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Procedimiento : 2010/2927(RSP)
Ciclo de vida en sesión
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Textos presentados :

O-0158/2010 (B7-0560/2010)

Debates :

PV 10/11/2010 - 18
CRE 10/11/2010 - 18

Votaciones :

Textos aprobados :


Acta literal de los debates
Miércoles 10 de noviembre de 2010 - Bruselas Edición DO

18. Cooperaciones de innovación (debate)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. – El siguiente punto del orden del día es el debate sobre la pregunta oral presentada por Judith A. Merkies, en nombre del Grupo S&D, Paul Rübig, en nombre del Grupo PPE, Jorgo Chatzimarkakis, en nombre del Grupo ALDE, Philippe Lamberts y Reinhard Bütikofer, en nombre del Grupo Verts/ALE, Evžen Tošenovský, en nombre del Grupo ECR, y Marisa Matias, en nombre del Grupo GUE/NGL al Consejo sobre cooperaciones de innovación (O-0158/2010 - B7-0560/2010).

 
  
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  Judith A. Merkies, autora.(NL) Señor Presidente, el 90 % de la gente piensa que la innovación nos proporcionará una economía verde más competitiva, y estamos de acuerdo. No obstante, resulta evidente que la urgencia que reviste la cuestión no se percibe con igual claridad, habida cuenta de que el Consejo Europeo ha decidido no debatir la Unión por la innovación hasta febrero y marzo del próximo año.

¿Por qué? ¿Tal vez los urgentes y fundamentales retos a que se enfrenta nuestra sociedad ya han quedado resueltos? ¿Ya se han solucionado los problemas de la energía, las materias primas y el envejecimiento de la población? No, no es el caso, y esa es la razón por la que necesitamos abordar y debatir esta estrategia de innovación urgentemente. Hay un sinfín de preguntas. ¿Qué son exactamente estas cooperaciones de innovación? La estrategia de innovación de la Comisión está clara pero la cuestión sigue estando abierta.

De lo que no cabe duda es de que no se trata de crear instrumentos nuevos —o cuando menos completamente nuevos— sino mejores. La seguridad a largo plazo es importante, pero en un mundo ideal nos gustaría contar con un instrumento que funcione correctamente y esté dotado de visión hasta 2020. Lo importante es que esas cooperaciones de innovación resulten tan tangibles y claras como sea posible, produzcan un impacto real, sean tecnológicamente neutras y cercanas al mercado, y se sitúen en unos plazos claros; y que se involucren en ellas todos los socios participantes y también la industria, el gobierno, los institutos de investigación y sobre todo los ciudadanos, que son el motor que impulsa la innovación y el éxito de la misma.

Es muy buena noticia que se estén fomentando los puntos fuertes existentes por medio del «envejecimiento activo y saludable» —en realidad una vida saludable más que un envejecimiento saludable— y parecería que, de hecho, el envejecimiento activo comienza en el momento de la concepción. Todas las cooperaciones deben caracterizarse por un enfoque eficaz e inteligente de los recursos naturales y se ha de comenzar por los problemas más urgentes: la energía y la extinción de las materias primas. En este sentido, hace falta más innovación.

Todo lo anterior requiere el pleno compromiso del Consejo y también entusiasmo; ambos son necesarios para que la estrategia de innovación funcione. Retirarse al abrigo de las propias fronteras no es una opción. La economía no es únicamente cuestión del euro, el sector bancario y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, también concierne a los puestos de trabajo en Europa y a un mejor posicionamiento de Europa en el mundo, y ¿cómo podrá ello lograrse si no es por medio de la innovación?

 
  
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  Amalia Sartori , autora.(IT) Señor Presidente, Señorías, la propuesta de la Comisión en el documento político sobre la Unión por la innovación, adoptado el 6 de octubre de 2009 es parte integral de la Estrategia Europa 2020. La iniciativa busca ofrecer una respuesta sólida, eficaz y sostenible a los principales problemas de nuestra sociedad.

Entre las muchas acciones propuestas y los diversos objetivos que la Comisión se ha planteado en un intento de forjar una verdadera «Unión por la innovación», uno de los elementos más innovadores con las «Cooperaciones de Innovación». Para alcanzar los objetivos marcados deben escogerse las cooperaciones adecuadas y, en este sentido, la Comisión ha identificado toda una serie de retos prioritarios a los que nuestra sociedad tendrá que enfrentarse en los próximos años y décadas. En relación a este nuevo avance, el Parlamento ha elegido expresar su postura en la resolución de la que soy relatora en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-cristianos). Al término de unas breves negociaciones, todos los relatores de los diversos grupos políticos firmaron una resolución, así que no hay ningún problema reseñable.

Me parece importante hacer hincapié en como nuestra contribución fue de vital importancia para garantizar que las dos cooperaciones que darán comienzo tras la iniciativa piloto sobre el envejecimiento saludable girarán en torno a la cuestión de las «ciudades inteligentes» de modo que puedan realizarse toda una serie de experimentos futuristas en diversas ciudades europeas con vistas a alcanzar los objetivos 20/20/20 y con el propósito de aplicar la estrategia de materias primas no energéticas, dado que necesitamos ofrecer una respuesta concreta a los graves y complicados problemas que afectan a la sociedad en este campo.

Durante los próximos meses, un grupo de trabajo interno de la Comisión decidirá los detalles relativos a la gobernanza, la financiación y los criterios de selección así como el presupuesto con que cuentan estas iniciativas que se pondrán en marcha por medio de la primera cooperación.

 
  
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  Jorgo Chatzimarkakis, autor.(DE) Señor Presidente, ¿para qué sirve exactamente la política de innovación europea?, ¿qué función tiene la política de investigación? Si nos hacemos esta pregunta y si se la planteáramos a los ciudadanos de a pie, la respuesta sería una mirada inexpresiva, porque no está claro qué valor añadido aportan la investigación y la innovación europeas. Por ese motivo nos complace que la propuesta de la comisaria Geoghegan-Quinn comience con una definición de lo que es la innovación. ¿Qué es la innovación? La innovación implica generar dinero, un producto o una licencia a partir del conocimiento. Eso es una novedad. Me satisface que la Comisión haya optado por este camino. Ahora bien, en este momento también necesitamos proyectos para «poner al hombre en la luna» o «a la mujer en la luna» que el ciudadano de a pie entienda, de modo que el contribuyente de la UE comprenda qué es lo que estamos haciendo aquí con su dinero. En relación a este tema, veo un gran potencial en la cuestión de incrementar en dos el número de años saludables; este sería un proyecto que todo el mundo comprendería y por tanto valoro positivamente que la primera cooperación de innovación propuesta se dedique precisamente a lograr este objetivo. Dos años adicionales de vida saludable: eso lo entenderá todo el mundo y es algo que deberíamos hacer. En este sentido, ofrezco todo mi apoyo.

Ahora bien, quisiera señalar, y la señora Merkies ya lo ha mencionado también, que considerando simplemente los instrumentos existentes, contamos ya con el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), las comunidades de conocimiento e innovación (CCI), las iniciativas tecnológicas conjuntas (ITC) y el llamado Programa Marco de Competitividad e Innovación (PCI), todos programas ya existentes. Si añadimos otro adicional haremos que resulte más difícil controlar todo este ámbito, algo que debemos evitar. Se pretende que las cooperaciones de innovación contribuyan verdaderamente a ordenar la situación y combinar todo en un único sistema, por eso las aceptaremos solamente si se explican con mayor claridad al contribuyente. Debemos conocer en todo momento la respuesta a la pregunta: ¿qué proporciona más valor añadido europeo? Si es el caso, brindaremos todo nuestro apoyo.

 
  
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  Evžen Tošenovský, autor. (CS) La iniciativa de la Comisión para crear un programa marco en el contexto de la cooperación de innovación dedicada al envejecimiento activo y saludable sin duda constituye un paso interesante para la Comisión. Tal y como yo lo veo, el hecho de que la Comisión haya elegido este proyecto piloto muestra lo importante que es el problema del envejecimiento para toda la Unión Europea. En tanto que proyecto piloto, constituye una tarea muy complicada porque los métodos para proporcionar seguridad a los ciudadanos de edad avanzada varían mucho a lo largo y ancho de la Unión Europea. Las razones de que así sea radican en el diferente grado de desarrollo histórico de cada país a título individual en esta área y las diversas maneras en que se aborda la cuestión. Así pues, nos resultaría interesante ver cómo la Comisión logra dar con un enfoque verdaderamente innovador para resolver un problema tan complejo. Confío en que la solución no se limite a una descripción general sino que sea de verdadera ayuda en este ámbito.

A raíz de diversos debates entablados con colegas, han surgido dos cuestiones más relacionas con las cooperaciones de innovación: las ciudades inteligentes y las materias primas. Desde el punto de vista de las actuales perspectivas y los problemas que se anticipan, un enfoque semejante está ampliamente justificado en la esfera de las materias primas. Ya se da el caso hoy, y seguramente se dará mucho más en años venideros, de que los Estados miembros sufran una presión creciente a la hora de garantizar el suministro de materias primas, tanto en lo que respecta a la energía como a la producción industrial. Se plantean toda una serie de problemas en relación a las materias primas que numerosas comisiones parlamentarias abordan de manera regular. Garantizar la continuidad del suministro y encontrar nuevas fuentes de materias primas son condiciones fundamentales para el crecimiento económico y para preservar la competitividad de los países europeos de cara al futuro. Evidentemente, todo ello acarrea efectos asociados en muchas áreas, incluidas las condiciones sociales que experimentan los ciudadanos de países europeos concretos. Los reglamentos adaptados de manera sensata, haciendo hincapié en la necesidad de economizar en lo que a materias primas respecta, sin duda poseerán una gran importancia en el futuro.

 
  
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  Marisa Matias, autor.(PT) Estamos hoy aquí para debatir un tema que se ha presentado como una de las principales iniciativas de la Comisión, es decir, la política de innovación, que está empezando por fin a cobrar forma a través de las cooperaciones y este proyecto piloto dedicado al envejecimiento activo y saludable que se someterá hoy a deliberación. No obstante, todavía existen muchos aspectos por determinar, sobre todo en lo que se refiere a clarificar y definir futuros proyectos y establecer prioridades. ¿Quién definirá las prioridades en última instancia y en base a qué criterios? Creo que tenemos derecho a conocer las respuestas a esas preguntas.

Sin embargo me gustaría hacer unos cuantos comentarios concretos, en particular en torno a este primer proyecto sobre el envejecimiento activo y saludable que fue el que se nos presentó ayer. Se trata de algo positivo, pues considero positivamente el que se centre la atención en un sector especialmente vulnerable de la población en una Europa cada vez más envejecida y desfavorecida.

Ahora bien, me gustaría añadir a esta otras cuestiones, ya que me parece contradictorio que se presente un proyecto sobre este tema cuando, al mismo tiempo, no podemos apoyar esta innovación. ¿Cómo vamos a respaldar el proyecto? ¿En qué bases se asentará? ¿Es factible alguna innovación en una situación como la que hemos experimentado en la que se dan persistentes y sistemáticos ataques contra el estado social, una disminución del acceso a la atención sanitaria, recortes sistemáticos en los servicios y continuas desinversiones en esta área?

Lo poco que se nos ha presentado de la comunicación, la «Unión por la innovación» para generar más puestos de trabajo, mejor calidad de vida y una sociedad mejor, denota sin duda lo ambicioso del proyecto, y hasta me atrevería a decir que no me plantearía el menor problema adherirme a este a título personal, pero hemos de admitir que va en contra de prácticas que se han venido dando recientemente en los Estados miembros, tales como los recortes y las medidas de austeridad. Creo que la innovación sostenible solo puede existir si se cuenta con políticas rigurosas, sostenibles y exigentes ya que, de otro modo, no pasará de ser un intento efímero de escasa relevancia tangible y que no nos proporcionará gran cosa que ofrecer a la opinión pública.

 
  
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  Benoît Cerexhe, Presidente en ejercicio del Consejo.(FR) Señor Presidente, señorías, agradezco la oportunidad que se nos ha brindado de debatir esta iniciativa emblemática de la «Unión por la innovación», en particular este nuevo concepto de las cooperaciones de innovación, que sin duda constituyen un elemento clave de la comunicación que la Comisión presentó a principios de octubre.

Ni que decir que, en esta fase, el Consejo todavía está ocupado analizando la cuestión y que se están confeccionando las conclusiones de cara al Consejo de Competitividad del 26 de noviembre.

Como ustedes recordarán, el Consejo Europeo finalizó la Estrategia Europa 2020 el 17 de junio y uno de los principales objetivos definidos en este contexto consiste, y cito textualmente, en «mejorar las condiciones para la investigación y el desarrollo», en particular con el objetivo de aumentar los niveles combinados de inversión pública y privada en este sector hasta el 3 % del PIB. A título personal, creo que sería difícil imaginar que se alcance menos del 3 % que ya se prevé en la estrategia de Lisboa, y ahora de lo que se trata es de dotarnos de los medios necesarios para cumplir ese objetivo.

La iniciativa emblemática de la «Unión por la innovación» presentada por la Comisión es la continuación de este objetivo principal y la Presidencia belga ha intentado abordar esta cuestión fundamental de manera oportuna. Nuestro Consejo celebró un primer debate oficioso sobre la misma en julio seguido de uno formal el 12 de octubre, y ese debate permitió a la Presidencia confeccionar un proyecto de conclusiones que está en fase de examen en estos momentos y se incluirá, como ya he dicho, en el orden del día del Consejo de Competitividad del 25 y 26 de noviembre. Quisiera insistir en que la Presidencia se ha asegurado de que el sector de la «investigación» y el de la «industria» colaboren estrechamente en esta cuestión, algo que está proporcionando excelentes resultados. De hecho celebramos un Consejo conjunto en julio que debería ofrecer como resultado unas conclusiones también conjuntas a finales de noviembre.

Más aún, la comunicación de la Comisión y la labor del Consejo de Competitividad ofrecerán el material necesario para preparar las deliberaciones sobre investigación e innovación que se ha planeado que se produzcan en el seno del Consejo Europeo antes de que acabe el año.

En consecuencia, comprenderán que, a la espera de recibir el correspondiente impulso estratégico de los Jefes de Estado y Gobierno y en tanto que Presidente del Consejo de Competitividad, debo mostrar cierta cautela a la hora de pronunciarme. A pesar de ello, permítanme señalar que obviamente la cuestión de la innovación, o más bien, en un sentido más amplio, del triángulo del conocimiento (educación-investigación-innovación), no es del todo nueva, ni para el Consejo ni para el Parlamento.

En el Consejo, este tema aparece con regularidad en el orden del día del Consejo de Competitividad bajo el epígrafe general de un espacio europeo de la investigación. Me refiero en concreto a la Visión 2020 para un espacio europeo de la investigación del Consejo de diciembre de 2008 y a las conclusiones más recientes del mismo tituladas «Creación de una Europa Innovadora», adoptadas en mayo bajo la Presidencia española. También mencionaré, aunque no se trata en modo alguno de una lista exhaustiva, algunas de las principales líneas de actuación del Consejo en este sentido.

En primer lugar, las iniciativas deberían abarcar todo tipo de innovación en los sectores público y privado.

En segundo lugar, necesitamos sentar las bases de unas líneas presupuestarias más eficaces para la investigación, el desarrollo y la innovación.

En tercer lugar, la contratación pública posee el potencial, si bien este permanece eminentemente sin explotar, de respaldar la innovación en forma de productos, procesos y servicios innovadores.

En cuarto lugar, las innovaciones no tecnológicas, incluidas las que atañen a diseño, servicios y creatividad cultural, también constituyen factores importantes.

En quinto lugar, para aprovechar los esfuerzos de investigación es necesario gestionar y proteger eficazmente la propiedad intelectual así como divulgar de manera eficiente las innovaciones científicas y tecnológicas.

Por último, decir que las políticas y programas de investigación y desarrollo y cualquier instrumento asociado deberían simplificarse y racionalizarse, tal y como se ha señalado hoy. Me complace ver que existe en este punto una amplia convergencia con la postura de la Comisión de Industria, Investigación y Energía tal y como queda reflejada en el informe de la señora Carvalho. Las cooperaciones de innovación no deberían resultar en una complejidad adicional sino más bien ser parte de un proceso de simplificación.

La dimensión regional también es fundamental para la innovación. En este sentido, la política europea de innovación debería garantizar que quienes innovan, incluidas las pequeñas y medianas empresas, reciben el apoyo adecuado a nivel regional también.

El factor humano es un aspecto primordial de la investigación y la innovación. Europa debe mejorar en su capacidad de conservar a sus investigadores y atraer el talento de países terceros.

Tras estas consideraciones generales, ahora me gustaría responder a cuatro preguntas concretas que se me han planteado.

En cuanto al número de temas a que hacen referencia las cooperaciones de innovación y pese a que todavía no se ha tomado una decisión, nuestro Consejo parece haber llegado más o menos a un consenso sobre el hecho de que necesitamos iniciar una experiencia piloto. Es más, la Comisión ha propuesto el lanzamiento a principios de 2011 de esta experiencia piloto sobre el envejecimiento de la población y, además, la comunicación de la Comisión menciona toda una serie de temas adicionales sobre los cuales estaría dispuesta a presentar propuestas durante 2011 y algunos de ustedes se han referido a varios de estos temas. Por definición, una experiencia piloto puede iniciarse con base experimental y sin que sea necesario esperar a que se den toda una serie de condiciones predeterminadas.

El conjunto de potenciales temas para futuras cooperaciones es una de las principales cuestiones que debatiremos en el Consejo y, en ese contexto, quisiera mencionar la iniciativa emprendida por el Consejo en 2008 para la programación conjunta de la investigación en Europa con objeto de dar respuesta a grandes retos sociales. Por aquel entonces ya se habían establecido unos criterios que sin duda resultarán útiles en el ámbito de las cooperaciones de innovación: la escala del reto a nivel europeo, un verdadero compromiso por parte de las partes interesadas, valor añadido europeo y la posibilidad de convertir los resultados de la investigación en beneficios para los ciudadanos europeos y la competitividad europea. Así pues, detecto una amplia convergencia entre las pautas anteriores del Consejo y las condiciones generales propuestas por la Comisión en su comunicación.

Lo que es más, en el trascurso de las deliberaciones que mantenemos en estos momento, mis colegas han enfatizado a menudo la necesidad de adoptar un enfoque de abajo arriba, sobre todo para identificar los temas, promover sistemas sencillos y claros, responder a la necesidad de trabajar con el sector privado —en particular la pequeña y mediana empresa— y optimizar los instrumentos financieros existentes.

A continuación hablaré del calendario y de los principios de gobernanza que seguramente constituirán las cuestiones más importantes y más delicadas. Las palabras clave indudablemente serán «valor añadido», «consistencia», «flexibilidad» y «sencillez». No debiera hacerse mención alguna de un único modelo preestablecido. Se han emprendido varias iniciativas para pulir los conceptos, entre las que se encuentra un seminario organizado hace escasos días, el 27 de octubre, por la Presidencia belga en colaboración con Finlandia y la Comisión. En lo que al calendario respecta, el concepto de urgencia queda debidamente recogido en la estrategia Europa 2020 y, en consecuencia, esta urgencia también está presente en las iniciativas que derivan de ella. A tal efecto, la Comisión ha realizado algunas propuestas ambiciosas pero nuestros recursos son limitados y debemos asegurarnos de que podemos controlar el proceso y extraer las enseñanzas en el momento adecuado.

Señor Presidente, Señorías, finalizaré mi intervención aludiendo a la noción de una mejor gobernanza de las cooperaciones a nivel nacional. Esta cuestión es una de las muchas consideraciones en torno a la gobernanza de las cooperaciones, para las que no existe un modelo preestablecido y mucho menos un modelo único. Deben de tenerse en cuenta las situaciones objetivamente distintas que se dan en los diversos Estados miembros. Deben participar también todas las partes implicadas de los distintos Estados miembros: las partes implicadas a nivel europeo, nacional y local, incluidos los sectores público y privado.

Señor Presidente, señorías, estoy convencido de que la investigación y la innovación no son para Europa una opción sino una necesidad si aspiramos a encontrar una solución a largo plazo que proteja nuestro modelo social y nuestra sostenibilidad medioambiental. Así pues, me complace la preocupación constante de este Parlamento por estos asuntos y, más concretamente, la primera intervención de este debate sobre el plan de innovación. En mi opinión, su contribución es ahora más crucial que nunca, dado que el actual contexto está obligando a los Estados miembros a tomar decisiones difíciles —situación en la que considero esencial proteger la investigación y la innovación como una inversión de futuro— y les aseguro que informaré al Consejo del contenido de estas deliberaciones y me pongo a su entera disposición.

 
  
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  Reinhard Bütikofer (Verts/ALE).(DE) Señor Presidente, querría saber si por las tardes el Consejo cuenta un periodo de intervención más largo. No me parece educado que el Presidente en ejercicio del Consejo haya hablado durante el doble de tiempo que el señor Barroso y el señor Van Rompuy juntos, máxime cuando nos consta que todavía nos quedan puntos importantes a debatir. Tal vez convendría que fuera un poco más breve.

 
  
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  Ioannis A. Tsoukalas, en nombre del Grupo PPE.(EL) Señor Presidente, quisiera atraer su atención hacia la inmensa oportunidad que plantean las cooperaciones de innovación para el desarrollo económico y social que tan desesperadamente necesita la Unión Europea y hacia el grave riesgo que entraña el que un uso incorrecto de esta herramienta pudiera incrementar aún más la brecha en materia de innovación e investigación que separa a unos Estados miembros de otros.

Me estoy refiriendo en particular a las difíciles condiciones económicas prevalecientes en varios Estados miembros de la UE, empezando por mi país, y quisiera abundar en lo que ya ha dicho mi distinguida amiga, las señora Matias. Varios países del sur de Europa y otras zonas de la Unión atraviesan graves dificultades económicas y el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea les están exigiendo recortes generalizados muy considerables en todas las partidas del gasto público, con lo que prácticamente se elimina toda inversión pública en investigación. En tales circunstancias, obviamente se producirá una cuantiosa disminución del desarrollo y la innovación tecnológicos, habida cuenta de que parecen ser la última prioridad en los planes de rescate de los gobiernos nacionales.

Los recortes generalizados que se están imponiendo a estos países, unidos a la fuga de cerebros que se traduce en la emigración de los trabajadores especializados y la financiación insuficiente de universidades y centros de investigación, implican que el triangulo del conocimiento al que nos hemos referido anteriormente es en todo caso un triángulo isósceles.

Esta circunstancia se ve exacerbada por la coyuntura real, por el rendimiento real de las universidades europeas. Por ejemplo, según publicaba el otro día el suplemento sobre educación superior del Times, 82 de las 200 universidades más importantes del mundo son universidades europeas, de las que 80 se encuentran en el norte y solo 2 en el sur, en España.

Quisiera preguntar a la Comisión Europea, la Unión Europea y el Parlamento Europeo cómo se proponen encarar la cuestión de la brecha que está abriéndose entre el innovador norte y el sur de Europa.

 
  
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  Teresa Riera Madurell, en nombre del Grupo S&D.(ES) Señor Presidente, es un acierto que la Comisión haya lanzado su propuesta de Unión por la Innovación de manera paralela a su propuesta de política industrial, porque, ciertamente, para asegurar un crecimiento inteligente y sostenible que sea generador de empleo y competitividad la Unión Europea debe mejorar su capacidad de innovar.

Desde este convencimiento, nuestro Grupo ha asumido la responsabilidad de ambas iniciativas. Como coordinadora, estoy convencida de que, con la colaboración de todos, este Parlamento contribuirá a aportar soluciones a estos nuevos retos: soluciones que mantengan un equilibrio entre lo económico, lo social y lo medioambiental para avanzar hacia una Europa más verde, más inteligente y con una mayor cohesión social.

Es una contribución que empieza hoy con esta resolución, señalando, antes de que el Consejo decida, los temas que deben abordarse de manera prioritaria, como cooperaciones de innovación, y enfatizando también que su éxito dependerá de nuestra capacidad para implicar en ellos tanto a las empresas innovadoras como a las universidades y a los centros de investigación.

 
  
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  Zbigniew Ziobro, en nombre del Grupo ECR.(PL) Señor Presidente, Europa tiene que desarrollarse y la innovación es el mejor camino para superar la actual crisis. Un factor significativo de cara a iniciar un cambio constructivo es el anuncio de un aumento del 3 % del PIB de la Unión en la financiación de la investigación y el desarrollo. Además de una normativa legal flexible para el establecimiento de empresas, incentivos fiscales y procedimientos más sencillos para el registro de patentes, los factores financieros en particular son los que van a constituir el principal motor del desarrollo.

Sin ayuda exterior, las empresas no serían capaces de financiar en solitario costosas investigaciones que tardarían muchos años en completarse. Ahora bien, se plantea un problema: los fondos procedentes del presupuesto de la Unión Europea no suelen ser suficientes por sí solos y las empresas se ven obligadas a invertir grandes cantidades de recursos propios. Siendo este el caso, las empresas de Europa Central y Oriental se encuentran en una situación problemática pues, al carecer de recursos propios, no pueden obtener fondos estatales ni tampoco solicitar dinero de la UE. Esta situación, que también puede observarse en otras áreas, está provocando la acumulación de recursos en las regiones ricas de la Unión Europea y acrecentando las disparidades en el ámbito de la investigación y el desarrollo.

El Presidente de la Comisión Europea ha declarado que sin la solidaridad, la Unión Europea no existiría, y esto explica mi pregunta: ¿cómo se propone la Comisión reforzar la innovación en los nuevos Estados miembros?, ¿pueden éstos contar con más recursos financieros que les permitan alcanzar a los Estados miembros de la antigua Unión más rápido?

 
  
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  Hermann Winkler (PPE).(DE) Señor Presidente, Señorías, con la Unión por la Innovación, la Comisión Europea se está moviendo en la dirección correcta. Me alegró mucho leer que la Comisión Europea ha accedido a muchas de las solicitudes que se plantearon en el informe de septiembre de 2010 adoptado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Estamos de acuerdo en que, en el futuro, la Unión Europea debe utilizar mucho mejor su potencial para la innovación, cuando menos para seguir el ritmo de países que son fuertes en términos de innovación, como por ejemplo Estados Unidos y Japón, y también el de China. No obstante, la Unión por la Innovación solo alcanzará el éxito si los Estados miembros y las regiones realizan su aplicación de manera conjunta. A tal efecto, la Comisión planea usar entre otras herramientas— las cooperaciones de innovación sobre las que estamos debatiendo en estos momentos y que son el tema de nuestra pregunta planteada conjuntamente por varios grupos.

Dicho esto, quisiera lanzar una advertencia en contra de la duplicación de estructuras. El concepto de las cooperaciones de innovación aún no se ha definido claramente y por completo. Las declaraciones del Consejo tampoco han contribuido a que se produzca una clarificación definitiva y, sin embargo, la noción de las cooperaciones de innovación guarda ciertas similitudes con instrumentos ya existentes tales como las plataformas tecnológicas del séptimo programa marco de investigación y desarrollo tecnológico y las comunidades de conocimiento e innovación (CCI) dentro del marco del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Me gustaría señalar que, en este sentido, tenemos la obligación de asegurarnos de que se creen u aprovechen las sinergias y se adopte un enfoque uniforme.

 
  
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  António Fernando Correia De Campos (S&D).(PT) Nos complacen los esfuerzos de la Comisión por conceder preponderancia política a la investigación y la innovación. Estamos considerando una estrategia integral con la que hacer el ecosistema de innovación europea más eficaz y productivo en beneficio de la economía sostenible. Las cooperaciones de innovación europeas han surgido como instrumento y los retos fundamentales en torno a los cuales se organizan son suficientemente amplios como para no resultar controvertidos. Ahora bien, sigue sin estar claro cómo se definirán las prioridades subsidiarias ni cómo se determinará la preponderancia de cada disciplina incluida en las mismas. ¿Cuánta transparencia cabe esperar para que participen las partes interesadas? ¿Cómo se arbitrará cuando se den intereses contrapuestos? ¿Qué papel desempeñarán la Comisión, los Estados miembros y las regiones? ¿Cómo puede garantizarse la rendición de cuentas dentro de una estructura compleja? ¿Qué dimensión financiera poseerá esta cooperación? Señor Presidente, la Comisión y el Consejo deben garantizar la excelencia en la aplicación, lo que no parece ser el caso habida cuenta de los escasos meses de prueba piloto programados para la primera cooperación.

 
  
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  Cristina Gutiérrez-Cortines (PPE).(ES) Señor Presidente, yo quisiera celebrar que haya innovación, atención a la innovación, y también partnership; pero también quiero decir que estamos hablando de algo que no sabemos qué es. Es una iniciativa de la que se habla, pero nadie nos ha informado de cuál es su contenido, ni su fórmula, ni su modelo.

Yo sugeriría que, en primer lugar, si queremos ser eficientes, revisemos los resultados ―como han dicho algunos compañeros de esta casa― de lo que ha ocurrido con las IETI, con las partnerships, con las plataformas. Ya que hemos tenido una experiencia con el Séptimo Programa, hay que evaluarlas con objetividad, con una evaluación externa, viendo los resultados.

En algunos casos de algunas IETI, hemos visto, por ejemplo, que han acabado por ser dominadas por las grandísimas empresas y, de nuevo, la pequeña empresa ha quedado fuera.

Yo sugeriría que haya unas políticas y unas fórmulas en esta innovación para ver cómo conseguimos ayudar a la pequeña empresa a incorporarse ―a veces, quizá, con organismos intermediarios que les ayuden a pagar los proyectos o a hacerlos―, pero, desde luego, no podemos seguir así, teniendo fuera a la pequeña empresa.

En segundo lugar, tenemos que pensar que es necesaria la innovación de la administración, la innovación de la gestión de la innovación, porque, entre otras cosas, la innovación la señala el mercado, y la administración no está acostumbrada a seguir al mercado, que es mucho más rápido que ella.

Por tanto, hay que hacer mucha más capacity building, innovar en capacity building, innovar en administración para la investigación, para la gestión de la innovación y para ayudar a las propias empresas a empeñarse en esta empresa de futuro tan difícil y tan complicada. Y, por supuesto, incorporar a la banca con los riesgos, que los riesgos no sólo los tiene que correr el ciudadano.

 
  
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  Silvia-Adriana Ţicău (S&D).(RO) El artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dispone que toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. La investigación europea debe encontrar soluciones a los grandes retos a que se enfrenta la sociedad: el envejecimiento de la población, el cambio climático, el abastecimiento de energía y la eficiencia energética, la escasez de materias primas y la sostenibilidad del desarrollo económico y social.

Para que la Unión Europea desarrolle su capacidad de innovación, que es vital para su competitividad, debemos desarrollar la política de innovación y vincularla con la política industrial de la UE. Solo desarrollando la capacidad de producción y por extensión creando puestos de trabajo en toda la UE lograremos mantener y desarrollar la capacidad innovadora de esta a largo plazo. Al mismo tiempo, el impacto de la innovación en la sociedad depende del alcance de los beneficios de los logros científicos. Creo que para poder contar con una Unión Europea por la Innovación necesitamos nuevas cooperaciones que apoyen la educación y el acceso ciudadano a las ventajas del progreso científico.

 
  
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  Danuta Maria Hübner (PPE). – Señor Presidente, se ha hablado mucho sobre innovación en los últimos años y esta se ha convertido en símbolo de un instrumento de política que puede solucionar nuestros problemas, con lo que existen unas expectativas muy altas que debemos cumplir. Dicho esto, ha llegado el momento de que seamos más pragmáticos.

Sin lugar a dudas, la innovación puede desempeñar un papel fundamental a la hora de revitalizar el crecimiento de la economía europea pero, para que eso ocurra, necesitamos de un esfuerzo público-privado concreto, significativo y conjunto. Este esfuerzo debería orientarse a mejorar las condiciones marco y el acceso a la financiación y enfocar nuevamente la política de innovación. Pero lo que más importa ahora es el tiempo y hemos de actuar rápidamente y con decisión para pasar de la ambición a la acción por medio de la identificación y eliminación de los factores que todavía entorpecen la innovación en Europa, y, lo primero de todo, por medio del diseño de nuevos instrumentos de política eficaces.

Las cooperaciones de innovación europeas pueden ser ese instrumento y potencialmente uno muy bueno. Deberíamos actuar a la mayor brevedad para poner en práctica la primera cooperación de innovación europea y nuestro abordaje debería ser el de «aprender haciendo» y utilizando las buenas prácticas que ya existen en Europa.

Hoy por hoy, la innovación suele surgir en el seno de un sistema de innovación que funciona bien y en el que las regiones desempeñan un papel clave. Esto significa que podemos acelerar el cambio hacia una economía basada en la innovación explotando plenamente el potencial de inversión en innovación de la actual política de cohesión, que se cifra en 85 000 millones de euros, así como el futuro compromiso posterior a 2013 de esta para con el crecimiento inteligente. La política de cohesión puede conseguir que la innovación funcione en todos los Estados miembros y todas las regiones.

 
  
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  Zigmantas Balčytis (S&D).(LT) La política de innovación y la materialización de los logros tecnológicos deberían convertirse en factores decisivos, no solo de la aplicación de la Estrategia Europa 2020 sino también del crecimiento y competitividad futuros de la Unión misma. La aplicación de prácticamente todas las áreas de política que cubre la Unión Europea, tales como el incremento de la eficiencia energética, el establecimiento de una economía menos contaminante, la reducción del impacto negativo del cambio climático y el garantizar la asistencia social y la creación de empleo, dependen directamente de la eficacia con que se aplique la política de innovación. Europa necesita una política de innovación integrada que solo tendrá éxito si se logra garantizar una cooperación eficaz y coordinada a nivel regional, nacional y europeo. Creo que la cooperación de innovación europea constituye un gran avance hacia una política de innovación mejor coordinada que permitiría obtener resultados mucho mejores en el ámbito de la competitividad y contribuiría al progreso más rápido de toda la comunidad en el futuro.

 
  
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  Mario Pirillo (S&D).(IT) Señor Presidente, señorías, en un momento en que las finanzas públicas sufren recortes, invertir en innovación podría ser la pieza clave que permita a Europa salir de la crisis.

En el pasado, Europa ha desempeñado un papel de liderazgo en lo que a innovación respecta; de hecho, muchas innovaciones que han transformado el mundo, tales como el teléfono móvil, surgieron de este continente. El gran potencial tecnológico y notable capital humano de Europa deberían aprovecharse plenamente por medio de una robusta coordinación entre la Unión Europea y los Estados miembros tendente a evitar las duplicaciones y optimizar las inversiones. Hemos de adoptar un enfoque más estratégico y coordinado de la innovación para el que las cooperaciones tecnológicas son una herramienta excelente.

Le preguntaría al Consejo qué actuaciones se propone llevar a cabo para hacer que las cooperaciones sean más dinámicas y cómo pueden estas convertirse en trampolines de la economía real.

 
  
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  Seán Kelly (PPE).(GA) Señor Presidente, sin duda en la actualidad nos enfrentamos a un gran reto y debemos considerar urgentemente nuevas formas de resolver esos problemas.

Hace pocas semanas tuve el privilegio de presidir el lanzamiento del Barómetro de Innovación de GE, que incluye una encuesta a diversas partes implicadas y de la que se desprenden dos datos clave: el 90 % de los encuestados cree que la innovación es la principal palanca a utilizar para conseguir una economía más competitiva y verde; el 83 % de los encuestados cree que las alianzas público-privadas son esenciales para desarrollar una Europa más innovadora.

La mayoría de la gente estaría de acuerdo con esas declaraciones, que es por lo que nos complace que se celebre este debate. Hoy mismo, he hecho las veces de anfitrión en una comida de trabajo con miembros del Consejo, la Comisión y el Parlamento, precisamente para tratar este tema de las cooperaciones de innovación. Como ya se ha dicho, son la clave para el futuro si queremos cumplir nuestros objetivos conforme a la Estrategia 2020: 3 % del PIB y, sobre todo, capital riesgo, que tan vital importancia reviste.

 
  
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  Ioan Enciu (S&D).(RO) Quisiera expresar la satisfacción que me produce la propuesta de la Comisión tendente al lanzamiento de la primera cooperación de innovación europea. Para lograr involucrar a todos los Estados miembros en la cuestión de la innovación, la UE debería adoptar un papel más activo a la hora de dirigir el flujo de inversiones necesario para combatir los desequilibrios que existen entre los Estados miembros en términos de recursos dedicados al apoyo a las infraestructuras y la gestión. Creo que debe prestarse particular atención al desarrollo de proyectos regionales. Las cooperaciones de innovación se debieran centrar en este objetivo también y asimismo se debe prestar atención a garantizar un alto grado de cohesión entre los fondos estructurales europeos, fondos públicos de los Estados miembros y contribuciones privadas.

 
  
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  Anneli Jäätteenmäki (ALDE).(FI) Señor Presidente, podría decirse que la innovación es la actual palabra de moda, una especie de varita mágica. Pero debemos recordar que no proporciona alivio instantáneo a la situación en que nos encontramos. Se tarda una media de diez años en lanzar un nuevo invento al mercado y los costes que entraña la invención de un nuevo producto y su desarrollo hasta las fases finales se han incrementado considerablemente.

Todo esto implica que en Europa necesitamos verdaderamente invertir en investigación conjunta y en el mercado interior y no esperar resultados demasiado fáciles de conseguir. Con el tiempo habrá innovaciones. Si la investigación cuenta con la financiación adecuada y se deja a los investigadores hacer su trabajo, esta producirá resultados, pero no es ninguna varita mágica.

 
  
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  Ilda Figueiredo (GUE/NGL).(PT) El reto es que esta iniciativa, la «Unión Europea por la Innovación», que la Comisión identifica como una iniciativa emblemática, sea más que eso: no debería constituir un mero estandarte a agitar para que los votantes lo vean, sino más bien integrarse en una verdadera política de desarrollo y progreso social en la que la innovación es un instrumento importante si se le concede el apoyo adecuado, incluido el financiero y el de su inclusión en políticas públicas esenciales.

Ya desde el principio, el proyecto piloto en el ámbito del envejecimiento activo y saludable es un buen ejemplo de lo que quiero decir, pues solo tendrá un impacto significativo si viene acompañado por políticas públicas que garanticen el acceso a servicios sanitarios de calidad para todos y el equipo y servicios de apoyo que garanticen una vida digna a los ancianos. Sin todo eso, el proyecto no será más que flor de un día en medio de un mar de políticas neoliberales rebautizadas como medidas de austeridad que están socavando la investigación y la calidad de vida de los ciudadanos y en particular la tercera edad. La pregunta a plantear es: ¿qué va a hacer la Comisión para garantizar que esta iniciativa es algo más que flor de un día?

 
  
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  Iosif Matula (PPE).(RO) En el contexto de lograr los objetivos de la estrategia Europa 2020, una economía sostenible, inteligente e inclusiva solo se logra alentando las esferas de la investigación y la innovación. Las iniciativas tendentes a ello deben surgir a todos los niveles como parte de la cooperación transfronteriza con otras regiones de la UE.

Deseo recalcar la importancia de un enfoque de la innovación que vaya de abajo arriba. Debido a la falta de información o a las restricciones económicas, resulta difícil convertir las soluciones innovadoras ideadas por las instituciones educativas o las empresas en realidades. Las autoridades regionales pueden subir de categoría a estos «innovadores durmientes» como se los ha dado en llamar, y apoyarlos por medio de programas de cooperación y asistencia a través de la política de cohesión. Las cooperaciones pueden orientarse a la mejora de los resultados de la innovación y el refuerzo de los vínculos entre iniciadores y beneficiarios, así como a la promoción de las buenas prácticas en este campo.

Durante la visita de la Comisión de Desarrollo Regional a Rumanía que tuvo lugar la semana pasada, se dieron a conocer proyectos de investigación e innovación ideados por instituciones educativas de la región occidental, que yo represento. El éxito de estas iniciativas precisamente depende del establecimiento de cooperaciones viables.

 
  
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  Benoît Cerexhe, Presidente en ejercicio del Consejo.(FR) Señor Presidente, quiero agradecer sinceramente al Parlamento el interés que ha mostrado por la cuestión de la innovación. Su apoyo es totalmente vital para la urgente aplicación de este plan de innovación sin más tardanza, de modo que podamos encarar mejor los retos internos y mejorar nuestra competitividad exterior.

Creo que la Presidencia ha estado trabajando con considerables restricciones en términos de plazos, ya que la propuesta de la Comisión se presentó el 6 de octubre de 2010 y ahora estamos preparando nuestras conclusiones de cara a la reunión del Consejo del 26 de noviembre. Todo el mundo sabe que la investigación y la innovación son fundamentales, sobre todo si queremos salir de la crisis.

En cuanto a la elección de las cooperaciones, he subrayado la importancia del primer tema como proyecto piloto orientado a determinar la viabilidad del modelo y creo que esta primera experiencia verdaderamente puede generar el apoyo de la opinión pública europea, tal y como se ha dicho antes.

En lo que a otras posibles áreas respecta, la Comisión mencionó una docena aproximadamente y el enfoque adoptado por el Consejo es ciertamente el de recalcar la necesidad de un enfoque inclusivo y de abajo arriba, con garantías claras y bien definidas por parte del Consejo de que no se generarán duplicidades, dificultades añadidas o programas adicionales. Desde luego que no. Eso iría en contra de nuestro objetivo de simplificación.

En lo tocante al problema del presupuesto, sabemos de la presión a que se encuentran sometidos los presupuestos de investigación y, en mi opinión, nuestras prioridades comunes deberían ser la brecha norte-sur, de la que se ha hecho mención antes, y la excelencia también, y ello debiera reflejarse en las sinergias entre instrumentos europeos, en particular entre el programa marco y los fondos estructurales.

Por último, ni que decir tiene que en el Consejo tenemos muy presente el hecho de que la pequeña y mediana empresa necesita más apoyo. Este sector no contó con un acceso suficiente al anterior programa marco y por tanto estamos haciendo cuanto está en nuestra mano para simplificar la situación y ofrecer un acceso más fácil a la financiación y las condiciones marco para las PYME.

 
  
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  Presidente. – He recibido siete propuestas de resolución(1) presentadas de acuerdo con el apartado 5 del artículo 115 del Reglamento.

Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar el jueves 11 de noviembre de 2010.

 
  

(1) Véase el Acta.

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