La Presidenta. – El siguiente punto es el debate sobre la pregunta oral a la Comisión de Esther Herranz García, Albert Deß, Mairead McGuinness, Giovanni La Via, Michel Dantin, Véronique Mathieu, Gabriel Mato Adrover, Herbert Dorfmann, Georgios Papastamkos, Mariya Nedelcheva, Filip Kaczmarek, Jarosław Kalinowski, Béla Glattfelder, Czesław Adam Siekierski, Rareş-Lucian Niculescu, Sergio Paolo Francesco Silvestris, Elisabeth Köstinger, Milan Zver, Peter Jahr y Maria do Céu Patrão Neves, en nombre del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-cristianos), James Nicholson, en nombre de los Conservadores y Reformistas Europeos, y Luis Manuel Capoulas Santos, Paolo De Castro, Stéphane Le Foll e Iratxe García Pérez, en nombre del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, sobre la crisis en el sector ganadero de la UE (O-0141/2010/rév. 1) – B7-0559/2010).
Esther Herranz García, autora. – (ES) Señor Comisario, muchas gracias por estar aquí presente y por haber demostrado tanta sensibilidad ante esta iniciativa parlamentaria tan importante y tan necesaria para el sector ganadero europeo.
Este sector es particularmente vulnerable frente a las crisis que afectan a todo el agro comunitario, debido a múltiples factores: los elevados costes de los inputs, la caída de los precios del mercado, desequilibrios de poder en la cadena alimentaria y el incremento coyuntural de los precios de los cereales.
La ganadería europea tiene que afrontar estos problemas al igual que el resto de los sectores agrícolas, pero con un agravante: las fuertes inversiones que caracterizan a estas producciones.
En vísperas de la presentación por la Comisión Europea de la Comunicación sobre la reforma de la Política Agrícola Común, me parece muy oportuno transmitir un mensaje de solidaridad y de preocupación hacia este colectivo de productores. En mi país, España, al igual que en otros países de la Unión Europea, estamos hablando de una crisis estructural y la subida de los precios de los cereales no ha hecho más que empeorar una situación que se arrastra desde hace ya varios años.
Las estadísticas nos hablan de un abandono creciente de las producciones y, sin embargo, este abandono no debería tener cabida en el contexto de una demanda mundial que en los próximos años crecerá gracias a la supuesta mejora del nivel de vida de las poblaciones.
De cara a la próxima reforma de la PAC, ¿qué medidas tiene previstas el Comisario, o la Comisión Europea, teniendo en cuenta la especificidad de los sectores ganaderos? Hablo de medidas de mercado, como de otras iniciativas destinadas a evitar, entre otros perjuicios, que los modelos de producción intensiva que respetan las normas medioambientales de la Unión Europea se vean penalizados por el futuro régimen de ayudas. Deberían ponerse en marcha medidas con sentido común que garanticen una mayor seguridad del abastecimiento de alimentos para el ganado y el establecimiento de reservas de cereal suficientes y agilizar la liberalización de estas reservas.
Y por último, para acabar, me gustaría congratularme aquí de que este proyecto de resolución haga mención especial del porcino y de las aves de corral, sectores que no disponen de ayudas directas de la Unión, pero para los que también pueden preverse medidas de mercado y comerciales para aliviar su situación.
James Nicholson, autor. – Señora Presidenta, en primer lugar, acojo favorablemente que esta cuestión se debata hoy aquí. Creo que es muy oportuno. Actualmente, el sector ganadero de la UE está experimentando dificultades debido a una serie de factores, entre los que se incluyen el aumento de los costes de producción, la competencia de las importaciones de terceros países, y, por supuesto, varias cuestiones que contribuyen al aumento del coste de los piensos.
Aunque no podemos controlar las sequías en Australia o las condiciones climáticas extremas que afectan a las cosechas de cereales en Rusia, creo que Europa tiene que abordar urgentemente su falta de autosuficiencia con respecto a las plantas proteicas. Dependemos demasiado de terceros países en relación con nuestros piensos y tenemos que empezar a cultivar más nosotros mismos. Sin embargo, la situación en estos momentos es que estamos obligados a importar una gran cantidad de materias primas para la alimentación animal y ya he dicho en muchas otras ocasiones que creo firmemente que se está demorando demasiado el procedimiento de aprobación de nuevos tipos de cereales OMG para la importación, y que es necesario acelerar urgentemente la elaboración de los piensos derivados de la soja. Si esto no se produce, los ganaderos de toda la Unión Europea tendrán que hacer frente a los aumentos de los precios, a la volatilidad y a la incertidumbre durante mucho tiempo.
Quiero mencionar brevemente cómo está afectando la situación a la industria avícola y porcina. Los ganaderos de este sector están notando la crisis de una manera muy intensa, ya que sus costes están aumentando y el precio de la carne de porcino está bajando. Quisiera pedir a la Comisión que supervise la situación de cerca y que utilice todos los instrumentos que tiene a su disposición para mejorar todas estas cuestiones.
Los productores de carne de vacuno, de ovino, de porcino, de ave están todos en una situación en la que están teniendo pérdidas. ¿Es necesario que continúe diciendo a la Asamblea que todos estos sectores se están viendo realmente afectados? Pero tengo que decir que, en última instancia, el que va a pagar las consecuencias va a ser el consumidor porque, si todos los ganaderos dejan de producir, vamos a tener que importar estos alimentos de fuera, con todos los problemas que ello conlleva. Por lo tanto, tenemos que tener seguridad en nuestro propio suministro de alimentos dentro de Europa. Si no lo hacemos, será por nuestra cuenta y riesgo.
Iratxe García Pérez , autora. – (ES) Señora Presidenta, señor Comisario, la rentabilidad de la producción ganadera está directamente ligada al coste de la alimentación. En el contexto creciente de volatilidad de los precios de las materias primas, la toma de decisiones para fabricantes de pienso y ganaderos se vuelve muy compleja, como hemos visto al comienzo del curso político.
En estos momentos, el sector cárnico que peor lo está pasando es el porcino, por lo que centraré mi intervención en los graves problemas que está afrontando: el aumento del coste de la alimentación animal, que supone el 60 % del coste total de producción, por lo que su importancia es crucial para la rentabilidad del productor.
En dos meses el precio del cereal ha aumentado un 50 %, no por un desajuste entre oferta y demanda ―hay suficiente producción―, sino por movimientos especulativos ajenos al sector.
Por ello, se debe actuar contra la especulación también mediante una política que fomente la tenencia de stock estratégico suficiente para evitar la especulación.
Saludamos la puesta en el mercado de cereal de intervención. Sólo cabe esperar que su destino final sea el mercado comunitario; de lo contrario, no ayudará al sector ganadero. Una tasa a la exportación de cereal europeo, como se hizo en el caso del trigo en el 94, sería una posible solución.
Y la presión de la gran distribución con precios a la baja, por lo que el aumento de costes de producción no se puede repercutir en el precio de venta.
Es necesario fomentar organizaciones de productores capaces de posicionarse en el mercado concentrando la oferta. La Comisión es muy consciente del problema, pero se echan en falta medidas concretas que esperamos se materialicen en la futura PAC, mediante mecanismos de gestión de mercados eficientes y flexibles para luchar y actuar contra los problemas que existen; luchar contra la especulación, actuar con medidas concretas para favorecer la competitividad del sector en el mercado y reforzar su peso en la cadena de valor.
También quiero aprovechar esta ocasión para solicitar la activación de las medidas de mercado aplicables al porcino, las restituciones a la exportación y el almacenamiento privado. La Comisión opina que la situación del sector no lo justifica; sin embargo, en los últimos meses se observa un descenso continuado del precio y los precios percibidos por los ganaderos se sitúan por debajo de la media de los últimos cinco años.
Creo justificable que la Comisión desencadene los mecanismos de gestión de mercado existentes, tal como algunos Estados miembros han pedido en el Consejo.
Dacian Cioloş, Miembro de la Comisión. – (FR) Señora Presidenta, voy a estructurar mi respuesta en dos partes, porque el problema del sector ganadero está relacionado, principalmente, con la situación alimentaria y, por lo tanto, con la situación del mercado de cereales, y después voy a hacer también referencia a los mecanismos que tenemos a nuestra disposición para el sector ganadero.
La Comisión está siguiendo la situación de los mercados de cereales y sus repercusiones para los ganaderos muy de cerca. Los precios de los cereales aumentaron considerablemente durante el verano debido a la escasez de suministro, en particular en los países del Mar Negro. Por consiguiente, hemos sido testigos de cómo los precios de la cebada y la avena aumentaban hasta 200 euros por tonelada. En este momento, a pesar de la gran volatilidad de los precios, todavía están muy por debajo de los máximos históricos de 2008. La fortaleza del euro frente al dólar, que resta competitividad a las exportaciones de la UE ahora mismo, es también un factor de perturbación del mercado europeo.
A nivel mundial, a pesar de la escasez registrada en Rusia y Ucrania, el nivel de cereales cosechados es normal, y se han repuesto las existencias gracias a las dos últimas cosechas récord. En la Unión Europea, la producción de cereal media se calcula en 276 millones de toneladas, y si a eso añadimos las existencias desde el comienzo de recolección, tenemos casi 60 millones más de toneladas que las que tenemos previsto utilizar.
Actualmente, hay unas existencias de intervención de los cereales, que principalmente están compuestas por cebada, de 5,6 millones de toneladas. Se acaba de reservar una partida de 2,8 millones de toneladas para la aplicación del programa 2011 de ayuda a los ciudadanos más pobres, y el resto se venderá en el mercado interior en breve. De hecho, la decisión ya se ha adoptado, y se colocarán los cereales en el mercado a finales de este mes.
La presión sobre el mercado se ha atenuado algo desde que la Comisión anunció esta medida, que recientemente comuniqué al Consejo. Por lo tanto, con respecto a la situación del mercado de cereales, no se puede justificar ninguna medida de emergencia porque, como les he explicado, el problema no está relacionado con el suministro de cereales al mercado europeo, ya que los precios elevados de este producto no se deben a la falta de oferta en el mercado.
La Comisión está siguiendo con mucha atención la evolución del mercado en el sector ganadero, y muy especialmente en los sectores de producción de la carne de porcino y de las aves de corral. Los márgenes en este sector dependen enormemente, en realidad, de los costes de los productos agroalimentarios. Los precios en el sector de las aves de corral están por encima de la media a largo plazo y parece que, al menos parcialmente, están compensando el aumento de los costes de los alimentos. El precio del cerdo de abasto sacrificado está siguiendo la tendencia a la baja estacional. Está ligeramente por debajo del nivel del año pasado. Actualmente, el mercado interior y las exportaciones absorben bien la producción. Entre junio y agosto de 2010, las exportaciones de carne de porcino aumentaron un 10 % y las de aves de corral un 21 %, comparadas con el mismo período del año pasado. Por consiguiente, a pesar de estas cuestiones relativas a los precios, los productores de carne de porcino y aves de corral han podido todavía exportar durante algún tiempo.
Evidentemente, la Comisión seguirá haciendo un seguimiento de la evolución del mercado y utilizará los medios a su disposición para intervenir el mercado si resulta necesario y útil. En realidad, actualmente existen dos medidas para el sector ganadero: las restituciones a la exportación y el almacenamiento privado.
Con respecto a las restituciones a la exportación, esta medida no sería eficaz en este momento porque el precio a nivel mundial es bastante alto; por lo tanto, no se puede justificar una subvención a la exportación. La relación entre el dólar y el euro significa que puede haber problemas de exportación y falta de competitividad, pero esta cuestión no es exclusiva del sector agrícola. Observaremos cómo varía el tipo de cambio entre el dólar y el euro, y dependiendo de esa variación, si tenemos excedentes en el mercado interior, podremos entonces debatir medidas de almacenamiento privado. Por el momento, no hay excedentes de carne, y por eso no se pueden justificar en este momento las medidas de almacenamiento privado. Sin embargo, estoy dispuesto a considerar la posibilidad de recurrir a estas medidas dependiendo de cómo evolucionen los mercados.
En relación con la cuestión de la volatilidad, se abordará en la reforma de la política agrícola común de 2013. Está previsto que esta reforma incluya propuestas de mecanismos hasta ahora no existentes para tratar la cuestión de la volatilidad de los ingresos. Por lo que respecta a la transparencia en la cadena alimentaria, actualmente, estoy examinando esta cuestión con el Comisario Tajani para ver cómo el disponer de más información en este ámbito podría ayudar a clarificar la forma de repartir el valor añadido. Estas son las respuestas que puedo dar en este momento.
Albert Deß, en nombre del Grupo PPE. – (DE) Señora Presidenta, señor Cioloş, Señorías, la propuesta de resolución de hoy ayudará a establecer las orientaciones correctas en el sector ganadero europeo. Quiero agradecer a la señora García su iniciativa. El objetivo de esta propuesta no es aislar a Europa del resto del mundo o hacer caso omiso de las normas del mercado. Su objetivo es establecer unas condiciones justas de mercado para el sector ganadero europeo, que ayude a garantizar la seguridad alimentaria para más de 500 millones de personas en el futuro. Debemos asegurarnos de que el sector agrícola europeo no se enfrente cada día a nuevas disposiciones muy detalladas relativas a la producción y que no se exija a los agricultores proporcionar un certificado de competencia tras otro, al tiempo que se mantienen unas normas exigentes en materia de bienestar animal y del medio ambiente. Aparentemente, no se aplican normas de esta clase a los productos agrícolas importados.
Por lo tanto, agradezco a los 534 diputados de esta Asamblea que votaran en Estrasburgo a favor de que se exija en el futuro a las importaciones agrícolas el cumplimiento de las normas europeas relativas a la protección de los consumidores, el bienestar animal y la protección del medio ambiente. Señor Cioloş, el Parlamento está dispuesto a darle todo su apoyo. Se deben aplicar estas normas a las importaciones y por esta razón mi grupo acoge favorablemente y apoya esta propuesta.
Paolo De Castro, en nombre del Grupo S&D. – (IT) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, hoy estamos aquí para pedir a la Comisión que aplique instrumentos adecuados de mercado eficaces y flexibles para luchar contra la crisis en la que se ha sumergido el sector ganadero europeo.
Esperamos que la propuesta que la Comisión va a presentar en breve sobre los instrumentos de mercado para el sector de los productos lácteos incluya también propuestas dirigidas a reducir los efectos de la volatilidad de los precios en el sector agrícola en su totalidad.
Se pueden adoptar todavía muchas medidas para enviar una clara señal a los ganaderos. Creemos, por ejemplo, que sería muy útil para el sector ganadero revisar la actual prohibición sobre el uso de las harinas animales para los no rumiantes, por ejemplo, para el sector avícola y de la pesca. Como saben, esta prohibición se estableció tras los casos de EEB pero ahora, unos pocos años después, la comunidad científica está de acuerdo en señalar que la prohibición solo se puede justificar para los rumiantes. En el caso de los no rumiantes, por el contrario, no hay peligro para la salud humana y el medio ambiente y, por lo tanto, esperamos que se rechace esta prohibición a fin de ofrecer a estos animales una mayor posibilidad de tener unas dietas más energéticas.
Liam Aylward, en nombre del Grupo del ALDE. – Señora Presidenta, el sector ganadero es una importante industria agrícola tradicional que representa el medio de vida de miles de productores de toda la UE. Este sector es esencial para la contribución socioeconómica de la agricultura a las zonas rurales de la Unión Europea. Es una agroindustria clave en Europa e incluso más en Irlanda, ya que este país es el cuarto mayor exportador de carne de vacuno del mundo.
En particular, los altos precios de los cereales agravan los problemas de rentabilidad entre los ganaderos que se dedican al engorde de vacuno en invierno, que tienen una gran dependencia de las importaciones de piensos a base de cereales. Hay en particular tres cuestiones que quiero destacar: en primer lugar, la necesidad de que la Comisión ponga en marcha indicadores y medidas eficaces y flexibles para controlar la extrema volatilidad de los precios del mercado. Asimismo, es necesario adoptar medidas para reducir las diferencias entre los precios pagados por los consumidores y los precios recibidos por los productores.
En segundo lugar, es esencial que la Comisión incremente las medidas para apoyar al sector ganadero en las áreas menos favorecidas, en particular. La futura reforma de la PAC debe centrarse en la especial vulnerabilidad de determinados sectores de la ganadería y los significativos costes de producción que asumen los ganaderos. Con arreglo a la futura PAC, se debe abordar y reducir la excesiva carga burocrática que soportan los ganaderos.
Por último, los productores europeos cumplen las regulaciones más rigurosas del mundo en cuanto a seguridad y calidad alimentaria, el medio ambiente, y el bienestar y salud de los animales. Estas normas estrictas no deben ponerles en una situación de desventaja en comparación con sus competidores de terceros países. Es esencial para la viabilidad a largo plazo del sector ganadero en general que la Comisión garantice que sus medidas relativas al comercio y la agricultura no pongan en peligro a los ganaderos europeos, sino que apoyen la sostenibilidad y viabilidad del sector ganadero europeo en el futuro.
José Bové, en nombre del Grupo Verts/ALE. – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, exactamente como en 2007, los precios de los cereales a nivel mundial están aumentando, y los ganaderos están observando un considerable aumento de sus costes de producción al igual que hace dos años. Los piensos animales representan el 60-80 % de sus costes, y sus ingresos están cayendo en picado: van tirando con una media de 700 euros al mes. ¿Debemos esperar a que las crisis sucesivas destruyan la agricultura europea a pequeña escala antes de actuar? Los consumidores pagan 17 euros el kilo de costilla en los supermercados, mientras que los productores reciben 3 euros por kilo, ¿es esto justo?
El 7 de septiembre, el Parlamento expresó su opinión al votar a favor del informe sobre unos ingresos justos para los agricultores. Instó a la Comisión a actuar sin demora y a prohibir la venta por debajo del precio de compra. Los diputados adoptaron una postura, en Estrasburgo, encaminada a reforzar las organizaciones de productores, acabar con la especulación en los mercados internacionales y controlar la influencia de las empresas en los sectores de transformación y de distribución.
Los agricultores esperan aún más: quieren que se establezcan o refuercen las organizaciones comunes de mercado, ya que son los únicos instrumentos capaces de estabilizar los costes y proporcionar visibilidad económica a largo plazo. La próxima semana, el Comisario Cioloş presentará su propuesta de reforma de la política agrícola común; tendrá que responder a los agricultores de una manera clara. Está en juego la credibilidad de Europa. Europa necesita a todos y cada uno de sus agricultores.
Janusz Wojciechowski, en nombre del Grupo ECR. – (PL) Señora Presidenta, aplaudo con entusiasmo el hecho de que estemos abordando la situación del sector ganadero, pues es una situación grave. Me gustaría llamar la atención sobre el problema que es objeto del párrafo 15 de la propuesta de resolución, y más concretamente, el problema del bienestar animal.
Las normas en el ámbito del bienestar animal deberían ser obligatorias y también habría que mejorarlas. Yo abogo rotundamente por que se garantice que el ganado goce de las mejores condiciones de vida posibles. No obstante, el bienestar animal entraña unos costes, costes que han de asumir los agricultores, y existe un problema en materia de competencia desleal cuando se importan productos cárnicos en Europa procedentes de mercados y terceros países en los que no se aplica norma alguna en el ámbito del bienestar animal. Esto tiene que cambiar. Deberíamos introducir estas normas aquí, pero también deberíamos exigir con firmeza unas normas estrictas —las mismas que tenemos en la Unión— a todos aquellos que exporten sus productos cárnicos y de la ganadería al mercado europeo.
Patrick Le Hyaric, en nombre del Grupo GUE/NGL. – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, es necesario extraer conclusiones de las políticas actualmente en vigor. Es necesario tomar la decisión de frenar esta liberalización total de los mercados agrícolas, como resultado de la cual, los agricultores están ganando, como se acaba de mencionar, entre 700 y 800 euros al mes —¡700 y 800 euros al mes!— mientras que el precio de venta al por menor de la carne se ha incrementado en un 40 %.
Tomen la decisión de frenar estas importaciones excesivas y de frenar las negociaciones sobre ese terrible acuerdo de importar 400 000 toneladas de carne de vacuno de los países de Mercosur, pues destruiría regiones enteras. En lugar de ello, tengan el valor de proteger la agricultura europea y de no permitir más que sea la Organización Mundial del Comercio la que decida el destino de nuestras explotaciones agrícolas.
Ejecuten herramientas nuevas para regular la producción. Digan «no» a la competencia letal en el seno de la propia Unión Europea e introduzcan unos precios básicos justos y estables promoviendo la agricultura basada en pastizales. Tomen medidas para frenar esta terrible especulación con los cereales. Señor Comisario, es urgente, la situación está empezando a adquirir un giro trágico en nuestras zonas rurales. Una política de laissez-faire desacredita al propio proyecto europeo.
Giancarlo Scottà, en nombre del Grupo EFD. – (IT) Señora Presidenta, Señorías, la volatilidad de los precios de los cereales está teniendo grandes consecuencias para todos los sectores de la ganadería, pero también para los consumidores.
La exportación de cereales se ha paralizado a causa del efecto del calor, los incendios, la sequía y las inundaciones —como está sucediendo ahora en Italia. Por si esto fuera poco, Canadá ha reducido su producción tras las fuertes lluvias acaecidas durante el verano. Además del cambio climático, en los precios también ha influido la especulación en los mercados internacionales. Los productores de cereales, que están aguardando a que suban los precios, esperan antes de vender sus productos y los almacenan, como resultado de lo cual estos productos agrícolas se deterioran. La especulación y el cambio climático acusado han provocado un gran aumento de los precios de los cereales utilizados para la alimentación animal y el consiguiente aumento de los precios de la carne.
Creo que es esencial que la Comisión garantice una actuación oportuna y específica para hacer frente a la volatilidad de los precios de los productos agrícolas por conducto de intervenciones de mercado innovadoras en el marco de la nueva PAC. La Comisión debe impedir las prácticas especulativas en la agricultura para preservar la actividad de los agricultores y ganaderos y para garantizar a los consumidores unos productos de buena calidad a un precio justo.
Diane Dodds (NI). – Señora Presidenta, insto a la Cámara a que apoye esta propuesta de resolución tan extremadamente importante que tenemos ante nosotros esta mañana. A aquellos de nosotros que procedemos de circunscripciones rurales, y a los miembros de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural, nos resulta obvio que la situación en la que se encuentran tantos ganaderos en la actualidad, es sencillamente insostenible.
No se trata de gritar que viene el lobo, pero si no solucionamos los problemas señalados en la propuesta, la consecuencia será que tendremos que enfrentar una subida de los precios de los alimentos y depender más de las importaciones de terceros países. Países como China y los Estados Unidos son cada vez más conscientes de la importancia de la seguridad del abastecimiento de alimentos y, como resultado de ello, siguen aumentando el apoyo a la agricultura.
En Irlanda del Norte, el precio de la carne de vacuno está muy por debajo del coste de producción. Mientras el coste de los insumos siga aumentando, y se sigan añadiendo requisitos extra reglamentarios, serán muchos los agricultores que abandonen esta actividad, con el consiguiente abandono de tierras, la falta de actividad económica en las zonas rurales y la reducción de la producción de alimentos en toda la UE. Ya es hora de que admitamos la importancia de la seguridad alimentaria y el valor de la labor que realizan los agricultores de toda Europa.
Por último, las negociaciones comerciales que se están celebrando en la actualidad con Mercosur están desestabilizando la industria. Además de las duras condiciones de mercado y del aumento de los costes, el sector ganadero tiene que soportar la carga de la incertidumbre suscitada a raíz de que se retomaran las negociaciones.
La encargada de estas negociaciones es la Comisión e, independientemente de las declaraciones del Comisario de Comercio, por el momento, los productores de Irlanda del Norte creen que los resultados no pueden ser positivos para los agricultores europeos ni para la calidad de los alimentos proporcionados a los ciudadanos de Europa.
Rareş-Lucian Niculescu (PPE). – (RO) Creo que es importante aclarar desde el principio que las principales víctimas de la crisis que estamos debatiendo hoy no son los agricultores sino los consumidores. Es bien sabido que en la agricultura, los precios de los cereales repercuten sobre aproximadamente el 80 % del precio de la alimentación animal, lo cual, a su vez, afecta aproximadamente al 70 % de los costes de producción. Es imposible aumentar el precio de venta de la carne de forma proporcional para el productor. Los ganaderos no tienen ningún contacto con el consumidor final, sino que tratan con los procesadores, los cuales siempre tienen la opción de importar. Al mismo tiempo, los procesadores incorporan sus elevados márgenes de beneficios, a los que están acostumbrados por el momento, al precio de venta. Lamentablemente, este momento coincide con una crisis económica general y la reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos también está afectando a la producción del sector ganadero.
Hay que tener en cuenta otro factor. En un momento en que los agricultores tienen dificultades para alimentar a sus animales en invierno, muchos de ellos optarán por sacrificarlos, y ello contribuirá a que se prolongue la crisis durante años. Para mantener los precios del mercado común a un nivel razonable y garantizar que los animales reciban la alimentación que necesitan, es necesario liberar existencias de intervención. Por ello, celebro el anuncio que ha hecho el Comisario Cioloş hoy. Comparto la opinión de mis colegas diputados que han destacado la importancia de cultivar nuevos organismos modificados genéticamente para obtener una alimentación barata para los animales y reducir la dependencia de las importaciones.
Por último, aunque no por ello menos importante, el debate de hoy guarda una estrecha relación con el futuro de la política agrícola común. Necesitamos una política agrícola común robusta que esté bien financiada y bien gestionada y que tenga cabida tanto para el desarrollo estructural como para medidas de modernización, así como para medidas de apoyo directo.
Luís Manuel Capoulas Santos (S&D). – (PT) Todos somos conscientes de las enormes dificultades por las que está atravesando el sector ganadero europeo, y más concretamente el sector de la ganadería porcina en particular. Son varias las causas que han llevado a esta situación y que se reflejan con gran claridad en el texto de la resolución que estamos debatiendo hoy, la más importante de las cuales son los elevados costes de los cereales.
El Parlamento Europeo no puede mostrarse indiferente a esta situación. Es por ende necesario actuar de inmediato utilizando los mecanismos disponibles y, en este sentido, aplaudo la decisión del señor Comisario de liberar 2,8 millones de toneladas de cereales, una medida que es positiva aunque, evidentemente, insuficiente. Hay que buscar mecanismos nuevos a corto y a medio plazo para combatir la especulación en particular; de hecho, el señor Comisario acaba de decir que ese es el quid de la cuestión. Habrá que buscar soluciones a largo plazo en el contexto del debate que estamos a punto de comenzar acerca de la nueva política agrícola común. Hago por ello un llamamiento a la Comisión para que tome en consideración las recomendaciones recogidas en la resolución firmada por varios grupos políticos, entre ellos el mío, porque hay que actuar y, de hecho, señor Comisario, hay que actuar con bastante urgencia.
Martin Häusling (Verts/ALE). – (DE) Señora Presidenta, señor Cioloş, no cabe duda de hay que solucionar la crisis. No obstante, esta propuesta propone soluciones que nosotros no podemos respaldar. El hecho de facilitar la importación de soja modificada genéticamente no va a ayudar a solucionar la crisis en el sector ganadero. Más bien al contrario, debemos empezar a reestructurar nuestra propia fuente de proteínas vegetales en Europa. Importamos aproximadamente el 75 % de nuestras proteínas vegetales, lo cual resulta inaceptable, y es necesario introducir cambios urgentes.
Tampoco comprendo por qué son tantas las personas que cuestionan el compromiso negociado por todos los grupos ni por qué quieren abrir las puertas a las importaciones de soja modificada genéticamente, lo cual no constituye una solución. También tenemos que debatir qué tipo de ganadería queremos en Europa. Una vez más, las más perjudicadas por la crisis han sido las pequeñas explotaciones agrícolas. Por otro lado, se está desarrollando en Europa una ganadería a escala industrial que no es respetuosa con el ganado y que no es justa en términos agrícolas. En última instancia, también tenemos que hacer algo al respecto.
Para concluir desearía añadir que me ha sorprendido enormemente que se vayan a transferir 450 millones de euros del presupuesto agrícola al proyecto ITER de fusión nuclear. Me gustaría que el señor Cioloş explique qué debemos pensar al respecto.
Bairbre de Brún (GUE/NGL). – (GA) Señora Presidenta, el resultado del aumento sustancial de los costes relacionados con la alimentación animal es la inestabilidad en la industria agrícola europea. La fluctuación de los precios repercute negativamente sobre una industria ganadera que ya es vulnerable de por sí. El aumento de los costes de los piensos compuestos provoca la subida de los costes de producción para el sector ganadero y se requiere una mayor flexibilidad con respecto a la ayuda destinada a este sector.
Ha llegado la hora de que la Comisión proponga medidas para reducir la inestabilidad de los procesos y para establecer el precio de los piensos. Me complace oír que el señor Comisario está estudiando un nuevo instrumento para abordar la volatilidad de los precios después de 2013. Ahora también hacen falta unas medidas y unos instrumentos apropiados.
John Stuart Agnew (EFD). – Señora Presidenta, yo apoyo las observaciones del señor De Castro acerca de la harina de carne y huesos. La desregulación en este ámbito es muy necesaria. En estos momentos, el sector ganadero británico tiene dificultades para hacer frente al elevado precio del pienso, y los impedimentos que está imponiendo la Comisión no son de mucha ayuda. Lo más prioritario es la identificación electrónica individual ovina —una regla que no se aplica en muchos otros Estados miembros y que tampoco es un requisito para las importaciones de carne de ovino procedente de terceros países.
La inminente prohibición de las jaulas en batería está ocasionando graves alteraciones en nuestro mercado del huevo debido a que los huevos procedentes de sistemas con jaula de Estados miembros que no cumplen este requisito se pueden vender más baratos que nuestros huevos producidos mediante sistemas, más caros, de colonias. Tenemos productores en este ámbito que utilizan los dos sistemas paralelamente antes de que venza el plazo establecido a fin de intentar recuperar parte de los 400 millones de libras esterlinas que hemos gastado para cumplir sus reglas que, cómo no, están propiciando la salida de más huevos al mercado.
El fantasma de la apertura por parte de la UE de las negociaciones comerciales bilaterales con Mercosur amenaza, cual una muerte anunciada, a todo el sector ganadero británico. El ganadero británico será el cordero sacrificado de este acuerdo y es algo que no nos gusta nada.
Béla Glattfelder (PPE). – (HU) Son muchas las causas que han dado lugar a la crisis en el sector ganadero. Llevan razón quienes afirman que una de ellas es la competencia desleal provocada por las importaciones y aluden a los peligros que entrañan las negociaciones con Mercosur. Yo quiero plantear la cuestión de la subida de los precios del grano. Era una subida previsible, y así lo he manifestado en varias ocasiones aquí, en el Parlamento Europeo. La Comisión Europea no ha hecho nada para evitarlo. Una de las causas del problema es la reducción de la intervención, que fue un grave error. Tenemos que tomar conciencia del hecho de que el comercio global del grano se concentra en las manos de un número cada vez más reducido de empresas. Casualmente, la situación se repite en muchos Estados miembros de la UE. La Unión Europea decidió no conservar reservas de emergencia, una decisión que aumentará la especulación en el futuro.
La fluctuación de los precios del grano provoca pérdidas no solo para los productores de grano sino también para los criadores de ganado y para los consumidores. Además, los costes también repercuten sobre los contribuyentes europeos. Recuerden que la Unión Europea obtuvo un gran beneficio de la venta de las existencias de intervención de 2004/2005. Los precios del grano eran reducidos en el período anterior. Si la Unión Europea hubiera intervenido entonces, ahora se podrían obtener enormes beneficios de la venta de grano, lo que también ayudaría a los criadores de ganado. No obstante, ya no poseemos dichas existencias, lo cual además de perjudicar a los productores y a los consumidores, también quiere decir que la Unión Europea no tiene la posibilidad de brindar ayuda a los países que pasan hambre, como es el caso de Pakistán.
Csaba Sándor Tabajdi (S&D). – (HU) En primer lugar, los esfuerzos del Comisario Cioloş para que la Unión Europea establezca un mecanismo protector adecuado para combatir la volatilidad global de los precios de los alimentos merece todo nuestro apoyo. En segundo lugar, los elevados precios del grano y de los piensos señalan hacia la emergencia de un déficit de proteínas en la Unión Europea, y el señor Häusling elaborará un informe al respecto. En tercer lugar, el hecho de que el sistema de la política agrícola común se haya distorsionado, sobresubvencione a los productores de grano, y no apoye ni a los productores de porcino ni de aves de corral ni a los ganaderos en general, constituye otro factor que contribuye a la crisis actual del ganado. En cuarto lugar, los ganaderos están en desventaja en la cadena de suministro frente a los procesadores y los comerciantes. En quinto lugar, los ganaderos están obligados a realizar inversiones desproporcionadamente elevadas destinadas a la protección ambiental. Esto es especialmente grave en los nuevos Estados miembros y es algo que también habría que abordar y remediar.
Herbert Dorfmann (PPE). – (DE) Señora Presidenta, señor Cioloş, Señorías, quisiera agradecer a la señora García esta iniciativa y también me gustaría hacer referencia explícita a la situación de la ganadería en las zonas montañosas. En muchas regiones de la Unión Europea existen alternativas agrícolas a la ganadería, pero no suele ser así en las zonas montañosas. Si no hubiera herbívoros en las montañas, gran parte de las zonas agrícolas montañosas resultarían inútiles y se abandonarían. Ello no solo restringiría las oportunidades empresariales de las regiones montañosas, sino que también modificaría el paisaje y, finalmente, mermaría la biodiversidad.
En este sentido, el sector de los productos lácteos desempeña una función especial porque crea puestos de trabajo y genera ingresos en regiones montañosas y en otras zonas. Por esta razón, creo que en la reforma de la política agrícola debemos centrarnos expresamente en tres cuestiones. Necesitamos una política agrícola común (PAC) que tome en consideración la ganadería en las regiones montañosas y conceda subvenciones a los ganaderos de dichas regiones. En segundo lugar, necesitamos un segundo pilar de la PAC que sea flexible y que propicie la dotación de ayudas especiales para los ganaderos de las zonas montañosas. En tercer lugar, necesitamos una política de calidad que se centre, concretamente, en productos procedentes de regiones montañosas y que ofrezca opciones de etiquetado especial, de modo que se pueda obtener valor añadido en el mercado para estos productos del sector ganadero de las zonas montañosas.
Luís Paulo Alves (S&D). – (PT) Es probable que nos estemos dirigiendo hacia otra burbuja de los productos básicos. El promedio del aumento de los precios en los mercados internacionales es superior al 16 % desde junio. Nunca ha habido tantas negociaciones acerca del mercado de los futuros ni tanto dinero en juego. Unos tipos de interés extremadamente bajos y demasiado dinero en busca de buenos negocios están llevando a un aumento de la negociación y de la especulación financiera en los contratos de futuros sin ningún contacto con la economía real. Las cifras correspondientes a la bolsa de cereales más importante del mundo, la Bolsa Mercantil de Chicago, son impresionantes y se están batiendo todos los récords de transacciones en la compra de soja, maíz y trigo. En la práctica, esto se traduce en la transferencia de estos incrementos a los precios reales de mercado, incluso en un año en que hay una gran disponibilidad de cereales. Estos aumentos de los precios de los piensos animales están causando graves daños a la ya difícil situación de muchas de nuestras explotaciones ganaderas, las cuales no serán capaces de reflejar estos aumentos en lo que ellas venden a causa de la crisis y no es probable que sean capaces de absorberlos. Por ello, es hora de pasar a la acción y proteger nuestros alimentos de la especulación financiera. Dicho esto, me gustaría saber cuáles son los planes de la Comisión al respecto.
Michel Dantin (PPE). – (FR) Señora Presidenta, señor Comisario, Señorías, la agricultura es un mundo muy complejo. Hace un año, en esta Cámara, todos nos lamentábamos de la situación general de la producción. Hoy, un sector productor, el sector de los cereales, está obteniendo mejores resultados que los demás —y, a mi juicio, deberíamos congratularnos por ello. No obstante, su éxito está repercutiendo gravemente sobre otro sector, el sector ganadero.
El verdadero problema que se nos ha planteado hoy es la incapacidad de la industria agrícola de repercutir los costes a los que tiene que hacer frente sobre los consumidores. Por ello, como ya se ha dicho esta mañana, tenemos que ayudar a los productores a organizarse para que puedan hacerse notar en sus negociaciones con sus clientes y, más concretamente, en sus negociaciones con el sector de distribución a gran escala.
No obstante, la cadena, el funcionamiento de los mercados es más pernicioso. ¿Cómo podemos explicar el hecho de que, durante años, décadas, hayamos estado diciendo que los países sudamericanos estaban ejerciendo presión sobre la producción y rebajando los precios? ¿Cómo podemos explicar que, aunque actualmente los precios estén volviendo a subir en esos países, no podamos repercutir dicho aumento sobre nuestros productores porque, es cierto, han aumentado los costes, pero —y esto también hay que decirlo— los precios de los productores no han experimentado ningún aumento?
¿Cómo no vamos a mencionar las diferencias en materia de costes que existen entre nuestros países? Hay que reconocer que esto es, en parte, una cuestión de responsabilidades nacionales. No obstante, el dumping que existe en la actualidad entre nuestros varios países ayuda a desestabilizar los mercados y, en mi opinión, Europa debería abordar este asunto.
Sí, hay que buscar soluciones. Los productores de cereales europeos conocen, creo yo, cuál es la situación a la que han de hacer frente sus principales clientes, los agricultores. Están dispuestos a firmar un acuerdo contractual. ¿Está usted dispuesto, señor Comisario, a apoyar dicho acuerdo?
Alan Kelly (S&D). – Señora Presidenta, otra vez estamos debatiendo la destrucción de los ingresos de los agricultores por unos mercados cuya composición es, francamente, ligeramente disfuncional y que tampoco son capaces de enfrentar grandes impactos como la subida del precio del grano de la que estamos siendo testigos. No cabe duda de que ha llegado la hora de que nuestro sistema agrícola y de mercado se refuerce y espero que la Comisión y el señor Comisario comprendan, una vez más, que los grupos políticos de esta Cámara están pidiendo un presupuesto adecuado para la PAC después de 2013.
El coste de los insumos y unos reglamentos estrictos están haciendo que las explotaciones agrícolas de la UE dejen de ser competitivas, y la viabilidad de nuestro sector agrícola se está deteriorando. Nuestro sistema de pastizales de producción de carne de vacuno de calidad y sostenible desde el punto de vista ambiental se está viendo debilitado por las importaciones procedentes de terceros países. Tenemos que darles a nuestros agricultores una oportunidad justa y, por experiencia, creo que eso es lo que quieren. La falta de autosuficiencia de la UE en relación con el grano empieza a ser un problema grave, no solo para la carne de vacuno sino también para las industrias porcina y avícola. Esta propuesta constituye una declaración de la seriedad con la que se toma esta Cámara los avances actuales en nuestros mercados agrícolas. Nosotros, como parlamento que somos, debemos intervenir cuando consideremos que la situación sea urgente y, francamente, señor Comisario, nuestros sectores vacuno, avícola y porcino necesitan una intervención positiva e inmediata. Quedo a la espera de su respuesta.
Jarosław Kalinowski (PPE). – (PL) Señora Presidenta, señor Comisario, la situación que estamos viviendo este año nos está enseñando que es esencial contar con un nivel de reservas de cereales apropiado para garantizar nuestra seguridad alimentaria y la estabilidad de nuestro mercado. Esta seguridad se debería garantizar con unas decisiones apropiadas a escala de la UE.
Otro asunto muy importante es la búsqueda de nuevas fuentes de proteínas —una vía muy buena hacia la independencia de la agricultura europea. Debemos por ende promover el cultivo de plantas ricas en proteínas. Recordemos, no obstante, que tenemos la obligación incondicional de garantizar el acceso permanente de los agricultores a los piensos. Por esta razón, apoyo la propuesta que hace un llamamiento a la Comisión Europea para que establezca un umbral mínimo para el nivel de variedades de OMG no autorizadas permitidas en las importaciones de soja. La continuación de la política de tolerancia cero constituye una amenaza para toda la cadena de producción alimentaria.
Kriton Arsenis (S&D). – (EL) Señora Presidenta, actualmente son dos las amenazas que afectan a la ganadería y a los alimentos a escala global. Por un lado, tenemos los monopolios de semillas, y hemos visto las desastrosas consecuencias de las semillas modificadas sobre este sector en la India. Por otro lado, tenemos los juegos a los que juegan las organizaciones financieras con los precios de los productos básicos.
En 2008, tuvimos la mayor producción mundial de cereales. En 2008, y aquí viene lo más absurdo, a menos que la causa radique en los juegos financieros, tuvimos la mayor crisis alimentaria, una crisis alimentaria que causó trastornos sociales y la pérdida de numerosas vidas humanas. Tenemos que vigilar estos dos asuntos. Tenemos que aumentar los recursos locales, garantizar el libre acceso a las semillas por parte de los agricultores y que los ganaderos también paguen unos precios más reducidos, y también tenemos que regular la actividad de las organizaciones financieras.
Izaskun Bilbao Barandica (ALDE). – (ES) Señora Presidenta, las explotaciones ganaderas están sufriendo las consecuencias de la crisis. Además, tienen que cumplir las normas más estrictas del mundo, que incrementan sus precios de producción, con la desventaja que ello supone frente a terceros países. Por ello, creo que es necesario, en primer lugar, garantizar en la PAC la financiación suficiente después de 2013, para asegurar la viabilidad de productores agrícolas y ganaderos; en segundo lugar, adoptar medidas específicas para los ganaderos que utilizan medidas de protección sostenible; en tercer lugar, reforzar las medidas para apoyar al sector ganadero en las zonas más desfavorecidas; en cuarto lugar, exigir que las importaciones de terceros países cumplan las normas de la Unión Europea para evitar la competencia desleal.
Y, por último, pido a la Comisión que defienda los intereses de los productores europeos en todas las negociaciones comerciales, para que no pongan en peligro la producción del sector ganadero. No adoptar estas medidas puede hacer de Europa un espacio sin sector y dependiente de las importaciones y de terceros países.
Struan Stevenson (ECR). – Señora Presidenta, la crisis en el sector ganadero de la UE ha golpeado duramente a los agricultores en Escocia y nosotros podríamos hacer muchas cosas para ayudar. En primer lugar, podríamos reducir la carga normativa. Es una locura que apliquemos unas normas y una burocracia más estrictas a nuestros propios productores que a nuestros competidores de fuera de la UE. Nuestros agricultores se ven atados de pies y manos por la burocracia y nosotros importamos cantidades ingentes de alimentos producidos en unas condiciones higiénicas y de bienestar que en la UE constituirían una infracción penal.
El elevado coste que entraña el cumplimiento con toda esta burocracia no se refleja en los precios que están obteniendo nuestros agricultores por su ganado. La carne de vacuno británica se está vendiendo en la actualidad por un precio muy inferior al coste de producción; los ganaderos de vacas nodrizas de las tierras bajas calculan que está perdiendo alrededor de 260 libras esterlinas por vaca; nuestros productores de leche han sufrido una larga espiral de decadencia. Tenemos que tomar medidas para cortar por lo sano.
João Ferreira (GUE/NGL). – (PT) El aumento del precio de los cereales es otro factor a añadir a la crisis en el sector ganadero, y además la está agravando. La política agrícola común actual y las políticas comerciales de la Unión Europea no garantizan unos ingresos justos para los agricultores, sobre todo para los pequeños y medianos productores, ni impiden, sino que empeoran, las consecuencias del incremento de los precios de los factores de producción y la volatilidad de los precios de los productos agrícolas. Las causas de esta volatilidad no son solamente, ni siquiera fundamentalmente, naturales: entre ellas figura la especulación con los alimentos. Todas las medidas que se adopten en este ámbito tendrán siempre un alcance muy limitado si no incluyen la prohibición de los instrumentos que hacen que sea rentable, más concretamente, los derivados financieros. Para salvaguardar la producción, el derecho a producir y la soberanía y la seguridad alimentaria es preciso poner fin a la subyugación de agricultura y de la producción alimentaria al mercado y a la competitividad. Es preciso adoptar medidas eficaces para regular e intervenir en los mercados, pues sin dichas medidas la volatilidad de los precios se agravará y se desencadenarán unos procesos de concentración a los que solamente sobrevivirá un número reducido de grandes productores.
Dacian Cioloş, Miembro de la Comisión. – (FR) Señora Presidenta, celebro enormemente el interés manifestado, inclusive en el Parlamento Europeo, por un sector que es esencial no solo para el abastecimiento del mercado, sino también para la estabilidad de nuestras regiones: me refiero al sector ganadero.
Las respuestas a muchas de las cuestiones y los problemas que se han planteado residen, indudablemente, en las propuestas sobre el futuro de la política agrícola común que va a presentar próximamente la Comisión. El Parlamento también podrá debatir dichas propuestas la semana que viene, sin ir más lejos. Tampoco quepa duda de que en ellas abordaremos la cuestión de la distribución equitativa de la ayuda entre los distintos sectores, incluido el sector ganadero. Asimismo, abordaremos las cuestiones del apoyo al sector ganadero en zonas más concretas y más complejas y de los mecanismos para gestionar la volatilidad de los ingresos. No obstante, se han formulado una serie de preguntas específicas a las que desearía responder. La primera de ellas guarda relación con el problema de los precios de los cereales y las existencias de intervención.
Es cierto que ya no poseemos las existencias de intervención que poseíamos en el pasado, pero ello se debe a que ahora los precios son más altos. La intervención en el mercado no se puede justificar cuando los precios son elevados. Creo que debemos estudiar mecanismos de otro tipo y, aunque las existencias pueden ser importantes, tendremos que pensar en otros tipos de existencias distintos a las existencias de intervención en el mercado que poseíamos en el pasado. Esta cuestión tal vez debería abordarse a un nivel que vaya más allá del europeo, pues actualmente existe mayor apertura de mercado que en el pasado.
En relación con el proyecto ITER, señor Häusling, el hecho de que una parte del presupuesto de 2010 no se haya destinado a la agricultura y se haya destinado a este proyecto no quiere decir que no dispongamos de los recursos necesarios para intervenir en el sector agrícola. Le garantizo que estos fondos adicionales destinados al ITER no proceden de ningún mecanismo de la PAC; este dinero sigue estando disponible y no se ha utilizado porque no ha habido ninguna necesidad de hacerlo. No obstante, aun con esta transferencia, le garantizo que tenemos el presupuesto que necesitamos para poder aplicar las medidas necesarias.
Para concluir, quisiera añadir que con respecto a la cuestión de la volatilidad —y el impacto de la especulación en el mercado sobre la volatilidad—, la Comisión la está abordando en mayor profundidad, en el caso de los productos derivados como en el de las materias primas por igual. Yo estoy trabajando en ello con mi colega el señor Barnier. La Comisión presentará algunas propuestas.
Por lo que respecta a la distribución del valor añadido a lo largo de la cadena alimentaria, en colaboración con el Comisario Tajani, organizaremos una primera reunión del Grupo de Alto Nivel la semana que viene a más tardar.
Presidenta. − He recibido cuatro propuestas de resolución(1), presentadas de acuerdo con el apartado 5 del artículo 115 del Reglamento.
Se cierra el debate.
La votación tendrá lugar en breve.
Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)
Sandra Kalniete (PPE) , por escrito. – (LV) Estos días, los ganaderos europeos están atravesando unas dificultades que debemos superar todos juntos para que el sector ganadero pueda desarrollarse y generar unos ingresos suficientes para los agricultores. En los últimos meses, se ha producido un aumento significativo de los precios de los cereales, agravado por fenómenos extraordinarios como por ejemplo las inundaciones de Pakistán o los incendios forestales de Rusia. Es evidente que nosotros no podemos influir sobre estos desastres climáticos, pero está en nuestra mano redactar unas propuestas legislativas que puedan ayudar a los agricultores europeos a superar las consecuencias de estos cataclismos. Lo que está claro es que nosotros podemos y debemos restringir la especulación con los cereales, que también constituye una de las causas de estas dificultades. Es intolerable que unos acuerdos tan deshonestos causen pérdidas en un sector que es uno de los pilares sobre los que se sustenta la agricultura europea. También me gustaría recordarles que es esencial que la Comisión defienda los intereses de los agricultores europeos en sus deliberaciones con las naciones de Mercosur acerca de un nuevo acuerdo comercial y que garantice las condiciones para la competencia leal. Insto a la Comisión a que empiece a trabajar activamente para ayudar a los agricultores europeos a superar las dificultades por las que atraviesa actualmente el sector ganadero, pues nuestro apoyo es vital para ellos.
Franz Obermayr (NI), por escrito. – (DE) El sector ganadero presenta una serie de problemas para los ganaderos europeos, entre ellos el aumento del coste de los insumos, la competencia de las importaciones procedentes de terceros países, grandes fluctuaciones en los costes de los piensos y unos precios de la carne relativamente bajos. Si vamos a instaurar una política duradera para el sector ganadero, debemos tomar en consideración a todas las partes interesadas, incluidos los agricultores, los consumidores y los propios animales. El objetivo debe ser dejar atrás la ganadería a escala industrial en pos del trato más natural y respetuoso de los animales en las pequeñas explotaciones agrícolas. Todo ello debe ir unido al mayor nivel posible de seguridad para los consumidores a través de unos servicios de salud animal completos y un claro etiquetado de todos los productos alimenticios procedentes de animales y, más concretamente, con respecto a su origen y a la forma en que son criados los animales. La UE debe fijar las condiciones básicas necesarias para salvaguardar el futuro de nuestros agricultores con el fin de que puedan ser competitivos a escala internacional y sus negocios puedan seguir siendo viables económicamente, a pesar de que poseamos las normas de bienestar animal más estrictas del mundo.
Pavel Poc (S&D), por escrito. – (CS) El aumento de los precios de los cereales también constituye una amenaza para el sector ganadero de la UE debido a su dependencia de los piensos importados de terceros países. La situación es crítica en el ámbito de la producción porcina, donde el pienso representa el 60 % de los costes de producción, si bien el aumento de los precios podría amenazar paulatinamente a todos los tipos de producción ganadera de la UE. Por ello, Europa debería ser menos dependiente de la importación de piensos procedentes de terceros países.
El cambio a piensos modificados genéticamente importados de los Estados Unidos no es, en modo alguno, una solución. En la UE cuesta casi dos años y medio aprobar dichos piensos, en Argentina alrededor de tres años, en Brasil entre tres y cinco y en China también se están adoptando medidas estrictas en este ámbito. En los Estados Unidos, sin embargo, la aprobación cuesta solamente 15 meses. La crisis en el sector ganadero de la UE no se debe explotar desde los frentes comerciales de las compañías estadounidenses, que ven un importante potencial en el mercado europeo.
La Unión Europea debería fijarse el objetivo de reducir los costes de producción, de garantizar el cumplimiento de las normas de la UE por parte de terceros países, y de garantizar que los productores obtengan un precio decente por sus productos. No se puede consentir que los consumidores carguen con las consecuencias de la subida de los precios, que los productores ganen cada vez menos dinero y que los distribuidores obtengan cada vez más beneficios.
Discrepo con la opinión de la Comisión de que no se precisan medidas urgentes, porque estamos atravesando una crisis estructural que hay que solucionar y no solo desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.
Daciana Octavia Sârbu (S&D), por escrito. – (RO) Los ganaderos europeos han estado atravesando numerosas dificultades, cada vez mayores, en los últimos tiempos. Les resulta difícil enfrentar la competencia de terceros países, pues estos últimos no cumplen con las estrictas normas con las que cumplen los productores locales, y siempre son víctimas de las negociaciones comerciales de la Unión Europea. No obstante, esperamos que la Comisión Europea adopte una actitud distinta en el futuro, pues no es normal que los agricultores europeos salgan siempre perdiendo como resultado de los acuerdos comerciales. La Comisión también tiene que participar más en el refuerzo de las organizaciones de productores de todos los sectores ganaderos, a fin de que puedan negociar unos precios mejores para sus productos, sin olvidar los costes de producción. Al mismo tiempo, insto a la Comisión a que libere, a la mayor celeridad, cereales de las existencias de intervención para apoyar a este sector que ha sido duramente golpeado por la crisis.