tener en cuenta los diferentes tipos de especies. La cría de especies diferentes conlleva distintos impactos medioambientales, en concreto, debido a los diferentes pesos de los animales. Los nuevos límites propuestos han sido establecidos en base al impacto medioambiental de las especies afectadas. Los nuevos límites incluyen un pequeño número de granjas adicionales si lo comparamos con el alcance actual, y reducen las emisiones de amoníaco de forma rentable para cumplir con los objetivos de la Estrategia Temática sobre Contaminación Atmosférica, en algunas áreas.
Proporcionaré a la Secretaría del Parlamento una lista detallada de la postura de la Comisión con respecto a las enmiendas.
La Comisión puede apoyar por completo, en parte, o en principio, las Enmiendas 1, 5-8, 12-14, 16, 18-21, 27, 34-37, 40, 42-44, 46, 48-56, 58-62, 64-66, 68, 69, 71-73, 75 y 79.
Las enmiendas que la Comisión no puede apoyar son las Enmiendas 2-4, 9-11, 15, 17, 22-26, 28-33, 38, 39, 41, 45, 47, 57, 63, 67, 70, 76-78, 80, 93, 97, 114, 115, 117, 129 y 133.
Holger Krahmer, ponente. – (DE) Señor Presidente, seré breve. Me gustaría agradecer a los miembros las constructivas contribuciones realizadas en el debate de hoy.
Para finalizar, sólo tengo un par de cosas que añadir. En primer lugar, me gustaría transmitir mi más sincero agradecimiento al Comisario por no haber dado razones categóricas en contra del concepto de los requisitos mínimos para la red de seguridad. Esta propuesta no es obra del diablo ni tampoco se trata de un monstruo burocrático. Es un instrumento que tiene como objetivo la resolución de problemas, y deberíamos darle una oportunidad. Por esa razón, me gustaría aprovechar la ocasión para reclamar su apoyo una vez más.
El otro tema que quería mencionar va dirigido a mis colegas británicos de todos los partidos. Mis queridos amigos, les comprendo; señora Jackson, entiendo su problema. Entiendo perfectamente que la seguridad energética de un país esté por encima del cumplimiento de unos límites de contaminación atmosférica durante un determinado periodo de tiempo. Lo comprendo perfectamente. Yo también sería la última persona que no concediese a Su Majestad tiempo adicional para la construcción de centrales eléctricas de carbón. Es un tema que podemos discutir. El problema es precisamente que no lo hemos hecho. Durante los últimos cuatro meses, en ningún momento hemos tenido esta conversación.
Quisiera animarles, llegados a este punto –esperando que comience una segunda lectura ahora– a ser abiertos una vez más y a decir «vamos a hablar de compromiso ahora» y, para conseguirlo, abandonar la resistencia –que, desde mi punto de vista, es totalmente irracional– y la oposición básica a los estándares mínimos, que es algo injustificable tanto desde el punto de vista de la política de competencia como de la política medioambiental. Creo que podemos alcanzar un compromiso sobre este tema, y espero poder contemplarlo al final de la segunda lectura. A propósito, no creo que debamos buscar compromisos en la primera lectura. Esta legislación es demasiado complicada para eso. No quiero finalizar esta legislatura como ponente y pasar una legislación al siguiente Parlamento en el que el texto de la directiva debatida sea incoherente, ilógico y contradictorio. Por lo tanto, les pido su apoyo para los compromisos en la votación de dentro de una hora.
Presidente. – Se cierra el debate.
La votación se celebrará el martes, 10 de marzo de 2009.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Rovana Plumb (PSE), por escrito. – (RO) Recibo con agrado tanto el enfoque integrado (la consolidación en un texto único de siete directivas diferentes referentes a las emisiones industriales) como las disposiciones más estrictas que rigen el uso de las mejores técnicas disponibles con el fin de encontrar soluciones innovadoras para la reducción del efecto contaminante de la producción. El desarrollo de determinados productos menos contaminantes conlleva la participación de distintas partes, tales como empresas, autoridades competentes y ONGs. Esta directiva ofrece oportunidades para la cooperación entre diferentes partes (administraciones locales y empresas), permitiéndoles de este modo fomentar la innovación. Existen buenos ejemplos de esto en Holanda y Dinamarca, así como en países de Europa del Este como Rumanía.
La directiva única propuesta sobre emisiones industriales, junto las opciones recomendadas del paquete de políticas, mejorarán la eficacia de la legislación a la hora de conseguir los objetivos medioambientales y sanitarios de forma más rentable. Asimismo, reducirá los costes administrativos innecesarios (con una reducción neta prevista estimada de entre 105 y 225 millones de euros al año) y reducirá la distorsión de la competencia dentro de la UE sin obstaculizar la posición competitiva de la industria europea.
Daciana Octavia Sârbu (PSE), por escrito. – (RO) A pesar de que la actividad industrial desempeña un papel fundamental para mantener e incrementar el bienestar económico, no debemos perder de vista el impacto que ésta tiene sobre el medio ambiente.
Como parte de la revisión de la Directiva sobre prevención y control integrados de la contaminación (IPCC), se ha hecho especial hincapié en el establecimiento de valores límite para determinadas instalaciones de combustión y para el uso de las mejores técnicas disponibles con el fin de asegurar un nivel adecuado de protección medioambiental. He apoyado la idea de introducir, a partir del 1 de enero de 2020, un valor límite de 350 gramos de dióxido de carbono para las centrales eléctricas de combustión superiores a 500 MW puesto que dichas plantas provocan un aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera y, como consecuencia, un deterioro del calentamiento global.
El hecho de introducir un valor límite supondrá un incentivo para la inversión en técnicas para la reducción de emisiones, y que todas las plantas tengan que respetar dicho valor límite para el año 2025.
Considero que la reducción de la contaminación generada por varias fuentes industriales ayudará a la Unión Europea a alcanzar su objetivo de mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de los 2ºC. Se observará la eficacia de esta directiva tras las inspecciones que se llevarán a cabo en las instalaciones de combustión, y también se reflejará en el cumplimiento de los términos de autorización.
Richard Seeber (PPE-DE), por escrito. – (DE) La decisión acerca de la prevención y control integrados de la contaminación (IPPC) constituye una oportunidad para que Europa obtenga, de forma unificada, altos estándares de protección. En las aéreas más delicadas de emisiones industriales, es importante que los negocios obtengan incentivos para aplicar la tecnología más limpia y eficaz disponible. El principio de la «mejor técnica disponible» debería reforzarse en el futuro. Sin embargo, en su puesta en marcha es necesario prestar especial atención para garantizar que este proyecto pionero de la Directiva IPPC no se sobrecargue con burocracia una vez más, dejando a los Estados miembros y a las empresas con una tarea imposible.
Por lo tanto, deberíamos evaluar con especial atención cuánto se exige en lo relativo a la obligación de elaborar informes y hasta qué punto sería perjudicial, en caso de que lo sea, la aplicación del concepto.
Lo que es más, la carga innecesaria de las pequeñas y medianas empresas sobrepasa también al objetivo, como lo hace la reglamentación excesivas de áreas como la protección del suelo, un área que, en realidad, forma parte de las competencias de los Estados miembros. Por lo tanto, centrémonos en los aspectos fundamentales, es decir, en la unificación de los estándares medioambientales y en el afianzamiento de un alto grado de protección medioambiental en las actividades industriales.