Índice 
 Anterior 
 Siguiente 
 Texto íntegro 
Acta literal de los debates
Lunes 20 de septiembre de 2010 - Estrasburgo Edición DO

20. Legislación de la UE relativa a la protección de la biodiversidad (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
MPphoto
 

  Presidente. – El siguiente punto del orden del día es el informe (A7-0241/2010) de Esther de Lange, en nombre de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, sobre la aplicación de la legislación de la UE relativa a la protección de la biodiversidad [2009/2108(INI)].

 
  
MPphoto
 

  Esther de Lange, ponente.(NL) Por medio de este informe de iniciativa, el Parlamento Europeo desea hacer sonar la alarma en relación con nuestra biodiversidad, la riqueza de nuestras especies y nuestros ecosistemas. La tasa de extinción de especies es mayor que nunca antes, ya que un 30 % de los anfibios, más del 40 % de los mamíferos, aves, mariposas y reptiles, e incluso más del 50 % de los peces de agua dulce están amenazados de extinción. Desde luego, esta situación es inaceptable, y no sólo desde una perspectiva puramente biológica o ecológica. Desde mi perspectiva tenemos la obligación moral de dejar la tierra en un estado que permita que nuestros hijos y nietos aún puedan gozar de ella.

Por último, también tenemos interés económico en invertir en la biodiversidad. Los ecosistemas sanos atrapan CO2, brindan agua limpia y permiten obtener mejores cosechas y más materias primas, entre otras cosas. La degradación de estos ecosistemas nos cuesta 50 000 millones de euros al año a escala mundial y esta cifra seguirá aumentando. La Unión Europea y los Estados miembros, nosotros, hemos fracasado rotundamente en este ámbito. Nuestro objetivo de detener el deterioro de la biodiversidad en 2010 está todavía muy lejos de ser alcanzado.

Por consiguiente, la cuestión clave ahora es cómo lograr el nuevo objetivo que nos hemos fijado para 2020. En primer lugar se trata por supuesto de una cuestión de voluntad política, pero en mi informe presento una serie de propuestas concretas. Por ejemplo, es necesario poner fin a la mentalidad pueblerina. La política y los presupuestos para la naturaleza se encuentran excesivamente aislados entre sí. Es necesario cambiar esta situación por medio de un enfoque integral. La biodiversidad debería formar parte no sólo de la política europea de protección de la naturaleza, sino también de otras políticas, como las relativas a la pesca y la agricultura, y la política regional. Ya se han dado los primeros pasos en esa dirección, lo sé, pero debemos ir más lejos. La reforma de la política agrícola común, por ejemplo, ofrece oportunidades para ello, por ejemplo, mediante la remuneración de los servicios sociales o la indemnización de los agricultores por la producción sostenible en reservas naturales o zonas cercanas a ellas.

Mi segunda observación es que tenemos que generar situaciones favorables para todas las partes, en las que la economía y la ecología vayan de la mano, lo que ofrecerá igualmente la oportunidad de crear empleos ecológicos en Europa.

Otra recomendación consiste en mejorar la cooperación e interconexión entre los lugares de la red Natura 2000. Actualmente no existe un enfoque transfronterizo, a pesar de que los animales y las plantas no se detienen en las fronteras nacionales. Asimismo pedimos a la Comisión que dé muestras de un mayor liderazgo y ofrezca más claridad. Después de todo, las diferencias entre los Estados miembros en relación con la red Natura 2000, por ejemplo, son considerables.

Apoyamos en general las propuestas y ambiciones de la Comisión Europea para detener el deterioro de la biodiversidad de aquí a 2020, lo que constituye de hecho el nivel mínimo de ambición. No obstante, nuestra ambición incluye igualmente la restauración de la biodiversidad. Desde luego, es necesario prestar más atención a la biodiversidad a nivel internacional. Para ello, Europa debe hablar con firmeza y claridad, y con una sola voz en la conferencia de Nagoya que tendrá lugar el mes próximo.

En el caso de los nuevos planes, las evaluaciones de impacto de sus efectos ecológicos y socioeconómicos revisten una gran importancia, pero no como una táctica de demora, como una excusa, sino para ofrecer claridad.

Por último, también pedimos a la Comisión Europea una nueva política, por ejemplo, sobre las especies foráneas invasoras. Después de todo, la protección de una especie puede requerir la gestión activa de otra. Si no se adoptan medidas en contra de la ardilla gris, la ardilla roja del Reino Unido no tendrá grandes posibilidades de supervivencia. Asimismo, la liberación de miles de hámsteres silvestres en Limburgo Meridional parece haber tenido muy poco efecto, ya que un sólo zorro puede comer 300 de ellos cada año. En resumen, lo que se espera de nosotros en los próximos años es ambición y realismo.

Quisiera finalizar dando las gracias a los ponentes alternativos por su constructiva cooperación que tuvo por resultado la aprobación por unanimidad de este informe en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública, y también al Comisario Potočnik, que no ha podido asistir por encontrarse en Nueva York para tratar cuestiones relacionadas con la biodiversidad. Confío, no obstante, en que el Comisario De Gucht, que ha escuchado esta intervención en su lengua materna, lo repetirá fielmente a su homólogo.

 
  
MPphoto
 

  Karel De Gucht, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, Señorías, en estos momentos, el Comisario Potočnik se encuentra en Nueva York para asistir a los debates sobre el Año Internacional de la Biodiversidad de las Naciones Unidas, por lo que estoy seguro de que entenderán que no haya podido asistir personalmente a esta sesión.

Por consiguiente me corresponde a mí dar las gracias, en nombre de la Comisión, a la señora de Lange por haber redactado este informe tan oportuno sobre la protección de la biodiversidad y la aplicación de la legislación de la UE relativa a la protección de la naturaleza. Quiero subrayar el término «oportuno», ya que la UE se encuentra actualmente en una encrucijada en relación con su política en materia de protección de la biodiversidad y la naturaleza.

La Comisión comparte la profunda preocupación de Sus Señorías por el enorme ritmo con el que se pierde diversidad por causas antropogénicas. La Comisión es consciente de la enorme degradación de los servicios de los ecosistemas que presta la biodiversidad, de los cuales depende nuestra supervivencia, y se muestra alarmada por ello.

Desde la adopción del objetivo de 2010, hemos logrado varias cosas en la UE de las que podemos sentirnos orgullosos. La red Natura 2000 de zonas protegidas se ha ampliado hasta cubrir casi el 20 % de su territorio de la UE, y su ampliación prosigue tanto en tierra como en el mar. A pesar de ello no hemos alcanzado nuestro anterior objetivo de detener la pérdida de biodiversidad en 2010. A pesar de ello y de los difíciles debates sobre una crisis económica sin precedentes en Europa, el Consejo Europeo de primavera aprobó un nuevo objetivo en materia de biodiversidad.

Nuestro nuevo objetivo refleja una alto nivel de ambición, pues pide que la UE reduzca a la mitad la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios de los ecosistemas para 2020, y su restauración, cuando sea posible, así como un aumento de la aportación de la UE para evitar la pérdida de biodiversidad a nivel mundial. En su discurso sobre el estado de la Unión, el Presidente Barroso declaró su compromiso con este objetivo, tema al que concede la mayor importancia y que debe abordarse urgentemente.

Sabemos cuáles han sido los principales problemas para alcanzar los objetivos. Uno de los principales problemas es el carácter mismo de la propia política de biodiversidad. La biodiversidad es compleja y abarca numerosos ámbitos. Las responsabilidades a este respecto se encuentran muy distribuidas, y esta difusión ha sido un inconveniente, porque al final se reduce al habitual problema de que todos son responsables, pero nadie culpable.

Esta es una época de metamorfosis en la UE y muchas políticas que han tenido repercusiones muy importantes en la biodiversidad se encuentran en proceso de revisión, como la política agrícola común, la política pesquera común y la política de cohesión. Así pues, nos encontramos en una encrucijada muy importante, en la que podemos seguir el camino correcto para integrar plenamente la biodiversidad en dichas políticas y alcanzar nuestros objetivos con seguridad, o bien podemos cometer el error de tomar otro camino y no llegar nunca a nuestro destino —el objetivo acordado para 2020— y tener que enfrentarnos a una pérdida irreversible de biodiversidad que podría tener consecuencias catastróficas.

En la resolución se habla mucho de las muy preocupantes tendencias que presenta la pérdida de biodiversidad en Europa y a escala mundial, de las enormes presiones que sufren las especies y ecosistemas, de las posibles soluciones, del valor de los servicios que prestan los ecosistemas y de sus estrechos lazos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la lucha contra el cambio climático.

Tenemos ante nosotros una tarea ingente para conservar la vida en nuestro planeta, pero la magnitud de este reto no debe desanimarnos. La Comisión no se desanima y elaborará una nueva estrategia para que la UE alcance su objetivo en materia de biodiversidad en 2020.

Asimismo, la Comisión trabaja en una comunicación sobre la financiación de la red Natura 2000 de zonas protegidas. Un mejor uso de los recursos disponibles permitirá sin duda mayores beneficios en lo que respecta a la conservación de la biodiversidad y de la naturaleza.

Coincidimos plenamente con el gran énfasis que pone el informe en la acuciante necesidad de aplicar plenamente la legislación sobre protección de la naturaleza, sin lo cual nunca podremos alcanzar nuestro nuevo objetivo.

Estamos a la espera de los debates con Sus Señorías para trabajar juntos para elaborar un paquete de medidas que nos permita alcanzar nuestro nuevo objetivo en materia de biodiversidad. Quiero aprovechar esta oportunidad para reconocer la gran aportación que ha hecho a este debate el informe de la señora de Lange.

 
  
MPphoto
 

  Isabella Lövin, ponente de opinión de la Comisión de Pesca.(SV) Señor Presidente, quiero expresar mi agradecimiento a la señora de Lange por la labor que ha realizado en este informe. Me alegra mucho que la Comisión de Pesca apoye un punto de vista que subraya la enorme importancia que tiene la concordancia entre nuestras distintas políticas. Entre un 70 % y un 90 % de los grandes peces depredadores de los océanos de todo el mundo se habrán extinguido debido a la pesca excesiva en los próximos 50 años, y la UE debe tomarse muy en serio esta amenaza, pues reducirá la resistencia de los ecosistemas de nuestros mares que tanto necesitamos para que absorban el dióxido de carbono y formen parte de nuestra solución para evitar el cambio climático.

La UE debe situarse a la vanguardia de este tema en la conferencia de Nagoya de este otoño y también a la hora de reformar la política pesquera común. La Comisión de Pesca desea destacar la necesidad de una ordenación del espacio marítimo y de una política marítima integrada. No podemos seguir permitiendo que cada sector trabaje por separado, como si el mundo natural no estuviera interconectado, y tenemos que tomarnos muy en serio los objetivos que nos hemos fijado para contener la pérdida de biodiversidad también en la política pesquera.

 
  
MPphoto
 

  Richard Seeber, en nombre del Grupo PPE.(DE) Señor Presidente, quisiera felicitar a la señora de Lange por su excelente informe, al igual que a los ponentes alternativos por su valiosa cooperación. Los hechos y las cifras están sobre la mesa, aparecen en ese informe y resulta evidente que tenemos la obligación moral de conservar la biodiversidad, pero también tenemos una obligación medioambiental y económica.

Sería insensato que no tuviéramos un mayor éxito en este aspecto en el futuro. Solamente veo un problema en todo ello y es la aceptación por parte de los ciudadanos. Cuando hablamos sobre la red Natura 2000 en particular, observo que en algunos Estados miembros hemos tenido un gran éxito en la creación de estas redes y en su aplicación, pero no tanto en otros. La Comisión debería prestar más atención a velar por que se apliquen las mismas normas en todas partes también en este caso. A muchos ciudadanos no les molesta que se proteja la biodiversidad, pues lo entienden. Lo que no entienden, sin embargo, es que en algunos Estados miembros está protección se lleve a cabo sin entusiasmo, mientras que en otros se haga con rigor excesivo. Si pudiéramos establecer condiciones iguales en este ámbito, obtendríamos la aceptación política de la gente, lo que constituye la conditio sine qua non para que esta política tenga éxito a largo plazo.

Por ello pido a la Comisión que presente orientaciones que nos den al menos directrices uniformes en este ámbito. Usted, señor Presidente, conoce muy bien un país en el que, en este ámbito de la biodiversidad, algunas cosas se hacen sin la debida atención, y siempre se ha acusado a Europa de ser incapaz de juzgar a todos con el mismo rasero.

 
  
MPphoto
 

  Jo Leinen, en nombre del Grupo S&D.(DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, no voy a apuntar con el dedo a un país determinado, pero creo que el dedo nos apunta a todos, pues la Estrategia UE 2010 no ha funcionado y debemos concebir nuevos enfoques para la nueva década que finaliza en 2020. En unas cuantas semanas, la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica tendrá lugar en Nagoya, y espero que no sea una decepción parecida a la de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de Copenhague. No debe producirse un nuevo fracaso en una conferencia mundial sobre la conservación de la naturaleza tan importante, y la UE debe desempeñar un papel destacado para que así sea. Debemos presionar para que se adopte un ambicioso programa para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial. Tenemos que mostrarnos solidarios a la hora de financiar estas medidas y la UE debe hablar con una sola voz y no con 27.

Se mencionado el Estudio sobre la economía de los ecosistemas y la biodiversidad (TEEB). Cada año se pierden 50 000 millones de euros como consecuencia de la desaparición de especies. En este caso, el 0,2 % de los recursos financieros del presupuesto de la UE que se destinan a la conservación de la naturaleza resulta demasiado escaso y mezquino. En el programa de financiación a medio plazo simplemente deben consignarse más recursos para la conservación de especies. En cuanto a la solidaridad de la UE con el resto del mundo, necesitamos un instrumento que podamos usar para dar algo a cambio de las especies que utilizamos, en particular, de las plantas medicinales. Los países en desarrollo necesitan recibir una compensación.

Creo también que la clave para el éxito reside en considerar la biodiversidad como una tarea multisectorial. La agricultura, la silvicultura, la pesca, la explotación marina, todas ellas deben considerarse desde una perspectiva que tenga en cuenta la conservación de las especies. Una Directiva en materia de protección del suelo resistiría una nueva importancia. El suelo es un depósito de CO2, y los cambios en el suelo representan una posibilidad muy negativa.

El Parlamento defenderá la biodiversidad. Felicidades a la ponente.

 
  
MPphoto
 

  Gerben-Jan Gerbrandy, en nombre del Grupo ALDE.(NL) Yo también quiero dar las gracias a la ponente por la labor que ha realizado en este informe, que se debe al fracaso de nuestra propia estrategia europea sobre biodiversidad. Se suponía que esta estrategia, adoptada en 2000, detendría la pérdida de biodiversidad. Al final ha resultado ser más que un fracaso, un fiasco absoluto. Después de todo, ni siquiera hemos logrado reducir el ritmo de deterioro. Como si fuéramos langostas humanas, seguimos arrasando nuestro planeta y nuestra hambre parece insaciable.

¿No hacemos nada? Claro que sí. La red Natura 2000 ha registrado importantes éxitos en muchos Estados miembros. Se han logrado resultados, pero estos han sido demasiado limitados. Y todo ello no incluye la creciente lista de especies animales en peligro. Se han hecho muchas grandes declaraciones, como la del Consejo Europeo, por ejemplo —a la que mañana sin duda se añadirá otra en la Asamblea General de las Naciones Unidas—, pero a la hora de la verdad, las mismas personas se hacen las desentendidas. Cuando el dinero aprieta y es necesario tomar decisiones, súbitamente, los pescadores son considerados más importantes que la supervivencia de muchas especies de peces, se permite a los agricultores ampliar su explotación a expensas de un sitio natural sensible, o se considera que el sector forestal es más importante que la conservación de los bosques.

Influyentes estudios indican que, a largo plazo, estas decisiones erróneas nos cuestan un 7 % del producto interno bruto anual, lo que representa 14 billones de euros —es decir, doce ceros— cada año. Resulta difícil imaginar un palo más duro, En los próximos meses tendremos la oportunidad de mostrar que vamos en serio, y no sólo con la definición de la nueva estrategia sobre biodiversidad, sino con la definición de una nueva política agrícola, con la nueva política pesquera, con los nuevos acuerdos comerciales. De hecho, es en otros sectores que se decidirá la suerte de nuestra flora y fauna.

Esperemos que esos mismos ministros hagan sus grandes declaraciones y mantengan en esa misma ocasión la cabeza alta y demuestren valentía a la hora de hacer las decisiones correctas. De lo contrario, la nueva estrategia sobre biodiversidad no será más que un tigre de papel, como la anterior. Estoy convencido de una cosa y es que, a diferencia de los tigres de verdad, los de papel nunca se extinguen, pues el género humano produce un número más que suficiente.

 
  
MPphoto
 

  Sandrine Bélier, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señor Presidente, Señorías, como ya se ha dicho, estamos en el Año Internacional de la biodiversidad y en él se nos pide que nos comprometamos a resolver una triple crisis. Estos tres elementos conectados entre sí requieren un enfoque coherente e integrado si queremos hacerles frente y salir de una crisis ecológica que tiene repercusiones directas en nuestra economía y nuestro modelo social.

Esta triple crisis comprende la seguridad alimentaria, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Me gustaría recordar a Sus Señorías que la biodiversidad no tiene precio, pero que su pérdida, su deterioro y su destrucción tienen un coste que contribuye al aumento de la pobreza y genera desigualdades y pérdidas considerables en términos económicos, sociales y culturales.

Como ya se ha dicho —y sabemos con toda seguridad— un 40 % de la economía mundial depende directamente de los servicios que presta la naturaleza, y un 60 % de ellos han sufrido un grave deterioro. Europa ha perdido un 30 % de su diversidad en los últimos 40 años. Esta pérdida se estima actualmente en el 1 % del PIB de la UE —es decir, 50 000 millones de euros anuales— y podría alcanzar 14 billones de euros en 2050 si no hacemos nada, ya que el deterioro se acelera, y las causas del fracaso de las anteriores políticas de la UE en este ámbito son bien conocidas y figuran claramente en el informe. En el informe aparecen igualmente las medidas que es preciso adoptar. Por ello esperamos que el informe sea aprobado por una amplia mayoría, y queremos dar las gracias a la señora de Lange por su labor.

Ahora tenemos que pasar de las palabras e intenciones a los hechos, de los objetivos a los medios. No puedo ocultar varias decepciones: la falta de receptividad por parte del Consejo y de la Comisión a pesar de la urgente necesidad de actuar, el hecho de que la cuarta Directiva sobre suelos siga bloqueada en el Consejo, que la biocondicionalidad para todas las finanzas públicas haya sido rechazada por un solo voto en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, y que los retos asociados a la biodiversidad no se hayan incorporado más ampliamente en la Estrategia Europa 2020 a fin de garantizar una salida sostenible de la crisis mediante la adopción de un enfoque más ecológico para nuestro modelo económico.

Se necesita coherencia. Todavía queda tiempo para entenderlo y comprometernos a la conservación y mejora de nuestro capital natural, pues se trata de una inversión para el futuro.

 
  
MPphoto
 

  Peter van Dalen, en nombre del Grupo ECR.(NL) Observamos con pesar que, precisamente en estos momentos —en 2010, el Año Internacional de la Biodiversidad— los objetivos están muy lejos de ser alcanzados. La biodiversidad en Europa y en todo el mundo se deteriora con rapidez, lo que resulta sumamente alarmante. La biodiversidad es el centro de la creación de Dios y el capital natural del mundo. Constituye la base de nuestros alimentos y de las materia primas que usamos, y también garantiza la estabilidad del clima.

Por ello ha llegado el momento de dejar de hablar —incluso en esta Cámara— y de comenzar a adoptar en serio medidas tangibles conjuntamente. La Comisión, los Estados miembros y esta Cámara deben hablar con una sola voz si desean alcanzar el ambicioso objetivo que deseamos conseguir en 2020, a saber, detener la pérdida de biodiversidad, así como una visión para garantizar que los ecosistemas sean protegidos, valorados y restaurados.

 
  
MPphoto
 

  João Ferreira, en nombre del Grupo GUE/NGL.(PT) La definición de una red ecológica coherente a nivel europeo, que reúna hábitats importantes y representativos —muchos de los cuales se encuentran amenazados—, constituye una condición importante para garantizar la conservación de la biodiversidad, pero no es suficiente por sí sola.

Se requieren fondos suficientes para gestionar esta red, con el fin no sólo de hacer un seguimiento de los factores que la amenazan y conservar las zonas ya existentes, sino también para la restauración y reclasificación de las zonas degradadas. Por ello resulta lamentable que la creación de la red Natura 2000 no haya ido acompañada de la creación de instrumentos financieros específicos destinados a la gestión de las zonas incluidas en ella, algo que ha puesto y sigue poniendo en peligro su eficacia. Los recortes al instrumento financiero para el medio ambiente en el presupuesto de 2010 —en el cual aumentaron los gastos militares— resultan igualmente lamentables.

Sin embargo, una conservación eficaz de la biodiversidad en sus múltiples aspectos requiere igualmente su inclusión en una serie de importantes políticas sectoriales, y es en este aspecto que las políticas que sigue la Unión Europea, de la política agrícola a la comercial, necesitan urgentemente una profunda reforma. Aprovecho que el Comisario encargado de esta cartera se encuentra presente para decirlo. Queda mucho por hacer e invertir en las políticas de la Unión Europea en bien de nuestra biodiversidad.

 
  
MPphoto
 

  Anna Rosbach, en nombre del Grupo EFD.(DA) Señor Presidente, resulta realmente lamentable que tengamos ante nosotros un informe sobre biodiversidad que diga que tenemos que cuidar nuestro planeta, pues debería ser evidente. Sin embargo, como es obvio que no somos capaces de cuidar de las tierras, el agua, las montañas, las plantas y los animales, ahora contamos con un informe sumamente exhaustivo que pasa revista a la pérdida diaria de biodiversidad. Por ello coincido con la ponente en que la política pesquera común debe proteger la biodiversidad. Habrá que introducir enmiendas, pero estas son necesarias.

Otro tanto puede decirse de la agricultura. No tiene caso seguir utilizando plaguicidas. La conservación de la biodiversidad debe incorporarse también a esta política para que se convierta en una parte natural del sector.

La industria es un actor importante. Resulta difícil ser competitivo a nivel mundial y, al mismo tiempo, tener en cuenta los deseos del Parlamento. Sin embargo, yo diría a los que trabajan en la industria, la agricultura y la pesca que viven en este mundo y que también sus hijos deberían poder oír el canto de los pájaros. Lo más importante, no obstante, es que todos los ciudadanos de la UE transformen todas estas grandes palabras sobre la protección de la naturaleza en actos en su vida diaria.

 
  
MPphoto
 

  Cristina Gutiérrez-Cortines (PPE). (ES) Señor Presidente, creo que en el Año de la Biodiversidad hemos hablado mucho de la tragedia que está ocurriendo, pero muy poco de soluciones. Yo creo que la sociedad necesita soluciones, nuevas formas de aproximación al problema.

En primer lugar, esa división que ha hecho Europa de zonas biogeográficas tendría que traducirse en una política concreta, porque los problemas de unas y otras zonas de Europa no son los mismos. Por tanto, tendríamos que hacer una micropolítica dedicada a la biodiversidad porque, precisamente, la biodiversidad es local.

En segundo lugar, es tremendo que estemos de espaldas a toda actuación sobre el suelo y sobre el abandono de los suelos agrarios cuando precisamente el ciclo trófico de los animales exige un estudio pormenorizado de cada área. Y eso está sin hacer. No se sabe que, en muchas áreas, plantando determinados árboles hay más pájaros, que plantando determinadas plantas también hay más insectos. Los expertos reconocen que la falta de insectos es la gran tragedia de la pérdida de la biodiversidad, sobre todo en relación con las aves. Nada se habla del problema del suelo, de los insectos y de la riqueza orgánica del suelo. Parece un crimen hablar del suelo en Europa.

Y, por último, quiero decir que los propietarios son esenciales. En la comisión han rechazado una enmienda mía sobre los stakeholder. Pero bueno, si tenemos pájaros o animales: ¿no tendrá algo que decir el agricultor que planta las plantas donde vienen ellos a comer?; ¿no tendrá algo que decir el propietario del hábitat?; ¿no tendrán algo que decir los agricultores? Esta manera de imponer dictaduras ideológicas creo que tiene que acabar en Europa si queremos conseguir una mejor biodiversidad.

 
  
MPphoto
 

  Andrés Perelló Rodríguez (S&D). (ES) Señor Presidente, dice la señora de Lange que suena la campana de alarma, y es verdad. Y suena también la frustración, como se está oyendo en las intervenciones de este Pleno, por no haber alcanzado los Objetivos del Milenio.

Y la verdad es que lo que nos jugamos es mucho. Es tan frágil nuestro entorno natural que si un día el pez grande decidiera que no se va a continuar comiendo al pequeño, tendríamos que pagarlo todo del bolsillo generacional con nuestra salud y nuestro bienestar como moneda de cambio.

La Unión Europea es líder hoy en la lucha contra el cambio climático y lo ha sido durante un tiempo en medidas pioneras y de conservación. Pero, tal y como demuestran los objetivos no cumplidos, parece como si hubiera faltado voluntad, no solo de implementación y coordinación —que también se han mencionado aquí— sino también de expansión, para ir más allá de nuestras delimitadísimas zonas especiales de conservación.

Desde luego, la biodiversidad no es una pieza de museo que se pueda encerrar en un área gueto, como parece a veces que se hace, echándole un ojo de vez en cuando. La biodiversidad vive y no tiene fronteras, cruza toda la tierra con un efecto dominó en el que, si una ficha cae, caen todas las demás.

Y yo quiero llamar la atención sobre la necesidad de una voluntad global y más comunitaria, especialmente en lo referido al suelo, porque la subsidiariedad como único método para la gestión del suelo o de los bosques puede ser uno de los nuevos temibles enemigos de la biodiversidad. Por eso llamo la atención sobre el apartado 67, y el posible resultado de la votación, y les pido que rechacen la segunda parte, porque estoy convencido de que una política común en materia de suelos ayudaría a la conservación de la totalidad del territorio europeo, tan variado, tan diverso —para bien y para mal—, tan falto de voluntad política por parte de los Estados y tan necesitado de, cada vez más, Unión Europea, con toda la extensión de la palabra y lo que ello significa: más Unión también para el suelo.

 
  
MPphoto
 

  Bas Eickhout (Verts/ALE).(NL) Señor Presidente, quisiera dar las gracias a la señora de Lange, por su informe sobre la biodiversidad europea. Después de todo, Europa no ha logrado detener la pérdida de biodiversidad, lo que constituye un serio problema que requiere atención, como pide con toda razón la señora de Lange.

El Parlamento apoya los esfuerzos que realiza la Comisión para detener la pérdida de biodiversidad al menos en 2020. Esto debe implicar algo, porque de lo contrario tendremos que llegar a la conclusión en 2020 que el objetivo no ha sido alcanzado. Implica cambiar nuestra política agrícola y la forma en que gastamos el dinero en nuestra política pesquera, implica cambiar nuestra política de infraestructuras y también nuestro planteamiento en materia de desarrollo regional.

Todo ello se debatirá en el marco de las perspectivas financieras para el próximo período, y supongo que la señora de Lange y el señor van Dalen, que ha hablado tan bien sobre la biodiversidad, formularán sus palabras en nuestros debates sobre estas perspectivas financieras. Después de todo, lo importante es que nosotros —Europa— reforcemos y protejamos realmente nuestra política en materia de biodiversidad. De lo contrario, no serán más que palabras huecas.

 
  
MPphoto
 

  James Nicholson (ECR). – Señor Presidente, en este informe se reconoce con gran acierto el papel que desempeñan los agricultores en la conservación de la biodiversidad y su contribución a las buenas prácticas medioambientales en general.

Cuando deliberemos sobre la inminente reforma de la política agrícola común, uno de los principales argumentos de este debate se centrará en la responsabilidad de los agricultores en este aspecto y en la forma en que se les debería compensar por los beneficios o bienes públicos medioambientales que nos brindan.

Me parece que debemos cambiar la forma en que planteamos esta cuestión. Me gustaría que se incentivara a los agricultores para que adoptaran medidas agroambientales, en lugar de imponerles estrictas normas de condicionalidad.

A este respecto prefiero la zanahoria al palo. El informe de la señora de Lange menciona la idea de un pago directo adicional, idea que me parece muy interesante, pues incentivaría a los agricultores a proteger mejor el medio ambiente.

No estoy de acuerdo con aquellos que afirman que necesitamos una Directiva sobre suelos. No creo que la necesitemos Tenemos suficientes herramientas en la caja. Lo que tenemos que hacer es enfrentarnos a los retos actuales en este ámbito, y no tengo la menor duda que podremos hacerlo con las reformas.

 
  
MPphoto
 

  Elena Oana Antonescu (PPE).(RO) Yo también quiero felicitar a la ponente, señora de Lange, por todos los esfuerzos que ha invertido para compilar y gestionar este expediente.

Todo depende de la biodiversidad, ya se trate de mantener los ecosistemas naturales, de regular el clima, del agua y el aire, de la fertilidad de las tierras o de la producción de alimentos, combustibles, fibras y medicamentos. La Comisión Europea y los Estados miembros en particular deben asumir un compromiso activo con la conservación de los recursos naturales necesarios para el desarrollo sostenibles de las comunidades mediante la producción de recursos renovables y el mantenimiento del valor paisajístico y recreativo, y su protección y los equilibrios ecológicos necesarios para mantener un entorno sano.

Sería conveniente un aumento de los recursos destinados al instrumento financiero para el medio ambiente de la UE, a pesar de que tan sólo representa una pequeña parte del presupuesto de la UE. Necesitamos programas de inversión complementarios y debemos encontrar la manera de estimular inversiones que promuevan la biodiversidad, así como desanimar las inversiones que afecten a la biodiversidad, tanto en el sector público como el privado. Tenemos que establecer buenas prácticas en lo referente a la eficacia y valor añadido de los proyectos.

Coincido igualmente con la ponente en pedir a la Comisión que tenga en cuenta todos factores importantes para la sostenibilidad de los proyectos e introduzca un seguimiento sistemático de los mismos.

 
  
MPphoto
 

  Kathleen Van Brempt (S&D).(NL) Señor Presidente, tras escuchar a los oradores que han intervenido, se observa un amplio consenso respecto a la urgencia de este asunto. Y esta urgencia existe, desde luego, pero debemos tener la valentía de llegar realmente al meollo de la cuestión.

El Programa para el Medio Ambiente de las Naciones ha calculado que las inversiones en la biodiversidad pueden dar buenos rendimientos, pues por cada euro gastado de pueden obtener entre 3 y 75. Esto significa que las inversiones en la biodiversidad pueden representar un considerable valor añadido de carácter económico. Si es así, sin embargo, tenemos que actuar con audacia y seguir este enfoque de forma coherente en todos los sectores, incluida la pesca, la agricultura y nuestras Fondos Estructurales. Aunque hemos avanzado mucho en los últimos 10 a 15 años en el sector de la agricultura, nuestro objetivo final sigue estando muy lejos.

Si se desea, la agricultura puede ayudar a promover la biodiversidad, en lugar de destruirla. Por ello, el reto al que debemos enfrentarnos en toda la UE consiste no solamente en hacer uso del instrumento financiero para el medio ambiente (LIFE), sino en seguir este enfoque de forma coherente en todos los sectores que sea posible.

 
  
MPphoto
 

  Maria Da Graça Carvalho (PPE).(PT) Señor Presidente, señor Comisario, este importante informe refleja la necesidad de intensificar los esfuerzos para conservar la biodiversidad. Resulta lamentable que no se haya alcanzado el objetivo de la UE de estabilizar la pérdida de biodiversidad para 2010, adoptado en Gotemburgo en 2001. Las consecuencias de la pérdida de biodiversidad ponen en peligro nuestro futuro y bienestar, y tienen repercusiones económicas directas. La correcta aplicación de la legislación relativa a la red Natura 2000 desempeña un importante papel para alcanzar los objetivos en materia de biodiversidad.

Exhorto en este contexto a los Estados miembros que concedan la mayor prioridad a la aplicación de la red Natura 2000. Asimismo es importante que la Comisión vele por una mayor integración de las cuestiones relacionadas con la biodiversidad en otras políticas, como la agricultura, la pesca, la política regional, el turismo y el desarrollo. El presupuesto para investigación científica en el ámbito del medio ambiente y la biodiversidad debe aumentarse en el Octavo Programa Marco a fin de que esté a la altura de los retos. Por estos motivos debe establecerse un nuevo e importante objetivo para 2020, destinado a evitar la pérdida de biodiversidad en la UE y a escala mundial.

 
  
MPphoto
 

  Seán Kelly (PPE). – Señor Presidente, una canción dice que «Todas las criaturas del Señor tienen un lugar en el coro, algunas cantan con voz aguda y otras con voz grave, y otras más simplemente aplauden». Desgraciadamente observamos que muchas de las criaturas del Señor comienzan a extinguirse, sobre todo por las actividades del ser humano, del homo sapiens. Ha llegado el momento de actuar con sensatez en esta cuestión.

Estoy totalmente de acuerdo con la señora de Lange y otros oradores en que ya es hora de actuar. Los argumentos económicos son irrefutables; una pérdida de 50 000 millones de euros actualmente, es decir, del 1 % del PIB, que aumentaría a 14 billones de euros si no lo impedimos.

Esta podría ser una situación favorable para todas las partes, pero para ello se requieren dos cosas. Estoy de acuerdo con el señor Nicholson en que es preferible utilizar la zanahoria, sin duda con los pescadores y los agricultores, pero también en la educación de los jóvenes.

 
  
MPphoto
 

  Bogusław Sonik (PPE).(PL) La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que 2010 sería el Año Internacional de la Biodiversidad. Las celebraciones de este año ofrecen una oportunidad para llevar a cabo una campaña para sensibilizar a la sociedad acerca de la biodiversidad. Según datos del Eurobarómetro correspondientes a abril de 2010, tan sólo un 38 % de los encuestados conocían la definición de biodiversidad. Necesitamos dar a conocer la importancia que tiene la biodiversidad para la calidad de la vida humana y destacar los logros alcanzados hasta hora en el ámbito de la protección de los recursos naturales, así como alentar a que se hagan esfuerzos más intensos para luchar contra la pérdida de biodiversidad.

Las jornadas del patrimonio, en las que generalmente se celebra el patrimonio histórico o arquitectónico, tienen un gran éxito. Creo que la Comisión podría poner en marcha una iniciativa similar y celebrar jornadas sobre nuestro patrimonio natural a fin de aumentar la visibilidad e importancia de la biodiversidad. También creo, y hago un llamamiento a este respecto, que en vista de la próxima Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que se celebrará en Nagoya, es indispensable que la Unión Europea declare su posición respecto a la estrategia sobre la diversidad a partir de 2020 por lo que respecta a su política financiera y el consenso entre los Estados miembros en relación con las medidas que habría que adoptar para incorporarla en el futuro en la legislación nacional.

 
  
MPphoto
 

  Christa Klaß (PPE).(DE) Señor Presidente, tenemos que tratar el gran obsequio de la naturaleza de forma sostenible y responsable. Creo a este respecto que la naturaleza puede conservarse si la gestionamos. La gestión de las tierras y la conservación de la biodiversidad no son conceptos contradictorios. Al contrario, una gestión integrada crea hábitats.

Lo podemos ver en mi país, por ejemplo, y los efectos aumentan en las zonas no gestionadas en las que han desaparecido los viñedos. La Apollo, una especie rara de mariposa, ha regresado a estas zonas. Vive en muros que se desbrozan y no en los matorrales. La introducción de una protección integrada de las plantas y la posibilidad de concentrar estas medidas en determinados patógenos resulta sumamente beneficiosa para la biodiversidad. La agricultura requiere una remuneración especial por la prestación de servicios especiales. Es importante que velemos por que la obtenga en el futuro por medio de una política agrícola común eficaz.

Ya hemos adoptado un gran número de normativas legales. No cabe duda que algunas de ellas aún deben ser sometidas a prueba. Asimismo, observamos que los reglamentos europeos no se aplican en la misma medida en todos los Estados miembros. A este respecto necesitamos una mayor obligación de cumplimiento, así como controles uniformes de su aplicación. En cuanto a la protección del suelo, los Estados miembros ya pueden dar un primer paso. No necesitan esperar a que se adopte una Directiva europea.

 
  
MPphoto
 

  Csaba Sándor Tabajdi (S&D).(HU) Estoy muy agradecido con la señora de Lange, pues he tenido mis propias experiencias en este tema. Numerosos agricultores húngaros se pusieron en contacto conmigo el año pasado para quejarse de la reducción de las subvenciones por pastizales en el marco de la política agrícola común si no se retiraban de ellos árboles y matorrales autóctonos. Había un auténtico enfrentamiento entre las ayudas agrícolas y la biodiversidad. Por una parte, damos ayudas a los agricultores para que coloquen cajas artificiales para las aves y, por la otra, les concedemos incentivos para que destruyan el hábitat natural de las aves y otros animales. Existe un refrán húngaro que resume muy bien esta situación: la mano derecha no sabe lo que hace la izquierda. Es por ello que resulta tan importante dar prioridad a la revisión del programa Natura 2000 que tendrá lugar el año próximo, a la reforma de la PAC y al desarrollo de una nueva política del agua en 2011-2012.

 
  
MPphoto
 

  Rovana Plumb (S&D).(RO) Quiero felicitar a la ponente por su importante informe. Tengo que mencionar el principal instrumento que tiene la UE para proteger la biodiversidad y los ecosistemas, que es la red Natura 2000, la cual cubre un 18 % de la superficie terrestre de la UE y un 17,84 % en el caso de Rumanía.

Según las estimaciones financieras de la Comisión, el coste anual de gestionar la red Natura 2000 se eleva a 6 100 millones de euros, y en el caso de Rumanía a 342 millones. Puesto que todos tenemos el objetivo de proteger la biodiversidad, creo que la Comisión debe incrementar los fondos destinados a la protección de la biodiversidad en el nuevo marco financiero plurianual que comienza en 2014, y llevar a cabo una evaluación a medio período del actual marco presupuestario, sobre todo en vista de que no será posible alcanzar la meta de contener la pérdida de biodiversidad en 2010.

 
  
MPphoto
 

  Barbara Matera (PPE).(IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, la conservación de la biodiversidad es un tema importante y actual, que desgraciadamente muchos no valoran.

Un gran número de ciudadanos de los 27 Estados miembros no comprende el grave riesgo que supone la pérdida de biodiversidad, ni las repercusiones que podría tener en el clima, el medio ambiente y la economía de nuestros países.

Estoy convencido de que nos corresponde la tarea de aplicar plena y eficazmente la legislación europea vigente, integrar las fuentes de financiación con las políticas para conservar la biodiversidad en Europa y simplificar las normas para acceder a fondos para financiar proyectos a nivel local. Me refiero al programa LIFE, que mencionó la señora Antonescu.

Asimismo, la conservación de los hábitats terrestres y marinos debe ser una prioridad de la agenda europea, pero también de la de todos los Estados miembros, los cuales deben trabajar para armonizar su intervenciones. La conservación de la biodiversidad debe convertirse en criterio a todos los niveles locales.

Quiero finalizar diciendo que el Parlamento debe enviar un firme mensaje a Europa a favor de la mejora de la calidad de nuestra vida, pero sobre todo de la de las generaciones futuras.

 
  
MPphoto
 

  Rareş-Lucian Niculescu (PPE).(RO) Me gustaría alertar de una preocupante situación con este informe como telón de fondo. Según una serie de estudios recientes se ha observado una mortalidad sin precedentes entre los peces del Mar Negro. Las mayores fuentes de contaminación que afectan a la biodiversidad marina de esta zona son los ríos Dnepr, Don, Dniester y Danubio, que vierten cada año 600 000 toneladas de fósforo y 340 toneladas de nitrógeno inorgánico al Mar Negro. Un grupo de expertos estima que la vida marina podría desaparecer totalmente de este mar en unos 30 años debido al sulfuro de hidrógeno.

Creo que habría que conceder prioridad a estos temas en la agenda europea. Es por ello que me alegro del informe que hemos debatido hoy en el Parlamento y felicito igualmente a la ponente por dicho informe.

 
  
MPphoto
 

  Janusz Wojciechowski (ECR).(PL) Quisiera felicitar a la señora de Lange por su excelente informe. Nuestro debate sobre la biodiversidad reviste una enorme importancia, pero al parecer nuestras deliberaciones no han abordado un tema muy importante, a saber, los cultivos modificados genéticamente. Estos cultivos representan una grave amenaza para la biodiversidad. En Europa todavía se cultivan muy pocas plantas modificadas genéticamente, pero nos presionan para que permitamos el cultivo de otras nuevas. Se trata de una perspectiva muy peligrosa. Es una visión de la agricultura que plantea una grave amenaza para la biodiversidad.

La pérdida de biodiversidad sería precisamente el precio que tendríamos que pagar si permitiéramos monocultivos a gran escala de plantas genéticamente modificadas. Por ello, la Unión Europea debería actuar para evitar que esto suceda. Si bien es cierto que actualmente no es posible lograr una prohibición a escala de la UE por motivos políticos —algo que deduzco de las posiciones adoptadas por los distintos grupos—, deberíamos considerar la posibilidad de retirar las subvenciones que la Unión Europea concede a las superficies que cultivan plantas modificadas genéticamente, pues no deberían financiarse con fondos de la UE.

 
  
MPphoto
 

  Angelika Werthmann (NI).(DE) Señor Presidente, Señorías, la biodiversidad nos atañe a todos. Es necesario adoptar directivas uniformes, pues el problema de la destrucción de los ecosistemas con la consiguiente pérdida de biodiversidad no se detiene en las fronteras. Por ello apoyo que se pida a la Comisión y a los Estados miembros que mejoren muchos aspectos de sus estructuras de decisión y cumplan estas normativas.

 
  
MPphoto
 

  Oreste Rossi (EFD).(IT) Señor Presidente, Señorías, la biodiversidad es un parámetro de la variedad de especies animales y vegetales en la biosfera y es resultado de largos procesos evolutivos.

La evolución es el mecanismo que ha permitido a lo largo de 3 000 millones de años que la vida se adapte a las cambiantes condiciones de la Tierra y que debe seguir cumpliendo su función para que puedan existir formas de vida en el futuro. Debe entenderse no sólo como el resultado de procesos evolutivos, sino también como el depósito de reserva al que recurre la evolución para producir todos los cambios genéticos y morfológicos que dan lugar a nuevas especies vivientes.

La biodiversidad es el seguro de vida de nuestro planeta, por lo que es necesario conservarla sin limitaciones, ya que representa un patrimonio universal que puede ofrecer ventajas inmediatas a la humanidad, como el mantenimiento de los equilibrios climáticos, tanto a nivel local como planetario, como fuente de material de estudio que nos permite obtener conocimientos fundamentales para comprender mecanismos biológicos parecidos a los humanos, o el uso sostenible de la vida silvestre para la alimentación y la medicina.

Su conservación es, con toda razón, uno de los objetivos europeos para después de 2010, el año de la biodiversidad.

 
  
MPphoto
 

  Karel De Gucht, Miembro de la Comisión. – Señor Presidente, permíteme primero intentar responder a unas cuantas preguntas de actualidad y luego hacer mis observaciones finales.

En primer lugar, en relación con las normas comunes en materia de biodiversidad, la Comisión colabora con los Estados miembros y partes interesadas para elaborar directrices para los principales sectores que influyen sobre la naturaleza, por ejemplo, la energía eólica, los puertos y los estuarios. Asimismo tenemos previsto realizar una campaña de información sobre la red Natura 2000.

La nueva estrategia sobre biodiversidad se concentrará muy especialmente en reforzar la integración con las principales políticas de la UE que afectan a la biodiversidad, como la política agrícola, la de pesca y la de desarrollo regional. Pretende desarrollar ambiciones mesurables y objetivos alcanzables para establecer prioridades para las acciones de aquí hasta 2020. Estas prioridades se establecerán en una nueva estrategia de acción de la Comisión.

En relación con la protección del suelo, la propuesta de Directiva marco presentada por la Comisión se encuentra bloqueada. Consideramos que ello constituye una laguna en nuestras políticas en materia de usos de recursos y sostenibilidad. Compartimos la preocupación de Sus Señorías por la degradación del suelo y sus consecuencias para el medio ambiente. Puedo asegurarles que trabajamos arduamente para lograr que esta cuestión avance en el Consejo.

Por último, resulta alentador que la Comisión y Sus Señorías compartan los mismos puntos de vista respecto a la urgencia e importancia de detener la pérdida de biodiversidad y restaurar los servicios de los ecosistemas. Al parecer también coincidimos en las razones que, lamentablemente, impidieron que alcanzáramos el objetivo en materia de biodiversidad en 2010. El llamamiento que figura en la resolución es claro e inequívoco: no podemos volver a fracasar. No podemos presentarnos en 2020 antes los ciudadanos de la UE para admitir que la UE no agotó todas sus posibilidades para intentar detener la pérdida de biodiversidad en Europa.

Quiero finalizar transmitiendo a Sus Señorías la consigna de la campaña a favor de la biodiversidad a escala de la UE, que pusimos en marcha este Año Internacional de la Biodiversidad, a saber: «Todos somos parte». Únicamente juntos podremos marcar la diferencia entre una extinción masiva y un planeta rico y repleto de la diversidad de la vida.

Transmitirá todos sus comentarios al Comisario encargado de este tema, señor Potočnik. Como Sus Señorías saben, asiste en estos momentos en Nueva York a una importante conferencia precisamente sobre este tema.

 
  
MPphoto
 

  Esther de Lange, ponente.(NL) Señor Presidente, quiero dar las gracias a los oradores por sus aportaciones desde diversos puntos de vista. En cualquier caso, todas estas aportaciones han indicado lo importante que es adoptar un enfoque integral o la integración. Me alegro de que el señor Comisario haya declarado su intención de tenerlo en cuenta y de hacer especial hincapié en ello en su estrategia. Por ello espero que esta estrategia brinde la claridad que necesitamos en relación con las grandes diferencias que existen entre los Estados miembros, por ejemplo, aspecto que destacó el señor Seeber.

En relación con la integración de la biodiversidad en las políticas, se han hecho todas las observaciones necesarias respecto a la política agrícola. En todo caso, un sector que gestiona más del 50 % de las zonas rurales debe desempeñar un papel a la hora de encontrar una solución a este problema. Asimismo, se ha hablado de la pesca y de la política estructural y, para responder sin más demora al señor Eickhout, le diré que sí, esta integración también se refiere naturalmente a la financiación y, en mi opinión, da igual de donde venga la financiación o que se llame al pan, pan y al vino, vino. Mientras que anteriormente solíamos matar un solo pájaro de un tiro, es decir, lograr el objetivo de una política con un único esfuerzo financiero, en nuestra política futura tendremos que matar muchos más —tres— con un solo tiro. El esfuerzo en este ámbito tendrá que lograr los objetivos de esta política no sólo en un sector determinado, sino también en otro y, de preferencia, también en un tercero. Se trata de lograr situaciones favorables para todas las partes, sobre todo en términos financieros.

Se ha mencionado la importancia de adoptar un enfoque internacional y su éxito en la conferencia de Nagoya del mes próximo. Me gustaría decir algo más en relación con el tema del suelo. El señor Perelló Rodríguez ha dicho que es muy importante adoptar un enfoque uniforme para la política del suelo en Europa. Eso es lo último que queremos, ya que el suelo presenta grandes diferencias en Europa. Le invito a que venga a echar un vistazo al lugar donde vivo, tres metros por debajo del nivel del mar. Creo que los problemas del suelo en ese lugar son totalmente distintos de los de la Península Ibérica. El informe subraya la importancia de la política del suelo y pide a los Estados miembros que asuman sus responsabilidades, pero me parece que la uniformidad en este ámbito resulta sumamente peligrosa.

Quisiera hacer una última observación: ahora hemos hablado únicamente de intervenciones públicas, de las tareas de las autoridades públicas y de la financiación pública. Sin embargo, de lo que no hemos hablado es de la responsabilidad social de las empresas (RSE), que debe incluirse en este debate. Después de todo, sólo cuando los consumidores estén dispuestos a pagar un precio justo por bienes sostenibles y producidos de forma equitativa se podrá avanzar en este debate.

 
  
  

PRESIDE: Edward McMILLAN-SCOTT
Vicepresidente

 
  
MPphoto
 
 

  Presidente. – Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar mañana (21 de septiembre de 2010).

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
MPphoto
 
 

  János Áder (PPE), por escrito.(HU) Señor Presidente, desgraciadamente todos debemos reconocer que no se ha alcanzado el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad en 2010. Según algunas estimaciones, el indicador de biodiversidad ha descendido un 30 % en los últimos 40 años, al tiempo que las causas de este excesivo deterioro de la biodiversidad no han disminuido. En vista de ello, nuestra primera tarea consiste en encontrar lo antes posible una solución a las causas de la pérdida de biodiversidad dentro de las políticas sectoriales. Esta solución plantea un gran reto a los políticos, pues muchos otros intereses económicos y sociales importantes se oponen a los esfuerzos destinados a conservar la biodiversidad. Debemos tener en cuenta, no obstante, que no podemos privar a las generaciones futuras de las ventajas de la biodiversidad a fin de mantener nuestro bienestar y desarrollo económico. Me parece importante hacer hincapié en la parte de informe en la que se pide poner fin a la pérdida de diversidad genética y especies autóctonas. ¿Qué sería de los paisajes húngaros sin el ganado gris, el cerdo de Mangalitza, el ganado picazo o la gallina moteada húngaros? Podría continuar y mencionar las manzanas de Törökbálint, las nueces de Milota o las ciruelas de Beszterce. La conservación de la diversidad genética en la agricultura y la ganadería presenta un interés crucial para numerosos países europeos en vista del valor económico, social, medioambiental y, sobre todo, para la seguridad alimentaria que tienen las especies nacionales autóctonas. Por último, en relación con el programa LIFE+, propongo que la Comisión estudie detenidamente la posibilidad de aumentar la tasa de cofinanciación de la UE, ya que la aportación que deben hacer los Estados miembros resulta extraordinariamente alta, lo que conlleva un bajo aprovechamiento del programa.

 
  
MPphoto
 
 

  Liam Aylward (ALDE), por escrito.(GA) Es vital conservar la biodiversidad. Se estima que la velocidad de extinción a nivel mundial es entre 50 y 1000 mayor que la velocidad natural habitual. En la UE; un 42 % de los mamíferos, un 43 % de las aves y un 52 % de los peces de agua dulce están en peligro de extinción. Se estima que la velocidad de pérdida será diez veces mayor en 2050. Es necesario lograr que el descenso de la biodiversidad no continúe a la velocidad actual.

Como indiqué al Consejo en el período parcial de sesiones anterior, el hecho de que no se hayan cumplido los objetivos de la UE, establecidos en Gotemburgo en 2001, para contener el deterioro de la biodiversidad en 2010, es motivo de grave preocupación. Para evitar pérdidas medioambientales, ecológicas y económicas sustanciales es necesario prestar la debida atención al valor fundamental de la biodiversidad.

Elogio el objetivo a largo plazo de restaurar la biodiversidad de la UE para 2050, pero para lograrlo, este objetivo debe figurar en un lugar destacado en las negociaciones en curso sobre el futuro de la agricultura y el medio ambiente, y habrá que adoptar medidas concretas para alcanzar resultados definidos.

 
  
MPphoto
 
 

  Vasilica Viorica Dăncilă (S&D), por escrito.(RO) La condicionalidad forma parte de la política agrícola común y tiene numerosas repercusiones para la conservación del suelo. Asimismo contempla un mecanismo de control y sanción para reducir las ayudas directas en caso de que no se cumplan las normas establecidas, las cuales incluyen no sólo la protección del medio ambiente, la salud pública, la vida silvestre, sino también el bienestar de los animales. La condicionalidad se refiere a la obligación de mantener las tierras en buen estado agrícola y medioambiental. Creo que la condicionalidad debe aplicarse a los pagos directos de apoyo a la renta y a la mayoría de los pagos medioambientales que se conceden como parte del desarrollo rural. Los Estados miembros deben establecer igualmente esta práctica a nivel nacional o regional de conformidad con el marco común vigente de la UE.

 
  
MPphoto
 
 

  Robert Dušek (S&D), por escrito.(CS) La pérdida de biodiversidad prosigue a velocidad extrema. En nivel de extinción de algunas especies es de 50 a 1000 veces mayor que el nivel natural. Detener la pérdida de biodiversidad debe convertirse en una prioridad para todos nosotros; en primer lugar, por razones éticas, ya que debemos conservar un planeta sostenible para las generaciones futuras, y en segundo lugar, por razones medioambientales, pues se requiere toda una serie de interacciones entre las especies de organismos vivos para garantizar la habitabilidad de nuestro planeta. En tercer lugar, la pérdida de biodiversidad debe contenerse por razones económicas, debido a que la naturaleza y su diversidad original nos ofrecen recursos fundamentales para la vida, como alimentos, agua, combustibles y fibras, y permiten que el suelo recupere su fertilidad, así como la polinización de las plantas. El mantenimiento de la biodiversidad es esencial para nosotros a fin de poder reducir las manifestaciones y consecuencias del cambio climático, ya que los sistemas terrestres y marinos absorben CO2 y constituyen el único mecanismo natural de captura y almacenamiento de carbono. La Directiva sobre el medio ambiente permitirá la aplicación de medidas adaptadas a la situación a nivel local. No obstante, es necesario velar por que no existan grandes diferencias entre los Estados miembros en relación con la protección de la biodiversidad. Es necesario establecer principios de protección que se cumplan invariablemente. Asimismo es necesario ampliar la protección de la biodiversidad al sector de la pesca. Los agricultores tienen que desempeñar un papel especial para proteger de forma eficaz la biodiversidad. En cuanto al crecimiento demográfico, será necesario aumenta la producción y al mismo tiempo prestar apoyo a la vida en las zonas rurales y mantener la biodiversidad de tal modo que estos tres aspectos se encuentren en equilibrio.

 
  
MPphoto
 
 

  José Manuel Fernandes (PPE) por escrito.(PT) Las Naciones Unidas declaró que 2010 sería el Año Internacional de la Biodiversidad. Desgraciadamente, la UE no alcanzará en 2010 su objetivo en materia de biodiversidad. La pérdida de biodiversidad prosigue a una velocidad alarmante. Se calcula que la velocidad de esta pérdida se acelerará hasta alcanzar un nivel diez veces mayor en 2050 que en la actualidad. En la UE, un 42 % de los mamíferos, un 43 % de las aves, un 45 % de las mariposas, un 30 % de los anfibios, un 45 % de los reptiles y un 52 % de los peces de agua dulce están amenazados de extinción. En su revisión a medio período de la aplicación del Plan de acción sobre la biodiversidad en 2008, la Comisión señalaba que el 50 % de las especias y hasta un 80 % de los hábitats cuya conservación reviste un interés europeo se encontraban en un mal de estado de conservación. Esta pérdida de biodiversidad es inaceptable, no solo desde un punto de vista ético, sino también desde una perspectiva ecológica y económica, ya que estamos despojando a las generaciones futuras de la oportunidad de beneficiarse de una biodiversidad saludable. Es necesario coordinar las políticas europeas para la protección de la biodiversidad e integrarlas con otras políticas sectoriales, en particular con las relativas a la agricultura, la silvicultura y la pesca, así como las políticas para la prevención de desastres naturales, a fin de lograr la máxima protección de la biodiversidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Véronique Mathieu (PPE), por escrito. – (FR) Debe reconocerse el valor económico de incorporar la biodiversidad en las actividades incluidas en la legislación de la UE. He querido contribuir a este informe y hacer hincapié en la remuneración de los servicios adicionales prestados por los agricultores que fomentan la biodiversidad. Esta remuneración debe adoptar la forma de una condicionalidad «bonificada», en la que se recompensen las acciones realizadas por encima de las obligatorias. Destacamos igualmente con toda razón que es necesario promover la diversidad genética mediante el uso de las variedades agrícolas tradicionales específicas de determinadas regiones.

Esta es una cuestión importante de la que soy muy consciente, porque una raza lechera tradicional de los Vosgos, mi región de origen, desaparecerá si no recibe ayudas a tiempo. Quiero igualmente señalar que los proyectos financiados por el programa LIFE+ deben realizarse de modo sostenible, pues algunos proyectos, como lamentablemente observamos, no continúan una vez que se agotan los fondos.

Por último, coincido que no podemos olvidar la recopilación de datos y me alegro de la creación del Observatorio Nacional Cinegético en Francia. Este Observatorio estudia la migración e hibernación de los animales que migran por tierra, por medio, en particular de observaciones realizadas por los cazadores, lo que viene a demostrar —si se necesitara prueba de ello— que los conservadores contribuyen activamente a la protección de la biodiversidad.

 
  
MPphoto
 
 

  Alajos Mészáros (PPE), por escrito.(HU) La conservación de la biodiversidad y los ecosistemas tiene un valor inestimable para la sociedad. Según el concepto de nuestro compromiso, debemos conservar nuestro planeta en un estado que ofrezca un entorno habitable a la siguiente generación. Desgraciadamente, la situación actual no resulta alentadora. La biodiversidad se reduce drásticamente. La velocidad actual de extinción de especies en todo el mundo podría ser 1000 veces mayor que la velocidad natural. Si no hacemos nada, los investigadores afirman que esta cifra podría multiplicarse por diez de aquí a 2050. Asimismo, la destrucción de los ecosistemas puede tener por resultado la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, lo que puede intensificar aún más el cambio climático y reducir la capacidad de la Tierra para fijar el dióxido de carbono. El instrumento más importante con que cuenta la Unión para la conservación de la biodiversidad es la red Natura 2000, que está formada por zonas especiales de conservación (ZEC) designadas por los Estados miembros. Su objetivo más importante es contribuir a la biodiversidad a través de la conservación de los hábitats naturales y la vida silvestre. Sin embargo, para que este acuerdo funcione con eficacia se requiere urgentemente una armonización legislativa, que incluya medidas concertadas e inequívocas desglosadas a nivel de los Estados miembros.

 
  
MPphoto
 
 

  Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) La enorme pérdida de abejas que hemos presenciado en los últimos años, de la que aún no sabemos si se debe a la reducción de la biodiversidad o a las plantas modificadas genéticamente, nos muestra ante todo que nos queda mucho por saber. No solo desconocemos en gran parte los efectos que tiene la biodiversidad en la estabilidad de los ecosistemas, sino que ni siquiera sabemos a nivel regional cuánta variabilidad existe en una zona determinada. Por ello, debemos aprovechar este Año Internacional de la Biodiversidad para obtener los conocimientos que no tenemos y llevar a cabo campañas de sensibilización a fin de que las autoridades nacionales y locales tengan en cuenta la biodiversidad en su desarrollo sostenible, así como en la protección de los humedales y masas de agua, y para la restauración de la naturaleza, por una parte, y para que los ciudadanos ordinarios puedan participar en ello, por la otra. Basta con pensar en las poligonáceas japonesas, por ejemplo, que comenzaron como plantas ornamentales en los jardines, pero que ahora han salido de ellos y han desplazado la vegetación autóctona, y sus raíces provocan grandes daños a la estructuras de refuerzo de los diques. De ningún modo debemos aceptar la maldición de los monocultivos agrícolas o forestales. Podemos utilizar la reforma de la política agrícola para dejar atrás la producción en masa y avanzar hacia una mayor sostenibilidad y la promoción de la conservación de los paisajes. También necesitamos estrategias para que la protección del clima por medio de cultivos energéticos y la biodiversidad no tengan que competir por las mismas superficies de cultivo.

 
  
MPphoto
 
 

  Pavel Poc (S&D), por escrito.(CS) Acojo con beneplácito este informe y creo que propone algunos pasos en la dirección correcta. Por otra parte, me parece que carece de un enfoque esencialmente crítico de las actividades que se realizan actualmente en este ámbito y de una posición más ambiciosa por lo que se refiere al futuro. Tenemos que reconocer de una vez por todas la verdadera situación. La Unión Europea no ha alcanzado su objetivo de detener la pérdida de biodiversidad en 2010. Tanto la legislación europea como el planteamiento general para esta cuestión se centran aún en la protección de las especies. Es necesario avanzar hacia la protección de los ecosistemas, incluido el ecosistema planetario. Debemos darnos cuenta, sin sesgos religiosos o ideológicos, que el ser humano es parte de la biosfera del planeta y que no puede existir sin el ecosistema planetario. Los urgentes problemas actuales, como los gases de efecto invernadero, la destrucción del suelo, las amenazas a los ecosistemas marinos, la escasez de alimento y otros, pueden resumirse en un único denominador común, a saber, la presión demográfica que ejerce el homo sapiens. A menos que consideremos todo el problema desde la perspectiva de la ecología de nuestra propia especie, que va más allá de los ámbitos social, económico y político, en 2020 descubriremos que, una vez más, no habremos alcanzado nuestro objetivo de detener la pérdida de biodiversidad y, lo que es peor, que el ecosistema planetario sigue avanzando hacia un estado insostenible para la continuación de la existencia de nuestra especie.

 
Aviso jurídico - Política de privacidad