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Procedimiento : 2009/0190(NLE)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A7-0013/2010

Textos presentados :

A7-0013/2010

Debates :

PV 10/02/2010 - 13
CRE 10/02/2010 - 13

Votaciones :

PV 11/02/2010 - 6.4
CRE 11/02/2010 - 6.4
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2010)0029

Acta literal de los debates
Miércoles 10 de febrero de 2010 - Estrasburgo Edición DO

13. Acuerdo UE/Estados Unidos de América sobre el tratamiento y transferencia de datos de mensajería financiera de la UE a los Estados Unidos a efectos del Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – El siguiente punto es el informe de la señora Hennis-Plasschaert, en nombre de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, sobre la recomendación sobre la propuesta de Decisión del Consejo relativa a la celebración del Acuerdo entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América sobre el tratamiento y transferencia de datos de mensajería financiera de la Unión Europea a los Estados Unidos a efectos del Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo (05305/2010 - C7-0004/2010 - 2009/0190(NLE)) (A7-0013/2010).

Como ya saben, el Parlamento Europeo ha trabajado mucho a este respecto. Se compone de diputados elegidos directamente por los ciudadanos europeos. Nos debemos principalmente a los derechos de estos ciudadanos y tenemos que salvaguardarlos. Somos plenamente conscientes de que ésta constituye nuestra primera y mayor responsabilidad. De igual forma, entendemos cuán importante es el Acuerdo SWIFT, por motivos completamente diferentes. Por lo tanto, convenía encontrar en ello el término medio adecuado. Al mismo tiempo que en los últimos meses se daba esta situación, entraba en vigor el Tratado de Lisboa.

En noviembre del año pasado escribí al señor Reinfeldt, el Presidente del Consejo Europeo en aquel momento, solicitando el aplazamiento de la decisión y que la decisión del Parlamento Europeo se tuviera en consideración, de conformidad con el Tratado de Lisboa. Como saben, no fue eso lo que ocurrió y el 30 de noviembre el Consejo decidió sobre este asunto y adoptó el acuerdo SWIFT. El 21 de diciembre envié otra carta al señor Reinfeldt en la que exponía dos aspiraciones del Parlamento: que se incluyera nuestra postura en el mandato de negociación para un acuerdo permanente y se informara detalladamente al Parlamento durante las futuras negociaciones. El 21 de enero escribí una carta similar al señor Zapatero, quien ocupa actualmente la Presidencia rotativa, y volví a enviar la misma carta el 8 de febrero. He escrito otra carta al señor Barroso diciendo lo mismo. También me he puesto en contacto con representantes del Gobierno estadounidense y con la señora Clinton y he recibido una carta sobre este asunto que pone de manifiesto la postura del Gobierno de los Estados Unidos sobre el Acuerdo SWIFT.

Puede que ya lo sepan, dado que todos los documentos están a su disposición; se los he enviado a los grupos políticos para que puedan hacer uso de ellos en todo momento. Esta cuestión es importante. Tenemos que estar perfectamente informados para poder tomar decisiones responsables sobre este asunto. Las medidas que hemos adoptado también se verán respaldadas por nuestro debate de hoy. Por eso tiene tanta relevancia este debate sobre el acuerdo SWIFT. Me llena de satisfacción contar con la presencia de representantes del Consejo y la Comisión Europea, que tendrán la oportunidad de hablar. Y ahora llega el momento de dar paso al debate y asumir nuestra responsabilidad de decidir sobre este asunto.

 
  
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  Jeanine Hennis-Plasschaert, ponente. – Señor Presidente, comenzaré diciendo que yo también apoyo una UE fuerte y orientada hacia el exterior que sea capaz de actuar hombro con hombro como auténtica homóloga de los EE.UU. En este contexto considero de suma importancia actuar con apertura, justicia y transparencia si queremos abordar la manera en que Europa debería cooperar con los EEUU para los fines de la lucha contra el terrorismo, incluido el uso para fines policiales y legales de los datos recabados con fines comerciales.

No cabe duda de que el intercambio y el uso de datos concretos para los fines de la lucha contra el terrorismo son necesarios y lo seguirán siendo en el futuro, pero permítanme dejar claro que los ciudadanos europeos deben poder tener confianza tanto en el procesamiento de los datos como en las exigencias de seguridad. El objetivo debe ser encontrar la solución adecuada en el primer intento, pero, con el debido respeto, el Consejo no ha sido lo suficientemente firme para lograrlo.

En efecto, el acuerdo interino propuesto supone una significativa desviación de la legislación europea en cuanto a cómo obtendrían los organismos policiales y judiciales los datos financieros de los individuos, concretamente a través del recurso a órdenes judiciales o requerimientos aprobados por los tribunales para examinar transacciones específicas, pero con el acuerdo interino propuesto. Nosotros en cambio nos basamos en requerimientos administrativos amplios para millones de registros de ciudadanos europeos.

Por la misma naturaleza de SWIFT, no es posible referirse a las denominadas solicitudes limitadas. Por razones técnicas, SWIFT tiene que transferir datos en masa, vulnerando así los principios fundamentales de la ley europea de protección de datos, esto es, los principios de necesidad y proporcionalidad. Una situación que es imposible corregir ulteriormente mediante mecanismos de vigilancia y control.

Debe quedar claro en todo momento que la función del Parlamento no consiste en limitarse a tomar nota pasivamente de las actuaciones del Consejo y la Comisión. El hecho es que a esta Cámara siempre se le hacen promesas para el día de mañana a cambio de tener paciencia. Pero no podemos seguir mordiendo el anzuelo de las falsas promesas para el día de mañana. Necesitamos compromisos claros ahora y le tocaba mover ficha al Consejo. La semana pasada dejé claro este punto y sin embargo hasta el momento no ha actuado en consecuencia.

El Consejo afirma que quiere garantizar el respeto absoluto de la privacidad y los datos personales, pero no tiene en cuenta concretamente los derechos de acceso, rectificación, compensación y reparación fuera de la UE de las personas a las que se refieran los datos. El Consejo afirma que comparte las inquietudes del Parlamento y por consiguiente pide a la Comisión que adopte el proyecto de directrices de negociación.

¿Por qué se escuda detrás de la Comisión? El Consejo es quien al final adoptará las directrices de negociación. ¿Por qué éstas todavía no se han presentado? El Consejo asegura una vez más que quiere garantizar que el Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo (TFTP) siga adelante. No obstante, no tiene en cuenta que de esta manera la UE sigue externalizando sus servicios de inteligencia financiera a los EEUU. No tiene en cuenta que no hay reciprocidad. Una relación de auténtica reciprocidad exigiría autorizar a las autoridades de la UE a obtener datos similares almacenados en los EEUU y, a largo plazo, considerar la necesidad de ampliar nuestra propia capacidad europea.

El Consejo no muestra compromiso alguno con la legislación vigente, como la Directiva sobre la conservación de datos por parte de los proveedores de servicios de telecomunicaciones, que se ocupa de los datos específicos y concretos. También omite aclarar el cometido exacto de la autoridad pública. Un sistema de exportación de datos (un sistema «push») no tiene sentido si, en la práctica, SWIFT ha de transferir datos en masa. Dicho de otro modo, la transferencia y almacenamiento de datos son por definición desproporcionados según las condiciones establecidas en el acuerdo interino y el Consejo no aporta una solución europea para la supervisión del intercambio de datos.

Señor Presidente del Consejo, dígame de qué manera puedo explicar a 500 millones de ciudadanos europeos que estamos comprometiendo importantes salvaguardias y principios sólo por no ser capaces de actuar con firmeza porque el Consejo no puede hacer las cosas como es debido. Dígame cómo explicárselo.

(Aplausos)

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. (ES) Señor Presidente, señoras y señores diputados, quisiera empezar esta intervención con una afirmación inequívoca: España apoyó de manera clara, con rotundidad, el Tratado de Lisboa. Desde el primer momento. Y lo hizo con el convencimiento de que la puesta en marcha de este nuevo Tratado iba a suponer, entre otras muchas cosas, el acercamiento de las instituciones europeas a nuestros conciudadanos.

Es un objetivo que el Tratado confía, en buena medida, a este Parlamento. Su mayor protagonismo, su participación en asuntos como los relativos al espacio de libertad, justicia y seguridad, es la forma en la que este Tratado pretende facilitar el acercamiento entre ciudadanos e instituciones.

Empezar, por tanto, esta intervención asegurando ante sus Señorías el compromiso de trabajo conjunto, de colaboración leal, entre el Consejo y este Parlamento, es para la Presidencia española una conclusión que nace de nuestro firme compromiso con el Tratado de Lisboa y sus objetivos.

El Consejo comparte también con esta Cámara su preocupación por garantizar la seguridad del conjunto de los ciudadanos europeos; la seguridad como garantía para un ejercicio pleno de la libertad. Este es el contexto en el que se inscribe nuestra lucha común contra el terrorismo, contra cualquier tipo de terrorismo.

Como decía la Resolución aprobada el pasado 17 de septiembre, aquí, en esta Cámara, «el Parlamento Europeo recuerda su determinación de luchar contra el terrorismo y su firme convencimiento de la necesidad de lograr un equilibrio adecuado entre las medidas de seguridad y la protección de las libertades públicas y los derechos fundamentales». No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación.

Este es el marco en el que me gustaría que se celebrara este debate, un marco nuevo —el del Tratado— de franca colaboración interinstitucional, y una preocupación compartida, que esta ya no es nueva: la de luchar contra el terrorismo respetando los principios de proporcionalidad y de necesidad, que son al mismo tiempo la garantía de una plena eficacia para esta lucha.

Resulta, señor Presidente, comúnmente admitido que el terrorismo internacional ha planteado nuevos retos a nuestras sociedades. Se trata de un terrorismo relativamente nuevo, de organización difusa, de extrema letalidad y que opera a nivel global. Su erradicación, pues, se plantea también a nivel global. Su carencia de rígidas estructuras, de estructuras jerarquizadas, solo se puede combatir con un extraordinario esfuerzo de información. Su letalidad nos ha llevado a extremar al máximo la vigilancia en los lugares de gran afluencia pública.

Prevención, coordinación e información son las tres palabras que resumen nuestra estrategia para hacer frente a esta enorme amenaza.

Todos los países nos hemos esforzado, pues, por coordinarnos mejor, interna y externamente, por estar más y mejor informados, por cooperar, en fin, con quienes abordan con nosotros la misma lucha. La Unión Europea también: han proliferado los organismos y los equipos de investigación conjunta, los intercambios de información y los análisis compartidos.

Este es el contexto en el que se inscribe el acuerdo entre la Unión Europea y los Estados Unidos sobre transferencia de datos financieros que abordamos hoy. El intercambio de datos sin acuerdo ha venido funcionando desde hace años de manera ininterrumpida.

En mi comparecencia de hace dos semanas en la Comisión LIBE, varios diputados me preguntaron por los resultados de este intercambio de datos. Era una pregunta pertinente que aparece recogida y contestada en el segundo informe del juez Bruguière, que ha sido remitido a esta Cámara y que cito también textualmente: «durante 2009 el TFTP ha sido un instrumento de elevado valor para asistir en la confección de mapas terroristas, para completar elementos que faltaban en las investigaciones, para confirmar la identidad de los sospechosos, para localizar la situación geográfica de estos, para identificar a nuevos sospechosos y para frustrar, en suma, intentos de ataque terrorista». Y añado, no solo en 2009, también antes, en los Estados Unidos, en Europa y en todo el mundo: en Barcelona en enero de 2008, en Alemania en el verano de 2007, en Londres después de los atentados del 7 de julio y en las investigaciones de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, del asesinato de Bangkok en abril de 2005, o de los atentados con bombas en Bali en el año 2002. Son estos algunos de los ejemplos que el juez cita en su informe.

El intercambio de datos, pues, ha dado buenos resultados. El intercambio ha permitido investigar atentados. Ha permitido evitar atentados. Ha permitido detener a terroristas después de cometer atentados y, sobre todo, antes de poder cometerlos.

Sin perjuicio de que la empresa SWIFT había indicado previamente, en el año 2007, su decisión de cambiar sus bases de datos, es cierto que la decisión no se concretó hasta hace muy pocos meses. Ello obligó a revisar los protocolos que, hasta esa fecha, habían permitido el funcionamiento de intercambios de datos financieros. Hubo que hacerlo en muy poco tiempo. El mandato se aprobó en el Consejo en el verano de 2009, y hubo que hacerlo en un momento de incertidumbre sobre la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.

La decisión que se adoptó es bien conocida. Se firmó un acuerdo provisional, interino, para nueve meses, que debe ser ratificado en esta Cámara: un acuerdo temporal de nueve meses, durante los cuales esta Cámara, el Consejo y la Comisión deberían establecer un nuevo proceso de negociación para acordar un tratado definitivo. Esa fue la decisión.

Es posible que no fuera la mejor. Pero sí conviene dejar claro en esta Cámara que el acuerdo firmado ad referendum, el acuerdo que hoy discutimos, es, en lo que se refiere a la defensa de la privacidad, mucho mejor que los protocolos vigentes hasta el momento anterior al acuerdo.

Lo es porque en ese acuerdo provisional se incorporaron garantías adicionales, entre otras cosas, recomendadas por esta Cámara y recordadas por su ponente en el informe que hoy acabamos de conocer.

Llegados a este punto, me gustaría afirmar que la Presidencia española del Consejo ha tomado plenamente en consideración las resoluciones aprobadas en esta Cámara y las cartas remitidas por el Presidente de este Parlamento, así como el informe elaborado por la señora Hennis-Plasschaert, votado en la Comisión LIBE el pasado 4 de febrero. Por esa razón, aprobó en el Consejo y remitió a esta Cámara en el día de ayer una declaración cuyos puntos más relevantes me permito resumir hoy aquí ante ustedes.

En primer lugar, el Consejo se compromete a integrar plenamente en un acuerdo definitivo las garantías sólidas que refuercen la tutela efectiva, la supresión de los datos y la mayor concreción respecto del intercambio de la información obtenida por el TFTP con autoridades nacionales y con terceros países.

Y se compromete, por supuesto, a reforzar las garantías que ya contiene el actual acuerdo y que deben seguir figurando —reforzadas, insisto— en el acuerdo definitivo, como una estricta limitación de la finalidad del uso de los datos y una absoluta prohibición de la extracción de datos y la utilización de los perfiles.

Por último, el Consejo, en respuesta al nuevo contexto creado tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, se compromete a negociar un acuerdo interinstitucional para permitir un acceso más ágil a los documentos clasificados en los acuerdos internacionales.

En este asunto —y lo quiero afirmar con toda rotundidad en esta Cámara—, la Presidencia española manifiesta su total compromiso con el Tratado de Lisboa y con la Carta de los Derechos Fundamentales, en particular, con su artículo 8, asumiendo, asimismo, las legítimas preocupaciones expresadas por esta Cámara.

Hoy sabemos que el compromiso que acabo de formular es posible. En la carta remitida al Presidente del Parlamento por los Secretarios estadounidenses de Estado, Hillary Clinton, y del Tesoro, Timothy Geithner, el Gobierno estadounidense ha expresado su compromiso de incorporar las garantías que sean adecuadas de conformidad con la posición manifestada en este Parlamento.

Es posible, Señorías, que en el proceso de aprobación del acuerdo que hoy discutimos, el Consejo no haya hecho las cosas del todo bien. Pero lo que es seguro es que en este proceso el Consejo ha aprendido y que en este acto el Consejo toma buena nota de las preocupaciones del Parlamento. Como lo es, Señorías, que el acuerdo que hoy discutimos ha contribuido —y yo espero que lo siga haciendo— a mejorar la seguridad de nuestros ciudadanos en todo el mundo y también en Europa.

 
  
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  Presidente. Gracias, señor Rubalcaba. Me gustaría recordarles a todos que, como he dicho anteriormente, he recibido una respuesta del Consejo a las cartas que envié, que están disponibles en los grupos políticos para que puedan revisarlas en todo momento. En ella el Consejo da respuesta a las aspiraciones del Parlamento. Gracias, señor Rubalcaba por su declaración y por explicar la postura del Consejo a este respecto. Tiene mucha importancia para nosotros.

 
  
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  Cecilia Malmström, miembro de la Comisión. – Señor Presidente, permítame comenzar agradeciendo a todos la confianza que ayer depositaron en nosotros y en mí votando a favor de la nueva Comisión.

Este es un interesante primer día de trabajo y me complace compartir con ustedes este relevante asunto del intercambio de información con los EE.UU. a fin de luchar contra el terrorismo, en esta ocasión en relación con el Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo (TFTP).

El Parlamento Europeo ha mostrado naturalmente gran interés en este tema. Y es lo correcto, ya que el TFTP de nuevo nos plantea el reto de conciliar el intercambio de datos con la protección de los mismos y asumir el reto nos ayuda a brindar a los ciudadanos seguridad, privacidad y protección de datos.

Uno de los objetivos del acuerdo interino ha sido garantizar la aplicación de las condiciones recogidas en la Resolución del Parlamento Europeo de septiembre de 2009. Tenemos la firme intención de reforzar más la parte de protección de datos en la negociación del acuerdo a largo plazo, especialmente en lo que respecta al derecho a recibir información sobre si los derechos de uno se han respetado en el marco del acuerdo y a garantías más firmes de reparación efectiva y tratamiento legal y supresión de datos.

El segundo Informe de Bruguière se puso a disposición de los diputados al Parlamento Europeo el lunes de la semana pasada. El informe pone de manifiesto la trascendencia y el valor del TFTP en la investigación y eliminación del terrorismo, también dentro de la UE. Confirma que el TFTP ha servido para identificar y detener a individuos que posteriormente han sido condenados por terrorismo en los Estados miembros. El informe destaca asimismo que el TFTP constituye una valiosa fuente de información fiable necesaria en la lucha contra el terrorismo. Hay ejemplos concretos de ello y el Consejo ha hecho referencia a algunos.

Sabemos que la amenaza del terrorismo en algunos Estados miembros sigue siendo grande, y estoy segura de que se dan cuenta de que la desestimación del acuerdo interino por parte de esta Cámara supondría un grave perjuicio para la seguridad europea.

Algunos de los Estados miembros han dejado muy claro que quieren que el TFTP siga adelante porque les ha servido en el pasado y seguirá haciéndolo. Ellos nos han comunicado que la información fiable que proporciona el TFTP acerca de conocidos o presuntos terroristas constituye una importante fuente de datos legítimos necesarios para hacer frente a esta compleja amenaza, principalmente la del terrorismo inspirado por Al Qaeda. El acuerdo interino no es sólo un favor que se hace a los EEUU, es de interés común.

Se ha hablado mucho acerca del nivel de protección de datos que recoge el acuerdo interino, lo que naturalmente constituye una cuestión primordial. Invito a los parlamentarios, aunque estoy segura de que la mayoría de ustedes ya lo ha hecho, a que analicen detenidamente el acuerdo interino. Comprobarán que contiene importantes y específicos compromisos jurídicamente vinculantes en cuanto al tratamiento que el Departamento del Tesoro de los EEUU puede hacer de los datos en el marco del acuerdo. Incluye, por ejemplo, una estricta limitación que establece que los datos se tratarán exclusivamente a efectos de la investigación, detección y persecución del terrorismo. Contiene una prohibición absoluta de la extracción de datos; sólo se permitirá realizar búsquedas en la base de datos cuando se pueda justificar la creencia de que la persona que se busca está involucrada en actividades terroristas.

Eso significa que los datos contenidos en la base de datos del TFTP son verdaderamente anónimos. Sólo se podrán ver y extraer los datos de una persona identificada de la base de datos en el caso de que haya una razón para creer que es terrorista. Esto es importante. El acuerdo interino obliga al Departamento del Tesoro a eliminar los datos en un plazo de cinco años tras su recepción, un plazo en consonancia con el periodo de retención que contempla la legislación europea en materia de financiación del terrorismo. El acuerdo prevé asimismo una supervisión europea pormenorizada en la que participarán algunas de nuestras autoridades en materia de protección de datos a fin de garantizar el cumplimiento de estas y otras muchas obligaciones sobre protección de datos.

El acuerdo no conlleva la transferencia de prácticamente todos los datos de SWIFT al Departamento del Tesoro estadounidense. Puedo asegurarles que el acuerdo interino prevé la transferencia únicamente de una fracción de los datos de SWIFT. No afectará de ninguna manera a las competencias de las autoridades en materia de protección de datos en lo que respecta al tratamiento de datos que SWIFT o instituciones financieras llevan a cabo en la UE.

Una denegación del consentimiento pondrá fin al acuerdo interino, incluida la importante salvaguardia que contiene en materia de protección de datos. Si los EEUU llegan a tener acceso a los datos por otros medios, como pueden ser las relaciones bilaterales con los Países Bajos, esas salvaguardias dejarán de ser aplicables. Si no se logra el acuerdo interino, es probable que pase un tiempo considerable hasta que se pueda poner en marcha una alternativa. De modo que la denegación del consentimiento puede conducir a un vacío en materia de protección de datos y de seguridad.

Por último, el acuerdo interino es sólo un acuerdo interino. Puede que no sea el mejor acuerdo del mundo. Se puede mejorar y se mejorará. La Comisión está ahora ultimando el proyecto de mandato y las directrices del acuerdo a largo plazo y los aprobaremos rápidamente.

Les garantizo, y me comprometo personalmente a ello, que las preocupaciones del Parlamento Europeo se tendrán en cuenta y en el nuevo acuerdo perseguiremos una sólida protección de la privacidad y los datos. Se informará pormenorizadamente al Parlamento Europeo en todas las fases de este procedimiento. Con esto espero haber respondido a algunas de sus preguntas.

 
  
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  Presidente. Gracias, señora Malmström, por sus aclaraciones. Han sido verdaderamente vitales para nosotros. El Consejo y la Comisión Europea acaban de hacer algunas declaraciones sobre nuestras aspiraciones en cuanto al mandato de negociación y a que mantengan informado al Parlamento.

Hay otro factor importante en lo que estamos haciendo, y es que el Parlamento Europeo ha pasado a ser corresponsable en materia de legislación europea. También lo somos en acuerdos internacionales, como el acuerdo SWIFT, y estamos dando muestras inequívocas de que, ahora que está en vigor el Tratado de Lisboa, la situación ha cambiado. Esto es importante. Creo que los últimos gestos del Gobierno estadounidense demuestran que ha quedado claro que el Parlamento Europeo hoy en día tiene plena responsabilidad en materia legislativa. Queríamos dar una señal contundente. Por otro lado, sabemos que nos debemos a los ciudadanos. Somos elegidos diputados al Parlamento Europeo por sufragio directo. Nuestra responsabilidad de defender los derechos de los ciudadanos tiene una importancia primordial y siempre hacemos hincapié en ello.

 
  
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  Ernst Strasser, en nombre del Grupo del PPE.(DE) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar me gustaría darles la bienvenida en su primer día de trabajo y comunicarles que cuentan con la total colaboración de nuestro grupo. Para dar comienzo a este debate, nos gustaría decir que es nuestro deseo lograr una óptima cooperación con los estadounidenses, en especial tratándose de la lucha contra el terrorismo. En segundo lugar, apoyamos decididamente la seguridad de los ciudadanos, así como sus derechos y la protección de datos. En tercer lugar, hemos trabajado sobremanera para asegurarnos de que las orientaciones para las negociaciones y nuestra postura estuvieran listas a mediados de septiembre, y ahora queremos ver que se aplican. En cuarto lugar, señora Malmström, querría expresar con todo el respeto que no se trata de que el Parlamento tuviera un vivo interés en esta área concreta, sino más bien que consideramos el proceso legislativo nuestra responsabilidad, como ha manifestado el Presidente, y queremos intervenir en él en las mismas condiciones que el Consejo y la Comisión.

Nuestra respuesta al texto para las negociaciones consta de dos consideraciones muy concretas. La primera: no podemos aceptar la manera en que se ha elaborado este texto. La segunda: a pesar de que el Consejo insiste en que «los puntos de la resolución del Parlamento se han tenido plenamente en cuenta», algunos de los puntos, de hecho, no se han incluido, en concreto el derecho a emprender acciones legales, la supresión de los datos y algunos más. Estas fueron las principales razones por las que en la Subcomisión de Seguridad y Defensa afirmamos que para nosotros era inaceptable. También quedó patente que las cosas únicamente se comenzaron a activar después de esto. La Secretaria de Estado estadounidense no ha aceptado nada, a menos que el Consejo haya recibido información diferente a la recibida por el Parlamento. Al parecer esto ha ocurrido en varias ocasiones. El Consejo ha lanzado mensajes alentadores esta semana, pero no ha ofrecido garantía alguna. Me gustaría dejar claro que por eso es por lo que afirmamos que queremos seguir debatiendo este asunto, que queremos un acuerdo óptimo y que estamos totalmente a favor de llevar a cabo más debates, si existe alguna garantía de que esto desemboque en un acuerdo óptimo.

 
  
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  Martin Schulz, en nombre del Grupo S&D.(DE) Señor Presidente, el escritor irlandés Jonathan Swift en su célebre libro «Los viajes de Gulliver» envió a su héroe Gulliver a las tierras de Lilliput, cuyos habitantes medían tan sólo seis pulgadas de altura. Sin embargo, Gulliver creyó que había llegado a la tierra de los gigantes. En mi opinión, parece que la diplomacia estadounidense ha seguido los pasos de Gulliver y cree que puede tratar al Parlamento Europeo como si de una organización de seres menudos se tratara. Es un error.

Señora Malmström, me gustaría felicitarla por su elección y por su traslado de un banco a otro. Debería ser consciente de que no se trata de un error que hayan cometido exclusivamente diplomáticos estadounidenses, también lo han cometido los gobiernos de la UE que creyeron que un acuerdo tal podría hacerse aprobar por el Parlamento sin darse cuenta de que nosotros no podemos votar a favor de un acuerdo tan deficiente. Este acuerdo encarna el espíritu de la idea de seguridad de los EEUU, pero no representa la protección de los derechos fundamentales que nosotros, como diputados al Parlamento Europeo, debemos garantizar a los ciudadanos de Europa.

La posibilidad de transferir gran cantidad de datos sin especificaciones ni puntualizaciones en cada caso entra en conflicto con la legislación en materia de protección de datos aprobada en todos los parlamentos europeos, incluidos los nacionales. Usted misma ha hecho referencia a los graves problemas relacionados con la protección de datos. ¿Cuánto tiempo se almacenarán lo datos? ¿Quién los almacena? ¿Quién se los transmite a quién? ¿Qué opciones tengo para averiguar qué está pasando con mis datos, quién accede a ellos y si es correcto? ¿De qué protección jurídica dispongo para garantizar que no se puedan recopilar datos incorrectos sobre mí ni transferirse a terceras partes, quienquiera que sean? En el caso de que se recopilen y almacenen mis datos, ¿cuándo se eliminarán? En virtud de la Ley sobre seguridad interior (Homeland Security Act), los datos se pueden almacenar hasta noventa años. Si conlleva la garantía de llegar a cumplir noventa años, lo debatiré encantado. Conviene repetir que se pueden almacenar estos datos hasta noventa años. Todas estas cuestiones constituyen graves fallos de este acuerdo.

Por eso, señor Rubalcaba, debo decirle que se trata de un mal acuerdo y no podemos votar a favor de él. Si lo desestimamos, será trabajo suyo negociar un acuerdo nuevo y mejor con los EEUU en aras de la seguridad pero al mismo tiempo de la seguridad de los ciudadanos en lo que respecta a su libertad. Si lo logra, apoyaremos el nuevo acuerdo. El objetivo de una nueva ronda de negociaciones debe ser aunar ambas cosas.

No puedo aconsejar a los miembros de mi grupo que voten a favor de este acuerdo, dada su forma y el punto en que se halla. Por lo tanto, esta tarde propondré a mi grupo votar en contra de este acuerdo.

 
  
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  Sophia in 't Veld, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, quisiera dar la bienvenida a mi antigua colega y buena amiga la señora Malmström. Es un placer verla aquí.

Para el Parlamento Europeo esta se trata de una primera decisión clave a tomar con sus nuevas competencias derivadas del Tratado de Lisboa y se esperan buenos resultados, sin embargo hay que tener la cabeza despejada. Se lo debemos a los ciudadanos; hemos de tomar una decisión bien fundada, sin interferencias de presiones externas ni de tácticas intimidatorias, como falsos argumentos sobre un vacío en materia de seguridad, puesto que los EEUU, esto lo sabemos, pueden seguir obteniendo los datos sin disconformidad. No olvidemos que los Estados miembros tampoco estaban unánimes respecto a este acuerdo. Sólo podemos dar nuestro consentimiento a un acuerdo que cuente con plena legitimidad democrática en el fondo y la forma. No es ninguna lucha de intenciones que libren el Consejo y el Parlamento Europeo, ni tiene que ver con las relaciones transatlánticas. Se trata de que los ciudadanos europeos tengan derecho a un correcto procedimiento democrático y transparente.

Hasta ahora las respuestas del Consejo han sido completamente inapropiadas. Los derechos democráticos de los ciudadanos europeos no se pueden comprometer a cambio de promesas de viajes a los EEUU o vanos anuncios de futuros acuerdos por parte del Consejo. Desde 2007 este ha tenido innumerables oportunidades para tratar este asunto adecuadamente, para garantizar la seguridad, así como la protección de los datos personales y las libertades civiles y para asegurar un correcto control democrático por parte de los parlamentos nacionales o bien, desde el 1 de diciembre, del Parlamento Europeo, pero el Consejo ha sido sumamente terco. El Parlamento no puede ni debe tomar una decisión si no tiene acceso a toda la información y documentos pertinentes. Nuestros votantes tienen que tener la certeza de que tomamos seriamente en consideración todos y cada uno de los factores y no nos limitamos a aprobar de manera automática las decisiones del Consejo.

Por último, el Parlamento Europeo ha dejado muy claras durante años sus inquietudes y aspiraciones. En lugar de hacer más promesas vanas, el Consejo debería facilitarnos finalmente la opinión de su Servicio Jurídico y la información solicitada con respecto al uso de los datos para los fines de la lucha contra el terrorismo. Considero que el segundo Informe de Bruguière no es suficiente. De modo que, si la Cámara quiere obtener el consentimiento de esta Cámara, tendrá que satisfacer nuestras demandas. Esa es la única vía posible.

(Aplausos)

 
  
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  Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE.(DE) Señor Presidente, para comenzar me gustaría hacer referencia a las reuniones con los expertos y el embajador de los EEUU. En las dos reuniones que presidí, en modo alguno tuve la impresión de que me consideraran una persona menuda de Europa, más bien al contrario. En estas reuniones con expertos estadounidenses aprendí mucho sobre las significativas diferencias que existen entre los sistemas jurídicos americano y europeo en materia de protección de los derechos fundamentales. Agradezco a los estadounidenses su participación en este diálogo de gran alcance. Me ha quedado muy clara qué tarea nos resta por delante, a la cual el Consejo no ha hecho justicia en el pasado. También me ha quedado clara la tarea que tenemos por delante los europeos si queremos aunar en un mismo acuerdo la lucha efectiva contra el terrorismo y la protección efectiva de los derechos fundamentales.

Realmente me parece vergonzoso que hayan tenido que cruzar el océano para explicarnos este polémico asunto y el Consejo hasta el momento no haya sido capaz de celebrar un debate sincero de este tipo con el Parlamento. La ponente ha dilucidado perfectamente en qué áreas se van a vulnerar los derechos fundamentales, los cuales gozan del más alto grado de protección en Europa. Me gustaría hacer una puntualización más que considero supone un problema capital desde el punto de vista político y jurídico si se observa el asunto con mayor detenimiento. Estados Unidos y Europa tienen definiciones completamente diferentes de terrorismo y este inconveniente domina el acuerdo.

Como bien se ha dicho, los diputados de esta Cámara son responsables ante los ciudadanos europeos de garantizar la salvaguardia de sus derechos. En mi opinión no deberíamos votar a favor de un acuerdo del que muchos de nosotros, incluidos el señor Weber, el señor Langen, ausente en este momento, y el señor Schulz, han afirmado una y otra vez en público que contraviene la legislación vigente. Es el momento de actuar. A lo largo del debate público hemos dicho a los ciudadanos europeos que así lo íbamos a hacer. Debemos votar en contra del acuerdo interino y no posponer la votación.

El Parlamento no debe eludir una vez más sus responsabilidades, como lo hizo en noviembre. Más adelante tuvimos la oportunidad de detener este asunto, pero la mayoría no quiso. Ahora es nuestro deber actuar, y lo digo tras las consultas con los americanos. Esto nos situará en una posición negociadora más favorable y en igualdad de condiciones, lo que nos permitirá fortalecer la seguridad y los derechos de los ciudadanos en la UE y tal vez incluso en los EEUU.

 
  
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  Timothy Kirkhope, en nombre del Grupo ECR. – Señor Presidente, al igual que mis colegas, he sentido gran frustración y enfado a raíz del trato recibido del Consejo y las deficientes consultas con esta Cámara con respecto al acuerdo. La consulta y el consentimiento parlamentarios no han de ser una herramienta retroactiva. La reciprocidad en cuanto a la protección de datos tiene que ser irreprochable y la forma en que se ha negociado y celebrado este acuerdo no se ha de repetir.

No obstante, al menos me han reconfortado las autoridades estadounidenses, y también los sistemas de protección de datos de varios niveles y las garantías jurisdiccionales que establece este acuerdo interino. Por lo tanto, el deficiente trato que nos ha dispensado el Consejo no ha de comprometer el acuerdo de la UE y los EEUU ni cualquier acuerdo futuro sobre la seguridad en Europa. Ahora el Consejo y la Comisión nos están dando gran cantidad de garantías y promesas. Por el momento no puedo juzgar si éstas dan respuesta a los requisitos que hemos establecido, por lo que en mi opinión necesitamos algo de tiempo antes de seguir adelante considerando esta medida crucial.

 
  
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  Lothar Bisky, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señor Presidente, Señorías, el Acuerdo SWIFT se ha negociado sobre la base de un dudoso procedimiento; se le dio paso rápidamente tan sólo un día antes de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa a fin de dejar a un lado al Parlamento. No obstante, me gustaría centrarme en su contenido. La hermana pequeña del gran hermano aguarda nuestra aprobación. La señora Clinton cree que puede convencer a los diputados de este Parlamento de que hagan algo que no aceptarían de sus propios gobiernos.

Desde mi punto de vista, el hecho de que los supuestos investigadores del terrorismo tengan un acceso de tal alcance a las bases de datos es básicamente erróneo porque menoscaba la libre determinación de las personas sobre sus datos personales. Estos datos se almacenarán durante décadas y nadie ejercerá control alguno sobre su utilización. Lo que es más, los datos podrán seguir conservándose tras la terminación del acuerdo. No existirá la posibilidad de emprender acciones legales para descubrir el paradero de los datos ni para exigir indemnizaciones por su uso ilegal por parte de terceros países. Esto hace que el estado prevalezca sobre los ciudadanos, que quedan así reducidos al estatus de objetos de sospecha. Los Estados miembros están permitiendo que otros gobiernos espíen indirectamente a nuestros ciudadanos a través de la UE.

Daré algunos ejemplos relativos a Alemania. ¿Deberían Deutsche Telekom, Deutsche Bahn o la cadena de droguerías Schlecker seguir encargándose de recabar información sobre sus empleados? ¿Se convertirá ahora en práctica habitual del Gobierno alemán comprar a los inspectores de Hacienda datos obtenidos de forma ilegal? Nos hallamos en una situación en que el Parlamento debe salir en defensa de sus convicciones y tomar una decisión. ¿Por qué debería Google ser capaz de determinar umbrales de datos en el futuro? Es importante luchar contra el terrorismo y en particular contra sus causas, y creo que todos estamos de acuerdo en eso, pero no a costa de los derechos fundamentales. En este marco he escuchado muchos discursos que se refieren a la UE como a una comunidad de valores. Pues bien, estamos a punto de ignorar uno de esos valores y mi grupo no puede votar a favor de ello.

 
  
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  Simon Busuttil (PPE).(MT) Permítanme dejar claro que el Partido Popular Europeo apoya el Acuerdo SWIFT y que mañana votará a favor. Explicaré por qué: el Partido Popular Europeo lo va a apoyar porque su principal preocupación es la seguridad de las personas, la protección de nuestros ciudadanos.

La seguridad de nuestros ciudadanos va a mejorar como consecuencia de este Acuerdo, y por eso lo apoyamos. Ésta no es simplemente mi propia opinión, sino la opinión experta de aquellos cuya tarea específica fue investigar y evaluar si este Acuerdo protege mejor o no a los ciudadanos a los que todos, en esta Cámara, representamos.

Mejorará el nivel de seguridad en toda Europa y esto se extenderá a la seguridad de otros ciudadanos de todo el mundo, incluidos los Estados Unidos. Ahora bien, estoy de acuerdo con aquellos que han señalado que el Consejo no ha actuado de manera adecuada con el Parlamento Europeo, pero creo que el mensaje enviado por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior la semana pasada dio una lección al Consejo, lección que se entendió perfectamente. Asimismo, comprendo la preocupación de mis colegas por la privacidad, pero debemos recordar otra vez que se trata de un acuerdo interino, lo que significa que se redactará un nuevo acuerdo que proporcionará unas mejores garantías en cuanto a la seguridad.

Señor Presidente, en su introducción ha mencionado la responsabilidad. Pido a mis colegas que utilicen los poderes de este Parlamento, los nuevos poderes que tenemos, con toda responsabilidad, para realmente poder mirar a quinientos millones de ciudadanos y decirles que estamos defendiendo su seguridad. Si fuera posible, a fin de mantener una mayor unidad en esta Cámara, debería posponerse la votación de mañana. Estamos dispuestos a considerar el aplazamiento de la votación, pero si no se acepta, debemos votar a favor.

 
  
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  Claude Moraes (S&D). – Señor Presidente, también los Socialistas y Demócratas queremos luchar por los ciudadanos europeos y queremos luchar contra el terrorismo, por eso vamos a proponer, como ha dicho mi líder, votar «no» mañana para garantizar que votemos en este Parlamento, en el primer procedimiento de aprobación que se lleva a cabo con arreglo al Tratado de Lisboa, en contra de un mal acuerdo para la totalidad de este Parlamento.

Para nosotros, no es una cuestión sectaria sino basada en hechos reales. Esta cuestión tiene que ver con si un acuerdo mal redactado satisface los intereses de seguridad y antiterrorismo. Como me dijo una vez uno de mis asesores —es abogado, yo era abogado y el señor Kirkhope también lo era— citando a Benjamin Franklin: «quien anteponga hasta tal punto la seguridad a la libertad no se merece ninguna».

Por lo tanto, todos estamos de acuerdo en que, para los ciudadanos comunitarios, lo que queremos es un buen acuerdo. Ahora bien, en el COREPER, es totalmente cierto que el Consejo sugirió todas las cuestiones que nosotros como grupo considerábamos importantes. Asimismo, la señora Clinton reconoció en su carta que el Parlamento tenía razón, pero ninguno de esos documentos fue más allá ni nos dio la fórmula para solucionar este problema, y por ese motivo un «no», en mi opinión, nos llevará a un mejor acuerdo para la totalidad del Parlamento.

Nuestro grupo está pidiendo en toda la Cámara y no sólo dentro de nuestro grupo, apoyar lo que la ponente está tratando de conseguir, un mejor acuerdo para luchar contra el terrorismo. Aquí nadie tiene superioridad moral; queremos una lucha eficaz contra el terrorismo, eso significa un mejor acuerdo y eso es lo que recomendaremos a los Socialistas y Demócratas esta tarde en nuestro grupo.

 
  
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  Agustín Díaz de Mera García Consuegra (PPE). (ES) Señor Presidente, rechazo los métodos y los tiempos utilizados con el Acuerdo que hoy debatimos. El papel del Parlamento es esencial con el Tratado de Lisboa y deben respetarlo todas las partes concernidas.

En cuanto al fondo del asunto: el mayor daño que una sociedad democrática puede hacer al terrorismo es cortar sus fuentes de financiación. Por eso, el Acuerdo provisional debe permanecer y convivir con la urgente negociación del Acuerdo definitivo. Al menos en nueve ocasiones conocidas el SWIFT y el TFTP han demostrado su eficacia y utilidad en la prevención y represión de actividades terroristas en Europa, Asia, África y América en cuanto al texto del Acuerdo provisional y la protección de datos.

¿Qué informe debe prevalecer, Señorías? El del supervisor o los del Juez especial, ambos fundados y ambos contradictorios. No, Señorías, en este asunto ni se ha debatido ni se ha obtenido una solución. La letra del Acuerdo provisional es garantista. Cito: «Los datos se tratarán exclusivamente a efectos de prevenir el terrorismo o su financiación. No se harán copias de los datos facilitados. No se interconectarán con otras bases de datos. Sólo tendrán acceso las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.»

Confío en el Gobierno de los Estados Unidos y en la gran democracia que lo legitima. Tenemos la obligación de fortalecer nuestra relación con ellos como socios naturales recíprocamente fiables.

Por todo ello, apoyo el sí de esta Cámara al Acuerdo provisional y aprecio como un gesto muy positivo que el Parlamento haga valer su derecho, así como que Clinton y Geithner lo reconozcan como imprescindible en el presente y en el futuro.

Por último, señor Presidente, el Consejo y la Comisión también saben ya a qué atenerse. Urge el acuerdo interinstitucional.

 
  
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  Stavros Lambrinidis (S&D). – Señor Presidente, podría haber sido suficiente una simple carta del Consejo en la que se señalara que las directrices de la negociación incluirán todas las preocupaciones del Parlamento, que las negociaciones con los Estados Unidos comenzarán inmediatamente y no en un futuro y que el Parlamento estará totalmente involucrado en estas negociaciones, y eso no sería difícil de conceder para aliviar la preocupación de este Parlamento por la forma en que se le ha tratado, ignorado y se ha jugado con él en el pasado.

Pero no han podido hacerlo ni siquiera hoy. La transferencias de datos en bruto, ha dicho la Comisaria, no es un problema. Sólo algunos datos irán allí. El SWIFT nos dice que no es así. La Administración estadounidense nos dice que no es así. No hay ninguna prueba de lo que usted dice en esta declaración.

Usted ha mencionado las directrices de negociación que ya casi ha terminado. ¿Dónde están? Dado que hay un gran apremio en este momento, ¿por qué no nos dice exactamente en qué está de acuerdo y en qué no con el Parlamento, en lugar de hacer manifestaciones generales?

Creo que es de extrema importancia luchar junto con los Estados Unidos contra el terrorismo. Insto a los Estados Unidos y el Consejo a colaborar muy seriamente con nosotros después de la votación de mañana, y a no elegir caminos bilaterales ni a soñar con romper la solidaridad, sino a trabajar juntos para proteger los derechos fundamentales al mismo tiempo que protegemos la seguridad.

 
  
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  Birgit Sippel (S&D).(DE) Señor Presidente, cualquiera que haya seguido los muchos debates sobre el SWIFT que se han producido durante las últimas semanas podría tener la impresión de que sin él, entraríamos en el caos y que rechazar el Acuerdo pondría fin a la relación transatlántica y a la guerra conjunta contra el terrorismo. Estos intentos de amenazarnos se pueden describir en una sola palabra: ridículos. Los EEUU y el Consejo no están tratando de rescatar un instrumento esencial; simplemente están salvando las apariencias.

Existen muchos acuerdos y medidas en vigor para luchar contra el terrorismo. Podría ser útil añadir además el SWIFT. El atentado fallido del 25 de diciembre ha demostrado claramente que no carecemos de datos, sino de la capacidad para utilizar los que ya tenemos de una manera eficaz. La idea es desviar la atención de este hecho. El acuerdo interino simplemente no podría ser peor. Está lleno de contradicciones e incoherencias. En lugar de adoptar las medidas preventivas adecuadas para garantizar que sólo se transfieran los datos relativos a aquellas personas que son realmente sospechosas, se van a enviar todos los meses a los EEUU grandes volúmenes de datos. El Acuerdo representa una vulneración flagrante de los derechos de los ciudadanos, la protección de datos y los principios del Estado de Derecho. Si el Consejo y los EEUU estuvieran realmente dispuestos a aceptar estas críticas y a incorporar estos puntos en un nuevo acuerdo, no sería necesario aprobar este espantoso Acuerdo. En interés de los ciudadanos, debemos decir no a este acuerdo interino y debemos iniciar una nuevas negociaciones inmediatamente, para que podamos establecer un acuerdo realmente bueno que actúe como instrumento adicional eficaz para luchar contra el terrorismo y que salvaguarde nuestros derechos fundamentales.

 
  
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  Juan Fernando López Aguilar (S&D). (ES) Señor Presidente, el Tratado de Lisboa ha abierto un tiempo nuevo para este Parlamento, pero también para el Consejo y la Comisión.

En su intervención, la Presidencia en ejercicio del Consejo toma nota de que este Parlamento debe ser escuchado y sus demandas y exigencias deben ser incorporadas.

En segundo lugar, toma nota de que la negociación de este acuerdo no se ha hecho del todo bien, no se ha hecho lo bastante bien. Pero, sobre todo, ha adelantado un compromiso de futuro: negociar cuanto antes un acuerdo definitivo que dé satisfacción a las demandas que se han puesto de manifiesto en el informe de la ponente (demanda de garantía de acceso a un recurso y al derecho de conocimiento y, en su caso, modificación o cancelación de los datos relativos a la privacidad).

Se trata, por tanto, de lograr un nuevo equilibrio entre la privacidad, la libertad de los ciudadanos y la seguridad, que también es un derecho fundamental de la ciudadanía a la que representamos en este Parlamento Europeo.

Por lo tanto, sea cual sea el resultado del debate, el Parlamento le alienta, señor Ministro, a emprender esa negociación cuanto antes y dar satisfacción así al Tratado de Lisboa, a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y a los quinientos millones de ciudadanos que este Parlamento representa, que tienen un derecho fundamental a la seguridad.

 
  
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  Axel Voss (PPE).(DE) Señor Presidente, en la era de la movilidad, no podemos tener seguridad sin un intercambio rápido y eficaz de datos y nuestra tarea es proteger a los ciudadanos contra los atentados terroristas. Por lo tanto, debemos encontrar un equilibrio entre seguridad y privacidad. Este equilibrio debe reflejarse en el Acuerdo que actualmente estamos debatiendo.

Sin embargo, dada la importancia de esta cuestión, el Consejo ha adoptado un enfoque realmente poco profesional en este caso. Por consiguiente, quisiera que se le hicieran más concesiones a la ponente, e incluso que se le ayudara en cuestiones concretas, para que podamos lograr una mayoría en el Parlamento.

Si no tenemos esta mayoría, el Programa de Seguimiento de la Financiación del Terrorismo seguirá siendo el único programa clave y para nosotros va a ser importante garantizar que el SWIFT sólo transfiera datos individuales. Si no la tenemos, todo el Acuerdo será válido y el actual Acuerdo seguirá siendo importante. Por lo tanto, creo que deberíamos conseguir un aplazamiento y finalmente...

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  El Presidente. – Señorías, este debate es muy importante. No quiero interrumpirles, pero todos están hablando medio minuto más de lo que deberían. Hay once personas en la lista. Si todos hablan durante tanto tiempo no puedo dar la palabra a los demás.

 
  
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  Jörg Leichtfried (S&D).(DE) Señor Presidente, nadie tiene serias dudas sobre la necesidad de luchar contra el terrorismo. Sin embargo, la cuestión para las democracias avanzadas basadas en el Estado de Derecho siempre se refiere a lo que debe hacerse y a cómo debe hacerse. En este caso, esta cuestión no tiene una respuesta fácil. No debemos actuar de tal forma que convirtamos a quinientos millones de ciudadanos en sospechosos y que exista una gran intromisión en sus derechos, sin ofrecerles la posibilidad de recurrir a la protección jurídica. En particular, no deben establecerse estas medidas con una total indiferencia a las disposiciones democráticas vigentes.

Ahora el Parlamento está en la posición de tener que pagar los platos rotos de las acciones de la arrogante Presidencia sueca. No debemos hacerlo. Por lo tanto, estoy a favor de votar, mañana, en contra de este Acuerdo.

 
  
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  Carl Schlyter (Verts/ALE).(SV) Señor Presidente, quiero decir que esta propuesta no va a poner fin a nada —no va poner fin a los actos terroristas—. No habría detenido ninguno de los cuatro ataques mencionados por la Presidencia del Consejo, aunque quizá habría facilitado las investigaciones posteriores Este acuerdo merma la seguridad de la misma forma que lo hace una ley de control total sobre Internet, porque si existe un control total, los ciudadanos intentarán eludirlo, incluso los honestos. Por lo tanto, se crean servicios de anonimato en la web, al igual que ahora en el sector bancario. Si los terroristas pueden esconderse entre los ciudadanos corrientes, se reduce la seguridad. El acuerdo es malo.

En su lugar, pido una revisión completa de todas las leyes antiterroristas. ¿Cuánto cuestan y cuál es su efecto conjunto sobre la privacidad y la libertad? Sólo entonces consideraré votar a favor de leyes antiterroristas. Demuéstrenos la eficacia de estas medidas utilizando documentos públicos, no secretos.

 
  
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  Janusz Władysław Zemke (S&D).(PL) Señor Presidente, quiero llamar la atención sobre dos cuestiones, que, en mi opinión, son muy importantes. Es incuestionable que debemos luchar contra el terrorismo, pero el debate es cómo debemos hacerlo, y qué clase de acuerdos debemos firmar con los estadounidenses sobre esta cuestión. Quiero plantear dos cuestiones. La primera es que el Acuerdo afecta sólo a una de las partes, ya que es un acuerdo unilateral. ¿Hemos pensado que los servicios pertinentes de los Estados europeos podrían también obtener datos de los EEUU, y que esto facilitaría la lucha contra el terrorismo en Europa? En cuanto a la segunda cuestión, la principal objeción es que será posible obtener todos los datos financieros. Resalto rotundamente la palabra «todos». Creo que deberíamos trabajar con el objetivo de permitir a los servicios especiales estadounidenses y europeos obtener datos sólo de aquellas entidades sospechosas.

 
  
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  Marian-Jean Marinescu (PPE). (RO) El Consejo envió el acuerdo al Parlamento Europeo muy tarde, algo que es insólito. Espero que no se vuelva a producir un incidente de esta naturaleza. Por otra parte, me ha sorprendido muy gratamente la cooperación intensa entre las autoridades estadounidenses y el Parlamento Europeo. Sorprendentemente, han escuchado a esta institución, algo que espero se repita en el futuro.

Confío en que las autoridades estadounidenses tengan también el mismo nivel de interés en cuanto a la igualdad de trato de los Estados miembros en relación con el programa de exención de visados. Los Estados Unidos todavía tienen que establecer criterios claros y transparentes para denegar los visados en determinados Estados miembros. Sin embargo, creo que hay que apoyar el Acuerdo provisional porque contribuirá a la seguridad de los ciudadanos europeos. No obstante, la aprobación de este Acuerdo no debe interrumpir las negociaciones con los Estados Unidos sobre un acuerdo a largo plazo, que incluirá todas las objeciones planteadas por este Parlamento.

 
  
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  Eva Lichtenberger (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, hoy, el Consejo ha admitido que los resultados de las negociaciones puede que no hayan sido tan buenos como podían haber sido. Deberíamos darnos cuenta de ello y aprovechar la ocasión para mejorar el Acuerdo. Sin embargo, no ayudará el simple hecho de posponer las cuestiones, porque el proceso de aplazamiento no se rige por ninguna condición. Por lo tanto, nos encontraremos otra vez exactamente en la misma situación durante la próxima sesión plenaria. No creo que esto cambie nada.

En segundo lugar, quiero decir que ya se nos ha prometido demasiadas veces que las cosas mejorarán durante la próxima ronda de negociaciones sin la participación del Parlamento. Ya se nos había prometido antes de este Acuerdo que esta vez las cosas serían muy diferentes. Una vez más, el aplazamiento no servirá de nada. Lo único que ayudará en este caso es enviar una señal clara.

En tercer lugar, sencillamente no existen las lagunas en la seguridad que, una y otra vez, se ha afirmado que se producirán si no votamos a favor del acuerdo interino. Tenemos informes jurídicos que prueban esto y tenemos acuerdos de asistencia mutua judicial.

 
  
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  Sajjad Karim (ECR). – Señor Presidente, la seguridad de nuestros ciudadanos es de vital importancia para todos nosotros, y es sumamente fácil que se nos tilde de blandos en la lucha contra el terrorismo si defendemos y pedimos que se protejan las libertades civiles de nuestros ciudadanos. He visto que lo hacen continuamente muchos diputados nacionales en lo referente a las acciones adoptadas por esta Cámara.

Por supuesto, el SWIFT ha tenido muchos éxitos, y apoyamos todos los ejemplos que lo demuestran, pero es igualmente importante que nos concentremos en aquellos casos en los que ha fracasado o nos ha defraudado. En la Unión Europea, ha habido muchas investigaciones malas o fallidas. Sólo en mi circunscripción, se detuvo a doce personas inocentes y no pudieron ser acusadas. En el momento en que fueron detenidas, se nos informó que las transacciones financieras eran parte de la prueba sustancial que había contra ellas.

¿Qué podemos aprender de estos malos ejemplos? Pido al Consejo que nos paremos a pensar. Tenemos tiempo. No estamos entre la espada y la pared. Existe una vía hacia adelante. Aplazémoslo. Pido al Consejo, que dé marcha atrás, que lo haga bien; no por esta Cámara, sino por nuestros ciudadanos.

 
  
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  Carlos Coelho (PPE). – (PT) Señor Presidente, en mi país, si un policía quiere acceder a una cuenta bancaria, tiene que tener una orden judicial. No puedo aceptar un acuerdo según el cual miles o millones de datos bancarios se transfieren a la policía estadounidense para que los analicen sin necesitar el permiso de un tribunal. No existe protección de datos en el Acuerdo interino que se negoció. La protección de datos no es un lujo: es una condición necesaria para nuestra libertad. Hay una falta de reciprocidad y de proporcionalidad que no podemos permitir.

Sin duda, esperamos que el acuerdo definitivo se negocie adecuadamente. ¿Cómo se puede negociar? ¿Partiendo de una mala base o de una base razonable? Creo que es mejor que no tengamos un acuerdo interino malo a tener cualquier tipo de acuerdo. Si rechazamos el acuerdo interino, tendremos una buena base para negociar el acuerdo definitivo.

 
  
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  Monika Flašíková Beňová (S&D). (SK) El dicho dice que los buenos acuerdos son aquellos a los que llegan las partes que están en igualdad de condiciones. El acuerdo que se ha redactado hasta el momento no indica, sin embargo, que esto sea así, sino más bien que los Estados Unidos nos exigen mucho y esperan que nos sometamos a sus objetivos.

Sin embargo, tras el Tratado de Lisboa, el Parlamento Europeo tiene muchos más poderes y nuestra labor como diputados que se sientan aquí es defender los intereses y derechos, los derechos fundamentales, de los quinientos millones de ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea. Por lo tanto, yo también apoyo la propuesta de reelaborar este Acuerdo y de incluir en él las propuestas que los diputados al Parlamento Europeo, que somos los únicos representantes elegidos por sufragio directo de todas las instituciones comunitarias, esperamos que se incluyan en el Acuerdo.

Sé que hay países de la Unión Europea que tiene graves problemas con el terrorismo. Finalmente, España es uno de los países que, durante mucho tiempo, ha estado luchando contra el terrorismo y creo que en este caso, el Consejo va a ser el socio del Parlamento Europeo y no el de los Estados Unidos de América.

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. – (ES) Señor Presidente, lo primero que quisiera manifestar es que he escuchado a todas sus Señorías con interés y que agradezco todas las intervenciones, las de apoyo, que las ha habido —bien es verdad que han sido las menos—, y las de crítica —que han sido las más—, que también agradezco.

Quisiera empezar por señalar que lo que más agradezco de todo es que he constatado, una vez más, en este debate en esta Cámara que hay una sintonía perfecta entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo a la hora de defender nuestros valores y a la hora de hacer frente con determinación al terrorismo ─como dije en mi intervención─, a cualquier tipo de terrorismo. Creo que eso es un primer consenso que debe quedar claro.

Por lo que se refiere al Acuerdo que hemos examinado esta tarde, al Acuerdo sobre SWIFT, me gustaría hacer una distinción entre las críticas, que han sido de dos tipos radicalmente distintos: críticas a la forma y críticas al fondo.

Es verdad que las críticas a la forma han sido constantes, incluso en aquellos diputados que han apoyado explícitamente la existencia de un acuerdo como el que discutimos esta tarde. Ya he dicho en mi intervención, y reitero una vez más, que es probable que las cosas se podrían haber hecho mejor, que es seguro que se podrían haber hecho mejor. Pero he dicho también, y reitero una vez más, que los plazos ─y sus Señorías los conocen bien─ eran los que eran y que el Consejo y la Comisión tuvieron que actuar en muy poco espacio de tiempo. En todo caso, quiero que quede muy claro que la voluntad del Consejo que he expresado aquí esta tarde es que las cosas ya no se hagan así, que las cosas se hagan de manera distinta.

Ha habido algunos diputados que han afirmado —probablemente basándose en su experiencia—que ésta es una promesa, un compromiso, que se ha hecho reiteradamente en esta Cámara y que luego, reiteradamente también, se ha incumplido. Quisiera decir que, por parte del Consejo, es un compromiso que nace de un compromiso de fondo con el Tratado de Lisboa y que es el Tratado de Lisboa el que establece como objetivo fundamental que esta Cámara juegue un papel cada día más importante en la vida institucional de Europa para que los ciudadanos se sientan mejor representados.

Y ese compromiso de mi país, que es un compromiso de fondo con el Tratado de Lisboa, es el que me lleva a afirmar aquí, rotundamente, que el Consejo, durante la Presidencia española, hará las cosas de otra manera.

Por si alguien no se fiara de la palabra del Consejo ─está en su derecho─, cabe recordar que el Tratado obliga a hacer las cosas de otra manera. Por tanto, si no bastara la voluntad política del Consejo, ahí está el Tratado, que es una ley, para certificar que las cosas se harán en el futuro de otra manera, contado con esta Cámara, trabajando con la Comisión y, por supuesto, contando con el espíritu que aquí ha defendido el conjunto de los diputados, que es un espíritu que busca un equilibrio entre la defensa de la seguridad y el mantenimiento de nuestros valores y es un espíritu plenamente europeo con el que el Consejo está también plenamente de acuerdo.

Con respecto al fondo de la cuestión, me gustaría hacer tres comentarios. No voy a tratar algunos de los aspectos más concretos que han sido objeto de críticas —es verdad que algunos de estos aspectos han sido críticas que a mi juicio están poco fundadas. Por ejemplo, se ha hablado en varias ocasiones de que el Acuerdo SWIFT, tal como está en este momento en esta Cámara, permite la transferencia en bruto de datos y no se ha dicho, y convendría que quedara claro, que no es esa la lógica del Acuerdo, que esa transferencia en bruto sólo se permite en el Acuerdo SWIFT de manera excepcional y siempre y cuando haya sospechas judicializadas (artículo 4, punto 6, de dicho Acuerdo). Digo esto como ejemplo. Ha habido otra serie de acusaciones que creo que responden a un análisis, a mi juicio, un tanto superficial del contenido del Acuerdo, pero que no voy a contestar en este momento.

Sí quisiera decir sobre el fondo, sin embargo, dos cosas más. En primer lugar, insisto ─como ha hecho la Comisaria y como han hecho algunas de sus Señorías en esta Cámara─ en que el Acuerdo ha sido útil para luchar contra el terrorismo. He dado algunos ejemplos. Hay más ejemplos en el informe del juez Bruguière, del que disponen los diputados. Puedo dar, incluso, un ejemplo al que me he referido, de mi propio país, o mejor dos.

Es verdad que el Acuerdo SWIFT se utilizó para investigar los atentados del 11 de marzo en Madrid, con buenos resultados. Y no es menos cierto, también, que el Acuerdo SWIFT se utilizó para impedir un atentado en la ciudad de Barcelona hace algo más de un año. Hoy, quienes lo intentaron están todos condenados en cárceles españolas.

Por tanto, sí ha funcionado, sí nos ha permitido obtener resultados. Y si es así, convendrán conmigo sus Señorías en que si se interrumpiera el Acuerdo, efectivamente, los ciudadanos europeos estarían, al menos, un poco menos seguros. Si el Acuerdo funciona y ha funcionado y se interrumpe, admitirán conmigo que la interrupción nos dejaría un poco menos seguros —y empleo esta fórmula deliberadamente para que nadie pueda acusar al Consejo de dramatizar. Estaríamos un poco menos seguros. Es así.

Por eso insisto mucho desde el Consejo ─y creo que la Comisión también está de acuerdo en que es fundamental─ en que este Acuerdo no se interrumpa, como insisto en recordar, una vez más, en que puede ser que este Acuerdo admita críticas y las he oído duras esta tarde aquí. Pero también sus Señorías convendrán conmigo en que este Acuerdo es mucho mejor que el Protocolo que durante años ha venido facilitando el intercambio de datos entre los Estados Unidos y la Unión Europea.

Es probable que este Acuerdo que hoy debatimos aquí no sea el mejor. Seguramente es mejorable, y puedo, incluso, coincidir con algunas de las críticas que se han hecho desde estos escaños, pero reconozcan conmigo que es mejor que el que había antes. En el Acuerdo, la Unión Europea, el Consejo y la Comisión han introducido algunos mecanismos que preocupan a los diputados ─con razón─ que tratan fundamentalmente de garantizar que la seguridad no va en detrimento de la libertad y de los derechos fundamentales.

Por esta razón insisto mucho en que es importante, como decía la Comisaria, que el Acuerdo no se interrumpa. Y reitero, una vez más, al Parlamento la voluntad del Consejo de negociar un nuevo Acuerdo —éste sí, definitivo—en el que se puedan incorporar muchas de las cosas que esta tarde hemos oído aquí y con las que el Consejo quiere ratificar públicamente que está de acuerdo. Ese es el compromiso del Consejo. Es verdad que es un compromiso que se ha expresado, además, a través de una carta que ha dirigido el Presidente del Consejo al Presidente del Parlamento, pero que, en todo caso, habrá que concretar en el momento de la negociación.

Por tanto, estamos debatiendo hoy un acuerdo interino, transitorio, que mejora la situación actual. Estamos debatiendo un acuerdo que va a durar nueve meses, que son los meses que vamos a emplear la Comisión, el Consejo y el Parlamento en alcanzar un nuevo acuerdo —éste ya definitivo— en el que podamos consignar todas las prevenciones razonables que este Parlamento ha expuesto en el debate de esta tarde.

El Consejo no puede negar el debate que ha tenido lugar aquí esta tarde. No podemos desconocer que han sido muchas las críticas que este Acuerdo ha recibido. Seguramente, como decía, unas más fundadas que otras, pero críticas ha habido, y creo que merece la pena que abramos paso a una reflexión, y me gustaría en nombre del Consejo pedirle a este Parlamento tiempo.

Tiempo, por supuesto, para consultar y comentar este debate con mis colegas del Consejo, tiempo para comentarlo con la Comisión y tiempo, fundamentalmente, para explorar con los Estados Unidos las posibilidades que yo creo reales de tener un Acuerdo mejor; tiempo, señores diputados, señor Presidente, para poder venir a este Parlamento dentro de algunas semanas, de algunos meses, y poder certificar aquí que, efectivamente, contamos con las bases para firmar un Acuerdo definitivo en el que las preocupaciones que hoy han expresado sus Señorías se recojan adecuadamente. Preocupaciones, repito, que en muchos casos coinciden con las del Consejo.

 
  
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  Cecilia Malmström, miembro de la Comisión. – Señor Presidente, este debate ha sido extremadamente importante, porque estamos hablando de cuestiones tan importantes como las que se refieren a cómo podemos mantener la seguridad de nuestros ciudadanos, pero, asimismo, mantener buenos sistemas de información e intercambio con un alto grado de protección datos.

Creo que, como ha dicho el Presidente del Consejo, ha habido unas pocas preguntas, y unos pocos malentendidos. Algunas se responden en el informe Bruguière, así que les animo, de verdad, a que lo lean. Pero creo que tenemos que comprender y recordar por qué tenemos un acuerdo interino. ¿Por qué? Porque el SWIFT estaba avanzando y nos encontramos en una situación en la que no teníamos una regulación sobre la transmisión de datos, así que el Consejo y la Comisión actuaron rápidamente para solucionarlo. Conseguimos algunas concesiones de los Estados Unidos y algunos mecanismos muy buenos de protección de datos. Asimismo, dos países miembros preocupados pidieron a la Comisión que se involucrara para tener un enfoque europeo y evitar los acuerdos bilaterales. Es importante recordar esto.

Como ya he dicho, es un acuerdo interino; puede mejorarse y así será. La Comisión y el Consejo tienen la intención de involucrar al Parlamento Europeo, de acuerdo con el Tratado de Lisboa, en el Acuerdo definitivo. Tenemos que precisar más lo relativo a la reparación, la legalidad del tratamiento de los datos y la supresión de datos. El Acuerdo definitivo incluirá, además, garantías de rectificación y acceso a la información.

El señor Lambrinidis ha preguntado por qué la Comisión no lo ha hecho ya. Pues bien, señor Lambrinidis, la Comisión ha estado en ejercicio durante 16 horas y 20 minutos. Este mandato de negociación es extremadamente importante. Tenemos que discutir esto juntos, dentro de la nueva Comisión, antes de que establezcamos todo el mandato de negociación para debatirlo con el Parlamento Europeo. Acabamos de asumir el cargo, no podéis esperar que ya lo hayamos hecho. Pero nos aseguraremos —y el señor Barroso así lo expresó claramente en la carta que envió al señor Buzek— de trabajar en el mandato de negociación; lo presentaremos al Parlamento Europeo lo antes posible y nos aseguraremos de que estén totalmente informados en todo momento.

Puede que sea una buena idea posponer la votación y puede que necesitemos más tiempo para debatir sobre el mandato. Estudiarán el mandato de negociación; tendrán tiempo para examinar los documentos, los informes, etcétera, y la Comisión está dispuesta, como ya he dicho, a trabajar con ustedes y el Consejo para lograr un buen acuerdo definitivo: un acuerdo mucho mejor.

 
  
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  El Presidente. – Señorías, no es de aplicación la norma de la «tarjeta azul» durante las presentaciones del Consejo y la Comisión, pero este debate es extremadamente importante, ya que debemos adoptar una decisión mañana.

Esto no lo dispone el Reglamento, pero quisiera pedirle, señor Presidente en ejercicio, que respondiera dos breves —y recalco breves— preguntas del señor Schulz y del se´pr Lambrinidis —nada más, porque podríamos debatir esto durante otras dos horas—.

 
  
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  Martin Schulz (S&D).(DE) Señor Presidente, señor Rubalcaba, he escuchado atentamente lo que usted ha dicho, junto con todos los diputados de esta Cámara. Ha utilizado las siguientes palabras: «Denme más tiempo para discutirlo con otros miembros del Consejo. Denme más tiempo para volver aquí con un acuerdo mejor». Por lo tanto, quiero preguntarle expresamente si el Consejo ya no insiste en este Acuerdo y en votar a favor del mismo y si quiere tener más tiempo para negociar con los EEUU un nuevo acuerdo mejorado. ¿He entendido correctamente lo que ha dicho?

 
  
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  Stavros Lambrinidis (S&D). – Señor Presidente, ¿sabe el Consejo que, en los últimos años, el SWIFT no ha transmitido ni una sola vez datos concretos porque no puede extraerlos, y siempre transmite datos en bruto?

¿Sabe el Consejo que, precisamente por eso, hay un acuerdo entre los EEUU y el SWIFT que coloca al personal del SWIFT en el Departamento del Tesoro para garantizar que los datos brutos que obtiene el Tesoro no se revisen en bruto?

¿Sabe el Consejo que el acuerdo interino no incluye ni la más mínima concesión al Parlamento? Si estoy en lo cierto —que espero que sí—, ¿se comprometen el Consejo y la Comisión a tomar muy en serio la cuestión de la transmisión de los datos en bruto en el mandato de la negociación?

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. – (ES) Señor Presidente, el Consejo quiere una vez más insistir en la importancia de que no se interrumpa el flujo de datos financieros entre Europa y los Estados Unidos.

Pero el Consejo es consciente también de que las prevenciones, las críticas —también las sugerencias—, de los señores parlamentarios deben ser objeto de una reflexión.

Por eso, he pedido tiempo, para estudiar con el conjunto de los países de la Unión Europea, con los distintos Estados miembros, la necesidad de incorporar este tipo de reflexiones al nuevo acuerdo. Y he pedido tiempo —y esto creo que es más importante— para explorar junto con los Estados Unidos la voluntad, que, creo, que los Estados Unidos tienen, de incorporar al nuevo acuerdo una buena parte de las prevenciones, de las cautelas, de las limitaciones que el Parlamente Europeo ha expresado esta tarde aquí, en definitiva, de buscar en el acuerdo definitivo un mejor equilibrio entre la seguridad y la libertad, que es, finalmente, de lo que estamos hablando aquí.

Y quiero tiempo para explorar esta posibilidad y poder venir al Parlamento y en una sesión como esta, antes de proceder a una votación, decirle al Parlamento: «la Comisión y el Consejo tenemos el compromiso de los Estados Unidos para incorporar al nuevo acuerdo estas sugerencias del Parlamento Europeo».

Creo que en esas condiciones el debate que tendríamos sería probablemente bien distinto del que tenemos esta tarde aquí.

 
  
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  Manfred Weber (PPE).(DE) Señor Presidente, eso es muy útil. Muchas gracias por hacerlo posible. Si lo he entendido bien, como estamos debatiendo una cuestión muy delicada, el señor Rubalcaba no puede asegurarnos que el acuerdo vigente no vaya a entrar en vigor, es decir, si posponemos la cuestión y nos damos más tiempo, entrará en vigor.

Por lo tanto, mi siguiente pregunta es: ¿puede el señor Rubalcaba asegurarnos que, por ejemplo, va entrar en vigor un acuerdo a largo plazo dentro de un mes con normas más estrictas. o el Consejo nos está diciendo que debemos esperar todavía nueve meses hasta el final del plazo? Para el Parlamento es muy difícil admitir una garantía incondicional. Por consiguiente, hemos de tener unas condiciones claras en relación a las garantías del Consejo, para poder decidir mañana sobre un posible aplazamiento.

 
  
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  Agustín Díaz de Mera García Consuegra (PPE). (ES) Señor Presidente, gracias por aplicar el Reglamento de la Cámara con generosidad y dar la posibilidad de que hablen dos responsables del Grupo de los Socialistas y los Demócratas y también del Grupo del Partido Popular Europeo.

Señor Presidente en ejercicio del Consejo, usted ha puesto el dedo en la llaga. En la mayor parte del debate que se ha producido en la Cámara se han utilizado argumentos respetables. Respeto todas las palabras. Pero las palabras pronunciadas tienen que tener un componente documental, un componente informativo, un componente de conocimiento de causa y, sinceramente, a mí me ha sorprendido mucho ver determinadas afirmaciones que apuntan exactamente hacia lo contrario. Dan la impresión de que muy pocos han leído el Acuerdo que critican, porque si lo hubiesen leído, de ninguna manera se habrían instalado argumentalmente en las afirmaciones que aquí se han hecho.

Por tanto, señor Presidente, lo que yo quiero preguntarte está en relación con lo que ha apuntado mi compañero Manfred Weber y la propia Hennis-Plasschaert dice en su carta (ya sabe que yo estoy a favor de la permanencia del Acuerdo temporal en convivencia con la negociación del nuevo Acuerdo). Como digo, la propia Hennis-Plasschaert dice en su carta lo que pregunta Manfred Weber. ¿Podría garantizar el Consejo la presentación a este Parlamento, en comisión en junio y en Pleno en julio, del texto definitivo con participación de esta Cámara en el nuevo Acuerdo?

 
  
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  Alfredo Pérez Rubalcaba, Presidente en ejercicio del Consejo. – (ES) Señor Presidente, me pide alguna de sus Señorías una concreción temporal y una concreción material.

Respecto al tiempo, es evidente que no es lo mismo traer a esta Cámara unas bases de un acuerdo definitivo, o dicho de otra manera, traer a esta Cámara unos compromisos de los Estados Unidos de América para incorporar algunas de las prevenciones, de las sugerencias de esta Cámara, que traer un nuevo acuerdo.

Si su Señoría me pregunta si en un mes somos capaces de traer un nuevo acuerdo a esta Cámara, la respuesta es no. Si me pregunta si en un plazo de meses —pocos— podemos traer a esta Cámara el resultado de unas conversaciones con los Estados Unidos, con participación ya de este Parlamento —y eso creo que es sustantivo—, y un resultado que nos permita discutir si realmente, como cree el Consejo, tenemos razones para pensar que el acuerdo definitivo va a ser mucho mejor que el que tenemos en este momento, mi respuesta es sí. Creo que somos capaces de conseguirlo.

Y eso es exactamente lo que estoy pidiendo. Por eso no me estoy refiriendo en concreto a la propuesta de la ponente, que es verdad que es una propuesta que no he considerado esta tarde aquí después de ver el clima general y la multiplicidad de actuaciones o de intervenciones que ha habido en contra de la firma del acuerdo interino. Como creo que las cosas están como están, me parece mucho más realista —reitero una vez más— pedir tiempo a esta Cámara para, en el plazo —yo diría— de tres meses, traer aquí, para su debate en este Parlamento, las bases de un acuerdo con los Estados Unidos, o mejor dicho, los elementos que los Estados Unidos y la Unión Europea (Comisión, Consejo y Parlamento) creemos que deben incorporarse al acuerdo definitivo que se negociaría a continuación.

Creo que, en esas condiciones, el debate que hoy tenemos podría ser radicalmente distinto.

 
  
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  Jeanine Hennis-Plasschaert, ponente. – Señor Presidente, se han dicho muchas cosas. Permítanme subrayar al señor Busuttil y al Presidente en ejercicio, en particular, que no se está comprometiendo la seguridad de los ciudadanos europeos por negar nuestro consentimiento al acuerdo interino. Creo que es muy injusto utilizar ese argumento. Se sigue disponiendo de otros instrumentos jurídicos para el intercambio de datos transatlántico específico y, como ha señalado el señor Moraes, aquí nadie tiene superioridad moral.

Con respecto a la carta de los EEUU, obviamente se agradece, no hay duda, pero señalar que se escucharán y considerarán las apreciaciones del Parlamento y se responderá a las mismas es un razonamiento un poco flojo, ¿no creen? Es muy evasivo. Además, se señala que esto sólo es así siempre que el cuerdo interino siga en vigor, algo que considero como un auténtico chantaje. Me estoy enfadando y lo siento, pero este debate, poco a poco, me está sacando de quicio.

El TFTP no es coherente, ni puede considerarse que lo sea, con las tradiciones europeas más sólidas sobre las libertades civiles. Debe verse, y quiero que así se reconozca, como un abandono de la legislación y las prácticas europeas. Lo he dicho antes y quiero oírlo otra vez claramente. También quiero decir que nadie pone en duda la necesidad de una cooperación continua y más sólida entre los EEUU y la UE, aunque la UE y los Estados miembros, en el Consejo en particular, deben ser firmes al establecer sus propios objetivos. A ese respecto, el Parlamento y el Consejo no están todavía en sintonía.

Por último, permítanme poner de relieve que se trata de una responsabilidad europea, y se tiene que encontrar una solución europea. Los Países Bajos y Bélgica no pueden acabar siendo las «víctimas» de todo esto. He escuchado atentamente sus declaraciones, su petición de más tiempo, y estoy dispuesta a remitir esa petición a la Conferencia de Presidentes, pero no me han dado las garantías que yo buscaba. Han sido demasiado vagas. No obstante, remitiré su petición a la Conferencia de Presidentes que se reunirá a última hora de esta tarde.

 
  
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  El Presidente. — Se cierra el debate.

La votación se celebrará el jueves 10 de febrero de 2010.

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  Bruno Gollnisch (NI), por escrito. (FR) Es importante la cooperación con los Estados Unidos para luchar contra el terrorismo, pero no a cualquier precio. El Acuerdo con los Estado Unidos sobre la transferencia de datos financieros se reduce a abrir y leer el correo personal de todos los ciudadanos europeos o a supervisar todos sus intercambios de correos electrónicos, con el pretexto de que es posible que los terroristas se envíen cartas o mensajes electrónicos. El Acuerdo del que estamos hablando no garantiza el respeto por los datos personales y menos aún por el uso que se pueda dar a los mismos. Es inaceptable el riesgo de entrometerse en la vida privada de millones de ciudadanos inocentes o en las transacciones financieras completamente legales de las empresas europeas, simplemente por orden de un gobierno. Todavía recuerdo el asunto «Echelon», aquel sistema de escucha que supuestamente tenía fines militares y de seguridad y que resultó ser un posible sistema de espionaje comercial y político bastante alarmante dirigido contra los aliados. Podemos aceptar un intercambio, es decir, una transferencia recíproca, de datos específicos porque así lo solicite una autoridad judicial en un contexto concreto. Queremos realmente ayudar al SWIFT a salir del impasse técnico que le impide realizar cualquier otra cosa que no sea una transferencia de datos en bloque. Sin embargo, no podemos aceptar este Acuerdo.

 
  
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  Indrek Tarand (Verts/ALE), por escrito. – (FR) Señor Presidente, estamos aconsejando a sus Señorías que voten en contra de este informe para dar a los miembros del Consejo y la Comisión la oportunidad de hacer algunas modificaciones y, por lo tanto, de cambiar su posición. Esperamos realmente que aprovechen esta oportunidad. Por lo demás, Francia ha decidido vender un buque de guerra Mistral a Rusia; creemos que lamentará sinceramente su acción.

 
  
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  Zbigniew Ziobro (ECR), por escrito. (PL) No está disminuyendo la amenaza del terrorismo. El último intento de ataque suicida con bomba en un avión que volaba de Europa a los Estados Unidos demuestra que existe gente dispuesta a matar a cientos de personas inocentes en el nombre de creencias fanáticas. Sin embargo, sería un error considerar los actos de terrorismo, exclusivamente, como obra de personas desesperadas. Detrás de los terroristas hay una organización que les entrena, les suministra explosivos y les financia. El terrorismo tiene que estar bien organizado para sobrevivir, y para ello necesita, sobre todo, dinero. No debemos cejar en nuestro empeño de hacer un seguimiento de los movimientos financieros y establecer el origen de los fondos que se utilizan para apoyar el terrorismo. El intercambio eficaz de información entre los gobiernos y la asistencia mutua en la identificación de personas y organizaciones sospechosas es una cuestión de suma importancia para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos. Debemos hacer todo lo posible para que el Acuerdo definitivo garantice la necesaria protección de los datos personales.

Sin embargo, no debemos olvidar, que nuestro principal objetivo debe ser limitar el terrorismo, porque todavía supone una amenaza real, incluso en Europa. Cuando hablamos de seguridad, se deben dejar a un lado los enfrentamientos políticos. El Parlamento Europeo no debe demostrar su potestad rechazando el Acuerdo interino con los EEUU sobre el tratamiento de datos de mensajería financiera, porque este Acuerdo mejora la seguridad de nuestro continente.

 
  
  

PRESIDE: Stavros LAMBRINIDIS
Vicepresidente

 
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