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 Texto íntegro 
Procedimiento : 2009/2581(RSP)
Ciclo de vida en sesión
Ciclos relativos a los documentos :

Textos presentados :

RC-B6-0248/2009

Debates :

PV 24/04/2009 - 5.3
CRE 24/04/2009 - 5.3

Votaciones :

PV 24/04/2009 - 7.3
CRE 24/04/2009 - 7.3
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P6_TA(2009)0311

Acta literal de los debates
Viernes 24 de abril de 2009 - Estrasburgo Edición DO

5.3. Situación humanitaria de los residentes en el campo de Ashraf
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. - El punto siguiente es el debate sobre seis propuestas de resolución relativas a la situación humanitaria de los residentes en el campo de Ashraf(1).

 
  
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  Ana Maria Gomes, autora. Señor Presidente, algunos de los miembros de esta Cámara desean presentar a los Muyahidines del Pueblo Iraní como héroes o como una auténtica alternativa al régimen iraní, pero no son ni lo uno ni lo otro.

En los viajes que he realizado a Iraq, he escuchado a los dirigentes kurdos, sunitas, chiitas, cristianos, turcomanos y a otros quejarse sobre el papel desempeñado por los Muyahidines del Pueblo Iraní, como herramienta de Sadam Husein, en la campaña de Anfar de 1988, que culminó en masacres como la de Halabja. Eso fue lo que confirmó la Delegación iraquí que nos visitó esta semana y nos garantizó que la Constitución iraquí obliga al Gobierno a respetar plenamente los derechos humanos de los residentes del campo de Ashraf, que con la ayuda del ACNUR y el CICR desean trasladarse a Irán u otros destinos, o desean permanecer en calidad de refugiados políticos conforme a las leyes de Iraq.

Debemos comprender la reticencia del Gobierno iraquí a que el Campo de Ashraf siga siendo un obstáculo para sus buenas relaciones con Irán. Los iraquíes están obligados a vivir al lado de Irán, que es un poderoso vecino. Es cierto que los Muyahidines del Pueblo Iraní ya no figuran en la lista de organizaciones terroristas, pero siguen siendo un culto poco transparente que trata de forma brutal a aquellos de sus miembros que desean desertar. Ante todo, los habitantes del campo de Ashraf son seres humanos cuyos derechos humanos deben ser respetados, independientemente de la suerte que corra la organización o de su pasado. Deben ser tratados de conformidad con el Convenio sobre los refugiados de 1951 y nadie —repito, nadie— debe ser obligado a volver a Irán.

Pero permítanme dejar algo claro. Esta resolución no se refiere al régimen iraní, que reprime a su pueblo, gestiona mal al país y desestabiliza al Próximo Oriente desde hace décadas. Quienquiera que diga que votar a favor de las enmiendas del PSE y de los Verdes, que pretenden rebajar el tono de esta resolución, es votar a favor del régimen iraní, obra de mala fe o simplemente carece de argumentos.

La intención de nuestras enmiendas es muy sencilla. Deseamos presentar todo el cuadro de las violaciones de los derechos humanos y amenazas dentro del campo de Ashraf y sus alrededores. Por ejemplo, pedimos que se permita que el CICR y el ACNUR entrevisten a todos los residentes del campo de Ashraf en un lugar neutral y sin la presencia de funcionarios de los Muyahidines del Pueblo, a fin de conocer realmente sus verdaderos deseos. Asimismo tenemos que pedir a los dirigentes de los Muyahidines que dejen de controlar la vida de los residentes del campo de Ashraf, impidiéndoles abandonarlo. Ante todo, expresamos nuestra inquietud por las presuntas prácticas de manipulación mental y física y las graves violaciones de los derechos humanos dentro de este culto. En resumen, se trata de los derechos humanos individuales de los residentes del campo de Ashraf. Tengamos en mente a estas personas y sus derechos humanos a la hora de votar.

 
  
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  Alejo Vidal-Quadras, autor. Señor Presidente, esta mañana votaremos una propuesta conjunta de resolución firmada por cuatro grupos políticos sobre la situación del campo de refugiados de Ashraf en Iraq. Tres mil quinientos hombres y mujeres iraníes, miembros de la oposición democrática al régimen fundamentalista de Irán, viven en él completamente indefensos. En las últimas semanas se han visto sometidos a la presión y acoso de la facción del Gobierno iraquí influenciada por el régimen iraní, y es muy probable que en cualquier momento pueda producirse una tragedia comparable a la que presenciamos en los Balcanes no hace mucho.

Todos recordamos Srebrenica, y no me cabe duda de que de que ninguna diputada o diputado de esta Cámara desea una segunda Srebrenica en Iraq. Nuestra propuesta de resolución es un llamamiento para alertar a la opinión pública de todo el mundo antes de que se produzca un desastre. Desgraciadamente, algunos diputados han presentado enmiendas que podrían aumentar el peligro para los residentes del campo de Ashraf y dar argumentos al régimen iraní y a sus representantes en Iraq para masacrarlos.

Hace poco estuve en el campo y puedo asegurarles que las acusaciones formuladas, entre ellas las enmiendas presentadas, carecen de todo fundamento. Los residentes de Ashraf se encuentran ahí de forma voluntaria. Son libres de irse cuando quieran y viven en las mejores relaciones de amistad con la población iraquí de la región. La intención de nuestra propuesta es proteger a estas personas. Nadie lo entendería pero si se aprueban estas enmiendas, el resultado de la propuesta sería exactamente el contrario.

Señorías: no se trata de una cuestión política, sino exclusivamente humanitaria y sumamente urgente. Les ruego que voten en contra de todas las enmiendas presentadas a esta propuesta conjunta que apoyan estos cuatro grupos, y que aprueben la propuesta tal como fue acordada por estos cuatro grupos que a menudo defienden posiciones políticas muy diferentes. La vida de muchas personas inocentes e inofensivas depende de su voto. Por favor, no los defrauden.

 
  
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  Angelika Beer, autora. (DE) Señor Presidente, señoras y señores, mi grupo no firmó esta resolución y sólo votaremos a favor de ella si se aprueban las enmiendas que he presentado junto con su autora, la Sra. Gomes, en nombre del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea.

Se refiere a la disputa sobre los Muyahidines o MEK. No se trata de una oposición democrática. Me gustaría decir unas cuantas cosas al respecto. El MEK es una organización degenerada, que equivale a una secta religiosa que ejerce una dura opresión sobre sus propios miembros, incluso dentro del campo. Se emplea presión psíquica y física para obligar a los miembros a permanecer en este campo. Aquellos que se niegan a que destruyan sus relaciones son obligados a divorciarse y se les arrebata a sus hijos, lo que constituye uno de los medios de opresión más brutales.

El MEK ha aislado totalmente a los miembros que viven dentro y fuera del campo. Está prohibido cualquier contacto con la prensa o los medios de comunicación internacionales. Todas las entrevistas realizadas por los Estados Unidos tuvieron lugar en presencia de funcionarios del MEK, lo que significa que estas personas no podían hablar sobre sus verdaderos problemas e inquietudes.

En el pasado, algunos miembros del MEK procedentes del norte de Iraq fueron entregados a los verdugos de Sadam Husein para ser torturados y asesinados de forma degradante en la prisión de Abu Graib. Estos no son sino unos cuantos ejemplos y explicaciones de las enmiendas conjuntas que les pido que apoyen. Quien las rechace —y quiero decirlo con toda claridad— y quien apruebe la actual resolución sin cambios vota a favor de permitir que el MEK continúe con su política de presión en un campo bajo su control. Del mismo modo, sería responsable, en parte, de lo que el MEK amenaza con hacer, es decir, que si el campo se disuelve bajo supervisión internacional, pedirá a sus miembros que se incineren. Eso es exactamente lo que no queremos y, por ello, pido a los diputados que voten a favor de las enmiendas presentadas por el PSE y mi grupo.

 
  
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  Erik Meijer, autor. Señor Presidente, desde hace 30 años Irán es una dictadura teocrática. Esa dictadura no sólo obliga a los habitantes del país a vivir de conformidad con sus normas religiosas, sino que intenta matar a todos los que no se someten a este sistema. La consecuencia de ello es que muchos iraníes deben vivir en el exilio, no sólo en Europa, sino también en países vecinos.

Tras la invasión angloamericana de Iraq, los iraníes que vivían exiliados en ese país recibieron una garantía de protección de Irán. Ahora, las tropas extranjeras se preparan para retirase de Iraq. Yo apoyo esa retirada, pero una consecuencia imprevista de ella podría ser que el régimen teocrático de Irán tenga la oportunidad de atacar a la oposición fuera de sus fronteras. Pretende que se deporte a estas personas a Irán para acabar con ellas. Dentro de Iraq existe una gran solidaridad con los iraníes en el exilio. Sin embargo, el poder de Irán en Iraq ha aumentado porque la mayoría de los iraquíes son musulmanes chiitas.

Mediante preguntas escritas al Consejo he destacado la situación de las 3 400 personas que viven en el campo de Ashraf. La única respuesta que he recibido es que el Consejo no ha deliberado sobre esta cuestión. Hoy debatimos una resolución muy importante y urgente sobre el campo de Ashraf. En dos resoluciones anteriores aprobadas en 2007 y 2008, nuestro Parlamento confirmó que los habitantes del Campo de Ashraf gozan de los derechos contemplados en el Cuarto Convenio de Ginebra. Hoy, nuestro Parlamento presta especial atención a la situación actual mediante la adopción de una resolución exclusivamente sobre Ashraf. Se trata de un texto conjunto y equilibrado, aprobado por la mayoría de los grupos políticos, que pretende enviar un firme mensaje al Gobierno iraquí en el sentido de que los derechos de estas 3 400 personas que viven en Ashraf, entre ellas mil mujeres, no pueden ser violados debido a las presiones de los mullah de Irán.

Así pues, debemos enviar un mensaje unido, sin enmiendas que socaven y debiliten esta resolución, que sólo se refiere a los problemas humanitarios de los residentes de Ashraf. Debemos evitar que el texto definitivo de la resolución sufra cambios que vengan a complicar la situación o pongan en peligro la vida de estas personas indefensas.

Los habitantes de Ashraf fueron bombardeados por fuerzas norteamericanas al principio de la invasión en 2003. Más tarde fueron registrados por los Estados Unidos. El Gobierno iraquí también ha registrado a cada uno de los residentes de Ashraf durante el mes de abril de este año. Cada uno de ellos fue entrevistado fuera del campo. Se les recomendó e instó a que abandonaran el campo o regresaran a Irán. Únicamente seis de ellos aceptaron partir, seis de 3 400. Así pues, debemos respetar su decisión.

 
  
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  Mogens Camre, autor. Señor Presidente, la situación del campo de Ashraf, que alberga a 3 500 miembros de la principal oposición democrática de Irán, los Muyahidines del Pueblo Iraní, ha sido motivo de preocupación durante algún tiempo, así como objeto de varias resoluciones de esta Cámara en los últimos años. Visité el campo de Ashraf con una delegación de cuatro miembros de esta Cámara en el mes de octubre del año pasado y me reuní con funcionarios norteamericanos iraquíes y de las Naciones Unidas. Todos ellos confirmaron nuestra inquietud acerca de la situación jurídica de los residentes de Ashraf, debido a que su seguridad fue transferida por las tropas estadounidenses a las iraquíes a principios de este año.

La situación ha empeorado mucho desde entonces. El líder supremo de Irán pidió en una declaración oficial a finales de febrero al Presidente iraquí, que se encontraba de visita, que aplicara el acuerdo mutuo de cerrar el campo de Ashraf y expulsara a todos sus residentes de Iraq.

Desde entonces, las fuerzas iraquíes mantienen sitiado el campo. Los soldados iraquíes evitan la entrada de las familias de los residentes de Ashraf, así como de delegaciones parlamentarias, organizaciones de defensa de los derechos humanos, abogados, periodistas e incluso médicos al campo, y no permiten la entrada de numerosos materiales logísticos.

Por esta razón, este Parlamento consideró absolutamente necesario abordar esta cuestión de manera urgente en estos momentos. Hemos colaborado con todos los grupos y elaborado un texto común, que presenta un buen equilibrio, aborda todas nuestras inquietudes acerca de esta cuestión, y pide a los organismos internacionales que encuentren un estatus jurídico duradero para los residentes de Ashraf.

Desgraciadamente se han presentado algunas enmiendas por parte de los portavoces de Teherán, aquellos que creen las mentiras que cuenta el Gobierno iraní. Me parece que debemos comprender con toda claridad que estas enmiendas son contrarias a la seguridad de los residentes de Ashraf y debemos votar en contra. Instamos a todos los diputados a que se atengan al texto conjunto y rechacen todas las enmiendas.

 
  
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  Marco Cappato, autor. (IT) Señor Presidente, señoras y señores, hoy hablamos acerca de un «campo», que en realidad es una pequeña ciudad de personas que han entregado sus armas tras tomar una difícil posición política, personas que han confiado de hecho su propia seguridad a la comunidad internacional. La razón por la que debatimos este punto hoy con carácter urgente es el riesgo de que estas personas puedan ser deportadas en masa y que el régimen iraní acabe de una vez por todas con sus derechos.

Sin duda podemos preguntarnos acerca del grado de democracia de los Muyahidines del Pueblo Iraní, su organización, pero ese no es el tema del debate que debemos celebrar y esta no es la razón por la que solicitamos que se empleara el procedimiento de urgencia. La razón por la que solicitamos el procedimiento de urgencia fue para evitar que toda esta pequeña ciudad sea atacada, que se acabe con sus derechos fundamentales y que sus residentes sean entregados en manos de la dictadura iraní.

Es por ello que las enmiendas presentadas simplemente contribuyen a confundir la gran urgencia y necesidad de este mensaje, y por este motivo espero que no sean aprobadas.

 
  
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  Tunne Kelam, en nombre del Grupo del PPE-DE. Señor Presidente, estamos hoy aquí para evitar que tenga lugar una posible tragedia humana a gran escala.

Casi 4 000 personas, miembros de la oposición iráni, corren inminente peligro de ser deportadas por las autoridades iraquíes a Irán, cuyo régimen ha ejecutado ya a más de 22 000 de sus correligionarios. Y por cierto, han sido estas personas las que han puesto al descubierto el programa nuclear secreto de Teherán y se oponen a este régimen exportador de terrorismo por medios pacíficos.

La protección de sus vidas, el respeto de su libre voluntad y dignidad, y la garantía de un futuro seguro con arreglo al derecho internacional van en interés de la credibilidad democrática del Gobierno iraquí, así como del Gobierno norteamericano, que ha garantizado su condición de personas protegidas. Pero ante todo, pedimos al Gobierno iraquí que levante el bloqueo del campo de Ashraf.

 
  
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  Nicholson of Winterbourne, en nombre del Grupo ALDE. Señor Presidente, creo que Alejo Vidal-Quadras, viejo amigo mío, y otros oradores están profundamente equivocados y que debemos apoyar las enmiendas, ya que el Gobierno iraquí ha anunciado en más de una ocasión que no tiene intención alguna de obligar a los habitantes del campo de Ashraf a trasladarse a Irán o a cualquier otro país.

El Gobierno iraquí ha solicitado en varias ocasiones a diversos países, entre ellos numerosos Estados miembros de la UE, que los reciban, pero estos no lo han aceptado.

De las 3 400 personas que viven en el campo, 1 015 poseen permisos de residencia y gozan de la condición de residentes en varios países, muchos de los cuales son Estados miembros de la UE, y ahora no aceptamos a estas personas. ¿Por qué?

La mayoría de los habitantes del campo han recibido formación militar profesional durante el régimen de Sadam Husein y participaron en la guardia presidencial de este y otras fuerzas de seguridad durante el violento aplastamiento del levantamiento popular iraquí tras la liberación de Kuwait en 1991.

Existen amplias pruebas de que estas personas hicieron daño a personas iraquíes cuando el ejército de ese país se negó a llevar a cabo los asesinatos ordenados por Sadam Husein. Las familias de las víctimas iraquíes no pueden olvidar este hecho y la Constitución iraquí no permite la presencia de grupos, como el MEK o el PKK, en terreno iraquí.

Dos mil de estas personas se han registrado ante el Alto Comisionado para los Refugiados con la esperanza de ser trasladados a otros países dispuestos a recibirlos, y el Gobierno iraquí ha colaborado estrechamente con el ACNUR durante muchos años para solicitar a otros países que los acepten.

Sus Señorías, esto es competencia de Iraq. La soberanía de este país está en juego y debemos depositar nuestra confianza en el Gobierno iraquí elegido democráticamente. Ese es su derecho, su obligación, y puedo asegurarles que la cumplirán como es debido.

 
  
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  Charles Tannock (PPE-DE). - Señor Presidente, nunca he sido un gran partidario de los Muyahidines del Pueblo Iraní, cuyos orígenes filosóficos son islámico-marxistas —lo que constituye una contradicción de términos— que durante muchos años gozaron de la protección de Sadam Husein, el carnicero de Bagdad, a quien apoyaron militarmente.

Sin embargo, en los últimos años se han reformado y han dado valiosa información a Occidente sobre las violaciones de los derechos humanos en Irán y la ubicación geográfica de las instalaciones secretas de enriquecimiento de uranio de ese país. Por ello habría resultado discutible que hubieran permanecido en la lista de organizaciones terroristas de la UE. Lo que es indiscutible, en mi opinión es que los residentes del campo de Ashraf merecen protección jurídica en Iraq contra su Gobierno y las fuerzas aliadas, y no merecen ser deportados a Irán, donde se enfrentan casi con seguridad a la tortura y a su posible ejecución.

 
  
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  Richard Howitt (PSE). - Señor Presidente, este debate viene a demostrar una vez más los límites de las urgencias, con un inmenso número de intervenciones, porque no ha habido tiempo suficiente para celebrar negociaciones y consultas como es debido.

Quiero que conste en acta que el texto original socialista se opone claramente a cualquier deportación forzosa y pide el pleno cumplimiento del Convenio de Ginebra y el libre acceso de las organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. Al Sr. Vidal-Quadras y a otros les diré, tras haber buscado personalmente obtener un compromiso mediante el apoyo multipartidista únicamente para las enmiendas 2, 3 y 6, y luego el apoyo socialista a la resolución conjunta, que afirmar que estas enmiendas podrían ser utilizadas como pretexto para masacrar a los residentes del campo es distorsionar totalmente los hechos. Independientemente de que se apoye o critique a los Muyahidines del Pueblo Iraní en un debate sobre derechos humanos, ningún diputado de esta Cámara debería estar en contra de unas enmiendas que pretenden apoyar las obligaciones humanitarias de alguna o todas las partes en cualquier lugar del mundo.

 
  
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  Jan Zahradil (PPE-DE). – (CS) Señor Presidente, con treinta segundos tendré suficiente. Me gustaría decir que me siento muy satisfecho de que los Muyahidines del Pueblo Iraní hayan sido eliminados de la lista de organizaciones prohibidas del UE durante la Presidencia checa, y de que sigamos protegiendo a la oposición iraní contra el régimen mediante la resolución de hoy sobre el campo de Ashraf. Quiero dar las gracias a todos los oradores de todos los partidos, independientemente de su color o convicciones, y espero que la resolución sea aprobada en su versión original sin las propuestas de enmienda que la deformarían de cierto modo.

 
  
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  Paulo Casaca (PSE).(PT) Señor Presidente, yo también quiero pedir que la resolución conjunta se apruebe en su versión original. Las enmiendas presentadas en esta Cámara constituyen un profundo error.

No es cierto en absoluto que ni tan siquiera un refugiado del campo de Ashraf o del campo alternativo haya sido trasladado a Europa o incluso dentro de Iraq con el apoyo del Alto Comisionado. Les reto a que pregunten al Alto Comisionado si se ha trasladado a algún refugiado en algún momento.

Todo esto es absolutamente falso y su única intención es facilitar una masacre. De eso se trata y nada más, y quisiera pedir a los autores de estas vergonzosas enmiendas que las retiren, pues son un insulto para este Parlamento.

 
  
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  Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, he pedido la palabra, pero siempre que se me permita hablar. Con todos los diputados yendo de un lado a otro resulta realmente muy difícil; siento un gran respeto por el Parlamento, pero me parece que es verdaderamente imposible intervenir en esta circunstancias.

 
  
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  Presidente. — Tiene usted razón.

Colegas, no vamos a cerrar el debate hasta que no esté todo el mundo sentado y en silencio.

Me dirijo a los colegas que están en los pasillos y de conversación: ¡no vamos a cerrar el debate hasta que se acaben las conversaciones y se pueda escuchar al Vicepresidente de la Comisión con el debido respeto!

 
  
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  Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión. (IT) Señor Presidente, quiero darle las gracias porque creo que lo correcto es participar en los debates escuchando lo que se dice e interviniendo de la manera adecuada.

Vicepresidente de la Comisión. (FR) Voy a hablar en francés. Señor Presidente, señores y señoras, la Comisión sigue muy de cerca la evolución de la situación en Iraq, en particular en lo relativo al campo de Ashraf.

Todos sabemos que en enero de 2009 el Gobierno iraquí tomó el control de esa zona. Con respecto a la situación humanitaria en el campo, la Comisión ha sido informada por el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales, que han estado siguiendo la evolución de la situación, de que no se ha comunicado ningún deterioro importante de las condiciones de vida ni de incumplimiento de los convenios internacionales.

La Comisión está totalmente de acuerdo en que el cierre del campo debe realizarse dentro de un marco legal y no deben amenazarse las vidas y el bienestar físico y moral de sus residentes. Deberían aplicarse las normas del Derecho humanitario internacional, en particular el principio de no devolución.

El Gobierno iraquí ha manifestado en varias ocasiones que está dispuesto a tratar con dignidad a los residentes del campo y que no tiene intención alguna de deportar ilegalmente a los miembros de esta organización ni de obligarlos a que abandonen Iraq.

En vista de ello, la Comisión subraya, no obstante, la necesidad de respetar, como siempre, el Estado de Derecho y espera que el Gobierno iraquí actúe en consecuencia.

Durante su reunión con la Comisión en marzo de 2009, las autoridades iraquíes reiteraron su compromiso de respetar las normas del Derecho humanitario internacional y de no utilizar la fuerza y, en particular, de no proceder a devoluciones forzosas a Irán.

El Ministro de Derechos Humanos iraquí está organizando actualmente reuniones personales con los residentes para establecer sus derechos y determinar si desean volver a Irán o trasladarse a otro país.

En las últimas semanas, algunos miembros han decidido abandonar el campo y lo han podido hacer sin dificultad alguna. La Comisión apoya estas actuaciones. Si los residentes del campo desean salir de Iraq, el Gobierno de ese país debe autorizarlos a establecerse en otro país y facilitar este proceso.

La Comisión seguirá muy de cerca los avances de la situación en cooperación con los representantes de los Estados miembros presentes sobre el terreno.

(Aplausos)

 
  
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  Presidente. — Se cierra el debate.

La votación tiene lugar a continuación.

 
  
  

PRESIDE: MARTINE ROURE
Vicepresidenta

 
  

(1)Véase el Acta.

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