Presidenta. − El siguiente punto es el informe de Ulrich Stockmann, presentado en nombre de la Comisión de Transportes y Turismo, sobre la propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo para enmendar el Reglamento (CE) nº 1692/2006, por el que se establece el segundo programa Marco Polo para la concesión de ayuda financiera comunitaria a fin de mejorar el comportamiento medioambiental del sistema de transporte de mercancías (Marco Polo II) (COM(2008)0847 - C6-0482/2008 - 2008/0239(COD)) (A6-0217/2009).
Ulrich Stockmann, ponente. − (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, el tema desplazar parte del transporte de mercancías de la carretera al ferrocarril y a las vías navegables interiores o al transporte marítimo de corta distancia no ha tenido un gran protagonismo en nuestros debates sobre el futuro del transporte, y así ha sido durante décadas. Ahora, en el contexto del cambio climático, este debate ha ganado importancia.
Hemos llegado a este punto de inflexión mediante diversos enfoques e instrumentos políticos. Sin embargo, si lo analizamos con atención, vemos que, en la práctica, es muy difícil modificar las tendencias y que solo se consigue en casos muy puntuales.
Primero, porque las conexiones entre los distintos modos de transporte todavía no están suficientemente armonizadas; segundo, porque los ferrocarriles y las vías navegables interiores todavía no están bien establecidos como proveedores de servicios a escala Europea y, tercero, porque es obvio que las formas de transporte más respetuosas con el medio ambiente no pueden proporcionar un servicio de puerta a puerta.
Todas estas dificultades se están agravando durante la recesión actual por la pronunciada caída de los precios del transporte de mercancías por carretera. El programa Marco Polo II también se ha visto afectado por estos problemas. Y es por ello que todos los políticos que nos dedicamos al sector del transporte queremos buscar una solución urgente, ya que nuestro objetivo, que Marco Polo ayude a trasladar un 60 % del aumento del transporte de mercancías por carretera a otros modos de transporte, se ve ahora muy lejos. Tenemos que cambiar de dirección antes de que termine la presente legislatura, y para ello hemos llegado a un compromiso razonable para todo el mundo.
¿Qué va a pasar? Primero, incluso antes de que se propusiera el reglamento, la Comisión encargó a una agencia que se hiciese cargo de la administración del programa y que simplificase el procedimiento administrativo. Sin duda, una buena idea. Para llegar a este compromiso, hemos detectado y negociado juntos una serie de puntos que hagan más atractivo el programa. Primero, el umbral de las autopistas marítimas se ha reducido de 250 a 200 millones de toneladas-kilómetro al año. Segundo, el umbral de los proyectos de desplazamiento del tráfico se ha reducido de 80 a 60 millones de toneladas-kilómetro. Y lo mismo pasa con el umbral de los proyectos relacionados con las vías navegables interiores, para el que el Parlamento ha hecho aprobar una reducción de 17 a 13 millones de toneladas-kilómetro. También hemos aumentado el nivel de financiación permisible para infraestructuras adicionales del 10 al 20 %. Otra buena idea. Finalmente, también hemos llegado a la conclusión que las crisis económicas, como la que estamos sufriendo actualmente, también se pueden considerar motivos para ampliar la duración de los contratos.
En resumen, hemos hecho que el programa resulte considerablemente más atractivo. El compromiso alcanzado también ha sido posible por el alto nivel de consenso entre todos los parlamentarios, que dejaron de lado consideraciones justificables y debates fundamentales para que el programa volviese a arrancar lo antes posible. Esta es la razón por la que, antes de que la Comisión presente una propuesta de proyecto Marco Polo II, debemos celebrar un debate general para volver a introducir todos los puntos necesarios para orientarnos en el futuro. Además, como es natural, queremos saber cómo funcionarán los ajustes que hemos realizado. Este es el tema de la votación: espero poder contar con su apoyo mañana.
Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, me gustaría dar las gracias al señor Stockmann por el trabajo que ha realizado. Desde el año 2003, el programa Marco Polo ha buscado crear un sistema de transporte más sostenible en Europa, trasladando una parte sustancial del aumento anual del transporte de mercancías por carretera a otros modos más ecológicos, como las vías navegables interiores, el ferrocarril y el transporte marítimo de corta distancia. El primer programa Marco Polo, que tenía el objetivo de sacar 48 000 millones de toneladas-kilómetro de las carreteras en un plazo de cuatro años, terminó en el año 2006. La evaluación externa realizada demostró que solo se alcanzó un 64 % del volumen previsto.
La experiencia del segundo programa Marco Polo demuestra que, desgraciadamente, la efectividad no va en aumento, y que Europa no está sacando suficiente provecho de esta importante herramienta para disfrutar de un sistema de transporte más adecuado a la evolución del mercado. El año pasado, envié una serie de cartas a todos los ministros de transporte de la UE, pidiéndoles que utilizasen el programa Marco Polo.
Es por todo ello que creo –y parece que el Parlamento comparte mi punto de vista– que ha llegado la hora de enmendar el reglamento, de cambiar las normas para acceder a este proyecto, o programa, con el claro objetivo de conceder todos estos fondos que no siempre se utilizan. No hay duda de que vamos por el camino correcto, ya que estamos intentando ayudar a que pequeñas y medianas empresas se beneficien de un proyecto comunitario. Hasta ahora, las PYME han tenido grandes dificultades para acceder a los fondos europeos concedidos a través del programa Marco Polo.
El mensaje que estamos mandando hoy no solo va dirigido a los beneficiarios del programa Marco Polo. Creo que también es un llamamiento a la modificación de muchos reglamentos europeos, dado que tenemos los mismos problemas otros sectores y ciertas normativas nacionales vinculadas a los fondos europeos: no siempre: no siempre se redactan de modo que sea fácil acceder a dichos fondos. Es un problema más que real en todos los Estados miembros, y me gustaría volver a remarcar que no solo afecta a nuestros reglamentos, sino también a las normativas nacionales relacionadas con los fondos europeos.
Creo que hoy no solo estamos trabajando en el programa Marco Polo, sino que también estamos mandando un mensaje sobre cómo legislar mejor para beneficiar a los ciudadanos y sobre nuestro deseo de simplificar el acceso a los proyectos comunitarios. Es por ello que considero que el trabajo del señor Stockmann merece todo nuestro apoyo y que el texto propuesto debería adoptarse, de modo que el Parlamento, repito, pueda mandar mañana un mensaje positivo a toda la Unión Europea.
Permítanme decir una vez más que no solo estamos hablando del programa Marco Polo: es un problema mucho más complejo. A partir de la reforma de Marco Polo, creo que haremos un gran favor a otros sectores que se sirven de los fondos comunitarios y a los receptores de los diversos programas que la Comisión ofrece a los 27 Estados miembros y a sus empresas.
Anne E. Jensen, ponente de la opinión de la Comisión de Presupuestos. – (DA) Señora Presidenta, cuando la Comisión de Presupuestos decidió hacer pública una declaración sobre el programa Marco Polo, la razón exacta por la que lo hizo es que consideraba difícil garantizar que los fondos se utilizasen con los fines estipulados. No es sorprendente, pues, que nos alegremos de que se haya decidido hacer algo al respecto. Hay que aplaudir el trabajo de la Comisión. Intentamos simplificar la administración y hacer que las normas sean más estrictas con el fin de hacer más fácil que los fondos se utilicen con las finalidades estipuladas. Los miembros de la Comisión de Presupuestos también hemos acordado que, si no conseguimos mejorar la implementación del programa, si no conseguimos garantizar que los fondos se utilicen con los fines que deberían, deberemos replantearnos la necesidad de destinar tanto dinero al programa Marco Polo, así como la posibilidad de desviar algunos de estos fondos a otros programas que los puedan utilizar mejor. Evidentemente, llevaremos a cabo una evaluación intermedia del presupuesto después de las elecciones de 2010, y una de las cosas que deberemos saber es qué programas funcionan bien y cuáles no. Obviamente, desviaremos dinero de proyectos en los que no se utilice a otros donde veamos que haya más necesidad, de modo que no se desaproveche ninguna subvención.
Dieter-Lebrecht Koch, en nombre del Grupo PPE-DE. – (DE) Señora Presidenta, el pleno votará mañana el programa Marco Polo II para mejorar el comportamiento medioambiental del transporte de mercancías. Marco Polo II ofrece más seguridad en materia de planificación, ya que se prevé que esté vigente hasta el 31 de diciembre de 2013, y cuenta con un presupuesto de 450 millones de euros. Las condiciones que deberán satisfacer los proyectos propuestos para acceder a la financiación son menos exigentes que en el programa Marco Polo I, lo que hace que las pequeñas y medianas empresas también puedan acceder a estos fondos. Doy las gracias al ponente por su trabajo en este sentido. En vista de la situación financiera actual de muchas pequeñas y medianas empresas, esta política puede cualificarse de muy buena para la ciudadanía europea, y por ello le doy mi apoyo incondicional.
El programa se basa en desplazar el tráfico de mercancías y reducir la sobrecarga del transporte por carretera. También reforzará la comodalidad y, en consecuencia, contribuir a que Europa disponga de un sistema de transporte más eficiente y sostenible. Si votamos a favor, algo que recomiendo que hagamos mañana, el procedimiento legislativo se podrá cerrar en primera lectura.
Zbigniew Krzysztof Kuźmiuk, en nombre del Grupo UEN. – (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, en nombre del Grupo Unión por la Europa de las Naciones, desearía señalar algunos aspectos relativos al programa.
A pesar de sus encomiables objetivos, como reducir la sobrecarga del transporte por carretera y reducir sus efectos en el medio ambiente y dar preferencia al ferrocarril, el transporte marítimo de corta distancia, las vías navegables interiores o a una combinación de modos de transporte para trasladar bienes dentro de Europa, la realidad es que se utilizan menos de la mitad de los fondos anuales disponibles para el programa Marco Polo y que se ejecutan menos del 60 % de las actividades planeadas por el programa.
Es, por lo tanto, necesario apoyar las propuestas de la Comisión Europea encaradas a simplificar el programa, especialmente en lo referente a la participación de empresas pequeñas y unipersonales en el programa sin necesidad de formar consorcios, la reducción del umbral de toneladas-kilómetro exigido para poder beneficiarse del programa, subir la intensidad de las subvenciones aumentando la ayuda financiera –que ha pasado de 1 a 2 euros por cada 500 toneladas-kilómetro de mercancías transportadas por otros medios– y simplificar los procedimientos que hay que seguir para obtener esta ayuda financiera. Me gustaría expresar nuestra esperanza de que todas estas medidas ayuden a garantizar que se haga el mejor uso posible de los medios financieros disponibles en el marco de este programa.
Johannes Blokland, en nombre del Grupo IND/DEM. – (NL) Esta tarde estamos debatiendo los cambios en el programa Marco Polo II. Estoy en deuda con la Comisión Europea por presentar propuestas para reducir los umbrales para acceder a este fondo, y me complace ver que el señor Stockmann ha aceptado estas propuestas con el dinamismo necesario. Concretamente, pueden contar con mi apoyo en la reducción adicional del umbral para el transporte por vías navegables interiores.
Sin embargo, veo un problema: esta reducción es insuficiente. La señora Wortmann-Kool y yo mismo remediamos este error en el marco de la Comisión de Transportes y Turismo. Lamento, sin embargo, que el señor Stockmann considere que no sea aconsejable aprobar nuestra enmienda, la 24. Creía que era un partidario incondicional del transporte fluvial y esperaba que estas enmiendas fuesen de su agrado. Al fin y al cabo, el umbral propuesto por la Comisión es todavía demasiado alto para los pequeños empresarios que, casi por definición, componen el tejido de transportistas que operan por las vías navegables interiores europeas. No puedo entender por qué otras instituciones pueden querer encontrar defectos en la enmienda 24.
Disponemos de un fondo muy completo para el transporte sostenible. El transporte fluvial es, con diferencia, la modalidad más ecológica. ¿Por qué razones no debemos reducir aún más el umbral para este sector? Según mi punto de vista, la Comisión Europea tiene miedo de que estas propuestas hagan que ciertos Estados miembros del Consejo pidan reducciones en otras áreas. Me gustaría pedirle a la Comisión Europea que se mantenga firme en su postura y que reconozca explícitamente en esta cámara la importancia del transporte fluvial como el modo de transporte más limpio.
Rodi Kratsa-Tsagaropoulou (PPE-DE). - (EL) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, invertiremos 400 millones de euros en el programa Marco Polo II hasta 2013, junto con muchas esperanzas y perspectivas de conseguir un sistema de transporte más eficiente y viable, que garantice un valor medioambiental añadido en la Unión Europea y, a la vez, mejorar la cohesión económica, social y territorial.
Los resultados de la fase de presentación de propuestas relacionadas con el programa Marco Polo II, publicados en 2008, y las conclusiones de la evaluación del primer programa Marco Polo han demostrado que este programa puede producir ostensibles cambios en nuestro sistema de transporte. Sin embargo, es altamente probable que el objetivo establecido en su base jurídica, que no es otra que evitar la congestión o desplazar una parte sustancial del crecimiento global previsto del transporte internacional de mercancías por carretera en Europa, no se consiga.
Para que el programa cumpla con sus objetivos, debemos conseguir que Marco Polo II resulte más atractivo. Es necesario cambiar base jurídica y los procedimientos de verificación deben ser más claros y sencillos. Además, las condiciones y requisitos para recibir fondos deben ajustarse al objetivo real y los cambios deben hacerse como más rápido mejor, para así asegurar el mayor efecto posible.
Desde el Parlamento Europeo apoyamos y esperamos que se facilite el acceso al programa a las pequeñas empresas, que se rebajen y simplifiquen los requisitos para poder participar y que se aumenten las subvenciones; es decir, un programa que sea más funcional y directamente efectivo.
Estos cambios y ajustes pueden servir de ejemplo para crear una Europa más vital, dinámica y efectiva, que es algo que debemos conseguir que los ciudadanos entiendan y experimenten en vísperas de las elecciones europeas.
Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, para terminar me gustaría responder algunas de las preguntas que han formulado y, a la vez, darles las gracias por el apoyo que han dado en primera lectura a este acuerdo, que sin duda ayudará a mejorar la efectividad del segundo programa Marco Polo.
Me gustaría decir que, en los últimos años, mis colaboradores, a los que vuelvo a dar las gracias por su gran trabajo, ya han empezado a reflexionar sobre el programa Marco Polo más allá de 2013, y su evaluación se centrará, entre otras cosas, en los puntos detallados en el acuerdo de compromiso. Más concretamente, me gustaría recalcar la necesidad de diferenciar entre modos de transporte por criterios de seguridad, comportamiento medioambiental y eficiencia energética a la hora de definir las condiciones para disfrutar de fondos europeos, la necesidad de proveer asistencia basada en la demanda en la fase de aplicación, tomando en consideración las necesidades de las pequeñas y medianas empresas, el reconocimiento de la recesión económica como una razón excepcional para ampliar la duración de los proyectos y la rebaja específica para cada producto de los umbrales y requisitos para acceder a los fondos del programa.
En lo referente a la reducción de los umbrales, me gustaría tranquilizar al señor Blokland: el texto que adoptaremos ya incluye un umbral reducido para las vías navegables interiores. No creo que pudiéramos haber hecho más de lo que hemos hecho, dado que los costes administrativos aumentarían demasiado, pero sí considero que hemos enviado la señal que usted pedía.
Volviendo a nuestras reflexiones sobre el programa Marco Polo más allá de 2013: como decía, los aspectos que se tratarán también incluyen la posibilidad de indicar los objetivos de los umbrales mínimos para que los proyectos propuestos reciban fondos en términos de eficiencia energética y beneficios para el medio ambiente, y no solo en el número de toneladas-kilómetro desplazadas. Además, estudiaremos la posibilidad de garantizar la coherencia entre el programa Marco Polo, el plan de acción para la logística del transporte de mercancías y el programa TEN-T mediante la adopción de las medidas pertinentes para coordinar la asignación de los fondos comunitarios, especialmente en el caso de las autopistas marítimas, así como la necesidad de tener en cuenta las características específicas del sector del transporte fluvial y las PYME que lo conforman, por ejemplo elaborando un programa específico para este sector.
En cualquier caso, la Comisión tiene la intención de presentar su comunicación sobre el futuro del programa, posiblemente acompañada de una propuesta de un tercer programa Marco Polo, durante el año 2011.
Ulrich Stockmann, ponente. − (DE) Señora Presidenta, señor Comisario, estoy de acuerdo con ustedes. Mañana podemos dar un mensaje muy positivo: podemos aprobar enmiendas sensatas y pensadas en los ciudadanos a nuestra legislación cuando es necesario hacerlo. Pero no deberíamos conformarnos con este mensaje: también deberíamos poner en marcha una campaña informativa en todos los países de Europa, de modo que podamos sacar partido del atractivo de este programa, dado que no hay duda de que hemos realizado todos los ajustes necesarios. Podemos obtener grandes beneficios por una inversión mínima. Si no somos capaces de modificar ciertos hábitos de transporte con estas reformas, no hay duda de que deberemos cuestionarnos todo el programa.
Espero, señora Jensen, que no tengamos que destinar este dinero a otros programas, ya que los objetivos de Marco Polo son de la máxima importancia. Aunque es difícil, debemos y conseguiremos desplazar el tráfico en los casos que sea posible. Señor Blokland, creo que ya le hemos respondido. Hemos renegociado el transporte por vías navegables y hemos conseguido que el Consejo aceptase nuevas condiciones. Nuestra preocupación principal era aprobar las enmiendas en primera lectura, y es por ello que no pudimos adoptar una postura demasiado radical y tuvimos que negociar con un ojo puesto en el compromiso y el consenso. El resultado final ha sido un magnífico acuerdo.
Espero con ansia el debate fundamental sobre el tercer programa, que tendrá lugar pronto y que, a partir de una comunicación que ha prometido la Comisión, nos permitirá debatir todas las preguntas fundamentales, todo lo que hemos detallado en una propuesta común para alcanzar un compromiso: por ejemplo, si deberíamos dividir el programa en modos de transporte individuales, etc. Estas nuevas propuestas harán que el programa vuelva a interesar. Tiene que funcionar: no podemos parar las máquinas y permitir que los proyectos que ya están en marcha se ahoguen en medio de esta crisis. Sería una verdadera pena, y por ello hemos llegado a este compromiso. Muchas gracias una vez más a todos por sus aportaciones.