3. Propuesta de Directiva del Consejo que aplica el Acuerdo Marco para la Prevención de las Lesiones causadas por Instrumentos Cortantes y Punzantes en el Sector Hospitalario y Sanitario, celebrado por HOSPEEM y EPSU (debate)
Presidente. − De conformidad con el orden del día, se procede al debate sobre la propuesta de resolución presentada por Elizabeth Lynne y Pervenche Berès, en nombre de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales (EMPL), sobre la propuesta de Directiva del Consejo que aplica el Acuerdo Marco para la Prevención de las Lesiones causadas por Instrumentos Cortantes y Punzantes en el Sector Hospitalario y Sanitario, celebrado por HOSPEEM y EPSU (B7-0063/2010).
Elizabeth Lynne, autora. − Señor Presidente, los trabajadores del sector hospitalario y sanitario del conjunto de la UE sufren anualmente más de un millón de lesiones evitables causadas por agujas de jeringuillas. Muchos de los afectados por las heridas y sus familias afrontan una espera angustiosa mientras se averigua si han contraído una infección de transmisión hemática como el VIH o la hepatitis C.
El riesgo de infección resultante de un accidente no es despreciable. Los expertos afirman que las posibilidades de infección son una de tres en el caso de la hepatitis B, una de treinta en la hepatitis C y una de trescientas en el VIH. Examinemos el caso de Juliet Young. Juliet era una enfermera que falleció en 2008, siete años después de haber contraído el VIH, mientras sacaba sangre a un paciente infectado en un hospital de Londres. Juliet se pinchó el pulgar con la aguja accidentalmente después de que esta se le resbalase mientras tomaba una muestra de sangre. O el caso de una enfermera de una consulta dental que trabajaba en una cárcel y que se pinchó con una aguja que se utilizaba con un interno que tenía hepatitis A, B y C y era seropositivo. Imagínense la espera agónica que soportó; ahora ha descubierto que ha contraído hepatitis C. Esta enfermera y muchas otras como ella continúan haciendo campaña sobre este asunto.
Empecé a trabajar sobre esta cuestión por primera vez en 2004, cuando visité un hospital de mi circunscripción electoral a instancias de la organización Health First Europe, y posteriormente en el Día Mundial de Lucha contra el SIDA, el 1 de diciembre de aquel año, presenté junto con Stephen Hughes una exposición en este Parlamento. Nos visitaron trabajadores del sector hospitalario y sanitario de toda la Unión Europea, visitaron el Parlamento buscando desesperadamente nuestro apoyo. Sin duda alguna, aquellos de ustedes que tuvieron la ocasión de reunirse con esas enfermeras y otros trabajadores del sector sanitario se sintieron conmovidos por su grave situación, y en 2006 aprobamos una Resolución del Parlamento relativa a la protección de los trabajadores europeos de este sector frente a infecciones de transmisión hemática resultantes de heridas causadas por agujas de jeringuillas. Aquella Resolución pedía a la Comisión que presentase una propuesta legislativa para modificar en el plazo de tres meses la Directiva 2000/54/CE sobre los riesgos relacionados con los agentes biológicos. Aquella propuesta nunca llegó, pero ni Stephen Hughes ni yo nos rendimos en esta lucha.
He modificado personalmente numerosos informes y resoluciones que solicitaban la adopción de medidas, he hablado en el Pleno sobre esta cuestión una docena de veces y he presentado innumerables preguntas parlamentarias. Tras celebrar varias reuniones con el Comisario Špidla, en 2008 se nos dijo que la Comisión estaba preparando una propuesta y que estábamos a punto de conseguirlo. Sin embargo, en el último minuto se produjo un bloqueo de esta cuestión cuando los interlocutores sociales prometieron, finalmente, que intentarían alcanzar un acuerdo, con gran frustración por nuestra parte.
Finalmente, los interlocutores sociales alcanzaron durante el verano de 2009 un acuerdo exhaustivo sobre los requisitos necesarios. Mi resolución apoya el acuerdo incondicionalmente. El Consejo debe adoptar la Directiva propuesta con carácter urgente para que la Comisión pueda garantizar su aplicación efectiva y sin retraso. Los trabajadores del sector hospitalario y sanitario en toda Europa dependen de nosotros. Ya no pueden esperar y no deberían seguir estando expuestos a una situación de riesgo. Ahora es el momento de actuar con decisión.
Stephen Hughes, autor. − Señor Presidente, este es un importante instrumento legislativo en materia de salud y seguridad. Liz ha resumido parte del contexto. Ha sido un largo recorrido en la preparación: seis años desde las primeras reuniones que mantuvimos, como ella ha mencionado. Es bueno ver al Comisario Andor aquí esta mañana, pero es una lástima, en cierto modo, que el Comisario Špidla no esté presente. A menudo le hemos criticado en esta Cámara, pero esta mañana podríamos haberle felicitado por haber tomado finalmente la iniciativa para presentar esta propuesta sobre lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes.
Nos llevó cierto tiempo convencerle para que actuase. Sus servicios administrativos eran, de hecho, los que seguían aconsejándole que no interviniese, que la Directiva acordada en 2000 sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos, junto con los elementos de evaluación de riesgos de la Directiva Marco de 1989, eran suficientes para evitar este tipo de lesiones, pero al final convencimos a esos servicios de que un millón de lesiones anuales demostraban que, sin duda, algo iba mal. Necesitábamos legislación específica para abordar este problema, como la que hay en Estados Unidos y en algunas zonas de España, donde funciona con mucha eficacia.
Al final, el Comisario accedió a actuar, y en 2008, como ha dicho Liz, redactó una modificación a la Directiva de 2000, pero entonces HOSPEEM, la Asociación Europea de Empleadores del Sector Hospitalario y Sanitario, y EPSU, la Federación Europea de Sindicatos de los Servicios Públicos, mostraron su deseo de formular un acuerdo. Y formularon ese acuerdo. Me alegra que lo hiciesen. Es un buen acuerdo, aunque un poco ambiguo en determinadas partes. Ese es el motivo por el cual he presentado una modificación, con la que se ha mostrado de acuerdo la Comisión de Empleo, para conseguir que la Comisión publique directrices que acompañen a la Directiva y garantizar así su incorporación fluida y uniforme a la legislación de todos los Estados miembros.
Respaldamos plenamente la propuesta de la Comisión de una Directiva y comprendemos que no puede tocarse el acuerdo de los interlocutores sociales. No podemos modificarlo. Y tampoco puede hacerlo el Consejo. Se trata de su acuerdo. Sin embargo, la parte más importante del acuerdo, la cláusula 6, que abarca la eliminación, prevención y protección, es, por desgracia, algo ambigua en lo que atañe a la evaluación del riesgo y, precisamente, con respecto a qué elementos de prevención deben aplicar los empresarios y cuándo han de hacerlo.
Si no se despeja esta ambigüedad, entonces nos arriesgamos a contemplar una dramática volubilidad en la aplicación de la Directiva. Por ese motivo solicitamos ahora que la Comisión elabore directrices de aplicación para ayudar a los empleadores a comprender los riesgos y las medidas preventivas necesarias que garanticen una puesta en práctica coherente de la Directiva.
Las heridas provocadas por agujas de jeringuillas son la forma más frecuente y peligrosa de lesiones médicas causadas por instrumentos cortantes y punzantes. Siempre que se utiliza una aguja hueca en un paciente existe el riesgo de lesión provocada por pinchazo que puede ocasionar una grave infección a la salud del trabajador sanitario, ya que tales agujas actúan como depósito para la sangre u otros fluidos corporales del paciente.
Hay una enorme cantidad de material probatorio que ha demostrado que la introducción de una mejor formación, de prácticas laborales más seguras y del uso de dispositivos médicos que incorporen mecanismos de protección con ingeniería de seguridad prevendría la mayoría de heridas causadas por agujas de jeringuillas. Todos estos factores son necesario, no solo uno o dos, sino todos ellos.
También se ha demostrado a través de estudios que el fracaso en la aplicación de cualquiera de estos tres factores tiene como consecuencia una reducción significativa de la incidencia positiva. Del mismo modo, los intentos de utilizar dispositivos médicos con ingeniería de seguridad solo en determinadas áreas o pacientes no serían ni prácticos ni efectivos.
En aquellos países en los que hay una legislación eficaz, como en los Estados Unidos, Canadá y partes de España, existe un claro mandato de que deben aplicarse estos tres elementos para prevenir las heridas ocasionadas por agujas de jeringuillas. No es casualidad que todos posean la misma actitud en este sentido. Así que esa es la ambigüedad de la cláusula 6 que estamos intentando resolver mediante la publicación de directrices.
Liz ha comentado el trauma que padecen las personas afectadas por lesiones causadas por agujas de jeringuillas. Durante los seis años que llevamos trabajando en este tema me he encontrado con personas que han sufrido lesiones de esta naturaleza, y quiero hacer hincapié en ese trauma. Me encontré con un doctor que abandonó la práctica médica a causa de una herida de aguja. También coincidí con una persona que contrajo el VIH como consecuencia de una herida similar. He conocido personas que resultaron no estar infectadas, pero únicamente tras meses de incertidumbre respecto a si lo estaban o no. También he visto operarios del servicio de recogida de basuras y funcionarios de prisiones que han sufrido lesiones provocadas por agujas. Este acuerdo no protege a estas personas. Y ese es otro de los ámbitos sobre los que tendremos que reflexionar de cara al futuro.
Aun así, se trata de un acuerdo satisfactorio, y creo que si disponemos de directrices adecuadas que lo acompañen para asegurar su puesta en práctica en toda la Unión Europea, todos nosotros habremos hecho un buen trabajo, y con un poco de suerte, podremos reducir radicalmente esa cifra de un millón de lesiones anuales causadas por agujas de jeringuillas.
László Andor, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, quiero agradecer al Parlamento su labor en esta cuestión. En particular, quiero darle las gracias a la ponente, la señora Lynne, por su excelente trabajo en la redacción de esta propuesta de resolución sobre la propuesta de la Comisión y por los esfuerzos que ha realizado durante varios años por mejorar la salud y seguridad laborales de los trabajadores del sector hospitalario y sanitario.
Soy consciente de que esta es una preocupación nada nueva en esta Cámara. La Resolución del Parlamento, de 24 de febrero de 2005, sobre la promoción de la salud y la seguridad en el trabajo instaba a una revisión de la Directiva 2000/54/CE sobre la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. De nuevo, en julio de 2006, el Parlamento aprobó una resolución en la que instaba a la Comisión a que presentase una propuesta de Directiva que modificase dicha Directiva.
En respuesta al Parlamento Europeo, la Comisión inició una consulta de dos fases a los interlocutores sociales europeos, de acuerdo con las disposiciones del Tratado. Como reacción a esta consulta, dos organizaciones sociales europeas activas en el sector hospitalario y sanitario, la Asociación Europea de Empleadores del Sector Hospitalario y Sanitario y la Federación Europea de Sindicatos de los Servicios Públicos, negociaron con éxito un Acuerdo Marco en julio de 2009. Como saben, el objetivo de la propuesta de la Comisión es llevar a la práctica ese acuerdo.
Todos sabemos que las lesiones provocadas por la agujas y otros instrumentos cortantes y punzantes constituyen uno de los riesgos más frecuentes y graves para los trabajadores del sector sanitario en Europa, en particular en determinados departamentos y actividades, como las urgencias, las unidades de cuidados intensivos y las operaciones quirúrgicas. Estoy más que satisfecho de que su Resolución reconozca que la propuesta de la Comisión incorpora los puntos fundamentales de la Resolución del Parlamento de 6 de julio de 2006. Ciertamente era deseo de la Comisión incluir esos puntos en el acuerdo.
También coincido con ustedes en que la entrada en vigor de este acuerdo supondrá una importante contribución a la protección de los trabajadores activos del sector hospitalario y sanitario. Con este acuerdo, y confiemos que con la próxima adopción por parte del Consejo de la Directiva propuesta, los trabajadores del sector hospitalario y sanitario se beneficiarán de un planteamiento integrado que establece políticas en la evaluación y prevención de riesgos, la formación, la información, la sensibilización, etc. Esas medidas, que también constituyen requisitos mínimos, no solo se acogen con gran satisfacción, sino que, por encima de todo, son absolutamente necesarias.
Permítanme concluir dándoles una vez más las gracias por su apoyo a la propuesta de la Comisión, que espero que el Consejo adopte en breve.
Raffaele Baldassarre, en nombre del Grupo PPE. – (IT) Señor Presidente, Señorías, como ya se ha dicho, las lesiones provocadas por agujas de jeringuillas y otros instrumentos cortantes y punzantes se encuentran entre los riesgos más comunes a los que se enfrentan los trabajadores del sector sanitario europeo, y por ello suponen un grave problema tanto para ese sector como para la sociedad en general.
El objetivo de esta propuesta de la Comisión es permitir que el Consejo aplique el Acuerdo Marco firmado por la Asociación Europea de Empleadores del Sector Hospitalario y Sanitario y la Federación Europea de Sindicatos de los Servicios Públicos.
El objetivo principal del acuerdo es garantizar una mayor protección de los trabajadores frente al riesgo de lesiones causadas por todo tipo de instrumentos cortantes y punzantes empleados en medicina. En consecuencia, este acuerdo representa un importante paso adelante en la seguridad en el sector hospitalario Todos estamos de acuerdo en que las consecuencias de las heridas cortantes y punzantes pueden ser extremadamente graves y causar el contagio de enfermedades como la hepatitis vírica y el SIDA.
Dicho esto, debo destacar la necesidad de un enfoque integrado y, al mismo tiempo, realista del problema. En este sentido, considero que las trabas administrativas, financieras y legales resultantes del acuerdo no deberían ser excesivas y, por ello, no deberían ser tales como para perjudicar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas que operan en el sector sanitario, que, de lo contrario, podrían tener dificultades para cumplir las condiciones del acuerdo.
Igual de loable es, además, la opción prevista (añadiría «deseable» a «prevista») por los Estados miembros de aprobar disposiciones y medidas más efectivas que las contenidas en el acuerdo con el fin de proteger a los trabajadores.
Por último, pido a la Comisión que revise la aplicación de este acuerdo e informe regularmente al Parlamento, que trata a menudo esta cuestión, para garantizar así una supervisión apropiada del mismo y un examen exhaustivo de la necesidad de cualquier modificación futura.
Alejandro Cercas, en nombre del Grupo S&D. – (ES) Señor Presidente, para empezar, también quiero felicitar a la colega Lynne por el excelente trabajo que ha hecho en nuestra comisión, por la capacidad de conciliar todos los puntos de vista y por la labor que ha realizado a lo largo de tanto tiempo.
Felicito al señor Comisario Andor. ¡Es su segundo día, señor Comisario; es un buen comienzo de su trabajo al frente de sus responsabilidades! Hoy, además, también tiene otra segunda directiva, que preocupó durante largo tiempo a este Parlamento, como era la relativa a las microfinanzas. También va a tener el honor de solucionar en dos días dos problemas que abren la vía de grandes esperanzas para muchísimos europeos. Recuerdo, también, al Comisario Špidla por lo que nos ha ayudado en este dossier.
Ya han sido informados, y yo no voy a perder mucho tiempo en recordar que este Acuerdo Marco es un instrumento jurídico muy importante para los trabajadores sanitarios. Son más de un millón de accidentes los que tienen, relacionados, además, con problemas de salud muy serios, como las infecciones virales, la hepatitis C, el sida, etc. Pero no solo es importante para los trabajadores sanitarios, también para los pacientes de los hospitales, para sus familias. En definitiva, millones de europeos van a estar mejor cubiertos con este instrumento.
Llegamos así, por tanto, al final de un largo camino que empezó este Parlamento llamando a las puertas de la Comisión y del Consejo; hay que recordar el excelente trabajo del señor Hughes a lo largo de esta larga andadura.
Me van a permitir que, brevemente, haga una valoración de las razones por las cuales los diputados socialistas estamos hoy muy felices. Me parece que hoy es un día, también, para decir cuatro cosas.
En primer lugar, la importancia de la salud y la seguridad en el trabajo: crear un entorno de trabajo lo más sano posible es vital para los trabajadores, para las familias, para los ciudadanos. En términos humanos, ya hemos hecho referencia a todas las implicaciones que tiene una norma de estas características, para ellos y para los ciudadanos, pero también en términos económicos. Hace pocos días en esta Cámara la Agencia de Bilbao nos presentaba alguna de las campañas que hacen para la prevención en materia de salud y seguridad y nos enseñaba, incluso, estudios económicos que demuestran que en Australia, por ejemplo, en la economía nacional los accidentes y las enfermedades representan más de seis puntos del PIB. ¿Cuál es el coste de la no seguridad social? ¿Cuál es el coste de la falta de higiene y seguridad en el trabajo? Es, por tanto, una inversión en capital humano, pero, también inversión en civilización e inversión económica.
En segundo lugar, la importancia de la prevención: es mucho más importante prevenir que curar, actuar antes de que se produzcan los fenómenos para evitarlos. La prevención, que es un tema complejo, exige sensibilización, información, formación y supervisión en relación con cada una de estas tareas.
En tercer lugar, es importante hablar hoy también aquí de la importancia de los interlocutores sociales, la importancia de los sindicatos. Sin ellos, por supuesto, no habría este Acuerdo Marco, pero sin ellos tampoco habría prevención. A veces la gente habla mal de los sindicatos y dice que son un coste para la sociedad pero olvidan los enormes beneficios que aportan ya que son ellos los que llevan hasta las terminales de los centros de trabajo políticas tan importantes como las que están en este Acuerdo Marco.
Y, por último, la importancia de este Parlamento, que hay que reivindicar ante la opinión pública y ante las otras instituciones comunitarias —sin este Parlamento, no habría este Acuerdo Marco— y la importancia de la colaboración, también, de este Parlamento con la Comisión y el Consejo, que ha sido ejemplar. Recuerdo a la Presidencia española que nos ha ayudado y espero que sea un hermoso precedente para que empiece una nueva etapa de colaboración entre nuestras instituciones.
Elizabeth Lynne, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, yo no iba a aprovechar mi tiempo de intervención en nombre del Grupo, sino que pensé que, en realidad, podría dividirlo e intervenir más tarde, pero, al parecer, cuando se trata de una resolución no es ese el caso; así que esta mañana se me informó de que iba a intervenir ahora. En todo caso, esto me da la oportunidad de darles las gracias a todos los ponentes alternativos a quienes no pude dárselas antes; también de nuevo a Stephen Hughes porque fuimos él y yo quienes, en 2004, visitamos los hospitales, acompañados por John Bowis, un eurodiputado conservador. Fuimos los tres juntos a los hospitales, en representación de los partidos políticos, para observa la situación en persona, y creo que eso fue precisamente lo importante.
En esta Cámara debemos sentirnos motivados por las necesidades reales de la gente que trabaja allí y por lo que escuchamos de las enfermeras, los médicos y el personal sanitario; era importante tener en cuenta su punto de vista. Stephen ha mencionado las directrices de aplicación, y a mí de verdad me gustaría averiguar si ustedes saben si la Comisión piensa presentar alguna directriz de aplicación sobre esta cuestión; creo que es muy importante que dispongamos de ellas. También me preguntaba si ustedes tienen noción del calendario que maneja el Consejo, ya que es importantísimo que lo llevemos a efecto muy rápido, ya que todos los trabajadores del sector sanitario llevan esperando muchos años.
No queremos más lesiones causadas innecesariamente por agujas durante ese período de espera. Ya hemos tenido demasiadas durante los últimos años. También hay que recordar el punto que ya se ha mencionado, que aunque aquí se trata en el momento actual del sector sanitario, me gustaría que esto se hiciese extensivo a otros sectores, en particular al penitenciario. Considero muy importante que los funcionarios de prisiones también dispongan de esta protección. Son muchas las cuestiones relevantes para esos trabajadores, pero una de las fundamentales de este asunto es la de las agujas reutilizables. Junto al resto de cuestiones de la Resolución, creo que es muy importante que estos trabajadores del sector sanitario no se vean sometidos al riesgo de sufrir lesiones innecesarias causadas por agujas.
Jean Lambert, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, también a mí me gustaría dar las gracias a Stephen Hughes y Liz Lynne por su trabajo en este asunto y acoger con agrado esta iniciativa, si bien nos gustaría haberla visto antes. Como ya se ha indicado, los Estados Unidos tienen legislación en vigor a este respecto desde 2001. Ahora podemos ver ese tipo de normativa en determinadas zonas de la Unión Europea y, por fin, estamos recuperando el tiempo perdido, pero desde luego no antes de que mucha gente se haya visto afectada por el problema.
En cuanto al riesgo, la Organización Mundial de la Salud estima que, mientras que el 90 % de la exposición a este peligro se produce en los países en vías de desarrollo, el 90 % de las noticias sobre infecciones contraídas en el ejercicio profesional se genera en los Estados Unidos y la Unión Europea. Sabemos que hay un problema básico de minoración de la información sobre las lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes: las estimaciones oscilan entre el 40 % y el 90 %, y se trata de una cifra altísima. Por eso, me parece que deberíamos acoger con agrado el hecho de que la cláusula 11 del acuerdo de los interlocutores sociales hable del deber de informar en una cultura «sin culpa».
De cualquier modo, también creo que debemos preguntarnos por qué la gente no informa de estos hechos. Probablemente, parte de la explicación es que o no entienden los riesgos o bien temen las consecuencias —sobre todo, probablemente en relación con futuros empleos— de informar sobre una lesión de este tipo. Ciertamente, disponemos de informes de algunos sitios sobre un seguimiento poco efectivo, o dicho de otro modo, incluso en los lugares donde la gente informa no ocurre gran cosa.
Es cierto que estas personas ni siquiera reciben el apoyo médico que necesitan, por no hablar del respaldo emocional o, en algunos casos, de un empleo alternativo, si se tiene en cuenta que, si han contraído una infección como el VIH, pueden suponer un riesgo para los pacientes. Tenemos estudios que demuestran que los trabajadores del sector sanitario que trabajan fuera de los hospitales son más proclives a sentirse insatisfechos con la respuesta de los empleadores.
La gente se ha pronunciado sobre el alcance de esta iniciativa. Sin lugar a dudas, abarca el sector sanitario, y estamos encantados de que el acuerdo incluya a las personas en período de formación y a los subcontratistas. No estoy del todo segura de que incluya al personal de limpieza, y agradecería alguna aclaración en este sentido. Pero, ciertamente, no incluye a los trabajadores de otras profesiones de riesgo, así que confiamos en que los Estados miembros lo tengan en cuenta.
Las obligaciones en materia de formación son extremadamente importantes y espero que los Estados miembros se lo tomen en serio: tanto la oferta como la recepción de formación deberían ser obligatorias, al igual que la iniciación para todo el personal temporal o nuevo, ya que me parece que existe la sensación de que si formas a la gente una vez, ya no será necesario hacerlo de nuevo. Actualmente hay falta de formación incluso allí donde los empleadores tienen estrategias formativas en marcha.
Se planteó una cuestión sobre los costes. Hay cálculos según los cuales las medidas de formación y preventivas, incluidos instrumentos más seguros, representan aproximadamente un tercio de los gastos que suponen el tratamiento de las lesiones producidas por instrumental cortopunzante. Esto supone un ahorro considerable en tiempos de escasez financiera, y también un aspecto importante tanto para las personas afectadas como para los empleadores, quienes bien podrían verse en riesgo de responder ante la Justicia si no adoptan las medidas necesarias para prevenir este tipo de lesiones.
Oldřich Vlasák, en nombre del Grupo ECR. – (CS) Señorías, el acuerdo para la prevención de las lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes es históricamente el primero alcanzado entre los interlocutores sociales del sector. En vista del hecho de que los casos anuales de lesiones cortantes y punzantes en los hospitales de Europa se estiman en más de un millón, no necesitamos convencer a nadie de que este es un paso en la dirección correcta, ya que debería ser posible prevenir estas lesiones por medio de una observancia adecuada del acuerdo. En la práctica, esto contribuirá a la creación de un entorno laboral seguro y a la protección de los trabajadores del sector sanitario de infecciones de transmisión hemática provocadas por lesiones cortantes y punzantes.
Si bien podemos observar algunas ambigüedades en los ejemplos o en las definiciones, considero que se tomarán todas las medidas posibles para obtener tanta información como sea posible de los interlocutores sociales, todas las disposiciones han sido aclaradas y, en consecuencia, el Consejo ha aprobado el acuerdo en su conjunto.
Me gustaría destacar en este punto que el acuerdo entre empleadores y empleados supone, a su manera, un instrumento jurídico europeo totalmente único que no tiene parangón a nivel nacional en la mayoría de Estados miembros. Esta forma de autorregulación, en la que aquellos afectados por un problema determinado acuerdan por sí mismos la forma de una regulación jurídica sobre su resolución, es, a mi parecer, un ejemplo modélico de regulación europea. No es la misma situación que con las emisiones de CO2, la armonización fiscal o la uniformización de los servicios públicos, donde las empresas y sus empleados deben cumplir pasivamente con cualquier cosa que nosotros y los Estados miembros les echemos encima, y además a un alto precio.
Jiří Maštálka, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (CS) Señorías, quiero empezar agradeciendo a ambos ponentes el magnífico trabajo que han desarrollado en la preparación de este documento. Como doctor, también me satisface que seamos conscientes aquí, en el Parlamento Europeo, de la urgente necesidad de proteger mejor a los trabajadores del sector sanitario de las lesiones causadas por objetos cortantes y punzantes, y que la normativa responda a ello.
Por supuesto, me incomoda el lentísimo progreso de la Comisión. Ya han transcurrido cinco años desde que se informó por primera vez a la Comisión Europea sobre esta importante cuestión, y casi cuatro años desde que el Parlamento Europeo aprobó una Resolución en la que pedía una solución legislativa a la cuestión de la adecuada protección de los trabajadores del sector sanitario de la Unión Europea frente a las enfermedades de transmisión hemática.
Como miembro de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales en la anterior legislatura, trabajé junto a mis colegas Stephen Hughes, Elizabeth Lynn y otros en esta Resolución, y me decepciona que se haya producido un retraso tan largo. Recomiendo que se adopten las medidas propuestas en la Directiva lo antes posible. Deseo solicitar que se garanticen cuanto antes los máximos niveles de protección y prevención para los trabajadores del sector sanitario.
Elisabeth Morin-Chartier (PPE). – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, señora Lynne, Señorías, me gustaría decirles cuánto me alegro esta mañana de que hayamos acordado esta propuesta de Directiva para la prevención de lesiones cortantes y punzantes. Tenemos aquí un verdadero problema de salud que debemos regular sin el menor retraso. Todos conocemos la importancia y las drásticas consecuencias de este tipo de lesiones. Siento que debo confesarle, señor Comisario, que tengo confianza en que usted sea capaz de aportar una rápida solución para este acuerdo, que nos permita avanzar varios pasos en esta cuestión.
Quiero dar las gracias a la señora Lynne por su trabajo, e igualmente al señor Hughes, ya que es nuestra responsabilidad, como diputados al Parlamento Europeo, procurar que nuestros conciudadanos estén protegidos. Se trata de los profesionales del sector sanitario, desde luego, ya hemos hablado mucho de ellos. Son el personal de limpieza —usted ha mencionado a funcionarios de prisiones—, pero también me gustaría mencionar a los trabajadores del ámbito escolar, en todas las áreas de la medicina escolar. Con todo, más allá de todo esto, considero que es una cuestión de educar a todos nuestros conciudadanos, que deben renunciar a que los trabajadores del sector sanitario, o aquellos que posteriormente tengan que manejar objetos contundentes, asuman riesgos innecesarios.
Debo decir que, junto a los ponentes que se han encargado de este asunto, estamos dispuestos y deseosos aquí, en el Parlamento Europeo, de garantizar que los Estados miembros apliquen esos textos, y necesitaremos recibir actualizaciones periódicas sobre su puesta en práctica. Ese es nuestro verdadero compromiso, nuestra responsabilidad, y se trata de algo que debería conocerse y compartirse por todos.
Sylvana Rapti (S&D). – (EL) Señor Presidente, quisiera darles las gracias a los antiguos diputados al Parlamento, puesto que este es mi primer mandato, a mis colegas el señor Hughes y la señora Lynne, y al ponente y los ponentes alternativos porque he llegado en el tramo final del trabajo en un asunto que, en cierto modo, me afecta personalmente.
Mi marido es médico, y hace unos años sufrió una infección a causa de una aguja. Así que conozco muy bien la angustia que experimenta una familia de un trabajador hospitalario lesionado por un objeto cortopunzante. Los días que duró la espera de los resultados fueron extremadamente difíciles.
Por ese motivo, quiero agradecerles una vez más el trabajo que se ha realizado y expresar mi satisfacción por el hecho de que, por primera vez, veamos una asociación de empleadores y una de trabajadores uniendo sus fuerzas y estableciendo un acuerdo, y con ello permitiéndonos llegar a esta propuesta de Resolución.
Siento que la Unión Europea está consiguiendo de verdad sus objetivos y ahora adopta decisiones con sus ciudadanos y para sus ciudadanos. Me acuerdo de algo que han repetido otros miembros de esta Cámara, pero creo que para nosotros es importante decirlo y recordarlo siempre: que se producen cada año un millón de lesiones cortantes y punzantes.
No puedo insistir más en el papel desempeñado por el Parlamento Europeo, que lleva trabajando con empeño en esta cuestión desde 2005. Por otro lado, habida cuenta de la falta de personal, una carencia particularmente grave en Grecia, destacaría que debemos asegurarnos realmente de que esta Resolución, esta Directiva sea llevada a la práctica con gran rapidez.
Esta es una decisión que también contribuirá de manera práctica a los objetivos sociales de la Unión Europea, que incluyen el aumento del empleo. Le recuerdo a esta Cámara que la Comisión Europea hace poco le dijo al Parlamento, por medio de su reelegido Presidente, que uno de los sectores en los que tiene el propósito de invertir es en el de los trabajos no manuales.
Así pues, salvemos vidas, tanto en sentido literal como metafórico, creando para ello empleos valiosos en estos tiempos tan difíciles económica y socialmente.
Para terminar, quiero desearle al nuevo Comisario todo el éxito en su trabajo y, si se me permite, decir lo siguiente: nuestro experimentado colega, el señor Cercas, dijo antes que espera que usted inicie su trabajo y proceda con el pie «derecho». Yo confío en que usted lo inicie y proceda con el pie «izquierdo», y lo digo porque el planteamiento que refleje el aspecto social de Europa en el exterior es muy importante.
Necesitamos centrar nuestro interés en los trabajadores, la gente de Europa lo necesita.
Licia Ronzulli (PPE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, yo también voy a compartir una experiencia personal. Trabajo desde hace 15 años en hospitales, y durante un tiempo fui de hecho una trabajadora sanitaria en un área crítica: el quirófano.
Yo misma he sufrido pinchazos de agujas e instrumentos potencialmente infecciosos. Por ese motivo, como ha dicho la señora Rapti, todavía puedo recordar la angustia que sentía a la espera de los resultados del análisis, pero por encima de todo como pasé por el llamado «período de ventana», que transcurre entre el posible contagio y la hipotética manifestación de la enfermedad.
Precisamente a raíz de esta experiencia, creo que debemos votar a favor de esta Resolución que, por fin, proporciona fuerza jurídica al acuerdo en términos de seguridad y protección, al establecer unos requisitos mínimos para todos los trabajadores del sector sanitario.
El sector sanitario representa el 10 % de la población activa de la Unión Europea y, para ser más exactos, se estima que cada año se producen 1,2 millones de casos de lesiones cortantes y punzantes accidentales, con el resultado de que los trabajadores del sector sanitario padecen una desmotivación progresiva y, con mucha frecuencia, abandonan la profesión. Además, la Organización Mundial de la Salud calcula que el 2,5 % de los casos pueden desarrollar anticuerpos del VIH y el 40 % de ellos puede hacerlo de diversas formas de hepatitis B y C.
Precisamente debido a los numerosos riesgos graves que con demasiada frecuencia se plantean a diario, la profesión sanitaria se considera poco atractiva, tanto que en los últimos años acusa una escasez de personal. Asimismo, como ya se ha comentado aquí, el coste de los servicios sanitarios individuales que tienen que tratar las situaciones de estrés a las que los trabajadores sanitarios están sometidos durante los diversos períodos de observación, y el coste de los análisis para el diagnóstico que, como protocolo, duran un mínimo de seis meses desde el instante del accidente, son considerables y a ellos se añaden los costes asociados a los profesionales que lamentablemente han contraído la enfermedad.
Para finalizar, y con el fin de no subestimar el problema, cuando se pueda evitar o reducir el riesgo de accidente es necesario y conveniente tomar cualquier medida preventiva disponible. En particular, es obligación del empleador introducir dichas medidas, y es obligación del trabajador respetarlas.
Ryszard Czarnecki (ECR). – (PL) Señor Presidente, estamos hablando sobre un problema que, ciertamente, ha llegado a convertirse en uno de los más significativos del sector sanitario. Voy a mencionar a este respecto algunas estadísticas. En la Unión Europea se producen anualmente cerca de un millón de este tipo de lamentables lesiones cortantes y punzantes. En los Estados Unidos se calcula que ascienden aproximadamente a 380 000, pero los mismos estadounidenses dicen que esa cifra está subestimada. Desde luego, tenemos que destacar que este problema afecta en lo básico a los trabajadores del sector sanitario, pero hay también otro aspecto a considerar: también hablamos de pacientes que a su vez están en situación de riesgo a causa de ello. En estos casos, y tenemos que ser honestos aquí, nos enfrentamos al problema de las enormes sumas de dinero que los hospitales tienen que pagar como compensación. Es evidente, y así lo han dicho ya otros oradores, que la prevención adquiere en este caso una relevancia fundamental. Y es que la prevención siempre es sustancialmente más barata que el tratamiento.
En mi opinión, la Resolución es del todo merecedora de apoyo. Es una respuesta a las expectativas manifestadas por el sector sanitario, y su importancia aumenta con el agravamiento del problema. También crece el problema de la compensación, y tanto los trabajadores sanitarios como los pacientes presentan demandas. Es bien cierto que tampoco el aspecto financiero resulta desdeñable. Mi Grupo político, en cuyo nombre estoy hablando, apoya la propuesta de Resolución. Consideramos que así es como podemos responder a lo que, de hecho, supone un desafío de nuestra época, y así también respondemos a las necesidades de los consumidores y trabajadores del sector sanitario en los países de la Unión Europea.
Georgios Papanikolaou (PPE). – (EL) Señor Presidente, hoy hago uso de la palabra para darles las gracias a los ponentes y a los demás que han generado este debate.
En ocasiones decimos que Europa necesita acercarse a sus ciudadanos. Con este debate, ciertamente lo hemos conseguido. Estaba hablando con un amigo de mi edad, un médico recién cualificado, y cuando le mencioné este debate me dijo, entusiasmado, que era una cuestión absolutamente esencial y que debíamos intentar explicar con precisión lo que perseguíamos a todos los ciudadanos europeos. Es importante prevenir e informar a todos los que trabajan en los hospitales sobre los riesgos que corren. Sin duda, es esencial que les expliquemos a todos que, cuando trabajan en turnos tan prolongados, cuando el espacio es, a veces, reducido, cuando el número de pacientes es muy alto, para esas personas resulta crucial que, cuando menos, adopten las medidas necesarias más importantes.
Necesitamos un personal sanitario sano en los hospitales para que los pacientes puedan, en algún momento, beneficiarse de sus cuidados y recibir el mejor tratamiento médico posible.
Karin Kadenbach (S&D). - (DE) Señor Presidente, el objetivo de nuestra política debería ser la creación de un entorno que garantice a los ciudadanos de la Unión Europea el nivel de vida más alto posible. Un desafío fundamental al que nos enfrentamos en tiempos como estos es, por consiguiente, el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo. No obstante, no debemos descuidar nuestra obligación de garantizar que estos empleos no provoquen la enfermedad de sus beneficiarios o pongan en peligro su salud. Por ese motivo son básicas la prevención, la atención sanitaria y la seguridad laboral.
Creo firmemente que la aplicación de esta Directiva, que ya hace tiempo que llega con retraso, creará las condiciones adecuadas para mejorar la seguridad en el puesto de trabajo en todos los ámbitos del sector sanitario, donde el personal se enfrenta diariamente a este tipo de riesgos. Entiendo que es en beneficio de todos los ciudadanos europeos que consigamos hacer de esto una realidad lo antes posible.
László Andor, Miembro de la Comisión. − Señor Presidente, en primer lugar me gustaría decir que me alegra que esta propuesta goce de un respaldo tan amplio en el Parlamento. Lamento que el proceso haya durado más de lo que muchos de ustedes esperaban, pero quiero decir que tengo el convencimiento absoluto de que el diálogo social debe desempeñar un papel en esta cuestión: tenemos que respetar la opinión de los interlocutores sociales. Ello no solamente otorga más legitimidad a la decisión, sino que también ayuda a su aplicación, ya que los que participan en la creación de una nueva norma están más interesados en que esta tenga éxito. Y eso es muy importante.
Ya estamos al corriente de que existe un documento de trabajo de los interlocutores sociales relativo a la aclaración del Acuerdo Marco y también a su puesta en práctica, así que confiamos, y creo que podemos hacerlo, en que ello va a desempeñar un papel significativo para la culminación en el Consejo: va a responder a algunas de las preocupaciones sobre la aplicación. Al margen de ello, también hay interés en el seguimiento a largo plazo. Ello también es muy importante para supervisar cuál será el éxito de esta nueva Directiva.
Quiero llamar su atención sobre el texto que afirma que las partes signatarias revisarán la aplicación de este acuerdo cinco años después de la fecha de la decisión del Consejo, si así lo solicita una de las partes contractuales. Dicho de otro modo, es muy importante que la supervisión de la puesta en práctica y de los cambios en la manifestación de tales lesiones sea el punto de partida, si alguna de las partes desea hacer uso de esa oportunidad.
Por último, permítanme decir en el que es el segundo día de la nueva Comisión —como algunos oradores han destacado en sus mensajes—, que realmente es muy importante que la Comisión preste mayor atención a la gente olvidada de Europa, esos grupos de edad o profesiones que no pueden expresarse fácilmente por sí mismos: en ocasiones anteriores se les ha ignorado o marginado.
El sector sanitario es claramente un sector importante, y le debemos gran parte de nuestra dedicación y atención. No solo se trata de que los trabajadores hospitalarios y sanitarios estén expuestos a lesiones cortantes y punzantes e infecciones – sabemos que sus jornadas laborales son demasiado largas. Por ello, tenemos que adoptar un modelo de enfoque exhaustivo cuando tengamos en cuenta a grupos como este, que son muy importantes, especialmente en tiempos de crisis en los que la consolidación fiscal prevista afecte a las condiciones en las que trabajan. Por ese motivo, este asunto debe ocupar un lugar preeminente en nuestro programa, como lo está en el mío propio.
Presidente. − Gracias, señor Comisario. Estoy seguro de que todos estamos agradecidos a los iniciadores de este debate. Confiemos en que las cosas mejoren.