Presidente. – El siguiente punto del orden del día es el informe (A6-0107/2009) del señor Hegyi, en nombre de la Comisión de Cultura y Educación, sobre el diálogo activo con los ciudadanos sobre Europa (2008/2224(INI)).
Gyula Hegyi, ponente. – (HU) Europa es la tierra prometida para los habitantes de continentes remotos o de los Balcanes que desean unirse a nosotros. Al mismo tiempo, Europa es en muchos sentidos un símbolo de decepción, de hartazgo o de burocracia para quienes ya están a este lado de las puertas: los habitantes de la UE, sean intelectuales formadores de opinión o ciudadanos ordinarios.
Cuando recibí este informe, comencé a leerlo con gran entusiasmo. Debo decir que, en cierto modo, mi entusiasmo era menor cuando llegué al final, ya que fui consciente de los muchos obstáculos que existen para entablar un diálogo activo con los ciudadanos y de lo alejada que está la maquinaria burocrática de la Unión Europea de las vidas y anhelos diarios de sus ciudadanos. En cualquier caso, gracias al informe me di cuenta de que —tal vez sin que resulte sorprendente— cuanto más bajo es el nivel educativo o la condición de nuestros ciudadanos, menos entienden la integración y más euroescépticos se muestran.
Por tanto, opino, y esta es la parte más destacada de mi informe, que más allá de los jóvenes —que pueden ser ganados con facilidad para la causa de la integración europea a través de la educación— deberíamos centrarnos principalmente en aquellos ciudadanos a los que todavía no hemos podido llegar. Esto incluye a los habitantes de pequeños pueblos, a las clases trabajadoras, a los pensionistas y, en general, a quienes viven con medios y en circunstancias modestos. Debemos intentar de comunicarles la idea de Europa y los valores de la unidad europea.
En mi informe, recomiendo que se amplíe el número de estudiantes que pueden obtener una beca Erasmus; las juventudes del Partido Socialista húngaro han elaborado por separado una propuesta a este efecto. Solo un reducido porcentaje de los estudiantes universitarios húngaros tienen la oportunidad de aprovechar este programa de intercambio educativo, aunque sería deseable que toda persona que obtenga un título universitario pase al menos medio año cursando estudios en el extranjero.
Mi idea personal es que debería haber un currículo común europeo de un año en enseñanza de historia. Los estudiantes deberían estudiar la misma historia de Europa en los veintitrés idiomas oficiales y en los veintisiete Estados miembros al menos durante un año. La Comisión no ha prestado excesivo apoyo a esta propuesta y ha incluido una versión suavizada en su texto.
He sugerido, basándome en la recomendación de profesores universitarios húngaros, que creemos una universidad europea abierta, en otras palabras una especie de «Volkshochschule», una universidad comunitaria popular. Los ciudadanos europeos deberían poder matricularse en cualquier parte de Europa, independientemente de sus certificados escolares o de sus diplomas, dentro de un programa formativo de libre configuración (al menos, relativamente) que enseñase la historia de la Unión Europea, de su creación y de su funcionamiento.
Durante mucho tiempo, los miembros del Parlamento Europeo han expresado su deseo, o también podría decirse su demanda, de que la cadena Euronews, financiada —al menos en parte— con fondos de la UE, emitiese sus programas en el idioma oficial de cada Estado miembro. Hay algo absurdo en el hecho de que Euronews emita en árabe o en ruso pero no en húngaro o en el idioma de otros Estados miembros. Me entristece informar, por cierto, Comisario —asumo que escucha usted todo esto por vez primera— que los paquetes de televisión por cable en Budapest han omitido la versión en inglés de Euronews y que en su lugar ofrecen un programa en chino, ya que por desgracia la televisión china está más solicitada que Euronews, dado que esta última no emite en húngaro, mientras que en mi país hay un elevado contingente de ciudadanos chinos.
Es mucho lo que se ha debatido; y quiero informar al Comisario, si está presente, de que también me habría gustado recomendar que los dirigentes de la Unión Europea fuesen capaces de comunicarse con los medios de comunicación de manera más abierta de lo que ha sido posible hasta la fecha. El problema, no obstante, es que a menudo no hay nadie que pueda explicar de manera competente la posición de la Comisión, por lo que solo se escucha la opinión de sus adversarios.
Finalmente, ya que mi tiempo se agota, mi última frase es que he recomendado que la organizaciones no gubernamentales locales se involucren en las campañas electorales de la UE, ya que estas organizaciones conocen mucho mejor las comunidades locales, así como el tipo de lenguaje con el que pueden alcanzar a sus habitantes.
Louis Michel, miembro de la Comisión. – (FR) Señor Presidente, permítame un comentario breve y completamente personal que nada tiene que ver con la pregunta formulada por mi colega. No comprendo del todo su deseo de que las ONG participen en las campañas electorales. No lo comprendo, pero no obstante haré llegar la solicitud a mi colega.
La situación política y económica actual ha hecho crecer, obviamente, la necesidad de un diálogo activo con los ciudadanos. Estos deben ser informados de los cambios en la Unión Europea que tienen un efecto directo o indirecto en sus vidas cotidianas y en los que es necesario involucrarlos.
Esa ha sido la base del trabajo de la Comisión durante los últimos cuatro años. Aplaudo el informe del señor Hegyi titulado «Diálogo activo con los ciudadanos sobre Europa». Nos estamos esforzando para dar a los ciudadanos de los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea un amplio surtido de información básica sobre la UE, de modo que no solo puedan comprender cómo la Unión Europea podría ayudarles en relación con los grandes retos que afrontan Europa y el mundo en la actualidad, sino que también sean capaces de intercambiar y de compartir sus opiniones al respecto.
También aspiramos a crear muchos más foros accesibles en los que desarrollar este debate, utilizando todos los recursos y todas las tecnologías disponibles hoy en día: en foros en línea, a través de los medios de comunicación y en el ámbito local.
Aunque estoy de acuerdo con varias de las recomendaciones del informe, mi colega no es capaz de respaldar la idea de que hasta ahora la comunicación no ha sido desarrollada. También dice que, a pesar de que nuestra comunicación ciertamente ha mejorado en los últimos años, todavía debemos ser realistas acerca de lo que podemos conseguir con un presupuesto de tan solo cien millones de euros para veintisiete Estados miembros, veintitrés lenguas y casi quinientos millones de personas.
Además, la Comisión ciertamente no puede estar sola a la hora de comunicarse con los ciudadanos sobre la cuestión de Europa. Se necesita un esfuerzo colectivo por parte de todas las instituciones y todos los Estados miembros. Es por eso que hemos negociado un acuerdo con los Estados miembros y con el Parlamento para una comunicación conjunta sobre Europa. Este acuerdo político titulado «Comunicar sobre Europa en asociación» fue firmado el 22 de octubre de 2008. Es la primera vez que las instituciones de los Estados miembros de la Unión Europea alcanzan un compromiso común para comunicar conjuntamente sobre Europa a los ciudadanos de la UE. Es importante que apliquemos este acuerdo en su totalidad. Coincido plenamente con la valoración de la importancia del proceso de consulta a los ciudadanos y con la necesidad de extender el diálogo a todos los ámbitos de la sociedad.
El diálogo regular entre la Comisión y los representantes de la sociedad civil comenzó hace más de treinta años. Tiene en cuenta la política de transparencia y de inclusión que la Comisión ha venido aplicando durante muchos años e ilustra la enorme variedad de campos e acción y la diversidad de las partes involucradas.
Quiero recalcar que la cooperación entre las delegaciones de la Comisión y las oficinas de información del Parlamento en los Estados miembros está funcionando muy bien en términos generales.
Las próximas elecciones europeas son un muy buen ejemplo de la voluntad política de estas dos instituciones para cooperar con el objeto de establecer unas prioridades de comunicación conjuntas.
En cuanto a la necesidad de información en los ámbitos local y regional, dirigida particularmente a los jóvenes, los votantes primerizos y las mujeres, observo con satisfacción las felicitaciones que ha recibido la Comisión por la selección de proyectos bajo el Plan D.
Aprovecho esta oportunidad para anunciar que la Comisión también tiene intención, en el contexto de las elecciones europeas, de poner en marcha actividades especiales en el marco de la iniciativa «Debate Europe» del Plan D. En cuanto a la creación de un nuevo sitio en Internet y el establecimiento de vínculos con las cadenas de televisión locales, me gustaría decir que la Comisión está en proceso de crear emisoras de radio y operadoras televisivas que emitirán programas sobre cuestiones europeas. Una vez en funcionamiento, estas cadenas, junto con Euronews, llegarán a entre 60 y 90 millones de ciudadanos cada semana en todos los idiomas de la Unión Europea.
Sobre la importancia de introducir estudios sobre la legislación y la historia europeas en el currículo escolar, la Comisión comparte la opinión de que a los jóvenes se les debe enseñar en el colegio los hechos esenciales sobre la Unión Europea. Esperamos que los Estados miembros seguirán esta sugestión en este asunto tan importante.
Hay muchas otras recomendaciones que merecen nuestra atención, pero desgraciadamente nuestro tiempo es limitado.
Permítanme concluir volviendo a un aspecto esencial del marco de esfuerzos realizados por las instituciones comunitarias: una comunicación eficaz solo es posible con la estrecha colaboración de todas las partes implicadas. La Comisión valora el apoyo constante que recibe del Parlamento. Por mi parte aplaudo su compromiso personal como miembro del Parlamento Europeo.
Presidente. – La presentación ha finalizado.
La votación tendrá lugar el martes 24 de marzo de 2009.
Declaraciones por escrito (artículo 142 del Reglamento)
John Attard-Montalto (PSE), por escrito. – (EN) Este es uno de los asuntos más importantes que necesita ser tratado. Los habitantes de Europa no se sienten ciudadanos de la UE. El concepto de ciudadanía de la UE aún es poco claro, así que predominan las ciudadanías de las naciones individuales.
La mayor parte de los ciudadanos no se siente parte del proceso y ve la Unión Europea como una institución aparte. Una reconexión positiva incluye un diálogo mejorado entre los ciudadanos y las instituciones positivas, la necesidad de ratificar el Tratado de Lisboa, la importancia de un proceso de consulta y debates conjuntos abiertos.
Hace un año, en abril de 2008, propusimos el foro «Debate Europe», que da la oportunidad de romper la división, a menudo artificial, entre asuntos nacionales y asuntos europeos.
En última instancia, sin embargo, los ciudadanos de Europa deben tener una idea clara de la dirección que va a tomar el proceso europeo. Hay dos enfoques que no pueden continuar existiendo en paralelo. Es preciso escoger. ¿Estamos a favor de una Unión completamente integrada o preferimos un buen funcionamiento del actual status quo? Cuando los ciudadanos ven a sus gobiernos dar tumbos de un planteamiento al otro, ¿quién puede culparles si se sienten ajenos al proceso en sí?
Magda Kósáné Kovács (PSE), por escrito. – (HU) El informe del señor Hegyi arroja luz sobre un importante problema contemporáneo. La ratificación del Tratado de Lisboa, que supone una garantía de una Unión Europea más eficaz y democrática, fue rechazada por los ciudadanos irlandeses en referéndum. Desde entonces, esta ha sido la fuente y el origen de la incertidumbre y de la desorientación en Europa.
Debemos posibilitar que los ciudadanos europeos tengan una voz más eficaz a la hora de dar forma a las políticas de la UE. Para ello, se necesita una educación apropiada, ya que la oposición a la integración se registra sobre todo en quienes tienen un nivel educativo bajo. Por ejemplo, es esencial proporcionar una educación sobre conocimientos generales de la UE y de su ciudadanía en universidades abiertas o como parte del currículo de la educación secundaria. Es importante que la gente conozca sus derechos, que sepa que la UE no trabaja por encima de sus cabezas, sino junto a ellos. Necesitamos garantizar que en las regiones menos desarrolladas existan fuentes informativas. El garante de una democracia que funciona no es la burocracia, sino los propios ciudadanos; este es el centro de la cultura democrática. Es indispensable que los medios informativos ayuden a desarrollar la comunicación entre las instituciones y los habitantes de Europa, así como la comunicación entre los ciudadanos.
No podemos esperar decisiones responsables, o decisiones a secas, por parte de los ciudadanos, si no les proporcionamos una información adecuada. Informar es nuestra responsabilidad y nuestro deber, mientras que la toma de decisiones es un derecho de los ciudadanos. En mayo se cumplirán cinco años desde que Hungría se incorporó a la Unión Europea, y ya podemos ver que la UE no es un ente sin rostro, sino que la UE somos nosotros, la suma de todos los ciudadanos individuales. Debemos saber que la toma de decisiones está en nuestras manos. Así que aprovechemos esta oportunidad.
Sirpa Pietikäinen (PPE-DE), por escrito. – (FI) Mi agradecimiento al ponente por su excelente trabajo. Es mérito suyo plantear muchos aspectos y problemas importantes asociados con la interacción entre la UE y sus ciudadanos.
La UE no es la preferida de la gente en ningún Estado miembro de la Unión. El referéndum irlandés del pasado mes de julio pareció mostrar que los irlandeses, al menos, no querían más Unión. Por algún motivo, los mensajes negativos y el temor de que los Estados fuesen engullidos por una Bruselas sin rostro circulan mejor y más rápido que cualquier noticia sobre todo lo bueno que ha conseguido la Unión. Siempre es fácil calificar de a lo desconocido de amenaza, y es fácil unirse al coro que lo afirma.
Ningún compromiso más firme por parte de los individuos y de las ONG con todas las actividades de la Unión harían a esta más aceptable. Al respecto de las cuestiones legales en particular, los individuos y las organizaciones deberían recibir más protagonismo para tener influencia y para expresar su opinión en todas las fases del proceso legislativo.
El ponente también menciona un hecho interesante en relación con los referendos más recientes de la UE: las mujeres votaron en contra de la UE más a menudo que los hombres. Obviamente, por algún motivo las mujeres en particular perciben a la UE como algo ajeno a ellas.
Una razón queda clara: la Unión tiene un rostro muy masculino. El Presidente de la Comisión es un hombre, como lo son casi el 70 % de los Comisarios. Igualmente, el Presidente del Parlamento Europeo es un hombre, como casi todos los presidentes de las comisiones parlamentarias. Es importante que la igualdad de género se aplique tanto como sea posible en la próxima legislatura, cuando sea preciso asignar puestos de alto nivel de la UE. Al menos uno de ellos debería ser asignado a una mujer.
El diálogo activo con la sociedad civil es el modo más importante de reafirmar la legitimidad de la Unión.
Daciana Octavia Sârbu (PSE), por escrito. – (RO) Como siempre, las inminentes elecciones al Parlamento Europeo convierten en excesivamente tópico el tema del grado de información proporcionado y de las deficiencias en el diálogo con los ciudadanos específicamente en el ámbito europeo.
En este contexto, aplaudo la propuesta de resolución para un diálogo activo con los ciudadanos, que subraye la importancia de implicar a las instituciones europeas, al sistema de educación transeuropeo y a los medios de comunicación. El rechazo del Tratado Constitucional en Francia, y la oposición de Holanda y de Irlanda al Tratado de Lisboa, expresada en referéndum, han puesto de relieve que iniciar una campaña dirigida a los ciudadanos con un menor nivel educativo es una estrategia viable y necesaria, que apoyo sin reservas.
Dado el crecimiento del acceso a Internet en los Estados miembros de la Unión Europea, deberíamos desplegar esta herramienta y usarla para hacer más eficaz el diálogo con los ciudadanos. Esto permitiría registrar las opiniones de la gente para su posterior evaluación y su incorporación como parte de nuestro proceso de toma de decisiones. También pienso que la historia de la UE, el modo en que funciona y los derechos de sus ciudadanos, deberían ser componentes básicos de los currículos educativos europeos.
Por tanto, creo firmemente que es posible garantizar las condiciones para un diálogo coherente con los ciudadanos, un diálogo que trate con Europa y con la Unión Europea desde una perspectiva diferente, basada en una información y en un conocimiento precisos.
Dushana Zdravkova (PPE-DE), por escrito. – (BG) Señorías, quiero felicitar al señor Hegyi por su maravilloso informe, que estoy segura de que hará una contribución vital al establecimiento de un diálogo civil en la Unión Europea.
La satisfactoria consecución de las prioridades de comunicación de las instituciones europeas en asociación con los Estados miembros será un importante paso hacia el objetivo de tener unos ciudadanos europeos mejor informados. Solo los europeos bien informados pueden aprovechar las oportunidades que se les ofrece y tomar parte en un diálogo activo sobre Europa. Todos hemos sido testigos de las consecuencias resultantes de los problemas relacionados con nuestra incapacidad para tener informada a la ciudadanía: los votos negativos en los referendos y el bloqueo del desarrollo europeo.
Como presidenta de una asociación ciudadana en Bulgaria, creo firmemente que implicar a los ciudadanos en los procesos de toma de decisión les dará la oportunidad de contribuir directamente al proceso político en el ámbito de la UE. Opino que esa es una de las áreas importantes que es preciso reformar y mejorar.
Considero que este informe permitirá al Parlamento Europeo dar las orientaciones y las recomendaciones necesarias a otras instituciones; pero también a las organizaciones civiles, porque los ciudadanos son el elemento clave del desarrollo futuro de Europa. Sin su cooperación e implicación, nos será imposible alcanzar el objetivo que nos hemos fijado.