Presidente. – El siguiente punto es la pregunta oral presentada por Doris Pack, en nombre de la Comisión de Cultura y Educación, a la Comisión sobre deporte, específicamente en lo relativo a los agentes de los jugadores [2010/2646(RSP)] (O-0032/2010 - B7-0308/2010).
Doris Pack, autora. – (DE) Señor Presidente, señora Comisaria, Señorías, en el informe del señor Belet sobre el fútbol profesional, el Parlamento Europeo ya declaró que está a favor de una mejor reglamentación de las actividades de los agentes deportivos, en especial los agentes de los jugadores; y en aquella ocasión pedimos una directiva adecuada. Ahora abordamos de nuevo esta cuestión.
La situación legal es difusa. Dado que los agentes de los jugadores a menudo trabajan en distintos países, la legislación nacional, allí donde existe dicho sea de paso, no es un método válido para controlar estas actividades. Por su parte, las federaciones deportivas tienen un ámbito de actuación limitado. Como actores no estatales, no tienen derecho a establecer reglamentos exhaustivos. En el año 2000, por ejemplo, la FIFA se vio obligada a hacer más flexible el procedimiento de obtención de licencias para ser agente de cara a esta misma temporada.
En 2009, la Comisión publicó un estudio que señalaba, en concreto, las preocupantes conexiones entre agentes de jugadores y actividades criminales. Se habló de blanqueo de dinero, de sobornos, de apuestas y de fraude fiscal, entre otras prácticas. Este tipo de conexiones daña la integridad del deporte y son incompatibles con su función social. Además, el estudio publicado por la Comisión ha descubierto que las operaciones financieras con motivo de los traspasos de jugadores a menudo carecen de transparencia, lo que explica la vulnerabilidad de este sistema ante las maquinaciones criminales que acabo de mencionar. Existe un riesgo concreto, en el caso de la representación de jugadores jóvenes, de que el agente explote a jugadores jóvenes e inexperto de, por ejemplo, África prometiéndoles un futuro en el fútbol profesional europeo para luego desentenderse de ellos cuando ningún equipo se interesa por sus servicios, abandonándolos a su suerte en Europa como inmigrantes ilegales, sin trabajo ni apoyo.
Con este trasfondo, necesitamos una iniciativa legislativa europea que nos permita reglamentar esta cuestión de manear uniforme en toda la UE, cubrir las lagunas jurídicas y apoyar a las federaciones deportivas en su trabajo por representar a los jugadores de manera adecuada y transparente. A este respecto, debemos plantearnos como objetivo, tal y como solicitamos en nuestra moción, prohibir el pago de comisiones para los agentes que traspasan jugadores menores de edad, de modo que podamos eliminar los incentivos financieros para este tipo de operaciones injustas, especialmente de las que implican a jugadores menores de edad. Esperamos obtener el apoyo del Pleno de mañana para nuestra moción de hoy y, por encima de todo, que sirva para animar a la Comisión a poner manos a la obra en esta cuestión.
Androulla Vassiliou, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, antes de nada permítame dar las gracias a la señora Pack por presentar esta pregunta oral en nombre de la Comisión de Cultura y Educación.
Soy plenamente consciente de la importancia política de este asunto. Quiero recordar que la Comisión acaba de publicar los resultados de un estudio independiente sobre agentes deportivos. El estudio presenta un análisis exhaustivo del ámbito en cuestión. Así, por ejemplo hemos sabido que en los Estados miembros hay activos unos 6 000 agentes en todas las disciplinas deportivas. Sin embargo, el 95 % de ellos se concentra en sólo cuatro deportes: atletismo, baloncesto, rugby y fútbol. Dentro de este grupo el fútbol domina claramente.
El estudio también nos indica que sólo un número limitado de Estados miembros reglamenta a los agentes deportivos mediante una ley específica. La mayor parte sencillamente depende de las disposiciones generales o del Derecho laboral o contractual. Algunas federaciones deportivas internacionales también han adoptado reglamentos para agentes, principalmente en las disciplinas que acabo de mencionar: atletismo, baloncesto, fútbol y rugby.
Aunque los reglamentos públicos y privados existentes pueden entrar en conflicto entre sí y generar inseguridad jurídica, el estudio muestra que existen muy pocos obstáculos para el libre desarrollo de actividades que llevan a cabo los agentes deportivos en toda la UE. Sin embargo, el estudio destaca una serie de prácticas dudosas relacionadas con esas actividades de los agentes: por ejemplo, el pago de comisiones secretas, la explotación de jugadores jóvenes, etc. Debemos abordar esos problemas para conservar la integridad y la imparcialidad de las competiciones deportivas.
El movimiento deportivo ha tratado de hacer frente a esos problemas durante mucho tiempo. Por eso algunos organismos gubernamentales han adoptado medidas para reglamentar las actividades de los agentes. Las normas establecidas por los organismos deportivos pueden suponer una ventaja: las sanciones deportivas son en ocasiones la mejor manera de disuadir a los actores sin escrúpulos del mercado, se trate de agentes, equipos o jugadores. Pero las autoridades deportivas no tienen el poder para investigar y castigar los actos que todos los Estados miembros consideran delitos: la corrupción, el blanqueo de dinero, la evasión fiscal y la inmigración ilegal. El movimiento deportivo busca la ayuda de las instituciones europeas para hacer frente a estos retos planteados por los agentes.
La Comisión tiene una función muy importante que desempeñar. Podemos colaborar en el desarrollo de unos principios y estándares comunes que sirvan como normas básicas para los países y las federaciones deportivas de toda Europa. En estos momentos estamos evaluando qué tipo de acción a escala de la UE sería más adecuada. Sopesamos varias opciones, pero para decidir por qué acción nos decantaremos finalmente sin duda necesitaremos más deliberaciones y consultas.
Ivo Belet, en nombre del Grupo PPE. – (NL) Señor Presidente, señora Comisaria, quiero comenzar con una referencia a la Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica, que de nuevo nos muestra a diario cuán grande puede ser el deporte, cuán importante es para un país, un continente y especialmente para una sociedad. Esto hace más importante aún que protejamos al deporte de las irregularidades criminales a la que ya ha hecho referencia la señora Pack, o que nos dediquemos en cuerpo y alma a hacer frente a esas prácticas.
Citando textualmente el estudio que acaba de mencionar, cuyos resultados se dan a conocer ahora, «El deporte está siendo afectado de manera creciente por el crimen organizado». Esto es triste, pero cierto. Hablamos de tráfico de seres humanos, en ocasiones de niños, y también de todo tipo de negligencias financieras. Está claro que las federaciones deportivas por sí solas no tienen la capacidad ni el poder para hacer frente con eficacia a estas prácticas indeseables. Por tanto, en efecto necesitamos una iniciativa europea.
Ya tenemos a nuestra disposición —en el tratado y en algunas directivas— varios instrumentos jurídicos que nos permiten actuar. Quiero mencionar un par de propuestas de actuación. En primer lugar, podemos establecer unos criterios estrictos aplicables a todos los agentes deportivos de la Unión. La mejor manera de dar lugar a esta situación es por medio de unos sistemas reglamentarios para los clubes y de un registro obligatorio de agentes de jugadores. Las federaciones deportivas pueden imponer esto, pero obviamente la Unión Europea puede ejercer de catalizadora en este ámbito. Por ejemplo, la UE puede coordinar las actividades de las distintas autoridades de supervisión nacionales.
Una segunda medida que podemos adoptar es introducir una transparencia absoluta en las operaciones financieras que se producen en el ámbito de los agentes de los jugadores, ya que se encuentran en la raíz de muchos males actuales. No tenemos conocimiento de esas operaciones financieras turbias, lo que significa que pueden seguir utilizando el deporte de élite para el blanqueo de dinero, por un lado, y para los sobornos por otro.
Una tercera propuesta —que la señora Pack ya ha tratado— tiene que ver con la prohibición de la remuneración de los agentes de jugadores que tratan de hacer negocio con el traspaso de deportistas menores de edad. Debemos actuar al respecto sin demora. Contamos con suficientes instrumentos no sólo para ejercer presión sobre las federaciones de deportes profesionales para que aprueben esta medida, sino también para poner en marcha nuestras propias iniciativas.
Ya en 2007, y por una mayoría muy amplia, esta Cámara pidió a la Comisión que tomara la iniciativa en la lucha contra las irregularidades en el mundo de los agentes deportivos. Este estudio hace una serie de sugerencias concretas. Aunque son positivas, está claro que resultan inadecuadas. Nos complace escucharle decir que en efecto pretende cambiar las cosas. También se han registrado peticiones parecidas desde el propio sector, en concreto de la Asociación Europea de Agentes de Jugadores. Mantenemos un estrecho contacto con ellos y son ellos mismos quienes están presionando para que la Unión Europea actúe y se deshaga de las manzanas podridas. Propongo que respondamos a sus peticiones en beneficio del deporte y de su función social, tremendamente importante.
Mary Honeyball, en nombre del Grupo S&D. – Señor Presidente, somos muy afortunados, supongo, por estar debatiendo esto mientras se disputa la Copa del Mundo porque esa competición ilustra mejor que ningún otro acontecimiento deportivo la importancia que tiene el deporte en nuestra sociedad. Consideren cuántos millones y millones de personas ven los partidos de fútbol, con cuánto placer y con cuánta pasión.
Debido a esto, es muy importante que nos aseguremos de que el juego del fútbol y otros deportes están reglamentados adecuadamente y que ponemos en marcha la tan debatida norma sobre los agentes de los jugadores. Por desgracia, como ya se ha dicho, comprobamos que en este ámbito suceden cosas muy serias: abusos, blanqueo de dinero, corrupción, explotación de jugadores menores de edad; unas prácticas que constituyen delitos graves contra los que debemos actuar con las medidas que hemos planificado durante tanto tiempo. ¿Qué mejor momento para hacerlo que ahora, cuando el mundo entero parece devorado por el fútbol?
Emma McClarkin, en nombre del Grupo ECR. – Señor Presidente, apoyo plenamente las iniciativas para hacer más transparentes las actividades de los agentes deportivos, principalmente en el fútbol, y creo que la UE debe apoyar los distintos organismos deportivos para garantizar pueden hacer eso. Debemos hacer brillar una luz en el tenebroso mundo donde puede reinar la explotación y donde cuestiones como la duplicidad de representación, por la que el agente puede representar a un jugador en el mismo club que está intentando contratar a ese jugador, deben ser examinadas.
Sin embargo, cualquier legislación que se presente para reglamentar este sector debe proceder de los organismos deportivos nacionales o de autoridades como la FIFA y la UEFA. No corresponde a la UE reglamentar el mundo del deporte, especialmente dada la naturaleza global de este problema concreto. Cuando podamos añadir valor a los deportes debemos hacerlo, pero sólo debemos intervenir a petición de los organismos que gobiernan las actividades deportivas y cuando podamos aportar claridad o un valor añadido evidente.
Marie-Christine Vergiat, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señor Presidente, aplaudo la cuestión planteada por nuestro Presidente en plena celebración de la Copa del Mundo de Fútbol. El estudio de la Comisión presenta aspectos inquietantes, que implican un riesgo para la ética y la reputación del deporte.
Si el movimiento deportivo quiere seguir siendo el principal responsable de la reglamentación, apoyándose en los miles de generosos hombres y mujeres que mantienen vivo el espíritu deportivo tal y como lo conocemos y queremos, porque es un factor de desarrollo individual, los Estados deberían estar a su lado para castigar los ataques contra el orden público y los excesos.
Estos excesos se producen en los negocios relacionados con el deporte, en los que los jugadores se están convirtiendo en mercancías y sus agentes en meros corredores de bolsa que juegan con ellas. Los traspasos alcanzan sumas astronómicas y los derechos de los menores son pisoteados de manera creciente.
Estos excesos son un fenómeno transfronterizo, en el que el dinero es el rey, un dinero demencial, y que por desgracia se ha visto reforzado por la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Los organismos dirigentes de ciertos deportes afectados, en especial el fútbol, buscan la ayuda de los organismos europeos. Sí, señora Comisaria, necesitamos actuar y, por mi parte, lamento que Francia acabe de aprobar una legislación antagónica.
Seán Kelly (PPE). – (GA) Señor Presidente, hace hora y media las mujeres decían que era tarde para debatir cuestiones sobre las mujeres. Ahora nos acercamos a la medianoche y estamos debatiendo asuntos deportivos.
Sin embargo, al menos tenemos la oportunidad de debatirlos. Antes de Lisboa, no la tuvimos. Ahora tenemos la oportunidad y es positivo que la estemos aprovechando, especialmente cuando estamos hablando de jóvenes deportistas y de las actividades de los agentes deportivos.
Como ha dicho la señora Pack, hay muchos ejemplos de personas jóvenes a las que se promete que serán grandes estrellas ene l futuro. ¿Y qué sucede? Que son apartados de sus hogares, de sus familias, de sus escuelas, y que uno o dos años más tarde son descartados. Esto es lo que les sucede a la mayoría de ellos.
Ahora la Unión Europea tiene la oportunidad de hacer algo al respecto y de establecer leyes y sanciones para proteger a los jóvenes de esos agentes. Debemos prestar atención a lo que sucede en los distintos deportes y en los distintos países, reunir esa información y hacer lo más indicado; especialmente por los jóvenes y por el deporte en su conjunto.
Emine Bozkurt (S&D). – (NL) Señor Presidente, la profesión de agente deportivo carece de garantías y escasa o ninguna supervisión, no digamos sanciones por mala conducta, por ejemplo, por el tráfico de seres humanos. La UE ha llevado a cabo un estudio y ha detectado abusos pero todavía no ha sido capaz de hacer nada al respecto. No obstante, es necesario hacer algo. Me preocupa mucho la vulnerabilidad de los jugadores menores de edad, especialmente los procedentes de países en desarrollo, que a menudo son víctimas del tráfico de seres humanos. La UE debe tomar medidas drásticas acerca de esto.
La resolución presenta propuestas específicas: poner freno a la remuneración de los agentes de jugadores menores de edad, imponer una mayor transparencia en las transacciones financieras durante los traspasos, y propiciar más normativas de los Estados miembros, dado que las federaciones deportivas no tienen la situación bajo control actualmente. Son necesarias unas medidas específicas para hacer frente a estas condiciones más propias del salvaje oeste. La Comisión debe garantizar que se mejora el cumplimiento de las normas y la penalización de las malas prácticas; que, después de todo, a menudo son de naturaleza transfronteriza. Además, es preciso proteger con eficacia y en todo momento los derechos de los jugadores menores de edad.
Iosif Matula (PPE). – (RO) Aplaudo la iniciativa sugerida por el señor Belet de crear un sistema estandarizado para proteger los intereses de los y las deportistas que utilizan los servicios de agentes, lo que reducirá los casos de malas conductas en esta área en lo tocante a la falta de transparencia en los traspasos, el blanqueo de dinero y el tráfico de seres humanos.
En mi opinión, necesitamos dedicar nuestra atención no sólo al fútbol sino también a otros deportes. Por ejemplo, actualmente tenemos en activo a unos 6 000 agentes que representan a los profesionales de treinta disciplinas deportivas y que están implicados en actividades comerciales por valor de millones de euros. En estas circunstancias, imponer un código de normas único para reglamentar a los agentes deportivos no será una tarea precisamente sencilla.
Además, tendremos que confirmar una definición más clara de las funciones de los agentes, sea como representante de los jugadores o como intermediario en los traspasos. Si miramos…
(El Presidente interrumpe al orador)
Piotr Borys (PPE). – (PL) Señor Presidente, hay algo positivo en la celebración de este debate a una hora tan tardía: no coincide con la retransmisión de un partido del Mundial, por lo que no nos corre prisa. Hablando más en serio, el Tratado de Lisboa nos obliga a actuar con responsabilidad ante una situación injusta que no ha sido posible resolver durante varios años. Tenemos ante nosotros la celebración del Campeonato de Europa de Fútbol, que será organizado dentro de dos años por Polonia y Ucrania, así que me complace tremendamente la conclusión alcanzada por el señor Belet, la señora Pack y la señora Vassiliou, que ha estado implicada activamente en este asunto, de que este ámbito necesita una armonización legislativa. Efectivamente, el sistema carece de transparencia y arrastra el peso de décadas de corrupción. El comercio de jugadores jóvenes ha alcanzado unas dimensiones enormes, y conduce a situaciones de reparto de dinero, incluso después de cerrarse traspasos por sumas muy elevadas. Las cantidades que son manejadas en los traspasos son tan altas que en ocasiones provocan el endeudamiento de los clubes. Por eso necesitamos un código nuevo…
(El Presidente interrumpe al orador)
Androulla Vassiliou, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, creo que todos estamos de acuerdo en la importancia del deporte y de que supone un gran disfrute para todos nosotros. Agradezco enormemente sus aportaciones y sus propuestas, que serán tenidas muy en cuenta.
No cabe duda de que es deseable algún tipo de acción por parte de la UE; las federaciones deportivas no tienen el poder para intervenir en algunos de los casos más complejos de malas prácticas. Estos problemas adoptan ahora una dimensión transnacional, ya que el deporte está cada vez más globalizado.
La internacionalización del deporte profesional dificulta la adopción de un enfoque nacional ante unos problemas de naturaleza sistémica. La UE puede desempeñar una función coordinadora y hacer una contribución para garantizar un enfoque armonizado para el asunto de los agentes. Por ejemplo, podemos usar las nuevas competencias adquiridas por la UE para la armonización del Derecho penal. No cabe duda de que serían muchos los interesados dentro del movimiento deportivo que agradecerían nuestro apoyo.
Por supuesto, independientemente del tipo de acción de decidamos llevar a cabo, trabajaremos en estrecha colaboración con las federaciones pertinentes, y tengo previsto publicar —como saben— una comunicación sobre deporte muy pronto; una comunicación que abordará esta cuestión en profundidad. Sería un error perjudicar los debates que tendremos que celebrar con ustedes, con el parlamento, así como con el propio movimiento deportivo. Estoy ansiosa por trabajar codo con codo con ustedes para llevar adelante esta cuestión.
Presidente. – He recibido una propuesta de resolución(1)presentada de conformidad con el apartado 5, artículo 115, del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar el jueves.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Liam Aylward (ALDE), por escrito. – En esta época de comercialización y de profesionalismo, los agentes son un elemento inevitable del paisaje deportivo. El informe de la Comisión estima que en la UE hay en activo 6 000 agentes que facturan más de doscientos millones de euros con el traspaso de jugadores y de otros deportistas.
El fútbol es el único deporte con agentes en activo en todos los Estados miembros de la UE. El fútbol en Europa es un gran negocio y resulta fundamental que este deporte conserve una esencia de justicia y de integridad. El tráfico ilegal y el traspaso de jugadores jóvenes a través de las fronteras europeas es un asunto preocupante. Esta situación está relacionada en concreto con los equipos de fútbol y con su búsqueda de nuevos talentos. Se estima que alrededor de 20 000 jóvenes jugadores africanos han sido traídos a Europa para jugar a fútbol y ahora viven de manera ilegal en la UE porque no consiguieron iniciar una carrera como profesionales. Un reglamento transfronterizo y una vigilancia más cercano, y unos estándares mínimos armonizados para los agentes deportivos son medidas que contribuirían a hacer frente a este problema y que son necesarias para garantizar al integridad del fútbol.
Dada la dimensión transfronteriza de esta cuestión, urjo a la Comisión a dotarse de una función eficaz y enérgica con el fin de proteger a los menores y de detener el tráfico de jugadores.