Presidente. – El siguiente punto es el debate sobre siete propuestas de resolución sobre Irán.
Ana Gomes, autora. – (PT) Señor Presidente, Irán se caracteriza por su diversidad lingüística, religiosa, étnica y política. La mayoría chií vive junto a sunitas, zoroastras, cristianos, judíos y bahaíes. La mayoría persa comparte el país con incontables minorías étnicas que conforman casi la mitad de la población: azerbaiyanos, árabes, kurdos, baloch y otros. Las ciudades bullen con una clase media moderna y jóvenes listos para vivir en el Irán del siglo XXI. Toda esta conmoción y complejidad asusta al régimen, que preferiría tener un Irán sencillo. Sencillo en términos de fanatismo religioso, un país aislado y simple en términos de una opinión pública acobardada por una violenta represión.
Esta resolución describe la violación sistemática de los derechos humanos a la que se ven sometidos los iraníes en su propio país, incluida la aplicación frecuente de la pena de muerte, incluso para niños, la lapidación de hombres y mujeres, limitaciones de la libertad de expresión y persecución de las minorías étnicas y religiosas. Con esta resolución, el Parlamento envía dos mensajes. El primero es para el pueblo de Irán: Europa ve en los iraníes, y especialmente en sus jóvenes, una esperanza para un futuro en el que su país acogerá la democracia y la libertad, y adoptará una función importante en la región, como merece. El segundo es para el régimen iraní: le estamos diciendo que Irán nunca alcanzará su incuestionable potencial mientras la violencia y el oscurantismo sean las principales características de un régimen político que solo defiende de boquilla la justicia y la paz, pero que sigue oprimiendo brutalmente a su población.
Marietje Schaake, autora. – () Señor Presidente, todos los gobiernos obtienen su legitimidad al proporcionar bienestar a sus ciudadanos. Cualquier régimen que fracase en esta sencilla responsabilidad pierde su legitimidad ante la comunidad internacional.
El actual aislamiento autoimpuesto está llevando a Irán a la destrucción y tiene un efecto perjudicial sobre los países vecinos y el resto del mundo. No podemos hacernos a un lado y observar cómo se cuelga a delincuentes menores de edad, cómo se viola a personas y un régimen emplea violencia arbitraria sobre sus propios ciudadanos. Estamos aquí para reafirmar que no puede haber y no habrá impunidad para los culpables de crímenes contra la humanidad, y que seguiremos apoyando al pueblo iraní para que ejerza su derecho a la libertad de expresión y a la protesta pacífica por la libertad y la democracia.
La Unión Europea tiene la responsabilidad de mantener estos derechos universales en su agenda, incluso cuando entran en juego intereses comerciales o el programa nuclear de Irán. Solo cuando el régimen iraní se gane la legitimidad que le otorguen sus ciudadanos será un actor creíble en la comunidad internacional.
Tunne Kelam, autor. – () Señor Presidente, esta situación tiene sus raíces en una dictadura clerical muy especial conocida por su indiscriminada opresión de los derechos humanos y las libertades civiles. La situación incluso ha empeorado desde las elecciones de junio. Los arrestos, torturas y ejecuciones de menores y mujeres han aumentado. De hecho, Irán tiene el mayor número de ejecuciones en el mundo después de China.
La última información, que no se refleja en el proyecto de resolución, es que ayer el régimen de Irán colgó a cinco presos en la cárcel de Evin en Teherán, entre ellos Soheila Ghadiri, una mujer de 28 años. Es la cuarta mujer colgada por el régimen en el último mes.
Esas bárbaras condenas no tienen nada que ver con los crímenes supuestamente cometidos por los presos, sino que son un intento de intensificar el ambiente de terror en el país, especialmente entre mujeres y jóvenes, que han mostrado su determinación a establecer la democracia y oponerse a las elecciones.
Rui Tavares, autor. – (PT) Independientemente de cuántas personas estén presentes en esta Cámara, cuando hablamos en el Parlamento, hablamos también por los millones de personas de Irán que han salido a las calles y arriesgado sus vidas y su seguridad para protestar contra unas elecciones que creían fraudulentas.
Esos millones de iraníes, dentro y fuera del país, esperan algo de nosotros y, por tanto, el punto de inicio solo puede ser la solidaridad y la colaboración para ayudar a esos millones de iraníes que luchan por la democracia y los derechos humanos y que deberíamos tener en cuenta que están corriendo un riesgo mayor que los que tiene que afrontar habitualmente la diplomacia.
Por tanto, considero que el comienzo no puede ser otro. Es cierto que la política occidental ha sido a menudo muy simplista e ignorante respecto a Irán. Es cierto que Europa ha sido demasiado a menudo reactiva con políticas que demostraron equivocarse respecto a Irán. Es cierto que muy a menudo no hemos querido aceptar que Irán debería tener el respeto de la comunidad internacional, respeto que, debido a su importancia en la región, sin duda anhela.
Como dijo un artista iraní en el exilio tras las protestas, Occidente no quiso una República Islamista y ahora ni siquiera tenemos una república. Sin embargo, nada de esto disculpa a un régimen que ha reprimido la libertad, un régimen opresor y, ahora, un régimen basado en las cada vez más endebles bases de las elecciones fraudulentas y la opresión de su pueblo. El pueblo iraní espera solidaridad y apoyo del Parlamento, y esperamos proporcionarlos con este texto.
Fiorello Provera, autor. – (IT) Señor Presidente, Señorías, sabemos cuáles son las condiciones políticas y sociales en las que viven los ciudadanos de la República Islámica de Irán.
Estamos al tanto de la significativa interferencia de la religión en las decisiones políticas y en el ámbito de los derechos humanos fundamentales. El último ejemplo ha sido el asesinato de Behnood Shojaee, un joven recientemente ejecutado aunque era menor en el momento del crimen. Es el último episodio de una cadena de graves violaciones de los derechos humanos que han acarreado la represión de adversarios políticos, homosexuales, periodistas, intelectuales y todos los que luchan por el desarrollo social y civil de Irán.
La situación se ha deteriorado durante el régimen de Mahmoud Ahmadinejad, que comenzó su presidencia negando repetidamente el Holocausto y el derecho a la existencia del Estado de Israel. Desde 2005, el número de ejecuciones en Irán se ha cuadruplicado, e Irán es el único país del mundo que ejecuta a menores culpables de delitos. El uso sistemático de la tortura en las prisiones y el uso de castigos medievales, como amputaciones y lapidaciones, es bien conocido, pero el régimen experimenta dificultades como muestran las decenas de miles de personas que fueron lo bastante valientes para protestar en las calles tras las últimas elecciones.
La joven Neda Agha-Soltan, asesinada en la calle mientras defendía sus derechos como mujer y ciudadana, se ha convertido en el símbolo no solo de la represión, sino también del deseo de libertad de un pueblo al que Europa debe ayudar. ¿Cómo podemos ayudar? Una manera es mediante el Instrumento europeo para la democracia y los derechos humanos. Otra propuesta tangible es dar a calles o plazas de nuestras ciudades el nombre de Neda Agha-Soltan. Esto no solo conmemoraría su sacrificio, sino que mostraría nuestra solidaridad con la oposición iraní y proporcionaría más información y concienciación respecto a la gravedad de la situación a los ciudadanos europeos. Quisiera ver un retrato de Neda Agha-Soltan junto al retrato de Aung San Suu Kyi en un lateral del edificio del Parlamento Europeo de Bruselas.
Un último comentario: ¿cómo puede el Presidente Ahmadinejad tener credibilidad en las negociaciones respecto al problema nuclear cuando está persiguiendo a su propio pueblo que pide más democracia, libertad y respeto por los derechos humanos?
Struan Stevenson, autor. – () Señor Presidente, mientras celebramos nuestros importantes debates en esta Cámara, los verdugos de Irán hacen horas extra. Como nos ha hecho saber Tunne Kelam, ayer se colgó a otras cinco personas, entre ellas una mujer joven a la que habían perdonado los padres de su víctima. Por tanto, se le había perdonado la pena de muerte, pero después fue colgada.
Pero seguimos una política de apaciguamiento en la UE. Esta misma semana hemos acordado que animaremos a los rusos a enriquecer las barras de combustible nuclear, en nombre de Ahmadinejad, a cambio de su garantía de que detendrá su propio programa de enriquecimiento nuclear. Pero él no ha dado ninguna garantía, y tampoco ha permitido a los inspectores visitar sus instalaciones nucleares. Solo estamos reforzando a los mollahs cuando seguimos esta política de apaciguamiento. Necesitamos establecer duras sanciones. La dureza es el único idioma que entienden los mollahs.
Barbara Lochbihler, autora. – (DE) Señor Presidente, al principio de este periodo parcial de sesiones, el Presidente Buzek señaló que la abolición de la pena de muerte es una preocupación básica del Parlamento Europeo. Esto sirve para todas las regiones del mundo: esta pena inhumana y bárbara debe ser abolida.
Se refirió a las ejecuciones que tienen lugar en Irán. Cuatro penas de muerte en concreto se mencionan en la propuesta de resolución que tenemos ante nosotros. Las personas en cuestión han sido condenadas a pena de muerte porque supuestamente tomaron parte en las protestas contra las elecciones, pero todos estaban bajo custodia en el supuesto momento del crimen. Por tanto, aún podría apelarse, y tenemos que seguir de cerca estos casos.
El hecho de que aún se esté ejecutando a menores en Irán en el momento del crimen también ha sido debatido. Irán es el único país que seguía ejecutando a menores en el momento del crimen. Irán ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Convenio Internacional de los Derechos del Niño, y por tanto está obligado a aprobar una ley nacional que prohíba la ejecución de menores. Se ha presentado un proyecto de ley ante el Parlamento iraní y debemos pedir a nuestros colegas de allí que hagan todo lo posible por que se deje de bloquear la aprobación de este proyecto de ley. Considero esta una tarea muy importante.
Para teminar, quiero expresar el gran respeto que tengo por todos los hombres y mujeres de Irán que arriesgan tanto, que toman las calles, que realizan distintas actividades para exigir respeto por los derechos que les corresponden según la Constitución iraní. Su determinación, su compromiso y su coraje merecen nuestra solidaridad sin reservas.
Martin Kastler, en nombre del Grupo PPE. – (DE) Señor Presidente, el 2 de octubre de este año, la policía iraní evitó que un hombre subiera a un avión en el último minuto. El abogado, Abdolfattah Soltani, iba a recibir el premio internacional de los Derechos Humanos 2009 en mi ciudad natal, Nuremberg, por su valiente trabajo en nombre de las víctimas de la persecución policial. A pesar de tener un pasaporte válido, las autoridades iraníes se negaron a permitir al señor Soltani abandonar el país sin motivos legales. A su esposa se le permitió marchar. Ella dijo, con razón: «Me duele que en un país que se autodenomina una teocracia, se cometan actos que no tienen nada que ver con Dios».
Irán tiene una obligación según el derecho internacional por su ratificación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, que estipula el derecho humano de que todas las personas son libres de abandonar cualquier país, incluido el suyo. Me parece escandaloso que Irán esté pisoteando este derecho. Por tanto, voy a presionar para que el caso Soltani se incluya en nuestra resolución conjunta de hoy, nuestra resolución sobre Irán, y les pido su apoyo.
Ryszard Czarnecki, en nombre del Grupo ECR. – () Señor Presidente, quisiera usar este tiempo para expresar nuestra preocupación por la situación en Irán y especialmente de los miembros de la oposición iraní en el campamento de Ashraf en Iraq, que ha sido el símbolo de la resistencia para el pueblo de Irán.
El Gobierno iraquí debería dejar de seguir las órdenes de los mollahs de Teherán. Iraq debería comprender que el régimen iraní no tiene futuro y que se aferra al poder para ser represivo y llevar a cabo ejecuciones. Por tanto, si Iraq es un país soberano, debería respetar y aplicar la resolución del Parlamento Europeo del 24 de abril de 2009 sobre Ashraf, que pide a Iraq que detenga cualquier desplazamiento forzoso de los residentes de Ashraf en Iraq. Los mollahs de Teherán quieren que Ashraf sea destruido, y en Europa debemos proteger a esos indefensos refugiados iraníes. Es nuestro deber moral.
Deberíamos pedir a la Presidencia de la UE y a la Comisión que pidan a las Naciones Unidas que se impliquen más y envíen un equipo permanente, incluso una fuerza encargada de mantener la paz, allí para evitar más ataques y evitar que los refugiados sean desplazados a otras partes de Iraq.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo EFD. – (NL) Señor Presidente, no hay duda de que la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán se ha deteriorado mucho en los últimos meses. Un claro ejemplo de ello son los actuales progresos del aparato de represión establecido por el Presidente Ahmadinejad para cortar de raíz incluso la apariencia de cualquier tipo de oposición a su administración, cuya legitimidad es dudosa. Los infames matones conocidos como Basij han sido incorporados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, otra organización muy siniestra.
¿Qué puede hacer la Unión Europea sobre esto? La respuesta es: dos cosas en particular. Junto con los Estados Unidos, nosotros, el mundo occidental, debemos centrarnos en casos individuales de graves abusos de los derechos humanos en Irán (y les remito también a nuestra resolución). Conjuntamente con esto, debemos dejarle claro a Teherán que estos abusos no serán tolerados y tendrán graves consecuencias.
Cuando los intereses nacionales, especialmente los de naturaleza económica, entren en juego, los pragmatistas iraníes aparecerán por sí mismos. Al hacerlo, pueden incluso hacer mención al difunto Ayatollah Khomeini, fundador de la Repúclica Islámica de Irán. Cuando llegó el momento, él también decidió anteponer los intereses nacionales a los intereses religiosos. Comisión, Consejo, les pido que busquen las debilidades de los ayatolás, principalmente para defender una vida más tolerable para el pueblo iraní y por la seguridad del Estado judío de Israel, sin olvidar el mundo árabe, y también los intereses de la Unión Europea.
Krisztina Morvai (NI). – (HU) Hace unos días, el Presidente Barroso estuvo aquí y le pregunté qué podía hacerse para resolver la crisis de derechos humanos que ha estado produciéndose en un Estado miembro de la Unión Europea, Hungría, desde otoño de 2006. Mencioné en varias ocasiones que muchos cientos de personas eran sometidas a una brutalidad policial tan severa que sufrían graves lesiones, mientras que varios cientos de personas eran sometidas a arrestos arbitrarios y otros cientos de personas eran sometidas a largos procesos judiciales en los que se demostró que eran inocentes. El Presidente respondió que se trataba de asuntos internos y que la Unión Europea no puede interferir en asuntos internos. Quiero preguntar respecto al doble rasero que se está aplicando y respecto a qué base jurídica tiene la Unión Europea para interferir en un país que se encuentre fuera de la Unión Europea cuando vacila en proteger los derechos humanos en un Estado miembro de la Unión Europea. También quiero aprovechar la oportunidad para pedirle a nuestros amigos iraníes, los que pertenecen a la oposición e incluso los que pertenecen al partido gobernante, que ayuden a los húngaros a proteger sus derechos humanos.
Eija-Riitta Korhola (PPE). – (FI) Señor Presidente, Irán tendría un papel importante en las negociaciones de paz de Oriente Próximo pero, desgraciadamente, el país parece alejarse cada vez más del Estado de Derecho democrático. En primer lugar, hay motivos para dudar seriamente de los resultados de las elecciones de junio, que permitieron al Presidente Ahmadinejad seguir gobernando. Desde las elecciones, la situación general de los derechos humanos ha empeorado. Además, desde la llegada al poder de Ahmadinejad en 2005, el número de ejecuciones se ha cuadruplicado, e Irán ejecuta a más personas en el mundo que cualquier otro país salvo China. En segundo lugar, la libertad de religión y la libertad de expresión están en un estado lamentable. Por ejemplo, los siete líderes bahaíes siguen encarcelados solo en base a sus convicciones religiosas.
En nuestra resolución, hacemos una petición a las autoridades iraníes, y espero que al mismo tiempo podamos, de esta manera, demostrar nuestro apoyo y respeto por el coraje que muchos iraníes demuestran en su lucha por las libertades fundamentales y principios democráticos. Tenemos un especial respeto por esas valientes mujeres iraníes que tienen un papel decisivo que desempeñar en las manifestaciones tras las elecciones en Teherán.
Peter van Dalen (ECR). – (NL) Señor Presidente, Irán está gobernado por un estricto régimen basado en una interpretación radical del Islam y del Corán. En Irán, los que no quieren formar parte de esto caen en desgracia. Irán es un país terrorífico, especialmente para los cristianos que viven allí. Literalmente no hay vida para los musulmanes que se han convertido al Cristianismo en Irán. El año pasado, el Parlamento iraní aprobó una ley que convierte en un delito capital el abandono de la fe islámica.
Tampoco hay vida en Irán para los manifestantes. Tres personas arrestadas durante las manifestaciones contra el resultado de las elecciones presidenciales han sido condenadas a muerte. Es lamentable e incomprensible que un tribunal pronuncie una sentencia como esta. Puede que aún sea posible apelar esta sentencia, pero es evidente para todos que incluso los manifestantes deben temer por sus vidas en Irán.
Pido al Consejo y a la Comisión que den a estos manifestantes un fuerte apoyo en los siguientes procedimientos y, en especial, que se opongan al brutal régimen de Irán.
Laima Liucija Andrikienė (PPE). – (LT) La situación de los derechos humanos en Irán está claramente empeorando. Las elecciones presidenciales de dudosa legitimidad que se celebraron este año y las masivas protestas tras dichas elecciones reflejan la cada vez más tensa situación política y social en Irán.
Quisiera señalar que este año, en el informe de Reporteros sin Fronteras que evalúa la libertad de prensa, Irán terminó en los últimos lugares de la lista, en el puesto 172 de 175, solo por encima de Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistán.
La situación para los periodistas en Irán es una de las peores del mundo; la libre información por Internet está bloqueada y se persigue a los que escriben blogs. Conocemos demasiado bien la historia de la conocida bloguera, Fariba Pajooh, que fue arrestada hace poco y cuyo futuro es incierto.
Hago un llamamiento a la Comisión Europea. Señor Comisario, debemos establecer una delegación de la Comisión en Teherán lo antes posible para comenzar un diálogo con las instituciones del Gobierno de Irán sobre la cada vez peor situación de los derechos humanos en este país.
Jim Higgins (PPE). – () Señor Presidente, estoy completamente de acuerdo con los comentarios del señor Czarnecki. El ataque del pasado julio sobre el campamento OMPI iraquí en Ashraf solo puede ser descrito como salvaje y bárbaro. Once muertos, que podrían haber sido muchos más; multitud de personas brutalmente heridas —hay que ver el vídeo para comprender lo salvaje de los hechos—. Los soldados actuaron con una brutalidad verdaderamente sádica. El resultado es que se arrestó a 36 personas, que no tuvieron otra elección y comenzaron una huelga de hambre. Fueron liberados hace dos semanas debido a la presión internacional, tras 72 días de huelga de hambre: eso es lo que atrajo la atención en relación con el Gobierno Malaki. Esas personas son refugiados; tienen derecho a acostarse y levantarse cada mañana sintiéndose seguros. Necesitamos, como ha dicho el señor Czarnecki, dos cosas: en primer lugar, necesitamos una presencia permanente de la ONU allí que sustituya a los Estados Unidos y, en segundo lugar, una garantía absoluta de no desplazamiento.
Véronique De Keyser, autora. – (FR) Señor Presidente, quiero añadir tres cosas a las que ya han dicho mis colegas.
En primer lugar, y aquí me refiero a lo que ha dicho la señora Gomes, a pesar de todo lo que está ocurriendo, a pesar de las tragedias que están ocurriendo en Irán y del régimen, aún tenemos fe en el futuro político de ese país y en la fortaleza de su sociedad civil.
Lo segundo que quiero decir es que no se ha hecho especial hincapié en que condenemos los últimos ataques suicidas, que tuvieron lugar en Sistán and Baluchistán, aunque las víctimas son guardianes de la revolución y, tristemente, docenas de civiles. Estamos en contra de este tipo de violencia, aunque comprendemos perfectamente los motivos por los que ocurre, pero, en este momento, debemos ponernos de lado de los opositores al régimen.
Por último, nuestro Parlamento, creo, condena la pena de muerte, sin importar a quién afecte —niños, mujeres, adultos— o qué país del mundo la lleve a cabo.
Cristian Dan Preda, autor. – (RO) Yo también deseo lamentar el deterioro de la situación en Irán con respecto a los derechos humanos tras las elecciones de junio. Este deterioro sin duda queda reflejado en el gran número de arrestos y de actos violentos que se llevan a cabo contra los opositores al régimen.
Además, como ya se ha mencionado, la libertad de información está bajo una seria amenaza, con riesgo de persecución contra periodistas. Nuestra mayor preocupación es el hecho de que tanto la tortura como la pena de muerte se usen tan ampliamente en Irán. De hecho, Amnistía Internacional resaltó recientemente el hecho de que, tras las elecciones, el número de personas condenadas y después ejecutadas se ha multiplicado de manera significativa.
Por último, deseo demostrar mi apoyo a la idea de establecer una delegación de la Unión Europea en Teherán. Dicha delegación puede trabajar junto con la sociedad civil a nivel del pueblo, y de ese modo apoyar los derechos de los activistas que hacen campaña por la libertad.
Angelika Werthmann (NI). - (DE) Señor Presidente, Señorías, tengo una propuesta para ustedes: los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho son problemas demasiado importantes y demasiado urgentes para tratarse en una tarde de martes. Por desgracia, somos muy pocos hoy aquí.
Hace un mes, debatimos el asesinato de periodistas. Hoy, se trata de la terrible situación de los derechos humanos en Guinea, Irán y Sri Lanka. Sé que muchos de ustedes comparten mi opinión. Debemos encontrar otra fecha mejor para este importante debate.
Presidente. – Señora, se supone que debe hablar sobre el asunto según el procedimiento a mano alzada. Está usando el tiempo de otros diputados.
El procedimiento a mano alzada queda cerrado.
Leonard Orban, miembro de la Comisión. – (RO) Déjenme comenzar enviando nuestras condolencias a las familias de las víctimas del ataque terrorista ocurrido en la provincial iraní de Sistán y Baluchistán. La Comisión condena los ataques terroristas llevados a cabo en cualquier lugar del mundo y las pérdidas de vidas que han acarreado.
La Comisión Europea está muy preocupada por el estado actual de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Irán. Cuando hablamos de este asunto, podemos mencionar ejemplos tales como la ejecución de menores, la discriminación de personas pertenecientes a distintas minorías, restricciones significativas a la libertad de expresión y de reunión, el maltrato a los presos, la negación del derecho a un juicio justo, así como la opresión a gran escala y la intimidación a los que apoyan los derechos humanos y los opositores políticos.
La Unión Europea ha mantenido contacto directo con Irán y ha declarado abiertamente su opinión a las autoridades iraníes respecto a los sucesos ocurridos en el país.
La Unión Europea apoya las libertades fundamentales y los valores fundamentales en los que se basan, y se siente en la obligación de expresar su opinión en cualquier momento y en cualquier lugar en que estos principios sean despreciados. Desafortunadamente, a pesar de las numerosas peticiones y declaraciones de condena por parte de la Unión Europea y la comunidad internacional, la situación de los derechos humanos se ha deteriorado aún más desde las elecciones presidenciales de junio de 2009 en Irán.
Un gran número de personas han sido colgadas en Irán tan solo en las últimas semanas. Una de estas personas, a la que ya se ha mencionado, Behnoud Shojaee, que era menor de edad en el momento en que cometió el delito, fue ejecutada a pesar de los repetidos llamamientos por parte de la UE para que se conmutara la sentencia. Es probable que se ejecute a más menores próximamente en Irán. También nos preocupa la situación de los siete líderes bahaíes de Irán, que llevan 17 meses bajo arresto y deben responder a acusaciones muy graves, como espionaje y propaganda contra el estado. La última vista programada se aplazó de nuevo el 18 de octubre, lo que dejó a siete personas a partir de ese momento sin perspectiva clara de un procedimiento judicial adecuado.
Cientos de personas fueron retenidas tras las elecciones presidenciales porque tomaron parte en las manifestaciones posteriores a las elecciones y realizaron comentarios críticos. Los juicios contra los implicados en esas actividades continúan aún. De hecho, la semana pasada, cuatro personas fueron condenadas a muerte porque estuvieron implicadas en los incidentes tras las elecciones.
Finalmente, deseo hacer hincapié en que compartamos las preocupaciones expresadas por algunas de Sus Señorías sobre el estado de los derechos humanos en Irán. La Comisión está supervisando estrechamente el modo en que evoluciona la situación y seguirá aprovechando cada oportunidad para pedir a las autoridades iraníes que respeten los compromisos respecto a los derechos humanos internacionales, incluido el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración Universal de Derechos Humanos. La mejora de la situación de los derechos humanos en Irán es un elemento clave del enfoque de la Comisión Europea dirigido a reforzar el diálogo político y la cooperación con Teherán en el futuro.
En respuesta a la pregunta que se me ha formulado, creemos que actualmente, dadas las condiciones actuales de Irán, no es el momento adecuado para establecer una delegación de la Comisión Europea en Teherán.
Presidente. – El debate queda cerrado.
La votación tendrá lugar tras los debates.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Bogusław Sonik (PPE), por escrito. – (PL) Señorías, pido a la Unión Europea que no guarde silencio mientras se violan los derechos humanos en Irán. La Unión Europea debe asumir una postura mucho más firme en contra de las penas de muerte y las ejecuciones ocurridas en el país, especialmente las impuestas a criminales jóvenes y menores de edad. Reaccionar ante lo que está ocurriendo actualmente en Irán es uno de los mayores desafíos para la efectividad de nuestro mundo occidental.
Por este motivo, la Comisión Europea debe establecer una delegación de la Unión Europea en Teherán lo antes posible para apoyar y reforzar el diálogo con los líderes iraníes y la sociedad civil, especialmente para dar apoyo a jóvenes, presos políticos y periodistas. La Comisión Europea debe implicarse mucho más en el envío de un enviado especial por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para supervisar la situación de los presos políticos y para garantizar que las autoridades iraníes cumplan los estándares de procedimiento internacionales y las obligaciones legales respecto a los derechos humanos.
La Unión Europea siempre lucirá la enseña de las libertades civiles y nuestros valores democráticos europeos, incluso más allá de nuestras fronteras. Por ese motivo, deberíamos esforzarnos, mediante profundos diálogos con las élites políticas, para que el Irán del siglo XXI respete los derechos humanos fundamentales y el derecho a la vida.