Presidente. - El punto siguiente es la declaración de la Comisión sobre la situación económica y financiera en Moldova.
Leonard Orban, miembro de la Comisión. – (RO) Las elecciones que se volvieron a celebrar el 29 de julio en la República de Moldova fueron una prueba crucial de la capacidad del país para consolidar su desarrollo democrático y seguir avanzando hacia un acercamiento a la Unión Europea. Nos alegra que las elecciones se hayan celebrado en un clima de calma y orden, y que el nuevo gobierno haya expresado no solo su firme intención de favorecer una deriva proeuropea, sino que también haya adoptado varias medidas en esta dirección.
Por otro lado, las nuevas autoridades de la República de Moldova afrontan enormes dificultades. Una de las crisis más graves y de las mayores dificultades es la necesidad de afrontar las consecuencias de la crisis económica y financiera. Entre los vecinos del este de la Unión Europea, la República de Moldova es probablemente la que se encuentra en una situación económica más precaria. El comercio y la producción industrial se han hundido no solo como consecuencia de la crisis, sino también debido al malestar político provocado por las elecciones parlamentarias de abril.
Las remesas de dinero transferidas desde el extranjero por ciudadanos moldavos, que supusieron hasta el último año más de un tercio del PIB nacional, han caído muy por debajo del nivel habitual. Las exportaciones y las importaciones se han reducido drásticamente. Lo mismo sucede con la demanda interna y la producción industrial. Se prevé una fuerte caída para 2009, incluso superior al 10 % del PIB.
Puesto que la República de Moldova ya es el país más pobre de Europa, este declive le afectará con especial fuerza y agravará aún más las dificultades a las que se enfrenta la población, especialmente las personas más vulnerables de la sociedad. A fin de ofrecer ayuda a la República de Moldova y a su población, la Unión Europea está preparada para apoyar a este país ofreciendo asistencia macrofinanciera, además de lo que pueda ofrecer el Fondo Monetario Internacional, como parte de un esfuerzo coordinado con este último. Además, ofreceremos ayuda especializada y el pago acelerado de nuestra ayuda habitual a este país.
Con respecto a la ayuda macrofinanciera, puesto que es necesario para este tipo de ayuda, nuestra asistencia dependerá de que se alcance un acuerdo sobre un programa de apoyo entre la República de Moldova y el Fondo Monetario Internacional. En la actualidad los representantes del FMI están en Chisinau y esperamos su informe con interés. No podemos empezar a preparar un programa de ayuda macrofinanciera antes de que se ponga en marcha el programa con el FMI. Por tanto, es demasiado pronto para que podamos saber qué forma adoptará el programa de ayuda macrofinanciera que pueda ofrecer la Comisión Europea.
Esperamos que las autoridades del país soliciten ayuda, no solo para consolidar sus reservas de divisas, sino también para cubrir su déficit presupuestario. También debo mencionar que la República de Moldova puede optar tanto a subvenciones como a préstamos. La composición final del conjunto de medidas de ayuda dependerá, por supuesto, de las necesidades que se identifiquen.
Mientras tanto, la Comisión Europea ya ha enviado una misión de expertos a Chisinau, dirigida por la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros (DG ECFIN), para ofrecer a las autoridades de la República de Moldova ayuda en la redacción de su programa económico. El objetivo de la misión que se deriva de la reciente reunión con las autoridades en Chisinau ha sido ayudarles a evaluar la respuesta del país a la situación económica actual. Se han utilizado los servicios de la Comisión en esta ocasión para recopilar la información necesaria para preparar un programa de ayuda macrofinanciera.
La Comisión sigue estando disponible para ofrecer de forma continua a las autoridades de Chisinau consultoría especializada en este campo. Al mismo tiempo, nos estamos esforzando por acelerar los pagos de las operaciones de apoyo presupuestario que forman parte del Instrumento Europeo de Vecindad y Asociación. En septiembre, la Comisión Europea aprobó un incremento de los 30,5 millones de euros a 34,5 millones del límite máximo para los pagos destinados al apoyo presupuestario este año. Por supuesto, el objetivo de nuestra ayuda en forma de apoyo presupuestario es, ante todo, incentivar las reformas en los sectores acordados y no solo poner parches al presupuesto.
Sin embargo, en la situación actual, supone más que una forma de complementar los limitados recursos presupuestarios. Es también una forma de ayudar a la población de la República de Moldova a superar las verdaderas dificultades que está afrontando.
En concreto, valoramos positivamente que los Miembros del Parlamento Europeo hayan solicitado el apoyo urgente a la República de Moldova. En los próximos meses les solicitaremos su apoyo a los esfuerzos que estamos haciendo en este terreno. Confiamos en que el Parlamento aprobará de inmediato el conjunto de medidas de ayuda macrofinanciera para la República de Moldova cuando se presente. Esto nos permitirá garantizar que esta ayuda se ofrece en un plazo adecuado.
Antes de terminar mi intervención, Señorías, permítanme hacer referencia brevemente a la situación en la región del Transdniéster. En primer lugar, me gustaría subrayar la importancia que para nosotros tiene no perder de vista este problema en el telón de fondo de los importantes cambios políticos que se están produciendo en la República de Moldova. Las conversaciones que tenían como objetivo resolver el conflicto se debería retomar lo antes posible con el formato 5+2. Somos optimistas a este respecto, ya que el nuevo gobierno ha reafirmado su apoyo a este principio en su programa. La Unión Europea tiene una influencia cada vez más importante en estos avances.
Contamos con que el nuevo gobierno de Chisinau adopte un enfoque proactivo de este problema, lo que ayudará a resolver el conflicto. Por lo que a nosotros respecta, acabamos de poner en marcha dos conjuntos de proyectos, con financiación de la Comisión Europea, para reforzar la confianza en los sectores sanitario, de protección medioambiental, social y económico. Esta medida forma parte de nuestros constantes esfuerzos más amplios por resolver el conflicto.
Señorías, la República de Moldova se encuentra en una encrucijada, tanto desde el punto de vista político como económico. Nosotros estamos totalmente comprometidos con el apoyo al desarrollo futuro del país. Seguiremos haciendo todo lo posible, en este momento especialmente crítico, para garantizar que nuestro apoyo es sustancial y eficaz y que se hace llegar en el momento adecuado.
Marian-Jean Marinescu, en nombre del Grupo PPE. – (RO) La República de Moldova está atravesando una grave crisis económica, financiera e institucional provocada por la situación global económica y financiera y, especialmente, por los ocho años de gobierno comunista.
Las elecciones anticipadas celebradas en julio de 2009 y la victoria de la Alianza para la Integración en Europa suponen un importante paso hacia adelante para lograr las aspiraciones europeas de los ciudadanos moldavos. La victoria se logró gracias al esfuerzo de los partidos de la Alianza contra los métodos comunistas y contra la influencia de la situación en la región del Transdniéster y la influencia de la Federación de Rusia. Debemos admirar a aquellos que han logrado esta victoria prácticamente sin ayuda, logrando la confianza de los ciudadanos moldavos.
Moldova necesita ayuda. La estabilidad del nuevo gobierno de Chisinau depende de ello, al igual que ocurre con el futuro desarrollo de este antiguo estado soviético hacia occidente o hacia oriente. Estoy convencido de que Moldova recibirá ayuda de diversas partes. Nosotros debemos ser una de ellas.
La Unión Europea no tiene más opción que responder de forma positiva a los esfuerzos de la Alianza para la Integración en Europa en Moldova. Esto supone concretamente negociar lo antes posible un acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Moldova, iniciar muy rápidamente un diálogo constructivo que tenga como objetivo la introducción de una exención de visados para los ciudadanos moldavos y ofrecer a la República de Moldova un apoyo financiero que le permita cubrir el déficit presupuestario. La Comisión Europea debe ofrecer a Moldova lo antes posible la ayuda macrofinanciera que necesita con tanta urgencia.
Señor Comisario, he escuchado atentamente lo que ha dicho y me alegra que la Comisión esté prestando atención a la República de Moldova y que esté preparando un conjunto de medidas de ayuda macrofinanciera, excepto en lo que se refiere a que todo depende también de la colaboración con el FMI. Lo que yo le pido a usted, a la Comisión y al FMI es que no traten con Moldova en paralelo, sino que colaboren entre ustedes para que no nos encontremos una situación en la que el FMI esté esperando que actúe la Comisión y viceversa.
Kristian Vigenin, en nombre del Grupo S&D. – (BG) Me ha alegrado especialmente escuchar hablar al señor Orban sobre las intenciones de la Comisión Europea y sobre su enfoque con respecto a Moldova. Creo que tenemos que ofrecer claros indicios a Moldova desde las instituciones europeas, y desde la Unión Europea en su conjunto, y ofrecer el apoyo necesario, tanto financiero como económico. Sin embargo, debo subrayar que el actual gobierno y sus intentos por sacar a Moldova de la difícil situación en que se encuentra el país también necesitan un apoyo político. Tras dos elecciones consecutivas, este gobierno se va a esforzar obviamente por abordar los problemas reales de la población, algo a lo que parece que no se ha dado prioridad en los últimos meses, por no decir años. Además de esto, debemos recordar que en estos momentos la situación política en Moldova, aunque parezca más estable y positiva, puede tomar muy rápidamente una dirección diferente. Creo que seguimos sin ninguna certeza de que Moldova vaya a conseguir elegir a su presidente y, si eso no ocurre, el país obviamente celebrará nuevas elecciones el próximo año. Este sería el peor supuesto, no solo para el propio país, sino también para el pueblo de Moldova.
Es por ello que debemos apoyar los esfuerzos de la Comisión. Creo que nuestro grupo y el Parlamento van a apoyar las intenciones de la Comisión Europea. Además, debemos advertir claramente a Moldova, a su gobierno y a la oposición actual que ha llegado la hora de que Moldova afronte los verdaderos problemas de la población y que no se deben producir juegos políticos a expensas de los ciudadanos. Me parece que un firme aviso como este sería comprendido también por la oposición actual en Moldova. Apoyamos a su vez la idea de una firma rápida de un acuerdo de asociación que, como mencionó el señor Marinescu, también debería incluir una exención de visados, un grave problema que ha estado causando tensiones entre Moldova y Rumanía; aquí se debería incluir además la creación de una zona de libre comercio. Creemos que, además de las medidas urgentes propuestas por la Comisión, debemos conseguir que la Asociación Oriental, creada a mediados de este año, empiece a funcionar correctamente. También debemos mostrar resultados reales en línea con esta política de la Unión Europea.
Cristian Silviu Buşoi, en nombre del Grupo ALDE. – (RO) La República de Moldova se encuentra en una situación económica muy difícil. La crisis financiera en la Unión Europea también ha afectado a nuestros países vecinos y es nuestra obligación ayudarles.
La crisis económica en Moldova no es solo una consecuencia de la crisis global, sino que se debe, principalmente, a la falta de acción inmediata que fue necesaria cuando estalló la crisis en la República de Moldova. De hecho, debido a las elecciones, la antigua administración comunista distorsionó los presupuestos nacionales al dar prioridad a asignaciones a las autoridades controladas por los comunistas. Además, se adoptó la decisión de mantener un tipo de cambio artificial entre el leu y el euro, a un nivel que debía garantizar que la población de este país vecino no estuviese afectada por la crisis. Por tanto, ahora, cuando se acerca el invierno, las autoridades locales corren el riesgo de ser incapaces de pagar la energía térmica y el gobierno tendrá problemas para pagar los sueldos y las pensiones.
Valoramos positivamente el inicio de negociaciones entre el gobierno de la República de Moldova y el FMI y el Banco Mundial. Confío en que concluyan con un acuerdo que tome en consideración las realidades económicas, políticas y sociales de la República de Moldova. La República de Moldova no necesita que le impongan condiciones que sean imposibles de cumplir, vista la delicada situación política y económica del país.
En abril, tuvimos varias ocasiones para debatir sobre la República de Moldova en el Parlamento Europeo. Todos acordamos que la Unión Europea debe ofrecer apoyo financiero. Esto resulta tanto más importante cuando las fuerzas liberales proeuropeas están en el poder. Por ello, en nombre del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, le pido claramente a la Comisión que garantice que la propuesta que vaya a redactar incluya órdenes específicas de ayuda macrofinanciera, porque la República de Moldova necesita ayuda inmediatamente para poder cubrir el déficit presupuestario, que parece probable que alcance el 14 % del PIB del país a finales de 2009.
A medio plazo, la Asociación Oriental puede servir como un instrumento importante, pero debe estar operativa lo antes posible y contar con fondos suficientes. También pedimos que se incluya una propuesta en el futuro acuerdo de asociación sobre la creación de una zona de libre comercio ampliada, integral y común, junto a la propuesta sobre la exención de visados para los ciudadanos moldavos.
Werner Schulz, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, posiblemente la situación política en Moldova será más relajada mañana a consecuencia de la elección de un presidente apoyado por la Coalición por la Integración en Europa. De lo contrario, como ya se ha dicho, habrá que celebrar unas nuevas elecciones anticipadas y, si se llegase a ello, la UE debería aportar ayuda constructiva.
Por supuesto, esta no se puede limitar a observar las elecciones y me gustaría abordar aquí el problema de cómo se puede aumentar la participación de los votantes y hacer el resultado más transparente. Aproximadamente un millón de moldavos viven y trabajan en el extranjero, en Occidente, especialmente en Italia, Portugal y Austria. Su porcentaje de participación en las elecciones no alcanzó los dos dígitos en las últimas elecciones y existen razones lógicas para ello. Por ejemplo, en Italia, solo fue posible votar en Roma y en Bolonia y numerosos moldavos repartidos por el país no pudieron hacer uso de esta oportunidad debido a los costes que suponía.
Nosotros, el Parlamento Europeo, la Comisión, el Consejo y también el Gobierno moldavo, debemos garantizar que se establezcan más urnas y colegios electorales especiales en las próximas elecciones, para que los moldavos que viven en el extranjero puedan participar en esas elecciones, ya que es de ellos de los que podemos esperar un claro compromiso con Europa, razón por la que me gustaría llamar su atención no solo hacia el apoyo económico y financiero, sino también hacia la necesidad de que ofrezcamos un apoyo político consciente y constructivo.
Charles Tannock, en nombre del Grupo ECR. – () Señor Presidente, Moldova es el país más pobre de Europa y no dispone tampoco de costa, pero ha celebrado recientemente unas exitosas elecciones democráticas. El nuevo parlamento debe ahora elegir a su presidente de forma inteligente.
Sin embargo, sería sin duda más próspero y seguro si no sufriese una división territorial artificial. Se han logrado muy pocos avances hacia la resolución del conflicto bloqueado en la región del Transdniéster ―un problema que se remonta unos 17 años―. Esto es debido en gran parte a que Rusia financia al régimen ilegal de Tiraspol y sigue acuartelando tropas en la región del Transdniéster.
Normalmente podemos valorar la sinceridad de Rusia a través de su grado de compromiso con la resolución de conflictos como este, pero el hecho es que en esa región, así como en Georgia y Ucrania, Rusia no puede resistir la intromisión. Rusia sostiene que Moldova, una antigua república soviética, está en su esfera de influencia. Esos conceptos están anticuados. Moldova, en tanto que país manifiestamente soberano y europeo, podría un día unirse a la OTAN e incluso a la UE.
La UE debe redoblar sus esfuerzos ahora para resolver cuestiones pendientes en Moldova y ofrecerle la ayuda financiera adecuada que solicita, pero esto no va a suceder reestableciendo inocentemente las relaciones con el Kremlin.
Jiří Maštálka, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Me gustaría hablar tanto de estos problemas como del próximo informe sobre Georgia. Se nos concede muy poco tiempo para analizar unas cuestiones tan complejas. Me siento obligado a manifestar que el Presidente checo Václav Klaus no se equivocó en sus declaraciones sobre la situación de Moldova ni sobre el conflicto fronterizo entre Georgia y Rusia. Por supuesto, todo eso es agua pasada y ahora nos enfrentamos a un nuevo conjunto de problemas, a pesar de que tengamos un Presidente de la Comisión pero no una nueva Comisión.
Me gustaría aplaudir al menos el informe sobre el conflicto ruso-georgiano y su esfuerzo por hacer una evaluación objetiva de toda la situación. Hemos anunciado el ambicioso programa de la Asociación Oriental y me gustaría hacer algunas breves propuestas en relación tanto con Moldova como con Georgia. En primer lugar, el proyecto de la Asociación Oriental no se debe considerar un instrumento político contra Rusia, sino un instrumento para resolver problemas de forma conjunta con Rusia. En segundo lugar, la cuestión de la integridad territorial de Moldova y Georgia se debe resolver de conformidad con el derecho internacional y no a través de la denominada variante Salónica-Kosovo. En tercer lugar, ambos países han manifestado su interés por establecer una cooperación más estrecha con la Unión Europea y esto debe suponer un apoyo financiero adecuado y un verdadero apoyo político, por ejemplo, flexibilizando el régimen de visados. En cuarto lugar, ambos países necesitan mucha ayuda en el campo de la consultoría, especialmente en relación con el funcionamiento de instituciones públicas como las oficinas del presidente, el parlamento, la fiscalía, etc. En quinto lugar, ambos países tienen una necesidad urgente de ayuda, especialmente en lo que se refiere al establecimiento de un marco legal para la libertad de expresión y unos medios de comunicación libres, a través de los cuales puedan transmitir a sus propios ciudadanos una mayor sensación de confianza.
Para que todo esto suceda, la Unión Europea debe estar preparada y ser capaz de culminar el trabajo de la integración de estos países en la nueva Europa mediante el apoyo político y financiero, y a través de otros mecanismos. Si no lo consigue, la Asociación Oriental será considerada sencillamente una pieza de la maniobra geopolítica y seguirá siendo solo una idea vacía. Si no lo consigue, corremos el riesgo de una simple desilusión y de más palabras pronunciadas al final de nuestra legislatura sobre la necesidad de nuevas revoluciones naranjas, rosas o de cualquier otro tipo. Desde luego, podemos ofrecer financiación para todo esto, pero no supondrá una verdadera solución de la situación ni una mejora en las vidas de sus habitantes.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo EFD. – (NL) Señor Presidente, la situación económica y financiera de Moldova se puede resumir en pocas palabras. Es un desastre total, como me comentó ayer el Dr. Aneli Gabani, uno de los mayores expertos europeos en Moldova. Puede ser que un nuevo equipo de gobierno haya tomado posesión en Chisinau el 25 de septiembre con un nombre y un programa prometedores ―la Alianza para la Integración en Europa―, pero el Partido Comunista sigue siendo fuerte y ya está preparando su regreso al poder al forzar la celebración de nuevas elecciones, como parece previsible.
Si la Unión Europea desea apoyar la deriva europea del actual Gobierno moldavo, Bruselas debe prestarle atención inmediatamente. Por tanto, el Consejo y la Comisión deben instar al FMI a que venga en ayuda de Moldova lo antes posible sin exigirle inmediatamente austeridad social. Concedámosle al gabinete reformista un respiro político. No hace falta señalar que la Unión Europea, por su parte, también debe ofrecer una financiación generosa en este caso. Después de todo, el futuro político de Moldova está en la agenda europea hoy aquí.
Cristian Dan Preda (PPE). – (RO) Yo también valoro positivamente la intención de la Comisión de apoyar a la República de Moldova. La República de Moldova necesita un apoyo que debe centrarse en la población del país. Esta es la única forma en la que los ciudadanos de la República de Moldova podrán lograr la confianza necesaria para encontrar el camino hacia la estabilidad y el crecimiento.
El conjunto de medidas de ayuda macrofinanciera que fue acordado aquí debe obviamente prepararse con la mayor urgencia posible. La acción no se debe retrasar porque, si se produce algún retraso, acabaremos con desilusión en Moldova en lugar de confianza. Además, creo que se debe apoyar políticamente al Gobierno de Chisinau porque, tras un largo periodo de tiempo, el país se está abriendo, por fin, genuinamente a la Unión Europea. Sin duda, el nombre elegido por la coalición de gobierno no es una coincidencia. Está formada por partidos que realmente desean una opción diferente a la que Moldova ha elegido hasta ahora.
Este apoyo político es vital, especialmente cuando existe un riesgo, y enfatizo con fuerza este punto, de que Moldova sea considerado como un problema local, como mucho, un problema para los rumanos dentro de la Unión Europea. Es cualquier cosa menos eso. Es un problema europeo y me alegra que haya diputados con una gran variedad de perspectivas tratando este tema. A fin de cuentas, Moldova está cerca de Europa y se le debe apoyar en un momento en el que se produce una apertura allí. De lo contrario, corremos el riesgo de volver atrás a un ciclo de retrasos y falta de decisiones, que fue típico de la administración de Voronin.
Los avances democráticos y el apoyo de la UE también podrían provocar en realidad una resolución de la situación en la región del Transdniéster, ya que se encontraba en un punto muerto. La causa la encontramos en que el Gobierno de Chisinau no estaba dispuesto a poner fin al impasse y adoptó una posición ambigua y poco constructiva al respecto.
Como comentario final, a los ciudadanos moldavos se les exige visado. La situación allí no es en ningún caso peor que la situación en los Balcanes occidentales y, en consecuencia, los ciudadanos de la República de Moldova deben disfrutar de libertad para viajar.
Cătălin Sorin Ivan (S&D). – (RO) Como también dije aquí en el Parlamento Europeo el lunes, Moldova necesita acciones concretas, no promesas. Moldova es en la actualidad el Estado europeo con la situación económica más difícil. Es precisamente por eso que las instituciones de la Unión Europea deben identificar las soluciones para ofrecer ayuda macrofinanciera inmediata a la República de Moldova.
Esta ayuda tiene como objetivo cubrir el déficit presupuestario, equivalente a un 14 % del PIB. Durante mucho tiempo ha existido la necesidad de iniciar negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo con Moldova. Ahora se ha convertido en una posibilidad y esperamos que tengan lugar al ritmo más rápido posible. Sin embargo, el parlamento de Chisinau está en una posición complicada. El riesgo de nuevas elecciones sigue presente. La elección de un nuevo presidente, inicialmente prevista para mañana, tuvo que ser pospuesta otros 10 días.
Estoy encantado con el entusiasmo con que la Comisión ha anunciado el inicio de estas negociaciones y espero que ese entusiasmo continúe. No podemos permitirnos defraudar al pueblo moldavo. Nos necesitan, necesitan a Europa.
Ryszard Czarnecki (ECR). – (PL) Señor Presidente, en nuestros debates en esta Cámara sobre Moldova se ha prestado mucha atención a la situación paupérrima del país, pero si somos sinceros la situación es hoy mucho mejor de lo que era hace un año. Vemos como Moldova avanza claramente hacia una economía capaz de asegurar el bienestar de sus ciudadanos. Paradójicamente, Moldova está ahora en una mejor situación que hace un año, mientras que Ucrania, que se señalaba como un ejemplo a seguir, está en una situación peor.
Podemos observar los avances en lo que Moldova y su gobierno están haciendo. La Unión Europea debe presentar una clara perspectiva europea a este país y ofrecer un firme apoyo a las autoridades actuales para evitar el regreso de la vieja pesadilla política. La situación actual de Moldova es el resultado de ocho años de gobierno comunista y, si no queremos ser un instrumento que ayude al retorno de ese equipo incompetente al poder, ayudemos al actual Gobierno y al pueblo moldavos.
PRESIDE: DIANA WALLIS Vicepresidenta
Lena Barbara Kolarska-Bobińska (PPE). – () Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias también al Comisario y a la Comisión por todas las declaraciones relativas a Moldova y los pasos que la Comisión quiere dar en el futuro. Puesto que soy de Polonia, sé lo importante que son estos pasos y las declaraciones sobre el reforzamiento de la frágil democracia en transición en esos países. Los avances en Moldova son importantes para sus habitantes, pero también son importantes para toda la región. Eso es lo que quiero subrayar.
Durante el proceso de transición, las reformas son muy frágiles en muchos países postsoviéticos y los éxitos de Moldova serán un importante ejemplo y un importante indicio para otros grupos favorables a las reformas en la región de la era postsoviética.
Si hablamos de la fragilidad del gobierno ahora mismo y de la situación en Moldova, debemos recordar experiencias de principios de los años 1990 en este país, cuando la difícil situación económica llevó a la incapacidad para pagar las pensiones y los salarios, y a una ruptura de las reformas. En la actualidad estamos hablando de ayudar a la situación económica, pero también debemos recordar la necesidad de reforzar las instituciones. En el corazón de cualquier democracia están las instituciones: instituciones políticas, instituciones relativas al Estado de Derecho, el sistema judicial y la libertad de prensa.
Polonia ha hecho mucho recientemente para ayudar a Moldova durante las elecciones y antes de ellas, pero creo que debemos usar especialmente la Asociación Oriental como una medida adecuada porque ofrece muchas posibilidades. Opino que no es solo la Comisión al tomar medidas importantes, sino que también nosotros en el Parlamento ―cuando recibamos todos los documentos― tendremos que acelerar nuestro proceso y nuestras decisiones para ayudar a resolver la situación.
Monica Luisa Macovei (PPE). – () Señora Presidenta, no se puede permitir que el Gobierno proeuropeo de la República de Moldova se convierta en víctima de la grave situación económica. Pido una ayuda más sustancial que el conjunto de medidas ya acordado por la Comisión e insisto en ello.
La ayuda financiera debe apoyar a la población y debe apoyar las reformas que el país debe poner en marcha, tal y como le ha incentivado la Unión. Estas reformas tienen que estar respaldadas por un apoyo financiero mejorado y rápido de la Unión, asociado con un mecanismo de supervisión que garantice y apoye la gestión correcta de sus fondos. Por último, el nuevo acuerdo con la República de Moldova debería ser un acuerdo de asociación como en el caso de otros países en virtud de la política europea de vecindad. Se debe negociar la liberación de los visados y ayudar a que ocurra.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) La crisis económica también se está sintiendo con fuerza en la República de Moldova. Rumanía y la República de Moldova mantienen relaciones económicas especialmente estrechas. Mi país es el principal destino de las exportaciones moldavas y su segunda mayor fuente de importaciones. Sin embargo, estos intercambios comerciales se han visto muy afectados por la dañina introducción del programa de visados por parte de la anterior administración comunista. No obstante, esos intercambios se han reanudado tras la retirada de ese programa.
La concesión del crédito de 100 millones de euros prometido por la Comisión debe acelerarse. Teniendo esto en cuenta, una misión del FMI debe visitar Chisinau próximamente. Polonia también ha prometido ofrecer ayudas sustanciales. La Unión Europea debe tomar en consideración que el resultado votado por los ciudadanos de la República de Moldova en julio ha mostrado que se están abriendo a Europa.
Ahora es necesaria una intervención considerable de la Unión Europea, antes de que llegue el invierno, para no permitir de ninguna forma que las fuerzas antieuropeas se aprovechen de la difícil situación en que se encuentra actualmente la República de Moldova. Hasta ahora, ni un solo euro ha llegado a la República de Moldova.
Victor Boştinaru (S&D). – (RO) La voluntad de los ciudadanos moldavos ha supuesto un cambio radical en Chisinau con un gobierno proeuropeo que desea sinceramente comprometerse con un proyecto adecuado para la República de Moldova, un proyecto europeo.
Moldova se enfrenta en la actualidad a graves problemas económicos y sociales, y la Unión Europea debe demostrar que la simbólica palabra «solidaridad» no solo se utiliza durante las campañas electorales. Debemos demostrar que nosotros, la Unión Europea, estamos dispuestos a satisfacer las expectativas de los ciudadanos de este país. Frente a la desastrosa situación heredada del régimen de Voronin y a los efectos de la crisis económica, por no mencionar la llegada del invierno, la República de Moldova necesita ayuda ahora. No debemos olvidar, cuando hablamos del FMI, que muchos Estados miembros de la Unión Europea son actores importantes en el Fondo Monetario Internacional y que la decisión se debe tomar ahora.
Zigmantas Balčytis (S&D). – (LT) Yo fui, de hecho, un observador durante las elecciones en Moldova y estoy familiarizado con esta situación. Es un Estado con un pasado histórico bastante complicado ―ahí están las cuestiones del Transdniéster, Gagauzia, Moldova y muchas otras―. Casi todos los Estados del sistema postsoviético exigieron ante todo una determinada cantidad de apoyo financiero. Por tanto, les instaría realmente a que empiecen las conversaciones lo antes posible y a que inicien las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, ya que todos deberíamos apoyar a este Estado y a este gobierno, que ha salido de las últimas elecciones y que sigue el sendero de la democracia. Creo que mis colegas tenían mucha razón cuando hicieron referencia a los pasos concretos para el futuro, es decir, a la apertura de la oportunidad de crear una zona de libre comercio, al régimen de visados. Estas son cuestiones cotidianas que también tendremos que resolver en el futuro.
Agustín Díaz de Mera García Consuegra (PPE). – (ES) Señora Presidenta, quiero dejar constancia de mi testimonio.
Me pronuncio a favor del apoyo de la Unión a Moldova ante una situación crítica. Me pronuncio a favor del apoyo del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea: apoyo y ayuda financiera urgente al pueblo moldovo. Me pronuncio a favor del apoyo político al gobierno de coalición en Chisinau: supone una puerta abierta a la esperanza. Y esa puerta abierta tiene que tener ayuda financiera.
Los moldovos tienen que poder salir de su país y moverse, por lo que me pronuncio a favor de una política correcta de visados. Me pronuncio también, de forma contundente y afirmativa, a favor del estatuto de acuerdo de asociación. Cien millones de euros me parecen insuficientes, señora Presidenta. Es muy necesaria una ayuda inmediata y urgente.
Ioan Enciu (S&D). – (RO) Los mensajes cada vez más alentadores que la Unión Europea ha estado enviando a Chisinau recientemente están siendo recibidos allí con gran entusiasmo. Esto es debido a que la mayoría de los ciudadanos de aquel país están poniendo grandes esperanzas en formar parte de Europa. Estas aspiraciones son fáciles de entender.
La Unión Europea ha demostrado en más de una ocasión su capacidad para sacar a sus miembros de difíciles situaciones económicas y que cuenta con los mecanismos necesarios para hacerlo. Sin embargo, existen motivos que provocan una ligera preocupación, relacionada con el peligro de que el entusiasmo de los moldavos decaiga. La principal razón para ello es que el modelo del acuerdo que se propone a Moldova no ofrece las mismas garantías de integración que el acuerdo de estabilización y asociación ofrecido a Estados de los Balcanes occidentales. Por otro lado, las negociaciones sobre el acuerdo van a exigir más tiempo, algo que ya se estableció desde un principio.
Creo que la Unión Europea también debe proponer rápidamente una opción alternativa, como un enorme plan de ayuda económica, quizás incluso un plan Marshall en miniatura para Moldova.
Leonard Orban, miembro de la Comisión. – (RO) He hecho una observación muy importante: el apoyo político existe en el Parlamento para reforzar los lazos con la República de Moldova y acercar a este país a la Unión Europea.
Debo responder específicamente a algunas de las cuestiones planteadas hace un momento. Una de las más importantes está relacionada con la coordinación entre la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional en cuanto a la concesión de ayuda macrofinanciera. Como ya dije anteriormente, trabajamos en estrecha colaboración con el FMI en la coordinación de nuestros procedimientos de ayuda. Aún es demasiado pronto para decir cuál va a ser el resultado de estos acuerdos, pero creemos que la Unión Europea debe desear garantizar que el programa de ajustes incluya también varias reformas que nosotros consideramos esenciales para asegurar una buena gobernanza y un crecimiento sostenible en el futuro.
Basándonos en la experiencia obtenida de los programas de ayuda macrofinanciera para otros países, es posible que, como parte de las negociaciones sobre los procedimientos concretos implicados en la entrega de la ayuda, puedan surgir determinadas condiciones específicamente relacionadas, por ejemplo, con la buena gobernanza, que fue mencionada por varios oradores, y con la coordinación de la política europea de vecindad. Quiero remarcar una vez más lo siguiente: basándonos en las normas que debemos seguir, no estamos en condiciones de conceder solo ayuda macroeconómica. Por tanto, hay que llegar a un acuerdo entre las autoridades de la República de Moldova y el Fondo Monetario Internacional. Sin este acuerdo, la ayuda macrofinanciera de la que hemos hablado más concretamente no se puede entregar.
Por otra parte, quiero asegurarles que estamos coordinando nuestras acciones con el Fondo Monetario Internacional. Una delegación del FMI está en estos momentos en Chisinau. Como ya he mencionado, nuestros colegas de la Dirección General de Asuntos Financieros están también en Chisinau, coordinando el diálogo con el Fondo Monetario Internacional y con las autoridades de la República de Moldova.
Otra cuestión que se ha mencionado se refiere a qué otra ayuda puede ofrecer la Unión Europea a la República de Moldova que esté orientada a la población, para demostrar que en realidad queremos apoyar no solo a las autoridades de la República de Moldova sino también a la población. Permítanme ofrecerles varios ejemplos. Esta ayuda comunitaria ha aportado y seguirá aportando beneficios concretos a la población.
Estamos cofinanciando proyectos de infraestructuras de carreteras, la modernización del aeropuerto de Chisinau, la ampliación del Hospital Clínico Republicano de Chisinau, que es el más grande del país, y la consolidación de una atención médica primaria. En primavera de este año, entregamos equipos médicos por valor de 4,5 millones de euros a 60 clínicas de la República de Moldova.
Este país es el mayor beneficiario per capita de la ayuda comunitaria después de los Territorios Palestinos. Como parte de la política europea de vecindad, el presupuesto de las ayudas, que alcanzó los 40 millones de euros en 2007, subió este año hasta los 62 millones de euros y está previsto que siga aumentando.
No podemos cuantificar claramente en este momento la cuantía del conjunto de medidas de ayuda financiera que forma parte del apoyo macroeconómico y de los otros programas y tipos de apoyo que vamos a ofrecer. Ofreceremos una cifra cuando lleguemos a la fase de la firma de un acuerdo con las autoridades de la República de Moldova, un acuerdo que responderá específicamente a las necesidades de aquel país.
Se han planteado otras dos cuestiones. Una de ellas se refiere al calendario de las negociaciones para la firma de un nuevo acuerdo de asociación con la República de Moldova. Quiero informarles de que la semana pasada la Comisión Europea envió una delegación a Chisinau para realizar consultas técnicas a las autoridades sobre la negociación de un nuevo acuerdo.
El programa de estas conversaciones incluye el formato, los objetivos y el calendario de las negociaciones, así como los componentes del futuro acuerdo. Por tanto, estamos negociando esta cuestión.
El último asunto que me gustaría mencionar se refiere a la exención de visados. En virtud de la declaración conjunta realizada el 7 de mayo de 2009, que marcó el inicio de la Asociación Oriental, la Unión Europea va a adoptar medidas que lleven gradualmente a una exención de visados, con el objetivo a largo plazo de lograr esto en cada país que sea miembro de esta asociación. Las condiciones para ello son el cumplimiento de los requisitos relacionados con la buena gobernanza y la seguridad, y con la garantía de la seguridad de movimientos.
En estos momentos, la Comisión Europea está esperando con especial interés el debate del Consejo sobre el inicio de un diálogo estructurado sobre la exención de visados con la República de Moldova. Hasta entonces, hemos dado y seguimos dando muestras de firme ánimo a las autoridades de la República de Moldova para que sigan con sus reformas en las áreas de justicia, libertades y seguridad, que sin duda facilitarán los debates sobre la relajación del régimen de visados.
Presidenta. - Queda cerrado el debate.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito. – (RO) El informe de la Comisión Europea sobre la situación económica y financiera de la República de Moldova es totalmente inequívoco. El Gobierno de Chisinau está atravesando tiempos difíciles debido no solo a la recesión económica mundial, sino también a las decisiones económicas que el anterior gobierno adoptó de forma equivocada o pospuso demasiado tiempo. Además, las certezas a las que nos enfrentamos ahora son que la República de Moldova se ha declarado claramente a favor de la opción europea y que quiere ser mucho más que un simple Estado limítrofe con la Unión Europea.
En la actualidad Moldova busca apoyo para recuperarse de la recesión económica y aliados. Moldova es inextricablemente parte de Europa y el apoyo de la Comunidad podría adoptar la forma de medidas concretas, además de ofrecer ánimo y hacer declaraciones de apoyo y acercamiento. Vivimos en una Europa interconectada y global en la que ningún gobierno puede hacer milagros por sí solo, especialmente cuando un pueblo olvidado durante demasiado tiempo por sus propios líderes espera que sucedan de un día para otro.
Una mano cooperativa tendida de Europa a Moldova y un mayor acercamiento entre Chisinau y Bruselas infundirá más confianza en los inversores en este país. Eso se reflejará, a continuación, en la evolución a largo plazo con estabilidad y crecimiento.
George Sabin Cutaş (S&D), por escrito. – (RO) El camino de la República de Moldova hacia la democracia ha sido difícil y ahora se ha vuelto hacia Europa. Sin embargo, la mayoría del nuevo Gobierno de Chisinau está en una posición frágil, ya que también está superando el aplazamiento de la votación del parlamento sobre el nombramiento del Presidente de Moldova.
Al mismo tiempo, la difícil situación económica que afronta el nuevo gobierno podría tener graves repercusiones sociales y políticas. En estas circunstancias, lo que hace falta es un apoyo urgente y de envergadura de la Unión Europea en muchos campos, incluidos los tres ejes del futuro acuerdo de asociación: el acuerdo político, el acuerdo de libre comercio y la exención de visados.
El apoyo financiero es crucial para garantizar la estabilidad de este Estado y fomentar las reformas democrática y económica. De hecho, la UE y el FMI deben asignar considerables ayudas macroeconómicas para cubrir el déficit presupuestario y los costes sociales del periodo posterior.
Debo expresar la esperanza de que las elecciones presidenciales de Moldova y los cambios que se van a producir en la Comisión Europea y la Presidencia de la UE no afectarán a la prioridad que se debe dar a la ayuda europea para este Estado, nuestro vecino inmediato, en cuyo territorio se está produciendo el conflicto no resuelto más cercano a las fronteras de la UE. Este factor no se debe pasar por alto, ya que afecta directamente a la estabilidad de Europa oriental y a la seguridad de las fronteras de Europa.
Rafał Kazimierz Trzaskowski (PPE), por escrito. – (PL) La República de Moldova es un socio muy importante para la Unión Europea y la situación en el interior del país se refleja en la estabilidad de toda la región. Al nuevo gobierno le gustaría incorporarse a la Unión Europea en el futuro, razón por la cual deberíamos apoyarle para que mantenga los cambios que se están produciendo en el país por el buen camino. En este contexto, es muy importante usar las oportunidades ofrecidas por la cooperación en el marco de la Asociación Oriental, lo que implicaría firmar un acuerdo de asociación y liberalizar la política de visados. La Unión Europea necesita recordar lo importante que es el apoyo a los Estados postsoviéticos que intentan democratizar su vida política.
Iuliu Winkler (PPE), por escrito. – (RO) El anuncio realizado por la Presidencia sueca sobre el inicio lo antes posible de negociaciones sobre un nuevo acuerdo con la República de Moldova, que se quiere que sustituya al actual Acuerdo de Colaboración y Cooperación, es más que bienvenido a la vista de la nueva situación política en este Estado. El destino europeo de la República de Moldova se ha reforzado con el gobierno de mayoría proeuropea formado en el parlamento de Chisinau.
Creo que especialmente ahora, en un momento en el que los efectos de la crisis económica se sienten profundamente, la Unión Europea debe apoyar a la República de Moldova, lo que supone también un apoyo financiero, al mismo tiempo que se identifican los mecanismos que van a ayudar a incentivar las reformas en la República de Moldova, que a su vez acercarán más a este Estado a conseguir su deseo de incorporarse a la UE. Los mecanismos, que implican cooperación económica y acuerdos comerciales, son poderosos instrumentos para conseguir que el destino europeo de la República de Moldova se convierta en realidad.
Los términos comerciales preferentes concedidos por la Unión Europea a comienzos de 2006 y la participación de Moldova en el Acuerdo Centroeuropeo de Libre Comercio (ACLC) de 2007, junto con todos los Estados de los Balcanes occidentales, algunos de ellos son Estados candidatos a entrar en la UE, vinculan la economía de este país con el mercado único europeo. Este es el punto en el que puede esperar la perspectiva de su integración en la UE. Creo que las instituciones europeas deben atribuir especial importancia no solo a las relaciones políticas con la República de Moldova, sino también a las relaciones económicas y comerciales.