Presidente. – El siguiente tema es el informe de la señora Kolarska-Bobińska, en nombre de la Comisión de Industria, Investigación y Energía, titulado «Hacia una nueva estrategia energética para Europa 2011-2020» (2006/2212(INI)) (A7-0313/2010).
Lena Kolarska-Bobińska, ponente. – (PL) Señor Presidente, señor Comisario, recientemente, hemos hablado mucho de los cambios institucionales que se han producido a consecuencia del Tratado de Lisboa. Entre esos cambios se incluyen el Servicio de Acción Exterior y los procedimientos para los trabajos presupuestarios, aunque el Tratado de Lisboa también hace referencia a las políticas de la Unión. Hoy debatimos la primera estrategia energética posterior a Lisboa, que la Comisión ha preparado para el período 2011-2020.
Cabe destacar que tanto la estrategia de la Comisión como el informe del Parlamento reflejan el espíritu del Tratado de Lisboa —en referencia a la solidaridad en el sector de la energía y a la preocupación por la seguridad y el suministro de la misma—. La estrategia de la Comisión y el informe del Parlamento también enfatizan el fortalecimiento de la política energética y destacan aún más el carácter europeo. Podemos lograrlo adoptando determinadas medidas.
En primer lugar, debemos implementar con celeridad la legislación actual europea en materia de energía en los Estados miembros. Así que apoyamos plenamente a la Comisión en la aprobación de medidas más firmes contra gobiernos y empresas que no cumplan con la obligación de tomar medidas en esta área. En segundo lugar, para lograr nuestros objetivos comunes, el mercado común de la energía tiene que funcionar adecuadamente. Esto también implica la necesidad de crear un mercado de energías renovables en Europa. Para lograr nuestros objetivos, es esencial, por tanto, ampliar y modernizar la infraestructura de la energía europea y transfronteriza. Esto a menudo se opone a los monopolios y los gobiernos que protegen dicha infraestructura. Sin embargo, sin una red europea, no se conseguirán los objetivos clave de la Unión Europea.
Hay dos obstáculos importantes que superar, la administración y la financiación. Respecto a las cuestiones de administración, necesitamos sobre todo establecer prioridades y normas claras para la selección de proyectos clave. Sin estos criterios y sin normas claras, la selección de proyectos ocasionará muchos conflictos y discrepancias, y, además, generará más dudas que esperanzas. A escala nacional, no obstante, las medidas reguladoras son fundamentales, especialmente en el contexto de proyectos transfronterizos.
Pasemos ahora al problema más importante —la financiación de las infraestructuras—. Conocemos las tensiones que actualmente acompañan la aprobación del presupuesto para el próximo año, aunque serán aún mayores las tensiones que afectarán al Marco Financiero después de 2013. Sin embargo, los gastos que planeamos deben reflejar los objetivos estratégicos de la Unión Europea, con ello me refiero a la seguridad energética de los ciudadanos. También tendremos que encontrar nuevas formas de atraer la inversión de empresas y bancos. De eso hablamos en el informe.
La política energética en la actualidad está cada vez más relacionada con la política exterior de la Unión Europea. Las relaciones con nuestros socios externos en el sector energético deben configurarse mediante los principios del mercado interior de Europa. Las empresas extranjeras que entren el mercado europeo deben operar de forma transparente y de acuerdo con la ley, asimismo, deben gestionarse conforme a acuerdos transparentes. Esto afecta tanto a los conductos que construirán en el futuro como a los que se están construyendo actualmente.
Señor Comisario, valoro la ayuda que ha ofrecido a Polonia durante las negociaciones con Rusia sobre el gasoducto Yamal. No obstante, me gustaría ver acciones similares en caso de otros conductos, incluido el Nord Stream. También quisiera enfatizar que se ha de imprimir transparencia en todos los proyectos presentes y futuros, y no solo en algunos de ellos.
En resumen, señor Presidente, la Unión necesita una perspectiva a largo plazo para la política energética. Necesitamos una comunidad europea en el sector de la energía. Si la Comisión desea acelerar la puesta en marcha de medidas por parte de las empresas y los Estados miembros, entonces debe ser creíble y poner en práctica una estrategia realmente buena, además de un paquete en materia de infraestructuras. En el futuro, el Parlamento Europeo querrá supervisar la aplicación de la estrategia, porque eso implica tener una influencia real sobre la situación, y no solo la expresión de un deseo.
Para finalizar, es muy importante la actitud de los Estados miembros respecto a los objetivos contenidos en la estrategia de la Comisión Europea y en mi informe. ¿Estarán preparados para refrenar los intereses nacionales en beneficio del bien común europeo? ¿Se opondrán a la actividad de los grandes grupos de intereses y tendrán en cuenta la seguridad y el bien de los consumidores? Nosotros, como diputados al Parlamento Europeo, insistiremos en ello. Le felicito, señor Comisario, por la estrategia energética para los próximos 10 años.
Günther Oettinger, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, Señorías, me gustaría empezar diciendo que estoy impresionado con la cantidad y la calidad de ideas, comentarios críticos y contribuciones constructivos en respuesta al proyecto de estrategia energética para el período 2011-2020 que presentó la Comisión. Me gustaría dar las gracias a la señora Kolarska-Bobińska por su presentación, por reunir las contribuciones de sus colegas de forma inteligente y por establecer prioridades, algo que personalmente considero muy importante. Nos complacerá incluir su informe nuestro trabajo durante las próximas semanas, ya que durante las semanas que siguen estaremos muy ocupados en lo referente a la política energética. El 3 de diciembre, el Consejo de Energía, después de una oportunidad única que se presenta el 4 de febrero para los Jefes de Estado y Gobierno para abordar la cuestión de la energía, dará un impulso en la consecución de nuestros objetivos comunes y en la europeización de la política energética. En lo que a mí respecta, el Parlamento constituye un socio fundamental en dicha tarea.
La posición de la que partimos se podría describir como sumamente difícil. Tenemos un mercado único que todavía no está terminado. Durante 12 años hemos tenido la ley para la electricidad y el gas, pero que todavía no se ha materializado. Tenemos más submercados y fronteras regionales, y tenemos que hacer todo lo posible para garantizar que durante los próximos cinco años el mercado único también se puede implementar para la industria y los consumidores con el fin de lograr más competencia y transparencia.
En segundo lugar, tenemos una carencia manifiesta de infraestructuras. Si observan las bases que existen en el mercado único para otros productos, mercancías y servicios —carreteras, ferrocarriles, rutas aéreas, aeropuertos, el mundo digital, vías navegables— pueden observar que todavía estamos muy lejos de lo que necesitamos en cuanto a infraestructura para el transporte de energía, concretamente de gas y electricidad, para cumplir con los objetivos de la política energética europea, a saber, mejorar la seguridad del suministro, la solidaridad, la competencia y los intereses de los consumidores. Tenemos que acortar distancias en este terreno durante las próximas dos décadas en comparación con el desarrollo producido durante los dos últimos siglos en el caso de las carreteras y los ferrocarriles, y durante los últimos diez años en el caso del mundo digital. Todo ello depende de la aceptación del pueblo y la transparencia. La transparencia es necesaria para lograr una mayor aceptación del desarrollo de las infraestructuras para la electricidad y el gas, asimismo, necesitamos los recursos financieros adecuados, que tendrán que ser desembolsados principalmente por los consumidores por medio de las facturas energéticas, pero que, si bien hay intereses europeos implicados, también hay responsabilidad pública respecto al presupuesto europeo.
En tercer lugar, tenemos un gran potencial sin explotar en el área de la eficiencia energética. Todo aquel que, como nosotros, dependa de las importaciones y que al mismo tiempo quiera progresar en cuanto a sostenibilidad, protección del clima y del medio ambiente debe oponerse a toda pérdida de energía y dar ejemplo con iniciativas energéticas específicas, ahorrar energía e incrementar la eficiencia energética en los sectores públicos, privados e industriales. Por tanto, la eficiencia energética será el próximo tema del programa para ambos. Espero con gran interés el informe de iniciativa propia del Parlamento, que está a punto de finalizar y sobre cuya base presentaremos nuestra estrategia sobre eficiencia energética al público general, al Parlamento y al Consejo en la primavera del año que viene.
La cuestión de la energía a precios asequibles constituye otra parte de la estrategia. La Presidencia belga señaló con acierto que la electricidad en concreto podría causar divisiones en la sociedad a consecuencia del hecho de que la energía es cada vez más cara y, por consiguiente, menos accesible para todo el mundo. Esto significa que debemos ampliar la seguridad del suministro en nuestra estrategia para incluir la cuestión de la energía a precios asequibles en lo que respecta a la industria, los empleos y los hogares particulares. La investigación es otro aspecto importante. Europa no se puede hacer cargo de todo, pero la investigación en el sector de la energía puede ser un punto central para el presupuesto europeo durante los próximos años y para llevar a cabo una colaboración entre las autoridades públicas y la industria.
Después está la cuestión de las relaciones exteriores, la dimensión externa. La señora Kolarska-Bobińska ya ha señalado la atención al particular. Necesitamos una estrategia común, coordinada a escala europea, para la política exterior en materia de energía donde residen los mayores intereses de Europa. Todavía seguimos siendo el mayor mercado de energía en cuanto a consumo, por delante de China y los Estados Unidos. Si centramos nuestro poder de compra y las estrategias de infraestructuras, tendremos autoridad. Si entra en juego el viejo principio de «divide y vencerás», entonces será más fácil que otros se opongan. No queremos que eso suceda. Teniendo eso en cuenta, quisiera dar las gracias a todos ustedes por sus diversas e inteligentes contribuciones y por su informe. Me servirán de guía para continuar mi trabajo sobre la estrategia, que presentaremos posteriormente en el Consejo Europeo.
(Aplausos)
Pilar del Castillo Vera, en nombre del Grupo PPE. – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, quiero comenzar felicitando a la ponente, que ha hecho un trabajo excelente. El informe que nos presenta es, desde luego, tan ambicioso como extenso y es fruto –tengo que decirlo– de una ardua y exitosa negociación que condujo a que en la Comisión de Industria, Investigación y Energía se aprobara prácticamente por unanimidad.
Continuando con el tema, me gustaría señalar algo que todos sabemos, pero que no está de más: la situación energética europea no es exactamente óptima. No solo dependemos cada vez más de las importaciones energéticas, que obtenemos fuera de nuestro territorio, sino que, además, tenemos que hacer frente a las grandes inversiones que requieren nuestras infraestructuras energéticas en este momento en el que Europa sigue sufriendo las consecuencias de la crisis. Y todo esto en el trasfondo de que no hemos logrado todavía aplicar nuestra propia legislación en materia energética.
Ahora bien, en esta legislatura contamos con un instrumento con el que no contábamos en la anterior. El Tratado de Lisboa no solo proporciona una serie de objetivos claros como el mercado interior de la energía, la seguridad de suministros, la eficiencia energética y la promoción de las redes energéticas, sino que, además, dota a la Unión Europea de un marco legal y un fundamento jurídico sólido –el artículo 194– para actuar en el ámbito de la política energética.
Dentro de este nuevo contexto que estamos debatiendo, pido el apoyo de todos mis colegas para este informe que nos propone una serie de medidas encaminadas a garantizar el abastecimiento energético, la plena implementación de la legislación y los programas ya existentes, y destaca la necesidad de invertir en investigación, promueve el desarrollo de las redes, de los grids energéticos paneuropeos, y da el protagonismo que se merece a la creación del mercado interior energético.
Muchas gracias y les solicito mañana el apoyo de todos para este informe.
Marita Ulvskog, en nombre del Grupo S&D. – (SV) Señor Presidente, quisiera dar las gracias a la ponente, la señora Kolarska-Bobińska, por su excelente y abierta cooperación. Para mí, como social-demócrata, era muy importante trabajar para logar una política energética y una estrategia de suministros energéticos enfocada claramente hacia los consumidores y que también aporte transparencia al mercado del comercio de la energía y que garantice que la crisis climática tiene consecuencias en nuestras decisiones acerca de la conversión a sistemas energéticos y de suministro seguros, sostenibles y renovables. En ese sentido, también hemos logrado cierto éxito, algo que me complace. El texto relativo a los derechos de los consumidores se ha mejorado y queda más claro, como acaba de decir el señor Comisario, así como lo relacionado con el derecho a comprar energía a precios razonables para que los hogares puedan permitírselo. Hay que hacer algo para hacer frente a la pobreza en relación con la energía. El texto relativo a la cuestión del clima también ha quedado más claro, aunque aún queda mucho por hacer en ese sentido.
También creo que es importante que la responsabilidad de los Estados miembros en la combinación energética, por ejemplo, esté claramente indicada en la estrategia. La mayor decepción es que el informe no contiene ningún objetivo vinculante para el ahorro de energía y el aumento de la eficiencia —una pena—. Los Estados miembros probablemente no conseguirán alcanzar el objetivo del 20%, que es un gran error según nuestros criterios, porque el ahorro energético es una de las mejores formas para reducir la dependencia de la importaciones, reforzar la competitividad y crear empleos. Volveremos sobre esta cuestión en el Parlamento en un contexto diferente y espero que, entonces, recibamos un gran apoyo de toda la Cámara así como de la Comisión.
Jens Rohde, en nombre del Grupo ALDE. – Señor Presidente, en primer lugar, permítame dar las gracias y felicitar a la señora Kolarska-Bobińska por su excelente informe, y permítame empezar con una pequeña historia del mundo real. Hace diez años, China no producía ni un solo molino de viento, ahora China House está entre las diez primeras empresas del mundo de energía eólica. En dos años, se espera que tengan dos empresas entre las cinco primeras. Hace diez años no tenían nada. En la actualidad, China representa el 50% de la producción global de molinos. China se mueve y lo hace rápido.
En ese sentido, siento decirlo, la nueva estrategia de energía de la Comisión es desalentadora por la falta de ambición de un futuro más ecológico. Necesitamos una estrategia energética ambiciosa para Europa, no solo en una resolución de la COP 16 que nadie lee en cualquier caso. Necesitamos poner en marcha objetivos políticos concretos y ambiciosos en Europa. Parece que la estrategia del Consejo y la Comisión es «cuando sea el momento adecuado podremos ser ambiciosos». Bueno, ya ha llegado el momento y no podemos relajarnos y esperar a que llegue un gran acuerdo internacional vinculante antes de actuar.
Para que la estrategia energética sea satisfactoria en materia climática, laboral y de crecimiento necesitamos un enfoque mucho más ambicioso y orientado al mercado de manera que podamos utilizar los mecanismos de mercado en nuestro beneficio. Depende de nosotros crear un impulso en el mercado, mostrar a los pioneros hacia donde queremos ir para que nos puedan llevar hasta ahí. Por eso ALDE insta a que la UE avance hasta el 30% del objetivo de reducción de las emisiones de CO2. El mercado del carbono, el principal mecanismo para la reducción de las emisiones de CO2 e inversiones ecológicas, no funciona. Está inundado de límites y el precio es demasiado bajo, así que no hay incentivos para invertir en tecnologías ecológicas. Creemos que la UE necesita dar ese paso por el bien del crecimiento económico, el clima y la seguridad energética. Vamos Europa, vamos Comisión, hagámoslo realidad.
(Aplausos)
Claude Turmes, en nombre del Grupo Verts/ALE. – Señor Presidente, en primer lugar me gustaría, así como mi Grupo, dar las gracias por la labor realizada por la señora Lena Kolarska-Bobińska y todos los ponentes alternativos. Seguramente no ha sido fácil reunirnos a todos —como el pastor a sus ovejas— pero lo ha logrado.
Mi primer mensaje es «implementar, implementar, implementar». No necesitamos una política energética nueva. Tenemos que implementar el paquete climático, el tercer paquete de medidas sobre el mercado interior y la seguridad del suministro de gas. Después tenemos que añadir políticas específicas. Ha mencionado la eficiencia energética. Eso es fundamental y esperamos el informe del señor Bendtsen, que profundizará más sobre el particular.
La segunda preocupación está relacionada con el mercado interior. Señor Comisario, creo que ha realizado una labor excelente sobre el paquete de infraestructuras, aunque espero que no se relajen, en cierto sentido, en lo que se refiere a la política de competencia. Tenemos un buen historial en los últimos cinco años de ir en contra del dominio del mercado y este debe ser un punto central en la estrategia energética europea.
Respecto a las energías renovables, nuestro informe es mucho más crítico, la estrategia de la UE y la Estrategia Energía 2020 son muy poco precisas. El señor Jens Rohde tiene razón. Las energías renovables representan hasta el 70% de todas las inversiones en materia energética en Europa durante los próximos diez años. La tecnología de las energías renovables constituye nuestro mayor mercado de exportación en todas las tecnologías energéticas. No creo que se envíe el mensaje adecuado al dejar en segundo plano las energías renovables en la Estrategia EU 2020. Necesitaríamos un capítulo específico para lo que será la mayor inversión en los próximos diez años.
En nuestro informe, también nos mostramos mucho más cautos al reabrir el debate sobre los sistemas a medida nacionales y otros sistemas. Los gobiernos quieren programas de apoyo nacional y no debemos confundir este debate reabriendo otro al mismo tiempo.
El gas será importante, así como el petróleo en el futuro. Tengo dos preguntas concretas para usted. La primera es ¿cómo ve el mercado del gas en el sector energético durante la próxima década? Y la segunda, en la rueda de prensa fue muy claro sobre el agotamiento del petróleo, así como sobre el riesgo de llegar a los 200 dólares por barril, así que ¿cómo se relaciona esto con la política de transporte en el plano de la Comisión?
Konrad Szymański, en nombre del Grupo ECR. – (PL) Señor Presidente, me gustaría sumarme a los agradecimientos a la ponente por su excelente cooperación en la preparación de este informe tan difícil. El informe enfatiza todos los retos más importantes a los que se enfrenta la política energética europea. Creo que, sobre todo, la Unión tiene que abordar las cláusulas que contravienen los principios del mercado en los acuerdos con países terceros. Este es uno de los mayores obstáculos.
En concreto, Rusia impone restricciones en el acceso a los gasoductos y también prohíbe la reexportación, restringiendo los derechos de propiedad de las empresas europeas en relación con el gas que ya se ha comprado. Esto es lo que sucedió en el caso del contrato polaco con el que el señor Comisario está familiarizado. El objetivo de la política rusa es mantener un monopolio sobre el mercado del gas durante el mayor tiempo posible. El monopolio Gazprom en la Europa central se mantiene a costa del mercado común, de la competencia y, por último, de los derechos de los consumidores. En estos casos, la Unión debe reaccionar con decisión y no debe excluir el factor diplomático y el papel de la Alta Representante para la política exterior. De lo contrario, nuestra reacción será sencillamente desequilibrada.
En términos generales, la diplomacia de la Unión debe dedicar más atención a cuestiones relacionadas con las materias primas. Se trata de un asunto cada vez más importante y representa un reto significativo para los servicios, teniendo en cuenta las competencias en el área de la política comercial de la UE. En nuestra política energética, sin lugar a dudas deberíamos brindar todo nuestro apoyo a las tecnologías modernas, las instalaciones de gas licuado, la energía geotérmica y el gas de esquisto bituminoso. Hasta que no aseguremos la seguridad y la diversidad del suministro de gas, no podemos permitirnos abandonar el carbón de repente. De lo contrario, incrementaremos nuestra dependencia del gas, especialmente en la Europa central, donde el carbón todavía desempeña un papel sumamente importante.
Hay una cuestión final. Creo que es necesario observar un problema institucional. Todas las cuestiones que ha comentado la señora Kolarska-Bobińska en su informe recibieron poca atención en la comunicación de la Comisión Europea, que obviamente fue redactada sin tener en cuenta la posición del Parlamento. Es una coincidencia muy negativa —este proceso ha ido muy mal—. No creo que debamos actuar así.
Niki Tzavela, en nombre del Grupo EFD. – (EL) Señor Presidente, quisiera felicitar a la señora Kolarska-Bobińska por su excelente y arduo trabajo. Como hemos escuchado muchos objetivos ambiciosos en esta Cámara —y mi honorable amigo, el señor Turmes hizo referencia repetidamente a la implementación— creo que todos debemos felicitar a la Comisión en su comunicación reciente que emitió en noviembre sobre cuestiones relacionadas con la estrategia energética. Esta es la primera estrategia realista que hemos visto. La Comisión hace referencia concreta y claramente a las dificultades; las define y sugiere cuáles son las dificultades y donde hay margen para implementar los objetivos que hemos establecido.
Señor Comisario, ya que nos ha presentado una política estratégica realista en materia de energía, algo que ciertamente agradezco, me gustaría proponer una solución práctica y realista al South Stream. Tenemos dos conductos pequeños, el ITGI y el TAP. Están listos y al día. Pueden seguir adelante. Nabucco es grande y por tanto complicado, es posible que haya retrasos. Por consiguiente, sigan adelante con los dos gasoductos pequeños.
Dimitar Stoyanov (NI). – (BG) Señor Presidente, quisiera expresar mi apoyo por el informe que ha sido compilado, especialmente la última parte del mismo, que hace un llamamiento para que los intereses de los ciudadanos tengan prioridad respecto a los argumentos políticos.
El motivo es que hay un ejemplo muy sencillo de esto. Dos proyectos importantes que actualmente se están desarrollando: South Stream y Nabucco. Hay algunas facciones radicales en Bulgaria que dicen que estos proyectos son incompatibles entre sí. Casi se trata de tener o South Stream o Nabucco. Creo que la competencia entre ambos proyectos es la única manera posible de garantizar energía segura y barata para los ciudadanos europeos.
Otra cuestión que reviste gran importancia y que no se puede pasar por alto es la energía nuclear y su desarrollo en lo que respecta a la politización de este tema. La razón de plantear esto se debe a que la decisión de cerrar los reactores en la central nuclear de Kozloduy en Bulgaria fue política. En lugar de generar miles de millones de euros gracias a estos reactores, que incluso se podrían haber incluido en el presupuesto de la UE, los Estados miembros ahora tienen que pagar indemnizaciones debido a la decisión política de cerrar dichos reactores.
A parte de eso, recientemente hemos observado una tendencia hacia el histerismo respecto a la cuestión de las centrales de energía nuclear. Me gustaría instar a todos ustedes a que rebatan a aquellas organizaciones de activistas que adoptan medidas imparciales con el fin de aponerse oponerse a esta cuestión, porque la mayoría de ellas no ofrece ninguna alternativa. La energía nuclear es realmente una opción que puede garantizar energía segura y barata.
Herbert Reul (PPE). – (DE) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, yo también quisiera dar las gracias a la señora Kolarska-Bobińska por su labor intensa y constructiva. Ya que expreso mi agradecimiento, también apoyo el informe, a diferencia de algunos colegas que alaban el informe pero que mañana intentarán, mediante enmiendas clave, hacer cambios radicales a algunos párrafos. Por tanto, me gustaría abordar la petición que se ha planteado en numerosas ocasiones en el sentido de ser más ambiciosos. No estoy seguro de si lo que se ha manifestado en ese sentido es ambicioso o excesivo.
Estoy agradecido a la señora Kolarska-Bobińska por presentar una política realista, porque eso es lo que se necesita en un tiempo de crisis económica y financiera. No necesitamos revelar nuevos sueños, sino presentar algo que sea posible en un período de uno, dos, tres o cuatro años para demostrar que lo hemos logrado.
Le estoy agradecido por mencionar la importancia de la combinación energética y la responsabilidad de los Estados miembros, que decidirán por sí mismos qué quieren. No insistiremos en que sólo hay una perspectiva y esa se refiere a las energías renovables. La perspectiva incluye las energías renovables, el carbón, el petróleo, el gas y la energía nuclear, así como la fusión nuclear. Estaría muy complacido si se mantiene todo lo que ha escrito la señora Kolarska-Bobińska, que ya ha recibido el apoyo de una amplia mayoría.
La ponente abordó la cuestión de la responsabilidad financiera, la necesidad de desarrollar y establecer infraestructuras y no limitarse a pedirlo y decir que el dinero debe llegar de alguna parte. También señaló la responsabilidad de las empresas.
Eso nos lleva al mercado único. En ese sentido, no necesitamos exigir un paquete nuevo ni una legislación nueva. Más bien debemos pedir la aplicación y una revisión, y ser realistas de manera que también se pongan en práctica las normas que hemos establecido. Último en orden pero no en importancia, no debemos simplemente añadir nuevas cosas y luego sorprendernos de que los precios de la energía son demasiado altos que los ciudadanos no pueden pagarlos. ¿Es ambicioso o irresponsable amontonar nuevas cosas, incrementar los costes y luego quejarnos de que hay pobreza entre los ciudadanos en relación con la energía?
A veces el debate se centra únicamente en la industria, pero serán los ciudadanos los que sufran todas sus consecuencias dentro de unos meses o años. En algunos debates, me gustaría que consideráramos al comienzo cuál podrá ser el resultado final.
Teresa Riera Madurell (S&D). – (ES) Señor Presidente, señor Comisario, ante todo, mi enhorabuena a la señora Kolarska-Bobińska y también a la ponente alternativa de mi Grupo, la señora Ulvskog, así como a los demás ponentes por su buen trabajo.
Efectivamente, dado su carácter estratégico, se trata de un informe extenso que aborda de forma detallada las diferentes facetas de la política energética de la Unión y las aborda construyendo la estrategia sobre el importante conjunto de normas que hemos aprobado durante estos últimos años. En mi breve intervención quisiera subrayar dos aspectos muy importantes de este informe: las interconexiones y la fiscalidad.
En el punto en el que estamos es ya muy urgente aplicar con resolución los mecanismos legislativos y financieros que tenemos a nuestro alcance para fortalecer en tiempo útil, y esto es muy importante, aquellos eslabones débiles de las redes transeuropeas de energía.
En cuanto a la fiscalidad, considero que la eficiencia, el ahorro energético y las energías renovables necesitan, para desarrollarse a los niveles marcados, no solo de una fiscalidad impositiva específica, sino también de incentivos fiscales bajo las formas de deducciones o de exenciones que sean las más adecuadas.
Lena Ek (ALDE). – Señor Presidente, tenemos enormes problemas con el mercado de la energía en la red europea, sin mencionar que la producción de la energía se basa principalmente en fuentes combustibles fósiles. Si alguien dice implementación, implementación, implementación, yo diría enfoque, enfoque, enfoque y mencionaría algunos ejemplos.
Todavía carecemos del 50% de la financiación para el plan EETE. Celebramos negociaciones presupuestarias que van en dirección totalmente contraria a esta estrategia energética. Tuvimos que luchar con uñas y dientes —discúlpenme, no quiero que me expulsen de la Cámara— por el Plan Europeo de Recuperación Económica (PERE), la eficiencia energética y los carburantes alternativos y en el ámbito de la investigación tenemos el mismo problema.
La misma semana en que debatimos lo que, debo reconocerlo, es en parte una buena estrategia, señor Comisario, votamos un informe sobre subvenciones del carbón que dice que España subvenciona el carbón en un mercado del carbón no competitivo por un monto de 50 000 euros por empleo, mientras que la media es de 17 000 euros. ¿Cómo podemos ser competitivos y modernos si tomamos decisiones como esta? Eso socava toda la estrategia.
Jaroslav Paška (EFD). – (SK) Señor Presidente, la experiencia de años anteriores, cuando se producían cortes del suministro de gas procedente de Ucrania y había cortes generalizados de electricidad en varios países de la UE ponían de manifiesto que nuestro sistema energético carecía de las reservas necesarias para hacer frente a estas situaciones de crisis, nos ha dejado claro que toda solución requerirá grandes inversiones. Por lo tanto, a la hora de decidir sobre cambios necesarios, tendremos que proceder con cautela y coordinación para aprovechar al máximo los recursos invertidos.
El informe presentado responde a este estado de cosas de manera exhaustiva, teniendo en cuenta prácticamente todas las cuestiones que tendrán que ser examinadas para resolver los problemas relacionados con la energía. Esto incluye todo, desde las bases normativas y la distribución de poderes hasta las normas de comercio, la modernización de las redes y la financiación.
Garantizando asimismo la seguridad de la energía y el apoyo a la investigación y el desarrollo, tampoco se han olvidado de la necesidad de una mayor eficiencia energética y la utilización de energías renovables. Con este enfoque equilibrado y exhaustivo, el presente informe es, en mi opinión, un punto de partida positivo para continuar los trabajos de mejora del sistema energético europeo.
Bendt Bendtsen (PPE). – (DA) Señor Presidente, en primer lugar, me gustaría dar las gracias a la ponente por este espléndido trabajo y un informe muy bien equilibrado. No hay duda de que existe una creciente necesidad cada vez más apremiante de una nueva estrategia energética para Europa y las empresas europeas tampoco lo dudan. Cada vez más dependemos del gas procedente de Rusia y del petróleo de Oriente Medio. La estrategia energética ha llegado a formar parte tanto de la política de seguridad como de la política exterior de Europa y se ha convertido en una cuestión de seguridad del suministro. Nuestras decisiones en Europa son cruciales en lo que respecta a la competitividad. Hay una necesidad de grandes inversiones en el futuro que nos permitan conseguir un mercado interior completo y unido, asimismo, es necesario invertir a gran escala en la eficiencia energética. Un céntimo ahorrado es un céntimo ganado. La eficiencia energética también representa la forma más barata de reducir las emisiones de CO2.
Me gustaría dar las gracias al Comisario Oettinger por sus comentarios relacionados con la eficiencia energética. En relación con la eficiencia energética —independientemente de si los objetivos son vinculantes o no— estoy satisfecho con la comunicación de la Comisión, que enumera un gran número de áreas donde se pueden hacer más cosas. También estoy dispuesto a dar más poder a la Comisión para que rechace los planes de acción nacionales si no son adecuados para la consecución del objetivo del 20% para 2020.
Además, los Estados Unidos y China están invirtiendo grandes cantidades en áreas que incrementarán la eficiencia energética. Todos somos plenamente conscientes de que los precios de la energía aumentarán en el futuro y que Europa está sufriendo una falta de competitividad a escala global. Por medio de inversiones seguras en eficiencia energética, infraestructuras, redes inteligentes, etc., debemos al mismo tiempo ofrecer a nuestras empresas la oportunidad de conseguir mayor competitividad. De ese modo, Europa se beneficiará de nuevos empleos y empresas innovadoras, ya que actualmente se pierden miles de empleos.
Ivari Padar (S&D). – (ET) Señor Presidente, enhorabuena a la ponente y a los colegas por este exitoso informe. La creación de un mercado energético paneuropeo redunda en beneficio de todos los europeos. Sin embargo, al abrir los mercados energéticos hemos ignorado las cuestiones de la transparencia y la amplitud del mercado.
Me preocupa el hecho de que, mientras cientos de miles de millones de euros en electricidad, gas y cuotas de emisiones de CO2 están cambiando de manos en el mercado, hay una clara laguna jurídica y de supervisión. Por lo tanto, acojo con beneplácito la iniciativa de la Comisión para cubrir esa laguna. Espero que la comunicación de la Comisión, que pronto se aprobará, se centre en la protección de los consumidores y defina un marco regulador paneuropeo claro que establezca normas y definiciones inequívocas con el fin de evitar las operaciones con información privilegiada, la manipulación del mercado e incremente la liquidez del mercado.
Creo que la ACER, el organismo regulador del mercado energético de la Unión Europea establecido gracias al tercer paquete de medidas sobre el mercado interior, finalmente debe llevar a cabo la supervisión del comercio de electricidad, gas y emisiones; sugiero que la supervisión de estos tres mercados se someta al control de un regulador único de los Estados miembros.
Fiona Hall (ALDE). – Señor Presidente, me complace que la Estrategia Energética 2020 de la Comisión haga referencia al examen en curso sobre el impacto del cambio indirecto en el uso del suelo. Es vital que la Comisión cumpla su obligación de presentar una propuesta a finales de este año, para ahuyentar la preocupación pública general de que algunos biocarburantes que actualmente existen en el mercado posiblemente no produzcan ninguna reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como por el bien de la industria que está desarrollando procesos innovadores cuyo valor añadido merece ser reconocido.
Respecto a la cuestión de la certidumbre energética, pediría a la Comisión que reconsiderara sus comentarios sobre la armonización de los esquemas de apoyo nacional de las energías renovables. Estoy completamente a favor de medidas a escala europea cuando estas añaden valor, pero los Estados miembros acaban de lanzar sus planes de acción nacionales en materia de energía renovable y estamos trabajando para implementarlos; esto sería ir demasiado lejos con la armonización.
Maria Da Graça Carvalho (PPE). – (PT) Señor Presidente, señor Comisario, me gustaría empezar dando la enhorabuena a la ponente por su excelente trabajo en este informe. El sector de la energía es el motor del crecimiento económico. Europa ha tenido una estrategia en materia de energía y para combatir el cambio climático desde 2008. Aplicar esta estrategia es crucial, pero el Tratado de Lisboa nos permite ir más allá, abriendo el camino para crear una verdadera comunidad energética en Europa.
Es necesario profundizar el mercado interior de la energía, crear y establecer vínculos entre redes, garantizar la solidaridad en materia energética y que el consumidor sea el centro de nuestras preocupaciones. Existe la necesidad de incrementar la financiación pública y de desarrollar instrumentos y programas que fomenten la eficiencia energética. La investigación científica y la tecnología desempeñan un papel clave en la consecución de estos objetivos.
A la luz de todo esto, acojo con agrado el lanzamiento de varias iniciativas industriales europeas en virtud del Plan estratégico europeo de tecnología energética e insto a la Comisión a que ponga en marcha el resto de medidas de dicho plan. El octavo programa del marco también debe establecer como prioridad la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras en el sector de la energía. Por tanto, es fundamental que existan fondos adecuados para apoyar tecnologías limpias y sostenibles. Es la única manera de mantener la competitividad de nuestra industria, promover el crecimiento económico y crear empleos.
Kathleen Van Brempt (S&D). – (NL) Señor Presidente, la palabra que más hemos escuchado hasta ahora ha sido «estrategia» y con razón. Por ello, agradecemos la estrategia de la Comisión. A pesar de todo, nos resulta un poco decepcionante, señor Comisario, ya que una buena estrategia implica llevar a cabo un examen serio —un examen de los problemas de suministro y, concretamente, los problemas ecológicos y los problemas sociales— y sobre la base de esta estrategia establecemos prioridades. Concedo gran importancia a la palabra «prioridad», ya que implica poner las cosas en un orden de rango. La eficiencia energética está entre los primeros lugares de dicho orden de rango. Lo han mencionado, pero ¿si consideramos la eficiencia energética tan importante, por qué es tan difícil formular objetivos que podamos aplicar en los Estados miembros? Esto es fundamental. Sabemos que funciona y es una manera de llegar a donde queremos ir. Por consiguiente, me gustaría pedir al señor Comisario que haga suya de verdad esta prioridad y que la presente en sus preparativos para la importante cumbre en febrero.
Romana Jordan Cizelj (PPE). – (SL) Señor Presidente, señor Comisario, hoy decidimos el curso del desarrollo energético hasta el año 2020, aunque este período es demasiado corto. Se necesitan muchos años para construir instalaciones energéticas y ponerlas en funcionamiento. La construcción de redes y centrales eléctricas también lleva su tiempo. La vida útil de dichas construcciones es de varias décadas. Por eso los inversores necesitan directrices políticas estables durante un período de tiempo mucho más prolongado. Si queremos cumplir los objetivos de lucha contra el cambio climática y de sostenibilidad energética, debemos desarrollar un marco político muy a largo plazo en el futuro. Necesitamos un documento de estrategia para el desarrollo energético al menos hasta 2050.
La energía nuclear forma parte cada vez más de una de las fuentes de energía del futuro, por ello, destacaría tres tareas que creo que se nos plantean a escala europea en ese sentido. En primer lugar, debemos adoptar medidas legislativas que garanticen el desmantelamiento seguro de las centrales nucleares y la eliminación de los residuos radiactivos de acuerdo con el principio de «quien contamina paga».
En segundo lugar, debemos garantizar, con procedimientos transparentes y eficaces, que se construyen nuevas centrales eléctricas de conformidad con las normas más altas posibles de seguridad. Podemos lograrlo introduciendo unas normas mínimas para la aprobación y confirmación de diseños de nuevas centrales nucleares. Además, hemos de considerar la concesión de licencias de nuevos tipos de centrales nucleares a escala europea. Eso contribuiría a sacar el máximo partido del conocimiento combinado y a ayudar a los países que empiezan a introducir la energía nuclear y a aquellos con organismos administrativos en vigor relativamente pequeños.
En tercer lugar, es necesario que democraticemos más el proceso de toma de decisiones sobre cuestiones nucleares. La energía nuclear es sólo una de las numerosas fuentes en potencia de energía y, por tanto, los procedimientos de toma de decisiones deben ser los mismos que los relativos al carbón, las energías renovables, el gas y el petróleo. Es necesario otorgar al Parlamento Europeo poderes de codecisión. No necesitamos revisar el Tratado Euratom ya que eso se podría hacer por medio de un acuerdo interinstitucional.
Adam Gierek (S&D). – (PL) Señor Presidente, la energía representa aproximadamente el 40% de los costes de producción, mientras que la mano de obra sólo asciende al 15%, aunque obtener las materias primas para la generación de energía también requiere energía. Por eso, la competitividad de nuestra economía va a depender de la energía. El dogma sobre el efecto en el clima global y la promoción de la llamada economía «sin CO2» no tienen ningún sentido. Enredarse con objetivos vinculantes sobre emisiones de CO2 constituye un ejemplo de propuestas que son socialmente y económicamente irresponsables, como la tecnología CAC (carbón de captura y almacenamiento) que se impuso en las centrales eléctricas de carbón —¿y por qué no sobre otros carburantes?—. ¿Por qué no es la eficacia el motor del progreso?
He de advertir sobre el descontento social en relación con la creación de la pobreza energética. En los nuevos Estados miembros, la energía representa casi el 40% de los gastos familiares. También he de advertir sobre la pérdida de seguridad energética debido a la legislación que se ha impuesto, concretamente el Paquete sobre energía y cambio climático. Una cosa más – ¿por qué no pueden decidir los Estados miembros cómo reducir sus propias emisiones de CO2, ya que pueden decidir sobre su combinación energética?
Lambert van Nistelrooij (PPE). – (NL) Señor Presidente, el nuevo Tratado de Lisboa ha convertido la energía en una responsabilidad compartida de la UE y los Estados miembros. El Segundo paquete sobre energía, que constituye en realidad la base de esta estrategia, claramente necesita algunas adiciones y el presente informe proporciona un buen análisis en ese sentido. Con todo, los Estados miembros, y la entidades del sector público y privado, deben participar en el proceso. Los programas operacionales en los distintos Estados miembros y entre estos son cada vez más importantes. Ya se han establecido suficientes porcentajes, tanto para el clima como para la energía. No hay necesidad de nuevos objetivos vinculantes suplementarios. Como ya se ha dicho, la implementación es lo que cuenta, ganarnos la confianza de los ciudadanos —consumidores—. También podría plantearse que la Comisión mejorara el examen de dichos programas nacionales y que nuestros recursos, quizás los eurobonos, dependan de dicho examen. Todavía hay un trecho del dicho al hecho. El primero de los dos objetivos principales es la eficiencia energética: una gran oportunidad que contribuye en la competitividad de las empresas y también en el empleo —por ejemplo, en los sectores de construcción e instalación—. Observen sus propios países, en Alemania se han creado decenas de miles de empleos a consecuencia de ello. El segundo objetivo son —sí, usted lo ha dicho— las infraestructuras que conectan a unos países con otros y entre sí, y las redes inteligentes. Aquí es donde son necesarios los eurobonos. Tengo una pregunta para el señor Comisario: ¿se realizarán progresos hacia estos eurobonos en diciembre? Estamos hablando de nuevos recursos —necesitamos dinero— y me gustaría que nos dijera si de hecho va a recaudar fondos utilizando esos medios. Acción, eso es lo que hace falta.
Silvia-Adriana Ţicău (S&D). – (RO) Señor Presidente, la estrategia energética de la Unión Europea debe centrarse en la eficiencia energética, reduciendo el consumo de energía primaria y la pobreza energética y promoviendo la energía procedente de fuentes renovables y la seguridad energética de la Unión. Sin embargo, es absolutamente imperativo que la estrategia energética de la Unión también esté vinculada a las políticas industriales, de transporte y de investigación e innovación, así como a la política en materia de lucha contra el cambio climático.
Exigimos a la Comisión y a los Estados miembros que desarrollen los instrumentos fiscales y financieros necesarios para lograr la eficiencia energética, especialmente en el sector de la construcción, y a que prioricen la eficiencia energética y las infraestructuras de energía inteligente en el futuro marco financiero plurianual.
La Unión debe conceder mayor importancia a la Asociación Oriental, particularmente a la región del Mar Negro, que reviste especial importancia geopolítica para la seguridad energética y la diversificación de las vías de suministro energético de la Unión.
También pedimos a la Comisión y a los Estados miembros que continúen el proyecto del corredor meridional europeo de gas, especialmente el proyecto Nabucco, que podría incrementar significativamente la seguridad del suministro de energía.
Alajos Mészáros (PPE). – (HU) Señor Presidente, tanto la señora Kolarska-Bobińska como el Comisario Oettinger merecen ser elogiados por este trabajo, que de hecho representa un esfuerzo importante. A consecuencia del Tratado de Lisboa, la estrategia energética de la Unión Europea se construirá sobre cuatro pilares nuevos: el mercado único de energía, la seguridad del suministro, la eficiencia energética y la interconexión de las redes energéticas europeas.
Al esbozar la nueva estrategia energética, debemos tener en mente varios desafíos. Aunque los suministros de carburantes fósiles disminuyen gradualmente, podemos incrementar los suministros disponibles mediante la exploración de nuevos yacimientos de materias primas y la investigación y las actividades de desarrollo. La dependencia energética de Europa incrementa proporcionalmente al aumento de su población. En 2030, Europa se verá forzada a garantizar el 65% de las importaciones de energía de fuentes no europeas. Respecto al suministro de gas natural, dicha cifra es posible que ascienda al 80%. Debemos apuntar a diversificar más las vías de transporte y las fuentes de adquisición. La renovación de las centrales eléctricas actualmente en funcionamiento también podría representar un factor significativo.
No es suficiente dedicar importantes sumas al desmantelamiento de centrales eléctricas anticuadas —también debemos prestar atención a su mantenimiento—. Los Estados miembros han de llevar a cabo una revisión general respecto a su posición sobre la energía nuclear. Debemos continuar nuestros esfuerzos en el área del desarrollo de la energía nuclear, en caso contrario no podremos cumplir los objetivos en materia de cambio climático. Recomiendo que procedamos con cautela en esta área con el fin de garantizar que nuestros planes ambiciosos no representan una amenaza para la competitividad industrial y comercial. En ese sentido, tenemos un informe equilibrado que incluye compromisos que se pueden cumplir de manera realista y, por esa razón, le brindo mi pleno apoyo.
Mario Pirillo (S&D). – (IT) Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, garantizar la sostenibilidad, la seguridad y la accesibilidad de la energía representa seguramente uno de los mayores desafíos para Europa durante los próximos años.
Los objetivos políticos de la Unión Europea requieren una serie de medidas que no pueden ser ignoradas. La plena realización del mercado único de la energía constituye un objetivo que sólo se puede lograr si todos los Estados miembros aplican la legislación vigente sobre el paquete energético.
Creo que para cumplir plenamente los objetivos de la estrategia no podemos echarnos para atrás respecto a la inversión en infraestructuras modernas e inteligentes, especialmente en la investigación y la utilización de energías renovables. Estas inversiones no solo representan la solución más beneficiosa en términos económicos para reducir la dependencia energética de la UE, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático.
PRESIDE: STAVROS LAMBRINIDIS Vicepresidente
Hannes Swoboda (S&D). – (DE) Señor Presidente, me gustaría dar sinceramente las gracias a la ponente y a los ponentes alternativos y a usted, señor Oettinger, porque lo que ha presentado en los últimos días y semanas es fundamental para el desarrollo de la Unión Europea. Sin embargo, al igual que la señora Van Brempt, el señor Turmes y otros, opino que necesitamos ir un paso más allá, porque —si me permite decirlo— una política energética razonable y sólida desde el punto de vista medioambiental es como una lanzadera para los empleos y el crecimiento ecológicos.
Ayer también debatimos esta cuestión con el Presidente de la Comisión. Por desgracia, poco se ha dicho hoy sobre el particular. No obstante, realizar estos pasos adicionales. Por supuesto, mucho de lo que está involucrado en la política energética orientada hacia el medio ambiente es todavía más caro. Sin embargo, si consideramos el beneficio medioambiental y lo que supone para la industria europea, entendemos que también reviste gran importancia para los empleos.
El señor Reul tiene razón, necesitamos muchas fuentes de energía. Quizás no todas —en ese sentido nuestras opiniones difieren en muchos puntos—. No obstante, necesitamos saber qué dirección va a tomar la eficiencia energética, el ahorro de energía y las energías renovables. Todo ello son motores de una economía europea orientada hacia el futuro.
Petru Constantin Luhan (PPE). – (RO) Señor Presidente, la cuestión de la energía es una prioridad principal que no nos podemos permitir posponer. Es importante hacer una contribución significativa para el futuro plan de acción 2011-2020 con el objeto de reforzar la política común de la Unión Europea.
Necesitamos una estrecha cooperación, especialmente en el área de las infraestructuras de energía, así como una financiación europea adecuada. Creo que, aparte de obtener financiación pública y de la UE, con el objeto de desarrollar las infraestructuras estratégicas de la UE, lo que implicará la ampliación e integración de todos los mercados de energía locales, regionales y europeos, debemos prestan más atención al sector privado y las inversiones procedentes del mismo.
Creo que una buena manera de lograrlo consiste en promover asociaciones públicas-privadas ofreciendo el apoyo administrativo y político necesario, un determinado nivel de financiación, así como algunas garantías públicas. Eso nos ayudará a obtener de forma satisfactoria la financiación que es fundamental para el futuro de las políticas relacionadas con la energía.
Arturs Krišjānis Kariņš (PPE). – (LV) Señor Presidente, señor Comisario, hoy me gustaría hablar brevemente sobre el bienestar de los ciudadanos y sobre las islas. Normalmente, tenemos pensamientos agradables sobre las islas, nos gusta ir allí —el sol, el calor—. El aislamiento de las islas meridionales incluso beneficia el bienestar de los isleños, puesto que atrae el turismo, pero cuando se trata de energía, el aislamiento o la insularidad son especialmente perjudiciales para la población. Esto es precisamente lo que no se necesita. ¿Por qué? El aislamiento en el sector de la energía supone el predominio normal de algunos monopolios en este mercado y para las personas afectadas implica a su vez un suministro incierto y precios elevados. El informe contiene la solución. Infraestructuras, infraestructuras, infraestructuras. Construyamos las interconexiones en la Unión Europea, que nos unan a todos, de modo que los ciudadanos puedan disfrutar de precios decentes y seguridad del suministro. Gracias.
Francesco De Angelis (S&D). – (IT) Señor Presidente, Señorías, me gustaría expresar mi agradecimiento por esta resolución, que representa un trabajo excelente en cuatro aspectos.
En primer lugar, reafirma que la eficiencia energética y el ahorro de energía son prioridades económicamente ventajosas para reducir la dependencia energética de Europa y para luchar contra el cambio climático. En segundo lugar, hace hincapié en las infraestructuras inteligentes. En tercer lugar, insta a implementar totalmente la legislación europea vigente. En cuarto lugar, procura crear una política energética con una dimensión internacional coherente y sólida.
Por último, me gustaría subrayar la importancia de la seguridad energética y la inversión en la investigación, el desarrollo y la innovación para proteger los intereses de los consumidores, las empresas y los ciudadanos de la mejor manera posible.
Zigmantas Balčytis (S&D). – (LT) Señor Presidente, creo firmemente que todos los Estados miembros de la Unión Europea ahora están sufriendo el mayor dolor de cabeza debido a la energía. En primer lugar me gustaría dar las gracias a la ponente y los ponentes alternativos porque prácticamente todos nosotros, los representantes de todos los Estados miembros, tuvimos la oportunidad de presentar nuestras propias propuestas y, gracias a determinados compromisos inteligentes, se ha creado un documento muy positivo. También creo que no es tan importante tener planes ambiciones sino tener planes reales, es decir, infraestructuras reales, interconexiones, una oportunidad efectiva para que las personas elijan un proveedor de energía a quien comprar energía y, por supuesto, un valor de mercado real. Considero que si lo conseguimos, habremos avanzado mucho. Pienso que en el futuro también deberíamos tener más control sobre los deseos e intereses de los Estados miembros, porque si vamos a crear un mercado común de la energía, se deben conciliar dichos intereses. Señor Comisario, también quisiera darle las gracias por reaccionar con prontitud en lo que respecta a la firma de determinados acuerdos y le estoy muy agradecido porque el principio de solidaridad está profundamente arraigado a escala europea.
Sonia Alfano (ALDE). – (IT) Señor Presidente, Señorías, he leído con atención el informe y lo apoyo en su totalidad. No obstante, me quedé bastante perpleja por las distintas referencias al futuro del carbón en la estrategia europea, concretamente en el párrafo 52, en el que se insta a que la Comisión formule disposiciones jurídicas para facilitar la construcción de centrales eléctricas de carbón.
Hace unos años en los Estados Unidos, se inició un movimiento popular y político que ha desembocado de hecho en una especie de suspensión respecto a la construcción de centrales eléctricas de carbón. Así como en las emisiones de CO2, esta decisión también se basa en un problema de tratamiento de las cenizas, que contienen numerosas sustancias tóxicas. Por eso, no apoyo completamente la defensa de las centrales eléctricas de carbón y señalaría que el llamado «carbón limpio» parece, en muchos casos, más un eslogan que una realidad.
También he escuchado a varios diputados defender con fuerza la energía nuclear, tanto en términos de costes como de seguridad. Lamentablemente, aquellos que así lo afirman demuestran que no saben de lo que están hablando. Las alternativas existen, son las energías renovables, son genuinas y la Unión Europea debe marcar el camino para la próxima década en esa dirección.
Oreste Rossi (EFD). – (IT) Señor Presidente, Señorías, este informe ofrece unos puntos muy interesantes en el sentido de que analiza tanto los métodos como las escalas de tiempo, empezando con el concepto básico de que Europa debe contar con políticas comunes relacionadas con la energía.
Al hablar personalmente en el Foro Europeo de Energía, organizado por el Presidente Buzek, entre los representantes de los 27 Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo, expresé mi opinión a favor de un plan energético común que permita establecer condiciones equitativas en el acceso a la energía para las personas particulares y las empresas, eliminando así las diferencias notables en los costes.
Lamento que en este informe tan bueno se hayan incluido las inevitables referencias sobre la responsabilidad de la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático. Existen documentos específicos relacionados con ese tema y me parece redundante que continuemos añadiendo referencias sobre el particular con el objeto de satisfacer a determinados extremistas medioambientales.
En mi opinión, un segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto sólo puede suceder en un contexto global, incluyendo a todas las principales economías en un acuerdo jurídicamente vinculante.
Radvilė Morkūnaitė-Mikulėnienė (PPE). – (LT) Señor Presidente, me gustaría transmitir mi enhorabuena a la ponente y dar las gracias al señor Comisario que está examinando la estrategia y la política energética con tan buena voluntad. Tenemos objetivos ambiciosos para reducir el proceso del cambio climático. En lo que respecta a la protección del medio ambiente, la energía puede ser un aliado, pero también un enemigo. En la Unión Europea dependemos de los carburantes fósiles, que se utilizan para la extracción de energía. Con el agotamiento de los recursos de la UE, cada vez más dependemos de países terceros, así que no solo es importante desarrollar energías renovables, sino también invertir en la investigación sobre cómo incrementar la eficiencia energética. En el período parcial de sesiones anterior debatimos acerca de la asignación de fondos adicionales para la energía en virtud del Plan Europeo de Recuperación Económica. Quizás, también sería apropiado poder asignar fondos de otros mecanismos financieros de la Unión Europea, destinados a la eficiencia energética en general. Las energías renovables son importantes no solo por el cambio climático, sino también por la seguridad energética. Los acuerdos bilaterales de algunos Estados miembros, como la puesta en marcha de proyectos como el «Nord Stream», generan desconfianza no solo en referencia a cuestiones medioambientales, sino también respecto a los principios de solidaridad y, por eso, se ha de garantizar la transparencia en este área.
Elena Băsescu (PPE). – (RO) Señor Presidente, en mi opinión, reforzar el potencial de las energías renovables de la UE representa uno de los elementos clave del informe. Por esa razón, quisiera recordar que la región de Dobruja, en la parte sudoriental de Rumanía, se convertirá en el mayor parque eólico de Europa dentro de pocos años. En 2011 se completará la construcción de 522 turbinas. Esto permitirá a Dobruja suministrar el 50% del consumo energético nacional.
Las infraestructuras son otro factor clave para un mercado de la energía eficiente. La UE debe decantarse por este tipo de proyectos que demuestran ser eficaces y rentables económicamente. La interconexión AGRI, que es una de las principales contribuciones de Rumanía al desarrollo de las infraestructuras energéticas, es de bajo coste y ofrece una alternativa.
La diversificación de las fuentes de suministro energético también es una obligación en el sector del petróleo. El conducto P8 es un buen ejemplo de ello. Rumanía y Serbia han reanudado recientemente los estudios de viabilidad respecto a la construcción de la primera sección del conducto entre Constanţa y Pancevo.
Ioan Enciu (S&D). – (RO) Señor Presidente, la diversificación de fuentes, las infraestructuras energéticas nuevas y el aumento en la proporción de las fuentes de energías renovables revisten gran importancia para el futuro energético de la Unión Europea. Al mismo tiempo, no obstante, tampoco hemos de abandonar la utilización de las fuentes de energía tradicionales, que sin lugar a dudas se pueden mejorar haciendo uso de tecnologías innovadoras, de acuerdo con las posibilidades y las necesidades de cada Estado miembro.
Sin embargo, para mí y para los ciudadanos que represento, el factor más importante en este asunto es que debemos mantener un precio asequible para todos los consumidores, así como preservar e incluso crear nuevos empleos en este sector.
No debemos llegar a un punto en que haya un excedente de energía disponible en el mercado energético europeo, porque nadie lo comprará debido a los elevados precios.
Kyriakos Mavronikolas (S&D). – (EL) Señor Presidente, después del Tratado de Lisboa, creería que es obvio que el Parlamento Europeo podrá contribuir mucho más en la política energética.
Estoy de acuerdo con todo lo que la ponente ha dicho y destacaría el hecho de que actualmente la política energética está más relacionada, directa o indirectamente, con la política exterior en general de los Estados miembros y de la propia Unión. Convendría en que hoy día existe una necesidad de obras e infraestructuras necesarias, asimismo también se requieren normas que rijan cómo se han de ejecutar los acuerdos.
Hoy pedimos contratos claros, transparencia y referencias específicas a fuentes de energía renovable. Sin embargo, lo que vemos ante nosotros, señor Comisario, es la necesidad de un mercado común de la energía. Eso ayudaría concretamente a los pequeños estados insulares de la Unión, de manera que en un mercado único, podamos abordar con transparencia la importante cuestión de la energía.
Nick Griffin (NI). – Señor Presidente, me gustaría decir al señor Comisario que el nuevo informe relativo a la nueva estrategia energética ignora el problema más gordo, a saber, el agotamiento del petróleo. Pero al menos la Comisión al final ha reaccionado ante esta amenaza inmediata y de proporciones gigantescas. En el momento en que se reconoce el agotamiento del petróleo, la mayor parte de este informe bien intencionado se convierte tristemente en el carburante de un incinerador.
La gran brecha energética que se abre probablemente no se pueda cubrir con energías renovables de juguete o carbón de pizarra. El carbón, la energía nuclear —y a largo plazo la fusión nuclear junto a la fisión— son las únicas fuentes de energía suficientemente sólidas para salvarnos, ya que la era del petróleo va a llegar a su fin.
Señor Comisario, ahora que hemos reconocido eso, ¿podemos esperar un nuevo enfoque serio en relación con la energía? Debemos acabar con este sinsentido sobre redes de energía eléctrica procedente de parques eólicos y del calentamiento global y concentrarnos en soluciones científicas reales para la crisis del agotamiento del petróleo.
Günther Oettinger, Miembro de la Comisión. – (DE) Señor Presidente, Señorías, ahora que entramos en el debate en esta Cámara y si tengo en cuenta los puntos en los que se han centrado sus intervenciones, tenemos una amplia combinación de energía en la Unión Europea, los Estados miembros y el Parlamento. He escuchado hablar de todo desde el 100% de energías renovables hasta la fusión nuclear, la energía nuclear y el carbón. Eso significa que la pregunta del millón es ¿nos pondremos de acuerdo sobre una estrategia a largo plazo? ¿Tendremos un consenso en Europa? En caso afirmativo, ¿qué tipo de consenso será?
Actualmente estamos trabajando en una estrategia que comprende los tres objetivos, a saber, el 20% de energías renovables, reducción del 20% de las emisiones de CO2 y el aumento del 20% de la eficiencia. Esa es la estrategia para la nueva década. Es cierto que necesitamos una estrategia a largo plazo. La hoja de ruta que presentaremos como un borrador la próxima primavera incluirá todo ello. Durante el año que viene, con esta hoja de ruta tratamos de examinar con ustedes y los Estados miembros los próximos 40 años, y presentar predicciones en relación con las necesidades energéticas, la combinación energética, los objetivos medioambientales y la seguridad del suministro para las próximas cuatro décadas. No es tarea fácil. Imaginen por un momento que estamos en 1970 antes de la crisis del petróleo, antes de la caída del Muro y con sólo unos pocos Estados miembros, y que tenemos que utilizar los conocimientos que teníamos en 1970 para arrojar luz a la situación energética actual del año 2010. Nuestras estimaciones habrían sido totalmente equivocadas. ¿Sabemos qué capacidades técnicas surgirán en los próximos 40 años? ¿Qué intereses políticos nuevos tendrán los Estados miembros? A pesar de todo, estoy a favor de intentar desarrollar una hoja de ruta para 2050.
Después se planteó la cuestión de porqué necesitamos objetivos vinculantes de reducción de las emisiones de CO2 y porqué los Estados miembros no pueden hacer eso. Es bastante simple, porque eso era lo que se decidió. Yo acepto el 20% de emisiones de CO2 y el 30% si encontramos otros socios a escala global. Esta es una decisión del Parlamento, al que pertenecen, y corresponde al Consejo y a mí mismo aplicarla. Si quieren algo diferente, comuníquenlo. Creo que si no hubiera objetivos vinculantes, los Estados miembros simplemente no los respetarían. Si abandonamos dichos objetivos, los Estados miembros harán poco o nada, especialmente en tiempos económicamente difíciles.
Se han mencionado el tema de la eficiencia energética. En nuestra estrategia sólo estamos creando los titulares para ello. Los detalles de cómo se aplicará en la práctica y los instrumentos, las medidas y el corredor financiero llegarán en primavera cuando presentemos la estrategia sobre eficiencia energética, que actualmente están debatiendo.
Se han planteado cuestiones sobre el mercado interior. Les ruego que confíen en mí y en el señor Almunia. Garantizaremos el pleno cumplimiento con el segundo y tercer paquete de medidas sobre el mercado interior, abordaremos los procedimientos por infracción contra el tratado y haremos todo lo posible para garantizar que durante los próximos cinco años se establece con competencia y transparencia un mercado interior para el gas y la electricidad. Durante las últimas semanas hemos estado asesorando a los Estados miembros —al Gobierno polaco en el caso Jamal, al Gobierno de Bulgaria en el caso del South Stream y en lo que respecta a los suministros de gas en Bulgaria—. De hecho, los Estados miembros no siempre están dispuestos o en una situación que les permite garantizar el cumplimiento de las normas del mercado interior en sus acuerdos bilaterales. Ofrecemos nuestro asesoramiento cuando así lo solicitan, aunque también se requiere la participación de los Estados miembros. Por otra parte, existen Estados miembros grandes en los que el mercado interior no funciona. Un país que no está muy lejos de aquí y que incluso es el país en que estamos ahora mismo. Así que, preguntaría a los diputados de Francia ¿están dispuestos a cooperar conmigo para crear un mercado interior en Francia y en otros países? Necesito su apoyo —no a nivel nacional, sino a nivel europeo—.
En relación con el Corredor Meridional, la decisión respecto a Nabucco, TAP o ITGI creo que se adoptará en el primer trimestre del próximo año. Con todo, una infraestructura de gas nos exige debatir la cuestión de cuánto gas necesitaremos para calefacción y conversión en electricidad durante las próximas décadas. La cifra actual es de 500 000 millones de metros cúbicos por año. ¿Será superior o inferior? Este punto también se abordará en la hoja de ruta para 2050.
El señor Rohde mencionó el ejemplo de China. En mi opinión, siempre es bueno hacer comparaciones con China, pero preferentemente no como un ejemplo a seguir. Tiene razón en que ha habido una gran cantidad de inversiones en el sector de la energía eólica en China. Eso es cierto, pero no ha mencionado el hecho de que actualmente China compra todas las existencias de carbón del mundo e invierte mucho más en esta materia. El año pasado, China invirtió más en energías renovables que Alemania, eso es cierto. No obstante, la proporción de energías renovables producidas en China está descendiendo, porque se está invirtiendo mucho más en la energía nuclear y el carbón. Además, China se refiere a la energía nuclear como una forma de energía renovable. No estoy de acuerdo con eso. En consecuencia, es importante hacer comparaciones con China, pero aconsejaría seriamente que no la tuvieran como ejemplo a seguir en lo que respecta a nuestro trabajo europeo.
Gracias de nuevo. También los necesitaré a la hora de abordar el presupuesto europeo. Se han hecho peticiones para que se haga más y se obtengan más recursos para la investigación y las infraestructuras. Estoy de acuerdo con ello. Acepto cada euro que me den, pero el presupuesto lo deciden el Consejo y el Parlamento. Sobre la base de nuestra gran experiencia en el plan SET, la financiación de la investigación en el sector de la energía y el plan de recuperación económica, confío en que elaboremos una propuesta positiva en relación a las infraestructuras y que ustedes apoyarán, de manera que en la próxima década se dispondrá de financiación europea suficiente con valor añadido para adoptar medidas europeas adecuadas en las áreas de la infraestructura y la investigación. Teniendo esto en mente, sin duda alguna tenemos una buena oportunidad para llevar a cabo una cooperación constructiva.
Lena Kolarska-Bobińska, ponente. – (PL) Señor Presidente, como se puede ver, los temas del debate y las opiniones expresadas en el Parlamento Europeo son muy variadas y diferentes. Por tanto, este informe es el resultado del compromiso que hemos procurado. Creo que es un informe muy bueno, porque hemos logrado un consenso.
Me gustaría expresar mi agradecimiento a los ponentes alternativos —la señora Ulvskog, el señor Rohde, el señor Turmes, el señor Szymański y el resto— porque hemos conseguido este consenso de una manera tan agradable. También quisiera dar las gracias a la señora Castillo Vera por su cooperación, ayuda y apoyo, a la señora Toth del Grupo del Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos) por su ayuda, al señor Hillman y también al señor Comisario y al personal de la Comisión, que contestaron a las numerosas cuestiones y respondieron a mis ideas.
Hoy en Bruselas se está celebrando una batalla entre los partidarios de la idea del intergubernamentalismo y los que desean actuar sobre la idea de solidaridad. Sin embargo, tanto el Parlamento Europeo como la Comisión se enfrentan a la necesidad de garantizar que triunfe la solidaridad, respecto a los intereses nacionales individuales en las futuras reuniones del Consejo Europeo. Hemos trabajado mucho en un determinado consenso. Tenemos una estrategia y, como ha dicho el señor Turmes, a la luz de esto debemos implementarla, implementarla, y una vez más implementarla, defendernos contra los distintos intereses particulares.
Presidente. – Se cierra el debate.
La votación se celebrará a las 12:00, mañana jueves 25 de noviembre.
Declaraciones por escrito (artículo 149)
Luís Paulo Alves (S&D) , por escrito. – (PT) Creo que esta nueva estrategia energética es fundamental para poner práctica una estrategia segura, sostenible y competitiva. En un momento en el que Europa depende cada vez más de las importaciones de energía, creo que es esencial seguir en primera línea en materia energética, centrándose en la innovación y la tecnología. Conseguir que nuestra estrategia sea más sostenible requerirá un enfoque continuado en las energías renovables, mediante la introducción de una mayor competencia en el sector de manera que podamos implementar eficazmente el mercado interior de la energía. Todo ello repercutirá en una reducción de los costes y en un incremento de la competitividad para la economía, que a su vez también creará riqueza y empleos, que son muy importantes para conseguir un equilibrio adecuado en el comercio. Yo vengo de una región ultraperiférica, que actualmente tiene un nivel de autosuficiencia energética de aproximadamente el 27% y apunta a conseguir el 75% para 2012. Las Azores han establecido objetivos específicos más ambiciosos que la UE, con resultados que ya han sido reconocidos en el plano europeo, especialmente en lo que respecta a la energía geotérmica, gracias a una política energética ambiciosa de asociaciones entre la región y los mejores centros de investigación internacionales y nacionales. La Unión debería considerar estos ejemplos e incrementar su apoyo en las áreas de investigación, innovación y desarrollo de proyectos.
George Sabin Cutaş (S&D), por escrito. – (RO) Ha llegado el momento de hablar sobre una verdadera estrategia energética europea. Existen en la actualidad lagunas en la aplicación de la legislación de la UE en materia de energía. Las disposiciones del Tratado de Lisboa proporcionan a la Unión Europa un marco jurídico sólido para el desarrollo de un mercado único interior eficaz, que garantizará el suministro, la seguridad, la sostenibilidad, la interconexión de las redes y la solidaridad. En ese contexto, los nuevos Estados miembros, que están mucho más expuestos a cortes del suministro energético, necesitan el apoyo de la Unión Europea para hacer frente de dichos desafíos.
Por otra parte, me gustaría instarles a mantener la posibilidad de que los Estados miembros sigan subvencionando las minas de carbón, al menos hasta 2018. En un mundo capitalista, las palabras «no competitivo» son sinónimo de lacra social. Debemos tener en cuenta el factor humano y reflexionar sobre las repercusiones económico-sociales negativas de cerrar las minas de carbón que proporcionan una fuente importante de empleos, antes de etiquetar una mina como no competitiva.
Ilda Figueiredo (GUE/NGL), por escrito. – (PT) Este informe procura contribuir a un nuevo plan de acción en materia de energía, en el marco de la Estrategia Europa 2020. En principio, es posible que un nuevo plan llegar a ser una iniciativa importante siempre y cuando se tomen en serio los errores y las deficiencias de los planes anteriores. No tiene sentido insistir en el mismo enfoque y las mismas propuestas que nos han dejando rezagados respecto a donde deberíamos estar.
Las deficiencias estratégicas de la política europea en materia de energía que deberían tenerse en cuenta incluyen los siguientes puntos.
Se ha situado la política energética como un apéndice de la política «medioambiental» cuyo objetivo último es abrir nuevas áreas a la especulación financiera, convirtiendo los permisos de emisiones de gases de efecto invernadero en algo rentable. Sin embargo, la cuestión de la energía merece un enfoque a medida basado en la mejora de los indicadores específicos como la intensidad energética o el déficit energético.
En el sector de la energía también se supone que mediante la puesta en marcha de los mercados donde operan los inversores privados, todo se solucionará como si fuera magia. Ya se han emitido tres paquetes legislativos sucesivos, se han gastado recursos públicos y todavía no tenemos mercados competitivos, inversiones en infraestructuras ni energía más accesible para los consumidores. Esto representa un fracaso en todos los sentidos respecto a los objetivos declarados.
Ha fracasado el argumento de que los biocarburantes sólo conllevarán beneficios medioambientales y que ofrecerán un mayor desarrollo agrícola e industrial para los países de Europa.
András Gyürk (PPE), por escrito. – (HU) Me complace ver que existe un compromiso cada vez más firme en Europa para conseguir el mercado único de la energía. Esto queda muy patente en el hecho de que tanto el informe de la señora Kolarska-Bobińska como la estrategia energética reciente y las prioridades en materia de infraestructuras de la Comisión Europea exigen cambios estructurales. Finalmente estamos empezando a ver que un éxito notable requiere inversiones significativas, planes de acción concretos y la eliminación de las cargas administrativas. Esa es la única opción para que los Estados miembros logren los principales objetivos del Tratado de Lisboa, a saber, el mercado único, la seguridad del suministro, la eficiencia energética y la ampliación de las energías renovables.
Creo que representa un paso adelante fundamental que los documentos mencionados anteriormente otorguen prioridad urgente a los esfuerzos en materia de desarrollo de la energía en la Europa central y oriental. La crisis del gas del año pasado puso de manifiesto para los Estados occidentales que los Estados miembros de nuestra región dependen de una sola fuente de gas y que el mercado único no funciona aquí. Europa se ha dado cuenta de que el acceso a las fuentes alternativas de gas, la creación del corredor de gas North-South y la eliminación de los mercados aislados incrementan la seguridad regional del suministro, dando a su vez un paso significativo hacia la consecución del mercado único.
Al mismo tiempo, el fortalecimiento de las redes eléctricas y la interconexión regional de los conductos de petróleo también incrementan la flexibilidad de nuestra región. No obstante, el nivel de compromiso no se puede detener en la creación de una estrategia únicamente. Estoy convencido de que pronto se pondrán en marcha los cambios estructurales que apoyan la materialización eficaz de un mercado único y que conseguiremos llevar a cabo un proceso de concesión de licencias rápido y transparente, crear iniciativas regionales y proporcionar acceso a nuevos instrumentos de financiación.
Tunne Kelam (PPE), por escrito. – Después de varias experiencias dramáticas con el suministro de energía, ha quedado claro que la energía es un factor clave en la seguridad de la UE. Es obvia la necesidad de una visión estratégica a largo plazo en materia de energía. La nueva estrategia energética propuesta tiene como objetivo cubrir esta necesidad. Ante todo, Europa necesita un mercado interior de la energía armonizado y coherente, que ha de integrar las diferentes redes energéticas, conectándolas entre sí. Esto es una prioridad absoluta para la estabilidad y la seguridad de la UE. Actualmente todavía existen regiones aisladas de la UE que dependen casi por completo de los suministros energéticos externos. En el caso del gas importado, esto es cierto para los tres Estados miembros del Báltico. Dependen de las exportaciones de gas de Rusia, que Moscú utiliza como instrumento de política exterior. El resultado es que los países del Báltico, al ser los vecinos más inmediatos de Rusia, pagan un 30% más que Alemania por el mismo gas ruso. La nueva Estrategia para el Mar Báltico debe tener como objetivo desarrollar redes integradas alrededor del Mar Báltico. Apoyo la asignación de una proporción mayor del presupuesto para la política común en materia de energía. Será necesario priorizar las inversiones para el desarrollo de infraestructuras energéticas modernas y eficientes. Mejorar la eficiencia energética implica invertir más en la investigación y el desarrollo y en nuevas tecnologías energéticas.
Marian-Jean Marinescu (PPE), por escrito. – (RO) La estrategia energética propuesta debe promover a largo plazo una combinación diversificada de las fuentes de energía, incluyendo no solo las fuentes de energías renovables sino también la energía nuclear. Sin embargo, es imposible que esta estrategia sea viable si no se refuerza la red de transmisión de modo que pueda respaldar la integración del mercado y el desarrollo de la producción de energía sostenible a gran escala.
Además, la consolidación de las interconexiones y los vínculos con países terceros revisten suma importancia. Es necesario ampliar y modernizar con carácter de urgencia las redes de distribución para poder integrar los casos cada vez más frecuentes de producción distribuida. Es obvio que la integración del mercado también exige una mejor utilización de las redes operativas existentes, en base a la armonización transfronteriza de la estructura del mercado y el desarrollo de modelos europeos comunes para la gestión de las interconexiones. Último en orden pero no en importancia, otro factor sumamente importante es el establecimiento de una red europea «inteligente» capaz de administrar, distribuir y medir en tiempo real todos los diferentes modelos de consumo y producción con el fin de garantizar el funcionamiento seguro y eficiente del futuro sistema de electricidad.
Rareş-Lucian Niculescu (PPE), por escrito. – (RO) Quisiera acoger con beneplácito este informe, especialmente las referencias al desarrollo del potencial del sector de la bioenergía. El potencial de este sector en Europa está sin explotar. Un factor relevante en este contexto es que algunos Estados miembros se enfrentan a una situación en la que cada año numerosas áreas de terreno agrícola se quedan sin cultivar. Este terreno abandonado también se podría utilizar desde el punto de vista de la energía renovable. La situación en Rumanía, con la que estoy más familiarizado, proporciona un claro ejemplo de ello: aproximadamente 3 millones de hectáreas de terreno se quedan inutilizadas, mientras que la energía que se pierde en toda esta región es de más o menos 187 teravatios por hora. Creo que esta cuestión debe examinarse durante los debates sobre el futuro de la política agrícola común. La petición planteada a la Comisión de proponer un marco político y apoyar la promoción de la ampliación de biocarburantes sostenibles de segunda generación en Europa llega justo a tiempo y espero que sea aprobada por la UE.
Wojciech Michał Olejniczak (S&D), por escrito. – (PL) La obtención de energía representa uno de los desafíos más importante a los que se enfrenta el mundo hoy día. Hace mucho tiempo la Unión Europea respaldaba una política de obtención de energía utilizando tecnologías que garantizaran bajas emisiones de CO2. El reconocimiento de la ponente de esta idea como un objetivo estratégico no es ninguna sorpresa y le brindo todo mi apoyo. El segundo objetivo estratégico —garantizar la seguridad energética en todos los Estados miembros— también tiene mi pleno apoyo. La ponente relaciona este objetivo con el establecimiento de una economía con bajas emisiones. Esta cuestión es especialmente importante para Polonia. No es ningún secreto que la seguridad energética de Polonia se basa en el carbón. Por lo tanto, con el fin de lograr este objetivo eficazmente, es esencial contar con un fuerte apoyo financiero de la UE. Polonia —y muchos otros Estados miembros— reconoce la necesidad de crear una economía con bajas emisiones, aunque, no obstante, no es posible lograr este objetivo sin la ayuda de la Unión. Por último, me gustaría expresar mi satisfacción por el reconocimiento de la ponente de la necesidad de garantizar la energía para los ciudadanos a precios asequibles como uno de los objetivos estratégicos de la nueva estrategia energética para Europa. La aceptación de los tres objetivos estratégicos principales de la nueva estrategia energética para Europa, quisiera expresar mi apoyo por la propuesta de resolución titulada «Hacia una nueva estrategia energética para Europa 2011-2020».
Indrek Tarand (Verts/ALE), por escrito. – (SV) Me complace enormemente que una vez más tengamos en el Parlamento Europeo la oportunidad de debatir activamente cuestiones relacionadas con la seguridad energética. Que no haya malentendidos aquí —este asunto es tan delicado como el tema del gas—. En los últimos años, la UE en su conjunto ha incrementado su dependencia de los suministros de energía especialmente de países terceros. Hay un riesgo inherente en el mercado, no solo por el aspecto económico, sino también por la falta de derechos democráticos y derechos humanos y la participación de empresas que carecen de buenos conceptos empresariales. Por desgracia, tenemos que reconocer que el informe de la señora Kolarska-Bobińska, que es un excelente trabajo, se debatirá y votará un poco tarde. La Comisión Europea ya emitió la estrategia energética de la UE 2011-2020 el 10 de noviembre, así que supongo que es demasiado tarde para tener alguna influencia sobre la misma. No obstante, más vale tarde que nunca. Por lo tanto, añadiré a las opiniones de hoy el hecho de que Francia ha decidido vender un buque de guerra clase Mistral a Rusia. Suponemos que lamenta sinceramente su decisión.
Zbigniew Ziobro (ECR), por escrito. – (PL) La propuesta de resolución que se ha presentado todavía carece de referencias explícitas a dos cuestiones importantes. La primera es la ayuda financiera del presupuesto de la Unión Europea en la búsqueda de fuentes alternativas de carburantes como el gas de esquisto bituminoso. La utilización de este gas ahora se ha permitido en los Estados Unidos para garantizar su independencia en cuanto al suministro de energía. Científicos y geólogos informan de que es cada vez más evidente, para la Unión Europea también, que exista una posibilidad similar de lograr la autonomía energética. Creo que es importante cambiar la política de la Unión sobre este aspecto de manera que se apoye la exploración y la utilización del gas esquisto bituminoso. También es fundamental garantizar el apoyo financiero para instituciones que están involucradas en el desarrollo de tecnología destinada a la extracción y el transporte del gas esquito bituminoso —incluida la utilización de emisiones de CO2 en el proceso de fracturación de esquicio bituminoso—. La segunda cuestión es la falta de referencias explícitas para realizar inversiones específicas en los proyectos de transmisión de carburantes. Se trata de otro documento que no está relacionado con ninguna estrategia. El Parlamento Europeo debe, a fin de cuentas, designar proyectos relacionados con la energía que son importantes para su seguridad, así como los medios de financiación. A pesar de las declaraciones que se han hecho, tanto la Asociación Oriental como los programas de Sinergia del Mar Negro, sigue retrasándose la construcción del gasoducto Nabucco, que conectará los depósitos en Asia con los usuarios en Europa. La estrategia también carece de referencias a la posibilidad de utilizar los depósitos de África y el Ártico. La última cuestión que se ha omitido es la falta de una explicación clara sobre el término «seguridad energética de la Unión Europea», ¿Qué significa? ¿Se supone que se refiere a la Unión en su conjunto o a un estado de seguridad de suministros a los Estados miembros individuales que componen hoy día la Unión Europea en la actualidad?