Presidente. – El siguiente punto es el informe (A6-0077/2009) del señor Cashman, en representación de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo al acceso del público a los documentos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión (versión refundida) (COM(2008)0229 C6-0184/2008 – 2008/0090(COD)).
Michael Cashman, ponente. − Señor Presidente, tengo especial interés en este debate, y en escuchar concretamente a aquellas personas que se muestran reacias a mejorar la transparencia y el acceso público a los documentos.
Me gustaría comenzar dando las gracias a los siete ministros de la UE que han manifestado su apoyo a mi informe. Concretamente, ellos están, y cito textualmente: «encantados, por tanto, de comprobar que la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior aprobó un informe del 17 de Febrero de 2009 que comparte nuestra visión de una Unión más transparente».
Me parece asombroso que, al intentar volver a conectar con nuestros ciudadanos, la gente no apoye la claridad y la transparencia. Me parece igualmente asombroso que, cuando intentamos volver a conectar las instituciones con el público, no exista buena voluntad para mejorar el escrutinio público y la responsabilidad.
Algunos miembros han planteado sus dudas acerca de si todas las enmiendas que propone mi informe se encuentran dentro del ámbito de fundamentación jurídica del reglamento, el Artículo 255 del Tratado. Me gustaría tranquilizarles: el objetivo del Reglamento (CE) Nº 1049/2001 es «ofrecer al público un derecho de acceso a los documentos tan amplio como sea posible. Ese derecho de acceso público a los documentos de la institución entronca con la naturaleza democrática de esas instituciones». No tengan en cuenta solamente en mi palabra: estoy citando textualmente la sentencia Turco del Tribunal de Justicia. Debemos interpretar el Artículo 255 del tratado con el espíritu de esa sentencia.
Tomen nuestra Enmienda 44 sobre documentos clasificados. Es sencillamente falso decir que, como ha afirmado la Comisión, la clasificación de documentos como confidenciales no tiene nada que ver con el acceso público a esos documentos. Según la versión actual del Reglamento (CE) Nº 1049/2001, los documentos sólo pueden ser clasificados con el propósito de preservar los intereses fundamentales protegidos según el Artículo 4(1). Por tanto, la conexión se encuentra ya ahí. Lo que nosotros hemos hecho es extraer las consecuencias lógicas de esa conexión e incorporar normas sobre la clasificación de documentos dentro del propio reglamento. Estas normas, que han sido cuidadosamente diseñadas de acuerdo con las normas que el Consejo y la Comisión ya aplican, establecen los límites sobre el derecho de acceso público a los documentos, exactamente como exige el Artículo 255, y no hay nada en el tratado que impida que las instituciones las adopten en el reglamento.
Tomen nuestra Enmienda 24, que se refiere a los órganos y organismos creados por la institución. El Reglamento (CE) Nº 1049/2001, con sus modificaciones, establece los principios, condiciones y límites del acceso público a los documentos de esos organismos, pero no creará, por sí mismo, obligaciones para los organismos.
Si leen nuestra Enmienda 29, por ejemplo, observarán que el reglamento se aplica sólo a los documentos que pertenecen a las instituciones, aunque establece los criterios que se espera que sigan los organismos al aprobar sus propias normas sobre el acceso público a documentos, de acuerdo con, debo añadir, la declaración conjunta aprobada por el Consejo, la Comisión y el Parlamento el 30 de Mayo de 2001.
Permítanme señalar también para aquellos que no están presentes, la tristeza que nos provoca que el Consejo no se encuentre aquí para darle la importancia necesaria a este informe tan relevante.
Sé que algunos de ustedes están también preocupados por el hecho de que hayamos ido demasiado lejos buscando garantizar que los Estados miembros no minen los niveles de transparencia hacia los que apunta el Reglamento. Considero que he hecho un gran esfuerzo para satisfacer las preocupaciones, como verán en las enmiendas al compromiso que recuerdan a los Estados miembros los deberes recogidos en el Artículo 10, un deber que les obliga a no impedir que se consigan los objetivos de la Comunidad, incluyendo la transparencia y la democracia.
Las enmiendas del señor Nassauer pueden ofrecer cierto consuelo para su grupo y otros diputados del Parlamento Europeo que están preocupados por el hecho de que cierta información privada pueda llegar a ser de dominio público. Esto no sucederá y según mi informe no puede suceder. Todavía existe espacio para creer que los datos personales y privados seguirán estando protegidos, por lo que escucharé con gran interés para entender los motivos de aquellas personas que se oponen al reglamento.
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señor Presidente, muchas gracias por el importante informe sobre la propuesta de la Comisión para la refundición del Reglamento (CE) Nº 1049/2001 en lo referente al acceso público a los documentos. Se trata de un asunto muy relevante y apreciado, y valoro el gran trabajo que ha realizado el señor Cashman como ponente, así como el de muchas otras personas activas, interesadas y cualificadas de esta Cámara.
Es un tema que afecta a los derechos fundamentales y muchas veces conflictivos de los ciudadanos, asociaciones y empresas. Tenemos que ser especialmente cuidadosos con los cambios que pueda exigir el Reglamento, así como seguir centrados en la sinceridad. Las tres instituciones han coincidido en que, en general, el Reglamento (CE) Nº 1049/2001 ha funcionado increíblemente bien durante casi ocho años. El Parlamento, el Consejo y la Comisión se muestran ahora más abiertos que nunca. Ustedes pueden argumentar que el cambio de normas conlleva cambios en la práctica y, por tanto, un cambio en las opiniones y actitudes.
Al mismo tiempo, el Parlamento, el Consejo y la Comisión están también de acuerdo en que los intereses legítimos han recibido una protección adecuada. No debemos olvidar que las instituciones de la UE han permitido el acceso a un elevado número de documentos a la vez que se ha registrado un descenso en el número y en la tasa de negativas. Por lo que espero que estén de acuerdo en que el Reglamento (CE) Nº 1049/2001 ha demostrado su valor. Por esta razón, no es necesaria una revisión completa.
Dicho esto, hasta una buena herramienta puede mejorarse. Como ya ha mencionado el ponente, el Artículo 255 del Tratado es la base jurídica que tenemos como punto de partida. Siguiendo este artículo, el Reglamento establecerá los principios y los límites que determinan el derecho de los ciudadanos al acceso a los documentos. Con respecto al informe que tenemos entre manos, he observado que algunas enmiendas sobrepasan el ámbito del Artículo 255 del Tratado y además no se pueden aceptar. Pero –y éste es un «pero» importante– estas enmiendas señalan importantes materias que pueden ser tratadas en otro contexto. Desde luego que la Comisión las contemplará con una mente abierta, pragmática y constructiva.
Resulta una buena práctica evaluar, cada cierto tiempo, si la legislación funciona bien y alcanza sus objetivos, y forma parte de este espíritu que la Comisión formule su propuesta para realizar una versión refundida del Reglamento. El empleo de la técnica de refundición cumple con el objetivo de mejorar la legislación. Considerando que este Reglamento afecta a un derecho fundamental de los ciudadanos, resulta de suma importancia aprobar un texto legal sencillo, claro y comprensible.
La técnica de refundición no ata más las manos del legislador que cualquiera de las formas tradicionales de modificar la legislación. Independientemente de la técnica legislativa elegida, el legislador comunitario no puede ir más allá del objetivo de la propuesta.
Estamos comprometidos a continuar mejorando la transparencia y la claridad, y creo firmemente que ésta es una buena manera de hacerlo. En este contexto, sin embargo, tengo que mencionar que existe una serie de enmiendas que afectan a disposiciones del Reglamento (CE) Nº 1049/2001 que la Comisión no propuso modificar. No estamos en posición de aceptarlas porque sobrepasan el ámbito de la propuesta de la Comisión.
Dicho esto, la Comisión está, por supuesto, dispuesta a tener en cuenta buenas ideas, aunque actualmente nos encontremos aún en la fase inicial del proceso. Quiero confirmar que la Comisión está dispuesta a mantener debates con los dos colegisladores y que deseamos encontrar un terreno común con el propósito de llegar a un texto de compromiso, equilibrado y factible. Sin embargo, la Comisión prefiere ofrecer una propuesta de enmienda una vez que los dos colegisladores se hayan posicionado al respecto. No podemos y, por tanto, no prejuzgaremos ni nos anticiparemos a los debates o negociaciones.
Deberíamos tener también presente los cambios que traerá el Tratado de Lisboa –siempre y cuando entre en vigor– sobre esta importante materia. El Reglamento (CE) Nº 1049/2001 se aplicará entonces a todas las instituciones, órganos, organismos y oficinas de la Unión Europea, aunque con un alcance limitado por el Tribunal de Justicia, el Banco Central Europeo y el Banco Europeo de Inversiones. Para los ciudadanos, el Tratado de Lisboa supondrá un verdadero avance cuando todos los órganos de la UE apliquen un paquete de normas conjuntas sobre el acceso a los documentos. Este conjunto único de normas garantiza la coherencia pero, al mismo tiempo, debe ser confeccionado para encajar en un gran número de órganos con mandatos y competencias muy diferentes.
Me gustaría repetir también lo que ya he dicho en anteriores ocasiones en esta Cámara y en otros lugares. El Reglamento (CE) Nº 1049/2001 es la piedra angular de una política de transparencia, pero también debemos reflexionar sobre qué podemos hacer de forma proactiva fuera de la legislación oficial. Por este motivo, anuncié en la última reunión del comité mixto de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del día 20 de enero que he tomado la iniciativa para elaborar un plan de acción transparente. Unos registros mejorados, una mayor accesibilidad y facilidad de uso, una difusión activa, y una publicación más rápida de documentos son algunos de los ejemplos de lo quiero abordar en este plan de acción y, por supuesto, sobre los que quiero continuar debatiendo con otras instituciones de la UE. Ésta es una forma pragmática y eficiente de incorporar la transparencia a todas nuestras políticas. Tenemos que predicar con el ejemplo.
Con este espíritu, debemos buscar también formas para hacer más comprensibles nuestras instituciones y su funcionamiento a los ciudadanos. Necesitamos una política activa de información a los ciudadanos para que sean conscientes de cómo afectan a su vida diaria las políticas a nivel europeo. El Reglamento (CE) Nº 1049/2001 es, por supuesto, una importante herramienta pero, más allá del texto legal, lo que realmente importa es cómo lo ponemos en práctica.
Para resumir la postura de la Comisión acerca del informe del señor Cashman en esta fase del proceso, me gustaría manifestar lo siguiente. Existen algunas enmiendas que la Comisión no puede aceptar porque sobrepasan los fundamentos jurídicos del Artículo 255 del Tratado. Existen otras enmiendas que la Comisión no puede aceptar porque van más allá del ámbito de las modificaciones propuestas por la Comisión pero, en algunos casos, estas enmiendas se refieren, no obstante, a importantes asuntos que se pueden tratar en otro contexto. Además, la Comisión está siempre dispuesta a tener en cuenta las buenas ideas en cualquier contexto. Una vez que conozcamos la postura del Parlamento y del Consejo, ustedes tendrán la postura del tercer vértice del triángulo institucional.
Espero que tengamos un debate interesante que nos haga reflexionar. El asunto lo merece y nuestros ciudadanos tienen derecho a esperar una legislación clara y funcional en lo referente al acceso público a los documentos.
Monica Frassoni, ponente de opinion de la Comisión de Asuntos Jurídicos. – (IT) Señor Presidente, Señorías, dispongo de un minuto para la Comisión de Asuntos Jurídicos y de otro para el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea. Por lo tanto, me gustaría combinarlos, ya que ambas cuestiones tienen mucho en común en esta ocasión.
Señor Presidente, los miembros de la Comisión de Asuntos Jurídicos hemos debatido detenidamente el asunto de la refundición. Me gustaría decir de inicio que no estamos satisfechos: de hecho, consideramos que la utilización del procedimiento de refundición para este tipo de actos no ha sido una decisión especialmente brillante, sobre todo porque, como ha dicho la Comisaria, nuestra verdadera tarea es comprender cómo un reglamento que ha funcionado razonablemente bien, pero que podría ser perfecto, se puede, de hecho, mejorar. Por tanto, el resultado, ya sea mediante el empleo del procedimiento o mediante las propuestas prácticas efectuadas, supone con seguridad un paso atrás en comparación con la situación actual. Así, se debe hacer algo al respecto, y resulta más difícil llevarlo a cabo mediante el proceso de refundición que con un mandato legislativo completo.
La segunda cuestión que me gustaría mencionar es que no tiene sentido andarse con rodeos: me alegro de que la Comisaria anuncie iniciativas que acogen positivamante la claridad y la transparencia, pero el hecho es que la propuesta de la Comisión excluye del alcance de esta legislación documentos que actualmente son abiertos y transparentes. Ésta es la verdad del asunto, y también lo es que un gran número de Estados miembros, incluyendo el de la Comisaria, hayan sido mucho más claros al calificarla de inaceptable.
A día de hoy, el problema está en que si queremos mejorar un texto legislativo, no podemos simplemente defender el estado actual porque si lo hacemos corremos el riesgo de ser menos transparentes, menos comprensibles e incluso, me atrevo a decir, menos democráticos.
Anneli Jäätteenmäki, ponente de la opinion de la Comisión de Asuntos Constitucionales. − (FI) Señor Presidente, la transparencia es la base de la democracia. Por desgracia, la Unión Europea difícilmente puede presumir de ser transparente. Las directivas necesitan ser modificadas, pero también las posturas. ¿Qué pueden ustedes decir acerca de la declaración del Consejo en la que manifiesta que a las personas ajenas no se les deben facilitar los documentos relacionados con el asesoramiento jurídico en conexión con el procedimiento legislativo? A las personas ajenas, ciudadanos si lo prefieren, no se les deben facilitar entonces. No puedo entender cómo los ciudadanos de la Unión Europea pueden ser personas ajenas.
Por tanto, debemos modificar las actitudes. La legislación tiene que ser reformada para que los documentos del Consejo, del Parlamento y de la Comisión sean transparentes, poniendo especial énfasis en los documentos legislativos. Si lo comparo con mi país, y por ejemplo, con el Parlamento finlandés, no podríamos imaginar que las declaraciones de su Comité de Derecho Constitucional fuesen mantenidas en secreto. Esto significaría que el pueblo no podría conocer los motivos por los que se promulga tal o cual ley; y el Consejo nos dice que no digamos nada porque el público son personas ajenas.
En la legislación, en la formulación de directivas, en todo, necesitamos trabajar con el supuesto de que se debe incrementar la transparencia, y de que hay espacio para mejorar los procesos de votación. También deberíamos disponer del voto electrónico...
(La Presidenta interrumpe a la oradora)
David Hammerstein, ponente de opinión de la Comisión de Peticiones. – (ES) Señor Presidente, Señora Comisaria, ante este excelente informe no deberíamos desaprovechar la oportunidad de alcanzar un acuerdo en primera lectura –quiero decir, en esta legislatura– para crear una legislación que avance hacia la transparencia en el acceso a los documentos. No sirven las excusas, y espero que tengamos el tiempo y la sensatez para llegar a tal acuerdo sobre este excelente informe.
En el informe, y desde la Comisión de Peticiones, expresamos nuestra preocupación por el hecho de que en los procedimientos de infracción contra un Estado miembro, por ejemplo, en un procedimiento iniciado por una petición ciudadana, un Estado miembro tenga derecho a negar el acceso a los documentos públicos que se utilizan dentro de ese procedimiento de infracción, cerrando así la puerta a la participación ciudadana.
También estamos bastante preocupados por la falta de interoperabilidad y por el bloqueo técnico que se constata en el Parlamento Europeo de cara a la utilización de documentos interoperables, documentos con estándares abiertos que no son compatibles con el software, con la plataforma técnica que el Parlamento Europeo utiliza en estos momentos, que es de una sola empresa.
Es cierto que actualmente las instituciones europeas no garantizan a los ciudadanos el acceso real al contenido de los documentos sin que haya una discriminación de carácter técnico. Esto es inadmisible, porque no es posible acceder a los documentos que estamos creando. Mientras yo hablo ahora mismo, no se puede acceder a estas palabras sin una plataforma técnica de una empresa concreta que establece un monopolio sobre la información. Esto sí que va en contra de la transparencia y en contra del acceso a la información.
Charlotte Cederschiöld, en nombre del Grupo del PPE-DE. – (SV) Señor Presidente, compartimos plenamente los propósitos y el compromiso de transparencia del señor Cashman, pero no debemos olvidar que estamos refundiendo un reglamento. Juntos hemos sacado adelante la actual transparencia legislativa. Los cuatro Estados miembros nórdicos se han dirigido a la comisión con motivo de este reglamento, afirmando que aumenta la confianza ciudadana en la UE y proporciona el mayor grado de transparencia posible. El señor Cashman y yo hemos trabajado siempre muy bien juntos, pero esta vez no hemos tenido tiempo suficiente para resolver todas las cuestiones que no estaban claras. En otras palabras, estamos todavía muy al principio del proceso, pero recibo con agrado muchas de las propuestas y espero que nuestra colaboración continúe.
Cuando el Reglamento sobre la transparencia fue aprobado, los votos a favor del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos) y de los Demócratas Europeos fueron decisivos para ganar la votación. Esta vez, también, los votos del Grupo del PPE-DE serán probablemente relevantes para el resultado final, que tendrá lugar presumiblemente en el nuevo Parlamento. El Grupo del PPE-DE utilizará sus votos para reforzar la certeza, claridad y previsibilidad jurídica cuando las normas sean formuladas conforme el proceso continúe. Queremos una mayor transparencia y los ciudadanos tienen que ser capaces de seguir el debate democrático. Creemos que el asunto requiere mayor preparación, para lo que existen evaluaciones comunes de impacto en lo que se refiere a la forma de trabajar de las instituciones, por ejemplo.
Un determinado número de enmiendas, alrededor de cuarenta o cincuenta, referidas al derecho de iniciativa de la Comisión, han provocado cierta discusión. La única cuestión que me gustaría añadir es que esto no debería desembocar en una mayor falta de claridad, ya que eso iría en contra del propósito de la refundición. Lo que está hoy sobre la mesa probablemente será modificado después de las elecciones. EL Grupo del PPE-DE desea, por tanto, alcanzar un grado de transparencia que pueda recibir el apoyo de todos los ciudadanos de la UE y de sus Estados miembros. Esto implica que todos a los que les afecta conozcan las normas, siendo éste el objetivo de la propuesta. Si no existen instrucciones claras no se puede aplicar sanciones tampoco. En lo que se refiere a las sanciones, ya existe una legislación a la que atenerse. Por lo tanto, nosotros vemos la propuesta como un producto todavía por acabar, aunque estamos totalmente de acuerdo con el señor Cashman en que debe avanzar hacia una mayor transparencia y esto es lo que hemos señalado en nuestras enmiendas. La transparencia es una parte importante de la democracia.
Dispongo de cinco minutos para el Grupo del PPE-DE por lo que, ¿puedo añadir algo más?
(SV) Estamos a favor de la transparencia, pero queremos evitar caer en una ingenuidad que exponga al pueblo a un peligro o a un abuso.
¿Va el Grupo del PPE-DE a perder los tres minutos, o qué?
Presidente. – No sé que decir. El orden del día especifica dos minutos, pero estoy seguro de que tendrá otra oportunidad para hablar.
Costas Botopoulos, en nombre del Grupo del PSE. – Señor Presidente, hablaré en inglés en deferencia hacia nuestro ponente. Con este informe tan interesante, el Parlamento está haciendo tres cosas. En primer lugar, está teniendo en cuenta varias realidades. Estamos hablando ahora de la privacidad en la era de Internet y no como concepto abstracto. Nosotros tenemos en cuenta el uso Reglamento (CE) Nº 1049/2001 que, durante algún tiempo, se aplicado a los problemas pero también con un buen uso.
Tenemos en cuenta la Carta de los Derechos Fundamentales, las propuestas del Defensor del Pueblo y de otros organismos, así como la jurisprudencia del Tribunal de Justicia. También tenemos en cuenta el propósito real de la Comisión con sus posibilidades y sus inconvenientes; y creo que efectivamente existen algunos inconvenientes.
El segundo punto –y éste es muy interesante– se refiere a que el informe se basa en principios y no en cuestiones técnicas; un equilibrio entre el acceso a los documentos y la protección de la vida privada; un acceso generalizado a los documentos pero con normas muy concretas; una distinción muy importante entre intereses públicos y privados, y esta noción de interés público europeo que es muy importante para los que aman Europa; una distinción entre procesos legislativos y no-legislativos que también es muy interesante; igualdad entre la transparencia de la UE y la transparencia del Estado miembro.
Por último, el asunto más importante se refiere a que el informe trata de establecer un sistema completo de transparencia; no la transparencia para cada institución por separado, sino la transparencia sobre unas bases interinstitucionales donde se tienen en cuenta todas las instituciones y donde los principios de buena administración y la Carta de los Derechos Fundamentales también son considerados. Existe también un conjunto muy común de información clasificada, aunque con nombres de películas de espías como «EU Confidencial», «EU Máximo Secreto», pero también resulta importante disponer de un conjunto de normas sobre esta materia.
Lo que pretendemos conseguir es la transparencia como norma general, con excepciones que se justifiquen por la protección de otros derechos, pero teniendo un conjunto de normas en las que la transparencia sea la más importante y las excepciones sean consideradas también.
Marco Cappato, en nombre del Grupo ALDE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, discúlpenme si no puedo estar presente para escuchar la respuesta de la Comisaria. Considero que falta algo relevante en este debate y ese algo es el Consejo que, de hecho, ha estado ausente durante todo el debate, incluyendo la fase de examen de la comisión. Éste, además, es el punto sustancial: ahí existe, concretamente dentro del Consejo, una idea de Europa como la suma de los gobiernos de los estados nacionales. Como consecuencia, cuando estos gobiernos se reúnen en calidad de legisladores, estos asuntos son, diremos, confidenciales; los ciudadanos deben esperar al resultado final.
Sencillamente, esto no se puede tolerar cuando somos conscientes de que la Unión Europea tiene poderes legislativos y de que los ciudadanos tienen derecho a la información durante todo el proceso legislativo. Como se ha confirmado y demostrado mediante la sentencia del Caso Turco, los ciudadanos tienen derecho a la información sobre las posturas de las delegaciones nacionales dentro del Consejo así como sobre las opiniones jurídicas. Es por esto que damos nuestro total apoyo al informe de señor Cashman, que expresa una idea diferente de Europa: la de la democracia europea.
Considero que se debe apoyar al señor Cashman en su intento de presentar propuestas que superan y sobrepasan a las realizadas por la Comisión. La Comisión Europea cometería un error si nos pidiera que limitásemos nuestras actividades como órgano legislativo a las propuestas presentadas por la Comisión. Creo que nuestro derecho a ampliar el mandato está incluso establecido en los tratados. Espero que el señor Cashman acepte nuestras enmiendas propuestas, concretamente sobre una mayor transparencia financiera, y considero que, como Parlamento Europeo, debemos dar un buen ejemplo.
He leído hoy en la prensa que nuestra decisión de hacer pública la asistencia parlamentaria –y esto no tiene nada que ver con el informe–, una decisión tomada en esta Cámara, ha tropezado sin embargo aparentemente con problemas técnicos que evitarán que sea puesta en marcha antes de las elecciones europeas. No hay ningún problema técnico, esta tarea se puede llevar a cabo rápida y fácilmente y espero que como Parlamento demos buen ejemplo con esto, así como con las modificaciones positivas y necesarias de nuestro ponente sobre la propuesta de la Comisión para mejorar el acceso a los documentos. Esperamos, tarde o temprano, escuchar algo procedente de los escaños vacíos del Consejo, aunque sólo sea una explicación pública de sus razones para oponerse a nuestras propuestas. Deben tener el valor de defender públicamente la idea de una Europa que toma sus decisiones legislativas en secreto, algo que considero totalmente inaceptable.
Eva-Britt Svensson, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (SV) Señor Presidente, la transparencia y el acceso público con respecto a todo lo que tiene que ver con legislación y decisiones políticas es uno de los factores más importantes sobre los que se sutenta una sociedad democrática. La transparencia y el acceso público a la información crean una sensación de participación y confianza en el sistema político. Lo contrario –el secretismo y el hecho de ocultar documentos– crea desconfianza y una sensación de no estar involucrado, y puede en ocasiones facilitar el desarrollo de la corrupción y el abuso de poder.
Una cantidad creciente de legislación nacional, con el principio de acceso público a la información que tenemos en Suecia, por ejemplo, se está llevando a cabo ahora en el ámbito de la UE. Las decisiones se están transfiriendo en ese ámbito, pero la transparencia y el acceso público no. Nuestros ciudadanos se dan cuenta de esto, por supuesto, y ésta es una de las razones por las que contamos con un bajo número de votantes en las elecciones al Parlamento Europeo. A los ciudadanos les resulta difícil introducirse y entender el proceso de toma de decisiones dentro del sistema de la UE y sienten, bastante acertadamente, que las decisiones se toman y la legislación se elabora sin que ellos tengan ninguna oportunidad real de estudiar los documentos. Además, no tienen ninguna oportunidad de discutir, debatir o influir en las personas que toman las decisiones.
Todos nosotros queremos que aumente el número de votantes en las elecciones parlamentarias, pero si queremos conseguirlo, las campañas y llamamientos al voto son sencillamente insuficientes. Para que esto tenga sentido, necesitamos hacer todo lo posible para concienciar y facilitar información a los ciudadanos. Debemos entablar un diálogo con los ciudadanos en lugar de facilitarles información unidireccional desde arriba. El acceso público a la información debe ser el principio fundamental; la confidencialidad debe ser la excepción. Tiene que haber un método específico que permita la confidencialidad en casos específicos y tienen que existir motivos sólidos para llevarlo a cabo cuando se dé el caso.
El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica y yo hemos presentado enmiendas para, entre otras cosas, ampliar la definición de documentos, hacer los documentos más accesibles al público e impedir que cualquier Estado miembro pueda presentar un veto de forma individual. La Comisaria Wallström ha dicho que una buena herramienta siempre puede ser mejorada. Desgraciadamente, este informe no conllevará mejoras, sino que, de hecho, empeorará las cosas. Sin embargo, puede mejorarse apoyando las enmiendas que el Grupo GUE/NGL y yo misma hemos puesto sobre la mesa. Por tanto, por el bien de la democracia, voten a favor de las enmiendas del Grupo GUE/NGL y aumentará la capacidad de los ciudadanos de sentirse partícipes.
Hanne Dahl, en nombre del Grupo IND/DEM. – (DA) Gracias, señor Presidente, el señor Cashman ha redactado un buen informe, por lo que quiero expresarle mi apoyo. La revisión de la Comisión de la inciativa a favor de la transaparencia de 2008 hará más difícil el acceso público a los documentos de la UE. Si este informe es aprobado, habremos avanzado bastante en su rectificación. Sin embargo, todavía nos falta acceso a los grupos consultivos dentro de la comisión. Según la declaración que realizó la organización Alter-EU justo antes de Navidad, disponemos de listados informativos correctos de sólo dos terceras partes de los miembros de los grupos consultivos implicados en la elaboración de las propuestas legislativas dentro de la UE. Esto es completamente inaceptable. Como ciudadano, quiero saber si son los grupos de presión de la industria tabaquera o las organizaciones sanitarias quienes están asesorando a la Comisión cuando elabora una iniciativa para mejorar la salud pública. También quiero saber si son la industria química o las organizaciones medioambientales quienes se sientan a la mesa cuando se redacta un plan medioambiental acuático.
Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Señor Presidente, uno de los motivos por el que hemos caído en la trampa de la globalización es que hemos fracasado a la hora de evitar la trampa de Europa. Ésta consiste en nuestro error, tanto antes como ahora, de actuar de acuerdo con los principios de transparencia contrastados por los países escandinavos y por otros estados.
Soy miembro de esta Cámara desde hace diez años y no fue casualidad que, cuando llegué aquí –no con esta intención, pero sucedió rápidamente– me encontré diciendo, «Dios mío, la transparencia es el asunto crucial», y por esta razón volví a establecer la Iniciativa europea en favor de la transparencia en 2000. La iniciativa fue aprobada íntegramente por la Comisión al completo, pero su contenido se ha plasmado en un grado muy bajo.
Señora Comisaria, puede revisar lo que le dije a su colega sueca Anna Lindh –en un extenso discurso en la Cumbre de Niza– sobre esta materia. Usted, como ciudadana sueca, entiende lo que es esto. Usted sí que sabe lo que se puede hacer al respecto.
En la Unión Europea, en cambio, la realidad a la que nos enfrentamos cuando se trata de cuestiones de transparencia, es similar a limpiar una avalancha con una pala. No hemos terminado y sigue cayendo más nieve. Sólo hay una forma de salvar a esta Unión Europea, y es contando inmediatamente con una transparencia real basada en el modelo sueco, junto con la Ley de Acceso a la Información de los EEUU. Sin esto, sufrirán ustedes todavía más avalanchas, y esta vez alcanzarán zonas pobladas.
Manfred Weber (PPE-DE). – (DE) Señor Presidente, Señora Comisaria, Señorías, aquí legislamos a nivel europeo para varios cientos de miles de personas, y por esta razón necesitamos transparencia. Todos estamos de acuerdo en el objetivo: la transparencia es importante. Además, pienso que, como Parlamento Europeo, no tenemos necesidad de escondernos. Nos encontramos bajo el foco de los medios de comunicación, vigilados por periodistas, nuestro trabajo ya es transparente.
Estamos todos de acuerdo en el objetivo, pero debemos tener la posibilidad de discutir los métodos para alcanzarlo, y simplemente porque alguien cuestione y quiera llegar al fondo de esos métodos no significa necesariamente que él o ella quiera hacer todo a puerta cerrada. Mejor dicho, estas personas suelen ser sólo gente que hace preguntas. Aquí, en el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos) y de los Demócratas Europeos, nos hacemos muchas preguntas críticas, tanto acerca del procedimiento de selección en el Consejo, como de la cuestión de si es necesario hacer públicos todos los documentos de servicios jurídicos, sobre si los asuntos privados de un diputado del Parlamento Europeo deben estar sujetos a debate público. Luchamos por la protección de los datos de nuestros ciudadanos, pero se espera que los diputados del Parlamento Europeo hagan todo público. Hacerse semejantes preguntas está permitido.
El asunto clave, la razón por la que existe también mucho escepticismo en nuestro grupo, es la cuestión del proceso legislativo. Cuando votamos, todo el mundo puede ver cómo ha votado cualquier diputado del Parlamento Europeo. Todos los diputados del Parlamento Europeo tienen que responsabilizarse también por la forma en la que votan. Esto ya es una prueba de cómo están las cosas. En un proceso legislativo, aunque sea un diálogo a tres bandas, cuando debatimos las cosas entre nosotros hay también espacio para llevar a cabo negociaciones.
Somos conscientes de que, si todo fuera público, la forma de negociar que tenemos hoy no se daría más, ya que uno estaría poniendo en peligro su cabeza en el momento en que intentara buscar acuerdos políticos. Por esta razón, existe todavía un gran escepticismo en este grupo con respecto a esta propuesta. Esta tarde aclararemos la postura definitiva de nuestro grupo.
En nombre de mi grupo me gustaría aclarar que, sin embargo, nosotros queremos transparencia, pero los métodos para alcanzarla deben seguir discutiéndose. Todos estamos de acuerdo con el objetivo. Si analizamos las instituciones europeas de forma individual, el problema no reside en el Parlamento. Más bien es el Consejo, que no tiene hoy aquí representación, el que encarna el problema ya que, desgraciadamente, no tenemos ni idea de lo que sucede en los grupos de consulta del Consejo.
Inger Segelström (PSE). – (SV) Señor Presidente, Comisaria Wallström, me gustaría comenzar dando las gracias al señor Cashman y al resto de personas que han contribuido a que pronto demos un nuevo paso esperado desde hace tiempo que permitirá que nuestro trabajo sea más accesible para nuestros ciudadanos. El Vicepresidente y la Comisaria Wallström también han luchado duro y durante mucho tiempo por ello.
Cuando Suecia se anexionó a la UE, a mucha gente le preocupaba que los documentos se filtraran a través de este país, que tiene unos fuertes principios de acceso público, pero esto no sucedió en absoluto. El señor Cashman puede hablarnos de esto, ya que si alguien está a favor de la transparencia y la accesibilidad también conoce dónde están los límites para el material de trabajo, el secreto y la revelación.
En la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata Cristianos) y de los Demócratas Europeos se abstuvo de la votación. Espero que ustedes estén ahora a favor de aumentar el acceso público a la información dentro de la UE, por lo que la Presidencia sueca, junto con el resto de nosotros, podrá sacar adelante esta cuestión democrática importante y crucial para todos los ciudadanos de la UE. Sin embargo, puedo entender las dudas del Grupo del PPE-DE; después de todo, fue este grupo el que se aseguró de que estuviéramos obligados a votar en secreto cuando Turquía comenzó las negociaciones de acceso. ¿Es eso lo que quieren? Espero que el Parlamento se muestre ahora unido y que podamos decirles orgullosos a nuestros votantes de las elecciones europeas de junio que la UE será cada vez más abierta –que no tenemos aspiraciones ocultas y que queremos ser juzgados y analizados por lo que hacemos– y que dispondrá de una transparencia de la que podamos estar orgullosos. Hacemos muchas cosas buenas y sería recomendable que los ciudadanos pudieran seguir mejor el trabajo que hacemos. <BRK>
Bogusław Rogalski (UEN). - (PL) Señor Presidente, resulta evidente para todos que el proceso de toma de decisiones de los órganos e instituciones comunitarias debe transcurrir abierta y públicamente. Ésta es la base de la democracia. De acuerdo con este principio, los ciudadanos y las autoridades electas deberían tener el mayor acceso posible a los documentos elaborados por las instituciones europeas, que incluyen a este Parlamento. Esto permitirá a los ciudadanos participar con confianza en el proceso político y pedir explicaciones a las autoridades públicas.
A pesar de los esfuerzos realizados por las instituciones europeas para incrementar la claridad y la transparencia, la situación está, desgraciadamente, lejos de ser satisfactoria. La Comisión de Peticiones ha afirmado que los ciudadanos son conscientes de los fallos y las deficiencias en la implantación de este derecho. Es de vital importancia que en los procedimientos de infracción de derechos, que a menudo son resultado de peticiones ciudadanas, los ciudadanos tengan garantizado un total acceso a todos los documentos de cada etapa en el ejercicio de sus derechos. Esto debería aplicarse también a los documentos que los Estados miembros facilitan a las instituciones europeas. Esto ha sido un problema incluso para la Comisión en el Caso Jugendamt, en Alemania, donde el acceso a la información ha sido altamente restringido, incluso cuando se trataba de información pública.
Me gustaría subrayar una vez más que el acceso sencillo de los solicitantes a la información que necesitan debería ser la base para el éxito de la iniciativa europea a favor de la transparencia. Los principios democráticos lo exigen.
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, el problema del distanciamiento del público de la política de la UE es algo perfectamente conocido, por lo que intentamos demostrar a los ciudadanos nuestra simpatía una y otra vez. Esto incluye recurrir con regularidad a iniciativas para simplificar el acceso a los documentos del Parlamento, el Consejo y la Comisión.
Internet es, por supuesto, una herramienta barata y sencilla pra lograrlo. Se ha revisado el portal de la UE y ahora es, por lo menos, más fácil y sencillo navegar por él. En su presencia en Internet, la UE también pone de manifiesto la importancia del multilingüismo como un factor relevante para lograr mayor transparencia, legitimidad y eficiencia dentro de la Unión. Aunque, en realidad, no está a la altura de lo que se le pide. En la práctica, el uso sistemático de los tres idiomas de trabajo, el inglés, el alemán y el francés posibilitaría, de hecho, llegar a la mayoría de la población.
La presencia en Internet de la actual Presidencia, que aparece en inglés, francés y checo, no tiene en cuenta el hecho de que el alemán, con una tasa del 18 % de hablantes nativos en la UE, es el idioma con el mayor número de hablantes nativos de la Unión, mientras que más del 14% de los ciudadanos de la UE lo hablan como lengua extranjera. Creo que ya es hora de que se le preste más atención a este asunto.
Sirpa Pietikäinen (PPE-DE). – Señor Presidente, el acceso a la información es uno de los pilares básicos de la democracia. El público debe tener el mayor acceso posible a toda la información desde las primeras etapas de las decisiones tomadas por parte de las instituciones, o en los documentos de trasfondo de estas decisiones, de manera que pueda participar plenamente en la formulación de políticas.
La UE aspira a ser más democrática y accesible para sus ciudadanos, por lo que garantizar el mayor acceso posible a los documentos de la UE es crucial en los esfuerzos de la Unión para mejorar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y para conseguir la plena legitimidad de esta institución. De ahí mi decepción ante la propuesta de la Comisión respecto de esta reglamentación, pese a que me gustaría felicitar al ponente por su excelente trabajo, dedicado e inteligente, que ha realizado en este contexto.
También me gustaría agradecer a la señora Jäätteenmäki sus importantes esfuerzos en relación con este tema. Ambos se han referido a los principios de apertura y transparencia que se debe seguir, según los cuales denegar el acceso a cualquier documento en posesión de una institución se considera una excepción establecida. Estas excepciones son, en algunos casos, necesarias, pero deben limitarse a una pequeña cantidad de acuerdo con un criterio bien definido.
También agradezco las iniciativas que promueven una divulgación más proactiva y clara de los documentos a través de bases de datos mejoradas en Internet. El acceso a los documentos también es una cuestión de poder encontrarlos. A menudo, la información existe en línea pero se esconde tras un complejo entramado de bases de datos y, sin duda, es éste un punto que necesitamos desarrollar mucho más.
Queridos colegas, todos somos defensores de la democracia y, por ello, ya deberíamos habernos mostrado más activos. Debemos ser muy enérgicos en la defensa de un acceso y una transparencia mayores de todos los documentos. Creo que éste no es el momento de empezar a comprometernos, ya que podríamos comprometer nuestro estatus de buenos responsables de la toma de decisiones también a los ojos de nuestros votantes.
Andrzej Jan Szejna (PSE). – (PL) Señor Presidente, ante todo, me gustaría felicitar al señor Cashman por su excelente informe que cubre uno de los aspectos más importantes de la democracia europea.
La Unión Europea es objeto de cambios y transformaciones constantes. Lamentablemente, la comunicación entre la Unión Europea y sus ciudadanos no sigue el ritmo de estos cambios. La situación es similar con el acceso a los documentos y a la información que está destinada a los propios ciudadanos.
La transparencia es un principio fundamental de la Unión Europea, establecido en el Artículo 255 del Tratado CE. Cada ciudadano de la Unión Europea y cualquier persona física o jurídica que resida o se haya establecido en un Estado miembro tiene el derecho de acceder a los documentos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión.
El único modo de conseguir que los ciudadanos de Europa se interesen y confíen en las instituciones de la UE, los diputados del Parlamento Europeo y los políticos nacionales es ofreciéndoles información completa y verdadera. Por ello, es nuestro deber mejorar la transparencia y la eficacia de las instituciones de la Unión Europea todo lo que sea posible. Nos debemos centrar en facilitar a los usuarios el acceso a la información y seguir simplificando el sistema y sus herramientas.
Aunque podría mejorarse y conseguir una mayor eficacia, la reglamentación que atañe a este informe ofrece una base legal sólida. Por eso lamento que la Comisión no haya considerado la propuesta de 2006 del ponente sobre transparencia.
Mairead McGuinness (PPE-DE). – Señor Presidente, el acceso a los documentos es una parte del proceso de transparencia, pero existen muchas otras cuestiones. El uso de los documentos y de la información es clave, y uno de los grandes problemas que tenemos –y reconocemos, y la Comisaria de la Cámara es actualmente una de los mejores expertos– es dar a conocer el proceso de toma de decisiones de la UE al exterior, ya que los ciudadanos no entienden este proceso. Durante el debate del Tratado de Lisboa en Irlanda, hubo gente que se acercó a mí y me dijo: «Nos estás empujando a votar "sí" y vas a perder tu trabajo». Creían que yo era la Comisaria… ¡Pobre de mí!
No es suficiente afirmar que ofrecemos mucha información a las personas, porque, en cierto modo, eso llevaría a una falta de transparencia: se cubren los temas con montañas de papeles pero sin ninguna claridad. Preferiría que las personas entendieran bien cómo funciona este lugar y, así, pudiesen comprometerse con él. Me atrevo a decir que muchos en esta Cámara no saben del todo cómo funciona la institución. Y ésta es mi opinión.
Danutė Budreikaitė (ALDE). – (LT) En un intento de solucionar el problema de la isla energética de los países Bálticos, en especial con la amenaza creciente a la seguridad energética de Lituania tras el cierre de la planta nuclear de Ignalina al final de este año, la Comisión Europea ha elaborado la estrategia de la Unión Europea para la región del mar Báltico. Pedí a la Dirección General de la Comisión Europea de Energía y Transportes tener la oportunidad de consultar el documento. Me dijeron que no se había discutido con el grupo de alto nivel diseñar la estrategia con la posibilidad de hacer pública la información y los documentos, tal como se formulaba en la respuesta: Compartir con el mundo exterior. El Parlamento Europeo es visto como otro mundo, que no recibe información. Una y otra vez hemos debatido sobre las oportunidades disponibles para que el público vea los documentos en posesión de las instituciones de la UE, ¿no es cierto? Si un diputado del Parlamento Europeo que representa a los ciudadanos no tiene este derecho, esta situación es un desastre.
Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión. − Señor Presidente, me gustaría agradecer a los diputados el interesante debate y sus muy valiosos comentarios.
El Reglamento (CE) nº 1049/2001 se actualizará a la «versión dos», por así decirlo. Es importante señalar de nuevo que no empezamos de cero: partimos de una buena base, se trata sólo de mejorar a partir de ahí. Ésta también será una versión para la era de Internet, como se mencionó en el debate. Se incluirán registros electrónicos, así como una difusión activa; creo que éstos son ejemplos de tales mejoras.
La situación ideal sería, por supuesto, que nosotros pudiéramos divulgar información de manera tan activa que no se tuvieran que realizar solicitudes de acceso dado que todo estaría ya disponible para el exterior; con algunas excepciones, claro está. Les puedo dar un ejemplo de lo que se ya puede hacer: yo ya he puesto a disposición en Internet mi propio registro de correspondencia, de manera que ya pueden ver mi correspondencia y documentos.
No me es posible analizar todos los comentarios que se han realizado durante el debate, pero me gustaría comentar brevemente unos cuantos puntos cruciales, uno de los cuales se refiere a la definición de documentos en el Artículo 3. Éste es uno de los artículos de la propuesta de la Comisión que más se han debatido y, lo reconozco, uno de los más criticados.
Mantenemos que la definición actual conduce a la ambigüedad y a un riesgo de incertidumbre y mala práctica. Esta nota adhesiva, por ejemplo, ¿es un documento? El señor Cashman afirma que sí, y, según la amplia definición del Reglamento, así podría ser, en efecto; al igual que podrían serlo estos garabatos que tengo aquí. A veces crear una definición demasiado amplia no es útil. Sin embargo, mantenemos una definición amplia, pero reduciremos la no difusión discrecional de documentos. La definición que proponemos es mucho más amplia que la noción de documentos oficiales a menudo utilizada en la legislación nacional. Se acerca mucho al concepto de información de la Ley de Libertad de Información del Reino Unido, también presente en la ley holandesa sobre transparencia, por ejemplo. El registro de documentos es una obligación bajo las leyes internas de la Comisión, pero éstas no determinan si un documento entra dentro del ámbito del reglamento. Por ello, aclaramos y ayudamos en la definición de documentos. Esto también permitirá a los ciudadanos saber qué es lo que pueden y deben preguntar para conseguir toda la información. Una mayor precisión en la definición de qué es un documento significa una administración más segura y mayor claridad para los ciudadanos.
El Tribunal ha dictado que los documentos relacionados con una investigación en curso se consideren manifiestamente una excepción en cuanto al derecho al acceso y, por tanto, que esos documentos no se acepten actualmente, sin que eso constituya una restricción adicional del derecho a acceso. En ningún Estado miembro los ciudadanos tienen acceso a los archivos de las autoridades competentes; es algo que me gustaría resaltar.
También reconozco que podríamos haber explicado y expresado mejor las cosas en el Artículo 3. Creo que compartimos el mismo objetivo, por lo cual debería también ser posible encontrar las palabras exactas e inequívocas. Éste es un ejemplo de un área en la que deberíamos ser capaces de conseguir un buen texto de compromiso.
Otro punto debatido con igual controversia es el Artículo 5(2) relativo al acceso a los documentos de los Estados miembros. Permítanme dejar claro que la intención de la Comisión ha sido aplicar lo que el Tribunal Europeo de Justicia ha dictado, y que los Estados miembros deben justificar de manera eficaz por qué rechazan el acceso a uno de sus documentos, igual que lo hacen las instituciones en relación con todos los demás documentos. Lo fundamental siempre serán las normas del Reglamento (CE) Nº 1049/2001.
Sin embargo, es igualmente importante que la Comisión pueda establecer correspondencia con los Estados miembros, por ejemplo, en el ámbito de las infracciones de la ley de la UE. Debemos tener la posibilidad de encontrar soluciones satisfactorias rápidamente, desde la perspectiva tanto de la Comisión como de los ciudadanos de la UE, como se codifica en la ley de la UE. Estos tipos de contacto deben mantenerse confidenciales, algo que también dijo el Tribunal.
Finalmente, comentaré sólo el «espacio para pensar» del Artículo 4(3). Si lo consideramos detenidamente, creo que la mayoría estaríamos de acuerdo en que el Parlamento, al igual que la Comisión y el Consejo, necesitan cierto espacio para pensar. Los documentos relacionados con las decisiones que todavía no se han tomado, o que reflejan debates internos, no son iguales a otros documentos. ¿Y qué decir de los informes de reuniones o preparaciones de grupos políticos? Ustedes mismos han identificado varios problemas y limitaciones que surgen del rechazo ante un espacio para pensar, al considerar, de nuevo, qué sería más beneficioso para los ciudadanos y qué sería lo más útil.
Debo decir que hubiera preferido que el Consejo estuviera aquí –como ya han mencionado muchos de ustedes– del mismo modo que hubiera preferido una Cámara más llena, puesto que estos problemas son totalmente cruciales para todos nosotros. Nuestra gran tarea en las próximas semanas o meses es encontrar un terreno común. Esto también es cierto dentro de esta Cámara, y el debate de hoy ha demostrado que no siempre es tan fácil. Cuantas más divisiones hay, mayores serán las complicaciones cuando las tres instituciones debatan. El Parlamento, el Consejo y la Comisión desempeñan su propio papel, que debe respetarse, y espero que el Parlamento hable con una sola voz, fuerte, ya que eso nos beneficiará a todos nosotros y beneficiará el resultado final, que espero sea un texto de compromiso equilibrado y factible.
Michael Cashman, ponente. − Señor Presidente, estas observaciones han sido interesantes, pero me temo que tienen poco que ver con el contenido de mi informe.
Señalaría que no tenemos nada que temer ante el escrutinio público y tenemos que temer todo en cuanto que instituciones que esconden información. Eso nos hace más vulnerables. Comisaria, son los documentos oficiales, los que son accesibles. Consulte el informe de nuevo. El espacio para pensar. Documentos oficiales. Dentro de la noción de espacio para pensar, eso no sería oficial. Vuelva a mirar el informe. Acepte nuestros principios.
Ha sido un debate interesante pero tengo que decir que la refundición –que usted defiende– no comparte el espíritu del acuerdo interinstitucional y no es suficiente. Usted afirma que ha funcionado bien, pero me temo que la refundición no tiene en cuenta la jurisprudencia fundamental sobre lo que se debe hacer realmente.
Abogo por retrasar el voto final para que podamos tener absoluta flexibilidad para negociar con los partidos políticos y con las instituciones. Además, señalaría que no existe ninguna razón por la que la Comisión no pueda enmendar su propuesta en cualquier momento después de la votación mañana, excepto quizás por su reticencia política e institucional.
Me parece de algún modo paternalista que se nos diga que vamos a recibir planes de acción. Comisaria, no dudo de su compromiso personal a favor de la apertura y transparencia, pero no quiero planes de acción para nuestros ciudadanos. Quiero derechos consagrados en la ley, que no se puedan quitar; no regalos, sino derechos.
El Parlamento debe pues ejercer presión política sobre la Presidencia para negociar, y es posible que tengamos que negociar sin la Comisión. Sí, Comisaria, ya sé que el Consejo no está aquí, pero yo no me rindo por un Consejo. Llevo en la política lo suficiente para saber que se debe luchar y luchar.
Finalmente me gustaría citar las palabras de cierto Presidente, si se me permite: «Mi Administración está comprometida a crear un nivel sin precedentes en la apertura del Gobierno. Trabajaremos juntos para asegurar la confianza pública y establecer un sistema de transparencia, participación y colaboración pública. La apertura reforzará nuestra democracia y promoverá la eficacia y efectividad en el Gobierno». Así lo afirmó el señor Obama el 21 de enero de 2009. Espero un pronunciamiento comparable por parte de la Comisión o, por supuesto, del Presidente Barroso.
Presidente. – Se cierra el debate.
La votación se celebrará el miércoles 11 de marzo de 2009.
(La sesión se suspende a las 11:45 horas y se reanuda a las 12:50 horas)
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
Stavros Lambrinidis (PSE), por escrito. – (EL) Las enmiendas del Parlamento Europeo a la reglamentación sobre el acceso público a los documentos de las instituciones europeas, en especial a documentos relacionados con el procedimiento legislativo, son un paso catalizador en la garantía de la transparencia y la democracia participativa en Europa.
En mi opinión, resulta especialmente importante la petición de que cada iniciativa o documento designados a influir de algún modo en el procedimiento de toma de decisiones deba publicarse.
Todos sabemos que ciertos grupos de presión a menudo intentan influir en el procedimiento legislativo, presentando sus argumentos. Los ciudadanos europeos tienen todo el derecho a saber cuáles son estos argumentos y estas intervenciones. Tienen que ser capaces de juzgar su esencia y evaluar la posición final que adoptan sus gobiernos, la Comisión Europea y, por supuesto, sus diputados del Parlamento Europeo.
Se debería ofrecer como mínimo el mismo nivel de transparencia a escala nacional por parte de los Estados miembros hacia sus ciudadanos, en base a una petición explícita en el informe del Parlamento Europeo, un llamamiento que esperamos se adopte a la mayor brevedad por parte de los gobiernos y los parlamentos nacionales.