Presidente. – El siguiente tema es la declaración de la Comisión sobre la situación humanitaria tras las inundaciones en Pakistán.
Kristalina Georgieva, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, quisiera mostrar mi agradecimiento por incluir a Pakistán en la agenda. Lo que es más importante, me gustaría agradecer al Parlamento su contribución activa hasta la fecha respecto a la respuesta de la UE organizando reuniones de gran utilidad en las comisiones y por haber ejercido su derecho de control con gran rapidez este verano, de hecho en un solo día. Eso nos permitió tomar decisiones financieras con rapidez para garantizar que la ayuda se pusiera en marcha.
Mi objetivo hoy en transmitir las impresiones que he obtenido en mi reciente visita a Pakistán, identificar los pasos a seguir en nuestras actividades y concluir con algunas lecciones que podemos extraer para la Unión Europea.
Así que permítanme comenzar con mis impresiones sobre Pakistán, en las que predomina el hecho de que se trata de una situación sumamente compleja que, en realidad, son dos desastres en uno.
En el norte, existen 3 millones de desplazados internos y refugiados, que han tenido que huir de conflictos armados sólo para ver que como sus campamentos y casas recientemente construidas, así como sus nuevas vidas eran destruidas. Río abajo, en las llanuras fértiles del sur de Pakistán, las comunidades rurales no solo han perdido sus casas, sino también su medio de vida y gran parte de la economía de la que el país depende.
Desde que informé al Comité de Desarrollo, las cifras que indican el impacto del desastre han aumentado. En general, más de 20 millones de pakistaníes se han visto afectados por las inundaciones en todo el país. Más de 12 millones de personas necesitan ayuda inmediata.
(El Presidente pide a los diputados que guarden silencio)
Sé que la cuestión que se debatió anteriormente reviste gran importancia para los valores europeos. Al igual que la que estamos abordando ahora, así que se lo agradezco.
En lo que respecta a las cifras, justo hace una semana, estábamos hablando de cerca de 8 millones de personas necesitadas de ayuda inmediata. Se han revisado esas cifras y han aumentado a 12 millones. Se han destruido o dañado más de 1,8 millones de casas; esta cifra se ha revisado al alza respecto de 1,2 millones. Más de 3,4 millones de hectáreas de terreno agrícola están inundadas. Existen informes de brotes de diarrea y cólera. En estas condiciones, nuestra ayuda se centra en las prioridades más inmediatas: alimento, agua potable, saneamiento, atención sanitaria y refugio. Frente a un desastre de proporciones masivas, es necesaria asistencia internacional de socorro masiva. Así que permítanme pasar directamente al siguiente tema. ¿Qué ha hecho la UE y qué tiene previsto hacer después?
Nuestra respuesta humanitaria ha sido considerable. La UE, es decir, los Estados miembros y la Comisión, ha contribuido hasta la fecha con un total de 231 millones de euros para la ayuda de socorro inmediata, con 70 millones de euros procedentes de la Comisión y los 161 millones de euros restantes de los Estados miembros. Doce Estados miembros también han movilizado ayuda en especie mediante el mecanismo de protección civil de la Unión. Eso nos hace el mayor donante. Nuestra contribución debe compararse con la petición de las Naciones Unidas de 460 millones de dólares estadounidenses para la ayuda inmediata, pero he de subrayar, además, que esto va a ser revisado al alza y probablemente recibamos un nuevo llamamiento de las Naciones Unidas dentro de una semana.
Nuestra ayuda también fue rápida. El 30 de julio, quedó patente que las inundaciones serían devastadoras y adoptamos la primera decisión financiera de donar 30 millones de euros al siguiente día, el 31 de julio.
El 6 de agosto activamos inmediatamente el mecanismo de protección civil europeo, al recibir la petición de las autoridades pakistaníes y desplegamos un equipo de 18 expertos para coordinar nuestra ayuda con las Naciones Unidas y las autoridades de Pakistán para que esta fuera más eficaz.
Esta es la primera vez que los Estados miembros han proporcionado ayuda en especie utilizando la capacidad de aerotransporte estratégico civil en coordinación con el personal militar de la UE. Eso nos permitió proporcionar unidades de depuración de agua, hospitales móviles, medicinas, refugio y tiendas necesarios. Pero no voy a ocultar el hecho de que, a pesar de este tremendo esfuerzo, todavía existen grandes desafíos por delante.
Así que destacaré los cuatro desafíos principales. El primero, la crisis humanitaria está muy lejos de haberse solucionado. Es posible que todavía no hayamos alcanzado el momento más crítico de esta crisis. Gracias a los trabajadores de socorro sabemos que, a partir de ahora, se espera que en el mes de septiembre se haya podido atender a 6 millones de personas de los 12 millones que necesitan ayuda. De manera que la crisis se está expandiendo más rápido de lo que se puede movilizar la ayuda para paliarla. Es posible que la situación empeore antes de que empiece a mejorar, especialmente en lo que respecta a las epidemias.
En segundo lugar, reviste importancia decisiva, puesto que luchamos por llegar al mayor número de personas posible, dirigir la ayuda a aquellos que son más vulnerables, entre los que se incluyen comunidades pobres, mujeres, hogares encabezados por mujeres, niños, ancianos y discapacitados, ya que es probable que sean abandonados si no se les dirige ayuda conscientemente. Y eso es lo que la Comisión tiene como objetivo, trabajando con nuestros 26 socios.
En tercer lugar, brindar ayuda con prontitud no solo es una cuestión de supervivencia para las personas, sino también una cuestión de preservar la estabilidad de un país que se enfrenta a importantes desafíos en materia de seguridad. Es posible que la desesperación desemboque en descontento popular y, por eso, tenemos que estar absolutamente decididos a ayudar a las personas cuanto antes y tanto como sea posible.
En cuarto lugar, si bien es importante salvar vidas hoy, también debemos pensar en el inicio de la recuperación a partir de ahora. En cuanto a una recuperación temprana, existen dos tareas muy importantes. Para garantizar la recuperación agrícola cuando se retiren las aguas, tenemos que estar preparados con herramientas y semillas, así como con ayudas para los agricultores de manera que puedan recuperar la estación de siembra. Al mismo tiempo, existe la necesidad de reconstruir las infraestructuras críticas que conectan a los agricultores con los mercados y para que nosotros también podamos tener acceso a comunidades remotas.
Sin duda alguna, el país se enfrenta a un desafío de recuperación a largo plazo. Actualmente el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, junto a la Comisión y el PNUD, están llevando a cabo una evaluación para determinar las necesidades de recuperación a largo plazo. Hemos estado trabajando muy estrechamente con la Alta Representante y Vicepresidenta Ashton, el Comisario Piebalgs y el Comisario De Gucht para que la Unión Europea pueda formular una propuesta integral y global en cuanto cómo podemos colaborar en el desarrollo del país.
Pakistán estará en la agenda de la próxima reunión en Gymnich y en la reunión de Amigos de un Pakistán Democrático en Bruselas el 14 y 15 de octubre.
Así que permítanme extraer algunas lecciones para la UE. Yo veo tres. La primera, las inundaciones en Pakistán son sólo uno de los muchos recordatorios de que el impacto del cambio climático es profundo. En cuanto a los costes resultantes, reviste gran importancia centrarse en la preparación para casos de desastre y en la reconstrucción de un país muy vulnerable y devastado por una catástrofe de manera que pueda hacer frente al riesgo del cambio climático.
Adoptando una posición prudente, no puedo afirmar que estas inundaciones se deben al cambio climático. No obstante, sé sin lugar a dudas que la opinión científica es muy clara respecto a que la frecuencia y la intensidad en aumento de desastres naturales se debe al cambio climático. En segundo lugar, en un año hemos visto un terremoto en Haití, una sequía en el Sahel, el conflicto en Sudán y ahora las inundaciones de proporciones considerables en Pakistán, una vez más, nuestra situación presupuestaria es precaria, ya que nuestro presupuesto y la reserva para ayuda de emergencia están casi agotados. Y sólo estamos a principios de septiembre.
Debido a la tendencia al alza en la frecuencia y la intensidad de los desastres, hay una brecha cada vez mayor en el presupuesto humanitario que debe ser tenida en cuenta ya que nos preparamos para las próximas perspectivas financieras, de modo que los recursos puedan estar a la altura del compromiso de los ciudadanos para ayudar a personas necesitadas.
El tercer punto es que la UE ha estado en primera línea desde el principio de la crisis y, con todo, durante los primeros días, nuestra presencia apenas tuvo repercusión en los medios de comunicación. Por tanto, debemos centrarnos enérgicamente en mejorar no solo la eficacia sino también la visibilidad de los instrumentos de respuesta en caso de desastre de la UE, como se indicó esta mañana en la sesión que celebraron con el Presidente Barroso. El próximo mes presentaremos una propuesta.
Permítanme concluir afirmando con orgullo, en nombre de los ciudadanos, que Pakistán ha demostrado que la solidaridad de la UE no son solo palabras, sino hechos y acciones. Podemos estar orgullosos de ello, porque nuestra labor no solo consiste en salvar vidas sino en defender los principios y los valores que son el eje central del proyecto europeo.
PRESIDE: Rodi KRATSA-TSAGAROPOULOU Vicepresidenta
Filip Kaczmarek, en nombre del Grupo PPE. – (PL) Señora Presidenta, señora Georgieva, las inundaciones en Pakistán son un desastre humanitario muy grave que ha afectado a decenas de miles de personas. No deberíamos tratar de superar unos a otros a la hora de informar acerca del número de víctimas y comparar su sufrimiento, así que no voy a comparar este desastre con otros. Ha sido una enorme tragedia. Quisiera agradecer a la señora Georgieva por las medidas adecuadas y con prontitud que ha adoptado la Comisión. Es una pena que no consiguiéramos organizar una sesión extraordinaria del Comité de Desarrollo del Parlamento durante el receso estival. Tenemos que recordar que millones de personas todavía necesitan ayuda, soporte y cooperación. Sus prioridades, señora Georgieva, aparte de la ayuda inmediata, la agricultura y el transporte, son en efecto cruciales. Si resulta que no es posible rescatar la agricultura de Pakistán, el próximo año el país sufrirá otro desastre humanitario —una hambruna—. Paradójicamente, existe una posibilidad de que las inundaciones tengan efectos beneficiosos. Por ejemplo, es posible que obstaculicen las actividades de los extremistas o que faciliten la resolución del problema de los refugiados.
Acojo con beneplácito el hecho de que planeen una iniciativa para incrementar la eficacia de nuestros instrumentos de respuesta en casos de desastres humanitarios. Estoy complacido, además, de que la Presidencia belga esté dispuesta a adoptar la iniciativa como una prioridad durante su Presidencia. El Parlamento Europeo sin lugar a dudas apoyará dichas iniciativas.
Véronique De Keyser, en nombre del Grupo S&D. – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, permítame felicitarles por su compromiso. Sin duda han estado a la altura de la labor.
Dicho eso, todavía queda mucho por hacer, ha habido una especie de divorcio entre Pakistán y la opinión pública. El panorama es confuso, las personas no quieren donar y eso es un verdadero problema. La participación es muy escasa y las personas a veces me dicen: «vaya, sabes, no hay ningún problema en Pakistán ahora; las aguas están bajando». Bueno, sí, las aguas están retrocediendo, pero todavía nos enfrentamos a un desastre del más alto nivel, tan grave como el tsunami.
Hay dos temas de los que soy consciente. El primero es una mejora en nuestro instrumento de respuesta rápida. Ustedes han hecho todo lo que ha podido, en cuanto a coordinación y mucho más y con los fondos a su disposición. Esto no es una crítica en absoluto. Sin embargo, creo que Europa está interesada en reforzar su instrumento de respuesta rápida, sobre la base del B-Fast belga, y hago un llamamiento a la Presidencia belga para que coopere con la Comisión en ese sentido.
El segundo punto es el problema de la mujer. Como ya le he informado, señora Comisaria, con frecuencia se olvida a las mujeres durante conflictos y desastres. Sabemos cuál es la suerte de la mujer pakistaní. Ahora sabemos, en este mismo instante, que 300 000 mujeres darán a luz durante las próximas semanas. Sabemos que 30 000 de ellas necesitarán una intervención quirúrgica y les ruego que adopten medidas específicas para este problema.
Hay ONG locales que tienen acceso a prácticamente todo el territorio —por ejemplo, las vinculadas a la Federación Internacional de Planificación de la Familia—. Procuren acuerdos locales y manténganos informados. Lo que le pedimos, señora Comisaria, no son cifras, sino noticias de esas mujeres. Espero que pueda darnos esas noticias.
Charles Goerens, en nombre del Grupo ALDE. – (FR) Señora Presidenta, en este momento, el mayor lago del mundo se puede encontrar en Pakistán, por citar al representante de Oxfam para ese país.
De hecho, en vista del sufrimiento y la miseria causados por las inundaciones, que son de una intensidad inusual, siento que es apropiado hablar de un océano de problemas, dolor, sufrimiento y desesperación.
Es nuestra responsabilidad colectiva actuar. ¿Por qué?
En primer lugar, porque los 20 millones de víctimas del desastre no pueden recuperarse sin ayuda. Después, nuestra responsabilidad es una responsabilidad de la Unión Europea, pero también es la responsabilidad de los Estados miembros, que viene a ser lo mismo. Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, ha llegado el momento de poner fin a esta distinción artificial, ya que no hay razones para ello.
Es más, Europa asume sus responsabilidades, y usted, señora Comisaria, es un ejemplo de ello. Europa lo está haciendo de una forma ejemplar. ¿No es la Unión Europea la que, hablando en términos generales, ha resultado ser la primera donante de fondos para la acción humanitaria? Quizás otros países se vean motivados en gran medida a incrementar su contribución para ayudar a que Pakistán salga de la miseria causada por las actuales inundaciones. Estoy pensando especialmente en los estados ricos y en las potencias ricas en petróleo de esa parte del mundo.
¿Eso significa que los europeos somos perfectos? No. Creo que lo podríamos hacer aún mejor sin tener que gastar más. En primer lugar, está el informe Barnier, que pide recursos e instrumentos que los 27 podrían agrupar y aplicar en caso de desastre. ¿A qué estamos esperando para implementar finalmente las conclusiones de dicho informe?
Después está la falta de visibilidad de la Unión Europea. Ciertamente no es el aspecto más importante, pero hay que corregirlo, aunque no en un arranque de fanfarronería ni como una muestra de generosidad. Lo que importa en este caso, es que la Unión Europea haga todo lo posible para destacar en lo que mejor sabe hacer, es decir, reafirmarse como la principal agente humanitaria líder en todo el mundo y destacar en lo que empieza a ser su principal vocación —a saber, llegar a ser un verdadero y poderoso agente de paz—.
Jean Lambert, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señora Presidenta, como se ha dicho, lo que sucede en Pakistán en la actualidad es una verdadera tragedia y durante algún tiempo requerirá de un compromiso a largo plazo en nombre del pueblo de Pakistán y de su Gobierno elegido democráticamente.
Acojo muy complacida la respuesta de la señora Comisaria, y, aún más, su perspectiva a largo plazo, sobre todo lo relacionado con la resistencia al cambio climático. Comparto las preocupaciones que la señora Comisaria ha expresado respecto a la financiación a largo plazo para este tipo de desastres. Creo que todos instaremos a la comunidad internacional a intensificar su respuesta. Ciertamente nos gustaría agradecer el incremento de la contribución de la India al fondo de las Naciones Unidas, puesto que envía un mensaje político importante.
En nuestra opinión, la comunidad internacional podría ir más lejos. Pakistán podría recibir más dinero si se adoptaran medidas para aliviar la deuda internacional de este país, gran parte de la cual se ha contraído bajo los regímenes militares. En 2008, Pakistán gastó 3 000 millones de dólares en reembolsar su deuda: esto eclipsa las iniciativas de ayuda internacional. Francia y Alemania son donantes bilaterales importantes. Creo que debemos considerar con cierta preocupación las condiciones de reembolso que se han ofrecido para los préstamos que se están proponiendo en la actualidad.
También me gustaría mencionar que creo que es importante tener una respuesta similar por parte de Pakistán, en particular, los terratenientes ricos podrían, por ejemplo, ofrecer algún tipo de ayuda para el pago del alquiler a los aparceros pobres que no van a poder pagar sus alquileres durante algún tiempo.
Sajjad Karim, en nombre del Grupo ECR. – Señora Presidenta, permítame en primer lugar agradecer las observaciones realizadas por la señora Comisaria en comisión y hoy aquí también. Nuestra respuesta —liderada por la señora Comisaria— ha sido, en efecto, encomiable, tanto a nivel de la UE como de los Estados miembros que actúan a nivel bilateral. El Reino Unido hizo sin lugar a dudas todo lo que pudo.
Es muy triste observar que, mientras que el pueblo de Pakistán se enfrentaba a esta catástrofe, su Presidente disfrutaba de lo mejor y más refinado que Europa podía ofrecerle. Mientras él hacía eso, nosotros empezamos a movilizar y a estar hombro con hombro con el pueblo pakistaní. Estoy muy orgulloso de lo que hicimos.
A medida que la estructura civil se derrumbaba, los militares tuvieron que intervenir. El hecho de que hayamos estado trabajando para proporcionar ayuda de emergencia necesaria es muy encomiable. A pesar de todo, la emergencia todavía persiste mientras nos reunimos aquí hoy. Aunque persiste, hacemos lo que podemos, pero debemos empezar a planificar nuestra respuesta de medio a largo plazo.
La magnitud sin precedentes de las inundaciones merece una respuesta internacional sin precedentes. Debemos empezar a reconstruir Pakistán, pero debemos hacerlo de tal manera que se perciba que el pueblo pakistaní también participa, o, de lo contrario se podrían generar consecuencias inimaginables. Tenemos un programa de desarrollo, pero también debemos vincularlo a un programa relacionado con el comercio que permita al pueblo pakistaní reconstruir por sí mismos su país.
Colegas, les pido que seamos ambiciosos y que presentemos un plan europeo —a semejanza del Plan Marshall que ayudó a reconstruir partes de Europa—. Eso es lo que hace falta. Esa es la magnitud del desafío. Les ruego que acepten el reto.
Michèle Striffler (PPE). – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, Señorías, la situación humanitaria en Pakistán es trágica; es peor que el tsunami que azotó Asia.
Aplaudo la decisión de la Comisión Europea de incrementar la cuantía total de ayuda humanitaria a 70 millones de euros para ayudar a las víctimas de las inundaciones, y acojo con beneplácito la respuesta de la señora Georgieva que, una vez más, fue inmediata.
Uno de los problemas principales es el acceso a las víctimas, ya que las infraestructuras han sido destruidas, las víctimas están rodeadas de agua y la situación en materia de seguridad es muy inestable. Es absolutamente esencial respetar los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, independencia y humanidad a la hora de enviar ayuda, que debe basarse únicamente en las necesidades de la población.
Aún cuando el instrumento de respuesta en caso de desastre de la Unión Europea ha funcionado bien, la crisis en Pakistán ha demostrado de nuevo la necesidad de fortalecer nuestra eficacia en lo que respecta a la rapidez, la coordinación y la visibilidad. Este desastre ha puesto de relieve una vez más la necesidad de crear una capacidad de respuesta rápida europea. Por tanto, repito mi deseo de ver la creación de una fuerza europea de protección civil.
Señora Comisaria, en noviembre va a presentar un documento sobre el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de la Unión Europea en caso de desastre, que irá seguido de propuestas legislativas. Por tanto, tiene la oportunidad de proponer soluciones ambiciosas y estoy convencida de que así lo hará.
Thijs Berman (S&D). – (NL) Señora Presidenta, la UE ha participado ampliamente en materia de ayuda, pero sus promesas —230 millones de euros de la UE y sus Estados miembros— ahora deben ser honradas. Pakistán no debe caer víctima de una desconfianza tácita. La ayuda humanitaria es un deber, separada de la política y libre de discriminación. La UE es una de las principales donantes y, por tanto, es esencial que nosotros concretamente coordinemos los esfuerzos con eficacia. Tengo una pregunta para la señora Comisaria Georgieva. ¿Qué aspectos de nuestra coordinación se pueden mejorar, y qué se requiere para lograrlo—qué requiere usted—?
Es necesario proporcionar a las personas acceso a agua potable, asistencia médica y alimentos. Mientras permanezca la amenaza de nuevas inundaciones, la reconstrucción de las regiones afectadas acarreará muchas dificultades. Tan pronto como sea posible, la comunidad internacional debe ayudar al Gobierno y al pueblo pakistaní a paliar los efectos de este desastre a largo plazo; y, en caso que sea necesario un mayor presupuesto, debemos identificar el ámbito de aplicación.
Louis Michel (ALDE). – (FR) Señora Presidenta, señora Comisaria, por supuesto, quisiera felicitarla, señora Comisaria, por la considerable labor que ha realizado.
Gracias a usted, los países de la Unión Europea han facilitado 230 millones de euros de ayuda de emergencia, de los cuales 70 millones son fondos europeos. Como otros han dicho, esto es extraordinario; es algo magnífico. Su presencia allí también da fe del hecho de que realmente se ha abordado el problema de frente.
Ante todo, me gustaría brindar mi apoyo a lo que ya se ha dicho aquí respecto al problema de la mujer, el problema de la asistencia sanitaria, así como el problema político, puesto que también existe el riesgo de llevar al país a los brazos de los extremistas. Quisiera repetir que —esto también se ha dicho, pero lamentablemente no queda más remedio que repetirlo— debemos poner en marcha con prontitud un instrumento europeo de protección civil. Yo he tenido la oportunidad de decirlo en varias ocasiones, especialmente durante el terremoto de Haití.
El informe Barnier es una fuente perfecta de inspiración para poner en marcha dicho instrumento. Me gustaría preguntarle concretamente por sus planes en lo que respecta a esta cuestión.
Peter van Dalen (ECR). – (NL) Señora Presidenta, nosotros en los Países Bajos estamos familiarizados con la lucha contra el agua y, por eso, me siento muy unido al pueblo pakistaní que se ha visto gravemente afectado por las terribles inundaciones. Instaré a la Unión Europea, los Estados miembros y la comunidad internacional a que apoyen al pueblo pakistaní y no los abandonen a la voluntad de los talibanes.
Como cristiano, experimento un sentimiento de unión con los cristianos pakistaníes. He sabido de organizaciones como Puertas Abiertas y Compass Direct News que, en varias regiones, los cristianos están siendo discriminados en lo que respecta a la distribución de alimentos y asistencia médica. Creo que ese informe es espeluznante y quisiera pedir a la señora Comisaria que también preste atención a ello. Un informe aún más grave es que, aparentemente, tres cooperantes extranjeros de una organización cristiana han sido asesinados por los talibanes pakistaníes. Me gustaría pedir a la señora Comisaria que preste especial atención a esta cuestión y que brinde su apoyo al Gobierno pakistaní, puesto que el deber de dicho Gobierno consiste en proteger a los cooperantes nacionales e internacionales, y la ayuda jamás deber ser objeto de discriminación.
También quisiera escuchar una respuesta de la señora Comisaria en ese sentido.
Eija-Riitta Korhola (PPE). – Señora Presidenta, en primer lugar, me gustaría expresar mi solidaridad con el pueblo pakistaní respecto a la trágica pérdida de vidas. También quisiera expresar mi agradecimiento a la señora Comisaria Georgieva por su devota labor al incluir a Pakistán como prioridad urgente en su agenda.
Hizo falta tiempo para que el mundo entero y la Unión Europea comprendieran las dimensiones del desastre. Ahora que conocemos mejor las necesidades de las personas afectadas, nuestra respuesta ha de ser urgente y estar a la altura de esas necesidades. Es necesario que proporcionemos ayuda financiera y material, garantizando al mismo tiempo que todos reciben ayuda, incluyendo a las minorías, según sus necesidades.
Tampoco debemos olvidar que Pakistán es un país fronterizo en la guerra internacional contra el extremismo y el terrorismo. Si no les ayudamos, quizás la pobreza y la desesperación refuercen la militancia. Un único esfuerzo de ayuda humanitaria no será suficiente. Es necesario combinarlo con ayuda para la reconstrucción de las infraestructuras del país —carreteras, puentes, escuelas, etc.—.
También necesitamos adoptar medidas urgentes para ayudar a Pakistán a reactivar la economía y el comercio. Un acceso mejorado al mercado para las exportaciones de Pakistán y nuevos acuerdos de deuda podrían cambiar el rumbo. Los Estados miembros de la EU deben reconsiderar seriamente condonar la deuda como una manera de ofrecer ayuda en esta tragedia.
Enrique Guerrero Salom (S&D) – (ES) Señora Presidenta, señora Comisaria, la percepción general en la opinión pública mundial y también entre nosotros es que la reacción de la comunidad internacional ante el desastre humanitario en Pakistán ha sido una reacción lenta y débil. Hemos llegado más tarde y lo hemos hecho con menor intensidad que en otras catástrofes humanitarias de dimensión comparable.
También se ha percibido una determinada resistencia a cubrir las necesidades que las Naciones Unidas han establecido. Algunos colegas se han referido a la resistencia que puede haber en nuestras sociedades por el tipo de régimen político o por los problemas que pueda haber en Pakistán. Pero yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo como parlamentarios y en nuestras sociedades para explicar que ayudamos a personas, ayudamos a seres que están en dificultades, y no a uno u otro régimen político. Que la acción humanitaria se basa en la neutralidad, en la imparcialidad, en la independencia, y que esos son los valores que guían nuestra actividad.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) Un desastre sin precedentes es la evaluación de las inundaciones en Pakistán.
Un total de veinte millones de personas se han visto afectadas, dos mil han perdido la vida y más de un millón de casas han sido destruidas, al tiempo que infraestructuras y una gran parte del terreno agrícola han quedado inutilizables.
La Unión Europea no podía quedarse de brazos cruzados ante esta tragedia, especialmente después de que algunos de sus Estados miembros, incluida Rumanía, experimentaran la violencia de las inundaciones este verano.
Acojo complacida el firme compromiso de la Comisión Europea y los Estados miembros, que han liberado fondos de alivio por un valor de 230 millones de euros. Esto ha hecho que la UE sea la mayor donante externa a Pakistán.
Sin embargo, la situación humanitaria sigue siendo particularmente grave, con implicaciones a largo plazo.
Creo que la recuperación del desarrollo por la vía de la sostenibilidad sólo se puede lograr por medio del crecimiento de la economía de este país. En ese sentido, la UE puede contribuir abriendo sus mercados a Pakistán.
Corina Creţu (S&D). – (RO) En efecto, la Unión Europea respondió con prontitud a la tragedia vivida en Pakistán, aunque, como ustedes han dicho, esto no siempre recibe demasiada atención. Sin embargo, su visita a las zonas afectadas por las inundaciones ha puesto de relieve la solidaridad que está mostrando la Unión Europea en respuesta a este desastre humanitario.
Las víctimas del desastre —estamos hablando de aproximadamente 18 millones de personas— ahora están expuestas a graves riesgos de contraer enfermedades. Por desgracia, las Naciones Unidas han recibido tan solo un tercio de los recursos solicitados, lo cual también se debe a las reservas mostradas por los Estados miembros con respecto a la corrupción generalizada existente en Pakistán.
Creo que es necesario un mecanismo para controlar la manera en que la ayuda humanitaria se canaliza directamente a las víctimas de las inundaciones y no es objeto de malversación por parte de los señores feudales locales, al tiempo que se intensifican las misiones humanitarias.
También pienso que deberíamos preocuparnos prioritariamente de adoptar medidas de seguridad para los trabajadores humanitarios, dadas las amenazas islamistas.
Jürgen Creutzmann (ALDE). – (DE) Señora Presidenta, señora Comisaria, en Pakistán, hemos sido testigos de unas inundaciones devastadoras y debemos ayudar al pueblo de este país, que está sufriendo. A este respecto, lo que me entristece, en particular, es el hecho de que haya regiones de Pakistán a las que el gobierno central no está permitiendo que llegue ninguna ayuda adecuada.
Así pues, por ejemplo, la región de Gilgit-Baltistán, norte de Jammu y Cachemira dentro de la región fronteriza pakistaní, también se ha visto duramente afectada por las intensas lluvias y sus efectos. Según la información que he recibido, sólo en Gilgit-Baltistán, 500 personas han muerto y 50 000 personas se han quedado sin hogar. Cuatro puentes han quedado arrasados y muchos terrenos han quedado completamente aislados del mundo exterior. Hasta la fecha, sin embargo, tan solo una ayuda equivalente a unos 10 000 euros ha llegado a Gilgit-Baltistán.
Por tanto, la Unión Europea no debería limitarse a entregar su ayuda al gobierno central pakistaní, sino prestar apoyo directo a las organizaciones no gubernamentales que también están velando por los intereses de las regiones remotas de Pakistán.
Janusz Władysław Zemke (S&D). – (PL) Señora Presidenta, cuando este gigantesco desastre humanitario golpeó a Pakistán, la reacción de la Unión Europea fue más efectiva que en otras ocasiones. Creo que todos nosotros, aquí, sentimos mucha satisfacción cuando observamos el progreso realizado en comparación, por ejemplo, con la ayuda prestada a Haití. Me gustaría llamar la atención sobre dos cuestiones muy importantes. La primera tiene que ver con aumentar lo que la Unión Europea realmente puede hacer —y aquí hago hincapié en las palabras «lo que la Unión realmente puede hacer»— a la hora de prestar ayuda humanitaria. Por ejemplo, tenemos que resolver cuestiones relacionadas con el transporte aéreo. Si no disponemos de este tipo de transporte, resulta difícil prestar ayuda de manera efectiva. La segunda cuestión está relacionada con la mejora de coordinación de las operaciones en el plano de la UE. La Unión está realizando un muy gran esfuerzo, pero la cuestión es que los esfuerzos realizados por la propia Unión y por los Estados miembros deberían coordinarse en mayor medida.
Kristalina Georgieva, Miembro de la Comisión. – Señora Presidenta, me gustaría dar las gracias a los diputados por sus comentarios tan útiles. Trataré de agrupar mi respuesta en torno a tres conjuntos de cuestiones. En primer lugar, las prioridades a corto y largo plazo, y cómo podemos integrar los consejos que ustedes nos han dado aquí. En segundo lugar, el entorno político y cómo podemos proteger la neutralidad e independencia del trabajo humanitario así como la seguridad de los trabajadores humanitarios. En tercer lugar, la capacidad de respuesta de la UE en casos de desastre y qué estamos haciendo actualmente para cerciorarnos de que sea más sólida en el futuro.
En cuanto al primer conjunto de cuestiones, coincido en muy gran medida con los comentarios que se han hecho en esta Cámara sobre garantizar que nos concentremos en aquellos que corren riesgo de exclusión. Esto atañe especialmente a las zonas más conservadoras de Pakistán, las mujeres y, por supuesto, los niños que viven en hogares cuya cabeza de familia es una mujer, que corren un riesgo muy alto, y las minorías, incluidas las minorías religiosas, a las que se ha hecho referencia aquí.
En cualquier país, incluido Pakistán en este caso, aquellas comunidades a las que simplemente es difícil acceder son las que corren un riesgo particularmente alto. Están aisladas bien por la naturaleza o bien por los conflictos. Puedo asegurarles que examinamos muy minuciosamente las propuestas de nuestros socios para cerciorarnos de que nuestra financiación, en muy gran medida, se destina a aquellos en riesgo de exclusión.
Junto con mi personal, haré un seguimiento más detallado de la cuestión específica que se me ha planteado acerca de las minorías religiosas. Sí sé que consideramos a las minorías con sumo cuidado y estoy segura de que disponemos de información más específica sobre eso, así como sobre la situación en Cachemira. Puedo decir que hemos estado trabajando con socios de ONG allí para poder llegar a la gente.
Aquí se ha insistido especialmente en que la agricultura es la base de una gran parte de la sociedad y la economía pakistaníes. A medida que el agua se va retirando, es posible que deje una tierra más fértil, pero eso sólo representará una oportunidad si llegamos rápidamente allí para ayudar a los agricultores a recuperar su capacidad para sembrar. Como siempre ocurre en caso de desastre, si la respuesta se articula bien, sobre todo en lo relativo a la rehabilitación a largo plazo, también puede propiciar mejoras en materia de seguridad.
Eso me lleva al punto que se ha planteado acerca de la necesidad de tratar de recaudar fondos de otras partes. Dicho de otro modo, deberíamos utilizar nuestra autoridad moral para instar a otras partes vecinas, las naciones del Golfo, a que contribuyan a la labor realizada en Pakistán. Lo han estado haciendo y es verdad que la UE, habiendo actuado de manera rápida y masiva, ahora tiene capacidad para instar a otros a hacer lo propio. Así lo seguiremos haciendo mientras nos preparamos para la reunión del Grupo de Amigos de un Pakistán Democrático que se celebrará aquí los días 14 y 15 de octubre. La Alta Representante y Vicepresidenta Catherine Ashton, junto con el Ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, el señor Qureshi, copresedirán esta reunión, y ya hemos acordado celebrar una sesión ampliada especial para tratar de captar una mayor atención, apoyar los esfuerzos de los demás e instar a otras partes a que contribuyan.
Por cuanto atañe a nuestros Estados miembros y a nuestros propios recursos, puedo decir lo siguiente. Con respecto a los recursos de la Comisión, ya se han comprometido 70 millones de euros y una gran parte de esta cantidad ya se ha desembolsado. La semana que estuve en Pakistán, agotamos el dinero para los proyectos de socorro urgente que estamos apoyando con organizaciones muy fiables y personas muy competentes que trabajan sobre el terreno. Nuestro personal allí ya ha dejado claro que tendremos que proporcionar más recursos.
En cuanto a los Estados miembros, quiero rendir homenaje al Reino Unido, Alemania y Suecia. Son los mayores donantes. En muchos casos, ya han prestado su asistencia. La Comisión y los Estados miembros tienen una competencia compartida en este ámbito. Por supuesto, estamos cooperando y desearíamos ver cómo se ponen plenamente en práctica todos nuestros compromisos.
Por cuanto afecta a las prioridades para nuestra respuesta a largo plazo, está muy claro que las previsiones económicas para Pakistán tendrán que revisarse a la baja. Dicho de otro modo, la previsión de crecimiento para el próximo año caerá del 4,5 % anterior a las inundaciones a quizás un 1 %, o incluso hasta por debajo del 0 %. Se ha producido una destrucción masiva que todavía ha de valorarse, pero será del orden de miles de millones. Por tanto, será necesario movilizar el apoyo a Pakistán de manera global. Esto implica que se estudiarán todas las posibles opciones sobre cómo se puede prestar el apoyo.
Obviamente, la Comisión no tiene capacidad de préstamo, así que el alivio de la deuda no es algo sobre lo que yo pueda posicionarme desde el punto de vista de lo que puede hacer la Comisión, pero una de las opciones sería prestar atención a las capacidades de Pakistán. Nos aseguraremos de que la voz de ustedes se oiga mientras se debatan estas opciones.
De manera similar, se plantearán preguntas sobre el comercio y lo que se puede hacer. Puedo decirles que el Comisario De Gucht ya está estudiando muy seriamente lo que podemos ofrecer a través de este modo global de responder a los problemas del país.
Permítanme añadir un punto más. También tenemos que colaborar con Pakistán para apoyar al gobierno en las reformas que está emprendiendo a fin de dar una base más sólida a la economía —lo que incluye reformar el modo en que el gobierno organiza sus fianzas públicas y sus presupuestos— de manera que las inundaciones no terminen distrayendo la atención del gobierno respecto de hacer lo correcto por su propio pueblo a largo plazo. Eso también es algo que estamos debatiendo.
Por supuesto, ayudar a Pakistán también es una cuestión de estabilidad política en un país que tiene tan suma importancia para su propia región y para el resto del mundo. En este sentido, esperamos muy sinceramente que nuestra acción colectiva no sólo salve vidas sino que también impida que estalle el caos en este lugar tan sensible. Al proceder así, para quienes nos preocupamos por el lado humanitario, también es muy importante insistir siempre a las autoridades —como yo hice cuando estuve allí— en que la seguridad de los trabajadores humanitarios es crucial.
El otro lado de eso es que garanticemos la neutralidad. A quién ayudamos no puede basarse en factores como la religión, el sexo o la ubicación rural o urbana. Esta cuestión de la neutralidad y la seguridad de los trabajadores humanitarios es sumamente importante. El 19 de agosto fue el día de los trabajadores humanitarios. Aquel día, lamentablemente, señalamos que el año pasado perdimos a más trabajadores humanitarios que a responsables del mantenimiento de la paz. Murieron 102 trabajadores humanitarios. En el contexto de Pakistán, todos los días me despierto con una gran ansiedad por saber si se habrá perdido una vida en los esfuerzos por responder a este desastre. Sólo quiero confirmar que nos tomamos este asunto muy seriamente.
Permítanme terminar con la cuestión del refuerzo de la respuesta de la UE en caso de desastre. Estoy muy agradecida a aquellos de entre ustedes que han hablado positivamente de lo que hemos venido haciendo con miras a organizarnos y coordinarnos mejor. También estoy agradecida a aquellos que dicen que tenemos que hacer más, algo que suscribo.
Permítanme darles sólo un ejemplo de lo que significa la coordinación en el caso de Pakistán. Como he dicho, desplegamos nuestro equipo de coordinación de la protección civil en Pakistán. Conseguimos que 12 Estados miembros prestaran asistencia en especies. Organizamos 10 vuelos como puente aéreo de la UE a Pakistán —dos por parte de la República Checa, uno financiado por Finlandia y siete cofinanciados por la Comisión—. De hecho, llevamos asistencia en nombre de múltiples países de manera coordinada y a continuación, también de manera coordinada, la distribuimos sobre el terreno.
Así pues, se están realizando progresos pero, para quienes dicen que es necesario hacer más, mi respuesta es que «tienen toda la razón». Si todo va bien, ustedes verán cómo la Comisión plantea una manera muy decidida y ambiciosa de enfocar lo que significa que la UE tenga una capacidad de respuesta sólida en caso de desastre.
Dado que este es un debate que tendremos en el futuro, yo lo resumiría muy brevemente en cuatro puntos.
Con respecto a la planificación de escenarios, hemos de estar mucho mejor preparados a la hora de prever los tipos de desastres que están por venir.
En segundo lugar, necesitamos activos predeterminados y comprometidos por parte de los Estados miembros con los que podamos contar cuando irrumpa un desastre. Siempre que tenemos un desastre y hacemos un llamamiento para que se preste asistencia, no sé en el momento del llamamiento si obtendré lo que es necesario o no. Por suerte para mí, hasta la fecha, siempre que he recurrido a ellos, los Estados miembros no han fallado, pero sería mucho más prudente si pudiéramos prever por adelantado cuál es el compromiso de los Estados miembros y con qué activos contamos.
Mi tercer punto tiene que ver con el refuerzo de la coordinación. No voy a decir nada más sobre ello. Obviamente, necesitamos que nuestros 27 más uno actúen como uno.
En cuarto lugar, necesitamos un enfoque global de la respuesta a la crisis que incluya prevención, preparación, respuesta e información sobre los resultados de la rehabilitación.
Estos cuatro puntos son la base de la propuesta que yo les presentaría a ustedes.
Señora Presidenta, Señorías, gracias de nuevo por los consejos que nos han brindado a mi equipo y a mí.