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Procedimiento : 2010/0032(COD)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A7-0210/2010

Textos presentados :

A7-0210/2010

Debates :

PV 06/09/2010 - 16
CRE 06/09/2010 - 16

Votaciones :

PV 07/09/2010 - 6.11
CRE 07/09/2010 - 6.11
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto
PV 17/02/2011 - 6.1
Explicaciones de voto
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2010)0301
P7_TA(2011)0061

Acta literal de los debates
Lunes 6 de septiembre de 2010 - Estrasburgo Edición DO

16. Cláusula bilateral de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – El siguiente punto es el informe del señor Bidegain, en nombre de la Comisión de Comercio Internacional, sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se aplica la cláusula bilateral de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea [COM(2010)0049 - C7-0025/2010 - 2010/0032(COD)].

 
  
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  Pablo Zalba Bidegain, Ponente. (ES) Señor Presidente, señor Comisario, Presidencia del Consejo, queridos colegas, la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur abrirá una ventana de posibilidades tanto para la industria europea como para la industria coreana. Pero, para evitar los posibles efectos negativos sobre la industria europea, es indispensable contar con una cláusula de salvaguardia efectiva.

Ese es el trabajo que durante meses hemos llevado a cabo mis compañeros y yo en la Comisión de Comercio Internacional, y de aquí deriva también la importancia de que sea ahora el Parlamento en su conjunto el que apoye con fuerza todo el paquete de enmiendas.

El informe fue aprobado por 27 votos a favor y una abstención el pasado mes de junio. Bajo esta cláusula será posible la aplicación de medidas de salvaguardia si las reducciones en los aranceles de los productos importados de Corea del Sur amenazan con causar un perjuicio grave a la industria europea.

Como saben, bajo las nuevas competencias conferidas al Parlamento tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la aprobación de este Reglamento está siguiendo el procedimiento de codecisión. Desgraciadamente, no fue posible mantener un trílogo con mandato del Consejo antes de la pausa veraniega.

El pasado 30 de agosto tuvo lugar el primer trílogo oficial, y tanto los ponentes en la sombra como quien les habla pudimos escuchar la reacción del Consejo a nuestras enmiendas. Esta reunión nos ha permitido avanzar en muchos puntos y definir el texto final de algunos párrafos, y nuestra sensación tras esta toma de contacto es que creemos que existe una verdadera disposición y un esfuerzo por parte del Consejo en llegar a un acuerdo en los puntos más conflictivos, algo que, desde luego, valoramos muy positivamente.

Ahora bien, al mismo tiempo creemos que no ha habido tiempo para una concreción suficiente sobre cuál es la posición del Consejo en aquellos puntos en los que su opinión diverge de la votada en la Comisión de Comercio Internacional.

Por ello, todos los grupos políticos decidimos unánimemente que había llegado la hora de que el Pleno del Parlamento se pronunciase sobre las enmiendas aprobadas en la Comisión de Comercio Internacional el pasado mes de julio, enmiendas de vital importancia para la aplicabilidad y eficacia de la cláusula de salvaguardia.

Al mismo tiempo, se tomó la decisión unánime de no cerrar la puerta a un posible acuerdo en primera lectura, que creemos firmemente será posible cuando el Consejo concrete su posición.

Por ello, mañana votaremos solamente las enmiendas de la Comisión de Comercio Internacional y, de acuerdo con el artículo 55 del Reglamento, pospondremos la votación sobre el informe legislativo al segundo período parcial de sesiones del mes de octubre, cuando esperamos concluir de manera positiva el procedimiento legislativo.

Creemos que el informe incorpora toda una serie de mejoras como la creación de una plataforma on line que permitirá agilizar los procesos, la posibilidad de que la industria esté capacitada para iniciar un proceso de investigación, la obligación para la Comisión de elaborar informes, o las mejoras en el seguimiento y la vigilancia de las importaciones coreanas, puntos estos en los que ya hemos alcanzado un principio de acuerdo con el Consejo.

Me parece un buen resultado, pero creemos que todavía no es suficiente. Hay otros puntos aún más fundamentales que merecen toda la atención de los negociadores y que todos los grupos políticos tenemos que defender aquí, igual que lo hicimos en el seno de la Comisión de Comercio Internacional. Me refiero esencialmente a cuatro puntos.

En primer lugar, mitigar el posible riesgo para los Estados miembros más vulnerables mediante el establecimiento, región por región, de una cláusula regional que permita evitar que algunas industrias sensibles se vean afectadas. No debemos olvidar que la cláusula de salvaguardia es esencialmente temporal y su objetivo es precisamente salvaguardar los sectores económicos más sensibles para que tengan tiempo suficiente para adaptarse a la nueva situación.

En segundo lugar, la necesidad de establecer con claridad la vigilancia de aquellos productos que se vean afectados por la cláusula de «duty drawback» (reintegro de derechos de aduana).

En tercer lugar, la defensa del papel del Parlamento en el proceso del inicio de la investigación y, por último, el proceso de toma de decisiones o comitología.

Al igual que he destacado la buena voluntad demostrada por la Presidencia belga durante las negociaciones, quiero mencionar por último el vital papel que está jugando y jugará la Comisión para llevar a buen puerto toda la negociación.

 
  
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  Karel De Gucht, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, el Reglamento por el que se aplica la cláusula bilateral de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea es una pieza muy importante de la legislación, no sólo porque, una vez adoptado, proporcionará la protección necesaria para la industria de la UE, si es necesario, sino también porque este es el primer expediente comercial en que el Parlamento Europeo participa en calidad de colegislador. Por tanto, me complace observar el compromiso y la responsabilidad con que el Parlamento se está ocupando de este archivo en concreto.

Aprecio los esfuerzos que ha hecho el Parlamento Europeo para preparar las enmiendas a la propuesta de la Comisión en un plazo tan ajustado. También me gustaría confirmar que la Comisión está totalmente comprometida a alcanzar un acuerdo que asegure un mecanismo de salvaguardia eficaz que se aborde las posibles preocupaciones de algunas ramas de la industria de la UE.

Me han informado de que ha ido bien el primer diálogo informal tripartito sobre la cláusula de salvaguardia de Corea y de que se ha conseguido progresar en un número significativo de enmiendas, como bien acaba de mencionar el ponente. Por ejemplo, se llegó a un acuerdo en cuestiones tan importantes como conceder a la industria de la UE el derecho a solicitar la iniciación de una investigación de salvaguardia y la inclusión de normas internas en materia de devolución de derechos en el reglamento relacionado con la salvaguardia.

Soy consciente de que en el trílogo informal aún no se han tratado en profundidad las cuestiones más difíciles. Espero que las próximas reuniones entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión, que supongo que se celebrarán en un futuro cercano, aporten un progreso sustancial y permitan que se llegue a un acuerdo, incluso en relación con las cuestiones más difíciles.

Me gustaría dar las gracias a sus Señorías y, especialmente, a los miembros de la Comisión de Comercio Internacional (INTA) por haber tratado este archivo como una prioridad. También quiero reiterar el compromiso de la Comisión con la rigurosa aplicación del tratado de libre comercio (TLC) en su conjunto. Esto implica no sólo el mecanismo de salvaguardia, sino también todos los demás aspectos del TLC, en particular, incluidas las disposiciones sobre desarrollo sostenible y las disciplinas relativas a las barreras no arancelarias.

Por último, quisiera también aprovechar esta oportunidad para informarles sobre los últimos acontecimientos relacionados con el proceso de adopción por parte del Consejo del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea. Como deben saber, el Consejo de Asuntos Exteriores prevé que para el 10 de septiembre, esperemos que así sea, autorizará la firma y la aplicación provisional del TLC. Una vez que se adopte esta decisión, será posible firmar oficialmente el acuerdo y remitirlo posteriormente al Parlamento para el procedimiento de aprobación.

La fecha de la aplicación provisional la decidirá el Consejo en una fase posterior. Lo más probable es que dicha decisión se adopte una vez que el Parlamento haya dado su consentimiento al TLC y tras haber conseguido un acuerdo en relación con los reglamentos de salvaguardia.

 
  
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  Presidente. – Quisiera darle las gracias, señor Comisario, por haber transmitido las opiniones de la Comisión Europea.

 
  
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  Daniel Caspary, en nombre del Grupo PPE.(DE) Señor Presidente, Señorías, lo que el Parlamento, el Consejo y la Comisión han logrado juntos aquí en las últimas semanas y meses es ejemplar. En particular, quisiera mostrar mi agradecimiento al señor Zalba por el trabajo que ha realizado.

En la primera cuestión de política de comercio exterior desde el Tratado de Lisboa —en la que desempeñamos una función decisiva—, el Parlamento Europeo está demostrando que somos capaces de actuar. Celebramos la primera lectura en la Comisión en julio y esta tarde celebramos el debate al respecto. Si fuera por nosotros, el Parlamento, podríamos votar mañana sobre las cláusulas de salvaguardia. Desafortunadamente, sin embargo, la otra institución —es decir, el Consejo— no nos ha permitido que aprobemos el acuerdo mañana. Me hubiese gustado que el Consejo hubiese estado presente hoy. Asimismo, agradecería que el Consejo demostrara un poco más de flexibilidad y un poco más de agilidad en esta materia.

Me gustaría dejar muy clara también la siguiente cuestión acerca de la función del Parlamento Europeo: la Comisión, los miembros y la industria, en el futuro, tendrán derecho a iniciar una investigación en virtud de la cláusula de salvaguardia. Nosotros, en el Parlamento Europeo, también queremos disfrutar de ese derecho. Creo que puedo hablar en nombre de todos los Miembros al decir que no vamos a renunciar a este derecho. Insto a la Comisión y al Consejo a que acepten esta solicitud en sus negociaciones lo más rápido posible.

El siguiente punto que quisiera tratar es la devolución de derechos. La Comisión propone que esta cuestión se incluya en la cláusula de salvaguardia, por lo que insto al Consejo a que deje de bloquear este asunto y que termine por aceptarlo.

En tercer lugar, quisiera hacer referencia a la cuestión de la regulación de emisiones de CO2 en Corea del Sur, un aspecto que también es necesario abordar. El Gobierno de Corea tiene previsto introducir una normativa para regular las emisiones de CO2 en el sector automovilístico. A todos nos preocupa que este reglamento pueda utilizarse para reducir el acceso de los automóviles europeos al mercado coreano. Insto a la Comisión a que hable con los coreanos sobre esta cuestión de la forma más contundente posible. Esta cuestión del reglamento para regular las emisiones de CO2 es una prueba de fuego. No sería útil que la primera pieza de la nueva legislación adoptada por los coreanos consistiera en socavar el Acuerdo de Libre Comercio.

Con esto en mente, deseo al ponente y a todas las personas implicadas en esta cuestión que sigan teniendo éxito. Me complacería si pudiéramos encontrar una solución definitiva a esta cuestión antes de que termine el año.

 
  
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  Bernd Lange, en nombre del Grupo S&D.(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar, quiero sumar mi agradecimiento al ponente por haber dado lugar a un buen nivel de cooperación que ha ayudado al Parlamento a adoptar, por unanimidad, una posición extremadamente fundamental en la Comisión —un hecho que hay que acoger con bastante satisfacción— y, que una vez más, haya dejado clara la importancia de este reglamento de salvaguardia.

Junto con el acuerdo con Corea del Sur, este es el primer acuerdo que hemos negociado tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que dio al Parlamento un nuevo papel que debe desempeñar. En segundo lugar, este Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur y el reglamento de salvaguardia son también una especie de modelo para futuros acuerdos, y en este sentido, tenemos que andar con pies de plomo en lo relativo a esta cuestión. Estas son dos razones importantes por las que no deberíamos adoptar de forma indiferente posiciones poco razonables; en su lugar, deberíamos luchar para que se adopten reglamentos prudentes.

Como ya sabe, señor Comisario, hay seis puntos que nos preocupan especialmente a este respecto. Me gustaría hacer una breve recapitulación sobre ello. En primer lugar, cabe destacar el mecanismo de devolución de derechos. Si los fabricantes de Corea utilizan piezas de terceros países para la fabricación de sus productos, no tienen que pagar impuestos por ellos y, además, pueden exportarlos a Europa, mientras que los fabricantes europeos —incluso si utilizan las mismas piezas— no se benefician de esta exención de impuestos. Por tanto, esto aporta a los coreanos una ventaja competitiva, así que, hay que controlar de cerca esta cuestión para observar si aumenta la distorsión del mercado. Eso no se puede lograr por medio de una simple declaración, sino que debe ser jurídicamente vinculante mediante su inclusión en el reglamento de salvaguardia como una base para iniciar las investigaciones.

En segundo lugar, también habrá variaciones regionales. Los sectores sensibles no tienen la misma fuerza de representación en todos los Estados miembros. Por lo tanto, debemos prestar especial atención a cómo se puede proteger a los sectores sensibles en las regiones individuales frente a ataques dirigidos. No es una tarea sencilla, porque estamos en un mercado interior, pero hay que encontrar una solución política.

En tercer lugar, habida cuenta de que este es el primer acuerdo desde el Tratado de Lisboa, señor Comisario, esto también implica un nuevo equilibrio entre el Consejo y el Parlamento; y como también hemos llegado a un acuerdo con la Comisión, es justo que en este acuerdo se garantice el mismo papel para el Parlamento y el Consejo.

En cuarto lugar, los procesos de aplicación son, por supuesto, su competencia —en absoluto pretendemos interferir en la aplicación operativa—, pero como Parlamento, tenemos que garantizar que no se cuestionen los derechos del Parlamento en el procedimiento de comitología. En particular, necesitamos un derecho de desistimiento —esto también debe garantizarse—.

La quinta cuestión que me gustaría plantear es que muchas décadas de experiencia con Corea del Sur nos ha demostrado que, además de las políticas comerciales arancelarias, constantemente se están construyendo barreras no arancelarias. Por tanto, debemos contar con un mecanismo claro para hacer seguimientos, informar e iniciar consultas si surgen problemas en el ámbito de las barreras no arancelarias al comercio.

En sexto lugar, me gustaría comentar que, si nos tomamos en serio este nuevo tipo de acuerdo comercial, entonces también tenemos que involucrar y fortalecer a la sociedad civil. Esto significa que las normas fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) —como el Convenio 87, que garantiza a los trabajadores la libertad sindical— deben arraigarse y aplicarse. En cambio, el artículo 314 del código penal de Corea del Sur estipula que «interferir en el buen funcionamiento empresarial» es un delito penal. Tenemos que hacer algo al respecto —hay que fortalecer a la sociedad civil, deben garantizarse las normas fundamentales de la OIT y del medio ambiente y también hay que implicar a la sociedad civil en la supervisión del acuerdo en forma de grupos nacionales de asesoramiento—.

Por último, señor Comisario, quisiera comentarle que usted ha dicho que lo más probable es que la aplicación provisional tenga lugar después de que se haya logrado el acuerdo. Me gustaría eliminar «lo más probable»; de hecho, la aplicación provisional no puede tener lugar hasta que el Parlamento no haya tomado una decisión a este respecto.

(Aplausos)

 
  
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  Michael Theurer, en nombre del Grupo ALDE.(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, como ponente alternativo del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, me gustaría dar las gracias a al Comisario De Gucht, así como al ponente, el señor Zalba, por su cooperación positiva en relación con el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur y las cláusulas de salvaguardia.

En primer lugar, quisiera hacer hincapié en que nos gustaría que el acuerdo se ratificara y se aprobara lo antes posible, porque estamos a favor del libre comercio y porque consideramos que un acuerdo con Corea del Sur brindará magníficas oportunidades tanto a la economía de la Unión Europea como a la de Corea del Sur. Por cuanto atañe a las cláusulas de salvaguardia, sin embargo, tenemos que tomarnos muy en serio las preocupaciones que nos ha planteado la industria europea. Creemos que las cláusulas de salvaguardia constituyen un instrumento capaz de abordar estas preocupaciones. Esperamos que la votación de esta semana transmita la señal de que las fuerzas políticas del Parlamento están unidas y que estas cláusulas de salvaguardia den lugar a que aquí se concluya un acuerdo caracterizado por su buen funcionamiento. Por lo tanto, instamos al Consejo y a la Comisión que nos informen acerca de las cuestiones de especial importancia.

Sobre todo, no queremos que se abuse del sistema de devolución de derechos. No podemos permitir que la devolución de derechos a que se abra una puerta a través de Corea del Sur para los productos baratos, los productos primarios especialmente baratos procedentes de China y otros países asiáticos. Por otra parte, queremos que los surcoreanos desmantelen sus barreras no arancelarias al comercio —tales como los reglamentos de CO2 aplicados a los vehículos— a fin de que no tengamos nuevas barreras al comercio que se instauren por la puerta de atrás.

Queremos que se respeten las normas sociales y medioambientales. Naturalmente, también debe resolverse la cuestión de la comitología; es decir, para la posterior aplicación del acuerdo. A este respecto, queremos que el Parlamento desempeñe un importante papel. También queremos que la propia industria y los Estados miembros puedan poner en marcha tales investigaciones y sistemas de control en el futuro.

Por último, quisiera destacar una cuestión que es motivo de preocupación y es que, en los próximos días, el Consejo debatirá acerca de la aplicación provisional del acuerdo y, posiblemente, también votará sobre este asunto. Sin embargo, quisiera hacer una advertencia a este respecto; en virtud del Tratado de Lisboa, el Parlamento debe dar su consentimiento. La aplicación provisional iría en contra del espíritu del Tratado de Lisboa. Por lo tanto, hago un llamamiento al Consejo para que no apruebe la aplicación provisional del acuerdo, sino que espere a que el Parlamento tome su decisión. Hemos hecho todo lo posible para tomar una decisión lo más oportuna posible y, una vez más, así debemos demostrarlo con un frente unido en la votación.

 
  
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  Helmut Scholz, en nombre del Grupo GUE/NGL.(DE) Señor Presidente, Comisario De Gucht, Señorías, en nombre de mi grupo, me gustaría sumar nuestro apoyo a los esfuerzos de la Comisión por someter a votación la propuesta de Reglamento por el que se aplican las cláusulas bilaterales de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio durante este período parcial de sesiones de esta semana.

El Reglamento de salvaguardia afecta directamente a la transparencia, la franqueza —mientras se aclaran los derechos del Parlamento Europeo a ser una institución legislativa de la UE codeterminante en todos los acuerdos comerciales del futuro— y, por lo tanto, a tomarse en serio las opiniones, las preocupaciones y los problemas de muchos de los implicados y de los agentes afectados en relación con el Acuerdo de Libre Comercio que aún está pendiente de ratificación. Permítanme decir que hay opiniones muy diversas sobre el contenido y, en particular, sobre el texto del Tratado de Libre Comercio —no sólo aquí en el Parlamento Europeo, sino a un mayor nivel entre los empleados de las empresas, así como entre los directivos de dichas empresas, y eso no sólo se aplica a las grandes empresas, sino más aún a las pequeñas y medianas empresas, por parte de ambos socios comerciales—.

Se trata del primer Acuerdo de Libre Comercio que se suscribe en el siglo XXI entre las economías altamente desarrolladas en un mundo económico globalizado y que, además, entrará en vigor en condiciones de crisis económica y financiera. El mecanismo de cláusulas de salvaguardia, por tanto, está impregnado de una importancia considerable que probablemente vaya mucho más allá de los aspectos específicos que se están presentando aquí.

La seguridad jurídica debe garantizarse en lo que respecta a la aplicación y las oportunidades para aplicar las medidas de salvaguardia previstas en el acuerdo si hay intenciones de impulsar de forma positiva la cooperación comercial, la apertura mundial y el progreso conjunto en lo que respecta al desarrollo económico y social de las respectivas economías en aras de los intereses de los trabajadores y los ciudadanos de ambos socios comerciales. La planificación del tiempo y los plazos, las salvaguardias regionales, la provisión de pruebas y las medidas de control son aspectos indispensables y, como bien han mencionado mis colegas, el Parlamento Europeo debe tener los mismos derechos que el Consejo. Las preocupaciones relativas a la devolución de derechos que han manifestado los agentes de la sociedad civil, los sindicatos y las empresas —preocupaciones que surgen precisamente de su propia experiencia— hacen que sea necesario establecer normas sobre el origen.

También apoyo el criterio de que la cláusula no sólo debe ser eficaz, sino que también debe tener la capacidad de ser útil en la práctica. La cláusula debe ser un instrumento que pueda utilizarse en los casos graves. Considero que es una cuestión de urgencia enfatizar hoy, una vez más, que este Reglamento deben cursarlo y aprobarlo tanto el Consejo como los 27 Estados miembros; de lo contrario, el acuerdo no puede entrar en vigor.

 
  
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  Anna Rosbach, en nombre del Grupo EFD.(DA) Señor Presidente, este Acuerdo de Libre Comercio es una situación beneficiosa tanto para Corea como para la UE a escala económica y social, así como desde una perspectiva medioambiental. A la UE le interesa aprobar este acuerdo antes de que Corea suscriba un acuerdo similar con los Estados Unidos. Hay que darse prisa, porque el Presidente Obama ha anunciado hace poco en Toronto que los Estados Unidos pretenden ratificar un acuerdo comercial con Corea el próximo año. Sin embargo, estoy empezando a tener mis dudas sobre si, después de todo, este acuerdo es realmente tan sencillo. En Corea, se acaba de descubrir una red de corrupción bastante grande al máximo nivel, así que, tenemos que seguir muy de cerca los desarrollos de nuestros socios comerciales más importantes. Un Acuerdo de Libre Comercio pone de relieve el hecho de que Corea forma parte de este grupo.

También tenemos que encontrar la manera de garantizar que los expertos independientes en la legislación laboral o la propia UE puedan tener acceso directo a los trabajadores del complejo industrial de Kaesong (KIC), es decir, las áreas de comercio de Kaesong, donde los norcoreanos trabajan para las empresas de Corea del Sur. De lo contrario, corremos el riesgo de facilitar el acceso a los productos fabricados con trabajo forzoso y sin tener en cuenta los derechos humanos. Si no podemos tener acceso a estas áreas, hay que negarse a permitir que los productos del KIC se incluyan en el acuerdo. Sin embargo, en general, es bueno que este acuerdo logre una mayor transparencia y que se puedan presentar cargos contra las empresas y que se les pueda llevar a los tribunales en caso de que no cumplan con los requisitos establecidos. Del mismo modo, ahora se han dado a conocer las condiciones de los trabajadores y, por tanto, puede investigarse y debatirse al respecto. Si tenemos éxito en este ámbito, se tratará de un paso definitivo en la dirección correcta.

Por último, me gustaría destacar que parece que la UE será la que más beneficiada salga de este acuerdo. Ojalá este acuerdo derive en más puestos de trabajo y en un impulso para el crecimiento europeo.

 
  
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  Presidente. – Señorías, como podemos observar, no hay pleno acuerdo en relación con la propuesta y, por tanto, podemos sentirnos satisfechos de que todos queramos que se aplique lo antes posible y de que compartamos que se trata de un elemento muy importante.

 
  
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  Christofer Fjellner (PPE).(SV) Señor Presidente, quisiera comenzar dando las gracias al señor Zalba Bidegain, porque sé que él ha trabajado muy duro en esto y creo que ha logrado un resultado bastante bueno.

La votación de mañana sobre las cláusulas de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio con Corea del Sur, de hecho, será un acontecimiento histórico por dos razones. En primer lugar, significa que ahora vamos a comenzar a debatir acerca del Acuerdo de Libre Comercio más completo que la UE ha suscrito hasta el momento. Se trata del acuerdo más radical y el que aportará los mayores beneficios en comparación con los demás en lo que hemos participado. No hay nada extraño en ello, por supuesto. Esto se debe fundamentalmente al hecho de que Corea del Sur es uno de nuestros socios comerciales más importantes, la undécima economía más potente del mundo y, además, uno de los primeros países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con el que la UE va a concluir un Acuerdo de Libre Comercio.

También se trata del primer acuerdo en que utilizamos la estrategia «Una Europa global», donde el punto de partida es la competitividad de Europa y qué es lo importante a escala económica en lugar de qué es importante a escala político exclusivamente. Es evidente que tenemos ambiciones. Por ejemplo, aquí estamos haciendo más en el ámbito de la agricultura, en lo que respecta al libre comercio, con respecto a lo que hemos hecho anteriormente. De hecho, se abrirán muchas puertas para la industria. Por supuesto, brindará oportunidades a la industria de nuestros colegas surcoreanos, pero eso es de lo que se trata el libre comercio. Es difícil, ha sido difícil y será difícil en el futuro, pero las cosas que son importantes, a menudo, resultan ser muy complicadas. En eso consiste la idea central.

En segundo lugar, este es el primer caso en que el Parlamento Europeo ha participado y en que tiene competencias de codecisión. Esto ha significado que hemos tenido que demostrar que podemos asumir la responsabilidad, y creo que lo hemos hecho. Tenemos que demostrar que podemos poner algo sobre la mesa y fortalecer el papel de la UE, en lugar de simplemente actuar como un freno. Creo que lo hemos conseguido. No todas nuestras demandas serán escuchadas, por supuesto, pero el simple hecho de que las hayamos planteado significa que la Comisión se verá obligada a prestar más atención a la cuestión de las condiciones sociales y a las barreras no arancelarias al comercio, entre otros aspectos.

Tengo una opinión que me gustaría destacar en particular, porque no estoy de acuerdo con todo lo que hemos votado en la Comisión. Se refiere a la cuestión de las medidas regionales de salvaguardia. Tengo mis dudas al respecto después de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y creo que sería mejor si, en cambio, hubiésemos introducido medidas de salvaguardia en toda la UE. Con un mercado interior y la libre circulación, se abren grandes oportunidades para evitar este tipo de medida regional de salvaguardia, y no creo que nadie quiera distorsionar o poner en tela de juicio ni la libre circulación ni el mercado interior. En general, sin embargo, la votación de mañana es una señal importante de que estamos entrando en una nueva etapa en materia de política comercial y, por tanto, se trata de un aspecto positivo.

 
  
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  Gianluca Susta (S&D).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, en primer lugar, creo que debemos preguntarnos lo que queremos como Europa, lo que estamos pidiendo como Europa y qué compromisos tenemos la intención de asumir en relación con esta grave crisis económica y financiera, la depresión que hemos experimentado en todo el mundo y la difícil recuperación a la que nos enfrentamos.

En mi opinión, un Acuerdo de Libre Comercio en un momento de dificultad tan grande para las relaciones multilaterales, cuando las negociaciones de Doha están en punto muerto, debe cumplir al menos dos requisitos principales. Por un lado, es preciso establecer un escenario puramente internacional entre nosotros y los otros competidores en materia de comercio mundial y, por otro, éste debe mostrar al mundo la dirección que Europa quiere que siga su economía y su desarrollo.

Este acuerdo no tiene nada que ver con todo eso. No tiene en cuenta todo el contexto mundial. Se inclina por un lado o por otro. Simplemente se trata de un Acuerdo de Libre Comercio elaborado de una forma muy inteligente. Es un documento conceptual importante, y ciertamente sería capaz de crear escenarios útiles en un mundo totalmente regulado, un mundo en que la reciprocidad, las normas comunes y los estándares de calidad comunes son el orden del día. Sin embargo, el mundo no es así. Lo que vemos, de hecho, es que se está penalizando a la industria manufacturera europea, en la que se debe basar con el fin de generar más desarrollo, más empleo y más puestos de trabajo, mientras que, una vez más, se está recompensando al sector de los servicios financieros.

En sus aspectos positivos, este acuerdo no repercute casi nada en el aumento del PIB; en el mejor de los casos, que lo aumentará en 0,03 %. No entiendo por qué lo necesitamos. Tras las cautas propuestas del Presidente Obama, incluso los Estados Unidos está poniendo freno ahora a este respecto bajo la presión de al menos 100 congresistas del partido mayoritario, quienes han descrito este tipo de acuerdo —similar al que estamos a punto de firmar— como un «arma destructiva de puestos de trabajo».

El proceso de ratificación en Corea es muy lento y ni las normas ecológicas ni las normas sociales están garantizadas. Aun así, queremos que el proceso de ratificación sea muy rápido.

Sin embargo, tenemos que pedir una cosa que ya pedimos en las fases preliminares y que también hemos solicitado con el voto que ya hemos emitido. No puede haber una aplicación provisional de este Acuerdo de Libre Comercio, a menos que el Reglamento de salvaguardia se adopte, y en este Parlamento, hemos introducido algunas modificaciones importantes que nos permitirán hacer frente a las etapas posteriores con mayor eficacia.

(El Presidente interrumpe al orador)

 
  
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  Niccolò Rinaldi (ALDE).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, somos un poco como los ryong, los dragones de la mitología coreana, que son delicados y benevolentes, pero dragones muy ambiciosos. También somos conscientes de que somos la institución europea que es elegida directamente por los ciudadanos y, por tanto, exigimos una cláusula de salvaguardia eficaz.

El Parlamento está dispuesto a celebrar el acuerdo en primera lectura, pero a condición de que haya propuestas concretas que tengan en cuenta los intereses de las industrias y los trabajadores europeos y, especialmente, las prerrogativas institucionales del Parlamento. Seis son nuestras solicitudes, que ya han presentado en parte otros colegas.

La primera consiste en no llevar a cabo la aplicación provisional antes de que el Reglamento de salvaguardia se haya adoptado ni antes de que el Parlamento haya aprobado el acuerdo.

La segunda consiste en contar con una cláusula de salvaguardia regional que sea flexible en cualquier caso, ya que Europa es diversa y es importante que las distintas partes interesadas acepten y acojan este acuerdo con satisfacción.

La tercera demanda, e incluso más importante aún, se centra en el papel del Parlamento en los procedimientos: el derecho a solicitar una investigación —por supuesto, hemos pedido que este derecho se amplíe a la industria—, el derecho a que se nos proporcione toda la información y también que se nos dé acceso a la plataforma en línea.

La cuarta demanda está relacionada con la comitología en la aplicación del Reglamento: el Consejo no puede tener un papel más importante que el Parlamento. Insistimos en que el Parlamento tenga un papel fuerte, con un procedimiento —el procedimiento consultivo— que prevea un derecho de veto en los casos en que la Comisión decida no aplicar medidas después de una investigación.

En quinto lugar, con respecto a la devolución de derechos arancelarios, pedimos que los derechos de aduana se incluyan en las cláusulas de salvaguardia y, además, debe ser uno de los factores de cualquier investigación y seguimiento.

Por último, la sexta demanda consiste en que es necesario que se realice un control de las condiciones sociales y laborales, así como de las normas medioambientales y, además, también es necesario que exista un escenario en que se equilibre a los coreanos y a los europeos en materia de emisiones de CO2.

Estamos totalmente a favor de este Acuerdo de Libre Comercio y de cualquier Acuerdo de Libre Comercio que sea un instrumento para la estabilidad y la paz. Nadie, sin embargo, debe ser ingenuo acerca de su contenido y, por otra parte, el Consejo tampoco puede ignorar el papel del Parlamento.

 
  
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  Maria Eleni Koppa (S&D).(EL) Señor Presidente, hoy estamos aquí para aprobar un texto legislativo importante relacionado con el comercio internacional, cuya aplicación tendrá graves consecuencias para el mercado europeo. Dada la actual crisis económica internacional, cada vez que se aplica un Acuerdo de Libre Comercio, es preciso andar con cautela, paso a paso, para asegurarse de que no hay riesgo de causar graves pérdidas a los sectores productivos en la Unión.

La cláusula de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio debe incorporarse en la legislación de la UE de forma que tenga fuerza a efectos de legislación y para que pueda ponerse en marcha sin complicaciones. Al mismo tiempo, la Comisión Europea debe supervisar sistemáticamente las estadísticas de importación y exportación, para que pueda intervenir directamente en caso de que surjan desequilibrios. Además, el cumplimiento de las especificaciones relativas a las condiciones laborales y las normas medioambientales necesita de una supervisión exhaustiva a fin de evitar que se genere competencia desleal entre ellas o directamente con los productos de la competencia a raíz de no haber aplicado los criterios anteriores al pie de la letra.

Por último, me gustaría destacar el hecho de que estamos de acuerdo con la aplicación de la cláusula de salvaguardia regional para el óptimo funcionamiento del mercado interior, pues permite que se adopten medidas en regiones y países con sectores productivos que suelen tener una cuota importante de un mercado principal. Aunque el Acuerdo de Libre Comercio es el primero que abre las puertas a Europa a un mercado asiático tan grande, debemos actuar con suma precaución, pues servirá de precedente para los otros acuerdos de este tipo.

 
  
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  Marielle De Sarnez (ALDE).(FR) Señor Presidente, cualquier Acuerdo de Libre Comercio debe basarse en el principio de reciprocidad o de beneficio mutuo y, francamente, dudo que sea el caso del acuerdo con Corea del Sur.

Me gustaría citar una cifra: el 50 % de nuestro comercio actual con Corea del Sur se corresponde con el sector del automóvil; sin embargo, la Unión Europea importa 450 000 vehículos de Corea del Sur, pero solo exporta 33 000 vehículos europeos. Se trata de una relación comercial muy desequilibrada, por no decir más, y se da en un contexto de crisis de extrema gravedad.

La cuestión es que este acuerdo sentará un precedente. Allanará el camino para otros acuerdos con los grandes países asiáticos —pienso especialmente en Japón, pero habrá otros—. Es más, este es el primer acuerdo alcanzado después del Tratado de Lisboa, por lo que es crucial que el Parlamento Europeo —y apoyo al ponente en este punto— se haga notar para que la Comisión lo tenga en cuenta.

Por eso, pase lo que pase —no estoy prejuzgando la votación sobre el Tratado de Libre Comercio— tenemos que dar más fuerza a la cláusula de salvaguardia y, en particular, debemos revisar el mecanismo de devolución de derechos, la aplicación de una cláusula de salvaguardia regional, reforzar el papel del Parlamento Europeo en el procedimiento, establecer una comitología ad hoc que respete los derechos del Parlamento e integrar las normas sociales y medioambientales.

Por último, según ha prometido, Señor Comisario, no queremos que este Acuerdo de Libre Comercio se aplique temporalmente antes de que el Parlamento Europeo haya dado su voto definitivo sobre el mismo.

Gracias por su atención y espero que se tengan en cuenta mis comentarios.

 
  
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  Evelyn Regner (S&D).(DE) Señor Presidente, señor Comisario, este primer Acuerdo de Libre Comercio desde que entró en vigor del Tratado de Lisboa contiene algunos elementos positivos: se ha reforzado el papel del Parlamento Europeo y también se han ofrecido garantías para casos en los que se infrinjan los derechos de los sindicatos o los trabajadores.

No obstante, la Unión Europea no debe tomar como modelo el Acuerdo de Libre Comercio con Corea del Sur para los futuros acuerdos de libre comercio. ¿A qué se debe esto? La Unión Europea se ha fijado grandes aspiraciones con los objetivos y valores establecidos en los tratados y, en particular, en el Tratado de Lisboa —y debe cumplir con ellos en materia de derechos humanos y seguridad jurídica, por citar sólo dos—.

Por lo tanto, quisiera establecer una conexión entre este y todos los otros Acuerdos de Libre Comercio actuales —en particular, el de Colombia y Perú, y el de los Estados andinos, que ya se ha negociado y que sólo está pendiente de aprobación—. Antes de concluir un acuerdo con terceros países, es fundamental entablar un diálogo muy meticuloso sobre los derechos humanos. El contenido del Acuerdo de Libre Comercio tiene que adaptarse a la situación específica de los países afectados, en particular, en los ámbitos del comercio y de las normas sociales y medioambientales. Sobre todo, debemos evitar que estos países —y también la UE— luchen por conseguir un Acuerdo de Libre Comercio y que, después de eso —después de haberlo conseguido— simplemente vuelvan a las andadas, habiendo sido absueltos por las infracciones cometidas contra los derechos humanos.

 
  
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  George Sabin Cutaş (S&D).(RO) La cláusula bilateral de salvaguardia del Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea es una medida de protección que sería necesaria en caso de que las importaciones coreanas amenazaran con causar graves daños a la industria y al empleo de la Unión Europea.

El principio de la devolución de derechos, por el que se permitirá el reembolso a la empresas coreanas de los derechos arancelarios en el caso de los componentes principales, es particularmente delicado, ya que podría beneficiar a estos últimos y también podría tener un impacto considerable en la competitividad europea.

El Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Corea sigue siendo un acuerdo beneficioso, siempre que se rija por el principio de la competencia leal. En este contexto, la Comisión deberá vigilar rigurosamente la evolución de las exportaciones entre Corea del Sur y la Unión Europea, especialmente en los sectores considerados como vulnerables y, además, deberá intervenir con rapidez para rectificar cualquier irregularidad que pueda plantearse.

También es necesario fortalecer el sistema de control aplicado a fin de permitir que los representantes de las industrias afectadas, los sindicatos y los agentes sociales, y también el Parlamento Europeo en calidad de representante directo de los ciudadanos de la UE, puedan hacer sonar la señal de alarma y solicitar la realización de una investigación.

El papel del Parlamento Europeo en el sistema de control y las preocupaciones relativas a la devolución de derechos son cuestiones sobre las que el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea tendrá que llegar a un acuerdo rápidamente. Con esto en mente, la votación de este informe durante este período parcial de sesiones es un paso positivo, que revela la disposición del Parlamento para adoptar este Reglamento lo más rápido posible.

 
  
  

PRESIDE: Roberta ANGELILLI
Vicepresidenta

 
  
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  Elisabeth Köstinger (PPE).(DE) Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias al ponente y a los ponentes alternativos por la labor que han hecho y por su buena cooperación y también les deseo que sigan teniendo éxito en lo que queda de las negociaciones.

Por encima de todo, celebro el rápido progreso experimentado en las negociaciones de la cláusula de salvaguardia del acuerdo con Corea. A través de la rápida votación que tuvo lugar en julio en la Comisión y la votación programada para septiembre sobre las enmiendas, así como por su capacidad para intervenir en las negociaciones, el Parlamento Europeo ha demostrado que podemos trabajar con eficacia y de forma constructiva a raíz del Tratado de Lisboa. El Consejo ahora tiene que hacer lo mismo para que podamos llegar a un acuerdo con rapidez en lo relativo a la cláusula de salvaguardia.

Acojo con satisfacción la propuesta de la Comisión de hacer una declaración sobre las normas sociales y medioambientales. Se trata de un buen compromiso que destaca la importancia de este punto. En particular, el fortalecimiento del papel del Parlamento puede considerarse como un paso importante hacia la democratización de la política comercial e insto al Consejo y a la Comisión a que encuentren una solución que garantice la participación eficaz y sólida del Parlamento Europeo.

Me gustaría subrayar una vez más que el Parlamento no cederá en esta materia. En particular, considero que la propuesta de la Comisión de incluir la devolución de derechos en la cláusula de salvaguardia es un paso importante y, por tanto, insto al Consejo a que respalde esta propuesta.

Pido a la Comisión que preste más atención al Reglamento de CO2 previsto por el Gobierno de Corea y que impulse las negociaciones oportunas para que se trate de un reglamento justo y libre para nuestras empresas europeas. Hay que resolver la cuestión del Reglamento del CO2 antes de que el acuerdo entre en vigor.

Ha habido una respuesta muy positiva por parte de casi todos los ámbitos y sectores: proveedores de ingeniería mecánica, productos farmacéuticos, ingeniería eléctrica, productos químicos y numerosos proveedores de servicios. Sin duda, algunos sectores hubieran deseado conseguir más, pero en general, hay una gran satisfacción —a excepción de la industria automovilística—. Incluso en este caso, hay claras diferencias entre algunos fabricantes y proveedores. En definitiva, vamos en la dirección adecuada en lo que respecta al acuerdo con Corea.

 
  
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  Miroslav Mikolášik (PPE). (SK) El Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur, en general, debe contribuir a estimular el comercio y a fomentar el empleo. Algunas ramas de la industria, sin embargo, obtendrán muchas ventajas, mientras que otras, por el contrario, sufrirán duras consecuencias.

Estoy a favor de tener en cuenta las preocupaciones justificadas de determinadas ramas de la industria, entre otras, la industria del automóvil y, por lo tanto, también estoy a favor de la aprobación de un Reglamento sobre la aplicación de una cláusula de salvaguardia en relación al libre comercio entre la UE y Corea. En vista del hecho de que el Tratado de Libre Comercio podría afectar de diferentes formas a las ramas de la industria de los distintos Estados miembros, estoy totalmente de acuerdo con la propuesta del ponente de que sea posible aplicar medidas de protección en casos excepcionales a escala regional, porque es necesario tener en cuenta la situación específica de los diferentes Estados miembros y, además, las regiones afectadas deben tener la posibilidad de aplicar medidas destinadas a evitar un grave impacto negativo en el empleo y la economía regionales.

En conclusión, me gustaría mencionar que la Comisión, por tanto, tiene la responsabilidad de velar por la aplicación correcta y oportuna de este instrumento jurídico a fin de evitar que se perjudique gravemente al ámbito de la UE.

 
  
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  Bogusław Liberadzki (S&D). (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, yo quería hablar de una serie de cuestiones relacionadas con la industria del automóvil, especialmente la industria del automóvil popular. Me gustaría llamar la atención sobre dos aspectos; el primero es el valor de las piezas de automóviles importadas a Corea que después nos venden a nosotros, para las que existen determinados umbrales, y el segundo aspecto es el método utilizado para calcular los derechos arancelarios para las piezas montadas dentro del marco del contingente. Los fabricantes de automóviles europeos populares han manifestado su temor en relación con estos dos umbrales, el número de piezas importadas por Corea y el método utilizado para calcular los derechos de aduana. Me gustaría pedir que tal vez se deba prestar atención a nuestra capacidad para hacer cumplir los reglamentos pertinentes.

 
  
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  Olle Schmidt (ALDE).(SV) Señora Presidenta, a veces pienso que tenemos que recordar lo que realmente es la fuerza de Europa —la fuerza fundamental para el desarrollo de Europa—. ¿Dónde ha permanecido esta fuerza? Ha permanecido en la capacidad de abrir los mercados, en la creación de oportunidades para un comercio más libre. La situación en la Europa de hoy no es buena, pero es mucho mejor de lo que podría haber sido.

¿No es también el caso de que sea nuestra intención, con el libre comercio mundial, superar la pobreza y generar espacios de libertad en el mundo exactamente de la misma manera? Por tanto, tengo que decir que a veces me preocupa un poco cuando escucho a algunos de mis colegas diputados, quienes sin duda alguna tratan de crear nuevas barreras y de hacer que el desarrollo del libre comercio sea más difícil.

Creo que no se trata de la forma adecuada de hacer las cosas. Sólo quería decir esto y expresar mi apoyo al Comisario De Gucht. Es el libre comercio el que crea la libertad y el que hace que las personas no caigan en la pobreza. Ese es el camino que debería emprender el Parlamento Europeo.

 
  
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  Seán Kelly (PPE). – Señora Presidenta, cuando debatimos acerca de esta cuestión el año pasado, me pronuncié a favor. Me complace bastante el progreso que se ha conseguido desde entonces y también quisiera felicitar al ponente y a la Comisión.

Creo que es muy importante para nosotros en la Unión Europea que contemos con buenos Acuerdos de Libre Comercio, particularmente con los países con cuya filosofía política podemos simpatizar y estar de acuerdo. Creo que un país como Corea necesidades vínculos estrechos con la Unión Europea, sobre todo, por el hecho de que está rodeado de algunos regímenes hostiles. Es cierto que hay enormes beneficios. Creo que es importante que destaquemos tales beneficios a nuestros ciudadanos a fin de que estos puedan beneficiarse.

Corea tiene que hacer lo mismo en su país. Hay dificultades, pero creo que se pueden superar con las salvaguardias, como bien ha dicho mi colega, la señora Köstinger. Desde luego, acojo este acuerdo con beneplácito. Espero que se ponga en marcha tan pronto como sea posible y que podamos seguir suscribiendo acuerdos con otros países con una filosofía similar a la nuestra, sobre todo, con Asia y, en concreto, con Japón.

 
  
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  Jiří Havel (S&D). (CS) Señora Presidenta, señor Comisario, acojo con satisfacción el hecho de que se haya conseguido tal progreso en la negociación de un acuerdo con Corea. Por supuesto, el desarrollo del mercado es nuestro objetivo, el desarrollo de la competencia es de gran ayuda para nosotros, y Corea es, sin duda, un país amigo. Por otro lado, sigue habiendo serias dudas que la forma actual del acuerdo no aborda. Se trata, sin embargo, de una cuestión de obligaciones en materia de medio ambiente que deben ser recíprocas, es una cuestión de derechos humanos y también de garantizar que los productos de otros países no lleguen a Europa a través de este acuerdo con Corea. Todo esto no sólo podría perjudicar a nuestros puestos de trabajo, sino también a nuestras empresas. Espero que, como antes, avancemos con rapidez y que encontremos un compromiso aceptable. Sin tal compromiso, por supuesto, sería muy difícil para nosotros votar a favor de este acuerdo.

 
  
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  Czesław Adam Siekierski (PPE). (PL) La propuesta de la Comisión Europea cumple con las expectativas del Parlamento Europeo y, especialmente, con las de nuestra industria, en materia de protección de esta última y en el cumplimiento de los principios del comercio competitivo. El Parlamento Europeo, en representación de la sociedad europea, considera que la creación de cláusulas de protección es muy importante para crear un ámbito de igualdad de oportunidades para los sectores especialmente vulnerables de nuestra economía. El libre comercio y la participación en el mercado mundial son los dos aspectos que impulsan el desarrollo, pero sólo cuando todas las partes se atengan a las normas ambientales y ocupacionales y no haya otras formas de apoyo estatal, de forma que el comercio se base en los principios de plena competitividad.

 
  
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  Karel De Gucht, Miembro de la Comisión. – Señora Presidenta, como bien han destacado varios diputados, la Comisión, el Parlamento y el Consejo están llevando a cabo las negociaciones oportunas, por lo que me voy a limitar a hacer algunas observaciones a efectos de resumen.

En primer lugar, en relación con el suministro de CO2, mantuve una conversación con el Ministro de Comercio coreano hace unos diez días en Da Nang. Hablamos de las disposiciones de CO2 que se van a poner en marcha en Corea. Son bastante importantes porque, si el contenido no fuera aceptable, entonces las concesiones que Corea ha hecho a las exportaciones europeas de automóviles no tendrían mucho sentido.

Es evidente que el Gobierno coreano presentará propuestas antes del 15 de octubre, lo que significa que vamos a ser plenamente conscientes de lo que contienen antes de celebremos el debate definitivo sobre la ratificación. Vamos a seguir este asunto muy de cerca. Dejé muy claro al Ministro de Corea que en caso de que esto no sea satisfactorio, entonces significará un intento fallido para nosotros en Europa.

También quisiera añadir algo sobre el acuerdo. De hecho, ya existe un acuerdo entre los Estados Unidos y Corea pero, hasta ahora, la Administración de los Estados Unidos no lo ha presentado ante el Congreso de su país. Se habla de que se iniciarán nuevas conversaciones entre Corea y los Estados Unidos. Permítanme destacar que el Ministro de Corea ha manifestado muy claramente que, si algo cambia en el acuerdo entre los Estados Unidos y Corea, dicho cambio también se aplicará automáticamente a Europa. Por tanto, no cabe tener miedo por el hecho de que cualquier acontecimiento entre Corea y los Estados Unidos pueda ir en detrimento de Europa. Cualquier cambio también se aplicará automáticamente a Europa.

Por cuanto atañe a la devolución de derechos, acordamos controlar esta cuestión, desde su entrada en vigor, en los sectores sensibles. También podemos tener en cuenta dicha información en las investigaciones sobre salvaguardia. Estamos muy cerca de un acuerdo a este respecto en los debates del trílogo.

Me plantea bastantes más problemas la posibilidad de que el Parlamento inicie procedimientos, y también las salvaguardias regionales, pues este tipo de salvaguardias, a mi parecer, ya no son posibles en el marco del Tratado de Lisboa. Estamos dispuestos a debatir posibles alternativas a esta cuestión, pero el servicio jurídico del Consejo ha dejado muy claro que esto contradeciría al Tratado de Lisboa. Por tanto, tenemos que tener cuidado con esta cuestión.

Debo decir que, por cuanto se refiere a la eventual iniciación de procedimientos, no le veo mucho sentido. En mi opinión, eso no es lo que yo considero como el papel del Parlamento. Obviamente, pueden pedir a la Comisión que incoe estos procedimientos mediante la votación de una resolución, pero tengo dudas acerca de si existe el derecho de incoarlos a efectos formales.

Me gustaría hacer una observación final con respecto a mis observaciones preliminares. Gracias por escuchar con gran atención lo que he dicho en esa intervención, a saber, que lo más probable es que se adopte una decisión una vez que el Parlamento Europeo haya dado su consentimiento al Acuerdo de Libre Comercio y tras haber conseguido un acuerdo sobre el Reglamento de salvaguardia.

Es posible que las palabras «lo más probable» les plantee alguna dificultad, pero no puedo decirlo de otra manera por la sencilla razón de que corresponde al Consejo decidirlo. No puedo hablar en nombre del Consejo. Puedo transmitir la postura de la Comisión, e insistiremos al Consejo en que esto sólo debe hacerse en después de que se haya adoptado el Reglamento de salvaguardia y cuando el Parlamento haya dado su consentimiento para concluir el Acuerdo de Libre Comercio.

Esa es nuestra firme posición. El Parlamento debería solicitar en el trílogo que el Consejo en sí mismo se comprometa a ello y que confirme que no lo hará antes de la votación final del Parlamento. Sin embargo, solo puedo decir «lo más probable» porque a mí no me compete decir lo que debe hacer el Consejo. Puedo explicar la postura de la Comisión, pero no puedo hablar en nombre del Consejo.

En esta situación es en la que nos encontramos ahora. Las conversaciones están en curso en el trílogo. En los próximos días, tendremos nuevas conversaciones y creo firmemente en que podremos llegar a una solución aceptable para todos.

 
  
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  Pablo Zalba Bidegain, Ponente. – (ES) Señora Presidenta, gracias a los colegas por sus amables palabras.

Comisario De Gucht, como hemos oído aquí, el Parlamento Europeo está dejando clara su posición.

Estamos, como ha dicho algún compañero, ante un momento histórico que sentará un precedente; es un informe histórico que sentará un precedente en los futuros acuerdos. Este Parlamento está interesado y hará todo lo posible para cerrar un acuerdo en primera lectura.

Es un momento clave –como alguno de mis colegas ha dicho– para la industria europea y la industria europea necesita nuevos incentivos y nuevos mercados que, sin duda, traerá este acuerdo.

Pero también es un momento delicado para el empleo, y tenemos que garantizar el empleo en Europa y tenemos que garantizar que este acuerdo no perjudique a la industria europea, y, para eso, necesitamos una cláusula de salvaguardia fuerte como la que ha aprobado la Comisión de Comercio Internacional, una cláusula que mañana, probablemente, se verá ratificada y fortalecida a través de los votos de este Parlamento.

Por tanto, ha llegado la hora de que el Consejo y también la Comisión actúen. La Comisión debe seguir apoyándonos y apelamos a la responsabilidad de ambas instituciones. Insisto en que intentaremos alcanzar un acuerdo en primera lectura, pero hace falta mover ficha. Creo que es posible y esperamos las propuestas.

 
  
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  Robert Sturdy (ECR). – Señora Presidenta, lamentablemente, el medio de transporte en el que venía —el tren procedente de Bruselas, en el que me consta que también viajaban algunos diputados belgas del Consejo— se ha retrasado más de una hora. Llamé por teléfono con antelación para pedir que se retirara mi nombre de la lista, pues me tomo muy en serio mi tiempo de uso de la palabra. Traté de llamar por teléfono con tiempo y mi secretario también llamó y pidió que retiraran mi nombre de la lista de intervenciones.

Pido disculpas por plantearle esta cuestión. Hubiese intervenido si hubiese estado aquí. Lamentablemente, no he podido estar presente por motivos de transporte, pero mi nombre aún constaba en la lista. A propósito, apoyo totalmente al señor Zalba.

 
  
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  Presidenta. – Gracias, tomo nota de ello.

 
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