Manfred Weber, en nombre del Grupo del PPE. – (DE) Señor Presidente, señor López Garrido, Señorías, al principio todo este debate ha estado, por supuesto, marcado por la frustración e irritación que muchos diputados europeos han sentido porque tenían la impresión de que, una vez más, el Consejo estaba precipitando las cosas antes de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Por este motivo, me complace que el Consejo se haya dado cuenta de que es positivo consultar al Parlamento, para aplicar ahora el nuevo Tratado de Lisboa en el proceso de ratificación y también para brindarnos la oportunidad de evaluar si este acuerdo debe aplicarse o no.
En este proceso legislativo, si es que lo ponemos en marcha, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) aplicará criterios claros para la toma de decisiones. Hay dos caras de una misma moneda. Por una parte, en el Grupo del PPE apoyamos el principio de que, por lo que respecta a los datos europeos —independientemente de donde se almacenen—, deben aplicarse las normas de protección de datos europeos. Defendemos el principio de que queremos un derecho de recurso para las personas que consideran que han sido tratadas injustamente al ser sometidas a verificaciones de datos. Defendemos el principio básico de que los datos solo deben transmitirse en casos individuales y solo si la persona es sospechosa por algún motivo determinado, no simplemente como norma general. Estos son aspectos que consideramos importantes.
En la otra cara de la moneda está el hecho de que, por supuesto, deseamos cooperar con los Estados Unidos. Queremos cooperar con otros agentes en la lucha contra el terrorismo. No queremos una situación en la que cada uno de los Estados —en caso de que el acuerdo caduque— se vea sometido a presiones especiales, como Bélgica, por ejemplo, porque entonces los Estados pueden empezar a operar de forma bilateral. También es necesario prestar especial atención a este respecto. En el Grupo del PPE tendremos esto en cuenta cuando se presente la propuesta legislativa.
Una vez más, quisiera pedir al Consejo y a la Comisión que no traten de ganar tiempo, sino de presentar el texto ya, para que podamos debatirlo. Como Parlamento, podemos trabajar con rapidez y, por tanto, también podremos abordar esta cuestión con rapidez. Después corresponderá a los Ministros —y solo para dejarlo muy claro: los Ministros del Interior— convencer al Parlamento de que los métodos que se están proponiendo en el marco de este acuerdo son realmente necesarios para luchar contra el terrorismo.
Estamos abiertos a este proceso, pero la tarea de convencernos incumbe todavía al poder ejecutivo, es decir, de los ministros.