3. Resultados de la cumbre del 7 de mayo de 2010 y de la reunión del Ecofin - Relevancia política de la Estrategia UE 2020 en el marco de la crisis financiera y económica actual - Consecuencias de la crisis económica y financiera en la Estrategia Europa 2020 y su gobernanza - Relevancia política de la Estrategia Europa 2020 en el contexto de la actual crisis económica y financiera (debate)
Presidente. – De conformidad con el orden del día, se procede al debate conjunto sobre:
– los mecanismos para fortalecer el orden económico,
– Las declaraciones del Consejo y de la Comisión: Resultados de la cumbre del 7 de mayo de 2010 y de la reunión del Ecofin [2010/269(RSP)],
– la pregunta oral formulada al Consejo y la Comisión: ¿Cuál es la relevancia política de la estrategia UE 2020 en el marco de la crisis financiera y económica actual? (O-0052/2010 - B7-0213/2010), (O-0053/2010 - B7-0214/2010),
– la pregunta oral formulada al Consejo: Consecuencias de la crisis económica y financiera en la Estrategia Europa 2020 y su gobernanza (O-0068/2010 - B7-0301/2010),
– la pregunta oral formulada al Consejo y la Comisión: Relevancia política de la estrategia UE 2020 en el marco de la crisis financiera y económica actual (O-0065/2010 - B7-0219/2010), (O-0066/2010 - B7-0220/2010).
Diego López Garrido, Presidente en ejercicio del Consejo. − (ES) Señor Presidente, todo el mundo sabe que estamos viviendo un período de excepcional turbulencia financiera. Hace algunos meses que podemos decir que esto es así y que su origen no se remonta a unos meses, sino a un par de años, cuando se produce la crisis de las subprime en los Estados Unidos.
El origen es, por tanto, una crisis financiera en el sector privado del sistema financiero, que se convierte rápidamente en algo que afecta a la economía real en forma de una profunda depresión, una profunda recesión —en términos técnicos—: hay un descenso en la producción y un aumento importante del desempleo, que es especialmente grave en aquellos países en los que el sector inmobiliario o de construcción residencial tiene un peso significativo.
Hay una reacción inmediata de los países miembros, de los bancos centrales, para evitar el desplome del sistema financiero, y también hay una reacción en relación con la economía real.
Esta reacción produce, lógicamente, consecuencias en las economías públicas, en las finanzas públicas. Ya no estamos hablando de las finanzas privadas, sino de las finanzas públicas. Y hay, en primer lugar, una situación de crisis de estabilidad financiera en las cuentas públicas como consecuencia de déficits muy acusados.
Hay, además, una crisis en la deuda soberana. En los últimos meses, eso es lo que fundamentalmente aflora, alentado, además, por acciones de mercados muy volátiles, en algunas ocasiones incluso acciones de carácter nítidamente especulativo, que producen, además, un aumento importante, significativo, del interés que piden los mercados a los Estados cuando van a emitir deuda. Y, además, esto afecta claramente al conjunto de la zona del euro y se convierte, por tanto, en un problema que no es de uno, dos o tres países, sino que afecta al conjunto de la estabilidad de la zona del euro.
Esta es la situación. Este es el conjunto de acontecimientos o el diagnóstico de los hechos que tiene en cuenta la Unión Europea para poder reaccionar y actuar en relación con lo anterior.
Y yo creo que la Unión Europea ha actuado correctamente en todo este tiempo. Ha podido parecer lenta en su decisión. Ha podido parecer a veces exasperantemente lenta en algunas decisiones, pero ha obtenido resultados correctos, resultados sensatos, resultados de una acción prudente de la Unión Europea y, sobre todo, una acción coordinada de la Unión Europea.
Aunque pueda parecer que diversas medidas nos impiden ver el conjunto, creo que la Unión Europea ha establecido una estrategia adecuada a las circunstancias, que tiene que incluir necesariamente unas medidas a corto plazo y tiene que mirar más al medio y largo plazo, porque se trata de evitar que una crisis así vuelva a suceder.
En las medidas a corto plazo —ya lo hemos dicho—, hay, en primer lugar, una inyección de dinero público y hay una coordinación por parte de la Unión Europea: el llamado «Plan Europeo de Recuperación Económica», auspiciado por la Comisión; un plan que coordina esa acción inmediata, este tratamiento de choque, que adoptan los Estados para limitar —no para hacer desaparecer— los daños de esta enorme crisis.
Una manifestación de esa acción a corto plazo es, sin duda, la ayuda a Grecia, que ya había sido advertida por la Comisión, meses atrás, de una situación difícil en sus cuentas públicas. Y el Consejo dirige a Grecia, en relación con el artículo 126, apartado 9, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, una serie de recomendaciones y el Consejo y la Comisión siguen el desarrollo de los acontecimientos en ese país.
No solo se le dan recomendaciones en relación con su situación de liquidez en las cuentas públicas, sino que también se le dan recomendaciones sobre reformas estructurales en el sistema de pensiones y la necesidad de abordar reformas en el sistema sanitario. Y así se llega al 23 de abril, cuando se aprueba un mecanismo de actuación respecto de Grecia; ese mecanismo tuvo, ayer mismo, una primera manifestación en un envío de fondos a Grecia por parte de países de la Unión Europea a través del sistema de este mecanismo concertado.
Por tanto, estamos ante una primera expresión de esa acción a corto plazo que tiene que llevarse necesariamente a cabo ante un Estado en dificultades serias, como es el caso de Grecia.
Naturalmente, también a corto plazo —y así se expresa muy claramente en la pregunta oral que nos formulan a este respecto los diputados Daul, Verhofstadt, Schulz y otros— es necesaria una estrategia de salida de la crisis, que sea una estrategia medida y controlada, que tiene, naturalmente, que dirigirse a evitar las dificultades serias, graves, de las cuentas públicas, pero que también tiene que mantener el objetivo del crecimiento.
Pero, obviamente, no basta el corto plazo. Hay que tomar medidas a medio y largo plazo. Porque hay problemas estructurales en la economía europea; problemas estructurales que son, en última instancia, los que han debilitado a la Unión Europea frente a una situación de profunda volatilidad, de profunda turbulencia financiera.
Y la Unión Europea va tomando y planteando medidas en el medio y largo plazo que son importantes de señalar. En primer lugar, porque van a responder al tipo de crisis que se ha producido como consecuencia de esta situación económica grave que afecta al conjunto de la Unión Europea y, concretamente, al sistema de la zona del euro. Para poder responder a la crisis en el sector financiero, la Unión Europea ha previsto una serie de medidas que están debatiéndose estos mismos días en esta Cámara —el Parlamento Europeo—: un paquete de supervisión, que yo espero que se apruebe lo antes posible y que el Consejo y el Parlamento Europeo lleguen a un acuerdo a ese respecto. Como parte de ello o relacionado con ello, el Ecofin aprobó ayer una medida: la regulación de los llamados hedge funds, fondos alternativos o fondos de alto riesgo. Y con ello me refiero a la pregunta de la señora Harms y el señor Cohn-Bendit, que hacen mucho hincapié en este aspecto.
También se ha de tener en cuenta la perspectiva de la acción en el G-20, en ejecución, por otra parte, de lo acordado en el G-20.
A su vez, hemos dicho que la Unión Europea tiene debilidades estructurales y hacen falta reformas estructurales. A ello va dirigida la Estrategia Europa 2020, que está basada en el compromiso de los países miembros de abordar determinados objetivos a través de una serie de directrices integradas que van, además, a ser acompañadas de planes nacionales que se proyectarán en los llamados planes de reforma. También hay que decir que, junto a la Estrategia Europa 2020, es importante la acción que respecto del conjunto del sistema productivo adopta la Comisión al plantear, en su comunicación del 12 de mayo, una coordinación de las políticas económicas.
Por tanto, la Estrategia Europa 2020 es una forma de responder a un problema de fondo del sistema económico productivo, una forma de evitar que en el futuro haya esas debilidades de fondo del sistema, una forma de dar competitividad y productividad al sistema económico de la Unión y de dirigirse a esos objetivos de valor añadido tecnológico, teniendo en cuenta el impacto social y, por lo tanto, la necesidad de una especialización laboral, la empleabilidad y, también, la lucha contra el cambio climático.
Pero no solamente hay un problema con el sistema financiero privado, no solamente hay un problema con la estructura productiva, también del sector privado esencialmente: hay un problema de cuentas públicas, al que va dirigido, también, otro de los aspectos de las medidas de medio y largo plazo de la Unión Europea, es decir, las medidas que están en la propuesta de la Comisión del 12 de mayo que ayer empezó a debatirse en el Ecofin y que se seguirá debatiendo. Esas medidas van dirigidas a mantener la disciplina presupuestaria, garantizar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y establecer medios de resolución o de prevención de crisis.
En este sentido, se ha creado la task force que se va a reunir por primera vez, precisamente, este viernes 21 de mayo, presidida por el Presidente Van Rompuy, con un objetivo de disciplina presupuestaria y utilizando el documento de la Comisión sobre coordinación de políticas económicas y presupuestarias presentado por el Comisario Olli Rehn.
Esto tiene que ver con todas estas medidas de carácter más a largo plazo, en las que hay que incluir, también, el debate que se abre en la Unión Europea acerca de la imposición sobre los beneficios del sector financiero y de una imposición de la que se empieza a hablar, incluso en el G-20, que es un impuesto sobre transacciones financieras, que está a su vez siendo objeto de debate en la Unión Europea. Esto es algo que recalcan la diputada Harms y el diputado Cohn-Bendit en su pregunta.
Hay que decir a este respecto que todas las instituciones de la Unión Europea están trabajando en esa dirección. Ya se habló de ello en el Consejo Europeo de diciembre del año pasado. Se encargó un estudio al Fondo Monetario Internacional sobre un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales. Se habló en el Consejo Europeo de marzo, lo planteó la Comisión el 1 de abril y ayer también se habló de ello en el Consejo Ecofin.
Por tanto, estamos ante otra medida que se verá, sin duda, en el G-20, y que es de la máxima importancia; son medidas que yo he llamado de medio y de largo plazo planteadas por la Unión Europea. Ayer mismo, por ejemplo, en la Cumbre Unión Europea-América Latina, celebrada en Madrid, se planteó también una reforma del sistema financiero. Es decir, la Unión Europea está planteando esos temas en todos los foros a los que acude.
En definitiva, señor Presidente, se están dando los pasos y se dan las condiciones para ir hacia eso que se ha llamado una gobernanza económica de la Unión, en la que participan el Consejo Europeo activamente —con el Consejo—, la Comisión y el Parlamento Europeo como órgano legislador y como órgano controlador.
Así pues, creo que podemos decir —para terminar, señor Presidente— que es verdad que la crisis ha puesto claramente de manifiesto las insuficiencias de la unión monetaria europea ante la no existencia aún de una unión económica; una unión económica que está prevista en los Tratados pero no en la realidad. Nos hemos quedado en la unión monetaria, pero no pasamos a la unión económica. Estas medidas adoptadas a corto plazo y a medio y largo plazo por la Unión Europea claramente encaminan a la Unión hacia una unión económica.
Es una crisis que ha debilitado nuestras economías, que ha puesto a prueba a la Unión Europea, pero no la ha derribado, no la ha fragmentado. La Unión Europea ha respondido, a veces con lentitud —nos ha parecido—, pero con seguridad, a veces con vacilación —parece—, pero, en todo caso, con unidad, y ha sido una respuesta correcta, adecuada a los desafíos que tenemos en este momento.
Espero que el Consejo Europeo de junio consolide esta dirección hacia esta suerte de gobernanza económica europea, hacia una reacción unida ante esta crisis por parte de la Unión Europea, y que, por lo tanto, prepare adecuadamente la posición común de la Unión Europea en la importantísima reunión del G-20 en Toronto sobre la regulación del sistema financiero y sobre el importante debate de la imposición sobre las transacciones financieras internacionales.
Olli Rehn, Miembro de la Comisión. – (EN) Señor Presidente, acojo con agrado este debate sobre la respuesta de la Unión Europea a la crisis y sobre los retos inmediatos y a largo plazo que afrontamos en materia de gobernanza económica. Comenzaré con los retos inmediatos y la respuesta a la crisis.
Hace diez días, la Unión Europea adoptó decisiones valientes y necesarias con objeto de salvaguardar la estabilidad financiera en Europa. Se trató de una respuesta doble a la gravedad de la crisis, que se había convertido en un reto sistémico para el euro. Esta fue una respuesta a la que yo llamaría un pacto de consolidación.
En primer lugar, nos pusimos de acuerdo en cuanto a un mecanismo europeo de estabilidad financiera que ofrezca un respaldo financiero de hasta 500 000 millones de euros, que estará complementado por la financiación del FMI en una proporción de 2 a 1. En segundo lugar, acordamos que se acelere la consolidación fiscal en aquellos Estados miembros en los que se necesita con mayor urgencia.
Con estas decisiones, Europa propuso un paquete convincente que demuestra a nuestros ciudadanos, a los mercados y a todo el mundo que defenderemos el euro —nuestra moneda común— cueste lo que cueste.
No lo hacemos por motivos de las fuerzas místicas de mercado, sino pensando en el crecimiento sostenible y en la creación de empleo en Europa, asegurando que las amenazas para la estabilidad financiera no pondrán fin a la recuperación económica que ahora está en proceso, aunque esta todavía es bastante modesta y frágil. Esta es nuestra responsabilidad en relación con nuestros ciudadanos y estamos cumpliendo de forma muy concreta. Ayer, coordinando y gestionando en nombre de los Estados miembros de la zona del euro, la Comisión concedió 14 500 millones de euros a Grecia, que el FMI ha complementado con 5 500 millones de euros. Dijimos que estaríamos preparados para atender a las necesidades inmediatas de refinanciación y hemos cumplido puntualmente.
Desde luego, todo esto depende de una aplicación completa y plena del programa diseñado por la Comisión, junto con el Gobierno griego y en coordinación con el BCE y el FMI.
El Banco Central Europeo también ha adoptado medidas extraordinarias para hacer frente a los ataques que últimamente ha recibido el euro. Además de eso, nuestros Estados miembros han comprendido la suma importancia de la consolidación fiscal para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas y, por lo tanto, las condiciones previas al crecimiento económico sostenible.
La semana pasada, España y Portugal presentaron nuevas y considerables medidas de consolidación fiscal que son importantes y difíciles pero, al mismo tiempo, son avances necesarios para reducir los crecientes déficits públicos en 2010 y 2011. La Comisión presentará una amplia evaluación de la conveniencia de los nuevos objetivos y medidas en el transcurso de las próximas dos semanas.
Permítanme subrayar que una reducción más rápida del déficit público es, de hecho, un componente fundamental del paquete de estabilidad financiera que el Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) acordó el 10 de mayo. De igual importancia es que ambos países adopten reformas estructurales que contribuyan a un mayor crecimiento potencial, especialmente reformas de los mercados laborales y los sistemas de pensiones.
Si bien una rápida consolidación fiscal es una prioridad inmediata en toda Europa, al mismo tiempo, necesitamos coordinar nuestras políticas económicas y fiscales aplicando la diferenciación entre los Estados miembros. En otras palabras, es necesario diferenciar los esfuerzos de consideración fiscal en función del espacio fiscal y la vulnerabilidad económica.
Los países con poco espacio fiscal o sin él necesitarán concentrar y acelerar las medidas, mientras que otros con mejor espacio fiscal deberían mantener sus posiciones menos restrictivas de política fiscal por el bien del crecimiento y el empleo en Europa.
Por supuesto, sería un error detener aquí nuestros esfuerzos. Recordemos que los primeros diez años del euro han sido una experiencia positiva: ese es el punto de partida. Pero la crisis ha demostrado que es necesario que reconozcamos sus deficiencias sistémicas. A la presión entre homólogos le ha faltado fuerza, en los buenos tiempos no se solía reducir la deuda pública y se ignoraban los desequilibrios macroeconómicos.
Esta es precisamente la razón por la que la semana pasada, el 12 de mayo, la Comisión presentó un ambicioso conjunto de propuestas para reforzar la gobernanza económica en Europa. Deseamos fortalecer la supervisión presupuestaria preventiva, hacer frente a los desequilibrios económicos y establecer un marco permanente y robusto para la gestión de crisis. Cuento con el apoyo del Parlamento para estas propuestas importantes que representan la base para sacar adelante Europa 2020 con éxito en los próximos años.
Nuestras propuestas se basan en dos principios. En primer lugar, más vale prevenir que curar, por no mencionar el permitir que una situación degenere en una crisis, como hemos visto. En segundo lugar, una supervisión fiscal más sólida debería ir acompañada de mayor supervisión macroeconómica, para ir a la raíz y el origen del desarrollo económico sostenible.
Nuestras propuestas constan de tres elementos clave. En primer lugar, debemos reforzar tanto los aspectos preventivos como los correctores del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La piedra angular del fortalecimiento de la gobernanza económica consiste en coordinar la política fiscal con antelación, a fin de asegurar que los presupuestos nacionales son coherentes con las políticas y obligaciones europeas fijadas de común acuerdo, de tal manera que no pongan en peligro la estabilidad de la zona del euro en su conjunto ni la de los otros Estados miembros.
Permítanme dejar esto muy claro: esto no significará que se inspeccione cada una de las líneas presupuestarias de los presupuestos nacionales. Ni es esa nuestra intención ni disponemos de los recursos para ello. Por el contrario, esto supondrá analizar y revisar entre homólogos las amplias orientaciones presupuestarias y el equilibrio fiscal antes de que los gobiernos presenten al Parlamento el proyecto de presupuestos nacionales con el derecho jurídico, según el tratado y el pacto, de la UE de formular recomendaciones y solicitar medidas correctoras a los Estados miembros afectados.
Algunos han criticado esto diciendo que es una vulneración de la soberanía parlamentaria. Yo mismo fui diputado en el Parlamento Europeo y en un parlamento nacional y soy plenamente consciente de las sensibilidades de las competencias fiscales parlamentarias. Sin embargo, todo el mundo puede ver que no se trata de infringir la democracia ni la soberanía parlamentaria, sino de asegurarse de que nuestros Estados miembros respeten esas mismas normas por las que anteriormente se decidieron: es decir, predicar con el ejemplo.
Necesitamos introducir una dimensión verdaderamente europea en la elaboración de políticas económicas en Europa: no basta con tan solo examinar después las decisiones internacionales. En la UE, en particular en la zona del euro, sabemos muy bien que las decisiones nacionales repercuten más allá de nuestras fronteras y, por lo tanto, tendrá que haber coordinación a escala europea antes de tomar esas decisiones nacionales.
El segundo elemento clave consiste en ir más allá de la supervisión presupuestaria para ampliar y aumentar la supervisión, a fin de hacer frente a los desequilibrios macroeconómicos. ¿Por qué esto es importante? Las divergencias en la competitividad y las diferencias entre los países con déficit y los países con superávit de la zona del euro han aumentado en los últimos diez años. Este ha sido el motivo por el que la crisis financiera ha perjudicado tanto a la UE, en especial a algunos de nuestros Estados miembros. Deberíamos prevenir y atajar los problemas que están apareciendo antes de que deriven en una crisis.
Por consiguiente, proponemos que se definan indicadores y un cuadro de resultados, se convengan umbrales de alerta y se formulen recomendaciones y avisos con antelación si es necesario. Estos indicadores podrían incluir, por ejemplo, tendencias de la productividad, costes laborales unitarios y la evolución de la balanza por cuenta corriente.
Obviamente, esto no significa que queramos debilitar el rendimiento de las exportaciones de ningún país, por supuesto que no. Por el contrario, el objetivo de esta propuesta es volver a equilibrar el crecimiento económico en toda Europa. Debemos reforzar la competitividad de la exportación allí donde sea necesario y la demanda nacional allí donde se necesite y sea posible. Esa es la forma de actuar como un equipo europeo por el bien de toda Europa.
En tercer lugar, es preciso que dejemos muy claro a quienquiera que observe la zona del euro que nunca nos daremos por vencidos. Para disuadir a todo el mundo incluso de poner a prueba nuestra energía, necesitamos un marco permanente y robusto para la gestión de crisis para los Estados miembros de la zona del euro. El mecanismo provisional establecido el 10 de mayo representa un primer avance valiente en esa dirección, pero para el medio y largo plazo, la Comisión propondrá un mecanismo más permanente, sujeto a condiciones políticas estrictas y, por supuesto, basándose en lo aprendido de experiencias recientes. Sí, necesitamos evitar riesgos morales. Por eso debemos hacer que el mecanismo sea tan poco atractivo que ningún líder o país sienta voluntariamente la tentación de recurrir a él. Pero la experiencia reciente ha demostrado que es mejor tener un cuerpo de bomberos preparado para un posible incendio forestal que empezar a crear el cuerpo de bomberos cuando el incendio ya se ha convertido en un incendio forestal más grande. Más vale prevenir que curar.
Para terminar, estas propuestas de la Comisión preparan el terreno para un avance espectacular en la gobernanza económica en Europa, pero también deseo llamarles la atención sobre otra decisión sumamente importante —el mismo día en que proponemos estas medidas— a saber, la propuesta para que Estonia pase a formar parte de la zona del euro por sus propios méritos. Sólo por darles una cifra: mientras que, en este momento, la deuda media en Europa se sitúa alrededor del 75 %, en Estonia se encuentra en torno al 7,5 % —no el 75 % sino el 7,5 %— de forma sostenible.
Esta propuesta transmite a todos la señal importante de que la zona del euro no cederá a las presiones mientras confíe en sí misma, y las políticas económicas y fiscales sostenibles darán sus frutos a los Estados miembros. En definitiva, las iniciativas de la Comisión, una vez adoptadas, conducirán a un aumento sustancial de la gobernanza económica en Europa y a una ampliación prudente de la zona del euro. De hecho, en la UEM, ya es hora de darle vida a la "E".
Joseph Daul, en nombre del Grupo PPE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, Europa por fin ha reaccionado. Los Jefes de Estado y de Gobierno por fin han comenzado a tratar los problemas poniéndose de acuerdo, hace diez días, sobre un plan de apoyo para nuestra moneda, el euro. Este es un plan que refleja con precisión el grado de solidaridad europea, contradiciendo así a todos aquellos que dudaban de ella, pero que todavía resulta inadecuada y debe ir acompañada de medidas que reduzcan nuestros déficits presupuestarios nacionales para lograr consenso entre los 27 respecto a los presupuestos sociales y fiscales. Creo que esto es lo que está diciendo todo el mundo esta mañana y todos hemos estado diciendo lo mismo durante las últimas dos semanas. ¡Bueno, hagámoslo ahora! Este plan se completó el miércoles pasado con la decisión de la Comisión, la cual acojo con agrado, de aumentar radicalmente la supervisión y la puesta en marcha de un pacto de estabilidad.
Señorías, no saldremos de la situación a menos que se apliquen todas estas medidas. No saldremos de esta situación a menos que tengamos coraje político, porque las medidas que ya deberíamos haber adoptado conjuntamente a escala comunitaria e individualmente a escala nacional tendrán que adoptarse ahora. Esto se aplica tanto a los gobiernos de la derecha como a los de la izquierda. Siento mucho que los socialistas alemanes no tuvieran este coraje cuando votaron en el Bundestag sobre el plan de ayuda europeo.
Debemos aprender algunas lecciones de todo esto. La primera lección: debemos conocer el verdadero estado de las cuentas públicas nacionales, al igual que conocemos el verdadero estado de las cuentas públicas de la UE. Pido a la Comisión que se esfuerce por asegurarse de que esto sea así y castigar, y no sólo criticar tímidamente, a cualquier Estado que no cumpla con esta obligación. Como bien saben ustedes, todo el mundo tiene miedo del control policial de velocidad, todo el mundo tiene miedo a las multas y del número de puntos en su permiso de conducir cuando está en la carretera. Así es como funciona, así que tiene que haber multas. Este es el principio y el fin de toda política seria en este ámbito.
Segunda lección: los 27 deben centrarse en sus políticas presupuestarias muy al comienzo de los debates. La Comisión pidió esto la semana pasada. Yo mismo lo solicité en esta Cámara hace algunas semanas. Sé que a los Estados miembros les irrita que les pidamos que se centren, pero deben acostumbrarse a que se les irrite a partir de ahora si siguen tratando sus finanzas públicas como si estuvieran viviendo en una isla desierta, como si no estuvieran conectados unos con otros por una moneda y, en consecuencia, por una disciplina común necesaria.
Además, lo que es cierto de los presupuestos nacionales también es cierto de la política social y fiscal. De nuevo, comprendo el enfado de algunos de nuestros compatriotas cuando se les pide que hagan sacrificios por otros que trabajan menos y se jubilan antes. Esto tampoco puede continuar. Esta es la tercera lección que he aprendido de esta crisis. El euro sólo será viable si colectivamente nos facilitamos los recursos para hacerlo así. Yo no contradiría al señor Volcker, consejero financiero del Presidente Obama, que ha dicho que es probable que el euro se hunda si no cambiamos nuestra cultura y nuestro comportamiento. Debemos mirar más allá de las cuestiones nacionales y considerar las cuestiones europeas. Debemos dejar atrás las políticas a corto plazo, destinadas a evitar que nuestros gobiernos nacionales pierdan algunos puntos en los sondeos de opinión, por planes a medio y largo plazo, planes que también demandan nuestros empresarios para poder invertir y contratar.
Mi grupo pide a Europa que se despierte. Pide a la Comisión que haga su trabajo, que consiste en aplicar la técnica del palo y la zanahoria con los Estados miembros. ¡Debe recompensar financieramente a aquellos que saneen sus finanzas públicas y penalizar a los que se nieguen a hacerlo así!
La Comisión, señor Rehn, no ha de tener miedo de hacer esto, ya que sería en beneficio de los europeos y los Estados miembros. El principal problema entre nuestros ciudadanos, que de ninguna manera surge en nuestras reuniones en la actualidad, es si sus ahorros todavía están a salvo. Comprendo a estos ciudadanos, que han trabajado toda su vida para tener unos pocos ahorros. Así que esa es la primera garantía que debiéramos ofrecerles: que sus ahorros se encuentran protegidos. Eso es, de una forma bastante simple, lo que la Comisión debe hacer; pues fue creada para tal fin.
Solamente en este contexto, Señorías, la Estrategia Europa 2020 tendrá algún sentido. Sólo si establecemos de nuevo un objetivo responsable, si actuamos conjuntamente con respecto a las cuentas públicas, podremos ganar la batalla del desempleo, la educación, la formación, la investigación y la innovación. Ya dije esto ayer y lo digo cada día: si se debe ahorrar en todos nuestros Estados miembros, entonces nosotros también, como diputados al Parlamento y funcionarios europeos, tendremos que dar ejemplo, o si no, nos faltará credibilidad.
Eso es todo lo que tengo que decir y todavía espero —he vivido unas cuantas crisis de gran intensidad y gravedad— que esta crisis pueda al menos servir como un nuevo punto de partida para Europa y sus ciudadanos.
Martin Schulz, en nombre del Grupo S&D. – (DE) Señor Presidente, Señorías, se está realizando este debate desde la perspectiva de una situación muy grave que representa una amenaza para la Unión Europea. Llevamos décadas de ideología no intervencionista a nuestras espaldas y durante estas décadas se ridiculizaba a cualquiera que cuestionara la presunta superioridad del sistema económico capitalista. El sistema económico nos ha introducido en la crisis financiera, económica y laboral más profunda y la mayor crisis de la moralidad y la legitimidad de las instituciones desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El sistema es erróneo. Es, hasta cierto grado, inmoral y también retorcido. Me gustaría ponerles un ejemplo, porque muchos de nuestros ciudadanos no comprenden la jerga que se utiliza. ¿En qué consiste el comercio de permutas de cobertura por incumplimiento crediticio y de seguros de riesgo de crédito? Significa que usted puede contratar una póliza de seguros que luego puede comprarse y venderse como un artículo de consumo. Permítanme explicar esto en la práctica. Estoy seguro de que la encantadora finca que posee el señor Daul se encuentra protegida por una póliza de seguros contra incendios. Si yo, Martin Schulz, puedo comprar dicha póliza de seguros del señor Daul y si recibo el pago del seguro en su lugar cuando su casa se quema, entonces simplemente necesito a alguien, por ejemplo el señor Cohn-Bendit, que esté preparado para prender fuego a la casa y me convierto en un mafioso.
Este es un sistema retorcido, que debería suprimirse, y estas prácticas deberían prohibirse. Estos son precisamente los mecanismos que estamos debatiendo y los ejemplos de la vida real no son divertidos. A uno le preocupa el fondo de pensiones del sindicato de profesores de California que quería comprar una aerolínea alemana por medio de un fondo de cobertura. El fondo de pensiones no lo consiguió, pero compró otra cosa en su lugar. Sin embargo, el fondo de pensiones después quebró. Esto ha llevado a la ruina a toda una generación de profesores, que han estado pagando este fondo durante cuarenta años. Esa es la realidad de este sistema económico, que ahora ha llegado a sus límites y que debe estar más controlado.
Ahora es el turno de los gobiernos. Esto es lo que ustedes han dicho, señor López Garrido y señor Rehn. Eso está muy bien, pero somos nosotros quienes estamos reaccionando, somos nosotros quienes estamos tomando las medidas necesarias y, en mi opinión, estamos reaccionando demasiado tarde. Se deberían haber introducido reglamentos en muchos ámbitos mucho antes y así lo hemos solicitado con frecuencia en esta Cámara. Ahora estamos aplicando reglamentos para los fondos de cobertura, pero ¿cuándo se creará una agencia europea de calificación? ¿Es normal que una agencia americana de calificación, precisamente en el momento en que la especulación contra Grecia alcanzaba su punto álgido, tuviera la mira puesta en el próximo objetivo y redujera la calificación de Portugal? ¿Qué tipo de instituciones son estas que pueden decidir el destino de naciones enteras? Deben estar controladas y reguladas. No obstante, esto no debería estar pasando ahora, sino que debería haberse hecho hace años y así lo pedimos hace años, pero nuestras peticiones fueron rechazadas. Las rechazaron los mismos gobiernos que hoy afirman estar gestionando esta crisis.
(Protestas)
Señor Langen, sé que esta tarde usted va a presentar una enmienda que asegure que el Parlamento no se reúne durante la época de carnaval en Alemania. Eso es algo positivo. Simplemente lo que pasa es que cuando usted está aquí, es carnaval todos los días que el Parlamento se reúne. Lo siento mucho.
Tenemos déficits estructurales en la UE, que las instituciones tienen la responsabilidad de resolver. Se supone que hemos creado una unión económica y monetaria. Sin embargo, la realidad es que tenemos una unión monetaria, pero no una unión económica. En Europa, tenemos un batiburrillo de políticas económicas. Un total de 16 Estados soberanos no están coordinando sus políticas económicas, algunas de las cuales son incoherentes entre sí, dentro de un área de moneda única. Esto representa un riesgo enorme. Arnold Schwarzenegger y su bonito Estado de California están totalmente en quiebra, pero eso no afecta al dólar en absoluto, porque la política económica de California forma parte del área de moneda única de los Estados Unidos. Si se pone en peligro el 2,8 % del producto interior bruto de la zona del euro, como en el caso de Grecia, aquí se producirá una crisis muy grave. Debemos deshacernos de este déficit, por eso necesitamos gobernanza económica. Si hay alguien que todavía se oponga a esto es que no ha escuchado los disparos de alerta.
Nos encontramos en mitad de una crisis de legitimidad muy grave. La población se está dando cuenta de que este sistema económico ha fracasado y ya no tiene ninguna confianza en él. Ha visto que las instituciones nacionales e internacionales se basan en este sistema y, por lo tanto, tampoco confían ya en las instituciones. Durante esta fase, mucha gente está volviendo al refugio de la retórica nacional frente a este reto globalizado y «europeizado». Esta contradicción a tres bandas entre la crisis de confianza en nuestro sistema económico y en nuestras instituciones públicas y el repliegue de muchas instituciones públicas a adoptar un enfoque nacional, en lugar de buscar soluciones en las estructuras internacionales, es una mezcla que pone en peligro a toda la UE.
Por lo tanto, necesitamos gobernanza económica y también, en última instancia, necesitamos ser capaces de aplicar nuestros propios reglamentos. Por último, señor Daul, usted que preside el grupo que incluye a los representantes de Nea Dimokratia, debería ser un poco más moderado en sus críticas hacia otros partidos.
Guy Verhofstadt, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señor Presidente, no creo que ni la retórica nacionalista ni la marxista vayan a darnos las soluciones que necesitamos para esta crisis que atravesamos.
(Aplausos)
Lo que estamos experimentando en la actualidad, señor Presidente, no es, en mi opinión, una crisis monetaria de la Unión, ni siquiera una crisis de nuestra moneda única; sino más bien, es una crisis de gobernanza comunitaria. Esta es la situación en la que nos encontramos en este momento. Incluso me atrevería a decir que es una crisis derivada de la creencia obsesiva de los Estados miembros de que pueden resolver los problemas de Europa con su enfoque intergubernamental, cuando un área monetaria, señor Presidente, debe estar gobernada por un único método, por el método comunitario, basándose en el interés europeo, y no por un sindicato de intereses nacionales, que es lo que el Consejo Europeo y el Consejo de la Unión Europea, por su misma naturaleza, representan.
Así que, por mi parte, tengo tres mensajes que transmitir esta mañana en este debate. El primer mensaje, señor López Garrido, va dirigido al Consejo. Quizás podríamos pedir a la Presidencia española que invitara a los miembros del Consejo a mostrar un poco de discreción respecto a la crisis del euro, porque cada vez que se encuentra una solución para ayudar al euro, uno u otro Jefe de Estado o Gobierno se ve obligado a presentarse para decir su parte y sabotear, de hecho, la solución que se ha hallado. Por consiguiente, creo que lo primero que se le debe pedir al Consejo es que sea un poco más discreto y deje a la Comisión y al Banco Central Europeo que propongan soluciones.
Mi segundo mensaje es para la Comisión. Creo, señor Rehn, que usted tomó algunas decisiones valientes el miércoles pasado que representan un avance en la dirección correcta, pero que la Comisión debe ir más lejos. Por el momento, tenemos un grupo de trabajo. Este grupo de trabajo del Consejo se reunirá para proponer soluciones en octubre o hacia finales de este año. En mi opinión, esto es demasiado tarde. Depende de la Comisión, que tiene el derecho de iniciativa, el reunir un ambicioso conjunto global de medidas durante las próximas semanas y meses. Eso es lo que se debe hacer. No debemos esperar a que un grupo de trabajo del Consejo nos diga lo que se debe hacer; depende de la Comisión tomar esta iniciativa. Depende de la Comisión elaborar un paquete general, que presente al Consejo y el Parlamento y que incluya, desde mi punto de vista, cuatro elementos.
En primer lugar, el fortalecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Esto significa, en realidad, penalizaciones; personalmente estoy a favor de la idea del señor Rehn y espero que todos lo estén. Él dice que, como parte de este paquete, la Comisión debería encargarse de controlar los presupuestos antes de que fueran aprobados por los parlamentos nacionales. Esta no es una cuestión de subsidiariedad ni de falta de subsidiariedad; sino que es cuestión de lealtad hacia el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el euro. No podemos decir, por otro lado, que formamos parte de este Pacto de Estabilidad y Crecimiento y de la zona del euro y, por el otro, que nuestro presupuesto no tiene nada que ver con el euro o que esta es una competencia estrictamente nacional.
En segundo lugar, creo que este paquete de medidas también debe integrar una Estrategia 2020 que sea convincente. Lo está en la mesa del Consejo ahora mismo, señor López Garrido, no es convincente en absoluto. ¿Van ustedes a llegar a una conclusión en junio? ¿Qué van a concluir en junio con respecto a la Estrategia 2020? ¿Será lo mismo que ustedes concluyeron respecto a la Estrategia de Lisboa, la cual fracasó? ¿Será otra vez el método abierto de coordinación? Bueno, si usted habla en serio, ahora debe facilitar a la Comisión todos los instrumentos que necesite para gestionar realmente esta Estrategia 2020, esta estrategia económica que tiene que sacarnos de la crisis.
La tercera medida que, sin duda, debe aplicarse consiste en la creación de un fondo monetario europeo que sustituya el mecanismo de estabilidad que se creó, porque ese mecanismo, como usted mismo dice, señor Rehn, no va a hacer el trabajo. De nuevo, es un mecanismo intergubernamental que se formó dentro del Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) y que requiere unanimidad. Cada préstamo que se concede tiene que ser aprobado por todos los Estados miembros. Este es un sistema que no puede funcionar a largo plazo y, por tanto, se necesita un fondo monetario europeo, gestionado por la Comisión y, si fuera necesario, por el BCE. No obstante, no se le debe permitir que tome aquellas decisiones que son la responsabilidad de todos los Estados miembros de la zona del euro. Por último, debemos tener un mercado de bonos europeos.
Esto es lo que esperamos de la Comisión, señor Rehn. Queremos que ustedes tengan el valor y la ambición suficientes como para proponer un paquete de gran envergadura que incluya estos cuatro puntos en la mesa de negociación dentro del Consejo y el Parlamento.
(Aplausos)
Rebecca Harms, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (DE) Señor Presidentes, Señorías, mi grupo ha decidido otra vez adoptar un planteamiento positivo del mecanismo de estabilización financiera que se acordó en el fin de semana de conversaciones sobre la crisis en Bruselas hace casi dos semanas.
Estamos combinando nuestro apoyo con un claro compromiso con una política económica y financiera unificada. Esto no es nada nuevo para mi grupo. Para nosotros, ha sido una tradición durante muchos años. Sin embargo, junto con este compromiso, señor Rehn y señor López Garrido, deseamos que se decida seriamente no continuar simplemente combatiendo los síntomas de la crisis, sino más bien que se haga frente al reto general que esta representa.
Desde nuestro punto de vista, hemos estado intentando subsanar los síntomas desde 2008. Hemos estado intentando salvar a los bancos desde 2008, cuando quebró Lehman Brothers. Me gustaría decir otra vez que debemos ser honestos con nuestros ciudadanos de Europa. El euro no se estabilizó durante el mencionado fin de semana. Por el contrario, de nuevo se rescató a numerosos bancos alemanes y franceses. La cotización de las acciones demostró muy claramente lo que ocurrió. No obstante, debemos salir de este ciclo de rescatar a los bancos, que nos ha costado miles de millones. Ya no sabemos de dónde procede el dinero y sólo nos atrevemos a avanzar muy poco a poco hacia la regulación pública de los mercados financieros, pasando por el acuerdo en el Consejo Economía y Finanzas (Ecofin).
El aspecto principal de lo que estamos pidiendo hoy es que el Estado debe volver a los mercados financieros y adoptar un enfoque muy decidido. Ya no debe seguir bajo el control de los bancos y los especuladores de los que se queja todo el mundo. Es cierto que los bancos son una parte fundamental del sistema, pero debe haber algo muy podrido en este sistema si se puede llevar a nuestros Estados al borde del desastre y el sistema político permite que esto suceda.
Me gustaría resumir la situación muy brevemente. Ahora debemos tomar decisiones claras en ciertos asuntos. Hay indicios de que algunos de los Estados miembros de la UE avanzan en la dirección correcta, pero creemos que deberían prohibirse los activos tóxicos y las ventas en corto en toda la UE, que los fondos de cobertura deberían mantenerse bajo un control muy estricto y que debemos dejar de hablar sobre la introducción de un impuesto sobre las transacciones financieras y realmente hacer algo al respecto. Necesitamos este impuesto, entre otras cosas, para refinanciar lo que estamos haciendo con dinero público. La participación de los bancos y los especuladores ya no debe ser simplemente una cuestión de discursos dogmáticos. Podemos garantizar de verdad su participación introduciendo este impuesto.
Una segunda cuestión que me preocupa mucho es el futuro de una política presupuestaria coordinada en la Unión Europea, es decir, disciplina presupuestaria. Estoy muy familiarizada con este término en el contexto alemán. Sin embargo, propongo que, teniendo en cuenta la gestión de crisis y la votación sobre la Estrategia Europa 2020, lleguemos de nuevo a un acuerdo sobre lo que queremos en realidad, sobre cómo deberían presentarse a sí mismos los Estados miembros y Europa a nuestros ciudadanos dentro de cinco o diez años en lo que respecta a la responsabilidad del Estado. ¿Debería utilizarse la estrategia europea como un ariete contra la responsabilidad social del Estado? Me gustaría mucho conocer su opinión acerca de todo esto: guarderías, escuelas, universidades, bibliotecas, atención a las personas mayores, hospitales, museos y teatros.
Hace una semana, mi colega, el señor Cohn-Bendit, dijo que Grecia necesitaba más tiempo para poner en marcha un plan de reconstrucción. Conozco la desastrosa situación financiera de muchos Estados miembros y creo que algunos de ellos necesitan tiempo para decidir lo que se debería hacer. Como ya he dicho, utilizar un ariete contra el sistema de seguridad social sería, sin duda, lo peor que la Unión Europea podría hacer en este momento. No obstante, eso no nos impide que examinemos detenidamente nuestra política presupuestaria a fin de asegurarnos de que las distintas generaciones reciban igualdad de trato. Desde el Grupo Verts/ALE hemos apoyado presupuestos de este tipo en Alemania en repetidas ocasiones.
Me gustaría acabar con una puntualización. Si ahora fuéramos a abandonar nuestra política climática y el desarrollo sostenible, como algunas personas han indicado, realmente estaríamos aplicando el plan del diablo. No debemos descuidar la innovación en la industria y las empresas, un enfoque de la producción respetuoso con el medio ambiente y la organización del transporte público. Debemos salvaguardar los empleos mediante la innovación, la viabilidad futura y la sostenibilidad, pero esto cuesta dinero. La introducción de nuevos impuestos es un tema tabú. Pero estoy convencida de que sólo saldremos de esta crisis si rompemos el tabú de la intervención estatal, el papel del Estado y la necesidad de impuestos inteligentes.
(Aplausos)
Timothy Kirkhope, en nombre del Grupo ECR. – (EN) Señor Presidente, lamentablemente ha llegado a ser un rasgo característico de algunas personas que hablan a favor de la Unión Europea el creer que la solución a todos los problemas es más integración. Este planteamiento pasa por alto lo esencial. Con demasiada frecuencia lo que le falta a Europa no son mecanismos adicionales para aplicar las políticas acordadas, sino más bien la voluntad política de cumplir con los compromisos que ya se han asumido pero no se han ejecutado.
Por lo tanto, sinceramente espero que la iniciativa de Europa 2020, que desde luego es necesaria para tratar la crisis económica subyacente a la que se enfrenta Europa, no fracase de la misma forma. Sin embargo, en cuanto a la crisis de la zona del euro, se nos dice que, a fin de evitar otras crisis similares en el futuro, la Unión necesita competencias para exigir la anterior presentación de proyectos de presupuesto por parte de los gobiernos soberanos e imponer sanciones más severas a los Estados miembros, pero ya se suponía que la información presupuestaria estaba disponible; simplemente era poco precisa y estaba sometida a poco control.
¿Mejoraría la calidad de la información y la competencia de quienes analizan dicha información sólo porque se introdujera un procedimiento más exigente? Antes se disponía de sanciones; pero estas simplemente carecían de credibilidad. Aumentar su alcance no hace más probable su imposición. ¿Se tomarían las nuevas medidas con más seriedad? Además, la emisión de deuda, que corre el riesgo de aumentar el presupuesto de la UE y garantizar directamente los préstamos de la UE, es un desvío importante que socava los principios de las finanzas públicas sólidas que se supone que debemos reforzar.
En el Grupo ECR, queremos que el euro tenga éxito tanto por quienes elijan adherirse como por quienes forman la gran economía europea, pero esto requiere que los Estados miembros asuman sus responsabilidades con seriedad, sean honestos entre sí y cumplan con los compromisos que han acordado.
Según sus propias declaraciones, la Comisión cree que sus propuestas producirán un aumento considerable de la unión económica y monetaria. No es de asombrar que, mientras que la versión inglesa del texto de la cumbre de marzo se refería a la «gobernanza», al igual que la Comisión, la versión francesa hablaba de «gobierno». Parece ser que, para algunos, un «gobierno» económico europeo centralizado es sin duda la ambición, pero esto no podría solucionar los problemas que afrontamos: resultaría perjudicial para nuestros ciudadanos, para nuestros Estados miembros y, además, para la propia Unión Europea.
Lothar Bisky, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, las reuniones más recientes del Consejo indican que ya están en marcha cambios de gran repercusión. Actualmente estamos experimentando un proceso de gubernamentalización de la política europea. El Tratado de Lisboa elogió la función del Parlamento y el fortalecimiento de esa función y nosotros también hemos expresado nuestro aprecio.
Ahora se está llegando a acuerdos fundamentales entre los gobiernos y se están gastando sumas de dinero astronómicas. Hasta ahora, los parlamentos han tenido poco que decir al respecto y debemos poner fin a esto. El método utilizado por quienes gobiernan ha resultado en enormes sumas de dinero empleadas para rescatar a los bancos, siendo ellos mismos los responsables de haberse endeudado en exceso. Estos gobiernos han salvado el capitalismo de casino utilizando el dinero de los contribuyentes. Sin embargo, han abordado con mucha indecisión el rescate de los Estados que se encuentran endeudados. En algún lugar, consiguieron encontrar 750 000 millones de euros. La cuestión es si imprimir dinero salvará el desarrollo económico. Creo que es más probable que se salve el capital de los bancos. No obstante, la Unión Europea debe ser más que simplemente un libre mercado interior con una moneda única.
El señor Barroso tiene razón cuando dice que sin una unión económica, podemos olvidarnos de la unión monetaria. Sin embargo, todavía no puedo ver ninguna idea clara. La persistencia en el fallido Pacto de Estabilidad y Crecimiento tiene relativamente poco que ver con la coordinación sensata de la política económica. Lo que nos falta es una unión social. Nos falta un nuevo reglamento duradero y eficaz del sector financiero. Nos falta una política fiscal y una política salarial coordinadas y un impuesto sobre las transacciones financieras. Aunque llevamos mucho tiempo hablando de este impuesto, siguen siendo sólo palabras.
Es hora de salvaguardar el Estado social mediante las instituciones comunitarias, no de desmontarlo. Los griegos y otras naciones tienen miedo porque pueden ver las medidas que se están adoptando en el plano social. Ya es hora de que luchemos por la armonización de las normas sociales a un alto nivel.
Debemos prohibir los fondos de cobertura y eliminar los paraísos fiscales. Estamos avanzando muy lentamente en la lucha contra la crisis en los mercados financieros. En vista de la velocidad con la que actúan los especuladores, estamos haciendo muy poco. Durante emergencias como las que ahora mismo afrontamos, es totalmente erróneo nacionalizar los miles de millones que se están gastando como pérdidas y privatizar los beneficios. No se debe permitir que los bancos tengan acceso directo al dinero de los contribuyentes con la ayuda del Estado. A propósito, hay algo que tengo claro y es que en la situación actual, tendremos que volver a definir el término «ladrón de banco».
Niki Tzavela, en nombre del Grupo EFD. – (EL) Señor Comisario, quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecerle personalmente su trabajo duro y eficaz en relación con la crisis económica en Grecia. También me gustaría dar las gracias a todos los partidos del Parlamento por el apoyo y la solidaridad que han mostrado hacia Grecia.
Tengo tres propuestas y me gustaría, sin lugar a dudas, pedirles su apoyo. En cuanto a la adopción de un instrumento permanente para la gobernanza económica, el Instituto Bruegel, que es un grupo de expertos en el campo de la economía, propone lo siguiente: el Banco Central Europeo debería garantizar los bonos europeos hasta el 60 % del PIB de cada país; estos son los llamados «bonos azules». Cuando los bonos superaran el límite del 60 %, el superávit debería pedirse prestado según las condiciones del mercado; estos son los llamados «bonos rojos». Esta es una propuesta de un instrumento permanente para la gobernanza económica; no necesitamos crear nuevos mecanismos, etcétera, y puede adoptarse con mucha rapidez.
Tengo dos propuestas puntuales para Grecia: el Fondo Monetario Internacional podría ampliar el período de devolución del préstamo a Grecia de tres a cinco años. Si nuestros prestamistas europeos adoptaran la misma ampliación, sería mucho más fácil y más realista que Grecia devolviera su deuda y esto transmitiría un mensaje positivo a los mercados. La segunda propuesta es la siguiente: la cantidad de ayuda que se ha destinado a Grecia podría utilizarse para devolver nuestros bonos. Sería una gestión racional de este asunto si Europa fuera a liberar recursos ahora, para dárselos a Grecia en el futuro y que este país los utilizara para desarrollar la economía griega. En este momento, el Gobierno griego está a la defensiva; intenta recoger dinero a duras penas para poder reducir su deuda. Sin embargo, no podemos intentarlo y estimular el crecimiento al mismo tiempo. Por eso, señor Comisario, creo que sería una buena idea que se apoyara una iniciativa paralela para estimular el crecimiento.
Para finalizar, me gustaría decir que esperamos que la crisis griega sea el único precio que la Unión Europea tenga que pagar por la precipitada creación de la gobernanza económica que deberíamos haber establecido hace diez años. Esperemos que la crisis griega sea el único precio que tengamos que pagar.
Presidente. – Señora Tzavela, no le he interrumpido porque usted es de Grecia y esta cuestión es muy importante, pero su intervención ha durado más de un minuto. Por favor, cíñase al tiempo establecido la próxima vez.
Nicole Sinclaire (NI). – (EN) Señor Presidente, cuando se convirtió en Presidente de esta Cámara el año pasado, dijo que trataría a todos los grupos de la misma forma. He observado en este interesante debate que el señor Schulz se excedió dos minutos —todos los grupos se excedieron en su tiempo— pero usted sólo criticó a un grupo. ¿Podría explicarme el porqué?
Presidente. – Me gustaría decir, señora Sinclaire, que estoy controlando el tiempo. Esos discursos, desde luego, se excedieron en algunos segundos. La diputada que ha hablado hace un momento fue quien más se excedió, pero se lo permití porque ella representa a Grecia y también se trataba de la opinión de alguien que vive en Grecia y esta cuestión me pareció importante. Como norma, no permito a los diputados que se excedan en el tiempo que tienen asignado, pero creo que todos estamos de acuerdo en que la declaración de la señora Tzavela era de especial importancia para nosotros.
Francisco Sosa Wagner (NI). – (ES) Señor Presidente, ha sido necesario encontrarnos ante el abismo y el derrumbe económico para que los Jefes de Estado y de Gobierno hayan comprendido que el camino no es el de más nacionalismo sino el de más Europa.
En esta dirección van algunas medidas adoptadas, como el declive del derecho de veto en el Consejo Europeo o la semilla de un Tesoro público europeo.
Por fin, aunque tardíamente, nos hemos enterado de que todos navegamos en el mismo barco y de que es inútil atender situaciones individuales y, además, hacerlo de manera improvisada.
Pero me pregunto si esta actitud es un paréntesis o, por el contrario, el comienzo de un verdadero gobierno económico europeo, porque lo que sobra, queridos colegas, es gobernanza, y lo que falta es auténtico gobierno, si queremos ser fieles al testamento de los padres fundadores.
Por eso, desde este Parlamento debemos impulsar todas aquellas reformas que se dirijan a fortalecer Europa y conviertan en una realidad la disciplina presupuestaria y fiscal, olvidándonos, por cierto, de nostálgicas soberanías.
Queridos colegas, reforzar la Comisión Europea y reforzar este Parlamento es la única receta acertada para construir una Europa que, en otro caso, se desvanecería como una sombra fugitiva.
Corien Wortmann-Kool (PPE). – (NL) Señor Presidente, lo que he aprendido es que, si la finca del señor Daul se incendia, lo primero que se debe hacer es apagar el fuego. Por lo tanto, nuestro grupo, el Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos), respalda por completo las medidas de rescate que han decidido el Consejo y la Comisión.
El hecho de que una decisión sobre un paquete de medidas por la cantidad de cientos de miles de millones de euros fuera ineludible en un sólo fin de semana, es un aviso de que unas normas presupuestarias más estrictas y coherentes resultan esenciales y deben fortalecerse.
Señor Presidente, el Consejo fue unánime; demostremos también ese tipo de unanimidad. Lamentablemente, escuchando al señor Schulz, Presidente del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, me doy cuenta de que no vamos a encontrar unanimidad en esta Cámara. Todos nosotros en el Parlamento queremos una Europa con crecimiento económico sostenible, suficiente empleo para nuestros ciudadanos y un entorno empresarial saludable. Pero únicamente podemos lograrlo si nuestra moneda y nuestra economía son estables.
Un Pacto de Estabilidad y Crecimiento que sea obligatorio es crucial para una ambiciosa Estrategia Europa 2020. En cuanto a las dos iniciativas mencionadas, su éxito depende de una sólida gobernanza europea. Esta es la idea principal de la resolución que la semana pasada debatimos con los grupos en esta Cámara. El Comisario Rehn merece nuestro apoyo y creo que es irresponsable que nuestros colegas diputados del Grupo S&D se nieguen a darle su apoyo.
Pese a que el comportamiento irresponsable de los especuladores no es la causa, este ha avivado las llamas de la crisis del euro. Por lo que respecta a nuestro grupo, el Comisario Barnier debe trabajar con energía en las propuestas a fin de reducir el comportamiento irresponsable en los mercados financieros.
Hannes Swoboda (S&D). – (DE) Señor Presidente, Señorías, la señora Wortmann-Kool se equivoca en dos aspectos. En primer lugar, desde luego que no queremos que se incendie la finca del señor Daul. No queremos que se incendie ninguna finca. Queremos tomar precauciones, ese es nuestro objetivo.
En segundo lugar, apoyamos mucho las medidas que ha propuesto el señor Rehn. Lo que sucede es que simplemente en algunos casos, estas no van lo bastante lejos, porque la mayoría de las medidas no se han sugerido hasta que la finca del señor Daul estaba ardiendo. Usted ha dicho con razón que, en primer lugar, debemos evitar que la finca se incendie y ese es el punto decisivo que me gustaría discutir. El señor López Garrido ha dicho hoy que la adopción de decisiones se había realizado con una lentitud exasperante. También es cierto que hemos pasado muchísimo tiempo tomando nota de los cambios que hemos experimentado en la Unión Europea durante los últimos diez años.
El señor Rehn ha señalado correctamente que las diferencias entre cada uno de los países de la zona del euro con respecto a la competitividad han aumentado en lugar de reducirse. Lo que usted no menciona, señor Rehn, es algo que consideramos muy importante, a saber, la diferencia cada vez mayor entre los ricos y los pobres en Europa. Si eso le suena marxista al señor Verhofstadt, para nosotros es una cuestión de seguridad social y política social. Sin embargo, eso simplemente a algunas personas no les interesa.
La cuestión es cómo pretenden conseguir que la población acepte las medidas económicas y los estrictos requisitos presupuestarios que ustedes con razón proponen, cuando la población empieza a darse cuenta de que Europa y la zona del euro se caracterizan por un distanciamiento cada vez mayor entre ricos y pobres. Esto resulta inaceptable y por eso se producen más protestas contra las medidas necesarias de lo que cabría esperar normalmente.
Por consiguiente, instamos a la Comisión y al Consejo a actuar. Debemos reducir las diferencias en la competitividad. Creo que usted tiene toda la razón cuando dice que debemos aumentar la competitividad de países como Grecia y España. Esto no consiste en empeorar las condiciones de competencia de Alemania, Austria, Holanda y otros países, sino en mejorar las condiciones de competencia en los países más débiles económicamente. Por supuesto, esa es la estrategia correcta, pero su propuesta, señor Rehn, no incluye ninguna medida específica para conseguirlo.
Usted ha hablado hoy sobre la reforma del mercado laboral y el sistema de pensiones. Este es el planteamiento correcto, pero no basta simplemente con reformar el mercado laboral y las pensiones. También debemos examinar el presupuesto. Si no desarrollamos nuestra infraestructura y si no utilizamos todos los medios a nuestra disposición en la Estrategia Europa 2020, incluidas las tecnologías ecológicas, etcétera, no tendremos éxito a la hora de alcanzar nuestro objetivo. Por lo tanto, le pido que tome nota de que es necesario fortalecer la competitividad y la seguridad social en Europa.
Adina-Ioana Vălean (ALDE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría referirme a la situación de aquellos Estados miembros que no son miembros de la zona del euro pero que, sin embargo, comparten la misma preocupación. Los líderes políticos de nuestros países han estado vendiendo la idea de que la adhesión a la UE debería verse como una garantía contra los tiempos de dificultades económicas, pero la realidad ha demostrado que esto no es así. El euro está sometido constantemente a ataques de todos los frentes a pesar de todos los esfuerzos realizados y todos sabemos que el dinero fresco es sólo un parche para un problema mucho más profundo. Esta es una situación de una gravedad extraordinaria y necesitamos respuestas extraordinarias.
Afrontémoslo; no hay ninguna escapatoria de una integración económica más profunda y esto, por tanto, implica una unión política más estrecha. Puesto que este desequilibrio provoca divergencias sobrecogedoras entre los Estados miembros, y para asegurar la disciplina financiera a nivel europeo, necesitamos mecanismos de buena gobernanza, sanciones y cumplimiento. Necesitamos encontrar formas de fomentar la inversión, atraer capital y recortar con valentía los gastos burocráticos. Necesitamos que los gobiernos adopten medidas inteligentes. En Rumanía, por ejemplo, el Gobierno está recortando las pensiones y los salarios en lugar de reducir los gastos burocráticos o el dinero de los clientes políticos. En Rumanía tenemos más empleados de servicios secretos que el FBI pero, en lugar de introducir recortes aquí, estamos recortando en médicos y profesores.
Insto encarecidamente a la Comisión a apoyar las medidas propuestas y no desistir ante la presión de los Estados miembros, porque sólo unos pocos pueden servir como ejemplo en la actualidad.
Philippe Lamberts (Verts/ALE). – (FR) Señor Presidente, Señorías, sí, necesitamos que el gasto público sea responsable. Sí, necesitamos equilibrar nuestros presupuestos. Esto requiere gestionar el gasto de forma responsable y por el momento ya se ha dicho bastante al respecto. Sí, desde luego, esto requiere una mayor supervisión mutua entre iguales. Pero no, señores miembros del Consejo —y esto va dirigido, podría añadir, sobre todo a los miembros masculinos y no tanto a los miembros femeninos—, es un engaño dejar que la población crea que vamos a hacer frente a los retos actuales únicamente reduciendo el gasto, puesto que, con toda seguridad, eso hundirá a Europa en una recesión, que por supuesto destruirá el tejido social, esta cohesión social que forma parte de la identidad de la UE. Por lo tanto, si deseamos restablecer el equilibrio de las finanzas públicas, lo cual es la única opción, y también poder invertir —porque esto no es simplemente cuestión de reducir los déficits, sino de invertir en nuestro futuro— tendremos que encontrar nuevas fuentes de ingresos. Esto significa hacer que el sector financiero contribuya, significa introducir un impuesto sobre las transacciones financieras, pero también sobre los bancos y no se trata de elegir entre uno u otro. Significa hacer que quienes más se han beneficiado de la situación contribuyan, con esto me refiero al sector de la energía; significa detener el reparto de regalos, como todas las reformas fiscales que se han aplicado, a las personas más ricas de la sociedad o a las empresas que se aprovechan de los paraísos fiscales y realmente intentar acabar con el fraude fiscal. Por lo tanto, esto significa romper otro tabú, Señorías: no el tabú fiscal sino el tabú de la soberanía, que ustedes, miembros del Consejo —y, por desgracia, con el apoyo del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos)— defenderán hasta la muerte. Mejor tener soberanía fiscal y fracasar que enfrentarse de verdad a la raíz del problema.
Por último, con respecto a la supervisión financiera, me gustaría instar...
(El Presidente interrumpe al orador)
Derk Jan Eppink (ECR). – (EN) Señor Presidente, el Presidente en ejercicio ha preguntado si existe una estrategia de salida de esta crisis y yo diría que sí, existe: se llama conservadurismo fiscal. Nuestro problema estructural ha sido que el excesivo gasto público fue demasiado lejos. El sector público ha estado fuera de control durante muchos años. Incluso en los buenos tiempos, el Gobierno alemán del señor Schröder sobrepasó el límite del 3 % y Grecia, por supuesto, batió todos los récords, porque la clase política griega es completamente incapaz de gestionar el dinero.
Teníamos el Pacto de Estabilidad. ¿Qué dijo el señor Prodi sobre el Pacto de Estabilidad en 2002? Usted lo sabe: usted era el director del gabinete del señor Liikanen. Dijo que el Pacto de Estabilidad era estúpido. Así que tuvimos que cambiarlo. Este era el guardián de los tratados. Lo cambiamos y lo pusimos en terreno resbaladizo y hoy vemos los resultados. La UE se enfrentará a un rastro de conservadurismo fiscal durante muchos años y eso va a ser muy importante.
Lo que necesitamos es innovación, más libertad de mercado y más cualidades empresariales, señor Schulz. Señor Presidente en ejercicio (de España): ¿necesitamos impuestos? No, eso aún empeora más la situación. Obliga a la UE al estancamiento y usted se convertirá en Robin Hood a la inversa.
Entiendo el enfado de la población, en especial de las personas con pensiones o con ahorros. Comprendo a los contribuyentes alemanes. Ellos saben que tendrán que pagar, pero los contribuyentes alemanes no pueden pagar siempre. Me parece un poco pretencioso que el señor Verhofstadt (si todavía está ahí) le diga a la señora Merkel que deje de hablar del euro. Esto lo ha dicho un antiguo gobernante que arruinó a su propio país. ¿Qué es lo que intenta demostrar?
Patrick Le Hyaric (GUE/NGL). – (FR) Señor Presidente, ustedes no podrán calmar a los mercados financieros sin renunciar al principio sagrado que ustedes defienden, que es la libertad absoluta del movimiento de capital y la llamada libre competencia, que realmente significa competencia injusta.
En la actualidad, se está poniendo mucho dinero sobre la mesa, pero este en realidad va destinado a tranquilizar a los mercados financieros, mientras que a la población sólo les pueden prometer sufrimiento. Ustedes han vuelto a introducir al FMI en el redil europeo. ¿Por qué no se nos consultó sobre esta decisión? Ahora, demostrando fuerza, ustedes en realidad desean usurpar poder intentando que la propia Comisión supervise los presupuestos nacionales.
Ustedes hablan sin cesar de déficits y deudas. Sin embargo, ¿por qué nunca hablamos sobre las opciones existentes en cuanto a ingresos? En este momento tenemos déficit porque sistemáticamente hemos bajado los impuestos sobre el capital y hemos creado las condiciones para una distribución de la riqueza cada vez más desigual. Por lo tanto, las medidas que se tomen deberían incluir la modificación de los estatutos y la función del Banco Central Europeo. Necesitamos verdadera solidaridad...
(El Presidente interrumpe al orador)
Mario Borghezio (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, ¿cuánto tiempo durará el euro en su forma actual? ¿Nos dirigimos quizás hacia a su desestructuración en uno o dos años?
No soy partidario de crear un nuevo déficit complementario de 750 000 millones de euros para cubrir otro anterior o de que estas medidas basten para construir el futuro socioeconómico de 500 millones de europeos, ni estoy de acuerdo con el dogma de salvar el euro tal cual está, porque debería hacerse manteniendo el euro lo más bajo posible y reduciendo el tipo de interés para inyectar capital en inversiones productivas para nuestras empresas, las cuales se están ahogando, en vez de destinarlo a la financiación pública.
No estoy de acuerdo con que la Comisión Europea examine y audite la contabilidad de los presupuestos de los Estados miembros antes que los parlamentos nacionales: adiós a la soberanía. No soy partidario de una estrategia económica y financiera que no contemple necesidades concretas.
Hans-Peter Martin (NI). – (DE) Señor Presidente, me opongo al inaceptable planteamiento antieuropeo del Consejo. Ustedes se están quejando de la crisis y ahora introducen un protectorado económico, mientras que ustedes son los principales responsables de muchas de las causas de esta crisis. Ustedes no han permitido que se impusieran reglamentos cuando eran necesarios. Un ejemplo de ello es el Eurostat. Los funcionarios, que han sido objeto de tanto rechazo y a quienes se les ha criticado una y otra vez en otros aspectos, pusieron de relieve los problemas en Grecia y también en España y Portugal en una fase inicial. La Comisión pidió que se le concedieran al Eurostat las competencias pertinentes para llevar a cabo las investigaciones. ¿Quién bloqueó este avance? Los españoles, los británicos —el señor Martin no está aquí—, los alemanes, el señor Daul y su gente de Francia y los austríacos, porque ustedes no querían que se examinaran sus libros, porque ustedes sabían cuánto ocultaban. Esto se aplica también al señor Grasser, el anterior Ministro de Hacienda, que ahora aparece por todas partes en la televisión alemana, en lugar de afrontar los cargos penales en Austria.
Sin duda, lo que realmente necesitamos no es un gobierno de emergencia. Ustedes no harán lo que los americanos hicieron con sensatez en una crisis similar, que es aprobar una ley como la Glass-Steagall, para aumentar el capital de los bancos, controlar a los bancos interpuestos y reducir los riesgos sistémicos. Más bien, lo que necesitamos es legitimidad democrática, un sistema bicameral que acabe por fin con el despropósito del Consejo, que visto desde fuera es muy proeuropeo, pero internamente toma decisiones sin legitimidad democrática, para que podamos hacer que exista verdadera democracia en Europa.
Othmar Karas (PPE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, la crisis pone de manifiesto muy claramente las limitaciones de los tratados, nuestras propias debilidades, la doble moral con respecto a la Unión Europea, los déficits, los errores y la falta de seriedad.
En segundo lugar, también indica que cualquiera que no cumpla con su deber está perjudicándose a sí mismo y poniendo a la UE en peligro. Esto se aplica a los Estados miembros, pero también a la Comisión y a nosotros.
En tercer lugar, cuando la Unión Europea establece objetivos y normas para sí misma y se pone de acuerdo sobre los procedimientos y las sanciones, la Comisión no debe depender del acuerdo de los Estados miembros para poder cumplir con sus obligaciones. Es necesario automatizar el procedimiento relativo a déficits y sanciones.
En cuarto lugar, me gustaría pedir al Consejo que acabe con el bloqueo del Eurostat. Se debe permitir que el Eurostat lleve a cabo investigaciones en los Estados miembros cuando así lo desee y se debe permitir que sus empleados hablen con las personas que sea necesario al tiempo que se reconoce que esta es la manera correcta de actuar. Necesitamos información, pero sin autorización previa.
En quinto lugar, ustedes han mencionado los fondos de cobertura y todavía no hemos tomado una decisión sobre este tema. Insto al Consejo a entablar negociaciones con el Parlamento muy rápidamente para que podamos celebrar la primera lectura del reglamento sobre los fondos de cobertura antes del verano.
En sexto lugar, en cuanto a la cuestión del impuesto sobre las transacciones, no sólo debemos seguir pidiéndolo, sino que debemos ponerlo en práctica. La Comisión debería presentar en breve una propuesta del impuesto europeo sobre las transacciones.
Mi octavo comentario va dirigido al Consejo. Nos estamos comprometiendo a realizar una evaluación del impacto de todas las legislaciones nacionales que sea pertinente para la UE.
Mi novena puntualización es que necesitamos estudiar las consecuencias de todas las medidas para la economía real y necesitamos más Europa y menos intergubernamentalismo.
(El Presidente interrumpe al orador)
Udo Bullmann (S&D). – (DE) Señor Presidente, señor López Garrido, Señorías, tengo una pregunta muy concreta que nos permitirá salir de la posición de impotencia y confusión en que la crisis nos ha sumido, sin que nadie sepa cómo surgió la crisis y cómo vamos a encontrar nuestro camino para salir de ella. El señor Schulz se ha referido a los productos especulativos realmente críticos, los seguros de riesgo de crédito y la perjudicial práctica de las ventas en corto, que llevó a Grecia al borde del desastre y podría representar un problema importante para Portugal y otros países. Señor López Garrido, con frecuencia usted ha asistido al Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) durante los últimos meses, ¿por qué no fue posible que los Estados miembros adoptaran medidas conjuntas para prohibir estos productos?
He estado formulando esta pregunta en la capital de mi propio país durante las últimas semanas y meses y a ustedes les ha llevado meses, de hecho hasta la tarde de ayer, introducir una prohibición de la práctica perjudicial de las ventas en corto. Me pregunto por qué hemos tenido que esperar hasta que la situación haya empeorado para hacer uso de las medidas legislativas adecuadas, que ya están en funcionamiento, para proteger a la población y las economías de Europa. Creo que esto guarda relación con la horrible y desalentadora lentitud del Consejo a la hora de actuar, que usted ha mencionado. Llegaré a un acuerdo con usted. En el Parlamento Europeo nosotros presentamos propuestas concretas. En el contexto de la regulación de los órganos de supervisión y la discusión sobre los fondos de cobertura, hemos propuesto que tomemos medidas apropiadas a escala europea y propondremos la misma resolución sobre los derivados, si usted, señor Langen, hace lo que siempre está diciendo.
Le pedimos que se asegure urgentemente de que el Consejo por fin empiece a trabajar con nosotros para poner en funcionamiento la legislación de tal manera que en Europa podamos actuar y dejar de esperar eternamente a que el Consejo dé un paso. En Europa necesitamos disponer de instrumentos que nos permitan avanzar. Por favor, asegúrese de que esto suceda en el Consejo. No obstante, la cuestión fundamental es que el Consejo debe tomar medidas en la legislación.
Marielle De Sarnez (ALDE). – (FR) Señor Presidente, probablemente esta sea la crisis más grave que jamás haya afrontado Europa, por lo cual es necesario actuar con urgencia; tenemos que tomar decisiones y además estas han de ser buenas decisiones, pero no podemos esperar hasta octubre.
El plan de rescate fue la primera decisión que se adoptó y quizás se hizo demasiado tarde, pero más vale tarde que nunca. Ahora bien, debemos proseguir con el establecimiento, a largo plazo, de un verdadero fondo monetario europeo, un mercado de bonos europeos y una agencia europea de calificación porque, como todos sabemos, la moneda única no podrá operar sin convergencia presupuestaria, fiscal, económica y política. Además, hasta que Europa indique que desea ser gobernada, los mercados y los especuladores pueden tomar las riendas muy fácilmente. Se habla mucho sobre gobernanza económica, pero tal vez debiéramos centrarnos en la cuestión de la gobernanza real de la Unión Europea, que es lo que viene faltando últimamente.
En mi opinión, deberíamos establecer dos objetivos. Sí, por supuesto que se ha de reducir la deuda, pero debemos reducirla de forma realista y convincente y, al mismo tiempo, debemos conseguir esos márgenes de maniobra y aplicar las reformas necesarias para prepararnos para el futuro. Debemos hacer ambas cosas al mismo tiempo. Por eso resulta vital crear sinergias entre los presupuestos nacionales de los Estados miembros —yo habría preferido que la Comisión lo hubiera expresado de esta forma—, por lo cual probablemente sea fundamental reformar nuestro sistema fiscal y dirigirlo más hacia el desarrollo y el crecimiento y armonizarlo. No habrá ninguna unión monetaria a menos que exista convergencia presupuestaria, económica y política.
Pascal Canfin (Verts/ALE). – (FR) Señor Presidente, señor Rehn, como ustedes saben, existen dos maneras de reducir los déficits. Recortar el gasto o subir los impuestos. Todos los Estados pueden reducir el gasto al mismo tiempo, aunque por separado, sin necesitar ninguna coordinación europea. Sin embargo, para aumentar los impuestos y, más concretamente, los impuestos sobre el capital, las empresas, los beneficios y los bancos, los Estados necesitan la coordinación europea.
En su comunicación de la semana pasada no se incluía ninguna referencia a esta cuestión en absoluto. Mi pregunta, que es bastante común entre los diputados de todos los grupos, es la siguiente: durante el transcurso de las próximas semanas, ¿van a proponer un plan de coordinación fiscal para facilitar a los Estados miembros los medios de recuperar márgenes de maniobra para que puedan aumentar ciertos impuestos, lo cual es algo que no pueden hacer por separado? Este es el valor añadido que la Comisión Europea puede ofrecer en la actualidad. Lamentablemente, ustedes no cuentan con ningún plan en este ámbito. El señor Verhofstadt decía que ustedes tenían derecho a tomar la iniciativa. En la situación actual, ustedes tienen el deber de tomar la iniciativa en este asunto.
Peter van Dalen (ECR). – (NL) Señor Presidente, cabe temer que el paquete de apoyo a Grecia no funcione. Después de todo, ningún país del mundo nunca ha conseguido reducir un déficit presupuestario del 14 % al 3 % en tres años. Grecia no va a ser diferente. En Grecia, existe mucha oposición a las medidas de austeridad, así que es muy probable que el país se vea envuelto en una espiral de crecimiento negativo, con un brusco descenso del gasto de los consumidores aun cuando se necesita que aumente dicho gasto para pagar los préstamos además del interés.
Por lo tanto, Atenas dará la voz de alarma en algún momento, diciendo «no vamos a poder liquidar la deuda». Hay muchas probabilidades de que entonces Europa cancele los préstamos, con las palabras típicas, «no tenemos elección; necesitamos impedir que suceda lo peor». Señor Presidente, esta es la lección que debemos aprender de la crisis: sé honesto y mantén tu palabra. Los países de la zona del euro deben poner sus presupuestos en orden, publicar cifras honestas, cumplir con los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y pagar sus deudas. Los países que no hagan estas cosas deben abandonar la zona del euro.
Nikolaos Chountis (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, se espera que mañana en Grecia tenga lugar la mayor marcha de los últimos diez años con motivo del desempleo. Los trabajadores griegos se van a manifestar contra las medidas adoptadas por el Gobierno, los trabajadores que no trabajan menos ni cobran más que sus homólogos; ustedes mismos pueden comprobar los datos.
Señor Rehn, es de una hipocresía considerable llamar a este mecanismo tripartito de financiación un mecanismo de «rescate y solidaridad». Se trata de un mecanismo europeo de castigo, con el Fondo Monetario Internacional en el papel de poli malo. Durante seis meses, hemos estado sugiriendo que ustedes hicieran uso del artículo 122 del Tratado de Lisboa. Durante seis meses, hemos estado pidiendo al Banco Central Europeo que cambiara su política. Durante seis meses, les hemos estado pidiendo que investigaran a las agencias americanas de calificación crediticia. Pero ustedes no lo hicieron. Por el contrario, dejaron que los especuladores se desmadraran, metieron al Fondo Monetario Internacional en la zona del euro y ahora piden rigurosos programas de austeridad. El Parlamento Europeo debe debatir este mecanismo, según lo establecido en el artículo 218 del Tratado de Lisboa; necesitamos un debate real sobre la política de solidaridad.
Marta Andreasen (EFD). – (EN) Señor Presidente, todos podemos recordar la presentación tan pomposa que realizó el Presidente del Gobierno español a principios de este año. Sin embargo, España ahora está siguiendo el camino de Grecia con un déficit del 11 % del PIB. La burocracia comunitaria inmediatamente mira a su alrededor para encontrar a alguien a quien culpar, pero lo cierto es que esta burocracia es la responsable de la crisis porque introdujo países en la zona del euro a sabiendas de que sus economías no estaban puestas al día, ¿o es que tenemos a 1 000 personas contratadas en el Eurostat simplemente para recoger datos?
Es posible que los fondos de cobertura se aprovechen de la situación, pero ellos no provocaron la crisis. La UE ahora exige reducción de costes, pero ¿es realista esperar que el coste del sector público en Grecia se reduzca si el 20 % de la población activa tiene empleo público y el 50 % de las PYME tienen al Estado como su único cliente? Ahora bien, se ha propuesto un paquete de rescate pero la realidad es que la mayoría de los países que se supone que contribuían a él no tienen dinero para hacerlo, como es el caso del Reino Unido.
En cualquier caso, la UE siempre aprovecha la oportunidad...
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Andreas Mölzer (NI). – (DE) Señor Presidente, un proceso de centralización y europeización demasiado rápido, posiblemente también en relación con la introducción de una moneda europea, se encuentra entre las causas de los problemas actuales. A decir verdad, la moneda europea no puede ser una moneda robusta a largo plazo, porque ha agrupado a economías nacionales muy distintas, algunas de ellas en una posición débil, bajo el mismo paraguas de política monetaria.
Ahora se reclama que la moneda única vaya acompañada de una política económica común y de gestión centralizada, lo que casi viene a ser gobernanza económica europea. No cabe duda de que las economías nacionales débiles deben someterse a controles estrictos de sus presupuestos y su estrategia de gestión de deuda si desean permanecer en la zona del euro. No obstante, el tipo de centralización que consiste en que Bruselas ejerza de autoridad presupuestaria por encima de todos los Estados miembros, en mi opinión, sería una intervención masiva e inadecuada en la soberanía de los Estados miembros. En realidad, esto sólo significaría ir de mal en peor.
La crisis no debe usarse como excusa para introducir más centralización de la UE, que es algo que muchas personas han querido desde antes de que el Tratado de Lisboa entrara en vigor. Si realmente queremos aprender de la crisis actual, puede que tengamos que encontrar una estructura bastante distinta para la política monetaria europea. Es posible que esto sea algo así como una unión con una moneda europea fuerte en un núcleo europeo, en la que las economías nacionales que no cumplan los criterios de convergencia se excluirían a sí mismos de la zona del euro.
Sabemos que los programas de austeridad pronto estarán a la orden del día en toda Europa. Una cosa está clara: si los Estados miembros y los ciudadanos de Europa tienen que introducir medidas de ahorro, entonces la Unión Europea debe hacer lo mismo, quizás investigando las esferas superpuestas de autoridad y la duplicación de esfuerzos entre su bosque de organismos y poner en orden sus controles presupuestarios. Nosotros en el Parlamento también tendremos que considerar si, aumentando nuestro presupuesto de recursos humanos y aumentando la indemnización de secretariado, estamos transmitiendo la señal correcta en un momento en que se están introduciendo medidas de ahorro para todos por igual.
PRESIDE: Stavros LAMBRINIDIS Vicepresidente
Werner Langen (PPE). – (DE) Señor Presidente, el día que celebramos el 60º aniversario del plan Schuman, el 9 de mayo de 2010, el Consejo enterró formalmente el método Monnet, con la ayuda de la Comisión. Por ejemplo, se ha elegido una base jurídica para la ayuda financiera que impide que el Parlamento participe, concretamente el apartado 2 del artículo 122. La Comisión ha tolerado todo esto. Me gustaría sumarme a las críticas del señor Verhofstadt. No es una crisis del sistema ni del euro, sino una crisis de gobierno. Cuando veo aquí al Presidente en ejercicio del Consejo, tengo que preguntarme qué ha logrado en realidad la Presidencia española. No ha propuesto ninguna idea ni ningún incentivo. Mientras estamos debatiendo el problema más difícil que afronta Europa, ustedes están organizando espléndidas cumbres en Madrid —no les envidiaremos por ello— pero hace falta que estemos aquí.
La Comisión ha aceptado todo lo que se le ha echado encima. Ha permitido que el Consejo le diera evasivas y tras los fuertes dolores del parto, ha dado a luz a una comunicación que no incluye ni una sola propuesta concreta. Sólo puedo estar de acuerdo con el señor Bullmann en este sentido. ¿Dónde están las propuestas específicas? ¿Recibiremos de nuevo un punto de partida del debate para los próximos dos o tres años? Sencillamente, eso no basta. Queremos que la Comisión tenga el coraje de tomar la iniciativa en el método Monnet, en el método comunitario y en las propuestas e instituciones comunes.
Todos aquí sabemos que hace mucho tiempo que la cooperación de los Estados miembros en asuntos económicos y financieros es necesaria. Esa es la causa de la crisis. Se debe al nivel de deuda de los Estados miembros y a que estos hayan perdido el control de dicha deuda. Las tácticas de distracción orientadas a esferas del mercado financiero representan el planteamiento erróneo. El señor Schulz ha hablado como si no fuera adecuado para otra cosa más que para ser simplemente el líder de su partido, pero tiene razón en una observación y me gustaría decírselo. Nosotros también lamentamos que nuestros colegas griegos en este grupo no dieran su apoyo a este paquete de medidas en el Parlamento griego. Creo que esto es irresponsable. Sin embargo, también deberíamos señalar que todos los Estados en crisis en Europa, todos los que bloquearon los nuevos avances, incluidos España, Gran Bretaña, Hungría y Portugal, tienen gobiernos socialistas.
Juan Fernando López Aguilar (S&D). – (ES) Señor Presidente, la actual legislatura del Parlamento Europeo arrancó hace un año y no ha habido un solo Pleno en el que no hayamos hablado de la crisis. Y es cierto que no tenemos nada más importante que hacer que hablar de una crisis que ha destruido 20 millones de empleos en Europa. Pero es muy importante que acertemos al definir el objeto, porque una ecuación mal planteada es una ecuación de imposible resolución.
La crisis no es la «crisis del euro en Grecia». Es una crisis que ha puesto de manifiesto tres asimetrías insoportables y que deben ser acometidas.
La primera, la asimetría entre la economía real y la financiera.
La segunda, la asimetría entra la unión monetaria y la ausencia de una unión fiscal, presupuestaria y de política económica que esté acompasada a las exigencias de la unión monetaria.
Y la tercera, la virulencia de la crisis y de sus desafíos y, sin embargo, la lentitud exasperante de los mecanismos de respuesta y decisión que caracterizan a la Unión Europea.
Por eso vamos con retraso a la hora de responder a todos esos millones de parados que nos miran y planteamos dificultades que no surgen en otros países que afrontan la crisis con mayor capacidad de decisión.
Hemos visto decisiones extraordinarias en los mismos tiempos: la comunicación de la Comisión, las decisiones extraordinarias del Consejo de Ministros del pasado fin de semana y, por supuesto, la Estrategia 2020.
Pero esas medidas extraordinarias no son gratis, están acompañadas de fuertes exigencias, restricciones y amenazas de sanciones a los países que no sean capaces de restringir el gasto y, por tanto, puedan comprometer también el crecimiento.
Ayer estuvimos hablando aquí, en el Parlamento Europeo, del Convenio Europeo de Derechos Humanos y del Plan de Acción del Programa de Estocolmo. Y tuvimos ocasión de recordar que Europa no se hace solo con mercado interior ni con unión monetaria, no se hace principalmente de eso, sino de ciudadanía y, por tanto, este es el momento de recordar, de nuevo, que esos millones de ciudadanos europeos expresan su malestar con esta Europa que les estamos ofreciendo, con esa Europa que expresa más amenazas y sanciones a los países que no cumplen que incentivos a un modelo de crecimiento que sea capaz de recuperarlos para el empleo, para la cohesión social y para la lucha contra la pobreza.
Sin esa Europa de los ciudadanos, esta crisis será una crisis de imposible resolución.
Sylvie Goulard (ALDE). – (FR) Señor Presidente, en primer lugar me gustaría dar las gracias al señor Comisario y a la Presidencia española por todo lo que se ha logrado últimamente, aunque haya sido tarde. Atravesar una tormenta en barco no es fácil.
Ustedes han eliminado más obstáculos en dos semanas que en todos los años anteriores juntos y quiero animarles a continuar en este mismo sentido. También tengo un mensaje para cada uno de ustedes. En primer lugar, me gustaría decir a la Presidencia española que en junio ustedes van a ser responsables de la adopción de la Estrategia Europa 2020. No pongan su nombre a esta farsa. La Estrategia de Lisboa no ha funcionado; algunos problemas que afronta el sur de Europa se deben a la falta de competitividad. Como ha dicho el señor Verhofstadt, necesitamos otra forma de actuar. También necesitamos supervisión financiera. Se nos acaba de explicar que el Parlamento está yendo demasiado lejos. Soy ponente para la Junta Europea de Riesgo Sistémico. Deseo señalar que durante el transcurso del fin de semana más turbulento de las últimas semanas, la palabra «sistémico» se pronunció varias veces. Su Presidencia es la responsable de este paquete. ¡Sean ambiciosos! Cuentan con nuestro apoyo. No escuchen a aquellos miembros del Consejo que se aprovechan de la ausencia de regulación.
Mi segundo mensaje va dirigido al señor Rehn, cuyo coraje saludo; apoyo plenamente la propuesta de la Comisión de que los parlamentos nacionales trabajen con mucha más antelación con la UE. No obstante, esto debe enfocarse con mucho cuidado o, de lo contrario, se convertirá en una oportunidad de oro para todos los populistas y todos los críticos de Europa. Usted tiene nuestro apoyo, pero permítanos que tratemos de ofrecer un enfoque más incluyente con los parlamentos nacionales, en lugar de dar la impresión de que «Bruselas» lo dicta todo. Deseo señalar que son esos mismos parlamentos nacionales que afirman ser los protectores de la democracia quienes han puesto a Europa en la situación actual votando, año tras año, a favor de presupuestos deficitarios.
Kay Swinburne (ECR). – (EN) Señor Presidente, nos encontramos en una situación que han creado nuestros propios gobiernos; no es que no existieran normas para impedir que sucedan estas crisis desde el principio. Si se hubieran seguido las normas como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y los criterios de Maastricht, no tendríamos el nivel de crisis de deuda que actualmente afrontamos en muchos Estados miembros. Me encuentro en la extraña situación de establecer paralelismos entre el comportamiento y las habilidades financieras de los Gobiernos de nuestros Estados miembros y las de nuestros bancos de inversiones.
Cada semana, en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, nos sentamos a debatir el comportamiento inadecuado de nuestros bancos, diciendo que estos no han obedecido las normas o que las han aplicado de un modo flexible con medidas de contabilidad diseñadas desde el punto de vista financiero. Esto es exactamente lo que también han estado haciendo nuestros gobiernos. Exigimos gobernanza empresarial responsable y, sin embargo, el nivel de los vehículos fuera del balance financiero, los vehículos de aplicación específica y los pasivos contingentes no declarados en los que nuestros Gobiernos participan, no demuestra cómo llevar a cabo una gobernanza responsable.
En el Reino Unido, nos ha impresionado la diferencia entre el déficit declarado del Gobierno saliente y lo que hemos descubierto una vez que se han abierto los libros. La entrada de nuevos gobernantes en el Reino Unido claramente nos obliga a volver a evaluar el verdadero estado de las finanzas. Realmente espero que el resto de Europa también pueda hacer lo mismo: restablecer sus finanzas y encontrar el camino correcto.
Cornelis de Jong (GUE/NGL). – (NL) Señor Presidente, necesitamos una política europea coordinada para hacer frente a las consecuencias de la crisis; pero Europa tendrá que dejar de estar dirigida por grandes empresas, sin olvidar las grandes instituciones financieras.
Los gobiernos han tendido que sacar de apuros dos veces a nuestras instituciones financieras, sin que estas instituciones paguen ni siquiera parte de la factura por sí mismas. Durante los últimos dos años, la ayuda a estas instituciones sólo por parte de los Países Bajos ha provocado un aumento de 2 500 millones de euros en los gastos de intereses. En el mismo periodo, el mayor fondo de pensiones holandés, ABP, invirtió 1 000 millones de euros en bonos del Gobierno griego a fin de lograr un tipo de interés un poco más alto. Dicho de otro modo, la especulación continúa igual que antes y pronto puede que tengamos que rescatar también a los fondos de pensiones.
La Estrategia Europa 2020 debería presentar la factura en la puerta correcta. En lugar de introducir recortes extremos en los servicios públicos básicos, las personas con rentas más elevadas y los especuladores deberían cubrir el coste mediante la reducción parcial de la deuda externa en el caso de países como Grecia y un impuesto a los bancos, por ejemplo. De esta forma, conservaríamos el modelo social europeo.
Nikolaos Salavrakos (EFD). – (EL) Señor Presidente, me gustaría decir que, en teoría, apoyo totalmente las propuestas formuladas por el señor Rehn, a quien me atrevo a considerar el frente político de Europa y una persona que merece nuestro respeto especial.
No obstante, lo que quiero decir y señalar es que una fiebre excesiva es tan peligrosa como una hipotermia, tanto en el ser humano como en la economía. No debemos saltar de la lenta adaptación de Maastricht, que toda la economía de Europa aprobó durante muchos años, a una adaptación forzada y repentina que prolongue la recesión. Los ricos se harán más ricos y los pobres más pobres. Por eso me gustaría señalar que el constante desorden económico mundial se debe principalmente a la creación de grandes reservas indeseables a escala global y debería combatirse mediante iniciativas que estimulen el crecimiento en el plano europeo, para que podamos hacer frente a la crisis de forma racional.
Mario Mauro (PPE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el señor Verhofstadt se quejaba de que las retóricas nacionalista y marxista no bastan para sacarnos de la crisis. Lo intentaré con la retórica europeísta. Hace tan solo unas semanas aquí en esta Cámara, muchos de nosotros prometimos nuestra solidaridad hacia Grecia. De hecho, ¿para qué sirve Europa si no es para apoyar a los Estados miembros en dificultades?
Sin embargo, ¿para qué sirve el euro y el Eurogrupo si no promueven una cultura de responsabilidad y estabilidad? ¿Qué pasará si solidaridad llega a ser sinónimo de una Unión Europea que, infringiendo los tratados, se reduce a pagar la factura de aquellos países que sacrifican su responsabilidad ante el futuro de sus ciudadanos por el efímero consenso de un mandato?
Señor Comisario, ¿es retórica europeísta si pedimos que la Comisión Europea sea independiente y autoritaria y no tenga en cuenta a los gobiernos que falsifican las cuentas? ¿Es retórica europeísta si pedimos nuevos reglamentos para los mercados financieros? ¿Es retórica europeísta si nos quejamos de los errores en la construcción del euro, para el que todavía no existe ninguna política fiscal ni de pensiones común?
Nos encontramos en mitad de una crisis, es cierto, pero esta crisis no se produjo por un exceso de Europa, sino porque escaseaba o no era suficiente. Europa debe amonestar con firmeza a los Estados para que sean responsables, estables y sirvan a las generaciones futuras. Todo esto no es retórica si las iniciativas de las que estamos hablando simplemente se crean, se aplican y forman parte de una estrategia que vaya un paso por delante de los acontecimientos, de tal manera que no nos veamos obligados a correr tras ellos.
David-Maria Sassoli (S&D). – (IT) Señor Presidente, Señorías, una Europa de los ciudadanos y no una Europa de los Estados. La crisis que estamos padeciendo es la crisis de la incapacidad de la política europea para gobernar el mercado. Para salvar el euro, es necesario reforzar las instituciones políticas y dejar atrás la lógica intergubernamental, a fin de permitir la gobernanza europea.
Esto no es retórica porque hace unos minutos en Berlín, la Canciller alemana, Angela Merkel, ha dado la voz de alarma afirmando que el euro está en peligro. Al dar la voz de alarma sin indicar medidas firmes y convincentes, se corre el riesgo de debilitar aún más la moneda única para los inversores y el mercado y de hacer a toda Europa más débil. Imaginen la respuesta de los mercados en las próximas horas, teniendo en cuenta que hace sólo unos minutos el euro se ha colapsado otra vez.
Cuando salgamos de esta Cámara, señor Presidente, puede que seamos más pobres y nuestra situación sea más insegura. Sólo una nueva gobernanza europea nos permitirá defender la moneda única, promover el crecimiento, el empleo y la inclusión social. Debemos eliminar el antiguo enfoque de coordinación de políticas nacionales y prepararnos con instrumentos sólidos para la adopción de decisiones.
La nueva gobernanza europea debe asegurar tres niveles de intervención: una política para el crecimiento, instrumentos financieros adecuados y gestión de emergencias. El paquete de rescate de 750 000 millones fue importante pero nos hemos dado cuenta de que no es suficiente. En la actualidad, necesitamos una iniciativa política fuerte que pueda orientar al mercado para permitir una mayor movilidad de los recursos. Las políticas monetarias y presupuestarias han resultado inadecuadas a la hora de asegurar productividad y competitividad. No debemos tener miedo a invertir, sobre todo en proyectos de interés comunitario como por ejemplo la infraestructura, la energía, el medio ambiente, el conocimiento y el capital humano.
Señor Presidente, el Parlamento tiene una gran responsabilidad: reforzar la capacidad de los Estados miembros para abandonar la política intergubernamental y lanzar de nuevo un espíritu europeo a través de su propia independencia.
Wolf Klinz (ALDE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, los Gobiernos europeos están siendo dirigidos por los mercados. Al menos están reaccionando, pero lo están haciendo a posteriori en vez de con antelación. Resulta escandaloso que los gobiernos y la Comisión sólo reaccionen cuando las debilidades reales aparecen en los mercados.
Deberían haber identificado estas mismas debilidades desde un principio. Cuando se introdujo el euro, sabíamos que no tendríamos una única política monetaria y fiscal, como suele pasar en Estados individuales. Por este motivo, hemos tomado medidas para tratar de suplir la carencia de una política única, pero no hemos respetado estrictamente estas medidas. Se incumplieron las normas muy rápidamente y desde el principio, incluso las infringieron los Estados miembros más grandes. Necesitamos otras reglas eficaces con mecanismos de sanción, entre ellos, una política de acusar y agraviar, la pérdida del derecho a voto y la suspensión de pagos de los fondos europeos hasta que se hayan pagado las multas.
En segundo lugar, se ha hecho evidente que existen tensiones internas en la zona del euro que están a punto de poner a prueba su fuerza y que consisten en diferencias en la competitividad. La Comisión debe adoptar medidas al respecto. Debe investigar los presupuestos de cada uno de los Estados miembros para determinar si representan un riesgo para la zona del euro.
Por supuesto, sabemos que el derecho a elaborar un presupuesto constituye un derecho fundamental de los parlamentos nacionales. Sin embargo, no hay ninguna razón por la que no se pueda desarrollar un enfoque europeo común. Esto se necesita urgentemente. Necesitamos más Europa y no menos Europa. Esta bien podría ser nuestra última oportunidad. Si la Comisión y el Consejo no negocian con el Parlamento, me temo que se producirá un desastre importante en algún momento en el futuro.
Janusz Wojciechowski (ECR). – (PL) Coincido con el señor Mauro en que la Unión Europea no ha tomado medidas suficientes en la lucha contra las crisis. Durante los últimos años, nos hemos centrado en la integración política —hemos estado muy ocupados con el Tratado de Lisboa y fortaleciendo las competencias de las instituciones políticas— pero hemos descuidado la cooperación para combatir las crisis. Me estoy refiriendo a diversas crisis que requieren cooperación y solidaridad. Con esto no me estoy refiriendo sólo a las crisis financieras.
Mientras celebramos este debate, varios países de la Unión Europea, incluido mi propio país, Polonia, se han visto afectados por una inundación enorme. Se han producido víctimas mortales y grandes pérdidas materiales. La población espera que, en situaciones como esta, la Unión Europea esté ahí para ayudarles, pero no ha habido mucha ayuda. La Unión Europea es débil porque su presupuesto es demasiado reducido y no tiene bastante dinero para medidas concretas. Al fortalecimiento político no le sigue el fortalecimiento financiero adecuado. Espero que a raíz de esta crisis, la tendencia a reducir el presupuesto no aumente aún más, porque entonces estaremos todavía más débiles e indefensos.
Jean-Pierre Audy (PPE). – (FR) Señor Presidente, en esta crisis, que no es sólo Europea sino también mundial, ya ha llegado el momento en que debemos tener veracidad y lucidez y en que se deben asumir responsabilidades.
Se está estableciendo una gobernanza mundial. ¿Qué influencia tendremos los europeos? ¿Cómo vamos a influir en esta gobernanza mundial si somos incapaces de establecer nuestra propia gobernanza europea? Todos podíamos habernos dado cuenta de que, tras 50 años de integración, el creciente egoísmo nacional nos exponía a 50 años de desintegración. Todos podíamos habernos dado cuenta de que estábamos intentando crear una ciudadanía sin los ciudadanos, hacer política sin los votantes y consolidar la fe en el ideal de un Estado de Derecho sin respetarlo.
Tras la caída del muro de Berlín, reunificamos nuestro continente convencidos de nuestra fuerza pero fuimos demasiado orgullosos para ver nuestras deficiencias. ¿Y qué está pasando ahora? La crisis nos está afectando de lleno en un momento en que nuestra integración europea es frágil y se compone de Estados mal gobernados y, en algunos casos, corruptos. Actualmente se está poniendo a prueba la cadena de solidaridad en la Unión y todos sabemos que la fuerza de una cadena es la de su eslabón más débil. Hacemos lo correcto al salvar a los más débiles, porque ha llegado el momento y será nuestra fuerza lo que les salve. No es que los reglamentos de la UE sean poco adecuados sino que su aplicación por parte de los Estados miembros y la Comisión Europea, la cual no ha supervisado adecuadamente a los Estados, ha sido deficiente.
Lo que necesitamos no es menos Europa, es más Europa, pero una Europa de veracidad, lucidez y responsabilidad. Desde luego, tenemos que respetar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que debe reformarse. Pero ahora el trabajo que tenemos por delante es recuperar la confianza de nuestros ciudadanos, lo que supone asegurar el crecimiento y el empleo. Crecimiento significa inversión. Si el sector público no invierte, no podemos esperar que el sector privado lo haga.
Además de una política empresarial de crucial importancia, propongo, para los diez años de la Estrategia UE 2020, un plan de inversión europeo de 1 billón de dólares destinado a convertir a la UE en el territorio más competitivo del mundo en lo que se refiere a redes transeuropeas, infraestructura, interconexiones, trenes de alta velocidad, servicios de banda ancha, autopistas, agua, espacio, investigación, salud, energía y educación y conseguirlo mediante una reforma de nuestras medidas de apoyo presupuestario, en colaboración con todas las partes públicas interesadas y, en particular, el Banco Europeo de Inversiones.
Elisa Ferreira (S&D). – (PT) Señor Presidente, señor Comisario, cuando la unión económica y monetaria cumplió diez años, la Comisión pensó que el euro era el mayor logro de la Unión. Ahora sería difícil que hiciéramos esa afirmación sin matizarla, porque la crisis ha demostrado que la unión económica y monetaria es un proyecto inacabado.
Las medidas mínimas necesarias para salvarlo se adoptaron en una situación de emergencia, pero no nos engañemos: las presiones, los intereses directos de los principales Estados miembros y la naturaleza dolorosa y lenta de las decisiones han provocado la imagen precaria que la población y el mundo tienen del euro y la Unión Europea.
Debemos afrontar la realidad. La Unión Europea y el euro constituyen un proceso de integración, no sólo la cooperación entre países: representan un proceso inacabado que debe bien reforzarse ahora o bien correr el grave riesgo de desaparecer. Se han de afrontar tres cuestiones. En primer lugar, es importante consolidar los instrumentos que se han creado en esta situación de emergencia: debe crearse un fondo monetario europeo; se debe avanzar con los eurobonos; es necesario progresar en la arquitectura europea de supervisión y regulación, y debemos progresar con una dimensión europea para gestionar las crisis bancarias.
En segundo lugar, es importante comprender que no existe ninguna moneda fuerte si la economía es débil: la previsión del 1 % de crecimiento para la Unión Europea es insostenible, tanto con respecto a su composición demográfica como a combatir el desempleo; y la estrategia 2020 no será más que un grupo variado de buenas ideas si no hay ninguna manera de llevarla a cabo.
En tercer lugar, señor Rehn, la consolidación fiscal es importante, pero no puede coexistir con la cada vez mayor divergencia entre los Estados miembros que componen la Unión: se ha de revisar urgentemente la política de convergencia.
Mirosław Piotrowski (ECR). – (PL) Por tercera vez ya, el Parlamento Europeo presta atención a un plan de diez años preparado de forma centralizada llamado Europa 2020. Este plan ha generado antipatía entre muchos diputados, no sólo debido a las asociaciones que evoca con sistemas políticos obsoletos desde el punto de vista histórico, sino también a causa del fracaso espectacular de su predecesor, la Estrategia de Lisboa.
Durante el anterior debate prioritario, subrayé la falta de compromiso del documento frente a la actual crisis económica y financiera en la UE. Desde entonces, tanto el Consejo como la Comisión han tomado medidas enérgicas para la estabilización de la zona del euro y de las economías de los Estados miembros. La inyección prevista de varios cientos de miles de millones de euros tiene como objetivo reactivar las economías de los países de Europa Occidental que tienen que hacer frente a enormes déficits presupuestarios para sobrevivir. Sin embargo, no podemos dejar que esto ocurra en detrimento de programas de ayuda financiera dirigidos a los nuevos Estados miembros, incluyendo Polonia, aunque esta no ignorara los indicadores económicos.
Si después de todo se mantiene Europa 2020, este asunto deberá abordarse de una manera equilibrada.
Jaime Mayor Oreja (PPE). – (ES) Señor Presidente, yo creo que la peor crisis que podemos padecer no es solamente la que hoy estamos padeciendo, sino la que padeceremos si no somos capaces de extraer las lecciones políticas oportunas respecto de lo que nos está sucediendo.
Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, especialmente en algunos países. Nos hemos alejado de la economía real y hemos abrazado la economía ficción, en nuestras cuentas públicas y, al mismo tiempo, en nuestras vidas familiares y privadas.
No hemos sido capaces de entender que, como en cualquier organismo vivo, no es lo mismo crecer que engordar. El crecimiento exige esfuerzo y proporción, mientras que ese proceso de engordar es desproporción y desequilibrio ante el esfuerzo que desarrollamos y el bienestar que disfrutamos.
Esta crisis es dinámica. La fotografía de la crisis hace unos meses era distinta, completamente distinta, a la de hoy. Y la de dentro de unos meses va a ser radicalmente distinta a la de hoy.
Esta crisis fue económica y financiera y tendrá una dimensión crecientemente social, de conflicto social y, por ello, en esta etapa, antes de que el conflicto sea social, nosotros, los que nos dedicamos a la política, tenemos que saber que nuestra principal crisis es una crisis de confianza. No solo es la crisis del euro.
Analicemos todos los procesos políticos y electorales en estos meses. Hay una crisis de confianza y esto significa que lo que hay preguntarse es en qué tenemos que cambiar, cuál es el cambio de actitud, cuál es el cambio de actitud política, institucional, personal, que debemos desarrollar. Y en ese sentido, este Parlamento Europeo, en vez de pensar en otros, en otras instituciones, la pregunta que tiene que hacerse es cuál es su contribución a un cambio de actitud institucional y política en esta Cámara.
Y yo me atrevo a decir que hoy, que he escuchado muchas razones de la crisis —la burocracia, las agencias, los gobiernos—, hay dos cuestiones en las que tenemos que cambiar. En primer lugar, Europa exige una mínima cohesión de este Parlamento: no se puede desangrar en un debate tan profundo de dos concepciones de la sociedad europea. Y en segundo lugar, tenemos que atrevernos a decir la verdad de lo que nos sucede.
Anni Podimata (S&D). – (EL) Antes que nada, me gustaría dedicar diez segundos del debate a restablecer la verdad. El señor Langen, que no se encuentra en la Cámara, ha dicho que es inaceptable que los diputados griegos hayan votado en contra del programa de estabilización de tres años en el Parlamento griego. Me gustaría señalar que sería una buena idea que el señor Langen repitiera sus recomendaciones en la próxima sesión del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos), porque esos diputados, que resulta que eran los responsables del Gobierno del país hasta hace unos meses, pertenecen al PPE.
Volviendo al problema más general, es cierto que la crisis actual ha puesto de relieve las enfermedades crónicas y las deficiencias en cuanto a la coordinación económica de la zona del euro y en cuanto al sistema mundial de gobernanza económica y, en consecuencia, se ha acumulado un poder enorme y sin control en el sistema financiero globalizado. Así que, hoy en día, tenemos que tratar, en primer lugar, la cuestión de la democracia y es necesario que Europa, si desea respetar sus valores y su historia, asuma un papel destacado en este asunto.
La decisión de crear un mecanismo de apoyo para la estabilidad de la zona del euro constituye un avance importante, no cabe duda. Sin embargo, un mecanismo de gestión de crisis no basta; necesitamos tratar las causas desde la raíz, no sólo a escala nacional, sino también a escala europea. Estamos cometiendo un error y socavando nuestro futuro común y el futuro de futuras generaciones concediendo importancia únicamente a la recuperación financiera inmediata y subestimando el impacto del crecimiento, el empleo y las estructuras básicas del Estado del bienestar que se han estado gestando durante varias décadas.
Señor Comisario, las propuestas para reforzar la cooperación económica que ustedes presentaron el 12 de mayo puede que ayuden a construir una Europa más unida, con menos desequilibrios macroeconómicos, dependiendo de dos condiciones previas: en primer lugar, que no se limiten a la aplicación inflexible del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y, en segundo lugar, que incorporen totalmente objetivos especializados para el crecimiento viable y el empleo en el marco de la estrategia 2020.
Paulo Rangel (PPE). – (PT) Señor Presidente, varios colegas del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) ya han ofrecido una visión muy completa de la situación. Creo que lo que se necesita ahora es mencionar el papel de los Estados miembros.
La verdad es que el gobierno nacional de cada Estado miembro también tiene un papel en lo que concierne a imponer los requisitos y las condiciones para fortalecer la moneda única y seguir adelante con este proyecto de integración monetaria y económica. Me gustaría decir que nuestro partido —el partido vinculado al Grupo del PPE, que es el Partido socialdemócrata portugués— apoya las medidas de austeridad del Gobierno, porque creemos que en Portugal deben subsanarse los errores que se han cometido a lo largo de estos quince años de Gobierno socialista, que lamentablemente ahora están a la vista de todos; el Partido socialdemócrata portugués apoyará las medidas para subsanarlos.
No obstante, si bien respaldamos las medidas de austeridad, también somos críticos con el Gobierno portugués —y este es un buen ejemplo para otros en situaciones similares— porque no está recortando gastos. Para reducir el déficit, es fundamental no sólo aumentar los impuestos, sino también recortar gastos y el Gobierno debe tener el coraje de adoptar medidas para recortar gastos, reducir el déficit y liquidar la deuda pública.
Esto es cierto en el caso de Portugal y también en el de otros Estados miembros que se encuentran en situaciones difíciles. Nosotros, como diputados al Parlamento, también somos responsables de defender en nuestros países las medidas que sean necesarias a fin de que el euro se fortalezca y esta área integrada y este sueño —el sueño del Grupo PPE y el sueño que todos compartimos— se hagan realidad. Por eso somos críticos con los gobiernos que no tienen el coraje de tomar las medidas necesarias en sus países.
Göran Färm (S&D). – (SV) Señor Presidente, en algunos aspectos esenciales, esta política económica más comunitaria repercute en el presupuesto de la UE. Estamos hablando sobre la financiación del emblemático proyecto estratégico Europa 2020. Estamos hablando de algunos costes, garantías, etcétera, para el mecanismo de préstamos y el control de los mercados financieros. Estamos hablando, además, sobre una serie de nuevos deberes que son consecuencia del Tratado de Lisboa. En el Parlamento Europeo, somos muy conscientes de que muchos Estados miembros actualmente se encuentran en una situación económica muy delicada, a menudo con complejos problemas en relación con los presupuestarios nacionales.
Por otra parte, es evidente que, en esta situación, la UE puede ayudar adoptando medidas que sean importantes para la recuperación económica de los Estados miembros y que proporcionen un nuevo impulso al crecimiento y la creación de empleo. Por lo tanto, el presupuesto de la UE debería centrarse en aquellas esferas en que la UE pueda ofrecer un valor añadido —un valor añadido europeo— y en que los presupuestos de los Estados miembros y de la UE puedan complementarse y apoyarse unos a otros. Pero eso también significa que los Estados miembros no pueden concederle a la UE importantes responsabilidades adicionales sin proporcionar los recursos necesarios.
Me estoy refiriendo a las políticas de investigación, los proyectos emblemáticos y las inversiones en educación e infraestructura que se necesitan para lograr un mejor futuro económico. Por consiguiente, considero muy importante que el espíritu de esta política económica cada vez más comunitaria debería reflejarse además en una actitud constructiva en las negociaciones sobre el presupuesto de la UE para 2011, en el examen intermedio del presupuesto a largo plazo y en el debate acerca del nuevo marco financiero a partir de 2013. De lo contrario, no podremos avanzar y poner en práctica medidas comunes que promuevan el crecimiento y el empleo.
Theodoros Skylakakis (PPE). – (EL) Señor Presidente, como diputado griego del Parlamento Europeo, me gustaría repetir en esta Cámara algo que he dicho en público en Grecia desde el principio y también expresar mi gratitud por la ayuda que mi país ha recibido del mecanismo de apoyo europeo que, junto con medidas severas pero en su mayoría inevitables, ha impedido que la economía griega se colapsara inmediatamente.
Sería útil que en el caso de Grecia el mecanismo se hubiera adoptado con la rapidez con la que el mecanismo de ayuda se llevó a cabo en el caso de otras economías, cuando Europa por fin se dio cuenta del riesgo que corríamos todos. Hoy es la primera vez que he visto verdadera determinación, tanto en el Parlamento como en las demás instituciones europeas, por examinar de forma directa y realista los auténticos problemas económicos de Europa. ¿Por qué nos encontramos en esta situación? La razón principal es que hemos gastado por encima de nuestras posibilidades y hemos acumulado deuda. Gastábamos cuando no había crisis, hemos gastado durante la crisis y estamos gastando ahora en nuestra salida de la crisis. Quien quiera descubrir qué ocurre cuando uno gasta sistemáticamente más de lo que tiene, sólo tiene que venir a Grecia.
El Fondo Monetario Europeo y las demás instituciones propuestas en la resolución que se está negociando, avanzan en la dirección correcta. No obstante, para ofrecer incentivos reales, el Fondo necesita tener en cuenta no sólo el tamaño absoluto de la deuda y el déficit, sino también la rapidez con la que se reducen la deuda y el déficit. Nuestro problema real, y digo esto a la izquierda, es que 4 000 millones de personas de los países del mundo en desarrollo que viven con 200 euros al mes han descubierto el capitalismo y nos están pidiendo recursos y mercados globales a nosotros, los ricos, que vivimos con 2 000 euros al mes. Nosotros en Occidente no contamos con el monopolio del capitalismo en el que se basaba el antiguo modelo europeo. Si no cambiamos, si no nos damos prisa para introducir cambios estructurales, competitividad e innovación, simplemente nos haremos más pobres.
Danuta Maria Hübner (PPE). – (EN) Señor Presidente, existen pocas dudas sobre la gravedad de la crisis actual y el «coste del uso» de métodos políticos sin precedentes es muy elevado. La misión de los reguladores y los responsables políticos consiste en asumir medidas que permitan tanto restaurar el equilibrio que han destrozado las deficiencias del mercado como corregir las políticas gubernamentales que han fracasado. Esto se está haciendo, pero todavía se ha de ver a qué velocidad y mediante qué medidas políticas los Estados miembros de la Unión Europea volverán a su senda de crecimiento.
Una mayor regulación no representa una garantía frente a los riesgos de la crisis actual. Puesto que hemos elegido el camino de más regulación, esto debería ir de la mano con una mayor simplicidad y la reducción de la complejidad de los mercados financieros. Lo que también está claro es que las políticas fiscales y monetarias no pueden sustituir a las reformas estructurales. Estas reformas tienen que abordar las deficiencias subyacentes de la economía de la Unión Europea: el acusado aumento del déficit y la deuda, el muy probable incremento de la inflación, los riesgos generados por las políticas del cambio climático, la escasa productividad y la falta de competitividad.
Con menos dinero público, será necesario tomar más medidas; por lo tanto, el dinero público, tanto europeo como nacional, tendrá que utilizarse con mayor eficacia. Un marco normativo favorable a las empresas, un gobierno eficaz, impuestos que no produzcan distorsiones, un elevado índice de participación en el mercado de trabajo, especialmente de las mujeres, un buen sistema educativo, investigación e innovación; todo eso constituye un paquete básico de medidas para aportar crecimiento, empleo y competitividad. Sin duda, la estrategia ganadora europea tiene que basarse en el rigor fiscal, pero debería centrarse en la innovación, la única forma de impulsar la productividad y el crecimiento de modo sostenible.
La Comisión Europea y el Parlamento Europeo deberían recuperar su papel estratégico y apostar por soluciones europeas valientes. Tanto los ciudadanos como los mercados necesitan más Europa.
Gay Mitchell (PPE). – (EN) Señor Presidente, doy por supuesto que los Estados soberanos deben responder por los compromisos asumidos y están obligados a cumplir los objetivos acordados, así que parto de esa base. Pero también es hora de considerar qué otras medidas están contribuyendo a la reciente confusión. En los años treinta, el patrón oro y el proteccionismo contribuyeron a que aumentara la recesión. En cambio, en la Unión Europea, hemos tenido solidaridad y la capacidad institucional, mediante el Banco Central Europeo y la Comisión, para aprender de los errores del pasado.
La labor de las instituciones ha sido impresionante, dado que la UE se compone de 27 Estados miembros, incluidos los 16 miembros de la zona del euro. Además, nuestras instituciones han cooperado con la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón, entre otros. Pese a esto, los mercados —los supuestos mercados—, en efecto, han pasado a tener una opinión negativa de casi todas las medidas adoptadas. Ahora bien, estoy totalmente a favor del libre mercado; el proteccionismo no funciona. Pero ¿son libres nuestros mercados? En primer lugar, los mercados estaban muy manipulados e influenciados para meternos en la crisis. ¿No existe a estas alturas una sospecha fundada de que intereses poderosos tengan la capacidad de desafiar a Estados soberanos y ganar y que algunos —por los objetivos que sea— estén utilizando este poder para fomentar su programa, sirviéndose de los mercados para sus propios fines?
Un programa político podría incluir intereses relativos a que el euro pudiera, en el futuro, sustituir al dólar como moneda que fije los precios del petróleo, por ejemplo; un programa de interés empresarial y económico podría incluir simplemente la acumulación de mayor poder y riqueza destruyendo los derechos soberanos, incluidos los derechos soberanos comunes, dentro de la Unión Europea. Es hora de que los líderes políticos reflexionen sobre lo que está pasando. Insisto: los Estados miembros deben mantener la disciplina, incluido el Estado miembro del que procedo. Por supuesto que esto debe ser así. Pero estamos dedicando toda nuestra atención a los Estados miembros y muy poca a lo que subyace tras cierta actividad del mercado.
Me gustaría que respondieran la Presidencia del Consejo y del señor Comisario. ¿Qué se está haciendo para controlar esto? Cuando no controlábamos a estas personas en el pasado, miren adónde nos ha conducido. Así que no tengan en cuenta un solo frente: ya es hora de abarcar más objetivos.
Alajos Mészáros (PPE). – (HU) La Estrategia Europa 2020 es una estrategia muy importante, especialmente ahora, en un momento de creciente crisis financiera y económica. Esta crisis ha puesto de relieve tales cuestiones fundamentales y procesos negativos que si no los integramos en nuestra estrategia, esto puede poner en peligro el éxito de nuestra política económica.
No debemos permitir que se dañe el prestigio del euro, pero debemos hacer cuanto podamos por la sostenibilidad de la unión monetaria. Represento al último país que se ha adherido a la zona del euro. Los ciudadanos de Eslovaquia consideran la introducción del euro una experiencia positiva y, por lo tanto, el país está contribuyendo también a la protección del euro con todos los medios disponibles.
Debemos concienciar a la gente de que es posible que la crisis monetaria tenga consecuencias políticas graves. Entre ellas, puede figurar un aumento del euroescepticismo y la incertidumbre entre aquellos países que se están preparando para su adhesión a la zona del euro. Necesitamos ayudar y alentar a esos países que todavía no han introducido la moneda única.
Al diseñar la Estrategia Europa 2020, se debe conceder una función más importante a las políticas que garantizan el desarrollo sostenible. Aunque se está trabajando en soluciones de diversificación energética en Europa Central, también debe aumentarse el uso de fuentes de energía alternativas con objeto de reducir el cambio climático. Asimismo, debemos hacer que la población sea consciente de que la capacidad de las actuales fuentes alternativas de energía es finita. Desde la perspectiva de nuestra seguridad energética a largo plazo, la energía nuclear es la solución que puede garantizar la suficiente cantidad de energía con los niveles más bajos de emisiones de dióxido de carbono y, por lo tanto, debemos prestar mucha atención a la cuestión relacionada del almacenamiento seguro y la producción de combustible. También es imprescindible impulsar más investigación de tecnologías energéticas modernas, como la innovación relativa a los reactores de fusión. Surgen muchas cuestiones importantes que deseamos incorporar a nuestra estrategia y nos enfrentamos a la importante tarea de mejorar la coordinación y la integración de diversas esferas. Solamente haciendo esto podemos asegurar que, además de una unión monetaria, también se logre la importantísima unión económica.
Marian-Jean Marinescu (PPE). – (RO) Acojo con agrado las medidas presentadas por la Comisión y el Consejo. Si estas medidas se hubieran adoptado hace algún tiempo, podríamos haber evitado numerosas consecuencias de la crisis que atravesamos. La ausencia de gobernanza económica provocó que se tomaran decisiones bajo presión y sin que se realizara ninguna consulta con el Parlamento Europeo. Además, no existen mecanismos para supervisar las medidas adoptadas.
El año pasado se inyectaron grandes cantidades de dinero en los bancos. Esta medida fue necesaria, pero salvar a los bancos no ha ayudado después a mitigar la crisis. La crisis ha seguido adelante. No se ha respetado el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Se han contraído unos déficits inaceptables. Los Estados han adoptado medidas diferentes en situaciones similares. Algunos han decidido decir a sus ciudadanos la verdad y adoptar medidas de austeridad. La ausencia de normas comunes está repercutiendo de distintas formas en los ciudadanos de Europa, a pesar de que todos los Estados miembros han contribuido a desencadenar la crisis. No podemos consumir más de lo que producimos ni podemos gastar más de lo que recaudamos.
Necesitamos estabilidad financiera. Por eso, las propuestas de crear un nuevo mecanismo de estabilidad financiera o fondo monetario europeo son absolutamente imprescindibles. No obstante, es necesario que estas medidas se encuentren respaldadas por una estrategia de recuperación económica coherente y mecanismos de control y sanción. Esto nos permitirá decir que vamos a establecer una gobernanza económica real y eficaz por el bien de todos los Estados miembros.
Mairead McGuinness (PPE). – (EN) Señor Presidente, me atendré a su norma. Agradezco las observaciones de la Presidencia española acerca de los sistemas productivos, así como la importancia que concede a la competitividad. Creo que necesitamos un poco más de debate en este Parlamento, en el Consejo y en la Comisión.
En cuanto a sus comentarios sobre la lentitud de respuesta, necesitamos considerar esa cuestión porque hay un problema de aletargamiento en el sistema europeo a la hora de responder. Los Estados miembros podrían haber reaccionado con mayor rapidez cuando sobrevino la crisis bancaria. Somos capaces de hacerlo, pero parece ser que no lo hemos logrado en este caso concreto.
Por fin, la Comisión está buscando los cuatro pilares de una nueva estrategia. En mi opinión, la Comisión debe examinar su propia función en esta crisis. Creo que la supervisión de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento se basaba en un planteamiento de poder «atrayente» que no funcionó. Como otros han dicho, si todos hubiéramos respetado las normas, no tendríamos este problema. Darles más poder sólo funcionará si ustedes realmente utilizan el poder que ya tienen.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) Durante la actual crisis económica, la Estrategia Europa 2020 parece plantear un verdadero desafío. Por otro lado, también ofrece una oportunidad. Puede ofrecer un estímulo importante en cuanto al apoyo de las reformas económicas y sociales que se necesitan a largo plazo. Debe basarse en los principios de solidaridad y adaptación.
Creo que deben mantenerse las asignaciones en el caso del Fondo de Cohesión, puesto que desempeñan un papel fundamental en la reducción de las desigualdades de desarrollo económico entre las regiones de la UE. Por otro lado, huelga decir que los objetivos adoptados a escala comunitaria no pueden convertirse automáticamente en objetivos nacionales. Deben adaptarse en función de las posibilidades de cada país. El Gobierno rumano ha creado un grupo de trabajo de alto nivel que establecerá los objetivos nacionales. Al mismo tiempo, este grupo ayudará a coordinar la elaboración del Plan Nacional de Reforma.
Antigoni Papadopoulou (S&D). – (EL) El comportamiento de los mercados y de los bancos es como el de una manada de lobos, como les llamó el Ministro de Hacienda sueco, una manada de lobos dispuestos a destrozar a los países débiles económicamente. La primera víctima fue Grecia, seguida de España y Portugal. En el caso de Grecia, vimos cómo los especuladores la atacaron sin piedad, por un lado, y la solidaridad comunitaria, que llegó muy tarde y con condiciones muy estrictas, obligó a la población griega a hacer sacrificios muy desagradables y a embarcarse en huelgas justificadas, por otro. Parece que los protagonistas de la crisis económica internacional ahora sean los Estados, en vez de los bancos.
Es necesario que aprendamos de esta adversidad. La Unión Europea necesita más solidaridad comunitaria, una mejor supervisión del sistema financiero, un cumplimiento nacional más firme del Pacto de Estabilidad, una política financiera más coordinada y medidas para prevenir los desequilibrios de la competitividad. La población de Europa desea una Europa más humana, con menos desigualdades entre los Estados miembros. Ha llegado la hora de un programa más realista y que favorezca a la población para la Unión Europea de 2020, que atienda a los retos del momento.
Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Señor Presidente, Europa necesita más cooperación y más solidaridad, y no proteccionismo y nacionalismo. Eso lo sabemos bien, pues la historia nos lo ha enseñado.
Me cuesta entender el miedo que los ministros de hacienda evidentemente sienten cuando se enfrentan a esta propuesta de examen previo de los presupuestos de los Estados miembros. Durante los últimos meses, incluso los ministros de hacienda ya curtidos estaban asustados, y con motivo. Ciertamente, en esto puede percibirse una vena de autoafirmación nacional. Que se inspeccione por todos los medios a otros países, pero no al mío. Inspeccionen a Grecia, España y Portugal, pero no a mi país. Noli me tangere - ¡No me toques!
Nuestra dependencia mutua requiere franqueza y confianza. Los Gobiernos sueco y finlandés ya tienen experiencia de los años noventa en cuanto a crisis graves y ambos deberían apoyar sin reservas las propuestas del Comisario Rehn.
Jaroslav Paška (EFD). – (SK) Una política presupuestaria responsable en todos los países de la Unión Europea es la única medida para resolver la situación actual. El siguiente paso, que sin duda es más difícil de aplicar, debería consistir en esforzarse por conseguir un cambio moderado de la estructura de nuestra población activa. Es decir, una gran proporción de ciudadanos de la UE trabaja en sectores no productivos, especialmente la administración pública, y la esfera productiva no es capaz de mantener una cantidad tan grande de burócratas, que sólo complican la vida inventando aún más reglamentos y restricciones.
Fíjese en Asia, señor Comisario. Ellos no cuentan con un porcentaje tan elevado de población con estudios allí ni con tantas universidades como nosotros. Sin embargo, tienen una administración pública reducida y un entorno empresarial sin complicaciones, que les permite desarrollar la competitividad natural que mucha gente posee. Un entorno empresarial sencillo y transparente, menos administración y más espacio para las actividades independientes, empresariales y creativas de nuestros ciudadanos: esa es la mejor solución a los problemas actuales.
Andrew Henry William Brons (NI). – (EN) Señor Presidente, la crisis económica no es una enfermedad temporal de la que los miembros de la UE pronto se recuperarán con total salud económica. Existen defectos sistémicos en el planteamiento de la política económica de la UE y sus Estados miembros. El objetivo de una moneda única, con el tiempo para 27 o más países, se basa en la falsa premisa de que una moneda pueda ser adecuada para muchas economías muy distintas. El valor de una moneda debe reflejar el estado de salud de la economía a la que sirve.
No obstante, existen otros problemas distintos. La aceptación de la globalización por parte de la UE y sus Estados miembros es la fórmula para el desastre. No podemos permitir que productos y trabajadores de países con salarios bajos inunden Europa. No podemos competir con sus productos sin reducir nuestros salarios a sus niveles. Los salarios mínimos legales no impedirán que nuestros trabajadores se vean afectados por la competencia desleal y encubierta de los trabajadores inmigrantes, la subcontratación del trabajo de nuestra población o el traslado de nuestra fabricación al Tercer Mundo.
Tunne Kelam (PPE). – (EN) Señor Presidente, me gustaría dar las gracias al Comisario Rehn por sus amables palabras y su confianza en los esfuerzos de Estonia por adherirse a la zona del euro y puedo asegurarles que, con la actual carga financiera del 7,5 % del PIB, Estonia no contribuirá a aumentar el promedio de deuda de la UE. También pienso que los miembros de la zona del euro podrán aceptar a Estonia como ejemplo positivo; eso transmitiría una señal esperanzadora también a Letonia y Lituania que convencería a su población de que es sensato hacer esfuerzos y de que se tratará a todos los candidatos según sus méritos.
La adhesión a la zona del euro en este momento no es sólo un privilegio. Significa asumir compromisos de solidaridad y hacer nuestra contribución al Pacto de Consolidación desde el principio, pero estoy convencido de que esta es una decisión correcta; veremos a la UE no sólo como la oportunidad de recibir sino, ante todo, como la oportunidad de contribuir a progresar en nuestra causa común.
Danuta Jazłowiecka (PPE). – (PL) El debate de hoy sobre gobernanza económica en la Unión Europea es fundamental, puesto que trata la cuestión de continuar reforzando la integración europea. En vista del avance de sus vínculos económicos, todos los Estados miembros deberían sentir la misma responsabilidad hacia un mecanismo europeo de estabilización y hacia toda la situación económica de Europa.
No creo que ninguno de nosotros dude de que la supervisión de responsabilidades y gastos públicos (el Presidente interrumpe a la oradora), la coordinación del proceso de crear presupuestos y planes de reforma en los Estados miembros desde un principio y un mecanismo de ayuda para épocas de crisis sean medidas que nos llevan en la dirección correcta. La aplicación rigurosa de los principios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento debería ser una prioridad. Esta es la clave para garantizar la estabilidad presupuestaria y macroeconómica en la Unión Europea. Aunque un conjunto de penalizaciones y el principio de acusar y agraviar son esenciales para disciplinar a los Estados miembros a la hora de introducir los principios del pacto y las reformas esenciales, mantengo reservas con respecto a las sanciones financieras. En cuanto a estas sanciones, utilizadas en el caso de Estados miembros que ya se encuentran en una situación financiera difícil, podría tener el efecto contrario, un efecto perjudicial para las economías de estos países...
(El Presidente interrumpe a la oradora)
Por lo tanto, quiero pedir que planifiquemos el futuro de Europa de forma responsable.
Liisa Jaakonsaari (S&D). – (FI) Señor Presidente, cuando se produce una crisis la reacción psicológica puede ser acurrucarse, culpar a otros, buscar enemigos o intentar hallar soluciones. Europa ahora es testigo de este enfoque de tres sentidos: por un lado, el nacionalismo y el proteccionismo van en aumento en muchos países; por otro lado, se están buscando nuevas soluciones, como sucede con la Comisión. Tenemos que apreciarlos mucho. Cuanto más sólido sea el sistema político en la Unión Europea y a nivel nacional, mejor podremos dominar el funcionamiento del mercado. De lo contrario, esto irá mal.
En mi opinión, hay algo que podríamos dejar de hacer y es ridiculizar a Grecia. La nación griega, el Primer Ministro y los políticos ahora merecen nuestro respeto, puesto que están tomando algunas decisiones muy difíciles. Como ha dicho el señor Schmidt, Finlandia y Suecia eran Grecia a principios de los años noventa. Tuvimos que tomar decisiones igual de difíciles, pero tuvimos éxito.
Presidente. – Perdone que le interrumpa. Como ustedes se habrán percatado en la Cámara, aunque la diputada estaba hablando muy bien de Grecia, le he interrumpido al exceder su minuto de discurso, pues intento ser lo más objetivo posible.
Michael Theurer (ALDE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, en el debate actual sobre un sistema eficaz de gobernanza económica europea, en mi opinión, se está descuidando la perspectiva a largo plazo. Ahora es el momento oportuno de incorporar las medidas de estabilización a corto plazo en la estrategia a largo plazo. Necesitamos la visión de una economía de mercado. El principio fundamental de la economía social de mercado ya se estableció en el Tratado de Lisboa. Ahora debemos darle vida.
La economía social de mercado era el modelo apropiado que se hallaba tras el milagro económico de Alemania. Walter Eugen, el gurú del milagro económico, observó ya en 1950 que la actividad económica del Estado debía centrarse en diseñar los sistemas normativos para la economía y no en gestionar los procesos económicos. Por lo tanto, pido un enfoque normativo, es decir, medidas adoptadas por el Estado para influir en las condiciones básicas de la actividad económica mediante legislación general. No es el Estado quien crea empleo, sino que debe crear un marco normativo para la creación de empleo y en esto es en lo que necesitamos centrarnos. La competitividad no es el comienzo, sino el resultado de la actividad económica.
Franz Obermayr (NI). – (DE) Señor Presidente, en la Estrategia Europa 2020, debemos hacer frente al origen de la crisis actual. ¿Sería sensato introducir una unión monetaria conforme al modelo americano sin los controles centrales necesarios sobre la política financiera? La respuesta es «no». No se debe permitir que el euro convierta a la UE en un enorme mecanismo de redistribución basado en la solidaridad obligatoria. Si vamos a tener una unión monetaria, debe ser una unión monetaria sólida.
Además, no se debe considerar que el libre mercado financiero sea independiente de la economía real en el futuro. Por consiguiente, necesitamos normas claras en la Estrategia Europa 2020 a fin de hacer frente a los especuladores y los fondos de cobertura. La vía propuesta por Austria y ayer por Alemania, hacia un impuesto sobre las transacciones financieras, el cual incluye la tributación de los beneficios obtenidos por los bancos y el sector financiero, es sin duda el enfoque correcto. Demos ejemplo a los contribuyentes y recordemos por fin al sector financiero sus obligaciones. También debemos ser más valientes a la hora de aplicar las normas a los Estados miembros. Cualquier Estado que falsifique deliberadamente sus cifras simplemente debe ser expulsado de la zona del euro. Los países que cometen un fraude deben abandonarla.
Paul Rübig (PPE). – (DE) Señor Presidente, señor Rehn, Señorías, la Estrategia Europa 2020 nos plantea un reto específico. En general, debemos centrarnos en las pequeñas y medianas empresas (PYME). Deberíamos asegurarnos de que para 2020, las pequeñas y medianas empresas tengan como mínimo un 20 % de promedio de cuota de capital.
Necesitamos que las PYME sean fuertes en Europa, porque dan empleo a las dos terceras partes de la población activa, producen el 50 % del producto nacional bruto y pagan el 80 % de los impuestos. La Comisión simplemente se ha olvidado incluir objetivos que fortalezcan las pequeñas y medianas empresas en este programa.
Señor Rehn, le pido a usted en concreto que tome medidas en nombre de las pequeñas y medianas empresas y elabore objetivos para reforzar la posición de estas empresas y sus empleados.
Milan Zver (PPE). – (SL) El debate de hoy ha sido uno de los mejores que hemos tenido sobre la crisis financiera y económica, en especial sobre cómo se ha materializado en Grecia, y la mayoría de las contribuciones se han centrado fundamentalmente en la cuestión de cómo deberíamos gobernar la Unión Europea en el futuro. Sin embargo, también coincido con lo que han señalado aquellos diputados que intentan repartir la culpa de esta situación. Desde mi punto de vista, ese es el camino correcto a seguir y es importante que optemos por esa vía. Necesitamos formular preguntas sobre la responsabilidad de algunas instituciones europeas y no sólo sobre la responsabilidad colectiva de las instituciones sino sobre quién exactamente es responsable y de qué es responsable.
Quisiera, por tanto, sugerir que convoquemos al señor Almunia, antiguo Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, por ejemplo, puesto que fue bastante crítico con algunos países durante su mandato y después surgió el problema griego. Le insto a aclarar su papel en esta historia y, si no lo hace, debería dimitir.
Seán Kelly (PPE). – (EN) Señor Presidente, en primer lugar, durante las últimas semanas hemos aplicado medidas para afrontar la crisis financiera que ya se ha producido, una crisis financiera mundial provocada por la ausencia de regulación, de supervisión y de gobernanza. Con las medidas actuales intentamos anticipar estas situaciones para que no vuelvan a suceder en el futuro y debemos aceptarlas.
Todos funcionamos mejor cuando hay alguien que nos supervisa. Eso es aplicable a los gobiernos y a las personas. Así que aprecio lo que se ha hecho aquí hoy y creo que, a partir de ahora, también deberíamos pasar a hacer frente a los terroristas financieros de las agencias de calificación y a los especuladores que están causando estragos en la vida de los ciudadanos e intentando derrocar a los gobiernos soberanos. Adoptando este doble enfoque —ocuparnos de la gobernanza a nivel político y de los terroristas financieros— quizás podríamos albergar esperanza en un futuro mejor.
Karin Kadenbach (S&D). – (DE) Señor Presidente, señor Rehn, señor López Garrido, hoy estamos hablando sobre una gobernanza económica europea común. Creo que ya es hora de que nos demos cuenta de que el mercado no tiene un valor independiente y que los ciudadanos de Europa no tienen que servir al mercado, sino más bien que el mercado está ahí para servir a la población, a los 500 millones de europeos.
Estoy convencida de que necesitamos consolidación y crecimiento, pero ambos términos siempre están relacionados con otro aspecto, es decir, la consolidación responsable socialmente, por un lado, y el crecimiento sostenible, por otro. Necesitamos confianza para lograr este objetivo y la población de Europa necesita perspectivas. Sin embargo, sólo podremos ofrecerles estas perspectivas si podemos prometerles que vivirán en una Europa donde puedan participar en la prosperidad o aplicar medidas para garantizar que esto sea así. En la Europa del futuro, el crecimiento no debería beneficiar solamente a unos pocos.
Rachida Dati (PPE). – (FR) Señor Presidente, antes que nada, es cierto que la inesperada emergencia y la profundidad de la crisis griega ha generado mucho miedo entre nuestros ciudadanos, miedo que creo que está justificado. De nuevo, esto no significa como acaba de decir un diputado, que debamos señalar con el dedo a Grecia. No obstante, es importante, es urgente —como venimos diciendo desde hace ya algún tiempo— aprender la lección para que podamos construir una Europa más política y avanzar hacia la gobernanza económica. Debería proponerse urgentemente una gobernanza económica.
Comprendo que la Comisión está proponiendo que se inspeccionen con antelación los presupuestos nacionales. Personalmente, no creo que debamos cambiar de estrategia. Lo que se necesita fundamental y urgentemente es gobernanza económica europea y no que la Comisión inspeccione con antelación los presupuestos nacionales. Creo que esta propuesta no sólo revelaría inconsistencias constitucionales, sino que también generaría retrasos y complejidad, que desde luego no es lo que Europa necesita en este momento. Lo que se necesita con urgencia es gobernanza económica europea y no inspección previa de los presupuestos nacionales.
Vasilica Viorica Dăncilă (S&D). – (RO) Todos sabemos que la Estrategia Europa 2020 se lanzó con el objetivo de ayudar a la Unión Europea a salir de la actual crisis económica y preparar su economía para la nueva década. Sin embargo, es una cuestión grave que la Estrategia Europa 2020 ni siquiera ofrezca directrices claras sobre el examen de una de las políticas comunes más importantes, es decir, la reforma de la política agrícola común.
Lo que hace que esto aún sea más grave es que la referencia a la agricultura como instrumento político esencial para lograr los objetivos de la Estrategia Europa 2020 se hizo en el último minuto. Por eso ni siquiera nos sorprende que se mencionen muy poco las políticas agrícolas en este documento. En este sentido, la Estrategia Europa 2020 incluye algunas ideas sobre el futuro de la política agrícola común. Sin embargo, no le concede un papel estratégico importante como parte de un enfoque global más amplio, teniendo en cuenta los enormes retos que plantean las perspectivas de que la demanda global de alimentos se duplique y del cambio climático.
Czesław Adam Siekierski (PPE). – (PL) Señorías, no contamos con análisis detallados de las causas de la crisis en la zona del euro y el colapso económico en Grecia ni tampoco de los peligros que afrontan otros países. ¿Es la crisis financiera mundial, que se convirtió en la crisis económica, la causa de esta situación, o nos estamos enfrentando aquí a nuestros propios errores, descuidos y falta de atención?
Digamos con claridad y honestidad que no existe ninguna coordinación de política financiera en nuestra Unión. No se respetó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento ni se mantuvo disciplina financiera. Los presupuestos nacionales a menudo se alejaban de la realidad: gastos elevados, ingresos reducidos y ausencia de responsabilidad a la hora de gobernar el Estado. Me gustaría preguntar lo siguiente: ¿dónde estaba el Banco Central Europeo? ¿Dónde estaba la Comisión?
Digamos honestamente que el problema reside en que los Estados miembros no permiten que las instituciones de la UE supervisen, evalúen ni analicen sus presupuestos. Durante los últimos años, nos hemos centrado principalmente en el Tratado de Lisboa y hemos dedicado menos atención a la unión económica y, en especial, a la unión monetaria.
Diego López Garrido, Presidente en ejercicio del Consejo. − (ES) Señor Presidente, realmente podemos decir que estamos ante una situación en la Unión Europea que se parece a otras que en la historia de la Unión, trabajosa, han existido y se han resuelto favorablemente. Es una situación de encrucijada como la que se vivió después de la Segunda Guerra Mundial y que dio lugar al nacimiento de lo que entonces no se llamaba todavía Unión Europea. Es lo que sucedió cuando se destruyó el muro de Berlín, cuando se produjo la reunificación de Europa, cuando hubo una crisis —por cierto, del sistema monetario europeo— y la respuesta fue ir hacia delante, aprobar un nuevo Tratado. Esto es lo que hemos hecho al comienzo de este siglo con el Tratado de Lisboa y esa es la única salida posible a una situación difícil como la actual.
La otra alternativa, desde luego, es claramente el populismo o el proteccionismo, y eso no es una opción. La opción, claramente, es ir hacia una Europa que resuelva las carencias que tiene y que se han puesto de manifiesto cuando se ha producido esta gravísima crisis que nadie de los que estamos aquí en esta Sala hemos conocido nunca.
Por eso, la forma de responder a la situación de unos mercados desregulados o de responder a un problema que pueda haber en el sistema productivo de falta de competitividad —hoy con efectos graves, con un impacto social en términos de desempleo— o al problema que hay de déficits —hay veinte países de los Veintisiete que tienen abierto un procedimiento de déficit excesivo—, o la forma de responder a una carencia evidente de la Unión Europea en cuanto al gobierno económico, no es con menos Europa sino con más Europa. Esa es la forma de responder en este momento a esta situación.
Y hay que decir que se ha reaccionado, que la Unión Europea ha reaccionado, y yo me remito a las intervenciones anteriores, tanto del Comisario Rehn como la mía, en las que se ha expresado esa forma en la que la Unión Europea ha reaccionado. Pero en este momento los tiempos se han acelerado aún más y creo que tenemos que imprimirle más rapidez a esa respuesta que tiene que contribuir a resolver esos problemas de fondo que aún existen en la Unión Europea y que se han puesto a prueba como consecuencia de esta crisis.
Por eso quiero proponer una colaboración a las instituciones de la Unión Europea y, desde luego, al Parlamento Europeo, sobre lo que me parece que son cinco aspectos en los que tenemos que ir más deprisa, tenemos que acelerar o redondear o culminar la tarea proyectada e iniciada correctamente.
Un primer aspecto, la solidaridad. Hay que profundizar en la solidaridad en la zona euro, y por eso ha sido tan acertada la ayuda a Grecia y ha sido tan acertada la decisión de ese fondo —para un período de tres años, todavía no del todo permanente— de 750 000 millones de euros para prevenir posibles situaciones de dificultad en las cuentas públicas o desequilibrios en las cuentas públicas. Me parece que esto es un elemento fundamental, que es un acierto del Consejo Europeo haberlo planteado y del Consejo haberlo aprobado el día 9 de mayo; elemento al que se ha unido también la acción del Banco Central Europeo, que en estos momentos está incluso interviniendo, comprando deuda de los Estados utilizando las vías que le permite el Tratado de Lisboa.
Segundo, en este Parlamento se está examinando ahora mismo un paquete de supervisión financiera. Y un anticipo, de alguna manera, de ello ha sido la aprobación ayer en el Ecofin de la regulación de los hedge funds. Luego podemos hacerlo, claro que podemos hacerlo. Se ha producido esa regulación, pero hay que terminar lo antes posible la negociación del Consejo y el Parlamento Europeo sobre todo el conjunto del paquete de supervisión financiera. Paquete en el cual también se regulan, por cierto, las agencias de rating, porque —en relación con alguno de los planteamientos o preguntas que hacían algunas de sus Señorías— las agencias de rating van a estar sometidas a la supervisión de la autoridad europea.
Tercero, tenemos que apostar por la competitividad. Por eso es muy importante que en el Consejo Europeo de junio se apruebe y se lance la Estrategia 2020. Una Estrategia 2020 que cuantifique los objetivos, y entre ellos el de la pobreza y el de la inclusión social, aún no cuantificados. Una estrategia que establezca su propia gobernanza, mucho más exigente que la prácticamente inexistente de la Estrategia de Lisboa —y a eso se refería el señor Verhofstadt anteriormente—, y una estrategia que utilice incentivos en positivo para el cumplimiento de los objetivos, como puede ser la utilización de los fondos europeos o de los Fondos Estructurales.
Cuarto elemento importante, el paquete sobre la coordinación de políticas económicas que presentó el Comisario Olli Rehn el día 12 de mayo y que fue examinado ayer en el Ecofin. Es absolutamente esencial que cumplamos lo que nos dice el Tratado de Lisboa cuando señala en el artículo 5 del Tratado de Funcionamiento de la UE que los Estados miembros están obligados —no es que sea mejor o deseable, es que están obligados— a coordinar sus políticas económicas y sus políticas de empleo, y pueden coordinar también sus políticas sociales. En esa línea, el desarrollo del artículo 136 del TFUE, establecido por esa propuesta de la Comisión, nos parece muy importante y hay que acelerar la puesta en práctica también de ello.
Y, por último, también creo que debemos acelerar el debate o la decisión, que creo que debe plantearse en el G-20, sobre un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales.
Yo le pediría al Parlamento Europeo que estos puntos, muy significativos, muy importantes, que reflejarían un impulso hacia adelante, hacia esa llamada gobernanza o gobierno económico de la Unión, sean apoyados por este Parlamento Europeo y sean apoyados para que, lo antes posible, se decida sobre ello. No podemos esperar mucho más tiempo a ese respecto.
Yo creo que la unidad en la Unión Europea nunca ha sido tan necesaria como ahora, y no me refiero solo a la unidad entre los Estados miembros de la Unión, sino también entre las instituciones. El Parlamento Europeo es una institución europea, la Comisión es una institución europea y el Consejo también es una institución europea. Y las instituciones deben colaborar en este momento para que ese impulso hacia el gobierno de la Unión y hacia la resolución de fondo de esos problemas que han aflorado en este momento se consolide, sea una manifestación de nuestra apuesta por arrancar una nueva etapa política en la Unión Europea que sea beneficiosa para los ciudadanos, que esperan precisamente de nosotros que hagamos eso. No esperan otra cosa, esperan que hagamos precisamente eso.
Olli Rehn, Miembro de la Comisión. – (EN) Señor Presidente, quiero dar las gracias a los diputados por un debate serio y sustantivo que refleja la grave situación que ahora afrontamos en Europa. En primer lugar, permítanme decir que aprecio mucho el gran apoyo demostrado por el Parlamento Europeo en favor del fortalecimiento de la gobernanza económica. También he escuchado muy atentamente al Ministro López Garrido y agradezco a la Presidencia española su apoyo y su excelente cooperación en este y otros asuntos.
Estoy totalmente de acuerdo con quienes habéis pedido una unión económica que complemente a la monetaria. Este es el camino correcto y esta es la lección decisiva que debemos aprender de la crisis. Tenemos que trabajar en tres aspectos. En primer lugar, necesitamos vigilancia para la resolución inmediata de la crisis en Grecia y en otros lugares de Europa. Hemos impedido que ocurra otro Lehman Brothers en suelo europeo, pero por supuesto aún no estamos fuera de peligro, así que debemos seguir protegiendo, con vigilancia y determinación, la estabilidad financiera en Europa y proteger así la todavía frágil recuperación económica de nuestro continente.
En segundo lugar, necesitamos acelerar, intensificar y finalizar la reforma normativa de los mercados financieros, los impuestos a la banca, las ventas en corto y las agencias de calificación crediticia. Es mucho mejor actuar a nivel europeo y hacerlo lo antes posible.
Necesitamos crear un marco para corregir los errores sistémicos de los mercados financieros y a este respecto coincido mucho con lo que han dicho la señora Jaakonsaari y el señor Swoboda. El mercado puede ser un buen sirviente pero es un mal patrón, como ha dicho el señor Theurer, necesitamos trabajar por la idea fundamental de una economía social de mercado con objeto de crear un marco jurídico convincente finalizando la reforma normativa.
En tercer lugar, es necesario que pasemos a decisiones relativas al fortalecimiento de la gobernanza económica en Europa; debemos reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento mediante vigilancia fiscal preventiva; debemos aplicar sanciones viables y estas se han de basar en las normas, como ha dicho el señor Kallas, y necesitamos que el Eurostat tenga competencias de auditoría...
(El Presidente interrumpe al orador)
Presidente. – Señorías, este es el resumen de un debate muy importante. Les agradecería que intenten reducir sus conversaciones al mínimo en esta Cámara y respeten las observaciones finales del señor Comisario. El señor Comisario tiene la palabra.
Olli Rehn, Miembro de la Comisión. – (EN) Señor Presidente, estoy bastante acostumbrado a esto, pero agradecería que en esta Cámara hubiera algún interés por lo que voy a decir.
La resolución inmediata de la crisis, finalizar la reforma del mercado financiero y reforzar la gobernanza económica: estos son los tres objetivos en los que ahora tenemos que trabajar lo antes posible.
Estoy de acuerdo con el señor Marinescu, que se ha referido a la comunicación de la Comisión, y de hecho es más de lo que cualquiera habría pensado incluso hace medio año. Por favor, léanse esas diez páginas de la comunicación sobre reforzar la gobernanza económica en Europa. Diez páginas parece poco, pero están llenas de iniciativas concretas. Esta es una iniciativa de gran calado, que es lo que necesitamos en Europa. En breve, formularé propuestas concretas, propuestas legislativas.
Hemos tomado la iniciativa y seguiremos adelante. El señor Verhofstadt ha dicho que no deberíamos esperar al grupo de trabajo. Bueno, contribuimos de forma activa y constructiva a la labor del grupo de trabajo presidido por el Presidente Herman Van Rompuy pero, sí, usaremos nuestro derecho de iniciativa y pronto formularemos propuestas legislativas concretas relativas al fortalecimiento de la gobernanza económica.
Esa es la esencia del método comunitario y eso es lo que ustedes también han pedido hoy, y con razón. No disponemos de mucho tiempo. Por el contrario, debemos actuar sin demora. Ahora es absolutamente esencial que avancemos con estas iniciativas.
Por lo tanto, quiero acabar diciendo que necesitamos una alianza de instituciones para perseguir estos objetivos. La Unión Europea siempre ha obtenido los mejores resultados gracias a la alianza del Parlamento y la Comisión, así que cuento con su apoyo en este sentido. También es importante que aceptemos a bordo a todos los parlamentos nacionales adoptando un enfoque inclusivo, como ha sugerido la señora Goulard.
Pero, lo que es más importante, por favor recuerden que el Parlamento Europeo puede contribuir a que todos en la Unión Europea actuemos con mayor rapidez y con determinación. Así que, por favor, convenzan a sus circunscripciones y ayúdennos a convencer a los Estados miembros, y no sólo a la Presidencia española, que ya está muy convencida. Confío en que pueden, y podrán, hacerse oír y cuento con que ustedes adopten una posición muy firme y determinada en la resolución de Europa 2020 en el transcurso de esta semana de sesiones del Parlamento.
Estimados amigos, no necesitamos nada más que seguir a toda máquina para reforzar la gobernanza económica en Europa.
Presidente. – Se cierra el debate.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
George Sabin Cutaş (S&D), por escrito. – (RO) Si hay alguna lección que merece la pena aprender de la actual crisis económica, esta debe ser la solidaridad. No es nada nuevo el hecho de que vivimos en un mundo globalizado en el que las economías de los Estados son interdependientes. Sin embargo, los países no han abandonado su lógica aislacionista por la cual se aplican soluciones a los retos económicos a nivel nacional, sin tener en cuenta su impacto a mayor escala.
La Estrategia de Lisboa fracasó por la ausencia de compromiso político por parte de los Estados miembros para tomar la iniciativa a la hora de cumplir sus objetivos. A fin de asegurar que la Estrategia Europa 2020 tenga éxito allí donde fracasó la Estrategia de Lisboa, es necesario que los programas de reforma nacionales se sometan a una supervisión más eficaz a escala europea. Asimismo, la inclusión social debe ser el objetivo principal de la buena gobernanza económica y los organismos estatales deben aprender a anteponer la población al beneficio financiero.
João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Poco más de una década después de la creación del euro, se confirman las advertencias que hicimos por aquel entonces. La integración de economías en distintas etapas de desarrollo, con criterios de convergencia nominal y diferentes políticas monetarias y de tipos de cambio —todo para atender a las necesidades de las grandes potencias— ha empeorado la crisis de divergencia en la UE, que ha provocado una situación por la cual se está poniendo en entredicho a las economías periféricas.
Ante la crisis que han creado, los centros de toma de decisiones del capital financiero especulativo —así como sus extensiones institucionales en las instituciones comunitarias y en los gobiernos— acaban de iniciar otra nueva lucha contra la población y los trabajadores de Europa. Los señores de la UE han decidido usurpar las competencias presupuestarias de los Estados miembros y lo han hecho no en nombre de la solidaridad, que es un concepto que cada vez les resulta más desconocido, sino en nombre de la estabilidad que las grandes potencias exigen para el euro; esto es un insulto intolerable a la democracia y la soberanía de los pueblos. Este insulto va acompañado de medidas que son puro terrorismo social, al que los gobiernos nacionales se han sometido de forma sumisa. En toda Europa se está produciendo la respuesta de trabajadores en apuros al llamado «gobierno económico europeo» y a la naturaleza cada vez más antidemocrática del proceso de integración en curso. El cambio necesario surgirá de esta lucha y su impulso hacia el progreso.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Resulta lamentable que el Consejo y la Comisión hayan venido aquí a afirmar que están tomando medidas para resolver problemas financieros y de productividad en un marco de disciplina presupuestaria y que presenten la creación de un grupo de trabajo como un gran triunfo para las medidas a largo plazo.
Aunque reconocen los retrasos de las medidas indecisas que han adoptado, lo que los representantes de la Presidencia española de la UE y la Comisión han reafirmado aquí es que van a seguir por el mismo camino de integración capitalista y van a llevarlo más lejos; corren desorientados de un sitio para otro. Prefieren ignorar que la llamada «medida de estabilización provisional» y el fondo relacionado no serán más que formas de aliviar el dolor de la crisis financiera, utilizadas para ocultar el hecho de que sólo una ruptura con las políticas actuales y un cambio de rumbo pueden aportar progreso social. Para ello es fundamental dar prioridad a la producción, los servicios públicos de calidad, la creación de empleo con derechos, salarios, pensiones dignas, inclusión social y un justo reparto y distribución de los ingresos.
No obstante, para todo esto se requiere una verdadera cohesión económica y social, con un claro fortalecimiento del presupuesto comunitario, solidaridad, más políticas públicas y la supervisión de los sectores fundamentales de la economía por parte del Estado.
Edit Herczog (S&D), por escrito. – (HU) La salida de la crisis económica está llena de dificultades y, además, la zona del euro se ha visto sacudida por los problemas fiscales en Grecia y otros Estados miembros. Estos problemas han suscitado la pregunta de si Europa es capaz de competir con la fuerza económica de los Estados Unidos o China. Con su Estrategia Europa 2020, la Unión Europea debe, por lo tanto, responder con eficacia a la crisis económica y financiera y asegurar que la capacidad económica de este bloque de 500 millones de personas siga siendo competitiva, es decir, que la UE 27 no quede por detrás de sus rivales económicos y políticos. La complejidad de los retos actuales requiere un conjunto integrado de instrumentos políticos. La UE debe dar suma importancia a la investigación y la innovación al hacer frente a retos como el cambio climático y hallar soluciones para aumentar la competencia global. Puesto que, tras la crisis, estimular el crecimiento y la creación de empleo a través de la investigación y la innovación ha llegado a ser más importante que nunca, sugiero que este conjunto sea el objetivo principal de la Estrategia Europa 2020. Sin embargo, está justificado que nos preocupe que el presupuesto actual no cubra adecuadamente las necesidades monetarias para hacer frente a los retos del siglo xxi. Como miembro de la Comisión de Presupuestos, le pido a la Comisión Europea que proponga un nuevo modelo presupuestario que sea audaz y ambicioso pero también viable, para garantizar el éxito de la Estrategia Europa 2020.
Anneli Jäätteenmäki (ALDE), por escrito. – (FI) Es excelente que la Estrategia Europa 2020 tenga en cuenta a los jóvenes. Pero no va lo suficientemente lejos. Su contenido es limitado y pesimista. No cuenta con bastantes objetivos concretos y se necesitan muchos más. Las cifras del desempleo entre los jóvenes son alarmantes. Superan en más del doble a las de otras categorías de desempleo. Casi la mitad de los jóvenes de Letonia y España se encuentran desempleados. Cuanto más tiempo permanecen desempleados, mayor es el riesgo, no sólo de pobreza, sino de exclusión. Los jóvenes con poca experiencia se encuentran en la peor posición del mercado laboral, en especial cuando se trata de recortes de personal. Las predicciones sugieren que habrá escasez de trabajadores. Sin embargo, no podemos dar por sentado, que los jóvenes que ahora están desempleados puedan cubrir esta futura necesidad de trabajadores. No es necesariamente un proceso tan sencillo el de volver a integrar en la sociedad a jóvenes desempleados de larga duración. Necesitamos medidas concretas. La población joven necesita empleos, no promesas. Es muy importante que asumamos la responsabilidad del futuro y que los niños y jóvenes sigan estando en la base de todos nuestros planes.
Lívia Járóka (PPE), por escrito. – (HU) El lanzamiento de la Estrategia UE 2020, destinada a armonizar las políticas económicas y de empleo de los Estados miembros de acuerdo con los principios comunes, quizás sea la labor más importante que afrontamos. Celebro que, además de los aspectos relativos a una economía de mercado social sostenible, la protección medioambiental y la innovación, la estrategia también conceda gran importancia a la lucha contra la pobreza y la exclusión, es decir, al fortalecimiento de la cohesión social, un prerrequisito para lograr los objetivos mencionados y uno de los pilares básicos del programa del trío de las presidencias española, belga y húngara. Considero un avance importante que la Comisión Europea, en la segunda mitad de sus directrices integradas sobre la estrategia, haya establecido metas ambiciosas y de calidad en este sentido. Dos de estas metas son que el 75 % de la población en edad de trabajar consiga empleo y que el número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza nacional se reduzca en un 25 %. Para lograr la supervisión y la verificación del cumplimiento de estos objetivos y la evaluación de la lucha contra la exclusión social, merece la pena considerar los «indicadores Laeken» adoptados por el Consejo Europeo de 2001 en Laeken, junto con sus componentes que, mientras tanto, se han ampliado y definido con mayor detalle. Los indicadores Laeken ofrecen una imagen detallada y fiable de la posición que ocupan diversos grupos sociales en ciertos segmentos de la vida pública. Numerosas instituciones de la UE, como el Eurostat, los han utilizado con éxito durante los últimos años.
Danuta Jazłowiecka (PPE), por escrito. – (PL) El principal objetivo de la Estrategia Europa 2020 que estamos debatiendo debería ser garantizar el crecimiento económico en la Unión Europea y aumentar el empleo. Las medidas que tomemos deberían ir destinadas a aumentar la actividad económica y, de esta forma, logar un crecimiento económico sostenible a largo plazo. Los indicadores propuestos por la Comisión deberían complementarse con un indicador de la saturación de infraestructuras en las esferas de teleinformática, transporte, energía, medio ambiente y asuntos sociales. Una infraestructura muy desarrollada es la base del funcionamiento eficaz del mercado interior que, en consecuencia, resulta en un crecimiento de la demanda interior y la actividad económica. Asimismo, es necesario disponer de una infraestructura muy desarrollada para reducir diferencias de desarrollo entre regiones, que dé lugar a una mayor competitividad y una cohesión económica, social y territorial más fuerte. También me gustaría referirme al indicador del empleo, que debería tratarse como prioritario. Las medidas que adoptemos deberían centrarse no sólo en reformas estructurales, sino también en mejor preparación y uso de la mano de obra y el capital intelectual de la UE. Supongo que ninguno de nosotros duda que, junto con la aplicación de la Estrategia Europa 2020, necesitemos un liderazgo más fuerte y mayor responsabilidad política de los Estados miembros y también la Comisión Europea, en lo que respecta a llevar a cabo reformas estructurales. En este contexto, sería de utilidad realizar una evaluación detallada de la Estrategia Europa 2020 a los cinco años de su introducción, es decir, hacia el final del mandato de la actual Comisión Europea. Esto permitiría que se fortaleciera la responsabilidad política y las medidas guardarían correspondencia con los resultados.
Sandra Kalniete (PPE), por escrito. – (EN) La aplicación de la Estrategia Europa 2020 debería destacar la cohesión económica, puesto que es fundamental para reducir las desigualdades económicas entre las regiones de la UE que se quedan rezagadas y aquellas que son más prósperas. Creo que la UE todavía debería prestar mucha atención al principio de solidaridad y a los instrumentos para nivelar las desigualdades de ingresos. Se debería prestar atención a las regiones de la UE que más han sufrido la crisis económica y financiera, evaluar la situación específica de cada una de estas regiones y responder adecuadamente a los retos correspondientes.
En la Estrategia Europa 2020, se considera al sector agrícola como a cualquier otro sector de nuestra economía moderna y estoy de acuerdo. Soy muy partidaria de una política agrícola común que asegure condiciones iguales para todos los Estados miembros. La competencia justa en el mercado interior es una clave para la competitividad de la agricultura europea en el mercado mundial. Tiene que haber una sinergia entre la Estrategia 2020 y la reforma de la PAC después de 2013, ambas iniciativas tienen que centrarse n fomentar un crecimiento ecológico inteligente.
Filip Kaczmarek (PPE), por escrito. – (PL) El Ministro de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, Bogdan Zdrojewski, ha señalado que un aspecto que debería incluirse en la Estrategia Europa 2020 es la cultura. Debo admitir que el argumento del señor Ministro es convincente. Puesto que lo que él quiere hacer es «recalcar la necesidad de hacer pleno uso del potencial de la cultura y los sectores creativos, esto es, el capital intelectual y social de Europa».
Los sectores creativos pueden tratarse como algo que permita que Europa desarrolle una ventaja competitiva. La Estrategia Europa 2020 se debatió en la reunión informal de los Ministros de Cultura celebrada en marzo de este año. Como consecuencia de ese debate, la Presidencia española instó «al Consejo Europeo a reconocer y utilizar el potencial creativo de Europa a través de la cultura y sus industrias relacionadas en la Estrategia Unión Europea 2020» y «a los Estados miembros y a la Comisión, en sus respectivos ámbitos, a trabajar en el logro de los objetivos... a través de las iniciativas emblemáticas relativas a innovación, competitividad, agenda digital e inclusión social».
Espero que estos llamamientos sean escuchados y puestos en práctica.
Iosif Matula (PPE), por escrito. – (RO) La crisis económica a gran escala de los últimos años ha contribuido al fracaso de los objetivos establecidos por la UE a principios de este siglo. Por este motivo es importante que identifiquemos las deficiencias de la agenda de Lisboa y nos centremos en los resultados positivos que se han logrado, además de evitar los errores que se cometieron en el pasado. Creo que es importante que ahora podamos aprender la lección del fracaso de la Estrategia de Lisboa y también que tengamos la capacidad de tomar medidas para mitigar el impacto de lo sucedido en el futuro. Creo que contamos con la gran ventaja de conocer las razones del fracaso y de impedir eficazmente que formen parte de la nueva Estrategia Europa 2020. En particular, me gustaría centrarme en este momento en el fortalecimiento de la gobernanza a múltiples niveles. Debemos implicar a las autoridades locales y regionales, así como a la sociedad civil, en el proceso de gobernanza, puesto que, según las estadísticas comunitarias, las autoridades locales y regionales disfrutan del mayor nivel de confianza entre la ciudadanía. Al mismo tiempo, el refuerzo del aspecto regional figura en la lista de las prioridades de la Estrategia Europa 2020. En este sentido, creo que el papel de la futura política de cohesión consiste en identificar y utilizar el potencial local específico.
Rareş-Lucian Niculescu (PPE), por escrito. – (RO) El informe detalla exactamente la importante contribución realizada por los Fondos Estructurales y de Cohesión a la vida económica y al lograr los objetivos que se nos han presentado como parte de la agenda UE 2020. Cabe destacar algunas ideas: el papel fundamental desempeñado por las ciudades a la hora de lograr estos objetivos y el papel de la investigación y la educación.
Al mismo tiempo, quisiera decir que me preocupa que el informe no sea más exhaustivo y que no incluya el papel representado por los fondos de desarrollo rural. Al revitalizar la vida económica rural, modernizar la agricultura en Europa, ayudar a que se establezcan jóvenes agricultores y difundir buenas prácticas, los fondos de desarrollo rural realizan una contribución importante y bien recibida al progreso económico general por toda la Unión Europea.
Kristiina Ojuland (ALDE), por escrito. – (ET) Señor Presidente, al describir en líneas generales la Estrategia Europa 2020, la Comisión sin duda consiguió expresar muchas de las cosas que pediríamos, aunque parecen haberse olvidado de la realidad actual. Varios Estados miembros, incluida Estonia, han introducido grandes recortes para equilibrar el presupuesto nacional. Al satisfacer los criterios de Maastricht para la zona del euro, Estonia ha podido estabilizar su propio presupuesto. Al mismo tiempo, las consecuencias de la irresponsable política presupuestaria que ha funcionado hasta ahora en varios Estados miembros obviamente seguirán atormentando a la Unión Europea durante algunos años. Teniendo en cuenta la complejidad de la actual situación económica, sigue estando poco clara la forma en que la estrategia de la Comisión y los grandes proyectos que se han incorporado a ella pretenden hacer frente a esto. Podríamos aprender de nuestros errores para que, a diferencia de lo sucedido con la fracasada Estrategia de Lisboa, comprendiéramos con claridad cómo lograremos los objetivos establecidos, qué tipos de recursos financieros podremos utilizar y si nuestros recursos nos permitirán alcanzar alguno de los objetivos. No necesitamos palabras grandiosas a escala comunitaria; además, cada Estado miembro debe esforzarse por equilibrar su presupuesto y lograr crecimiento económico. Al observar los cambios estructurales que se producen en la economía mundial, principalmente las restricciones de la competencia y también los cambios demográficos en Europa, en lugar de proponer ideas nobles pero expresadas con palabras vacías, debemos centrarnos en reformar radicalmente todo el sistema económico y social de la Unión Europea. En la actualidad, no existe otra manera de escapar de una sociedad del bienestar que, aunque todavía cómoda, se está convirtiendo rápidamente en una sociedad poco competitiva y que, por lo tanto, se está deteriorando. Necesariamente afrontamos algunas decisiones impopulares, pero al tomar estas decisiones hoy, nos adaptaremos con mucha más rapidez a la nueva realidad.
Sirpa Pietikäinen (PPE), por escrito. – (FI) La crisis económica que estamos experimentando se compone de una consecución de tres crisis que se encuentran interrelacionadas. Estas son la crisis financiera, la crisis de la economía real que le siguió y la crisis de las economías públicas que ahora ha surgido a raíz de las anteriores.
Estas crisis revelan los problemas del control y la supervisión a escala europea y global: la crisis económica es en gran medida cuestión de una crisis en el sistema que prevaleció hace tiempo y en las políticas. Ni el mundo de las finanzas ni la actividad económica conocen ya sus límites. No es posible conseguir que la actividad vaya más allá de sus límites recurriendo simplemente a los instrumentos nacionales: necesitamos normas regionales y globales.
Como se afirma en el informe del señor Monti, que apareció la semana pasada, una sola solución puntual a cada crisis ya no basta para Europa. Necesitamos soluciones predecibles y a largo plazo e instrumentos que nos ayuden a afrontar futuras crisis mejor de lo que lo hacemos ahora. En este sentido, es fundamental la voluntad y la capacidad de los Estados miembros para cooperar y eso todavía deja mucho que desear. El Consejo merece el reconocimiento por su actuación decisiva y su solución a esta crisis que ha puesto en peligro a toda la Unión, pero no por su rapidez: la verdadera actuación por parte de los Estados miembros sólo sucedió porque fue necesario. Probablemente la pérdida de tiempo hizo que se agravara la situación.
Una de las formas más evidentes de actuar en el futuro es la necesidad de reformar el presupuesto de la UE y asegurar que los presupuestos nacionales estén más en consonancia con los objetivos comunes. Ya se está haciendo que los controles y reglamentos financieros resulten más eficaces, pero todavía necesitamos más medidas para asegurar que los productos financieros se incluyan dentro de un marco normativo viable y eficaz.
Rovana Plumb (S&D), por escrito. – (RO) Alcanzar una reducción mínima del 25 % en el nivel de pobreza de la UE antes de 2020 constituye un objetivo estrechamente vinculado al crecimiento del empleo entre la población, lo cual es una prioridad de la política de inclusión social. Por esta razón, se necesita una estrategia ambiciosa a largo plazo para combatir la pobreza, con objetivos de reducción de la pobreza a gran escala, cuyos «punto clave» deben incluir un aumento de la tasa de empleo y de los puestos de trabajo de calidad, incluso en el caso de las mujeres, los jóvenes, las personas mayores y los trabajadores pobres.
Esta estrategia debe incluir medidas destinadas a lograr un equilibrio entre la vida y el trabajo y una mayor participación en un mercado laboral abierto, lo que también significa levantar las restricciones de acceso de la mano de obra procedente de Rumanía y Bulgaria. Otro objetivo para reducir la pobreza consiste en establecer unos ingresos mínimos de al menos el 60 % de la renta equivalente media nacional, un salario mínimo de por lo menos el 60 % del salario medio en los sectores pertinentes a escala nacional, junto con una estrategia coordinada en materia de vivienda en Europa. Todas estas medidas deben ir acompañadas de un programa que sea fácil de aplicar y supervisar.
Joanna Katarzyna Skrzydlewska (PPE), por escrito. – (PL) Uno de los objetivos de la Estrategia Europa 2020 es aumentar la tasa de empleo hasta el 75 % entre las personas de 20 a 64 años de edad. Otro objetivo consiste en la lucha contra la pobreza, con el objeto de mejorar la situación de 20 millones de personas. Estos efectos son muy deseables y ambiciosos. Nuestro objetivo es un mercado laboral modernizado con una mano de obra sumamente especializada, orientada con precisión y muy eficiente. Sin embargo, creo que esto será difícil de conseguir. En la actualidad, el 15 % de los jóvenes no finalizan la enseñanza secundaria. Más del 30 % completan la enseñanza superior pero, a pesar de esto, no encuentran trabajo porque las cualificaciones que han obtenido no satisfacen las necesidades del mercado. El programa de formación permanente no tiene en cuenta la situación particular de las personas que no poseen una formación universitaria. No obstante, si hablamos del fenómeno de la pobreza, los mismos grupos sociales son quienes corren el mayor riesgo: las personas desempleadas, las que cuentan con escasa formación y las de edad avanzada. Esta tasa de desempleo tan elevada es, desde luego, consecuencia de la crisis, que ha provocado, entre otras cosas, que la producción industrial se reduzca al nivel de hace veinte años. Apoyo a la Comisión en sus constantes esfuerzos por hacer que la economía de la UE sea competitiva con respecto a la de los Estados Unidos y Japón, pero sugiero un planteamiento más realista en la excepcionalmente difícil situación financiera que afrontamos.
Csaba Sógor (PPE), por escrito. – (HU) La crisis económica y financiera ha hecho que en muchos Estados miembros sea necesario introducir medidas de ahorro y reformar las estructuras actuales. De nuevo, se ha demostrado que es normal que una crisis pueda acelerar la introducción de cambios y reformas importantes. La Unión Europea también debe considerar en qué dirección necesita avanzar a fin de hacer frente a los nuevos retos y aumentar la competitividad y si será capaz de armonizar los intereses de los Estados miembros con más éxito y, de ese modo, fortalecer la cohesión interna. En mi opinión, un mayor control de la situación particular de los nuevos Estados miembros durante el proceso de incorporación de reformas es de vital importancia, no sólo para el éxito de la Estrategia Europa 2020, sino para el futuro de la Unión. Pido al Consejo que preste mucha atención a este asunto, en especial, con respecto a los cambios estructurales en las esferas de la política agrícola común y la política de cohesión.
Nuno Teixeira (PPE), por escrito. – (PT) Pueden señalarse varios aspectos de la Estrategia de Lisboa que han tenido poco éxito. Se lograron pocos de los objetivos establecidos, debido a diversos factores: entre otros, la falta de voluntad política y de instrumentos, pero no sólo financieros. Las autoridades locales y regionales también han señalado que ellas no participaron lo suficiente ni al definir ni al aplicar la estrategia y que los objetivos europeos y nacionales no coinciden mucho.
Todo esto impregnó el programa de la Estrategia de Lisboa con un déficit de credibilidad, que también es consecuencia de que, aunque se definió con gran detalle, la manera en la que se ejecutó no fue lo bastante responsable. En un momento de incertidumbre económica, frágiles finanzas públicas y altas tasas de desempleo, la nueva estrategia 2020 debe verse como una oportunidad para reflexionar sobre la dirección que la población desea para la Unión Europea. No obstante, será difícil que todos se dirijan en la misma dirección mientras los Estados miembros y sus regiones —en especial, las regiones ultraperiféricas— sigan estando en la misma situación de desigualdad en la que se encuentran actualmente.
Quizás también sea hora de que desarrollemos nuevos tipos de vínculos económicos, financieros e incluso presupuestarios, especialmente en la zona del euro. Estoy convencido de que estos vínculos pueden contribuir de forma decisiva a la consecución de los objetivos que se están estableciendo en la actualidad, en particular, aquellos relativos a la cohesión territorial.
Jarosław Leszek Wałęsa (PPE), por escrito. – (PL) En marzo, la Comisión Europea presentó un nuevo plan de desarrollo económico para Europa. Tras la Estrategia de Lisboa, Europa 2020 es el primer intento de revitalizar la economía europea. Sin embargo, esta vez el reto es más difícil, puesto que el plan tiene que ponerse en práctica en una situación de crisis económica. Un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo es la prioridad propuesta en la nueva estrategia y esto define dónde desea estar la UE en 2020.
No obstante, antes de que comencemos a actuar en función a esta prioridad, debemos aprender del colapso económico, que se ha extendido permanentemente por todo el mundo. Las economías de Europa se encuentran estrechamente vinculadas. Ninguno de los Estados miembros es capaz de diseñar una resistencia eficaz a las amenazas globales por sí solo. Cuando actuamos juntos, somos más fuertes y, por lo tanto, para salir con éxito de la crisis y aplicar los principios de Europa 2020, necesitamos una estrecha coordinación de las políticas económicas de todos los países de la Unión Europea. Si no lo hacemos así, es posible que acabemos perdiendo otra década, se detenga durante mucho tiempo el crecimiento y el desempleo sea masivo.
La nueva estrategia se basa en ideas muy ambiciosas. En cuanto a esto, debemos hacer todo lo posible para que este intento por desarrollar otra estrategia económica para Europa no resulte ser simplemente una ilusión vana y no acabe como la Estrategia de Lisboa, que se suponía que iba a transformar la Unión Europea en la economía del conocimiento más dinámica del mundo antes de 2010, pero que fue un fracaso espectacular. Gracias.
PRESIDE: Alejo VIDAL-QUADRAS Vicepresidente
4. Calendario de los periodos parciales de sesiones
Presidente. − Antes de proceder al turno de votaciones, debo informarles de que, en su reunión del pasado 12 de mayo, la Conferencia de Presidentes decidió, de conformidad con el artículo 134 del Reglamento, convocar una sesión extraordinaria el miércoles 23 de junio, de las 15.00 a las 17.00 horas. En esa sesión, el Presidente del Consejo Europeo, el señor Van Rompuy, tendrá la oportunidad de informar al Parlamento acerca de las conclusiones de la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar el 17 de junio, de conformidad con el artículo 15 del Tratado de la Unión Europea.
Robert Atkins (ECR). – (EN) Señor Presidente, hago uso de la palabra en observancia del Reglamento para preguntar si se va a convertir en un precedente que nos encontremos, en nuestras mesas en esta Cámara, informaciones relativas a las propuestas que se han de firmar. Independientemente de los méritos que tenga o no cada caso, sin duda resulta lamentable que nos encontremos este caos de papeles en nuestros sitios sobre el que no tenemos ningún control en absoluto. ¿Podría detener esto, por favor?
(Aplausos)
Presidente. – Señor Atkins, tomamos buena nota de su observación o protesta o lo que quiera que sea.
Werner Langen (PPE). – (DE) Señor Presidente, respecto a la misma cuestión de orden, no basta con que el Presidente tome nota de esto. Pido que esto se pare.
Presidente. − La Presidencia toma nota para actuar en consecuencia. Pero el tomar nota es previo. Después de tomar nota se actúa en consecuencia.
Presidente. − Me complace informarles de que está presente en el Hemiciclo una delegación de la Asamblea Nacional de Kuwait en nuestra tribuna oficial. Le damos una cordial bienvenida a la Delegación de Kuwait.
(Aplausos)
Está presidida por el señor Ali Al-Debaqbasi y ha acudido a Estrasburgo para reunirse con miembros de nuestra Cámara.
Las relaciones entre la Unión y los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo, que este año preside precisamente Kuwait, son muy importantes para nuestro Parlamento.
Estamos convencidos de que un diálogo fructífero entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos de los países del Consejo de Cooperación del Golfo contribuirá a fortalecer la cooperación entre la Unión y el Consejo de Cooperación del Golfo y promover así la rápida y exitosa conclusión de las negociaciones para el acuerdo de libre comercio.
Por tanto, le deseamos al señor Al-Debaqbasi y a sus colegas una fructífera estancia con nosotros.
Presidente. − Pasamos ahora al turno de votaciones.
(Para los resultados y otros detalles de la votación: véase el Acta)
6.1. Propuesta de consulta al Comité Económico y Social Europeo - Iniciativa ciudadana (votación)
6.2. Propuesta de consulta al Comité de las Regiones - Iniciativa ciudadana (votación)
6.3. Fondo Europeo para los Refugiados para el período 2008-2013 (modificación de la Decisión nº 573/2007/CE) (A7-0117/2010, Claude Moraes) (votación)
6.4. Indicación del consumo de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la energía, mediante el etiquetado y una información normalizada (versión refundida) (A7-0128/2010, Anni Podimata) (votación)
6.5. Presupuesto rectificativo nº 1/2010: Sección I - Parlamento (A7-0158/2010, Vladimír Maňka) (votación)
6.6. Aprobación de la gestión 2008: presupuesto general de la UE - Consejo (A7-0096/2010, Ryszard Czarnecki) (votación)
- Después de la votación:
Ryszard Czarnecki, ponente. – (PL) Podría decirse que nos encontramos en una situación mucho mejor que el año pasado, porque entonces no aprobamos la gestión hasta noviembre. Esta vez, tenemos la oportunidad de hacerlo seis meses antes, aunque cabe aclarar que el Parlamento por último tiene que convencer al Consejo, en primer lugar, de que presente antes los documentos y, en segundo lugar, de que presente toda la documentación que realmente abarca el período del informe en cuestión. Por ejemplo, se nos han facilitado los documentos del año anterior.
Creo que esta situación —de indudable crisis en las relaciones entre el Parlamento y el Consejo— señala la necesidad de que el Parlamento Europeo presione más al Consejo en lo que respecta a una mayor transparencia en el gasto presupuestario. En vista del Tratado de Lisboa en particular, que otorga más competencias al Parlamento Europeo, esto es simplemente imprescindible.
6.7. Normas de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a trasplantes (A7-0106/2010, Miroslav Mikolášik) (votación)
- Antes de la votación:
Miroslav Mikolášik, ponente. – (SK) Hoy es un gran día para los ciudadanos y pacientes europeos. Mediante la aprobación de esta directiva sobre la donación y el trasplante de órganos, estamos haciendo posible que miles de personas que esperan con urgencia un trasplante reciban tratamiento y disfruten de una elevada calidad de vida en su casa y en su trabajo.
Me gustaría dar las gracias a todos los grupos políticos que tienen la intención de apoyar mi directiva.
Señorías, esta cuestión no trata de política, sino de la salud de las personas.
Muchísimas gracias.
6.8. Calendario de los periodos parciales de sesiones del Parlamento Europeo - 2011 (votación)
- Sobre la enmienda 4:
Ashley Fox (ECR). – Señor Presidente, como cuestión de orden, ¿podría confirmar que la votación sobre la enmienda 4 logrará reducir el número de veces que visitamos Estrasburgo y, al mismo tiempo, cumplir con el tratado que nos obliga a celebrar 12 sesiones?
(Aplausos)
- Sobre la enmienda 2:
Klaus-Heiner Lehne (PPE). – (DE) Señor Presidente, Señorías, observo de la lista de votaciones que usted, señor Presidente, tiene la intención de declarar la enmienda 2 como inadmisible. Me gustaría pedirle que lo reconsiderara. Es correcto que el artículo 229 del tratado exige que se celebre una sesión del Parlamento Europeo el segundo martes de marzo. Sin embargo, ello no está en conflicto con la enmienda que mi grupo ha presentado.
La enmienda de mi grupo tiene como objetivo trasladar la semana de Estrasburgo de la semana 10 a la 11. Ello no impide que se celebre una sesión plenaria en el segundo martes de marzo. Queremos que la semana de Estrasburgo sea la semana 11, pero esto no implica que nuestra enmienda sea inadmisible. Me gustaría pedirle que lo reconsiderara.
Presidente. – Señor Lehne, me ha leído usted el pensamiento, porque iba precisamente a hacer lo que usted ha adivinado.
- Sobre la enmienda 4:
Bruno Gollnisch (NI). – (FR) Seré muy breve, señor Presidente. Creo que a pesar de la redacción ambigua utilizada, se debía haber declarado no admisible la enmienda número 4 porque contradice los tratados e, incluso, la interpretación que ha hecho el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo de dichos tratados en una sentencia, que estipula que se debe mantener el actual número de sesiones parciales en Estrasburgo. Entiendo que algunos diputados puedan estar en desacuerdo con esto aunque, no obstante, los tratados lo dejan absolutamente claro, asimismo la sentencia del Tribunal de Luxemburgo es igualmente clara según las leyes vigentes en la actualidad.
Presidente. – Antes de votar tengo que comunicarles que la Presidencia considera que la enmienda número 2 no está en conformidad con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y, por tanto, la Presidencia declara la enmienda 2 no admisible.
El artículo 229 del TFUE establece que el Parlamento Europeo, y cito el artículo, «se reunirá sin necesidad de previa convocatoria el segundo martes de marzo». La Conferencia de Presidentes ha aprobado la propuesta de calendario para 2011 que incluye un periodo parcial de sesiones del 7 al 10 de marzo, respetando de esta forma el artículo 229 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
La enmienda número 2 propone que se aplace este periodo parcial de sesiones a la semana siguiente. Si el Parlamento aprobase esta enmienda, vulneraríamos el artículo 229. Por tanto, se declara no admisible.
- Antes de la votación de la enmienda 3:
Klaus-Heiner Lehne (PPE). – (DE) Señor Presidente, lo siento pero eso no es tan simple. Ha citado correctamente el artículo 229, aunque este no está en conflicto con nuestra enmienda. El artículo 229 hace referencia a un día específico, que es el segundo martes de marzo. Nuestra enmienda se refiere a la semana de Estrasburgo en su conjunto, que consta de cuatro días. Por lo tanto debe ser admisible trasladar la semana plenaria en Estrasburgo de la semana 10 a la 11. Eso no impide que se celebre una sesión plenaria en Bruselas el segundo martes de marzo. Como usted mismo ha dicho, esos son los términos del Tratado.
Presidente. – Señor Lehne, esta enmienda suscita una cuestión que típicamente puede ser objeto de interpretaciones. El Reglamento de la Cámara prevé que en estos casos quien tiene la última palabra en la interpretación aplicable es la Presidencia y la Presidencia ha resuelto, por las razones que les he explicado, declarar la enmienda número 2 no admisible por vulnerar el artículo 229 del TFUE. Por supuesto, cualquier otra interpretación es respetable, pero como la Presidencia ha de decidir, ha decidido.
- Antes de la votación:
Potito Salatto (PPE). – (IT) Señor Presidente, discúlpeme por aprovechar esta oportunidad para declarar que es necesaria una intervención con el fin de facilitar rutas aéreas directas sin complicaciones entre Estrasburgo y las capitales europeas para aquellos que actualmente se ven obligados a tomar tres o cuatro vuelos para llegar hasta Estrasburgo. Le pido que adopte las medidas adecuadas al respecto.
(Aplausos)
6.9. Aditivos alimentarios distintos de los colorantes y edulcorantes (trombina de bovino o porcino) (B7-0264/2010) (votación)
- Antes de la votación:
Jo Leinen, en nombre del Grupo S&D. – (DE) Señor Presidente, no es necesario desviarse respecto a esta votación. Podemos decidir directamente. La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria ha recomendado que el Pleno prohíba la unión de distintas piezas de carne y, por consiguiente, no permita que se utilice la trombina como aditivo.
Un bistec debe ser un bistec y un jamón debe ser un jamón. Estoy seguro de que esto es lo que los electores de todos los diputados de esta Cámara quieren. Por ello voten a favor de nuestra enmienda para no incluir la trombina como aditivo alimentario en nuestra reglamento sobre alimentos.
Pilar Ayuso, en nombre del Grupo PPE. – (ES) Señor Presidente, la trombina es un aditivo que se puede utilizar para pegar la carne porque, efectivamente, no hay ningún problema de seguridad alimentaria ni tecnológico para utilizarla y, de hecho, ya se usa en algunos países.
La propuesta de modificación del anexo dice que la carne tratada con trombina se puede vender preenvasada y etiquetada, con lo cual no hay engaño a los consumidores, que es en lo que se basa la resolución.
De todas formas, quiero preguntarle al Comisario si la Comisión Europea puede comprometerse a que los productos que contengan trombina no puedan ser considerados como imitaciones gracias a un etiquetado apropiado, especialmente en el marco del actual examen de la propuesta de Reglamento sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.
John Dalli, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, al examinar la autorización de la trombina como aditivo alimentario, la colaboración de la Comisión con todos los Estados miembros consideró cuidadosamente los cuatros requisitos establecidos en el Reglamento sobre aditivos alimentarios. Estos son: la seguridad; si hay una necesidad tecnológica razonable; la información; y las ventajas y beneficios para los consumidores.
En lo que respecta la seguridad y la higiene, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) evaluó el producto y concluyó que este aditivo no representaba ningún problema de seguridad. En cuanto a la higiene, no comparto la opinión de que, en este caso, el riesgo de contaminación es mayor que respecto a otros productos, como, por ejemplo, la carne picada.
En segundo lugar, se ha establecido la necesidad tecnológica razonable para este producto. El preparado enzimático funciona como un estabilizador en el producto cárnico final. Esta función tecnológica se describe explícitamente en el Reglamento sobre aditivos alimentarios, que el Parlamento aprobó.
En tercer lugar, los aspectos de información y, en particular, las principales preocupaciones expresadas en el informe en cuanto a que el producto induciría a engaño a los consumidores. Puesto que somos plenamente conscientes del posible riesgo de ello, nuestra propuesta incluye los requisitos estrictos siguientes ―que, casualmente, van más allá de lo que se exige normalmente a los aditivos alimentarios―. En primer lugar, el producto sólo se puede vender envasado al consumidor final. En segundo lugar, el producto debe llevar un etiquetado adicional y mencionar el término «piezas cárnicas combinadas» cerca de su denominación comercial. El consumidor, por lo tanto, estará bien informado respecto al origen del producto. En tercer lugar, se debe mencionar el nombre de la encima y su origen animal en la lista de ingredientes. Debo hacer hincapié en que estos requisitos de etiquetado son más estrictos que los que se aplican a productos a los que se han añadido otros ingredientes, tales como proteínas sanguíneas y aditivos autorizados, para el mismo fin aunque para estos no se requiere ningún etiquetado adicional.
Si se indican requisitos de etiquetado más estrictos, serán considerados. El preparado enzimático en cuestión ya se utiliza en varios Estados miembros como aditivo empleado con fines tecnológicos sin ningún requisito de etiquetado. Nuestra propuesta clarifica la situación y obligará a los Estados miembros a aplicar las normas de etiquetado exigidas. Como consecuencia, el consumidor estará mejor informado. Además, los consumidores, especialmente aquellos que necesitan más apoyo, se beneficiarán de tener a su disposición productos cárnicos más baratos ya que se utilizan de forma más óptima piezas cárnicas de valor producidas durante el procesamiento de la carne.
Este aditivo es, en mi opinión, un ejemplo de un desarrollo en el sector alimentario que beneficiará a los consumidores. No veo ninguna razón para su supresión y tengo grandes esperanzas en que ustedes aprecien las razones completamente válidas que he expuesto por las que se debe aprobar la propuesta. He establecido un compromiso con el Parlamento; no le diré a la gente qué comer. Aunque sí les diré qué es lo que están comiendo. Mi posición está en consonancia con este compromiso.
6.10. Plan de acción sobre donación y trasplante de órganos (2009-2015) (A7-0103/2010, Andrés Perelló Rodríguez) (votación)
6.11. Aspectos institucionales de la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (A7-0144/2010, Ramón Jáuregui Atondo) (votación)
6.12. Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en Kampala, Uganda (B7-0265/2010) (votación)
- Antes de la votación sobre la enmienda 3:
Richard Howitt (S&D). – Señor Presidente, en la enmienda número 3, simplemente quiero sustituir la palabra «toma nota» por «aplaude».
(El Parlamento admite la enmienda oral)
(Para las enmiendas orales no presentadas en el Hemiciclo: véase el Acta)
Bernd Posselt (PPE). – (DE) Señor Presidente, tengo de usted y de su presidencia un muy alto concepto, pero hoy he de protestar. Le ha dado la palabra a numerosos diputados, dos veces al señor Lehne y al señor Gollnisch, y al señor Fox. Yo también planteé una cuestión de orden en relación con el calendario y es un punto importante. Me gustaría pedirle que comprobara si la enmienda número 4 es ilícita. Sé que rechazamos la enmienda, pero esto es una cuestión de principio. El tratado no hace referencia a las 12 sesiones plenarias por año, sino a las 12 sesiones plenarias mensuales por año. La enmienda presentada por el señor Fox intenta combinar las sesiones plenarias de agosto y septiembre en una semana. No se trata de la sesión plenaria de septiembre I y la de septiembre II, sino de una sesión plenaria en agosto y otra en septiembre. Ciertamente me gustaría que se aclarara si eso es ilícito o no.
Presidente. – Bueno, señor Posselt, lo que pasa es que este asunto ya ha sido votado y, por tanto, no podemos volver a reabrirlo. En todo caso, tenga usted la seguridad de que todas estas enmiendas al calendario han sido examinadas cuidadosamente por la Presidencia.
Carl Schlyter (Verts/ALE). – Señor Presidente, el señor Comisario nos informó justo antes de la votación sobre la cuestión de la trombina. Me pregunto si usted podría pedirle que facilitara datos estadísticos que justifiquen su declaración en el sentido de que supone un beneficio económico para los consumidores sustituir piezas cárnicas baratas y ponerlas en productos parecidos a la ternera, en lugar de utilizarlas en salchichas y en otros productos.
Me gustaría que el señor Comisario nos presentara pruebas estadísticas de que es económicamente beneficioso para los consumidores, puesto que hasta la fecha no lo han demostrado. El señor Comisario también ha realizado una comparación con la carne picada, pero sabemos que las normas de higiene para la carne picada no son las mismas que para los productos de charcutería, por eso cuestionaría si las dos declaraciones del señor Comisario son correctas. Si el señor Comisario no ha dado información incorrecta al Parlamento, justo antes de la votación, sería un grave error. Me gustaría que escribiera una carta al señor Comisario para que justificara dichas declaraciones.
Presidente. – Es que ahora no estamos en ese punto, señor Schlyter, estamos en las explicaciones de voto. Y estamos en las explicaciones de voto sobre el presupuesto rectificativo.
Hynek Fajmon (ECR). – (CS) Voté en contra del informe Vladimír Maňka por el que se establece el presupuesto de la UE para este año. En tiempos de crisis económica, cuando es esencial reducir el gasto público, no estoy de acuerdo con que el Parlamento Europeo vaya totalmente en la dirección contraria e incremente bruscamente el gasto.
No estoy de acuerdo con que el Parlamento Europeo contrate a 150 funcionarios más, ni en que sus miembros deban recibir una nueva financiación adicional para sus asistentes, más aún de la que ya reciben. Según el Informe Maňka los europarlamentarios recibirán 1 500 euros más por mes este año, además de otros 1 500 euros adicionales por mes en virtud del Informe Helga Trüpel, que se aprobó ayer.
Esto le costará a los contribuyentes 13,4 millones de euros más por año. Los europarlamentarios ya son objeto de crítica pública por las ingentes sumas de dinero público que reciben. Otro aumento tropezará con el justificado descontento público de toda Europa, por eso no he apoyado esta propuesta.
Bogusław Liberadzki (S&D). – (PL) A diferencia del ponente anterior, respaldo el presupuesto rectificativo. No se trata de una enmienda que sólo afecta a la contabilidad. Esta enmienda es muy conveniente. ¿Cómo puede ser? Bueno, se trata de nuestra nueva función como Parlamento, como un organismo al que se le han otorgado poderes legislativos. Los votantes esperan que nosotros, los europarlamentarios, podamos revisar propuestas presentadas por la Comisión y por el Consejo. Recordemos que cada Comisario cuenta con un equipo de cientos de personas que trabajan con ellos. Nosotros sólo tenemos a una o dos personas que nos apoyan. Así que no se trata de un ahorro de lo que aquí estamos hablando aparentemente. Es simplemente una respuesta a una nueva función, un nuevo papel. Me gustaría agradecer al ponente, el señor Maňka, su magnífico informe.
Kristian Vigenin (S&D). – (BG) Señor Presidente, me gustaría decir que apoyé los informes relativos al plan de acción sobre el trasplante de órganos, así como el informe sobre la calidad y la seguridad de órganos. Sin embargo, quisiera decir que existen grandes diferencias entre los Estados miembros al respecto. Por tanto, espero que este plan de acción y el informe sobre la calidad y la seguridad de órganos ayude a los Estados miembros a normalizar sus criterios y que se utilicen como referencia en el futuro.
Menciono esto porque mi país, Bulgaria, tiene 35 veces menos donantes que España. Los problemas en este ámbito están relacionados con toda la cadena de acciones: desde la provisión de información a los ciudadanos hasta el propio trasplante y el tratamiento post-trasplante. No contamos con un red de centros de donantes. El equipamiento disponible no es suficiente y no tenemos una base de datos de donantes confiable. Bulgaria no es miembro de Eurotransplant y no se pueden ofrecer tratamientos post-trasplante. Tampoco tenemos dispensarios construidos para hospitales que llevan a cabo trasplantes.
Por esta razón espero que este informe y las decisiones adoptadas por el Parlamento sirvan de impulso y que esta Directiva se aplique cuanto antes.
Siiri Oviir (ALDE). – (ET) Señor Presidente, yo también voté a favor de este informe, porque establece normas comunes obligatorias en materia de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados en todos los Estados miembros, y, de ese modo, garantiza la protección del donante y del receptor reforzando al mismo tiempo la cooperación entre los Estados miembros. Con este informe, hemos tenido la oportunidad de lograr una mejor calidad de vida para aquellas personas ―más de 56 000 residentes de la Unión Europea― que actualmente están en lista de espera para un trasplante de órganos.
Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė (PPE). – (LT) También voté a favor de este importante documento sobre las normas comunes en materia de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados. Ciertamente sería magnífico establecer y organizar un sistema de trasplante de órganos para el conjunto de la Comunidad que sería transparente y limpio, y que garantizaría la calidad y la seguridad a escala de la UE. Este es uno de los objetivos más importantes. 56 000 ciudadanos esperan un donante y la escasez de órganos destinados a ser trasplantados también causa otros problemas, como problemas de delincuencia. Por consiguiente, creo que este documento contribuirá a la creación de un sistema adecuado que garantizará la seguridad y la fiabilidad de los métodos de trasplante de órganos.
Martin Kastler (PPE). – (DE) Señor Presidente, he votado a favor de este informe y me gustaría felicitar al señor Mikolášik por el excelente trabajo que ha realizado. Creo que hoy es un día importante, porque hemos garantizado que los donantes y los receptores de órganos tendrán normas comunes y una mayor seguridad. Espero que esto también ayude a simplificar la cooperación entre países y, por ello, estoy muy agradecido por que hemos votado a favor de este informe con una amplia mayoría.
Richard Howitt (S&D). – Señor Presidente, acojo con gran beneplácito este informe así como las nuevas normas europeas para la donación de órganos. Si muere en otro país de la Unión Europea, ¿por qué no deberían utilizarse sus órganos para salvar vidas? Si necesita un órgano difícilmente compatible de otro país europeo, es lógico que se apliquen estas normas.
Aunque no ha formado parte del debate, también me gustaría destacar mi apoyo personal por un sistema de exclusión posterior en lugar de uno de consentimiento previo para la donación de órganos. El ochenta por ciento de los ciudadanos europeos afirman que apoyan la donación de órganos, aunque sólo el 11 % cuenta con la tarjeta de donante de órganos. Tenemos que estrechar la brecha.
El año pasado fallecieron 25 personas en mi circunscripción regional del este de Inglaterra porque estaban en la lista de espera de donantes de órganos pero no se pudo encontrar un donante a tiempo. En los hospitales de Addenbrooke y Papworth de mi circunscripción, tenemos conocimientos especializados a escala europea y mundial en trasplantes de pulmón y corazón. Dejemos que los cirujanos hagan su trabajo. Permitamos que los pacientes sean tratados. Este es el regalo de la vida.
Karin Kadenbach (S&D). – (DE) Señor Presidente, estoy totalmente de acuerdo con el ponente anterior. También estoy muy agradecida por este informe que se ha aprobado hoy por una gran mayoría. Cuando oímos que 56 000 europeos se encuentran actualmente en lista de espera para un órgano compatible con el fin de poder tener una calidad de vida alta o razonable, o simplemente para sobrevivir, está claro que necesitamos armonizar y mejorar urgentemente las normas, además de facilitar a los receptores el acceso a órganos procedentes de toda Europa.
Janusz Władysław Zemke (S&D). – (PL) Yo también voté a favor de la aprobación de este documento porque sin lugar a dudas representa un paso en la dirección correcta. No obstante, si bien estoy de acuerdo con estos principios, y que vamos a estar preocupados por la calidad de los donantes y de los órganos, quiero decir claramente que este es sólo el primer paso en la dirección correcta. Si queremos fomentar un incremento fundamental en materia de donación de órganos, la Unión necesita llevar a cabo una campaña considerablemente más amplia, así como medidas de carácter preventivo e informativo. Si esto no va seguido de un fomento de la donación, me parece que simplemente nos quedaremos a medio camino.
Calendario de los periodos parciales de sesiones del Parlamento Europeo - 2011
Seán Kelly (PPE). – Señor Presidente, en primer lugar, quisiera felicitarle por la manera en que hoy ha manejado este difícil tema, por explicar con cortesía la interpretación de la presidencia y por mantenerse firme. De lo contrario, probablemente todavía seguiríamos aquí. No digo que esté de acuerdo con usted, pero no estoy suficientemente cualificado como para expresar una opinión así que acepto la suya como si estuviera escrita en el evangelio.
En segundo lugar, creo que el punto expresado por el señor Salatto es válido, en el sentido de que necesitamos rutas de entrada y salida más rápidas y accesibles en Estrasburgo para beneficio de los Miembros y de otras personas. También desearía felicitar a los cuestores, incluido mi compatriota el señor Jim Higgins, y a todos los que trabajan arduamente para que Frankfurt-Hahn sea designado igual que el aeropuerto de Frankfurt y Estrasburgo, desde el punto de vista del transporte.
Por último, me gustaría decir que en lo que respecta a los costes de alojamiento aquí en Estrasburgo sería de gran ayuda si fueran los mismos para las semanas que nos reunimos en el Parlamento como para las que no nos reunimos. Todo ello hará que Estrasburgo sea más atractivo, ya que es una bonita ciudad. Entiendo porqué estamos aquí y una vez que estamos aquí, somos muy felices.
Laima Liucija Andrikienė (PPE). – Señor Presidente, voté a favor de la resolución sobre el trasplante de órganos humanos. Muchas personas fallecen cada día porque sufren insuficiencias orgánicas y porque los órganos no están disponibles. La UE puede ayudar a pacientes en lista de espera para órganos en toda Europa y, como consecuencia, salvar vidas. Lo que necesitamos es un sistema bien coordinado de donación y trasplante de órganos.
Me gustaría subrayar una vez más un punto muy importante, se trata de un punto político, a saber, el principio de la donación voluntaria y remunerada para partes del cuerpo humano. Informes de la Organización Mundial de la Salud y del Consejo de Europa indican que en varios países del mundo, las personas reciben mucho dinero por donar órganos. Incluso existen informes que señalan que las personas son asesinadas deliberadamente para obtener sus órganos, por ejemplo médicos de Falun Gong en China.
También conocemos casos en algunos países donde el riesgo médico para el donante es alto y con frecuencia el transplante se realiza en condiciones médicas pésimas. Así, para finalizar, me gustaría agradecer a aquellos que iniciaron la resolución que hoy hemos aprobado y especialmente a nuestro ponente, el señor Mikolášik.
Resolución: Aditivos alimentarios distintos de los colorantes y edulcorantes (trombina de bovino o porcino) (B7-0264/2010)
Anna Maria Corazza Bildt (PPE). – (SV) Señor Presidente, yo y el resto de los conservadores suecos hemos votado contra la propuesta de prohibir la trombina. La propuesta de la Comisión exige un etiquetado claro de las carnes que han sido unidas de esta manera y declara que no se debe permitirse su uso en restaurantes y establecimientos de restauración de gran escala ya que es difícil, en lugares como estos, proporcionar a los clientes información clara.
Debemos apaciguar el debate sobre el pegamento para la carne. La trombina está presente de forma natural en todas las carnes. Para evitar la trombina sería necesario dejar de comer carne por completo. Los expertos de la Comisión aseveran que la trombina no es peligrosa para la salud y esa opinión tiene fundamento científico.
Lo importante es que el alimento es seguro y que no se engaña a los consumidores. El envase debe incluir información precisa sobre la trombina y la etiqueta debe ser clara.
¿Por qué deberíamos prohibir la trombina? Hacerlo sería como abrir la caja de Pandora. ¿Ese es el verdadero trabajo de los políticos que manejan nuestra comida? ¿Dónde acabará? No hay razón aquí para limitar la libertad de los consumidores y su derecho individual a la libre elección.
Cuando se trata de alarmismo político sobre los alimentos que no son peligrosos o poco sanos, digo ¡basta! No recurran a la prohibición ―en su lugar regulen con mayor rigor las normas de etiquetado―.
Renate Sommer (PPE). – (DE) Señor Presidente, aprobar la resolución que prohíbe la trombina en productos alimenticios supone sencillamente rendirse a la opinión pública. Eso es puro populismo. No estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades si no seguimos las pruebas científicas. ¿Cuál es la prueba? ¿Qué es la trombina? La trombina es una enzima natural que forma parte de la sangre y, por ende, de la carne. Todos tenemos mucha trombina en nuestros cuerpos. Si la prohibimos como aditivo alimentario, ¿podemos continuar existiendo o tenemos que deshacernos gradualmente de nosotros mismos como residuos peligrosos?
Está claro que debemos impedir que los consumidores sean llevados a engaño por productos que parecen y están diseñados para imitar a otros productos. Podemos hacerlo utilizando un etiquetado en consonancia con el nuevo Reglamento sobre el etiquetado de productos alimenticios. Votaremos en la primera lectura de esta regulación en junio. Contamos con varias normas que impiden la publicidad engañosa y también tenemos etiquetado adicional para productos especiales. La Comisión ha propuesto exactamente la misma solución para etiquetar productos en los que se utiliza la trombina como pegamento. Me gustaría señalar que existe un gran número de enzimas similares que no están prohibidas y que todavía se utilizan.
Anja Weisgerber (PPE). – (DE) Señor Presidente, la protección del consumidor es una cuestión muy importante para mí y por ello estoy en contra de que se induzca a engaño a los consumidores de ninguna manera. Por esa razón lucho por conseguir un mejor etiquetado de las imitaciones alimenticias en el Reglamento sobre el etiquetado de productos alimenticios, por ejemplo. Hago un llamamiento al Consejo para siga este enfoque, que la Comisión también apoya.
Hoy teníamos que votar sobre la carne pegada. La carne pegada es carne que está unida y se vende como un producto de alta calidad. En mi opinión, esto no debería pasar especialmente cuando los consumidores no son conscientes de lo que pasa. La decisión de hoy no es fácil para mí. La Comisión ha propuesto una regulación exhaustiva de etiquetado, pero los consumidores todavía pueden ser inducidos a engaño, porque es difícil probar que un producto contiene trombina. Esto significa que posiblemente se utilice pero no se indica en la etiqueta. Por lo tanto, creo que los requisitos de etiquetado no son suficientes en este caso. Ahora he votado a favor de la resolución y de la prohibición de la trombina.
Krisztina Morvai (NI). – (HU) Durante los últimos ocho años, la dictadura post-comunista en Hungría ha pisoteado los derechos de los húngaros. Entre otras cosas, ha disuelto ilícitamente o había disuelto prácticamente todas las manifestaciones públicas. Con la ayuda de casi 100 abogados excelentes del Servicio Nacional de Defensa Jurídica, la mayoría de los casos ya han conseguido una indemnización jurídica ante los tribunales húngaros, pero se han dado casos, como el caso Butka ahora famoso, que han tenido que ser llevados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.
La Unión Europea está planeando desmantelar, bajo el pretexto de la adhesión al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, el sistema «Estrasburgo» que funciona correctamente. Insto a todas las organizaciones de derechos humanos europeas y húngaras a que examinen este proceso y protesten contra hechos como el Informe Atondo que se ha aprobado hoy y que, como digo, socava y desmantela el sistema europeo de protección de los derechos humanos. Es la responsabilidad histórica de Hungría ver que bajo la presidencia húngara no aceleramos sino que más bien impedimos este peligroso proceso.
Resolución: Aditivos alimentarios distintos de los colorantes y edulcorantes (trombina de bovino o porcino) (B7-0264/2010)
Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė (PPE). – (LT) Este tema es bastante delicado y ha sido motivo de muchos debates en el Parlamento Europeo y, por supuesto, en la sociedad en general. Todavía pienso que prohibir algunos productos o aditivos no es una solución y quizás tengamos que estar de acuerdo con el argumento de que es el consumidor el que tiene derecho a elegir, con conocimiento de causa, lo que quiere comprar y lo que quiere consumir. Por otra parte, sería más bien difícil controlar el proceso. Actualmente, en la era de la concienciación pública, con gran cantidad de información accesible, todavía tenemos que formular expresiones, sin ambigüedades naturalmente, que sean aceptables para la sociedad, de manera que cuando las personas compran un producto u otro puedan obtener información adecuada y puedan entender lo que son los ingredientes del producto. Por lo tanto, siento que debe haber más consultas con la sociedad, su educación y quizás consultas adicionales con científicos.
Martin Kastler (PPE). – (DE) Señor Presidente, los ciudadanos europeos tienen razón. Les gustan las comidas honestas y los políticos honestos.
Respeto la opinión pública en ese sentido. Sencillamente no podemos ignorar la opinión pública ni tampoco la podemos rechazar como simple populismo. No es el caso. Debemos escuchar lo que nuestros ciudadanos nos dicen. Si nuestros electores y ciudadanos opinan que la carne real debe ser carne real y que no debe estar hecha a partir de diferentes piezas de carne unidas, entonces debemos garantizar que no es posible procesar la carne de ese modo. Por eso he votado en contra de que se pueda utilizar la trombina como pegamento alimentario.
Karin Kadenbach (S&D). – (DE) Señor Presidente, yo también he votado a favor de la resolución para prohibir el uso de la trombina como aditivo alimentario porque no me convencían los argumentos del señor Comisario. No queremos carne pegada en Europa. Aunque la trombina sea una enzima que no es nociva para la salud, utilizarla para unir piezas de carne y producir una pieza de carne comprimida mayor, debe incrementar significativamente el riesgo de infecciones bacterianas. Por otra parte, la decisión tomada hoy fue claramente en beneficio de los consumidores europeos y en oposición a los intereses puramente financieros de la industria. Los consumidores que quieren un bistec deben tener un bistec y no una pieza de carne que ha sido pegada. Esto significa que debemos apelar a la Comisión para que no autorice el uso de la trombina.
Peter Jahr (PPE). – (DE) Señor Presidente, el debate actual sobre el llamado jamón pegado muestra que algunos fabricantes no se preocupan honestamente de los consumidores. Me gustaría que todos los alimentos fueran etiquetados de tal manera que no es posible inducir a engaño a los consumidores. Si se utiliza esta enzima, los consumidores deben poder identificar su presencia. Esta es la base para una protección eficaz y justa del consumidor. Nuestro trabajo consiste en garantizar que los consumidores adultos tengan información suficiente para tomar decisiones en su propio interés.
Una observación final sobre el jamón pegado. Todavía no ha tenido lugar el debate con los consumidores sobre si lo quieren o no. Sin embargo, es importante que estos sepan al menos lo que realmente están comiendo.
Siiri Oviir (ALDE). – (ET) Acojo con beneplácito el plan de acción y, por ende, voté a favor del mismo. Este representa un paso en la dirección correcta y debemos trabajar juntos para solucionar este problema. Las medidas a escala de la Unión Europea nos ayudarán a incentivar los esfuerzos de los Estados miembros para garantizar la calidad y la seguridad en materia de donación y trasplante de órganos, para ocuparse mejor de los problemas derivados de la falta de órganos, así como para que el sistema de trasplantes sea más efectivo. El plan de acción aprobado brindará a los Estados miembros la oportunidad de utilizar las diez medidas prioritarias que hemos establecido como base para unir de forma más eficaz los diversos planes de acción nacionales. Tenemos la obligación, dentro del ámbito de nuestra competencia, de contribuir a la protección de alto nivel de la salud en toda la Unión Europea.
Clemente Mastella (PPE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, la adhesión al Convenio Europeo representa sin duda el progreso en el proceso de integración política de la Unión Europea, cuyo sistema de protección de los derechos fundamentales se complementa y refuerza gracias a la integración de la Carta de los Derechos Fundamentales en su Derecho primario.
Consideramos de enorme importancia y políticamente relevante que se haya otorgado al Parlamento Europeo el derecho a nombrar un cierto número de representantes para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa cuando esta elija jueces para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Recordemos la promoción del respeto de los derechos humanos, un valor central de la Unión Europea tal y como se establece en su Tratado constitutivo.
Me gustaría hacer hincapié además en la importancia del Convenio y de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para el establecimiento de un marco jurídico y regulador de los principios orientadores en el ámbito de las libertades civiles, la justicia y los asuntos de interior, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas formas de integración y armonización iniciadas con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la aprobación del Programa de Estocolmo.
Asimismo el Convenio proporcionará un instrumento jurídico adicional que facilitará la presentación de una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra una acción u omisión de una institución europea o de un Estado miembro en el contexto de la aplicación de la normativa europea.
Por último, es significativo que el artículo 1 del Convenio Europeo no sólo garantice la protección de los ciudadanos de la Unión Europea y de otras personas que se encuentren en el territorio de la Unión, sino también la de cualquier individuo que se acoja a la jurisdicción de la Unión fuera de su territorio.
Alfredo Antoniozzi (PPE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, estoy a favor de la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales porque, como queda claramente resumido en el informe Atondo, significa un paso adelante en el proceso de integración europea. Esto supone un paso hacia la unión política y una clara muestra de la coherencia entre la Unión y los países del Consejo de Europa y su política en materia de derechos humanos que reforzará la credibilidad de Europa en los países no europeos. Por último, representa un claro deseo de armonizar la cuestión de los derechos humanos y las libertades fundamentales a escala legislativa y en los tribunales.
Gracias al Tratado de Lisboa la Unión Europea es por primera vez una entidad internacional con personalidad jurídica propia. Espero que la firma del Convenio sea uno de los primeros pasos hacia la afirmación de la Unión Europea como un único organismo a nivel de las negociaciones internacionales más importantes.
Bruno Gollnisch (NI). – (FR) Señor Presidente, respecto a esta cuestión me muestro un poco más reservado que los diputados que acaban de tomar la palabra.
De hecho, a primera vista, la idea de que la normativa europea esté sujeta a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos es bastante atractiva. Era bastante alarmante que las leyes nacionales pudieran, por así decirlo, ser censuradas por ese Tribunal. Sin embargo, la manera en que las jurisdicciones nacionales aplican estas leyes significa que la normativa europea queda excluida de su alcance, tanto más cuanto esta normativa, en mi país, Francia, tiene prioridad, en virtud del artículo 55 de la Constitución, respecto a la legislación nacional francesa.
Uno se puede preguntar, no obstante, si este procedimiento no desembocará en un cierto tipo de superposición. De hecho, por un lado, la normativa europea en raras ocasiones se aplica directamente en los Estados miembros; primero debe ser transpuesta a la legislación nacional por medio de legislación secundaria.
Por otro lado, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo ha demostrado su interés en proteger los derechos fundamentales. También ha asimilado esta legislación como resultado de la adopción de la Carta de los Derechos Fundamentales. El temor es que podríamos encontrarnos con procedimientos de larga duración, especialmente si, como algunas personas piden, se entabla un procedimiento de cuestión prejudicial. Por esa razón, nosotros hubiéramos preferido que se hiciera una distinción entre el cumplimiento de las normas y la participación en el procedimiento de recurso.
Resolución: Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en Kampala, Uganda (B7-0265/2010)
Bruno Gollnisch (NI). – (FR) Señor Presidente, en un momento en el que están sucediendo acontecimientos trágicos en Tailandia, no podemos dejar de valorar la necesidad de que los delitos graves cometidos contra la población civil sean denunciados ante los tribunales.
Sin embargo, la experiencia previa es menos alentadora de lo que indicaron ayer varios diputados durante el debate. En la primera Corte Penal Internacional, aquellos que, sin ningún objetivo militar en mente, decidieron utilizar napalm para quemar a la población civil en la ciudad de Dresden; aquellos que decidieron utilizar radiación atómica para quemar a la población civil de Hiroshima y Nagasaki; y aquellos que decidieron matar a los oficiales polacos encarcelados disparándoles en la nuca fueron los jueces, cuando en realidad debían haber estado incluidos entre los acusados. Los resultados obtenidos del anterior Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, especialmente en los casos Milosevic y Šešelj tampoco son muy satisfactorios.
Respecto a la creación de un fondo fiduciario, en caso que sea necesario que los Estados miembros realicen una contribución, ¿significa esto que Europa indemnizará a las víctimas de genocidios que tengan lugar fuera de su territorio? Existen cientos de miles incluso millones de personas que entran dentro de esa categoría. Temo que nos estamos metiendo en algo bastante complicado. La idea de procesar en última instancia a las partes derrotadas, a pesar de las garantías que a veces se les brindan, con el fin de alcanzar un acuerdo de paz supondría correr el riesgo de prolongar indefinidamente los conflictos; este es el fundamento de nuestras reservas respecto a este informe.
Laima Liucija Andrikienė (PPE). – (LT) Yo voté a favor de la resolución sobre la Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional que comenzará a finales de este mes en Kampala, Uganda.
En 1998, 138 países acordaron establecer la Corte Penal Internacional y aprobaron el Estatuto de Roma en base a que esta Corte ha estado funcionando durante 7 años desde 2003. Ha llegado el momento de revisar el Estatuto de Roma concretamente las llamadas «disposiciones temporales» sobre las que no logramos alcanzar un acuerdo en 2002. Todos los Estados miembros de la UE han ratificado el Estatuto de Roma. Sin embargo, algunos de nuestros socios, como los Estados Unidos de América, Rusia y China, no se han unido a la Corte Penal Internacional en su labor. Con la resolución de hoy, el Parlamento Europeo vuelve a hacer un llamamiento a estos países para que ratifiquen el Estatuto de Roma y cooperen con dicha Corte. En el siglo XXI las personas responsables de genocidios, delitos contra la humanidad y crímenes de guerra no sólo deben esperar una condena moral por parte de la comunidad internacional sino también sanciones jurídicas. No se pueden cometer estos delitos con impunidad.
Explicaciones de voto por escrito
Solicitud de consulta al Comité Económico y Social Europeo - Iniciativa ciudadana (artículo 124 del Reglamento) - Solicitud de consulta al Comité de las Regiones - Iniciativa ciudadana (artículo 125 del Reglamento)
Carlos Coelho (PPE), por escrito. – (PT) Además de acelerar los mecanismos de toma de decisiones, el Tratado de Lisboa contribuye a la lucha contra el déficit democrático, refuerza los papeles de los parlamentos nacionales y del Parlamento Europeo, y enfatiza el ejercicio de la ciudadanía europea. La introducción de la petición legislativa, o el «derecho de iniciativa popular», como se ha denominado, es de especial importancia. Este nuevo dispositivo permite que un grupo de no menos de un millón de ciudadanos de un número importante de Estados miembros soliciten una iniciativa legislativa de la Comisión en áreas en las que la Unión tiene jurisdicción.
El Tratado de Lisboa también pone de manifiesto la importancia de las consultas y el diálogo con otras instituciones y organismos, la sociedad civil y los interlocutores sociales, entre otros. Creo que Europa debe ser la Europa de los ciudadanos y esto sólo puede suceder si la hacemos más democrática y transparente. En este contexto, estoy de acuerdo en que se debe recabar la opinión del Comité Económico y Social y del Comité de las Regiones.
Recomendación para la segunda lectura: Claude Moraes (A7-0117/2010)
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Debe parecer que estoy repitiendo lo que expresé ayer en relación con el informe Tavares. Con todo, el problema de los refugiados es un problema europeo y no se puede dejar que los gobiernos nacionales lo gestionen, considerando las diferencias geográficas y económicas.
Por tanto, estoy a favor de crear un fondo a escala europea. La creación de dicho fondo debe cumplir dos objetivos: debe apoyar a los refugiados que llegan a nuestros países, con frecuencia a través de nuestras costas buscando ayuda, así como respaldar a estados que reciben el mayor número de estas personas desesperadas debido a su localización geográfica.
De hecho, el problema es, y debe ser, un problema europeo, y no se puede dejar al gobierno de ciertos estados. Espero que en el fondo sólo sea el comienzo de un camino que aborda el conjunto de este problema desde una perspectiva más europea y con un espíritu de solidaridad.
Recomendación para la segunda lectura: Anni Podimata (A7-0128/2010)
Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito. – (RO) La propuesta de Directiva relativa a la indicación del consumo de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la energía, mediante el etiquetado y una información normalizada, junto con otras dos propuestas relativas a la eficiencia energética de los edificios y al etiquetado de los neumáticos en relación con la eficiencia en términos de consumo de carburante, conforma el paquete de eficiencia energética presentado por la Comisión en noviembre de 2008. Nosotros votamos a favor de esta porque logramos, por medio del acuerdo firmado entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión, la introducción de un sistema mejorado de etiquetado.
Las etiquetas contendrán más información sobre el consumo energético para los electrodomésticos y los productos relacionados con la energía. En el futuro, este etiquetado también se aplicará a productos que consumen energía destinados especialmente para uso industrial y comercial, algo que no ha sido posible hasta ahora. Último en orden pero no en importancia, todo tipo de publicidad que promocione el precio o la eficiencia energética de categorías de productos también tendrá que indicar la clase energética.
Proporcionar información precisa, relevante y comparable respecto al consumo energético de productos relacionados con la energía en el futuro permitirá que los consumidores tomen decisiones correctas y eficaces reduciendo así el consumo energético y el gasto en los hogares.
John Attard-Montalto (S&D), por escrito. – El Gobierno de Malta está en contra de la recomendación para la segunda lectura en relación con la indicación del consumo de energía y otros recursos por parte de los productos relacionados con la energía, mediante el etiquetado y una información normalizada.
El Gobierno nacionalista ha alegado que no está de acuerdo con la exposición de motivos del informe, concretamente con la siguiente frase: «Los productos de construcción con un nivel significativamente elevado de consumo de energía también deberán incluirse en la lista prioritaria.» Es inconcebible que el Gobierno no esté de acuerdo con esta recomendación por ese motivo. Se podría haber acordado la recomendación y aclarado que se albergaban reservas respecto a los productos de construcción con un nivel significativamente elevado de consumo de energía.
Es inútil que el Gobierno parezca estar a favor de la eficiencia energética cuando se podría lograr un ahorro potencial por medio del etiquetado de algunos de estos productos dado que los edificios representan el 40 % del consumo total de energía en la Unión Europea.
Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. – (LT) Yo apoyé este importante informe. La Directiva sobre etiquetado energético desempeña un papel crucial en el logro del objetivo de incrementar en un 20 % la eficiencia energética para 2020. En ese contexto, esta Directiva representa un factor clave para la lucha contra el cambio climático, la transición de la UE hacia una economía eficiente, sostenible y competitiva, y el fortalecimiento de la seguridad energética de Europa. Nuestro objetivo es sentar las bases para crear una situación que beneficie tanto al mercado como a los consumidores, garantizando que todos los consumidores accedan a la información pertinente y tengan conocimiento pleno de la repercusión de sus elecciones. En este contexto, el acuerdo alcanzado en la Directiva de etiquetado energético aporta un gran valor añadido. Acojo con agrado la posición defendida por el Parlamento Europeo en el sentido de mantener el modelo de clasificación que utiliza las letras A a G que, según una encuesta, es el más conveniente y fácil de entender para los consumidores. Se exige expresamente hacer mención a la etiqueta energética en toda la publicidad de productos relacionados con la energía en los que se ofrezca información referente a la energía o al precio.
Jan Březina (PPE), por escrito. – (CS) Me complace que finalmente se haya aprobado la nueva legislación sobre eficiencia energética de productos, tras una larga lucha entre el Parlamento Europeo y el Consejo, y haber tenido el honor de ser el ponente alternativo de esta en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo. La ventaja representa una ampliación de la Clase A, permitiendo hacer distinciones entre los grupos de aparatos que ahorran energía en constante crecimiento, motivando al mismo tiempo a que los productores fabriquen aparatos que ahorren el máximo de energía. Asimismo, reviste importancia que no ha habido un aumento en el número de clases que indican el consumo energético de los aparatos individuales, ya que de esa manera se mantiene la claridad del concepto en su conjunto. El hecho de que haya siete niveles en total permite a los consumidores tomar decisiones eficaces al seleccionar productos en el mercado, ayudando así a reducir los costes energéticos mediante sus acciones. En lo que respecta a los nuevos elementos, que implican la obligación de indicar las clases energéticas de los productos en soportes publicitarios, considero un éxito que se haya limitado esta obligación a la publicidad que ofrece información sobre el precio o información relacionada con el consumo energético. Afortunadamente, prevaleció la opinión de que la regulación de la publicidad sólo es aceptable en caso de necesidad, y sólo en la medida necesaria.
Edite Estrela (S&D), por escrito. – (PT) Yo voté a favor de esta recomendación porque contribuye de manera eficaz a ayudar a los consumidores europeos a elegir productos que utilizan menos energía o que indirectamente hacen que se utilice menos energía. Al adoptar esta recomendación, el Parlamento Europeo intenta acercarse al logro del objetivo del UE de incrementar en un 20 % la eficiencia energética para 2020. Se trata de un texto equilibrado que garantiza una situación que es beneficiosa tanto para el mercado como para el consumidor.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) Esta iniciativa, al igual que la que votamos ayer en relación con la eficiencia energética de los edificios, forma parte de un conjunto de medidas legislativas sobre eficiencia energética que la Comisión presentó en noviembre de 2008 y que ha sido objeto de un amplio debate en el Parlamento, la Comisión y el Consejo; al final se ha logrado un acuerdo sobre el texto final.
Además de tener consecuencias positivas para el medio ambiente, en lo que respecta al objetivo europeo de reducir las emisiones y la creación de una economía sostenible en términos energéticos, esta iniciativa también tiene la ventaja de que los consumidores son parte fundamental en la decisión. Con las marcas y las etiquetas correctas, los consumidores sabrán exactamente lo que están comprando y podrán decidir sobre la base de criterios tales como la eficiencia energética y el coste medioambiental mínimo.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) La Directiva sobre etiquetado energético garantiza que el consumidor recibirá información adecuada gracias a la inclusión obligatoria de la etiqueta energética en la publicidad. En el contexto de los esfuerzos europeos destinados a lograr la eficiencia energética y la reducción de los niveles de consumo energético, junto con la lucha contra el cambio climático, es vital movilizar al público por esta causa. Esto sólo se puede conseguir si los consumidores reciben información clara y efectiva sobre el consumo energético en productos que ha adquirido o que están en venta. De esta manera, todos los ciudadanos europeos estarán involucrados en la lucha contra el cambio climático. Es absolutamente crucial garantizar que los consumidores pueden tomar conscientemente decisiones más respetuosas con el medio ambiente. Puesto que esta Directiva ahora así lo garantiza, los niveles de consumo energético de los productos son examinados según criterios y parámetros universales, lo que permite obtener comparaciones fiables. Asimismo, esto repercutirá en un aumento de la confianza en las evaluaciones técnicas y el contenido informativo en las etiquetas. Por tanto, esta Directiva tiene un papel importante en la consolidación de la Estrategia 2020 y, especialmente, en el incremento en un 20 % de la eficiencia energética para 2020.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Después de esta votación, los productos que consumen energía ―tanto si son para uso doméstico como para uso comercial o industrial― deben empezar a mostrar la nueva etiqueta sobre eficiencia energética con el fin de informar mejor a los consumidores. Está previsto que se añadan en la Directiva que ha aprobado hoy el Parlamento Europeo nuevos tipos de clasificación en función de la eficiencia energética, que también son aplicables a productos que consumen energía de manera indirecta como, por ejemplo, las ventanas.
Algunos de los detalles son discutibles, por ejemplo que el formato de la etiqueta se base en una clasificación que utiliza las letras de la A a la G ―como ya se usa en los frigoríficos― con la posibilidad de añadir las clasificaciones A+, A++ y A+++: en principio, el número total de clases debe limitarse a siete. No obstante, la Directiva parece tener el objetivo correcto.
Toda publicidad de productos relacionados con la energía o sus respectivos precios debe incluir una referencia a la clasificación de eficiencia energética. La información proporcionada debe orientar a los consumidores respecto a la elección de productos que utilicen menos energía o que indirectamente impliquen un consumo inferior de energía.
Por consiguiente, en el futuro, toda publicidad que haga referencia al precio o a la eficiencia energética de los frigoríficos, lavadoras o cocinas debe hacer mención a la clase energética del producto.
Jarosław Kalinowski (PPE), por escrito. – (PL) Se habla mucho de los derechos de los consumidores a estar informados acerca de los alimentos, los aparatos o los accesorios domésticos que compran. Queremos saber de dónde vienen y cómo se han elaborado, así como el valor nutritivo de los alimentos. En un momento de cambio climático, todos queremos proteger el medio ambiente y evitar condiciones meteorológicas excepcionales, y es por eso que cuando elegimos los alimentos y los productos cotidianos nos guiamos por principios ecológicos. Por lo tanto es importante que los consumidores sean conscientes de cuánta energía utilizan sus aparatos, por eso creo que tenemos derecho a que esa información se indique en las etiquetas. Al poner esta información en las etiquetas también se demuestra la alta calidad del producto. Puede representar un instrumento para proteger el mercado europeo de imitaciones baratas de aparatos procedentes de fuera de la Unión Europea.
Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. – (FR) Yo voté a favor de este informe. Este reconoce que el mercado es incapaz de asegurar la utilización racional de energía. Se trata de una concesión definitiva que se hace eco de nuestros argumentos, y que acojo con satisfacción. Asimismo agradezco el deseo expresado de armonizar de arriba hacia abajo el etiquetado relacionado con el ahorro energético. Sin embargo, es lamentable que no se proponga el etiquetado en relación con el impacto ecológico total para los productos, cuando en realidad deberíamos estar implementándolo lo más rápido posible.
Nuno Melo (PPE), por escrito. – (PT) La UE continúa buscando la mejor manera de garantizar la excelencia en cuanto a eficiencia energética, de manera que pueda mejorar la eficiencia energética en un 20 % para 2020. Este nuevo etiquetado es muy relevante para los consumidores puesto que les permite acceder a mejor información de modo que pueden tomar decisiones plenamente informadas y reconocer el impacto en relación con la eficiencia energética. Esto supone sensibilizar a los consumidores de las consecuencias de sus elecciones en relación con la energía siempre que deseen comprar artículos de consumo que estén relacionados con la eficiencia energética. La aprobación de esta Directiva es particularmente importante a la hora de fomentar la sensibilización. Por eso voté como lo hice.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Si se introduce la etiqueta relativa al consumo energético, a condición de que se pueda entender fácilmente, pronto quedará claro si los consumidores la aceptan de verdad o no. La conciencia pública ha cambiado en este área y los consumidores prestan mucha más atención a las clases de eficiencia energética, concretamente en el caso de los aparatos eléctricos. Desde luego que el proceso de contratación pública debe establecer un buen ejemplo en ese sentido. Con todo, no hay que decirle a los Estados miembros que sólo pueden comprar productos con los mejores niveles de rendimiento que pertenecen a la clase de eficiencia energética más alta. Especialmente en un momento en que cada uno tendrá que ahorrar, el precio de compra será cada vez más el factor decisivo. Las elecciones disponibles en el proceso de contratación pública no están especificadas con suficiente claridad y por esa razón me he abstenido.
Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė (PPE), por escrito. – (LT) Yo voté a favor de la resolución relativa al etiquetado de productos que utilizan electricidad y la provisión de información básica para los consumidores. A menudo hablamos de los derechos de los ciudadanos en el Parlamento ―sobre el derecho a elegir, el derecho a obtener información correcta y precisa―. En mi opinión, eso reviste particular importancia en todas los aspectos de la vida. En este caso, la cuestión está relacionada con la electricidad utilizada y su eficiencia. La gente en realidad quiere ahorrar energía y la mayoría lo hace por razones económicas y medioambientales. En la actualidad, con los avances tecnológicos, cuando los residentes tengan la oportunidad de elegir aparatos eléctricos en función de su eficiencia energética, el etiquetado que acordamos ayudará a los consumidores a elegir de forma consciente y contribuirá al ahorro energético (por eso los ciudadanos elegirán aparatos más económicos) y a la conservación del medio ambiente. No tengo ninguna duda de que cuando los europeos vean la cantidad de energía consumida, aprovecharán la oportunidad para elegir productos y equipos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. De nuevo, acojo con beneplácito la posición del Parlamento Europeo sobre esta cuestión y espero estas decisiones representen un verdadero estímulo y una oportunidad para materializar nuestros compromisos para reducir el consumo energético para 2020.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) El objeto de la refundición de la Directiva de etiquetado energético es ampliar el alcance de la información relativa al etiquetado para incluir todos los productos que tengan un impacto en el consumo energético y no sólo los aparatos domésticos.
La Directiva forma parte del plan de acción sobre consumo y producción sostenibles y una política industrial sostenible, y prevé también iniciativas para incentivos y licitaciones públicas. Establecerá el eje de una política sostenible e integrada desde el punto de vista medioambiental. Uno de los puntos más polémicos corresponde a qué tipo de escala se debe utilizar para evitar confundir al consumidor: se decidió mantener el modelo de clasificación cerrado A-G después de que el Parlamento Europeo aprobara una resolución en este respecto.
La clasificación de eficiencia energética también aparecerá en toda publicidad que contenga información relativa al consumo energético o que esté relacionada con el precio del producto. Por estas razones que he explicado, estoy de acuerdo con la posición de la señora Podimata y apoyo el informe.
Aldo Patriciello (PPE), por escrito. – (IT) La Directiva sobre etiquetado energético desempeña un papel crucial en el logro del objetivo de la UE de incrementar en un 20 % la eficiencia energética para 2020. Proporciona un valor añadido importante tanto para el mercado como para el consumidor. En esencia, la referencia obligatoria a la etiqueta energética en la publicidad acabará con la desinformación de los usuarios finales, proporcionándoles toda la información que necesitan para poder tomar decisiones con pleno conocimiento de causa.
Al mismo tiempo, gracias a la insistencia del Parlamento, se evitó la introducción de un formato de clasificación abierta, y se garantizó que se mantendrá el modelo de clasificación que utiliza las letras A a G, que ha demostrado ser de gran valor para los consumidores. Además, la inclusión de una cláusula general de revisión permitirá realizar un nuevo examen exhaustivo con objeto de velar por la adecuación técnica y la comprensión por los consumidores del formato de las etiquetas para, como muy tarde, 2014. Esto representa una garantía más de que esta clasificación sencilla para los consumidores no se modificará al menos hasta que tenga lugar la revisión. Por consiguiente, repito con convicción que apoyo plenamente la Directiva.
Rovana Plumb (S&D), por escrito. – (RO) Voté a favor de este informe puesto que, incluyendo todos los productos relacionados con la energía, la enmienda a la Directiva de etiquetado energético permitirá ahorrar 4 millones de euros en costes de transposición por cada medida de aplicación actualizada o nueva (si se utilizan reglamentos/decisiones en lugar de directivas). Además producirá un ahorro adicional de emisiones de aproximadamente 78 millones de toneladas de CO2. En el futuro, el etiquetado de eficiencia energética también se aplicará a productos que consumen energía destinados especialmente para uso industrial y comercial, tales como gambuzas refrigeradas, mostradores de venta al consumidor, aparatos de cocina industrial, distribuidores automáticos (bocadillos, chocolatinas, café, etc.), motores industriales, productos relacionados con la energía, incluyendo los productos de construcción que no consumen energía pero «tienen una incidencia directa o indirecta significativa» en el ahorro energético, como por ejemplo ventanas y marcos de puerta.
Un factor importante para garantizar la adecuada aplicación de esta Directiva consiste en asegurar que los ciudadanos tengan acceso a una información correcta y sensibilizarlos sobre el impacto de sus elecciones. Proporcionar información relevante, verdadera y comparable sobre el consumo energético específico de productos relacionados con la energía permitirá que los usuarios finales tomen decisiones teniendo el cuenta el ahorro potencial con el fin de reducir la factura energética a largo plazo.
Teresa Riera Madurell (S&D), por escrito. – (ES) He votado a favor del Informe Podimata porque considero que el Parlamento y en especial el Grupo S&D han conseguido avances muy importantes en una Directiva crucial para alcanzar el objetivo de eficiencia energética que nos hemos impuesto. No sólo hemos logrado que se mantenga la escala A-G, conocida y aceptada por los consumidores europeos, sino también que sea obligatorio hacer referencia a la etiqueta energética del electrodoméstico siempre que en la publicidad o en el material de promoción aparezca información sobre el precio. Otro aspecto destacable introducido por el Parlamento es la obligación por parte de la Comisión de elaborar una lista prioritaria de los productos relacionados con la energía, incluidos algunos productos de construcción, susceptibles de estar sujetos a posteriores medidas. Por último, dado el papel de liderazgo que debe ejercer el sector público, me parece primordial que en los concursos de contratación pública las administraciones deban adquirir productos que pertenezcan a la clase de eficiencia energética más elevada.
Sophie Auconie (PPE), por escrito. – (FR) El informe del señor Maňka propone varias enmiendas al presupuesto de 2010 del Parlamento Europeo. Yo voté a favor de este informe, concretamente por sus disposiciones que son la consecuencia de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de diciembre de 2009. Estas incluyen un incremento de 1 500 euros por mes en concepto de gastos de asistencia de los diputados. Este incremento está diseñado para que los diputados puedan cumplir con las nuevas responsabilidades derivadas del Tratado de Lisboa, que amplían considerablemente el ámbito de acción del Parlamento, incrementando así su influencia en la toma de decisiones de la UE. El Parlamento necesita ampliar su experiencia en cuestiones legislativas con el objeto de estar a la par de la Comisión y de los Estados miembros. Representamos a los ciudadanos europeos y necesitamos los recursos adecuados si deseamos defender sus intereses. Por tanto, yo respaldé este informe.
Göran Färm (S&D), por escrito. – (SV) Creo que es necesario reforzar aquellos comités que tendrán una mayor carga de trabajo como resultado de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Esto justifica un aumento en el número de funcionarios para las secretarías de los grupos y del Parlamento en esos comités. Sin embargo, no comparto la opinión de que nosotros los diputados necesitamos más personal. Hubiera preferido que se aumentaran los recursos del Parlamento principalmente mediante redistribución y medidas destinadas a mejorar la eficacia, sin incrementar el presupuesto total.
En mi calidad como líder de grupo del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo en la Comisión presupuestaria, defendí esta posición en las negociaciones con la Presidencia del Parlamento. Al final logramos un compromiso en el sentido de que la propuesta ahora estará financiada en parte gracias a un ahorro de 4,4 millones de euros. Todavía creo que se debía de haber incluido un ahorro adicional en la propuesta pero, como desempeñé un papel activo en las negociaciones, he decidido respaldar el compromiso alcanzado.
Bogusław Liberadzki (S&D), por escrito. – (PL) La entrada en vigor del Tratado de Lisboa probablemente provocará un aumento significativo de la carga de trabajo del Parlamento. En particular, esto llevará a una utilización más amplia del procedimiento legislativo ordinario, que afectará aproximadamente al 95 % de la legislación adoptada. Los recursos humanos y presupuestarios adicionales permitirán al Parlamento cumplir su nueva función como colegislador en pie de igualdad respecto al Consejo.
Mairead McGuinness (PPE), por escrito. – Yo suscribí el Informe Maňka sobre el presupuesto rectificativo del Parlamento Europeo aunque era consciente de la sensibilidad de aumentar el presupuesto en un momento en el que se está pidiendo a los ciudadanos moderación salarial y se están perdiendo puestos de trabajo. Sin duda alguna se ha incrementado el trabajo del Parlamento Europeo a consecuencia del Tratado de Lisboa. Yo intento utilizar las dietas de asistencia adicionales para proporcionar oportunidades a estudiantes jóvenes que solicitan trabajo de forma masiva en mi oficina.
Esto les ofrecerá una remuneración por su trabajo y experiencia laboral de valor, que espero les ayude en sus carreras futuras. Sin embargo, creo que el Parlamento necesita revisar los métodos de trabajo y la dotación de personal por completo con vistas a mejorar la eficacia y la eficiencia.
Nuno Melo (PPE), por escrito. – (PT) El Tratado de Lisboa ha asignado nuevas responsabilidades al Parlamento. Esta situación supone trabajo administrativo adicional, de manera que los diputados necesitan funcionarios cualificados que ejerzan de asesores. Esta nueva situación plantea dos problemas, a saber, el incremento de los costes derivados de la necesidad de contratar más asistentes y la demanda de espacio adicional necesaria para que estos lleven a cabo sus funciones en unas condiciones de trabajo óptimas. Y esto conlleva un incremento de los costes. Eso es difícil de explicar en estos momentos de crisis, pero si la labor del Parlamento va a ser excelente, es necesario contar con los recursos humanos y financieros necesarios. Por eso voté como lo hice.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Yo voté a favor. Aunque pueda parecer demagogia u otro privilegio de casta, no es el caso. Las enmiendas al presupuesto son importantes y esenciales para una correcta función de la vida y la actividad parlamentaria.
En nuestra función como diputados del Parlamento Europeo, tras la aprobación del Tratado de Lisboa, debemos realizar una labor importante y visible. Por esa razón, necesitamos colaboradores y expertos que puedan apoyarnos diariamente en nuestros trabajos. Para ello hacen falta recursos. En mi nombre y, espero, en nombre de mis colegas, estos recursos se traducirán en una labor más efectiva, eficiente y con enfoque.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – He firmado y votado a favor de la Enmienda que rechaza la parte, junto con otros 16 eurodiputados de mi grupo. La razón es que creo que es de suma importancia mostrar que hay un grupo sustancial de europarlamentarios que no está de acuerdo con el aumento de las dietas de asistencia en estos tiempos de crisis económica.
En la votación final, no obstante, yo voté a favor del Informe Maňka, que rectifica el presupuesto del Parlamento para 2010.
Eva-Britt Svensson (GUE/NGL), por escrito. – (SV) Yo voté contra el informe sobre el presupuesto suplementario para 2010. No es sostenible incrementar la indemnización de secretaría de los eurodiputados 1 500 euros al mes con el fin de acometer la creciente carga de trabajo a consecuencia del Tratado de Lisboa. En primer lugar, no se puede contratar a expertos altamente capacitados por 1 500 euros al mes. En segundo lugar, no hay espacio para más funcionarios en las oficinas del Parlamento. En tercer lugar, una parte de los fondos del presupuesto ha sido sacada de la reserva específica para inversiones de construcción. En cuarto lugar, para el presupuesto de 2011, la Categoría 5, la ponente, la señora Trüppel, manifestó que la indemnización de secretaría no se puede garantizar en el futuro hasta que se lleve a cabo una evaluación adecuada de los beneficios. Considero este aumento como un suplemento injustificado para lo que son ya unas dietas de secretaría elevadas, y en estos momentos en que desempleados, mujeres solteras, pensionistas y otros grupos sociales vulnerables se ven obligados a hacer sacrificios para mantener a flote el proyecto del euro.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) En aras de la transparencia ―algo que los ciudadanos exigen― y la rigurosidad, no creo que el Consejo esté exento de su obligación de rendir cuentas públicamente respecto a los fondos que tiene a su disposición. Por eso estoy de acuerdo con la decisión del ponente de aplazar la decisión relativa a la aprobación de las cuentas del Consejo hasta que se haya presentado la información adicional solicitada.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) Estoy a favor de aplazar la decisión relativa a la aprobación de la ejecución del presupuesto general de la Unión Europea para el ejercicio 2008 en aras de la transparencia y la rigurosidad, no sólo en términos de la ejecución del presupuesto, sino también de la total supervisión de la utilización de todos los recursos financieros de la UE. Este hecho brindará al Consejo la oportunidad de obtener todas las explicaciones e información necesarias para asegurar una decisión aprobada por el Parlamento. Esto es absolutamente fundamental en lo que respecta a la credibilidad de las instituciones europeas y la confianza del público depositadas en los que están en el poder. Además, aquí está en juego el respeto básico de las políticas y las directrices establecidas por los órganos democráticos y las personas legalmente facultadas para ello.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Reviste gran importancia el procedimiento de aprobación del presupuesto y las actividades legislativas y de supervisión del Parlamento dependen del mismo.
No es necesario que reitere el poder de supervisión que se ha otorgado al Parlamento durante el paso de los años, gracias, entre otras cosas, al procedimiento presupuestario, en base al cual se ha logrado transformar la notificación obligatoria de las instituciones europeas en un asunto importante y serio. Además, también es fundamental a la luz de las expectativas de los ciudadanos.
En momentos de crisis como la actual, se insta a los ciudadanos europeos a hacer sacrificios extraordinarios y nosotros debemos llevar a cabo una supervisión cautelosa y precisa de los gastos burocráticos o de la gestión real. Por las razones que he manifestado, elogio al ponente y expreso mi agradecimiento.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – He votado a favor de este informe porque estoy de acuerdo con el hecho de que necesitamos aplazar la aprobación de la decisión hasta octubre.
Konrad Szymański (ECR), por escrito. – (PL) Yo voté en contra de la decisión de aprobación del presupuesto del Consejo para el ejercicio 2008 debido a que la documentación financiera del Consejo se recibió demasiado tarde en el Parlamento. La supervisión del Parlamento Europeo respecto de las finanzas del Consejo está muy lejos de ser transparente.
Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito. – (RO) Los últimos años han sido testigo de un rápido y constante aumento de la necesidad de trasplantes de órganos en la Unión Europea. Aunque la escasez de órganos sigue siendo el principal reto que enfrentamos en la actualidad, existen muchas más dificultades relacionadas con los diferentes sistemas de transplante que se utilizan en los Estados miembros.
En 2008, el Parlamento Europeo hizo un llamamiento a la Comisión Europea, por medio de una resolución aprobada en abril, para redactar una directiva que estableciera el marco jurídico para garantizar la calidad y la seguridad de las donaciones de órganos en la Unión Europea. Posteriormente la Comisión presentó una propuesta de Directiva, que se debatió en el Parlamento Europeo donde figuraban los tres objetivos siguientes: garantizar la calidad y la seguridad de los pacientes en toda la UE, proporcionar protección a los donantes y facilitar la cooperación entre los Estados miembros.
Nosotros votamos a favor del compromiso alcanzado entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión ya que necesitamos normas comunes en materia de seguridad y calidad a escala de la UE para la obtención, el transporte y la utilización de órganos humanos. Se trata de una medida que facilitará el intercambio de órganos, mediante la cual se beneficiarán miles de pacientes en Europa que necesitan este tipo de tratamiento cada año.
Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. – (LT) Apoyo este informe relativo a las normas de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados. Dada la creciente demanda de trasplantes en la Unión Europea y el desequilibrio entre los pacientes en lista de espera para un trasplante y el número de órganos donados, debemos procurar evitar la comercialización de la donación y poner fin al tráfico ilegal de órganos. Por tanto, debemos aplicar una normativa estricta en relación con los donantes vivos, garantizar la transparencia de las listas de espera de órganos, establecer normas estrictas de confidencialidad con el objeto de proteger los datos personales de los donantes y de los que se encuentran en lista de espera de órganos, y definir la responsabilidad de los doctores. Una vez que se hayan adoptado normas comunes en materia de calidad y seguridad, se crearán oportunidades para los intercambios transfronterizos de órganos y, de esa manera, se podría incrementar el número de trasplantes realizados.
Regina Bastos (PPE), por escrito. – (PT) Durante las últimas cinco décadas, el trasplante de órganos se ha transformado en una práctica eficaz a escala global, que ha contribuido a mejorar la calidad de vida y a prolongar la esperanza de vida de los enfermos. Esta Directiva establece normas que procuran garantizar un alto nivel de calidad y seguridad de los órganos de origen humano destinados a ser trasplantados al cuerpo humano con el fin de asegurara un nivel elevado de protección de la salud humana. La Directiva introduce programas nacionales de calidad en los que se definen las normas y las prácticas para los procesos de trasplante en los Estados miembros. Asimismo define con mayor precisión el proceso de obtención y temas relacionados con el sistema de información.
También merece especial atención el seguimiento y la protección de donantes y receptores. Voté a favor de este informe por los tres objetivos principales que contiene, a saber, garantizar la calidad y la seguridad de los pacientes a escala de la Unión, garantizar la protección de los donantes y facilitar la cooperación entre los Estados miembros. No obstante, destacaría que los programas de trasplantes de órganos deben cumplir con el principio de donación voluntaria y no retribuida que ya está consagrado en la legislación anterior sobre sustancias de origen humano, y que no se pueden vender de manera alguna.
Gerard Batten, John Bufton, David Campbell Bannerman y Derek Roland Clark (EFD), por escrito. – El UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido) cree que el desarrollo y la mejora continuos en la actual red internacional de centros y agencias para el intercambio de órganos no se verán facilitados por los intentos de la UE de invadir y regular esta red. Al contrario, es posible que disminuya la donación de órganos en los pocos países donde existen muchos donantes si la demanda de órganos de los numerosos países donde hay pocos donantes se convierte en obligatoria a escala de la UE. En estos últimos, además, la relativa abundancia resultante de órganos extranjeros posiblemente reducirá la donación de órganos ahí también. En consecuencia, los diputados al UKIP votaron en contra de este informe.
Françoise Castex (S&D), por escrito. – (FR) Yo voté a favor de la propuesta de Directiva sobre normas de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados. La Directiva abarca todas las etapas de la cadena, desde la donación hasta el trasplante y establece la cooperación entre los Estados miembros. Un sistema de trasplantes eficaz no se basa únicamente en el apoyo de los donantes; también depende de la correcta utilización de la información y de la calidad de la red en la que se comparte dicha información. Por consiguiente, he respaldado la idea de crear una base de datos europea que registre información sobre órganos disponibles y un sistema de certificación paneuropeo que garantice que los órganos y los tejidos humanos disponibles se han obtenido legalmente. De hecho, con objeto de garantizar el mismo acceso a los órganos disponibles, estos sólo pueden ser donados con carácter voluntario, sin pago alguno de por medio. Sin embargo, el principio de gratuidad no impedirá a los donantes recibir una compensación, siempre que esta se limite estrictamente a aliviar los gastos e inconvenientes relacionados con la donación. Dicho sistema de donación eficaz, seguro y transparente representa la única manera de luchar contra el tráfico de órganos.
Nikolaos Chountis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Voté a favor de la propuesta de Directiva por las siguientes razones: 1. Dado el aumento de la demanda de órganos para trasplantes y la escasa oferta, que a menudo obliga a los paciente a buscar soluciones a sus problemas más allá de las fronteras nacionales, la aprobación de un marco común de normas de calidad y seguridad a escala comunitaria y la creación de una red de cooperación e información mutua son absolutamente necesarias para mejorar la protección de la salud pública y los servicios a los pacientes. 2. No se verán afectadas de manera alguna las disposiciones nacionales que regulan el procedimiento de otorgar consentimiento respecto a la donación de órganos, cuya selección permanece en la jurisdicción de los Estados miembros. Por el contrario, la propuesta de Directiva complementa el marco jurídico actual de los Estados miembros de la UE con normativas específicas de calidad y seguridad respecto a todo el proceso de trasplante y, al mismo tiempo, garantiza la ausencia de toda forma de especulación y mantiene el anonimato y la seguridad de los datos personales del donante y del receptor. 3. Se reducen los casos de contrabando de órganos y se refuerza la confianza de los posibles donantes, con el objetivo final de incrementar el número de donantes. 4. Los Estados miembros imponen sanciones en caso de incumplimiento de la legislación relativa a la identidad de los donantes y los receptores.
Edite Estrela (S&D), por escrito. – (PT) Yo voté a favor del informe sobre normativas de calidad y seguridad de órganos humanos destinados a ser trasplantados porque contribuye a reducir la lista de espera para los enfermos europeos. Es inaceptable que, de media, mueran cada día 12 personas que están en lista de espera para un trasplante. Esta Directiva facilitará la donación y el trasplante de órganos, así como el intercambio entre los Estados miembros de la UE, beneficiando a miles de enfermos europeos.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) La escasez de órganos destinados a ser trasplantados ha venido alimentando un mercado horrible que afecta, sobre todo, a países en desarrollo, aunque también a personas desfavorecidas de la Europa Oriental. Comparto la preocupación por la dificultad de luchar contra este comercio brutal y las terribles consecuencias para quienes se ven privados, forzosamente o no, de sus órganos: disminución radical de la calidad de vida, enfermedades crónicas y, en muchos casos, la muerte. La aprobación de normas comunes sitúa a la Unión Europea en pie de igualdad en cuanto a requisitos y responsabilidades, totalmente contrarios a la situación sombría que he descrito anteriormente.
Pacientes y donantes disfrutarán de las condiciones, la supervisión y la protección que carecen aquellas personas que se ven implicadas en las redes de tráfico ilícito, asimismo los Estados miembros empezarán a poder cooperar con eficacia. Estoy de acuerdo con el ponente en que la donación debe ser altruista, voluntaria y gratuita, y que el donante debe recibir una compensación por los gastos e inconvenientes relacionados con la donación. Creo que mi colega, el señor Mikolášik, ha propuesto modificaciones positivas que mejoran el texto básico; deben ser el resultado de su formación médica y del seguimiento realizado sobre el asunto desde la última sesión parlamentaria.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) Acojo con gran agrado esta propuesta y sus tres objetivos principales, a saber, garantizar la calidad y la seguridad de los pacientes a escala de la Unión, garantizar la protección de los donantes y facilitar la cooperación entre los Estados miembros. En términos generales en la UE, existe una amplio consenso social sobre la donación de órganos destinados a ser trasplantados. Sin embargo, debido a las diferencias de cultura y tradición, así como en el sistema de organización, existen diversos planteamientos respecto a esta cuestión en los Estados miembros. Quiero subrayar que si bien la Directiva debe mantener la armonización de las medidas en materia de calidad y seguridad, o intentar alcanzarla, no debe imponer a los Estados miembros nuevas cargas administrativas y debe ofrecer suficiente flexibilidad sin poner en peligro las buenas prácticas actuales. A fin de garantizar un alto nivel de protección de la salud en toda la UE, la propuesta de Directiva establece normas comunes obligatorias en materia de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados. Comparto la opinión de la Comisión en el sentido de que, en principio, los programas de trasplante de órganos deben cumplir con el principio de la donación voluntaria y gratuita. La donación de órganos siempre debe ser gratuita y estar protegida de toda posible comercialización.
João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Los trasplantes de órganos constituyen un medio importante de rehabilitación para pacientes que sufren una multitud de enfermedades que causan problemas letales en ciertos órganos. Ha aumentado el número de trasplantes en la Unión Europea, salvando y prolongando numerosas vidas. Sin embargo, todavía existen largas listas de espera para trasplantes. Nuestro voto a favor expresa nuestra conformidad con las mejoras que el informe intenta introducir respecto a la situación actual. Además de respetar la calidad y la seguridad, y el establecimiento de procedimientos necesarios para la obtención y el transporte, estas mejoras están relacionadas con la protección de donantes y receptores, teniendo en cuenta debidamente los principios éticos y el principio de la no remuneración. El informe aborda asimismo la preocupante cuestión del tráfico ilícito de órganos humanos de una manera que nos parece adecuada.
Nuno Melo (PPE), por escrito. – (PT) El objetivo de esta Directiva está muy claro: necesitamos más órganos para los pacientes y una mayor cooperación entre los Estados miembros sobre el particular y para combatir el tráfico ilícito de órganos. Por lo tanto, uno de los fundamentos de esta nueva normativa prevé la designación de una nueva autoridad en los Estados miembros que se encargue de velar por el cumplimiento de las normas sobre calidad y seguridad de los órganos. Dicha autoridad será responsable de garantizar la calidad y la seguridad de los órganos «en todas las etapas desde la donación hasta el trasplante, así como evaluar la calidad y la seguridad durante la recuperación y el posterior seguimiento del paciente en cuestión». La nueva Directiva también exige que los profesionales de la salud que participan en todas las etapas de la cadena, desde la donación hasta el trasplante o la eliminación del órgano, tengan la cualificación adecuada. De ese modo, se deben elaborar programas de formación específica para estos profesionales. Por todas estas razones, votamos a favor de la propuesta. Por eso voté como lo hice.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Los trasplantes de órganos pueden salvar vidas, pero sólo cuando se trasplanta un órgano sano de un donante compatible. Lamentablemente, en el pasado se han producido errores en repetidas ocasiones y eso hace aún más importante la imposición de normas en materia de calidad y seguridad en este área. También merece la pena debatir el hecho de que los musulmanes normalmente estén dispuestos a aceptar la donación de órganos, pero por lo general no están dispuestos a donarlos por motivos religiosos. Espero que el informe contribuya a mejorar las normas en materia de calidad y seguridad, que por ese motivo he votado a favor del mismo.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Me gustaría expresar mi voto a favor del Informe del señor Mikolášik. La creciente necesidad de tener a disposición órganos destinados a ser trasplantados en un contexto de intercambios transfronterizos y de diferencias significativas entre los sistemas de trasplante adoptados por los distintos Estados miembros exige un refuerzo de la cooperación y una normativa común en materia de calidad y seguridad de los órganos.
La propuesta de Directiva tiene como fin lograr esos objetivos centrando su atención en el aumento del número de trasplantes y mejorando la normativa de seguridad en los procesos de donación, obtención, control, preservación, transporte y trasplante. Por otra parte, subrayar el principio de donación voluntaria en oposición al comercio o tráfico de órganos, tiene por objeto garantizar los derechos de los donantes y los pacientes. Si bien se reconoce la necesidad de mantener la armonización de las medidas en materia de calidad y seguridad, el ponente hace hincapié en que no debe imponer a los Estados miembros nuevas cargas administrativas y debe ofrecer suficiente flexibilidad sin poner en peligro las buenas prácticas actuales.
Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. – (PT) Los trasplantes son una de las especialidades médicas que ha realizado los mayores avances durante las últimas décadas, ha logrado un éxito considerable y ha sido crucial a la hora de salvar vidas humanas. De forma paradójica, es el éxito de los trasplantes que, junto con otros factores, ha supuesto un aumento del número de candidatos para trasplantes de órganos, que a su vez ha resultado en largas listas de espera. También ha propiciado el drama humano asociado a la muerte de aproximadamente 12 personas al día en la UE debido a que no han podido recibir el órgano que necesitaban para seguir con vida. Una de las formas de minimizar este problema consiste en el intercambio entre los Estados miembros de la UE, garantizando una mayor compatibilidad entre donante y receptor en un periodo de tiempo inferior y un nivel mayor de aceptación del órgano. Este intercambio, no obstante, requiere una normativa en materia de calidad y seguridad a todos los niveles, como se indica en la presente Directiva del Parlamento y del Consejo. El Informe Mikolášik sobre normas de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados contribuye en gran medida a minimizar la escasez de órganos y a la protección básica de la salud del receptor y del donante vivo. Por lo tanto, nos complace dar la bienvenida a este informe.
Aldo Patriciello (PPE), por escrito. – (IT) Los trasplantes de órganos son, sin duda alguna, uno de los aspectos más positivos del progreso en el ámbito sanitario aunque, al mismo tiempo, crean toda una serie de problemas en relación con los derechos del donante y del paciente que deben abordarse desde el punto de vista étnico, social, jurídico y económico.
Se trata de establecer un proceso positivo para solucionar el desequilibrio principal entre la necesidad y la disponibilidad de órganos, sin comprometer el principio de donación gratuita y voluntaria con el fin de impedir todas las formas de comercialización y tráfico ilícito, garantizando al mismo tiempo la calidad y la seguridad de los órganos destinados a ser trasplantados con medidas que aseguran la confidencialidad y el seguimiento.
La aprobación de normas comunes en materia de calidad representa definitivamente un paso adelante que debe ser acogido como parte de un marco en el que la Organización Mundial de la Salud podría hace un mayor aporte. Sin embargo, al establecer una base de datos europea, es importante que seamos cautos para no introducir un marco innecesariamente rígido o crear cargas administrativas adicionales que dificultarían el actual proceso que es perfectamente adecuado y eficiente.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Yo he apoyado el informe liderado por nuestro colega, el señor Mikolášik, sobre normas de calidad y seguridad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados como una medida de carácter urgente cuyo objeto es mejorar la esperanza de vida de más de 60 000 personas en Europa que se encuentran en lista de espera para un trasplante. Espero que esto posibilite la obtención de órganos de manera más fácil y segura.
Olga Sehnalová (S&D), por escrito. – (CS) Yo voté a favor del informe, aun cuando existe la necesidad, conjuntamente con el esfuerzo de unificar las normas en materia de seguridad y calidad de los órganos humanos destinados a ser trasplantados, de centrar la atención concretamente en el número creciente de donantes en los distintos Estados miembros, teniendo en cuenta las diferentes tradiciones nacionales de sistemas sanitarios. Por consiguiente, hay que evaluar rigurosamente este área desde la perspectiva del principio de subsidiaridad.
Peter Skinner (S&D), por escrito. – Me complace apoyar este informe en su votación en el Parlamento. En el sudeste de Inglaterra, muchas familias son víctimas de la dura realidad en el sentido de la escasez de órganos necesarios para trasplantes. Este informe contribuye a la creación una norma transfronteriza de la UE que podría prever un suministro mejorado en toda la Unión de manera que las familias de personas que necesitan órganos puedan albergar con mayor facilidad la esperanza de aliviar sus enfermedades.
Konrad Szymański (ECR), por escrito. – (PL) Respaldé el informe sobre normas de seguridad en la donación de órganos porque este incluye el principio de no comercialización.
Calendario de los periodos parciales de sesiones del Parlamento Europeo - 2011
Mário David (PPE), por escrito. – (PT) El Parlamento Europeo ha aprobado el calendario de las sesiones plenarias para 2011. Es lamentable que sigan empleándose 200 millones de euros al año del dinero de los contribuyentes para celebrar 12 sesiones en Estrasburgo cada año. La hipocresía está llegando a un punto en que ni siquiera se cumple con las disposiciones de los tratados, puesto que su cumplimiento implicaría celebrar una sesión al mes, es decir, agosto incluido. Se podrían satisfacer las aspiraciones legítimas de la ciudad de Estrasburgo estableciendo de forma permanente aquí una o dos agencias de la Unión Europea. En cuanto al «circo», ¡es obvio que debe acabarse! Además, no tiene sentido en absoluto que el Parlamento Europeo se reúna 48 días del año en una ciudad que no tiene enlaces aéreos directos con prácticamente ninguna de las capitales de los Estados miembros.
Por otra parte, cuando existen estos enlaces, están regidos por horarios comerciales, que son totalmente incompatibles con la actividad parlamentaria. Es fácil ver que los Jefes de Estado y de Gobierno que toman estas decisiones viajan en aviones privados y no pierden docenas o cientos de horas al año viajando hasta Estrasburgo.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Yo he votado en contra de la propuesta presentada por algunos Miembros de dividir la sesión en dos partes, pero celebrándola en una sola semana. Aparte de que esto no tiene mucho sentido, los desplazamientos suplementarios para la sesión incurrirán en costes innecesarios y una pérdida de valioso tiempo de trabajo.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Apoyé con entusiasmo la enmienda propuesta para reducir las dos sesiones parciales de septiembre a una. Soy un gran partidario de la idea de reducir los dos escaños del Parlamento Europeo a uno, basado en Bruselas. De ese modo, apoyo toda iniciativa destinada a suprimir el escaño de Estrasburgo.
Resolución: Aditivos alimentarios distintos de los colorantes y edulcorantes (trombina de bovino o porcino) (B7-0264/2010)
Sophie Auconie (PPE), por escrito. – (FR) Las cuestiones relacionadas con la dieta y la salud de los ciudadanos son extremadamente delicadas y deben estudiarse con cautela y objetividad. Este es básicamente el caso del debate sobre la autorización de aditivos alimentarios como la trombina. La trombina es un producto que se obtiene del plasma y la sangre animal (vaca o cerdo). La industria agroalimentaria utiliza las propiedades cicatrizantes de esta para reconstituir carne a partir de una colección de piezas. Este aditivo cumple los cuatro criterios del Reglamento (CE) nº 1333/2008 que permite la autorización, a saber, el uso de los aditivos alimentarios debe ser seguro (confirmado por la EFSA en su dictamen de 2005); debe responder a una necesidad tecnológica (muy útil como estabilizador); no debe inducir a error al consumidor (uso limitado a productos preenvasados y, por tanto, etiquetados) y debe aportar un beneficio al consumidor (el producto final está estabilizado). Por otra parte, la gran mayoría de los Estados miembros pide que se autorice la trombina. Por tanto, ya que este aditivo no plantea ningún riesgo para la salud y desempeña un papel genuino en la preparación de alimentos, no hay motivos para oponerse a su autorización.
Zigmantas Balčytis (S&D), por escrito. – (LT) Yo voté a favor de esta resolución que tiene por objeto limitar la utilización de aditivos alimentarios en productos alimentarios que son peligrosos para la salud con el fin de proteger la salud de los consumidores. La actual ley en vigor en la Unión Europea establece que los aditivos alimentarios se pueden utilizar si benefician al consumidor. Ya que no se ha demostrado el beneficio de la trombina («pegamento para la carne») para los consumidores y el proceso de unir distintas piezas cárnicas incrementa significativamente el riesgo de infección por bacterias, no apoyo la propuesta de permitir la utilización de este aditivo alimentario en productos bovinos o porcinos. Asimismo, debemos procurar evitar que dichos productos procesados con «pegamento para la carne» puedan llegar a establecimientos públicos que sirvan comidas.
Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito. – (FR) Voté a favor de la resolución que prohíbe la utilización de la trombina en la carne. La trombina se utiliza como «pegamento» en carne reconstituida. Plantea un riesgo para la salud puesto que la unión de distintas piezas de carne aumenta de forma significativa la superficie de los productos alimenticios susceptibles de infección por bacterias. Además, la carne reconstituida podría inducir a engaño a los consumidores que quieren comprar carne.
Nikolaos Chountis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Yo voté a favor de la resolución del Parlamento porque prohíbe la utilización de alimentos que contienen aditivos y enzimas, como la trombina, que son peligrosos y comprometen la calidad de los alimentos y la seguridad del consumidor. Las garantías ofrecidas por la Comisión no sólo son poco convincentes e inadecuadas sino que también agravan mis preocupaciones. Además, la Comisión, y el propio Comisario, no han mostrado el nivel necesario de sensibilización, como ya se ha demostrado en su reciente decisión de autorizar los cultivos de patatas modificados.
João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. – (PT) La propuesta de resolución expresa algunas reservas respecto a la utilización de un preparado enzimático basado en la trombina con fibrinógeno como aditivo alimentario para alimentos reconstituidos, algo que nos parece pertinente. Las propuestas de la Comisión no abordan enteramente estas reservas. La duda sobre la posibilidad de utilizar productos reconstituidos sin empaquetar persiste, comprometiendo la información necesaria para el consumidor, así como sobre la eficacia de prohibir la utilización de estos productos en restaurantes u otros establecimientos públicos que sirvan comida.
La propia Comisión reconoce que la utilización de este aditivo alimentario podría inducir a engaño al consumidor en lo que respecta al estado del alimento final. La solución propuesta al problema del etiquetado anteriormente mencionado podría ser insuficiente, por sí misma, para solucionarlo. También se siguen albergando dudas a cerca del proceso de unión de alimentos (por ejemplo, la unión en frío sin añadir sal y sin calentamiento posterior) y de la seguridad del producto final. En consecuencia, consideramos que esta resolución merece nuestro apoyo.
Françoise Grossetête (PPE), por escrito. – (FR) Lamento enormemente la aprobación de esta resolución sobre la prohibición de la trombina de bovino y porcino. El texto no tiene un fundamento científico válido. De hecho, este aditivo alimentario, que se deriva del plasma y la sangre animal y se utiliza en productos envasados para unir distintas piezas cárnicas, cumple con todos los criterios de salud y seguridad establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Este aditivo está autorizado en Francia y se utiliza en la morcilla, por ejemplo. Por lo tanto, es importante que tomemos las decisiones basándonos en datos facilitados por la comunidad científica, no por los medios de comunicación. ¡No caigamos en un debate emocional! Más aún, se dice que se han reforzado los requisitos de etiquetado para productos que contienen este aditivo. Al parecer la palabra «trombina» y la frase «carne reconstituida» han sido mostradas con claridad. Por lo tanto, nunca se ha tratado de una cuestión que induce a engaño a los consumidores que, a decir de todos, han sido informados.
Sylvie Guillaume (S&D), por escrito. – (FR) La seguridad alimentaria y la salud de los ciudadanos europeos están en juego. Esta cuestión se ha planteado en el Parlamento con el caso de la trombina, que es un aditivo alimentario que se utiliza para «unir» piezas cárnicas, y cuya apariencia final podría inducir fácilmente a engaño al consumidor. La industria agroalimentaria estaba muy complacida de ver cuán extendido es el uso de esta sustancia, y por una buena razón, porque le permite deshacerse de los desperdicios de carne y vender a bajo precio piezas de baja calidad. Si bien la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha concluido que la trombina es inocua, todavía me muestro muy escéptica respecto a dichos resultados. Es el momento de mostrar a la Comisión que la salud y la seguridad alimentaria son preocupaciones muy serias para el Parlamento Europeo. Por tanto, acojo complacida la votación por la que se rechaza esta enzima.
Christa Klaß (PPE), por escrito. – (DE) No podemos permitir que los consumidores sean inducidos a engaño por este aditivo alimentario, la trombina. El Reglamento (CE) nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2008 regula las condiciones relativas a los aditivos alimentarios en toda la UE y nosotros ahora estamos intentando incluir nuevas sustancias en el mismo. La clave aquí está en la seguridad de las sustancias. Para cumplir las demandas del consumidor respecto a alimentos que parecen atractivos, la industria alimentaria ha creado sustancias que se añaden con el único fin de mejorar su aspecto. Una de esas sustancias es la trombina, que proviene de partes comestibles de animales y que es inocua para la salud. Su función consiste en unir distintas piezas de carne para producir un único producto cárnico.
Aunque por sí misma no es un peligro para la salud, mostrar distintas piezas de carne pegada como una sola pieza de jamón sí constituye un fraude al consumidor. Si bien no se pueden prohibir dichos productos por motivos sanitarios, deben ser etiquetados de manera clara e inequívoca indicando no sólo el nombre del producto sino también su efecto y una designación clara del producto procesado. No se debe permitir la venta de una pieza de carne pegada con trombina como jamón. En su lugar, debe estar claramente etiquetado como «piezas cárnicas combinadas tratadas con trombina». Votaré a favor de la aprobación de esta sustancia a condición de que impongamos un claro requisito de etiquetado.
Mairead McGuinness (PPE), por escrito. – Hoy el Parlamento ha votado para prohibir la autorización de la trombina como aditivo alimentario. Todavía desconocemos las implicaciones de esta decisión, que se basa en una reacción emocional a la carne reconstituida y no en una evaluación científica de la enzima. La Comisión destacó con claridad que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha afirmado que no existen cuestiones de seguridad al respecto.
La propuesta de la Comisión sólo permitirá que el producto se utilice en productos cárnicos combinados envasados y claramente etiquetados con el nombre de la enzima, trombina ―un producto derivado de la sangre― en la lista de ingredientes. En la actualidad ya se utiliza la trombina. Después de hoy, no se permitirá. ¿Es lógico que el Parlamento empiece a decir a la gente qué debe comer, en lugar de proporcionar información de lo que están comiendo? Hay una diferencia.
Nuno Melo (PPE), por escrito. – (PT) La propuesta que sugiere que se debe incluir la trombina de bovino o porcino en la lista de aditivos alimentarios aprobados en la UE no nos aporta ninguna garantía de que esta sustancia tenga un claro beneficio para los consumidores, además, en última instancia, podría inducirlos a engaño. Por otro lado, el proceso de unir distintas piezas de carne incrementa significativamente la superficie susceptible de infección por bacterias patógenas. Por eso voté como lo hice.
Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Cuando examinamos concretamente los crecientes niveles de alergias e intolerancias alimentarias, así como el hecho de que constantemente se desarrolla el conocimiento en este campo, es imprescindible que regulemos los aditivos. Precisamente debido a anteriores escándalos, es muy importante que evitemos toda posibilidad de que el consumidor sea inducido a engaño. Sería deseable que se realizaran más estudios sobre la seguridad y la tolerabilidad de algunos aditivos, como el aspartamo, aunque este no es objeto de esta resolución. No obstante, voté a favor.
Rareş-Lucian Niculescu (PPE), por escrito. – (RO) Yo voté en contra de la resolución, dado que la trombina es un aditivo que no se considera un motivo de preocupación en términos de salud alimentaria. La carne que incluye la trombina en sus ingredientes sólo se puede vender con una etiqueta que mencione «piezas cárnicas combinadas», mientras que el resto de ingredientes se podrían especificar en una etiqueta, de conformidad con las disposiciones legales. Esto permitiría que los ciudadanos tomaran una decisión informada, lo que significa que no se puede inducir a engaño. El uso de la trombina permitiría que muchos ciudadanos pudieran comprar productos alimenticios a precios más asequibles.
Franz Obermayr (NI), por escrito. – (DE) Me opongo a la utilización de la trombina para pegar distintas piezas cárnicas que son mayormente de baja calidad. Por lo general los consumidores no son conscientes de lo que pasa y son engañados. Por otro parte, el proceso no implica ningún beneficio demostrable para los consumidores. De ese modo, he votado a favor de este informe, cuyo objetivo es restringir estas prácticas.
Justas Vincas Paleckis (S&D), por escrito. – (LT) Yo voté a favor de esta resolución porque estoy de acuerdo en que se modere la utilización de aditivos alimentarios ―sólo se justifica cuando supone un beneficio añadido para los consumidores―. Sin embargo, no creo que el «pegamento para la carne», la trombina, cumpla este requisito. Si se generaliza la utilización del «pegamento para la carne», será muy difícil para los consumidores diferenciar entre una única pieza de carne real y piezas de carne que han sido unidas. Como se menciona en el informe, eso incrementa el riesgo de infección en la carne. La trombina sólo beneficiará a los productores, que podrán poner en el mercado piezas cárnicas que de lo contrario serían desechadas. En las otras industrias, la Unión Europea intenta luchar contra las falsificaciones y las imitaciones. No creo que la industria alimentaria deba ser una excepción.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) La protección del consumidor es una de las tareas clave del Parlamento Europeo y los consumidores europeos con frecuencia desconocen el origen de los productos que van a comprar y los aditivos que contienen.
Un etiquetado claro y riguroso es obviamente muy importante. Sin embargo, en nuestra calidad como legisladores, tenemos que prohibir ciertas sustancias perjudiciales. Aunque la propuesta de Directiva de la Comisión no permitirá la utilización de la trombina como aditivo alimentario en productos cárnicos que se sirvan en restaurantes u otros establecimientos públicos que sirven comida, no obstante, existe un riesgo evidente de que la carne que contiene trombina encuentre la manera de introducirse en productos cárnicos que se sirven en restaurantes u otros establecimientos públicos, teniendo en cuenta el elevado precio que hay que pagar para obtener piezas cárnicas y servirlas como un único producto cárnico.
Las condiciones de etiquetado, incluidas en la propuesta de Directiva de la Comisión, no lograrían evitar que el consumidor se formara una idea falsa o engañosa sobre la existencia de un único producto cárnico, por lo que existiría el riesgo de inducirle a error y de impedirle elegir con conocimiento de causa respecto del consumo de productos cárnicos que contienen trombina. Por tanto, estoy de acuerdo con la opinión expresada en la resolución.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – (FR) Me complace enormemente la votación de hoy de prohibir la trombina. Esto es una victoria para los consumidores. El problema con la trombina no es el riesgo que representa, aunque de hecho existen cuestiones de salud relacionadas, sino su naturaleza engañosa. Si no se ha advertido de antemano, es imposible distinguir a simple vista entre una pieza de carne y otra que ha sido unida con trombina.
Es sumamente engañoso utilizar cantidades de trombina para poner en el mercado un tipo de carne artificial y prefabricada. No puedo ver qué beneficio tiene para los consumidores. Con todo algunos Estados miembros utilizan la trombina sin informar a los consumidores. Hay que detener los intentos de engañar a los consumidores y de ocultar la verdad. De esta manera los fabricantes no podrán restaurar la confianza de los consumidores.
Daciana Octavia Sârbu (S&D), por escrito. – Apoyo plenamente esta resolución y los esfuerzos para impedir la autorización de la trombina o «pegamento para la carne». Es engañoso para los consumidores puesto que asumen que están comprando una única pieza cárnica, pero de hecho, compran varias piezas que ha sido pegadas artificialmente. La industria ha argumentado que la utilización de esta sustancia les permite crear carne a bajo precio para personas que no pueden permitirse productos más caros, pero el hecho es que de esta manera la industria puede vender piezas cárnicas más pequeñas por más dinero, no menos.
Y también existe una cuestión de salud ―distintas piezas de carne unidas tienen una mayor superficie que una única pieza grande, lo que incrementa significativamente la superficie susceptible de infección por bacterias patógenas―.
Inducir a engaño al consumidor es contrario al Derecho de la UE y existen potencialmente graves implicaciones de salud al utilizar así esta sustancia. Por eso voté a favor de esta resolución.
Marc Tarabella (S&D), por escrito. – (FR) Acojo con beneplácito la aprobación, por un «estrecho margen» (370 votos, cuando necesitábamos 369), de esta resolución, que protege a los consumidores de la utilización de la trombina como «pegamento para la carne», como aditivo alimentario para unir piezas cárnicas y crear un único producto cárnico. Su utilización representa potencialmente un engaño para los consumidores, en cuanto a la calidad del producto que compran. Por consiguiente, era mi deber y el de mis colegas europarlamentarios oponernos firmemente al deseo de la Comisión de permitir que la industria agroalimentaria utilice un nuevo aditivo alimentario cuyo único objetivo es, en última instancia, generar más beneficios, con una indiferencia ostensible respecto a la protección de los derechos de los consumidores, como el derecho a recibir información precisa sobre los alimentos que eligen consumir.
Elena Oana Antonescu (PPE), por escrito. – (RO) En 2008, la Comisión Europea presentó el plan de acción sobre donación y trasplante de órganos (2009-20015) con el fin de reforzar la cooperación entre los Estados miembros en el campo de la donación de órganos por medio del intercambio de buenas prácticas. La medidas previstas en este plan complementan el marco jurídico europeo mencionado en la propuesta de Directiva de la Comisión sobre la donación y el trasplante de órganos. Aunque por ahora existen diferencias significativas entre los Estados miembros en cuanto a prácticas y resultados, el intercambio de información y buenas prácticas contribuirá a mejorar el nivel de disponibilidad en países en que hay escasa disponibilidad de órganos.
El resto de medidas estipuladas en el plan están destinadas a mejorar la calidad y la seguridad de los trasplantes de órganos, a crear un registro para evaluar los resultados post-trasplante y a establecer un sistema de intercambio de órganos para casos particulares, como niños o adultos con necesidades especiales. Yo voté, junto con mis colegas europarlamentarios, para apoyar dicho plan que facilitará la cooperación entre los Estados miembros y combatirá el tráfico ilícito de órganos.
Regina Bastos (PPE), por escrito. – (PT) El trasplante de órganos ha demostrado ser indispensable para tratar ciertas enfermedades y proporcionar la posibilidad de salvar vidas, ofrece una mejor calidad de vida para los pacientes y tiene la mejor relación entre los costes y los beneficios si se compara con otras terapias de sustitución. A pesar de todo, existen varios motivos de preocupación respecto de esta terapia, no sólo el riesgo de trasmisión de enfermedades, la disponibilidad limitada y el tráfico ilícito de órganos.
En la actualidad no existe ninguna base de datos que abarque toda la Unión Europea y que contenga información sobre órganos destinados a ser donados y trasplantados ni sobre donantes vivos o fallecidos, ni tampoco un sistema de certificación paneuropeo que aporte prueba de que los órganos y tejidos humanos han sido obtenidos legalmente. Voté a favor de este informe, porque acogí complacida el Plan de acción sobre donación y trasplante de órganos (2009-2015), aprobado por la Comisión en diciembre de 2008, que establece un planteamiento cooperativo entre los Estados miembros en forma de un conjunto de medidas prioritarias basadas en la identificación y el desarrollo de objetivos comunes y la evaluación de las actividades de donación y trasplante por medio de indicadores establecidos que podrían ayudar a identificar valores de referencia y mejores prácticas.
Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito. – (FR) Cada día mueren 12 personas en Europa porque no han recibido un trasplante a tiempo; actualmente hay 60 000 personas en lista de espera para un trasplante. Sin embargo, todavía no se ha establecido una red de intercambio de órganos en la EU-27. Aunque muy pronto una directiva verá la luz, voté con los otros diputados a favor de una resolución que establece la dirección que el Parlamento debe tomar respecto a esta cuestión. Hay tres cuestiones especialmente delicadas: el intercambio transfronterizo de órganos disponibles; la información para los ciudadanos; y la identificación de posibles donantes. La resolución sugiere que, por ejemplo, los ciudadanos puedan utilizar Internet para notificar que son «donantes voluntarios».
Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito. – (RO) El trasplante de órganos es la última posibilidad de seguir con vida para miles de personas cada día. En Rumanía cada día mueren 13 personas que están en lista de espera debido a la falta de donantes.
Rumanía hace frente a esta situación trágica en un momento en que hay un donante por cada millón de habitantes. El Parlamento rumano ha intentado introducir el concepto de presunción de consentimiento, pero el debate público siempre ha impedido adoptar esta medida. Las medidas adoptadas por la Comisión y el Parlamento Europeo sólo sirven para instaurar orden y hacer recomendaciones en un sistema que es importante en lo que respecta a salvar todas las vidas que sea posible. Financiar el sistema médico no es barato. La extracción de órganos y la realización del trasplante, junto con el tratamiento post-trasplante, son procedimientos médicos costosos, pero los Estados miembros deben esforzarse por alentar este tipo de procedimientos.
De hecho, España proporciona un buen modelo ya que ha logrado con éxito el mayor número de donantes en la Unión Europea. No hay necesidad de reinventar la rueda mientras que tengamos, justo entre nosotros, un modelo acertado. En estas circunstancias, nos dan aliento medidas como la promoción mediante esta Directiva, la cooperación entre los Estados miembros y el intercambio de órganos, todo ello regulado rigurosamente por medio de normativas en materia de seguridad y calidad.
Nikolaos Chountis (GUE/NGL), por escrito. – (EL) Las cifras hablan por sí mismas. Hay aproximadamente 60 000 pacientes en lista de espera para un trasplante en los Estados miembros de la UE. Cada día mueren 12 de estos pacientes. La disponibilidad de órganos difiere considerablemente de un Estado miembro a otro: 33,8 donantes fallecidos en España contra 1 donante fallecido en Rumanía por cada millón de habitantes. Las bandas delictivas explotan la brecha entre la disponibilidad y la demanda de órganos, que la han convertido en un negocio rentable. El plan de acción sobre donación y trasplante de órganos aprobado por la Comisión tiene un valor añadido ya que el refuerzo propuesto en materia de cooperación entre los Estados miembros incrementará la disponibilidad de órganos, mejorará la eficacia y la accesibilidad de los sistemas de trasplantes, mejorará la calidad y la seguridad de los órganos y fomentará el intercambio de mejores prácticas.
Voté a favor del informe Perelló porque propone un paquete de medidas prioritarias que maximizan el porcentaje de donaciones, introduce el concepto de coordinadores de trasplantes en los hospitales donde se podrían donar órganos, tiene como objetivo la sensibilización del público, una mejora de los conocimientos y las capacidades de los profesionales sanitarios y los grupos de apoyo a pacientes, así como la introducción de registros para facilitar la evaluación de los resultados post-trasplante.
Marielle De Sarnez (ALDE), por escrito. – (FR) El número de donaciones y trasplantes de órganos incrementa cada año en Europa, permitiendo así salvar miles de vidas. Sin embargo, aún hay que superar numerosos obstáculos porque todavía no hay suficientes órganos como para satisfacer la demanda. Cada día mueren 12 pacientes en la UE debido a la falta de donantes compatibles. La donación de órganos varía considerablemente de un Estado miembro a otro; en España por ejemplo hay 34,6 donaciones por cada millón de habitantes, comparado con Rumanía que sólo tiene 0,5. Más aún, raramente los Estados miembros intercambian órganos. La votación del Parlamento constituye el primer paso para que la red europea cumpla los requisitos para llevar a cabo trasplantes de forma segura, flexible y rápida basándose en el modelo de Eurotransplant (Austria, Benelux, Croacia, Alemania, Países Bajos y Eslovenia) y Scandiatransplant (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia). La UE también va a ampliar el uso de la tarjeta de donante que, aunque goza del apoyo del 81 % de los ciudadanos europeos, sólo el 12 % la tiene. Los Estados miembros deben garantizar que las donaciones no son remuneradas, así como la confidencialidad y el seguimiento, concretamente para luchar contra el tráfico transnacional de órganos.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) La discrepancia en el porcentaje de donación de órganos en los distintos países de Europa parece sugerir que los sistemas en algunos Estados miembros son más efectivos que en otros. Por tanto, estos sistemas deben ser estudiados y potencialmente adoptados por aquellos países que han demostrado tener menos éxito en el particular. En un área que está estrechamente relacionada con la salud y la vida de los ciudadanos, además de adoptar las mejores prácticas, se hace patente la necesidad de optimizar los recursos y de hacer un uso colectivo de la disponibilidad de órganos a escala europea.
No tiene sentido que una persona muera porque no hay órganos disponibles en su país, cuando es posible que existan y estén disponibles en otra parte. Apoyo la idea de que toda persona que fomente o promocione el llamado «turismo de trasplantes» debe ser sancionada, ya que debe recurrir a redes de tráfico ilícito de órganos. Las sanciones deben ser especialmente estrictas para profesionales de la salud o compañías de seguros. Quisiera subrayar la necesidad de realizar un seguimiento efectivo tanto de los receptores como de los donantes voluntarios y altruistas, a los que el público debe su agradecimiento.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) En la actualidad, hay 56 000 pacientes en la Unión Europea que están a la espera de un donante de órganos compatible, cada día fallecen 12 personas en espera de un trasplante de órganos sólidos. Los trasplantes de órganos son casi la única opción terapéutica para los pacientes con insuficiencia hepática, cardíaca o pulmonar en fase terminal. Existe, sin embargo, una discrepancia considerable entre el número de pacientes en lista de espera para un trasplante y el número de pacientes que efectivamente reciben uno. Esta discrepancia es el resultado de un déficit de órganos destinados a ser trasplantados en comparación con la necesidad. El resultado de más pacientes en lista de espera junto a un ligero aumento en las cifras de pacientes trasplantados es un tiempo de espera superior. El tiempo de espera es caro y puede repercutir negativamente en la supervivencia del órgano y del paciente. La propuesta de la Comisión para establecer un plan de acción europeo sobre donación y trasplante de órganos para el periodo 2009-2015 establece un enfoque de cooperación entre los Estados miembros a través de un conjunto de acciones prioritarias basadas en la identificación y el desarrollo de objetivos comunes, indicadores y criterios de referencia cuantitativos y cualitativos acordados, presentación regular de informes y la identificación de mejores prácticas.
João Ferreira (GUE/NGL), por escrito. – (PT) El trasplante de órganos puede ofrecer muchos años de vida plena y saludable para personas que de lo contrario necesitarían frecuentemente cuidados intensivos o simplemente morirían. Ha aumentado el número de trasplantes en la Unión Europea, salvando y prolongando numerosas vidas.
Sin embargo, todavía existen largas listas de espera para trasplantes. En la actualidad, hay 56 000 pacientes en la Unión Europea que están a la espera de un donante de órganos adecuado, y se estima que cada día fallecen 12 personas en espera de un trasplante de órganos sólidos. El número de donantes de órganos fallecidos por sí mismo no es suficiente y el número de donantes vivos no es suficiente para satisfacer las necesidades.
Además, existen amplias diferencias entre Estados miembros en los índices de donación procedente de personas fallecidas, en la actualidad, no existe ninguna base de datos común a toda la Unión Europea que contenga información sobre los órganos destinados a la donación y al trasplante ni sobre donantes vivos o fallecidos, ni existe tampoco un sistema de certificación para dar fe de la legalidad de los órganos y otros tejidos humanos obtenidos. Es en este contexto que el informe en cuestión sugiere medidas que consideramos importantes para reforzar la cooperación entre los Estados miembros en este área, de la cual todos ellos se podrán beneficiar.
Nick Griffin (NI), por escrito. – La falta permanente de órganos para trasplantes obstaculiza los extraordinarios esfuerzos de los profesionales de la salud para ayudar a los pacientes. Desgraciadamente también se observa que hay una falta de donantes y que esto desemboca en actividades delictivas abominables. Procurar resolver estos problemas creando una base de datos para toda la UE es, no obstante, un error. Es muy ingenuo depositar esperanzas en que una base de datos que cubre toda la UE, con todos sus idiomas y sistemas informáticos, cuando en el Reino Unido no consiguieron producir una base de datos para el Servicio de Salud y derrocharon miles de millones de libras esterlinas.
Los servicios sanitarios en toda Europa ni siquiera pueden financiar los servicios básicos y deben hacer frente a recortes drásticos al igual que los ciudadanos pagan por los fallos de la globalización. De esa manera, se puede hacer mucho más para fomentar la donación de órganos invirtiendo en programas educativos a escala nacional, que diversificando fondos para pagar por la injerencia burocrática bien intencionada. De forma adicional, existen estrictas limitaciones de tiempo respecto a la viabilidad de los órganos. Así pues, la red de la UE sería útil para muy pocos pacientes. Las propuestas para establecer una red son sólo excusas que suenan muy bien para profundizar un programa que no tiene nada que ver con el bienestar de los pacientes, sino más bien con el dogma federalista.
Sylvie Guillaume (S&D), por escrito. – (FR) Cada año mueren miles de personas en Europa porque no ha podido recibir un trasplante a tiempo. Por tanto, empezaba a ser una cuestión cada vez más urgente la necesidad de aplicar medidas en toda la UE para facilitar los intercambios intracomunitarios de órganos humanos destinados a ser trasplantados, por medio de normativas de seguridad y calidad mejoradas en este ámbito. Por eso voté a favor de esta Directiva, que tiene por objeto proteger a los donantes vivos y a las personas que se benefician de sus donaciones, así como los principios éticos básicos, como el anonimato, la voluntariedad y el carácter inalienable del cuerpo humano, que no debe ser una fuente de beneficios. Además, la idea de establecer una red de autoridades competentes en los Estados miembros me parece particularmente positiva, así como la idea de registrase en línea en el registro nacional o europeo. Por supuesto que se deben tomar todas las precauciones posibles con el fin de garantizar que estas medidas funcionan adecuadamente.
Véronique Mathieu (PPE), por escrito. – (FR) Voté a favor del informe sobre el plan de acción sobre donación y trasplante de órganos para el periodo 2009-2015. El progreso técnico logrado en el ámbito del trasplante de órganos es una fuente enorme de esperanza para quienes el trasplante sigue siendo el único tratamiento posible. Hoy día el principal reto reside en la falta de donantes de órganos, algo que es evidente teniendo en cuenta las largas lista de espera para trasplantes. Para responder a este desafío es esencial que se adopten medidas para identificar posibles donantes, y, de esa manera, se podría realizar un gran avance para incrementar el número de órganos donados en Europa. Como el ponente destaca, el nombramiento de una persona clave en materia de trasplantes en cada hospital es el factor clave para mejorar los índices en este área.
Incrementar la cooperación entre los Estados miembros garantizará un mejor intercambio de información y buenas prácticas destinado a incrementar el número de donantes. Por ejemplo, permitir que los ciudadanos ingresen sus nombres en un registro de donantes cuando solicitan un pasaporte o un permiso de conducir es una iniciativa que los Estados miembros deben examinar y que yo, y la mayoría de mis colegas miembros, consideramos positiva.
Nuno Melo (PPE), por escrito. – (PT) Aprobamos esta nueva Directiva por varias razones, pero especialmente porque creemos que se trata de un plan que será crucial a la hora de salvar vidas en la UE. Cada día fallecen 12 pacientes y 60 000 están en lista de espera de un donante compatible para un trasplante de órganos en la UE. Durante las últimas dos décadas los trasplantes han incrementado continuamente y representan el único tratamiento disponible para casos de insuficiencia hepática, cardíaca o pulmonar en fase terminal. Los índices de mortalidad de las personas que están en lista de espera para un trasplante de corazón, hígado o pulmón se sitúan entre el 15 % y el 30 %, de modo que los pacientes que necesitan un trasplante de órganos tendrán que esperar menos tiempo para esa operación gracias a esta nueva Directiva. Por eso voté como lo hice.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Los tres objetivos clave en el ámbito de la donación y el trasplante de órganos garantizan la calidad y la seguridad de los pacientes a escala europea, aseguran la protección de los donantes y facilitan la cooperación entre los Estados miembros.
Es importante tener un enfoque europeo sobre la cuestión, considerando, entre otras cosas, la movilidad de los pacientes en la Unión Europea. En términos generales, en la Unión Europea hay un amplio consenso social sobre la donación de órganos destinados a ser trasplantados. Sin embargo, debido a los distintos sistemas de organización o por motivos tradicionales o culturales, los Estados miembros tienen diferentes enfoques respecto al particular.
Algunos países tienen un alto índice de donaciones, mientras que en otros todavía debe desarrollarse la cultura de la donación. Compartir las mejores prácticas, modelos y experiencia en toda la Unión Europea podría resultar muy útil incrementando el índice de donaciones de órganos.
Se debe fomentar la cooperación con el fin de identificar los elementos que funcionan en los distintos sistemas de trasplantes y promoverlos a escala europea, lo que implicaría una mejora de la provisión de donaciones y trasplantes de alta calidad y seguridad. Por lo tanto, yo voté a favor.
Maria do Céu Patrão Neves (PPE), por escrito. – (PT) El presente informe establece un conjunto de acciones destinadas a mejorar la cooperación entre los Estados miembros en el ámbito de los trasplantes con el fin de contribuir a aumentar el número de trasplantes, a reducir las listas de espera y, en consecuencia, el número de pacientes que fallecen mientras esperan un órgano. Al mismo tiempo, el plan de acción establece, además, normativas comunes en materia de calidad y seguridad para los Estados miembros, que no sólo fomentan la protección de los pacientes sino que también facilitan la cooperación entre países. También destaca la creación de registros nacionales y europeos de los procesos relacionados con los trasplantes (sin incluir la discriminación, el seguimiento de los resultados, etc.). Esto implicará una sensibilización mayor y más profunda de la situación actual de Europa, así como una disminución de posibilidades para el tráfico ilícito de órganos. El informe respalda el plan de acción y subraya la necesidad y la urgencia de los medios de acción que este señala, adoptando una posición firme frente a todas las formas de comercialización de órganos que actualmente tienen lugar en distintas partes del mundo. Creo que este informe representa un complemento importante a la comunicación de la Comisión y una valiosa contribución a una causa humana seria en el contexto de la asistencia sanitaria proporcionada a los ciudadanos europeos.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – (ES) Quiero felicitar al colega socialista Perelló Rodríguez del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa por el informe que acabamos de votar. El plan de acción debería permitir que las 60 000 personas que hoy esperan poder recibir algún órgano vean significativamente aumentada su esperanza de vida. Es importante destacar también la posición de liderazgo que tiene la sanidad española en este tema, y que ha sido reconocida por todos los ponentes y grupos.
Olga Sehnalová (S&D), por escrito. – (CS) Yo voté a favor del informe, aunque creo que primordialmente hay que centrarse, en particular, en aumentar el número de donantes en los distintos Estados miembros, teniendo en cuenta las diferentes tradiciones nacionales de los sistemas sanitarios. Por consiguiente, hay que evaluar rigurosamente este área desde la perspectiva del principio de subsidiaridad.
Viktor Uspaskich (ALDE), por escrito. – (LT) Señorías, las estadísticas hablan por sí solas. Según este informe, actualmente hay 56 000 pacientes en la Unión Europea en lista de espera para un donante de órganos compatible. Cada día mueren 12 personas en espera de un trasplante de órganos. Por desgracia, muchas personas mueren simplemente debido a la falta de donantes de órganos y de una coordinación transfronteriza suficiente. Esta delicada cuestión está vinculada a varios aspectos jurídicos y culturales. Sin embargo, las diversas políticas nacionales y los índices de donación de órganos fundamentalmente diferentes de los Estados miembros complican aún más las cosas. Cabría la posibilidad de paliar algunos de estos déficits por medio de una base de datos y un sistema de certificación europeos, que proporcionarían información sobre la disponibilidad de órganos y garantizarían la calidad y la legalidad de los mismos.
Igual de importante es movilizar e informar a la sociedad. Muchos ciudadanos de la UE no se oponen radicalmente a la donación, pero temen añadir sus nombres a dicho registro. Por consiguiente, es necesario que la donación sea lo más accesible posible ―a veces la promoción puede ser eficaz―. Por ejemplo, acojo con beneplácito formas que brinden a los ciudadanos la oportunidad de ingresar sus nombres directamente en el registro de donantes de órganos cuando estos soliciten un permiso de conducir. La falta de órganos para trasplantes representa un poderoso estímulo para la comercialización de órganos y personas. La UE debe establecer una mejor coordinación de trasplantes y donaciones porque, como podemos ver, las regiones más pobres de Europa se están convirtiendo en un campo abonado para el comercio ilícito de órganos.
Sophie Auconie (PPE), por escrito. – (FR) El Tratado de Lisboa estipula que la UE debe adherirse al Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), lo que me satisface. A fin de que dicha adhesión sea efectiva, se requiere el acuerdo unánime de los Miembros del Consejo y la aprobación del Parlamento Europeo. Por mi parte, apoyo plenamente esa adhesión, que apuntalará el sistema europeo de protección de los derechos fundamentales.
Jean-Luc Bennahmias (ALDE), por escrito. – (FR) El Tratado de Lisboa estipula que la UE debe adherirse al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, adhesión que no es únicamente simbólica: hace posible que mejore la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos. Tendrá además por efecto que las decisiones que se tomen y las acciones que se ejecuten bajo la Política Exterior y de Seguridad Común estén sujetas al Convenio Europeo, aun cuando estén fuera de la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Vilija Blinkevičiūtė (S&D), por escrito. – (LT) El Tratado de Lisboa establece la base jurídica para la adhesión de la UE al CEDH, el instrumento más importante para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Europa, el eje de Europa. La adhesión de la UE al Convenio reforzará aún más el sistema de protección de los derechos fundamentales de la UE. Estoy de acuerdo con la propuesta, ya que es una oportunidad histórica que propicia la salvaguarda de los derechos humanos y de las libertades fundamentales de los ciudadanos y los Estados miembros de la UE sobre la misma base. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo tendrá jurisdicción para examinar si la legislación de las instituciones, organismos y agencias de la UE, incluidas las sentencias del Tribunal de Justicia, cumplen las disposiciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Es muy importante que la gente cuente con una nueva oportunidad para defender sus derechos. Una vez agotadas todas las instancias nacionales, se podrá acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en caso de violación de los derechos humanos fundamentales por parte de la UE, lo que promueve el afianzamiento de una jurisprudencia más armoniosa en el ámbito de los derechos humanos. La aplicación plena y uniforme de la Carta de los Derechos Fundamentales en toda la UE es también esencial a fin de garantizar la credibilidad de la Unión. Puesto que la adhesión al Convenio tendrá una enorme influencia jurídica en la creación de un sistema armonioso de protección de los derechos humanos, insto a la Comisión y a los Estados miembros a que consideren la posibilidad de establecer directrices claras que expliquen lo que implica la adhesión, el impacto en los derechos humanos y el procedimiento previsto para la presentación de quejas.
Carlos Coelho (PPE), por escrito. – (PT) Los derechos humanos y las libertades fundamentales forman el conjunto de valores y principios que nos identifican en tanto que humanos y son la base de nuestra coexistencia; son universales, indivisibles e interdependientes. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa supone un paso importante en términos de derechos humanos, no sólo porque supone que la Carta de los Derechos Fundamentales sea vinculante, sino también porque al otorgar personalidad jurídica a la Unión Europea, hace posible que esta se adhiera al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH). La adhesión es enormemente significativa tanto a nivel político como jurídico a la hora de crear un verdadero ámbito de derechos humanos. Con respecto a las actividades que le corresponden a la Unión, a la que los Estados miembros le han transferido facultades sustanciales, esto posibilita que se garantice una protección del público similar a la que ya se disfruta en el entorno de los Estados miembros.
Las instituciones europeas están obligadas a cumplirlo, también en el propio proceso de elaborar y adoptar propuestas legislativas. Además, la armonía legislativa y de la jurisprudencia entre la UE y el CEDH en el ámbito de los derechos humanos debe contribuir a crear un sistema integral en el que los tribunales europeos de derechos humanos (el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos) deban actuar en sincronía, con una relación no tanto de orden jerárquico como de especialización.
Proinsias De Rossa (S&D), por escrito. – Respaldo este informe sobre la adhesión de la UE al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH), tal y como contempla el Tratado de Lisboa. Las instituciones de la Unión estarán así incluidas en el sistema de protección de los derechos fundamentales. La adhesión de la UE al CEDH mejora la posición de la UE a la hora de instar a terceros países a que cumplan con sus normas de derechos humanos y confiere a los ciudadanos de la UE el mismo nivel de protección frente a la UE que el que existe ante los Estados miembros. Si bien la UE no pasará a formar parte del Consejo de Europa, la adhesión al Convenio debería contemplar el derecho a presentar candidatos al cargo de juez y a que el Parlamento Europeo esté representado en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa cuando este organismo elija jueces para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Además de esas novedades, la Comisión debería recibir el mandato de negociar la adhesión a los protocolos anexos al CEDH relativos a los derechos que contempla la Carta de los Derechos Fundamentales. El siguiente paso lógico, también en armonía con la Carta de los Derechos Fundamentales, es la adhesión de las instituciones de la UE a la Carta Social Europea.
Philippe de Villiers (EFD), por escrito. – (FR) La protección de los derechos humanos fundamentales debe seguir siendo competencia nacional ya que las interpretaciones varían en función de los países y de las culturas, sobre todo en el caso de conceptos tales como la discriminación, el secularismo y la propia definición de vida humana (desde la concepción hasta su fin natural).
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, una institución cuyas decisiones revisten un carácter cada vez más político, tratará de desmantelar algo más los sistemas constitucionales nacionales y los cimientos de la civilización europea. Además de ser inútil y un derroche de recursos, la adhesión de la UE al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales dará lugar a confusión y a conflictos jurídicos irresolubles con el Tribunal de Estrasburgo.
Por razones evidentes, me opongo a esta nueva consecuencia de la personalidad jurídica de la UE, según lo previsto en el Tratado de Lisboa.
Edite Estrela (S&D), por escrito. – (PT) Voté a favor de este informe pues considero que la adhesión de la Unión Europea al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) es un mensaje sólido que mejora la credibilidad de la Unión a ojos de aquellos terceros países a los que habitualmente insta a respetar el CEDH.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) La adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales es resultado de un proceso que se inició en Maastricht, en el sentido de que confería a la Comunidad Europea personalidad jurídica, y culminó con el Tratado de Lisboa. La adopción de la Carta de los Derechos Fundamentales, en un principio con un alcance reducido y posteriormente aumentado al integrarse en el Tratado, supuso una etapa importante en este proceso.
La participación de la Unión Europea en el ámbito continental de los derechos humanos es ahora más estrecha, un hecho que yo aplaudo. Espero que se puedan hallar soluciones a las varias cuestiones de índole jurídica, técnica e institucional que surgen en estos momentos y que dichas soluciones se basen en el principio de subsidiariedad, en la cooperación voluntaria entre los Estados miembros, y en el respeto de su soberanía y sus sistemas jurídicos nacionales, y en el Estado de Derecho.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) Me congratula la adopción de este informe, que contribuye al compromiso de la UE con el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH). Dicho compromiso es un paso adelante en el proceso de la integración europea y un nuevo paso hacia la unidad política. Además, puesto que el sistema de la UE para la protección de los derechos humanos fundamentales se consolida y refuerza mediante la incorporación de la Carta de Derechos Fundamentales en su Derecho primario, la adhesión de la UE al CEDH supondrá un sólido mensaje en términos de coherencia entre la UE y los países pertenecientes al Consejo Europeo y su régimen paneuropeo en cuestiones relativas a los derechos humanos. Esa adhesión aumentará aún más la credibilidad de la UE ante aquellos terceros países a los que habitualmente insta a respetar el CEDH como parte de sus relaciones bilaterales. Con respecto a las actividades de la UE, la adhesión garantiza además la protección del público de un modo similar al que ya gozan en sus relaciones con todos los Estados miembros.
Sylvie Guillaume (S&D), por escrito. – (FR) Yo voté a favor de este informe con el fin de dar luz verde a las negociaciones de adhesión de la UE, en tanto que personalidad jurídica de pleno derecho, al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos. Esta adhesión brindará a los ciudadanos un nuevo método de recurso: ahora podrán acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en caso de que una institución de la UE o un Estado miembro haya infringido sus derechos fundamentales motivado por una acción u omisión por su parte. Debemos además insistir en que la UE se adhiera a los protocolos adicionales al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales y a la Carta Social de la UE revisada, puesto que la UE también tiene que avanzar en estos ámbitos.
Petru Constantin Luhan (PPE), por escrito. – (RO) Tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea hace obligatoria la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Apoyo esta medida, ya que mejorará la credibilidad de la UE ante sus ciudadanos, al garantizar el respeto por sus derechos. La adhesión al Convenio otorgará a los ciudadanos protección frente a las acciones de la UE y de sus instituciones, igual que la protección que disfrutan ahora frente a las acciones de los Estados miembros. Del mismo modo, lograremos una mayor cooperación entre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y los tribunales nacionales.
Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. – (FR) Las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con respeto a la separación de Iglesia y Estado están en línea con la tradición secular de la República Francesa. Las sentencias por las que se prohíbe el uso del velo en clase a una profesora y se oponen a que haya crucifijos en las escuelas dan fe de ello. No obstante, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea propone restringir las libertades civiles sólo si los valores que contemplan los textos fundamentales de la UE así lo requieren. La cuestión es que dichos textos no mencionan en ningún momento la separación obligatoria entre Iglesia y Estado ni la naturaleza secular de las instituciones. La Unión Europea es por tanto incapaz de garantizar la libertad de conciencia de los europeos.
Wojciech Michał Olejniczak (S&D), por escrito. – (PL) Uno de los cimientos de la Unión Europea en el momento de su formación fue el respeto por los derechos humanos, un valor que se encuentra permanentemente entre los principales intereses de la UE. El derecho de la UE da fe de ello, del mismo modo que lo hacen las disposiciones constitucionales de cada uno de los Estados miembros. La adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) es un paso significativo hacia una mayor protección de los derechos fundamentales del individuo. Esta decisión hace que la UE forme parte del sistema internacional de protección de los derechos, gracias a lo cual refuerza su credibilidad ante terceros países y también ante sus propios ciudadanos. El Convenio, si bien no altera la construcción institucional de la UE, sí incorpora sin embargo otro tribunal, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que supervisará la manera en que la Unión cumple con sus obligaciones en relación con las disposiciones del CEDH. Teniendo en cuenta que el informe sobre los aspectos institucionales de la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales incluye disposiciones que concuerdan con los comentarios anteriores, decidió votar a favor de su adopción.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) La importancia de la adhesión de la UE al CEDH está relacionada tanto con su credibilidad simbólica y política como con el hecho de que la UE y sus instituciones tendrán una obligación más estricta de proteger los derechos fundamentales de los individuos. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa prevé la basé jurídica para iniciar las negociaciones relativas a la adhesión de la UE al CEDH.
Respaldo la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Sin embargo, una cuestión preliminar fundamental es el cumplimiento de ciertas garantías que debería incluir el acuerdo sobre la adhesión de la Unión Europea al CEDH, especialmente en materia de conservación de las características específicas de la Unión y del derecho de la UE. La adhesión no debe interferir en las competencias de la Unión ni en la obligación de los Estados miembros de no plantear litigios que corresponden al ámbito del derecho de la UE ante sistemas externos de solución de conflictos. Es pues importante salvaguardar las prerrogativas del Tribunal de Justicia en caso de que se solicite ante el Tribunal de Estrasburgo una decisión sobre la compatibilidad de un acto de la Unión con los derechos fundamentales antes de que el Tribunal de Justicia así lo haga.
Aldo Patriciello (PPE), por escrito. – (IT) Agradezco al ponente su excelente labor sobre la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH), que será beneficioso para los ciudadanos de Europa, ya que pondrá a nuestra disposición un nuevo tribunal que no forma parte de la Unión Europea y garantizará que la Unión Europea y los Estados miembros protegen en todo momento los derechos de los ciudadanos europeos.
En línea con los principios de la democracia, la Unión Europea y los Estados miembros deben tener siempre derecho a defenderse a sí mismos. Por tanto, considero esencial que cada país que se adhiere al Convenio disponga de un juez que explique los antecedentes de cada caso, del mismo modo que considero importante que el Parlamento Europeo cuente con un organismo informal que coordine la manera de compartir la información entre el Parlamento Europeo y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Además, es también importante que se consulte y se implique al Parlamento en el proceso de negociación.
Evelyn Regner (S&D), por escrito. – (DE) Voté a favor de la resolución puesto que soy de la opinión de que la adhesión de la Unión Europea al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) sería un buen paso hacia la instauración de la seguridad y la consistencia jurídicas. En las últimas décadas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha adoptado toda una serie de decisiones que precisan la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos. Adherirse al Convenio en tanto que Unión Europea contribuiría también a la credibilidad de la Unión ante terceros países.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – (ES) Me congratulo por la adopción hoy del informe del colega Jáuregui con relación a la adhesión de la UE al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Me preocupa que algunos colegas eurófobos sigan insistiendo en la no necesidad de esta medida, cuando precisamente considero que esta adhesión supone una mayor garantía para la protección de los derechos humanos, también dentro de la UE.
Nuno Teixeira (PPE), por escrito. – (PT) La adhesión de la UE al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales ya se prevé en el Tratado de la Unión Europea y la entrada en vigor del Tratado de Lisboa la hace obligatoria. La adhesión reforzará la protección de los derechos humanos en Europa y someterá el sistema jurídico de la Unión a control jurídico externo, lo que garantizará la armonía de la jurisprudencia entre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y conferirá al público europeo protección ante las acciones de las instituciones europeas, en términos similares a los ya existentes en los Estados miembros.
Cabe señalar que la adhesión no implica que la UE sea miembro del Consejo de Europa ni cuestiona la autonomía del Derecho de la Unión, ya que el TJUE sigue siendo la única autoridad que se pronuncia sobre cuestiones relacionadas con la validez y la interpretación del Derecho de la Unión. Quisiera insistir también en la importancia que tiene la posibilidad de que la Unión pueda presentar candidatos y elegir a un juez que la represente y la necesidad a que se alude de que el Parlamento esté debidamente informado sobre las negociaciones de adhesión y de que se establezca en el futuro un mecanismo de intercambio de información entre las asambleas parlamentarias de ambas instituciones.
Rafał Trzaskowski (PPE), por escrito. – (PL) Respaldo el informe, sobre todo porque amplía el sistema de protección de los derechos humanos en la Unión Europea y le confiere más credibilidad ante sus ciudadanos. En situaciones tales como cuando no es posible apelar a nivel nacional o de la UE, en caso de que a un demandante se le deniegue el permiso a iniciar un procedimiento o si no se puede recurrir contra una institución de la UE, el valor añadido será evidente. Por tanto, debemos seguir tratando de reforzar el sistema de protección de los derechos humanos en la UE.
Viktor Uspaskich (ALDE), por escrito. – (LT) Señorías, como bien saben ustedes, el respeto por los derechos humanos es un valor fundamental de la Unión Europea que contempla el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. No cabe duda de que, si las cosas se hacen correctamente, la adhesión de la UE al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) podría ser una oportunidad histórica para reforzar la situación de los derechos humanos en la UE y en toda Europa. Podría ser nuestra oportunidad de garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales de los ciudadanos de la UE. La adhesión de la UE al CEDH supondría para Europa una oportunidad excelente para actuar como faro moral, por ejemplo. Este hecho no sólo mejoraría la credibilidad de la UE, en términos de relaciones con Estados no miembros de la UE, sino también la opinión pública sobre las estructuras de la UE. No obstante, eso sólo tendrá lugar si nosotros aunamos esfuerzos para eliminar la doble moral en nuestro programa político y sistema jurídico.
Lamentablemente, tal y como demuestran los acontecimientos de los últimos años, las acusaciones tienen las más de las veces un cariz meramente político. Los tribunales tanto de mi país como del resto de Europa siguen siendo muy a menudo propensos a la manipulación política. A no ser que eso cambio, hechos tan prometedores como la adhesión de la UE al CEDH no serán más que una pérdida de tiempo. Por tanto, yo respaldo encarecidamente la adhesión al CEDH, siempre y cuando así sí se defiendan realmente los derechos humanos y las libertades fundamentales y, lo que es más importante, en el propio seno de la UE.
Geoffrey Van Orden (ECR), por escrito. – Apoyo el CEDH si bien reconozco que la interpretación judicial de ciertas disposiciones del Convenio han supuesto un obstáculo a la expulsión de sospechosos de terrorismo, algo que tiene que cambiar.
A pesar de todas las declaraciones de respeto por la posición de los Estados miembros en relación con el CEDH, la adhesión de la UE al Convenio va a complicar y probablemente socavar la libertad de los Estados miembros a la hora de eludir o interpretar con carácter individual el contenido del CEDH.
Políticamente, me opongo en concreto al principal motivo para la adhesión de la UE al CEDH, a saber, «un avance en la integración europea [que implica] otro paso adelante hacia la unión política». Esta aspiración mal entendida se subraya también en la declaración que afirma que la adhesión de la UE constituye «la adhesión de un Estado no parte a un instrumento legal creado para los Estados». Por todos estos motivos, yo he votado en contra de la resolución.
Resolución: Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en Kampala, Uganda (B7-0265/2010)
Sebastian Valentin Bodu (PPE), por escrito. – (RO) La organización de la conferencia de la Corte Penal Internacional en Uganda es muestra importante de la aceptación de esta institución internacional en el continente africano, en especial teniendo en cuenta que la Corte inició allí sus investigaciones, tras su establecimiento en 2002. Nadie puede negar la importancia de un tribunal internacional de este tipo, que investiga casos graves relacionados con el incumplimiento de los derechos humanos, genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Así, es importante que un número cada vez mayor de Estados reconozcan la autoridad de la Corte Penal Internacional y que los firmantes del Estatuto de Roma ratifiquen el acuerdo con carácter urgente. La idea de establecer un tribunal internacional para investigar crímenes de lesa humanidad se remonta a 1919, durante la Conferencia de Paz de París. Ha sido necesario que transcurriesen ochenta y tres años para alcanzar un acuerdo internacional por el que se establece la CPI. Ahora, aquellos Estados que ratificaron el Estatuto de Roma de la CPI deben regular también el derecho de la Corte a investigar crímenes de agresión. Además, los Estados firmantes deben armonizar su legislación nacional con las disposiciones del Estatuto de Roma, a fin de cumplir el compromiso que contrajeron.
Diogo Feio (PPE), por escrito. – (PT) La Unión Europea ha sido una firme defensora de la Corte Penal Internacional (CPI) y todos sus Estados miembros se benefician de su adhesión a tan importante tribunal. Espero que los Estados Partes puedan estar a la altura de sus responsabilidades y que el resultado de la Conferencia de Kampala sea una CPI con mayor capacidad de afrontar los retos de nuestra época, que obtenga la cooperación adecuada de los sistemas jurídicos nacionales y que reciba los medios suficientes para ejercer eficazmente su autoridad, ya que la gravedad que revisten los crímenes en que centra su actividad, en su mayoría, así lo demanda.
José Manuel Fernandes (PPE), por escrito. – (PT) La UE es una firme defensora de la Corte Penal Internacional (CPI), que promueve la universalidad y salvaguarda la integridad del Estatuto de Roma a fin de proteger y consolidar la independencia, legitimidad y eficacia del proceso judicial internacional. Prueba de ello es la defensa sistemática que realiza la UE para que se añada una cláusula relativa a la CPI en la negociación de mandatos y acuerdos con terceros países. La UE ya ha destinado más de 40 millones de euros en diez años bajo el Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos para proyectos cuyo objetivo es respaldar la CPI y la justicia penal internacional. La Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la CPI en Kampala (Uganda), representa una oportunidad única para los Estados parte, las Partes no estatales, la sociedad civil y otras partes interesadas para reiterar firmemente su compromiso con la justicia y la responsabilidad. Hay ciento once Estados parte de la CPI, con regiones que están infrarrepresentadas, como Oriente Medio, el Norte de África y Asia. Espero que los Estados miembros participen en esta Conferencia a través de una representación del más alto nivel y que reafirmen públicamente su compromiso con la CPI.
Jean-Luc Mélenchon (GUE/NGL), por escrito. – (FR) Me satisface que la resolución propuesta por el Parlamento sobre la revisión del Estatuto de Roma exija que el crimen de agresión se incluya oficialmente en tanto que crimen de guerra y que no sea necesario filtro jurisdiccional alguno para determinar si se ha cometido tal delito. Ahora bien, ¿cómo puede aplicarse esa nueva legislación si los principales Estados que han cometido crímenes de agresión desde la entrada en vigor del Estatuto de Roma en 2002 (los Estados Unidos e Israel) no están obligados a ratificarla?
¿Cómo puede ser efectiva si no se insta a esos Estados a que abandonen la presión ante Estados que sí son parte de la Corte Penal Internacional para que garanticen la inmunidad de sus nacionales? Cabe también lamentar que un Parlamento que profesa su vanguardia en la lucha contra el cambio climático no proponga la inclusión de los delitos ecológicos como crímenes de lesa humanidad, tal y como se propuso en la Cumbre de Cochabamba. Es necesario castigar los crímenes de lesa humanidad más graves, para lo que la Corte Penal Internacional podría constituir una herramienta útil. Se trata simplemente de brindarle recursos y puesto que no está siendo así, yo me abstengo.
Alfredo Pallone (PPE), por escrito. – (IT) Me veo obligado a expresar mi acuerdo con la propuesta de resolución sobre la Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en Kampala (Uganda).
La propia Europa surgió de la necesidad de poner fin a las expresiones de odio racial que culminaron con las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial. La Unión Europa siempre ha sido firme a la hora de reforzar la cooperación entre Estados para así probar y perseguir los crímenes de lesa humanidad.
Está bien que ocho años después de la entrada en vigor del Estatuto de Roma, los Estados deban reafirmar su firme compromiso de prosperar en un entorno de paz, estabilidad y Estado de Derecho. En concreto, los Estados deberían comprometerse con políticas pensadas para colaborar con la Corte Penal Internacional y la protección de las víctimas de violencia. En numerosos casos en la práctica, las víctimas se encuentran con enormes dificultades para acceder a la información sobre la Corte y no consiguen que sus derechos se vean protegidos.
Raül Romeva i Rueda (Verts/ALE), por escrito. – Voté entusiasmado a favor de la resolución y me congratula especialmente que la enmienda oral presentada por mi colega se haya adoptado, esto es, para incluir a los «pueblos indígenas» en la lista de grupos que necesitan especial atención.
Sabine Wils (GUE/NGL), por escrito. – Aplaudo la moción para una resolución sobre la Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) en Kampala (Uganda), ya que incluye temas cruciales e importantísimos y requiere que se considere la ratificación y la aplicación de la CPI. Por tanto, he votado a favor.
Pero quiero expresar mi enorme preocupación sobre algunas frases que aparecen en la resolución y que se refieren positivamente al «Programa de Estocolmo», al «IEDDH» y a la Unión Europea como «actor mundial». A este respecto, el «Programa de Estocolmo» y el «IEDDH» tal vez hayan tenido un impacto positivo, pero en otros muchos ámbitos estos dos programas/instrumentos no se emplean de forma democrática y transparente. La Unión Europa ejerce desde luego como «actor mundial» pero, en mi opinión, en absoluto lo hace de manera positiva para conseguir un orden mundial más justo y solidario.
8. Correcciones e intenciones de voto: véase el Acta
(La sesión, suspendida a las 13.25 horas, se reanuda a las 15.00 horas)
PRESIDE: Jerzy BUZEK Presidente
9. Aprobación del Acta de la sesión anterior: véase el Acta
10. Aplicación de las sinergias entre los fondos asignados a la investigación y la innovación en el Reglamento (CE) n° 1080/2006 relativo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional y en el Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo - Cómo ofrecer un mercado único a los consumidores y los ciudadanos - Sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas en un contexto de recuperación de la economía - Contribución de la política de cohesión a la consecución de los objetivos de Lisboa y UE 2020 (debate)
Presidente. – El siguiente punto es el debate conjunto sobre lo siguiente:
– el informe (A7-0138/2010) del señor Van Nistelrooij, en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional, sobre la aplicación de las sinergias entre los fondos asignados a la investigación y la innovación en el Reglamento (CE) nº 1080/2006 relativo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional y en el Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo, en las ciudades y regiones, así como en los Estados miembros y en la Unión [2009/2243(INI)],
– el informe (A7-0132/2010) del señor Grech, en nombre de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, sobre cómo ofrecer un mercado único a los consumidores y los ciudadanos [2010/2011(INI)],
– el informe (A7-0147/2010) del señor Hoang Ngoc, en nombre de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas en un contexto de recuperación de la economía [COM(2009/0545 - 2010/2038 (INI))], y
– el informe (A7-0129/2010) del señor Cortés Lastra, en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional, sobre la contribución de la política de cohesión a la consecución de los objetivos de Lisboa y UE 2020 [2009/2235(INI)].
Lambert van Nistelrooij, ponente. – (NL) Es este desde luego un paquete muy coherente. Tras el debate de esta mañana sobre el paquete de apoyo y una gobernanza financiera y económica más sólida y rigurosa, debatimos ahora una serie de expedientes subyacentes que son importantes para el compromiso que se necesita en relación con la Estrategia Europa 2020.
El Parlamento desea considerar expresamente estas propuestas de la Comisión y, más en concreto, del Consejo. Es inaceptable que el Consejo tome decisiones en junio sin que nosotros hayamos alcanzado un acuerdo de forma expresa sobre diversas cuestiones de fondo. Estamos hablando de la dirección y de la ejecución para el futuro cercano. Pensemos, por ejemplo, en los proyectos emblemáticos que también van a requerir en breve de nuestro apoyo conjunto. Es por tanto muy importante que le dediquemos ahora el tiempo necesario.
Pues bien, tanto el informe Cortés Lastra como mi informe en nombre de la Comisión de Desarrollo Regional hacen referencia a la sinergia de las políticas con la idea de que incrementen los efectos, o los resultados, para Europa. Lo bueno que tiene es que podemos mejorar o, lo que es más, debemos mejorar. Nuestras actividades están bastante fragmentadas en esferas diversas, si nos fijamos en los acontecimientos del mundo, la competitividad y el tipo de cuestiones que queremos abordar. En resumidas cuentas, hay que hacer que las cosas sean mejores, más verdes, más sostenibles y más inclusivas.
Los informes presentados por la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios se refieren también a la gobernanza y a la disponibilidad de recursos financieros suficientes, también para la educación. Para resumir, yo espero que esta tarde establezcamos una base clara para esta resolución. No sé si mañana se celebrará una votación o si se logrará consenso en torno a la gobernanza. En todo caso, sea como fuere, creo que el Parlamento va a ser capaz de adoptar una posición final sobre la Estrategia Europa 2020 en junio.
Volviendo a mi informe, se trata de un informe de ejecución. Hemos observado adecuadamente cómo funcionan las cosas en el ámbito de la investigación y el desarrollo, la política regional y las pequeñas y medianas empresas, y quisiera dar las gracias a mis colegas, también a los miembros de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, la comisión que tiene una responsabilidad conjunta en virtud del artículo 50, por ayudarnos a lograr un buen resultado.
¿Y a qué conclusión hemos llegado?
1. En Europa, disponemos de una investigación de primera clase, aunque el uso de dicha investigación va a la zaga. El conocimiento es libre, viaja por todo el mundo y nadie puede quedárselo. Si bien invertimos muy bien en investigación, estamos rezagados a la hora de emplear esa investigación, de llevar la innovación al mercado y, por tanto, de mantener una producción de alta calidad en esta parte del mundo.
2. En mi informe se señala que en la actualidad destinamos una cuarta parte de los fondos regionales a la infraestructura y a la innovación de la investigación. Se trata de un cambio importante, una cuestión de prioridades que ha tenido lugar en el período actual gracias a las iniciativas de la Comisión. La asignación de fondos es uno de los instrumentos más eficaces y que además ha influido indudablemente en los programas de las regiones, las ciudades y los pueblos. Conduce a un mejor perfil de la economía del conocimiento hacia la que nos encaminamos y a una mayor especialización.
3. En mi informe, junto con mis colegas, formulo una serie de propuestas para la mejora mediante la serie investigación/innovación/producción con la idea de lograr una mayor eficacia. Tenemos que ser conscientes también de la importancia de la dimensión territorial que establece el Tratado de Lisboa. Debemos centrarnos en una serie de ámbitos a fin de lograr un efecto a gran escala; necesitamos el valor de especializar la producción en una región (por cierto, el principio de especialización viene de lejos en la Unión Europea), siempre y cuando existan los enlaces adecuados para transmitir el conocimiento: banda ancha o infraestructura tradicional. Si la Unión invierte dinero, también tendría que haber cooperación entre…
(El Presidente interrumpe al orador)
Liem Hoang Ngoc, ponente. – (FR) Señor Presidente, Señorías, el informe de propia iniciativa sobre el que vamos a votar esta semana es de especial importancia simbólica en un momento en el que los mercados son incapaces de valorar los riesgos vinculados a la situación económica de la zona del euro.
Tras haber solicitado políticas robustas de ajuste presupuestario, ahora dudan de la capacidad de los Estados miembros para estimular su crecimiento y, por tanto, para obtener los ingresos fiscales que hacen falta para pagar los intereses de la deuda. Lamentablemente, no se puede efectuar una valoración del riesgo en el contexto tan incierto en el que se halla en estos momentos la economía mundial. Dicha valoración es aun más importante en la Unión Europea, donde el índice de utilización de la capacidad productiva es más bajo que nunca.
En lugar de invertir, las empresas guardan sus máquinas ya que, a pesar de los signos iniciales de recuperación a finales de 2009, no hay demanda. El crecimiento podría incluso revertirse en caso de que las medidas restrictivas aten la recuperación de pies y manos. El primer objetivo de nuestro informe fue precisamente determinar cuál es el momento adecuado para lanzar políticas a fin de salir de la crisis. Propusimos que se mantuviesen las medidas de apoyo hasta que se restaurase el índice normal de uso de la capacidad productiva y sugerimos por tanto que se ratificara el principio de las políticas presupuestarias anticíclicas, que se establecieron con éxito durante la primera fase de la crisis en 2008 y 2009, y que concuerdan con el espíritu de reforma del Pacto de Estabilidad de 2005.
Estas políticas conllevan la utilización de estabilizadores automáticos, es decir, destinar los excedentes del presupuesto primario a la amortización de la deuda en lo más alto del ciclo y permitir a los Estados miembros que pidan prestados los recursos necesarios para los paquetes de estímulo en lo más bajo del ciclo, que es donde nos encontramos ahora. Las tasas de interés se encuentran sin lugar a dudas bajo presión y amenazan la sostenibilidad de la deuda. Teniendo esto en cuenta, el Banco Central Europeo estaba en lo cierto cuando anunció que iba a recomprar parte de la deuda a fin de permitir a los Estados miembros que diversificasen sus fuentes de financiación.
No obstante, además de que este concepto de sostenibilidad nunca se ha definido en las publicaciones económicas, ¿pueden considerarse justificadas las primas de riesgo que solicitan los mercados? No, si tenemos en cuenta que el riesgo existente en el mercado de derivados hipotecarios, al igual que ocurre en el mercado de la deuda pública, es imposible de valorar. Por ese motivo, en nuestro informe propusimos prestar especial atención al indicador de déficit estructural en lugar de centrarnos en…
(El Presidente interrumpe al orador)
Por ese motivo, en nuestro informe propusimos prestar especial atención al indicador de déficit estructural en lugar de centrarnos en el déficit por cuenta corriente, cuyo alcance se debe al deterioro del déficit presupuestario actual. Este es el resultado de la crisis, que ha debilitado el crecimiento y los ingresos fiscales concomitantes, que se han visto seriamente afectados por la bajada de impuestos, lo que no tuvo el impacto esperado sobre la oferta.
Nuestro informe trata de ofrecer tres recomendaciones combinadas con varios indicadores de orden operativo. La primera es mantener las medidas de apoyo hasta que se haya consolidado la recuperación. La segunda es supervisar los déficits estructurales, que están todavía próximos al equilibrio, a pesar del deterioro de los déficits presupuestarios actuales, para así enviar una señal tranquilizadora a los mercados en relación con la situación de las finanzas públicas. La tercera es valorar la eficacia del gasto fiscal y, en particular, la de ciertas reducciones fiscales vinculadas a la disminución de los ingresos fiscales.
Lamentablemente, para los liberales y los conservadores que forman parte de la Comisión sobre Asuntos Económicos y Monetarios, no se valora el sentido común; el impacto de la crisis no tiene importancia, y el hecho de que la deuda masiva se deba también a los planes bancarios de corresponsabilidad financiera tampoco significa gran cosa. Tan sólo importa su fe ciega en la eficacia de los mercados financieros, el cumplimiento dogmático de un Pacto de Estabilidad manifiestamente obsoleto. No ven necesidad alguna en elaborar las herramientas necesarias para la gobernanza económica, algo esencial para reforzar la Unión. Es este un caso de sometimiento de Europa a un ayuno prolongado y de tratar de cumplir obstinadamente los criterios que establece el Pacto sin garantía alguna de éxito y con el riesgo de destruir la recuperación, algo nocivo para la cohesión social. Ésa es la posición que defendieron en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Desde dicha votación, la salud económica de Europa ha seguido deteriorándose. El Banco Central Europeo y la Comisión han establecido por fin los instrumentos monetarios y presupuestarios que deberían dar lugar a la mejora de la gobernanza económica en la zona del euro. En todo caso, los mercados, desestabilizados a causa de los planes de austeridad, han caído una vez más.
El Consejo de Economía y Finanzas tuvo que empezar de cero el lunes. Ante tal situación, las enmiendas que estamos presentando, algunas de ellas novedosas, son en todo caso muy moderadas. Lo que buscan es la aplicación flexible del Pacto de Estabilidad, de forma que se pueda evitar una cura de austeridad que no sea bien recibida. Defienden la creación de una agencia pública de calificación crediticia que proteja a los Estados miembros del dictado de los mercados. Estas son las señales que debe enviar el Parlamento. Señor Karas, la época de las reacciones ideológicas viscerales ha quedado atrás, del mismo modo que lo ha hecho la de las medidas electorales nacionales a corto plazo. Europa necesita políticas que estén motivadas por el deseo real de reforzar la Unión. Si usted y su grupo no están a la altura de tal tarea, si ya no son capaces de representar el interés general, puede usted estar seguro de que nuestros ciudadanos serán capaces de extraer sus propias conclusiones, ya que el futuro de la zona del euro está ahora en juego.
Ricardo Cortés Lastra, ponente. – (ES) Señor Presidente, Señorías, señor Comisario, en primer lugar me gustaría agradecer las contribuciones de los ponentes alternativos y sus asistentes, de la Secretaría de la Comisión de Desarrollo Regional, de las secretarías de los grupos políticos, así como la cooperación de la DG Regio y la DG Empleo de la Comisión Europea, el Comité Económico y Social Europeo, el Comité de las Regiones, los sindicatos y las asociaciones y redes de regiones europeas.
Durante la preparación de este informe he mantenido reuniones con varias asociaciones regionales e institucionales, especialmente el Comité de las Regiones, la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas, la Asamblea de Regiones Europeas, la Red de Regiones para la Investigación y la Innovación, el Comité Económico y Social Europeo y la Comisión Europea, en sus Direcciones Generales de Desarrollo Regional y Empleo. Me gustaría agradecer a todos ellos su disponibilidad y sus interesantes aportaciones.
Tras el cambio de título que ahora incluye la referencia a la Estrategia Europa 2020, el objetivo principal del informe es defender la política de cohesión como una política fuerte, bien financiada y presente en todas las regiones de la Unión Europea, así como su papel clave en la Estrategia Europa 2020.
El informe se aprobó prácticamente por unanimidad en la Comisión de Desarrollo Regional: 40 votos a favor, 1 abstención y 1 voto en contra.
La primera parte del informe hace un breve análisis de la contribución de la política de cohesión a la Estrategia de Lisboa y recuerda los límites de la implicación de las autoridades regionales y locales, de los actores sociales y económicos y de la sociedad civil en la Estrategia de Lisboa, lo que dificultó la apropiación, comunicación y efectividad de la misma. El informe también reclama la necesidad de evaluaciones, no solo de los gastos efectivos, sino también de su impacto real.
La segunda parte se dedica a las recomendaciones para la futura Estrategia Europa 2020 y destaca la importancia de las regiones, la gobernanza multinivel y el principio de asociación, pilares básicos de la política de cohesión que deben incorporarse a la Estrategia Europa 2020 como una condición previa y necesaria para su ejecución con éxito.
Asimismo, es imprescindible reforzar la participación de los actores económicos y sociales y de la sociedad civil en general, para evitar la desconexión y el descrédito de la Estrategia por parte de sus principales protagonistas.
Esta parte subraya el papel clave de la educación, de la formación, de la investigación y de la innovación, la importancia de facilitar la ejecución del llamado triángulo del conocimiento y la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, que en muchos casos desempeñan un papel pionero en la innovación.
Pero, al mismo tiempo, no hay que olvidar las necesidades específicas de las regiones y de los grupos sociales con más dificultades, por lo que hay que permitir una cierta flexibilidad.
Precisamente para potenciar el efecto palanca de la inversión en I+D, en educación y en formación, defendemos la necesidad de un aumento de las sinergias entre los marcos estratégicos nacionales de referencia y los programas nacionales de reforma, así como una mayor coordinación y coherencia entre las diversas políticas europeas, nacionales y regionales relacionadas con los objetivos de la Estrategia.
El Banco Europeo de Inversiones desempeña y debe seguir desempeñando un papel importante a través de los instrumentos de ingeniería financiera y de cooperación y del apoyo a las regiones y a las pequeñas y medianas empresas, pero, para facilitar su tarea y la de todos los beneficiarios, es necesario seguir avanzando hacia la simplificación.
En conclusión, el informe defiende para el futuro una política de cohesión sólida, bien financiada y presente en todas las regiones de la Unión Europea con un papel clave en la Estrategia Europa 2020.
Louis Grech, ponente. – (MT) Señor Presidente, básicamente, mi informe trata de la protección del Mercado Único desde una perspectiva micro, a fin de valorar el mercado como un proyecto único y considerar el marco de 2012, la Estrategia 2020 y la reciente crisis financiera.
Las estrategias y procedimientos que pretenden dar un nuevo impulso al Mercado Único Europeo y al Mercado Europeo deberían basarse en un acuerdo pragmático, extenso y amplio que abarque a todos los Estados miembros y que se concentre sobre todo en las prioridades que los Estados miembros realmente quieren asumir.
Europa tiene que elaborar estrategias para 2020 por las que se consiga que el mercado sea el que dirige la regeneración económica mientras que, al mismo tiempo, se genere aceptación entre los ciudadanos protegiendo sus intereses, entre los consumidores defendiendo sus derechos y entre las pequeñas y medianas empresas concediéndoles los incentivos apropiados. Mi informe propone una serie de iniciativas estratégicas de orden legislativo y no legislativo, encaminadas a la rehabilitación del Mercado Único Europeo y que culminan en la adopción del Acta del Mercado Único, que combina la acción inmediata (2012) con la visión a largo plazo de la Estrategia 2020.
He presentado también propuestas específicas de índole no legislativa sobre la elaboración de una carta de los ciudadanos en la que se establezcan sus derechos y prerrogativas. Son además alentadoras las reacciones positivas que he recibido del Comisario Barnier y el Comisario Dalli con respecto a mi propuesta sobre las veinte principales frustraciones expresadas por los ciudadanos europeos, en torno a la creación de un mecanismo de reparación colectivo y de una estrategia de comunicación dirigida específicamente a los problemas cotidianos que afrontan nuestros ciudadanos.
Tenemos que adoptar una línea de pensamiento político verdaderamente novedosa que gire en torno a la protección del consumidor y a la dimensión social, que sirva para establecer las leyes y tareas que debe asumir la Unión Europea. Sólo así podremos conseguir una verdadera economía social de mercado tal y como estipula el Tratado de Lisboa.
Lamentablemente, en los últimos años el Mercado Único no ha logrado convencer a los ciudadanos de que representan sus intereses y aspiraciones. Lo que es incluso más inquietante es que nuestros ciudadanos y consumidores experimentan cada vez más incertidumbre y falta de fe en dicho Mercado. Tenemos que asumir el hecho de que es necesario modernizar la definición tradicional de Mercado Único como algo meramente vinculado a la dimensión económica. Debemos establecer una nueva pauta común, holística y que integre plenamente el sentir de nuestros ciudadanos, consumidores y pequeñas y medianas empresas, algo que se puede hacer si se les permite ser protagonistas en el relanzamiento del Mercado Único Europeo. Todo esfuerzo destinado a tratar de explicar qué es el Mercado Único de forma dogmática va a infravalorar los retos, inconsistencias, intereses, creencias dispares y perplejidades que debemos encarar.
El proceso de integración del Mercado Único no es irreversible y hay que cuestionar su situación actual. El Mercado Único Europeo corre el peligro de devenir extremadamente débil y por tanto irrelevante a causa de la actitud proteccionista que la crisis trajo consigo.
El Mercado Único no es un fin en sí mismo sino un instrumento que debe contribuir de manera significativa a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos europeos de tal forma que, como dijo Evelyne Gebhardt: el Mercado Único trabaje para los ciudadanos y no en contra de ellos.
Para garantizar un Mercado Único viable y robusto, tenemos que reconciliar lo que Mario Monti calificaba en su informe analítico y estimulante de tensiones entre la integración del mercado y los objetivos sociales. En el análisis final, el sistema predominante es el que logra forjar un equilibrio entre una economía vibrante y competitiva que favorece la innovación y la creación de empleo y que brinda protección al consumidor así como salvaguardas sociales y medioambientales exigidas por los ciudadanos. Todo ello debe lograrse con un espíritu de compromiso y solidaridad.
Por último, señor Presidente, quisiera dar las gracias a los ponentes alternativos y a los coordinadores por su contribución.
Pervenche Berès, autor. – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, en primer lugar, sí que me pregunto sin embargo por un momento cuál es nuestra programación y nuestra capacidad para organizar los debates. Me complace enormemente compartir este debate con todas estas iniciativas del Parlamento Europeo, si bien tengo la sensación de que estoy ante un crisol que no sé yo si ofrece una definición exacta de cuál es la visión del Parlamento Europeo para la Estrategia Europa 2020. Tal vez yo sea demasiado exigente, en todo caso.
Por otra parte, espero que comparta usted mi preocupación, señor Presidente, ya que, en nombre de esta Cámara, planteó usted una cuestión de enorme importancia junto con el Presidente Van Rompuy, el 10 de mayo, que se refiere a lo siguiente.
En lo que se refiere a la adopción de las Directrices para el Empleo, este año, y me atreveré a decirlo, como medida excepcional, que forman parte de una alianza especial entre la Comisión y el Parlamento Europeo, y en aras de una buena cooperación con el Consejo, teniendo en cuenta el calendario revisado en cierto modo (las Directrices para el Empleo se publican normalmente al final de año anterior; este año, se publicaron en abril y, aun cuando nos comprometen a un largo ciclo para años venideros, vamos a tener que debatirlas antes del Consejo Europeo de primavera), usted tuvo a bien respaldar, en nombre de todos nosotros, la petición que enviamos al Presidente Van Rompuy, en la que solicitábamos que el Consejo Europeo conceda al Parlamento Europeo el derecho a ejercer sus facultades en virtud del propio Tratado de Lisboa.
Evidentemente, ni la Comisión ni el Consejo tienen intención alguna de considerar dicha petición y por tanto pretenden violar conscientemente el Tratado. Considero que las autoridades de esta Cámara van a tener que asumir su responsabilidad y extraer una lección de todo ello.
Con respecto al desafío que plantean estas Directrices para el Empleo, que será un factor para la aplicación de la Estrategia 2020, debemos llamar la atención de las autoridades sobre la importancia que revisten, en un momento en que el 17 % de los europeos viven por debajo del umbral de la pobreza, cabe señalar que son cifras de 2007, es decir, de antes incluso del comienzo de la crisis, y que 23 millones de ciudadanos se van a quedar sin empleo.
En la actualidad hay una enorme preocupación en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales en torno a dos cuestiones. La primera, sobre el objetivo de reducción de la pobreza, que creo fue una iniciativa del Comisario Andor, y que se incluyó en la Estrategia 2020, hecho que aplaudimos. No entendemos cómo este tema puede ser objeto de discusión, duda y cuestionamiento de las competencias de la Unión en el seno del Consejo, cuando el Tratado estipula claramente que se trata de un ámbito en el que la UE también tiene responsabilidades.
La otra cuestión se refiere a la relación y consistencia entre las diversas políticas, ya que la Comisión nos indica con claridad que fundamentalmente ha cambiado las cosas en esa Estrategia 2020, al reducir el número de objetivos.
Creo que el cambio fundamental debe ir mucho más allá de simplemente reducir el número de objetivos. Sin embargo, de lo que sí estamos convencidos es de que la Estrategia 2020 debe tener en cuenta la realidad de la situación en la UE. Y la realidad es que quienes están sufriendo más ahora a causa de la crisis, quienes van a salir peor parados, son los que en realidad generan la riqueza de la UE.
La cuestión es que asistimos a debates que se inician aquí y allá y que muy probablemente van en contra de los propios intereses de los europeos, ya que se decantan por una reducción de la inversión justo cuando más se necesita, es decir, en nuestro capital a largo plazo: educación, formación y salud.
Por ese motivo, al afrontar este reto, la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales solicita a las autoridades que sean conscientes de cómo se podría reducir la inversión pública en esas esferas, en un momento en que el crecimiento débil y la reducción de la inversión privada no pueden hacer que mejore la situación y, por tanto, garantizar la recuperación de las finanzas públicas a corto plazo.
Es esta una cuestión de agenda absolutamente importante y no podemos dejar de lamentar que los ministros de asuntos económicos y monetarios fuesen capaces de justificar la retirada del apoyo al empleo no convencional y de las medidas de reducción del desempleo, mientras que no se consultó a los ministros de asuntos sociales en la que sabemos que es una situación trágica en materia de empleo y asuntos sociales en esta nuestra Unión Europea.
Mary Honeyball, autor. – Señor Presidente, la Estrategia Europa 2020 propone medidas para mejorar los resultados de los sistemas educativos, reforzar el atractivo de la educación superior en Europa, fomentar la mayor movilidad y programas de formación entre los jóvenes, modernizar los mercados laborales, impulsar la movilidad laboral y establecer habilidades y competencias que incrementen la participación en el mercado laboral.
Esto lo ha respaldado el Consejo de primavera, en el que se dijo que los objetivos clave que requieren de medidas a nivel de la UE son unas mejores condiciones para la investigación y el desarrollo, mayor calidad del nivel educativo, la reducción del abandono escolar en etapas tempranas y el incremento de la participación de los trabajadores jóvenes, mayores y no cualificados en el mercado laboral.
No obstante, la crisis económica global ha dado lugar a que los Estados miembros de la Unión Europea efectúen recortes presupuestarios en el sector de la educación. Por ejemplo, Letonia atraviesa una dura crisis económica y ha afrontado una enorme reducción presupuestaria en las treinta y cuatro instituciones de educación superior que hay en el país, con la amenaza de que el presupuesto de la educación superior se disminuya en un 50 %. Las universidades irlandesas se encuentran ante una reducción del 6 % y Gran Bretaña no está exenta, ya que en Inglaterra el Higher Education Funding Council reconoce que podría haber reducciones por un valor de hasta 500 millones de euros en la educación superior.
Pero no todo son desgracias. A algunos Estados miembros, como Francia, les va bien, aunque el problema reside en el nivel divergente de financiación entre los Estados miembros. Para que la Estrategia Europa 2020 funcione nos hace falta un enfoque sólido y coordinado. Le pido por tanto a la Comisión que explique, en primer lugar, cómo pretende asegurarse de que los Estados miembros van por el buen camino en su compromiso con los objetivos educativos de la Estrategia 2020, garantizando que este ámbito recibe el suficiente apoyo y financiación y que no cae en el olvido en medio del barullo para cuadrar las cuentas en plena crisis económica y, en segundo lugar, cómo prevé afianzar los medios extra presupuestarios para esas estrategias y programas de importancia para la UE.
Michel Barnier, Miembro de la Comisión. – (FR) Señor Presidente, Señorías, en nombre de la Comisión y del Presidente Barroso, quisiera realizar unos comentarios sobre la Estrategia 2020 y hacerme eco de los interesantísimos informes del señor Grech y el señor Hoang Ngoc. A continuación, estimados colegas y amigos, los Comisarios Hahn y Andor hablarán a su vez, en este debate en el que estamos participando, sobre el resto de preguntas orales que afectan a otros sectores: cohesión, empleo, la dimensión social, investigación y desarrollo.
En nombre de los tres, ruego me permitan dar las gracias a los ponentes y al Parlamento por esta iniciativa, que se toma en un momento gravísimo y desafiante para todos nosotros, en época de crisis económica, con las dificultades recientes del euro, que subraya claramente la interdependencia que hay entre todos los Estados miembros y la necesidad de coordinar las políticas económicas de nuestros países. Es el momento de responder y actuar y, en la medida de lo posible, juntos, en este contexto de incertidumbre y crisis. Nosotros creemos que las decisiones que se han tomado en los últimos días son muy importantes.
No voy a retomar el extenso debate que se celebró aquí esta mañana con mi colega, el Comisario Rehn. Es evidente que hemos puesto en marcha instrumentos para mejorar la coordinación de nuestras políticas económicas y creemos que la Estrategia Europa 2020 puede convertirse en el primer instrumento de una política económica nueva, reforzada y coordinada.
En su propuesta para esta Estrategia, la Comisión ya puso de manifiesto, a comienzos de marzo, la necesidad de estabilizar nuestras finanzas públicas. La crisis del euro que acabamos de experimentar nos demuestra hasta qué punto sigue siendo pertinente esta posición. Al igual que mi colega, el Comisario Rehn, tomo nota de las propuestas que plantea el señor Hoang Ngoc sobre estas cuestiones en su informe.
Para continuar, hay, Señorías, un segundo requisito preliminar para el éxito de 2020, que sitúa a nuestra economía, nuestras economías, en una posición óptima o mejorada. Me estoy refiriendo, por supuesto, a la necesidad de supervisar y regular el mercado financiero, de forma que este sirva a la economía real y no viceversa.
Les prometo que la Comisión se atendrá a su programa de trabajo en torno a estas cuestiones. En el plazo de un año habremos presentado todas las propuestas legislativas necesarias para poder formalizar los compromisos que formulamos conjuntamente en el G-20 sobre cuatro grandes temas: transparencia, responsabilidad, supervisión y prevención de la crisis. Con respecto a varios de estos asuntos, que ya se consideraron en el debate legislativo, confío en que el Parlamento y el Consejo logren limar asperezas cuanto antes sobre los textos objeto de discusión, tales como el paquete de «supervisión financiera» y el documento sobre fondos de alto riesgo.
Debemos restaurar la confianza y también utilizar todos los recursos disponibles para liberar el potencial de crecimiento de nuestra economía, una labor que desde luego contiene diversos aspectos. El debate, en realidad el debate de esta tarde, lo demuestra: el relanzamiento del mercado interno, la política regional para todas las regiones, también las más alejadas o remotas, la cohesión, la gobernanza económica, la viabilidad de las finanzas públicas, el empleo, la educación y la investigación.
¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de Europa 2020? Considero que la Estrategia 2020 debe hacer que tengamos una mejor perspectiva de las políticas económicas de los Estados miembros, para así evitar ciertos desequilibrios o incluso casos de competencia en el futuro. Tales desequilibrios han sido obvios en la crisis actual pero, al mismo tiempo que abordamos con urgencia la crisis, debemos trabajar en pro de la economía a medio y largo plazo. Por ese motivo, teniendo en cuenta las propuestas de la Comisión, el Consejo Europeo adoptó cinco objetivos comunes: una tasa de empleo del 75 %, una inversión del 3 % del PIB en I+D, así como limitar el abandono escolar en etapas tempranas, aumentando el número de personas con título universitario hasta un 40 %, además de los objetivos 20-20-20 en el sector de la energía y el cambio climático. Por último, cabe mencionar también el fomento de la inclusión social mediante el combate de la pobreza.
En el Consejo Europeo de junio se tendrán que establecer indicadores cuantificados para la educación y la inclusión social. La labor sobre ambos objetivos prosigue su curso en varios foros del Consejo. Es muy importante tener claro que la Estrategia 2020 no se reduce a una visión sino que es, sobre todo, un programa concreto de reformas para poner en marcha, de ahí que propongamos siete iniciativas emblemáticas como parte de la Estrategia.
Además de dichas iniciativas emblemáticas, también se van a movilizar los instrumentos europeos, en concreto el mercado único, las palancas financieras y los instrumentos de política exterior, a fin de eliminar algunos obstáculos. También quisiera alabar el informe Monti presentado hace unos días y elogiar la inteligente labor del señor Grech, quien le da una dimensión humanista y más concreta al mercado interior, tal y como yo mismo quisiera hacer.
Con respecto a la aplicación, hay también una serie de requisitos. Por tanto, se han propuesto mecanismos de gobernanza más eficaces y que requieren la implicación de los Estados miembros, así como de la Comisión, en todos los niveles del proceso de supervisión. Europa 2020 supone además la adopción de reformas para su ejecución en los propios Estados miembros, quienes tendrán que presentar programas nacionales de reforma de aquí a finales de año de forma coordinada, con un programa de estabilidad y convergencia, a la vez que demuestran su respeto por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Señor Hoang Ngoc, quisiera señalar, si me lo permite, que el Pacto lo vienen apoyando desde hace unos diez años tanto los gobiernos de izquierda como de derecha.
Por último, la Comisión solicita al Parlamento Europeo que haga lo que hace tan bien y desempeñe un papel todavía mayor en esta nueva Estrategia. Durante una crisis, queremos enviar mensajes claros a los Estados miembros, ése es el propósito de las directrices integradas propuestas por la Comisión. Sólo se adoptarán una vez que ustedes hayan formulado sus opiniones. Sin embargo, teniendo en cuenta la urgencia de la situación, debemos aplicar esta Estrategia. Nuestro objetivo debe ser alcanzar un acuerdo político en la reunión del Consejo Europeo de junio.
Seamos claros, señor Presidente, Señorías: en el resto del mundo, ya se están aplicando estrategias socioeconómicas a medio plazo. Europa no puede quedarse atrás.
Para concluir, el Parlamento Europeo está desempeñando su papel, y les agradecemos que así sea, para movilizar a los ciudadanos, sobre todo a través de los parlamentos nacionales. Me impresionó mucho la iniciativa que tomó la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor y su Presidente, Malcolm Harbour, sobre la Directiva de Servicios, que reunió a los parlamentos nacionales y al Parlamento Europeo. Hay otros ejemplos y se trata de una actividad muy importante.
Concluyo ya, confirmando que la Comisión actuará tal y como ustedes desean, con empeño, a fin de aplicar esta Estrategia y lograr, junto con ustedes, el nuevo crecimiento, de más calidad, más sostenible y justo, que los ciudadanos esperan.
Ivaylo Kalfin, ponente de opinión del Comité de Presupuestos. – (BG) Señor Presidente, señores Comisarios, si estuviésemos debatiendo sobre la Estrategia Europa 2020 sin que la crisis hubiese tenido lugar, no pasaría nada. El problema es que en la crisis actual y tras lo que ha ocurrido, la Estrategia Europa 2020 no es lo suficientemente ambiciosa y dinámica.
El problema planteado en todas las preguntas que se formularon en las últimas semanas es si existe el grado suficiente de coordinación, como fue el caso de las políticas europeas incluso hasta ahora, como para que la Unión Europea avance. Por lo que vemos, dicha coordinación es correcta en época de crecimiento, pero durante una crisis no está a la altura. De modo alternativo, hay otras muchas funciones que hay que transferir, no sólo la coordinación, sino también la toma de decisiones a nivel europeo, de forma que sea Europa la que pueda determinar tareas mucho más ambiciosas y desempeñar un mayor papel de liderazgo en dicha coordinación.
Es esta la cuestión fundamental que hay que responder. Si no lo hacemos, tampoco podremos establecer el programa para 2020 de forma adecuada. Soy de la opinión de que en las próximas semanas deberíamos centrarnos fundamentalmente en esta cuestión.
Othmar Karas, en nombre del Grupo PPE. – (DE) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, me satisface ver juntos al señor Hahn, Comisario de Política Regional, y al señor Barnier, Comisario de Mercado Interior, puesto que es esencial que no opongamos la política regional al mercado interior. Antes al contrario, deberíamos asegurarnos de que se complementen mutuamente y de que ambos son fuertes de forma que podamos alcanzar los objetivos de Europa 2020.
Europa 2020 debe comenzar aquí y ahora, no debería ser tan sólo un catálogo de objetivos. Europa 2020 es un proyecto para el crecimiento y el empleo y necesitamos objetivos concretos, instrumentos, procedimientos, mecanismos de sanción, de forma que se pueda aplicar con éxito. ¡Estoy convencido de que sólo podremos poner en marcha Europa 2020 si estamos preparados, si Europa está dispuesta a pensar en la UE en términos de los Estados Unidos de Europa! Pensar de ese modo y de forma que cada uno de nosotros realice una contribución al resto.
Europa 2020 significa la voluntad de crear una unión política, lo que presupone reforzar y expandir la unión monetaria y el mercado interior, liberándola y pidiéndole a la gente que utilice la oportunidad que representa Europa, hacer uso de Europa y dejar atrás las fronteras. Tenemos que crear una unión económica que sea parte de una unión política y también una unión social. Ninguna de estas cuestiones está preparada y hay toda una serie de cuestiones que no se han abordado. Europa 2020 es una Unión comunitaria, no una Europa nacionalista u obstructora.
Nos hace falta por tanto una revisión financiera, una valoración de impacto de la UE, aplicar la Ley de la Pequeña Empresa y, ni que decir tiene, proyectos europeos muy específicos para el crecimiento y el empleo y la expansión de las libertades de educación, ciencia, investigación e innovación en Europa.
(El orador acepta responder a la pregunta formulada con arreglo a la « tarjeta azul» en virtud del apartado 8 del artículo 149 del Reglamento)
William (The Earl of) Dartmouth (EFD). – Señor Presidente, quisiera preguntarle al señor Karas si los Estados Unidos de Europa que mencionó en su intervención van a surgir con el consentimiento de los pueblos de Europa o sin el consentimiento de los pueblos de Europa.
Othmar Karas (PPE). – (DE) Señor Presidente, todos y cada uno de nosotros, representantes de los ciudadanos de Europa y que estamos en contacto permanente con ellos, tenemos un objetivo: trabajar junto con los ciudadanos de Europa para seguir construyendo Europa y hacer que sea más competitiva, conseguir crecimiento y empleo para beneficio de los ciudadanos de Europa. A no ser que juntos tomemos medidas para ser más fuertes y si cada persona sólo busca su propio interés, esta Comunidad no va a salir reforzada, sino que será más débil en esta era de globalización creciente. Los ciudadanos son nuestros aliados más importantes para alcanzar nuestros objetivos comunes.
Marita Ulvskog, en nombre del Grupo S&D. – (SV) Señor Presidente, la Europa sobre la que hoy tomamos decisiones es también la que decide cómo será Europa en 2020. Las decisiones que nos neguemos a tomar hoy nos llevarán a nuevas crisis. Hoy debemos tomar decisiones a largo plazo.
Supone un grave problema que tantas de las decisiones sean tan cortas de miras y estén regidas por una filosofía de derechas en la que se somete a las economías en crisis a una dieta férrea. Es también un enorme problema que estemos debatiendo sobre las pensiones griegas en lugar de hacerlo sobre el comportamiento de los grandes banqueros y de quienes mueven los mercados financieros y de la propiedad. Tenemos que corregir esta situación o de lo contrario la Europa que veremos en 2020 estará quizás en una crisis peor de la que atravesamos ahora.
Pido a la Comisión que haga todo lo posible para propiciar un cambio de rumbo, de forma que abandonemos nuestra fe ciega en las soluciones de mercado, regulamos los mercados y realicemos grandes inversiones en aquellas cosas que son buenas para todos. Puede ser el sector del transporte, el suministro energético o bien otras soluciones importantes ante las que los Estados miembros no pueden estar solos sino que deben contar con la UE y la Comisión.
También espero que la Comisión esté preparada para presentar propuestas que demuestren que nos tomamos en serio la transición hacia una sociedad sostenible. Es decir, vamos a reestructurar nuestra industria para que sea competitiva y pueda crear empleo. No podemos hacerlo convenciéndonos a nosotros mismos de que podemos continuar por la misma senda de siempre. Esto también exige inversión, pero puede arrojar resultados sobre la cifra actual de 28 millones de desempleados que hay registrados.
Pido además a la Comisión que muestre a los trabajadores de la UE el respeto que va a ser necesario en esta crisis económica, para que se unan a nosotros y así crear una sociedad mejor y más fuerte. Para que nosotros podamos controlar esta crisis, necesitamos derechos sindicales y que los trabajadores de Europa participen.
Lena Ek, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, yo solía decir que en Europa hemos tenido una crisis triple: mercados financieros, empleo y clima. Pero ahora, lamentablemente, estamos ante una crisis cuádruple, si consideramos la crisis de los presupuestos estatales, lo que deja muy a las claras que la Unión Europea necesita desesperadamente tener visión. Hasta el momento, la integración europea se ha centrado en la creación de nuevos proyectos sin asegurarnos de que vayan a funcionar correctamente. Creo que ha llegado el momento de afrontar nuestros problemas y trabajar con ahínco para afianzar las instituciones que ya existen. Los errores que se han cometido pueden corregirse y la Unión todavía puede trabajar para y con sus ciudadanos.
Europa necesita una Unión que mire al futuro. Yo tengo clara cuál debe ser la dirección: quiero una Europa abierta, inclusiva y verde. Las propuestas emblemáticas que presenta la Comisión en la Estrategia Europa 2020 son medios importantes para crear esa Europa, siempre y cuando logremos ponerlas en práctica. Y es ahí donde tengo varias preguntas.
En primer lugar, el objetivo general de la Estrategia es crear una economía más dinámica y competitiva. En algunos países, la participación de la mujer en el mercado laboral es de tan sólo el 40 %, algo vergonzoso. Un mercado laboral en igualdad de género es un prerrequisito para impulsar el empleo y abordar los retos demográficos. Espero que el Consejo y la Comisión se tomen de verdad en serio el hecho de que las conclusiones del Consejo incluyeron la igualdad de género durante un par de meses. Una sociedad inclusiva necesita más empleo, el desempleo es la principal causa para la pobreza. En España, el desempleo juvenil, que llega al 44 %, es tremendo.
Tenemos oportunidades infinitas de crear empleos verdes, pero nuestras políticas deben encaminarse en la misma dirección. Una Europa eficiente energéticamente es también una fuerza motriz para la innovación y para mejorar la competitividad de Europa hace falta la energía que equivale a los trenes de alta velocidad, las súper-redes y las redes inteligentes de alta tecnología.
Debo felicitar a la Comisaria liberal, Neelie Kroes, por ser la primera que de verdad ha definido toda una propuesta estrella en la agenda digital. Espero contar con el mismo tipo de material avanzado sobre el resto de las plataformas emblemáticas antes de junio, de forma que nosotros también podamos colaborar en la toma de decisiones.
De todos modos, señor Comisario, la Estrategia de la UE va en una dirección y su propuesta presupuestaria, a decir verdad, va en otra dirección. Al igual que en el caso de los fondos regionales, los fondos sociales y el fondo agrícola, debemos racionalizar y ser coherentes con los instrumentos comunes. Nos hace falta transparencia y también disponer del mismo tipo de estadísticas, tenemos que emprender un toma y daca con los Estados miembros para que las promesas no sólo se firmen, sino que también se mantengan. Esto es importante para los ciudadanos europeos y para nosotros, aquí en el Parlamento. Tenemos que reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y apoyamos plenamente el paquete del Comisario Olli Rehn.
Para restablecer la confianza, como decía usted, señor Comisario, nos hacen falta los indicadores sobre el resto de propuestas emblemáticas. Así recobraríamos nuestra confianza en ustedes en tanto que Comisión y, tal vez, si podemos participar en la toma de decisiones, la confianza de los ciudadanos en nosotros.
Pascal Canfin, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, señor Barnier, en su discurso mencionó usted el informe del señor Monti, que le mostraron hace unos días.
En el informe del señor Monti hay algo muy interesante, y es el hincapié que hace en la necesidad acuciante de que pasemos a la siguiente etapa de la cooperación fiscal. Explica claramente que sí que hay que aplicar los criterios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero que si sólo se hace en términos del gasto, efectuando recortes, esto va a dar lugar casi con total seguridad a una recesión. Es por tanto crucial que se haga uso de los dos pilares y, en concreto, del fiscal para que los Estados miembros puedan obtener ingresos adicionales de las actividades económicas y de los operadores de la economía cuya carga fiscal se ha reducido continuamente a lo largo de los últimos años: beneficios procedentes de las compañías, el capital y las transacciones financieras.
Para hacerlo, es esencial que haya coordinación a nivel europeo, una conclusión a la que se llega en el informe del señor Monti y que se presentó hace dos días. Sin embargo, no se hace mención alguna de esta cuestión en la Estrategia Europa 2020 presentada por la Comisión, ni tampoco en la comunicación del señor Rehn publicada hace unos días. Éste es uno de los pilares principales, uno de los valores añadidos fundamentales que puede aportar la Comisión en estos momentos. Si se hace, se establecerá el vínculo; la señora Berès decía antes que este debate se parece a un crisol. La coordinación fiscal servirá para establecer una relación entre la Estrategia Europa 2020, el informe sobre gobernanza en la zona del euro, sobre el mercado único y los asuntos de empleo y educación.
Todos somos perfectamente conscientes de que si nos atenemos a las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que además es vital, pero sólo mediante una reducción del gasto, entonces vamos hacia la regresión social y la recesión económica.
Por tanto, mi pregunta es muy clara: señor Barnier, en su calidad de representante de la Comisión, ¿qué es lo que va a proponer en las próximas semanas? ¿Cómo va a convencer usted a sus colegas, en el entendido de que usted mismo ya está convencido, de que es necesario un plan de acción, un plan de coordinación fiscal, de forma que los Estados miembros puedan volver a obtener nuevos ingresos en base a una serie de acuerdos?
¿Cuáles son sus propuestas? No puede usted permanecer en silencio. La Comisión tiene derecho a emprender el proceso legislativo, pero hoy, con respecto a estas cuestiones, dicho derecho se ha convertido en deber.
Malcolm Harbour, en nombre del Grupo ECR. – Señor Presidente, en primer lugar, en nombre de mi Grupo, quisiera sobre todo encomiar todos los informes y en especial el informe del señor Grech, del que fui ponente de opinión en el Comité. Voy a referirme en breve a varios de sus puntos pero antes quisiera respaldar lo dicho por la señora Berès en cuanto a lo variado que es el debate de esta tarde. Pero, por otra parte, se trata de un debate poco concreto. Muchos colegas han hecho contribuciones realmente importantes si bien, a decir verdad, y le digo esto a la Comisión y al Comisario Barnier, esto también pone de manifiesto cuál es la naturaleza del documento Europa 2020. Contiene muchísimas ideas excelentes pero no es nada específico y por el momento está poco desarrollado. Él habló de las siete iniciativas emblemáticas, de las que seguimos sin conocer los detalles.
Así que, lo primero, ¿podemos, por favor, asegurarnos de que el Consejo no adopte en detalle esta propuesta en su próxima reunión de junio, ya que no está lista para ello? Debemos dedicarle más tiempo todos juntos a fin de analizar los detalles.
Lo segundo es que considero que tenemos que convertir el relanzamiento del mercado único en la octava iniciativa emblemática. Esto no va a complicar aún más las cosas puesto que tendría que ser la primera de las iniciativas. Señorías, escucharon como el señor Grech decía que existe potencial para crear empleo, para promover una mayor innovación y avanzar hacia una economía más sostenible, pero que para este propósito es necesario contar con el apoyo de los ciudadanos y consumidores.
Es como la pregunta que le acaba de plantear el Conde de Dartmouth al señor Karas. Los ciudadanos necesitan embarcarse en el proceso, pero está ahí a su disposición y obtendrán los beneficios. Tenemos un instrumento con un potencial enorme y, sobre todo con unos presupuestos públicos que siguen suponiendo el 16 % de la economía europea, ¿por qué no utilizamos el presupuesto de nuestra contratación pública para estimular la innovación, adquirir nuevas tecnologías y alentar a las PYME a que las adopten? No tenemos una política que esté tan infradesarrollada como esta. Hemos escuchado hoy al señor Barnier y al señor Grech y hemos contribuido con el informe del señor Monti. Disponemos de los instrumentos, pero debemos aplicarlos.
Gabriele Zimmer, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Señor Presidente, estamos en medio de la crisis más importante que ha visto la Unión Europea en su historia y aún así casi todas las decisiones de orden estratégico se toman a nivel gubernamental. El Parlamento Europeo ha podido seguirlas de cerca, pero poco más que eso.
Una y otra vez, todo el debate de hoy ha girado en torno a cuestiones específicas relativas a la Estrategia Europa 2020 para el empleo y el crecimiento, lo que da la falsa impresión de que estamos hablando del futuro de Europa y del camino por el que seguir avanzando. Podemos formular preguntas orales sobre la relevancia política de la Estrategia Europa 2020 en el contexto de la crisis económica y financiera actual, pero no se nos permite aportar nuestras demandas para modificar la Estrategia, superar carencias o, tal vez incluso, cambiar las prioridades.
En lugar de estar implicados en esta encrucijada estratégica, lo que hemos sentido con prácticamente todos los temas que hemos debatido en esta Cámara en los últimos meses es que estamos acorralados en el juego de poder de las instituciones a pesar de, o quizás incluso debido a, el Tratado de Lisboa. Esto ha ido en detrimento fundamentalmente del Parlamento Europeo. Tanto la Estrategia Europa 2020 como, por ejemplo, las directrices integradas para el empleo, de las que ha hablado el Presidente de la Comisión de Empleo, consideran al Parlamento como un organismo al que tan sólo se debe informar o consultar.
Además, todos los informes individuales que se han presentado hoy aquí en absoluto presentan una visión general de las demandas o de las posiciones del Parlamento Europeo sobre la Estrategia europea. Nosotros queremos incluir toda una serie de cambios específicos.
En la última legislatura, el Parlamento Europeo formuló demandas específicas al Consejo y a los Estados miembros en relación con el combate de la pobreza, el establecimiento de ingresos mínimos y la estipulación en toda la UE de un sueldo mínimo para contrarrestar la pobreza. Nada de esto se incorporó a la Estrategia. Antes al contrario, existe incluso el riesgo de que objetivos tales como la lucha contra la pobreza y su reducción en un 25 % desaparezcan del texto de la Estrategia actual por no concordar con las competencias e intereses de los Estados miembros o de los gobiernos.
Incluso las tasas de empleo de los últimos diez años en la UE demuestran claramente que en particular el empleo atípico y precario ha aumentado hasta un 60 %. No obstante, el enorme aumento de empleos atípicos debería llevarnos al establecimiento de un modelo en la Estrategia y en las directrices cuyo objetivo sea garantizar empleos que protejan de la pobreza. Pues bien, esta demanda de la que hablamos es fundamental.
Sin embargo, mientras la Unión Europea, las instituciones y sus políticas concretas no envíen una señal a quienes están marginados, a los que viven en la pobreza o que no tienen trabajo, o a la gente joven que carece de perspectivas de futuro, no seremos capaces de ganarnos a esos grupos para la idea de que una Unión Europea común es un proyecto de futuro. Es un déficit democrático que la actual Estrategia Europa 2020 no hace nada para abordar y que deberíamos corregir junto con los ciudadanos.
Bastiaan Belder, en nombre del Grupo EFD. – (NL) Los problemas que ha experimentado Grecia y la zona del euro nos sitúan ante una situación complicada que exige un enfoque estructural. La Estrategia Europa 2020 que se ha propuesto y que pretende contribuir al crecimiento económico y al empleo es lo que persigue.
La Estrategia hace alusión oportunamente a unas finanzas públicas saneadas. En todo caso, la iniciativa sólo será útil si se cumplen dos condiciones. En primer lugar, el funcionamiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento debe reforzarse de forma que este tipo de situación no vuelva a ocurrir. No se trata por tanto simplemente de estructuras y normas, sino también de mentalidad. La cuestión esencial es que los Estados miembros cumplan sus compromisos presupuestarios, tal y como indiqué en una conferencia que se celebró en Atenas la semana pasada.
Debemos aplaudir el hecho de que los Estados miembros vayan a solicitarse unos a otros una rendición de cuentas más exhaustiva en el contexto del Consejo, con respecto a las reformas estructurales necesarias para que sus finanzas públicas recuperen su buen estado. En lo que a mí respecta, la mejora de la coordinación económica debería aludir a esto.
La segunda condición sobre la que quiero llamar la atención es lo poco afortunado que sería que la Unión Europea se dedicase al ámbito de las políticas en materia de asuntos sociales, empleo y cohesión social. Los objetivos que pertenecen a esas esferas no pueden aplicarse a nivel europeo, y está bien que así sea. En el caso de la Estrategia de Lisboa, vimos que un enfoque así no funciona. Y en este caso también es cierto que el líder sólo brilla si pasa desapercibido: Europa como líder.
Barry Madlener (NI). – (NL) Estamos hablando hoy de la economía de Europa con una perspectiva a largo plazo y de cómo lograr un crecimiento económico sostenible. Cuando Europa debate sobre esto, me cuesta conciliar el sueño, ya que Europa no ha propuesto gran cosa por el momento. Quisiera que esta Cámara recordase la Estrategia de Lisboa, por la que Europa acordó convertirse en la economía más competitiva del mundo, lo que por supuesto resulto ser un fracaso total.
Todo lo que ha hecho esta Unión Europea es aumentar la burocracia, crear normas innecesarias, sobre todo en mi país, los Países Bajos, aplicar subidas de impuestos, favorecer la inmigración masiva, los delitos y la falta de seguridad. Es más, fijémonos ahora en la lista de países que desean adherirse a la UE, con los que nos sentamos a diario: Albania, Bosnia, Turquía, todos ellos países pobres, musulmanes, aun encima corruptos y delincuentes, e Islandia, un país en bancarrota.
Además, en esta Cámara escuchamos a diario a los miembros del Grupo de los Verts/Alianza Libre Europea y del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, e incluso al Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, decir que necesitamos una economía verde, que debemos destinar miles de millones de euros a subvenciones para turbinas eólicas y electricidad verde, aun cuando nuestra industria cada vez es menos competitiva si se compara con China, los Estados Unidos o la India.
¿Les sorprende que nuestra economía se esté estancando? Tan sólo hay una receta para que Europa sea robusta económicamente: menos burocracia y menos funcionarios en Bruselas, también menos burocracia en los Estados miembros; bajar y no subir los impuestos; y frenar la inmigración masiva. Es evidente que hay que excluir a Grecia de la zona del euro. Mirémonos en un espejo por una vez, fijémonos en los miembros del Parlamento Europeo: ¿qué han hecho ustedes en los últimos años para que Grecia cumpla sus compromisos bajo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento? Ya sé cuál es su respuesta: absolutamente nada. Se han dormido ustedes en los laureles mientras que países como Grecia, que año tras año recibieron miles de millones de Europa, han dilapidado ese dinero y permitido que el gobierno se les fuese de las manos.
Si Europa no tiene éxito en esto, auguro la salida de mi país, los Países Bajos, y también de Alemania, de la zona del euro.
Gunnar Hökmark (PPE). – Señor Presidente, el paquete de apoyo financiero que se presentó hace casi dos semanas era necesario, pero no es una solución para los problemas que encara Europa. Ahora debemos actuar, hay que tomar decisiones y restaurar la confianza en las finanzas públicas. Yo diría que hay que debatir la Estrategia 2020, pero necesitamos más bien una estrategia 2010, en la que se describan las medidas que hay que tomar ahora para restaurar el crecimiento, reducir el déficit y crear optimismo.
Ahora bien, no habrá el crecimiento necesario si no se restaura la confianza en las finanzas públicas. En este asunto, los socialistas se están equivocando, defienden las mismas políticas que llevaron al déficit y a la crisis en Grecia, España, Portugal y otros países. El ponente, el señor Hoang Ngoc, dice que habría que prolongar esas políticas y esperar antes de reducir el déficit. La señora Ulvskog, de Suecia, propone incrementar el gasto. Los socialistas se han convertido en una amenaza para la prosperidad, la recuperación y la creación de Empleo que Europa necesita. Puedo asegurarles que, allí donde fracasan los socialistas, el PPE defenderá las medidas que se deben tomar: reducir el déficit, restaurar la confianza y ejecutar reformas para el crecimiento y la creación de empleo. Eso es lo que va a necesitar Europa y nosotros estaremos a la altura y tomaremos las decisiones difíciles y las responsabilidades que otros no asumen.
Alejandro Cercas (S&D). – (ES) Señor Presidente, tengo que gastar diez segundos en decirle a mi preopinante que viaje a Grecia y que pregunte allí quiénes son los responsables de los problemas que en este momento están sufriendo los trabajadores. No esperan al PPE. No, no señor. Esperan un cambio de política real, como el que puede efectuar la Estrategia 2020.
Si hacemos mal los análisis, tendremos malas soluciones. Y el análisis que tenemos que hacer es que Europa está sufriendo enormemente por la codicia, por la falta de regulación, por la falta de gobernanza económica, por no tener una población suficientemente preparada, cohesionada, por no tener una justicia social, por tener bajos crecimientos económicos, por tener un bajo crecimiento en el empleo y por tener todavía enormes capas de la población fuera del mercado de trabajo y poco cualificadas.
El esfuerzo de los próximos diez años, señor Presidente, tiene que encaminarse a aumentar la cantidad de gente que trabaja y contar con gente con mucha más capacidad educativa para ganar la batalla de la productividad. No ganaremos competitividad en Europa sin ganar la batalla de la productividad. No ganaremos un lugar en el mundo bajando salarios, rompiendo estándares sociales, sino elevando el nivel de conocimiento, elevando el nivel de solidaridad en nuestra sociedad, nuestra cohesión social —esos son nuestros puntos fuertes—, haciendo que Europa sea realmente un continente unido, con un proyecto claro, con objetivos claros, con una gobernanza económica que no solamente nos permita responder a las urgencias de hoy, sino también a los desafíos de mañana.
Esas son nuestras esperanzas, esas son las esperanzas que en la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales ha forjado una enorme mayoría de los diputados, dejando de lado los cantos de sirena de los que quieren volver atrás y al «sálvese quien pueda», rompiendo la solidaridad entre todos.
Y, señor Presidente, eso es lo que esperamos: que la Estrategia 2020 conecte con los ciudadanos europeos, que nos están pidiendo más empleo, más empleo de calidad, gobernanza económica, consolidación fiscal —sí—, pero también consolidación social y consolidación económica, porque si no, no conseguiremos nada.
Michael Theurer (ALDE). – (DE) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, tal y como hemos escuchado, los mercados financieros deben considerarse en un nuevo marco regulatorio que evite en el futuro los excesos que nos llevaron a la crisis.
Sin embargo, si ponemos de manifiesto cuáles son las causas subyacentes de la deuda que afrontan los gobiernos, veremos claramente que, aquí en el Parlamento, se habla demasiado de deuda pública y muy poco de cómo podemos lograr la prosperidad y el crecimiento. ¿Qué es lo que determina el crecimiento? Nuestro crecimiento y nuestra prosperidad dependen de que en la Unión Europa se desarrollen productos y se generen nuevas ideas que también se puedan vender en el mercado mundial.
Es por tanto adecuado que uno de los capítulos de la Estrategia Europa 2020 sea «Unión por la innovación». Debemos fijarnos en las invenciones y en cómo reforzar la investigación y el desarrollo. Junto a eso, es importante que perfeccionemos las sinergias de la financiación para el desarrollo y la política de desarrollo regional. Se podrían hacer muchísimas más cosas en esos ámbitos. Junto con los liberales y el Partido Democrático Libre (FDP) alemán, yo me decantaría por favorecer a las pequeñas y medianas empresas. Deberíamos hacer todo lo posible para que, en tanto que UE, destinemos nuestros fondos de manera que las PYME tengan realmente acceso a esa financiación y que haya transferencia de tecnología entre las universidades, las escuelas técnicas y las PYME. Deberíamos animar a la gente a que se hagan cargo de su propio destino, mediante la responsabilidad personal y la iniciativa propia. Los gobiernos no pueden crear empleo: este tiene que crearse en la economía misma.
Elisabeth Schroedter (Verts/ALE). – (DE) Señor Presidente, señores Comisarios, Señorías, está claro que reconocen ustedes que la transición hacia un desarrollo económico verde debe comenzar ahora, puesto que el cambio climático pondrá en riesgo los éxitos económicos de la UE.
Sin embargo, la Estrategia Europa 2020 carece de un vínculo entre el cambio medioambiental en la economía y una estrategia para el empleo verde. Hay estudios que demuestran que se pueden crear ocho millones de nuevos empleos tan sólo con la transición energética. En la Estrategia Europa 2020 nos hace falta por tanto una iniciativa a favor del empleo verde, que se plasme en medidas específicas y directrices integradas. Por tanto, es necesario un marco jurídico y político estable, de forma que los inversores apuesten verdaderamente por los empleos verdes. Eso supone además el establecimiento de una relación entre la investigación y el desarrollo y la economía, la promoción de centros de innovación y también la posibilidad de fomentar dichos centros en aquellas regiones más desaventajadas. Eso es lo que sostiene el informe Van Nistelrooij y que yo apoyo. Aunque no respaldo a quienes desde arriba tratan de imponer demandas a las regiones a través del programa de asignación presupuestaria, el ímpetu que emana de este informe y de las propuestas formuladas sí va sin embargo en la buena dirección y va a contribuir a la creación de empleos verdes.
No obstante, en la estrategia para el empleo, debemos prestar idéntica atención a conformar la senda de la transformación hacia una economía verde, a contar con los trabajadores y a prepararlos para la transición. Me dirijo con estas palabras al Comisario Andor. Básicamente, es correcta y equilibrada la estructura de las directrices de la política para el empleo que se han presentado. Es de especial importancia el hecho de que se haya insistido en que la educación es un área de atención independiente, que ofrece excelentes oportunidades para romper el círculo de la pobreza. Es la piedra angular en la estrategia para el empleo verde y por tanto fundamental para el éxito de la Estrategia Europa 2020. En todo caso, también tenemos que mejorar las directrices: las referidas al empleo tienen que desempeñar un papel clave, a saber, hacer posible que aprovechemos el potencial que ofrece el empleo verde.
Konrad Szymański (ECR). – (PL) Son muy diversas las conclusiones que se pueden extraer del lento crecimiento económico de Europa y del colapso causado por la crisis. Uno desde luego concuerda con quienes en esta Cámara piden que se reduzca la concesión, las cargas administrativas y de información que no sólo generan los Estados miembros, sino también la Unión Europea y este Parlamento. No obstante, corremos el riesgo de que el remedio sea peor que la enfermedad. Una medida de ese tipo nociva para el crecimiento europeo sería el incremento del papel de la Unión Europea en el ámbito de la cooperación y coordinación fiscal, junto con la armonización impositiva que traería consigo. La competencia fiscal, al igual que cualquier tipo de competencia, es buena para los ciudadanos y para los mercados. Ofrece la posibilidad de que el resultado sea mejor y es un factor importante de nuestra competitividad a nivel global. Por tanto, las libertades comunes y el mercado común, y no la ampliación de las competencias de la Unión, deberían ser el principio central de la política económica de la Unión.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL). – (PT) Señor Presidente, quisiéramos decir en este debate que ha llegado el momento de abandonar los juegos de palabras y hablar de los problemas reales que afrontan la mayoría de mujeres y de hombres en nuestros países; del sufrimiento; de los más de 85 millones de personas que viven en la pobreza en una Unión Europea que es una de las regiones más ricas del mundo y en la que se siguen obteniendo beneficios escandalosos sin que se tomen medidas para controlarlos. Queremos hablar de la falta de seguridad laboral y de los bajos salarios que padecen los trabajadores; de los jóvenes y de las mujeres que no encuentran empleo; de los 23 millones de desempleados. Queremos hablar de las personas mayores, a las que se les niega una jubilación digna, y de los niños, cuyo futuro se está hipotecando.
Seamos claros: lo que se propone en la Estrategia Europa 2020 es el mismo camino ante el que estábamos cuando comenzó la crisis. La Comisión Europea no quiso analizar las causas de la situación actual ni extraer las consecuencias de los ejes fundamentales de las políticas que siguió al aplicar la Estrategia de Lisboa: la liberalización de los sectores económicos, incluidos los servicios financieros, y la flexibilidad laboral, que denominó flexiguridad.
Lo que pretenden ahora es abrir la puerta a una mayor concentración de riqueza, mediante una serie de directivas que van a propiciar la privatización de varios sectores estratégicos de la economía y que pone en entredicho los servicios públicos que interesan a los grupos económicos, en ámbitos tales como la salud, la seguridad social y la educación; cualquier cosa que pueda suponer un beneficio. Prefieren ocultar el hecho de que sólo si se pone fin a esas políticas se podrá cambiar de rumbo y que sólo de este modo se podrá lograr el progreso social. Sin embargo, insistimos en que se les ponga fin y afirmamos que ha llegado el momento de abandonar el Pacto de Estabilidad y reemplazarlo por un programa de desarrollo y progreso social, que dé prioridad a la producción, la calidad de los servicios públicos, la creación de empleos acompañados de derechos, los salarios, las pensiones y condiciones de jubilación dignas, la inclusión social y el reparto y distribución justa de la riqueza. Estas prioridades van a exigir una verdadera cohesión económica y social, mediante el refuerzo inequívoco del presupuesto, la solidaridad y las políticas públicas de la Unión y el control de los sectores clave de la economía por parte del Estado.
Estamos convencidos de que los trabajadores y la gente van a seguir peleando por ello, por ejemplo, mañana en Grecia o el 29 de mayo en Portugal. Desde aquí saludamos su lucha.
William (The Earl of) Dartmouth (EFD). – Señor Presidente, no cabe duda de que la Estrategia 2020 dice muchísimas cosas interesantes aunque, en cuanto a la ampliación, en 2020 habrá cinco nuevos países en la UE y muy probablemente ocho. Ya en la UE de 2010, hay doce países que son contribuyentes netos a la UE, los otros quince Estados miembros reciben subvenciones.
Es muy poco probable que los nuevos países vayan a ser contribuyentes. En 2020, sin embargo, lo más seguro es que haya al menos veintitrés países que reciban subsidios. Así, para entonces, la UE se habrá convertido en la práctica en una unión de transferencia, en la que doce países contribuyentes traspasan dinero a veintitrés países subvencionados. Lamentable e injustamente, el contribuyente británico está atrapado en todo esto. El Reino Unido, empobrecido comparativamente hablando, es el segundo contribuyente al presupuesto de la UE.
En las últimas elecciones regionales de Alemania, los electores de Renania del Norte-Westfalia dijeron «no» a una coalición y también a la unión de transferencia. Los votantes de otros países contribuyentes también van a decir «no» en los próximos diez años. En 2020, la brecha será insalvable. No es que el interés nacional del Reino Unido sea que al otro lado del canal reine el caos económico pero, de no ser que a partir de ahora ya no haya más ampliaciones, lo que va a haber es caos económico. La Estrategia 2020, por tanto, no está al día.
Krisztina Morvai (NI). – (HU) Señorías, quisiera preguntar con todo respeto si no creen ustedes que hay algo increíblemente extraño en lo que está pasando aquí. Para ser un debate tan importante sobre la crisis financiera y económica, causante de desgracias para muchos millones de europeos, tan sólo hay presentes unas cuarenta personas. Exhortamos a los operadores económicos europeos y a los ciudadanos a que ahorren energía, mientras que, en los tres últimos días, aunque es aplicable a cualquier sesión plenaria, podemos ver, si las cámaras lo muestran, el derroche de energía que se hace para iluminar una sala del tamaño de un estadio, en la que nunca hay más de cuarenta personas, excepto cuando hay votaciones. En las veintisiete cabinas de interpretación, hay tres veces veintisiete intérpretes, esto es, 81 intérpretes simultáneos cualificados que traducen para nosotros. Para cuarenta parlamentarios, supone que hay dos intérpretes por persona. ¿No debemos acaso mirarnos en el espejo y dejar de pedir a los pensionistas, bomberos, enfermeros y maestros que sigan apretándose el cinturón?
Lena Kolarska-Bobińska (PPE). – (PL) En época de crisis, cuando la integridad de la Unión Europea se ve amenazada, deberíamos prestar especial atención a la cohesión de la Unión, con el fin de apoyar el crecimiento económico. Todavía no sabemos si la crisis va a hacer que las diferencias entre las diversas regiones de Europa sean más profundas. Tal vez aumenten las diferencias históricas en el nivel de desarrollo de las regiones y es probable que asistamos también a la aparición de nuevos factores de diferenciación.
Ante tal situación, se necesitan sobre todo mecanismos que reduzcan las diferencias entre regiones y proseguir con la sólida política regional de forma que se alcance dicho objetivo. Sería erróneo, en este contexto, abandonar esa política y reducir de forma significativa la financiación que se destina a las autoridades locales y regionales, puesto que supondría una seria amenaza al estímulo del crecimiento económico y también a la unidad europea como tal.
Tanto la Estrategia Europa 2020 como la política de cohesión persiguen el mismo objetivo. Tienen un efecto crucial en la reactivación económica y una enorme importancia para la política europea de solidaridad. Sin embargo, se hace necesaria una mayor coordinación entre ambas. Implantar fondos temáticos nuevos y diferenciados para responder a los desafíos recientes supondría una pérdida de tiempo y de dinero, además de retrasar la ejecución de la Estrategia 2020 y condenarla a la misma suerte que el Tratado de Lisboa. Debemos garantizar la financiación de los principales proyectos de infraestructura y rechazar la renacionalización de la política regional.
Ahora oímos hablar con frecuencia de la fuerte presión que ejercen los gobiernos de algunos Estados miembros y también la Comisión Europea para frenar o reducir el gasto en política regional. Sin embargo, el mensaje que envía el Parlamento Europeo en el informe, del que fui ponente de opinión, es claro. Necesitamos una política de cohesión más sólida, no más débil. Necesitamos una verdadera solidaridad europea.
Evelyne Gebhardt (S&D). – (EN) Señor Presidente, señor Grech, quisiera felicitarle por el informe realmente excelente que nos ha presentado y que nos proporciona la base sobre la que avanzar. Gracias además por emplear una frase que yo misma uso todo el tiempo, esto es, que la economía está ahí para la gente y no al revés. Eso es precisamente en lo que se debería basar la política de la Unión Europea.
En su informe, señala usted con bastante acierto que es importante la evaluación adecuada del impacto que tiene el mercado interior a nivel social, medioambiental, económico y sobre el consumidor y también las decisiones que tomamos en ese mercado interior. Eso es precisamente lo que no se ha producido hasta ahora o bien que no se ha presentado claramente ante nuestros ciudadanos. Se trata de un enfoque muy importante para señalar cuáles son realmente los elementos humanistas y holísticos de nuestra política, incluso en el caso del mercado interior.
En su informe, afirma usted además algo que es de especial importancia para nosotros, los socialdemócratas, a saber, que la política social debería considerarse esencial en la política sobre el mercado interior y que proteger los servicios de un interés económico general es realmente pertinente. Además, pide usted la elaboración de una estrategia para una mejor comunicación de las ventajas sociales que ofrece el mercado interior.
Si tan sólo consideramos estas pocas cuestiones, vemos que podríamos obtener grandes resultados si simplemente contásemos con el respaldo de la Comisión Europea. Espero realmente que la Comisión de verdad aproveche la oportunidad que le brinda el informe Grech para que el progreso de los ciudadanos de la UE sea su prioridad. Lo ruego encarecidamente y, como sabemos, el señor Barnier ya ha mostrado su conformidad para que así sea. Al analizar el mercado interior desde ese ángulo, la política de la Unión Europea será muy bien recibida y podremos esperar un futuro mejor.
PRESIDE: Edward McMILLAN-SCOTT Vicepresidente
Robert Rochefort (ALDE). – (FR) Señor Presidente, en este debate sobre la Estrategia 2020, también me gustaría aprovechar la oportunidad que me brinda el muy interesante informe del señor Grech para decirles que estoy convencido de que los consumidores no deben dejarse al margen de esta futura estrategia.
Cuando miro el texto de la Comisión sobre la Estrategia 2020, noto que virtualmente no se hace ninguna mención a los consumidores. En la crisis actual, deben recordar que la inversión es, por supuesto, la variable clave, el consumo en nuestros diversos países representa entre el 60 y el 70 % de nuestro PIB.
Por eso me gustaría que nos moviésemos aún más en la dirección de la Estrategia 2020. Me encantaría ver una Europa pionera en un tipo diferente de consumo, uno basado en el triángulo del conocimiento, en el desarrollo sostenible, una Europa que es capaz de desarrollar condiciones de producción y productos que sean de interés para los consumidores, que sean creados con ellos, una Europa que esté enfocada en la calidad y no más en la cantidad por la cantidad. Me encantaría ver un tipo de competencia mejorada que no anime al «descuento por el descuento» pero sirve para asegurar una mayor satisfacción de los consumidores.
Comisario, por lo tanto mi pregunta es muy simple. ¿Va a sugerirle al Presidente Barroso y dentro del Colegio de Comisarios va a crearse un grupo para trabajar en este ámbito, de forma que los consumidores dejen de considerarse variables ajustables, como individuos pasivos, sino como unos participantes activos que están de su parte de nuestra parte, para que podamos construir esa sociedad futura que tan desesperadamente necesitamos?
Emilie Turunen (Verts/ALE). – (DA) Señor Presidente, me gustaría tomarme algo de tiempo para hablar de los aspectos sociales y de empleo de Europa 2020 y de los esfuerzos de la Comisión en esta relación. Estoy segura de que no es un secreto el que al Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica le habría gustado que el plan 2020 fuese mucho más ambicioso que el que ha sido presentado, con un deseo genuino de definir cómo se va a apoyar Europa a sí misma en el futuro y con un deseo de establecer altos objetivos sociales y de empleo. Sin embargo, justo ahora tenemos una situación en la que los Estados miembros no tienen ninguna intención de desarrollar el plan que la Comisión ha presentado. En cambio, están echándose atrás.
En primer lugar, con respecto a combatir la pobreza: muchos Estados miembros han cuestionado si la UE tiene la competencia real de combatir la pobreza y de establecer objetivos específicos de pobreza. Para eso, simplemente diré que hay una base legal para esto en numerosos lugares del nuevo Tratado de Lisboa, por ejemplo, en el artículo 3 del Tratado de la Unión Europea y los artículos 9 y 153 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Por eso es una simple cuestión de empezar. En segundo lugar, otros Estados miembros, incluido el mío propio, Dinamarca, han criticado la definición de pobreza. Por supuesto necesitamos conseguir una buena definición. Sin embargo, estos argumentos no pueden ocultar el hecho de que todo se refiere a una sola cosa: si realmente queremos combatir la pobreza en Europa. Este es el debate real.
¿Queremos reducir el número de personas pobres en Europa, que actualmente asciende a 84 millones? ¿Queremos reducir el número de trabajadores pobres, de los que hay casi 17 millones? ¿No sólo queremos que todo el mundo tenga un empleo sino que tengan trabajos buenos y adecuados? ¿Queremos que la gente joven tenga acceso al mercado laboral? Si, por supuesto que lo queremos, y eso es precisamente por lo que necesitamos objetivos específicos en cuanto a los aspectos sociales y el empleo. Europa se encuentra inmersa actualmente en una crisis económica, pero no debemos permitir que eso nos produzca un bloqueo mental y nos haga tener miedo de establecer objetivos ambiciosos en estas áreas. Si no tenemos el valor de hacerlo ahora, minará la situación económica en Europa, así como nuestra cohesión social. Por eso, señores Comisarios, Señorías, les diré que esta es la voluntad política que será crucial. Espero que el Parlamento y la Comisión tomen el control e insten a aquellos Estados miembros dubitativos a comprometerse en cambio con una Europa social para 2020. Espero que, como Comisarios, estén preparados para hacerlo.
Oldřich Vlasák (ECR). – (CS) Hemos pasado el día entero discutiendo un foco estratégico deseable para la Unión Europea. En mi opinión, sin embargo, primero deberíamos encargarnos de la cuestión del futuro desarrollo de nuestros ciudadanos y de aquellos a los que les concierne más de cerca, en otras palabras, alcaldes y concejales. A este respecto, para mí es una gran decepción que el papel de las autoridades locales no está lo suficientemente reflejado en la Estrategia Europa 2020. Esta estrategia menciona correctamente la necesidad de mayores conexiones con los socios regionales y locales, pero no aclara cómo debe aplicarse en la práctica. Además, el proceso de consulta es voluntario, así que no es de ninguna forma vinculante con la toma de decisiones de los Estados miembros. Puedo confirmar esto con un ejemplo concreto. Cuando la Federación de Municipios de la República Checa hizo comentarios sobre la postura de nuestro gobierno hacia la Estrategia Europa 2020, no sólo no se incluyeron dichos comentarios, sino que la Federación ni siquiera recibió una respuesta como tal sobre el tratamiento de dichos comentarios.
Si queremos evitar repetir el fallo de la Estrategia de Lisboa, no debemos continuar ignorando la voz de las autoridades locales, las cuales forman parte de la administración pública en todos los Estados miembros y cuyo papel es clave para el cumplimiento de cualquier política europea. Por el contrario, las consultas obligatorias con los actores «de abajo» contribuirán a descubrimientos vitales sobre la implementación correcta, eficiente y efectiva de las medidas adoptadas. Por eso me gustaría hacer un llamamiento a la Comisión para que vigile concienzudamente el método de integrar a las autoridades locales en todo el proceso.
Kyriacos Triantaphyllides (GUE/NGL). – (EL) Señor Presidente, tan solo se le ha cambiado el nombre a la actual Estrategia de Lisboa por el de Estrategia Europa 2020. En esencia, las propuestas de la Comisión en su conjunto no anulan los objetivos actuales, y no sólo no se han alcanzado dichos objetivos, sino que l progreso de los últimos diez años ha demostrado que el nivel de vida de los ciudadanos de la Unión Europea ha descendido. A pesar de eso, las propuestas presentadas por la Comisión no incluyen los suficientes criterios sociales. Por eso preguntamos: ¿qué medida propone la Comisión para prevenir la irresponsabilidad del mercado, los despidos a voluntad y la extensión de la inseguridad al trabajo? ¿La implicación del Fondo Monetario Internacional significa algo más que unas condiciones onerosas para los Estados miembros y su gente? En nuestra opinión, si el Pacto de Estabilidad no se sustituye por un pacto para conseguir objetivos sociales, la soga que tienen los ciudadanos al cuello se apretará y se necesitarán mayores sacrificios.
Timo Soini (EFD). – (FI) Señor Presidente, cuando estudiaba en la Universidad de Helsinki en los años ochenta, la Unión Soviética aún era fuerte. Cuando había problemas, pedían más socialismo. Ahora soy padre de familia de mediana edad en la Unión Europea, y cuando tenemos problemas aquí, pedimos una mayor integración. Esta filosofía es sorprendentemente similar y las consecuencias también serán las mismas: no funcionara.
Construyamos una fundación de Estados-nación. Para eso, debemos hornear nuestro pan antes de distribuirlo, como decimos en Finlandia. Creemos empleos y condiciones adecuadas. Esa será la fuente de nuestra fortaleza. Así es como progresaremos. Nos faltan empleadores —no de empleados sino de empleadores que puedan proporcionar un trabajo a las personas—.
Las pequeñas empresas son cruciales. Deberíamos posponer el debate sobre la Directiva relativa a la ordenación del tiempo de trabajo de los propietarios/conductores hasta el próximo período de sesiones. Este es un ejemplo típico de una situación en la que deberíamos estar defendiendo a los trabajadores por cuenta propia, quienes crean empleos, quienes hacen el bien y emplean a gente. Ahora existe el peligro, sin embargo, de que perdamos empleos a causa de decisiones administrativas. Amo Europa, aunque no ame la Unión Europea.
Franz Obermayr (NI). – (DE) Señor Presidente, en el año del Mundial, sus Señorías del Consejo podrían aprender una lección del fútbol y esa es que no es posible tener un buen partido de fútbol si se tuviese un árbitro vigilando a cada jugador. Sin embargo, jugar un partido sin reglas, sin un árbitro y sin penalizar las faltas terminaría en caos. ¡Ese es precisamente el estado de las cosas actualmente!
Es hora de que la Estrategia Europa 2020 ponga fin a los especuladores de los fondos de alto riesgo. Aquellos que se han ganado muy bien la vida a base de especulación y tarifas de interés exorbitantes durante años deben hacer una contribución. No son los pequeños ahorradores sino las compañías con sus beneficios altamente especulativos las que deben pagar.
Ni la política de cohesión debe ignorar la crisis del euro. Aparte de las actuales medidas de salvamento, Grecia se ha beneficiado en el pasado de forma desproporcionada de los fondos agrícolas y regionales. Sin los cambios estructurales necesarios, este dinero se ha perdido completamente y, a pesar de los años de financiación, el país está al borde de la ruina. No veo por qué debemos dejar el dinero disponible en tal situación. ¿Por qué no escuchamos al Comisario Rehn quien ha hecho la razonable propuesta de recortar los fondos? Finalmente, no podeos permitir que la UE degenere a una unión de transferencias. La economía planeada de forma central, que es lo que algunos de ustedes querrían ver, no ha probado su valía aún, incluso si esta viene de Bruselas.
¿Entonces qué se necesita? Una política presupuestaria responsable de sí misma, y si esto no funciona, unos mecanismos de sanción valientes y efectivos. Todo esto debe incluirse en la Estrategia Europa 2020.
Jean-Paul Gauzès (PPE). – (FR) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la situación económica y financiera de Europa justifica completamente las medidas drásticas que se han tomado, en particular, en la zona del euro y el evitar que se mine nuestra moneda única. La urgencia de la situación justifica el acercamiento práctico adoptado. Sin embargo, cuando se refiere a aplicar las medidas adoptadas, debe asegurarse que el Parlamento estará involucrado, dentro del alcance de sus poderes, y pueda ejercer su control democrático en condiciones apropiadas.
De hecho, debemos asegurarnos de que los ciudadanos no pierdan la confianza, y puedan recuperar la perdida, en las instituciones políticas. Sin tal confianza, ninguna reforma estructural ni reforma estructural o aceptación de las medidas de austeridad necesarias serán posibles.
Europa no ha permanecido inactiva enfrentándose a una crisis financiera. No decimos esto lo suficientemente a menudo. En 2009, redactamos y adoptamos regulaciones sobre las agencias de calificación crediticia, la aplicación de las provisiones al respecto será publicada en breve por la Comisión. La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento votó hace unos días a favor del paquete de supervisión de las actividades financieras. El pasado lunes, la misma comisión adoptó por una amplia mayoría el informe sobre los directivos de los fondos de alto riesgo.
Se han iniciado diálogos tripartitos para llegar a un acuerdo con el Consejo. Este acuerdo debe obtenerse rápidamente para que nuestras instituciones mantengan su credibilidad. Nuestros ciudadanos a veces nos preguntan: «¿Qué está haciendo Europa?» Debemos cumplir sus expectativas.
A este respecto, me gustaría felicitarle, Comisario, por su determinación y animarle para que continúe con el programa de trabajo que ha establecido, de acuerdo con la promesas efectuadas en su audiencia. Su programación ambiciosa pero esencial tiene nuestro apoyo. Permaneceremos hombro con hombro con usted para que tenga lugar la regulación necesaria de los servicios financieros. No es una cuestión de intimidar al sector financiero, sino de establecer las reglas que aseguren que una actividad que debería estar regulada está regulada, y de hacer las transacciones más seguras y transparentes.
Csaba Sándor Tabajdi (S&D). – (HU) Señores Comisarios, Señorías, Europa se enfrenta a dos grandes retos hoy en día: diseñar una nueva estrategia, la cual estamos debatiendo ahora y que creo que va cogiendo una buena forma. Sin embargo, Europa se encuentra en un punto decisivo si no encuentra un nuevo modus operandi. Los eventos de las pasadas semanas con respecto a la crisis griega —y en este punto discrepo con el señor Gauzès, dado que desafortunadamente, la Unión Europea y los Estados miembros, y especialmente la señora Merkel, han tardado en responder a esta situación— significa que Europa se encuentra en un momento clave. Es un momento decisivo extraordinariamente peligroso, uno que determinará si nos moveremos en la dirección de la renacionalización, retirada nacional y egoísmo o en la dirección del comunitarismo. Si no nos movemos hacia el comunitarismo, el programa trazado por el señor Barnier no se aplicará y no tendrá valor. Es muy importante que no olvidemos, cuando establezcamos nuevos objetivos, nuestra política anterior, la política de cohesión, la política agrícola común o, si miramos al Comisario Andor, sobre la renovación del modelo social europeo. Estamos en un momento clave, compañeros. Las pasadas semanas han probado que ese es el caso: el modelo previo no funcionaba adecuadamente. Estoy a favor de que la Comisión vigile los presupuestos nacionales antes de que estos sean enviados a los parlamentos de los Estados miembros.
Carl Haglund (ALDE). – (SV) Señor Presidente, mi contribución se refiere al informe del señor Hoang Ngoc sobre las finanzas sostenibles dentro del sector público. Ha sido un informe my interesante en el que trabajar. La situación era —y el discurso del ponente lo deja claro también— que, desde un punto de vista ideológico, tenemos visiones muy distintas de este asunto.
En esta conexión, es importante recordad qué ha pasado en Europa en las últimas semanas, en lasque hemos tenido una crisis económica, de las que se dan muy pocas veces. La crisis se debe en gran parte al fracaso de los Estados miembros al vigilar sus finanzas y en mantener sus cámaras en orden. Quizá por eso fue un poco sorprendente el que tuviésemos tales enormes diferencias ideológicas sobre si era realmente juicioso tomar prestado y gastar tanto dinero como han gastado los países en los últimos años.
Como digo, había muchas diferencias importantes entre estos dos asuntos, algo que ya habíamos visto en la Cámara. Afortunadamente, una amplia mayoría de la comisión también era de la opinión de que había una necesidad de medidas más duras para remedir la situación en la que nos encontramos. La Comisión ha presentado propuestas muy buenas en las últimas semanas. Por fin hay un comienzo en la toma de decisiones que nos llevarán realmente a devolver el orden a la economía europea. Eso es exactamente lo que necesitamos.
Por eso las discusiones en la comisión fueron emocionantes, por decir algo. Es importante recordar que no sólo nos enfrentamos a nuestro préstamo actual sino a futuros retos tales como la demografía europea, el envejecimiento de la población, etc. Este ha sido un informe importante y creo que hemos hecho enmiendas positivas sobre él. Estoy convencido de que la decisión que tome esta Cámara será una sensata.
Bas Eickhout (Verts/ALE). – (NL) El actual debate sobre la crisis ha cubierto principalmente la disciplina presupuestaria, y ha hecho bien porque es algo importante. Aunque eso no es todo. Mantengamos esta crisis en la perspectiva adecuada que es que aún estamos hablando de la crisis bancaria.
Durante muchos años, los bancos han hecho dinero de la nada usando estructuras opacas y, en 2008, esta burbuja explotó. Los países entonces transformaron la deuda privada en deuda pública, y ese es el problema al que tiene que enfrentarse Grecia: un nivel insostenible de deuda pública. A la luz de estos hechos, cuando debatimos una Estrategia 2020, también debemos contemplar el papel de los bancos. La Comisión no muestra ninguna ambición al respecto. No se ha dicho prácticamente nada acerca de los bancos. Lo que esta crisis ha demostrado es que debe hacerse una distinción clara entre las cajas de ahorro y los bancos de inversión. ¿Dónde está la ambición de la Comisión en lo referido a los planes para enfrentarse a esto? Este era mi primer punto.
Sin embargo, también debemos mirar hacia la economía de futuro. La economía del futuro hará un uso eficiente de los recursos naturales. En esto la Comisión tampoco tiene grandes ambiciones. Tanto si los objetivos son demasiado vagos o sus objetos demasiado bajos; por ejemplo, una reducción del 20 % en las emisiones de gases de efecto invernadero, que es tristemente inadecuada para promover la innovación ecológica. ¿Cómo van a captar las compañías el mensaje de que deben invertir en tecnología ecológica? Creemos que los planes de la Comisión también deberían cubrir esto.
Finalmente, en lo que respecta a nuestro propio presupuesto, esto también debe de estar en línea con nuestra estrategia. Esto significa que los Fondos Estructurales deben ser usados en última instancia para promover nueva tecnología ecológica. En este momentos estamos, principalmente, subvencionando más emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Dónde está el dinero para innovación en el presupuesto agrícola? Necesitamos que la Comisión sea específica y ambiciosa en lugar de que produzca planes vagos; estos no son la forma de resolver la crisis.
Kay Swinburne (ECR). – Señor Presidente, el componente central de Europa 2020 no debería ser la estabilización de los fondos y rescates. Debería ser una estrategia nueva que todos nuestros países quieran seguir para relanzar y revigorizar el mercado interior de la UE. Necesitamos estudiar en cómo cambiar nuestras economías de modo que encajen con dichos retos. La única forma de salir adelante es estudiar nuevas industrias a través de la investigación, el desarrollo y la innovación. La UE debería fomentar un nuevo dinamismo económico en el ámbito de investigación europeo, creando redes de excelencia, grupos de investigación de proyectos integrados basados en la innovación en nuevos productos y servicios, estudiando nuevos procesos y tecnologías y nuevos conceptos empresariales. Deberíamos estudiar proyectos exitosos y utilizar los enlaces de la UE para una buena práctica.
En mi propia circunscripción, he visitado la Universidad Glyndŵr, que ha fomentado los enlaces directos con empresas de alta tecnología en el Norte de Gales, consiguiendo un 90 % empleo para recién licenciados, incluso el año pasado. No sólo ha mejorado las perspectivas de empleo de la gente joven que estudia allí sino que ha revitalizado toda la región del Norte de Gales. En vez de estudiar proyectos de mil millones de dólares y soluciones milagrosas, necesitamos volver a l aspecto práctico que hace que una economía triunfe. El Sur de Gales tiene cinco compañías importantes de desarrollo farmacéutico con tecnología de primera línea. Con una pequeña ayuda de la Unión Europea, este grupo de compañías de alta tecnología podría elevarse a centro de primera línea, elevando una economía entera que actualmente cumple los requisitos de los fondos de cohesión hacia un futuro mejor. Necesitamos soluciones que funcionen de forma efectiva para nuestros ciudadanos.
Jacky Hénin (GUE/NGL). – (FR) Señor Presidente, Señorías, no lo admitirán, pero la realidad es descaradamente obvia: la idea o, al menos, el mito de una Europa liberal ha perdido el ímpetu. ¿Cómo puede alguien continuar creyendo en un crecimiento de su dimensión federal si se está preparando para desplumar a los países más endeudados para ayudar a los mercados financieros?
Sin embargo, el proyecto y las actividades de una Europa liberal también han perdido el ímpetu (y de forma espectacular. Con las sucesivas crisis, la última de las cuales fue la más profunda de todas, la deuda pública ha explotado. Lo que es peor, no obstante, la credibilidad de la zona del euro se ha esfumado. La situación requiere una solidaridad real. Sin embargo, el Tratado de Maastricht descarta cualquier solidaridad entre los países de la zona del euro. Esta es la paradoja fundamental europea.
El final de la línea para Europa también es evidente en las negociaciones con la OMC y en la historia que nos han vendido regularmente de que la UE nos protegerá de la globalización. Lejos de ser nuestro escudo y protección, las directivas de la UE a menudo le han ganado la mano a la OMC. De hecho, ahora somos altamente vulnerables como resultado de la UE, y ahora estamos pagando el precio con el proceso de desindustrialización y las diversas formas de deslocalización. Por el bien de los ciudadanos, la política de la UE debe enfocarse de nuevo urgentemente.
Mara Bizzotto (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, la cantidad total de fondos destinada a la aplicación de la política de cohesión para el período 2007-13 asciende a 308 000 millones de euros. Hasta la fecha, Europa ha gastado, y a jugar por los resultados, desperdiciado, algunos de estos fondos de prioridad establecidos por Lisboa. Para que Europa 2020 sea un éxito y para que los montones de dinero que permanecen sin gastar se gasten en el estímulo del crecimiento económico y en el apoyo a la competencia, se necesitan dos tipos de intervención: simplificación y revisión.
La simplificación será la clave para esclarecer el acceso a esos recursos para paralizar la burocracia: las regiones, los ciudadanos y las empresas quieren ser capaces de actuar más libremente para desbloquear su potencial.
En cuanto a la revisión, esta se necesita urgentemente para cambiar los criterios que definen cómo deben asignarse los fondos, replanteándose el espíritu general que subyace en la política de cohesión.
Ahora más que nunca, nuestra política de cohesión necesita ser capaz de probar su fuerza como una herramienta de gobernanza multinivel, dándole una voz genuina a los problemas que afectan nuestro territorio y, en Bruselas, formulando su largamente esperada respuesta al futuro de nuestro modelo social y económico.
Señorías, ese es el deber de todo aquel que, como la Unión Europea, es responsable de manejar esas sumas de dinero, imponer una supervisión estricta a los proyectos que se apoyen y a combatir el malgasto enérgicamente. Esta es la única forma en la que la Estrategia Europa 2020 tendrá éxito en no ser una mala copia de un mal original.
Regina Bastos (PPE). – (PT) Señor Presidente, nos enfrentamos a un cambio global acelerado que tiene consecuencias devastadoras para nuestros sistemas económicos, políticos y sociales y, por lo tanto, para todos nuestros ciudadanos. Actualmente estamos siendo testigos de un debilitamiento sin precedentes de la capacidad de respuesta de los estados. La Unión Europea debe, por consiguiente, identificar las causas comunes y los aliados, y actuar de una forma clara y unida en el escenario mundial.
Las situaciones extraordinarias requieren una clara acción conjunta. Si no tomamos medidas lo suficientemente fuerte ni responsabilidad colectiva, Europa será relegada a la marginalización y al empobrecimiento. Sólo una Europa fuerte que respete las legislaciones colectivas será capaz de proporcionar una respuesta adecuada a esta nueva era.
Los estados debilitados y endeudados no tienen la capacidad suficiente de proteger a sus ciudadanos. Por eso necesitamos ser capaces de recuperar la confianza pública, ganando las batallas de estabilidad, rigor presupuestario, creación de empleo, la estabilidad de la unión monetaria, de la globalización y de las elecciones estratégicas.
Debemos hacerlo o arriesgar nuestro futuro. El futuro se gana comprometiéndose con la cohesión social, asegurando la paz, construyendo un nuevo modelo basado en los valores de la libertad, la justicia social y la responsabilidad. Así que, la Estrategia 2020 y las directrices integradas de Europa 2020 constituyen los elementos esenciales de un nuevo ciclo de crecimiento y empleo en Europa.
Para aplicar esto correctamente y llevarlo a cabo se necesita establecer unos objetivos claros y cuantificables en cuanto al empleo, la educación y la reducción de la pobreza. También es esencial que se haga todo lo posible para facilitar la transposición de los Estados miembros a sus objetivos nacionales si queremos que tenga éxito y que se aplique correctamente.
Constanze Angela Krehl (S&D). – (DE) Señor Presidente, la actual política de cohesión comenzó su andanza bajo el título de Estrategia de Lisboa. Sin embargo, creo firmemente que la política de cohesión puede hacer, y hará, una gran contribución a la Estrategia Europa 2020, no sólo porque controlamos un considerable presupuesto si se compara con otras políticas europeas, sino porque la política de cohesión nos permite un desarrollo sostenible de las regiones y asegura una buena vigilancia de los procesos y retos de reestructuración en nuestras regiones.
Sin embargo, hay un punto central que me gustaría aclarar una vez más, y esto también va por nuestro grupo: nuestra política de cohesión sólo puede funcionar si el desarrollo económico se considera tan importante como el social y se proporciona formación a los empleados. En principio, necesitamos asumir responsabilidad conjunta de los fondos disponibles. Es un poco como el hardware y el software —uno no puede funcionar sin el otro—.
Ramona Nicole Mănescu (ALDE). – (RO) Me gustaría comenzar dándole las gracias al señor Cortés Lastra por sus esfuerzos redactando su informe. Dicho informe enfatiza una vez más la importante contribución realizada por la política de cohesión para conseguir los objetivos de la Estrategia Europa 2020. Por eso debemos asegurarnos de que el enfoque regional de la política de cohesión se reconozca como parte de esta estrategia.
Todos somos conscientes de que la aplicación efectiva de la estrategia dependerá enormemente en la forma en la que se conciba. Como resultado, creo que las autoridades locales y regionales deberían estar implicadas incluso en la fase de redacción para garantizar que se consigan resultados realmente efectivos más adelante. Al mismo tiempo, una gobernanza mejor en diversos niveles garantiza una aplicación efectiva de la política de cohesión a nivel nacional, regional y local.
Como beneficiarios de dichas políticas, creo que los Estados miembros deben mantener el papel clave que tienen en el proceso de toma de decisiones con respecto a la política de cohesión en el Consejo. Finalmente, me gustaría agradecer el reconocimiento dado al papel de los Fondos Estructurales en la consecución de los objetivos de la estrategia. Sin embargo, quiero llamar su atención sobre el hecho, una vez más, de que debemos evitar el riesgo de utilizar dichos fondos en el futuro como medio para castigar a los Estados miembros. Creo que tal medida sería totalmente contraria a los objetivos reales de la política de cohesión.
François Alfonsi (Verts/ALE). – (FR) Señor Presidente, la palabra clave de la estrategia 2020 es crecimiento. No importa si elegimos llamarlo inteligente, sostenible o integrador, nos encontramos ahora paralizados por una crisis en Europa que no terminará mañana. Los objetivos cuantificados de esta estrategia 2020 —el aumento de la tasa de empleo, la reducción del nivel de pobreza, etc.— son esperanzas infundadas porque usan el mismo modelo que la Estrategia de Lisboa, la cual fracasó.
Europa se enfrenta a una crisis que requiere un proyecto mucho más visionario y político, uno con nuevas ideas, de las que carece completamente esta Estrategia 2020.
Me gustaría resaltar una idea parecida. ¿No debemos, a largo plazo, aumentar la diversidad cultural de Europa, un valor fundamental de la UE, la cual podría proporcionar la materia prima necesaria, sin parangón en cualquier otro continente, para el desarrollo económico de nuestra Europa mediante el uso de inmovilizaciones inmateriales, tales como la economía de la cultura, y de inmovilizaciones materiales, tales como nuestras especialidades regional?
Lo que es más, se está desarrollando una visión estratégica que está casi por entero centrada en los Estados miembros. Esos Estados, con sus fronteras, sus formas tradicionales de pensar y sus administraciones centralizadas, aún continúan preservando Europa en áspic.
Se necesita una gran dimensión regional en la estrategia futura de la UE. También deben fomentarse las estrategias macrorregionales que reorganicen las políticas de utilización del suelo de las cuencas naturales con vida del continente, las cuales también son sus centros culturales e históricos —el mar Báltico, el Mediterráneo Occidental, el Danubio, los Alpes, el Arco Atlántico y así sucesivamente—.
Este acercamiento está adoptándose poco a poco, por ejemplo, en el Mar Báltico, pero no se ha tratado en la Estrategia 2020, y por eso puede cortarse de raíz cuando los fondos para su aplicación necesiten liberarse. La Estrategia 2020 que nos ha sido presentado está, por lo tanto, en nuestra opinión, caracterizada por un acercamiento altamente convencional y tecnocrático; carece de visión política.
Zbigniew Ziobro (ECR). – (PL) La Estrategia Europa 2020 es un documento que pretende establecer la dirección del desarrollo de la Unión en la próxima década. Sin embargo, si este documento no comparte el destino de la Estrategia de Lisboa, tendrá que ser más realista y más cercano a los Estados miembros. Con esto en mente, deberíamos valorar las enmiendas adoptadas por el Parlamento sobre la propuesta de la Comisión que, en concreto, se referían al refuerzo de mercado común, a reducir el proteccionismo, a continuar con la política de cohesión y al apoyo de la agricultura.
Sin embargo, y aún necesitamos subrayar esto, hay una necesidad de llevar a cabo una política climática más justa, en otras palabras, de un modo que no signifique, por sus cargas excesivas, que los países de Europa Central y Oriental siempre serán los parientes pobres de la Unión Europea.
Finalmente, me gustaría señalar que el concepto central de la estrategia de la Unión europea es la innovación, pero debemos acordarnos de continuar la política de cohesión y de apoyar la agricultura porque esto es lo que hace posible que las regiones más pobres salvar la distancia en desarrollo.
Mario Borghezio (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, en mi opinión, una política industrial que solamente se centra en empresas que operan de forma internacional y que usan tecnologías avanzadas no es el mejor camino hacia el éxito. No debemos olvidar todo el sector de las pequeñas y medianas empresas, incluidos tanto los fabricantes a pequeña escala como los vendedores. La política de innovación debe enfocarse también en ellos.
En particular, esta estrategia debería garantizar condiciones que pongan a las pequeñas y medianas empresas equilibradas con respecto a sus competidores fuera de la UE adoptando cláusulas de salvaguardia y medidas fuertes y efectivas para combatir el extremadamente grave problema de la falsificación, incluso mediante instrumentos efectivos de defensa del comercio. Es importante que la gobernanza de la Estrategia Europa 2020 no esté sólo en manos de la Comisión, sino que se lleve a diferentes niveles, incluidos el nivel nacional y el macrorregional.
Necesitamos comenzar a formular una política y una estrategia que se centren en el nivel local y en la realidad de la fabricación sobre el terreno, centrándose especialmente en la estructura de las PYME, como he dicho, que es la columna vertebral de la fabricación en todos los países de Europa y por eso es donde yace la esperanza real para el futuro de la fabricación y el desarrollo en la Unión Europea.
Bendt Bendtsen (PPE). – (DA) Señor Presidente, bien, nuestro objetivo era convertirnos en «la economía basada en el conocimiento más competitiva del mundo», pero eso no ocurrió. Los desafíos a los que se enfrentará Europa en los próximos años son enormes. Los problemas que actualmente podemos ver en Grecia, y que quizá también veamos en otros países a no mucho tardar, son el resultado de dos cosas: la falta de competitividad en Europa y el que los europeos hayamos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y de que hayamos gastado más dinero que el apoyado por nuestra productividad.
A muchos economistas les gusta hacer de la economía algo más complicado de lo que en realidad es, pero la explicación es muy simple: sencillamente, los mercados han perdido creencia en que los países europeos fuertemente endeudados puedan competir y vivir de acuerdo con sus propias responsabilidades —ese es el motivo para todo esto—. El mayor problema de Europa, como ya he dicho, es la falta de competitividad, y ese es el problema al que pretende enfrentarse la Estrategia 2020. Debemos aumentar nuestra competitividad en relación con otros países y los Estados miembros deben poner en orden sus economías mientras que, al mismo tiempo, invierten en el futuro.
De hecho, puede ser necesario hacer recortes en lo que llamamos servicios sociales para poder usar el dinero en educación e investigación. Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral de la economía europea. Por eso necesitamos tomarlas en serio en esta estrategia. Carecen de capital y están encontrando difícil conseguir préstamos. Necesitamos hacer algo al respecto. Muchas pequeñas y medianas empresas están excluidas de las invitaciones para presentarse a concurso, tanto en los Estados miembros como, en especial, en las licitaciones de la UE, en las que se les da prioridad a las grandes empresas.
Por último, me gustaría decir que las cargas administrativas también son algo con lo que tenemos que luchar continuamente. Los reglamentos administrativos que nos rigen son, por supuesto, una carga mayor para las pequeñas empresas, que tienen muy pocos empleados. Finalmente, debemos ayudas a las pequeñas y medianas empresas a entrar en los mercados de exportación.
Sergio Gaetano Cofferati (S&D). – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, creo que todos corremos un grave riesgo de centrarnos solamente en la crisis. Después de las acciones que se han tomado para crear el fondo de defensa del euro para ayudar a aquellos países que están en dificultades y para evitar que especulen, las discusiones en esta Cámara se han centrado fuertemente en los temas de renovación y de estabilidad, descuidando todo lo demás. Estos son asuntos de los Estados miembros.
Hemos centrado nuestra atención tan estrechamente que los asuntos de finanzas y sistemas bancarios y los problemas relacionados con la supervisión y la regulación se han dejado de lado y casi olvidado. Sin embargo, creo firmemente que necesitamos un sentido de la perspectiva en nuestra formulación de las políticas. No es casualidad el que el pacto se llame «Pacto de Estabilidad y Crecimiento». Un titulo mucho más exacto hubiese sido «Pacto de Estabilidad para el Crecimiento».
Necesitamos comenzar a hablar de nuevo del desarrollo y del crecimiento. Esa es la mejor forma de parar la especulación y, en su lugar, proporcionar confianza a los genuinos inversores. Sin propuestas relacionadas con el crecimiento —me refiero a la uniformidad fiscal de la que el señor Monti ha estado hablando—; recursos de inversión; hacer que los eurobonos estén disponibles e instrumentos de cohesión, porque la cohesión es un factor muy importante de competitividad —será difícil crear este clima positivo, especialmente en este momento—.
Olle Schmidt (ALDE). – (SV) Señor Presidente, los últimos tiempos han demostrado la importancia de unas finanzas gubernamentales prósperas. Por eso es curioso, cuanto menos, que el ponente, el señor Hoang Ngoc, quiera moderar —e incluso eliminar— los estrictos requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La verdad es que, por el contrario, ahora es esencial para la UE centrarse en mantener bajo control su desbordante deuda. De lo contrario, el futuro podría ser aún peor.
En los años noventa yo era miembro del parlamento sueco, el Riksdag, y estaba en la Comisión de Finanzas cuando nuestras finanzas públicas se desplomaron. No estoy especialmente orgulloso de esto, pero es cierto: ¡durante un tiempo, tuvimos intereses del 500 %! Se estaban acercando al 2 000 %, lo que significa que estábamos en el camino de conseguir una república bananera, pero como si las tasas del 500 % no fuesen suficiente, nuestra moneda cayó y George Soros ganó.
Los tiempos difíciles quedaron atrás para los ciudadanos suecos pero, señor Hoang Ngoc, aprendimos una cosa, y eso fue a mantener nuestras finanzas en orden. Lo mismo se puede aplicar a Europa: el buen orden proporciona estabilidad y crecimiento.
Michail Tremopoulos (Verts/ALE). – (EL) Europa aún se enfrenta a una crisis multidimensional, que está afectando de forma especialmente fuerte al empleo y a las personas con bajos ingresos. Cuando comenzó la Unión Europea, la pobreza tan solo existía donde no había trabajo. Hoy, un 9,6 % de los europeos está desempleado y un 8 % de los trabajadores vive con ingresos por debajo del umbral de pobreza. ¿Cuáles son las perspectivas para 2020?
Esta combinación de desempleo y pobreza está agravada por la presión creada por la facilidad con la que se puede haber despidos. A nivel europeo, no hay ninguna protección contra los despidos y la legislación nacional se está atenuando, como en Grecia. Todo esto está ocurriendo en el Año de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.
Por eso necesitamos un mínimo marco de desincentivos para el despido. Se han hecho algunas propuestas. El punto de partida es reconocer como una práctica abusiva los despidos masivos de las compañías que hayan obtenido beneficios en ese mismo país. La consecuencia lógica es que estén excluidos de los subsidios europeos y que estén sometidos a impuestos y multas más elevados y a que reembolsen la financiación. La cuestión es: ¿está la responsabilidad corporativa de las compañías incluida en su obligación de funcionar como parte de la sociedad o consideran aceptable comportarse como rivales de los trabajadores?
Vicky Ford (ECR). – Señor Presidente, acojo con agrado muchos de los objetivos de la Estrategia Europa 2020: centrarse en el crecimiento liderado por los negocios innovadores, en el crecimiento sostenible y en lograr un empleo alto. Sin embargo, para conseguirlo, la UE no debe sólo dar la charla: necesitamos recorrer el camino.
Por ejemplo, cuando emprendamos las reformas esenciales de los servicios financieros, debemos recordar que los negocios innovadores y dichos contratantes necesitan acceso al capital en los mercados globales. Nuestros Estados miembros también necesitan el acceso a dichos mercados de capital mundiales y, mientras que todos los ojos están puestos en el Fondo de estabilización europeo, y si ha conseguido cualquier reducción actual en la estabilidad inmediata, fundamentalmente, la confianza a largo plazo sólo se conseguirá si, al igual que este crecimiento ambicioso, ponemos bajo control nuestros déficits y las propias finanzas públicas se ven como sostenibles.
Johannes Hahn, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, creo que el debate de hoy a demostrado y probado que el Parlamento puede y debe hacer una contribución significativa al desarrollo de la estrategia. Dadas mis atribuciones, me gustaría darle las gracias al señor van Nistelrooij y al señor Cortés Lastra, en especial, por sus informes. También le doy las gracias a aquellos que han estado intensamente aplicados en este trabajo porque su opinión será muy importante al darle forma a la política regional y porque ambos informes han demostrado lo importante que es considerar todas las regiones de Europa y la política regional puede y debe ser una política para todas las regiones, y que en el futuro lo será.
Ambos informes subrayan en última instancia el impacto positivo de esta medida. Me gustaría darle las gracias al señor Cortés Lastra, en especial, por su significante contribución y por señalar lo que la Estrategia de Lisboa sí cumplió, a pesar de las críticas. Fue, después de todo, no sólo la idea, sino la subsiguiente aplicación del concepto de asignación obligatoria lo que tuvo un significante impacto aquí, especialmente, en las áreas de innovación e investigación.
La señora Schroeder debe considerar esto una píldora amarga, pero obviamente se necesita establecer un objetivo. Sin embargo, las regiones que tienen estructuras locales y desarrolladores de proyectos individuales han tenido, y tendrán en el futuro, la posibilidad de llevar a cabo proyectos individuales y de conseguir objetivos bajo una organización común. Por supuesto, necesitamos puntos fundamentales y necesitamos establecer prioridades, y esa es la idea que subyace tras la asignación obligatoria. Sin embargo, podemos conseguir una gran cantidad usando un planteamiento ascendente y uno descendente al mismo tiempo.
Además, el informe estratégico que presente hace poco sobre los informes de los 27 Estados miembros relativos al estado hasta la fecha de la puesta en marcha del actual período de programación demuestra cómo se ha asignado realmente una asignación obligatoria sostenible y sensible, ya que 63 000 millones de euros de los 93 000 millones asignados hasta el momento se han gastado en objetivos de Lisboa, es decir, en investigación, innovación, e inversión en formación y, por último, también en transporte e infraestructura, en el sentido más amplio de ambos términos.
La política regional —y esto se ha demostrado muy claramente en el informe van Nistelrooij— es el motor tras la innovación que es capaz de hacer avanzar las cosas y de hacer y mantener a la sociedad europea en una más competitiva a nivel global. Se ha demostrado que de lo más de 450 programas operativos, sólo 246 están centrados en la investigación y en la innovación. Esto muestra claramente que los puntos fundamentales, tales como la investigación y el desarrollo, son necesarios y que ese debe seguir siendo el caso.
Por este motivo, era obvio en el actual período de programación que debíamos asignar 86 000 millones de euros a este ámbito, lo que supone tres veces más que para el período 2000-2006. Sin embargo, necesitamos asegurar una coordinación mejor, especialmente en las áreas de investigación e innovación. No hay conflicto entre la excelencia, por un lado, y una amplia expansión geográfica, por el otro. Debe ser nuestro objetivo promover la circulación de cerebros, no la fuga de cerebros de algunas o muchas regiones a unas pocas. Por el contrario, necesitamos asegurar la circulación del conocimiento y de la gente implicada, especialmente en lo concerniente a investigación, innovación y desarrollo.
Uno de los objetivos más importantes debería ser, especialmente si tenemos en consideración el próximo período de programación, una transición entre un enfoque solamente basado en los resultados, es decir, una gestión financiera propiamente dicha, a un enfoque y una perspectiva mucho más dirigida a conseguir unos objetivos. Ese debe ser uno de los pasos adelante más importantes de Europa 2020 en comparación con el de Lisboa, uno que realmente nos permita dividir los objetivos europeos en nacionales, regionales y, en último término, locales y así hacer las estrategias tangibles, visibles y comprensibles.
Un comentario final: yo entiendo que política regional es una política de investigación en todas las regiones. Finalmente, todas las regiones pueden beneficiarse de investigaciones exitosas llevadas a cabo en regiones individuales porque debemos recordar que dos tercios de las exportaciones europeas de cada Estado miembro están destinadas a la Unión Europea, a los otros 26 países. Eso significa que si esos países lo hacen bien, el Estado miembro número 27 también lo hará bien. Este debe ser uno de nuestros objetivos. Si hoy hablamos también de cómo afrontar la crisis, entonces, el reestructurar el presupuesto no puede ser nuestra única preocupación porque el crecimiento también constituye un factor muy importante. Tan solo eso ya nos proporcionaría una solida triunfante de la crisis a largo plazo y la política regional puede hacer una contribución importante.
László Andor, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, se han presentado cinco más dos preguntas relativas a la gobernanza económica y a Europa 2020. Haré todo lo que pueda para responderlas en cinco minutos, y para hacerlo utilizaré el inglés en lugar de mi lengua materna.
Señorías, la primera pregunta es cómo pretende la Comisión reforzar la vigilancia de las amplias directrices de la política económica y cómo pretende la Comisión asegurar un papel activo de los parlamentos nacionales en el proceso de vigilancia multilateral.
En respuesta a esta primera pregunta, me gustaría remitir a la comunicación de la Comisión sobre Europa 2020, en el que la Comisión propone que el Parlamento Europeo juegue un papel importante, no sólo en su capacidad como colegislador, sino también como motor para movilizar a los ciudadanos y a los parlamentos nacionales. La Comisión también enfatiza la importancia de establecer un diálogo permanente entre diversos niveles de gobierno, incluidas las autoridades nacionales, regionales y locales y los parlamentos nacionales, así como los actores sociales y los representantes de la sociedad civil.
La segunda pregunta se refiere al Pacto de Estabilidad y Crecimiento y a los instrumentos adicionales que la Comisión puede prever para complementar este pacto. Aquí me gustaría remitirme a nuestra comunicación sobre el refuerzo de la coordinación de la política económica, que adoptamos la semana pasada. En dicha comunicación la Comisión ha establecido propuestas para reforzar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y mayor coordinación de la política fiscal. En concreto, la Comisión pretende realizar una vigilancia presupuestaria y una coordinación de políticas más centrada en el futuro. En la zona del euro en concreto, parece justificado un enfoque más amplio en la valoración de las políticas presupuestarias, incluida una revisión más dominante de la debilidad de los planes presupuestarios nacionales poco después de su adopción. Además, para proporcionar los incentivos adecuados para que los Estados miembros se enfrenten a desequilibrios, el funcionamiento del procedimiento aplicable en caso de déficit excesivo puede mejorarse acelerando los procedimientos individuales, en concreto, con respecto a los Estados miembros que rompen reiteradamente el pacto. La Comisión también propone reforzar el marco de prevención macroeconómico para los Estados miembros de la zona del euro estableciendo un marco permanente de resolución de crisis. Según el mecanismo propuesto la UE sería capaz de emitir deuda para financiar préstamos de emergencia para un miembro de la zona del euro en apuros.
La tercera pregunta se refiere a las diferencias entre dos documentos de la Comisión: por un lado, la comunicación sobre las finanzas públicas en la UEM 2006 de junio de 2006 y, por otro lado, el informe 2008 sobre la UEM 10. Las recomendaciones sobre políticas que hicimos en 2006 se enfocaron en los cambios que conllevaba el Pacto en 2005.El informe 2008 sobre la UEM 10 es coherente con lo que se escribió en aquel momento, por ejemplo, en la relevancia de las sostenibilidad a largo plazo, en la necesidad de establecer incentivos en los buenos momentos y en el papel positivo de los marcos fiscales nacionales. Al mismo tiempo, las lecciones de hace más de 10 años de la UEM y el reciente impacto de la crisis piden una valoración nueva pero aún coherente. La comunicación de la semana pasada sobre el refuerzo de la coordinación de la política económica se centra en hacer el pacto más riguroso en lo que respecta tanto a su brazo preventivo como al correctivo. También hace propuestas detalladas contra el fondo de las nuevas oportunidades proporcionadas por el Tratado de Lisboa.
Proponemos un refuerzo del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, tanto en sus dimensiones preventiva como correctiva; una ampliación de la vigilancia de desequilibrios macroeconómicos y tendencia a la competitividad dentro de la zona del euro; introduciendo un «semestre europeo» que refuerce la coordinación política integrada de antemano; y, finalmente, trabajando hacia un mecanismo de resolución de crisis robusto y permanente para los Estados miembros de la zona del euro con problemas fiscales.
La cuarta pregunta hace referencia al grupo de acción establecido por el Consejo Europeo en marzo de 2010 para mejorar la gobernanza económica de la Unión. La Comisión cooperará de forma constructiva en el interés de la Unión y respetando totalmente su derecho de iniciativa. La comunicación de la semana pasada ya constituye una contribución importante para el grupo de acción. El Parlamento Europeo, en este contexto, es obviamente una parte interesada muy importante en la reforma de la gobernanza económica. Mediante su trabajo e informes en las comisiones correspondientes —en particular, comisiones de crisis económica— el Parlamento ya está proporcionando contribuciones valiosas a las deliberaciones del grupo de acción.
La quinta y última pregunta es sobre la devolución de la confianza en los bancos europeos y en los mercados financieros y en el proyecto europeo en general. Me limitaré a resumirlo rápidamente porque es un tema muy amplio. Creo que hay tres asuntos importantes que deben subrayarse: en primer lugar, la importancia del sistema financiero; en segundo, hacer la legislación fiscal muy clara, transparente y comprensible para todos; y, en tercero, restaurar el crecimiento potencial de Europa. Por eso Europa 2020 desempeña un papel importante también en este contexto. Así que estos elementos, desde mi punto de vista, son igualmente importantes a la hora de restaurar la confianza en el proyecto europeo.
Esto me lleva a las dos cuestiones sobre la estrategia Europa 2020. En la línea de las conclusiones del Consejo Europeo de primavera, en concreto, en las relativas a los objetivos principales de la estrategia Europa 2020, la Comisión ha comenzado a trabajar con los Estados miembros para establecer objetivos nacionales que sustenten los objetivos principales. Para facilitar este trabajo, el grupo sobre indicadores del Comité de empleo ha redactado dos enfoques técnicos alternativos que muestran que cada Estado miembro necesitará asegurarse de cumplir el 75 % del objetivo en términos de los niveles de empleo.
Durante la última semana de abril y la primera semana de mayo, la Comisión y la Presidencia mantuvieron una ronda de reuniones bilaterales para intercambiar ideas iniciales sobre potenciales objetivos nacionales de la estrategia. Estas reuniones fueron muy fructíferas y nos permitieron adquirir una primera idea de en qué situación estaban los Estados miembros y comprender las peculiares circunstancias económicas que son características de cada Estado miembro. Las reuniones bilaterales muestran que la mayoría de los Estados miembros apoya intensamente los objetivos principales y estaban listos para fijar ambiciosos objetivos nacionales que cumplan los objetivos principales establecidos por el Consejo de primavera. Basándose en el resultado general de estas reuniones, la Comisión compilará los resultados, que entonces servirán de entrada a las diversas configuraciones del Consejo en mayo y junio. Si hay discrepancias entre los objetivos de la UE y la suma de todos los objetivos nacionales, pretendemos continuar las reuniones con los Estados miembros para ver cómo la acción a nivel nacional o europeo podría acercar a la UE a sus objetivos. El Consejo Europeo ha dicho que repasaría el objetivo principal en junio basándose en más trabajo.
Existe un interés concreto en la explicación del objetivo de la pobreza, si me lo permiten. El Consejo de primavera pidió a la Comisión que ayudase a los Estados miembros a identificar indicadores adecuados que sustenten el objetivo principal de la UE acerca de la inclusión social, especialmente, a través de la reducción de la pobreza. Después de escuchar las preocupaciones de diversos Estados miembros, la comisión ha presentado una posible propuesta de compromiso. La propuesta se basa en los tres principales indicadores de pobreza en la UE, a saber: amenazado por la pobreza, privación material; y el número de hogares sin empleo. Juntos, reflejan las múltiples facetas de la naturaleza de la pobreza y la variedad de las situaciones en los Estados miembros. Mientras que ciertas delegaciones han expresado su apoyo a la propuesta de la Comisión dentro del Comité de Protección Social, algunas insisten en incluir la dimensión del mercado laboral en el conjunto de objetivos europeos. La Comisión está explorando activamente las posibles soluciones.
En lo que respecta a la gobernanza, desearía confirmarles que le hemos concedido mucho valor gracias a su papel en la nueva estrategia y a su aportación. El Presidente Barroso ha dejado claro que una de sus principales preocupaciones para el segundo mandato es implicar al Parlamento más estrechamente en Europa 2020. Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que el Parlamento tiene tiempo suficiente para llegar a una opinión este año. Estoy plenamente comprometido personalmente a ayudarles en el proceso de cualquier forma posible. Necesitamos tener a las principales instituciones de la UE a bordo si queremos que haya la asunción política necesaria y que la estrategia tenga éxito.
En lo tocante a la educación y a la formación, que es el tema de la segunda pregunta sobre Europa 2020, me gustaría decir lo siguiente. Tan pronto como en el plan de recuperación de la crisis de noviembre de 2008, la Comisión hacia un llamamiento a los Estados miembros para que conservasen la inversión en educación y formación, y mantendremos este enfoque. En general, los Estados miembros han respondido de forma positiva a la llamada para dirigir las medidas de recuperación hacia una inversión inteligente en recursos para el crecimiento futuro. Muchos gobiernos no han ni reducido el apoyo a los estudiantes ni reducido el número de matrículas. Por el contrario, muchos paquetes de recuperación han incluido medidas para apoyar una mayor participación en educación, especialmente en educación superior. A pesar de la crisis, los presupuestos para la educación anunciados han permanecido igual o aumentado en muchos Estados miembros. Sin embargo, vemos signos de descensos programados en los presupuestos de educación de otros países.
Debemos tener en cuenta que algunos gobiernos ya habían planeado, y en algunos casos, ejecutado, recortes generales en los presupuestos públicos antes del comienzo de la crisis. Muchos de esos recortes podrían afectar a la educación. Otros Estados miembros están explorando formas de diversificar las fuentes de ingresos. La Comisión continuará vigilando este asunto cuidadosamente. En algunos países, las restricciones presupuestarias aparecerán ahora nada más. Vigilaremos los presupuestos generales del estado, así como la eficacia de la inversión.
A nivel europeo y dentro del marco financiero plurianual actual, la Comisión pretende priorizar la acción apoyando los objetivos de Europa 2020. Para fomentar la recuperación económica, las dos prioridades del proyecto de presupuesto para 2011que la Comisión acaba de adoptar son: invertir en la juventud europea y construir la infraestructura del mañana. El apoyo a la iniciativa insignia «Juventud en Movimiento» significa reforzar los programas «aprendizaje permanente» y «la juventud en acción» además de las acciones «Marie Curie» y «Erasmus Emprendedores».
No olvidemos que también intervenimos en este ámbito a través de los Fondos Estructurales. El Fondo Social Europeo, con un presupuesto de 76 000 millones de euros para el período 2007-2013, ayuda a los jóvenes a pasar de la educación al mundo laboral. También ayuda a las personas a volver a la educación para renovar y expandir sus habilidades. Aproximadamente un tercio de los beneficiarios del Fondo Social Europeo asigna 8 300 millones de euros, que apenas representa un 11 % de su presupuesto general, para la reforma de los sistemas de educación y formación de los Estados miembros.
Todo esto demuestra que la estrategia Europa 2020 refuerza el concepto de economía basada en el conocimiento y que la educación y la formación yacen en el centro de todo esto. Os aseguraremos tener los recursos necesarios para alcanzar nuestros objetivos.
David Casa (PPE). – (MT) Es preocupante que la crisis económica vaya a dar lugar a repercusiones a largo plazo. A medida que aumenta la edad de la población también lo hace el reto de los Estados miembros de garantizar la sostenibilidad en el ámbito del bienestar social. Mientras que puedo entender que los gastos públicos necesitan diversificarse para que Europa complete su visión de 2020, también creo que estos gastos necesitan formar parte de una política fiscal nacional. La caída de las tasas de natalidad y el envejecimiento constante de la población necesitan un cambio en la política si vamos a garantizar una sostenibilidad fiscal. Además, debe tenerse en cuenta el aumento de demandas de pensiones y de asistencia sanitaria.
Con respecto al cambio demográfico de los patrones, la Unión Europea necesita una estrategia motivacional para ciudadanos mayores para mantenerlos empleados durante una mayor cantidad de tiempo. Es esencial que consideremos dichas estrategias a la luz de los requisitos específicos de cada Estado miembro. No podemos usar una política de talla única. Cada caso merece una tención individual. Por consiguiente, es fundamental que haya más personas empleadas en el mercado laboral y que aumentemos las oportunidades para conseguir empleo de alto nivel. Esto no sólo reduciría la dependencia de los servicios sociales sino que además aseguraría un mayor número de colaboradores a dichos esquemas.
En lo referente a empleo y formación, es esencial que la Unión Europea se centre en un empleo activo e inclusivo, es decir, en explotar todo el potencial de aquellos que pueden trabajar, especialmente de las mujeres, para promover la integración de aquellos más alienados por el mundo laboral y proporcionarles todas las herramientas necesarias para ayudarles a triunfar. Señor Comisario, después de haber estado en nuestro respectivos puestos desde hace ya unas semanas, es el momento de remangarnos y ponernos a trabajar para que estos objetivos se alcancen, cosa que aumentaría el empleo en la Unión Europea.
Ole Christensen (S&D). – (DA) Señor Presidente, cada día se pierden en Europa miles de empleos, y la estrategia Europa 2020 intenta ser la respuesta de la UE a los cambios futuro en este aspecto y en cómo podemos mantener y reforzar nuestra competencia de forma que podamos crear crecimiento y más empleos. Necesitamos elegir la ruta que vamos a tomar: si competiremos basándonos en salarios bajos y condiciones de trabajo pobres o si competiremos sobre la base del conocimiento y las habilidades, trabajos ecológicos de calidad y condiciones decentes del mercado laboral.
En este aspecto, es un poco preocupante ver cómo la Comisión se centra desequilibradamente en flexibilidad dentro del modelo de flexiguridad. Eso no conseguirá nada. La gente necesita estar a salvo y segura para ser flexible. Se necesita que haya algún tipo de apoyo para que las personas puedan vivir en el caso de que pierdan sus empleos. Se necesita proporcionar una mayor formación para que la gente pueda moverse a través del mercado laboral a las mejores oportunidades de trabajo. Se necesitan inversiones en los Estados miembros, pero deben ser inversiones que se amorticen a largo plazo.
La Comisión debe hacer más para encarar el dumping social. Cualquiera que se mude de un país a otro por un empleo debe trabajar según las condiciones que se apliquen en su nuevo país. La Comisión debe asegurar que todo el mundo está cubierto por los reglamentos sobre trabajadores migrantes —por los reglamentos que se aplican a nivel europeo— y los reglamentos del mercado interno no deben sentar precedente sobre los reglamentos que controlan los derechos de los trabajadores.
Marian Harkin (ALDE). – Señor Presidente, me gustaría decir que el debate de esta tarde refleja la voluntad del Parlamento, de hecho insistencia, en comprometerse totalmente en el proceso. Dado mi limitado tiempo, me gustaría tan solo referirme brevemente a tres puntos. Apoyo la declaración del Comisario Rehn —y de hecho la del Comisario Andor de hoy— con respecto a la vigilancia de los presupuestos de los Estados miembros. Por una parte, parecía que la zona del euro y la UE podían no hacer 2020 como una entidad. Así que para asegurarnos de que no sólo sobrevivimos sino que prosperamos, es vital que los Estados miembros hagan declaraciones sobre los compromisos y las promesas hechos hasta el momento. Cerrar la puerta del establo después de que el caballo se haya desbocado siempre ha sido un ejercicio inútil.
En segundo lugar, durante los últimos 18 meses, los Estados miembros y la UE se han centrado casi exclusivamente en la estabilización de las instituciones financieras. Mientras que esto es importante, muchos ciudadanos han perdido la confianza y se sienten abandonados. Buscan apoyo de los Estados miembros y quieren que la UE ponga en práctica un marco que conduzca a la creación de empleo, para los emprendedores y para apoyar las PYME pero, principalmente, el marco debe enlazar con la creación de empleo digno y una mejora del bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos bajo el umbral de pobreza.
Finalmente hay una mayor crisis en el desempleo de los jóvenes. Ayer se publicó un documento confirmando que el empleo juvenil en la UE supone un 20 %, lo cual supone dos veces lo previsto para el empleo en general. La crisis es tan real y tan inmediata como la crisis económica y, mientras escuchaba los comentarios del Comisario sobre iniciativas juveniles y las acojo con agrado, debe haber una total coordinación entre los Estados miembros para traducir dichas iniciativas en empleos concretos.
Janusz Wojciechowski (ECR). – (PL) La Estrategia 2020, contiene objetivos ambiciosos con los que es difícil estar en desacuerdo, pero los objetivos son definidos como si la Unión Europea ya fuese rica, sin preocupaciones y pensando sólo en construir un futuro exitoso. Mientras tanto, sabemos que hay muchas cosas de las que preocuparse y, sobre todo, que hay muchas diferencias entre el nivel de desarrollo de los países y regiones ricos y pobres de Europa.
He notado no sin cierto asombro que entre las prioridades de la estrategia no hay lugar para el desarrollo de la agricultura, mientras que sabemos que, después de todo, para el 2050 el mundo debe incrementar su producción de alimentos en un 70% porque cada vez hay más personas en el mundo y menos tierra utilizada para la producción agrícola. Es difícil comprender por qué el desarrollo de la agricultura no se trata como una prioridad en la estrategia.
La agricultura significa seguridad alimentaria, la agricultura significa seguridad ambiental, y estas cosas son muy importantes para nosotros y para futuras generaciones. No puedo imaginar una estrategia de desarrollo responsable para la Unión Europea que no incluya preocupación por el desarrollo de la agricultura europea.
Georgios Koumoutsakos (PPE). – (EL) Señor Presidente, antes de hablar de la Estrategia 2020, se necesita una respuesta, creo, a ciertos argumentos que han realizado anteriormente uno o dos parlamentarios acerca de la postura del partido griego de centro derecha sobre el apoyo del mecanismo para la economía griega. Necesitamos dejar claros ciertos puntos. Nuestro partido sencillamente tenía una percepción de las medidas que debían haberse aplicado. Las medidas que ahora se están aplicando causarán ciertamente una profunda recesión y estanflación y el gobierno decidió acerca de esas medidas por sí solo, sin ninguna información previa o un acuerdo con otros partidos políticos o con la sociedad griegos. La mayoría que gobierna rechazó cualquier acuerdo previo que pudiese haber resultado en una aprobación política y social amplia y necesaria. Repito, el Partido de Nueva Democracia no se opuso al mecanismo europeo de apoyo de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. Respetamos hasta el último euro de nuestros compañeros y les agradecemos su apoyo. Por eso apoyamos responsablemente una mezcla de políticas diferente y más efectiva. Apoyamos la necesidad de una disciplina financiera estricta y una política de crecimiento, para que Grecia pueda salir del círculo vicioso de la profunda recesión y de la inflación galopante, con desastrosas consecuencias para la sociedad y la economía griegas, en última instancia, un impacto negativo en Europa.
En lo que respecta a nuestro debate sobre la crisis económica y la Estrategia 2020, creo que ha llegado el momento de actos específicos y resultados tangibles. Ya basta de hablar. Ese es la conclusión de mi discurso. No complicarse. El euro es un éxito histórico en la integración europea y deberíamos defenderlo y rescatarlo. Por eso necesitamos una gobernanza económica y financiera fuerte porque, sin esta Estrategia 2020, está en riesgo de fallar y de seguir el precedente establecido por la Estrategia de Lisboa.
(El orador responde igualmente a una pregunta formulada de acuerdo con el procedimiento de la «tarjeta azul» según el apartado 8 del artículo 149 del Reglamento)
Marc Tarabella (S&D). – (FR) Señor Koumoutsakos, ¡qué cara más dura tiene usted! Acabo de escucharle hablar acerca del Gobierno griego y de cómo este no se molestó en consultarle a usted ni a los diversos partidos o la sociedad civil antes de aplicar las mediadas. Aunque, debo decir que el actual Gobierno griego no es en absoluto responsable de la situación. Es la víctima de los especuladores, a quienes criticaré en breves instantes, cuando hable. Aún así es mi deber destacar la responsabilidad del gobierno anterior, el cual manipuló las cifras durante muchos años, y el hecho de que su partido estuviese en el poder durante al menos dos legislaturas. Así que creo que la responsabilidad es de Grecia y que la responsabilidad política es de su partido ¿Tiene una respuesta para esta pregunta, señor Koumoutsakos?
Georgios Koumoutsakos (PPE). – (EL) Señor, su discurso es el resultado de una falta de información. El anterior Gobierno griego se hizo cargo de una economía profundamente endeudada, muy profundamente endeudada, una economía con unos cimientos podridos, y esos problemas, que son crónicos y han enraizado profundamente en los últimos 30 años, se han visto subrayados y dramatizados por una enorme crisis económica internacional.
Por supuesto, el gobierno anterior cometió errores pero mayores los ha cometido, ya sea por debilidad o por falta de coraje, el actual gobierno, el cual se retrasó al menos cinco meses en tomar las medidas necesarias para contener la situación y, por tanto, la crisis deficitaria, que existe en todos los países, como muy bien sabe, se convirtió en una crisis de préstamos.
Así es cómo nos encontramos en la drástica situación actual. Esta es la respuesta que le doy en relación con nuestro compromiso de autocrítica; pero aquí es donde se aplica el antiguo dicho «aquel que esté libre de pecado que tirela primera piedra».
Edward Scicluna (S&D). – (MT) Señor Presidente, nunca antes de ahora ha estado presente en nuestras mentes de forma tan dramática la importancia de la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. Es fácil y natural decir «os dijimos que no dejaseis que se descontrolase la espiral de vuestros déficits y deudas» y tendríamos todo el derecho a hacerlo. Sin embargo, ahora que muchos Estados miembros de la Unión Europea, incluidos aquello de la zona del euro, han llegado a esta situación insostenible, no podemos sencillamente dar marcha atrás a la situación e intentar hacerlo en el menor tiempo posible mientras se ignora el grave ambiente económico en el que nos encontramos.
Este no es un llamamiento para posponer nuestras acciones en el ámbito de las finanzas públicas. No estoy insinuando nada del estilo. Sin embargo, pedir la aplicación de programas de austeridad de forma inescrupulosa dentro de los países de la Unión Europea significaría condenar a toda la región europea a un largo período de lento crecimiento económico, sino peor, No podemos permitirnos frenar la demanda, incluso en países que cuentan con excedentes, tanto a nivel interno como externo, y que tienen los medios para gastar más y no menos.
Debemos ayudar a los países de la Unión Europea más débiles a estimular sus economías mediante exportaciones y así ayudar a estimular las perspectivas de aumento del empleo. No seamos dogmáticos. Esta situación requiere que actuemos con inteligencia. También necesita un elemento de flexibilidad en muchos ámbitos, incluida la política económica.
Elizabeth Lynne (ALDE). – Señor Presidente, hemos escuchado mucho acerca de la recuperación económica en la propuesta de la Comisión para la Estrategia Europa 2020 pero, en mi opinión, no lo suficiente sobre la pobreza, y por eso estoy encantada de que haya mencionado la reducción de la pobreza en su discurso.
Debemos recordar que las personas más vulnerables de una sociedad sufren en cualquier recesión económica más que nadie, y por eso debemos poner en práctica mecanismos para protegerles. Por ejemplo, me encantaría ver un objetivo de reducción de un 25 % el número de ciudadanos europeos que viven en la pobreza, al igual que asegurar que aquellos que están actualmente excluidos del mercado laboral puedan obtener acceso a un trabajo digno, y que, al mismo tiempo, tengamos el objetivo de erradicar el trabajo no declarado.
También debemos asegurarnos de que los Estados miembros invierten en seguridad social y en sistemas de protección social, además de garantizar el acceso a los derechos, recursos y servicios universales. También me gustaría ver un objetivo a nivel europeo para eliminar a las personas sin hogar instaladas en la vía pública para el año 2015 en los Estados miembros, y para el desarrollo de estrategias integradas de resolución del problema de las personas sin hogar.
En todos estos ámbitos, no sólo se debería consultar más al Parlamento —y estoy encantada de que l mencionase— sino también a las ONG que trabajan en esos campos. En lo que el método abierto de coordinación se refiere al ámbito social, necesita reforzarse. Todos sabemos que no ha funcionado tan bien como debería pero creo que puede funcionar bien en el futuro si se ponen en práctica los mecanismos adecuados, pero sólo si dichos mecanismos se ponen en práctica.
Ryszard Czarnecki (ECR). – (PL) La estrategia está adoptando en el peor momento posible, cuando la producción industrial de Europa ha caído al nivel de los años noventa y el producto interior bruto de la Unión Europea cayó el año pasado un 4 %. Sin embargo, no es el peor momento aquí. Lo peor es que cuatro de las cinco prioridades que se nos han presentado como los principales caballos de tiro del desarrollo europeo se pueden tratar difícilmente como medidas europeas, concretamente el empleo, la investigación y el desarrollo, la educación y la lucha contra la pobreza. Básicamente, no hay nada supranacional en estos temas. Son asuntos en los que los gobiernos individuales son responsables. Puede decirse que sólo la política climática es un área en el que podemos desarrollar un poco de acción a nivel europeo. Las otras, francamente, son asuntos de cada Estado miembro.
Marc Tarabella (S&D). – (FR) Señor Presidente, la Estrategia 2020 debe incorporar las opiniones sobre la crisis económica y proponer una nueva forma de gobernanza en lugar de intentar arreglar el actual sistema que falla.
En primer lugar, deshagámonos de algunas ideas falsas, especialmente de las relativas a Grecia. No es una crisis griega. Grecia y su población son víctimas de un sistema económico y financiero predador, un sistema que ha visto a los países del G-20 desembolsar, en general, varios billones de dólares en pocos días para salvar a los bancos, pero que deja a Grecia agonizando durante varios meses.
Ahora se están ignorando las cumbres internacionales. Lo que tenga que ser, será. Finalmente, las finanzas iban a ser reguladas y Europa tuvo sus discusiones sin fin, pero los buitres no se han marchado. ¿Así que qué dice todo el mundo ahora? Que el mercado debe reasegurarse. ¿Pero quién es el mercado? Los especuladores, quienes deben ser aplacados como si fuesen semidioses a los que debe hacer ofrendas para que podamos rogar piedad.
¿Cuánto tiempo debe la gente aguantar este enfoque tan cínico? ¿Cuánto tiempo debemos vivir con la ilusión de un mercado que les da a los financieros más de lo que merecen pero que empobrece a la gente? No podemos permitir que el terrorismo de los mercados financieros doblegue países enteros.
Un falsificador corre un gran riesgo porque está atacando un elemento de la soberanía del estado: su moneda. Sin embargo, cuando un comerciante especula sobre la deuda de un país, no arriesga nada. ¿Cuándo serán debidamente castigados los delincuentes de cuello blanco de las altas finanzas? Los especuladores se alimentan glotonamente de lo público deberían declararse fuera de la ley; la banca de los casinos que juegan con las vidas y los futuros de los ciudadanos deberían abolirse; y la UE debería supervisar adecuadamente los mercados financieros, en lugar de atacar los servicios públicos.
Señorías, para terminar, creo que ya nos han gastado esta broma durante bastante tiempo. Podemos tener una cumbre extraordinaria cada viernes y dar miles de millones pero si no nos enfrentamos a la raíz de la mala actuación. Uno de estos viernes, terminaremos anunciando que la UE está en bancarrota.
Filiz Hakaeva Hyusmenova (ALDE). – (BG) Señor Presidente, la política de cohesión europea ha demostrado su papel de vital importancia a lo largo de los años y se ha convertido en una política clave para la comunidad. Proporciona a los ciudadanos un indicador de solidaridad visible y cuantificable. Su papel también está reconocido por medio de su inclusión entre los objetivos del Tratado de Lisboa. Todo esto gana un lugar por derecho propio en la Estrategia Europa 2020.
En el proyecto de estrategia, esta política no tiene el lugar necesario. Por eso es por lo que he valorado muy alto el informe sobre incluir la política de cohesión entre los objetivos a conseguir por el Tratado de Lisboa y la Estrategia 2020, que proporciona unas directrices inestimables. También necesitamos una política de cohesión fuerte en un momento en que la crisis económica está reduciendo el número de empleos y debilitando nuestra competitividad y en el futuro también, de forma que podemos confirmar la Unión Europea como un jugador global fuerte.
Se necesitan parámetros fiables para indicar la efectividad y la eficiencia de los recursos invertidos en esta política. Como dice el informe, es necesaria una valoración del impacto de los gastos de la política de cohesión en desarrollo regional basada en indicadores específicos. Para determinar la evaluación de indicadores, la Comisión debe considerar y proponer una definición clara del concepto de «cohesión territorial» debido a que esto es lo que aparece precisamente en el Tratado de Lisboa. El objetivo, los criterios de evaluación sólo puede establecerse después de considerar la definición del concepto real. Esto proporcionará una base concreta para la política, así como para las instituciones y los ciudadanos.
PRESIDE: Gianni PITTELLA Vicepresidente
Tamás Deutsch (PPE). – (HU) Señor Presidente, Señorías, en primer lugar, me gustaría expresar lo que aprecio el trabajo sobresaliente de los ponentes y me gustaría agradecerles a los Comisarios sus reflexiones significativas y valiosas.
Hace unos años, un buen amigo y mentor me dijo que a lo largo de nuestra vida siempre nos encontraremos con situaciones en las que somos o parte del problema o parte de la solución. Desde mi punto de vista, la Estrategia Europa 2020, es, en este momento, aún mucho más parte del problema que de la solución. Creo que es nuestra responsabilidad conjunta hacer de esta estrategia algo más parecido a parte de la solución. Permítanme parar un momento y pedirles amablemente que consideren que el propio nombre de la estrategia ya es problemático. En la amplia mayoría de los idiomas de la Unión Europea, el nombre de la Estrategia Europa 2020 no significa nada. Es difícil de imaginar una comunidad de más de 500 millones de habitantes que se puedan identificar con una estrategia basada en la noción de proporcionar una receta para resolver los problemas de sus vidas personales cuyo nombre es tan intangible y distante de las realidades de sus vidas personales. Este nombre debía ser muy significativo cuando lo discutieron los expertos en marketing. Sin embargo, aquí no estamos hablando de especialistas en marketing, sino e europeos normales.
Hay otro sabio dicho húngaro que dice: quien mucho abarca poco aprieta. Según mi criterio, la estrategia —que aún es parte del problema— abarca mucho y aprieta poco. La mejor cosa quizá debería ser que tratase con la pregunta más importante. En este punto, déjenme señalar que, en mi opinión, lo que necesitamos hacer es reforzar el desarrollo regional. Reforzar el desarrollo regional implica inversión, crecimiento y creación de empleo, y creo que el problema más serio al que se enfrenta la gente hoy en día es que necesitan empleos y más empleos. Estos son los argumentos que me gustaría ofrecer para su consideración.
Francesco De Angelis (S&D). – (IT) Señor Presidente, Señorías, el lanzamiento de la estrategia de la Unión Europea 2020 marca efectivamente el fin de la anterior Estrategia de Lisboa y tendrá que enfrentarse a los efectos estructurales negativos que la crisis financiera, económica y social ha causado y continuar produciendo.
Creo que si la estrategia 2020 debe ser efectiva, debe centrarse en dos aspectos clave, el primero es un sistema para evaluar el progreso que tenga en cuenta el uso del sistema del palo y la zanahoria; el segundo es una vigorosa política de inversión en infraestructura, además, por supuesto, de ser herramientas para regular el sistema financiero y de políticas enfocadas a restaurar el diálogo social y la cohesión.
Las infraestructuras son la piedra angular del relanzamiento de la política de innovación en la industria, las PYME, los consorcios manufactureros o los institutos de investigación y en la relación entre estas y las universidades y las instituciones locales. El informe van Nistelrooij debería por tanto acogerse con agrado, además de proporcionar un retrato en profundidad del trabajo que los Estados miembros han hecho hasta la fecha, comienza a tratar la cuestión de la armonización de los instrumentos financieros y de los planes operacionales enfocados a la innovación.
La armonización de los reglamentos, procedimientos y prácticas administrativas para la gestión de proyectos europeos y la simplificación y racionalización de los procedimientos son las soluciones que las partes interesadas en la materia y los ciudadanos nos han estado pidiendo desde hace mucho tiempo. Creo que en este punto, Europa puede y debe hacer mucho para promover el crecimiento, el desarrollo y el empleo.
Marietje Schaake (ALDE). – Señor Presidente, ya que buscamos resolver la crisis económica y financiera, me gustaría destacar una carencia esencial: la del conocimiento. Me arrepiento de decir que Europa cada vez es un continente más estúpido, aunque el conocimiento es nuestra fuente más fructífera y rica. Invertir en ella no conlleva riesgo.
La joven generación de europeos está pagando la crisis, sin embargo, a medida que cree el desempleo juvenil y que los presupuestos de educación y de innovación ha estado congelada o recortada, pero permítanos hacerlo con una actitud del siglo XXI, por ¿adónde está yendo la mitad del presupuesto europeo? ¡A la agricultura! Debería referirse a las futuras generaciones y a su desarrollo. No sólo una educación tradicional, sino una centrada en las capacidades electrónicas y la iniciativa empresarial por ejemplo.
Sabemos que cuanto mayor es la educación, menores son las posibilidades de perder un trabajo. Aunque los Estados miembros no cumplan el compromiso necesario para fomentar una economía ambiciosa basada en el conocimiento. Europa castiga así a la próxima generación de europeos no permitiéndoles desarrollar sus talentos y ambiciones plenamente y permite que China, la India o los Estados Unidos se conviertan en lugares más atractivos para el talento, la investigación, la creatividad y la innovación.
Las medidas a corto plazo tendrán un alto coste a largo plazo. La iniciativa empresarial, excelencia y un futuro sostenible de la economía europea sólo pueden fomentarse si estamos deseando invertir en conocimiento porque quienquiera que crea que el conocimiento es caro, no sabe el precio de la estupidez.
Hoy, el Comisario Kroes ha presentado su visión de la agenda digital para Europa, uno de los programas bandera de Europa 2020. Es una estrategia ambiciosa aunque concreta que busca hacer el mercado digital europeo más fuerte en la economía global al igual que conectar a muchos europeos a un internet abierto.
Creo que necesitamos tomar más decisiones inteligentes ahora y asegurarnos de que la actual crisis no se convierte en una hipoteca de la juventud y de la generación joven cargándoles un interés que no van poder devolver nunca.
¿Apoya la Comisión un acercamiento coordinado, alejándose de los procedimientos intergubernamentales en la toma de decisiones y dándole un papel más fuerte a la Comisión y al Parlamento para asegurarse de que los Estados miembros cumplen con sus compromisos?